Pequeño ensayo sobre la emoción.

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PEQUEÑO ENSAYO SOBRE LA EMOCIÓN ARTICLE · JUNE 2003

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1 AUTHOR: Ferran Lagarda Mata University of Barcelona 71 PUBLICATIONS 0 CITATIONS SEE PROFILE

Available from: Ferran Lagarda Mata Retrieved on: 20 August 2015

PEQUEÑO ENSAYO SOBRE LA EMOCIÓN Aunque ya lo conocía por sus libros y trabajos, por casualidad y sólo por casualidad cayó en mis manos, o mejor, en la pantalla de mi ordenador, al entrar en “Mediamweb” (página a la que accedía desde Google al repasar el material que sobre Menorca se encontraba en la red) su artículo “Diez principios para la divulgación del patrimonio” y quedé fascinado por el primero de los mismos: “Partir de la emoción”. Eso era. Después de años de darle vueltas, Carlos Garrido daba en el clavo y me hacía comprender porqué alguien como yo, destinado a la Ciencias (un Bachillerato y un COU de Ciencias con las mejores notas para dedicarme a la Química), en el último momento había optado por la Arqueología y, aún más, por qué me siento tan atraído por Menorca y sus monumentos. Ha de ser una emoción, algo irracional, un enamoramiento. Pero, como no podía ser de otra forma, todo tiene sus puntos claros y sus puntos oscuros. Si partimos de la emoción, hay un problema: No será para todos igual. Ni en cantidad, ni en calidad, ni irá dirigida a los mismos objetos o elementos. Para una misma persona, la emoción podrá ser distinta ante una pieza de una época o de otra, ante un estilo u otro, e incluso dicha emoción puede ser negativa, puede ser una repulsión, como la que yo mismo siento ante determinadas manifestaciones de “arte contemporáneo” (y creo que si alguien trabaja y valora aspectos del patrimonio, que sienta repulsión por otros es, cuanto menos, preocupante, aunque quizás entraríamos y no es el lugar en la típica polémica de lo que es o no es arte). Así pues: ¿Qué hacemos? Tenemos un grupo de 15 personas atraídas por un programa de conferencias o de un curso sobre patrimonio. Las hay de diversas edades, género, formación y expectativas. Unas se han fijado en un aspecto y otras en otro. Unas acuden por interés y otras para sacarse unos puntos o unos créditos para unas oposiciones o para mejorar su currículum universitario o laboral. Las hay jubiladas, con ánimos de salir de excursión o que acuden a pasar el rato. Sólo hay creo, una solución, transmitirles tu emoción. Sobrepasar la suya, sea positiva o negativa, y hacerles vivir la tuya, la tuya irracional, tu entusiasmo por lo que les enseñas, les explicas, les haces ver. No estás dando una clase magistral. Las fechas, los detalles, las palabras técnicas a que hace referencia el propio Carlos en su tercer principio, son importantes pero menos. El por qué del monumento o del objeto, su anécdota, la razón vital de su existencia es mucho más poderosa y en eso también coincidimos con él. Pero según sea tu disfrute ante su presencia, tu emoción tu tono de voz, tu entusiasmo, tus “ganas de llevártelo a casa”, conseguirás, o no, despertar una emoción fuerte y positiva en tus “alumnos”. Es el principio del “buen vendedor”: sólo vende aquello en lo que cree, aquello que a él le gusta. Es también el principio de cualquier líder religioso o político con éxito real. Es el “dio su vida por sus ideas”. Nunca podrás convencer de lo que no estás convencido. No seas guía, instructor, profesor, conferenciante… de aquello que no te gusta. Ah! y por cierto. Claro que Carlos Garrido hacía referencia principalmente a 10 principios para divulgar “por escrito” el patrimonio y yo me he referido a un solo principio para divulgar “de viva voz” el mismo, pero es que aquello (escribir), es lo que a él le gusta y eso es lo que me gusta a mi.  Ferran Lagarda i Mata