Nuevas lecturas de las inscripciones del santuario de Panóias (Vila Real, Portugal)

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Descripción

Maria João Correia Santos, Hugo Pires, Orlando Sousa, Nuevas lecturas… Sylloge Epigraphica Barcinonensis (SEBarc) x i i, 2014, pp. 197-224 i ssn 2013-4118 data de recepció 28.3.2014 data d’acceptació 12.5.2014

Nuevas lecturas de las inscripciones del santuario de Panóias (Vila Real, Portugal) New readings on the inscriptions of Panóias sanctuary (Vila Real, Portugal) Maria João Correia Santos*, Hugo Pires**, Orlando Sousa*** Resumen: El análisis del conjunto epigráfico de Panóias, a través de un nuevo proceso de levantamiento, designado como Modelo de Residuo Morfológico (MRM), ha permitido rescatar la casi totalidad de los textos grabados, incluyendo las huellas que se presentan hoy imperceptibles, implicando la corrección de las lecturas de CIL II, 2395a, 2395c y 2395b, así como la revisión de las propuestas de interpretación anteriores. Serapis, que hasta el momento parecía figurar como una de las varias entidades divinas celebradas en dicho santuario, aparece así, no en una, sino en dos de las inscripciones, acompañado, respectivamente, de Isis y de Core, concretando, en un todo más coherente, el ámbito cultual del lugar. Abstract: The analysis of the epigraphic assemblage of Panóias, using the Morhological Residual Model (MRM), as a new method of reading, allowed the reconstitution of nearly the entire engraved texts, including the traces barely noticed nowadays, which implies the correction of former readings of CIL II, 2395a, 2395c y 2395d, as well as the revision of the previous interpretations of this sanctuary. Therefore, Serapis, which was thought to be just one of the several deities referred in this cult place, appears now, not only in one, but in two inscriptions, together with Isis and Core, respectively, forming a whole much more coherent, within this particular religious environment.

* Universidade de Lisboa, Centro de Estudos Clássicos (C.E.C.) ** Universidade do Porto, Centro de Investigação em Ciências Geo-Espaciais (C.I.C.G.E.) *** Direcção Regional de Cultura do Norte, Porto

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Palabras clave: Serapis, Isis, Cultos Orientales, Modelo de Residuo Morfológico. Keywords: Serapis, Isis, Oriental Cults, Morphological Residual Model.

1. Introducción Conocido desde el siglo XV I I I, el santuario de Panóias motivó varias publicaciones a lo largo del tiempo, sobre todo centradas en su componente epigráfica, siendo actualmente uno de los yacimientos portugueses más citados en la bibliografía. Su extraordinaria importancia se debe no sólo a que se trate de uno de los pocos santuarios de cultos orientales en la Península Ibérica y en todo el Occidente del Imperio Romano, sino también a la presencia de un conjunto de inscripciones rupestres que se reportan a determinados procedimientos rituales, entre los que aparece una referencia clara a los misterios practicados en aquél ámbito cultual. Igualmente interesante es que el yacimiento presenta huellas inequívocas de dos fases muy distintas de utilización como espacio simbólico: una primera etapa, en época prerromana1, y otra muy posterior que, gracias a los epígrafes, podemos situar en el marco del siglo I I I. Actualmente, un nuevo proceso de filtrado de datos tridimensionales, designado Modelo de Residuo Morfológico (MRM)2, permite, sin embargo, rescatar la casi totalidad del texto grabado en cada soporte, incluyendo las huellas que se presentan hoy imperceptibles debido a la acción de los agentes climáticos. De acuerdo con los testes preliminares realizados, este nuevo método, no sólo permite corregir con alguna seguridad las lecturas anteriormente propuestas, sino también avanzar un poco más en lo que concierne al ámbito cultual del lugar en sí mismo3.

1. M.J. Correia Santos, «Santuários rupestres no Ocidente da Hispania indo-europeia. Ensaio de tipologia e classificação», en Paleohispanica 10, 2010, pp. 147-172. 2. Aplicación informática desarrollada por Hugo Miranda Pires. Véase H. Pires, L. GonçalvesSeco, J. Fonte, C. Parcero-Oubiña, P. Fábrega-Álvarez, «Morphological Residuals Model — a mesh decimation filtering tool for detection and contrast of archaeological evidences in point-cloud derived models», en Journal of Cultural Heritage, 2014. 3. Nuestra palabra de agradecimiento a Marc Mayer, Giulia Baratta, Manuela Alves Dias, Catarina Gaspar, Francisco Marco Simón y José Cardim Ribeiro.

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2. Historia de la investigación epigráfica El primer reconocimiento del enclave se debe a Rodrigues de Aguiar, párroco de Vale de Nogueira, quien en 1721 hace el primer levantamiento de Panóias, describiendo al detalle cada una de las rocas que componían el yacimiento, así como sus respectivas inscripciones. Tal Relação sería más tarde compilada y publicada por Contador de Argote4, gracias a quién Panóias empieza a despertar el interés de los eruditos, empero sin que el autor haya estado nunca en el sitio. No obstante, no es sino más de un siglo después que Panóias vuelve a ser mencionado, esta vez por Vasconcelos5. En 1895, el autor6 alerta para el riesgo que amenazaba el yacimiento, denunciando la destrucción de la primera de las inscripciones publicadas por Argote. Felizmente, años antes, el ingeniero João Henrique Von Hafe la había transcrito cuidadosamente, gracias a lo que conocemos hoy el texto perdido un poco mejor7. Dicho informe está actualmente perdido8, pero Vasconcelos9 lo ha podido consultar y lo reproduce parcialmente: su principal mérito es la detallada corrección que hace el ingeniero de la lectura del primer epígrafe, transcrita por Argote con varios errores, a partir de la descripción y dibujos de Aguiar10. A la luz de los textos epigráficos visibles, Vasconcelos11 consideró Panóias como un santuario dedicado a Serapis y a los cultos mistéricos orientales, admitiendo la lectura propuesta por Argote de numina Lapitearum en la tercera inscripción — CIL II, 2395b—, como el único atributo indígena del lugar. En cambio, Lambrino12 considera, como también después Almagro Basch13, la naturaleza estrictamente romana de aquél ámbito cultual, proponiendo, a partir de

4. J.C. Argote, «Da cidade de Panóias e das antiguidades e vestígios que actualmente existem dela», en Memórias para a História Eclesiástica do Arcebispado de Braga, Primaz das Hespanhas, Lisboa 1732-1734, pp. 325-359. 5. J.L. Vasconcelos, «Museu Municipal em Villa-Real (Trás-os-Montes)», en APort, I, 1, 1895, pp. 37-43; J.L. Vasconcelos, «Nota à cerca das fontes», en APort II, 2, 1896, pp. 248-251; J.L. Vasconcelos, «Estudos sobre Panóias», en APort III, 1, 1897, pp. 58-61; J.L. Vasconcelos, «Estudos sobre Panóias. A restituição de uma inscrição perdida», en APort III, 2, 1897, pp. 177-180. 6. Vasconcelos, «Museu Municipal…», cit., pp. 37-43; J.L. Vasconcelos, «Estação luso-romana de Panóias (Apello à Exma. Câmara Municipal de Villa Real)», en APort I, 2, 1895, pp. 271-272. 7. Vasconcelos, «Estudos sobre Panóias. A restituição de…», cit., p. 178. 8. El informe, intitulado Apontamentos sobre monumentos antigos existentes em Panóias, tiene fecha de 17 de julio de 1883. 9. Vasconcelos, «Nota à cerca…», cit., pp. 249-251. 10. Vasconcelos, «Estudos sobre Panóias. A restituição de…», cit., pp. 177-179. 11. J.L. Vasconcelos, As religiões da Lusitânia, vol. III, Lisboa 1913, pp. 465-468. 12. S. Lambrino, «Les divinités orientales en Lusitanie et le sanctuaire de Panóias», en Bulletin des Études Portugaises de l’Institut Français au Portugal 17, 1953, pp. 93-129, pp.120-121. 13. M. Almagro Basch, «Manifestaciones del culto a Zeus Serapis y Sabazios en España», en CuadRom 8, 1956, pp. 199-212, p. 202.

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una sugestión advertida inicialmente por Vasconcelos14, que Lapiteae podría corresponder a un denominativo tópico de Nymphae o de Matres, con lo que estaría de acuerdo Blázquez Martínez15. A partir de los años de 1980, nuevos planteamientos han contribuido para mejor contextualizar las especificidades del enclave. Wild16 señala que Panóias no reúne condiciones para ser clasificado como un serapeum, no sólo por sus características arquitectónicas, sino también porque Serapis aparecía en una sola inscripción, «in the smallest of the three texts on the Eastern side», concluyendo, pues, que el dios no sería más que una las varias divinidades ctónicas veneradas en el santuario; opinión igualmente compartida por Bendala Galán17. Por esa misma fecha, Gil18 propone una alternativa a la lectura tradicional de et Lapitearum de CIL II, 2395b, reconstituyendo la secuencia como ex lapide aram, advirtiendo que el altar sería, muy posiblemente, la propia roca, propuesta que, no obstante, el propio texto grabado invalida. El estudio epigráfico más detallado del conjunto se debe a Alföldy19, que reuniendo las varias lecturas e interpretaciones y considerando atentamente cada una de las inscripciones, así como su disposición respecto a las estructuras rupestres, presenta una propuesta de interpretación que se impuso hasta ahora. El autor considera Panóias como un santuario dedicado a la celebración de cultos mistéricos, en cuyo ámbito ceremonial el iniciado debía seguir un recorrido específico y realizar determinadas acciones en las varias instalaciones rupestres. Asimismo, el autor20 no cree que se trate de un serapeum, sino de un lugar de culto en el que Serapis sobresale entre las varias divinidades veneradas, entre las que estarían los numina de los Lapiteae, como dioses del lugar. En 1999, Rodríguez Colmenero21 publica un estudio exhaustivo sobre el yacimiento, incorporando en su publicación, por primera vez, el informe original de Aguiar,

14. Vasconcelos, As religiões da…, cit., pp. 345-347. 15. J.M. Blázquez Martínez, Religiones primitivas de Hispania. I: Fuentes literarias y epigráficas, Roma 1962, p. 184. 16. R.A. Wild, Water in the Cultic Worship of Isis and Serapis (EPROER 87), Leiden 1984, pp. 1831-1832. 17. M. Bendala Galán, «Die orientalische Religionen Hispaniens in vorrömischer und römischer Zeit», en ANRW II, 18, 1, 1986, pp. 345-408, pp. 352-357. 18. J. Gil, «Notas sobre el Lusitano», en J. De Hoz (ed.), II Colóquio sobre Lenguas y Culturas Paleohispánicas, Salamanca 1985, pp. 365-370. 19. G. Alföldy, «Inscripciones, Sacrificios y Misterios: El Santuario Rupestre de Panóias. Informe Preliminar», en MM 36, 1995, pp. 252-258; G. Alföldy, «Die Mysterien von Panóias (Vila Real, Portugal)», en MM 38, 1997, pp. 176-246; G. Alföldy, «Panóias. O Santuário rupestre», en J. Cardim Ribeiro, L. Raposo (eds.), Loquuntur Saxa. Religiões da Lusitânia, Lisboa 2002 pp. 211-214. 20. Alföldy, «Inscripciones…», cit., p. 257; Alföldy, «Die Mysterien…», cit., p. 231. 21. A. Rodríguez Colmenero, O santuário rupestre galaico-romano de Panóias (Vila Real, Portugal). Novas achegas para a sua reinterpretação global, Vila Real 1999. Véase también A. Rodríguez Colmenero, «Corpus de inscripciones rupestres de época romana del cuadrante noroeste de la Península Ibérica», en A. Rodríguez Colmenero, L. Gasperini (eds.), Saxa Scripta (Inscripciones en Roca). Actas

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en el que se ha basado Argote y incluyendo, en su análisis, las rocas actualmente inexistentes que describen Aguiar, Argote, Von Hafe22 y Pereira23, sin duda relevantes a la hora de considerar todo el conjunto. En respuesta a las cada vez más frecuentes comparaciones de supuestos lugares de culto prerromanos con este santuario, Salinas de Frías24 alerta, sin embargo, que «la utilización de los datos de Panóias para reconstruir la religión prerromana debe ser hecha con mucha cautela», pues su cronología, situada entre finales del siglo II y comienzos del siglo I I I, así como «la forma en que se ha conservado este santuario, lo que refleja es la introducción, en un contexto indígena, de un complejo de cultos característico del paganismo romano de dicha época». También por esos años, Guerra25 contesta la reivindicación indigenista del santuario, que tradicionalmente se supone reflejada en numinibus et Lapitearum, secuencia que corresponde, en su opinión, a entidades relacionadas con los cultos mistéricos y que deben ser excluidas del ámbito religioso indígena. Siguiendo a Alföldy, De Hoz García-Bellido26 alude a la lex sacra que «permite reconstruir un ritual de iniciación con sus fases», añadiendo que «posiblemente los dioses no especificados correspondan a divinidades de la zona, incluidas por Calpurnius con el fin de hacer el santuario accesible a la población, de la misma forma que el aspecto físico del mismo, santuario rupestre con cavidades en las rocas, seguía sin duda un modelo indígena del que hay buenos paralelos en el Occidente peninsular». En el trascurso de 2014 se inició un proyecto de investigación, de la responsabilidad de los autores firmantes, designado como Diis Deabus Omnibus. O Santuário rupestre de Panóias. Projecto de Investigação e Conservação Patrimonial, que implicará la aplicación de tecnologías de digitalización y filtrado tridimensional para el levantamiento y representación detallada de todas las estructuras rupestres, a nivel topográfico y fotogramétrico, con especial enfoque en los textos epigráficos y en los varios entalles que denotan diferentes etapas de utilización del yacimiento, cuyos resultados preliminares se describen a continuación.

del Simposio Internacional Ibero-Itálico sobre Epigrafía Rupestre, Anejos de Larouco, 2, Sada 1995, pp. 117-259. 22. Vasconcelos, «Estudos sobre Panóias. A restituição de…», cit., pp. 177-179. 23. F.F. Pereira, Breve notícia da Terra de Panoyas, Cantão Famigerado na Antiguidade, Coimbra 1836. 24. M. Salinas de Frías, «La religiosidad de las poblaciones antiguas de Salamanca y el Norte de Cáceres», en Paleohispanica 1, 2001, pp. 151-172, pp. 155-156. 25. A. Guerra, «Omnibus Numinibus et Lapitearum: algumas reflexões sobre a nomenclatura teonímica do Ocidente peninsular», en RPortA 5, 1, 2002, pp. 147-159, p. 158. 26. M.P. de Hoz García-Bellido, «Epigrafía griega en Hispania», en Epigraphica 59, 1997, pp. 29-96, nº 28.1; M.P. de Hoz García-Bellido, «Bilingüismo grecolatino en la península Ibérica. Testimonios de code-switching», en E.R. Luján, J.L. García Alonso (eds.), A Greek Man in the Iberian Street, Papers in Linguistics and Epigraphy in Honour of Javier de Hoz, Innsbruck 2011, pp. 79-91, p. 81.

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3. Contra el tiempo: la restitución de los textos originales a través del Modelo de Residuo Morfológico El marco teórico del MRM se basa en la noción de que, en un mismo objeto, coexisten múltiples escalas de relieve, desde las que conciernen a la tendencia predominante de la morfología del soporte, es decir, a su forma principal, hasta el micro-relieve de los cristales que componen la roca, únicamente perceptibles a partir de diferentes distancias de observación. El método permite detectar y contrastar sutiles irregularidades no observables al ojo humano, al estar demasiado erosionadas o disimuladas por el color y textura del soporte pétreo, utilizando un proceso de segmentación de su morfología a diferentes escalas. El residuo morfológico resultante corresponde, pues, a la diferencia entre dos de estas escalas. Las tecnologías empleadas en el ámbito de este proyecto han potenciado considerablemente la visibilidad de los textos grabados en los soportes rupestres, siendo que su eficacia depende siempre de la existencia, al menos de forma residual, de huellas morfológicas de las incisiones originales.

3.1 Aspectos metodológicos Hasta el momento, las lecturas epigráficas siempre estuvieran dependentes de procesos limitados a las huellas visibles de grabación. El MRM, en su aplicación a la epigrafía, permite ir más allá y rescatar incluso el texto no visible a partir del análisis de los residuos de grabación que todavía subsisten, empero sin huellas detectables a simple vista. El proceso de restitución de los surcos originales, y consecuentemente del texto grabado, ocurre en dos etapas: en un primer momento, la medición del relieve de la roca en las zonas inscritas, a lo que se sigue el cálculo del MRM27. El levantamiento se inició, pues, con la recogida de datos tridimensionales de las superficies en estudio. Entre las varias técnicas actualmente disponibles para digitalización 3d, se optó por la fotogrametría digital, pues es la más versátil, la menos onerosa y la de más fácil aplicación en contextos arqueológicos. Dicho proceso implicó la realización de alrededor de diez fotogramas digitales para cada una de las inscripciones, en secuencias con solapamiento de 80 %, obtenidas con una cámara digital Canon 350D, a una distancia predeterminada en función de la resolución pretendida. Esta secuencia de imágenes, después de inserida en una aplicación informática de procesamiento fotogramétrico, ha permitido el cálculo de

27. Véase Pires et al., «Morphological…», cit.

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un modelo digital de superficie para cada inscripción, con una resolución espacial media y una precisión de 0,5 mm. Para cada uno de estos modelos, se calculó en seguida su forma predominante. A las diferencias morfológicas existentes entre este «modelo predominante» y el modelo original, se llama el residuo morfológico. Los valores obtenidos fueran después convertidos en un mapa hipsométrico de alturas relativas, representando las diferencias encontradas. Concluido el MRM, se inicia el trabajo del epigrafista, que implica varias etapas: en primer lugar, la observación directa del soporte pétreo en el que se grabó la inscripción; en segundo lugar, la preparación de las imágenes producidas a través del MRM como base para on-screen tracing, usándose para ello un programa vectorial como sea el Adobe Illustrator, el CorelDraw o incluso el Autocad; en tercer lugar, se procede al dibujo de todos los residuos de grabación visibles; y finalmente, con base en dichos resultados, se hace la lectura y la interpretación epigráficas. Con la imagen obtenida por MRM en la pantalla, se crea una nueva capa o layer sobrepuesta, en la que se trazan, con líneas vectoriales enteramente ajustables, todos los caracteres visibles, así como todos los residuos de grabación detectables en las superficies erosionadas. La posibilidad de aumentarse la imagen centenares o miles de veces permite captar y analizar los pormenores más ínfimos de los residuos de grabación, de modo a restituir con alguna exactitud las letras ya casi totalmente desaparecidas. Procesado en distintos layers, este método permite la aplicación de máscaras de color de modo a resaltar los contrastes, siendo que cada uno de los elementos puede ser editado, por separado o en conjunto, en cualquier momento del proceso. De igual modo, el fichero obtenido puede ser importado directamente para una página de layout —en conjunto o en layers separados; en positivo o negativo; con o sin la lectura destacada—, dependiendo de lo que se pretenda. Asimismo, el proceso de trazado de las líneas de grabación a través de este método, implica un cierto grado de subjetividad, siendo que en algunas áreas más erosionadas, hay que reconstituir parte de la(s) letra(s) en falta, empero siempre con base en el análisis cuidadoso de los residuos de grabación que persisten. Las lecturas que aquí presentamos se basan, pues, en dichos residuos de grabación y no en restituciones interpretativas: se presenta lo que efectivamente está y estaba grabado en la piedra, mismo que actualmente sea imposible detectarlo a simple vista.

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3.2 Resultados preliminares: viejas y nuevas lecturas 3.2.1 CIL II, 2395e La primera inscripción del conjunto, destruida a finales del siglo XIX, estaba situada a alrededor de 5 metros al este del afloramiento que conserva el conjunto epigráfico actualmente visible. El epígrafe se encontraba grabado en el marco de una cartela rectangular, en el lado occidental de la roca, distinguiéndose una cavidad circular por encima de la inscripción, en la parte superior, al lado de la cual se ha tallado una pequeña cavidad cuadrada y otra, más amplia y rectangular, en el lado norte. La lectura actualmente admitida es la de Alföldy28, quien propone la restitución del texto como: Diis [deabusque templi]/ huius. Hostiae, quae ca/dunt, hic immolantur. / Exta intra quadrata / contra cremantur . Sanguis / laciculis iuxta/ superfunditur. / [G(aius) C(.) Calp(urnius) Rufinus v(ir) c(larissimus)]. 3.2.1.1 Variantes de lectura Argote 1732-1734 apud Aguiar 1721: Huius hostiae quae ca/dunt hic immantur/ exta intra quadrata/ contra cremantur/ santus lac. Icuiis pacid/ super fu[…]itur 29. Hübner 1869 apud Argote 1732-1734: Huius hostiae quae ca/dunt hic immantur/ exta intra quadrata/ contra cremantur/ santus lac. KVII spacto / superfu[…]tur30. Von Hafe vidit (informe de 1883 desaparecido después de 1897)31: Diis […]/ Huius hostiae quae ca/dunt hic immolantur / exta intra quadrata/ contra cremantur/ sanguis lac. Icuiis iuxta / super fu[…]itur32. Vasconcelos 1895 apud Von Hafe33: Diis […] / Huius hostiae quae ca/dunt hic immolantur / exta intra quadrata / contra cremantur / sanguis laciculis iuxta superfu[ndi]tuvr34. 28. Alföldy, «Inscripciones…», cit., p. 253; Alföldy, «Die Mysterien…», cit., pp. 187-188. Véase también AE 1898, 2; AE 1956, 257; AE 1997, 857; HEp 6, 1996, 1080; HEp 7, 1997, 1262; RAP 475. 29. Argote, «Da cidade…», cit., p. 343. 30. Ambas lecturas de Argote y de Hübner han sido realizadas a partir de transcripciones, sin que ninguno de los autores visitase el lugar, siendo después corregidas por Von Hafe en 1883, quien dice muy explícitamente que todos los epígrafes están grabados en granito y no sobre mármol como refería Argote. Véase Vasconcelos, «Estudos sobre Panóias. A restituição de…», cit., pp. 177-178. 31. Vide nota 33. 32. Lambrino, «Les divinités…», cit., p. 23, señala, al respecto, que los errores manifiestos en Argote y corregidos por Von Hafe se deben, muy posiblemente, al dibujante encargado de representar las inscripciones, puesto que Argote traduce, por ejemplo, «aquí se sacrifica», lo que supone que el autor leyó correctamente immolantur y no immantur, como se reproduce en el dibujo. 33. Vasconcelos, «Estudos sobre Panóias. A restituição de…», cit., pp. 179-180. 34. El autor reseña que en l. 6, la propuesta de lac.icuiis de Argote, así como la de lac. KVII de Hübner, deberían ser corregidas para laciculis, proponiendo en la l. 7 la restitución de superfu[ndi]tur; añadiendo que debía existir otra línea al final de la inscripción, con el nombre de C. C. Calp. Rufinus, como aparece en las otras inscripciones del lugar.

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Fig. 1. Plano general del afloramiento que conserva el conjunto epigráfico y propuesta de recorrido ritual, según Alföldy (1997: 199)

Lambrino 1953 apud Argote y Vasconcelos35: Diis [Omnipotentibus…] / huius hostiae quae ca/dunt hic immolantur/ exta intra quadrata/ contra cremantur/ sanguis laciculis iuxta/ superfu[ndi]tur/ […]. 3.2.2 CIL II, 2395a La segunda inscripción está situada en el lateral NE del afloramiento que reúne el conjunto epigráfico actualmente conservado, delante del edificio cuadrangular cuyos cimientos se distinguen claramente en la misma roca (fig. 1). En la parte superior de la roca, enfrente de dicho epígrafe, existe una cavidad rectangular en la que se distinguen los entalles destinados al encaje de una especie de parrilla, accediéndose a ella a través de cuatro peldaños bastamente tallados, inmediatamente a la derecha. El levantamiento hecho a través del MRM, hizo posible restituir el texto originalmente grabado, a partir del análisis de los residuos de grabación, identificándose una nueva línea hasta ahora imperceptible, la l.2 (fig. 3, 4): Diis Serapidi Isidi / Diis Deabus Omni/bus lacum et [hanc?] / aedem G(aius?) [C(?) C]alp(urnius) Ru/finus v(ir) c(larissimus) (fig. 6, 7). Campo epigráfico: 1,10-1,20 × 0,50 m; Altura l.1: 7; l.2: 6; l.3: 6; l.4: 6; l.5: 7 cm. 35. Lambrino, «Les divinités…», cit., p. 23.

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Fig. 2. Inscripción CIL II, 2395a, según Alföldy (1999: Abb. 3)

Fig. 3. Fotografía nocturna de la inscripción CIL II, 2395a (M.J. Correia Santos)

Fig. 4. Inscripción CIL II, 2395a, modelo digital de superficie (H. Pires)

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Fig. 5. Inscripción CIL II, 2395a, modelo de residuo morfológico monocromático (H. Pires)

3.2.2.1 Variantes de lectura Lambrino 1953 apud Argote y Russel Cortez36: Diis Sev[eris locatis] in hoc / templo […] / dem G. [C. Ca]al(urnius) / [Ru]finus. Alföldy 1995, 1997 vidit37: Diis Seve[r]is in hoc / templo lo[ca]t[i]s / aedem G(aius) [C(?) C]alp(urnius) Ru/finus v(ir) [c(larissimus)] (fig. 2). 3.2.2.2 Interpretación La l.1 no ofrece dudas, encontrándose el texto claramente grabado, no obstante la degradación del soporte pétreo. La l.2, que sólo ahora se ha podido identificar, se presenta bastante más degradada, así como la l.3, cuyo final resulta imposible distinguir, aunque se pueda restituir [hanc] con gran probabilidad, atendiendo al texto grabado que le sigue. La lectura de la l.4 y de la l.5, mejor conservadas, confirman como correctas las lecturas anteriores para esta parte del epígrafe. La nueva lectura, no sólo permite identificar claramente los teónimos en la l.1, como Serapidi y Isidi, en lugar de Diis Sever[r]is in hoc, como proponía Alföldy38; sino también identificar, por primera vez, otra línea, desconocida hasta el momento: la l.2, donde prosigue la dedicatoria a los Diis Deabus Omni/bus. De igual modo, 36. Lambrino, «Les divinités…», cit., pp. 19-21, a partir de la lectura de Argote, «Da cidade…», cit., p. 568 y de la fotografía de F. Russel Cortez, «Panóias: cividade dos Lapiteas. Subsídios para o Estudo dos Cultos Orientais e da vida provincial romana na região do Douro», en Instituto do Vinho do Porto 93, Porto 1947, fig. 15, p. 64. 37. Alföldy, «Inscripciones…», cit., p. 255; Alföldy, «Die Mysterien…», cit., pp. 189-191. Véase también ILER 523; AE 1997, 858; HEp 5, 1995, 1062; HEp 6, 1996, 1081; HEp 7, 1997, 1263; RAP 471; Rodríguez Colmenero, Aquae Flaviae…, cit., p. 116, nº 86; Rodríguez Colmenero, O Santuário…, cit., pp. 84-85. 38. Alföldy, «Inscripciones…», cit., p. 256; Alföldy, «Die Mysterien…», cit., p. 190, nota 37, pp. 231-233.

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Fig. 6, 7. Calco realizado sobre modelo de residuo morfológico policromático (M.J. Correia Santos)

también fue posible corregir, en la l.3, la anterior lectura de templo lo[ca]t[i]s para bus lacum et [hanc?] (fig. 6, 7). La propuesta de Alföldy para la l.1 recuperaba la restitución de Diis Severis, ya avanzada por Lambrino39, a partir de la lectura de Argote40 de Diis Severis locatis in hoc templo. Lambrino41 consideró que la supuesta fórmula Diis Se[veris] corresponderia a un par divino, estableciendo el paralelo con una inscripción métrica de Mauritania42, donde se menciona Panthea y Iuppiter Hammon, dite severo, apo 39. Lambrino, «Les divinités…», cit., pp. 19-21. 40. Argote, «Da cidade…», cit., p. 568, leyó en el informe de Aguiar, Diis Se[…] in. hoc / templo […]/[…]dem c […] lp/ […]finus. 41. Lambrino, «Les divinités…», cit., p. 30. 42. CIL VIII, 9018: [Pan]thea Cornigeri sacris adiuncta Tonantis / [q]uae Libycis Maurisque simul venerabilis oris / [his] etiam colitur te[rr]is quam Iuppiter Hammon / [inter] utrumque lat[us] m[e]diam cum dite severo / [dext]er sede tegit hanc p[u]lvinaribus altis / [sublimi]que dicat solio divosque frequentis / […]ianus a militiis de suplice volo / […] facie renovam dominamque biformem / ded(icatum) pr(ovinciae) CCVII.

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yándose en ello para proponer la identificación de dichos Diis Se[veris] a Plutón y Proserpina, y su equivalencia a Serapis y Isis. Se trata, sin embargo, del único argumento en que se basa dicha interpretación, en sí mismo frágil, teniendo en cuenta no sólo la particularidad del epígrafe de Mauritania, así como el hecho de que la fórmula Diis Severis realmente no se encuentra atestiguada en el mundo romano. En el intento de justificar esta lectura, Tranoy43 añade que «cette dédicace est en parfait harmonie avec le dieu égyptien hellénistique, Sérapis», correspondiendo los Dii Severi a la pareja formada por Plutón y Proserpina, con la cual se han identificado tempranamente Serapis y Isis, empero sin indicar paralelos. El texto, tal y como ahora se presenta, gracias a este nuevo método, aparece como más coherente y en armonía con las restantes inscripciones, donde se utiliza el mismo tipo de formulario: Diis deabusque ae/ternum lacum omni/busque numinibus y Diis cum aede(m) / et lacum44. Del conjunto de referencias a Isis y a Serapis actualmente conocidas en la Península Ibérica, catorce corresponden a dedicatorias a Isis45, tres son dedicatorias a Serapis46, siendo que hasta el momento eran únicamente cinco, las dedicatorias conocidas a Isis y Serapis conjuntamente: [S]arapi et Isi, en Cartagena47; la dedicatoria bilingüe a [Isidi et Sera]pi – [Εἴσιδι Σ]αράπι de Ampurias48; Isi Sarapi de Antequera49; a Invicto Deo Serapidi et Isidi50 y Serapidi Sancto Isidi Mironymo de Astorga, empero, en este último caso, asociados a Core Invicta, Apollo Grannus y Mars Sagatus51.

43. Tranoy, «Panóias ou les rochers…», cit., p. 94. 44. Respectivamente CIL II, 2395a y 2395d. 45. Isidi Dominae, en Alcácer do Sal (CIL II, 33; IRCP 182; SIRIS 752; RAP 453); en Torre de Miguel Sesmero, Badajoz (CIL II, 981, ILER 353, SIRIS 754); en Santiponce, Sevilla (A. Canto de Gregorio, «Les plaques votives avec plantae pedum d’Italica: un éssai d’interprétation», en ZPE 54, 1984, pp. 183-194, p. 190) y en Tarifa, Cádiz (J.-N. Boneville, S. Dardaine, P. le Roux, Belo V. L’épigraphie. Les inscriptions romaines de Baelo Claudia, Madrid 1988, nº 2; nº 3; HEp 2, 1990; AE 1984, 530); Isidi Aug(ustae), en Braga (CIL II, 2416; ILS 6924; ILER 352; SIRIS 760; RAP 454) y en Tarragona (CIL II, 4080; RIT 35; SIRIS 765); Isidi Bulsae en Alameda, Málaga (CIL II, 912, HEp 1, 1989, 468); Isidi Puel[lae] en Guadix, Granada (CIL II, 3386; ILS 4422; SIRIS 761; ILPGr 63; HEp 5, 1995, 351); Isid[i] Pelag[iae] en Sagunto, Valencia (CIL II, 295; HAE 1973; ILER 335; SIRIS 764; AE 1962, 78); Isis Muromem (Boneville et. al., L’épigraphie…, cit., nº 1; AE 1988, 727); Isidi, de Samaiões, Chaves (SIRIS 759; AE 1951, 277; AE 1956, 255; Rodríguez Colmenero, Aquae Flaviae…, cit., nº 87); Isidi, de Caldes de Montbui, Barcelona (CIL II, 4491; IRC I, 36; IRC V, 18; SIRIS 766; HEp 2, 1990, 76); Isidi, de Montroig del Camp, Tarragona (R. Vilardell, V. Romero, «Hallazgos arqueológicos en el santuario prehistórico de La Roca (Montroig, Tarragona)», en Pyrenae 13-14, 1977-1978, p. 70). 46. Serapi, en Valencia (CIL II, 3731, J. Corell, Inscripcions romanes de Valentia i el seu territori, València 1997, nº 10; SIRIS 763); Sa[r]api, en Cartagena (J.M. Abascal, S.F. Ramallo, La ciudad de Carthago Nova: la documentación epigráfica, Murcia 1997, nº 37; AE 1982, 635); [S]arapi en Mérida, Badajoz (SIRIS 755; ERAE 17). 47. Abascal, Ramallo, La ciudad de Carthago…, cit., nº 38; AE 1982, 636. 48. CIL II, 6185; AE 1991, 1116; HEp 4, 1994, 372. 49. CIL II, 180b. 50. IRPLe 12; T. Mañanez Pérez, Inscripciones latinas de Astorga, Valladolid 2000, nº 15; AE 1968, 232. 51. Mañanez Pérez, Inscripciones…, cit., nº 16; IRPLe 13; AE 1968, 230.

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De este reducido número de dedicatorias conjuntas, a que se añade ahora la inscripción CIL II, 2395a de Panóias, sobresale que únicamente la dedicatoria a Invicto deo Serapidi et Isidi de Claudius Zenobius, procurador augustal, así como la dedicatoria pluriteonímica a Serapidi Sancto, Isidi Mironymo, Core Invicta, Apollo Grannus y Mars Sagatus hecha por Iulius Siluanus Melanio, procurador ecuestre52, presentan, como el epígrafe de Panóias, la declinación correcta de ambos teónimos. Sea el epígrafe de Antequera53, sea el de Ampurias54, empero correspondan a dedicantes de onomástica griega, no presentan la misma grafía. También resulta curioso observar que la forma Serapidi se hace más común en el siglo III, cuando Serapis aparece asociado con Júpiter y con el Sol Invictus55, lo que podría constituir un indicador cronológico para nuestra inscripción. En el texto de Panóias, los teónimos son precedidos del plural diis56, forma de invocación que se encuentra relativamente bien fechada, a partir de mediados del siglo I I y sobre todo a lo largo del siglo I II d.C., en lo que concierne a las provincias galas y germanas; el cual, por su turno, es connivente con el empleo de la fórmula Diis Deabus Omni/bus en la l.2/l.3, fórmula que se generaliza en Occidente también por la misma época y que resulta particularmente popular durante el siglo III, sobre todo entre soldados y oficiales, bajo la forma Diis deabusque (inmortalibus) omnibus y sus variantes57. 3.2.3 CIL II, 2395b El que sería el tercer epígrafe del conjunto, se sitúa en el lateral NNE del mismo afloramiento, igualmente en la proximidad de una cavidad rectangular, similar a la de la inscripción anterior. Según Alföldy58, se puede leer: Diis deabusque ae/ternum lacum omni/busque numinibus / et Lapitearum cum / hoc templo sacravit / G(aius) C(?) Calp(urnius) Rufinus v(ir) C(larissimus) / In quo hostiae voto cremantur (fig. 8). Campo epigráfico: 1,25-1,27 × 0,70 m; Altura l.1: 7; l.2: 8; l.3: 8; l.4: 8; l.5: 8; l.6: 7; l.7: 8; l.8: 7 cm. 52. Cuya actividad ha dejado huellas en Astorga (AE 1968, 229; 231), en Segobriga (J.M. Abascal Palazón, «Segobriga y la religión en la Meseta sur durante el Principado», en Iberia 3, 2001, pp. 25-34), en Lugdunum (CIL XIII, 1729), en Britannia (RIB 1273). 53. Dedicado por Sex(tus) Peducaeius Sex(ti) fil(ius) Herophilus (CIL II, 180b). 54. Dedicada por [Numas N]umeni f(ilius) [Alexandri]nus — Νουμᾶς [Νουμε]νίου Ἀλε[ξαν]δρεὺς (CIL II, 6185; IRC III, 15; IRC V, 83; ILS 1560; SIRIS 767; HEp 4, 1994, 372; AE 1991, 1116). 55. I(ovi) O(ptimo) M(aximo) Sarapid(i) (CIL III, 4560, 4561, 13587); Sarapidi / deo Maximo (CIL VIII, 1004); I(ovi) O(ptimo) M(aximo) Soli Sarapidi (CIL VI, 402); Iovi Soli / Invicto / Sarapidi (CIL XI, 5738); Deo Invicto / Sarapidi (IRT 309); Sarapidi / Iovi Soli / Isidi Lunae / Dianae / dis deabusq(ue) (CIL III, 7771); Isi(d)i y deum Mag(num) Sarapidem (SIRIS 361); Sarapidi deo Sancto (CIL III, 15092). 56. Al igual que la dedicatoria ya mencionada de Invicto deo Serapidi et Isidi de Astorga. 57. M.T. Raepsaet-Charlier, Diis deabusque sacrum. Formulaire votif et datation dans les Trois Gaules et les Deux Germanies, Paris 1993, pp. 41-42. Véase AE 1968, 227; 229 y también CIL II, 432. 58. Alföldy, «Inscripciones…», cit., p. 256; Alföldy, «Die Mysterien…», cit., pp. 192-194.

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Fig. 8. Inscripción CIL II, 2395b, según Alföldy (1999: Abb. 4)

El modelo residual morfológico obtenido confirma enteramente dicha lectura (fig. 9, 10, 11).

Fig. 9. Fotografía nocturna de la inscripción CIL II, 2395b (M.J. Correia Santos)

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Fig. 10. Inscripción CIL II, 2395b, modelo digital de superficie (H. Pires)

Fig. 11. Inscripción CIL II, 2395b, modelo de residuo morfológico monocromático (H. Pires)

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3.2.4 CIL II, 2395c A la derecha del epígrafe anterior y junto a una cavidad perfectamente circular abierta en la parte superior de la roca, se encuentra la inscripción siguiente, con el texto en griego, destacándose únicamente el nombre G(aius) C(?) Calp(urnius) Rufinus v(ir) c(larissimus), escrito en latín. El resultado del nuevo levantamiento permite la siguiente lectura (fig. 13, 14, 15): Ὑψσ(τω). τῶ Cερά/πιδι σὺν ἄν Κό/ρα καὶ μυστα/ρίοις . P(osuit?) G(aius) C(¿) Calp(urnius) / Rufinus . v(ir) c(larissimus) (fig. 16, 17). Campo epigráfico: 55 × 35 cm; Altura 1.1: 6; l.2: 6; l.3: 7; l.4: 6; l.5: 7 cm.

Fig. 12. Inscripción CIL II, 2395c, según Alföldy (1999: Abb. 5)

3.2.4.1 Variantes de lectura La lectura dificilísima de dicho epígrafe, debido al elevado desgaste del suporte, ha proporcionado distintas interpretaciones. Vasconcelos59, Lambrino60, así como García y Bellido61 han propuesto, para el texto en griego, Yψστω Σερά/πιδι σὺν μοῖ/ρα62, restituyendo los dos primeros autores v(oti) c(ompos) en lugar de v(ir) c(larisimus)63, siendo que de los tres, únicamente Vasconcelos ha visto la piedra. Por su parte Al 59. Vasconcelos, As religiões da…, cit., pp. 345-346. 60. Lambrino, «Les divinités…», cit., pp. 17, 28. 61. A. García y Bellido, Les Religions orientales dans l’Espagne romaine (EPROER 3), Leiden 1967, p. 133. 62. Véase también AE 1897, 86; AE 1951, 278; AE 1997, 860; HEp 5, 1995, 1060; HEp 6, 1996, 1083; HEp 7, 1997, 1265; RAP 473. 63. Para Rodríguez Colmenero, O santuário…, cit., pp. 88-90, resulta más verosímil la lectura: ῾Υψύστω Σερά/πιδι κανοο/ρω καὶ μυστω/ρίοις τὸν ἱερὸν αγιερωσε(ν) G(aius) C(ai filius?) Cal(purnius) / Rufinus v(ir) v(larissimus), aunque no se entienda el porqué de la restitución que el autor propone para el final de la l. 4, pues no existe espacio suficiente para tal.

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földy64, que ha podido observar el epígrafe in situ, propone corregir la lectura de μοῖ/ρα en la l.3-l.4, por γάστ/ρα, palabra que aludiría a la cavidad circular situada junto al epígrafe (fig. 12). 3.2.4.2 Interpretación La nueva lectura obtenida a través del MRM resalta, desde luego, varias particularidades. En primer lugar, cabe señalar el griego correcto utilizado, con la fórmula abreviada Ὑψισ.τῶ Σερά/πιδι, lo que contrasta, por ejemplo, con [Σ]αράπι de la inscripción griega de Ampurias65. La existencia de un punto entre Ὑψισ y τῶ sugiere una fórmula abreviada, para la que se conoce un único paralelo66, siendo no obstante tan poco común, que resultará más verosímil considerar Ὑψισ.τῶ en conjunto, atribuyéndose el punto a un posible error del lapicida. Resalta también el uso del epíteto Hypsistos, siendo que tal fórmula se encuentra únicamente atestiguada en una inscripción procedente de Leptis Magna67, situada en la actual Libia, como había señalado Alföldy68. De Hoz García-Bellido69 advierte, al respecto, que el epíteto Hypsistos adjudicado a Serapis se hace frecuente en el Mediterráneo Oriental desde el inicio de la época imperial, como reflejo de las creencias religiosas henoteístas, en cuyo ámbito se podría también considerar la dedicatoria a Serapis Pantheus de Beja70, así como, siguiendo la misma lógica, Invicto deo Serapidi et Isidi71 y Serapidi Sancto Isidi Mironymo de Astorga72. Sin embargo, el hecho de que en el epígrafe de Panóias Hypsistos Serapis aparezca asociado a κόρα como documenta la nueva lectura obtenida, parece desvincular dicha invocación de un supuesto ámbito religioso henoteísta. Creemos, pues, que tal rasgo pueda reflejar una fase de transición, en el territorio peninsular, del culto isiaco de rasgos predominantemente ctónicos, hacia una nueva acepción de ambos dioses. En la l.2 del texto de Panóias, una alternativa a la lectura que presentamos de ἄν Κό/ρᾳ sería Γᾶ Κό/ρα, conciliando parte de la anterior propuesta de lectura de γάστ/ρα por Alföldy, siendo que ΓΑ sería la forma dórica de Γῆ, «tierra», aquí usado como una especie de epíteto de Kore, con el sentido de «Kore, hija de la Tierra» o 64. Alföldy, «Inscripciones…», cit., p. 256; Alföldy, «Die Mysterien…», cit., p. 196. 65. CIL II, 6185. 66. Ὑψσ(τος), véase G. Lefebvre, Recueil des inscriptions grecques-chrétiennes d’Égytpte, Cairo 1907, 237. Tw – t(it)w, en dativo, véase J.G.C. Andersen, F. Cumont, E. Grégoire, Studia Pontica III.1: Recueil des Inscriptions Grecques et Latines du Pont et de l’Armenie, Brüssel 1910, 132; A.N. Oikonomides, Abbreviations in Greek Inscriptions: Papyri, Manuscripts, and Early Printed Books, Chicago 1964. 67. L. Vidman, Sylloge inscriptionum religionis isiacae et sarapiacae, Berlin 1969, p. 333, nº 797802. 68. Alföldy, «Die Mysterien…», cit., p. 231, nota 132. 69. De Hoz García y Bellido, «Cultos griegos…», cit., p. 220. 70. Fechado en la segunda mitad del siglo I I (RICIS 601/0201). Véase M.M. Alves Dias, «Os Cultos Orientais em Pax Iulia», en MemHistAnt 5, 1981, pp. 33-39. 71. AE 1968, 232. 72. AE 1968, 230.

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de «terrenal Kore»73. Sin embargo, la forma que ahora leemos en la l.2 del texto de Panóias, ἄν Κό/ρᾳ, empero sin paralelos conocidos, especialmente porque sigue a σὺν, corresponde a lo que aparece efectivamente grabado, correspondiendo ἄν a una partícula que expresa la idea de eventualidad, lo que en todo caso no extrañaría, cuando asociado a una invocación a los dioses como es el caso. Asimismo, el estudio detallado de σὺν y ἄν Κό/ρᾳ, debido a los problemas que suscita y a sus varias implicaciones, es una de las cuestiones que reservamos para un posterior trabajo, pues va más allá de esta presentación de resultados preliminares. En lo que concierne a Κό/ρᾳ, se trata de un sustantivo singular femenino dórico, κόρα, «doncella», que sólo muy raramente aparece, pero que aquí está de acuerdo con la forma dórica μυστα/ρίοις, pormenor ya destacado por Alföldy. Core se identifica con Perséfone, la hija de Deméter74, asimilada en el mundo greco-latino a Isis75, así como a la propia diosa egipcia76. En la Península Ibérica, Core aparece asociada a Serapis y Isis solamente en la dedicatoria pluriteonímica de Astorga ya mencionada, si bien creemos que su asi 73. Sugerencia que agradecemos al Prof. Dr. Manuel Alexandre Júnior que tan amablemente ha revisado el texto en griego. 74. «τῇ Μητρὶ καὶ τῇ Κόρῃ» (Hdt., VII, 65 — A.D. Godley, Herodotus, Cambridge 1920); «ναὶ τὰν Κόραν» (Ar., V, 1438 — F.W. Hall, W.M. Geldart, Aristophanes Comoediae, vol. 1, Oxford 1907; «Δημήτηρ καὶ» (Ar., Thesm., 298 — E. O’Neill, Aristophanes. Women at the Thesmophoria, The Complete Greek Drama, vol. 2, New York 1938); «τῆς Κόρης ἁρπασθείσης» (Isoc., 4, 28 — G. Norlin, Isocrates, London 1980). Documentado epigráficamente en IG 2.1217. 75. Atestiguado epigráficamente en los himnos de Madinet Madi, I, 3; III, 2; III, 4 apud A. Vogliano, Primo rapporto degli scavi di Madinet Madi, Milano 1936; y en las fuentes literarias por Hdt., II, 59, 156, donde se dice que «Isis es aquella a que en griego llaman Demeter»; Diod., I, 25, 96; V, 69; Tert., Apol., 16; Porf., De imag. en Eus., Paerp. Ev., III, II, 50; Avien., Arat., 284; Non., III, 282; Meliteniotes, 676. 76. Epigráficamente en Pap. Oxy. 1380, 72, 105 y subentendido, tal vez, en la dedicatoria a Plutón y Cora del serapeum de Delos (J.E. Stambaugh, Sarapis Under the Early Ptolemies (EPROER 25), Leiden 1972, pp. 108-109; CE 44). En las fuentes literarias, en Plu., De Iside et Osiride, 361 F, donde se establece la identificación de Plutón con Serapis y de Core con Isis; Tac., Hist., IV, 83; en App., Met., XI, 2, 5, 6; Porf. De imag. en Eus., Paerp. Ev., III, II, 50. El aspecto sincrético de Isis se manifiesta desde época temprana en los himnos de Madinet Madi — I, 14-24, apud Vogliano, Primo rapporto…, cit.; É. Bernand, Inscriptions métriques de l’Egypte gréco-romaine: recherches sur la poésie épigrammatique des Grecs en Egypte (Annales littéraires de l’Université de Besançon 98), Paris 1969, nº175. Isis era la diosa myrionyme, la de los mil nombres. Como refirió en su momento F. Dunand, Le culte d’Isis dans le bassin oriental de la Méditerranée, vol. III, Le culte d’Isis en Asie Mineure. Clergé et rituel des sanctuaires isiaques (EPROER 27), Leiden 1972, p. 14, todas las referencias a este epíteto proceden del Imperio Romano de Occidente, a partir de la segunda mitad del siglo II (Vidman, Sylloge…, cit., 505, 639, 656, 692, 698), con la excepción de cuatro epígrafes (de Cyrene —Vidman, Sylloge…, cit., 808— y de Philae —Bernand, Inscriptions Philae, II, nº 162, 168, 180). Tal epíteto haría alusión a la costumbre ritual de invocarse la diosa a través de sus múltiples nombres, como también parece documentar posteriormente Apuleio (Met. XI, 5): «Inde primigenii Phryges Pessinuntiam deum Matrem, hinc autochthones Attici Cecropeiam Minervam, illinc fluctuantes Cyprii Paphiam Venerem, Cretes sagittiferi Dictynnam Dianam, Siculi trilingues Stygiam Proserpinam, Eleusini vetustam deam Cererem, Iunonem alii, Bellonam alii, Hecatam isti, Rhamnusiam illi, et qui nascentis dei solis inchoantibus illustrantur radiis Aethiopes utrique priscaque doctrina pollentes Aegyptii, caerimoniis me propriis percolentes, appellant vero nomine reginam Isidem».

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Fig. 13. Fotografía nocturna de la inscripción CIL II, 2395c (M.J. Correia Santos)

Fig. 14. Inscripción CIL II, 2395c, modelo digital de superficie (H. Pires)

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Fig. 15. Inscripción CIL II, 2395c, modelo de residuo morfológico monocromático (H. Pires)

milación a la diosa egipcia quizás pueda estar también subentendida en el pedestal de la estatua dedicada a Isidi Puella de Guadix, Granada77. No deja de ser interesante recordar igualmente que los elementos con los que la Isis helenística aparece representada —la antorcha, la espiga de trigo y el cesto— son los atributos típicos de Deméter, expresando su connotación agraria, en todo caso, ya intrínseca a la propia diosa egipcia, que protagoniza con Osiris un mito agrario de muerte y resurrección78. ¿Podría, en la inscripción de Panóias, la secuencia σὺν ἄν Κό/ρᾳ καὶ μυστα/ρίοις, al conjugar σὺν y ἄν Κό/ρᾳ, reforzar la asociación de ambas entidades divinas en los μυστα/ρίοις? Sin embargo, parece evidente la asociación de ambos dioses, reafirmando la inicial asociación de Serapis y Isis en CIL II, 2395a.

77. CIL II, 3386; ILS 4422; SIRIS 761; ILPGr 63; HEp 5, 1995, 351. 78. Elementos que curiosamente, corresponden, ellos mismos, a los symbola usados en los misterios de Eleusis. Véase F. Dunand, Le culte d’Isis dans le bassin oriental de la Méditerranée, vol. I, Le culte d’Isis et les Ptolémées (EPROER 22), Leiden 1972, pp. 87-89. Sin embargo, como advierte Dunand (Le culte d’Isis…, cit., vol. III, p. 239) la identificación con Deméter no sería el único motivo que atribuye a Isis el carácter místico: las representaciones del mito de Osiris eran designadas como «misterios» en Egipto (Hdt., II, 171), además de que hay referencias a doctrinas secretas de los sacerdotes egipcios (Diod., I, 27, 86), aspectos que habrán facilitado la identificación de Isis con Deméter.

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Fig. 16, 17. Calco realizado sobre modelo de residuo morfológico policromático (M.J. Correia Santos)

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3.2.5 CIL II, 2395d La última inscripción del conjunto, se presenta de nuevo asociada a una cavidad rectangular, empero sin los hoyuelos laterales destinados al encaje de parrilla que presentan las cavidades anteriores; distinguiéndose, en cambio, un pequeño agujero circular de unos 10 cm de diámetro practicado en el fondo. Diis cum aede(m) / et lacum quo/ voto misce/tur / G(aius) C(?) Calp(urnius) Rufinus v(ir) c(larissimus) (fig. 19, 20, 21, 22, 23). Campo epigráfico: 73 × 75 cm; Altura l.1: 8; l.2: 6; l.3: 6; l.4: 7; l.5: 6; l.6: 6 cm. 3.2.5.1 Variantes de lectura Lambrino 1953 apud Argote y Russel Cortez79: Diis cum hoc/ et lacum vc/ vo o misce./ tur. / G. C. Calp. Rufi/nus . v. c. Alföldy 1995, 1997 vidit80: Diis cum hoc/ et lacum quo/ voto misce/tur / G(aius) C(?) Calp(urnius) Rufinus v(ir) C(larissimus) (fig. 18). Rodríguez Colmenero 1997, 1999 vidit81: Diis cum aede/ et lacu m(eatum)? Qui/ voto miscetur (sacrauit)/ G(aius) C(ai flius) Calp(urnius) Ru/finus v(ir) C(larissimus). 3.2.5.2. Interpretación El MRM permite corregir hoc por aede, al final de la l.1, confirmando, a la vez, la presencia de la T de voto, en la l.3 (fig. 22, 23). La nueva lectura destaca también la homogeneidad del formulario utilizado, connivente con las inscripciones anteriores, donde aparece el mismo tipo de formulario: Diis deabusque ae/ternum lacum omni/busque numinibus y Diis cum aede(m)/ et lacum82,

Fig. 18. Inscripción CIL II, 2395d, según Alföldy (1999: Abb. 6)

79. Lambrino, «Les divinités…», cit., p. 18. 80. Alföldy, «Inscripciones…», cit., p. 256; Alföldy, «Die Mysterien…», cit., pp. 197-198. Véase también CIL II, 2395d; HEp 1, 1989, 693d; HEp 5, 1995, 1061; HEp 6, 1996, 1084; HEp 7, 1997, 1266; AE 1997, 861. 81. Rodríguez Colmenero, Aquae Flaviae…, cit., pp. 180-181; Rodríguez Colmenero, O santuário rupestre…, cit., pp. 90-93. 82. Respectivamente, CIL II, 2395a y 2395d.

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Fig. 19. Fotografía nocturna de la inscripción CIL II, 2395d (M.J. Correia Santos)

Fig. 20. Inscripción CIL II, 2395d, modelo digital de superficie (H. Pires)

Fig. 21. Inscripción CIL II, 2395d, modelo de residuo morfológico monocromático (H. Pires)

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señalando la dedicatoria de otra aedes y de otro lacus a los Diis, que, en nuestra opinión, no serán otros que Serapis y Isis/Core.

4. ¿Desvelando los misterios? Panóias como santuario de cultos orientales: consideraciones finales Panóias, en la calidad de santuario de cultos orientales83, parece corresponder exclusivamente a la iniciativa de G. C. Calpurnius Rufinus y se presenta como un sitio de características únicas. Algo que generalmente demarca un lugar como sagrado es el impacto emocional que, en un momento dado, despierta en los individuos. En el caso de Panóias, tal impacto sería suscitado por sus destacados roquedos, aspecto que habrá inspirado su asociación con los cultos mistéricos orientales, pareciendo glorificarse el carácter ctónico del lugar, entre otros, en la expresión Lapitearum84, que efectivamente deberá ser considerada en este específico ámbito cultual, como ya señalaba Guerra85. El nuevo método de levantamiento epigráfico a través del MRM, al restituir casi la totalidad del texto originalmente grabado, permite, así, corregir la lectura de tres de las inscripciones de Panóias —CIL II, 2395a, 2395c y 2395d—, cuyas implicaciones suponen la reinterpretación del conjunto, a la vez que permiten también contextualizar mejor este ámbito cultual tan particular. En CIL II, 2395a, se ha podido identificar claramente los teónimos en la l.1, como Serapidi Isidi, en lugar de Diis Sever[r]is, descartando aquella que siempre fue una interpretación algo forzada y sin paralelos; así como detectar la existencia de otra línea, la l.2, desconocida hasta el momento, donde se prosigue la dedicatoria a los Diis Deabus Omni/bus. Otro aspecto de interés que resalta en este epígrafe es la declinación correcta de ambos teónimos, lo que, si por un lado, contrasta con las dedicatorias ya mencionadas de Antequera86 y de Ampurias87; por otro lado, es connivente con los epígrafes dedicados a Invicto deo Serapidi et Isidi por el procurador augustal Claudius Zenobius, y con la dedicatoria pluriteonímica a Serapidi Sancto, Isidi Mironymo, Core Invicta, Apollo Grannus y Mars Sagatus, del procurador ecuestre Iulius Siluanus Melanio. En realidad, no se sabe quien fue Calpurnius Rufinus, pues no existe una única mención a su respecto en las fuentes. Aún así, se puede deducir su estatuto senatorial a partir de la pertenencia a la gens Calpurnia88, así como de la abreviatura

83. No obstante estar claramente documentado el uso simbólico del lugar en época anterior, en el ámbito de una concepción religiosa que sería muy distinta y que, como tal, no es el momento de referir. Vide nota 1. 84. CIL II, 2395b. Vide nota 28. 85. Guerra, «Omnibus…», cit., p. 158. 86. CIL II, 180b. 87. CIL II, 6185. 88. C. Castillo, Prosopographia Baetica, Pamplona 1965, pp. 388-389. SEBarc x ii, 2014, pp. 197-224

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Fig. 22, 23. Calco realizado sobre modelo de residuo morfológico policromático (M.J. Correia Santos)

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VC, si interpretada como V(ir) C(larissimus), lo que efectivamente corresponde a su

desarrollo más habitual89. También resulta curioso observar que la forma Serapidi se hace más común en el siglo I I I, cuando Serapis aparece asociado con Júpiter y el Sol Invictus90, lo que añadido a la fórmula Diis Deabus Omni/bus en la l.2/l.3, que se corresponde con las fórmulas Diis deabusque y omni/busque numinibus de CIL II, 2395b, particularmente populares en Occidente también por la misma época; parecen indicar, en conjunto, el siglo I I I como el marco cronológico del santuario dedicado a los dioses egipcios. Sin embargo, el hecho de que en CIL II, 2395c, Hypsistos Serapis aparezca asociado a κόρα, parece desvincular el culto practicado de un eventual ámbito religioso henoteísta, pareciendo reflejar más bien una fase de transición entre el culto isiaco de rasgos predominantemente ctónicos y una nueva acepción de estos dioses. Al identificarse, luego en la primera de las inscripciones conservadas, los teónimos Serapis y Isis, las nuevas lecturas invalidan también la idea de un recorrido ritual en el que los dioses se revelarían progresivamente, como ha sugerido Alföldy91, seguido por Tranoy92 y De Hoz García-Bellido93. Sin embargo, la sucesión de rocas grabadas parece efectivamente indicar un recorrido predeterminado, no relacionado con la revelación progresiva del nombre de las divinidades como queda demostrado, sino con otro aspecto ritual que sería propio de los cultos mistéricos. Los epígrafes conservados in situ indican ciertos procedimientos litúrgicos que tenían lugar en las instalaciones rupestres que se les asocian, pero hay que tener en cuenta que el conjunto se presenta actualmente muy incompleto, siendo que de las siete rocas descritas por Aguiar y Argote se conservan únicamente tres. En el intento de reconstituir tal recorrido será importante tener en cuenta cuatro aspectos: la situación de las inscripciones rupestres y su relación con las cavidades a las que se asocian; la localización y características de los tres edificios cultuales cuyos cimientos se distinguen claramente; la ubicación aproximada de las rocas ya

89. V(ir) C(larissimus), se convierte, a partir del siglo II en un título fijo atribuido a los senadores, aunque no implique necesariamente la participación en el Senado, sino distinguir de forma clara el estatuto y honor del sujeto. Augusto, Vita Alexandri Severi, XXI, 3-5: «Praef. praetorii suis senatoriam addidit dignitatem, ut viri clarissimi et essent et dicerentur». Véase también S. Benoist, «Le prince et la société romaine d’Empire au III e siècle: le cas des ornamenta», en CahGlotz 11, 2000, pp. 309-329; G. Alföldy, «Die Stellung der Ritter in der Führungsschicht des Imperium Romanum», en Chiron, 11, 1981, pp. 169-215, pp. 191-194. 90. I(ovi) O(ptimo) M(aximo) Sarapid(i) (CIL III, 4560, 4561, 13587); Sarapidi / deo Maximo (CIL VIII, 1004); I(ovi) O(ptimo) M(aximo) Soli Sarapidi (CIL VI, 402); Iovi Soli / Invicto / Sarapidi (CIL XI, 5738); Deo Invicto / Sarapidi (IRT 309); Sarapidi / Iovi Soli / Isidi Lunae / Dianae / dis deabusq(ue) (CIL III, 7771); Isi(d)i y deum Mag(num) Sarapidem (SIRIS 361); Sarapidi deo Sancto (CIL III, 15092). 91. Alföldy, «Inscripciones…», cit., p. 257; Alföldy, «Die Mysterien…», cit., pp. 244-246. 92. Tranoy, «Panóias ou les rochers…», cit., p. 97. 93. De Hoz García y Bellido, «Epigrafía griega…», cit., nº 28.1; De Hoz García y Bellido, «Bilingüismo…», cit., p. 81.

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desaparecidas que describen Aguiar y Argote; así como de las varias secuencias de peldaños tallados. Tal cometido subyace, en parte, en el proyecto Diis Deabus Omnibus, donde nos proponemos hacer el levantamiento integral de todo el yacimiento, a través de la digitalización tridimensional por procesos fotogramétricos según tres escalas de representación: el recinto de Panóias en su territorio (escala territorial); los afloramientos de soporte a las instalaciones cultuales (escala arquitectónica); y los epígrafes rupestres (micro-escala). Los resultados preliminares que acabamos de presentar, anticipan, así, toda una labor que esperamos seguir desarrollando en el futuro.

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