PANTEISMO, PANENTEISNO, PANDEISMO Y LO QUE LES ABARCA Y SUPERA.

. B. Spinoza, F. Krauze, S. Adams y M. Heindel

Quizás os interese ir un poco más allá de la cosmovisión que Baruch Spinoza tenía de la DEIDAD. El PANTEÍSMO es una interesante y liberadora aproximación a la Deidad Suprema, pero adolece de ciertas limitaciones que el PANENTEÍSMO corrige y que el PANDEÍSMO limita. Coloco aquí unas pocas referencias al respecto, para sembrar la curiosidad investigativa de los amigos que quieran profundizar en estas ideas. Estoy seguro que caerá en suelo muy fértil. Este concepto del Panateismo, más amplio y profundo que lo que el filósofo racionalista neerlandés del siglo XVII entrevió acerca de ‘su Dios’, establece un horizonte mejor de la Presencia Divina Universal, en la cual y por la cual todas las cosas que son y han emanado y en la que ‘vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser’. Tratemos de diferenciarlos: “El Panteísmo es la posición de que Dios es idéntico al universo. Mientras que el DEÍSMO dice que Dios está distante y no está involucrado con el mundo, el Panteísmo dice que Dios es el mundo. Esto significa que todo es de una sola esencia: Dios, el universo, la materia, las personas, etc. Por lo tanto, todo es uno y uno es todo. Los panteístas ven a las personas como parte de la naturaleza; y ven el universo como la realidad última y objeto de reverencia. La mayoría de los taoístas son panteístas, de la forma como son los budistas, los Universalistas Unitarios, etc. Cuando los panteístas hablan acerca de reverenciar el universo, ellos no están hablando de un ser sobrenatural. Para ellos no hay Cielo, ni Infierno, ni Encarnación del Hijo. Sólo existe la esencia universal y que un día regresaremos a esa esencia en la medida en que seamos absorbidos dentro de ésta. Somos naturaleza y la naturaleza está en nosotros. Esto significa que la creación es una emanación de la existencia de Dios. Por lo tanto, lo bueno y lo malo fluyen del ser universal que es el universo. Pero los Panteístas generalmente sostienen que la maldad es una ilusión, la cual es, claro está, una posición problemática, ya que no existe nada ilusorio como el asesinato, la violación, etc. Algunas veces los Panteístas usan un atractivo para la validez de su posición basados en la intuición, una clase mística de conciencia conectada al universo. Ellos ven a Dios como absolutamente transcendente. Pero decir que Dios es transcendente, es decir que Dios existe aparte de las limitaciones del universo material, y que no está

sujeto a estas limitaciones. Así pues, la creencia en un Dios transcendente posee un problema obvio dentro de la definición misma del Panteísmo”. Vale decir, entonces, que esta corriente filosófica explica a Dios y al Universo como equivalentes metafísicos. “El Panenteísmo es diferente del Panteísmo. El Panenteísmo es la creencia de que Dios está en el mundo, mientras que el Panteísmo afirma que Dios es el mundo. Una analogía común se encuentra en la relación existente entre el alma y el cuerpo. El alma está en el cuerpo; pero no es el cuerpo. El Panteísmo afirma que el universo es el cuerpo de Dios, y que Dios no es diferente del mundo —como enseña el Teísmo— y que Él está en el universo y es parte de éste. En el Panenteísmo, Dios es interdependiente con el mundo el cual fue creado por Dios, y el mundo es dependiente de Él. Debido a que Dios está en el mundo, y también, fuera del mundo, el Panenteísmo se ha desarrollado dentro de un punto de vista bipolar acerca de Dios; a saber, que uno de los polos de Dios es identificado con el mundo cambiante y temporal y el otro está en la existencia infinita/potencial de todas las cosas.” Por otro lado, para perfilar un poco más estos conceptos expuestos aquí de manera sucinta, leamos algunas referencias sobre el asunto: “El panenteísmo (palabra derivada del griego πᾶν (pân) = todo; ἐν (en) = en; y θεός (theós) = dios) es un concepto filosófico y teológico que indica que Dios es a la vez inmanente y trascendente al universo o, en otras palabras, que Dios engloba el universo pero no se limita a él, diferenciándose así del panteísmo, que afirma la identidad entre Dios y el universo, y del PANDEÍSMO (1) que afirma que Dios deja de ser trascendente cuando crea el universo y se funde en el mismo y que “ el Creador del universo de hecho se volvió el universo y dejó de existir como una entidad separada y consciente”. El Dios del panenteísmo es el creador y la energía vital del universo, así como la fuente de la ley natural, por lo que es trascendente e inmanente. El creador del concepto fue el filósofo alemán y masón heterodoxo Karl Christian Friedrich Krause (1781–1832), quien buscaba reconciliar el teísmo tradicional con el panteísmo y la religión natural. Según su panenteísmo, Dios acaba por reabsorber los "tres términos del mundo", o sea, la naturaleza, el espíritu y la humanidad, que unifica en un todo orgánico. Su historicismo culmina asimismo en un retorno del

género humano a Dios, cual meta última de todo progreso; según él, se llega al Ser Supremo no a través del común proceso crítico e inductivo, que el filósofo denomina "analítico" y "subjetivo", sino por medio de otro superior, que llama "sintético" u "objetivo", que parte de Dios mismo y da lugar al mundo. Sus ideas sobre Dios influyeron decisivamente en los krausistas españoles y latinoamericanos, así como en filósofos norteamericanos modernos como Charles Hartshorne.” quien “produjo una prueba de la existencia de Dios desde la lógica modal que fue un argumento ontológico de San Anselmo. Hartshorne es también conocido por aplicar la filosofía del proceso de Alfred North Whitehead quien, con cierta razón dice que “Toda la filosofía occidental se reduce a una serie de notas escritas al margen de las páginas de Platón". Hatshorne defiende esta filosofía y acepta la etiqueta de panenteísmo por sus creencias, declarando que "la doctrina del panenteísmo contiene todo lo del Deísmo y Pandeísmo excepto su negación arbitraria (3) Una más global, profunda y coherente explanación del origen y razón de lo existente que se engloba en la Nada, el Todo y el Caos, lo señala un puñado muy apretado de Escuelas/Fraternidades y otras Ordenes esotéricas iniciáticas occidentales de los llamados Misterios Menores y Mayores, las primeras, preparatorias para el acceso a las segundas, todas ellas otrora privativas de pocos elegidos, pero en la actualidad abiertas para todo aquel que quiera “Vivir la Vida” En ellas se estructura el culmen de la Verdad, más allá de las relevancias y/o veleidades hermenéuticas deístas, panteístas, pandeístas y pananteístas, hasta lo que la inteligencia y poder evolutivo permite entrever en este Día de Manifestación. José Mejía R. 25 de Febrero de 2015

(1) Pandeísmo de Weinstein y últimamente, en este siglo, el refuerzo que hace el caricaturista vegetariano Scott Adams, quien, curiosamente, en su Libro ‘God’s Debris’ o ‘Las Ruinas de Dios’, intenta desnudar a un Dios omnipotente que ‘se aniquiló a sí mismo en el Big Bang, porque tal entidad ya sabría todas sus posibilidades excepto su propia

inexistencia’, pues ese Dios “… que supiera la respuesta a esa pregunta efectivamente sabría todo y lo tendría todo. Por esa razón no estaría motivado a hacer nada o crear nada. No habría propósito para actuar de alguna manera. Pero un Dios que tuviera una pregunta molesta -¿qué pasa si dejo de existir?- estaría motivado a encontrar la respuesta con la finalidad de completar su conocimiento... El hecho de que nosotros existimos es prueba de que Dios está motivado a actuar de alguna manera. Y como sólo el reto de la autodestrucción podría interesar a un Dios omnipotente, es razonable que nosotros... seamos los restos de Dios”. Tamaña simpleza antropomórfica de la Divinidad. Amén que la Teoría del Big Bang ya y finalmente está siendo seriamente cuestionada. Este caballero, como ciertas aguas puras de manantiales, que en su composición tiene trazas de oro y plata, intenta centellear, quizás sin proponérselo, en el meollo del tema trascendente del concepto Dios, diciendo que Él es un todo, pero ‘"explota" y ya no es Dios. Infinitos pedacitos de él andan esparcidos. Todos ellos eran Dios, pero ya no lo son, solo son fragmentos de Dios. Nosotros somos esos fragmentos. Sufrimos y evolucionamos aspirando volver a unirnos a ese todo. (Apocatástasis)”. (2): Ref: Internet. (3) Charles Hartshorne (1941, segunda publicación en 1964). Man's Vision of God and the Logic of Theism.