TERRITORIOS Y FRONTERAS II EMERGENCIAS Y URGENCIAS EN EL CINE DOCUMENTAL ESPAÑOL
Vanesa Fernández
Prólogo de Juan Zapater
Estibaliz Alonso Marcelo Alderete Alaitz Arenzana Koldo Atxaga Haizea Barcenilla Cecilia Barrionuevo María Cañas Josetxo Cerdán Gonzalo de Pedro
Miguel Fdz. Labayen Alberto González María Ibarretxe Víctor Iriarte Jorge Núñez Elena Oroz Aintzane Pagadigorria Jorge Tur Gloria Vilches
TERRITORIOS Y FRONTERAS EMERGENCIAS Y URGENCIAS EN EL CINE DOCUMENTAL ESPAÑOL
Editora:
Vanesa Fernández
CURSOS DE VERANO 2013 Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU) Territorios y Fronteras: experiencias documentales contemporáneas (IV): Maleabilidad y... ¡Revolución! Esta publicación nace de la edición de los Cursos de Verano de 2013 KULTURBASQUE (UPV/EHU), en colaboración con el centro de producción artística Fundación BilbaoArte. • Coordinación Universidad: Vanesa Fernández, Estibaliz Alonso y Aintzane Pagadigorria. • Coordinación BilbaoArte: Juan Zapater. • Docentes y directores invitados: Santos Zunzunegui, Gloria Vilches, Víctor Iriarte, Haizea Barcenilla, Colectivo Sra. Polaroiska (Alaitz Arenzana y María Ibarretxe), Elena Oroz, María Cañas, Miguel Fernández Labayen, Jorge Tur Moltó, Gonzalo de Pedro, Querido Antonio (Alberto García) y Josetxo Cerdán. www.territoriosyfronteras.com
PUBLICACIÓN Editora Vanesa Fernández Prólogo Juan Zapater Textos Estibaliz Alonso, Marcelo Alderete, Koldo Atxaga, Haizea Barcenilla, Cecilia Barrionuevo, María Cañas, Josetxo Cerdán, Gonzalo de Pedro, Vanesa Fernández, Miguel Fernández Labayen, Víctor Iriarte, Jorge Núñez, Elena Oroz, Aintzane Pagadigorria, Jorge Tur, Gloria Vilches, Colectivo Sra. Polaroiska (Alaitz Arenzana y María Ibarretxe ) y Querido Antonio (Alberto González). Fotografías Araceli Perna, María Luisa Mosteiro, Cecília Canal, Carlos Muñoz, Gonzalo Posada, Óscar Fernández Orengo y Víctor Iriarte. Diseño grafico Koldo Atxaga Agradecimientos Patxi Azpillaga, Naiara Seara, Angie Gabrielsson, Santos Zunzunegui, Begoña Vicario, Josu Rekalde, Carolina Martínez Urbina, Guillermo Sevillano, Ander Barinaga, Adrián Agrelo, Hilario Pérez, Rocío Martín, Eneko Ibarrondo, Guillermina Pico. Equipo de Kulturbasque UPV/EHU, equipo de BilbaoArte, Olatz González Abrisketa (HAU taldea, UPV/EHU), ZART Kultura, Marisol Gil (HISTERIA Kolektiboa), Jorge Núñez (Pantalla Fantasma), Javi Nevado (ANTI- Liburudenda), Rosa Vita (Oficina Cultural - Embajada de España en Argentina), Mario Ibáñez (Cafetería Garai). Agradecemos especialmente a quienes asistieron a Territorios y Fronteras. Servicio Editorial de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) Euskal Herriko Unibertsitateko Argitalpen Zerbitzua. Apartado de correos 1397, 48080-Bilbao. E-mail:
[email protected] ISBN: 978-84-9860-996-7 Depósito Legal: BI-947-2014 Bilbao. Primavera de 2014. Los contenidos de Territorios y Fronteras. Emergencias y urgencias en el cine documental español están publicados bajo licencia:
Reconocimiento / No Comercial / Compartir Igual http://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/3.0/es/
SUMARIO
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Prólogo Juan Zapater
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Urgencia por ver y hablar sobre cine contemporáneo Vanesa Fernández, Estibaliz Alonso, Koldo Atxaga y Aintzane Pagadigorria
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La melodía del afilador Gloria Vilches
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Hermandades secretas se bañan en una fuente Haizea Barcenilla
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Hacer, Let´s play & La resistencia del permanecer Sra. Polaroiska
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¡(Se) villana, tuvo que ser! Elena Oroz
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Cine Porcino, Videomaquia y Risastencia María Cañas
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Más moral que el Alcoyano Miguel Fernández Labayen
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Búsquedas conscientes y hallazgos inesperados Jorge Tur Moltó
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¿Ofender? NUNCA Gonzalo de Pedro
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Las manos Querido Antonio
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Ingredients for a thriving local music scene Josetxo Cerdán
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Cine más allá Jorge Nuñez de la Visitación
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España Alterada Marcelo Alderete y Cecilia Barrionuevo
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Disculpe, esto es una película Peli-performance de Victor Iriarte y Sra. Polaroiska
TYF 2014
Querido Antonio
TYF 2014
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de Pedro Gonzalo de Pedro Programador y profesor universitario. Actualmente es miembro del equipo de programación del Festival de Locarno, dirige el Festival Márgenes.org, y colabora como programador en Distrital (México), Transcinema (Perú) y FICValdivia (Chile). Además trabaja como profesor asociado de la Universidad Carlos III de Madrid y del Centro Universitario Villanueva / Universidad Complutense de Madrid. Fue coordinador de programación del Festival Internacional de Cine Documental Punto de Vista y miembro del comité de selección del desaparecido Festival 4+1-Fundación Mapfre. También trabaja como crítico de cine en diversas publicaciones.
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Gonzalo de Pedro
¿Ofender? NUNCA Humor, animación y límites en el cine de Alberto González Vázquez 1. Ratonera. Una introducción @queridoantonio Todo lo que he dicho ha sido sin ánimo de ofender. Mi propósito sólo era infligir dolor y amargura. ¿Ofender? NUNCA 3:02 pm - 6 may 12 vía web El día 7 de abril de 2014 se produjo un hecho insólito en la historia de la televisión, los medios de comunicación y el debate político, al menos en la historia reciente de España: tertulianos políticos, opinólogos de distinta clase y condición ideológica, y programas muy diversos, se hicieron eco de un vídeo que en otras condiciones, hubiera pasado completamente desapercibido, o que, en el mejor de los casos, hubiera quedado relegado a su lugar natural: la sección de variedades y espectáculos, antes conocida como cultura. Un eco que además repitió de forma unánime una misma letra, con distintas melodías: todos, izquierda, derecha, periodistas, y políticos, estaban de acuerdo en que el citado vídeo, difundido a través de internet aquel mismo día1, era inapropiado, inmoral, inadecuado, o incluso denunciable. Una una1 Amaral - Ratonera. Alberto González Vázquez. https://www.youtube.com/ watch?v=gqsYFLBJFZ8 (última consulta: 09/04/2014).
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nimidad más sorprendente si cabe en un panorama mediático dominado por la crispación, incapaz de ponerse de acuerdo excepto en asuntos seminales como la Transición, el fútbol o la necesidad de bajar los salarios (a los trabajadores). El vídeo en cuestión era Ratonera: ni más ni menos que un objeto promocional2, el vídeoclip musical con el que la conocida banda de pop zaragonaza Amaral presentaba un anticipo de su nuevo disco. Realizado por un realizador, guionista y animador relativamente anónimo, Alberto González Vázquez, que responde también al nombre artístico de Querido Antonio, el vídeo tomaba la forma de un anuncio humanitario para denunciar, en clave sarcástica, las duras condiciones en las que practica su trabajo la clase política, nacional, e internacional. Así, el vídeo recogía imágenes (hay que especificar que se trata de dibujos, no de fotografías) de políticos apaleados, condenados a la mendicidad, adictos a la heronía o el crack, u obligados a servir en guerras contra su voluntad, con las consiguientes secuelas psicológicas, entre otras caricaturas sangrantes. A las imágenes les acompañaban textos como “Cada año miles de políticos son víctimas del maltrato”, “7 de cada 10 cargos electos viven por debajo del umbral de la pobreza”, “Un 38% de ellos duerme en la calle” o “Ser parlamentario en España incrementa el riesgo de contraer malaria o paludismo en un 500%”, entre otras, todas ellas de evidente intención irónica e hiperbólica. A todas luces, una exageración, una deformación esperpéntica (a la que contribuye el dibujo, nada sofisticado) con un ánimo claramente crítico y sarcástico. Entre todo el marasmo de reacciones, dos destacan por su especial interés, y porque marcan muy bien los límites del debate que el propio vídeo plantea, y que, por extensión, plantea constantemente el trabajo de su autor. La primera es la de Alicia Sánchez Camacho, dirigente del Partido Popular (PP) en Cataluña, que en el programa matinal Espejo Público, de la cadena privada Antena 3, afirmaba: “Les digo a los de Amaral que se dediquen a la música. No se puede frivolizar con la política. Es peligroso”3. La segunda opinión procedía del bando contrario, y la responsable era Beatriz Talegón, dirigente del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que se extendía más en sus razonamientos: “Ver a los políticos con la cara con sangre creo que calienta los motores para la violencia (...) Me ha causado una sensación desagradable (...) El arte no debe utilizarse así (...) Entiendo que lo hacen para provocar, pero lo deseable es que se genere conciencia para la participación social. Todos estamos cabreados, con los políticos y también con el sistema. Y al final, todo el mundo tiene una parte de responsabilidad (...) El problema no es la crítica a Zapatero, Rajoy, Rubalcaba. Eso da igual. Lo que no me gustan son las imágenes, esos dibujos. Creo que no ayudan a la crítica y no me gustan”4. Lo que sorprende no es la repentina conversión de ciertos comentaristas o políticos en críticos de cine, capaces de emitir juicios de valor sobre trabajos artísticos, sino cómo ponen de 2 A día 12 de abril de 2014, el vídeo sumaba, sólo en la cuenta oficial de la discográfica en Youtube, casi de un millón y medio de reproducciones. 3 http://www.vertele.com/video-articulo/amaral-revoluciona-la-red-con-su-polemicovideoclip-con-politicos/ (última consulta: 09/04/2014). 4 http://www.insurgente.org/index.php/mas-noticias/cultura/item/10427-un-video-clip-delgrupo-amaral-donde-aparecen-pol%C3%ADticos-sangrando-crea-la-pol%C3%A9mica (última consulta: 09/04/2014).
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manifiesto su consideración de los límites de lo posible, lo criticable y lo intocable: “el arte no debe utilizarse así”. Es decir: todo está bien, hasta que les toca de lleno, cualquier crítica es posible, cualquier opinión es válida, siempre que entre en el marco de lo consensual, lo debatible, lo aceptado y aceptable. El arte debe utilizarse para consolidar consensos (aunque sean estos críticos) no para desmontar, no para hacer reír, no para... Que estos dirigentes políticos se sientan agredidos por la violencia figurada de un vídeo compuesto por dibujos (apenas) animados no es sino la muestra definitiva de cómo el humor, el verdadero humor, es precisamente el que fuerza los límites de lo decible y lo risible, aquel, en definitiva, que hace tambalear, al menos de forma figurada, el canon estético establecido desde el poder, que designa qué es aceptable y qué no. En palabras de Josep María Català (2009: 46), refiriéndose a las siempre complejas relaciones entre humor y documental (entendido como un discurso de sobriedad, enfocado al conocimiento científico y a la explicación del mundo): “El humor genuino no es tan anárquico como parece, sino que consiste en una delicada operación por la que se socavan, ciertamente, los cimientos de lo sublime pero sin llegar a derribar todo el edificio: no puede ser nunca un gesto basado en el rencor, sino que debe estar alimentado necesariamente por la empatía. Debe quedar, tras la operación humorística, en el lugar que ocupaba la ahuecada soberbia de lo excelso, un sentimiento enriquecedor de íntima trascendencia: la sensación de haber contribuido a poner las cosas en su lugar. El humorismo es, en resumen, un gesto filosófico que denuncia no tanto la posibilidad de lo sublime en sí, como el dictado empobrecedor de las falsas apariencias”. ¿Y qué otra cosa, sino destapar las falsas apariencias de una clase política que vive de espaldas a los ciudadanos que les mantienen, está haciendo el vídeo de Alberto González Vázquez? Y quizás sea justamente eso el causante de semejante revuelo: que el vídeo, a través de una operación de humorismo clásico, junta extremos que habitualmente no aparecen unidos, o al menos no en ese orden, no de esa forma (políticos y heroína, políticos y mendicidad, políticos y malnutrición, políticos e inmigración), desvela la impostura, las falsas apariencias, e iguala a la clase dirigente con aquellos a los que dice defender: les iguala, pero por lo bajo. Por lo doloroso, por lo humillante, por lo terrible. Porque no sólo la muerte nos iguala, también el humor. No en vano, y en palabras de Díaz Cuyás (2005: 77-79), “la caída es el movimiento más propio de la risa. En ella todo tiende al descenso, a la nivelación con lo bajo e inferior”. Y aunque el autor del vídeo desprecie la, en ese momento, hipotética respuesta crítica de la clase política con un razonamiento ciertamente lúcido, por otra parte: “Siempre me ha parecido bastante grosero tratar de poner límites a la ficción. Y esto sucede porque hay quien cae en la trampa de confundirla con la realidad. Una representación de la violencia o del sexo o del asunto que se te ocurra, por gráfica que sea, no deja de ser exactamente eso: una representación.” (González, 2014) lo cierto es que es esa misma respuesta la que justifica y explica la razón de ser del propio humor, de la comedia, de la risa en sentido último: desmontar las imposturas, nivelar por lo bajo y establecer un discurso crítico forzando los límites de lo risible, y por extensión, de lo opinable y criticable. Si la risa sirve para consolidar lo establecido, si el humor está al 137
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servicio del poder, si la comedia no hace sino consolidar lo consensual, deja de ser comedia, deja de ser humor para convertirse en un elemento más de la argamasa de un pensamiento unificador. 2. Pegar a Gandhi @queridoantonio Atacar a Rajoy es FÁCIL. Es como pegar a un niño. ¿Por qué no os metéis con Nelson Mandela o Gandhi? Eso ya es más complicado, ¿verdad? 5:49 pm - 10 jul 12 vía Twitter for iPad La cuestión de los límites de lo risible, de aquello que puede ser objeto de mofa, es una constante en el trabajo de Alberto González Vázquez: sólo quien es consciente de esos límites puede saber cuándo conviene traspasarlos y cuándo conviene mantenerse en ellos. González Vázquez trabaja como guionista y animador en El Intermedio, un informativo humorístico que se emite diariamente en la cadena española La Sexta, y en el que se encarga de una mini-sección5 que puntúa todo el programa, y en la que crea pequeñas animaciones basadas en imágenes de la actualidad a las que somete a un proceso de manipulación digital, muy básico técnicamente, que subvierte su significado original, creando nuevas lecturas, siempre humorísticas, en un punto medio entre la irreverencia, la complicidad, el absurdo, la crítica política y el esperpento caricaturesco. En una de las entrevistas concedidas a raíz de la polémica por el vídeo de Amaral, González Vázquez reflexionaba así a propósito de los límites del humor en función del contexto: “Es normal que se tomen precauciones en un programa de televisión que es visto por un sector amplio del público. Es una manera de evitar conflictos. A veces es preferible evitar confrontaciones estériles que sufrir el desgaste que producen. Yo soy el primero en tomar precauciones porque no me gusta trabajar en vano. En cualquier caso, es algo que ocurre excepcionalmente y que está asociado con el medio” (González, 2014). Efectivamente, la capacidad amplificadora que posee internet, y el venir asociado a un grupo de éxito masivo como Amaral, logró en pocas horas lo que González Vázquez no había logrado con ninguno de sus trabajos anteriores6: una difusión sin igual en medios digitales, redes sociales y medios tradicionales, además de una polémica inusitada. Ni tan siquiera viñetas como la dedicada al Papa Benedicto XVI en su libro Humor cristiano, en el que representa al cabeza de la iglesia Católica bajo un texto que afirma: “En un mundo racional, un hombre disfrazado de hechicero que afirmara ser el representante en la tierra de una entidad superior estaría 5 Algunas de esas animaciones pueden verse en el canal que el autor mantiene en Youtube: http://www.youtube.com/playlist?list=PL841A122A0D0B806E (última consulta: 07/04/2014). 6 A excepción, quizás, de una variación sobre un célebre anuncio de la Lotería Nacional en el que sustituyó las voces de Montserrat Caballé, Raphael, David Bustamante y Marta Sánchez por unos sonoros eructos, recibidos con satisfacción por un público sonriente, y que acumula más de un millón doscientas mil visitas en Youtube: https://www.youtube. com/watch?v=Fubr5gPU-DQ (última consulta: 11/04/2014).
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encerrado en un manicomio”, habían logrado semejante repercusión. Quizás González Vázquez debería tomar nota de un periodista y humorista vasco, José Antonio Pérez, que, tras recibir insultos, denuncias y reclamaciones de toda clase por los textos publicados en su web, Mi mesa cojea7, decidió publicar un texto titulado “Perdón”, en el que pide disculpas genéricas, y con una más que evidente intención irónica, a todos aquellos que hayan podido sentirse ofendidos por sus comentarios y bromas, y que cita sistemáticamente cada vez que publica algo susceptible de herir alguna sensibilidad: “Ante las reacciones provocadas por mi comentario en la red social Twitter, quiero pedir perdón públicamente. Lo siento. Cometí un error y soy consciente de que, con mis palabras, he podido herir a muchas personas. Quienes me conocen saben que muchos de mis amigos son negros, árabes, gays, lesbianas, transexuales, judíos, mujeres, enanos, discapacitados con muy diversas discapacidades, personas con enfermedades raras, cineastas españoles, enfermos mentales, víctimas de ETA, víctimas del GAL, víctimas de GRAPO y de Al Queda, víctimas de la violencia de género machista, personas con disfunción eréctil, personas con tumores, drogadictos, obesos mórbidos y, en general, personas pertenecientes a colectivos minoritarios. Incluso conozco a un tío con el sarcoma de Kaposi”8. Tanto el sarcástico texto de arrepentimiento de Pérez como el tuit con el que se encabeza este apartado, referido a la (im)posibilidad de pegar a Gandhi o a Mandela, obra del propio Alberto González Vázquez, ponen de manifiesto, por un lado, que el humor se cimienta justamente en los límites de lo social y culturalmente aceptable, y por otro, el aparente estrechamiento progresivo de aquello que puede ser objeto de mofa, fruto de un crecimiento inusitado de la corrección política: hoy en día, son tantos los colectivos susceptibles de sentirse ofendidos, que el campo de acción del humorista parece haberse estrechado considerablemente. Aunque esa realidad, la del avance inexorable de la corrección política, tiene también una segunda lectura: cuanto más y más extendidos sean los tabús, las barreras, los imposibles, más dedos en el ojo podrá meter el humorista que así lo desee. Sea como sea, es indudable que el humor, o parte de él, se ha caracterizado a lo largo de la historia por pulsar los límites de lo moralmente aceptable, y por construir un espacio liberado de restricciones morales, sociales, culturales y políticas (pero plenamente consciente de ellas, porque en el diálogo irreverente con ellas se basa justamente su trabajo) en el que todo es posible. Refiriéndose a un clásico chiste de la tradición norteamericana, denominado Los aristócratas, que se repite a lo largo de la historia, y en el que cada humorista ha de conservar siempre el mismo comienzo y el mismo final, teniendo absoluta libertad para desarrollar el cuerpo del chiste como desee, Jordi Costa explica (2010: 108): “El cuerpo del chiste es un discurso que nace y se desarrolla en un espacio en el que han entrado en cuarentena todas esas barreras morales que sostienen nuestra idea de civilización: un territorio, en suma, amoral, donde la imaginación se libera de obstáculos racionales para 7 www.mimesacojea.com (última consulta: 11/04/2014). 8 http://www.mimesacojea.com/2011/02/perdon.html (última consulta: 10/04/2014).
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descubrir ese ilimitado horizonte de posibilidades, que, recurriendo a un concepto psiconalítico, podría bautizarse funcionalmente como el Reino del Polimorfo Perverso. En el fondo, el cuerpo de ese chiste crea un universo imaginario regido por el imperativo del placer”. Es en ese universo dominado por la idea de un placer omnipresente (y no necesariamente sexual, sino obtenido por la propia transgresión de las normas sociales) donde ha de encuadrarse el trabajo de González Vázquez, ya sea su vídeoclip para Amaral como sus trabajos televisivos, sus personales animaciones, o sus trabajos gráficos. El viejo placer de lo prohibido. Así, no es casual que, en su mayor parte, su trabajo esté basado en dibujos animados, cartoons muy básicos, de apariencia rústica: los dibujos, las animaciones, establecen de forma muy clara la barrera entre lo real y lo imaginario, y contribuyen a definir, aparentemente de forma muy clara, ese mundo paralelo del placer donde todo es posible, y donde cualquier deseo puede satisfacerse. Es obvio, en todo caso, que no todo el mundo es capaz de establecer esa distinción entre real y ficticio (el propio vídeo de Amaral hace alguna referencia, sarcástica, a esta extendida imposibilidad de diferenciar realidad y ficción cuando introduce, hacia el final, las leyendas: “Ningún animal ha sido maltratado durante la realización de este videoclip” y “Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia”), y en la ya citada entrevista, su autor concluye: “Establecer equivalencias entre lo real y lo imaginario es una actitud delirante”. 3. Amenábar y su reverso tenebroso @queridoantonio Estoy tan ilusionado con la victoria de Hollande. Ya era hora de que llegara alguien capaz de hacer lo mismo con mínimos cambios estéticos. 11:01 am - 7 may 12 vía web Cuando Alberto González Vázquez no era sino un joven licenciado, recién salido de la facultad, que daba sus primeros pasos como guionista televisivo, se dio a conocer en el terreno del cortometraje con un trabajo que sorprendía tanto por su técnica, tan precaria como efectiva, como por el tema y el enfoque elegido: Un día con Amenábar (2003), que retrataba en clave sarcástica, e inmisericorde, un hipotético día en la vida del entonces joven, exitoso y admirado por todos Alejandro Amenábar. La elección de Amenábar resulta reveladora porque el célebre cineasta constituye, en palabras de Jordi Costa (2010), “un conjunto vacío”, es decir, una figura consensual, aclamada por todos, sin aristas, pero sin característica alguna propia, en la que cada espectador puede proyectar los deseos, aspiraciones o características que desee. Pero además, Amenábar, cinematográficamente, supone la consagración de un modelo industrial a-temporal, a-nacional, a-crítico y carente de cualquier identidad propia, exportable a cualquier lugar, sin aristas ni matices, capaz de contentar a todos (o a ninguno). Si Amenábar, es el epítome del consenso, un cineasta acrítico, y dueño de un trabajo que encaja a la perfección en esa aspiración de la Cultura de la Transición que es desactivar el pensamiento crítico a base de restringir el ámbito de
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lo posible, el círculo de ideas que se puede criticar, González Vázquez es el sociópata que huye de ese círculo para situarse en un espacio exterior desde el que mira la cultura en España como si fuera una especie de dios inmisericorde y cruel. Bajo la apariencia de una crítica humorística, González Vázquez se ríe de todo un sistema cinematográfico que busca el consenso y la aprobación de todos, desmontando el mito de las cosas bien hechas, del arte con mayúsculas, elegante, internacional, vendible y vacío de cualquier rasgo nacional. Si Amenábar funciona como el primer cineasta vocacionalmente transnacional, que evacúa de forma consciente cualquier rasgo local de su cine para presentarse como un artesano de cualquier lugar, de cualquier industria, de cualquier época, Querido Antonio opta por la posición incómoda del que mira al terreno y se centra en la reflexión y la crítica a lo más concreto y miserable, lo más local, lo más pequeño y rastrero. Y desde esa posición exterior, y al mismo tiempo pegada al terreno, sus dardos se dirigen a todos, sin discriminar. Tomando la definición de Costa (Costa y Adanti, 2009: 4) del trabajo de Amenábar, “un modelo cinematográfico basado en el simulacro de talento, la competencia técnica y la asfixia de lo dionisiaco”, es fácil categorizar, por exclusión, el trabajo de González Vázquez, que funciona como el reverso tenebroso de Alejandro Amenábar, su Mr. Hyde particular. Amenábar vendría a ser, en el universo negro de González Vázquez, un equivalente cinematográfico de François Hollande: alguien capaz de hacer lo mismo que los demás con mínimos cambios estéticos. Así, frente al simulacro del talento, Querido Antonio supone la reivindicación de un estilo propio, de un mundo personal: frente al copista, el inventor; frente a la competencia técnica, la inutilidad tecnológica, la reivindicación del do-it-yourself (DIY), la política de lo barato, económico y autónomo: no en vano, la técnica que Alberto ha usado de manera más recurrente, y la que se ha convertido en su principal rasgo de estilo es una animación realizada de la forma más sencilla que cabe imaginar: calcando imágenes; y, por último, frente a la asfixia de lo dionisiaco, del placer, que en el cine de Amenábar queda ahogado en ese mar de competencia técnica, González Vázquez propone, como ya hemos visto, el disfrute de lo gamberro, de lo prohibido, de lo incómodo. Porque el trabajo de González Vázquez es un trabajo reivindicador del placer, aunque ese placer se obtenga del maltrato, el dolor, la crítica y el esperpento. 4. Incumplir promesas: humanismo, negro y cínico @queridoantonio ¿El Gobierno incumple compromisos? ¿Y qué? ¿Nunca os habéis apuntado a un evento en Facebook y luego os habéis retractado? Sois COMO ELLOS 5:09 pm - 20 jun 12 vía web Del aparente divertimento de sus primeros trabajos a los más recientes, González Vázquez ha ido ganando en amargura, en desconfianza en el ser humano, y su voz, tanto la real (y que aparece en off en muchos de sus trabajos) como la cinemato141
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gráfica, se ha ido haciendo más grave, solemne y dura. El humor de raíz más absurdo de sus orígenes ha ido derivando a una especie de retrato descarnado de las miserias humanas, de la condición humana como condición miserable en sí misma, siempre en diálogo con iconos de la cultura pop(ular), siempre atento a la actualidad y el mundo como fuente de inspiración y negrura. Algo así como el camino que lleva de Enrique Jardiel Poncela a Camilo José Cela. El universo que González Vázquez ha ido creando, bien a través de sus animaciones, bien a través de sus perfiles en redes sociales, que forman también parte de la consolidación de sí mismo como personaje, está repleto de gente insatisfecha, frustrada, amargada, con pulsiones homosexuales latentes, deseos mal resueltos, traumas, y que se enfrentan a la vida sin pasión, y más bien con odio, amargura e impotencia, cuando no se dejan arrastrar por una corriente sin rumbo. Como la autopromoción realizada para su libro Humor Cristiano, titulada No eres nadie (2013)9, sus trabajos inciden de forma cada vez más dolorosa en la vida como un lugar poblado de miserias, ruindades y envidias. La condición humana es la de un ser ridículo, y el tono de sus trabajos, una impostura categórica que no deja lugar a dudas. Su posición ante el mundo es inmisericorde. Cada vez más, la voz de Alberto González Vázquez, con un estilo severo e impersonal, se va acercando a esa voz omnisciente que el documental clásico denominó “voz de Dios”. En este caso, de forma literal, porque es la voz de un juez omnipotente e inmisericorde que no perdona los pecados; un Dios que no concibe el perdón, ni la redención ni el arrepentimiento, y que mira de forma afilada, justiciera y crítica a la clase política, pero también hacia las costumbres pequeño burguesas que han convertido este país en una colección de desechos y mal gusto: el chandal, cagar en la oficina, el fútbol o las manifestaciones en las calles forman parte del repertorio habitual contra los que González Vázquez descarga su mirada feroz. La crítica de González es estética, pero como un camino a la ética. En realidad, de la exploración más pop de sus inicios, González Vázquez no ha hecho sino acercarse a uno de los presupuestos más clásicos de cualquier comedia que se precie de serlo: desentrañar, en tono humorístico, los misterios de lo humano, lo que se esconde bajo las apariencias y los ropajes de lo normal. Nicole Brenez reivindicó hace años el papel de los cínicos originales, que poco tienen que ver con el sentido que hoy le damos al término “cínico”. Para Brenez, cínicos eran aquellos filósofos griegos, discípulos de Sócrates, que en el siglo IV a.C. se mostraron violentamente críticos ante cualquier poder, y que, lejos de paralizarse en su crítica, encontraban en ella el motor para avanzar. Quizá sea Alberto González Vázquez el verdadero y auténtico cínico.
9 http://www.youtube.com/watch?v=eOFv9GANebI (última consulta: 10/04/2014).
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Referencias COSTA, Jordi (2009). “El problema Amenábar o ¿quién puede pegar a un niño? Una introducción”, en Jordi Costa y Daría Adanti (eds.): Mis problemas con Amenábar. Grenoble: Glénat. COSTA, Jordi (2010). “El chiste sucio que salvó a la humanidad”, en Jordi Costa (ed.): Una risa nueva. Posthumor, parodias y otras mutaciones de la comedia. Murcia: Nausícaä. DÍAZ, José (2005). “La risa del Laocoonte”, en Revista Acto (Sobre la risa), Núm. 2/3, pp. 77-79. OROZ, Elena y DE PEDRO, Gonzalo (eds.) (2009). La risa oblicua. Tangentes, paralelismos e intersecciones entre documental y humor. Madrid: Editorial Ocho y Medio. SANTOS, Piluca (2014). “Alberto González, creador del vídeoclip de Amaral: ‘Los políticos no le harán ni caso’, en Lainformacion.com: http://noticias.lainformacion.com/arte-cultura-y-espectaculos/musica/alberto-gonzalez-creador-delvideoclip-de-amaral-los-politicos-no-le-haran-ni-caso_Eq2uBzDE4HpvUXkjxkRM77/ (última consulta: 09/04/2014).
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Antonio Alberto González - “Querido Antonio” Guionista y realizador, bajo el seudónimo de Querido Antonio; sus cortometrajes de animación han obtenido más de treinta premios en certámenes nacionales e internacionales e incluyen títulos como Los Reyes Magos (2011), El fin del mundo (2010), Cirugía (2006) o Un día con Amenábar (2003). Desde 2003 trabaja como guionista en programas de televisión como Agitación + IVA (Telecinco), Made in China (TVE), Territorio champiñón (Antena 3) o El intermedio (La Sexta). También ha colaborado ocasionalmente con La hora chanante (Paramount Comedy) y Muchachada nui (TVE). Ha publicado comic y poesía, ha realizado videoclips (Dinero, Los Punsetes; Mucho Spirito, Tigres Leones), ha elaborado animaciones sobre textos de Juan José Millás (El mundo de Millás, Canal Plus) y Juan Carlos Ortega (Cuentos para Ulises), ha participado como productor asociado en la película Los cronocrímenes (Nacho Vigalondo, 2007), ha escrito una decena de artículos para el diario satírico El Mundo Today y colabora habitualmente en el consultorio humorístico La fórmula de la CocaCola. Algunas de sus animaciones pueden verse también en publicidad y videoclips (Estuve a punto de..., Miguel Bosé). En la actualidad compagina su trabajo en El intermedio (donde se encarga del guión y la realización de piezas cómicas mediante la manipulación de imágenes televisivas) con la producción del cortometraje Democracia (un guión propio que será dirigido por Borja Cobeaga) y la elaboración de su segundo libro para la editorial Caramba Comics después de la buena acogida de Humor cristiano, cuya segunda edición ha aparecido en abril de 2013.
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Querido Antonio
Las manos Las manos. Quieren amputarme las manos. Las manos. Mi herramienta de trabajo. Las manos. Como si al escultor le cortaran las manos. Como si al pianista le cortaran las manos. Las manos. Mi sustento. Las manos. Como si a Picasso le cortaran las manos. Como si a Gasol le cortaran las manos. Como si a Storaro le cortaran la luz. La luz. Quieren cortarme la luz. Y las manos. 145
TERRITORIOS Y FRONTERAS Emergencias y urgencias en el cine documental español
Fig. 1: GONZÁLEZ, Alberto. Humor cristiano (2012). Madrid: Caramba Comics. http://carambacomics.com
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Las manos
Alberto González - “Querido Antonio”
Fig. 2: GONZÁLEZ, Alberto. Humor cristiano (2012).Madrid: Caramba Comics. http://carambacomics.com
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TERRITORIOS Y FRONTERAS Emergencias y urgencias en el cine documental español
Fig. 3: GONZÁLEZ, Alberto. Humor cristiano (2012).Madrid: Caramba Comics. http://carambacomics.com
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Las manos
Alberto González - “Querido Antonio”
– ¿Cómo es un día cualquiera en La Sexta?1 – Llego a la oficina, enciendo el ordenador, repaso las imágenes de agencias y de una manera bastante intuitiva imagino qué elementos se pueden añadir o sustraer para construir escenas divertidas. Un detalle insignificante lo puede cambiar todo. Trabajo solo. No es una queja, me encanta trabajar solo. Prácticamente no pronuncio una sola palabra hasta la hora de comer. Voy siempre al mismo restaurante, me siento en la misma mesa, a la misma hora y con la misma gente. Regreso a la oficina, termino mi trabajo y se lo muestro al director del programa, que selecciona las piezas que se emitirán una hora después. Después vuelvo a casa y lloro hasta que me quedo dormido. – ¿Y un día cualquiera en tu casa? – Trabajo por la mañana. Enciendo un rato la consola. A veces juego a cosas tan insustanciales como el dado mentiroso. Hace poco he descubierto que tengo un talento sobrenatural para ese juego. He ganado treinta partidas online seguidas. No es normal. Después preparo la comida, probablemente un plato de pasta. Por la tarde veo series americanas. Salgo a cenar a un restaurante con mantel y sin música. Me tomo un par de copas, vuelvo a casa y lloro hasta que me quedo dormido.
1 Extracto entrevista de Iago Fernández a Querido Antonio, publicada en Vice,13/10/2010.
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TYF II 2014 Esta publicación continúa la senda iniciada en el anterior volumen Territorios y Fronteras. Experiencias documentales contemporáneas (2012), recogiendo el testigo de los diversos encuentros entre directores, académicos y críticos de cine organizados por la Universidad del País Vasco/ Euskal Herriko Unibertsitatea (UPV/EHU) junto a la Fundación BilbaoArte. Una vez más, equilibristas del cine contemporáneo y de la academia se dan cita en este volumen que emerge, también, de largos e intensos debates, discusiones, cafés, e-mails y, cómo no, de interesantes conversaciones en buena compañía. De un modo particular –ahora que ya hemos plantado un árbol, hemos tenido hijos y hemos editado el segundo volumen–, el fin de esta etapa se convierte en el comienzo de un nuevo periplo. Al igual que sucede con el árbol y nuestros hijos, lo interesante aquí es estar atentos al crecimiento y las mutaciones de este cine contemporáneo. Sirva este segundo volumen como surco para el futuro.
TERRITORIOS Y FRONTERAS
RESEARCH ON DOCUMENTARY FILMMAKING
kultur elkartea
ISBN 978-84-9860-996-7
9 788498 609967
