Palma africana y desposesión en Ecuador

September 11, 2017 | Autor: Carolina Viola | Categoría: Ecologia Política
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Descripción





Ramos, Ivonne, 2003. Ecuador: Palma Africana y madereras en la región biogeografía del Chocó. Boletín 66. WRM.
El 70% de la población del cantón San Lorenzo es afro ecuatoriana, Fuente: Torres, Víctor Hugo; Valarezo Galo Ramón, 2004. Frontera Norte Ecuatoriana. Desafío a la gobernabilidad. Abya Yala. Quito-Ecuador.
Representan el 4,77% de la población de San Lorenzo. Ídem.
http://www.pnuma.org/informacion/comunicados/2008/cpb01Eng24sept2008/1cpb35n_i.htm
Los días 30 de junio y 1 de julio del 2007, una misión internacional integrada por representantes de organizaciones ambientalistas, campesinas y sociales de Indonesia, Malasia, Filipinas, Sudáfrica, Nigeria, Mali, Uganda, España, Alemania, Estados Unidos, México, Guatemala, El Salvador, Costa Rica, Colombia, Perú, Bolivia, Brasil, Argentina y Ecuador, recorrió varias zonas de las comunidades afroecuatorianas y del pueblo Awá, con el fin de verificar la situación y los impactos de la expansión de la palma africana en sus territorios. Informe de Verificación de la expansión de monocultivos de palma africana en el Norte de Esmeraldas. Julio, 2007.
"El crecimiento económico, fundado en la ganancia del capital, el afán de lucro, el egoísmo, la alienación del ser humano, tienden inevitablemente a conformar una sociedad profundamente desigual y a deshumanizar a la vida ciudadana". Moncada, Sanchez José, 2006. Esmeraldas. Una joya sin pulir. Ediciones La Tierra, Quito.
En: Gerber, Julien-Francois; Veuthey, Sandra, 2010. Plantations, Resistance and the Greening of the Agrarian Question in Coastal Ecuador. Journal of Agrarian Change, Vol. 10 No. 4, pp. 455-481.
En: Hazlewood Juliana, 2010. "Más alla de la crisis económica: CO2lonialismo y geografías de esperanza". ICONOS. Revista de Ciencias Sociales. Num. 36, Quito, enero, pp. 81-95.
"El termino viene cuñado por la Red Medioambiental indígena en el 2007". Hazlewood, Juliana. Geografías de Esperanza en el Choco Ecuatoriano. Ponencia presentada en FLACSO-Ecuador 01/10/2008.
"Los principios de las responsabilidades comunes pero diferenciadas, la equidad, la justicia social y el desarrollo sostenible deberían seguir siendo los principios fundamentales en que se basen las negociaciones, las políticas y los programas relativos al cambio climático. El enfoque del desarrollo basado en los derechos humanos y el enfoque vasado en los ecosistemas deberían guiar el diseño y la aplicación de las políticas y proyectos nacionales, regionales y mundiales sobre el clima. También debería garantizarse el papel crucial de las mujeres indígenas y de los jóvenes indígenas en la formulación de medidas de mitigación y adaptación". Foro Permanente para las cuestiones indígenas. "El cambio climático, la diversidad biocultural y los medios de vida: función de custodia que ejercen los pueblos indígenas y nuevos retos". Consejo Económico y Social. Naciones Unidas 20/03/2008.
Son propiedad del grupo Ales Palma las sgts. extractoras: Sopalin S.A., Oleocastillo S.A., San Patricio S.A.
Recurso de Amparo, presentado por los representantes de la Comunidad Awá de Guadualito y La Chiquita. 2005.
Entrevistas, trabajo de campo días 12, 13, 14, 15 de noviembre, 2008.
"En el Ecuador el uso de agroquímicos para el mantenimiento del cultivo de palma africana representa entre el 32% y el 53% de los costos de producción. Investigaciones reportan que estos son subutilizados a través de prácticas agronómicas suboptimas que impiden el logro de la eficiencia económica. El mal uso y manejo de fertilizantes y pesticidas también causan contaminación de ríos y esteros, y envenenamiento de trabajadores agrícolas". Núñez Torres, Ana María, 2003. Plan para el seguimiento ambiental del uso de agroquímicos en las plantaciones de palma próximas a las comunidades de la Chiquita y Guadualito. Octubre.
El número de hectáreas sembradas para el 2008 ha aumentado exponencialmente. Además es necesario señalara que los datos de ANCUPA reflejan solo la hectáreas sembradas por las empresas afiliadas a la misma, que no son la totalidad de las empresas que operan en San Lorenzo.
Terbufos, Clorpirifos, Malation, Dianizo, Profenofos; nombre comercial: Counter, Rebufos, Lorsban, Malathion, Basudin.
Endosulfan, nombre comercial: Thionex, Palmarol, Endosulfan.
La contaminación del Rio la Chiquita ha ocasionado la desaparición de la guanta, machillas, camarones y numerosas clases de peces (barbudo, mojarra, chicharro) que garantizaban la seguridad alimentaria de la comunidad.
Campesino de San Lorenzo, miembro de la Red Fronteriza de Paz, cuenta como las retroexcavadoras de la empresa Palesema "ingresan a mi finca, destruyen mis plantas de cacao y plátano. En una ocasión destruyeron las piscinas de tilapia con la retroexcavadora". San Lorenzo, 5, 6, 7 noviembre 2008.
Los prestadiario constituyen un mecanismo de usura muy difuso en el mundo rural ecuatoriana, y entre los sectores de la economía informal de los centros urbanos. El sistema implica la concesión de pequeños prestamos que se devuelven con pequeños pagos diarios, grabados por intereses de entre el 4% y el 6% diarios. En San Lorenzo, el mercado de los prestadiarios se encuentra manejado principalmente por bandas de colombianos, la asignación de dichos préstamos se obtiene entregado una foto de la familia. Este tipo de actividad ha sido ampliamente utilizada en Colombia por parte de los grupos paramilitares para quitarle las tierras a los campesinos. Existen fuertes indicios de que un proceso similar está en marcha en el Ecuador (Viola, 2009).
En noviembre del 2009 la Comunidad Chachi de La Ceiba y la Comunidad Afroecuatoriana de San Francisco se encontraban en conflicto por la contestación sobre la propiedad de 150 hectáreas reconocidas como territorio Chachi por parte de San Francisco. Según los dirigentes Chachi, el conflicto estaba siendo propiciado por las palmicultoras interesadas en expandir la extensión de los monocultivos. Los Afros de San Francisco ha vendido, o perdido, casi todas sus tierra; hoy trabajan en condiciones profundamente precarias como asalariados en las plantaciones de palma. Diario de Campo, cantón San Lorenzo, provincia de Esmeraldas, 4 de noviembre 2008.
"En el 2001 continuaron los asesinatos en el Magdalena Medio en contra de los sindicalistas de las empresas palmeras entre ellos el Vicepresidente del sindicato de INDUPALMA Pablo Padilla quien fue asesinado en febrero 2001, tres sindicalistas mas de las empresas palmeras de Puerto Wilches fueron asesinados el mismo año". Gearoid Loingsigh, 2002, La estrategia integral del paramilitarismo en el Magdalena Medio de Colombia. Bogotá.
Anteriormente las empresas habían adquirido tierras en Ricaurte que no eran cultivables. Las empresas reunieron a los pequeños agricultores locales para que solicitaran la expansión de la frontera agrícola para el cultivo de palma; a cambio, las empresas ofrecieron proporcionar semillas y asistencia técnica. Sin embargo una vez que se aprobó la expansión de la frontera agrícola las empresas se desentendieron de lo acordado. Trabajo de campo, 14, 15 de noviembre, 2008.
Entrevista al Presidente de la Asociación Pequeños Palmicultores del Pailón. San Lorenzo-Esmeraldas 5, 6, 7 Noviembre, 2008.
"La presencia de más cultivos es evidente en las partes bajas del Valle del Río Cimitarra y en la parte alta del Sur de Bolívar así las estadísticas digan lo contrario". Jerez, Cesar. Magdalena Medio, cultivos de coca y economía regional y narcotráfico. Agencia Prensa Rural. Colombia 11/2005.
Los cultivos agroindustriales se caracterizan por generar empleo precario, y por lo tanto no constituye un beneficio para la población local, que después de vender sus tierras se ven obligado a trabajar como asalariados en las plantaciones de las grandes empresas.
La desterritorialización de las poblaciones negras ha comportado una fuerte migración hacia las provincias, principalmente Quito y Guayaquil. Estas poblaciones desplazadas van a alimentar los barrios urbano-marginales, siendo fácilmente captables por las filas de la criminalidad que golpea las grandes ciudades en el país.
facultad latinoamericana de ciencias sociales
La expansión de los cultivos de palma africana en los cantones fronterizos de la provincia de Esmeraldas Ecuador
ECOLOGÍA POLÍTICA

Carolina Viola
18/04/2011









Contenido
3
1. Introducción. 4
2. La expansión de monocultivos de palma africana: un proceso de acumulación de capital por desposesión. 5
3. El conflicto palmeras 7
4. La contaminación de ríos y afluentes. 9
5. El acaparamiento de tierras, mecanismos de desposesión del territorio. 11
6. Conclusiones 15



La expansión de los cultivos de palma africana en los cantones fronterizos de la provincia de Esmeraldas Ecuador



Introducción.
El presente ensayo busca evidenciar los efectos que ha tenido la expansión de la palma africana en la Frontera Norte de Esmeraldas, sobre los modos de vida y reproducción de las comunidades indígenas –particularmente Awá y Chachi- y afrodescendientes, que han ocupado históricamente estos territorios. Los datos de campo de esta investigación fueron levantados entre el noviembre del 2008 y febrero del 2009, en los cantones fronterizos del Norte de Esmeraldas, principalmente en San Lorenzo. Las entrevistas involucraron a la Comunidad Awá de Guadualito, la Comunidad Afro La Chiquita, diverso líderes y activistas locales de San Lorenzo y Borbón. Finalmente, se trabajo la observación participante en la solución de conflictos de tierra entre la Comunidad Chachi de La Ceiba y la Comunidad Afro de San Francisco, con la mediación de las autoridades locales y provinciales.
El proceso de expansión de la palma africana ha sido visto con complacencia por gobiernos de diferente tendencia política en los últimos 20 años. La producción de palma ha sido considerada estratégica por los beneficios futuros que podría producir, sustentados en la creciente demanda occidental de biodiesel, ligada a políticas de reducción de las emisiones de carbono incorporadas en las regulaciones ambientales europeas.
De la misma manera, ha sido considerada como un mecanismo de desarrollo limpio, y una fuente de energía "verde", cada vez más necesaria en un mundo profundamente preocupado por el futuro de la seguridad energética global. En este escenario, la utilización del metanol de origen vegetal se convierte en una solución que está ya siendo implementada en la llamada gasolina verde, es decir, combustible derivado del petróleo mezclado –en mayor o menor proporción sobre la base de la legislación específica- con diesel de origen vegetal como medida de reducción de las emisiones de carbono.
Sin embargo, los cálculos sobre los beneficios de la expansión del cultivo de palma africana no han considerado los impactos sociales y ambientales ligados a dicha expansión en el Sur del mundo. Los tres continentes del Sur, América Latina, África y Asia son el escenario de dicha expansión, realizado a través de un proceso de expropiación violento de las posibilidades de producción y reproducción de la población local, sujetos por demás históricamente excluidos de las dinámicas de acumulación del capital. La privatización territorial por la fuerza, mediante políticas públicas y empresariales, y la mercantilización a ultranza de la biodiversidad, acarrean la destrucción del planeta y el aniquilamiento de las sociedades campesinas amenazadas por la expulsión masiva de sus tierras. Estas prácticas se inscriben en la búsqueda de nuevas fuentes de acumulación para el capitalismo mundial (Houtard, 2007).
La expropiación violenta de los medios de producción y reproducción de las comunidades locales, forman parte de un proceso de "acumulación de capital por desposesión" (Harvey, 112:2004). La acumulación de capital por desposesión es, según David Harvey, el fundamento del nuevo imperialismo; es el análisis del rol permanente y de la persistencia de prácticas depredadoras de acumulación "primitiva" u "originaria" a lo largo de la geografía histórica de la acumulación de capital. "Dado que denominar "primitivo" u "originario" a un proceso en curso parece desacertado, voy a sustituir estos términos con el concepto de "acumulación por desposesión" (Harvey, 113:2004), concepto que resultará idóneo a examinar los procesos de desposesión sufridos por las poblaciones del Norte de la provincia de Esmeraldas.
La expansión de monocultivos de palma africana: un proceso de acumulación de capital por desposesión.
El norte de la provincia de Esmeraldas es una zona de altísima biodiversidad:
"Forman parte del último reducto de bosques tropicales de la costa del Pacífico en América. Estos bosques hacen parte de la región biogeográfica del Chocó, uno de los 10 "Hot spots" del planeta, que se extiende desde el Sur de Panamá hasta el Norte de Esmeraldas. En esta zona hay unas 10.000 especies de plantas de las cuáles unas 2.500 son endémicas. Este es el hogar de los pueblos Awá, Chachi y Tsachila, así como de comunidades afro ecuatorianas que mantienen formas de vida tradicional" (Ramos, 2003).
La tala del bosque primario y secundario en la zona de San Lorenzo Esmeraldas, y su sustitución por los monocultivos de palma africana, se desarrolla a partir de 1998. Sin embargo, el verdadero impulso a la expansión del monocultivo de palma se tiene el 8 de Agosto del 2002, cuando el Presidente ecuatoriano Gustavo Noboa emite el Decreto Ejecutivo 2961, para la expansión de la frontera agrícola. Se asigna, de esta manera, un polígono de 50.000 hectáreas destinadas a uso agrícola (palma africana); parte de estas tierras forman parte del Patrimonio Forestal del Estado, otras son tierras ancestrales del pueblo afroecuatoriano y del pueblo Awá.
El monocultivo de palma africana se caracteriza por ser un cultivo extensivo con baja inversión tecnológica, articulada alrededor de la apropiación de vastas extensiones de tierra y de una mano de obra barata. Este tipo de producción, coherente con el contexto neoliberal, es la que ha caracterizado la historia económica del Ecuador; la que nos ha convertido en un estado periférico, dependiente de los altibajos de los mercados internacionales y de la voluntad de los países centrales.
"El cultivo extensivo de la palma africana requiere poca mano de obra, muchos fertilizantes químicos y mucho terreno. Por tratarse de una palmácea arbórea, ha entrado en los planes de reforestación de muchos países donde ha sido presentada como una excelente inversión, incluso con matices ambientalistas. El modelo de cultivo que se presenta en estos casos sigue siendo hoy el modelo asiático de grandes extensiones de monocultivo. En otros casos, los campesinos ponen el trabajo y en muchos casos la tierra, y luego obtienen un producto que puede procesarse, eventualmente de forma artesanal, pero con bajísimos rendimientos. El procesamiento mecánico, al contrario, ofrece altos rendimientos, pero estando los molinos o prensas en manos de pocos terratenientes (generalmente transnacionales), que en muchos casos representan monopolios absolutos. Ellos pueden ofrecer precios muy bajos, donde no se reflejan ni los gastos ecológicos, ni las consecuencias sociales" (Houtard, 2007).
Desde el punto de vista ambiental, es necesario señalar que según el PNUMA –Programa de las Naciones Unidad para el Medio Ambiente-, la deforestación y la degradación de bosques generan aproximadamente el 17% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y casi el 28% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono, configurándose así como la segunda fuente de emisiones después del sector de la energía. Según el Informe de Verificación de la Expansión de los Monocultivos de Palma Africana en el Norte de Esmeraldas, "la intensiva deforestación es requisito para la ampliación de los cultivos de palma, pues las plantaciones se están estableciendo en zonas de bosques naturales". Esto sumado a la contaminación producida por las actividades agrícolas industriales, se traduciría en un impacto ambiental altísimo, que amenaza las formas de vida y reproducción de los pueblos indígenas y afroecuatorianos presentes en la región.
De esta manera, las políticas de mitigación del cambio climático se traducirían para los países en vía de desarrollo, en un nuevo proceso de acumulación de capital por desposesión, que ha trasformado el desastre ecológico en una empresa multimillonaria con consecuencias nefastas para la calidad de vida de las poblaciones involucradas.
"La descripción que hace Marx de la acumulación originaria revela un rango amplio de procesos. Estos incluyen la mercantilización y privatización de la tierra y la expulsión forzosa de las poblaciones campesinas ; la conversión de diversas formas de derechos de propiedad – común, colectiva, estatal, etc.– en derechos de propiedad exclusivos; la supresión del derecho a los bienes comunes; la transformación de la fuerza de trabajo en mercancía y la supresión de formas de producción y consumo alternativas; los procesos coloniales, neocoloniales e imperiales de apropiación de activos, incluyendo los recursos naturales; la monetización de los intercambios y la recaudación de impuestos, particularmente de la tierra; el tráfico de esclavos; y la usura, la deuda pública y, finalmente, el sistema de crédito" (Harvey, 113:2004).
Estos procesos no han sido superados con la afirmación del capitalismo, son permanentes y se expanden a nuevas geografías, se constituyen en la base del nuevo imperialismo. En un esfuerzo por superar el error de llamar "originario" a un proceso permanente, Harvey introduce el concepto de acumulación de capital por desposesión.
La expansión de los monocultivos de palma africana en el Norte de Esmeraldas han comportado la progresiva contaminación de ríos y afluentes, que constituyen una fuente vital de subsistencia de los modos de vida campesinos; de la misma manera, la tala del bosque ha producido la progresiva disminución de la fauna, que no encuentra en los monocultivos su hábitat. El avanzar de la palma, ha sido por demás acompañado por el acaparamiento de las tierras comunales, a través de la violencia, el fraude y el engaño. El impacto sobre las poblaciones locales ha sido enorme, estas se han visto así expropiadas de sus medios de subsistencia, es decir han sido desposeídas de sus recursos vitales, llegando a amenazar las formas de vida tradicionales, generando conflictos profundos alrededor de la tierra y minando las posibilidades de sobrevivencia de las sociedades campesinas locales. La amenaza a las formas de producción y reproducción tradicionales tiene un efecto nocivo en las condiciones ecológicas de este territorio bio-diverso, aumentando la presión sobre los recursos naturales ante la progresiva desaparición de las formas tradicionales de vida.
El conflicto palmeras
La penetración de las comunidades campesinas, por parte del capital externo, en un contexto profundamente desigual de poder, recursos y coerción, puede promover el mantenimiento o la disolución del campesinado, dependiendo de que el interés del capital sea la búsqueda de mano de obra barata, o tierra barata (Clapp, 1998). Se pueden individuar cuatro situaciones principales que se encuentran a la base de los conflictos que ha generado la expansión del monocultivo de palma africana en la región bio geográfica del Chocó ecuatoriano: primero, el incumplimiento de la ley por parte de las palmeras; segundo, la ineficiencia del Estado para asegurar la aplicación de la ley y proteger los derechos de los pueblos afectados; tercero, vacios en las leyes ambientales, que no establecen estándares suficientemente rigurosos; cuarto, el desequilibrio en las relaciones de poder entre la población local, comunidades indígenas y las empresas palmicultoras.
Estas situaciones son coherentes con la expansión del capitalismo mundial, y con las políticas que dicho modelo comporta: libres mercados, pérdida de soberanía de los estados más débiles, impunidad de empresas multinacionales, sistema de valoración que prioriza las ganancias económicas y las lógicas de acumulación capitalista sobre consideraciones ambientales, económicas y sociales que inevitablemente gravan sobre las poblaciones del Sur.
Las políticas de mitigación de los efectos del cambio climático, articuladas alrededor de producciones agrícolas (palma africana, caña de azúcar, etc), destinadas a la producción de biocombustibles, no toman en consideración la brecha metabólica que caracteriza este tipo de cultivos.
"Estas demandas crecientemente intensivas sobre la tierra resultan en una "brecha irreparable" de la relación metabólica de los humanos y la naturaleza: los sistemas de la Tierra no pueden absorber o reciclar adecuadamente los residuos nocivos de la producción. Simultáneamente, se reduce la capacidad de la Tierra para proveer materias primas que sostengan la continua producción económica. Esta brecha irreparable de las interrelaciones metabólicas de las sociedades con la Tierra se vuelve más ostensible con el tiempo, al crecer y girar más rápido el circuito de retroalimentación positiva: al expandirse la agricultura industrial más gente es empujada a abandonar sus tierras, lo cual lleva a un consecuente incremento de la población urbana y a mayores demandas de una población industrial centrada en espacios urbanos" (Global South Workshop 2007).
Una vez más, la responsabilidad se traslada de norte a sur en medio de un nuevo proceso de colonización que denominamos "CO2lonialismo": proceso de mercantilización del carbono y capitalización del calentamiento global. Se transfiere así a las poblaciones más pobres el deber de contrarrestar el calentamiento, fomentando la expansión de cultivos que compiten con la producción de alimentos necesarios para la sobrevivencia de los pueblos y en total contradicción de los principios que deberían informar las políticas de mitigación de los efectos del calentamiento global.
Las consecuencias ambientales y sociales del conflicto palmeras, ejemplifican claramente como los costos del cambio climático se traspasan hacia los más pobres, que ven sacrificados sus modos de vida y subsistencia para pagar una deuda que no les pertenece. Esto genera protesta protestas y resistencias, luchas que Martínez-Alier denomina "luchas por la justicia ambiental" o "luchas del ecologismo de los pobres", identificando aquí las luchas ambientales que defienden un territorio en cuanto necesario para su subsistencia "son grupos que necesitan su territorio para vivir, porque si se van de allí morirán de hambre" (Martínez-Alier, 2008:13).
En el caso del Norte de Esmeraldas, las luchas de resistencia se articulan alrededor de dos ejes principales: la defensa de los ríos, contra la contaminación derivadas de los cultivos agroindustriales de palma y de su procesamiento para extracción de aceite y, la resistencia de los campesinos y poblaciones indígenas en defensa de sus territorios.
La contaminación de ríos y afluentes.
Una de las consecuencias ambientales directas de la presencia de los monocultivos de palma africana, es la contaminación de ríos y cauces de agua, principalmente ocasionada por los desechos y aguas residuales de las plantas extractoras de aceite.
La actividad de las extractoras que operan en la zona (particularmente Palmera los Andes y Ales Palma por el volumen de fruta que reciben de las diferentes haciendas de la zona), constituyen una fuente de contaminación de los esteros y ríos aledaños: "El inadecuado diseño y disposición de las lagunas y el tratamiento inapropiado causan la contaminación del agua en las comunidades La Chiquita y Guadualito (…) los resultados de los análisis de laboratorios y los testimonios de la población señalan la presencia visible de aceites y grasas, materia flotante, y la degradación de la materia orgánica que causa un olor nauseabundo".
La contaminación del agua tiene consecuencias negativas sobre las poblaciones que dependen de dichas fuentes. Los habitantes de la comunidad Awá de Guadualito relatan como la contaminación del agua está afectando sus vidas y poniendo en riesgo su sobrevivencia: "los ríos están contaminados, se pueden ver espumas que bajan desde la cabecera; beber el agua del rio nos produce vómitos y dolor de cabeza; las mujeres que lavan la ropa en el rio presentan manchas blancas en la piel".
En la Chiquita, comunidad afroecuatoriana, la contaminación del Rio la Chiquita, causada por las actividades de la planta extractora de Palmera los Andes, ha alcanzado las proporciones de una catástrofe natural. Los desechos producidos por la extractora se desechaban inicialmente directamente en el rio que constituía la fuente de aprovisionamiento de agua de la comunidad. Cuando la contaminación comenzó a ser evidente, y se alzaron las primeras protestas se introdujeron las piscinas para el tratamiento de aguas residuales. Este mecanismo de tratamiento no es efectivo, cuando el agua se descarga finalmente en el rio esta se tiñe de naranja, huele mal y cientos de peces muertos bajan con la corriente, agravando el problema por el olor nauseabundo que emanan cuando se descomponen.
Las mujeres de La Chiquita cuentan desesperadas que a varios niños se les cae el cabello, ya que el agua que utilizan para bañarlos proviene del rio La Chiquita. La ropa que lavan en el rio causa irritaciones en la piel, sobre todo en la piel de los neonatos. Muchos habitantes de la comunidad están enfermos, los comuneros relacionan el aumento de la mortalidad con la contaminación de las fuentes de agua. Esta situación viola el derecho a la salud, el principio de seguridad alimentaria, así como la calidad y la esperanza de vida de los habitantes de esta comunidad, en clara contradicción con el principio de "buen vivir" que informa el texto constitucional vigente en el Ecuador.
El uso incorrecto de fertilizantes y pesticidas es otro de los motivos de la contaminación de ríos y afluentes. Para el año 2004, funcionarios de ANCUPA manifestaban que en San Lorenzo se habían sembrado 10,000 ha. de palma africana, para cuyo cultivo se estaban utilizando plaguicidas organoclorados y órganofosforados, y herbicidas como Glifosato (Roundup, glygocor, ranger) que son peligrosos para la vida acuática y para la salud humana, por su persistencia y toxicidad.
Las comunidades afro de La Chiquita e indígena Awá de Guadualito ganaron recientemente un Recurso de Amparo Constitucional de forma inapelable. El fallo de la corte, resultado de un largo proceso judicial, obliga al Ministerio del Ambiente del Ecuador a reconocer la contaminación de las fuentes de agua por parte de las empresas palmicultoras y a tomar las medidas correspondientes para exigir que las empresas involucradas corrijan los daños.
Este fallo prueba la responsabilidad de las empresas Palmera de los Andes, Palesema, Callaluz y Labores Agrícolas, en base al Art. 105 del Reglamento de la ley de Gestión Ambiental para la Prevención y Control de la Contaminación ambiental, y obliga a los propietarios y representantes legales de dichas empresas a "responder por los daños y perjuicios ambientales, ocasionados a la salud, además de daños y perjuicios económicos, sociales y culturales generados por efecto de las actividades tanto de cultivo de palma africana como en el proceso de extracción de aceite de palma africana".
La solución presentada por las empresas a las comunidades se articulaba en dos puntos: primero, la construcción de pozos de agua que puedan proporcionar este recurso para el consumo humano; segundo, el resarcimiento a la comunidad a través de la entrega de 20 ha, de tierra sembrada con palma africana, bajo acuerdo de exclusividad de venta de la fruta con Palmera Los Andes.
Ambas soluciones han sido consideradas insuficientes a reparar el daño ocasionado a la comunidad. Los pozos construidos no presentan los estándares acordados. El agua de los pozos no es apta para el consumo humano y son inutilizables durante el verano. Las poblaciones se ven ahora obligadas a comprar agua para poder realizar sus actividades cotidianas. La pobreza difusa de la población obliga a muchas familias a consumir el agua contaminada. La contaminación del Rio la Chiquita ocasiona un grave perjuicio a la salud y a la economía de las familias de la comunidad, así como para el ambiente y los animales -que constituyen la fuente de proteínas por excelencia de estas poblaciones-, que tenían en este ecosistema su hábitat.
Por otro lado, el resarcimiento de tierra sembrada de palma no constituye una solución para estas comunidades -afroecuatoriana de La Chiquita y Awá de Guadualito-. No están interesados a destinar tierra a los cultivos de palma, se encuentran empeñados en cultivos de borojó, arashá, cacao, papaya y otros productos destinados al consumo local. A estos límites culturales a la producción, se suman también los altos costos que conlleva el cultivo de palma africana, incompatibles con la capacidad económica de estas poblaciones.
El acaparamiento de tierras, mecanismos de desposesión del territorio.
La expansión de los cultivos de palma africana en el Norte de Esmeraldas se ha caracterizado por el acaparamiento de tierras nativas por parte de grandes corporaciones de la agroindustria. Los habitantes de los cantones Maldonado, Eloy Alfaro y San Lorenzo denuncian fuertes presiones a los campesinos para que estos vendan sus tierras. Los mecanismos utilizados por este proceso de desposesión son: asedio cotidiano contra las propiedades en resistencia, dañan sus cultivos con las retroexcavadoras; aislamiento de las fincas de los campesinos, niegan el derecho de paso a los campesinos que no pueden acceder a sus fincas; utilización de grupos paramilitares para amenazar, y en algunos casos asesinar a los campesinos que se niegan a cooperar; expropiación de tierras como pago de deudas, contraídas a través del mecanismo de prestadiarios; exasperación de conflictos étnico-territoriales para facilitar el proceso de compra de tierras.
En Colon Eloy, el proceso de adquisición de tierras por parte de las empresas palmicultoras se acompaño con operaciones a manos de grupos paramilitares, que amenazaban a la población que se negaba a vender sus tierras. Cuentan los pobladores, que llegaron a asesinar a 20 personas que lideraban el movimiento de resistencia contra la venta de tierras. Como consecuencia de las represalias se disolvió dicho movimiento, facilitando el ingreso de las corporaciones agroindustriales. Otro modo para acaparar nuevas tierras se da en complicidad con abogados corruptos, que tramitan juicios contra personas fallecidas que al "no comparecer ante los tribunales" legitiman el proceso de compra de tierras. Algunos pobladores han tratado de organizarse para intentar apelar para la devolución de sus tierras. Han sufrido amenazas e intimidaciones, llegando incluso al uso de la violencia para disuadirlos de continuar los procesos.
La violencia implícita en el proceso de desposesión de la tierra del campesinado en San Lorenzo, Colon Eloy y Maldonado presenta enormes similitudes con el proceso de expropiación de tierras para la agroindustria en Magdalena Medio, Colombia. La coincidencia entre actores en los dos procesos hacen necesario avanzar hacia un análisis comparado de los proceso de desposesión en los dos países.
Magdalena Medio – San Lorenzo.
El aumento de la violencia en San Lorenzo, la presencia de grupos irregulares, la innegable circulación de capitales colombianos alrededor de mercado de la palma africana, la utilización de paramilitares como estrategia de coerción y disuasión, nos lleva a pensar en las peligrosas analogías entre Magdalena Medio, Colombia, y San Lorenzo, Ecuador. En primer lugar, cabe señalar que INDUPALMA, el primer productor de aceites y oleaginosas en Colombia, ubicado justo en la conflictiva zona de Magdalena Medio, tiene participación en las principales industrias de producción y extracción de aceite de palma en Ecuador.
En segundo lugar, la expansión de los cultivos de palma en esta región colombiana, promovida por la USAID en el marco del Proyecto de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio (PDPMM), una de las "caras sociales" del Plan Colombia, ha sido realizada a través del desplazamiento forzado de las poblaciones nativas en colaboración con grupos paramilitares. Han sido numerosos las denuncias sobre la violencia en Magdalena, realizadas por activistas de los derechos humanos y otros colectivos como la Agencia Prensa Rural en Colombia. Uno de los casos que causo conmoción en la opinión pública colombiana, fue el asesinato de algunos dirigentes sindicales de los trabajadores de INDUPALMA en manos de paramilitares.
Oficialmente el PDPMM tiene como objetivo potenciar la participación de los campesinos en el mercado de la palma mediante las llamadas "alianzas estratégicas":
"los campesinos tienen obligaciones frente a las empresas palmeras de suministrarles los frutos mediante contratos de compra venta. Estos contratos obligan a los campesinos a vender el producto a una empresa concreta durante doce años. La empresa a quien tiene que vender es la empresa que le ha prestado ayuda técnica, semillas etc. Mientras el campesino vaya entregando el fruto, la empresa le paga después de descontar los que debe a la empresa (…) pero en estos contratos la empresa tiene todas las ventajas. Mientras el campesino puede caer en el incumplimiento contractual por no vender sus frutos a una empresa concreta, la empresa puede pasar el fruto a otra empresa si no quiere comprarlo" (Loingsigh, 2002).
En Ecuador el proyecto de "Implementación de los 10 Sub-Sectores Estratégicos", propuesto por el Ministerio Coordinador de la Producción, mira a potenciar la producción de biocombustibles a partir de los cultivos de caña de azúcar, piñón y palma africana. Este plan estratégico es a su vez promovido por la USAID. Los problemas sociales y ambientales ocasionados por la agroindustria en esta zona repiten lo sucedido en Magdalena Medio.
Así mismo, el programa de "Alianzas Estratégicas" que articula el PDPMM es igual a la que se está tratando de implementar en San Lorenzo. En el 2002 algunos comuneros de Ricaurte deciden formar la Asociación Pequeños Palmicultores del Pailón. La finalidad de la asociación es facilitar el acceso al crédito por parte de los comuneros, al momento que la inversión inicial necesaria para la cultivación de la palma africana es considerable. Actualmente Palmera del Pacifico ha propuesto a los trabajadores firmar unos formularios para agilitar los créditos para el cultivo de palma. Este dinero seria después administrado por la empresa, que a su vez se compromete a proporcionar insumos, semillas, capacitación. En el 2009, el MAGAP concretó la firma de un convenio similar con Energy Palma.
Según el Presidente de la Asociación, esto es parte de una "estrategia bien conocida por los palmicultores para apoderarse de la tierra de los campesinos: entregan palma mala de baja productividad, no dan ni capacitación, ni asistencia técnica" . De consecuencia, los ingresos obtenidos no alcanzan a pagar la deuda contraída, lo que comporta la expropiación de la tierra a titulo de pagamento de la misma. Además, el acuerdo mencionado prevé una clausula de exclusividad según la cual los agricultores deberían entregar la fruta a la extractora de propiedad de la empresa por un periodo de 10 años.
El acuerdo no prevé un periodo de gracia antes de iniciar la cancelación de la deuda. La empresa pide el pagamento de la deuda desde el primer año, "olvidando" que la primera cosecha se tiene al tercer año. El costo de sembrar 20 Has. De palma con los precios actuales de los insumos agrícolas es de alrededor 70.000$ en los primeros cuatro años. Cabe señalar que la palma africana comienza a producir después de tres años, tiene una duración de 20 años, de los cuales solo los primeros 14 son de alta productividad; después comienza a disminuir progresivamente la productividad de la planta. Vincular los agricultores a la extractora de Palmera del Pacifico por 10 años da a la empresa la posibilidad de manipular el precio a su antojo y acaparar los mejores años de cosecha. En consecuencia las condiciones del préstamo se prestan a que este sea de difícil cumplimiento. Según los agricultores hace parte de la estrategia de la empresa para apropiarse de sus tierras.
La sustitución de cultivos de coca por palma africana se configura en Magdalena Medio como un mecanismo de lavado de dinero. No constituye una estrategia de lucha contra el narcotráfico, tampoco sirve a disminuir la violencia ni los prófugos de la guerra civil que golpea el Choco colombiano desde hace algunas décadas. Las inversiones en la agroindustria promovidas por el gobierno americano y el Presidente Uribe han consolidado la hegemonía paramilitar en dichos territorios, y aumentado exponencialmente el número de desplazados. Según los habitantes de San Lorenzo, ciudadanos colombianos compran tierras en efectivo con dineros provenientes de actividades ilícitas, constituyendo también aquí un mecanismo de lavado de dinero. Así mismo, el desarrollo de las plantaciones de palma ha sido acompañado por un aumento de la violencia y la pobreza, contribuyendo al proceso de desterritorialización de poblaciones indígenas y afroecuatorianas en la frontera norte.
Conclusiones
La privatización territorial por la fuerza, mediante políticas públicas y empresariales, y la mercantilización a ultranza de la biodiversidad, acarrean la destrucción del planeta y el aniquilamiento de las sociedades campesinas amenazadas de expulsión masiva de sus tierras (Havey, 2004). Los diversos puntos analizados en este artículo evidencian como la expansión de la palma en el Ecuador responde a un proceso de acumulación de capital por desposesión, es decir, la expropiación violenta, a través de la coerción, el engaño y el fraude de los medios de subsistencia de las poblaciones campesinas. La expansión del cultivo de palma africana en el Norte de Esmeraldas se inserta en las lógicas de acumulación del capitalismo global. La estrategia ha sido ampliamente apoyada por los gobiernos nacionales, de diferente tendencia política, así como por parte de grupos empresariales, locales y transnacionales, y por las lógicas de la cooperación internacional, principalmente estadounidense. Esta confluencia de actores coloca a la población local en juego profundamente asimétrico donde las posibilidades de resistencia se diluyen en los juegos de poder que se desarrollan lejos de sus realidades locales.
La implementación del monocultivo como estrategia de desarrollo para el Norte de Esmeraldas ha tenido consecuencias nefastas en la calidad de vida de la población. El irrespeto de las normas ambientales por parte de las empresas palmicultoras, sumada a la complacencia de las autoridades locales y en muchos caso nacionales, ha ocasionado un daño ecológico de magnitudes desconocidas en un territorio mega-diverso, que está poniendo en peligro la capacidad de producción y reproducción de las poblaciones locales. Los impactos, sociales y ecológicos, de las plantaciones forestales se acercan a las actividades mineras, al momento que, después de la deforestación inicial, el agua y los nutrientes del suelo se absorben rápidamente por arboles de crecimiento rápido, generando escasez de agua, empobrecimiento del suelo y contaminación por la utilización de agroquímicos (Gerber; Veuthey, 476:2010).
Esta dinámica ha generado a su vez una presión sobre los recursos naturales, por una lado, por parte de las empresas agroindustriales, que talan indiscriminadamente el bosque nativo para abrir paso a la palma africana; por otro lado, por parte de la población local que al ser desposeídas de sus recursos se ven obligadas a deforestar sus tierras comunales para vender madera, en muchos casos a las mismas empresas, obteniendo así moneda que les permita suplir necesidades antes satisfechas a través de la caza, pesca y la agricultura de subsistencia.
La necesidad de grandes extensiones de tierra ha fomentado a su vez prácticas violentas de desposesión de tierras, a través de amenazas, así como con la introducción de mecanismos de extorsión ligados a la usura. La impunidad con que operan estos grupos, que en muchos casos manejan capitales de las mismas palmicultoras, generan un círculo vicioso de endeudamiento que desemboca en el acaparamiento de la tierra en manos de las empresas. En este contexto, las lógicas de apoyo productivos al pequeño campesinado trae consigo el riesgo de transformarse en un mecanismo de desposesión a través de una política pública.
Uno de los principales argumentos a favor de la expansión de los cultivos de palma africana en San Lorenzo está en la supuesta contribución de la agroindustria a la erradicación de la pobreza a través de la generación de fuentes de empleo. En la realidad, la experiencia hasta hoy ha demostrado lo contrario: la consolidación de la agroindustria de la palma en la zona no ha ayudado a erradicar la pobreza, más bien la ha agudizado. Los campesinos que antes podían cultivar sus tierras y aprovechar sus recursos naturales, han perdido sus propiedades convirtiéndose en mano de obra barata al servicio de las plantaciones. Se ha consolidado un proceso de acumulación de capital por desposesión que ha proletarizado a grandes grupos de población local, con todas las consecuencias implícitas en dicho proceso.


BIBLIOGRAFÍA

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Gerber, Julien-Francois; Veuthey, Sandra, 2010, "Plantation, Resistance and the Greening of the Agrarian Question in Coastal Ecuador, Journal of Agrarian Change, Vol 10, No. 4, pp. 455-481.
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