Prácticas funerarias en estructuras negativas en el asentamiento prehistórico de Valencina de la Concepción (Sevilla): análisis contextual y osteoarqueológico

July 23, 2017 | Autor: M. Díaz-Zorita Bo... | Categoría: Bioarchaeology, Copper age, Paleoanthropogy, Valencina de la Concepción (Seville, Spain)
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Descripción

El asentamiento prehistórico de Valencina de la Concepción (sevilla)

Leonardo García Sanjuán Juan Manuel Vargas Jiménez Víctor Hurtado Pérez Teresa Ruiz Moreno Rosario Cruz-Auñón Briones Editores Científicos

El asentamiento prehistórico de Valencina de la Concepción (sevilla). INVESTIGACIÓN Y TUTELA EN EL 150 ANIVERSARIO DEL DESCUBRIMIENTO DE LA PASTORA

Sevilla 2013

Serie: Historia y Geografía Núm.: 243

Comité editorial: Antonio Caballos Rufino (Director del Secretariado de Publicaciones) Carmen Barroso Castro Jaime Domínguez Abascal José Luis Escacena Carrasco Enrique Figueroa Clemente Mª Pilar Malet Maenner Inés Mª Martín Lacave Antonio Merchán Álvarez Carmen de Mora Valcárcel Mª del Carmen Osuna Fernández Juan José Sendra Salas

Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética o cualquier almacenamiento de información y sistema de recuperación, sin permiso escrito del Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla.

Motivo de cubierta: Dibujo realizado por Tubino y entregado junto con la memoria sobre La Pastora, cuando hizo la primera donación al Museo Arqueológico Nacional en 1868. Fuente: Belén Deamos, 1991.

©

SECRETARIADO DE PUBLICACIONES DE LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA 2013 Porvenir, 27 - 41013 Sevilla. Tlfs.: 954 487 447; 954 487 451; Fax: 954 487 443 Correo electrónico: [email protected] Web: http://www.publius.us.es

© Leonardo García Sanjuán, Juan Manuel Vargas Jiménez, Víctor Hurtado Pérez, Teresa Ruiz Moreno y Rosario Cruz-Auñón Briones, (editores científicos) 2012 © Por los textos, sus autores 2012 Impreso en papel ecológico Impreso en España-Printed in Spain ISBN 978-84-472-1465-5 Depósito Legal: SE 418-2013 Impresión: Docuimpresión

Ídolo falange hallado en las excavaciones de la Avenida de Andalucía nº 9 (Valencina de la Concepción, Sevilla). Fotografía: Diego Sardá Piñero.

ÍNDICE

00. Prólogo M. L. de la Bandera Romero

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01. Presentación M. Sánchez Romero

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02. El asentamiento de la Edad del Cobre de Valencina de la Concepción: estado actual de la investigación, debates y perspectivas L. García Sanjuán

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Sección 1. Territorio y Hábitat

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03. Las agregaciones de población del III milenio AC en la Península Ibérica P. Díaz-del-Río Español

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04. Yacimientos prehistóricos de fosos: una lectura alternativa a un problema histórico ya clásico J. E. Márquez Romero

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05. La desembocadura del Guadalquivir en la segunda mitad del Holoceno. Síntesis paleogeográfica F. Borja Barrera

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06. El registro estratigráfico en el Pabellón Cubierto de Valencina de la Concepción (Sevilla) 113 M. Ortega Gordillo 07. Las excavaciones del Museo Arqueológico de Sevilla en Valencina de la Concepción (Sevilla) en 1975-1976: sectores de La Perrera, La Candelera y cerro de la Cabeza F. Fernández Gómez

131

08. Estructuras negativas multifuncionales en Avenida de Andalucía nº 9, Valencina de la Concepción (Sevilla) D. Sardá Piñero

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09. La secuencia ocupacional durante el III milenio ANE en c/ Trabajadores 14-18 (Valencina de la Concepción, Sevilla) P. López Aldana y A. Pajuelo Pando

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Sección 2. Prácticas Funerarias y Creencias 10. Diversidad de prácticas funerarias e identidades en el asentamiento de Valencina de la Concepción (Sevilla) R. Cruz-Auñón Briones y J. C. Mejías García 11. La Pastora (Valencina de la Concepción, Sevilla): una historia desconocida T. Ruiz Moreno

171 175 201

12 Rasgos bioerosivos en rocas de La Pastora (Valencina de la Concepción, Sevilla): Implicaciones cronológicas y paleoambientales L. M. Cáceres Puro, J. Rodríguez Vidal, F. Muñiz Guinea y T. Donaire Romero 13 Montelirio. Un sepulcro clave para la comprensión del registro de los grandes monumentos megalíticos de Valencina de la Concepción-Castilleja de Guzmán (Sevilla) A. Fernández Flores y V. Aycar Luengo

219

233

14 Las estructuras de la Edad del Cobre del Sector PP4-Montelirio del sitio arqueológico de Valencina de la Concepción-Castilleja de Guzmán (Sevilla) C. Mora Molina, L. García Sanjuán, J. Peinado Cucarella y D. W. Wheatley

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15 La necrópolis de cuevas artificiales y fosas de c/ Dinamarca 3 y 5 (Valencina de la Concepción, Sevilla) A. Pajuelo Pando y P. M. López Aldana

281

16 La cueva artificial de La Huera (Castilleja de Guzmán, Sevilla) E. Méndez Izquierdo

293

17 Los ídolos del asentamiento de Valencina de la Concepción (Sevilla): una revisión V. Hurtado Pérez

311

Sección 3. Antropología Física y Demografía 18 Una reflexión metodológica acerca de los registros antropológicos de las inhumaciones del III milenio A.C. en El Aljarafe (Sevilla) J. M. Guijo Mauri y R. Lacalle Rodríguez 19 Bioarqueología de las prácticas funerarias del yacimiento de la Edad del Cobre de Valencina de la Concepción-Castilleja de Guzmán (Sevilla): revisión de las investigaciones M. Díaz-Zorita Bonilla 20 Análisis bioarqueológico de tres contextos-estructuras funerarias del sector PP4-Montelirio del yacimiento de Valencina de la Concepción-Castilleja de Guzmán (Sevilla) S. Robles Carrasco y M. Díaz-Zorita Bonilla 21. Prácticas funerarias en estructuras negativas en el asentamiento prehistórico de Valencina de la Concepción (Sevilla): análisis contextual y osteoarqueológico L. García Sanjuán y M. Díaz-Zorita Bonilla

Sección 4. Producción Subsistencial y Manufacturas 22 El entorno vegetal de Valencina de la Concepción (Sevilla) en el III milenio AC: una aproximación palinológica Y. Llergo López, M. A. Royo García, C. Granados Trillo, Á. Fernández Flores, F. Borja Barrera y J. L. Ubera Jiménez

329 333

359

369

387

405 409

23 ¿”Campos de hoyos”, campos de compost? Estudio tafonómico y paleobiológico del sector de La Gallega del yacimiento de Valencina de la Concepción (Sevilla) E. Bernáldez-Sánchez, M. Bernáldez-Sánchez y E. García Viñas

421

24 Estudio arqueozoológico de estructuras significativas de c/ Mariana de Pineda s/n (Valencina de la Concepción, Sevilla) A. Pajuelo Pando y P. M. López Aldana

445

25 La actividad metalúrgica en Valencina de la Concepción (Sevilla): problemática y situación actual de la investigación M. E. Costa Caramé

459

26 La manufactura de artefactos líticos de la Edad del Cobre en el territorio de Valencina de la Concepción (Sevilla) T. Murillo Díaz

469

27 Las cuentas de collar de piedra verde de Matarrubilla (Valencina de la Concepción, Sevilla) C. P. Odriozola Lloret y L. García Sanjuán

485

28 Los marfiles del yacimiento de Valencina de la Concepción (Sevilla) en el contexto del Calcolítico del suroeste peninsular T. Schuhmacher, A. Banerjee, W. Dindorf, F. Nocete Calvo y J. M. Vargas Jiménez

495

29 El pomo de ámbar de la Estructura 10.042-10.049 del Sector PP4-Montelirio del asentamiento de Valencina de la Concepción (Sevilla) M. Murillo-Barroso y L. García Sanjuán

511

Sección 5. Gestión Patrimonial 30 Protección y presentación de sitios arqueológicos complejos M. A. Querol Fernández

521 525

31 Indicadores arqueológicos para la planificación y gestión del yacimiento de Valencina de la Concepción (Sevilla) J. M. Vargas Jiménez

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32 De la vivencia al sentido práctico: principios básicos para la defensa de la zona arqueológica Valencina de la Concepción-Castilleja de Guzmán (Sevilla) J. I. Artillo Pabón, I. Medrano Corrales y A. Trevilla García

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21 PRÁCTICAS FUNERARIAS EN ESTRUCTURAS NEGATIVAS EN EL ASENTAMIENTO PREHISTÓRICO DE VALENCINA DE LA CONCEPCIÓN (SEVILLA): ANÁLISIS CONTEXTUAL Y OSTEOARQUEOLÓGICO Enterramiento bajo túmulo del relleno de la zanja del Corte A de La Perrera. Fotografía: Fernández Gómez, en este mismo volumen.

Leonardo García Sanjuán* Marta Díaz-Zorita Bonilla**

RESUMEN

Abstract

El yacimiento calcolítico de Valencina de la Concepción ofrece uno de los registros empíricos de mayor importancia para el estudio del III y II milenios ANE en el mediodía peninsular. Esta importancia radica en parte en sus propias características intrínsecas (extensión, tamaño y diversidad de sus construcciones megalíticas, etc.), pero también en parte en la gran cantidad de intervenciones arqueológicas que se han llevado a cabo a lo largo de los tres últimos decenios. Gracias a estas intervenciones se ha constatado un registro arqueológico diverso y complejo que, sin embargo, ha sido raramente objeto de análisis en profundidad. En este artículo se realiza un examen detenido de una serie de estructuras negativas (no megalíticas) dentro de los cuales se identificaron restos osteológicos humanos. Se aporta un estudio osteo-arqueológico inédito de varias de dichas estructuras y se propone una re-lectura de su carácter funcional y sociológico, dentro del más amplio contexto de los prácticas funerarias del III milenio ANE en el sur de la Península Ibérica.

The Copper Age site of Valencina de la Concepción is of key importance for the study of the 3rd and 2nd millennia BC in southern Iberia. Its importance resides as much in its intrinsic features (size and diversity of contexts) as in the remarkable number of archaeological excavations carried out during the last three decades. These excavations have revealed a rich and diverse archaeological record that, paradoxically, has seldom been subject to careful scientific analysis. In this paper we review of a series of negative features (nonmegalithic) in which human remains have been found. We discuss the results of the osteological analysis of this material while at the same time reassessing the functional and sociological nature of these negative structures.

Key words Copper Age, Funerary Practices, Osteoarchaeology, MNI.

PALABRAS CLAVE Edad del Cobre, Prácticas Funerarias, Osteoarqueología, NMI.

*Departamento de Prehistoria y Arqueología, Universidad de Sevilla. [email protected] **Durham University. [email protected]

El asentamiento prehistórico de Valencina de la Concepción (SEVILLA)

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1. Introducción Valencina constituye posiblemente uno de los yacimientos prehistóricos más extensamente excavados de todo el sur de España. Prueba de la actualidad y vigencia de las investigaciones sobre este yacimiento se encuentra en el hecho de que en varios trabajos recientes se han propuesto revisiones e interpretaciones significativas, de su registro empírico global (Vargas Jiménez, 2004a; 2004b), la producción metalúrgica (Nocete Calvo et al., 2007) y su organización espacial (Costa Caramé et al., 2010). A pesar del gran número de intervenciones que se han realizado, el conocimiento científico actual de varios aspectos fundamentales de este yacimiento es bastante pobre. Algunos de estos aspectos son, por ejemplo, la cronología absoluta de los numerosos contextos identificados, el diagnóstico de su funcionalidad y carácter (notablemente desde el punto de vista de la dualidad habitualmente establecida entre las prácticas sociales de ámbito doméstico y de ámbito funerario), su extensión y organización espacial, así como, de forma general, su evolución en el tiempo. Estas deficiencias son en buena parte atribuibles a la inexistencia de estudios post-excavación en muchas de las intervenciones de urgencia llevadas a cabo, así como al carácter sumario de la mayoría de las publicaciones de dichas intervenciones aparecidas en el Anuario Arqueológico de Andalucía.

Figura 1. Ubicación del asentamiento de Valencina de la Concepción-Castilleja de Guzmán en la Península Ibérica.

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Dada la profundidad y alcance de estas lagunas de información no es sorprendente que existan interpretaciones divergentes (y hasta contrapuestas) en relación con la complejidad social materializada en el registro arqueológico de Valencina y concretamente en relación con aspectos tales como la escala y especialización productivas, la desigualdad social o las estructuras jerárquicas y de poder en las que la comunidad que lo habitó habría estado inserta – cf. una discusión reciente de estas divergencias en Costa Caramé et al., 2010. Por tanto, el problema de origen asociado a la interpretación del asentamiento prehistórico de Valencina es el de la escasa cantidad (y baja calidad) de las evidencias e interpretaciones manejadas en el nivel puramente arqueográfico de la discusión. Este problema ha ocasionado que en el plano arqueológico de análisis en sentido estricto (relativo, a las formas de vida de la comunidad humana que lo ocupaba) se hayan extendido en la literatura algunos “lugares comunes” basados en evidencias limitadas, interpretadas a menudo con la ayuda de suposiciones y prejuicios. Este artículo se centra precisamente en uno de estos extendidos lugares “comunes”, concretamente el que concierne a la naturaleza funcional de algunas de las numerosas estructuras negativas encontradas en este asentamiento. A partir de una revisión de la interpretación que se ha hecho de algunas de las estructuras negativas identificadas en las excavaciones practicadas en Valencina a lo largo de los años, concretamente de aquellas en las que aparecen restos humanos, propondremos una revisión de mayor alcance relativa al carácter mismo del yacimiento, y muy especialmente a su organización espacial. A este respecto, la sabiduría convencionalmente aceptada en la literatura – cf. por ejemplo Vargas Jiménez, 2004a; Arteaga Matute y Cruz-Auñón Briones, 1995 - establece una subdivisión del asentamiento de Valencina en dos sectores principales: uno de carácter “habitacional” al norte, funcionalmente doméstico y productivo (es decir, el espacio que habrían ocupado los vivos), y otros de carácter “funerario” (referido habitualmente como “necrópolis”) al sur, que habría sido básicamente el espacio de reposo de los muertos. Esta interpretación descansa en gran medida en dos valoraciones: primero, que la gran mayoría (aunque no todas) de las construcciones megalíticas asociadas a este asentamiento se encuentran en su sector sur, y segundo, que la totalidad de las estructuras negativas (no megalíticas) encontradas en el sector norte son de carácter doméstico. Dejando la primera de estas observaciones de

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lado (por ser menos problemática), en este trabajo nos centraremos en la segunda, analizando de manera detenida la casuística de varias de dichas estructuras negativas, desde una perspectiva tanto contextual como osteoarqueológica.

2. Descripción contextual Son numerosas las estructuras negativas prehistóricas que a lo largo de los años han sido encontradas en el asentamiento de Valencina de la Concepción (Fernández Gómez y Oliva Alonso, 1985; 1986; Murillo Díaz et al., 1987; Blanco Ruiz, 1991; Arteaga Matute y Cruz-Auñón Briones, 1999a; 1999b; Ruiz Moreno, 1999; López Aldana et al., 2001; Vera Fernández et al., 2002; Nocete Calvo et al., 2007). La gran mayoría de ellas han sido excavadas mediante expediente de “urgencia” y ninguna de ellas ha sido objeto de un análisis post-excavación detenido en clave de sus características microestratigráficas, sedimentológicas, tafonómicas, faunísticas, polínicas, etc. La información documental, planimétrica y gráfica publi-

cada de estas estructuras es, con excepciones (por ejemplo Fernández Gómez y Oliva Alonso, 1985) muy escasa. Casi en su totalidad han sido interpretadas por sus excavadores como “silos”, “fondos de cabañas” o “basureros”, considerándoselas estructuras correspondientes a actividades domésticas y espacialmente atribuidas al sector “habitacional” del asentamiento. En varias de estas estructuras negativas, sin embargo, se han encontrado importantes colecciones de huesos humanos. Este es el caso de las excavaciones llevadas a cabo entre las calles Jacinto Benavente, Guadalquivir y Ebro (Fernández Gómez y Oliva Alonso, 1985; 1986) de la actual población de Valencina, así como en los sitios de La Gallega (Martín Espinosa y Ruiz Moreno, 1990), La Cima (Ruiz Moreno, 1991), El Algarrobillo (Santana Falcón, 1993) y La Alcazaba (Cruz-Auñón Briones y Arteaga Matute, 2001), todos los cuales son tratados en esta revisión, o de los de Mirador de Itálica (Ruiz Moreno, 1999), El Cuervo (Arteaga Matute y Cruz-Auñón Briones, 1999b), calle Mariana Pineda (Vargas Jiménez, 2004b: 119-120) y La Candelera-Emisora (Murillo

Figura 2. Mapa de distribución de los contextos funerarios del asentamiento de Valencina de la Concepción-Castilleja de Guzmán publicados a fecha de 2010, incluyendo los sectores de La Perrera, La Gallega, La Cima, El Algarrobillo y La Alcazaba discutidos en este trabajo. Entre paréntesis el NMI (Número Mínimo de Individuos) identificado. Fuente: Costa Caramé et al., 2010: 95.

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Díaz, 1991a; 1991b), que por razones de espacio y limitaciones en la documentación disponible no han sido incluidos en este estudio. Todas estas estructuras negativas y sus correspondientes depósitos osteológicos humanos se encuentran situadas en la mitad septentrional del asentamiento (Figura 2), en el sector que, como acabamos de señalar, se ha venido designando habitualmente como doméstico, habitacional y productivo. A continuación se realiza una descripción de una selección de dichas estructuras basada en los datos aportados por los propios excavadores, con el objetivo de valorar de la forma más cuidadosa posible la naturaleza funcional de las estructuras negativas en las que se han encontrado restos humanos. 2.a. La Perrera En 1975 se realizó una campaña de excavaciones de cinco meses de duración en la zona norte del caso urbano de Valencina de la Concepción, entre las calles Jacinto Benavente, Guadalquivir y Ebro de esta población (Fernando Fernández Gómez ofrece en este mismo volumen una ampliación de la información que ya se había publicado sobre estas excavaciones), un sector a menudo conocido como La Perrera. Esta excavación revelaría las primeras evidencias substanciales de estructuras negativas en el poblado prehistórico de Valencina, del cual hasta entonces se conocían, esencialmente, monumentos megalíticos. De los cuatro cortes arqueológicos realizados en esta campaña (denominados A, B, C y D), uno de ellos (el Corte B), resultaría arqueológicamente estéril. De los otros dos, el Corte C, ubicado en un solar conocido como La Perrera fue publicado de forma pormenorizada por los excavadores (Fernández Gómez y Oliva Alonso, 1985). De los cortes A y D tan solo se han publicado unas escuetas referencias (Fernández Gómez y Oliva Alonso, 1986: 20), ampliadas en este mismo volumen por F. Fernández Gómez, de acuerdo con las cuales en el Corte A se identificaron restos humanos. Concretamente, en el Corte A se registró una zanja de perfil en V de 7 m de profundidad y 4 m de ancho en cuyo relleno no se observaban estratos definidos. De acuerdo con los excavadores, el material recogido en esta zanja “…parecía tratarse de materiales revueltos con gran cantidad de fragmentos de cerámica y huesos de animales…” (Fernández Gómez y Oliva Alonso, 1986: 20). En los niveles intermedios de esta zanja se identificaron tres esqueletos humanos, descritos por los excavadores de la siguiente forma: “Uno era un 390

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enterramiento tumular muy simple, sin ajuar de ningún tipo, con el esqueleto en posición encogida. Otros dos, más que enterramientos parecen ser cuerpos humanos arrojados a la zanja. A uno le faltaba la cabeza, al otro parte de los miembros, y lo conservado de ellos presenta zonas quemadas y una posición violenta que descarta la posibilidad de que se trate de un enterramiento” (Fernández Gómez y Oliva Alonso, 1986: 20). En una publicación de J. M. Basabe e I. Benassar (1982) aparecida unos años antes se habían dado a conocer los resultados del análisis antropológico de los restos de cuatro individuos aparecidos en Valencina de la Concepción, presumiblemente en las excavaciones del sector de las calles Jacinto Benavente, Guadalquivir y Ebro. Lamentablemente, J. M. Basabe e I. Benassar no citaron en ningún momento la procedencia exacta de los 4 individuos descritos en su trabajo, por lo que resulta imposible establecer una correlación con la descripción publicada por F. Fernández Gómez y D. Oliva Alonso de los restos óseos del Corte A de sus excavaciones de 1975. En el estudio antropológico se habla de tres individuos exhumados de un “túmulo” (Basabe y Benassar, 1982: 86) al que añaden un cuarto “enterramiento en túmulo” (sic) (Basabe y Benassar, 1982: 89) sin que en ningún momento se especifique de qué túmulo proceden exactamente los restos o si alguno de ellos corresponde al “enterramiento tumular muy simple” encontrado dentro de la zanja del Corte A y al que se ha hecho referencia arriba. Varios años más tarde se publicó un segundo estudio antropológico en el que se dieron a conocer restos óseos humanos recuperados en excavaciones llevadas a cabo en los años precedentes (Alcázar Godoy et al., 1992). Este estudio incluía los restos de cuatro individuos encontrados en La Gallega y La Cima (ver discusión más adelante) así como otros seis individuos recuperados “…fuera de un contexto megalítico” (Alcázar Godoy et al., 1992: 24). Aunque la procedencia exacta de estos restos no se especifica, el artículo afirma que estos cuatros individuos “…aparecieron en zanjas, uno en un silo y otros no significativo por haber aparecido en superficie” (Alcázar Godoy et al., 1992: 24). Los encontrados en zanjas son una mujer de edad madura o senil, un probable individuo juvenil de sexo indeterminado, así como una mujer adulta y otra joven, mientras que el encontrado en un silo era un hombre de edad madura. En este trabajo también se hace referencia al estudio publicado 10 años antes por J. M. Basabe e I. Benassar, señalándose lo siguiente: “También queremos referir dos enterramientos procedentes de zanjas encontradas en Valencina y estudiados con anterioridad. En uno de los individuos sorprende su

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enterramiento, pues fue sepultado bajo un túmulo de piedras que a su vez estaba colocado en el interior de una zanja, a 2,75 m de profundidad. Se trata de un adulto de sexo indeterminado, tal vez masculino, del que se conserva el cráneo y los huesos largos; estos fueron intencionalmente apilados juntos. El otro individuo también procede de la misma zanja, y la posición y conservación del esqueleto inducen a pensar que fue inhumando [sic] en la zanja.” (Alcázar Godoy et al., 1992: 25)1. Como se puede comprobar, varios de los detalles contextuales proporcionados aquí no coinciden con los facilitados en las publicaciones previas. Ni en el trabajo de J. M. Basabe e I. Benassar se habla de zanjas en ningún momento, ni los excavadores del Corte A, quienes en su escueta descripción publicada hablaron de “…un enterramiento tumular muy simple…” (Fernández Gómez y Oliva Alonso, 1986: 20) dejaron constancia escrita de que dicho túmulo fuera de aunque en su colaboración en este mismo volumen, Fernando Fernández Gómez aclara que sí se trataba de un túmulo fuera de piedras, aportando una foto del mismo. Además, en la publicación de Alcázar Godoy et al. (1992) se habla de “dos enterramientos” en relación con el estudio de J. M. Bassabe e I. Benassar, cuando estos autores publicaron en realidad un total de cuatro individuos. Es posible, no obstante, que J. Alcázar Godoy, quien en la segunda mitad de los 1980 trabajó en el Museo Arqueológico de Sevilla, o las otras co-autoras del artículo, tuvieran referencias orales concretas por parte de los excavadores, F. Fernández Gómez y D. Oliva Alonso, que les llevaron a matizar lo publicado originalmente por estos. Con menos detalles de los aportados en los párrafos precedentes, Juan Manuel Vargas Jiménez señaló en su carta arqueológica de Valencina la confusión existente respecto a los restos humanos encontrados en las excavaciones de las calles Jacinto Benavente, Guadalquivir y Ebro debido a la imprecisión (o total ausencia) de referencias contextuales en los estudios antropológicos publicados, lamentando de forma general la escasa atención prestada hasta la fecha al registro osteoarqueológico aparecido en este asentamiento (Vargas Jiménez, 2004b: 71 y 83). En la tabla de síntesis de restos humanos incluida en la carta arqueológica se opta por adscribir los 4 individuos publicados por J. M. Basabe e I. Benassar así como los 6 publicados por J. Alcázar Godoy, A. Martín Espinosa y T. Ruiz Moreno al sector de La Perrera (Vargas Jiménez, 2004b: 72).

1 La cursiva es nuestra.

Este mismo criterio hemos adoptado nosotros en un trabajo reciente donde se ha examinado la distribución espacial de los restos antropológicos encontrados en al asentamiento de Valencina de la Concepción en relación con sus contextos, computando por lo tanto un total de 10 individuos para ese sector que, incluyendo las excavaciones de las calles Jacinto Benavente, Guadalquivir y Ebro, ha pasado a ser referido de forma genérica como La Perrera (Costa Caramé et al., 2010). Para el propósito de este trabajo, sin embargo, la imprecisión de las referencias publicadas hace la información prácticamente inutilizable. A este respecto, tan solo daremos por establecido que en las excavaciones de las calles Jacinto Benavente, Guadalquivir y Ebro de 1975 se encontró un individuo inhumado y desprovisto de ajuar, bajo una estructura tumular, de piedra, dentro la zanja encontrada en el Corte A. 2.b. La Gallega En las excavaciones llevadas a cabo en 1989 en la finca La Gallega, situada al noreste de la localidad de Valencina de la Concepción, se localizaron 23 estructuras negativas de diversa morfología, contenido y profundidad (Martín Espinosa y Ruiz Moreno, 1990). En el informe publicado de la intervención, las excavadoras señalan que en una de esas estructuras negativas concretamente la numerada como Mancha 10-11) de morfología muy distinta a todas las demás, se encontraron restos humanos de dos individuos, un anciano y un niño. La descripción proporcionada de esta estructura es la siguiente: “…apareció una estructura que se sale de lo anteriormente descrito y también de lo que tradicionalmente se encuentra en yacimientos calcolíticos de este tipo y concretamente en la bibliografía sobre Valencina. Nos referimos a una estructura de base plana a dos niveles, perfectamente orientada de Norte a Sur, con las paredes ligeramente inclinadas, que termina en sus dos extremos en formas redondeadas” (Martín Espinosa y Ruiz Moreno, 1990: 455). En un estudio posterior se publicaron más detalles del contexto arqueológico de estos restos osteológicos humanos así como de su estudio antropológico. Así, el individuo anciano “…se encontró en posición lateral, apoyado sobre su costado izquierdo y mirando hacia el Norte (…) junto a este anciano apareció gran cantidad de cerámica calcolítica, restos óseos de alimentación, material lítico, etc. Destacamos en los niveles próximos al hallazgo un fragmento de objeto lítico, posible ídolo placa de pizarra (…) una punta de flecha (…) y una cuenta de collar” (Alcázar Godoy et al., SECCIÓN 3 | Antropología Física y Demografía

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1992: 23). Por otra parte, el individuo infantil, encontrado a escasos metros del anterior, incluyendo “…un cráneo casi intacto y algunos huesos del esqueleto post-craneal de un niño de 7 años de edad…” (Alcázar Godoy et al., 1992: 23) no se asociaba espacialmente a artefacto alguno. La valoración funcional que puede hacerse de la estructura negativa encontrada en el Corte 3 de La Gallega es claramente la de una estructura funeraria. Los esqueletos de los dos individuos aparecieron articulados y en posición primaria, y el del individuo adulto presentaba un ajuar consistente en gran cantidad de cerámica, material lítico (incluyendo una punta de flecha), restos de animales, un fragmento de un posible ídolo placa y una cuenta de collar. En la colaboración de E. Bernáldez Sánchez et al., en este mismo volumen, se aclara que “...este no fue el único caso de presencia de restos humanos, aunque sí el único que registraba los cadáveres de dos individuos con huesos en conexión (...) tenemos una representación de huesos humanos en cualquiera de las manchas [estudiadas en La Gallega] y en la zona superficial del Corte 3 (...) son pocos restos y apenas esquirlas o huesos pequeños de las extremidades....” Sobre los otros restos humanos a los que se refieren Bernáldez Sánchez y otros no hay, que sepamos, estudio antropológico publicado.” 2.c. La Cima En las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en el sector de La Cima, situado al este de la actual población de Valencina de la Concepción, entre diciembre de 1989 y junio de 1990, se localizaron varias estructuras asociadas a materiales que la directora de la excavación describe como calcolíticos (Ruiz Moreno, 1991). Entre estas estructuras destaca un gran empedrado de cantos rodados de planta aparentemente semi-circular y casi 4 m de diámetro (el informe publicado no incluye planimetría), del cual no se propuso una interpretación funcional definida, así como varias estructuras negativas. De entre estas últimas, dos ofrecieron restos osteológicos humanos. ■■ En la Cuadrícula 6, situada a unos 15 metros de distancia del empedrado semi-circular de cantos, apareció una mancha amarilla conteniendo mucho material, debajo de la cual se encontró otra mancha de tierra negra en la que “…apareció un cráneo y muchos huesos desconectados [sic], así como abundante cerá392

El asentamiento prehistórico de Valencina de la Concepción (SEVILLA)

mica calcolítica exclusivamente” (Ruiz Moreno, 1991: 462). En las sub-cuadrículas que se abrieron para identificar el resto de estas estructuras se encontró “…muchísimo material cerámico y lítico, así como huesos en abundancia, pellas de barro y pizarras de gran tamaño” (Ruiz Moreno, 1991: 462). En la sub-cuadrícula A apareció lo que, a la luz de la descripción publicada, podría haber sido una estructura de combustión: “…una concentración de pellas de barro completamente negra rodeada de cantos rodados y unos conglomerados de arenas de color rosado y a su alrededor manchas negras de tierra mezclada con carbones y pellas muy cocidas” (Ruiz Moreno, 1991: 462). El estudio antropológico de estos restos humanos reveló la presencia de un cráneo (ya señalado en el informe de la excavación), algunos fragmentos de huesos largos, y restos de la dentición de un niño fallecido en torno a los 5 años de edad (Alcázar Godoy et al., 1992: 22). ■■ Por otra parte, en la Sub-Cuadrícula B, a unos 80 cm de distancia de la mancha primero amarilla y luego oscura que contenía el cráneo humano, se encontraron “…los huesos de unas piernas flexionadas y una pelvis…” posteriormente, una vez retirado un perfil, en conexión con “…el cráneo y las costillas, así como los brazos…” (Ruiz Moreno, 1991: 462) de un individuo. Aparte de que el depósito asociado a este individuo incluía “…abundancia de cerámica, hueso, lajas de pizarra, pellas…” debajo del cráneo de este individuo aparecieron “… cerámicas, hueso y una moleta.” (Ruiz Moreno, 1991: 462). El estudio antropológico de este individuo documenta “… una mujer depositada sobre el lado derecho y las piernas ligeramente flexionadas (…) adulta joven (…) con una estatura de 1,58 cm…” (Alcázar Godoy et al., 1992: 22). En este estudio se señala que “… apareció bajo el cráneo una moleta y un hueso muy pequeño y trabajado que por su cercanía podría interpretarse como un mínimo ajuar.” (Alcázar Godoy et al., 1992: 23). Aunque la técnica de excavación seguida, a base de pequeñas cuadrículas, impidió documentar espacialmente la morfología completa del empedrado circular y su asociación con las estructuras negativas, varios indicios encontrados durante la excavación (y oportunamente descritos en el informe) sugieren la naturaleza inequívocamente funeraria de todo el complejo hallado en La Cima. Por una parte están, por supuesto, los restos humanos de dos individuos. El individuo adulto joven femenino se encontró en posición articulada,

PRÁCTICAS FUNERARIAS EN ESTRUCTURAS NEGATIVAS EN EL ASENTAMIENTO PREHISTÓRICO DE VALENCINA DE LA CONCEPCIÓN

acompañado además de una serie de objetos de ajuar (se citan restos de cerámica, un hueso trabajado y una moleta). Por otra parte, cabe destacar la configuración arquitectónica de la estructura. El empedrado de cantos de forma semi-circular y, muy especialmente, las lajas de pizarra (que, según la excavadora, eran “numerosas”), apuntan a la posible existencia de una estructura megalítica no reconocida como tal durante la excavación. Recordemos que la asociación entre lajas de pizarra y construcciones funerarias es muy consistente a lo largo de los milenios III y II ANE en todo el suroeste, bien en forma de megalitos, bien en forma de cistas. Más concretamente, en el asentamiento de Valencina de la Concepción la pizarra es un material constructivo normalmente asociado a contenedores funerarios, y ausente en las estructuras domésticas tales como cabañas o silos. Finalmente, es preciso subrayar la presencia de varios objetos de cristal de roca, constatados en las proximidades de los restos osteológicos. Como se ha mostrado en un trabajo reciente (Forteza González et al., 2008), el cuarzo y el cristal de roca constituyen materias primas muy estrechamente asociadas a la ideología funeraria del IV y III milenios, siendo relativamente frecuente la aparición de nódulos, láminas y puntas de flecha de estos materiales en contextos funerarios. 2.d. El Algarrobillo En la intervención llevada a cabo en El Algarrobillo en 1991 (Santana Falcón, 1993) se localizaron tres estructuras negativas de planta circular, de las cuales dos depararon importantes colecciones de restos humanos. ■■ La primera de estas estructuras presentaba tendencia circular y unas dimensiones de 4 m de diámetro, ampliando sus paredes hacia el interior hasta alcanzar 4,60 m de diámetro en la base, a una profundidad de 1,35 m. En ella se documentaron varias unidades estratigráficas, incluyendo un hogar formado por una acumulación irregular de cantos rodados, arcilla quemada y adobes, con restos óseos de un total de 8 individuos mezclados con fauna, recipientes cerámicos, así como utensilios líticos y metálicos (un punzón y una hoja) y fragmentos de escoria. La excavadora interpretó esta estructura como una “cabaña” (Santana Falcón, 1993: 550). Sin embargo, una valoración cuidadosa de los detalles de su propio informe sugiere que la interpretación podría ser otra. De acuerdo con dicho informe, “…al Sur [de la estructura] se habían

depositado dos cráneos (…) al NE un cráneo y, enterrado debajo, la pelvis, los dos fémures y algunas costillas y falanges de un individuo adulto (…) y al NW un cráneo con la cara hacia abajo junto a un cuenco carenado y una mandíbula de bóvido” (Santana Falcón, 1993: 548). Igualmente, en la unidad estratigráfica 7 de esta misma estructura negativa se identificaron “…cuatro cráneos depositados al NE del hogar (…) apoyados en el lado izquierdo de la cara y otro enterrado con la mandíbula hacia arriba.” La excavadora se refiere siempre a los cráneos como “depositados”, mientras que al mismo tiempo el cráneo encontrado bocabajo en la zona NO apareció espacialmente asociado a un cuenco carenado y una mandíbula de bóvido, objetos que pueden haber constituido un ajuar para ese individuo. Asimismo, debe tenerse en cuenta la naturaleza del registro artefactual identificado, que incluye fragmentos de objetos metálicos y escorias y un conjunto de seis láminas de sílex, así como abundantes restos de animales. En nuestra opinión, el registro empírico identificado en esta estructura revela unas prácticas funerarias centradas en la deposición secundaria de partes anatómicas seleccionadas: por tanto o bien se la considera como una estructura estrictamente funeraria, o bien como una estructura doméstica (de tipo cabaña) que luego fue amortizada mediante una serie de actos y prácticas funerarios, o bien como una estructura híbrida, donde los límites entre lo “doméstico” y lo “funerario” estaban muy débilmente definidos. ■■ La segunda estructura negativa con restos humanos excavada en 1991 en El Algarrobillo es descrita por su excavadora como “dos superficies circulares unidas por una especie de pasillo que se ensanchaba en el centro (…) con una longitud de 3,40 m y una anchura máxima en la zona central de 0,90 m” (Santana Falcón, 1993: 550). Esta estructura fue identificada por ella como “…una tumba colectiva de inhumación totalmente excavada en el firme natural” (Santana Falcón, 1993: 551). En total se identificaron en esta estructura restos de otros 8 individuos, especialmente cráneos y huesos largos que en algunos casos se encontraron articulados. El registro artefactual asociado a estos individuos consistía en fragmentos de piedras pulimentadas y de dos platos de borde almendrado. Nuestra valoración del registro empírico de El Algarrobillo es que se trata de dos estructuras negativas bien de carácter netamente funerario o que, SECCIÓN 3 | Antropología Física y Demografía

393

Leonardo García Sanjuán Y Marta Díaz-Zorita Bonilla

habiendo tenido una utilización inicial no funeraria (por ejemplo como cabañas), acabaron siendo utilizadas como cámaras o depósitos mortuorios. 2.e. La Alcazaba En las excavaciones llevadas a cabo en 1996 en el sector de La Alcazaba, situado aproximadamente en la zona central del asentamiento prehistórico (al sureste de la moderna localidad de Valencina de la Concepción) se identificaron numerosas estructuras negativas de las cuales se excavaron tres (Cruz-Auñón Briones y Arteaga Matute, 2001). En la estructura nº 19, “…una estructura siliforme tallada en las margas amarillentas…” con unas dimensiones de 0,53 m de alto y 1,70 m de diámetro (Cruz-Auñón Briones y Arteaga Matute, 2001: 706-707) se identificaron restos óseos de 7 individuos de los que los excavadores dan la siguiente descripción: “…aunque todavía se encuentran en estudio, podemos adelantar la existencia de aproximadamente unos 7 individuos, no siempre completos dadas las circunstancias de alteración de la estructura antes mencionada. De los mejores conservados, la disposición esquelética parece evidenciar la ausencia de un rito de enterramiento especialmente cuidado; dado que las extremidades, y básicamente las superiores, no responden a un plegamiento deposicional intencionalmente ordenado. Entremezclados con los restos humanos documentamos fragmentos cerámicos relacionables con la Edad del Cobre; y restos faunísticos claramente de desecho, a tenor de las partes anatómicas recogidas, tales como mandíbulas de cerdos y de cérvidos, cornamentas de cérvidos y huesos de perros entre otros” (Cruz-Auñón Briones y Arteaga Matute, 2001: 706-707). Los autores del estudio consideran estos restos óseos testimonio de “…enterramientos separados (…) de los sectores funerarios del área de necrópolis” (Cruz-Auñón Briones y Arteaga Matute, 2001: 709). 2.f. Resumen y valoración Recapitulando, en relación con el uso de estructuras negativas (de arquitectura no megalítica) como contenedores funerarios, en el asentamiento de Valencina de la Concepción se constata una casuística cuantitativamente significativa y cualitativamente diversa. 394

El asentamiento prehistórico de Valencina de la Concepción (SEVILLA)

Desde el punto de vista de la arquitectura se constata una significativa diversidad de situaciones. En La Perrera se identificó una estructura tumular de piedra conteniendo restos de un individuo, levantada dentro de una zanja: por tanto se trataría de una estructura positiva dentro de una estructura negativa de mayor tamaño. Por otra parte, en el complejo de La Cima, en asociación con los restos de dos individuos, se hallaron un empedrado de cantos de forma semi-circular y numerosas lajas de pizarra, lo que sugiere bien la posible existencia de una construcción megalítica o semi-megalítica no reconocida como tal durante la excavación (quizás en parte destruida de antiguo), o bien la existencia de elementos arquitectónicos monumentales complementarios de las estructuras negativas principales. En La Gallega, El Algarrobillo y La Alcazaba se identificaron estructuras estrictamente negativas, sin elementos arquitectónicos positivos. En La Gallega, esta estructura consiste en una cavidad de base plana a dos niveles, orientada de Norte a Sur, con las paredes ligeramente inclinadas, que termina en sus dos extremos en formas redondeadas, y dentro de la cual aparecen dos individuos inhumados. En El Algarrobillo se identifican dos estructuras negativas distintas, una de las cuales, consistente en dos cavidades circulares unidas por un pasillo, es tumba de inhumación colectiva labrada en la roca natural. La estructura nº 19 de La Alcazaba, que deparó restos de 7 individuos, consistía en una pequeña cavidad de 0,53 m de profundidad conservada y un diámetro de 1,70 m. Desde el punto de vista de los ajuares y ofrendas, el individuo encontrado en la estructura tumular de la zanja de La Perrera, no presentaba asociaciones artefactuales definidas. En La Gallega, el individuo infantil no presentaba ajuar alguno, pero el individuo anciano presentaba un ajuar que incluía un posible fragmento de ídolo placa de pizarra, una punta de flecha y una cuenta de collar. En La Cima, el individuo infantil tampoco presentaba ajuar alguno, pero la mujer adulta se asociaba a un depósito que incluía abundancia de cerámica, hueso, lajas de pizarra y pellas, y debajo de su cabeza se hallaron una moleta y un hueso muy pequeño y trabajado que los excavadores interpretaron como ajuar. En el caso de El Algarrobillo, los 8 individuos encontrados en una de las estructuras no presentaban ajuares de apariencia individualizada, aunque el registro artefactual constatado en este depósito incluía fragmentos de piedras pulimentadas y dos fragmentos de platos de borde almendrado. Análogo es el caso de la estructura 19 de La Alcazaba, donde los excavadores no constatan una asociación espacial definida entre objetos e individuos.

PRÁCTICAS FUNERARIAS EN ESTRUCTURAS NEGATIVAS EN EL ASENTAMIENTO PREHISTÓRICO DE VALENCINA DE LA CONCEPCIÓN

3. Análisis osteo-arqueológico En relación con la demografía, el NMI encontrados en los contextos descritos en las páginas precedentes es de 30. Lo que supone una importante fracción de la muestra de 135 individuos que hemos reunido recientemente para un trabajo de síntesis sobre la demografía de esta comunidad prehistórica, y que incluye otros restos osteológicos en contextos no megalíticos que, como ya señalamos anteriormente, hemos omitido en este estudio por razones de espacio (Costa Caramé et al., 2010). El análisis antropológico ha sido llevado a cabo siguiendo metodología antropológica estándar y limitado principalmente al estado de fragmentación que presentaban los restos óseos. Para ello hemos valorado el estado de preservación en base a las zonas anatómicas conservadas. La conservación ha sido valorada en base al estado de preservación y a los procesos tafonómicos que ha sufrido cada elemento óseo, para ello hemos establecido las categorías pobre/moderada/buena. El NMI de los sitios incluidos en este estudio se puede observar en la Tabla 1. El sexo ha sido determinado en base a los caracteres discriminantes del cráneo según Buikstra y Ubelaker (1994) y la edad ha sido estimada en base a la atrición dental según Brothwell (1987) y según el grado de obliteración de las suturas craneales siguiendo la metodología ofrecida por Perizonius (1984). Las medidas realizadas sobre cráneos se han llevado a cabo siguiendo a Howells (1973) y las medidas del esqueleto postcraneal según Brothwell (1987). La identificación de los dientes se ha realizado siguiendo los criterios según White (2000), Bass (1995) y Hillson (1996) para individuos adultos y según Baker et al (2005) para individuos subadultos. En la clasificación se han tenido en cuenta las siguientes categorías: adulto vs. subadulto, superior vs. inferior y derecha vs. izquierda. Se ha realizado un estudio odontométrico sobre dientes adultos sin fragmentación y las medidas han sido tomadas en la coronas en décimas de milímetros con calibre digital. Los diámetros máximos tomados han sido la anchura máxima, la longitud máxima y la altura (siempre y cuando no exista desgaste dental). Los caracteres no métricos del cráneo se han registrado siguiendo a Berry y Berry (1967) y los del esqueleto postcraneal según Finnegan (1978). La estatura ha sido determinada siguiendo las ecuaciones de regresión según Trotter y Gleser (1952). Hemos valorado el estado de salud de los individuos procedentes de Valencina y para ello hemos seguido los cuatro niveles de diagnóstico según

SITIO

ESTRUCTURA

NMI

REFERENCIA

La Cima

Circular

2

Ruiz Moreno, 1989; Alcázar Godoy et al., 1992

El Algarrobillo

Circular

16

Santana Falcón, 1993

La Gallega

Circular

2

Martín Espinosa y Ruiz Moreno, 1990

La Perrera (Corte A)

Zanja

4

Fernández Gómez y Oliva Alonso, 1986 Basabe y Benassar, 1982

La Alcazaba

Circular

Cruz-Auñón y Arteaga, 2001

6

Tabla 1. Listado de estructuras negativas con restos óseos de Valencina incluidas en este trabajo.

SITIO

F

M

I

SA

TOTAL

La Perrera (Corte A)

1

3

0

0

4

La Cima

1

0

0

1

2

El Algarrobillo

3

6

7

0

16

La Gallega

1

0

0

0

1

La Alcazaba

0

1

6

0

6

Total

6

10

13

1

29

Tabla 2. Distribución de individuos por sexos

SITIO La Perrera (Corte A)

SA 0

AJ 17-25 1

0

25-35

>45

A

TOTAL

0

0

3

4

La Cima

1

0

0

1

0

0

2

El Algarrobillo

0

0

0

0

1

0

1

La Gallega

0

2

8

1

0

5

16

La Alcazaba

0

1

1

0

0

4

6

Total

1

4

9

2

1

12

29

Tabla 3. Distribución de individuos por edades.

Lovell (2004: 19). Las patologías observadas en este estudio son de tipo oral, tales como caries, cálculos dentales y abcesos, cuyo registro se ha realizado siguiendo a Buikstra y Ubelaker (1994). Con respecto a la distribución por sexos, como se observa en la Tabla 2, dentro del grupo donde el sexo ha podido ser estimado existe un mayor número de individuos masculinos. Sin embargo el número de indeterminados es muy alto, por lo que es necesario incorporar más datos antropológicos de otros sitios para obtener unos datos fiables de distribución de sexos. SECCIÓN 3 | Antropología Física y Demografía

395

Leonardo García Sanjuán Y Marta Díaz-Zorita Bonilla

En la distribución por edades (Tabla 3) se observa un predominio del intervalo de 17 a 25 años sobre el total de la muestra. El número de individuos considerados como “adultos” es muy alto. Hemos considerado la categoría “adulto” en los casos en los que el estado de fragmentación sólo nos ha podido permitir discriminar entre subadultos/adultos.

diferencia estadísticamente significativa ni a un nivel de significación de 0,05 ni siquiera al de 0,1. Igualmente, la prueba de la I de Moran sugiere una pauta que no se desvía de la aleatoriedad cuando se examina la distribución espacial de los dos tipos de contextos funerarios considerando el NMI de cada uno de ellos.

En relación con la estatura, tan solo existen datos disponibles para dos individuos de toda esta serie, lo que impide hacer generalizaciones estadísticas. Concretamente, la estatura estimada para un individuo procedente de El Algarrobillo (ALG-5), de sexo masculino y entre 17 y 25 años es de 172 cm (en base a la antropometría del cúbito derecho). Según Alcázar Godoy et al. (1992), el individuo adulto joven femenino de La Cima tiene una altura estimada de 158 cm.

En conjunto, la valoración global que puede hacerse de la información contextual disponible es que en el registro de Valencina de la Concepción hay una amplia diversidad de prácticas funerarias en estructuras negativas y contextos no megalíticos, a la que hasta la fecha se ha prestado poca atención. Como se discute de forma más detenida en la sección de conclusiones de este trabajo, algunas interpretaciones sobre la organización espacial del asentamiento de Valencina y sobre la organización social de la comunidad que lo habitó, no han ponderado con la suficiente atención la cantidad, variedad y significación de estas prácticas.

Con respecto a las valoraciones sobre el estado de salud de esta muestra antropológica, podemos afirmar que las únicas afecciones patológicas representadas en la muestra son de tipo oral como son la caries, el sarro y los abcesos dentales. El sarro ha afectado a 8/127 piezas dentales o el 6,29% de la muestra. La caries ha afectado a 2/127 de los dientes, lo que representa un 1,57% del total, mientras que los abcesos dentales han afectado a 3/127 casos (2,36%). También se han documentado 8 casos de sarro dental, todos de tipo moderado según Buikstra y Ubelaker (1994) y localizado en la superficie labial de los dientes. Esta patología ha afectado a los individuos de El Algarrobillo (ALG-3 y ALG-12) y al individuo de La Cima (C-2). Los tres casos de abcesos dentales pertenecen al mismo individuo (ALG-1) procedente de El Algarrobillo. Aunque estos datos son cuantitativamente limitados, en sí mismos aportan una perspectiva importante de la configuración humana de la parte de la población de Valencina que fue enterrada en estructuras negativas. Esta información debe ser comparada con la existente, a nivel más general, para todo el poblado. Como hemos demostrado en un estudio reciente (Costa Caramé et al., 2010), la distribución de los caracteres demográficos de la muestra de individuos registrada y publicada hasta la fecha en estructuras negativas no megalíticas (NMI 49) no presenta diferencias estadísticamente significativa con la documentada en estructuras megalíticas (NMI 86). En la distribución de individuos por sexo y edad en las dos categorías de contextos se aprecia que las mujeres y los adultos son marginalmente más frecuentes en los megalitos. Pero las pruebas de X2 realizadas indican que no se trata de una 396

El asentamiento prehistórico de Valencina de la Concepción (SEVILLA)

4. Conclusiones Una primera conclusión a plantear a partir de la revisión realizada a lo largo de este trabajo es que la comunidad prehistórica que habitó Valencina construyó y utilizó una amplia diversidad de estructuras funerarias, lo que probablemente refleja que existía una análoga diversidad de prácticas en las que los restos humanos y los cultos a los antepasados adquirían un importante protagonismo. Hasta hace poco ha existido cierta tendencia a simplificar esta diversidad, de forma que las prácticas funerarias que tienen lugar en construcciones no megalíticas han sido a menudo soslayadas en el debate. Revisiones recientes han llamado la atención sobre la variabilidad de espacios y arquitecturas no megalíticas utilizados con fines funerarios en el IV y III milenios ANE (Márquez Romero, 2004). Tratando de sintetizar esta variabilidad, en Valencina es posible distinguir al menos cuatro grandes categorías de contextos funerarios. Depósitos funerarios. Estructuras que por su morfología, diseño y tamaño parecen haber sido concebidas como lugar de deposición de restos humanos, quizás en uno o pocos episodios o eventos de utilización. Estas estructuras no son cámaras en la medida en que no han sido concebidos para entrar y salir. Posibles ejemplos de este tipo de contexto funerario serían la estructura nº 19 de La Alcazaba (NMI 7) o la estructura tumular simple de la zanja de las calles Benavente-Guadalquivir-Ebro (NMI 1).

PRÁCTICAS FUNERARIAS EN ESTRUCTURAS NEGATIVAS EN EL ASENTAMIENTO PREHISTÓRICO DE VALENCINA DE LA CONCEPCIÓN

Cámaras funerarias no-megalíticas. Estructuras que han sido concebidas y diseñadas para su utilización durante periodos más o menos largos de tiempo y que por tanto dan lugar a distintos episodios y eventos de uso. Son, básicamente, espacios para entrar y salir donde se mantiene y cuida un conjunto de restos materiales humanos y artefactuales. Dentro de esta categoría se podrían incluir las conocidas como “cuevas artificiales” o “cámaras hipogeas”. Un ejemplo de esta categoría citado en este trabajo sería la segunda estructura negativa de El Algarrobillo (NMI 8). En este volumen se publican los casos de La Huera y calle Dinamarca, que igualmente se ajustan a esta descripción. Cámaras funerarias megalíticas. En cuanto a su diseño y función son idénticas a las cámaras funerarias no-megalíticas. La única diferencia con respecto a aquellas estriba en la presencia de arquitectura megalítica. Hay varios ejemplos conocidos de este tipo de contextos funerarios, que son además los que han deparado las mayores colecciones de restos humanos: El Roquetito (NMI 48), Divina Pastora/Señorío de Guzmán (NMI 20), Los Cabezuelos (NMI 16), etc. Cámaras megalíticas de excepcional tamaño, de uso funerario y cultual. En cuanto a su diseño, son análogas a las cámaras funerarias megalíticas, aunque de un tamaño excepcionalmente grande. En esta categoría incluimos construcciones como Matarrubilla, La Pastora o Montelirio, que probablemente fueron concebidos como espacios de culto en un sentido amplio más que como cámaras funerarias en un sentido restringido. Con toda seguridad, las prácticas rituales a que estas edificaciones dieron escenario incluían una importante componente funeraria, pero no parece descartable que fueran concebidas para algo más que para dar alojamiento a restos humanos. Una segunda conclusión que se desprende de nuestra revisión es que la interpretación de la variabilidad de prácticas funerarias constatadas en Valencina en clave de organización social y poder (desigualdad, jerarquización) es bastante más compleja de lo que se ha supuesto hasta la fecha. De acuerdo con algunas interpretaciones recientes, los individuos inhumados en las estructuras funerarias negativas (no megalíticas) de Valencina habrían sido excluidos o marginados sociales, desposeídos del derecho de enterrarse en las cámaras funerarias megalíticas. La idea de la correlación entre dualidad de contextos (estructuras negativas vs estructuras megalíticas) y dualidad de estatutos sociales (desposeídos y poseedores) se fundamenta en tres supuestos:

primero, que las estructuras negativas con restos humanos son “basureros”, segundo que los cadáveres y restos humanos aparecidos en estructuras negativas habrían sido “arrojados” y no “depositados” y tercero, que tales individuos habrían carecido de ajuares (Cruz-Auñón y Arteaga Matute, 2001: 709; Nocete Calvo, 2001: 99). Aunque la existencia de correlaciones entre la arquitectura y prácticas funerarias, por un lado, y el estatuto social de las personas es sin duda un hecho sobradamente constatado en sociedades complejas como las del III y II milenio en el sur de la Península Ibérica, en realidad, el registro empírico de Valencina es mucho más complejo de lo que esa interpretación presupone. Analizando la realidad actualmente conocida se llega a la conclusión de que los tres supuestos en cuestión son bastante matizables o incluso muy cuestionables: En primer lugar, como ya se ha señalado en un análisis reciente, la noción de que las estructuras negativas con grandes cantidades de artefactos fragmentados, fauna y ocasionales restos humanos son “basureros” es muy cuestionable, existiendo evidencias que sugieren que podría tratarse de depósitos estructurados relacionadas con prácticas de reproducción social e ideológica, incluyendo las funerarias (Márquez Romero, 2004: 134-135; Márquez Romero y Jiménez Jáimez, 2008: 165). La “hipótesis de los basureros” es una hipótesis, que por el momento carece de demostración tafonómica y que debe ser ponderada en relación la hipótesis de los “depósitos estructurados” con restos humanos, de los cuales existe una amplia casuística en el sur de la Península Ibérica (Tabla 4). En segundo lugar, la noción de que los restos humanos aparecidos en tales estructuras negativas fueron “arrojados” no se compadece con las evidencias empíricas reunidas en este trabajo. Es cierto que F. Fernández Gómez y D. Oliva Alonso (1986: 20) barajaron esta idea en relación con dos de los cuerpos identificados en las excavaciones de las calles Jacinto Benavente, Guadalquivir y Ebro. Pero es igualmente cierto que en esas mismas excavaciones se señaló la existencia de un enterramiento “bajo túmulo” dentro de una zanja. Las excavadoras de los sitios de La Cima, La Gallega y El Algarrobillo siempre se refieren a los restos humanos encontrados por ellas como “depositados” y nunca como “arrojados”. Para el caso de la estructura 19 de La Alcazaba, para la cual los excavadores proponen que los restos de 7 individuos fueron “arrojados” (Cruz-Auñón y Arteaga Matute, 2001: 709), aunque cabe preguntarse qué exactamente se quiere decir con el uso de esta expresión, cuando en una estructura SECCIÓN 3 | Antropología Física y Demografía

397

Leonardo García Sanjuán Y Marta Díaz-Zorita Bonilla

SITIO

ESTRUCTURA

NMI

I-13

1

R-1

2

Cerro Marimacho

Negativa

1

Márquez Romero, 2004

Polideportivo Martos

Estr. 13

5

Lizcano Prestel et al., 1993

Marroquíes Bajos

Llanete de los Moros

REFERENCIA Martín de la Cruz et al., 2000

Negativa

Varios

Zafra de la Torre et al., 1999; Burgos et al., 2001

El Garcel

Silos

1

Siret, L. (2001)

Las Palas

Hoyo

2

Román Díaz y Maicas Ramos (2002)

El Acebuchal

Silos

Varios

Campo Real

Tres silos

Varios

L-2

2

García Sanz y Fernández Jurado (1999)

Loma del Agostado

Fosas

Varios

Carriazo y Arroquia (1975)

Quincena

Silos

Varios

San Benito

Silos

Varios

Cantarranas-La Viña

Silos

Varios

Ruiz y Ruiz Gil (1989); Ruiz y Ruiz Mata (1999)

Base Naval Rota

Silo 1

3

Ruiz y Ruiz Fernández (1987)

Alcázar Jérez

Silo

¿

Aguilar (2001)

El Trobal

X-1

7

González Rodríguez (1987)

Siliformes

Varios

Lazarich González (2002)

Pozo

1

Escacena Carrasco (1992-1993)

Silo 4

4

Silo 15

24

E-8

1

Silo 3

1

Silo 4

1

La Minilla

Estruct

1

Ruiz Lara (1987)

Villares de Algane

Estr. 2

1

Márquez Romero y Fernández Ruiz (2002); Fernández Ruiz y Márquez Romero (2003)

Morro de Mezquitilla

Estruct

1

Schubart (1984)

San Bartolomé de Almonte

El Jadramil Cerro del Arca Las Cumbres C/ Dolores Quintanilla Puerto Palmera

Bonsor (1899)

Caro Bellido (1982)

Fernández (1991) Conlin y Gómez (2003) Romero Bomba (2001)

Tabla 4. Estructuras negativas con restos humanos en el sur de la Península Ibérica. Fuente: Márquez Romero, 2004.

de muy pequeño tamaño, con una profundidad máxima de 0,53 m y un diámetro máximo de 1,5 m se incluyeron restos de hasta 7 individuos. En tercer lugar, en relación con la ausencia de ajuares, es preciso señalar que en el caso de los individuos adultos de La Cima y La Gallega se constataron ajuares personalizados discernibles, que en el caso del individuo anciano de La Gallega incluían un posible ídolo placa y una cuenta de collar. En la estructura de El Algarrobillo se encontraron pocos artefactos asociados al conjunto de 8 individuos encontrados, pero en la estructura nº 19 de La Alcazaba había gran cantidad de fragmentos de cerámica y restos faunísticos asociados a los 398

El asentamiento prehistórico de Valencina de la Concepción (SEVILLA)

7 individuos inhumados. A este respecto, cabe hacer una reflexión sobre la naturaleza de lo que, arqueológicamente, concebimos y describimos como “ajuares” funerarios. Está sobradamente demostrado que en muchas estructuras megalíticas, cuyo carácter funerario nadie pone en duda (y para las que nunca se ha utilizado el concepto de “cuerpos arrojados”), es muy difícil o imposible establecer asociaciones espaciales definidas entre objetos e individuos. Ello obedece por una parte a la sucesión de episodios de utilización y re-utilización que muchas de estas estructuras funerarias experimentan a lo largo de su vida útil, que resultan en una mezcla (de apariencia caótica) de objetos y restos humanos. El movimiento de restos

PRÁCTICAS FUNERARIAS EN ESTRUCTURAS NEGATIVAS EN EL ASENTAMIENTO PREHISTÓRICO DE VALENCINA DE LA CONCEPCIÓN

humanos de una parte a otra de las cámaras funerarias y la entrada y salida de objetos de la misma puede hacer que, eventualmente, la original personalización de los objetos con respecto a individuos concretos no sea visible o registrable a nivel arqueográfico. Es incluso bastante plausible que, ya en origen, dicha personalización no fuera necesariamente muy importante dentro de la ideología funeraria predominante entre las sociedades del IV y III milenios ANE del sur de la Península Ibérica, donde las nociones de colectividad y comunalidad dominan sobre las de individualidad en la definición del espacio y el rito funerario. Por tanto, incluso, puede razonablemente concebirse que la dificultad (o imposibilidad) de establecer arqueográficamente asociaciones espaciales definidas entre objetos e individuos en estos contextos funerarios derive de una deliberada elección por parte de los constructores y usuarios de los mismos, quienes precisamente eligieron en según qué casos y situaciones, no asociar objetos concretos a individuos concretos. A partir de aquí, puede ser legítimo reclamar una discusión respecto a los patrones de asociación entre objetos y muertos en los contextos funerarios del III milenio. Lo que a nuestro juicio es incongruente es que se señala la falta de una conexión espacial evidente entre objetos y personas en las estructuras funerarias negativas pero no en las megalíticas. La multiplicidad de situaciones que se constata en las prácticas funerarias en estructuras negativas del asentamiento de Valencina de la Concepción aconseja precisamente que es recomendable mantener una aproximación abierta y flexible a la hora de interpretar cada caso concreto, valorando el carácter “personal” o “colectivo” de las asociaciones entre objetos e individuos según el registro empírico de cada caso. La multiplicidad de prácticas funerarias constatada en Valencina, resumible en la dualidad entre contenedores funerarios megalíticos y no megalíticos (estructuras negativas) podría sin duda estar relacionada con la jerarquización social de la comunidad prehistórica que habitaba este sitio, pero no es recomendable incurrir en simplificaciones. Desgraciadamente los datos sobre las prácticas funerarias específicas en unos y otros no han sido todavía sistematizados, por lo que existe un desconocimiento fundamental sobre aspectos que son clave para una interpretación sociológica de las prácticas funerarias, tales como un registro osteológico exhaustivo o las distribuciones de objetos de ajuar. Los datos compilados por nosotros respecto a demografía (número de inhumaciones y categorías de sexo y edad) y objetos metálicos, no manifiestan diferencias significativas entre las dos grandes categorías de contenedores funerarios

(Costa Caramé et al., 2010). El hecho de que el NMI antropológico identificado en contenedores megalíticos (86 individuos) sea mayor que el identificado en estructuras negativas no megalíticas (49) va, además, en contra de cualquier premisa teórica que esperase asociar los monumentos megalíticos a una posible élite, ya que, por definición, una élite no es mayoritaria dentro del conjunto de la sociedad de la que forma parte. La tercera y última conclusión que creemos debe extraerse de la revisión realizada en este trabajo es que la noción hasta ahora aceptada, según la cual el asentamiento de Valencina de la Concepción está espacialmente organizado en un sector doméstico y en otro funerario, debe ser revisada. Es cierto que la mayor parte de las construcciones megalíticas se encuentran en el sector sur del asentamiento, aunque debemos señalar la notable excepción del tholos del cerro de la Cabeza, situado en el sector norte2. Eso, sin embargo, debe valorarse a la luz de la constatación de que en todo el sector norte existe, como hemos demostrado a lo largo de este trabajo, una importante serie de estructuras de carácter netamente funerario. Estas estructuras funerarias son, en general, negativas (de carácter no-megalítico), aunque al menos en dos casos (La Cima y zanja del Corte A de la excavación de las calles Benavente-Guadalquivir-Ebro) se han encontrado indicios de monumentalización consistentes en pavimentos, túmulos y lajas de pizarra a los que hasta ahora no se había prestado atención. En la misma dirección apuntan el reciente hallazgo de estructuras domésticas (tales como silos y fondos de cabaña) en el sector de PP4-Montelirio, en el sector que tradicionalmente se ha considerado de necrópolis (Peinado Cucarella, en prensa). A la luz de los datos descritos en este trabajo y del análisis espacial del poblado realizado por nosotros mismos (Costa Caramé et al., 2010) la organización espacial del asentamiento de Valencina resulta más compleja de lo que sugiere el dualismo poblado-necrópolis de la interpretación tradicionalmente aceptada. Las funciones y prácticas de carácter doméstico, ritual y funerario muestran un solapamiento y continuidad por toda la extensión del asentamiento. La idea hasta ahora mantenida de una organización dual del espacio en el asentamiento prehistórico de Valencina se explica en el contexto de la mala calidad y fragmentación de

2 Existen referencias orales no corroboradas arqueológicamente que sugieren la existencia de otras construcciones megalíticas en la parte norte del asentamiento.

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la información publicada hasta la fecha, así como a la luz del tipo de referente que se ha tomado para definir la organización de los espacios de hábitat de la Edad del Cobre en el sur peninsular, generalmente el poblado murado de Los Millares, donde dicha dualidad es más evidente. Con los datos actuales en la mano, sin embargo, no es posible defender semejante tipo de dualidad en la organización espacial del asentamiento de Valencina, que muestra rasgos muy diferentes a Los Millares o cualesquiera otros poblados murados conocidos, y probablemente sea más comparable a un sitio como Perdigões (Valera et al., 2000; Valera, 2007; Moreno-García y Cabaço, 2009; etc.). A nivel arqueográfico, la identificación de los patrones a que estos solapamientos pueden corresponder se ve además fuertemente complicado por su dilatada ocupación temporal, que abarca no solo el III y II, sino también el I milenio ANE (de forma quizá ininterrumpida). En conjunto, estas tres conclusiones podrán ser matizadas o revisadas con futuras investigaciones o incluso con la publicación de las múltiples intervenciones llevadas a cabo en Valencina que a fecha de hoy permanecen todavía inéditas. Partiendo de esa base, estas conclusiones sugieren que puede ser beneficioso que, en lo sucesivo, las intervenciones e interpretaciones que se realicen en relación con las prácticas funerarias de la comunidad prehistórica de Valencina de la Concepción estén abiertas a una realidad empírica más compleja y diversa de lo que hasta ahora se ha supuesto. Agradecimientos Este trabajo se ha realizado dentro del proyecto I+D “Análisis Comparativo de las Dinámicas Socioeconómicas de la Prehistoria Reciente en el Centro-Sur de la Península Ibérica (VI-II milenios ANE): El Suroeste” (código HAR200914360-C03-03) financiado por la Dirección General de Investigación del Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España.

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Sesiones en el Museo de Valencina.

VALENCINA PREHISTÓRICA 9-12 de noviembre de 2010

Ayuntamiento de Valencina de la Concepción Universidad de Sevilla Consejería de Cultura. Junta de Andalucía

Entidades colaboradoras: Universidad Pablo de Olavide Diputación Provincial de Sevilla

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