Ponencia Territorios de Frontera y Libertad en Cartagena Como Frontera o Margen de la Colonia1

September 3, 2017 | Autor: Camilo Díaz | Categoría: Archeology
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Descripción

Territorios de Frontera y Libertad en la Provincia de Cartagena del caribe
colombiano. El Partido de Cartagena Como Frontera o Margen de la Colonia.
Análisis de algunos aspectos sobre demografía, poblamiento y estructura
social en los siglos XVI - XVII.


Autor: Camilo Díaz Pardo
Antropológo, Universidad de Los Andes.
Magister en Arqueología University of Pittsburgh.
Candidato Doctorado en historia de América Latina. Universidad Pablo de
Olavide.
Profesor Tiempo Completo Universidad del Norte Barranquilla – Colombia.
Correo Electrónico: [email protected]
Calle 78 No. 55-157.
Barranquilla, Colombia.

Resumen:

El análisis del poblamiento en la primera parte de la epoca colonial de la
región caribe de Colombia ha carecido de suficientes estudios comparativos
y de la aplicación de información y conceptos provenientes de otras
disciplinas diferentes a la historia. Esta carencia se ha traducido en
monografías y estudios casi completamente dedicados al ambiente urbano de
la colonia. Pretendemos mostrar como ampliando nuestra visión a la cuestión
de los patrones de asentamiento que ha sido fructiferamente explorada desde
la arqueología así como conceptos revisados acerca de la frontera y de la
geografía cultural pueden ofrecernos un cuadro mas comprensivo de lo
sucedido en los siglos XVI y XVII cuando supuestamente los indígenas
desaparecieron – al menos de los recuentos historiográficos y como su
supervivencia en el interior de la llanura del caribe puede explicar el
enorme número de poblaciones que encontrarian los funcionarios borbones a
mitad del siglo XVIII.


Palabras Clave: Frontera, patrones de asentamiento, poblamiento colonial,
Cartagena, colonia siglos XVI y XVII.


Abstract:

In this essay we propose that the settlement patterns of the XVI and XVII
centuries in the Province of Cartagena are the result of a complex process
where the indigenous population played a more significant role that it is
actually accepted. The conditions that accrue the Spanish colonization
intermingling with the aboriginal processes of social complexity prior the
conquest had paradoxically allowed certain degree of freedom that not only
assured the physical survival of indigenous peoples in northern Colombia
but also produced in the end the settlement landscape of the XVIII century
where the vast majority of villages and towns epitomized as "rochelas"
"sitios de libres" and "palenques" attracted the attention of the Bourbon
colonial officials to launch the last large scale settlement project before
the fall of the Spanish mainland colonial empire.









FRONTERA O ESPACIOS DE LIBERTAD EN LA REGIÓN CARIBE – PARTIDO DE CARTAGENA
.


En numerosos trabajos sobre la historia de la Provincia de Cartagena del
actual territorio al norte de Colombia, se hace alusión pasajera a la forma
como las autoridades coloniales interpretaban a las tierras y habitantes de
las áreas que por su distancia de los centros administrativos encarnaban
todo lo opuesto a la vida en "república", a la civilización y al orden que
de acuerdo a las creencias cristianas debía existir en los dominios del más
católico de los imperios europeos. A pesar que la colonización del "Nuevo
Reyno", nombre con el que se conocía al actual territorio de Colombia
comenzo con expediciones que se iniciaron en el litoral, la región
adyacente a este, tanto de las provincias de Cartagena como de Santa Marta,
era vista como espacios donde hasta bien entrado el siglo XVIII,
predominaban una naturaleza indomable, poblaciones ajenas a los manejos
políticos y asiento de comunidades que podían poner en peligro las
comunicaciones con el interior y el abastecimiento de la ciudad misma. Esta
percepción no respondía simplemente a prejuicios nacidos de la asimetría de
poder surgida por la presencia de la población de origen hispano en
Cartagena en contraposición con sectores aborigenes y mestizos o mulatos
del ambiente rural. Probablemente y como lo vamos a exponer estas ideas se
cimentaron gracias a un complejo de actitudes culturales, factores
económicos y coyunturas históricas que facilitaron un "ethos" que
perduraría practicamente hasta los comienzos de la república y que, para
nuestros fines, forman parte también de la explicación que hemos querido
dar de los patrones de asentamiento que se configuraron en la región desde
el siglo XVI.

En primer lugar el concepto mismo de "frontera" indica una separación
física y de distanciamiento, en la literatura historiográfica
latinoamericana ha sido tratado como un tema pivotal en la explicación de
la expansión y el establecimiento de las naciones estado a traves del siglo
XIX pero sus implicaciones se han utilizado para entender procesos de
poblamiento que caracterizaron varias regiones del continente americano,
casi siempre con un fuerte elemento causal de origen autóctono o al menos
marginal a las políticas metropolitanas coloniales u oficiales sobre la
ocupación de nuevos territorios[1]. En este sentido de proceso y no
simplemente de lugar o escenario podemos articular esta idea para dilucidar
la manera en la cual una serie de actores diversos emprendieron la
fundación, colonización, modificación y/o reconfiguración de los
asentamientos existentes al interior del litoral caribeño del norte de
Colombia llevando a la formación de un enorme universo de espacios de
libertad donde las normas estatutarias de los administradores coloniales,
frayles, encomenderos, comerciantes y criollos estancieros y hacendados
solo se impusieron parcialmente al principio del periodo colonial y
posteriormente con enormes dificultades casi doscientos cincuenta años
despues de las primeras fundaciones en Tierra Firme por Pedrarias Davila y
Fernandez de Oviedo[2].

Desde otras aproximaciones el concepto de frontera ha sido utilizado para
arrojar luz sobre la situación marginal en la que quedo sumida la costa
caribe colombiana respecto al interior entendiendo que el concepto mismo
derivo de las creencias de la elite criolla neogranadina sobre la conducta
y el perfil pscológico de los habitantes de la costa[3]. Simultaneamente a
esta argumentación se ha planteado que desde muy pronto las imposiciones
económicas dictadas por el tráfico del comercio ultramarino y la falta de
especialización en productos con una demanda que incentivara economias de
escala convirtio a la región en una zona de paso donde las elites
justificaron en parte su falta de acción creando estereotipos culturales
apropiados al ambiente del dominio colonial[4]. En una tónica similar pero
enfatizando los factores referentes a las estrategías de autonomía y,
añadiria personalmente – las pautas de poblamiento aborigenes y aquellas
originadas a partir de la reorganización del poblamiento a finales del
siglo XVI – Polo Acuña (2008), argumenta que el rumbo histórico del Caribe
Colombiano en cuanto a la ausencia de una economia de plantación se debe en
buena parte a las tacticas de resistencia de la población aborigen;
indígenas, negros y mestizos para resistir el control colonial y que esta
dinámica no se debe meramente a la falta de recursos naturales o a la falta
de actitudes emprendedoras por parte de las elites o a la especialización
que fomento el orden colonial español en la producción de bienes
comerciales en sus colonias[5]. Aunque la discusión acerca de las
características que hicieron de este territorio una frontera en la colonia
no siempre son presentadas de manera directa la lectura de estos trabajos
indica un común denominador: la falta de la consolidación de las políticas
originales de poblamiento en el siglo XVI materializadas en la institución
de la encomienda pero también en las reducciones y doctrinas permitió
–durante al menos dos siglos– que los habitantes aborígenes y luego en
alianza o en relaciones de amistad y oportunismo con otros segmentos
raciales como esclavos fugados y mestizos, lograran evitar las imposiciones
mas severas de los españoles y criollos residentes en Cartagena[6]. No
obstante retornando al tema económico Borrego Plá (2006) piensa que aunque
la clase dominante española de Cartagena logro consolidarse en un status
semifeudal con las reparticiones, mercedes de tierras, haciendas, estancias
y encomiendas, la escasez (disponibilidad, seria mas exacto afirmar) de
mano de obra induciría a la formación de una economía de explotaciones
extensivas, mayoritariamente ganaderas y no agricolas y que la tierra
terminaría convirtiendose en el bien de acumulación de capital mas
preciado[7].

Volviendo a la comparación con otras regiones de América donde el primer
impulso colonizador quedo limitado a la franja costera, el caso de la
colonización de Brasil, en particular la región del sur de Bahía en Porto
Seguro donde llegaría Pedro Alvarez Cabral en 1.515 llama nuestra atención
por algunos paralelismos y en cierta manera, notorias similutudes entre los
procesos que dieron lugar a la formación de una región de frontera donde la
dominación colonial solamente pudo consolidarse en las áreas cercanas a las
primeras fundaciones pero donde el hinterland permanecería por mas de dos
siglos en una situación de autonomía de facto a pesar de numerosos
esfuerzos militares, visitas de oidores y misiones de frayles para reducir
a sus habitantes y traerlos a una vida en "República"[8]. El enfasis
tradicional en los estudios de la colonización del interior de Brasil ha
sido predominantemente emplazado en los eventos que surgieron desde la
segunda mitad del siglo XVIII con las reformas Pombalinas que a partir de
1750 significaron un renovado esfuerzo administrativo por integrar los
territorios al este de la faja costera y entre las colonias ya establecidas
de Bahía al norte, Rio de Janeiro al Sur y Minas Gerais al suroeste.
Coincidencialmente como en el caso de la región caribe colombiana, aunque
existe una gama de estudios al respecto casi todos dejaron de lado el papel
de la resistencia indígena y solo hasta hace unas decadas aparecen los
negros y pardos como parte del proceso en el cual se configuraría el
poblamiento del "sertao"[9]. En el análisis de los estudios del Caribe
colombiano podemos observar que casi todos aquellos concernientes con los
procesos de poblamiento del siglo XVI y XVII siguen rutinariamente el
esquema establecido por los historiadores españoles acerca de la
implantación, regularización y decadencia o desvanecimiento de la
encomienda para despues, dar muy poco peso al análisis de los resguardos,
la resistencia indígena , y el surgimiento de una "frontera interna" si nos
es dable llamarla así, ya que durante mas de dos siglos este territorio
estuvo al margen y en ocasiones completamente fuera del control de los
centros urbanos de Cartagena, Santa Marta y Mompox[10].

Algunos estudios ponen de relieve factores mas relacionados con la oferta
medioambiental que supuestamente jugaría un papel principal en el pobre
desempeño económico de las provincias del caribe colombiano y que
terminarían caracterizando la situación marginal (de frontera) del caribe
haciendolo poco atrayente para actividades económicas con uso intensivo de
la mano de obra y facilitando en su lugar actividades mucho mas extensivas
como las estancias y haciendas ganaderas que se consolidarían desde el
declive de las encomiendas en el siglo XVII[11]. Como parte de las
discusiones acerca de la ausencia de una economía de plantación en la costa
caribe colombiana Meisel (2006) retoma a algunos estudiosos de la geografía
incluyendo los primeros especialistas de la elite cartagenera de fines del
siglo XVIII, para analizar y reducir el problema del dinamismo económico al
final de la colonia a la evolución de un regimen de plantaciones; este no
se desarrollo en la Nueva Granada, nos dice Meisel, debido a la falta de
fomento tributario por parte de la metropolís (Pombo) y según Fermin Vargas
al clima malsano que producía bajos niveles de población[12]. Meisel,
fundado en estos estudios lanza algunas aseveraciones sobre el patrón de
poblamiento de la costa: un sistema disperso donde la población era escasa
o era libre y rebelde ante el dominio colonial y donde la población
indígena era muy poco numerosa[13], creemos que cae en una tautología al
explicar el patrón de poblamiento disperso por la baja densidad de
población "muy dispersa" y por una ganaderia trashumante la cual no parece
merecer una discusión ulterior[14]. Uno de los puntos mas discutibles o
que deberían garantizar un análisis mas profundo ya que es asumido como una
variable independiente, es el de la demografía en los siglos XVI y XVII en
especial con la dinámica de la población indígena de la cual tenemos muy
pocas fuentes confiables por fuera de las pocas visitas que se efectuaron
con el proposito de asentar las bases del tributo y reducir a los indios a
doctrinas y pueblos; políticas que se trataron de estabilizar sin mayor
éxito a lo largo del siglo XVII. No obstante dentro de lo dicho podemos
adicionar que todavía en el siglo XVII la población indígena lejos de estar
desapareciendo completamente habia al parecer logrado estabilizarse según
se puede dar testimonio de varios documentos donde los aborigenes figuran
en situaciones que varian desde la alianza oportunista para expediciones de
captura de cimarrones hasta una franca y abierta resistencia como la que
emprendieron los chimilas ayudados por indios de etnias ya sometidas en la
región adyacente del Río Magdalena y que se extendio en ocasiones a las
dos bandas del mismo río[15]. En efecto, y hasta bien entrado el siglo
XVIII encontramos referencias sobre los vinculos de la población "libre" y
los indios "demorados" o sometidos a la tributación con la gente chimila
que durante buena parte del siglo XVIII constituia un obstaculo a las
comunicaciones de las ciudades de la costa con las del interior y en
especial a la navegación por el río Magdalena que era la vía natural para
el comercio y la obtención de ganado, maíz, fique y otros bienes que venían
del valle de Upar, de la provincia de Ocaña y del interior granadino.

"Los Indios "demorados" del Rio de la Magdalena y gente libre de color
comunican con los barbaros de la nación chimila, induciendolos y
acompañandolos a los robos, hostilidades y muertes que ejecutan. Por
esto diferenciaban a los indios demorados que tenian que pagar demora
o tributo para diferenciar al "color" de los "libres". Con esto no se
trataba unicamente de contraponer al esclavo al "libre" sino de
homologar el color de los "libres". Esta referencia contrasta con la
que se hizo en el informe de Bartolome Tienda de Cuervo, escrito en el
1734, que habla de gente libre de mulatos, mestizos, zambos e
indios."[16]


Esta cita pone de relieve otra estrategia que se utilizaría mas
frecuentemente por parte de las autoridades coloniales y de los criollos a
finales del siglo XVII y a lo largo del XVIII; la caracterización cambiante
de los habitantes de las llanuras y serranías del Caribe en lo que Herrera
(2006) clasificaría como una estrategia de doble proposito; por un lado
generalizar para impedir cualquier asomo de formación de solidaridades
entre los habitantes cada vez mas mezclados por el mestizaje y la
cooperación o la cooresidencia en sitios fuera del control de las
autoridades coloniales, por otro la fragmentación- al instituir numerosas
categorías en las castas- que simultáneamente impedirían las solidaridades
de grupo entre colectividades que a pesar de su cercanía podían trazar
diferentes origenes geográficos y/o étnicos, pero que debían compartir
intereses comunes y establecer alianzas familiares y políticas cada vez mas
estrechas[17].

Reconstruir las poblaciones a partir de los documentos en especial de
finales del siglo XVI y en el siglo XVII y XVIII se hace entonces
particularmente dificil una vez que entendemos que las categorías mismas
usadas por los administradores coloniales cambiaban de acuerdo a las
necesidades de establecer o consolidar el dominio sobre ciertos sectores de
la población. Como debemos esclarecer la importancia relativa de la
población indígena a lo largo de los primeros dos siglos de la colonia
(periodo que por razones de diferenciación en lo que respecta a nuestro
interes particular se extiende desde 1.501 hasta 1.740) tomaremos algunos
elementos de juicio sobre la dinámica poblacional de ese periodo y asi
establecer las estrategias tanto de la población aborigen para conservar su
libertad o ganarla en caso de haber sido sometidos, como los métodos usados
por los españoles y criollos para dominar el territorio adyacente a la
ciudad de Cartagena obteniendo de esa manera (o al menos lograndolo
parcialmente) el dominio de la mano de obra necesaria para crear una
economía de exportación de bienes a Europa y la consolidación de rutas de
comercio hacia y desde el interior Granadino.


PATRONES DE ASENTAMIENTO Y DINÁMICA POBLACIONAL 1.501 – 1740.

El primer periodo que podemos considerar colonial lo hemos extendido hacia
atrás al año de 1.501. Sabemos que esto no sigue el esquema cronológico
que tradicionalmente se ha aceptado respecto a la historia colonial del
caribe colombiano que en términos mas ortodoxos solo reconoce como su
inicio la fundación de las primeras ciudades que –ademas de permanecer como
tales– se establecieron en lo que los exploradores peninsulares llamaban la
"Tierra Firme". En efecto, creemos que las relaciones y los procesos de
cambio social y económico que se tejieron a partir del contacto con los
europeos no necesariamente comenzaron automáticamente con la presencia
física continua de los mismos en el territorio americano sino que se dieron
de una forma gradual pero a la vez, en un "crescendo" que se manifestaría
de una forma casí imperceptible a inicios del siglo XVI pero que a finales
de ese mismo siglo terminaría cambiando por siempre el mundo social,
económico y cultural del caribe prehispánico para convertirse
paulatinamente en el caribe que plantea Mintz "una ekumene" donde se dio,
con casi tres siglos de anticipación la modernidad, como un fenómeno
sociológico que eventualmente abarcaría el mundo a partir de la
industrialización y las revoluciones de finales del siglo XVIII[18].

La llegada de los españoles a principios del siglo XVI comenzaría un
proceso que transformaría inevitablemente el paisaje cultural y demográfico
del norte de Colombia. Las reconstrucciones demográficas como se ha
señalado en varios trabajos son dificiles de efectuar basandose unicamente
en los documentos disponibles en tan temprano momento de la penetración
española[19]. Las discusiones sobre demografía no son meramente
disquisiciones intelectuales sobre el número de habitantes que existieron
en epocas prehispánicas o aun mas recientes; es bien sabido que en terminos
absolutos los niveles de población ofrecen indicios claros sobre la
capacidad de los ecosistemas para sostener un sistema sociopolítico cada
vez mas complejo; los pueblos sedentarios con economias de extracción
intensiva en las que se incluye ( no siempre) la agricultura, en general
poseen una densidad poblacional mas elevada que la de pueblos o comunidades
de nomadas y cazadores recolectores [20]. Recientemente, se ha propuesto en
el marco de los estudios sobre el cambiante panorama demográfico y de
patrones de asentamiento como las formas de organización social
representadas en las pautas de residencia del periodo prehispánico
influyeron en el resultado de las políticas de poblamiento coloniales y
como algunas dinámicas de nucleación o concentración poblacionales tuvieron
antecedentes prehispánicos que se ignoraron en la mayoría de los estudios
historiográficos al respecto[21].

Desde 1501 los españoles encontraron un número de poblaciones indígenas que
presumiblemente se hallaban en diferentes estadios de evolución
sociopolítica y de centralización administrativa, Alonso de Ojeda llega las
costas de Tierra Firme en 1501 y establece contactos con indígenas de Santa
Marta. Posteriormente y en un lapso de tiempo no mayor de cinco años,
Rodrigo de Bastidas, Fernandez de Oviedo y otros navegantes hacen la
travesia desde la base española de Santo Domingo para establecer factorias
comerciales y aprovechar las potenciales riquezas que se anunciaban de esta
costa extensa y bien poblada. A pesar de que estas expediciones eran de
alcances limitados y su principal proposito el de traer esclavos e
intercambiar bienes europeos por oro y perlas algunas tenían en sus
tripulaciones a escritores que nos han cedido las primeras imágenes del
statu quo demográfico y social de la costa caribe[22].

Entre los datos que aporta Oviedo vale la pena destacar algunos aspectos
que no han sido objeto de atención anteriormente. A pesar que en la costa
de Tierra Firme no existían unidades políticas de la magnitud como las
encontradas posteriormente en México y en Perú, el desarrollo de los
intercambios a larga distancia era comparable con el que sostenían
sociedades de escalas demográficas y de complejidad política mucho mayores
en la América del Contacto. El fenomeno de los intercambios debe estudiarse
a la luz de las interpretaciones antropológicas sobre la forma como las
comunidades no industrializadas cimentan el orden social, legitiman las
relaciones intra e inter sociales y proveen de un contexto de conocimientos
esotéricos, empíricos y practicos en un mundo donde el texto escrito y los
intercambios de valor asimetricos no regulaban el orden social general. Si
los españoles pudieron establecer con cierta holgura unas relaciones de
trueque, clientela o intercambio en los primeros contactos con los
aborígenes de las costas de Colombia esto se dio porque los habitantes de
esta región ya acostumbraban hacerlo con sociedades aborígenes tanto dentro
de la misma area en particular como con las que residían en regiones
adyacentes de centro américa y del caribe insular[23]. Aunque la evidencia
no es muy abundante existen algunos indicios acerca de la capacidad técnica
y de los elementos que fueron objeto de demanda para su consumo ritual o en
ciertos escenarios cotidianos: el caso de la cerámica europea; mayolica y
botijas asi como elementos de hierro encontrados en sitios arqueológicos de
la Sierra Nevada y del litoral adyacente en Bonda y Pueblito han sido
interpretados como parte de un sistema mas amplio preexistente de
intercambios de oro, telas de algodón, piedras semipreciosas por el vino y
el metal europeos percibidos como utiles en la ideología de poder de las
elites aborígenes y en el caso particular del vino en las festividades de
competencia ritual donde los caciques ponían en escena su poder político y
su capacidad de sumar clientelas mas grandes a su economía esencialmente
redistributiva[24]. Oviedo menciona también la importancia de las hachas
de hierro como un objeto que los indígenas del Darien y en general de la
costa desde Santa Marta hacia el sur habían aprendido a apreciar por su
utilidad practica, pero seguramente tambien por la ventaja competitiva que
otorgaba a quien las usara tanto en labores cotidianas como en tiempos de
guerra:

"….é de otro hierro viejo é hiciéronme hasta quinientas hachuelas
pequeñas como las querían los indios para las exer citar con sola una
mano porque hallaban pessadas las hachas vizcaynas que primero yo avia
hecho rescatar con ellos Y holgaron mucho con estas jiachuelas por ser
pequeñas puesto que no valian nada assi por ser sin acero que no le te
nian ni lo avia para se lo echar como por ser mal templadas."[25]

El mismo cronista menciona como Colon encontro una canoa o piragua con vela
cerca al cabo al que le daria el nombre por este hecho en 1500 [26], este
tipo de embarcaciones no seria usado solo para viajes locales sino que
aprovecharian los vientos alisios para navegar cerca a la costa en viajes
de intercambio, que por algunas evidencias consistiría de pescado seco,
sal, telas y caracoles entre las diferentes comunidades del litoral.

El intercambio entonces, no se daría simplemente entre sociedades enfocadas
en la subsistencia rasa y sin contactos en un mundo de localidades; el
intercambio y el consumo diferencial o dirigido a ciertos elementos que
jugaban un papel primordial en la ritualidad, la política y la economía de
la región nos hablan de sociedades en pleno dinamismo y que corresponden en
terminos demográficos a comunidades con varios cientos o miles de
habitantes donde la demanda por bienes de prestigio era un signo de
vitalidad económica y la competencia por el poder político un marcador de
sistemas en transición hacia la complejidad que ya se había alcanzado en
otras áreas del continente.

Posteriormente al establecimiento del orden colonial comenzo la repartición
de encomiendas por Heredia asi como las visitas que se sucedieron para
regular la tasación del tributo, concentrar o reducir las poblaciones y
poner freno a las numerosas quejas que se recibían en la corte debido al
maltrato a los indígenas y a las disputas entre los encomenderos por la
repartición de tierras e indios. Este periodo (1.560 – 1.611) nos provee de
los datos que consignaron los visitadores y jueces españoles, datos que
deben ser tomados con cautela ya que existian numerosas dificultades
logisticas para llegar a los sitios de poblamiento[27]. Las visitas de
Melchor Perez de Arteaga en 1.560 y de Juan de Villabona en 1.609 son las
mas detalladas, ademas en el lapso de tiempo trascurrido entre estas dos
visitas asistimos a cambios palpables en el ordenamiento espacial que se
harian evidentes mas tarde en la configuración de los asentamientos y
pueblos que quedaban a finales del siglo XVII[28].

Perez de Arteaga encuentra una situación caótica en la forma como se
cobraba el tributo en la Provincia de Cartagena, el visitador hace mención
de cincuenta y dos poblaciones indígenas reduciendolas a veintidos de las
cuales siete eran doctrinas. Dio instrucciones muy precisas sobre las
caracteristicas que debían tener incluyendo una muy importante: el de
mantenerlas alejadas de los principales caminos de la región y que
probablemente tendria hondas repercusiones mas tarde en los intentos por
ejercer un control mas estrecho de las poblaciones del área. Otras
instrucciones especificaban que debian seguir una reticula con calles y
plaza central e iglesia asi como un terreno comunal para la siembra,
también que en cada pueblo debia vivir solo una "parcialidad"albergando un
mínimo de 50 vecinos (tributarios) lo que parece indicar un grupo de
filiación común[29]. Es muy probable que puedan tratarse de grupos
residenciales ya existentes entre la población indígena y que el visitador
quiso conservar[30].
Asi para 1.562 los poblados indígenas habían sido reducidos a 22 en el
partido de Cartagena y la administración colonial habia establecido una
legislación muy precisa sobre la disposición espacial de los asentamientos
especificando unos patrones muy hispánicos en cuanto a la configuración y
ordenamiento espaciales: la plaza, la reticula y la iglesia en un lugar
central. No obstante encontramos una serie de concesiones que responden a
un modelo de asentamiento indígena y a elementos inherentes a la residencia
siguiendo normas de filiación vernaculas y que el visitador no se atreve a
ignorar o menospreciar completamente. La mención de un terreno comunal para
asegurar el abastecimiento de la población asi como de la unidad llamada
"parcialidad" con una membresía no menor de cincuenta individuos llaman la
atención sobre elementos característicos de poblados indígenas que como en
la Sierra Nevada estaban presentes pero que también existían en otras
partes de la costa caribe al momento de la Conquista[31]. Borrego clasifica
esta visita, al menos en lo que respecta a la reducción de los indígenas,
como un "éxito" aunque esto es discutible en vista de las numerosas quejas
que posteriormente llegarían a la corte y que fueron objeto de numerosos
pleitos legales hasta bien entrado el siglo XVII[32].

El visitador Villabona quien comienza su visita en 1.609 y la termina solo
tres años mas tarde interviene de nuevo para reducir a la población
indígena a un número menor de asentamientos; en efecto de veintidos pueblos
trata de consolidar solo once pero al parecer sin ningún éxito ya que como
se menciono solo 20 años mas tarde el estamento cartagenero manifiesta el
fracaso evidente de esta medida. Esta visita trato en cierta manera de
amortiguar el impacto de las primeras reparticiones hechas en el siglo XVI
y es interesante anotar que no solamente trata de reordenar y reorganizar
el tributo basado en el trabajo sino que hay disposiciones claras en cuanto
al ordenamiento espacial, en líneas generales reafirma y restablece las
medidas tomadas por Arteaga respecto a las rozas comunales para la
subsistencia de los indígenas. Este arreglo correspondía probablemente a la
forma como se desarrollaban las relaciones entre los caciques y sus
sujetos; el "tributo" consuetudinario entre los pueblos indígenas de la
costa estaba constituido por trabajos para los caciques en una forma de
servicio y no el pago de bienes tangibles que era la forma acostumbrada en
el Viejo Mundo, estos servicios ademas se veian recompensados por la
generosidad de los caciques a la hora de la redistribución de los
excedentes y de la distribución de comida y bebida en las fiestas comunales
de carácter competitivo[33].

En las primeras decadas del siglo XVII era evidente la escasez de mano de
obra indígena en el territorio del partido de Cartagena (posteriormente de
Tierradentro), los integrantes del cabildo hacen una petición muy
ilustrativa una vez terminada la visita de Villabona y como respuesta a las
cortapisas legales que el juez trataba de imponer sobre los abusos al
usufructo de la mano de obra disponible: se hace una petición a la corte
para permitir la importación de esclavos indios procedentes del Brasil:
Marañón o Amazonas que hubiesen sido rescatados de los caribes o que fuesen
prisioneros de guerra, para que trabajaran en hatos y estancias de ganado,
dada la disminución de los naturales de aquella provincia y el elevado
precio que alcanzaban los esclavos negros en la misma[34]. Esta requisición
es interesante ya que señala que en los inicios del siglo XVII las elites
criollas y españolas de Cartagena se inclinaban por dedicar cualquier mano
de obra disponible al cuidado de hatos ganaderos mas que a la producción
agricola. Esta tendencia en lo que respecta a las actividades económicas
indudablemente también influyo en el ordenamiento espacial y la
territorialidad ya que las estancias ganaderas aunque necesitaban extensas
dehesas a la vez permitieron que los asentamientos aborígenes o las nuevas
fundaciones se establecieran en sus inmediaciones para satisfacer en parte
las necesidades de bienes básicos como el maíz y otros frutos que la
estancia no producía[35].



ORDENAMIENTO ESPACIAL Y TERRITORIALIDAD.


Según los relatos de los primeros cronistas podemos destacar que los
asentamientos indígenas eran numerosos aun cuando su distribución en la
región no es del todo clara, el primer objetivo de las politicas de
poblamiento de la corona y de los españoles establecidos en las ciudades
costeras fueron los indígenas, Fernandez de Oviedo cita al menos sesenta y
dos pueblos de indios existentes allí en las primeras decadas del siglo XVI
aunque no es claro en que extensión del litoral se encontrarían estos
asentamientos y posteriormente Pedro de Heredía haría un recuento de las
poblaciones que hallo a su paso entre las que destacaban Cipacoa, Mahates y
Zamba debido al grado de centralización política que habían alcanzado y a
las rivalidades que mantenían, hecho que facilito la conquista del
territorio. Heredia dice que la mayoría de los pueblos que encontro en su
primera entrada hacia el Rio Grande estan entre "cada legua o dos leguas"
de distancia entre si, lo cual podria ser una exageración para aumentar el
valor de la tierra y llamar la atención de la corte pero que también podria
corresponder a un patrón de poblamiento seminucleado y disperso como
veremos mas adelante. No obstante el mismo Heredia y otras fuentes indican
que algunos pueblos estaban concentrados y cercados; que la guerra era
endémica y que en algunos casos en los pueblos mas grandes existían
divisiones o "barrios" lo cual correspondería con algun tipo de
jerarquización u organización política similar a la que describen para los
indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta[36]. La distribución de la
población podria presumiblemente seguir un patrón de asentamiento donde la
localización estaría en gran medida condicionada por la existencia de
recursos básicos para una economía agricola gracias a suelos medianamente
fertiles y la presencia de fuentes de agua permanentes. No obstante esto
último habria que valorarlo con un estudio arqueológico y medioambiental de
suelos, distribución de recursos hidrícos y otras variables que puedan
arrojar luz sobre las correlaciones entre el medio ambiente y la
organización social de la época.

Según lo que hemos mencionado algunos autores aseguran que el grado de
integración política anterior a la conquista incidío en la manera como los
pueblos indígenas se relacionaron con las políticas coloniales en
particular los esfuerzos por centralizar o nuclear a la población para
facilitar su sometimiento y su colaboración voluntaria o forzosa al aparato
tributario del imperio español[37]. Es posible sugerir que las variaciones
en densidad de población y en concentración de la misma que puedan señalar
el surgimiento de jerarquías de asentamiento – mas alla de un único nivel
de aldeas o caserios indiferenciados- para el período inmediatamente
anterior a la Conquista, podrán relacionarse estadísticamente con factores
tales como la presencia en la Colonia de encomiendas, parroquias o sitios
donde la administración colonial especialmente a través del cura o
doctrinero pudo ejercer un mayor control sobre las actividades del pueblo.
Esto se debería no tanto a la presencia misma de una mayor densidad
poblacional que lógicamente atraería la atención de la administración
colonial sino a la mayor facilidad con que las comunidades aborigenes
aceptarían un poder centralizado ya que habrían hipoteticamente
"naturalizado" un modelo de ordenamiento espacial similar con el que habían
convivido durante mucho tiempo antes de la conquista[38].

Independientemente del tipo exacto de poder que existía en estas sociedades
cacicales es concebible pensar que en algunas de estas poblaciones se
estaban dando procesos de nucleación y concentración de la población como
el caso de los pueblos "grandes" de Cipacua y Turbaco donde hay "buhios
muy espesos" lo que señala aglomeraciones de residencias que el cronista
piensa, merecen mención aparte[39].

Otro aspecto que empieza a ser notorio desde la segunda mitad del siglo XVI
especialmente en atención al carácter fronterizo de la zona es la presencia
de los cimarrones, los negros, mulatos y zambos que escapaban de la ciudad
y encontraban convenientes refugios en el hinterland de Cartagena. Es dable
pensar que la organización espacial de los asentamientos existentes en
relación con las características físicas del territorio lo harían de
difícil acceso para las expediciones punitivas o de control provenientes de
los centros coloniales. En este orden de ideas es probable que estos
asentamientos – palenques o rochelas- asi como otros posteriores a las
guerras cimarronas tuvieran un carácter efímero consecuente o al menos
consonante con los asentamientos indígenas de fines del siglo XVI cuya
naturaleza no respondia a factores demográficos u económicos sino a
consideraciones de tipo defensivo y estrategico, con el objeto de frustrar
primero a las expediciones militares y mas tarde a los curas y funcionarios
que tratarían de concentrar a la población según tenemos numerosos
testimonios de los mismos durante los siglos XVII y XVIII[40]. Esta
situación paradojicamente habria sido reforzada por la insistencia de los
visitadores del siglo XVI y principios del XVII que estipulaban la
necesidad de establecer a las poblaciones indígenas lejos de los
principales caminos evitando asi su contacto frecuente con los españoles
como habiamos mencionado con anterioridad.

Al iniciarse el siglo XVIII la situación en la provincia es de confusión
administrativa y mezcla de habitantes de diferentes procedencias étnicas y
de diferentes escalas en la abigarrada jerarquia racial y social de los
españoles[41]. Las dificultades para la burocracia colonial y para los
estamentos de la iglesia en sus propositos de clasificar y ordenar el
territorio se hacen evidentes a la hora de llevar a cabo censos o
determinar quienes pertenecían a la jurisdicción de los diferentes cargos
establecidos para ejercer el control social, político y religioso de la
región. Esta situación había sido causada por un proceso que contrasta
diametralmente con los desarrollos que dieron lugar a los patrones de
asentamiento al interior del Nuevo Reyno. A pesar que en una primera
instancia las autoridades peninsulares trataron de sujetar a los habitantes
de esta zona del Caribe a poblamientos nucleados: reducciones, encomiendas,
pueblos de indios, etc., las condiciones cambiantes en la demografía de la
región, y el cambio de eje político hacia el interior permiten que la
presión de las autoridades españolas y de los habitantes de las ciudades se
desvie temporalmente y las pautas de poblamiento sigan a partir de entonces
un curso marcado por factores mas cercanos a la dinámica histórica y
elementos autoctonos de esta región. No debemos no obstante lo dicho
descartar la influencia que pudo haber jugado en este fenómeno las
estrategias de resistencia pasiva de la población aborígen, en efecto el
visitador Villabona se queja que en algunos pueblos los indios en edad de
tributar se encontraban ausentes al momento de su diligencia y por lo tanto
los guarismos no corresponderían con la población real evitando así el pago
de la demora o induciendo a hacer creer a los funcionarios que ciertas
comunidades simplemente no contaban con los suficientes tributarios para
los propositos de asegurar el abastecimiento de Cartagena[42]. Los abusos
continuos de parte de encomenderos y estancieros indujeron a tacticas de
fuga aun si las visitas parecieran favorecer la causa de los indígenas ya
que desde el punto de vista de los aborígenes todos los españoles
pretendían explotar su trabajo y sus bienes:

"…Fue a Lorica, Montur y Tomina pueblos del rey y en ellos no hallo
ningun indio y de allí fue a la estáncia de Juan de Arce y no hallo
negro , ni mayordomo solo hallo un negro de 80 años al que tomo
declaración y así recibi la información de la fuga.ÿ Los demas
testáigos se han ido al monte y el mayordomo se fue al Darien con D.
Francisco Maldonado general del mismo. Que alguien aviso y los indios
se huyeron ÿ Embarga un barco que se llama Nuestra Señora del Buen
Viaje donde Juan de Arce tiene embarcadas 40 o 50 cabezas de ganado de
cerda del dicho Juan de Arce(el arraez y dueño del barco Francisco de
Sierra).ÿ Un indio testáigo menciona que en 1619 se habían cogido 230
fanegas de maiz que se saco en un catarve y que desgranado para la
cuenta tuvo seis fanegas de maiz poco más o menos el cual saco el
testáigo para el sustento del servicio."[43]

Si este es el caso entonces la situación demográfica y el ordenamiento
espacial existentes en el siglo XVII no responden como supone Ruiz Rivera a
una "idiosincracia" de los aborigenes que los aferraba a sus paisajes y a
sus dioses naturales sino mas bien a la desestructuración causada por la
Conquista y tambien formas de resistencia pasiva a concentrarse en pueblos
donde sería mucho mas facíl para los españoles acceder a la explotación
económica de la mano de obra indígena, esto se puede constatar con los
fracasos de los intentos reduccionistas de casi todas las visitas en
especial la de Villabona en 1.609[44].

A diferencia de otras regiones del país donde se sucederían una serie de
rebeliones como la de los pueblos de la vertiente occidental de la
Cordillera Central hacia 1550 y otros eventos consecutivos derivados del
rechazo a las Nuevas Leyes de Indias, la primera parte de la epoca del
dominio español en la Provincia de Cartagena trascurrio sin mayores
sobresaltos, no obstante muchas encomiendas repartidas desde 1540 serían
abandonadas por la falta de los indios tributarios hacias finales del
siglo. Solamente perdurarían algunas encomiendas en Galapa, Baranoa y
Tubará hasta bien entrado el siglo XVII pero el peso demográfico de sus
integrantes empezaría a reducirse ante el surgimiento cada vez mas
frecuente de sitios de "libres" a todo lo largo y ancho del territorio. La
aparente desaparición de los pueblos de la población nativa tambien esta
atestiguada por el proceso doctrinero que comenzo muy tempranamente en la
Provincia de Cartagena. Los religiosos que habían penetrado hacia el Río
Magdalena desde las primeras entradas de los conquistadores habían sido
encargados del adoctrinamiento de la población aborigen, entre estos
destacan la orden de los dominicos que se encargaron de las reducciones de
indígenas en la provincia de Cartagena. El padre Zamora, cronista de esa
orden a finales del siglo XVI nos informa de veinte doctrinas, de las
cuales, señala habían desaparecido dieciséis de ellas al finalizar el siglo
XVII[45]. Un documento de 1.675 nos permite resaltar algunos aspectos de
los asentamientos que hacen posible proponer una visión menos optimista
sobre los exitos de la política de reducción que la metropolís había
iniciado unos ciento treinta años atrás[46]. Uno de los elementos que
especifica el visitador eclesiastico es el de la necesidad de concentrar y
obligar a los indios a vivir en vecindad de la doctrina ya que al parecer
muchas familias se veian obligadas o preferían vivir cerca de las estancias
de los españoles:

"….sin permitir que con sus familias se abesinden en las estancias
distantes donde carecen del pasto spiritual de sus almas por la
conbeniencia temporal de sus encomenderos, y sin con modo blando y
suave no pudieren conseguirlo, den noticia al señor governador de su
distrito para que con su autoridad y auxilio se execute esto que tan
repetidamente tiene ordenado Su Magestad (que Dios guarde) y castigue
al que lo contradijere, pues vibiendo los yndios en sus pueblos no se
menoscaban ni padesen el riesgo de morirse sin confessión, están bien
doctrinados, se descarga la real conciencia y se cumple con la
obligassión del oficio, y con aucentarse se tiene experiencia de que se
disminuyen, padeciendo en algunas partes molestias, vejaciones y
rigurosa servidumbre por hallarse distantes de pastor y cura que los
defienda"[47].

Otras normas consignadas incluyen la prohibición de usufructuar el trabajo
personal de los indios sin dar a cambio un salario o paga justo por los
servicios recibidos, en especial todo lo que se refiere a "grangerias" en
las que incluia trabajos: "…en rozar, sembrar, hilar, tejer, sacar pita, o
en otro qualquier exercicio que sea en orden a grangería que tanto desdice
de nuestra sagrada professión"[48]. Esta particularización permite suponer
que aún a finales del siglo XVII era necesario repetir las ordenanzas ya
preterítas del siglo XVI y que la efectividad de la política española hacia
el ordenamiento espacial y el trato a la población de los indígenas del
partido de Cartagena habia sido constantemente desafiada por los hechos y
por los intereses tanto de los colonos como de los propios aborígenes hacía
los cuales estaba dirigida.




CONCLUSIÓN


Resumiendo podemos concluir que las políticas reduccionistas de la
metropolís a partir de 1540 con la distribución de las encomiendas y desde
1.560 hasta 1680 con las visitas con efectos tributarios se tropezarían
frecuentemente con la resistencia de los aborigenes a concentrarse en unas
pocas poblaciones asi su número haya disminuido constantemente a lo largo
del siglo XVI y en parte del XVII. Sugerimos que no solamente asistimos a
un proceso causado por el supuesto"atraso de los indígenas" derivado de una
organización social "descentralizada" como lo sugiere Meisel y Ruiz[49],
sino que de hecho ocurrio un cambio en el patrón de asentamiento que
evoluciono de un proceso de centralización incipiente a finales del periodo
prehispánico hacia la reconfiguración de los asentamientos como estrategia
para evitar ser incluidos en los censos y consecuentemente en la orbita de
la administración colonial. Este proceso se vio reforzado por la aparición
de palenques y rochelas los cuales pueden ser apreciados, desde esta
perspectiva, no como una completa novedad en el paisaje caribeño del siglo
XVII sino como una ramificación de un proceso que había empezado
tempranamente apenas los indígenas sobrevivientes originaron formas nuevas
de resistencia que se plasmaron en la ocupación del espacio y la
territorialidad del Caribe Colombiano.





BIBLIOGRAFÍA




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-----------------------
[1] Lombardi, en el estudio sobre la importancia comparativa de la frontera
en Brasil y recurriendo a Turner analiza como las zonas al margen de los
primeros impulsos colonizadores actuaban como una "válvula de seguridad" ya
que allí existían oportunidades para el ascenso social dada la fluidez del
entorno y las oportunidades para enriquecerse con la explotación secuencial
de los recursos existentes. Lombardi, Mary. "The Frontier in Brazilian
History: An Historiographical Essay." En: The Pacific Historical Review,
Vol. 44, No. 4. (Nov.,1975), pp. 437-457. Stable URL:
http://links.jstor.org/sici?sici=0030-8684%28197511%2944%3A4%3C437.
[2] Vale la pena hacer hincapié en el valor de los estudios comparativos
para entender situaciones no enteramente paralelas pero si con una serie de
similitudes que nos ayudaran a ampliar nuestra perspectiva de los procesos
y dinámicas sucedidos en varias partes del Caribe y de la América tropical;
los estudios sobre el Brasil colonial son especialmente relevantes y aquí
mencionaremos algunos como los de: Lombardi, "The Frontier in Brazilian…";
Barickman, B. J. "Tame Indians, "Wild Heathens," and Settlers in Southern
Bahia in the Late Eighteenth and Early Nineteenth Centuries.". Source: The
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http://www.jstor.org/stable/1008226; Scharwtz, Stuart B. "The Mocambo,
Slave Resistance in Colonial Bahia". En: Journal of Social History. Vol. 3
No. 4. 1970. pg 303 -313.
[3] Múnera, Alfonso. "El Caribe Colombiano: Autoridad y Control Social en
una Región de Frontera" Capitulo II En: El Fracaso de la Nación: Región,
Clase y raza en el Caribe Colombiano (1717 – 1810): 54-55.
[4] Las causas del atraso económico de la costa Caribe y de la falta de
control administrativo se hallan últimamente según Múnera en razones
geopolíticas y económicas dictadas desde muy pronto en la Colonia;
Cartagena era la llave de entrada a los reinos de oro y plata de los Andes
y la concentración de estos metales impidió de hecho que se desarrollara
una economía agroexportadora en su hinterland: los comerciantes de Cádiz
solo aceptaban que se les pagara de Cartagena en oro y plata y la Corona
española buscaba mantener a Cartagena como una plaza fuerte desestimulando
la apertura económica pero paradójicamente incitando el contrabando como
única opción para el mantenimiento y crecimiento económico de la colonia.
Múnera: 35-47.
[5] Polo Acuña, José. "La Población Rural del caribe Neogranadino en el
Siglo XVIII. ¿Potencial Mano de Obra para una Agricultura de Plantación?"
En: Cátedra del Caribe Colombiano, ¿Porque no se Desarrollo una Economía de
Plantación en el Caribe Neogranadino? 2008. En línea:
http://www.ocaribe.org/catedra/plantacion.htm.
[6] Citando a Polo podemos pensar que los españoles encontraron una fuerte
resistencia no solo de carácter militar sino en muchas ocasiones de forma
menos abiertamente hostil pero no menos efectiva en amortiguar los
numerosos intentos de los administradores coloniales y dueños de haciendas
españoles y criollos por dominar y usufructuar la mano de obra existente en
el Partido de Cartagena a lo largo de los dos siglos que nos preocupa:
"…Nos preguntamos: Que otras alternativas pudieron tener los hacendados de
la región para acceder a una mano de obra barata?. Se pregunta al revelar
la crónica escasez de esclavos en el Caribe neogranadino- Es posible que
hubiesen pensado en la población africana, mestiza e indígena, pero esta
tenía características que hacían extremadamente difícil un proceso de
sometimiento y esclavización. Sostenemos en consecuencia, que la autonomía
de las poblaciones rurales del caribe neogranadino por lo menos en el siglo
XVIII con respecto a las autoridades hispano-criollas impidieron en parte
durante mucho tiempo el tan anhelado control territorial y social que
hubiese permitido el abastecimiento de mano de obra esclava y servil para
una agricultura de plantación. El siglo XVIII fue un periodo en el que se
consolidaron en el nuevo mundo la resistencia indígena, el cimarronismo y
los palenques de esclavos, originando un nivel de conflictualidad que
abarcó territorios del Caribe neogranadino, Panamá, Chocó, Antioquia,
Cauca, Cundinamarca y los Llanos Orientales…" . Polo: 5.
[7] Según Borrego Plá(2006) que analiza cuidadosamente el censo de Arteaga,
la reducción de las tierras de los indígenas es causada por las
reparticiones hechas por la elite cartagenera: pero según sus primeros
argumentos esto se justificaría dado la necesidad de tierras para comerciar
e intercambiar, es así que podemos concluir que las tierras y no su
producción se convertirían en objeto de intercambio y de acumulación de
capital desde muy temprano en a Colonia: finales del siglo XVI. María del
Carmen Borrego Plá. (2006) "Encomienda y población indígena en la provincia
de Cartagena a fines del siglo XVI y comienzos del XVII": Manuscrito.
Ponencia para el Seminario de historia de Cartagena del Banco de la
República, 2006: 18
[8] Los estudios de carácter comparativo en el caso colombiano para el
primer periodo colonial han sido relativamente escasos; tal vez esto se
deba a la percepción generalizada acerca de una esencia radicalmente
diferente en la estructura de la colonia de esta región donde no se
desarrollo una economía de plantación y donde la esclavitud a pesar de ser
importante no marco las relaciones sociales bajo estrictas segregaciones de
raza y clase.
[9] Lombardi, detalla como en Brasil se ha dado un énfasis en el aspecto de
lugar y no tanto de proceso, a pesar que en un principio la historiografía
señalaba poca importancia para la frontera o el sertao otros estudios
posteriores señalan como los paulistas desde el siglo XVII se sentían
atraídos por el interior, en el trabajo de José Alcántara Machado "Vida y
Morte do Bandeirante" se describe la atracción que ejercía el sertao, otros
trabajos como el del siglo XVIII del autor Andre Joao Antonil describe la
importancia de los caminos del ganado del sertao para la unificación de la
zona azucarera del norte con la zona minera del centro del Brasil y así la
unificación y consolidación de la colonia. Lombardi: 443 – 445.
[10] No obstante, el trabajo de Martha Herrera (2002) constituye un
esfuerzo por lograr una interpretación mas arreglada a los procesos
autóctonos que forjaron el universo de asentamientos en las llanuras y
serranías del interior caribeño. Herrera Ángel, Martha. Ordenar para
Controlar. Ordenamiento espacial y político en las Llanuras del Caribe y en
los Andes Centrales Neogranadinos. Siglo XVIII. Instituto Colombiano de
Antropología e Historia, Academia Colombiana de Historia. (2002), Bogotá.
[11] Meisel Roca, Adolfo. "Puertos Vibrantes y Sector Rural Vacío: El
Caribe Neogranadino a Finales del Periodo Colonial." En: Cátedra del Caribe
Foro En línea.
http://www.ocaribe.org/downloads/catedra_virtual/articulo_meisel.pdf.
[12] Meisel Roca. Op. Cit. Pg. 4.
[13] Ibíd. Pg. 7.
[14] Cassiani (2008) reseña los artículos de la publicación: Un Caribe sin
Plantación: Memorias de la Cátedra del Caribe Colombiano, Universidad
Nacional de Colombia, Sede San Andrés. Allí hace una excelente crítica a
los fundamentos teóricos y metodológicos de estas discusiones y precisa que
algunas de las supuestas "causas" son mas bien consecuencias de la falta de
una economía de plantación, la escasez de mano de obra, el poblamiento
disperso, la carencia de control sobre estas poblaciones se entenderían
mucho mejor enfocando el análisis en las dinámicas propias del poblamiento
y no como mediadas por las políticas coloniales oficiales sobre el
desarrollo de la economía de exportación. Ortiz Cassiani, Javier. Un Caribe
sin Plantación: Memorias de la cátedra del Caribe colombiano. hist.crit.
[online]. 2008, n.35 [cited 2010-04-20],pp.215- 218Available
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0100014&lng=en&nrm=iso. ISSN 0121-1617.
[15] Ángel, Marta Herrera. "Libres de todos los colores. El ordenamiento
social en las llanuras del Caribe, siglo XVIII". En: X Cátedra del Caribe
Colombiano del Museo Nacional en el 2.005.

[16] Herrera (1): 25-27. Fuente Original: Caciques e indios A.G.N.
(Bogotá), 9, f. 613r. y Santa fe A.G.I (Sevilla), 385
[17] Al discutir algunos datos del censo de 1.780 en las poblaciones de las
riveras del Río Magdalena Herrera arguye que las cifras censales y las
categorías usadas (refiriéndose al censo de 1.780) a la vez que tratan de
separar rígidamente las poblaciones indias de las libres, ocultan la enorme
variabilidad que encerraban esos términos,(inclusive el de indios y negros)
esto se hace claro al examinar la procedencia de muchos mestizos, cholos,
zambos que culturalmente podían considerarse tan indios como los vecinos:
especifica el caso de Tetón y Tacamocho, donde en el censo se define al
primero como totalmente indígena y al segundo como predominantemente libre
(pero allí más del 50% de los habitantes tiene lazos de sangre o relaciones
sociales y culturales cercanas con los indígenas.): 33.
[18] Mintz traza un recuento de porque el Caribe se constituye en una
"ecumene" a partir de su historia de colonización temprana, desaparición o
decimación de pueblos aborígenes, traslado masivo y dependencia de mano de
obra esclava, así como raptada o "indentured" y la creación de plantaciones
para abastecer los mercados en crecimiento del norte y oeste de Europa en
productos alimenticios, algodón, tabaco, índigo y caña de azúcar. Mintz,
Sidney W.: "Enduring Substances, Trying Theories: The Caribbean Region As
Oikoumene" in: The Journal of the Royal Anthropological Institute, Vol. 2,
No. 2. (Jun., 1996), pp. 289-311. - http://links.jstor.org/sici?sici=1359-
No obstante y la discusión que emprendemos en varios lugares debe dejar
claro que el rol que Mintz le da a las políticas coloniales aunque
predominante y relevante para entender los hechos acontecidos desde el
siglo XVI no son desde nuestra perspectiva los únicos factores y como lo
hemos discutido en ciertos periodos y espacios geográficos, los mas
importantes para entender con claridad la ocupación del territorio y las
estrategias que manejaron los diferentes actores en la competencia por
recursos, autodeterminación y la existencia de un espacio vital para la
reproducción biológica y cultural de sus grupos étnicos o comunidades
vernáculas.
[19] Citar a los demógrafos: Borah y el otro…
[20] Esther Boserup, (1.965) plantea como la intensificación de la
explotación de los recursos se da bajo condiciones de presión demográfica
creciente; Boserup, Ester. The Conditions of Agricultural Growth: The
Economics of Agrarian Change under Population Pressure. London, G. Allen
and Unwin, 1965; Chicago: Aldine, 1965. 124 pp. La causalidad no siempre es
muy clara, algunos teóricos simplemente dan mayor peso al crecimiento de la
población como una variable independiente, otros encuentran que factores de
tipo social y cultural: disponibilidad de mano de obra, competencia por
posiciones de prestigio, mayor demanda de ciertos productos y mejores
precios (en economías de mercado) etc. explican de manera más convincente
los cambios en densidad poblacional asociados con cambios en las
actividades económicas. Los únicos estudios para la región caribe
colombiana corresponden a los análisis de Meisel y de Pérez sobre el
potencial ecológico y los correspondientes niveles de desarrollo económico
de la costa, Meisel Roca, Adolfo. "Puertos Vibrantes y Sector Rural…",
Pérez V. Gerson Javier, "Población y Ley de Zipf en Colombia y la Costa
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http://www.banrep.gov.co/documentos/publicaciones/regional/documentos/DTSER-
73%20(VE).pdf,
[21] Herrera propone como las ideas y estructuras prehispánicas de
territorialidad ejercieron una influencia indudable en la forma como las
administraciones coloniales de las gobernaciones de Santa Marta, Cartagena
y de la Real Audiencia de Santa Fe vieron efectos contradictorios en sus
respectivas jurisdicciones en cuanto a las disposiciones sobre fronteras,
uso de los suelos, impuestos, etc. En una vena similar Langebaek (2002)
analiza la forma como las políticas coloniales de nucleación de la
población tuvieron diferentes grados de éxito de acuerdo a los patrones de
asentamiento prehispánicos y como estos últimos jugaron un papel neurálgico
para la dinámica del poblamiento en los siglos posteriores al contacto.
Carl Henrik Langebaek. "Antecedentes Indígenas del Urbanismo Colonial en
dos Regiones de Colombia: los Andes orientales y el valle de Aburrá. Una
visión desde la arqueología" En: Revista de Estudios Sociales. No. 1.
Facultad de Ciencias Sociales, Uniandes, Febrero 2002.
[22] Entre los mas destacados están Fernández de Oviedo quien fuera el
primer gobernador de la zona comprendida al oriente del Golfo del Darién,
escribe detalladamente sobre algunas poblaciones y sus relaciones con los
españoles; Oviedo y Valdés, Gonzalo Fernández de, Historia General y
Natural de las Indias. Biblioteca de Autores Españoles, Madrid, 1959.
Posteriormente el mismo Pedro de Heredia dirige algunas cartas al emperador
dando cuenta de la primera entrada al territorio al este de Cartagena,
Heredia, Pedro de; "Carta al Rey", en: Fuentes Documentales para el Estudio
de la Colonia. Compilador: Juan Friede, En línea: En línea:
http://www.lablaa.org/blaavirtual/letra-c/colonia1/indice.htm#indice.
Finalmente Castellanos así como los cronistas frailes Pedro Simón y Pedro
de Aguado retoman los primeros relatos y complementan la información
posiblemente apoyándose en algunos testigos presenciales o documentos
escritos disponibles en su tiempo y que hoy han desaparecido. El caso de
Castellanos que menciona a un soldado de la expedición de Heredia llamado
Juan de Cuevas residente de Mompox quien le envía unas relaciones nuevas
donde se describen las hostilidades que sostuvieron con indígenas de Zamba,
pero el cronista decide guiarse por el relato del cronista Fernández de
Oviedo donde se omiten esos eventos. Elegías de Varones Ilustres de Indias,
Tomo I , Cartagena: 712.
[23] Helms, Mary. Ancient Panamá: Chief in Search of Power. University of
Texas Press, Austin. 1979. Helms lanza una interesante hipótesis sobre la
racionalidad eminentemente atada a la ideología de poder de los
intercambios de bienes exóticos en largas distancias.
[24] Giraldo Peláez, Santiago. "Del Rioja y otras cosas de los caciques:
patrones de intercambio tairona en el siglo XVI." En: Arqueología del Área
Intermedia. No.2 Año 2000. Instituto Colombiano de Antropología e Historia,
Sociedad Colombiana de Arqueología. Bogotá.
[25] Fernández de Oviedo: 341.
[26] Fernández de Oviedo: 113.
[27] Retomaremos básicamente los datos de Borrego Plá (2006), y Ruiz Rivera
(1998) aunque como lo mencionamos le daremos un análisis diferente a la
información y la complementaremos en lugares o épocas en las cuales
disponemos de información adicional. Ruiz Rivera, Julián B. "Supervivencia
o desaparición de los indígenas de Cartagena de Indias en el siglo XVII: El
servicio personal a debate con el Gobernador Murga." En: Fronteras, Vol. 2,
No. 2, 1.998. Instituto Colombiano de Cultura Hispánica, Bogotá: 33 - 64.

[28] En el intermedio de estas dos visitas se dio la del Presidente Antonio
González (1.589) pero según Borrego los datos son escasos: 22.
[29] "Parcialidad" según el Diccionario de Autoridades de la Real Academia
de 1732 es definida como:
"Se toma también por el conjunto de muchos que componen una familia o facció
n, lo que es común entre los Indios, Porque en conquistando cada provincia
luego reducían los indios a Pueblos y comunidad, y contabanlos por
parcialidádes, y a cada diez indios ponían uno que tuviese cuenta con
ellos." Diccionario de la Lengua Castellana. Madrid. Imprenta de la Real
Academia Española. Por los Herederos de Francisco del Hierro. Año de
1737.Pg. 125-2.
[30] Borrego: 8.
[31] Pedro Simón y Oviedo mencionan pueblos divididos en barrios y la misma
descripción encontramos para las aldeas de la Sierra Nevada donde cada una
de estas divisiones podría corresponder a unidades administrativas de un
cacicazgo asociado a unidades clánicas o segmentarias – linajes mínimos?
Oviedo: 302
[32] En el debate en torno a los servicios personales llevado a cabo en
1.633 se menciona específicamente la no reducción de los indígenas como el
único tema en el que todos los sectores de la sociedad colonial estaban de
acuerdo; Ruiz: 24.
[33]Herrera de Ángel, "Señores de la Guerra", en: Revista Credencial, No.
16, 2.001.
[34]Herrera: 20.
[35] Borrego, Ruiz, Vidal estudian a fondo los patrones económicos
reinantes en el siglo XVI coincidiendo en observar una economía cada vez
mas dirigida a actividades extensivas y con menor uso de mano de obra aun
cuando esta sigue siendo usada en los servicios personales. Ruiz: 56 entre
otros. Vidal, Antonino (1.998) (2005). Cartagena de Indias en la
Articulación del Espacio Regional Caribe 1.580 – 1.640: La Producción
Agraria. Publicaciones de la Muy Ilustre Antigua y Real, Hermandad de los
Santos de Lebrija. Cádiz.

[36] Fernández de Oviedo: 296 - 297.
[37] Langebaek: p.37.
[38] Herrera: 313.
[39] Herrera: 301. Los resultados preliminares de una investigación llevada
a cabo en el 2006 señalan un patrón de poblamiento seminucleado con
concentraciones de viviendas en la localidad de Cipacua donde los españoles
habrían encontrado a un cacique con una población bastante densa. Ms:
Informe Preliminar Formación de un cacicazgo en una Zona Marginal del
Caribe Colombiano. Universidad del Norte. Barranquilla, 2006.
[40] Borrego Plá, María del Carmen. Palenques de Negros en Cartagena de
Indias. Escuela de Estudios Hispanoamericanos. Sevilla: 45-49.
[41] Blanco Barros, José Agustín. Atlántico y Barranquilla en la Época
Colonial, Ediciones Gobernación del Atlántico. Bogotá, 1994.
[42] Ruiz: 50-51.
[43] Cargos contra oficiales de Tolú (Juan Antonio de Arze y Marco Antonio
de Echevarría) ÿ Escribanía 632. Archivo General de Indias. AGI.
[44] Ruiz: 53.
[45]Zamora, Alonso de. Historia de la Provincia de San Antonino del Nuevo
Reino de Granada. Biblioteca Popular Colombiana, Bogotá, 1945: 290.
[46] Autos sobre la visita de los pueblos y doctrinas de la costa de
Cartagena de Indias y ordenanzas para el desempeño de la labor doctrinal.
12 de septiembre de 1675.Archivo General de Indias (AGI), Santa Fé 59. N.
5,2.
[47]Autos...: 8-9.
[48]Autos...: 7.
[49] Meisel, Adolfo. "Esclavitud, mestizaje y haciendas en la Provincia de
Cartagena 1533 – 1851". En: El Caribe Colombiano Selección de Textos
Históricos, Gustavo Bell Lemus compilador. Universidad del Norte, 1988: 71
– 72.
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