Poesía del Tolima 1905-1955. Bibliografía y panorama de autores. Alcaldía de Ibagué-Secretaria de cultura, turismo y comercio, 2013. 146p.

July 6, 2017 | Autor: Albeiro Arias | Categoría: Poesia, Poesía Colombiana, Tolima, Universidad Del Tolima, Poesias Colombianas
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Descripción

Albeiro Arias

Poesía del Tolima (1905-1955)

Bibliografía y panorama de autores

Premio Municipal de Investigación Cultural en el marco de los Estímulos Artísticos y Culturales 2013 Alcaldía de Ibagué

Secretaría de Cultura, Turismo y Comercio de Ibagué

ALBEIRO ARIAS

POESÍA DEL TOLIMA (1905-1955) Bibliografía y panorama de autores Premio Municipal de Investigación Cultural en el marco de los Estímulos Artísticos y Culturales 2013

Alcaldía de Ibagué

Secretaría de Cultura, Turismo y Comercio de Ibagué

© Albeiro Arias [email protected] @ALBEIROARIAS © Alcaldía de Ibagué © Secretaria de Cultura, Turismo y Comercio de Ibagué ISBN: 978-958-8822-21-1 Diagramación: Caza de Libros Editores Diseño de carátula: Caza de Libros Editores Impreso en Colombia Talleres de Caza de Libros - Fundaproempresa Ibagué. Carrera 7A # 19 - 41 Teléfono: (8) 2621965 Cel: 310 8590495 [email protected] Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta, puede ser reproducida, almacenada o trasmitida de manera alguna ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin permiso previo del editor y autor.

Paradójicamente, dedico esta investigación a su principal obstáculo epistemológico, mi hijo Adrián Alekséi, que con una sonrisa, una mirada, un llanto, un movimiento, hizo que tantas veces apagara el computador para sucumbir ante su presencia. A Diana Zuluaga González, el lugar de mis sueños. A mi madre, quien desde otros mundos, siempre hace parte de mi mundo. A Nelson Romero Guzmán, luz en los momentos de oscuridad.

EL PANORAMA DE LOS CINCUENTA PRIMEROS AÑOS DE LA POESÍA EN EL TOLIMA El presente trabajo con el que la Universidad Tecnológica de Pereira concedió el título de Magíster en Literatura a Albeiro Arias en el año 2012, viene a ser la primera investigación que se ha hecho sobre la poesía del Tolima. Si bien existen artículos dispersos en el tiempo y en el lugar de algunas antologías realizadas en la región sobre poetas tolimenses, estos aportes vienen a constituirse en material bibliográfico de este libro que finalmente unifica en unos pocos autores, el panorama de una producción a lo largo de medio siglo (1905-1955). Metodológicamente, las etapas de la investigación ordenan dicha producción en tres momentos claves y necesarios para la interpretación y valoración de los autores, sus tendencias temáticas, apego a ciertas formas expresivas y cánones estéticos, como sus aportes individuales en un diálogo más amplio con la poesía colombiana. Para el logro de este cometido, el autor Albeiro Arias opta por el siguiente camino: hacer un recorrido bibliográfico completo de cincuenta años de la producción poética del Tolima, con la claridad que sólo se incluyen libros completos; luego de capitulado este levantamiento bibliográfico, se pasa a la presentación de un panorama, el cual incluye el estudio de siete autores, un ensayo por cada uno; finalmente, estos dos tramos del recorrido vienen a complementarse con una pesquisa en antologías nacionales, para determinar cuantitativamente el reporte de los autores tolimenses más antologados, que en criterios del autor de esta investigación, resulta metodológicamente necesario para establecer la difusión de los poetas tolimenses y su importancia en lo que significan las antologías a la hora de hacer circular ciertos poemas que los lectores vuelven canónicos, como el caso del poema a “La luna” de Diego Fallón o el soneto “La catedral de Colonia” tan memorizado de Juan Lozano y Lozano.

La anterior descripción del trabajo investigativo que el lector tiene entre sus manos, es el resultado de un estudio pormenorizado, a la vez bibliográfico, panorámico y de estudio antológico, que permite valorar la producción poética total del Tolima, desde que fuera jurídicamente creado como entidad territorial en 1905 hasta 1955, fecha esta última que coincide en Colombia con el surgimiento del grupo “Mito” y la revista del mismo nombre, que significó una renovación importante de la cultura y la literatura. Pero la relevancia del presente trabajo, su aporte fundamental, tiene que ver en un primer momento de la recopilación bibliográfica en orden de aparición de cada libro y, en su segundo momento, la voz del investigador desde la crítica y sus posibilidades hermenéuticas, para ofrecernos de mano de la tradición de los lectores y de los estudios existentes sobre los poetas que hacen parte del panorama, una mirada auscultadora sobre el valor de cada obra. En cada autor estudiado se establecen por lo menos tres criterios de análisis: las técnicas poéticas, las apropiaciones temáticas y las filiaciones de las obras una escuela o tendencia estética determinada. Sin duda, estos criterios llevan a establecer que la producción poética del Tolima en esos cincuenta años ha sido sumisa –como buena parte de la poesía colombiana– a la tradición modernista por lo menos hasta la década del 30, así como la escuela parnasiana y romántica. Son, precisamente, esas marcadas tendencias importadas de Europa o nacidas en Hispanoamérica como el modernismo, las que mejor han definido a los autores del estudio panorámico: Diego Fallón, Arturo Camacho Ramírez, Juan Lozano y Lozano, Martín Pomala, entre otros. La mirada cierra con Jaime Tello, quizá el autor más prolífico en lo que significa la modernidad en la concepción del poeta: Espíritu de libertad y renovación, búsqueda del sentido del lenguaje y la preocupación intelectual del poeta por otras disciplinas afines a su oficio de creador como el ensayo y la traducción. En las tres fases de indagación realizadas por Albeiro Arias en su estudio sobre la lírica del Tolima y en lo que tiene que ver con el aporte a la poesía colombiana, resalta en los poetas tolimenses reseñados, un quehacer determinado por ciertas individualidades cercana a la elaboración declamatoria y su dicción clásica; por este mismo motivo, es que ciertos poemas en particular se han instalado en el reconocimiento de una producción nacional desde los lectores disímiles con tradición de lectura en los textos escolares. Poemas como “La luna” de Diego Fallón y “Soneto a la catedral de Colonia” de Juan Lozano y Lozano, así como algunos tex-

tos de la variada y amplia obra de Germán Pardo García, como también otros tantos poemas de Arturo Camacho Ramírez, son quizá los poetas más renombrados en un panorama nacional en la media centuria estudiada. El resto son voces más aisladas que, sin embargo, se han instalado con toda seguridad en el ámbito regional donde se les reconoce, como el caso bastante típico de Martín Pomala. Como investigador, Albeiro Arias llena un vacío importante en los estudios literarios regionales, pues antes no se había realizado un trabajo que diera cuenta en forma panorámica e individual de autores. Es así como la consulta de este libro servirá de punto de partida para otros estudios que se realizarán sobre la poesía del Tolima. En últimas viene a ser el testimonio de nuestro patrimonio poético de 1905 a 1955 y el primer estudio panorámico que hace un inventario, el más aproximado hasta ahora, de las voces poéticas que mejor nos han representado.

Nelson Romero Guzmán

CONTENIDO RESUMEN........................................................................................................11 INTRODUCCIÓN...........................................................................................13 LEVANTAMIENTO BIBLIOGRÁFICO.......................................................18 Metodología y criterios de selección ............................................................18 Libros correspondientes al levantamiento bibliográfico (1905- 1955)......21 PANORAMA DE AUTORES .......................................................................24 Criterios para la escogencia de los poetas reseñados................................24 Diego Fallon: El músico de las palabras......................................................26 Datos biográficos .......................................................................................27 Publicaciones...............................................................................................28 Sobre la obra de Diego Fallon...................................................................29 Fallon y el contexto poético nacional.......................................................34 Diego Fallon y la música...........................................................................35 Fallon, el amor y la muerte......................................................................38 Fallon y la naturaleza.................................................................................41 Martín Pomala: poeta de la Arcadia.............................................................47 Datos biográficos ........................................................................................47 La poesía de Martín Pomala ....................................................................48 Germán Pardo García: De las profundidades del espíritu a la inmensidad del universo................................................................................55 Datos biográficos .......................................................................................56 German Pardo y los “Los Nuevos”.........................................................57 ¿Poeta que se repite o que se renueva?....................................................58 Temas y fuentes de imágenes...................................................................58 Naturaleza y Panteísmo.....................................................................59

Amor.....................................................................................................65 Poeta místico .......................................................................................69 Soledad y Angustia..............................................................................70 La muerte...............................................................................................71 Compromiso social.............................................................................75 La ciencia, la tecnología y la exploración del universo...................77 Juan Lozano y Lozano: un nuevo no tan nuevo.........................................81 Datos biográficos..........................................................................................81 La poesía de Lozano y Lozano..........................................................................82 Arturo Camacho Ramírez: la metáfora como exceso.................................88 Datos biográficos .......................................................................................88 La poesía de Camacho................................................................................89 Oscar Echeverri Mejía: epígono de los clásicos..........................................97 Datos Biográficos .......................................................................................98 La poética de Echeverri Mejía...................................................................99 Jaime Tello: La geometría de un renovador .............................................108 Datos biográficos ......................................................................................108 Jaime Tello y su Geometría del espacio.....................................................109 TRASCENDENCIA DE LOS AUTORES TOLIMENSES EN EL PANORAMA DE LAS ANTOLOGÍAS NACIONALES.........................113 CONCLUSIONES.........................................................................................120 RECOMENDACIONES...............................................................................127 ANEXOS: Presencia de poetas tolimenses en antologías de poesía colombiana.....................................................................................................128 BIBLIOGRAFÍA.............................................................................................133 Fuentes electrónicas consultadas................................................................143

RESUMEN La investigación Poesía del Tolima (1905-1955). Bibliografía y panorama de autores busca brindar un soporte bibliográfico y un panorama de autores a futuros investigadores sobre lírica tolimense. El trabajo investigativo se desarrolla en tres capítulos: el primero presenta el levantamiento bibliográfico más completo de libros de poesía publicados por autores tolimenses en el periodo objeto del presente estudio. El segundo capítulo corresponde a un panorama de autores que incluye a los poetas tolimenses de la época estudiada de mayor reconocimiento a nivel local y nacional como son Diego Fallon, Martín Pomala, Oscar Echeverri Mejía, Juan Lozano y Lozano, German Pardo García, Arturo Camacho Ramírez y Jaime Tello, buscando develar algunos datos biográficos, comentarios de la crítica especializada y ciertas características estéticas y formales de sus obras publicadas entre 1905 y 1955. Finalmente se revisan las principales antologías de Poesía colombiana para establecer la presencia de autores tolimenses que hacen parte del levantamiento bibliográfico en dichas recopilaciones. Palabras Clave: Poesía del Tolima 1905-1955- Bibliografía- Panorama de autores- Diego Fallon - Martín Pomala - Oscar Echeverri Mejía - Juan Lozano y Lozano- German Pardo García - Arturo Camacho Ramírez - Jaime Tello.

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INTRODUCCIÓN El presente trabajo es el resultado de una ardua investigación que tardó cuatro años. Se presentó como requisito parcial de grado para optar al título de Magister en Literatura de la Universidad Tecnológica de Pereira en Convenio con la Universidad del Tolima. Se enmarca dentro la línea investigativa de la literatura regional, por circunscribirse a un espacio geográfico políticamente determinado: el Departamento del Tolima. La palabra región trae consigo múltiples connotaciones pero de manera particular nos remite a un espacio físico que representa una “unidad” determinada por factores topográficos, climáticos, económicos, socioculturales e históricos, entre otros. La etimología del término procede del latín regi, que significa ‘espacio colocado bajo el mismo poder’ (Rivera y Rico, 2007:67). En una región confluyen diversos elementos simbólicos, imaginarios, conocimientos y prácticas sociales, es decir, elementos culturales. Hay que tener en cuenta que región no significa homogeneidad, ni totalidad armónica sin disonancias, tampoco territorialidad compacta ni tradiciones aseguradas; por el contrario, en la región pervive la heterogeneidad y la pluralidad. Para reconocer lo regional hay que explorar el principio de diversidad en la unidad. Para este trabajo de investigación consideramos como región al marco político-administrativo de un territorio, en donde: …han tenido lugar procesos continuos y variados de asentamiento y producción humanos, acumulación de conocimientos y formación de cultura y personalidad en los grupos ocupantes […] Se identifican entonces como contenedores territoriales activos o formales, que constituyen eventuales entidades de gobierno (Fals, 2003: 9).

En una era globalizada, es necesario para la región tener una mayor conciencia de los diversos componentes que la integran, reconocer en qué 15

Albeiro Arias medida contribuyeron o contribuyen a la construcción o permanencia de esta, saber que la palabra región va más allá de un escudo, una bandera y un himno. Lo global y lo particular no son cosas contrarias sino complementarias que deben fortalecerse mutuamente. La unidad y la identidad surgen en términos de las diferencias y sus productos. Pero la diferencia no debe entenderse como negación de lo similar o lo parecido. Es necesario organizar lo diverso, lo peculiar, o excepcional, lo discontinuo, lo singular y lo contradictorio en algunos marcos consensuados, que para nuestro caso será la región, entendiendo que este criterio puede ser parcial, frágil, y quizá revisable. Dentro del anterior contexto, hablar de literatura regional trae dificultades. Una de ellas es el desconocimiento y la marginalidad a la que se ve relegada este tipo de literaturas, en algunos casos por ser consideradas deleznables, faltas de “universalidad” o elementales. En otros casos por debates inocuos de algunos críticos y teóricos que piensan que no es importante la relación región–literatura para aproximarse a fenómenos literarios, pues la obra de arte debe ser independiente de su autor y procedencia; otras veces son los intereses hegemónicos y globalizadores los que pretenden desaparecer las fronteras sociales, económicas, políticas y culturales. Esto ha generado una “centralización” no sólo económica sino también cultural. Otro elemento desfavorable ha sido la exaltación gratuita de ciertas tradiciones simplemente por el hecho de ser consideradas como parte de la “identidad regional” de un lugar. Algunos llegan a confundir literatura de una región con literatura sobre una región. Entonces ¿cuál es la validez de hacer un estudio sobre una región en particular? Gilberto Giménez dice: Como organización del espacio, se puede decir que el territorio responde en primera instancia, a las necesidades económicas, sociales y políticas de cada sociedad […] pero su función no se reduce a esta función instrumental: el territorio es también objeto de funciones simbólicas y una especie de pantalla sobre la que los actores sociales (individuales y colectivos) proyectan sus concepciones de mundo (2000: 93).

La literatura de una región es un entramado de significaciones, simbolismos, concepciones de mundo e imaginarios, donde el hombre despliega gran parte de eso que Heidegger llamó “el ser en el mundo”. 16

Poesía Del Tolima (1905-1955) Esto se constituye en referentes identitarios para, como plantea García Canclini, “interactuar con las múltiples ofertas simbólicas internacionales desde posiciones propias” (2000: 332). En la gran aldea global los estudios sobre lo regional implica no dejar desaparecer lo propio frente a lo ajeno, se constituye como lo plantea el profesor Vargas Celemín (2003: 89), en una propuesta política de resistencia ideológica y artística para defender la autonomía y los capitales simbólicos que se encuentran condensados en la obras. O, si se me permite el término, defender la “identidad” de los pueblos, teniendo en cuenta que estamos en la época de los discursos posmodernos en donde el sujeto es descentrado, disperso, dividido, heterogéneo, por lo que “identidad” no puede entenderse como idéntico (del latín “idem”) sino como una construcción provisional, temporal, histórica e hipotética, es decir, identidad sería lo propio frente a lo ajeno. Paul Ricouer, según Roció Silva Santisteban (1999), hace dos lecturas del concepto de identidad: 1. “lo mismo” 2. “Sí mismo”. Dice la autora que Ricouer en Soi-meme comme un autre1 no se propone meramente la deconstrucción del uso de “identidad” sino su reconstrucción filológica, demostrando que esta palabra que nombra o renombra al yo frente al lenguaje posee una historia no sólo intrincada sino procesal; una actualidad, por lo mismo, potencialmente abierta. Sólo se puede pensar la identidad desde su narrativa, esto es desde su relato de construcción y autoreflexión. Lo que se busca es una voluntad, un deseo de construcción de identidad en los discursos para lograr cierta autoidentificación, que se hace recíprocamente frente a los otros discursos. Esto es la “inclusividad del ‘sí mismo’ desde el otro” (Silva, 1999). La identidad se construye como representación, no para conceptualizarla ni para centrarla, sino para hallar la diferencia mutua, la resistencia posible, la reafirmación de apertura. La presente investigación está concebida e impulsada desde la academia, en el llamado a brindar un soporte bibliográfico prácticamente inexistente hasta entonces. El resultado de este trabajo permite a futuros investigadores en el campo de los estudios regionales sobre la lírica, tener acceso a una fuente bibliográfica y panorámica de los autores en el periodo aquí propuesto. 1. Paul Ricoeur. Oneself as another. The Chicago press. 1992. Publicado originalmente como Soi-meme comme un autre. De suil, 1990. 17

Albeiro Arias Hacer divisiones espaciales (Tolima) y temporales (1905-1955) como las que se ha planteado, tiene sus fundamentaciones. En primer lugar el Departamento del Tolima fue creado política y administrativamente en el año 1905, aunque durante la Colonia, el territorio formó parte de las provincias de Neiva y Mariquita. Esta es la razón por la que damos inició a este estudio en el año 1905. El corte que he propuesto de 1955 tiene razones metodológicas simplemente, se pretende abarcar los primeros cincuenta años de poesía en el Tolima. Además queda abierta la posibilidad para que futuros trabajos de investigación complementen este relevamiento hasta fechas más próximas. La demarcación del periodo obedece a un criterio cronológico que relaciona en principio la productividad textual y su contexto histórico social generador. Sabido es que pocos investigadores en Colombia han estudiado la poesía tolimense y que quizá el único (salvo algún caso) que ha hecho antologías y estudios en el departamento ha sido el escritor Carlos Orlando Pardo y su casa editorial Pijao Editores. Fuera de sus aportes, sólo existen algunos ensayos aislados sobre tópicos particulares. Los textos que han abordado el fenómeno de la poesía tolimense generalmente se quedan en miradas someras, intuitivas y generales. Por ejemplo, se dice que la poesía tolimense ha sido tributaria y rezagada o que no existe una verdadera tradición poética en el Tolima; pero estas tesis no van respaldadas por análisis y argumentos sino más bien por intuiciones. Estos juicios a priori sobre la poesía tolimense, asumiendo de entrada que región, periferia y provincia es igual a mediocridad e ingenuidad, ha hecho que muchos la consideren como algo deleznable que no vale la pena ser estudiado. Queda claro, la visualización que hay en la actualidad de la poesía tolimense de primera mitad de siglo XX es mínima, de ahí que nombres como Arturo Camacho Ramírez, Diego Fallón, Juan Lozano y Lozano y Germán Pardo García sean casi desconocidos por las nuevas generaciones. El hecho concreto es que hasta el momento no se ha realizado un levantamiento bibliográfico siguiendo normas técnicas internacionales. De ahí que el objetivo principal de este trabajo investigativo es presentar el levantamiento bibliográfico más completo que se pueda hacer hasta el momento de libros de poesía publicados entre 1905 y 1955 y un panorama de autores, que revele datos biográficos importantes, comentarios de la crítica sobre sus obras, así como una descripción de sus principales características estéticas y formales. 18

Poesía Del Tolima (1905-1955) Este estudio procura explorar las particularidades de la poesía tolimense producida en la época estudiada, ahondando en los aciertos y/o dificultades, dilucidando si existe una tradición del género, con hitos y tendencias estéticas reconocidas por la tradición y la crítica especializada. Se trata de reafirmar o cuestionar dicha tradición desde una postura académica. Como la poesía es un fenómeno complejo en los planteamientos del lenguaje y la producción de sentidos y significados, se hizo necesario implementar un modelo holístico para esta investigación; el primero es arqueológico, pues a través de los libros de poesía, como manifestaciones culturales de un pueblo, se reconstruye la producción poética de un contexto espacial específico (Departamento del Tolima) y de un periodo temporal definido (1905-1955). El segundo modelo de investigación se corresponde con el panorama, centrado en una región y en un momento específico, complementado por el factor cualitativo, teniendo en cuanta que la poesía —por ser creadora de mundos a través del lenguaje y acrecentar búsquedas estéticas—, es lo que define su calidad y su permanencia. El tercer modelo orientador es el cuantitativo, al apoyarse en pruebas estadísticas tradicionales para establecer la presencia de autores tolimenses en antologías nacionales. En este sentido, los factores cuantitativos servirán como apoyo para corroborar la calidad de las obras y verificar su presencia a nivel nacional, buscando tener bases sólidas que se alejen de la intuición y del prejuicio que tanto daño han hecho a la lírica tolimense. Este estudio se presenta en tres partes complementarias. El primer capítulo corresponde al levantamiento bibliográfico de libros de poesía publicados por autores tolimenses entre 1905 a 1955. El segundo apartado, corresponde al panorama de autores, en donde se reseña algunos aspectos bio-bibliográficos de los poetas y se describen las principales características estéticas y formales de la obra publicada durante el periodo estudiado. En el tercer momento se revisan las principales antologías de poesía colombiana para verificar la trascendencia a nivel nacional de los poetas que aparecen en el levantamiento bibliográfico. Esta información se presenta en cuadros y en tablas estadísticas, estableciendo desde lo cuantitativo cuáles son considerados como hitos destacados o “tradición consolidada”. 19

LEVANTAMIENTO BIBLIOGRÁFICO Metodología y criterios de selección Realizar el levantamiento bibliográfico de la poesía tolimense de 1905 a 1955 es una necesidad de primer orden, debido a que cualquier investigación sobre poesía regional o colombiana requiere contar con este tipo de trabajos base. La intención es dar un paso preliminar e imprescindible en el estudio de la poesía del Tolima, como lo sustenta Eugenio Castelli en “Prioridades metodológicas en el estudio de la literatura regional”2. El investigador argentino propone cinco aspectos prioritarios en el estudio de la literatura regional, donde el aspecto primero y fundamental es el relevamiento bibliográfico de la producción literaria de cada región. Se trata de dar una visión de conjunto sobre las obras de un género específico, editadas en un tiempo y un lugar determinado. Si bien existen trabajos —principalmente antologías o balances panorámicos—que han catalogado a los poetas del periodo aquí estudiado, éstos no deben confundirse con pesquisas bibliográficas propiamente dichas, pues no han perseguido ese objeto. Por el contrario, estos trabajos fueron parciales, rudimentarios y en cierta forma, confusos: mencionan libros que no existen, recopilan datos bibliográficos incompletos, incluyen poetas que no son nacidos en el Tolima, carecen de homogeneidad y sistematicidad, obvian normas técnicas, incluyen libros que no son de poesía y sobre todo no tienen pautas claras para definir el corpus, entre otras dificultades. Estas inconsistencias podrían inducir al error por lo que no resultan confiables. Obviamente no se pretende restarles el mérito sino avanzar a partir de lo que ya existe. 2. Simposio de Literatura Regional organizado por la Carrera de letras. Actas. Salta, Universidad Nacional de Salta, Secretaria de Estado de Educación y Cultura, 1980, t. II, pág. 436-440. 20

Poesía Del Tolima (1905-1955) Este capítulo presenta el relevamiento bibliográfico más completo que se ha hecho de libros de poesía publicados por autores tolimenses entre 1905 y 1955. Para ello se realizó una búsqueda exhaustiva en las bibliotecas departamentales como la Biblioteca Darío Echandía del Banco de la República, Soledad Rengifo y Rafael Parga Cortés de la Universidad del Tolima, ubicada en Ibagué; Esta búsqueda se amplió con información obtenida en las bibliotecas nacionales como la Luis Ángel Arango y la Biblioteca Nacional de Bogotá. Se acudió a la “Red Nacional de Bibliotecas” del Banco de la República (http://www.banrepcultural.org/blaa), a casas de la cultura de diversos municipios y La Casa de Poesía Silva de Bogotá. Además se hizo una revisión al SILC (sistema de información de la literatura colombiana de la Universidad de Antioquía). Asimismo se visitó múltiples bibliotecas personales de escritores, académicos, investigadores y poetas. Otra fuente importante de datos fueron los diccionarios y antologías de poetas colombianos y regionales. Este trabajo tiene variados antecedentes como antologías, reseñas críticas y biográficas, entre las que cabe destacar: Romero Guzmán, Nelson; Gutiérrez, Luis Eduardo y Vargas Celemín, Libardo. (2000). La poética y la narrativa tolimense del siglo XX. Ibagué: Fondo mixto para la promoción de la cultura y las artes del Tolima. 80p.; Ospina, Hernando de. (1995). Tolima curioso. Ibagué: siglo XXI editores. 319p.; Sepúlveda Grimaldo, Jesús Alberto. (1995). Antología comentada de la poesía tolimense: cien años de recorrido (1895-1996). Ibagué: Papeles sueltos. 225p.; Salavarrieta Marín, Miguel. (1980?). 107 años de poetas y escritores. Ibagué: Pijao Editores. 272p.; Piñeros Corpas, Joaquín. (1970?) Antología lirica del Tolima. Selección y comentarios de Joaquín Piñeros Corpas. Ibagué. Imprenta departamental, 63p. Sin duda alguna, las antologías y el diccionario de autores de la Editorial Pijao Editores y de su director Carlos Orlando Pardo, quien ha sido el que más ha hecho trabajos sobre poesía tolimense, merecen ser destacados, ya que se constituyen en el embrión de este trabajo. Algunos de los textos consultados son: Pardo, Carlos Orlando. (1977). Antología poética del Tolima. Ibagué: Pijao Editores. 324p.; Pardo, Carlos Orlando. (1978). Poetas Tolimenses (Antología) Ibagué: Pijao Editores. 322 p.; 1978, 2a. edición; 1980; 3a. edición, 1982. ; Pardo, Carlos Orlando. (1985). Poetas del Tolima. Bogotá: Pijao Editores. 110p.; Pardo, Carlos Orlando. (1991). Palabra Viva. Diccionario de autores tolimenses. Ibagué. Pijao Editores. 200 p.; Pardo, Carlos Orlando. (2002). (Compilación y presentación) Poetas del Tolima siglo XX (Antología). Ibagué: Pijao Editores. 477 p.; Pardo, Carlos Orlando. (2002). Diccionario de autores tolimenses. Ibagué: Pijao Editores. 289 p. 21

Albeiro Arias Partir del año 1905 para el levantamiento bibliográfico obedece a que el Departamento del Tolima fue creado política y administrativamente en este año3. Cerrar esta investigación en el año 1955 tiene razones metodológicas simplemente, pues se pretende abarcar los primeros cincuenta años de poesía en el Tolima. El criterio de selección que se tendrá en cuenta en la presente investigación para considerar a un autor como tolimense es el siguiente: poetas nacidos en el territorio (23.562 km²) del Departamento del Tolima tal como lo conocemos hoy con sus 47 municipios: localizado en el centrooeste de Colombia, entre las cordilleras Central y Occidental, entre los 2º 59’ y 5º 18’ de latitud N y los 74º 29’ y 76º 05’ de longitud O. Al norte limitando con el departamento de Caldas, al oriente con Cundinamarca, al sur con Huila y Cauca, y al occidente con Caldas, Valle del Cauca, Quindío y Risaralda. Cabe anotar, que si un poeta nació en esta misma área antes de 1905, se considera un poeta tolimense. El segundo criterio es que la obra haya sido publicada entre 1905 y 1955. Estos son las premisas fundamentales de inclusión, sin embargo, es posible estudiar obras póstumas si estas son publicadas durante el periodo previsto y tienen alguna trascendencia como es el caso de Diego Fallon. Es de subrayar que sólo se incluirán libros de poesía de un solo autor, no los colectivos ni la participación en antologías, ni traducciones y sólo primeras ediciones o ediciones de obras completas. Los títulos de las obras deben haber sido publicados en formato de libro, es decir, un conjunto de varias páginas de papel, papiro u otra materia, unidas entre sí, que se hayan publicado con la intención de ser libro, cuya edición se haga en su totalidad de una sola vez en un volumen o a intervalos en varios volúmenes o fascículos, que ojalá tenga lomo y que contengan un mínimo de 15 textos poéticos o concebidos como tal. Además de haber sido divulgados al público. El repertorio bibliográfico pesquisado a continuación, tuvo en cuenta las obras publicadas dentro y fuera del Departamento del Tolima, inclusive del país, pues el lugar de publicación no fue el criterio de selección sino el origen del autor. También se tuvo en cuenta a los autores 3 Por medio de la ley 46 de 1905 el Presidente de la República Rafael Reyes separó al Tolima del actual Departamento del Huila. Jurídicamente se creó por medio de la ley 01 de 1908, que fija desde entonces sus actuales límites geográficos. 22

Poesía Del Tolima (1905-1955) que nacieron en el Tolima pero su vida o su obra se desarrollaron en otro lugar. Cabe señalar que este trabajo es sobre poesía del Tolima y no de poesía sobre el Tolima.

Libros correspondientes al levantamiento bibliográfico (1905- 1955) 4 BORJA, Filomeno. (1899-1969) Borja, Filomeno. (1914). Amelia o la venganza de una novia: poema en VI cantos (histórico). Bogotá: Edit. Arboleda &Valencia. 31p. CÁRDENAS ROA, María. (Luz Stella) (1899-1969) Cárdenas Roa, María. (Luz Stella) (1942). Rincón infantil: poemas y cuentos para niños. Ibagué: Prensas del departamento. 191p. _______ (1950?) Ronda iluminada: versos para niños [s.c., s.e.] 79p. CAMACHO RAMÍREZ, Arturo. (1910-1982) Camacho Ramírez, Arturo. (1939). Cándida Inerte. Edit. San José. [Legación Colombia]. 15p. _______ (1935). Espejo de naufragios. Bogotá: Edit.Minerva. 61p. _______ (1948). Luna de arena. Bogotá: Edit. Iqueima. 104p. _______ (1945). Oda a Carlos Baudelaire. Bogotá: Edit. Centro. 67p. _______ (1939). Presagio de amor: Poema. Bogotá: Edit. Centro. 28p. CRUZ, Jesús Antonio. (POMALA, Martín) (1884-1951) Pomala, Martín. (1941). Sangre y otros poemas. Ibagué: Prensas del Departamento. 133p. ECHEVERRI MEJÍA, Oscar. (1918-2005) Echeverri Mejía, Oscar. (1947). Canciones sin palabras. Bogotá: Librería y ediciones teoría. 212p. _______ (1952). Cielo de poesía. San Rafael (Arg.) S.l. Impresor Fermín Castro. 30p (colección Brigadas liricas lanzadas desde San Rafael) 4 Todo el relevamiento cumple con la norma APA, de la siguiente manera: Apellidos, Nombre. (Año). Título. Ciudad: Editorial, año. N° de Páginas. Cuando no existen datos como fechas se coloca la sigla [s.f.], es decir sin fecha; [s.e.] sin editorial; [s.c.] sin ciudad. 23

Albeiro Arias _______ (1942). Destino de la voz. Manizales: Casa Editorial y Talleres gráficos Arturo Zapata. 128p. _______ (1952). La rosa sobre el muro. Bogotá: Edit. Saturno. 114p. (Ilustraciones de Ignacio Gómez Jaramillo) FALLON, Diego. (1834-1905) AA.VV. (1934). Diego Fallon, su obra, juicios sobre ella y estudios sobre su vida. Ibagué: Tip. Etobar. 104p.5 GOLOGRE, Julio N. (1900-1976) Gologre, Julio N. (1947). Crepusculares. Bogotá: Samper Matiz. 87p. LOZANO Y LOZANO, Juan. (1902-1979) Lozano y Lozano, Juan. (1943). Hojas de poesía: poemas. Bogotá: Elvira Mendoza. 11p. _______ (1927). Joyería: Sonetos de Juan Lozano y Lozano. Roma: Scuola Tipografía Pio X, 93p. _______ (1954). Los mejores versos. Buenos Aires: Macagno Lagna. 38p. _______ (1923). Horario primaveral, Lima. [s.c., s.e., s.f.,]6 PARDO GARCÍA, Germán. (1902-1991) Pardo García, Germán. (1940). Claro abismo. México: A. del Bosque. 137p. _______ (1945). Las voces naturales México: Veracruz. 105p. _______ (1933). Los júbilos ilesos. México: Imp. Mundial. 70p. _______ (1935). Los sonetos del convite. México D.F.: Edit. A. Mijares y Hno. 27p. _______ (1948). Los sueños corpóreos México: Graficas Guanajuato. 107p. _______ (1937). Poderíos. México: Plycsa. 85p. _______ (1953). Poemi contemporanei. Torino: Iberoamericani. 95p. _______ (1938). Presencia. México: Edit. Cultura. 124p. _______ (1943). Sacrificio. México: Edit. Cultura. 118p. _______ (1954). U.Z. Llama al espacio México: Cuadernos americanos. 124p. _______ (1952). U.Z. Llama al espacio. México: Edit. Cultura. 123p. 5 Se incluye por ser obra completa del poeta Diego Fallon. 6 Esta obra se menciona en varias biografías del poeta, pero no aportan los datos técnicos. No se pudo verificar su existencia en físico ni tampoco los datos bibliográficos. 24

Poesía Del Tolima (1905-1955) _______ (1930). Voluntad: poemas. Bogotá: Edit. El Grafico. 104p. _______ (1953). Acto poético. México: Ediciones cuadernos americanos. 204p. _______ (1944). Antología poética. México: Imprenta Veracruz. 167p. _______ (1935). Los canticos: poemas. México: Edit. Cultura. 131p. _______ (1952). Lucero sin orilla. México: Edit. Cultura. 128p. _______ (1930). Poemas. Bogotá: Edit. El Grafico. 104p. _______ (1953). Acto poético. México: Ediciones cuadernos Americanos. 204p. PIEDRAHITA ARANGO, Daniel. (1897-1948) Piedrahita Arango, Daniel. (1938). Madre naturaleza. Bogotá: Edit. Minerva. 215p. SANTA, Eduardo. (1927-) Santa, Eduardo. (1947). Sonoro Zarzal. Bogotá: Ediciones Espiral. 28p. SENDOYA, Luis Enrique. (1920-1994) _______ (1950). Niebla de música. Bogotá: Edit. Iqueima. 150p. TELLO QUIJANO, Jaime (1918-1996) Tello Quijano, Jaime. (1951). Geometría del espacio. Poemas (1937-1948) Bogotá: ediciones Espiral. 85p. TORRES VARGAS, Roberto. (1882-1959) Torres Vargas, Roberto. (1939). Versos de ayer. 159 p. _______ (1946). Charadas en verso. Bogotá: Edit. Cromos. 126p. _______ (1944). Estrofas sencillas. Bogotá: Edit. Cromos. 107p. _______ (1949). Perfiles poéticos. Bogotá. Edit. Iqueima. 183p. SEPÚLVEDA ZULUAGA, Eduardo. (Sin datos). Sepúlveda Zuluaga, Eduardo. (1955). La canción persistente. Santiago: Imprenta Colombia. 92p.

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PANORAMA DE AUTORES Un panorama es, según el diccionario de la Real Academia de la Lengua en su vigésima segunda edición 1. m. Paisaje muy dilatado que se contempla desde un punto de observación. 2. m. Aspecto de conjunto de una cuestión. Para el caso específico de este trabajo, el panorama incluye siete reseñas sobre el mismo número de poetas, presentando una visión de conjunto que destaca algunos de los nombres más representativos de la poesía tolimense, acentuando su especificidad, así como sus modos de inserción o relaciones con el contexto de la literatura regional y nacional, develando algunos aspectos bio-bibliográficos, sus tendencias estéticas y formales y los temas más destacadas de la obra publicada durante el periodo estudiado. Queda claro que no es un estudio crítico pues no persigue ese objeto sino que como ya se dijo anteriormente, se trata de reseñas, por ende, tiende a ser descriptivo.

Criterios para la escogencia de los poetas reseñados Este trabajo de investigación se enmarca dentro de un periodo temporal preciso (1905-1955), por ende, sólo se tuvo en cuenta a escritores nacidos en el Departamento del Tolima que publicaron libros de poesía durante este lapso. Hay un caso excepcional, se trata de Diego Fallon, que nace en 1834 y muere en 1905 pero su obra completa se publica en el periodo objeto de este trabajo. Su presencia y notoriedad en revistas, periódicos y en antologías, llegando a ser el poeta tolimense más antologizado y su poema “La luna” el de mayor concurrencia en este tipo de selecciones, hizo que fuera incuestionable su inclusión dentro de este panorama. Juan Lozano y Lozano, Germán Pardo García y Arturo Camacho Ramírez lograron trascender del medio local y hacer parte de la tradición poética 26

Poesía Del Tolima (1905-1955) nacional, siendo antologados permanentemente y su obra reseñada por los críticos más representativos del país. Este panorama no pretende ser un eco de la tradición o del canon nacional, por ello, además de los poetas mencionados, se incluyen dentro de este horizonte a tres poetas que sin hacer parte del canon oficial colombiano, por su reconocimiento en la conciencia colectiva del departamento, porque siguen suscitando interés en la actualidad, por su presencia en revistas y antologías regionales o por su aporte a la poesía local, consideramos que es necesario su inclusión, son ellos Martín Pomala, Oscar Echeverri Mejía y Jaime Tello.

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Diego Fallon: El músico de las palabras

FOTO TOMADA DE: http://www.biografiasyvidas.com/biografia/f/fallon.htm

Yo no he sido poeta, sino por despecho de no haber podido ser músico de profesión Diego Fallon

Este texto aborda la obra de Diego Fallon reunida en antologías sobre su obra. Se tuvo en cuenta algunas miradas de la crítica especializada y textos hechos por el mismo autor. Se indagó en el contexto, fundamentalmente en lo concerniente a su biografía, se revisaron aspectos lingüísticos y literarios, los temas principales de su obra, las preocupaciones recurrentes, etc., para observar la evolución, elementos comunes y propuestas novedosas en su poética, tratando de establecer a grandes rasgos algunas características en su poética. 28

Poesía Del Tolima (1905-1955) Datos biográficos Diego de J. Fallon, nació el 10 de marzo de 1834 en Santa Ana (actualmente municipio de Falan, por ordenanza del 2 de mayo de 1930 de la Asamblea Departamental del Tolima como un homenaje al nombre del poeta) y murió en Bogotá el 13 de agosto de 1905. Diego Fallon era hijo del médico, mineralogista y naturalista irlandés Tomás Fallon, quien llegó en 1833 a Nueva Granada a trabajar en las minas de plata de Santa Ana, cercanas a Mariquita. En esta última población conoció a la señorita Marcela Carrión y León y Armero con quien contrajo nupcias. De esta unión nacieron Tomasa, Cornelia y Diego Fallon. Don Tomás fue luego a trabajar durante cuatro años a la salina de Zipaquirá, época que marcó por sus paisajes al futuro poeta Diego Fallon. Su madre descubrió cierto gusto por la música en Diego y le regaló algunos instrumentos musicales como un violín y una guitarra. Después vino el piano y su interés por entrar a la Compañía de Jesús, hecho que no se concretó por ser único hijo varón. Con la expulsión de los jesuitas en el año de 1850 su padre opto por enviarlo a Europa. Diego fue a estudiar en un instituto protestante en Londres (Ing.) bajo la protección de Roberto Stephenson, un viejo amigo de su padre en la época que trabajaban en Santa Ana y de quien se dice, compitió con Tomás por el amor de Marcela y generosamente le cedió su amor a don Tomás. Diego prefirió pasar al colegio de Jesuitas de Stonyhurst y terminó en el Colegio de Ingenieros de New Castle donde estuvo cinco años, allí estudió matemáticas y terminó su carrera de ingeniero especialista en ferrocarriles, profesión que nunca ejerció. El padre se opuso a la vocación de Diego por la música, motivo por el cual Stephenson hizo lo posible por alejarlo de esta inclinación en Europa, retándolo a componer una obra que finalmente fue examinada por el director del Conservatorio de San Marcos de Venecia, quien halló en ella gran calidad. Stephenson se volvió un aliado en su afición y terminó convenciendo a don Tomás del talento de su hijo. Regresó al seno de sus padres que residían en Muzo (Boyacá). En 1860 llegó a Bogotá en donde por su carisma, buenas costumbres y formación intelectual adquirió notoria relevancia. En 1864 muere su padre y seis meses después, fallece su madre de pena moral. Se casó con Amalia 29

Albeiro Arias Luque y Lizarralde, unión que duró casi cuarenta años. Hablaba perfectamente el inglés y castellano, estudioso del latín, italiano y francés. Su celebridad en tertulios hizo que inevitablemente llegará a “El Mosaico” conocida tertulia intelectual: La tertulia de El Mosaico apareció en Bogotá en el segundo semestre de 1858, con el objeto de llenar un doble vacío. Por una parte el que representaba la ausencia de instituciones orientadas al fomento de las artes y de la literatura en el país. Por otra parte, el que correspondía la impresión vivida por la elite cultural de un decaimiento de la vida social, manifiesto en un embotamiento de la vida asociativa del que únicamente se salía de cuando en cuando con las fiestas cívicas y religiosas, así como con algunos eventos sociales excepcionales que rompían la rutina diaria como matrimonios y entierros (Gordillo, 2003: 25).

Alejo Posee Martínez lo ensalzó para que desarrollara su incipiente afición poética con promesas de publicación. La primera vez que se divulgó “La luna” fue en una hoja suelta a cargo de Tomás Carrasquilla. Este poema se convirtió en un acontecimiento literario. “La luna”, “La palma del desierto” y “Las rocas de Suesca” fueron publicadas en 1882 por Miguel Antonio Caro, mereciendo la crítica favorable de Juan Valera. Fallon, fue uno de los primeros profesores de Estética en el Colegio del Rosario (Mora, 1934: 63-70) y el primer maestro de piano de la Academia Nacional de Música de Bogotá (Roa, 1905: 481-487). Llevó una vida discreta como maestro de inglés y daba clases particulares de música. Publicaciones Inicialmente algunos poemas de Fallon circularon copiosamente en hojas sueltas difundidos desde la mencionada tertulia de El Mosaico, grupo literario con publicación homónima al que pertenecieron Manuel Ancízar, José Manuel Groot, Medardo Rivas, José Manuel Marroquín, José María Samper, Rafael Eliseo Santander, José María Vergara y Vergara, Ricardo Silva y Eugenio Díaz Castro, entre otros; e incluso habían sido objeto de una primera edición bajo el título de Poesías (Bogotá: M. Rivas, [s.f.]: 30

Poesía Del Tolima (1905-1955) 51p. ). Sin embargo, la producción poética de Diego Fallon, fue recogida y publicada inicialmente por Miguel Antonio Caro en el último cuarto del siglo XIX (García, 988: 81), en un volumen titulado Poesías de Diego Fallon y José María Roa Bárcena (Bogotá: Librería Americana, 1882. 160p.). En este libro aparecen 15 poemas: “La Luna”, “Reminiscencias”, “Las Rocas de Suesca”, “A la Palma del desierto”, “Mintamos”, “A la fuente de Nemocón”, “A una naranja”, “Crepúsculo”, “La flor silvestre”, “Al señor J. T. Gaibrois”, “En la montaña”, “A la señora Lastenia S. de Soffia”, “El rayo”. Además, hay dos poemas más en el prólogo: Contestaciones a una invitación para fiestas de Navidad: 1. “De un niño que partía para la Sabana” 2. “De una niña que estaba de duelo”. Otros textos suyos son la traducción de “The Windmill” de Henry Longfellow traducido como “El molino de viento” Vol. 2, N°. 8; en agosto de 1894 (255-6) y “A Panamá” Vol. 2. N°. 11; en noviembre de 1894 (356-7) publicados ambos en la Revista Gris. Su obra fue recogida póstumamente en Poesía de 1916. Los poemas “El Espejo” encontrado en el álbum de la Sra. Herboso y “Últimos versos de Fallon” encontrado en el álbum Srta. Ana Elena García fueron dados a conocer en Diego Fallon, su obra, juicios sobre ella y estudios sobre su vida; publicación efectuada en 1934 en el centenario de su natalicio. La edición definitiva de su breve creación poética se logró con el libro titulado Diego de J. Fallon. Poesía (Bogotá: Biblioteca Banco Popular, 1971), con textos introductorios y biográficos de José J. Casas, Luis Mª Mora, Víctor E. Caro y Miguel A. Caro. No se puede desconocer su obra de didáctica musical Arte de leer, escribir y dictar música: sistema alfabético comparado con la notación conocida por Diego Fallon (Bogotá: Imp. Musical de D. Fallon, 1885. 134p). También existen en los fondos de la Biblioteca Luis Ángel Arango de Bogotá dos textos sin mayores datos que se titulan Cartas literarias [manuscritos]: ideas estéticas de Fallon. Se trata de dos hojas manuscritas y En la muerte de Diego Fallon [manuscritos] de 1905, con 5 hojas. Sobre la obra de Diego Fallon En este apartado no se pretende hacer un estado del arte sobre los textos críticos que sobre Diego Fallon se han escrito sino esbozar un leve panorama de los comentarios que su obra ha suscitado en diversos momentos del siglo XIX y XX. La crítica sobre la obra de Fallon es poca. La mayor parte de quienes la escribieron, eran sus amigos y conocidos, dedicados a hablar de su biografía y sus virtudes más que de su obra. 31

Albeiro Arias En 1882, en El Repertorio Colombiano (número 45, enero-junio, 1882), se publica un texto de Miguel Antonio Caro en el que hace una lectura del poema titulado “Rocas de Suesca”, sostiene que en el poema analizado hay dos partes: una, en la que Fallon hace uso de un tono burlesco y humorístico; la otra, en la que utiliza un tono serio, y en la que aparece el: Fallon cristiano, serio, en el fondo de su ser, aunque en ocasiones revestido de aquella forma bufonesca, que encubrió muchas veces no sólo graves pensamientos sino aún dolores profundos (1882: 213).

De Miguel Antonio Caro también se puede leer el “Prólogo” que aparece en el libro Poesía (Bogotá: Editorial Banco Popular, 1971). Uno de los primeros críticos serios que se interesó en la obra Fallon fue el español Juan Valera, quien celebró los versos del poeta en sus famosas Cartas americanas. En la epístola fechada el 15 de octubre de 1888 Valera dice lo siguiente sobre Fallon: Mi distinguido amigo: Vuelvo a leer las dos únicas poesías que de Diego Fallon inserta el Parnaso colombiano, y reconozco más claro todavía cuán indisculpable hubiera sido mi falta si no hubiese yo hablado de ellas. No me atreveré a decir que sean las mejores de la colección; pero son, sin duda, las más originales, y cada una de ellas de muy extraña y distinta originalidad (1889:199).

Sobre su poema “Las rocas de Suesca” afirma el crítico español: En Las rocas de Suesca vuela con gracia y tino la imaginación alegre y caprichosa del poeta para describir un lugar alpestre, prestando vida, palabra y animación a los peñascos enormes. Lo grotesco, colosal de aquel conjunto de gigantes petrificados, que recobran la vida conjurados por el poeta, se infunde en el espíritu del lector, el cual se siente transportado a un mundo fantástico, donde en lo esquivo y solitario de las montañas, lejos de los hombres, hablan y discurren las piedras, y refieren sus lances de amor y fortuna de hace muchísimos siglos, allá en las edades primeras de este globo que habitamos (1889: 199).

Valera compara los versos de Fallon con los del poeta y filósofo Terencio Mamiani: 32

Poesía Del Tolima (1905-1955) Pero si los versos de Mamiani son elegantísimos y sublimes, los de Fallon, por otro camino, como desate portentoso de fantasía, tienen no muy inferior valer. Los de Mamiani, más filosóficos y didácticos en el fondo, son más poesía por la forma, por la elegancia de la dicción, mientras que en los de Fallon, donde hay otra facilidad y tal vez cierto desaliño, hay poesía de conceptos y de imágenes, aunque lo grotesco predomine. […] El mérito de los versos de Fallon está más en lo descriptivo y en el efecto total de la pintura que su fantasía anima. Es aquello un aquelarre de brujas de pasmosa magnitud. La más anciana y la más ilustre es la que da la lección de Geología, aunque, en mi sentir, la pintura vale más que la lección (1889: 200-1).

Del poema “A la luna” dice Valera: Los otros versos de Fallon, A la luna son mucho mejores que Las rocas de Suesca, sin que ninguna extravagancia caprichosa contribuya a su originalidad, que es grande, si bien más en la meditación, a que la contemplación induce, que en la misma contemplación. Aun así, en la parte descriptiva hay notables bellezas, y el poeta nos hace sentir la calma magnífica de una noche de entre trópicos a la falda de los Andes. […] Después, provocado el poeta por el silencio y reposo nocturnos, siente y expresa más alta inspiración: es teósofo primero y luego místico. Pero este Dios, que entrevé el poeta en el éter infinito, poblado de estrellas, se deja ver mejor en el fondo del alma, hecha a su imagen. El alma es más grande que el Universo todo y más capaz que el Universo de contener a Dios (1889: 202-3).

En 1905 Rafael Maya escribe “De un estudio sobre Fallon” (Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Bogotá: sept. –nov. de 1905. Pág. 297.). Allí establece que la poesía de Fallon es bastante original debido a que cada tema se agota en un solo texto por lo bien escrito, que el poeta escribe poco y con lapsos de tiempo considerables entre un poema y otro. Añade que la segunda parte de “La Luna” es un poema clásico por los temas, las imágenes y el lenguaje. También en 1905 el escritor e historiador caucano Cordovez Moure en sus Reminiscencias de Santafé y Bogotá publicadas en 1905, en las que retrató minuciosamente a la Bogotá de su época, hace las siguientes afirmaciones sobre el poema “Las rocas de Suesca”: 33

Albeiro Arias En Las rocas de Suesca hace presenciar la formación de las rocas sedimentarias; establece la identidad de origen de las moles de granito que prevalecen en las dos Américas; demuestra la solidaridad que existe entre los volcanes que surgen de los abismos de fuego subterráneo; encuentra los fundamentos del nuevo continente que se forma en el mar Caribe con los despojos de los Andes, y divierte con la originalísima y chistosa animación que atribuye al imponente fenómeno natural que se burla de la ira del cielo cuando éste se manifiesta por medio del rayo abrasador que aterra al hombre; y como Fallon es antítesis viviente, debe gozar deliciosa fruición al considerar las sensaciones opuestas que experimentan sus lectores cuando los eleva a las regiones de lo sublime para precipitarlos, sin solución de continuidad, a las risueñas campiñas, de Fauno (2006: 1521).

En sus Notas de Viaje, el escritor argentino Miguel Cané, quien llegó a la ciudad en 1881 como representante diplomático de su país, describía el ambiente intelectual bogotano de la época como de una superioridad incontestable: “es la tierra de la poesía; desde el hombre del mundo, el político, el militar, hasta el humilde campesino, todos tienen un verso en los labios” (1907). De las poesías de Fallon decía:  …acaba de publicar sus poesías en un volumen (Bogotá, 1882). ¿Sabéis cuántas son? ¡Dos! Un canto a Las rocas de Suesca y otro a La Luna. He ahí todo su bilan, como composiciones de aliento. Ese calavera, ese despilfarrador de su savia íntima, ha escrito en su vida, lo repito, dos composiciones. ¿Impotencia? Hablaría en verso un día entero. ¿Desidia? Necesita más actividad moral para una charla de una hora que para un poema. No; una concepción altísima y respetuosa del arte, la idea de que el poeta debe cuidar su obra hasta llevarla al grado de perfección que es dado alcanzar al hombre. Fallon confiesa que hay cuarteta que le ha costado meses, quería encerrar en cuatro versos una idea y, ó el ritmo la desfiguraba ó el verso reventaba. Así, ¡qué júbilos íntimos, qué francas y abiertas alegrías cuando al fin, al último golpe de cincel, la estatua aparecía pura, tál como la soñó el maestro!

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Poesía Del Tolima (1905-1955) ¿Quién de entre nosotros no tiene perdida en la memoria la sensación deliciosa de una noche de luna, cuando, con el espíritu tranquilo bajo la plácida influencia de esas horas silenciosas, se sigue el rayo de luz entre los árboles, en los campos y en los cerros, poblándolo, como el haz luminoso sobre la cuna de Belén bajo el místico pincel de Durero, de visiones tenues y flotantes, de sueños y recuerdos?... ¿Cuál es aquel que, impotente para crear, no ha pedido al arte un reflejo, en el verso ó el color, encontrándolo á veces en la música, de esos diálogos íntimos entre el alma y las escenas de la noche, bajo la blanca luz de la luna? (Cané: 1907).

En Diego Fallon, su obra, juicios sobre ella y estudios sobre su vida se recuperan algunos estudios ya hechos y aparece el texto “Diego Fallon su obra Literaria” de Manuel Antonio Bonilla. Él dice que Fallon, en su poesía, es pintor, escultor y músico (1934). Daniel Samper Ortega, director de la Biblioteca Nacional revela inéditos del poeta en la Revista Senderos (Bogotá: marzo de 1934, pág. 55). Andrés Holguín en la nota preliminar de su Antología critica de la poesía colombiana 1874- 1974 dice sobre Fallon al compararlo con Rafael Pombo, que al contrario de la fecundidad y desborde de Pombo, Diego es cuidadoso en la forma, preciso, depurado, adivinándose algunas tonalidades parnasianas, casi modernistas (1974). Al referirse a “La luna” expresa Holguín: “La Luna”, que tiene, también, luz prestada de románticos y parnasianos, curiosamente amalgamados. Sus estrofas, largamente elaboradas, pulidas - hasta el extremo de que parecen bloques aislados, no fundidos en la unidad del poema - son a veces hermosas, a veces inútiles (por ello transcribiremos fragmentariamente el poema). De pronto, la entonación es esencialmente lírica; pero, al instante, cae verticalmente, como si Fallon confundiera la poesía con la versificación (1974: 40).

Continúa Holguín Señalando que en “La luna” hay versos logrados, estrofas y metáforas excepcionalmente bellas, sin embargo: …hay una triste pobreza conceptual en el poema (por ejemplo, al compararlo con lo mejor de Pombo, y los ripios tan frecuentes (alma - calma; desmaya - playa) fastidian. Falta concisión poética y sobra 35

Albeiro Arias palabrería. Habrá notado el lector que Fallon hace descripciones minuciosas, que nada agregan, que no son creadoras. La poesía no puede limitarse a describir, a registrar. Las alusiones mitológicas (ninfas, ondinas..) resultan arbitrarias. Hay algunos toques de mal gusto literario muy reveladores (el lucero: “Cayó de su diadema ese diamante...”). Por lo demás, aparece en Fallon, respecto de su concepción sobre el hombre, un dualismo simplón, que será muy frecuente entre nuestros poetas. De todos modos - y es lo único decisivo - casi nunca llega Fallon a la sutileza, al misterio, de la verdadera poesía - como si ya su luna se hubiera ocultado - , a esa viva comunicación que hallamos antes en Pombo o después en Silva (1974: 43). 

De los poemas “La Palma” y “Las Rocas de Suesca” dice Holguín que carecen de toda significación lírica (1974: 41). Los poemas “La luna” y “Las Rocas de Suesca” y alguna veces “La palma del desierto” han merecido alguna atención de crítica. De los demás poemas poco o nada se ha escrito. Fallon y el contexto poético nacional La literatura colombiana en la segunda mitad del siglo XIX se caracteriza por la imitación de las formas estilísticas predominantes en las literaturas europeas, especialmente la inglesa y la francesa. En 1850, cuando el romanticismo ya había finalizado su ciclo en Europa, en Colombia brillaba en todo su furor. La cercana emancipación de España, la reciente formación de los partidos políticos, la tensión entre viejas formas de pensamiento y las ideas nuevas y reformadoras hizo que el romanticismo fuera caldo de cultivo en los espíritus colombianos de la época. Tanto la novela como la poesía de la segunda parte del siglo XIX seguía los modelos románticos europeos: predominaban en ellos la fatalidad, la muerte, los sentimientos amorosos; de igual manera se rindió culto a lo nacional y lo histórico. Buscaron recuperar el pasado histórico y despertar el gusto por el sabor local, adaptando los temas a la realidad y a la búsqueda de referentes que expusieran una identidad nacional, aludiendo y descubriendo elementos autóctonos. Hay también una Fe en el cristianismo como doctrina unificadora de la sociedad y en la figura de Jesucristo como redentor de los humildes. En esta época están floreciendo las imprentas, los periódicos y las tertulias literarias e intelectuales. En dichas tertulias se 36

Poesía Del Tolima (1905-1955) conocen nuevas visiones sobre la poesía como es el caso de la influencia del parnasianismo francés de la segunda parte del siglo XIX. Su nombre viene del Monte Parnaso, una montaña en la mitología griega, consagrada al dios Apolo y a las musas, porque los autores trataron de recuperar los valores estéticos de la antigüedad clásica como una forma de oposición al romanticismo. Este movimiento es interesante porque rompe con el compromiso social e instauran lo que se ha dado en llamar “el arte por el arte”. En este escenario se desarrolla la poesía de Diego Fallon quien en su corta pero interesante poética transita entre el Romanticismo tardío y el Parnasianismo. Diego Fallon y la música No es de extrañar la analogía que Fallon hace entre la música y la poesía. Prueba de ello es el sistema de notación musical El Arte de Leer, Escribir y Dictar Música que el mismo creó y editó, en el cual hace equivalencias alfabéticas como lo explica Natalia Ramírez: Diego no habría podido crear este nuevo sistema musical sin la ayuda de las matemáticas, el abecedario, la gramática y la métrica, involucradas estrechamente en sus lecciones: las vocales denominaban los siete valores musicales y las consonantes, las notas; los acordes y las melodías se escribían en línea recta creando extrañas y sonoras palabras que enumeraban el conjunto de notas de que se componían. Con letras también denominaba los silencios, los puntillos y las apoyaturas. Pretendía que el lenguaje musical fuera susceptible de ser hablado, como otro idioma, utilizando así no sólo el alfabeto sino otros signos gramaticales como las comillas que representaban el ligado y los puntos que indicaban las repeticiones. Para enseñar sencillamente el ritmo ideó frases, silábica y rítmicamente comparables con los compases. Ejemplo: Lino - Sale - Pide - Tela - Lino - Sale - Pide Tela... para la medida cuaternaria o variación de la binaria: medidas de cuatro tiempos. Este Sistema permitió que la música se pusiera al alcance de muchas personas que no pudieron aprender la clásica notación y que 37

Albeiro Arias se difundieran algunas obras musicales relevantes como diferentes áreas de famosas óperas. Por algunos años se hizo realidad el sueño de Fallon de ver la notación musical no sólo como lenguaje escrito, sino también como lenguaje hablado susceptible de ser dictado con rapidez, puesto al alcance de los ciegos (6-7).

Fallon dominó a la perfección el lenguaje musical. Estos elementos requieren ejercitar una cualidad indispensable: la memoria musical, que es igual a la capacidad de observación de las artes figurativas como la pintura y la escultura. Además, por su capacidad para interpretar el piano, el poeta conoce el manejo de los movimientos o tiempos. De ahí la musicalidad que alcanza en sus textos: …

El último lucero en el levante asoma, y triste tu partida llora: cayó de tu diadema ese diamante, y adornará la frente de la aurora (1934: 119).

Las imágenes auditivas de la música están directamente relacionadas en la rima, la métrica y el verso regular en su poética. Fallon emplea patrones rítmicos y giros melódicos derivados de las inflexiones naturales de la voz, interesantes estructuras sintácticas y atractivos ritmos. En el sonido de las palabras reside gran parte del encantamiento de sus poemas: …

que, cuando toca el corazón en suerte apurar el dolor de los dolores, sólo puede el amor de los amores el abismo llenar que abre la muerte (1934: 152).

Fallon juega en la estructura del verso con el sonido de las palabras, su ritmo y rima. Hay aliteraciones pero también la sensación de estancamientos en el tiempo. Introduce variantes de tipo rítmico, melódico, armónico a través de pausas con el uso de la coma, encabalgamientos, sinalefas y algunas variaciones en la estructura de las oraciones como colocar primero el adjetivo y luego el sustantivo: …

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Poesía Del Tolima (1905-1955) ¡Más contempladla! Sobre la ancha frente en vano el sol sus dardos ha lanzado, en vano, al par, la lluvia disolvente, el rayo, el aquilón le han azotado! (1934: 128).

La forma clásica más usada por Fallon son los cuartetos endecasílabos con rima consonante de la forma ABAB. Esta estructura aparece en las 29 estrofas de “En la montaña” y en los 30 cuartetos de “La luna”: …

Cu-bre- tu- mar-cha- gru-po- si-len-cio-so de- ri-zos- co-pos,- que- tu- lum-bre- ti-ñe; y –de- la- no-che el- i-ris –va-po-ro-so la –re-gia- pom-pa- de- tu –tro-no- ci-ñe.

11A 11B 11A 11B

(1934: 116)

Igual sucede en “Las rocas de Suesca”, poema divido en dos partes, cada una con 29 cuartetos, “La flor silvestre” conformado por 4 cuartetos y “Mintamos” de 14 cuartetos endecasílabos pero con variaciones en la rima: …

Min-ta-mos, -pues,- min-ta-mos, -dul-ce a-mi-ga. “tu -no -has –a-ma-do –nun-ca -ni a-ma-rás, y a -la –ver-dad, -lo -que -mi –pe-cho a-bri-ga por -ti, -mi –so-lo -bien, -es –a-mis-tad”.

11A 11B 11A 11-

(1934: 137)

Los cuartetos octosílabos siguen en su preferencia. El poema “A la fuente de Nemocon” está compuesto de 13 cuartetos octosílabos con rima consonante: …

Que –pa-ra -tí -no hay –a-ro-mas, so-bre -tí -no –lu-ce el –cie-lo, ni a -tu –rau-dal -las –pa-lo-mas se-dien-tas –ba-ten -el –vue-lo.

8a 8b 8a 8b

(1934: 139)

Lo mismo sucede con las 10 estrofas de “A una naranja”, los 12 cuartetos de “Crepúsculo” y con los 11 cuartetos octosílabos de “Al señor J.T. Gaibrois”. 39

Albeiro Arias El poema “Reminiscencias” trae 15 estrofas, todas con un número de versos distinto (10, 4, 5, 13, 12, 15, 4, 6, 5, 5, 3, 7, 6, 9, 5). En algunas estrofas, se alternan versos de arte mayor (endecasílabos) con versos de arte menor (heptasílabos). La rima es consonante y se da libremente. …



En -tan –fe-liz –mo-ra-da, de –ro-sas- y a-zu-ce-nas por- sus- ne-va-das- ma-nos- a-dor-na-da em-pe-za-ban- tus- ho-ras- de- ven-tu-ra a –des-li-zar-se a-pe-nas.

7a 7b 11A 117B

(1934: 120)

Los sextetos combinados con versos de arte mayor (endecasílabos) y arte menor (heptasílabos) con rimas libres, son usados en “A la palma del desierto”: …

Y –de- tu –blon-da –cuel-gas- al –a-bri-go, 11A Pa-ra -rey -y –men-di-go, 7a Con –lar-gue-za -sin -par -que al –mun-do a-som-bra, 11B Del –dá-til –re-den-tor -el –ri-co en-jam-bre; 11C Que el –es-pec-tro -del –ham-bre 7c Ja-más –vio-ló el –re-cin-to -de -tu –som-bra. 11B

(1934: 136)

El poema “A la señora Lastenia S. de Soffia es el único soneto clásico, con versos endecasílabos de la forma ABBA. Esta leve mirada nos muestra que el poeta respeta los precedentes clásicos pero introduce variantes muy personales como la alternancia de versos de arte mayor y de arte menor, el uso de diverso número de estrofas, de versos y de rimas en un mismo poema. Fallon, el amor y la muerte Tal vez el poema que mejor refleja el amor es en “Mintamos”, poema jocoso en donde el amante le pide a su amor que mientan sobre sus sentimientos. La voz poética sostiene que sólo siente por la mujer a quien va dedicado el texto un sentimiento de amistad, que su afecto es de padre, de hermano, y sucesivamente negando afirma todo lo contrario: 40

Poesía Del Tolima (1905-1955) … No me respondas, calla, no me amaño con la verdad; mintamos otra vez: si dije que te amaba es un engaño, que yo de amor, señora nada sé (1934: 138).

En el poema “A una naranja” la mujer es comparada con una naranja, por su tez y su aroma; belleza que finalmente la llevará a ser cautiva por el hombre: …

Mas fue tu hechicera infancia, cuando feliz, fugitiva; que aunque fuiste al hombre esquiva, te traicionó tu fragancia, y el hombre te hizo cautiva! (1934: 142).

En el texto “En la montaña” el amor es frustrado por la muerte: …

Y cuando, envuelta en funerario velo, huye la dicha del hogar querido, queda el amor en perdurable duelo y asolador recuerdo convertido (1934: 151).

Fallon preserva de los románticos algunos temas como la pérdida del ser amado por la muerte, sin embargo, hay varias particularidades en sus poemas, en primer lugar, la muerte no frustra un amor idílico sino que este amor se logró concretar y disfrutar durante muchos años, pues las personas fallecidas han vivido largos años en feliz matrimonio, en segundo lugar, este quebranto no es del “yo” poemático, sino que esta voz se dirige a un alocutario directo que es quien realmente ha sufrido la ausencia del ser amado. En el poema “Reminicencias” el alocutario es Alejo Posse Martínez, amigo de Fallon, a quien se le ha muerto su esposa. En el poema titulado “A la señora Lastenia S. de Soffia, en la muerte de su esposo el excelentísimo señor don José Antonio Soffia” es obvio desde el título cuál es el motivo del poema y que, quien sufre la pena es Doña Lastenia y no el enunciador del poema. 41

Albeiro Arias Contrariamente a la angustia, derrota y tristeza de los románticos cuando se pierde al ser amado, en Fallon se llama a la fortaleza; la voz poética se ubica del lado de la señora Lastenia, preguntándose por qué Dios le ha trazado un nuevo camino, pero luego se desprende nuevamente de ella y la convida a no apartarse de Dios y aceptar su destino: … Descifrando hallarás el hondo arcano, tras el dintel de tu final destino; en tanto…besa del Señor la mano! (1934: 152)

O buscando hacer entender a manera de consuelo que la extinta o extinto han sido llamados por Dios: … Y súbito ¡oh dolor! Ante tu esposa su seno abrió la eternidad inmensa; del sumo tribunal en los umbrales sonó la voz de justa recompensa. ¡Un toque de llamada… !Un nombre!... El suyo! y en pos dejando lágrimas y duelo, y el yerto polvo sobre el pecho tuyo a la orden del Eterno tendió el vuelo (1934: 122).

La muerte se presenta como una oportunidad para rendir tributo a los ausentes. A la esposa de Alejo la entroniza comparándola con un Ángel: … ¿Era ángel o mujer? Mientras viviera fue preciso dudarlo, amigo amado! sólo al tocar ayer su cuerpo helado la encontraste mujer por vez primera! (1934: 120).

En “Reminicencias”, la voz poética llama al afligido para que actué con valentía en los momentos difíciles: 42

Poesía Del Tolima (1905-1955) … ¡Valor! Dos campos hay, amigo caro, que en este triste valle a un tiempo mismo su fruto ostentan a la luz del día: el campo del placer-la cobardía! el campo del dolor-el heroísmo! (1934: 123).

El componente religioso es vertebral a la hora de enfrentar el vacío o la pérdida del ser querido: Fallon y la naturaleza Fallon apunta a la naturaleza al igual que lo hacían lo románticos. En algunos poemas hay un tono melancólico: …

¿Dónde, en la falda, el rustico poblado, y dónde los sencillos moradores qué, en otro tiempo el galardón ansiado cosecharon aquí, de sus labores? (1934: 150).

Aunque los románticos están signados por el pesimismo, la tristeza, las preocupaciones existenciales, el gusto por las ruinas y las evanescencias, el poeta tolimense no todas las veces sigue este patrón y prefiere enfocarse en la belleza de los objetos y en la forma misma del poema, veamos cómo describe una palma en el desierto: …

Al desatarse allí tu copa al aire, ¡con qué gentil donaire el verde encaje mece cada rama! tal, en brillante fiesta, ondula, juega, se descoge o repliega el abanico de andaluza dama (1934: 132).

Los títulos en los poemas de Diego Fallon son referenciales cumpliendo una función de contacto o fática, anticipando u orientando el 43

Albeiro Arias proceso de decodificación por parte del lector, teniendo en cuenta que los sitios a los cuales alude el poeta son poco conocidos. Cada título anticipa el lugar, espacio, cosa o de quién se va a hablar. Fallon al igual que los románticos acude a la búsqueda de referentes que mostrarán una identidad nacional, aludiendo y exaltando lugares naturales autóctonos como sucede con el poema “Las rocas de Suesca” en homenaje a la milenaria cadena montañosa de formaciones rocosas ubicadas en el municipio de Suesca al norte de Bogotá y las Fuentes de Nemocon ubicadas a unos 65 km de la capital colombiana. Con estos dos poemas se busca recuperar cierto gusto por el sabor local al hacer uso de un lenguaje cotidiano y temas particulares de Cundinamarca: …

Es la faz de ésta avinagrada mueca, con letras chibchas en los dos carrillos; el moño de aluvión y yerba seca, de liquen el collar y los zarcillos (1934: 125).

En el poema “Las rocas de Suesca” el poeta les otorga características humanas a las formaciones rocosas, personificándolas como ancianas y ancianos: …

Un gesto horrible allí petrificado, con nariz trunca y arrugada frente, decir parece al que le queda al lado que le pisan un callo eternamente (1934: 124).

La voz poética logra desprenderse de las problemáticas sociales y de la tristeza romántica y asumir el mundo con humor y alegría. Algunas de las situaciones jocosas que se leen en el poema dedicado a las rocas de Suesca, en donde los gigantes milenarios viven su cotidianidad son: se describe a uno de los colosos de piedra con la boca entreabierta; en dicha cavidad las águilas construyen sus nidos y de su labio inferior cuelga una roca como una lengua de ahorcado. Más adelante, esta roca amenaza a un hombre, el cual actúa como enunciador del poema, diciéndole que huya o se rueda sobre él. Al correr se encuentra con varios patriarcas pedregosos a los cuales interroga sobre qué esperan y ellos le contestan que están aguardando el fin del universo. Otras ancianas rocosas celebran el cumple-siglos de una hermana. Una pétrea anciana tiene un cigarro 44

Poesía Del Tolima (1905-1955) apagado en la boca e interpela a un nubarrón para que le de fuego y así sucesivamente se van presentando situaciones humorísticas en este poema: … Cuando la zalamera fumadora al crespo nubarrón así interpela: -¡Motosito! -¿Qué manda, mi señora? -Que me prestes, mi negro, tu candela (1934: 126).

En el otro texto “A la fuente de Nemocon” la voz poética canta con cierta aflicción porque esta belleza natural de otros tiempos ha sido acabada por la mano del hombre, convirtiendo su cauce en catacumba y su manantial en una tumba hueca: … Que tu lecho es catacumba porque así lo quiso el hombre; tu manantial, hueca tumba sin una flor y sin nombre (1934: 140).

Otros elementos de la naturaleza son cantados por Fallon, como es el caso del bello poema “La luna” que se centra en los efectos que produce la luz lunar sobre los objetos y sobre el poblado. Esta luna es personificada como una niña virginal y casta que al ver la inmensidad queda absorta. El “yo” poemático luego se distancia de ella para ensalzarla y describir su impacto sobre el paisaje: … Cubre tu marcha grupo silencioso de rizos copos, que tu lumbre tiñe; y de la noche el iris vaporoso la regia pompa de tu trono ciñe (1934: 116).

Al observar el satélite la voz enunciativa comprende lo vulnerable e insignificante que es el hombre frente a la inmensidad del universo. Ve a la luna como algo misterioso y abismal, le hechiza su belleza, su temple 45

Albeiro Arias majestuoso y se estremece, queda enajenado, alucinado; efecto que le permite adentrarse en su interior: …

Cruzo perdido el vasto firmamento, a sumergirme torno entre mí mismo, y se pierde otra vez mi pensamiento de mi propia existencia en el abismo! (1934: 119).

Hay una excitación en el alma: …

Se agita mi alma, desespera, gime, sintiéndose en la carne prisionera; recuerda, al verte, su misión sublime, y el frágil polvo sacudir quisiera (1934: 119).

El alma dividida del cuerpo se siente prisionera de él. La voz poemática busca alcanzar cierta unión del alma pero no con el cuerpo sino con la divinidad, adquiriendo un sentido místico en donde la luz del alma opaca la luminosidad de cualquier astro: … Porque esos astros, cuya luz desmaya ante el brillo del alma, hija del cielo, no son siquiera arenas de la playa del mar que se abre a su futuro vuelo (1934: 119).

En su poema “A la palma del desierto” la palmífera resulta ser un emblema de esperanza, de fe solitaria, persistencia y de obstinación ante la adversidad; a través de la descripción de su larga existencia en compañía del desierto, resistiendo el abrazo del sol, las envestidas de la arena, y cómo, a pesar de ello, resulta ser consuelo para reyes y desvalidos, siendo único puerto, faro del oasis, dando frutos y sombra: … Por eso, aún hoy, allí tu cetro impera, ¡munífica palmera, 46

Poesía Del Tolima (1905-1955) honor y timbre de la ardiente zona! tú conquistaste inmarcesible vida y reina fuiste ungida por la mano que exalta y que destrona! (1934: 136).

Diego Fallon se interesa por el universo, ve los aspectos más sencillos y humildes de la naturaleza para tratar de rescatar lo espiritual del ser humano, es un idealista que ve en el paisaje un reflejo de los profundos estados del alma: …

Venid al bosque. Vedlos: eses amante que abandonado queda en la espesura pasó por siempre en improviso instante de inmensa dicha a inmensa desventura (1934: 151).

El poema “La flor silvestre” muestra una flor solitaria alejada del ser humano, que vive entre la muerte, al lado de unas tumbas abandonadas, dándole amor al difunto olvidado. …

Allá en la aldea encuéntrase escondida entre las tumbas, de la cruz al pie, que ella sólo ama a quien el mundo olvida y va su aroma a derramar sobre el (1934: 145).

La descripción que hace del paisaje en el texto “Al señor J.T. Gaibrois” le sirve para mostrar su carácter sencillo; el mencionado Gaibrois dibuja a la pluma un paisaje en su álbum en la página correspondiente a la letra “F”, clara alusión a Fallon. El poema lo termina Fallon diciendo que: …

Para ese sitio yo auguro no ser morada propicia la frágil “f” que inicia mi nombre oscuro; a tal edén, ¡caro amigo! que hollar no merece en nombre, 47

Albeiro Arias la “g” de tu claro nombre le ofrece más noble abrigo (1934: 147).

Fallon es contemplativo y observador, soñador y meditativo. Sus poemas recurren a la plasticidad. Por tanto, son muy visuales, de imágenes que adquieren dinamismo. La descripción es uno de los elementos más característicos en su obra. El objeto o tema descrito puede ser cualquier elemento de la naturaleza: la luna, una montaña, las rocas de Suesca, una naranja, entre otros, generalmente realidades físicas. Pero estos cuadros no son objetivos sino anímicos, psíquicos y subjetivos, influyendo en la imagen que el receptor se forma del objeto descrito. Fallon aunque no rechaza la métrica tradicional, modifica su uso en la ejecución, por ejemplo mezclando versos de arte mayor con versos de arte menor, desplazando el soneto tradicional 4-4-3-3 por el uso exclusivo de cuartetos, quintetos, sextetos, etc. Las rimas también se realizan en algunas ocasiones de manera libre. Otra característica consiste en revestir a los objetos inanimados de la naturaleza con características y/o cualidades físicas, morales y psicológicas, como son los sentimientos, las preocupaciones y las acciones propias de los seres humanos; metáforas ontológicas conocidas técnicamente como prosopopeya o personificación: …

Y la vieja Borrasca sus canciones entonaba agitando, aquellas riña, con chinesco de truenos y aquilones desde fuera gritando: “Bailen, niñas”! (1934: 127).

En la enunciación lirica de Fallon, es usual que el “yo” interior del emisor poético se sitúe frente a un “ello” exterior, aprehendiéndolo y expresándolo. El poeta busca captar la existencia, traslucir en imágenes el sustrato que subyace bajo la realidad aparente, reflejar lo inmutable y eterno del ser humano y la naturaleza, por ende, no es la pasión imaginativa la que prevalece, los paisajes no se utilizan como accesorios, sino que son en sí mismos el centro del interés, debido a que a través de ellos se alcanza cierta unión con la divinidad. Fallon ve en el paisaje un reflejo de los profundos estados del alma. 48

Martín Pomala: poeta de la Arcadia

El presente texto realiza una mirada a la obra de Martín Pomala. Se tuvo en cuenta algunos comentarios de la crítica especializada, entrevistas y textos hechos por el mismo autor. Se indagó en el contexto, fundamentalmente en lo concerniente a su biografía, se revisaron aspectos lingüísticos y literarios, los temas principales de su obra, las preocupaciones recurrentes, etc., para observar la evolución, elementos comunes y propuestas novedosas en su poética, tratando de establecer a grandes rasgos algunas características en su poesía sin pretender reducirla o definirla sino meramente esbozarla. Datos biográficos Martín Pomala nació en la vereda de Cupilicuá, San José de Ataco, Tolima, el 24 de agosto de 1884; murió asesinado en Ibagué en el año de 1951. Es el seudónimo tomado en 1907 por Jesús Antonio Cruz. Hijo de Mercedes Cruz, una humilde lavandera y Ángel María Moncaleano Mo49

Albeiro Arias lano, un terrateniente que nunca lo reconoció. Estudió la primaria en la Escuela Urbana de Varones de su pueblo. Su madre decidió enviarlo en febrero de 1897 a estudiar en el Colegio San Simón de Ibagué, pero la “Guerra de los Mil Días” hizo que este sueño se truncara y terminó involucrado en la confrontación. Obtuvo el grado de Coronel, comandó el Batallón Briceño. Terminada la guerra empieza a trabajar en la burocracia: Secretario de la Alcaldía de Ataco, el Concejo Municipal de lo nombró Secretario de la Corporación de 1.904 a 1.907, Oficial Escribiente de la Secretaria de Gobierno del Tolima de 1909 a 1912, Contador General de la Tesorería del Tolima en 1912, Oficial Mayor de la Secretaria de Gobierno de Cundinamarca, Prefecto de la Provincia de Ibagué, entre otros. Dirigió la revista Tolima y fue Director del periódico El Cronista. Publicó sus poesías en las revistas Tropical, de Manuel Antonio Bonilla, Arte, de Alberto Castilla, y Letras, de Roberto y Eduardo Torres; también apareció en los periódicos de la capital El Espectador y El Liberal literario. Estuvo recluido en el manicomio de Sibaté casi ocho años, desde su salida vive miserablemente en Ibagué. Fue asesinado a cuchilladas en el cuello por razones desconocidas. La poesía de Martín Pomala Pomala hace parte de las tendencias del Modernismo de principios del siglo XX en la poesía colombiana. Esto puede inferirse a través de la lectura de algunos de sus escritos en donde hace una defensa a ultranza de esta corriente, además de su gran admiración por Guillermo Valencia, a quien entrevistó personalmente. En sus poemas sigue la cosmovisión modernista del desencanto ante un mundo degradado por la masificación de los ideales capitalistas y desilusión con la realidad social. Arturo Torres Rioseco reconoce dos tendencias en el modernismo: la primera es la evasión de la realidad o también llamado por otros el “preciosismo” o “torre de marfil”, logrado a través de temas exóticos e imaginarios y de épocas pretéritas; la segunda tendencia es el “mundonovisto”, en donde el poeta vuelve a la tierra, al paisaje, a las gentes americanas (1951:17). Desde esta perspectiva podríamos pensar que la poesía de Pomala siguió la tendencia del “mundonovisto”. El poeta tolimense describe las impresiones que le producen la belleza de los paisajes de su pueblo natal, en especial el Rio Saldaña, las montañas de su villorio, los animales, etc. El libro Sangre y otros poemas sale a la luz gracias a la gestión del di50

Poesía Del Tolima (1905-1955) putado Velázquez Ortiz, quien presentó un proyecto de Ordenanza el 10 de mayo de 1939 buscando reivindicar al poeta rindiéndole un homenaje, regalándole una casa y publicándole un libro. El poema que le da título al libro “Sangre” está escrito en dísticos o pareados alejandrinos. Es decir, versos de arte mayor de 14 sílabas con rima consonante: …

Vengo desde las ribas románticas de un río en cuyas vegas úberas demora mi bohío besado santamente por las aguas serenas que pasan, taciturnas, como rumiando penas.. Mi bohío es el alma de la selva discreta y dialoga en silencio como un anacoreta, con los árboles viejos… Un sueño es mi bohío bordado con espumas de las olas del río (1941: 35).

Este termina convertido en su poema más celebre, se trata de un homenaje a su tierra natal, una evocación desde un presente lejano a la tierra de sus años mozos, a los paisajes que quedaron guardados en la memoria. La descripción esta matizada por sentimientos nostálgicos e ingenuos: …

Fueron allí los años de la dulce fragancia, años en que mi vida fue de blanca ignorancia que nunca ha de volver, que no he de recordar porque me dan deseos de ponerme a llorar…(1941: 37).

Pinta un cuadro lleno de esplendor, con su flora, su fauna y su río; de amor por el paraíso perdido que le arrebató los avatares de la vida, es por tanto un texto cargado de subjetividad, un cuadro bucólico lleno de aromas y colores: …

¡Tiempos después la suerte me arrancó del bohío! Dije adiós al rebaño, a las selvas, al río… (1941: 43). 51

Albeiro Arias El paisaje recuerda la tierra mitológica griega de la Arcadia, donde había un templo erigido a Poseidón y habitaban seres sobrenaturales como centauros y ninfas. Lugar que se convierte en un tópico de la literatura idealista por considerársele el edén en la tierra. Pomala ve a su tierra natal de una manera idealizada, hasta el punto de llamarla Arcadia: … ¡Bendita sea mi Arcadia! Loado mi bohío que duerme un casto sueño cerca de su padre, el río! ¡Oh, viejo río lejano que me diste canciones y me enseñaste el ritmo secreto de tus dones! (1941: 37).

El lírico tolimense es un admirador de la cultura griega y latina; leía con atención los poetas clásicos grecolatinos de donde nace su gusto por la temática telúrica y pastoril. Hay pasajes del poema “Sangre” en donde a la manera de las églogas se trata el tema amoroso dentro de un ambiente campestre y paradisiaco, veamos dos fragmentos en donde inclusive aparecen los términos “pastor” y “pastora”: … Fragmento 1 Y fui pastor… Los prados enflorecidos, plenos de sol y mariposas y perfumes serenos, me dieron lechos suaves e improvisé cojines de hojas para tenderme con mis bravos mastines… (1941: 38) … Fragmento 1 Entoné sobre el césped sencillas pastorelas al son de tamboriles y eglógicas vihuelas; y al pasional conjuro de mi panida flauta pasó por mis senderos una pastora incauta de senos estallantes y de brazos muy duros diciéndome palabras y pensamientos puros (1941: 39).

En “Sangre” también aparecen imágenes medievales de trovadores, castillos y el amor galante: 52

Poesía Del Tolima (1905-1955) … Y para que bajara mi novia del castillo le tendí hacia las torres las trémulas escalas de mis cantos; y llena de deslumbrantes galas vino hasta mí la virgen…(1941: 40).

El paisaje y la historia de una región es el tema de “!Ave, Antioquia!”, publicado por vez primera en El Progreso y luego en El liberal, poema épico en homenaje al centenario de la independencia de la provincia del departamento de Antioquia, Colombia. El texto está dividido en tres partes, Conquista y Colonia (siete cuartetos), Independencia (nueve cuartetos) y Republica (ocho cuartetos) en hexámetros de dieciocho sílabas cada uno, con rima consonante en forma cruzada: …

Y aquel caballero signado en la frente por tu aristocracia, fastuoso y soberbio profeta de lauros, el invicto Zea, triunfa en los salones de la vieja Europa con su diplomacia, mágico resumen de Ciencia, de Verbo, de Lira, de Idea… (1941: 50).

De este texto dice Emilio Rico en el Epílogo de Sangre y otros poemas: “en el año 1913 escribe ‘Ave, Antioquia’. He aquí para el poeta el triunfo definitivo. Este poema burilado en hexámetros de cuidadosa estructura, merecerá por su elegancia pasar a la posteridad grabado en mármol pentélico” (1941:129). En 1925 publica en el periódico El tiempo de Bogotá tres sonetos intitulados “El padre sol”, una búsqueda de la ascensión espiritual, encuentro con la energía eterna, epifanía de la divinidad. La luz del sol es vida, liberación, prosperidad, posibilidad de salvación, máxime que cuando escribió estos textos se hallaba aún en el manicomio: …

Tú no caminas, Padre, vives en el espacio girando sobre tu eje, dando tu claridad a nosotros tus hijos; -luz, diamante o topaciola Tierra, Venus, Marte, toda la inmensidad (1941: 120). 53

Albeiro Arias El yo poemático del autor cobra siempre matices autobiográficos. Casi todos los temas que recorren su obra han sido vivenciados por él. Por ejemplo, el tema del amor está inspirado fundamentalmente en su madre, llegando a pensarse inclusive que el poeta sufría del complejo Edipo: Al observar la vida y la obra de Pomala, este sobrenatural amor por Mamá Cheditas parece llenar todos los ámbitos, todas las fibras del hijo, cada palabra de su obra. Su desgarradora despedida al marchar hacia Ibagué; sus cartas salpicadas de lágrimas enviadas desde el San Simón; su rápida recuperación al regreso de la guerra; su tremenda angustia y su deprimente desolación después de la muerte de la madre; la abundancia de composiciones dedicadas a ésta o en la que hace referencia a su gran amor por ella; todo esto indica la magnitud de esa pasión con contornos patológicos, plenamente inconsciente, clavada en lo más profundo de su íntima subconsciencia (García, 1967: 23).

Después de su madre, sólo Felisa Carvajal logra robarle unos versos en sus poemas “Divagación” y los 16 sonetos del “Poema de la romería”, dignos de la más eminente poesía galante. Dice Vergel: “después del amor filial es el amor hacia Felisa el que más lo subyuga” (1990: 49). …

Bajo la sombra de tu cabellera me tenderé a soñar una mañana, mientras la fuente de tu risa hermana me arrulle en la quietud de la pradera (1941: 56).

El soneto “Confidencial” está estructurado en versos alejandrinos y una combinación de rima cruzada, en los cuartetos y rima pareada los dos primeros de cada terceto. Aquí describe el desencanto por el menosprecio y la descortesía que le hace una dama: … Me has amado? Quién sabe! Sólo sé que una tarde crucificaste mi alma con un gesto cobarde mientras el sol nimbaba tu frente con destellos (1941: 107). 54

Poesía Del Tolima (1905-1955) La muerte pasa a ser un tema preponderante, de ahí nacen sus elegías, poemas de lamento inspirados en el profundo dolor que le causó el deceso de su madre en diciembre de 1910. Estas elegías están divididas en tres partes, de rima consonante y en versos endecasílabos, variando en número de estrofas y de versos según el momento e intensidad de la elegía: … Era el grito fatal de tu caída, madre del corazón, piadoso y fuerte! era que de las playas de la vida se apartaba tu barca combatida con rumbo a los abismos de la muerte! Era tu marcha –pobrecita mía! – para la eternidad de donde nunca jamás regresarás, aunque en la vía fatal que me traza tu agonía yazga mi vida desgarrada y trunca! (1941: 80).

Esta misma tristeza hace que Pomala reviva los “Saudades”, palabra que según hipótesis deriva su origen a partir de la voz latina solitate, soledad, cantos de la tradición portuguesa y gallega que expresan tristeza o melancolía por la distancia espacial o temporal de un ser amado. Pomala escribe sus “Saudades” en trece cuartetos de alejandrinos con rima cruzada o perfecta: … Noble y santa tristeza que me donó la luna para que mis recuerdos hayan de florecer; melancolía dulce que me ha hecho verter una lagrima imperceptible, sin pensar ni querer… (1941: 74).

Pomala vivió como un poeta maldito, hay un parangón entre su vida y su obra, nació en la pobreza, fue a la guerra, estuvo recluido en el manicomio por años, mantuvo un amor y un dolor eterno por su progenitora; la única mujer en la que se interesó fuera de ella, lo dejó 55

Albeiro Arias frustrado. Su labor poética quedo impregnada por su propia biografía: hay en sus poemas amor y desamor, melancolía, muerte, soledad, añoranza por los paisajes y los días de su infancia, quizá sus únicos años felices. También hay momentos místicos y ascéticos. Siguió los preceptos métricos tradicionales, fundamentalmente el soneto y los pareados alejandrinos, fue un devoto del modernismo con influjo de los franceses y de los poetas clásicos grecolatinos. Sus últimos años fueron de mucha pobreza, viviendo de la caridad de los amigos. Murió asesinado por motivos aún desconocidos.

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Germán Pardo García: De las profundidades del espíritu a la inmensidad del universo

FOTO TOMADA DE: http://www.maximogris.net/08_013.html

La arquitectura del poema, tendrá la sencillez espiritual de un nido… Germán Pardo García

Este texto aborda la obra de Pardo García que llega hasta el año 1955. Los libros en cuestión son: Acto poético, 1953; Antología poética, 1944; El Árbol del alba, 1928; Los canticos: poemas, 1935; Claro abismo, 1940; Los júbilos ilesos, 1933; Lucero sin orillas, 1952; Poderíos, 1937; Poemas contemporáneos, 1949; Presencia, 1938; Sacrificio, 1943; Los sonetos del convite, 1935; Los sueños corpóreos, 1948; U.Z. llama al espacio, 1954; Las voces naturales, 1945; Voluntad: poemas de Germán Pardo García, 1930. Se tuvo en cuenta algunas miradas de la crítica especializada, entrevistas y textos hechos por el mismo autor. Se indagó en el contexto, fundamentalmente en lo concerniente a su biografía, se revisaron aspectos lingüísticos y literarios, los 57

Albeiro Arias temas principales de su obra, las preocupaciones recurrentes, etc., para observar la evolución, elementos comunes y propuestas novedosas en su poética, tratando de establecer a grandes rasgos algunas características en la poesía Pardo García durante su primera parte, sin pretender reducirla o definirla sino meramente esbozarla. Datos biográficos7 Germán Vicente Pardo García Esponda nace el 19 de julio de 1902 en Ibagué, (Col) y fallece en Ciudad de México, D.F., (Méx.) el 23 de agosto de 1991. Algunas biografías (Vargas, 2004), (Ocampo de, 1965: 219-20), (Ocampo de y Prado, 1967: 273-4) erróneamente colocan como lugar de nacimiento a Choachí, Cundinamarca (Col.) debido a que a este poblado llegó a vivir desde muy pequeño. Germán Pardo García afirma, sin embargo, en una carta enviada al profesor James Willis Robb, de la Universidad de George Washington, con fecha 30 de septiembre de 1967: Nací en Ibagué. Pero como a los dos años quedé huérfano, el magistrado Pardo se trasladó desde esa ciudad a Bogotá y sus pequeños hijos los envió al pueblito de Choachí […] ‘No quien naces sino con quien paces’ dice el sabio refrán español. Soy pues de Choachí. Ibagué es una hermosa ciudad de Colombia, pero para mí nada quiere decir (Robb, 1998: 38).

Recién nacido sufrió mielopatía8, quedando paralizado por completo, los médicos pronosticaron su muerte temprana. Milagrosamente se recupera después de muchos tratamientos. El 11 de junio de 1905 su madre muere al dar a luz a su hermana Julia. Esto hizo que fuera enviado a Choachí (Cund.) al cuidado de su nodriza Lucía Acosta. En medio de los páramos, las montañas y la espesa bruma vive su infancia, acostumbrándose a la soledad. Su nodriza es una religiosa y mantiene contando historias de fantasmas, diablos y muertos que marcan para siempre a Pardo. Después su padre se casa con Ester Piñeros Encinales, la nodriza 7 Biografías completas sobre Germán Pardo pueden leerse en la disertación doctoral de Arenas (1971) y en la introducción titulada “Etiología y síndrome de una angustia” que hace el mismo Pardo García en Apolo Pankrator (1977, XI-XLVI). 8 Enfermedad crónica de la médula espinal. 58

Poesía Del Tolima (1905-1955) que ha reemplazado a Lucía pasando a ser su madrastra. En 1914 entra al Colegio San Bartolomé pero lo abandona sin concluir sus estudios. En 1918 su poema “Noche triste”, un romance octosílabo, es publicado en la Revista Semanal El Literario de Diego Uribe con un comentario que decía “Niño de 14 años”. El 28 de noviembre de 1918 conoce al poeta Carlos Pellicer con quien sostendrá una marcada amistad que lo llevará hasta México, donde residirá desde 1931. A Ibagué volverá por única vez en el año 1928. Sólo publicó en Colombia un libro: Voluntad en 1930, todos los demás fueron publicados en México. Dirigió por muchos años la gaceta literaria Nivel. Es considerado uno de los poetas más prolíficos de Latinoamérica y fue puesto en consideración como candidato para obtener el Premio Nobel por la Academia Mexicana de la Lengua y algunas instituciones colombianas. German Pardo y los “Los Nuevos” Germán Pardo García perteneció a la generación de “Los Nuevos” (Nacidos entre 1894 y 1910) cuya “sede” se centró en el café “El automático”. Sus fundadores fueron León de Greiff, Felipe y Alberto Lleras Camargo. Pertenecieron a este grupo Juan Lozano y Lozano, Rafael Maya, Germán Arciniegas, Eliseo Arango, José Enrique Gaviria, Abel Botero, Jorge Zalamea, Francisco Umaña Bernal y Luis Vidales. Según Zalamea: La nueva generación pretendía que la obra literaria de las anteriores -y muy especialmente la del ‘Centenario’- adolecía de dos graves defectos: una especie de falso romanticismo que se expresaba en la predisposición a simular buenos sentimientos y cierto provincianismo que les hacía vivir ausentes de las más hondas y complejas preocupaciones del mundo contemporáneo (1978: 591).

Editaron la revista homónima entre junio y septiembre de 1925 cuya tendencia modernista deriva de lo más actual en la Europa de su tiempo. Se dieron a conocer en los años 20´s en plena euforia de las vanguardias. Este grupo protestaba contra el modernismo parnasiano y simbolista, el romanticismo, el realismo, el naturalismo y el costumbrismo. Pardo García es considerado como parte de esta generación debido a que sus inicios como poeta coincidieron con la formación del grupo. 59

Albeiro Arias ¿Poeta que se repite o que se renueva? Algunos críticos manifiestan que Germán Pardo García es un poeta que se repite en cada libro y que sus preocupaciones nunca cambian (Gicovate, 1964: 591); Francisco Aguilera, refiriéndose a Pardo dice que: “no poet can write so much without repeating himself, unless he says nothing” (1941: 371). E.C.C. (¿Eduardo Caballero Calderón?) habla de la poesía de Pardo como si fuera un solo poema: “procurara renovarse, complicarse, dar mayor variedad a los asuntos poéticos y a la manera de tratarlos. Porque, entre tanto, sólo puede decirse de él que es un gran poeta, un poeta impecable, pero un poeta de un único poema” (1938: 332). Otros críticos son más crueles: “Su exaltación de misterios y angustias es la de un Narciso que se siente titán...” (Anderson-Imbert, 1996: 194-5). Por el contrario, algunos afirman que es un poeta que siempre está cambiando, este es el caso de Gerardo Valencia quien observa que “se renuevan constantemente los temas” (1973: 10); Octavino Valdés en su reseña a Poemas contemporáneos dice “entre los mejores elogios que su poesía merece está el de ese impulso de renovación que lo obliga a buscar la belleza bajo nuevos ángulos y nuevas formas” (1950: 535). Andrés Holguín lo que ve en la asiduidad de sus temas es la capacidad del poeta para crear una unidad y un universo propio: “Voluntad, Los júbilos ilesos, Los canticos, Los sonetos del convite, Poderíos, Presencia, Claro abismo, Sacrificio, son libros de incomparable belleza que, no obstante las diversas modalidades que los caracterizan y los diversos estados anímicos que revelan, conservan una clara unidad, un mensaje común” (1954: 150). Temas y fuentes de imágenes La poesía de Pardo García alcanza una extraña mezcla entre lo clásico y lo moderno. Su voz lírica se mueve entre el cielo y la tierra, entre lo más hondo de su ser y la inmensidad del cosmos. Entre sus múltiples temas está la soledad, el amor, la muerte, la naturaleza, el espíritu, la guerra, la humanidad, la ciencia y la tecnología, tratados a través de diversas formas, siendo la más relevante el soneto. Mary Elshoff Arenas en su tesis doctoral (1971) aborda de 1930 a 1969 las temáticas principales en la poesía de Pardo García en 4 grandes grupos: el primero es el amor, tanto divino como humano, el segundo tiene que ver con la naturaleza, el tercero con su propia alma y por último, con la humanidad. Vargas (1994) 60

Poesía Del Tolima (1905-1955) divide la producción de Pardo García en dos etapas: La primera que se ciñe a formas y temas tradicionales y la segunda, en la que se han encontrado audacias expresivas, incorporando un nuevo vocabulario y difusas materias de las ciencias y de la agitación contemporánea. O reitera visiones de abismos con metáforas cósmicas. David Lewis Dickson (1974) en su disertación doctoral, estudia, según él, las 4 principales fuentes de imágenes en la poesía de Pardo García hasta los años 70´s. Para este autor las fuentes de imágenes de las que se nutre el poeta son: la tradición judeo-cristiana, el panteísmo, la mitología greco-romana y la tecnología moderna. Estos dos estudiosos demuestran que Germán Pardo García efectivamente tiene unos temas que le son transversales, por ejemplo: la naturaleza, la soledad, la muerte, el amor, el panteísmo, entre otros, y que su forma predilecta es el soneto, sin embargo, muy al contrario de lo que opinan algunos de los críticos que sólo han estudiado su obra de manera parcial, el poeta Germán Pardo evoluciona, se modifica, y se transforma a través de su obra. Germán Pardo en la carta que envía al profesor Lewis el 9 de noviembre de 1971, al referirse a la columna vertebral de su obra, sostiene que: “La esencia de mi obra es el cosmos, en todas sus dimensiones grandes y pequeñas” (Dickson, 1974: 280). En los poemas de Pardo se denota una intención por entender el universo como una totalidad y la posición del hombre dentro de ese universo. El universo es visto como un misterio, como algo inexplorado. Naturaleza y Panteísmo La naturaleza con su infinita variedad de formas y de belleza, se convierte en una fuente inacabada de inspiración que le sirve para mostrar los conflictos humanos. Pardo describe paisajes que le son comunes, familiares. Haber vivido sus primeros años de vida en medio de páramos, mesetas y ambientes de naturaleza ruda, marcó de manera definitiva su poesía: … Yo nací entre vosotros, compañeros agrícolas. Reconocedme en la nervadura de mis manos curvadas como la garra de una hoz. Desde vuestra sencilla apariencia toscas, amables montañas 61

Albeiro Arias gobernáis mi destino sobre la tierra inteligente; y el viento, educador de mis sentidos vegetales, a vosotros, barbados como árboles antiguos, suavemente me induce (1954: 65).

Así como los románticos reflejaban sus estados de ánimo a través de la naturaleza, es frecuente que el poeta use elementos de la naturaleza para expresar los sentimientos de su yo lírico: … Un viento sopla, allá sobre los árboles, a la divina luz del novilunio. Oigo gemir ese aire y se estremece de asolación mi espíritu (1937: 44).

Las estaciones como la primavera y el otoño son usados para mostrar las impresiones del poeta. Un claro ejemplo son los poemas “Otoño vida” y “Desolación de la primavera” en Presencia (1938). La naturaleza cuando es percibida de manera rústica o la misma naturaleza es agreste, representa los conflictos internos del alma humana. Por tanto, la naturaleza sirve para definir rasgos psicológicos del yo poemático. También usa imágenes como los cactus, los riscos, las lluvias, los pantanos y el desierto para exponer las angustias que padece; por el contrario, en otros poemas, exalta la belleza de la naturaleza con descripciones que revelan su sensibilidad: … Naranja que suspende sus rojos hemisferios, de un ángulo en la curva sin límites del sueño (1947: 23).

El poeta a través de sus sentidos percibe los aromas, los sabores, los colores y los sonidos de la naturaleza, descubriendo o evocando los misterios o afinidades que encierra el universo; clara herencia simbolista que traza las correspondencias ocultas entre los objetos sensibles, prueba de dicho influjo es que Pardo dedicara un poema a Baudelaire. La voz poé62

Poesía Del Tolima (1905-1955) tica logra encontrar y relacionar secretas afinidades entre el mundo sensible y el mundo espiritual. Algunos ejemplos son las elegías que el poeta hace al color, al tacto, al sonido, etc. … Colores: habitad cual repentinos iris en la sumida esencia de los cuerpos que lo abstracto en su íntima densidad aprisiona (1947: 63).

En este sentido la naturaleza y la conciencia humana son en realidad dos expresiones de lo mismo. El poeta puede buscar el “espíritu universal” tanto en la naturaleza como en su propia mente: … Ya mi cuerpo tenazmente se aferra como un árbol al seno de la tierra Veinte años he vivido y de la universal entraña me he nutrido, como árbol de la montaña (1930: 25).

La tierra es vista como principio y fin, a la tierra todo va, de la tierra todo viene, siguiendo la famosa frase “Memento homo, quiapulvis es, et in pulverem revertis”9, de ahí que lo telúrico sea esencial en la poesía de Pardo García: … A ti, siempre hacia ti, tierra cercana. A ti los movimientos de la vida y la última sombra detenida un instante en la luz de la mañana (1940: 35).

La muerte se convierte en un estado de integración del ser humano con la tierra, es un regreso al estado primigenio, al origen de la vida. La unión entre cuerpo y naturaleza se evidencia en el poema “La culpa”: 9 “Hombre, acuérdate que polvo eres y que al polvo volverás” 63

Albeiro Arias … Yo he dicho: no podrá borrar mi vida el soplo de la muerte, porque mi cuerpo habrá de transformarse en flor, en aire, en luz (1930: 100).

La muerte no es algo definitivo sino un tránsito en el devenir cíclico de la materia que se transforma infinitamente. El ser humano se integra con el cosmos infinitamente, erigiéndose la idea de la reencarnación: …

He de tornar al Ser súbitamente, como estrella un instante separada de su constelación, y limpiamente a su órbita de luz incorporada (1933: 39).

Siguiendo a los románticos, la naturaleza ya no es un simple objeto, un todo mecánico, sino un todo orgánico, vivo. El poeta se resiste a convertirse en una pieza más del engranaje y reclama su individualidad, su capacidad creadora y transformadora interior. Esta unión con la naturaleza hace que el yo lirico se sienta un huésped, adquiriendo la condición de ser parte del todo, integrado: …

de la naturaleza seré un huésped arcano y tranquilo (1945: 22).

Esta comunión con la naturaleza que se ha venido planteando es alimentada en su poesía por la doctrina filosófica del panteísmo: …

Mi casa llena está de la alegría universal, y el corazón alerta a todo lo que pasa por la puerta (1935: 35).

El panteísmo es una doctrina filosófica monista según la cual el universo, la naturaleza y Dios son equivalentes. El mundo y Dios son uno solo. Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua (RAE) la 64

Poesía Del Tolima (1905-1955) palabra Panteísmo proviene de griego πᾶνpan-, que significa todo, el gr. θεός (theos), que significa Dios, e -ismo. Lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos se representa en Dios. Lo divino está presente en todas las cosas. Esta teoría considera que no cabe establecer una distinción radical entre Dios y la Naturaleza: …

Te presentía en mis nativos valles, cuando la savia universal circula más honda por los días y los seres, y en su fuerza confía el corazón (1945: 11).

En Germán Pardo García habitan diversos matices del panteísmo. Según Dickson hay cuatro manifestaciones panteistas: “These four manifestations of pantheism (harmony of man and nature, the metamorphosis of nature, the interchage of attributes between man and nature, and the union of the two) (1974: 90). …



Antes no me preguntaba y mis sentidos se dirigían hacia el universo, únicamente para escuchar y contemplar (1952: 54).

En algunos casos el hombre es un observador de la naturaleza; por ende, hombre y naturaleza son organismos separados. Esta dualidad se acaba al darse la integración a través de la hibridación entre lo humano y la naturaleza, en donde atributos de uno y otro se mezclan de manera indisoluble como un todo orgánico; el hombre está plenamente inmerso, armonizado con ella y los elementos contrarios se unen armónicamente: …

Mujer naturaleza: así te llamo, porque a través de tu unidad comprendo la oculta geometría de las cosas; la furtiva inocencia de los ciervos y la ductilidad del girasol (1945: 11).

En varios poemas de Pardo la mujer es un ente híbrido con la naturaleza, bien con elementos minerales o vegetales. Algunos ejemplos son: 65

Albeiro Arias mujer trigo, mujer lluvia, mujer-mar, mujer oceánica, mujer-tierra. En el poema “Al volver de los bosques” el hombre y el árbol también son integrados alcanzando la hibridación: … …árbol-hombre de columnarias piernas, tronco central de musculosos nudos y arquitectura de ramales brazos, se cubriría inmensamente de hojas parecidas a la cabellera de una mujer flotando al viento sobre el dintel generador del valle! (1952: 92).

El poeta Germán Pardo también intercambia cualidades de una entidad a otra: … Y aquellos ríos caminantes nubes Y aquellas nubes elevados ríos (1954: 111-2).

La figura literaria de la prosopopeya o la personificación es usada frecuentemente en su poesía, caracterizando realidades no humanas con propiedades, atributos o características humanas: … Empezó mi afinidad con las casas en donde el viento abre las puertas sin más ruido que el de los viejos goznes y las arruinadas maderas. Yo mismo algunas noches las abría, y el viento por sobre mis hombros miraba, como yo, interiores abandonados…(1952: 78).

Con este intercambio de propiedades, el hombre y la naturaleza comparten cualidades físicas pero también espirituales. Esta permuta también se puede dar al contrario, siendo el hombre quien adquiere atributos que son propios de la naturaleza:

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Poesía Del Tolima (1905-1955) … Por eso a ti, incrustada en las escarpaduras de mi cuerpo solo, mujer casi luz sólida, te identifico llamándote, por la sensación física de remota hoguera que me causas y por el deslumbramiento en que me envuelves, último sol sobre las cumbres (1952: 114).

La figura literaria del epíteto es usada por Pardo para resaltar las características intrínsecas del sustantivo, relacionando de manera positiva al hombre con la naturaleza o exaltar los atributos humanos, también para mostrar cosas trágicas: …

Y con el alma absorta como un día oceánico; con la fuerza del mundo descansado en mis músculos; con la unidad de todo lo que a la tierra vuelve, el pecho-girasol se inclinará al silencio, y bajará a mi rostro la claridad que inviste las desoladas piedras que están sobre las cúspides (1943: 28-9).

En algunos poemas la unión entre el hombre y la naturaleza adquieren un matiz sexual: …

Otros días fue la tierra solidaria y la que aceptó mi silencio, escrito vagamente por mí sobre las formas, mientras como un amante conocía los sitios más ocultos de las selvas, subyugándolas bajo mi cuerpo con el equilibrio que dan las consumadas posesiones (1952: 48-9).

Amor En el libro Voluntad de 1930 el poeta inicia su excursión por el amor con poemas como “La niña de las flores” en donde habla de un amor juvenil comparado con un elemento natural como son las flores:

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Albeiro Arias … Té venías de la infancia y en los cabellos dorados había todo el aroma de la flor de los naranjos (1930: 17).

En su siguiente libro Los júbilos ilesos (1933) amplía su mirada hacia el amor, exaltándolo de una manera placida, mostrando cómo este sentimiento logra sacarlo de la oscuridad y llevarlo hacia altas claridades. El poeta hace uso de “símbolos ascensionales y espectaculares” (Durand: 1982) exponiendo a lo alto, a lo que está arriba, a la luz, a la purificación, la blancura y todo lo que se eleva hacia la luz de manera positiva. El amor no es vivido naturalmente sino como la ascensión a un estado superior de conciencia. Este sentimiento lo ilumina, lo llena de gozo, alegría y sosiego, alcanzando estados contemplativos de elevación, de ascenso espiritual, por esa razón relaciona el amor con imágenes de luminosidad, claridad y luz: …

Y amor hallé en tu goce y por ti mismo, oh ser, cayó la sombra de mis abismos y alzáronse mis altas claridades ( 1933: 73).

En el libro Los Canticos (1935), el poeta escribe varios poemas relacionados con el amor como son “A la gloria del amor”, “Soledad del amor”, “Tránsito del amor”, “Silencio del amor”, “El amor es sólo un cantico”, “Perfección del amor”, “Los lirios de la pasión”, entre otros. En este libro es el alma o un estado psíquico el que dialoga con un amor idolatrado, un amor que clarifica el espíritu. Se le canta a un amor abstracto, un amor que lo acompaña en su soledad, un amor universal: …

A la luz de un claro albor que les deslumbra la veste, se oye el dialogo celeste del alma con el amor (1935: 78).

En Los sonetos del convite (1935) el poeta pasa de la embriaguez por la alegría de un posible amor total a la desilusión por culpa de un amor 68

Poesía Del Tolima (1905-1955) frustrado, relación que es metaforizada con un banquete, no de alimentos sino de un amor servido a la carta, pero como todo convite no queda nada, sólo sobras: …

Nadie dirá que en esta misma mesa fue servido el convite apasionado; ni que en el vivo cáliz humanado estuvo el agua de la vida ilesa (1935: 24).

La desilusión por el amor carnal continua en Claro abismo (1940), en la sección titulada “Pausas de amor”, en el poema titulado “Al olvido”, el poeta deja entrever que ahora sus búsquedas amorosas se centrarán en lo “inmenso de las cosas sepultas” y “los pálidos delirios” (Pardo: 1940, 65). En el texto 2 “A una mujer”, se refiere a ella con cierto desprecio, en versos como “eternidades se hunden en tu nada”, “mujer deshabitada” y “la sombra que me diste” (Pardo: 1940, 69). A partir de estos textos el poeta se ubica en lugares oscuros desde donde habla y desde donde parece sentirse cómodo: …

Pues te escucho, después de la distancia, en tus voces de acentos submarinos y en mi angustia que mira hacia la muerte (Pardo: 1940, 74).

El poeta se vuelve taciturno, subterráneo, sombrío, melancólico, se ubica al lado de la muerte y de las sombras para referirse a los sentimientos amorosos: …

te espero en unos golfos enlutados adonde nada de la vida llega (1940: 81).

En algún instante la voz lirica siente que ya no puede estar del lado de la luz y se interna en la oscuridad que lo acoge sin miramientos, en ese momento su lenguaje cambia hacia “símbolos de caída o catamorfos” (Durand: 1982). Caída que tiene implicaciones físicas y espirituales. En dicho trasegar adquiere conciencia de la mortalidad del ser humano. Ser expulsado del paraíso implica efectos dolorosos. Conoce 69

Albeiro Arias el sufrimiento, la precariedad, el dolor y la muerte. Paradójicamente cuando el poeta se ubica en el lado oscuro se le hace más fácil admirar la grandeza de la vida. En este sentido hay una marcada relación con la simbología cristiana, lo que está arriba es sagrado y lo de abajo, profano. El amor es visto por el poeta con un matiz religioso pero sin serlo, mostrándolo como una virtud que trae consigo toda la bondad, la ternura y la compasión humana. En Sacrificio (1943) el poeta renuncia definitivamente al amor físico: “desterrado del turbio corazón de los seres” (1943: 23), sacrificándose pero logrando entrar en comunión con la naturaleza, no se trata de una unión corporal con otro ser sino de la tierra con su espíritu. El amor que profesa ahora es hacia la vida. Una demostración de lo expuesto es su poema “Mujer naturaleza”, en donde la naturaleza toma forma femenina desde la cual él puede comprender “la oculta geometría de las cosas” (1945: 11). El yo poemático trasciende del amor carnal al amor espiritual. Decide cantarle al amor universal, ya no encarnado en un cuerpo humano sino al amor mismo, regidor de todo el universo, es decir que no se trata de un amor concreto sino de un amor conceptual, abstracto, universal, sublime; un amor cercano a la divinidad con el cual logra expresar cierto éxtasis, cierta iluminación, el nirvana, el júbilo total. Su poesía en esta etapa logra una conexión absoluta con el universo como manifestación de Dios. El amor es pues para el poeta un estado o manifestación de la mente y del alma, que adquiere un sentido divino, por ende, es el amor íntimo, asexual, el que sirve para establecer su unidad con el cosmos, con Dios mismo. Desde el punto de vista panteísta, él poeta asume que este sentimiento es la fuerza que mantiene cohesionado al universo. Uno de los grandes méritos en el tratamiento que le da Pardo al tema del amor es que transformó la congoja, la amargura, la tristeza, el dolor, el sufrimiento y la soledad en una experiencia positiva y espiritual, con cualidades salvadoras, volviéndolos en instrumentos de purificación y de ascensión espiritual. La voz lirica termina como en una aspiración mística. 70

Poesía Del Tolima (1905-1955) Poeta místico Desde la existencia terrenal, el poeta busca alcanzar el grado máximo de unidad con lo divino a través de visiones o éxtasis místicos muy similares a los acontecidos por poetas cristianos. Dice Andrés Holguín que Pardo es un “místico sereno” (1947: 169). Aunque a Pardo le molestaba que lo relacionaran con el misticismo como lo expresa en su correspondencia del 24 de junio de 1970 (Dickson, 1974: 271), allí él poeta sostiene no hay en sus poemas ningún sentido teleológico ni religioso. Pardo hace clara su posición frente a las religiones, manifestando que ellas son bellas historias míticas: “Me distancié de ese mundo, fantástico, de leyendas hermosas, porque llegué a la conclusión de que son eso nada más: leyendas. […] Pero yo no tomaría esos códices inmortales como guías para la perennidad del alma, inexistentes, tanto el alma como la perennidad” (1974: 278). Esta afirmación está sustentada poéticamente en el siguiente fragmento: …

A pesar de mis símbolos católicos, te amé por panteísta y por idolatra. (1945: 41)

Al leer la poesía de Pardo se deduce que su religiosidad no se fundamenta en ninguna norma o moral instaurada sino en un profundo sentimiento que le viene de adentro, una intuición fundamental, primaria y esencial de lo divino, que lo conduce a una unión “mística” con Dios, no con el Dios cristiano sino con un Dios que está en todas las cosas: …

Y conmovidos por un dios al que yo nombro: Dios Viento, Dios Espuma, Dios Madera, Dándole con sencillez las manos en el momento mismo de empuñar la hoz (1954: 70-1).

Un Dios con el cual el poeta se comunica con el universo y esa comunicación es la conciencia de pertenecer al todo. Parece ser que para Pardo no existe Dios fuera del hombre y de la naturaleza. 71

Albeiro Arias Soledad y Angustia Hay varios tipos de soledad. La soledad física o emocional, que es aquella ausencia de una relación con otra persona, la soledad social que es la falta de integración a un grupo y la soledad espiritual, que tiene que ver con el ámbito trascendental. Creo que este último tipo de soledad es la que se evidencia en la poesía de Pardo. Una soledad que le permite conocerse a fondo, entrar en contacto consigo mismo, con su alma, y entrar en contacto con el cosmos. Nos dice Alfredo Trendall: “La soledad y el cosmos, diría yo, son dos temas que atraviesan íntegra la obra de Pardo García...” (1974: 4). Ciertamente el tema de la soledad es frecuente en la obra de Pardo. La soledad comienza a esbozarse en Los júbilos ilesos (1933) con cierta alegría. La soledad le permite encontrarse con el universo y consigo mismo: … Sabed: esta es mi sangre, capaz de sostener mi soledad, y yo os la entrego, transformada en vida (1933: 15).

En Los canticos (1935) la temática de la soledad se desarrolla ampliamente. Algunos ejemplos de los textos que aparecen en este libro son “Agua de soledad”, “Soledad del amor”, “Voz en la soledad”, “Lágrima de la soledad”, “Dialogo en la soledad”, “Esplendor de soledad”, “Estrella de soledad”, “Soledad de la alegría”, entre otros. El poeta la alaba y ensalza como objeto de adoración, marcado con un tono entre nostálgico y doloroso: … Soledad implacable, que aprisionas mis sienes con tus pálidas coronas. Cáliz de elevación, ánfora inerte (1935: 48).

En la Revista de las Indias aparece un ensayo titulado “La frecuencia de Silva en mi espíritu”. Allí se pregunta el poeta Pardo: ¿y qué es la soledad? Y él mismo se responde: “Y hallé que tenía de ella un concepto vital, afirmativo, masculino y creador. No la soledad del ser enfermizo 72

Poesía Del Tolima (1905-1955) sino la soledad del hombre que se enfrenta a la vecindad del cosmos, del caos, en busca de una verdad, y regresa a sí mismo”… (1946: 186). En Los canticos (1935) La soledad es asumida por la voz poética como un estado esencial que enriquece la experiencia vital permitiéndole encontrarse con el todo. En su libro Poderíos (1937) la soledad vuelve a ser un tema medular, allí el hombre esta angustiado, indefenso, horrorizado: … Por medir la oscuridad grité en la sombra, angustiado, y el grito, profundamente quedó en la sombra temblando (1937: 58).

En el libro Presencia (1938) la soledad se manifiesta en el apartado titulado “Presencias” en donde el poeta habla de una soledad que no es la del abandono sino una soledad muy personal, algo que sólo le pertenece al poeta, una soledad en la cual no haya morada el corazón porque fue devorado por la angustia, una soledad que no sirve de refugio; una soledad sin solitario: …

Como quien va hasta la casa de un amigo a consolarse y se encuentra en sus abismos con el corazón de nadie (Pardo: 1938, 55).

Otros poemas sobre la soledad son “Figuras para la soledad” en Sacrificio (1943) y “Apoteosis de la soledad” en Lucero sin orillas (1952), entre otros. La muerte El tema de la muerte y la conciencia de la muerte, es preponderante en Germán Pardo García. Manuel Scorza, en el prólogo del libro Acto poético, dice que el tema la muerte rebasa por mucho el tema de la soledad (1954: 17). La muerte tiene varias caras en la poesía de Pardo García. En palabras de Arenas: “En su afán descubridor mira dentro de sí y se asoma a las regiones íntimas. Don Germán vacila en su mirada hacia adentro 73

Albeiro Arias entre un sentimiento de soledad y amargura y uno de rebeldía y gozo, entre el desafío y la aceptación de la muerte, y entre los reinos de la luz y los de sombra (1974: 34). La muerte es abordada de diversas maneras por Pardo García. En algunos de sus textos la muerte está rodeada de soledad y abandono, provocando desesperación, angustia y temor. En otros poemas es asumida con resignación. Contrariamente, hay un grupo de poemas donde la voz poética reta, confronta y se resiste a la muerte. Por otro lado, desde los principios panteístas del poeta, la muerte puede servir como un paso previo para lograr la unidad con el cosmos. Esta integración hace que se pierda el temor a la muerte y se vea como un estado en el eterno ciclo, que inicia con la descomposición de la materia y continúa recomponiéndose desde la raíz hasta el fruto que provee la nueva semilla, un tiempo cíclico de permanente renovación. En el libro Voluntad (1930) viene el poema “Oh sangre” (1930: 47); en este texto la muerte es vista como un sueño de paz que fluye sin pena, como una noche de paz, como un lugar de reposo. En el mismo libro aparece ya el concepto panteísta de la muerte, debido a que la vida no termina sino que se transforma en un nuevo elemento de la naturaleza como una flor, el aire o la luz: … Yo he dicho: no podrá borrar mi vida el soplo de la Muerte, porque mi cuerpo habrá de transformarse en flor, en aire, en luz (1930: 100).

Pero luego duda de lo dicho y refuta, dice que se desintegrará y no logrará reunirse ni en la flor, ni en el aire, ni en la luz que será para sus ojos sólo oscuridad. Se enfrentan en el mismo xpoema dos conceptos sobre la muerte, el de la materia que no se acaba sino que se transforma y el de la muerte como momento definitivo sin ninguna trascendencia. En el poema “El instante” manifiesta cierto miedo a la muerte, negación y angustia, pero su voluntad continua activa para enfrentarla. La muerte se aleja del poeta y la vida está más cerca, como se evidencia en “La vida”: 74

Poesía Del Tolima (1905-1955) … Cada vez más cerca, oh, vida, cada vez de ti más cerca (1933: 124).

En sus cantos de alabanza pertenecientes a Los canticos (1935) viene el poema “Dialogo en la soledad” donde el poeta dialoga con la muerte y la asume resignadamente sin ninguna resistencia, desacralizando el concepto mismo de la muerte: …

Hablo contigo, oh Muerte, en la dulzura de esta paz que rodea mi morada. Hablo contigo, en voz iluminada, sin que mi lengua tiemble de pavura (1935: 61).

En este poemario la muerte es representada con símbolos de luz, es un esplendor divino hacia el cual el poeta se dirige sintiendo sus ardores, llamándola camino de esperanza. Profesa júbilo al imaginar que abre las puertas de la muerte para conocer sus misterios, por eso no siente temor sino gozo al transitar por un camino de profundo silencio y esplendor. Hay regocijo y alegría. La muerte es vencida por la alegría de su espíritu: …

Yo estaba muerto y soy resucitado. Alegría triunfal, porque he llegado a la vida. Alegría en la memoria sólo de asombros infinitos llena, y la alegría en la voz, donde resuena el cantico inmortal de la victoria (1935: 84).

La muerte se presenta como la oportunidad de integración con todo el universo. Es la manera de conocer el amor pleno, el amor universal, por eso la emoción está colmada, triunfante, hay gracia pura y abundante, porque la muerte no es un final sino un eterno retorno a la unidad, al deleite del amor y de la existencia: …

Cumbre de la alegría y primavera del corazón, que así, no más quisiera 75

Albeiro Arias sentir la luz de la pasión ungida sobre sus hondos júbilos impresa, y retornar, en su unidad ilesa, al gozo del amor y de la vida (1935: 96).

En el libro Poderíos (1937) la muerte adquiere un matiz diferente al presentado en sus anteriores libros, aquí la muerte adquiere un matiz lóbrego y con matices de angustia. La voz poética es taciturna, sombría. El poeta cae en la congoja, en la desolación y el desamparo. La muerte es vista como algo doloroso, amargo. Siente miedo a la muerte, contrario a la alegría que antes le profesaba. Pero ante este temor la voz poética reta a la muerte, la desafía: … Oh, ven y desata tus trenzas de sándalo y ébano. En tus grandes abismos, abísmame. Con tu sangre de vida se junte mi sangre de muerte. Tu sangre y mi sangre, más honda y antigua que el mundo (1937: 36).

En su poema “Poderíos” el espíritu parece ser prisionero de un cuerpo y la muerte la posibilidad de su liberación, el triunfo de la vida: … Mientras afuera, sobre el mundo, hay pájaros en las frutales ramas del estío, dentro de mí una angustia de alas prisioneras se agita sin cesar contra los muros que amparan la tiniebla de mi espíritu (1937: 55).

La muerte es desacralizada en “Presencia de la muerte” (1938: 41-2). Allí el poeta evoca recuerdos de su infancia y por eso habla de ella con ternura, recordando las historias que le contaban para asustarlo en su antigua casa familiar, donde sentía tanta soledad como ahora en su adultez. Se coloca las manos en el pecho esperando su aparición como la llegada de un amigo. En los demás textos del poemario Presencia (1938) hay dolor, angustia; el amor se agotó, sólo le queda la soledad de no pertenecer a nada. 76

Poesía Del Tolima (1905-1955) En Las voces naturales (1945) el tema de la muerte es asumido desde una visión panteísta donde el hombre se integra con la naturaleza logrando la unidad plena, la savia universal circula por los días y los seres, tierra y cielo se juntan en la eternidad de las atmosferas, y vida y muerte son una sola unidad: … Para que así me alcance la purificación de las criaturas que inmaculadas viven debajo de la tierra, confundidas con el espíritu de los muertos y los seres incorporados a la unidad (1945: 21-2).

Compromiso social Una de las facetas más interesantes en la poética “pardiana” tiene que ver con su decidido compromiso social. Él no es el lírico de la “torre de marfil” ni mucho menos un rapsoda escapista, por el contrario su poética se preocupa por su tiempo y por los tiempos venideros. En su poema “Por los humildes” Pardo se reclama como el poeta de los humildes, de los que tienen sus manos esclavizadas: …

Yo soy vuestro poeta, manos esclavizadas (1930: 75).

La poesía humanista de Pardo García no denuncia, no es moralista, simplemente muestra. En “Misión actual del poeta” escrito en Repertorio americano afirma: “delante de la violencia acumulada sobre la sangre del hombre presente, el poeta debe ser apóstol de paz y misericordia (1950: 152). En su libro Poemas contemporáneos (1949) aparecen textos como “Una rosa padece” en donde hace una clara la alusión a los campos de concentración Nazi. A los judíos los representa como rosas que padecen y a los nazis los referencia como “amenazadores perros de batalla”: …

pudiera ser un hombre y oprimir con las manos los estambres de acero, las eléctricas púas. 77

Albeiro Arias Proclamar su esperanza y en la sombra erigirla cual celeste bandera. Pudiera ser un hombre, pero sólo es un iris vegetal, una rosa detrás de un campo de concentración, custodiado por amenazadores perros de batalla (1949: 2-4).

El rechazo a la II segunda Guerra Mundial es notable en este libro. Pero no sólo a este conflicto sino a todo lo que represente a lo bélico en general. En su poema “Yo no soy un soldado” (1949: 6) el “yo estético” asume una posición ética como una especie de objeción de conciencia frente a lo militar. Cuando los batallones van o vienen de la guerra, él simplemente es un espectador entre las gentes humildes. La voz lirica se niega a convertirse en un soldado porque su nación es defendida por álamos y tilos, su heroísmo es el de las brisas y las nubes, su corazón es civil. En la “Elegía a los muertos actuales” se le canta a los muertos de mitad de siglo, los que bajo férreos antifaces ocultan el dolor de la trinchera, los que carecen de tierra, a los que: …

Les negamos el nombre y los muertos sin nombre ya no son ni la sombra, ni el dolor ni el naufragio (1949: 22).

Tal vez uno de los poemas más sociales y críticos sea “Atómica flor” en donde se hace referencia metafórica a la estela que dejo la bomba de Hiroshima y que mató a miles de japoneses. Una flor cataclísmica, con un sol fulminante en cada pétalo, de raíces dramáticas que avanza violando atmosferas, aturdiendo, quemando, exterminado, una flor extranjera que trae desolación sobre todo lo creado, una flor abortada por el infierno. Dice Pardo en su carta fechada el 18 de septiembre de 1969 que “Siempre he querido cantar a los mayores acontecimientos humanos, cuando estalló la primera bomba atómica sobre Hiroshima, fui el primero en condenar en mi poema ATÓMICA FLOR la destrucción masiva de la humanidad” (Dickson, 1974: 266). Es obvio que Pardo García sintió mucho dolor y repudio por la bomba de Hiroshima y fue, según Luis Leal, “el primer poeta americano que protesta contra los asesinatos en masa por medio de los eficientes aparatos de guerra.” (1961: 153-4) …

Todo fue inerme ante la flor atómica, sostenida por un tallo marítimo 78

Poesía Del Tolima (1905-1955) de hirvientes espumas, escamas de peces y cadáveres de madréporas (1949: 32).

La ciencia, la tecnología y la exploración del universo Pardo cantó motivos venideros de la ciencia, pues poéticamente asume elementos, lenguaje e imágenes de la era espacial, tecnológica y científica. Dice Dickson “A chronological examination of the images derived from the three major sources--mathematics, physis, and astronomy-- shows that in each area Pardo Garcia expands his repertoire of vehicles over the years” (1974: 139). Si el hombre moderno explora el universo con un afán científico y racional, el poeta explora el universo con un afán estético y subjetivo que pasa de lo físico a lo metafísico. Pardo logra liberarse de las limitaciones terrestres para abrirse al infinito. Pardo siente admiración por los hombres de ciencia debido a que ellos están indagando permanentemente en las cosas para tratar de hallar algo nuevo. El poeta como el científico siempre está explorando lo desconocido. ¿Podrá acaso la ciencia resolver lo que el poeta no ha podido? ... ¿Vais a recuperar la primitiva altura del espíritu con vuestro salto atmosférico? (1954: 80).

La ciencia y la tecnología, los viajes al espacio y la vida del hombre moderno son temas itinerantes que sirvieron de pretexto para indagar en el cosmos. Según Dickson “Most of this exploration of modern man has focused on three major areas: the technology of modern war, the epic of the exploration of space, and modern industrial technology (1974: 129). Pardo en principio creía en los avances de la técnica y la tecnología para dominar el universo y hacer de este un lugar mejor para los humanos. La ciencia y la tecnología se presentaban ante sí como el gran sueño poético; explorar el interior físico y químico de los objetos, explorar los astros y el conocimiento del universo era también la conquista del universo psíquico. Los poetas que tantas veces le cantaron a la luna podrían ver su sueño hecho realidad con los viajes al espacio. Pardo logra ser intuitivo a través del símbolo, adelantándose al 16 de 79

Albeiro Arias julio de 1969, en 1954 visualiza la llegada del hombre a la luna y su gesto colonizador de ubicar una bandera sobre el astro conquistado: …

conducidme a la destrucción o a un triunfo altísimo, y dejadme compartir vuestro júbilo frenético el día en que plantéis las banderas de los hombres entre los astros (1954: 81).

La exploración de universo era vista como una posibilidad de progreso, pero con el devenir del tiempo, esta visión cambia al notar cómo el hombre empieza a ser deshumanizado y cómo la tecnología afecta a la tierra. El futuro se presenta con tintes desesperanzados. El progreso científico y material trae consigo la pobreza espiritual. Pardo duda de su fe en la tecnología. El poeta que pasó de un mundo rural a los anillos de Saturno, a las estrellas, al cosmos; finalmente termina regresando a la tierra: …

Yo, el más árido y tenaz explorador del Universo, estoy firme otra vez sobre la Tierra (1954: 87).

Germán Pardo no sólo explora el universo, también se sumerge en las profundidades del océano, en los mares y en los mundos marinos, como sucede con los poemas “Mar enemigo”, “Naves en la tierra”, “Islas de sed” publicados en Sacrificio (1943). De su libro Lucero sin orillas (1952), el poema “Destrucción bajo el mar” y “Al volver de los bosques”, y de Voces naturales (1945) “Bob Maimes, Mozo de mar” y el famoso poema “Vulgar elogio marino”: …

Y, por último, mar de los escombros astrales y las altas agonías, oyes pasar las sombras y los días con tu viejo pelicano en los hombros (1945: 92).

A pesar de ubicarse a la vanguardia de los avances tecnológicos y científicos, Pardo nunca olvida los mitos grecoromanos, en U.Z. llama al espacio se identifica con el espíritu rebelde de Prometeo y con Dionysio: 80

Poesía Del Tolima (1905-1955) … ¡Soy Dionysios, un trágico Dionysios, elevándose deslumbrador frente a la angustia de una cruz! (Pardo: 1954, 31).

Para concluir podríamos decir que la forma poética preponderante en Pardo García es el Soneto, usando los siguientes esquemas ABBA ABBA, y CDC DCD o CDE CDE. Algunas veces los cuartetos son sustituidos por serventarios ABAB ABAB; o por la unión de un serventesio y un cuarteto, o la de un cuarteto y un serventesio; esto es, ABBA ABAB o ABAB ABBA. Pardo no solo es un poeta clásico en la perfección formal, también lo es por su regreso a los mitos clásicos, por su yo romántico, por el uso de la frase misteriosa y a veces idílica. Pardo es un conocedor de la poesía y sus diferentes estilos, de ello se desprende que recurra a los cantos, la elegía y también al verso libre. Su desapego a lo moral, su forma de operar sobre el lenguaje, su búsqueda de nuevos significantes logran imprimirle cierto sentido moderno. De ahí la afirmación de que su lirica se desplaza entre lo clásico y lo moderno. Algunos rasgos de la poesía de Pardo son la autobiografía, el panteísmo como principio filosófico, el uso de epítetos, la personificación, las asociaciones de palabras y términos de manera inusual, el uso de tecnicismos y neologismos, el metalenguaje propio del campo de las ciencias, la terminología mítica de Grecia y Roma y de la religión cristiana, la química, las matemáticas, la biología, la astronomía, la era espacial, la guerra y la tecnología, el lenguaje erudito o de uso restringido y la creación de mundos oníricos, psíquicos y sensoriales. Pardo explora en el alma de las cosas tratando de hallar su esencia; para ello penetra tanto en los microcosmos como en los macrocosmos, tratando de hallar los secretos del misterio primordial de todo lo creado; es su manera de adquirir la estirpe de demiurgo que sólo le es posible al poeta. Frecuentemente se plantea dilemas existenciales como la vida y la muerte, el amor, el olvido, la trascendencia, el universo; algunas veces desde una mirada angustiosa, otras con resignación o al contrario, con rebeldía e insubordinación. El mundo que anhela espiritualmente el poeta es el mundo de la poesía, un mundo atemporal, invisible, inagotable. Un mundo íntimo y 81

Albeiro Arias misterioso. Por eso su búsqueda es precisamente el universo de lo inaprensible, de lo que no podemos tocar, mirar, alcanzar, el lugar primordial de todas las cosas. Pardo es un poeta de opuestos que se complementan para reafirmar ideas, un creador de extremos, por eso se desplaza de la luz a la oscuridad, de la muerte a la vida, de la tierra al espacio, del presente al pasado, del hoy al futuro, del mito a la ciencia, de las profundidades del espíritu a la inmensidad del universo.

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Juan Lozano y Lozano: un nuevo no tan nuevo

 

IMAGEN TOMADA DE: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/biografias/lozajuan.htm

Este texto realiza una inspección a la obra de Juan Lozano y Lozano publicada hasta 1955 destacando algunos datos biográficos y en el contexto el que se desarrolló su obra. Se revisaron aspectos lingüísticos y literarios en sus poemas y las temáticas preponderantes de su obra, buscando dilucidar algunos elementos comunes y rasgos de su propuesta estética inicial. Datos biográficos   Juan Lozano y Lozano nació en Ibagué el 6 abril de 1902 y murió en Bogotá el 14 de noviembre de 1980. Político liberal, periodista y poeta tolimense. Hijo de Ester Lozano Álvaro y Fabio Lozano Torrijos, diplomático y humanista; casado con Luisa Provenzano, hermano del político Carlos Lozano y Lozano quien fuera Presidente de Colombia encargado. Adelantó sus estudios escolares en la Escuela Militar de 83

Albeiro Arias Cadetes, se graduó en Filosofía y Letras en el Colegio Mayor del Rosario, hizo una Especialización en Economía y Finanzas en la Universidad de Cambridge, se doctoró en Ciencias Sociales y Políticas en la Universidad de Roma y en Ciencias Económicas en el Instituto Solvay de Bruselas; dominaba el inglés, latín, francés, ruso, italiano y alemán; miembro de la Academia Colombiana de la Lengua y de la Academia Americana de Ciencias Políticas y Sociales de Filadelfia (USA).   Fue Secretario de Gobierno de Cundinamarca; Secretario de la Superintendencia Bancaria; combatió por Colombia en la guerra con el Perú con el grado de capitán y ayudante de la flotilla naval; empresario de libros y muebles; vocero de los guerrilleros liberales del Llano, tanto en la reunión de Yopal como en la convención de Medellín. Secretario personal de Enrique Olaya Herrera durante la campaña que derrotó la llamada Hegemonía Conservadora en 1930. Entre los cargos que ocupó se destacan el de Concejal de Bogotá, Diputado del Tolima y de Cundinamarca, representante a la Cámara y Presidente de esta corporación. Senador de la República, Ministro de Educación de Santos, embajador en Italia y en varias ocasiones miembro de la Dirección Nacional Liberal. Luchó en contra de las reelecciones de Alfonso López Pumarejo y Carlos Lleras Restrepo, combatió el régimen de Gustavo Rojas Pinilla.   En 1936 fundó La Razón, diario político que dirigió durante 12 años. Fue redactor principal y ensayista del semanario Sábado, el de mayor circulación en la época, dirigido entonces por Plinio Mendoza Neira. Sucedió a Alberto Lleras Camargo como director de la revista Semana. Junto con su amigo Carlos Lleras Restrepo fundó el semanario De política y algo más.  Su columna «Jardín de Cándido» se publicó durante varias décadas en periódico El Tiempo.  López Michelsen consideraba a Juan Lozano y Lozano como el padre del neoliberalismo en Colombia y “Klim”, Lucas Caballero Calderón, pensaba que era el mejor editorialista del país. La poesía de Lozano y Lozano   La obra poética de Lozano y Lozano se enmarca dentro del grupo de “Los Nuevos”, homónimo de la revista que comenzó a circular en Bogotá desde el 25 de junio de 1925, dirigida por Los hermanos Felipe y Alberto Lleras Camargo y de la cual hicieron parte León de Greiff, Germán 84

Poesía Del Tolima (1905-1955) Arciniegas, Rafael Maya, Alberto Ángel Montoya, Francisco Umaña Bernal y Germán Pardo García. Sin embargo, el término “nuevo”, parece más referirse a conceptos en la política que propiamente estéticos, pues en realidad las vanguardias10 no ejercieron ningún influjo sobre ellos.   En el caso concreto de Lozano y Lozano, su poesía es tributaria por un lado de las escuelas del siglo XIX, como el parnasianismo y el simbolismo francés, y por otra parte de ciertas tendencias clásicas grecolatinas; además de un marcado gusto por las imágenes sorpresivas, la perfumería, la joyería, el colorismo y el decorativismo, lo cual se hace patético en la arquitectura ornamental del lenguaje, en los versos que siguen:  …

 

Primavera romana. No  hay un cielo más azul que el de Roma en primavera. nos parece que el mármol floreciera bajo su luminoso terciopelo (1927: 50).

Lozano y Lozano atiende a formas clásicas, en especial el soneto. Charry Lara dice: “en el propio caso de Juan Lozano y Lozano constatamos otra vez cómo el ejemplo tenaz del modernismo se prolonga en unos versos frecuentemente admirables en su pericia formal, atenidos a formas clásicas, de auténtico incentivo sentimental y tardía nostalgia de lo cortesano y lo galante (Charry, 1988: 81). Lo anterior se puede constatar en el poema “Doña Gabriela Vieira de Arciniegas”, del cual se citan estos versos:  … Por la movilidad del porte y la emoción que en contener te empeñas, me recuerdas aquellas madrileñas apasionadas que pintó Romero (1956: 72). 10 Movimientos surgidos a finales del siglo XIX y principios del s. XX que desde planteamientos diversos buscaron renovar el arte a través de recursos que rompen con las preceptivas tradicionales de expresión o representación artística. Algunas de las más reconocidas son el dadaísmo, futurismo, creacionismo, surrealismo, ultraísmo, estridentismo etc. 85

Albeiro Arias El poeta tolimense escribe innumerables poemas dedicados a señoras de su época, retratos de damas de sociedad. Cultivó el modelo de la poesía galante y cortesana de los poetas de la Provenza francesa y de Italia, donde una mujer es la destinataria de los versos del poeta. En estos poemas recogidos bajo el título de poesía dispersa (1928-1940) y publicados en sus Obras selectas de 1956, hiperboliza las cualidades físicas y morales de las damas aludidas, pero sin mucha descripción, enfocándose más hacia la interiorización de los sentimientos, con un tono intelectual y matices abstractos. Estos poemas son en algunos momentos demasiado refinados y artificiosos.  … Ninguna como tú, junta, al conjuro de la nostalgia, en nuestra villa y corte, a una glacial severidad de porte un prestigio romántico tan puro (1956: 74).

 

La mayor parte de poemas son escritos desde el yo autobiográfico, haciendo que el sujeto de la enunciación poética se confunda con el autor histórico del poema:  … Fue en provincia y en mayo, en mi florida epoca de Teniente apasionado… Yo recuerdo su labio sonrosado como el sitio más puro de mi vida (1927: 56).

 

Lozano se aleja de la cotidianidad huyendo en el tiempo y el espacio, de tal manera evoca épocas lejanas y espacios distantes y exóticos:  … Y aspiro eternizarla en el escrito, como en Roma hay pilares de granito que sostienen jarrones de alabastro (1927: 7)

 

Uno de esos lugares dará título a su poema más reconocido y antológico, “La catedral de Colonia”. En homenaje a la catedral construida en la ciudad de Colonia, Alemania desde 1248 hasta 1880. El poeta despliega 86

Poesía Del Tolima (1905-1955) una mirada metafísico-existencial, a través del monumento arquitectónico como imagen de lo colosal e infinito, pero también hace una mirada al interior del hombre. …

Su pesadumbre formidable sube en la luz con tan ágil movimiento, Que se piensa delante su fachada en alguna cantera evaporada, o en alguna parálisis del viento (1927: 29).

 

El poema “Claustro antiguo” es un homenaje al colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, donde Lozano estudió sus primeros años. El Yo poemático realiza un retorno nostálgico a este espacio, redimiendo su infancia de manera idílica: …

 

Claustro que tienes el encanto de un recuerdo en cada pilar: claustro hecho en gloria y calicanto sobre piedra y eternidad (1956: 29) 11

En este poema resuenan los recuerdos de un hombre adulto que afianza su identidad y se reconoce en el trato que establece con la arquitectura del lugar. Un mundo de arraigo, de infancia recuperada, de confianza en la memoria. A través de la imagen del claustro envejecido, de sus pilares, de sus aulas; el hombre que camina por sus pasillos recuerda sus años de estudio, logrando la unidad espiritual del ser humano con la materia. Esta descripción de carácter lírico concede al colegio la connotación espiritual de refugio y seguridad, lugar de goces espirituales y acopio de recuerdos, que permiten reconocerse en una radical intimidad. La búsqueda de la belleza la consigue a través de imágenes muy plásticas, en su adjetivación hay gran predominio del color y de los olores, muchas imágenes  relacionadas con los sentidos, así como con la musicalidad que produce el uso de la aliteración, los ritmos marcados y la utilización de la sinestesia (influencias del simbolismo). 11 El poema se publicó originalmente en el libro Horario primaveral de 1923. 87

Albeiro Arias  … Demiúrgica en el bosque se esparcía tu fragancia fatalmente oportuna, y tu carne, extenuada en la laguna era un trémulo cirio en agonía (1927: 78).

 

Llama la atención en especial la manera en que los objetos pierden la densidad, se hacen leves, volátiles, ingrávidos, etéreos:  … Tiene tanto a la vez de piedra y de nube, su pesadumbre formidable sube en la luz con tan ágil movimiento (1927: 29).

 

Varios de sus poemas están cargados de referencias o alusiones culturales ( herencia del culteranismo) sobre todo del mundo de la literatura, de ahí que se mencionen varios narradores, sobre todo rusos,  a los cuales él frecuentaba en sus lecturas como Sthendhal, Gourmont, Rod, Balzac, Tennyson, aunque también hay un homenaje a Silva:  … Sthendhal, Gourmount, Rod…tus miradas devoran los mil títulos pedantes, y presumen tras ellos, delirantes historias de princesas libertadas (1956: 27)12.

 

Hay poemas barrocos con un definido carácter religioso. El poema es usado como argumento convincente del poder católico, siguiendo preceptos del barroco español con una mezcla de ornamentación y sobriedad:  … Fé en el amor, fé en el empeño, Fé en dolor y en la ansiedad. Demos gracias a nuestro Dueño: Dios muchas veces paga en sueño lo que debe en felicidad (1956: 57). 12 El poema se publicó originalmente en el libro Horario primaveral de 1923. 88

Poesía Del Tolima (1905-1955)  Lozano y Lozano, aunque militante del partido liberal, era un verdadero tradicionalista y conservador en lo que a poesía se refiere. En su crítica a los piedracielistas aparecida en suplemento literario de El Tiempo esto queda claro: “no son pues, los piedracielistas, jóvenes de nuestro tiempo expertos en disciplinas clásicas, y por ello quizás se muestran tan fervorosos partidarios de la “liberación de la poesía”. Liberación que harán sin embargo, hasta la emancipación del calco de los poetas nuevos, españoles e hispanoamericanos, que constituyen su biblia poética”. Lozano es monocorde en sus temas, casi todos homenajes a mujeres, lugares, personajes, los cuales son idealizados. Es bastante escapista, tendencia del modernismo, evadiendo la realidad a través del sueño, con elegancia exquisita, evocando la mitología del mundo antiguo y medieval. Sigue la tendencia de que el arte debe superar la vida y por tanto, ésta debe imitarlo. Se inspira en jardines perfumados, brillo de perlas y de marfiles, de piedras preciosas. Sus poemas son artificiosos pero transparentes en su contenido, a veces muy narrativos, anecdóticos y poco liricos, parece más preocupado por la métrica y la perfección formal que por el contenido, de ello se desprende que su poesía sea artificiosa y ornamental pero ajena a su tiempo, lo que hizo que fuera un poeta conformista y tardío, máxime cuando las vanguardias europeas ya hacían eco en Latinoamérica. Pero no es de extrañar, finalmente Lozano siempre reconoció que no era un poeta de oficio como la mayoría de los mal llamados “nuevos”, estas son sus palabras: “La poesía ha sido en mí incidental ejercicio de la inteligencia; la he considerado como la más eficaz y agradable forma de distracción de los azares de la vida” (1956: 8).  

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Arturo Camacho Ramírez: la metáfora como exceso

IMAGEN TOMADA DE: http://blogs.elespectador.com/elmagazin/2010/12/20/1900/

El presente texto aborda la obra de Arturo Camacho Ramírez publicada hasta 1955. Se indagó en el contexto, fundamentalmente en lo concerniente a su biografía, se revisaron aspectos lingüísticos y literarios, los temas principales de su obra, las preocupaciones recurrentes, etc., para observar la evolución, elementos comunes y propuestas novedosas en su poética, tratando de establecer a grandes rasgos algunas características en su poesía inicial. Datos biográficos Arturo Camacho Ramírez nació en Ibagué el 28 de octubre de 1910 y murió en Bogotá el 24 de octubre de 1982. Se destacó como poeta, diplomático, publicista, periodista y escritor. Vivió en Bogotá desde los tres años, en la casa de su abuela paterna María Triana en el barrio la Candelaria. Estudió la primaria en el Colegio La Presentación y el bachillerato en el 90

Poesía Del Tolima (1905-1955) Instituto de La Salle. Inició sus estudios de Derecho en la Universidad Nacional de Colombia pero a los tres años desertó. Auditor fiscal de navegación y puertos en Barranquilla; Comisario especial en la Guajira; ocupó los cargos de Secretario de Juzgado y Comisario encargado. Secretario de información y prensa en el Ministerio de Gobierno durante la jefatura de Alfonso López Pumarejo; funcionario del Ministerio de Agricultura en 1934 y asistente de Plinio Mendoza Neira en el Ministerio de Guerra en 1935; Secretario de la Legación colombiana en Bolivia; Secretario privado y subjefe de inmigración del Ministerio de Relaciones Exteriores; Jefe de publicidad de la Empresa Colombiana de Turismo; delegado de Colombia en la UNESCO-París, entre 1970 y 1972; acompañó a Alfonso López Pumarejo y López Michelsen en sus campañas políticas. Militó en los movimientos MIL y MRL. Secretario de redacción del semanario Sábado, columnista del periódico El Tiempo, El Espectador, El Espacio y Acción Liberal; colaborador de la Revista de las Indias donde publicó en 1941 “Viñeta de Bécquer” con la que ganó el concurso de sonetos; conductor del programa radial ¿Cuál es su Hobby? en la emisora HJCK. Amigo de importantes escritores del continente como Pablo Neruda, Julio Cortázar y Jorge Edwards. Su primer libro fue Espejo de Naufragios (1935), luego vendrían Presagio de amor (1939) tercera entrega de los cuadernos de Piedra y Cielo, y Cándida inerte (1939). Se casó con Olga Castaño Castillo, a quien dedicó su obra de teatro Luna de Arena (1943); Oda a Carlos Baudelaire (1945). En 1962 publicó La vida pública y en 1976 Carrera de la vida.

La poesía de Camacho Según consenso crítico, el grupo “Piedra y Cielo” conformado por poetas nacidos entre los años 1908 y 1914, hizo su aparición en 1935 con la publicación del libro Espejo de naufragios de Arturo Camacho Ramírez. Dice Andrés Holguín en el prólogo de las Obras completas (1986): Camacho Ramírez pública, en 1935, un volumen poético titulado “Espejo de naufragios” (Edit. Minerva, Bogotá). Puede pensarse que con este libro, de hondo lirismo, y que contiene ya, un nuevo vocabulario literario, se inicia el que será, más tarde, el movimiento de “Piedra y Cielo” (1986: 14). 91

Albeiro Arias Los “piedracielistas” adquieren “una nueva sensibilidad” Influenciados por la lectura de las publicaciones que venían de España como las antologías de Gerardo Diego (1932) y la de Federico de Onís (1934); el Libro de poemas y el Romancero Gitano de García Lorca; las obras de Juan Ramón Jiménez (el nombre de “piedra y cielo” proviene del libro homónimo de este autor: Piedra y cielo: versos (1917-1918). Madrid: imprenta Fortanet, 1919. 175p.); la poética de Antonio Machado y en general, los poetas de las Generaciones del 98 y del 27. Pero no sólo España incidió en el cambió de las preferencias poéticas en cuanto al lenguaje y los temas de estos poetas, también Hispanoamérica con nombres como Pablo Neruda, Cesar Vallejo, Rubén Darío y Huidobro, aportaron en dicha estética; llegando a cohabitar dos corrientes dentro de “Piedra y Cielo”: los de corte hispánico y los de tendencia americanista, entre los que estaba Camacho Ramírez. Camacho leyó con dedicación a Villon y Baudelaire pero tomó una distancia marcada aunque no definitiva de la poesía francesa, italiana y del grecolatinismo, tan propio de los poetas de principios del siglo XX. Conocía ampliamente la poesía castellana, degustaba a Góngora, Villamediana, Archipreste de Hita, Alberti, Góngora, Juan Ramón Jiménez, Jorge Manrique, Antonio Machado, Garcilaso, Quevedo, Lope de Vega, San Juan de la Cruz, Bécquer y Darío y sobre todo a García Lorca, entre otros. Este influjo supo acondicionarlo a otras herencias y llevarlo a un estilo más hispanoamericano, influenciado fundamentalmente por su amigo Pablo Neruda y la lectura del peruano César Vallejo. En el ensayo “Piedra y cielo” de Fernando Charry Lara, en la sección dedicada a Camacho Ramírez, dice el autor que el poeta del Tolima divergía con el resto del grupo “Piedra y Cielo” no sólo en cercanía al vanguardismo y americanismo frente al tradicionalismo e hispanismo sino en que además leía a los franceses; al hacer un paralelo de su poesía con la de Carranza, dice que para él Juan Ramón Jiménez era su estandarte mientras que Neruda y Lorca lo fueron para Camacho, y continúa: Si la ambición de Carranza tendía por ello a la pureza poética juanramoniana, Camacho se orientaba por la impureza que planteó Neruda […] Carranza admiraba el clasicismo de Rafael Maya, mientras que Camacho prefería la extrañeza de León de Greiff. Y las discrepancias fueron desde un principio entre la espiritualización del amor, en Canciones para iniciar una fiesta, y el erotismo desesperanzado de Cándida inerte; entre 92

Poesía Del Tolima (1905-1955) una visión idealizada e ilusionada de la vida y los seres, y el antípoda realismo de la otra, que no rehuía aspectos lóbregos de la sociedad y del hombre. La oposición entre ambos se reflejaba directamente en sus respectivos lenguajes, siendo el de Carranza luminoso y aéreo y el de Camacho nocturno y volcánico; cristalino, musical y armonioso quería ser el uno, y sombrío, torrencial y hermético se presentaba el otro (1991: 437). El poeta tolimense publica su primer libro a los 25 años de edad, y desde entonces, hizo de la metáfora el procedimiento central de su estilo. Buscó nuevos senderos en su poesía proponiendo metáforas alucinantes, imprimiendo sugerencia y musicalidad a sus textos; le gustaba crear relaciones arbitrarias e ingeniosas entre las palabras, darles intensidad semántica, haciendo que adquirieran sentidos diversos aprovechando la polisemia del lenguaje. Este tratamiento, en ocasiones excesivamente alucinado, hace que en muchas oportunidades sus metáforas provoquen imágenes herméticas o surrealistas: …

Su éxtasis envenenado circula aceites marítimos y menudas golondrinas hechas de carbón y vidrio que se entrelazan buscando equivocados caminos (1939: 14).

En algunos casos su poesía resulta bastante farragosa debido al lenguaje ampuloso, grandilocuente y artificioso, resultado básicamente del excesivo protagonismo que le da a la metáfora, buscando fórmulas ingeniosas, cargándola de imágenes, siendo en la mayoría de casos barrocas, herméticas, a veces oníricas, a veces laberínticas: …

Este viento de látigos profundos, contra pávidas cumbres inconcretas, modelará en la carne de la sombra la curva silenciosa del poema, barco aéreo cargado de tu vida (1935:51).

El abuso de la metáfora hace que se vuelva superficial, artificiosa, y en muchos casos se sienten falseadas: 93

Albeiro Arias … Seria así la muerte doncellita desnuda, cubriéndonos los ojos con las manos heladas. Mediodía de estrellas con musical vacío que nuestro amor refresca con perennes alas (1935:19).

Camacho maneja diversos tiempos verbales, del presente al pasado, del pasado al presente, característica frecuente en sus textos: …

Serias tú, isla melodiosa, tallo musical, última lágrima rodeada por mí como un océano… (1935: 11-12)

Hay poemas que son sumamente narrativos, este es el caso del poema “Mujeres de otro día”, en donde se narra la historia de un niño de siete años que admira un grupo de mujeres bellas. Él está enamorado de una de esas mujeres, quien a su vez espera al hombre amado que no llega: …

Estas mujeres fueron bellas y había una que yo amaba. Yo tenía siete años dulces como el corazón de la caña. Senos morenos como nísperos, ojos de estrella y voz de agua, ella ardía como una esencia esperando al que no llegaba (1935:14).

Finalmente las mujeres ya han envejecido y aquel niño es ahora un hombre vigoroso: …

Hoy tengo veinte años fuertes como banderas desplegadas, hoy ya mi instinto y mi deseo se erigen al sol como lanzas 94

Poesía Del Tolima (1905-1955) y cuando paso, esas mujeres que fueron bellas en mi infancia, murmuran resignadamente: así era el que no llegaba (1935:14).

Aparte de ser narrativo y anecdótico, este poema como muchos otros poemas recaen en una exagerada descripción. También es característico de su poética el corte brusco al final, permitiendo que el lector haga sus interpretaciones: … -Cuáles? -Cuáles? -Cuáles? Oh, que precipitación de puerta abierta! Lo sé? No lo sé? Silencio… (1935: 41).

Los poemas conversacionales o con inclusión de diálogos son recurrentes en Espejo de naufragios, así sucede con “Caracolí sin flor”, “Trinchera de eternidad”, “Poema del viento capitán”, “Biografía, “Recorte de elegía, entre otros. … -Préstame tu sombra, cielo de verdes nubes rodantes. -No, que tengo que llevar el agua en flor de los mares. -Ay, que me voy a matar, madre! (1935: 17).

Sus versos abundan en símiles, asociaciones complejas, onirismo y antítesis, además de una generosa mezcla de efectos sensoriales a la manera de sinestesias: 95

Albeiro Arias … Sus naves agujetean mis ojos aridecidos y mis manos se devoran una otra en su delirio, que siento en mi cuerpo escamas y entrechocados cintillos…(1939:4).

Oscila entre lo sublime y lo carnal, de la pasión al desgarro amoroso y la melancolía. “Presagio de amor”, por ejemplo, es un poema de tensión entre el amor y la muerte, un hombre que busca el universo de una mujer, que la presiente en cada cosa, pero ella es apenas un rumor doloroso. La voz poética es consciente de la soledad y esa soledad se parece mucho a la proximidad de la muerte. …

…Entre la llama y el lirio, un vaho verde de perlas en su mirada teñido, alto pecho, bajo sueño, a la muerte sometido… (1939:16).

Se aleja de los amores imposibles, virtuosos, platónicos o imaginarios para dejar que la pasión florezca en algunas de sus páginas, siendo mucho más carnal, erótico, directo y expresivo. En el siguiente fragmento el poeta idealiza a la mujer y luego suaviza su sensualidad comparándola con elementos de la naturaleza: …

Tu cuerpo de marinas oleadas Hizo arder mi canción otro día, y tu alta, sí, alta en esa altura -primavera de todas las miradas, Lumbre de voz azul- en donde empieza La patria vegetal de los luceros (1935:51).

A través del verso declara su amor perpetuo en una actitud caballeresca y galante. 96

Poesía Del Tolima (1905-1955) … Quien me nombra está mintiendo, quien me grita decidle que se calle que ya no tengo espadas ni banderas, ni torres que oponer a su desastre (1939: 25).

La soledad, la nostalgia, la mujer, el erotismo, el amor, la pasión y sobre todo, la muerte, constituyen sus temáticas básicas. Dice Andrés Holguín en el prólogo de las Obras Completas: “una obsesión constante, el tema de la muerte. De sus primeros a sus últimos poemas, esa obsesión recorre los versos, desgarra al poeta, nubla la visión” (1986:11). …

Allí, puerta al infierno o al descanso, espectro torrencial, ola nocturna, está tu pedestal de siempre y nunca, el plasma de tu sueño, la maldecida rosa y el mármol que soñó con tu cabeza (1945: 67).

Oda a Carlos Baudelaire (1945) es un libro lírico-narrativo en donde se “metaforiza” la vida del poeta maldito impulsor de la poesía moderna. La pluralidad de elementos e imágenes metafóricas y las asociaciones oníricas que están presentes a lo largo de toda la obra crean una atmósfera sombría, densa y de gran tensión, lograda principalmente por las antítesis que se utilizan para describir: …

Solo la nieve puede dormir en primavera y el mar tener un eco de doble resonancia, donde la muerte tiembla como un recién nacido y expresa su diamante de luz indisoluble (1945:26).

En este libro cada poema se encadena con el siguiente, construyendo una imagen onírica del poeta Baudelaire y de los personajes que lo acompañaron: Jeanne Duval, la Venus Negra, su amor por más de veinte años; madame Sabatier, su musa espiritual, su amor místico; y finalmente Edgar Allan Poe: 97

Albeiro Arias ... Amó hasta el odio enfurecido, hasta morirse de desprecio, hasta el sollozo y el castigo, su humillación por tu deseo (1945:35).

A Camacho Ramírez se le abona su capacidad para buscar nuevas perspectivas, cuando todos miraban hacia el parnasianismo, el simbolismo y el modernismo, el miró hacia la poesía hispanoamericana. Hay en él una renovación poética, sus versos fueron más impuros, no sucumbió ante las vanguardias pero es innegable que por lo menos el surrealismo lo influyó, de ahí el irracionalismo en muchos de sus textos. Para Camacho los versos son recuerdos, experiencias vitales que funcionan como una mina desde la cual se extrae el poema, una actuación del subconsciente que surge sin control y se presenta como un vocero iluminado del mundo íntimo y terrible del ser humano (Jaramillo: 1978, 42). Fue un obsesionado por el amor y por la muerte, su poesía es oscura, sombría, visceral; un tanto barroca, aglutinada de imágenes, atiborrada de metáforas, con excepción de Oda a Carlos Baudelaire (1945) donde es justo, cabal y mesurado tanto en la forma como en el contenido. Para concluir es justo decir que Camacho bebió del simbolismo en la herencia francesa de Baudelaire. Esto se deduce justamente de la vocación narrativa, que es propia de Las flores del mal, como por la degradación de la belleza que hace en “Las mujeres de otro tiempo”; además, la alegoría y la musicalidad de sus versos lo ponen a tomo con esa herencia modernista y, por el lado hispano incide en él, García Lorca y su Poeta en Nueva York y la elocuencia nerudiana de Residencia en la tierra y 20 poemas de amor.

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Oscar Echeverri Mejía: epígono de los clásicos

FOTOS TOMADAS DE: http://www.elmundo.com/portal/pagina.general.impresion.php?idx=70301

Cuando yo digo poesía, digo la sangre con sus ríos y torrentes, la sangre y su milagro que nos salva, el hombre con sus huesos y sus músculos y su polvo y sus sueños. Oscar Echeverri Mejia

El presente texto hará una mirada panorámica a los libros Canciones sin palabras (1947), Cielo de poesía (1952), Destino de la voz (1942) y La rosa sobre el muro (1952) tratando de establecer algunas características en la poética inicial de Óscar Echeverri Mejía. Se indagó en el contexto, fundamentalmente en lo concerniente a su biografía, se revisaron aspectos lingüísticos y literarios, los temas principales de su obra, las preocupaciones recurrentes y comentarios de la crítica para observar los elementos comunes y propuestas novedosas e influencias en la poesía publicada hasta el año 1955. 99

Albeiro Arias Datos Biográficos Óscar Echeverri Mejía nació en Ibagué, Tolima, el 15 de mayo de 1918 y murió en Cali (Col.) el 11 de diciembre de 2005, Miembro del Consejo de Redacción de la revista bogotana El Café Literario, columnista de los diarios La República, El Colombiano, Occidente y La Tarde, hizo reseñas bibliográficas y columnas sobre correcciones idiomáticas para los periódicos afiliados a Colprensa y en varias revistas colombianas. Fue director del Departamento de Información y Cultura del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, fue miembro principal de diversas entidades y organizaciones como la Junta de Censura de Cine del Ministerio de Educación Nacional de Colombia, de número de la Academia Colombiana de la Lengua y jefe de Relaciones Públicas, integrante correspondiente de la Real Academia Española, de la Academia Norteamericana de la Lengua Española y de honor del Centro de estudios de Relaciones Públicas de Colombia, socio Honorario de la Asociación Prometeo de Poesía, de Madrid; miembro de número de la Sociedad Bolivariana de Colombia y de Paraguay, de la Federación Latinoamericana de Sociedades de Escritores, con sede en Caracas, fundador y ex presidente de la Asociación de Escritores de Colombia, fundador de la Casa de Poesía Jorge Isaacs, miembro honorario de la Sociedad Sanmartiniana de Colombia y de la Fundación de Poetas Vallecaucanos, miembro del Instituto O’higginiano de Colombia, editor y director del suplemento “Estafeta Literaria”, del periódico La Paz, de Bogotá, fundador y director por diez años, de los programas radiales “La voz” de la Academia Colombiana de la Lengua y Cuestiones de lenguaje. Diplomático en España, México, Panamá y Venezuela. Editó un Diccionario abreviado de la Lengua Española y con Alfonso Bonilla Naar preparó la antología 21 años de poesía colombiana, de 1942 a 1963, publicada en 1964. Le otorgaron diversas condecoraciones y reconocimientos, entre ellos: Diploma Maestro de Poesía, en Valparaíso, Chile; Mérito civil, en el grado de Comendador, en España; diploma Rubén Darío, en el grado de comendador, en Nicaragua; Mérito literario latinoamericano, en Caracas; Orden del Arriero, en Antioquia; premio Bernardo Arias Trujillo, en Risaralda; Cruz de Caballero, en la Orden al Mérito Vallecaucano, en Cali; y Orden Luis Carlos González, en Pereira. 100

Poesía Del Tolima (1905-1955) La poética de Echeverri Mejía En Colombia se ha dicho que nuestra poesía de principios de siglo XX mantuvo un atraso considerable frente a la poesía de Europa. En los años 30´s y 40´s el país afrontaba una discusión sobre la creación poética en lo relacionado con los temas y los recursos que debían usarse. Unos defendían los temas exóticos y distantes en el tiempo y en el espacio, con resonancias de Rubén Darío y del parnasianismo; otros se preocupaban por el estilo, la sencillez y el verso depurado, incitados a regresar a la tradición y al clasicismo. Los tardorománticos, los seguidores del simbolismo y parnasianismo, la negación o desconocimiento de las vanguardias y la mezcla entre política, valores cristianos y moral conservadora afincaron la idea de que había que defender cierta noción clásica de la poesía. Después del grupo de “Los Nuevos” y antes de la aparición de “Mito”, hizo presencia en 1939 el movimiento literario conocido como “Piedra y cielo”, nombre tomado del título del libro de Juan Ramón Jiménez (1881-1958) publicado en 1919. Aunque Echeverri no perteneció a “Piedra y cielo”, es segura su cercanía hacia este movimiento, que influenció su primera producción Destino de la voz (1942); su poema “A Platero en el cielo de Moguer” del libro Canciones sin palabras (1947), es un homenaje y una clara la intertextualidad con el poema “Platero y yo”, del poeta español a quienes los “piedracielistas” rindieron tributo: … Sólo el poeta tu destino sabe. tu dulce nombre evoca tu hermosura, tu mirada es un rio de ternura, y tu recuerdo en un poema cabe (1947: 71).

En la entrevista que le hace Carolina Echeverri Obregón, ella le pregunta: ¿De qué generación se considera?, a lo cual el poeta responde: Poéticamente he sido considerado “post-piedracielista”, porque “Piedra y cielo” hizo una revolución completa en la poesía colombiana, oyendo los ecos de la poesía española de su época. Yo, que era un muchacho, me hice amigos de ellos: de Jorge Rojas, de Eduardo Carranza, 101

Albeiro Arias Carlos Martín; y ello me acogieron y me enrutaron. De ahí que a mí se me encasille en esa generación (1994:69). Destino de la voz (1942) se publica en Manizales cuando Echeverri tenía 24 años de edad, es un libro de hermosura simple, elemental, transparente, espontanea, diáfana y sin pretensiones, además de sentimentalista. Consta de 53 poemas, 45 sonetos y el resto, casi todos, romances. Los temas de este libro son la poesía misma, la naturaleza, el amor, remembranzas a la infancia y a la muerte: …

No más tu sombra el corazón envuelva, que tu hielo en mi canto se disuelva: ¡dejadme libre ya de tus prisiones! (1942: 123).

Canciones sin palabras (1947), consta de 48 poemas, once de los cuales son sonetos, viene una elegía dedicada a Roberto Garrida, poemas a la naturaleza, a la amistad, una sonata de admiración a Handel, Chopin, Bach y Debussy, homenajes a María Eugenia Rojas y a Juan Ramón Jiménez. También hay textos ofrecidos al amor filial, dedicados a su hija y a su madre. El final del libro esta matizado por doce poemas, cada uno formado por dos cuartetos y con temáticas diversas. El mar es el tema de las seis estrofas que abren el libro La rosa sobre el muro (1952) y que llevan por título “Fragmentos de un poema sobre el mar”, este mismo tema se repite hacia el final del poemario cuando refiere naufragios, islas, olas, brisa marina, etc.,. Hay un poema titulado “Romance del que no ha visto el mar” en donde la voz poética recrea el mar a través de la imaginación poética para quienes no han podido verlo: …

Yo jamás he visto el mar y a veces me lo imagino como una vasta llanura donde los peces son plantas que en las olas han crecido. (El canto de sus sirenas escucho, a veces, dormido) (1952: 59). 102

Poesía Del Tolima (1905-1955) En el poema “Dialogo” la voz de la rosa y de la espina se alternan con la voz de un niño: LA ESPINA: Símbolo soy de lo áspero, de los sórdido y lo eterno. Me huye y teme hasta el aire y yo estoy siempre en mi puesto segura de que me encuentren las criaturas, sin quererlo (1952: 64).

Posteriormente hay una serie dedicada a objetos cotidianos. El poema “Patria ausente” hace una bella exaltación de la patria, de lo autóctono, de color local añorado por la distancia del ausente: …

Yo creí que la patria solo era una noción geográfica que nos dieran los textos, que solo con salir de sus físicos limites se podría borrar su nombre del recuerdo (1952: 45).

A veces la lectura del libro resulta fragmentada por la diversidad de temas que recrea, dando la sensación de falta de unidad. El libro Cielo de poesía (1952) publicado en San Rafael, Argentina; está compuesto por once poemas: “el espejo”, “Dios”, “La perla”, “La noche”, “La infancia”, “Romance del que no ha visto el mar”, “El sueño”, “Diálogo”, “Marina”, “La lluvia” y “Patria ausente”, todos estos cantos pertenecen al libro La rosa sobre el muro (1952), por lo que no merece comentarios adicionales. En general, la forma preferida de Echeverry fue el soneto clásico (ABBA: ABBA/CCD: CCD) muy cultivado por Lope de Vega, Góngora, Quevedo, Calderón de la Barca, Sor Juana y Cervantes. Se le ha reconocido precisamente como un gran sonetista. Sin embargo, hay algunos poemas que rompen con esta estructura y manejan libremente el número de estrofas y el número de versos. Son varias las formas clásicas a las que acude el poeta. Verbigracia la elegía, las alabanzas, las baladas, los canticos, y sobre todo, los romances, composiciones arraigadas en la métrica española desde el siglo XV. Este tipo de composición tiene un número indefinido de versos octosílabos aunque algunas veces hay 103

Albeiro Arias cierta fluctuación métrica e inclusive combinación de versos de diferente medida. Un ejemplo lo vemos en el poema “Romance en un sólo día” (1942: 64), el cual tiene 7 estrofas, dos quintetos, un par y cuatro cuartetos. Otro ejemplo de versificación es el poema “Eres tan dulce, niña…” (1942: 55) en donde cada una de las cuatro estrofas varía su número de versos (4, 5, 6, 7) combinando heptasílabos y endecasílabos de manera aleatoria. Los versos heptasílabos funcionan como estribillos (repetición del sintagma en función rítmica). Este tipo de versificación podría ser una silva. En el modelo de métrica clásico, la silva es la estrofa culta que más libertad concede al poeta. Los versos de 7 y de 11 sílabas se alternan en el orden que quiera el poeta y le permiten tener un esquema de rimas tal como a él le plazca. Incluso -caso excepcional en la métrica culta clásicase tolera que haya algún verso que no rime, es decir, algún verso suelto. En el renacimiento los autores españoles como Luis de Góngora y Argote acogieron esta forma poética. Confunde en este poema que la rima no se da en consonante y son muchos los versos que quedan sueltos: … Eres tan dulce, niña, como decir tu nombre con luceros. me duele tu belleza blandamente como espina en el centro de mi pecho. Mirarte es tan azul como este cielo y acariciarte es solo comparable a besar en tus ojos la mañana. eres tan dulce, niña, como gozar el cielo en tu mirada (1942: 55).

El símil es la figura retórica más frecuente en Echeverry, la mayoría de sus poemas incluyen una comparación o semejanza a través del uso de elementos de relación como “cual”, “que”, “se” y “como”. Se destaca el uso de algunas imágenes sinestésicas, pleonasmos, encabalgamientos, diálogos, hiperbolizaciones y los juegos de palabras anteponiendo o usando palabras antitéticas. También recurre a las anáforas, iniciando dos estrofas con la misma palabra o dos o varios versos consecutivos con la misma entrada: 104

Poesía Del Tolima (1905-1955) … Te quiero, dulce niña, por tus manos que sabe a agua pura, por tu boca que sabe a fruta fresca, por tu blanca sonrisa, por tu mirada-arroyo de ternura-. (1942:77).

Echeverri utiliza en una misma estructura sintáctica dos palabras de significado opuesto, originando un oxímoron: …

Enterrado cristal, espejo ciego, tu clara sombra, viva como el fuego, pulsa la inmensa bóveda estrellada (1942:21).

Algunas veces caracteriza el sustantivo a través de epítetos como viva flauta, azulado temblor, bandera vegetal, altas nubes, pies de espuma, entre otros: …

Prolonga el caracol tu voz oscura y rodean sirenas de amargura tu azulado temblor de espejo ciego (1942:15).

Otra de las figuras retóricas frecuentes en su poética son los pleonasmos, al usar expresiones en la que aparecen uno o más términos reiterados o redundantes: …

Isla rodeada de tus nubes solas mi alma flota entre desnudas olas de tu mudo silencio acompañada (1942:31).

Las temáticas principales en la poética de Echeverry son la exaltación de la naturaleza, entre lo que podemos destacar la eternidad de la misma, el mar y sus criaturas, las aves, el cielo, la noche, el día, los afluentes, etc. Veamos el ejemplo del poema “Al rio”: 105

Albeiro Arias … Espejo regalado de los cielos, son tus espumas congelados vuelos y tus aguas cristales desatados (1942:19).

Inspirado en Simón Bolívar, su poema “Breve canto a Bolívar” construye la imagen de padre de América, comparándolo con imágenes religiosas, de ser omnipotente, a través de imágenes panteístas de hibridación entre el hombre y la naturaleza, muy similares a las creadas por German Pardo García como “nubes-hadas”: …

Hombre-océano, hoguera inextinguible, alzada en lo alto de la gloria. Nube y relámpago, seguido por los dioses avanzas Con pies alados sobre las nubes de la historia (1947:145).

En el poema “piedra” expresa la finitud de hombre frente a lo eterno de la naturaleza: …

Todo verdor dura una primavera. El hombre modelándote perece: ¡Sólo tú quedas, sórdida y primera! (1947: 29)

La mujer y la naturaleza se idealizan y equiparan, creando una imagen hibrida: …

Es un paisaje humano tu belleza. finge en la cima azul de tu cabeza tu cabello una viva enredadera (1942:61).

Algunos de sus textos mantienen elementos de un romanticismo trasnochado donde los sentimientos son asimilados a elementos de la naturaleza y a través de ellos se connotan los estados de ánimo del yo poemático: …

Mi corazón está como una rosa enastado en el tallo de la vida…(1942:49). 106

Poesía Del Tolima (1905-1955) Otros temas son la ausencia de un ser amado, el amor corporal, la muerte. Hay también tintes eróticos en algunos textos como en “Venus durmiendo de Giorgione” y “Desnudo”: …

Dos cálidos colinas embellecen el casto pecho, y en su cima ofrecen la miel de su redonda florescencia (1947:41).

Echeverri intenta cierta renovación temática al poetizar algunos deportes, con textos como “nadadora”, “Basquetbolistas”, “Equitadora” y “Tennis”, metaforizándolos con elementos de la naturaleza: …

Una luna pequeñita -piel tensa, silueta blancacruza el cielo de la tarde y en la tibia arena salta (1942: 99).

Es abundante las exaltaciones, los homenajes póstumos y los poemas dedicados a la familia, por ejemplo al padre, la hija, a Jaime Robledo Uribe, Roberto Garrido, María Constanza, a Bolívar, etc. Veamos un fragmento de “A María Eugenia Rojas”: …

El mundo cabe en tu pequeña mano. Eres, María Eugenia, lirio humano creciendo hacia la luz, igual que el día (1947:49).

Diversas artes confluyen en su poesía: la pintura, la danza y sobre a la música, con poemas como “La música”, “Soneto pianísimo a Rosalía”, “Balada” y “Bagatela”, composición musical propia del romanticismo, ágil, corta, sin mayores pretensiones, como el mismo poema: …

Por la infinita ventana del cielo, asoma un lucero: la tarde un suspiro exhala y se escapa hacia la noche porque tu dulce mirada se ha perdido por el sueño! (1947: 21). 107

Albeiro Arias Otro texto que recurre a un título relacionado con formas musicales es “Sonata” (1947, 25). Recordemos que una sonata es una pieza musical que usa dos temas contrastantes, en este caso se contrasta la música de Handel, Bach, Chopin, Debussy con la melancolía de la voz poética que sufre por la pérdida de la mujer amada. Este poema está compuesto por cinco quintetos. Finalmente, traigo a colación estas dos citas de entre las muchas que escribieron sus amigos academicos e intelectuales, y que resumen en gran medida la obra de Echeverri: En la poesia colombiana muy pocos hasta ahora han podido relatar las multiples aventuras del alma , de la vida, de la muerte, del amor, de los seres, de lo grande, de lo nimio, que ha corrido este poeta sencillo entre los sencillos (Mejía: 1994, 28).

En este mismo sentido Ricardo Ilian Botero se pronuncia: Y se le escucha con el asombro que produce la deleitacion de una posesía de ángeles, que tiene la mezcla del amor, de las primaveras y de los coloquios. Una poesia que a veces es clasica y broncínea y en ocasiones nubil, adolecente, jardinera. Poesia que recoge el rocío, el llanto y la esquiva mirada, como algo que trasunta la armonia y pasa, casi inasible, por las praderas del olvido (1994: 33).

Los dos coinciden en que Echeverry hace una poesia que toca diversos temas, desde los mas elevados hasta los mas elementales, una poesía clásica, “sencilla”, núbil, nimia, ingenua si nos atenemos al término “adolecente” y jardinera. Que por supuesto, se ha quedado en las “praderas del olvido”. En conclusión a Echeverri parece no haberle afectado las vanguardias, seguidor de la poesía española del Siglo de Oro y de la Generación del 27, tributario del simbolismo y parnasianismo. Se mantuvo fiel a un ideal clásico en sus temas y sus estructuras, por ende, aunque alcanzó un perfecto dominio de las formas clásicas, sus posturas estéticas fueron tardías. Fue un romántico rezagado, preocupado por la rima, con cierto fárrago verbal, temas monocordes, excesos sentimentales y refinamientos 108

Poesía Del Tolima (1905-1955) excesivos. El soneto fue la forma predilecta en que se manifestaba ese mundo de erotismo cortesano y de impulso sentimental. Sus poemas son ligeros y transparentes, reflejan una escasa sugerencia, no arriesgan experimentaciones y en general poco o nada aporte a la poesía colombiana.

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Jaime Tello: La geometría de un renovador

Caricatura de Jaime Tello hecha por Manuel Antonio Bonilla. Tomada de la revista Tiempo de Palabra.

Este texto aborda la obra Geometría del espacio de Jaime Tello para visualizar algunos aspectos lingüísticos y literarios, los temas principales de su obra, las preocupaciones recurrentes, etc., tratando de establecer lo novedoso en su propuesta poética. Se incluyen además algunos datos biográficos. Datos biográficos Jaime Tello. Nació el 15 de noviembre de 1918 en el municipio de Espinal, Tolima, y murió en Bogotá, 1996. Poeta, ensayista, editor, crítico literario y profesor universitario en varias universidades. Los estudios primarios los hizo en el Colegio San Isidoro de su pueblo y el bachillerato en el Seminario de Ibagué y en la Salle de Bogotá. Estudio Filosofía y Letras y Derecho en la Universidad Javeriana. También estudió música en el 110

Poesía Del Tolima (1905-1955) Conservatorio Nacional de Música y en la Escuela de Música de Cali. Se destacó como traductor de poetas ingleses, brasileños y norteamericanos. Dirigió el suplemento literario de El Liberal, Estampa literaria y de la emisora Nuevo Mundo en Bogotá, colaboró en la BBC de Londres y el departamento de radio de las Naciones Unidas en Nueva York. Jaime Tello y su Geometría del espacio Me referiré en este ensayo al libro de poemas Geometría del espacio de 1951. Este libro se anticipa estéticamente a su tiempo dentro del contexto de la poesía tolimense. Está impregnado por imágenes surrealistas, futuristas y en un menor grado posee algún tinte del creacionismo latinoamericano. Con gran influencia de T.S. Eliot, de quien fue su traductor. Sin embargo, a pesar de usar el verso libre en casi todo el libro, no logra liberarse del soneto clásico de tradición hispánica como sucede en los poemas “Signo más” y “Logos Spermatikos”, o quizá sólo buscaba demostrar que conocía y dominaba el poema tradicional. Tello pensaba que tanto el significante como el significado eran igual de importantes, de ahí que no le interesara una poesía vacía de ideas, se preocupó de la palabra. Dice Tello en 1955 en la Revista Bolívar N° 37 “Yo no puedo hacer que la palabra azul dé la sensación de negro, o de automóvil, o de corazón. Azul significará siempre un color, y por extensión naturalmente, el cielo”. Al poeta Tolimense no le incumbe solamente la forma, el contenido para él era fundamental. …

Hemos pensado demasiado para poder ser felices hemos filosofado sobre todas las cosas y hemos convenido en que lo mejor es vivir el momento presente (1951: 30).

Aunque Tello no era un surrealista en el sentido estricto del término, es cierto que logró liberar de la racionalidad y desatar de bases lógicas a la imagen, y con ello consiguió enriquecer prodigiosamente su lenguaje poético al plasmar mundos oníricos a través de imágenes insólitas e ideas sorprendentes en varios de sus poemas. 111

Albeiro Arias … Palabras de cuerpo entero con sangre con carne con huesos con sexo Palabras masculinas para horadar las grutas del silencio Palabras femeninas para parir mentiras Palabras hermafroditas para el amor propio Palabras como tú como yo como nadie Palabras casi tan expresivas como el más total y viril de los silencios (1951:73).

Hay poemas donde es fácil presagiar el influjo de la escritura automática, heredada de Breton y los surrealistas, donde el poeta se desliga de la conciencia y permite que aflore el subconsciente dejando fluir pensamientos sin coerción moral, libre de cualquier represión social, es muy probable que también haya herencia en cuanto al hermetismo en la imagen de Rimbaud y Mallarmé: … Yo ya no cabalgaba Mi caballo era una mesa angosta y larga con dibujos de niños recorriéndole las crines y con voces de espuma circulando por los alrededores del cerebro pero luego todo olvidóse (1951: 84).

La espiritualidad, la imaginación, el sueño y la pesadilla conllevan a una poesía concebida como intuición, imágenes simbólicas del subconsciente, reveladas a partir de la asociación de ideas por yuxtaposición, el uso de sustantivos absolutos y analogías, nos corre la cortina y nos permite ver la autonomía del lenguaje: …

El rascacielos cerró sus mil parpadosSin pestañasy continuo llorandogota a gota. 112

Poesía Del Tolima (1905-1955) Los anteojos de los almacenes habíanse transformado en alfileteros. Sobre el asfalto había ojos suspendidos de alambres cristalinos de agua que cada segundo se estremecían – abombándose (1951: 13).

Conocía la poesía en prosa de Rimbaud, alejada de la métrica y la rima, pero manteniendo la actitud poética, opto por continuar esa tendencia, no buscando narrar hechos sino transmitir sensaciones, sentimientos y emociones: …

Inventó el Alma y hubo de crear un infierno para ella Engendró un hijo y sólo obtuvo la amargura de pensar en el momento de perderlo Una mujer llegó a su lado y se frustró su gozo ante la perspectiva de la separación inevitable (1951: 84).

Otra faceta, es, sin duda, la contemplativa y religiosa, heredada seguramente de T.S. Eliot. El tono trascendente de talante místico conquista una ingente presencia a lo largo de todo el libro, estos versos a veces traslucen fe o también una desesperanza penitencial: …

Era la mano La mano de un hombre La mano del padre de todos los dioses ¡La mano del Hijo-del-Hombre! (1951: 69).

Tello también posee versos de mucha velocidad, de mucha plasticidad y movimiento, con enumeraciones conclusivas, imágenes irreverentes y audaces, e inclusión de palabras y símbolos poco convencionales, generalmente del mundo moderno pero incrustado en un contexto de gran intensidad poética: …

Y había tal quietud en el espacio y aun tan claro silencio que el remoto canto de los motores 113

Albeiro Arias era una simple y elemental música de las esferas (Tello: 1951, 31).

El poeta tolimense abandona los espacios rurales y deja de cantarle a la madre naturaleza para abordar temáticas urbanas, lenguajes y preocupaciones propias del mundo contemporáneo: …

Y el amor ¿qué es el amor? El amor es tal vez estar sentado en el bar solo en medio de todos los bohemios entre prostitutas e invertidos lesbianas y demás ante un bock de cerveza es tal vez invertir dos peniques llamando por teléfono a un sitio en que es seguro que no estás (1951: 31)

Dentro del panorama de la poesía tolimense de la primera mitad del siglo XX, Jaime Tello es quizá quien más –sino el único- que se aproximó a las vanguardias, adelantándose inclusive al legendario grupo “Mito”. Su obra, pese a lo breve, logra romper con la monotonía de las formas clásicas de los poetas anteriores y abre en la poesía del Tolima, la posibilidad de nuevas formas expresivas. En Tello se da un interesante cruce de “itsmos” siendo el futurismo el que alcanza mayor efecto en su obra. Tello es entre nosotros el mejor ejemplo del poeta moderno, no sólo por haber asumido las vanguardias en su poesía, sino porque a la par reflexionó sobre la poesía a través del ensayo, principalmente sobre poetas ingleses, franceses y latinoamericanos de la modernidad, sumado esto a su labor de traductor de poetas ingleses, franceses, brasileños y portugueses. Conocía de pintura, música y escultura. Su desconocimiento en el Tolima y en Colombia se debe en gran medida a que su trabajo y publicaciones las hizo en el extranjero y lo que publicó en Colombia fue en revistas que no lograron despuntar o influir en el horizonte nacional como si lo consiguió la Revista Mito.

114

TRASCENDENCIA DE LOS AUTORES TOLIMENSES EN EL PANORAMA DE LAS ANTOLOGÍAS NACIONALES Si bien la presente investigación se circunscribió al periodo de los primeros cincuenta años de la poesía del Tolima en lo que tiene que ver con el inventario bibliográfico y el panorama de autores, consideramos de gran importancia demostrar en forma cuantitativa, como complemento al estudio, la trascendencia que la obra de estos poetas ha tenido más allá de la región y como una forma de validar su aporte a la literatura colombiana. Para ello se ha recurrido al registro de los autores y de los poemas más publicados en las antologías, para así arribar al consenso de los lectores en el tiempo. No obstante, se quiere dejar en claro que este registro panorámico de las antologías no pretende desbordar el marco cronológico propuesto —1905-1955—, sino, justamente, determinar su trascendencia en las antologías hasta la época actual y validar en qué medida los libros del levantamiento bibliográfico dejaron su impronta, pues el destino de la poesía no es quedarse fija en un época sino de trascenderla. De ahí que este capítulo esté llamado a ser complementario en la solidez del trabajo. El diccionario etimológico de Corominas nos dice que la palabra antología viene del vocablo griego Anthologia que a su vez deriva de las palabras ánthos = flor, y légo =recoger, yo recojo. Por lo tanto, una antología es un texto formado por una selección de los escritos más notables de un mismo autor, o de varios escritos de diversos autores de una época, de una tendencia, de un lugar, sobre un tema o una materia particular, entre otros. Al ser una selección es obvio que alguien tiene que hacerla, y por ende, toda antología es subjetiva, puede responder a intereses editoriales, económicos, políticos, sociales o personales. Ahora bien, se supone que las antologías deben hacerlas personas o colectivos con reconocida autoridad sobre el tema. Tampoco se puede desconocer que casi siempre, el primer contacto que se tiene con un autor es a través de una antología. 115

Albeiro Arias Teniendo en cuenta estas premisas, se han escogido treinta y un (31) antologías de poesía colombiana, que en su mayoría, la crítica y la academia las han reconocido como las más importantes por su influencia, divulgación y trascendencia dentro de la poesía nacional. Para ello tuvimos en cuenta los estudios sobre antologías realizados por Héctor H. Orjuela con el libro Las antologías poéticas de Colombia. Estudio y Bibliografía (1966) y Darío Jaramillo Agudelo con su ensayo sobre “Antologías” incluido en Historia de la poesía colombiana de la Casa de Poesía Silva (1991). Las antologías escogidas para este estudio son las siguientes: Vargas Tamayo, José. (1919). Las 1oo mejores poesías (líricas) colombianas escogidas por el padre José Vargas Tamayo. Bogotá: Librería colombiana Camacho Roldan & Tamayo. 287p.; Caro Grau, Francisco. (1920). Parnaso colombiano. Prólogo de Zoilo Cuéllar Chaves. 4 ed. Revisada y aumentada. Barcelona: Casa Editorial Maucci. 431p.; Otero Muñoz, Gustavo. (1930). Antología de poetas colombianos 1800-1930. Bogotá: Cromos, 1930. 342p.; García Prada, Carlos. (1936). Antología de líricos colombianos. Bogotá: imprenta Nacional. 2v.; Ortega Torres, José j. (1942). Poesía colombiana: antología de 490 composiciones de 90 autores. Bogotá. Librería colombiana. 609p.; Caro, Víctor E. (1942). Sonetos colombianos. Bogotá: Imprenta instituto grafico Ltda. 160p.; Caparroso, Carlos Arturo. (1945). Antología lirica: 100 poemas colombianos. 3 ed.: Bogotá: Librería y Editorial Horizonte. 299p.; Carranza, Eduardo. (1948). “Esquema para una antología: un siglo de poesía colombiana”. Revista de América N° 41. (Mayo de 1948) pág. 194-230.; Antología de la nueva poesía colombiana. Bogotá: Ediciones Espiral Colombiana, 1949.; Caballero Calderón, Eduardo. (1952). Los mejores poemas de los mejores poetas colombianos. Caracas: Casa colombiana. 54p.; Escobar Uribe, Arturo. (1954). Nuevo parnaso colombiano. 2 ed.: Bogotá: Ediciones Mundial. 499p.; Albareda, Ginés De y Francisco Garfias. (1957). Antología de la poesía hispanoamericana: Colombia. Madrid: Almagro-Biblioteca Nueva. 570p.; Arango, Daniel. (1958). (Selección). Las mejores poesías colombianas. Tomo I. Lima: Festival del libro colombiano. Editora latinoamericana.163p.; Holguín, Andrés. (1959). (Selección). Las mejores poesías colombianas. Tomo II. Lima: Festival del libro colombiano. Editora latinoamericana. 147p.; Academia colombiana. (1959). Poemas de Colombia. Antología de la academia colombiana. Prólogo y epilogo, Félix Restrepo; edición y notas bibliográficas, Carlos López Narváez. Medellín: Academia Colombiana. 623p.; Arbeláez, Fernando. (1964). Panorama de la nueva poesía colombiana. Bogotá: Ediciones del Ministerio de Educación. 548p.; Holguín, Andrés. (1974). Antología crítica de la poesía colombiana (1874-1974). Bogotá: Biblioteca del Centenario del Banco de Colombia. 2v.; Madrid-Malo, Néstor. 116

Poesía Del Tolima (1905-1955) (1974). 50 años de poesía colombiana (1924-1974). Bogotá: tercer Mundo. 139p.; Montoya y Montoya, Rafael. (1977). Parnaso Colombiano. Bogotá: Editorial Montoya. 389p.; Cobo Borda, Juan Gustavo. (1980). Álbum de poesía colombiana. Bogotá: Instituto Colombiano de Cultura. 172p.; Espinosa, Germán. (1980). Tres siglos y medio de poesía colombiana (1630-1980). Bogotá: Convenio Andrés Bello. 277p.; Panero, Juan Luis. (1981). Poesía colombiana 1880-1980: una selección. Bogotá: Círculo de Lectores. 238p.; Arévalo, Guillermo Alberto. (1983). Siete Poetas Colombianos. Antología. Bogotá: El Áncora. 116p.; Charry Lara, Fernando. (1985). Poesía y poetas colombianos. Bogotá: Procultura. 299p.; Echavarría, Rogelio. (1994). Quién es quién en la poesía colombiana. Bogotá: Ministerio de Cultura. 550p.; Charry Lara, Fernando. (1996). Antología de la poesía colombiana. Tomo I. Siglos coloniales; Romanticismo; Modernismo. Bogotá: Presidencia de la República (Biblioteca Familiar Colombiana). 2v.; Echavarría, Rogelio. (1994). Quién es quién en la poesía colombiana. Bogotá: Ministerio de Cultura. 550p.; Echavarría, Rogelio. (1997). Antología de la poesía colombiana. Bogotá: El Àncora Editores. 2v.; Luque Muñoz, Henry. (1996). Tambor en la sombra: Poesía colombiana del siglo XX. México Verdehalago, 1996. 494p.; Cobo Borda, Juan Gustavo. (2007). Poesía. Bogotá: El Áncora Editores. Selección Samper Ortega de literatura colombiana. 2v.; Ortiz Forero, Omar Francisco. (2007). (Comp.) Luna nueva: once miradas a la poesía colombiana. Antología múltiple. Cali: Feriva. 190p. El objetivo de este apartado es constatar un canon de autores que por haber desbordado el concepto de región y hacer parte del balance poético nacional se les puede considerar hitos destacados o parte de la tradición consolidada. Para ello, se utilizará una metodología cuantitativa (estadístico). En primera instancia se hizo una revisión de antologías de poesía colombiana publicadas durante el siglo XX y principios del XXI, para establecer estadísticamente cuáles de los 15 poetas que se mencionan dentro del levantamiento de libros publicados entre 1905 y 1955 aparecen en dichas antologías y cuáles de sus poemas son los más antológicos. El número de antologías (31) y el hecho de que se tengan en cuenta selecciones desde 1919 hasta el 2007, procura que el recorrido sea extenso, heterogéneo, disímil y sobre todo, dar un lapso temporal de más de 50 años, frente a la fecha límite de la investigación que es el año 1955, lo que permite que sea el tiempo quien haya hecho el mayor juicio sobre algunos nombres. 117

Albeiro Arias Se diseñaron cinco cuadros13 para presentar la información obtenida en las 31 antologías objeto de este estudio. Dentro de cada cuadro14 se menciona el nombre de la antología, el autor, el año de su publicación, el poeta tolimense que figura en dicha selección, el poema o los poemas y la página en la que aparecen, la edad del poeta al momento de la divulgación de la antología o el tiempo que lleva, si es el caso, de fallecido. En el relevamiento bibliográfico de libros de poesía colombiana publicados por autores tolimenses entre 1905 a 1955, obtuvimos 15 nombres de poetas tolimenses que sus libros se publicaron durante dicha época. Ellos son: Borja, Filomeno; Cárdenas Roa, María; Camacho Ramírez, Arturo; Cruz, Jesús Antonio; Pomala, Martín; Echeverri Mejía, Oscar; Esguerra, Arsenio; Fallon, Diego; Galofre, Julio N.; Lozano y Lozano, Juan; Pardo García, Germán; Piedrahita Arango, Daniel; Santa, Eduardo; Sendoya, Luis Enrique; Tello Quijano, Jaime; Torres Vargas, Roberto; Sepúlveda Zuluaga, Eduardo. Algunos de estos nombres aparecen antologizados, unos con mayor porcentaje que otros. Este trabajo se propuso indagar en qué cantidad de antologías han sido publicados y cuál de sus textos son los que más han llamado la atención de los antólogos. Realizados estos procedimientos, se obtuvieron los siguientes resultados:

N° de antologías en las que figura cada autor ARSENIO ESGUERRA JESUS MARIA SAMPER JAIME TELLO LUIS ENRIQUE SENDOYA OSCAR ECHEVERRY MEJÍA GERMAN PARDO GARCÍA ARTURO CAMACHO RAMÍRES JUAN LOZANO Y LOZANO DIEGO FALLON

f 1 1 1 2 3 13 13 14 14

h% 3.23 3.23 3.23 6.45 9.68 41.94 41.94 45.16 45.16

% de antologías en las que figura cada autor 50.00 40.00 30.00 20.00 10.00 0.00

h%

f:Frecuencia Absoluta (N°de antologías en las que figura cada autor) h%: Frecuencia Absoluta Porcentual (N° de antologías en las que figura cada autor x 100/ Total de antologías)

13 Nota: Este estudio tomó como base, aunque adaptada y rediseñada a las necesidades propias de esta investigación, la metodología para investigar antologías de: Jaramillo Agudelo, Darío. (1991). “Antologías” EN: Historia de la poesía colombiana. Casa de Poesía Silva. Bogotá: 1991. Pág. 529-591. 14 Ver anexos. 118

Poesía Del Tolima (1905-1955) De los 15 poetas tolimenses que publicaron libros entre 1905 a 1955, sólo aparecen en las 31 antologías objeto de este estudio ocho (8) poetas. Arsenio Esguerra y Jaime Tello una vez (3, 23%), Luis Enrique Sendoya dos veces (6, 45%), Oscar Echeverry tres veces (9, 68%), Germán Pardo y Arturo Camacho con trece veces (41, 94%) y Diego Fallon y Juan Lozano y Lozano con 14 veces (45, 16), lo que significa, en términos estadísticos, que Germán Pardo, Arturo Camacho, Diego Fallon y Juan Lozano y Lozano superan ampliamente a los otros cuatro autores. El mismo ejercicio se realizó buscando establecer qué poemas de los autores tolimenses y cuantas veces aparecieron en dichas antologías, llegando a los siguientes datos: “La luna” de Diego Fallon fue antológico 14 veces (45, 16%), “La catedral de Colonia” de Juan Lozano y Lozano 12 veces (38, 71%), “Mujeres de otro día”, “Comienzo de la sangre”, “Nada es mayor” de Camacho Ramírez; “Tempestad”, “Presencia de la muerte” de Pardo, “A la palma del desierto” de Fallon y “Farewell” de Lozano figuran cada uno en cuatro (4) oportunidades (12, 90%). ”, “Jess cook”, “Vulgar elogio marino”, “A la presencia de la poesía” y “A la gloria del amor” de Pardo fueron antologados tres veces (3), con un porcentaje del (3,41%).

45.00 40.00 35.00 30.00 25.00 20.00 h%

15.00 10.00

La luna

Mujeres de otro día

La catedral de colonia

Comienzo de la sangre

Tempestad

Nada es mayor

Presencia de la muerte

Farewell

A la palma del desierto

Jess cook

Vulgar elogio marino

A la gloria del amor

A la presencia de la poesía

Elegía a un aviador muerto

Entre morir

El asesinado en la sombra

El olvido

Espejo

0.00

Aire divino

5.00

Oda a Carlos Baudelaire

h%: Frecuencia Absoluta Porcentual (N° de antologías en las que figura cada poema x 100/ Total de antologías)

50.00

Las rocas de Suesca

f:Frecuencia Absoluta (N°de antologías en las que figura cada poema)

% de antologías en las que figura cada poema

Olvido

h% 6.45 6.45 6.45 6.45 6.45 6.45 6.45 6.45 6.45 6.45 6.45 9.68 9.68 9.68 9.68 12.90 12.90 12.90 12.90 12.90 12.90 12.90 38.71 45.16

Madre

f 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 2 3 3 3 3 4 4 4 4 4 4 4 12 14

La voz de la amada

N° de antologías en las que figura cada poema La voz de la amada Olvido Madre Las rocas de Suesca Espejo Aire divino El olvido Oda a Carlos Baudelaire Entre morir El asesinado en la sombra Elegía a un aviador muerto A la gloria del amor A la presencia de la poesía Vulgar elogio marino Jess cook Farewell A la palma del desierto Presencia de la muerte Tempestad Nada es mayor Comienzo de la sangre Mujeres de otro día La catedral de colonia La luna

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Albeiro Arias Estos son los poemas de autores tolimenses con mayor difusión en las antologías estudiadas. Ahora bien, según las estadísticas los poemas más destacados de la poesía tolimense de la primera mitad del siglo XX son: 1. “La luna” de Diego Fallon. 2. “La catedral de Colonia” de Juan Lozano y Lozano. 3. “Mujeres de otro día”, “Comienzo de la sangre”, “Nada es mayor” de Camacho Ramírez; “Tempestad”, “Presencia de la muerte” de Pardo García, “A la palma del desierto” de Fallon y “Farewell” de Lozano. 4. “Jess cook”, “Vulgar elogio marino”, “A la presencia de la poesía” y “A la gloria del amor” de Pardo García. Se concluye que por apariciones en antologías a nivel nacional, los poetas tolimenses que publicaron sus libros entre 1905 a 1955 y que alcanzaron mayor trascendencia en el ámbito nacional son, en su orden: 1. Diego Fallon 2. Juan Lozano y Lozano 3. Germán Pardo García 4. Arturo Camacho Ramírez Según las estadísticas, de 15 autores (100%) sólo 4 (37.5%) lograron trascender lo regional y ubicarse como parte del canon poético nacional. Estos resultados pueden tener hipotéticas explicaciones: 1. Hubo una amplia producción poética de baja calidad que no fue digna de ser considerada por la crítica, lo que queda evidenciado en libros de poca factura, superficiales, coloquiales, dulzones y sentimentalistas. 2. La baja difusión de aquellas obras debido a que muchos de estos escritores hicieron ediciones personales, financiadas totalmente con sus propios recursos, en la mayoría de casos de baja calidad, muy “artesanales” si se permite el termino, lo que hizo que no hubieran canales de distribución ni de difusión más allá de sus propias familias y amigos, sumado al escaso apoyo por parte del gobierno departamental y municipal como de las diversas instituciones académicas y culturales que priman otro tipo de intereses. 3. Dinámicas culturales excluyentes y hegemónicas, que privilegian cánones centralistas y oficiales, sin permitir la observancia de cánones marginales o periféricos por considerarlos desdeñables. 4. Los autores que lograron una amplia difusión estuvieron cercanos al poder, bien porque provenían de familias acaudaladas o por ocupar puestos 120

Poesía Del Tolima (1905-1955) políticos y diplomáticos; además la mayoría publicaban en los grandes periódicos del país, lo que pudo influir en su difusión y aceptación como queda evidenciado en Juan Lozano y Lozano, Arturo Camacho Ramírez, Diego Fallon, Oscar Echeverry Mejía y Germán Pardo. Todos provenían de familias adineradas o relacionadas con el poder, lo que les permitió tener relaciones tempranas y cercanas con gente importante del mundo de la literatura, realizar estudios profesionales en Colombia y el extranjero, viajar, y obtener cargos importantes y ser difundidos en las revistas y periódicos de mayor repercusión en la época o lo que es más definitivo, ser ellos mismos quienes creaban, financiaban y dirigían dichas revistas. 5. Definitivamente su difusión se debe a la calidad de sus propuestas estéticas, lo que pareciera evidenciarse en el anterior estudio sobre la presencia de poetas tolimenses en antologías nacionales o en el interés de algunos críticos sobre sus obras.

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CONCLUSIONES Esta investigación realizó el levantamiento bibliográfico más completo de libros de autores tolimenses publicados entre 1905 y 1955, el cual puede servir a futuras investigaciones que pretendan estudiar a un autor, hacer la valoración de una época, consultar fuentes bibliográficas o realizar el balance de la presencia de autores y sus producciones más destacadas en la poesía colombiana. A través de la visión de conjunto realizada en el panorama de autores se encontraron las siguientes características individuales en su producción poética: Diego Fallon (1834-1930) fue uno de los autores más destacados del romanticismo colombiano. Aunque su obra inicialmente aparece en el siglo XIX, es la publicación de sus poemas en 1934 lo que hace que su obra se conozca en la región. Hizo tránsito entre el romanticismo tardío venido de Europa y el parnasianismo francés. Su poema “La luna” es quizá el poema más antológado de nuestras letras. Se destaca en su producción el hecho de que siguiendo preceptos románticos logró alejarse del tono melancólico, el “yo” poemático da fortaleza a quien sufre alguna perdida. Se atrevió a incrustar dentro de su obra el sarcasmo, la jocosidad y el humor, fundamentalmente en sus poemas “Las rocas de Suesca” y “Mintamos”. Otro poema que alcanzó gran reconocimiento fue “La palma del desierto”. Fallon es misterioso, refinado, depurado, cuidadoso de la forma, de imágenes visuales, plásticas y dinámicas, siendo la descripción el elemento más característico de su obra. Su temática preferente tiene que ver con el amor y la muerte, el retorno a la naturaleza, lo místico y el inexorable destino del hombre. La forma clásica más usada por Fallon son los cuartetos endecasílabos con rima consonante de la forma ABAB, sin embargo, introduce variantes muy personales como 122

Poesía Del Tolima (1905-1955) la alternancia de versos de arte mayor y de arte menor, el uso de diverso número de estrofas, de versos y de rimas. Sus conocimientos musicales se ven reflejados en las imágenes auditivas, ritmos internos y giros melódicos. Su desacierto es la falta de sugerencia. Germán Pardo García (1902-1991) perteneció a la generación de “Los Nuevos”. Se caracterizó por crear un universo propio en el que se mezcla lo clásico y lo moderno, tanto en la forma como en el contenido. Su composición poética preferente es el soneto pero también escribe en verso libre. Sus temáticas se desplazan desde la tradición judeo-cristiana, el panteísmo como principio filosófico, la mitología greco-romana hasta la tecnología y la ciencia moderna, además de temas propios de la agitación contemporánea como la II Guerra Mundial y los campos de concentración. Mientras el hombre moderno estaba explorando el universo desde una perspectiva científica y racional, Pardo lo hacía desde una postura subjetiva y estética, pasando de lo físico a lo metafísico. Claramente hay en el poeta un impulso de renovación que permite dilucidar en su obra una evolución temática que lo conlleva a desplazar las preocupaciones de su “yo” interior por la soledad, el amor y la muerte, hasta llegar a tener inquietudes trascendentales por el futuro de la humanidad, haciéndolo, un poeta comprometido con su tiempo. Son destacables sus búsquedas en el lenguaje poético, incrustando el metalenguaje propio del campo de la química, las matemáticas, la astronomía y la tecnología. Estos tecnicismos y neologismos acompañados de erudición, de asociaciones de palabras y términos de manera inusual, logran crear unos mundos oníricos, psíquicos y sensoriales muy particulares tanto en la poesía tolimense como en el ámbito nacional. Juan Lozano y Lozano (1902-1980) se enmarca dentro del grupo de “Los Nuevos”, sin embargo, poco de novedoso hay en su lírica, que resulta ser tributaria por un lado de las escuelas del siglo XIX, como el parnasianismo y el simbolismo francés, y de ciertas tendencias clásicas grecolatinas; además de un marcado gusto por la ornamentación, las imágenes sorpresivas, la perfumería, la joyería, el colorismo y el decorativismo. En sus sonetos hay plasticidad y predominio de los sentidos. Prefiere alejarse de su realidad circundante para buscar espacios distantes y exóticos. Una buena parte de su obra atiende a lo cortesano y galante. Lozano y Lozano es monocorde en sus temas, casi siempre homenajes a personas o lugares. Sus poemas son artificiosos, demasiado cuidadosos 123

Albeiro Arias en la métrica y la perfección formal pero transparente en el contenido. Fue un poeta conformista y tardío. Arturo Camacho Ramírez (1910 -1982). Se destaca el hecho de que su libro Espejo de Naufragios (1935) se considere como el iniciador de lo que vendría a ser “Piedra y Cielo”. A Camacho se le abona su capacidad para buscar nuevas perspectivas, aprendió del simbolismo en la herencia francesa de Baudelaire, la alegoría y la musicalidad de sus versos lo ponen a tomo con la herencia modernista, García Lorca es su influencia hispánica. Cuando todos miraban hacia el parnasianismo, el simbolismo y el modernismo, él acogió la tendencia americana de Pablo Neruda, Borges y Vallejo. Buscó nuevos senderos en su poesía proponiendo metáforas alucinantes, imprimiendo sugerencia y musicalidad a sus textos; le gustaba crear relaciones arbitrarias e ingeniosas entre las palabras para darles intensidad semántica. La metáfora fue el procedimiento central de su estilo. Sin embargo, debido al lenguaje ampuloso, grandilocuente y artificioso, muchas veces sus imágenes resultan ser demasiado herméticas y atiborradas. La soledad, la nostalgia, la mujer, el erotismo, el amor, la pasión y sobre todo, la muerte, constituyen sus temáticas básicas. Martín Pomala (1884-1951). Siguió los preceptos métricos tradicionales, principalmente el soneto y los pareados alejandrinos. Tuvo gran influencia de los franceses y de los poetas clásicos grecolatinos de donde nace su gusto por la temática telúrica, bucólica, pastoril y las imágenes medievales de trovadores, castillos y el amor galante; pero lo ubicamos dentro de la tendencia modernista del “mundonovisto”, en donde el poeta vuelve a la tierra, al paisaje, a las gentes americanas (Torres: 1951,17). En el libro Sangre y otros poemas Pomala hace homenaje a su tierra natal, una evocación nostálgica de su infancia y de los paisajes rurales que quedaron guardados en su mente haciendo que su villorio se vea como una Arcadia. La muerte pasa a ser un tema preponderante, de ahí nacen sus elegías, poemas de lamento inspirados en el profundo dolor que le causo el deceso de su madre en diciembre de 1910. También en su poesía hay momentos de verdadero misticismo. Óscar Echeverri Mejía (1918-2005). Amante de la poesía española del siglo de oro, de la “Generación del 27” y tributario del simbolismo y del parnacianismo. Las vanguardias no hicieron eco en sus temas ni en sus estructuras, por ende, sus posturas estéticas fueron tardías, un romántico 124

Poesía Del Tolima (1905-1955) rezagado, preocupado por la rima, farragoso verbalmente, monocorde temáticamente y con refinamientos excesivos. Fiel al soneto clásico de tradición hispanica, con el cual manifestó un mundo de erotismo cortesano y de impulso sentimental. Hay algunos poemas que rompen con esta estructura y manejan libremente el número de estrofas y el número de versos. Sus poemas son ligeros y transparentes, con escasa sugestión, sugerencia y experimentación; el símil su figura retórica más usada. Su aporte a la poesía tolimense y colombiana en general es poco o nada. Jaime Tello (1918-1996). Su libro de poemas Geometría del espacio (1951) está impregnado por imágenes surrealistas, futuristas y en un menor grado posee algún tinte del creacionismo latinoamericano e influjo de la escritura automática. El poeta se libera de la racionalidad y logra desatar de bases lógicas a la imagen, enriqueciendo su lenguaje poético. Plasma mundos oníricos a través de imágenes insólitas e ideas sorprendentes en varios de sus poemas. Hay en sus versos mucha velocidad, movimiento y plasticidad. Otra faceta es, sin duda, la contemplativa y religiosa, heredada seguramente de T.S. Eliot. Hay un tono místico y trascendental que hace presencia a lo largo de todo el libro. Esta bibliografía se contrastó con treinta y una (31) antologías de poesía colombiana publicadas durante el siglo XX y principios del XXI, que en criterio de investigadores y estudiosos son las más acreditadas, reconocidas y trascendentales por su difusión, importancia o aporte, llegando a establecer que los nombres de autores tolimenses que alcanzaron una decidida figuración en dichas selecciones de carácter nacional fueron en su orden: Diego Fallon (Romanticismo y parnasianismo) y Juan Lozano y Lozano (Los nuevos) quienes figuran en 14 de las 31 antologías, es decir, con una presencia del 45, 16 %; Germán Pardo García (Los nuevos) y Arturo Camacho Ramírez (Piedra y cielo) aparecen 13 veces, es decir el 41, 94%, convirtiéndose, este grupo, si el término se nos permite, en parte del “canon oficial”. Muy distantes aparecen Oscar Echeverri Mejía con el 9,68%, Luis Enrique Sendoya con el 6,45%, Jaime Tello, Arsenio Esguerra y Jesús María Samper con el 3, 23% cada uno. Estudiada la vida y obra de este conjunto de autores cabe destacar algunas tendencias o características estéticas y formales que marcaron la poesía tolimense en la primera mitad del siglo XX, además de algunos datos curiosos: 125

Albeiro Arias  Es notable la fidelidad y la devoción a preceptivas clásicas grecolatinas y españolas (Siglo de oro, Generación del 98 y del 27) o bien a las escuelas francesas e inglesas (romanticismo, parnasianismo, simbolismo, etc.).  Aùn cuando en Europa y Latinoamérica las vanguardias ya se habían desarrollado y evolucionado, estas tendencias tuvieron una mínima incidencia en la poética tolimense de la primera mitad de siglo XX.  Los temas fundamentales de la poesía del Tolima de principios del siglo XX son: una línea dedicada a lo telúrico, lo bucólico, el paisaje autóctono y la naturaleza, otra vertiente relacionada con la poesía galante, el intimismo y el amor, ya sea carnal o como fuerza motora del universo; también se tratan los temas contemporáneos de la ciencia, la tecnología y la agitación del mundo moderno, con visos de compromiso social. Todos trasiegan por el misticismo y el aspecto espiritual. Finalmente cabe decir que los temas más recurrentes son el amor y muerte.  La forma de composición poética preferente durante la época estudiada es el soneto. Hay un decido respeto por la poesía ortodoxa y la métrica clásica ceñida a normas prosódicas.  De los poemas publicados en libros durante la primera del siglo XX, los que más alcanzaron reconocimiento y se repitieron en las antologías consultadas fueron “La luna” de Diego Fallon con un porcentaje del 45,16%, “La catedral de Colonia” de Lozano y Lozano con el 38, 71%, “Mujeres de otro día”, “Comienzo de la sangre” y “Nada es mayor” de Camacho Ramírez, “Tempestad” y “Presencia de la muerte” de Pardo García, “A la palma del desierto” de Fallon y “Farewell” de Lozano y Lozano con el 4,55%.  La mayoría de los autores estudiados no vivieron en el Tolima, a Fallon se lo llevan siendo un niño para Zipaquirá y luego para Europa, de regreso llega a Muzo (Boyacá) y finalmente se radica en Bogotá; Pardo se lo llevan a los cuatro años para Choachí, 126

Poesía Del Tolima (1905-1955) Cundinamarca y posteriormente se radica en México; Oscar echeverri es considerado pereirano, vive en el eje cafetero, el Valle del Cauca, Madrid, México, Panamá y Bogotá ; Camacho vive en Bogotá desde los tres años de edad; igual sucede con Jaime Tello. Casi todos viajaron por Europa y Estados Unidos. Esto contradice la creencia popular de que nuestros poetas fueron provincianos.  En general, casi todos los poetas tolimenses estudiados trasegaron en la burocracia, el periodismo, el ejército y la literatura.  Germán Pardo es uno de los poetas más prolíficos de Colombia, además de ser reconocido y antologizado a nivel nacional e internacional, con estudios sobre su obra en el extranjero, candidato al Nobel por México en dos oportunidades.  Se ha dicho reiteradamente que la poesía del Tolima ha sido rezagada y tardía frente a las tendencias que se desarrollan en Europa y América; pero esto no sólo es un defecto de la poesía tolimense sino de la literatura colombiana en general. Sin embargo, en lo que tiene que ver con el ámbito nacional, los poetas tolimenses han estado a la par de las tendencias y movimientos que han hecho boga en nuestras letras, con representantes y aportes directos para el desarrollo y evolución de cada grupo, un ejemplo de lo dicho es la participación intelectual e ideológica de Lozano y Lozano y Pardo García dentro de “Los Nuevos” y de Camacho Ramírez en “Piedra y Cielo”. Otra afirmación recurrente es que los poetas tolimenses han sido exclusivamente unos usurpadores y repetidores de fórmulas, contenidos y tradiciones, o que todas sus posturas estéticas fueron retardadas y anacrónicas, esto tampoco es del todo cierto, Fallon siendo un romántico, escapa del tono melancólico y se atreve a incluir el humor, la ironía y el sarcasmo en algunos de sus poemas; Pardo crea un universo propio en el que mezcla lo clásico y lo moderno, ampliando su expresión poética con el metalenguaje de la química, las matemáticas, la astronomía y la tecnología; Camacho miró hacia la poesía latinoamericana de Neruda, Vallejo y Borges, cuando todos miraban hacia el parnasianismo, el simbolismo y el modernismo. Los nuevos senderos que abordó en el campo de la metáfora con su 127

Albeiro Arias libro Espejo de naufragios (1935) influyó en la concepción del grupo “Piedra y Cielo”; Jaime Tello por su parte, aunque no hizo parte de ningún grupo, se adelantó inclusive al grupo “Mito” en algunas de sus concepciones poéticas, que si bien no fueron de ruptura si por lo menos de apertura, al trasegar por el surrealismo, futurismo y creacionismo, con influjo de la escritura automática, cuando el soneto seguía aferrado a la poesía nacional.

128

RECOMENDACIONES Este estudio permite tener una visión panorámica de la historia, estética y evolución y trascendencia de la poesía tolimense en sus primeros cincuenta años, sin embargo, existe la necesidad de adelantar trabajos más densos y particulares sobre la obra de cada uno de los poetas mencionados en el levantamiento bibliográfico, teniendo en cuenta que este es un estudio parcial de su producción intelectual. Se requiere nuevos trabajos de investigación que complementen el levantamiento bibliográfico y el panorama de autores realizado hasta épocas más cercanas, debido a que posterior a 1955 surgen poetas cuya obra y prestigio desbordan hacia el ámbito nacional e internacional, además de recibir reconocimiento en los más importantes premios nacionales de poesía como es el caso de William Ospina, Nelson Romero Guzmán, Luis Eduardo Gutiérrez, Julio César Arciniegas Moscoso, entre otros. Se destacan también las obras de Luz Mery Giraldo, José Pubén, Luis Enrique Sendoya, Jorge Ernesto Leyva, Celedonio Orjuela, Jorge Ladino Gaitán y Esperanza Carvajal. Estos nombres demuestran que es necesario ahondar en sus obras desde la academia para lograr revitalizar, visibilizar y cualificar un canon críticoliterario, que abra espacios y público para los autores tolimenses.

129

130

(1834-

Poema(s) publicado(s) y pagina(s) en la que aparece(n).

SAMPER, José María. (1888-1928)

Poema(s) publicado(s) y pagina(s) en la que aparece(n).

ESGUERRA, Arsenio (1836 -1875)

Poema(s) publicado(s) y pagina(s) en la que aparece(n).

CAMACHO RAMIREZ, Arturo. (1910-1982)

Poema(s) publicado(s) y pagina(s) en la que aparece(n).

PARDO GARCIA, Germán. (1902-1991)

Poema(s) publicado(s) y pagina(s) en la que aparece(n).

FALLON, diego. 1905)

La luna –pág.93 Las rocas de Suesca –pág.97 La fuente de Memoria –pág.104 A una naranja –pág. 106

. + (MUERTO HACE 15 AÑOS)

Bolívar – Pág. 103 Plegaria –pág. 104

María-pág. 453

(MUERTO HACE 55 AÑOS)

Espejo – pág. 133 La luna –pág.134

. + (MUERTO HACE 25 AÑOS)

La catedral de colonia –pág. 335. El castillo –pág.336.

Poema(s) publicado(s) y pagina(s) en la que aparece(n).

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología

28 AÑOS

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología

1930

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología

Antología poetas colombianos 1800-1930.

OTERO MUÑOZ, Gustavo.

1920

Parnaso colombiano

Las 100 mejores poesías (líricas) colombianas escogidas por el padre José Vargas Tamayo.

1919

CARO GRAU, Francisco.

VARGAS TAMAYO, José

LOZANO Y LOZANO, Juan. (1902-1979)

POETA TOLIMENSE

AÑO DE PUBLICACION DE LA ANTOLOGIA

TITULO DE LA ANTOLOGÍA

AUTOR DE LA ANTOLOGÍA

“A la luna” – Pág. 253. “A la palma del desierto” – Pág. 258

. + (MUERTO HACE 32 AÑOS)

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología

1937

Antología de líricos colombianos. Tomo I.

GARCÍA PRADA, Carlos

Aire divino – Pág.573 A los voces de los muertes – Pág. 573. El sacrificio– Pág.574. Presencias – Pág. 574. Al viento de junio – Pág. 575. Silencio del amor – Pág. 575. A la gloria del amor– Pág.575. Transito de amor – Pág. 576. Presencia de la muerte– Pág.576.

“A la luna” – Pág. 119. “A la palma del desierto” – Pág. 122 En la montaña.– Pág. 126. Espejo – Pág. 129.

. + (MUERTO HACE 37 AÑOS)

La catedral de colonia Pág. 567. Madre - Pág. 569. La voz de la amada - Pág.569. Los ojos de la Amada - Pág.570. Manos - Pág. 570. Ritmo - Pág.570. Carmina - Pág.571. Exhortación - Pág. 571.

Ante la estatua de Shelley Oxford Pág. 568. Farewell - Pág.567.

40 AÑOS

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología

1942

Poesía colombiana: antología de 490 composiciones de 90 autores.

ORTEGA TORRES, José J.

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología

1942

Sonetos colombianos.

CARO, Víctor E.

Albeiro Arias

ANEXOS: Presencia de poetas tolimenses en antologías de poesía colombiana

35 AÑOS

"NADA ES MAYOR" - Pág. 261

Poema(s) publicado(s) y pagina(s) en la que aparece(n)

Poema(s) publicadop(s) y pagina(s) en la que aparece(n)

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología

"La Luna" - Pág. 138

. + (MUERTO HACE 49 AÑOS)

"La catedral de colonia" Pág. 265

52 AÑOS

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología

1954

El poeta canta su muerte. Pág. 533

39 AÑOS

47 AÑOS "Comienzo de la sangre" Pág. 513

44 AÑOS

47 AÑOS

La Luna - pág. 277

A la catedral de colonia - pág. 497

55 AÑOS

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología

La Luna (fragmento) Pág. 77

53 AÑOS

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología

1958

Las mejores poesías colombianas

Antología de la poesía hispanoamericana: Colombia

1957

ARANGO, Daniel.

ALBAREDA, Ginés De y Francisco Garfias.

La niña sin sombra Pág. 83. "Nada es mayor" Pág. 85

44 AÑOS

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología

1952

52 AÑOS

1948

Nuevo parnaso colombiano

ESCOBAR URIBE, Arturo.

43 AÑOS

CAMACHO RAMIREZ, Arturo (1910 - 1982)

ECHEVERRY MEJIA, Oscar (1918)

CABALLERO CALDERÓN, Eduardo.

Antología de la nueva poesía Los mejores poemas de los colombiana. mejores poetas colombianos

Ediciones Espiral Colombiana.

1948

“Esquema para una antología: un siglo de poesía colombiana”.

CARRANZA, Eduardo.

"A la gloria del amor" Pág. 253

"A la palma del desierto" Pág. 93

página (s) en la que aparece (n)

PARDO GARCIA, Germán (1902 - 1991) Poema (s) publicado (s) y pagina (s) en la que aparece(n)

"La Luna" - Pág. 89

. + (MUERTO HACE 40 AÑOS)

"La catedral de colonia" Pág. 252

43 AÑOS

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología

1945

Antología lirica: 100 poemas colombianos.

CAPARROSO,Carlos Arturo.

Poema (s) publicado (s) y

FALLON, Diego. (18341905)

Poema(s) publicado(s) y pagina(s) en la que aparece(n).

LOZANO Y LOZANO, Juan. (1902-1979)

POETA TOLIMENSE

AÑO DE PUBLICACIÓN DE LA ANTOLOGIA

TITULO DE LA ANTOLOGÍA

AUTOR DE LA ANTOLOGÍA

Poesía Del Tolima (1905-1955)

131

132

57 AÑOS

LOZANO Y LOZANO, Juan. (1902-1979)

FALLON, Diego. 1905)

(1834-

54 AÑOS

Jaime.

(1918)

Poema (s) publicado (s)en la que aparece(n)

TELLO,

“Paralelos” –Pág. 310. “Binomio” –Pág.311 “Proyección hacia el pasado” – Pág.314. “Ecuación” –Pág. 318. “Serie de Fibonacci” –Pág.320. “Modulador” –Pág.330.

46

"Elegía a un aviador muerto" Pág. 82.

Poema (s) publicado (s)en la que aparece(n)

"El asesinado en la sombra" - Pág. 69.

56 AÑOS

“Comienzo de la sangre” Pág. 52

64 AÑOS

54 AÑOS

“Epilogo en el mar”Pag.131. “Comienzo de la sangre” – Pág. 134. “Vitalidad de la muerte”Pág. 135. “Cándida inerte” Pág. 139.

44 AÑOS

Oda a Carlos Baudelaire– Pág. 443.

49 AÑOS

“Presencia de la muerte”Pág. 34.

“El hallazgo”- Pág.58. “La morada”- Pág.59. “El convite”- Pág.59. “Solo un momento”- Pág.60. “El olvido”- Pág.60. “La lejanía”- Pág.61. “Jesscook”- Pág.61. “Yo no soy un soldado”- Pág.62.

“Soneto sencillo” –Pág. 276. “Soneto en primavera” Pág.277. “Elegía a un aviador muerto” - Pág.277. “Elegía para nueve hombres libres” -Pág.279.

Nada es mayor–pág.100 Mujer de otro día –pág.100 Oda a Baudelaire (FRAGMENTO)–pág.102 Apostrofe –pág.(Juana Duval) –pág.123

72 AÑOS

72 AÑOS

“Tempestad”- Pág.295. “Vulgar elogio marino” ”Pág.296. “Mujer naturaleza”- Pág.303. “Húmeda flor” –Pág. 306 “Jess cook” –Pág. 309. “AireDivino”-Pág. 312 “A la presencia de la poesía”Pág. 313. “Cáncer” Pág. 315.

62 AÑOS

"La Luna" (Fragmentos) Pág. 71

"La catedral de colonia" Pág. 37

72 AÑOS

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología

1974

50 años de poesía colombiana (1924-1974)

MADRID-MALO , Néstor.

SENDOYA, Luis Enrique (1920 - 1994)

ECHEVERRY MEJIA, Oscar. (1918-) Poema (s) publicado (s)en la que aparece(n)

Poema(s) publicado(s) y página(s) en la que aparece(n)

49 AÑOS

Tempestad – Pág. 404. Carta a una oruga– Pág. 405. Vulgar elogio marino– Pág. 558.

Tempestad –pág.65 Aire divino –pág.65 A la presencia de la poesia–pág.67 Presencia de la muerte –pág.68 Húmeda flor–pág.69 Vulgar elogio marino–pág.71

Poema (s) publicado (s)en la que aparece(n)

CAMACHO RAMIREZ, Arturo. (1910-1982)

57 AÑOS

57 AÑOS

La luna - pág. 143, Las rocas de Suesca - Pág. 146.

.+ (MUERTO HACE 69 AÑOS)

.+ (Muerto hace 54 años)

72 AÑOS

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología

1974

Antología crítica de la poesía colombiana (18741974)

HOLGUÍN , Andrés

"La catedral de colonia" Pág. 289

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología

1964

Panorama de la nueva poesía colombiana.

ARBELAEZ , Fernando

La catedral de colonia Pág. 320 La voz de la amada - Pág. 525

57 AÑOS

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología

1959

Poemas de Colombia. Antología de la academia colombiana.

ACADEMIA COLOMBIANA

PARDO GARCIA, Germán. (1902 - 1991)

Poema (s) publicado (s) y pagina (s) en la que aparece(n)

A la catedral de colonia - pág. 65

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología

POETA TOLIMENSE

Poema(s) publicado(s) y pagina(s) en la que aparece(n).

1959

Las mejores poesías colombianas. Tomo II

HOLGUÍN , Andrés.

AÑO DE PUBLICACIÓN DE LA ANTOLOGIA

TITULO DE LA ANTOLOGÍA

AUTOR DE LA ANTOLOGÍA

La niña sin nombre Pág. 271.

67 AÑOS

La luna - Pág. 8

.+ (Muerto hace 72 años)

"La catedral de colonia" Pág. 28

75 AÑOS

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología

1977

Parnaso Colombiano

MONTOYA Y MONTOYA , Rafael

Albeiro Arias

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología.

POETA TOLIMENSE

FALLON, Diego. (18341905)

Poema(s) publicado(s) y pagina(s) en la que aparece(n).

.+ (MUERTO HACE 91 AÑOS)

Los días y la vida Pág.-235. Entre morir -Pág.237. Carrera de la vida- Pág.239.

PAG. 97 (COMENTARIO SOBRE EL AUTOR) Mujeres de otro día- Pág. 233. Comienzo de la sangre -Pág.234.

.+ (MUERTO HACE TRES AÑOS)

Poema(s) publicado(s) y pagina(s) en la que aparece(n)

CAMACHO RAMIREZ, Arturo. (1910-1982)

PAG. 79- (COMENTARIO SOBRE EL AUTOR) Un caballo en la sombraPág.212 A la presencia de la poesía- Pág.213. Presencia de la muertePág.213. Bob Mairnes mozo de mar-Pág.215. Tempestad-Pág.216.

PAG. 81 (COMENTARIO SOBRE EL AUTOR) Un recuerdo - Pág. 218. En la muerte de Luis Tejada - Pág. 218. La Catedral de colonia - pág. 219. Farewell - Pág. 219. Olvido - pág. 220.

.+ (MUERTO HACE 6 AÑOS)

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología.

1985

Poesía y poetas colombianos.

CHARRY LARA , Fernando.

Mar enemigo –pág.157 A la presencia de la poesía –pág.158 El ser cósmico – pág. 158 Biografía de un hombre contemporáneo–pág.159 Jess Cook –pág.161 El vencedor –pág.162 Mi perro y yo–pág.164

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología.

1983

Siete poetas colombianos (Antología)

ARÉVALO , Guillermo Alberto

83 AÑOS

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología.

1981

Poesía colombiana 18801980: una selección.

PANERO , Juan Luis.

78 AÑOS

La Luna - pág. 56

.+ (MUERTO HACE 91 AÑOS)

La catedral de colonia pág. 154 A José Asunción Silva - pág. 155 En el manicomonio, en Londres. pág. 155

.+ (MUERTO HACE 1 AÑO)

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología.

1980

Tres siglos y medio de poesía colombiana (1630 1980)

ESPINOSA , Germán.

PARDO GARCIA, Germán. (1902 - 1991)

Poema(s) publicado(s) y pagina(s) en la que aparece(n)

FALLON, Diego. (18341905)

Poema(s) publicado(s) y pagina(s) en la que aparece(n).

LOZANO Y LOZANO, Juan (1902-1979)

1980

Albún de poesía colombiana

COBO BORDA , Juan Gustavo.

AÑO DE PUBLICACIÓN DE LA ANTOLOGIA

TITULO DE LA ANTOLOGÍA

AUTOR DE LA ANTOLOGÍA

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología.

1994

Quien es quién en la poesía colombiana

ECHAVARRÍA , Rogelio

Poesía Del Tolima (1905-1955)

133

134

Poema (s) publicado (s) y pagina(s) en la que aparece(n).

ECHEVERRY MEJIA, Oscar. (1918-)

Poema (s) publicado (s) y pagina(s) en la que aparece(n).

CAMACHO RAMIREZ, Arturo (1910-1982)

Poema(s) publicado(s) y pagina(s) en la que aparece(n).

PARDO GARCIA, Germán (1902 - 1991)

Poema (s) publicado (s) y pagina(s) en la que aparece(n).

FALLON, Diego. (18341905)

Poema(s) publicado(s) y pagina(s) en la que aparece(n).

"La Luna" - Pág. 139 "Ala palma del desierto". Pág. 143.

.+ (MUERTO HACE 91 AÑOS)

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología

POETA TOLIMENSE

LOZANO Y LOZANO, Juan. (1902-1979)

1996

Antología de la poesía colombiana. Tomo I . Siglos coloniales; Romanticismo; Modernismo

CHARRY LARA, Fernando.

AÑO DE PUBLICACIÓN DE LA ANTOLOGIA

TITULO DE LA ANTOLOGÍA

AUTOR DE LA ANTOLOGÍA

(MUERTO HACE 5 AÑOS)

"Nada es mayor" - Pág. 57 "Muejres de otro día" Pág. 57

. + (MUERTO HACE 14 AÑOS)

“El festín” – Pág.34 “Ignorancia” – Pág.34 “Único dueño” – Pág.35

. +

"Farwell" - Pág. 33

.+ (MUERTO HACE 17 AÑOS)

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología

1996

Antología de la poesía colombianaTomo I I - Siglo XX (De los nuevos hasta los más nuevos)

ECHAVARRÍA, Rogelio.

(MUERTO HACE 6 AÑOS)

"El asesino en la sombra" Pág. 380

79 años

"Entremorir" Pág. 343

. + (MUERTO HACE 15 AÑOS)

"El predestinado". Pág. 314. "Relato de los arcángeles". Pág. 315. "La mesa" - Pág. 316 "Juguetes para niños".Pág. 317.

. +

"La Luna" Pág. 120.

"Farwell - Pág. .312 "Olvido". Pág. 313 "Madre". Pág. 313

.+ (MUERTO HACE 18 AÑOS)

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología

1997

Antología de la poesía colombiana.

ECHAVARRÍA, Rogelio.

(MUERTO HACE 5 AÑOS)

"Mujeres de otro día" Pág. 135

. + (MUERTO HACE 14 AÑOS)

"El olvido" - Pág. 113

. +

. + (MUERTO HACE 92 AÑOS)

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología

1996

Tambor en la sombra.

LUQUE MUÑOZ, Henry.

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología

2007

Poesía

COBO BORDA, Juan Gustavo

Edad del poeta en el momento de la publicación de esta antología

2007

Luna nueva: once miradas a la poesía colombiana. Antología múltiple

ORTIZ FORERO, Omar. (Comp.)

Albeiro Arias

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Poesía del Tolima (1905-1955), bibliografía y panorama de autores de Albeiro Arias Se terminó de imprimir en Noviembre de 2013 en los talleres de Caza de Libros - Fundaproempresa (Ciudad de Ibagué, Tolima - Colombia) Impresión de 1000 ejemplares.

Poesía del Tolima (1905-1955)

Bibliografía y panorama de autores La investigación Poesía del Tolima (1905-1955). Bibliografía y panorama de autores resultó ganadora del “Premio municipal de investigación cultural 2013” en el marco de los “Estímulos culturales y artísticos 2013”, convocados por la Alcaldía de Ibagué-Secretaria de cultura, turismo y comercio de Ibagué. Esta investigación busca brindar un soporte bibliográfico y un panorama de autores a futuros investigadores sobre lírica tolimense. El trabajo investigativo se desarrolla en tres capítulos: el primero presenta el levantamiento bibliográfico más completo de libros de poesía publicados por autores tolimenses en el periodo objeto del presente estudio. El segundo capítulo corresponde a un panorama de autores que incluye a los poetas tolimenses de la época estudiada de mayor reconocimiento a nivel local y nacional como son Diego Fallon, Martín Pomala, Óscar Echeverri Mejía, Juan Lozano y Lozano, Germán Pardo García, Arturo Camacho Ramírez y Jaime Tello, buscando develar algunos datos biográficos, comentarios de la crítica especializada y ciertas características estéticas y formales de sus obras publicadas entre 1905 y 1955. Finalmente se revisan las principales antologías de Poesía colombiana para establecer la presencia de autores tolimenses que hacen parte del levantamiento bibliográfico en dichas recopilaciones.

Alcaldía de Ibagué

9 789588 822211

Secretaría de Cultura, Turismo y Comercio de Ibagué

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