“Portugueses en Tenerife durante la Edad Moderna: Una aproximación”

September 3, 2017 | Autor: J. Álvarez Santos | Categoría: Early Modern History, Portuguese History, History Portuguese and Spanish, Canary Islands
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Descripción

Titulo ~telas

ele las 11 Jormulas Prebemlado Pctcheco de bll'estigucián Histórica

Edita Ilustre Ayuntamíetllo de la Villa ele Teguesle c,yaCmzarias, Obm Social y Cullural Coordi11a la edicicí11: Roberto J. González Zalacllitz Imprime Gráfic(l.s Sabater Depósitt} Legal

TF-466-2008 ISBN

978-84-930723-7-7 lmage11 de la portada Víviemla del Prebemlado Pucheco etl La Arañila (autor Guillermo Pozuelo Gil)

,

ÍNDICE

Remedios de León Santana Preselllación

3

Ricardo A. Guerra Palmero y Juan Francisco Navarro Medcros 'In memoriam', José Amonio Garcia de Ara, (1958-2008), 1111/Cho más que un hisloriador

5

Juan Manuel Bello León Introducción

11

Tiempos Remotos Eduardo Miguel Mesa Hernándcz Los discos de 'Conus sp' y el comercio de 'conchas de Canarias' con el ¿(frica Allcílllica

11

José A. Afonso Vargas De la Prehistoria a la aclllalidacl: implimcíón de /u microarqueologia en el estudio de los procesos sociales de las Islas Canarias

31

Miriam Marrcro Rodríguez El inicio de la producción en la Península Ibérica. Un análisis historiográfico

53

El Antiguo Régimen Roberto González Zalacain Las formas de la violencia: fuemes y aproximaciones a su estudio hislórico en la coloni=ación ele Tener!fe

71

Javier Luis Álvarez Santos Portugueses en Tenerife durallle la Edad Modema: una aproximación

89

Gustavo A. Trujillo Yánez El mito de la 'aparición' ele la Imagen de Nira. Sra. del Pino en Teror (Gran Canaria) según Fray Diego Henríque=

103

PORTUGUESES l::iV TENER/FE DURANTE LA EDAD MODERNA: UNA APROXIMACIÓN

Javier Luis Álvarez Santos Universidad de La Laguna Con esta comunicación pretendemos exponer a grandes rasgos un proyecto mucho más complejo y que en estos momentos se encuentra en proceso de elaboración, consistente en estudiar la presencia portuguesa en Tenerife en el periodo de la Unión

Ibérica (1580-1640). Proponemos investigar a este grupo nacional en el ámbito geográfico de la isla más poblada y rica por entonces; en el período en que Portugal estuvo integrado en la Monarquía Hispánica y más estrechas fueron las relaciones de todo tipo con los dominios castellanos; y en el que se consolida en el Archipiélago el proceso de sustitución del azúcar por el vino como cultivo principal de exportación y se convierte Tenerife en centro de las relaciones exteriores de las Islas, y aun de las interinsulares. En orden a analizar en qué medida se hacen más intensas las relaciones entre Canarias y los territorios portugueses después de 1580, y, por el contrario, disminuyen después de 1640. Así, el marco temporal se extenderá, en principio, de 1570 1

a 1650 • Por lo que se refiere al ámbito espacial, entendemos que es más que suficiente, por cuanto no se trata solamente de contemplar a los portugueses en los límites estrictos de Tenerife, sino también en sus conexiones exteriores, en un contexto regional y atlántico. Ese objetivo de carácter general se particularizará en el estudio de la población, de las actividades económicas. de su presencia en las instituciones, de su integración social, de sus rasgos culturales y sus uportaciones, sin olvidar las tensiones y connictos que su presencia pudo ocasionar, entre otros aspectos en el que se refiere a las creencias religiosas. Analizaremos

sus

efectivos

demográficos, su

procedencia.

sus

áreas

de

asentamiento, los mecanismos migratorios, el carácter transitorio o definitivo de su establecimiento. su grado de endogamia, etc. Todo ello ha de investigarse en una perspectiva dinámica, intentando descubrir procesos de cambio; y tratando de encontrar modelos de comportamiento. pautas que

1

Entre otros acontecimientos ha destacar es la creaciún de los Jueces de Registros para Tencrife, La Palma y Gran Canaria en 1566, y que en 1657 son sustituidos por la ligura centralizadora del Superintendente.

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pudieran ser comparadas con fenómenos semejantes de otras latitudes y otros momentos históricos. En cuanto a la metodología, inicialmente hemos partido de una serie de lecturas básicas para luego abordar otro tipo de fuentes directas. Esta información la volcaremos en una base de datos, cuya elaboración no está exenta de dificultades. Y es que, como veremos a continuación, partimos de una variada y rica documentación que nos hace dudar en muchas ocasiones cómo debe ser clasificada, creando nuevos campos para los individuos y sus familiares, sus actividades y contactos, etc. Por tanto, no es nuestro objetivo adelantar conclusiones que aún están por construir, sino exponer las herramientas de trabajo de que disponemos y las principales hipótesis de las que partimos. Precisamente, el interés por los portugueses ha sido muy recurrente en la historiografia canaria. Pero hemos de señalar que, aunque contamos con trabajos muy útiles, son prácticamente inexistentes las monografias que aborden este colectivo de forma global en el tiempo y a la vez exhaustivo en su contenido. Dicho de otro modo, la bibliografia podemos dividirla en dos grandes grupos. Por un lado, las obras que tocan al conjunto lusitano dentro de un contexto más amplio, como pueden ser las dedicadas a los conversos o a la economía del azúca.;. Pero será en las exposiciones generales sobre extranjeros en la Edad Moderna donde se le preste una mayor atención a esta comunidad3• Un segundo bloque concentraría aquellas investigaciones que afrontan la relevancia portuguesa en un momento y en un espacio deterrninado4 •

2

FAJARI>O SPINOt.A, F.• "La vigilancia del mar: La Inquisición canaria durante el reinado de Felipe 11", en

Anuario de Est11dios Atlánticos. Las Palmas, 2003, pp. 87-124; ANAYA HERNÁNI>F.Z, L. A., J11deoconversos e Inquisición en la.r Mas Canarias (/402-/605). Las Palmas, 1996; MACÍAS

HERNÁNI>EZ, A., "EL comercio exterior canario (siglos XVI y XVII). Una primera aproximación critica", en A. BElliENCOURT MASSIEU (Coord.): Felipe JI, el Atlántico .1' Canarias, las Palmas, 1998. l BELLO LEóN, J. M. "la participación de los exlranjeros en los repanimientos canarios. lmroducción a su estudio", EMC, Llll, 1998, pp. 187-213; BRITO GONZÁI.EZ, A. D., Los extranjeros en las Canarias Orientales en el siglo XVII, Las Palmas, Cab. Insular de Gran Canaria, 2002; BRITO GONZÁLEZ. 0., "la presencia extranjera en Tenerife durante el Antiguo Régimen. Siglos XVII-XVIII", en Strenae Emmam1elae Marrero Ob/atae. T. 1, La Laguna. 1993, pp. 203-223. 4 MARTÍN SOCAS, M., "Sobre los oficios desempei\ados por los ponuguescs establecidos en Canarias en el primer tercio del siglo XVI", en VI/ Coloquio de Hi.~toria Canario-Americana. (1986), 1, 1990, pp. 6175; fAJARDO SPí:->ou., F., "Relacione~ de los ar.:hipiélago~ de Azores y Madera con Canarias, según fuentes inquisitoriales (siglos XVI y XVII)", en 1 Colóq11ia lmemacional de História da Madeira. Funcha/, /986. Funchal, vol. 11, 1990, pp. 846-876. En colaboración con L. A. ANAYA HERNÁNDEZ; LuxAN MENÉNI>EZ. S., "Islas adyacentes (Madera y Azores) y pl87.as portuguesas del none de África, Canarias y la Baja Andalucía ante la R~o-stauración portuguesa", en // Colóquio lmemacional de História da Madeira. F11nchal. /989. Funchal, pp. 621-635.

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Lo cierto es que gran parte de esta actividad intelectual se ha centrado en Jo que podríamos denominar la primera época. Es decir, aquellas que se han dedicado a conocer la importancia de los portugueses en la realidad canaria desde el descubrimiento de las Islas, pasando por los repartimientos de tierras y la puesta en ejercicio de los ingenios azucareros; concluyendo con la decadencia de Jos mismos a principios del siglo XVII. Aproximadamente hacia 1640 comienza otra época relevante para los historiadores. En este caso, el empeño viene dado por unos cambios en la esfera internacional que van a repercutir en la economía y en la sociedad canaria. Esto es, la crisis de la exportación del vino a favor de otros caldos como los portuguesess. Por tanto, los textos se van a centrar en esa coyuntura, teniendo un papel secundario en el discurso el elemento luso. Pero en medio de estos dos grandes momentos se encuentra un periodo muy rico para la historia de España en general y para la tinerfeña en particular, y que más adelante llegaremos a esbozar. Pero sorprendentemente ha sido muy poco estudiado salvo en contados artículos, e inclusive éstos son prácticamente inexistentes para la isla de Tenerife. Por otro lado, hemos dejado para el final las publicaciones peninsulares. En este caso sí existen obras generales sobre este periodo, tanto en castellano como portugués6 . Aún así son muy pocos los que llegan a abordar el tema más allá del estudio de las instituciones principales del reino 7• Una de las pocas excepciones son los trabajos de Domínguez Ortiz8 , pero los cuales ya sufren de una cierta antigüedad. En cuanto a las fuentes que disponemos para llevar a cabo esta labor contamos con documentos de carácter primario. Estas son: los libros parroquiales, los protocolos notariales, los informes del Santo Oficio y la documentación municipal. Por tanto, hay suficiente cantidad, y sobre todo variada, información que nos permite aproximamos a la realidad a la que nos enfrentamos. Si bien, echamos en falta otro de tipo de textos, de tipo personal o privada, para llegar a conocer mejor las relaciones y redes sociales de estos individuos. S BETHENCOURT MASSIEU, A., Canaria.• l' /ng/atl!rra: el coml!rdo de ¡•itw., (/650-/800), las Palmas, Cab. Insular de Gran Canaria, 1993. 6 BOUZA ÁlVAREZ, F., Porlugale11la nwmtrquía ltispúnica (1580-1640), Felipe 1/, la.• Cortes cll! Tomar >.·la géne.•is del Por/liga/ católko, Madrid, Universidad Complutense, 1987. ' LUXAN MENÉSDEZ. S., lA remlución cll! 1640 e11 P1Jr111gal. stu jimdamelllos socia/e.• .l' stts camcleres nacionales: El ConseJo de Portugal. 1580-/640, Madrid, Universidad Complutense, 1988. 8 DoMINGUEZ ÜRTIZ, A., Los extrcmjeros e11 la 1•idt1 espt1ñola clurcmte el siglo XVII, Sevilla, Diputación,

1996 (1960).

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Aparte de la problemática habitual con la que se encuentra un investigador al utilizar este tipo de fuentes -como es el deterioro o pérdida de documentos-, padecemos otra poderosa complicación: la homonimia. Se nos hace muy dificil identificar a los portugueses en la documentación, y si cabe aún más en los registros de bautismo o de matrimonio, ya que los nombres personales son idénticos a los castellanos. Son muy habituales apellidos tales como Fernández o González, incluso algunos de los que podríamos sospechar, como Anchieta, Núñcz o Acosta, pueden tener un origen castellano. Por otro lado, no hay que olvidar que en la redacción de la época no existía aún diferencia entre la z y la s, o entre la f y la h. Por tanto, hemos decidido referenciar sólo aquellas personas y documentos en los que aparezcan de fonna explicita los intereses portugueses. Es decir, si presuponemos que no todos los individuos y actividades tienen por qué aparecer reflejados en los papeles. menos van a brotar si realizamos este corte. De este modo, nos será muy complicado realizar una aproximación cuantitativa, pero no nos impedirá elaborar un estudio riguroso sobre la calidad cualitativa, ya que la recogida de la infonnación se basa en numerosas catas de años completos, proporcionándonos un buen muestreo para reflexionar y proponer unas conclusiones sobre las actividades de esta comunidad. Hemos mencionado la singularidad de la homonimia, pero contamos con un 9

documento exquisito para nuestro proyecto, el censo de portugueses de 1626 • Se trata de un mandato de la Inquisición un año antes para conocer el número de estos individuos que han llegado recientemente. Para el caso que nos ocupa, que es la isla de Tenerife,

lo

tenemos

relativamente

completo.

Y

aunque

presenta

algunas

particularidades -especificar sólo los varones adultos o como no especificar que se entiende por haber venido recientemente- y siempre dependiendo del criterio y grado de infonnación de los comisarios del Santo Oficio, nos pcnnite conocer otros aspectos que la documentación tradicional no trasmite como el aspecto fisico y nos ayuda a identificar con seguridad a los portugueses en otras fuentes. Este censo es muy inusual, incluso para el resto de España, por lo que puede ser un método novedoso de estudio. Pero como ya hemos señalado, debemos tener cuidado, ya " BONNH SUÁREZ, S. F., '"Familias ponuguesas en La Laguna del siglo XVII". en Re,·isw de Historia Canaria, ns. 93-94, pp. 111-118, 1951; FAJARDO SriNOLA, F., '"Ponuguescs en Canarias en el siglo XVII. Una relación de 1626", en XV Coloquio de Historia Canario-Americana. Út\' Palmas (](}02), Las Palmas, (edición en CD-ROM), 2004, pp. 310-320.

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que no aparecerán todos los que son. No olvidemos a los que están de paso, muy difíciles de localizar. Para estos últimos. cuya principal actividad es la mar, los diferentes tipos de contratos- compra-venta, obligaciones, poderes, letras de cambio, cte.- que aparecen en protocolos suelen ser la única pista que tenemos. A veces. sin mencionar su origen lusitano en el documento. podemos vincularlos con los territorios portugueses continental europeo o las colonias- a través de las redes sociales o económicas que aparecen citadas. Como ejemplo sirva la carta de Diego Luvelar, vecino de Gran Canaria y estante en Tenerilc. Éste le da poder a Juan Ambrosio Burgo Novo -sin especificar su origen-. para que cobre de Simón Gómez. vecino de Lisboa una cantidad -indicada en reales castellanos y reis portugueses- por la trata de esclavos negros de Guinea, que habían pasado anteriormente por Cabo Verde 10• Efectivamente, con una sola resefia hemos podido recoger una gran cantidad de datos destacables. En primer lugar, observamos unas redes comerciales desde Tenerife que terminan en Lisboa pero que han pasado por Guinea y las islas de Cabo Verde. Pero lo que es más importante. estos contactos los han hecho individuos. cuyo origen no tiene por qué ser ni portugués ni castellano. pero tienen como elemento de unión Tenerife. Como vemos, el otorgante es vecino de otra isla. que tiene necesidad de viajar a otra para dar poder a otra persona para que cobre de un comerciante lisboeta una cantidad por unas mercancías que vienen de una plaza lejana, Guinea. Por tanto, nos indica la existencia de unas relaciones sociales muy amplias. el comerciante necesita de unas redes fiables -normalmente la familia. como concepto amplio- para garantiza el éxito de sus negocios. Lo cierto es que es tan complejo que en este caso no podemos saber de buena tinta el lin último de la transacción porque desconocemos dónde van a parar dichos esclavos y en qué va a invertir los beneficios el vendedor. Esta muestra sírvase para entender un sistema más amplio, que conecta personas, mercancías e ideas por todo el Atlántico. Desde Brasil a Angola, pasando por todos los archipiélagos. Pero que además incluye a otros personajes extranjeros -amigos o enemigos-. como los flamencos. franceses o hanseáticos. La documentación notarial también nos informa de otros datos, igualmente valiosos. como protocolos completos en portugués. los productos que se demandan o. como hemos relatado. el tipo de cambio de la moneda portuguesa a la castellana. Pero siguen

w A.ll. P. S. T., Gallegos, Alonso. 15XS, enero, 13.la laguna,!" 177-178.

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destacando las relaciones de las actividades de los portugueses en Tenerife, principalmente en la actividad agrícola. No sólo como tmbajadores en sus diferentes facetas en las plantaciones de la caña de azúcar en un primer momento, sino también en la producción vitivinícola y otros cultivos de subsistencia. Continuando con las profesiones, la documentación inquisitorial ofrece del mismo modo testimonios al respecto. Pero en este caso nos aporta una visión variada. Es decir, nos encontramos con una mayor variedad de oficios tales como plateros, sastres y tenderos de todo tipo. Como es de suponer, y ya lo intuimos anteriormente, cuando tratamos la importancia del censo de 1626, el Santo Oficio ofrece otro tipo de datos. En este caso, al tratarse principalmente de delitos de fe debemos de presuponer que sólo se relaciona con motivos religiosos. Pero su aportación es mucho mayor, llegando a conocer aspectos de la vida cotidiana y privada. Como modelo el proceso a Catalina González, portuguesa y vecina de La Laguna, a la cual llaman la Vieja de Santiago, porque cuando estaba horneando en sábado con otras mujeres dijo que era pecado hacerlo tal día 11 • O la sentencia del Santo Oficio contm Gaspar López, platero, natural de Guimames en Portugal, el cual había cortado un lazo de una cruz en el muelle de Santa Cruz 12 • Al igual que los protocolos notariales, la documentación inquisitorial ofrece información sobre las relaciones entre portugueses y otras naciones. Y en algunos casos, estas dos fuentes se complementan. Es el caso del fragmento correspondiente al proceso contm unos ingleses y dos portugueses que, procedentes de Inglaterra, y haciendo escala en Madeim, llegaron a Tenerife pam comprar vino para llevarlos a Angola. A continuación menciona el nombre de uno de los portugueses, Fmncisco de la Rocha Paris. A partir de aquí, los hemos localizado en los documentos notariales. terminando de integmr todas las referencias 13 • Con este último ejemplo no nos deben sorprender las relaciones de los portugueses con enemigos de la Corona, como fueron los ingleses. No son los únicos extmnjeros que se benefician del comercio con Canarias, aunque existieron periodos de licencias con las Provincias Unidas -como la Tregua de los Doce Años de 1609-, los holandeses utilizaban pasaportes falsos, incluso tripulación aparente de otros lugares, como

11 A. M. C., lnq .• CLXXIV-64. •: A. M. C., lnq., LXXXIV-4. 1 ·' A. M. C., lnq., CXXXI-21.

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portugueses, para comerciar no sólo con Canarias, sino con las diferentes posesiones portuguesas del Atlántico 14• Pero los portugueses gozan de una particularidad, el origen converso de una parte importante de los miembros de esta comunidad, sobre todo en la primera mitad del siglo XVII. Por tanto, sus vínculos no sólo se establecerán únicamente con otros compatriotas, sino también con otros judíos. Éstos, portugueses o no, podían estar asentados en diferentes mercados financieros como Ámsterdam o Londres 15, y de la misma forma establecidos ilegalmente en Brasil 16• Así, se entenderá la importante cifra de lusos procesados por el Santo Oficio. El caso más evidente es el del converso Duarte Enriquez, el cual no sólo se dedicó a la administración de rentas en Tenerife, sino que además participó en un activo comercio con las Indias, la Península, Holanda e lnglaterra 17 • Y aunque finalmente se traslada a Inglaterra, donde practicará abiertamente su condición de judío, seguirá manteniendo vínculos con Canarias. Se deduce, entonces, que no podemos reducir la importancia portuguesa en Tenerife sólo como mano de obra agrícola. Si bien continúan teniendo una importancia relevante cuando se produce el proceso de cambio del azúcar al vino como cultivo exportador, no es en ninguna medida nada desdeñable su protagonismo en otras actividades. Desde nuestro punto de vista, no es cierto como señalan algunos autores 18 , que los portugueses tengan una importancia más demográfica que comercial. No hace falta insistir en algunos oficios que hemos recalcado anteriormente, sólo recordar la labor financiera que tuvieron éstos para la Monarquía. El propio Conde Duque, al intentar prescindir de los genoveses como banqueros, encontró como sustitutos a los marranos portugueses. Tal fue su relevancia en la Hacienda que fueron protegidos ante los posibles ataques de la lnquisición

19



•• MACÍAS HERNÁNDEZ, A., "Canarias y la "crisis" del siglo XVII. La singularidad islei\a", en Revista de Historia Canaria, 177, 1992. pp. 176-206; FAJARUO Spínola, F., El Tribunal del Atlántico: los europeos protestantes y la Inquisición de Canarias", en Canarias y el Atlántico (1580-1648), Las Palmas, 200 l. pp. 561-586. as MACÍAS HERNÁNDEZ, A., op. cit.. pp. 176-206; ANAYA HERNÁNDEZ, L. A., El converso Duarte Enriquez, arrendador de las rentas reak.'S de Canaria.~. en Anuario de Estudio.~ Atlántico.~. 27. 1981, pp. 316 y 34"'. •• de AlliiEIDA WRtGHT, A. F. P., SANTAELLA STELLA, R. Canarias y Bra~il en la nlla atlámica durante la unión peninsular: 1580-1640, Gobierno de Canarias, 2000. 17 ANA YA HERNÁNDEZ, L. A., op. cit., pp. 352. IK BRITO GONZAI.EZ, O., op. cit.. pp. 203-224. 10 DOMÍ:SGUEZ ORTIZ, A.. op. cit., pp. 26- 27.

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El hecho de que no aparezca su origen en la documentación que nos ha llegado hasta nuestros días no implica que no estuvieran presentes y no actuaran dentro de amplias redes socioeconómicas. Aunque sean difíciles de descubrir, conocemos casos de portugueses que llegan a ser miembros del regimiento

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Como cualquier otro miembro

de la sociedad que logra alcanzar un cierto status, intentará encubrir aquellos aspectos del pasado que no le interesa que salgan a la luz. Entre éstas se encuentra su origen extranjero, y sobre todo su origen judío. Por este motivo no nos encontramos en los legajos a ningún regidor que mencione su descendencia portuguesa, y qui7.á, por el problema ya descrito de la homonimia de los nombres no se haya reflexionado lo suficiente sobre este aspecto. A pesar de que debían pasar el proceso de la limpieza de sangre, éste no suponía ningún problema ya que era habitual la manipulación de la genealogía para demostrar que eran cristianos viejos. Pero más significativo aún, es el consentimiento social. Con ello nos referimos a que a la elite social y comercial no les importa su procedencia ni sus prácticas religiosas, siempre y cuando beneficien al resto. Como señala Fajardo Spínola para el caso de los protestantes 21 , un extranjero podía ser un cliente, un socio e incluso un amigo. Pero según las circunstancias y la coyuntura se podía transformar en hereje o incluso enemigo. Una prueba de ello lo encontramos en un comunicado al Corregidor en el año 1649 21 , en el que se indica que el Puerto de la Orotava es un lugar habitado por muchos portugueses dedicados al comercio y que si se confederaban con los portugueses peninsulares podían causar gran perjuicio al tráfico por lo que pide al Corregidor que cumpla con las órdenes dictadas para Indias que señala que ningún natural de Portugal o sus hijos podrán avecindarse en puerto de mar23 • Este último aspecto nos lleva a preguntamos. en el caso de los portugueses, qué entendemos por extranjeros, naturales y vecinos. Aún no podemos aventurar ninguna conclusión, pero sospechamos que el caso de este grupo es excepcional, sobre todo durante la unión de las dos Coronas. En la legislación, y por tanto en la teoría, eran naturales únicamente los nacidos en Castilla -aunque posteriormente se extendió a 20

Son los casos de los hcm1anos Thomas y Diego Pcrera y de Ventura de Frias Salazar. Este último panicipó en la creación de una compañia fom1ada en Garachieo en 1601 y cuyo destino era Brasil; FAJARno St•iNOI.A. F.• "Ponuguescs en Canarias ... ", pp. 315; de Almcida Wright, A. F. 1'.. Santaella Stella, R. Canaria.~ .1' Brasil en ... , pp. 201-202. 21 FAJAROO SPÍNOI.A. F.. "'El Tribunal del. .. ". pp. 561-5!16 22 En febrero de este mismo :ulo. a petición de la Casa de Contratacilin. la Corona prohibe el comercio y además se crea la Compañia Brasileña. 23 A. Casa Osuna. Leg. 91.

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Aragón-, por lo que los miembros de los demás reinos -incluido Portugal- tenían condición de vasallos. Esta situación. aunque discutible, era indispensable para comerciar con las Indias castellanas. Nuestra primera sospecha, tras analizar los datos que aporta Domínguez Ortiz 2 ~. es que a pesar del interés de los portugueses por los territorios y mercancías castellanas principalmente la plata-. en ningún momento llegan a ser los primeros en pedir licencias de naturalización

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La única excepción llegará en tiempos del Conde Duque, que al

intentar igualar la Corona Castellana con las demás posesiones de la Monarquía, se ofrecerán entre 1621 y 1645 sesenta y seis canas de naturaleza a los portugueses y sesenta y cuatro a los flamencos. Con todo, lo que queremos recalcar es que la pertenencia a un grupo no dependía de las definiciones legales o actos de autoridad. Las generaba la capacidad de ejercer derechos o para ser obligados a cumplir deberes. La cuestión no consistía en determinar el origen o quién era vecino. sino en crear una imagen pública de que realmente lo eran. Por tanto, no era necesario recibir una declaración lormal 26 • Dicho de otro modo, la vecindad identificaba a las personas como miembros de una comunidad. A estas características hay que sumar una serie de aptitudes propias de los portugueses para consolidarse como miembros de la sociedad insular. En primer lugar, destacar las relaciones maritimas que desde el descubrimiento y posterior conquista han tenido Canarias con Portugal, principalmente con los otros archipiélagos atlánticos. Estos contactos, no sólo económicos sino también humanos, van a perdurar durante toda la Edad Moderna. Por tanto, esta cercanía geográfica no lo va a tener ningún otro territorio de la Monarquía Hispánica. Y junto con esta proximidad espacial. nos encontramos con un nexo sociocultural. Es decir, no cabe duda la semejanza en cualquier ámbito cultural, desde las tradicionescomo los mitos de San Borondon. la Atlántida o las Antillas-. el idioma 27 o las oportunas prácticas religiosas. Y la propia población lo sentía así, como lo evidencia el caso

4 : DOMÍNGUEZ ÜRTIZ, A.• ""La concesiún de ""cartus de naturuleza paro comerciar con Indias" dunmte el siglo XVII"', en Re,•isiCI dt." Indias XLIX. n" 76, 1956, pp. 227-239. :~ Durante el reinado de Fdipe 11 se expiden un total de 59. situándose los flamencos en primer lugar con 2 1. seguidos de los portugueses con 17. :•· HERZOG. T., l't."cinos y extranjero.~. 1/acerse t.".~¡mtlol e11 la E.de~d Modenw, Alianza Editorial. Madrid, 21106, pp. 31-32. 1 : Es significativo que el término con el que se denominó al periodo de cuarentena al que eran sometidas las personas que venían de lugares so~pcchosos de haber padecido la peste fuera conocida en las islas con la voz portuguesa de degn·do.

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sucedido en 1602 cuando por necesidades de la peste se realizaron gestiones para traer un boticario de Madeira

28



A través de estos vínculos de hechos, reforzados de derecho entre los años 1580 y 1640, Jos historiadores29 han establecido generalmente cinco rutas de comunicación que pasan por Canarias: - Interinsular: Aunque aparentemente los portugueses no tendrían que aparecer en este esquema, éstos participan de forma activa en las relaciones entre las diferentes islas de Canarias. Principalmente son lazos comerciales entre Tenerife y las Islas Orientales, y en el que de algún modo participan la comunidad lusitana. - Entre los archipiélagos del Atlántico occidental: Esto es, Azores, Madeira, Canarias y Cabo Verde. Cada uno de éstos se especializará, como es bien conocido para el caso canario, en diferentes en productos de exportación durante la Edad Moderna. Este hecho va a ser relevante no sólo para la economía y el comercio sino también como principales abastecedores en momentos de extrema necesidad. Especialmente significativo va a ser la importación de trigo azoreano durante las crisis de 1563 y 1582 30• - Continental peninsular: En el caso que nos ocupa, los contactos con los diferentes puertos portugueses -Lisboa, Viana. Oporto o Vila do Conde- no son nada desdeñables. Por un lado, nos encontramos con una variada documentación notarial destacando los poderes- en la que se especifica la necesidad de finalizar un negocio o cualquier otra actividad en Portugal. Es aquí donde se observa esos fuertes vínculos familiares. Es evidente que si se manda cobrar unas mercancías a través de un poder, en un primer término el otorgante debe de tener una relación bastante estrecha con la persona a la que va dirigida la carta, conciente de que es capaz de ejecutarla. Y en segundo lugar, del mismo modo, debe de haber tenido algún trato con el individuo sobre el que se ejecuta el poder. En este caso no encontramos un patrón determinado en cuanto a la nacionalidad del otorgante, puede tener cualquier origen, ser vecino o estante. Respecto a las otras partes implicadas, en su mayor parte sí son vecinos de Portugal. Citar como ejemplo el poder otorgado por el vicario Juan Baptista a Miguel Méndez, mercader y a Antonio 28

Luis

A. ANAYA HERNÁNI>EZ

y

Aurora ARROYO DORESTE. La Pes/e de

/60/-/606

c!ll

lar lslav

Canarias, pp. 181. 29

ToRRES SANTANA. E., El comercio de la.v Canarias Orielllales en riempos de Felipe 111, Las 1991; BRITO GONZÁLEZ. A. D., op. cil. Jo VIEIRA. A., Porlllgal y las i.rlas del Atlántico, Madrid, 1992, pp. 188.

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Palmas,

González, vecinos de Lisboa, para que cobren de Juan Jenos, comerciante y residente en Lisboa ciento veintiocho cruzados que equivalen a diez reales de plata cada uno. Y es que se le debe dicha cantidad por una letra de cambio que le libró Tomás Vendaval, vecino de La Palma en el año 1588 31 • - Continental africano: Desde mediados del siglo XV se atestiguan los continuos enfrentamientos entre Castilla y Portugal por la posesión de las islas Canarias. No es aquí el lugar para desarrollar este interesante tema, pero sí debemos apuntar que estos pleitos vienen dados por el interés que suscitó el control de la costa occidental africana. Respecto a lo que nos concierne, el territorio africano -y las islas de Santo Tomé y Cabo Verde como su apéndice- van a tener unas relaciones relevantes con Tenerife. En este caso, estos contactos van a ser fundamentalmente comerciales ya que finalidad última de estas plazas es la trata de esclavos. Por tanto, en estos espacios, la población de origen portugués va a ser mucho menor que en las otras posesiones, siendo su única finalidad el negocio de estas mercancías. De este modo, las relaciones desde Tenerife van a ser en su mayoría con comerciantes que se dirigen a África. Aunque aparentemente sea una red muy simple, a lo largo de nuestro periodo de investigación - sobre todo a partir de la unión de las dos Coronas- se va a ir haciendo más compleja. Lo que comienza con una compra de esclavos puede acabar no sólo en la venta de mercancías que tienen su origen en Tenerife o han pasado por ella, sino que a su vez estos esclavos acaban en una gran parte en diferentes puntos de América. Como ejemplo sirva la carta de poder de Luis Salmerón, capitán de un navío que parte de Santa Cruz con destino a Angola y de allí a Cartagena de Indias, llevando en su embarcación catorce pipas de vino para vende~

2

-Continental americano: De igual modo que sucede con África, las relaciones con América se van a ver fortalecidas paulatinamente hasta 1640. Son numerosos los trabajos que abordan los lazos de Canarias con este continente. Dentro de este apartado destacaremos el flujo de personas y mercancías. El Archipiélago se convertirá en lugar de paso de portugueses hacia América, esencialmente Brasil. Éstos van a tener en su mayor parte un origen judío, y este territorio se les antojará no sólo como lugar para escapar de la Inquisición, sino como un nuevo punto desde donde comerciar con las plazas inglesas y holandesas33 •

A. H. P. S. T., Gallegos, Alonso. 151111. diciembre, 14. la laguna, 1" 650-65 l. de. 1630, febrero, 11. La Laguna, 1" 79-82. Jl de ALMEIDA \VRIGIIT, A. F. P., SANTAEI.LA Stella. R. ((muria.v y Bra.iil Cll ••• , pp. 69

JI

¡~A. H. P .S. T., Mirubal Rivero, Fruncisco

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Posterionnentc. tras la restauración portuguesa, se trasladarán muchos portugueses de Canarias a Brasil. Las relaciones de las Islas con América en la Edad Moderna van siempre de la mano con el comercio del vino. A pesar de los primeros intentos de cultivar viñedos en Madeira, va a ser Tenerife la principal exportadora de este producto. Desde su fase de elaboración -como agricultores- hasta su venta -comerciantes- van a aparecer lusitanos. Si bien es verdad que no son los únicos extranjeros dedicados a la exportación y comercio de este producto. si van a ser los únicos que sean utilizados como mano de obra. No hay que olvidar que desde 1580 Brasil se incorpora a la Monarquía, y por tanto se legaliza un mercado extenso y con una gran demanda de productos manufacturados. Para Tenerife significó la apertura de una ruta de exportación del vino34 , a la par que el cultivo del azúcar iba decayendo y que poco después va a ser Brasil el gran exportador de este producto. Esta vía llegará a ser clave para todos los miembros de la población tinerfeña que se dedicaban, de uno u otro modo. a este cultivo. Tanto es así que el cierre de los mercados portugueses tras la ruptura de la Unión Ibérica va a conducir a una grave crisis. Para llegar a este punto, los comerciantes canarios vieron como su vino era sustituido en el mercado exterior por el portugués, fortaleciéndose esta situación con las Actas de Navegación que impedían comerciar con la América británica. y que tendrá como punto culminante la creación de la Compaiiía inglesa para Canarias en 1665 y el Derrame del Vino.

Pero todo este entramado de relaciones no podría ser posible sin un mayor número de contactos. Esto quiere decir que es necesario crear y consolidar amplias redes sociales y mercantiles entre las diferentes pla7.as. Porque tratos a escala local van a integrarse a su vez en otms conexiones mayores, en una jerarquía vertical de nexos. Como ya hemos esbozado, aunque las transacciones se hagan entre dos partes, puede haber muchas más personas que participen, directa o indirectamente de él. A su vez, estas redes verticales conectan con otras horizontales. Esto es, un producto puede pasar a otra plaza mercantil que lo redistribuye a otras zonas. En este tipo de casos se nos hace muy dificil seguir estas relaciones. y sobre el destino final del ~• BETHE!'iCOIJRT MASSIEU. A. Cimarias _t•e/ comercio de t•ilws (siglo XI'//), pp. 267. Como ejemplo de esta red, el viaje que realiza el maestre lusitano Miguel Ribas. que desde Lisboa hace escala en Santa Cruz de Tenerifc para aprovisionarse de más de doscientas pipas de vino que tienen como dt.'Siino la capitanía de Pernambuco en Brasil.

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producto. Aunque el vino de Tcnerife se exporte a Lisboa, no sabemos cuál es su destino final ni por lo que se ha cambiado. En el caso que nos interesa -y especialmente desde 1580 a 1640-, se desarrollan y aparecen nuevas redes de interacción. Si pensamos que durante la Unión Jbéricu una única Monarquía y sus vasallos controlaban las relaciones a ambos lados del Atlántico, no es de extrañar que a este espacio se le denominase Mare C/au.\"11111. Se trata de un territorio muy rico en recursos por explotar -América y África- y la puerta de entrada de éstos a Europa. Por lo tanto, Tencrife jugará un papel esencial en esta autopista de comunicación, en el que se van a instalar agentes no sólo para la exportación del vino sino para intentar controlar y bencliciarse de este espacio cerrado. En contrapartida, los extranjeros que no pueden participar de fbrma legal en estos negocios buscarán otros medios para participar en ella. Por un lado, crearan sus propios vínculos y relaciones con miembros que si pueden participar en él. Esto es, ingleses, holandeses o franceses buscarán alianzas con portugueses, bien para introducir a través de estos sus productos o para participar en el comercio de productos tan codiciados como la plata. el oro o el vino. Esta actitud se observa muy bien en varios ejemplos. como el poder dado 1630 por Trismo Locano a Francisco Rodrigues Bcgcmor, vecino de Lisboa para que cobre de Duarte Gil, mercader llamenco y residente en dicha ciudad, mil reales por una letra librada por Joan Jaques de Langc, francés y vecino de La Laguna'~. O más claramente en el caso del mismo año de Estcvan Guillote, mercader francés y residente en Tenerife. El cual es mandado por Lorenzo da Mares, vecino de Lisboa, para que cargue cuarenta y cuatro pipas de vino cuyo destino es Pernambuco y siendo el maestre de la nao

Amador Andrés Gramacho36 • Pero por otro lado buscarán una implicación directa en este espacio, fundamental para el sistema mercantilista del momento. Pam ello no súlo se crearán las mencionadas compañías. sino otras fonnas de actuación llevadas a cabo por piratas y corsarios. Por tanto. esto ataques no son más que un intento por irrumpir en espacio monopolizado. el

Mure Clau.wm.

'~A. H. P. S. T.• Ftmándcz de Villarrcal. Simón. 1630, mayo, 4. La Laguna, 1" 1'13194. ,. A. 11. P. S. T.• Alonso Argllcllo, Juan. 16311, octuhrc, 12. La Laguna. t• 348-349.

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EL ,\liTO DE LA "APARICIÓN" DE LA IMAGEN DE NTRA. SRA. DEL PINO EN TEROR (GRAN CANARIA) SEGÚN FRAY DIEGO HENRÍQUEZ.

Gustavo A. Trujillo Yánez. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria

A la memoria de mi abuelo, Antonio Trujil/o Henriquez.

"En efecto, no sé qué género de celo indiscreto, abusando del más religioso candor, había creído le era lícito, cumrdo exponía alguna nueva imagen al culto público, hacerla más recomendable, atribuyéndola un origen maravilloso, de que sería fácil amontonar ejemplos ". José de Viera y Clavijo, Noticias de la Historia General de las /.v/as Canarias 1• La Verdadera fortuna de las Canarias y breue noticia de la milagrosa Imagen de

Ntra. Sra. del Pino de Gran Canaria (En adelante se citará como Verdadera Fortzma)2 , es el título del manuscrito redactado a principios del siglo XVIII por el fraile minorita Diego Henriquez. Sin duda, se trata de una de las obras que más influencia ha ejercido en todos aquellos curiosos e investigadores interesados en conocer los orígenes de la advocación de la Virgen terorense. Asimismo, ha sido una de las fuentes más valoradas y apreciadas, pues de la misma, tanto Ignacio Quintana como Santiago Cazorla llegaron a señalar que constituye: "la más pura luz de los hechos de la aparición en el Pino en

aquellos oscuros tiempos "3, mientras que Néstor Álamo la definió como: "La más antigua y desconocida lristaria de la excelsa y gloriosísima patrona de Canarias", además de una obra: "básica para el conocimiento de lo que es y significa dentro de las

Canarias la Santísima Virgen del Pino·~. abrigando la esperanza de que: "cuantas personas hayan de escribir de tema tan avariciosmnetlle amado por todo canario como es el de la historia de la Santísima Virgen del Pino, habrán de consultar el texto del creyelllísimo Fray Diego "5• 1VIERA Y CLAVIJO, J. de: ¡\'oticias de la Historia GenerCII de las lshu CanariCis (Introducción y notas del Dr. Alejandro Cioranescu), Tomo l. 1982, p. 418. :El título completo es el siguiente: l'erdadem fortuna d(• las CmmriciS .1' breue noticia ele la milagrosa Imagen de Ntra. Sra. del Pino de Grcm Canaria. Dedica/o a la misma Reina de los Cielos, }' tierra, en todos insta/lles ele su Concepción. Purísima. y siem¡we Inmaculada. El R. 1'. fray Diego Henriquez Minorita. Hija ele la Prm·inda de smll Diego ele Canaria, /.ector Jubilado ex-Definidor, y calificaclar del S. Oficio de la ltrquisicián ele estas l.h:ll de L t La!!una. T~n~rifc. ' 1\111 LARES C t\IU.O, r\. y 111 l!lo:MWEZ S VAREZ, ~ 1. ( 1
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