Pedro Castelli, guerrero de la Independencia

Pedro Castelli, guerrero de la Independencia Un breve repaso de su poco conocida historia militar Aníbal José Maffeo (h) (Publicado en el diario “El Argentino” del 19 de marzo de 2006)

Decíamos en la edición del día 3 de febrero de 2006 de EL ARGENTINO, que quien fuera uno de los líderes de la Revolución de los Libres del Sur de 1839, Pedro Castelli, había luchado junto a San Martín en San Lorenzo. Su historia militar comienza en 1812, el mismo año en que su padre, Juan José Castelli (casado con María Rosa Lynch y Galayn), que fuera miembro de la Primera Junta y expedicionario al Alto Perú, fallece. Dice Bartolomé Mitre en su “Historia de San Martín y de la Emancipación Sudamericana” con respecto a la formación de los oficiales del Regimiento de Granaderos a Caballo que, junto a sus compañeros y a los oficiales veteranos, San Martín “creó un plantel de cadetes, que tomó del seno de las familias espectables de Buenos Aires, arrancándolos casi niños de brazos de sus madres. Era la amalgama del cobre y del estaño que daba por resultado el bronce de los héroes”. Pedro Segundo Bonifacio Sabino Castelli, fue uno de esos cadetes que el coronel José de San Martín reclutó, y que formó en su propia “academia de instrucción práctica”. Fue allí donde conoció al futuro general Juan Lavalle, quien había solicitado su incorporación como cadete en el Regimiento de Granaderos a Caballo en agosto de 1812. Acompañando a San Martín en persecución de las naves realistas, Castelli, de tan sólo 17 años, lucha contra los realistas en las barrancas de San Lorenzo en febrero de 1813. El día 25 de ese mes, el comandante José Zapiola (que en 1817 se convertiría en jefe del regimiento de granaderos) remite a Buenos Aires un informe sobre el combate. Luego de reseñar a los patriotas muertos y heridos, dice: “Aún cuando no fueron heridos, se distinguieron en este combate... el cadete don Pedro Castelli...” (informe transcripto por José Pacífico Otero en su “Historia del Libertador don José de San Martín”, Tomo I, pág. 234, Círculo Militar, Bs. As., 1978). Tomando algunos datos de “La Revolución del 39 en el sur de Buenos Aires” de Angel Justiniano Carranza (edición de 1880) y de la “Memoria Histórico Militar” del capitán de inválidos don José María Guerra (edición de 1939, con notas de Agustín Rivero Astengo), podemos bosquejar brevemente los siguientes hitos en la carrera militar de Castelli. El 4 de diciembre de 1813, Pedro Castelli es ascendido a teniente. Tan sólo un mes y medio después, el 16 de febrero de 1814, es nombrado capitán de cazadores, y parte hacia la Banda Oriental a participar del sitio de Montevideo bajo las órdenes de Rondeau. En abril, José Rondeau es designado al mando del Ejército de las Provincias Unidas, en virtud de haber solicitado San Martín una licencia por enfermedad, asumiendo el comando de las tropas sitiadoras el general Carlos de Alvear. Luego de la victoria naval de Guillermo Brown el 17 de mayo, la suerte de las fuerzas realistas del mariscal Gaspar de Vigodet está echada. Éste rinde la plaza de Montevideo el 22 de junio de 1814.

Una vez rendidos los realistas, el conflicto entre las Provincias Unidas y Artigas se agudiza. El 14 de enero de 1814, el coronel José Artigas había abandonado su posición en la línea de asedio a Montevideo, retirándose con sus tropas, lo que le valió ser declarado como “traidor” por el Director Supremo Gervasio Posadas. La unidad de Castelli toma parte en la lucha contra Artigas. Posteriormente, entre 1818 y 1820, participa de las luchas intestinas contra Estanislao López y Francisco Ramírez. Es muy probable que Castelli haya participado, bajo las órdenes del general Miguel Estanislao Soler, de la persecución de Alvear y Carrera en marzo de 1820. También fue miembro de algunas expediciones del regimiento de Húsares de Buenos Aires del coronel Federico Rauch contra los indios en el sur de Buenos Aires. No hemos podido determinar si Castelli acompañó a Rauch y Rondeau en la expedición a la bahía Blanca, entre 1823 y 1824. Para noviembre de 1821, con la guerra por la independencia finalizada, los ejércitos patrios tenían una gran cantidad de oficiales sin destino y sin cumplir funciones. Para licenciar a esos oficiales y volcarlos a la vida civil, se aprobaron leyes que establecían la institución del retiro, por las que se les abonaría una suma de dinero al momento de retirarse, correspondiente a lo que habrían percibido en 22 años de servicio activo, en base a la siguiente escala: de 4 a 20 años de servicio en el ejército, el monto se calcularía sobre un tercio del salario; 20 a 40 años de servicio, sobre la mitad del salario; más de 40 años, sobre el salario completo. Pedro Castelli se encuadraba en la primera categoría. Es así que, en 1823, Castelli obtiene el retiro del ejército con el grado de sargento mayor de caballería de línea, grado de oficial (a pesar de la confusión que puede generar la inclusión de la palabra “sargento”) ubicado entre el de capitán y el de teniente coronel, que había sido introducido en la escala jerárquica a mediados de 1813, ya que antes sólo era una categoría de “empleo en la plana mayor de los regimientos” (Ruiz Moreno, Isidoro J., “Campañas militares argentinas”, pág.162, Emecé, Bs. As., 2005). Después de su retiro se dedicó a tareas rurales, administró la estancia “La Esperanza”, para luego adquirir una propia en cercanías de Sierra del Volcán. Pedro Castelli volvería a tomar las armas dieciséis años después de su retiro, cuando se convirtió en uno de los líderes de la Revolución de los Libres del Sur, que se alzó contra el gobernador Juan Manuel de Rosas. Durante el movimiento, y acompañado por su antiguo camarada de armas Ambrosio Crámer, Castelli se movilizó con sus fuerzas hacia nuestra ciudad, en donde el 7 de noviembre de 1839 se libró la Batalla de Chascomús. Es conocido el desenlace de la batalla (que López Osornio y Balach propusieron, en 1939, se la designara como “Sorpresa de Chascomús” por considerar que había sido un ataque por sorpresa de las tropas federales a los revolucionarios más que una batalla y que hubiera sido posible “pensar en otro resultado si los Libres hubieran podido presentar batalla formal”) así como la muerte indigna que halló el líder de los Libres a manos del sargento Juan Durán. 167 años después, Castelli es tan sólo, para la mayoría, una de las muchas calles de Chascomús, desconociendo que su nombre recuerda a uno de los tantos que, sacrificando su juventud y hasta su vida, tomaron parte en las luchas que forjaron nuestra Nación. Tanto en 1839 como en 2006, un triste final para un guerrero de la Independencia.