Perdida del \'yo trascendental\' un acercamiento desde Husserl

UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA
DOCTOR CARLOS RESTREPO
TENDENCIAS ACTUALES
JHONATAN FERNEY MORALES SIERRA
29/05/15

PERDIDA DEL 'YO TRASCENDENTAL'
Luego de terminar una clase, que no es necesario precisar, se acerca Nicolás o Duarte como le llamábamos en el colegio. Su cara de intriga me sorprendía pues era un joven muy alegre. Se aproxima y me pregunta ¿Por qué soy yo y no otro, de qué manera lo veo y usted me ve, vemos algo totalmente distinto, qué me hace diferente a otro, ellos podrán ver o sentir lo mismo que yo? Esto hemos perdido, la capacidad de preguntarnos.
Husserl tiene una visión del 'yo'. Se tomará por tanto en el presente trabajo, una amplia visión de Ego. El preguntarse por el ser personal, por el yo, es algo que no sucede muy a menudo, gracias al mundo consumista que impide pensar; ya que no necesita que el sujeto piense sino que consuma.
Este texto tendrá como primera parte la caracterización del hombre para Husserl, ya que este es una totalidad estructurada dinámica, intencional y teleológica. Por tanto Husserl habla de un yo-cuerpo, un yo-instinto, un yo-persona y un yo-trascendental. Estos son los aspectos que se trabajaran. Luego de exponerlos, se tomará a grandes rasgos aquello que el consumismo impide al desarrollo del yo.
El yo-cuerpo es el centro del ser humano, por esto es el principal receptor de conocimiento, gracias a su capacidad sensitiva expuesta en los oídos, ojos y en sí, en todo el cuerpo, ya que este es un imán de sensaciones que lo llevan a conocer y experimentar todo lo que lo rodea. Se puede afirmar que el cuerpo "sabe mucho más del mundo que lo que sabe la llamada razón". En segundo lugar, el cuerpo no solo es receptor sino que es el causante del movimiento, que lo lleva a la búsqueda de nuevas experiencias, que lo singulariza pues le transporta a los diferentes puntos de observación, encuentra al mundo desde diferentes perspectivas. En tercer lugar "Husserl revela un 'sistema expresivo' de intencionalidades, proyectos, pensamientos, sentimientos". Cada quien se experimenta frente a otros, en sus miradas, en sus rostros, en lo que expresan como cuerpos sentientes, de cara al dolor, a la felicidad, a la impaciencia, al estrés.
El yo-instinto frente al conjunto de vivencias experimenta de igual forma el mundo. "El hombre, es un sujeto de fines instintivos: siente hambre, siente sueño, se siente atraído sexualmente, experimenta la necesidad de estar cerca de alguien". Puede parecer que estas necesidades instintivas sean ciegas, pero en realidad el instinto del hombre deviene hacia el fin que está inscrito en cada quien, la realización personal. En otras palabras aquello que cree necesitar hace parte del dinamismo teleológico que encierra la voluntad de vivir. El instinto se complementa con el cuerpo en la medida en que el cuerpo satisface aquellos gustos o atracciones que siente el hombre, generando así nuevas experiencias.
El Yo-persona en un mundo común lleno de vivientes y de culturas, ejecuta un modo de comportarse frente a los demás, dentro del modo de las motivaciones, "haciendo experiencias, investigando, etc. Igualmente se comporta pasivamente: sufre efectos de personas y cosas, se siente determinado por ellas a valoraciones positivas o negativas, a apetecer o huir, etc. Se siente influido por personas, se guía por ellas, recibe sus órdenes, da órdenes etc." En las posibilidades del actuar, se distingue el hombre con una capacidad de libertad. Ya que son sus comportamientos los que revelan el yo-persona, que se convertirá en su personalidad; el telos alcanzado desde lo cotidiano.
Para entrar en el último concepto de yo que tiene Husserl, es bueno aclarar que "el hombre no es sólo vida que experimenta el mundo". Además de eso tiene la capacidad de tomar conciencia mediante la reflexión de su vida, que experimenta mediante el mundo. Cuando Husserl habla del Yo-trascendental, está mostrando la capacidad del hombre de poder tomar distancia frente a las cosas que lo acontecen y asumir una nueva actitud, que lo lleva a superarse.
El Yo-trascendental no es distinto al yo de carne y hueso, sino que opera dentro de sí, de una manera reflexiva que Husserl lo propone como el 'espectador desinteresado' de la instrumentalización de la vida, que logra despertar un interés por una humanidad más autenticidad, más verdadera, más libre, dueña de sí misma y responsable de su actuar.
El hombre trascendental es aquel que logra captar todos los matices del mundo como lo realiza el pintor con los colores. Que logra atraer y reflexionar todo lo que acontece, haciéndose capaz de identificar aquello que lo puede inhibir de su ser en el mundo y rechazarlo. Que encuentra dentro de sí la voluntad de aprender a vivir conociéndose a sí mismo. Haciendo de cada una de sus experiencias la posibilidad de ser futuro, gracias a su capacidad de vivir el presente.
El yo-puro, es capaz de reflexionar sus experiencias con otros egos. Pero que al reflexionar la esencia del hombre permite que el yo no solo sea puro, sino que sea trascendente. "Lo que diga de mi esencia me trasciende".
Lo que se ha mencionado hasta este momento, parte del Yo-cuerpo, que es el centro del ser humano con su capacidad sensitiva. El Yo-instinto muestra las necesidades del hombre y sus gustos. El Yo-persona es aquella capacidad de comportarse frente al mundo y los demás hombres. Y por último el Yo-puro, que es el mismo yo-trascendental, que es capaz de reflexionar, sobre todo aquello que le acontece.
En este punto ingresamos a la segunda parte de este trabajo que reside en la perdida de la capacidad de reflexionar. El causante de esto, nace con la revolución industrial, que en palabras de Antonio Negri, se valió de la capacidad del hombre de 'querer', 'anhelar' y 'desear'; dicho de otra forma se hace al gobierno del Yo-cuerpo, Yo-instinto y que al generar cantidades desenfrenadas de productos, con la acumulación; el tener entra en el plan de las personas, adueñándose también del Yo-persona, que ahora se encuentra no en una convivencia con los demás seres humanos, sino en una competencia del tener, del poseer, de acaparar algo que te hace consumir más y más entrando al ciclo de jamás parar.
Pero ¿dónde queda el Yo-trascendental? Al parecer se encuentra en "un estado de cambio permanente, de fragilidad de inestabilidad", en la inseguridad de lo modificable, en la ilusión de "elegir", 'elegir qué consumir'. El Yo-trascendental está sumido en un mundo de hipocresías que solo busca que el hombre consuma, que no indaga en conservar su esencia, sino que escudriña en sus deseos innecesarios para que aumente la ambición de consumir, haciéndole creer que su felicidad está en las cosas que adquiere y en el dinero que falsamente posee. Se pierde la capacidad de ser libre y autónomo, los deseos segaron al hombre trascendente, al hombre que pensaba en sus coetáneos, que reflexionaba sobre su ser en el mundo, que encontraba solución a sus problemas, que tenía su deseo en ser único. Su vivir no se basaba en tener. Su capacidad trascendental se pierde en la liquidez de la modernidad.
Al parecer Husserl está de acuerdo con los movimientos alter-mundistas ya que para él "El yo reflexiona también con el interés de superar el mundo ya constituido en nuestra vida cotidiana, para orientarse hacia un nuevo mundo". El yo está llamado a eso, generar un nuevo mundo mediante la reflexión. Solo es necesario alejarnos de tal situación consumidora mirándola desde lejos, no desde dentro, para comprender todo aquello que daña al ser trascendental. Es necesario que el hombre haga explicita su necesidad de reflexión para encontrar que un nuevo mundo es posible, y no perder la capacidad trascendental que nos fue dada para regular nuestros deseos y ser mejores cada vez.
Bibliografía
Bauman, Zygmunt. Modernidad Liquida. México: Fondo de Cultura Económica, 2008.
Daniel herrera, El yo en la fenomenología de Husserl. Medellín: Estudios de filosofía UDA, Febrero-Agosto, 1999.
Sánchez Noguera, Jorge Mario. Modernidad Líquida en los detectives salvajes de Roberto Bolaño. Revista Escritos¸ UPB, Vol. 22, N°48, Enero-Junio de 2014.
Renson velandia, Algunos daños colaterales de la sociedad de consumo. Copacabana, Antioquia. Posnoviciado Felipe Rinaldi, 2014.




Cfr. Daniel herrera, El yo en la fenomenología de Husserl, 1999, Estudios de filosofía, Medellín, 15.
Ibíd., 15.
Ibíd., 16.
Ibíd., 17.
Ibíd., 18.
Cfr. Ibíd., 20.
Ibíd., 21.
Sánchez Noguera, jorge Mario. Modernidad líquida en los detectives salvajes de Roberto Bolaño. Revista Escritos UPB, Vol. 22, N° 48, Enero-Junio de 2014. 191.
Cfr. Renson velandia, Algunos daños colaterales de la sociedad de consumo. Copacabana, Antioquia. Posnoviciado Felipe Rinaldi. 2014. 6
Ibíd., 20.