POR LA SENDA DE CHRISTIAN DAM: INTELECTUALES Y OBREROS

May 24, 2017 | Autor: R. Tupia Aldoradin | Categoría: Historia Intelectual, Sociabilidad, História Social
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Descripción

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POR LA SENDA DE CHRISTIAN DAM: INTELECTUALES Y OBREROS ANARQUISTAS EN LIMA (1891-1920)

INTRODUCCIÓN

En el ambiente limeño, dentro del periodo llamado La República Aristocrática, se fueron entretejiendo diferentes espacios de interacción entre intelectuales y obreros, específicamente dentro de los círculos obreros anarquistas. Para poder adentrarnos a este asunto es conveniente rescatar a un personaje particular, quien tuvo trascendencia desde la masonería hasta las publicaciones anarquistas de los dos primeros decenios del siglo XX, tal persona es Christian Dam (1852-1920). Se tendrá como marco temporal la fundación del partido Unión Nacional (1891), partido político que va a encauzar las ideas anticlericales de Dam, de esta forma se pretende a su vez seguir el cambio de postura que va adquiriendo nuestro personaje hasta llegar al anarquismo, doctrina que abrazará hasta el último día de su vida (1920).
El proceso de las redes intelectuales que se fueron configurando no parece ser un caso sui generis limeño, ya que en otras latitudes de América Latina se fueron anudando las redes sociales de grupos, que a su vez buscaban la autodefinición como clases sociales dentro un marco económico social distinto. Pero ciertos elementos van a caracterizar a este proceso entre los que se puede mencionar el "(…) papel fundamental de la formación autodidacta y la producción y divulgación de publicaciones periódicas, como un medio específico para divulgar los avances científicos y culturales de la época" (LLAGUNO, 2015: 31).
Partimos desde la ubicación del personaje dentro de un contexto en el cual predominan la divulgación de las ideas de renovación social que giran en torno a la modernidad. La razón y el progreso serán los elementos constituyentes de este marco ideológico. En tal sentido Christian Dam, estuvo a cargo del semanario El Libre Pensamiento (1896-1904), órgano de difusión de la Liga de Librepensadores del Perú, esta publicación era de tendencia anticlerical, exhortaba la libertad de cultos, la separación de la iglesia del Estado y reformas radicales para la época. Sin embargo, la postura liberal va radicalizándose en Dam y llega a aterrizar en el anarquismo, evidencia de esto será su cercanía a las publicaciones de corte ácrata, tales como: El Oprimido, Los Parias, Humanidad, dentro del escenario limeño. La colaboración de dicho personaje en la prensa anarquista no se limitó a nivel local, también sus textos aparecen en publicaciones de Chile, Ecuador, Argentina y México.
Se escoge a la prensa anarquista como fuente base para conocer las redes intelectuales y de sociabilidad, ya que los periódicos no son sólo simples agentes de divulgación de las ideas anarquistas, sino, vale aclarar, representó un espacio de sociabilidad en la medida que fue un lugar de confluencia entre grupos sociales que van a interactuar para ir fortaleciendo el ideario en las clases populares. A través de diversos mecanismos, los anarquistas pretender alcanzar distintos objetivos, estos trascienden el plano económico, por ejemplo, el de un aumento de salarios de los trabajadores. Las aspiraciones trasuntan, pretenden fomentar un nuevo tipo de educación y fortalecimiento de valores morales, se configuran discursos que van a tratar de erosionar las diversas instituciones estatales y estilos de vida imperantes en la época.
Para poder adentrarnos a la observación de esta relación dinámica entre intelectuales y obrero es preciso añadir una cuestión de suma importancia: La definición del intelectual, atendiendo el significado para aquella época. Ricardo Melgar Bao, estudioso del movimiento obrero latinoamericano, maneja una noción denominada "capital letrado", retomando los planteamientos de Pierre Bourdieu sobre capital social, siguiendo a este autor un intelectual estaría constituido por tres indicadores principales: 1) Poseer capital letrado, poseer una instrucción formal: manejar la lectura y la escritura. 2) "(…) Tipo de trabajo específico realizado, como asalariado o como trabajador independiente, en el que este capital letrado se convierte en un capital cultural más abarcador y por lo tanto en un prestigio social reconocido, 3) Es una profundización de los dos anteriores, ya que pone a la persona particular descrita en una posición social favorecida y por la tanto, en una relación institucional particularmente privilegiada, sea en espacios educativos institucionales y/o fuera del Estado, como los ateneos, centros sociales y asociaciones culturales (LLAGUNO, 2015:33-34)

1.- CHRISTIAN DAM: PEQUEÑA SEMBLANZA
La literatura académica en relación al vínculo entre intelectuales y obreros anarquistas se ha centrado con demasiado énfasis en Manuel González Prada, no deja de ser importante su labor de propagandista de las ideas radicales, ya que estas atizaron las conciencias de los proletarios. Pero es de igual forma importante conocer a otros personajes que estuvieron a la vanguardia de la crítica social.
En este proceso de acercamiento entre los intelectuales de principios del siglo XX con los círculos anarquistas es relevante mencionar a la figura de Christian Dam. Tal personaje claramente demuestra la transición de algunos intelectuales que pasaron del liberalismo radical al anarquismo. Dam, no era de origen peruano, él nació en las Antillas Danesas en 1852, llegará al Perú posteriormente a los 18 años en 1871 y se nacionalizó peruano. Fue cirujano dental y perteneció a la masonería, llegando a ser gran maestre de la "Gran Logia del Perú" (1896 – 1898). Integró junto a Manuel González Prada y Abelardo Gamarra el partido Unión Nacional en 1891. Dirigió el periódico El Libre Pensamiento (1896-1904). Fue un constante colaborador de periódicos liberales radicales y anarquistas. Un periódico obrero de corte anarquista llamado La Protesta Libre, editado en Chiclayo, en 1906, realiza un biografía de este personaje, y lo define en los siguientes términos: "Profesional ilustrado y trabajador infatigable, la oficina de cirugía dental que fundó y prestigio diole medios para vivir independiente y para contribuir también á numerosas obras de beneficencia privada y de utilidad pública". Habría que agregar una labor más que emprendió y reafirma su espíritu altruista y filantrópico, fue comandante de la compañía de Bomberos "Cosmopolita", Dam realizó las gestiones necesarias, en el año de 1890, para que el gobierno de Cáceres cediera la propiedad del local de las antiguas carceletas de la inquisición.
Por aquellos años Christian Dam fue el artífice también de la fundación de la asociación dental de Lima, él obtuvo su título profesional en San Marcos (RAMOS, 2006: 110); esto podría explicar la cercanía a intelectuales de clases sociales privilegiadas.
Christian Dam fallece el 26 de abril de 1920, sus restos reposan en el Cementerio Presbítero Matías Maestro, el nicho está ubicado en el conocido "Cementerio laico" o también conocido como "Pabellón de los Suicidas".


Foto: Renzo Tupia A.

Para efectos de una mejor comprensión del itinerario ideológico y político de Christian Dam, es menester enfatizar las dos fases de su producción intelectual y sociabilidad con los obreros anarquistas.
2.- LIBERALISMO RADICAL
Dam aparece en el escenario político junto a otros intelectuales al momento en que fundan la Unión Nacional (1891), muchos integrantes de tal partido pertenecieron al "Círculo Literario". Quienes integraron la Unión Nacional, a parte del ya conocido Manuel González Prada (presidente del partido), fueron (se consigna el oficio u ocupación): Carlos G. Amézaga (periodista), Antúnez Dámaso (médico), Manuel Carrión (universitario), Abelardo Gamarra (profesor). Alberto Químper (abogado), José B. Ugarte (abogado), entre otros.
Dentro del programa de la Unión Nacional se puede contemplar: "Dar representación a las minorías y tender el sufragio directo y universal sin exclusión de los extranjeros", "Elevar la condición social del obrero", "recuperar, por iniciativa oficial, las propiedades usurpadas a las comunidades indígenas", "Hacer legal y prácticamente inviolable la libertad de conciencia, de imprenta, de sufragio, de reunión y de asociación". La aplicación de reformas con tendencia a la inclusión de los obreros peruanos fue una constante en los ideales del partido, aunque vale la pena mencionar que se pueden encontrar atisbos de xenofobia, por ejemplo, en el punto V del programa se menciona "Favorecer la inmigración europea y oponerse al fomento de la asiática", esto tendrá, tal parece, como factor la competencia en el mercado laboral que significaba la presencia china en el ambiente limeño, muestra palpable de esta cuestión se dará en lo motines de mayo de 1909.
Dentro de la masonería ocupó un lugar muy respetable en la Gran Logia del Perú (GLP), fundada en 1881, en pleno conflicto contra Chile. Dentro de esta gran confraternidad, llega a ostentar el grado de Gran Maestre entre los años de 1896 a 1898. Aunque renunció al cargo por problemas internos dentro de la GLP, esto a partir de una reforma acerca de la supresión de la Biblia de los altares masónicos, lo cual no fue del agrado de algunos masones adherentes a la religión, para evitar un cisma dentro de la masonería nacional optó por renunciar a su alto cargo, constantemente hizo la petición hasta que fue aceptada.
Las ideas propugnadas por la masonería estuvo a cargo de la:
(…) Revista Masónica que se comenzó a publicar regularmente en febrero de 1882, bajo la dirección colectiva de Christian Dam, Eduardo Lavergne y J. A. Ego-Aguirre; a partir del cuarto número quedó bajo la sola responsabilidad de Lavergne hasta 1896. Se imprimió primero en la «Imprenta de F. Masías y Hno.», pero, por la disposición del gobierno de ocupación, en julio de 1882, el número 9 se debió imprimir como parte del diario «La Patria» y con el sello de la «Imprenta de La Patria», pero en setiembre del mismo año recuperó su autonomía, aunque si- guió imprimiéndose en dicho taller hasta el número 18 (mayo de 1883). Del número 19 al 22 se imprimió en la imprenta «El Pueblo», hasta que a partir del número 23 (octubre de 1883) se comenzó a imprimir en la «Tipografía del Universo» del masón Carlos Prince (1836-1919). La revista, que luego asu- mió el nombre de Revista Masónica del Perú, cesó de publicarse en 1896 en que El libre pensamiento, bajo la dirección de Christian Dam, asumió el papel de órgano oficial de la GLP, con la novedad de publicarse cada semana y con avisaje comercial (CHOCANO, 2010: 423).
Pero, El Libre Pensamiento pasará a ser vocero de la Liga de Libre-pensadores del Perú, cuando Dam renuncia a la masonería. Aunque es preciso mencionar que antes de renunciar a la masonería, renunció al partido Unión Nacional en 1897 (Ibíd., 439-440). En aquella publicación propugnó la libertad de cultos y el anticlericalismo, constantemente exhortaría a las diferentes clases sociales a enrumbarse por la senda de una libertad alejado de los dogmas religiosos, poniendo en la centralidad de su pensamiento valores universales que implican el amor a la humanidad y la confraternidad.
EL LIBRE PENSAMIENTO" fue para él el medio de servir abnegadamente con su pluma y con parte de modesta fortuna la causa redentora de los pueblos. Ariete formidable de las ideas modernas y centinela avanzado de las libertades, en esa hoja se expusieron las mejores doctrinas, se denunciaron horrorosos desbordes clericales, se defendió a muchos inocentes y se pulverizó la enorme colección de supercherías y crasedades que forman la sustancia del catolicismo; todo franca y derechamente, todo con energía y entusiasmo dignos del más ferviente aplauso.
Luego de su salida tanto del Partido Unión Nacional y la Masonería se dedicaría Christian Dam a su labor doctrinaria de librepensador, pero lo que conlleva a anudar y facilitar su estrechez con los círculos obreros anarquistas, será la experiencia que tiene en gestionar y ser agente en canalizar las voluntades más nobles. Para la segunda fase del itinerario es preciso mencionar a las publicaciones donde participa, la cuestión social y la renovación del esquema mental de los más cercanos, el público que accede a las publicaciones anarquistas, constituyen sus objetivos en la labor doctrinera.


Fuente: Página web de la Gran Logia del Perú (http://www.glperu.org.pe/)


1.2.- EL ARRIBO DE LAS IDEAS ÁCRATAS
Para comprender la llegada de las ideas anarquistas al Perú, se pueden identificar tres vías de entrada: por el movimiento obrero anarquista internacional, inmigrantes europeos en América Latina y por medio de los intelectuales. En el primer grupo es importante la labor de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT); en el campo anarquista, esta entidad estableció en sus diferentes congresos:
(…) como uno de sus objetivos expandir las ideas anarquistas hacia América. La mejor manera para esta difusión resultó ser la vía migratoria la cual muy pronto cosecha sus primeros resultados ya que durante la década de 1870 florecieron [en] América a nivel orgánico algunas filiales anarquistas de la AIT, especialmente en Estados Unidos, México, Puerto Rico, Cuba, Brasil, Ecuador, Uruguay, Argentina y Chile y de la cual no escapa el Perú al establecerse en el año 1873 una filial de la AIT en Lima compuesta en su mayor parte por extranjeros. (LLANOS, op. cit.: 14)
A partir de aquel momento el anarquismo va teniendo una clara influencia a nivel de América Latina, además esta región se convertirá en un espacio idóneo para los proyectos sociales utópicos de los inmigrantes europeos; algunos de estos trataron de "implantar comunas libertarias entre 1860 y 1900 en Argentina, México y, específicamente, en Brasil. En este último país, el anarquista italiano Rossi funda en el Paraná en 1890 una comuna libertaria, que no pudo subsistir económicamente y quebró (TEJADA, 1988: 196). Las ideas anarquistas van a penetrar en los sectores populares artesanales y en la nueva clase obrera, irán calando en las agrupaciones de corte mutualista.
En el marco de la inmigración europea a América Latina que se dio en el siglo XIX, llegan las ideologías obreristas, Argentina será el país que acoja a una ingente cantidad de europeos, estos de las clases más adversas, llegando también nuevas formas de organizar al artesanado y al proletariado urbano industrial incipiente. Desde tal país llegarán elementos anarquistas que influenciarán de manera notable en el movimiento obrero peruano Argentina será uno de los países en donde se acentúa la presencia anarquista, acoge a una cantidad considerable de inmigrantes italianos, en busca de trabajo; italianos como Enrique Malatesta y Pedro Gori contribuyeron a la propaganda y la organización entre la clase obrera argentina. En 1901 se crea la Federación Obrera Argentina (F.O.A), al año siguiente ocurre un cisma, dos vertientes van a desarrollarse: una corriente socialista, representado por la "Unión General de Trabajadores" (1903); y la vertiente anarquista, representado por la Federación Obrera Regional Argentina (F.O.R.A). Esta última institución adopta el modelo anarcosindicalista, y será el motor impulsor a nivel de América Latina, enviando representantes a los diversos países de la región, entre estos tenemos al Perú. La F.O.R.A publicó el periódico La Protesta, órgano combativo anarcosindicalista, donde tendrá a su homónimo peruano, editado por la sociedad de resistencia "Luchadores por la Verdad".
Hay que agregar que la presencia de extranjeros, transmisores de las ideas sociales en el Perú, no fue muy numerosa:
Es pues absurdo atribuir a los extranjeros que nos visitaron la paternidad exclusiva de la propaganda anarquista en el Perú. Si en algún lugar debemos buscar la razón del arraigo de las ideas sociales, es en las propias condiciones de la situación peruana" (PAREJA, op. cit.: 54).
Algunos intelectuales de aquella época no fueron ajenos a las ideas anarquistas, hubo en muchos casos un cambio de postura, de liberal a una anárquica, tal es el caso de Manuel González Prada, Christian Dam, José B. Ugarte, entre otros. El caso más representativo es el de Manuel Gonzales Prada, quien a su regreso de Europa en 1898 se volcó hacia una postura ácrata, fue seguidor de autores como Kropotkin, Élisée Reclus y Anselmo Lorenzo. Su popularidad fue creciendo a causa del tono muy radical de sus críticas a los poderes establecidos. En su discurso de agosto de 1898 en el local de la Unión Nacional, el ensayista había designado al obrero y al campesino como la parte sana del país. La semana siguiente, su amigo C. Dam le invitó a dar otra conferencia en la Liga de Librepensadores que fue impedida por el gobierno…La Liga desempeñaba un papel de educación popular y concientización política mediante reuniones públicas en las que participaban intelectuales y trabajadores (DELHOM, 2001: 4).González Prada tuvo una influencia directa en el incipiente movimiento obrero, escribiendo de manera constante, con seudónimos o de manera anónima, en el periódico Los Parias. Prueba de esta estrecha relación con los obreros es el acto significativo de la conmemoración del 1ero de mayo en 1905, fue invitado por la FOPEP (Federación de Obreros Panaderos Estrella del Perú) a pronunciar una conferencia, titulada "el intelectual y el obrero", que fue de suma importancia para la historia social del país, donde exhorta el fortalecimiento de la unión solidaria entre todos los trabajadores, propiciando además la relación entre los jóvenes universitarios de la clase media y los proletarios (DELHOM, 2001: 5). Fue defensor además de la lucha emprendida por los obreros para la obtención de la jornada de ocho horas.


3.- CERCANÍA ANÁRQUICA: REDES INTELECTUALES Y SOCIABILIDAD, "SOCIEDADES DE RESISTENCIA" Y PRENSA
Los anarquistas se agruparon en "sociedades de resistencia", a través de estas organizaciones se pretendió difundir el ideario anarquista en Lima. El concepto de "sociedad de resistencia" es manejado por los obreros de la época, esto se verá en los periódicos anarquistas. Un activo organizador de estas fue el anarcosindicalista, obrero panadero perteneciente a la Federación de obreros panaderos "Estrella del Perú", Manuel C. Lévano, él define a las "sociedades de resistencia" en los siguientes términos:
(…)sociedades de resistencia son todas aquellas que están formadas única y exclusivamente por salariados y que aspiran á la completa emancipación de los trabajadores practicando como único medio para este fin la lucha económica y rechazando en absoluto la lucha política gobernativa (…). Y se llaman de resistencia, porque en su propia organización llevan invívitas las sacrosantas ideas de rebeldía, de lucha, de protesta, contra todo lo que significa explotación, opresión, servidumbre. (…). Ellas son centros de recreos morales y de enseñanza artística. Son escuelas en las que el obrero estudia y trabaja y aprende a administrar una organización ante las luminosas proyecciones del racionalismo científico. (Lévano, 1910: 17-19).
Como expresa Manuel C. Lévano, estas agrupaciones de corte libertario tenían como objetivo fortalecer la conciencia de los obreros. Los integrantes, también apuntaban a crear "una cultura de los subordinados, como un proyecto alternativo para una nueva sociedad" (TEJADA, 1988: 235). Estaban en contra de la política, el capitalismo y la iglesia católica, ya que todo ello representaba elementos que impedían el libre desenvolvimiento de las personas e iban en contra de la libertad y la igualdad. Entonces, como evidenciamos los objetivos de las "sociedades de resistencia", serán funcionales a la actividad emprendida por Christian Dam. En 1905, publicará un opúsculo anticlerical llamado "El Dogma de la Libertad", que circuló de manera gratuita, tuvo un tirada de 6300 ejemplares. Esto pues, es ejemplo de la amplitud de las ambiciones hacia la configuración de una nueva sociedad en el plano de la libertad de las creencias. La sociabilidad pues está presente, y Dam evidentemente fue un artífice connotado, que como se puede observar en los documentos, no sólo se limitó a las organizaciones liberales sino anarquistas. Las transacciones entre trabajadores y anarquistas, se pueden percibir mediante dos tipos de prácticas: la primera, tiene que ver con el aspecto formal, es decir, los centros de lecturas (bibliotecas obreras), ateneos y publicaciones periódicas; el siguiente es de tipo informal, lo cual se concreta en las charlas, reuniones. La distinción de estas tiene que ver con la regularidad e institucionalización. El proyecto cultural alternativo anarquista, va a paliar y en muchos casos reemplazar la educación que el Estado descuida en las clases populares.
Volviendo al asunto de las "sociedades de resistencia", ejemplos de estas organizaciones serán: "Luchadores por la verdad". Este grupo se conformó en 1910, luego de que algunos elementos anarquistas pertenecientes al "Centro de Estudios Sociales Primero de Mayo" decidieron formar otra "sociedad de resistencia". Dentro del grupo de "Luchadores por la verdad" podemos distinguir a artesanos, obreros e intelectuales, no hay una homogeneidad en su composición. Y esto lo podemos saber a partir del estudio del periódico que editó tal grupo libertario, La Protesta (1911-1926), dentro del grupo redactor se encuentran: textiles, choferes, pintores, ebanistas, panaderos, estudiantes universitarios, músicos, etc. En el primer número podemos leer los principios rectores que van a guiar el accionar de los militantes anarquistas.
Christian Dam entonces tuvo contactos con los miembros del Centro de Estudios Sociales Primero de Mayo, órgano que publicaba El Oprimido, algunos obreros anarquistas no se limitaban a la consecución de mejores pagos o cosas que se limitan al plano material, sino que forjan la pretensión de los valores, una utopía social. En tal sentido:
Los obreros anarquistas no se limitaron a perseguir reivindicaciones económicas, mediante la "acción directa" (como por ejemplo la huelga), ellos "también se preocuparían por coadyuvar al mejoramiento del nivel intelectual de la clase trabajadora (propender al engrandecimiento de la cultura de los trabajadores), fundándose: Grupos literarios, Centros de Estudios Sociales, publicaciones periódicas, Bibliotecas Obreras" (HUAMANÍ, 1998: 136).
Tenemos también que agregar la diversidad de periódicos anarquistas que se fueron editando en este periodo, primeras tres décadas del siglo XX, en sus páginas encontramos, no sólo manifestaciones de sus orientaciones ideológicas, sino textos de una carga política que arremetió contra distintas instituciones, actuaron como un medio donde se podían expresar los actores sociales, que sufrían en carne propia la inclemente tiranía del Estado opresor. Y fueron distintas las formas en las cuales manifestaron sus ideas, una de ellas fue por medio de la poesía:
"La lira anarquista fue un importante elemento de difusión a partir de este particular pensamiento de la época. La poesía se intercalaba con los demás artículos, siempre persiguiendo la misma consigna, que era la de enviar un mensaje determinado apelando a la inocultable sensibilidad que produce en el lector este género literario" (MACHUCA, 2006: 104).
Para poder finalizar, la cultura política de los obreros anarquistas se fue esgrimiendo en una sociedad marcada por el proceso modernizador, las prácticas políticas no surgieron de la nada, se tuvieron en cuenta los elementos constitutivos de asociación mutualista y de las asociaciones liberales, aunque se trate de deslindar en el discurso, en la práctica podemos notar todo ello, por ejemplo la primera biblioteca fue establecida por los mutualistas, y la fuerza anticlerical vino de parte del liberalismo radical. Dentro de estos grandes procesos de construcción de redes de interacción con fines que pretenden elevar la condición moral del trabajador, estará Christian Dam, un personaje que es un referente de la historia social peruana.




BIBLIOGRAFÍA
LLAGUNO, José Julián. (2015). "Anarquismo, sociabilidad obrera y redes intelectuales en Costa Rica: Un estudio de cultura política (1909-1919)". Tesis de Maestría, Costa Rica: Universidad de Costa Rica.

CHANG-RODRIGUEZ, EUGENIO. (2012). Pensamiento y acción en Gonzales Prada, José Carlos Mariátegui y Haya de la Torre. Lima: Fondo Editorial de la Pontificia universidad Católica del Perú.

CHOCANO, MAGDALENA. (2010). "Lima masónica: las logias simbólicas y su progreso en el medio urbano a fines del siglo XIX". Revista de Indias, 70(249), 409-444.

DELHOM, JOËL. (2001). "El movimiento obrero anarquista en el Perú (1890-1930)". Ponencia presentada en el Congreso anual de la Society for Latin American Studies. University of Birmingham, 6-8 avril.

LÉVANO, MANUEL C. (1910). Organización obrera. Lima: Biblioteca "Luz y Amor".

LLANOS, OSCAR. (2000). "El proceso de declive de la influencia ideológica política anarquista en el movimiento obrero peruano (1919-1932)". Tesis (Lic.). Lima: UNFV.

MACHUCA, GABRIELA. (2006). La tinta, el pensamiento y las manos. La prensa popular anarquista, anarcosindicalista y obrero-sindical en Lima, 1900-1930. Lima: Universidad de San Martín de Porres.

PAREJA, PIEDAD. (1978). Anarquismo y sindicalismo en el Perú (1904-1929). Lima: Ediciones Rikchay.

RAMOS NUÑEZ, CARLOS. (2006). Historia del Derecho Civil peruano. Tomo VI. El código de 1936. Vol. 1: Los artífices. Lima: Fondo Editorial de la Pontifica Universidad Católica del Perú.

SÁNCHEZ, LUIS ALBERTO. (1977). Nuestras vidas son los ríos… historia y leyenda de los González Prada. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos/Dirección Universitaria de Biblioteca y Publicaciones de la UNMSM.

TEJADA, LUIS. (1988). La Cuestión del Pan/ El Anarcosindicalismo en el Perú (1880-1919). Lima: INC.

FUENTE PRIMARIA:

La Integridad
La Protesta Libre














La Protesta Libre, "Biografía", nª 6, año III, 4ta semana de agosto de 1909: p.1.
Se puede comentar que este partido reunió a intelectuales con amargas experiencias de la guerra contra Chile; además de ser revanchista, fue anticlerical y radical. En el periódico La Integridad del 16 de mayo de 1891, aparece una reseña acerca de la fundación de este partido. "La Integridad era el título del semanario de Abelardo Gamarra, "El Tunante" (1851-1924). Lo empezó a editar en 1869. En él surgían toda clase de asuntos nacionales, con criterio provinciano y radical" (SÁNCHEZ, 1977: 121)
La Integridad, Lima, 16 de mayo de 1981, pp. 1 y ss.
Consultar: RUIZ ZEVALLOS, AUGUSTO. (2000). "Los motines de mayo de 1909. Inmigrantes y nativos en el mercado laboral de Lima a comienzos del siglo XX". En: Bulletin de l'Institut Français d'Études Andines, 29 (2): 173-188.
La Protesta Libre. Op. Cit. Pag. 2
La Protesta Libre. Op. Cit., p.1-2.

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