Nuevos cerramientos y sistemas de seguridad en la Bastida de les Alcusses de Moixent; Aproximación a una reconstrucción experimental:

July 22, 2017 | Autor: Natxo Fuertes | Categoría: Iron Age Iberian Peninsula (Archaeology)
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Descripción

Nuevos cerramientos y sistemas de seguridad en la Bastida de les Alcusses de Moixent; Aproximación a una reconstrucción experimental: Natxo Fuertes Cabo UNED (Valencia)

2015

La Bastida de Moixent (Valencia) es un marco idóneo del “ibérico pleno”; su breve ocupación y su abandono tras episodios violentos (Bonet.H,Vives Ferrandiz.J;2012) .hacen de el un marco idóneo para entender la sociedad ibérica entre los S V-IV a.c., este trabajo trata de hacer una aproximación a los sistemas de cerramientos que estarían en funcionamiento en el poblado a través de piezas asociadas y en especial a “llaves de gancho o codo” cuyos modelos fueron adaptados posiblemente de modelos griegos los cuales por su morfología habían pasado desapercibidos por distar mucho de los “patrones” de llaves ibéricas estudiados hasta la fecha. Analizamos también aquellos elementos que entrarían en juego con dichas llaves como son los cerrojos y puertas que guardan correlación con la morfología de dichas llaves.

Introducción: -La seguridad en el ámbito domestico y la preservación de bienes debió jugar un rol significativo en una sociedad como la ibérica donde las posesiones eran pocas y bien preciadas por sus dueños, los recientes estudios sobre llaves en el mundo romano sumado al conocimiento de otros sistemas de cerramientos en el mundo antiguo nos hace pensar que existían ciertos sistemas de cerramiento cuya interpretación mediante los hallazgos ha pasado desapercibida, ya que al parecer la mayoría de componentes de dichos cerramientos estaba fabricado en madera. La reinterpretación de los materiales en contextos ibéricos y en especial Moixent nos hace pensar en la existencia de multitud de sistemas de cerramientos cada uno adaptado a las circunstancias, materiales e ingenio de su creador (Thomas Davis 2014,Carmelo Fernandez 2007.) y quizás

desapercibidos por distar mucho del patrón común de fabricación de llave en el mundo ibérico y que como defenderemos más adelante podrían ser clasificadas a tal efecto. Grau Mira.I; Reig Segui (2002-2003) clasifican las llaves ibéricas en tres tipos diferentes, posteriormente se reinterpreta uno de estos modelos como supuestamente llaves de cajas o candados (Bonet.H,Ferrandiz J;2011); estos últimos elementos son de sumo interés ya que conocemos sistemas de cerramientos de cajas o baúles en el mundo romano con sistemas de

Fig 2 :Llaves votivas griegas: Paestum, Fotos;The Texas Foundation for Archaeological & Historical Research

Figura 1: Mujeres portando llaves “homéricas”.(Izquierda) “Hidria” del SV A.C. (Centro y Derecha) ilustraciones por Raine Borg

adaptaciones locales a patrones importados de otros lugares del mediterráneo. Encontramos pues ciertos elementos que han pasado

seguridad verdaderamente complejos(C Carmelo 2007; Thomas Davis 2014), El hallazgo en buen número de barras en yacimientos de la zona levantina como Moixent y Alcoi identificadas como “llaves de cajas” hace pensar que en el mundo ibérico también existía una necesidad por asegurar “bajo llave” los baúles y cajas y los bienes que ellos contenían. Hemos de presuponer la mayoría sistemas de

cerramiento estaban fabricados en madera ya que son pocas las piezas metálicas susceptibles de ser clasificados como pestillos o trancas de puertas o baúles a diferencia del mundo romano, aunque dado que los elementos a los cuales nos referimos proceden de yacimientos excavados sin una metodología como la actual es posible que alguna pequeña pieza haya pasado desapercibida. La experimentación con otros sistemas similares de cerramientos teniendo como referencia llaves del ámbito ibérico, nos ha llevado a presuponer un sistema que podría encajar por similitud con las cerraduras de mayor tamaño dentro de la cultura material ibérica.

Los “patrones importados”: Como se ha venido defendiendo en las últimas publicaciones sobre la Bastida esta actuó como centro de redistribución de mercancías provenientes de distintos lugares del mediterráneo, así encontramos piezas como cuentas de collar provenientes de fenicia, cerámicas griegas de figuras rojas y una figura de manufactura egipcia, La cultura ibérica adaptó a sus propios gustos patrones de aquí y allá modificándolos con respecto a sus necesidades y al contexto social donde se desarrollaban, siendo la influencia de dichos pueblos de ultramar ampliamente documentada sobre la población indígena (Aranegui, Vives-ferrándiz 2004), es posible que patrones de cerramientos y llaves también llegaran de ultramar a estas comunidades modificándolas en mayor o menor grado.

Fig 3: Tritartemorion de Argos (370-350 AC. Representando a Hera y una llave homérica en el reverso.(Foto: The Texas Foundation for Archaeological & Historical Research)

recordar que en el mundo griego Penélope se asocia como símbolo de fidelidad conyugal lo cual tiene amplia relación con el ámbito domestico, Esquilo nos describe en un pasaje del Euménides a Atenea como conocedora de las llaves donde se guardan los rayos de Zeus. En el mundo religioso tenemos a Hécate en cuyas representaciones iconográficas se la presenta sosteniendo la llave de las puertas del “Hades” símbolo sobre la vida y la muerte y el transito al mas allá (este poder y simbología se adapto posteriormente en el cristianismo siendo San Pedro quien guarda la llave de las “Puertas de Cielo”). Encontramos llaves depositados en templos dedicados a Hera en Argos y Paestum o a la diosa Afaya en Aegina o en la cueva Coricio de Delfos siendo posiblemente “votiva” su deposición como ofrenda a la diosa Hera protectora del casa y el ámbito doméstico en general; de hecho encontramos acuñaciones del S IV. a.c. de Argos en las que se muestra a Hera y una llave de tipo homérica en el reverso. En la cultura romana encontramos numerosas expresiones religiosas relacionadas con deidades protectoras de la mujer como mantenimiento de la fecundidad, parto, cuidado de los hijos, mantenimiento del grupo y castidad

El contexto Mediterráneo: La llave siempre ha tenido una connotación simbólica como signo de poder y autoridad, las fuentes literarias clásicas nos proporcionan información indirecta del papel simbólico que desempeñaban en dicho contexto;las primeras referencias las encontramos en “La Odisea de Homero” (Canto XXI) en cuyo pasaje se describe con todo detalle a Penélope esposa de Odiseo rey de Ítaca manejado la llaves para deslizar las trancas y abrir las puertas; hay que

Fig 4: Posibles llaves: Izquierda: Dep 64 “Moixent” (Ballester 1965), Posible llave votiva “Collado de los Jardines” (Prados 1992).

matrimonial: Fortuna Muliebris, Juno Lucia, Mater Matuta y Pudicitina; (M.Bailón García, 2010). De la Roma republicana conocemos la fiesta en honor a Portus celebrada en las calendas de Agosto en la cual los ciudadanos sacrificaban llaves en el altar en honor al dios (este hecho es simbólico en sí, existiendo una discusión sobre las atribuciones a la deidad, puertos-travesías marítimas vs seguridadpasajes). En el contexto social encontramos escritos referentes a las doce tablas romanas perdidas durante el saqueo de roma por parte de los galos, una de dichas tablas al parecer hacía referencia a aspectos sociales sobre el matrimonio y el divorcio, en cuyas clausuras se menciona como motivo de divorcio la copia por parte de la mujer de las llaves del hogar, así como la entrega por parte de la misma de las llaves como último paso para consumar el divorcio; La llave en el contexto de sociedad romana tenía un simbolismo de riqueza y estatus (Thomas Davis; 2014) normalmente las mujeres romanas se ocupaban de la administración del hogar y sus propiedades, ya que los maridos trabajaban normalmente fuera de casa; la mujer romana que portaba un anillollave fuera de su hogar era identificada por sus congéneres como “señora” de una casa con todo el significado que ello conllevaba.

El contexto ibérico: El reducido número de los hallazgos en contextos ibéricos y su asociación hasta la fecha en relación con dependencias de ámbito socio-económico como podría ser el caso de “Castellet de Bernabé” y en el ámbito religioso como en el “Puntal dels Llops” nos hace pensar en ellas como bienes de prestigio tal como sugieren (H.Bonet, C.Mata 2002), Casi todos los hallazgos de las “llaves de cajas” provienen del ámbito domestico algunas de ellas relacionadas con bienes de exportación como podría ser el caso del departamento 68 asociado a vasija de mesa griega completa, o otros elementos como cardiums , cuentas de collar de pasta vítrea y elementos de regulación económica y cerámicas de importación, el caso del departamento 100 también es de mencionar ya que

aparecen relacionadas a numerosas cuentas de pasta vítrea, cardiums, armamento y elementos de regulación de las actividades económicas como son platillos y ponderales, también aparece un bocado de caballo lo cual refuerza este aspecto ya que el caballo tiene lecturas simbólicas propias de las élites dominantes; Quesada.F (Gladius,XXX,2010; Gladius XXV, 2005,) esto refuerza la idea ya planteada por Bonet y Mata de ser consideradas “símbolos de prestigio”. En relación con las llaves depositadas como exvotos en el mundo griego hemos encontrado una pieza procedente del “Collado de los Jardines” depositada en el MAN B-1-14 (Prados Torreira.L;1992) la cual pensamos no se trate de una figura esquematizada y podríamos contemplar la posibilidad de que se trate de una llave depositada como ofrenda ya que guarda similitudes con la pieza del departamento 64 de Moixent. Tipología de Llaves Ibéricas: Proyectamos dicha clasificación teniendo en cuenta el sistema de de funcionamiento y accionamiento de la llave tal como realizan autores como (P. Halbou et alii ;1986, C.Fernandez 2007) el cual esta íntimamente ligado a la morfología de la llave. -Llaves de “pistones o cilindros”: Serían aquellas llaves cuyos dientes estarían dispuestos paralelamente a escasos milímetros entre sí, (aunque encontramos ejemplares cuyos dientes estarían mas separados) cuya posición con respecto al vástago puede variar en ángulo de 90º. El primer modelo estaría representado por el ejemplar del Castellet de Bernabé, el segundo (algo más complejo y elaborado) cuyos dientes se disponen de manera vertical con respecto al vástago normalmente conformando una “L” como los ejemplares del Puntal dels Llops (Olocau) o La Serreta (Alcoi). -Llaves de “topes”: Lo conformarían aquellas llaves cuyos dientes tienen una separación entre sí considerable con respecto al modelo anterior, sus dientes forman parte de la misma lámina o barra de hierro la cual se ha recortado y doblado en su extremo para configurar

Figura 5: Sistema de cerramiento por pistones (Raine Borg) (Abajo) Llaves ibéricas, Puntal dels Llops (izquierda), Castellet Bernabé(derecha);M.P. Valencia

los dientes cuyo número puede variar, a diferencia del modelo anterior cuyos dientes (en la mayoría de casos) están configurados por barras remachadas o soldadas a la calda en la paleta de la llave. El vástago de este tipo de llaves puede presentar varios ángulos de 90º con la finalidad de facilitar el levantamiento de los “topes” de madera que liberarían la tranca permitiendo su desplazamiento y la apertura de la puerta, muy similar a las llaves de algunas “pistilleras” que se encuentran en algunas localidades aisladas de nuestra geografía. Este tipo de llaves estaría representado por las llave y fragmentos de “La Serreta” de Alcoi y el Xarpolar (Vall d’Alcalà) o Cormulló dels Moros (Albocácer); las llaves encontradas en Camireal guardarían similitudes morfológicas con este modelo aunque pensamos que su accionamiento puede ser diferente, lo citamos ya que aparecen conjuntamente a las llaves un frontal de cerradura que guarda similitudes con la pieza hallada en el departamento 80 fig42 que citaremos más adelante. -Llaves de cajas o baúles: No creemos que dichas llaves pudieran servir para accionar candados ya que conforme hemos podido documentar en el mundo romano las llaves siempre tiene forma de abrazadera

Figura 6: Sistema de cerramiento por levas o topes (Raine Borg), (Abajo) Llave ibérica del Xarpolar.;M.P Valencia

la cual encajaría con un vástago de hierro que se abriría en forma de “paraguas” permitiendo una vez encajado y haciendo plegar las ramas de la barra extraer la misma y liberar el candado, sin embargo pensamos con toda seguridad de que si que correspondan a cajas y baúles de diferente tamaño. El sistema propuesto parte de un pestillo o tranca alojado mediante dos abrazaderas en interior de la tapa de cierre del baúl o caja; este se desplazaría lateralmente, fijando la tranca en un hueco practicado en el interior de la caja, imposibilitando así su apertura, la tranca fabricada supuestamente de madera tendría un saliente que haría la función de tope para que la tranca o pestillo no pudiera desalojarse de las abrazaderas. El hueco para introducir la llave estaría practicado horizontalmente coincidiendo con la anchura del primer codo (A) de llave a la cual pertenecía, el hueco para la llave estaría practicado más o menos a la misma distancia del borde de manera de que

Figura 7 :Llaves de cajas de las excavaciones de 1969 Fletcher et alii, De izquierda a derecha-Dep1;fig15-Dep4 ;fig5-Dep23;fig17 -Dep38/39(3)fig 22,23,24,-Dep48(2);fig37,38-Dep49;(2)fig37,38-Dep51;fig15-Dep66;fig38-Dep78;fig27-Dep91;fig56-Dep100 (3);fig241,242,243

el sistema no fuera visible desde el exterior, la tranca o pestillo estaría situada sobre la tapa a un poco más de la distancia de (B) que sería el segundo codo practicado en la varilla que conforma la llave, también podemos presuponer que esta distancia podría depender del largo de la varilla (C) , ambas opciones serian posibles dependiendo de las características del baúl aunque nos decantamos mas por la primera opción ya que sitúa el pestillo más cerca del borde de la tapa. El rizo que conforma la varilla en su extremo facilitaría su desplazamiento lateral para la apertura así como hacer las funciones de transporte y seguridad mediante una cuerda, Quizás las damas ibéricas tejían y teñían cuerdas con colores específicos para cada una de las llaves a fin de recordar a que baúl pertenecían a modo de las llaves de colores de la actualidad. Suponemos que los baúles pudieran tener los pestillos instalados por parejas a fin de evitar que el vuelque lateral del mismo pudiera liberar el pestillo del

sa, esto nos lleva a pensar que el pestillo estaría alojado paralelo al borde del cierre del baúl y que este se accionaria por la parte frontal del mismo. Íntimamente relacionado con este aspecto encontramos una serie de piezas que estamos seguros que podrían formar parte de este tipo de cerramientos de cajas o baúles:

Fig 8:Reconstrucción experimental del sistema en madera, Vista superior con el baúl cerrado, (Foto, Bonilla Ferandez.R y Autor)

Como ya contemplo Pla Ballester este tipo de piezas corresponderían a algún tipo de cerramiento, nosotros creemos que dado su tamaño podrían formar parte del sistema de cerramiento de baúles de tamaño medio, Todas las piezas presentan unas medidas o patrón mas

hueco practicado en el lateral del baúl permitiendo así su apertura , ya que al liberar uno el otro quedaría alojado por gravedad y vicever-

-Departamento 23, figura 13:Pieza de sección rectangular con un extremo ensanchado en forma de paleta y el otro romo, con ojal rectangular, posible pasador o elemento de un cerrojo. Longitud, 15’2 cms. Ancho, 2’8 cms. inventario B- 1.600

Fig 9: Pieza departamento 23 Moixent; (Pla Ballester)

-Departamento 68; Figura 75: Barra de sección rectangular que se estrecha por un extremo, cerca del cual se abre un orificio rectangular, y termina por el lado opuesto en plancha rectangular. Posible pieza de picaporte, falleba o cerradura. Longitud, 15’2 cms. Ancho de la pala, 3’5 cms. Ancho de la barra, 1’7 cms. inventario B-1.597. Figura 76: Pieza semejante a lo anterior, con el orificio cuadrado. Longitud, 15’5 cms. Ancho pala, 3’6 cms. Ancho barra, 1’8 cms. Inventario B-1.598.

Fig 10: Posibles pestillos de baúles; Departamento 68, fig 75(arriba) 76(abajo) Pla Ballester; Observese las diferentes secciones de la perforación.

Fig11:Reconstrucción hipotética del sistema de cerramiento con pestillos metálicos, vista superior de el baúl cerrado .Foto Bonilla Fernandez.R y Autor

o menos definido lo cual nos hace pensar su fabricación bien definida a tal efecto,.Según el sistema de reconstrucción que proponemos (similar a su homologo en madera) la barra estaría alojada en un bastidor de madera con forma de “U” que permitiría el alojamiento y desplazamiento lateral de la barra, La perforación que presentan las piezas serviría para introducir el extremo de la llave en la barra permitiendo su desplazamiento,como hemos podido observar la perforación que presentan dichas piezas de los departamentos 28 y 63 es en dos de ellas rectangular plana y circular en la otra, como podemos observar en algunas de las “llaves de cajas” de la Bastida presentan una sección en forma de lámina plana (Dep. 49, figura 37,38) lo cual abre los campos de clasificación de tales sistemas. El bastidor de madera estaría alojado en la tapa del baúl posiblemente asegurado mediante pequeños clavos; el ensanchamiento de la barra en forma de paleta permitiría dos cosas; que la barra no pudiera desalojarse del bastidor (tope) y realizaría la función de pestillo. Al bajar la tapa del baúl y desplazaría lateralmente esta quedaría alojada en una oquedad practicada en el lateral del baúl a tal efecto, asegurando así su cerramiento, La longitud de la “paleta” de las piezas hace pensar que haría falta para que fuera eficaz su alojamiento un grosor medio de tablones que conformarían el baúl al que posiblemente pertenecieron, de unos centímetros de grosor para que al menos dos

tercios de la misma “paleta” quedara alojada en la oquedad, lo cual nos hace pensar que pertenecerían a baúles de tamaño considerable. Una vez abierta la caja las barras podrían desalojarse si el usuario lo deseaba con el fin de mantenerlo abierto. Solo la pieza del departamento 23 ha aparecido asociada a las citadas “llaves de cajas”, aunque lo interesante es el hallazgo por parejas de dichas piezas en el departamento 68 ya que como comprobamos en una reproducción experimental del sistema realizado en madera el pestillo individual podía desalojarse levantando o volteando el baúl lateralmente, siendo necesaria su instalación por parejas para evitar la apertura no deseada del mismo; el peso, longitud y forma de estas piezas responderían quizás a tal efecto. No se han documentado en las primeras publicaciones ningún tipo de muelle o resorte asociado que asegurara cualquiera de los sistemas propuestos como aparecen en algunas llaves en contextos galo-romanos(P.Halbout et alii,1986,pág. 64,75), aunque es posible dado su fragilidad no hayan llegado a nosotros hasta día de hoy, habría pues que contemplar también esta posibilidad, ya que dichas barras presentan el extremo opuesto a la paleta apuntado lo cual suscita este tipo de pensamiento si lo comparamos con otros sistemas mediterráneos. Únicamente encontramos una pequeña pieza asociada a tres llaves que podría hacer la función de retener el pestillo una vez este estaba cerrado y alojado el mismo en

el hueco, nos referimos al Dep.38/39 figura 30, aunque esta adjudicación es algo dudosa. En definitiva el ingenio en seguridad de las llaves de cajas o baúles radica en dos factores: -(A) Distancia de la apertura o cerrojo con respecto al pestillo situado en la tapa: Este factor imposibilita que el sistema sea “visible” desde el exterior como que pueda ser manipulado con una simple varilla apuntada, requiere pues una medida especifica. -(B) Distancia del pestillo con respecto al frontal: Condiciona la longitud del segundo codo de la llave siendo necesaria también una medida específica ya que si la distancia fuera más larga sería muy difícil introducirla en el vano entre la tapa y el pestillo así como su introducción en el mismo pestillo lo cual requiere cierta longitud de penetración de la punta de la varilla en el mismo para poder ser desplazado.

Fig 12: Esquema de las longitudes de las llaves de cajas (Dibujo,Pla Ballester)

Posibles Llaves: Como hemos mencionado anteriormente existen ciertos elementos que por su morfología y comparados con paralelos provenientes del mundo celta o griego clasificados como llaves pudieron servir a tal efecto, como tratamos de demostrar a continuación. Del mundo griego conocemos la llave Homérica; que según muestran representaciones en cerámica y algunos hallazgos estaría conformada por una lamina metálica doblada en dos ángulos,(lo cual presenta similitudes con las piezas de la Bastida) provista de empuñadura de madera, hueso o marfil; cuyo accionamiento seria por desplazamiento lateral como defienden varios autores (Thomas Davis;2014; Barbiux J.1992; Aparicio.P 2012, Raine Borg 2003).También conocemos modelos similares a los ya conoci-

Fig 13:Desde arriba: Accionamiento de la tranca mediante llave Homérica (; Llave Homérica de bronce hallada en Arcadia (Ilustraciones: Raine Borg). Abajo llave Homérica de bronce conservada en el British Museum( Thomas Davis)

dos en la cultura ibérica; la llamada “Llave Lacónica” cuya invención tal como narra Plinio el Viejo se atribuye a Teodoro de Samos en el SVII a.c.(Thomas Davis 2014) cuyo modelo exporto al sur de Grecia adaptando así su nombre, aunque es posible que el modelo fuera conocido anteriormente. Del mundo celta conocemos las “llaves de arco” ampliamente diseminadas en el mundo indígena siendo la cronología de los elementos que hemos podido analizar

Fig 14: Arriba accionamiento del sistema de llaves celtas; (Halbout.P; 1986, pag 63. Abajo: Lllaves Celtas (Barbieux J. 1992, pag 90 fig 81)

entre el Ia.c. - Id.c. La Tène III, (J.Barbieux 1992) mostrando similitudes con los sistemas que presentamos posteriormente. El criterio principal de selección ha sido mediante el análisis de ciertas barras metálicas dobladas en varios ángulos, lo cual permite “enganchar” el sistema de cerramiento que estaría instalado en la parte interior de la puerta permitiendo su elevación o desplazamiento lateral mediante deslizamiento algún tipo de pestillo o “tope” que liberaría o accionaria la tranca permitiendo su apertura; otra característica que observamos en dichas piezas es que la mayoría de ellas presenta en un extremo (en mayor o menor grado de conservación) un “rizo” o “ojal” como los ejemplares ya documentados y con bastante similitud en manufactura con las “llaves de cajas o baúles”; así mismo encontramos otros elementos que guardan similitudes con ejemplar ya documentados. en otros contextos mediterráneos.

ángulo formando la característica “paleta” y el numero de dientes es solo de dos, Encontramos paralelos en el mundo egipcio y en algunas cerraduras de aldeas de África. Como podemos observar en la lamina el extremo fracturado presenta una línea que podría corresponder con el inicio del ojal de la llave que se conformaría en forja cortando por el medio de la barra en caliente para conformarlo. El sistema tipo de cerramiento seria mediante “pistones” como hemos explicado anteriormente.

Fig 15: Pieza del departamento 1 (P.Ballester).

Repasaremos aquellos materiales susceptibles de ser clasificadas como llaves: -Departamento 1:Fig 17;: Varilla de sección rectangular doblada en varios ángulos. Longitud, 40 cms. inventario B-3.1 53. Por su morfología formando varios ángulos pensamos que podría pertenecer a algún sistema cerramiento accionado por deslizamiento vertical o horizontal, aunque guardamos reservas a cerca de la adjudicación ya que aparece relacionado con elementos de cocina como varillas terminados ambos extremos en ojal y anillas fracturadas, bien podría ser un gancho de suspensión relacionado o no con esta actividad ya que al parecer el extremo en gancho podría estar cerrado en su estado original. -Departamento 16;figura 21: Barrita de sección cuadrada con un extremo aplastado, en el que se conservan restos de dos clavitos. Longitud, 9’3 crns. Ancho, 1 cm. Grueso, 0’8 cms. Inventario B-2.274. Este modelo guardaría similitudes con los ejemplares de Alcoi y Olocau siendo su manufactura más simple ya que el vástago no está doblado en

Fig 16 Pieza del departamento16 (P.Ballester).

-Departamento 23; figura 15: Varilla de sección cuadrada doblada en ángulo y con los extremos terminados uno en gancho y el otro en punta también doblada. Longitud, 20 cms. lnventario B-1.969. Al parecer el “gancho” podría estar fracturado pudiendo presentar en su estado original un rizo cerrado como en modelos similares. Creemos que por su morfología pudiera servir para accionar un pestillo por levantamiento vertical que liberaría la tranca permitiendo su despla-

Fig 17:Pieza del departamento 23

zamiento lateral y apertura -Departamento 27; figura 2: Varilla de sección cuadrada con un extremo arrollado en ojal y doblada. Longitud, 24’5 cms. lnventario B-2.352. Dudosa dado su estado de conservación; pero pensamos que podría accionar algún tipo de tranca por desplazamiento lateral.

en estos modelos el extremo se separa en dos ramas; Pensamos que podría accionar por desplazamiento vertical un pestillo de madera que liberaría la tranca principal; Tal como mostramos mas adelante en una reconstrucción experimental que realizamos (Fig)

Fig 20: Pieza del departamento 49 (P.Ballester)

Fig 18:Pieza del departamento 27 (P.Ballester).

-Departamento 47:figura22: Larga varilla de sección cuadrada, doblada en doble ángulo, con un extremo aguzado y el otro chafado y abierto en dos ramas, uno de ellas rota. Longitud, 30’2 cms. lnventario B-2.730. Tal como podemos observar la pieza presenta dos ángulos doblados en diferente plano así como un extremo bifurcado en dos ramas que podrían haber conformado un ojal tal como mostramos en nuestra reconstrucción;Fig26.

-Departamento 64; figura 10: Larga varilla de sección circular, doblada en zig-zag, terminado en punta y con la porción superior ensanchada y de sección cuadrada dispuesta para enmangar. Longitud, 22’2 cms; Grueso 0’9 cms. Inventario B-2.739. Tiene ciertas similitudes con la citada llave Homérica y suponemos su accionamiento seria por desplazamiento lateral.

Fig 21: Pieza del departamento 64 (P.Ballester)

Fig 19: Pieza del departamento 47 (P.Ballester)

-Departamento 49, figura 41: Varilla de sección cuadrada con un extremo curvado en U y el opuesto cerrado en ojal. Longitud, 8’6 cms. lnventario B-2.210. La pieza guarda similitudes con paralelos romanos aunque este modelo es más simple ya que

-Departamento 69, figura25: Varilla de sección cuadrada, que se adelgaza en los extremos, doblada en ángulo recto y con una de sus puntas acodadas. Longitud, 23’5 cms.Grueso, 0’6 cms. Inventario B-2.740. Aunque dudosa su interpretación, podría accionar verticalmente algún tipo de pestillo, el hecho de que el extremo sin doblar este

apuntado puede ser debido a la existencia e un mango tal como se interpreta en muchas llaves celtas.

Fig 23: Pieza del departamento 69 (P.Ballester)

-Departamento 75, figura 49: Larga varilla de sección cuadrada, doblada en ángulo, que se estrecha hacia sus extremos, terminados en punta, una de los cuales está acodado. Longitud 28 cms. Grueso 0’8 cms Inventario B-2.741. Dicha pieza podría accionar alguna tranca tanto por desplazamiento lateral como por alzamiento, inclusive haciéndola girar sobre si misma como en los modelos celtas tal como nos hace pensar su extremo acodado.

hallado en el yacimiento de Camireal ( Chain Galán .A, De la Torre Echavárri. J.I, 2005 pág. 511; figura 57,55:Llaves) y con otras piezas en contextos romanos (Crummy. N., 1988 pág. 133; Oransay.A. 2006 Lam XX).Tal como sugiere el recorte central es posible reconstruir la llave la cual accionaria la cerradura la cual tendría un numero variable de 2 a 4 dientes por referencias a otras llaves como las halladas en el Xarpolar o en Camireal. El recorte que presenta en su parte inferior nos indica sumado a la entrada de la llave las medidas que tendrían los topes instalados en su interior, pensamos ademas que la tranca estaría recortada para que encajara con el recorte inferior de la lámina que realizaría las funciones de “tope”. Contemplamos su reconstrucción en futuros proyectos.

Fig 25: Pieza del departamento 80 (P.Ballester)

Fig 24: Pieza del departamento75. (P.Ballester)

-Departamento 80; Figura 42: Delgada plancha cuadrada doblada en ángulo por un lado y recortada en su parte central y en uno de sus costados. Posible chapa de cerradura de puerta. Longitud 7’2 cms, Ancho 7’1 cm, Grueso 0’15 cms . Inventario B-1.891. La pieza guarda similitudes con el ejemplar

-Departamanto 83; figura 3: Varilla de sección cuadrada doblada en zigzag de tres ángulos, que se estrecha hacia sus extremos, terminados uno en punta aguzada y doblada y otro en rizo formando un ojal. Longitud 23’2 cms. Grueso 0’5. Inventario B-1.938. Algo dudosa su adjudicación como llave, aunque pensamos podría accionar lateral o verticalmente algún tipo de sistema de cerramiento.

Fig 26: Pieza del departamento 83. (P.Ballester)

Como podemos observar y a fin de trazar una clasificación según hemos realizado anteriormente en función del accionamiento del sistemas de cerramiento las clasificamos de la siguiente manera: Llaves por desplazamiento vertical: El sistema fabricado en madera e instalado en la parte interior de la puerta, consiste en un pestillo posicionado verticalmente mediante abrazaderas que bloquea el desplazamiento lateral de la tranca, la llave se introduciría a través de un agujero practicado en la puerta permitiendo que el externo de la llave se introdujera en dicho pestillo permitiendo su elevación y así liberando la tranca que permite su desplazamiento y apertura.

Llaves por desplazamiento lateral: El sistema es el mismo que el empleado en las “llaves Homéricas”; la llave accionaria por desplazamiento lateral una tranca dispuesta horizontalmente y guiada por abrazaderas, esta estaría provista de topes o muescas que permitirían enganchar la llave a la tranca permitiendo su desplazamiento lateral y su apertura, pensamos que dicho sistema fue importado del mundo griego y adaptado por las comunidades ibéricas según sus necesidades. El caso mas similar seria el del departamento 64 figura 10; la cual presenta con ligeras diferencias el mismo perfil y sumado a esto presenta un extremo dispuesto a fin de enmangar algún tipo de empuñadura, tal como se presentan en el mundo helenos. La pieza del departamento 75 tambien podria

Fig 28: Reconstruccion hipotetica del sistema de cerramiento perteneciente a la pieza del departamento 47; Foto Fernandez Bonilla.R y Autor

Fig 27: Reconstruccion hipotetica del sistema de cerramiento perteneciente a la pieza del departamento 23; Foto Fernandez Bonilla.R y Autor

Consideramos que este tipo de funcionamiento pertenecerían los elementos de los departamentos 1, 23, 49, 69 y 83 (con reservas).

entrar en esta clasificación, a pesar de solo conformar un ángulo observamos que un extremo de la barra acaba en punta, quizás para insertar un mango o empuñadura; el otro extremo “acodado” presenta algunas similitudes con llaves celtas que hemos podido analizar (PITT-RIVERS, F.R.S; 1883 pág. 43,47) (aunque barajamos la posibilidad de que dicha llave pudiera pertenecer a otro sistema por alzamiento, quizás similar al modelo celta). Las piezas de los departamentos 27, 47, 64 entrarían en la clasificación por alzamiento vertical; (75, 83 dudosos).

Las “Llaves que guardan las puertas”: Nos parece acertado realizar una aproximación a la puerta en el ámbito ibérico teniendo en cuenta recientes trabajos que ya hablan al respecto de su morfología y materiales al cual nos remitimos para las puertas de acceso del poblado (Tortajada 2001).Nosotros nos centramos en aquellas puertas pertenecientes a casas o edificios las cuales serían protegidas por las llaves que hemos descrito anteriormente. En el mundo romano y el heleno las puertas de acceso en los edificios públicos y en las clases altas tenían carácter de monumentabilidad, siendo manufacturas ricamente decoradas con clavos y placas de bronce y hasta en ocasiones de placas de mármol o marfil, estas fueron diseñadas para impresionar al visitante como declaración de riqueza y estatus en los casos privados y como de poder político y organización en edificios públicos (R.B Ulrich 2007); estas grandes obras están inspiradas en antiguos modelos financiados por reyes y tiranos griegos; tenemos noticias de puertas rematadas por oro y marfil en el templo arcaico a Athea en Siracusa SVa.c. (Cic.Verr. 2.4.56), estos “extravagantes modelos” calaron en la sociedad romana aplicándose y adaptándose según a la financiación de la obra, conocemos casos de patrones romanos que financiaban la columnata publica de un edificio y la decoración de sus puertas (Plinio, Epist.5.21,); Todos estos modelos llegaron al mundo romano por medio de Vitubrio (De Architectura.L: IV) que describe en su obra con todo detalle (medidas y materiales) los tipos de puertas en el mundo griego. Nada tendría que ver (salvo por su aspecto simbólico) con el mundo ibérico y menos con el caso de la Bastida; solo encontramos incrustaciones de hueso en carbones provinientes del Yacimiento de “Cancho Roano”; Extremadura y tal como sugieren varios autores en el contexto iberico los muebles podrían haber estado decorados con incisiones y pinturas (Tortajada 2012-Ruano 1992) y suponemos que este tipo de ornamentaciones solo pertenecerían a edificios públicos, templos, palacios en grandes ciudades ibéricas y construcciones de cierta entidad pero nunca

llegando al grado de riqueza decorativa de edificios romanos o griegos. Encontramos puertas en otros contextos mediterráneos que encajarían con el patrón de puerta que podríamos encontrar en los asentamientos ibéricos; cuyos modelos se asemejarían mucho con los modelos de puertas que podríamos encontrar hoy en día por localidades aisladas de la península, ya formando parte en su mayoría de casos de ruinas o corrales; encontramos ejemplares egipcios que nos pueden indicar aspectos técnicos aplicables a los modelos que encontraríamos el ámbito ibérico, Encontramos puertas egipcias datables del s I-IV d.c del yacimiento de Karanis conservadas en el Britsh Museum donde podemos observar variables para enlazar los tablones que configurarían la puerta. Encontramos que muchas de ellas presentan los pivotes de rotación independientes a la hoja de la puerta y en otras esos forman parte del marco de la puerta o de una de las hojas, también conocemos el hallazgo en la ciudad de Zurich de una puerta datada en el 3001 a.c. donde el batiente de la puerta lo conforma una rama longitudinal donde los tablones han sido dispuestos paralelos y al parecer con el

Fig 29: Establo en miniatura procendente de la tumba de Mekrete, Thebas, Egipto S.XX a.c. (Metropolitan museum New York)

mismo grosor, suponemos a juzgar por las miniaturas halladas en la tumba de Meketre ,Thebas S.XX.a.c. conservadas en el Metropolitan Museum en las que observamos la existencia de un premarco fijado a la pared de adobe, donde el eje del batiente de la puerta esta instalado mediante abrazaderas de ma-

dera clavadas a dicho premarco y cuya apertura seria interior, esto nos hace contemplar la posibilidad de que las puertas descansarían sobre un premarco de madera en algunas ocasiones, alineado o no con el mismo y combinándose con otros sistemas como seria la combinación de marco o dintel superior de madera con losa inferior de piedra con agujero practicado a tal fin llamados “chumaquera” como se han documentado en yacimientos valencianos como en las puertas de acceso de Caudete de las Fuentes, Castellet de Bernabé (P.Guerin, 2003: fig.. 62,113) Catellar de la Meca (M.Alfaro,S.Broncano 1992;Lam I), donde además encontramos restos de hierro en el interior, como posibles restos de guardacantones de los batientes. Por los restos de madera que se han encontrado adheridos a algunas pletinas de la puerta este podemos determinar la especie a la que pertenecía siendo los restos clasificados como “salix-populus” (sauce, chopo) (Bonet,Vives 2011) ;Suponemos por los gráficos de especies documentadas en la Bastida en suelos y derrumbes pertenecidas a las viviendas que la mayoría del elementos de construcción y de carpintería estarían conformados por pino carrasco ya que es la muestra más representada conjuntamente con el olivo (Carrion.Y. et alii 2012). Suponemos que las trancas y pestillos que conformaban los cerramientos requerían unas determinadas especies dado que en algunos casos el sistema de cerramiento estaba alojado en el exterior estando expuesta a los agentes meteorológicos otras piezas como los topes o trancas deberían presentar dureza y resistencia al ser las que más van a estar sujetas al desgaste por movimiento; en este aspecto la madera de olivera

Fig 30: Llaves Celtas segun Lieut y Rives 1883

podría haber sido la mejor opción por presentar resistencia a la abrasión a los hongos (Carrion; 2007), junto con las del genero Quercus por presentar maderas densas y duraderas, encontramos tres piezas en los pozos utilizados como vertederos en el “Tossal de les Basses”(Yolanda Carrion,Pablo Rosser;2011) que por su morfología se asemejan mucho a las trancas de sistemas de cerramiento etnológicos pero por su reducido tamaño no podemos clasificarlas a tal efecto. Como bien señalan varios autores (Tortajada 2008,Bonet y Vives) las hojas de las puertas estarían afianzadas entre si mediante pletinas longitudinales rematadas por roblones y por traviesas de madera que reforzarían mas el conjunto. Las pletinas nos proporcionan ademas el grosor de los tablones que conformarían las hojas de las puertas el cual es en el caso de las puertas de acceso a la Bastida es de 5cm; Este aspecto esta relacionado con algunas llaves cuya cerradura estuviera instalada interiormente ya que necesariamente la barra debería traspasar esta longitud para poder accionar el pestillo y la tranca lo cual relacionamos con la longitud que presentan algunas de las llaves que hemos expuesto anteriormente, ya que en muchas de ellas el segundo ángulo que conforman las barras alcanza y supera esta longitud; aunque pensamos que pudieran existir otro tipo de puertas con grosores cercanos a los 3 cm como los restos encontrados en el Puntal dels Llops donde el ancho interior de la pletina tiene algo mas de 3cm (H.Bonet,C. Mata;2002;fig101). Repasamos algunas de las laminas halladas en la Bastida a fin de delimitar el grosor de los tablones que conformaban las puertas prestando interés a aquellas laminas dobladas formando una abrazadera con forma de “U” cuyo hallazgo en las puertas de acceso de la Bastida permitió clasificar claramente dichos elementos como refuerzos de puertas; al igual como otras piezas como laminas de reparación o refuerzos a los pivotes de rotación, evidentemente no todos los herrajes formarían parte de puertas pero merece la pena realizar un repaso a estos materiales a fin de delimitar los valores medios de grosores de los tablones. Otros elementos como

Fig 31: Puertas de diversa procedencia; desde la izquierda; (2)Karanis, Egipto (I-IV d.c);Fotos: Lu allen.., Thebas (tumba de Khonsuhotep) XIX dinastia, 2035 a.c;Foto: British Museum, Puerta de poblado africano actual. (Foto: Pinterest)

escuadras metálicas también podrían haber reforzado las puertas sobretodo afianzando ensamblajes y partes sujetas a tensión aunque al igual que los herrajes pudieron haber formado parte de muebles y demás elementos sin determinar. Pudimos clasificar 27 herrajes donde todavía se conserva la distancia interior, descartando 3 de ellos por no estar publicadas sus medidas en los diarios de 1965 (Fletcher et alii). Realizamos una clasificación y un gráfico de la misma a fin de determinar que grosores de tablones se manejaban en el contexto de la Bastida. Los datos nos muestran que los grosores mas comunes fueron los que oscilaban entre los 3-4 cms de grosor representando un 25% del total, le seguían aquellos tablones inferio-

res a 3 cms y de 4’1-5cm, 21% respectivamente; a estos le seguían aquellos cuyos grosores eran superiores a 6 cms 17%, finalizando por los grosores entre los 5’1-6 cms 16% y los grosores ambos. Muchas de las barras que hemos analizado anteriormente presentan longitudes en ocasiones superiores al los valores máximos de los grosores relativos que nos ofrecen los herrajes, Su elevada longitud en algunos casos sobretodo en la zona intermedia de algunas llaves como las de los departamentos 27 y 64 quizás respondan a este factor, otras llaves presentan también longitudes bastante largas: departamentos 75 y 80, cuya longitud probablemente responda en uno de sus lados al grosor del tablón mas el sistema de cerramiento y en su otro extremo doblado en án

Fig 32:Diversos herrajes doblados sobre si mismos o asociados procedentes de los departamentos del 1-100 Fletcher et alii:(desde la izquierda): Dep7-fig14, Dep68-fig93, Dep. 35 fig11(arriba)fig12(abajo)

Fig 33: Diversos “herrajes” de los departamentos del 1-100:(P.Ballester 1965)

gulo a la disposición del mismo en relación al agujero de entrada de la llave; como podemos observar en muchas representaciones en cerámicas áticas de figuras rojas donde el cerrojo esta dispuesto en la parte superior de la puerta, a parte de la placa del departamento 83 no hemos encontrado ninguna de ser clasificada a tal efecto, únicamente encontramos en el poblado del Xarpolar una pieza similar conformada por una plancha que podría servir de “embellecedor” del agujero de entrada de

dichas llaves ya que aparece superficialmente a una barra similar a las citadas anteriormente y sin adscripción clara, cuyos materiales hallados en el yacimiento abarcarían los S VII al III a.c. En definitiva conforme hemos defendido anteriormente la elevado longitud que presentan las barras sumado a los quiebros en ángulo que presentan responden a los grosores y distancias de los cerramientos en las puertas tal como observamos en otros contextos como en la cultura celta.

Fig 34: Diversas escuadras procedentes de las primeras campañas de excavación (P:Ballester 1965)

Título del gráfico >3

3-4

17%

4-5

5-6

>6

21%

16% 25% 21%

Fig 35: Grafica de los grosores de tablones a partir de los herrajes metalicos.

Fig 36: Tabla de los herrajes catalogados de los departamentos 1 al 100

Distribución espacial: La distribución y concentración de llaves nos sirve de referencia para determinar conjunto a otros elementos la clasificación de ámbito domestico de los departamentos donde se hallan, así como su riqueza en cuanto a su concentración en la misma vivienda. Tal como señalamos anteriormente las llaves aparecen en contextos domesticos asociadas a molinos y elementos de molienda, pondus y fusayolas, elementos de regulaciones económicas como ponderales y platillos de balanza y “bienes de prestigio” tales como cuentas de pasta vítrea, cardiums e importaciones así como armamento y elementos de labranza, su distribución es bastante regular abarcando todos los conjuntos identificados en las primeras campañas (Dep1-100 Fletcher et alii,1965) , El conjunto 1 es identificado como una vivienda única conformada por los departamentos del 19 al 23 (E.Dies et alii 1997) en ella encontramos concentrado en el departamento 23 clasificado como almacén domestico una llave de baúl, un pestillo metálico y posible llave de doble codo. Otros conjuntos de departamentos de escaso tamaño como pudieron ser los conformados por los departamentos 25 y 26 identificados como casa o unidad domestica (Conjunto 5) (Bonet.H,Soria.L,Vives Ferrandiz.2011;pág. 142) también presentan un hallazgo de llave en un departamento anexo (dep27, fig2) pudiendo interpretar que en algunos conjuntos la seguridad de las viviendas y quizás departamentos dependientes dependía de una o varias llaves; como es el caso del conjunto 11 donde encontramos dos llaves, dos pestillos metálicos y una llave de baúl hallándose entre el conjunto 11 otra llave,

Fig 37: Piezas del Xarpolar; Posible llave y placa de cerrojo; (Nivel superficial) GRAU MIRA. I y AMORÓS LOPEZ.I.

esto nos plantea que en algunos casos en las viviendas o conjuntos de departamentos asociados a estas se manejaban varias llaves, las de el ámbito residencial y otras pertenecientes a talleres, almacenes, capillas urbanas, establos etc, situados o no en el mismo conjunto; este seria el caso del conjunto 10, que actuó

Fig 38: Representaicon de puerta en “pyxis” ático de figras rojas. (450-400 AC); Foto: The Texas Foundation for Archaeological & Historical Research)

como almacén acumulando gran lote de aperos y útiles de labranza, la cual baso su economía en el control y explotación de grandes extensiones de terreno (Vives-Ferrandiz; 2013) en combinación con actividades metalúrgicas, dicho conjunto es el que presenta mas hallazgos con dos llaves y cinco llaves de baúl (Fig 39) en el que hay que destacar que aparece relacionado a un plomo inscrito en signario ibérico a modo de “albarán de cuentas” lo cual indica un control de las relaciones económicas internas y/o externas del poblado (Bonet.H, Vives-Ferrandiz.J; 2011), el gran numero de llaves de baúles nos habla también de una cierta “acumulación” de bienes y su interés por protegerlos “bajo llave”, esto nos indica conjunto otros elementos un nivel de riqueza considerable. Encontramos otros conjuntos de varias llaves como el caso del Conjunto 7; departamento 100, donde encontramos tres llaves de baúl asociadas a elementos de regulación como ponderales, herramientas agro-forestales, cuentas de pasta vítrea y a un bocado de caballo, este último demuestra aparte de la riqueza la figura de “status” de su residente.

Fig 39: Distribución espacial de “llaves de cajas”, “posibles llaves” y pestillos metálicos; Departamentos del 1 al 100 de la Bastida de les Alcusses; Planimetría base SIP.

pestillos metálicos.

Llaves de baúles o cajas.

Llaves de puertas.

-Leyenda:

El otro caso donde encontramos tres llaves conjuntamente (departamentos 38/39) se relaciona con la ocultación de 4 pendientes de oro en la medianera del departamento 38. El caso del conjunto 17 presenta dos llaves de baúles (quizá la pieza del departamento 4;fig5 pudiera ser de puerta) y una posible llave, en ella el nivel de riqueza es inferior a los casos ya citados, únicamente encontramos elementos de labranza y cerámicas áticas como elementos de lujo. Conforme podemos observar en el mapa de distribución (Fig 39 ) los hallazgos aparecen bastante distribuidos en cuanto a las “llaves de doble codo”, hallándose una en cada conjunto y dos en el caso del conjunto 10, en el caso de las llaves de baúl su hallazgo en conjuntos aparece asociado a elementos de riqueza encontrándolas de manera variable en torno a los conjuntos donde aparecen otros objetos de valor.

Conclusiones: Comparados con otros objetos del ámbito mediterráneo y en especial a aquellos hallazgos datables en contextos cercanos a la ocupación de la Bastida pensamos que realmente pudieron ser llaves. Nuestra experimentación en base a la reconstrucción de las llaves y elementos de los cerramientos ha proporcionado datos favorables en este aspecto siendo todos los sistemas reproducidos funcionales, no obstante contemplamos con reservas algunos ejemplares que pudieron jugar otro papel en otro tipo de actividades. De ser valida nuestra propuesta se podrían interpretar diversos factores, como la evolución de los cerramientos y su cronología en contextos ibéricos. Conforme podemos observar en los datos de las primeras campañas de Fletcher et alii (1965) la mayoría de cerramientos de la Bastida serian los accionados por “desplazamiento lateral o vertical” pero podemos ya observar que coexisten con otros modelos como el de “accionamiento por pistones” (departamento 16) y el de “accionamiento por topes o levas” al que correspondería la placa de cerradura hallada en el departamento 80. No tenemos conocimiento de llaves de la edad del Bronce así que tendríamos que

estudiar este aspecto para verificar que este tipo de “llaves” fueran adaptaciones a patrones adaptados del mundo griego aunque como podemos observar en algunos detalles como la presencia de llaves en representaciones en cerámicas griegas de figuras rojas datables del S.V a.c. (Fig 1 y 38) podemos ver que este tipo de sistemas ya eran comunes en la sociedad griega; a esto hay que sumarle las acuñaciones datables del 370-350 a.c (Fig:3) que se distribuyen dentro del marco de ocupación del poblado cuya fundación y abandono no dura mas de 3 generaciones abarcando desde finales del SV principios del IV a.c. hasta finales del SIV a.c. (Bonet.H, Vives -Ferraniz .J.2011). Tal como observamos en otros contextos ibéricos mas recientes como el Puntal dels Llops y Castellet de Bernabé las llaves de pistones y levas desplazarían a este sistema por “desplazamiento lateral o vertical” bien por su mayor efectividad a la manipulación por terceras personas o quizás por haberse quedado obsoleto ante la aparición de dichos sistemas. También podemos ver como la llave entra en el marco religioso en otros contextos culturales: como los ejemplares encontrados como ofrendase en santuarios griegos (Paestum, Fig:2) y las referencias literarias de festividades romanas en época republicana; quizás el ejemplar hallado en el collado de los jardines (Fig:4) sea en realidad una llave y sea una muestra del simbolismo alcanzado por dicho elemento en la cultura ibérica que se sumerge en la escena religiosa conjuntamente con otros exvotos y cuyos hallazgos en el ámbito domestico aparecen en torno a conjuntos y departamentos con cierta riqueza de bienes muebles Faltarían a fin de completar este estudio revisar los departamentos de recientes campañas para poder ampliar o descartar esta idea. lo cual esperamos poder realizar en un futuro.

Agradecimientos:

A la empresa “Artifex.crpa” cuyos componentes confiaron en mi trabajo y me animaron a emprender esta aventura academica.

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