Otros Bueyes Que Cazan Perdices

En un diálogo entre los criados de Calisto incluido en "La Celestina", Pármeno, temeroso de que Melibea haya mentido a la alcahueta <<con dulces palabras>>, con el fin de preparar una celada a su amo, comenta a Sempronio que <<el falso boezuelo con su blando cencerrar trae las perdices a la red>>. La imagen animalística, conectada con esa larga tradición que se ha arropado bajo la denominación genérica de <<bestiarios>>, se encuentra con más o menos variantes en textos paralelos de las literaturas hispánicas:  Pero Tafur ("Andanças e viajes", 1453-1457); Juan de Mena ("Coplas de los siete pecados mortales", 1454-1456); la "Crónica del Halconero", de Pero Carrillo de Huete (1454-1468); la "Refundición del Halconero", de Lope de Barrientos (1468-1469); las portuguesas "Ordenaçoes manuelinas" (1521); los compendios legislativos de 1552 y 1581, en España; "El Scholástico", de Cristóbal de Villalón (hacia 1535); el "Siglo de Oro en las selvas de Erífile", de Bernardo de Balbuena (1608); la anónima "Celestina comentada" (segunda mitad del siglo XVI); el "Discurso sobre el <<Libro de la montería>>", de Argote de Molina; el Arte de caça de altanería (principios del siglo XVII); el "Arte de ballestería y montería, escrita con método par escvsar la fatiga", de Alonso Martínez de Espinar (1644). Fuera de la Península ibérica, señalo varios fragmentos del trovador provenzal Arnaut Daniel; dos alusiones de Petrarca; y un tratado ornitológico de Antonio Valli da Todi ("Il canto de gl’augelli", 1601). La consideración conjunta de estos textos permite reconstruir el ardid, que fue un método venatorio común a la zona mediterránea, y las imágenes literarias a que dio lugar, que, en el caso de "La Celestina", es la meditación sobre la inautenticidad y la capacidad de engaño de Melibea, es decir, sobre el contraste entre la realidad y las apariencias, lo que sirve para poner en guardia a Calisto. Incluyo como Apéndice el capítulo XXXVIII del libro III del mencionado "Arte de ballestería y montería".