Paisaje intermedio. Una mirada actual a los canales de los partidos de Berisso y Ensenada.

October 2, 2017 | Autor: J. Margueliche | Categoría: Paisaje, Proyecto Urbano, Organización Del Esapcio
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Descripción

XII JORNADAS DE INVESTIGACIÓN Centro de Investigaciones Geográficas - Departamento de Geografía 11 y 12 de Noviembre de 2010 – La Plata ISSN 1850 – 0862

Paisaje intermedio. Una mirada actual a los canales de los partidos de Berisso y Ensenada.

Karen Vaci/Arquitecta Facultad de Arquitectura y Urbanismo/UNLP/Argentina

Luciana Maqueda/Arquitecta Facultad de Arquitectura y Urbanismo/UNLP/Argentina

Jorge Morgan/Ingeniero Agrónomo Facultad de Ciencias Agrarias y Forestal/UNLP/Argentina

Juan Cruz Margueliche/Geógrafo Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación/UNLP/Argentina

Teléfono: 221-457-4589 Email: [email protected]

El trabajo que a continuación se presenta, se enmarca en el taller de proyectos de la carrera de posgrado de la Maestría de Paisaje, Medio Ambiente y Ciudad, de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo iniciado en el año 2009. Dicho taller, nos proponía poder condensar a través de las diferentes cursadas y seminarios dictados, un proyecto de intervención sobre la temática del paisaje en el área del Gran La Plata.

Introducción La globalización tiene una doble faz: por un lado, supone la creación de un único espacio mundial de interdependencias, que constituye el ámbito de la nueva economía y cultura global; y por otro comporta la reestructuración de los territorios preexistentes. El paisaje actual de Berisso y Ensenada, tiene un carácter regresivo industrial, dejando en carácter de enclaves a muchos territorios. Según Gilles Clément, estos espacios son lugares de oportunidades y nos plantea introducir el concepto de espacio no mantenido provocando la

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aparición

de espacios de oportunidad. Hablamos de espacios que diariamente

consideramos como un gran desorden y que latentemente esperan un uso. A veces un espacio residual, es una especie de fragmento compartida que implica una conciencia colectiva, se sabe que está pero a primera vista no se siente una identidad marcada y útil, hasta que se ve o genera una oportunidad, que reincorpora al lugar en un escenario a ser aprehendido por los actores del entorno. En ciudades cuyo principio de ordenamiento era de índole estrictamente económico, cuando ésta se debilitó o encontró otro escenario más favorable (sector terciario por ejemplo), la ciudad no consiguió adaptarse a las nuevas circunstancias. Estos espacios abandonados, sin una respuesta de planificación y gestión desde la política estatal, hace que estos espacios actúen muchas veces de la mano de la improvisación, perdiendo no solo cuestiones de correcta organización del entorno, sino generando un espacio fragmentado desde los usos existentes, los propuestos y los que pugnan por incluirse el área. Sin embargo, se suelen percibir como paisajes urbanos en espera de ser activados, a falta de que se les otorgue dicho valor económico o el status que en un momento tuvieron y parecen haber perdido (Calle Nueva York en la ciudad de Berisso). Pero encontramos, que para estas situaciones que venimos comentando, no hay un verdadero tratamiento, desde una lógica de las características no solo naturales, sino sociales y culturales del lugar. En donde el concepto de lugar e identidad, recobran en dicha escala, una variable que no debemos dejar de analizar. Si bien, los proyectos han tratado de resolver el problema con una aproximación económica, no tuvieron en cuenta las estructuras preexistentes y el propio espacio de la ciudad. Y es que, en términos generales, se han planteado dos maneras de abordar el problema; a saber, dejando que el deterioro se consolide y termine por cicatrizar, tratando de que afecte a los espacios adyacentes en la menor medida posible, es decir cercando la degradación para evitar que ésta se extienda y relegando la toma de decisiones a un futuro poco prometedor o tratando de borrar el deterioro mediante proyectos de reconversión de carácter parcial y fragmentario que en la mayoría de los casos optan por la tabula rasa, ignorando las preexistencias, las huellas del pasado que aún están presentes, olvidando que “los residuos están llenos de información” y, cabría añadir, las ciudades como refugio de la memoria. Otro tema se trata de que los espacios residuales no posean una escala definida, se alimenta del crecimiento del abandono. Un espacio de abandono produce interés y preocupación social al momento en que causa un problema para los diferentes actores sociales del territorio (Carácter de ausencia). Estos son lugares, que ahora están estancados en el tiempo, esperando intervenciones o simplemente intentando pasar desapercibidos. En el caso del área de estudio se trata de tierras que alojaban funciones de actividades de alto valor patrimonial y representativo, que en la actualidad quedan contenidos (algunos) en áreas urbanas, producto del crecimiento y avance de la trama urbana. Los espacios creados

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por la industrialización capitalista durante más de dos siglos, han comenzado hace un tiempo, a mostrar fisuras que han llevado a colapsar al sistema. Esto ha dado lugar a transformaciones, logrando modificar de manera patente la configuración territorial de las ciudades. A ello, debemos incorporar, problemas de diferente índole1, lo cual conlleva a las diferentes disciplinas a tener que pensar desde un carácter transdisciplinar problemas comunes, abordajes y estrategias tomadas desde una totalidad integral y sistémica, en donde el problema debe ser mirado, desde diferentes aristas. En este contexto, queremos desde el proyecto intervenir desde estos espacios de oportunidad con una mirada superadora al determinismo que incorpora el abandono y su sinergia. Pero debemos tener presente que en todo proyecto no debe haber sujetos tácitos, sino lo contrario, debemos desplegar estrategias diferenciales para cada recorte territorial de intervención. Estos espacios abandonados, sin una respuesta de planificación y gestión desde la política estatal, hace que estos espacios actúen muchas veces de la mano de la improvisación, perdiendo no solo cuestiones de correcta organización del entorno, sino generando un espacio fragmentado desde los usos existentes, los propuestos y los que pugnan por incluirse el área. Del análisis del área del estudio prepuesto, nuestros recorridos se fundamentaron bajo una idea – fuerza o argumento que denominamos: en búsqueda del agua. Esa búsqueda, nos brindó no solo poder visualizar el estado marginal del recurso, sino también encontrarnos que hay un vínculo roto entre el agua y la sociedad. Si nos remitimos, al origen de la región, encontramos al agua como eje organizador del territorio, y es portadora de una impronta simbólica y cultural: la llegada de los inmigrantes a la región. Por lo tanto, consideramos que en la actualidad, el estado de situación de los cursos de agua, no solo están degradados, sino que conviven en un grado muy alto de marginalidad, en la mayoría de los habitantes. Por ello, en el proyecto, nos proponemos articular: •

Por un lado trabajar sobre espacios degradados, abandonados y expulsados

de la planificación urbana en contacto directa e indirectamente con el agua; •

Por el otro, devolver la mirada a los cursos de agua de la región;



Por último, integrar ambos puntos en un proyecto de paisaje;

El objeto de estudio se centrará en el agua y su relación en aquellos espacios expulsados por la estructura industrial. La zona elegida para nuestra propuesta representa,

a nivel ciudad, la mayor zona de

interfase y en donde podemos encontrar más patente el sistema de canales, reconocido por sus habitantes en la vida cotidiana. Pero a pesar de su cercanía con el tejido residencial, 1

Creando problemas sociales y territoriales en un escenario donde se reducen las distancias, se aniquila el tiempo, se fragmenta en múltiples segmentos a la población, se diluyen los límites territoriales, se deteriora el ambiente, etc. (Ravella, 2008).

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carece de una política de intervención y mejora para adecuarlo dentro de un sistema de espacios de uso público para la comunidad. El Problema El problema es que la relación con los cuerpos de agua son de carácter negativo como vertederos, basurales, etc. (contaminación) y de carácter selectivo como los usos privados: Regatas de Ensenada y de Berisso, en donde no sólo prima la ausencia de políticas públicas (planificación) y reina la impronta privatista del territorio; sino que nos encontramos en presencia de un problema que se localiza en un peldaño más alto: no hay una mirada hacia el agua y sobre todo tampoco la hay desde un abordaje paisajístico. Las principales problemáticas a nivel sector son la contaminación del agua, del suelo, del aire, auditiva y visual. Podemos dividir los agentes contaminantes en privados, tales como la Destilería Y.P.F., Copetro; con intereses privados y municipales: Astillero, Zona industrial de Ensenada y Berisso, descarga de efluentes (La Plata, Berisso y Ensenada) e intereses provinciales, como el Puerto. La falta de control por parte de las autoridades incrementó el nivel de contaminación con la consecuente degradación de los canales. La ausencia de una política de planificación urbano-ambiental ocasiona la falta de espacios verdes públicos (parques y plazas) dentro de la estructura urbana, además de generar conflictos en los usos del suelo debido a una zonificación que no responde a los requerimientos actuales. Esto también se refleja en el uso restrictivo del agua por parte de los clubes náuticos. La estructura vial no favorece la accesibilidad al área, ni dentro del casco (en el caso de Ensenada) ni con el sector de las Islas. No existe un tratamiento de borde urbano con respecto a los canales de agua, no sólo con fines paisajísticos sino también como medio para evitar la ocupación ilegal de sus márgenes. Desde el punto de vista jurídico y ambiental, existe negligencia al no afrontar el tratamiento de efluentes industriales y cloacales, hecho que se suma al desinterés en la concientización acerca del valor de los recursos naturales y de la función y servicio que prestan. Se observa también la falta de infraestructura y de mobiliario urbano, que se suma a la desvalorización del patrimonio arquitectónico y cultural. La Propuesta: La Propuesta que se presenta en este trabajo, se enmarca en una instancia de carácter general y de diagnóstico de la región Gran La Plata, que se inició el año 2009, en donde a través de una metodología de corte general, se empezó a reconocer e identificar una problemática desde una mirada holística e integral. En búsqueda del agua, fue el disparador, de nuestros recorridos por el área, el cual nos fue construyendo a partir de una idea-fuerza un argumento para entender y releer el territorio y poder identificar problemáticas y estrategias a intervenir. Como el área de estudio propuesta por la maestría, no sólo es espacialmente extensa, sino que las problemáticas son muy variadas e interrelacionadas, la

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construcción de un argumento nos permitió, tomar posición por un lado, como equipo de trabajo, y además poder tamizar la mirada al territorio desde un determinado abordaje. Desde esta instancia comenzamos a construir no sólo nuestro objeto de estudio, sino también el recorte de área a intervenir propositivamente en un proyecto de paisaje. En los recorridos del área, pudimos realizar un diagnóstico general, el cual nos permitió, considerar la problemática del agua y su entorno. La propuesta que superando la instancia de diagnóstico nos posicionó en los canales de agua de los partidos de Berisso y Ensenada, nos permitió plantear un proyecto que se centró en: - abastecer de espacios verdes públicos de calidad, para que la población se sienta identificada con el lugar, para que luego se apropien de ellos, generando una “Nueva Cotidianeidad” con el agua. A pesar, de su cercanía con el tejido residencial y urbano, el área presenta una carencia de políticas de intervención. Por ello, para adecuar esta área, se propone una lectura de sus tramos, como así de las partes adyacentes a los mismos, entendiendo al área como una unidad, potenciando en cada tramo características naturales, sociales y culturales propias, pero a su vez fortaleciendo todos los tramos a través de un parque lineal, que genere una atracción a las miradas exógenas y permita a los actores de la zona a sentirse parte y contenido de ese paisaje. El parque, en su recorrido sobre los diferentes tramos irá colaborando en despertar miradas, instancias productivas, turísticas, etc. Desde el análisis del equipo de trabajo, no consideramos aún, que haya un uso consolidado dentro de esta área. Todo lo contrario, su carácter complejo, dinámico y fragmentado, nos propone re posicionarnos ante su análisis y proponer dentro de este espacio verde público articulado con la componente agua, intentar coordinar, los diferentes usos: industriales, urbanos, etc., dentro de un circuito que los consolide desde una instancia no de enclave, sino desde un carácter mancomunado, que revierta el aislamiento de estos espacios, en pos de un espacio de encuentros, donde la mirada al agua, no sirve de base subjetiva y racional, para proponer un espacio integral, en donde todos los actores sociales, sean protagonistas de la construcción de un espacio colectivo. Pensando el paisaje desde la teoría

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Gilles Clement: Paisajes indecisos (difícil darle un nombre). Territorios de refugio para la diversidad. Han sido expulsados. Tercer Paisaje.

Fotografías del recorrido: Montevideo y Nueva York.



Fontanari: Paisaje Vivido: para quien lo construye (Mirada endógena) y Paisaje contemplado: para quien lo mira (Mirada exógeno). Realizar convivencia entre ambas: ¿Quién legitima el valor paisajístico?

Fotografías: Xavier Kriscautzky. http://www.xavierkriscautzky.com.ar/#

El paisaje es un escenario común y heredado, que contemplamos y vivimos a través de una cultura y en un contexto histórico y social. El paisaje, producto del tiempo, revela lo que somos como un legado y patrimonio cultural, vivo y frágil, de notable mayor calado que su simple división en morfologías funcionales e inertes. Las formas de organización del espacio han dejado una fuerte huella en el paisaje actual. El paisaje actual es el resultado de la acumulación de los diversos paisajes históricos que se han ido sucediendo. Son, por tanto, parte de la cultura material de las sociedades que los crearon. En su formación son

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esenciales, entre otras cosas, la interacción entre el ser humano y la naturaleza y la forma en la que se expresa en el espacio una determinada formación social. Graciela Silvestri, en su libro El Color del Río, Historia cultural del paisaje del Riachuelo, presenta una definición de Paisaje. Si bien el área de estudio es otro, nos pareció importante su aporte sobre el paisaje en relación al contexto de la zona del Riachuelo, en donde pudimos extraer ciertos elementos en común con el área de intervención propuesto por el taller. Coexisten dos acepciones: 1- Fragmento de un territorio; 2- Representación visual. En la primera, el hombre se comporta como actor, transformando el ambiente vivido. En la segunda, como espectador que observa y comprende el sentido de sus propias acciones. Ambas definiciones se complementan. La primera no puede desligarse de la apreciación perceptiva (únicamente visual); y la segunda (imagen y representación) no existe en ausencia de un referente real, y de un trabajo simbólico realizado socialmente. Para convertir un ensamblaje de objetos naturales y artificiales en Paisaje, es necesario un trabajo social de cierta duración temporal. Aunque potencialmente un grupo de casas, un focal en esquina, etc., pueden ser observados como paisajes, el conjunto no posee por sí mismo valor: debe existir un acuerdo en la misma comunidad cultural acerca de los significados que transmite. La historia produce los paisajes, y la memoria (que cristaliza el pasado en sentido común) abona su permanencia. También los paisajes, por larga que sea su presencia material en su relación con el imaginario social, poseen una vida (múltiples comienzos, transformaciones de sentidos, resurgimientos, desaparición, etc.). Pero la complejidad, fragmentación y carácter de apropiación selectivo de la unidad de análisis, nos obliga a tener que retrabajar aún más el concepto de Paisaje, a descomponerlo aún más. Del ejercicio de lectura, análisis y descripción del área de estudio, debimos incorporar la acción de interpretación; y de ello se desprendió el concepto trabajado por María Laura Bertuzzi: el paisaje intermedio. Este concepto, lo adaptaremos no solo a la lectura general del área de intervención, sino con las características singulares del lugar y lo utilizaremos como herramienta metodológica para leer e identificar características de los tramos, como también sus posibles acciones. Paisaje Intermedio El Paisaje Intermedio es un figura compleja (con una historia geológica y cultural determinada por el tiempo y sus actores), de condiciones geográficas específicas, integrado por componentes naturales y construidos con una organización flexible, fuertemente vinculado a la ciudad existente principalmente por su uso. El Paisaje intermedio es más inclusivo que el concepto de periferia por que admite otras formas de ocupación que la construcción edilicia. Generalmente está sometido a situaciones de propiedad y uso complejas manifestando su mayor valor en su especificidad y potencialidades. En nuestro caso, el área presenta una “mosaico” de usos y actividades, dotando a esta área a un

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carácter multiuso lo que, por supuesto, no ha llevado a una indefinición del sector: Usos industriales, asentamientos informales, etc. Por ello, el concepto de Paisaje Intermedio, nos permitió tener una lectura de este sector, dándonos una estructura de base para poder ingresar en su lectura. Tratando de ampliar y comprender el concepto la autora, la comprensión de este concepto ha desarrollado algunos conceptos subsidiarios que consideramos claves para descomponer la idea de paisaje intermedio: •

Las Geografías: en lo que llamamos paisajes intermedios la condición del

terreno generalmente es una situación compleja. Según Eduard Bru (analizando el caso de Barcelona): “Nuestras ciudades están ya muy crecidas y han ocupado todo aquello que era confortable de ocupar, lo que queda es, pues lo más conflictivo”. La conflictividad de este espacio intermedio es, en cada caso, diversa y de necesaria interpretación. Puede tratarse de condiciones topográficas complejas, condiciones hidrográficas comprometidas, áreas degradadas por contaminación o usos agresivos, áreas intermedias entre nuevas urbanizaciones y la ciudad central o entre ciudad central y núcleos intermedios. •

Componentes:

Servicios

y

equipamientos,

redes

y

tendidos

van

solidificándose en el paisaje intermedio. •

Excentricidad: estos paisajes son considerados con relación a la ciudad

consolidada como una emergente natural de sus procesos de crecimiento y ocupación del territorio. Atados a la ciudad de alguna manera constituyen suelo disponible que puede ser ocupado de acuerdo a las necesidades. •

Roles: ¿Cuál es el rol de estos paisajes en las ciudades contemporáneas?

¿Cuál es el sentido de preservarlos? ¿Por qué no han de convertirse en ciudad consolidada? El rol de estos paisajes debería ser el de garantizar territorios más equilibrados. Debería preservarse su condición de Oportunidad. Oportunidad en un sentido amplio, superador de la compulsión a hacer más de lo mismo. Oportunidad en tanto espacio que haga posible la iluminación de lo existente (aparatos o dispositivos para explicar su descubrimiento), la intervención mínima (el “hacer casi nada” de Beigel), la colonización efímera (ocupación con actividades que supongan uso y no consumo del suelo). •

Ecologías: Cuando R. Banham, usa el término ecología en su ensayo sobre

Los Ángeles está buscando más allá de entender la conformación de la ciudad, la estructura de un ambiente que considera equilibrado pero a un tiempo dinámico. Al actuar sobre lógicas complejas. •

Las in-definiciones legales y normativas: la situación de propiedad y el uso

del paisaje intermedio también difieren en cada caso. La condición más usual es la

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de propietarios diferentes, con distintos tamaños de parcelas, propiedades que coexisten a su vez, con las distintas jurisdicciones públicas2. Interpretando estos conceptos en el contexto de nuestro trabajo, cuando hablamos de Geografías creemos pertinente presentar a qué uso del suelo responde y cuáles son las actividades que se desarrollan en los mismos debido a que ya realizaremos una descripción en una instancia posterior. La segunda columna es la referida a Componentes, en la cual especificamos cuál es el equipamiento existente, las redes de servicios y la morfología del perfil urbano. La columna Excentricidad se refiere a cuáles son los usos que se realizan en estos espacios, sean formales o no. En cuanto a Roles, se especifica qué tipo de uso tiene el espacio, ya sea público o privado. En Ecología se hace referencia al tipo de ecosistema que presenta. Finalmente, la columna de In-definiciones legales y normativas fue redefinida como Marco legal y normativo, y alude a la propiedad legal de estos espacios y cuáles son las ordenanzas o leyes a las que se encuentran sometidos.

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E inclusive, dentro de las jurisdicciones coexisten dominios públicos y privados del Estado.

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Geografías

Componentes

Excentricidad

Roles

Ecología

Tramos

I

Viviendas: perfil urb. bajo:1-2 n

Espacio usado para

Esp. público

Área

Equipamiento: hospital

recreación

Esp. privado

Urbana y

Vegetación Redes de serv. Públicos: agua, luz, gas, transporte, asfalto

Estacionamiento particular

Industrias

Espacio destinado a usos

Netamente

Inaccesible. Área cerrada

industriales

Industrial

Vegetación

Servicios

Marco Legal y Normativo

Buena diversidad

Municipal (Ensen.)

de flora

Ordenanza 9231

Fauna escasa

Esp. privado

Poca biodiversidad

Privado (Y.P.F.)

Alta presencia de

Ordenanza 9231 Ord. 1829/95: apertura de calle q

2 derivados del petróleo

bordea el canal

3

Viviendas: perfil urb. bajo:1-2 n

Espacio destinado al paso y

Zona

Redes de servicios públicos:

Urbana

luz, gas, transporte, agua

Esp. público

Buena diversidad de

Municipal (Ensen.)

a la recreación

Flora

Ordenanza 9231

Estacionamiento

Fauna escasa

Asfalto. Vegetación

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5

Industrias

Espacio de paso (circulación

Esp. público

Poca biodiversidad

Privado (Y.P.F.)

Netamente

Transporte público

vehicular a alta velocidad)

Esp. privado

Alta presencia de

Ord. 2512/02

Industrial

Vías de acceso rápido

Estacionamiento de

Vegetación

camiones

Viviendas:perfil urb. bajo:1-2 n

Espacio usado con fines

Urbana

Equipamiento: hospital,

Área Central

Urbana 6

7

Esp. público

Buena diversidad de

Municipal (Bsso)

recreativos

flora

Ord. 2512/02

Centros sanitarios, plaza Redes de serv. Públicos: agua, luz, gas, transporte, asfalto Vegetación

Estacionamiento

Fauna escasa

Viviendas:perfil urb. bajo:1-2 n

Actividades recreativas

Esp. público Esp. privado

Ocupación con actividades privadas

y recreativa

Infraestructura: escasa

Relacionadas con el agua

(Uso mixto)

Calles de tierra

Ocupación con actividades

Á.intermedia

Vegetación

privadas

Ausencia de estructura vial

Actividades recreativas

Esp. público

Comercial y

Terrestre

relacionadas con el agua

Esp. privado

Recreativa

Accesibilidad de tipo Acuática Clubes náuticos Vegetación Viviendas de fin de semana Recreos – quintas Servicios públicos escasos o nulos

Actividades recreativas relacionadas con el agua

Esp. público

Recreativo 8

derivados del petróleo

Esp. privado

Alta biodiversidad

Municipal (B.y E.) Ord. 2512/02

Alta biodiversidad

Municipal (B.y E.) Ord. 2512/02

Alta biodiversidad

Municipal (B. y E.) Ord. 1829/95 Ord. 12704/01 Ord. 12756/01

Faro – Escollera – Vegetación

Cómo pensar la infraestructura como paisaje El ingeniero civil Manuel Herce, sostiene no diseñar infraestructuras como propias esculturas con vida propia. Estas deben ser creadas para observar el paisaje desde otras perspectivas, para construir un territorio. El hombre busca valores culturales en su entorno encontrando elementos prefabricados que debe aceptar. El hombre debe sentirse identificado con su entorno, de lo contrario se encuentra desestructurado en él, perdiendo su identidad con el mismo. El territorio y la ciudad ya no son sólo un espacio objetivo para el análisis y la planificación, sino que además son un espacio percibido por la población. La

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visibilidad o los puntos de observación son elementos esenciales para su percepción y por tanto se convierten en condicionantes para la visión del paisaje por parte de la población que lo utiliza y lo observa. Para la ingerencia este hecho resulta fundamental en el caso del paisaje urbano por dos motivos: •

La población potencial observadora del paisaje urbano utiliza extensivamente el espacio público.



Una gran parte de lo que el observador observa es una infraestructura.

La calidad del diseño de la infraestructura debe responder no sólo a los aspectos funcionales sino también a los aspectos paisajísticos en sus dos vertientes de punto de observación y de elemento observado (José Luis Miralles i García, 2000). Gestión del paisaje Según el Convenio Europeo del Paisaje (CEP) en el Art. 1 cap 1 nos define: Por gestión de los paisajes se entenderán las acciones encaminadas, desde una perspectiva de desarrollo sostenible, a garantizar el mantenimiento regular del paisaje, con el fin de guiar y armonizar las transformaciones inducidas por los procesos sociales, económicos y medioambientales. Cuatro son las principales características de la gestión del paisaje que se enmarcan dentro de los objetivos que persigue el CEP: 1- La dimensión social: participación de los actores sociales en las diversas fases del proceso de gestión y en la consideración de su percepción y aspiraciones sobre el paisaje. 2- La perspectiva sostenible: promover el establecimiento de relaciones armónicas entre las actividades humanas y su entorno. 3- El enfoque operativo: principio de actuación por tanto, la gestión del paisaje tiene por finalidad, ser operativa e influyente, es decir, debe estar dirigida a la acción y surtir efecto en el paisaje y los agentes sociales, económicos e institucionales. 4- La dimensión temporal: el paisaje tienen una naturaleza cambiante, en consecuencia, su gestión debe articularse como un proceso y debe prever la programación de las acciones en el tiempo de acuerdo con sus determinadas estrategias y secuencias lógicas. Fases del proyecto de gestión del paisaje La gestión del paisaje es un proceso dinámico que comprende la formulación, articulación y despliegue de un conjunto de estrategias y que tiene por finalidad la valorización de un determinado paisaje y la mejora de la calidad de vida de las personas, mediante la utilización de los instrumentos adecuados y el desarrollo de programas y las acciones

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establecidas en un proyecto de gestión del paisaje. En el marco de este proceso todo proyecto de gestión del paisaje según los autores Jaume Busquets (geógrafo paisajista) y Albert Cortina (abogado) se desarrolla en cinco fases principales que deben sucederse sin rupturas.

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Fase 1 Hipótesis de partida y visión territorial Se realiza la toma de contacto con el territorio y el paisaje objeto del proyecto. Se parte de una hipótesis, se realiza una primera lectura del territorio y se delimita provisionalmente el ámbito del proyecto de gestión, se anticipa las primeras ideas-fuerza y se presenta un argumento inicial que articula a modo de guión los distintos temas a desarrollar en ese paisaje concreto. A esta capacidad del profesional se denomina visión territorial.

Fase 2 Conocimiento y diagnosis Garantizar que el proyecto se base en una lectura rigurosa y sistémica del paisaje. Nos permitirá afianzar la delimitación del ámbito escogido y trabajar a escala territorial adecuada. Análisis territorial, estado y evolución del paisaje, sus tendencias y dinámicas, conocimiento de estudios y documentación existentes, el marco normativo y de planificación que ordena el territorio, la interacción con los agentes del paisaje mediante entrevistas con los actores sociales, económicos e institucionales más relevantes, la identificación de redes sociales: así se podrá presentar una diagnosis que le permitirá iniciar la siguiente fase.

Fase 3 Formulación de las propuestas Mediante un proceso de participación social bien diseñado, se concretarán los objetivos y se definirán las ideas fuerza y el argumento del proyecto de gestión. Dimensión metodológica y una vertiente creativa. Aquí se confirma o rectifica la hipótesis de partida y su visión territorial inicial con el objeto de articular los objetivos y las ideas fuerza, a través de un hilo conductor o argumento atractivo que permita leer de forma coherentes los temas y acciones a proponer en ese paisaje concreto.

Fase 4 Desarrollo y ejecución de las propuestas Desarrollar propuestas y acciones, buscando complicidad entre los agentes del paisaje. Mediante la redacción y ampliación de los distintos instrumentos de ejecución (planes, proyectos, convenios, consorcios). La propuesta se desarrollará siguiendo un programa de gestión que determinará: agentes implicados, los recursos económicos y la agenda de ejecución. Procesos de mediación, calendarios, etc.

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Fase 5 Difusión y seguimiento Estrategias de comunicación y difusión para hacer eficaz el entendimiento de las propuestas y acciones definidas en el proyecto. Crear un consejo del paisaje, promover la sensibilización, valoración del capital paisajístico y generando de este modo una auténtica cultura a favor de la calidad del paisaje. Crear oficina técnica del paisaje: ordenación, protección y gestión del paisaje.

Propuesta del lugar: Identificar en dos tramos, un recorrido representativo, que confluyan los elementos destacados del agua. Construir un relato para darle valor a ese recorte a trabajar. Un relato que confluyan la mayor cantidad de historias. En ese recorrido, se deben registrar las miradas del paisaje. Desarrollar el interés de lo público poniendo interés y atención en el contexto social y ambiental, desarrollando un trabajo simultáneo de sensibilización y pedagogía, generando una didáctica propia, que sea apropiada por la comunidad y le de una herramienta para reconocer su entorno y además poder transmitirlo. Para ello, debemos superar la despatrimonialización y decodificar los símbolos del territorio. Hacerlos visibles y

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apropiables. La propuesta de un parque lineal denominado el Parque Lineal Urbano Regional, consiste en una serie de parques según los tramos identificados en la matriz. Si bien el proyecto presentará con mayor desarrollo sólo dos tramos de los canales de agua, el Parque de la Unidad (Tramo 1) y el Parque de la Fraternidad (Tramo 5), el proyecto desarrolla una propuesta que contiene todos los tramos y una idea general de lo que se pretende con dicho parque. Los tramos determinados, tendrán una relación vinculante que se articularan en los denominados conectores paisajísticos los cuales no solo obrarán de conectores entre los tramos, desde lo físico y funcional, sino que en ellos se propondrán actividades educativas y ambientales, para fortalecer la idea del proyecto. Los elementos conectores símbolo de todo el parque son las circulaciones peatonales y la bicisenda. PARQUE LINEAL URBANO REGIONAL Su finalidad es integrar, dentro de un estricto respeto a las características de un territorio, diferentes funciones; las de preservación, educación, esparcimiento, turismo y desarrollo económico. Aprovechar la fragmentación del área como potencialidad a integrar diferentes usos. Objetivos de este parque: •

Impulsar la cooperación entre las comunidades entre los tres partidos, ofreciendo oportunidades de ocio, preservación y educación (lugares de encuentro).



Desarrollar mecanismos de identificación y de protección de los recursos patrimoniales.



Interpretar dichos recursos y la “historia” asociadas para los residentes, visitantes y estudiantes de todas las edades, integrando el patrimonio y recurso del agua como parte de los programas educativos locales.



Hacer partícipes a los residentes del paisaje cultural.



Desarrollar un programa de revitalización económica que utilice el patrimonio para atraer turistas e intervenciones públicas y privadas en edificios o lugares clave.



Establecer vínculos físicos e interpretativos entre los recursos, utilizando estrategias basadas en la cooperación.

Propuesta Tramo 1: PARQUE DE LA UNIDAD El nombre del parque tiene su fundamento en el tipo de vínculo que queremos generar entre los tres partidos: La Plata, Berisso y Ensenada.

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Debido a las condiciones ambientales del canal, la propuesta incorpora la técnica de Fito-tecnología con el fin de mitigar los efectos producidos por la contaminación existente. Se complementa con vegetación acuática que, además de cumplir funciones similares, colaboran con el tratamiento estético del espejo de agua. Asimismo, bordes vegetales a manera de canteros acuáticos acompañados por una senda formalizan un recorrido lineal educativo. Reinterpretando un componente característico del lugar, los barcos, se proponen muelles de contemplación en forma de proa que ingresan al canal, que ofrecen la posibilidad de establecer un contacto más directo con el mismo.

Los diferentes sectores de juegos para los niños incorporan la nota de color en el parque. Se propone la puesta en valor de la escultura existente y del Hospital Naval. El conector paisajístico que se propone es el anfiteatro, que con un diseño permeable y suave, se incorpora al entorno constituyendo el punto de reunión más significativo del parque. Una oficina de Informes forma parte de la infraestructura del lugar junto con un puente peatonal llamado “Pasaje de las Luciérnagas” que une los dos bordes del canal, que posee luminarias que enfatizan la estructura. La vegetación está pensada en función de los colores de floración y de los que se originan según los cambios de estación. El sector de estacionamiento se ubica sobre las calles 126 y 50 para favorecer la circulación peatonal y alejarla del tránsito vehicular de la zona.

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Propuesta Tramo 5: PARQUE DE LA FRATERNIDAD El nombre alude al origen de sus habitantes, inmigrantes europeos que hicieron de este territorio su nuevo hogar, entrelazando sus raíces, sin perder su identidad ni sus valores.

Para lograr la caracterización de este parque como un recorrido casi sin interrupciones, las circulaciones vehiculares se reducen al mínimo, por lo que se propone que los cruces entre las avenidas Río de Janeiro y Génova se sitúen en tres puntos específicos: en la Rotonda de calle 150, en el Puente Roma (calle 158) y en la Av. Montevideo. Este ritmo de cruces vehiculares alterna con las circulaciones peatonales, que atraviesan el canal Génova mediante los puentes peatonales ubicados cada dos cuadras dentro del área del parque. La contemplación del paisaje es una de las actividades que nos hace concientes de todos nuestros sentidos. Los muelles de contemplación, situados en los bordes o en el interior del canal, nos permiten experimentar diversas sensaciones que nos acercan a la naturaleza y a la reflexión. En los cuatro extremos del parque (que coinciden con los cruces vehiculares) se proponen las actividades convocantes debido a que son los puntos de mayor accesibilidad del tramo. Un edificio existente es acondicionado para funcionar como confitería. La Plaza de las Naciones tiene un carácter cívico: armada a partir de una fuente con una escultura alusiva, se completa con los mástiles existentes en el lugar. Dos cintas recorren la totalidad del parque: son las sendas peatonales y la bicisenda, que alternan entre la linealidad y las curvas del terreno. Los espacios que ambas delimitan son destinados a la creación de pequeños jardines temáticos que aludan a las diversas colectividades que se encuentran radicadas en la zona. Estos jardines tienen como función constituir una muestra representativa de cada país, con finalidades educativas y de

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divulgación. Los jardines sensoriales están especialmente pensados para personas con capacidades reducidas, para que puedan disfrutar de la experiencia del paisaje con los otros sentidos. Estos espacios se alternan con áreas de juegos infantiles, canchas deportivas (fútbol, voley, básquet) buscando estimular el aprendizaje a través de la experiencia y el desarrollo de las capacidades de los niños y jóvenes. Canchas de bochas y mesas y sillas con tableros de juegos complementan los espacios. El mobiliario urbano está pensado para favorecer la estancia de los usuarios en el parque, teniendo en cuenta la comodidad y la relación con el lugar y sus habitantes. Los bancos están situados bajo árboles de hoja caduca, para que puedan ser utilizados todo el año. Papeleros, luminarias solares, fuentes, esculturas (hitos urbanos que marcan el inicio de cada tramo) se conjugan con los lugares para bicicletas, el estacionamiento y la señalización. Vegetación Se relevara la vegetación existente, conservando las especies de valor y se complementaran con otras especies que se adaptan al proyecto. Se enfatizara el empleo de especies nativas, sobre todo en las zonas de uso de fitotecnologías. Consideraciones finales Realizar un proyecto de paisaje, no implica pensarlo solo desde lo estético, sino también desde lo funcional y cultural. Pensar paisaje es hacer paisaje desde el propio origen de su existencia. Debemos, saber leer la relación cultural de la sociedad con su espacio, con su historia y con su identidad. La obra debe ser producto de lo que existió y de las necesidades actuales de los lugares. Lugares recordados para ser evocados, pero también, el paisaje no sólo deber una expresión estéticamente bella o atractiva a las miradas, sino que debe ser entendida y sentida. Un lugar sin identidad, es un espacio a ser abandonado o a recibir conductas invasivas o inapropiadas. Debemos (re)diseñar los lugares para ser apropiados por todos los actores sociales del lugar. Además, de la obra (materialidades) en sí, no asegura la existencia del paisaje para la comunidad, debe tener en cuenta, su difusión y comunicación. Por ello, recuperar lo existente, incorporar elementos nuevos, debe estar organizados en una coexistencia racional, y además desplegar acciones para su lectura e interpretación. Bibliografía:



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