Palacios Díaz Mario Arturo. El arte rupestre del sitio arqueológico El Ocote. Tesis Maestría E. Mesoamericanos.pdf

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Descripción

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO PROGRAMA DE MAESTRÍA Y DOCTORADO EN ESTUDIOS MESOAMERICANOS FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS INSTITUTO DE INVESTIGACIONES FILOLÓGICAS

EL ARTE RUPESTRE DEL SITIO ARQUEOLÓGICO EL OCOTE, AGUASCALIENTES. ESTUDIO INTERDISCIPLINARIO DESDE LA ARQUEOLOGÍA DEL PAISAJE

TESIS QUE PARA OPTAR AL GRADO DE: MAESTRO EN ESTUDIOS MESOAMERICANOS

PRESENTA: MARIO ARTURO PALACIOS DÍAZ

TUTORA: MTRA. ANA MARÍA PELZ MARÍN INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA

MÉXICO, CIUDAD DE MÉXICO., JUNIO 2016

En memoria de Francisco de Tenamaxtle, los pobladores más antiguos de El Ocote y mis abuelos

ÍNDICE

Agradecimientos……………………………………………………………………………………5 Introducción………………………………………………………………………………………...6 Capítulo I. Características generales del objeto de estudio……………………………………...11 1.1. Investigaciones efectuadas. Un balance historiográfico……………………………...11 1.2. Marco geográfico de la región de estudio………………………………………….....15 1.3. El sitio arqueológico El Ocote………………………………………………………….19 1.4. El Repertorio rupestre………………………………………………………………....22 1.4.1. Pinturas rupestres…………………………………………………………… 22 1.4.1.1. Otros registros con posibilidad de presencia de pintura………….26 1.4.2. Petrograbados………………………………………………………………. 28 Capítulo II. Proceso teórico-metodológico para el estudio de la gráfica rupestre en El Ocote. Un enfoque interdisciplinario………………………………………………………36 2. La Arqueología del Paisaje y otras posturas designadas………………………………………37 2.1. Conociendo el lugar……………………………………………………………………40 2.2. Análisis integral del paisaje asociado…………………………………………………42 2.2.1. Elementos considerados para el estudio del paisaje rupestre……………. 42 2.2.2. Registro, documentación y tratamiento iconográfico……………………. 44 de los motivos a. Acervo rupestre………………………………………………………….51 b. Tratamiento de la imagen……………………………………………….53 c. Sistemas de Información Geográfica……………………………………54 2.3. Análisis de materiales arqueológicos asociados……………………………………...56 2.3.1. La sección de Arqueología del Centro INAH Aguascalientes……………….62 2.3.2 Laboratorio de Fitolitos………………………………………………………63 2.3.3. Laboratorio de Química Arqueológica y Conservación…………………….67 2.3.4. Área de Prehistoria y Evolución Humana…………………………………...68 2.3.5. Laboratorio de Prospección Arqueológica………………..………………. 70 2.3.6. Laboratorio Nacional de Ciencias para la Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural. Instituto de Física………………………...73

Capítulo III. La gráfica rupestre en el paisaje. Los resultados………………………………… 74 3.1. Configuración de un paisaje en torno a lo rupestre. Esquema de análisis rupestre de El Ocote……………………………………………………………………………….75 3.1.1. Pinturas rupestres…………………………………………………………………... 76 Registro No. 1………………………………………………………………………76 Registro No. 2……………………………………………………………………... 87 Registro No. 3………………………………………………………………………94 Registro No. 4……………………………………………………………………...100 Registro No. 5……………………………………………………………………...105 3.1.1.1. Situación referente a los posibles registros de pintura…………………. .111 3.1.2. Petrograbados…………………………………………………………………….....112 3.1.3. Interpretación de los datos. Conclusiones preliminares…………………………..120

Referencias consultadas…………………………………………………………………………. 122

Agradecimientos

La culminación de este trabajo fue gracias al invaluable apoyo recibido durante esta experiencia rupestre. A mi familia, encabezada por Consuelo y Carlos, mis padres, quienes son el impulso más grande que tengo. Siempre estaré en deuda con ellos. A mis cinco hermanos (1) Alejandro, (2) Jorge, (3) Guillermo y su pareja Blanca e hijos André y Leonardo, (4) Ernesto junto a su pareja Fabiola y su hijo Dante, y a (5) Carlos junto a Alejandra y Alexa. Una familia grande en tamaño y corazón. Agradecido siempre estaré del apoyo que Ana Pelz y Jorge Jiménez me han brindado en 12 años de amistad. Han sido auténticos tutores de vida. Un sincero agradecimiento a mis amigos hidrocálidos, especialmente a Ramón, Cristopher, Humberto, Angelina, Paola y Daniel, Gerardo y Elena. A mis alumnos y compañeros profesores y administrativos de la Comunidad Educativa Entorno, a los compañeros del Centro INAH Aguascalientes-Museo Regional de Historia de Aguascalientes, a los Guardias Ambientales de Aguascalientes y a los habitantes de la Comunidad Ejidal de El Ocote. En la Ciudad de México, un agradecimiento muy grande a las amistades que me brindaron su tiempo, viajes, risas y gratos momentos. A Belén, con quien he compartido viajes, risas y gratos momentos, Julio Alvarado, Mario Martínez, Alberto Ortiz, Aarón Piña y demás compañeros de la maestría, generación 2014-2016. Asimismo, a los investigadores Judith Zurita, Rogelio Santiago, Agustín Ortiz, Marie-Areti Hers, Guillermo Acosta y miembros del LANCIC-IF encabezado por José Luis Ruvalcaba, quienes enriquecieron notablemente la tesis con sus observaciones y comentarios. Un reconocido agradecimiento a la Universidad Nacional Autónoma de México que, junto a la Beca UNAM y los apoyos de PAEP, hicieron posible lograr un trabajo de tesis exitoso.

Introducción

Esta introducción, además de disponer al lector de datos relevantes acerca del conocimiento que desarrollaron las sociedades pretéritas de la región sur-occidental del actual estado de Aguascalientes, es también una atenta invitación para reflexionar y criticar la cultura que crearon. Esa cultura fue conceptualizada en un paisaje determinado, a través de una expresión que ha perdurado, afortunadamente, al disonante tiempo. Esa expresión, que es el tema principal, es el arte rupestre, también llamada gráfica rupestre, usando, en este trabajo, ambos términos. Aquellos trazos que, con diseños y figuras, fueron plasmados en la roca con ayuda de pigmentos y una serie de herramientas que van desde las manos, pies, pinceles, cinceles, etc., configurando un universo de pensamientos que han logrado trascender las diferentes épocas de la historia de la humanidad. Y las encontramos prácticamente en todos los rincones del mundo. Su análisis nos entrega pistas de cómo los humanos hemos buscado respuestas a muchas preguntas que nos hacemos sobre lo que nos rodea, lo que va más allá de nuestra credulidad. Casi siempre encontraremos al arte rupestre in situ, de ahí la importancia de comprender, también, el entorno. Por eso, esta propuesta se inclina en la necesidad de estudiar el contexto inmediato y mediato, además de lo iconográfico. El lugar y su conformación en paisaje rupestre. El reto más grande de aventurarse en la gráfica rupestre de El Ocote, es que no conocemos el lenguaje que hablaron ni las costumbres, es decir, la cultura que conformaba a los grupos que diseñaron las pinturas y petrograbados. Lo que tenemos de los elaboradores no conocemos ni su lengua, ni sus costumbres, sabemos muy poco. Conjuntamente a los diversos diseños, se cuenta con el espacio, el lugar donde reposan, donde se asocia a un antiguo pueblo prehispánico que habitó hace muchos siglos. Incluso en la actualidad, hay comunidades que se topan en su día a día con estos testimonios.

¿Por qué leerla? Tres son las razones que hacen de este trabajo una aportación valiosa para ser revisada y, por qué no, criticada: 6

1.- Aportación al conocimiento y comprensión de la historia prehispánica de la región de Aguascalientes. Comúnmente se ha pensado que esta fue una zona que no tuvo un desarrollo “civilizador” semejante a la Mesoamérica nuclear (monumentalidad arquitectónica, variedad cerámica, textiles, complejos sistemas de irrigación y control del agua, etc.). Si bien fue un periodo histórico que durante la segunda mitad del siglo XX recibió muy poca atención, desde la década del 2000 y 2010 incrementaron gratificantemente las investigaciones arqueológicas en la región. Con este trabajo, se completan 8 años en el estudio de la gráfica rupestre de El Ocote. 2.- Propuesta interdisciplinaria de estudio de la gráfica rupestre a partir de su contexto paisajístico. Además de realizar la documentación conveniente para tener un repertorio rupestre íntegro, se partió del análisis del contexto mediato e inmediato (alrededores, rutas, soportes pétreos, entre otros aspectos que se abordan en esta tesis), natural-cultural, para formar un cuadro analítico acerca de la construcción de la memoria histórica de las personas y su relación con el espacio. Sin dejar de lado la conservación de este tipo de lugares. Este tipo de temáticas pueden ser estudiadas desde perspectivas teóricas y metodológicas sistemáticas de mucha confiabilidad. 3.- Fomento para el cuidado de este tipo de lugares. A través de este tipo de investigaciones, que combina lo arqueológico e histórico con lo geográfico y biológico, se busca valorarlo, conservarlo y divulgarlo. Podríamos considerar que es un museo vivo, un espacio que merece todo tipo de cuidado, no sólo desde la visión antropológica, sino natural. La historia del estado de Aguascalientes, como la de muchos lugares de México (y del mundo), continúa escribiéndose. El interés que han tenido académicos, cronistas, ensayistas, público general en escribir y divulgar la memoria-acontecimientos históricos, ya sean biografías o desarrollo de un lugar o acontecimiento colectivo, tienen como punto de partida un periodo determinado de tiempo, donde la mayoría de los trabajos parten de la llegada de los europeos a tierras mesoamericanas, cuando se apropiaron del territorio y conformaron una cultura mestiza con un desarrollo político, económico y social enfatizado en las corrientes de pensamiento occidentales, para dar paso a la formación del estado mexicano, que a su vez buscó elementos del pasado para legitimar su hegemonía. Mientras tanto, la época prehispánica no ha sido suficientemente palpada. La información que comúnmente se utiliza para la mencionada etapa 7

histórica se remonta al momento del llamado contacto, donde, basándose en las fuentes etnohistóricas (casi todas bajo la mirada española), la zona fue deambulada por grupos indígenas nómadas y semi-nómadas conocidos genéricamente como chichimecas, término polémico hasta la fecha. El dato arqueológico ha pasado por alto por la mayoría de los historiógrafos hidrocálidos. Es la verdad. Basta con revisar los trabajos que se refieren a la construcción histórica de la región de Aguascalientes para darse cuenta del vacío que hay respecto a la etapa prehispánica. Un ejemplo muy interesante acerca de la visión del pasado prehispánico en la región de Aguascalientes por parte de la historia oficial se observa en los murales del Palacio del Gobierno del Estado, en la capital hidrocálida (Figura 1). En ese paisaje indígena se aprecian algunas de las características idealizadas por las fuentes etnohistóricas y la información proporcionada por los cronistas de la ciudad, específicamente Alejandro Topete del Valle, a mediados del siglo XX. El indígena se vislumbra desnudo, robando los artefactos que traían los españoles que incursionaban y la vida era básicamente nómada y cazadorarecolectora. La producción cultural más importante es la pintura rupestre. El autor de los murales fue un extranjero, un chileno aprendiz de Diego Rivera. Su nombre es Oswaldo Barra Cunningham, quien es uno de los mayores exponentes del muralismo mexicano, de eso no hay duda. Sin embargo, la historiografía prehispánica en dicha región era aún incipiente.

Ilustración 1. Detalle de los murales del Palacio del Gobierno del Estado de Aguascalientes. Obra de Oswaldo Barra C. Foto: Consuelo Díaz Esqueda, 2016.

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Ilustración 2. Otro detalle de los Murales de Oswaldo Barra C. Foto: Consuelo Díaz Esqueda, 2016

Dada las condiciones que anteceden, se realizó un estudio para caracterizar los usos culturales del paisaje mediante el uso de la gráfica rupestre (analizada), así como su posible relación con el asentamiento mesoamericano cronológicamente ubicado en el Epiclásico (Pelz y Jiménez, 2011). Por lo tanto, los objetivos que orientaron esta premisa son:



Registro y clasificación de los motivos rupestres, pintura y petrograbado, dentro de la delimitación arqueológica del sitio El Ocote, empleando una serie de propuestas para la documentación rupestre a niveles nacionales como internacionales. Los valores tomados en cuenta fueron: superficie rocosa, repertorio en términos generales (composición), color, estilo y estratigrafía cromática. También se consideró el estudio comparativo de otros sitios rupestres en las cercanías de El Ocote.

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Análisis paisajístico de la gráfica rupestre, enfocándose en el tratamiento de los motivos en relación al espacio donde están depositadas. Los aspectos que se tocaron fueron: accesibilidad-senderismo, visibilidad, recursos cercanos y entorno arqueológico.



Análisis de los materiales arqueológicos asociados entre la gráfica rupestre y el asentamiento prehispánico. Fueron diversos artefactos que fueron sometidos a estudios en los laboratorios del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM.

En resumen, este proyecto es un estudio interdisciplinario que estudia la gráfica rupestre del sitio arqueológico El Ocote, Aguascalientes, bajo un enfoque teóricometodológico desde la Arqueología del paisaje (principalmente, las escuelas mexicana, española, colombiana y norteamericana), y toma en cuenta: el contexto arqueológico asociado, un estudio comparativo y la caracterización del paisaje rupestre, donde en éste último corresponde a los usos de los motivos como indicador cultural y su relación con el contexto cultural y natural.

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Capítulo I. Características generales del objeto de estudio

1.1. Investigaciones realizadas. Un balance historiográfico Las investigaciones efectuadas alrededor del sitio arqueológico El Ocote han sido diversas y enriquecedoras para una comprensión más aproximada de los aspectos físicos y culturales. Existen trabajos y/o publicaciones desde distintos enfoques, que van desde lo arqueológico, histórico, biológico, antropológico físico, geográfico, turístico, entre otros; cada uno atendiendo a necesidades que se han suscitado alrededor del conocimiento y divulgación de este lugar, y alrededor de treinta años La primera referencia conocida, hasta el momento, proviene de un fondo fotográfico perteneciente al Archivo Histórico del Estado de Aguascalientes. Se trata de ocho fotografías en formato negativo tomadas en junio de 1955. En la descripción de cada una de ellas se hace mención al cerro El Tecuán (hoy llamado Los Tecuanes), al Ejido El Ocote y a las pinturas rupestres ubicadas por parte de Jesús Torres (profesor). Tres de las ocho fotografías fueron publicadas en el periódico El Heraldo el 8 de junio del mismo año. Tres décadas después, aparece la primera (que es la segunda) referencia académica.

Figura 1. Fotografías en blanco y negro donde se aprecian las pinturas rupestres de El Ocote. Se obtuvieron con el apoyo de Alejandro Lara, investigador en el Archivo Histórico de Aguascalientes, fechadas en junio de 1955. Autor desconocido.

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Desde mediados de los ochenta, pasando por los primeros años de los noventa y hasta el inicio del siglo XXI, las investigaciones han girado alrededor del tema rupestre. Se considera como uno de los lugares que más aportaciones para el conocimiento de la historia regional prehispánica de Aguascalientes. Los estudios efectuados que se ocupan para este trabajo se remontan a la segunda mitad de la década de los años ochenta del siglo pasado, con un recorrido de superficie para detectar sitios de la llamada Etapa Lítica en los estados de Aguascalientes, Zacatecas y Durango, trabajo realizado por José Luis Lorenzo y Lorena Mirambell, de la antigua Dirección de Prehistoria del INAH (1986). En lo concerniente a Aguascalientes, registraron tres sitios con evidencia rupestre: El Tepozán, El Ocote I y El Ocote II (actualmente conocido como El Huipil). En los sitios localizaron presencia de cerámica, descartando su posible correspondencia con la Etapa Lítica. Tres años más tarde, Baudelina García y Peter Jiménez (1989), investigadores de Centro INAH Zacatecas, volvieron a mencionar, en un informe referente a una denuncia de sitios con pintura rupestre en Aguascalientes realizado por Javier Soria (del Centro Regional del INAH en Aguascalientes), los mismos sitios de El Ocote I y II, registrados en el primer antecedente, aunque advierten de la presencia de elementos arquitectónicos. Estos dos reportes pueden considerarse las primeras menciones arqueológicas de evidencia de material rupestre. Para la década siguiente, apareció el primer estudio sistemático integral para estudiar el arte rupestre. Daniel Valencia, arqueólogo adscrito al Centro INAH Aguascalientes, promovió un proyecto que, por sus características particulares, es pionero en los estudios referentes a la gráfica rupestre. Al final de su trabajo en 1994, además de lograr el registro de 9 sitios rupestres para el estado, también registró varios al sur de Zacatecas y en los denominados “Altos” del estado de Jalisco. En Aguascalientes, vuelven a destacar El Tepozán, El Ocote y El Huipil (anteriormente llamado El Ocote II); además, identificó otros más que le permitieron realizar las primeras conjeturas culturales. Entre sus aportaciones afirma que la predominancia en la región fue la técnica de la pintura, destacando el color rojo y los abrigos rocosos como una constante para plasmar los motivos; subrayó las dimensiones y los recursos naturales cercanos a los registros, ya que hubo una interdependencia con arroyos, zonas de caza y recolección, cultivo y un privilegiado control visual de los alrededores; finalmente, propuso una “tipología” de motivos específicamente antropomorfos, con una temporalidad que va del 100 12

al 1200 d.n.e. Dicha temporalidad fue sustentada gracias a la recuperación de cerámica y lítica (1994:80). Años más tarde, poco después del trabajo de Valencia, aparecieron durante la segunda mitad de la década algunos trabajos, cuyas aportaciones fueron meramente salvamentos y registros generales, tales son los casos de Eloy Castellanos (1994) y La Cueva La Morita de Adrián Baker (1997). Para el nuevo siglo, la delegación del INAH en Aguascalientes recibió la llegada de dos arqueólogos que reanudaron las investigaciones arqueológicas. A partir del año 2000, Ana María Pelz Marín y con la colaboración de Jorge Luis Jiménez Meza inician un proyecto de delimitación de sitios arqueológicos en el estado (2000), proyecto que sigue su curso, además de las investigaciones efectuadas en particular con sitios como El Ocote, Santiago y La Montesita. Por su parte, en lo concerniente al proyecto de El Ocote han logrado determinar la presencia de un asentamiento prehispánico que evidencia importantes relaciones sociales y económicas con regiones como la costa del océano Pacífico (Jalisco, Colima y, posiblemente, Sinaloa), así como la zona “nuclear” de Mesoamérica y también regiones del norte de México, como el caso de la llamada cultura Chalchihuites. Sus exploraciones cuentan con la única datación por 14C en materiales orgánicos rescatados en excavaciones. Entre los años 2005 y 2006, Brenda González Leos, con el apoyo de Juan Ignacio Macías Quintero, ambos de la Universidad Autónoma de Zacatecas, contribuyeron notablemente en la amplitud de registros. Los resultados obtenidos de sus trabajos se dividieron en petrograbado y pintura. Para el caso del petrograbado, reportaron tres sitios El Jaral, El Zapote y Las Cruces, localizados en las inmediaciones de la Sierra del Laurel, entre los municipios de Aguascalientes y Calvillo, y muy cercanos a El Ocote. Reconocieron un total de 252 motivos, predominando los llamados pozos incipientes y los pozos profundos aislados, con una técnica recurrente de desgaste. Mientras que, para la pintura, identificaron 78 motivos, realizados mayoritariamente en color negro y sólo uno en rojo, donde afirmaron que las técnicas de elaboración fueron la tinta plana y el delineado. Advierten del mal estado de conservación de la mayoría de los sitios, además enfatizan en la importancia de los recorridos regionales para enriquecer y ampliar el estudio cultural de sociedades antiguas (2007:103-105). De esta manera, aportaron cuantiosa información acerca de la importancia que tuvo este tipo de manifestación cultural entre los grupos prehispánicos de la región en cuestión. Posteriormente, Brenda González aterriza dicha 13

información en su tesis de maestría por El Colegio de Michoacán, donde, con un método novedoso y bien cimentado, aborda el estudio de las manifestaciones gráficas con una función social, donde tuvo como objetivo establecer y entender las diversas funciones de los espacios con pinturas y petrograbados, así como las relaciones entre los restos culturales ya mencionados y su entorno social y ecológico (2010). Otra aportación para los mismos momentos es la tesis de Mario Palacios Díaz, de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (2010), que propuso a la pintura rupestre como un documento histórico, que puede ser leído e interpretado por medio de las analogías etnohistóricas y evidencias arqueológicas. Recientemente, un equipo de restauradores de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH, dirigido por la arqueóloga y restauradora Sandra Cruz Flores, llevan a cabo labores de investigación, documentación e intervenciones en materia de conservación en diversos sitios de la región de Aguascalientes, contando con un programa de atención en conservación a sitios arqueológicos del Norte y Occidente de México, enfatizado en pintura mural y otros acabados arquitectónicos (Cruz Flores 2012 y 2013). En este caso, destacan las aportaciones sustanciales para El Ocote en materia de conservación, buscando el mejoramiento del soporte pétreo y la zona inmediata a cada motivo rupestre, además de labores de concientización a la población, entre otras actividades. Paralelamente a lo mencionado en el párrafo anterior, las últimas investigaciones conocidas en materia de registros rupestres son dos. El primero, es el proyecto de los arqueólogos Niklas Schulze y Gilberto Pérez Roldán (2014), sobre el sitio arqueológico La Montesita (2014), ubicado al noreste del estado, donde en el Segundo Informe Técnico Parcial, revelan la presencia de siete paneles que se encuentran en los frentes rocosos del cerro La Montesita, destacando que hay diez conjuntos aislados y cinco conjuntos en el abrigo rocoso (2014:44-45). El segundo proyecto, es el dirigido por Manuel Dueñas sobre el sitio Cerro de en medio, donde registraron un “abrigo rocoso con la entrada orientada hacia el este con posibles manifestaciones gráfico-rupestres. En gabinete se trabajó con Adobe Photoshop la imagen incrementando la intensidad de los rojos dando como resultado un posible marcador solar, sin embargo, esto debería ser corroborado con un estudio especializado” (Dueñas, 2013:10). Dadas las condiciones que anteceden, se muestran dos tablas concernientes al panorama general del arte rupestre de Aguascalientes, dividiéndose en pintura y 14

petrograbado. La información se desglosa en dos cuadros con características como nombre, atributos geográficos, técnicas de elaboración, etc. Véase el Anexo 1 al final de este capítulo.

1.2. Marco geográfico de la región de estudio Entre las dos comunidades ejidales, El Ocote y El Centro (o El Taray), delimitada por un arroyo de bajo caudal llamado Tolimique, ojos de agua y una presa construida a mediados del siglo XX, existe una formación rocosa que recuerda a una península. Es un cerro que lleva por nombre Los Tecuanes (también El Tecuán), insertado en las inmediaciones de la Sierra del Laurel, que es parte de la Madre Occidental. Justo en ese lugar, se distribuyen las evidencias de un antiguo poblado prehispánico, que desarrolló un modo de vida agrícola. Ahora se conoce como sitio arqueológico El Ocote. De acuerdo a los datos correspondientes al proyecto Áreas naturales prioritarias para la conservación en el municipio de Aguascalientes (2013: 11-12), el espacio al que pertenece el cerro es de diversas topoformas. Hay sierra baja, valle abierto de montaña con lomeríos, lomeríos con cañada, aluvión y también sierra alta con mesetas. Su altura oscila casi los 2,000 msnm. Otro estudio, coordinado por Sandra Cruz y descrito por Aldo Ramos (2013), señala que también en dicha zona existe una gran estructura volcánica llamada Caldera, nombrada como Caldera de Malpaso, depresión volcano-tectónica formada por el colapso que provocó una gran erupción volcánica. La caldera es parte de la Sierra Madre, donde la consecuencia más notable fue el emplazamiento de una toba cristalina altamente soldada denominada ignimbrita El Ocote (Cruz, 2013:6). Ahora, en un carácter más amplio, El Ocote se encuentra al sur-occidente del estado de Aguascalientes, ubicado en el Centro-Norte de México. Geológicamente, el estado tiene tres provincias: la citada Sierra Madre Occidental, la Mesa Central y una pequeña porción del Eje Neovolcánico. En concordancia con los datos suministrados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que se muestran en la publicación intitulada Biodiversidad en Aguascalientes: Estudio de Estado (2008: 27), indica que la región presenta afloramientos de rocas ígneas extrusivas ácidas con mayor predominio en el estado de rocas ígneas intrusivas, rocas sedimentarias de origen continental y marino, rocas metamórficas, así como depósitos 15

aluviales. Para complementar la información, la hidrología de la zona que nos compete se caracteriza por corrientes que confluyen al sur, destacándose el río Juchipila y sus afluentes, en este caso el arroyo Tolimique, que pasa muy cerca del sitio arqueológico y que en tiempos prehispánicos seguramente tuvo mayor caudal; además, forma parte de la micro-cuenca conocida como Río Aguascalientes. Como se dijo al principio, existe un ojo de agua. La vegetación corresponde al mencionado bosque desértico espinoso (Cruz Flores, 2003:3). Sus comunidades dominantes se caracterizan por ser espinosas. Entre las especies más importantes de este tipo son: huizaches, nopal, nopal cardón, mezquite, etc. En cuanto a la fauna, se aprecian aves como codorniz, ganso, paloma, zopilote, águila real, lechuza, correcaminos. En cuanto a los mamíferos, destacan el puma, venado de cola blanca, zorra gris, coyote, jabalí de collar, liebre, ardilla, conejo, mapache, tlacuache, armadillo, entre otros. Para el caso de los reptiles y anfibios sobresalen tortugas terrestres, escorpión, falso coralillo, víbora de cascabel, culebra corredora, rana, camaleón y lagartija (Cruz Flores 2003:4) (Figuras 2, 3 y 4).

Figura 2. Ubicación geográfica del sitio arqueológico El Ocote, Aguascalientes, México, de acuerdo a las características geológicas del estado. La imagen de fondo es de Google Maps y el mapa de Aguascalientes está basado de http://www.cuentame.inegi.org.mx/monografias/informacion/ags/territorio/relieve.aspx?tem=me&e=01, consultado el 25 de agosto de 2015.

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Figura 3. Ruta trazada en Google Maps de la ciudad de Aguascalientes al sitio arqueológico El Ocote. Se puede apreciar que el sitio se asienta en un punto entre valles y la Sierra Madre Occidental. Imagen obtenida de https://www.google.com.mx/maps/dir/Aguascalientes/El+Ocote/@21.8323091,102.3772383,11.25z/data=!4m13!4m12 !1m5!1m1!1s0x8429ec143ae4d9fb:0x4016978679c5220!2m2!1d102.2915677!2d21.8852562!1m5!1m1!1s0x8429c0b83bd b8ba9:0x6e09478e8af70d4c!2m2!1d-102.517284!2d21.781191. Consultado el 15 de febrero de 2016.

Figura 4. Imagen obtenida por DRON donde se aprecian los principales puntos geográficos y culturales alrededor del sitio arqueológico El Ocote, destacando no sólo el aspecto arqueológico, sino otros elementos de los diversos usos que tuvo este paisaje por parte de las sociedades a través del tiempo (por ejemplo, la presa Tolimique, que surte de agua a la comunidad ejidal El Ocote, municipio de Aguascalientes. Foto: Guillermo Palacios Díaz, 2015. Modificada por Mario Palacios Díaz (en adelante se abrevia como MAPD), 2016.

En el marco de una geografía histórica de Mesoamérica, según FAMSI, El Ocote se ubica en el área del Noroeste mesoamericano y al norte de Mesoamérica, de acuerdo al Atlas del México prehispánico de la revista Arqueología Mexicana (Solanes, et al, 2000: 16) (Figuras 5 y 6).

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Figura 5. Mapa según FAMSI (Fundación para el Avance de los Estudios Mesoamericanos, INC.) de Mesoamérica. En el punto rojo se ubica El Ocote, Aguascalientes. Mapa tomado de http://www.famsi.org/spanish/maps/index.html y modificado por Mario Palacios Díaz. Consultado el 15 de febrero de 2016.

Figura 6. Mapa de Mesoamérica según la revista Arqueología Mexicana en su edición especial Atlas del México prehispánico (Solanes, et al, 2000:16). Mapa modificado por Mario Palacios Díaz para señalar la ubicación de El Ocote.

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1.3. El sitio arqueológico El Ocote, Aguascalientes En términos arqueológicos, El Ocote se distribuye a lo largo y ancho del cerro Los Tecuanes (coordenadas 754750E y 2410100N), tanto en la cima como en las laderas. Las exploraciones efectuadas han estado a cargo de los investigadores Ana Pelz Marín y Jorge Jiménez Meza, ambos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) con sede en Aguascalientes. Las investigaciones efectuadas en el marco del proyecto Investigación Arqueológica El Ocote, municipio de Aguascalientes (2010, 2011 y 2013), en conjunto con varios investigadores de diferente procedencia académica, han reconocido algunas de las características de estos pretéritos habitantes. La ocupación temporal se atribuye al periodo Epiclásico mesoamericano, que comprende del 650 al 950 d.n.e. Los materiales arqueológicos, señalan la presencia de un asentamiento con un modo de vida sedentario, con explotación de los recursos regionales, mismos que les permitieron entablar estrechas relaciones de intercambio económicas y sociales con grupos de otras zonas, tanto del territorio cercano, Zacatecas, Jalisco, San Luis Potosí, como de la costa del Pacífico, posiblemente entre Jalisco, Nayarit y Colima y el norte de México. Entre los resultados preliminares obtenidos hasta el momento (Pelz, Jiménez y Palacios, 2010 y Pelz, 2013), destacan los siguientes:



Se han identificado diversas áreas de actividad. La correspondiente a la zona ceremonial

(cima del cerro) donde se exploraron una plataforma y dos estructuras, localizando materiales cerámicos, líticos, bajareque, restos humanos, entre otros. Cabe mencionar que también un registro de pintura y otro de petrograbado se localizan en esta zona. •

La zona considerada como habitacional-doméstica se localiza al pie del cerro, en los

costados oriente, sur y poniente. Presenta restos de cimentaciones y una superficie considerablemente saqueada. Los materiales se asocian principalmente con actividades domésticas: fogones, objetos relacionados con molienda, restos óseos animales (conejo, tortuga, venado y algunas aves), herramientas manufacturadas en diferentes piedras (riolita, sílex y obsidiana), objetos de barro (vasijas y figurillas) e instrumentos de hueso. Es fundamental mencionar la presencia de restos de semillas quemadas y restos de mazorca asociadas a pisos de tierra apisonada, con firme de gravilla. Además, se hallaron huellas de poste, bases de columnas, desniveles entre los cuartos, escalones y herramientas 19

relacionadas con la actividad constructiva, como pulidores de pisos y paredes, hachas y plomadas (Pelz y Jiménez 2011:103-111). Los avances llevados a cabo (prospección, exploración, análisis de materiales, etc.) confirman día a día la participación de los sitios arqueológicos del estado de Aguascalientes –y en lo particular El Ocote- en la dinámica cultural que envuelve a la región Centro-norteoccidente durante el periodo Epiclásico (Pelz 2013:9). Sumado a este complejo desarrollo cultural, se ha identificado un importante acervo de manifestaciones gráfico-rupestres. Las pinturas y los petrograbados registrados hasta el momento forman una unión de elementos culturales de gran importancia que pueden contribuir en la construcción del nivel de conocimiento alcanzado por estas sociedades, esto, reflejado a través del grado de complejidad iconográfica y su contexto natural y cultural. Desde el punto de vista del presente trabajo, se considera que la ocupación más importante de El Ocote, para el periodo Epiclásico, se relaciona en gran parte a la cultura arqueológica conocida como ‘Chalchihuites’, y en este caso la propuesta de Marie Areti-Hers (s.f.). Según la autora y su equipo, la cultura se desarrolló entre los primeros años de nuestra era y el año 900. Por tanto, su inicio se situaría poco después de la ocupación sur-mesoamericana de algunas regiones de Guanajuato y Querétaro, y su fin durante el retroceso de la frontera norte de sur-Mesoamérica. En consecuencia, la cultura ‘Chalchihuites’ así entendida, duró desde el Preclásico superior hasta la mitad del Epiclásico (s.f.:2). Entre los avances en el conocimiento de esta región cultural, Hers propone que la agricultura fue la principal actividad de estos grupos humanos: su vida giraba en torno a la producción de alimentos en las tierras irrigadas por los ríos en terrazas de cultivo. En el área se han encontrado variedades de maíz, frijol y calabaza, base alimenticia mesoamericana, y pocos huesos de animales y puntas de proyectil, lo que permite suponer que no dependían de la caza o se daba a los huesos otro tipo de uso. Tomando las ideas anteriormente expuestas, El Ocote pudo haber participado en esta dinámica cultural. Sin embargo, lo que nos ocupa en este trabajo, el arte rupestre, es sumamente complejo poder afiliarlo a tradiciones culturales propuestas por las investigaciones arqueológicas. Falta mucho por saber de estas sociedades prehispánicas que deambularon por la región.

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Figura 7. Mapa de un levantamiento topográfico realizado por Jorge Martínez y Mario Pérez para el Proyecto Investigación Arqueológica El Ocote, Aguascalientes (Pelz, 2013:51). En el mapa se observan los elementos culturales que conforman el asentamiento prehispánico del Epiclásico, tales como terrazas, escalinatas, muros, etc.

Figura 8. Algunos de los hallazgos arqueológicos en El Ocote. 1. Cerro los Tecuanes, vista desde el sur; 2. Enterramientos; 3. Fragmento de piedra verde; 4. Alineamientos; 5. Herramientas fabricadas en hueso; 6. Fragmentos cerámicos; 7. Restos de concha y; 7. Restos orgánicos de semillas de frijol. Foto 1 MAPD. Las fotos de la 2 a 8 pertenecen al Proyecto de Investigación Arqueológico El Ocote, Aguascalientes, dirigido por Ana Pelz Marín y Jorge Jiménez Meza (con permiso de los titulares).

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1.4. Repertorio rupestre El repertorio gráfico rupestre, tanto pintura como petrograbado, se encuentra distribuido dentro y fuera de la delimitación arqueológica del sitio (Poligonal que aparece en Pelz, Jiménez y Palacios, 2010:4). Hasta el momento se han identificado 12 registros rupestres; 6 de pintura y 6 de petrograbado. Sin embargo, recientemente se registraron otros 3 puntos con posible presencia de pintura. Hace falta realizar estudios especializados por parte del equipo de Sandra Cruz para confirmar su autenticidad. En este apartado se muestran sus registros y figuras. La producción rupestre identificada hasta el momento está asociada al asentamiento prehispánico presentado anteriormente, situación que encauzó en una propuesta de estudio integral bajo una serie de premisas que se despliegan en el capítulo II. El trabajo de registro y documentación de los motivos se desarrolló durante tres etapas (2015 y 2016) de trabajo de campo, financiado por el Programa PAEP de la UNAM, mismo que fue aprobado por el comité del posgrado en Estudios Mesoamericanos.

1.4.1. Pinturas rupestres Las pinturas rupestres del sitio arqueológico El Ocote son uno de los iconos por excelencia del pasado prehispánico de la entidad aguascalentense. En general, se representan dos grupos de diseños. Los naturalistas, como antropomorfos, zoomorfos y fitomorfos; los geométrico-abstractos, líneas zigzagueantes, horizontales y verticales, así como otros de difícil identificación. El color rojo, con diferentes tonalidades, es el único que se ha registrado. Además del estudio iconográfico de los diseños, logrado con un acertado proceso de documentación y registro, los contextos físico y cultural son un aspecto fundamental de estudio en este trabajo. Trabajo que se realizó durante tres temporadas de campo que fueron apoyadas por la UNAM, a través del PAEP1. Los resultados del análisis integral de cada registro en relación al sitio arqueológico se presentan en el capítulo III, siendo el capítulo el proceso teórico metodológico desarrollado.

1

Programa de Apoyo a los Estudios de Posgrado. Programa dirigido para desarrollar proyectos institucionales, avalados por los Comités Académicos, orientados al fortalecimiento de la infraestructura de los Posgrados de la UNAM y a la formación académica de los alumnos de Maestría y Doctorado. Más información en http://www.posgrado.unam.mx/es/main-menu/programa-de-apoyo-los-estudios-de-posgrado-paep

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Registro 1. Frente rocoso o Panel principal

Este registro corresponde al más representativo tanto en términos de cantidad como de temática de motivos. Se trata de un friso pintado en un frente rocoso, largo 6.90 m y alto 6.60 m, que se sitúa en la ladera poniente del cerro de Los Tecuanes. La superficie rocosa, como ya se indicó, corresponde geológicamente a ignimbrita. Respecto a la composición temática contiene una serie de motivos antropomorfos, zoomorfos, posiblemente una combinación antropozoomorfo, geométricos y abstractos (difícil identificación). El tratamiento del panel se trabajó con diferentes herramientas digitales, mismas que se presentan en el capítulo II y sus resultados en el capítulo III. Los diseños que destacan, y que se verán más adelante a mayor profundidad, van desde una figura humana con cabeza triangular, varios cánidos asociados a figuras humanas, trazos geométricos zigzagueantes, entre otros. Además del análisis iconográfico, el entorno físico y cultural del registro se analizó bajo las premisas de un aparato teórico-metodológico que se presenta en el capítulo II, cuyos resultados se encuentran en el capítulo III. En este momento, sólo es la presentación de los registros que forman parte de este trabajo (figura 9).

Figura 9. Panel principal o Registro No. 1. Fotos: MAPD, 2014-2015.

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Registro 2. Promontorio norte

En la cima del cerro hay dos enormes bloques de piedra, justo en el centro existe una especie de pasillo que da a una de las partes más elevadas del cerro. Del lado derecho del pasillo, yendo de sur a norte, hay pintura rupestre. Consta de un motivo aislado, probablemente geométrico. Recientemente, el grupo de Sandra Cruz (2013), propuso que se trata de un caracol, aunque también puede representar un espiral con un atributo asociado o una serpiente enroscada. Aunado a este registro, se localizan dos estructuras prehispánicas y un petrograbado, mismos que fueron intervenidos por el proyecto dirigido por Ana Pelz y Jorge Jiménez (2010) (figura 10).

Figura 10. Registro 2. Pintura asociada a arquitectura prehispánica. Fotos: MAPD, 2015.

Registro 3. Bloque aislado

Este conjunto se ubica y registra por parte del arqueólogo Jorge Jiménez durante los trabajos de prospección en el año 2003 (2003). En lo que se denomina como un bloque aislado, entre el inicio del ascenso a la cima y la ladera sur del cerro, se encuentra este registro pictórico. Consta de dos figuras antropomorfas y un diseño geométrico (dos triángulos encontrados en su punta) (Figura 11).

24

Figura 11. Registro 3. Fotos: MAPD, 2010 y 2016.

Registro 4. Conjunto La Troja I

El conjunto denominado La Troja I se encuentra aproximadamente a 1 kilómetro de la zona nuclear del sitio arqueológico, siguiendo un camino de terracería hacia el noroeste (Cruz 2013:10). La superficie rocosa de este registro es un bloque de piedra de grandes dimensiones que muy posiblemente se desprendió del cerro Los Tecuanes, dando una forma peculiar que fue aprovechada para plasmar los motivos. La composición temática es complicada ya que el estado de conservación es preocupante. Pese a ello, los motivos que se han identificado son figuras geométricas, abstractas y una posible figura humana. El color rojo es una vez más el único que aparecen en este registro (Figura 12).

Figura 12. Registro 4. Fotos: MAPD, 2015 y 2016.

25

Registro 5. Conjunto La Troja II

A espaldas del registro 4, aproximadamente a unos 250 m en línea recta, se encuentra un conjunto de motivos en un abrigo rocoso. Los diseños que se identifican son geométricoabstractos, donde también aparecen líneas delgadas verticales y horizontales. (figura 13).

Figura 13. Registro 5. Fotos: MAPD, 2015 y 2016.

1.4.1.1. Otros registros con posibilidad de presencia de pintura

Registro 6. Bloque aislado II

Observando el registro 3 de frente, del lado izquierdo, se encuentra otro bloque aislado o exento. En su parte baja existe un único motivo pictórico. A juzgar de su lamentable estado de conservación, muy poco se puede apreciar, lo que complica su identificación precisa. Aparentemente, representa una figura antropomorfa con los brazos flexionados. En la superficie tanto del Registro 3 como éste se han encontrado tiestos cerámicos y fragmentos líticos, aunque se cree que son parte del arrastre de las partes altas en temporada de lluvias (Figura 14).

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Figura 14. Registro 6. Fotos: MAPD, 2015.

Registros 7 y 8

Estos dos registros cuentan con muchas dudas acerca de la posibilidad de existencia de pintura. A simple vista, parece que en cierto momento hubo. Para confirmar su veracidad el equipo coordinado por Sandra Cruz Flores podría colaborar, en miras de ampliar el repertorio rupestre de El Ocote (Figuras 15 y 16).

Figura 15. Registro 7. Ubicado antes de llegar a las escalinatas que conducen a la cima del cerro Los Tecuanes. Fotos: Belén Méndez Bauer y MAPD, 2015.

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Figura 16. Registro 8. Piedra ubicada en las inmediaciones de la zona de mayor concentración cultural, justo en las faldas del cerro Los Tecuanes. Fotos: MAPD, 2015.

1.4.2. Petrograbados Los petrograbados registrados dentro de la poligonal del sitio son 5, y el número 6 se encuentra en las inmediaciones de la presa Tolimique. Predomina el tipo conocido como “pocitos”, que seguramente funcionaron para almacenar algún componente, aunque se cree que pudieron tener otras funciones (ya se verá más adelante). También hay otro con una figura antropomorfa y un círculo con una línea atravesada en su eje norte-sur. Se presentan ahora los registros de petrograbados. Se discurre que los petrograbados tuvieron una función estrecha con la dinámica cultural del asentamiento sedentario, ya que tanto su posición como su función responden a características propias del lugar.

Registro A (1). Grabado en piedra aislada

Este grabado fue localizado en las inmediaciones de la zona habitacional-doméstica. Sin embargo, y debido a la alteración sufrida por la introducción de ganado vacuno, fue difícil posicionarla en el plano arqueológico, así que se trasladó a las instalaciones del Instituto Nacional de Antropología, sede Aguascalientes, sección de Arqueología. El motivo consiste en una línea vertical que atraviesa un círculo. Este símbolo es único en el sitio. En la última temporada de excavaciones (2013), se localizó una “estela”, y aunque no tiene grabados, la 28

forma rectangular bien puede representar lo mencionado. Dicho símbolo se encuentra en estudios comparativos para saber cuáles pudieron haber sido sus usos e importancia cultural (figura 17).

Figura 17. Registro 1 de petrograbados. Fotos: MAPD, 2011.

Registro B (2). Grabado en la cima del cerro Los Tecuanes

En la cima del cerro, además de contar con elementos arquitectónicos y de pintura rupestre, en su parte central, justo entre las dos estructuras citadas en párrafos anteriores, se registró un grabado en forma de “pocito”, aunque sus dimensiones tan pequeñas, apenas 8 cm de diámetro, parecen indicar que quedó inconcluso (figura 18).

Figura 18. Grabado 2. Fotos: MAPD, 2015.

29

Registro C (3). Grabado en camino hacia La Troja I y II

Cuando se realizaba una visita al conjunto pictórico de La Troja I, al ir por el camino de terracería que conduce a La Troja, se encontró este grabado. Su posición puede ser intencional, ya que muy cerca está una bajada de agua (sólo en temporada de lluvias) y de ese camino, que pudo haber sido el utilizado en tiempos más antiguos. Es un “pocito” con un diámetro de 12.5 cm y 5 cm de profundidad (figura 19).

Figura 19. Grabado 3. Camino a La Troja. Fotos: MAPD, 2015.

Registro D (4). Antropomorfo en Comunidad Ejidal El Ocote

El siguiente registro constituye un elemento simbólico e iconográfico importante. Este registro está fuera del contexto arqueológico, ya que se localizó en la jamba de acceso a la casa de la señora María Picazo en la Comunidad de El Ocote, a unos 2.3 kilómetros del asentamiento prehispánico. La Sra. María Picazo (habitante de la comunidad) informó que el elemento fue sustraído del sitio “donde están las pinturas rupestres hace ya algunos años, olvidando exactamente dónde lo encontramos, y por su símbolo tan bonito nos lo llevamos a casa para adornar nuestro portón” (María Picazo, comunicación personal, 2011). Representa una figura humana sin brazos. Lamentablemente, en las últimas salidas de campo se descubrió que el petrograbado se encuentra cubierto por un enjarre de cemento (figura 20).

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Figura 20. Grabado 4. Foto de la casa MAPD, 2016. Foto del grabado, MAPD, 2011.

Registro E (5). Grabado en ladera poniente del cerro Los Tecuanes

Su localización y registro estuvieron a cargo del arqueólogo Jorge Jiménez. Según lo observado, el contexto rocoso donde se encuentra el petrograbado es un bloque disgregado. Consiste en un “pocito”, similar a los anteriormente registrados, con 10 cm de diámetro y 3 cm de profundidad. Se encuentra muy cerca del Registro No. 1 de pinturas rupestres (Figura 21).

Figura 21. Grabado 5. Fotos: MAPD, 2015.

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Registro F (6). Dos grabados cercanos a la Presa Tolimique

Estos grabados que también son “pocitos” tienen una posición sumamente interesante, ya que están aproximadamente a la mitad del camino entre el sitio arqueológico y la Comunidad Ejidal, sólo que no están sobre el camino, sino que se debe ingresar al margen izquierdo pasando la caseta de cobro. Las dimensiones son, para el de arriba, 5 cm de diámetro y 1 cm de profundidad, el de abajo es de 4.5 cm de diámetro y .80 cm de profundidad (Figura 22).

Figura 22. Grabados en las afueras del sitio arqueológico. Fotos: MAPD, 2015.

Estos son los registros que fueron identificados durante los dos años de trabajos de maestría. Para el caso de los dos últimos registros de pintura están a la espera de su confirmación por parte de los especialistas de la Conservación Nacional de Restauración del Patrimonio Cultural, INAH. Respecto a los petrograbados, probablemente, al igual que en la pintura rupestre, seguirán apareciendo más, pero hace falta más tiempo para realizar prospecciones. El proceso teórico-metodológico para su estudio se presenta en el siguiente capítulo.

32

Anexo 1. Tablas con los sitios con pintura y petrograbado del estado de Aguascalientes, según información proporcionada por Ana Pelz Marín, Centro INAH Aguascalientes 2015 Pinturas rupestres

Las Iglesias Aguascalientes

Loc. Específica Abrigo rocoso

La Troja

Bloque disgregado sobre ladera

Sitio

Loc. Mpio.

Aguascalientes

El Ocote

Aguascalientes

El Huipil

Aguascalientes

Abrigo rocoso Abrigo rocoso

Aguascalientes

Abrigo rocoso

Cueva de Los Indios Cueva Cerro La Presa

Pabellón de Arteaga

Las Negritas/La Montesita Asientos Cueva del Padre Calvillo El Calvillo

Abrigo rocoso Abrigo rocoso y frente rocoso Bloques disgregados Abrigo

Color Negro y rojo ?

Rojo

Motivos

Lineales

Mats. Asoc. ?

Cerámica y lítica

Edo. Conserv. ?

Regular

Antropomorfos, zoomorfos, Cerámica y lítica. Rojo geométricos Asentamiento. Regular Negro y Antropomorfos, rojo zoomorfos. Cerámica y lítica Malo Regular; Asentamiento grafitis y Negro Antropomorfos próximo vandalismo Lascas de basalto. Rojo ? Asentamiento. Regular

Rojo y negro Rojo y amarillo Negro,

Antropomorfos, lineales, geométricos Antropomorfos, lineales, cruz Antropomorfos,

Afectación ?

Sales y hollín

Sales, viento, agua, temperatura, sol Sales, hollín y agua Sales, hollín y agua. Vandalismo

Referencia González Leos (2010) González Leos (2010); Macías (2006); Pelz y Jiménez (2002) García y Jiménez (1989); González Leos (2010); Lorenzo y Mirambell (1986); Pelz y Jiménez (2003); Palacios (en este trabajo); Valencia (1994). Valencia (1994); González Leos (2010)

Asentamiento próximo

Regular

?

González Leos (2010); Macías (2006) González Leos (2010); Pelz y Jiménez (2000); Valencia (1994) Valencia (1994); Pelz y Jiménez (2000); González Leos (2010); PALM (2012)

? ?

? Regular

? Sales; humanos

González Leos (2010) González Leos (2010);

Sales

33

Tepozán/C ueva El Meco

rocoso

Cueva La Morita

Aguascalientes San José de Gracia Aguascalientes o ¿Calvillo? Aguascalientes o ¿Calvillo?

Abrigo rocoso Abrigo rocoso Abrigo rocoso Abrigo rocoso Abrigo rocoso Abrigo rocoso

Peña Blanca

Calvillo

Abrigo rocoso

Los Letreros

Rincón de Romos

El Varal La Laborcilla Cerro en Medio Cueva Juan Caporal Cerro El Español

Calvillo Jesús María

Los Bancos El Llano Piedra Las Monas Cerro La Campana

Asientos Jesús María

Frente rocoso Bloque disgregado sobre ladera Bloque disgregado sobre ladera Abrigo Rocoso

rojo, lineales, blanco, geométricos, amarillo cruces, letras)

Rojo Rojo

Lineales Antropomorfos y lineales

Rojo

Antropomorfos

Rojo Rojo claro Rojo y negro

? Lineales y geométricos

Lorenzo y Mirambell (1986); Valencia (1994) Huilanche, cerámica, lítica, huesos

Regular

Sales

?

Regular

Sales

Baker (1997) Pelz, Jiménez y Palacios (2009)

? Malo Asentamiento próximo Malo Cerámica y lítica. Asentamiento. Malo

Sales

Lascas

Bueno

Sales y agua

González Leos (2010)

?

Regular

Sales

Cardona (2014)

Rojo

? Antropomorfos, geométricos y amorfos Antropomorfo, geométrico, lineal,

Cerámica, lítica. Asentamiento.

Regular

Agua, sol, viento, sales.

Valencia (1994)

Rojo

?

No

Malo

?

Valencia (1994)

Rojo

Antropomorfos

No

Malo

Vandalismo

Valencia (1994)

Rojo

?

Cerámica

Malo

Vandalismo

Valencia (1994)

Rojo y negro

Sales Sol y agua. Saqueos

Pelz y Jiménez (2004) Dueñas (2013); Valencia (1994). González Leos (2010)

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Petrograbados Sitio

El Jaral

Loc. Mpio.

Aguascalientes

Loc. Específica Bloque disgregado sobre ladera Bloque disgregado sobre ladera Ladera mesa sobre roca madre y bloque disgregado Varios (explanada Plataf. 1; camino a La Troja; bloque disgregado sobre ladera)

Asientos

Desaparecidos por saqueo

Aguascalientes

El Zapote Aguascalientes

Las Cruces

El Ocote Las Negritas/ La Montesit a

Aguascalientes

Motivos

Mats. Asoc. Cerámica, Pozos, líneas lítica. onduladas Asentamiento Cerámica, Pozos y lítica. puntos Asentamiento

Forma

Técnica

Pozos y líneas

Incisión, desgaste

?

González Leos (2010), Macías (2006)

Pozos y puntos

Incisión, desgaste

?

González Leos (2010), Macías (2006)

Líneas, cruces y pozos

Asentamiento próximo

Incisión, percusión, Líneas y pozos desgaste

?

González Leos (2010), Macías (2006)

Pozos

Cerámica, lítica. Asentamiento

Pozos

Erosión

Pelz, Jiménez y Palacios (2010-2014)

Incisión, desgaste

Afectación

Referencias

35

Capítulo II. Proceso teórico-metodológico para el estudio de la gráfica rupestre en El Ocote, Aguascalientes. Un enfoque interdisciplinario

El tema principal de este proyecto es aproximarse al papel que tuvo la gráfica rupestre en un paisaje determinado y en un contexto inmediato y mediato. Se considera que fue una primera forma de aprehensión de un espacio. Asimismo, el estudio iconográfico también es importante y también se trató. Por lo tanto, y en el marco de esta investigación, se discurre que una investigación arqueológica con enfoque interdisciplinario busca cuatro metas: (1) temporalidad, (2) filiación o complejo cultural, (3) usos y significados y (4) protección-divulgación; sin embargo, hay variados factores que imposibilitan que se logren. Pese a ello, los resultados que se presentan son una aproximación significativa hacia la búsqueda de dichos alcances2. La base teórica es la propuesta denominada Arqueología del paisaje. La viabilidad de dicha propuesta radica en que la gráfica rupestre ubicada en El Ocote se inserta en un paisaje dinámico, con relevantes evidencias culturales del aprovechamiento y aprehensión del entorno físico-natural. En este sentido, los autores y sus planteamientos y propuestas se encuentran en diferentes contextos nacionales: México, Estados Unidos, Chile, Cuba, Inglaterra, España e Italia. Además, no toda la gama de autores elegidos se sitúa estrictamente en el concepto de Arqueología del paisaje, como se verá más adelante, pero sus propuestas tienen una correspondencia enriquecedora, tales son los casos colombianos con Grupo GIPRI y el equipo coordinado por Diego Martínez Celis. Después de lo anterior expuesto, la interdisciplinariedad con la que cuenta este estudio se ve reflejada en el cuadro siguiente (Figura 23), donde se realizó un cruce con proyectos e instituciones que favorecieron sustancialmente. Cuadro que se enlaza con el esquema de la Figura 25, que, básicamente, es la forma en que se trabajó durante esta investigación.

2

El Periodo de tiempo que comprendió esta investigación fue de un año y 10 meses (agosto de 2014-junio de 2016). Maestría en Estudios Mesoamericanos, Instituto de Investigaciones Filológicas, FFyL, UNAM.

36

Figura 23. Esquema donde se muestran los proyectos y las instituciones que han participado en el desarrollo de este proyecto. Elaborado por Mario Palacios Díaz, 2016.

2.1. La Arqueología del Paisaje y otras posturas designadas La Arqueología del paisaje tiene un largo recorrido de desarrollo (actualización, propuestas, casos, etc.). Las primeras referencias que se toman para este asunto son los cuestionamientos que se desprenden de la Geografía Histórica promovida por Carl Sauer, específicamente en casos de México, durante las primeras décadas del siglo XX. Carl Sauer era la contraparte de Kroeber en el Departamento de Geografía de Berkeley. Estaba interesado por la geografía tanto cultural como física, y tenía una aproximación muy amplia a la historia humana, incluida la prehistoria, de modo que su trabajo, igual que el de sus colegas, coincidía bien con los enfoques utilizados en antropología. Sauer y Kroeber impartían seminarios conjuntos a mediados de las décadas 1920 y 1930, y sus inclinaciones por temas difusionistas corrían paralelos a los de Lowie. Sus intereses relativos al trabajo de campo en Baja California y el occidente de México pueden haber resultado especialmente atractivos para [Isabel] Kelly. Junto con el historiador Herbert E. Bolton, Sauer y Kroeber formaron (a finales de los veinte y principios de los treinta), lo que se conocería después como la “escuela de Berkeley” de estudios latinoamericanos, Parsons, 1960:327 (Kelly, 2008:11). Posteriormente, se toma un 37

enfoque desde las ciencias antropológicas, concretamente de la arqueología, así como la intrusión de otras disciplinas que enriquecieron favorablemente. Una síntesis general de los conceptos que aborda esta corriente, descritos por Almudena Orejas, se cristalizan en los siguientes puntos teórico-metodológicos, pasando también por la reflexión acerca del uso del término arqueología del paisaje (1991: 226):

i.

La Arqueología del paisaje, se opone al paisaje arqueológico que transmite una visión estática, una especie de museo al aire libre que no hace sino reproducir la misma idea que tradicionalmente ha regido la visita a ruinas y museos; del mismo modo con la expresión “arqueología en el paisaje” nos referimos a la presencia en el paisaje actual de elementos singulares del pasado, hitos descontextualizados, asociados, por regla general, a lo monumental.

ii.

Se propone un trabajo basado en la interpretación de elementos en el espacio y en el tiempo, opuesto a visiones estáticas y contemplativas, capaz de leer en la forma en la que se han plasmado las relaciones del hombre con su entorno, no sólo dietas o densidad demográfica, sino tradiciones, la valoración del riesgo, relaciones entre comunidades, etc.

iii.

Desde el momento en que se reconoce la presencia de elementos de un paisaje antiguo se plantea, como cuando se detecta un yacimiento arqueológico, el problema de qué hacer con ello: se trata, en muchas ocasiones, de elementos sin función o destinados a carecer de ella en breve plazo (…) contribuyan a dinamizar el paisaje del presente y una revalorización de las relaciones del hombre con su entorno, como recurso y reflejo de su historia, como patrimonio común.

iv.

Conocer y documentar el pasado y el presente significa tener la posibilidad de superarlo, no fosilizarlo, bloquearlo o convertirlo en reliquia descontextualizada. El paisaje del pasado puede encontrar una vía de expresión en los proyectos de parques arqueológicos, concebidos a la raíz de la creación de parques naturales, recogiendo esta reivindicación del patrimonio común, de las necesidades generadas por el ocio, de la recuperación de espacios y formas de vida extinguidas o en proceso de desaparición, y entendidos como proyectos que exigen una adecuada investigación y gestión. No se 38

trata de emprender la creación de una especia de zona recreativa, sino saber “actualizar” el pasado, hacerlo accesible, desmitificarlo, contextualizarlo y reconocerlo. Preservación y difusión no son sinónimos de fosilización y comercialización.

Por su parte, Criado Boado (1999:1), considera que la Arqueología del paisaje es un estudio interdisciplinario, con una estrategia de trabajo que puede ser utilizada como una herramienta de gestión y estudio del registro arqueológico. Partiendo de estas reflexiones y otras que se van presentando a lo largo de este capítulo, el manejo de la información de cada postura-propuesta se engloba en el siguiente cuadro, que representan las fases de investigación de un paisaje rupestre y su influencia en la cultura que se desarrolló en su alrededor, como Siemens (2010) llamaría una sucesión de paisajes.

Figura 24. Esquema de análisis rupestre del sitio arqueológico El Ocote, Aguascalientes. Elaborado por Mario Palacios Díaz.

39

2.1. Conociendo el lugar

Partiendo del apartado I, se presenta la primera etapa de estudio del espacio en El Ocote. En un primer momento, Tilley en su Fenomenología del paisaje (1994), expone que el estudio del paisaje va en relación entre el Ser y el ser en el mundo, a través de relaciones en el entorno mediante el cuerpo. Indica que hay tres tipos de formas de acercarse a la relación hombreespacio (paisaje): primero, el lugar, que son creados y aprehendidos mediante la experiencia, significado y simbolización compartidas; segundo, el sendero, que no es más que las rutas para llegar de un lugar a otro, sin importar la finalidad de éste; tercero, el caminar, destaca la importancia del “andar”, ya que eso da la posibilidad de encontrar lugares y conectarlos, además de obtener un conocimiento nuevo; sustraer las características del espacio, para detectar cómo hay lugares exclusivos para determinadas actividades sociales. Tilley indica que el espacio abstracto se contrapone al regido matemáticamente, ya que el espacio humano es irracional. Cada cultura tiene formas de ver el espacio. Por tanto, es un espacio idealista, la fenomenología favorece en entender cómo la gente experimenta y entiende el mundo, así como las relaciones del entorno a través del cuerpo y la sociedad. El método se sintetiza a continuación, y fue realizado durante la primera temporada de campo.

1) LUGAR: Son creados y aprehendidos mediante la experiencia, significado y simbolización. Identidad y sentido de pertenencia. Otorga seguridad. Aspectos, atributos y cualidades que el lugar ofrece. 2) SENDERO: Ruta que une un lugar con otro. La creación y mantenimiento de los senderos depende de la creación de las redes de tiempos-espacios particulares. Surge una forma

40

rutinaria. Los senderos unen lugares en una secuencia temporal. Punta A- punto B. Líneas en el paisaje. 3) CAMINAR: Encontrar un nuevo lugar. Los lugares se conciben/definen en relación con los demás. La caminata establece las relaciones espaciales y temporales entre diferentes lugares. Por su parte, Cristina Corona (2006), define a la Arqueología del paisaje como la unión de la construcción simbólica del espacio (dimensión mental o imaginaria) con la construcción visible o material (dimensión física) del mismo, donde los agentes constituyen escenarios de interacción de las prácticas sociales (dimensión social) en tiempos particulares. Asimismo, el paisaje integra las sedes y los encuentros de la vida cotidiana y ritual, mezclando encuentros espacio-tiempo que otorgan identidad a los agentes por medio de la vinculación de lugares (2006:102). Otra propuesta que fue utilizada en este primer apartado del método propuesto fue el trabajo de Daniela Valenzuela (2004), quien centra la relación entre el arte rupestre y su entorno espacial, a partir de la consideración de las imágenes rupestres, los atributos del ambiente natural y los rasgos culturales del entorno. Enfatiza el particular emplazamiento del arte rupestre con respecto a rasgos geográficos y culturales determinados. Su método fue fundamental en este trabajo, puesto que coinciden los objetivos de usos del espacio para la elaboración del material rupestre. En resumen, su metodología se concretiza de la siguiente manera:  Localidad de estudio. Registro de los rasgos geográficos de la región de estudio.  Espacialidad y registro rupestre. Registro de los conjuntos rupestres mediante la clasificación de Agrupamientos, donde también asocia otros elementos culturales inmersos en cada registro para entablar un dialogo entre cada aspecto cultural.  Análisis Imagen rupestre-espacio y paisaje. Una vez recabada la información anterior, viene el análisis, que se clasifica: características geográficas del sitio de estudio (Quebrada de Quesala, en Chile es el ejemplo), rasgos culturales asociados recurrentes en el arte rupestre, referencias etnográficas y etnohistóricas (este apartado se consideró). De esta forma se tiene un cuadro analítico de la importancia del espacio como medio de interacción cultural que fue entendido a través de las manifestaciones rupestres. 41

2.2. Análisis integral del paisaje asociado

En este trabajo el análisis integral del paisaje asociado se refiere a los métodos, junto a diversas herramientas, que se aplicaron para tener un entendimiento del arte rupestre en relación a su paisaje.

2.2.1. Elementos considerados para el estudio del paisaje rupestre

Los valores de estudio del paisaje donde están depositadas las manifestaciones rupestres es uno de los puntos más importantes de este trabajo, dado que sus características que permiten complementar la información obtenida con los puntos que se despliegan más adelante. Así, los valores o elementos considerados del paisaje circundante a cada registro rupestre son: accesibilidad, senderismo/comunicación, visibilidad, entorno natural (entes geográficos aprovechados por las sociedades), entorno cultural (arqueológico e histórico) y los usos. Esos aspectos forman parte de un Esquema de análisis rupestre de El Ocote que se muestra en el capítulo III, donde cada aspecto se explica y propone para el estudio del arte rupestre en general.

Figura 25. Elementos generales considerados para este caso concreto. Estos valores tienen su base en el marco teórico que se presentó anteriormente. Cada registro rupestre (pintura o petrograbado). Foto y edición de MAPD, 2016.

42

Conceptualmente, cada valor analizado en el Esquema, cuenta con una interpretación, de acuerdo a las propuestas de la Arqueología del paisaje que se revisaron. Como ya se mencionó, las “escuelas” española y colombiana. Concepto

Interpretación para este caso de estudio

Accesibilidad

Se refiere al nivel de dificultad existente para llegar a un punto con presencia de pintura y petrograbado en un espacio determinado. Este concepto se desarrolló durante la puesta en práctica de la metodología de Tilley en relación al conocimiento del lugar (1994). Para identificar el nivel de accesibilidad de cada punto analizado de la gráfica rupestre encontramos que hay un vínculo con senderos, brechas, caminos de herradura, etc. (cuya temporalidad es histórica y reciente). Este apartado se refiere al registro, en caso de existir, de redes de comunicación entre los registros rupestres y otros elementos culturales y físicos del sitio arqueológico. Este aspecto fue analizado mediante el uso de Sistemas de Información Geográfica (SIG). Aspecto hacia afuera y hacia adentro. Ubicados en un punto o registro rupestre, la visión hacia adentro es hacia su exterior, es decir, qué es lo que se vislumbra alrededor del registro. Hacia afuera, cuando se está en busca de un registro y puede divisarse a la distancia. Una distancia que no debe ser del todo alejada. En concordancia con la tesis de Cruz Berrocal, la visibilidad se entiende como Control visual (2005:35). Son aquellos elementos físicos propios del lugar en donde se encuentra la pintura o petrograbado. Van desde el emplazamiento rocoso, flora, fauna y recursos naturales cercanos como arroyos, ríos, yacimientos de alguna materia prima. Los recorridos en campo otorgaron los datos que fueron cotejados con la información geográfica de la región, la cual se presentó en el capítulo I. Son las evidencias culturales, ya sean arqueológicas o históricas, asociadas a los registros rupestres. En este caso, mayoritariamente arqueológicas. En este rubro entran los análisis de materiales arqueológicos que se analizaron en diversas instituciones (IIA-UNAM, INAH-AGS). Una vez documentado cada aspecto anterior, se propone una serie de factores que determinaron el posible uso del espacio para realizar las obras rupestres.

Senderismo/Comunicación

Visibilidad

Entorno natural

Entorno cultural

Usos

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2.2.2. Registro, documentación y tratamiento iconográfico de los motivos

Una vez que se ha familiarizado el sitio o lugar, este rubro es fundamental. De aquí se desprende la base de la información, la pintura y petrograbado de El Ocote y su relación con el paisaje. Este apartado consiste en la exposición de las principales propuestas metodológicas que se utilizaron para el registro y documentación de la gráfica rupestre, misma que ya se presentó en el capítulo I, y que consta de 12 registros, hasta el momento.

La base

metodológica para esta actividad, desarrollada durante prácticamente todos los trabajos de campo, es la escuela colombiana. No obstante, también las formas de trabajo de diversas investigaciones españolas complementan de manera efectiva y adecuada. En el caso de las posturas colombianas, sus aportaciones al estudio de la gráfica rupestre han sido significativas. El grupo de investigación GIPRI, coordinado por Guillermo Muñoz Castiblanco (2014), es una de las instituciones más valoradas, no sólo en Colombia, sino a nivel internacional en cuanto al estudio del arte rupestre colombiano. Paralelamente, está el trabajo bajo la dirección de Diego Martínez Celis et al., (2011) y sus propuestas novedosas y muy adaptables para las intenciones de la presente investigación. El objeto de estudio que fue utilizado como referente es la región de Cundinamarca. La metodología de GIPRI se enfatiza en el siguiente esquema (2014: 21). En el caso de Grupo GIPRI, su método se dosifica de acuerdo a las necesidades que se presentan en campo (Muñoz, et al, 2014: 21-24). Los valores que proponen son: 1- Localización geográfica de zonas y rocas (cartas geográficas de distintas escalas); 2- Registro fotográfico y gráfico (base de datos y dibujos); 3- Bases de datos para: veredas, murales y rocas; 4- Los procesos de descripción de los motivos son tratados por: orden, composición, estética y sistemas de representación. Las cédulas que se desprenden de su metodología sirvieron de referente en el trabajo de campo de este proyecto. Sin embargo, el enriquecimiento de esta tesis se dio gracias a las aportaciones de otras propuestas de investigación teóricometodológicas.

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Figuras 26. El proceso de documentación de acuerdo a GIPRI (Muñoz, et al, 2014). Aquí sólo se muestra un ejemplo, donde algunas de sus ideas propuestas se ven reflejadas en el Esquema de Análisis rupestre en el capítulo III.

Para el caso del diseño de investigación bajo la dirección de Martínez Celis (2011), se esboza con una documentación y divulgación de ese patrimonio trabajando con diversos grupos que están interesados en la protección de la identidad. Su propuesta se establece conforme a las siguientes escalas de un sitio rupestre (2011: 16-17): Escala 1, el motivo o motivos rupestres; escala 2, el panel o superficie; escala 3, el emplazamiento rocoso; escala 4, el entorno; escala 5, el paisaje. El siguiente esquema resume lo citado. Su trabajo ha sido realmente fundamental. Su propuesta abarca: El área de estudio (Datos geográficos, políticos, actuales, ubicación), Población, poblamiento y patrimonio cultural, Datos etnohistóricos y La investigación en el sitio (Sutatausa). 45



Escala 1. Motivo rupestre



Escala 2. El panel: es la sección, cara o pared de una superficie o emplazamiento rocoso en que se encuentran plasmados los motivos.



Escala 3. Emplazamiento rocoso: La entidad pétrea o superficie rocosa que soporta los motivos o paneles. Puede ser un bloque errático, abrigo, pared o afloramiento.



Escala 4. El entorno. Entendido como el conjunto de todo aquello que rodea al emplazamiento rocoso, puede ser caracterizado por sus condiciones físicas naturales o socio-culturales.



Escala 5. El paisaje. Ha estado expuesto a múltiples transformaciones tanto por procesos naturales como por la intervención del hombre. En dicho territorio confluyen de manera integrada los eventos naturales y la acción que el hombre ha ejercido sobre éste. La identificación del territorio, es decir la mirada o la interpretación que se hace 46

sobre este constituye el paisaje. Se puede entender el paisaje como “la síntesis entre lo físico, lo biológico y lo cultural, como una manifestación de la diversidad del espacio geográfico que se constituye en elemento de identidad territorial y el resultado de la relación sensible del individuo con su entorno percibido” (Mata, 2006 en Biel-Ibañez, 2009).

Estas escalas propuestas por el grupo coordinado por Diego Martínez Celis (2011) han formado parte de la cédula de registro que se propone en el capítulo III. Cabe aclarar que no se tomó la información de manera literal, sino que muchos de sus elementos se consideraron y se les dio el matiz que se requiere en nuestro objeto de estudio.

Figura 27. Escalas según Martínez Celis, et al (2011).

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Por su parte, la escuela española, comenzando con Felipe Criado Boado (1999), propone un estudio de paisaje mediante un procedimiento cuyos elementos son (1999:18): Análisis de lo formal del espacio (por ejemplo, lo arquitectónico y arqueológico), fisiográfico, tránsito y de las condiciones de visualización. Con el desarrollo de tales aspectos, Criado (1996) diserta acerca de la aplicabilidad de la Arqueología del paisaje, donde puede ofrecer herramientas para la reconstrucción de los paisajes sociales en determinadas épocas y estudiar los procesos de cambio y continuidad que han tenido como consecuencia el paisaje actual. Así, el estudio sistemático del paisaje permite la recuperación, valoración, evaluación, revalorización y mercantilización de los sitios o sitio, donde el enfoque es íntegramente interdisciplinario. Para ello, parte de una propuesta que se presenta a continuación (Criado, 1999): 

MORFOLOGÍA:



INFORMACIÓN ESTÉTICA: Descripción del panel o paneles, Observaciones, Documentación gráfica (fotos) y Croquis. La documentación gráfica se clasifica en: a) Figura: Cada una de las formas grabadas que se pueden individualizar y cuya unión forma compositivamente un panel. 48

b) Escena: Resultado de la unión de dos o más figuras que, aunque se pueden individualizar, representan una misma acción. c) Panel: Grupo de motivos entre los que no existe una discontinuidad espacial significativa en su distribución. d) Estación: varios grupos de petroglifos e) Soporte: se conoce: - Accesos: Sendero, camino, pista, carretera, otras vías. - Entorno arqueológico Ahora bien, el trabajo de María Cruz Berrocal (2004) radica en varios niveles de investigación: primero, el entendimiento y propuesta de interpretación de los conceptos que emplea (arte, paisaje, arqueología, etc.); segundo, el proceso arqueológico del arte rupestre, caracterizado por la documentación tradicional de los motivos; tercero, el análisis espacial, núcleo de su trabajo, a través del entendimiento de “lugares comunes”, donde propone una interpretación arqueológica del espacio en un desarrollo histórico y de los diferentes usos que ha tenido el suelo y otras formas geográficas (2004: 85-154). Los valores básicos que plantea para los dos últimos niveles son: Localización de estaciones, estilo, contenido iconográfico, visibilidad, monumento natural, toponimia y audibilidad (2004: 170). Complemento de lo documental, el paisaje se estudia bajo las condiciones medioambientales a través del tiempo y una serie de aspectos socio-económicos (diversificación económica, industrias, redes de intercambio, agricultura, manejo del entorno, estacionalidad). Siguiendo la visión de Cruz Berrocal, el análisis del paisaje donde está inmerso el producto rupestre es que la “cuestión básica no es ya el “significado” de las representaciones iconográficas, o sus rasgos estilísticos como “normas culturales compartidas”, cuando el hecho de que los abrigos pintados, o los petroglifos en su caso, son elementos constitutivos, fundantes, de un paisaje social, en cuya lógica sistémica encontraremos los nexos con el resto del registro arqueológico tanto como las claves para la valoración (no tanto interpretación, posiblemente inaccesible) de sus programas iconográficos. La tarea primordial de una Arqueología de las representaciones rupestres constituye marcadores, hitos o monumentos” (Cruz Berrocal, 2005). Esta reflexión es fundamental en este trabajo, cuya caracterización se refleja en los resultados obtenidos del capítulo III.

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Otro planteamiento teórico-metodológico que encaja con las intenciones de este trabajo, y que es el tercer enfoque español, es lo hecho por Almudena Orejas. La problematización del concepto paisaje es una de sus inquietudes esenciales, esto en términos como espacio (análisis espacial, arqueología espacial), territorio (estudios territoriales), medio, medio ambiente, entorno, relaciones ecológicas, nicho ecológico, arqueología del paisaje, arqueología aérea, es del lenguaje de historiadores y arqueólogos. Define históricamente el término con un problema, el cual procede de la ambigüedad que rodea al vocablo debido a su tradicional uso: efectivamente, aún hoy, dice, la primera y con frecuencia única acepción otorgada al término en los diccionarios españoles es la de “representación artística (casi siempre pictórica) de un espacio”. Esto ha hecho que el término sea indisociable de una visión subjetiva, plasmada de una forma también subjetiva (Orejas, 1991:193). En términos geográficos, es un área que ve un espectador, sirve para pasar a la idea de aspecto externo del terreno. También de visión estética. En otros idiomas latinos el término tiene que ver, siempre, con la apreciación sensorial, casi exclusivamente visual. Con el tiempo, la palabra se ha cargado de nuevos significados, dejando de lado lo artístico. Se considera como un bien de consumo limitado y que, por lo tanto, exige un control y salvaguarda: el paisaje de las planificaciones y de la política. Es un término multiforme y ambiguo. El estudio de la Arqueología del paisaje considera, dice, la relación (o la evolución de las relaciones) del hombre con su entorno, que es marco de su vida, como recurso, obstáculo, forma de comunicación de intereses, relaciones, mentalidades, etc. (1991:212). Sobre la gráfica rupestre, Orejas propone que son fuentes iconográficas, grabados, dibujos, fotografías, que pueden suministrar también un importante volumen de información, de la necesidad del hombre de representar e interpretar el espacio en que se desarrolla su existencia: planos de ciudades, mapas de rutas, representaciones artísticas de espacios de recreo, de trabajo, simbólicos, etc. Por lo tanto, el paisaje es un documento. La autora considera que el paisaje es un documento que permite leer en lo espacial la dimensión temporal -asociación reconocida por los geógrafos ya desde finales del siglo XIX, pero que no implica la realización de una estratigrafía del paisaje, sino la historia de la reutilización continua, cambiando o no de uso (1991:212). En general, su trabajo consta de tres niveles interdependientes: un primer análisis estrictamente morfológico, destinado a la detección de

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elementos; segundo paso lo constituiría la identificación de los elementos reconocidos; y una tercera fase es la interpretativa. Por último, la proposición de Seoane-Vega (2009), como el cuarto enfoque ibérico, del estudio de la gráfica rupestre se resume bajo los criterios de figura, escena, panel, petroglifo, grupo de petroglifos, estación, soporte y superficie grabada. Posteriormente, dosifica su trabajo de acuerdo a fichas. La ficha 1, contiene la información general del sitio, que va desde la ubicación geográfica hasta la descripción de los motivos o caso cultural. En una ficha 2, se describe el emplazamiento, que se refiere al estudio del contorno cercano y lejano del petroglifo (u otro elemento cultural). Se incluye la información del entorno natural (climatología, relieve, etc.) y la situación socioeconómica actual. También se dedica un espacio para estudiar las relaciones de visibilidad desde y hacia el elemento cultural. La ficha 3, es la Morfología y Conservación. Se reportan las condiciones ambientales de exposición, así como un diagnóstico de valoración de los riesgos futuros y una propuesta de actuación. La ficha 4, es la Información Estética. Es una descripción detallada del panel, describiendo cada uno de los motivos que aparecen y la técnica con la que se realizó, esto si es posible distinguirla. Finalmente, una caracterización de la composición en general. La ficha 5, es la Documentación gráfica. Está destinada a recoger cuestiones prácticas sobre el registro del grabado: número y tipo de fotos, método de observación y reproducción, y bibliografía. De las cuatro posturas de una “escuela española”, en la presentación del Esquema de análisis rupestre (capítulo III), se emplean términos y datos de cada una.

A)

Acervo o repertorio rupestre

De acuerdo a los enfoques vistos anteriormente, el acervo rupestre del sitio arqueológico El Ocote se trató de acuerdo a sus necesidades específicas. Aquí se manejan las dos “escuelas”, la colombiana y española3. De acuerdo a la información analizada y sintetizada, se trabajó bajo 5

3

Sin embargo, en el marco del XIX Congreso Internacional de Arte Rupestre IFRAO 2015, “Símbolos en el paisaje: el arte rupestre y su contexto”, celebrado en la Universidad de Extremadura, Cáceres, España del 31 de agosto al 4 de septiembre, se presentaron, además de los avances de esta tesis dentro de la Sesión No. 7, novedosas propuestas metodológicas para la documentación del arte rupestre, enfatizando en el dibujo digital y tridimensional. Además, el estudio del paisaje, también con herramientas digitales, fue otro factor importante en el evento.

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etapas de documentación, siempre atendiendo cada una de las premisas puestas en marcha de ambas escuelas.

Etapa 1. Recopilación de antecedentes de estudio de la gráfica rupestre, tanto de El Ocote como del estado de Aguascalientes (información que aparece en el capítulo I). También incluyó el trabajo en los dos Archivos Históricos de la ciudad de Aguascalientes, el estatal y municipal. Finalmente, una recopilación bibliográfica sobre estudios de gráfica rupestre en regiones vecinas al estado de Aguascalientes y también sobre posturas relacionadas a la Arqueología del paisaje, tanto a nivel nacional como internacional.

Etapa 2. Prospección No. 1. Se llevó a cabo entre enero y junio de 2015. Se obtuvieron resultados alentadores, ya que, por ejemplo, se amplió el repertorio rupestre y se iniciaron los análisis de materiales arqueológicos, mismos que fueron trasladados a diferentes laboratorios del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM. Asimismo, se inició con la aplicación teórico-metodológica de varios autores que abordan el estudio del paisaje desde la arqueología, tales como Tilley, Corona y Martínez Celis.

Etapa 3. Fotografía y documentación virtual de los motivos registrados. La información se almacenó en un Disco Duro portátil con capacidad de 1 TB de almacenamiento. Se organizaron carpetas de acuerdo a las necesidades del proyecto.

Figura 28. Organización digital del acervo rupestre de El Ocote.

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Etapa 4. Aplicación de las técnicas y metodologías de los autores seleccionados para el Registro y Documentación. Los autores son: Criado-Boado, Seoane-Vega, Cruz Berrocal, GIPRI y Martínez Celis y equipo. Etapa 5. Registro, documentación y análisis de los motivos rupestres en relación a los aspectos que se muestran en el capítulo III. En pocas palabras, los resultados de esta investigación.

B)

Tratamiento de la imagen (dibujo, iconografía y rasgos estilísticos)

El tratamiento de las imágenes obtenidas una vez que el registro y documentación concluyó se trabajó con dos softwares que permitieron tener una mejor visión de los motivos. Image J con su plugin D-Strech, muy en boga en los estudios rupestres a nivel mundial y GIMP 2, para el dibujo digital y procedimiento para conseguir mayores elementos de estudio de cada motivo identificado. Las premisas sobre el levantamiento sistemático de un panel, frente, etc., parten de la propuesta tanto de GIPRI como del grupo de Martínez Celis, es decir, el enfoque colombiano. En un primer momento, se trabajó con GIMP 2 y D-Strech para obtener la mejor imagen de cada motivo. Enseguida, en un segundo momento, se dio paso al dibujo arqueológico. Por último, se realizó una propuesta técnica, estilística y de asociación con otros rasgos de la naturaleza y la producción cultural inmersa en el sitio arqueológico. Esta información se analiza y presenta en los capítulos III y IV.

Figura 29. Ejemplo del trabajo con D-Strech, que es uno de los programas más utilizados en investigaciones rupestres.

53

Figura 30. Más usos del plugin D-Strech en el programa Image J. Se aprecia con claridad cómo la aplicación contribuye a identificar el motivo rupestre pintado.

Figura 31. Con la ayuda del software libre de GIMP 2 el dibujo arqueológico puede llegar a ser sumamente preciso, esto debido a las herramientas de dibujo novedosas con las que cuenta.

C)

Sistemas de Información Geográfica (SIG)

Los Sistemas de Información Geográficos son una herramienta metodológica y práctica que contribuyó a mejorar el almacenamiento de la información obtenida en campo. De acuerdo al INEGI (2014) es un conjunto de herramientas diseñadas para obtener, almacenar, recuperar y desplegar datos espaciales del mundo real; también es un conjunto de mapas, de la misma porción del territorio, donde un lugar concreto tiene la misma localización (las mismas 54

coordenadas) en todos los mapas. Es una forma de obtener un mejor conocimiento de una zona determinada. Ahora bien, la página de internet del Instituto Geográfica Nacional (España), indica que estos sistemas son una aplicación de las llamadas Tecnologías de la Información para una mejor gestión de la información geográfica. El término SIG tiene tres acepciones: el SIG como proyecto, cada una de las realizaciones prácticas, de las implementaciones existentes; el SIG como software, es decir, los programas y aplicaciones de un proyecto SIG; y también es una disciplina

de

los

estudios

de

Geografía

(https://www.ign.es/ign/layoutIn/actividadesSistemaInfoGeografica.do, consultado el 23 de noviembre de 2014).

Figura 32. Para el caso de los SIG se utilizó el programa ViewNX2 de Nikon, ya que se trabajó con una cámara digital con GPS.

Para cubrir las necesidades planteadas para este aspecto metodológico se empleó el uso de GPS a través de una cámara fotográfica marca Nikon Coolplix P610. Lente Nokkor 60X Wide optical Zoom ED VR 4.3-259mm. La información se obtuvo mediante la toma de imágenes con el GPS activado de cada registro rupestre, esto con la finalidad de mejorar la ubicación geográfica de cada uno de ellos y cotejar los datos con otros elementos del paisaje, tales como evidencias culturales asociadas y rasgos geográficos cercanos.

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2.3. Análisis de materiales arqueológicos asociados

Hasta este momento, el contexto arqueológico (entorno cultural) asociado a la producción rupestre de El Ocote corresponde a la ocupación prehispánica del periodo Epiclásico; también, existen otros contextos de otras épocas, tales como las actividades relacionadas a los Ejidos El Ocote y El Taray. La evidencia arqueológica, como ya se ha venido manejando, ha sido investigada en el marco del proyecto Investigación Arqueológica El Ocote, municipio de Aguascalientes, de Ana Pelz y colaboración de Jorge Jiménez (Centro INAH Aguascalientes). Una selección de materiales arqueológicos recuperados en diferentes temporadas de campo y vinculados a los registros rupestres fueron analizados en los laboratorios con los que cuenta la Universidad Nacional Autónoma de México. Su diversidad va desde fragmentos de pintura rupestre, una mano de metate con restos de pigmento, obsidiana, cerámica, fragmentos de piso, entre otros. Es importante mencionar que, además de estar asociados a los registros de pintura y petrograbado, también hay otros depositados en áreas de diversa actividad, tales como espacios domésticos, habitacionales, talleres, estructuras arquitectónicas, etc. Por esta razón, el proceso de análisis de los materiales se dividió en dos grupos. El grupo I cuanta con muestras vinculadas directamente al Registro No. 1 de pintura rupestre. Mientras que el Grupo II se conforma por tener diferentes procedencias, por ejemplo, el Registro No. 3 de pintura rupestre y varios espacios arquitectónicos.

Grupo I Las muestras de este grupo corresponden a las asociadas al Registro No. 1 de pintura rupestre, así como al Registro E-5 de los petrograbados. La recuperación de cada uno de los materiales estuvo a cargo de Ana Pelz, Jorge Jiménez y el grupo de trabajadores que temporada tras temporada han colaborado. Las muestras son: 

Fragmentos de pintura rupestre



Mano de metate con restos de pigmento



9 tiestos de cerámica



2 fragmentos de obsidiana 56

Figura 33. Vista poniente del Cerro Los Tecuanes. Justo en esa cara se encuentra el Registro No. 1 de pintura rupestre. Fotos: MAPD, 2016.

Respecto al fragmento de pintura rupestre, la extracción fue llevada a cabo por la restauradora Verónica Balandrán, del Centro INAH Aguascalientes. Esta toma de muestra estuvo aprobada por Sandra Cruz, quien coordina en el sitio los trabajos de conservación y restauración del patrimonio rupestre (Figura 34). Se tomaron dos muestras, una de la pintura en tono rojo y la otra la referente al tono naranja. Los análisis que se efectuaron estuvieron a cargo del Laboratorio Nacional de Ciencias para la Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural (Instituto de Física-UNAM), con el apoyo de José Luis Ruvalcaba Sil y el equipo que coordina.

Figura 34. Foto derecha, ubicación precisa de las zonas de donde se tomaron las muestras. Foto izquierda, Verónica Balandrán efectuando la toma de muestra. Fotos: MAPD, 2016.

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Por su parte, tanto la mano de metate como los restos cerámicos, localizados a pies de las pinturas rupestres, Pelz menciona que “durante la excavación se localizaron abundantes fragmentos de cerámica, lítica y parte de un entierro humano (sólo se recuperó el cráneo y algunos huesos largos) aparentemente in situ y otros fragmentos dispersos en toda el área; no se encontró ofrenda asociada y se halló un fragmento de metate y un trozo de mano de molienda con restos de color rojo” (2000: 4).

Figura 35. Panel principal. Ubicación de los materiales arqueológicos del Conjunto 1. Foto: MAPD, 2015.

Figura 36. Mano de metate con restos de pigmentos rojos. Material arqueológico asociado que fue analizado en este semestre. Foto: Rogelio Santiago, 2015.

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Figura 37. Algunos de los fragmentos cerámicos provenientes del contexto rupestre del Registro No. 1. El análisis permitió ver el uso de las ollas en tiempos antiguos. El laboratorio a cargo de este trabajo fue el de Prospección Arqueológica, IIA-UNAM. Foto: MAPD, 2015.

Figura 38. Fragmentos de obsidiana localizados en superficie en la zona del Registro No. 1. Foto. MAPD, 2016.

Grupo 2 El grupo 2 es heterogéneo en comparación del Grupo 1. En general, los materiales arqueológicos se localizaron en diferentes puntos dentro del sitio arqueológico.

Su

distribución se organiza en dos zonas dentro de este grupo. Las muestras concernientes a la Zona 1 pertenecen a la zona habitacional-doméstica, donde también se documentaron un posible registro de pintura rupestre (Registro 8) y uno de petrograbado (Registro A-1). Por su parte, la Zona 2, es de diferentes sectores del asentamiento prehispánico, tales como Registro No. 3 de pintura rupestre, zona intermedia del cerro, escalinata sur (que es el acceso a la cima del cerro) y uno de los dos promontorios que están en la parte alta del cerro, y que están asociados el Registro No. 2 de pintura rupestre, así como al Registro B-2 de petrograbados (Figura 39). 59

Figura 39. Zonas aproximadas mencionadas donde provienen los materiales arqueológicos del Grupo 2. Foto. MAPD, 2016.

Los materiales correspondientes a la Zona 1 son: o 11 fragmentos de cerámica o 1 fragmento de bajareque o 1 muestra de piso o 4 fragmentos de piedra verde o 13 fracciones de posible obsidiana Respecto a esta zona, Pelz De comenta (2001-2005:22-23):

El material recuperado en los 116 cuadros excavados fue abundante, consistiendo principalmente en fragmentos cerámicos y líticos y un total de 12 enterramientos humanos. La profundidad total del área excavada fue en promedio de 40 cm., siendo la mínima de 20 cm. y la máxima de 100 cm. Los materiales recuperados se asocian principalmente a una actividad doméstica: objetos relacionados con la molienda (metates, morteros y manos), restos óseos de animales, diferentes herramientas manufacturadas en piedra (tajadores, puntas, raspadores, navajas, cuchillos, pulidores, alisadores, hachas de garganta, desfibradores, etcétera, elaborados en materias primas diversas -riolita, sílex y obsidiana- entre otros), 60

objetos de barro (vasijas, figurillas, tejos, malacates, sello), instrumentos de hueso (agujas, punzones). Sobresale la gran cantidad de piezas de ornato que se encontraron en este espacio, tanto por la diversidad de formas: placas, pendientes, cuentas, anillos, como de materia prima: barro, piedra, hueso, concha, turquesa, pirita. Es importante mencionar también el hallazgo de semillas quemadas encontradas tanto sobre, como bajo un piso. También se ubicaron dos elementos cerámicos conformados por conjuntos de tiestos de olla. El bajareque está distribuido por toda el área de manera fragmentada. La recuperación de carbón fue mínima en relación a los demás elementos detectados; los fogones no proporcionaron restos de material carbonizado, por lo que se enviarán las escasas muestras al Laboratorio de fechamiento en espera que puedan proporcionar fechas para ubicar cronológicamente el sitio.

Figura 40. Tipos cerámicos que se analizaron a principios de 2016. Destacan los decorados al negativo y pseudo cloisonné. Estos tipos cerámicos no provienen del mismo contexto de los materiales anteriores. Estos pertenecen a la zona doméstica y habitacional del asentamiento prehispánico. Fotos: MAPD, 2016.

Figura 41. Además de los tipos cerámicos anteriores, también se realizaron estudios químicos en piso de tierra y tizates. Es el mismo contexto del anterior material. Aquí se aprecian molidos, justo antes del análisis. Fotos: MAPD, 2016.

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Figura 42. Fragmentos de piedra verde. Foto. MAPD, 2016.

Figura 43. Restos de posible obsidiana. Foto. MAPD, 2016.

2.3.1. La sección de Arqueología del Centro INAH Aguascalientes

La sección de Arqueología es coordinada por Ana Pelz Marín y con la colaboración de Jorge Jiménez Meza. En este lugar, se atiende al público en general que cuenta con alguna solicitud o inquietud acerca del quehacer arqueológico en Aguascalientes. También se encuentran informes técnicos, mapas de variados puntos del estado, bibliografía especializada, materiales arqueológicos de diferentes sitios del estado y equipo tecnológico para organizar la información. 62

Aquí también, se encuentra el centro de operaciones del proyecto de investigación de El Ocote, que lleva 16 años recabando información. Ana Pelz es la investigadora responsable del Proyecto de Investigación Arqueológica El Ocote, municipio de Aguascalientes. Se localizan los informes, fotografías, publicaciones y los materiales arqueológicos recuperados en las excavaciones. Además, cuando se realizaron las prácticas de campo de la maestría, los citados investigadores facilitaron las instalaciones y equipos como computadoras, libros y cámaras fotográficas para el trabajo óptimo y organizar la información obtenida. Antes de su traslado se trabajó en dicha sección, documentando cada uno de los artefactos arqueológicos (registro numérico, fotografía, cartas para traslado y solicitud de análisis, etc.). Es fundamental el apoyo de ambos investigadores para la logística en torno a la trasferencia a la Ciudad de México. Se aclara que los materiales arqueológicos se trasladaron en tres partes, esto debido a los alcances y resultados obtenidos en los análisis en los laboratorios con los que cuenta la UNAM, mismos que se presentan a continuación.

Figura 44. Sección de Arqueología de la sede del INAH en Aguascalientes. El espacio es responsabilidad de Ana Pelz y Jorge Jiménez. Foto: MAPD, 2016.

2.3.2.- Laboratorio de Fitolitos

El inicio de los análisis de materiales arqueológicos fue en este laboratorio. Hablando con su responsable, Judith Zurita, consideró la posibilidad de realizar estudios previos que permitieran ampliar el conocimiento del contexto arqueológico asociado a la gráfica rupestre y en general del sitio arqueológico. El elemento arqueológico analizado en este espacio fue la mano de 63

metate con restos de pigmento, cuya asociación en el espacio es con el Registro No. 1 de pintura rupestre. La primera idea general en torno a los posibles resultados obtenidos fue en relación a vislumbrar una relación temporal entre la gráfica rupestre y el asentamiento prehispánico. Antes de emprender el análisis de Fitolitos, y por recomendación de Judith Zurita, se buscó el apoyo de Manuel Reyes, responsable del Laboratorio de Química Arqueológica y Conservación. Simultáneamente, al análisis de Manuel Reyes en dicho laboratorio, también se acudió al Área de Prehistoria y Evolución Humana, recinto que también se encuentra en el Instituto de Investigaciones Antropológicas. En este caso, se trabajó con Guillermo Acosta. Una vez que se realizaron dichos estudios se iniciaron los análisis para la obtención de Fitolitos. A propósito, los Fitolitos son cristales de sílice que se forman en la epidermis de las plantas; es decir, células vegetales que se han mineralizado, presentando una estructura cristalina, y se forman cuando las plantas absorben la sílice por las raíces de las plantas. Sobre el sílice toma la forma de las células, que al morir la planta y desaparecer la materia orgánica se deposita en el suelo como partículas identificables, que se recuperan del suelo en contextos arqueológicos y permite identificar la familia, género o especie de las plantas usadas por las comunidades en estudio (Piperno 2006), en este caso de los habitantes prehispánicos de El Ocote, buscando obtener información acerca de la economía, especies cultivadas, usos del fuego y aproximarse a patrones medioambientales, esto mediante la identificación de hojas, tallos, frutos, etc. (Piperno 2006; Portillo et al., 2006). La metodología concerniente para la recuperación de Fitolitos se hizo a través de proceso de extracción del Laboratorio de Paleoetnobotánica, modificado por Judith Zurita y Rogelio Santiago. El proceso metodológico se dividió en las siguientes fases.

Fase 1. Registro fotográfico y recorrido de la mano de metate en microscopio estereoscópico para detectar elementos en la superficie. En esta fase, una vez tomado el registro fotográfico, se procedió a recorrer la superficie de la mano de metate con el citado microscopio. Esta acción buscó obtener información en la superficie del artefacto, para detectar posible presencia de material que cayó recientemente, así como otros agentes que no pueden considerarse en el

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posterior análisis. Finalmente, se obtuvieron diversas fotografías de los barridos realizados, logrando un registro superficial completo.

Figura 45. Microscopio óptico con el que se efectuó el recorrido superficial de la mano de metate, previo al análisis de Fitolitos. Foto: MAPD, 2015.

Figura 46. Algunas de las capturas fotográficas del barrido de la mano de metate. Fotos: Rogelio Santiago y MAPD, 2015.

Fase 2. Obtención de muestras por medio de lavados con agua destilada. Una vez que se tuvo un registro fotográfico de la mano, dio inicio el análisis de Limpieza de suelos para buscar la presencia de Fitolitos. (1) Primero, se bañó sutilmente la mano con ácido clorhídrico en un 15 % mezclado con agua. Al no existir ninguna reacción, se descartó la presencia de carbonatos. (2) 65

Enseguida, se cubrió la mitad de la mano (para dejarla intacta de todo tipo de análisis) con parafilm. La otra parte sin cubrir se sometió al análisis. Con ayuda de una pipeta tipo Pasteur se extrajo una piedra roja, posible componente del pigmento. (3) Con agua destilada se limpió la superficie de la mano con un cepillo de dientes desinfectado. El líquido se trasladó a un vaso de precipitado. El líquido, ahora muestra, se vertió en tubo para realizar el centrifugado.

Figura 47. En orden de izquierda (arriba) a derecha (abajo) se muestran las acciones correspondientes a lo descrito en la fase 2 del análisis. Fotos: Rogelio Santiago y MAPD, 2015.

Fase 3. Extracción de Fitolitos Debido a que la intención de esta investigación es enfocarse al estudio del arte rupestre, el proceso de obtención de Fitolitos es largo y complejo, por lo que se presenta una síntesis4. Para un mejor análisis la muestra se dividió en dos, “A” y “B”. Ambas muestras se sometieron a varios químicos y centrifugados para, finalmente, tener el contenido sin líquido (evaporización) para realizar el montaje de láminas para emprender la búsqueda de Fitolitos en el microscopio. Los resultados de este análisis aparecen en el capítulo III, dentro del Esquema de Análisis rupestre del Registro No. 1 (Entorno cultural).

4

Para saber más acerca de este procedimiento puede consultar la obra de Piperno o ponerse en contacto con el Laboratorio de Fitolitos, IIA-UNAM, Ciudad Universitaria.

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Figura 48. Montaje de las láminas al microscopio. Fotos: MAPD, 2015.

Figura 49. Observación en el microscopio de las evidencias culturales en las láminas. Fotos: Judith Zurita y MAPD, 2015.

2.3.3- Laboratorio de Química Arqueológica y Conservación

En este laboratorio se trabajó una sola ocasión. Manuel Reyes, responsable del espacio, se encontraba en una situación complicada5. Pese a la situación, los datos proporcionados fueron sumamente relevantes y reveladores. Previamente, en el laboratorio de Fitolitos con ayuda de un microscopio óptico, se detectaron una serie de fibras en la superficie de la mano, pero no había certeza sobre qué eran y por qué estaban depositadas. Reyes (comunicación personal, 2015) aplicó una solución de ácido clorhídrico a 1/1, corroborando la existencia de fibras y de posible manufactura antigua.

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Dicho investigador se encontraba en trámites para su jubilación. Una vez que se jubile pasará un tiempo indeterminado para que se asigne un nuevo responsable del laboratorio.

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 Afirmó la presencia de fibras de algodón teñidas en dos colores: azul y rojo. También se identificaron las mismas, pero sin teñir, dando una tonalidad trasparente  Detectó presencia de carbón, aunque en cantidades muy reducidas  Carbonatos de calcio (¿posible cal?), lo cual pudo haber servido como base para la elaboración del pigmento que contiene la mano  Gránulos de cuarzo que pertenecen a la piedra  Alta presencia de restos vegetales no antiguos (raíces y tallos)

Figura 50. Manuel Reyes analizando la superficie de la mano de metate. Primer semestre de 2015. Foto: MAPD, 2015.

2.3.4.- Área de Prehistoria y Evolución Humana

En este espacio se trabajó con dos conjuntos de muestras, la mano de metate y la obsidiana. El trabajo estuvo coordinado por Guillermo Acosta Ochoa, con apoyo de un equipo de difracción de rayos X, el XRF, marca Brucker, modelo Tracer III-SD, empleando 15 KeV y 25 Ua por 60 segundos. El primer material analizado fue la mano de metate, donde Acosta recorrió su superficie. Entre los resultados preliminares aparecieron Hierro, Titanio. Estos elementos apuntaron a ser hematita el pigmento rojo. En otro recorrido apareció el Calcio, aunque en porción menor (Acosta, comunicación personal, 2015).

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Figuras 51 y 52. Equipo de Difracción de Rayos X. Datos obtenidos y leídos mediante un software sobre la mano de metate. Gráfica proporcionada por Guillermo Acosta. Foto derecha: MAPD, 2015.

Para el caso de la obsidiana, el procedimiento seguido fue el siguiente: 

Fotografiado de cada una de las muestras a analizar. Un total de 12 fragmentos de obsidiana fueron los elegidos.



Realización de un inventario para el control de las muestras.



Análisis de cada muestra a través del equipo de XRF.



Toma de los datos obtenidos por cada muestra analizada.



Cotejo de la información obtenida con una base de datos que Acosta me proporcionó referente a yacimientos de obsidiana registrados por su equipo.



Uso del programa PAST 3 para analizar estadísticamente la muestra.



Elaboración de un esquema donde se observa a qué yacimiento, de los registrados, tienen correspondencia las muestras de El Ocote.

Es importante mencionar que el proceso antes mencionado fue seguido en todo momento por el citado investigador, facilitando en todo momento información y comentarios acerca del análisis.

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Figura 53. Análisis de obsidiana. Fotos: MAPD, 2016.

2.3.5. Laboratorio de Prospección Arqueológica

En este laboratorio se contó en el apoyo de Agustín Ortiz Butrón. Se analizaron materiales de ambos grupos en dos etapas. En la primera etapa se analizaron 9 fragmentos cerámicos, entre cuerpos y bordes de olla específicamente; materiales que corresponden al contexto del Registro No. 1 de pintura. La segunda etapa, 13 muestras, entre cerámica de cajete y muestras de tierra y piso forman parte del Grupo 2 de muestras. La metodología que se siguió para los análisis químicos provino de un manual básico para el procedimiento químico realizado por Luis Barba, Roberto Rodríguez, José Luis Córdoba, Martín Terreros, Alessandra Pecci y Agustín Ortiz (2011). Los muestreos se ejecutaron en tres fases, siendo supervisadas en todo momento por Agustín Ortiz. Cabe señalar, que esta metodología se puede revisar a profundidad en el trabajo de Ortiz Butrón (2015).

# de muestra

Tipo cerámico

Características

Asociación

Muestra-INAH

1

Rojo monocromo

Cuerpo de olla

Registro 1. PR

6

2

Rojo monocromo

Borde de olla

Registro 1. PR

6

3

Negro monocromo

Cuerpo de olla

Registro 1. PR

5

4

Café monocromo

Borde de olla

Registro 1. PR

2

5

Café monocromo

Cuerpo de olla

Registro 1. PR

2

6

Rojo/Bayo

Borde de olla

Registro 1. PR

3

7

Blanco-crema/Rojo

Cuerpo de olla

Registro 1. PR

4

8

Rojo/Café Café con recubrimiento

Cuerpo de olla

Registro 1. PR

1

Cuerpo de olla

Registro 1. PR

-

9

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Fase 1 1.- Registro fotográfico de los 9 fragmentos cerámicos asociados al Registro No. 1 de pinturas rupestres. 2.- Elaboración de una tabla para el control de los análisis químicos. 3.- Trituración para posterior pulverización de fracciones de cada uno de los fragmentos cerámicos para dar inicio a los diversos estudios químicos. Fase 2 Ejecución de los estudios químicos de, 1- Fosfatos, 2- Carbonatos, 3- pH (potencial de hidrogeno), 4- Residuos proteínicos, 5- Residuos grasos, y 6- Carbohidratos. Fase 3 1- Elaboración de una tabla para vaciar los resultados obtenidos de cada análisis. 2- Interpretación de los datos obtenidos a cargo de Agustín Ortiz. 3- Asociación con la información de los estudios de gráfica rupestre. Conjunto 2 (13 muestras).

Figura 54. Análisis químicos. Fotos: MAPD y Agustín Ortiz, 2015.

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Segunda etapa. Mismo procedimiento para la etapa anterior. La diferencia, además de ser de un contexto arqueológico distinto, son materiales de diferentes características. 11 fragmentos de cerámica, 9 con decoración al negativo, entre cuerpos de olla y cajete, y 2 con la técnica de pseudo cloisonné. Las muestras 12 y 13 conciernen a muestras de piso y tizate. # de muestra

Tipo de material cultural

Características

Asociación

MuestraINAH

1

Cerámica al Negativo

Cuerpo de olla

L 6/17 - Capa III

1

2

Cerámica al Negativo

Cuerpo de olla

M-1 - Capa II

2

3

Cerámica al Negativo

Cuerpo de olla

M-10 - Capa II

3

4

Cerámica al Negativo

Cuerpo de olla

M-13 - Capa II

4

5

Cerámica al Negativo

Cuerpo de cajete

K-15 - Capa II

5

6

Cerámica al Negativo

Cuerpo de cajete

M-1 - Capa III

6

7

Cerámica al Negativo

Cuerpo de cajete

L 1/2 - Capa III

7

8

Cerámica al Negativo

Cuerpo de cajete

L-3 - Capa III

8

9

Cuerpo de cajete

¿K-N? - Capa I

9

Cuerpo de cajete

12

Muestra de tierra

Cuerpo de olla Interior de huella de poste

M-4 - Capa II Área de Fogón. Sup.

10

11

Cerámica al Negativo Cerámica Pseudo Cloissoné Cerámica Pseudo Cloissoné

C-K- 1 - Capa III

12

13

Muestra de piso

B

M-5

13

10

11

Figura 55. Fotografías donde se observan algunos de los análisis químicos que fueron empleados para la caracterización de los materiales cerámicos del sitio arqueológico El Ocote. Fotos: Agustín Ortiz y MAPD, 2016.

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2.3.6. Laboratorio Nacional de Ciencias para la Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural. Instituto de Física. Fue el último laboratorio que formó parte del análisis del contexto del proyecto. En este caso, se trataron los dos restos de pintura rupestre del Registro No. 1, algunos fragmentos de obsidiana y de piedra verde y la mano de metate con pigmentación. La metodología que caracteriza a este espacio es la obtención de datos a través del uso de técnicas avanzadas no destructivas. El trabajo estuvo coordinado por José Luis Ruvalcaba Sil, Edgar Casanova y Valentina Aguilar Melo. Los equipos empleados para las tres muestras fueron: 

Espectrómetro i-Raman BW&TEK, de 520, 785 y 1064 nm.



Espectrómetro Raman Inspector Delta-Un 785 nm.



Sistema ADIS (Análisis por difracción in situ) de análisis por difracción y fluorescencia de Rayos X.

Figura 56. Algunas tomas relacionadas a los equipos empleados del llamado LANCIC-IF. Fotos: MAPD, 2016.

Aquí termina la información referente a la teoría, métodos y técnicas que fueron utilizadas en el desarrollo de la investigación. A continuación, los resultados, presentados en el capítulo III. 73

Capítulo III. La gráfica rupestre en el paisaje. Resultados

La Arqueología del paisaje, con las particularidades de las propuestas revisadas y elegidas presentadas en el capítulo anterior, es una perspectiva teórica y metodológica que nos brinda ideas y postulados para documentar y caracterizar desde un simple elemento (como una piedra tallada al margen de un río), un camino (que conduce a otros y crea una red de caminos), una aldea o población (para convertirse en ciudad). El análisis del paisaje arqueológico nos permite comprender cómo una sociedad fue aprehendiendo un lugar para dotarlo de significados sociales. Como ya se vio, en la teoría seleccionada sobre la Arqueología del paisaje, los paisajes bajo estudio son complejos, dinámicos, repletos de historia y con una evidencia clara del binomio entre cultura y naturaleza.

Figura 57. Un ejemplo de los elementos culturales y físico-naturales que conforman un paisaje arqueológico y actual. Foto: Guillermo Palacios (mediante DRON), 2015. Imagen editada por MAPD.

La gráfica rupestre de El Ocote tiene un estrecho vínculo con un poblado prehispánico del periodo Epiclásico mesoamericano. A través de estos dos elementos culturales puede develarse el uso, transformación y desarrollo del paisaje a través del tiempo. Qué fue primero y qué es lo que vemos actualmente. A lo largo de los diversos análisis arqueométricos e iconográficos en torno a la producción rupestre se pudo obtener un resultado acerca de la sucesión de paisajes (Siemmens, 2010) y el papel que desempeñó la gráfica rupestre en este 74

proceso. Los resultados se dosifican mediante un Esquema de análisis rupestre en torno al paisaje investigado. Cada uno de los aspectos que se desglosan en el esquema son parte de cada uno de los componentes metodológicos que se expresaron en el capítulo II. En las siguientes páginas se muestran los resultados de este ejercicio de análisis del arte rupestre de El Ocote que, con ese sustento teórico-metodológico, se proponen ideas propias que fueron tomando forma con el devenir de la investigación, que tuvo una duración de dos años. 3.1. Configuración de un paisaje en torno a lo rupestre. Esquema de análisis rupestre La información referente a la configuración del paisaje rupestre se presenta en diferentes cuadros analíticos que, en conjunto, conforman un esquema de análisis rupestre (figura 53). Cada cuadro elaborado forma parte de un esquema general de estudio. Una vez que se muestren los esquemas por cada registro rupestre realizado, se da paso a la interpretación y la presentación de una propuesta final. Este ejercicio se realizó durante el desarrollo de la Maestría en Estudios Mesoamericanos de la Universidad Nacional Autónoma de México, en un periodo comprendido de agosto de 2014 a mayo de 2016. La información se recabó con el invaluable apoyo de Ana Pelz Marín y Jorge Jiménez Meza (Centro INAH Aguascalientes) y se socializó en diferentes eventos académicos, tanto nacionales como extranjeros.

Figura 58. Esquema de análisis rupestre. Elaboración de MAPD.

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3.1.1. Pinturas rupestres Los resultados presentados a continuación, recaen en los datos obtenidos durante un periodo de un año con ocho meses. Cada uno de los análisis realizados, que van desde la propuesta teórico-metodológica, el paisaje rupestre y el contexto arqueológico, son resultados preliminares. Están sujetos a modificarse en la medida de que se tenga más tiempo para el uso de las diversas herramientas empleadas. Sin embargo, la información vertida es alentadora. Nos muestra que el estudio interdisciplinario de un objeto de estudio, como el arte rupestre en este caso, es una forma confiable y enriquecedora. En lo que respecta al esquema, también se encuentra sujeto a cambios. Se considera que un esquema con estas características estará constantemente actualizándose, esto a medida que las técnicas y datos recabados vayan teniendo mayor precisión. Arqueólogos, diseñadores gráficos, historiadores, físicos, químicos, son algunas de las profesiones que colaboraron en este proceso de análisis. La pintura rupestre es, junto a los petrograbados, el objeto central del proyecto. Su análisis se dosifica de acuerdo al entorno natural y cultural, aunque también se realizó un ejercicio de análisis iconográfico, impulsado la documentación de cada motivo identificado.

Registro No. 1 DATOS GENERALES Nombre: Registro No. 1. También llamado Frente rocoso o Panel principal Coordenadas: N 21d 46m 39.7s – w 120d 32m 13.54s Altitud: 2017 m Orientación: poniente Estado de conservación: De acuerdo a los datos de José Manuel Olvera Vega, dentro del informe de Sandra Cruz, et al., (2013:47-51), “existe una importante alteración estructural que es la disgregación granular y pérdida de material en el soporte pétreo, esto debido al emplazamiento de la roca que se encuentra en una cresta del terreno donde la acción del viento es mayor y la erosión eólica provoca la pérdida paulatina de material constitutivo, sobre todo en la zona inferior del frente, lo que resta estabilidad al soporte pétreo al provocar la pérdida de la unidad material del sustrato pétreo, y pone en riesgo la permanencia de las obras rupestres que sustenta. Otro deterioro importante registrado en este frente es la presencia de numerosas grietas tanto verticales como horizontales, provocadas en su mayoría por la disgregación del soporte o bien de origen. Por otra parte, se observa una gran presencia de eflorescencias salinas a manera de velos y concreciones que cubre la superficie lisa de los elementos rupestres. Donde es más notable la presencia de concreciones y velos salinos es sobre la superficie en las que fueron pintados los diseños, inclusive los diseños fueron aplicados sobre dicha capa”. Existen otros agentes de afectación al frente, como nidos de pájaros y avispas, así como colonias de líquenes costrosos de coloraciones variadas y que cubren extensas superficies expuestas. También se identificaron algas.

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UBICACIÓN A) En el sitio arqueológico, B) En el espacio inmediato y C) Imagen del motivo o los motivos

Figura 59. Ubicación del Registro No. 1. La imagen superior indica la posición del registro en el cerro Los Tecuanes. La imagen izquierda inferior es la cara poniente del cerro y la derecha inferior es el frente rocoso. Imagen superior obtenida por ViewNX 2-Nikon-Google Earth. Imágenes inferiores: MAPD, 2016.

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MONUMENTO PÉTREO (EMPLAZAMIENTO ROCOSO) Caras frontal y laterales del monumento y medidas aproximadas

Figura 60. Vistas del frente rocoso, que consiste en una pared rocosa, cuyas características físicas las define el trabajo coordinado por Sandra Cruz (2013), donde el geólogo Aldo Ramos Rosique indica que el predominio de la roca es ignimbrita (toba soldada) de composición silícica con la existencia de variaciones en composición con base en el contenido de cristales, pómez, etc. (2013:). Este emplazamiento tiene unas dimensiones (aproximadas) de 7 m a lo largo y 6.61 m de altura (Cruz, 2013:). Foto arriba: Guillermo Palacios Díaz, 2015, foto abajo: MAPD, 2009.

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REGISTRO ICONOGRÁFICO – TRATAMIENTO DE LA IMAGEN 1) Imagen real

Figura 61. Imagen general de los tres grupos de pintura del Panel. Fotos: MAPD: 2016.

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2) Imagen tratada con D-Strech

Figura 62. Mismas imágenes, pero sometidas al plugin D-Strech, del programa ImageJ. Fotos. MAPD: 2016.

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3) Imagen y pre-levantamiento digital con GIMP 2.0

Figura 63. Levantamiento digital del registro con las herramientas que proporcionó el programa GIMP 2.0.

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4) Propuesta final de dibujo rupestre

Figura 64. Dibujo final del Registro.

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ANÁLISIS DE LOS MOTIVOS REGISTRADOS 1) Descripción general El frente rocoso, descrito anteriormente, contiene una serie de figuras naturalistas y geométrico-abstractas en dos tonalidades. Para un mejor entendimiento del panel, se dividió en tres grupos. El grupo I (yendo de izquierda a derecha, teniendo frente a nosotros el friso) contiene una serie de figuras antropomorfas, zoomorfas y geométrico-abstractas. Las formas de las figuras humanas aluden a un comportamiento en movimiento, frontales, donde la mayoría muestran los brazos levantados y curveados hacia abajo, las cabezas tienen dos formas diferentes: rectangular y triangular. Se detectó un zoomorfo, que puede representar un cánido en posición aparentemente rígida y al centro del grupo de antropomorfos; posiblemente exista otra figura zoomorfa, pero es complicada su identificación. El grupo cuenta con dos tonalidades de rojo, una más fuerte y la otra inclinada hacia el naranja; Valencia propone (1994) que fueron dos momentos de elaboración. El grupo II, que es la parte central del friso, muestra un motivo antropomorfo identificado y un pequeño grupo con figuras geométrico-abstractas, aunque posiblemente una de estas figuras esté representando un motivo fitomorfo o zoomorfo. En este caso, la inclinación es hacia una representación fitomorfa. El grupo III cuenta con la mayor cantidad de motivos del friso. Se han descrito las tres variables que proponemos en este trabajo. Las tonalidades, al igual que el grupo I y II, son dos. Una de ellas tiene un rojo muy intenso, incluso podría considerarse que fue remarcado. En relación a los motivos humanos, las cabezas son variadas (rectangulares y triangulares), igual las extremidades del cuerpo (movimiento) y los atributos asociados son de gran interés, así como una posición frontal. A la izquierda del grupo, en lo alto de esa porción, aparece un espiral, también aparecen dos figuras humanas de un tamaño mucho más grande que el resto y ambas tienen una cabeza ‘triangular’; existen otros motivos, pero debido a las películas de líquenes y otros agentes es muy complicado identificarlos. En la parte central del grupo, aparecen imágenes humanas con atributos que van desde el tipo de cabeza (rectangular y triangular), pasando por los tipos de movimientos de las extremidades y una en especial tiene una línea entre las dos piernas; hay quienes consideran que puede ser una mujer dando a luz, otros que pueda ser un antropozoomorfo, incluso hasta una deidad. Un elemento, justo por debajo de este último son líneas en zigzag, que puede estar asociado el elemento con cuestiones de fertilidad y el agua. Debajo están una serie de figuras humanas que parecen estar merodeando a las figuras cánidas y a otra geométrica, similar a los triángulos encontrados del bloque aislado o Registro 3. En relación a los cánidos, no se ha querido aventurar en confirmar qué representa, sin embargo, y tomando en cuenta los materiales recuperados en el asentamiento y el análisis del motivo, estarían representando a un perro, coyote o lobo. Los tres que han sido identificados, cada una cuenta con un atributo adicional: la primera, tiene una línea que se asemeja a una lanza, pues está incrustada en su lomo, además hay otr0s motivos muy cerca de su hocico, pero no han podido identificarse con claridad; la segunda, carga con su hocico un motivo que tampoco ha podido determinarse con precisión; la tercera, tiene entre sus fauces a una figura humana de tonalidad diferente, y de las tres es la de mayor tamaño. Del lado derecho, en la parte más alta, aparece otra figura que se considera antropozoomorfa. Por último, en la esquina superior derecha, además de dos figuras antropomorfas, existe otra figura geométrica, que podría estar aludiendo o a una escalera o una serpiente. En balance, puede decirse que la representación humana con cabeza en forma triangular es parte de un estilo propio del sitio, ya que no tenemos información de la existencia de otro motivo similar en la región adyacente geográficamente. En ese sentido, la figura humana ocupa una posición central, donde los demás elementos parecen acompañarla. Por lo tanto, la clasificación del Registro No. 1 queda de la siguiente manera. 2) Clasificación Naturalistas (Antropomorfos, Zoomorfos, fitomorfos y antropozoomorfos)  Antropomorfos. Figuras humanas con cuerpo completo y extremidades extendidas, cabezas circulares y triangulares, oscilando entre los 5 a 35 cm. Todos los motivos identificados están observando hacia el frente.  Zoomorfos. Diseños que aluden a cánidos con cuerpo completo y puestos de perfil y una posible mariposa (Pelz, comunicación personal: 2010).  Posible antropozoomorfo. Existe una figura que puede ser la combinación de las dos anteriores. Está de frente, encima de motivos geométricos.

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 Fitomorfos. Cruz (Cruz, et al., 2013) propone una cactácea; Valencia (1994) un insecto (zoomorfo). En nuestro caso, nos inclinamos a la primera. Aunque también podría referirse a una representación de mazorca. Geométrico-Abstractos (Geométricos, abstractos)  Geométricos. Diseños en espiral, escaleriforme, líneas zigzagueantes y líneas horizontales y verticales.  Abstractos. Aquellos motivos que no pueden ser identificados ni categorizados. 3) Técnica Una vez obtenido el pigmento (minerales), las técnicas para el trazado de motivos es la tinta plana y también el delineado. Las herramientas que usaron los ejecutores son manos y pinceles o brochas. El grupo de Sandra Cruz (2013) identificó que “en el lado norte del frente pictórico, la mayoría de los diseños se plasmaron sobre una gruesa capa de concreciones salinas con formación de origen. Un diseño en particular se encuentra con la mitad superior del cuerpo en la zona de las concreciones salinas y la mitad inferior directamente sobre la roca”. 4) Tonalidades y capas cromáticas Los diseños están plasmados en dos tonalidades de rojo. Una es un rojo intenso y el otro es un tono rojonaranja. Según Valencia (1994) los dos tonos de color indican dos etapas pictóricas. Como ya se mencionó arriba, las capas cromáticas identificadas son dos. La más “antigua” es la de tonalidad naranja, mientras la de rojo intenso es la siguiente capa. Hasta el momento no se ha ubicado otra. Sin embargo, entre ambas tonalidades existe una relación. 5) Definir estilo Respecto al estilo, existen motivos aislados, agrupaciones y posibles escenas. La pintura rupestre ubicada en El Ocote parece indicar un rasgo distintivo particular, al menos para la región sur-occidental de Aguascalientes y de esta región comarcana a la Sierra Madre Occidental. Esta inferencia se hace partiendo del motivo antropomorfo con cabeza triangular. El resto de los motivos, ya sean naturalistas o abstracto-geométricos, parecen tener correlación con otros sitios revisados para la región de Aguascalientes. 6) Propuesta en torno a simbolismos y analogismos De acuerdo a las aseveraciones relacionadas al entorno asociado, los materiales arqueológicos asociados, la cantidad y variedad de motivos plasmados y la posición-ubicación del frente rocoso, podríamos estar ante un espacio de carácter ceremonial-ritual. Véase Entorno natural y cultural. No existen grupos indígenas en la región en la actualidad.

ANÁLISIS DEL PAISAJE ASOCIADO 1) Accesibilidad La accesibilidad al frente rocoso es ciertamente factible. Se llega siguiendo el margen poniente del cerro Los Tecuanes. De la entrada del sitio al registro son aproximadamente 250 metros, medida que se obtuvo mediante GPS y el programa View-NX 2. Otra forma de acceder al punto es siguiendo el camino de terracería que lleva a otros ejidos, así del camino debe llegarse a una puerta que siempre está abierta, seguir el camino empedrado erigido por la Secretaria de Turismo del estado de Aguascalientes en el año 2000 y a 200 m se llega. En tiempos prehispánicos, la presencia de evidencias constructivas alrededor del registro (restos de muros, divisiones de cuartos y un petrograbado) sugieren que era una zona con movilidad y acceso.

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Figura 65. Los diferentes accesos al Registro No. 1. Fotos: MAPD, 2013, 2014 y 2015. 2) Senderos/comunicación Los caminos o senderos que conducen al friso se hace estrictamente por tres vías. La primera es “costeando” el margen poniente del cerro Los Tecuanes, esto partiendo de la parte central del cerro. El segundo, es por las escaleras habilitadas para las visitas actuales, únicamente debe seguirse el camino de terracería que señala la presencia de pinturas rupestres hasta llegar a las escaleras. Por último, muy probablemente a través de la cima del cerro, buscando el frente para bajar por lo que presumiblemente fue un acceso antiguo. 3) Visibilidad El control visual, como se aborda en Cruz Berrocal (2005) es un componente esencial de la visibilidad, la cual se entiende hacia afuera y hacia adentro. Para este caso, existe una visibilidad La visibilidad es privilegiada. Pueden observarse numerosas direcciones de sur a norte, incluso se observa, desde el friso, la Sierra del Laurel, que es parte de la Sierra Madre Occidental; además, numerosos lomeríos y una red de caminos agrícolas actuales que, seguramente, fueron senderos prehispánicos.

Figura 66. Algunas vistas desde el Registro No. 1. Fotos: MAPD, 2015.

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4) Entorno natural Considerando los recursos inmediatos al panel, además de la diversidad vegetal y animal (pájaros, mamíferos, etc.) que se observa, también se vislumbra un arroyo intermitente. Los recursos debieron tener una función importante para los usos del friso, no sólo para posibles rituales o ceremonias sino para la obtención de recursos para la producción del pigmento. 5) Entorno cultural Los materiales que se han rescatado, gracias a la intervención arqueológica que Pelz y Jiménez realizaron durante el año 2000, fueron los que posteriormente coincidieron con la ocupación prehispánica del periodo mesoamericano Epiclásico. Tiestos de cerámica monocroma, al negativo, rojo sobre bayo, entre otros; diferentes artefactos líticos, destacando una mano de metate que presenta restos de pigmento rojo; bajareque en buenas condiciones de conservación; restos de huesos humanos, identificando tres mujeres y uno que no pudo ser determinado, situación que, sin duda, arroja ideas importantes acerca del espacio y su uso. Los análisis de los materiales antes mencionados fueron presentados en el capítulo II. Aquí se presentan algunos de los resultados obtenidos. 01- Mano de metate con pigmentos. La mano de metate, sometida al proceso de recuperación de Fitolitos arrojó los siguientes datos. - El pigmento cubre totalmente la superficie de la mano, inclusive en las porosidades. - Durante un recorrido en la superficie de la mano, se detectaron alrededor de 35 fibras de algodón en colores rojo, azul y traslucidas. - Una vez realizado el análisis de Fitolitos, se obtuvieron más fibras de algodón, confirmando su posible antigüedad para tiempos prehispánicos. Además, se identificaron restos de carbón y otros minerales depositados en la roca. Las laminillas obtenidas para la búsqueda de Fitolitos fueron 10, donde la cantidad de Fitolitos fue muy pobre. Por lo tanto, este análisis no fue útil. - En el Área de Prehistoria y Evolución Humana, la mano de sometida a análisis a través de un equipo de XRF. Del pigmento, detectó Hierro y Titanio, lo que posiblemente indique que se trata de hematita. - En el LANCIC-IF, la mano de metate arrojó información física y química tanto de la composición de la piedra como del pigmento. Desgraciadamente, la mano se encuentra un tanto afectada por las condiciones geoclimáticas, lo que imposibilitó realizar un análisis óptimo. Los datos que se obtuvieron fueron, para la piedra: presencia de Hierro, Potasio, Manganeso, Cloro y Aluminio; del pigmento, se detectó goethita y posiblemente Hematita. 02- Cerámica. La cerámica fue analizada en el Laboratorio de Prospección Arqueológica-IIA-UNAM, supervisión y revisión de datos por parte de Agustín Ortiz. Al ser una muestra pequeña, los resultados preliminares arrojados están asociados a una actividad doméstica, como preparación de alimentos. Un tiesto cerámico posiblemente fue utilizado para depositar pulque o alguna otra bebida preparada a base de maíz. Otro, está fuertemente asociado al proceso de nixtamalización. Uno más, probablemente fue utilizado para depositar carne. 03- Lítica. La obsidiana que apareció en el contexto de este registro, al ser analizada y cotejada en el Área de Prehistoria y Evolución Humana por Guillermo Acosta y su base de datos, su procedencia es desconocida para lo que tienen. Lo que sugiere que estos restos pertenecen a un yacimiento más cercano al sitio arqueológico. 04- Fragmentos de pintura rupestre del Grupo III. El análisis de los pigmentos de pintura rupestre fue otro caso complicado. Debido a varios factores, su lectura estuvo siempre alterada. La información siempre se detectó con mucha fluorescencia y sales, lo que imposibilitó identificar componentes tanto de la piedra como del pigmento. Por lo tanto, el análisis demuestra que lo más recomendable para realizar análisis de pintura rupestre es in situ. En balance, los estudios arqueométricos de los materiales fue un paso muy grande para la investigación prehispánica de la región de Aguascalientes. Esto da pie a continuar realizando estudios, con más tiempo y recursos, para ir caminando hacia la comprensión de la dinámica cultural de los antiguos pobladores.

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Figura 67. Pintura rupestre y mano de metate en análisis dentro de las instalaciones del LANCIC, mayo de 2016. Fotos: MAPD. 6) Propuesta en torno a usos del Registro Los usos que pudo haber tenido el espacio asociado a las pinturas rupestres es de suma importancia, y haciendo un balance general de los materiales arqueológicos y vinculándolos a la producción rupestre, se consideran los siguientes aspectos: - El paisaje en el cual está inmerso el Registro habla de una visibilidad amplia y distribuida estratégicamente para fines posiblemente públicos. - Los motivos rupestres indican que la figura humana ocupa la parte central. Los motivos geométricos y zoomorfos afines probablemente aludan a un espacio con gran carga simbólica. Por lo tanto, se propone que es un Registro que está representando un acontecimiento o acontecimientos históricos. - Los materiales arqueológicos, desde los artefactos a los restos óseos posiblemente estén indicando que el lugar también estuvo relacionado con actividad ritual.

Registro No. 2 DATOS GENERALES Nombre: Registro No. 2. También denominado Promontorio Norte Coordenadas: Latitud: N 21 d 46 m 40.23s. Longitud. W 102d 32m 12.59s Altitud: 2038 m Orientación: poniente Estado de conservación: En su informe de 2013, Cruz y equipo determinaron que el Registro No. 2 registró la presencia de microorganismos como líquenes costrosos de color verde grisáceo y verde claro intenso, anaranjado y amarillentos. La presencia de microorganismos es debido a que la conformación original de la roca ignimbrita es estratificada, con separaciones de piedra fina y compacta de pómez. Ésta crea un área vulnerable, produciendo debilitamiento por pérdida de material, ocasionando espacios vacíos entre los estados propicios para la proliferación de actividad biológica. El crecimiento de plantas superiores en la base del frente, han provocado el desprendimiento de material a manera de lajas verticales por el crecimiento de sus raíces. Se calcula que aproximadamente el 70 % de la capa pictórica está pérdida debido al intemperismo, aunque la adherencia al soporte del 30 % restante es buena (Cruz, 2013)

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UBICACIÓN A) En el sitio arqueológico, B) En el espacio inmediato y C) Imagen del motivo o los motivos

Figura 68. Ubicación del Registro No. 2. La imagen superior indica la posición del registro en el cerro Los Tecuanes. La imagen izquierda inferior es la cima del cerro observando los dos promontorios, el del lado derecho contiene el registro rupestre. La derecha inferior es el motivo plasmado. Imagen superior obtenida por ViewNX 2-Nikon-Google Earth. Imágenes inferiores: MAPD, 2016.

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MONUMENTO PÉTREO (EMPLAZAMIENTO ROCOSO) Caras frontal y laterales del monumento y medidas aproximadas

Figura 69. Imágenes que muestran al promontorio oriente de la cima del cerro. En él, se encuentra el registro No. 2. Geológicamente, también corresponde a ignimbrita. Las medidas de la roca, según Cruz (2013:39) sus medidas son 11.27 m de largo y 5.99m de altura. Mientras que la parte de la pintura es un área de 80 cm de ancho por 70 cm de altura. Fotos MAPD: 2015 y 2016.

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REGISTRO ICONOGRÁFICO – TRATAMIENTO DE LA IMAGEN 1) Imagen real, 2) Imagen tratada con D-Strech, 3) Imagen y pre-levantamiento digital con GIMP 2.0, 4) Propuesta final de dibujo rupestre. En este caso, se agruparon las imágenes.

Figura 70. Proceso de obtención del dibujo final del Registro No. 2 mediante la técnica propuesta en el capítulo II. Fotos. MAPD, 2015-2016.

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ANÁLISIS DE LOS MOTIVOS REGISTRADOS 1) Descripción general El Registro No. 2 se compone por una pequeña porción de un promontorio en la cima del cerro. Al ser un solo motivo identificado no hay clasificación. La figura pintada representa, de acuerdo a las observaciones dadas en este trabajo, a una figura antropomorfa con un atributo abstracto-geométrico que podría ser un espiral, el cual se combina con el brazo izquierdo. Por su parte, el equipo coordinado por Sandra Cruz, consideran que se está representando una figura que asemeja a un caracol (2013:40). 2) Clasificación Naturalistas (Antropomorfos, Zoomorfos, fitomorfos y antropozoomorfos) Geométrico-Abstractos (Geométricos, abstractos) 3) Técnica La técnica, según Cruz fue una aplicación en húmedo con pincel o posiblemente de forma dactilar con técnica de delineado mediano sobre el soporte seco sin ninguna preparación previa (2013:40). 4) Tonalidades y capas cromáticas Existe únicamente una tonalidad de color rojo. Se considera es el color rojo-anaranjado, similar al Registro 3. Asimismo, únicamente una capa cromática. 5) Definir estilo Al ser un motivo aislado y único en este espacio, la comparación con el resto de los registros resulta fundamental. Retomando el análisis del Registro No. 1 consideramos que también forma parte del estilo particular de El Ocote, ya que, sí aceptamos que se trata de una figura antropomorfa con un espiral unido, entonces es semejante tanto a la espiral como a las figuras antropomorfas que aparecen en dicho registro. 6) Propuesta en torno a simbolismos y analogismos Al analizar el entorno tanto natural como cultural, el motivo está vinculado a una zona que se ha considerado como ceremonial (Pelz, comunicación personal, 2013). Su ubicación, dentro de un pasillo natural, también nos invita a pensar en un posible marcador para conectar con la parte más alta del cerro Los Tecuanes. Ahora, el motivo integral en sí, podría contener una fuerte carga simbólica, ya que las espirales tienen un simbolismo importante en Mesoamérica, asociados a cuestiones de fertilidad y al agua.

ANÁLISIS DEL PAISAJE ASOCIADO 1) Accesibilidad La accesibilidad al promontorio es ciertamente viable. Se debe subir el cerro hasta su parte donde se encuentran las estructuras ceremoniales, casi en la cima. A la cima se accede por una escalinata prehispánica, al subir se encuentra una especie de plaza, donde existen dos estructuras. Una vez en la plaza donde están dichas estructuras, dirigirse a los promontorios y ubicar el pasillo, justo al principio del mismo se encuentra el motivo pintado. Por lo tanto, es un punto de flujo o tránsito.

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Figura 71. Fotos: Jorge Jiménez Meza, 2005 y MAPD, 2015-2016. 2) Senderos/Comunicación Los caminos o senderos que conducen a este registro son los mismos que se explican en el punto 1 del análisis del paisaje. El sendero que se identifica claramente en este punto es el pasillo norte que conduce a la zona más alta del cerro Los Tecuanes. Se considera que fue un espacio de tránsito en tiempos prehispánicos. 3) Visibilidad El control visual del registro es hacia dos puntos. El primero, es hacia la plaza donde se ubican las dos estructuras prehispánicas. Puede observarse sin problemas. El segundo, es hacia la parte más alta del cerro, donde se divisa el final del pasillo y una piedra acomodada a modo de escalón para acceder a dicho punto.

Figura 72. Las dos vistas que se tienen del registro. Fotos. MAPD, 2016.

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4) Entorno natural Se discurre en que este registro tiene como único entorno natural el promontorio oriente, esto al ser un lugar donde predominan esas dos grandes rocas. Además, es un punto evidentemente encerrado. Pese a ello, por el pasillo citado antes, posiblemente también los animales transiten por ahí, buscando tener un acceso a la cima. 5) Entorno cultural El entorno cultural que se identifica son las obras arquitectónicas que se erigieron en tiempos prehispánicos. Sobre ese espacio, Pelz y Jiménez, comentan que se trata de una Plataforma con 2 estructuras. De la estructura 1 las evidencias recuperadas no se registraron, ni al interior de los muros ni en los alrededores, muestras de algún cementante o aglutinante original de los muros. Hay evidencia abundante de restos de bajareque, que pudieron pertenecer a los armazones de las casas o chozas. Respecto a la estructura 2 se denomina como tal a una formación natural que fue usada como límite poniente de la plataforma 1 y que fue modificada artificialmente. Una vez explorada, fue posible definir las caras oriente y poniente (Pelz, 2000-2005:8). Además de la evidencia arquitectónica al Registro No. 2, los materiales arqueológicos que fueron analizados fueron cinco fragmentos de piedra verde. En este caso, cuatro piezas fueron cuarzos, mientras que una de ellas, fue difícil su identificación en el LANCIC-IF.

Figura 73. Cima del cerro. En el Promontorio Norte se encuentra el registro rupestre. Tomado de Cruz (2013:11) 6) Propuesta en torno a usos del Registro El registro rupestre probablemente fue parte del complejo cultural que se encuentra en la cima del cerro. No es ocasional que la pintura se encuentre ahí. El espacio, en su conjunto, podría estar relacionado con actividades ceremoniales, ya que también se han encontrado numerosos materiales arqueológicos, prueba de ello es la cerámica, bajareque, lítica, etc. Además, hay un petrograbado, que es un pequeño pocito. Cabe añadir el control visual que existe en esa parte del cerro, ya que puede divisare en hacía muchas direcciones. Prueba de ello, es la imagen realizada en Dron, donde los lomeríos, la Sierra Madre Occidental y varios recursos se vislumbran con facilidad.

Figura 74. Imagen en DRON desde el Promontorio Norte. Foto: Guillermo Palacios, 2015.

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Registro No. 3 DATOS GENERALES Nombre: Registro No. 3. También llamado Bloque aislado Coordenadas: N 21d 46m 38.20s – W 102d 32m 14.75s Altitud: 1996.10 m Orientación: Poniente Estado de conservación: El estado de conservación fue diagnosticado por Sandra Cruz (2013). A propósito, comenta que “uno de los principales deterioros que presenta es la fuerte presencia de colonias de microorganismos cubriendo varias áreas del frente pictórico. Se observó líquenes verdes, grises y naranja-costoso” (Cruz, 2013:54). De manera general, argumenta, “puede decirse que el estado de conservación es estable; los elementos rupestres presentan un velo salino que los recubre, pero que a la vez protege a la pintura del intemperismo, ya que las sales han encapsulado el pigmento, fijándolo sobre el soporte pétreo” (Cruz, 2013:55).

UBICACIÓN

Figura 75. Ubicación del Registro No. 3. La imagen superior indica la posición del registro en el cerro Los Tecuanes. La imagen izquierda inferior es la cara poniente del cerro y la derecha inferior es el frente rocoso. Imagen superior obtenida por ViewNX 2-Nikon-Google Earth. Imágenes inferiores: MAPD, 2010 y 2016.

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MONUMENTO PÉTREO (EMPLAZAMIENTO ROCOSO)

Figura 76. Imagen general del monumento pétreo, que consiste en un monolito o bloque disgregado. Este monolito tiene unas medidas de 2.70 m de largo por 4.10 m de alto (Cruz, 2013: 10). Fotos: MAPD, 2010 y 2015.

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REGISTRO ICONOGRÁFICO – TRATAMIENTO DE LA IMAGEN 1) Imagen real, 2) Imagen tratada con D-Strech, 3) Imagen y pre-levantamiento digital con GIMP 2.0, 4) Propuesta final de dibujo rupestre. En este caso, las imágenes se unificaron.

Figura 77. Foto: MAPD, 2016.

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ANÁLISIS DE LOS MOTIVOS REGISTRADOS 1) Descripción general Se trata de un bloque disgregado o monolito con tres motivos pintados en una tonalidad de rojo-naranja. 2) Clasificación Naturalistas (Antropomorfos, Zoomorfos, fitomorfos y antropozoomorfos)  Dos motivos antropomorfos probablemente de perfil con las extremidades flexionadas  Posiblemente es una mariposa. Sandra Cruz, considera que, por la pérdida de pintura, incluso podría tratarse de un zoomorfo (Cruz, 2013:42). Geométrico-Abstractos (Geométricos, abstractos)  El mismo motivo que se alude como mariposa podría también representar dos triángulos encontrados en su punta. 3) Técnica De acuerdo a Cruz la técnica es mixta, donde se combinan el delineado aplicado en seco y la tinta plana. 4) Tonalidades y capas cromáticas El color rojo es el que aparece aquí, aunque parece tener una tonalidad naranja. Únicamente se identificó una capa cromática. 5) Definir estilo El estilo pictórico que aparece aquí es ciertamente diferente a los de los Registros 1 y 2. Sin embargo, predomina la figura antropomorfa. Sin embargo, la figura triangular aparece en el Registro 1, donde se le asocia también con figuras humanas y zoomorfas. 6) Propuesta en torno a simbolismos y analogismos El simbolismo que guarda este registro puede asociarse directamente con su contexto, con el espacio donde fue plasmado. Se encuentra en una zona de camino o flujo, donde se llega tanto al Registro No. 1 (a sólo 100 metros siguiendo el camino que va hacia La Troja) y también indica, de alguna manera, el acceso a la parte media del cerro, donde también existen algunas estructuras. Respecto a los analogismos, se mantiene la misma situación que en los anteriores registros.

ANÁLISIS DEL PAISAJE ASOCIADO 1) Accesibilidad La accesibilidad al registro se da de dos formas. La primera es por la parte frontal del cerro, cruzando la zona habitacional-doméstica para llegar al costado poniente del cerro, ubicando el monolito donde están plasmados los motivos. La segunda es partiendo del Registro No. 1, siguiendo las escaleras modernas, a la mitad existe una desviación, un sendero. La distancia entre cada registro, de acuerdo a los datos GPS, es de 56.4 metros. En la imagen se observan ambos accesos. Por lo tanto, se considera que su accesibilidad es viable, ya que no existen obstáculos importantes para llegar al registro.

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Figura 78. Accesibilidad del Registro No. 3. Imagen tomada de ViewNX 2. 2) Senderos/Comunicación Este punto se unifica con el punto 1. 3) Visibilidad El control visual que tiene este registro es hacía tres direcciones básicamente. La primera hacia la zona considerada arqueológicamente como habitacional-doméstica, aunque esta misma visibilidad puede ampliarse hasta el horizonte. La segunda es hacia el lado donde se encuentra el Registro No. 1, justo ese sendero que se menciona en los puntos anteriores. Por último, la tercera es hacia el ascenso al cerro Los Tecuanes, llegando, cruzando el registro, a la parte media.

Figura 79. Las tres direcciones que se consideraron para la visibilidad. Fotos: MAPD, 2015-2016.

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4) Entorno natural El monolito se ubica, desde esta perspectiva, en una zona de constante flujo humano, desde tiempos prehispánicos hasta la actualidad. Por lo tanto, el entorno natural que se puede identificar es únicamente la flora, fauna y geología inmediatas y propias de la región, cuyas características que se presentaron en el capítulo I. 5) Entorno cultural El entorno cultural, en este caso el arqueológico, es variado. En las proximidades al registro existen evidencias arquitectónicas, tales como terraceados y la llamada zona habitacional-doméstica. También, probablemente existan otras escaleras que den acceso a las partes altas del cerro. Los materiales arqueológicos asociados a este registro que fueron analizados son fragmentos líticos. Se detectó que los mismos eran de materiales entre el cuarzo y la amazonita. Piedras de gran valor en la época prehispánica. Sin embargo, se considera que estos materiales llegaron a ese punto por el arrastre provocado por las lluvias. Otro aspecto cultural es la red de senderos que se observan, situación que hace suponer que esos motivos están insinuando una zona de movimiento, como marcadores de tránsito. 6) Propuesta en torno a usos del Registro Siguiendo los datos obtenidos del entorno cultural, se propone que este registro estuvo vinculado con una zona de movimiento, de tránsito, para acceder tanto a las partes altas del cerro como a los costados del mismo, incluso para llegar al Registro No. 1 existe sendero. Por lo tanto, se infiere que fue un marcador territorial dentro del sitio arqueológico.

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Registro No. 4 DATOS GENERALES Nombre: Registro No. 4. También llamado Conjunto La Troja I Coordenadas: N 21d 46m 57.01s – W 102d 32m 14.02 s Altitud: 1945 m Orientación: Poniente Estado de conservación: El equipo de Sandra Cruz no ha realizado un diagnóstico integral del registro. No obstante, en el informe de 2013, a manera general, indica que se encuentran muy deterioradas por la exposición a la intemperie (Cruz, 2013:14-15). A esto se añade su ubicación tan vulnerable por parte de la actividad ganadera y agrícola.

UBICACIÓN A) En el sitio arqueológico, B) En el espacio inmediato y C) Imagen del motivo

Figura 80. Ubicación del Registro No. 4. La imagen superior indica la posición del registro en el cerro Los Tecuanes. Las tres imágenes de abajo son: el monolito y dos pinturas rupestres. Imagen superior obtenida por ViewNX 2-Nikon-Google Earth. Imágenes inferiores: MAPD, 2016.

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MONUMENTO PÉTREO (EMPLAZAMIENTO ROCOSO)

Figura 81. Imagen general del monumento pétreo, que consiste en un monolito cuyas dimensiones son de 20 m de largo por 10 m de alto (aproximadamente). Al igual que los registros anteriores, la roca, aparentemente, es ignimbrita. Foto: MAPD, 2016.

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REGISTRO ICONOGRÁFICO – TRATAMIENTO DE LA IMAGEN 1) Imagen real, 2) Imagen tratada con D-Strech, 3) Imagen y pre-levantamiento digital con GIMP 2.0, 4) Propuesta final de dibujo rupestre. El registro se congregó en una misma imagen.

Figura 82. Levantamiento final del Registro No. 4. Probablemente existan más motivos pintados, pero el estado de conservación y su posible contexto arqueológico tan alterado por el ganado y demás actividades contemporáneas, han ocasionado serios daños. En este trabajo, se identificaron tres motivos confiablemente. Fotos: MAPD, 2015-2016.

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ANÁLISIS DE LOS MOTIVOS REGISTRADOS 1) Descripción general Monolito de grandes dimensiones, 20 m de largo por 15 de largo, que presenta tres motivos identificados pintados en color rojo. Se trata de una figura antropomorfa con líneas verticales en sus costados y dos figuras geométricas. 2) Clasificación Naturalistas (Antropomorfos, Zoomorfos, fitomorfos y antropozoomorfos)  Se identificó una figura antropomorfa con líneas verticales a sus dos costados. El motivo es frontal, con los brazos hacia abajo, pareciendo indicar falta de movimiento. Geométrico-Abstractos (Geométricos, abstractos)  La primera de las dos figuras geométricas es una línea vertical que parece simular una flecha. Sin embargo, también podría tratarse de un motivo antropomorfo.  Son 5 líneas verticales que podrían estar simulando los dedos de una mano o también un conteo. 3) Técnica Siguiendo la secuencia del registro No. 2 es una aplicación en húmedo de forma dactilar o posiblemente con un pincel, mediante el delineado sobre el soporte seco. 4) Tonalidades y capas cromáticas Se identificó un solo color, el rojo. No se detectó otra capa cromática más la presente. 5) Definir estilo Al contener tan pocos motivos, es difícil identificar un estilo. Sin embargo, la figura humana es similar a las que se han encontrado en los anteriores registros. 6) Propuesta en torno a simbolismos y analogismos El simbolismo, desde esta perspectiva, tiene que ver con el paisaje asociado. El monolito, que seguramente se desprendió del cerro, tomó esa forma y llegó hasta la zona de lo que actualmente son cultivos contemporáneos. En ese sentido, este registro hace referencia a un punto en relación con ese pequeño valle propicio para la agricultura y a la presencia del arroyo Tolimique.

ANÁLISIS DEL PAISAJE ASOCIADO 1) Accesibilidad El acceso a este registro se hace, una vez más, siguiendo la cara poniente del cerro Los Tecuanes. El camino para llegar es el mismo que se utiliza para conectar con la comunidad de El Taray. Siguiendo el camino desde las escaleras que acceden al Registro No. 1 al monolito son aproximadamente 1 km, esto basándose en los datos que arroja el programa ViewNX 2 con GPS. Una vez que se llega el monolito, los impedimentos para llegar a él son actuales, pues es una zona privada y existen varios ranchos que obstaculizan su ingreso. Pese a eso, es un registro muy accesible. 2) Senderos/Comunicación El sendero o camino directo para llegar al registro es el que se comenta en el punto 1. El camino, aunque actual, seguramente se trazó a partir de un camino más antiguo, probablemente prehispánico. Esto se debe a que, además de este registro, existe un petrograbado justo a un costado del camino, casi a la mitad entre la entrada al sitio y a este registro.

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Figura 83. Camino de terracería que conduce al Registro 4. El camino está justo entre el arroyo y el cerro Los Tecuanes. Además, existen otros elementos del paisaje como un petrograbado y un ojo de agua. 3) Visibilidad La visibilidad al registro es un aspecto a destacar. Por un lado, el monolito es muy visible a la distancia, inclusive desde el sitio arqueológico mismo se puede observar claramente. Por otro lado, los motivos pintados son muy pequeños, y no son de fácil identificación, a pesar de su estado de conservación malo. Además de ese aspecto, su visibilidad es amplia, específicamente mira hacia el arroyo Tolimique y a las inmediaciones de la Sierra del Laurel. También se observa ampliamente el pequeño valle circundante, que actualmente es utilizado para la agricultura y ganadería. Probablemente, también ese valle fue utilizado por los habitantes prehispánicos para la siembra.

Figura 84. La imagen de arriba es la visibilidad desde el registro, se observa el valle, la vegetación en segundo plano es el arroyo Tolimique y al fondo un cerro con las inmediaciones de la Sierra del Laurel. Abajo, son otras vistas del registro, la izquierda es la cara poniente del cerro Los Tecuanes y la derecha es un pequeño sendero que comunica al registro. Fotos: MAPD, 2016.

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4) Entorno natural Como ya se ha venido mencionando, existen dos recursos naturales que son fundamentales para la supervivencia de las personas. En primer lugar, el agua. Muy cerca del registro están tanto el ojo de agua como el arroyo Tolimique. Además, la vegetación abundante en tiempos de lluvia, así como la fauna local. En segundo, al existir este recurso vital, el valle es fértil para la producción agrícola. En resumen, su entorno es muy rico y fundamental. 5) Entorno cultural Arqueológicamente, quitando el registro rupestre, el contexto está casi por completo alterado, esto por ser un punto de uso constante por parte de los habitantes. En términos históricos y contemporáneos, las inmediaciones han sido utilizadas para la agricultura, la ganadería y pastoreo. Además, hay pequeños ranchos, lo que sugiere una sucesión de paisajes a lo largo del tiempo, siendo la etapa prehispánica y el momento histórico en que se fundaron las Comunidades Ejidales, a mediados del siglo XX. 6) Propuesta en torno a usos del Registro De acuerdo a los registros en relación al paisaje inmerso al registro, se propone que los motivos funcionan como marcadores territoriales. Su espacio alude a ser de carácter público. Esto se refuerza con la visibilidad y accesibilidad del registro. Por lo tanto, su interpretación podría estar más inclinada hacia la cuestión de marcar un punto en el territorio para el uso social.

Registro No. 5 DATOS GENERALES Nombre: Registro No. 5. También llamado Conjunto La Troja II. Coordenadas: N 21d 64m 55.63.s – W 102d 32m 11.10s Altitud: 1990m Orientación: Poniente Estado de conservación: No se tiene un diagnóstico completo acerca del estado de conservación por parte del equipo de la CNCPC. Sin embargo, se puede decir, basándose en la observación directa, que el estado es malo. Las pinturas han sido dañadas por diferentes líquidos que los visitantes han arrojado. Presenta huellas de saqueo a pies de las pinturas.

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UBICACIÓN A) En el sitio arqueológico, B) En el espacio inmediato y C) Imagen del motivo

Figura 85. Ubicación del Registro No. 5. Fotos: Googlemaps-ViewNX 2 y MAPD, 2016.

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MONUMENTO PÉTREO (EMPLAZAMIENTO ROCOSO)

Figura 86. El Registro No. 5 también podría ser un monolito guarecido por otras rocas desprendidas del cerro y la vegetación. El área de pinturas parece ser un abrigo rocoso. Fotos: MAPD, 2016.

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REGISTRO ICONOGRÁFICO – TRATAMIENTO DE LA IMAGEN

Figura 87. Registro 4 con los motivos que fueron identificados. Fotos: MAPD, 2016.

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ANÁLISIS DE LOS MOTIVOS REGISTRADOS 1) Descripción general En el pequeño semi-abrigo rocoso se plasmaron una serie de motivos, al parecer, exclusivamente geométricoabstractos. No se ha identificado naturalistas. Los motivos oscilan entre los 1.50m de largo por 2.0 m de alto. Al igual que los anteriores registros, el color es rojo. 2) Clasificación Naturalistas (Antropomorfos, Zoomorfos, fitomorfos y antropozoomorfos)  No se identificaron. Aunque no se descarta que existan. Geométrico-Abstractos (Geométricos, abstractos)  Hileras de líneas verticales cruzadas por otras líneas horizontales  Líneas verticales aisladas  Un punto rojo 3) Técnica La técnica es la empleada en los registros anteriores, tinta plana y delineado. Aunque en este caso, se enfatiza en las representaciones geométrico-abstractas. El color rojo es el único que aparece. 4) Tonalidades y capas cromáticas Una tonalidad de rojo es la identificada. No se ubicó otra capa cromática. 5) Definir estilo A juzgar de los motivos geométricos, que también aparecen en los Registros 1 y 2, parecen ser motivos locales. Aunque hace falta una revisión exhaustiva de la región respecto a los estilos y tipología que aparecen. 6) Propuesta en torno a simbolismos y analogismos El simbolismo de este registro puede estar representándose de acuerdo a su espacio, donde es un lugar ciertamente escondido y que probablemente sí tuvo material arqueológico asociado.

ANÁLISIS DEL PAISAJE ASOCIADO 1) Accesibilidad El acceso al registro rupestre es complicado. Partiendo del Registro No. 4, dirigirse hacia la zona del cerro, justo por la parte trasera del monolito. Zigzaguear la zona y aproximadamente a 100 metros se encuentra el Registro. La maleza es otro obstáculo a considerar. En general, su accesibilidad es la más complicada de los 5 puntos con pintura rupestre.

Figura 88. Detrás de la vegetación, se encuentra un monolito con abrigo rocoso. Ahí se encuentra el Registro No. 5. Foto: MAPD, 2015.

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2) Senderos/Comunicación Los senderos que se consideran comunican con el registro son dos. El primero, es el mismo camino de terracería que llega al Registro 4. El otro, justamente desde ese punto, zigzaguear hacia el cerro y después de unos 100 m se llega. Probablemente hubo un sendero que comunicó al registro, ya que en la actualidad hay varios senderos hechos por el ganado que deambula la zona.

Figura 89. Los dos senderos que comunican el registro. Imagen de Googlemaps-ViewNX 2. 3) Visibilidad La visibilidad hacia afuera es oculta. Es decir, no se ve a simple vista, se debe llegar al abrigo rocoso para poder observar los motivos. A diferencia de, por ejemplo, los Registro No. 1, 3 y 4 que son visibles a la distancia. Aquí parece estar indicando un lugar ciertamente no público. Hacia adentro, no se puede observar mucho, ya que están rocas grandes guareciendo el lugar. Por esa razón, se propone que es un lugar oculto. 4) Entorno natural Es un punto con vegetación densa durante todo el año, situación que hace pensar en un espacio ciertamente guarecido. En las inmediaciones se han observador grupos de venados y coyotes. Es una zona que no suele transitar mucho las personas. 5) Entorno cultural Desgraciadamente, el registro presenta huellas de saqueo, lo que imposibilita tener un contexto cultural confiable. En superficie sí aparecieron algunos tiestos cerámicos y lítica. Sin embargo, son datos aislados, difíciles de manejar. En cuanto a otro tipo de evidencias, únicamente se encuentran relativamente cerca las cercas que delimitan los ranchos del pequeño valle. 6) Propuesta en torno a usos del Registro En base a lo analizado tanto iconográfica como paisajísticamente, se propone que fue un registro que respondía a necesidades más privadas, desde una ceremonia, un ritual o algún acontecimiento de gran importancia para sus ejecutores.

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3.1.1.1. Situación referente a los posibles registros de pintura

Como se presentó en el capítulo I, además de los anteriores registros de pintura rupestre, se detectaron tres posibles puntos con presencia de pintura, los registros 6, 7 y 8. Su autentificación está en proceso, ya que el equipo de Sandra Cruz debe realizar un diagnóstico para asegurar que se trata de pintura rupestre. Es evidente entonces que no se realizó el esquema de análisis, al menos hasta no tener certeza de ser pintura genuina o no manchas como pátinas, líquenes, etc. Sin embargo, valorando el contexto físico y cultural de los registros, parece existir una relación con la producción rupestre en general. El Registro No. 6, que representa una figura humana, está a un costado del No. 3, además también es un bloque aislado o monolito. El Registro No. 7, es el que más duda se tendría, ya que es muy complicado identificar algún motivo, pero su proximidad a las escalinatas es algo que llama la atención. El Registro No. 8, que es una posible mancha de pintura, pero se encuentra en la zona doméstico-habitacional, pero la superficie rocosa donde está plasmado es una pequeña piedra. De tratarse efectivamente de pinturas rupestres, se tendría una distribución de motivos sumamente compleja y, aparentemente, relacionada con el asentamiento prehispánico. Es importante destacar que el tono rojo con sus variantes es una constante en general de los registros obtenidos. Se presenta un mapa, por medio del programa ViewNX 2-Googlemaps, con los ocho registros rupestres y se identifican algunos elementos del paisaje de interés y posible relación cultural.

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Figura 90. Geoposición de los registros que se presentan en este trabajo. Programas de GoogleEarth y ViewNX 2 con cámara Nikon con GPS.

3.1.2. Petrograbados El caso de los petrograbados es diferente a las pinturas rupestres. Al tratarse de una manifestación rupestre, su análisis se presenta aquí, aunque no de igual manera que en el caso de la pintura. Dos de los petrograbados presentan un problema: ambos se encuentran fuera de contexto. El resto de los grabados están in situ, y básicamente corresponden a los llamados “pocitos”. En consecuencia, el análisis, por medio del esquema, para los petrograbados se hace en un bloque, quedando afuera los grabados fuera de contexto, pero que sí forman parte de las conclusiones.

DATOS GENERALES Nombre: Petrograbados  B-2 o grabado en la cima del cerro  C-3 o grabado camino a La Troja  E-5 o grabado en la ladera poniente del cerro Los Tecuanes  F-6 o grabados cercanos a la Presa Tolimique Coordenadas:  N 21d 46m 38. 98s – W 102d 32m 13.07s  N 21d 46m 48.89s – W 102d 32m 13.57s  N 21d 46m 40.51s – W 102d 32m 16.07s  N 21d 46m 29.08s – W 102d 31m 27.29s

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Altitud:  2037.50 m  1975.20 m  1982.00 m  2020.30 m Orientación:  Poniente los tres primeros  Oriente los dos grabados Estado de conservación: El estado de conservación es bueno. Al ser grabados en la roca son más factibles para perdurar el paso del tiempo. Sin embargo, pueden sufrir dos situaciones, su destrucción y descontextualización.

UBICACIÓN A) En el sitio arqueológico

Figura 91. Ubicación de los cuatro grabados in situ. Fotos: MAPD, 2015-2016. B) En el espacio inmediato 

B-2

Figura 92.

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C-3

Figura 93. 

E-5

Figura 94 

F-6

Figura 95.

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ANÁLISIS DEL PAISAJE ASOCIADO 1) Accesibilidad 

B-2 o grabado en la cima del cerro, se localiza en un punto considerado estratégico, ya que está en la parte central de la plataforma, entre las dos estructuras.

Figura 96. El punto rojo indica la ubicación aproximada del grabado, que se compone por un pocito. Plano de Ana Pelz y Jorge Jiménez, tomado de Cruz, 2013. 

C-3 o grabado camino a La Troja

El grabado, también pocito, se encuentra al margen derecho del camino de terracería que va desde la entrada al sitio arqueológico a los registros de pintura de La Troja. Su ubicación es notoria.

Figura 97. Imagen donde se observan el camino de terracería y el grabado, señalado por un círculo rojo. Foto: MAPD, 2016. 

E-5 o grabado en la ladera poniente del cerro Los Tecuanes

Explorando las inmediaciones del Registro No. 1 de pintura, se encontró este grabado. Se encuentra en un punto con elementos arquitectónicos y es fácil su identificación. A diferencia de los anteriores, se encuentra en un monolito desprendido del cerro. Al ubicar dicha roca, en una de sus superficies, ya que es irregular, se encuentra el que también es un pocito.

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Figura98. Monolito donde el círculo señala la ubicación del grabado. Se encuentra a escasos metros del Registro No. 1 de pintura y asociado a evidencias arquitectónicas. Foto: MAPD, 2015. 

F-6 o grabados cercanos a la Presa Tolimique

Partiendo de la comunidad ejidal El Ocote, entre la presa Tolimique y la caseta de cobro para la misma, se encuentran los grabados, los cuales fueron elaborados en la roca madre. Al estar explorando esa zona, fue fácil identificarlos, ya que son visibles a unos 8-10 metros de distancia. Es importante mencionar eso ya que son de proporciones pequeñas, 4.5 cm de diámetro.

Figura 99. Grabados en las inmediaciones a la actual presa. Cuentan con una accesibilidad evidente. Foto: MAPD, 2015.

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2) Senderos/Comunicación Los senderos de cada uno de los cuatro grabados son de destacar. Dos de ellos, como ya se vio, se encuentran en caminos de terracería, que posiblemente pudieron ser más antiguos. Un grabado está en la cima del cerro, que también tiene una comunicación a través de la escalinata y plataforma, estructuras prehispánicas. Y el que está en las cercanías al Registro No. 1 de pintura también está conectado por elementos arquitectónicos del asentamiento. 3) Visibilidad 

B-2 o grabado en la cima del cerro

La visibilidad que tiene este grabado es privilegiada. La cima del cerro tiene una visión periférica de la zona, tanto a los valles circundantes como a la sierra.

Figura 100. La visibilidad posicionándose en el grabado es privilegiada. Foto: MAPD, 2015. 

C-3 o grabado camino a La Troja

La visibilidad de este grabado también es destacable, ya que parece estar anunciando la presencia de una caída de agua, que fluye en temporadas de lluvia. Justo ahí, está el registro. También se observa el valle que actualmente sirve para la siembra. Asimismo, el registro está muy cerca de un punto donde muy probablemente se extrajo piedra para trabajarse.

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Figura 101. Imagen donde se aprecia la caída de agua y el petrograbado. Foto: MAPD, 2015.



E-5 o grabado en la ladera poniente del cerro Los Tecuanes

Al estar cercano a las pinturas rupestres del panel principal su visibilidad está, tanto a dicho punto como a los desniveles del cerro hasta llegar a las áreas de cultivo actuales. También, como ya se comentó, hay evidencias arquitectónicas visibles.

Figura 102. Resulta complicado observar el panel principal por la creciente flora, aun en tiempos de secas. Foto: MAPD, 2016. 

F-6 o grabados cercanos a la Presa Tolimique

Tienen una visibilidad de 360 grados. De ahí puede observarse hacia todas direcciones. Su ubicación es probablemente estratégica, ya que desde ahí se observa, en línea recta hacia el oriente, un hueco entre los cerros de las lejanías.

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Figura 103. Foto: MAPD, 2015.

4) Entorno natural 5) Entorno cultural 6) Propuesta en torno a usos del Registro En un balance general para los puntos 4, 5 y 6 del paisaje, tanto del entorno natural-físico y cultural, los grabados están vinculados a diferentes aspectos importantes.    

Se vinculan a elementos de la naturaleza como ojos de agua, caídas de agua, zona de explotación de piedra. Su entorno cultural está vinculado a caminos y presencia de elementos arquitectónicos. Cada uno de los registros cuenta con un emplazamiento pétreo diferente, desde la roca madre, monolitos y plataformas naturales. También se identificaron grabados con iconografía, como los que están fuera de contexto. Uno, tiene una figura antropomorfa y el otro un círculo con una cruz en el centro.

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3.1.3. Interpretación de los datos. Conclusiones preliminares Los registros tanto de pintura como petrograbado jugaron un papel sumamente importante en la percepción tanto de su universo de pensamientos como del entorno mismo. La pintura rupestre es un lenguaje gráfico que está emitiendo información importante. También es un elemento que se vincula fuertemente con su entorno, tanto físico como el culturalmente manipulado. El petrograbado también representa un lenguaje gráfico, creado para finalidades muy específicas, sobre todo cuando se estudia su espacio. Es por esa razón que la localización de los registros rupestres dentro del asentamiento hace hincapié, desde este punto de vista, a tres aspectos: 1) zonas próximas a recursos naturales de determinado tipo; 2) marcadores territoriales o de caminos y; 3) espacios para la comunicación histórica-ritual. Tomando estos tres valores, los motivos rupestres se clasifican de acuerdo a su papel dentro de una sociedad como: marcadores-señalizadores y depósitos para actividades públicas y privadas. En ese orden de ideas, se considera que el uso y conocimiento del paisaje mediato e inmediato influyó y contribuyó en la producción rupestre, reflejándose una asociación entre los elementos físicos de la naturaleza y al asentamiento prehispánico. Ahora, sobre la relación con el asentamiento antes descrito, y que es parte de los objetivos planteados de este trabajo, se considera que existió un fuerte lazo entre ambos productos de la cultura de aquellos pobladores. Hasta la fecha, no sabemos si los habitantes del periodo Epiclásico realizaron los diseños en la piedra, pero, mediante el análisis de los materiales arqueológicos asociados y el estudio del paisaje, se asevera que hubo comunión. También se considera la posibilidad de que el arte rupestre haya sido elaborado antes de la llegada de grupos sedentarios, y que el sitio haya tenido, por su ubicación en la geografía, un significado vital tanto para grupos nómadas como para sedentarios. El sitio aún cuenta con muchas interrogantes, mismas que han ido esclareciéndose con el transcurrir de las investigaciones. Los avances presentados en este trabajo marcan el reflejo de que el arte rupestre puede estudiarse desde múltiples aristas, desde enfoques teóricometodológicos hasta numerosas herramientas tecnológicas y arqueométricas. Una vez expuesta las ideas anteriores, las reflexiones finales a las que se llegan son las siguientes: 120

 La puesta en común de la teoría de la Arqueología del paisaje para un tema rupestre abre una serie de caminos para su estudio, desde el motivo hasta el paisaje asociado, empleando herramientas novedosas para un trabajo efectivo.  El registro y documentación optimo del arte rupestre entrega posibilidades muy cercanas hacia su función social y simbólica.  Los materiales arqueológicos asociados arrojaron información muy importante acerca del grupo que se asentó en el lugar. Se detectaron restos de fibras de algodón, situación que no estaba contemplada para una región semi-árida como Aguascalientes. La obsidiana, indicó relaciones tanto con el centro de México como con el Occidente, sobre todo en la región de Michoacán. La cerámica, informó acerca de los usos alimenticios y posiblemente rituales de sus creadores. Donde el pulque, la carne y las semillas tuvieron un lugar fundamental en su dieta.  Los espacios donde se albergan tanto pinturas como petrograbados pueden estar relacionados a diferentes etapas de ocupación social, desde grupos cazadoresrecolectores hasta nuestros días, considerándose lugares de gran importancia simbólica.  El color rojo jugó un papel preponderante en los creadores de las pinturas rupestres de El Ocote. Se sabe que este color ha tenido un simbolismo muy estrecho entre la cosmovisión y la realidad en Mesoamérica.  En general, la figura humana ocupa el lugar central de los registros. Sin embargo, los elementos asociados hablan de una red de información relacionada al lenguaje gráfico y al pensamiento de quienes elaboraron esta producción.  A través de la pintura rupestre pueden verse posibles escenarios de la historia antigua de la región. Posiblemente se estén representando escenas de caza ritual, ceremonias civiles y señalamientos de lugares.

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