Política exterior colombiana en el marco de la guerra fría (Guerra de Corea)

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Descripción



Universidad Nacional de Colombia —Medellín — 2015-I
Facultad de Ciencias Humanas y Económicas — Política Exterior Colombiana
Trabajo Final
Paola Andrea Gañan Alzate
Sara Rivera Monsalve
Andrés Felipe Ordoñez Martínez
Jorge Luis Vélez Agudelo

La política exterior colombiana en el marco de la guerra de Corea con relación a la doctrina del réspice polum y la teoria realista de las relaciones internacionales

Introducción
En términos diplomáticos, durante los últimos años del siglo XIX y los primeros del siglo XX existió una tensión entre Colombia y Estados Unidos; la separación con Panamá provocada en gran medida por el abandono del gobierno nacional colombiano, pero sobre todo por los intereses estadounidenses con respecto al posicionamiento estratégico de Panamá como una zona de importancia internacional (Bermúdez, 2010), repercutió en las relaciones bilaterales, las cuales se tornaban en evidente desbalance para Colombia, pues las alternativas del gobierno norteamericano para solucionar el problema de la construcción o no de un canal interoceánico y su posición dominante en la región (a partir de la doctrina Monroe) podían constituirse sobre presiones diplomáticas o posibles iniciativas militares – a lo que primó la primera-.
En el marco de las relaciones internacionales y la política exterior, la separación de Panamá no significó para Colombia un cambio en la planificación de las mismas, asumiendo posiciones de defensa de los intereses nacionales, sino que retroalimentó el sistemático interés por establecer relaciones estables con Estados Unidos, y lograr con ello -aunque en escasa prevalencia- una reparación económica por los daños ocasionados al país. Como respuesta a estas tensiones los gobiernos incrementaron sus relaciones diplomáticas, por lo que se presentaron reparaciones, misiones económicas, firma de tratados- en especial el que manifiesta el consentimiento de Estados Unidos frente al tratado firmado por Colombia y Nicaragua con respecto a la disputa sobre los territorios de Mosquita y las islas de San Andrés y providencia-, entre otras estrategias de acercamiento; las cuales significaron la subordinación del gobierno colombiano frente a la potencia emergente estadounidense. (Bermúdez, 2010).
A partir de un recuento histórico acerca de las condiciones objetivas y subjetivas de la situación colombiana, es posible observar la tendencia de la política exterior nacional hacía la doctrina réspice polum -acuñada por Marco Fidel Suarez- durante gran parte del siglo XX, basada en la orientación de estrategias y lineamientos encaminados al mantenimiento de relaciones estables con la Estrella del Norte, haciendo alusión metafóricamente a EE.UU, tales como planes de cooperación técnica y políticas para el desarrollo; Y que significó la pérdida de autonomía y soberanía colombiana. En este sentido parte de este trabajo se encamina a dar cuenta acerca de la concepción de la noción réspice polum y sobre cómo esta configura el conjunto de disposiciones y estrategias en torno al ejercicio de la política exterior.
De acuerdo a lo anterior, en el marco de la Guerra Fría y en concordancia con el mencionado lineamiento constitutivo de la política exterior colombiana, Colombia se acoge a la alineación con Estados Unidos frente a la imposición de la doctrina Truman, siendo el único de los países latinoamericanos en intervenir en el conflicto mediante el envío de tropas para combatir junto con militares estadounidenses en la guerra de Corea. El cuestionamiento principal acerca de este importante hecho radica en la búsqueda de información para determinar las motivaciones e intereses, internos y externos, que contribuyeron al dinamismo colombiano en el marco del conflicto entre la Unión soviética y los Estados Unidos, estableciendo como referente principal el contexto histórico de Colombia para la época, en donde el enfrentamiento con las guerrillas liberales y comunistas se hacía cada vez más dificultoso para las élites conservadoras.
Como se ha podido observar la influencia de los Estados Unidos sobre la política exterior colombiana ha configurado el establecimiento de políticas económicas, sociales y de seguridad por parte de los gobiernos colombianos, que ha influido a su vez en las relaciones internacionales colombianas, la posición internacional de Colombia y su escasa aparición en el contexto global. Por esta razón hemos de plantear un acercamiento teórico con respecto al ejercicio de las relaciones internacionales, para este fin hemos de utilizar como referentes conceptuales y teóricos los lineamientos establecidos por la teoría realista de las relaciones internacionales, basada en la relación problemática de los Estados y las tensiones por el poder, en la búsqueda de intereses propios y egoístas. Dirigido al mismo propósito implementaremos las nociones y conceptos propuestos desde los planteamientos constructivistas, basadas en la construcción y de-construcción de las realidades sociales en relación con el proceso y continuidad en el tiempo de las relaciones exteriores.
Dicho de este modo, el presente trabajo se encuentra dividido en tres partes fundamentales: 1. Descripción y análisis del contexto y proceso histórico de la Guerra Fría y una breve referencia al contexto nacional e internacional colombiano en el marco de las relaciones con Estados unidos a partir de la separación con Panamá. 2. identificación de la doctrina réspice polum en relación con el dinamismo colombiano en la guerra de Corea, y 3. Una aproximación teórica a partir de la teoría realista y postulados constructivistas de la participación de Colombia en la guerra de Corea. 4. Conclusiones.
1. Contexto histórico
Las guerras a través de la historia han cumplido distintos propósitos de acuerdo al contexto y situación en la que se han desarrollado, pero a pesar de las diferencias en las causas, efectos y estrategias, siempre es posible reconocer en las guerras la ansiedad de dominación de un actor, bando, coalición, grupo de estados, contra otro u otros.

Una guerra siempre será posible reconocer como un medio de resolución de diferencias, en el que un Estado busca imponerse sobre aquel con el que se está en desacuerdo. En este sentido plantea Clausewitz que "la guerra no es simplemente un acto político, sino un verdadero instrumento político, una continuación de las relaciones políticas, una gestión de las mismas con otros medios." (Clausewitz, 2005)

En el marco histórico de la guerra, se representa también como la forma de dirimir las disputas entre grupos políticos, países, intereses y otras situaciones que desestabiliza el orden geopolítico, por esta razón, para hablar de la Guerra de Corea se debe esclarecer la situación y los alcances que desencadenó la Guerra Fría.

La definición clásica de la Guerra Fría, fue un estado tensión permanente debido al conflicto de las dos superpotencias (Estados Unidos y la vieja URSS) y luego entre dos bloques liderados por las mismas bajo el periodo de 1947 y 1989. Dentro de los objetivos y estrategias encabezado por Truman para cambiar la política exterior de Estados Unidos, la cual constaba de que el país debía liderar las fuerzas y el orden y retirar toda ayuda para Grecia y Turquía; En el discurso que dictaminó el 12 de marzo de 1947, Truman proclamaba que no se podía continuar con los compromisos de Yalta y Postdam, debido al juego de poderes por ejercer control en los territorios liberados de Hitler; fue tal confrontación por el asunto ideológico que desencadenó en más amplias fisuras políticas, de esta manera se presionó a los gobiernos occidentales para que los comunistas abandonaran los gobiernos, como forma de imposición Estados Unidos comenzó a reforzar la presencia militar, a razón de este auge militar y de las amenazas que recibían sobre la creación de armas de destrucción masiva, el pánico y el caos fueron elementos clave para que el tema de la seguridad y de la diplomacia del poder fueran condensados en una alianza militar, de esta manera surgió la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) , el 4 de abril de 1949 se firmaba en Washington el Tratado del Atlántico Norte, que entraría en vigor el 24 de agosto. A él se incorporaron doce estados, diez europeos más Canadá y Estados Unidos que posteriormente se ampliaron a 19 miembros. (Pereira, 2005).
A razón de lo que estaba ocurriendo en este extremo del mundo, la noción de la política exterior soviética comenzaba a transformarse, ya no solo se pretendía la expansión ideológica comunista por el resto del mundo, sino que también comienza a gestarse la expansión territorial, el auge que desencadenó la URSS con esta nueva dirección, se reflejó en apoyo y nuevas filiaciones al comunismo como en China, Corea e Indochina; Respecto a Corea fue anexada por Japón en 1910 y liberada por los aliados al finalizar la Segunda Guerra Mundial (Roll, 2007).
Debido a los intereses de los norteamericanos el Estado Coreano se dividió en dos partes, una ocupada por la Unión Soviética y la otra por Estados Unidos. Este hecho sucede en 1945 tomando como línea divisoria el paralelo 38º, el cual parte equitativamente el Estado entre norte y sur. La división se hace en principio para que no hubiera problema del como los países "potencia" se estaban dividiendo el mundo, a razón de bloquear la invasión por parte de Japón, puesto que Corea era uno de los puntos estratégicos para ejercer dominación y control.

A pesar de los intentos de la ONU, por evitar la división y que tan solo llevaba cinco años de creación la Organización, se establecieron dos gobiernos. Uno de ellos regia en pro del comunismo pro-soviético (zona norte), dirigido por Kim II Sung; en el Sur era un gobierno prooccidental dirigido por Syngman Rhee. (Pereira, 2005). Debido a la polaridad ideológica que dificultó el proceso de unificación, asunto que hoy en día no se ha podido lograr ni mucho menos consolidar el tema de la paz; realizando el bosquejo historiográfico, la decisión por expandir el comunismo, idea de Kim II Sung, invadiendo el paralelo, es el gobierno estadounidense, en tomar medidas ante este hecho, mediante las sesiones del Consejo de Seguridad de la ONU, para contrarrestar la situación y para buscar alianza de otros países en apoyo a Corea del Sur, aumentando entonces acciones militares dirigidas por el general MacArthur; La tensión frente a este conflicto se incrementó cuando la República Popular de China, anunció su intervención y aún más cuando el presidente Truman tuvo que destituir al general ante la presión sobre el tema de bombardeos atómicos sobre Manchuria. Ante este suceso, el 27 de julio de 1953 se firmó el armisticio de Panmunjom, por el que se creaba cuatro kilómetros en torno al paralelo 38. Dentro de los lineamientos de Estados Unidos, para hacer frente al comunismo y proteger la libertad y la paz, Colombia fue el único país de América Latina en apoyar en refuerzos a la guerra de Corea como estrategia interna en contra de los liberales de la época, así mismo, congraciarse con Estados Unidos, mediante el batallón Colombia y reforzar de esta manera las relaciones con el país norte y fortalecer a su vez, el armamento militar.


2. Réspice Polum, el batallón Colombia en Corea y las relaciones internacionales entre Colombia y Estados Unidos
La doctrina internacional Réspice Polum (mirar al polo, a la estrella polar) representa el inicio de una larga relación entre Bogotá y Washinton a través del siglo XX. La coyuntura de distanciamiento y recelo de Colombia para los Estados Unidos después de la pérdida de Panamá y la resistencia de amplios sectores del partido Liberal, del partido Conservador e incluso de la iglesia Católica generaron importantes debates ante los acercamientos entre los dos países. Lo anterior propició que dicha relación fuera gradual desde 1914 —año en que Marco Fidel Suarez profesa la locución latina— hasta 1950 —año en que el entonces presidente de la república Laureano Gómez, mediante el "Decreto 3230 del 23 de octubre de 1950 dispuso el envío de la fragata Almirante Padilla, destinada a patrullar aguas de Corea como parte de la VI Flota Estadounidense, y pocos días después el embajador Zuleta Ángel ofreció los servicios de un batallón de infantería." (Atehortúa Cruz, 2008)
Colombia fue el único país latinoamericano que participó activamente con el envío de tropas a Corea, el presidente Gómez en ese entonces cambiaba su posición reacia a la estrella del norte, ante el crecimiento del enemigo interno que se comenzaba a gestar en las montañas del país, el presidente "exorcizaba sus viejos demonios de oposición al Tratado Urrutia-Thomson y de apoyo a la Alemania nazi, y se congraciaba con la potencia del norte. (…) [Así mismo,] buscaba la ayuda militar para enfrentar al enemigo interno. Según el periódico del nuevo Presidente, el suministro de armas, por parte de Estados Unidos, era una necesidad imperiosa en la lucha contra el comunismo. De lo contrario, la debilidad de Colombia podría convertirla en fácil presa de los comunistas." (Atehortúa Cruz, 2008)
El batallón Colombia combatió en Corea por más de tres años, en los cuales se reconoció ampliamente la modernización y profesionalización del ejército ante las experiencias adquiridas en aquel conflicto bélico. Algunos de los elementos adquiridos son referentes a la importancia de la moral, inteligencia y contra inteligencia, acción psicológica, realización de operaciones y logística; así mismo en lo relacionado a guerra de guerrillas, armamento, comunicaciones y organización del Estado Mayor que permitieron a su regreso a territorio colombiano afrontar la guerra que se estaba incrementando producto del crecimiento de las guerrillas liberales y comunistas. Ese conocimiento militar que se forjo en Corea de no haberse introducido —aseveró el general Álvaro Valencia Tovar—, como nuevas técnicas de operación "se hubiera agravado la inferioridad evidenciada por la Fuerza Pública frente a la Guerrilla en las primeras fases de la confrontación" (Atehortúa Cruz, 2008),
El arribo de Batallón Colombia en 1954, y su desplegué en la campaña del Vichada (octubre de 1961—junio de 1962) hasta entrado el año de 1973 en los que aún este mortífero batallón antisubversivo combatía al ELN en Anorí, Antioquia; estuvo mediada por la asesoría estadounidense del "condecorado Ranger, capitán Ralph Puckett, del ejército de Estados Unidos," quien organizo la que sería la reconocida Escuela de lanceros, que "tenía como finalidad crear un cuerpo elite que lograra superar los problemas que venía enfrentando el ejército colombiano frente a las guerrillas y bandoleros que actuaban en lo más abrupto del territorio nacional, utiliza do sus mismos métodos." (Schroeder González, 2009) Así mismo, en octubre de 1962 "llegó a Colombia el general William Yarborough quien era comandante del Special Warfare Center de Fort Bragg en Carolina del Norte, el mismo que sirvió de cuartel general a la 82 División, más conocida como la de los Green Berets o Boinas Verdes, recordados por su participación en la guerra de Vietnam. La misión Yarborough recomendó crear organizaciones nuevas de tipo antiterrorista y grupos de lucha anticomunista al igual que la organización de grupos paramilitares secretos para llevar a cabo operaciones violentas contra la oposición." (Velásquez Rivera, 2007)
Esta serie de asesorías y el cúmulo de experiencias militares permitieron un amplio despliegue militar durante los primeros años sesenta enmarcado en la doctrina de seguridad nacional y del plan lazo en cabeza del ministro de defensa y general Alberto Ruiz Novoa; el comandante del Batallón Colombia en la guerra de Corea jugó un papel central en el proceso de transformación del ejército, "realizó el plan de "pacificación" del país, aumentó el servicio militar obligatorio a dos años, reorganizó la institución castrense con la creación de centros de instrucción y la intensificación del entrenamiento en la Escuela de Lanceros en las técnicas de guerra de guerrillas, denunció las causas sociales, políticas y económicas de la violencia; elaboró el denominado Plan Lazo; implantó una nueva conciencia dentro de la institución castrense para hacer emerger a las Fuerzas Armadas de la postración política, social e intelectual en la que se encontraba…" (Nieto Ortiz, 2014) En este orden de ideas, para 1964 —entre mayo y junio— se ejecutó la operación Marquetalia contra las guerrillas liberales y que terminaría por sembrar la génesis del proyecto político-militar de las hoy denominadas FARC-EP.
El proceso anteriormente enunciado no sólo propició la persecución a los grupos de autodefensa campesina y las guerrillas liberales (y posteriormente comunistas) durante los años cincuenta y sesenta, sino que amplió la lucha anticomunista a otros espacios de la sociedad civil, a la par que se crearon grupos de autodefensa paramilitar y se fortaleció con fuerza y durabilidad las relaciones entre Colombia y EE.UU evitando que se desencadenara en Colombia fenómenos —de golpes militares— contra gobiernos progresistas como los registrados en Brasil (1964), Uruguay (1973), Chile (1973) o Argentina (1976).

3. Aproximación teórica
La disciplina de las relaciones internacionales y sus teorías, sirven para explicar y comprender los diferentes patrones de comportamiento que se dan entre los actores internacionales con las dinámicas mundiales que involucran el comercio, las relaciones diplomáticas, los conflictos bélicos, la imagen que se quiere mostrar en el exterior, etc.
Las dos guerras mundiales que se vivieron a principio y mediados del siglo XX, transformaron la forma en cómo se venían dando las relaciones internacionales. Con el triunfo de los países aliados contra el régimen nazi, Estados Unidos se impuso como el poder hegemónico mundial dominante tanto en el campo ideológico como económico y político. Si bien en el mundo entero se vivió la polarización entre el comunismo y el capitalismo, sería éste último el que ganaría la guerra fría que acabaría en 1989 con la caída del bloque comunista.
Teoría Realista de las relaciones internacionales
En la teoría Realista, se establece que todos los países se mueven en un mismo sistema internacional en el cual la principal dinámica es la lucha por el poder en busca de sus propios intereses (FRANCHINI HERNÁNDEZ, 2003). En el Realismo se habla de un "pesimismo antropológico", es decir, se rechaza toda posible armonía entre Estados y se concibe el conflicto como algo connatural; como bien lo planteó Maquiavelo, uno de sus primeros precursores, en la teoría realista los principios morales no se pueden aplicar a la acción política. El comportamiento que aquí se da, según Waltz, se basa en la naturaleza humana y su incesante búsqueda del poder y satisfacción del interés personal; así pues, las Relaciones Internacionales se desarrollan en medio de conductas egoístas que buscan mayor poder, mayor seguridad y la maximización del poder nacional.
Tanto en el Realismo como en el Neorrealismo, se utiliza la cooperación como medio para satisfacer el interés nacional, consolidándose alianzas, impulsando el comercio bilateral y buscando oportunidades comerciales en el exterior.
En el Realismo se habla de una cooperación de países donantes a países receptores, esto se hace con la intención de ejercer influencia en determinada área y así maximizar su seguridad frente al peligro de otras naciones. Según Morgenthau (citado por PAUSELLI, 2013), la ayuda al desarrollo es un instrumento de política exterior de los Estados donantes que sirve para promover su interés nacional y sobornar a los Estados receptores de ayuda o generar prestigio entre la comunidad internacional; el transferir recursos, aminora la tensión entre receptor y donante y evita conflictos internos. En el Realismo, la capacidad económica es parte del poder de un país, es por esto que se manejan preferencias de los países poderosos a los más débiles, estableciendo así alianzas entre donante y receptor con el fin de mantener estabilidad en los intereses.
La teoría realista se desarrolló más profundamente en el período pos segunda guerra mundial, más conocido como guerra fría. Durante éste período, el mundo entero se polarizó ideológicamente entre los comunistas que apoyaban al bloque soviético y los capitalistas que apoyaban a los países aliados principalmente dirigidos por el gobierno Norteamericano. Estados Unidos realizó una serie de movimientos para que en Latinoamérica no se implantara el régimen comunista; esto principalmente por el temor que habría producido el estallido de la revolución cubana en 1959, aunque, antes de esto, ya se venían dictaminando una serie se prácticas de influencia en el área para evitar la propagación de la ideología contraria. Con la creación de la ONU, y posteriormente el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y luego el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los países se dividieron entre "desarrollados" y "en vía de desarrollo", que no era más que el eufemismo para denominar a los países ricos y a los países pobres; estas organizaciones financieras sirvieron como medios de "apoyo" para los países subdesarrollados que necesitaban financiación para el 'progreso', y así se comienza en Latinoamérica un proceso de desarrollismo e industrialismo. EEUU cambió un poco la clásica forma pendenciera de intervención en los países vecinos, la vieja "doctrina del gran garrote", por una más amigable y cooperativa, eso sí, sin dejar de lado la intervención militar y el hostigamiento característico de su política. Las donaciones y la ayuda al desarrollo, como por ejemplo la Alianza para el progreso de Kennedy, sumado a la fuerte propagada anticomunista que buscaba acabar con el apoyo en las bases sociales, fueron estrategias impulsadas por el gobierno Norteamericano para que los países latinos no se pasaran al "bando contrario", es decir, detrás de la fachada humanitaria que se quería presentar, había una explicación de carácter utilitario para promover los intereses de política exterior del donante.
Contrario a lo que dice la teoría Liberal o idealista de las relaciones internaciones, que establece que las donaciones son un instrumento utilizado para generar mayor cooperación y democracia en el exterior, la teoría realista realza el interés estratégico que se mueve detrás de la cooperación para el desarrollo dada en el periodo de la Guerra fría.
Constructivismo
Si bien la teoría del Realismo en las R.I. podría explicar de cierta forma las dinámicas que se vivieron durante la Segunda Guerra Mundial, el Constructivismo, que se construyó como una escuela sistémica junto al Realismo y al Marxismo podría también plantear de manera más amplia y menos radical éstos fenómenos.
El constructivismo aún no tiene categoría como teoría, es un sistema de conceptos y proposiciones que surge de diversos autores del neoliberalismo y neorrealismo influenciados por la escuela inglesa. Según Vygotsky, el Constructivismo no es una teoría, precisamente porque no plantea una posición determinada o exige el desarrollo de ciertas actitudes, sino que enfoca su estudio en la explicación del por qué no se deben adoptar teorías rígidas; habla de una construcción de identidad, y por tanto de accionar, que se va forjando dependiendo de las situaciones que se viven; es decir, el conocimiento no es estático y objetivo, si no que por el contrario se hace profundamente relativo según las situaciones que se presentan.
Es por esto que, si bien el Realismo puede explicar el comportamiento principalmente de Estados Unidos, el constructivismo genera una mayor comprensión de las dinámicas a nivel internacional, ya que los países involucrados en el conflicto bélico se vieron en la tarea de replantear el proceder en su política exterior. Inglaterra por ejemplo, después de las 2 guerras mundiales, se hizo consiente de que siempre debe estar preparada para una nueva guerra, y esto por lo tanto, hizo que se transformara su economía. Polonia por su parte, se dio cuenta de que su política exterior no estaba sólo en Europa sino con Estados Unidos, y a partir de ello transformó sus ideas. Esto pues, plantea que las identidades y condiciones de los países van cambiando con el pasar de los tiempos y las situaciones que con éste se van presentando.
Cooperación Militar en la guerra de Corea: Batallón Colombia
En el contexto de la guerra fría, si bien no se presentó un enfrentamiento bélico real entre las dos grandes potencias en conflicto que hubiera podido terminar con el estallido de una guerra nuclear de consecuencias hecatombitas, en los países divididos entre el bloque comunista y capitalista si se vivieron fuertes tensiones. Con el fin de la Segunda Guerra, Rusia se dividió en dos, el bloque oriental comunista y el occidental capitalista; lo mismo sucedió con Corea, quien se fragmento entre Corea del Sur y Corea del Norte, siendo instalado en este último el régimen comunista dirigido por la dinastía Kim.
Habiendo terminado la guerra, "Stalin, que venía de sufrir serios reveses en Europa (fracaso del bloqueo de Berlín o el cisma yugoslavo), no pudo resistir la tentación de recuperar terreno en Asia y dio su acuerdo a un ataque norcoreano a Corea del Sur. Así, el 25 de junio de 1950, las tropas de Kim II Sung atravesaron el paralelo 38º y avanzaron triunfalmente hacia el sur. El régimen surcoreano apenas pudo mantener un pequeño territorio en torno a Pusan. La reacción norteamericana, para la sorpresa de Stalin, fue inmediata. Washington pidió la convocatoria del Consejo de Seguridad de la ONU y consiguió un mandato para ponerse al frente de un ejército que hiciera frente a la agresión norcoreana." (OCAÑA citado por SCHROEDER GONZÁLEZ, 2009). A pesar de que la ONU ordenó la retirada inmediata de las tropas norcoreanas, estas no accedieron, y se dio comienzo la conformación de una fuerza multinacional para dar fin al conflicto. Ésta fuerza estuvo conformada por 18 estados, y aunque los países latinoamericanos dieron su apoyo en el discurso al gobierno estadounidense, únicamente Colombia contribuyó directamente con el envío de tropas al conflicto.
Sobre las razones por las que Colombia, en ése momento a la cabeza del ferviente conservador Laureano Gómez, participaría en la guerra de corea, se ha especulado mucho; se dice que fue por intereses económicos, ya que con el envío del batallón Colombia a la guerra de corea, se aumentaría la inversión extranjera en el país; por otro lado se quería asociar al partido liberal con las ideas comunistas y así desprestigiar la legitimidad política del partido; finalmente se dice, que Laureano quería reivindicar sus relaciones con Estados Unidos, tapando su nefasto pasado simpatizante de las ideologías fascistas perpetuadas durante la segunda guerra mundial.
Fueran cuales fuesen las razones por las que Colombia envió ayuda militar a la lucha anti comunista, este movimiento por parte del entonces gobierno nacional, es una reivindicación tanto de la teoría realista como del modelo constructivista. Se da la cooperación, en éste caso el país donante sería Colombia, a la gran potencia receptora que es Estados Unidos; todo esto con la clara intención de recibir a cambio la atención Norteamericana, para que en vista del apoyo recibido, ésta tuviera en cuenta la posible futura cooperación de carácter político, militar o económico a Colombia. También, tomando como certera la consagración de Laureano con el gobierno Estadounidense, se busca afianzar los lazos entre los estados cooperante y receptor, para así evitar tensiones internas y externas de los involucrados.
Aunque en el gobierno de Eduardo Santos se dan los primeros acercamientos de las fuerzas militares norteamericanas con las nacionales con la elaboración de un tratado que buscaba instruir a las fuerzas terrestres colombianas (SCHROEDER GONZÁLEZ, 2009) con la cooperación militar colombiana a la guerra de Corea es que se empieza a construir una nueva mentalidad tanto en las fuerzas armada como en el imaginario colectivo de la nación. El Réspice Polum olvidado vuelve a tomar fuerza con las alianzas estratégicas que se quieren generar con la cooperación militar de Colombia a Estados Unidos.
Como en el Constructivismo, en el que la identidad estatal es cambiante y depende del contexto histórico, el gobierno colombiano fue consciente del cambio y la evolución de las ideas y la determinación que tendría su proceder con el apoyo materializado en la guerra de corea; la identidad colectiva forjada a partir del interés propio en el del otro, fue eje fundamental para la posición asumida por el estado colombiano en medio de la polarización ideológica forjada en el marco de la guerra fría.
4. Conclusiones
Colombia fue el único país latinoamericano que intervino militarmente en la guerra de corea, en alineación a las estrategias y tácticas estadounidenses para hacer frente al comunismo. Tal situación evidencia el interés del gobierno colombiano en construir relaciones amigables y estables con el país norteamericano, las cuales se vieron afectadas con la separación de Panamá del territorio colombiano, en gran medida influenciada por la presión y apoyo del gobierno de Washington.

El envío de tropas por parte de Colombia a Corea, se explica también debido a la necesidad de buscar ayuda militar para enfrentar a las guerrillas liberales y comunistas en el marco de un conflicto interno.

La importancia a nivel interno de la experiencia del batallón Colombia en Corea, radica en la modernización y profesionalización del ejército en dicho conflicto bélico, para hacer frente al incremento de la guerra contra las guerrillas liberales y comunistas. Es necesario mencionar la formación en cuanto a inteligencia y contra inteligencia para el combate en la guerra, lo que significó un punto vital en la estrategia del estado y el ejército en su propósito de poner fin al enfrentamiento armado.

La implementación de movimientos estratégicos políticos, económicos, diplomáticos, entre otros, se pueden analizar a partir de la teoría realista de las relaciones internacionales, en donde tales prácticas de cooperación de carácter utilitario se implementan con el fin de promover los intereses propios de cada país a nivel de la política exterior. En este sentido, la teoría realista explica el porqué de las tácticas y estrategias utilizadas en el periodo de la guerra fría por países como EE.UU y Colombia, cada uno condicionado por su posición a nivel externo y sus necesidades a nivel interno. Así, las necesidades e intereses colombianos se veían en parte satisfechos por los resultados generados en la aplicación de la doctrina réspice polum, lo que también ocasionó la disminución de la autonomía en la política exterior y en gran parte la perdida de la soberanía.

Sin embargo es necesario implementar para la identificación de las dinámicas internacionales con respecto a la Guerra de Corea, las nociones y conceptos planteados desde el constructivismo, en la medida en que posibilita un estudio más adecuado del proceso; planteamiento y replanteamiento de los escenarios y estrategas en el ejercicio de la política exterior.
Bibliografía

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Velásquez Rivera, E. d. (2007). Historia del paramilitarismo en Colombia. Historia vol.26 no.1.




Ver Ocaña, Juan Carlos. "la guerra de Corea 1950-1953". Documento Electrónico
Ver, Agreement Concerning Military Armistice. 1953.
En el presente texto por un asunto de espacio no profundizaremos sobre el proceso de visibilización de la doctrina Réspice Polum que es presentada en el texto de Camacho Arango a través de los distintos gobiernos del siglo XX que la retomaron, fuese para criticarla o afirmarla. ( Camacho Arango, 2010)
Así mismo y posteriormente "Al crearse el batallón Colombia número (sic) uno, con la expedición de los decretos Nos. 3.297 de 1950 y 1.967 de 1951 comenzó la cruzada internacional de nuestro ejército, comenzando desde Bogotá (sic) hasta llegar a la península de Corea." (Schroeder González, 2009)
Mediante decreto No. M-610 de la Embajada de Colombia, oficina del agregado militar y a nombre del coronel Jaime Polonia Puyo se solicitó el retiro del Batallo Colombia del territorio de Corea el 20 de septiembre de 1954. (Schroeder González, 2009)
La doctrina del gran garrote o big stick, fue una tendencia comportamental de las relaciones de EEUU a principios del siglo XX. El nombre de da por la frase que acuñó Theodore Roosevelt en su "Corolario a la doctrina Monroe", en la cual afirmaba "habla suavemente y lleva un gran garrote, así llegarás lejos".
En los años 60, Estados Unidos impulsó una serie de golpes de estado e intervenciones militares en países latinoamericanos, con la excusa de evitar la implantación de un régimen comunista similar al cubano. Algunos de ellos fueron en Brasil, el de Castelo Branco contra Joäo Goulart en 1965; y en República dominicana en 1965, con el desembarco de más de 20mil marines en la zona costera.

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