Postulado 1. Por Una Reconfiguración del Entendimiento de la Estética

July 29, 2017 | Autor: Helen Se | Categoría: Diseño
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Descripción

Por una reconfiguración del entendimiento de la Estética Por Helen Serrano.

Ciertas palabras adquieren más de una acepción según el área de estudio o contexto; el término estética es una de ellas: unos lo relacionan con lo bello, y otros puntualizan que refiere al estudio de la sensibilidad; veamos: En el lenguaje coloquial denota en general lo bello, y en la filosofía tiene diversas definiciones: por un lado es la rama que tiene por objeto el estudio de la esencia y la percepción de la belleza, por otro lado puede referirse al campo de la teoría del arte, y finalmente puede significar el estudio de la percepción en general, sea sensorial o entendida de manera más amplia. Estos campos de investigación pueden coincidir, pero no es necesario.¹

Ahora bien, dada la ineludible utilización del término «estética» en el diseño, considero que vendría bien esforzarse por comprenderla no desde un sentido popular (que tiende a igualarla a belleza), sino que desde una realidad conceptual y etimológica, Estética: (del griego αἰσθητική *aisthetikê+, ‘sensación’, ‘percepción’, y este de αἴσθησις *aísthesis], ‘sensación’, ‘sensibilidad’, e -ικά *-icá+, ‘relativo a’). ²

Lo que nos conduce a entender la estética como la percepción sensorial, la sensibilización humana. Dentro de la apreciación artística, la estética presenta una serie de patrones para catalogar las cosas y los fenómenos, conocidos como categorías estéticas³, a mencionar: Típico-novedoso Bello-feo Sublime-trivial Cómico-trágico Así, observamos que la belleza está inmersa dentro de la estética, pero no es el todo. Por ejemplo, Jorge Lobato Rivera, en su escrito Categorías Estéticas, expone que: «Calificar de feo un ser real (un sapo) no significa negarlo estéticamente. Lo feo se da en un objeto que por su forma es percibido estéticamente. (…)Ante la fealdad de un objeto estético, el sujeto lejos de sentirse atraído como le sucede con la belleza; el sujeto se siente molesto o asqueado. El objeto contemplado desagrada, repugna, duele; es justamente lo opuesto al efecto placentero que vive el sujeto en la belleza. Pero finalmente, la fealdad es una categoría estética porque es un sentimiento que es experimentado cuando la obra al estar bien hecha, al estar perfectamente elaborada logra el efecto de fealdad en el espectador.»⁴

Inclusive, esto podríamos fundamentarlo con lo que Immanuel Kant postulaba acerca del juicio de gusto, donde establecía que: «El juicio estético es siempre bajo conceptos subjetivos, es decir, no puede haber ninguna regla objetiva que determine por conceptos lo que fuera bello. Pues todo juicio de partir de esta fuente es estético, es decir, su fundamento de determinación es el sentimiento del sujeto y no un concepto del objeto.» (Crítica de la facultad de juzgar; en alemán: Kritik der Urteilskraft).⁵ G.W.F. Hegel en su obra Lecciones de estética, también presenta una definición evidentemente cercana al origen etimológico referido en este artículo: «Hemos de reconocer que la palabra estética no es totalmente adecuada para designar este objeto. En efecto, “estética” designa más propiamente la ciencia del sentido, de la sensación. »⁶

Entonces, la estética en el diseño no debería apreciarse desde un plano superficial, limitado a lo ornamental, ni mucho menos reducirlo a lo bello; sino que precisa de momentos de reflexión acerca de los sentimientos surgidos de la percepción. De la misma manera que los llamados “elementos estéticos –formales” también merecen ser entendidos como los “elementos sensibilizadores”, casi como “instrumentos para la sensibilización” o bien, “estimulantes de la interiorización individual”; porque no solo dan forma al diseño, sino que sensibilizan al receptor o público meta, lo que representa la finalidad del diseño como tal.

El error consiste en establecer una noción de estética independientemente de cualquier otra percepción del objeto que no responda a la belleza en su forma. Sebastián Caro.⁷

La función como categoría estética.

Teóricos han asignado categorías estéticas en la Apreciación artística y dada la herencia colectiva de suponer lo estético como lo bello, considero válido sumarme al intento de unos pocos por hacer de lo funcional una categoría estética en el diseño. Sebastián Caro explica que «Fuera del mundo del arte, regido por sus propias leyes y fines, poco se ha dicho de la estética. Hablar de un concepto de utilidad que puede pensarse desde la estética -y viceversa presenta numerosas vertientes a explorar»⁸. Estando de acuerdo con él, me parece interesante desprenderse de lo que se cree popularmente e indagar para identificar, analizar y proponer desde otras acepciones.

El arte despierta emociones y de la misma manera es un medio para expresar la cultura espiritual. El diseño también provoca emociones. Sin embargo, el arte estimula emociones y comportamientos primordialmente no planificados; o sea, el artista crea su obra “de sí y para sí” (expresa su cultura espiritual); pero también da paso a que los demás individuos experimenten una propia vivencia artística, donde se da una percepción de “la cosa en sí” para llegar a definir lo que es “la cosa para mí”. Y precisamente eso, lo que el público ve, enriquece aún más la estética de la obra. Fundamentalmente, el diseño induce emociones adrede, planificadas; esto es: “quiero que el público reaccione de esta manera, que se sienta estimulado a actuar como yo lo he predispuesto”. Todo eso a través de una conjugación armoniosa de elementos que ocurre gracias a la identificación (espontánea e imperceptible) que se da entre la esencia del objeto diseñado y la esencia intrínseca del ser humano. En su libro «Ladrón de Cerebros» Pere Estupinyà menciona los Pasos para la Toma de decisión: 1. Percibir 2. Imaginar posibles formas de actuar 3. Calcular cuál es la mejor 4. Realizar la acción⁹. Asegura que los economistas clásicos creían q la 3 (Calcular racionalmente) era la más relevante; sin embargo, hace hincapié en que los economistas conductuales dicen q la 1 (la manera en que percibes la situación intuitivamente) tiene un peso descomunal. Entonces, si adoptamos ese planteamiento para relacionarlo con el proceso de diseño, te da mayor conciencia de cuán importante es que tu diseño comunique efectivamente lo que el cliente te ha encargado, puesto que la decisión de compra o de que se crean lo que les dices a través de formas, está determinada por lo que ocurra en la Percepción. La estética de un diseño es su grado sensibilizador y si el público receptor no logra conectarse con él en la primera etapa (percepción), estás frito, tu diseño podría ser inútil. Y precisamente ahí también recae la función como valor estético.

Sin lugar a dudas, los diseñadores ejercemos el rol de agentes de cambio y somos -hasta cierto punto- incitadores de comportamiento. Por tanto, comprender la profundidad del valor estético en el diseño, podría ayudarnos a estar aún más conscientes de lo que ocurrirá entre el objeto y el humano. Y por otra parte, ya no incurrirás en llamarle estético solamente a lo que te parezca bello, porque sabrás que la fealdad también es estética y cuando es necesaria funciona.

Bibliografía 1.

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Filosofía. 2012. [fecha de publicación: 15 de abril de 2012; fecha de acceso: 15 de octubre de 2014] De Lechuza Blog's Profesor de Filosofía y Psicología del Instituto Politécnico Cristo Rey de Valladolid. Filosofía I. Disponible en: http://elfilosofo.wordpress.com/2012/04/15/estetica/ Estética. [fecha de acceso: 15 de octubre de 2014] Disponible en: http://es.wikipedia.org/wiki/Est%C3%A9tica Acha, Juan. “Expresión y Apreciación Artística”. 2a edición. Ed. Trillas; 1994. Apuntes del Taller “Apreciación artísitca en las Artes Visuales” impartido por Cristina Cuadra en la Universidad Politécnica de Nicaragua. Managua, Nicaragua.2014. Lobato Rivera, Jorge. Categorías Estéticas. Pág.7. 2006. Disponible en: www.lobato.mx/eea Atlas de Filosofía. [fecha de publicación: 17 de agosto de 2010; fecha de acceso: 15 de octubre de 2014] De danigutierrez. Disponible en: https://atlasdefilosofia.wikispaces.com/experiencia+est%C3%A9tica G.W.F. Hegel. Lecciones de estética, Volumen I, Traducción del alemán de Raúl Gabás. Barcelona: Edicions 62 s|a.; 1989. Centro de Estudios en Diseño y Comunicación. Facultad de Diseño y Comunicación. Proyectos de Graduación. Edición XXIV: 17 de diciembre de 2013. Escritos en la Facultad Nº 91.1º Edición. Buenos Aires, Argentina: Diciembre 2013. Caro, Sebastián. La función de la estética y la estética de la función. El diseño más allá de lo li ndo y lo feo. Centro de Estudios en Diseño y Comunicación. Facultad de Diseño y Comunicación. Proyectos de Graduación. Edición XXIV: 17 de diciembre de 2013. Escritos en la Facultad Nº 91.1º Edición. Buenos Aires, Argentina: Diciembre 2013. Caro, Sebastián. La función de la estética y la estética de la función. El diseño más allá de lo lindo y lo feo. Pere Estupinyà. Ladrón de Cerebros. Segunda edición. Pág.89. Barcelona: Debolsillo; 2013.

Escrito por Helen Serrano R. Diseñadora nicaragüense. Publicado el 11/19/2014 en dpoulados.wordpress.com

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