Pompeyo Trogo (Just. XLIV, 5, 1-4) y el imperialismo cartaginés en la Península Ibérica\", In Memoriam Juliana Cabrera Moreno, Granada, Universidad de Granada ,1992, pp. 219-235.

June 29, 2017 | Autor: J. López Castro | Categoría: Carthage (Archaeology), Carthage (History), Protohistoric Iberian Peninsula
Share Embed


Descripción

POMPEYO TROGO (JUSTINO XLIV, 5, i-4) y EL IMPERIALISMO CAR­ TAGINES EN LA PENINSULA IBER/CA.

JOSÉ LUIS LÓPEZ CASTRO

Campus Universitario de A1mería

Uno de los aspectos peor conocidos y menos debatidos de nuestra Historia Antigua peninsular es la presencia cartaginesa en Hispania con anterioridad a la llegada de los ejércitos bárcidas en el 237 a.C. Las relaciones entre Cartago y la Penfnsula Ibérica no han sido objeto de un estudio pormenorizado por parte de la historiografia española durante los últimos decenios, la cual ha estado más orientada hacia la etapa de la colonización fenicia de los siglos VIII­ VII a.e. ya la romanización de Hispania l • Actualmente podemos distinguir dos corrientes en la interpretación de estas relaciones: de un lado, la corriente predominante iniciada en España en el primer tercio de siglo por el hispanista alemán Adolf Schulten y por otros investigadores en el resto de Europa, que defiende la existencia de unas relaciones imperialistas por pane de Cartago. quien dominada amplias zonas del Sur peninsular desde el siglo VI a.e. De otro lado se sitúa una corriente minoritaria, que defiende que estas relaciones estuvieron fundamentadas más en un imperialismo económico que en una efectiva y persistente dominación territorial, siguiendo el modelo de imperialismo cartaginés para el Mediterráneo

1•.- Una excepción la constituye el reciente trabajo de BARCELO. P.A. Kt1rthago und die ibmschen HIllbinsd vor den Borkiden. Studien ZUF kanhagi.rchen Priisem im 141e$1lichen MillelmeeT­ _ _ dt:r Griúutung van Ebusus (VII Jh. v. Chr.) bis mm ÜbergQng Hamílkars nach Híspanien (237 v. Chr.). Bono 1988.

220

J.L LOPEZ CASTRO

Central y Occidental propuesto por el investigador británico C. R Whittaker en 197~.

La primera tendencia de la investigación se ha apoyado en un escaso conjunto de fuentes literarias que han sido objeto de varias interpretaciones particulares, pero que pocas veces han sido sistematizadas desde una perspectiva global que supere las contradicciones que presentan al historiador. Uno de estos textos, tal vez el más importante sobre el tema, es el perteneciente al libro XLIV de las Historiae Philippicae del historiador galorromano de época augustea Pompeyo Trogo, conocidas a través del epitome ya tardío de Marco Juniano Justino. Este !exto hace referencia a la intervención de Cartago en la Penfnsula Ibérica en un momento de conflictividad entre Gádir y los pueblos iberos vecinos, a partir de la cual parte de Hispania pasaría a depender del imperio cartaginés, según la interpretación más extendida. De este modo, el texto de Justino vendrfa as[ a convertirse en la prueba documental más evidente del imperialismo cartaginés en la Penlnsula Ibérica). En el presente trabajo intentaré abordar un análisis crítico del texto de Justino en cuestión, con el objeto de determinar si permite o no sustentar la idea de la existencia de una temprana presencia cartaginesa en la Penfnsula Ibérica de carácter imperialista, así como establecer su contenido histórico y su valor cronológico. AsI mismo, trataré de subrayar las características his­ toriográficas de la obra de Pompeyo Trogo, su visión de la Historia y cómo todo ello, junto con la propia elaboración del epítome por Justino, ha influido en una determinada visión de las relaciones entre Cartago y la Península Ibérica. El fragmento de Justino en cuestión, incluye los párrafos 1 a 4 del capitulo 5 del Libro XLIV, res Hispaniae el Punieae, que se reproduce completo a continuación4:

2..- Una exposición de los argumentos de ambas tendencias y las aportaciones más recientes en LOPEZ CASTRO, J.L, "Canago y la Penlnsula Ibérica: ¿imperialismo o hegemonía?". La caf&kJ de Tiro y el auge de Canogo. Actas de las V Jomadas de Arque%gia fenicio'púnica de Ibiza. IbiZtl 1990. Ibiza 1991, pp. 73-84 = Trabajos de/ Museo de Ibiza 25. Vid. así mismo GONZALEZ WAGNER, C., "lbe Canhaginíans in Ancient Spain: (rom Administrative Trade to Territorial Annexation". H. DEVUVER - E. UP INSKI (&ls.) Srudia Phoenicia X Puníc WaroL Proceedings oflhe Conference he/d in Antwerp 1988. Leuven 1989, pp. 145-156. WHIITAKER, C. R., "Canhaginian imperialism in the fiflh and Counh centuries". P. D. A. GARNSEY - C. R. WHIITAKER (Eds.). Imperialism in !he Ancíenl World. Cambridge 1978, pp. 59-90. 3.•- Vid. en este sentido la interpretación de BENDALA GALAN, M., "Los cartagineses en Espa/ia". Historia General de España Y América. Madrid 1987. vol. 1,2. pp. 139.140. 4•.- El resumen del contenido del libro es Q¡.¡arto el quadragesúno volumine conlílllttllUr 1l:f Hi.rpaniae el Punicae. Cfr. SEEL, O., Pompt:i Trogi fragmenta. Lípsiae 1955, p. 185. Las ediciones utilizadas en este trabajo han sido las de SEEL, O., Iuslinus. Epitoma Hisloriarum Philippica1lU1l Pompei Trogi. Lípsiae, Bibliotheca TeubneriQ1lQ, 1935 y SANTI AMANTINI. L Giustino. Slone Filippiche. Epítome do Pompeo Trago. Milano 1981.

IN MEMORlAM J. CABRERA MORENO

221

1. Post regna deinde Hispaniae primi Karthaginienses imperium provinciae occupavere. 2 Nam cum Gaditaní a Tyro, unde et Karthagíniensibus origo est, sacra Herculis, per quietem iussi, in Hispaníam transtulissent urbemque lbi condidissent, invidentibus incrementis novae urbis fin ifimis Hispaniae populis ac propterea Gaditanos bello lacessentibus auxilium eonsanguineis Kar­ thaginienses misereo 3. lbi felici expeditione et Gaditanos ab injuria vin­ dicaverunt et maiore iniuria partem provinciae imperio SilO adieeenmt. 4. Postea quoque hortantibus primae expeditionis auspiciis Hami/carem imperatorem cum manu magna ad oeeupandam provinciam misere, qui magnis rebus gestis, dum fortunam inconsultius sequítur, in insidias deduetus occiditur. 5. In huius locum gener ipsius Asdrubal míUirur, qui el ípse a servo lílSpani cuiusdam, ulcistente domini iniustam neeem, interfeetus esto 6. Et maior utroque Hannibal imperator, Hamilearis filius, suecedit, siquidem utriusque res gestas supergressus universam Hispaniam domuit. lnde Romanís in/ato bello, Italiam per annos sedecim variis cladibus fatigavít, 7. eL/m in/erea Roman~ missis in Hispaniam Scipionibus primo Poenos provincia expuleront, postea cum ipsis Hispanis gravia bello gesseront. 8. Nee prius perdomitae provinciae iugum Hispani aecipere potueront, quam Caesar Augustus perdomito orbe vietricia ad eos arma transtulit populllm'llle barbarum ae ferum legibus ad cultiorem vitae usum traduetum in formam provinciae redegít.

Las principales interpretaciones del fragmento se inician con la de Schulten, para quien el texto de Justino seria la prueba, junto con otro texto de Macrobio en el que se relata un intento de asalto al templo de Gádir por barcos iberos, de la hostilidad y las luchas existentes entre Tartessos y los fenicios y car­ tagineses s. Schulten, apoyándose en otros textos debidos a Ateneo Polion:etes, autor del siglo 1 a.e. y Vitrubio, autor de época de Augusto 6, quienes también relatan una intervención militar cartaginesa en Gádír, pensaba que en realidad estas noticias trataban de la toma de Tartessos por los cartagineses tras la batalla de AlaBa, hacia el 535 a.C., debido a que la memoria histórica de los antiguos autores habria confundido Gádir con Tartessos, según la conocida tesis de este autor7• Posteriormente, A García y Bellido relacionó los hechos relatados por estas fuentes con el desembarco bárcída del 237 a.e. Los cartagineses habrían venido

5..- SCHULTEN. A., Tartessos. Madrid 1979 (1945 2a Ed.), pp. 70 ss. El ICXlO de Macrobio ha Sido objeto de un exhaustivo análisis critico y de una propuesta de interpretación por parte de ALVAR, J., "'Iberon, rct Hispaniae Citerioris. (Macr., Sat 1,20.12)". Gerioll 4 (1986).162-175. 6•.- ATEN. IV, 9, 3. VITRUB. De areh. X. 13, 1.

7..- SCHULTEN. A., OP.ciL, pp. 125 ss.

222

J.L. LOPEZ CASTRO

a Wrestablecer w, según la expresión de Polibio, sus dominios hispanos tras perderlos a consecuencia de la derrota sufrida por Cartago en la Primera Guerra Púnica y la situación de inestabilidad interna motivada por la revuelta de los mercenarios·. Frente a estas interpretaciones Bosch Gimpera mantuvo una posición distinta sobre los textos en cuestión. En su opinión, los textos de Ateneo y Vitrubio harran referencia al mismo hecho qué el texto de Justino que aquí se comenta. De acuerdo con la lectura de Bosch, los iberos habrían tomado la isla de Gádir, y los cartagineses se habrían visto obligados a sitiar la ciudad para recuperarla de sus ocupantes iberos. Los hechos se habrían producido, según este autor, con anterioridad a una batalla de Artemision localizada en las costas españolas que habrfa tenido lugar hacia 493-490 a.e. Es decir, la toma de Gádir por los iberos y su posterior recuperación con ayuda de los cartagineses podrla datarse hacia finales del siglo VI a. e. 9• Los acontecimientos narrados por Justino, el propio orden de la narración y la aparición en el texto de los términos imperium y provincia, en relación con una intervención militar cartaginesa en Hispania, ha sido considerado una prueba evidente, en muchas ocasiones, para concluir que Cartago se anexionó el Sur de la Península Ibérica con anterioridad a la llegada de los Mrcidas en el 237 a.C., de acuerdo con un extendido modelo de imperialismo cartaginés, profundamente arraigado en la crítica. Un análisis detenido del texto permite llegar, como se verá, a otra interpretación distinta y mucho más matizada. El primer problema con el que tropezamos es la propia historicidad de los hechos que se relacionan en el texto. Sin embargo, en términos generales se puede afirmar que la historicidad de la obra de Trogo y del epítome de Justino están fuera de duda. La moderna crítica sobre el epítome coincide en la fidelidad de éste respecto al original de Pompeyo Trogo, si bien el contenido es bastante desigual respecto de unos libros a otros y la redacción del epltome resulta vaga e imprecisa en muchos aspectos 10. La datación del Epítome ha sido

IN MEMORIAM J. CABRERA MORENO

223

situada a comienzos del siglo III d. C., según la opinión más extendida, concretamente hacia el 226. Este tipo de compendios fueron comunes en un momento que se puede situar a partir de mediados del siglo 11 en adelante, en el cual no se soUan leer obras extensas. De hecho, el Epitomede Justino fue muy popular en la Antigüedad Tardfa y en la Edad Media ll • Frente a la larga discusión que atribuía una única fuente para la obra de Trogo, la crítica actual ha concluido por inclinarse hacia una más factible pluralidad de fuentes en la obra de Trogo '2• Suele admitirse que fueron griegas, principalmente Timeo como fuente principal, y otras como Eforo, Teopompo, POlibio, Timógenes, Apolodoro de Atenas, Asclepfades de Mirlea y sobre todo Posidonio para sus páginas sobre Hispania, aunque también se admite la presencia de tradiciones latinas en la obra del historiador galorromano y se excluye la utilización de fuentes púnicas, lo que resulta de particular importancia para el presente estudio '3• Los estudios sobre la obra de Pompeyo Trogo revelan que el historiador recogió no sólo los principales hechos, sino que los expuso de forma detallada, incluyendo también numerosos aspectos particulares de [ndole topográfica y cronológica, descripciones de los ordenamientos institucionales e individuaciones de los personajes históricosl 4• Sin embargo, la realidad es que el epítome de Justino dista mucho de conservar la información original contenida en la obra de Trogo, principalmente por la forma en que realizó su redacción, como reflejan la desigualdad estilistica y sintáctica del epltome. Sin que Justino llegara a desarrollar una mctodologfa de trabajo precisa en la elaboración de su resumen, se puede afirmar que su principal recurso es la omisión de largos párrafos de la obra de Trogo, sobre todo de aquellos que contenlan disgresiones, explicaciones de hechos concretos, y lo que es más desafortunado para nosotros, las referencias cronológicas y

ciJ., pp. 39 ss. Más recientemente vid. RICHTER, H.- D. Unten.uchullgen zur Mllenislischen Historiographie. Die Vonagm des Pompeius Tragus für die DarslellulIg der Ilachalexalldrischen hdJmistischm Geschichu (JUSI. 13-40). Frankfun 1987. ALONSO NUÑEZ, J.M. "Pompeius Trogus 8 ..• POL. 1, 10, 5. GARCIA y BELLIDO, A., Jocrusae Gada Topografta lk Cádiz alllígua. Madrid 1951, p. 21. "Colonización púnica".H" lk EspOlia dirigida por R Mellélldez Pidal, 1.1, vol. 11. Madrid 1975 (3a Ed.), pp. 364-366 Y nOla 3. La misma inlerprelación del lexlO de Polibio en BENDAlA GALAN, M., op. cit., p. 123. 9..- BOSCH GIMPERA, P., "Una guerra fra canaginesi e Greci in Spagna: la ignorata baUaglia di Artemision". RMslQ di Fil%gía e: di Istruzione C/assica XXVIII, 1950, p. 316: La versión española del anrculo en Cuadernos lk Historia PrimÍliva V, 1950, pp. 43-55. 10.. • Sobre el valor de Trago como fuente histórica cfr. FORNI, G.. ANGELI BERTINELLI, M. G., "Pompeo Trago come (oote di storia" Auftlieg wld Nielkrgallg der Romíschetl Well lO, 2, 1982, pp. 1298-1362. SALOMONE, E., Fonli e valore Slorico di Pompeo Trago (JUSlÍfL XXXVIII, 8,2· XI). Genova 1973. FORNI, G., Va/ore Slorico e {OIúi di Pompeo Trago. /. PO' le gue"e greco·pmiane. Urbino 1958. GARCIA MORENO, L.A., "Justino 44,4 y la historia interna de Tartessos".Archivo Español de Arqueologla 52 (1979), 111·130, especialmente pp. 113 ss. SANTI AMANTINI, L., op.

on Spain". Últomus XLVII (1988), 11~·130, con abundante bibliografía. 11..' STEELE, R. B., "Pompeius Trogus and lustinus". AmericOlI Joumal o{ Phil%~ 38 (1917), 19-41. REYNOLDS, L. D., "Justinus", L. D. REYNOLDS (Ed.). TexlS and Tratl..!'lnissiO/L A .UlVo/ O/1M IAJin Clas.siu. Oxford 1983, pp. 197·199. ALONSO NUÑEZ, J. M.. op. cit., p. 119. SANTl AMANTINI, L., op. cit., pp. 10-11. 12..· Cfr. L1EBMANN-FRANKFORT, 11-1., "L'hisloire des Parthes dans le livre XLI de Trogue Pompk: essai d'identification de ses sources". Lalomus XXVIII (1969), pp. 894-5 Y 902. SANTI AMANTINl, L., op. cit., pp. 34 ss. 13..- FORNI, G. - ANGEL! BERTINELLI, M. G., op. cit., pp. 1312 ss. MALASl'INA, E., "Uno .storicofilobarbaro: Pompeo Trogo". Romanobarbarica 1(1976),136-137. GARCIA MORENO, LA, op. cit., p. 117. LlEBMANN-FRANKFORT, Tb. op. cit., pp. 908 ss. y 919. ALONSO NUÑEZ, J. M., op. cit., p. 129. 14..- Cfr. FORNI, G.- ANGELI BERTINELLI, M. G., op. cit., p: 1300.

I

224

J.L. LOPEZ CASTRO

toponomásticas de guerras, batallas, ciudades y demás especificaciones geográficas, asi como las informaciones relativas a los orígenes y situación de los pueblos de la Antigüedad". Justino alternaba indistintamente las omisiones con breves resúmenes de la obra original, y en ocasiones con transcripciones de algunos párrafos completos. Sin embargo, los resúmenes tienen, quizás para asegurar un minimo de continuidad en la narración o para recoger las conclusiones principales de los hechos, un tono genérico e indeterminado. El resultado final es que las páginas de un libro en el epftome no representan el compendio de todas las páginas de las que se componia originalmente el mismo libro en la obra de Trogo l6• . Estas caracteristicas de la composición del epítome son reconocibles en el texto que nos ocupa y permiten comprender mejor la naturaleza de la información que contiene. De acuerdo con la crítica filológica sobre el epftome efectuada por autores como Castiglione o Forni y Angeli, es posible distinguir cuáles han sido las principales omisiones efectuadas por Justino en el capftulo 5 del Libro XLIV. En efecto, son distinguibles algunos vocablos o expresiones de transición del tipo deinde tempore, que indicarian la omisión de acon tecimien­ tos anteriores a su utilización en el texto, o expresiones de preterición y compendio que tendrian el objetivo de unir los párrafos conservados tras la omisión, con las partes siguientes de la narración 17. Este es el caso de los párrafos 1 y 4 del texto analizado: 1. Post regna deinde Hispaniae primi Karthaginienses imperium provinciae occupavere. El fragmento, que alude a los reinos mfticos hispanos citados en el capftulo 4, señala la omisión de acontecimientos relativos a aquellos que aqu[ son simplemente insinuados, a la vez que sirve, además, de introducción al contenido del capftulo, pues el párrafo 2 no continúa la narración iniciada en el 1, sino que vuelve atrás en el tiempo y se remonta a un origen mftico para la fundación de Gádir, e introduce las causas de la intervención cartaginesa. Además, la

IN MEMORIAM l. CABRERA MORENO

225

palabra deinde ha sido señalada expresamente como indicio evidente de omisión en este párrafo concreto". 4. Postea quoque hortantibus primae expeditionis auspiciis ...

La expresión inicial del párrafo,postea quoque, señala de forma inequivoca la presencia de otra omisión de Justino, que en este caso es de vital importancia para la comprensión del texto, pues puede prestarse a equivoco. En efecto, si no se considera la existencia de la omisión, y teniendo en cuenta el carácter de enlace de las primeras palabras líneas arriba reproducidas, podria pensarse que la intervención cartaginesa en Gádir fue poco anterior a la llegada de los l9 báreidas en el 237 a.c., como de hecho han sostenido algunos autores • En mi opinión, la primera frase del párrafo 4, Postea q/loqLle hortantibus primae expeditionis auspiciis, se debe por completo a Justino y tiene como misión, en la lógica del Epitome, unir los primeros fragmentos ya resumidos en los que se relata la intervención cartaginesa en Gádir, con el compendio de las páginas de Trogo dedicadas a la etapa bárcida, tras haber suprimido los acontecimientos situados entre ambos hitos cronológicos. El único nexo entre ambos, el hecho de que se tratara de dos expediciones cartaginesas a Hispania, aunque separadas en el tiempo, pudo ser el recursO estilistico utilizado por Justino para redactar una frase de unión que incita por su contenido a derivar relaciones de causalidad de la segunda expedición respecto de la primera. Así mismo, se ha reconocido en la expresión hortantibus ... auspiciis el empleo de la metonimia comO recurso estilfstco de Justino, por lo que la intervención del epitomista en este párrafo parece bastante segura y desvirtúa totalmente la posibilidad de leer en esta expresión una relación de causalidad entre ambas expediciones:lll. Si se analiza el capitulo 5 completo, se puede comprobar que los distintos párrafos condensan la historia de Hispania desde la fundación de Gádir hasta 21 la época de Augusto, como ya ha sido advertido por algún investigador • Los párrafos 1 a 3 son, a su vez, un pequeño resumen de la historia de Gádir hasta la Segunda Guerra Púnica, mientras que los párrafos 4 a 6 están dedicados a la presencia de los bárcidas en Hispania; la Segunda Guerra Púnica y la conquista

18.•- Or. CASTIGL!ONE, L., op. CiL, p. 3. 15..- Cfr. CASTIGLIONE, 1....Studl imomo al/e "Slorie Filippiche" di Giuslino. Napoli 1925 (Roma 1967), p. 11. FORNI, G. op. ciL, pp. 13 ss. y 50 ss. 88 ss. FORNI, G. - ANGEL! BERTINELLI, M. G.,op. ciL, pp. 1303-1307. 16.. - FORNI, G. - ANGEL! BERTINELL!, M. G., ¡bid. Según FOH.NI, G. op. CiL, p. 48, se habrían perdido en el Epj¡ome unas cuatro quintas parles del conlenido de cada libro. 17.. - CASTIGL!ONE, 1... op. CiL, pp. 2 ss. FORNI, G., op. cj¡. pp. 88 ss. FORNI, G.. ANGELI BERTINELLI, M. G., op. ciL, p. 1302.

19..- Elta es la interpretaciÓn de Garela y Bellido, quien relacionaba la inlervención canaginesa en Gádir con la crisis provocada en Cartago tras la derrota sufrida en la Primera Guerra Púnica y la revuelta de los mercenarios: cfr. GARClA y BELLIDO, A, Jocossae, cj¡., y "Colonización púnica",

ciL· 20.. - Or. CASTIGL!ONE, L, op. ciL, pp. 142-143, esta expresión sería similar a honame ... .succe&SU, utilizada por el epi tomista en el fragmento XXIV, 4, 6. 21..- Crr. ALONSO NUÑEZ, l.M., op. ciL, p. 128.

226

J.L. LOPEZ CASTRO

romana son despachadas en el párrafo 7. El párrafo 8, por último, es uno de los más extensos del capítulo y versa sobre la conclusión de la conquista y la romanización de Hispania en el reinado de Augusto, en un tono claramente laudatorio y propagandístico. En los párrafos 1 a 4 del capltulo, Justino hace en pocas palabras un breve repaso a los acontecimientos que, por ser los más relevantes a su juicio, mereclan la pena ser recogidos en el Epitame. Por esta razón, entre la fundación tiria de Gádir y de su famoso templo de Hércules-Melqart y el envío por cartago de la expedición de Amrtcar Barca, median otros acontecimientos como el ataque de pueblos hispanos a la ciudad fenicia y la llegada de una expedición de socorro cartaginesa, cuya cronologfa queda especificada por Justino en un momento anterior al desembarco bárcida por el propio orden de la narración, si tenemos en cuenta la omisión detectada al comienzo del párrafo 4 antes aludida. De este modo, contamos con una posición cronológica relativa del ataque ibérico a Gádir, el cual habrla que situar con posterioridad a la fundación de la ciudad en el siglo VIII a.c., si admitimos la datación arqueológica para los inicios de la colonización fenicia en la Pen[nsula Ibérica, y con anterioridad al desembarco de Amflcar Barca en el 237 a.C. Justino omitió con loda verosimi­ litud del texto original de Trogo los indicios cronológicos de estos acontecimien­ tos, as( como el origen y la situación de los pueblos peninsulares que protagoni­ zaron el ataque a Gádir, a los que denomina genéricamente hispaniae papulis. No se tratarla en este caso de la acción aislada de un régulo ibérico en busca de riquezas, como sucede en el episodio relatado por Macrobion , sino tal vez de. una alianza de pueblos que haría peligrar la existencia de la ciudad fenicia, hasta el punto de que llegó a solicitar la ayuda de Cartago. Las relaciones que establecieron los colonizadores fenicios con los pueblos autóctonos del Sur peninsular han venido siendo consideradas por la inves­ tigación como unas relaciones pacfficas aunque desiguales13, por loque resulta diffcil explicar, en primer término, un ataque autóctono a la ciudad de Gádir. Sin embargo, la posición cronológica relativa del acontecimiento en el orden de la narración de Justino, esto es, posterior al siglo VIII a.e. y anterior al 237 a.c., obliga a ponerlo en conexión con un momento en el que las relaciones entre los fenicios de la costa y los pueblos autóctonos del interior, una vez avanzado el proceso de formación de las primeras organizaciones estatales iberas

22.. - MAC Sal. 1, M, 12. Sobre este texto cfr. ALVAR, J., op. ciL 23.. - Cfr. WAGNER, C. G., "Notas en torno a la aculturaci6n en Tartessos". GeriÓII 4,1986, pp. 145 lIS, AUBET SEMLER, M·.E., Tiro y/as c%llias fe/licias de Occidellle. Barcelona 1987, pp. 248 lIS.

IN MEMORlAM J. CABRERA MORENO

227

a comienzos del siglo VI a.e. 2A , habrfan dejado de ser desiguales. Este momento coincidirfa con el fenómeno que algunos autores han denominado la 25 "crisis del siglo VI a.e." en las colonias fenicias peninsulares • El ataque de pueblos iberos a la ciudad de Gádir que nos· transmite Pompeyo Trogo podrfa situarse, por tanto, dentro del contexto de la crisis del siglo VI a.e. Uno de los rasgos de la misma sería la conflictividad más o menos generalizada entre los pueblos iberos emergentes del interior y las colonias fenicias de la costa, que tendrfa una evidencia arqueológica en la construcción bacia el 600 a.e. de la fortificación del Cerro del AJarc6n, junto al conocido asentamiento fenicio de Toscanos. La fortificación consiste en una muralla de cuatro metros de espesor, que por su posición y su orientación respecto a la zona urbana, estaría destinada a proteger el asentamiento de Toscanos de posibles ataques provenientes del interior 26• La bipótesis de Bosch Gimpera de que pueblos ibéricos hubiesen tomado Gádir a finales del siglo VI a.c., y que la ciudad hubiera sido sitiada y reconquistada con la ayuda cartaginesa, de acuerdo con su interpretación del texto de Justino y los antes aludidos de Vitrubio y Ateneo Poliorcetes, me parece bastante más plausible y coherente que las explicaciones de Garcla y Bellido o Schulten sobre este acontecimiento, determinadas por su posición historiográfica ante el imperialismo cartaginés. La propuesta de Bosch antes mencionada ofrece una nueva e interesante posibilidad de explicación del ataque ibero a Gádir. que ya he tenido ocasión de desarrollar en detalle en otro trabajo, por lo que no me detendré en una exposición minuciosa de la reconstrucción de los hechos21, Del pasaje de Trago relativo a este ataque ibero a Gádir y de la con­ secuente intervención cartaginesa, buena parte de la hiswriogral1a española, como afirmaba al comienzo del articulo, ha inferido automáticamente formas de dominación territorial cartaginesa que irlan implfcitas en el propio lenguaje utilizado por Trogo en el párrafo 3:

24..- Sobre el proceso de formación del horizonte Ibérico Antiguo vid. RUIZ RODRIGUEZ, A el

oJü, "El poblamiento ibérico en el Alto Guadalquivir". Iberas. Actas de las I Jorn.adas sobre el

Mundo Jblrico. JaIn 1985. Jaén 1987, pp. 239·256. AGUAYO DE HOYOS, P. - SALVATIERRA CUENCA, V., "El poblamiento ibérico en las altiplanicies granadinas". Ibid. pp. 228-238. 25..- Sobre la crisis del siglo VI a.C. cfr. AUBET SEMLER, M".E., op. cil., p. 277. ALVAR, J., "La calda de TIro y sus repercusiones en el Mediterráneo". La colda de Tiro y el auge de Cartago. ActMdelal V JOf7UJtlMdeArqueologlofrnicio-púnica. Ibiza 1990. Ibiza 1991, pp. 19-27. 26..- aro SCHUBART, H.- NIEMEYER, H. G. - LlNDEMANN, G" "Toscanos, Jardln y Atareón. La campaña de excavKiones de 1971". Noticiario Arqueológico Hispallico 1, Arque%glo, '1CJ72, pp. 29-32. 27..- CCr. LOPEZ CASTRO, J.1.., "El imperialismo cartaginés y las ciudades fenicias ele la Penlnsula Ibérica entre Jos siglos VI·JII a.C", Studi di Egillologio e antichitil puniche 9, 1991, pp. 87­ 107.

J.L. LOPEZ CASTRO

228

3. lbi feUci expeditione et Gaditanos ab iniuria vindicaverunl el maiore iniuria partem provinciae imperio suo adiecerunt. Sin embargo, si atendemos a la crítica sobre Trago, es posible matizar la lectura directa del significado de algunos términos. A lo largo de su obra, Trogo utilizó como recurso principal para mencionar ordenamientos, instituciones y magistraturas de pueblos ajenos al romano la'comparatio, o asimilación de los términos de otras lenguas, y por tanto de otras realidades, a los términos utilizados por los romanos, mientras que usó poco el recurso de la l7anslalío, o traducción..deJsignificado y muy raramente el de la l7t1..nscriplio o reproducción de la palabra en la lengua original1B• Ejemplos más o menos evidentes de comparatio del capítulo 5 del epftome de Justino son precisamente los términos imperium, provincia e imperator, en relación a Cartago y su presencia en la Pen!nsula Ibérica. En primer lugar, el término imperium aparece utilizado en el capltulo 5 en dos ocasiones (XLIV, 5, 1 Y 3) Y en ambos casos lo hace unido al término provincia para referirse a la relación de Hispania con el estado cartaginés. Ahora bien, imperium puede corresponder en el texto a un caso de utilización de la comparatio mediante el cual Trogo intentara resumir una realidad politica más compleja como fue la hegemonía cartaginesa en el Mediterráneo Centro­ occidental anterior a la conquista de Hispania por los bárcidas, tal como propuso Whittaker. Es decir, un sistema de alianzas entre Canago y otras entidades estatales que, partiendo de una reciprocidad y una igualdad iniciales, condujera a la progresiva dependencia politica y económica de aquellas frente a la ciudad africana 29• La expresión utilizada por Trago, parlem provinciae imperio suo adiecerunt, podría interpretarse no como la anexión de una parte de Hispania al imperio cartaginés, sino como la incorporación de Gádir y otras ciudades fenicias peninsulares al sistema hegemónico cartaginésJO• No se debe olvidar tampoco la influencia que debió recibir Trago a través de sus fuentes, de la arraigada visión de Cartago en la tradición en la his­ toriográfica clásica que atribula a Cartago la formación y la dirección de un imperio mediterráne031 • Esta visión de Cartago fue iniciada por historiadores griegos que, como veremos, no fueron sólo fuentes destacadas de conocimiento de Trogo,. sino también de influencia teórica e historiográfica.

28..- erro 1300. 29..- erro 30..· erro 31..- Cfr.

FORNI,

229

IN MEMORlAM J. CABRERA MORENO

En cualquier caso, aun cuando el uso del término imperio en el texto no fuera discutible, su contenido polftico no se corresponde con total evidencia con el contenido semántico de los verbos utilizados en el capftulo por Trogo para indicar las distintas intervenciones de Cartago en la Península Ibérica, sobre todo si los comparamos con las expresiones que se usan con idénticos fines para relatar la actividad romana. As!, en XLIV, 5, 1, el verbo empleado es occupo, que significa tomar posesión, adueftarse. El mismo verbo es el elegido en el texto para definir el motivo de la expedición de Amflcar Barca a Hispania (XLIV, 5, 4). En el controvertido párrafo 3 se afirma que los cart~gineses añadieron o aumentaron (adicío) su imperium con parte de la provincia yen XLIV, 5, 6, Anibal aparece conquistando o subyugando toda Hispania (domo). De manera más significativa, los verbos y las expresiones utilizadas por Trogo para describir la relación entre Roma con Hispania son taxativas (XLIV, 5,8): los hispanos sufrieron el yugo (iugum Hispani accipere) como provincia completamente sometida (perdomitae provinciae) cuando Augusto completó la conquista y los redujo a provincia romana (in formam provinciae redegit), expresión esta última que, según la critica, seria con seguridad una de las escritas originalmente por Trago que se conservan en el resumen de Justin0 32• De este modo, las expresiones utilizadas en el texto para definir la actuación de los cartagineses en Hispania son menos contundentes, desde el punto de vista semántico, que las utilizadas para describir la intervención de Roma en Hispania. Podría deducirse de ello, según el texto, que los cartagineses no dominaron Hispania con la misma intensidad que los romanos. Tan sólo en el caso de las campañas de Aníbal, que marcan históricamente a lo largo del periodo bárcida la etapa de imperialismo territorial cartaginés en la Peninsula Ibérica, se emplea un verbo de significado más claro desde el punto de vista de la dominación, como es domo. En el párrafo 3 -uno de los fragmentos clave del texto, pues definirla las relaciones entre Cartago y la Península Ibérica después de la intervención de la ciudad africana en Gádir a partir de un momento que hemos datado en el siglo VI a.c.- el verbo empleado es adicio, cuyo significado no implica necesariamente una ocupación territorial ni el fuerte sometimiento que dejan traslucir las expresiones del párrafo 8 referentes a la conquista romana. Si se acepta que la frase partem provinciae. imperio suo adiecerunt del párrafo 3, tal y como se ha conservado en el texto es obra de Trago, habría que admitir que no existe una equivalencia polhica neta entre su significado y el de la expresión in formam

o., op. cit, p. 119. FORNI, O. - ANOEL! BERTINELLI, M. O., op. cu., p.

WHITIAKER, c. R.. op. cu. LOPEZ CASTRO, J. L., "El imperialismo ...... cu. WHITIAKER, C. R.,op. cit, pp. 87 ss.

32..- Cfr. SALOMONE, B., op. cit, p. 28,

cu., p. 130S.

D.

3. FORNI, O. -ANGELI BERTINELLI, M. G., op.

230

J.L. LOPEZ CASTRO

provincia redegi/, atribuida con bastante probabilidad a Trogo. Si, por el contrario, dicha expresión es de Justino, es probable que resuma una realidad política más compleja dada la tendencia a omitir y simplificar que caracteriza su trabajo de epi tomista. De cualquier forma, la expresión par/em provinciae imperio suo adiecerun/ no es, como afirmaba Hneas arriba, necesariamente incompatible con el modelo de imperialismo cartaginés de Whittaker ni, según el relato, implicaría un dominio territorial cartaginés en Hispania pues, tras la ocasión de la expedición de socorro a Gádir, los cartagineses añadirían a su imperium -cabe decir a su esfera hegemónica ya que el texto no especifica los términos políticos- sólo una parte de Hispania (partemprovinciam), mientras que no sería hasta las campañas de Anilial cuando se conquistase toda, o buena parte de ella (universam provinciam ). En este sentido, dentro de sus contextos respectivos (XLIV,5,1,3 y 4), provincia parece que se usa más con el sentido geográfico de región y como recurso estiHstico, empleando un término sinónimo de Hispania, pues Trogo se refiere a la Península Ibérica desde su posición de contemporáneo a la condición de Hispania como provincia de Roma; no de otro modo podría entenderse que mencione el término provincia desde el párrafo 1, antes incluso de la interven­ ción de Cartago en ayuda a Gádir, que se produce en el párrafo siguiente. Es interesante retener el hecho de que Trogo organiza la redacción de su obra siguiendo como guía la delimitación provincial del Imperio romano de época augustea JJ , lo que podría explicar el empleo del vocablo por Trogo y a qué se refiere conceptualmente. Si el uso del término provincia lleva aparejado algún significado político cuando aparece vinculado a Cartago, podría tratarse del recurso de la com­ para/io. Por el contrario, cuando es usado por Trogo en relación con la conquista de Hispania por Roma (XLIV, 5, 7 Y8), la palabra pro~'incia aparece dotada de su pleno significado político e imperialista: in formam provinciae redegit, más aun cuando ya no era necesario para Trogo utilizar la compara/io, pues describía un territorio incorporado a Roma. Por su parte, el término impera/or (XLlV,5,4 y 6), empleado para calificar el rango de comandantes supremos en Hispania de los generales cartagineses Amílcar y Anilial, es un ejemplo clarísimo de comparario y el uso del término imperium para referirse a la hegemonía de Cartago, no significa necesariamente que para el historiador galorromano existiera historicamen'te un imperio cartaginés similar al imperio romano.

33..- ALONSO NUÑEZ, J. M., op. ciL, p. 129.

IN MEMORIAM J. CABRERA MORENO

231

La concepción de la Historia de Trogo y su posición ideológica ante el imperialismo, y en concreto el imperialismo romano, son de una importancia decisiva para comprender correctamente la relación entre eartago e Hispania para el autor y determinar si el texto nos transmite realmente la existencia de un imperialismo territorial cartaginés anterior al periodo bárcida. Diversos autores han resaltado una noción historiográfica esencial en la obra de Trogo, como es el desarrollo de la teoría griega de la sucesión de los imperios, la translatio impero, que aparece ya en Heródoto, y está presente en otros autores griegos como Eforo y Polibio. En el periodo helenístico la teoría de la sucesión de los imperios, característica del pensamiento historiográTico y político griego, se conformaba como la propia trama de la Historia. De hecho, Polibio pensaba que el imperio de Roma era el más universal de todos, por lo que escribir su historia equivaHa a escribir la historia universal 34• A partir de Polibio, la translario imperii comenzó a estar presente en los historiadores de época romana, y entre ellos, de forma destacada, en Pompeyo Trogo, y en otros como Diodoro, Nicolás Damasceno o Dionisio de Halicarnaso. Veleyo Patérculo nos recuerda que Emilio Sura añadió el imperio romano a los imperios sucesivos de la historiografia griega, en un momento anterior incluso a Polibi0 35• Sin embargo, el momento de mayor difusión de la teoría de la sucesión de los imperios se inicia después de las guerras civiles, en relación directa con la propaganda oficial augustea de signo triunfalista, tendente a reforzar la idea de la inmortalidad de Roma. En su nueva versión romana, y a diferencia de las concepciones contemporáneas griegas de la translatio imperii de signo antir­ romano, su carácter era claramente apologético del imperialismo romano. Roma quedaba entonces incluida en la sucesión de los imperios, pero dotada de una naturaleza inmortal que no hada sospechar su caída y su sustitución por otro imperio. En esta versión de la translario imperjj se encuadran las Hisroriae troguianas, que constituyen la primera Historia Universal de la Antigüedad, dotadas de un carácter teleológico, en el sentido de que la Historia de Roma es en sí la Historia Universal y simboliza la unificación del mundo mediterráne0 36•

34.•- Cfr. MOMIGLIANO, A, "Daniele e la teoria greca della successione degli imperi". Rmdiconti deU'Accadonia dei Lincei. Clase di Scienze morali, s/Oriche e filolofiche. s. VIII, XXXV, 1980, pp. 157-158. Sobre la translalÍo imperii vid. asl mismo MAZZARINO, S., 11 pC/lsiero s/Orico clDsico. Sari 1968, pp. 490 ss. 35••- MOMIGLIANO, A, ibid. ALONSO NUÑEZ, J. M., op. cit., p. 118. MENDELS, D., 'The FlVe Empírea: a note on a propagandistic /Opas". American Joumal 01 Philology 102 (1981), 338-339. 36..- MALASPINA, E., op. ciL, pp. 138-139. MAZZARINO, S., op. CiL, p. 485. ALONSO NUÑEZ, J. M.,op. ciL, p. 118. La datación de la obra de Trogo ha sido situada entre los años 10 a.C. y 10 d.C.: dr. SANTl AMANTINI, L, op. CiL, pp. 12·13.

232 J.L. LOPEZ CASTRO

Una característica singular de las Historiae Philippícae de Pompeyo Trogo es que, gracias a su carácter universal, tienen cabida en la Historia casi todos los pueblos del mundo conocido, relacionados con los cuatro grandes imperios que se habrían sucedido en el tiempo: Asiria, PerSia, Grecia-Macedonia y Roma, de cuya grandeza Trogo tenfa una convicción absoluta l1.Es este carácter univer­ salista, "filobárbaro", el que ha hecho que muchos investigadores lo hayan considerado antirromano, cuando en realidád su posición es totalmente la lll contraria • La concepción de la Historia de Trogo incluye una idea COn­ tinuadora del principio de Teopompo de que la evolución histórica se produjo en sentido Este-Oeste, es decir, pasó de Orienre_a Occidente. En efecto, Su obra comienza en el fragmento 1, 1, 4 citando a Nivo, Tukulti-Ninurta 1, primer rey del primer imperio de la Historia en el Este, y termina en el libro XLIV con Augusto, último soberano del último imperio universal, ya en Occidente19• No obstante, el principio que conduciría el devenir histórico en la visión de la Historia de Trogo serta la pugna entre pueblos puros y pueblos corruptos, entre civilización y primítivismo. Así, un pueblo puro como el romano, habría de suceder al corrupto pueblo macedonio en el Imperio universal
Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.