Orden Internacional cambiante

Orden Internacional cambiante.
Ricardo A. De León Borge.
Msc. en Relaciones Internacionales


Los vientos en la arena internacional están soplando de una forma diferente a la vista desde el fin de la Guerra Fría, en primer lugar con el triunfo del BREXIT en Gran Bretaña, y en segundo con la elección de Donald Trump, y su peculiar forma de hacer política. Ambos fenómenos, han venido a darle vuelta a los análisis y previsiones de los cambios que podríamos ver en el orden internacional.

BREXIT. La Unión Europea dio este año un salto hacia atrás en su esquema de integración, con la separación de Gran Bretaña, debido a las diferencias existentes, al aislacionismo y esquemas populistas que están queriendo cambiar ese aíre globalizador que nos ha traído, mayor comercio e interdependencia, menos barreras comerciales y de comunicación.

Pero que, sin embargo, ha descuidado lo que los populistas hoy día explotan para acceder al poder. Los populistas han sabido aprovechar las preocupaciones y el descontento de grandes cantidades de personas, con el actual orden interno y externo, y que han sido obviadas y renegadas por los gobernantes. Esto ha venido a minar las instituciones y la conducta del orden liberal, que nos gobierna desde hace ya varios años.

TRUMP. Y es que, las acciones de política exterior de Trump, en conjunto con la elección de un Secretario de Estado que es ajeno a ese mundo, hace que el camino sea complicado. Uno de los ejes, ha sido el acercamiento con la Rusia del hombre más "poderoso del mundo", Vladimir Putin; otro, el alejamiento con China Continental, a través de las amenazas comerciales, la conversación telefónica con la presidente de Taiwán, poniendo en entredicho el status quo existente desde 1971.

Sin embargo, y pensando más allá, de la simple retórica, hay varios puntos importantes por analizar y porque no, proponerlos como posibles respuestas. Hay que recordar que precisamente en 1971, Estados Unidos reconoce a la China Continental como la nación que representa los intereses de los chinos y por tanto deja de reconocer a Taiwán como una nación libre, soberana e independiente, para dar paso a una poderosa alianza con el subcontinente chino.

Ese reconocimiento, detallado por H. Kissinger en su libro "On China", nos recuerda que se hizo para tener un mayor contrapeso en su constante lucha por el poder con la extinta Unión Soviética.

Tomando esa referencia, pienso que, no sería descabellado, que Trump hoy está siendo asesorado en la misma línea, con los mismos actores, pero con diferente reparto. La idea sería debilitar a China, por su creciente ascenso, de la mano rusa…

El mundo que se nos viene es diferente al actual, y al pasado, las reacciones ante estos dos acontecimientos, están delimitando algunos de esos cambios. La globalización, es una de las principales perdedoras, en este reacomodo de fuerzas, y la geopolítica está volviendo a ganar espacio en las agendas de las grandes potencias, como la herramienta necesaria para conservar el poder, evitar el "ascenso de los otros" y mantener un (des) orden multipolar.