Origenes y expansion urbana de la antigua ciudad de Palenque

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Descripción

ESCUELA NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA. INAH

SEP

“Orígenes y expansión urbana de la antigua ciudad de Palenque, Chiapas.”

TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE LICENCIADO EN ARQUEOLOGÍA PRESENTA: BENITO JESÚS VENEGAS DURÁN

DIRECTOR DE LA TESIS: ARQLGO. ROBERTO LOPEZ BRAVO

MÉXICO, D.F. 2009

Dedico esta Tesis:

A Dios

A Mis Padres

A Mis Hermanos

Pero sobretodo a mi adorada esposa Nadia y a mi precioso bebe Jared.

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Agradecimientos. Antes que nada agradezco infinitamente a Dios, el haberme permitido concluir esta tesis y llegar a este momento tan importante. Quiero agradecer infinitamente a mis padres Benito Jesús Venegas Delgado y Maria de Jesús Duran Leal el haberme apoyado toda la vida para alcanzar todos los objetivos que me he trazado en la vida; a mi padre además le agradezco el apoyo moral y económico para realizarme como arqueólogo y culminar la presente tesis, además de los ejemplos de rectitud y de esfuerzo en todos los aspectos; a mi madre, le reconozco también todas sus enseñanzas sobre unidad, hermandad, ganas de trabajar y triunfar en las situaciones más adversas. Gracias por haberme llevado a aquellas clases de ingles que a veces odiaba y que ahora me son de enorme utilidad. A los dos, no puedo sino más que dedicarles esta tesis, porque también gran parte de su esfuerzo se refleja en ella. A mis hermanos Guadalupe Suhail, Ahmed Enrique y Yesua Benjamín Venegas Durán, por todo el apoyo recibido; a Suhail le agradezco el apoyo de toda la vida y su preocupación por mi, además de toda su paciencia para escucharme; a Ahmed le doy muchas gracias por las desveladas y desmañanadas para irme a dejar o recogerme a la terminal de autobuses, las veces que fueron necesarias, muchas e infinitas gracias por todo el apoyo mostrado; a Yesua, quien también sufrió muchas desveladas por el mismo motivo que Ahmed, a los tres les reconozco y aprecio infinitamente su apoyo moral y económico cuando ha habido la necesidad, a los tres mi amor y gratitud eterna. A la familia Arce Venegas, mi más amplio reconocimiento por siempre ser una familia muy alegre y que siempre estuvieron a mi lado para apoyarme en todo lo que necesite, me refiero a mi cuñado Alejandro Arce Franco y mi adorado sobrino Carim Arce Venegas, sin quienes no hubiera sido posible nada de esto; también agradezco a Jesús Flores por todo el apoyo recibido. En el ámbito profesional, tengo que agradecer sinceramente a tres arqueólogos que han influido en mi manera de concebir el mundo de la arqueología Mexicana y me refiero a Gerardo Jiménez Delgado, Rodrigo Liendo Stuardo y a Roberto López Bravo. A Gerardo Jiménez Delgado, mi gratitud por haber sido la primera persona que confió en mí, ya que fue el primer proyecto arqueológico en el que trabajé y por supuesto por haber creído en mí a pesar de ser un estudiante de la ENAH.

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Al Dr. Rodrigo Liendo Stuardo, quien confió en mi de manera abierta para dirigir grupos de recorrido de superficie, mi más sincero agradecimiento y con quien compartí muchos kilómetros caminados, comunidades enojadas, garrapatas, víboras y animales de todo tipo. A Roberto López Bravo, mi eterno agradecimiento por permitirme trabajar con él en el PCU y compartir su amplio conocimiento de Palenque y de la arqueología Maya, gracias por haber confiado en mi y permitirme utilizar los datos del PCU, que se han reflejado en esta tesis; agradezco su preocupación y su empeño para sacar adelante esta tesis además de por supuesto estar siempre al pendiente de su evolución, gracias infinitas por la beca López Bravo. Mi especial agradecimiento a dos personas con especial y amplio conocimiento de Palenque, el arqueólogo Arnoldo González Cruz y el Hist. Guillermo Bernal Romero. Arnoldo González Cruz, a quien le agradezco el interés mostrado por mi anteproyecto de tesis y la tesis en si, además de su confianza para poder compartir buenos momentos tanto profesionales como personales en el campamento; a Guillermo Bernal le reconozco el apoyo, los consejos y la compañía en el campamento arqueológico de Palenque y que propició muchas pláticas en la soledad de la selva acerca de muchísimas cuestiones, le agradezco el ser un gran amigo, pero sobre todo ser una excelente persona. Mi estancia en Palenque ha sido una experiencia inolvidable y de la cual me siento bendecido. Las largas estancias en el campamento, sólo son llevaderas por los amigos con los cuales he convivido y a los cuales me ha tocado conocer de una manera más cercana. A ellos les tengo que dar una mención especial por haber compartido muchos momentos alegres y también tristes, me refiero a Yalo Madrigal Cossío (amigore); Miguel Ángel Vázquez del Mercado, Elena San Román por la amistad y por los consejos profesionales en cuanto al análisis de la cerámica palencana, además de su ayuda certera en los momentos que lo necesité, al C.P. Miguel Ángel Velásquez por su amistad sincera y desinteresada; a los Restauradores Alfonso Cruz Becerril por ser un amigo sincero y directo y por supuesto también a Constantino Armendáriz, por los buenos momentos en el campamento y por supuesto también a Javier López Mejía por su compañía en Palenque.

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En la Dirección de la Zona Arqueológica mi agradecimiento durante su gestión al C.P. Roberto Martínez Aguilar por su apoyo para continuar trabajando en el Museo de Sitio, a Mary, Janette y Mayra dentro de la cocina del campamento; en el Museo de Sitio a la Hist. Dory MacDonal Vera por su apoyo para trabajar en la publicación del Boletín Lakamha´ y en general a toda la gente con la que me relacione en Palenque. Durante la gestión de la Lic. Elisabeth Flores Torruco; a la Licenciada Elisabeth, le agradezco infinitamente la oportunidad de poder trabajar como Encargado de la Zona Arqueológica de Palenque; a la C.P. Ada Ivonne López Fernández, Administradora de la Zona, por toda la ayuda recibida; a Antonio Rodríguez Castro, Jefe de Seguridad, por los consejos en cuanto a la operación de la zona arqueológica; a los operadores de vehículos Alejo Ramos Díaz y Otilio Aguilar; al auxiliar de seguridad Efrén Sánchez López, por todo su apoyo y las aventuras sucedidas; así como también a Francisca Arcos, Ángeles Cano Ascencio y Magaly Pérez, personal administrativo de la Dirección, quienes hicieron mi trabajo más fácil y por supuesto a todos los trabajadores ATM de la zona arqueológica. Durante la gestión del Lic. Juan Antonio Ferrer Aguilar; le agradezco ampliamente las facilidades otorgadas para poder realizar mis actividades con mayor comodidad y por supuesto por todo lo aprendido bajo su dirección, gracias infinitas; a la Lic. Martha Patricia Islas Vargas, a los Arqlgos José Luis Romero Rivera, Ito Javier Kato Vidal, Roberto Aguirre Cadenas, Sisiyi Ruvalcaba Valdez; al Ing. Freddy del Valle, a doña Patty de la Cruz y en general a todo el personal del CITAB, gracias por permitirme trabajar y aprender con ellos. Dentro de la CONANP en donde hice muy buenos amigos y a los que también agradezco su apoyo y su amistad en todo momento, quiero mencionar a los Biólogos José Hernández Nava, Bogar Guillermo Gálvez Cruz, al Ing. Marcelo Hernández Martínez; a los encargados del DESAG en Tuxtla Gutiérrez, a los Ing. Arturo Chorley, Saúl Hernández, Mauricio Ríos y Guillermo Koller; con quienes compartí buenos momentos y a los que les aprecio me hayan dejado colaborar y aprender con ellos. En la ENAH agradezco a todos mis compañeros de generación el haber compartido momentos de alegría y también momentos tristes y entre ellos quisiera nombrar a Alberto Flores Colín, Cristina García, Elizabeth Zepeda Valverde, Fernanda Rabanal Mora , Carlos

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Palomera Moreno (palomas), Carlos Sosa (supercan), Adrián Dávila (renegado), David Rettig y Sara Mattiusi, con quienes conviví más cercanamente, pero también quisiera reconocer a más compañeros y amigos como Ulises, Emilio, Wanda, Paloma, Gil, Pablo, Alberto Diez, Joel y Claudia, Montaño Niño, Eduardo Ladrón de Guevara, Claudia Porras, etc, etc, perdón si no nombro a algunos otros pero no vienen a mi mente más nombres. A mis profesores de la ENAH como Javier López Camacho, Carlos Garnica, Dolores Soto, Carlos Lazcano, Beatriz Barba, Carlos Álvarez, Ivonne Schonlebber, Ernesto González Licón, Héctor Patiño, Guillermo Acosta, Erik Velásquez, Lilly Fonseca Andere, Fidencio Briceño, Atlántida Elizalde, Juan Robles Padilla, Gary Ramón Mota, Alicia Bonfil, Serafín Sánchez, Lorena Mirambell y perdón por los que se me olvidaron y a los cuales les debo mi formación como arqueólogo. También tengo que agradecer a un amigo muy especial y al cual aprecio en demasía, a Rafael Ríos Chagolla, por compartir tantos buenos momentos y sobre todo por estar siempre en los momentos buenos y malos, todos aquellos momentos en los que necesite un amigo siempre ha estado ahí, por lo que siempre estaremos unidos aún mas allá de las esferas, cuando arriba sea como abajo y abajo sea como arriba. Ya por ultimo y no por eso menos importante, quisiera agradecer infinitamente por su paciencia y su amor a mi esposa y a mi adorado bebe Jared, a quienes también les dedico esta tesis; por todo lo que hemos vivido juntos desde que éramos novios hasta la actualidad, a Nadia le agradezco su apoyo y solidaridad en todo momento y siempre en los momentos en los que he necesitado un hombro en el cual apoyarme o llorar y una mano para levantarme, siempre que he caído en la desesperación y el desaliento, mi vida eterna de agradecimiento, también le pido perdón por todo el tiempo robado, ya que sin su apoyo esta tesis y mi trabajo en Palenque no hubieran sido posibles, a ella por ser una mujer tan maravillosa mi esfuerzo y deseo de superación para brindarle siempre lo mejor y por supuesto a mi bebe Jared, por quien redoblare esfuerzos para superarme cada día y ofrecerle siempre lo mejor.

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“la primera visita a Palenque provoca una impresión inmensa. Cuando se ha vivido allí durante algún tiempo, esta ciudad en ruinas llega a convertirse en una obsesión” Franz Blom; Tribes and Temples, 1926.

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ÍNDICE. Agradecimientos Índice Lista de figuras

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Introducción

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Capitulo 1. Antecedentes Planteamiento del problema de investigación Objetivos Lineamientos de campo y metodología Análisis y resultado del material cerámico

6 13 24 25 29

Capitulo 2. Palenque como ciudad Descripción de barrios

48 56

Capitulo 3. El Preclásico Tardío y la fundación de la ciudad Pozos estratigráficos con material Preclásico Consideraciones

84 87 97

Capitulo 4. La expansión del Clásico Temprano Pozos estratigráficos con material del Clásico Temprano Consideraciones

102 103 121

Capitulo 5. El Clásico Tardío Pozos estratigráficos con material Clásico Tardío Consideraciones

128 135 147

Capitulo 6. El apogeo y abandono durante el Clásico Terminal Pozos estratigráficos con material Clásico Tardío/Terminal Consideraciones

154 157 175

Conclusiones

180

Bibliografía

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LISTA DE FIGURAS.

Figura 1. Vista área de Palenque. Figura 2. Grabado de Palenque, realizado por Frederick Catherwood (Tomado de la revista arqueología mexicana, núm. 45). Figura 3. Fotografía de la expedición de Alfred Maudslay, quién se encuentra en el segundo cuerpo de la Torre. Figura 4. El Dr. Alberto Ruz Lhuillier, emergiendo del sarcófago del gobernante Pakal II. Figura 5. Tabla en la que se muestra la densidad de varios sitios mayas (tomado de Barnhart, 2001). Figura 6.Los cuadros en color representan una unidad de excavación o pozo de sondeo (modificado de Barnhart, 2001) . Figura 7. Pozo de sondeo en el Grupo Xinil Pa´ (Foto del autor). Figura 8. Templo de las Inscripciones, Tumba del Gobernante K´inich Janahb´Pakal II (615-683 d. C.) (Foto del autor). Figura 9. Material perteneciente al Grupo Sierra Rojo, recuperado por el PCU (Foto del autor). Figura 10. Bordes diagnósticos del complejo cerámico Prepicota (Dibujos del autor). Figura 11. Bordes y soporte diagnósticos del complejo cerámico Picota (Dibujos del autor). Figura 12. Bordes diagnósticos del complejo cerámico Motiepá (Dibujos del autor). Figura 13. Bordes diagnósticos del complejo cerámico Otolúm (Dibujos del autor). Figura 14. Bordes diagnósticos del complejo cerámico Murciélagos (Dibujos del autor). Figura 15. Bordes diagnósticos del complejo cerámico Balunté (Dibujos del autor). Figura 16. Bordes diagnósticos del complejo cerámico Balunté (Dibujos del autor). Figura 17. Bordes diagnósticos del complejo cerámico Huipalé (Dibujos del autor). Figura 18. Mapa de Frans Blom elaborado en 1923 (Tomado de Barnhart, 2001).

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Figura 19. Mapa de Palenque realizado por Edwin Barnhart en el año 2001. Figura 20. Propuesta de división del antiguo asentamiento en 12 barrios (modificado de Barnhart, 2001). Figura 21. Propuesta del Barrio 1 (BA-1). El área sombreada representa la cabecera del barrio (modificado de Barnhart, 2001). Figura 22. Propuesta del Barrio 2 (BA-2). El área sombreada representa la cabecera del barrio (modificado de Barnhart, 2001). Figura 23. Propuesta del Barrio 3 (BA-3). El área sombreada representa la cabecera del barrio (modificado de Barnhart, 2001). Figura 24. Propuesta del Barrio 4 (BA-4). El área sombreada representa la cabecera del barrio (modificado de Barnhart, 2001). Figura 25. Propuesta del Barrio 5 (BA-5). El área sombreada representa la cabecera del barrio (modificado de Barnhart, 2001). Figura 26. Propuesta del Barrio 6 (BA-6). El área sombreada representa la cabecera del barrio (modificado de Barnhart, 2001). Figura 27. Propuesta del Barrio 7 (BA-7). El área sombreada representa la cabecera del barrio (modificado de Barnhart, 2001). Figura 28. Propuesta del Barrio 8 (BA-8). El área sombreada representa la cabecera del barrio (modificado de Barnhart, 2001). Figura 29. Propuesta del Barrio 9 (BA-9). El área sombreada representa la cabecera del barrio (modificado de Barnhart, 2001). Figura 30. Propuesta del Barrio 10 (BA-10). El área sombreada representa la cabecera del barrio (modificado de Barnhart, 2001). Figura 31. Propuesta del Barrio 11 (BA-11). El área sombreada representa la cabecera del barrio (modificado de Barnhart, 2001). Figura 32. Propuesta del Barrio 12 (BA-12). El área sombreada representa la cabecera del barrio (modificado de Barnhart, 2001). Figura 33. Propuesta del Núcleo Central. El área sombreada representa la cabecera de la capital (modificado de Barnhart, 2001). Figura 34. Material Preclásico del Tipo Sierra Rojo, recuperado por el PCU. (Foto del autor).

x

Figura 35. Mapa de Palenque, mostrando las áreas con presencia de material Preclásico (modificado de Barnhart, 2001). Figura 36. Perfil este y fotos de fin de excavación del Pozo 29 (foto y dibujo del autor). Figura 37. Perfil norte del Pozo 31 (dibujo del autor). Figura 38. Perfil este del Pozo 35 (dibujo del autor). Figura 39. Comienzo excavación pozo 35 (foto del autor). Figura 40. Tablero del Trono del Templo XXI. (Foto de Michel Zabé). Figura 41. Pakal II, personificado como Ch´aáj -?-. (Tomado de Bernal Romero, 2006) Figura 42. Mapa de Palenque, mostrando los sectores con presencia de material Clásico Temprano (modificado de Barnhart, 2001). Figura 43. Perfil Este, Pozo 75 (Dibujo del autor). Figura 44. Planta del Entierro 10 (Dibujo del autor). Figura 45. Foto del Entierro 10 (Foto del autor). Figura 46. Foto de un fragmento del Elemento 3, vasija del tipo Telchac Compuesto que formó parte de la ofrenda del Entierro 10 (Foto del autor). Figura 47. Foto de los Elementos 1 y 6 respectivamente, fragmentos de espátulas y agujas fabricadas en hueso que formaron parte de la ofrenda del Entierro 10 (Foto del autor). Figura 48. Foto de Fin de excavación del Pozo 75 (Foto del autor). Figura 49. Perfil Oeste del Pozo 78 (Dibujo de Javier López Mejía). Figura 50. Perfil del Pozo 63. Dibujo del autor. Figura 51. Perfil del Pozo 64 (Dibujo de Javier López Mejía). Figura 52. Fotografía del material cerámico del tipo Águila Naranja (Foto del autor). Figura 53. Mapa del Grupo Escondido en comparación con el Palacio (Tomado de Barnhart, 2001).

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Figura 54. Mapa del Grupo Xinil Pa´ (Modificado de Barnhart, 2001). Figura 55. Tablero del Templo de la Cruz (Dibujo de Linda Schele). Figura 56. Tablero del Templo del Sol (Dibujo de Linda Schele). Figura 57. Portaincensario del Grupo de las Cruces (Fotos del autor). Figura 58. Monumento 122 de Toniná (Foto del autor). Figura 59. Tablero de los Esclavos (Dibujo de Linda Schele). Figura 60. Mapa de Palenque mostrando los sectores con presencia del material Clásico Tardío, mostrando especialmente la distribución de la fase cerámica Otolúm. (Modificado de Barnhart, 2001). Figura 61. Mapa de Palenque mostrando los barrios con presencia del material Clásico Tardío, mostrando especialmente la distribución de la fase cerámica Murciélagos. (Modificado de Barnhart, 2001). Figura 62. Perfile Este Pozo 47 (Dibujo del autor). Figura 63. Perfil sur del Pozo 47 (Dibujo del autor). Figura 64. Dibujo de Planta del Pozo 47 (Dibujos del autor). Figura 65. Fotografía del Perfil Este del Pozo 47 (Foto del autor). Figura 66. Dibujo de Planta del Pozo 51 (Dibujo del autor). Figura 67. Dibujo del Perfil Sur del Pozo 51 (Dibujo del autor). Figura 68. Dibujo del Perfil Oeste y Planta del Pozo 51, respectivamente (Dibujos del autor). Figura 69. Dibujo del Perfil Este del Pozo 87 (Dibujo del autor). Figura 70. Mapa de Palenque, mostrando el area con presencia de material cerámico perteneciente al periodo Clásico Tardío Terminal, específicamente la fase cerámica Balunté (Modificado de Barnhart, 2001). Figura 71. Mapa de Palenque, mostrando el área con presencia de material cerámico perteneciente al periodo Clásico Tardío Terminal, específicamente la fase cerámica Huipalé (Modificado de Barnhart, 2001). Figura 72. Dibujo de Planta del Pozo 59 (Dibujo del autor).

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Figura 73. Dibujo del perfil Norte del Pozo 59 (Dibujo del autor). Figura 74. Entierro 8, Pozo 59 (Dibujo del autor). Figura 75. Fotografía del Entierro 9 del Pozo 59 (Foto del autor). Figura 76. Dibujo de Planta del Pozo 65 (Dibujo del autor). Figura 77. Dibujo de Planta del Pozo 65, entierro 9 (Dibujo del autor). Figura 78. Dibujos de Planta y Perfil Este del Pozo 65, respectivamente (Dibujos del autor). Figura 79. Dibujo de planta del pozo 79 (Dibujo del autor). Figura 80. Dibujos del perfil sur y planta del pozo 79, respectivamente. (Dibujo del autor). Figura 81. Dibujo de Planta del Pozo 85 (Dibujo del autor). Figura 82. Dibujo del Perfil Sur del Pozo 85 (Dibujo del autor). Figura 83. Mapa de Palenque mostrando las áreas ocupadas durante la fase cerámica Huipalé (Modificado de Barnhart, 2001). Figura 84. Porcentajes del total de pozos con materiales por complejo cerámico y porcentajes del total de material cerámico analizado por complejo cerámico. Figura 85. Crecimiento del área ocupada en Palenque (hectáreas por complejo cerámico y periodo).

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INTRODUCCION.

La mayor parte de las investigaciones arqueológicas realizadas en Palenque se han dedicado al análisis de su arquitectura monumental, la reconstrucción y consolidación de los edificios, el hallazgo de monumentos labrados, la excavación de contextos funerarios de élite y el desciframiento de sus textos (Berlín 1956; Bernal 2000, 2002; Fox 1995; González 2002; González 2000; Marcus 1975;

Martin 2000; Martin y Grube 2000;

Mathews 1985, 1991, 1997; Schele 1976, 1991, 1992, 1996; Stuart 1998, 2000; Yoffee 1991), dejando de lado otras líneas de investigación necesarias para comprender a las civilizaciones prehispánicas. (Figura 1).

Figura 1. Vista área de Palenque.

1

En épocas recientes se han llevado a cabo proyectos que analizan aspectos de la vida cotidiana en el área de Palenque, tales como: excavaciones en grupos habitacionales (López Bravo, 1995), investigaciones sobre el área de sustento y campos de cultivo (Liendo Stuardo, 1999), y la integración política que mantenía el señorío (Liendo Stuardo, 2000).

Sin

embargo,

las

interpretaciones

más

aceptadas

están

sustentadas

principalmente en el desciframiento de textos epigráficos y otros datos obtenidos mediante

reconocimientos

de

superficie

(Barnhart

2001),

excavaciones

no

sistematizadas y comparaciones arquitectónicas. Por ejemplo, se ha sugerido que durante el gobierno de K´inich Janahb´ Pakal II, a inicios del Clásico Tardío (615-683 d. C.), el sitio alcanzó su máxima extensión territorial, su apogeo poblacional, y se convirtió en la capital regional (Liendo, 2001; Martin y Grube, 2000; Rands, 1974; Schele 1991).

El proyecto arqueológico “Crecimiento Urbano de la antigua ciudad de Palenque” (PCU), dirigido por el Arqlgo. Roberto López Bravo, se ha preocupado en la determinación de aspectos como la antigüedad del sitio, procesos de crecimiento urbano y la distribución espacial de actividades. Es dentro de este proyecto que se integra la presente tesis, basada en el análisis de los materiales obtenidos en la excavación de 97 pozos distribuidos sistemáticamente en los conjuntos arquitectónicos de la ciudad, mismos que han proporcionado una muestra de los materiales arqueológicos que permiten comprender el crecimiento de la ciudad y las actividades que se realizaban en los diferentes conjuntos habitacionales.

De esta manera, se pretende determinar y localizar los orígenes de Palenque como ciudad y analizar las dinámicas y procesos que permitieron que Palenque se 2

transformara en un sitio de gran importancia regional. Dichos aspectos serán examinados mediante el análisis de los materiales recuperados en las excavaciones realizadas por el PCU, así como también por materiales recuperados por el Proyecto Arqueológico Palenque (PAP) dirigido por el arqueólogo Arnoldo González Cruz, quien ha recuperado un gran numero de materiales con una muy buena ubicación espaciotemporal.

La propuesta que a continuación se presenta, es el fruto de 4 años de trabajo realizado en la Zona Arqueológica de Palenque y que presenta datos y conclusiones que permiten al lector, obtener una nueva visión sobre el desarrollo de la antigua ciudad de Palenque.

Esta tesis se divide en seis capítulos y una sección de conclusiones, los cuales abordan periodos cronológicos específicos dentro de la vida del antiguo reino de B´aak-al ; en el Capitulo 1, podemos observar un breve recorrido por los antecedentes de investigación de Palenque, además de cuestiones básicas sobre el planteamiento de problema de investigación, los objetivos, los lineamientos de campo y la metodología utilizada en el proceso de excavación para la obtención del material arqueológico sobre el cual recae el mayor peso de esta tesis, así como los lineamientos utilizados para el análisis del material cerámico obtenido.

El Capitulo 2 presenta los referentes teóricos que sustentan las afirmaciones y conclusiones aquí presentadas. Asimismo se incluyen secciones de importancia general como la descripción de Palenque como ciudad y un breve análisis de los barrios que la

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constituyen, mismos que servirán para comprender el crecimiento de la ciudad a lo largo del periodo Clásico.

El Capitulo 3 muestra los resultados obtenidos en campo y, ya enmarcado dentro de la división cronológica por periodos, los sondeos que presentan material cerámico perteneciente al periodo Preclásico Tardío, el momento en que considero se fundó la ciudad, además de un apartado breve de consideraciones sobre este periodo cronológico.

Dentro de esta misma dinámica, en el Capitulo 4 observamos los sondeos que presentan material cerámico perteneciente al periodo Clásico Temprano, y lo que considero fue la consolidación de la ciudad como una capital regional, además de algunas consideraciones sobre este periodo cronológico.

El Capitulo 5 continúa con la división cronológica propuesta y se muestran los resultados con los sondeos que presentan material cerámico perteneciente al periodo Clásico Tardío, el momento que muchos investigadores consideran como el apogeo de la ciudad, asociado a K’inich Janahb’ Pakal II, el gobernante más conocido de la secuencia dinástica local.

El Capitulo 6 aborda el periodo Clásico Tardío-Terminal, presentando los sondeos que muestran la presencia de material cerámico perteneciente al momento de mayor tamaño de la ciudad y su subsecuente abandono durante el siglo IX.

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Finalmente, en las Conclusiones se plantea un panorama diferente sobre el origen, desarrollo y crecimiento de la antigua ciudad de Palenque, con base en los resultados presentados en las secciones antes mencionadas,

La presente investigación pretende contribuir al estudio de las dinámicas urbanas, arquitectónicas, sociales o demográficas del antiguo asentamiento, complementando trabajos previos con datos obtenidos en áreas previamente inexploradas de la ciudad, lo cual ayudará a comprender de una mejor manera uno de los sitios arqueológicos más frecuentemente mencionados del Área Maya y Mesoamérica.

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CAPITULO 1 ANTECEDENTES

Palenque ha llamado la atención de una gran cantidad de viajeros, exploradores, historiadores del arte y arqueólogos durante los tres últimos siglos. Después del primer antecedente del descubrimiento de Palenque en el año de 1746 por un sobrino de Antonio de Solís (García Moll, 1991; Rivero Chong, 2000) y después de la primera visita realizada a la zona arqueológica por parte del teniente José Antonio Calderón en 1784, y la más famosa de todas las expediciones, la realizada por el teniente de artillería Antonio del Río en 1786 (Navarrete, 2000), por la antigua ciudad pasó una gran cantidad de personajes que han sido la base de las investigaciones arqueológicas que se realizan en el sitio de manera ininterrumpida desde por lo menos 1784.

Figura 2. Grabado de Palenque, realizado por Frederick Caterwood. (Tomado de la Revista Arqueología Mexicana, núm. 45).

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Podemos conocer el estado en el cual fue encontrado el sitio, ya que esto fue documentado por numerosas expediciones que realizaron detalladas descripciones arquitectónicas y comenzaron a formar un corpus de representaciones escultóricas. Estas obras

fueron elaboradas por Guillermo Dupaix (1807-1808), el conde Jean-

Frédéric Maximilien de Waldeck (1832), John Herbert Caddy y Patrick Walker (1840); John Loyd Stephens y Frederick Caterwood (1840); Desiré Charnay (1857-1882) y Alfred Percival Maudslay (1895) [Liendo, 2002].

Figura 3. Fotografía de la expedición de Alfred Maudslay, quién se encuentra en el segundo cuerpo de la Torre.

Durante la segunda década del siglo XX se empezaron a realizar trabajos de orientación diferente. Frans Blom desarrolló el primer reconocimiento sistemático sobre los

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asentamientos de los alrededores, y además realizó uno de los mapas más completos con la distribución de las estructuras localizadas en el núcleo central de la ciudad, así como de algunos grupos habitacionales cercanos. (Griffin, 1973). Su trabajo fue publicado con el titulo de Tribes and Temples (Rivero Chong, 2000).

Después de Blom, llegó a Palenque el arqueólogo mexicano Eduardo Noguera, quien realizó una inspección, con la finalidad de verificar el estado en que se encontraban las ruinas y realizó una monografía que forma parte del archivo técnico de la Dirección de Monumentos Prehispánicos (García Moll, 1991; Rivero Chong, 2000).

El sitio fue visitado esporádicamente por investigadores como Alberto Escalona Ramos, Enrique Juan Palacios, Luis Rosado Vega (1933) y Eulalia Guzmán (1941). [García Moll, 1991; Liendo, 2002; Rivero Chong, 2000]. Miguel Ángel Fernández realizó excavaciones sistemáticas durante once temporadas entre 1933 y 1945, concentrándose en varios edificios del núcleo central (García Moll, 1991).

Alberto Ruz Lhuillier coordinó los trabajos más completos (1949-1958) que hasta ese entonces se habían realizado. Sus colaboradores incluyeron a arqueólogos como Jesús Núñez Chinchilla (a cargo de las excavaciones en el Palacio), el dibujante Agustín Villagra Caletri, Santos Villasantos (restaurador); Ruz se concentró en la restauración y consolidación de varios edificios en el núcleo central como el Templo de las Inscripciones, El Palacio, Juego de Pelota, el Templo XVIII; revelando grandes descubrimientos como el ubicado en el Templo de las Inscripciones (La tumba del gobernante K´inich Janahb´ Pakal II y una gran cantidad de monumentos labrados y 8

esculpidos). Originalmente el propósito de los trabajos de Alberto Ruz se centraron en la búsqueda y estudio de las estructuras arquitectónicas más antiguas de la ciudad, inclusive Ruz creía que al estar Palenque cercano al área nuclear olmeca, debajo de alguna estructura prehispánica de la ciudad, él podría localizar alguna evidencia de arquitectura olmeca, es por esto que eligió la excavación del Templo de las Inscripciones (Ruz 1952,1973).

Figura 4. El Dr. Alberto Ruz Lhuillier, emergiendo del sarcófago del gobernante Pakal II.

Robert Rands ha centrado sus investigaciones en el análisis de la cerámica del sitio, iniciando con los materiales recuperados por Ruz y después realizando sus propias excavaciones tanto en el área central, como en sectores periféricos y sitios secundarios,

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lo que le ha permitido desarrollar la secuencia cerámica de Palenque y comprender el funcionamiento de un sistema de intercambio entre el sitios y sus centros subsidiarios (Rands, 1954, 1965, 1974). Aunque también es oportuno mencionar, que en la actualidad no existe una monografía sobre la cerámica palencana, como sucede en muchos otros sitios que han sido excavados a la par de Palenque.

Después de estos trabajos el sitio fue inspeccionado por Jorge Acosta (1967-1974), quien realizó algunas temporadas de investigación y conservación de algunos edificios como los templos ubicados en el Grupo de las Cruces, continua con los trabajos en el Palacio, el Templo de las Inscripciones y los templos XII y XIV, además de comenzar con la exploración y consolidación del Grupo Norte y el Acueducto; alejándose del núcleo central, también realizó excavaciones y consolidó parcialmente el Templo Encantado (Acosta, 1974,1975).

Fue a principios de los años ochenta, que el arqueólogo Roberto García Moll se hace cargo de los trabajos en la zona; para 1982 regresa Cesar Sáenz (quien ya había trabajado con Alberto Ruz) y realiza trabajos de conservación y restauración en el núcleo central (Rivero Chong, 2000). Un año después, se haría cargo de los trabajos en Palenque la arqueóloga Rosalba Nieto Calleja (1983-1987), quien también realizaría trabajos de conservación en el centro del sitio y el Templo Olvidado, en donde realizó algunos hallazgos como tumbas de cista con ofrendas de mascaras de jade, cinturones ceremoniales y vasijas completas. (Nieto y Schiavon, 1989)

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A partir de 1989 el Proyecto Palenque es dirigido por el arqueólogo Arnoldo González Cruz, quien después de Ruz, ha conducido el proyecto arqueológico y de restauración más importante del sitio, enfocándose en la investigación y conservación de numerosos edificios del núcleo central de la ciudad como el Palacio, Grupo Norte, Templo XIII, Templo de la Calavera, el Grupo de las Cruces y el Templo XXI. De la misma manera se han realizado trabajos en las áreas residenciales cercanas como el Grupo I y II (anteriormente intervenido por Ruz), el Grupo B, C, Murciélagos, Grupo IV (Liendo 2002; Rivero Chong, 2000).

La historia dinástica de Palenque es una de las más estudiadas hasta la fecha, gracias a la enorme atención prestada por los epigrafistas, además por el número y detalle de sus inscripciones. De igual manera se ha avanzado en interpretaciones iconográficas de los múltiples elementos decorativos (Bernal 2000, 2002; González, 2000; González, 2002).

Como podemos observar, las investigaciones previas en Palenque se han dedicado principalmente al área central-este del sitio, debido a que contiene la mayor cantidad de arquitectura monumental, dejando de lado otros sectores. En este sentido, los sondeos los sondeos realizados por el PCU son la primera investigación sistemática de sectores inexplorados o poco investigados de la ciudad, principalmente el área oeste y los conjuntos arquitectónicos ubicados al sur del núcleo ceremonial.

De igual forma, debemos recordar que si bien ya se habían realizado croquis y planos de los distintos sectores de la ciudad en distintas oportunidades (Blom 1926; Nieto Calleja, 1991; Greene Robertson, 1973), fue hasta fechas recientes que se realizó un 11

levantamiento que incluye la totalidad de sus estructuras, lo que ha permitido establecer las dimensiones de todo el sitio (Barnhart, 2001), y una mejor planeación en la intervención de los sectores poco estudiados de Palenque. Con base en lo anterior, el proyecto Crecimiento Urbano de la antigua ciudad de Palenque (PCU) se ha interesado por recuperar información de los distintos sectores de la ciudad, que permita una mejor comprensión de la manera en la que se fue conformando desde sus etapas más tempranas (López Bravo, 2003).

Considerando que la información generalmente utilizada para interpretar el crecimiento del sitio proviene del sector central-este, y siendo escasas las investigaciones en otros sectores, el PCU se encargó de la excavación de pozos estratigráficos en áreas inexploradas, utilizando como referencia el mapa recientemente elaborado en 2001 por el Palenque Mapping Project. Estudios previos (Bishop 1994; Rands,1987; Schele, 1986) han sugerido que, aunque la ocupación del sitio se remonta al Preclásico Medio y Tardío (c. 500 a. C. - c. 150 d. C.), fue hasta el Clásico Tardío que empezó a tomar la forma que hoy conocemos, creciendo hacia el este a partir de una colonización inicial en el sector oeste mejor conocido como de La Picota.

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PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN.

Como se ha mencionado con anterioridad, existe un gran vacío de información sobre el crecimiento arquitectónico y urbano que sufrieron la mayoría de los núcleos urbanos mesoamericanos desde sus orígenes hasta su abandono, un ejemplo de esto es evidente en la mayoría de los proyectos realizados en el área Maya, los cuales se han enfocado hacia la monumentalidad, la reconstrucción y consolidación de sus edificios, el hallazgo y recuperación sistemática de sus monumentos labrados, la excavación de contextos funerarios de elite y el desciframiento de sus textos (Berlín, 1956; Bernal, 2000, 2002; Fox, 1995; González, 2000; González, 2002; Marcus, 1975; Martin, 2000; Martin y Grube, 2000; Mathews, 1985, 1991, 1997; Schele, 1976, 1991, 1992, 1996; Stuart, 1998, 2000; Yoffee 1991), dejando de lado muchas otras líneas de investigación importantes para el análisis de las antiguas civilizaciones prehispánicas. El desarrollo y surgimiento de las ciudades es un tema que ha estado sujeto a una enorme controversia por una gran cantidad de investigadores, pues los criterios que caracterizan a una ciudad pueden ser aplicados de manera objetiva o subjetiva, según el deseo del investigador. De acuerdo a Louis Wirth (citado en Sanders y Webster, 1988), una ciudad debe tener tres características básicas:

1. una gran población. 2. una densidad poblacional alta. 3. una gran heterogeneidad interna.

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Una definición muy similar a la anterior es proporcionada por Max Weber (citado en Sanders y Webster, 1988), en donde una ciudad aparte de las tres características anteriores, también debe tener funciones económicas, pero particularmente comerciales y en donde ésta comunidad cuenta con su propio gobierno y con cierta autonomía del estado para establecer sus propias leyes e incluso mantener su propio ejercito.

John Fox (1977), presenta un modelo basado en tres tipos de ciudades básicas existentes en las sociedades preindustriales, en los que refiere que una ciudad es básicamente es una comunidad más funcional y especializada que una comunidad rural. Para Fox las ciudades se dividen en: reales-rituales, administrativas y mercantiles. Las ciudades reales-rituales se caracterizan por ser el centro de las actividades religiosas e ideológicas, por lo tanto su existencia depende directamente de este tipo de actividades. Estos centros ceremoniales funcionan como los instrumentos para difundir creencias e ideas que son proporcionadas por los personajes que detentan el poder y de esta manera justificar su estancia al mando (Fox, 1977).

Fox relaciona la ciudad real-ritual con el llamado “estado segmentario”, lo que implica pequeños sistemas políticos descentralizados con una gran debilidad, a lo que se debe sumar también, que no hay una clara distinción entre la población urbana y rural. Las ciudades administrativas son grandes, con una gran población y más heterogéneas que las ciudades reales-rituales. La función primaria de estas ciudades es la política y por supuesto la administración. Son capitales de estados o centros de administración en un sistema político compuesto por varios niveles de ciudades. Este tipo de ciudades son la residencia no solo de los gobernantes y sus familias, sino también de la elite, la nobleza 14

y los oficiales o los encargados de realizar las tareas de dirigir la ciudad, este segmento de población puede ser sostenido por el tributo proveniente de las poblaciones satelitales. Internamente en la ciudad se encuentra una marcada estratificación social y se puede observar una clara distinción entre la población rural y urbana (Fox, 1977).

Obviamente estas diferencias se notarán en la variación y tipos de edificios arquitectónicos que se puedan encontrar al interior de una ciudad, estas diferencias obedecen a su vez al acceso que se tenga a materiales constructivos por parte de los propietarios, ahí se reflejará el nivel jerárquico logrado dentro de la sociedad.

Por ultimo Fox, propone las ciudades mercantiles como los centros en donde se tiene una gran cantidad de productos para intercambio, pero también enfatiza a estas ciudades como centros productores y de consumo, que están interconectados en una amplia red de intercambios (Fox, 1977). Resumiendo lo anterior, John Fox cree que la centralización del poder y el autoritarismo derivan directamente del control que se pueda ejercer sobre los bienes o recursos más importantes y no se derivan de la manipulación o el control religioso o ideológico; este control solo refuerza la ideología económica y sociopolítica.

William Sanders y David Webster después de la crítica que realizan al modelo de Fox, consideran que la mayoría de las ciudades mayas como Copán, caen directamente en la categoría de ciudades reales-rituales, mientras que ciudades como Tenochtitlán, Teotihuacan, Tula, Monte Albán y Cholula, corresponderían al orden de ciudades administrativas (Sanders y Webster, 1988).

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Stephen Houston ha presentado un modelo en el cual el sitio arqueológico de Piedras Negras y algunos otros dentro de Mesoamérica fueron el resultado del interés personal de personas carismáticas, dotadas de personalidad, persuasión y autoridad especiales, las cuales promovían de cierta manera la migración para la fundación de nuevos asentamientos, reflejando una “estrategia real”; esta estrategia es una serie de variables políticas, culturales e históricas, aplicadas directamente por los gobernantes a sus subordinados, aliados y enemigos (Houston et al, 2001, 2003). El gobernante construirá su residencia en el centro de la ciudad y la población se ira conformando a su alrededor, en una suerte de “comunidad moral” (moral community en el texto de Houston). Por lo tanto la creación y desarrollo de las ciudades, reflejan los deseos y ambiciones de los gobernantes a través de toda Mesoamérica y el colapso de las mismas obedece a la incapacidad de continuar “hechizando” a las poblaciones con su personalidad y carisma (Houston et al, 2001, 2003).

Para Cowgill (2004) una ciudad se define como: “permanent settlement within the larger territory occupied by a society considered home by a significant number of residents whose activities, roles, practices, experiences, identities, and attitudes differ significantly from those of other members of the society who identify most closely with “rural” lands outside such settlements”.

Pero también nos proporciona algunas descripciones sobre la definición de urbano y el proceso de urbanización:” I use “urban” as an adjective pertaining to city-ness and “rural” for places, entities, and practices outside of cities. Societies without cities can be called nonurban, but not rural, because rural has meaning only as a sector within societies that 16

also have an urban sector. I use “urbanization” to denote the creation of cities by a society that formerly lacked urban settlements (in contrast to some usages in which urbanization refers to processes by which individuals from the rural sector make a transition to the urban sector). An urban society is simply a society with cities that is, it has places that are the physical settings for urban activities, practices, experiences, and functions. “Urbanism” denotes the prevalence of urban places in a society” (Cowgill, 2004).

Mogens Hansen nos ofrece una definición de ciudad “a city-state is a highly institutionalized and highly centralized micro-state consisting of one town (oftenwalled) with its immediate hinterland and settled with a stratified population” (citado en Smith y Schreiber, 2006). En este modelo, uno de los principales componentes es que estas ciudades-estado comparten un sistema cultural e incluso de lenguaje, y aunque tienen gobiernos autosuficientes, no necesariamente son independientes (citado en Smith y Schreiber, 2006).

Algunos otros modelos de ciudades incluyen lo que se ha denominado “estados segmentarios” (Southall, 1988) y que básicamente son ciudades o estados que en vez de engullir a sus vecinos, se “reproducen”, lo que genera un amplio mosaico de ciudades más o menos similares (Dunham, 1990). Dunham considera que ciudades y estados van de la mano por lo que la ciudad es la máxima manifestación de complejidad y debe generalmente ser entendida como el asentamiento más grande que cuenta con la concentración más grande de pobladores (Dunham, 1990).

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Es el mismo Hansen quien describe dos formas de formaciones o fundaciones de ciudades: la primera es por crecimiento natural y la segunda por crecimiento deliberado; siendo el primero el más común entre las ciudades (Hansen, 2000). Los casos de fundación deliberada pueden ser de dos tipos: la colonización y el sinoikismo.

Estos dos tipos de fundaciones son ejemplificados con investigaciones realizadas en ciudades griegas de la antigüedad; la colonización se refiere a los grandes movimientos de personas a lo largo de considerables distancias, mientras que el sinoikismo se refiere “al proceso social mediante el cual varios asentamientos separados se unen y fundan una nueva ciudad o entidad política” (Smith, 2006).

Algunas otras definiciones del sinoikismo se refieren a este proceso como “la unión administrativa de varios poblados para formar un pueblo” (Kostof, 1991), “el proceso mediante el cual una ubicación central organizadora crece a partir de las necesidades de una población rural dispersa” (Carter, 1983).

A su vez también Kostof y Hansen reconocen dos variantes dentro del sinoikismo, la primera responde a la búsqueda y a la creación de un nuevo emplazamiento en un área previamente desocupada; mientras que en la segunda variante, se selecciona una población existente para fundar la nueva ciudad (Smith, 2006), aunque tenemos que asumir que este proceso es considerado por algunos investigadores como una acción con fines políticos, dejando de lado otros factores, como el medio ambiente, la economía o el medio geográfico.

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Dentro de la propuesta realizada por Michael Smith, resaltan tres formas mediante las cuales se realiza la fundación de ciudades en el Nuevo Mundo y en específico en Mesoamérica; estas categorías se refieren la formalidad, soberanía y demografía (Smith, 2006).

La formalidad se refiere a la fundación de una ciudad por medio de un acto formal u oficial de naturaleza administrativa o religiosa, este acto es público y usualmente es realizado por reyes (gobernantes), altos funcionarios o sacerdotes. Dentro de esta categoría se puede incluir la fundación religiosa formal de las ciudades y que consiste en la celebración de ceremonias para propiciar el favor de los dioses y favorecer o proteger un lugar en especifico; a su vez, también debemos incluir los actos políticos formales y que según Arlen y Diana Chase se refieren en especifico a la fundación de las dinastías en el área maya (Chase y Chase, 2006; Smith, 2006).

En el aspecto demográfico existen por lo menos dos características importantes en los procesos de formación de ciudades, el primero de ellos es la magnitud del crecimiento poblacional y el otro es el lugar de origen de los pobladores. Hay una gran variedad de factores que inciden directamente sobre los tamaños que mantienen las poblaciones, sus poblaciones pueden incrementarse o disminuir de una manera acelerada o alternar periodos de crecimiento, decremento o incluso estancamiento (Smith, 2006).

En cuanto a la soberanía, este concepto se refiere a que la mayoría de las ciudades mayas fueron fundadas como las capitales de pequeños estados, por lo que su

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crecimiento fue paulatino hasta alcanzar el rol de grandes capitales de estados regionales o imperios (Smith, 2006).

Durante muchos años, fue ampliamente aceptado que la mayoría de las ciudades prehispánicas no tenían las cualidades para ser verdaderos núcleos urbanos, se referían a estos lugares como “centros ceremoniales” en los que solo vivía un determinado numero de personas, que prácticamente son los que dirigían estas ceremonias publicas y el resto de la población vivían en el área rural inmediata a estos centros.

Gracias al gran numero de trabajos, e investigaciones realizados en toda el área cultural que comprende Mesoamérica, este concepto ya no es aceptado en la actualidad, es claro ver que la mayoría (sino todos) son de carácter residencial, y que como en el caso de Palenque, podían tener una gran densidad poblacional (Barnhart, 2001) y derivado de esto tener una diversidad de actividades realizadas al interior.

Es difícil encajar en alguna definición anterior el caso específico de la ciudad prehispánica de Palenque, pues es hasta épocas recientes en que se pudo obtener un levantamiento con la “totalidad” de las estructuras arquitectónicas existentes en el sitio; una vez obtenido este mapa se han podido proponer un estimado de poblacional, el cual fluctúa entre los 6000-8000 habitantes con una densidad de 1885-2887 habitantes por kilómetro cuadrado y se presenta un escenario como el siguiente: “Based on the documentation of 1481 structures over a 2.2 sq km area, we can now say Palenque’s urban core has an average of 673 structures per sq km. As Table 3.1 illustrates, Palenque’s urban settlement density is the second highest ever recorded for a Classic 20

Maya city. If we include the Postclassic as well Palenque’s rank drops to third overall, behind Mayapan (986 structures/km2) and Copan” (Barnhart, 2001).

Figura 5. Tabla en la que se muestra la densidad de varios sitios mayas (tomado de Barnhart, 2001)

Lo anterior nos habla de una densidad poblacional bastante elevada que a su vez se traduce una elevada complejidad en cuanto a la organización social, división del trabajo, apropiación de los

recursos naturales disponibles, variabilidad arquitectónica, y una

heterogeneidad al interior de la ciudad.

Podemos ver un interés en otros aspectos fundamentales de las dinámicas de los sitios arqueológicos, observamos un interés gradual en temas que involucran la vida cotidiana de las poblaciones que habitaron en épocas anteriores; dentro de las investigaciones

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recientes podemos observar

excavaciones en grupos habitacionales (López Bravo,

1995), investigaciones sobre el área de sustento y campos de cultivo (Liendo Stuardo, 1999), la integración política que mantenía el señorío (Liendo, 2000) así como también, la antigüedad correspondiente a los grupos arquitectónicos dentro del sitio, esto con el fin de rastrear la expansión urbana de Palenque y ubicar los sectores más antiguos (López Bravo, 2003).

Por lo que el problema a resolver, radica en establecer la cronología relativa de los conjuntos arquitectónicos de Palenque y de esta manera poder establecer mediante el análisis de los materiales cerámicos obtenidos por el PCU, se podrán proponer los primeros sectores

de poblamiento dentro de la ciudad, poniendo nuestro interés y

atención hacia el crecimiento urbano que se dio en Palenque, así como una propuesta sobre la diferenciación entre los asentamientos en las diversas partes de la urbe y de esta manera poder realizar mapas de proporción y distribución cerámica, esto con la finalidad de tener una visión acerca del crecimiento de la ciudad en diferentes periodos; además de sumarse por supuesto a los estudios llevados a cabo por Robert Rands entorno a la clasificación cerámica, procedencia de pastas y distribución de cerámicas locales en Palenque (Rands 1957, 1959, 1965a, b, 1967, 1973a, b, 1974, 1976, 1988, 1996, 2002).

De igual manera, también podremos confrontar la evidencia obtenida por el PCU, (proyecto en el que participó el autor de este trabajo), en el área recién investigada (López Bravo et al, 2003) con las numerosas aseveraciones realizadas por otros investigadores sobre la antigüedad del sitio y las funciones especificas de conjuntos 22

arquitectónicos como el Grupo Escondido, que ha sido propuesto como un Palacio original en el sector oeste de Palenque (Barnhart, 2001).

Este trabajo se realizó utilizando la información y materiales recopilados durante las temporadas 2003 y 2004 del PCU,

además de también contar con algunos datos

obtenidos en diferentes temporadas de excavación en el sitio y que han sido recuperados en diversos grupos arquitectónicos, los cuales están muy bien documentados espacial y temporalmente.

Robert Rands asevera que Palenque era la unidad política más exitosa de la región Noroeste del área Maya, ya que incorporaba zonas anteriormente independientes a su esfera económica, ceremonial y política; esto por ser durante el complejo cerámico Otolúm (600-684 d.C.) cuando el sitio alcanzó la cúspide de la arquitectura monumental y de otras obras jerárquicas en la zona (Rands, 1996).

Con base en todo lo anterior, el presente trabajo gira en torno a dos interrogantes principales:

1) ¿Fue Palenque originalmente fundado alrededor del arroyo Picota?

2) ¿La expansión de la ciudad hacia el este, ésta relacionada con la fundación de la dinastía palencana y en su caso el máximo apogeo de la ciudad esta relacionado directamente con el gobierno de K´inich Janahb´ Pakal II?

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OBJETIVOS.

La presente propuesta tiene como objetivos los siguientes aspectos:

1. Proponer cronologías relativas para los diversos conjuntos del sitio mediante el análisis del material cerámico obtenido por el PCU y comparándolo con el de investigaciones previas (PAP, Robert Rands y Elena San Román).

2. Realizar mapas de distribución cerámica por periodo, que permitan Identificar el área inicial de ocupación en el sitio y determinar hacia donde se dirige la expansión urbana.

3. Desechar aseveraciones realizadas por investigaciones anteriores y que mediante la evidencia obtenida en campo sea evidente su refutación.

4. Elaborar una nueva propuesta del crecimiento urbano de Palenque a lo largo de su historia, desde el periodo Preclásico hasta el Clásico Terminal, vinculando este proceso con las propuestas teóricas mencionadas con anterioridad.

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LINEAMIENTOS DE CAMPO Y METODOLOGÍA

Los pozos excavados por el proyecto PCU, tuvieron como finalidad la recuperación de artefactos depositados en espacios abiertos (patios y plazas), sin que se realizaran intervenciones de elementos arquitectónicos. Previas excavaciones e investigaciones etnohistóricas en Mesoamérica (Killion, 1992; Santley and Kneebone, 1993) y el área maya (Deal,1998; Hayden and Cannon, 1983) han mostrado que el área alrededor de las estructuras habitacionales es un buen lugar para buscar basureros estratificados, mismos que se han formado por la acumulación sucesiva de desechos que son removidos constantemente de las áreas donde se utilizaron originalmente. De tal forma, podemos reconstruir objetivamente el rango total de actividades que se realizaban en el grupo, aún cuando la recuperación de las áreas de actividad específicas necesite de metodologías más complejas (Manzanilla y Barba, 1990). Por otro lado, sabemos que la limpieza rutinaria de patios y áreas comunes ocasiona que los lados y sección trasera de las estructuras tienden a presentar mayor depositación que el frente, de donde los desechos son rutinariamente barridos. Este patrón se ha observado también en Palenque, dónde la excavación de unidades habitacionales de elite permitió recuperar varios basureros (López Bravo, 1995) que pueden ser asociados a eventos arquitectónicos específicos. Los pozos se excavaron preferentemente con dimensiones de 2 x 2 m, mismas que se expandieron, ocasionalmente, cuando la presencia de elementos arqueológicos lo marcaba. En cada grupo arquitectónico mayor, identificado de acuerdo al mapa de Palenque elaborado por Barnhart (2001), se buscó elaborar al menos un pozo estratigráfico.

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Figura 6.Los cuadros en color representan una unidad de excavación o pozo de sondeo (modificado de Barnhart, 2001).

Para realizar las excavaciones se elaboraron dos equipos de trabajo, formados por 1 pasante de arqueología y tres trabajadores, con la finalidad de excavar dos pozos al mismo tiempo. La excavación se realizó siguiendo estratigrafía cultural, subdividiendo en niveles métricos aquellos estratos que fueron demasiado profundos. Los sedimentos fueron tamizados usando una criba de ¼ de pulgada.

Figura 7. Pozo de sondeo en el Grupo Xinil Pa´ (Foto del autor).

A pesar del gran número de investigaciones y proyectos realizados en la antigua ciudad de Palenque, poco se ha hecho para comprender los procesos de urbanización y expansión que la caracterizaron, lo que ha impedido determinar el tamaño real de la misma desde el periodo Preclásico Tardío (250 a. C.- 250 d. C.) hasta su abandono durante el Clásico Tardío Terminal (ca 810-900 d. C.).

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Ante este problema, se planteó la necesidad de recuperar sistemáticamente materiales que

permitan

establecer

cronologías

relativas

para

los

diferentes

conjuntos

arquitectónicos. La selección de los lugares para excavar no fue aleatoria, considerando que la escarpada topografía del sitio ocasionaría problemas tanto para la realización de los pozos como para la comprensión de su estratigrafía. Adicionalmente, las excavaciones se planearon para recuperar materiales de basureros y superficies de ocupación (o pisos) domésticas. A la fecha, se excavaron un total de 97 pozos de 2 x 2 m, mismos que descendieron hasta capas estériles, preferentemente la roca madre. Trabajos anteriores (Bishop, 1994; Rands, 1974; Schele, 1986) han establecido que, si bien la ciudad tuvo actividades desde el Preclásico Tardío, no fue sino hasta el Clásico Tardío que tomó la forma final que conocemos en la actualidad y que durante el gobierno de K´inich Janahb´Pakal II (615-683 d. C.) alcanzó su apogeo. Utilizando la evidencia recientemente obtenida, podemos proponer un escenario diferente, caracterizado por cambios trascendentales en periodos previos al establecimiento de la dinastía gobernante, así como por un importante crecimiento durante los siglos VIII y IX, cuando la ciudad alcanzó su máxima extensión.

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Figura 8. Templo de las Inscripciones, Tumba del gobernante K´inich Janahb´Pakal II (615-683 d. C.) (Foto del autor).

ANÁLISIS DEL MATERIAL CERÁMICO.

Como parte de los objetivos para cumplir la presente tesis, se realizó la clasificación del material cerámico obtenido dentro de las temporadas de campo realizadas por el PCU, además de también revisar y hacer comparaciones con materiales arqueológicos pertenecientes a otros proyectos arqueológicos de Palenque. La clasificación cerámica siguió las pautas establecidas por Robert Rands y que han sido refinadas en épocas recientes por Elena San Román y que actualmente se aplica a la clasificación del material cerámico recuperado por el PAP, dirigido por Arnoldo González Cruz. Para ello se contó con un catálogo de formas elaborado por los investigadores antes mencionados, además de comparaciones directas con el muestrario en proceso de elaboración que se conserva en el campamento de Palenque. Adicionalmente, cuando la

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conservación de la superficie lo permitió, fueron reconocidos algunos tipos cerámicos clasificados de acuerdo con el sistema tipo-variedad (San Román, 2004).

Debido a la gran erosión a la que han sido sometidos la gran mayoría de los fragmentos cerámicos, (ocasionado esto por la enorme cantidad de humedad presente en el ambiente y el medio natural), se ha optado por apoyar la clasificación del material cerámico en cualidades como la forma y función; este ultimo criterio ha sido bien documentado en los trabajos realizados por el Dr. Rands, quien ha hecho una clasificación cerámica basada en la evolución de las formas cerámicas a través del tiempo, esto lo ha logrado gracias a las excavaciones que se realizó en el sitio que le permitieron encontrar algunos contextos sellados (tumbas y entierros), realizando cronologías relativas para algunos conjuntos y estructuras del núcleo central.

A continuación se mencionan las características de los complejos cerámicos de Palenque, que fueron utilizados dentro del análisis de material cerámico llevado a cabo para la elaboración de la tesis.

-Complejo Pre-Picota (250 a.C.-150 d.C.)

La cerámica comprendida durante el complejo Pre-Picota, correspondiente al Preclásico Tardío, esta muy pobremente representada en el sitio. Esta cerámica es por lo general monocroma y el engobe rojo está bien representado en las colecciones pertenecientes a este periodo, siendo el Grupo Sierra Rojo el material diagnostico de este periodo. La mayoría presenta desgrasantes arenosos, hay algunas características ausentes en ésta 30

cerámica, como la pintura policroma y que por su monocromía, por supuesto recuerdan una unión más cercana al periodo preclásico (Rands, 1965b, 1974).

Durante este complejo cerámico, se ha pensado que Palenque aun no figuraba como un centro de importancia en el área, por lo que su área de influencia e interacción, así como sus fronteras cerámicas, en este periodo, son muy restringidas, así también como el comercio e intercambio de bienes materiales se reduce al área que ocupa el sitio y algunas localidades muy cercanas, a no más de 5kms de distancia. (Rands, 1965, 1967,1974)

Las formas diagnosticas son las ollas y cajetes de cuello corto con borde evertido hacia el exterior, además de los cuencos y tecomates con bordes reforzados y evertidos hacia el interior.

Figura 9. Material perteneciente al Grupo Sierra Rojo, recuperado por el PCU (Foto del autor).

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Figura 10. Bordes diagnósticos del complejo cerámico PrePicota. (Dibujos del autor)

-Complejo Picota (150-350 d.C.) Este complejo se basa en tiestos provenientes de rellenos localizados en el Templo del Conde y alrededor del sitio, en contextos mezclados (Rands, 1974); ubicada esta fase cerámica en el clásico temprano, se caracteriza por la ausencia de policromía o de soportes mamiformes, también el engobe naranja (tipo Águila Naranja) es escaso en las colecciones del sitio. La cerámica perteneciente a este periodo en su gran mayoría es monocroma y hay fragmentos con engobe rojo, pero sin la terminación cerosa muy característica del Preclásico. A excepción de las ollas, la mayoría de la cerámica Picota, tiene arena como desgrasante, aunque hay algunos ejemplares de pasta fina que no utilizan desgrasante.

Las formas cerámicas diagnosticas incluyen “Una de sus formas más representativas es un cajete trípode de paredes altas y borde evertido al exterior, En cuanto a gruesas acanaladuras verticales que recorren el cuerpo desde el borde hasta la base y los soportes trapezoidales” y las ollas presentan estas características “Las ollas, por su

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parte, se caracterizan por tener el cuerpo

globular, el cuello corto y el borde -que

presenta un engrosamiento curvilíneo a la altura del labio- evertido al exterior” (San Román, 2005).

Figura 11. Bordes y soportes diagnósticos del complejo cerámico Picota (Dibujos del autor).

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-Complejo Motiepá (350-600 d.C.).

Este complejo se caracteriza por la introducción de una vajilla cerámica con desgrasante de carbonatos, la cual fue importada, además de la incorporación de modos y formas que provienen del Petén; aunque constituyen algunas mejoras tecnológicas, es en muy pequeñas cantidades que son introducidas a Palenque, pues la mayoría de sus vajillas siguen conservando la tradición local, desgrasantes arenosos, pulido local, etc. (Rands, 1965b, 1967, 1974). La cerámica foránea localizada durante este

complejo cerámico, pertenece a la

cerámica bruñida de los Grupos Águila y Balanza, aunque también se ha localizado cerámica correspondiente al Grupo Dos Arroyos, estos tipos cerámicos se hallaron en cantidades mínimas, lo que podría hablarnos de un comercio e intercambio incipiente; además de la imitación de la cerámica del Petén, se puede observar que se comienza a ejercer verdaderos lazos con los sitios cercanos (Rands, 1965a, b, 1967, 1974, 1976, 1996), Rands liga a esta cerámica con la producida en Piedras Negras (Rands, 1996).

Se ha interpretado que durante este periodo Palenque era todavía un centro con muy poca influencia, siendo hasta finales de este complejo que verdaderamente se convirtió en un centro regional de la zona noroeste. En ocasiones Rands ha dividido este complejo, creándose uno más que marca la entrada al Clásico Temprano: el Complejo Cascadas. Sin embargo, en fechas recientes se ha considerado que la evidencia para esta separación cronológica es muy escasa, prefiriéndose un complejo de mayor duración (San Román, comunicación personal).

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Las formas cerámicas diagnosticas incluyen lo siguiente “las ollas tienen el cuello corto y el borde engrosado, si bien en el complejo Motiepá es muy común la presencia de una incisión que divide el labio en dos secciones. Es relativamente frecuente encontrar, además, algunas ejemplos de ollas con toscas impresiones digitales a la altura del hombro. También se empieza a fabricar otro tipo de ollas con cuellos igualmente cortos, pero con un engrosamiento masivo en el borde”, los cajetes presentan “soportes sólidos semi-redondeados, paredes recto o curvo divergentes, borde ligeramente engrosado y labio ligeramente biselado hacia el interior. No se aprecian restos de engobe y las superficies de las paredes externas presentan un aspecto irregular y rugoso. Este tipo de cajetes serán una constante a lo largo del complejo Motiepá, si bien, también podemos encontrar variaciones del mismo: cajetes con bases anulares y cajetes con borde adelgazado y una decoración incisa a base de achurados en cruz encuadrados en espacios cuadrangulares y, en algunas ocasiones, decoración en pastillaje” (San Román, 2005).

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Figura 12. Bordes diagnósticos del complejo cerámico Motiepá (Dibujos del autor).

-Complejo Otolúm (600-683 d.C.)

Para el Clásico Tardío, la arquitectura publica del sitio es fechada para esta época, a juicio de Rands, la mayoría de sus vajillas siguen siendo una producción local e incluso el comercio con el Petén disminuyó para finales del complejo Motiepá; los desgrasantes cambiaron desde el carbonato, hasta los fragmentos de cuarzo, conservándose los desgrasantes arenosos en las vajillas utilitarias (Rands, 1967). Este complejo incluye una gran cantidad de vajillas producidas localmente y en sitios a lo largo de las Sierras Bajas (Rands, 1996), comenzando la tradición cerámica de la policromía, así como diseños geométricos, figuras pintadas, bandas de glifos y el uso de dibujos policromos, también un marcado incremento en las pastas finas.

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La mayoría de sus platos presenta una acabado exterior sin ningún tratamiento o engobe y la decoración se limita al interior; la decoración, a veces consiste en pinturas o engobes de colores claros como el naranja, el crema (color que será importante en complejos posteriores) y pinturas rojas o negras;

incluyen formas diagnosticas como vasos

cilíndricos y platos trípodes.(Rands, 1974, 1996)

La actividad arquitectónica del sitio ha aumentado y edificios como el Templo de las Inscripciones, el Grupo de la Cruz y el Templo del Conde, pueden ser fechados para este complejo (Rands,1974, 1996). Se ha interpretado que para este periodo Palenque, cobró importancia como un sitio de primer orden, con la importancia que tendrá en fechas posteriores.

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Figura 13. Bordes diagnósticos del complejo cerámico Otolúm (Dibujos del autor).

-Complejo Murciélagos (683-750 d.C.)

Continuó la producción cerámica local, el color crema es el predominante y en el desgrasante habrá una variante con ceniza volcánica y fitolitos en pequeñas cantidades (Rands, 1965b, 1974, 1996); la cerámica fina fue creciendo en cantidades importantes, solo que los análisis pertinentes, colocan como punto de origen de esta cerámica fina a las Llanuras Tabasqueñas, Grupos cerámicos como el Balancán, Chablekal Gris, Cunduacán, Matillas, etcétera.

Los colores en los engobes continúan desde el complejo anterior como son el naranja, rojo, crema, etc. Las formas diagnosticas para este periodo son las cazuelas con paredes delgadas y bordes reforzados evertidos hacia el exterior; así como los vasos con paredes casi rectas y finas y bordes delgados evertidos hacia el exterior.

38

Figura 14. Bordes diagnósticos del complejo cerámico Murciélagos (Dibujos del autor).

-Complejo Balunté (750-810 d.C.)

Aquí se nota la reducción en la producción de vajillas policromas, el uso de engobes contrastantes; se hacen comunes las paredes delgadas y bien pulidas, conjuntos cerámicos conteniendo grandes porcentajes de cerámica Gris Fina del Grupo Chablekal Gris, cerámica sin desgrasantes. La cerámica queda representada por los tipos negro, crema, café y gris fino, los decorados incisos dentro de las vasijas, fueron de lo simple a lo complejo (motivos con monos, como el tipo Telchac Compuesto).

39

Este periodo representa al parecer el declive de la sociedad palencana, caracterizado por la introducción de tipos cerámicos provenientes tanto de las llanuras Tabasqueñas, como del Norte de la Península.

Figura 15. Bordes diagnósticos del complejo cerámico Balunté (Dibujos del autor).

Figura 16. Bordes diagnósticos del complejo cerámico Balunté (Dibujos del autor).

40

-Complejo Huipalé (810- ¿900? d.C.)

Este complejo, el último de la secuencia cerámica de Palenque, se caracteriza por la presencia de tipos cerámicos foráneos, pertenecientes a los Grupos Balancán y Silhó y corresponde al abandono total de Palenque. También tenemos que mencionar la muy escasa cantidad de material diagnóstico del periodo, tales como materiales del tipo cerámico Tohil Plumbate y otros marcadores cronológicos de la época.; se ha sugerido una breve reocupación por parte de grupos procedentes del Golfo de México, los cuales dejan a su paso algunos vestigios como hachas y yugos que pertenecen a esa área geográfica.

Figura 17. Bordes diagnósticos del complejo cerámico Huipalé (Dibujos del autor).

RESULTADOS DE ANÁLISIS CERÁMICO.

La Tabla 1, que se presenta a continuación, contiene un resumen de los datos recuperados en el análisis cerámico por pozo. Estos datos permitieron realizar una subsecuente etapa de análisis de la ocupación del sitio por sectores específicos,

41

denominados barrios, que será presentada en el siguiente capítulo. Para tal efecto, los resultados de los pozos se presentan utilizando presencia / ausencia de materiales por periodo, resultados que se pueden observar en la Tabla 2. Cuando se haga referencia a porcentajes del total de materiales por periodo, esta cuantificación fue realizada utilizando únicamente el conteo de bordes identificables, sin tomar en cuenta los cuerpos no asignados a periodos específicos.

Pozo

Prepicota*

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33

0 0 6 0 0 1 1 0 0 0 26 0 11 0 0 0 0 0 0 1 5 2 1 0 2 1 0 0 17 0 54 0 0

Picota Motiepá Otolúm Murciélagos Balunté Huipalé Cuerpos** Total 0 0 0 0 2 0 18 0 0 0 4 0 5 0 0 13 0 3 2 0 9 1 0 0 0 4 0 0 0 0 0 0 2

0 2 26 0 11 23 121 8 4 0 15 11 4 12 0 151 0 1 0 13 5 34 5 0 10 4 13 8 7 3 9 10 10

0 0 34 1 14 15 35 1 18 10 6 5 1 1 5 65 5 1 1 3 5 14 0 1 0 0 29 1 0 0 5 18 13

42

14 1 20 2 9 30 277 10 43 9 0 5 1 10 16 242 14 26 12 13 54 65 5 6 12 7 39 23 11 21 39 31 34

1 1 32 2 4 31 120 3 48 1 0 5 0 2 15 195 11 19 5 11 28 67 5 5 10 4 19 18 9 19 27 27 10

0 1 3 0 0 3 0 0 4 1 0 0 0 0 2 20 1 1 0 1 2 3 0 1 0 0 6 2 0 0 3 10 1

114 254 2007 67 426 1427 6067 202 1669 1278 235 246 197 361 708 8926 414 518 167 401 1344 1643 124 151 182 315 1869 337 221 530 2351 885 1042

129 259 2128 72 466 1530 6639 224 1786 1299 286 272 219 386 746 9612 445 569 187 443 1452 1829 140 164 216 335 1975 389 265 573 2488 981 1112

34 35 36 37 38 39 40 41 Pozo

0 9 0 6 1 0 0 6 Prepicota

42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80

2 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2 0 0 0 0 0 0 6 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0

2 3 5 8 7 1 287 0 0 3 3 1 0 60 0 3 4 7 6 0 288 0 5 1 2 3 0 112 1 8 5 16 17 0 391 0 2 7 11 7 0 265 0 0 0 7 0 1 45 0 0 1 0 0 0 28 Picota Motiepá Otolúm Murciélagos Balunté Huipalé Cuerpos 0 6 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 10 1 0 0 0 4 0 0 0 1 0 0 0 0 0 2 0 0 1 1 0

14 12 0 3 10 0 0 0 1 3 0 0 0 0 0 0 11 10 30 6 0 3 50 48 0 16 1 2 6 6 5 0 6 33 0 0 7 3 1

14 1 3 8 6 9 0 0 1 28 0 0 0 0 3 0 2 2 11 2 4 7 13 8 1 12 0 6 2 3 7 0 0 4 1 0 0 16 1

43

11 24 2 1 30 52 0 20 0 83 0 5 1 1 5 5 26 56 49 48 43 7 119 36 0 105 0 4 27 22 32 4 4 17 3 0 15 21 7

23 6 3 2 12 31 0 9 0 81 0 0 0 0 2 0 24 39 29 41 7 2 106 23 0 51 0 4 1 21 19 2 4 10 2 0 9 15 9

2 0 0 0 1 0 0 0 0 4 0 0 0 1 0 0 0 5 3 0 0 1 1 2 0 0 0 0 0 1 0 0 0 1 0 0 0 5 0

342 620 60 182 533 548 3 126 9 1643 1 78 17 37 105 51 656 1133 911 388 416 132 2635 840 28 1595 13 78 259 378 711 75 216 358 72 18 206 377 103

313 76 308 129 439 292 53 35 Total 408 669 68 196 592 640 3 155 11 1842 1 83 18 39 115 56 719 1245 1043 486 470 154 2924 961 29 1779 14 95 301 431 774 81 230 425 78 18 238 438 121

81 82 83 84 85 86 87 88 Pozo

0 0 0 0 1 0 0 0 Prepicota

89 90 91 92 93 94 95 96 97 Total

0 0 12 0 0 0 0 0 0 173

0 0 0 0 0 0 1 2 9 2 14 3 0 231 0 15 10 12 8 0 240 7 3 75 45 39 0 924 0 5 10 14 7 2 285 2 3 19 31 17 0 404 2 11 7 15 10 0 181 0 0 1 39 9 0 395 Picota Motiepá Otolúm Murciélagos Balunté Huipalé Cuerpos 0 0 0 0 0 0 0 0 0 105

0 0 1 0 0 0 0 0 0 875

0 0 1 0 0 0 0 0 0 633

0 1 3 0 0 0 0 0 0 2214

0 1 2 0 0 0 0 0 0 1478

0 0 1 0 0 0 0 0 0 97

Tabla 1. Resultados del análisis cerámico. *Las asignaciones por periodos se realizaron utilizando bordes. **Esta columna corresponde a fragmentos de cuerpos no asignados a ningún periodo.

44

0 80 161 5 56 22 38 54 87 57271

1 261 285 1093 324 476 226 444 Total 0 82 181 5 56 22 38 54 87 62846

Pozo 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45

Prepicota

Picota

X X

X

X

X

X

X X X X

Otolúm

X X

X

X X

Motiepá

X X X X X X X X X

X

X

X X

X

X X

X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X

X X X X

X X X

X

X X X X

X X X X X X X X X X

X X

X X X X X X X X X

X X X

X

X X X

X X X X

X X X X X

X X X

45

Murciélagos

Balunté

X X X X X X X X X X

X X X X X X X X X X

X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X

X

X X X X

X X X X

X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X X

Huipalé X X

X

X X

X X X X X X X X

X X

X X X X

X X

Pozo

Prepicota

46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92

Picota

Motiepá

Otolúm

Murciélagos

Balunté

Huipalé

X

X X

X X

X X

X

X

X

X X

X X

X

X

X

X X X X

X X

X

X X X X

X X X X X X X X X X X

X X X X X X

X X X X

X X X X

X

X

X X X

X X

X X X X X X X X

X X X X X X X X

X X

X X X

X X X

X

X

X X X

X

X X X X X X

X X X X X X X

X X X X X X X

X X X X X X X

X

X

X X

X X

X X X

46

X X

X X X X X X

X X

X

X

X X X X

X X X X X X X X X

X

X X X

X

X

X

93 94 95 96 97

Tabla 2. Resultados del análisis cerámico por presencia / ausencia de materiales cerámicos de los diferentes periodos por pozo.

47

CAPITULO 2 PALENQUE COMO CIUDAD

Desde los primeros esfuerzos realizados para la realización de mapas o croquis que reflejaran fielmente la disposición de los conjuntos arquitectónicos que se distribuyen a lo largo de la ciudad prehispánica de Palenque, siempre ha habido un manejo de la información de acuerdo a los intereses del investigador.

Debido a esto, podemos observar que desde el mapa realizado por Frans Blom en 1923 hasta el realizado por Edwin Barnhart, ha habido un interés por realizar divisiones al interior de la ciudad, con la finalidad de manejar conjuntos arquitectónicos o barrios que comparten similitudes (arquitectónicas, funcionales, parentesco, áreas de actividad, etc.) y en su caso facilitar el manejo de la información obtenida.

Figura 18. Mapa de Frans Blom elaborado en 1923 (Tomado de Barnhart, 2001).

48

Considerando que la información generalmente utilizada para interpretar la ubicación de los conjuntos habitacionales y sus áreas de actividad, así como la distribución y aglutinamiento de los grupos arquitectónicos, se ha inferido mediante los trabajos realizados en el sector central-este, son escasas las investigaciones en otros sectores; en la actualidad se ha realizado una propuesta de delimitación de los conjuntos, la cual fue elaborada por Edwin Barnhart con base en el mapa recientemente elaborado en 2001 por el Palenque Mapping Project (Barnhart, 2001).

Figura 19. Mapa de Palenque realizado por Edwin Barnhart en el año 2001.

49

Barnhart reconoce alrededor de 36 grupos arquitectónicos, algunos delimitados por barreras físicas como la topografía, los ríos o incluso los caminos actuales; sin embargo, podemos mediante recorridos a través del sitio y observaciones realizadas al mapa de Barnhart, realizar una propuesta alterna de la distribución de los grupos arquitectónicos. La presente propuesta se basa en una cohesión más compacta de los grupos arquitectónicos, englobando de manera más funcional y proponiendo un patrón radial, con un conjunto arquitectónico de mayor tamaño y calidad constructiva que funciona como cabecera o jefatura de barrio y residencia de la cabeza de un linaje local, con las unidades habitacionales pequeñas agrupadas en su cercanía.

En algunos casos hay grupos o familias que se asientan fuera de los barrios principales (outliers), principalmente en zonas elevadas o muy bajas, estos grupos quedan excluidos de los muestreos realizados por ser de difícil acceso, además de no ser representativos del barrio más cercano. Su tamaño sugiere que estuvieron habitados por un breve tiempo, probablemente al final de la secuencia ocupacional del sitio, cuando los espacios más adecuados para asentarse ya estaban densamente poblados.

Por barrio o cabecera entendemos un conjunto de personas viviendo en grupos arquitectónicos habitacionales; estos espacios sociales fueron sede de grupos corporativos que compartían parentesco, nexos jerárquicos y hasta probablemente áreas de actividades especificas dedicadas a la elaboración de ciertos bienes de consumo al interior de la ciudad.

50

La cabecera o jefatura de barrio, contará con la residencia del líder o jefe de barrio así como con edificios de uso religioso y habitacional, estos serán los espacios en los cuales, la mayor parte de la población realizara sus actividades cotidianas y de culto, desplazándose hacia el núcleo central de Palenque (Palacio, Inscripciones y el Grupo de las Cruces) solo en las festividades y los eventos más significativos.

La infraestructura arquitectónica mínima para el funcionamiento de estos barrios contempla

espacios y lugares para la habitación, el culto a los antepasados y la

administración de los recursos disponibles (control de talleres especializados, producción de alimentos y recolección de tributos); este tipo de organización social y arquitectónica juega un papel muy importante dentro de la dinámica social de la ciudad, pues al contar con estos elementos mínimos, debería ser autosuficiente por si sola y a su vez estar jerarquizada dentro de un ente mayor (que será el aparato estatal, manejado por la dinastía gobernante).

Cada barrio será dirigido por una familia o grupo cercano a la dinastía central; este grupo se encargará de mantener la conexión entre las familias de cada barrio y la estructura estatal, en algunos sitios como en Teotihuacan es más claro y sencillo, pero el principio es el mismo (Manzanilla, 2002).

Al frente de la ciudad siempre estará el gobernante, “el principio de autoridad fue encarnado por el K'uhul Ajaw o Sagrado Gobernante, quien tomaba las decisiones más importantes en materia de administración del culto religioso, conducción política y actividad militar” (Bernal Romero y Venegas Durán, 2005). 51

Al interior de cada barrio habrá una clara diferenciación socioeconómica, que se reflejara en los materiales y

mano de obra invertida en la construcción de los edificios; así

también, habrá un acceso diferencial a los bienes de consumo foráneos (piedra para molienda, obsidiana, cerámica, etcétera.).

Desgraciadamente la falta de investigaciones realizadas en contextos habitacionales alejados del núcleo central y la poca atención practicada a la detección de áreas de actividad o talleres especializados, reducen nuestras perspectivas para la caracterización de barrios fuera del núcleo ceremonial.

Sin embargo podemos realizar extrapolaciones y analogías de los sectores que conocemos con más detalle, sumado a los recorridos realizados con anterioridad, excavaciones en sectores inexplorados y análisis de materiales arqueológicos recuperados a lo largo de numerosas investigaciones, lo que nos permitirá presentar una nueva hipótesis.

De esta manera podemos identificar y proponer 12 grupos o barrios dentro de los cuales es posible observar desde edificios abovedados de grandes dimensiones (sede administrativa y religiosa) hasta plataformas habitacionales de pequeño tamaño. El grado de desarrollo urbano y de diversidad social en Palenque es evidente, pues la calidad y cantidad de los edificios diseminados a lo largo y ancho del asentamiento prehispánico nos hace pensar en una gran variedad de actividades realizadas al interior de cada barrio; de esta manera también es de notar la gran transformación y adaptación del medio topográfico a las necesidades constructivas de los antiguos habitantes de 52

Palenque, que de alguna manera no hubiera sido posible llevar a cabo sin haber contado con un elevado nivel de organización social, además de un aprovechamiento de los recursos naturales tan abundantes en esta zona.

La existencia de barrios simplificaría la centralización ejercida por la dinastía palencana, ya que se delegarían funciones y atribuciones a los jefes de barrio, manteniendo una autonomía relativa; estos barrios serán el soporte del tejido social en Palenque y serán los catalizadores del gran auge arquitectónico y demográfico que experimentó la ciudad a lo largo del periodo Clásico.

Así se proponen un total de 12 barrios y el núcleo central (siguiendo la propuesta de nomenclatura de Barnhart y el mapa elaborado en 2001) definidos con sus unidades administrativas y religiosas, además de su población residente y que son los siguientes:

1) Picota y Yax 2) Escondido 3) Nauyaca 4) Limón 5) Piedras Bolas 6) Xinil Pa´ 7) Retiro de Moisés, Grupo G y Motiepá 8) Motiepá Este, J Oeste, J (Grupo IV) y Galindo 9) Encantado 10) C, Ch´ul Na y Lik´in 53

11) B, Murciélagos, Ach´, Zuts y Xaman 12) Grupo I y II, A y Museo Núcleo Central (Templo de las Inscripciones, Palacio, Templos X, XI, XIII, Juego de Pelota, Grupo Norte, etc.)Grupo de las Cruces, Templos XVI, XVII, XIX, XX, XXI, XXII, Grupos Tok, D, Otulúm y Cascada, Encantado Sur, H, Bosque Azul, Terrazas Schele. (Bernal Romero y Venegas Durán, 2005).

De esta manera, podemos notar que la distribución en grupos mayores facilita la toma de decisiones e impulsa el fortalecimiento de un estrato social muy vinculado a la clase gobernante, es de esta manera que el Núcleo Central es directamente controlado por el gobernante y su familia, los doce barrios restantes tienen un dirigente local (cabeza de linaje) que controlaba las actividades del barrio y funcionaba como intermediario con el gobernante.

54

55

Figura 20. Propuesta de división del antiguo asentamiento en 12 barrios (modificado de Barnhart, 2001).

DESCRIPCIÓN DE BARRIOS.

A continuación, se realiza una breve descripción de los barrios propuestos, así como el entorno en el cual se encuentran emplazados, conservando la nomenclatura de estructuras y grupos arquitectónicos propuestos por Barnhart en su tesis doctoral.

BARRIO 1 (GRUPOS ARQUITECTÓNICOS PICOTA Y YAX)

La arquitectura de este barrio se encuentra distribuida a lo largo del terreno elevado y sobre el lecho mayor del arroyo Picota. Hacia el sur se pueden apreciar una serie de terrazas que se van adaptando a un terreno inclinado. Dentro de estas terrazas podemos ver grupos arquitectónicos espaciados y bien definidos; destaca uno al norte del conjunto, el cual presenta varios niveles de terrazas, mismos que son coronados en la parte más alta por un grupo de cuatro estructuras formando una plaza cerrada (López Bravo et al, 2003). Barnhart menciona lo siguiente “The Picota Group includes a diverse collection of structures, both public and residential. Bounded by watercourses, there are a total of ninety-one structures and fourteen small courtyards within the Picota Group. Exposed architecture exists on the surfaces of structures P3, 5, 12, 26, 37, 61 and 81; Collectively, the presence of a large plaza, a stela, an elaborate aqueduct and a line of funerary temples along the south edge give the Picota area a distinctly “central precinct” character. The massive the Escondido Platform positioned nearby only lends more credence to that conclusion. Palenque appears to have had not one, but two “centers” (Barnhart, 2001).

56

Acerca del grupo Yax refiere “The Yax Group is located on the hills south of the Picota Group and on the gently sloping land south of the Naranjo Trail in between the Picota and Diablo Arroyos. Thirty-seven structures and seven small courtyards were found in the Yax Group. Structures Y1, 6, 22, 25, 26, 27 and 30 have exposed architecture” (Barnhart, 2001). El centro o cabecera de este barrio esta compuesta por los edificios P 12, 13, 14, 15, 18,26.

casa ocupado en 1999 P74

P37

P72 P73 P76

P91 P38

P90

P30 P44

P7 7 P82

P79

P70

P43

N

Estela La Picota P23

P39

P6 8 P83

alberc a

acu edu cto

P7 5

P78

P4 0

P32

P69

P3 1 P25 P24

P71 P8 5

P42

P80

P84

P4 1

P35 P86

P81

P19 P3 6

P34

P33

P11

P6 P1 3

P14

P89

P87

P9

P88

P7 P27

P26

P8

P12

P92

P1 P1 0 P15 P2 Y18

P3

P18

P4

P5 Y1 9

Y17

Y16 P16

Y2 0 Y21 Y23

P17

Y13

Y22 Y15

Y29

Y14

Grupo Yax

Y24 Y28 Y30

Y33

Y31

Y6

Y5 Y25

Y27 Y26

Y7

Y4

Y32 Y8

cantera

Y9

Y1 Y1 0 Y3

Y1 2 Y11

Y2

Y34 Y3 5

Y3 6 Y37

Figura 21. Propuesta del Barrio 1 (BA-1). El área sombreada representa la cabecera del barrio (modificado de Barnhart, 2001).

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BARRIO 2 (GRUPO ARQUITECTONICO ESCONDIDO)

Es el grupo de estructuras más alejado hacia el oeste dentro de la antigua ciudad de Palenque, limitado al sureste por una pequeña sección del arroyo Picota, al oeste por el arroyo Diablo y al norte por terreno escarpado. Este conjunto lo conforma una gran plataforma central, de la que se desprenden, en un nivel más bajo, otras plataformas en dirección norte, este y sur. Así mismo, y de forma independiente a estas plataformas, se encuentran tres grupos de estructuras al norte, sureste y suroeste del conjunto (López Bravo et al, 2003).

Barnhart señala: Most of the group’s sixty-seven structures, though associated with the Escondido Temple, are arranged around residential-type courtyards. Almost all the structures on its east side are arranged in small courtyard groups”. (Barnhart, 2001). El centro o cabecera de este barrio esta compuesta por los edificios: ED 1, 2, 3, 4, 5, 15, 16, 17, 18,39.

58

ED67

ED66

ED65

ED39 ED41

ED18

ED40

ED17

ED59

ED16

Grupo Escondido

ED15

N

ED58 ED35 ED36

ED33

ED57

Escondido

ED43 ED9

ED62

ED32 ED5

ED34 ED31 ED8 ED12 ED14 ED61

ED1

ED3

ED53

ED29 ED4

ED7

ED2

ED6

ED13 ED10

ED30

ED50

ED11

ED46

ED55

ED54

ED49

ED28

ED52

ED27

ED45 ED47 ED22 ED37

ED21 ED60

ED63

ED25

ED23

ED20

ED19

ED38

ED51

ED48 ED44

ED26

ED42

ED24

ED64

Figura 22. Propuesta del Barrio 2 (BA-2). El área sombreada representa la cabecera del barrio (modificado de Barnhart, 2001).

BARRIO 3 (GRUPO ARQUITECTONICO NAUYAKA)

Conjunto arquitectónico que se asienta sobre un terreno plano con pocos accidentes topográficos, en su parte norte colinda con un precipicio bastante elevado, por el sur muchas de las estructuras pertenecientes a este conjunto bordean el arroyo Picota,

59

mientras que por el sector noreste, limitan algunas estructuras con una cascada formada por el descenso del caudal del mencionado arroyo. Este conjunto presenta características relevantes que no se pueden ver en otras secciones de Palenque, pues algunos conjuntos se elevan sobre plataformas artificiales, dejando en algunos lugares, espacios abiertos que tal vez fueron utilizados de manera común. Mediante las inspecciones llevadas a cabo por el PCU, pudimos corroborar la información de Barnhart concerniente al saqueo llevado a cabo en este sector pues afirma:

“Evidence of looting in the Nauyaka Group is by far the worst the PMP encountered in Palenque. A total of eighteen looter’s pits were found, primarily in the groups on elevated platforms. Looted structures include structures N26, 29, 43, 45, 46, 47, 65 and 70. The very thick vegetation of the area combined with the noise of nearby rushing water made it a perfect place for clandestine looting. In July of 1999 coke cans, chip bags and cigarette packs were found lying outside of the pits in structure N25, still in good condition and as yet unaffected by the fast acting elements of a rain forest environment” (Barnhart, 2001:43).

A lo cual podemos añadir también las estructuras N7, 27, 33, 49 y 72; de estas ultimas estructuras la N 7 presenta una trinchera de 2x4 m, la cual fue practicada de norte a sur, desmantelando la parte alta del edificio, dejando al descubierto un cuarto abovedado, ya que se observa una delimitación interna por medio de muros; en el muro oeste le fue practicado otra perforación en búsqueda tal vez de un deposito funerario o alguna

60

ofrenda, que no fue hallada; de esta manera se centraron en esta pequeña cámara y continuaron bajando en la parte central del edificio, pero solo lograron exponer el núcleo de la estructura, entre los restos dejados por los saqueadores observamos una lamina oxidada que sirvió para tapar la excavación, así como latas de sardinas y refrescos. En N25, 26 y 27 observamos que la estabilidad del edifico presenta grandes riesgos, pues al igual que en otros edificios abovedados, al realizar pozos de saqueo se fracturaron algunos muros y tapas de bóvedas, poniendo en riesgo el edificio (López Bravo et al, 2003).

El centro o cabecera de este barrio esta compuesta por los edificios: 45,46,47,48,49,50,51,52,53,54,55,58.

61

N

N 29

N28 N31

N7

N30

N76

3

N72 N32

N34 N75

N36

N74 N40

N33

N26

N38

N35 N25

N24

N27

N39

N37

N6 9

N68

N43

N

N41 N42

N44 N67

N23 N22

N18

N45

N20

N49

N66

N70

N46

N65 N63

N61 N71 N62

N50

Grupo Nauyaka

N17

N64

N48 N47 N21

N60

N53

N51 N52

N16

N54

N19

N15

N13

N58

N1 2

N55

N59

N14

N56

N3

N7

N6

N1 N2

N57

N8

N5

N4

N11 N10

N9

Figura 23. Propuesta del Barrio 3 (BA-3). El área sombreada representa la cabecera del barrio (modificado de Barnhart, 2001).

62

BARRIO 4 (GRUPO ARQUITECTONICO LIMON)

Conjunto habitacional localizado en la franja de terreno que se encuentra entre los ríos Picota y Piedras Bolas, justo al norte del conjunto Piedras Bolas. Es un complejo que se encuentra situado en terreno plano, el cual no presenta accidentes topográficos remarcables, y al igual que el grupo Nauyaca, fueron secciones del sitio que en épocas relativamente cercanas (finales de los años 80´s y principio de los 90´s) aun eran utilizados como potreros o para sembrar diferentes tipos de árboles frutales como naranjas y limones.

La mayor parte de las estructuras se encuentran sobre el margen sur del río Picota y sobre el margen oeste del río Piedras Bolas, aprovechando de alguna manera los recursos fluviales disponibles y por supuesto también el flujo continuo de agua para consumo o uso personal. Es en la parte central del conjunto (al este de la estructura L 74), en donde se tiene un espacio abierto, que probablemente fue utilizado como un área pública (una plaza, un lugar de mercado o simplemente un espacio vacío); que contrasta con la gran densidad habitacional en los conjuntos Xinil Pa´ y Retiro de Moisés.

Barnhart (2001) reporta que el único pozo de saqueo se localizó al norte de la estructura L10, lo cual dista mucho de la realidad: al inspeccionar el conjunto, pudimos notar un saqueo sistemático en la mayoría de las estructuras de grandes dimensiones (como desgraciadamente ocurre en la mayor parte del sitio), detectamos algunos pozos de saqueo en las estructuras L 1,2,3, 4,13,26,54; siendo la estructura L13 la que en peor 63

estado se encuentra, ya que al ser una estructura baja fue desmantelada casi en su totalidad. El complejo formado por las estructuras L26, 27 y 31, elevado sobre una gran plataforma es un conjunto que presenta graves problemas de estabilidad, ya que debido a los pozos de saqueo, algunas secciones abovedadas del mismo amenazan con venirse abajo en su totalidad; es un edificio que de ser consolidado, podría presentar datos valiosos en los sistemas de construcción palencanos (López Bravo et al, 2003). El centro o cabecera de este barrio esta compuesta por los edificios: L22, 23, 24, 25, 26,27, 31,81 y 83.

N

L18

L19

L 24

L17

L20

L23 L25

L22

L15

L1 3

L26 L16

L31

L 51

L5 2

L35

L64

P66

L3

L36 L38

L 77 L 53

L54

L79

L7 8

L55

L59 L60

P62 P65

P45

L8

L5 7

L66

0

L56

P61

L58

L74

P46 P53

P51

P29

P47

P50 P28

L4

L2

Grupo Limon

L61

L65 L63

L75

L5

L33

L37 L39

P67

L8

L6

L29

L1

L40

L76

L62

L1 0

L12

L7

L47

L 42

L41

P63

L9 L11

L21

L28

L34 L32

L43 L44

L 82

L30

L48 L45

P64

L81

L 49

L50 L46

L14

L 83

L27

P22

P48

P52

L70 L71

L68

P49 L67

P21

L69

L72

L73

P58

P54

P20

P55

Grupo Picota

P59

P60

P56

P57

Figura 24. Propuesta del Barrio 4 (BA-4). El área sombreada representa la cabecera del barrio (modificado de Barnhart, 2001).

BARRIO 5

64

(GRUPO ARQUITECTONICO PIEDRAS BOLAS)

Al igual que el grupo arquitectónico Xinil Pa´, se encuentra ubicado cuesta arriba en las estribaciones localizadas sobre el margen oeste del río Piedras Bolas; se trata de un conjunto residencial con una densidad menor de estructuras, aprovechando cuatro terrazas naturales que fueron modificadas para edificar las construcciones. Podemos ver que también se tiene una gran inversión en mano de obra y materiales, aunque a juzgar por la menor cantidad de unidades habitacionales, se tenía una menor densidad poblacional; pero resalta entre los edificios de este grupo arquitectónico, el complejo formado por las estructuras PB 1,2 y 3, las cuales en su totalidad crean un conjunto interesante, que se erige desde la planicie inmediata al río Piedras Bolas y alcanza una altura aproximada de 5-8 m en su parte mas elevada, en donde las estructuras PB 1,2 y 3 forman un pequeño patio; la fachada oeste de este complejo presenta arquitectura expuesta (un gran muro que aun se encuentra en pie, pero que cuenta con problemas de estabilidad debido

a los grandes árboles que han crecido en las inmediaciones),

pensamos que estos edificios tal vez fueron utilizados con propósitos administrativos o religiosos.

La estructura PB 1, es un edificio que también debido al saqueo, se ha puesto en problemas su estabilidad; aun podemos observar tramos de bóveda y un cuarto que se extiende hacia el oeste, el pozo de saqueo se encuentra sobre la fachada sur, por lo que se penetro sobre el muro sur ocasionando que se colapsara la mayor parte de la techumbre (López Bravo et al, 2003).

65

El centro o cabecera de este barrio esta compuesta por los edificios: PB 1, 2, 3, 19, 20, 21, 22.

PB1

PB23

PB2 PB7

alb erc a

PB24

PB3

PB6

PB32

PB22

PB4

PB8

PB21

PB9

PB5

PB20

PB29

PB30 PB31

PB18

PB27

PB64

PB10 PB11

PB19 PB62

PB2 6

PB25

PB33

PB61 PB12

PB16

PB28

PB13

O8

O9

PB14 PB17

O6

PB34

N

O12

Grupo Piedras Bolas

O11 O10

PB36

PB15

PB58

PB42 PB35

PB59 PB60

O5

PB41 O4

PB37

PB57 PB40

PB56

O7

PB44 PB45

O2

Olvidado

PB43

PB39

O3 O13

PB5 5

O1

PB46 PB52

PB54

Grupo I

PB47 PB53

PB48

PB51

PB49

PB34

PB67 PB66

PB65

PB68

PB69

X P7 6 XP77 XP78

Figura 25. Propuesta del Barrio 5 (BA-5). El área sombreada representa la cabecera del barrio (modificado de Barnhart, 2001).

BARRIO 6 (GRUPO ARQUITECTONICO XINIL PA´)

66

El Grupo arquitectónico Xinil Pa´, se ubica al oeste del núcleo ceremonial de la antigua ciudad de Palenque, delimitado físicamente por los ríos Motiepá y Piedras Bolas; se distribuye de una manera particular sobre ocho terrazas acondicionadas de manera artificial, las cuales sirvieron para adecuar el terreno un poco accidentado y de esta manera crear espacios planos en donde ubicar estructuras habitacionales, esta divido físicamente del Grupo Retiro de Moisés, por una sección vacía de edificios (que probablemente funcionó como eje de circulación) se incorporaron a este barrio los edificios MR 38 al MR 53 además de los MR 60 y 61 de la propuesta de Barnhart.

El conjunto presenta una gran densidad constructiva y una gran cantidad de conjuntos residenciales pequeños que presentan la característica de tener espacios internos (patios y plazas) muy privados, y que, por consiguiente, no son accesibles de una manera fácil a la gente que no perteneciera a este sector. Podemos observar que estas unidades habitacionales fueron ocupadas tal vez por una parte de la elite palencana, esto debido a la gran inversión tanto de mano de obra como de materiales constructivos utilizados en esta zona .

También se puede advertir en este sector, junto al río Motiepá, secciones aun abovedadas del acueducto que funcionó como el sistema de canalización que probablemente impedía que las crecidas del arroyo afectaran a los edificios durante la época de lluvias (Barnhart, 2001; French, 2001). Es importante mencionar que este sector al ser habitado tal vez por una porción acomodada de la población palencana, disfrutó de una mayor planeación y una gran inversión de recursos disponibles (mano de obra y materiales); esto lo podemos 67

corroborar por la preocupación de canalizar el río Piedras Bolas y de esta manera evitar posibles inundaciones en épocas de lluvias en donde la precipitación suele ser excesiva, y de alguna manera también se mantiene un abasto de agua constante y se puede aprovechar para el desecho de desperdicios (López Bravo et al, 2003). El centro o cabecera de este barrio esta compuesta por los edificios: XP 14,15,16,17,18,19,20,21,22,23,24,25. MR45

MR 56 MR6

MR5 3

MR57 MR59 MR42

MR58

MR47

MR52

MR54 MR4 1

XP7 5

XP2

MR49

MR5 1

MR3 8

XP6

MR4 4

MR55

MR40

MR61

MR4 3

MR46 0

MR39

MR48

MR5 0

XP4 XP5

XP3

XP1

XP7

XP9 XP8 XP3 8 XP21

XP10 XP14

XP11 XP12

XP17

XP23

XP24 XP22

N

cto acuedu

XP1 3 XP20 XP18

XP15

XP1 9 XP16 XP26

XP25

XP3 2 XP27

XP28

XP29

XP33

XP67 XP31 XP34

caja de ag ua

Xinil Pa

XP66

XP30

XP 36

XP35 XP 65

XP68

XP4 6

XP6 9

XP7 2

XP37 XP70

XP 59

XP4 7

XP44

XP71

XP58 XP48

XP40

XP43

XP39

XP64

XP49 XP45 XP4 1

XP5 2

XP57 XP42

XP51

XP50 XP6 3 XP54

X P5 5

XP60

XP56

XP53

XP61 XP73

XP74

XP62

Figura 26. Propuesta del Barrio 6 (BA-6). El área sombreada representa la cabecera del barrio (modificado de Barnhart, 2001).

BARRIO 7 (GRUPO ARQUITECTONICO RETIRO DE MOISES, GRUPO G, MOTIEPÁ)

68

Este conjunto, ubicado al norte del Grupo Xinil Pa´, presenta igualmente una gran inversión tanto de mano de obra como de materiales, observable en el gran número de muros y arquitectura expuesta que aun puede observarse a simple vista, dentro de la cual destacan varias estructuras de gran tamaño. Hacia esta zona del sitio, el terreno desciende y no presenta pendientes tan pronunciadas como en el conjunto Xinil Pa´; es hacia el norte del conjunto en donde podemos observar también la gran cantidad de inversión de trabajo realizada en esta sección: aquí se notan por lo menos dos terrazas naturales que descienden aproximadamente 10 m de una forma muy pronunciada, las cuales fueron recubiertas de bloques trabajados de caliza para dar la impresión de ser grandes muros de contención.

Es de llamar la atención un edificio de grandes proporciones (formado por las estructuras que Barnhart enumera como MR 24,32 y 34) que aún en la actualidad conserva secciones abovedadas y que, a juzgar por los cuartos aun presentes, pudo haber contado por lo menos con tres crujías largas y como mínimo un segundo piso, en el cual pudo tener una serie de estructuras más ligeras, tal como lo podemos notar en el Grupo XVI. Barnhart reporta lo siguiente:

“The central complex (comprised of structures MR21, 24, 32 and 33) sits upon a single large platform containing subterranean architecture. Much of the complex has exposed architecture, allowing interior investigation. Project members Jim Eckhardt and Heather Hurst crawled inside each subterranean chamber and passageway in order to record their

69

dimensions and descriptions. The long dark corridors encountered inside are reminiscent of those underneath Palenque’s central Palace” (Barnhart 2001).

De lo anterior descrito, podemos de una manera clara aseverar que no se trata de arquitectura subterránea, es debido al colapso de los cuartos abovedados que da una impresión de estar todo bajo la superficie. Inspecciones llevadas a cabo por el PCU en este complejo, nos llevan a pensar que en realidad no se tratan de subterráneos, pues si observamos el lado este del mismo complejo, podemos notar el desplante de los muros que soportaban los cuartos abovedados.

Este complejo presenta grandes problemas de conservación, pues al ser un conjunto que podría representar sectores acomodados de la sociedad prehispánica palencana, fue saqueado de manera alarmante y su estabilidad ha sido puesta en peligro, podemos observar pozos de saqueo en prácticamente todo el conjunto, manteniendo al borde del colapso algunas estructuras. Es también curioso notar que la estructura MR 21, la cual tiene la característica de tener esquinas remetidas, tal como lo podemos notar en la arquitectura del Petén guatemalteco por ejemplo Tikal, ésta estructura ha sido expuesta y saqueada de una manera casi profesional en épocas recientes, pues se removió gran parte del derrumbe para exponer el desplante de las fachadas norte y oeste, tal vez en búsqueda de alguna cámara funeraria que pudiera contener algún tipo de ofrenda. Este grupo es afectado en gran medida por las crecidas de los riachuelos cercanos que en épocas de lluvias suelen inundar la parte oeste del conjunto (en especial la plaza formada por las estructuras MR 19,21 y32); la mayoría del material recuperado en esta

70

zona presenta una gruesa capa de carbonatación, debido a la filtración del agua de río en el subsuelo; el agua presenta una gran cantidad de carbonatos mezclados provenientes de la caliza en disolución (López Bravo et al, 2003). El centro o cabecera de este barrio esta compuesta por los edificios: MR 15,16, 19, 20, 21, 24, 32, 33, 62, 64.

M34

M32 M 33

M35

M30 G11 M31

ME9

M 43

ME1 0

ME8

M27 M28

G10 M42

Grupo Motiepa Este

ME7

M41 M 40

M26

ME3

M 24

ME4

N

ME5

ME6

M25

M21

M 23 M22

ME 2

M20

ME11

M29

G12

ME1

Grupo G

G4 G3

M16 M39

M38

G7

ME12

M15

M17

G6 G5

M37

G2

M 14

G8

M44

G1

M36

M45

M18

M13

M12 G9 M19 G20 G19 G1 7

Grupo Motiepa

M11

G16 G15

G18

M10

G13

G14

M9

MR23 MR1 MR 2

MR 63 MR28

MR21

M8 M6

MR 62

MR22

M5

MR64

MR3

MR15

M R27

MR34

M4 M3

MR5

MR24

M2

MR4

MR26

MR32

MR13

MR16 MR 19

MR6

MR7

MR33

MR9 MR8

MR 20

MR 1

0

MR18

MR11

MR12

M1

MR17

MR25 MR31

Retiro de Moises'

M7

MR1 4

MR30 MR29

Figura 27. Propuesta del Barrio 7 (BA-7). El área sombreada representa la cabecera del barrio (modificado de Barnhart, 2001).

BARRIO 8 (GRUPO ARQUITECTONICO MOTIEPA ESTE, J OESTE, J Y GALINDO)

Este conjunto fue de los primeros que recibieron atención por parte de los investigadores, ya que se encuentra muy cerca del núcleo central. En la nomenclatura utilizada por Frans

71

Blom, este fue conocido como el Grupo J y años después sería nuevamente nombrada por Alberto Ruz como Grupo IV. Este grupo arquitectónico fue parcialmente trabajado y liberado por el INAH en los 90´s por el Arqlgo Roberto López Bravo y en donde fueron localizados algunos portaincensarios fabricados en roca caliza, pero debido a cuestiones presupuestarias solo se consolidó las estructuras que corresponden a J1, 2,6 y 7.

Es un grupo arquitectónico que presenta grandes características para ser estudiado con mayor detenimiento y que también podría ser un sector abierto al publico por las características de sus edificios, pues el tablero de los esclavos fue retirado de ahí y mediante una excavación controlada podrían aparecer una gran cantidad de hallazgos importantes (Venegas Durán, 2004).

Mediante la interpretación del tablero de los Esclavos, se ha llegado a proponer el Grupo IV como la residencia de Chak Suutz’, Yahaw K’ahk’ de Palenque. (Bernal Romero y Venegas Durán, 2005).

El centro o cabecera de este barrio esta compuesta por los edificios: J 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 9,10.

72

JO22

GG15

N

JO19

JO20

JO21 GG12

GG13 GG14 JO18

Grupo J Oeste

JO41

JO17

Grupo Galindo

JO2 4

JO40 JO23

JO39

JO2 5

JO42

JO26

JO34 JO35

JO2 8

JO27

JO33

JO29

JO16

JO38

GG6

JO32 J10

JO13

GG3

Grupo J

JO14

GG8

J9

JO37

JO36

JO11

JO30

J5

JO15

JO9

J1

JO43 JO10

J5 7

GG9 GG10

J55 J26

J13

J25

J19

J58

J27 J24

J11

J31

J60

J59

J28

J23

J2

J29

J32 JO3

GG2

J13 J7

J3 J21

JO 4

NG3

GG11

J5 6

J17

GG1

Grupo IV J8

JO8

JO5

J22

J20 J1 8

J6

JO6

JO7

NG4

GG4

GG7 GG5

J16

J14

J4

JO12

JO31

J15

J54

J30

J61

JO 2

J62

J38

JO1

J36 J33

J42

J35

J37

J43

J66

J49

J34

J41

J65

J53

J52

J40 J44

J50

J45

J46

J63 J51

J47

t iendas

J64 J48

t ienda Lancandon J67

Figura 28. Propuesta del Barrio 8 (BA-8). El área sombreada representa la cabecera del barrio (modificado de Barnhart, 2001).

73

BARRIO 9 (GRUPO ARQUITECTONICO ENCANTADO)

El grupo Encantado se trata de una serie de edificios y terraceados de grandes dimensiones y volúmenes constructivos que aun en la actualidad presentan grandes secciones de muros y arquitectura expuesta que nos dan una idea de lo que fue en la antigüedad.

Solo dos estructuras han sido trabajadas en épocas recientes, nos referimos a los edificios marcados como EC27 y EC41, los cuales fueron excavados por Jorge Acosta en 1972, a lo cual Barnhart menciona: “There are eighty-six structures in the Encantado group, most of which are completely buried. Two structures, EC27 and EC41, were excavated by Acosta in the 1970s (unpublished) and as a result have significant areas of exposed architecture. Acosta also

excavated a trench into the north face of the

Encantado Temple (EC40) exposing the wall of an interior building phase” , desconociendo el trabajo de Acosta publicado en los Anales del INAH en 1972.

Hacia el norte del grupo Encantado y dirigiéndonos hacia el estacionamiento de la zona arqueológica, podemos observar un gran espacio vacío, sin saber hasta la fecha la probable función de este espacio sin estructuras.

Dentro de las secciones del grupo que presentan muros en pie, podemos mencionar por ejemplo EC40, 27,45,82,20,etc. ; podemos ver que en la actualidad se tienen una gran cantidad de edificios en buen estado de conservación y por este motivo muchos guías de turistas internan grupos de visitantes para recorrer este conjunto y muchos de estos 74

aprovechan la poca seguridad en este sector para introducir a estos mismos grupos de turistas sin pagar su boleto de acceso al sitio, aprovechando la gran cantidad de caminos dentro de la selva (Venegas Durán, 2004). El centro o cabecera de este barrio esta compuesta por los edificios: EC 36, 37, 38, 40,41, 46,47.

75

plataforma de cemento EC21

EC17 EC 18

EC19 EC79 EC20

EC26 EC2 2

EC27

EC43 EC42

EC31

EC28 EC33

Templo Encantado EC40

EC45

EC3 5

EC38 EC41

EC23

EC2 9

EC32

EC24

1

EC66

EC8

EC15

EC14

EC7

EC46

EC52

EC5

EC3

EC4

EC50

EC77

EC54

EC55

EC37 EC48

EC53

EC 74

EC47

EC6 1

EC85 EC58

EC59

EC56

ES22 ES1

EC60

EC 57

EC86

EC62 ES2

EC

EC2

EC6 EC10

EC78 EC49

N

EC84 EC11

EC12

EC51

EC83

EC76

EC13

EC25

EC30

EC34

EC36

EC 9

EC8 2

EC1 6

EC44

EC71 ES3 EC

ES5

65

EC72 EC64

ES 4 EC70 ES 6 ES 12

ES23

EC68

EC67

EC73

ES 7 ES25

ES8 ES2 4

ES9

ES27

ES28

ES ES 10 11 ES14

ES33

ES2 9

ES16 ES13

EC69

ES 15

ES26 ES34

ES 38

ES

ES37 ES18

30

ES17 ES20 ES35 ES19 ES31

ES32

ES21

ES36

Encantado Sur

Figura 29. Propuesta del Barrio 9 (BA-9). El área sombreada representa la cabecera del barrio (modificado de Barnhart, 2001).

BARRIO 10 (GRUPO ARQUITECTONICO C, CHUL NA´, LIK´IN)

Este grupo también fue intervenido por Frans Blom, quien lo nombró Grupo C, éste es un conjunto arquitectónico que fue excavado y consolidado por el INAH durante los noventas por el Arqlgo Roberto López Bravo y que contiene gran cantidad de estructuras

76

con doble piso y que al parecer pudieron servir de habitación a grupos cercanos a la elite palencana (Venegas Durán, 2004). Barnhart, menciona lo siguiente: “Group C’s central plaza is bordered by smaller arrangements of structures to the north and south. To the north, platforms step down the hillside to the southern edge of the Zutz’ Group. To the south, structures arranged in multiple patio groups climb up hill some one hundred thirty meters to the Ch’ul Na Group. Along the Murcielagos, a few Group C structures are located in close proximity to a section of canal walls remnants and two 59 springs. Sixty-four structures were recorded in Group C and, excluding the consolidated section, three structures exhibit exposed architecture; C37, C58 and C60” (Barnhart, 2001). El centro o cabecera de este barrio esta compuesta por los edificios: C 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8,9.

77

LK13

C22

LK41

C11 LK12 C10

LK40

C21

C9

C20

Grupo Lik'in

C6 C63

C19

LK11

C18 C62

C64 C7 Pue nte Grupo C

LK9

LK38

C8

LK39

C5 LK10

LK 8

C12

C4

Grupo C

LK7

C3

LK36

LK35 LK37

L K34

C1 C2 C61 LK33 C39

LK28

LK29

LK3 0

LK32

C38

N

C35

C50

C25

LK5

C36

LK27

C40

LK6

C37 C26

C30 C31

LK26

LK1

C27

C41 C42

LK25

L K4

LK24

LK3

C28 C34 LK2

C29 C43

C32

C33

LK 31

LK18

C49

C44 C46

C45

LK19 LK20

C47

OT36

C48

LK21

C51

C53

C52

LK22 LK23 C59 C58

C58 C57 C56

C55 C60 CN3 CN1 CN2

CN9

CN7

CN6 CN5

CN8

CN4 CN14

CN10

Ch'ul Na CN12

CN 13 CN 11

Figura 30. Propuesta del Barrio 10 (BA-10). El área sombreada representa la cabecera del barrio (modificado de Barnhart, 2001).

BARRIO 11 (GRUPO ARQUITECTONICO B, MURCIELAGOS, ACH´, ZUTS´, XAMAN)

Frans Blom fue uno de los primeros investigadores en referirse al Grupo B, mientras que Ruz se refiere a éste conjunto como el Grupo III; es un complejo de edificios que se asientan a lo largo del río Otulúm, en la parte noreste del sitio, presentando una serie de edificios de carácter habitacional y probablemente también administrativo.

Estos conjuntos fueron trabajados por el INAH en los años 90´s. Esta compuesto por los edificios 1,4 y 5 que al oeste delimitan la plaza, mientras que de lado este lo completan los edificios 2 y 3 (López Bravo, 2000).

78

Barnhart menciona “The Murcielagos Group extends north down the hillside following the east bank of the Arroyo Otulum’s lowest tier” (Barnhart, 2001).

Durante los trabajos realizados por el PAP se recuperaron entierros con grandes ofrendas funerarias y que se ligan a un rito o veneración de ancestros importantes de este barrio (López Bravo, 1995, 2000). El centro o cabecera de este barrio esta compuesta por el edificio B 1.

alberca moderna

AC4

AC3

Grupo Ach'

MC20

X9

MC24

Z1

AC2

X8

MC21 MC9 MC5

MC18

MC7

X13

Z3

Z2

Z31

Murcielagos

Z27 AC7

MC8

MC6 MC4

MC14

Z5

Z4

MC19

MC17

AC1

X6 X5

acueducto

Z26 MC10

MC15

N

Maya "L"

Z28

MC11 MC12 MC13

X10

Grupo Xaman

MC23 MC22

Z10 Z11

alb er

X4 Z32

Z6

Z9

ca

AC5

Z8

Z13

Z33

MC3

X7

AC6

Z12 MC16

X1

Grupo Zutz

MC2

Z7

X11

X3

X2 X14

MC1

X12

Z1 5

B13

X15

Z29

Z14

Z23 Z16

B11

B10

B12 Z25

B4

Z17

Z1 8

Z20 Z30

Z24

B5

LK17

LK15 B6

B3

LK42

Z19

Z21

B7

LK14 Z22

LK16

C24 C 23

B2

B14 B9

C16 C14

B8 B1

Grupo B

C15 C13 C12

Figura 31. Propuesta del Barrio 11 (BA-11). El área sombreada representa la cabecera del barrio (modificado de Barnhart, 2001).

79

BARRIO 12 (GRUPO ARQUITECTONICO I, II, A Y MUSEO)

Estos grupos fueron trabajados por Frans Blom llamándolos Grupo A, también fueron ubicados e intervenidos por el arqlgo. Alberto Ruz quien los nombró Grupo I y II, que persiste hasta la actualidad y se trata de una serie de edificaciones sobre un terreno casi plano, ubicados al norte del conjunto principal; estos conjuntos también fueron habilitados por el INAH en los 90´s, Por los restos de los edificios localizados podemos hablar de un lugar residencial con edificios de doble planta en los que al igual que el grupo B y el Murciélagos, fueron ubicados una gran cantidad de entierros humanos con sus respectivas ofrendas funerarias. Barnhart menciona “Group A extends north along the west side of the Otulum from the base of the Casteneda Escarpment down to the modern paved road. Previous maps of Group A have focused on the area called Group I and II, a group of eleven consolidated structures, designated here as A1-3, A5, and A11-17” (Barnhart, 2001).

El centro o cabecera de este barrio esta compuesta por los edificios: 1,2,3,4,5,6,9,10,11,12,13,14,15,16.

80

A

MS5

Grupo Museo

MS2 MS1

MS6

MS3 MS 4

Grupo A A44

Casa de Lacr oix ca. 1950

N

A43

A40

acueducto A41 A39 A42 A37 A48

A3 5

A49

A33

A38

A34

A32

A30

A31

A47 A29 A13 A12 A16 A11

A15

A45

A36 A46

A22

A6

A2 1

A28 A27

A17

A1

A13

A3

A14

Gru

A2 A1 9

po I/I

I

A2

4

A 20

A18

A7

A4

A1 0

A8 A9

A25

A26

A50 A51

Figura 32. Propuesta del Barrio 12 (BA-12). El área sombreada representa la cabecera del barrio (modificado de Barnhart, 2001).

NUCLEO CENTRAL. (PALACIO, GRUPO NORTE, JUEGO DE PELOTA, GRUPO CASCADA, OTULUM, CAMPAMENTO, BOSQUE AZUL, D, H, DE LAS CRUCES, TERRAZAS SCHELE, ACROPOLIS SUR)

Por ser el grupo de edificaciones mas conocidas de Palenque, han tenido estos conjuntos una gran cantidad de excavaciones arqueológicas que han dado cuenta de sus innumerables hallazgos y cualidades arquitectónicas.

El gobernante y su consorte habitaban en el Palacio, que era la sede del poder político y administrativo del señorío. La pareja real encabezaba un numeroso conglomerado de familiares que probablemente residía en otros conjuntos habitacionales situados dentro del área central de la ciudad. Algunos textos glíficos palencanos señalan que la familia del gobernante se llamaba B'olon Chan, “9- Cielo”. Esta interpretación se sustenta en el

81

desciframiento, por parte del epigrafista Nikolai Grube, de un glifo muy importante que se lee oon, “familia”, “parentela” (Grube, comunicación personal con Guillermo Bernal, abril, 2005). En los tableros del Templo de las Inscripciones se señala que B'olon Chan y-oon waklaju'n Oon B'olon Tz'ak-b'u Ajaw, “9-Cielo es la familia de las 16 familias del Señor de los Nueve o Innumerables Sucesores”. Esto parece indicar que la “familia superior” B'olon Chan era conceptuada como una entidad representativa y aglutinante de todas las familias del señorío que, según se desprende de la lectura, eran 16.

Estas 16 familias estaban relacionadas con “el Señor de los Nueve o Innumerables Sucesores” (B'olon Tz'ak-b'u Ajaw), que aparentemente alude a un individuo, a menudo legendario o arquetípico, que se suponía promotor de la fundación de ciudades o dinastías. Podemos preguntarnos, en primer lugar, quiénes conformaban la familia B'olon Chan, el oon o parentela del monarca. Es muy probable que no se restringiera a la familia nuclear, sino que abarcara un amplio conglomerado de consanguíneos. Esta “familia extensa” de la nobleza palencana quizá llegó a tener unos 300 miembros durante la segunda mitad del siglo VIII (aunque la cifra podría ser más alta). Ellos posiblemente residían en conjuntos habitacionales de elite que estaban ubicados dentro del núcleo arquitectónico de la ciudad, tales como los grupos H, Bosque Azul, Terrazas Schele y Otolúm, así como las estructuras residenciales XXIII, XXIV, XXV y XXVI (Bernal Romero y Venegas Durán, 2005).

82

Núcleo Central

NG5

NG7

NG2

N

C P6

Grupo Norte

NG1

CP7

C P2

El Conde

bodega

CP1

Campamento

Grupo Cascadas

C P5

CP3 CP4

C S2

X

CS1

Juego de Pelota

banos

puente prehispanico

C S3 C S16

C P8

CS8 CS

13

CS4

CS7

C S9

CS5 CS

14

C S6

C S10 C S11

OT1 C S12

C S15 C S17

Ig norado

XI

OT 2

Palacio

OT3

O T8

O T65

O T66

OT4

Grupo Otulum Tumba de R uz

OT9

OT 5 O T10

patio

patio

OT7

OT 6

OT12

OT2 4

OT11

du ct

o

OT23

ue

OT 67

ac

XII

X III

In sc

ripci on

OT13

O T14

OT72

OT 18

OT 25 OT15 OT35

OT 19

OT32

OT30

OT 22

OT62 OT63

TI5

OT29

OT 59 OT17

OT64

OT51 OT76 OT49 OT47

OT37

XV

TI 3

OT 75

OT39 OT 58

Cruz OT74

Sol

Grupo H

OT 41

OT42

OT 55

OT57

XXIIa

Cruz Foliada

XXII

B W2

H5

XXa

XXV

H7

BW 14 H10

H8

BW 3

XXVI

XXIIb

BW 7 B W10 Estela 3

XXVI

BW12

H 14

XXc

ST13

H13

XVII

Mon1

B W6

B W5

BW 9

BW 11

XXI

BW 4

B W8

H11

H9

H 12

ST 12

Grupo Bosque Azul

S

ST9

XX

T1 1

ST 10

Mon2

XVIII

ST14

ST8 ST 6

cantera

OT 53

OT 56

B W1

H3

H6

OT52

OT48

OT78

Jaguar XXV

H2

OT45 OT46

OT77

XXIV

H4

OT 54 OT48

OT40 OT44

H1

OT50

OT60 OT38

XIV

TI4

OT 71

XVb OT 61

TI2

OT28

OT33

OT34

OT79

OT31

TI1

OT27 OT69

OT20

XVa

OT70

OT73

OT21

XVI

OT26

OT64

OT16

es

ST 7

B W13

XVIIIa

XIX

ST5 ST 4

ST15

XXb

ST19

ST 3 ST

ST 20 2

ST16

D2

ST18

ST22

ST17

ST23 ST24

XXIII

Grupo D

D1 ST21

ST25

ST1

D3

ST26

XIX

ST 27

XX IIIa

a

XIXaa ST 28

XXIII TK10

XXIIIb

ST29

XXIIIc

ST 30

XIXb

Terrazas Schele

ST31

ST32

T K8 ST3

ST35

3

TK6

ST 34 TK5

TK7 TK4

TK3

Grupo Tok

TK

9

TK1

TK2

Figura 33. Propuesta del Núcleo central. El área sombreada representa la cabecera del barrio (modificado de Barnhart, 2001).

83

CAPITULO 3. EL PRECLÁSICO TARDÍO Y LA FUNDACIÓN DE LA CIUDAD.

El estudio previo de la ocupación del periodo Preclásico en la región de Palenque y en Palenque mismo, avanzaron de una manera muy lenta, debido quizá a los diversos propósitos de investigación aplicados por parte de sus estudiosos, lo que nos permite conocer de una manera muy limitada el funcionamiento de la región.

Salvo algunas excepciones en épocas recientes (López Bravo 2000, 2002, 2005; López Bravo et al 2003, 2004; López Bravo y Venegas Durán, 2006; San Román, 2005a, 2005b; Venegas Durán 2005, 2006)

comenzamos a conocer temas tan importantes

como áreas de actividad, o el desarrollo de la antigua ciudad desde sus inicios.

A pesar de estar muy pobremente representado dentro de los materiales cerámicos diagnósticos del Preclásico Tardío, existe material correspondiente a esta fase cerámica, que se ha localizado en algunos conjuntos arquitectónicos de la antigua ciudad de Palenque (San Román, 2006).

San Román (2005), ha identificado la presencia de material preclásico en dos unidades habitacionales de Palenque; el Grupo I (al norte del complejo central) y el Grupo C (al este de la ciudad) presentan fragmentos pertenecientes al tipo Sierra Rojo, Altamira Acanalado y Hongo Compuesto, pertenecientes al Preclásico tardío. Este material proviene de rellenos, pero como lo comenta la investigadora, al menos tenemos la seguridad de actividad humana en esa época (San Román, 2005).

84

También fue analizado por el que esto suscribe, material cerámico recuperado en el Juego de Pelota durante la temporada 93 y 94 dirigidas por el Arqlgo. Arnoldo González Cruz y en donde se detectó la presencia de material perteneciente al grupo Sierra Rojo.

Esto se suma a la información obtenida por el PCU y en conjunto tenemos un panorama distinto de la ciudad.

Rands asevera que “Because of the initial problem orientation (Rands 1967), which gave priority to understanding the ceramic sequence at Palenque, and because very small quantities of Preclassic were recovered at the site, ongoing research has emphasized developments during the Classic period” (Rands, 2005).

Asimismo reconoce el problema que ha incidido en el pobre conocimiento que se tiene de Palenque durante el Preclásico: “Most Preclassic pottery known at Palenque has been subject to marked redeposition and breakage. The lack of extensive penetration of sealed deposits has contributed to the failure to define ceramic complexes for the period. However, time depth is present” (Rands, 1967, 2005).

Como lo ejemplifica Robert Rands, la mayoría del material cerámico proviene de contextos mezclados, sin embargo podemos aseverar que la ocupación Preclásica está presente. Los criterios cerámicos para considerar éste periodo son los mismos utilizados por Robert Rands en su estudio de cerámica palencana: “First, however, one of the most important criteria for differentiating the two complexes, although almost axiomatic, should be noted: the presence of a waxy slip, Sierra Red, in much of the Preclassic pottery, and its absence from Picota ceramic complex” (Rands, 2006).

85

Figura 34. Material Preclásico del Tipo Sierra Rojo, recuperado por el PCU. (foto del autor).

POZOS ESTRATIGRAFICOS CON MATERIAL PRECLÁSICO.

De un total de 97 pozos estratigráficos realizados por el PCU, tenemos la presencia de material

Preclásico

en

22

pozos

los

correspondientes

6,7,11,13,20,21,22,23,25,26,29,31,35,37,38,41,42,63,70,85

a

los

y 91. Sin

números:

3,

embargo, al

analizar la estratigrafía pudimos notar que en el caso de los pozos 3, 6, 7 y 13 la deposición no es natural sino el resultado de acarreo de materiales para rellenar terrazas y otros elementos arquitectónicos ubicados en la porción sur de la ciudad,

86

modificaciones del terreno que ocurrieron durante el Clásico Temprano y Tardío. Ante esta razón, los cuatro pozos antes mencionados fueron retirados del conteo de materiales para los periodos Pre-Picota y Picota. De tal manera, los 18 pozos con material Preclásico representan el 19% del total de la muestra. El material Preclásico constituye el 3.1 % del total de tiestos analizados.

Durante la temporada 2003 se informó lo siguiente: “Además de los pozos también se realizó una recolección de superficie, en la que también pudimos detectar la presencia de material cerámico preclásico, la cual fue realizada cerca de la confluencia de los ríos Picota y Piedras Bolas, próxima a las estructuras L13 y 20; en la que un enorme árbol colapsado, levantó de raíz parte de estas estructuras, exponiendo el núcleo y una enorme cantidad de material cerámico, además de algunos restos óseos que tal vez pudieron pertenecer a algún entierro ubicado en cualquiera de las dos estructuras” (López Bravo et al, 2003).

Los pozos se distribuyeron de la siguiente manera: Barrio 1: Pozos 38 y 42 (11 % del total de los pozos con material cerámico Preclásico) Barrio 2: Pozos 22 y 26 (11 % del total de los pozos con material cerámico Preclásico) Barrio 3: Pozos 23, 25, 29, 31 y 35 (27.7% del total de los pozos con material cerámico Preclásico) Barrio 4: Pozos 37 y 41 (11 % del total de los pozos con material cerámico Preclásico) Barrio 5: Pozo 11 (5.5% del total de los pozos con material cerámico Preclásico) Barrio 7: Pozos 20 y 21 (11% del total de los pozos con material cerámico Preclásico) Barrio 10: Pozo 63 (5.5% del total de los pozos con material cerámico Preclásico)

87

Núcleo Central: 70, 85 y 91

(16.6% del total de los pozos con material cerámico

Preclásico)

El barrio 3 cuenta con la mayor concentración de pozos estratigráficos con presencia de material cerámico del tipo Sierra Rojo, a continuación presentaremos la descripción de 3 pozos realizados en ese barrio, con la finalidad de conocer la estratigrafía de la zona en cuestión.

Los barrios que no cuentan con la presencia de material diagnostico del Preclásico son: 6, 8, 9, 11 y 12.

Figura 35. Mapa de Palenque, mostrando las áreas con presencia de material cerámico del Preclásico (modificado de Barnhart, 2001).

SONDEOS.

A continuación se incluirán las descripciones de tres pozos estratigráficos practicados en el Grupo Nauyaca del Barrio 3 en donde fue posible localizar material diagnostico del

88

Grupo Sierra Rojo. La intención de mostrar estas descripciones es la de difundir el contexto en donde fueron localizados estos materiales diagnósticos, por lo que son representativos del barrio y del periodo al cual pertenecen. Es claro notar que en los tres ejemplos presentados aquí, el material preclásico esta presente en la capa II a una profundidad aproximada de entre 50-1.40 cms.

Pozo 29

Este pozo fue ubicado cerca del muro sur de la estructura N4; trazado en esta zona, debido a informes proporcionados por el Dr. Robert Rands, en los cuales afirmó que esta sección del sitio fue en donde él personalmente realizó algunas recolecciones y pozos en donde recuperó material cerámico preclásico (comunicación personal Robert Rands, 2003); por lo que esta información sirvió para concentrar nuestros esfuerzos en este conjunto.

Durante la primer capa, pudimos observar una densidad baja de material arqueológico y notamos una composición diferente en cuanto al suelo que extraemos de aquí en comparación con el pozo 25, en donde se notó una composición más arenosa proveniente de la plataforma artificial, mientras que el pozo 29, ubicado debajo de esa plataforma, se observó una composición más arcillosa, que habíamos notado en otros pozos como una arcilla depositada de forma natural.

En la capa II se recuperó material Preclásico, detectándose en los perfiles norte y este una lentícula que se comenzó a extender a una profundidad de 65 cm aproximadamente; esta lentícula es una intrusión de la Capa I, que de cierta manera dejó la mitad del pozo

89

de un color oscuro y la otra mitad una arcilla clara (ver dibujo de planta), además de que esta intrusión de arcilla oscura fue delimitada por una franja de gravilla o de pequeñas rocas de caliza.

Se procedió a dibujar los perfiles oeste y este por ser los más representativos, ya que mostraron con claridad estas intrusiones. Se siguió excavando por la nula presencia de roca madre y es en la capa III, que fue la misma presente en el pozo 25 (arenosa, mezclada con mica, de grano fino, similar a la arena presente en las playas formadas por los ríos), nos obligó a ir a una profundidad mayor en busca de la roca madre; pero debido a la dificultad presentada en la excavación de este pozo, se realizaron dos reducciones en el pozo, tratando de esta manera de finalizar su descenso; la primera se realizó al 1.40 m, partiendo al pozo a la mitad, la mitad oeste a su vez, se realizó la segunda reducción que dejó un escalón y se excavó a una profundidad de 1.80 m y la última porción (sección suroeste del pozo; ver dibujo de planta), se concluyó la excavación a una profundidad de 2 m, sin que a esta profundidad se haya localizado roca madre.

La capa I correspondió a la descripción 2.5 Y 2.5/1 negro, humus, materia orgánica en descomposición y con una densidad baja de material arqueológico. La capa II, presentó la descripción 2.5 Y 4/4 café verdoso, una arcilla de grano medio a fino, semicompacta, con algunas inclusiones de guijarros de caliza de diversos tamaños; contó con una baja densidad de material cerámico. La capa III, correspondió a 10 YR 5/6; fue un suelo arenoso, sin arcilla mezclada, con una consistencia muy compacta, con mica en su composición. El banco de nivel en este pozo se ubicó a 50 cm sobre la superficie.

90

Capa I

Capa II

0

50 cm. Capa III PCU 2003 Pozo 29 Excavó: BJVD NO EXCAVADO

PERFIL

E STE

Figura 36. Perfil este y foto de fin de excavación del Pozo 29 (foto y dibujo del autor).

Pozo 31

Pozo ubicado en las coordenadas E 600338 y N 1933477 (con un error de lectura de 3-6 metros), cercano a la estructura N 59, una edificación de tamaño pequeño que se ubica aproximadamente al centro de un patio o plaza, y que probablemente funcionó como

91

altar doméstico. Este pozo fue el que brindó la mayor cantidad de material preclásico obtenido desde la primera capa, de una profundidad de 40 cm en promedio. Fue en la segunda capa que se logró recuperar una cantidad muy alta de material cerámico preclásico, teniendo una profundidad de 60 cm y una consistencia arcillosa, mezclada con guijarros de roca caliza.

La tercer capa de este pozo, fue similar a la capa III de los pozo 23 y 29, pues estos conjuntos se asientan sobre el mismo macizo de tierra; al ser la tercera capa una deposición que sabemos se extiende a una profundidad aun no determinada, debido a los riesgos que presenta una excavación mas profunda de los 2.0 m a los que se han excavado estos pozos; aquí también se realizó una reducción, se divide el pozo de este a oeste y el primer escalón se excava hasta el 1.76 m, mientras que la porción sur, se excavó hasta 2.11 m (ver dibujo de planta).

La capa I correspondió a la descripción 2.5 Y 2.5/1 negro, humus, materia orgánica en descomposición y con una densidad alta de material arqueológico. La capa II, presentó la descripción

2.5 Y 4/2 café oscuro grisáceo, una arcilla de grano medio a fino,

semicompacta, con algunas inclusiones de guijarros de caliza de diversos tamaños; contó con una alta densidad de material cerámico. La capa III, correspondió a 10 YR 5/8; es un suelo arenoso, sin arcilla mezclada, con una consistencia muy compacta, con mica en su composición. El banco de nivel en este pozo se ubicó a 50 cm sobre la superficie.

92

Capa I

Capa II

Capa III

Roca madre

0

PCU 2003 Pozo 31 Perfil Norte Excavó: BJVD

50 cm.

Figura 37. Perfil norte del Pozo 31 (dibujo del autor).

Pozo 35

Pozo estratigráfico ubicado cercano al muro norte del complejo formado por las estructuras N 45, 46,47 y 48; trazado cerca de esta estructura para aprovechar el desecho proveniente del grupo. En este pozo se localizó material en superficie ya que en la mayor parte de las secciones de este grupo arquitectónico, nos fue posible detectar una enorme cantidad de material removido en parte por los hoyos practicados por pequeños mamíferos y roedores que fabrican sus madrigueras, por lo cual realizamos una recolección, para aprovechar esta oportunidad muy escasa en otros grupos.

La primer capa tuvo una profundidad de aproximadamente de 20 cm y una densidad de material arqueológico media; la capa II, una profundidad media de entre 50-70 cm, ya que como podemos ver en el dibujo de planta, el pozo se redujo casi en un 70% debido a la gruesa capa de carbonatación presente. Por esto, solo se pudo excavar la esquina 93

noreste del pozo, pues conforme avanzábamos, el estrato carbonatado se hacia mas profundo; pero durante las capas II y III fue posible detectar material Preclásico, por lo que se continuó excavando solo la porción noreste, hasta localizar roca madre, la cual apareció a una profundidad de 1.40 m

La capa I correspondió a la descripción 2.5 Y 2.5/1 black, negro humus, materia orgánica en descomposición y con una densidad baja de material arqueológico. La capa II, presentó la descripción 2.5 Y 4/4 olive brown, café verdoso, una arcilla de grano medio a fino, semicompacta, con algunas inclusiones de guijarros de caliza de diversos tamaños; cuenta con una baja densidad de material cerámico. La capa III, correspondió a 10 YR 5/6; es un suelo arenoso, sin arcilla mezclada, con una consistencia muy compacta, con mica en su composición. El banco de nivel en este pozo se ubicó a 50 cm sobre la superficie.

Capa I

Capa II

Capa III Carbonatación

0

PCU 2003 Pozo 35 Perfil Este Excavó: BJVD

50 cm.

Figura 38. Perfil este del Pozo 35 (dibujo del autor).

94

Figura 39. Comienzo excavación Pozo 35 (foto del autor).

95

CONSIDERACIONES.

Los Barrios 1, 3, 4, 5 y 7, que concentran la mayoría de los pozos estratigráficos con material preclásico, se asientan sobre una meseta plana, bordeando el arroyo Picota, con abasto constante de agua todo el año. Los Grupos Nauyaca, Limón y Retiro de Moisés presentan características muy distintas a otros en donde hemos ubicado concentraciones cerámicas de periodos posteriores (Clásico Temprano y Tardío): se distinguen por presentar una distribución espacial que se adapta al medio geográfico en el que se ubican, ya que todos se asientan sobre la misma planicie o terraza natural; se encuentran cercanos a fuentes de agua permanente y presentan una densidad constructiva comparativamente baja en relación a los demás conjuntos. Es importante mencionar que en la mayoría de los casos no se localizaron subestructuras o rellenos, lo que permite sugerir que en esta zona no se realizaron grandes modificaciones constructivas.

Por otro lado, sabemos también mediante los trabajos recientes de análisis de materiales cerámicos provenientes de otros barrios cercanos al núcleo central, que existe un segundo asentamiento con material cerámico del preclásico, el cual se encuentra localizado al noreste del Núcleo Central, esta concentración de material del grupo Sierra Rojo se localizo en los Grupos Campamento, I y II (ubicados junto al río Otulúm), Grupo C (emplazado junto a los arroyos Murciélagos y Balunté) e incluso en el Juego de Pelota (ubicado junto al río Otulúm). En resumen, los datos presentados establecen la presencia de dos asentamientos independientes. A pesar de lo que menciona Lisa Lucero sobre la ubicación de las grandes capitales del periodo Clásico, en lugares carentes de grandes cuerpos de agua (por lo tanto

96

dependientes del agua de lluvia) con elites controladoras de este vital recurso en beneficio de la familia gobernante (Lucero, 1999), Palenque no se ajusta a esta perspectiva, puesto que todos y cada uno de los barrios fundadores de la ciudad, bordean alguna corriente permanente de agua o se ubican a menos de 50 mts de algún arroyo.

Mediante estos sondeos no podemos hablar de arquitectura monumental ligada a este periodo de la antigua ciudad, pero si de actividad humana permanente en la zona, además de por supuesto una arraigada tradición cerámica, una vez localizados los barrios con esta evidencia, el siguiente paso de la investigación (en un futuro cercano) será la de localizar contextos sellados y arquitectura monumental asociados al periodo preclásico, esto para establecer los orígenes de la dinastía en Palenque, pues aunque por diversas inscripciones retrospectivas sabemos que el inicio de la dinastía se relaciona con el primer gobernante K´uk´ B´alam I (431-435 d. C.) (Bernal Romero, 2003; Martin y Grube, 2000; Schele y Freidel, 1990; Schele y Mathews, 1999; San Román, 2005), existen textos jeroglíficos que de acuerdo a Guillermo Bernal, trazan los inicios de la dinastía palencana por lo menos 600 años antes del reinado de K´uk´ B´alam I. (González Cruz y Bernal Romero, 2004).

En uno de los recientes hallazgos realizados en Palenque en el año de 2002, el arqueólogo Arnoldo González Cruz localizó un tablero en el edificio XXI, emplazado en la Acrópolis Sur de Palenque; el texto jeroglífico transliterado por el epigrafista Guillermo Bernal, narra una escena en la que Pakal II toma el papel de un legendario y antiguo gobernante de la ciudad, según Bernal el texto glífico que identifica a Pakal II, personifica a Ch´away U Kokan Kan “el que toma la sangre coesencial, serpiente de la espina para

97

sangrar” reafirmando este nombre con el tocado que luce Pakal II (González Cruz y Bernal Romero 2004, 2006).

Figura 40. Tablero del Trono del Templo XXI. (foto de Michel Zabé).

El mismo texto especifica que Ch´away U Kokan Kan fue un gobernante en el año 252 a. C., además se especifica que en ese entonces el gobernante colocó por primera vez la imagen de los dioses (GI y GII) dentro de un templo; ofrendando un lagarto y una concha en un tercer templo, que seria la casa de GIII, por lo que este gobernante fue visualizado como el iniciador de los cultos a las deidades protectoras del linaje y la ciudad (González Cruz y Bernal Romero, 2004, 2006).

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Figura 41. Pakal II, personificado como Ch´aáj-? -. (Tomado de Bernal Romero, 2006).

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Por lo que no es tan descabellado pensar que este personaje haya existido en realidad, tal vez como la mencionan González Cruz y Bernal Romero, se trató de un líder político y religioso (pero también muy carismático como lo menciona Houston en el concepto de moral community) que lideró la fundación de la ciudad, su recuerdo se transmitió de generación en generación y de esta manera es incluido en los textos jeroglíficos de la ciudad (González Cruz y Bernal Romero, 2004; Houston, 2001).

Ahora bien, con la evidencia obtenida mediante el análisis pertinente de los materiales cerámicos, estamos ante la presencia de dos asentamientos independientes durante el periodo Preclásico, uno al oeste y otro al este, recordemos una definición básica de sinoikismo en el que es considerado como “proceso social mediante el cual varios asentamientos separados se unen y fundan una nueva ciudad o entidad política” (Smith, 2006), podríamos considerar a Palenque como un ejemplo de sinoikismo, en donde dos asentamientos se unen para formar uno solo y realizar la fundación “oficial” de la ciudad.

Incluyendo aspectos de formalidad (propuestos por Michael Smith) mediante este tipo de ofrendas o ritos religiosos realizados para inaugurar templos o edificios (tablero del trono del Templo XXI). Categoría también llamada por Smith como fundación religiosa formal (Smith, 2006).

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CAPITULO 4. LA EXPANSION DEL CLÁSICO TEMPRANO.

Investigaciones previas han sugerido que durante el Clásico Temprano Palenque aun no alcanzaba el estatus de una ciudad importante; el área de influencia del sitio se reducía solo a los asentamientos localizados en las cercanías y a no más de 5-10 kms de distancia, esto por la dificultad de transportar mercancía hacia un lugar no tan importante, además de que se hallaba condicionada por la topografía del lugar, por lo que esta distribución cerámica, tal vez no pudo superar los asentamientos localizados a lo largo del río Michol y Chacamax (Rands, 1967, 1996).

A su vez para esta época aun no hay una clara evidencia de expansión hacia algún punto en particular, como podemos observar la mayoría de las vajillas en Palenque fueron producidas localmente, por lo que según Rands, “el área sostenedora del sitio estaba distribuida en forma lineal a lo largo de la primera línea de sierras y se estima que no cubría mas de trescientos kilómetros cuadrados”. (Rands, 1967)

Para el Clásico Temprano (150-600 d. C.) están contempladas dos fases cerámicas en Palenque. Estas son: la fase cerámica Picota (150-350 d.C.) y Motiepá (350-600 d.C.). El análisis cerámico que a continuación se presenta fue realizado sumando los materiales pertenecientes a ambos periodos, considerando el comentario de Robert Rands (comunicación personal, 2003) sobre los criterios que utilizó para separar ambos periodos, mismos que actualmente están en revisión. Adicionalmente, la unión de ambos periodos nos permite comprender, en términos comparativos, los cambios que

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sucedieron en la ciudad relacionados con la fundación de la dinastía local y el desarrollo de Palenque como capital regional.

POZOS ESTRATIGRAFICOS CON MATERIAL DEL CLÁSICO TEMPRANO.

La presencia de la fase cerámica Picota está presente en 23 pozos de sondeo de un total de 97, lo que representa el 24% de la muestra total de los sondeos practicados, este material fue ubicado en los sondeos 5, 11, 16, 18, 19, 21, 22, 26, 33, 34, 38, 43, 60, 61, 65, 69, 75, 78, 79, 82, 84 y 86 (de este conteo fueron eliminados los pozos 7 y 13, por las razones explicadas en el capítulo anterior). Los 23 pozos con material cerámico Picota representan el 1.9% del total de la muestra.

Mientras que la fase cerámica Motiepá esta presente en 62 pozos, lo que representa un 64% de la muestra total, este material fue localizado en los sondeos 2, 3, 5, 6, 7, 8, 9, 11, 12, 13, 14, 16, 18, 20, 21, 22, 23, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33, 34, 36, 37, 38, 39, 42, 43, 45, 46, 50, 51, 58, 59, 60, 61, 63, 64, 65, 67, 68, 69, 70, 71, 72, 74, 75, 78, 79, 80, 82, 83, 84, 85, 86, 87, 91. Los 62 pozos con material cerámico Motiepá representan el 15.7% del total de la muestra.

En total los sondeos clasificados dentro del periodo Clásico Temprano suman 62 lo que representa el 64% de la muestra total y son lo siguientes: 2, 3, 5, 6, 7, 8, 9, 11, 12, 13, 14, 16, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33, 34, 36, 37, 38, 39, 42, 43, 45, 46, 50, 51, 58, 59, 60, 61, 63, 64, 65, 67, 68, 69, 70, 71, 72, 74, 75, 78, 79, 80, 82, 83, 84, 85, 86, 87, 91. En conjunto las dos fases cerámicas representan el 17.6% de la muestra total analizada.

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Los pozos se distribuyen de la siguiente manera: Barrio 1: Pozos 10, 12, 14, 16, 30, 36 (9.7% del total de los pozos con material cerámico Clásico Temprano) Barrio 2: Pozos 2, 5, 8, 22, 26, 27, 28 (11% del total de los pozos con material cerámico Clásico Temprano) Barrio 3: Pozos 23, 25, 29, 31 y 33 (7.9% del total de los pozos con material cerámico Clásico Temprano) Barrio 4: Pozos 37, 38, 39, 42 y 43 (7.9% del total de los pozos con material cerámico Clásico Temprano) Barrio 5: Pozos 7, 11, 13, 32, 34, 45 (9.7% del total de los pozos con material cerámico Preclásico) Barrio 6: Pozo 3, 6, 9, 19 (6.3% del total de los pozos con material cerámico Clásico Temprano) Barrio 7: Pozos 18, 20 y 21 (4.8% del total de los pozos con material cerámico Clásico Temprano) Barrio 8: Pozos 75 y 79 (3% del total de los pozos con material cerámico Clásico Temprano) Barrio 9: Pozos 59, 61, 63, 65, 67, 69, 71 y 83 (12.9% del total de los pozos con material cerámico Clásico Temprano) Núcleo Central: 46, 50, 51, 53, 58, 60, 64, 68, 70, 72, 74, 78, 80, 82, 84, 86, 91 (27% del total de los pozos con material cerámico Clásico Temprano) Los Barrios 2, 9 y Núcleo Central, presentan la mayor concentración de pozos estratigráficos con presencia de material cerámico perteneciente al Clásico Temprano, a

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continuación presentaremos la descripción de 4 pozos representativos de este periodo, con la finalidad de conocer la estratigrafía de la zona en cuestión.

La descripción y elaboración del texto de los pozos 64 y 78 provienen del informe parcial entregado por el Arqlgo. Javier López Mejía al Director del proyecto el Arqlgo. Roberto López Bravo.

Figura 42. Mapa de Palenque, mostrando los sectores con presencia de material Clásico Temprano (modificado de Barnhart, 2001).

SONDEOS.

A continuación presentamos 4 pozos de sondeo que son representativos del periodo Clásico Temprano, ya que contienen materiales cerámicos diagnósticos de este periodo.

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Para el pozo 75 se puede observar que justo debajo de la cista fechada para la fase Murciélagos-Balunté por las vasijas localizadas en el entierro numero 10, se ubicó material perteneciente al Grupo Águila Naranja.

En el pozo 78 capa III, mezclado con material del tipo Sierra Rojo, también fue posible recuperar fragmentos de tiestos del Grupo Balanza Negro. En el pozo 63, capa III al igual que el ejemplo anterior, mezclado con material cerámico del tipo Sierra Rojo, fue posible localizar bordes y ollas de cajetes diagnósticos de la fase Motiepá.

Mientras que en el pozo 64, capa IV, fue posible localizar bordes de ollas correspondientes a la fase Motiepá.

Pozo 75.

Pozo ubicado cercano a la estructura J4; se comenzó la excavación y se pudo observar que la primer capa, presentó una densidad baja de material arqueológico por lo que se avanzó sin dificultad y justo al comenzar la siguiente capa y nivel, se localizó un alineamiento de rocas que presentó un arreglo de cista y que estaban orientadas nortesur, se procedió a realizar el registro fotográfico y de dibujo y se comenzó a levantar las rocas que forman parte de la tapa, justo por debajo se pudo observar un entierro humano orientado norte-sur.

Entierro 10. Se trató de un individuo depositado en una cista muy bien elaborada con delimitaciones laterales y un fondo formado por una gran laja de una sola pieza de roca

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caliza, es un entierro primario que al parecer fue revuelto por alguna clase de roedor, pues la disposición de los restos óseos fue alterada de gran manera que restos de mandíbula aparecen tanto en el extremo norte como en el sur; consideramos que originalmente pudo haber guardado una posición en decúbito dorsal extendido; los restos óseos presentaron un estado medio de conservación y muchos de ellos están ya fracturados, lo más importante de este entierro y que nos habla de la importancia del individuo, es la gran cantidad de objetos colocados como ofrenda, pues contó con dos cajetes completos del tipo Yalcox pertenecientes a la fase cerámica Murciélagos, uno ubicado en el norte y otro en el sur; también se localizó fragmentos de navajillas prismáticas, un fragmento de punta de proyectil y unos implementos de hueso trabajado, los cuales resultan importantes en extremo por ser ejemplares muy poco conocidos dentro de los objetos arqueológicos de Palenque.

Se trató de dos fragmentos de hueso trabajado que en su parte distal presentan las representaciones de manos con detalles de muñequeras y que han sido relacionadas con los instrumentos utilizados por los escribas y que aparecen en muchas representaciones dentro del arte cortesano de los mayas y que recientemente han sido localizados fragmentos similares en excavaciones llevadas a cabo en Oxkintok, Yucatán (Schmidt, 2004).

Fragmentos también de agujas, fueron localizados dentro de la cista, por lo que mediante la rica ofrenda de este personaje, se puede ligar de alguna manera con la clase noble de la sociedad palencana y que jugo un papel importante dentro de los habitantes del grupo IV, pues por medio de los materiales recuperados podríamos ligarlo a la clase de los artesanos o escribas. 107

Estos ejemplos de artefactos se suman a los pocos hallados en contextos de excavaciones controladas y que mediante la epigrafía y la iconografía pueden sin duda ligarse de una manera inmediata a sus propietarios o usuarios.

Se continuó con el registro fotográfico y de dibujo y se prosiguió excavando con mucho cuidado para obtener todos los datos posibles de este entierro.

Una vez terminado el registro, se procedió a desmontar la cista para continuar con el trabajo de excavación y poder llegar a roca madre, por debajo, tuvimos un relleno arquitectónico mezclado con gran cantidad de material cerámico y con una mezcla de las dos primeras capas.

El material localizado debajo de la cista pertenece al tipo cerámico Águila Naranja y al tipo cerámico Dos Arroyos, adscritos a la fase cerámica Motiepá, lo cual remonta la existencia de este grupo a por lo menos el Clásico Temprano.

Fue durante la capa III nivel 3 (aproximadamente 140-150 cms) que se ubicó la sedimentación similar al tepetate y que constó de compactaciones de arena fina con inclusiones de mica, esta compactación como ya la hemos visto con anterioridad es un estrato estéril, por lo que se procedió a realizar el registro y a tapar el pozo.

La Capa I correspondió a la descripción 2.5 Y 2.5/1 negro, humus, materia orgánica en descomposición y con una densidad baja de material arqueológico.

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La Capa II, presentó la descripción 2.5 Y 4/2 café oscuro grisáceo, una arcilla de grano medio a fino, semicompacta, con algunas inclusiones de guijarros de caliza de diversos tamaños; contó con una alta densidad de material cerámico. La Capa III, correspondió a 10 YR 5/8; es un suelo arenoso, sin arcilla mezclada, con una consistencia muy compacta, con mica en su composición. El banco de nivel en este pozo se ubicó a 50 cm sobre la superficie.

Figura 43. Perfil este, Pozo 75 (dibujo del autor).

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Figura 44. Planta del Entierro 10 (dibujo del autor).

Figura 45. Foto del Entierro 10 (foto del autor).

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Figura 46. Foto de un fragmento del elemento 3, vasija del tipo Telchac Compuesto que formó parte de la ofrenda del Entierro 10 (foto del autor).

Figura 47. Foto de los elementos 1 y 6 respectivamente, fragmentos de espátulas y agujas fabricadas en hueso que formaron parte de la ofrenda del Entierro 10 (foto del autor).

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Figura 48. Foto de fin de excavación del Pozo 75 (foto del autor).

Pozo 78.

El pozo 78 se localizó muy cerca de la estructura NG2, dentro del Grupo Norte sobre la misma plataforma desde donde desplanta el Templo del Conde, a 20m al NW del pozo 74.

La Capa I fue una tierra de color café oscuro (10YR2/1) de consistencia arenosa, en donde sólo la esquina NE presentó contenido de piedra. El material arqueológico fue abundante, principalmente cerámica, obsidiana y algunos fragmentos de figurillas. La Capa II tuvo una consistencia arcillosa y de color café verdoso (2.5Y4/4), con un poco de contenido de grava que aumentó hacia el final de la capa.

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El material cerámico se encontró en baja cantidad y algunos fragmentos de figurilla. La Capa III se encontró por debajo de una pequeña capa de gravilla y se trató de tierra café claro de consistencia arcillosa y a diferencia de la capa anterior no presenta grava, sólo algunos fragmentos de piedra caliza, incluso en el sector norte del pozo se apreció una acumulación de este tipo de piedra. El material arqueológico fue principalmente cerámica, hueso, y fragmentos de carbón. La Capa III continuó con las mismas características a lo largo de aproximadamente 70cm, fue difícil apreciar un cambio radical en las características del estrato, sólo en el perfil W la tierra se oscureció y la piedra dejó de estar presente, lo que marcó el inicio de la Capa IV.

También existe otro tipo de material arqueológico distinto, incluso diagnóstico de fases tempranas del sitio, algunos tepalcates con engobe rojo pulidos de la superficie, en especial un cajete con decoración acanalada, y otro de color negro, muy parecido a los tipos Balanza Negro y Sierra Rojo, incluso su origen puede ser foráneo. Existe también la presencia de carbón y destaca la presencia también de una tenaza de cangrejo muy grande.

Cerca de los 3m de profundidad, se localizaron piedras de gran tamaño, que incluso se confundieron con roca madre, así, después de 3.50m de profundidad, fue difícil continuar con el acarreo de tierra y piedra hasta la superficie, por lo que se decidió dar por terminado el pozo, además de que la presencia de material de arqueológico es nula.

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Capa I Capa II

Capa III

Capa IV

PERFIL OESTE PCU 2004 Pozo 78 Excavó: JLM

0

50 cm.

Figura 49. Perfil Oeste del Pozo 78 (dibujo de Javier López Mejía).

POZO 63.

Pozo ubicado cerca de la estructura EC46, en esta parte se localizó escombro y material removido de la estructura cercana y en donde se realizó una recolección de superficie, ubicamos material cerámico y óseo, quizá proveniente de alguna tumba removida por algún roedor, pues no encontramos evidencia clara de algún pozo de saqueo.

Durante la primer y segunda capa tuvimos escasa presencia de material cerámico y observamos que la segunda capa se trató de un relleno constructivo con roca caliza de diferentes tamaños, variando desde bloques medianos hasta rocas pequeñas, mezcladas con una arcilla de color oscuro y de grano medio; al continuar excavando localizamos la capa III, que es una arcilla de grano fino y con una tonalidad que fue desde el claro hasta

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el oscuro y es durante la capa III nivel 2 (aprox. 120 cms de profundidad) que ubicamos material cerámico del grupo Sierra Rojo, correspondiente al Preclásico Tardío.

Al continuar trabajando pudimos observar en el siguiente nivel restos de lo que parecía ser piedra quemada o sometida a grandes periodos de calor, esto por la coloración y por la consistencia de las rocas, además de pequeñas concentraciones de carbón.

Continuó la ubicación de poco material cerámico también de fases posteriores como Motiepá (Clásico Temprano), lo cual, tentativamente nos habla de la temporalidad de este grupo.

El nivel final fue alcanzado en la capa III nivel 3 a una profundidad aproximada de 140 cms y en donde la roca madre se pudo observar .

La capa II y III consideramos que formaron parte de rellenos culturales para la construcción de estructuras en esta zona y fue realizado mediante el acarreo de rocas de diversos tamaños.

La Capa I, correspondió a 10 YR 2/1 negro, capa de material en descomposición, humus y de un color muy oscuro, no muy profunda es una capa en la cual se ubicó muy poco material arqueológico. La Capa II correspondió a 10 YR 4/2 café grisáceo oscuro; fue una capa que contuvo una mayor presencia de arcilla, compacta, de grano medio y que se mezcló con guijarros de caliza de diferentes tamaños es aquí donde tuvimos una mayor presencia de material.

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La Capa III correspondió 10 YR 4/2 café grisáceo oscuro, fue una arcilla más compacta, de grano fino y con las mismas inclusiones de caliza que se vieron en niveles anteriores.

Figura 50. Perfil del Pozo 63. (dibujo del autor).

Pozo 64.

El pozo 64 se localizó sobre una terraza, al norte de las terrazas ST12 y ST13 dentro del conjunto Terrazas Schele, La superficie fue muy irregular debido a la presencia de piedra de derrumbe, principalmente en el lado este del pozo y sobre la esquina SW, que muy probablemente provinieron de una pequeña estructura que se localizó en el límite este del pozo sin dibujar en el mapa.

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La superficie presentó alto contenido de hojarasca y raíces gruesas, además desecho moderno destaca la presencia de tres tarjetas de plástico.

La Capa I se caracterizó por la presencia de tierra arenosa de color café oscuro (10YR2/1) y el contenido de raíces, incluso, una muy gruesa cruzó el pozo de este a oeste. Esta capa se puedo considerar muy corta de alrededor de 10cm de ancho en algunas de sus secciones, debido al cambio de capa producido por la localización de piedra de derrumbe, principalmente en el sector norte del pozo. El material arqueológico fue abundante, principalmente en la sección sur del pozo, sobre la esquina SW, en el resto del pozo el material disminuye y destacó la presencia de piedra de derrumbe. Pudimos enumerar la presencia de cerámica, figurillas, obsidiana gris veteada y un colmillo de jabalí. La Capa II se reconoció por la acumulación de piedra de escombro principalmente en la sección norte del pozo. El tipo de estrato continuo siendo del mismo tipo, de tierra café oscuro de consistencia arenosa. El material arqueológico continuo en abundancia, principalmente en la sección sur, pudimos ubicar figurillas, obsidiana gris vetada, hueso de animal, un fragmento de cornamenta, cerámica con decoración, piedra de molienda, un pulidor, una hachuela de caliza tallada y tres caracoles. En la esquina NW a los 90cm de profundidad, se detectó lo que parece un aplanado de estuco sobre un firme de gravilla, muy probablemente los restos de un piso, incluso, al mismo nivel de profundidad se pudo detectar el firme, aunque sin la presencia de estuco. Sobre el fragmento de estuco en la esquina NW, se encontraron tres caracoles con el

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pedúnculo recortado, debido al deterioro de lo que pudiera tratarse de nivel de piso en el resto del pozo, es difícil establecer fragmentos de cerámica sobre piso, no obstante, la presencia de relleno más compacto de grava, marca el cambio de capa. En el perfil este del pozo se apreció un muro de al menos dos hiladas de piedra, en superficie se pudo observar la estructura que no fue dibujada en el mapa, es probable que las hiladas de piedra formen parte de esta estructura. La Capa III se trató de relleno de grava de tamaño medio, mezclada con tierra de café verdoso muy clara (2.5Y5/3) de estructura arenosa. En la esquina NE se apreció una acumulación de piedras de relleno de tamaño grande. Continuo la presencia de material arqueológico revuelto dentro del relleno, destacó la presencia de fragmentos de cerámica, figurillas, y una lasca de obsidiana; el material se encontró en mucha menor cantidad que en capas anteriores, sólo casi al final de esta capa, se detectó un incremento en la cantidad del material, destacó una mano de metate de basalto de grano fino muy bien pulido, un caracol con el pedúnculo cortado, hueso y algunas figurillas muy maltratadas. Esta capa puede considerarse amplia, ya que midió aproximadamente 60cm, sin cambio en las características del estrato. En la Capa IV se apreció un cambio en la coloración de la tierra, ya que viró a un color más claro (2.5Y6/3) y de consistencia más arenosa, incluso la grava cambia de tamaño medio a pequeño y en mayor cantidad, distribuido de manera homogénea, lo que hace suponer que se trató de un relleno artificial. El material arqueológico continuó saliendo en los primeros centímetros de esta capa, principalmente cerámica, obsidiana gris y fragmentos de piedra de molienda. El material diminuyó paulatinamente hasta desaparecer al final de la capa. Se detectó un nuevo cambio en la coloración de la tierra que se torna blanquizca, por la presencia de roca madre dentro del pozo a los 2.30m de profundidad.

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Capa I

Capa II Piso

Capa III

Capa IV

Roca Madre PERFIL NORTE PCU 2004 Pozo 64 Excavó: JLM

0

50 cm.

Figura 51. Perfil del Pozo 64 (dibujo de Javier López Mejía)

CONSIDERACIONES.

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Trabajos anteriores han sostenido la idea de que Palenque fue un pequeño asentamiento durante este periodo, con muy poca influencia en la zona y con un radio de acción muy limitado (Rands, 1965, 1967,1974), sin embargo, la cantidad y distribución de los materiales obtenidos en nuestros sondeos sugieren que el sitio experimento un crecimiento sostenido y realizó un intercambio activo con otras comunidades del Peten (San Román, 2005).

Lo anterior es evidente por la recuperación de tiestos pertenecientes a los grupos cerámicos Águila Naranja, Balanza y Polvero Negro. Es evidente un cambio en el patrón de ocupación de la ciudad, pues son pobladas las áreas inmediatas a los asentamientos originales (Preclásico Tardío), la mayor parte de los barrios están ocupados durante este periodo, solo quedan vacías las partes mas elevadas y las zonas bajas, esta fase colonizadora aprovecha la meseta y planicie natural ubicada entre ambos asentamientos y comienza a dirigirse a las partes elevadas de la zona, este patrón de urbanización se da de forma radial en anillos concéntricos y no de forma lineal como ha sido propuesto por diversos investigadores.

Figura 52. Fotografía del material cerámico del tipo Águila Naranja (foto del autor).

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Es durante este periodo que se unifican los dos asentamientos independientes localizados en el Preclásico y que deciden formar un solo centro poblacional, escogiendo el Núcleo Central como el epicentro de toda la actividad política realizada en la ciudad siguiendo el modelo de sinoikismo propuesto con anterioridad. Las subestructuras localizadas en el Palacio deben datar precisamente de esta época, por lo que la gran plaza de Palenque fue el centro de la ciudad desde el Clásico Temprano y no posteriormente como ha sido propuesto por algunos autores (López Jiménez, 2004).

La actividad constructiva es intensa y se realiza en todo el asentamiento, construyendo viviendas, templos y todo tipo de construcciones aptas para las actividades humanas.

Muy probablemente la canalización de los ríos y arroyos daten también de este periodo, pues la traza urbana así lo requiere para que construcciones posteriores eviten problemas de inundaciones, es poco probable pensar que los trabajos de canalización de agua, o de adecuación de espacios para viviendas tuvieran que esperar mas de 600 años para realizarse, pues una ciudad en constante crecimiento requiere de medidas y soluciones inmediatas para resolver problemas básicos de abasto de agua, espacios de vivienda, áreas de actividad, etcétera.

Las excavaciones realizadas en el grupo arquitectónico Escondido (Barrio 1 de este trabajo), permitieron analizar las propuestas previas sobre su temporalidad y función. Trabajos previos sugirieron que este conjunto fue levantado sobre una gran plataforma artificial, y que por su emplazamiento cercano a la plaza creada por el acueducto del río Picota debió funcionar como un conjunto palaciego de época temprana (Barnhart, 2001).

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Sin embargo, si bien el material recuperado nos remite a una ocupación Motiepá, la evidencia estratigráfica demostró que los edificios fueron construidos sobre una elevación natural del terreno, dejando la idea de que podía tratarse de una construcción artificial.

Figura 53. Mapa del Grupo Escondido en comparación con el Palacio (tomado de Barnhart, 2001).

Es notoria la compactación y el agrupamiento cada vez más evidente de los conjuntos arquitectónicos, se realizaron esfuerzos notables por nivelar y terracear las elevaciones y las laderas, esto con el fin de adecuar espacios habitacionales cada vez mas escasos debido a la explosión demográfica observada durante este periodo. Esto lo constatamos por la gran cantidad de rellenos formales, pisos de gravillas, subestructuras y otros elementos arquitectónicos que sirvieron para dar forma a la ciudad.

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Ya hemos descrito con anterioridad 4 casos específicos, pero también tenemos que añadir el pozo estratigráfico 74, donde también se localizaron materiales cerámicos pertenecientes al Clásico Temprano en las inmediaciones del Templo del Conde. El pozo 75, es otro claro ejemplo del contexto del Clásico Temprano, ya que presentó una cista con un entierro asociado a vasijas Murciélagos-Balunté (700-810 d. C.), pero justo por debajo de este entierro, localizamos material cerámico del tipo Águila Naranja, además de notar una secuencia de rellenos para nivelar la plaza del grupo IV, lugar donde se localizó el deposito funerario.

Los contextos estratigráficos se tornaron cada vez mas complejos conforme nos acercamos al núcleo central de Palenque, pues comenzamos a notar en las excavaciones algunos restos de pisos de estuco, firmes de gravilla, compactaciones de tierra y otros trabajos que formaron parte de los trabajos de ampliación, nivelación y terraceado necesarios para erigir las estructuras más importantes de la ciudad, como el Palacio y el Grupo Norte, y también zonas habitacionales fuera del Núcleo Central, como en los edificios ES 27, 33, 34 y 37. Un ejemplo de especial interés es el conjunto Xinil Pa´, ya que presenta una gran densidad constructiva, consta de conjuntos residenciales pequeños que presentan la característica de tener espacios internos (patios y plazas) muy privados, y que, por consiguiente, no son accesibles de una manera fácil a la gente que no perteneciera a este sector. Podemos observar que estas unidades habitacionales fueron ocupadas tal vez por una parte de la elite palencana, esto debido a la gran inversión tanto de mano de obra como de materiales constructivos utilizados en esta zona.

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MR45

MR 56 M R6

MR

41

MR53

MR57 M R58

M R42

MR47

MR52

MR54

MR 59

X P75

MR

MR38

MR49

51

MR

XP6

43

MR 44

MR55

MR40

MR61 X P2

MR

MR46 0

MR39

XP4

MR48

50

X P5 XP3

X P1

X P7

XP 9 XP8 X P38 XP 21

XP 10 XP14

XP11 XP1 2

X P17

XP2 3

X P24 XP22 cto acu edu

X P13 XP20 XP18

XP19

XP15 XP 16

XP25

PB36

XP2 6

XP32 XP27

XP2 8

XP29

XP33

XP67 XP 31 XP34

Xinil Pa

ca ja de agua

N

XP66

XP30

X P36

XP35 XP6 5

XP 68

X P46 X P72

X P69 XP37

XP59

X P70

XP 47

X P44

XP71

XP58 XP48

XP40

XP4 3

X P39

XP 64

X P49 X P45 XP41

XP52

X P57 X P42

XP51

X P50 XP63 X P54

XP55

X P60

XP56

X P53

X P61 XP7

XP74

3

XP62

Figura 54. Mapa del Grupo Xinil Pa´(Modificado de Barnhart, 2001).

Este es el periodo en que Palenque se afianza y consolida como la capital política de un señorío que dominaba un amplio territorio del sector noroccidental del área Maya. De acuerdo a la evidencia localizada por el PCU, la mayor parte de la ciudad ya se encontraba ocupada y el tamaño alcanzado durante este periodo, es aproximadamente el mismo que logró durante la época generalmente asumida de su máximo apogeo siglos después, lo cual será presentado en los próximos capítulos.

Adicionalmente, el crecimiento de la ciudad durante el Clásico Temprano que se ha presentado sustentado en evidencia cerámica, coincide con los textos epigráficos, mismos que señalan la fundación oficial de la ciudad ocurrida en el año 431 d. C.

Uno de los propósitos (a futuro) de esta investigación, es la documentación e investigación de los periodos iniciales de la ciudad y por supuesto también el interés en áreas aun inexploradas, consideramos que la importancia que alcanza Palenque durante el Clásico Tardío, radica tanto en el Preclásico como en el Clásico Temprano, son 124

momentos cruciales que definirán la forma y el tamaño del asentamiento. La historia temprana de Palenque constituye uno de los momentos clave dentro de la dinámica regional del área norte de Chiapas y sur de Tabasco.

125

CAPITULO 5. EL CLÁSICO TARDÍO.

Durante décadas, Palenque ha sido considerado como uno de los ejemplos más claros y el reflejo de una tradición arquitectónica, epigráfica, artística y en general de un desarrollo cultural y apogeo alcanzado durante el periodo Clásico Tardío; Robert Rands señala que “El auge espectacular de Palenque durante el reinado de Pakal (615-683 d. C.) es bien conocido a partir de la arquitectura y la escultura del sitio” (Rands, 2003), muchos autores señalan incluso que durante periodos anteriores, Palenque era una villa o aldea sin una población o un área de ocupación lo suficientemente grande como para ser un centro de la importancia que alcanzó durante el gobierno de K´inich Janahb´ Pakal II (615-683 d. C.), (Bishop, 1994; Flores Jiménez, 2002; Liendo, 2000, 2002; Liendo y Vega, 2000; Márquez y Hernández, 2004; Rands, 2003; San Román, 2005a y 2005b ; Schele, 1974; Schele y Freidel, 1990).

K´inich Janahb´ Pakal II (615-683 d. C.) fue el gobernante más recordado en la antigua ciudad de Palenque, a juzgar por el uso de su imagen y persona como elemento fundamental en varias entronizaciones de gobernantes durante el periodo posterior a su muerte. K´inich Janahb´ Pakal II es representado en los tres tableros del Grupo de las Cruces, realizando diversos actos en compañía de su hijo y heredero Kan Balam II en el año 684 d. C. (Bernal Romero, 2003; Schele, 1974; Martin y Grube, 2000), así también, es testigo de la entronización de su segundo hijo K´inich K´an Joy Chitam II en el año 702 d. C. (Bernal Romero, 2003; Martin y Grube, 2000), y años mas tarde es también testigo y parte central de la entronización de su nieto K´inich Ahkal Mo´ Nahb´III y la 128

presentación de U Pakal K´inich Janahb´Pakal como heredero al trono en el año de 721 d. C. (González y Bernal, 2002), aun después de muerto, era parte activa de los ritos realizados por la elite palencana.

Figura 55. Tablero del Templo de la Cruz (Dibujo de Linda Schele).

Esta idea de Pakal el grande permanece aún en la mente de los investigadores cuando se refieren a Palenque, por lo tanto el gran auge y apogeo de la ciudad es directamente relacionado con este gobernante. Derivado de la información recabada por el PCU durante dos temporadas de campo, podemos presentar un escenario diferente ocurrido durante el periodo Clásico Tardío,

129

pues como mencionamos en el capitulo anterior, la ciudad ya tenia el tamaño que alcanzaría en su apogeo, consideremos entonces que la mayoría de las edificios solo sufrieron modificaciones, ampliaciones o remodelaciones, pues en realidad eran estructuras ya existentes.

La fase cerámica Otolúm, es representativa de este periodo cronológico en la ciudad y en su totalidad enmarca la vida de K´inich Janahb´ Pakal II, este periodo fue ajustado para cubrir aproximadamente 100 años, como Rands lo menciona: “Según los estudios cerámicos el periodo general de Pakal, comprendido entre los años 600 y 700 d. C. aproximadamente, corresponde a la fase Otolúm” (Rands, 2003).

La siguiente fase cerámica enmarcada dentro del periodo Clásico Tardío, es la fase Murciélagos que va del 683-750 d.C.; después de la muerte de Pakal II en el año de 683 d.C., Palenque continua su larga tradición constructora y el próximo gobernante Kan B´alam II, erigirá el Grupo de las Cruces en el año de 692 d. C., se prolonga la bonanza y la vida prospera en la ciudad, su esfera de interacción se amplia aun más, incorporando a sitios tan lejanos como La Mar o Anayte (Martin y Grube, 2000), el arte palencano se ve reflejado en la fabricación de los mejores ejemplares de portaincensarios, aunque hay evidencia de su manufactura desde el periodo Clásico Temprano (Cuevas García, 2005), la talla de tableros y monumentos se perfecciona y tenemos como muestra el Tablero de los Guerreros, localizado en el Templo XVII, o los tableros emplazados en el Grupo de las Cruces.

130

Figura 56. Tablero del Templo del Sol (dibujo de Linda Schele).

Figura 57. Portaincensario del Grupo de las Cruces (foto del autor). Kan B´alam II, muere en el año de 702 d.C. y lo sucede en el trono su hermano K´inich K´an Joy Chitam II, quien al igual que su antecesor, busca dejar su marca en la ciudad, por lo que realiza ampliaciones y remodelaciones al Palacio, construye la casa A-D

131

comisionando el llamado Tablero del Palacio en donde recibe el poder de manos de sus padres, que por cierto ya habían fallecido tiempo atrás.

Palenque sufre un gran revés y es capturado K´inich K´an Joy Chitam II por el gobernante K´inich B´aaknal Chaak de Toniná en el año 711 d.C., si es mantenido cautivo o sacrificado es aún incierto (Martin y Grube, 2000), lo cual deja un gran vacío de poder en la ciudad.

Figura 58. Monumento 122 de Toniná (foto del autor).

Es hasta diez años después cuando surge un nuevo gobernante, K´inich Ahkal Mo´Nahb´III, este gobernante es entronizado en 721 d. C., y Palenque es testigo de una revitalización constructiva en la Acrópolis Sur, en donde se comisionaron los finos tableros de los Templos XIX y XXI.

132

En estos tableros se narra una ceremonia llevada a acabo en el año 736 d.C., remembrando la entronización de K´inich Ahkal Mo´Nahb´III sucedida años antes en el 721 d.C., momentos importantes en la vida de la ciudad, ya que después de un vacío en el poder, Palenque recuperó su rol como capital regional.

El Tablero de los Esclavos nos provee de información en cuanto a la expansión de la ciudad, por medio de campañas guerreras, realizadas por Chak Suutz’, yajaw K’ahk’ de Palenque, en esta inscripción podemos observar lo siguiente: “El propio monumento registra sus victorias guerreras al oriente de Palenque (723-725 d. C.), cuando conquistó varias localidades, una de ellas llamada K'ihna', dependiente de Piedras Negras” (Bernal Romero y Venegas Durán, 2005).

Figura 59. Tablero de los Esclavos (dibujo de Linda Schele).

133

Lo que nos permite aseverar que durante el periodo Clásico Tardío, pero específicamente durante la fase cerámica Murciélagos (683-750 d.C.) Palenque alcanza su máximo apogeo y por consiguiente su población y su extensión territorial alcanzan niveles nunca antes vistos, reflejando la importancia que había adquirido en el sector noroccidental del area Maya. Así también podremos observar años después, su abandono inminente durante las fases cerámicas Balunté y Huipalé.

POZOS ESTRATIGRAFICOS CON MATERIAL CLÁSICO TARDIO.

La presencia de la fase cerámica Otolúm está presente en 69 pozos de sondeo de un total de 97, lo que representa el 71% de la muestra total de los sondeos practicados, este material fue ubicado en los sondeos 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 24, 27, 28, 31, 32, 33, 34, 35, 36, 37, 38, 39, 41, 42, 43, 44, 45, 46, 47, 50, 51, 56, 58, 59, 60, 61, 62, 63, 64, 65, 66, 67, 69, 70, 71, 72, 75, 76, 79, 80, 82, 83, 84, 85, 86, 87, 88, 91. Los materiales del periodo Otulúm son el 11.4% del total de la muestra analizada.

La presencia de la fase cerámica Murciélagos está presente en 83 pozos de sondeo de un total de 97, lo que representa el 86% de la muestra total de los sondeos practicados, este material fue ubicado en los sondeos 1,2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 12, 13, 14, 15, 16,

134

17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33, 34, 35, 36, 37, 38, 39, 40, 42, 43, 44, 45, 46, 47, 48, 49, 51, 53, 54, 55, 56, 57, 58, 59, 60, 61, 62, 63, 64, 65, 67, 69, 70, 71, 72, 73, 74, 75, 76, 78, 79, 80, 82, 83, 84, 85, 86, 87, 88, 89, 90, 91. A su vez los materiales cerámicos del período Murciélagos constituyen el 39.7% del total de los materiales asignables a un período cronológico.

Los pozos se distribuyen de la siguiente manera: Barrio 1: Pozos 10, 12, 14, 16, 36 (7.94% del total de los pozos con material cerámico Clásico Tardío) Barrio 2: Pozos 2, 4, 5, 8, 22, 24, 27, 28 (11.59% del total de los pozos con material cerámico Clásico Tardío) Barrio 3: Pozos 31, 33, 35 (4.35% del total de los pozos con material cerámico Clásico Tardío) Barrio 4: Pozos 37, 38, 39, 41, 42, 43, 44 (10.14% del total de los pozos con material cerámico Clásico Tardío) Barrio 5: Pozos 7, 11, 13, 32, 34, 45 (8.70% del total de los pozos con material cerámico Clásico Tardío) Barrio 6: Pozos 3, 6, 9, 15, 17, 19 (8.70 % del total de los pozos con material cerámico Clásico Tardío) Barrio 7: Pozos 18, 20 y 21 (4.35% del total de los pozos con material cerámico Clásico Tardío) Barrio 8: Pozos 73, 75 ,79 y 88 (4.87% del total de los pozos con material cerámico Clásico Tardío)

135

Barrio 9: Pozos 55, 57, 59, 61, 63, 65, 67, 69, 71 y 83 (12.19% del total de los pozos con material cerámico Clásico Tardío) Núcleo Central: 46, 47, 48, 49, 50, 51, 53, 54, 56, 58, 60, 62, 64, 66, 70, 72, 74, 76, 78, 80, 82, 84, 86, 89, 90, 91 (31.32% del total de los pozos con material cerámico Clásico Tardío)

Los Barrios 2, 4, 9 y Núcleo Central, presentan la mayor concentración de pozos estratigráficos con presencia de material cerámico perteneciente al Clásico Tardío, a continuación presentaremos la descripción de 4 pozos representativos de este periodo, con la finalidad de conocer la estratigrafía de la zona en cuestión. L E2 0

L E17 L E18 LE1 9

C am

ino

Re

al

LE

14

LE13

LE1 6

N

Grupo Leon

LE 10 L E9

LE 3

LE 12

Ca rreter

L E1 1 LE1 5

M3 4

LE4

LE2

M33

M35

G rupo M useo

LE8 LE 6

M S6

ME9 M27

Grupo M otiepa Este

ME 7

M41

M40

M26

N31

G4 G3

G 21

N40

N 38

N 39

G7

N 62

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N 57

caj ad e agua

N1 1

ED 10

ED 30

ED 27

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ED 54

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L64

L38

L5 9

L6 3

L8

L5 7

L66

P2 8

P22

P52

L71

PB 63

P49 L67

P21

L69

L 72

a lber

PB6

P5 8

P 38

P79

P 70

cto

P43

P40

P32

P69

PB 10

E 39

X P17

X P1 2

E 34

PB 1

O8

P B16

2

cto a cu edu

P B28

O 10

P88 P26

P12

O7

P8 P1

O 13

P10 P15

Olvida do

PB5 4

caj a de ag ua

caj a de agu a

E C42

E C31

X P65

P B47 P B53

PB 48

P B51

X P68

P B49

X P46

X P69

EC 33

Templ o Encan t ado EC4 0

E C45

P1 6

X P5

X P70

EC 38

9

XP7 1

PB 66

PB 65

E C41

X P47

XP 58

E S2

can tera Y6

XP7

XP 74

3

E S23

Y1

Y 12

ES38

EC 68

ES30

OT 74

O T44

C 56

C55 C 60 CN 3

O T48 OT 45

O T41

O T46

OT 42

CN 9

C N7

CN 6 CN 5

C N8

E S13

O T55

OT 78

O T56

O T5

XX IIa

H2

ES 15

CN 4

ES1 8

H5

ES20 ES1 9

B W14 H 10

H9

BW 3

XXVI

X XIIb

B W7 B W10 E stel a 3

X X VI

H 14

C N13

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BW6

B W5

X Xc

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B W9

B W11

B W12

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CN 12

CN 11

B W4

B W8

H 11

H1 2

H 13

Ch'ul Na

X Xa

XX V

H7

H8 E S21

E S36

C N14

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XXI

B W2 H6

ES37

Enca ntado Sur

B W1

OT 53

7

Cruz Foliada

XXII

XXV

E C69 H3

O T52

OT 48

OT 7 7

Jagua r

ES17

E S32

LK 23 C 58 C57

O T54 CN 1 CN 2

XXIV

EC 67

H4

ES3 5 E S31

Y 37

LK 21

C 53 LK 22

C58

OT 51

OT 58

O T40

EC 64 E C7 0

ES 34

Y1 1

Y 36

C48

C 59 O T50

O T49 O T4 7

OT 39

EC 73

ES 16 ES 1 4

ES33

Y 34 5 Y3

LK 20

C 47

O T2 9

OT 60 O T76 OT 37 O T75

Sol

H1

ES 9 E S E S 10 11

ES2 7

C 46

C 45

31

L K19

C51

ES 8

E S26

Y10 Y3

Y2

Grupo H ES 12

ES 7

ES 28

ES29

cantera

LK LK 1 8

O T5 9 O T17

O T64 O T3 8

E S24

Y9

O T36 O T7 1

L K2

C33

C52

OT 62

O T63

Cruz

EC6

EC 72

ES 6

XP 62 ES2 5

Y8

OT 33

OT 34

O T79

L K24

C4 9

EC 71

E S5 E S4

X P78

Y7

O T32

OT 30

O T2 2

LK 26

LK 1 LK 3

C 34

C32

C 44

X Vb

XV

E S3

X P53

X P61

Y 32

OT 20

OT 28

L K2 5

LK 4

C26

C 28 C29

C 43

O T61

XIV

TI4

LK 32

LK 27

C 31

OT 27 O T6 9

O T31

X Va

T I2

L K30

LK 5

LK 6 C27

C 42 O T25

O T70

O T73

TI5

T I1

57

EC 86

5

X P56

Y5

XV I

EC 4

EC 56 EC

O T26

OT 15

5

T I3

XP 54

X P55

XP 60

Y4

EC 66

E C3

EC 5

E C7

E C5 3 EC8

EC6 0

EC 62

C25

C 37

C30

O T35

EC58

EC5 9

X P76

X P77

LK 33

C35 C36

O T1 9

L K2 9

C 38

C 40

C 41

O T18

LK 36

L K3 4

LK 28

O T11 C50

EC 54

E C55 E C74

E C61

E S22 ES 1

XP 51

XP 50 X P63

Y 27 Y 26

EC1

L K3 5

C2

O T12

O T21

EC 8

E C5 0

EC 48

X P52

XP 57 X P4 2

Y 31

Y 25

E C15

E C14

EC 52

E C4 9

EC 77 EC 37

E C47

XP 41

PB6 8 P B6 9

Y 14

L K37

LK 7

C3

C1

C39

EC 2

LK 39

C 61

OT 10

O T7

OT 6

OT 72 O T6 4

E C51 E C78

EC 46

X P43

X P49

P17

Y13 Y 15

Grupo Yax

Y 24

Y3 0

Y 33

EC 10

EC 24

EC 34

EC 36

E C83

E C7 6

X P4 8

X P40 XP 39

X P6 4

X P45

Y 22

Y 28

EC 84 EC 6

L K1 0

LK8

C 12

C4

Grupo C

OT 9

O T5 pat io

OT 67

OT 13

O T1 4

O T16

EC1 1

EC 12

LK 38

C5

O T23

ripcio nes

E C3 0

E C35

X P72

XP 37

PB 34

PB67

Y16 Y2 0 Y 21

Y 23

EC 13

EC2 5

EC 28

X P44

Y17

EC 2 3

EC2 9

E C32

EC 9

EC 82

E C16

EC 44

XP3 6

X P35

PB 52

Grupo I

P4

P5 Y 19

Y 29

O T65

pat i o

O T24

I nsc

EC 22

EC 43

X P66

X P30

PB 46

XIII

L K9

C8

O T66

Grupo Otulum Tu mba d e Ru z

XII

L K11

C 18

C7 Puen te G ru poC

OT 8

E C1 7

EC1 8

C 19

C62

C64 C S15 C S17 OT 3

E C1 9 E C2 0

EC 27

L K4 0

Grupo Lik' in

C 63 C S6 C S11

OT 2

Palacio

gui as

EC 21

EC 79

P B38

PB 45

P B55

O1

P B43

PB39

PB 44 O2

P3

P18

PB 56

O3

P2 Y 18

E2

LK 41 LK 12 C21 C 20

C6

CS10

Igno rado

p lat aforma d ecement o

Grupo Enc antado

E3

E4

Xinil Pa

C22

C9

CS4

CS14

EC 26

X P3 4

P7 P27

J67

to

X P6 7 X P31

LK 13 C13

C 10 C S16

CS5

bo mb a de agua

EC 80

E8

E10

E15 X P29

C16

C14

C 15

C 11

CS 3

C S7

C S9

OT 4

E7

E6

E11 E14 E5

X P33 E1

PB3 7 PB40

P92

E9

E 42

X P2 6

XP 27

X P2 8

PB 35

B9

C S2 CS1

CS 8 CS1 3

C S12

bodega

E 45

2

P B41 PB 57

L K1 6

C 12

CP 4

puen te prehi spani co

E41

X P19

XP 25

X P32 PB 4

P B59

B8

Grupo B

Grupo Casca das

CP 5

C P3

banos

OT 1

E1 3

E 12 X P1 8

PB 58

LK 14 C2 4

bodega

C P1

Campame nto

C P8

XI

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PB3 6

PB 15

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P9

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L K42 Z 21

B 14

A 51

CP7

CP 2

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en tr ada

E st el a4

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X P15 P B34

Grupo Piedras Bolas

PB 60

P13

NG 1

El Conde X

bol etos

rest aurant e

PB 14 PB 17

O 11

O5 P1 1

P6 P 14

Grupo Norte

J60

J63

J64

E36

X P13

PB 13

O9

O6

O 12

P34

P 33

J59

J6 2

J53

LK 17

LK 15 Z19

C 23

ti enda Lanc andon

EC 81

E35

Z20 Z 30

B6

Z 22

J51

J47

X1 5

X1 2

Z17

Z 18

Z24

B5

B7

B2

E 37

E 40

E33

X P23

X P2 2

PB 33

P B61

P57

P25

P 41

P19

P36

P 89

E38

E3 2

X P38 X P21

X P1 0 X P11

PB6 2

PB 25

Grupo Picota

P 42

P35 P81

P87

E38

XP 9 X P8

PB 19

4

X P24

P 80

P8 4

P86

PB6

PB 26

E 28

E 43

X P7

PB 29 P B30 PB31

P B18

PB 27

P 60

P56

P31 P2 4

P 71

P5 5

P23

P39

P68

P78

Estela La P icota

P59

PB 11

P20

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P 82

P8 3

P85

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P30 P4 4

X 14 Z 29

Z23

Z2 5

B4

J 52

J46

AC 6

X 11

X2

Z1 5

Z1 6

B12

B 10

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B1 J61

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J50

J4 5

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X3

Z7

Z14 B 13

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A8

A2 5

J48

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J30

J36

J4 4

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J37

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PB 4

PB 9

P 54

P91 P90

PB 5

P B20

PB 2 1 P37

P 72 P7 3 P 76 P77

J29

J3 3

J43 J41

J65 E25

E 27

po

A18 A10

J2 8

J32

J42 J66

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E3 1

XP 1

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A2 A19

Z1 3

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A 13

A3

A 14

A 17

A C5

Z8

Z12

A4

J38

JO1

E17 E20

E 21

MR 48

50

X P5

PB 8

L 73

casa ocupado en 1999 P74 P75

J3 1

J 23

JO 2

JO 3

E22

E 24

E44

MR

J24

J2 1

J11 JO 4

E2 3

MR4 4

MR49

MR51

MR3 8

X P4

PB3 2

A1

A2 7

N G7

AC 2

Z6

Z9

A 50

J2

MR43

MR47

MR 55

X P75

XP 6

X P3

PB 3

PB 22

ca

A2 8

NG5 N G2

NG 3

G G9

J58

J27

A C1

AC 7

ca al ber

X4

Z3 2

GG 10

J26

J25

J 19

MC3

MC 2

G G5 G G 11 GG 2 GG1 J55

J13

N G4

G G4

G G7

J57 J5 6

J1 7

J13 J7

J8

J3

Grupo E

MR 45 MR 53 MR 46

MR 58

MR 40

MR6 1

X P2

L 68

MR 52

MR5 4

MR 59 MR42

MR4 1

PB 24

L70

P50

G G3 G G8 J 22

J20 J18

J6

G rupo IV

JO 8

JO 43 JO 10

PB 23

PB7

P47

P4 8

J16

J14

J4 J1

JO 9

J O6

J15

J5

JO15 JO 12

1

JO 5

MR 57

MR 39

P B1 PB 2

P51

J O3

4

X 13

Z 31

Z 11

A 21

NG 6 G G6

J9

JO 11

JO30

MC 1

A 22

A6

Z 27

Z3

Z2

Z1 0

Murciela gos

MC16

A46

JO 29

JO 28

Grupo J

JO 14

JO36

JO42

JO 27

J10

JO 13

JO 37

MR 6 0

L78

0

L5 6 L 58

L74

P46 P 53

JO 2 5

3

JO 16

JO3 2

M1

MR 12

JO 7

MR 56 L7 9

L 55

L6 0 P 65

P45 P6 1

E D51

ED 48

JO 2

JO26

JO 35

JO 33

JO38

MR 1 1

MR30 MR2 9

MC 8

MC6 MC 4

A 36

G rupo G alindo

J O 24

JO 34

0

MR14

MR3 1

E D2 6

P 29

M3 M2 MR13

MR 9 MR 1

MR 8

MR 17

MR 25

Retiro de Moises'

A4 5

JO17

JO 4 0

JO39

M4

MR 4 MR 6

MR7

MR 18

L4

L 77 L54

L53

L 65

P 66

P6 2 ED 56

E D5 2 ED 47

ED 44

MR3

MR 5

MR 16 MR 19

MR 20 L75

L2

Grupo Limon

8

E D4 6 ED 45

E D3 7

22

MR 34

MR1 5

MR 32 MR33

L8

L6

L3

L1

L36

JO 41

M7

MC 7

MC17

A 11

Maya "L" X6 X5

X8

Z5

Z4

MC5

MC18

A1 3A 12 A1 6 A15

a cu edu cto

MC2 1 MC 9

A47 GG 12

GG 13

G G14

X1 0

Z2 8 Z 26

MC 10 MC 13

A3 0

A2 9

Grupo J Oeste

M8 M6

M5

MR 24

L 10

L12

L5

L33

L 37

L61

L6 2

P67 ED 55

ED 50 ED 2

E D11

ED 38

ED 19

L 82

P64 ED 53

ED 29 ED 13

ED 6

ED 21 ED 20

MR

L29

L 32

L39 L40

ED 34 ED 8 ED 12 ED 14 ED 31

E D7

E D2

ED 22

E D2 3

ED 24

MR62

27

MR 26

L9 L 11

L2 1

L7

L4 7

L35

L 42

L41

N 10

L76

L1 4

L8 3

L28

L3 0

L3 4

L45 L 43 L 44

N5

N9

L81

L 49 L4 8

L46

N6

N8

N4

ED 1

E D3 ED 4

ED 25

E D6 0

E D42

MR 21

MR64

L31

L5 1

L 52

L50 N7

N2

E D6 4

MR 63 MR 28

L13

MR

L16 L2 7 N 55 N 56

N3 N1

ED 57

E D32

ED 61

L 20

L1 5

L2 6

N 54

N 58 N5 9

N 14

ED 36

ED 43 E D9

ED 5

E D63

L 22

MR1

MR 2

L 17

L2 3

N 52

N 13

N 12

ED 58 ED 35 E D3 3

Escondido ED 62

JO 20

JO 21

JO18

L25

Z1 MC1 1

A 34

A 31 MC 19

M9

MR 23

Grupo Xaman

MC2 3 MC 22

MC 12

M1 0

G 13

G1 4

L19

N 71

N 51

N 19

N1 5

ED 59

Grupo Escondido

L18

N61

N 60

N53

N16

ED 16 ED 15

N 63

N 50

Grupo Nauyaka

N 17

G 15

G18

N 65

N 49

X9

MC24

A42

A 35

A33

A3 2 JO1 9

N 70

N4 6

N 45

N 20

a cue du cto A4 1

A 37

A 38

G G15

acu edu cto

N 18

ED 17

N64

N 48 N47 N21

ED 41 E D40

A43

A4 0

A 39

A 49 JO2 2 M1 1

G 16

X P1 4

N 22 ED 39

E D1 8

Casa de Lacroi x ca. 1950

M1 3

M1 2

G rupo Motie pa

G20 G 19 G 17

A48

M4 5

M18

M19 N41 N 42

N6 6

ME 12

M1 4

M44 M36

G9 N 43

ME1 1

M3 7

M38

G8 G1

N 68

ME 1

M1 5

M1 7

G6 G5

G2

N 37

69

N 67

M20

M1 6 M39

N7 4

N3 6

N 34

N 33

N 35 N

Grupo A ch'

MC 20

A4 4

M2 9

Grupo G

N 72 N3 2

N2 7

N 44 N 23

MS3 MS4

Grupo A

ME6

ME 5

ME2

G 12

N73

N3 0

N2 6

N 25

N 24

albe rca mode rna

AC 3

M E4

MC 15

N 28

N7 5

AC 4

M25

M23 M2 2

N 76

R est aurante d eH erta ca. 1960

ME 3

M2 4 M21

E D6 5

ME10

ME 8 M28

N 29

ED 66

Campamento Ma yabell

M3 1 M43

G 10 M4 2

rna

Museo INAH

MS2 MS 1

M3 0 G 11

LE 5

c ue va

E D6 7

a Mode

MS 5

M32

L E7 L E1

ST 12

Grupo Bosque Azul

XX

ST1 1

ST 9

ST1

XVIII

Mon2

0

ST1 4

ST 8 ST 6 ST7

B W13

S T5

XVIIIa

XIX

ST4

ST15

XX b

ST 19

ST3

ST 20

ST2

ST 16 ST 18

S T22 ST2 3 ST 24

XX III

D2

ST 17

Grupo D

D1 ST 21

ST 25

ST 1

D3

ST2 6

X IXa

ST2 7

XX IIIa

XIX a a ST 28

XXIII

TK 10

X XI IIb

ST2 9

X XI IIc

ST3 0

XIX b

Terrazas Schele

S T31

S T32

ST3

S T35

T K8 3

TK 6

S T34 T K7

T K5

TK 4

TK 3

0

50

100

150

Grupo Tok

200 TK

9

TK 1

TK 2

Cueva Tok Ta n

Figura 60. Mapa de Palenque mostrando los barrios con presencia del material Clásico Tardío, mostrando especialmente la distribución de la fase cerámica Otolúm. (Modificado de Barnhart, 2001).

136

LE20

LE 17 LE18 LE 19

Cam

ino

Rea l

LE1

4

3 L E1

L E16

Grupo Leon

LE 10 LE9

L E3

L E12

a Carreter

L E11 LE 15

M3 4

LE 4

Grupo Museo

M33

M35 LE 1 LE8 LE6

MS6

ME9 M27

ME 10

ME 8 M28

M42

Grupo Motiepa Este

ME 7

M41 M4 0

ME 4

G3

N39

G7

M44 M 45

M18

N55

N59

N 14

L 45

N 57

caja de agua

N 11

ED 6

ED 30

E D13

E D55

E D50

E D27

ED 46

P 63

ED 5 4

ED 49

ED28

E D11

E D10

ED 25

ED 60

ED 63

ED 38

ED 19

E D20

E D2 3

P83

P4 7

PB1

L 70

P5 0

L6 8

P48

P68

P78

L 69

L6 7

PB63 L72

cto

P20

acu edu

E ste la L a Picota

PB 10

XP4

P 25

E29

XP 17

E3 4

O 10

P9

X P15

XP1 9

XP 16

P 12

PB4 2

P B59

O13

P10 P1 5

Olvidado

PB48

P4

PB5 1

PB34

P16

PB 66

PB65

X P47

EC2 4

EC 34

EC 36

E C83

EC 1

E C30

E C35

EC 38

Y6

Y5 Y25

Y 27 Y26

canter a

X P78

ES33

XP 55

ES29

Y 12

ES13

ES 34

38

ES32

XXV

H5

E S17

ES20 ES19

H7

H8 ES21

BW14 H 10

OT 56

X XV I

H 14

C N3

cant er a

CN 5 C N4

Ch'ul Na CN 12

CN 13 C N 11

XXI Mo n1

XVI I

BW6

BW5

X Xc

S T13

BW 9

BW1 1

B W12

C N6

CN 14

CN 10

XXa XX IIb

B W4 B W7

B W8 B W10 Est ela 3

H 12

H13

OT 53

BW1

BW3

XXVI

H 11

H9

E S36

Encantado Sur

LK 23

C55 C60

C N7 C N8

OT 52

O T57

X XV

H6 ES 18

0

OT 46

OT 55

O T7 8

B W2

H4

ES37

ES3

ES 35 ES31

Y 37

C 56

C N9

OT 45

O T48

Cr uz Foliada

XXII

H3

ES2 6

ES

Y 11 5

Y 36

LK 22 C 58 C 57

OT 54 CN 1C N2

XXIV

EC 67

EC 69

C5 3

C 59 C58

O T4 9

OT 48 OT 44

OT 42

X XIIa

H2

E S15

Y34 Y3

E C68

E S16 ES1 4

L K21

O T47 O T58

OT 40

OT 41 O T77

Jaguar

E S9 E S E S 10 11

LK 2 0

C47 C 48

O T50 O T51

O T60 O T76 O T37 OT 39

O T74

E C73 H1

ES8

ES 27

1 L K19

OT 59

OT 38

O T75

Cruz Sol

EC

LK3 LK 18

O T29

O T17

OT 64

XV

EC57

E C86

E S24

Y10 Y3

Y2

O T63

XI V

T I4

C 46

C45

L K32

L K2

C33

C51 C 52

O T62

OT 61

TI 2

O T36 O T71

LK 24

C 34

C 49

X Vb

T I5

TI 1

EC 56

TI 3

E S12

E S7 ES25

Y1

X Va

O T33

O T34

OT 79

LK 30

LK 27 LK 26

LK 1 L K3

C32

C 44

LK 25

L K4

C 26

C2 8 C 29

E C64 EC 70

E S23

O T32

O T30

O T2 2

5

8

E C72

Grupo H

E S6

X P62

Y9 ES28

canter a

EC4

E C5 3 E C8 E C5

EC6 0

E C62

XP 7 3

X P74

Y8

O T20

O T31

65

Y7

Y4

XVI

LK 29

LK 5

L K6 C2 7 C30 C 31

C 43

O T28

EC 71

ES5

C2 5

C37

C 42 O T25

OT 27 O T69

ES 3

ES 4

Y 32

LK 33

C 35

C 40

O T26

O T6 4

O T70

O T73

EC5 4

E C55 EC7 4

E C6 1

E C59

E S2

XP 53

LK 34

L K2 8 C38

C5 0 C36

E C66

L K39

L K36

L K35

C2

OT 11

C41

EC 50

E C48

ES22 E S1

X P5 1

XP5 4

LK 3 7

LK7

C1

O T1 2

OT 72

O T15 O T35

EC 3

EC 5

L K10

LK 8

C 12

OT7

O T6

O T67

OT 13

O T1 4

O T16 O T18

OT 19

EC 6

EC5 2

EC4 9 E C77

EC 47

X P52

XP 57

XP 50

X P56

C4

C 61

O T1 0

pat io

LK 38

C5

O T5 pat io

OT 23

cion es O T21

EC 8 E C7

X P63

X P61

7

L K9

C8

Grupo C

O T9

O T24

Ins crip

EC 51

EC 37

X P49

XP 45

XP 42

XP6 0 XP76

X P7

XI II

EC1

EC 2

0

E C15

EC 14

EC 78

EC4 6

E C76

X P48 X P43

PB6 9

EC8 4 E C1 1

E C12

X P41

PB 68

Y 14

E C13

E C25

EC2 8 EC 33

Te m pl oE ncant ad o E C40

E C41

XP5 8

XP 40 X P39

XP 64

P17

Y 13 Y15

Grupo Yax

L K11

C 18

C7 Puent e Gr upo C

OT8

C39

Tu mba d e Ruz

XII E C9

E C82

E C16

EC 45

X P70

P B67

Y 16 Y20 Y2 1

Y2 4

O T3

EC 17

EC1 8

EC 22

E C23

EC2 9

X P44

Y1 7

Y2 3 Y 22

Y 28

Y31

Grupo Lik'in C 19

C6 2

C64 C S15 CS 17

Grupo Otulum

E C21

EC 3 1

X P72

X P71

P5 Y19

Y 29

Y 30

Y33

C20

C6 C63 CS6

CS 11 CS1 2

O T2 O T6 5

EC 19

X P59

LK 40

C21

C9

CS 4

C S5

4

CS10

EC 20

X P46

X P69 X P37

LK 12 C 10 CS1 6

CS7

C S9 C S1

L K4 1

C 11

CS3 CS8 CS1 3

EC 26 E C27

X P68

P B49

puent e pr ehis pani co

I gnor ad o

Palacio

pl ataf or m a de cement o

Grupo Encantado

E C42 EC 32

X P65

PB 47 PB5 3

C 22

OT 66

E C79

EC 43 EC4 4

PB 52

PB 54

banos CP8

J48

bom ba de agua

EC 80

E8

E2

caja de agua XP36

X P35

PB 46

PB 5 5

O1

E7

E3

E4

Xinil Pa

XP6 6

X P30

C1 3

CS1

Jue go de Pelota

J47

J 67

gui as

X P67 X P31

caj ade agua P B38

Gr upo I

P3

P 18

X P29

X P34

P B43

PB 4 5

C15

C 12

ti enda Lancando n

XI

X P33 E1

PB 37

PB39

6

P B44 O2

Grupo B

Gr upo Cascadas

CP 5

O T1

E 15

PB 5

O3

P2 Y18

E 10

E14 E5

XP 27

X P28

P B35

P B41

PB 40

P1

E6

E 11

XP2 6

X P32 P B58

P B57

O7

P8

X

J63

J 51

LK 16

LK 13

C3

E 42

X P25

P B36

PB 1 5

O4

P 11

P6

P7 P2 6

LK 42 LK 14 C24

C1 6

C14

b odega

C P3

O T4

E9 7

P B34

Grupo Piedras Bolas

P B60

P13

P 14

P27

P9 2

J46

L K17

LK 15 Z21

B9

CS 2

en tr ada

E 45 PB 1

O11

O5

P89 P88

J5 0

J45

iento

bodega

Z20 Z30

Z19

C 23

bol eto s

r estaur ant e

Z17

Z 18

Z 25 Z2 4 B6

B14 B8

C P4

EC8 1

E13

E12

E 41

X12 Z23

C P1

Cam pament o

E3 7

E stel a4

X P18

PB 14

O6

O 12

P19

X P20

X 15

Z 29

Z1 5

Z1 6 B 12

B5

B7

B2 A 51

C P2

J62

X 11

X2

1

B4

J 53

E36

X P13

Z14 B13

B1

B10

B3 A26

J64

E 38

E35

X P22 cto

E 40

E33

XP 23

X P24

P34

P33 P87

E38

E3 9 X P21

X P11

ac uedu

Esta ciona m

E 30

E32

XP3 8

PB 31

3

t i endas

E 19

E2 7

E 28

E 43 XP9 XP8

PB 30

X P12

PB3

PB 28

X1 X3

Z7

Z 22

J 49

AC 5

A C6

X 14

A24

A8

C P7

J3 4

X7

Grupo Zutz

A2 0

A 25

J5 2

J44

E1 6 E1 8

E3 1

XP1

X P7

PB 29

XP 10

P B16 PB 13

Z33

Z1 2

A9

B1 J61

J3 5

J3 7

J40

E 25

X P5

PB 32

P B6 2

PB 25

P4 1

P 35 P36

X P6

X P3

P B24

PB5

PB 20

PB 19

P B61 PB 12

O9

I

A 10

C P6 NG1

El Conde

J43 J41

J65

2

PB 4

PB64

PB 26

P60

P57

P 42

P8 0

P81

PB2

PB1 8

PB2 7

PB 11 P56

O8

P 24 P71

PB 9

P 59

P55

Grupo Picota P23

J30

J36

J 33

J 42 J66

upo I/

A7

A4

Grupo Norte

J54

J38

JO 1

PB 23

PB3

PB6

al b er ca PB 8

L 73

PB 21

al ber ca

P32 P31

P 40

P69

L71

P49

P58

P3 0 P43

P 39

J29

J32

JO 2

JO 3

A3 A2Gr

A 18

N G3

G G9

J60

r ca

Z8

A50

J2 JO4

E20

E26

A1 4 A 19

NG 7

N G2

N G4

GG 11

J59

J28

a l be

Z6

Z9

MC1

G G5

J3 1

A C2

X4

Z 32

Z13

G G10

J58

J2 7

J 24 J23

E1 7

E22

E2 1

MR48

0

Z 10 Z 11

MC 2

A1 3

J26

J25

J 19 J 21

E2 3 E24

M R5

NG5

GG 4

G G7

GG 2 GG 1 J55

J1 3

A 17

NG6

G G3 GG 8

J57 J56

J13

J7

J11

E44 MR 49

MR51

2

J 22

J2 0

J 18 J17

G ru po I V J8 J3

MR43

M R44

MR55

MR38

P B2 PB7

P5 1

P52

P54

P70

MR46 M R 47

MR52

MR 54

MR 5 8

XP7 5

J16

J 14

J6 J1

JO 8

JO 43 JO 10

MR 40

J1 5

J4

J O9

JO 6

JO5

A1

AC 7

X 13

Z3 1

A21

A27

A C1

Z 27

Z3

Z2 MC4

A22

A6

A28

JO 29

JO 28

Grupo J J9

J5

JO15 JO 12

JO 31

MC6

MC3

MC16

A 46

G G6 J10 JO 14

JO 11

JO 30

JO 7

MR 57 MR 59 MR42

41

MR 61

JO27 J O 16

JO 13

J O36

JO 37

Grupo E

60

MR39 MR

L 74

P46 P 53 P2 9 P22 P21

P 38 P44

P84

L78

0

E D48

E D44

P28

P37

P72 P 91 P 90

P79

P86

L8

J O4

JO32

M1

MR12

MR45

L56

XP2

P 73

P77

P85

MR

L7 9 L55

L 57

L58

E D51

E D24

casa ocupado en 1999

P74

P76

L5 4

L 53 L 59

J O35

JO 33 JO3 8

MR 1 1

MR 14

MR30 MR29

MR53

J O 25

JO 26

JO 34

MR9

MR17 MR31

Grupo Galindo

JO 24

MC7

Murcielagos M C14

A36 JO 17

0 J O 23

MR 10

MR 8

MR18

MR 25

Retir o de Moises'

L60 L 66

M3

MR 13

MR 6

MR 7

MR 20 L4

J O4

Z5

Z4

MC 8

MC5

MC18 MC 17

A 11

Maya "L" X6 X5

X8

MC 21 MC 9

MC1 9

A 13 A12

A16 A 15

A45

JO 39

M2

M R4

MR 16

MR19

JO 41

M7

M4

MR 5

MR32 MR 33

L75

ED 26

ED 42 E D64

P 75

P82

MR 3

MR24

MR 26

L8

L6 L5 L2

MR5 6

L 62 L 65 L 63

L64

P 66

P65

P4 5

M8 M6

M5

MR22

MR34

L77

P6 1 ED 47

E D37

MR62 M R15

L 10

L1 2

L3

Grupo Limon

L 61

P62 ED5 6

E D52

E D45 E D2 2 E D21

L14

L9 L11

L1

L3 6 L 38

L82 P67

ED 53

E D2 9 E D7

ED 2

MR2 1

L2 9

L33

L37

L39 L 40

L7 6

L 21 L7

L4 7

L35

L 42

L4 1

N 10

ED 1

E D3

L1 6 L83

L28

L 34 L32

L43 L44

N5

N9 E D34 P 64

L 30

L48

L46

N6

N8

N4

L81

L4 9

L 50 N7

N2 E D57

ED 32

ED 31 ED8 ED 12 E D14

E D4

L31

L51

L 52

N5 6 N3 N1

ED 36

ED 43 E D9

ED 5

ED 61

MR 63 MR28

L 13

MR27

L 26 L27

N5 8

N 12

E D5 8 E D35 E D3 3

L20 L1 5

MR 64

N1 9

N13

ED 59

Grupo Escondido

Escondido

L2 2

L25

N54

N 15

E D16 ED 15

ED 62

MR2

L17 L23

N51 N 52

MC 13

A 30

A 29 G G12

ac ued ucto

Z26 MC10

A34 A31

A 47 G G13 G G 14

JO 18

Gr upo J Oeste

X 10

Z2 8

MC11 MC12 A33

A 38

A 32 JO 20

JO 21 M9

MR1

cto

L24

N 60

N 53

N 16

Z1

A 35

A49 GG 15

JO1 9 M1 0

G 13

MR23

Gr upo Xaman

MC 23 MC2 2

A 48

J O22 M 11

G 16 G 15 G 14

L1 9

N71 N62

XP 14

Gr upo Nauyaka

ED 17

G 17 G 18 L18

M 13

M12

Grupo Motiepa

M19 G 20 G 19 N 66

N 61

A 37

M1 4

M36 G9

N41 N42

N 63

A 42

M37

M38

G8 G1

N 43

N 67 N 70 N65

N49

N 50

ME1 2

M 15

M17

G6 G5

G2

N 37

N 68

N 64

N 46

N 45

N 20

X9

MC24

MC15

N38

N69

N48 N47

N18 N 17

edu

N 40

N 33

N 35 N 27

N44 N23

N21 E D4 1 ED 40

acu edu cto A41

acu

N 26

N25

N 24

N22 E D39

ED 18

A43

A40

A3 9

N 74 G2 1

N 75

ED 65

Grupo Ach'

MC 20

A 44

C asade L acr oix ca. 1950

ME 11

ME1

M16 M39

G4

N3 6

N34 ED 66

MS3

Grupo A

ME2

M2 9

Grupo G

ME6

ME5

M2 5

M23

M20

G 12

N73

N 72 N 32

alb erc a mo d ern a

A C4

M S4

ME 3

M2 4

M 22 N3 1

N30

R estaur ant e de He rt a ca. 19 60

A C3

M26

M 21

N2 9

N28

N 76

Campamento Mayabell

M31 M4 3

G10

ED 67

Museo INAH

MS2 MS 1

M30 G11

LE 5

c uev a

Moderna

MS 5

M 32

LE 7

L E2

ST 12

Grupo Bosque Azul

XX

ST1 1

ST 9

ST1

XVII I

Mo n 2

0

ST14

ST8 S T6

B W13

ST7

ST5

XVIIIa

XIX

ST4

ST 15

XX b

ST 19

S T3

ST 20

ST2

ST 22 ST 23 ST 24

ST18

ST16

D2

ST17

Grupo D

D1 ST21

XXI II ST2 5

S T1

D3

ST26

X IXa

ST27

XX IIIa

X IXa a S T28

XXII I T K1 0

XXI IIb

S T29

X XIIIc

ST3 0

X IXb

T errazas Schele

ST31

ST 32

ST3

ST35

TK 8 3

TK 6

S T34 TK 7

T K5

TK4

TK 3

0

50

100

150

Gr upo Tok

200 TK9

TK 1

TK 2

Cu e va To k Ta n

Figura 61. Mapa de Palenque mostrando los barrios con presencia del material Clásico Tardío, mostrando especialmente la distribución de la fase cerámica Murciélagos. (Modificado de Barnhart, 2001).

Pozo 47.

Este pozo fue ubicado al norte de la Estructura XXVI y cercano a la “Estela 3” de Barnhart, aprovechando la parte plana y muy cerca del borde de la terraza, evitando de alguna manera la gran cantidad de escombro proveniente del edificio. No fue realizado en la cercanía del edificio XXVI para no alterar la estabilidad de la estructura, así como el contexto de futuras excavaciones.

La primera capa (10 YR 2/1 black) estuvo formada por humus, materia orgánica en descomposición y presentó una densidad baja de material arqueológico, mezclada con una gran cantidad de roca caliza de tamaño mediano a pequeño, el material arqueológico

137

se encontró demasiado fragmentado y erosionado debido a la gran cantidad de humedad presente.

La capa II (2.5 Y 5/4 light olive brown) fue una arcilla de grano medio a fino, semicompacta, con algunas inclusiones de guijarros de caliza de diversos tamaños; contó con una mediana densidad de material cerámico. Y es durante esta capa que se llegó a roca madre, apareciendo sobre el perfil sur, por lo que se continuó excavando la sección norte, pues se observó la presencia de relleno en esa parte. A su vez, también se realizó una extensión o ampliación hacia el suroeste para tratar de determinar la naturaleza y función de una roca hallada en el perfil sur.

Localizamos muy poco material en la parte oeste del pozo, y pudimos observar un alineamiento de por lo menos 3 hiladas de roca, que asemejan un muro de contención, se procedió a su registro fotográfico y de dibujo; una vez realizado esto se continuó excavando y fue posible observar en la parte norte del pozo la roca madre, por lo que ya no se continuó bajando y se logró una profundidad de 2.23 mts.

Se realizó la ampliación suroeste de 1x1 mts,

para saber con alguna claridad el

funcionamiento de la roca hallada en el perfil sur; utilizando el mismo banco de nivel que para el pozo 47. Solo fue posible avanzar 40 cms de excavación debido al gran tamaño de los bloques utilizados como relleno, por lo que pudimos apreciar que esta roca funcionó como un muro de contención para la construcción de la terraza en la cual desplanta el Templo XXVI.

138

Figura 62. Perfil Este Pozo 47 (dibujo del autor).

Figura 63. Perfil sur del Pozo 47 (dibujo del autor).

139

Figura 64. Dibujo de Planta del Pozo 47 (dibujo del autor).

140

Figura 65. Fotografía del Perfil Este del Pozo 47 (foto del autor).

Pozo 51.

Pozo ubicado en el pequeño patio que forman las estructuras H4, H5, H6 y H7, estructuras de pequeñas dimensiones y altura. Presentó una gran cantidad de material arqueológico durante los dos primeros niveles de la Capa I (10YR 2/1 black humus), lo que sugiere que, debido a la distribución de las estructuras cercanas, este pudo haber sido un lugar en el que se concentró material de desecho o basurero, puesto que también se ubicó una gran cantidad de fragmentos de figurillas (alrededor de 25-30 fragmentos de figurillas), hueso, obsidiana y fragmentos de instrumentos de molienda.

141

Durante la capa II (10 YR 4/2) su notó la presencia de una arcilla con más fragmentos de roca caliza en su composición, por lo que podemos decir que se trató de un relleno para nivelar esta pequeña plaza. En esta capa se localizó un alineamiento de rocas, el cual se pensó podría ser la delimitación de una cista. Sin embargo, al retirar las piedras no se recuperaron materiales en la zona delimitada, además de que la roca madre ya era visible en la parte este del pozo. La roca madre fue localizada a una profundidad de 70 cms. en promedio.

Figura 66. Dibujo de Planta del Pozo 51 (dibujo del autor).

142

Figura 67. Dibujo del Perfil Sur del Pozo 51 (dibujo del autor).

Pozo 79.

Pozo ubicado en el patio formado por las estructuras JO 28,29 y 42, muy cercano a la carretera que se dirige al sitio arqueológico y que por no estar muy lejos del núcleo central se encuentra con grandes cantidades de desechos contemporáneos (plásticos, latas, elementos orgánicos, etc.,). La capa I (2.5 Y 2.5/1 negro, humus)

fue una

deposición muy fina y que solo alcanzó unos 10 cms de profundidad con muy poco material cerámico incluido. La capa II (5.5 Y 4/4 café verdoso) es un estrato en el que se localizó una cantidad mayor de material combinado con gran cantidad de roca caliza de diversos formatos, podemos decir que se trató de un relleno para nivelar esta pequeña plaza.

143

Durante la capa II nivel 3, ubicamos una concentración importante de material cerámico, que pertenece a las fases cerámicas Otulúm, Murciélagos y Balunté, mezclados estos materiales con roca caliza de pequeño formato. En el nivel 4 de la misma capa se observó un alineamiento de roca, bajo el cual se alcanzó un horizonte estéril, concluyendo la excavación del pozo.

144

Figura 68. Dibujo del Perfil Oeste y Planta del Pozo 51, respectivamente (dibujos del autor).

Pozo 87.

Pozo ubicado al norte de la estructura E22, muy cercana al río Motiepá. Al comenzar a excavar nos dimos cuenta de la gran cantidad de material cerámico proveniente de la capa I y que sólo presentó un espesor de 10 cms aproximadamente. En la capa II, pudimos notar una gran cantidad de material arqueológico y que se encontró mezclado con roca caliza de pequeño tamaño, al estar este estrato muy cercano a la roca madre notamos que se tornó más claro. La mayor parte del material cerámico pertenece a las fases cerámicas Otolúm y Murciélagos y sólo fue posible excavar a una profundidad de aproximadamente 37-45 cms.

145

La Capa I (2.5 Y 2.5/1 negro) presentó una composición de materia orgánica en descomposición, con una textura de arcilla granulosa no muy compacta, oscura, mezclada con roca caliza de tamaño mediano a pequeño y con una densidad media de material arqueológico. La Capa II (2.5 Y 4/4 olive brown, café claro) presentó una textura arcillosa de grano medio a fino, semicompacta, con algunas inclusiones de guijarros de caliza de diversos tamaños; además de que contó con una alta densidad de material cerámico.

Figura 69. Dibujo del Perfil Este del Pozo 87 (dibujo del autor).

146

CONSIDERACIONES. Los datos que se han presentado permiten sostener que la colonización de las partes elevadas inmediatas al Núcleo Central continuó durante la fase cerámica Otolúm. Adicionalmente el centro cívico-ceremonial de la ciudad fue orientado alrededor del Templo de las Inscripciones, el lugar donde sería emplazado el templo funerario de K´inich Janahb´ Pakal II (Ruz, 1973).

Se continuó con el acondicionamiento de terrazas para uso habitacional, lo que se refleja en la gran cantidad de rellenos arquitectónicos a lo largo del asentamiento, el material de relleno fue acarreado del sector intermedio (terraza natural) en la que ocurrió el asentamiento inicial (como se explicó en los capítulos anteriores), lo que explica la gran cantidad de material mezclado de periodos anteriores.

Las partes más elevadas donde se localizan el grupo Bosque Azul, Grupo H, los edificios XXIII, XXIV, XXV y XXVI, también fueron fechadas para esta época, dejando a un lado la idea de que pudieran ser un antecedente previo o un “centro ceremonial anterior” a la gran plaza formada por el Palacio y el Templo de las Inscripciones (López Jiménez, 2004).

Es innegable que durante el periodo Clásico Tardío, Palenque presenta un auge arquitectónico, con la construcción, ampliación y remodelación de algunos edificios dentro del Palacio, el Templo XIII, el Templo Olvidado, etc.; la evidencia epigráfica

147

sostiene que la dinastía gobernante alcanzó una serie de victorias militares en los años 659, 662, 723, 725 y 729 d. C., lo que podemos inferir llevó a un aumento poblacional y en general en el bienestar y comercio mantenido por Palenque con las comunidades y ciudades localizadas en la región, a pesar de que descienden los tipos cerámicos foráneos, la producción cerámica utiliza pastas locales y a su vez presenta innovaciones y un aumento significativo y sostenido, lo mismo sucede con las figurillas cerámicas.

Robert Rands asevera que Palenque era la unidad política más exitosa de la región Noroeste del área Maya, ya que incorporaba zonas anteriormente independientes a su esfera económica, ceremonial y política; esto por ser durante los Complejos cerámicos Otolúm y Murciélagos, cuando el sitio alcanzó la cúspide de la arquitectura monumental y de otras obras jerárquicas en la zona (Rands, 1996).

Sin embargo, es pertinente mencionar que los datos antes expuestos permiten sugerir que el verdadero auge de la ciudad solamente es alcanzado durante la fase cerámica Murciélagos (683-750 d. C.), que representa la parte final del periodo Clásico Tardío, a juzgar por la gran cantidad de material cerámico asociado a esta fase que ha sido recuperado durante las excavaciones del PCU. Es importante mencionar también que esta fase cerámica esta presente en el 86% de los sondeos, además de representar casi el 40% del total de los tiestos analizados.

Esta gran cantidad de material cerámico, nos proporciona los elementos necesarios para sugerir un gran aumento poblacional, que llevó a la ciudad a su último ciclo de 148

crecimiento, que no es igualado en ningún otro periodo; las siguientes fases cerámicas (Balunté y Huipalé) representan el abandono de la antigua ciudad.

Durante la fase Murciélagos, Palenque ha alcanzado el nivel máximo de su extensión territorial, su programa arquitectónico refleja su poderío, la talla de sus monumentos nos habla del refinamiento alcanzado por sus escultores, los temas tratados en los tableros, nos presentan un escenario en el cual la legitimización del poder por parte de la familia gobernante es cada vez más necesaria, y su apoyo por parte de funcionarios subalternos cada vez más evidente.

A pesar de la gran cantidad de conflictos bélicos en los que Palenque se vió envuelto, es claro ver que en la mayoría de ellos salió victorioso, continuando con su ciclo de crecimiento poblacional y territorial, por lo que las conquistas realizadas por Chak Suutz’, yajaw K’ahk’ de Palenque, alto jerarca militar quien cosechó una serie de victorias guerreras para Palenque en los años 723, 725 y 729 d. C., fueron fundamentales para afianzar la esfera de interacción controlada directamente por la familia gobernante.

Durante este periodo, la ciudad se tornó más compleja y densa, se aprovechan todos los espacios disponibles para utilizarlos como lugares habitacionales, los lugares previamente vacíos se comienzan a ocupar y es notorio el incremento en el uso de las laderas y partes elevadas para la construcción de edificios, como lo demuestran los numerosos sistemas de rellenos formales, nivelaciones, terrazas, muros de contención y otras adecuaciones practicadas al terreno.

149

La mayoría de los entierros, fueron fechados para este periodo, esto fue corroborado por las ofrendas asociadas directamente en los depósitos funerarios. Algunos de estos entierros presentan características que los hacen resaltar de los demás y que de alguna manera reflejan los patrones funerarios de Palenque; en un cráneo fue posible detectar deformación craneana de tipo tabular erecto y en otros dos ejemplares, está presente la mutilación dentaria.

Durante las excavaciones, fue posible recuperar una gran cantidad de fragmentos de figurillas, en muy raros casos están casi completas, los ejemplares mejor conservados, reflejan las creencias, costumbres y características de la población palencana.

Entre los fragmentos recuperados destacan rostros de deidades, nahuales o seres sobrenaturales, enanos, guerreros y animales de la vida cotidiana, además de que también fue posible localizar moldes para la fabricación de estas figurillas, lo que de alguna manera refleja la disponibilidad y la gran distribución que se mantenía al interior de la ciudad. Al parecer, las figurillas no eran consideradas un bien de lujo, pues su distribución se ve reflejada en la totalidad de los conjuntos arquitectónicos trabajados por el PCU Dentro de los objetos misceláneos, podemos nombrar fragmentos de cerámica con inscripciones jeroglíficas y que alguna vez formaron parte de vasos, uno de estos ejemplares fue

localizado en el pozo 16 practicado en el Grupo Picota, Entre los

materiales cerámicos rescatados en las excavaciones destacan dos fragmentos

150

correspondientes a dos vasos. Ambos proceden del Pozo 16, excavado en el conjunto Picota, y sobresalen del resto de los tiestos por su decoración esgrafiada. Uno de ellos presenta el cartucho u-lu, ul, “atole”, lo cual indica que el vaso sirvió para beber u ofrendar dicho alimento el otro tiesto resulta extremo interesante, pues muestra el nombre de K’an Joy Chitam, acompañado del título B’akab’ (Bernal Romero, comunicación personal). Es posible que haga referencia al segundo hijo de K’inich Janahb’ Pakal II, quien de acuerdo con las inscripciones palencanas nació en 664 d.C. y accedió al mando en 702 d. C.

La localización de este cartucho glífico es un dato aislado que no permite establecer la relación que Chitam II pudo tener con el conjunto en que fue excavado.

En la actualidad conocemos pocos ejemplos de cerámicas palencanas decoradas con inscripciones glíficas, y de éstos, la mayoría provienen de conjuntos habitacionales periféricos al área arquitectónica principal (como el Grupo B- Murciélagos, de donde procede el Vaso de la Serie Inicial, o el Grupo IV, donde se excavó un fragmento que muestran el título de B’akab’). La ausencia de “cerámicas glíficas” en el área habitacional de la dinastía (el Palacio) y en sus espacios funerarios sugiere que el linaje gobernante no hizo uso de ellas Es posible que la dinastía produjera algunas vasijas de este tipo con el fin de obsequiarlas a los jefes de los barrios de la ciudad, y ello quizá solamente durante un periodo específico de la historia palencana: el siglo VIII, época a la cual parecen pertenecer los ejemplares conocidos de cerámicas glíficas locales (López Bravo, et al 2003).

151

También, podemos nombrar fragmentos de caparazón de tortuga, que probablemente fueron restos de comida, un fragmento de costilla de manatí, trabajado a manera de instrumento musical, un diente fósil de tiburón, punzones de hueso trabajado y hasta unas pequeñas espátulas de hueso rematadas con manos humanas (recuperadas en un entierro fechado para la fase Murciélagos) y que son instrumentos que han sido ligados a las actividades realizadas por escribas y pintores, en escenas y representaciones de vasos y códices en gran cantidad de sitios del área maya, estas pequeñas espátulas también han sido reportadas en sitios como Oxkintok, Yucatán (Schmidt, 2004).

Como hemos visto con anterioridad, el auge alcanzado por Palenque se ve reflejado al final del periodo Clásico tardío durante la fase Murciélagos, especialmente durante el gobierno de K´inich Ahkal Mo´Nahb´III (721-736 d. C.), dirigente que revitaliza la Acrópolis Sur y también realiza adecuaciones en el Palacio, comisionando monumentos como la Lápida del Orador y la del Escriba.

U Pakal K´inich Janahb´Pakal II, será el próximo gobernante, aún no sabemos la fecha exacta de su acceso al trono, pero probablemente haya sido entre los años 736 y el 742 d. C.; son pocos los datos o monumentos comisionados por él, solo se han recuperado fragmentos de algunos tableros formando parte del escombro de algunos edificios; aunque forma parte activa en rituales en el año 736 d.C., quien comisiona estos monumentos es su antecesor y hermano K´inich Ahkal Mo´Nahb´III, como el tablero del trono del Templo XXI o la pilastra de estuco que adornaba el Templo XIX.

152

Como un velo oscuro, la información de los gobernantes posteriores se va desvaneciendo cada vez más, anunciando la inminente caída de la ciudad, los niveles poblacionales, el area ocupada y controlada por el linaje gobernante comienzan un dramático desplome, el cese en el programa arquitectónico y de monumentos conmemorativos es evidente, por lo que la ciudad comienza a sufrir un abandono gradual y su importancia como capital regional comienza a diluirse .

153

CAPITULO 6. EL CLASICO TERMINAL.

El termino "Clásico Terminal" o "Clásico Tardío Terminal" ha sido adoptado por algunos investigadores para definir o clasificar una transición entre los periodos Clásico y Posclásico, dejando de lado otros términos como “colapso”, “declive” o “caída”, permitiendo así una interpretación de una manera más neutral.

El periodo Clásico

Terminal ha sido fechado en las Tierras Bajas aproximadamente a comienzos de 800830 d.C., aunque es bien sabido que cada área geográfica tenía sus propias dinámicas, por lo que es comúnmente aceptado un intervalo de tiempo

más amplio,

aproximadamente de 750 a 1050 d.C.

Algunos investigadores se refieren a esta transición como una “fragmentación” en lugar de colapso o caída. Sin embargo como es mencionado por algunos otros investigadores “el término "fragmentación política" puede o no puede ser inapropiado, ya que depende del grado en el cual los estados Mayas son vistos como centralizados o descentralizados” (Rice, et al 2004:6)

En Palenque, poco sabemos de las actividades políticas de los gobernantes identificados para el Clásico Terminal, que en este estudio se considera iniciado en el año 750 d.C. K´inich K´uk´B´alam II accede al trono en el año 764 d.C. (Martin y Grube, 2000) y es el último en dejar registro epigráfico sobre su gobierno, pues comisiona el Tablero de los 96 154

glifos, pieza arqueológica que marca un nuevo estilo caligráfico en las inscripciones palencanas.

En este tablero se hace un recuento histórico sobre varios eventos de acceso al trono de los gobernantes de la ciudad, entre los cuales son nombrados K´inich Janahb´ Pakal II, K´inich K´an Joy Chitam II, K´inich Ahkal Mo´Nahb´III y el mismo K´uk´ B´alam II, celebrando su primer k´atun como gobernante en el año de 783 d.C.

El último gobernante en ser nombrado dentro de los recuentos dinásticos es el conocido como Wak Kimi Janahb´Pakal o Pakal III, del cual solo se tiene un registro epigráfico proveniente de una vasija de cerámica gris fino, localizada en un entierro modesto en el Grupo Murciélagos, un conjunto habitacional relativamente cercano al núcleo central. Como ha sido mencionado por algunos investigadores el uso del numeral con el día (Wak Kimi: 6 Muerte) sugiere una influencia del altiplano central mexicano, en donde es muy común el uso de este tipo de combinaciones.

Realmente hay muy poca información sobre los últimos años en el antiguo asentamiento, la epigrafía en esta ocasión, no provee más datos sobre el desvanecimiento de su población y el destino final del linaje gobernante, pero gracias al PCU, podemos conocer cuales fueron los sectores de la ciudad en ser abandonados y cuales permanecieron todavía habitados al final de la ocupación de Palenque, ocurrida al parecer años mas tarde, aproximadamente en el año 810 d.C.

155

El declive es evidente durante la fase cerámica Balunté (750-810 d.C.), pues comienza el abandono de varios sectores del asentamiento y su reducción en el área previamente ocupada es cada vez más evidente, la presencia de material cerámico proveniente de esta fase también comienza a decrecer, llegando a su punto mas bajo durante la siguiente fase cerámica, Huipalé (810-900?d.C.).

156

POZOS ESTRATIGRAFICOS CON MATERIAL CLÁSICO TARDIO TERMINAL.

La presencia de la fase cerámica Balunté está presente en 75 pozos de sondeo de un total de 97, lo que representa el 77% de la muestra total de los sondeos practicados, este material fue ubicado en los sondeos 1,2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 12, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33, 34, 35, 36, 37, 38, 39, 42, 43, 44, 45, 46, 47, 49, 51, 56, 58, 59, 60, 61, 62, 63, 64, 65, 67, 69, 70, 71, 72, 73, 74, 75, 76, 78, 79, 80, 82, 83, 84, 85, 86, 87, 88, 89, 90, 91. Balunté se ve reflejado en el 26.5% del total del material analizado por el PCU.

La presencia de la fase cerámica Huipalé está presente en 34 pozos de sondeo de un total de 97, lo que representa el 35% de la muestra total de los sondeos practicados, este material fue ubicado en los sondeos 2, 3, 6, 9, 10, 15, 16, 17, 18, 20, 21, 22, 24, 27, 28, 31, 32, 33, 34, 40, 42, 46, 51, 55, 59, 60, 63, 64, 65, 71, 75, 79, 85, 91. Por lo que respecta a Huipalé, únicamente representa el 1.7% del total del material analizado por el PCU.

En total los sondeos clasificados dentro del periodo Clásico Tardío-Terminal suman 77 lo que representa el 79% de la muestra total y son lo siguientes: 1,2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 12, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29, 30, 31, 32, 33, 34, 35, 36, 37, 38, 39, 40, 42, 43, 44, 45, 46, 47, 49, 51, 56, 58, 59, 60, 61, 62, 63, 64, 65, 67, 69, 70, 71, 72, 73, 74, 75, 76, 78, 79, 80, 82, 83, 84, 85, 86, 87, 88, 89, 90, 91. Las dos fases en conjunto representan el 28.3% del total del material analizado. Los pozos se distribuyen de la siguiente manera: 157

Barrio 1: Pozos 10, 12, 14, 16, 30, 36 (7.14% del total de los pozos con material cerámico Clásico Tardío Terminal) Barrio 2: Pozos 1, 2, 4, 5, 8, 22, 24, 26, 27, 28 (11.90% del total de los pozos con material cerámico Clásico Tardío Terminal) Barrio 3: Pozos

23, 25, 29, 31, 33, 35 (7.14% del total de los pozos con material

cerámico Clásico Tardío Terminal) Barrio 4: Pozos 37, 38, 39, 40, 42, 43, 44 (8.33% del total de los pozos con material cerámico Clásico Tardío) Barrio 5: Pozos 7, 13, 32, 34, 45 (5.95% del total de los pozos con material cerámico Tardío Terminal) Barrio 6: Pozos 3, 6, 9, 15, 17, 19 (7.14 % del total de los pozos con material cerámico Clásico Tardío Terminal) Barrio 7: Pozos 18, 20 y 21 (3.57% del total de los pozos con material cerámico Clásico Tardío Terminal) Barrio 8: Pozos 73, 75 ,79 y 88 (4.82% del total de los pozos con material cerámico Clásico Tardío Terminal) Barrio 9: Pozos 55, 57, 59, 61, 63, 65, 67, 69, 71 y 83 (11.90% del total de los pozos con material cerámico Clásico Tardío Terminal) Núcleo Central: 46, 47, 48, 49, 51, 53, 54, 56, 58, 60, 62, 64, 70, 72, 74, 76, 78, 80, 82, 84, 86, 89, 90, 91 (28.57% del total de los pozos con material cerámico Clásico Tardío Terminal).

158

LE2

0

L E17 LE1 8 L E19

C am

ino

Rea l

LE1

4

LE13

LE16

Grupo Leon

LE 10 LE9

L E3

LE1 2

Carreter

LE1 1 LE 15

M34

LE4

LE 2

M3 3

M35

Grupo Museo

LE8 L E6

MS6

ME9

cu eva

M27

ME 10

ME 8 M28

G1 0 M42

Grupo Motiepa Este

ME 7

M41

M 40

ME4

Gr upo G

N 72 G4

N36

G3

G 21

N

N 38

N39

G6 G5

G2

G7

M36

G 20 G 19

ED 41

N 18

ED 40

N 49

N45

N 20

N63

N 61

N 51

N 57

caj ade agua

N 11

N9

ED 5

ED 29 E D7

ED 6

ED 30

E D13

E D46

ED 27

ED 55

P63

E D54

L38

P4 4

P70

P B63 L72

PB 9

P 43

Es te la La P ico ta

P 56

PB1 0

P40

P32

P 69

Gr upo Picota

P B25

P B61

P57

P23

PB12

P B16

P B13

O8

P25

XP 17

O9

acue duct

o

O10

Grupo Piedras Bolas

P 26

P12

P B5 6

O7

P8

P92

P1

O13

P10 P15

Olvidado

O1

PB 4

P B51

XP 46

XP6 8

PB4 9

X P69

8

E C3 1

E C33

T em pl o Encant ado EC 40

EC 45

XP 70

PB3 4

XP 5 9

EC 41

Y 17

X P71

PB 67

XP 47

XP 58

X P40

Y16 Y 20 Y 21

P16

PB 66

PB65

XP 48

E C78

canter a

Y6

Y5

E S14

E S13

H2

E S15

EC 68

5 X P5

ES3 2

C 48

H5

E S19

LK 23

C 56

C 60 C N3

C N9

O T56

c anter a

O T53

C N 10

C N6 CN 5 CN 4

Ch'ul Na CN 12

CN 13 CN 11

XXI X Xa X XII b

BW7

Mon1

XVI I

B W6

BW5

XX c

ST 13 B W9

BW1 1

B W12

C N7 C N8

C N14

OT 52

B W4

BW8 B W10 E stel a 3

XX V I

C 55

CN 1C N2

O T46

O T55

BW1

B W3

XXVI

H11

H 14

C58 C 57

OT 54 O T48 OT 45

OT 57

XXV

BW 14 H10

H9

H 12

H 13

C 53 L K2 2

C58

O T49 O T47 O T58

OT 44

O T48

O T78

BW2

H7

H8 ES21

ES36

Encantado Sur

L K21

C 59 OT 50 OT 51

O T60

O T42

Cruz Foliada

XXII

XXV

EC 69

H6 ES18 ES1 7

E S20

ES3 1 Y3 7

LK 20

C4 7

O T76 OT 37

O T40

O T41 O T77

X XIIa

H4

ES37

ES35 Y36

LK 32

1 L K19

O T29

O T39

O T74

XXI V

E C67

H3

ES3 4

ES3

4 Y35

C 46

C45

LK3

LK 18

O T59

O T38

O T75

Cruz

ES 16

E S26

ES38

0

Y3

O T36 O T71

O T17

O T64

XV

Sol

Jaguar

Y1 1 Y2

OT 63

XIV

TI 4

EC 73

H1

ES ES 1 0 11

ES33

ES29

Y 10 Y 12

ES9

C33 C 49

C52

O T62

O T61

TI 2

TI 3

ES8

ES2 7

OT 33

OT 34

LK 24

LK 2

C 32

C44

XV b

TI 5

TI 1

EC 56

7

EC6

ES24

Y1

Y3

ES 12

E S7 ES 25

O T3 2

OT 79

5

E C5

EC 86

E C64

E S6 ES2 3

OT 28

LK 26

L K1

L K3

C 34

O T69

O T30

LK 25

L K4

C 26

C28 C29

C43

O T27

LK 30

L K2 7

C31

C51

X Va

E C5 3 EC 8

EC 72

EC 70

X P73

Y9 ES28

LK 33

O T70

OT 73

LK 29

LK 5

LK 6 C27

C42 O T25

O T15

O T22

L K36

LK 35

LK 34

LK 28 C25

C3 7

C 30

O T20

XVI

EC 58

EC 60

X P62

Y4

cant era

E C66

EC 3

E C5

4

E C59

E C62

Y 32 Y8

O T18

O T19 O T21

E C54

EC 55 EC 7

E C6 1

Gr upo H

L K37

C2

C 35

C40

EC 71

E S5

8

LK7

C3

C1

C 38 C 50 C36

s

LK 39

C6 1

OT 10

O T11

O T26

O T64

ES 3

XP 53

ES 4

X P78

Y7 X P74

Y 27 Y 26

C1

5

X P56 X P61

L K1 0

LK

C 12

C4

Grupo C

OT 9

O T12

C 41

EC 4

EC 50

EC 48

XP 54

6

7

O T8

O T7

O T72

OT 31

E C52

E C49

EC 77 E C37

EC 47

XP 50 X P63 E S2

E

E C6

EC 7

E S22 ES1

X P51

XP 42

XP 60 X P7

X P7

Y25

E C46

XP5 2

XP 57

PB6 9

Y31

LK 38

C5

O T67

O T13

O T1 4

OT 16

EC 2

EC 8

E C15

EC1 4

X P41

PB68

Y 14

OT 3

OT 6

OT 23

pci one

EC 51

EC 83

XP 49

X P45 P 17

Y13 Y 15

Grupo Yax

Y 24

EC 76

XP43

XP 39

XP 64

Y 23

Y 22

Y 28

E C24

L K9

C8

OT 5 pat io

O T24

Ins cri

O T3 5

E C84

EC 10

E C34

EC 36

X P44

P5 Y19

Y 29

Y 30

Y 33

XIII

EC 11

EC 12

E C30

EC3 5

EC 38

X P72

XP3 7

EC 9

EC 13

EC 25

EC 28

LK1 1

C 18

C7 Puent e G rupo C

C 39

E C82

EC 23

EC 29

EC 32

X P6 5

PB 47

P4

E C42

C19

C 62

C 64

O T65

pati o

LK 40

Gr upo Lik'in

C6 C 63 CS6

O T66

Grupo Otulum Tumb a de Ruz

XI I E C16

E C44

C 21 C 20

C S15

EC 17

E C22

EC 43 caj ade agua

XP 36

XP 35

C S5

CS1 1

CS 17

Palacio

gui as

8

EC 19

X P66

X P30

PB 46

P B52

PB5 4

PB 53

P3

P18

caj ade agua

LK 41 LK 12

CS14

E C20

PB 38 PB4 5

PB55

Gr upo I

P2 Y 18

PB 44 O2

PB43

P B39

O3

C 22

C S12

EC 1

LK 13 C 13 C 12

C9

CS4

CS 10

EC2 1

E C27

C 16

C14

C 15

C 11 C 10 CS16

O T2

pla taf or ma decem ent o

Grupo Encantado

L K16

CS 2

C S3

C S7

I g nor ado

XI

EC 79

Xinil Pa

B9

Grupo B

C S1

C S9

J6 7

E C26

XP 34

B8 B1

CS 8 CS1

bom ba deag ua

EC 80

E8

E2

E1 5

X P67 X P31

LK 42 L K14 C24

Grupo Cascadas

C P5 C P4

puent e pr ehi sp an ico

OT 4

E7

E3

E4

E5

X P33 E1

XP 29

LK 17

Z21

bodega

C P3

b anos

t iend aLan candon

bodega

E 13

E6 E10

E14

PB 37 PB 40

Z 20 Z 30

Z19

CP1

C ampamento

CP 8

OT 1

E45 E9

E 11

X P2 6

X P27

X P28

PB35

P B41 PB57

B14

A51

C P7

CP 2

X Juego de Pelota

E 36

E12

E 41

E42

XP 25

PB42

P B59

P7 P 27

X P18

X P19

XP 16

XP 32 PB 58

B2

N G1

El Conde

ent rada

Estel a 4 X P20

XP 15

PB 36

P B15

PB 60 O4

P9

P88

E35

X P13

P B34

O 11

O5

P 13

CP6

Gr upo Norte

J60

J63

J64

bol et os

X P22

PB33

PB 28

PB 17

O12

P11

P6 P14

J59

J6 2

J 53

J51

X15

X12

Z17

Z 18

L K15

r est aur ant e EC 8 1

Z 25 Z24 B6

C 23

3

iento

B5

B7

J48

iona m

B12

B4

A 26

A50

E 37

E40

E33

PB 14

O6

P41

P34

P3 3

E34 X P2 3

X 14

Z1 6

B10

B3

A 25

J 52

J46 J47

E38 E 39

XP 11

X P24

P19 P3 6

P89

E 38 E 32

X P38 X P21

X P10 X P12

J58

J61

J49

J50

J45

A8

A9

J54

J30

J36

J4 4

E28

X P9 X P8

PB 30 P B31

PB62

J29

J40

t iendas

X1 1

X2

Z 23

A1 0

J34

J3 5

J37

J43 J41

J65

Es tac

E 30

AC 5

AC 6

Z 29

Z15

B 13

B11

A7

A4

J28

J33

J 42 J66

E16 E 18

E 19 E29

E43

X P7

PB 29

PB 19

P 42

P35 P81

P87

PB 64

PB2 6

P 31 P 24

P 71

PB 4 PB 5

P B20

PB18

PB 27

P60

P80

P 84

P86

al b er ca PB 8

L 73

PB 21

P55

P 39

P 68 P 78

L 69

P 59

PB11

P 20

a cued

P79

L68

P 49 L67

r ca

ucto

P 30

J31

J 23

J32

E20

E 25

E27

X3

Z7

Z14

A24

A20

A1 8

G G9

J38

JO 1

E17

E22

E 21 E 26

po I/II

X7 X1

GG 10

JO 3 E24

E 44 MR48

M R50

X P1

Gru

Z33

MC 1

A13

A3 A2

A19

ca

Z8

Z22

J27 J24

J21

J11 J2 J O2

E 23

MR44

MR 49

MR51

XP 3 PB32

A1

A 14

A 17

AC 2

alb er

Z6

Z9

Grupo Zutz

A2 1

A27

N G7

NG 3

G G5 G G 11

G G1

Z3 2

Z13

Z12

MC 2

A 22

A6

A 28

N G5 NG 2

NG 4

GG4

G G2

J56

A C1

AC 7

X4

J26

J25

J 19

Z 10 Z 11

MC3

GG 7

J 57

2

J55

J13

Maya "L" X6

X 13

Z 31

Murcielagos

MC1 4

Z2 7

Z3

Z2 MC 4

A11

A46

NG 6

GG 3 G G8 J2

J20

J 18 J17

J13

J7

J3

3 JO 4

MR 47

MR55

MR38

X P4 X P5

PB 24

PB2 2

J16 J14

J6

Grupo IV J 8 JO 10

M R4

MR46 MR 52

MR 54

M R 58

X P75

X P6

P B23

PB3

PB6

P 58

P54 al be

P 38

P77

P 82

P8 3

P85

P 48

P 52

P 21 P37

P72 P73 P9 1 P9 0

L 70

2

JO29 G G6

J15

J5

J4 J1

JO8

JO43

Grupo E

MR45 MR 53

MR57 MR59 MR4 2 M R40

MR61

PB 1

E31

L 71

J O4

JO2 8

Grupo J

J9

JO 15 JO 12

JO 9

JO6

JO 5

0

MR39 MR 41

XP 2

P 22

P28 casa ocupado en 1999

P74

P 76

M R6

L 78

L8 0

PB2

P 50

J O 25

JO 27

J10 JO14

JO11 0

MC8

MC6

M C 16

Grupo Galindo

JO 24 JO 23

JO 26

JO1 6

JO 13

J O3

JO 31

L56

PB7

P47

J O 40

5

JO 33 JO3 2

JO 36

JO 37

MC 7

MC17

A 36

M1

MR12

JO7

M R5 6 L7 9

L55

L 57

L58

L 74

P 46

P51

J O3

JO 38

MR1 1

A16

X5 X8

Z5

Z4

MC 5

MC 18

A13 A 12

A 15

A 45

JO 34

MR1 3

MR9

MR14

E D51

E D48

P 53

GG 14

A 29

G G12

G G 13

acu edu cto

MC21 MC 9

MC 19

JO17

JO39 M3

M2

MR 4

M R 10

MR 30 MR 29

L7 7 L54

L53 L 59

M4

MR 5

MR6

MR8

MR1 7 M R3 1

Retiro de M oises'

L60 L66

MR 3

JO 41

M7

M5

22

MR7

MR 18

L4 MR25

L 61

L 65 L63

P65

P45 P6 1

E D4 7

ED 44

MR

MR 34

5

MR 16 MR19

MR20 L 75

L2

Grupo Limon

ED 26 ED 24 P29

P75

L3

L1

L36

M R1

MR 32 MR33

L8

L6 L5

L 33

L 37

L 40

L76

L64

P 66

P62 E D5 6

E D52

ED 45

ED 37 ED 38

ED 19

E D20

L62

P67

3

E D50 ED 49

ED 28

E D1 1

E D10

E D2 1 E D23

L 82

P64

E D1

ED 2

E D2 2 E D2 5

E D42

MR6 2

MR 24

MR 26 L10

L12

L 29

L32

L 39

M8 M6

MR2 1

L14

L9 L11

L21

L7

L 47

L 35

L42

L41

ED 34 E D8 E D12 E D14 E D31 E D3 ED 4

E D60

L16

L83

L28

L 30

L34

L45 L43 L44

N5

L81

L49 L48

L46

N6

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ED 61

L 31

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L5 2

L50 N7

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N 10

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L 13

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N 55 N 56

N3 N1 N2

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MR27

L27

N 58 N 59

N 14

E D36

E D43 ED 9

ED 63

L1 5

L 26

N 19

N 13

N1 2

ED 58 ED 35 E D33

L 22

L25

N 54

N15

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N52

N 16

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L 17

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MC 10 MC1 3

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A31

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N 53

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N62

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Grupo Nauyaka

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G 16 G 15

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G 17 G 18 L19

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M12

Grupo Motiepa

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N65 L 18

A 37 A 48

M4 5

M18

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N 67 N 70

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M44

G1

N 68

N 64

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G8

N 37

69

N 48 N 47

A 41

M16 M39

N 74 N 40

N 33

N 35 N 27

N 44 N2 3

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N 22

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Figura 70. Mapa de Palenque, mostrando el area con presencia de material cerámico perteneciente al periodo Clásico Tardío Terminal, específicamente la fase cerámica Balunté (Modificado de Barnhart, 2001).

Figura 71. Mapa de Palenque, mostrando el área con presencia de material cerámico perteneciente al periodo Clásico Tardío Terminal, específicamente la fase cerámica Huipalé (Modificado de Barnhart, 2001).

159

SONDEOS.

La presencia de material correspondiente a la fase cerámica Balunté esta presente en gran parte del asentamiento, a continuación presentaremos 2 unidades de excavación en los cuales se recuperó este tipo de material (pozo 59 y 65), mientras que para la fase Huipalé, realizaremos la descripción de dos unidades (pozo 79 y 85), esto con la finalidad de dar a conocer los contextos en los cuales fueron hallados estos materiales.

Pozo 59.

Este pozo fue ubicado en la plataforma marcada como ES3, muy cerca de la conjunción con la Estructura ES5.

En la capa I pudimos observar una gran cantidad de material arqueológico, principalmente cerámica, perteneciente a las fases Murciélagos y Balunté, por lo que se toman las precauciones necesarias, en la parte sur se localizamos una delimitación de rocas característica de los entierros en cista, por lo que se procedió a realizar el registro fotográfico y dibujo y posteriormente a levantar las rocas.

Una vez que se limpió y niveló, notamos con certeza que se trata de una cista en la que se depositaron restos humanos, este depósito contó con una tapa;

se trató de un

entierro primario, por lo que se dibujó y se realizó una ampliación hacia el sur para ubicar

160

el resto del entierro.

Se trazó la ampliación suroeste y se comenzó la excavación de las dos primeras capas para llegar al mismo nivel del entierro 8; al llegar al mismo nivel pudimos observar una tapa formada con rocas de diversos tamaños, una vez dibujada y fotografiada, se comenzó a remover estas rocas y notamos la disposición de los huesos largos y que al parecer pertenecieron a por lo menos dos individuos, se continuó con la excavación y se limpiaron para poder fotografiarlos y dibujarlos.

Entierro 8. Se trató de un entierro primario consistente en por lo menos dos individuos orientados norte-sur, depositados en una oquedad excavada sobre la roca madre y delimitada por una cista y tapa, fabricadas con fragmentos de roca caliza de diversos tamaños, los individuos se localizaron en posición decúbito dorsal extendido y contaron con dos pequeños platos de pasta fina como ofrenda; tanto los restos óseos como la ofrenda, se encontraban en un pésimo estado de conservación, además de que se localizó un cráneo extra, es decir, recuperamos 3 cráneos y solo dos individuos.

Debido al pésimo estado de la ofrenda no fue posible el poder recuperarla en un solo bloque, además de las lluvias ocurridas en los días previos imposibilitaron una completa recuperación, a pesar de las protecciones colocadas, el agua se filtro hacia la excavación, por lo que se afectó aun más su conservación.

La capa I (10 YR 2/1 Black), se trata de material en descomposición, humus y de un color muy oscuro. 161

La capa II (10 YR 4/2 dark grayish brown) fue una capa que contuvo una mayor presencia de arcilla, compacta, de grano medio y que se mezcló con guijarros de caliza de diferentes tamaños es aquí donde tuvimos una mayor presencia de material arqueológico y el entierro 8. La capa III (10 YR 5/4 yellowish brown) tuvo una composición de arcilla compactada, de grano fino, con una baja densidad de material. En este pozo el banco de nivel se situó a 50 cms sobre la superficie.

Figura 72. Dibujo de Planta del Pozo 59 (dibujo del autor).

162

Figura 73. Dibujo del perfil Norte del Pozo 59 (dibujo del autor).

Figura 74. Entierro 8 , Pozo 59 (dibujo del autor).

163

Figura 75. Fotografía del Entierro 9 del Pozo 59 (foto del autor).

Pozo 65.

Pozo ubicado cerca de la estructura EC45, evitando el escombro de la misma estructura; se localizó una cantidad moderada de material cerámico y en la capa I nivel 1 pudimos observar un alineamiento de rocas similar a los presentes en las cistas, por lo que se excavó un nivel más para determinar con certeza la procedencia y función de este alineamiento.

Al avanzar hacia la capa II, se localizó una gran cantidad de hueso, dientes, fragmentos de mandíbula y otros huesos, cercano a un hoyo de tuza (o algún otro roedor) y al no presentar ningún orden anatómico o disposición funeraria (entierro o tumba), los restos

164

solo fueron registrados como material óseo y no como un entierro, tenemos todos los registros fotográficos y de dibujos para presentar la disposición de los restos localizados, continuamos con la excavación teniendo la precaución de registrar todo el material arqueológico.

Se procedió a dibujar el alineamiento de las rocas y una vez realizado el registro se procedió a removerlas y justo debajo pudimos observar una cista perfectamente trabajada que sirvió como tumba, por lo que todo el material óseo encontrado fuera, perteneció a este deposito y que algún animal removió alterando el contexto.

En el perfil sur podemos observar que la cista continuó e intruyó hacia la estructura cercana, es claro también ver la tapa de la cista colapsada y muy pocos huesos dentro de la tumba, el resto fue localizado fuera del entierro y de esta manera se realizó el registro de dibujo.

Igualmente dentro de la cista fue posible recuperar gran cantidad de caracoles, material cerámico, obsidiana, un fragmento de figurilla, fragmento de tenazas de cangrejo y hueso.

Se realizaron dos recolecciones de material arqueológico, una proveniente de dentro de la tumba y otra del resto del pozo.

Se decidió no realizar una extensión del pozo para descubrir en su totalidad esta cista, debido a que esta misma intruye en la estructura, lo cual pondría en peligro su 165

estabilidad por la gran cantidad de escombro a remover y por supuesto por las observaciones emitidas por el Consejo de Arqueología en cuanto a la prohibición de excavar dentro de las estructuras, por lo cual no se procedió a continuar con esta ampliación, solo se continuó excavando lo que se ubicó dentro del pozo.

Una vez registrada esta cista, se procedió a desmontarla para continuar la excavación y debajo observamos la presencia de otra cista la cual esta justo dentro del pozo estratigráfico, la cual presentó una buena manufactura en su construcción, pues contó con una delimitación y una tapa muy bien hechas, además de que el depósito está excavado en la roca madre.

Otro elemento remarcable es el hallazgo en el perfil sur de una especie de nicho en donde fueron colocados un vaso y un plato a manera de ofrenda, sobre el lado exterior este de la primer cista, se realizó el registro correspondiente y se levantaron, el vaso se recuperó en su totalidad, pero el plato debido a su estado de conservación se fragmentó demasiado a pesar del esfuerzo realizado para recuperarlo en bloque. Ambos elementos corresponden a la fase cerámica Balunté.

Entierro 9. Se trató de un entierro primario de un individuo depositado en una cista fabricada con bloques y tapa de roca caliza, excavada sobre roca madre, en muy buen estado de conservación, el individuo se ubicó en decúbito dorsal extendido, orientado norte-sur, con un estado de conservación muy bueno, aunque los huesos se encontraban muy frágiles y al contacto se fragmentaban, se trató de recuperar con extremo cuidado la mayoría de la anatomía del individuo, esto por medio de vendas de yeso, por lo que se 166

pudo extraer en su totalidad la pelvis por este método, algunos huesos largos también fueron recuperados mediante vendas de yeso y el resto por métodos convencionales, el cráneo fue la parte del individuo que presentó el peor estado de conservación, pues se pudo observar que estaba demasiado fragmentado; contó con unos fragmentos de navajillas prismáticas y un fragmento de una orejera de jadeíta como ofrenda, estos implementos se depositaron cerca del cráneo del individuo.

Se continuó con la excavación para tratar de recuperar más material óseo o el resto de la ofrenda que le pudo haber sido colocada, pero no fue posible ubicar algo más por lo que se procedió a tapar el pozo.

La Capa I (2.5 Y 2.5/1 black) es en su mayoría materia orgánica en descomposición y con una densidad media de material arqueológico. La Capa II (2.5 Y 4/4 olive brown, café claro) fue una arcilla de grano medio a fino, semicompacta, con algunas inclusiones de guijarros de caliza de diversos tamaños; cuenta con una alta densidad de material cerámico. El banco de nivel se ubicó a 40 cms sobre superficie.

167

Figura 76. Dibujo de Planta del Pozo 65 (dibujo del autor).

Figura 77. Dibujo de Planta del Pozo 65, entierro 9 (dibujo del autor).

168

Figura 78. Dibujos de Planta y Perfil Este del Pozo 65, respectivamente (dibujos del autor).

169

Pozo 79.

Pozo ubicado en el patio formado por las estructuras JO 28, 29 y 42, muy cercano a la carretera que se dirige al sitio arqueológico.

Al comenzar pudimos notar que la capa I se trató de una deposición muy fina y que sólo alcanzó unos 10 cms de profundidad con muy poco material cerámico incluido, entre los cuales se pudo distinguir algunas formas diagnosticas correspondientes a las fases Balunté y Huipalé, inmediatamente pudimos notar que la capa II fue un estrato en el que se localizó una cantidad mayor de material mezclado con gran cantidad de roca caliza de diversos formatos, podríamos decir que se trató de un relleno para nivelar esta pequeña plaza.

Durante la capa II nivel 3, ubicamos una concentración importante de material cerámico, que pertenece a las fases cerámicas, Balunté y Huipalé, mezclados estos materiales con roca caliza de pequeño formato, la concentración cerámica ha sido en este nivel y capa.

Justo en el nivel 4 de la misma capa II, pudimos observar un alineamiento de rocas, el cual procedimos a registrar y se continuó excavando para descartar la posibilidad de algún muro o delimitación de alguna cista, una vez desechada la probabilidad, se logró llegar a una sedimentación similar al tepetate y que es un horizonte estéril, por lo que sólo se descubrió en su totalidad esta alineación y se levantó para comprobar que justo debajo de ella no apareciera ningún otro elemento arqueológico, lo cual se realizó y se

170

tapó el pozo.

La Capa I (2.5 Y 2.5/1 negro) se trata de materia orgánica en descomposición y con una densidad baja de material arqueológico. La capa II (2.5 Y 4/4 café verdoso) fue una arcilla de grano medio a fino, semicompacta, con algunas inclusiones de guijarros de caliza de diversos tamaños; contó con una baja densidad de material cerámico. La Capa III (10 YR 5/6); fue un suelo arenoso, sin arcilla mezclada, con una consistencia muy compacta, con mica en su composición. El banco de nivel en este pozo se ubicó a 50 cm. sobre la superficie.

Figura 79. Dibujos del perfil sur y planta del pozo 79, respectivamente. (dibujo del autor).

171

Figura 80. Dibujos del perfil sur y planta del pozo 79, respectivamente. (dibujo del autor).

172

Pozo 85.

Pozo ubicado frente al muro norte de la estructura E8, el cual se encontró casi intacto, a no ser por un árbol que ha crecido en su parte alta.

Se comenzó la excavación y la primer capa presentó una cantidad moderada de material arqueológico, entre los cuales se reconocieron formas cerámicas de la fase Huipalé, en el nivel 3, observamos un alineamiento de rocas en el perfil sur, por lo que se tomaron las medidas necesarias para descartar la posibilidad de cualquier elemento arqueológico relevante, una vez finalizado se procedió a levantarlo y pudimos observar con claridad que se trató del escombro proveniente de la estructura.

La cantidad de material continuó constante y a una profundidad aproximada de 80-84 cms se llegó a roca madre, por lo que sólo tuvimos una capa.

La Capa I (2.5 Y 2.5/1 negro, humus) en su mayor parte se trató de materia orgánica en descomposición, la textura fue una arcilla granulosa no muy compacta, oscura, mezclada con roca caliza de tamaño mediano a pequeño y con una densidad media de material arqueológico. El banco de nivel se ubicó a 50 cms sobre superficie.

173

Figura 81. Dibujo de Planta del Pozo 85 (dibujo del autor).

Figura 82. Dibujo del Perfil Sur del Pozo 85 (dibujo del autor).

174

CONSIDERACIONES.

El proceso de crecimiento visto en periodos anteriores sólo continuó hasta aproximadamente los comienzos del siglo VIII, época conocida hoy por el gran número de conflictos y problemas que experimentó la dinastía gobernante, pero que aparentemente no generaron serios problemas para la continuidad de la vida urbana, incluso Palenque salió airoso en una serie de contiendas contra los aliados de Piedras Negras, gracias a los esfuerzos de sus huestes guerreras lideradas por Chak Suutz’, yajaw K’ahk’ de Palenque.

Es durante la fase cerámica Balunté, que Palenque sufre una severa contracción del área ocupada previamente, notamos que las partes elevadas comienzan a ser abandonadas, así mismo se nota un descenso en el número de pobladores y por consiguiente en la producción artesanal y de alimentos también se ven reducidas; la construcción de monumentos que relaten eventos importantes en la ciudad se ha detenido por completo.

No conocemos construcciones, ampliaciones o remodelaciones atribuidas a este periodo, por lo que las tribulaciones sufridas por el linaje gobernante han sido tan importantes como para detener el complejo programa arquitectónico que se venia desarrollando solo unas décadas atrás.

La poca frecuencia de cerámica Anaranjado Fino, nos habla de los problemas para continuar con sus redes de intercambio por lo cual, se continúa con la producción local, 175

la cual también comienza a decrecer, las formas diagnósticas comienzan a escasear y no están presentes en todos los conjuntos y su cantidad es en algunos casos es de 2 a 1 con respecto a las formas diagnósticas de la fase Murciélagos.

Para la fase cerámica Huipalé el decremento en el área previamente ocupada sufre su caída más severa, sólo algunos sectores de la ciudad siguen ocupados como en los grupos arquitectónicos Picota, Escondido, Nauyaka, Xinil Pa´, Retiro de Moisés, Encantado, J, Campamento y una parte del Bosque Azul, continúan aún habitados.

El centro de la ciudad ha sido abandonado por completo, los lugares en los cuales se desarrollaba la vida dinástica de la ciudad no volverán a ser ocupados nunca, la destrucción intencional de monumentos es evidente, han sido recuperados algunos incensarios fabricados en roca caliza los cuales fueron mutilados para desfigurar los rostros de los personajes de nobleza que representaban.

Huipalé representa también la reocupación del sitio por grupos foráneos, como ha sido documentado por algunos investigadores como Arnoldo González Cruz y Guillermo Bernal, en el conjunto principal y en la Acrópolis Sur, estos grupos reutilizaron algunos edificios, modificándolos, cerrando crujías, desmantelando monumentos o tableros para utilizarlos como material constructivo o de relleno en muros e incluso introduciéndose en cámaras subterráneas para la obtención de ofrendas de jadeíta. Gracias a la evidencia obtenida por el PCU, sabemos claramente que los últimos sectores de la ciudad en continuar habitados tal vez hayan albergado a los pobladores

176

que reocuparon los edificios del núcleo central y realizaron toda esta actividad postdinástica.

Figura 83. Mapa de Palenque mostrando las áreas ocupadas durante la fase cerámica Huipalé (Modificado de Barnhart, 2001).

En el sitio de Piedras Negras sucede algo similar como ya hemos mencionado con anterioridad, durante la fase cerámica Chacalhaaz (aprox. 750-820 d.C.), sucede un gran crecimiento poblacional, con una rápida urbanización de la ciudad, mientras que para la siguiente fase cerámica Kumché (aprox. 825-900 d.C.) sucede un drástico abandono del asentamiento.

Los trabajos realizados en Piedras Negras han asociado alrededor de 118 estructuras y edificios con actividad durante la fase Chacalhaaz, mientras que para la siguiente fase, Kumché, solo han sido detectados 27 edificios. Los materiales arqueológicos asociados durante la fase Chacalhaaz, comprenden una gran variedad de formas cerámicas, así también, en esta fase fue posible localizar la

177

mayor cantidad de fragmentos de obsidiana, silex y figurillas por estructura como no había sido posible localizar en periodos anteriores.

Existe una gran diversidad en cuanto a la fabricación de figurillas, pues mediante las excavaciones llevadas a cabo fue posible recuperar representaciones de animales de todos tipos.

La lítica tallada y pulida, así como el hueso trabajado y los objetos cerámicos, presentan una gran cantidad de formas y funciones; las excavaciones llevadas a cabo en Piedras Negras han dado cuenta de un gran número de objetos como metates, manos de metate, hachas de piedra verde, percutores, cuentas de jadeíta, excéntricos, malacates, agujas de hueso, orejeras, etc.

En comparación, durante la fase Kumché todas las categorías de materiales arqueológicos han descendido a cantidades ínfimas, el único material que se mantiene estable es la cantidad de fragmentos de silex y que ha sido explicado como la utilización del material para la fabricaciones de armas defensivas (Nelson, 2006).

Palenque, al igual que la mayoría de las ciudades localizadas en el área inmediata, sufren de un abandono gradual propiciado por una cantidad de factores que aún no han sido consensuados entre los investigadores del área Maya, pero que incluyen una variedad de aspectos como el agotamiento de los suelos, épocas marcadas de sequía, desastres naturales e incluso la predación del medio circundante.

178

Los datos de la ciudad y la región sugieren un escenario complejo, mismos que pueden vincularse de manera directa con un abandono gradual de la ciudad por grupos que consideran prudente reubicarse en una zona con baja productividad agrícola pero cercana a los sitios del río Usumacinta.

Para el año 900 d. C, la ciudad cae completamente en el abandono y no se vuelve a saber nada de ella hasta bien entrado el siglo XVIII, los últimos habitantes dejan huellas a su paso por los diversos edificios, destruyendo y mutilando monumentos, Palenque no se recuperó jamás de los problemas por los cuales atravesó la dinastía gobernante, sus dirigentes no pudieron seguir cautivando a la población y ejerciendo ese control tan preciso sobre todos los aspectos de la vida cotidiana; sin los beneficios hacia la población en general, fueron incapaces de continuar con un sistema administrativo, político, religioso y militar que beneficiaba a un segmento muy reducido.

Palenque cae en un silencio absoluto y la selva vuelve a reclamar el territorio que antes ocupaba y cubre los edificios con un manto verde que sólo será retirado siglos después.

179

CONCLUSIONES.

Si bien Palenque ha sido objeto de diversas investigaciones desde hace 70 años, la mayor parte de estos trabajos se han dedicado a la liberación y consolidación de edificios del núcleo cívico-ceremonial, y comparativamente se ha hecho poco en términos de otro tipo de contextos. Ha sido hasta fechas muy recientes que se han realizado trabajos en unidades residenciales cercanas al núcleo central, así como el recorrido detallado del asentamiento y la elaboración de un mapa con las estructuras presentes en la totalidad del antiguo asentamiento.

En este tenor, la presente tesis ha iniciado un nuevo sistema de trabajo, dedicado a la comprensión del proceso de desarrollo urbano. Como ha sido presentado en los anteriores capítulos, el análisis de los materiales recuperados en los pozos excavados por el Proyecto Crecimiento Urbano de la antigua ciudad de Palenque, permiten visualizar por primera vez la dinámica de crecimiento de este importante asentamiento.

Como fue mostrado en el capitulo 3, los resultados de investigación han permitido notar la ocupación de Palenque durante el Preclásico Tardío. Gracias al material recuperado se detectó la existencia de dos focos de ocupación localizados uno al oeste cerca del río Picota y el otro al este cercano al Otulúm, justamente en el punto focal del futuro núcleo cívico-ceremonial.

En sus trabajos previos, Robert Rands (1967,2005) ya había notado que la mayor parte de la cerámica preclásica proviene de contextos mezclados, rellenos de plazas, 180

nivelaciones o redeposiciones de material. Sin embargo, la evidencia del PCU permitió conocer casos en donde el material fue obtenido en estratigrafías que no pertenecen a ninguna de las categorías antes mencionadas, por lo que ayudaran de gran manera en el entendimiento de los procesos culturales de este periodo.

Como ya ha sido mencionado en el capitulo 3, los barrios 1, 3, 4, 5 y 7 fueron los que concentraron la mayoría de los pozos estratigráficos con material preclásico, estos conjuntos arquitectónicos se caracterizan por estar construidos sobre una meseta plana bordeando el arroyo Picota, con abasto constante de agua todo el año.

Los Grupos Nauyaca, Limón y Retiro de Moisés presentan características muy distintas a otros en donde hemos ubicado concentraciones cerámicas de periodos posteriores (Clásico Temprano y Tardío), estos grupos arquitectónicos se distinguen por presentar una distribución espacial que se adapta al medio geográfico en el que se ubican, ya que todos se asientan sobre la misma planicie o terraza natural; se encuentran cercanos a fuentes de agua permanente y presentan una densidad constructiva comparativamente baja en relación a los demás conjuntos.

Es importante mencionar que en la mayoría de los casos no se localizaron subestructuras o rellenos, lo que permite sugerir que en esta zona no se realizaron grandes modificaciones constructivas.

En general el periodo Preclásico representa el 19% del total de la muestra de sondeos practicados, además de constituir el 3.1 % del total de tiestos analizados, 181

cabe

mencionar que durante este periodo cronológico, la antigua ciudad ocupó un área cercana a las 17 hectáreas.

Durante el periodo Clásico Temprano, como ya ha sido mencionado en el capitulo 4, los sondeos con presencia de material asignable a este periodo representan el 64% de la muestra, constituyendo el 17.6% de la muestra total de tiestos analizados.

Palenque creció hasta llegar a ocupar un área equivalente a las 64 hectáreas, cuadruplicando fácilmente el área ocupada durante el periodo anterior. Durante este periodo se observa una creciente adecuación de espacios para utilizarlos y construir mas viviendas para la población en constante crecimiento, la colonización comienza a dirigirse a las partes elevadas, de una manera radial y no lineal, la ciudad comienza a crecer en anillos concéntricos alrededor de los dos asentamientos existentes durante el periodo Preclásico y no crece de este-oeste (lineal) como ha sido propuesto hasta la actualidad, este crecimiento radial es posible observarlo a través de los trabajos de nivelación y terraceado con la finalidad de seguir ocupando las laderas con pendiente pronunciada, como Barnhart ha sugerido “ In total, over 16 linear kilometers of terraces have now been documented at Palenque. The important point to note here is that these hundreds of terraces were neither ritual nor agricultural in function. They were put in place to allow residential settlement of Palenque's hillsides and to protect structures on the plateau from soil erosion. Major city labor and material resources were spent to increase habitable land so that a sizable, non-elite population could live close by the center” (Barnhart, 2002, 2006).

182

Durante el Clásico Temprano el intercambio comercial de formas cerámicas ha crecido, muestra de ellos son los tiestos recuperados por el PCU correspondientes a tipos y pastas foráneas como los pertenecientes a los grupos Balanza Negro, Águila Naranja, Polvero Negro, Dos Arroyos y la utilización de bases anulares; las fases cerámicas Picota y Motiepá pertenecientes al Clásico Temprano, están muy bien representadas en las colecciones cerámicas del PCU.

Es durante el Clásico Temprano cuando se forjan y consolidan la mayoría de las dinastías de los sitios más importantes como Tikal, Copan, Calakmul, Yaxchilán y muchos otros sitios más, Palenque no es la excepción con el nombramiento de K´uk´ B´alam I (431-435 d. C.) como el fundador del linaje, aunque como ya ha sido explicado con anterioridad, hay algunos textos que trazan el inicio del linaje 600 años antes de K´uk´ B´alam I, hacia el 252 a.C.

Es pertinente mencionar que durante este periodo los dos asentamientos existentes durante el Preclásico Tardío, se unen para formar uno solo y como ya ha sido mencionado durante el capitulo 1, este proceso se llama sinoikismo, algunas definiciones del sinoikismo se refieren a este proceso como “la unión administrativa de varios poblados para formar un pueblo” (Kostof, 1991), “el proceso mediante el cual una ubicación central organizadora crece a partir de las necesidades de una población rural dispersa” (Carter, 1983), no olvidemos también que dentro del sinoikismo se reconocen dos variantes, la primera responde a la búsqueda y a la creación de un nuevo emplazamiento en un área previamente desocupada; mientras que en la segunda

183

variante, se selecciona una población existente para fundar la nueva ciudad (Smith, 2006). En el caso en discusión, es posible notar la decisión-probablemente política- de colocar el área cívico-ceremonial de la ciudad en el área ampliamente conocida en la actualidad.

Esta fundación formal de la ciudad tiene que ver con un aspecto muy importante, pues como ya ha sido mencionado en el capitulo 1, este tipo de acciones han sido documentadas en varios sitios arqueológicos dentro de Mesoamérica y fueron el resultado del interés de personas carismáticas, dotadas de personalidad, persuasión y autoridad especial, estos personajes (personificados en este caso por el gobernante o ajaw ) promovieron de cierta manera la migración para la fundación de nuevos asentamientos, reflejando una “estrategia real”; esta estrategia es una serie de variables políticas, culturales e históricas, aplicadas directamente por los gobernantes a sus subordinados, aliados y enemigos (Houston et al, 2001, 2003).

El gobernante construirá su residencia en el centro de la ciudad y la población se ira conformando a su alrededor, en una suerte de “comunidad moral” (moral community). Por lo tanto la creación y desarrollo de las ciudades mesoamericanas, son el reflejo de los deseos y ambiciones de los gobernantes en turno y por lo tanto el colapso o declive de las mismas obedece a la incapacidad de continuar “hechizando” a las poblaciones con su personalidad y carisma (Houston et al, 2001, 2003). Como aspecto de interés, es necesario recordar que la fundación oficial de la ciudad también durante este periodo, de acuerdo con el tablero del Templo XVII que marca el primer evento realizado en

184

Lakamha´, “lugar de aguas abundantes”, el apelativo que marcó a la ciudad desde el año de 480 d.C.

Actualmente sabemos mucho sobre el periodo Clásico Tardío de Palenque, ya que una gran cantidad de investigadores han hecho de Palenque el fruto de las acciones, ambiciones y logros de K´inich Janahb´ Pakal II, e incluso un gran número de estudiosos no visualizan el asentamiento como un centro importante antes del gobierno de Pakal II (Bishop, 1994; Flores Jiménez, 2002; Liendo, 2000, 2002; Liendo y Vega, 2000; Márquez y Hernández, 2004; Rands, 2003; San Román, 2005a y 2005b ; Schele, 1974; Schele y Freidel, 1990). Mediante los resultados obtenidos en la presente tesis es posible visualizar un escenario alternativo, con la ciudad teniendo un desarrollo sostenido durante los periodos Preclásico Tardío y Clásico Temprano y que alcanza su mayor tamaño a mediados y finales del Clásico Tardío (complejo Murciélagos), varias generaciones después de la muerte de Pakal II. podemos asegurar que Palenque fue la ciudad que llegó a ser gracias a los esfuerzos realizados durante el periodo Preclásico tardío y Clásico Temprano.

Durante el periodo Clásico Tardío como ya ha sido mencionado en el capitulo 5, se pudo constar que los sondeos con presencia de material asignable a la fase cerámica Otolúm representan el 71% de la muestra (en conjunto las fases cerámicas Otolúm y Murciélagos constituyen cerca del 87% de los sondeos), y formando el 11.4% de la muestra total de los tiestos analizados.

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Específicamente durante la fase cerámica Otolúm, Palenque creció hasta ocupar un área de 109 hectáreas, la ciudad continuó expandiéndose en todas direcciones. Si bien es cierto que durante el gobierno de K´inich Janahb´ Pakal II se realizaron una gran cantidad de obras de arquitectura monumental, la ciudad ya tenía un tamaño considerable, no creemos que a partir de su gobierno ocurra el despegue espectacular del que siempre se ha hablado.

Por otra parte la colonización se dirige hacia las partes elevadas y bajas de la meseta en la cual se asienta la antigua ciudad, la construcción de rellenos, nivelaciones y terraceados es cada vez más evidente, incluso se emplean materiales y tierra ubicada en la planicie sobre la cual se asentó la antigua ciudad, ésta meseta natural sobre la cual se construyó la mayor parte del asentamiento, fue la zona que proveyó gran parte del material usado para nivelar y terracear las laderas de las elevaciones inmediatas, mediante los sondeos nos fue posible observar en las partes elevadas, un gran número de rellenos arquitectónicos, los cuales contenían una gran cantidad de material cerámico mezclado de diversas fases sin ningún orden aparente, materiales que probablemente fueron trasladados en matrices de tierra desde la parte plana del asentamiento.

El núcleo central recibe gran atención y la mayor parte de las estructuras ya existentes desde el periodo Clásico Temprano, reciben una gran cantidad de ampliaciones y remodelaciones; la construcción del Templo de las Inscripciones, el Templo XIII así como también el Templo Olvidado son fechados para esta época.

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La fase cerámica Murciélagos representa el apogeo de la ciudad, pues como se pudo constatar con la evidencia obtenida por el PCU, los sondeos con presencia de material asignable a esta fase cerámica representan el 86% de la muestra, constituyendo el 39.7% de la muestra total de tiestos analizados. La ciudad ocupó durante esta fase alrededor de 192 hectáreas, llegando a su máximo crecimiento poblacional y de área ocupada, ningún otro periodo reflejará este crecimiento tan evidente.

La distribución de los materiales sugiere una ocupación en las partes altas y con gran pendiente, modificando la topografía local, mediante grandes rellenos, nivelaciones y terrazas artificiales, una labor emprendida seguramente por la dinastía gobernante en su afán por seguir colonizando y propiciando mayor cantidad de lugares habitables para su población en constante crecimiento.

Palenque alcanza una gran cantidad de victorias guerreras aproximadamente en el año 723 d.C. por lo que afianza aún más la esfera de interacción y provee de tributo y mano de obra para la bonanza que se vivió en el antiguo asentamiento por cerca de 25-30 años más, creemos firmemente que este desarrollo espectacular y el auge de la ciudad puede ser atribuible a K´inich Ahkal Mo´Nahb´III.

K´inich Ahkal Mo´Nahb´III, es el encargado de revitalizar la Acrópolis Sur, además de realizar una serie de construcciones importantes en un afán por emular a sus antecesores, por lo que al parecer comisiona los Templos XVIII, XVIIIa, XX-A, XIX, XXI,

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la torre del Palacio y algunas remodelaciones al Grupo IV, lugar donde vivió Chak Suutz’, yajaw K’ahk’ de Palenque, cercano colaborador de Ahkal Mo´Nahb´III.

La presencia de materiales cerámicos asignables a este periodo, reflejan la gran cantidad de pobladores ubicados en el asentamiento ya que su presencia está en casi la totalidad de los sondeos realizados, además de representar el 40% del total de todo el material analizado por el PCU.

Durante el periodo Clásico Tardío Terminal como ya ha sido mencionado en el capitulo 6, específicamente durante la fase cerámica Balunté, Palenque sufre una importante reducción en el área ocupada, pues ahora sólo ocupa 82 hectáreas en comparación con las 192 hectáreas de la fase anterior, con el consiguiente decremento poblacional y de disponibilidad de formas cerámicas diagnósticas al interior de la ciudad, Balunté representa el 26.5% del total del material cerámico analizado por el PCU y su presencia sólo es detectable en el 77% de los sondeos realizados.

Balunté también representa un silencio por parte de la familia gobernante, pues el cese en el programa arquitectónico y de erección de monumentos así lo demuestra, el ultimo gobernante del que tenemos noticia mediante un monumento importante es como ya hemos visto con anterioridad K´inich K´uk´B´alam II, quien comisiona el Tablero de los 96 Glifos, en donde hace un recuento sobre sus antecesores, después de él sólo conocemos a Wak Kimi Janahb´Pakal o Pakal III por medio de una vasija localizada en un modesto deposito funerario localizado en el Grupo Murciélagos.

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Por ultimo durante la fase cerámica Huipalé, los últimos habitantes de Palenque ocuparon un área de alrededor de 11 hectáreas, además de algunas reocupaciones ocasionales en edificios del área cívico-ceremonial y Acrópolis Sur, por lo que ésta fase representa una caída estrepitosa en el área previamente ocupada, por consiguiente la mayor parte de la población abandonó la ciudad, sólo algunos pobladores permanecieron en las inmediaciones del núcleo central, las formas cerámicas se redujeron a unas cuantas ollas y cazuelas y su cantidad por supuesto también disminuyó, pues sólo representan el 1.7% del total del material analizado por el PCU., su presencia sólo fue ubicada en el 35% de los sondeos practicados.

Huipalé representa el abandono de la ciudad y una supuesta reocupación del sitio por grupos foráneos; mediante la evidencia obtenida en las excavaciones realizadas, hemos notado una nula existencia de materiales cerámicos provenientes de las planicies tabasqueñas o lugares aledaños, por lo que consideramos que realmente la poca población que aún ocupaba la ciudad al final del siglo IX d. C., fueron los que dejaron algunas huellas de sus actividades y realizaron ciertos episodios de destrucción deliberada de monumentos, los cuales han sido documentados por el Hist. Guillermo Bernal en su tesis de maestría referente a las inscripciones del Templo XXI.

Lo que sucede al ser abandonada la ciudad, como en la mayoría de las capitales mayas del periodo Clásico, es un abandono gradual con algunos pobladores que reocuparon de manera aislada algunos edificios de la Acrópolis Sur, en especifico los Templos XIX y XXI, en donde realizaron algunas ofrendas, dividieron espacios internos de los edificios usando incluso fragmentos provenientes de algunos tableros mutilados, como el 189

fragmento del Tablero de los Guerreros localizado en un muro divisorio interno del Templo XXI, el cual extrajeron del Templo XVII a escasos 50 metros del primer edificio (Bernal Romero, 2006).

El núcleo central fue abandonado por completo, como hemos visto con anterioridad, sólo algunas actividades de destrucción de monumentos o algunos rituales postdinásticos se siguen llevando a cabo en algunos edificios de la ciudad, como hemos planteado en el capitulo 1, el concepto de moral community bien podría plantearse para el caso de Palenque, pues el cese de la actividad de la familia gobernante y su fallido intento por conservar el mismo sistema político, administrativo, religioso y de jerarquización, propició que la población al no sentirse identificada con sus gobernantes, abandonaran la ciudad en busca de mejores oportunidades de vida.

Ahora mediante la evidencia obtenida por el PCU, sabemos claramente que los últimos sectores de la ciudad en ser abandonados son algunas secciones de los grupos arquitectónicos Picota, Escondido, Nauyaka, Xinil Pa´, Retiro de Moisés, Encantado, J, Campamento y una parte del Bosque Azul. Estos últimos pobladores fueron tal vez los que reocuparon los edificios del núcleo central y realizaron toda la actividad de destrucción de monumentos.

Es indiscutible que la población descendió a niveles muy bajos, pues también la densidad de materiales arqueológicos nos plantea un escenario desolador, ya que en el periodo anterior es posible localizar fragmentos de cerámica correspondientes a la mayor parte de la vajilla utilitaria que estuvo a disposición de la mayoría de la sociedad 190

palencana como lo son platos, vasos, ollas, cajetes, cuencos y aún fue posible recuperar fragmentos correspondientes a portaincensarios, mientras que durante la fase Huipalé, las formas cerámicas se redujeron a algunas ollas, cajetes y cazuelas.

Regresando a una cuestión básica de la presente investigación ¿fue Palenque originalmente fundado alrededor del arroyo Picota?

Como hemos mencionado con anterioridad, en realidad durante el periodo Preclásico Tardío, existieron dos asentamientos principales, uno ubicado al oeste alrededor del arroyo Picota y otro ubicado entre el Grupo Norte y Grupo Campamento, ambos fueron contemporáneos y es durante el periodo Clásico Temprano que se unen para darle forma al antiguo asentamiento que conocemos hoy en día.

Con base en el la evidencia recuperada por el PCU, podemos aseverar que el poblamiento original de la ciudad se realizó en la parte oeste del sitio alrededor del río Picota y en un conjunto de 5 Barrios que bordean tanto el Picota como el Piedras Bolas; es necesario mencionar que en el centro del Barrio 3, existe un espacio abierto carente de estructuras de cualquier tipo y que probablemente haya funcionado como una plaza abierta para cualquier tipo de celebraciones o espacios de uso común.

De igual manera notamos en el sector este una gran cantidad de edificación que bordean el río Otolúm, dándole forma también a un área de tipo publica, justo al sur del Grupo Norte y Campamento, que pudieron haber servido al igual que el centro del Barrio 3 como espacios de uso común. 191

Realmente no podemos asignar solamente la fundación de la antigua ciudad de Palenque al área inmediata al río Picota, porque como hemos visto en el capitulo 4, la evidencia del poblamiento temprano del sitio también fue ubicada al este del asentamiento. Lo que nos trae a la segunda cuestión básica en la presente tesis ¿La expansión de la ciudad hacia el este, ésta relacionada con la fundación de la dinastía palencana y en su caso el máximo apogeo de la ciudad esta relacionado directamente con el gobierno de K´inich Janahb´ Pakal II?

Consideramos mediante la evidencia obtenida por el PCU, que la expansión de la ciudad hacia el este, responde a una necesidad por parte de la dinastía para ubicar la residencia del gobernante en lo que pasará a ser el centro simbólico (y no geográfico) del asentamiento, ya que los gobernantes eran identificados como el axis mundi de las ciudades, por lo que en el caso de Palenque, el situar la metrópoli en esta parte, responde a una manera más práctica y sencilla para la construcción de edificios de gran tamaño sin ningún tipo de restricción, ya que se situaron sobre la parte más amplia de la meseta, el espacio faltante fue suplido por una gran cantidad de rellenos arquitectónicos que les permitió modelar su espacio constructivo, además de por supuesto estar cercanos a una fuente de agua permanente como lo es el río Otulúm.

La primer expansión fue justamente después de la unión de los dos asentamientos existentes durante el periodo Preclásico Tardío, es durante el Clásico Temprano que Palenque se establece con una fundación formal de su dinastía con el registro epigráfico

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del primer gobernante K´uk´ B´alam I (431-435 d. C.), por lo que es altamente probable que esta unión y expansión de forma radial del asentamiento hacia el este, respondan a las crecientes necesidades de una dinastía en sus comienzos. Surge nuevamente el concepto de sinoikismo, pues como lo hemos visto con anterioridad, el primer gobernante K´uk´ B´alam I, tuvo que haber sido un personaje tan carismático que logró “hechizar” y convencer a una gran cantidad de habitantes para realizar las obras arquitectónicas necesarias para comenzar el surgimiento de Palenque como una gran ciudad y consolidar este crecimiento por las décadas por venir.

La segunda parte de este punto es aún más cuestionable, con base en los datos obtenidos por el PCU, mediante la distribución del material cerámico en 97 pozos de sondeo, podemos observar que el apogeo de la ciudad no ocurre durante el gobierno de Pakal II, puesto que la mayoría de las exploraciones practicadas en los conjuntos arquitectónicos demuestran que alrededor del 92% son pertenecientes a la fase cerámica Murciélagos-Balunté (683-810 d. C.) cuando el gobernante ya había fallecido.

Consideramos que el apogeo de la ciudad y cuando presenta su máxima extensión territorial y densidad demográfica, sucede durante el gobierno de K´inich Ahkal Mo´Nahb´III aproximadamente en 721-736 d.C., pues sumado a la evidencia de material cerámico de este periodo, tenemos una serie de monumentos que narran momentos y eventos importantes en la vida de la ciudad, como el registro de campañas militares victoriosas por parte de las huestes de Palenque.

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Palenque se afianzó como una capital durante este periodo y sus límites territoriales llegaron al máximo y años después comenzó su declive al final de la fase cerámica Balunté y comienzo de Huipalé, podemos notar un decremento notable en la presencia de material cerámico de estas dos fases en los sondeos realizados en la antigua ciudad.

Los resultados finales obtenidos durante dos temporadas de excavación y análisis de materiales nos hacen reflexionar sobre algunas de las más conocidas interpretaciones de Palenque, mismas que en su mayoría se sustentan en interpretaciones epigráficas y arquitectónicas. Por ejemplo, gracias al uso de técnicas y métodos arqueológicos, hemos podido conocer el área de ocupación original de la ciudad, la que no se restringe al sector oeste, sino que abarca también las etapas constructivas más tempranas de grupos arquitectónicos en el área cívico-ceremonial y zonas adyacentes.

Esperamos que estos datos permitan la realización de futuras investigaciones que aún quedan pendientes, como la distribución de bienes de consumo al interior de los diferentes conjuntos residenciales y la ubicación de contextos sellados y arquitectura correspondiente a los periodos Preclásico Tardío y Clásico Temprano (ca. 250 a.C.- 150 d.C.). Los resultados de esta tesis sugieren en que áreas podemos excavar para responder estas y otras cuestiones.

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Figura 84. Porcentajes del total de pozos con materiales por complejo cerámico y porcentajes del total de material cerámico analizado por complejo cerámico.

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Figura 85. Crecimiento del área ocupada en Palenque (hectáreas por complejo cerámico periodo).

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