PONENCIA: Conceptos teóricos y metodología para el estudio histórico de las sociedades escandinavas de los siglos VIII al IX, a través del análisis de fuentes codificadas en los siglos X al XIII

June 15, 2017 | Autor: F. Castro Felicori | Categoría: Viking Studies, Old Norse, Viking Age Scandinavia
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Descripción

Conceptos teóricos y metodología para el estudio histórico de las sociedades escandinavas de los siglos VIII al IX, a través del análisis de fuentes codificadas en los siglos X al XIII Theoretical concepts and methodology for the historical study of Scandinavian societies from the eighth to the ninth century, through the analysis of sources encoded in the tenth to thirteenth centuries Francisco Osvaldo Castro Felicori 1 1. Introducción y características de esta investigación. Un tiempo nocturno es aquel que tiene por características la dificultad de acceder a su pasado a través de las fuentes típicamente utilizadas por los historiadores, debido a la escasez o inexistencia de ellas, lo que nos lleva a interpretar todo avance en el estudio del pasado como aproximaciones en constante desarrollo, posibles de complementar con nuevos enfoques disciplinarios. Siguiendo con la analogía, lo nocturno sería similar a cuando uno visualiza la naturaleza en una noche, al principio las formas son difusas y el campo de visión reducido, sin embargo a través de la investigación es posible reconocer lo desconocido al afinar los sentidos, logrando visualizar elementos y dimensiones ignoradas en un primer momento. Así, basando nuestras reflexiones en las ideas del Profesor Ítalo Fuentes2, vemos en los tiempos nocturnos espacios históricos donde el ingenio, y la capacidad de adaptación de los métodos de investigación resultan claves para develar parte del pasado histórico de los pueblos. Junto con los pueblos precolombinos, otro momento nocturno histórico puede encontrarse en el mundo nórdico temprano (c. ss. VII – IX), ya que al ser éstas culturas ágrafas en sus inicios, los aspectos de su historia primigenia nos llegan de manera fragmentada a través de los avances arqueológicos o antropológicos predominantemente, a la vez que ante la carencia de fuentes escritas, la disciplina histórica genera aproximaciones más dificultosas. En esta ponencia hablaré de los primeros avances de la investigación sobre el mundo nórdico temprano que estoy desarrollando. En esta ocasión presentaré los aspectos teóricos y metodológicos de mis estudios, en donde reviso la factibilidad de abordar este período valiéndome de fuentes literarias codificadas c. ss. X-XIII, cuyos orígenes surgen desde los relatos orales transmitidos por generaciones en el tiempo ágrafo escandinavo, esto como una búsqueda de generar una herramienta metodológica consistente para la contribución al estudio de uno de los tiempos nocturnos de la Historia. En este sentido, esta presentación tratará los primeros avances alcanzados, sobre los cuales estoy preparando una posterior publicación. Valga entonces esta actividad como una primera presentación formal ante la Academia de nuestro trabajo con el objeto de iniciar diálogos historiográficos que esperamos sean interesantes para otros colegas historiadores. Cómo hemos dejado entrever, el estudio de las sociedades nórdicas tempranas nos enfrenta a un desafío relevante, el acceso a fuentes que puedan corroborar nuestras reflexiones de manera históricamente consistente. La dificultad de acceso de fuentes primarias y secundarias del período por aspectos lingüísticos y de acceso material de las mismas, han sido obstáculos particularmente complejos de subsanar. Afortunadamente en la actualidad Internet y el trabajo filológico y literario de diversos especialistas de habla inglesa y española han facilitado el problema del acceso. Sin embargo, ante la agrafía escandinava poco es lo que se puede hacer para llegar a informaciones que resulten consistentes. Las ciencias auxiliares contribuyen a interpolar las diversas interpretaciones que existen sobre este período que aproximadamente es posible de datar entre los siglos VII y IX d.C. esto porque las primeras fuentes primarias nórdicas escritas en códices son codificadas en un momento de estas culturas que podemos considerar más bien tardío, teniendo los primeros ejercicios escriturales desde el siglo X. Debido lo anterior fuentes literarias como la Edda Mayor, Edda Menor, y diversos corpus de Sagas son consideradas por la historiografía como manifestaciones culturales relacionables con los contextos históricos en los cuales estas obras fueron codificadas, es decir desde el siglo X en adelante, y por lo tardío de su proceso 1

Licenciado en Historia por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Licenciado en Educación y Profesor de Enseñanza Media Mención en Historia y Geografía por la Universidad Finis Terrae. Investigador Bibliográfico asociado al Instituto de Historia de la Pontificia Universidad Católica de Chile entre diciembre de 2014 y julio de 2015. 2 Rivera Arce, Mauricio, Entrevista a Ítalo Fuentes Bardelli en: “Reflexiones sobre la cultura, poética y espiritualidad medieval. Historia, memoria taller y oficio”, Revista Historias del Orbis Terrarum, Santiago, Chile, 2014, Nro. 13, p 184.

escritural no son consideradas como piezas válidas para acceder a los momentos tempranos. Para ellos resultan más relevantes las fuentes es de origen material-arqueológico o escritural-rúnico, siendo este último un sistema de escritura de un espectro mucho más sucinto en su capacidad de comunicar que el alfabeto occidental al que acceden con posterioridad. Por nuestra parte, por las razones que expondremos, nos parece plausible la utilización de estas fuentes tardías en su codificación, pero tempranas en sus orígenes, como un medio aceptable para indagar históricamente los momentos tempranos de la sociedad escandinava. En cuanto estas fuentes contienen un rico sustrato de información de la historia cultural nórdica que remite a los tiempos primigenios de estas culturas. Pero para acceder a esta información resultará necesario para el investigador el ajustar sus estrategias investigativas, incorporando elementos metodologías de otras disciplinas de las humanidades. Para aproximarnos a estas problemáticas nos parece adecuado hacerlo desde L’histoire des mentalités, cuyo campo de acción permite ahondar en el descubrimiento de como una sociedad llega a construir su cosmovisión, ahondando no solo en lo que las personas pensaban, sino también, en cómo lo hacían y en la manera en que dieron significado y emociones a lo creado. Según Robert Darnton, podría llamársele historia cultural, porque trata a las civilizaciones de la misma manera como los antropólogos estudian las culturas extranjeras. “Es una Historia con espíritu etnográfico” 3. Siguiendo a Darnton, creemos posible aproximarnos a nuestro propósito en la medida en que a través del lenguaje oral u escrito, las sociedades aprenden a clasificar sensaciones, y a entender el sentido de las cosas dentro del marco que ofrece la cultura. “Por ello debiese ser posible que el historiador descubriera la dimensión social del pensamiento y que entendiera el sentido de los documentos relacionándolos con el mundo circundante de los significados, pasando del texto al contexto, y regresando de nuevo a éste hasta lograr encontrar una ruta en un mundo mental extraño.” 4. 2. Los pueblos ágrafos recuerdan mejor que los pueblos que han desarrollado escritura. Existen diversos ejemplos que dan cuenta de que los pueblos ágrafos desarrollan sistemas de conservación de su Historia de manera robusta y consistente, recordando de manera eficiente, eficaz, e incluso, de mayor calidad que los pueblos con escritura. La necesidad de registrar en la mente humana toda la cosmovisión de una sociedad, genera el surgimiento de profesionales de la memorización, que tendrán gran prestigio en la cultura, al ser una necesidad de primer orden para estas comunidades, fundamental para la estructuración del acervo cultural colectivo. Mircea Eliade plantea una tesis completamente diferente a las ideas expuestas en su obra “El mito del eterno retorno, arquetipos y repetición” 5. Para el, los pueblos ágrafos rechazan el ejercicio de conservar la Historia, eliminando el registro de los acontecimientos concretos, revistiendo sus relatos de una correlación arquetípica fundamental, lo que producirá la “[…]abolición del tiempo por la imitación de los arquetipos y por la repetición de gestos paradigmáticos”6, ya que los pueblos pre modernos encuentran en la reproducción de este pasado una manera de conectarse con una ontología primigenia que posibilita la creación de un microcosmos terrestre a imago de un macrocosmos celeste, oponiéndose al caos original, en donde “[…]el recuerdo de los acontecimientos históricos y de los personajes auténticos es modificado al cabo de dos o tres siglos, a fin de que pueda entrar en el molde de la mentalidad arcaica, que no puede aceptar lo individual y sólo conserva lo ejemplar.[…]” 7, Lo que en conclusión, llevará al profesor Eliade a sostener en lo referido a las sociedades premodernas: “El carácter ahistórico de la memoria popular, la impotencia de la memoria colectiva para retener los acontecimientos y las individualidades históricas sin transformarlos en arquetipos, es decir, sin anular todas

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Cf. Darnton, Robert. La gran matanza de los gatos y otros episodios de la cultura francesa, México: FCE, 1987, p. 11 Cf. Darnton, Robert. Op. cit. p. 13 5 Cf. Eliade, Mircea. El mito del eterno retorno, arquetipos y repetición, Madrid: Alianza Editorial, 1972. pp.48-64 6 Eliade, Mircea. Op. cit. p.49 7 Eliade, Mircea. Op. cit. p.60 4

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sus particularidades “históricas” y “personales”, plantea una serie de problemas nuevos, cuya indagación nos vemos forzados a postergar por el momento.” 8 Si bien es cierto que las tesis del profesor Eliade han sido particularmente iluminadoras en el contexto de las Humanidades, nos parece pertinente discrepar en esta oportunidad de esta interpretación, al menos en su forma más taxativa. Por una parte, en el Mito del eterno retorno, el profesor hace una reconstrucción de las matrices culturales de los pueblos Indoeuropeos, declarando explícitamente que para lograr esto ha hecho dialogar diversas tradiciones, conservando todo lo que resulta unificador y descartando particularidades culturales. Teniendo esto en cuenta, veremos que en los ejemplos particulares relacionados con las culturas nórdicas podremos encontrar argumentación suficientemente consistente que se opone a lo propuesto por Eliade, y que identifica aspectos de conservación y transmisión de la Cultura y de la Historia de estos pueblos de manera consistente. Un primer ejemplo de ello lo descubriremos al reflexionar sobre el sistema legal, tanto en el funcionamiento particular, como por la herencia de los corpus legales que han llegado a nosotros. Nos referiremos al Thing, que fue la asamblea de la elite local de una unidad territorial determinada, creada para atender asuntos de interés común. Ésta asamblea fue la estructura básica de la sociedad escandinava desde el siglo VI. Ella cumplía un rol de carácter estabilizador y regulador de la propia sociedad, en cuanto a que el Thing tenía funciones ejecutivas, legislativas y judiciales desempeñadas colegiadamente por sus integrantes. De hecho, en un principio los reyes estaban sometidos a la autoridad del Thing, siendo coronados por la decisión de sus integrantes, a la vez que la asamblea continuaba sesionando de forma independiente a la ideología política y religiosa de los reyes. En lo legislativo, cada Thing tenía la facultad de crear leyes basadas en las costumbres locales, generando una fuerte vinculación entre los habitantes del territorio. En cuanto a su rol de tribunal, los terratenientes dirimían los problemas de compensaciones originadas por diversos delitos, basados en las costumbres legales de cada asamblea. Inicialmente esta legislación era conservada de manera oral, lo que exigía la existencia del el logsogumadr, funcionario que aprendía las leyes de memoria, para luego recitarlas en las sesiones con el objeto de recordar a la comunidad los elementos legales por los cuales la sociedad había decidido regirse. Este oficio fue tremendamente importante, dado el rol de conservación y transmisión de los aspectos legales de la cultura escandinava, aún más complejos que los presentados por Duby al referirse a la sociedad franca de los siglos XI y XII. Duby explica que los asuntos públicos de la gente rural no quedaban escritos, sino grabados en la memoria, la que era reforzada a través de ciertos recursos como las ceremonias, en donde incluso “se tenía gran cuidado en tener presentes niños muy pequeños y a veces darles una fuerte cachetada en el punto culminante de la ceremonia, con la intención de que el recuerdo del espectáculo unido al recuerdo del dolor hiciera que tardaran más en olvidar lo que había sucedido ante sus ojos” 9 En cuanto a lo literario como medio de conservación de la Memoria e Historia de los pueblos ágrafos nórdicos encontramos uno de los recursos estilísticos más usados por los escaldas de las Eddas y Sagas, el kenning, o en plural kenningar, que en nórdico antiguo significa símbolo o el hecho de nombrar, conceptos que se encuentran relacionados con el verbo kenna que significa conocer. Estos kenningar son figuras metafóricas formadas por varios elementos, a través de las cuales se buscaba mencionar algo en específico usando en reemplazo de ello una palabra o una descripción que lo caracterice, a modo de recurso mnemotécnico para memorizar el relato oralmente. 10 “Eran los sustantivos los que podían ser sustituidos por un heiti o un kenning. Los vocablos que podían recrearse por estos kenningar pertenecían al vocabulario central del antiguo noruego, y la mayoría sustituía a las diez o quince palabras más utilizadas en el lenguaje de los escaldas. Esto hacia

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Eliade, Mircea. Op. cit. p.62 Duby, George. “Memories with No Historian”, en: Yale French Studies Nro 59, 1980, en: http://www.jstor.org/stable/2929812, Revisado el 18 de julio de 2015.p8 10 Cf. Fernández, María Pilar y Manrique Antón, Teodoro. Antología de la Literatura Nórdica Antigua, Ediciones Universidad de Salamanca, Salamanca, España, 2002, p.16 9

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que los kenningar fueran más fáciles de interpretar, a pesar de lo cual seguían siendo un reto intelectual considerable que exigía conocimiento tanto del campo de la mitología como de la historia.” 11 Complementando lo anterior, veremos en la explicación que el profesor Luis Lerate da en su traducción de la Edda Menor, las complejidades de la interpretación de los kenningar radica en estos nunca aparecen ordenados de una manera lógica, ya que para que estos cumplan con la compleja estructura literaria de las estrofas, el escalda se ve obligado a dislocarlos totalmente desde el punto de vista sintáctico.12 Un ejemplo interesante del comportamiento de los kenningar lo utiliza el profesor Lerate para explicar las implicancias de este recurso literario, mostrando un caso en donde se pueden encontrar un kenning con seis kenningar: “el manejador del rayo de tormenta del ogro de la luna protectora del caballo del cobertizo”. Desglosando sus partes tenemos: el caballo del cobertizo: el barco; su luna protectora: el escudo; su ogro (o enemigo) la espada; su tormenta: la batalla; su rayo: la espada; el que la maneja, por fin: el guerrero.”13 Otro ejemplo de lo literario se aprecia en la cultura finlandesa, la que si bien tiene particularidades propias que la diferencian del contexto escandinavo, pertenece a las culturas nórdicas, siendo posible analizar paralelismos y relaciones interesantes, ya que su contexto rural ha sido desde tiempos remotos un espacio relevante de la conservación del idioma y las tradiciones locales y populares finesas, que se vieron fuertemente tensionadas por la anexión al reino sueco y al imperio ruso. Fue Elías Lönnrot, en la primera mitad del siglo XIX, quien desarrolló un intenso trabajo de recuperación de la lengua nacional, recopilando en el Kalevala obra épica que reúne el disperso repertorio de cantos populares transmitidos oralmente por generaciones por bardos de la región de Carelia. Su obra fue completada en 1849 y alcanza 23000 versos y 50 poemas,14 Si bien este trabajo implicó la sistematización de los relatos para darle coherencia y continuidad al relato, el autor no destruye la esencia de la tradición del folklore mítico–heroico medieval fines,15 siendo una pieza clave del repertorio épico occidental y para el estudio de la mentalidades del período. Estos ejemplos referenciados dan importantes evidencias respecto a diversos mecanismos que las culturas ágrafas nórdicas han generado para conservar su Memoria e Historia de manera consistente y perdurable en el tiempo. Por una parte, estas sociedades generaron instituciones y oficios encargados del trabajo de memorización y transmisión cultural, apreciables en el Thing y el logsogumadr. Por otra parte, vemos una superlativa muestra de las capacidades de conservación de la tradición de relatos orales en los bardos carelianos, quienes realizaron su labor desde el medioevo hasta la codificación de Elías Lönnrot en el s. XIX. Estos ejemplos deben llevarnos a articular un último aspecto cultural presente en las sociedades ágrafas. Aún con el surgimiento de la escritura, el aprendizaje de éste fue realizado por un segmento de la población menor. La alfabetización en el medioevo se dio a niveles de capas superiores de la población, concentrada en el ordo orator, y en menor medida en el bellator, generándose una disociación entre las personas instruidas en el conocimiento escritural y aquellas cuya educación se mantuvo en un contexto de oralidad, como fue el ordo laborator. Así estos estratos sociales conviven de manera sinérgica, constituyendo una sociedad que es a la vez ágrafa e histórica. Lo anterior es trascendente, debido a que la historiografía medieval sustenta sus reflexiones predominantemente en la escritura, la que remite a los vestigios de una porción de la población menor. Los medievalistas al no poseer el poder odínico de hacer hablar a las cabezas los muertos, hemos considerado a la oralidad como una huella de difícil accesibilidad. Sin embargo ésta investigación desarrollada en un contexto de interdisciplinariedad, concibe la posibilidad de descubrir aspectos de la oralidad del pasado, por medio del estudio

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Cf. Fernández, María Pilar y Manrique Antón, Teodoro. Op. cit. p.16 Hallberg, P. “Den fornisländskapoesien”, p.21, Citado por Luis Lerate en Snorri Sturluson, Edda Menor, Trad. Luis Lerate, Alianza Editorial, Madrid, España, 2000, p.15 13 Hallberg, P. Op. cit. p.15 14 Cf. Elías Lönnrot, Kalevala, Alianza Editorial, Madrid, España, 1992, pp. 9-45 15 Cf. Elías Lönnrot, Op. Cit. p.37 12

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de las fuentes literarias escritas entre los ss. X al XIII, logrando identificar en los textos elementos de la cultura ágrafa de los ss. VII al X pervivientes en estos vestigios literarios. Sin embargo, veremos en este proceso de conservación de la tradición oral, un constructo que reviste una simultaneidad de presencias históricas. Así una parte integral de la memoria colectiva, como puede ser, por ejemplo un poema, “es simultáneamente un documento de presente y pasado superpuesto y reconstruido desde un lugar y desde que la selección e interpretación de la memoria del pasado”16 Esto basado en metodologías como las propuestas por el lingüista Milman Parry, quién en su tesis doctoral formulada en 1928, planteó: “virtualmente todo aspecto característico de la poesía homérica se debe a la economía que le impusieron los métodos orales de composición. Estos pueden reconstruirse mediante un análisis cuidadoso del verso mismo, una vez que se prescinde de las suposiciones acerca de la expresión y los procesos de pensamiento, profundamente arraigadas en la psique por muchas generaciones de cultura escrita. Este descubrimiento fue revolucionario en los círculos literarios y tendría repercusiones extraordinarias en otros campos de la historia cultural y psíquica.” El recurrir a estas fuentes para develar el pasado remoto, aun teniendo en cuenta la distancia temporal entre el surgimiento del relato y su codificación es un ejercicio que debe realizarse, pese a las complejidades del análisis de las mismas, cuestión que deben ser subsanada a través de una metodología interdisciplinaria consistente. No podemos renunciar a esto, en cuanto estas fuentes recogen información relevante de la mentalidad ágrafa y evidencian en su codificación procesos de conservación y mutación del el estado ágrafo al escritural, esto gracias al trabajo de los copistas de códices, oficio que logró congelar en sus textos parte de la cosmovisión, mentalidad y cultura ágrafa. 3. Texto vivo y el problema de los arquetipos. En el apartado anterior creemos haber dado suficiente argumentación para sostener nuestra discrepancia con tesis de que los pueblos ágrafos generan un carácter ahistórico de la memoria popular reinterpretando el pasado exclusivamente en arquetipos, al presentar evidencias de la capacidad desarrollada por los pueblos nórdicos para conservar, acopiar y transmitir su Memoria e Historia, aun cuando esto ocurra en una lógica diferente a la de las culturas con escritura. Sin embargo es perentorio proponer un punto de equilibrio entre ambas tesis, ya que negar la existencia o importancia de los arquetipos para estas sociedades sería una falta de rigor académico. Pensamos que una posible solución puede construirse al revisar comparativamente las diversas fuentes que estamos analizando, vale decir, obras mítico–epopéyicas, corpus legales e historiografía medieval. Este ejercicio nos permite apreciar la existencia de mecanismos de conservación de lo transmitido en una temporalidad longitudinal importante, lo que coexiste con la existencia de los arquetipos articuladores de la cosmovisión de las sociedades escandinavas ágrafas. Esto es posible, porque la finalidad de los relatos sobre los cuales estamos reflexionando puede ser diversa. Si bien los mitos y leyendas fundantes de la cultura tienen principalmente la finalidad de recrear en un microcosmos terrestre el macrocosmos celeste de una cosmovisión dada, es importante destacar que esto ocurre cuando el propósito de lo narrado remite a un contexto religioso que busca articular una explicación del mundo conocido, lo que para el caso de escandinavia se encuentra, por ejemplo, en el ciclo mítico de la Edda Mayor o en los primeros capítulos de la Saga de los Ynglingos, que describen el origen, organización y conflictos de la teocracia asgardiana17. Junto con ellos, existen otros tipos de relatos que dialogan con los descritos, no siendo su principal objetivo el dar cuenta de un discurso de orden religioso, sino más bien el informar al receptor de la vida y actuar de personajes heroico-legendarios o semi históricos, cuyo recuerdo es relevante de conservar, por una parte ya que 16

Bizerril, José. “O território da confluência: poética e antropología”. En: Revista Horizontes Antropológicos. Programa de Pós Graduação em Antropologia Social. UFRGS, Porto Alegre, Brasil, Ano, vol. 5, 1999,. en: http://dx.doi.org/10.1590/S010471831999000300007 / revisado el 20 de julio de 2015, pp. 103-132. 17 Cf. Snorri Sturluson, La Saga de los Ynglingos, Trad. Ibáñez Lluch, Santiago. Miraguano Ediciones, Madrid, España 2012. p.73

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dan cuenta de un ethos social evidenciado en el actuar de los personajes, a la vez que permiten explicar y comunicar el carácter, costumbres y particularidades de la sociedad, tal como pueden ser las historias narradas en el ciclo heroico de la Edda Mayor, así como en la Edda Menor, y en los ciclos de Sagas. Esta interpretación nos lleva a aceptar sin cuestionamiento la propuesta de Eliade sobre el uso de los arquetipos como medio utilizado por las culturas ágrafas para insertarse dentro del cosmos que los conecta con lo real, siendo esto una cosmovisión de características rígidas, fuera de la cual estas sociedades no se permiten existir, ya que al apartarse de la repetición descrita se insertan en una dimensión caótica completamente hostil. Pero, junto con ello, afirmamos no es lícito el uso de esta interpretación cuando se refiere a relatos originados en un contexto extra teológico, donde lo relevante es contar algo relacionado con las vivencias de un personaje heroico o histórico, generando un medio de enseñanza de aquellos criterios que la sociedad suscribe o no, en donde lo arquetípico puede estar o no presente. Tomemos como ejemplo el ciclo mítico de la Edda Mayor. En el apreciamos que los diversos nombres de Odín caracterizan una idea de “el buen gobernante”, al referir a diversas características propias de este dios. Comparemos esta situación con el ciclo heroico de la misma Edda, particularmente en la historia de Sigurd, donde veremos una correspondencia y similitud muy interesante entre el arquetipo del buen gobernante odínico con el actuar y las creencias del héroe. Sin embargo nuestro personaje es un hombre no un dios, en este sentido, la presentación de la praxis y ethos de Sigurd necesariamente deben diferir del modelo. El arquetipo del buen gobernante celeste, al ser encarnado por un hombre, debe ser acomodado para que resulte plausible al receptor. Por tanto veremos que al hombre inserto en un mundo ágrafo no le importará tanto la reproducción exacta del arquetipo o la manera en que el relato “se cuenta”, sino que aquello que se diga sea algo coherente, tanto con la estructura arquetípica original, así como con el mismo relato declamado, en cuanto este es una historia conocida. También será relevante para el receptor encontrar en el escalda, a la hora de la declamación, un respeto por las complejas estructuras literarias propias de las características de las tradiciones orales en prosa de poesía escáldica y éddica18 Ello abrirá espacio en el contexto de la declamación oral, a la existencia de flexibilidades en la forma de expresar la historia, dentro de lo cual encontramos: distintos tipos de silencios, acentuaciones, entonaciones y gesticulaciones, para remarcar diversos énfasis. Estas sutilezas declamativas se pierden en el proceso de codificación, ya que no es posible registrar las infinitas posibilidades de expresividad oral o paralingüística al contar una historia.19Así, la presencia y la fuerza del texto vivo cobra una relevancia angular al encontrarse lleno de la riqueza cultural de la sociedad ágrafa. Pese a ello, tras la codificación, el texto escrito conservará aspectos relevantes de estas sociedades, que evidencian una trascendencia a la mera repetición del arquetipo. Así, aun cuando el acto de fijar el texto extingue la fuerza del texto vivo, la codificación permite recoger, cual fotografía, un momento en donde el cronista registró aquello que en algún momento un escalda declamó, y por tanto, estos registros pueden ser considerados como una pieza arqueológica que contiene una de las formas posibles de la declamación de una historia determinada. Esta idea cobra fuerza cuando tenemos la posibilidad de analizar fuentes comparadas que relatan “la misma historia”, en distintos tiempos y geografías, como puede ser el caso de la historia de Sigurd presente en la Edda Mayor, en la Edda Menor, pero también en La Saga de los Volsungos, y que por cierto es el mismo Siegfried en el germánico Cantar de los Nibelungos. A su vez, la historia heroica-fantástica de Sigurd que se entrelaza con la del personaje histórico Ragnar Lodbrok casado con Aslaug Sigurddotir y cuyas vivencias se pueden encontrar en la Gesta Danorum, en la Saga de Ragnar y en el Relato de los Hijos de Ragnar. De esta manera afirmamos que si bien existe un comportamiento arquetípico en estos héroes, vemos en las decisiones que toman, en sus creencias y en la manera en cómo se desenvuelven una singularidad que trasciende a la del modelo de los arquetipos, al estar cargados de una originalidad propia, construida en el

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Cf. Fernández, María Pilar y Manrique Antón, Teodoro. Op. cit. pp.13-37 Cf. Bauzá, Hugo Francisco. Qué es un mito Qué es un mito, Una aproximación a la mitología clásica, FCE, México 2012. p.43.

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momento dialógico de la declamación, por lo que estos elementos no son una copia del ciclo mitológico arquetípico, sino que poseen particularidades y características propias. Por otra parte, al contrastar estos rasgos de originalidad con otras fuentes, por ejemplo los diversos corpus legales, veremos con claridad la existencia de ideas que son consideradas deseables o censurables por la sociedad escandinava, lo que tiene una correlación con aquellos actos deseables o censurables cometidos por los personajes de las Eddas y de las Sagas, cuestión que demuestra la búsqueda del escalda de expresar en su declamación una coherencia con el ethos escandinavo en los personajes que entran en juego en sus relatos. Al analizar brevemente generalidades observables dentro de los corpus legales de escandinavia, como por ejemplo las Leyes de Gulathing,20 vemos una redacción casuística, debido al origen consuetudinario basado en las costumbres del reino. A su vez, al analizar las leyes que se ocupan de aspectos relacionados con los homicidios, se evidencia una marcada intencionalidad de encontrar una justa compensación por los actos criminales cometidos. La compensación es vivida como un retorno al punto de equilibrio social y logra el cese de hostilidades entre los parientes involucrados. A modo de ejemplo, dentro de las Leyes de Gulathing podemos encontrar con claridad en la ley 238 lo que debe ocurrir en caso de que alguien sufra un asesinato por causas deshonrosas: “[…] Si un hombre arroja un cadáver al fuego o a un río, la multa será de doce aurar por cada una de las heridas. Lo mismo si uno prepara una emboscada a otro en un lugar donde hay peligro por todos lados, o en la salida o entrada de un puente, de tal modo que el otro tiene que defenderse con punta y espada o adentrarse por un lugar peligroso. La multa será de doce aurar. […]”21 No podemos evitar relacionar esta manera de concebir la justicia y las tensiones implícitas en el asesinato de Sigurd, al analizar las reacciones de su esposa, Gudrum (versión Islandesa)–Krimilda (versión alemana), que conllevó al trágico desenlace de las historias contenidas en la Edda Mayor, la Edda Menor, La Saga Volsunga y el Cantar de los Nibelungos. Independiente de las diferencias presentes en cada uno de los relatos, lo cierto es que en todas ellas éste asesinato ocurre de forma oculta, no identificándose públicamente al autor hasta los momentos finales, pese a las sospechas fundadas de la esposa del héroe. A su vez, la esposa se ve despojada de la herencia correspondiente, que es retenida por el asesino validado por sus señores, quienes complotaron en contra del héroe, y que son hermanos de la viuda. Este cuadro evidencia una enorme complejidad legal. Por una parte no existe una restauración del honor de la víctima, por otra parte, la principal afectada sufre un nuevo acto de oprobio al no permitírsele acceder a los bienes de su esposo. Así, apreciamos en estos ejemplos interrelaciones observables tras un análisis comparado de fuentes nórdicas, y que son el resultado de una larga tradición oral que llega hasta nosotros por medio de la codificación, que ha registrado el proceso cultural de traslape entre los estados ágrafos y escritural. 4. Algunas características de las fuentes a utilizar y metodología de tratamiento. Siguiendo al profesor Walter J. Ong, nos parece que la Escandinavia temprana pertenece a la categoría “conservadora y tradicionalista” en donde todo conocimiento que no es repetido en voz alta de manera sistemática se ve expuesto a desaparecer pronto, lo que lleva a estas sociedades a invertir gran energía a repetir una y otra vez lo aprendido arduamente a través de los siglos.22 Esto genera, en la medida que el conocimiento es preciso y difícil de obtener, la necesidad de articular una mente altamente conservadora y tradicionalista, que

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“Éste fue el antecedente directo del corpus legal de Islandia, tal como queda consagrado en el apartado II del Íslendingabók, escrito por Ari el Sabio, en la primera mitad del siglo XII, donde se narra cómo le noruego Úlfjót llevó las leyes ya codificadas de Noruega a Islandia. Los especialistas consideran que el cuerpo de estas leyes es con toda seguridad las del Gulathing, hecho que ha contribuido a datar la fecha de origen de este código, en cuanto se ha comprobado que el código llevado por Úlfjót, fue utilizado para la conformación del Althing en el año 930, lo que permite establecer que las Leyes del Gulathing son por fuerza anteriores a esta fecha.” En: Anónimo. Las Leyes del Gulathing, Trad. María Pilar Fernández Álvarez y Teodoro Manrique Antón, Ediciones Universidad de Salamanca, Salamanca, España, 2005. pp.34-36 21 Anónimo, Las Leyes del Gulathing. Op. cit, p.145 22 Ong, Walter J. Oralidad y Escritura Tecnologías para la palabra, FCE, México, 2006. p.47.

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“con buena razón reprime la experimentación intelectual” 23, a la vez que existe una alta valoración por aquellos ancianos y sabios que se especializan en conservarlo. Un ejemplo de ello lo veremos en una de las posibles acepciones del significado de la palabra Edda, que como sabemos es una de las obras más antiguas y contenedora de las tradiciones culturales de la Escandinavia medieval. Veremos así, que en el islandés antiguo esta palabra puede significar “bisabuela”, aunque “no se está en absoluto de acuerdo sobre su auténtico significado. Se piensa que puede estar relacionado con el topónimo Oddi, localidad donde se hallaba la escuela en la que fue educado el propio Snorri, o incluso que deriva el sustantivo óðr, ‘canto’, ‘poesía’.”24El contexto que genera la necesidad de almacenar la información pasada exclusivamente en un soporte mental no habiendo otras alternativas, obliga como se ha dicho, a frenar la innovación intelectual, por los peligros que implica el exponer los saberes de la sociedad a una posible pérdida irrecuperable. Ahora bien, este conservadurismo tradicionalista, anclado en las necesidades presentadas, tiene espacios para que la cultura desarrolle una originalidad narrativa de carácter propio, “la que no redunda en el inventar historias nuevas, sino en lograr una reciprocidad particular con este público en este momento; en cada narración el relato debe introducirse de manera singular en una situación única, pues en las culturas orales debe persuadirse, a menudo enérgicamente, a un público a responder. Empero, los narradores también incluyen elementos nuevos en historias viejas.”25 De este modo, cuando los textos literarios que estamos tratando son analizados con detención es posible evidenciar innovaciones, tal como el ejemplo de la re significación del buen gobernante celeste y heroico. Ello es evidencia histórico–cultural que nos ayuda a comprender aspectos propios de la cultura nórdica ágrafa. Complementando lo anterior, nos parece interesante el dar cuenta de algunas estrategias investigativas que otros historiadores han utilizado para aproximarse al período, a modo de hacer dialogar los puntos planteados en esta investigación con ellos. El historiador medievalista Héctor Herrera Cajas, en su artículo “El significado del escudo en la Germania de Tácito”26, logró extrapolar características angulares de la cultura de los pueblos germánicos. Sus contundentes resultados nos hablan, por ejemplo: de la relación simbólica entre el escudo y los ancestros muertos, en donde a través del Baritum son convocados al campo de batalla para que luchen junto a sus descendientes. También menciona la fractura social que implica la pérdida del escudo en batalla, lo que en definitiva marginaría al hombre de su sociedad; todos estos elementos pueden ser fácilmente extrapolados a la realidad cultural de los pueblos ágrafos escandinavos de los ss. VII y IX d.C., en cuanto a que los pueblos germánicos y nórdicos, comparten similitudes relevantes a niveles culturales y religiosos. El género literario de las Sagas ofrece una gran cantidad de elementos del período ágrafo de las culturas, plenamente historizables. Uno de los investigadores que han aprovechado estos recursos, en lo referente a sus estudios de la cultura indoeuropea, fue el filólogo e historiador francés Georges Dumézil, quien realizó importantes aportaciones al estudio y comprensión de estas sociedades y sus religiones, con sus trabajos comparativos de diversas culturas, demostrando que estas tenían estructuras narrativas y características culturales similares, dentro de lo cual se aprecia la construcción de una sociedad dividida en tres funciones: SagradaJurídica, Guerrera y de Producción, lo que se corresponde plenamente con la división triestamental del medioevo de los Ordos Orator, Bellator y Laborator. Dentro de los interesantes trabajos de Dumézil consideramos importante reflexionar brevemente sobre “Del mito a la novela, La saga de Hadingus [Saxo Gramático I, v-viii] y otros ensayos” 27, editado en 1970, y cuya temática se focaliza en realizar una investigación sobre la continuidad y cambio de la narración escandinava, 23

Ong, Walter J. Op. cit. p.47. Snorri Sturluson, La Saga de los Ynglingos. Op. cit. p.20 25 Goody, Jack. “The Domestication of the Salvage Mind”, en: Cambridge University Press, London, England. 1977 pp.29, 30, 26 Herrera Cajas, Héctor. “El significado del escudo en la Germania de Tácito”, en: Anales de la Universidad Católica de Valparaíso, Valparaíso, Chile, 4, 1957, pp.205-221 27 Georges Dumézil, Del mito a la novela, La Saga de Hadingus [Saxo Gramático, I, v-viii] y otros ensayos, México: FCE, 1970 24

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a la luz de la comparación entre el relato presentado por Snorri Sturluson en la Saga de los Yngligos, respecto a los conflictos y características de los dioses escandinavos divididos entre los Ases y los Vanes, y La saga de Hadingus contenido dentro de la Gesta Danorum de Saxo Gramático, cuya redacción es más tardía, siendo la tesis central de esta investigación el que Saxo Gramático basó de manera preponderante la historia de vida de Hadingus en la Yngliga Saga. De manera muy completa y bien documentada, Dumézil da evidencia a través de una reflexión históricofilológica, que ambas historias obedecen a una misma raíz común y que en el proceso de construcción del texto de la Saga de Hadingus el autor debió tener delante de si la fuente original, la Saga de los Yngligos, conservando todos los elementos culturales que eran coherentes de conservarse, pero eliminando todos aquellos que resultan inadecuados, en cuanto Hadingus es un hombre y no un dios, lo que conducirá a una suerte de desnaturalización del mito original, mostrando en el proceso aspectos interesantes de continuidad y cambio cultural evidenciado desde las fuentes, que relatan una historia originada en un período escandinavo ágrafo. Por otro lado, la Edda Mayor es una fuente del contexto escandinavo, que contiene en su interior cantos de orden mitológico y heroico. Consta de treinta y cinco cantos en total, de los cuales veintinueve proceden del Codex Regius. La obra refiere a la cosmovisión escandinava de los ss. IX al XIII. Junto con la Edda Menor, escrita en prosa por Snorri Sturluson, componen lo que se ha denominado Género Eddico, por las características tan particulares de estas dos obras. A su vez, esta tradición literaria se complementa con las Sagas, obras compuestas por los escaldas, que narran historias de connotación mítico-heroica, presentes en la cosmovisión nórdica28 La trascendencia del estudio de las Eddas radica en la posibilidad de ver reunido en distintos cantos importantes elementos de la cosmovisión escandinava ágrafa, encontrando elementos de su religión, costumbres, formas de relacionarse, estructuración de su escala ética y formas de concebir los elementos conformadores del bien y del mal. Así mismo, compone características de reproducción de la sociedad, gracias a sus relatos que denotan elementos relacionados a como debiese la sociedad comportarse para ser mejor, ya sea a través del ejemplo positivo o a través de la representación de aspectos negativos realizados por sus protagonistas. A modo de ejemplo, al interior del ciclo mítico podemos encontrar diversas denominaciones dadas al dios Odín. Si consideramos la trascendencia que este dios tiene dentro del panteón celeste escandinavo, no es difícil inferir que a través de estas denominaciones, el emisor busca explicarle a la comunidad la manera de ser de un buen gobernante, a saber: Valfod, El padre de los caídos en las armas; Ygg, El terrible; Hérford, El padre del ejército; Herían, El que manda al ejército; Heriaford, El Señor de las hordas; Fimbytyr, el gran dios; Tund, El trotante; Hroptatyr, El señor de los dioses; Aldafold, El padre de los hombres, entre otros. Sin embargo, la relevancia de esta interpretación queda refrendada al comparar estos conceptos implícitos tras las nominaciones odínicas al contrastarlas con los relatos del ciclo heroico, donde vemos que la construcción del personaje principal Sigurd representa en sus creencias y vida pública varios de estos, adaptados o modificados según sea necesario, para volverlos plausibles y coherentes con su condición humana. Esta manera de aproximarnos a la comprensión cultural de la escandinavia ágrafa nos obliga a tener que buscar un campo contextual amplio, debido a que las narraciones que estudiamos no se agotan en una sola fuente. Así veremos que solo es posible reconstruir la historia de Sigurd considerando la Saga Volsunga, debido a que el Codex Regius, contenedor de la Edda Mayor, se encuentra incompleto al haberse extraviado un cuadernillo de ocho páginas en lo que se ha denominado “gran laguna”. Las temáticas tratadas por el género literario de las Sagas, en general, y particularmente en las Sagas de los tiempos antiguos o fornaldarsögur son muy interesantes para nuestra propuesta, dada la riqueza cultural que puede evidenciarse en sus relatos, así veremos en ellas historias de personajes reales o ficticios en un contexto que puede llegar a conectar lo histórico con las creencias míticas, así como expresar en la vida misma de los personajes los procesos de cambio cultural entre los creyentes de la antigua religión odínica y el cristianismo. Por otro lado, en estas Sagas, al remitir al período previo a la colonización islandesa, la acción narrada siempre sucede en un contexto fuera de Islandia, “siendo sus protagonistas escandinavos individuos próximos a 28

Cf. Fernández, María Pilar y Manrique Antón, Teodoro. Op.cit. pp.17-20

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la aristocracia, ya que, en cierta medida, son concebidos como arquetipos tanto de los ideales del pasado glorioso que representó la época vikinga como de la mentalidad caballeresca y cortesana que se vivía en los reinos más cultivados del sur de Europa y que se pretendía imitar en el norte.” 29 Vemos como un aspecto positivo en el espíritu de redacción de las Eddas y Sagas una motivación sincera y muchas veces declarada de rescate de la Memoria de las tradiciones culturales nórdicas, en cuanto son reconocidas como características propias y diferenciadoras de otras tradiciones culturales europeas, tornándose relevante para los escandinavos registrar este pasado pagano, y realizar con ello una síntesis cultural que les permita reconciliar el paganismo con la nueva religión cristiana, acciones que se oponen a una búsqueda de anular la cosmovisión de los antiguos, sino por el contrario se busca recuperarla y volverla coherente con la actualidad cristiana, como queda evidenciado con la lectura del capítulo introductorio de la Edda Menor de Sturluson. De esta forma, creemos que las Eddas y las Sagas, inscritas en un contexto de tránsito desde la condición ágrafa-pagana a una tradición histórica-cristiana, representan en sí mismas codificaciones que no evidencian sesgos o mutilaciones intencionadas, y no manifiestan un rechazo o posición peyorativa hacia la antigua fe o a las tradiciones antiguas a raíz del advenimiento del cristianismo. Más bien hay una demostración de admiración a las grandes gestas pasadas, razón por la cual, el relato codificado evidencia una valoración implícita de la propia tradición cultural, inclusive cuando tiene que manifestarse a favor de la nueva fe o cuando se debe explicar razones y argumentos del por qué la cultura nórdica estuvo separada de la tradición judeo-cristiana por tantos años. Con esto no se pretende eliminar la herencia cultural pagana, sino más bien, el realizar un ejercicio de valoración de sus experiencias culturales rescatadas del pasado ágrafo reinterpretándolas en clave cristiana. Esta ausencia de sesgos nos da buen pie para poder “tamizar” la fuente, identificando los aspectos propios de la cultura ágrafa, separándolos de los aspectos de la cultura histórica dentro de los cuales se encuentran las influencias cristianas. Teniendo esto en mente, el estudio de los géneros Eddico, Escáldico, de los corpus legales y de historiografía medieval, posibilita la apertura de un campo de visión poco explorado de estos tiempos remotos y de difícil acceso para el historiador. Con esto, creemos haber aportado a perfilar las fuentes literarias, históricas y legales de los ss. X al XIII como “un mirador” privilegiado, que posibilita observar en perspectiva hacia el horizonte del pasado Escandinavo de los ss. VIII y IX. 5. Conclusiones. El estudio de los pueblos ágrafos nórdicos reviste importantes complejidades a tratar, dentro de las que se encuentran la ausencia o escases de fuentes y la dificultad de acceder a las mismas. A ello debemos adicionar la distancia temporal existente entre el surgimiento del relato y su codificación, proceso que puede involucrar un par siglos. Todos ellos son factores disuasivos a la hora de enfrentar una investigación historiográfica sistemática y profesional, que busque alcanzar una aproximación a la comprensión de estas las culturas. Pese a estas problemáticas, a través de esta investigación hemos intentado hacernos cargo de las mismas, propiciando un diálogo entre diversas disciplinas e interpretaciones. La conclusión de este ejercicio indica que existe evidencia suficiente para sostener que los pueblos ágrafos articulan un sistema de conservación de la Historia y Memoria que trasciende desde la agrafía al mundo escritural. La codificación de los relatos surgidos en el tiempo ágrafo contiene en sus textos información relevante del pasado sin escritura, lo que es plenamente identificable e historizable, lo que valida nuestra tesis inicial, en la medida de que se realice una aproximación interdisciplinaria que integre metodologías de interpretación de diversas ciencias de las Humanidades. Como hallazgo interesante en el desarrollo de esta investigación, hemos encontrado en el dialogo interdisciplinario da la posibilidad de descubrir aspectos de la tradición oral medieval por medio del estudio de las fuentes codificadas en los ss. X al XIII, logrando identificar elementos fundamentales y transcendentales de la cultura ágrafa de los ss. VIII al X pervivientes en los vestigios literarios. Debemos destacar que ésta dimensión se consideraba completamente inaccesible por la historiografía tradicional, razón por la cual vemos en este punto uno de los principales aportes realizados por nuestro enfoque a la investigación histórica medieval. 29

Cf. Anónimo, Sagas Islandesas de los tiempos antiguos, Trad. Ibáñez Lluch, Santiago. Miraguano Ediciones, Madrid, España, 2007. pp. VII, VIII.

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a) Diferencias culturales y análisis contextual: Toda investigación que pretenda hacerse cargo de los constructos culturales de una sociedad debe partir de una claridad y toma de conciencia de las diferencias en que ésta concibe la realidad y su cosmovisión. El contexto en el cual están inscritas, la escala de valores a la que adhieren, la manera en que conciben la condición de humanidad frente a la otredad, etc., muchas veces pueden referir a realidades que para nosotros resulten diferentes, ajenas y extrañas, tal como lo es la mirada de “tiempo cíclico” al que las culturas premodernas articulan, lo que difiere sensiblemente a nuestra mirada lineal del tiempo y de la Historia, llevándonos a registrar y transmitir nuestras tradiciones con lógicas diferentes a las culturas ágrafas; por tanto requerimos de realizar un ejercicio sensible y delicado de observación y comprensión de estas realidades distintas para desde esa comprensión, abordar nuestra investigación evitando sesgos o generalizaciones. b) Interdisciplinariedad y análisis textual: Resulta fundamental el trabajo interdisciplinario, las Ciencias en general han logrado alcanzar un nivel de especialización muy desarrollado, lo que les permite comprender procesos complejos con gran calidad, pero circunscritos específicamente a sus temáticas de estudio. Interactuar de manera consciente entre las especificidades propuestas por las Humanidades, nos entrega un campo teórico mucho más rico y amplio desde el cual explicar el pasado. Ejemplo de esto pueden ser la correcta interpretación de los kenningar aportado por la Filología, los criterios de análisis de rasgos culturales de los pueblos ágrafos presentes en las codificaciones posteriores aportados por los lingüistas y por la Antropología y Etnografía, dan cuenta de la importancia angular de trabajar de manera dialogante y receptiva con otras disciplinas, ya que desde sus especializaciones y experiencias nos brindan herramientas de análisis del fenómeno humano. Así el tratamiento dado a fuentes como las Edda Mayor, Edda Menor, Kalevala, Sagas, los corpus legales e historiografía medieval, al considerar el aporte colegiado de diversas disciplinas de las Humanidades, nos permitirá obtener mayor riqueza de los muchos aspectos culturales presentes en ellas, comprendiendo de mejor manera el fenómeno humano inmanente, a través del ejercicio de cruzamiento de información y análisis interdisciplinario, a modo de reflexionar respecto a la pertinencia, calidad, y aporte que éstos a la generación de conocimiento nuevo. c) Limitaciones y posibilidades Así mismo, hay que tener claridad de la naturaleza de nuestro campo de acción, la Historia Cultural, que trabajada de la forma en que estamos exponiendo, va a dar resultados amplios y genéricos en su interpretación de la realidad, que podremos circunscribir a determinados años y zonas geográficas en la medida de que existan antecedentes más precisos que complementen los elementos que podamos identificar y categorizar. Pero en sí misma una investigación de esta naturaleza, por el tipo de fuentes con las que trabaja, no puede tener como pretensión el entregar un antecedente que dé cuenta de una especificidad unívoca, generando por tanto resultados que pueden ser contradictorios. Ello lo vemos como un aporte a la disciplina, ya que estas posibles contradicciones son reflejo de las complejidades del fenómeno humano, y por tanto, en la medida que exista, debemos ser capaces de sacarlas a la luz y hacerlas dialogar entre sí. Con todo, este trabajo concluye recordando que para la Historia es imposible acceder al estudio de las sociedades ágrafas, ya que por definición ésta trabaja con fuentes primarias escritas en el tiempo más contemporáneo posible a los hechos. Pensamos que el análisis historiográfico requiere necesariamente de flexibilidad para integrar diversas visiones generadas por las disciplinas de las humanidades sobre una cuestión dada. La interdisciplinariedad resulta urgente, porque solo a la luz del trabajo colegiado alcanzamos una mayor profundidad en la comprensión de las realidades del ser humano pasado y actual, al reunir diversos puntos de vista validados por metodologías de investigación serias. Siendo esto último la más importante de nuestras proyecciones, nos resulta imperativo el promover un sistema de trabajo que trascienda a la mera reflexión personal con nuestras fuentes, a modo de dar paso al diálogo entre colegas de diversas ramas de las Ciencias, a modo de enriquecernos con los aportes desarrollados por otras disciplinas. 11

6. Bibliografía. Fuentes Primarias:  Anónimo. Las Leyes del Gulathing, Trad. María Pilar Fernández Álvarez y Teodoro Manrique Antón, Madrid: Ediciones Universidad de Salamanca, 2005.  Anónimo. Edda Mayor, Trad. Luis Lerate, Madrid: Alianza Editorial, España, 2000.  Anónimo. Guta Saga - Historia de los gotlandeses, Trad. Mariano González Campo, USA: IPOC Press, 2008  Anónimo. Saga de Bosí, Trad., Mariano González Campo, Madrid: Miraguano Ediciones, 2013.  Anónimo. Saga de los Volsungos, Trad. Javier E. Díaz Vera, Madrid: Editorial Gredos, 1998  Anónimo. Saga de Sturlaug el Laborioso, Saga de Ragnar Calzas Peludas, Relato de los Hijos de Ragnar, Trad. Santiago Ibáñez Lluch, Madrid: Miraguano Ediciones, 2014.  Anónimo. Sagas Islandesas (Saga de Odd Flechas, Saga de Hrólf Kraki), Trad. Santiago Ibáñez Lluch, Madrid: Ed. Gredos, 2003.  Anónimo. Sagas Islandesas de los tiempos antiguos (Saga de Egil el Manco y Ásmund Matador de Berserkers; Saga de Gautrek, Saga de Ásmund Matador de guerreros; Saga de Án el Arquero), Trad. Santiago Ibáñez Lluch, Madrid: Miraguano Ediciones, 2007.  Cornelio Tácito. Germania, Trad. J.M. Requejo, Madrid: Editorial Gredos, 2008  Elías Lönnrot. Kalevala, Madrid: Alianza Editorial, 1992.  Saxo Gramático. Gesta Danorum (Historia Danesa), Trad. Santiago Ibáñez Lluch, Madrid: Miraguano Ediciones, 2013.  Snorri Sturluson. Edda Menor, Trad. Luis Lerate, Madrid: Alianza Editorial, 2000.  Snorri Sturluson. La Saga de los Ynglingos, Trad. Santiago Ibáñez Lluch, Madrid: Miraguano Ediciones, 2012. Fuentes Secundarias:  Hugo Francisco Bauzá. Qué es un mito, Una aproximación a la mitología clásica, México: Fondo de Cultura Económica, 2012.  Jack Goody. The Domestication of the Salvage Mind, Cambridge: Cambridge University Press, 1977.  Robert Darnton. La gran matanza de los gatos y otros episodios de la cultura francesa, FCE, México 1987.  F. Donald Logan. Los vikingos en la Historia, México: Fondo de Cultura Económica, 1983.  Georges Dumézil. Del mito a la novela, La Saga de Hadingus [Saxo Gramático, I, v-viii] y otros ensayos, México: FCE, 1973.  Mircea Eliade. El mito del eterno retorno, arquetipos y repetición, Madrid: Alianza editorial, 1972.  María Pilar Fernández Álvarez y Teodoro Manrique Antón. Antología de la Literatura Nórdica Antigua, Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca, 2002.  Manuel García-Pelayo. El Reino de Dios, Arquetipo político, Madrid: Revista de Occidente., 1952  Héctor Herrera Cajas. El significado del escudo en la Germania de Tácito, Valparaíso: Anales de la UCV, 4, 1957  Mauricio Rivera Arce, Entrevista a Ítalo Fuentes Bardelli, Reflexiones sobre la cultura, poética y espiritualidad medieval. Historia, memoria taller y oficio, Chile: Revista Historias del Orbis Terrarum, Número 13, 2014 p 184.  Walter J. Ong, Oralidad y Escritura. Tecnologías de la Palabra. México: Fondo de Cultura Económica, 1987. Fuentes digitales:  Juan Alberto Casas Ramírez. La contingencia de la Palabra de Dios, presupuesto necesario de la hermenéutica bíblica, VERITAS, N° 27 (Septiembre 2012) 137-164, en: http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-92732012000200007, Revisado el 18 de julio de 2015.  Mircea Eliade. Ensayo de una definición del mito, en Sitio Web: ebookbrowse: http://ebookbrowsee.net/mircea-eliade-ensayo-deuna-definicion-del-mito-pdf-d133620573, Revisado el 18 de julio de 2015  George Duby. Memories with No Historian, Trad. de Jennifer Wicke y Dan Moschenberg, en: Yale French Studies 59, 1980, en: http://www.jstor.org/stable/2929812, Revisado el 18 de julio de 2015.  Aya Van Renterghem, The Anglo-Saxon runic poem: a critical reassessment. MPhil(R) thesis, Glasgow: University of Glasgow, 2014, en: http://theses.gla.ac.uk/5134/, revisado el 20 de julio de 2015  José Bizerril. O território da confluência: poética e antropologia. Revista Horizontes Antropológicos. Programa de Pós Graduação em Antropologia Social. Porto Alegre: UFRGS, Ano, 1999, vol. 5, pp. 103-132 en: http://dx.doi.org/10.1590/S010471831999000300007 / revisado el 20 de julio de 2015

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