Origenes 3 - Yacimientos arqueologicos tempranos del Uruguay

July 22, 2017 | Autor: Ugo Meneghin | Categoría: Archaeology, Uruguay, Lithic Technology (Archaeology), Early peopling of America
Share Embed


Descripción

ISSN 1510-7981

ORIGENES No. 3

2005

YACIMIENTOS ARQUEOLOGICOS TEMPRANOS DEL URUGUAY

UGO MENEGHIN

Fundación Arqueología Uruguaya Montevideo – Uruguay

ORIGENES Publicación periódica de la Fundación Arqueología Uruguaya

Editor: UGO MENEGHIN MARCHIORI

Sede: Fundación ARQUEOLOGIA URUGUAYA Andrés Cheveste 1485 Montevideo - Uruguay

Dirección postal: Fundación Arqueología Uruguaya Casilla de Correo 241 11.000 Montevideo, Uruguay E-mail: [email protected]

© 2005 Fundación Arqueología Uruguaya. Reservados los derechos para todos los países. Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta puede ser reproducida, almacenada, o transmitida de ninguna forma, ni por ningún medio, sea éste electrónico, químico, mecánico, electro-óptico, grabación, fotocopia o cualquier otro, sin la previa autorización escrita por parte de la Fundación.

ORIGENES No. 3

2005

YACIMIENTOS ARQUEOLOGICOS TEMPRANOS DEL URUGUAY UGO MENEGHIN1

ABSTRACT: Early archeological sites of Uruguay.– This is a brief report on the most remarkable aspects of early archaeological sites recorded in Uruguay. Evidence shows that in the late Pleistocene and the early Holocene there was recurrent anthropic activity carried out by hunter-gatherers in open air sites. Some of these sites are located in the NW of our country, in the Departaments of Salto and Artigas. Recent excavations carried out on the site URUPEZ in the Departament of Maldonado, on the septentrional coast of the Rio de La Plata, indicate that probably occurred frequent contacts whit others early Americans of the region.

INTRODUCCION De acuerdo al estado actual de nuestros conocimientos, la presencia de seres humanos en nuestro país, se registra hacia finales del Pleistoceno. Es la época en la cual pequeños grupos de cazadores-recolectores se instalan en la región dejando evidencias de actividades antrópicas en sitios establecidos al aire libre. Las recientes excavaciones realizadas en el yacimiento URUPEZ lo confirma plenamente, al mismo tiempo que abre nuevas perspectivas de investigaciones interdisciplinarias (MENEGHIN, 2004). Transcurren las últimas fases del finiglacial, época de profundos y radicales cambios, principalmente a nivel climático, con las consiguientes 1 Fundación Arqueología Uruguaya. Casilla de Correo 241. 11000 Montevideo, Uruguay. E-mail: [email protected]

2

ORIGENES

2005, N° 3

derivaciones hacia otros componentes del sistema ecológico global. El clima, sensiblemente más árido y frío, oscilaba en el entorno de los 5° C por debajo de la media actual. Debido a esta circunstancia una considerable masa acuática se hallaba retenida en forma de hielo en los casquetes polares y en los glaciares continentales, situación esta que provocó el descenso del nivel de los océanos, quedando por consiguiente, vastas superficies continentales emergidas. Se estima que hacia el XIII milenio A.P. el nivel del mar se habría situado en el entorno de los 100 metros por debajo del 0 actual. En el extremo norte del Continente Americano se produjo la unión con el Continente Asiático a través del llamado “puente de Bering”, lugar que ocupa en la actualidad el estrecho del mismo nombre. Por este puente y de acuerdo a la concepción mas firmemente arraigada sobre el primitivo poblamiento de América habrían transitado los primeros inmigrantes asiáticos en un desplazamiento muy posiblemente errático. Una breve reseña servirá para resaltar los cambios más notorios ocurridos en la superficie continental, en especial en la margen oriental del cono sur sudamericano. El actual estuario del Plata no existía tal cual hoy lo conocemos. El mismo comenzó a tomar su conformación actual en el entorno del VIII al III milenio A.P. Durante el Finiglacial, los ríos Paraná y Uruguay, conducían sus enormes caudales hídricos a través de una planicie aluvial hacia un antiguo sistema deltaico, hoy sumergido. Este se hallaba situado a varios centenares de kilómetros océano adentro, en el borde del zócalo continental. Las aguas se canalizaban por medio de un paleo canal, el cual, transcurría recostado a la actual costa uruguaya del Plata. El litoral Atlántico del Depto. de Rocha se hallaba situado en el entorno de los 100 a 150 km. en dirección este. Hay que adosarle, por lo tanto, a los limites contemporáneos del Uruguay, extensas áreas hacia el sur y el este, hoy sumergidas (CAVALOTTO et al., 1999) (ver Lámina I). También vemos que a varios miles de km hacia el sur, las islas que conforman el archipiélago de las Malvinas estaban unidas al continente por medio de un sólido corredor emergido y desde el extremo sur patagónico se accedía a la isla actual de Tierra del Fuego por vía terrestre. Cabe consignar también, que es en ese entorno temporal que se registra, por causas aún no bien esclarecidas, la extinción de la mayor parte de la fauna de mamíferos existentes. “The last and most important turnover occured in the late Pleistocene-Holocene, when about 80% of large mammals species (weighting over 44 kg) and 100% of megamammal species (weighting over 1000 kg, both herbivore and carnivore; become extinct”

MENEGHIN: Yacimientos arqueológicos tempranos del Uruguay

3

(OWEN-SMITH, 1987, fide CIONE et al. 2003). CIONE et al. adhieren a la hipótesis de que, en algunos casos, la actividad antrópica pudo haber incidido en el proceso de extinción. Los cambios ecológicos, geograficos, etc. ocurridos desde el XIII milenio, –época en que era ocupado URUPEZ–, hasta nuestros días, fueron los responsables de que un yacimiento ubicado en un área continental esté hoy a escasos 500 metros de la margen septentrional del Río de La Plata.

SITIOS TEMPRANOS Los datos actualmente disponibles indican que no existen indicios plenamente confiables de presencia humana en Sudamérica que superen los milenios XIV–XV A.P. Esta fecha es acotada a la región en el entorno del XIII milenio A.P. (Río Grande do Sul, Brasil, Uruguay y la Provincia de Buenos Aires, Argentina). Por consiguiente todos los yacimientos datados en los últimos milenios del Pleistoceno son considerados tempranos. Igualmente se consideran como tales aquellos ubicados cronológicamente en la llamada transición al Holoceno, hasta aproximadamente el VIII milenio A.P. La reducida cantidad de yacimientos tempranos conocidos probablemente sea el reflejo de la baja demografía existente en aquel entonces y de las escasas posibilidades de visualización actuales. Siendo asentamientos de larga data y ubicados al aire libre, sin duda se vieron expuestos a una serie de alteraciones con relación a su conformación inicial. Sucesivos procesos erosivos, combinados con eventos sedimentarios de diversa índole, habrían modificado considerablemente las evidencias. El referente arqueológico más sobresaliente, en este caso la punta de proyectil, es clave al momento de aclarar los posibles aspectos relacionados con las distintas estrategias adaptativas y tecnológicas de estos grupos humanos. Estas puntas de proyectil confirman, en forma inequívoca, que una de las fuentes de obtención de alimentos provenía de la caza. Por consiguiente eran cazadores-recolectores, no existiendo, por el momento, posibilidades de profundizar, en ningún yacimiento, sobre aspectos más precisos sobre el particular. Nuestra intención es atenernos solamente a las referencias más antiguas, o tempranas, brindadas por estos sitios, debidamente datadas, ya

4

ORIGENES

2005, N° 3

que varios de ellos han demostrado poseer evidencias de secuencias ocupacionales diacrónicas (Lámina II).2 Algunos de los yacimientos arqueológicos tempranos ubicados en el N/W de nuestro país ya eran conocidos desde mucho tiempo atrás. Fueron excavados con extrema urgencia durante la etapa en que se desempeñó, en esa región, la Misión de Rescate Arqueológico de Salto Grande. La labor fue realizada previo al llenado del embalse de la represa del mismo nombre en el Río Uruguay (M.E.C., 1989). De no haber existido las circunstancias coyunturales del momento, tal vez hoy, se estaría en posesión de una mayor cantidad de información hoy inaccesible. K-87 EL TIGRE Este sitio, ubicado en el Departamento de Salto, fue investigado por el equipo alemán bajo la dirección de K. HILBERT. “El sitio que sobresalió, por ofrecer la mayor cantidad de hallazgos fue el sitio TIGRE K- 87, ubicado en la desembocadura del arroyo El Tigre”... “En total fueron analizados unos 10.000 artefactos” (HILBERT, 1985:556). La excavación abarco una superficie de 40 mts2. Agrega HILBERT: el sitio, “estaba ubicado en “cerritos chatos” a lo largo del albardón del rio URUGUAY”... “en este sitio el material arqueológico se encontró en un único estrato de arena fluvial marrón amarillenta, de una potencia que oscilaba entre los 100-120 cm” (HILBERT, 1985:556). La materia prima proviene de cantos rodados obtenidos en las playas vecinas del albardón y consiste en una variada gama de rocas silíceas: cuarzos, calcedonias, metacuarcitas, ópalos, etc. El trabajo, con abundantes ilustraciones, tanto de material general como especifico, ofrece múltiples detalles de la industria, en donde se observa la existencia en la “fase preceramica” de puntas “pedunculadas pequeñas” (pág.519, op. cit.) (Lámina V, figs. 1-5), conjuntamente con “puntas apedunculadas de aproximadamente igual tamaño” (pág. 520, op. cit.) (Lámina V, figs. 6 y 7).

2

En la elaboración de esta lámina se ha tenido especial cuidado en la correcta ubicación geográfica de los sitios tempranos de Uruguay, a fin de subsanar las carencias y datos incorrectos contenidos en el mapa “El Poblamiento de América” de “National Geographic” de Diciembre 2000 (Edición en español).

MENEGHIN: Yacimientos arqueológicos tempranos del Uruguay

5

Es sorprendente el hallazgo de una plaqueta de arenisca con señales de pulido de 30 cm de largo, 21 cm de ancho y 3 cm de espesor (HILBERT, 1985:522). El citado autor pudo establecer varias etapas temporales o “fases de ocupación”. En la más temprana obtuvo un dato radiocarbonico de 10.420 ± 90 A.P. efectuado sobre carbón vegetal afirmando que “pertenecen cronológicamente a la tradición Paleoindio”. Las evidencias que emanan del análisis de los contextos líticos de este yacimiento sugieren vincularlo con la tradición “URUGUAI”, propuesta por E. MILLER para el SW del estado de Río Grande do Sul, Brasil, fechado hacia finales del Pleistoceno (MILLER, 1987). D-03 CALPICA Las referencias bibliograficas sobre este yacimiento temprano son muy escasas y fragmentarias. Geográficamente esta situado en el Departamento de Artigas a varios kilómetros cauce arriba del Tigre sobre la misma margen. El equipo que realizó la excavación fue dirigido por W. R. HURT. “Se comprobó un contraste notable entre la profusión de vestigios rodados que aparecían en la playa y la escasez de las piezas in situ, en los barrancos, en los cortes realizados. Este hecho indica claramente que el sitio estaba casi completamente destruido por la erosión” (LAMINGEMPERAIRE & GUIDON, 1989:123). “Solamente algunas pocas herramientas se asociaron con un fechado C14 de 9.300 años B.P., siendo por lo tanto, compatible cronológicamente con la fase Tigre” (HILBERT, 1991:15). Y-58 ISLA DE ARRIBA Mención especial merece el yacimiento Y-58 (Isla de Arriba), en el Departamento de Salto, el cual figura, desde hace varias décadas, con un registro ubicado en el entorno del XI milenio A.P. Los trabajos fueron realizados por dos equipos: uno francés dirigido por N. GUIDON y otro norteamericano dirigido por W. HURT. “Se observó la presencia de vestigios líticos diseminados en los 7 m de la estratigrafía excavados, lo que parece atestiguar cierta dispersión del

6

ORIGENES

2005, N° 3

material en un sedimento arenoso frecuentemente alterado por las aguas del río” (GUIDON, 1989:458). De esta forma, escueta, los responsables de la excavación definen las condiciones del yacimiento, que se encuentra ubicado en la parte Oeste de la isla. El registro arqueológico puso en evidencia cuatro niveles culturales. El inferior, el que proporcionó la datación radiocarbónica de 11.200 A.P. arriba mencionada, fue denominado por los excavadores como “serie lítica inferior”. Está constituida, al parecer, por tres agrupaciones de desechos de talla. “...en esta profundidad existían todavía algunos raros vestigios líticos. Así a - 5.37 m. aparecieron lascas de calcedonia, y a - 6.02 m, un núcleo de cuarcita” (GUIDON, 1989:460). Con respecto a este yacimiento creemos que habría que observar cierta actitud crítica en cuanto a los resultados obtenidos y publicados. Las características sedimentologicas del sitio y los insucesos acaecidos durante la excavación aconsejan esta postura. Daría la impresión de que la asociación entre los múltiples componentes de la secuencia estratigráfica no sería muy convincente. Esta sensación de inseguridad, incluso se refleja en la propia redacción del informe, ya que, no otra cosa sugieren frases como: “El sitio Y-58 presentó grandes dificultades para la realización de las excavaciones, debido a la densa cobertura vegetal”...”El estado notablemente perturbado del sitio” (GUIDON, 1989:434). “Los vestigios arqueológicos, bastante escasos, se encontraban a menudo muy espaciados estratigraficamente en las capas geológicas, puesto que la totalidad de la secuencia estudiada media, 6,60 m. y contenía a veces espesas capas estériles” (GUIDON, 1989:457). “Lamentablemente la excavación fina de la segunda estructura encontrada (un montón de esquirlas de calcedonia) no fue posible, debido a una crecida del río que invadió la excavación. Ese montón fue recuperado con el barro rezumado por las paredes, poco antes de su derrumbamiento total” (GUIDON, 1989:457). “Con la crecida del río y la infiltración del agua en la excavación (que estaba entonces a mas de 4 metros por debajo del nivel del río) la observación de los niveles inferiores de donde provenían los carbones, datados de 11.200 años, fue muy difícil” (GUIDON, 1989:460). Por todo lo expuesto creemos que habría que tomar con cierta reserva los resultados del yacimiento Y- 58 y su supuesta antigüedad.

MENEGHIN: Yacimientos arqueológicos tempranos del Uruguay

7

PAY PASO A partir de 1977 A. AUSTRAL realiza investigaciones en el sitio PAY PASO, ubicado en la margen izquierda del río Cuareim, en el extremo Norte de nuestro país. Allí pudo constatar la existencia de “un deposito multicomponente, estratificado, que va desde el Pleistoceno final-Holoceno temprano”...“Pay Paso esta situado sobre un albardón terrazado a 7 m sobre el nivel de playa” (AUSTRAL, 1995:212). Sobre las coladas basálticas de base se desarrolla una capa de sedimentos de 7 m de espesor. “El perfil geológico se compone de ocho unidades separadas por el color, la textura y la naturaleza de los sedimentos” (AUSTRAL, 1980:3). En lo referente al perfil arqueológico pudo distinguir tres unidades industriales: Primera unidad industrial: Ceramolitica. Segunda unidad industrial: Lítica, con puntas de proyectil. Tercera unidad industrial: Lítica, sin puntas de proyectil. “La muestra de carbón procedente del techo de la capa 5 en niveles pertenecientes al componente” (o unidad) “2, arrojo una antigüedad de 9.890 ± 75 A.P.” (AUSTRAL, 1995:213). A este componente, o unidad, pertenece el ejemplar que se ilustra en la pág. 216 (op. cit.): “Armadura de proyectil. Trabajo bifacial total. Limbo triangular. Aletas poco proyectadas y en ángulo recto. Pedúnculo ligeramente constreñido hacia la base que es ligeramente convexa. Superficie de fractura en aleta derecha” (AUSTRAL, 1995:213) (Lámina V, fig. 9). Como síntesis concluye AUSTRAL: “Por el contexto y la fecha, el componente 2 de U-A-24 es semejante a los sitios del Sudoeste de Río Grande do Sul, atribuidos por diversos autores al Paleo-indio” (sic) (AUSTRAL, 1995:213). De época reciente cabe mencionar aportes efectuados por R. SUÁREZ. Este autor retoma los trabajos de campo iniciados por AUSTRAL varias décadas atrás. Logra ubicar siete nuevos sitios arqueológicos, cinco estratigráficos y dos superficiales, lo que definirá en adelante a PAY PASO como una localidad arqueológica. SUÁREZ obtiene, luego de algunas campañas, varias dataciones radiocarbonicas, algunas francamente holocénicas, que concuerdan en líneas generales con lo ya referido por AUSTRAL (SUÁREZ, 2003).

8

ORIGENES

2005, N° 3

Define un tipo especifico de punta de proyectil, a la que denomina, tipo “Pay Paso”, basándose en un solo ejemplar obtenido en capa (Lámina V, Fig. 8), ignorando el ejemplar obtenido por AUSTRAL en el mismo yacimiento. Es una punta de proyectil pedunculada, con base acentuadamente cóncava y una suave pero evidente insinuación de aletas. Con posterioridad expresa: “ In private collections of artifacts recovered from surface contexts at PAY PASO Site 1, 2 and 3 and other sites of the archaeological región of the Uruguay-Cuareim Rivers. I identified nine points whose technology and morphological features were similar to those of the point recovered in this site” (SUÁREZ, 2003:31). Sobre la base de muy escasos hallazgos, el mencionado autor afirma haber demostrado la coexistencia con fauna extinta, en los siguientes términos: “En uno de estos “pisos de ocupación” datado entre 9.100 - 9.300 A. P. se logro descubrir la tan evasiva para Uruguay, asociación entre cazadores Paleoindios y fauna pleistocenica.”...“En el sector CO asociado a lascas de arenisca silicificada, ágata, ocre rojo y carbón vegetal se recupero una plaqueta de gliptodonte”...“fracturada en dos partes que remontan y un diente de sección curva, que aun no ha sido identificado” (SUÁREZ, 2004). Además de presentar concordancias muy estrechas en el aspecto cronológico, con la posible excepción de Y-58, estos sitios del NW demuestran similitudes en cuanto a su componente cultural. La ausencia, en la estratigrafía, de puntas pisciformes, obliga a los investigadores, a vincularlos con la fase “URUGUAI”, ya mencionada. Además es recurrente, en todos los casos, su cercanía a cursos fluviales de considerable volumen, lo que haría suponer una estrecha dependencia a las condiciones del ecosistema. . Proveniente del ámbito paleontológico, cabe hacer referencia al trabajo de MARTÍNEZ & UBILLA (2004), el cual contiene una interesante síntesis sobre el Cuaternario de Uruguay, con varias menciones de sitios conocidos y publicados hasta 2004. URUPEZ Los resultados obtenidos en el yacimiento arqueológico URUPEZ, constituyen sin duda, un aporte significativo con relación al primitivo poblamiento del Uruguay y la región. En el SW del Depto. de Maldonado, se ubica la localidad arqueológica Cerro de los Burros en los 34°49’15”S y 55°19’2”W (MENEGHIN, 1970, 1977, 1994, 2000a, 2000b). Dentro de sus límites, de

MENEGHIN: Yacimientos arqueológicos tempranos del Uruguay

9

4 km2 aproximadamente, se encuentra el yacimiento URUPEZ el cual, luego de exhaustivos estudios interdisciplinarios, ha demostrado poseer las evidencias de una temprana presencia del hombre en el Uruguay (MENEGHIN, 2004) (Lámina IV, fig. 1). CUADRO I. Síntesis de los sitios del Pleistoceno tardío-Holoceno temprano (modificado de MARTÍNEZ & UBILLA 2004). Todos los análisis fueron realizados sobre muestras de carbón. Fuente AUSTRAL, 1994 SUÁREZ, 2000 SUÁREZ, 2000 SUÁREZ, 2000 SUÁREZ & LÓPEZ, 2003 GUIDON, 1989 HILBERT, 1991 MENEGHIN, 2004

Yacimiento Río Cuareim (Pay Paso, Artigas) Río Cuareim (Pay Paso, Artigas) Río Cuareim (Pay Paso, Artigas) Río Cuareim (Pay Paso, Artigas) Río Uruguay (Calpica, D O3) Río Uruguay, Isla de Arriba, Y-58 Río Uruguay, El Tigre, K-87 URUPEZ – Cerro de Los Burros

Reg. Edad A.P. Rt 1445 9.890±75 URU-248 9.280±200 Beta 156973 9.120±40 URU-246 8.570±150 9.320±150 GIF 4412 11.200±500 Kn 2531 10.420±90 Beta 165076 10.690±60*

*Calibración: 12.620 a 12.960 A.P.

La datación que confirma dicha evidencia se efectuó sobre restos de carbón recuperados en una reducida área de combustión ubicada en la cuadricula C 8 de la superficie excavada (Lámina XI, op. cit.). Fue necesario someter las escasas muestras recuperadas a la técnica A.M.S. (Espectrómetro Acelerador de Masa) mediante la cual se pudo establecer una edad radiocarbónica de 10.690 ± 60 A.P. (BETA 165076). La calibración sitúa al registro aludido entre 12.620 y 12.960 A.P. Las particularidades del material lítico, obtenido en superficies erosionadas y mediante excavaciones, consisten en algunos artefactos formatizados con filos preponderantemente unifaciales rectos y convexos elaborados en su mayoría a partir de una roca de procedencia local, una variedad de riolita de coloración marrón violáceo. Proliferan numerosos restos que testimonian intensa actividad inherente a elaboración lítica. Algunos percutores de cuarzo, suponen análogas funciones. Restos de pigmentos adheridos a un clasto de roca ígnea sorprenden por su estado de conservación (Lámina IV, fig. 2). También colocan un signo de interrogación varias agrupaciones de cantos rodados y rocas angulosas que podrían conformar, dada su posición en el terreno, posibles estructuras de funcionalidad desconocida.

10

ORIGENES

2005, N° 3

Los hallazgos principales consisten en dos puntas de proyectil líticas, una seguramente pisciforme. Todo el conjunto se ubica a través de una secuencia estratigráfica relativamente simple a escasos 35-40 cm de profundidad. Los restos están apoyados sobre la cúspide de un sedimento limo arcilloso de coloración pardo amarillento asimilable a la Formación Dolores (Pleistoceno tardío) (BOSSI, 1983 inédito). Sobresalen del contexto, por su importancia intrínseca, los dos ejemplares de puntas de proyectil mencionados, sobre las cuales ampliaremos la descripción ya efectuada por MENEGHIN (2004).3 Punta pisciforme. Esta unidad esta elaborada en una variedad de cuarzo denominado “sacaroide” de color blanco. Sus dimensiones: 29 x 19 x 6,5 mm (Lámina III, fig. 1). Se trata muy posiblemente de un ejemplar situado morfológicamente en la última etapa de su vida útil. Cuando una punta de proyectil recién elaborada se sujetaba al astil, comenzaba un proceso durante el cual y por efecto del uso, frecuentemente se producían daños de distinta índole, especialmente en su parte distal: roces, impactos, fracturas, etc. Para que el ejemplar siguiera cumpliendo con su cometido específico, la parte distal o el limbo, era periódicamente retocado (reactivación) para que siguiera poseyendo condiciones óptimas de utilidad sin ser desprendido del astil. Este proceso se realizaba tantas veces como fuera necesario hasta el punto en que el ejemplar, muy reducido en su volumen, no contemplaba las exigencias mínimas para su uso, momento en el cual era desechado. El ejemplar presenta fracturas y excoriaciones en uno de los costados del limbo y roturas en los dos ángulos inferiores del pedúnculo lo cual hace que no se pueda apreciar plenamente la concavidad de la base, aunque todavias es evidente. Contemplada a tras luz se observa una fisura que abarca un tercio aproximadamente del limbo (fractura por impacto, NAMI, com. pers.). Los costados del pedúnculo están ligeramente expandidos, presentando evidentes signos de abrasión y no posee acanaladura en ninguna de sus caras. Con dificultades, la cara A permite apreciar una serie de lascados que, posiblemente, y en especial en el pedúnculo, corresponden a lascados o retoques previos a la ultima regularización. La cara B aparentemente sería, con pocas alteraciones, la parte ventral de la lasca que hipotéticamente 3

Las dimensiones de las dos puntas de proyectil, difieren ligeramente con respecto a las proporcionadas por MENEGHIN, (2004). Las correctas son las aquí indicadas.

MENEGHIN: Yacimientos arqueológicos tempranos del Uruguay

11

habría servido de forma base. Tanto en la cara A como en la cara B, especialmente en la parte distal del limbo, se observan, pequeños y delicados retoques realizados muy posiblemente por presión. El restante ejemplar exhumado en URUPEZ esta elaborado en jaspe veteado marrón amarillento. Sus dimensiones: 39 x 18 x 5,5 mm (Lámina III, fig. 2). El ejemplar en cuestión procede de la cuadricula C 17 (MENEGHIN, 2004, Lámina XI). La cara A conserva la totalidad del limbo intacta con lascados irregulares con la única excepción de dos retoques en los bordes, tal vez accidentales, profundos, que no desvirtúan su simetría. En el mismo costado se insinúa un hombro muy tenue que preanuncia el pedúnculo, cuya base, dado el estado actual de conservación, es difícil de definir. La cara B, ligeramente menos convexa exhibe la misma clase de retoque en el limbo. En la parte distal se observa el ápice con forma ligeramente roma. En la parte basal, existe una fractura atípica debido a que la materia prima, en ese sector no seria apropiada para la talla. Su estado actual indicaría que“su elaboración se detuvo posiblemente al producirse una fractura en la base del pedúnculo, tal vez en un intento fallido tendiente a reducir su espesor” (MENEGHIN, 2004:11). Es probable que, al igual que el ejemplar pisciforme, éste también haya sido desechado, pero no por término de su vida útil. Los dos ejemplares recuperados en URUPEZ constituyen un testimonio invalorable al momento de estudiar las características técnico morfológicas de puntas de proyectil del Pleistoceno final, en especial el ejemplar pisciforme que es, por el momento, el único espécimen de estas características que ha sido datado por C14, en nuestro país. El hecho de que ambos ejemplares estén en condiciones precarias e inhabilitados para el uso eficaz es una prueba, entre otras, que reafirma nuestra presunción inicial de que en URUPEZ, se practicaban actividades múltiples, dentro de las cuales cabe considerar el recambio de puntas de proyectil. La contribución de URUPEZ al conocimiento de esta etapa temprana estriba en: 1) El alto registro radiocarbonico obtenido. 2) La posibilidad de confirmar en el contexto, la presencia estratigrafica de un ejemplar pisciforme.

12

ORIGENES

2005, N° 3

3) La cohesión en cuanto a la similitud de los registros radiocarbonicos con un área muy pródiga en cuanto a la existencia de yacimientos con puntas de proyectil pisciformes: la Provincia de Buenos Aires, Republica Argentina (FLEGENHEIMER & ZÁRATE, 1997; MAZANTTI, 1997; MARTÍNEZ, 1997). DISCUSION No obstante los indudables avances realizados en los últimos decenios, se puede afirmar que nuestra visión de la prehistoria del Uruguay, concretamente en su etapa temprana, es solo parcial y limitada. La existencia, de enormes espacios sin referencias cronológicas tempranas en la parte central de nuestro país, en las cuencas de los ríos Tacuarembó y Negro (Lámina II), es el obstáculo mayor que impide una visión más certera de nuestra prehistoria. El referente arqueológico de esa área proviene mayoritariamente de sitios superficiales, muchos de ellos expuestos a raíz del establecimiento de lagos artificiales, hecho que pudo facilitar el descubrimiento de muchos yacimientos. No obstante, existen numerosas evidencias de sitios estratificados aun sin excavar. La confirmación de numerosos ejemplares de puntas pisciformes en el área, sugieren que la existencia de yacimientos tempranos es casi una certeza. A pesar de ello, a nivel regional, todo indicaría que las planicies y mesetas de la parte oriental del cono Sur, visiblemente aumentadas en cuanto a su superficie, por las causas antes referidas, ya estaban ocupadas hacia el XIII milenio A.P. por grupos de pobladores tempranos comúnmente denominados “Paleoindios”. Evidenciado por la realidad paleogeográfica de aquel entonces, como señaláramos al principio, existen grandes posibilidades de que haya existido una fluida comunicación entre la penillanura uruguaya y la pampa bonaerense (FLEGENHEIMER et. al., 2003), a través de puentes terrestres, hoy sumergidos bajo las aguas del estuario del Plata (NAMI, 2001a). La confirmación de esta premisa ampliaría considerablemente nuestra visión sobre la dinámica especifica, a nivel geográfico, de estos grupos cazadores-recolectores del Pleistoceno tardío. Consecuentemente, con las dataciones C14 disponibles en la actualidad, aunque escasas, se puede intentar una aproximación hacia una posible realidad prehistórica del Uruguay, en su etapa temprana.

MENEGHIN: Yacimientos arqueológicos tempranos del Uruguay

13

Se poseen abundantes referencias del noroeste del país, departamentos de Salto y Artigas, debido en gran parte a la labor de la Misión de Rescate Arqueológico. En el extremo Sur disponemos de datos recientes provenientes de un yacimiento con puntas pisciformes, URUPEZ (Cerro de los Burros). Se observa que la datación radiocarbónica allí obtenida seria sensiblemente más temprana que aquellas obtenidas en los yacimientos del NW, si nos atenemos a la calibración efectuada. Por consiguiente podemos suponer una presencia inicial de grupos de cazadores-recolectores ubicados cronológicamente en el Pleistoceno final, los cuales utilizaban puntas de proyectil líticas pisciformes. Presencia débil, probablemente debido a la baja densidad demografica existente, pero lo suficientemente significativa como para dejar evidencias en la mayor parte de nuestro territorio. Ejemplares con esos atributos están esparcidos en múltiples colecciones particulares, frecuentemente sin datos confiables. Podemos suponer luego una presencia posterior, ya más acentuada, de cazadores-recolectores que fabricaban puntas de proyectil pedunculadas con aletas, modalidad esta, que incluso pudo haber perdurado hasta el Holoceno temprano, El Tigre y Pay Paso. En Uruguay, por consiguiente, con los resultados obtenidos en URUPEZ, se confirma la antigüedad de las puntas líticas pisciformes, lo cual concuerda plenamente con el panorama actualmente conocido a nivel regional. Un punto aun no suficientemente aclarado a nivel cronológico lo constituye las puntas de proyectil lanceoladas. Recientemente, NAMI (2001b) pudo identificar dentro del profuso material del yacimiento II (Cumbre) del Cerro de los Burros dos secuencias de reducción bifacial de puntas de proyectil: pisciforme y lanceoladas. El yacimiento II por su estructura y conformación en el terreno, no ha permitido una diferenciación temporal de las dos variantes reconocidas, ya que el sitio puede representar un palimpsesto de vestigios de distintos grupos de cazadores-recolectores a lo largo del tiempo (NAMI, 2005, com. per.). El aporte de nuevas referencias cronoestratigraficas y un reexamen de los materiales arqueológicos existentes en las múltiples colecciones privadas y publicas, se hace imprescindible. De esta forma se aclararían aspectos todavía no suficientemente dilucidados de nuestra prehistoria.

14

ORIGENES

2005, N° 3

AGRADECIMIENTOS: Deseamos agradecer al Lic. ALVARO MONES por la lectura crítica del manuscrito y el apoyo editorial; al Dr. HUGO G. NAMI por sus puntuales observaciones, y a MAXIMILIANO MENEGHIN MAURO por su incondicional colaboración. Las láminas I y II fueron elaboradas por M. Montini.

MENEGHIN: Yacimientos arqueológicos tempranos del Uruguay

15

BIBLIOGRAFIA

AUSTRAL, A. 1980. Informe sobre la II campaña arqueológica al rió Cuareim, Pay Paso. VII Congreso Nacional de Arqueología, pp 2-7. Colonia del Sacramento. AUSTRAL, A. 1995. Los Cazadores del sitio estratificado Pay Paso hace 10.000 años. En: CONSENS, M., J. M. LOPEZ & C. CURBELO (Editores). Arqueología en el Uruguay, pp .212-218. Montevideo. BOSSI, J. 1983. Posición cronoestratigrafica de un yacimiento de artefactos líticos. (Cuenca del arroyo Tarariras). Informe privado inédito. Montevideo. CAVALOTTO, J. L., R. A. VIOLANTE & G. PARKER. 1999. Historia evolutiva del Río de la Plata durante el Holoceno. XIV Congreso Geológico Argentino, Actas, 1:508-511, figs. Salta. CIONE, A., E. TONNI & L. SOIBELZON. 2003. The broken zig zag: Late Cenozoic large mammal and tortoise extinction in South America. Revista del Museo Argentino de Ciencias Naturales, 5(1):1-19. Buenos Aires. FLEGENHEIMER, N., C. BAYON, M. VALENTE, J. BAEZA & J. FEMENÍAS. 2003. Long distance tool stone transport in the Argentina Pampas. Quaternary International., 109-110:49-64. FLEGENHEIMER, N. & M. ZÁRATE. 1997. Considerations on radiocarbon and calibrated dates from Cerro La China and Cerro El Sombrero, Argentina. Current Research in the Pleistocene, 14: 27-28. Orono. GUIDON, N. 1989. Descripción de los sondeos y las excavaciones. Misión de Rescate Arqueológico de Salto Grande, Uruguay, 2(1):434-468. Ministerio de Educación y Cultura, Montevideo. HILBERT, K. 1991. Aspectos de la Arqueología en el Uruguay. Materialien, zur Allgemeinen und Vergleichenden Archäologie, 44:1-52, figs. 1-135. Mainz. HILBERT, K. 1985. Archäologische Fundplätze des Rio Uruguay, Tigre und des Mandiyú, Republik Uruguay. Beiträge zur Allgemeinen und Vergleichenden Archäologie, 7:447-561, figs. 1-86. München. LAMING-EMPERAIRE, A. & N. GUIDON, 1989. Problemas de prospección en la perspectiva de rescate arqueológico. Misión de Rescate Arqueológico de Salto Grande, Uruguay, 2(1):113-165. Ministerio de Educación y Cultura, Montevideo.

16

ORIGENES

2005, N° 3

MARTÍNEZ, S & M. UBILLA. 2004. El cuaternario en el Uruguay, in VEROSLAVSKY, G., M. UBILLA & S. MARTINEZ (eds.): Cuencas sedimentarias del Uruguay, pp. 195-227, figs. 1-12. Facultad de Ciencias. Montevideo. MARTÍNEZ, G. 1997. A preliminary Report on Paso Otero 5, a late Pleistocene site in the Pampean region of Argentina. Current Research in the Pleistocene, 14:53-55. Orono. MAZANTTI, D. 1997. Excavaciones arqueológicas en el sitio Cueva Tixi, Buenos Aires, Argentina. Latin American Antiquity, 8(1):55-62. MENEGHIN, U. 1970. Comunicaciones preliminares sobre las industrias líticas del Cerro de los Burros. Pp 1-24, 8 láms. C.E.A, Montevideo. MENEGHIN, U. 1977. Nuevas investigaciones en los yacimientos del Cerro de los Burros. Pp. 1-26, láms. 1-3, figs. 1-45. Edición del autor. Montevideo. MENEGHIN, U. 1994. Breves puntualizaciones sobre la industria lítica del Cerro de los Burros y su área de dispersión (Maldonado, Uruguay). Comunicaciones Antropológicas del Museo de Historia Natural de Montevideo, 2(17):1-21, láms. 1-5. MENEGHIN, U. 2000a. Primer registro de un artefacto discoidal (?) paleoindio del Uruguay. Comunicaciones Antropológicas del Museo de Historia Natural de Montevideo, 2(19):1-12, láms. 1-3. MENEGHIN, U. 2000b. Artefactos líticos elaborados por picado y abrasión del Cerro de los Burros (Yacimiento II), Uruguay. Comunicaciones Antropológicas del Museo de Historia Natural de Montevideo, 2(20):1-24, láms. 1-7. MENEGHIN, U. 2004. URUPEZ. Primer registro radiocarbónico (C-14) para un yacimiento con puntas líticas pisciformes del Uruguay. Orígenes, 2:1-30, láms. 1-11. Montevideo. MILLER, E. 1987. Pesquisas arqueologicas paleoindigenas no Brasil Ocidental. Estudios Atacameños, 8:37-61, figs. 1-19. San Pedro de Atacama. MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y CULTURA, (M.E.C.) 1989. Misión de Rescate Arqueológico de Salto Grande. 2:1-609. Montevideo. NAMI, H. 2001a. Paleo-Indian archaeological evidence and two cases of land bridges in southern South America. Continental shelves during the last glacial cycle. Pp. 43-45. Hong Kong. NAMI, H. 2001b. Consideraciones tecnológicas preliminares sobre los artefactos líticos de Cerro de los Burros (Maldonado, Uruguay). Comunicaciones Antropológicas, 2(21):1-24, láms. 1-8. Museos Nacionales de Historia Natural y Antropología. Montevideo.

MENEGHIN: Yacimientos arqueológicos tempranos del Uruguay

17

SUÁREZ, R. 2003. Paleoindian components of Northern Uruguay. New data for early human occupations of the Late Pleistocene and Early Holocene, in MIOTTI L., M. SALEMME & N. FLEGENHEIMER (eds): Where the South Winds Blow. Ancient evidences from Paleo South Americans, pp. 29-36, figs. 1-2. Center for the Study of the First Americans University Texas A&M University, College Station. SUÁREZ, R. 2004. Arqueología de los primeros americanos en Uruguay: Componentes paleoindios de los ríos Uruguay – Cuareim y asociaciones entre cazadores humanos y fauna pleistocenicas en el sitio Pay Paso I. X Congreso Nacional de Arqueología. Pp. 1-41, figs 1-2, fotos 1-6. Montevideo.

18

ORIGENES

2005, N° 3

INDICE DE LAMINAS

LÁMINA I

Recostrucción del litoral Atlantico del Cono Sur hacia el XIII milenio A.P. LÁMINA II

Ubicación de los Sitios tempranos del Uruguay 1 - Pay Paso 2 - Calpica 3 - El Tigre 4 - Isla de Arriba 5 - URUPEZ LÁMINA III

Puntas de proyectil de URUPEZ Figura 1 - Punta pisciforme (cuarzo sacaroide). Figura 2 - Punta bifacial (jaspe). LÁMINA IV

Figura 1. Vista del sitio URUPEZ Figura 2. Clasto de roca ignea con restos de pigmento adheridos (URUPEZ) LÁMINA V

Figs. 1 a 5 - Puntas pedunculadas de El Tigre (Reproducidas de HILBERT, 1985). Figs. 6 y 7 - Puntas apedunculadas de El Tigre (Reproducidas de HILBERT, 1985). Fig. 8 - Punta de proyectil de Pay Paso ( Reproducida de SUÁREZ, 2003). Fig. 9 -Punta de proyectil pedunculada de Pay Paso (Reproducida de AUSTRAL. 1995).

MENEGHIN: Yacimientos arqueológicos tempranos del Uruguay

19 LAMINA I

20 LAMINA II

ORIGENES

2005, N° 3

MENEGHIN: Yacimientos arqueológicos tempranos del Uruguay

21

LAMINA III

22 LAMINA IV

ORIGENES

2005, N° 3

MENEGHIN: Yacimientos arqueológicos tempranos del Uruguay

23

LAMINA V

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.