Perspectivas de una nueva universidad para el presente y futuro de Holanda

Perspectives for the Present and the future of higher education and research in Holland and rest of Word

Tú que hablas del milagro como ciencia y de los hombres como melodías y de las rosas, de esos resultados que se cumplen con fuego en tu mirada; tú, feliz, ¿cuándo nombras una vez al que en su día séptimo y final dejó siempre perdido su fulgor en tu aleteo? ¿Mandas que pregunte? El libro de las imágenes (1902-1906) Rilke R. M.

Cuando proponemos como título para el presente escrito, el concepto de perspectivas para el presente y el futuro de la Universidad en Holanda y el resto del mundo, queremos dar a entender que la situación de la Universidad en Ámsterdam es una realidad que traspasa las fronteras de una realidad cotidiana, y que es una realidad globalizada en los diferentes puntos del planeta. Por ejemplo es la lucha constante que se vive en los países latinoamericanos como Chile, Brasil o Colombia, donde los estudiantes se han volcado para las calles en defensa de un derecho como es la educación gratuita, y que al mismo tiempo esta tenga calidad. Que no sólo sea una labor técnica ofrecida por los profesores, sino que se pueda llevar a los estudiantes a niveles de profesionalización que tengan incidencia en el desarrollo de sus respectivos países, a través de la investigación. Que no se convierta a la Universidad en una empresa de “conocimiento,” sino que esta tenga a verdaderos amantes del conocimiento, y no administradores o economistas que sólo prefieran el dinero que el verdadero hecho que conlleva la educación para el ser humano. A partir de esta premisa, es como los que estamos en América Latina vemos lo que la comunidad académica dentro y fuera de Amsterdam está viviendo y protestando. Es decir, está procurando un cambio en el sistema educativo que se torno más autoritario a través de la legislación y la clasificación de las universidades, todo con fines de lucro, tanto en Holanda como en el ámbito internacional. Pues, esto es lo que se vive aquí también, y les estoy hablando específicamente de dos países que conozco por experiencia en su sistema educativo como lo son Brasil y Colombia. Al igual que los estudiantes y el personal de la Universidad de Ámsterdam aquí también se ha estado luchando para democratizar la universidad. Pues en muchas de las ocasiones, se interpreta que los estudiantes no están representados y no tienen ninguna influencia en las decisiones que se toman en las administraciones universitarias. Por tanto, las administraciones de la universidad se preocupan más por las ganancias financieras que por la calidad de la educación. Y esto se denota con mayor fuerza si la educación está dividida en privada o pública, pues los niveles de calidad en algunos casos dependerán de esta clasificación. Lo que implica, al modelo económico de administración, pues es el

dinero quién maneja la educación, y la calidad de la misma; según la cantidad de dólares, euros o pesos que se inviertan en ella. Así tendremos con claridad respuesta a por qué los países de América Latina aún están en áreas de subdesarrollo, pues se prefiere invertir en ca minos armamentistas que en caminos racionales que nos conlleven al desarrollo social y la paz. Se prefiere fortalecer caminos de guerra que de investigación. Teniendo en cuenta, que esta realidad no sucede en su ámbito social, sino que dibuja una variante de sus protestas en otros lugares del globo. Como consecuencia de tal realidad y de tal modelo que gobierna la universidad global, esta situación ha provocado un recorte drástico en personal, y de capacidad de ingreso de estudiantes a la educación superior. Haciendo que la financiación de la universidad y la investigación sea insuficiente para la demanda social que se requiere, alterando los procesos educativos e investigativos. Así, sólo se produce un aumento en la presión sobre los estudiantes respecto de sus procesos limitando la productividad de los mismos. Lo anterior no implica que los estudiantes y quienes conforman la Universidad no hayan reaccionado, y no plantearan en repetidas ocasiones estas cuestiones. Pues meses de debates y diálogos no han llevado a ninguna parte. Por el contrario, los estudiantes y el personal han sido sistemáticamente ignorados como resultado de esta falta de reconocimiento que a todos los entes universitarios se les ha dado, no quedando otra alternativa que la protesta pacífica, que los administradores se niegan a entender, y con mecanismos absurdos pretenden solucionar. *** Al punto que, nos planteamos una pregunta abierta y específica para quienes administran el modelo de educación superior en cada país. ¿Cómo debería ser la nueva universidad (para Holanda y para el resto del mundo 1 )? La respuesta que aparece en cualquier estudiante y ciudadanos tiene que ser clara, y es que esta tiene que conducir a un cambio fundamental del sistema universitario. Y para esto, tiene que ofrecer un aparato crítico para sí misma, de tal forma que se plantee independiente de los intereses económicos de quienes la administran y juzgan qué es lo mejor, o qué proyecto nos producirá más beneficio en pro de la producción. Es decir, una universidad que este democratizada, y descentralizada, una universidad que le importe más educar e investigar que financiar, y cómo esta realidad económica no es ajena a ningún ente, que la financiación se dé en proporción de su calidad investigativa, más no por el posible beneficio que genera, en línea opuesta a la formula beneficio/inversión. Generando igualdad de oportunidades de una carrera sostenible para todo el personal. Pues sin este principio de igualdad no existiría la libertad, y se extinguiría uno de los principales pilares en los procesos educativos. Ya que es la Educación Superior la encargada de afianzar los derechos fundamentales que cada ser humano aprendió en familia, y los cuales la sociedad tienen que respetar y perpetuar en pro del avance social. Lo que nos conllevaría a pensar 1

Aquí se plantea la pregunta en particular, para que esta lectura de un aporte al modelo general de la educación superior en el planeta.

que no se puede especular con los bienes de la educación. Pues, sino hay una coherencia social de lo que queremos en cuanto Universidad e Investigación, la pregunta sería a dónde llegaremos con esta políticas administrativas que estamos adoptando. En tal sentido, no queda más que elevar nuestras voces, y realizar una protesta pacífica si esta no es nuestra universidad o sino es la universidad del futuro. Como Rilke nos enseña en su libro de imágenes, en la sentencia que precede este escrito. Se debe cuestionar a los hombres de la ciencia hoy en todo el mundo. Y sobre todo quienes están al frente de las universidades. Que se nos pregunte a todos los miembros de la Academia: ¿Qué vamos a hacer frente a esta situación hoy? Nos vamos a callar e introducir la cabeza dentro de un hueco como lo hacen los avestruces, pensando que nada sucede porque nada nos toca, o porque nada vemos realmente o porque yo soy de los elegidos con una oportunidad en este proceso. O porque nosotros ya nos formamos, o porque aun faltan año para que nuestros hijos se formen y quizá allí será diferente. Y esa no puede ser nuestras excusas, sé que en la actualidad no nos podríamos dar ese lujo de quedarnos quietos. Porque es la existencia lo que está en juego. Y todo podremos negociar y esperar, menos negar nuestra existencia. Eso sería contra natura en la Universidad. Negar la existencia de una universidad que sea libre, justa, y económicamente autosuficiente para la construcción de la sociedad que tanto queremos. Es dar pasos lentos o rápidos a otros caminos de violencia e injusticia, y esto es lo que no queremos. Dar oportunidad a una universidad guiada por intereses diferentes de los que plantea ella misma es atacar las bases de la justicia en donde se construye el aparato moral de una sociedad que no estaría llamada sino a la destrucción de sí misma en pro de pactos sociales de egoísmo. Estas así serían como lo anunciamos en el título del texto las perspectivas para la educación superior y la investigación de una sociedad global que ha convertido los medios en fines e intenta disfrazarlos para que exista un verdadero concepto de libertad y verdad en la Universidad.