Pasado Imperfecto: 10 presentes en el video arte ecuatoriano

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Descripción

16 de Julio al 12 de Agosto

Pasado Imperfecto 10 presentes en el videoarte ecuatoriano

Pasado Imperfecto 10 presentes en el videoarte ecuatoriano Esta muestra reúne una selección de videos a cargo de algunos de los más notables artistas contemporáneos del Ecuador. El criterio de la compilación juega con la concepción filosófica del “eterno retorno”, aquella repetición infinita de situaciones, acontecimientos, pensamientos, sentimientos e ideas. Este ángulo de aproximación permite enfatizar el permanente contraste entre el pasado y el presente que se concentra en los trabajos, tanto de maneras literales como en evocativas metáforas que nos remiten a la resonancia actual de un conjunto de experiencias socioculturales que arrastra el país. El recorrido abarca obras de muy variados temas, recursos y aproximaciones estéticoconceptuales. Todas, sin embargo, activan sus sentidos ante el fluctuante horizonte ideológico de la región, y demandan –dentro de una visión cíclica del tiempo- la reevaluación de contenidos políticos, históricos e identitarios que han dejado huella tanto en el inconsciente colectivo como en la vivencia personal de sus autores. Rodolfo Kronfle Chambers Curador

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Juan Carlos León

Ilich Castillo

Tocar cuerdas sensibles de registros históricos para abordar la actualidad ha sido uno de los abordajes creativos más significantes de la producción de la última década en el Ecuador. La confrontación directa entre pasado y presente se vuelve medular en el video Rolf Blomberg de Juan Carlos León, para el cual el artista volvió a filmar, cuadro a cuadro, un spot publicitario de 1963 titulado Guayaquil y su alcalde, realizado por el fotógrafo y documentalista sueco Rolf Blomberg (1912-1996), que destacaba los logros del burgomaestre mediante un esquema narrativo que contrasta el antes y el después de su gestión. En cierto modo León hace lo mismo pero con intenciones mas punzantes al dividir la pantalla horizontalmente por la mitad, aparejando el original con su remake. En la proyección se machihembran la franja superior y la inferior –a pesar de sus temporalidades separadas por 45 años– para ensamblar una sola imagen que, al compartir el audio y la progresión narrativa del original, logra hacer ver que las realidades marginales aún coinciden, y que el futuro prometido no termina de llegar. La obra pone en entredicho el carácter demagógico del discurso político en el país, el cual parece ser una constante hasta el presente, pero puede leerse también –al haber usado un referente proto-mass mediático–, como un comentario en torno a los peligros y paradojas de una sociedad exponencialmente mediatizada pero precariamente (in)formada. Nos deja la impresión de pertenecer a un conglomerado víctima de acoso ideológico, ya no sólo en época de campaña –inflamada por el histrionismo de tarima– sino sistemática y cotidianamente, dada la invasividad actual de los medios.

En Confirmación de los acontecimientos, Ilich Castillo opera a partir del influjo filosófico, hurgando en las trampas engañosas que suponen cualquier método, mecanismo o dispositivo de representación. En este video, Castillo indaga entorno a la fidelidad del recuerdo y su naturaleza fragmentaria versus la “objetividad concreta” de un registro, lo lineal de este último versus la estructura discontinua del primero y las implicaciones de aquello en la construcción de las narrativas históricas (“me llamaba la atención comprobar empíricamente la diferencia que existe entre la versión original de un hecho y su repetición instantánea; lo que digo siempre: que un hecho es primero que la perfecta respuesta coreográfica del L.C.D.”).

Rolf Blomberg 2’ 59’’ 2009

Confirmación de los acontecimientos 5’ 40’’ 2007

Para Castillo, “la obra consistía en imitar la duración del presente, en procurar ‘ensancharlo’, convocando el tiempo del dibujo, en proponer dicha duración como conciencia.” El trabajo se plantea entonces como un experimento formal y conceptual.

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Ilich Castillo

Manuela Ribadeneira

Graciela Guerrero

Graciela Guerrero

Castillo parece explorar el fantasma nacionalista que se expresa en determinada producción cinematográfica y cómo esta se sintoniza con los perfiles ideológicos emergentes. Mediante un sencillo procedimiento de copy-paste el artista “inyecta” los créditos de la paradigmática cinta propagandística “El triunfo de la voluntad” (1934) de la germana Leni Riefenstahl en los créditos de la película “Qué tan lejos” (2006) de la ecuatoriana Tania Hermida, cineasta que luego de concluir su filme militó en el partido gobiernista y fue electa a la asamblea que reformó la constitución del Ecuador vigente desde 2008. El video final encierra entonces el efecto visual y metafórico de esta interferencia.

La producción reciente de Manuela Ribadeneira presta atento oído a los rugidos ideológicos que atraviesan el ajedrez geopolítico mundial, y que se presentan con particular intensidad y matices de “folclor” en Latinoamérica. Como observa la artista, “[nos invade] la clara sensación de que algo llegó o está llegando a su fin, un cambio de las reglas del juego donde las reglas nuevas no están nada claras aún. Vivimos en una época donde se oye por todos lados: cambio y revolución, seguramente las dos palabras mas usadas en los últimos tiempos”.

Graciela Guerrero explora a través de diversos medios (video, escultura, instalación) ideas que se desprenden de las representaciones de violencia en la cotidianidad. El filo crítico agazapado tras su lúdica poética opera como un espejo, devolviendo –en versión recargada- concentrados del legado simbólico emergido del nuevo período histórico que vivimos. Las reelaboraciones que logra, potenciando estéticas e imaginarios derivados de los medios de comunicación masiva, se presentan como provocadoras e incisivas sátiras del decadente contexto social y político.

Graciela Guerrero se aproxima a la identidad como una mercancía proclive a ser manipulada por instancias del poder y secuestrada por agendas partidistas. Su trabajo no es una obra de video arte stricto sensu, sino una pieza de Karaoke, titulada Ñuca juyaigu Guayaquil,   que troca los usuales paisajes que matizan aquellos audiovisuales por panorámicas diversas de la obra ornamental que ha cambiado la fisionomía de esta urbe de la costa ecuatoriana. A las imágenes plagiadas de un DVD promocional producido por el cabildo local –bastión derechista opositor al gobierno- se añade la sempiterna melodía Guayaquil de mis amores, cuya letra desfila en el borde inferior de la pantalla traducida al quechua, lengua viva en los Andes y hoy en día idioma oficial del Ecuador luego de su implantación por la izquierda que llegó al poder.

Qué tan lejos está El triunfo de la voluntad 3’ 10’’ 2010

Castillo parte de la más pura estrategia conceptualista al elaborar un conjunto de instrucciones para la creación de la pieza. El resultado final es una inestable e impredecible deriva estética que fluctuará de un reproductor de video a otro y que ilustra su fascinación con el glitch, el error y su potencial significante dentro de los sentidos de la narrativa que invoca. CÓMO HACER UNA CASCADA IDEOLÓGICA CON POCOS MINUTOS Para realizar esta operación intertextual se requiere lo siguiente: 1. Buscar los créditos de una película propagandista (“El triunfo de la voluntad” de Leni Riefenstahl) y otra sutilmente ideológica (“Qué tan lejos” de Tania Hermida). 2. Abrir el fragmento final (los créditos) de “Qué tan lejos” en un Text Edit . 3. Depositar allí adentro (en la versión código-texto del video) los créditos de la película de Riefenstahl) y guardar los cambios. 4. Reproducir el video en un Quicktime o un VLC y ver qué pasa. 5. Contemplar con solemnidad la extraña convivencia.

El ensayo 1´ 53´´ (en loop) 2009

Sus reflexiones se han articulado en varias obras informadas por una serie de alusiones a pequeñas anécdotas de la Revolución Francesa. En cada obra se subliman imaginarios y sucesos circunstanciales adscritos a aquel hito histórico pero invocados con una doble codificación que provoca ecos y resonancias perceptibles en procesos sociales de hoy en día. Por ejemplo: es poco conocido que quienes aguardaban su turno para la guillotina practicaban como una puesta en escena los momentos previos a su muerte, llegando al extremo de ceñirse un hilo rojo a la altura de la garganta para acostumbrarse a lo que vendría. Aquel dato ilumina el video The Rehearsal, en el cual se muestra el perfil de un rostro estático, suspendido boca abajo en el borde superior de la proyección y que se desploma súbitamente luego de dos minutos de tensión. La extraña dimensión poética que logra la artista, generada por el aparente distanciamiento de una discursividad definida que resulta tan abstracta como ominosa, convierte la pieza en un objeto meditativo sobre el cual cada quien podrá verter subjetivamente su aproximación interpretativa. No obstante el clima que produce parece encerrar una siniestra advertencia, insinuándose en sintonía no con la idea hegeliana de la repetición de la historia sino con aquella paráfrasis de Marx que la amplía, señalando que estos grandes eventos se presentan “primero como tragedia y luego como farsa”.

La pesadilla de Barry (Love is in the air) Parte de la Suite Barry White 3’53’’ 2009

La pesadilla de Barry articula en un videoclip una suerte de tragicomedia documental que muestra la forma estereotipada y sensacionalista para aproximarse a los casos de “justicia indígena” en los noticieros televisivos, erizando las plumas de un complejo debate al interior del país sobre las reformas constitucionales al sistema legal. Las representaciones parecen contrastar la herencia identitaria que encierran costumbres ancestrales con el aura barbárica que cobran estas prácticas a la luz del pensamiento “civilizado”. Argumentos van y vienen sobre la efectividad del escarmiento público y la posibilidad de redención al interior de una comunidad versus los criterios de rehabilitación social del fracasado y decadente sistema carcelario, sumado esto al desprestigio total del sistema judicial del país. La banda sonora, a cargo de una de las voces más románticas del cancionero norteamericano resulta en extremo in(apropiada).

Karaoke (Ñuca juyaigu Guayaquil) 3’ 01’’ 2008

En este desvarío lingüístico se tensan –en términos tanto de diversidad cultural como de tendencias ideológicas– las diversas identidades que atraviesan y fragmentan al país, y cuya pugna exacerbada caracteriza el devenir del show de la política en los tiempos recientes. El video refleja –paradójicamente a partir del humor– la violenta colisión de los discursos que nos atraviesan, expresada en manipulaciones simbólicas al servicio de ideologías que disputan su instauración hegemónica.

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Karina Skvirsky Aguilera

Miguel Alvear

Estefanía Peñafiel

Miguel Alvear

Estefanía Peñafiel, quien reside y trabaja en Paris, se apropia de la célebre bitácora de viaje Ecuador (escrita en 1929 por el poeta y pintor francés Henri Michaux) para dar cuerpo a su propia experiencia transcultural en esta videoinstalación titulada Prefacio a una cartografía de un país imaginado. Dos pantallas ofrecen distintos ángulos de una suerte de performance penitente: en ellas se reproduce a la inversa el registro de la mano de la artista escribiendo al revés –desde el final hasta el comienzo del texto– el primer capítulo del libro, creándose el efecto de una pluma que absorbe la tinta del papel, dejando poco a poco las páginas en blanco.

La exploración de lo que constituye la identidad ecuatoriana ha sido un subtexto dominante en el trabajo de Miguel Alvear. Esta sucinta pieza muestra un retrato de un indígena Waorani llamado Bai quien demuestra su asombrosa capacidad para imitar de manera fidedigna los sonidos de diversas creaturas del bosque tropical de la amazonía. Sin embargo fracasa al intentar hacer lo mismo con animales domésticos: el gato y el perro se emulan con sonidos estereotipados. En su sencillez narrativa la obra puede llegar a lidiar por un lado con temas tan complejos como nociones de cultura versus sabiduría, pero por otro pudiese profundizar los dilemas inherentes a la representación de la otredad: a la demanda de exoticidad y, pese a la consciencia actual del pensamiento descolonizador- a la reiteración del lugar común ya preexistente en la mirada.

Antojo (del proyecto Memorias sobre el desarrollo) 3’ 25’’ 2009 Karina Skvirsky Aguilera es fruto de la primera ola emigrante del Ecuador (su madre viajó a los Estados Unidos en 1964), su experiencia no es la del desarraigo de quienes salieron en años recientes sino la de la exploración de unas raíces que le son a la vez propias y “otras”. En el video Antojo explora su herencia afroecuatoriana, declamando con entonación vernácula el poema homónimo del escritor Adalberto Ortiz (emblema de la poesía negrista ecuatoriana), que su madre le enseñó de niña. Los versos (re)citados advierten en alegres octavas los peligros que para una mujer negra entraña relacionarse con un hombre blanco. Las lecturas del trabajo se densifican si reparamos en los escenarios que la artista utilizó como telón de fondo a su performance: panoramas contrastantes de la cruel realidad urbana guayaquileña y las versiones turísticas de la ciudad postal.

“Wir Konnen Es” / “Machete reciclador” / “Cobija de tigre” (video editado a partir de tomas de la película Blak Mama de Miguel Alvear y Patricio Andrade) 2’ 55 ‘’ 2009

En este tríptico videográfico de Miguel Alvear se incorporan en febril ensueño una serie de referentes concretos que se han urdido con la trama histórica y social de Ecuador. El trabajo fue editado a partir de secuencias de la película Blak Mama (2008), un largometraje de Alvear y Patricio Andrade cuya apología del grotesco hiperboliza aspectos de aquello que –solazado en los confines del estereotipo– vagamente definimos como “ecuatorianidad” (en palabras de sus autores “una suerte de tragicómic que se mueve entre el manido sentido trágico del mestizaje andino y su contraparte: el carnaval, el barroco y el absurdo”). Desde un escudo nacional antropomorfo que, como un ente poseído, vomita exorcizando su hueca retórica, pasando por un ritual iconoclasta donde un personaje armado con machete despedaza algunos libros y documentos canónicos de la literatura política e histórica ecuatoriana, hasta la incorporación en el tercer panel de elementos kitsch que caracterizan el color y sabor locales.

Prefacio a una cartografía de un país imaginado 103’ 56’’ en loop 2008

La artista articula su gesto de manera elocuente: “Más que escribir, o incluso ‘des-escribir’, yo hablaría de tomar posesión de un texto dibujándolo, tratándolo como una grafía … no se trata simplemente de invertir el sentido de la escritura mediante un procedimiento de montaje, porque he debido aprender ‘dolorosamente’ a escribir al revés (ya que físicamente, fue un trabajo duro para la mano, los brazos, los ojos), para luego recorrer el texto letra tras letra, grafía tras grafía, desde la última palabra del capítulo hasta el título… Lejos, como me encuentro del Ecuador, mi recuerdo también está atiborrado de sensaciones, imágenes, percepciones, pero se me ha revelado una mirada diferente del país, que no es ni nostálgica, ni melancólica, ni vertical, ni exótica, ni sufridora, ni justificadora, como tampoco es el caso en el libro de Michaux. Su lenguaje puede ser tan bello como duro, y de hecho muchos ecuatorianos lo han tildado de ingrato, de tener una mirada  occidental y exotista, cuando no colonialista. Lo cierto es que su obra no pretende ser una oda al país, sino apenas la descripción de un territorio vivido. Y es aquí que yo me encuentro con él.”

Conteo Bai 1’ 09’’ 2003

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