Patrimonio cultural y desarrollo endógeno autosustentable, por José Millet

June 30, 2017 | Autor: J. Millet Escrito... | Categoría: Cultural Sociology, Cultural Heritage, Venezuela, Patrimonio Cultural, Desarrollo Sustentable, José Millet author
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Descripción

La cultura como fuerza dinámica de cambios para el desarrollo socio-
productivo sustentable: el caso de ciudades Patrimonio de la Humanidad



Por José Millet


La cultura en la época de la globalización


Un puesto en el mercado en Mysore venta de los polvos Gulal, que se
utilizan durante las fiestas tradicionales. Fotógrafo: Philip Howard ©
UNESCO
1.- Control de conceptos
1.1. - Cultura

Existen muchos puntos de vista para razonar en torno a la cultura; como
humanista y escritor nacido en el Caribe, me refiero a una de ellas, que la
interpreta como las huellas que deja el hombre en su paso por la Tierra o
frutos creativos de todos sus esfuerzos por trascender los límites
impuestos por su realidad, entendida como un Todo susceptible de estudios
enfocados a su mejoramiento y en ejercer acciones para provocar en ella
rendimientos óptimos o plausibles desde el punto de vista de la economía no
meramente mercantil, aun cuando puede incluirla. Si esta realidad apuntada
se visualiza como lo que la UNESCO define como propiedades, es decir,
bienes patrimoniales, paisajes naturales o culturales, sitios
arqueológicos, comunidades o aun ciudades que han permanecido a la zaga del
uso racional con fines socio-productivos, saltara a la vista la liebre
prodigiosa: es posible su explotación sin alterar sus cualidades
intrínsecas y cómo lograrlo con la menor cantidad de recursos humanos y
materiales, de energías renovables, de tiempo y sin alterar el medio
ambiente en que esas propiedades están enclavadas?

Hay que combinar, obligatoriamente, pues, la teoría de la cultura con los
aspectos prácticos que se interrelacionan en su interior y actúan
mutuamente entre sí con resultados que debemos tomar en cuenta de caras en
ser conscientes de que los bienes patrimoniales constituyen recursos
susceptibles de convertirse en productivos desde muchos puntos de vista, en
primer lugar desde el económico y, muy especialmente, desde el punto de
vista de la pequeña empresa, mejor si es familiar.

Entiendo la cultura como actividad consciente y cadena secuencial de
acciones que pueden ser ordenadas como partes lógicamente y racionalmente
ordenadas como partes orgánicas de los procesos en que el hombre se
involucra empleando saberes heredados, medios de trabajo, recursos y
técnicas para obtener fines que satisfagan sus necesidades de índole
diversa. En todo caso, la cultura es un sistema donde actúan fuerzas muy
dinámicas que pueden ser direccionalas para provocar cambios a favor de la
transformación del propio ser humano, de su mentalidad y de las relaciones
que ha heredado o ha establecido con los miembros de su especie, del resto
de los seres vivos y de la Naturaleza, en la que destaca el medio ambiente
físico que lo rodea, el cual debe ser preservado con el mayor rigor para
garantizar el uso, la preservación, mantenimiento y explotación de dichas
propiedades como lo han hecho hasta el presente comunidades originarias que
conviven con nosotros sin tomarlas en cuenta, como las pertenecientes a los
pueblos originarios de Nuestra Americano, de las comunidades y amplios
sectores de los afrodescendientes… quienes no pueden continuar a la
sombra, invisibilizados en nuestro medio social o la Herencia Patrimonial
que tenemos a la mano no sólo en Coro y su puerto real de La Vela, sino a
lo largo de toda la geografía del actual Estado Falcón, como lo constituye
el patrimonio edificado en base a saberes, conocimientos, técnicas
constructivas y recursos naturales renovables, como los asociados al barro
y a otros vegetales y animales que no tardarán en ser reconocido en la
lista de Patrimonio de la Humanidad en su conjunto, del mismo modo que como
lo serán La Turas, cultura ancestral proclamada por nosotros desde
principios del año XX como susceptible de ser clasificada e incluida en esa
categoría de conjuntos bienes patrimoniales tangibles, intangibles y de uso
elocuente de preservación del medioambiente en función de una tradición
ancestral de origen amerindio.

Evitemos ver la cultura como un rígido conjunto de normas, costumbres,
marco jurídico o parámetros que deben respetarse escrupulosamente sin que
podamos actuar sobre ellos para conseguir fines y metas que traerán, a la
larga o a la corta, mejoras en nuestros modo de encarar nuestras
circunstancias, relacionarnos con los demás miembros de nuestro entorno
social inmediato y de disfrutar del tiempo y las condiciones en que
existimos y vivimos. Tratando de alejarnos de una postura férreamente
desarrollista, en dos palabras esta es definición que adoptamos de cultura:
cultura es ser sensible ante lo heredado y poder de transformación de las
condiciones y circunstancias en que transcurren nuestras vidas…Ser
sensibles se traduce en pensar con el cuerpo y los cinco sentidos de que
fuimos dotados los seres humanos cada uno de los bienes heredados o creados
con nuestras manos—no solo los bienes materiales, sino aquellos otros que
son clasificados como propios de lo intangible—; impregnarlos de nuestros
sentimientos y direccionarlos hacia el prójimo tal y como nosotros los
sentimos como bienes propios, del individuo que los posee, de la familia
que los alberga en el hogar y de esa otra familia ampliada que son los
vecinos del barrio; cultura como ser consciente significa la conservación
de los valores éticos de que fuimos dotados por nuestros padres, ser
responsables de su mantenimiento y transmisión a los hijos, demás parientes
y seres allegados…y significa la voluntad y la conciencia del poder en que
esos poderes se traducen en la vida cotidiana: en el ojo aguzado y
vigilante de la situación del patrimonio heredado, de los saberes que
contiene y del plan de acción que debe elaborarse para conservarlo,
mantenerlo en optimas condiciones para entregárselo a las generación es
actuales y venideras a las que hay que educar en la conciencia de su
responsabilidad para que hagan su papel y lo puedan igualmente legar a sus
descendientes.

Tal vez pueda ser útil mi experiencia e ideas como estudioso y etnógrafo
que ha tenido el privilegio de investigar manifestaciones del patrimonio
cultural que luego fueron incluidos por la UNESCO en su famosa lista
Patrimonio de la Humanidad, como, en el 2000. lo fue el paisaje
arqueológico de las primeras plantaciones cafetaleras de la parte
suroriental de Cuba—o sea, de las denominadas "ruinas de los cafetales
franceses"—y, en el 2003, la Tumba Francesa, localizadas en el Sur de la
antigua provincia de Oriente de la República de Cuba. Asimismo, he tenido
el privilegio de vivir o ponerme en contacto personalmente en algunas
ciudades, sitios o bienes que ostentan esta condición, como La Habana,
Trinidad con su Valle de los Ingenios; en el casco histórico nacional de
San Juan de Puerto Rico y también en el de Santiago de Compostela con su
famoso Camino de Santiago, así como en Sevilla; en el casco histórico de
Varsovia y en las minas de sal de Wieliczka, en la amurallada Cartagena de
Indias y, en los últimos lustros en la venezolana Coro, el paisaje cultural
con el mejor estilo arquitectónico ecléctico firmemente afincado en los
saberes del barro que se conserva en el Caribe. 

A partir de mi residencia en Coro y, en cierta medida, en su puerto real
de La Vela incluidos en la Lista, puedo proporcionar testimonio de primera
mano acerca de cómo he visto transformarse este paisaje creado con los
saberes del barro y las técnicas constructivas derivadas de ellos en una
ciudad reemplazada lenta pero implacablemente por las edificaciones de
cemento y cabilla…lo cual es escalofriante. A partir de lo aportado por
muchos estudiosos que nos han precedido y, en especial, por los aportes
significativos de la Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo, estamos
conscientes de que cultura de una comunidad, localidad, región o sociedad
no es un organismo estático ni inmutable, sino más bien está que está
sometido a constantes estados de de acciones y reacciones procedentes de
ámbitos cercanos o distantes, sobre los que influye y resulta influido,
incluyendo por otras visiones del mundo y formas expresivas procedentes de
latitudes de todo el planeta Tierra.

Mi experiencia abarca el haber nacido en el tiempo en que usaba la máquina
de escribir y vivía confinado a los márgenes de una Isla al paso del
presente milenio dominado por el impacto avasallantes de los medios de
comunicación e información masivos proporcionados por las modernas
tecnologías, presididas por las computadoras y los teléfonos celulares… He
pasado de la época manual a la era de la globalización, marcada por el
extremo nerviosismo, la aceleración sin precedentes de la vida
contemporánea dado todo por un macro-mundo económico en el que confluyen la
intensificación de los flujos globales de capital, la mano de obra que se
desplaza de país a país y aun de continentes sin que se pueda evitar y la
irrupción de la información a través de canales y medios como los antes
apuntados. Sin duda todo esto, en las últimas décadas, ha estado teniendo
un impacto en cada uno y todos los ámbitos de la vida social y en el
individuo, con la influencia adicional en las culturas locales que sen
visto sometidas a un proceso de homogeneización galopante e imparable,
hasta cierto punto de vista. Qué hacer para enfrentar los desafíos y retos
a que esta confrontación desigual nos conduce?

Difiero de quienes no han vendido la globalización como Satanás; hay que
aprender a convivir con lo tradicional y lo moderno como ellos lo hacen en
este mundo en que nos ha tocado echar las ultimas canas al aire…tomar muy
en cuneta sus aspectos negativos para evitar que nos avasallen e integrar
los positivos para reforzar la calidad de vida que deberá presidirlo todo,
así como el cuidado del planeta cuya capacidad de recuperación se está
agotando ante los desmanes depredadores de la industria y el consumo
desmedido de energías no renovables.

La globalización se afirma es un fenómeno que posibilita y aun promueve la
integración de las sociedades, así como ha proporcionado nuevas
oportunidades a millones de personas, pero también puede empujar a
pérdidas irreparables de las particularidades de las culturas locales, lo
que a su vez puede conducir al debilitamiento y posible pérdida de aspectos
esenciales de la identidad, la exclusión e incluso a conflictos
inimaginables entre los miembros de las comunidades y entre las comunidades
mismas en que éstos conviven. La complejidad de los elementos que se
colocan en el tejido anteriormente esbozado y que actúan sin el debido
control ni preparación… puede convertirse especialmente en un entramado de
alto impacto negativo cuando se trata de las sociedades tradicionales no
expuestas a estos fenómenos que les son ajenos y, todavía aun más, de
aquellas comunidades que están expuestos a la "modernización" rápida basada
en los modelos importados desde el exterior sin que éstos hayan sido
adaptados al contexto donde esas comunidades existen.

Más que de actuar en favor de un equilibrio entre los beneficios de la
integración en un mundo globalizado frente a la protección de las
singularidades y rasgos propios de las culturas locales, se trata del
manejo de este delicado problema que exige un enfoque extremadamente
cuidadoso y prudente, en tanto se trata nada menos que de seres humanos que
de otro modo se expondrían a la acción degradante de factores de "procesos
civilizatorios" que siempre han concluido por deteriorar, debilitar o negar
sus valores. El situar la cultura en el corazón de las políticas de
desarrollo de una sociedad no significa limitar y corregir de una manera
conservadora la diversidad de sus bienes y tradiciones, sino por el
contrario invertir en el potencial de los recursos locales, saberes,
técnicas, conocimientos, habilidades y materiales para potenciar en grado
extremos el poder de la creatividad y fomentar al mismo tiempo el progreso
sostenible. El examen y reconocimiento de la riqueza y la diversidad de
culturas también contribuyen a fomentar las condiciones para el
entendimiento mutuo entre los individuos que conviven en un mismo contexto,
a que fluya mejor el diálogo entre personas cercanas o lejanas y, en
definitiva, a que avancemos hacia el camino que conduzca a la paz
sustentada en el respeto mutuo entre los pueblos.




























Cultura y desarrollo sostenible: las ideas clave


El paisaje cultural de la región de Lavaux lleva las huellas de la
interacción humana con la naturaleza durante muchos siglos. Fotógrafo:
Niamh Burke © UNESCO
1.2- La cultura como factor de desarrollo socio-productivo sustentable o
sostenible de las comunidades patrimoniales

La sostenibilidad implica hacer un uso conveniente, racional y cuidadoso de
los recursos del planeta que forman parte de nuestro entorno inmediato,
sean éstos humanos, o del patrimonio natural o cultural, o resultante de su
combinación. Si es el ser humano el sujeto protagonista y responsable de
tal uso, entonces la cultura entendida en su doble dimensión de
sensibilidad y ser consciente debe estar en el centro de nuestras
estrategias de desarrollo en primer lugar humano, ya que ella resulta
entonces condición sine qua non en los procesos del cultivo de relaciones
que se establecen entre los individuos de una comunidad y con los de las
otras sociedades con que nos ponemos en contacto y aun con el mundo que nos
rodea a todos, incluyendo el medio ambiente natural, al constituir el
soporte o condición de todo comportamiento responsable.
 
Las iniciativas dirigidas, así, en primer término al desarrollo del capital
humano y los enfoques que toman en cuenta el manejo y cultivo cuidadosos de
las culturas locales y las condiciones que las rodean son portadoras de un
elevado por ciento de probabilidades de que se traduzcan o traigan por
resultado elementos sensibles que enriquecen el contexto en que actúan y
proporcionen márgenes suficientes a las equidades, mientras que el uso de
los bienes que forman parte del patrimonio cultural también acarrean
mejoras a los beneficiarios. La integración de la cultura como factor
fundamental en las políticas y programas de desarrollo, por lo tanto,
contribuye en el fondo a su eficacia y sostenibilidad.

Asimismo, los sectores encargados de la actividad, del patrimonio y de las
industrias creativas que se mueven en el ámbito de la cultura, contribuyen
de manera significativa al logro de los objetivos señalados por los
interesados en el seguimiento de lo establecido por la convención de de Río
+20: por cuanto se convierten en proveedores de "empleos verdes",
facilitadores del consumo más sostenible de bienes culturales y al fomento
de las comunidades resistentes que están en mejores capacidades de hacer
frente a los desastres y tener acceso seguro a recursos naturales vitales,
como el agua y los alimentos, reduciendo así los desequilibrios y la
pobreza en todas las regiones y contribuyendo al fortalecimiento del
desarrollo sostenible o sustentable.




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Un campesino en Camboya. Fotógrafo: Riffet, Daniel © UNESCO
"La diversidad biológica y cultural son intrínsecamente indisolublemente
ligados y juntos son la clave para el desarrollo sostenible "
Desde la Declaración de 2010 sobre la
Diversidad Biológica y Cultural


1.3- Cultura y Naturaleza: las dos caras de la moneda


Las culturas surgen y se desarrollan en un contexto histórico y espacio
geográfico que las condicionan poderosamente. Las culturas determinan
decisivamente y definen cómo las personas se vinculan con la naturaleza y
su entorno físico, con la tierra y el universo. Asimismo expresan nuestras
actitudes y creencias ante otras formas de vida, tanto las de otras
especies del Reino Animal y las del Reino Vegetal y aun el mundo
inorgánico. Incluso en nuestro mundo globalizado en el que algunos hablan
de las comunidades cosmopolitas, fruto de las transnacionales, las culturas
tienden a echar raíces en y adaptarse a las particularidades de un entorno
específico y de un contexto geo-histórico.

Las diversidades biológicas y culturales constituyen un sistema de
elementos estrechamente interdependientes. En el transcurso del tiempo
ellas han establecido lazos mediante mecanismos de adaptación mutua entre
los seres humanos y el medio ambiente y, por lo tanto, en vez de existir en
reinos separados y paralelos, interactúan y se influyen y modifican entre
sí de manera compleja en una especie de proceso en que parecería que
evolucionan juntas.

Los usos tradicionales, particularmente aquellos propios de la población
indígena, de administración y manejo de los recursos ambientales,
incluyendo las técnicas para edificar diversas obras, pertenecen,
generalmente, "por su diseño" a los clasificados en la categoría de
verdes. Esos usos personifican un modelo intrínsecamente más sostenible de
empleo de la tierra, del consumo racional de los mismos y de la producción
de numerosos elementos, contribuyendo también a la seguridad alimentaria y
el acceso al agua, sobre la base de conocimientos y prácticas desarrolladas
a lo largo de siglos de adaptación al medio ambiente más cercano.

Esto indica que cualquier política local enfocada a proteger el medio
ambiente natural y en lograr un desarrollo sostenible, necesariamente
también tiene que tomar en cuentan las culturas de las comunidades
afectadas, y actuar en consecuencia en defensa de sus intereses, la
preservación de sus bienes y valores y en dar respuesta a sus necesidades
mas perentorias.


La globalización y la cultura


Un puesto en el mercado en Mysore venta de los polvos Gulal, que se
utilizan durante las fiestas tradicionales. Fotógrafo: Philip Howard ©
UNESCO
La cultura es una fuerza dinámica para el cambio en lugar de un rígido
conjunto de formas o parámetros que deben respetarse escrupulosamente. A
medida que la Comisión Mundial de Cultura y el Desarrollo (WCCD) señaló, la
cultura de una sociedad no es estática ni inmutable, sino más bien está en
un estado constante de flujo, influyendo y siendo influido por otras
visiones del mundo y formas expresivas.

La era de la globalización, con su aceleración sin precedentes y la
intensificación de los flujos globales de capital, mano de obra, y la
información, está teniendo una influencia homogeneizadora de la cultura
local. Si bien este fenómeno promueve la integración de las sociedades y ha
proporcionado a millones de personas con nuevas oportunidades, también
puede traer consigo una pérdida de la singularidad de la cultura local, que
a su vez puede conducir a la pérdida de la identidad, la exclusión e
incluso conflictos. Esto es especialmente cierto para las sociedades
tradicionales y comunidades, que están expuestos a la "modernización"
rápida basada en los modelos importados desde el exterior y no está
adaptado a su contexto.

El equilibrio entre los beneficios de la integración en un mundo
globalizado frente a la protección de la singularidad de la cultura local
requiere un enfoque cuidadoso.Colocación de la cultura en el corazón de las
políticas de desarrollo no significa limitar y corregir de una manera
conservadora, pero por el contrario, para invertir en el potencial de los
recursos locales, conocimientos, habilidades y materiales para fomentar la
creatividad y el progreso sostenible. El reconocimiento y el respeto por la
diversidad de culturas también crea las condiciones para el entendimiento
mutuo, el diálogo y la paz.


El Cardenal Roger Etchegaray y al Gran Muftí de Bosnia, Mustafá Ceric
recibir el 2003 Félix Houphouët-Boigny juntos. Fotógrafo: Michel
Ravassard © UNESCO
"Nadie puede invocar la diversidad cultural para vulnerar los derechos
humanos garantizados por el derecho internacional, ni limitar su alcance."
2001 de la UNESCO Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural


Cultura y Derechos Humanos


El conflicto de la protección de las culturas locales implica conciliar los
derechos humanos universales, el respeto a la diversidad cultural y a las
singularidades de las culturas. Existe voluntad y conciencia para que las
tradiciones sean valoradas con el mismo rasero con que se lo ha hecho con
las denominadas "culturas universales" y protegidas con el mismo respeto,
aun cuando algunas de ellas pueda significar un estancamiento de las
prácticas que en ocasiones ellas portan, la opresión, la inercia, los
privilegios y los tratos crueles que a menudo acarrean.

El carácter universal de los derechos humanos se establece claramente el
derecho internacional en la Carta de las Naciones Unidas "para todos sin
distinción". El enfoque de la UNESCO, a través de todos sus convenios
culturales, se asienta firmemente en este principio. El énfasis está en el
reconocimiento, la comprensión y la tolerancia de otras culturas sobre la
base de una ética global y vinculante fundada en valores universales y el
respeto mutuo a través de fronteras culturales.

Los derechos humanos incluyen muchos derechos culturales muy importantes,
que se debe dar la misma atención, tales como el derecho a participar en la
vida cultural, disfrutar de la cultura propia, etc Incluso éstos, sin
embargo, no son ilimitados. De conformidad con el derecho internacional, el
derecho a la cultura está limitada en el punto en el que se atenta contra
otro derecho humano.




El diseño y las técnicas tradicionales chinas de construcción de
puentes con arcadas de madera. Fotógrafo: Duoxing Wang © UNESCO


Una misma talla no sirve para todos


Las primeras teorías de la cultura de desarrollo consideradas y las
tradiciones asociadas como un obstáculo para el bienestar social y
económico. Por lo menos desde la década de 1990, ha habido un gran cambio
en los enfoques, que promueve los objetivos de desarrollo en el humanista y
no en términos puramente económicos y dio lugar a la noción de un "índice
de desarrollo humano" elaborado por el PNUD. A día de hoy, sin embargo, las
políticas generales de desarrollo, aún se basa en un uno-tamaño-caber-toda
la filosofía que no reconoce adecuadamente el contexto.

Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) han generado una campaña sin
precedentes para movilizar a la comunidad internacional en torno a
prioridades claras y compartidas y objetivos. 
En el período previo a su elaboración, el reconocimiento cada vez mayor de
papel de la cultura dio lugar a importantes iniciativas de investigación y
que tenían como objetivo capturar y medir los vínculos y las relaciones
entre cultura y desarrollo. Por desgracia, la cultura se dejó finalmente
fuera de la 'ODM y sus indicadores, en gran parte debido a las dificultades
en la medición y demostrar concretamente impacto de la cultura en el
desarrollo.

Muchos han sugerido, sin embargo, que reconoció las deficiencias y
retrocesos en la implementación de muchos programas de desarrollo bien
intencionados, de hecho, debido a una falta de consideración de las
especificidades locales, las identidades y valores culturales, las 'más
suaves' las dimensiones del desarrollo que son cruciales para la
sostenibilidad.

Sede de la UNESCO en París - Algunos delegados permanentes de asistir
a la 35 ª Conferencia General de la UNESCO. Fotógrafo: Michel
Ravassard © UNESCO
 


Los tiempos son un Changin-'


"Reconocemos la diversidad del mundo y reconocer que todas las culturas y
civilizaciones contribuyen al enriquecimiento de la humanidad. Hacemos
hincapié en la importancia de la cultura para el desarrollo y su
contribución a la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio ".
De: Mantener la promesa: Unidos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo
del Milenio, Declaración de la Cumbre 2010 de las Naciones Unidas Objetivos
del Milenio.

En 2010 y 2011, las Naciones Unidas la Asamblea General aprobó tres
resoluciones históricas, que marcó un cambio profundo en la perspectiva de
la cultura: desde un punto de vista de la cultura como «decorativo» o
secundaria a las iniciativas de desarrollo clave, para que reconozca su
papel fundamental en abordar los desafíos mundiales eficaz y sostenible.

Después de la Cumbre 2010 de la ONU sobre los Objetivos del Milenio y su
resolución final llamado "Mantener la promesa: unidos para lograr los
Objetivos de Desarrollo del Milenio", otras dos resoluciones importantes en
concreto sobre la cultura y desarrollo, fueron aprobadas, lo que hizo
hincapié en la importancia de la cultura como "un componente esencial del
desarrollo humano, una fuente de identidad, la innovación y la creatividad
para el individuo y la comunidad ".

Las resoluciones también hizo hincapié en que la cultura es "un factor
importante en la lucha contra la pobreza, proporcionando para el
crecimiento económico y la propiedad de los procesos de desarrollo", y
reconoció "la contribución positiva de la cultura en la consecución de
objetivos de desarrollo sostenible, incluyendo los Objetivos de Desarrollo
del Milenio.

Las implicaciones operativas de este cambio de paradigma, sin embargo, aún
no han sido plenamente establecido en las políticas y programas de
desarrollo. El tiempo ha llegado ahora a tomar medidas e integrar
plenamente la cultura en la aplicación práctica de la agenda de desarrollo
global, en consonancia con la labor de 18 entidades de las Naciones Unidas
que ya han tomado medidas en este sentido.

La contribución de la cultura al desarrollo sostenible


Idiomas de la escuela oriental, una clase de baile hindú. Fotógrafo:
Muratova Auli. © UNESCO / PEA
 "La cultura es la fuente de nuestro progreso y creatividad, y deben ser
cuidadosamente cultivadas para crecer y desarrollarse."
Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo

En lo profundo de nuestros corazones, todos entendemos que la calidad de
nuestras vidas depende, en gran medida, de que seamos capaces de participar
en, y beneficiarse de nuestra cultura. Instintivamente sabemos, sin
necesidad de explicación, que el mantenimiento de una conexión con el
carácter único de nuestro entorno histórico y natural, con el lenguaje, la
música, las artes y la literatura, que nos acompañó durante toda nuestra
vida, es fundamental para nuestra vida espiritual bienestar y para
proporcionar un sentido de quiénes somos.Hay un valor intrínseco de la
cultura de una sociedad, con independencia de su lugar en el índice de
desarrollo humano, que es evidente para todo el mundo y que hace que sea un
resultado de desarrollo en sí mismo.

Sin embargo, cuando se trata de la articulación de los modos específicos en
que la cultura contribuye al desarrollo sostenible, en particular a los
objetivos definidos como prioritarios en Río +20, el vínculo es menos
obvia. Sin embargo, el papel de la cultura en la creación de empleos
verdes, reducir la pobreza, por lo que las ciudades sean más sostenibles,
proporcionando un acceso seguro a agua y alimentos, la preservación de los
recursos de los océanos y los bosques, y el fortalecimiento de la
resiliencia de las comunidades frente a desastres, es verdaderamente
importante e insustituible. Pero ¿cómo es posible, en la práctica?

La UNESCO sostiene que la colocación de la cultura en el centro de nuestras
estrategias es a la vez la condición para permitir el desarrollo
sostenible, y un factor de conducción de gran alcance para su consecución.

Ocho jóvenes jugadores de capoeira de Salvador de Bahía (Brasil) la
presentación de su trabajo. Fotógrafo: Michel Ravassard © UNESCO


La cultura permite e impulsa el desarrollo


La consideración de la cultura efectivamente permite el desarrollo de
proyectos en reconocer y responder al contexto local y las particularidades
de un lugar y de la comunidad a través del uso cuidadoso de los recursos
culturales, así como énfasis en locales de conocimientos, habilidades y
materiales. Haciendo hincapié en la cultura significa también dar a los
miembros de la comunidad un papel activo en la dirección de sus propios
destinos, la restauración de la agencia para el cambio a los que los
esfuerzos de desarrollo están destinados a los golpes, que es crucial para
el progreso sostenible y de largo plazo. Respetar y promover la diversidad
cultural dentro de un enfoque basado en el derecho humano, por otra parte,
facilita el diálogo intercultural, evita conflictos y protege los derechos
de los grupos marginados, dentro de y entre las naciones, lo que crea
óptimas condiciones para el logro de los objetivos de desarrollo.

Por otro lado, la cultura como un sector de actividad - incluyendo el
patrimonio material e inmaterial y las industrias creativas - es en sí
mismo un poderoso controlador de desarrollo, con impactos en toda la
comunidad social, económico y ambiental.

La experiencia está demostrando cómo los recursos culturales de una
comunidad se puede convertir en riqueza económica mediante la promoción de
los productos de identidad única, tradiciones y cultura y servicios de una
región, hacia la generación de empleos e ingresos. Invertir en la
conservación de los bienes culturales, la promoción de actividades
culturales y los conocimientos tradicionales y las habilidades
desarrolladas por los seres humanos durante períodos muy largos de
adaptación al medio ambiente, por otra parte, también son medios muy
eficaces para reforzar la sostenibilidad del medio ambiente y el capital
social de las comunidades.

© UNESCO / La Red de Ciudades Creativas


Alivio de la Pobreza


El alivio de la pobreza es una parte vital de asegurar un futuro sostenible
y de creación de un mundo equitativo en el que la lucha contra el cambio
climático es una prioridad para todos. El sector cultural constituye un
recurso económico sostenible en el que las comunidades tienen el poder en
su propio desarrollo económico.

Las economías nacionales se benefician significativamente del sector
cultural. Recientes estadísticas de la UNESCO (marzo 2012) muestran que en
el Ecuador, las actividades culturales oficiales y privadas contribuyeron
4,76% del PIB de 2010 y en el mismo año, 2,64% de la población total de
ocupados trabajaban en ocupaciones culturales. Sector de la cultura de Malí
representó el 5,8% del empleo en 2004 y 2,38% del PIB en 2006, mientras que
en Colombia la producción artesanal representa un ingreso anual de
aproximadamente 400 millones de dólares, incluidos alrededor de USD 40
millones en exportaciones. 

La promoción del turismo sostenible como un sub-sector de la inversión
estimula la inversión en infraestructura y estimula el desarrollo local y
sostenible. Por ejemplo, el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios en
Irlanda ha estimado que por cada euro invertido en las declaraciones
patrimoniales € 300 a € 400 para el erario público.Cada cuatro empleos a
tiempo completo creados en el sector de generación de 10 empleos a tiempo
parcial.

Joven mujer que trabaja en el taller textil. Fotógrafo: Niamh Burke ©
UNESCO


Empleos verdes y decentes


Muchas actividades, relacionadas con la administración y la producción de
la cultura, son de color verde "por diseño", ya que incorporan un modelo
más sostenible de uso de la tierra, el consumo y la producción que la
mayoría de los enfoques modernos. El turismo sostenible puede ser una
herramienta estratégica para la generación de ingresos y reducción de la
pobreza, mientras que las industrias culturales requieren una inversión de
un capital limitado y tienen bajas barreras de entrada. Como relacionadas
con la cultura oportunidades económicas tampoco son fácilmente
subcontratados, el sector de la cultura ofrece la oportunidad de
desarrollar intrínsecamente locales, colocar puestos de trabajo basados en
que fomentan una conexión y el respeto por el medio ambiente.

Los beneficios económicos de la cultura son cada vez más reconocido. Por
ejemplo, un estudio realizado en Australia estima que en el país 17 sitios
del Patrimonio Mundial generar $ 12 mil millones anuales y mantener más de
120.000 puestos de trabajo (Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de
Australia, Agua, Patrimonio y las Artes de 2008, Informe Anual 2007-
08). Mientras que en Benin, apoyado por el Fondo Internacional de la UNESCO
para la Diversidad Cultural, la ONG Mundo Producciones ritmo ha sido el
desarrollo de un nuevo modelo de negocio para el sector de la música, lo
que garantiza que los artistas de Benin puede vender su música a nivel
local. Estos acuerdos también están permitiendo a los distribuidores
locales para comprar producciones de música a precios más bajos al por
mayor, con los beneficios reinvertidos en las asociaciones de artistas y
otras partes interesadas de música. Esto no sólo fortalece las industrias
culturales locales, pero también significa una reducción de los costos
ambientales asociados con la importación de música desde el extranjero.

Estambul, puente sobre el Bósforo. Fotógrafo: Giuliana Riccio © UNESCO
 


Ciudades Sostenibles


Cultura, que abarca tanto el patrimonio (tangible e intangible) y las
industrias creativas, juega un papel crítico como un recurso no renovable
que es una parte vital de las ciudades, parte integral de su identidad y
que sustenta su dinamismo como centros de desarrollo económico.
La conservación y la reutilización adaptativa al medio ambiente urbano
histórico contribuye a la calidad de vida de sus habitantes de muchas
maneras. Además de fortalecer su sentido de pertenencia, la cohesión social
y proporcionar un ambiente agradable, sino que también reduce la excesiva
urbanización, atrae a turistas y visitantes, así como inversiones, al
tiempo que los empleos verdes, de base local, estable y decente.
Las industrias culturales y la creatividad son también un factor esencial
de la renovación urbana, ya que reforzar la imagen de una ciudad y
contribuir a su desarrollo socio-económico, mejorando así la calidad de
vida de los habitantes. Las inversiones en instituciones culturales y
actividades apoyarán una economía creativa y promover aún más el desarrollo
urbano sostenible.
Una política patrimonial basada en el desarrollo urbano también contribuye
a la mitigación y adaptación al cambio climático, ya que la conservación de
la estructura existente (construido con técnicas y materiales tradicionales
y las habilidades locales) es más ecológico que demoler y reconstruir. En
el Reino Unido, por ejemplo, la energía contenida en la construcción de un
edificio se estima en 15 a 30 veces el consumo de energía anual.

Tradicional sistema de gestión del agua en el Valle de M'Zab en
Argelia. © Michel Brodovich.


Alimentos y agua


A medida que la necesidad de recursos básicos, como alimentos y agua,
ejerce una presión cada vez mayor en el planeta, los patrones de consumo y
técnicas de gestión ambiental de las poblaciones locales, rurales o
indígenas están siendo cada vez más reconocido. Esto incluye la producción
en pequeña escala con pocos excedentes y bajas necesidades de energía, así
como una estrategia de custodia a la tierra y los recursos naturales que
evitan los residuos y el agotamiento de los recursos.
Las técnicas tradicionales de manejo de la tierra puede proporcionar una
gran fuente de inspiración para un enfoque más sostenible para el uso de
agua dulce. Las técnicas tradicionales de riego puede ser re-establecido en
los proyectos de desarrollo modernos y garantizar un uso más respetuoso con
el medio ambiente. En Argelia, las poblaciones de los oasis del Sahara
enfrentadas al crecimiento de la población y el deterioro del medio
ambiente, se han dado cuenta que al restaurar los sistemas tradicionales de
riego que están apoyando a las prácticas que respetan el medio
ambiente. Ellos decidieron recuperar las palmeras y de las foggaras, un
sistema tradicional ingenioso, eficaz y sostenible que consta de galerías
subterráneas que drenan el agua por la fuerza de la gravedad. El agua se
capta en profundidad y se transporta por canales que no dañen el
ecosistema.

De barrera de Belice-de reservas del arrecife, vista marina, reserva
natural, marino profundidades, los peces. © UNESCO


Marinos Patrimonio de la Humanidad y la preservación de los océanos


Los océanos son parte integral de la salud del planeta y también forman una
parte importante del patrimonio y la cultura de muchas personas. El
conocimiento tradicional e indígena es un activo importante en el manejo de
los recursos de los océanos, los cuales juegan un papel importante para la
subsistencia de las comunidades afectadas.
A través de su local y sistemas de conocimientos indígenas (LINKS), por
ejemplo, la UNESCO ha colaborado con un equipo de investigadores Mayangna
en Nicaragua para recopilar y transmitir los conocimientos locales y puntos
de vista de los recursos acuáticos. Esta información da fe de su
conocimiento extenso y detallado de los peces y las especies de tortugas de
la Reserva de la Biosfera de Bosawas, y demuestra a los científicos y los
responsables políticos de la profundidad y amplitud del conocimiento local
del medio natural, y el papel fundamental que dicho conocimiento debe ser
da en el desarrollo sostenible de la región.
Mundial de la UNESCO Convención sobre el Patrimonio también juega un papel
importante en la protección de nuestros océanos. En total, 45 áreas marinas
están actualmente inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial por sus
características naturales excepcionales. En conjunto, cubren 1/3 por la
superficie de todas las Áreas Marinas Protegidas en el planeta e incluye
cinco de las principales marinas del mundo, las áreas protegidas.
Estos sitios marinos del Patrimonio Mundial figuran por su valor especial y
de seguimiento y evaluación anual sobre la eficacia de la gestión en virtud
de los mecanismos internacionales de protección de la Convención del
Patrimonio Mundial.

Bhungas tradicionales en la región de Kutch de la India sobrevivió a
terremoto de 2001, debido a su diseño tradicional y el sistema de
construcción. © Rohit Jigyasu

La única estructura tradicional de la ciudad de Anjar que sobrevivió a
terremoto de 2001 en Gujarat en la India cuando todas las demás
estructuras construidas después de 1950 se derrumbó. © Rohit Jigyasu

Sociedades resistentes


La resiliencia es la capacidad de los sistemas y los individuos para hacer
frente a la adversidad significativa o riesgo.
Como los desastres naturales y guerras desgarran las sociedades, y como los
grandes proyectos de modernización, la urbanización y la migración
transnacional provocar trastornos repentinos de la resistencia de las
creencias culturales, valores, prácticas y conocimientos, y su transmisión
de generación en generación se han convertido en importantes
preocupaciones.Los proyectos llevados a cabo por la UNESCO en Haití, por
ejemplo, han encontrado que la vibrante cultura local juega un papel
importante en la reconstrucción de un sentido de comunidad después de los
desastres y es un activo clave en el difícil proceso de reconstrucción.
Pero la cultura también es un recurso importante en la reducción de los
riesgos de desastre, antes de que los riesgos asociados se han sucedido. Un
entorno bien cuidado histórico, incluido el patrimonio construido y los
paisajes culturales, es probable que sea muy resistente a los fenómenos
naturales como terremotos o fenómenos meteorológicos extremos, ya que
incorpora los conocimientos tradicionales acumulados durante siglos de
adaptación al medio ambiente. En 2009, un gran número de edificios
tradicionales lograron soportar un terrible terremoto en Cachemira,
salvando las vidas de sus habitantes, mientras que por el contrario,
edificios de hormigón armado que se construyeron mal se derrumbó por
completo en las zonas afectadas mismos, matando a todos en su interior.
Cuando se integra en los esquemas modernos de gestión de riesgos, las
técnicas tradicionales de gestión han demostrado ser herramientas
eficientes y rentables para mitigar los riesgos ambientales y reducir la
vulnerabilidad.

Las personas que trabajan en la reserva de la biosfera de
Mananara.Fotógrafo: Roger, Dominique © UNESCO


El camino a seguir: un enfoque centrado en el desarrollo humano


Después de Río +20, la comunidad internacional se centrará en la revisión
de los ODM y en la definición de la post-2015 programa de desarrollo. Es
crucial para asegurar que el próximo modelo y las estrategias para el
desarrollo sostenible incluyen la consideración de la cultura. La UNESCO,
en colaboración con gobiernos, agencias de la ONU hermanas, el sector
privado y la sociedad civil, está promoviendo una nueva agenda de
desarrollo que integra la consideración de la cultura, sobre la base de las
siguientes acciones estratégicas:
1. Integrar la dimensión cultural en la concepción, medición, y la
práctica del desarrollo sostenible. Nos comprometemos a alentar a
tomar en cuenta e integrar el conocimiento tradicional y las prácticas
científicas en las políticas de desarrollo sostenible, en particular,
relacionados con la gestión sostenible de los recursos naturales,
seguridad alimentaria y el acceso al agua potable.
2. Subrayar la importancia de la conservación del patrimonio natural y
cultural y el fortalecimiento de la cooperación internacional en esta
área, para el desarrollo sostenible. Nos comprometemos a desarrollar
las capacidades para la conservación, protección y salvaguarda de
nuestro patrimonio.
3. Reconocer el importante papel de las industrias culturales, así como
creativa, el turismo sostenible y el patrimonio base de revitalización
urbana para el desarrollo sostenible y una economía verde y el
potencial de estos sectores económicos para generar empleo verde,
estimular el desarrollo local y las oportunidades comerciales y
fomentar la inclusión social y la creatividad.
4. Reconocer que los factores culturales influyen en los estilos de vida,
el comportamiento individual, las pautas de consumo, los valores
relacionados con el cuidado del medio ambiente y las formas en que nos
relacionamos con nuestro entorno natural. Por lo tanto el paso a un
consumo más sostenible y los hábitos de producción tendrá que
comprometerse con la cultura y utilizar.




Los trabajos de restauración. Smashed objeto durante las obras de
restauración. Fotógrafo: Manoocher / Webistan © UNESCO
 

Los convenios culturales de la UNESCO: una herramienta para el desarrollo
sostenible

Los siete de los convenios culturales de la UNESCO tienen por objeto
proteger y nutrir a algún aspecto de la cultura y la creatividad, desde el
patrimonio material e inmaterial, la diversidad de las expresiones
culturales y las industrias creativas, a la lucha contra el tráfico ilícito
de bienes culturales.
Si bien algunos tienen una agenda de desarrollo más explícitamente en ellos
que otros, todos los convenios tienen implicaciones para el desarrollo,
tanto en términos de cómo pueden contribuir a ella y en el impacto que el
desarrollo tiene en la cultura.
Firmemente en un enfoque basado en los derechos humanos, los convenios
establecen una serie de fondos gubernamentales e internacionales y los
mecanismos de cooperación, así como herramientas de monitoreo y
evaluación.Promueven programas de capacitación y otras iniciativas para la
salvaguardia de la cultura (incluido el patrimonio natural) y su
integración en las estrategias de desarrollo nacionales y locales.
Ejemplos de cómo los Convenios de contribuir al desarrollo son los sitios
de la UNESCO designados, como los cerca de 1.000 bienes del Patrimonio
Mundial y más de 500 reservas de la biosfera, que proporcionan los
laboratorios innovadores impulsados por ideales, donde la herencia-los
enfoques de desarrollo sostenible se ponen a prueba. En el marco del Fondo
Internacional para la Diversidad Cultural (FIDC), establecida en el marco
de la UNESCO 2005 Convención sobre la Protección y Promoción de la
Diversidad de las Expresiones Culturales, se proporciona apoyo con
regularidad a los países en desarrollo, incluyendo las organizaciones no
gubernamentales, para proyectos en los ámbitos de las políticas culturales
y las industrias culturales. Financiados por la UE misiones de asistencia
técnica, llevados a cabo en el marco de la misma Convención, promover el
desarrollo social y económico, en particular para fortalecer el sistema de
gobierno del sector de la cultura.

Li tradicionales técnicas textiles: hilado, teñido, tejido y
embrodering.Fotógrafo: Wang Haichang © UNESCO
 


¡Funciona! La ventana de los ODM y el FMI-Cultura y Desarrollo Temático


Fundada en 2006, los Objetivos del Milenio Fondo para el Logro (F-ODM),
financiado por España, tiene por objeto acelerar el progreso hacia el logro
de los ODM. Sobre la base de la ventaja comparativa de las organizaciones
de las Naciones Unidas, el F-ODM apoya a los gobiernos nacionales,
autoridades locales y organizaciones de la sociedad civil en sus esfuerzos
para luchar contra la pobreza y la desigualdad en ocho áreas temáticas,
incluyendo la cultura y el desarrollo. La UNESCO, como organismo
especializado de Naciones Unidas con un mandato específico sobre la
cultura, es el responsable de este tema.
A través de este fondo, dieciocho programas de cultura y el desarrollo
conjunto han llevado a cabo en todo el mundo por un total de cantidad de 95
millones de dólares y han llegado a cerca de 1 millón directa y 7 millones
de beneficiarios indirectos, destinados en particular a los grupos
indígenas y étnicos, así como las mujeres y los jóvenes .
Estos programas dan una clara evidencia de que la cultura es un sector
económico que genera ingresos y puestos de trabajo, contribuyendo así a la
erradicación de la pobreza (ODM 1); que el contenido adaptado a la cultura
permite a los planes de estudio para la educación de mejor calidad y
construcción de la ciudadanía (ODM 2); que la cultura orientadas hacia
actividades tales como emprendimientos artesanales son una fuente de
potenciación de género (ODM 3), que los enfoques socioculturales a plomo a
la salud económica y las políticas de salud más eficientes (ODM 4, 5 y 6),
y que cultural y los saberes tradicionales son recursos inagotables para el
medio ambiente sostenible y los medios de vida (ODM 7). Los programas del F-
ODM tienen también una mayor cooperación entre los asociados a nivel
nacional e internacional, contribuyendo así a la alianza mundial (ODM 8),
mientras que la construcción de una fuerte autonomía nacional a través de
procesos altamente participativos.

Cultura para el Desarrollo de Indicadores suite © UNESCO
Uno de los desafíos de una agenda de desarrollo culturalmente sensible es
la capacidad de medir su impacto. El intento de cuantificar la contribución
específica de una política de desarrollo "culturalmente apropiado", en
contraposición a uno que no toma en cuenta la cultura, es inevitablemente
compleja. 


La medición de la medida: el impacto de la cultura en el desarrollo


En respuesta, la UNESCO ha estado encabezando dos importantes iniciativas
que den una idea basada en la evidencia del papel de la cultura en el
desarrollo. Esto incluye el desarrollo de un Marco de Estadísticas
Culturales y un proyecto operacional, la Cultura "de la UNESCO para el
desarrollo conjunto de indicadores. 

La 'Suite' se compone de los indicadores que van desde el peso económico
del sector de la cultura, a la cohesión social, la participación cultural,
y las libertades individuales, a la educación, la gobernabilidad, o el
acceso a los medios de comunicación, entre otros. En conjunto, estos
indicadores ofrecen una instantánea de la situación y el análisis de valor
la formulación de políticas. El proyecto incluye además proporcionar
creación de capacidad para organismos nacionales de estadística para
recopilar y analizar las estadísticas culturales. 

La Cultura de la UNESCO para el Indicador de Desarrollo suite demuestra
cuantitativamente papel de la cultura en el desarrollo sostenible a nivel
nacional, la generación de la primera evidencia cuantitativa del peso de la
cultura en las economías nacionales y su papel en el fortalecimiento de una
amplia gama de otras políticas de desarrollo. Por ejemplo, en Ecuador, la
contribución de las actividades culturales oficiales y privadas con el PIB
llegó a 4,76% en 2010, con el gasto de los hogares un 4% de su presupuesto
en productos culturales.
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