Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX. Las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando.
Descripción
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID
TRABAJO DE FIN DE MÁSTER
MÁSTER UNIVERSITARIO DE ESTUDIOS AVANZADOS EN HISTORIA MODERNA: MONARQUÍA DE ESPAÑA SS. XVI-XVIII
POBREZA Y CRISIS EN EL MADRID DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XIX: LAS PERSONAS RECLUIDAS EN EL DEPARTAMENTO DE CORRECCIÓN DE SAN FERNANDO
CRISTINA JIMÉNEZ BARRENO DIRECTOR: JOSÉ MIGUEL LÓPEZ GARCÍA
MADRID, SEPTIEMBRE 2015
Le rôle de l'écrivain, […] ne se sépare pas de devoirs difficiles. Par définition, il ne peut se mettre aujourd'hui au service de ceux qui font l'Histoire : il est au service de ceux qui la subissent1.
1
“el papel del escritor es inseparable de difíciles deberes. Por definición, no puede ponerse al servicio de quienes hacen la Historia: está al servicio de quienes la sufren.”, traducción propia. CAMUS, A. (1957).
ÍNDICE AGRADECIMIENTOS
pág. 4
1. INTRODUCCIÓN
pág. 5
2. METODOLOGÍA E HISTORIOGRAFÍA
pág. 7
3. SER POBRE Y PAUPERISMO
pág. 15
3.1. El pobre
pág. 15
3.1.1. Estructural y coyuntural
pág. 18
3.1.2. Mendigo y vagabundo
pág. 21
3.1.3. Expósitos
pág. 24
3.2. La pobreza: génesis y consecuencias
pág. 25
3.2.1. El porqué de la pobreza
pág. 25
3.2.2. Utilidad
pág. 26
3.2.3. “Gran confinamiento” y aporofobia
pág. 27
4. EL REFORMISMO ILUSTRADO EN MADRID Y LA LUCHA CONTRA LA POBREZA 4.1. Madrid durante la crisis de principios del siglo XIX 4.1.1. Breve acercamiento a la población madrileña
pág. 32 pág. 32 pág. 33
4.1.2. “No hay hombre en el mundo que pueda dirigir el abasto del pan en Madrid” 4.1.3. Las medidas de las autoridades
pág. 34 pág. 36
4.1.3.1. El paternalismo institucional
pág. 36
4.1.3.2. Ante medidas fracasadas, la represión es la solución
pág. 39
4.2. La reclusión: autoridades, el Departamento de Corrección de San Fernando y otras instituciones
pág. 40
4.3. Delitos y condenas
pág. 43
4.4. Fechas de detención
pág. 50
4.5. Perfil de la reclusa y del recluso
pág. 52
5. CONCLUSIÓN
pág. 58
6. FUENTES DOCUMENTALES
pág. 60
7. BIBLIOGRAFÍA
pág. 60
8. APÉNDICES
pág. 66
8.1. Cuadros
pág. 66
8.2. Anexos
pág. 69
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
AGRADECIMIENTOS En estos tiempos que corren, donde ciencia y utilidad parecen tener el monopolio de las elecciones de futuro, es de valientes apoyar a una hija que dejó en cuarto año una ingeniería por la Historia. No menos destacable es el mérito de un joven que ha logrado ampliar tanto mi conocimiento sobre delitología del siglo XIX como mi interés por esta disciplina. Es por lo tanto a mis padres y a mi hermano a quienes va dirigido este primer agradecimiento. Desde que entré en este apasionante mundo de la Historia, he tenido el placer de conocer a personas que me han sabido animar y orientar. José Luis Loriente es el que más tiempo me lleva acompañando, leyendo mis escritos y proponiendo siempre inteligentes modificaciones, además de saber pronunciar las palabras de aliento necesarias en los momentos más complicados. También merecen una mención especial dos de mis primeros profesores de la carrera, James S. Amelang y Pedro García Martín, pues me enseñaron que la Historia no está compuesta únicamente de clases dirigentes, haciéndome descubrir que las clases subalternas bien merecen nuestra dedicación e interés. Una vez acabada la carrera, pasé unos meses de dudas e incertidumbres, al término de los cuáles decidí matricularme en este máster. Cursándolo, he tenido el placer de conocer a varios miembros del Grupo Taller de Historia Social como Jesús Agua de la Roza y Victoria López Barahona, quienes me han brindado consejos y facilitado información para la redacción del presente escrito. No me olvido de José A. Nieto Sánchez, también miembro del mismo colectivo, quien revisó mi primer trabajo basado sobre una fuente primaria y cuyas correcciones son parte fundamental de este libro que el lector tiene entre sus manos. Y, finalmente, agradezco a mi tutor, José Miguel López García, excelente guía académico, el haber sabido dirigirme desde pequeños trabajos para la carrera hasta el Trabajo de Fin de Grado, culminando la tarea con este Trabajo de Fin de Máster como ningún otro profesor habría sabido.
4
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
1. INTRODUCCIÓN La Historia, como disciplina humana, está compuesta de personas; sus acciones y vivencias no hacen más que enriquecerla. Pero ¿quiénes son? Somos todos nosotros, sin distinción de edad, sexo, origen o profesión. Es por ello que el estudio de la Historia es una emocionante profesión pues consigue, gracias a la documentación albergada en los archivos, entablar un diálogo a través del tiempo y de las mencionadas categorías. Uno de estos documentos es el legajo 5.134 de la carpeta 36 del Archivo Regional de la Comunidad de Madrid que recoge la visita realizada al Departamento de Corrección de San Fernando en septiembre de 1804, momento en el que había 458 almas ahí encerradas por el mero hecho de ser pobres. Los estudios sobre pobreza y asistencia tuvieron su apogeo entre las décadas de 1970 y 1980 con autores de diversas escuelas que no sólo querían visibilizar este grupo olvidado por los historiadores, sino que de esta manera invitaban a la reflexión sobre el momento presente. Este ensayo se inscribe en esta línea pues a pesar de haber escuchado demasiadas veces “¿por qué investigar temas de pobreza si están superados?”, creo precisamente que entenderíamos mejor parte de la situación actual europea si se trabajase más este campo. Además, en mi caso concreto también se trata de una evolución investigadora lógica. Teniendo que redactar durante la carrera un ensayo sobre una ciudad europea a principios de la época moderna, caí casualmente sobre Lyon, donde en ese preciso momento se estaba reestructurando el sistema asistencial. El tema me llamó tanto la atención que no pude más que seguir leyendo sobre ello, llevándome inevitablemente a preguntarme sobre la situación de la ciudad de Madrid. Mi interés no fue más que en aumento al descubrir la Historia Social, la cual fui combinando eminentemente con historia económica, política y de género. Al llegar el mencionado legajo a mis manos y tras recorrerlo rápidamente, me surgieron diversos interrogantes: ¿quiénes eran estas personas?, ¿qué hacían aquí? y ¿por qué habían sido confinadas? Pueden parecer simples preguntas, pero al intentar 5
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
responderlas se van descubriendo otros aspectos de sus vidas que nos muestran el contexto sociopolítico del momento desde un ángulo distinto al tradicional de los escritos institucionales. Con el fin de contestar a estas y otras cuestiones, comenzaremos exponiendo lo que significaba ser pobre a finales del siglo XVIII y principios del XIX en Europa occidental, basándonos en las fuentes coetáneas como los escritos de intelectuales o definiciones de diccionarios. Seguidamente nos centraremos en el caso madrileño, examinando las teorías y políticas de los ilustrados para con las personas menesterosas en medio de la crisis de 1803-1805. Dentro de este apartado entraremos a conocer a los forzados habitantes del Correccional de San Fernando, donde convivían “doñas”, asesinos, presuntos locos y hasta un criado del Príncipe de la Paz, intentando establecer el perfil de la reclusa y el del recluso del centro.
6
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
2. METODOLOGÍA E HISTORIOGRAFÍA La principal fuente documental utilizada en este trabajo es el legajo 5.134, carpeta 36, que se encuentra en el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid (Diputación Provincial de Madrid), y que recoge gran cantidad de datos recopilados durante la visita realizada al Departamento de Corrección de San Fernando el 13 de septiembre de 1804. Llegó hasta mí por medio de mi tutor, quien me propuso trabajarla y exprimirla al máximo pues, al no parecer haber sido utilizada hasta ahora, podría revelar jugosas informaciones sobre esta institución, el trato que daba a los madrileños ahí confinados, así como sus detalles más personales. En efecto, el documento completo se compone de 458 fichas personales divididas en dos partes correspondientes a las 215 mujeres y 243 varones de distintas edades. Como era de esperar, las hay más y menos ricas, pero todas aportan como mínimo (salvo raras excepciones) el nombre, el origen, la fecha de ingreso y la condena. Las más detalladas cuentan además con la edad, el estado civil, el captor y/o la institución encarceladora, el motivo de la detención, la conducta, la revisión y múltiples datos extras en los cuáles se pueden llegar a oír (obviamente, pasadas por el filtro del escribano) las voces de estas personas. Convendría en un futuro cruzar estas fichas con otros documentos de la misma época para llegar a reconstruir, con mayor precisión, las vidas de aquellos individuos que hubiesen pasado con anterioridad o posterioridad por otras instituciones asistenciales. Al igual que ocurre con otras fuentes empleadas por los especialistas de Historia Social, se trata de una fuente no intencionada, elaborada con objeto de facilitar el control de los hombres y mujeres internados en este Departamento, pero que en modo alguno se redactó para defender un discurso concreto acerca de la pobreza o sus víctimas. Toda esta ingente cantidad de información me habría resultado prácticamente imposible de tratar, o por lo menos me habría costado bastante más trabajo, de no ser por las herramientas informáticas con las que hoy en día contamos. Con el fin de tratarla 7
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
estadísticamente, me decanté por elaborar una base de datos en una hoja de cálculo con el programa LibreOffice2. Cierto es que podría haber hecho una base de datos al uso, con Filemaker o incluso MsAccess, pero en su momento me pareció más apropiada la primera opción, resultando finalmente ser más manejable, aunque no descarto pasarla a alguno de estos formatos por tener mejores presentaciones finales o interfaces. Tras su incorporación a la base de datos, la clasificación de la información resultaba imprescindible. Por ejemplo, los orígenes de estas personas fueron reagrupados por regiones, las edades por tramos y los delitos por tipologías. En posteriores apartados se explicará con mayor profundidad los criterios que llevaron a estas categorizaciones. Ha sido un trabajo que se ha ido alargando en el tiempo debido sobre todo a la caligrafía; puede que la escritura de principios del XIX sea bastante parecida a la nuestra, pero nunca antes me había enfrentado a una fuente primaria manuscrita, por lo que su lectura me costó en un primer momento (el primer día, en tres horas, sólo conseguí incorporar diez mujeres a la base). La clave fue la continuidad y la perseverancia: a pesar de tener poco tiempo libre, el ir una tarde a la semana al archivo fue fundamental por irme haciendo con el documento, tanto en su forma como en su contenido. Lo que más podía impresionar era la mejora en la lectura, pasando a vaciar 50 registros (¡con abreviaturas desconocidas hasta la fecha!) en poco más de una hora. Sin embargo, lo que recuerdo con mayor ternura son los descubrimientos diarios. Pocas cosas pueden superar el llegar a empatizar, desde la soledad del Archivo Regional madrileño, con personas que vivieron hace dos siglos en tu misma ciudad. Es cierto que el historiador ha de mantenerse lo más neutral posible, especialmente de cara a plasmar por escrito sus investigaciones, pero no dejará de ser la Historia una disciplina humana, dejándonos pequeños momentos de libertad sentimental para acercarnos a los que estudiamos.
2
Ver Cuados 7 y 8. 8
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
Esta investigación es la continuación lógica de mis trabajos anteriores. En ellos estudié la pobreza y asistencia en ciudades como Lyon, Palencia o Madrid, pero fueron meros ensayos historiográficos. El que aquí se presenta es original, aunque es obvio que bebe de fuentes anteriores. Se procede, pues, a continuación, a hacer una relación de los autores que me han resultado imprescindibles para elaborar este y otros escritos sobre el tema, estructurándola por zonas geográficas. El interés por las clases subalternas ha ido aumentando a lo largo del siglo XX, tal y como lo afirma Jim Sharpe en su artículo “Historia desde abajo” de 19963. Este autor señala directamente a Edward Palmer Thompson como el precursor de la tendencia que orienta el foco del historiador hacia aquellos que no habían tenido voz en la historia hasta entonces, a pesar de haber dejado tras ellos huellas documentales. Este movimiento se va nucleando en torno a la revista History Workshop Journal4, fundada en 1976. Posteriormente aparecerán diversas publicaciones con las mismas aspiraciones en otros países (en España la revista Historia Social, fundada en 1988). Además, esta línea de trabajo ha inspirado a otros grupos, como en nuestra propia universidad el Grupo Taller de Historia Social5. El fenómeno del pauperismo ha sido asimismo hondamente estudiado a nivel europeo durante el siglo XX, sobre todo durante su segunda mitad. La intensa investigación llevada a cabo por el matrimonio formado por Catharina Lis y Hugo Soly, cristalizó en el libro Pobreza y capitalismo en la Europa preindustrial (1350-1850) del final de la década de 1970, y traducido al castellano en 1985, donde ofrecen una amplia visión de la vida de los inopes desde la crisis del siglo XIV hasta bien entrado el XIX: en él, ponen el acento sobre la forma en la que afectó a los pobres la transición de los antiguos modelos de producción al capitalismo materializándose, por ejemplo, en el giro de la utilidad de la pobreza hacia la represión. Este cambio coincidió con importantes transformaciones socioeconómicas, uno de cuyos mejores exponentes 3
SHARPE, J. (1996), pp. 38-59. http://hwj.oxfordjournals.org/, . 5 http://www.historiasocial.org/, . 4
9
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
fue la denominada protoindustrialización, ampliamente tratada en las obras de Franklin Mendels, Peter Kriedte, Hans Medick o los hermanos Charles y Richard Tilly. En la misma senda fueron los trabajos casi contemporáneos del difunto Bronislaw Geremek quien, aparte de ser un historiador social imprescindible, fue igualmente un actor político de primera línea tanto en su Polonia natal como en la Comunidad Económica Europea, posterior Unión Europea, llegando a crearse en su memoria las becas Geremek, otorgadas a investigadores con el fin de profundizar en el pasado de nuestro subcontinente. Entre sus obras clave cabe destacar La piedad y la horca: historia de la miseria y de la caridad en Europa (1986) o incluso Les fils de Caïn L'image des pauvres et des vagabonds dans la littérature européene du XVe au XVIIe siècle (publicado en 1991 pero con la redacción iniciada en 1980). Es particularmente interesante el discurso de este segundo libro pues ilustra a la perfección la mutación de la mentalidad y el consecuente cambio en el trato de las clases privilegiadas a los menesterosos por medio de los cuentos modernos (tema igualmente tratado en el primero). Además, con este ensayo demuestra que la Historia Social también puede ser desarrollada usando fuentes literarias, algo que a ciertos historiadores les sigue pareciendo poco adecuado. Finalmente, un autor más cercano en la línea temporal como es Martin Rheinheimer, quien en el año 2000 publicó Pobres, mendigos y vagabundos: la supervivencia en la necesidad (1450-1850) en la colección Historia de Europa cuyo Consejo Científico, por cierto, estaba compuesto por Natalie Zemon Davies, Bronislaw Geremek y Eric J. Hobsbawn entre otros. De nuevo, esta obra retoma en cierta medida el discurso de los autores precedentes. No obstante, su autor le da un cariz más humano al dedicarles más tiempo y recursos a las personas que al contexto, donde cabe destacar el apartado dedicado a las mujeres, sin capítulos exclusivos en los historiadores anteriormente citados. Observaciones metodológicas de similar relevancia fueron realizadas por el profesor Stuart Woolf en su obra Los pobres en la Europa moderna, publicada a finales de los años ochenta del siglo pasado, donde realiza un análisis de la pobreza en la Historia, 10
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
haciendo igualmente mayor énfasis en la figura del pobre. Una vez considerados los autores dedicados al pauperismo a nivel general europeo, conviene reducir el campo de estudio a ciudades concretas para ver si las visiones y medidas que se asumieron contra la pobreza en la época moderna fueron realmente iguales en todo el subcontinente. Por interés personal, me decanté por Francia y España. Para el país galo, tenemos a principios de los años 1970 la tesis de Jean-Pierre Gutton sobre Lyon, La société et les pauvres. L'exemple de la généralité de Lyon 15341789, primer gran acercamiento que tuve a la Historia Social. Es un estudio exhaustivo sobre la pobreza y su trato a lo largo de toda la época moderna en Lyon, desde la creación de la primera institución asistencial laica tras la “Grande Rebeyne”, la “Aumône Générale”, hasta la Revolución Francesa, cuando cambia (o se intenta al menos) por completo el sistema asistencial. Con clasificaciones, estadísticas, recorridos históricos sobre todos los centros para menesterosos, esta obra es de lectura obligatoria para todo historiador preocupado por la suerte de estas personas durante el periodo que nos ocupa. Sobre la misma ciudad están los escritos de Natalie Zemon Davies, reconocida en nuestro campo por ser la primera en proponer el uso de fuentes médicas, criminales, etc. para el estudio histórico, entre los cuales cabe destacar el libro recopilatorio de varios artículos, Sociedad y Cultura en la Francia Moderna, pero también dos artículos anteriores: “The Sacred and the Body Social in the Sixteenth-Century Lyon” del año 1981, aparecido en la revista Past and Present, y su “Women in the Crafts in the Sixteenth-Century Lyon”, de la revista Femenist Studies en 1982. Davies muestra en ellos una cara algo más amable de la pobreza, desprendiéndola de esa visión gris y fatalista clásica, al mostrar hechos cotidianos que bien nos pueden recordar alguna anécdota propia. Asimismo, hace de la mujer la protagonista de varios artículos, algo poco frecuente en esos años. Para acabar, conviene también leer el trabajo de Arlette Farge quien, desde la presentación de su tesis doctoral en 1974 titulada Délinquance et criminalité: le vol d’aliments à Paris au XVIIIe 11
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
siècle, no ha cesado de investigar el binomio pobreza-delincuencia en la Francia del Setecientos, como en su última obra La déchirure. Souffrance et déliaison sociale au XVIIIe (2013), donde se aprecia cómo ha evolucionado su postura historiográfica al adentrarse en el campo de la denominada historia de las emociones. Como nuestro trabajo versa sobre Madrid, resulta pertinente analizar la historiografía sobre el tema en España. Está el interesante trabajo de Rosa María Pérez Estévez (1976) sobre vagancia durante el siglo XVIII, así como el de Matías Velázquez Martínez (1991) sobre marginación en todo el reino, pero también se deben resaltar los de Montserrat Carbonell i Esteller y de Alberto Marcos Martín sobre Barcelona y Palencia respectivamente, llevando este último sus investigaciones sobre el tema a la reconocida “Settimana di Studi”, organizada anualmente en Prato (Italia), cuyo título fue “Social Assistance and Solidarity in Europe from the 13th to the 18th centuries” en abril de 2012. El hispanista francés Jacques Soubeyroux defendió en 1976 su tesis doctoral Paupérisme et rapports sociaux à Madrid au XVIIIe siècle donde, como hiciese Gutton con Lyon, examina minuciosamente el trato de la pobreza así como al propio pobre en la corte borbónica, defendiendo la idea de que sí que hubo gran confinamiento en Madrid, llegando incluso a afirmar que fue allí donde se puso en práctica por vez primera en España. Esta obra termina analizando los primeros años del siglo XIX, pero al no haber explotado la fuente que aquí se maneja, bien podría considerarse nuestro trabajo como un pequeño epílogo de esa tesis… Al menos en la presente investigación haremos todo lo posible por que sea digna de este calificativo. El Equipo Madrid de Estudios Históricos de la Universidad Autónoma de Madrid prosiguió la misma línea que Soubeyroux. Entre las obras de dicho colectivo cabe destacar las obras Madrid. Atlas histórico de la ciudad, siglos IX-XIX (1995) y El impacto de la Corte en Castilla. Madrid y su territorio en la época moderna (1998); al igual que el Grupo Taller de Historia Social, donde distintos investigadores tienen por finalidad enriquecer el conocimiento del mundo del trabajo y de las clases populares durante la Edad Moderna. El Grupo Taller, aparte de ser bastante 12
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
dinámico al organizar varios seminarios a lo largo del año, es la fuente de información más actual que he encontrado sobre este tema, y por eso no sorprenderá que se cite a lo largo del presente escrito a varios de sus integrantes como a José Miguel López García, cuyo trabajo sobre el motín contra Esquilache (2006) es esencial para entender la situación político-social madrileña tras la Semana Santa de 1766, o a Jesús Agua de la Roza por sus obras sobre la infancia en la capital durante el Antiguo Régimen. Por último, he querido resaltar los ensayos sobre las mujeres pobres madrileñas. Como se ha podido ir viendo en este breve repaso historiográfico, se han utilizado monografías y artículos publicados en su mayoría entre los años 1970 y 1980, momento en el que los estudios de género aún no habían irrumpido en el panorama historiográfico y, por ello, de verse el lado femenino de la pobreza, este era tratado como el masculino. Es cierto que Natalie Z. Davies realizó algunas obras vanguardistas, pero apenas las había para Madrid. A día de hoy podemos disfrutar de la Revuelta del cuartel de mujeres del Hospicio de San Fernando en 1786: aspectos jurídicos y sociales de Isabel Correcher Tello, publicado en 1998 (es cierto que en ese momento este centro se hallaba en la localidad homónima, aunque pronto fue trasladado a la vecina Vicálvaro, pero al depender del madrileño y estar bajo su mismo director, lo consideramos como si fuese de la capital). Esta pequeña pero clara y completa investigación nos acerca a las mujeres reclusas de finales del XVIII, explicando lo que significaba ser mujer y lo que ello conllevaba en la sociedad patriarcal del momento; de esta aclaración deriva la mayor parte del trabajo como, por ejemplo, la categorización de los delitos que se les atribuían. Poco después, en el año 2000, la hispanista Christine Bénavidès publicó Les femmes délinquantes à Madrid (1700-1808). Justice et société en Espagne au XVIIIe siècle. Esta historiadora francesa hace un repaso institucional y social de la delincuencia femenina madrileña en ese siglo, aunque sorprende negativamente la no inclusión del Departamento de Corrección de San Fernando en el apartado de dedicado a las instituciones penitenciarias. Por el contrario, Victoria López Barahona, miembro del Grupo Taller de Historia Social, es una 13
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
investigadora que se ha volcado en el estudio de las clases subalternas de la corte, y concretamente en las mujeres como atestiguan su obra El cepo y el torno. La reclusión femenina en el Madrid del siglo XVIII, publicada en 2009, y su recientemente defendida tesis doctoral Las trabajadoras madrileñas en el siglo XVIII. Familias, talleres y mercados (junio de 2015). Así pues, la literatura sobre pobreza y asistencia durante la época Moderna es abundante, aunque un poco antigua. Se aprecia que su época dorada fueron los años 1970-1980, porque a partir de la década siguiente otros intereses y corrientes historiográficas cobraron fuerza. Sin embargo, nunca se ha dejado de escribir sobre ello al ser un tema que puede servir de base para otro tipo de estudios históricos como, por ejemplo, los culturales. Y todo ello sin olvidar que se trata de un problema que no sólo no es lejano en el tiempo, sino que además ha seguido agravándose en todo el mundo durante la presente fase de la globalización. Después de ver lo más relevante que se ha escrito sobre pauperismo en el siglo XX y principios del XXI, veamos qué significaba ser pobre durante la época Moderna a través de la pluma de personas de ese momento, los ilustrados.
14
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
3. SER POBRE Y PAUPERISMO En la Edad Moderna, el término pobre escondía varias definiciones que han ido mutando hasta la actualidad. A esta transformación se encuentra asociado un cambio en las mentalidades pues en el Antiguo Régimen, a pesar de que la moral cristiana (vigilada por la Iglesia) obligaba a las gentes pudientes a dar limosnas con el fin de alcanzar la Salvación eterna, tratadistas y autoridades empezaron a ver al pobre como un problema, pasando así de ser útil a ser molesto. Un sentimiento inconsciente y no reconocido hacia el pobre derivó de todo ello: el miedo.
3.1. El pobre En el Antiguo Régimen, es pobre tanto el que vive en una situación de miseria como el que puede caer en esta situación, siendo las personas ligadas al sector primario y secundario (productores rurales y asalariados urbanos) así como los criados, los más pauperizables puesto que el trabajo por sí solo no basta para cubrir la subsistencia6. El pobre es, ante todo, un individuo mudo y pasivo, que acepta su destino con sufrimiento. Como no emergía más que cuando tenía que rendir cuentas ante la ley o cuando caía enfermo, sólo lo conocemos a través de los testimonios de las autoridades civiles y eclesiásticas; por lo tanto, la visión que nos ha llegado de él es parcial, yendo desde la alabanza hasta la repulsión e incluso el miedo. Según textos de la época moderna, la pobreza viene determinada por ser la dependencia del trabajo para subsistir. Así lo corroboraba uno de los grandes filósofos franceses de la ilustración, el barón de Montesquieu quien afirmaba en su obra de l'Esprit des lois, en 1748, que “un homme n'est pas pauvre parce qu'il n'a rien, mais parce qu'il ne travaille pas”7. Coincide con la voz pauvre de la Encyclopédie ou Dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers de Diderot y D’Alembert, editada entre 1751 y 1772, 6
MARCOS MARTÍN, A. (1985), pp.389-390. “Un hombre no es pobre porque no tenga nada, sino porque no trabaja”, traducción propia. En FORREST, A. (1986), pp. 24-25. 7
15
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
pues, tomando como referencia diversos textos bíblicos (Levítico, Job, Evangelio según San Mateo) asegura que la pobreza es “un état d'indigence qui a besoin de l'assistance d'autrui, faute de pouvoir gagner sa vie par le travail”8. Poco después, en 1796, Jeremy Bentham aseguraba que “poverty is the state of everyone who, in order to obtain subsistence, is forced to have recourse to labour”9. Ahora bien, este filósofo londinense diferenciaba entre pobreza e indigencia. Etimológicamente, indigencia es el no disponer de algo, sobrentendiendo por algo lo básico para sobrevivir (alimentos, ingresos, etc.)10. Sin embargo, para Bentham se trataba de “state of him who, being destitute of property… is at the same time, either unable to labour, or unable, even for labour, to procure the supply of which he happens thus to be in want” 11. Es pues una cuestión de matices porque, mientras la pobreza obliga a trabajar para vivir, la indigencia es el resultado de una insuficiencia, motivo por el cual “un hombre no es pobre porque no tenga nada, sino porque no trabaja”, de ahí que para los ilustrados la primera no pueda ser auxiliada pero sí la segunda. En esta línea parece ir también la Encyclopédie al decir que la indigencia “n’est pas un vice, c'est pis. On accueille le vicieux, on fuit l'indigent”, clamando incluso contra “la mauvaise administration, c'est de diviser la société en deux classes d'hommes, dont les uns sont dans l'opulence & les autres dans la misère”12 aunque realmente no llega a posicionarse por la asistencia que habría que brindar a cada uno. Para conocer el sentido de los tándems pobreza-pobre e indigencia-indigente en España, nos hemos centrado en las definiciones dadas en distintos diccionarios modernos. 8
“Un estado de indigencia que necesita la asistencia de otro, ante la imposibilidad de ganarse la vida trabajando”, traducción propia. 9 “La pobreza es el estado de todo aquel que, para obtener la subsistencia, está obligado a trabajar”, traducción propia. En POYNTER, J. R. (1969), p. 119. 10 Dictionnaires de français. Larousse. Recuperado de http://www.larousse.fr/dictionnaires/francais/indigent_indigente/42606, . 11 “El estado de quien, careciendo de cualquier propiedad... y al mismo tiempo, incapacitado para trabajar, no puede lograr su subsistencia cotidiana”. En POYNTER, J. R. (1969), p. 119. 12 “No es un vicio, es aún peor. Se acoge al vicioso mientras se huye del indigente”; “la mala administración, es el dividir la sociedad en dos clases de hombres, donde los unos están en la opulencia y los otros en la miseria”, traducción propia. 16
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
En el primero de ellos, el Tesoro de la lengua castellana o española de Covarrubias (1611)13, tanto pobreza como indigencia-indigente no aparecen en ninguna de sus páginas mientras que pobre, con una única entrada, es sinónimo de “el menesteroso y necesitado”. A principios del siglo siguiente, entre 1726 y 1739, se publicó el primer diccionario de la Real Academia de la Lengua Española bajo el título Diccionario de autoridades14, donde la pobreza consigue tener una definición propia (¡con más de seis entradas!), significando la “necesidad, estrechez, carestía y falta de lo necesario para el sustento de la vida”. De la misma manera se expone por vez primera lo que es ser indigente o encontrarse en la indigencia, que es el estado en el que una persona se encuentra “necesitada, pobre”. Por su parte, el pobre, incrementando en nueve entradas su voz, sigue siendo menesteroso y necesitado, a lo que se ha añadido la “falta de lo necesario para vivir, o que lo tiene con mucha escasez”. Se puede decir que ya desde este momento, las dos parejas de términos analizadas son consideradas equivalentes. La quinta edición del diccionario de la RAE, publicada en 1817 15 constituye la tercera y última obra a la que hemos recurrido para este apartado de definiciones. Las voces pobreza y pobre son exactamente iguales a las del Diccionario de Autoridades, con ligeras diferencias para la segunda. En efecto, son más las entradas asociadas a esta palabra pues se le añaden refranes y dichos, además de la inclusión de un nuevo término: pobra, que no es otra que “la muger que pide de puerta en puerta”. La definición de indigente también resulta similar pues ahora es aquel al que le “falta lo necesario”. En suma, mientras diversos intelectuales europeos hacen hincapié en la relación del trabajo con la pobreza y la indigencia, diferenciando con mayor o menor claridad estos dos últimos términos, los diccionarios de nuestro reino (que no los tratadistas, como
13
http://fondosdigitales.us.es/fondos/libros/765/16/tesoro-de-la-lengua-castellana-o-espanola/, . http://web.frl.es/DA.html, . 15 Habríamos preferido consultar la cuarta edición, de 1803, pues se publicó justo en los años que conciernen al presente trabajo, pero por no encontrarse en línea y ser las entradas que nos interesan bastante parecidas a las de 1726-39 y 1817, nos hemos decantado por esta última. https://archive.org/details/5eddiccionariode00acaduoft, . 14
17
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
veremos más detalladamente en el apartado 3.1.3.) la obvian por completo, presentando al pobre y al indigente como personas necesitadas, sin ahondar en la situación que les ha llevado a dicho estado.
3.1.1. Estructural y coyuntural La situación tampoco ayudaba: si había un momento crítico, se solía asistir a menos gente dado que los propios centros y grupos asistenciales sufrían dificultades presupuestarias. Ello puede ser visto en la documentación aunque, sabiendo que realmente es al final del siglo XVIII cuando empieza la era estadística con sus censos y encuestas, está aceptado que la correspondiente del tránsito del Setecientos al Ochocientos contiene errores16. Valga el ejemplo del Comité de Mendicidad galo quien reconoció sentirse incapaz de saber quién era verdaderamente pobre en la Francia de 179017. Aún con estas dificultades, dentro de la categoría de pobre se pueden clasificar dos sujetos distintos: el pobre funcional18, denominado también de solemnidad o estructural19, y el pobre coyuntural. El primero es así llamado al ser “pobre de siempre”, es decir, al deberse su pobreza a la estructura del Antiguo Régimen o poseer alguna discapacidad física o mental. A su vez, el pobre estructural está dividido en dos subcategorías: el pobre vergonzante (o de vergüenza) y el glorioso. El segundo, el pobre coyuntural, es aquel que puede caer en la pobreza en momentos puntuales de su vida como crisis económicas o por enfermedad. Analicemos con más detalle al pobre estructural. El vergonzante es pobre únicamente por su situación económica, dejándole su posición social fuera de la pobreza. En este grupo nos podemos encontrar, por ejemplo, con nobles, de ahí el término de ver-
16
GUTTON, J-P. (1971), pp. 51-85. FORREST, A. (1986), pp. 24-25. 18 GUTTON, J-P. (1971), pp. 51-85. 19 MARCOS MARTÍN, A. (1985), pp. 389-390. 17
18
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
güenza. Precisamente por esa vergüenza de no querer reconocer públicamente que no tenían nada con lo que alimentarse, lo confesaban a las autoridades pertinentes con el fin de ser asistidos secretamente, de ahí que no haya apenas documentación sobre ellos, y eso que en Lyon (Francia), la Limosna General, repartía sus ayudas con mucho rigor, apuntando cada movimiento20. El segundo, el glorioso, es el que considera que la pobreza no tiene nada de humillante y por eso no la esconde21, idea que queda reflejada en un poema de Espronceda
Mío es el mundo: como el aire libre, otros trabajan porque coma yo; todos se ablandan si doliente pido una limosna por amor de Dios […] Y para mí no hay mañana, ni hay ayer; olvido el bien como el mal, nada me aflige ni afana; me es igual para mañana un palacio, un hospital […] 22.
Añadamos a estos una parte de la población que ha sido aún más olvidada si cabe por los grandes anales de la Historia y que merece un estudio propio: enfermos, discapacitados, mayores, y personas que viven en soledad. A éstos los incluimos dentro de los pobres estructurales por estar contrapuestos a los coyunturales, quienes por motivos circunstanciales vivían en sus carnes la amenaza de la miseria. Los enfermos suelen ser miembros fijos de alguno de los tres grupos más arriba explicados ya que no pueden valerse por sí mismos, al igual que los discapacitados. Las personas mayores, por su edad, tampoco podían vivir del trabajo de sus manos; es más: a partir del siglo XVIII, se les considerará como grupo aparte, aunque generalmente se les incluirá en la categoría de 20
GEREMEK, B. (1989), pp.181-183. GUTTON, J-P. (1971), pp. 7-14. 22 ESPRONCEDA, J. DE (1835). 21
19
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
mendigos. Algo parecido les ocurría a la gran cantidad de viudas que vivían en las ciudades quienes acababan por recurrir en la mayoría de los casos a la mendicidad, al vagabundeo o a la prostitución para subsistir. Social y económicamente, el matrimonio resultaba ser muy útil para los integrantes de la unidad doméstica ya que la pareja solía trabajar en equipo; mas cuando el marido fallecía, este equipo se deshacía, llevando a la viuda al peligroso estado de pobre23. A este respecto es muy ilustrativo el ejemplo de Joseph de la Cuesta en Palencia quien en su testamento legó todo lo que tenía a su mujer porque consideraba que “la dejaba pobre y con pocos medios”24. Los pobres coyunturales son artesanos, dueños de un pequeño taller, obreros no cualificados, pequeños comerciantes que, temporalmente, se encuentran en estado de pobreza. Dependen de la coyuntura económica y la estacionalidad de la propia demanda de empleo; si ésta baja estrepitosamente, estas personas caerán igualmente en la pobreza25. Para demostrar su delicada existencia al vivir prácticamente con lo puesto, asomémonos a los inventarios que dejaban tras de sí al morir. En ellos vemos que carecen, como era de esperar, de reservas, sin tampoco dinero líquido, y teniendo el mobiliario justo para las labores cotidianas: viven al día26. Y por si todo esto no fuese suficiente, además morían endeudados (por retraso en el pago del alquiler 27) o por haber caído enfermos, pues a la falta de ingresos salariales había que sumar los gastos ocasionados por el médico y el boticario. Para afrontar este trance, algunos optan también por la emigración; los otros caerán generalmente en la mendicidad y, en el peor de los casos, en el vagabundeo.
23
Jean-Pierre Gutton cita al obispo Camus en repetidas ocasiones para dar más fuerza a sus definiciones, al ser su visión la predominante en la época Moderna. GUTTON, J-P. (1971), pp. 29-38. 24 MARCOS MARTÍN, A. (1985), p. 522. 25 Ibídem, p. 533. 26 Algo que ya apuntó el referido obispo Camus. GUTTON, J-P. (1971), pp. 61-78. 27 Arthur Young, de viaje por Francia entre 1787 y 1789 constata que el alquiler medio de Lyon era de los más caros, en GUTTON, J-P. (1971), p. 66 y lo mismo ocurría en numerosas capitales europeas, caso de Madrid o París. A este respecto, LOPEZ GARCIA, J.M. (2006), pp. 43-45. 20
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
3.1.2. Mendigo y vagabundo Aparte de estos pobres, hay otros dos tipos que están relacionados con la pobreza pero que no se pueden incluir en ningún grupo de los anteriormente mencionados al tratarse de pobres itinerantes: el mendigo y el vagabundo28. El término mendigo se atribuye a la persona que ha caído en la pobreza. Éste es, desde un punto de vista económico, el que “no se gana la vida con su trabajo al no poder tenerlo”29, definición similar a la de indigente de Bentham, siendo un pobre en principio “sin maldad” y, por lo tanto, socorrible. A comienzos del siglo XVII, para Covarrubias el mendigo era “el pobre que anda pidiendo de puerta en puerta”, y mendigar “pedir desta manera, mendiguez”. Esta definición se mantendrá a lo largo de toda la Edad Moderna al no sufrir más que pequeñas variaciones con algunos añadidos, como la mención al Hospicio de Pobres en el Diccionario de Autoridades. Este grupo está integrado por más mujeres que hombres, sobre todo por viudas. No obstante, a partir del siglo XVI y principio del XVII, cuando se desarrolla un incipiente capitalismo, la mendicidad será tratada como un hecho social30 que a su vez será visto como peligroso para el orden público 31. Aunque las definiciones españolas no parezcan plasmarlo (pero sí las autoridades, como se verá en los próximos apartados), la Enciclopedia francesa se alinea con esta tendencia porque la voz mendiant es extensa y crítica al exponer que se trata de un “gueux […] qui demande de l’aumône par oisiveté […] au lieu de gagner sa vie par le travail”32. Según un texto de la primera mitad del siglo XVII, vagabundo es aquel que no dispone de domicilio y se dedica a vagar por los caminos33. Coincide esta definición con las que hemos leído, incluyendo la de la Enciclopedia. Por ejemplo, la de Covarrubias (1611), bastante extensa, presenta al vagamundo como “el que anda ocioso por el mundo”, 28
RHEINEIMER, M. (2005), 138-144. GUTTON, J-P. (1971), pp. 7-14. 30 GEREMEK, B. (1989), p. 9. 31 GUTTON, J-P. (1971), pp. 111-122. 32 “Pordiosero que pide limosna por ser ocioso […] en vez de ganarse la vida trabajando”, traducción propia. 33 GUTTON, J-P. (1971), pp. 1.331-1.332. 29
21
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
aunque añade que también puede referirse a “ciertos peregrinos que suelen venir de Francia a España […] y en tiempos atrás acudieron muchos de una ciudad de Francia, dicha Bagamun que oy llamamos Tornay34, y de allí se dixeron vagamundos”. El Diccionario de Autoridades conserva esta explicación además de apuntar que suelen ser personas con “falta de dientes”, sumándole la voz vago, “el que anda sin destino, sin constancia ni estabilidad”. Finalmente, el DRAE de 1817 presenta una voz aún más detallada que las dos anteriores, aunque conservando la misma esencia al considerarlo un “holgazán u ocioso que va de un lado para otro indeterminado sin domicilio, oficio, beneficio”. En este mismo documento, las palabras vago y vagar ven aumentadas sus acepciones; concretamente interesa la de vago pues aparece por primera vez la idea de “hombre mal entretenido”, delito que irá en aumento desde las últimas décadas del Setecientos en adelante. Los hay, por lo tanto, de diversa procedencia: mendigo transeúnte, vago delincuente, emigrante, trabajador estacional, peregrino o el clérigo errante. Además, ciertas profesiones están asociadas al vagabundeo como los comediantes, buhoneros, vendedores ambulantes, carboneros, leñadores, e incluso los soldados mayores o inválidos a los que el sueldo de retiro otorgado por la Real Ordenanza del 30 de Abril de 1745 les era insuficiente35. Eran vistos como personas libertinas que vivían al margen de la sociedad. No es de extrañar que ya en 1666 la monarquía francesa criminalizara al vagabundo, por carecer voluntariamente, al decir de las autoridades y las elites, de oficio y de beneficio36. El cambio de actitud con respecto a los menesterosos se había iniciado en el siglo XVI, cuando ante el crecimiento de las gentes sin recursos y hogar que generó el desarrollo del capitalismo, se empezó a rechazar la doctrina de la utilidad moral y social de la pobreza y a penalizar a quienes carecían de arraigo o trabajo. Este giro se percibe 34
Y que sigue a día de hoy existiendo bajo el mismo nombre en la región francesa Champagne-Ardenne. MARCOS MARTÍN, A. (1985), pp. 537-539. 36 GUTTON, J-P. (1971), pp. 7-14. 35
22
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
con toda claridad tanto en los humanistas cristianos, como en los maestros de la Reforma, teniendo asimismo su reflejo en el debate que acerca de la reforma asistencial sostienen en la Monarquía Hispana Cristóbal Pérez de Herrera y Miguel de Giginta. Por doquier comienzan a desarrollarse planteamientos similares: clasificar a los inopes (José del Campillo, Bernardo Ward, Campomanes o el propio Consejo de Castilla) 37 dividiéndolo fundamentalmente entre estructurales y coyunturales (autorizados a recibir asistencia) por un lado, y vagabundos, sobre los que caerá el peso de la ley, por otro38. Para las élites del Setecientos, es indudable que los vagabundos se mueven en un ambiente propicio para el desarrollo de la criminalidad ya que, al no tener un sitio al que sentirse atado, no les asusta el cambio, y vagan cometiendo delitos (de la mendicidad, tanto en la ciudad como sobre todo en el campo, no hay más que un paso hacia el vagabundeo) ya sea disfrazados de peregrino para aprovecharse de los viajeros, e incluso abusando de su formación bélica, como hicieron algunos antiguos soldados39, o cayendo en la prostitución en el caso de las mujeres40. De hecho, las meretrices solían ser inmigrantes venidas del campo que no encontraban trabajo en la ciudad o bien viudas que habían de mantener una familia. En cuanto a ellas hay en Europa divergencias de opiniones sobre si constituían una amenaza o no: algunos las consideraban un peligro para la sociedad revolucionaria francesa puesto que “elles corrompaient les jeunes gens et, au lieu de les rendre vigoureux et dignes des anciens Spartiates, elles n'en faisaient que des sybarites incapables de servir la liberté”41 mientras que para otros estas mujeres no eran peligrosas sino los proxenetas, aunque poco o nada podía hacer la Justicia con ellos42. Sea como
37
VELÁZQUEZ MARTÍNEZ, M. (1991), pp. 33-35 y pp. 154-155. Para el caso europeo ver LIS, C y SOLY, H. (1985), pp. 101-105, y para el caso español MARCOS MARTÍN, A. (2000), p. 222. 39 Alonso Pierna, exmilitar natural de Carrión, fue acusado de degollar a dos aspirantes al sacerdocio en el camino de Torquemada a Burgos. Esta es una muestra clara de que su antigua condición, merecedora de respeto social, no le impidió cometer un delito de sangre una vez que se alistó en las filas de los vagabundos. MARCOS MARTÍN, A. (2000), p. 549. 40 GUTTON, J-P. (1971), pp. 97-111. 41 “corrompían a los jóvenes y, en vez de volverles vigorosos y dignos de los antiguos Espartanos, no hacían de ellos más que sibaritas incapaces de servir a la libertad”, traducción propia. En TULARD, J. FAYARD, J-F., FIERRO, A. (1987), p. 1049. 42 GUTTON, J-P. (1971), pp. 97-111. 38
23
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
fuere, en el siglo XVIII se tomarán medidas represivas contra todos estos perturbadores del orden público y de la paz social, hasta el extremo que una gran cantidad de prostitutas pasó por la guillotina durante el periodo revolucionario por osar defender la permisividad de la monarquía para con su profesión.
3.1.3. Expósitos Para acabar, unas palabras sobre los centenares de niños que eran abandonados cada año en las capitales43 y recluidos en Inclusas donde la mayoría moría. El niño expósito es aquel que “ha sido echado de sus padres, o de otras personas en los campos, o en las puertas de los templos desamparados a su ventura”, según el Tesoro de la lengua castellana o española. Solían ser “hijos de personas que padecerían sus honras, os sus vidas si se supiesse cuyos son”, generalmente casadas o solteras (de las que posiblemente se haya abusado, ¿criadas venidas del campo?) para las que un bebé supondría el reconocimiento de un pecado y el estigma de ser un bastardo en una sociedad donde no era bien visto44. Aunque realmente su origen es de lo más diverso pues también podían ser descendientes de madres que habían enviudado recientemente dando a luz hijos póstumos y que, al no poderse hacer cargo ni de ellas mismas, mucho menos podían criar al recién nacido. Menos acusador se muestra el diccionario de la RAE de 1817 al decir que se trata de niños abandonados por “no tener con quien criarlo sus padres ó porque no se sepa quiénes son”. Otro punto de vista es el presentado en la obra de Diderot y D’Alembert pues en ella se asegura que “les enfans exposés ne sont point réputés bâtards ; et comme il y en a souvent de légitimes qui sont ainsi exposés, témoin l'exemple de Moyse” 45. Pero va incluso más lejos comentando el caso español, concretamente el madrileño, en su
43
El ejemplo de Madrid es pragmático. A este respecto, AGUA DE LA ROZA, J. (2013) y también SOUBEYROUX, J. (1978). FORREST, A. (1986), p. 169. 45 “los niños expósitos no tienen la reputación de ser bastardos; y lo corriente es que sean legítimos, testigo de ello es el ejemplo de Moisés”, traducción propia. 44
24
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
siguiente párrafo donde afirma que “les enfans exposés sont bourgeois de cette ville et réputés gentilshommes”46. Pero, como han demostrado las recientes investigaciones, todavía era más frecuente el caso de los hijos de las familias trabajadoras cuyos progenitores se veían obligados a abandonarlos durante las adversas coyunturas económicas, con la esperanza de poder recuperarlos algún día, de ahí que por la Inclusa madrileña y el hospital de Enfants Trouvés de París pasasen entre el 15 y el 30 por ciento de los bebés alumbrados cada año en ambas capitales europeas durante el siglo XVIII 47. Ya sean bastardos, el resultado de un abuso o hijos de una familia sin recursos, estos niños también pertenecen al grupo de los pobres porque, como decimos, son abandonados a su suerte, generalmente en centros especializados de carácter asistencial. No obstante, no hay que olvidar que el filicidio era igualmente una solución a la orden del día, al tiempo que en las inclusas de Londres, París o Madrid el 80 por ciento de sus expósitos moriría antes de cumplir un año de estancia.
3.2. La pobreza: causas y consecuencias Sabiendo ahora quien es el pobre, pasemos a descubrir las razones por las que caía en tal situación ya que, como se ha visto, algunos pobres lo han sido siempre, pero otros no. Para ello, analizaremos las causas de su penuria y miseria, deteniéndonos en el estudio de cómo la percepción del pobre mutó a lo largo de la época moderna.
3.2.1. El porqué de la pobreza En un contexto de Antiguo Régimen Biológico, la población depende eminentemente de las condiciones climáticas para subsistir, además de las políticas. Una mala cosecha o unas condiciones climáticas adversas pueden conllevar un desastre humano. A continuación vienen las epidemias que afectan sobre todo a aquellos con falta 46 47
“los niños expósitos son burgueses de la ciudad y reputados gentileshombres”, traducción propia. LÓPEZ GARCÍA, J. M. (2006), pp. 20-21. 25
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
de higiene y que sufren carencias nutricionales de carácter crónico (peste, viruela, fiebre aftosa). Los pobres válidos migrarán entonces a las ciudades, dejando reposar las tierras (barbecho) que podrán ser cultivadas posteriormente. De esta suerte, sus familias conseguirán tener un cierto equilibrio económico48. Sin embargo, las personas mayores y los inválidos no tendrán esta posibilidad, teniendo entonces que depender de otros miembros de la familia o, si viven solos, se verán obligados a engrosar las filas de la mendicidad. Por su parte, las ciudades dependían indirectamente de la climatología, pues las subidas de los precios de los alimentos que ocasionaban las crisis de tipo antiguo también afectaban a sus moradores, los cuáles sufrían episodios de miseria extrema, especialmente cuando se paralizaban las actividades económicas urbanas. Las que son dependientes de una única actividad manufacturera sufren una situación que no es menos delicada que la que se vivía en el campo: si esta única industria se veía obligada a cerrar, la ciudad entera se vería abocada al desempleo, como podría ser el caso de Lyon y la industria sedera49. Pero no olvidemos, tal y como dijo Nelson Mandela, que “la pobreza no es un accidente, […] es una creación del Hombre”.
3.2.2. Utilidad En el Antiguo Régimen, la mentalidad cristiana y la Iglesia obligaban a las gentes pudientes a repartir limosnas entre los pobres con el fin de recibir la salvación. Desde la Edad Media, los cristianos saben que para conseguir el perdón de Dios y poder entrar en el Cielo, tenían que ser ante todo buenos cristianos, consistiendo esto en llevar a cabo obras piadosas a lo largo de sus vidas como dar limosna a los pobres. De esta manera, ser caritativo se convertía en un deber moral y social. Con el fin de administrar todos los donativos, la Iglesia procedió desde la época medieval a regentar centros
48 49
FORREST, A. (1986), pp. 33-34. Ibídem, p. 120 y GARCIA SANZ, Á. (1977), pp. 374-390. 26
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
asistenciales como los hospitales, construidos con el dinero recibido a través de estos donativos de los fieles. En los hospitales trabajaban principalmente sacerdotes, monjas y diversos seglares. Generalmente, los primeros eran los responsables de la distribución de la limosna puesto que eran los únicos que conocían en profundidad a los parroquianos50 aunque suponemos que serían ayudados por los limosneros, enfermeros y médicos51. Por consiguiente, como los pobres eran la llave que abría las puertas del Cielo para las capas altas de la sociedad, nadie quería realmente erradicar la pobreza. El pobre no era más que un objeto útil para las gentes con mayores recursos. Pero ¿la visión del pobre útil socialmente de los grupos privilegiados se mantendrá a lo largo de toda la Edad Moderna o hubo en ella momentos de inflexión tales como la Ilustración o la Revolución Francesa?
3.2.3. “Gran confinamiento” y aporofobia A partir de la segunda mitad del siglo XVII, el pobre, el mendigo y el vagabundo son separados forzosamente de la sociedad porque solían ser vistos como la encarnación del Mal y un peligro para el orden público. Quizá este cambio de mentalidad fue provocado por la llegada de un incipiente capitalismo que introdujo severas modificaciones en la sociedad; el tiempo pasó a ser “oro” con lo que los menesterosos dejaron de tener cabida en esta nueva forma de pensar. Aparecen así continuamente vinculados a acciones violentas como los motines, lo que inexorablemente condujo a que se les encerrara en hôpitaux généraux y otros centros de reclusión de similar naturaleza (los hospicios españoles, las workhouses inglesas, los raphuis y spinhuis neerlandeses). Nacía así lo que Michel Foucault ha llamado el Gran Confinamiento52. Como sabemos, desde los siglos XVII y XVIII, los hospitales generales acogieron
50
FORREST, A. (1986), p. 39. LIS, C. y SOLY, H. (1985), pp. 37-42. 52 GIARD, L. (1993), p. 215. El despliegue práctico de esta doctrina, a través de los Hospitales Generales, Workhouses, Hospicios y Correccionales, en LIS, C. y SOLY, H. (1985), pp. 137-149. 51
27
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
a pobres, mendigos y vagabundos. Aunque más bien podrían considerarse como cárceles (una vez se entraba, nunca se salía) y como talleres (el trabajo era obligatorio si se estaba en condiciones de realizarlo): en Francia, el sistema asistencial de Lyon constituyó el modelo a seguir desde 1614 hasta 1789. Esto nos lleva a ver que aunque la imagen del pobre, como término general, sea aquel que vive en un mundo aparte, la realidad es que es la propia sociedad la que le obliga a vivir en ese otro mundo, al excluirle a través de medidas coercitivas y legales. A estos sitios se les sumaban los talleres de caridad. Éstos se encargaban de coordinar trabajos (forzados) públicos desde 1771, realizados por nuestros miserables protagonistas, y no precisamente en zonas de miseria. De nuevo, estos centros de reclusión, estas auténticas cárceles que servían de símbolo de violencia y terror para así poder llevar a cabo la nueva política social, despertaron un sentimiento de repulsa por parte de la población, que llegó a amotinarse dentro de sus muros en numerosas ocasiones53. Los cambios legislativos son fáciles de acometer; los cambios en las mentalidades son de larga duración, y la sociedad aún no estaba preparada para aguantar eso. Ni esa sociedad, ni ninguna. El siglo XVIII vio nacer en Francia la filosofía de las Luces, la fisiocracia y el humanitarismo. Las Luces consideraban que el hombre era perfecto, por lo que no necesitaba la existencia de Dios y que por eso la suerte de los pobres nada tenía que ver con el pecado. Montesquieu y Voltaire señalaron que ahí donde se repartían más limosnas era donde había más miseria54. Sin embargo, en el reino de España, los ilustrados, de profundas creencias religiosas, no estaban de acuerdo con esta tesis: la existencia de Dios fue en todo momento incuestionable e innegable. Por su parte, los fisiócratas afirmaban que la caridad era una actividad económica como cualquier otra y que por eso mismo la Iglesia no tenía que inmiscuirse en ella. Finalmente, los humanitaristas, con el fin de mejorar la condición humana, hicieron lo imposible por resolver el problema de la
53 54
GEREMEK, B. (1989), pp. 237-246. FORREST, A. (1986), p. 45. 28
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
pobreza, como lo atestigua el concurso anual de la Academia de Lyon en 177755. Es decir, menos en España y otros territorios de la Europa católica, la degradación de la opinión hacia los religiosos era evidente, siendo considerados improductivos e inútiles en su labor para erradicar la pobreza. Es así como surgió el concepto de obligación social, de carácter laico en Francia, hacia la sociedad y los desprotegidos. De la misma manera, como los mendigos y vagabundos no eran más que una calamidad e incluso “una plaga”, la obligación social exigía que se les persiguiese y se les encerrase para que no contagiasen al resto de la sociedad. Fue la Revolución Francesa la que vio cristalizar la mayoría de estos ideales. Las ideas ilustradas penetraron en España a través del utilitarismo, cuyos defensores aseguraban que la mejor manera de acabar con la pobreza era mediante la disciplina laboral. Si se daba trabajo al pobre, se llegaba a una solución económica, política y moral que beneficiaba a toda la comunidad56. En la primera mitad del siglo XVIII, las doctrinas mercantilistas por entonces en boga basaban la riqueza de un país en su producción y, por lo tanto, en sus productores. De esta forma, dando trabajo a los vagos teóricamente se incrementaría la producción del país, enriqueciendo tanto a sus pobladores como a la Hacienda Real. Esta medida, apoyada por Campomanes y Jovellanos, entre otros, apenas rebasó el nivel teórico porque al poco tiempo de intentar poner en marcha este sistema, se vio que obligando a personas a trabajar horas y horas en algo que no les convenía o no les gustaba, se perjudicaba a la propia actividad manufacturera que se pretendía fomentar. Además, pensaban los ilustrados, si se daba trabajo a los desempleados, se evitaba que estuviesen delinquiendo, robando o mendigando por las calles, por lo que sería beneficioso para la sociedad en su conjunto y fomentaría el progreso. Sin embargo, paradójicamente, al no estar a gusto realizando estas actividades, sus hipotéticos beneficiarios huían de la reclusión y caían en la delin-
55 56
FORREST, A. (1986), p. 44. SOUBEYROUX, J. (1978), pp. 328-367. 29
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
cuencia. Finalmente, facilitando una ocupación a estas personas, se les alejaba de los malos hábitos, limpiando su moral, como ya defendiera el padre Feijoo unos años antes. Por ejemplo, las mujeres consideradas libertinas o licenciosas eran enviadas a La Galera madrileña o al Correccional de San Fernando de Henares, donde Pablo de Olavide las maltrataba y sometía a un trato vejatorio con objeto de convertirlas en útiles para la sociedad57. Así las cosas, y puesto que estas medidas no parecían tener en la práctica mucho futuro, la Sociedad Económica de Amigos del País, fundada en 1775, una de cuyas funciones principales era buscar soluciones nuevas en materia de asistencia, decidió en 1782 promover una encuesta pidiendo opiniones sobre cómo acabar con el problema de la pobreza, siguiendo en este ámbito el ejemplo de otras asociaciones elitistas existentes en numerosas urbes del país vecino, como Lyon58, para llegar a idénticas conclusiones. El ocioso carecía de honra y era inútil para una sociedad impregnada de las nuevas ideas capitalistas; para remediar ambos males nada mejor que enseñarle un oficio: contra la vagancia, el trabajo. Las nuevas ideas no tardarían en llegar a los diversos ámbitos de la sociedad, y la asistencia no iba a ser soslayada en modo alguno, puesto que sus instituciones habían servido entre otras cosas para mantener el orden establecido en el Antiguo Régimen y evitar así conflictos sociales; pero en ningún momento sirvieron para borrar la pobreza de la faz de la Tierra porque el pobre seguía siendo útil para legitimar la riqueza de los poderosos... ¿o más bien molesto desde el punto de vista ilustrado? La sociedad en general, sobre todo en la segunda mitad del siglo XVIII, desconfía así de los pobres, rechazándoles, odiándoles, temiéndoles. Este último sentimiento de rechazo, empero, no parece haber sido definido ni constatado por nadie, desprendiéndose de ese silencio historiográfico la idea de que fue un pensamiento inconsciente aunque
57 58
LÓPEZ BARAHONA, V. (2009), pp. 149-212. GUTTON, J-P. (1971), p. 468 y también SOUBEYROUX, J. (1978), pp. 125-127. 30
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
materializado en la marginación y la exclusión. Se ha tenido que esperar hasta el año 2000 cuando Adela Cortina propuso el término aporofobia, que etimológicamente significa “miedo al pobre”59. El que se haya tardado tanto no ha de chocarnos pues, al ser un sentimiento que sigue existiendo bajo la misma forma, su denominación refleja, por fin, la aceptación de una realidad.
La pobreza esconde, tras sus múltiples definiciones, gran cantidad de rostros cuyas historias, cuyos motivos, unidos a la política y a la coyuntura de cada momento, hicieron que un amplio sector de la población pasase de protegerlos a despreciarlos e, incluso, a temerlos y perseguirlos. El ver cómo se materializaron estos sentimientos y actitudes en el escenario madrileño, resulta pues imprescindible para entender la Ilustración española.
59
Aunque no estemos del todo de acuerdo con la conclusión de su artículo, suscribimos su análisis y abogamos por la difusión del término. 31
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
4. EL REFORMISMO ILUSTRADO EN MADRID Y LA LUCHA CONTRA LA POBREZA Durante el siglo XVIII, y especialmente tras el motín contra Esquilache, en el cual las autoridades constataron un preocupante protagonismo de los menesterosos, se impulsaron en la capital una serie de reformas para combatir el pauperismo mediante la ayuda a las familias humildes (creación de las Diputaciones de Barrios, la Junta Central de Caridad, las escuelas-taller) o la represión de quienes fueron considerados como elementos antisociales (militarización de la Comisión de Vagos, erección de presidios y Depósitos de Corrección, realización de levas anuales)60. Así pues, la teoría ilustrada fue implantada, pero ¿cómo afectó a los pobres madrileños? ¿Fue su vida parecida a la que planteaban los tratadistas? Para tratar estos interrogantes resulta imprescindible asomarse al Madrid de principios del siglo XIX, estudiando su población, el rompecabezas que suponía para las instituciones su abasto y las medidas que se tomaron para evitar motines de subsistencia, porque no hay que olvidar la situación especial de la capital pues al ser sede de la monarquía era de enorme importancia mantener el orden. A continuación se analizarán los lugares de reclusión más importantes del momento, haciendo énfasis en el Departamento de Corrección de San Fernando. De este departamento examinaremos sus forzados residentes, intentando trazar su perfil de la manera más realista posible, analizando si la crisis vivida en ese momento causó un aumento en el número de detenciones.
4.1. Madrid durante la crisis del principio del siglo XIX El intervalo entre el fin del Setecientos y el principio del Ochocientos permite estudiar la población de Madrid, los problemas del abasto, la crisis de subsistencia desencadenada entonces, así como analizar cómo las autoridades y los propios capitalinos de a pie encararon tal situación.
60
LÓPEZ GARCÍA, J. M. (2006), pp. 206-222. 32
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
4.1.1. Breve acercamiento a la población madrileña Se puede decir que el perfil más corriente de un habitante de la capital de la Monarquía hispánica del Antiguo Régimen era: varón, soltero, de entre 17 y 40 años61. La tasa de mortalidad fue siempre más elevada que la de natalidad y, sin embargo, la población aumentó a lo largo de todo el periodo. ¿Cómo pudo ser esto? Esencialmente, por el constante flujo migratorio que recibía la Villa y Corte, atraído por las posibilidades de prosperar o de, al menos, estar mejor que en su lugar de origen. Por ejemplo, en la década de 1780, los forasteros representaban el 68,9 por ciento de la población total. Para centrarnos en la cronología que concierne a nuestro ensayo, nos apoyaremos en los censos llevados a cabo en 1787, 1797 y 1804, estudiando más al detalle estos dos últimos. A finales del siglo XVIII, concretamente en 1797, se realizó el conocido censo “de Godoy” para mejorar y completar el de 1787, elaborado por orden del conde de Floridablanca. Tras varios cálculos y averiguaciones, María F. Carbajo Isla concluye que ese año la población total era de 187.269 personas, habiendo aumentado un 7,9 por ciento con respecto a la década precedente62. Son muchos los datos que se asemejan entre ambos censos, aunque hay que estudiarlos con detenimiento para valorar las diferencias reales que esconden. Pongamos el ejemplo de la proporción, en ambos sexos, de solteros, casados y viudos. Si bien es cierto que las cifras globales apenas varían de un recuento a otro se constata, no obstante, una reducción del número de solteros que fue compensada por un incremento, en valores absolutos, del número de mujeres y hombres casados, de suerte que si sumamos a los bautismos anuales los de miembros de los matrimonios el número de familias residentes en la capital creció63. La Demostración General de la Población de Madrid de 1804 fue llevada a cabo a instancias de la Real Orden comunicada por el Secretario de Hacienda, Miguel Cayetano 61
CARBAJO ISLA, M. F. (1985), pp. 67-100. CARBAJO ISLA, M. F. (1987), pp. 195-204. 63 Ibídem, pp. 202-204. 62
33
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
Soler, fechada a día 29 de octubre de 180464. En él, Carbajo Isla vuelve a analizar minuciosamente los datos para terminar concluyendo que en ese año, teniendo en cuenta que no había aún acabado, la población madrileña era de 176.374 habitantes, esto es, había experimentado una pérdida de alrededor del 5,8 por ciento con respecto al censo de Godoy. Resumiendo, la tendencia general en el periodo estudiado evidencia un retroceso de efectivos humanos afincados dentro de la ciudad. Sin embargo, a pesar de que la relación entre sexos tendió a equilibrarse coincidiendo con el incremento de la inmigración femenina, se aprecia asimismo un aumento en el número de mujeres solteras, un retraso en la edad de matrimonio y –por ende– de procreación, y además, una caída de la población madrileña posiblemente ocasionada por la ralentización del movimiento migratorio. Todo ello nos puede poner sobre la pista de que algo nefasto se estaba gestando. En efecto, tal y como podemos apreciar a través de los datos suministrados por Vara Ara65, las defunciones pasaron de 5.124 en 1800 a 11.307 en 1804 66, volviendo a caer al año siguiente a 5.974 fallecidos. Veamos ahora las posibles causas de esta hecatombe.
4.1.2. “No hay hombre en el mundo que pueda dirigir el abasto del pan en Madrid”67 En el marco del Antiguo Régimen Biológico, Madrid sufrió en el trienio 1803-1805 una crisis epidemiológica. Al combinarse esta terrible situación sanitaria con una feroz hambruna, consecuencia de la caída de la producción agraria del interior peninsular y de las pésimas medidas políticas adoptadas, la ciudad padeció a principios del siglo XIX una
64
CARBAJO ISLA, M. F. (1987), pp. 205-212. VARA ARA, M. V. (1986), p. 264. 66 AGUA DE LA ROZA, J. (2014), p. 31. 67 Cita del Juez Conservador D. Gabriel de Achutegui hacia el año 1802. En VARA ARA, M. V. (1986), p. 252. 65
34
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
crisis mixta que tuvo hondas repercusiones sobre sus moradores más humildes68. Desde su designación como capital, el abasto de productos esenciales había constituido una de las mayores preocupaciones de las autoridades madrileñas 69. En 1765 se aprobó la liberalización del comercio de granos para garantizar el abasto de las ciudades españolas y poder así acabar con la especulación, pero –significativamente– el decreto no entró en vigor en la corte y su Rastro. Al concluir el motín contra Esquilache, la Junta de Abastos fue abolida, transfiriéndose el aprovisionamiento frumentario al Ayuntamiento, el cual siguió sirviéndose del Pósito, que se encargaría de surtir a los panaderos en momentos de carestía, a costa de generar un monumental agujero financiero. Tras la supresión, a finales del siglo XVIII de la Real Dirección de Abastos, otro organismo centralizado similar a la Junta, la corporación municipal, vía Cinco Gremios Mayores y el Pósito volvieron a encargarse de garantizar la provisión de pan, haciendo reverdecer los viejos problemas70. De hecho, esta medida resultó, a la larga, ser nefasta. La cosecha de 1800 fue mala, y esto se sintió al llegar la primavera del año siguiente. Tenemos el ejemplo de lo relatado por el director de la Policía de Abastos quien aseguraba, en un escrito del 21 de junio, que sólo 3 de los 19 puestos que vendían pan en la Plaza Mayor tenían alguna hogaza. Pero la situación empeoró: el invierno de 18021803 fue frío y duro, condicionando las posteriores cosechas y acarreando auténticos problemas de suministros a la ciudad de Madrid. Valga el ejemplo de la espectacular bajada del número de fanegas de trigo que llegaban a la capital durante la mencionada época de carestía, entre 1802 y 180471. Los precios subieron, los acaparadores hicieron acopio y especularon, el Pósito estaba vacío. Así las cosas, en una ciudad caracterizada por la precariedad laboral, donde los salarios reales habían caído en picado y el paro crecía a pasos agigantados, la Muerte empezó a pasearse por sus calles y plazas. La quiebra de este sistema tradicional de 68
PÉREZ MOREDA, V. (1980), p. 375-390. ALLOZA APARICIO, Á., LÓPEZ GARCÍA, J. M. y PABLO GAFAS, J. L. DE (2000), pp. 615-644. 70 Los avatares del aprovisionamiento capitalino, en LÓPEZ GARCÍA, J. M. (2006), pp. 47-50, 178 y 202-205. 71 VARA ARA, M. V. (1986), p. 249. 69
35
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
abastos se daría en 1805, cuando se decretó su liberalización de tal servicio, aunque el Pósito siguió siendo importante para la población madrileña72. Tras presentar la situación del Madrid finisecular, viendo quiénes moraban en la ciudad y cómo se (sobre)vivía en ella, pasemos ahora a conocer las medidas tomadas por las instituciones con el fin de mejorar la terrible situación del pueblo llano.
4.1.3. Las medidas de las autoridades La negativa coyuntura agraria provocó un auge en las migraciones hacia las grandes ciudades como Madrid. Ante el desembarco de este ejército de pobres, que se adueñó de las calles y plazas de la capital, las autoridades madrileñas se emplearon para tratar de paliar sus necesidades pero, al ver que esto no se lograba, decidieron usar la fuerza, comenzando una oleada represiva que evitase un motín de subsistencia. ¿Consiguieron impedirlo?
4.1.3.1. El paternalismo institucional La primera alarma fue la mencionada situación que se vivió en la Plaza Mayor en junio de 1800. El Consejo de Castilla, temeroso de un posible movimiento popular que alterase el orden público decretó al día siguiente, y por medio de una Orden73, que se embargase todo transporte para agilizar la llegada de las subsistencias a la corte y así poder saciar el hambre tanto de alimentos como de protesta. Este intervencionismo de carácter paternalista era el que reivindicaba la economía moral de la multitud, término acuñado por el historiador E. P. Thompson para aludir las acciones colectivas emprendidas durante las carestías con objeto de que los precios de los alimento esenciales fueran establecidos –rebajados– en función de las necesidades de la gente
72
CASTRO, C. DE (1987), p. 236. Y para más información sobre el pósito, especialmente en Madrid, CASTRO, C. DE (1986), pp. 229-243. 73 VARA ARA, M. V. (1986), pp. 250-251. 36
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
humilde, y por los mecanismos del mercado74. Sin embargo, al no conseguirse el abaratamiento deseado, hubo, muy a pesar de las instituciones, que subir los precios de los alimentos básicos mediante un edicto fechado a 17 de septiembre del mismo año. Poco después, una Real Cédula del 9 de noviembre reformaba el sistema de abastecimiento de pan en la capital, creando la Compañía de Panaderos75. Esta compañía se encontraba bajo la jurisdicción del Consejo de Castilla, por medio de un Juez Conservador quien era a la vez director de la alhóndiga, esto es, el máximo responsable del abasto frumentario madrileño. Estaba integrada por 92 panaderos, los cuales se comprometieron a surtir la ciudad durante dos años a razón de amasar 2.703 fanegas diarias de pan. A principios de 1802, cuando la crisis empezaba realmente a sentirse en la capital, el trigo empezó a llegar con cuentagotas. Tan mal estaba la situación que en marzo, a pesar de lo mermada que estaba ya económicamente la mayoría de los madrileños, no hubo más remedio que volver a subir el precio del pan. Además, como ya comentamos más arriba, vinieron las nefastas cosechas de 1803 y 1804, momento en el que los pueblos que estaban obligados por ley a suministrar pan a Madrid se resistieron a entregarlo. Como la Compañía de Panaderos había dejado de existir en noviembre del primero de los años citados, el Pósito se quedó como único suministrador de grano, si bien a dicho almacén tampoco llegaba suficiente trigo para cubrir la demanda urbana de pan. En tales circunstancias, de nuevo de un modo paternalista, se creó una única junta de abasto, encargada de proveer de alimentos básicos a la ciudad. No obstante, esto entraba en conflicto con las ideas de los defensores de la completa liberalización del abastecimiento por lo que, tal y como señala Godoy en sus memorias sobre el año 1804, el acaparamiento de grano se disparó, con la subsiguiente subida adicional de los precios. Así, en julio de 1804 se funda la Sociedad Patriótica de Comerciantes, cuyos miembros
74 75
THOMPSON, E. P. (1995), pp. 213-293. CASTRO, C. DE (1987), pp. 232-233. 37
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
venían de diversas compañías mercantiles, los Cinco Gremios Mayores de Madrid y casas de cambio, teniendo como principal objetivo la importación masiva de cereal y harina. Pero, de nuevo, aunque llegó más grano a la ciudad, éste no fue suficiente, obligando a tomar la misma medida que dos años antes: subida del precio del pan el cual se incrementó, en el intervalo de esos años, en un 42 por ciento, mientras que los precios de los restantes mantenimientos esenciales únicamente lo hicieron en un 8,3 por ciento. En 1804, se puede ver cómo una fanega de trigo pasa de venderse a 120 reales, a valer 128 reales al día siguiente y 138 tres días después76. Con objeto de paliar el hambre del ejército de indigentes que vagaban por las calles de Madrid, el gobierno instó a la Sociedad de Amigos del País a establecer comidas para socorrer a menestrales y jornaleros laboriosos por un real, pero no a mendigos ni a forasteros para evitar un efecto llamada. Evidentemente, y a pesar de las restricciones, la inmigración coyuntural aumentó en el invierno de 1803-1804, viéndose las autoridades completamente desbordadas. Como vemos, todas estas acciones fueron tomadas sobre la marcha, ya que los intervalos entre una resolución y la siguiente eran de apenas unas semanas. Puede que fuese esta improvisación por parte de las autoridades la que les llevase a tomar unas decisiones no siempre acertadas, que acarrearon desilusión, frustración y enfado a los más necesitados. Ello desembocó en un tumulto a principios del mes de abril de 1802 en la Plazuela del Rastro, donde se incendiaron varios puestos de venta77. Al ver esto, el corregidor, el gobernador de la Sala de Alcaldes y el presidente del Consejo de Castilla decidieron no esperar más: había llegado el momento de cortar el problema de raíz. Ahora bien, tras el tumulto, éste había dejado de ser el hambre o la escasez, pasando a ser algo, más bien alguien concreto: el pobre.
76 77
FERNÁNDEZ GARCÍA, A. (1986), p. 193 y VARA ARA, M. V. (1986), p. 248. VARA ARA, M. V. (1986), p. 253. 38
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
4.1.3.2. Ante medidas fracasadas, la represión es la solución Tras analizar el trato paternalista que dispensaba el gobierno a sus súbditos, es necesario completar el panorama estudiando su actividad represiva, con objeto de asegurar el mantenimiento del orden público en la Villa y Corte. El alboroto de la Plazuela del Rastro hizo que las autoridades, asustadas, decidiesen poner en marcha un sistema de rondas de vigilancia sin llegar a dar “motivo a despertar desconfianza” entre la población78. Además, a esto se añadió un control exhaustivo de tahonas y panaderías para verificar que se estaba amasando todo el grano disponible y no se estaba acaparando o especulando con él. A mi entender, 1804 fue el año clave en la crisis de comienzo del siglo XIX: empezó con pequeñas revueltas, hubo detenciones, pero al prever una buena cosecha, los precios disminuyeron, cosa que agravaría el problema del acaparamiento. Y sin duda fue lo que sucedió pues mediante una Real Orden en noviembre de ese mismo año se instaba a cumplir la Real Cédula de 1790 para evitar la especulación; luego si se recordaba con insistencia una prohibición, es porque estaba incumpliéndose de manera flagrante. No contentos con estas rondas preventivas, los magistrados y militares decidieron ir un poco más lejos. Para empezar, proponiendo el Consejo de Castilla que las autoridades municipales ofreciesen trabajos en obras públicas para que las gentes más necesitadas pudiesen estar ocupadas y ganarse así el sustento de forma honesta79. Y además, aumentando las rondas nocturnas; en una de ellas, el 10 de junio de 1804, hubo 89 detenidos de los cuales 50 eran hombres, 23 mujeres y 16 niños, a los que se acusaba de “abandonados” y “mendigos”80. La gran mayoría de ellos fue llevada al Correccional de San Fernando81. El 70 por ciento de la población madrileña82 sufrió esta constante presión al 78
VARA ARA, M. V. (1986), p. 253. Para profundizar sobre trabajo y mecanismos de control social, ver PARÍS MARTÍN, A. (s. f.). 80 VARA ARA, M. V. (1986), p. 260. 81 AGUA DE LA ROZA, J. (2014), p. 32. 82 VARA ARA, M. V. (1986), p. 257. 79
39
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
bordear sus recursos el nivel de subsistencia. Ahí se podían encontrar familias, como hemos visto en apartados anteriores, y no solamente personas “abandonadas”. Pero además se las persiguió a todas ellas por considerarse que eran el enemigo a batir, y no el clima o los acaparadores.
4.2. La reclusión: autoridades, el Departamento de Corrección de San Fernando y otras instituciones Anteriormente hemos citado esos sentimientos de repulsión y miedo hacia ellos. ¿Cómo se conseguía tener al pobre identificado y localizado? Para responder a este interrogante, hemos de estudiar las prácticas de las autoridades y asomarnos a las instituciones que controlaban a los pobres. Una acción se transforma en delito cuando alguien denuncia el quebrantamiento de la ley. En la mayoría de los casos, se trata de una autoridad como la Policía de Pobres, el Consejo de Castilla o un Juez Conservador del Estanco del Tabaco. He añadido tres casos más: magistrados de fuera de Madrid, “otros” y “sin especificar”. Esta clasificación debe mucho a la expuesta por Jacques Soubeyroux83, quien afirma que la Policía de Pobres estaba esencialmente dividida en cuatro organismos: los que dependían del soberano a través del Consejo de Castilla (la Sala de Alcaldes de Casa y Corte y su Comisión de Vagos) y los que estaban controlados por la municipalidad (el Corregidor y el Juzgado de Villa). Llegados a este punto es conveniente una breve puntualización metodológica: por Sala de Alcaldes deben entenderse las referencias explícitas a esta alta magistratura cortesana84 y las que mencionan a un alcalde85, aun sabiendo que éste podía ejercer
83
No vamos a entrar en detalle en cada una de ellas pues nos haría no sólo perder el rumbo de la exposición sino también excedernos en el número de páginas. Para más información ver SOUBEYROUX, J. (1982), p. 159 y siguientes. 84 Por ejemplo, en el caso de María del Carmen Aguirre quien fue detenida por acuerdo de la Sala 1ª y causa formada por el Sr. Alcalde Don Ignacio Martínez de Villela el 17 de Noviembre de 1802. 85 Es el caso de Margarita Lezama, el 30 de Abril de 1803 al ser encerrada por providencia del Sr. Alcalde D. Ignacio Martínez de Villela. 40
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
varios cargos a la vez y, por tanto, podía detener en nombre de uno u otro organismo (normalmente en el del que estuviese dirigiendo en la ronda de ese momento). Tal es el caso de don Tomás Moyano, juez de la Sala y presidente de la Comisión de Vagos al mismo tiempo86. Una buena parte de los detenidos en las distintas rondas acababa en el Departamento de Corrección de San Fernando. El hispanista Jacques Soubeyroux dedica un apartado entero de su tesis doctoral a presentar esta institución. Como consideramos relevante el que aparezca en este ensayo una breve historia de este establecimiento, y nos ha resultado imposible encontrar otra fuente que hable sobre el mismo, a continuación resumimos lo que este historiador ya presentó en los años 70 del siglo pasado. A finales del siglo XVIII existían dos hospicios en Madrid: el Real Hospicio de Pobres Mendigos del Ave María y San Fernando, Rey de España y la Casa/Departamento de Corrección de San Fernando. El primero fue fundado por decreto real el 3 de julio de 1673, su sede estaba situada en el convento de la Santísima Trinidad, situada en la calle Fuencarral (en el edificio que hoy en día acoge al actual Museo de Historia de Madrid). Tenía vocación caritativa y misericordiosa, siendo el refugio de todo tipo de personas que necesitasen su auxilio87. Por su parte, el segundo, ubicado en el municipio homónimo madrileño, fue el resultado de una de las múltiples medidas tomadas por Pedro Pablo Abarca de Bolea, Conde de Aranda. Creado por una Real Orden el primero de junio de 1766 como reacción al motín contra Esquilache, cuando se constató que los detenidos no cabían en los centros de reclusión de la capital, su finalidad era limpiar los barrios populares de la capital de mendigos y vagabundos para evitar posibles desórdenes públicos. Con el paso de los años, sus habitantes se fueron diversificando pero no su función: contrapuesta al
86 87
Hemos seguido este criterio pues no siempre se especifica dicho organismo. LÓPEZ GARCÍA, J. M., dir, (1998), pp. 442-444. 41
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
primer hospicio, la de este nuevo centro fue eminentemente represiva. Su primer director, Pablo de Olavide, fue quien imprimió este sello con mayor fuerza, a pesar de haber estado al mando del Depósito únicamente un año. Nombrado a principios de febrero de 1766 director de los hospicios (Madrid y San Fernando), la mayor parte de su tiempo la consagró al más reciente como se puede leer en sus informes. Empezó diseñando e implantando todo un sistema de recortes presupuestarios que acabaron hacinando, explotando y deteriorando la alimentación de las personas reclusas. Padeciendo estas lamentables condiciones de vida, las mujeres se sublevaron a finales del mes de julio del mismo año, aunque consiguió silenciar la protesta ante las autoridades superiores, tras reprimirla con dureza. Sin embargo, el 15 de junio de 1767, Olavide deja su cargo, probablemente por discrepancias con el Conde de Aranda. Tras la salida de Olavide, se descubre la verdadera situación en la que se encuentra el centro: problemas de construcción (por haber utilizado materiales baratos de pésima calidad y mano de obra inexperta), talleres no rentables, etc. Varios intentos de traslado, otro motín de mujeres (marzo de 1786) y el aumento de las evasiones fuerzan finalmente el traslado de todos sus reclusos en septiembre de 1798 a Vicálvaro. En 1801, se cerró este centro, llevándose a sus pobres encarcelados al hospicio de Madrid, donde fueron mezclados distintos tipos de pobres en vísperas de la crisis de 1803-1805. Pese a estos traslados, podemos afirmar que el Correccional de San Fernando consiguió su meta: reprimir y explotar a las personas que ahí habían dado con sus huesos, separándolas aún más de la sociedad. No obstante, existían también otras instituciones asistenciales, como algún hospital de fundación moderna con finalidad caritativa, aunque apenas se mantenían activos por estas fechas. Entre ellos cabe destacar el Hospital General y su filial femenina de La Pasión donde, por cierto, fueron tratados algunos de nuestros próximos protagonistas. También funcionaba todavía otro establecimiento represor, la Galera, que era la cárcel femenina, así como ciertos refugios para mendigos, caso del sitio en la calle de la Palma, pero la espada de Damocles, en 42
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
forma de bancarrota, pendía sobre todos ellos pues carecían de recursos para atenderlos88. Una vez analizadas las autoridades e instituciones de reclusión, adentrémonos en las razones que llevaron a estos infelices a estos centros.
4.3. Delitos y condenas Cada persona es singular, con su historia particular y su motivo de encierro. Para conocer las razones que llevaron a nuestros protagonistas a ser internados en el Depósito de Corrección, hemos separado el análisis de hombres y mujeres porque, aunque en ocasiones fueran detenidos por la misma razón, en la mayoría de los casos, hay ciertos delitos que van ligados al sexo. Comencemos por las mujeres, para quienes se ha seguido el modelo que Correcher elaboró para el motín de en San Fernando de 178689. La clasificación de esta autora es clara, concreta y concisa, perfecta para acercarnos al tema, pues distingue siete tipos de delitos: contra el orden social/público, el familiar, la conducta sexual, detención por ser abandonada, por dos o más delitos, incumplimiento de pena y sin expresión de causa/sin especificar. Gráfico 1. Tipología de los delitos imputados a las reclusas
88
Por entonces la deuda del Hospicio superaba los cuatro millones de reales, como puede comprobarse en LÓPEZ GARCÍA, J. M. (2006), p. 231. 89 CORRECHER TELLO, I. (1998), p. 9. 43
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
El Gráfico 190 ilustra el abanico de delitos que “convivían” en San Fernando. Los dos mayoritarios son el de “contra el orden social” (30,7%), que cubre desde un robo hasta un asesinato, pasando por un motín, y el de “abandonada” (24,7%) 91. Este segundo tiene un significado confuso. Según la doctora Victoria López Barahona, muchas mujeres eran abandonadas por sus maridos cuando decidían marcharse dejando todo atrás. Pero, salvo un caso, todas nuestras protagonistas son solteras o viudas, lo que las aleja del primer supuesto. ¿Podría tratarse de “abandonadas” a algún tipo de vicio? De ser así, se suele mencionar esa práctica deshonrosa, por lo que es más posible que estas mujeres, por una situación todavía desconocida, acabasen abandonadas a su suerte en la calle y que, en virtud del cumplir el ideal ilustrado de tener los espacios públicos limpios de cualquier pobredumbre, fuesen encerradas y forzadas a trabajar. No hay que olvidar que la familia es el cuerpo principal de pertenencia en el Antiguo Régimen; así, carecer de familia sitúa al individuo fuera de esa célula básica que, a su vez, se integra en otros cuerpos que, unidos, conforman la sociedad. En cuanto a los otros tipos, también hay muchas féminas detenidas y apresadas por dos delitos o más. Se trata por lo general de “abandonadas” junto con otro delito, como María Josefa Gandía, de Alcázar de San Juan y 15 años, encerrada por “abandonada y sin domicilio” o Marcela Bentura, 22 años, oriunda de Consorvida (Oviedo) recluida por “incorregible y abandonada”. Bajo el paraguas de los “delitos contra el orden familiar” se albergan situaciones que pudiesen desestabilizar el orden patriarcal hegemónico dentro de las familias nucleares o un matrimonio sin hijos. Entre ellas destaca por su frecuencia la de “a queja de su marido”, aunque también los divorcios
90
Los datos proceden del Cuadro 1. Victoria López Barahona señala que los delitos más frecuentes entre las reclusas de San Fernando en 1786 eran, por el contrario, los de carácter sexual, representando el 41,40%, aunque en este porcentaje también engloba algunos de los que yo he incluido en el apartado de delitos contra el orden familiar. Aunque juntásemos ambos tipos, los de carácter sexual seguirían estando en cuarta posición. Por lo tanto, podríamos pensar que en estas fechas las autoridades priorizaban los asuntos de tipo social o más ‘visibles’, frente a los morales; o bien que por estos últimos las mujeres fuesen más bien a parar a la Cárcel Galera. LÓPEZ BARAHONA, V. (2009), pp. 113-114. 91
44
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
protagonizados por Tomasa Felipe Encabo y doña Prudencia Martínez92, de las que hablaremos más adelante, o las quejas de padres como los de Benita Martínez, 13 años, por "varios extravíos”. Los adulterios y “tratos ilícitos” los he considerado delitos de conducta sexual. El Gráfico 2, titulado “Instituciones encarceladoras”93 nos ilustra
sobre la
proporción de detenciones llevadas a cabo por cada una de estas autoridades u organismos encargados de la represión de varones y mujeres sin recursos. El gráfico habla por sí solo de la abrumadora importancia de la Sala en dicho cometido, pero es necesario explicar la denominación “fuera”. Con este término se hace alusión a aquellos casos que han sido sentenciados previamente por tribunales distintos a los madrileños, que, por una u otra razón, se inhibieron en favor de la justicia capitalina. Son pocos casos, como el de la mencionada Tomasa Felipe Encabo, de Torija (Guadalajara), quien es detenida “a petición del señor vicario de la ciudad de Toledo, don Pedro Antonio de Arevilla” o el de María Fernández, de Rueda de Pisuerga (Castilla la Vieja), encarcelada “por auto del Sr. D. Manuel Vicente de Torres y causa formada por el Sr. Agustín de la Cruz, Alcalde de Vicálvaro”. Gráfico 2. Instituciones encarceladoras
92
Al preguntarme si el “doña” era importante pues son solamente tres reclusas las que lo tienen, encontré un pequeño comentario al respecto en BÉNAVIDÈS, C. (2001). En todo caso, ese tratamiento se dispensaba en la época a las nobles y a las mujeres de familias de la alta burguesía. 93 Ver Cuadro 2. 45
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
La inserción en este apartado ha vuelto a ser algo complicada debido a que unas cuantas causas sustanciadas por organismos como la Sala de Alcaldes o su Comisión de Vagos (y colocados en sus respectivas categorías) se podrían considerar como “de fuera” por especificarse el trayecto que han seguido. Tomemos el ejemplo de otro divorcio, el de Doña Prudencia Martínez: su caso fue llevado primero por el Consejo de Castilla, quien lo pasó a la Comisión de Vagos (donde lo hemos añadido) aunque parece que la causa se sentenció en Toledo. Ella y Tomasa Felipe acabaron en el Correccional al no haber en sus lugares de origen un centro de reclusión para convictas por semejante delito. Similar es la situación de Ipólita González Pastrano, Paula Díaz de la Fuente, Cathalina Díaz de la Fuente, Juana Rodríguez de Escalona, Teresa Rodríguez Camuñas y Úrsula Marjaliza, detenidas por el motín que protagonizaron en su villa natal de Madrilejos el 19 de mayo de 1802. A petición del Gobernador del Consejo, se pidió a la Sala Criminal Primera de la alta magistratura cortesana que pronunciase la sentencia definitiva, condenándolas a dos años en el Departamento de Corrección de San Fernando, donde ingresaron el 13 de junio de 1804. Estos cambios de jurisdicción se debieron al cumplimiento de la mencionada Real Ordenanza del 18 de agosto de 1782 en la que se exhortaba a que todas las mujeres del reino fuesen transferidas al Departamento de Corrección de la capital; aparte de los ya mencionados, el más claro ejemplo es el de varias mujeres navarras, arrestadas por el Juez Conservador de la Venta de Tabaco, que acabaron dando con sus huesos en San Fernando. Según los ilustrados, era la mejor manera de educarlas y enseñarles un oficio útil para el reino. Pero había dos problemas. El primero, la mezcla de reclusas rematadas por delitos que nada tenían que ver unos con otros. Este argumento fue esgrimido en su súplica por doña Prudencia quien “se queja agriamente” y “llora por su honor ofendido” por estar encerrada con otras reas cuyos crímenes son, según ella, más graves, motivo por el cual imploró que la trasladasen a otro depósito. El segundo, que se trataba de otra forma de excluirlas aún más de la sociedad al desarraigarlas de sus tierras de origen. 46
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
En cuanto a los varones, poco más se puede añadir a este respecto pues la gráfica es bastante clara, al mostrar la misma tendencia que la de las mujeres. De cara a la tipología de delitos cometidos por estos últimos, se ha procedido a su análisis por separado pues así lo requiere la fuente, al no estar tipificado en su caso el delito de “abandono”. No obstante y tal y como se adelantaba al comenzar este apartado, el resto de la tipología es idéntica: contra el orden familiar, por violación del orden social, de conducta sexual, “sin delito”, sin expresión de causa/sin especificar, y dos delitos o más. En el Gráfico 3 y el Cuadro 194 podemos constatar cómo lo más corriente era ser detenido acusado de varios delitos simultáneamente (43%); así en el 83,8 por ciento de los casos, los varones fueron detenidos por carecer de domicilio y oficio. Gráfico 3. Tipología de los delitos imputados a los reclusos
A este grupo le siguen quienes perpetraron atentados contra el orden social (36,6%), y bastante más lejos los encerrados sin expresión de causa/sin especificar (12%) y los que cometieron infracciones contra el orden familiar (6,5%) siendo –por el contrario– prácticamente despreciables los de conducta sexual y los que no cometieron ningún delito concreto, con uno y dos casos respectivamente. Entre los recluidos “sin expresión de causa/sin especificar”, se encuentra Francisco Bruno Criado de 46 años y originario de la Villa de Mora (Toledo). Su singular situación merece este pequeño apunte por ser la única persona que se encuentra en San 94
Ver Cuadro 1. 47
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
Fernando “de paso” con la siguiente explicación: “permanezca en este Departamento hasta que verifique su sanidad de la demencia que padece, en cuyo caso se remitirá con su mujer bajo los oportunos apercibimientos”. Se sabe que durante el Gran Confinamiento, al haber tal cantidad de inopes por encerrar, se les mezcló sin ningún tipo de miramiento, juntando a pobres de solemnidad con asesinos, a mujeres divorciadas con prostitutas, a niños huérfanos con locos o dementes. Este parece ser el caso de nuestro protagonista, aunque de ser el informe del médico positivo, no se quedaría en el correccional95. Llegados a este punto, sería interesante ver la relación entre delito y condena impuesta. Desgraciadamente, no tenemos más que vagas hipótesis. ¿Cabría la posibilidad de que las penas fuesen más duras cuando la coyuntura era mala? ¿No fue pésima la de 1804? ¿Fueron más duras las penas infligidas a los varones al extenderse más a lo largo del tiempo? Es fácil constatar que se mantuvo la misma pena para un mismo delito (de haber agravantes estos se reflejarían también en la penalidad). A tenor de los castigos impuestos, en el caso de las mujeres el peor delito era el de robo, pues es el que implicaba más años de reclusión (entre tres y seis), seguido del de “abandono” con penas de dos años de media. Es obligado un análisis más profundo, en el que se podría utilizar también la variable del responsable de la represión. Para el caso de los varones, el encierro más largo era para los que carecían de domicilio y de oficio, llegando a ser encarcelados por tiempo indeterminado o hasta que aprendiesen una profesión. A continuación se encuentran delitos contra el orden social o familiar, cuyas penas oscilaban de cuatro a seis años. Pongamos dos ejemplos ilustrativos. El joven Mariano Moreno, de 13 años, fue condenado a cuatro años en el Correccional por herir a su profesor de latín, don Joaquín Ezquerra, con un cuchillo. Sin embargo, a Pedro Sanz, de 11, al no “quererse sujetar a aprender oficio y andar vagando” se le impuso permanecer en el centro “por el 95
Michel Foucault no sólo acuñó el concepto de Gran Confinamiento, sino que también estudió tanto las instituciones confinadoras como las causas de tal encierro. En este caso, nos referimos concretamente a su estudio sobre la locura FOUCAULT, M. (1985). 48
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
tiempo necesario hasta que aprenda oficio”, quedándose finalmente como voluntario: cabe sospechar que su familia, en caso de tenerla no tuviese con qué mantenerlo, siendo entonces para él preferible permanecer en el centro, donde por lo menos le podían vestir y alimentar. La elección de pasar “a voluntarios” no fue minoritaria, pues escogieron pasar a esta situación un total de 146 hombres y 14 mujeres. Este desequilibrio viene dado por las edades, al ser los varones en su mayoría bastante jóvenes y ellas algo más mayores y con, posiblemente, algún recurso más (familiares sobre todo). En cualquier caso, estas cifras nos demuestran una vez más que las personas aquí reclusas eran pobres. Por lo contrario, había algunas personas que rechazaron este posible “privilegio” y sus ansias de libertad les llevaron a huir. Dentro de este grupo hubo algunas que se habían fugado y que volvieron a ser aprehendidas, acabando de nuevo en San Fernando, pero otras debieron de lograr su objetivo al no volverse a saber de ellas, al menos en el documento analizado: fueron concretamente diez hombres quienes, el 9 de noviembre de 1804, consiguieron escapar. Las malas condiciones que padecían en el Depósito y el desconocimiento de su fecha de salida pudieron ser algunas de las causas que les llevaron a emprender esta acción, tal y como sucedió con el mencionado motín de mujeres de 1786, incluso a pesar de haber habido varias excarcelaciones tras la visita, entre el 23 y el 24 de septiembre. A primera vista, considerando el perfil de las personas recluidas y el tiempo de duración de las penas, se puede establecer el patrón delictivo de los reclusos en el Correccional de San Fernando a comienzos del Ochocientos, si bien al examinar con atención las infracciones, la división de género se hace asimismo necesaria, toda vez que, siendo todos los reclusos pobres, las causas de confinamiento de varones y mujeres presentan ciertas diferencias: dentro de los internos son mayoritarios los acusados por atentar contra el orden social y otros que acumulan dos delitos, como sucede con los reos rematados por vagancia y no practicar ningún oficio. En el caso femenino, el “abandono” 49
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
está entre estos dos, aunque los robos, pequeños hurtos y otros atentados contra el orden social tampoco son desdeñables. Siguiendo la senda del argumento fecha/condena, veamos ahora si la crisis acaecida en los albores de la centuria estuvo relacionada con el encarcelamiento de las personas, provocando un posible aumento en su número.
4.4. Fechas de detención Indudablemente, la crisis mixta que sufrió la corte a comienzos del siglo XIX tuvo algo que ver con el aumento de las detenciones de pobres y su encarcelamiento posterior. Este razonamiento se apoya en una simple relación entre los acontecimientos analizados y las ideas del Reformismo ilustrado vistos en apartados anteriores: los problemas del abasto provocan el descontento social, éste el pánico de las clases privilegiadas, que llevan décadas decididas a erradicar la pobreza y la vagancia; así las cosas, vuelven a reaccionar emprendiendo una dura política represiva, tal y como pasó tras el motín contra Esquilache en la cercana fecha de 176696 (¿tendrían miedo las autoridades a lo que E. P. Thompson ha denominado experiencia?). Si como hemos visto entre 1802 y 1804 los madrileños tan solo protagonizaron pequeños altercados en las zonas de mercado, cabe preguntarse si ese temor de los dirigentes fue desmedido. Todo parece apuntar hacia una respuesta afirmativa. El Gráfico 4 y el Cuadro 3 muestran la evolución anual de personas encerradas de ambos sexos en el Correccional, dibujando un aumento espectacular (y sostenido) en el caso de las mujeres desde 1802 hasta la fecha de la visita, en el último tercio de 1804. En cuanto a los hombres, se aprecia un crecimiento a lo largo de todo el periodo, siendo menos acusado en el intervalo julio 1803-mayo 1804 donde parecen estabilizarse el número de encarcelamientos, contrariamente al caso femenino.
96
LÓPEZ GARCÍA, J. M. (2006). 50
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
Gráfico 4. Fecha de ingreso en el Correccional
Relacionemos lo observado en el gráfico antecedente con lo expuesto al estudiar la situación de Madrid al despuntar el siglo XIX: las malas cosechas asolan el reino, acrecentando la emigración coyuntural a la capital. Mas con una disminución de campesinos ocasionada por la sobremortalidad, el éxodo rural y las malas cosechas, el número de fanegas de trigo enviado a la corte se desploma y los precios suben. El incidente de la Plazuela del Rastro, en abril de 1802, sirvió de excusa perfecta a las autoridades para reforzar las rondas de vigilancia y conseguir así mano de obra forzada susceptible de trabajar en lo que fuere menester (obras públicas, talleres) y aminorar los salarios de los jornaleros. Por otra parte, conviene recordar que los datos que estamos analizando son el resultado de una visita en unos días concretos, cuando se anotaron las personas que se encontraban en ese momento en el centro. Pero es altamente probable que durante los años previos a 1804 hubiese más detenciones de las que este documento refleja, si bien algunos reclusos pudieron haber salido de San Fernando cuando se redactó el informe porque cumplieron la pena, se fugaron o, en el peor de los casos, fallecieron, de ahí la importancia de recalcar que el Gráfico 4 no refleja más que una tendencia a lo largo de unos pocos años. Si examinamos el número de presos y presas que se encontraban en el Hospicio de Madrid y en el de San Fernando entre 1772 y 1787, se observa que la media
51
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
anual de recluidos en las dos instituciones no bajó nunca de los 200097. Por lo tanto, si en 1804 ambas instituciones se habían fusionado en un solo establecimiento, ocupando el mismo edificio de la calle Fuencarral, y había únicamente 458 personas en el Departamento de Corrección, cabe pensar que el número de prisioneros de ambos sexos en todo el Depósito también se había reducido, quizá porque la mayoría fue desterrada, constituyendo la vanguardia de los 3.468 pobres y excluidos que sería expulsada de la capital el año siguiente98.
4.5. Perfil de la reclusa y del recluso Con el fin de conocer mejor la población penitenciaria del correccional, he establecido un patrón que incluye la edad, el estado civil y su origen. Estos datos aparecen en casi todas las entradas, aunque faltan algunas veces. Con respecto a la edad, he utilizado pautas distintas para hombres y mujeres, aunque para compararlos al final del trabajo las he tenido que unificar. Gráfico 5. Distribución de las personas recluidas por grupos de edad
A la hora de dividir a los hombres por rangos de edad, en vez de elaborar una clasificación propia y para mantenernos lo más fieles a la mentalidad de la época
97 98
Estos datos han sido facilitados por el investigador Jesús Agua de la Roza. LÓPEZ GARCÍA, J. M. (2006), p. 231. 52
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
estudiada, he seguido la ideada por Campomanes99: de 0 a 7 (“expósitos, niños y niñas en la infancia”), de 8 a 14 (“pupilos y pupilas que pueden aprender la doctrina cristiana, leer, escribir, contar y ponerse en disposición de tener un oficio”), de 15 a 21 (“mozos y mozas que pueden y deben dedicarse al trabajo, oficio o habilidades mujeriles respectivamente […] a los 21 años recién cumplidos de tomar estado de matrimonio y ejercer oficio”), de 22 a 50 (“personas de ambos sexos que dificultosamente serían capaces de aprender oficio y se pueden destinar a las armas”) y de 50 años en adelante (“ni saben oficio ni le pueden aprender y regularmente están resabiados en enormes vicios”). Como se puede apreciar en el Gráfico 5, que refleja la distribución total de las personas recluidas por grupos de edad100, se trata en su mayoría (el 77,8%) de varones muy jóvenes, con edades comprendidas entre los 8 y los 21 años, siendo especialmente importante el número de menores de 15 años, que representan casi el 50 por ciento de toda la muestra. Para el caso de las mujeres, aunque al analizar los reclusos haya seguido la propuesta del Conde de Campomanes ya que se trata de una clasificación contemporánea, válida para ambos sexos y útil para ver más fácilmente ciertas diferencias ligadas al género, he decidido utilizar una clasificación propia, elaborada antes de descubrir la del ilustrado español, pues tiene pequeñas (pero a mi entender importantes) diferencias. Esta se divide en seis rangos: “sin especificar”, de 0 a 14, de 15 a 25, de 26 a 40, de 41 a 60 y de 61 o más101. El primer rango de edad, de 0 a 14, ofrece dificultades en sus límites, que hemos fijado en los 14 años debido a que casi todas las chicas han tenido ya su primera menstruación y han abandonado la infancia biológica. El Gráfico número 6 refleja cómo de las 215 presas, 188 tenían entre 15 y 40 años, esto es, casi el 87,5 por ciento, seguidas de las de más de 41 años (15) y las niñas (11); es decir, la pirámide de 99
VELÁZQUEZ MARTÍNEZ, M. (1991), pp. 154-155. Ver Cuadro 4. 101 Se trata de una clasificación empleada por la mayoría de los especialistas, cuyo principal problema lo plantea el primer grupo, de 0 a 14 años, que ofrece dificultades en su límite superior, fijado en los 14 años, debido a que con esa edad casi todas las chicas han tenido ya su primera menstruación y –por consiguiente- han abandonado la infancia biológica. 100
53
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
edad femenina del centro punitivo se ensancha en la parte central, con escasas niñas y mujeres mayores, esbozando un escenario bien distinto al de la mitad masculina102.
Gráfico 6. Distribución de las internas por grupos de edad
La diferenciación en función de los años que tenían es útil por dos varias razones. Por un lado, permite deslindar si estaban en edad fértil: al haber varias instituciones de encierro femenino, si gran parte de las mujeres estaba en edad fértil ¿afectaría ello negativamente a la tasa de natalidad de la ciudad? Sin aceptar los estereotipos de la mentalidad
del
momento,
que
las
consideraba
solo
como
“meros
objetos
reproductivos”103, lo cierto es que si eran ellas las que daban a luz y un porcentaje importante de la población femenina estaba recluido, ello tendría que repercutir negativamente en la tasa de natalidad. Por otro, porque el cruce de estas mujeres con su estado civil facilita estudiar la edad media de sus esponsales, poniéndonos así sobre la pista de si la coyuntura económica del momento era favorable o no. La clasificación de las prisioneras y los reclusos por estado civil no ha ofrecido problema alguno: eran solteras/os, casadas/os, viudas/os, “sin especificar” y “con mención de parentesco” (“hermana/o de”, etc.). El gráfico104 muestra que sólo las 127 solteras representan el 60 por ciento de las reclusas, aunque debían ser bastantes más, pues las
102
Ver Cuadro 4.
103
LÓPEZ BARAHONA, V. (2009), p. 27.
104
Ver Cuadro 5. 54
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
16 incluidas en los apartados “sin especificar” y “mención de parentesco” eran menores de 16 años. Gráfico 7. Estado civil de las personas recluidas
Algo parecido sucede del lado masculino, aunque de manera mucho más flagrante. Entre los hombres predomina el “sin especificar”, que equivale al 67 por ciento del total. Sin embargo, si planteamos la hipótesis de que los menores de 18 también pertenecen a este grupo (144) y los del de “mención de parentesco” (5) tampoco se habían casado, el porcentaje de menores solteros ascendería hasta el 85,5, siendo 19 puntos inferior en el caso de las mujeres, aunque en ellas el peso de las muchachas es igualmente significativo. Que más de la mitad de las internas fuesen solteras en edad fértil, y que Madrid atravesase una coyuntura depresiva, permite deducir que la persecución y encierro de todas estas mujeres se dirigía a impedir la regeneración poblacional, al menos de las clases subalternas. Pero, ¿eran todas estas personas madrileñas o inmigrantes que venían a la corte con el sueño de encontrar una vida mejor que la ofrecida en sus lugares de origen? El Gráfico 8 y el Cuadro 6 muestran sus lugares de origen y contrariamente a lo esperado, revela que sólo el 29,7 por ciento de las mujeres era de Madrid o su provincia, mientras
55
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
que para los hombres este porcentaje se eleva al 41,5 por ciento. La mayoría de los reclusos procedía del resto de los territorios de Su Católica Majestad, sobre todo de zonas cercanas a la capital como las dos Castillas, de donde provenían el 42,7 por ciento de las féminas y un 36,6 por ciento de los varones105. Cabe destacar igualmente la presencia de dos mujeres no peninsulares: Juana Mariana Fresing, casada, originaria de Orán, y María del Pilar Maestre, soltera, de Lima106. No obstante, para la primera se añade “nombre, Patria y estado fingidos” por lo que se puede aventurar que al menos esta mujer (aunque quizá también la segunda), conocía la legislación que obligaba a devolver a toda persona detenida a su lugar de origen y, para evitar tal deportación, decidió declarar ser originaria de un lugar lejano (lo que demuestra también ciertos conocimientos de geografía). Gráfico 8. Procedencia geográfica de las reclusas y los encarcelados
Si comparamos estos datos y los cruzamos con los referentes a los de las edades de los habitantes del correccional, es lógico que el origen más frecuente de los varones
105
Lo cual confirma la tesis de Ringrose sobre la masiva procedencia de una inmigración femenina “estacional”, que contrasta con otra más lejana protagonizada por hombres. Vid. RINGROSE, D. R. (1985), pp. 64-73. 106 Echamos en falta detalles sobre su venida a la corte que nos ayudarían a escribir biografías de gente tan ignorada por la Historia como perseguida por las autoridades. Sobre microhistoria, microespacialidad y globalidad resulta imprescindible la lectura de las propuestas de Christian G. de Vito, de la Universidad de Leicester, quien vino además a exponerlas a la Universidad Autónoma de Madrid el 23 de febrero de 2015 en un seminario titulado “Sobre el trabajo forzado y la Historia Global: un debate con Christian G. de Vito”. 56
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
sea la capital pues la mayoría de estos eran niños. Por su parte, las mujeres madrileñas son bastantes menos, siendo oriundas de Castilla La Nueva las más numerosas, bien debido a la aplicación de la Real Ordenanza del 30 de Abril de 1745 o porque las 67 integraban este grupo, incluido las nacidas en la provincia de Madrid, habían llegado a la corte en pos de una vida mejor desde la Submeseta sur107.
En suma, la crisis de principios de siglo XIX afectó a toda la ciudad, pero se ensañó especialmente con las personas más vulnerables como los pobres. Las instituciones encargadas del aprovisionamiento no supieron reaccionar correctamente; en tales circunstancias, la política de profilaxis social que propugnaba el reformismo ilustrado, mezclada con un halo de aporofobia, hizo que fueran de nuevo los pobres los quienes sufriesen en sus propias carnes las consecuencias de la represión de la delincuencia y la vagancia que por entonces se desató. Encerradas y explotadas en el departamento de Corrección de San Fernando, estas personas lo único que compartían era la desgracia de encontrarse ahí pues sus perfiles vitales eran de lo más variado, tanto por los rangos de edad como por los orígenes, pudiendo ser asesinas, locas, huérfanas, divorciadas,
borrachas,
ladronas,
indigentes
o
simplemente
pobres,
siendo
la
incertidumbre sobre su fecha de salida del centro otra de sus peores enemigas.
107
De nuevo, la concordancia con la procedencia de la inmigración femenina a la capital es total, como puede comprobarse en LÓPEZ GARCÍA, J. M., dir., (1998), p. 166. 57
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
5. CONCLUSIÓN A lo largo de este ensayo hemos analizado, gracias a la historiografía y a las distintas fuentes consultadas y mediante el análisis de la situación económica, política y social, lo que suponía ser pobre en Madrid a principios del siglo XIX. La crisis de principios del Ochocientos fue especialmente sentida en España, y en particular en la capital, donde la población dependía de lo que pueblos cercanos, e incluso más alejados, le podían proveer: debido a una crisis de tipo antiguo, el abasto frumentario de la corte se resintió, provocando la ira y desesperación de las personas más necesitadas. Para evitar males mayores, las autoridades las reprimieron duramente. Decenas de mujeres y varones fueron así recluidos en el Correccional de San Fernando con el fin de evitar que esa pobredumbre llegase a desencadenar un nuevo motín. Gracias al análisis de la visita realizada a este centro en septiembre de 1804, podemos afirmar que el perfil más frecuente de la reclusa era el de una mujer de entre 15 y 40 años, soltera, castellana y apresada por la Sala de Alcaldes por cometer un delito contra el orden social entre 1802 y los dos primeros tercios de 1804. Por su parte, el más corriente entre los varones era el de un joven soltero entre 8 y 21 años, madrileño, encarcelado también por la Sala de Alcaldes pero por una acumulación de delitos como no tener oficio ni domicilio. Decía cierto historiador que el presente y el pasado no son elementos separados puesto que beben el uno del otro. Siguiendo esta premisa, intento dedicar unos minutos de mi jornada a leer la prensa y cotejar noticias publicadas en distintos medios. A nivel europeo, el titular más leído estas últimas semanas es el de la inmensa afluencia de refugiados que huye de sus lugares de origen debido a las guerras que asolan sus países. Llegan a nuestro subcontinente con la esperanza de encontrar una vida mejor que la que dejan atrás, pero nuestras instituciones están demostrando ser incapaces de resolver esta crisis humanitaria, lo que acaba provocando altercados. Además, como saben, estamos inmersos en un año electoral fuera de lo común para nuestra democracia, debido sobre todo a la ruptura del bipartidismo y al auge de nuevas formaciones. Estos periodos 58
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
(pre)electorales dejan por el camino propuestas y pequeños debates entre candidatos que pueden pasar desapercibidos, como el protagonizado por una alcaldesa y una alcaldable sobre la molestia causada por los indigentes en la capital borbónica108. No es este el mejor sitio para polemizar, pero sí para hacer notar que la mentalidad ilustrada no está tan alejada de nuestro presente, y que la aporofobia es una realidad a pesar de no tener nombre reconocido ni por la sociedad, ni mucho menos por las instituciones. Empezamos este trabajo con la definición del papel del escritor según Albert Camus. Esta definición puede aplicarse de igual manera al historiador quien, contrariamente a lo que se dice, no está para dar voz a nadie sino para visibilizar a los que se intentó esconder. Entonces, ¿existen realmente disciplinas más útiles que otras, tal y como afirma estos días el actual ministro de educación japonés109? Todas y cada una de las personas que hemos citado han tenido y siguen teniendo voz, lo que hay que hacer es escucharlas atentamente, pues sus palabras retumban en los archivos. Esto es lo que hemos intentado hacer en este escrito, para que todas ellas salgan del olvido y recuperen su lugar en la Historia universal.
108
Divergencia de opiniones entre estas dos personas en http://www.eldiario.es/politica/Botella-Constitucion-amparapuedan-dormir_0_382512284.html, . Propuestas electorales europeas de los últimos años así como algunas madrileñas para las pasadas elecciones del 24 de mayo de 2015: http://www.elmundo.es/madrid/2015/04/29/553fa765268e3eb4028b4571.html . 109 https://www.timeshighereducation.com/news/social-sciences-and-humanities-faculties-close-japan-after-ministerialdecree . 59
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
6. FUENTES DOCUMENTALES · Archivo Regional de la Comunidad de Madrid (ARCM), Diputación Provincial de Madrid, legajo 5.134, carpeta 36.
7. BIBLIOGRAFÍA · Agua de la Roza, J. (2014). “Reclusión infantil en Madrid a finales del Antiguo Régimen”. En R. Franch Benavent, F. Andrés Robres y R. Benítez-Blanco (Eds.), Cambios y resistencias sociales en la Edad Moderna. Un análisis comparativo entre el centro y la periferia mediterránea de la monarquía hispánica. Madrid: Sílex Madrid, pp. 29-42. · Agua de la Roza, J. (2013). La infancia en Madrid a finales del Antiguo Régimen. Una visión a través de la documentación de la Mesa de Madrid. Madrid: UAM Ediciones. · Agua de la Roza, J. (2012). “Infancia y pobreza en el Madrid del Setecientos”. En J. Hernando Ortega, J. M. López García y J. A. Nieto Sánchez (Eds.), La Historia como arma de reflexión. Estudios en homenaje al profesor Santos Madrazo. Madrid: UAM Ediciones, pp. 21-32. · Alloza Aparicio, Á, López García, J. M. y Pablo Gafas, J. L. de (2000), “Prevention and Repression: Food Supply and Public Order in early modern Madrid”. Mélanges de l´École Française de Rome Italie et Méditerranée, 112, pp. 615-644. · Bénavidès, C. (2001). Les femmes délinquantes à Madrid (1700-1808). Justice et société en Espagne au XVIIIème siècle. París: CRIC. · Camus, A. (10 de diciembre de 1957). Discurso de aceptación del premio Nobel de literatura en Estocolmo. Recuperado de http://www.nobelprize.org/nobel_prizes/literature/ laureates/1957/camus-speech-f.html, .
60
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
· Carbajo Isla, M. F. (1987). La población de la villa de Madrid desde finales del siglo XVI hasta mediados del siglo XIX. Madrid: Siglo XXI. · Carbajo Isla, M. F. (1985). “La inmigración a Madrid (1600-1850)”. REIS: Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 32, 67-100. · Castro, C. (1987). El pan de Madrid. El abasto de las ciudades españolas del Antiguo Régimen. Madrid: Alianza Editorial. · Castro, C. (1986). “El pósito de Madrid: evolución y crisis”. En L. E. Otero Carvajal y Á. Bahamonde (Eds.), Madrid en la sociedad del siglo XIX, volumen 2. Madrid: Cidur, pp. 229-243. · Chacón Jiménez, F. (1987). Familia y sociedad en el Mediterráneo Occidental, siglos XVXIX. Murcia: Universidad, Secretariado de publicaciones. · Comín, F., Hernández, M. y Llopis, E. (Eds.) (2002). Historia económica de España, siglos X-XX. Barcelona: Crítica. · Correcher Tello, I. (1998). Revuelta del cuartel de mujeres del Hospicio de San Fernando de 1786 aspectos jurídicos y sociales. Alcalá de Henares: Ayuntamiento, Centro Asesor de la Mujer. · Covarrubias, S. de (1611). Tesoro de la lengua castellana o española. Madrid: imprenta de Luis Sánchez. Recuperado de http://fondosdigitales.us.es/fondos/libros/765/16/tesorode-la-lengua-castellana-o-espanola/, . · Davis, N. Z. (1981). “The Sacred and the Body Social in the Sixteenth-Century Lyon”. Past and Present, 90, 40-70. · Davis, N. Z. (1982). “Women in the Crafts in the Sixteenth-Century Lyon”. Femenist Studies, VIII, 1, 47-80. · Davis, N. Z. (1993). Sociedad y Cultura en la Francia Moderna. Barcelona: Crítica.
61
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
· De Vito, C. (Febrero, 2015). Sobre el trabajo forzado y la Historia Global: un debate con Christian De Vito. Universidad Autónoma de Madrid. · Dictionnaires de français. Larousse. Recuperado de http://www.larousse.fr/dictionnaires/ francais/indigent_indigente/42606, . · Espronceda, J. de (1835). El mendigo. Recuperado de http://www.poemas.de/mendigo/, . · Farge, A. (2013). La déchirure: souffrance et déliaison sociale au XVIIIe siècle. Montrouge: Bayard. · Fernández García, A. (1986). “La crisis de subsistencias en el Madrid del siglo XIX”. En L. E. Otero Carvajal y Á. Bahamonde (Eds.), Madrid en la sociedad del siglo XIX, volumen 2. Madrid: Cidur, pp. 191-129. · Foucault, M. (1985). Historia de la locura en la época clásica. México: Fondo de Cultura Económica. · Geremek, B. (1989). La piedad y la horca. Historia de la miseria y de la caridad en Europa. Madrid: Alianza. · Giard, L. (dir.) (1993). Michel Foucault. Lire l'œuvre. Éditions Jérôme Millon. Recuperado de http://books.google.es/books?id=lsea05XtF-MC&lpg=PP1&hl=fr&pg=PA215#v=onepag e&q&f=false, . · Gómez Díaz, D. y Fernández-Revuelta Pérez, L. (1998). “Complejidad organizativa y desarrollo contable de los pósitos en España, siglos XVI-XIX”. Revista de Contabilidad, 1 (2), 85-112. · Gutton, J-P. (1971). La société et les pauvres. L'exemple de la généralité de Lyon 15341789. París: Les Belles Lettres. · Hobsbawn, E. J. (2011). Bandidos. Barcelona: Crítica.
62
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
· Lis, C. y Soly, H. (1985). Pobreza y capitalismo en la Europa preindustrial (1350-1850). Madrid: Akal. · Llopis Agelán, E. y Sánchez Salazar, F. (Junio, 2014). “La crisis de 1803-1805 en las dos Castillas: subsistencias, mortalidad y colapso institucional”. Universidad Complutense de Madrid. · López Barahona, V. (2009). El cepo y el torno. La reclusión femenina en el Madrid del siglo XVIII. Madrid: Fundamentos. · López García, J. M. (dir.) (1998). El impacto de la Corte en Castilla. Madrid y su territorio en la época moderna. Madrid: Eurocit/Siglo XXI. · López García, J.M. (2006). El motín contra Esquilache. Crisis y protesta popular en el Madrid del siglo XVIII. Madrid: Alianza. · Marcos Martín, A. (1985). Economía, sociedad, pobreza en Castilla: Palencia, 15501814. Vol. 2. Palencia: Diputación Provincial de Palencia. · Marcos Martín, A. (2000). España en los siglos XVI, XVII y XVIII. Barcelona: Crítica, Caja Duero. · París Martín, Á. (s.f.). “Mecanismos de control social en la crisis del Antiguo Régimen: la Superintendencia General de Policía”. Grupo Taller de Historia Social. Recuperado de http://www.historiasocial.org/?cat=8 . · Pérez Estévez, R. M. (1976). El problema de los vagos en la España del siglo XVIII. Madrid: Confederación Española de Cajas de Ahorros. · Pérez Moreda, V. (1980). Las crisis de mortalidad en la España interior siglos XVI-XIX. Madrid: Siglo XXI. · Pinto Crespo, V. y Madrazo Madrazo, S. (dirs.) (1995). Madrid. Atlas histórico de la ciudad. Siglos IX-XIX. Barcelona: Lunwerg/Caja de Madrid.
63
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
· Poynter, J. R. (1969). Society and pauperism: english ideas in poor relief, 1795-1834. Londres: Routledge and Kegan Paul; Toronto: University. · Real Academia Española (1726-1739). Diccionario de la lengua castellana, en que se explica el verdadero sentido de las voces, su naturaleza y calidad, con las phrases o modos de hablar, los proverbios o refranes, y otras cosas convenientes al uso de la lengua.
Madrid:
imprenta
de
Francisco
del
Hierro.
Recuperado
de
http://web.frl.es/DA.html, . · Real Academia Española (1817). Diccionario de la lengua castellana. Madrid: imprenta real. Recuperado de https://archive.org/details/5eddiccionariode00acaduoft,. · Rheinheimer, M. (2005). Pobres, mendigos y vagabundos. La supervivencia en la necesidad, 1450-1850. Madrid: Siglo XXI. · Ringrose, D. R. (1985), Madrid y la economía española, 1560-1850. Ciudad, Corte y País en el Antiguo Régimen. Madrid: Alianza. · Sharpe, J. (1996). “Historia desde abajo”. En P. Burke (ed.), Formas de hacer historia. Madrid: Alianza, pp. 38-59. · Soubeyroux, J. (1978). Paupérisme et rapports sociaux à Madrid au XVIII ème siècle. Lille: Atelier Reproduction des thèses, Université Lille III; París: Diffusion, Librairie Honoré Champion. · Soubeyroux, J. (1982). El encuentro del pobre y la sociedad: asistencia y represión en el Madrid del siglo XVIII. Estudios de Historia Social, 20-21, pp. 7-225. · Thompson, E. P. (1995). La economía de la multitud en la Inglaterra del siglo XVIII. En Thompson, E. P., Costumbres en común. Barcelona: Crítica, pp. 213-293.
· Tulard, J., Fayard, J-F., Fierro, A. (1987). Histoire et dictionnaire de la Révolution Française. París: Robert Laffont.
64
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
· Vara Ara, M. V. (1986). Crisis de subsistencia en el Madrid de comienzos de siglo: 18001805. En L. E. Otero Carvajal y Á. Bahamonde (Eds.), Madrid en la sociedad del siglo XIX, volumen 2. Madrid: Cidur, pp. 245-266. · Velázquez Martínez, M. (1991). Desigualdad, indigencia y marginación social en la España ilustrada: las cinco clases de pobres de Pedro Rodríguez Campomanes. Murcia: Universidad, Secretariado de publicaciones. · Woolf, S. J. (1989). Los pobres en la Europa Moderna. Barcelona: Crítica.
65
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
8. APÉNDICES 8.1. Cuadros Cuadro 1 Distribución de las internas y de los internos del Correccional de San Fernando por tipología de los delitos cometidos.
Distribución Internas por tipología de delitos Incumplimiento de pena Conducta sexual Sin expresión de causa/sin especificar Contra el orden familiar 2 delitos o más "Abandonada" Contra el orden social TOTAL
1 15 18 18 44 53 66 215
Distribución Internos por tipología de delitos Conducta sexual 1 sin delito 2 Contra el orden familiar 16 Sin expresión de causa/sin especificar 30 Contra el orden social 89 2 o más delitos 105 (88) TOTAL 243
-Fuente: elaboración personal a partir de los datos consignados en ARCM, Diputación Provincial de Madrid, legajo 5.134 (carpeta 36).
66
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
Cuadro 2 Distribución de las personas recluidas en el Correccional de San Fernando en función de las instituciones encarceladoras.
Institución encarceladora Mujeres Varones Sala de Alcaldes 157 201 Comisión de Vagos 18 12 Consejo de Castilla 16 4 Fuera 8 3 Teniente Corregidor 6 6 Juez Conservador de la Venta 5 0 de Tabaco Otros 3 15 Juzgado de Villa 1 1 Sin especificar 1 1 TOTAL 215 243
TOTAL 358 30 20 11 12 5 18 2 2 458
-Fuente: elaboración personal a partir de los datos consignados en ARCM, Diputación Provincial de Madrid, legajo 5.134 (carpeta 36).
Cuadro 3 Fechas de ingreso de las mujeres y los hombres en el Correccional de San Fernando.
Fecha de ingreso antes de 1800 Año 1801 Año 1802 Enero-Junio 1803 Julio-Diciembre 1803 Enero-Mayo 1804
Mujeres 1 2 5 19 38 63
Varones 0 7 21 38 50 54
Junio-Septiembre 1804
87
73
TOTAL
215
243
-Fuente: elaboración personal a partir de los datos consignados en ARCM, Diputación Provincial de Madrid, legajo 5.134 (carpeta 36). 67
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
Cuadro 4 Distribución de las presas y los presos por grupos de edad.
Distribución de las internas por grupos de edad
Distribución de los internos por grupos de edad
Sin especificar 0-14 años 15-25 años 26-40 años 41-60 años 61-... años TOTAL
0-7 años 8-14 años 15-21 años 22-35 años 36-55 años 56-... años TOTAL
Sin especificar 0-7 años 8-14 años 15-21 años 22-35 años 36-55 años 56-... años TOTAL
1 11 123 65 15 0 215
Distribución total por grupos de edad Mujeres Varones 1 0 1 5 10 116 82 73 90 28 29 18 2 3 215 243
5 116 73 28 18 3 243
TOTAL 1 6 126 155 118 47 5 458
-Fuente: elaboración personal a partir de los datos consignados en ARCM, Diputación Provincial de Madrid, legajo 5.134 (carpeta 36).
Cuadro 5 Distribución de las mujeres y los hombres del Correccional de San Fernando por su estado civil. Distribución total por estado civil Mujeres Varones Mención de parentesco 2 5 Sin especificar 14 165 Viudas/os 26 1 Casadas/os 46 8 Solteras/os 127 64 TOTAL 215 243 68
TOTAL 7 179 27 54 191 458
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
Distribución total por estado civil Mujeres Varones Mención de parentesco (>18 años) 0 0 Sin especificar (>18 años) 0 21 Viudas/os 26 1 Casadas/os 46 8 Solteras/os 143 213 TOTAL 215 243
TOTAL 0 21 27 54 356 458
-Fuente: elaboración personal a partir de los datos consignados en ARCM, Diputación Provincial de Madrid, legajo 5.134 (carpeta 36).
Cuadro 6 Origen de las mujeres y hombres internados en Correccional de San Fernando.
Origen Problema localización Murcia Extranjero / Extrapeninsular Cataluña Extremadura País Vasco Valencia Sin expresión de origen La Rioja Navarra Aragón Galicia Andalucía Asturias – Cantabria Madrid (provincia) Castilla la Nueva Castilla la Vieja – León Madrid (corte) TOTAL
Mujeres 1 1 2 2 2 3 5 2 5 9 6 3 4 12 14 53 41 50 215
Varones 3 0 1 0 1 2 2 1 3 0 8 9 9 14 24 38 52 76 243
-Fuente: elaboración personal a partir de los datos consignados en ARCM, Diputación Provincial de Madrid, legajo 5.134 (carpeta 36).
69
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
8.2. Anexos Anexo 1 Relación de las condenas de Mujeres reclusas existentes en este Departamento de Corrección de San Fernando hoy 13 de Septiembre de 1804. -Fuente: elaboración personal a partir de los datos consignados en el legajo 5.134 (carpeta 36) del Archivo Regional de la Comunidad de Madrid (ARCM), Diputación Provincial de Madrid.
NOMBRE
ORIGEN
EDAD
ESTADO CIVIL
María Jesús Corpa
-
40
-
Ana Liñán
Estella
20
casada
Juana Martínez
Madrid (Corte)
14
Ramona Ponte
Madrid (Corte)
María del Carmen Aguirre
INSTITUCIÓN
TIPO DELITO
FECHA 1787
CONDENA
social
4 meses
Consejo de Castilla 1801 → Sala Alcaldes
familia
6 meses menos voluntad marido
soltera
Sala Alcaldes
1801
social
4 años
27
viuda
Sala Alcaldes
1802, abril
2
-
Madrid (Corte)
32
casada
Sala Alcaldes
noviembre
2
-
Tomasa Felipe Encabo
Guadalajara
26
casada
fuera
noviembre
familiar
-
María de la Peña
Sevilla
23
viuda
Sala Alcaldes
noviembre
abandonada 2 años
Teresa Miguel
Burgo de Osma
20
soltera
Sala Alcaldes
noviembre
abandonada 2 años
Fermina Aguado
Segovia
21
soltera
Sala Alcaldes
1803, Enero
social
2 años
Isabel Álvarez
Madrid (Corte)
22
soltera
Sala Alcaldes
enero
social
2 años
Celedonia Álvarez
Madrid (Corte)
32
casada y hermana de la anterior
Sala Alcaldes
enero
social
Catalina Genoba
Pamplona
38
casada
Señor Juez Conservador de la renta del Tabaco
enero
social
4 años
María Serrano
Madrid (Corte)
31
casada
Sala Alcaldes
marzo
familiar
1 años menos voluntad marido
Balentina de la Fuente
Madrid (Corte)
18
soltera
Sala Alcaldes
abril
abandonada “cuando arregle su conducta”
Ana López
Madrid (Corte)
28
casada
Sala Alcaldes
abril
social
Margarita de Lezama
Santander
20
soltera
Sala Alcaldes
abril
abandonada 2 años
Rita Pros
Madrid
34
viuda
Teniente Corregidor abril 70
2
4 años
2 años
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
(Corte) Rosa de Soto Madrid (provincia)
51
viuda
Sala Alcaldes
mayo
social
2 años
Benita Fernández
22
soltera
Sala Alcaldes
mayo
2
4 años
María Correa Zaragoza
21
soltera
Juez de la julio Comisión de Vagos
abandonada 2 años
María Roxas
Toledo
34
viuda
Sala Alcaldes
julio
2
María Rodríguez
Toledo
28
soltera
Sala Alcaldes
julio
abandonada 2 años
María Rodriguez
Soria
18
soltera
Consejo de Castilla mayo
2
3 años
Magdalena Carballar
Navarra
40
viuda
Señor Juez Conservador de la renta del Tabaco
2
2 años
María del Rosario
Madrid (Corte)
23
soltera
Rey → Gobernador junio Aranjuez → Consejo Castilla
2
sin tiempo
Catalina Losada
Valladolid
23
soltera
Sala Alcaldes + Consejo Castilla
junio
2
Magadalena Carretero
Toledo
40
viuda
Sala Alcaldes
junio
abandonada 2 años
Theresa Pizaroso
Ciudad Real
19
soltera
Juez de la junio Comisión de Vagos
abandonada 2 años
Eugenia Gourales
Toledo
46
casada
Chancillería de Granada
junio
social
Josefa Díez/Díaz
Madrid (Corte)
15
-
Sala Alcaldes
junio
abandonada 2 años
María González
Albacete
46
soltera
Teniente Corregidor julio
2
Yrene Cuesta
Salamanca
19
soltera
Sala Alcaldes + Consejo Castilla
abandonada 2 años
Tomasa Álvarez
Madrid (Corte)
24
casada
Teniente Corregidor agosto
familiar
a voluntad de su marido
Ana María Aguado
Granada
40
casada
Sala Alcaldes
social
4 años
María Josefa Oviedo Fernández
40
soltera
Teniente Corregidor agosto
2
4 años
Manuela Álvarez
León
20
soltera
Juez de la agosto Comisión de Vagos
abandonada 2 años
Mariana Quintana
Zaragoza
21
soltera
Sala Alcaldes
agosto
2
Dionisia Ruíz Valladolid
16
soltera
Sala Alcaldes
agosto
abandonada 2 años
María Andrés Guadalajara
22
casada
Sala Alcaldes
septiembre
abandonada 2 años
Manuela Bueno
Oviedo
45
casada
Sala Alcaldes
septiembre
familiar
Cayetana Badosedo
Madrid (región)
20
soltera
Sala Alcaldes
octubre
abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
María Pérez
Segovia
46
viuda
Sala Alcaldes
octubre
social
Oviedo
71
mayo
julio
agosto
2 años
4 años
2 años
4 años
6 meses a voluntad del marido
2 años “menos si hay persona que se encargue de ella”
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
Isabel González
Toledo
38
viuda
Sala Alcaldes
octubre
social
2 años “menos si hay persona que se encargue de ella”
María Marcos
Castilla la Vieja
18
soltera
Sala Alcaldes
octubre
social
2 años “menos si hay persona que se encargue de ella”
Gerónima Cuéllar
Salamanca
49
viuda
Sala Alcaldes
octubre
social
2 años “menos si hay persona que se encargue de ella”
María Josefa Toledo Pérez
50
viuda
Sala Alcaldes
noviembre
social
4 años
María Martínez
16
soltera
Sala Alcaldes
noviembre
social
4 años
María Josefa Ciudad Real Gandía
15
soltera
Sala Alcaldes
noviembre
2
2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Paula Vieda
Guadalajara
40
viuda
Sala Alcaldes
noviembre
sexual
2 años
María Salvador
Valencia
18
soltera
Juez de la noviembre Comisión de Vagos
abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Antonia Luna Toledo
29
casada
Juzgado de la Villa + Chancillería Valladolid + Consejo Castilla
octubre
social
6 años
María de Ignacia López
Lugo
38
soltera
Sala Alcaldes
diciembre
sexual
2 años
Estefanía Rodríguez
Toledo
22
soltera
Sala Alcaldes
diciembre
causa sin
1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
María (¿Marina?) Moreno
Alcarria
18
soltera
Sala Alcaldes
diciembre
abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Josefa Ruíz
Toledo
17
soltera
Sala Alcaldes
diciembre
abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Antonia de la Oviedo Boz
20
soltera
Sala Alcaldes
diciembre
abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Florencia Barrera
León
18
soltera
Sala Alcaldes
diciembre
abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
María Fernández Caballero
Ciudad Real
17
soltera
Sala Alcaldes
diciembre
abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la
Madrid (Corte)
72
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
lleve al pueblo de su naturaleza” Agustina Casado
Sigüenza
40
soltera
Sala Alcaldes
diciembre
abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Rafaela Fuentesar
Soria
17
soltera
Sala Alcaldes
diciembre
abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Venancia García
Aragón
14
soltera
Sala Alcaldes
diciembre
abandonada 1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Manuela Viñas
Zamora
16
soltera
Sala Alcaldes
diciembre
abandonada 1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Juana Gutiérrez
Oviedo
20
soltera
Sala Alcaldes
1804, Enero
abandonada 1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
María Espadas
El Escorial (Corte)
28
soltera
Sala Alcaldes
enero
abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Teresa Arnaiz Burgos
15
soltera
Sala Alcaldes
enero
2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Bernarda Madrid María Santos (Corte)
46
viuda
Sala Alcaldes
enero
2 años
Francisca Arizcurene
Pamplona
23
soltera
Señor Juez Conservador de la renta del Tabaco
enero
social
2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
María Martín Echarri
Pamplona
30
soltera
Señor Juez Conservador de la renta del Tabaco
enero
social
2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Josefa Santos
Escarabajosa 18 de Cabezas → Castilla la Vieja
soltera
Sala Alcaldes
enero
abandonada al menos 1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
María Dolores Ferrer
Cuenca
12
-
Sala Alcaldes
enero
2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Antonia González
Madrid (Corte)
20
soltera
Sala Alcaldes
enero
abandonada 2 años “menos si antes se llevase a efecto el
73
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
matrimonio que tiene tratado” Bruna de Santa María
1 años “menos si contrae el matrimonio al que aspira”
Burgos
16
soltera
Sala Alcaldes
enero
sin especificar
Isabel Muñoz Madrid (región)
23
viuda
Sala Alcaldes
febrero
abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Celestina Morera
Madrid (región)
12
-
Sala Alcaldes
febrero
sin especificar
5 años para que aprenda oficio
Antonia Tornero
Cáceres
29
casada
Corregidor de Cáceres + Sala Alcaldes
febrero
social
2 años “y aún cumplidos no salga sin expresa licencia de la misma Sala”
Gregoria Alarcón
Cuenca
22
-
Sala Alcaldes
febrero
abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Catalina Martínez Lorenzana
Astorga
16
soltera
Sala Alcaldes
febrero
social
3 años
Isabel Gómez
Castilla la Vieja
16
soltera
Teniente Corregidor febrero
social
2 años
María Meléndez
Madrid (Corte)
25
soltera
Sala Alcaldes
marzo
abandonada 2 años
Ana Cancillo
Astorga
21
soltera
Sala Alcaldes
marzo
social
Alejandra Casas
Ciudad Real
12
-
Sala Alcaldes
marzo
Simona Martínez
Madrid (Corte)
36
casada
Sala Alcaldes
marzo
familiar
2 años como máximo
Josefa Chiro
Barcelona
13
-
Sala Alcaldes
marzo
sin especificar
5 años para que aprenda oficio
Josefa Montero
Madrid (Corte)
17
soltera
Sala Alcaldes
marzo
2
1 año a voluntad de su padre
Josefa Veas
Toledo
25
casada
Sala Alcaldes
marzo
sexual
2 años
Manuela Carvajal
León
23
soltera
Sala Alcaldes
marzo
abandonada 1 año
Cayetana Berdasco
Madrid (Corte)
21
casada
Sala Alcaldes
marzo
sexual
4 años
María García Burgo de Osma
18
-
Sala Alcaldes
marzo
social
1 año
Felipa Martín Madrid (Corte)
18
soltera
Sala Alcaldes
marzo
2
3 años
María Martín
Madrid (Corte)
32
casada
Sala Alcaldes
marzo
2
3 años
María Sánchez Carralero
Madrid (región)
26
soltera
Sala Alcaldes
marzo
familiar
2 años “el uno preciso y el otro a voluntad de su padrastro”
Ysidora Bravo
Palencia
16
soltera
Sala Alcaldes
marzo
abandonada 1 año
Gerónima Murga
Logroño
16
soltera
Sala Alcaldes
marzo
sin especificar
74
1 año 5 años para que aprenda oficio
2 años
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
María Juliana Madrid Pastor (Corte)
25
casada
Sala Alcaldes
marzo
familiar
6 meses
Josefa Bustamante
Lugo
30
casada
Sala Alcaldes
abril
sin especificar
4 años
Catalina Gode
Jaén
34
casada
Sala Alcaldes
abril
sin especificar
2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Marcela Bentura García
Oviedo
22
soltera
Sala Alcaldes
abril
2
2 años
María Fernández
Valladolid
21
soltera
fuera
abril
2
4 años “recogiéndola su padre se le entregue”
Francisca Martínez
Pamplona
30
soltera
Sala Alcaldes
abril
sin especificar
1 año
Plácida Guel y Cordón
Pamplona
20
soltera
Sala Alcaldes
abril
sexual
2 años
Hermenegild a León
Ciudad Real
24
soltera
Sala Alcaldes
abril
social
4 años
María Xil
Madrid (Corte)
18
soltera
Sala Alcaldes
abril
sexual
1 año
Juana Mariana Fresing
Orán (Argelia)
30
casada
Consejo de Castilla abril
sin especificar
sin tiempo
Isabel Escudero
Alcarria
27
soltera
Sala Alcaldes
abril
sin especificar
2 años “menos si antes contragese matrimonio o se presentase persona que se obligue a llevarla a su pueblo”
Baltasara Hernández
Segovia
18
soltera
Sala Alcaldes
abril
2
2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
María Blasa López
Navarra
33
viuda
Sala Alcaldes
mayo
2
2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Benita Martínez
Madrid (Corte)
13
soltera
Sala Alcaldes
mayo
familiar
1 año “menos lo que fuese voluntad de su madre”
María Villanueva
Vizcaya
29
soltera
Sala Alcaldes
mayo
abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
María Josefa Vizcaya Incampis
22
soltera
Sala Alcaldes
mayo
abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
María Nicolás
Zaragoza
24
soltera
Sala Alcaldes
mayo
abandonada 2 años “menos si contrajese matrimonio”
Vicenta
Sigüenza
30
casada
Sala Alcaldes
mayo
2
75
2 años “menos si
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
Martín
la reclamase su marido”
María Rodríguez
Guadalajara
22
soltera
Sala Alcaldes
mayo
abandonada 1 año
María López
Madrid (Corte)
22
soltera
Sala Alcaldes
mayo
2
2 años
María Luisa Navalcerra
Madrid (Corte)
20
soltera
Sala Alcaldes
mayo
sexual
1 año “menos si antes contrajese matrimonio”
Teresa Oteo
León
20
soltera
Sala Alcaldes
mayo
abandonada 1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
María Antonia Palomares
Sigüenza
16
soltera
Teniente Corregidor mayo + Consejo de Castilla
sin tiempo
María de la Peña
Burgos
24
soltera
Teniente Corregidor mayo + Consejo de Castilla
sin tiempo
Juana Soria
Madrid (Corte)
22
soltera
Teniente Corregidor mayo + Consejo de Castilla
sin tiempo
María Arnaiz Fernández
Logroño
22
-
Sala Alcaldes
mayo
abandonada 6 meses
María Santos Sigüenza Benito
24
soltera
Sala Alcaldes
mayo
abandonada 6 meses
Felipa Pedraza
Toledo
26
soltera
Sala Alcaldes
mayo
abandonada 6 meses
Antonia de la Oviedo Iglesia
30
soltera
Sala Alcaldes
mayo
abandonada 6 meses
María Texedor
Madrid (Corte)
17
soltera
Sala Alcaldes
mayo
sin especificar
6 meses “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Manuela Sánchez Mateo
Guadalajara
30
viuda
Sala Alcaldes
mayo
sin especificar
1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Cesaria Cebrón
Cuenca
21
soltera
Sala Alcaldes
mayo
sin especificar
1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Josefa Antonia Irribarren
Pamplona
50
casada
Señor Juez Conservador de la renta del Tabaco
julio
social
1 año
Simona Urosa
Madrid (región)
23
casada
Teniente Corregidor junio
social
3 años “los 2 precisos y el otro a voluntad de su marido”
Theodora Martín Ropero
Ciudad Real
23
soltera
Sala Alcaldes
junio
abandonada 1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Josefa Vdorra
Madrid (región)
18
soltera
Sala Alcaldes
julio
social
76
sin tiempo
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
Luisa Agustín Burgos
22
soltera
Sala Alcaldes
julio
social
sin tiempo
Luisa Cortés
Sigüenza
16
soltera
Sala Alcaldes
julio
social
sin tiempo
Nicolasa Santús
Sigüenza
18
soltera
Sala Alcaldes
julio
social
sin tiempo
Francisca Carpintero
Madrid (Corte)
25
casada
Sala Alcaldes
julio
abandonada 2 años
Águeda Belasco
Vitoria
22
soltera
Sala Alcaldes
julio
2
4 años
Josefa Fibel
Madrid (Corte)
16
-
Sala Alcaldes
julio
social
4 años “a voluntad de su padre”
Ramona Hernández
Salamanca
29
soltera
Sala Alcaldes
julio
social
4 meses
Rosa Lleyra
Valencia
35
casada
Sala Alcaldes
junio
incumplimie nto de pena
sin tiempo “hasta que haya persona que se obligue a conducirla con su marido”
Ipólita González Pastrano
Toledo
42
casada
junio
social
2 años
Paula Díaz de la Fuente
Toledo
34
casada
junio
social
2 años
Cathalina Díaz de la Fuente
Toledo
33
casada
junio
social
2 años
Juana Toledo Rodríguez de Escalona
34
casada
junio
social
2 años
Teresa Rodríguez Camuñas
Toledo
27
casada
junio
social
2 años
Úrsula Marjaliza
Toledo
30
casada
junio
social
2 años
Ignacia Fernández
Madrid (Corte)
18
viuda
Comisión de Vagos junio
2
2 años
Francisca Lombardía
Lugo
24
soltera
Comisión de Vagos junio
2
2 años
Manuela Sánchez o Santos
Segovia
16
soltera
Comisión de Vagos junio
2
2 años
Friburcia/Trib Madrid urcia (región) Camacho
22
casada
Comisión de Vagos junio
2
1 año a voluntad de su marido
Isabel Montañés
17
soltera
Comisión de Vagos junio
2
2 años
Josefa Miera Santander
19
soltera
Comisión de Vagos junio
abandonada 1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
María Montero
Madrid (Corte)
20
soltera
Comisión de Vagos junio
2
2 años
Rosa Antolín
Valencia
18
soltera
Comisión de Vagos junio
2
2 años
Josefa García
Madrid (Corte)
15
-
Sala Alcaldes
junio
2
6 años
María Nadal
Lérida
28
soltera
Sala Alcaldes
junio
social
hasta que se presente persona que se haga cargo
Madrid (Corte)
77
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
de ella Gerónima de Guadalajara las Heras
50
casada
Justicia de Yebra → junio Sala de Alcaldes
social
2 años
Rita García
23
soltera
Comisión de Vagos junio
sin especificar
4 meses “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Doña Jacoba Cartagena Domezon
26
viuda
Consejo de Castilla junio → Sala Alcaldes
sexual
4 años
Doña Prudencia Martínez
Toledo
29
casada
Consejo de Castilla junio → Sala Alcaldes
familiar
sin tiempo
María Esperanza Moyano
Valladolid
21
soltera
Consejo de Castilla julio
abandonada 2 años
Andrea Moreno
Madrid (Corte)
15
soltera
Sala Alcaldes
julio
María Sánchez Carralero
Valladolid
16
soltera
Sala Alcaldes
julio
abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Josefa Frigo
Madrid (Corte)
11
-
Sala Alcaldes
julio
social
María Gode
Madrid (Corte)
28
casada con Antonio Rubio
Comisión de Vagos julio
abandonada a voluntad de su marido
Genara Pajares
Guadalajara
21
soltera
Comisión de Vagos julio
abandonada 4 meses “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Juliana Aranda
Ciudad Real
36
viuda
Comisión de Vagos julio
abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Bernarda de la Torre
Segovia
26
soltera
Gobernador de julio Aranjuez → Consejo de Castilla → Sala de Alcaldes
social
hasta que se presente persona que se haga cargo de ella
María Pérez
Calahorra
16
soltera
Gobernador de julio Aranjuez → Consejo de Castilla → Sala de Alcaldes
social
hasta que se presente persona que se haga cargo de ella
Sebastiana Rodríguez
Madrid (región)
16
soltera
Gobernador de julio Aranjuez → Consejo de Castilla → Sala de Alcaldes
social
hasta que se presente persona que se haga cargo de ella
Doña María del Carmen Gil y Carrión
Valencia
27
soltera
julio
social
sin tiempo
Josefa Puerta
Ciudad Real
19
soltera
Comisión de Vagos julio
Toro
78
sin tiempo “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
sin tiempo “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
abandonada 4 meses “menos si se presenta
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
persona que la lleve al pueblo de su naturaleza” Josefa Ibáñez
Logroño
19
soltera
Comisión de Vagos julio
Ruperta Nuñez
Ciudad Real
30
casada
Sala Alcaldes
julio
3 años “2 precisos y otro a voluntad de su marido”
Casimira Velasco
Astorga
24
soltera
Sala Alcaldes
julio
abandonada 1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Catalina González
Valencia
19
soltera
Sala Alcaldes
julio
2
2 años “menos si se verificase su matrimonio con León Prieto”
Gregoria Velasco
León
24
soltera
Sala Alcaldes
julio
2
hasta que se presente persona que se haga cargo de ella
Nicolasa Meiquía
Madrid (Corte)
20
soltera
Sala Alcaldes
julio
2
2 años
Dionisia de la Cuenca Cueva
57
viuda
Sala Alcaldes
julio
2
1 año
Micaela Gómez
Málaga
15
soltera
Sala Alcaldes
julio
sin especificar
4 meses “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Felipa Veturriaga
Burgos
60
viuda
Sala Alcaldes
julio
social
2 años
Isabel Gómez
Madrid (región)
22
casada
Sala Alcaldes
julio
4 meses “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Lorenza Aragón
Huesca
40
casada
Sala Alcaldes
julio
6 meses
María Antonia Zabala
Logroño
16
soltera
Sala Alcaldes
julio
social
6 meses
Catalina Molina
Madrid (Corte)
7
-
Sala Alcaldes
julio
social
sin tiempo
Antonia Martínez
Madrid (Corte)
42
viuda
Sala Alcaldes
julio
sexual
2 años
Joaquina Ximénez
?
23
viuda
Consejo de Castilla julio → Sala Alcaldes
2
1 año
María López Vizcaíno
León
37
viuda
Sala Alcaldes
julio
sexual
2 años
Luisa Alonso
Oviedo
16
soltera
Sala Alcaldes
julio
2 años menos la voluntad de su padre
Josefa Alonso
Oviedo
13
-
Sala Alcaldes
julio
2 años menos la voluntad de su padre
12
soltera
Sala Alcaldes
julio
Francisca de Guadalajara las Heras
79
abandonada 2 años
sin especificar
sin tiempo “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
su naturaleza” Ignacia Ortega
Burgos
16
soltera
Sala Alcaldes
julio
sin especificar
sin tiempo “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
María San Pablo
Madrid (Corte)
36
viuda
Sala Alcaldes
agosto
social
2 años
Josefa Ocaña
Madrid (Corte)
40
casada
Sala Alcaldes
familiar
1 año a voluntad de su marido
María Mayor
Segovia
soltera
Sala Alcaldes
agosto
sexual
2 años
Francisca Vega
Toledo
26
soltera
Sala Alcaldes
agosto
social
3 años
Manuela Pérez
Oviedo
15
soltera
Alcalde → Sala de Alcaldes
agosto
sin especificar
2 años sin puertas y coma de lo que trabaje
Manuela Sánchez
León
21
soltera
Alcalde → Sala de Alcaldes
agosto
2
2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Gertrudis Moratalla
Cuenca
18
soltera
Alcalde → Sala de Alcaldes
agosto
2
2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Gregoria Herrera
Sigüenza
21
-
Alcalde → Sala de Alcaldes
agosto
2
2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
María Casares
Madrid (Corte)
27
soltera
Alcalde → Sala de Alcaldes
agosto
sexual
2 años sin puertas para los trabajos más duros
María Teresa Andrés
55
casada
Director Hospicio
agosto
social
por el tiempo que baste para su corrección
Ángela Sanz
Madrid (Corte)
17
soltera
Sala Alcaldes
agosto
2
1 año
Teresa Milagro
Zaragoza
28
casada
Sala Alcaldes
agosto
sexual
2 años “pidiéndola su marido se la entregue”
Gregoria Toledo Martín Rosao
18
soltera
Sala Alcaldes
agosto
2
8 meses
María Meléndez
Madrid (región)
22
soltera
Sala Alcaldes
agosto
3 años
Juliana Meléndez
Madrid (región)
28
soltera
Sala Alcaldes
agosto
3 años
Juana Gil
Cáceres
27
soltera
Sala Alcaldes
agosto
2 años
María del Lima (Perú) Pilar Maestre
24
soltera
Sala Alcaldes
septiembre
social
2 meses
Antonia Aguado
Madrid (Corte)
32
casada
Sala Alcaldes
septiembre
familiar
3 años
María Preciado
Madrid (Corte)
32
casada
Sala Alcaldes
septiembre
familiar
4 meses a voluntad de su marido
Mariana Panadero
Madrid (Corte)
21
soltera
Sala Alcaldes
agosto
social
2 años
Teresa
Sigüenza
20
-
Sala Alcaldes
septiembre
2
2 años “menos si
80
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
Carreras
se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Olalla Alcañiz Madrid (Corte)
22
soltera
Sala Alcaldes
septiembre
social
1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Gertrudis Robles
Madrid (Corte)
26
soltera
Sala Alcaldes
septiembre
social
1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Victoria Benito
Madrid (región)
23
casada
Sala Alcaldes
septiembre
2
1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
María Cano
Madrid (Corte)
24
casada
Sala Alcaldes
septiembre
familiar
2 años “el uno preciso y el otro a voluntad de su padrastro”
Josefa Martínez
Astorga
33
viuda
Sala Alcaldes
octubre
sexual
sin tiempo
Anexo 2 Relación de condenas de los que existen Reclusos en este Departamento de Corrección de San Fernando en el Real Hospicio de esta Corte hoy 13 de Septiembre de 1804. -Fuente: elaboración personal a partir de los datos consignados en el legajo 5.134 (carpeta 36) del Archivo Regional de la Comunidad de Madrid (ARCM), Diputación Provincial de Madrid.
NOMBRE
ORIGEN
EDAD
ESTADO CIVIL
INSTITUCIÓN
FECHA
TIPO DELITO
CONDENA
Hilario Maroto
Madrid (región)
13
-
Sala de Alcaldes
1801
familiar
2 años
Miguel Manrique
Medina del Campo
14
-
otro
1801
social
5 años
Joseph Santiago
Madrid (Corte)
20
-
Director Hospicios
1801
social
sin tiempo
Dámaso Castaño
Madrid (región)
18
soltero y simple
sin especificar
1801
sin especificar
-
Antonio Mora Madrid (Corte)
12
-
Sala de Alcaldes
1801
social
6 años
Francisco Bermejo
Calahorra
14
-
Sala de Alcaldes
1801
social
4 años sin puertas
Manuel de
Zaragoza
10
-
Sala de Alcaldes
1801
social
4 años
81
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
Gracia Bernardo Antonio Fato
Santiago de Compostela
12
-
Sala de Alcaldes
1802, febrero
social
4 años
Fulgencio Moreno
Valencia
13
-
Sala de Alcaldes
febrero
2
4 años
Castor de San Joseph
Valladolid
26
soltero
Sala de Alcaldes
marzo
social
4 años
Gregorio Montalván
Madrid (Corte)
14
-
Sala de Alcaldes
marzo
social
sin tiempo
Juan Manuel La Rioja Larios
10
-
Sala de Alcaldes
marzo
sin especificar
4 años
Joseph Vázquez
Madrid (Corte)
16
soltero
Sala de Alcaldes
mayo
2
4 años
Juan Francisco Ayllon
Toledo
35
soltero
Sala de Alcaldes
mayo
2
4 años
Tomás Madrid Cantuariense (Corte) Santiago
16
soltero
otro
julio
2
sin tiempo
Santiago Sánchez
Toledo
16
soltero
Consejo de Castilla agosto
sin especificar
tiempo a voluntad del Gobernador del Consejo de Castilla, para que aprenda oficio
Juan Doncero
Madrid (región)
40
-
Sala de Alcaldes
2
4 años
Joseph Febrero
Santander
12
-
Teniente Corregidor agosto
social
Hasta que aprenda oficio
Marcelino Julían Ramón
Madrid (Corte)
12
-
Teniente Corregidor septiembre social
Hasta que aprenda oficio
Joseph Fernández
Madrid (Corte)
15
soltero
Sala de Alcaldes
septiembre sin especificar
4 años para que aprenda oficio
Angel Menendez
Madrid (Corte)
13
-
Sala de Alcaldes
octubre
familiar
Hasta que aprenda oficio
Joseph Antonio Ximenez
Calahorra
20
soltero
Sala de Alcaldes
octubre
sin especificar
4 años para que aprenda oficio
Pedro Sedeño
Segovia
10
-
Sala de Alcaldes
noviembre
sin especificar
4 años para que aprenda oficio
Lorenzo Herreros
Madrid (Corte)
55
casado
Rey
noviembre
social
3 años
Joaquín Pérez Moreno
Jaén
46
soltero
Sala de Alcaldes
noviembre
social
sin tiempo
Joseph Roca Madrid (Corte)
31
-
Director San Fernando
noviembre
social
hasta que se corrija
Benito Aranda
Madrid (región)
13
huérfano
Sala de Alcaldes
noviembre
sin delito
sin tiempo
Angel Vemensales
León
28
soltero
Sala de Alcaldes
noviembre
sin especificar
2 años
Valentín Antonio Ximenez
Madrid (Corte)
15
-
Sala de Alcaldes
noviembre
social
4 años
Juan Francisco Noriega
Laredo
46
soltero
Sala de Alcaldes
1803, enero
social
4 años
Pedro
Madrid
8
-
Sala de Alcaldes
enero
sin
hasta que se
82
agosto
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
Nolasco
(región)
especificar
presenten sus padres a recogerle, “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Francisco Guillén
Palencia
18
-
Sala de Alcaldes
enero
2
4 años
Celestino Vázquez
Madrid (Corte)
24
soltero
Sala de Alcaldes
enero
2
4 años
Pedro Arribas Ávila
18
soltero
Sala de Alcaldes
febrero
2
2 años
Julián de la Piedra
17
soltero
Sala de Alcaldes
febrero
2
2 años
Narciso Madrid Diego Viesco (Corte)
17
soltero
Sala de Alcaldes
febrero
sin especificar
4 años sin puertas ni vino
Ysidoro Marcos
León
20
soltero
Sala de Alcaldes
febrero
social
2 años
Santos Cabezas
Valladolid
15
soltero
Sala de Alcaldes
febrero
social
4 años
Francisco Martinez
Guadalajara
18
soltero
Sala de Alcaldes
febrero
social
4 años
Joseph Vázquez
Lugo
15
soltero
Sala de Alcaldes
febrero
social
4 años
Sandalio Álvarez
Burgos
30
soltero
Sala de Alcaldes + Consejo
marzo
2
2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Antonio Suárez
Cádiz
17
soltero
Sala de Alcaldes
marzo
2
2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”
Claudio Navascues
Zaragoza
48
soltero
Sala de Alcaldes
marzo
social
2 años
Francisco Cano
Ciudad Real
24
soltero
Consejo de Castilla marzo
sin especificar
6 años
Juan Espinosa
Madrid (Corte)
18
soltero
Sala de Alcaldes
marzo
familiar
4 años para que aprenda oficio
Francisco Arias
Ciudad Real
15
soltero
fuera
abril
social
2 años
Manuel Alcázar
Madrid (Corte)
22
soltero
Sala de Alcaldes
abril
2
4 años “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Francisco Ruiz
Toledo
12
-
Consejo de Castilla abril
social
4 años para que aprenda oficio
Lorenzo Fernández
galicia
16
-
Sala de Alcaldes
abril
social
2 años
Joseph González
Madrid (Corte)
14
-
Sala de Alcaldes
abril
2
4 años “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Claudio Hernández
Soria
13
-
Sala de Alcaldes
abril
sin especificar
4 años “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Cuenca
83
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
Basilio Sanz
Burgos
12
-
Sala de Alcaldes + Consejo
abril
2
sin tiempo
Mariano Moreno
Madrid (Corte)
13
-
Sala de Alcaldes
mayo
social
4 años
Gervasio Lumbreras
Madrid (Corte)
22
soltero
Sala de Alcaldes (+ mayo Consejo)
2
4 años
Manuel ? Alonso (en el testimonio Álvarez)
70
viudo
Sala de Alcaldes
mayo
2
2 años “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Mariano Pérez
Madrid (Corte)
11
-
Sala de Alcaldes
mayo
social
4 años para que aprenda oficio
Agustín Lozano
Sevilla
12
-
otro
mayo
social
2 años
Juan Ramírez
Segovia
22
soltero
otro
mayo
social
a disposición del Sr Director y general de los Reales Hospicios
Juan Llerandi Oviedo
12
-
otro
mayo
social
4 años “menos si se presenta persona para recogerle”
Joseph Nicolás Ruiz
Cuenca
24
casado
Sala de Alcaldes
junio
social
2 años
Juan Villamediel
Palencia
15
-
Sala de Alcaldes
junio
sin especificar
4 años “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Juan de Francos
Asturias
22
soltero
Sala de Alcaldes
junio
social
2 años para aprender oficio
Miguel Torres Zaragoza
26
soltero
Sala de Alcaldes
junio
social
2 años “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Julián Cavallero
Toledo
12
-
Consejo de Castilla junio
social
2 años
Antonio García
Oviedo
14
-
otro
junio
2
Hasta que aprenda oficio
Isidro Andrés Madrid González (Corte)
16
-
Director San Fernando
junio
social
-
Luis Fernández
León
15
soltero
Sala de Alcaldes
julio
2
4 años “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Manuel Rodríguez
Madrid (Corte)
8
-
Sala de Alcaldes
julio
familiar
6 años
Vicente Pallares
?
44
soltero
(Teniente julio Corregidor) Director Hospicios
social
sin tiempo
León de León
Madrid (región)
13
-
Sala de Alcaldes
julio
familiar
Hasta que aprenda oficio
17
soltero
Sala de Alcaldes
julio
2
4 años “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Francisco Valladolid Pérez García
84
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
Francisco Costales (en testimonio Corrales)
Madrid (Corte)
12
-
Sala de Alcaldes
julio
2
4 años “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Vicente Esteve
Madrid (Corte)
13
-
Sala de Alcaldes
julio
2
4 años “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Miguel Marcial
Zaragoza
46
soltero
Sala de Alcaldes
julio
social
2 años
Manuel Mallo León
14
-
Sala de Alcaldes
agosto
2
2 años “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Francisco Arango
20
soltero
Sala de Alcaldes
agosto
2
2 años “menos si se presenta persona para recogerle”
Sebastián del Cádiz Villar
39
soltero
Sala de Alcaldes
agosto
2
2 años “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Ramón Santiago Fuentes
Madrid (Corte)
12
-
Sala de Alcaldes
agosto
2
4 años para que aprenda oficio
Antonio Prieto
Lugo
12
-
Sala de Alcaldes
agosto
2
4 años para que aprenda oficio
Antonio Naboa
Orense
14
-
Comisión de vagos
agosto
2
2 años
Pedro Sanz (¿o Sánchez?)
Madrid (región)
11
-
Sala de Alcaldes
agosto
2
Hasta que aprenda oficio
Juan de la Madrid Cruz Gallego (Corte)
17
soltero
Comisión de vagos
agosto
social
4 años
Francisco del Madrid Monte (Corte)
13
-
Sala de Alcaldes
agosto
social
2 años para aprender oficio
Cayetano Rodríguez
47
casado
Sala de Alcaldes
agosto
familiar
2 años sin puertas ni vino
Pedro Panizo León
14
soltero
Teniente Corregidor septiembre 2
sin tiempo
Gregorio Adeba
Segovia
14
soltero
Sala de Alcaldes
septiembre 2
2 años
Miguel Gómez
Palencia
23
soltero
Sala de Alcaldes
septiembre social
4 años “menos si se presenta persona para recogerle”
Francisco Ruiz
Santiago de Compostela
14
soltero
Sala de Alcaldes
septiembre 2
4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Ángel Monge Sigüenza
38
soltero
Sala de Alcaldes
septiembre 2
2 años para que “se ocupe de su oficio de tejedor de hierros”
Francisco Gómez
17
soltero
Sala de Alcaldes
septiembre 2
2 años
Oviedo
Mondoñedo
Ávila
85
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
Geronimo Saldaña
Palencia
15
-
Sala de Alcaldes
octubre
social
4 años “menos si se presenta persona para recogerle” y “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Miguel Esteras
Sigüenza
16
-
Sala de Alcaldes
octubre
2
4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Francisco Piñeyro
Lugo
15
soltero
Sala de Alcaldes
octubre
2
4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Antonio Puentes
?
15
soltero
Sala de alcaldes (Consejo de Castilla)
octubre
social
4 años para que aprenda oficio
Manuel Altanasio Bayo
Alcarria
54
-
Sala de Alcaldes
octubre
social
4 años
Juan Vallés
Madrid (Corte)
14
soltero
Sala de Alcaldes
octubre
2
4 años
Mathías Sastre
Burgo de Osma
15
soltero
Sala de Alcaldes
octubre
social
2 años “menos si se presenta persona para recogerle”
Domingo Sanz
Alcarria
13
-
Sala de Alcaldes
octubre
2
4 años “menos si se presenta persona para recogerle”
Santiago Montiel
León
18
soltero
Sala de Alcaldes
octubre
2
4 años “menos si se presenta persona para recogerle”
Francisco González
Sevilla
12
-
Sala de Alcaldes
octubre
2
4 años para que aprenda oficio
Antonio Rubio
Madrid (región)
11—12 -
Sala de Alcaldes
octubre
2
4 años para que aprenda oficio
Agustín Urbano
Calatayud
13
-
Sala de Alcaldes
octubre
2
4 años para que aprenda oficio
Francisco Abad
Cuenca
12
-
Sala de Alcaldes
octubre
2
4 años para que aprenda oficio
Juan Cabezas
Madrid (región)
13
-
Sala de Alcaldes
noviembre
2
4 años
Celestino Gómez
Burgos
18
soltero
Sala de Alcaldes
noviembre
2
4 años
Antonio López
Madrid (región)
19
-
Sala de Alcaldes
noviembre
2
4 años
Pedro González de Rivera
Madrid (Corte)
13
-
Sala de Alcaldes
noviembre
2
4 años
Josef Marcos Castilla Nueva
14
-
Sala de Alcaldes
noviembre
2
4 años para que aprenda oficio
Francisco Chacón
7
-
Sala de Alcaldes
noviembre
2
5 años para que aprenda oficio
Madrid (región)
86
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
Manuel Paniagua
Zamora
12
-
Sala de Alcaldes
diciembre
2
5 años para que aprenda oficio
Ángel Custodio Barrera
Valladolid
12
-
Sala de Alcaldes
diciembre
2
5 años para que aprenda oficio
Pedro Pérez
Madrid (región)
11
-
Sala de Alcaldes
diciembre
2
5 años para que aprenda oficio
Juan Moreno Madrid (Corte)
15
soltero
Sala de Alcaldes
diciembre
social
4 años para que aprenda oficio
Julián López
Madrid (Corte)
14
soltero
Sala de Alcaldes
diciembre
social
Hasta esté corregido y haya aprendido oficio
Andrés de Luna
Cádiz
13
-
Sala de Alcaldes
diciembre
familiar
5 años para que aprenda oficio
Francisco García Costales
Madrid (Corte)
10
-
Sala de Alcaldes
diciembre
sin especificar
Hasta que aprenda oficio
Antonio Martín Fernández
Madrid (Corte)
18
soltero
Sala de Alcaldes
1804, enero
familiar
4 años “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Bernardo Aguera
Asturias
15
soltero
Sala de Alcaldes
enero
social
4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Josef Cancela
Alcarria
14
-
Sala de Alcaldes
enero
social
4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Francisco Modino
Madrid (Corte)
9
-
Sala de Alcaldes
enero
social
4 años para que aprenda oficio
Juan Antonio Burgos Nogales
15
-
Sala de Alcaldes
enero
social
Hasta que aprenda oficio
Ángel Gonzalez
Madrid (Corte)
12
-
Sala de Alcaldes
enero
2
5 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Baltasar González Rodríguez
Madrid (Corte)
30
-
Sala de Alcaldes
enero
social
1 año y “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Josef Hernández
Madrid (región)
13
-
Sala de Alcaldes
febrero
sin especificar
5 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Meliton Guazacano
Valladolid
11
-
Sala de Alcaldes
febrero
social
Hasta que aprenda oficio
Victor de San Valladolid Josef
9
-
Sala de Alcaldes
febrero
social
Hasta que aprenda oficio
Agustín Armar
14
-
Sala de Alcaldes
febrero
social
4 años para que “se ejercite a un
Aragón
87
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
oficio de tejedor de lienzos o aprender otro” Mariano Luruviaga
Madrid (Corte)
14
-
Sala de Alcaldes
febrero
social
4 años para que aprenda oficio
Manuel Peral Madrid (Corte)
13
-
Sala de Alcaldes
febrero
social
4 años para que aprenda oficio
Basilio Rodríguez
Madrid (Corte)
13
-
Sala de Alcaldes
febrero
familiar
4 años para que aprenda oficio y “a disposición del Gobernador del consejo”
Esteban Quirós
Madrid (Corte)
17
-
Sala de Alcaldes
febrero
social
4 años
Antonio Cadenas
León
14
-
Sala de Alcaldes
febrero
social
4 años para que aprenda oficio
Juan Bautista Toledo Casas
9
-
Sala de Alcaldes
febrero
2
5 años para que aprenda oficio
Baltasar Martínez
Astorga
13
-
Sala de Alcaldes
marzo
2
5 años para que aprenda oficio
Diego Cadenas
Madrid (Corte)
15
soltero
Sala de Alcaldes
marzo
social
6 años destinado a bajeles
Francisco González
Madrid (región)
15
soltero
Sala de Alcaldes
marzo
2
5 años para que aprenda oficio
Antonio Echevarría
Guipúzcoa
14
-
Sala de Alcaldes
marzo
2
5 años para que aprenda oficio
Josef Pérez
Madrid (Corte)
14
-
Sala de Alcaldes
marzo
2
1 año
Eustaquio Esteban
Sigüenza
13
-
Sala de Alcaldes
marzo
2
5 años a voluntad de su padre
Josef Larramendi
Vitoria
45
casado
Teniente Corregidor marzo
social
2 años
Francisco Diez
Madrid (Corte)
12
-
Sala de Alcaldes
marzo
sin especificar
5 años para que aprenda oficio “menos si se presenta persona que se haga cargo de él”
Ramón Marcen
Madrid (Corte)
10
-
Sala de Alcaldes
marzo
social
5 años para que aprenda oficio
Juan González
Cuenca
11
-
Sala de Alcaldes
marzo
2
5 años para que aprenda oficio
Gabriel Vicente
Cuenca
15
-
Sala de Alcaldes
marzo
social
5 años para que aprenda oficio “menos si se presenta persona que le obligue a proporcionarle maestro en su ocupación útil”
Blas Alonso
Sigüenza
17
soltero
Sala de Alcaldes
abril
2
4 años para que aprenda oficio
Josef Mompean
Madrid (Corte)
16
-
Sala de Alcaldes
abril
familiar
4 años para que aprenda oficio
un mudo
?
como de 40
criado Director Hospicios menor del → otro Exmo Sr Príncipe de la Paz, cuyo naci-
abril
sin especificar
sin tiempo
88
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
miento y descendencia se ignora Francisco Posa
Madrid (Corte)
12
-
Sala de Alcaldes
abril
2
sin tiempo
Sebastián Nieto
Valladolid
10
-
Sala de Alcaldes
abril
2
5 años para que aprenda oficio
Andrés Sáez Cuenca
12
-
Sala de Alcaldes
abril
2
5 años para que aprenda oficio
Juan Francisco Sáez
Cuenca
8
hermano del anterior
Sala de Alcaldes
abril
2
5 años para que aprenda oficio
Alexo Pérez
Madrid (Corte)
28
-
Sala de Alcaldes
abril
familiar
4 años para que aprenda oficio
Juan Simón
Madrid (Corte)
16
soltero
Sala de Alcaldes
abril
social
5 años para que aprenda oficio
Josef Mosquera
Madrid (región)
11
-
Sala de Alcaldes
abril
social
5 años para que aprenda oficio
Andrés López
Medinaceli
28
casado
Sala de Alcaldes
abril
social
2 años para que “trabaje en el oficio de tejedor de lienzos”
Manuel Camuto
Madrid (región)
10
-
Teniente Corregidor abril
2
Hasta que aprenda oficio
Nicomedes Apolo
Guadalajara
15
soltero
Sala de Alcaldes
abril
social
Hasta que aprenda oficio
Juan Lidon
Madrid (región)
16
-
Sala de Alcaldes
abril
social
4 años para que aprenda oficio
Domingo Fernández de Freyge
Oviedo
13
-
Sala de Alcaldes
mayo
social
5 años para que aprenda oficio
Manuel Trobas Pelayo
Madrid (Corte)
14
-
Sala de Alcaldes
mayo
sin especificar
5 años para que aprenda oficio
Josef Gómez Madrid (región)
13
-
Sala de Alcaldes
mayo
social
4 años para que aprenda oficio
Francisco Rodríguez
Zamora
26
-
Sala de Alcaldes
mayo
social
4 años
Josef Ampudia
Oviedo
15
-
Sala de Alcaldes
mayo
2
3 años “menos si sus padres lo reclamen”
Manuel Castelar
Madrid (Corte)
39
casado
Sala de Alcaldes
mayo
2
2 años a voluntad de su mujer
Francisco Montero
Madrid (Corte)
22
-
Sala de Alcaldes
mayo
2
1 año
Tomás Díaz
Madrid (Corte)
15
soltero
Sala de Alcaldes
mayo
social
Hasta que aprenda oficio
Antonio Serrano
Madrid (Corte)
61
-
juzgado de villa
mayo
social
sin tiempo
Manuel Martínez
Madrid (región)
16
soltero
Sala de Alcaldes
mayo
social
6 meses
Josef Hernández
Toledo
11
-
Sala de Alcaldes
mayo
social
4 años
Manuel de García (nº165)
Oviedo
14
-
Sala de Alcaldes
mayo
social
5 años “para lo que sea útil” y “a disposición del Gobernador del
89
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
Consejo” Pedro Gómez
Guadalajara
15
-
Comisión de vagos
junio
2
4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Francisco Zamora Cerbanes (?)
13
-
Comisión de vagos
junio
2
4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Gregorio García
Alcarria
14
-
Comisión de vagos
junio
2
4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Juan Antonio Madrid Herreros (Corte)
14
-
Comisión de vagos
junio
2
4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Vicente Arrojo
Alcarria
14
-
Comisión de vagos
junio
2
4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Manuel Santos
León
13
-
Comisión de vagos
junio
2
4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Bartolomé Sánchez
Valencia
14
-
Comisión de vagos
junio
2
4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
(Miguel) Sigüenza Ángel (Her)Ranz (está tachado el “Her”)
9
-
Comisión de vagos
junio
2
4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Tomás Moncon
Madrid (Corte)
15
-
Comisión de vagos
junio
2
4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”
Felipe Aparicio
Madrid (Corte)
28
soltero
Sala de Alcaldes
junio
2
2 años
Juan Francisco Narbaez
Granada
34
soltero
Sala de Alcaldes
junio
social
2 años
Pedro Lombardo
Madrid (Corte)
12
-
Sala de Alcaldes
junio
social
Hasta que aprenda oficio
Antonio
Cáceres
17
soltero
Sala de Alcaldes
junio
2
Hasta que aprenda
90
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
García de la Plaza
oficio
Joseph Ferrer
Teruel
16
soltero
Sala de Alcaldes
junio
2
Hasta que aprenda oficio
Antonio Martínez
Cádiz
40
casado
Sala de Alcaldes
junio
social
1 año sin puertas ni vino
Pedro Retuerto
Guadalajara
12
-
Sala de Alcaldes
junio
2
4 años para que aprenda oficio
Lesmes de Lara
Valladolid
14
soltero
Sala de Alcaldes
junio
2
4 años para que aprenda oficio
Miguel de la Fuente
Sigüenza
13
-
Sala de Alcaldes
junio
2
4 años para que aprenda oficio
Manuel Eleno
Madrid (Corte)
13
-
Sala de Alcaldes
junio
2
4 años para que aprenda oficio
Manuel Soto
Toledo
17
soltero
Sala de Alcaldes
junio
social
6 meses “menos si se presenta persona que se encargue de conducirlo a su pueblo”
Antonio Suárez
Madrid (Corte)
16
soltero
Sala de Alcaldes
junio
social
4 años para que acabe de aprender el oficio de zapatero
Andrés Gutiérrez
Oviedo
15
-
Sala de Alcaldes
junio
2
hasta que haya quien se lo lleve a su pueblo
Josef Antonio Cuenca Suarez, digo Gómez
12
-
Sala de Alcaldes
junio
2
4 años para que aprenda oficio
Josef Chafino
Madrid (Corte)
19
-
Sala de Alcaldes
junio
sin especificar
4 años para que aprenda oficio
Felix de Sala Madrid (Corte)
16
soltero
Sala de Alcaldes
junio
familiar
4 años a voluntad de su madre
Vicente Castañon
Oviedo
12
-
Sala de Alcaldes
junio
sin especificar
Hasta que aprenda oficio
Juan Castareda
Madrid (Corte)
10
-
Sala de Alcaldes
junio
familiar
Hasta que aprenda oficio
Gergorio Trigo
Burgos
7
-
Sala de Alcaldes
julio
sin especificar
a voluntad de su padre
Leandro Pastor
Burgos
14
-
Sala de Alcaldes
julio
social
4 años para que aprenda oficio
Antonio Laguna
Soria
10
-
Sala de Alcaldes
julio
social
4 años para que aprenda oficio
Ygnacio Orduña
Madrid (Corte)
40
-
Sala de Alcaldes
julio
social
4 años
Josef Canencia
Madrid (Corte)
16
-
Sala de Alcaldes
julio
2
4 años
Pedro Escamilla
Cuenca
16
-
Sala de Alcaldes (+ julio Consejo)
2
4 años para que aprenda oficio
Santiago Ruiz
Burgos
18
soltero
Sala de Alcaldes (+ julio Consejo)
2
4 años para que aprenda oficio
Martin Otero
Albarracín
15
soltero
Sala de Alcaldes (+ julio Consejo)
2
4 años para que aprenda oficio
Juan Mellon
Madrid (Corte)
21
-
Sala de Alcaldes
julio
2
4 años para que aprenda oficio
Mateo Gonzalez
Zamora
13
-
Sala de Alcaldes
julio
2
4 años para que aprenda oficio
91
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
Thomas Vicente
Valladolid
18
-
Comisión de vagos
julio
sin especificar
1 año
Jorge Lopez
Cuenca
13
-
Sala de Alcaldes
julio
sin especificar
4 años para que aprenda oficio
Thomas Fernandez
Madrid (Corte)
13
-
Sala de Alcaldes
julio
sin especificar
4 años para que aprenda oficio
Eutiquiano Soriano
Medinaceli
13
-
Sala de Alcaldes
julio
social
4 años para que aprenda oficio
Baltasar García
Segovia
12
-
Sala de Alcaldes
julio
social
4 años para que aprenda oficio
Manuel Francos
Castilla Vieja 5
-
Sala de Alcaldes
julio
sin delito
sin tiempo
Benito Montes
Madrid (región)
24
soltero
otro
julio
familiar
sin tiempo
Vicente Guarís
Cerdeña
22
-
Sala de Alcaldes
julio
2
6 meses “menos si se presenta persona que lo aplique a oficio”
Josef Díaz
Oviedo
60
casado
Sala de Alcaldes
julio
social
1 año
Josef Armendariz
Madrid (Corte)
9
hermano del siguiente
Sala de Alcaldes
julio
sin especificar
Hasta que aprenda oficio
Felix Armendariz
Madrid (Corte)
7
hermano del anterior
Sala de Alcaldes
julio
sin especificar
Hasta que aprenda oficio
Gerónimo (ignora apellido)
Castilla Vieja 9
-
Sala de Alcaldes
julio
2
4 años para que aprenda oficio
Martin de Otero
Galicia
11
-
Sala de Alcaldes
julio
2
4 años para que aprenda oficio
Francisco Gasco
Madrid (región)
13
-
Sala de Alcaldes
julio
2
4 años para que aprenda oficio
Manuel Antonio Estevan
Oviedo
17
soltero
Sala de Alcaldes
julio
2
4 años para que aprenda oficio
Mariano de Castro
Guadalajara
12
-
Sala de Alcaldes
julio
2
4 años para que aprenda oficio
Juan Fernandez
Madrid (Corte)
24
-
Sala de Alcaldes
julio
2
4 años para que aprenda oficio
Miguel Arranz
Burgos
15
-
Sala de Alcaldes
julio
sin especificar
4 años para que aprenda oficio
Gabriel Benito Montes
Alcarria
7
-
Sala de Alcaldes
julio
sin especificar
4 años para que aprenda oficio
Victoriano Casado
Madrid (región)
13
Sala de Alcaldes
agosto
social
4 años para que aprenda oficio
Valentín Gómez
Madrid (Corte)
16
soltero
Sala de Alcaldes
agosto
social
4 años para que aprenda oficio
Lorenzo Durán
Madrid (Corte)
12
-
Sala de Alcaldes
agosto
familiar
2 años
Manuel Delgado
Madrid (región)
10
-
Sala de Alcaldes
agosto
sin especificar
4 años para que aprenda oficio
Valentín de la Madrid Peña (Corte)
23
soltero
Sala de Alcaldes
agosto
sin especificar
4 años para que aprenda oficio y que coma de lo que gane
Francisco Serrano
20
-
Sala de Alcaldes
agosto
2
2 años para que “trabaje en su oficio
Ávila
92
Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster
de cardador” Pedro Preciado
Madrid (región)
13
-
Sala de Alcaldes
agosto
2
4 años para que aprenda oficio y “a voluntad de su padre”
Casiano Garrido
Madrid (Corte)
20
-
Sala de Alcaldes
agosto
2
sin tiempo
Josef Gonzalez
Madrid (Corte)
24
soltero
Teniente Corregidor agosto
2
a voluntad de su padre
Francisco Bueno
Málaga
24
soltero
otro
agosto
2
2 años
Gabriel Benito Montenegro
Ávila
30
soltero
otro
agosto
sexual
2 años
Andrés Torrecilla
Madrid (Corte)
15
soltero
otro
agosto
social
sin tiempo
Josef López
Zamora
15
soltero
Sala de Alcaldes
agosto
social
hasta que se corrija y aprenda oficio
Josef Fondo
Madrid (Corte)
13
-
Sala de Alcaldes
septiembre 2
4 años para que aprenda oficio
Francisco Toledo Bruno Criado
46
-
Chancillería de Granada ( + Consejo de Castilla)
septiembre sin especificar
hasta que se verifique su sanidad de la demencia que padece
Andrés Varo
51
-
Sala de Alcaldes
septiembre familiar
2 años sin puertas ni vino, “el uno preciso, el otro voluntario de su mujer”
12
-
Sala de Alcaldes
septiembre social
Hasta que aprenda oficio
Madrid (Corte)
Juan Antonio Cuenca Berdallo
93
Lihat lebih banyak...
Comentarios