Paleoambiente. Conclusiones, en Excavaciones Arqueológicas en El Albaicín. I. El Callejón del Gallo

May 22, 2017 | Autor: A. Adroher Auroux | Categoría: Paleoenvironment, Mundo ibérico, Pueblos prerromanos de la península Ibérica
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Descripción

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EXCAVACI ONE S ARQUEOLÓGI CAS EN ELALBAICÍN (GRANADA). I. EL CALLEIÓN DEL GALLo

Andrés h[. Adrclrcr Atnoux y Antottio López Marcas (Editores Científicos)

EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL ALBAICÍN

(GRANADA). r.

CALLEJÓN DEL GALLo

(Estudios sobre la ciudad ibérica y romana de lliberui)

Andrés María Adroher y Antonio López (editores

GRANADA,

2OO1

cimtíf.co)

@ de la edición: Fundación Patrimonio Albaicfn-Granada @ de los tocos e ilustraciones: autores correspondientes

Edit¿: Maquetación

Fundación Patrimonio Albaicln-Granada A. Adroher y A.IÁpez

Tinducción al Inglés: Gracia Palma Diseño de Porad¿: Manuel López I.S.B.N.: 84-607-2313-5 Dep. lrgal GR-828/2001

lmpresión:

Proyecto Sur de Ediciones, S.L. e-mail: [email protected]

Tlf,/Far 958 55 03 8l

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PALEOAMBIENTE

6.6. Conclusiones. Nuria Rouira, Andrés M". Adroher, Antonio López

I os análisis arqueozoológicos y arqueobotánicos efectuados en el Callejón del Gallo han puesto en evidencia diversos asPectos clave para el entendimiento de la economla de los habitantes de éranada a lo largo de diferentes perlodos que abarcan desde su fundación en el siglo VII a.C. al siglo XVIII-XIX d.C. Si bien existen ciertas lagunas cronológicas y la secuencia no está completa, ello no impide que los estudios realizados nos ofrezcan interesantes indicios sobre la gestión y explotación de los recursos animales y vegetales y sobre distintas relaciones económico-sociales.

En la introducción se mencionaban las distintas disciplinas que se engloban dentro de la Arqueozoologlay la fuqueobotánica. Sin embargo, como se habrá podido .ompiobrr tras la lectura de este capltulo, no todas han podido participar en Ia analítica del Callejón del Gallo. Esto ha provocado que, a pesar de las intenciones iniciales reflejadas en el título dado al capítulo, el discurso fin-¿l ha estado más orientado a cuestiones económicas que ecológicas. De .rt, -*.r", hemos contado con estudios de macrofauna, ictiofauna y de carporrestos, faltando los estudios de la microfauna, antracolog ía, palinología y malacologla que son algunos de los que más datos nos aporran sobre la caracterizaciOn aefpaisaje antiguo. Esperamos que en futuras intervenciones podamos resolver esta importante ausencia. En las cuatro fases de ocupación protoibéricas (675-600 a.C.) se ha podido constatar la práctica de una agricultura de secano, basada en el cultivo de cereales de invierno (cebada vesdda, trigo común) y primavera (mijo común), la cual estaría complementada con el cultivo de leguminosas (almortas y guisantes) y la recolección de frutos silvestres como el piñón. La dieta vegetal pudo haber sido mucho más rica y variada, pues la conservación diferencial de los restos vegerales hace que muchas plantas o parres. de plantas no sean recuperadas en el registro arqueológico con la misma frecuencia q,r., po, ejemplo,. los cereales. La ganaderla estaría centrada en la explotación del ganado vacuno, que sería el grupo dominante, y ovino, y en menor proporción del caballo y el cerdo. En el caso de la vaca y los ovicápridos, los resros pertenecen en su mayoría a animales adultos, lo que sugiere que se prbcedió antes de su sacrificio y consumo a un aProvechamiento de sus productos secundarios: leche y fierza de tiro en los primeros, y leche, lana, cuero, etc. en los segundos. En este punro debemos resaltar las amplias posibilidades de la paleoparasitología, que desarrolla una anáIitica novedosa en el conjunto de los .rtrldio, que se llevan a cabo actualmente en los yacimientos arqueológicos de nuestro país; lamentablemente las muestras recogidas en el primer nivel de ocupación (675-650 a.C) junto a la puerta de entrada y fuexinmediatas, donde creíamos se podía haber encerrado el ganado al atardecer, no han aportado restos de parásitos algunos que confirmaran esa hipótesis. No obstante, la paloparasitología ofr... amplias po.ibilidrdes y en el futuro para próximas excavaciones puede resultar de sumo interés.

La dieta animal se complementaría con la caza de animales salvajes, de los cuales sólo se ha podido documentar el ciervo, y aún con reservas sobre su caza pues sólo se ha recuperado un fragmento de cuerna que puede haber sido recogido sin necesidad de haber cazado al animat. En este sentido cabría completar la información desde el análisis comparativo con oüos yacimientos. Al parecer, como se verá en el capítulo de discusiones, desde el Bronce Final Pleno/Reciente en el sudeste ie obr.rv, una inversión en los porcentajes de ovicápridos y bóvidos suplantando esros ultimos en 14 primacía a los primeros como especie dominantes. Por otra parte, la profunda esc:tsez de actividades cinegéticas pudiera

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deberse a un cambio de paisaje, producido por dos motivos, el primero de carácter general y que corres-

ponde a los cambios climáticos documentados desde inicios del primer milenio a.C.y el segundo, algo más local y es la más que probable deforestación que sufrirla la zona occidental de la Vega de Granada

como consecuencia del incremento de las actividades agrícolas a las que hacíamos mención anteriormente. EI otro complemento a la dieta alimenticia sería el pescado. En estas primeras fases se encuenrran restos de especies marinas (sardina, bogay jurel) y de agua dulce (barbo). Dada la considerable distancia (y sobre todo el diflcil acceso) del asentamiento a la costa, las especies marinas debieron llegar a Iliberri preparadas en algún tipo de salmuera o salazón para que fuera posible su conservación y consumo. La única especie de agua dulce recuperada nos informa de la explotación de un medio fluvial característico que puede darse en las proximidades del asentamiento, bien el río Genil o el mismo Darro. Como podemos observar a través de la puesta en común de los datos faunlsticos y carpológicos, el Panorama económico que parece plantearse durante la edad del Hierro, es el de una agricultura, ganaderíay pesca plenamente establecidas. Como factores más destacados para este período, señalamos la importancia de la participación de la cabaña bovina en las tareas agrlcolas pues permite, junto con la utilización del arado y la aplicación de diversas técnicas agrícolas, una mayor productivid ad, y la obtención de un excedente que se destinará al comercio y/o intercambio, que parece estar demostrado a nivel faunístico por la aparición de diversas especies de pescado marinas que llegaron como productos preparados. La salazón y la preparación de otros derivados del pescado, como las salmueras y diversas salsas, se relacionan con técnicas aportadas por los fenicios, los cuales estaban instalados no muy lejos del corredor que comunica Granada con el mar (por ejemplo Almuñécar o, más probablemente, la zona fenicia deYélez Málaga).

Otro tema de estudio interesante

la determinación del peso de la agricultura, la ganadería y la. Iliberri un asentamiento costero, su papel se ha juzgado no demasiado relevante por sí mismo, pues la pesca fluvial no aporta suficientes recursos para alimentar de forma única a una población de una cierta envergadura. Se debe recurrir a productos marinos y ahí sí que entran en juego diversos factores relacionados con actividades de tipo industrial. En referencia al predominio de la ganadería sobre la agricultura o viceversa, los análisis efectuados en el Callejón del Gallo no nos aportan todavía suficientes datos para pronunciarnos por uno o por otro, deberemos esperar a tener más información. es

pesca en el sistema económico de este período. En cuanto a la pesca, no siendo

Si pasamos a analizar las fases de ocupación post-ibéricas observaremos que no hay datos entre el

VI y la época altoimperial y

que en general se concentran desde el s.

s.

I al s. XVII/)(X

d.C. Observaremos también que el número de restos recuperados para cada disciplina es mucho menor y que existen grandes diferencias entre unas y otras: no hay ningún resto de ictiofauna para la mayoría. de estos perlodos (solamente parala época. moderna) y los restos carpológicos se limitan también a los s. II y III d.C. y ala época moderna. Tan sólo los restos de macrofauna nos ofrecen una visión más completa a lo largo de los diferentes períodos. En general, durante la fase altoimperial la fauna recuperada en el Callejón del Gallo pertenece a las mismas especies documentadas en las fases anteriores: caballo, ovicápridos y cerdo. Hay pocos resros y las conclusiones que se pueden extraer de ellos son escasas. El cambio más significativo lo enconrramos en el perlodo posterior, en la fase bajoimperial, con la aparición de taxones nuevos como el asno y el perro. Vuelve a aparecer el ciervo bajo las mismas conüciones taxonómicas que en las fases ibéricas: un

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fragmento de cuerna, trabajada en este caso, que impide precisar si el animal fue cazado.Lacabaíta bovina parece que continúa situándose por delante de la ovina, y se siguen las mismas pautas de sacrificio de los animales en edad adulta y del consiguiente aprovechamiento de productos secundarios. En cuanto a los ovicápridos, parece que predominan más las cabras que las ovejas y los cerdos siguen estando presentes.

En relación con los productos vegetales, la época romana nos ofrece dos taxones que no apareclan en las fases ibéricas: la vid y el olivo cultivados. Las hipótesis que los autores han expresado para esta época se basan más en ejemplos de otros yacimientos que en los datos obtenidos en el Callejón del Gallo debido al escaso número de carporrestos recuperados. En general, esta época se caracteriza por la continuación de una agricultura de secano basada en el cultivo de cereales y leguminosas y en el desarrollo de la arboricultura. La época romana se caracteriza en general por el cultivo de numerosas especies de árboles frutales, pero sobre todo se incide en la importancia que alcanza la producción de vino y aceite. El renombre de estos productos en la Bética está bien atestiguado en la literatura clásica.

A partir de estos momentos solamente disponemos de datos macrofaunlsticos hasta la época moderna. En la fase tardoantigua se siguen documentando las mismas especies que en la fase bajoimperial, con

la novedad de la aparición testimonial del conejo y la gallina. En este caso los ovicápridos predominan sobre los bóvidos y en ambos casos se sigue manteniendo el predominio de ejemplares adultos sobre juveniles e infantiles en los sacrificios. En esta fase resulta interesante señalar un aspecto que ya sido constatado en otros yacimientos granadinos de interior como, por ejemplo, Guadix (Martín t995). Se trata de la aparición de un gran número de restos de ostras (Osnea edule), que en fases romanas, sobre todo a partir del siglo III d.C. son relativamente frecuentes. En el Callejón del Gallo existe un nivel de relleno prácticamente compuesto en su totalidad por conchas de esta especie (UE 2104, datada en el siglo VI d.C.) Por el momento solo existirían dos posibles interpretaciones: bien nos encontramos ante algún tipo de actiüdad artesanal donde estas conchas puedan ser utilizadas, o bien existe un consumo directo, en cuyo caso, su traslado desde la costa se hace dificil. Si han venido por el Valle de Lecrín debieron utilizar como conservante los neveros de Sierra Nevada, por el contrario, si estos moluscos llegaban por el otro acceso a la costa, es decir, por las comunicaciones con YélezMárlaga el problema se agravaúa, ya que las nieves de la Sierra de Almijara o de Tejeda posiblemente no estuvieran presentes todo el año, luego la importación a Granada se realizaría en temporada de invierno o primavera. En las fases zirí y nazad la pauta es aproximadamente la misma: predominio de ovicápridos sobre bóvidos y presencia más o menos importante de los équidos (caballo, asno), del cerdo, del perro y la gallina. Por ultimo, en época moderna los datos de macrofauna continúan con la misma dinrímica expresada en las fases anteriores y se vuelve a encontrar una cuerna de ciervo. Los restos de ictiofauna nos muestran la ausencia de especies de agua dulce y están representados por el jurel y un nuevo taxón: un espárido. En cuanto a los restos carpológicos, solamente nos proporcionan la evidencia de la uva cultivada. Para concluir, reuniendo toda la información aportada por los análisis arqueozoológicos y arqueobotánicos realizados en el Callejón del Gallo, hemos podido observar que se perfilan diversas hipótesis de trabajo muy interesantes a todos los niveles. A nivel interdisciplinar se puede constatar la aparición y evolución a lo largo de los diferentes períodos cronológicos de diversas especies, tanto vegetales como animales, que jugarán diversos papeles en los diferentes sistemas económicos que se adoptarán a lo largo del tiempo. A un nivel interpretativo más general, hemos podido constatar que Ia aplicación de esta analítica nos ofrece un importante aporte de información, muy útil en la contrastación de paut¿ls y fenómenos observados a través de otros restos arqueológicos (por ejemplo, la cerámica) como pueden ser las relaciones sociales y económicas entre distintas sociedades.

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AYUNTAMIENTO DE GRANADA

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