Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX. Las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando.

June 28, 2017 | Autor: C. Jiménez Barreno | Categoría: Early Modern History, Early Modern Europe, Urban Poverty, Early modern Spain, Poverty Studies
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Descripción

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID

TRABAJO DE FIN DE MÁSTER

MÁSTER UNIVERSITARIO DE ESTUDIOS AVANZADOS EN HISTORIA MODERNA: MONARQUÍA DE ESPAÑA SS. XVI-XVIII

POBREZA Y CRISIS EN EL MADRID DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XIX: LAS PERSONAS RECLUIDAS EN EL DEPARTAMENTO DE CORRECCIÓN DE SAN FERNANDO

CRISTINA JIMÉNEZ BARRENO DIRECTOR: JOSÉ MIGUEL LÓPEZ GARCÍA

MADRID, SEPTIEMBRE 2015

Le rôle de l'écrivain, […] ne se sépare pas de devoirs difficiles. Par définition, il ne peut se mettre aujourd'hui au service de ceux qui font l'Histoire : il est au service de ceux qui la subissent1.

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“el papel del escritor es inseparable de difíciles deberes. Por definición, no puede ponerse al servicio de quienes hacen la Historia: está al servicio de quienes la sufren.”, traducción propia. CAMUS, A. (1957).

ÍNDICE AGRADECIMIENTOS

pág. 4

1. INTRODUCCIÓN

pág. 5

2. METODOLOGÍA E HISTORIOGRAFÍA

pág. 7

3. SER POBRE Y PAUPERISMO

pág. 15

3.1. El pobre

pág. 15

3.1.1. Estructural y coyuntural

pág. 18

3.1.2. Mendigo y vagabundo

pág. 21

3.1.3. Expósitos

pág. 24

3.2. La pobreza: génesis y consecuencias

pág. 25

3.2.1. El porqué de la pobreza

pág. 25

3.2.2. Utilidad

pág. 26

3.2.3. “Gran confinamiento” y aporofobia

pág. 27

4. EL REFORMISMO ILUSTRADO EN MADRID Y LA LUCHA CONTRA LA POBREZA 4.1. Madrid durante la crisis de principios del siglo XIX 4.1.1. Breve acercamiento a la población madrileña

pág. 32 pág. 32 pág. 33

4.1.2. “No hay hombre en el mundo que pueda dirigir el abasto del pan en Madrid” 4.1.3. Las medidas de las autoridades

pág. 34 pág. 36

4.1.3.1. El paternalismo institucional

pág. 36

4.1.3.2. Ante medidas fracasadas, la represión es la solución

pág. 39

4.2. La reclusión: autoridades, el Departamento de Corrección de San Fernando y otras instituciones

pág. 40

4.3. Delitos y condenas

pág. 43

4.4. Fechas de detención

pág. 50

4.5. Perfil de la reclusa y del recluso

pág. 52

5. CONCLUSIÓN

pág. 58

6. FUENTES DOCUMENTALES

pág. 60

7. BIBLIOGRAFÍA

pág. 60

8. APÉNDICES

pág. 66

8.1. Cuadros

pág. 66

8.2. Anexos

pág. 69

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AGRADECIMIENTOS En estos tiempos que corren, donde ciencia y utilidad parecen tener el monopolio de las elecciones de futuro, es de valientes apoyar a una hija que dejó en cuarto año una ingeniería por la Historia. No menos destacable es el mérito de un joven que ha logrado ampliar tanto mi conocimiento sobre delitología del siglo XIX como mi interés por esta disciplina. Es por lo tanto a mis padres y a mi hermano a quienes va dirigido este primer agradecimiento. Desde que entré en este apasionante mundo de la Historia, he tenido el placer de conocer a personas que me han sabido animar y orientar. José Luis Loriente es el que más tiempo me lleva acompañando, leyendo mis escritos y proponiendo siempre inteligentes modificaciones, además de saber pronunciar las palabras de aliento necesarias en los momentos más complicados. También merecen una mención especial dos de mis primeros profesores de la carrera, James S. Amelang y Pedro García Martín, pues me enseñaron que la Historia no está compuesta únicamente de clases dirigentes, haciéndome descubrir que las clases subalternas bien merecen nuestra dedicación e interés. Una vez acabada la carrera, pasé unos meses de dudas e incertidumbres, al término de los cuáles decidí matricularme en este máster. Cursándolo, he tenido el placer de conocer a varios miembros del Grupo Taller de Historia Social como Jesús Agua de la Roza y Victoria López Barahona, quienes me han brindado consejos y facilitado información para la redacción del presente escrito. No me olvido de José A. Nieto Sánchez, también miembro del mismo colectivo, quien revisó mi primer trabajo basado sobre una fuente primaria y cuyas correcciones son parte fundamental de este libro que el lector tiene entre sus manos. Y, finalmente, agradezco a mi tutor, José Miguel López García, excelente guía académico, el haber sabido dirigirme desde pequeños trabajos para la carrera hasta el Trabajo de Fin de Grado, culminando la tarea con este Trabajo de Fin de Máster como ningún otro profesor habría sabido.

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1. INTRODUCCIÓN La Historia, como disciplina humana, está compuesta de personas; sus acciones y vivencias no hacen más que enriquecerla. Pero ¿quiénes son? Somos todos nosotros, sin distinción de edad, sexo, origen o profesión. Es por ello que el estudio de la Historia es una emocionante profesión pues consigue, gracias a la documentación albergada en los archivos, entablar un diálogo a través del tiempo y de las mencionadas categorías. Uno de estos documentos es el legajo 5.134 de la carpeta 36 del Archivo Regional de la Comunidad de Madrid que recoge la visita realizada al Departamento de Corrección de San Fernando en septiembre de 1804, momento en el que había 458 almas ahí encerradas por el mero hecho de ser pobres. Los estudios sobre pobreza y asistencia tuvieron su apogeo entre las décadas de 1970 y 1980 con autores de diversas escuelas que no sólo querían visibilizar este grupo olvidado por los historiadores, sino que de esta manera invitaban a la reflexión sobre el momento presente. Este ensayo se inscribe en esta línea pues a pesar de haber escuchado demasiadas veces “¿por qué investigar temas de pobreza si están superados?”, creo precisamente que entenderíamos mejor parte de la situación actual europea si se trabajase más este campo. Además, en mi caso concreto también se trata de una evolución investigadora lógica. Teniendo que redactar durante la carrera un ensayo sobre una ciudad europea a principios de la época moderna, caí casualmente sobre Lyon, donde en ese preciso momento se estaba reestructurando el sistema asistencial. El tema me llamó tanto la atención que no pude más que seguir leyendo sobre ello, llevándome inevitablemente a preguntarme sobre la situación de la ciudad de Madrid. Mi interés no fue más que en aumento al descubrir la Historia Social, la cual fui combinando eminentemente con historia económica, política y de género. Al llegar el mencionado legajo a mis manos y tras recorrerlo rápidamente, me surgieron diversos interrogantes: ¿quiénes eran estas personas?, ¿qué hacían aquí? y ¿por qué habían sido confinadas? Pueden parecer simples preguntas, pero al intentar 5

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responderlas se van descubriendo otros aspectos de sus vidas que nos muestran el contexto sociopolítico del momento desde un ángulo distinto al tradicional de los escritos institucionales. Con el fin de contestar a estas y otras cuestiones, comenzaremos exponiendo lo que significaba ser pobre a finales del siglo XVIII y principios del XIX en Europa occidental, basándonos en las fuentes coetáneas como los escritos de intelectuales o definiciones de diccionarios. Seguidamente nos centraremos en el caso madrileño, examinando las teorías y políticas de los ilustrados para con las personas menesterosas en medio de la crisis de 1803-1805. Dentro de este apartado entraremos a conocer a los forzados habitantes del Correccional de San Fernando, donde convivían “doñas”, asesinos, presuntos locos y hasta un criado del Príncipe de la Paz, intentando establecer el perfil de la reclusa y el del recluso del centro.

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2. METODOLOGÍA E HISTORIOGRAFÍA La principal fuente documental utilizada en este trabajo es el legajo 5.134, carpeta 36, que se encuentra en el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid (Diputación Provincial de Madrid), y que recoge gran cantidad de datos recopilados durante la visita realizada al Departamento de Corrección de San Fernando el 13 de septiembre de 1804. Llegó hasta mí por medio de mi tutor, quien me propuso trabajarla y exprimirla al máximo pues, al no parecer haber sido utilizada hasta ahora, podría revelar jugosas informaciones sobre esta institución, el trato que daba a los madrileños ahí confinados, así como sus detalles más personales. En efecto, el documento completo se compone de 458 fichas personales divididas en dos partes correspondientes a las 215 mujeres y 243 varones de distintas edades. Como era de esperar, las hay más y menos ricas, pero todas aportan como mínimo (salvo raras excepciones) el nombre, el origen, la fecha de ingreso y la condena. Las más detalladas cuentan además con la edad, el estado civil, el captor y/o la institución encarceladora, el motivo de la detención, la conducta, la revisión y múltiples datos extras en los cuáles se pueden llegar a oír (obviamente, pasadas por el filtro del escribano) las voces de estas personas. Convendría en un futuro cruzar estas fichas con otros documentos de la misma época para llegar a reconstruir, con mayor precisión, las vidas de aquellos individuos que hubiesen pasado con anterioridad o posterioridad por otras instituciones asistenciales. Al igual que ocurre con otras fuentes empleadas por los especialistas de Historia Social, se trata de una fuente no intencionada, elaborada con objeto de facilitar el control de los hombres y mujeres internados en este Departamento, pero que en modo alguno se redactó para defender un discurso concreto acerca de la pobreza o sus víctimas. Toda esta ingente cantidad de información me habría resultado prácticamente imposible de tratar, o por lo menos me habría costado bastante más trabajo, de no ser por las herramientas informáticas con las que hoy en día contamos. Con el fin de tratarla 7

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estadísticamente, me decanté por elaborar una base de datos en una hoja de cálculo con el programa LibreOffice2. Cierto es que podría haber hecho una base de datos al uso, con Filemaker o incluso MsAccess, pero en su momento me pareció más apropiada la primera opción, resultando finalmente ser más manejable, aunque no descarto pasarla a alguno de estos formatos por tener mejores presentaciones finales o interfaces. Tras su incorporación a la base de datos, la clasificación de la información resultaba imprescindible. Por ejemplo, los orígenes de estas personas fueron reagrupados por regiones, las edades por tramos y los delitos por tipologías. En posteriores apartados se explicará con mayor profundidad los criterios que llevaron a estas categorizaciones. Ha sido un trabajo que se ha ido alargando en el tiempo debido sobre todo a la caligrafía; puede que la escritura de principios del XIX sea bastante parecida a la nuestra, pero nunca antes me había enfrentado a una fuente primaria manuscrita, por lo que su lectura me costó en un primer momento (el primer día, en tres horas, sólo conseguí incorporar diez mujeres a la base). La clave fue la continuidad y la perseverancia: a pesar de tener poco tiempo libre, el ir una tarde a la semana al archivo fue fundamental por irme haciendo con el documento, tanto en su forma como en su contenido. Lo que más podía impresionar era la mejora en la lectura, pasando a vaciar 50 registros (¡con abreviaturas desconocidas hasta la fecha!) en poco más de una hora. Sin embargo, lo que recuerdo con mayor ternura son los descubrimientos diarios. Pocas cosas pueden superar el llegar a empatizar, desde la soledad del Archivo Regional madrileño, con personas que vivieron hace dos siglos en tu misma ciudad. Es cierto que el historiador ha de mantenerse lo más neutral posible, especialmente de cara a plasmar por escrito sus investigaciones, pero no dejará de ser la Historia una disciplina humana, dejándonos pequeños momentos de libertad sentimental para acercarnos a los que estudiamos.

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Ver Cuados 7 y 8. 8

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Esta investigación es la continuación lógica de mis trabajos anteriores. En ellos estudié la pobreza y asistencia en ciudades como Lyon, Palencia o Madrid, pero fueron meros ensayos historiográficos. El que aquí se presenta es original, aunque es obvio que bebe de fuentes anteriores. Se procede, pues, a continuación, a hacer una relación de los autores que me han resultado imprescindibles para elaborar este y otros escritos sobre el tema, estructurándola por zonas geográficas. El interés por las clases subalternas ha ido aumentando a lo largo del siglo XX, tal y como lo afirma Jim Sharpe en su artículo “Historia desde abajo” de 19963. Este autor señala directamente a Edward Palmer Thompson como el precursor de la tendencia que orienta el foco del historiador hacia aquellos que no habían tenido voz en la historia hasta entonces, a pesar de haber dejado tras ellos huellas documentales. Este movimiento se va nucleando en torno a la revista History Workshop Journal4, fundada en 1976. Posteriormente aparecerán diversas publicaciones con las mismas aspiraciones en otros países (en España la revista Historia Social, fundada en 1988). Además, esta línea de trabajo ha inspirado a otros grupos, como en nuestra propia universidad el Grupo Taller de Historia Social5. El fenómeno del pauperismo ha sido asimismo hondamente estudiado a nivel europeo durante el siglo XX, sobre todo durante su segunda mitad. La intensa investigación llevada a cabo por el matrimonio formado por Catharina Lis y Hugo Soly, cristalizó en el libro Pobreza y capitalismo en la Europa preindustrial (1350-1850) del final de la década de 1970, y traducido al castellano en 1985, donde ofrecen una amplia visión de la vida de los inopes desde la crisis del siglo XIV hasta bien entrado el XIX: en él, ponen el acento sobre la forma en la que afectó a los pobres la transición de los antiguos modelos de producción al capitalismo materializándose, por ejemplo, en el giro de la utilidad de la pobreza hacia la represión. Este cambio coincidió con importantes transformaciones socioeconómicas, uno de cuyos mejores exponentes 3

SHARPE, J. (1996), pp. 38-59. http://hwj.oxfordjournals.org/, . 5 http://www.historiasocial.org/, . 4

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fue la denominada protoindustrialización, ampliamente tratada en las obras de Franklin Mendels, Peter Kriedte, Hans Medick o los hermanos Charles y Richard Tilly. En la misma senda fueron los trabajos casi contemporáneos del difunto Bronislaw Geremek quien, aparte de ser un historiador social imprescindible, fue igualmente un actor político de primera línea tanto en su Polonia natal como en la Comunidad Económica Europea, posterior Unión Europea, llegando a crearse en su memoria las becas Geremek, otorgadas a investigadores con el fin de profundizar en el pasado de nuestro subcontinente. Entre sus obras clave cabe destacar La piedad y la horca: historia de la miseria y de la caridad en Europa (1986) o incluso Les fils de Caïn L'image des pauvres et des vagabonds dans la littérature européene du XVe au XVIIe siècle (publicado en 1991 pero con la redacción iniciada en 1980). Es particularmente interesante el discurso de este segundo libro pues ilustra a la perfección la mutación de la mentalidad y el consecuente cambio en el trato de las clases privilegiadas a los menesterosos por medio de los cuentos modernos (tema igualmente tratado en el primero). Además, con este ensayo demuestra que la Historia Social también puede ser desarrollada usando fuentes literarias, algo que a ciertos historiadores les sigue pareciendo poco adecuado. Finalmente, un autor más cercano en la línea temporal como es Martin Rheinheimer, quien en el año 2000 publicó Pobres, mendigos y vagabundos: la supervivencia en la necesidad (1450-1850) en la colección Historia de Europa cuyo Consejo Científico, por cierto, estaba compuesto por Natalie Zemon Davies, Bronislaw Geremek y Eric J. Hobsbawn entre otros. De nuevo, esta obra retoma en cierta medida el discurso de los autores precedentes. No obstante, su autor le da un cariz más humano al dedicarles más tiempo y recursos a las personas que al contexto, donde cabe destacar el apartado dedicado a las mujeres, sin capítulos exclusivos en los historiadores anteriormente citados. Observaciones metodológicas de similar relevancia fueron realizadas por el profesor Stuart Woolf en su obra Los pobres en la Europa moderna, publicada a finales de los años ochenta del siglo pasado, donde realiza un análisis de la pobreza en la Historia, 10

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haciendo igualmente mayor énfasis en la figura del pobre. Una vez considerados los autores dedicados al pauperismo a nivel general europeo, conviene reducir el campo de estudio a ciudades concretas para ver si las visiones y medidas que se asumieron contra la pobreza en la época moderna fueron realmente iguales en todo el subcontinente. Por interés personal, me decanté por Francia y España. Para el país galo, tenemos a principios de los años 1970 la tesis de Jean-Pierre Gutton sobre Lyon, La société et les pauvres. L'exemple de la généralité de Lyon 15341789, primer gran acercamiento que tuve a la Historia Social. Es un estudio exhaustivo sobre la pobreza y su trato a lo largo de toda la época moderna en Lyon, desde la creación de la primera institución asistencial laica tras la “Grande Rebeyne”, la “Aumône Générale”, hasta la Revolución Francesa, cuando cambia (o se intenta al menos) por completo el sistema asistencial. Con clasificaciones, estadísticas, recorridos históricos sobre todos los centros para menesterosos, esta obra es de lectura obligatoria para todo historiador preocupado por la suerte de estas personas durante el periodo que nos ocupa. Sobre la misma ciudad están los escritos de Natalie Zemon Davies, reconocida en nuestro campo por ser la primera en proponer el uso de fuentes médicas, criminales, etc. para el estudio histórico, entre los cuales cabe destacar el libro recopilatorio de varios artículos, Sociedad y Cultura en la Francia Moderna, pero también dos artículos anteriores: “The Sacred and the Body Social in the Sixteenth-Century Lyon” del año 1981, aparecido en la revista Past and Present, y su “Women in the Crafts in the Sixteenth-Century Lyon”, de la revista Femenist Studies en 1982. Davies muestra en ellos una cara algo más amable de la pobreza, desprendiéndola de esa visión gris y fatalista clásica, al mostrar hechos cotidianos que bien nos pueden recordar alguna anécdota propia. Asimismo, hace de la mujer la protagonista de varios artículos, algo poco frecuente en esos años. Para acabar, conviene también leer el trabajo de Arlette Farge quien, desde la presentación de su tesis doctoral en 1974 titulada Délinquance et criminalité: le vol d’aliments à Paris au XVIIIe 11

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siècle, no ha cesado de investigar el binomio pobreza-delincuencia en la Francia del Setecientos, como en su última obra La déchirure. Souffrance et déliaison sociale au XVIIIe (2013), donde se aprecia cómo ha evolucionado su postura historiográfica al adentrarse en el campo de la denominada historia de las emociones. Como nuestro trabajo versa sobre Madrid, resulta pertinente analizar la historiografía sobre el tema en España. Está el interesante trabajo de Rosa María Pérez Estévez (1976) sobre vagancia durante el siglo XVIII, así como el de Matías Velázquez Martínez (1991) sobre marginación en todo el reino, pero también se deben resaltar los de Montserrat Carbonell i Esteller y de Alberto Marcos Martín sobre Barcelona y Palencia respectivamente, llevando este último sus investigaciones sobre el tema a la reconocida “Settimana di Studi”, organizada anualmente en Prato (Italia), cuyo título fue “Social Assistance and Solidarity in Europe from the 13th to the 18th centuries” en abril de 2012. El hispanista francés Jacques Soubeyroux defendió en 1976 su tesis doctoral Paupérisme et rapports sociaux à Madrid au XVIIIe siècle donde, como hiciese Gutton con Lyon, examina minuciosamente el trato de la pobreza así como al propio pobre en la corte borbónica, defendiendo la idea de que sí que hubo gran confinamiento en Madrid, llegando incluso a afirmar que fue allí donde se puso en práctica por vez primera en España. Esta obra termina analizando los primeros años del siglo XIX, pero al no haber explotado la fuente que aquí se maneja, bien podría considerarse nuestro trabajo como un pequeño epílogo de esa tesis… Al menos en la presente investigación haremos todo lo posible por que sea digna de este calificativo. El Equipo Madrid de Estudios Históricos de la Universidad Autónoma de Madrid prosiguió la misma línea que Soubeyroux. Entre las obras de dicho colectivo cabe destacar las obras Madrid. Atlas histórico de la ciudad, siglos IX-XIX (1995) y El impacto de la Corte en Castilla. Madrid y su territorio en la época moderna (1998); al igual que el Grupo Taller de Historia Social, donde distintos investigadores tienen por finalidad enriquecer el conocimiento del mundo del trabajo y de las clases populares durante la Edad Moderna. El Grupo Taller, aparte de ser bastante 12

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dinámico al organizar varios seminarios a lo largo del año, es la fuente de información más actual que he encontrado sobre este tema, y por eso no sorprenderá que se cite a lo largo del presente escrito a varios de sus integrantes como a José Miguel López García, cuyo trabajo sobre el motín contra Esquilache (2006) es esencial para entender la situación político-social madrileña tras la Semana Santa de 1766, o a Jesús Agua de la Roza por sus obras sobre la infancia en la capital durante el Antiguo Régimen. Por último, he querido resaltar los ensayos sobre las mujeres pobres madrileñas. Como se ha podido ir viendo en este breve repaso historiográfico, se han utilizado monografías y artículos publicados en su mayoría entre los años 1970 y 1980, momento en el que los estudios de género aún no habían irrumpido en el panorama historiográfico y, por ello, de verse el lado femenino de la pobreza, este era tratado como el masculino. Es cierto que Natalie Z. Davies realizó algunas obras vanguardistas, pero apenas las había para Madrid. A día de hoy podemos disfrutar de la Revuelta del cuartel de mujeres del Hospicio de San Fernando en 1786: aspectos jurídicos y sociales de Isabel Correcher Tello, publicado en 1998 (es cierto que en ese momento este centro se hallaba en la localidad homónima, aunque pronto fue trasladado a la vecina Vicálvaro, pero al depender del madrileño y estar bajo su mismo director, lo consideramos como si fuese de la capital). Esta pequeña pero clara y completa investigación nos acerca a las mujeres reclusas de finales del XVIII, explicando lo que significaba ser mujer y lo que ello conllevaba en la sociedad patriarcal del momento; de esta aclaración deriva la mayor parte del trabajo como, por ejemplo, la categorización de los delitos que se les atribuían. Poco después, en el año 2000, la hispanista Christine Bénavidès publicó Les femmes délinquantes à Madrid (1700-1808). Justice et société en Espagne au XVIIIe siècle. Esta historiadora francesa hace un repaso institucional y social de la delincuencia femenina madrileña en ese siglo, aunque sorprende negativamente la no inclusión del Departamento de Corrección de San Fernando en el apartado de dedicado a las instituciones penitenciarias. Por el contrario, Victoria López Barahona, miembro del Grupo Taller de Historia Social, es una 13

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investigadora que se ha volcado en el estudio de las clases subalternas de la corte, y concretamente en las mujeres como atestiguan su obra El cepo y el torno. La reclusión femenina en el Madrid del siglo XVIII, publicada en 2009, y su recientemente defendida tesis doctoral Las trabajadoras madrileñas en el siglo XVIII. Familias, talleres y mercados (junio de 2015). Así pues, la literatura sobre pobreza y asistencia durante la época Moderna es abundante, aunque un poco antigua. Se aprecia que su época dorada fueron los años 1970-1980, porque a partir de la década siguiente otros intereses y corrientes historiográficas cobraron fuerza. Sin embargo, nunca se ha dejado de escribir sobre ello al ser un tema que puede servir de base para otro tipo de estudios históricos como, por ejemplo, los culturales. Y todo ello sin olvidar que se trata de un problema que no sólo no es lejano en el tiempo, sino que además ha seguido agravándose en todo el mundo durante la presente fase de la globalización. Después de ver lo más relevante que se ha escrito sobre pauperismo en el siglo XX y principios del XXI, veamos qué significaba ser pobre durante la época Moderna a través de la pluma de personas de ese momento, los ilustrados.

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3. SER POBRE Y PAUPERISMO En la Edad Moderna, el término pobre escondía varias definiciones que han ido mutando hasta la actualidad. A esta transformación se encuentra asociado un cambio en las mentalidades pues en el Antiguo Régimen, a pesar de que la moral cristiana (vigilada por la Iglesia) obligaba a las gentes pudientes a dar limosnas con el fin de alcanzar la Salvación eterna, tratadistas y autoridades empezaron a ver al pobre como un problema, pasando así de ser útil a ser molesto. Un sentimiento inconsciente y no reconocido hacia el pobre derivó de todo ello: el miedo.

3.1. El pobre En el Antiguo Régimen, es pobre tanto el que vive en una situación de miseria como el que puede caer en esta situación, siendo las personas ligadas al sector primario y secundario (productores rurales y asalariados urbanos) así como los criados, los más pauperizables puesto que el trabajo por sí solo no basta para cubrir la subsistencia6. El pobre es, ante todo, un individuo mudo y pasivo, que acepta su destino con sufrimiento. Como no emergía más que cuando tenía que rendir cuentas ante la ley o cuando caía enfermo, sólo lo conocemos a través de los testimonios de las autoridades civiles y eclesiásticas; por lo tanto, la visión que nos ha llegado de él es parcial, yendo desde la alabanza hasta la repulsión e incluso el miedo. Según textos de la época moderna, la pobreza viene determinada por ser la dependencia del trabajo para subsistir. Así lo corroboraba uno de los grandes filósofos franceses de la ilustración, el barón de Montesquieu quien afirmaba en su obra de l'Esprit des lois, en 1748, que “un homme n'est pas pauvre parce qu'il n'a rien, mais parce qu'il ne travaille pas”7. Coincide con la voz pauvre de la Encyclopédie ou Dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers de Diderot y D’Alembert, editada entre 1751 y 1772, 6

MARCOS MARTÍN, A. (1985), pp.389-390. “Un hombre no es pobre porque no tenga nada, sino porque no trabaja”, traducción propia. En FORREST, A. (1986), pp. 24-25. 7

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pues, tomando como referencia diversos textos bíblicos (Levítico, Job, Evangelio según San Mateo) asegura que la pobreza es “un état d'indigence qui a besoin de l'assistance d'autrui, faute de pouvoir gagner sa vie par le travail”8. Poco después, en 1796, Jeremy Bentham aseguraba que “poverty is the state of everyone who, in order to obtain subsistence, is forced to have recourse to labour”9. Ahora bien, este filósofo londinense diferenciaba entre pobreza e indigencia. Etimológicamente, indigencia es el no disponer de algo, sobrentendiendo por algo lo básico para sobrevivir (alimentos, ingresos, etc.)10. Sin embargo, para Bentham se trataba de “state of him who, being destitute of property… is at the same time, either unable to labour, or unable, even for labour, to procure the supply of which he happens thus to be in want” 11. Es pues una cuestión de matices porque, mientras la pobreza obliga a trabajar para vivir, la indigencia es el resultado de una insuficiencia, motivo por el cual “un hombre no es pobre porque no tenga nada, sino porque no trabaja”, de ahí que para los ilustrados la primera no pueda ser auxiliada pero sí la segunda. En esta línea parece ir también la Encyclopédie al decir que la indigencia “n’est pas un vice, c'est pis. On accueille le vicieux, on fuit l'indigent”, clamando incluso contra “la mauvaise administration, c'est de diviser la société en deux classes d'hommes, dont les uns sont dans l'opulence & les autres dans la misère”12 aunque realmente no llega a posicionarse por la asistencia que habría que brindar a cada uno. Para conocer el sentido de los tándems pobreza-pobre e indigencia-indigente en España, nos hemos centrado en las definiciones dadas en distintos diccionarios modernos. 8

“Un estado de indigencia que necesita la asistencia de otro, ante la imposibilidad de ganarse la vida trabajando”, traducción propia. 9 “La pobreza es el estado de todo aquel que, para obtener la subsistencia, está obligado a trabajar”, traducción propia. En POYNTER, J. R. (1969), p. 119. 10 Dictionnaires de français. Larousse. Recuperado de http://www.larousse.fr/dictionnaires/francais/indigent_indigente/42606, . 11 “El estado de quien, careciendo de cualquier propiedad... y al mismo tiempo, incapacitado para trabajar, no puede lograr su subsistencia cotidiana”. En POYNTER, J. R. (1969), p. 119. 12 “No es un vicio, es aún peor. Se acoge al vicioso mientras se huye del indigente”; “la mala administración, es el dividir la sociedad en dos clases de hombres, donde los unos están en la opulencia y los otros en la miseria”, traducción propia. 16

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En el primero de ellos, el Tesoro de la lengua castellana o española de Covarrubias (1611)13, tanto pobreza como indigencia-indigente no aparecen en ninguna de sus páginas mientras que pobre, con una única entrada, es sinónimo de “el menesteroso y necesitado”. A principios del siglo siguiente, entre 1726 y 1739, se publicó el primer diccionario de la Real Academia de la Lengua Española bajo el título Diccionario de autoridades14, donde la pobreza consigue tener una definición propia (¡con más de seis entradas!), significando la “necesidad, estrechez, carestía y falta de lo necesario para el sustento de la vida”. De la misma manera se expone por vez primera lo que es ser indigente o encontrarse en la indigencia, que es el estado en el que una persona se encuentra “necesitada, pobre”. Por su parte, el pobre, incrementando en nueve entradas su voz, sigue siendo menesteroso y necesitado, a lo que se ha añadido la “falta de lo necesario para vivir, o que lo tiene con mucha escasez”. Se puede decir que ya desde este momento, las dos parejas de términos analizadas son consideradas equivalentes. La quinta edición del diccionario de la RAE, publicada en 1817 15 constituye la tercera y última obra a la que hemos recurrido para este apartado de definiciones. Las voces pobreza y pobre son exactamente iguales a las del Diccionario de Autoridades, con ligeras diferencias para la segunda. En efecto, son más las entradas asociadas a esta palabra pues se le añaden refranes y dichos, además de la inclusión de un nuevo término: pobra, que no es otra que “la muger que pide de puerta en puerta”. La definición de indigente también resulta similar pues ahora es aquel al que le “falta lo necesario”. En suma, mientras diversos intelectuales europeos hacen hincapié en la relación del trabajo con la pobreza y la indigencia, diferenciando con mayor o menor claridad estos dos últimos términos, los diccionarios de nuestro reino (que no los tratadistas, como

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http://fondosdigitales.us.es/fondos/libros/765/16/tesoro-de-la-lengua-castellana-o-espanola/, . http://web.frl.es/DA.html, . 15 Habríamos preferido consultar la cuarta edición, de 1803, pues se publicó justo en los años que conciernen al presente trabajo, pero por no encontrarse en línea y ser las entradas que nos interesan bastante parecidas a las de 1726-39 y 1817, nos hemos decantado por esta última. https://archive.org/details/5eddiccionariode00acaduoft, . 14

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veremos más detalladamente en el apartado 3.1.3.) la obvian por completo, presentando al pobre y al indigente como personas necesitadas, sin ahondar en la situación que les ha llevado a dicho estado.

3.1.1. Estructural y coyuntural La situación tampoco ayudaba: si había un momento crítico, se solía asistir a menos gente dado que los propios centros y grupos asistenciales sufrían dificultades presupuestarias. Ello puede ser visto en la documentación aunque, sabiendo que realmente es al final del siglo XVIII cuando empieza la era estadística con sus censos y encuestas, está aceptado que la correspondiente del tránsito del Setecientos al Ochocientos contiene errores16. Valga el ejemplo del Comité de Mendicidad galo quien reconoció sentirse incapaz de saber quién era verdaderamente pobre en la Francia de 179017. Aún con estas dificultades, dentro de la categoría de pobre se pueden clasificar dos sujetos distintos: el pobre funcional18, denominado también de solemnidad o estructural19, y el pobre coyuntural. El primero es así llamado al ser “pobre de siempre”, es decir, al deberse su pobreza a la estructura del Antiguo Régimen o poseer alguna discapacidad física o mental. A su vez, el pobre estructural está dividido en dos subcategorías: el pobre vergonzante (o de vergüenza) y el glorioso. El segundo, el pobre coyuntural, es aquel que puede caer en la pobreza en momentos puntuales de su vida como crisis económicas o por enfermedad. Analicemos con más detalle al pobre estructural. El vergonzante es pobre únicamente por su situación económica, dejándole su posición social fuera de la pobreza. En este grupo nos podemos encontrar, por ejemplo, con nobles, de ahí el término de ver-

16

GUTTON, J-P. (1971), pp. 51-85. FORREST, A. (1986), pp. 24-25. 18 GUTTON, J-P. (1971), pp. 51-85. 19 MARCOS MARTÍN, A. (1985), pp. 389-390. 17

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güenza. Precisamente por esa vergüenza de no querer reconocer públicamente que no tenían nada con lo que alimentarse, lo confesaban a las autoridades pertinentes con el fin de ser asistidos secretamente, de ahí que no haya apenas documentación sobre ellos, y eso que en Lyon (Francia), la Limosna General, repartía sus ayudas con mucho rigor, apuntando cada movimiento20. El segundo, el glorioso, es el que considera que la pobreza no tiene nada de humillante y por eso no la esconde21, idea que queda reflejada en un poema de Espronceda

Mío es el mundo: como el aire libre, otros trabajan porque coma yo; todos se ablandan si doliente pido una limosna por amor de Dios […] Y para mí no hay mañana, ni hay ayer; olvido el bien como el mal, nada me aflige ni afana; me es igual para mañana un palacio, un hospital […] 22.

Añadamos a estos una parte de la población que ha sido aún más olvidada si cabe por los grandes anales de la Historia y que merece un estudio propio: enfermos, discapacitados, mayores, y personas que viven en soledad. A éstos los incluimos dentro de los pobres estructurales por estar contrapuestos a los coyunturales, quienes por motivos circunstanciales vivían en sus carnes la amenaza de la miseria. Los enfermos suelen ser miembros fijos de alguno de los tres grupos más arriba explicados ya que no pueden valerse por sí mismos, al igual que los discapacitados. Las personas mayores, por su edad, tampoco podían vivir del trabajo de sus manos; es más: a partir del siglo XVIII, se les considerará como grupo aparte, aunque generalmente se les incluirá en la categoría de 20

GEREMEK, B. (1989), pp.181-183. GUTTON, J-P. (1971), pp. 7-14. 22 ESPRONCEDA, J. DE (1835). 21

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mendigos. Algo parecido les ocurría a la gran cantidad de viudas que vivían en las ciudades quienes acababan por recurrir en la mayoría de los casos a la mendicidad, al vagabundeo o a la prostitución para subsistir. Social y económicamente, el matrimonio resultaba ser muy útil para los integrantes de la unidad doméstica ya que la pareja solía trabajar en equipo; mas cuando el marido fallecía, este equipo se deshacía, llevando a la viuda al peligroso estado de pobre23. A este respecto es muy ilustrativo el ejemplo de Joseph de la Cuesta en Palencia quien en su testamento legó todo lo que tenía a su mujer porque consideraba que “la dejaba pobre y con pocos medios”24. Los pobres coyunturales son artesanos, dueños de un pequeño taller, obreros no cualificados, pequeños comerciantes que, temporalmente, se encuentran en estado de pobreza. Dependen de la coyuntura económica y la estacionalidad de la propia demanda de empleo; si ésta baja estrepitosamente, estas personas caerán igualmente en la pobreza25. Para demostrar su delicada existencia al vivir prácticamente con lo puesto, asomémonos a los inventarios que dejaban tras de sí al morir. En ellos vemos que carecen, como era de esperar, de reservas, sin tampoco dinero líquido, y teniendo el mobiliario justo para las labores cotidianas: viven al día26. Y por si todo esto no fuese suficiente, además morían endeudados (por retraso en el pago del alquiler 27) o por haber caído enfermos, pues a la falta de ingresos salariales había que sumar los gastos ocasionados por el médico y el boticario. Para afrontar este trance, algunos optan también por la emigración; los otros caerán generalmente en la mendicidad y, en el peor de los casos, en el vagabundeo.

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Jean-Pierre Gutton cita al obispo Camus en repetidas ocasiones para dar más fuerza a sus definiciones, al ser su visión la predominante en la época Moderna. GUTTON, J-P. (1971), pp. 29-38. 24 MARCOS MARTÍN, A. (1985), p. 522. 25 Ibídem, p. 533. 26 Algo que ya apuntó el referido obispo Camus. GUTTON, J-P. (1971), pp. 61-78. 27 Arthur Young, de viaje por Francia entre 1787 y 1789 constata que el alquiler medio de Lyon era de los más caros, en GUTTON, J-P. (1971), p. 66 y lo mismo ocurría en numerosas capitales europeas, caso de Madrid o París. A este respecto, LOPEZ GARCIA, J.M. (2006), pp. 43-45. 20

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3.1.2. Mendigo y vagabundo Aparte de estos pobres, hay otros dos tipos que están relacionados con la pobreza pero que no se pueden incluir en ningún grupo de los anteriormente mencionados al tratarse de pobres itinerantes: el mendigo y el vagabundo28. El término mendigo se atribuye a la persona que ha caído en la pobreza. Éste es, desde un punto de vista económico, el que “no se gana la vida con su trabajo al no poder tenerlo”29, definición similar a la de indigente de Bentham, siendo un pobre en principio “sin maldad” y, por lo tanto, socorrible. A comienzos del siglo XVII, para Covarrubias el mendigo era “el pobre que anda pidiendo de puerta en puerta”, y mendigar “pedir desta manera, mendiguez”. Esta definición se mantendrá a lo largo de toda la Edad Moderna al no sufrir más que pequeñas variaciones con algunos añadidos, como la mención al Hospicio de Pobres en el Diccionario de Autoridades. Este grupo está integrado por más mujeres que hombres, sobre todo por viudas. No obstante, a partir del siglo XVI y principio del XVII, cuando se desarrolla un incipiente capitalismo, la mendicidad será tratada como un hecho social30 que a su vez será visto como peligroso para el orden público 31. Aunque las definiciones españolas no parezcan plasmarlo (pero sí las autoridades, como se verá en los próximos apartados), la Enciclopedia francesa se alinea con esta tendencia porque la voz mendiant es extensa y crítica al exponer que se trata de un “gueux […] qui demande de l’aumône par oisiveté […] au lieu de gagner sa vie par le travail”32. Según un texto de la primera mitad del siglo XVII, vagabundo es aquel que no dispone de domicilio y se dedica a vagar por los caminos33. Coincide esta definición con las que hemos leído, incluyendo la de la Enciclopedia. Por ejemplo, la de Covarrubias (1611), bastante extensa, presenta al vagamundo como “el que anda ocioso por el mundo”, 28

RHEINEIMER, M. (2005), 138-144. GUTTON, J-P. (1971), pp. 7-14. 30 GEREMEK, B. (1989), p. 9. 31 GUTTON, J-P. (1971), pp. 111-122. 32 “Pordiosero que pide limosna por ser ocioso […] en vez de ganarse la vida trabajando”, traducción propia. 33 GUTTON, J-P. (1971), pp. 1.331-1.332. 29

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aunque añade que también puede referirse a “ciertos peregrinos que suelen venir de Francia a España […] y en tiempos atrás acudieron muchos de una ciudad de Francia, dicha Bagamun que oy llamamos Tornay34, y de allí se dixeron vagamundos”. El Diccionario de Autoridades conserva esta explicación además de apuntar que suelen ser personas con “falta de dientes”, sumándole la voz vago, “el que anda sin destino, sin constancia ni estabilidad”. Finalmente, el DRAE de 1817 presenta una voz aún más detallada que las dos anteriores, aunque conservando la misma esencia al considerarlo un “holgazán u ocioso que va de un lado para otro indeterminado sin domicilio, oficio, beneficio”. En este mismo documento, las palabras vago y vagar ven aumentadas sus acepciones; concretamente interesa la de vago pues aparece por primera vez la idea de “hombre mal entretenido”, delito que irá en aumento desde las últimas décadas del Setecientos en adelante. Los hay, por lo tanto, de diversa procedencia: mendigo transeúnte, vago delincuente, emigrante, trabajador estacional, peregrino o el clérigo errante. Además, ciertas profesiones están asociadas al vagabundeo como los comediantes, buhoneros, vendedores ambulantes, carboneros, leñadores, e incluso los soldados mayores o inválidos a los que el sueldo de retiro otorgado por la Real Ordenanza del 30 de Abril de 1745 les era insuficiente35. Eran vistos como personas libertinas que vivían al margen de la sociedad. No es de extrañar que ya en 1666 la monarquía francesa criminalizara al vagabundo, por carecer voluntariamente, al decir de las autoridades y las elites, de oficio y de beneficio36. El cambio de actitud con respecto a los menesterosos se había iniciado en el siglo XVI, cuando ante el crecimiento de las gentes sin recursos y hogar que generó el desarrollo del capitalismo, se empezó a rechazar la doctrina de la utilidad moral y social de la pobreza y a penalizar a quienes carecían de arraigo o trabajo. Este giro se percibe 34

Y que sigue a día de hoy existiendo bajo el mismo nombre en la región francesa Champagne-Ardenne. MARCOS MARTÍN, A. (1985), pp. 537-539. 36 GUTTON, J-P. (1971), pp. 7-14. 35

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con toda claridad tanto en los humanistas cristianos, como en los maestros de la Reforma, teniendo asimismo su reflejo en el debate que acerca de la reforma asistencial sostienen en la Monarquía Hispana Cristóbal Pérez de Herrera y Miguel de Giginta. Por doquier comienzan a desarrollarse planteamientos similares: clasificar a los inopes (José del Campillo, Bernardo Ward, Campomanes o el propio Consejo de Castilla) 37 dividiéndolo fundamentalmente entre estructurales y coyunturales (autorizados a recibir asistencia) por un lado, y vagabundos, sobre los que caerá el peso de la ley, por otro38. Para las élites del Setecientos, es indudable que los vagabundos se mueven en un ambiente propicio para el desarrollo de la criminalidad ya que, al no tener un sitio al que sentirse atado, no les asusta el cambio, y vagan cometiendo delitos (de la mendicidad, tanto en la ciudad como sobre todo en el campo, no hay más que un paso hacia el vagabundeo) ya sea disfrazados de peregrino para aprovecharse de los viajeros, e incluso abusando de su formación bélica, como hicieron algunos antiguos soldados39, o cayendo en la prostitución en el caso de las mujeres40. De hecho, las meretrices solían ser inmigrantes venidas del campo que no encontraban trabajo en la ciudad o bien viudas que habían de mantener una familia. En cuanto a ellas hay en Europa divergencias de opiniones sobre si constituían una amenaza o no: algunos las consideraban un peligro para la sociedad revolucionaria francesa puesto que “elles corrompaient les jeunes gens et, au lieu de les rendre vigoureux et dignes des anciens Spartiates, elles n'en faisaient que des sybarites incapables de servir la liberté”41 mientras que para otros estas mujeres no eran peligrosas sino los proxenetas, aunque poco o nada podía hacer la Justicia con ellos42. Sea como

37

VELÁZQUEZ MARTÍNEZ, M. (1991), pp. 33-35 y pp. 154-155. Para el caso europeo ver LIS, C y SOLY, H. (1985), pp. 101-105, y para el caso español MARCOS MARTÍN, A. (2000), p. 222. 39 Alonso Pierna, exmilitar natural de Carrión, fue acusado de degollar a dos aspirantes al sacerdocio en el camino de Torquemada a Burgos. Esta es una muestra clara de que su antigua condición, merecedora de respeto social, no le impidió cometer un delito de sangre una vez que se alistó en las filas de los vagabundos. MARCOS MARTÍN, A. (2000), p. 549. 40 GUTTON, J-P. (1971), pp. 97-111. 41 “corrompían a los jóvenes y, en vez de volverles vigorosos y dignos de los antiguos Espartanos, no hacían de ellos más que sibaritas incapaces de servir a la libertad”, traducción propia. En TULARD, J. FAYARD, J-F., FIERRO, A. (1987), p. 1049. 42 GUTTON, J-P. (1971), pp. 97-111. 38

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fuere, en el siglo XVIII se tomarán medidas represivas contra todos estos perturbadores del orden público y de la paz social, hasta el extremo que una gran cantidad de prostitutas pasó por la guillotina durante el periodo revolucionario por osar defender la permisividad de la monarquía para con su profesión.

3.1.3. Expósitos Para acabar, unas palabras sobre los centenares de niños que eran abandonados cada año en las capitales43 y recluidos en Inclusas donde la mayoría moría. El niño expósito es aquel que “ha sido echado de sus padres, o de otras personas en los campos, o en las puertas de los templos desamparados a su ventura”, según el Tesoro de la lengua castellana o española. Solían ser “hijos de personas que padecerían sus honras, os sus vidas si se supiesse cuyos son”, generalmente casadas o solteras (de las que posiblemente se haya abusado, ¿criadas venidas del campo?) para las que un bebé supondría el reconocimiento de un pecado y el estigma de ser un bastardo en una sociedad donde no era bien visto44. Aunque realmente su origen es de lo más diverso pues también podían ser descendientes de madres que habían enviudado recientemente dando a luz hijos póstumos y que, al no poderse hacer cargo ni de ellas mismas, mucho menos podían criar al recién nacido. Menos acusador se muestra el diccionario de la RAE de 1817 al decir que se trata de niños abandonados por “no tener con quien criarlo sus padres ó porque no se sepa quiénes son”. Otro punto de vista es el presentado en la obra de Diderot y D’Alembert pues en ella se asegura que “les enfans exposés ne sont point réputés bâtards ; et comme il y en a souvent de légitimes qui sont ainsi exposés, témoin l'exemple de Moyse” 45. Pero va incluso más lejos comentando el caso español, concretamente el madrileño, en su

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El ejemplo de Madrid es pragmático. A este respecto, AGUA DE LA ROZA, J. (2013) y también SOUBEYROUX, J. (1978). FORREST, A. (1986), p. 169. 45 “los niños expósitos no tienen la reputación de ser bastardos; y lo corriente es que sean legítimos, testigo de ello es el ejemplo de Moisés”, traducción propia. 44

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siguiente párrafo donde afirma que “les enfans exposés sont bourgeois de cette ville et réputés gentilshommes”46. Pero, como han demostrado las recientes investigaciones, todavía era más frecuente el caso de los hijos de las familias trabajadoras cuyos progenitores se veían obligados a abandonarlos durante las adversas coyunturas económicas, con la esperanza de poder recuperarlos algún día, de ahí que por la Inclusa madrileña y el hospital de Enfants Trouvés de París pasasen entre el 15 y el 30 por ciento de los bebés alumbrados cada año en ambas capitales europeas durante el siglo XVIII 47. Ya sean bastardos, el resultado de un abuso o hijos de una familia sin recursos, estos niños también pertenecen al grupo de los pobres porque, como decimos, son abandonados a su suerte, generalmente en centros especializados de carácter asistencial. No obstante, no hay que olvidar que el filicidio era igualmente una solución a la orden del día, al tiempo que en las inclusas de Londres, París o Madrid el 80 por ciento de sus expósitos moriría antes de cumplir un año de estancia.

3.2. La pobreza: causas y consecuencias Sabiendo ahora quien es el pobre, pasemos a descubrir las razones por las que caía en tal situación ya que, como se ha visto, algunos pobres lo han sido siempre, pero otros no. Para ello, analizaremos las causas de su penuria y miseria, deteniéndonos en el estudio de cómo la percepción del pobre mutó a lo largo de la época moderna.

3.2.1. El porqué de la pobreza En un contexto de Antiguo Régimen Biológico, la población depende eminentemente de las condiciones climáticas para subsistir, además de las políticas. Una mala cosecha o unas condiciones climáticas adversas pueden conllevar un desastre humano. A continuación vienen las epidemias que afectan sobre todo a aquellos con falta 46 47

“los niños expósitos son burgueses de la ciudad y reputados gentileshombres”, traducción propia. LÓPEZ GARCÍA, J. M. (2006), pp. 20-21. 25

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de higiene y que sufren carencias nutricionales de carácter crónico (peste, viruela, fiebre aftosa). Los pobres válidos migrarán entonces a las ciudades, dejando reposar las tierras (barbecho) que podrán ser cultivadas posteriormente. De esta suerte, sus familias conseguirán tener un cierto equilibrio económico48. Sin embargo, las personas mayores y los inválidos no tendrán esta posibilidad, teniendo entonces que depender de otros miembros de la familia o, si viven solos, se verán obligados a engrosar las filas de la mendicidad. Por su parte, las ciudades dependían indirectamente de la climatología, pues las subidas de los precios de los alimentos que ocasionaban las crisis de tipo antiguo también afectaban a sus moradores, los cuáles sufrían episodios de miseria extrema, especialmente cuando se paralizaban las actividades económicas urbanas. Las que son dependientes de una única actividad manufacturera sufren una situación que no es menos delicada que la que se vivía en el campo: si esta única industria se veía obligada a cerrar, la ciudad entera se vería abocada al desempleo, como podría ser el caso de Lyon y la industria sedera49. Pero no olvidemos, tal y como dijo Nelson Mandela, que “la pobreza no es un accidente, […] es una creación del Hombre”.

3.2.2. Utilidad En el Antiguo Régimen, la mentalidad cristiana y la Iglesia obligaban a las gentes pudientes a repartir limosnas entre los pobres con el fin de recibir la salvación. Desde la Edad Media, los cristianos saben que para conseguir el perdón de Dios y poder entrar en el Cielo, tenían que ser ante todo buenos cristianos, consistiendo esto en llevar a cabo obras piadosas a lo largo de sus vidas como dar limosna a los pobres. De esta manera, ser caritativo se convertía en un deber moral y social. Con el fin de administrar todos los donativos, la Iglesia procedió desde la época medieval a regentar centros

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FORREST, A. (1986), pp. 33-34. Ibídem, p. 120 y GARCIA SANZ, Á. (1977), pp. 374-390. 26

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asistenciales como los hospitales, construidos con el dinero recibido a través de estos donativos de los fieles. En los hospitales trabajaban principalmente sacerdotes, monjas y diversos seglares. Generalmente, los primeros eran los responsables de la distribución de la limosna puesto que eran los únicos que conocían en profundidad a los parroquianos50 aunque suponemos que serían ayudados por los limosneros, enfermeros y médicos51. Por consiguiente, como los pobres eran la llave que abría las puertas del Cielo para las capas altas de la sociedad, nadie quería realmente erradicar la pobreza. El pobre no era más que un objeto útil para las gentes con mayores recursos. Pero ¿la visión del pobre útil socialmente de los grupos privilegiados se mantendrá a lo largo de toda la Edad Moderna o hubo en ella momentos de inflexión tales como la Ilustración o la Revolución Francesa?

3.2.3. “Gran confinamiento” y aporofobia A partir de la segunda mitad del siglo XVII, el pobre, el mendigo y el vagabundo son separados forzosamente de la sociedad porque solían ser vistos como la encarnación del Mal y un peligro para el orden público. Quizá este cambio de mentalidad fue provocado por la llegada de un incipiente capitalismo que introdujo severas modificaciones en la sociedad; el tiempo pasó a ser “oro” con lo que los menesterosos dejaron de tener cabida en esta nueva forma de pensar. Aparecen así continuamente vinculados a acciones violentas como los motines, lo que inexorablemente condujo a que se les encerrara en hôpitaux généraux y otros centros de reclusión de similar naturaleza (los hospicios españoles, las workhouses inglesas, los raphuis y spinhuis neerlandeses). Nacía así lo que Michel Foucault ha llamado el Gran Confinamiento52. Como sabemos, desde los siglos XVII y XVIII, los hospitales generales acogieron

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FORREST, A. (1986), p. 39. LIS, C. y SOLY, H. (1985), pp. 37-42. 52 GIARD, L. (1993), p. 215. El despliegue práctico de esta doctrina, a través de los Hospitales Generales, Workhouses, Hospicios y Correccionales, en LIS, C. y SOLY, H. (1985), pp. 137-149. 51

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a pobres, mendigos y vagabundos. Aunque más bien podrían considerarse como cárceles (una vez se entraba, nunca se salía) y como talleres (el trabajo era obligatorio si se estaba en condiciones de realizarlo): en Francia, el sistema asistencial de Lyon constituyó el modelo a seguir desde 1614 hasta 1789. Esto nos lleva a ver que aunque la imagen del pobre, como término general, sea aquel que vive en un mundo aparte, la realidad es que es la propia sociedad la que le obliga a vivir en ese otro mundo, al excluirle a través de medidas coercitivas y legales. A estos sitios se les sumaban los talleres de caridad. Éstos se encargaban de coordinar trabajos (forzados) públicos desde 1771, realizados por nuestros miserables protagonistas, y no precisamente en zonas de miseria. De nuevo, estos centros de reclusión, estas auténticas cárceles que servían de símbolo de violencia y terror para así poder llevar a cabo la nueva política social, despertaron un sentimiento de repulsa por parte de la población, que llegó a amotinarse dentro de sus muros en numerosas ocasiones53. Los cambios legislativos son fáciles de acometer; los cambios en las mentalidades son de larga duración, y la sociedad aún no estaba preparada para aguantar eso. Ni esa sociedad, ni ninguna. El siglo XVIII vio nacer en Francia la filosofía de las Luces, la fisiocracia y el humanitarismo. Las Luces consideraban que el hombre era perfecto, por lo que no necesitaba la existencia de Dios y que por eso la suerte de los pobres nada tenía que ver con el pecado. Montesquieu y Voltaire señalaron que ahí donde se repartían más limosnas era donde había más miseria54. Sin embargo, en el reino de España, los ilustrados, de profundas creencias religiosas, no estaban de acuerdo con esta tesis: la existencia de Dios fue en todo momento incuestionable e innegable. Por su parte, los fisiócratas afirmaban que la caridad era una actividad económica como cualquier otra y que por eso mismo la Iglesia no tenía que inmiscuirse en ella. Finalmente, los humanitaristas, con el fin de mejorar la condición humana, hicieron lo imposible por resolver el problema de la

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GEREMEK, B. (1989), pp. 237-246. FORREST, A. (1986), p. 45. 28

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pobreza, como lo atestigua el concurso anual de la Academia de Lyon en 177755. Es decir, menos en España y otros territorios de la Europa católica, la degradación de la opinión hacia los religiosos era evidente, siendo considerados improductivos e inútiles en su labor para erradicar la pobreza. Es así como surgió el concepto de obligación social, de carácter laico en Francia, hacia la sociedad y los desprotegidos. De la misma manera, como los mendigos y vagabundos no eran más que una calamidad e incluso “una plaga”, la obligación social exigía que se les persiguiese y se les encerrase para que no contagiasen al resto de la sociedad. Fue la Revolución Francesa la que vio cristalizar la mayoría de estos ideales. Las ideas ilustradas penetraron en España a través del utilitarismo, cuyos defensores aseguraban que la mejor manera de acabar con la pobreza era mediante la disciplina laboral. Si se daba trabajo al pobre, se llegaba a una solución económica, política y moral que beneficiaba a toda la comunidad56. En la primera mitad del siglo XVIII, las doctrinas mercantilistas por entonces en boga basaban la riqueza de un país en su producción y, por lo tanto, en sus productores. De esta forma, dando trabajo a los vagos teóricamente se incrementaría la producción del país, enriqueciendo tanto a sus pobladores como a la Hacienda Real. Esta medida, apoyada por Campomanes y Jovellanos, entre otros, apenas rebasó el nivel teórico porque al poco tiempo de intentar poner en marcha este sistema, se vio que obligando a personas a trabajar horas y horas en algo que no les convenía o no les gustaba, se perjudicaba a la propia actividad manufacturera que se pretendía fomentar. Además, pensaban los ilustrados, si se daba trabajo a los desempleados, se evitaba que estuviesen delinquiendo, robando o mendigando por las calles, por lo que sería beneficioso para la sociedad en su conjunto y fomentaría el progreso. Sin embargo, paradójicamente, al no estar a gusto realizando estas actividades, sus hipotéticos beneficiarios huían de la reclusión y caían en la delin-

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FORREST, A. (1986), p. 44. SOUBEYROUX, J. (1978), pp. 328-367. 29

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cuencia. Finalmente, facilitando una ocupación a estas personas, se les alejaba de los malos hábitos, limpiando su moral, como ya defendiera el padre Feijoo unos años antes. Por ejemplo, las mujeres consideradas libertinas o licenciosas eran enviadas a La Galera madrileña o al Correccional de San Fernando de Henares, donde Pablo de Olavide las maltrataba y sometía a un trato vejatorio con objeto de convertirlas en útiles para la sociedad57. Así las cosas, y puesto que estas medidas no parecían tener en la práctica mucho futuro, la Sociedad Económica de Amigos del País, fundada en 1775, una de cuyas funciones principales era buscar soluciones nuevas en materia de asistencia, decidió en 1782 promover una encuesta pidiendo opiniones sobre cómo acabar con el problema de la pobreza, siguiendo en este ámbito el ejemplo de otras asociaciones elitistas existentes en numerosas urbes del país vecino, como Lyon58, para llegar a idénticas conclusiones. El ocioso carecía de honra y era inútil para una sociedad impregnada de las nuevas ideas capitalistas; para remediar ambos males nada mejor que enseñarle un oficio: contra la vagancia, el trabajo. Las nuevas ideas no tardarían en llegar a los diversos ámbitos de la sociedad, y la asistencia no iba a ser soslayada en modo alguno, puesto que sus instituciones habían servido entre otras cosas para mantener el orden establecido en el Antiguo Régimen y evitar así conflictos sociales; pero en ningún momento sirvieron para borrar la pobreza de la faz de la Tierra porque el pobre seguía siendo útil para legitimar la riqueza de los poderosos... ¿o más bien molesto desde el punto de vista ilustrado? La sociedad en general, sobre todo en la segunda mitad del siglo XVIII, desconfía así de los pobres, rechazándoles, odiándoles, temiéndoles. Este último sentimiento de rechazo, empero, no parece haber sido definido ni constatado por nadie, desprendiéndose de ese silencio historiográfico la idea de que fue un pensamiento inconsciente aunque

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LÓPEZ BARAHONA, V. (2009), pp. 149-212. GUTTON, J-P. (1971), p. 468 y también SOUBEYROUX, J. (1978), pp. 125-127. 30

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materializado en la marginación y la exclusión. Se ha tenido que esperar hasta el año 2000 cuando Adela Cortina propuso el término aporofobia, que etimológicamente significa “miedo al pobre”59. El que se haya tardado tanto no ha de chocarnos pues, al ser un sentimiento que sigue existiendo bajo la misma forma, su denominación refleja, por fin, la aceptación de una realidad.

La pobreza esconde, tras sus múltiples definiciones, gran cantidad de rostros cuyas historias, cuyos motivos, unidos a la política y a la coyuntura de cada momento, hicieron que un amplio sector de la población pasase de protegerlos a despreciarlos e, incluso, a temerlos y perseguirlos. El ver cómo se materializaron estos sentimientos y actitudes en el escenario madrileño, resulta pues imprescindible para entender la Ilustración española.

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Aunque no estemos del todo de acuerdo con la conclusión de su artículo, suscribimos su análisis y abogamos por la difusión del término. 31

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4. EL REFORMISMO ILUSTRADO EN MADRID Y LA LUCHA CONTRA LA POBREZA Durante el siglo XVIII, y especialmente tras el motín contra Esquilache, en el cual las autoridades constataron un preocupante protagonismo de los menesterosos, se impulsaron en la capital una serie de reformas para combatir el pauperismo mediante la ayuda a las familias humildes (creación de las Diputaciones de Barrios, la Junta Central de Caridad, las escuelas-taller) o la represión de quienes fueron considerados como elementos antisociales (militarización de la Comisión de Vagos, erección de presidios y Depósitos de Corrección, realización de levas anuales)60. Así pues, la teoría ilustrada fue implantada, pero ¿cómo afectó a los pobres madrileños? ¿Fue su vida parecida a la que planteaban los tratadistas? Para tratar estos interrogantes resulta imprescindible asomarse al Madrid de principios del siglo XIX, estudiando su población, el rompecabezas que suponía para las instituciones su abasto y las medidas que se tomaron para evitar motines de subsistencia, porque no hay que olvidar la situación especial de la capital pues al ser sede de la monarquía era de enorme importancia mantener el orden. A continuación se analizarán los lugares de reclusión más importantes del momento, haciendo énfasis en el Departamento de Corrección de San Fernando. De este departamento examinaremos sus forzados residentes, intentando trazar su perfil de la manera más realista posible, analizando si la crisis vivida en ese momento causó un aumento en el número de detenciones.

4.1. Madrid durante la crisis del principio del siglo XIX El intervalo entre el fin del Setecientos y el principio del Ochocientos permite estudiar la población de Madrid, los problemas del abasto, la crisis de subsistencia desencadenada entonces, así como analizar cómo las autoridades y los propios capitalinos de a pie encararon tal situación.

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LÓPEZ GARCÍA, J. M. (2006), pp. 206-222. 32

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4.1.1. Breve acercamiento a la población madrileña Se puede decir que el perfil más corriente de un habitante de la capital de la Monarquía hispánica del Antiguo Régimen era: varón, soltero, de entre 17 y 40 años61. La tasa de mortalidad fue siempre más elevada que la de natalidad y, sin embargo, la población aumentó a lo largo de todo el periodo. ¿Cómo pudo ser esto? Esencialmente, por el constante flujo migratorio que recibía la Villa y Corte, atraído por las posibilidades de prosperar o de, al menos, estar mejor que en su lugar de origen. Por ejemplo, en la década de 1780, los forasteros representaban el 68,9 por ciento de la población total. Para centrarnos en la cronología que concierne a nuestro ensayo, nos apoyaremos en los censos llevados a cabo en 1787, 1797 y 1804, estudiando más al detalle estos dos últimos. A finales del siglo XVIII, concretamente en 1797, se realizó el conocido censo “de Godoy” para mejorar y completar el de 1787, elaborado por orden del conde de Floridablanca. Tras varios cálculos y averiguaciones, María F. Carbajo Isla concluye que ese año la población total era de 187.269 personas, habiendo aumentado un 7,9 por ciento con respecto a la década precedente62. Son muchos los datos que se asemejan entre ambos censos, aunque hay que estudiarlos con detenimiento para valorar las diferencias reales que esconden. Pongamos el ejemplo de la proporción, en ambos sexos, de solteros, casados y viudos. Si bien es cierto que las cifras globales apenas varían de un recuento a otro se constata, no obstante, una reducción del número de solteros que fue compensada por un incremento, en valores absolutos, del número de mujeres y hombres casados, de suerte que si sumamos a los bautismos anuales los de miembros de los matrimonios el número de familias residentes en la capital creció63. La Demostración General de la Población de Madrid de 1804 fue llevada a cabo a instancias de la Real Orden comunicada por el Secretario de Hacienda, Miguel Cayetano 61

CARBAJO ISLA, M. F. (1985), pp. 67-100. CARBAJO ISLA, M. F. (1987), pp. 195-204. 63 Ibídem, pp. 202-204. 62

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Soler, fechada a día 29 de octubre de 180464. En él, Carbajo Isla vuelve a analizar minuciosamente los datos para terminar concluyendo que en ese año, teniendo en cuenta que no había aún acabado, la población madrileña era de 176.374 habitantes, esto es, había experimentado una pérdida de alrededor del 5,8 por ciento con respecto al censo de Godoy. Resumiendo, la tendencia general en el periodo estudiado evidencia un retroceso de efectivos humanos afincados dentro de la ciudad. Sin embargo, a pesar de que la relación entre sexos tendió a equilibrarse coincidiendo con el incremento de la inmigración femenina, se aprecia asimismo un aumento en el número de mujeres solteras, un retraso en la edad de matrimonio y –por ende– de procreación, y además, una caída de la población madrileña posiblemente ocasionada por la ralentización del movimiento migratorio. Todo ello nos puede poner sobre la pista de que algo nefasto se estaba gestando. En efecto, tal y como podemos apreciar a través de los datos suministrados por Vara Ara65, las defunciones pasaron de 5.124 en 1800 a 11.307 en 1804 66, volviendo a caer al año siguiente a 5.974 fallecidos. Veamos ahora las posibles causas de esta hecatombe.

4.1.2. “No hay hombre en el mundo que pueda dirigir el abasto del pan en Madrid”67 En el marco del Antiguo Régimen Biológico, Madrid sufrió en el trienio 1803-1805 una crisis epidemiológica. Al combinarse esta terrible situación sanitaria con una feroz hambruna, consecuencia de la caída de la producción agraria del interior peninsular y de las pésimas medidas políticas adoptadas, la ciudad padeció a principios del siglo XIX una

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CARBAJO ISLA, M. F. (1987), pp. 205-212. VARA ARA, M. V. (1986), p. 264. 66 AGUA DE LA ROZA, J. (2014), p. 31. 67 Cita del Juez Conservador D. Gabriel de Achutegui hacia el año 1802. En VARA ARA, M. V. (1986), p. 252. 65

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crisis mixta que tuvo hondas repercusiones sobre sus moradores más humildes68. Desde su designación como capital, el abasto de productos esenciales había constituido una de las mayores preocupaciones de las autoridades madrileñas 69. En 1765 se aprobó la liberalización del comercio de granos para garantizar el abasto de las ciudades españolas y poder así acabar con la especulación, pero –significativamente– el decreto no entró en vigor en la corte y su Rastro. Al concluir el motín contra Esquilache, la Junta de Abastos fue abolida, transfiriéndose el aprovisionamiento frumentario al Ayuntamiento, el cual siguió sirviéndose del Pósito, que se encargaría de surtir a los panaderos en momentos de carestía, a costa de generar un monumental agujero financiero. Tras la supresión, a finales del siglo XVIII de la Real Dirección de Abastos, otro organismo centralizado similar a la Junta, la corporación municipal, vía Cinco Gremios Mayores y el Pósito volvieron a encargarse de garantizar la provisión de pan, haciendo reverdecer los viejos problemas70. De hecho, esta medida resultó, a la larga, ser nefasta. La cosecha de 1800 fue mala, y esto se sintió al llegar la primavera del año siguiente. Tenemos el ejemplo de lo relatado por el director de la Policía de Abastos quien aseguraba, en un escrito del 21 de junio, que sólo 3 de los 19 puestos que vendían pan en la Plaza Mayor tenían alguna hogaza. Pero la situación empeoró: el invierno de 18021803 fue frío y duro, condicionando las posteriores cosechas y acarreando auténticos problemas de suministros a la ciudad de Madrid. Valga el ejemplo de la espectacular bajada del número de fanegas de trigo que llegaban a la capital durante la mencionada época de carestía, entre 1802 y 180471. Los precios subieron, los acaparadores hicieron acopio y especularon, el Pósito estaba vacío. Así las cosas, en una ciudad caracterizada por la precariedad laboral, donde los salarios reales habían caído en picado y el paro crecía a pasos agigantados, la Muerte empezó a pasearse por sus calles y plazas. La quiebra de este sistema tradicional de 68

PÉREZ MOREDA, V. (1980), p. 375-390. ALLOZA APARICIO, Á., LÓPEZ GARCÍA, J. M. y PABLO GAFAS, J. L. DE (2000), pp. 615-644. 70 Los avatares del aprovisionamiento capitalino, en LÓPEZ GARCÍA, J. M. (2006), pp. 47-50, 178 y 202-205. 71 VARA ARA, M. V. (1986), p. 249. 69

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abastos se daría en 1805, cuando se decretó su liberalización de tal servicio, aunque el Pósito siguió siendo importante para la población madrileña72. Tras presentar la situación del Madrid finisecular, viendo quiénes moraban en la ciudad y cómo se (sobre)vivía en ella, pasemos ahora a conocer las medidas tomadas por las instituciones con el fin de mejorar la terrible situación del pueblo llano.

4.1.3. Las medidas de las autoridades La negativa coyuntura agraria provocó un auge en las migraciones hacia las grandes ciudades como Madrid. Ante el desembarco de este ejército de pobres, que se adueñó de las calles y plazas de la capital, las autoridades madrileñas se emplearon para tratar de paliar sus necesidades pero, al ver que esto no se lograba, decidieron usar la fuerza, comenzando una oleada represiva que evitase un motín de subsistencia. ¿Consiguieron impedirlo?

4.1.3.1. El paternalismo institucional La primera alarma fue la mencionada situación que se vivió en la Plaza Mayor en junio de 1800. El Consejo de Castilla, temeroso de un posible movimiento popular que alterase el orden público decretó al día siguiente, y por medio de una Orden73, que se embargase todo transporte para agilizar la llegada de las subsistencias a la corte y así poder saciar el hambre tanto de alimentos como de protesta. Este intervencionismo de carácter paternalista era el que reivindicaba la economía moral de la multitud, término acuñado por el historiador E. P. Thompson para aludir las acciones colectivas emprendidas durante las carestías con objeto de que los precios de los alimento esenciales fueran establecidos –rebajados– en función de las necesidades de la gente

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CASTRO, C. DE (1987), p. 236. Y para más información sobre el pósito, especialmente en Madrid, CASTRO, C. DE (1986), pp. 229-243. 73 VARA ARA, M. V. (1986), pp. 250-251. 36

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humilde, y por los mecanismos del mercado74. Sin embargo, al no conseguirse el abaratamiento deseado, hubo, muy a pesar de las instituciones, que subir los precios de los alimentos básicos mediante un edicto fechado a 17 de septiembre del mismo año. Poco después, una Real Cédula del 9 de noviembre reformaba el sistema de abastecimiento de pan en la capital, creando la Compañía de Panaderos75. Esta compañía se encontraba bajo la jurisdicción del Consejo de Castilla, por medio de un Juez Conservador quien era a la vez director de la alhóndiga, esto es, el máximo responsable del abasto frumentario madrileño. Estaba integrada por 92 panaderos, los cuales se comprometieron a surtir la ciudad durante dos años a razón de amasar 2.703 fanegas diarias de pan. A principios de 1802, cuando la crisis empezaba realmente a sentirse en la capital, el trigo empezó a llegar con cuentagotas. Tan mal estaba la situación que en marzo, a pesar de lo mermada que estaba ya económicamente la mayoría de los madrileños, no hubo más remedio que volver a subir el precio del pan. Además, como ya comentamos más arriba, vinieron las nefastas cosechas de 1803 y 1804, momento en el que los pueblos que estaban obligados por ley a suministrar pan a Madrid se resistieron a entregarlo. Como la Compañía de Panaderos había dejado de existir en noviembre del primero de los años citados, el Pósito se quedó como único suministrador de grano, si bien a dicho almacén tampoco llegaba suficiente trigo para cubrir la demanda urbana de pan. En tales circunstancias, de nuevo de un modo paternalista, se creó una única junta de abasto, encargada de proveer de alimentos básicos a la ciudad. No obstante, esto entraba en conflicto con las ideas de los defensores de la completa liberalización del abastecimiento por lo que, tal y como señala Godoy en sus memorias sobre el año 1804, el acaparamiento de grano se disparó, con la subsiguiente subida adicional de los precios. Así, en julio de 1804 se funda la Sociedad Patriótica de Comerciantes, cuyos miembros

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THOMPSON, E. P. (1995), pp. 213-293. CASTRO, C. DE (1987), pp. 232-233. 37

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venían de diversas compañías mercantiles, los Cinco Gremios Mayores de Madrid y casas de cambio, teniendo como principal objetivo la importación masiva de cereal y harina. Pero, de nuevo, aunque llegó más grano a la ciudad, éste no fue suficiente, obligando a tomar la misma medida que dos años antes: subida del precio del pan el cual se incrementó, en el intervalo de esos años, en un 42 por ciento, mientras que los precios de los restantes mantenimientos esenciales únicamente lo hicieron en un 8,3 por ciento. En 1804, se puede ver cómo una fanega de trigo pasa de venderse a 120 reales, a valer 128 reales al día siguiente y 138 tres días después76. Con objeto de paliar el hambre del ejército de indigentes que vagaban por las calles de Madrid, el gobierno instó a la Sociedad de Amigos del País a establecer comidas para socorrer a menestrales y jornaleros laboriosos por un real, pero no a mendigos ni a forasteros para evitar un efecto llamada. Evidentemente, y a pesar de las restricciones, la inmigración coyuntural aumentó en el invierno de 1803-1804, viéndose las autoridades completamente desbordadas. Como vemos, todas estas acciones fueron tomadas sobre la marcha, ya que los intervalos entre una resolución y la siguiente eran de apenas unas semanas. Puede que fuese esta improvisación por parte de las autoridades la que les llevase a tomar unas decisiones no siempre acertadas, que acarrearon desilusión, frustración y enfado a los más necesitados. Ello desembocó en un tumulto a principios del mes de abril de 1802 en la Plazuela del Rastro, donde se incendiaron varios puestos de venta77. Al ver esto, el corregidor, el gobernador de la Sala de Alcaldes y el presidente del Consejo de Castilla decidieron no esperar más: había llegado el momento de cortar el problema de raíz. Ahora bien, tras el tumulto, éste había dejado de ser el hambre o la escasez, pasando a ser algo, más bien alguien concreto: el pobre.

76 77

FERNÁNDEZ GARCÍA, A. (1986), p. 193 y VARA ARA, M. V. (1986), p. 248. VARA ARA, M. V. (1986), p. 253. 38

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4.1.3.2. Ante medidas fracasadas, la represión es la solución Tras analizar el trato paternalista que dispensaba el gobierno a sus súbditos, es necesario completar el panorama estudiando su actividad represiva, con objeto de asegurar el mantenimiento del orden público en la Villa y Corte. El alboroto de la Plazuela del Rastro hizo que las autoridades, asustadas, decidiesen poner en marcha un sistema de rondas de vigilancia sin llegar a dar “motivo a despertar desconfianza” entre la población78. Además, a esto se añadió un control exhaustivo de tahonas y panaderías para verificar que se estaba amasando todo el grano disponible y no se estaba acaparando o especulando con él. A mi entender, 1804 fue el año clave en la crisis de comienzo del siglo XIX: empezó con pequeñas revueltas, hubo detenciones, pero al prever una buena cosecha, los precios disminuyeron, cosa que agravaría el problema del acaparamiento. Y sin duda fue lo que sucedió pues mediante una Real Orden en noviembre de ese mismo año se instaba a cumplir la Real Cédula de 1790 para evitar la especulación; luego si se recordaba con insistencia una prohibición, es porque estaba incumpliéndose de manera flagrante. No contentos con estas rondas preventivas, los magistrados y militares decidieron ir un poco más lejos. Para empezar, proponiendo el Consejo de Castilla que las autoridades municipales ofreciesen trabajos en obras públicas para que las gentes más necesitadas pudiesen estar ocupadas y ganarse así el sustento de forma honesta79. Y además, aumentando las rondas nocturnas; en una de ellas, el 10 de junio de 1804, hubo 89 detenidos de los cuales 50 eran hombres, 23 mujeres y 16 niños, a los que se acusaba de “abandonados” y “mendigos”80. La gran mayoría de ellos fue llevada al Correccional de San Fernando81. El 70 por ciento de la población madrileña82 sufrió esta constante presión al 78

VARA ARA, M. V. (1986), p. 253. Para profundizar sobre trabajo y mecanismos de control social, ver PARÍS MARTÍN, A. (s. f.). 80 VARA ARA, M. V. (1986), p. 260. 81 AGUA DE LA ROZA, J. (2014), p. 32. 82 VARA ARA, M. V. (1986), p. 257. 79

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bordear sus recursos el nivel de subsistencia. Ahí se podían encontrar familias, como hemos visto en apartados anteriores, y no solamente personas “abandonadas”. Pero además se las persiguió a todas ellas por considerarse que eran el enemigo a batir, y no el clima o los acaparadores.

4.2. La reclusión: autoridades, el Departamento de Corrección de San Fernando y otras instituciones Anteriormente hemos citado esos sentimientos de repulsión y miedo hacia ellos. ¿Cómo se conseguía tener al pobre identificado y localizado? Para responder a este interrogante, hemos de estudiar las prácticas de las autoridades y asomarnos a las instituciones que controlaban a los pobres. Una acción se transforma en delito cuando alguien denuncia el quebrantamiento de la ley. En la mayoría de los casos, se trata de una autoridad como la Policía de Pobres, el Consejo de Castilla o un Juez Conservador del Estanco del Tabaco. He añadido tres casos más: magistrados de fuera de Madrid, “otros” y “sin especificar”. Esta clasificación debe mucho a la expuesta por Jacques Soubeyroux83, quien afirma que la Policía de Pobres estaba esencialmente dividida en cuatro organismos: los que dependían del soberano a través del Consejo de Castilla (la Sala de Alcaldes de Casa y Corte y su Comisión de Vagos) y los que estaban controlados por la municipalidad (el Corregidor y el Juzgado de Villa). Llegados a este punto es conveniente una breve puntualización metodológica: por Sala de Alcaldes deben entenderse las referencias explícitas a esta alta magistratura cortesana84 y las que mencionan a un alcalde85, aun sabiendo que éste podía ejercer

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No vamos a entrar en detalle en cada una de ellas pues nos haría no sólo perder el rumbo de la exposición sino también excedernos en el número de páginas. Para más información ver SOUBEYROUX, J. (1982), p. 159 y siguientes. 84 Por ejemplo, en el caso de María del Carmen Aguirre quien fue detenida por acuerdo de la Sala 1ª y causa formada por el Sr. Alcalde Don Ignacio Martínez de Villela el 17 de Noviembre de 1802. 85 Es el caso de Margarita Lezama, el 30 de Abril de 1803 al ser encerrada por providencia del Sr. Alcalde D. Ignacio Martínez de Villela. 40

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varios cargos a la vez y, por tanto, podía detener en nombre de uno u otro organismo (normalmente en el del que estuviese dirigiendo en la ronda de ese momento). Tal es el caso de don Tomás Moyano, juez de la Sala y presidente de la Comisión de Vagos al mismo tiempo86. Una buena parte de los detenidos en las distintas rondas acababa en el Departamento de Corrección de San Fernando. El hispanista Jacques Soubeyroux dedica un apartado entero de su tesis doctoral a presentar esta institución. Como consideramos relevante el que aparezca en este ensayo una breve historia de este establecimiento, y nos ha resultado imposible encontrar otra fuente que hable sobre el mismo, a continuación resumimos lo que este historiador ya presentó en los años 70 del siglo pasado. A finales del siglo XVIII existían dos hospicios en Madrid: el Real Hospicio de Pobres Mendigos del Ave María y San Fernando, Rey de España y la Casa/Departamento de Corrección de San Fernando. El primero fue fundado por decreto real el 3 de julio de 1673, su sede estaba situada en el convento de la Santísima Trinidad, situada en la calle Fuencarral (en el edificio que hoy en día acoge al actual Museo de Historia de Madrid). Tenía vocación caritativa y misericordiosa, siendo el refugio de todo tipo de personas que necesitasen su auxilio87. Por su parte, el segundo, ubicado en el municipio homónimo madrileño, fue el resultado de una de las múltiples medidas tomadas por Pedro Pablo Abarca de Bolea, Conde de Aranda. Creado por una Real Orden el primero de junio de 1766 como reacción al motín contra Esquilache, cuando se constató que los detenidos no cabían en los centros de reclusión de la capital, su finalidad era limpiar los barrios populares de la capital de mendigos y vagabundos para evitar posibles desórdenes públicos. Con el paso de los años, sus habitantes se fueron diversificando pero no su función: contrapuesta al

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Hemos seguido este criterio pues no siempre se especifica dicho organismo. LÓPEZ GARCÍA, J. M., dir, (1998), pp. 442-444. 41

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primer hospicio, la de este nuevo centro fue eminentemente represiva. Su primer director, Pablo de Olavide, fue quien imprimió este sello con mayor fuerza, a pesar de haber estado al mando del Depósito únicamente un año. Nombrado a principios de febrero de 1766 director de los hospicios (Madrid y San Fernando), la mayor parte de su tiempo la consagró al más reciente como se puede leer en sus informes. Empezó diseñando e implantando todo un sistema de recortes presupuestarios que acabaron hacinando, explotando y deteriorando la alimentación de las personas reclusas. Padeciendo estas lamentables condiciones de vida, las mujeres se sublevaron a finales del mes de julio del mismo año, aunque consiguió silenciar la protesta ante las autoridades superiores, tras reprimirla con dureza. Sin embargo, el 15 de junio de 1767, Olavide deja su cargo, probablemente por discrepancias con el Conde de Aranda. Tras la salida de Olavide, se descubre la verdadera situación en la que se encuentra el centro: problemas de construcción (por haber utilizado materiales baratos de pésima calidad y mano de obra inexperta), talleres no rentables, etc. Varios intentos de traslado, otro motín de mujeres (marzo de 1786) y el aumento de las evasiones fuerzan finalmente el traslado de todos sus reclusos en septiembre de 1798 a Vicálvaro. En 1801, se cerró este centro, llevándose a sus pobres encarcelados al hospicio de Madrid, donde fueron mezclados distintos tipos de pobres en vísperas de la crisis de 1803-1805. Pese a estos traslados, podemos afirmar que el Correccional de San Fernando consiguió su meta: reprimir y explotar a las personas que ahí habían dado con sus huesos, separándolas aún más de la sociedad. No obstante, existían también otras instituciones asistenciales, como algún hospital de fundación moderna con finalidad caritativa, aunque apenas se mantenían activos por estas fechas. Entre ellos cabe destacar el Hospital General y su filial femenina de La Pasión donde, por cierto, fueron tratados algunos de nuestros próximos protagonistas. También funcionaba todavía otro establecimiento represor, la Galera, que era la cárcel femenina, así como ciertos refugios para mendigos, caso del sitio en la calle de la Palma, pero la espada de Damocles, en 42

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forma de bancarrota, pendía sobre todos ellos pues carecían de recursos para atenderlos88. Una vez analizadas las autoridades e instituciones de reclusión, adentrémonos en las razones que llevaron a estos infelices a estos centros.

4.3. Delitos y condenas Cada persona es singular, con su historia particular y su motivo de encierro. Para conocer las razones que llevaron a nuestros protagonistas a ser internados en el Depósito de Corrección, hemos separado el análisis de hombres y mujeres porque, aunque en ocasiones fueran detenidos por la misma razón, en la mayoría de los casos, hay ciertos delitos que van ligados al sexo. Comencemos por las mujeres, para quienes se ha seguido el modelo que Correcher elaboró para el motín de en San Fernando de 178689. La clasificación de esta autora es clara, concreta y concisa, perfecta para acercarnos al tema, pues distingue siete tipos de delitos: contra el orden social/público, el familiar, la conducta sexual, detención por ser abandonada, por dos o más delitos, incumplimiento de pena y sin expresión de causa/sin especificar. Gráfico 1. Tipología de los delitos imputados a las reclusas

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Por entonces la deuda del Hospicio superaba los cuatro millones de reales, como puede comprobarse en LÓPEZ GARCÍA, J. M. (2006), p. 231. 89 CORRECHER TELLO, I. (1998), p. 9. 43

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El Gráfico 190 ilustra el abanico de delitos que “convivían” en San Fernando. Los dos mayoritarios son el de “contra el orden social” (30,7%), que cubre desde un robo hasta un asesinato, pasando por un motín, y el de “abandonada” (24,7%) 91. Este segundo tiene un significado confuso. Según la doctora Victoria López Barahona, muchas mujeres eran abandonadas por sus maridos cuando decidían marcharse dejando todo atrás. Pero, salvo un caso, todas nuestras protagonistas son solteras o viudas, lo que las aleja del primer supuesto. ¿Podría tratarse de “abandonadas” a algún tipo de vicio? De ser así, se suele mencionar esa práctica deshonrosa, por lo que es más posible que estas mujeres, por una situación todavía desconocida, acabasen abandonadas a su suerte en la calle y que, en virtud del cumplir el ideal ilustrado de tener los espacios públicos limpios de cualquier pobredumbre, fuesen encerradas y forzadas a trabajar. No hay que olvidar que la familia es el cuerpo principal de pertenencia en el Antiguo Régimen; así, carecer de familia sitúa al individuo fuera de esa célula básica que, a su vez, se integra en otros cuerpos que, unidos, conforman la sociedad. En cuanto a los otros tipos, también hay muchas féminas detenidas y apresadas por dos delitos o más. Se trata por lo general de “abandonadas” junto con otro delito, como María Josefa Gandía, de Alcázar de San Juan y 15 años, encerrada por “abandonada y sin domicilio” o Marcela Bentura, 22 años, oriunda de Consorvida (Oviedo) recluida por “incorregible y abandonada”. Bajo el paraguas de los “delitos contra el orden familiar” se albergan situaciones que pudiesen desestabilizar el orden patriarcal hegemónico dentro de las familias nucleares o un matrimonio sin hijos. Entre ellas destaca por su frecuencia la de “a queja de su marido”, aunque también los divorcios

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Los datos proceden del Cuadro 1. Victoria López Barahona señala que los delitos más frecuentes entre las reclusas de San Fernando en 1786 eran, por el contrario, los de carácter sexual, representando el 41,40%, aunque en este porcentaje también engloba algunos de los que yo he incluido en el apartado de delitos contra el orden familiar. Aunque juntásemos ambos tipos, los de carácter sexual seguirían estando en cuarta posición. Por lo tanto, podríamos pensar que en estas fechas las autoridades priorizaban los asuntos de tipo social o más ‘visibles’, frente a los morales; o bien que por estos últimos las mujeres fuesen más bien a parar a la Cárcel Galera. LÓPEZ BARAHONA, V. (2009), pp. 113-114. 91

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protagonizados por Tomasa Felipe Encabo y doña Prudencia Martínez92, de las que hablaremos más adelante, o las quejas de padres como los de Benita Martínez, 13 años, por "varios extravíos”. Los adulterios y “tratos ilícitos” los he considerado delitos de conducta sexual. El Gráfico 2, titulado “Instituciones encarceladoras”93 nos ilustra

sobre la

proporción de detenciones llevadas a cabo por cada una de estas autoridades u organismos encargados de la represión de varones y mujeres sin recursos. El gráfico habla por sí solo de la abrumadora importancia de la Sala en dicho cometido, pero es necesario explicar la denominación “fuera”. Con este término se hace alusión a aquellos casos que han sido sentenciados previamente por tribunales distintos a los madrileños, que, por una u otra razón, se inhibieron en favor de la justicia capitalina. Son pocos casos, como el de la mencionada Tomasa Felipe Encabo, de Torija (Guadalajara), quien es detenida “a petición del señor vicario de la ciudad de Toledo, don Pedro Antonio de Arevilla” o el de María Fernández, de Rueda de Pisuerga (Castilla la Vieja), encarcelada “por auto del Sr. D. Manuel Vicente de Torres y causa formada por el Sr. Agustín de la Cruz, Alcalde de Vicálvaro”. Gráfico 2. Instituciones encarceladoras

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Al preguntarme si el “doña” era importante pues son solamente tres reclusas las que lo tienen, encontré un pequeño comentario al respecto en BÉNAVIDÈS, C. (2001). En todo caso, ese tratamiento se dispensaba en la época a las nobles y a las mujeres de familias de la alta burguesía. 93 Ver Cuadro 2. 45

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La inserción en este apartado ha vuelto a ser algo complicada debido a que unas cuantas causas sustanciadas por organismos como la Sala de Alcaldes o su Comisión de Vagos (y colocados en sus respectivas categorías) se podrían considerar como “de fuera” por especificarse el trayecto que han seguido. Tomemos el ejemplo de otro divorcio, el de Doña Prudencia Martínez: su caso fue llevado primero por el Consejo de Castilla, quien lo pasó a la Comisión de Vagos (donde lo hemos añadido) aunque parece que la causa se sentenció en Toledo. Ella y Tomasa Felipe acabaron en el Correccional al no haber en sus lugares de origen un centro de reclusión para convictas por semejante delito. Similar es la situación de Ipólita González Pastrano, Paula Díaz de la Fuente, Cathalina Díaz de la Fuente, Juana Rodríguez de Escalona, Teresa Rodríguez Camuñas y Úrsula Marjaliza, detenidas por el motín que protagonizaron en su villa natal de Madrilejos el 19 de mayo de 1802. A petición del Gobernador del Consejo, se pidió a la Sala Criminal Primera de la alta magistratura cortesana que pronunciase la sentencia definitiva, condenándolas a dos años en el Departamento de Corrección de San Fernando, donde ingresaron el 13 de junio de 1804. Estos cambios de jurisdicción se debieron al cumplimiento de la mencionada Real Ordenanza del 18 de agosto de 1782 en la que se exhortaba a que todas las mujeres del reino fuesen transferidas al Departamento de Corrección de la capital; aparte de los ya mencionados, el más claro ejemplo es el de varias mujeres navarras, arrestadas por el Juez Conservador de la Venta de Tabaco, que acabaron dando con sus huesos en San Fernando. Según los ilustrados, era la mejor manera de educarlas y enseñarles un oficio útil para el reino. Pero había dos problemas. El primero, la mezcla de reclusas rematadas por delitos que nada tenían que ver unos con otros. Este argumento fue esgrimido en su súplica por doña Prudencia quien “se queja agriamente” y “llora por su honor ofendido” por estar encerrada con otras reas cuyos crímenes son, según ella, más graves, motivo por el cual imploró que la trasladasen a otro depósito. El segundo, que se trataba de otra forma de excluirlas aún más de la sociedad al desarraigarlas de sus tierras de origen. 46

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En cuanto a los varones, poco más se puede añadir a este respecto pues la gráfica es bastante clara, al mostrar la misma tendencia que la de las mujeres. De cara a la tipología de delitos cometidos por estos últimos, se ha procedido a su análisis por separado pues así lo requiere la fuente, al no estar tipificado en su caso el delito de “abandono”. No obstante y tal y como se adelantaba al comenzar este apartado, el resto de la tipología es idéntica: contra el orden familiar, por violación del orden social, de conducta sexual, “sin delito”, sin expresión de causa/sin especificar, y dos delitos o más. En el Gráfico 3 y el Cuadro 194 podemos constatar cómo lo más corriente era ser detenido acusado de varios delitos simultáneamente (43%); así en el 83,8 por ciento de los casos, los varones fueron detenidos por carecer de domicilio y oficio. Gráfico 3. Tipología de los delitos imputados a los reclusos

A este grupo le siguen quienes perpetraron atentados contra el orden social (36,6%), y bastante más lejos los encerrados sin expresión de causa/sin especificar (12%) y los que cometieron infracciones contra el orden familiar (6,5%) siendo –por el contrario– prácticamente despreciables los de conducta sexual y los que no cometieron ningún delito concreto, con uno y dos casos respectivamente. Entre los recluidos “sin expresión de causa/sin especificar”, se encuentra Francisco Bruno Criado de 46 años y originario de la Villa de Mora (Toledo). Su singular situación merece este pequeño apunte por ser la única persona que se encuentra en San 94

Ver Cuadro 1. 47

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Fernando “de paso” con la siguiente explicación: “permanezca en este Departamento hasta que verifique su sanidad de la demencia que padece, en cuyo caso se remitirá con su mujer bajo los oportunos apercibimientos”. Se sabe que durante el Gran Confinamiento, al haber tal cantidad de inopes por encerrar, se les mezcló sin ningún tipo de miramiento, juntando a pobres de solemnidad con asesinos, a mujeres divorciadas con prostitutas, a niños huérfanos con locos o dementes. Este parece ser el caso de nuestro protagonista, aunque de ser el informe del médico positivo, no se quedaría en el correccional95. Llegados a este punto, sería interesante ver la relación entre delito y condena impuesta. Desgraciadamente, no tenemos más que vagas hipótesis. ¿Cabría la posibilidad de que las penas fuesen más duras cuando la coyuntura era mala? ¿No fue pésima la de 1804? ¿Fueron más duras las penas infligidas a los varones al extenderse más a lo largo del tiempo? Es fácil constatar que se mantuvo la misma pena para un mismo delito (de haber agravantes estos se reflejarían también en la penalidad). A tenor de los castigos impuestos, en el caso de las mujeres el peor delito era el de robo, pues es el que implicaba más años de reclusión (entre tres y seis), seguido del de “abandono” con penas de dos años de media. Es obligado un análisis más profundo, en el que se podría utilizar también la variable del responsable de la represión. Para el caso de los varones, el encierro más largo era para los que carecían de domicilio y de oficio, llegando a ser encarcelados por tiempo indeterminado o hasta que aprendiesen una profesión. A continuación se encuentran delitos contra el orden social o familiar, cuyas penas oscilaban de cuatro a seis años. Pongamos dos ejemplos ilustrativos. El joven Mariano Moreno, de 13 años, fue condenado a cuatro años en el Correccional por herir a su profesor de latín, don Joaquín Ezquerra, con un cuchillo. Sin embargo, a Pedro Sanz, de 11, al no “quererse sujetar a aprender oficio y andar vagando” se le impuso permanecer en el centro “por el 95

Michel Foucault no sólo acuñó el concepto de Gran Confinamiento, sino que también estudió tanto las instituciones confinadoras como las causas de tal encierro. En este caso, nos referimos concretamente a su estudio sobre la locura FOUCAULT, M. (1985). 48

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tiempo necesario hasta que aprenda oficio”, quedándose finalmente como voluntario: cabe sospechar que su familia, en caso de tenerla no tuviese con qué mantenerlo, siendo entonces para él preferible permanecer en el centro, donde por lo menos le podían vestir y alimentar. La elección de pasar “a voluntarios” no fue minoritaria, pues escogieron pasar a esta situación un total de 146 hombres y 14 mujeres. Este desequilibrio viene dado por las edades, al ser los varones en su mayoría bastante jóvenes y ellas algo más mayores y con, posiblemente, algún recurso más (familiares sobre todo). En cualquier caso, estas cifras nos demuestran una vez más que las personas aquí reclusas eran pobres. Por lo contrario, había algunas personas que rechazaron este posible “privilegio” y sus ansias de libertad les llevaron a huir. Dentro de este grupo hubo algunas que se habían fugado y que volvieron a ser aprehendidas, acabando de nuevo en San Fernando, pero otras debieron de lograr su objetivo al no volverse a saber de ellas, al menos en el documento analizado: fueron concretamente diez hombres quienes, el 9 de noviembre de 1804, consiguieron escapar. Las malas condiciones que padecían en el Depósito y el desconocimiento de su fecha de salida pudieron ser algunas de las causas que les llevaron a emprender esta acción, tal y como sucedió con el mencionado motín de mujeres de 1786, incluso a pesar de haber habido varias excarcelaciones tras la visita, entre el 23 y el 24 de septiembre. A primera vista, considerando el perfil de las personas recluidas y el tiempo de duración de las penas, se puede establecer el patrón delictivo de los reclusos en el Correccional de San Fernando a comienzos del Ochocientos, si bien al examinar con atención las infracciones, la división de género se hace asimismo necesaria, toda vez que, siendo todos los reclusos pobres, las causas de confinamiento de varones y mujeres presentan ciertas diferencias: dentro de los internos son mayoritarios los acusados por atentar contra el orden social y otros que acumulan dos delitos, como sucede con los reos rematados por vagancia y no practicar ningún oficio. En el caso femenino, el “abandono” 49

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está entre estos dos, aunque los robos, pequeños hurtos y otros atentados contra el orden social tampoco son desdeñables. Siguiendo la senda del argumento fecha/condena, veamos ahora si la crisis acaecida en los albores de la centuria estuvo relacionada con el encarcelamiento de las personas, provocando un posible aumento en su número.

4.4. Fechas de detención Indudablemente, la crisis mixta que sufrió la corte a comienzos del siglo XIX tuvo algo que ver con el aumento de las detenciones de pobres y su encarcelamiento posterior. Este razonamiento se apoya en una simple relación entre los acontecimientos analizados y las ideas del Reformismo ilustrado vistos en apartados anteriores: los problemas del abasto provocan el descontento social, éste el pánico de las clases privilegiadas, que llevan décadas decididas a erradicar la pobreza y la vagancia; así las cosas, vuelven a reaccionar emprendiendo una dura política represiva, tal y como pasó tras el motín contra Esquilache en la cercana fecha de 176696 (¿tendrían miedo las autoridades a lo que E. P. Thompson ha denominado experiencia?). Si como hemos visto entre 1802 y 1804 los madrileños tan solo protagonizaron pequeños altercados en las zonas de mercado, cabe preguntarse si ese temor de los dirigentes fue desmedido. Todo parece apuntar hacia una respuesta afirmativa. El Gráfico 4 y el Cuadro 3 muestran la evolución anual de personas encerradas de ambos sexos en el Correccional, dibujando un aumento espectacular (y sostenido) en el caso de las mujeres desde 1802 hasta la fecha de la visita, en el último tercio de 1804. En cuanto a los hombres, se aprecia un crecimiento a lo largo de todo el periodo, siendo menos acusado en el intervalo julio 1803-mayo 1804 donde parecen estabilizarse el número de encarcelamientos, contrariamente al caso femenino.

96

LÓPEZ GARCÍA, J. M. (2006). 50

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Gráfico 4. Fecha de ingreso en el Correccional

Relacionemos lo observado en el gráfico antecedente con lo expuesto al estudiar la situación de Madrid al despuntar el siglo XIX: las malas cosechas asolan el reino, acrecentando la emigración coyuntural a la capital. Mas con una disminución de campesinos ocasionada por la sobremortalidad, el éxodo rural y las malas cosechas, el número de fanegas de trigo enviado a la corte se desploma y los precios suben. El incidente de la Plazuela del Rastro, en abril de 1802, sirvió de excusa perfecta a las autoridades para reforzar las rondas de vigilancia y conseguir así mano de obra forzada susceptible de trabajar en lo que fuere menester (obras públicas, talleres) y aminorar los salarios de los jornaleros. Por otra parte, conviene recordar que los datos que estamos analizando son el resultado de una visita en unos días concretos, cuando se anotaron las personas que se encontraban en ese momento en el centro. Pero es altamente probable que durante los años previos a 1804 hubiese más detenciones de las que este documento refleja, si bien algunos reclusos pudieron haber salido de San Fernando cuando se redactó el informe porque cumplieron la pena, se fugaron o, en el peor de los casos, fallecieron, de ahí la importancia de recalcar que el Gráfico 4 no refleja más que una tendencia a lo largo de unos pocos años. Si examinamos el número de presos y presas que se encontraban en el Hospicio de Madrid y en el de San Fernando entre 1772 y 1787, se observa que la media

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anual de recluidos en las dos instituciones no bajó nunca de los 200097. Por lo tanto, si en 1804 ambas instituciones se habían fusionado en un solo establecimiento, ocupando el mismo edificio de la calle Fuencarral, y había únicamente 458 personas en el Departamento de Corrección, cabe pensar que el número de prisioneros de ambos sexos en todo el Depósito también se había reducido, quizá porque la mayoría fue desterrada, constituyendo la vanguardia de los 3.468 pobres y excluidos que sería expulsada de la capital el año siguiente98.

4.5. Perfil de la reclusa y del recluso Con el fin de conocer mejor la población penitenciaria del correccional, he establecido un patrón que incluye la edad, el estado civil y su origen. Estos datos aparecen en casi todas las entradas, aunque faltan algunas veces. Con respecto a la edad, he utilizado pautas distintas para hombres y mujeres, aunque para compararlos al final del trabajo las he tenido que unificar. Gráfico 5. Distribución de las personas recluidas por grupos de edad

A la hora de dividir a los hombres por rangos de edad, en vez de elaborar una clasificación propia y para mantenernos lo más fieles a la mentalidad de la época

97 98

Estos datos han sido facilitados por el investigador Jesús Agua de la Roza. LÓPEZ GARCÍA, J. M. (2006), p. 231. 52

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estudiada, he seguido la ideada por Campomanes99: de 0 a 7 (“expósitos, niños y niñas en la infancia”), de 8 a 14 (“pupilos y pupilas que pueden aprender la doctrina cristiana, leer, escribir, contar y ponerse en disposición de tener un oficio”), de 15 a 21 (“mozos y mozas que pueden y deben dedicarse al trabajo, oficio o habilidades mujeriles respectivamente […] a los 21 años recién cumplidos de tomar estado de matrimonio y ejercer oficio”), de 22 a 50 (“personas de ambos sexos que dificultosamente serían capaces de aprender oficio y se pueden destinar a las armas”) y de 50 años en adelante (“ni saben oficio ni le pueden aprender y regularmente están resabiados en enormes vicios”). Como se puede apreciar en el Gráfico 5, que refleja la distribución total de las personas recluidas por grupos de edad100, se trata en su mayoría (el 77,8%) de varones muy jóvenes, con edades comprendidas entre los 8 y los 21 años, siendo especialmente importante el número de menores de 15 años, que representan casi el 50 por ciento de toda la muestra. Para el caso de las mujeres, aunque al analizar los reclusos haya seguido la propuesta del Conde de Campomanes ya que se trata de una clasificación contemporánea, válida para ambos sexos y útil para ver más fácilmente ciertas diferencias ligadas al género, he decidido utilizar una clasificación propia, elaborada antes de descubrir la del ilustrado español, pues tiene pequeñas (pero a mi entender importantes) diferencias. Esta se divide en seis rangos: “sin especificar”, de 0 a 14, de 15 a 25, de 26 a 40, de 41 a 60 y de 61 o más101. El primer rango de edad, de 0 a 14, ofrece dificultades en sus límites, que hemos fijado en los 14 años debido a que casi todas las chicas han tenido ya su primera menstruación y han abandonado la infancia biológica. El Gráfico número 6 refleja cómo de las 215 presas, 188 tenían entre 15 y 40 años, esto es, casi el 87,5 por ciento, seguidas de las de más de 41 años (15) y las niñas (11); es decir, la pirámide de 99

VELÁZQUEZ MARTÍNEZ, M. (1991), pp. 154-155. Ver Cuadro 4. 101 Se trata de una clasificación empleada por la mayoría de los especialistas, cuyo principal problema lo plantea el primer grupo, de 0 a 14 años, que ofrece dificultades en su límite superior, fijado en los 14 años, debido a que con esa edad casi todas las chicas han tenido ya su primera menstruación y –por consiguiente- han abandonado la infancia biológica. 100

53

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edad femenina del centro punitivo se ensancha en la parte central, con escasas niñas y mujeres mayores, esbozando un escenario bien distinto al de la mitad masculina102.

Gráfico 6. Distribución de las internas por grupos de edad

La diferenciación en función de los años que tenían es útil por dos varias razones. Por un lado, permite deslindar si estaban en edad fértil: al haber varias instituciones de encierro femenino, si gran parte de las mujeres estaba en edad fértil ¿afectaría ello negativamente a la tasa de natalidad de la ciudad? Sin aceptar los estereotipos de la mentalidad

del

momento,

que

las

consideraba

solo

como

“meros

objetos

reproductivos”103, lo cierto es que si eran ellas las que daban a luz y un porcentaje importante de la población femenina estaba recluido, ello tendría que repercutir negativamente en la tasa de natalidad. Por otro, porque el cruce de estas mujeres con su estado civil facilita estudiar la edad media de sus esponsales, poniéndonos así sobre la pista de si la coyuntura económica del momento era favorable o no. La clasificación de las prisioneras y los reclusos por estado civil no ha ofrecido problema alguno: eran solteras/os, casadas/os, viudas/os, “sin especificar” y “con mención de parentesco” (“hermana/o de”, etc.). El gráfico104 muestra que sólo las 127 solteras representan el 60 por ciento de las reclusas, aunque debían ser bastantes más, pues las

102

Ver Cuadro 4.

103

LÓPEZ BARAHONA, V. (2009), p. 27.

104

Ver Cuadro 5. 54

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16 incluidas en los apartados “sin especificar” y “mención de parentesco” eran menores de 16 años. Gráfico 7. Estado civil de las personas recluidas

Algo parecido sucede del lado masculino, aunque de manera mucho más flagrante. Entre los hombres predomina el “sin especificar”, que equivale al 67 por ciento del total. Sin embargo, si planteamos la hipótesis de que los menores de 18 también pertenecen a este grupo (144) y los del de “mención de parentesco” (5) tampoco se habían casado, el porcentaje de menores solteros ascendería hasta el 85,5, siendo 19 puntos inferior en el caso de las mujeres, aunque en ellas el peso de las muchachas es igualmente significativo. Que más de la mitad de las internas fuesen solteras en edad fértil, y que Madrid atravesase una coyuntura depresiva, permite deducir que la persecución y encierro de todas estas mujeres se dirigía a impedir la regeneración poblacional, al menos de las clases subalternas. Pero, ¿eran todas estas personas madrileñas o inmigrantes que venían a la corte con el sueño de encontrar una vida mejor que la ofrecida en sus lugares de origen? El Gráfico 8 y el Cuadro 6 muestran sus lugares de origen y contrariamente a lo esperado, revela que sólo el 29,7 por ciento de las mujeres era de Madrid o su provincia, mientras

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que para los hombres este porcentaje se eleva al 41,5 por ciento. La mayoría de los reclusos procedía del resto de los territorios de Su Católica Majestad, sobre todo de zonas cercanas a la capital como las dos Castillas, de donde provenían el 42,7 por ciento de las féminas y un 36,6 por ciento de los varones105. Cabe destacar igualmente la presencia de dos mujeres no peninsulares: Juana Mariana Fresing, casada, originaria de Orán, y María del Pilar Maestre, soltera, de Lima106. No obstante, para la primera se añade “nombre, Patria y estado fingidos” por lo que se puede aventurar que al menos esta mujer (aunque quizá también la segunda), conocía la legislación que obligaba a devolver a toda persona detenida a su lugar de origen y, para evitar tal deportación, decidió declarar ser originaria de un lugar lejano (lo que demuestra también ciertos conocimientos de geografía). Gráfico 8. Procedencia geográfica de las reclusas y los encarcelados

Si comparamos estos datos y los cruzamos con los referentes a los de las edades de los habitantes del correccional, es lógico que el origen más frecuente de los varones

105

Lo cual confirma la tesis de Ringrose sobre la masiva procedencia de una inmigración femenina “estacional”, que contrasta con otra más lejana protagonizada por hombres. Vid. RINGROSE, D. R. (1985), pp. 64-73. 106 Echamos en falta detalles sobre su venida a la corte que nos ayudarían a escribir biografías de gente tan ignorada por la Historia como perseguida por las autoridades. Sobre microhistoria, microespacialidad y globalidad resulta imprescindible la lectura de las propuestas de Christian G. de Vito, de la Universidad de Leicester, quien vino además a exponerlas a la Universidad Autónoma de Madrid el 23 de febrero de 2015 en un seminario titulado “Sobre el trabajo forzado y la Historia Global: un debate con Christian G. de Vito”. 56

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sea la capital pues la mayoría de estos eran niños. Por su parte, las mujeres madrileñas son bastantes menos, siendo oriundas de Castilla La Nueva las más numerosas, bien debido a la aplicación de la Real Ordenanza del 30 de Abril de 1745 o porque las 67 integraban este grupo, incluido las nacidas en la provincia de Madrid, habían llegado a la corte en pos de una vida mejor desde la Submeseta sur107.

En suma, la crisis de principios de siglo XIX afectó a toda la ciudad, pero se ensañó especialmente con las personas más vulnerables como los pobres. Las instituciones encargadas del aprovisionamiento no supieron reaccionar correctamente; en tales circunstancias, la política de profilaxis social que propugnaba el reformismo ilustrado, mezclada con un halo de aporofobia, hizo que fueran de nuevo los pobres los quienes sufriesen en sus propias carnes las consecuencias de la represión de la delincuencia y la vagancia que por entonces se desató. Encerradas y explotadas en el departamento de Corrección de San Fernando, estas personas lo único que compartían era la desgracia de encontrarse ahí pues sus perfiles vitales eran de lo más variado, tanto por los rangos de edad como por los orígenes, pudiendo ser asesinas, locas, huérfanas, divorciadas,

borrachas,

ladronas,

indigentes

o

simplemente

pobres,

siendo

la

incertidumbre sobre su fecha de salida del centro otra de sus peores enemigas.

107

De nuevo, la concordancia con la procedencia de la inmigración femenina a la capital es total, como puede comprobarse en LÓPEZ GARCÍA, J. M., dir., (1998), p. 166. 57

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5. CONCLUSIÓN A lo largo de este ensayo hemos analizado, gracias a la historiografía y a las distintas fuentes consultadas y mediante el análisis de la situación económica, política y social, lo que suponía ser pobre en Madrid a principios del siglo XIX. La crisis de principios del Ochocientos fue especialmente sentida en España, y en particular en la capital, donde la población dependía de lo que pueblos cercanos, e incluso más alejados, le podían proveer: debido a una crisis de tipo antiguo, el abasto frumentario de la corte se resintió, provocando la ira y desesperación de las personas más necesitadas. Para evitar males mayores, las autoridades las reprimieron duramente. Decenas de mujeres y varones fueron así recluidos en el Correccional de San Fernando con el fin de evitar que esa pobredumbre llegase a desencadenar un nuevo motín. Gracias al análisis de la visita realizada a este centro en septiembre de 1804, podemos afirmar que el perfil más frecuente de la reclusa era el de una mujer de entre 15 y 40 años, soltera, castellana y apresada por la Sala de Alcaldes por cometer un delito contra el orden social entre 1802 y los dos primeros tercios de 1804. Por su parte, el más corriente entre los varones era el de un joven soltero entre 8 y 21 años, madrileño, encarcelado también por la Sala de Alcaldes pero por una acumulación de delitos como no tener oficio ni domicilio. Decía cierto historiador que el presente y el pasado no son elementos separados puesto que beben el uno del otro. Siguiendo esta premisa, intento dedicar unos minutos de mi jornada a leer la prensa y cotejar noticias publicadas en distintos medios. A nivel europeo, el titular más leído estas últimas semanas es el de la inmensa afluencia de refugiados que huye de sus lugares de origen debido a las guerras que asolan sus países. Llegan a nuestro subcontinente con la esperanza de encontrar una vida mejor que la que dejan atrás, pero nuestras instituciones están demostrando ser incapaces de resolver esta crisis humanitaria, lo que acaba provocando altercados. Además, como saben, estamos inmersos en un año electoral fuera de lo común para nuestra democracia, debido sobre todo a la ruptura del bipartidismo y al auge de nuevas formaciones. Estos periodos 58

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(pre)electorales dejan por el camino propuestas y pequeños debates entre candidatos que pueden pasar desapercibidos, como el protagonizado por una alcaldesa y una alcaldable sobre la molestia causada por los indigentes en la capital borbónica108. No es este el mejor sitio para polemizar, pero sí para hacer notar que la mentalidad ilustrada no está tan alejada de nuestro presente, y que la aporofobia es una realidad a pesar de no tener nombre reconocido ni por la sociedad, ni mucho menos por las instituciones. Empezamos este trabajo con la definición del papel del escritor según Albert Camus. Esta definición puede aplicarse de igual manera al historiador quien, contrariamente a lo que se dice, no está para dar voz a nadie sino para visibilizar a los que se intentó esconder. Entonces, ¿existen realmente disciplinas más útiles que otras, tal y como afirma estos días el actual ministro de educación japonés109? Todas y cada una de las personas que hemos citado han tenido y siguen teniendo voz, lo que hay que hacer es escucharlas atentamente, pues sus palabras retumban en los archivos. Esto es lo que hemos intentado hacer en este escrito, para que todas ellas salgan del olvido y recuperen su lugar en la Historia universal.

108

Divergencia de opiniones entre estas dos personas en http://www.eldiario.es/politica/Botella-Constitucion-amparapuedan-dormir_0_382512284.html, . Propuestas electorales europeas de los últimos años así como algunas madrileñas para las pasadas elecciones del 24 de mayo de 2015: http://www.elmundo.es/madrid/2015/04/29/553fa765268e3eb4028b4571.html . 109 https://www.timeshighereducation.com/news/social-sciences-and-humanities-faculties-close-japan-after-ministerialdecree . 59

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6. FUENTES DOCUMENTALES · Archivo Regional de la Comunidad de Madrid (ARCM), Diputación Provincial de Madrid, legajo 5.134, carpeta 36.

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Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

8. APÉNDICES 8.1. Cuadros Cuadro 1 Distribución de las internas y de los internos del Correccional de San Fernando por tipología de los delitos cometidos.

Distribución Internas por tipología de delitos Incumplimiento de pena Conducta sexual Sin expresión de causa/sin especificar Contra el orden familiar 2 delitos o más "Abandonada" Contra el orden social TOTAL

1 15 18 18 44 53 66 215

Distribución Internos por tipología de delitos Conducta sexual 1 sin delito 2 Contra el orden familiar 16 Sin expresión de causa/sin especificar 30 Contra el orden social 89 2 o más delitos 105 (88) TOTAL 243

-Fuente: elaboración personal a partir de los datos consignados en ARCM, Diputación Provincial de Madrid, legajo 5.134 (carpeta 36).

66

Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

Cuadro 2 Distribución de las personas recluidas en el Correccional de San Fernando en función de las instituciones encarceladoras.

Institución encarceladora Mujeres Varones Sala de Alcaldes 157 201 Comisión de Vagos 18 12 Consejo de Castilla 16 4 Fuera 8 3 Teniente Corregidor 6 6 Juez Conservador de la Venta 5 0 de Tabaco Otros 3 15 Juzgado de Villa 1 1 Sin especificar 1 1 TOTAL 215 243

TOTAL 358 30 20 11 12 5 18 2 2 458

-Fuente: elaboración personal a partir de los datos consignados en ARCM, Diputación Provincial de Madrid, legajo 5.134 (carpeta 36).

Cuadro 3 Fechas de ingreso de las mujeres y los hombres en el Correccional de San Fernando.

Fecha de ingreso antes de 1800 Año 1801 Año 1802 Enero-Junio 1803 Julio-Diciembre 1803 Enero-Mayo 1804

Mujeres 1 2 5 19 38 63

Varones 0 7 21 38 50 54

Junio-Septiembre 1804

87

73

TOTAL

215

243

-Fuente: elaboración personal a partir de los datos consignados en ARCM, Diputación Provincial de Madrid, legajo 5.134 (carpeta 36). 67

Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

Cuadro 4 Distribución de las presas y los presos por grupos de edad.

Distribución de las internas por grupos de edad

Distribución de los internos por grupos de edad

Sin especificar 0-14 años 15-25 años 26-40 años 41-60 años 61-... años TOTAL

0-7 años 8-14 años 15-21 años 22-35 años 36-55 años 56-... años TOTAL

Sin especificar 0-7 años 8-14 años 15-21 años 22-35 años 36-55 años 56-... años TOTAL

1 11 123 65 15 0 215

Distribución total por grupos de edad Mujeres Varones 1 0 1 5 10 116 82 73 90 28 29 18 2 3 215 243

5 116 73 28 18 3 243

TOTAL 1 6 126 155 118 47 5 458

-Fuente: elaboración personal a partir de los datos consignados en ARCM, Diputación Provincial de Madrid, legajo 5.134 (carpeta 36).

Cuadro 5 Distribución de las mujeres y los hombres del Correccional de San Fernando por su estado civil. Distribución total por estado civil Mujeres Varones Mención de parentesco 2 5 Sin especificar 14 165 Viudas/os 26 1 Casadas/os 46 8 Solteras/os 127 64 TOTAL 215 243 68

TOTAL 7 179 27 54 191 458

Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

Distribución total por estado civil Mujeres Varones Mención de parentesco (>18 años) 0 0 Sin especificar (>18 años) 0 21 Viudas/os 26 1 Casadas/os 46 8 Solteras/os 143 213 TOTAL 215 243

TOTAL 0 21 27 54 356 458

-Fuente: elaboración personal a partir de los datos consignados en ARCM, Diputación Provincial de Madrid, legajo 5.134 (carpeta 36).

Cuadro 6 Origen de las mujeres y hombres internados en Correccional de San Fernando.

Origen Problema localización Murcia Extranjero / Extrapeninsular Cataluña Extremadura País Vasco Valencia Sin expresión de origen La Rioja Navarra Aragón Galicia Andalucía Asturias – Cantabria Madrid (provincia) Castilla la Nueva Castilla la Vieja – León Madrid (corte) TOTAL

Mujeres 1 1 2 2 2 3 5 2 5 9 6 3 4 12 14 53 41 50 215

Varones 3 0 1 0 1 2 2 1 3 0 8 9 9 14 24 38 52 76 243

-Fuente: elaboración personal a partir de los datos consignados en ARCM, Diputación Provincial de Madrid, legajo 5.134 (carpeta 36).

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Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

8.2. Anexos Anexo 1 Relación de las condenas de Mujeres reclusas existentes en este Departamento de Corrección de San Fernando hoy 13 de Septiembre de 1804. -Fuente: elaboración personal a partir de los datos consignados en el legajo 5.134 (carpeta 36) del Archivo Regional de la Comunidad de Madrid (ARCM), Diputación Provincial de Madrid.

NOMBRE

ORIGEN

EDAD

ESTADO CIVIL

María Jesús Corpa

-

40

-

Ana Liñán

Estella

20

casada

Juana Martínez

Madrid (Corte)

14

Ramona Ponte

Madrid (Corte)

María del Carmen Aguirre

INSTITUCIÓN

TIPO DELITO

FECHA 1787

CONDENA

social

4 meses

Consejo de Castilla 1801 → Sala Alcaldes

familia

6 meses menos voluntad marido

soltera

Sala Alcaldes

1801

social

4 años

27

viuda

Sala Alcaldes

1802, abril

2

-

Madrid (Corte)

32

casada

Sala Alcaldes

noviembre

2

-

Tomasa Felipe Encabo

Guadalajara

26

casada

fuera

noviembre

familiar

-

María de la Peña

Sevilla

23

viuda

Sala Alcaldes

noviembre

abandonada 2 años

Teresa Miguel

Burgo de Osma

20

soltera

Sala Alcaldes

noviembre

abandonada 2 años

Fermina Aguado

Segovia

21

soltera

Sala Alcaldes

1803, Enero

social

2 años

Isabel Álvarez

Madrid (Corte)

22

soltera

Sala Alcaldes

enero

social

2 años

Celedonia Álvarez

Madrid (Corte)

32

casada y hermana de la anterior

Sala Alcaldes

enero

social

Catalina Genoba

Pamplona

38

casada

Señor Juez Conservador de la renta del Tabaco

enero

social

4 años

María Serrano

Madrid (Corte)

31

casada

Sala Alcaldes

marzo

familiar

1 años menos voluntad marido

Balentina de la Fuente

Madrid (Corte)

18

soltera

Sala Alcaldes

abril

abandonada “cuando arregle su conducta”

Ana López

Madrid (Corte)

28

casada

Sala Alcaldes

abril

social

Margarita de Lezama

Santander

20

soltera

Sala Alcaldes

abril

abandonada 2 años

Rita Pros

Madrid

34

viuda

Teniente Corregidor abril 70

2

4 años

2 años

Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

(Corte) Rosa de Soto Madrid (provincia)

51

viuda

Sala Alcaldes

mayo

social

2 años

Benita Fernández

22

soltera

Sala Alcaldes

mayo

2

4 años

María Correa Zaragoza

21

soltera

Juez de la julio Comisión de Vagos

abandonada 2 años

María Roxas

Toledo

34

viuda

Sala Alcaldes

julio

2

María Rodríguez

Toledo

28

soltera

Sala Alcaldes

julio

abandonada 2 años

María Rodriguez

Soria

18

soltera

Consejo de Castilla mayo

2

3 años

Magdalena Carballar

Navarra

40

viuda

Señor Juez Conservador de la renta del Tabaco

2

2 años

María del Rosario

Madrid (Corte)

23

soltera

Rey → Gobernador junio Aranjuez → Consejo Castilla

2

sin tiempo

Catalina Losada

Valladolid

23

soltera

Sala Alcaldes + Consejo Castilla

junio

2

Magadalena Carretero

Toledo

40

viuda

Sala Alcaldes

junio

abandonada 2 años

Theresa Pizaroso

Ciudad Real

19

soltera

Juez de la junio Comisión de Vagos

abandonada 2 años

Eugenia Gourales

Toledo

46

casada

Chancillería de Granada

junio

social

Josefa Díez/Díaz

Madrid (Corte)

15

-

Sala Alcaldes

junio

abandonada 2 años

María González

Albacete

46

soltera

Teniente Corregidor julio

2

Yrene Cuesta

Salamanca

19

soltera

Sala Alcaldes + Consejo Castilla

abandonada 2 años

Tomasa Álvarez

Madrid (Corte)

24

casada

Teniente Corregidor agosto

familiar

a voluntad de su marido

Ana María Aguado

Granada

40

casada

Sala Alcaldes

social

4 años

María Josefa Oviedo Fernández

40

soltera

Teniente Corregidor agosto

2

4 años

Manuela Álvarez

León

20

soltera

Juez de la agosto Comisión de Vagos

abandonada 2 años

Mariana Quintana

Zaragoza

21

soltera

Sala Alcaldes

agosto

2

Dionisia Ruíz Valladolid

16

soltera

Sala Alcaldes

agosto

abandonada 2 años

María Andrés Guadalajara

22

casada

Sala Alcaldes

septiembre

abandonada 2 años

Manuela Bueno

Oviedo

45

casada

Sala Alcaldes

septiembre

familiar

Cayetana Badosedo

Madrid (región)

20

soltera

Sala Alcaldes

octubre

abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

María Pérez

Segovia

46

viuda

Sala Alcaldes

octubre

social

Oviedo

71

mayo

julio

agosto

2 años

4 años

2 años

4 años

6 meses a voluntad del marido

2 años “menos si hay persona que se encargue de ella”

Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

Isabel González

Toledo

38

viuda

Sala Alcaldes

octubre

social

2 años “menos si hay persona que se encargue de ella”

María Marcos

Castilla la Vieja

18

soltera

Sala Alcaldes

octubre

social

2 años “menos si hay persona que se encargue de ella”

Gerónima Cuéllar

Salamanca

49

viuda

Sala Alcaldes

octubre

social

2 años “menos si hay persona que se encargue de ella”

María Josefa Toledo Pérez

50

viuda

Sala Alcaldes

noviembre

social

4 años

María Martínez

16

soltera

Sala Alcaldes

noviembre

social

4 años

María Josefa Ciudad Real Gandía

15

soltera

Sala Alcaldes

noviembre

2

2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Paula Vieda

Guadalajara

40

viuda

Sala Alcaldes

noviembre

sexual

2 años

María Salvador

Valencia

18

soltera

Juez de la noviembre Comisión de Vagos

abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Antonia Luna Toledo

29

casada

Juzgado de la Villa + Chancillería Valladolid + Consejo Castilla

octubre

social

6 años

María de Ignacia López

Lugo

38

soltera

Sala Alcaldes

diciembre

sexual

2 años

Estefanía Rodríguez

Toledo

22

soltera

Sala Alcaldes

diciembre

causa sin

1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

María (¿Marina?) Moreno

Alcarria

18

soltera

Sala Alcaldes

diciembre

abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Josefa Ruíz

Toledo

17

soltera

Sala Alcaldes

diciembre

abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Antonia de la Oviedo Boz

20

soltera

Sala Alcaldes

diciembre

abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Florencia Barrera

León

18

soltera

Sala Alcaldes

diciembre

abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

María Fernández Caballero

Ciudad Real

17

soltera

Sala Alcaldes

diciembre

abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la

Madrid (Corte)

72

Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

lleve al pueblo de su naturaleza” Agustina Casado

Sigüenza

40

soltera

Sala Alcaldes

diciembre

abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Rafaela Fuentesar

Soria

17

soltera

Sala Alcaldes

diciembre

abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Venancia García

Aragón

14

soltera

Sala Alcaldes

diciembre

abandonada 1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Manuela Viñas

Zamora

16

soltera

Sala Alcaldes

diciembre

abandonada 1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Juana Gutiérrez

Oviedo

20

soltera

Sala Alcaldes

1804, Enero

abandonada 1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

María Espadas

El Escorial (Corte)

28

soltera

Sala Alcaldes

enero

abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Teresa Arnaiz Burgos

15

soltera

Sala Alcaldes

enero

2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Bernarda Madrid María Santos (Corte)

46

viuda

Sala Alcaldes

enero

2 años

Francisca Arizcurene

Pamplona

23

soltera

Señor Juez Conservador de la renta del Tabaco

enero

social

2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

María Martín Echarri

Pamplona

30

soltera

Señor Juez Conservador de la renta del Tabaco

enero

social

2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Josefa Santos

Escarabajosa 18 de Cabezas → Castilla la Vieja

soltera

Sala Alcaldes

enero

abandonada al menos 1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

María Dolores Ferrer

Cuenca

12

-

Sala Alcaldes

enero

2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Antonia González

Madrid (Corte)

20

soltera

Sala Alcaldes

enero

abandonada 2 años “menos si antes se llevase a efecto el

73

Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

matrimonio que tiene tratado” Bruna de Santa María

1 años “menos si contrae el matrimonio al que aspira”

Burgos

16

soltera

Sala Alcaldes

enero

sin especificar

Isabel Muñoz Madrid (región)

23

viuda

Sala Alcaldes

febrero

abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Celestina Morera

Madrid (región)

12

-

Sala Alcaldes

febrero

sin especificar

5 años para que aprenda oficio

Antonia Tornero

Cáceres

29

casada

Corregidor de Cáceres + Sala Alcaldes

febrero

social

2 años “y aún cumplidos no salga sin expresa licencia de la misma Sala”

Gregoria Alarcón

Cuenca

22

-

Sala Alcaldes

febrero

abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Catalina Martínez Lorenzana

Astorga

16

soltera

Sala Alcaldes

febrero

social

3 años

Isabel Gómez

Castilla la Vieja

16

soltera

Teniente Corregidor febrero

social

2 años

María Meléndez

Madrid (Corte)

25

soltera

Sala Alcaldes

marzo

abandonada 2 años

Ana Cancillo

Astorga

21

soltera

Sala Alcaldes

marzo

social

Alejandra Casas

Ciudad Real

12

-

Sala Alcaldes

marzo

Simona Martínez

Madrid (Corte)

36

casada

Sala Alcaldes

marzo

familiar

2 años como máximo

Josefa Chiro

Barcelona

13

-

Sala Alcaldes

marzo

sin especificar

5 años para que aprenda oficio

Josefa Montero

Madrid (Corte)

17

soltera

Sala Alcaldes

marzo

2

1 año a voluntad de su padre

Josefa Veas

Toledo

25

casada

Sala Alcaldes

marzo

sexual

2 años

Manuela Carvajal

León

23

soltera

Sala Alcaldes

marzo

abandonada 1 año

Cayetana Berdasco

Madrid (Corte)

21

casada

Sala Alcaldes

marzo

sexual

4 años

María García Burgo de Osma

18

-

Sala Alcaldes

marzo

social

1 año

Felipa Martín Madrid (Corte)

18

soltera

Sala Alcaldes

marzo

2

3 años

María Martín

Madrid (Corte)

32

casada

Sala Alcaldes

marzo

2

3 años

María Sánchez Carralero

Madrid (región)

26

soltera

Sala Alcaldes

marzo

familiar

2 años “el uno preciso y el otro a voluntad de su padrastro”

Ysidora Bravo

Palencia

16

soltera

Sala Alcaldes

marzo

abandonada 1 año

Gerónima Murga

Logroño

16

soltera

Sala Alcaldes

marzo

sin especificar

74

1 año 5 años para que aprenda oficio

2 años

Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

María Juliana Madrid Pastor (Corte)

25

casada

Sala Alcaldes

marzo

familiar

6 meses

Josefa Bustamante

Lugo

30

casada

Sala Alcaldes

abril

sin especificar

4 años

Catalina Gode

Jaén

34

casada

Sala Alcaldes

abril

sin especificar

2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Marcela Bentura García

Oviedo

22

soltera

Sala Alcaldes

abril

2

2 años

María Fernández

Valladolid

21

soltera

fuera

abril

2

4 años “recogiéndola su padre se le entregue”

Francisca Martínez

Pamplona

30

soltera

Sala Alcaldes

abril

sin especificar

1 año

Plácida Guel y Cordón

Pamplona

20

soltera

Sala Alcaldes

abril

sexual

2 años

Hermenegild a León

Ciudad Real

24

soltera

Sala Alcaldes

abril

social

4 años

María Xil

Madrid (Corte)

18

soltera

Sala Alcaldes

abril

sexual

1 año

Juana Mariana Fresing

Orán (Argelia)

30

casada

Consejo de Castilla abril

sin especificar

sin tiempo

Isabel Escudero

Alcarria

27

soltera

Sala Alcaldes

abril

sin especificar

2 años “menos si antes contragese matrimonio o se presentase persona que se obligue a llevarla a su pueblo”

Baltasara Hernández

Segovia

18

soltera

Sala Alcaldes

abril

2

2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

María Blasa López

Navarra

33

viuda

Sala Alcaldes

mayo

2

2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Benita Martínez

Madrid (Corte)

13

soltera

Sala Alcaldes

mayo

familiar

1 año “menos lo que fuese voluntad de su madre”

María Villanueva

Vizcaya

29

soltera

Sala Alcaldes

mayo

abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

María Josefa Vizcaya Incampis

22

soltera

Sala Alcaldes

mayo

abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

María Nicolás

Zaragoza

24

soltera

Sala Alcaldes

mayo

abandonada 2 años “menos si contrajese matrimonio”

Vicenta

Sigüenza

30

casada

Sala Alcaldes

mayo

2

75

2 años “menos si

Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

Martín

la reclamase su marido”

María Rodríguez

Guadalajara

22

soltera

Sala Alcaldes

mayo

abandonada 1 año

María López

Madrid (Corte)

22

soltera

Sala Alcaldes

mayo

2

2 años

María Luisa Navalcerra

Madrid (Corte)

20

soltera

Sala Alcaldes

mayo

sexual

1 año “menos si antes contrajese matrimonio”

Teresa Oteo

León

20

soltera

Sala Alcaldes

mayo

abandonada 1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

María Antonia Palomares

Sigüenza

16

soltera

Teniente Corregidor mayo + Consejo de Castilla

sin tiempo

María de la Peña

Burgos

24

soltera

Teniente Corregidor mayo + Consejo de Castilla

sin tiempo

Juana Soria

Madrid (Corte)

22

soltera

Teniente Corregidor mayo + Consejo de Castilla

sin tiempo

María Arnaiz Fernández

Logroño

22

-

Sala Alcaldes

mayo

abandonada 6 meses

María Santos Sigüenza Benito

24

soltera

Sala Alcaldes

mayo

abandonada 6 meses

Felipa Pedraza

Toledo

26

soltera

Sala Alcaldes

mayo

abandonada 6 meses

Antonia de la Oviedo Iglesia

30

soltera

Sala Alcaldes

mayo

abandonada 6 meses

María Texedor

Madrid (Corte)

17

soltera

Sala Alcaldes

mayo

sin especificar

6 meses “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Manuela Sánchez Mateo

Guadalajara

30

viuda

Sala Alcaldes

mayo

sin especificar

1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Cesaria Cebrón

Cuenca

21

soltera

Sala Alcaldes

mayo

sin especificar

1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Josefa Antonia Irribarren

Pamplona

50

casada

Señor Juez Conservador de la renta del Tabaco

julio

social

1 año

Simona Urosa

Madrid (región)

23

casada

Teniente Corregidor junio

social

3 años “los 2 precisos y el otro a voluntad de su marido”

Theodora Martín Ropero

Ciudad Real

23

soltera

Sala Alcaldes

junio

abandonada 1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Josefa Vdorra

Madrid (región)

18

soltera

Sala Alcaldes

julio

social

76

sin tiempo

Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

Luisa Agustín Burgos

22

soltera

Sala Alcaldes

julio

social

sin tiempo

Luisa Cortés

Sigüenza

16

soltera

Sala Alcaldes

julio

social

sin tiempo

Nicolasa Santús

Sigüenza

18

soltera

Sala Alcaldes

julio

social

sin tiempo

Francisca Carpintero

Madrid (Corte)

25

casada

Sala Alcaldes

julio

abandonada 2 años

Águeda Belasco

Vitoria

22

soltera

Sala Alcaldes

julio

2

4 años

Josefa Fibel

Madrid (Corte)

16

-

Sala Alcaldes

julio

social

4 años “a voluntad de su padre”

Ramona Hernández

Salamanca

29

soltera

Sala Alcaldes

julio

social

4 meses

Rosa Lleyra

Valencia

35

casada

Sala Alcaldes

junio

incumplimie nto de pena

sin tiempo “hasta que haya persona que se obligue a conducirla con su marido”

Ipólita González Pastrano

Toledo

42

casada

junio

social

2 años

Paula Díaz de la Fuente

Toledo

34

casada

junio

social

2 años

Cathalina Díaz de la Fuente

Toledo

33

casada

junio

social

2 años

Juana Toledo Rodríguez de Escalona

34

casada

junio

social

2 años

Teresa Rodríguez Camuñas

Toledo

27

casada

junio

social

2 años

Úrsula Marjaliza

Toledo

30

casada

junio

social

2 años

Ignacia Fernández

Madrid (Corte)

18

viuda

Comisión de Vagos junio

2

2 años

Francisca Lombardía

Lugo

24

soltera

Comisión de Vagos junio

2

2 años

Manuela Sánchez o Santos

Segovia

16

soltera

Comisión de Vagos junio

2

2 años

Friburcia/Trib Madrid urcia (región) Camacho

22

casada

Comisión de Vagos junio

2

1 año a voluntad de su marido

Isabel Montañés

17

soltera

Comisión de Vagos junio

2

2 años

Josefa Miera Santander

19

soltera

Comisión de Vagos junio

abandonada 1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

María Montero

Madrid (Corte)

20

soltera

Comisión de Vagos junio

2

2 años

Rosa Antolín

Valencia

18

soltera

Comisión de Vagos junio

2

2 años

Josefa García

Madrid (Corte)

15

-

Sala Alcaldes

junio

2

6 años

María Nadal

Lérida

28

soltera

Sala Alcaldes

junio

social

hasta que se presente persona que se haga cargo

Madrid (Corte)

77

Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

de ella Gerónima de Guadalajara las Heras

50

casada

Justicia de Yebra → junio Sala de Alcaldes

social

2 años

Rita García

23

soltera

Comisión de Vagos junio

sin especificar

4 meses “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Doña Jacoba Cartagena Domezon

26

viuda

Consejo de Castilla junio → Sala Alcaldes

sexual

4 años

Doña Prudencia Martínez

Toledo

29

casada

Consejo de Castilla junio → Sala Alcaldes

familiar

sin tiempo

María Esperanza Moyano

Valladolid

21

soltera

Consejo de Castilla julio

abandonada 2 años

Andrea Moreno

Madrid (Corte)

15

soltera

Sala Alcaldes

julio

María Sánchez Carralero

Valladolid

16

soltera

Sala Alcaldes

julio

abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Josefa Frigo

Madrid (Corte)

11

-

Sala Alcaldes

julio

social

María Gode

Madrid (Corte)

28

casada con Antonio Rubio

Comisión de Vagos julio

abandonada a voluntad de su marido

Genara Pajares

Guadalajara

21

soltera

Comisión de Vagos julio

abandonada 4 meses “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Juliana Aranda

Ciudad Real

36

viuda

Comisión de Vagos julio

abandonada 2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Bernarda de la Torre

Segovia

26

soltera

Gobernador de julio Aranjuez → Consejo de Castilla → Sala de Alcaldes

social

hasta que se presente persona que se haga cargo de ella

María Pérez

Calahorra

16

soltera

Gobernador de julio Aranjuez → Consejo de Castilla → Sala de Alcaldes

social

hasta que se presente persona que se haga cargo de ella

Sebastiana Rodríguez

Madrid (región)

16

soltera

Gobernador de julio Aranjuez → Consejo de Castilla → Sala de Alcaldes

social

hasta que se presente persona que se haga cargo de ella

Doña María del Carmen Gil y Carrión

Valencia

27

soltera

julio

social

sin tiempo

Josefa Puerta

Ciudad Real

19

soltera

Comisión de Vagos julio

Toro

78

sin tiempo “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

sin tiempo “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

abandonada 4 meses “menos si se presenta

Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

persona que la lleve al pueblo de su naturaleza” Josefa Ibáñez

Logroño

19

soltera

Comisión de Vagos julio

Ruperta Nuñez

Ciudad Real

30

casada

Sala Alcaldes

julio

3 años “2 precisos y otro a voluntad de su marido”

Casimira Velasco

Astorga

24

soltera

Sala Alcaldes

julio

abandonada 1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Catalina González

Valencia

19

soltera

Sala Alcaldes

julio

2

2 años “menos si se verificase su matrimonio con León Prieto”

Gregoria Velasco

León

24

soltera

Sala Alcaldes

julio

2

hasta que se presente persona que se haga cargo de ella

Nicolasa Meiquía

Madrid (Corte)

20

soltera

Sala Alcaldes

julio

2

2 años

Dionisia de la Cuenca Cueva

57

viuda

Sala Alcaldes

julio

2

1 año

Micaela Gómez

Málaga

15

soltera

Sala Alcaldes

julio

sin especificar

4 meses “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Felipa Veturriaga

Burgos

60

viuda

Sala Alcaldes

julio

social

2 años

Isabel Gómez

Madrid (región)

22

casada

Sala Alcaldes

julio

4 meses “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Lorenza Aragón

Huesca

40

casada

Sala Alcaldes

julio

6 meses

María Antonia Zabala

Logroño

16

soltera

Sala Alcaldes

julio

social

6 meses

Catalina Molina

Madrid (Corte)

7

-

Sala Alcaldes

julio

social

sin tiempo

Antonia Martínez

Madrid (Corte)

42

viuda

Sala Alcaldes

julio

sexual

2 años

Joaquina Ximénez

?

23

viuda

Consejo de Castilla julio → Sala Alcaldes

2

1 año

María López Vizcaíno

León

37

viuda

Sala Alcaldes

julio

sexual

2 años

Luisa Alonso

Oviedo

16

soltera

Sala Alcaldes

julio

2 años menos la voluntad de su padre

Josefa Alonso

Oviedo

13

-

Sala Alcaldes

julio

2 años menos la voluntad de su padre

12

soltera

Sala Alcaldes

julio

Francisca de Guadalajara las Heras

79

abandonada 2 años

sin especificar

sin tiempo “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de

Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

su naturaleza” Ignacia Ortega

Burgos

16

soltera

Sala Alcaldes

julio

sin especificar

sin tiempo “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

María San Pablo

Madrid (Corte)

36

viuda

Sala Alcaldes

agosto

social

2 años

Josefa Ocaña

Madrid (Corte)

40

casada

Sala Alcaldes

familiar

1 año a voluntad de su marido

María Mayor

Segovia

soltera

Sala Alcaldes

agosto

sexual

2 años

Francisca Vega

Toledo

26

soltera

Sala Alcaldes

agosto

social

3 años

Manuela Pérez

Oviedo

15

soltera

Alcalde → Sala de Alcaldes

agosto

sin especificar

2 años sin puertas y coma de lo que trabaje

Manuela Sánchez

León

21

soltera

Alcalde → Sala de Alcaldes

agosto

2

2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Gertrudis Moratalla

Cuenca

18

soltera

Alcalde → Sala de Alcaldes

agosto

2

2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Gregoria Herrera

Sigüenza

21

-

Alcalde → Sala de Alcaldes

agosto

2

2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

María Casares

Madrid (Corte)

27

soltera

Alcalde → Sala de Alcaldes

agosto

sexual

2 años sin puertas para los trabajos más duros

María Teresa Andrés

55

casada

Director Hospicio

agosto

social

por el tiempo que baste para su corrección

Ángela Sanz

Madrid (Corte)

17

soltera

Sala Alcaldes

agosto

2

1 año

Teresa Milagro

Zaragoza

28

casada

Sala Alcaldes

agosto

sexual

2 años “pidiéndola su marido se la entregue”

Gregoria Toledo Martín Rosao

18

soltera

Sala Alcaldes

agosto

2

8 meses

María Meléndez

Madrid (región)

22

soltera

Sala Alcaldes

agosto

3 años

Juliana Meléndez

Madrid (región)

28

soltera

Sala Alcaldes

agosto

3 años

Juana Gil

Cáceres

27

soltera

Sala Alcaldes

agosto

2 años

María del Lima (Perú) Pilar Maestre

24

soltera

Sala Alcaldes

septiembre

social

2 meses

Antonia Aguado

Madrid (Corte)

32

casada

Sala Alcaldes

septiembre

familiar

3 años

María Preciado

Madrid (Corte)

32

casada

Sala Alcaldes

septiembre

familiar

4 meses a voluntad de su marido

Mariana Panadero

Madrid (Corte)

21

soltera

Sala Alcaldes

agosto

social

2 años

Teresa

Sigüenza

20

-

Sala Alcaldes

septiembre

2

2 años “menos si

80

Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

Carreras

se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Olalla Alcañiz Madrid (Corte)

22

soltera

Sala Alcaldes

septiembre

social

1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Gertrudis Robles

Madrid (Corte)

26

soltera

Sala Alcaldes

septiembre

social

1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Victoria Benito

Madrid (región)

23

casada

Sala Alcaldes

septiembre

2

1 año “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

María Cano

Madrid (Corte)

24

casada

Sala Alcaldes

septiembre

familiar

2 años “el uno preciso y el otro a voluntad de su padrastro”

Josefa Martínez

Astorga

33

viuda

Sala Alcaldes

octubre

sexual

sin tiempo

Anexo 2 Relación de condenas de los que existen Reclusos en este Departamento de Corrección de San Fernando en el Real Hospicio de esta Corte hoy 13 de Septiembre de 1804. -Fuente: elaboración personal a partir de los datos consignados en el legajo 5.134 (carpeta 36) del Archivo Regional de la Comunidad de Madrid (ARCM), Diputación Provincial de Madrid.

NOMBRE

ORIGEN

EDAD

ESTADO CIVIL

INSTITUCIÓN

FECHA

TIPO DELITO

CONDENA

Hilario Maroto

Madrid (región)

13

-

Sala de Alcaldes

1801

familiar

2 años

Miguel Manrique

Medina del Campo

14

-

otro

1801

social

5 años

Joseph Santiago

Madrid (Corte)

20

-

Director Hospicios

1801

social

sin tiempo

Dámaso Castaño

Madrid (región)

18

soltero y simple

sin especificar

1801

sin especificar

-

Antonio Mora Madrid (Corte)

12

-

Sala de Alcaldes

1801

social

6 años

Francisco Bermejo

Calahorra

14

-

Sala de Alcaldes

1801

social

4 años sin puertas

Manuel de

Zaragoza

10

-

Sala de Alcaldes

1801

social

4 años

81

Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

Gracia Bernardo Antonio Fato

Santiago de Compostela

12

-

Sala de Alcaldes

1802, febrero

social

4 años

Fulgencio Moreno

Valencia

13

-

Sala de Alcaldes

febrero

2

4 años

Castor de San Joseph

Valladolid

26

soltero

Sala de Alcaldes

marzo

social

4 años

Gregorio Montalván

Madrid (Corte)

14

-

Sala de Alcaldes

marzo

social

sin tiempo

Juan Manuel La Rioja Larios

10

-

Sala de Alcaldes

marzo

sin especificar

4 años

Joseph Vázquez

Madrid (Corte)

16

soltero

Sala de Alcaldes

mayo

2

4 años

Juan Francisco Ayllon

Toledo

35

soltero

Sala de Alcaldes

mayo

2

4 años

Tomás Madrid Cantuariense (Corte) Santiago

16

soltero

otro

julio

2

sin tiempo

Santiago Sánchez

Toledo

16

soltero

Consejo de Castilla agosto

sin especificar

tiempo a voluntad del Gobernador del Consejo de Castilla, para que aprenda oficio

Juan Doncero

Madrid (región)

40

-

Sala de Alcaldes

2

4 años

Joseph Febrero

Santander

12

-

Teniente Corregidor agosto

social

Hasta que aprenda oficio

Marcelino Julían Ramón

Madrid (Corte)

12

-

Teniente Corregidor septiembre social

Hasta que aprenda oficio

Joseph Fernández

Madrid (Corte)

15

soltero

Sala de Alcaldes

septiembre sin especificar

4 años para que aprenda oficio

Angel Menendez

Madrid (Corte)

13

-

Sala de Alcaldes

octubre

familiar

Hasta que aprenda oficio

Joseph Antonio Ximenez

Calahorra

20

soltero

Sala de Alcaldes

octubre

sin especificar

4 años para que aprenda oficio

Pedro Sedeño

Segovia

10

-

Sala de Alcaldes

noviembre

sin especificar

4 años para que aprenda oficio

Lorenzo Herreros

Madrid (Corte)

55

casado

Rey

noviembre

social

3 años

Joaquín Pérez Moreno

Jaén

46

soltero

Sala de Alcaldes

noviembre

social

sin tiempo

Joseph Roca Madrid (Corte)

31

-

Director San Fernando

noviembre

social

hasta que se corrija

Benito Aranda

Madrid (región)

13

huérfano

Sala de Alcaldes

noviembre

sin delito

sin tiempo

Angel Vemensales

León

28

soltero

Sala de Alcaldes

noviembre

sin especificar

2 años

Valentín Antonio Ximenez

Madrid (Corte)

15

-

Sala de Alcaldes

noviembre

social

4 años

Juan Francisco Noriega

Laredo

46

soltero

Sala de Alcaldes

1803, enero

social

4 años

Pedro

Madrid

8

-

Sala de Alcaldes

enero

sin

hasta que se

82

agosto

Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

Nolasco

(región)

especificar

presenten sus padres a recogerle, “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Francisco Guillén

Palencia

18

-

Sala de Alcaldes

enero

2

4 años

Celestino Vázquez

Madrid (Corte)

24

soltero

Sala de Alcaldes

enero

2

4 años

Pedro Arribas Ávila

18

soltero

Sala de Alcaldes

febrero

2

2 años

Julián de la Piedra

17

soltero

Sala de Alcaldes

febrero

2

2 años

Narciso Madrid Diego Viesco (Corte)

17

soltero

Sala de Alcaldes

febrero

sin especificar

4 años sin puertas ni vino

Ysidoro Marcos

León

20

soltero

Sala de Alcaldes

febrero

social

2 años

Santos Cabezas

Valladolid

15

soltero

Sala de Alcaldes

febrero

social

4 años

Francisco Martinez

Guadalajara

18

soltero

Sala de Alcaldes

febrero

social

4 años

Joseph Vázquez

Lugo

15

soltero

Sala de Alcaldes

febrero

social

4 años

Sandalio Álvarez

Burgos

30

soltero

Sala de Alcaldes + Consejo

marzo

2

2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Antonio Suárez

Cádiz

17

soltero

Sala de Alcaldes

marzo

2

2 años “menos si se presenta persona que la lleve al pueblo de su naturaleza”

Claudio Navascues

Zaragoza

48

soltero

Sala de Alcaldes

marzo

social

2 años

Francisco Cano

Ciudad Real

24

soltero

Consejo de Castilla marzo

sin especificar

6 años

Juan Espinosa

Madrid (Corte)

18

soltero

Sala de Alcaldes

marzo

familiar

4 años para que aprenda oficio

Francisco Arias

Ciudad Real

15

soltero

fuera

abril

social

2 años

Manuel Alcázar

Madrid (Corte)

22

soltero

Sala de Alcaldes

abril

2

4 años “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Francisco Ruiz

Toledo

12

-

Consejo de Castilla abril

social

4 años para que aprenda oficio

Lorenzo Fernández

galicia

16

-

Sala de Alcaldes

abril

social

2 años

Joseph González

Madrid (Corte)

14

-

Sala de Alcaldes

abril

2

4 años “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Claudio Hernández

Soria

13

-

Sala de Alcaldes

abril

sin especificar

4 años “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Cuenca

83

Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

Basilio Sanz

Burgos

12

-

Sala de Alcaldes + Consejo

abril

2

sin tiempo

Mariano Moreno

Madrid (Corte)

13

-

Sala de Alcaldes

mayo

social

4 años

Gervasio Lumbreras

Madrid (Corte)

22

soltero

Sala de Alcaldes (+ mayo Consejo)

2

4 años

Manuel ? Alonso (en el testimonio Álvarez)

70

viudo

Sala de Alcaldes

mayo

2

2 años “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Mariano Pérez

Madrid (Corte)

11

-

Sala de Alcaldes

mayo

social

4 años para que aprenda oficio

Agustín Lozano

Sevilla

12

-

otro

mayo

social

2 años

Juan Ramírez

Segovia

22

soltero

otro

mayo

social

a disposición del Sr Director y general de los Reales Hospicios

Juan Llerandi Oviedo

12

-

otro

mayo

social

4 años “menos si se presenta persona para recogerle”

Joseph Nicolás Ruiz

Cuenca

24

casado

Sala de Alcaldes

junio

social

2 años

Juan Villamediel

Palencia

15

-

Sala de Alcaldes

junio

sin especificar

4 años “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Juan de Francos

Asturias

22

soltero

Sala de Alcaldes

junio

social

2 años para aprender oficio

Miguel Torres Zaragoza

26

soltero

Sala de Alcaldes

junio

social

2 años “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Julián Cavallero

Toledo

12

-

Consejo de Castilla junio

social

2 años

Antonio García

Oviedo

14

-

otro

junio

2

Hasta que aprenda oficio

Isidro Andrés Madrid González (Corte)

16

-

Director San Fernando

junio

social

-

Luis Fernández

León

15

soltero

Sala de Alcaldes

julio

2

4 años “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Manuel Rodríguez

Madrid (Corte)

8

-

Sala de Alcaldes

julio

familiar

6 años

Vicente Pallares

?

44

soltero

(Teniente julio Corregidor) Director Hospicios

social

sin tiempo

León de León

Madrid (región)

13

-

Sala de Alcaldes

julio

familiar

Hasta que aprenda oficio

17

soltero

Sala de Alcaldes

julio

2

4 años “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Francisco Valladolid Pérez García

84

Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

Francisco Costales (en testimonio Corrales)

Madrid (Corte)

12

-

Sala de Alcaldes

julio

2

4 años “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Vicente Esteve

Madrid (Corte)

13

-

Sala de Alcaldes

julio

2

4 años “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Miguel Marcial

Zaragoza

46

soltero

Sala de Alcaldes

julio

social

2 años

Manuel Mallo León

14

-

Sala de Alcaldes

agosto

2

2 años “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Francisco Arango

20

soltero

Sala de Alcaldes

agosto

2

2 años “menos si se presenta persona para recogerle”

Sebastián del Cádiz Villar

39

soltero

Sala de Alcaldes

agosto

2

2 años “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Ramón Santiago Fuentes

Madrid (Corte)

12

-

Sala de Alcaldes

agosto

2

4 años para que aprenda oficio

Antonio Prieto

Lugo

12

-

Sala de Alcaldes

agosto

2

4 años para que aprenda oficio

Antonio Naboa

Orense

14

-

Comisión de vagos

agosto

2

2 años

Pedro Sanz (¿o Sánchez?)

Madrid (región)

11

-

Sala de Alcaldes

agosto

2

Hasta que aprenda oficio

Juan de la Madrid Cruz Gallego (Corte)

17

soltero

Comisión de vagos

agosto

social

4 años

Francisco del Madrid Monte (Corte)

13

-

Sala de Alcaldes

agosto

social

2 años para aprender oficio

Cayetano Rodríguez

47

casado

Sala de Alcaldes

agosto

familiar

2 años sin puertas ni vino

Pedro Panizo León

14

soltero

Teniente Corregidor septiembre 2

sin tiempo

Gregorio Adeba

Segovia

14

soltero

Sala de Alcaldes

septiembre 2

2 años

Miguel Gómez

Palencia

23

soltero

Sala de Alcaldes

septiembre social

4 años “menos si se presenta persona para recogerle”

Francisco Ruiz

Santiago de Compostela

14

soltero

Sala de Alcaldes

septiembre 2

4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Ángel Monge Sigüenza

38

soltero

Sala de Alcaldes

septiembre 2

2 años para que “se ocupe de su oficio de tejedor de hierros”

Francisco Gómez

17

soltero

Sala de Alcaldes

septiembre 2

2 años

Oviedo

Mondoñedo

Ávila

85

Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

Geronimo Saldaña

Palencia

15

-

Sala de Alcaldes

octubre

social

4 años “menos si se presenta persona para recogerle” y “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Miguel Esteras

Sigüenza

16

-

Sala de Alcaldes

octubre

2

4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Francisco Piñeyro

Lugo

15

soltero

Sala de Alcaldes

octubre

2

4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Antonio Puentes

?

15

soltero

Sala de alcaldes (Consejo de Castilla)

octubre

social

4 años para que aprenda oficio

Manuel Altanasio Bayo

Alcarria

54

-

Sala de Alcaldes

octubre

social

4 años

Juan Vallés

Madrid (Corte)

14

soltero

Sala de Alcaldes

octubre

2

4 años

Mathías Sastre

Burgo de Osma

15

soltero

Sala de Alcaldes

octubre

social

2 años “menos si se presenta persona para recogerle”

Domingo Sanz

Alcarria

13

-

Sala de Alcaldes

octubre

2

4 años “menos si se presenta persona para recogerle”

Santiago Montiel

León

18

soltero

Sala de Alcaldes

octubre

2

4 años “menos si se presenta persona para recogerle”

Francisco González

Sevilla

12

-

Sala de Alcaldes

octubre

2

4 años para que aprenda oficio

Antonio Rubio

Madrid (región)

11—12 -

Sala de Alcaldes

octubre

2

4 años para que aprenda oficio

Agustín Urbano

Calatayud

13

-

Sala de Alcaldes

octubre

2

4 años para que aprenda oficio

Francisco Abad

Cuenca

12

-

Sala de Alcaldes

octubre

2

4 años para que aprenda oficio

Juan Cabezas

Madrid (región)

13

-

Sala de Alcaldes

noviembre

2

4 años

Celestino Gómez

Burgos

18

soltero

Sala de Alcaldes

noviembre

2

4 años

Antonio López

Madrid (región)

19

-

Sala de Alcaldes

noviembre

2

4 años

Pedro González de Rivera

Madrid (Corte)

13

-

Sala de Alcaldes

noviembre

2

4 años

Josef Marcos Castilla Nueva

14

-

Sala de Alcaldes

noviembre

2

4 años para que aprenda oficio

Francisco Chacón

7

-

Sala de Alcaldes

noviembre

2

5 años para que aprenda oficio

Madrid (región)

86

Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

Manuel Paniagua

Zamora

12

-

Sala de Alcaldes

diciembre

2

5 años para que aprenda oficio

Ángel Custodio Barrera

Valladolid

12

-

Sala de Alcaldes

diciembre

2

5 años para que aprenda oficio

Pedro Pérez

Madrid (región)

11

-

Sala de Alcaldes

diciembre

2

5 años para que aprenda oficio

Juan Moreno Madrid (Corte)

15

soltero

Sala de Alcaldes

diciembre

social

4 años para que aprenda oficio

Julián López

Madrid (Corte)

14

soltero

Sala de Alcaldes

diciembre

social

Hasta esté corregido y haya aprendido oficio

Andrés de Luna

Cádiz

13

-

Sala de Alcaldes

diciembre

familiar

5 años para que aprenda oficio

Francisco García Costales

Madrid (Corte)

10

-

Sala de Alcaldes

diciembre

sin especificar

Hasta que aprenda oficio

Antonio Martín Fernández

Madrid (Corte)

18

soltero

Sala de Alcaldes

1804, enero

familiar

4 años “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Bernardo Aguera

Asturias

15

soltero

Sala de Alcaldes

enero

social

4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Josef Cancela

Alcarria

14

-

Sala de Alcaldes

enero

social

4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Francisco Modino

Madrid (Corte)

9

-

Sala de Alcaldes

enero

social

4 años para que aprenda oficio

Juan Antonio Burgos Nogales

15

-

Sala de Alcaldes

enero

social

Hasta que aprenda oficio

Ángel Gonzalez

Madrid (Corte)

12

-

Sala de Alcaldes

enero

2

5 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Baltasar González Rodríguez

Madrid (Corte)

30

-

Sala de Alcaldes

enero

social

1 año y “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Josef Hernández

Madrid (región)

13

-

Sala de Alcaldes

febrero

sin especificar

5 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Meliton Guazacano

Valladolid

11

-

Sala de Alcaldes

febrero

social

Hasta que aprenda oficio

Victor de San Valladolid Josef

9

-

Sala de Alcaldes

febrero

social

Hasta que aprenda oficio

Agustín Armar

14

-

Sala de Alcaldes

febrero

social

4 años para que “se ejercite a un

Aragón

87

Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

oficio de tejedor de lienzos o aprender otro” Mariano Luruviaga

Madrid (Corte)

14

-

Sala de Alcaldes

febrero

social

4 años para que aprenda oficio

Manuel Peral Madrid (Corte)

13

-

Sala de Alcaldes

febrero

social

4 años para que aprenda oficio

Basilio Rodríguez

Madrid (Corte)

13

-

Sala de Alcaldes

febrero

familiar

4 años para que aprenda oficio y “a disposición del Gobernador del consejo”

Esteban Quirós

Madrid (Corte)

17

-

Sala de Alcaldes

febrero

social

4 años

Antonio Cadenas

León

14

-

Sala de Alcaldes

febrero

social

4 años para que aprenda oficio

Juan Bautista Toledo Casas

9

-

Sala de Alcaldes

febrero

2

5 años para que aprenda oficio

Baltasar Martínez

Astorga

13

-

Sala de Alcaldes

marzo

2

5 años para que aprenda oficio

Diego Cadenas

Madrid (Corte)

15

soltero

Sala de Alcaldes

marzo

social

6 años destinado a bajeles

Francisco González

Madrid (región)

15

soltero

Sala de Alcaldes

marzo

2

5 años para que aprenda oficio

Antonio Echevarría

Guipúzcoa

14

-

Sala de Alcaldes

marzo

2

5 años para que aprenda oficio

Josef Pérez

Madrid (Corte)

14

-

Sala de Alcaldes

marzo

2

1 año

Eustaquio Esteban

Sigüenza

13

-

Sala de Alcaldes

marzo

2

5 años a voluntad de su padre

Josef Larramendi

Vitoria

45

casado

Teniente Corregidor marzo

social

2 años

Francisco Diez

Madrid (Corte)

12

-

Sala de Alcaldes

marzo

sin especificar

5 años para que aprenda oficio “menos si se presenta persona que se haga cargo de él”

Ramón Marcen

Madrid (Corte)

10

-

Sala de Alcaldes

marzo

social

5 años para que aprenda oficio

Juan González

Cuenca

11

-

Sala de Alcaldes

marzo

2

5 años para que aprenda oficio

Gabriel Vicente

Cuenca

15

-

Sala de Alcaldes

marzo

social

5 años para que aprenda oficio “menos si se presenta persona que le obligue a proporcionarle maestro en su ocupación útil”

Blas Alonso

Sigüenza

17

soltero

Sala de Alcaldes

abril

2

4 años para que aprenda oficio

Josef Mompean

Madrid (Corte)

16

-

Sala de Alcaldes

abril

familiar

4 años para que aprenda oficio

un mudo

?

como de 40

criado Director Hospicios menor del → otro Exmo Sr Príncipe de la Paz, cuyo naci-

abril

sin especificar

sin tiempo

88

Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

miento y descendencia se ignora Francisco Posa

Madrid (Corte)

12

-

Sala de Alcaldes

abril

2

sin tiempo

Sebastián Nieto

Valladolid

10

-

Sala de Alcaldes

abril

2

5 años para que aprenda oficio

Andrés Sáez Cuenca

12

-

Sala de Alcaldes

abril

2

5 años para que aprenda oficio

Juan Francisco Sáez

Cuenca

8

hermano del anterior

Sala de Alcaldes

abril

2

5 años para que aprenda oficio

Alexo Pérez

Madrid (Corte)

28

-

Sala de Alcaldes

abril

familiar

4 años para que aprenda oficio

Juan Simón

Madrid (Corte)

16

soltero

Sala de Alcaldes

abril

social

5 años para que aprenda oficio

Josef Mosquera

Madrid (región)

11

-

Sala de Alcaldes

abril

social

5 años para que aprenda oficio

Andrés López

Medinaceli

28

casado

Sala de Alcaldes

abril

social

2 años para que “trabaje en el oficio de tejedor de lienzos”

Manuel Camuto

Madrid (región)

10

-

Teniente Corregidor abril

2

Hasta que aprenda oficio

Nicomedes Apolo

Guadalajara

15

soltero

Sala de Alcaldes

abril

social

Hasta que aprenda oficio

Juan Lidon

Madrid (región)

16

-

Sala de Alcaldes

abril

social

4 años para que aprenda oficio

Domingo Fernández de Freyge

Oviedo

13

-

Sala de Alcaldes

mayo

social

5 años para que aprenda oficio

Manuel Trobas Pelayo

Madrid (Corte)

14

-

Sala de Alcaldes

mayo

sin especificar

5 años para que aprenda oficio

Josef Gómez Madrid (región)

13

-

Sala de Alcaldes

mayo

social

4 años para que aprenda oficio

Francisco Rodríguez

Zamora

26

-

Sala de Alcaldes

mayo

social

4 años

Josef Ampudia

Oviedo

15

-

Sala de Alcaldes

mayo

2

3 años “menos si sus padres lo reclamen”

Manuel Castelar

Madrid (Corte)

39

casado

Sala de Alcaldes

mayo

2

2 años a voluntad de su mujer

Francisco Montero

Madrid (Corte)

22

-

Sala de Alcaldes

mayo

2

1 año

Tomás Díaz

Madrid (Corte)

15

soltero

Sala de Alcaldes

mayo

social

Hasta que aprenda oficio

Antonio Serrano

Madrid (Corte)

61

-

juzgado de villa

mayo

social

sin tiempo

Manuel Martínez

Madrid (región)

16

soltero

Sala de Alcaldes

mayo

social

6 meses

Josef Hernández

Toledo

11

-

Sala de Alcaldes

mayo

social

4 años

Manuel de García (nº165)

Oviedo

14

-

Sala de Alcaldes

mayo

social

5 años “para lo que sea útil” y “a disposición del Gobernador del

89

Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

Consejo” Pedro Gómez

Guadalajara

15

-

Comisión de vagos

junio

2

4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Francisco Zamora Cerbanes (?)

13

-

Comisión de vagos

junio

2

4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Gregorio García

Alcarria

14

-

Comisión de vagos

junio

2

4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Juan Antonio Madrid Herreros (Corte)

14

-

Comisión de vagos

junio

2

4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Vicente Arrojo

Alcarria

14

-

Comisión de vagos

junio

2

4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Manuel Santos

León

13

-

Comisión de vagos

junio

2

4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Bartolomé Sánchez

Valencia

14

-

Comisión de vagos

junio

2

4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

(Miguel) Sigüenza Ángel (Her)Ranz (está tachado el “Her”)

9

-

Comisión de vagos

junio

2

4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Tomás Moncon

Madrid (Corte)

15

-

Comisión de vagos

junio

2

4 años para que aprenda oficio “a disposición del Gobernador del Consejo de Castilla”

Felipe Aparicio

Madrid (Corte)

28

soltero

Sala de Alcaldes

junio

2

2 años

Juan Francisco Narbaez

Granada

34

soltero

Sala de Alcaldes

junio

social

2 años

Pedro Lombardo

Madrid (Corte)

12

-

Sala de Alcaldes

junio

social

Hasta que aprenda oficio

Antonio

Cáceres

17

soltero

Sala de Alcaldes

junio

2

Hasta que aprenda

90

Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

García de la Plaza

oficio

Joseph Ferrer

Teruel

16

soltero

Sala de Alcaldes

junio

2

Hasta que aprenda oficio

Antonio Martínez

Cádiz

40

casado

Sala de Alcaldes

junio

social

1 año sin puertas ni vino

Pedro Retuerto

Guadalajara

12

-

Sala de Alcaldes

junio

2

4 años para que aprenda oficio

Lesmes de Lara

Valladolid

14

soltero

Sala de Alcaldes

junio

2

4 años para que aprenda oficio

Miguel de la Fuente

Sigüenza

13

-

Sala de Alcaldes

junio

2

4 años para que aprenda oficio

Manuel Eleno

Madrid (Corte)

13

-

Sala de Alcaldes

junio

2

4 años para que aprenda oficio

Manuel Soto

Toledo

17

soltero

Sala de Alcaldes

junio

social

6 meses “menos si se presenta persona que se encargue de conducirlo a su pueblo”

Antonio Suárez

Madrid (Corte)

16

soltero

Sala de Alcaldes

junio

social

4 años para que acabe de aprender el oficio de zapatero

Andrés Gutiérrez

Oviedo

15

-

Sala de Alcaldes

junio

2

hasta que haya quien se lo lleve a su pueblo

Josef Antonio Cuenca Suarez, digo Gómez

12

-

Sala de Alcaldes

junio

2

4 años para que aprenda oficio

Josef Chafino

Madrid (Corte)

19

-

Sala de Alcaldes

junio

sin especificar

4 años para que aprenda oficio

Felix de Sala Madrid (Corte)

16

soltero

Sala de Alcaldes

junio

familiar

4 años a voluntad de su madre

Vicente Castañon

Oviedo

12

-

Sala de Alcaldes

junio

sin especificar

Hasta que aprenda oficio

Juan Castareda

Madrid (Corte)

10

-

Sala de Alcaldes

junio

familiar

Hasta que aprenda oficio

Gergorio Trigo

Burgos

7

-

Sala de Alcaldes

julio

sin especificar

a voluntad de su padre

Leandro Pastor

Burgos

14

-

Sala de Alcaldes

julio

social

4 años para que aprenda oficio

Antonio Laguna

Soria

10

-

Sala de Alcaldes

julio

social

4 años para que aprenda oficio

Ygnacio Orduña

Madrid (Corte)

40

-

Sala de Alcaldes

julio

social

4 años

Josef Canencia

Madrid (Corte)

16

-

Sala de Alcaldes

julio

2

4 años

Pedro Escamilla

Cuenca

16

-

Sala de Alcaldes (+ julio Consejo)

2

4 años para que aprenda oficio

Santiago Ruiz

Burgos

18

soltero

Sala de Alcaldes (+ julio Consejo)

2

4 años para que aprenda oficio

Martin Otero

Albarracín

15

soltero

Sala de Alcaldes (+ julio Consejo)

2

4 años para que aprenda oficio

Juan Mellon

Madrid (Corte)

21

-

Sala de Alcaldes

julio

2

4 años para que aprenda oficio

Mateo Gonzalez

Zamora

13

-

Sala de Alcaldes

julio

2

4 años para que aprenda oficio

91

Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

Thomas Vicente

Valladolid

18

-

Comisión de vagos

julio

sin especificar

1 año

Jorge Lopez

Cuenca

13

-

Sala de Alcaldes

julio

sin especificar

4 años para que aprenda oficio

Thomas Fernandez

Madrid (Corte)

13

-

Sala de Alcaldes

julio

sin especificar

4 años para que aprenda oficio

Eutiquiano Soriano

Medinaceli

13

-

Sala de Alcaldes

julio

social

4 años para que aprenda oficio

Baltasar García

Segovia

12

-

Sala de Alcaldes

julio

social

4 años para que aprenda oficio

Manuel Francos

Castilla Vieja 5

-

Sala de Alcaldes

julio

sin delito

sin tiempo

Benito Montes

Madrid (región)

24

soltero

otro

julio

familiar

sin tiempo

Vicente Guarís

Cerdeña

22

-

Sala de Alcaldes

julio

2

6 meses “menos si se presenta persona que lo aplique a oficio”

Josef Díaz

Oviedo

60

casado

Sala de Alcaldes

julio

social

1 año

Josef Armendariz

Madrid (Corte)

9

hermano del siguiente

Sala de Alcaldes

julio

sin especificar

Hasta que aprenda oficio

Felix Armendariz

Madrid (Corte)

7

hermano del anterior

Sala de Alcaldes

julio

sin especificar

Hasta que aprenda oficio

Gerónimo (ignora apellido)

Castilla Vieja 9

-

Sala de Alcaldes

julio

2

4 años para que aprenda oficio

Martin de Otero

Galicia

11

-

Sala de Alcaldes

julio

2

4 años para que aprenda oficio

Francisco Gasco

Madrid (región)

13

-

Sala de Alcaldes

julio

2

4 años para que aprenda oficio

Manuel Antonio Estevan

Oviedo

17

soltero

Sala de Alcaldes

julio

2

4 años para que aprenda oficio

Mariano de Castro

Guadalajara

12

-

Sala de Alcaldes

julio

2

4 años para que aprenda oficio

Juan Fernandez

Madrid (Corte)

24

-

Sala de Alcaldes

julio

2

4 años para que aprenda oficio

Miguel Arranz

Burgos

15

-

Sala de Alcaldes

julio

sin especificar

4 años para que aprenda oficio

Gabriel Benito Montes

Alcarria

7

-

Sala de Alcaldes

julio

sin especificar

4 años para que aprenda oficio

Victoriano Casado

Madrid (región)

13

Sala de Alcaldes

agosto

social

4 años para que aprenda oficio

Valentín Gómez

Madrid (Corte)

16

soltero

Sala de Alcaldes

agosto

social

4 años para que aprenda oficio

Lorenzo Durán

Madrid (Corte)

12

-

Sala de Alcaldes

agosto

familiar

2 años

Manuel Delgado

Madrid (región)

10

-

Sala de Alcaldes

agosto

sin especificar

4 años para que aprenda oficio

Valentín de la Madrid Peña (Corte)

23

soltero

Sala de Alcaldes

agosto

sin especificar

4 años para que aprenda oficio y que coma de lo que gane

Francisco Serrano

20

-

Sala de Alcaldes

agosto

2

2 años para que “trabaje en su oficio

Ávila

92

Pobreza y crisis en el Madrid de principios del siglo XIX: las personas recluidas en el Departamento de Corrección de San Fernando Cristina Jiménez Barreno – Trabajo de Fin de Máster

de cardador” Pedro Preciado

Madrid (región)

13

-

Sala de Alcaldes

agosto

2

4 años para que aprenda oficio y “a voluntad de su padre”

Casiano Garrido

Madrid (Corte)

20

-

Sala de Alcaldes

agosto

2

sin tiempo

Josef Gonzalez

Madrid (Corte)

24

soltero

Teniente Corregidor agosto

2

a voluntad de su padre

Francisco Bueno

Málaga

24

soltero

otro

agosto

2

2 años

Gabriel Benito Montenegro

Ávila

30

soltero

otro

agosto

sexual

2 años

Andrés Torrecilla

Madrid (Corte)

15

soltero

otro

agosto

social

sin tiempo

Josef López

Zamora

15

soltero

Sala de Alcaldes

agosto

social

hasta que se corrija y aprenda oficio

Josef Fondo

Madrid (Corte)

13

-

Sala de Alcaldes

septiembre 2

4 años para que aprenda oficio

Francisco Toledo Bruno Criado

46

-

Chancillería de Granada ( + Consejo de Castilla)

septiembre sin especificar

hasta que se verifique su sanidad de la demencia que padece

Andrés Varo

51

-

Sala de Alcaldes

septiembre familiar

2 años sin puertas ni vino, “el uno preciso, el otro voluntario de su mujer”

12

-

Sala de Alcaldes

septiembre social

Hasta que aprenda oficio

Madrid (Corte)

Juan Antonio Cuenca Berdallo

93

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