Ordenamiento Educativo del Pueblo Indígena Kankuamo y la Educación Contable en Colombia

June 15, 2017 | Autor: A. Salazar Barros | Categoría: Education, Accounting, Etnologia
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Descripción

ORDENAMIENTO EDUCATIVO DEL PUEBLO INDÍGENA KANKUAMO: Análisis de Algunos Rasgos Identitarios que Pueden Contribuir en el Avance de la Educación Contable en Colombia

RESUMEN

Esta investigación tiene como propósito el análisis del proceso de ordenamiento educativo del pueblo indígena Kankuamo, resguardo ubicado en la vertiente oriental de la Sierra Nevada de Santa Marta, rescatando algunos de sus rasgos identitarios que pueden contribuir en el avance holístico y ecológico de la educación contable en Colombia, con el fin de que pueda utilizarse como apuesta alternativa ante ineludible acecho del proceso mercantilista que se ha posado sobre la esfera universitaria del país.

Se hace una contextualización de los procesos históricos de conformación y cosmovisión de este pueblo indígena, para luego entrar a estudiar los componentes más importantes del proceso de reconfiguración educativa desde lo territorial y lo sociocultural. Finalmente, se espera que de esta manera se pueda comenzar a diseñar una propuesta de educación contable considerando los elementos identitarios estudiados previamente.

Palabras Claves: Contabilidad, Identidad, Pensamiento Indígena, Etnoeducación.

«El hombre es hombre, y el mundo es mundo. En la medida en que ambos se encuentran en una relación permanente, el hombre transformando al mundo sufre los efectos de su propia transformación» Paulo Freire

A María, mi único y verdadero amor.

INTRODUCCIÓN

Los Kankuamos son un grupo minoritario de amerindios que habita la vertiente oriental de la Sierra Nevada de Santa Marta, administrativamente al norte del departamento del Cesar (entre los ríos Badillo y Guatapurí). Son un pueblo descendiente de la Cultura Tayrona1, una monumental civilización que habitaba las zonas bajas y medio-altas (hasta los 3.000 msnm) del accidente geográfico que hoy corresponden a áreas protegidas en el Departamento del Magdalena, y que desapareció como consecuencia del gran empeño de los primeros conquistadores españoles por hacerse acreedores, del oro físico representado en piezas rituales de orfebrería propias y otras que comerciaban con tribus de los Valles de los ríos Cauca y Magdalena, y de igual manera con otros grupos indígenas ubicados en el altiplano cundiboyacense.

La Cultura Tayrona desapareció como tribu, pero gran parte de los aborígenes se establecieron en las zonas altas, medio-altas y bajas pero boscosas y recónditas del macizo montañoso, huyendo así de la cruel masacre de la que fueron víctimas. Por esta razón, forzosamente se vieron obligados a cambiar sus ya establecidos estilos de vida, pasando del sedentarismo al semi-nomadismo, pues tuvieron que adaptarse a transitar por parcelas de siembra situadas en los diferentes pisos térmicos de la gran montaña (Prada: 2009, 62).

Como consecuencia de la disgregación Tayrona alrededor de la Sierra Nevada, surgieron nuevos grupos con nuevas formas de vida y que hasta hoy se han mantenido relativamente vigentes. Es el caso de los Kogui, Arhuacos o Iku, Wiwa o Arsarios y Kankuamos, cada uno de los cuales ha desarrollado prácticas y estilos de vida totalmente distintos.

1

También conocida como País Tayrona. Esta palabra designaba al grupo más adelantado de las etnias de la extraña montaña, y que ocupaban mayoritariamente las hoyas de los ríos Don Diego, Guachaca y Buritaca.

El pueblo Kankuamo, objeto de esta investigación, “es quizá el grupo indígena de la zona que más se ha mantenido disperso” (Prada, 2009: 23). Esta etnia es la que más se ha mezclado con los mestizos en Colombia, al punto que ha perdido el uso de su antigua lengua nativa que se llamaba Kankuí.

Como resultado del cada vez más creciente proceso incursionista de prácticas e idearios occidentales en las comunidades indígenas de Colombia, se ha tendido a, como afirmaba el historiador británico Perry Anderson, “alabar los cruces, lo híbrido, el popurrí” (2000; 85), evidenciando de esta manera acciones con incidencia directa en detrimento de procesos identitarios ya establecidos. Esta situación ha sido estudiada muy profundamente desde la historiografía, y hasta ha llegado a decirse, contrario a lo que podría creerse, que el proceso de globalización es más hibridación que homogenización.

La hibridación tiene un precio, sobre todo si es tan rápida como la que está teniendo lugar en nuestros días, pues conduce a la pérdida de tradiciones regionales y al desarraigo local. (Burke, 2010; 64)

El pueblo Kankuamo sufrió una fuerte crisis de identidad a mediados del siglo XX; de un lado, como resultado de la llegada de idearios occidentales, y por el otro, de misiones evangelizadoras2 que intentaban dominar a una población que ya tenía vínculos medianamente fuertes con la “civilización” desde el siglo XIX. Como resultado de esta forzada simbiosis, se generó una división entre los colonos que habitaban las tierras bajas y los que vivían en las partes altas, ocasionando que los Kankuamos trataran de ocultar su indianidad.

2

La iglesia católica fue la que más influyó en el cambio de la cultura y las tradiciones indígenas. Las misiones religiosas con la catequización buscaban implementar nuevos valores frente a la concepción del mundo. Utilizaron herramientas como la predicación de la palabra de Dios y la enseñanza de las ciencias y el español para hacer olvidar a los indígenas su cultura. Se implementó el colegio al que asistirían los niños Kankuamos a aprender las costumbres occidentales; acción que significó la transformación de las formas tradicionales de enseñanza, entre padres, hijos y mayores.

Sin embargo, en el año 1993 se celebró el Congreso del Pueblo Indígena Kankuamo, en donde se ratificó la decisión de reasumir la identidad que había sido ocultada. Este acontecimiento los integró en la ONIC3. Aunque es también de anotar que luego se presentó la violencia como un problema para la comunidad al ser asesinados alrededor de 250 de sus miembros.

Con la fuerza y el deseo que se tuvo desde las autoridades del resguardo, se plantearon ideas que abarcaban varios ejes problemáticos con la intención de recuperar su identidad4. En este sentido, el Ministerio de Educación Nacional fue pieza importante en la conformación de un comité interdisciplinario conformado por indígenas, etnoeducadores, antropólogos y pedagogos para sentar las pautas del proceso educativo del resguardo. Fue así como se construyó el documento denominado Makú Jogúki5, con el lema “Todos los espacios y tiempos que vivimos se convierten en proceso pedagógico”, que ha venido siendo un recurso de gran importancia en la transformación educativa que han tenido los Kankuamos a partir del año 2006.

Desde la perspectiva Kankuama, y en general la de la totalidad de las comunidades indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta de ser predicadoras de la Ley del Origen (el ordenamiento de las fuerzas espirituales, materiales, la naturaleza, el mundo, el cosmos, las personas, en fin, todo), su aplicación merece ser estudiada para servir de apoyo a los procesos educativos superiores en 3

La Organización Nacional Indígena de Colombia fue fundada en febrero de 1982 en el Congreso Indígena que se llevó a cabo en Bosa con la participación de mil quinientos delegados de los más diversos sitios de Colombia, el cual aprobó los principios de Unidad, Tierra, Cultura y Autonomía. 4

Parte de la experiencia de construir un pensamiento frente al presente, estuvo apoyado por otras experiencias de indígenas en Colombia que estaban pasando por un proceso de reconstrucción cultural. Se realizaron diversos intercambios de conocimientos y experiencias entre los Kankuamo y los indígenas Zenú de San Andrés de Sotavento en Córdoba y Sucre, experiencia muy similar a la Kankuama y que sirvió de motivación para seguir fortaleciendo el sueño de su renacer. 5

Organización educativa del pueblo indígena Kankuamo. Es la respuesta a los mandatos del tercer congreso Kankuamo y ejecución del modelo de ordenamiento territorial. Se realizó mediante la reflexión colectiva, teniendo en cuenta los fundamentos de la Ley de Origen, los espacios naturales de socialización del saber y acogiendo los mecanismos de consulta y concertación internos de acuerdo a la estructura organizativa.

contabilidad

que

adolecen

de

ideales

más

humanistas

y

ecológicos

compenetrados con la realidad local y regional latinoamericana, donde los individuos sean conscientes de que los procesos de formación abarcan ideales distintos a los de la lógica del mercado, o lo que Acevedo (2010; 26) define como ideología dominante, donde prevalece el facilismo de no pensar y hacer del sistema viable para la sociedad de la insignificancia; una sociedad a la que el proyecto de la ilustración no le interesa, una sociedad sumergida en la minoría de edad, una sociedad deshumanizada donde la repetitividad es la cotidianidad haciendo del ser humano un ser incapaz de pensar por sí solo. Desde esta perspectiva, esta irrupción ha provocado una sociedad deshumanizada, donde los valores culturales no determinan la relación entre los individuos, una sociedad en donde los valores cada vez más escasos hacen del mercado una avaricia para ser conquistado a costas de la humanidad. Determinando así la creación de procesos de formación que abarcan, entonces, un sinnúmero de aspectos que determinan y modelan al sujeto (Quijano, 2001: 30).

La racionalidad económica no es resultado de una evolución natural del pensamiento humano; ésta surge dentro de estrategias de poder, desde el capitalismo mercantil, desde las primeras conquistas de los territorios conocidos entonces como las Indias y hoy como el Sur. Desde ahí surge todo un pensamiento colonizador que está fundado en una idea que fue rectora de los destinos humanos: la búsqueda de la universalidad del pensamiento, la unidad de la ciencia, la idea de lo uno, la identidad pensada como A igual a A, tu igual a yo, el alter ego, donde para comprenderlo tiene que parecerse a mí, tiene que pensar desde mi racionalidad, desde mi visión del mundo. (Leff, 2008; 82)

Como consecuencia de lo anterior, las prácticas contables sirven de referencia para dimensionar el poco o nulo interés en el estudio y mucho menos en la apropiación de las prácticas ancestrales y culturales. La universidad como espacio de resistencia cultural en la actualidad se encuentra distanciada de lo que

alguna vez fue, la formación brindada por ésta es cada vez más pragmática haciendo del individuo un ser técnico-instrumental, acrítico, menor de edad, el cual queda a merced del sistema. Esta situación se mantiene sin distinción de la realidad estudiada, evidenciándose también en el resto la esfera educativa, renglón de gran importancia en el desarrollo de los países. La educación, individualmente considerada, tiene el gran desafío de desarrollar en las personas la capacidad de adquirir y transformar sus conocimientos y destrezas, de potenciar la capacidad de innovar y aplicar los conocimientos en la solución de problemas. Pero de igual manera, debe ofrecer herramientas para atender la otra cara del progreso científico y tecnológico: los problemas medio ambientales y las desigualdades sociales.

La ley general de educación (MEN; 1995) establece que la etnoeducación es la que se ofrece a grupos o comunidades que integra la nacionalidad y que posee una cultura, una lengua, unas tradiciones y unos fueros propios y autóctonos. Ésta debe estar ligada al ambiente, al proceso productivo, social y cultural con el debido respeto a sus creencias y tradiciones. Así pues, en la educación étnica confluyen elementos culturales diversos. Pero también, sus experiencias merecen ser consideradas y adaptadas en los procesos educativos latinoamericanos (de alguna manera, siguiendo la lógica desde las ciencias sociales como fuente de defensa ante las acciones internacionales), para luego “emprender la tarea de rescatar la identidad y hermandad latinoamericana, ante los fenómenos de homogenización de los pueblos y comunidades nacionales”. (Arias, 2013; 128) Es así como de esta manera se analizan varios componentes6 que abarcan aspectos holísticos, ecológicos y multidireccionales producto de la cosmovisión e identidad del pueblo indígena Kankuamo, que, además de intentar apropiar al estudiante con la idea del mundo y su conservación, pueda instarlo en la 6

El Ordenamiento Educativo Kankuamo se elaboró a partir de la concertación y en el desarrollo de

cuatro componentes: Ley de Origen, Organizativo, Pedagógico e Interacción Comunitaria.

consecución de objetivos mucho más complejos para que finalmente el desarrollo pueda empezar a apoyarse desde una perspectiva más humanista que mercantilista, porque a fin de cuentas somos personas antes que mercancías, y de nuestros actos depende la conservación del mundo y el desarrollo de nuestras capacidades en beneficio de nuestros países y comunidades autóctonas.

Finalmente, se espera de esta forma apoyar una futura propuesta de educación contable desde lo étnico, teniendo en cuenta los cuatro componentes del OEK, que apoyan desde una nueva perspectiva el desarrollo humanístico que la lógica del mercado históricamente ha permeado a su favor. Más aun considerando la característica especial de la contabilidad en lo que a inserción en el capitalismo se refiere, pero de entero conocimiento que se encuentra incorrectamente perfilada en detrimento de la libertad misma y del desarrollo de las potencialidades humanas, esto es, en la despreocupación por la autorrealización y aprendizaje de sus principales actores.

MAKÚ JOGÚKI: EL ORDENAMIENTO EDUCATIVO DEL PUEBLO INDÍGENA KANKUAMO

Para empezar en el esbozo de este apartado, es importante señalar que, entre los pueblos indígenas que habitan la Sierra Nevada de Santa Marta, siempre se ha tenido el fundamento de todo a partir de la Ley del Origen que es la ley que se instaló desde la misma creación del mundo; esa Ley de Origen, según sus creencias, es la que señala cómo se va a vivir: el ordenamiento de las fuerzas espirituales, materiales, la naturaleza, el mundo, el cosmos, las personas, en fin, todo (Mattié, 2007;164). Hay leyes que rigen todos los momentos de la vida, desde el nacimiento y el crecimiento hasta la muerte; esa Ley de Origen se manifiesta en una relación muy estrecha de lo que es lo espiritual y lo territorial. Dentro de lo territorial se encuentran sitios sagrados a partir de los cuales la comunidad se reúne para tomar grandes decisiones. Entonces, en ese orden de ideas, la jerarquía sería: en primer lugar la Ley del Origen, fundamento de todo;

luego vienen los sitios sagrados en donde nace la autoridad, y en tercer lugar las organizaciones que es lo que ha surgido últimamente. Y las organizaciones surgen precisamente por la necesidad de los pueblos indígenas de ejercer interlocución con los actores externos, llámese Estado o Sociedad Occidental.

El pueblo indígena Kankuamo al igual que los otros pueblos indígenas de Colombia se diferencia de la sociedad nacional, no solo por elementos materiales y visibles, sino por el carácter particular que se manifiesta en su proceso histórico, en su pensamiento y en la toma de decisiones políticas que le permiten desarrollarse económica, social y culturalmente.

Desde el primer congreso del pueblo indígena Kankuamo se ha considerado la educación impuesta por la sociedad dominante durante más de 500 años como “el instrumento más refinado del etnocidio, la punta de lanza de nuestra aculturación” (OEK; 2006); una educación que ha expandido y consolidado la imposición de otra forma de pensamiento, más allá de la que propiciaron la espada del conquistador y el crucifijo del evangelizador.

Según sus creencias, la educación desempeña un papel fundamental y como elemento ideológico debe ser transformada y valorada de acuerdo con sus propios principios espirituales y culturales.

Los Kankuamos han decidido

ser sujetos conscientes del

desarrollo,

considerando que la orientación propia de la educación es un factor importante para la afirmación de la identidad cultural y la formación de un pueblo autónomo. En este sentido, Makú Jogúki-Ordenamiento Educativo del Pueblo Indígena Kankuamo es una respuesta pertinente a sus intereses y expectativas para la construcción de una sociedad orgullosa de sus raíces y con una identidad cultural que le permita consolidar un modelo de desarrollo propio.

El

Makú-Jogúki-OEK

se

determina

como

Ordenamiento

Educativo,

acogiéndose al principio de Orden de la Ley de Origen que rige la concepción de vida en comunidad del pueblo indígena Kankuamo; es el producto de la racionalización de una búsqueda coherente y colectiva para articular la educación propia con la escolarización convencional y formar integralmente a la población en aspectos espirituales, culturales y políticos, a partir de los principios de la naturaleza y del conocimiento y reapropiación de los valores de la Sierra.

Los Kankuamos parten desde sus propios conocimientos para llegar al conocimiento intercultural donde están insertas las normas y leyes que rigen todo lo referente a la educación local y nacional; trazan la ruta de su educación teniendo en cuenta las necesidades educativas y los ideales que quieren formar a partir de la construcción colectiva, fundamentados en la Ley de Origen, sus elementos culturales y las necesidades de fortalecimiento político y económico.

Evidentemente existe una gran distancia entre las costumbres ancestrales y las de la sociedad moderna, siendo aún más específicos, en lo que concierne a la educación. En las universidades se imparte una formación homogeneizadora, más enfocada hacia la técnica que hacia el saber, redundando así en la formación de seres que no perciben más allá de lo técnico-instrumental y provocando una especie de “reduccionismo” que no es más que la profesionalización del estudiante en su quehacer laboral, es decir, en la circunscripción de una serie de saberes limitados en detrimento de la cultura, la naturaleza y en general de la sociedad.

Es por eso que la ley del origen se vuelve tan importante para repensar los currículos de estudios en contabilidad, debe comenzar a pensarse desde nuestro propio contexto, a volver a ver la educación como la base para la transformación. Y ese tipo de educación debería estar fundada en una concepción sobre el tipo de sociedad para el cual se forman los profesionales. La pregunta por la sociedad imaginada ayuda a establecer marcos de congruencia entre la propuesta

curricular, su sentido pedagógico, su manifestación didáctica, y en general, funciona como soporte para mantener una vigilancia del contenido teleológico de la educación7. En muchos casos algo de esta imagen se refleja en la construcción de los perfiles de formación y profesionales; sin embargo, no es extraño el señalamiento de que este tipo de construcciones terminan siendo utópicas o enunciaciones “de papel”. (Ospina; 2009: 16).

LA EDUCACIÓN HOLÍSTICA: UN ENFOQUE DESDE LA COSMOVISIÓN E IDENTIDAD DE LOS KANKUAMOS

El holismo pone el estudio del todo antes que el de las partes. No trata de dividir las organizaciones en partes para comprenderlas o intervenir en ellas. Concentra su atención a nivel organizativo y en asegurar que las partes estén funcionando y se relacionen en forma apropiada para que sirvan a los propósitos del todo. Ser holístico significa enfocar los problemas para emplear el lenguaje de sistemas. El enfoque sistémico es base importante para poder volcarse a la concepción de desarrollo que Max-Neef llamara “Desarrollo a Escala Humana”,

ya que

considera lo humano caracterizado por un sistema de necesidades (o potencialidades) y en el que la generación de sinergia tiene un rol clave. Este enfoque evidentemente no es del gusto de los sectores hegemónicos, pues logra romper con el núcleo economicista de la teoría del desarrollo, ya que una de sus premisas fundamentales es que el mismo se basa en personas y no en objetos.

Ahora bien, debido a la popularidad creciente del movimiento holístico, hoy en día existe un bien provisto almacén de diferentes enfoques sistémicos. Aunque todos

estos

emplean

el

holismo

no

todos

propician

la

creatividad.

Progresivamente, ser sistémico es también llegar a ser capaz de mirar las 7

La Teología tiene una formalidad perfectamente diferenciada de todo otro saber, por cuanto su objeto formal, que es único y da unidad a todo el saber teológico, es lo revelable por Dios. La educación del hombre, es decir, su promoción al estado de virtud, cae entonces bajo la consideración de la única Teología en la medida en que ello pertenece a la Revelación divina.

situaciones problemáticas y saber cómo resolverlas a partir de una variedad de puntos de vista y usar diferentes enfoques de sistemas y combinarlos.

Todos los esfuerzos dirigidos a desarrollar un sistema de educación a lo largo de la vida, que permita a todas las personas desarrollar sus capacidades de creación, innovación, producción, y su pleno desarrollo personal, parecen no responder a las cambiantes y cada vez más complejas necesidades de la sociedad. Ante el fracaso que cada vez es más evidente del modelo educativo que ha funcionado por muchos años, hoy nos encontramos ante la necesidad de cambiar el modelo educativo para garantizar una mejor calidad de profesionales que pueden hacer más viable el desarrollo y construir una mejor sociedad.

Por lo anterior, debe reconocerse que para lograr un verdadero desarrollo y en sintonía con las leyes de la naturaleza, la identidad del indígena Kankuamo se expresa en la vivencia del presente y el reconocimiento del pasado, de una historia que une a la comunidad alrededor de unas prácticas culturales, unas creencias, unas costumbres, unas tradiciones, una visión del mundo y unas formas propias de relación con la naturaleza. Estas formas de representación se alimentan desde la experiencia y las vivencias de cada uno de los sujetos que conforman la comunidad, de las relaciones sociales, políticas y culturales con otros. Por lo tanto el Kankuamo construye su identidad a través de elementos como la memoria y la historia compartida o común que se alimenta de la tradición oral, de la narrativa, del mito y la cosmovisión indígena; la convivencia en el mismo territorio común con no Kankuamo; el reconocimiento y el respeto de las otras etnias que habitan la Sierra; y, las luchas por el territorio y la permanencia cultural.

En este sentido la construcción de identidad no significa algo estático, por el contrario es un proceso variable y cambiante de acuerdo a los contextos, las necesidades, las transformaciones de la vida cotidiana del Kankuamo y de las

relaciones con otros, esto permite reconocer las diferencias, construir elementos propios y apropiarse de otros elementos para afirmar su identidad.

El Kankuamo reconoce la existencia de unos ancestros y un creador común a los cuatro pueblos de la Sierra, que los ubica en un territorio ancestral, un territorio común. Es por esto que ellos apelan a la visión de ordenamiento ancestral para explicar su permanencia en el territorio. Por otro lado, se relaciona el pasado con el proceso de colonización, con las transformaciones sociales y culturales que vivió el pueblo Kankuamo a través de las interrelaciones entre lo español, lo negro y lo indio. Estas nuevas relaciones sociales que apelan a la diferencia también hacen parte del principal elemento constructor de identidad.

La lucha por el territorio y su reconocimiento, les ha permitido realizar un trabajo constante en la recuperación y el fortalecimiento del pasado, de las tradiciones culturales, de las prácticas tradicionales, de la medicina, la justicia y la educación, de esta manera se construye un pensamiento propio, que permite articular otro tipo de demandas tales como la defensa de los Derechos Humanos, y la autonomía territorial, política y cultural. El tema del territorio permite fundamentar la identidad étnica y cultural, sentando las bases de la tradición que se transforma con el paso del tiempo.

Hoy, en un sentido más amplio, sabemos que la educación clásica plantea una visión del mundo que genera más problemas que soluciones por lo que es fundamental un cambio que permita educar de manera diferente, para una sociedad sustentable, de manera integral, con una visión holista del ser humano del siglo XXI, entendiendo como los Kankuamos, al mundo como un sistema de componentes inseparables (Prada, 2005), interrelacionados y en constante movimiento, donde el mundo natural es un mundo de infinitas variedades y complejidades, un mundo multidimensional que no contiene líneas rectas, ni formas absolutamente regulares, donde las cosas no suceden en secuencia sino todas juntas.

La educación holista se entiende como una estrategia comprensiva para reestructurar la educación en todos sus aspectos: la naturaleza y el contenido del currículo, la función del docente y los estudiantes, la manera como el proceso de aprender es enfocado, la importancia de los valores y la naturaleza de la inteligencia. Representa por tanto una estrategia comprensiva donde la educación provee un marco coherente e integral que incluye todos los aspectos a ser considerados en una propuesta educativa.

La propuesta de la educación holista está basada filosófica y conceptualmente en un conjunto radicalmente diferente de principios sobre la inteligencia, el aprendizaje, el ser humano, la sociedad y el universo que habitamos, principios surgidos desde los nuevos paradigmas de la ciencia, tales como la física cuántica, la teoría del caos, la teoría holográfica del cerebro, las ciencias cognitivas, la ecología profunda, etc.

La educación holista es más un arte que una tecnología. Percibe al mundo en términos de relación e integración, reconoce que toda la vida en la tierra está organizada en una vasta red de interrelaciones. Cuando los principios holísticos son aplicados a la educación la escuela empieza a funcionar como un sistema vivo, como una comunidad de aprendizaje, porque los sistemas vivos son por naturaleza comunidades de aprendizaje (Cortés, 2000), el mejor modelo para una escuela como comunidad de aprendizaje es la comunidad ecológica. Esto significa también que la verdadera educación debe basarse en principios ecológicos, la educación holista da un camino ecológico para aprender y enseñar.

CONSIDERACIONES FINALES

El pueblo indígena Kankuamo cuenta con elementos culturales propios que pueden ser aplicados dentro de los currículos de los programas de Contaduría Pública de Colombia, ideando de esta manera alternativas al proceso de irrupción de la lógica capitalista de la cual se ha visto no es la salida correcta para el

desarrollo de las naciones latinoamericanas. Pensar en lo ecológico y espiritual dentro de la educación contable puede ser hoy algo descabellado que seguramente no es visto con buenos ojos, pero ante el inevitable, demostrable y aterrador acecho de la educación tradicional en detrimento de la vida misma y del entorno, se hace imprescindible volcar el estudio en la preocupación propia por la vida, por los demás, por la tierra que nos provee de todo para vivir. El llamado de las tribus que habitan la Sierra Nevada de Santa Marta es el la conservación de la naturaleza, del respeto al otro y de la madre tierra que necesita de nosotros.

Después de reflexionar sobre Identidad, Educación, Holismo y Contabilidad, es imprescindible también realizar ingentes esfuerzos por integrar estas actividades en la formación de Contadores Públicos. Esta debería ser la responsabilidad máxima de los profesionales, servir de ejemplo, pero antes han de haber realizado en su interior un cambio profundo en sus hábitos de vida y en su relación con el medio que los rodea. Se constituye este escrito en un verdadero reto, pues el comenzar a armonizar el aspecto físico con el aspecto mental, el aspecto emocional, el aspecto socio cultural, y con la relación con el ambiente (ecología), representa primeramente haberse volcado al interior de cada quien para reconocer en sí mismo(a) la presencia de algo superior en su vida.

Bajo esta perspectiva, la tarea para los próximos años en nuestras facultades, es la de ser pioneros no solo en educación holista en contabilidad, sino, por dependencia necesaria, en abanderados del Desarrollo Humano.

RECOMENDACIONES Y MECANISMOS DE ACCIÓN

La educación es y seguirá siendo la mejor salida para la transformación de los países, por eso se requiere que ésta se enfoque primero en lo ecológico, humano, crítico, propositivo, conflictivo e interdisciplinar, volcando de esta manera en beneficios palpables para sus principales actores (docentes y estudiantes), en el compromiso con la formación y el mundo del que hace parte.

Existe una urgencia por la recuperación y articulación de la ley de Origen como fundamento del proceso educativo, como base de de los procesos de construcción social actual.

todas las áreas de la vida y

Para ello deben considerarse

elementos como:

- El pensamiento indígena, La reapropiación de

la transmisión oral

del

conocimiento, La capacitación de docentes en cuanto a la Ley de Origen, La integración de todos al proceso, La preparación para la educación.

- Las familias deben encargarse de transmitir sus conocimientos a los hijos para que no se pierdan los elementos culturales.

- Cada estudiante debe comprometerse con su propia educación.

- La formación debe partir desde el hogar basándose en el respeto, en la tradición, recordando lo fundamental

de la transmisión de los conocimientos

orales por vía oral.

Así pues el proceso de apropiación de la cultura Kankuama nos implica a todos, frente al desconocimiento de muchos elementos, la orientación debe contribuir a la formación de valores y comportamientos que fomenten la investigación acerca de la ley de Origen.

- Además de las asignaturas correspondientes a la cultura, los contenidos académicos deben acoplarse a los proyectos educativos y ser coherentes con los elementos de la cultura propia y la realidad nacional y local.

- El gremio estudiantil contable colombiano debe abanderarse en la construcción de una educación servidora de la sociedad, considerando elementos culturales y

con el fin de generar pensamientos alternativos en los programas de Contaduría Pública del país.

- La Universidad tendrá la imperiosa necesidad de deshacerse del control ideológico en el que ha estado sumida, para comenzar a diversificarse y ser renglón

determinante en la generación de conocimiento de tipo social y

ecológico.

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