Origenes 8 - Hallazgo de artefactos líticos y megafauna en el cauce de los Arroyos Vejigas y Pilatos (Depto. De Canelones, Uruguay)

July 22, 2017 | Autor: Ugo Meneghin | Categoría: Archaeology, Pleistocene, Holocene, Paleoindian archaeology, Pleistocene megafauna
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Descripción

ISSN 1510-7981

ORÍGENES No. 8

2009

HALLAZGO DE ARTEFACTOS LÍTICOS Y MEGAFAUNA EN EL CAUCE DE LOS ARROYOS VEJIGAS Y PILATOS (DEPTO. DE CANELONES, URUGUAY) UGO MENEGHIN & ANDRÉS SÁNCHEZ

Fundación Arqueología Uruguaya Montevideo – Uruguay

ORÍGENES Publicación periódica de la Fundación Arqueología Uruguaya

Editor: UGO MENEGHIN MARCHIORI

Sede: Fundación ARQUEOLOGÍA URUGUAYA Andrés Cheveste 1485 11700 Montevideo - Uruguay

Dirección postal: Fundación Arqueología Uruguaya Casilla de Correo 241 11.000 Montevideo, Uruguay Dirección Web: www.arqueologiauruguaya.es.tl E-mail: [email protected]

© 2009 Fundación Arqueología Uruguaya Reservados los derechos para todos los países. Ninguna parte de esta publicación , incluido el diseño de la cubierta, puede ser reproducida, almacenada, o transmitida de ninguna forma, ni por ningún medio, sea éste electrónico, químico, mecánico, electro-óptico, grabación, fotocopia o cualquier otro, sin la previa autorización escrita por parte de la Fundación.

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HALLAZGO DE ARTEFACTOS LÍTICOS Y MEGAFAUNA EN EL CAUCE DE LOS ARROYOS VEJIGAS Y PILATOS (DEPTO. DE CANELONES, URUGUAY) UGO MENEGHIN1 & ANDRÉS SÁNCHEZ2 ABSTRACT: In this paper, the authors report on the finding of lithic artifacts and fossil mammals along the creeks of Vejigas and Pilatos, Department of Canelones, Uruguay. Some of the artifacts show clear signs of belonging to paleoindian contexts. Multidisciplinary studies are being carried out, looking for possible evidence of coexistence of man and the late Pleistocene-early Holocene megafauna in this site. Keywords: Archeology – Paleoindian – Megafauna – Pleistocene – Holocene – Uruguay Palabras clave: Arqueología – Paleoindio – Megafauna – Pleistoceno – Holoceno – Uruguay

INTRODUCCIÓN Este trabajo es de carácter preliminar y el punto de partida de un proyecto multidisciplinario de largo alcance tendiente a profundizar en el estudio de la prehistoria de la cuenca del curso medio del río Santa Lucía. La meta es relevar todo lo concerniente al poblamiento temprano del Uruguay. El proyecto será encarado por etapas y desde distintos campos de actividad. Un aspecto preponderante lo constituye el estudio de las colecciones 1 Fundación Arqueología Uruguaya, Casilla de Correo 241. 11.000 Montevideo, Uruguay. Email: [email protected] 2 San José y Luis Alberto de Herrera, San Ramón, Canelones, Uruguay.

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arqueológicas disponibles originarias de la región, ya que, hasta el momento las noticias sobre material indígena procedente del área se limita a hallazgos aislados efectuados en areneras ubicadas en las márgenes del río que se explotan con fines industriales. Estos materiales arqueológicos, a veces de gran importancia, son generalmente vendidos a coleccionistas o anticuarios, perdiéndose con la pieza todo tipo de información complementaria. En ese sentido el estudio de la colección arqueológica y paleontológica del segundo de los autores ha sido de capital importancia debido a la forma en que fue obtenida y cómo está conservada en la actualidad.

RESEÑA FISIOGRÁFICA La cuenca del río Santa Lucía está ubicada en el Sur de nuestro país y consta de una superficie aproximada de 14.200 km2 lo que equivale al 7% de la superficie total del territorio nacional. La cuenca hidrográfica superior de este curso fluvial es de gran importancia ya que suministra agua potable a la capital del país, Montevideo, y a varias capitales departamentales. Desde sus nacientes, ubicadas en las sierras de Minas hasta su desembocadura en el Río de la Plata, en el denominado Delta del Tigre, recorre una distancia de 248 km, trayecto que se divide en curso superior, medio e inferior, respectivamente3. La dirección del curso superior y medio es de Este a Oeste, mientras que el curso inferior presenta groseramente una dirección Norte-Sur. En toda su extensión recibe numerosos aportes hídricos a través de tributarios de distinta importancia: ríos, arroyos, cañadas, sangraderos, etc. A través del tiempo el trazado del cauce del río ha sufrido importantes modificaciones, ya que se observan, especialmente en su tramo medio, depresiones que permiten constatar la presencia de numerosos paleocauces, lo que implicaría que en el pasado existía una compleja red de canales, hoy cegados como es el caso del cauce antiguo. Uno de los tributarios que alimenta al río Santa Lucía en el curso medio sobre su margen izquierda, muda de denominación dos veces a lo largo de su trayecto. Se trata de un curso hídrico que al igual que el tramo superior y medio del Santa Lucía, fluye en dirección Este-Oeste. Tiene sus nacientes en un paraje denominado Villa del Rosario situado a unos cuarenta kilómetros

3 Se acepta convencionalmente como curso medio del río Santa Lucia el trayecto que se extiende entre el Paso de Barrancas y el puente carretero de la ciudad de Santa Lucia, con una longitud de 103 km.

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al Este de la ciudad de San Ramón4. Desde las nacientes y por una distancia aproximada de treinta kilómetros se le denomina arroyo Vejigas. Desde ese punto, hasta las cercanías de la ciudad de San Ramón en que desagua en el río Santa Lucía, se le conoce como arroyo Pilatos (Lám. II). Desde tiempos antiguos se conoce la depresión por la cual transcurren estos cauces como “Llano de Vejigas”, Al inicio del siglo XX, ARAÚJO la definía de esta manera: “Inmensa llanura de 4,000 hectáreas comprendida entre el río Santa Lucía y el arroyo Vejigas, y próximo a la confluencia de éste con aquél. El terreno es bajo y anegadizo en su totalidad, y en algunas partes guadaloso. En las grandes crecientes, las aguas del Santa Lucia invaden el llano, dándole apariencia de un mar, quedando fuera del agua la parte alta de alguna que otra loma que se cubre de ganados que encuentran refugio en esa especie de islas” (ARAÚJO, 1900:797-798). En la actualidad, principios del siglo XXI, la situación permanece sin cambios. Es digno de señalar como referencias de interés, las versiones orales proporcionadas por vecinos de San Ramón, quienes concuerdan en afirmar que a principios de los años 50 del siglo pasado, el hoy caudaloso arroyo Pilatos era una modesta cañada de escaso cauce y reducidas márgenes a diferencia de lo que se observa en la actualidad que en algunos sectores la distancia de una orilla a la otra supera los 100 metros. Esto da la pauta del creciente y constante proceso erosivo que afecta sus márgenes.

GEOLOGÍA En las márgenes de los arroyos Vejigas y Pilatos se observa una excelente exposición de depósitos correspondientes al Cuaternario tardío continental, en barrancas abruptas o medianamente empinadas de varios metros de altura y cuyas sedimentitas pertenecen a la unidad litoestratigráfica conocida como Formación Dolores (Lám I). “La Formación Dolores se caracteriza usualmente por presentar depósitos arcillo limosos y limo arcillosos, con arena y gravilla (fangolitas), de coloración pardo y gris verdosa con una potencia que no excedería los 10 metros. Tiene similitud con la Formación Libertad (Pleistoceno medio) pero se diferencia de ésta en que genera superficies planas, lo que se ha utilizado para diferenciarlas”…“Consistentemente se la considera como de edad Pleistoceno Tardío y usualmente se la asimila a condiciones climáticas

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San Ramón se encuentra en los 34º17’60” S - 54º58’00” W y a 53 m sobre el nivel del mar.

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frías vinculadas al último episodio glacial” (MARTÍNEZ & UBILLA, 2004:211-212). Registros radiométricos realizados sobre muestras de madera fósil han aportado varias dataciones concordantes con el finiglacial: 10.480 ± 100 (LP-1110); 10.500 ± 110 (LP- 1143); 11.150 ± 120 (LP-1283) y 11.090 ± 110 (LP-1268) (MARTINEZ y UBILLA, 2004:213). Desde el punto de vista de su contenido paleontológico se caracteriza por poseer una variada fauna de mamíferos del Pleistoceno tardío con elementos autóctonos e inmigrantes del hemisferio Norte, que en su conjunto conforman la Fauna Lujanense (Lám XII). Todos los taxones identificados pertenecen a fauna extinguida, salvo los géneros de roedores que aún viven en otros países sudamericanos (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Perú) pero que en Uruguay sólo integran la fauna fósil. MAMÍFEROS FÓSILES 5 CINGULATA: GLYPTODONTIDAE: Panochthus tuberculatus Doedicurus clavicaudatus Glyptodon clavipes PAMPATHERIIDAE: Pampatherium typum DASYPODIDAE: Eutatus sp.; Propraopus cf. P. sulcatus BRADYPODA: MYLODONTIDAE: Lestodon armatus; Glossotherium sp.; SCELIDOTHERIINAE indet. MEGATHERIIDAE: Megatherium americanum CARNIVORA: FELIDAE: Smilodon populator URSUDAE: Arctotherium sp. RODENTIA: CHINCHILLIDAE: Lagostomus sp. CAVIIDAE: Dolichotis sp.; Microcavia sp.; Galea sp. NOTOUNGULATA: TOXODONTIDAE: Toxodon platensis LITOPTERNA: MACRAUCHENIIDAE: Macrauchenia patachonica PROBOSCIDEA: GOMPHOTHERIIDAE: Stegomastodon sp. PERISSODACTYLA: EQUIDAE: Equus sp.; Hippidion sp. 5

Lista preliminar proporcionada por el Lic. ANDRÉS RINDERKNECHT.

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ARTIODACTYLA: TAYASSUIDAE indet. CAMELIDAE indet. CERVIDAE: Antifer sp.

CONDICIONES DE LOS HALLAZGOS Como se dijera líneas arriba, las barrancas de ambas márgenes de los arroyos Vejigas y Pilatos se encuentran separadas por distancias variables alcanzando en algunos casos puntuales hasta unos 100 metros. No obstante únicamente en ocasiones excepcionales, vinculadas a las grandes crecidas, éstas se colmatan de una a otra orilla, e incluso son rebasadas, creando situaciones ambientales como las que describiera ARAÚJO en 1900 (op. cit.). El ancho del cauce en épocas normales, que son aquellas imperantes una vez que se aminora el flujo de las aguas de las grandes crecidas, no excede los 20 ó 30 metros de ancho y transcurre encajonado en el fondo del lecho. La forma del cauce se modifica frecuentemente luego de cada crecida, dado el enorme potencial del caudal hídrico que transporta el material de aluvión. Así, por períodos, se observan bancos de arena, barro y cantos rodados en distintos tramos bordeando el lecho encajonado del arroyo, los cuales desaparecen o se modifican posteriormente por el ímpetu de las nuevas crecidas. El material arqueológico se encuentra entre el material de arrastre en forma dispersa sobre estos bancos que marginan el lecho del cauce, en donde es frecuente la presencia de madera fósil. Hasta el momento no se ha podido registrar, en el tramo investigado, ningún resto lítico en posición primaria en los niveles de la barranca que permita verificar su posición original. En cuanto al material paleontológico, que frecuentemente se recupera en los ya mencionados bancos de arena, conjuntamente con el material lítico, no caben dudas en cuanto a que provienen de los perfiles de la barranca ya que se observa su presencia generalmente en la parte media inferior de la Formación Dolores.

DESCRIPCIÓN DE LOS ARTEFACTOS LÍTICOS Hasta el presente (Enero 2009) se recuperaron 215 artefactos líticos, los que proceden de los últimos seis kilómetros del cauce del arroyo Pilatos

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hasta su desembocadura en el río Santa Lucía. En la recolección no han existido concentraciones de relevancia, tratándose siempre de hallazgos aislados. A pesar de su incierta procedencia original, circunstancia que indudablemente le resta una parte importante de su valor, estos artefactos revisten, en algunos casos, una excepcionalidad tal, en relación con lo conocido hasta el presente, que ameritan su difusión y un estudio morfotipológico preliminar en vista de las posibles connotaciones que se pudieran realizar en el futuro con relación a una eventual asociación con los contextos faunísticos, hoy aún no probada. Observados en su conjunto, estos materiales son el testimonio del alto nivel de tecnología lítica alcanzado por sus fabricantes en los cuales se emplearon distintas modalidades de percusión y presión. Aunque no se han detectado aún auténticos núcleos, hay piezas que podrían clasificarse indudablemente como hojas y láminas (Lám. IX). Otro aspecto a destacar es la excelente materia prima empleada en todos los casos. En este contexto sobresale una diversidad de rocas silíceas de procedencia regional tales como caliza silicificada, jaspe, carneolita, calcedonia y riolita. La gran mayoría de los restos líticos recuperados consisten en desechos de talla y restos de compleja definición cuyo estudio queda relegado para otra etapa de las investigaciones, por ese motivo y a los efectos ilustrativos hemos optado por describir solamente una serie de artefactos que sobresalen claramente por sus características intrínsecas. Se destaca en primer término el fragmento basal de una punta de proyectil “cola de pescado” de dimensiones inusuales (Láms. IV y V).

Largo Ancho Espesor Peso

77 mm 66 mm 11 mm 59 g

La materia prima es de óptima calidad, una variedad de sílice de color marrón claro intensamente patinado. Los detalles observados en la elaboración se ajustan a la secuencia propuesta por NAMI (2001, 2003) en relación a la manufactura de artefactos

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bifaciales, los cuales son muy visibles por ser una pieza de considerables dimensiones. Según dicha secuencia, la obtención de una forma base adecuada es una condición indispensable para alcanzar el objetivo propuesto, lo cual conllevaría a contemplar, en este caso particular, la existencia de un núcleo para extracciones de lascas de grandes dimensiones o nódulo adecuado, igualmente de grandes dimensiones. Siendo el espesor del producto final de 11 mm cabe suponer un espesor inicial de la forma base, previo al inicio de la formatización, probablemente de 20 a 30 mm. En ambas caras del artefacto se observan los negativos del proceso de adelgazamiento. La regularización es visible en los costados de la porción del limbo conservada, mediante el desprendimiento de pequeñas esquirlas muy probablemente por presión. Este proceso se evidencia con remarcada minuciosidad en la base y los costados del pedúnculo, ambos de forma cóncava. Sobre estas partes de la pieza, base y costado del pedúnculo, se efectuó posteriormente una abrasión muy intensa, tendiente, tal cual se acepta comúnmente, a evitar que el filo activo, cortante, resultante de la regularización final, no afectara los ligamentos que sujetaban el artefacto al astil. La pieza es de sección biconvexa y presenta, en la cara A, un negativo de extracción algo sesgado con relación al eje longitudinal de la pieza de 42 mm de largo, remanente probablemente del proceso de adelgazamiento, que no debe interpretarse como una acanaladura ya que no se inicia en la base del pedúnculo. Una proyección prudente, tendiente a inferir sus dimensiones originales, la situaría en el rango de los 150 mm no descartándose la posibilidad de que superara ese límite. Esto significaría que sería el ejemplar de mayor tamaño registrado hasta el presente con relación a este tipo de puntas líticas en el Uruguay. El otro ejemplar pisciforme está también fracturado (Lám III, fig. 1). Se trata de un limbo de forma ojival. La fractura se produjo en la conjunción con el pedúnculo. En una de sus caras, evidencia el remanente de la acanaladura existente en el pedúnculo ya que invade la parte inferior del limbo de la cara A. La materia prima es una caliza silicificada de color rojo (carneolita). Sus dimensiones son:

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Largo Ancho Espesor Peso

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48 mm 36 mm 6 mm 13 g

Otros ejemplares de punta de proyectil son de forma por demás heterogénea y al parecer no guardarían muchas similitudes morfológicas con estos dos ejemplares recién reseñados, que sí son de clara filiación paleoindia. En la lámina III, fig. 2, se puede apreciar una punta de proyectil de sección biconvexa, elaborada en arenisca de color rojo con tonalidades verdosas amarronadas. Carece de ápice, y se observa una rotura en un costado del pedúnculo, cuya base es de forma convexa. En los bordes del limbo y en ambas caras, exhibe una notable regularización de los filos mediante el desprendimiento de diminutas esquirlas producida por presión. Es una punta también de características poco comunes. Sus dimensiones son: Largo Ancho Espesor

65 mm 27 mm 9 mm

En la lámina VI se observan tres puntas de proyectil pedunculadas. En el caso de la figura 1 se trata de una pieza bifacial alargada con rotura en el ápice, de sección biconvexa, con una notable simetría en sus formas y una cuidada, aunque algo tosca, regularización de los bordes del limbo. El pedúnculo es relativamente reducido con relación al largo total de la pieza. En la figura 2, el ejemplar representado tiene el pedúnculo de base convexa, las aletas están apenas insinuadas, con muy poca proyección lateral. El limbo está ligeramente curvado y de sección plano-convexa, sin ser unifacial. La punta de proyectil que se ilustra en la figura 3 tiene acentuadas similitudes con la precedentemente mencionada. El limbo está ligeramente curvado y de sección plano-convexa. En general tiene el aspecto de una pieza inconclusa. Se reporta el hallazgo de una lasca de riolita de color marrón violáceo, muy patinada, con claras señales de retoque y uso en uno de sus filos. Muy probablemente el origen de esta materia prima es del Cerro de los Burros del Depto. de Maldonado, distante unos 60 kilómetros en dirección Sudeste (Lám. XI) (MENEGHIN, 1977). En las láminas VII a X se observan diversas piezas de excelentes características morfológicas que reúnen indudablemente rasgos comunes.

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Algunas están realizadas sobre lascas, otras sobre láminas u hojas de 8 a 10 cm de largo, relativamente delgadas, que desde el punto de vista funcional se podrían catalogar como útiles cortantes, cuchillos o raederas. Tienen la particularidad de que el retoque es generalmente unifacial, realizado en forma recta o convexa y está efectuado en uno o en varios de sus bordes. Algunas ostentan espesores levemente mayores que otros, pero sin poder ser catalogados como raspadores, ya que los retoques sólo se efectuaron en los bordes planos. Hemos creído conveniente que sean representadas por medio de dibujos para que sus particularidades sean más visibles. Hacemos énfasis en su condición de útiles probablemente de uso muy específico, como para destazar o carnear. No obstante ser artefactos recuperados en el cauce de un arroyo, sin posición estratigráfica cierta, en donde las probabilidades de mezcla de contextos es muy elevada, su presencia no deja de ser particularmente llamativa (Láms. VII a X).

CONCLUSIONES PRELIMINARES Forzosamente toda consideración que se pueda efectuar por el momento sobre estos artefactos líticos se limitará a su morfología, a la espera de que posibles nuevas evidencias, principalmente de orden estratigráfico, permitan un enfoque que profundice su estudio desde otras perspectivas. Impuestos de esta realidad, se observa que como característica general de los artefactos, su aspecto no condice con las condiciones del hallazgo. En efecto, a pesar de que en la mayoría de los casos están fuertemente patinados, muestran mínimas señales de rodamiento, teniendo filos activos intactos. Es de suponer que un artefacto lítico que es transportado por un cauce fluvial, conjuntamente con arenas, arcillas y abundante presencia de cantos de distinto tamaño debe sufrir cierto tipo de modificaciones superficiales o algún tipo de desgaste en sus aristas y filos. Esto último, por supuesto, está en relación directa con la distancia y el período de acarreo. Tomando en cuenta esta circunstancia se infiere que los artefactos no provienen de zonas muy alejadas del lugar del hallazgo. Dos ejemplares de puntas de proyectil de tipo pisciforme, como algunos artefactos específicos indicarían marcadas similitudes con artefactos pertenecientes a contextos paleoindios (Láms. VII a X). No se puede inferir lo mismo con relación a los otros tipos de puntas líticas (Lám. VI).

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Frente a esta realidad, cabe suponer, que dado el constante proceso erosivo que experimentan las barrancas de los arroyos Vejigas y Pilatos, en algún momento, debido a las grandes crecidas de los cauces, se haya removido uno o varios sitios de ocupación indígena, alguno de tipo paleoindio, incluidos en el perfil de la barranca, lo que habría provocado el desprendimiento y posterior rodamiento de los materiales lo que explicaría su presencia en el cauce. No obstante, por todo lo expuesto, hay indudablemente concordancias muy significativas, que se complementan entre sí en cuanto a que permiten suponer una alta antigüedad de algunos de estos materiales líticos. 1) La probada antigüedad de los sedimentos de la Formación Dolores, con datos radiométricos precedentemente señalados. 2) La presencia de abundante paleomastofauna del límite PleistocenoHoloceno procedente de dichos sedimentos. 3) El hallazgo de varios ejemplares de puntas de proyectil de tipo pisciforme. Cabe recordar que en época reciente una punta lítica de estas características fue datada por medio A.M.S. en el orden de los 10.690 y 11.690. A.P. (12.960 y 14.020 años calibrados respectivamente) en el yacimiento paleoindio de URUPEZ en el Depto. de Maldonado (ver MENEGHIN, 2004, 2006, NAMI, 2007).

Agradecimientos: Al Lic. ANDRÉS RINDERKNECHT por la identificación de los restos fósiles, al Dr. HUGO NAMI por observaciones muy específicas en relación al material lítico, a MAXIMILIANO MENEGHIN MAURO por su aporte técnico en la confección de las imágenes, a SILVINA ZABALA por su colaboración puntual y al Lic. ALVARO MONES por la cuidadosa revisión del manuscrito original. La totalidad de los materiales a que se refiere este trabajo pertenecen a la colección particular del Sr. ANDRÉS SÁNCHEZ. Los dibujos fueron realizados a escala natural por UGO MENEGHIN.

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BIBLIOGRAFÍA ARAÚJO, O. 1900. Diccionario geográfico del Uruguay. Pp. 1-1006, láms. Imprenta Artística, de Dornaleche y Reyes, Montevideo. MARTÍNEZ, S. & M. UBILLA. 2004. El Cuaternario en Uruguay. En G. VEROSLAVSKY, M. UBILLA & S. MARTÍNEZ (eds.): Cuencas sedimentarias del Uruguay, Cenozoico, pp. 195-227, figs. 1-12. Universidad de la República, Montevideo. MENEGHIN, U. 1977. Nuevas investigaciones en los yacimientos del Cerro de los Burros. Pp.1-26, láms. 1-3, figs. 1-45. Imp. Timón, Montevideo. MENEGHIN, U. 2004. URUPEZ. Primer registro radiocarbónico (C-14) para un yacimiento con puntas líticas pisciformes del Uruguay. Orígenes, 2:1-30, láms. 1-11. Montevideo. MENEGHIN, U. 2006. Un nuevo registro radiocarbónico (C-14) en el yacimiento URUPEZ, Maldonado, Uruguay. Orígenes, 6: 1-7, lam. 1. Montevideo NAMI, H. 2001b. Consideraciones tecnológicas preliminares sobre los artefactos líticos de Cerro de los Burros (Maldonado, Uruguay). Comunicaciones Antropológicas, 3(21):1-24, láms. 1-8. Museos Nacionales de Historia Natural y Antropología, Montevideo. NAMI, H. 2003. Experimentos para explorar la secuencia de reducción Fell de la Patagonia Austral. Magallania, 30:107-138, fig. 1-21. Punta Arenas. UBILLA, M. 1999. Dataciones radiocarbónicas (14 C) para la Fm. Dolores (Río Santa Lucía, Depto. de Canelones y Aº Gutiérrez Chico, Depto. de Río Negro) y comentarios sobre la fauna de vertebrados asociada. Revista de la Sociedad Uruguaya de Geología, (3)6:48-54, mapas. Montevideo.

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ÍNDICE DE LÁMINAS Lámina I Fig 1- Vista del cauce y las barrancas del arroyo Pilatos. Fig 2- Ubicación del material lítico en los bancos de arena. Lámina II Mapa del área estudiada. Lámina III Fig, 1. Limbo ojival de punta pisciforme fracturada. Fig. 2. Punta “fusiforme” pedunculada. Lámina IV Gran punta pisciforme fracturada (ver Lámina V). Lámina V Gran punta pisciforme fracturada (ver Lámina IV). Lámina VI Fig. 1. Punta de proyectil pedunculada. Fig. 2. Punta de proyectil pedunculada. Fig. 3. Punta de proyectil pedunculada. Lámina VII Fig. 1. Lámina de forma lanceolada, con retoque marginal unifacial. Fig. 2. Lámina con retoque marginal convexo, unifacial. Lámina VIII Fig. 1. Lasca con retoque marginal recto- convexo, unifacial. Fig. 2. Lámina con retoque unifacial convexo. Lámina IX Fig. 1. Lasca con retoque marginal alterno. Fig. 2. Lasca con retoque marginal convexo convergente. Lámina X Fig. 1. Hoja delgada con rastros de uso. Fig. 2. Bifaz inconcluso. Lámina XI Lasca en riolita con retoques marginales (Cerro de los Burros). Lámina XII

Fig. 1. Maxilar inferior de Smilodon populator (vista lateral). Fig. 2. Maxilar inferior de Doedicurus clavicaudatus (vista lateral). Fig. 3. Mandibula inferior de Toxodon platensis (vista oclusal).

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LÁMINA I

Fig. 1

Fig. 2

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LÁMINA II

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LÁMINA III

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LÁMINA V

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LÁMINA VI

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LÁMINA XI

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LÁMINA XII

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