Palacio de Bellas Artes, Murals, Mexico City

binaci6n de estilos: como dicen, es un verdadero pastel de bodas, con suave cubierta

de merengue y gtas6 (la fachada art nouveau), relleno de pifla y chocolate (los bronces y mermoles art dec6 del interior). Deliciosa receta arquitect6nica.

Organizada en el marco de tales fiestas conmemorativas, "Quimera de los murales del Palacio de Bellas Artes'es un in

tento por dar un mayor contexto hist6rjco artistico con Ia ayuda de estudios preparativos, fotografias de 6poca y documen tos- a los c61ei:res murales que decoran sus interiores, en particular los de Rivera, Orozco, Siqueiros y Tamayo. Est6n algunos de los contratos originales: en 1934, por ejemplo, fuvera y Orozco recibieron cada uno 10,O00 pesos de honorarios m6s 30,000 pala matedales. Tambi6n hay unos maravillosos dibujos, en particular una magnifica y reveladora serie de Orozco para Coy

t@rsis (titulo impuesto por el historiador Iustino Fernindez en 7942, ya qte Orozco

no creia mucho en los titulos). tstos y otros elementos, asi como las nuevas c6du-

las explicati s para los murales mismos, sirven para revitalizar un conjunto de obras monumentales que casi todos ya creiamos conocer.

La historia de los murales del Palacio empez6 en 1914, cuando el director de Ia Academia de San Carlos lanz6 una convcrcatoria para un friso decorativo en el lobby, todavia en construcci6n. Riven estaba ha ciendo un desmadre cubista en Paris y el premio cay6 en manos de su conlemporineo, Saturnino Herran, porun triptico llamado Naesfros dioses, en el que los indigenas (de un lado) y Ios espafloles (del

Diego Ri,tera seidla do eL detolle de labomba del muraL del Paloc;o de BelLas Artes

FESTEJANDO

LOS MURALES DEL PALACIO

otro) rinden homenaje al mismo icono

Aunque todo mundo

1os

ha visto alguna vez en Bellas Artes,

pocos conocen realmente su historia. Ahora, en el marco de las ceiebraciones por ios 7O anos del recinto,

hay una exposici6n que permite observar con ojos renovados las obras monumentales de Rivera, Orozco, Siqueiros ivimos en tiempos de la etema conmemoraci6n. Cada aio tenemos que celebrar los "x" aios de algo: no simplemente los centenarios de momentos c[aves de la historia (1492, 1810), sino los 100 aios o 50, o los que sean, de todo suceso posible. Siempre hay algo: e[ nacimiento de alguien famoso, el aniversario de su muerte, la fundaci6n de una empresa, un libro, una batalla . . . Una lista sin fin.

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y Tamayo.

tnel DE en 2004, festejamos un doble aniversario: los 100 aios de 1o que en un principio se llam6 'Gatro Nacional (empezaron su construcci6n en 1904, en plena epoca porfirista), asi como Ios 7O del mismisimo Palacio de Bellas Artes (cambiaron el nombre y terminaron las obras en 1934, a finales del Maximato). Su prolongada gestaci6n dio a la Ciudad de M6xico un edificio fnico en el mundo por su com-

central, mezcla sincr6tica de la Coatlicue con Cristo. Desafortunadamente, Herran muri6 en 1918 antes de concluir la obra. Luego llegaron los grandes: Orozco y Rivera en los treinta, Siqueiros en los cuarenta, Gmayo en los cincuenta. 56lo en el Palacio se puede apreciar bien el dialogo (ao discusi6n?) entre sus estilos y temas, en particular la confrontaci6n directa entre Ios dos primeros. Catarsis explota violentamente, los colores queman, los pinceles atacan y no hay resptesta; El hombre controladar del uaiverso (versi6n del famoso fresco neoyorquino de Rivera, censurado en 1933 por su contenido politico), con su pin celada nitida y su rica gama de colores, se resuelve con calma en Ia figura del trabaja dor al centro. Aunque otros Foyectos llegaron a los muros de Bellas Artes por caminos menos rectos, mnfirmarian su estatus no oficial de "museo

1 LA NUEVA DEI.IOCRACIA. 1944. OAVID ALFARO SIAUTIROS 2

nacional del muralismo". Los cuatro tableros transportables que Rivera realiz6 para el Hotel Reforma en 1936 fueron cersurados y almacenados por d,6cadas antes de su irstalaci6n en el Palacio. Un ftesco tempnno de Roberto Montenegro, pintado en el ex convento de San Pedro y San Pablo en 1928, y otro de Manuel Rodriguez I-ozano, realizado en Lecumberri en 1942, fueron reubicados en el Palacio por restauradores del NBA.

La muestra tambi,6n incluye un enorme dibujo para Pe sa-dilla de gue-

fta y suefin de poz (7952\, rr,orlumental obra sobre tela de Rivera, realizada pero nunca formalmente instalada en Bellas Artes. Ilustra-

NACII\,1IENTO DE NUESTRA NACIONALIDAD.

1952. RUFINO

Confieso no entender bien el significado del titulo de la exposici6n. Una quimera es una bestia de la mitologia griega con cabeza de le6n, cuerpo de cabra y cola de serpiente.

CON LA AYUDA DE ESTUDIOS PREPARATIVOS,

TAT1AYO

posible? Podria ser Z€l muralismo como monstruo? Tengo mis dudas. Lo cierto es que no fue nada fantasmal, asi 1ue mejor evitar las met6foras baratas y regresar al Palacio a ver sus muraies, sin temores, en 6ste, su 70 (o 100) aniversario.

FOTOGRAFIAS DE EPOCA

Y DOCUMENTOS, LA EXPOSiCI0N DA UN MAYOR CONTEXTO HISTORICO Y ARTISTICO

A

LOS CELEBRES MURALES} James Oles

ci6n espeluznante de Ias tensiones de la

Segit el Manaal

Ia bomba at6mica y

Guerra Fria, con una (justificable) critica de un (injustificable) elo-

de Borges, "la incoherente forma desapa rece y la palabra queda, para significar lo

ouimera dG los murales del Palacio de Bsllas Museo del Palacio de Bellos Artes.

gio a Stalin y Mao, es un mural felizmente perdido, aunque hay rumores de que so brevive en algin s6tano chino.

impos$la ld,ea falsa, vana, imaginaci6n es Ia definici6n de quimera que ahora da el diccionario . 4El muralismo comosuerio im-

de martes a domingo, d.e 10 a

de zoologi.a.

fantdstica,

Av. Hidolgo 1, Centro Hist6rico;

B

f

futs

5512 2593;

hrs.

Hasta jul .o 4.

ART€ dF

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