Nuevas aportaciones sobre las fábricas del Santo Sepulcro de Calatayud

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Descripción

NUEVAS APORIACIONES SOBFRE LAS FABRICAS DEL SANTO SEPULCRO DE CALATAYUD Javier lbáñez Fernández J. Fernando Alegre Arbués

El

desarrollo del Plan Director para la Restauración del claustro del Santo

Sepulcro de Calatayud ha permitido acometer dos fases de obras que han tenido como objeto principal la consolidación estructural y la restauración de cubiertas y fachadas del conjuntor. Pero, además, la intervención ha permitido estudiar -y comprendermucho mejor un monumento cuya compleja historia constructiva no podía explicarse en exclusiva a partir de 1as referencias documentales reunidas hasta la fecha2. Debemos partir del reconocimiento de que ei estudio estrictamente documental había permitido establecer hasta cuatro etapas constructivas diferentes. La primera, entre 1146 y 1156, la segunda entre 1239 y 1249, la tercera entre i366 y 1386, y 1a última, entre 1605 y 1613 aproximadamente. Por su parte, los datos ofrecidos por el edificio a lo largo de su restauración han venido a sancionar la existencia de cuatro grandes jalones, pero además, han permitido identificar 1os vestigios correspondientes a las dos primeras fases medievales y conocer bastante mejor el verdadero alcance

de las otras dos. Desde luego, de la primera han podido identificarse dos piezas resueltas a paftir de tipologías y elementos formales de raíz marcadamente islámica: la que quizás fuese 1a primera sala capitular y el pdmitivo refectorio; mientras que cle la segunda -anterior ala Guerra de los dos Pedros, y decididamente gótica-, ha conseguido identificarse la que quizás fuese la segunda sala capitular de la casa. Con todo, conviene advertir que los datos apoftados por la propia obra deberán de cohonestarse con los que pueda proporcionar 1a excavación arqueoiógica una vez que pueda completarse. Só1o entonces podrá ofrecerse una visión de conjunto sobre una obra tan compleja como el Santo Sepulcro de Calatayud.

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Ambas fases de restauración han sido promovrdas por el Excmo. Ayuntamiento de Calatayuri. Lzr primera, ejecutada por la empresa TARATUR S.L., y la segunda, por CYRESPA S.L. La redacción de ios proyectos y dirección técnica se ha realizado con la colaboración de GRUCONTEC S.L. Arqurtecto: J. Fernando Alegre Arbués. Aparejadores: M. Javier Gómez del Campo y Daniel OrtE Ruiz. Hrstoriador: Javier Ibáñez Fernández. 2 El estudro documental sobre la fábrica ya lo presentamos en IsÁñez FsnNÁN¡ez, J. y Alr,cnl AnsuÉs, J. F., "El Santo Sepulcro de Calatayud. Hacia una nueva lec',u¡a e interpretación del monumento", en Actas del XI Simposio Internacional de Mtulejarisnto, Teruel, 18-20 de septiembre de 2008, Teruei, Centro de Estudios Mudéiares, 2009, pp. 191-209.

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Javier IsÁñez FEnNÁNo¡z y J. FERNANDo ALEGRE ARBUÉs

IDENTIFICACION DE LAS OBRAS ACOMETIDAS DURANTE LA PRIMERA FASE CONSTRUCTIVA: LA PRIMERA SALA CAPITIJLAR Y EL PRIMITIVO REFECTORIO La primera fase se venía situando entre enero de 1 146, fecha de la donación del solar sobre el que habría de levantarse el complejo3, y 1156, fecha en la que ya debía de estar en plenas condiciones de usoa, No obstante, debe reconocerse que las primeras referencias documentales conocidas hasta la fecha tan sólo aludían al templo, y que se retrasaban unos años, hasta I 1615, e incluso 11946, ó 12057. Además, no se

t R"-ó" Berenguer IV entregó un solar a los del Santo Sepulcro para levantm una iglesia en Calatayud en los primeros compases de I 146. Documento dado a conocer y transcrito en FuENrE, V. oe le, España Sttgrada conlinuada por la Real Academia de la. Historia. Tr¡mo L.Tratatk¡s LXXXVII t, LXXXWil. Itts Santa.s lgLesias de Taralona y Tudela en sus estados antiguo 1, ntoderno, Mad¡id, Real Academia de la Historia, Imp. José Rodríguez, 1866, pp.415-416, vuelto a transcribi¡en Fu¡N'rs,v.or.t¡,Historia de la siempre augusta y Jidelísima ciudad de Calatayud, Calatayud, lmprenta del Diario, 1880, tomo I, {oc. XI, pp.312-343, y regestado en FueNrs Conos, C. le r-e, "Catálogo de los documentos del priorato del Santo Sepulcro de Calatayud (siglos XI-XIII)",en Actas de las IV Jornadas tle estudio La Orclen del Sunto Sepulcro,Zaragoza-Calatayud, 24-21 de abril de 2003, Zaragoza, Centro de Estudios de la Orden del Santo Sepulcro,200.1, pp. 93-152, doc. n'6, pp. 99-100. a Para entonces, el prior Giraldo y sus compañeros se comprometieron a vivir bajo ia obediencia del Patriarca de Jerusalén y a entregar al Santo Sepulcro la cuarta parte de los bienes que pudieran reportarles sus propiedades en Calatayud, Dzuoca, la ribera del río A¡anda, Jarque, Pedrola y Zaragoza. El hecho de que los religiosos expresaran su intención de vivir en comunidad permite intuir que ya contaban para entonces con un espacio en el que desarrollar sus oraciones, cultos y activldades litúrgicas diarias. Documento dado a conocer y transcrito en FueNtg, v. oE r-.1, Historia de la siempre augus|o..., op. cir., tomo I, pp. 344-345, comentado en M¡nrÍNEz ERAso, M. y EscRrBANo sÁNcHEz, J., "problemática de la jurisdicción en las iglesias del Sepulcro, en el Arcedianado de Calatayud en el siglo XIV", en Actas del Printer encttentro de Estudios Bilbilitanos, Calatayud, l8-20 noviembre de 1982, Papeles Bilbilrtanos, Calatayud, Centro de Estudios Bilbilitanos de la Institución "Fernando el Católico", 1983, vol. II, pp. 2l l222,espec. p.212,y regestado en FueNrE cosos, c. DE LA, "Catálogo de los documentos...", ry. ci¡., doc. n" 8, p. 100. 5 El 3 de mayo de 1 161, el concejo de la localidad y su alcaide, Sancho cle Arahena, le asignaron su correspondiente territo¡io paffoquial que, comprendido entre la puerta de Zaragoza, el postigo de Santiago y la puerta de Somajas (documento dado a conocer y transcrito en MlnríNEz ERAso, M. y EscRrBANo SÁNCHEZ, J.,'lProb1emática de ia jurisdicción...", op. cit., doc. n. 1, pp. 2lB-219. y regestado en FusNr¡ Coeos, C. oe la, "Catálogo de los documentos...", op. cit., doc. n,, 11, p. l0l), 1e sería confirmado por Alfonso II ocho años más tarde (documento comentado en M¡.nrÍ¡¡z ERAso, M. y EscnnrNo SÁNCHEZ, J., "Problemática de ia jurisdicción. . ." , op. cit., p.212, y regestado en FupNrE CoBos, C. or le, ,,Catálogo de los documentos...", op. cl¡., doc. n" 22, p. 104). 6 A1 margen de cualquier ot¡a consideración, como su posible naturaleza, su fisonomía o aspecto, la iglesia debía de constituir una reahdad física incontrovertible para el mes de octubre de 1 194, cuando una dama de nombre Estefanía -hrja de Giraldo Beltrán- y su h¡o Miguel expresaron su d.eseo recibir sepultura enÍe sus muros, dejando para ello diversas propiedades a nombre de la casa y de su comenclador en ese momento, Pedro Muñoz (documento regestado ibident, doc. n,' 39, p. 108). 7 El comendador Pedro Muñoz obtuvo la licencia clel obispo cle Tarazona para poder soterra¡ en el templo a todo el que 1o solicitase srempre y cuando no hubiera hecho voto solemne de ser enterraclo en otro lugar sagrado y dejando a salvo tanto el derecho episcopal como el correspondiente a las iglesias concer, nidas el 21 de mayo de 1205 (documento dado a conocer y transcrito en FueNrE, V. DE LA, Historia cle la siempreaLtgusra...,ctp.cit.,tomoI,pp.362-363,y documentos...". op. cit., doc. n' 45, p. 109).

regestadoenFusxrecoeos,C.oe

ll,"catálogodelos

Nu(tas aportaciotles sobre

Las

Jábricas del Santo Sepulcro de CctLatayud

había conseguido identificar ningún vestigio coffespondiente

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a

estos pfimelos

rnomentos fundacionales. Sin embargo, las obras de restauración han permitido descubrir unos restos en el muro de cierre occidental del claustro, frontero a la capilla del Carmen, que quizás correspondan a este momento. Se trata de una puerta en alco túmido y una ventana geminada que conserva uno de los arcos y el parteluz, que debían de formar pafie de una composición unitaria a la que faltaría una segunda ventana en el otro extremo la puerta. Todos estos elementos, realizados en ladriilo e integrados en un muro de tapial caliscostrado perfectamente perceptible en otros puntos en los que ha desaparecido el i

revestimiento, debían de formar parte de una construcción cuyas dimensiones en planta, deducibies a partir de sus flancos Sureste -perfectamente visible desde el exterior- y Noreste *detectado a nivel dei actual claustro alto-, y cuya altura, que debió de coincidir, al menos pafcialmente, con la del testero de la actual capilla de1 Carmen, invitan a interpretarla como una suerte de qubba islámica. Esta circunstancia, unida al hecho de que se abriese mediante el mismo sintagma compositivo utilizado en los accesos a las salas capitulares cistercienses, nos inclinan a plantear la posibilidad de que se tratase del primer capítulo de la casa. Este espacio pudo levantarse a lo largo de la segunda mitad de1 siglo XII, o a comienzos del siglo XIII, pero 1o más llamativo es que se resolvió a partir de una tipología -la qubba- y unos elementos formales de raiz marcadamente islámica, como ios arcos túmidos de su acceso, muy similares a los utilizados en la base de la torre campanario de la iglesia parroquial de la cercana localidad de Ateca, una estructura que se viene fechando en el siglo XIII8, aunque se ha llegado a señalar la posibilidad de que aún fuese anteriore. Sea como fuere, la composición finalmente obtenida debió de ser muy similar a la adoptada dos siglos más tarde para el frente de la sala capitular de la iglesia colegial de Santa María de Calatayud, cuyas ventanas también son bíforas de arcos túmidos; un rasgo sumamente retardatario, pues la sala se viene fechando, como el conjunto del claustro, entre 1409 y 141210, y que resultaba muy difícil de explicar antes de que se conociese la existencia de posibles precedentes como el que nos ocupa.

La adopción de una tipología y de unas formas marcadamente islámicas pudo obeclecer tanto a la inercia de la tradición constructiva local en una población que no

I

La datación se realiza porque el sistema de bovedillas de medio cañón en iramos escalonados enrpleaclo en las escaleras, el mismo que se emplea en la torre de Belmonte de Calatayud, es el utilizado en el alminar almohade de Cuatrohabitan, en el Aljaraf'e sevillano, que se considera una obra de la primera mitad del siglo XIII (BoRRÁs GUALrs, G. M., Arte mudéjar aragonés,Zaragoza, Caja de Ahorros y Monte Je Pieclad deZaragoza, Aragón y Rioja y Colegio Oficial de Arquitectos Técnicos y Aparejadores de Zaragoza,1985, vol. ll, pp. 69-70). e En efecto, se l.ra llegado a plantear 1a posibilidad de que fuese, en realidad, un alminar levantado, en consecuencia, antes de la conquista de la locaüdad, acaecida en 1 I 20 [SaNllrcuEt- M.qreo, A., Torres tle tscenrlencia islámica en las comarcas de Calatayud y Daroca, Aragón (España). Estructura, decoración y ielaciones con otras torres islámicas de Oriente y Occidente, Calatayud, Centro de Estudios Bilbilitanos, lnstitución "Fernando el Católico" (C.S.I.C.), 1998, pp. 253-268, espec. pp.261-2681. r0 BonnÁs Gu¡r-rs, G. M., "Historia constructiva", en Lo Cole giata de Sonta María de Calutatud, Zaragoza,Vestigium, Universidad deZaragoza, Gobierno de Aragón,2007, pp. 15-'11, espec. pp. l8-23.

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Javier IBÁñEz lrtri.NÁNonz y J.

FERNANDO

ALncRe AnsuÉs

hacía mucho que se había ganado al Islam -la ciudad fue reconquistada por Alfonso 1.720-, como a su asimilación, o incluso a su adopción voluntaria por pafie de los nuevos dominadores cristianos, pero creemos que debe evitarse definir estos vestigios como propiamenle mudéjares, porque el término, en pleno proceso de revisión, y rechazado por buena parte de la historiografía actualrr, no sería aceptable más que en el primero de los supuestos, y sólo por una cuestión estrictamente etimológica, entendiendo que las obras pudieron correr a cargo de profesionales mudéjares, o formados todavía en la tradición constructiva desaruollada en la localidad antes de la reconquista cristianar2. En otro orden de cosas, interesa señalar que todos estos vestigios aparecen macizados por una mampostería de yesones con lipios, fi'agmentos de laclrillo y carbonilla resultado de la cocción del yeso de recibido, clue se enluciría con una fina capa de yeso blanco -que lecibiría una interesante decoración pictórica-, y más tarde, con el revoco homogenizador y el falso despiece de sillar -agramilado- y de ladrillo que todavíapuede contemplarse en amplias zonas del claustro, sobre tocio en los plementos de las bóvedas; una superposición que obedece -y que consigue reflejar con bas-

r el Batallador en

tante precisión- las tres primeras fases constructivas clel complejo,

acluellas

estrictamente medievales. Por otra parte, en los muros Norte y Oeste del actual refectorio han apareciclo los vestigios de un friso de arquillos tras el desaparecido arrocabe y bajo los enlucicios del siglo XVI. La altura que pudieron alcanzar se puede deducir sin dificultaci, ya que se apoyaba sobre una hilada de ladrillo saledizo conservacla en varios puntos, pero la geometría de los arcos ha desaparecido por completo ya que una roza pr-acticada en el siglo XVI interceptó sus arranques en toclo el desan'ollo clel friso. En cualquier caso, la luz de los arcos a la altura de sus riñones sería menor que la existente entre las pilastras o mochetas sobre las que se voltearon, también de ladrillo en saleclizo, lo que constituye un rasgo sumamente revelador de su arcaismo. La huella de esta galería no resulta perceptibre en el flanco oriental, pero debe tenerse en cuenta que este muro se corresponde con la muralla de 1a ciudad, que puclo ser objeto de posibles reformas durante -o después- clelaGtterra cle los dos pedros. Tampoco arroja ningún otro dato el pequeño affanque que se conserva del desaparecido muro meridional, dado que no alcanza la cota del friso. Por otra parte, la estl'uctura del muro occidental. frontero con el claustro, presenta la singularidad de estar construido con machones de ladrillo y plementos de mampostería de yeso, un sistema que no se ha observado en ningún otro punto del claustro. Además, en los dos tramos contiguos situados más al Norte se tendieron arcos

rr

La reacción de la historiografía contra el periclitaclo término mudéjar! aparece perfectamente reflejada en Rulz SouzA, J, C., "Castilla y Al-Andalus. Arquitecturas aljaniiaclas y otros gra.los de asimilación", Antnrio tlel Depttrtamento cle Historiu y teoría del Arte, XVI, Maclricl, Departamento de Historia

yTeoríadelArte,FacultaddeFilosofíayLetras,UniversicladAutónomacleN{aclrict.2004,pp. l7-,13,yen Rutz Souz¡, J. C., "Le style mudéjar en architecture cent cinquante ans aprds", Pers¡tecti,-e,2009,2. paris. A¡mancl Colin, lnstitut Natronal d'Histoire de I'Art, 2009. pp. 2'71-2g6.

r2 Desde ei pr-rnto cie vista etimológico, el térmrno mucléjar deriva del árabe ntuclatl,tut,que signrfica sometido. Con éi se aludía a ios musulmanes que clecidreron mantener su fe en los territorios reconquistrdos al Islanr.

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rebajados de ladrillo que no resultan patentes en su cara externa, hacia el claustro, quizás porque alojaron nichos abiertos únicamente al refectorio, de los que uno de ellos, ei situado más al Norte, sería transfolmado en puerta en el siglo XVI. Sea como fuele, la presencia de un friso de arquillos en una estancia anterior a la reforma de la muralla atribuible a Pedro IY el Cerentoizloso permite intuir que este espacio, quizás el prirner refectorio de la casa, debió de presentar una configuración en planta muy similar al actual. Además, debe tenelse en cuenta que 1as dos piezas descritas en este apartado,la hipotética primera sala capitular, y e1 que posiblemente fuera el primer refectorio de1 complejo, se sitúan al Este y Oeste del claustro, determinando las dimensiones del conjunto primitivo, que ya no se ampliaría en fases posteriores.

IDENTIFICACIÓN DE LAS OBRAS ACOMETIDAS DURANTE LA SEGUNDA FASE CONSTRUCTIVA: LA SEGUNDA SALA CAPITULAR Y LA REDEFINICIÓN OCCIDENTAL EN FÁBRICA DE LADRILLO De la segunda fase constructiva tan sólo se conocían noticias referentes a 1a iglesia, que ya debía de estar en obras para 123913, y ya debía de estar acabada diez años más tarde. Desde iuego, el templo fue consagrado el 11 de noviembre de 1249. Para entonces, ei arzobispo de Tarragona concedió cuarenta días de indulgencia a los fieles que, confesados y comulgados, lo visitaran coincidiendo con dicho aniversariora, y el papa Urbano IV confirmó y amplió los beneficios espirituales a quienes 1o hicieran, además, en la festividad de la Pascua de Resunección o en su octavar-5. Las operaciones llevadas a cabo durante la restauración del claustro han permitido identificar con bastante precisión toda una serie de intervenciones que se habrían desanollado a lo largo de una segunda fase constructiva y resultarían decisivas en su evolución desde e1 punto de vista estilístico. No obstante, resulta bastante difícii precisar si todas estas actuaciones se desarrollaron exactamente en la misma horquilla temporal que señalan los documentos relativos al templo. Sea como fuere, las estructuras de nueva fábrica se levantaron con ladlillo, que quedaría visto, al menos en el ámbito del claustlo, con un gramil en la junta enrasada; una solución que trataría de ocultarse a finales del siglo XIV, cuando las superficies se recubrieron y enlucieron con yeso para desplegar el falso despiece de siilar -agramilado- y de ladrillo que todavía puede contemplarse en la actualidad. pu.u el arzobispo cle Tarragona y los prelaclos sufiagáneos de Zaragoza. Barcelona y "oances, Lérida concedieron treinta días de indulgencia a todos los fieles que visitaran su fábrica en la sem¿ina de

y aplicasen limosnas para su conclusión (clocumento dado a conocel y trrnserito FurNtr, V. oe le, Historia de la sienpre augLtsta...,.?. cll., tomo I, doc. XXXII, p. 372, referenciado en Gucr-r¡,nr N¡v¡nno,A., Catálogo de sellos cle La Seccíón de SigibgraJíu tle I ¡\rclivt¡ Histórito Nacicltol. -* Madrid, 1974, tomo II, n" 1063, y regestado en FusNr¡ Cosos, C. oe r-,t, ''Catálogo de los documentos. . ", op. cit., doc. n' 57, p. 1 12). ra Documento rcl'erenciado en GUcLIERI N¡r',qnno. A., Catúlogo de seLb.v..., op. cit., tor.no II. n" l065,yregestadoenFuEI'¡reCosos,C.oat-,t,"Catálogodeiosdocumentos...",(?.clt.,doc.n"63,p. 11.1. 15 Documento regestado íbitlent, doc. n' 81 , p. I 18. Pascua de Resurrección en

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Javier IsÁñEz FEnNÁN¡¡z ¡, J. FenNenoo ArEcnE A¡euÉs

En cualquiel caso, en este momento también se reutilizaron algunas estructuras preexistentes recurriendo a1 enlucido. En efecto, en este momento debió de macizarse el acceso a la primera sala capituiarr que se recubriría después con un fino enlucido blanco sobre el que se desarrollaría una interesante decoración pictórica de 1a que han podido localizarse importantes vestigios, en concreto, la cabeza de una Virgen coronada que formaría parte de una composición más amplia de la que aún podrían localizarse nuevos restos. El hecho de que las pinturas aparezcan bajo el enlucido y la decoración pictórica que, tal y como ya se ha señalado, pudieron desplegarse a finales de1 siglo XIV, r'endría a demostrar que se realizaÍon con anteriorid¿rd, aunque, tal y como ya se ha señalado, r'esulta bastante difícil precisar si se hicielon en la misma horquilla temporal que señalan 1os documentos relativos al templo, o un poco más tarde. Por último, conviene advertir que en el mismo lienzo, algo más al Sur, también se ha localizado 1a parte superior de un arco mutilado, con los mismos tizones horizontales en la clave que pueden descubrirse en los arcos del frente del claustro y en lapieza que se viene identificando con las caballerizas16. Además, sus ladrillos presentan ia junta enrasada y agramilada. En esta fase constl'nctiva debió de levantarse una nueva sala soble el cielre septentrional del claustro. Sus restos, concentrados en todo este frente, e interpletados hasta el momento como vestigios de la iglesia medieval,rT permiten reconstluirla con bastante precisión, y no parece arriesgado plantear 1a posibilidad de que se tratase de 1a segunda sala capitular de la casa. De hecho, la estancia, estmcturalmente gótica, debía de asemejarse bastante a 1a del monasterio levantado para las monjas de la misma Orden en Zaragoza. Desde luego, se abría al claustro a través de un acceso practicado en este mismo lienzo septentrional, que se destruiría durante las obras de reforzamiento estructural y recalce operadas en el mismo durante los primeros contpases del siglo XV[, y se cubría mediante una bóveda de crucería simpie. Los nervios diagonales arancaban de finas columnillas adosadas. de 1as que se conserva una, la del flanco suroccidental, cuyo capitel resulta muy similar, tanto desde e1 punto de vista tipológico como desde el ornamental, a varios de los capiteles que pueden descubrirse tanto en 1a cocina del Monasterio de Piedra como en la iglesia de San Pedro de los Francos de Calatayud, 1o que, a nuestro juicio, podría servir para situar la construcción de este espacio durante la segundii mitad del siglo XIIIrs. El estado actual de

16 S¡.NlttctttL MATEo, A. y PÉTRIZ Aso, A, L. "Las caballerizas medievales de la Orden del Santo Sepulcro dc Ca)atayuc1", en AcÍcts de las IV Jornudus tLe estutlio La Ortlen tlel Sunto Sepulcro,ZaragozaCalatayud. 24-21 de abril de 2003, Ztttgoza, Centro de Estudios c1e la Orden del Santo Sepulcro, 2004, pp.367 -372: IBÁñEZ FERNÁNDEZ, J. y ALECRE ARBUÉs, J. F., "El Santo Scpulcro de Calatayud. , , " , op. r:it ., pp. 207-208. r7 Las primeras noticias sobre eslos restos en BonnÁs GuALrs, G. M. 1' Lótrz Sarrenono, G.,Guíu de la ciudud nc¡nunte nxil tl¿ Calata.tud,Madrid, Minislerio de Educacrón y Ciencia. Dirección General del Patrimonio Artístico y Cultural, 1975, p. 112, BoRRÁs Gu¡lts, G. M., Arte nruléjar..,, op. clr.. vol. Il, p.114; Sa.Nvrc;uEL MATEo, A., l99l, "El claust¡o clel Santo Sepulcro de Calatayud", en Acl¿ls cle las t Jotnadas cle E.s¡Ltclio La Orclen clel Scn'Lto SepLtlcro, Caiatayud-Zaragoza.2-5 abril 1991, Maciricl,Alpuerto. pp.28).-292, espec. p. 2821 IBÁñEZ FERNÁNDEZ. J. y Ar-scne ARBUÉs. J. F., "El Santo Sepulcro de Crlrlayud...", ',¡. . it.. p. 20-r. l8 La similitud entre todos estos capiteles, y su posible datación, ya sc apuntaba llrld¿r?.

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nuestros conocimientos no permite precisar qué tratamiento pudieron recibit sus lienzos murales en origen, pero conviene advertir que la decoración pictórica que pre-

sentan sus restos en la actualidad debió de aplicarse con posterioridad, ya que obedece al mismo tipo detectado en el claustro, que se viene fechando a finales del siglo XIV. Esta pieza, que se destruiría al construirse la nueva iglesia a comienzos del siglo XVII, debió de levantarse antes de que el claustro adquiriese su configuración actual. Así vendría a demostrarlo el ventanal, situado a eje, sobre el acceso, que quedaría interceptado por el alfarje del claustro alto. En efecto, este ventanal, en cuyas jambas queda la huella de un cierre con celosías de lazo, perdetía su perfil superior, que sería apuntado, y se cegaría para apoyar una de las jácenas del alfarje. Para analizar el tipo de fábrica empleado en la construcción de la estancia ha sido decisivo el vaciado de escombros y la posibilidad de observar el espacio sobre las bóvedas del claustro bajo durante la restauración. Se trata, en efecto, de una obra realizada íntegramente en ladrillo, a diferencia del sector más oriental de este mismo muro septentrional, que se levantaría con una mampostería careada con ladrillo, En esta localización se han encontrado los restos de otra pieza más pequeña y ligeramente más baja, que completaría el flanco septentrional del claustro. El desescombro permitió descubrir una ménsula y el arranque de un nervio diagonal. En este caso, no han aparecido restos de decoración pictórica, aunque sí mechinales que denotan la instalación de un retablo. Además, en este ámbito apareció un fragmento de solado de azulejos de arista, que quizás deba datarse a comienzos del siglo XVI. También pudo levantarse en esta misma fase constructiva la pieza que, tal y como 1'a se ha señalado, se viene identificando con las caballerizasle, aunque ahora nos inclinamos a pensar que cumplió ias funciones de cilla. Sea como fuere, todo indica que no debía de contar con los muros transversales que la dividen en la actualidad pero, por el momento, no ha sido posible profundizar en el análisis de esta pieza, rellena de escombro hasta la mitad de su altura. A ella deben asociarse los pasadizos localizados al Noreste del conjunto, que parecen ceñirla por el Sur y por el Oeste, a una cota compatible, aproximadamente dos metros inferior a la de1 claustro.

IDENTIFICACIÓN DE LAS OBRAS ACOMETIDAS DURANTE LA TERCERA FASE CONSTRUCTIVA: LA CONCLUSIÓN DEL CLAUSTRO El estudio documental también había permitido intuir que los daños que se le jebieron de inflingir

re

a1

conjunto durante la Guerra de los dos Pedros (1356-1369)20,

S¡Nlrrcu¡LMrrEo,A.yPÉrnrzAso,A.I.,"LascaballerizasmedrevaJes...",op.r'lt.,pp.36i-3i2:

-3iñEZ FERNÁNDEZ, J. y ALEcREAnsuÉs, J. F., "El Santo Sepulcro de Calatayud...", op. cit..pp.207-208. l0 El enclave sufrió un duro saque por parte de las tropas castellanas que entraron en Calatayud el -9 de agosto de 1362. La acción fue permitida por PedroI el Cruel,que estaba soliviantado cont¡a la Orclen tor su apoyo al monarca aragonés y su resistencia a entregarle su plaza y castillo de la encomienda de \uévalos (FUENTE. V. DE LA, Historia de la siempre augusta..., op. cit., tomo I, p. 310t BonnÁs Gu.ql-ls, G. M., Arte mudéjar..., op. cit., volr.II, p. 410; S.{NMrcuEL M¡rlo, A., 1991 , "E1 claustro...", op. cit., p. 181).

Javier IsÁñEz FERNÁNDEZ y J. FenN,+Noo ALr,cne ARsuÉs

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debieron de obligal a emprender una nueva fase constructiva que se venía situando entre el 31 de marzo de 1366, fecha en la que los castellanos abandonaron la población2r, y el l3 de febrero de 1386, fecha de la consagración cle tres altares levantados entre sus muros22. Esta horquilla temporal venía a coincidir con la de las obras llevadas a cabo en e1 monasterio de las monjas del Santo sepulcro dezaragoza bajo la dirección de Mahoma Calahoní, aproximadamente, entre 1381 139023, y la similitud de resultados alcanzados en las dos empresas permitió atribuirle ia dirección de las obras desarrolladas en Calatayud2a. Ahora, parece claro que la reconstrucción del conjunto tras los daños sufridos en el curso de la guena con Castilla partiría de una planta ya definida y de unas piezas preexistentes que pudieron conservarse, como la segunda sala capitular y el refectoLos daños dehieron ser muy grandes a tenor de 1o sucedido con su archivo, que estuvo a punto cle perderse para siempre. A este respecto, véase lo señalado cn IgÁñEz IiEnNÁNoez, J. y Alecnn ARBUÉs, J. F.,

"El Santo Sepulcro de Calatayucl..." . op. cit., pp. 199-200. nota n,, l,l. rr FulNtt,V.oeLa,lllsroriatlelasientpre aLLgusta...,op,cü.,tomoI,p.31l,Lapoblaciónrecibiría el títnlo de ciudad poco nás tarde,el27 de abril de ese mismo año. que le fuc sancionaclo y sus privilegios le fueron confirmados el 8 de enero de 1376 (.ibidem,pp. 312 313), 22 Documento referenciado en CABAñIRO SuBrzA, B. y EscntneNo SÁNcuEz, J. C., "Problcmhtrca 1' fuentes de 1a cronología de la arquitectura aragonesa, I 300-1450", Ac¡us tlel III Sinposio Internatit¡nal tle Mudejarisnto. Te¡uel,20-22 de septiembre de 1984. Teruel. Instituto de Estudios Turolenses de la Excma. Diputación Provincial de Teruel adscrito ¿rl Conse.jo Superior de Investigaciones Científlcas, 19E6, pp. 397.114, espec.

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El conventoestabaenplenoprocesocorlstruclivoparael 24clejunrode l38t,cuandofrayMartín de Alpartil, canónigo del Sanlo Sepulcro de Je¡usalén y comendador de rr*rLévalos y Torralba, ordenó s¡s últimas voluntades [documento dado a conocer y trancrito, por error en 1361, en O¡nlozoL¡ y Cn¡4¡uo. C., Monaslerio del Sutto Sepukro de Nuestro Señor Jesncristo dc Zoragozn. Memorias históricas rtJerantes al ntisnut monasterio pertettecienÍe ti ltt Orden ¿lel Sant o Se pulcro, úttico en España . Conliene docunratrtos referelúes á suJuntlttción en el siglo XIV t'dená.s hasto nuesÍros díos,Zaragozt, Mariano Escar. 1908, doc. vl, pp, 23-261 LACARRA Ducrv. M" c., "Tesramento de fray Martín de Alpartil", en Buesa Conde, D. J. y Rico Lacasa, P. J. (comis.), El e.spejo tlt' nuestrtt historitt. La ditícesis de Zuragoza u trtn'és tle los siglos , Zaragoza. Zaragoza Cultr-rrai, Instituto para e1 Estudio y Conservación clel Patrirnonio, I 99 I . pp. 182-183; RtNcÓN,W.yQutNrANILI-,+,E,(comis.), LaOrtlenclel.stuúoSepulcroenEspaña.900años de historiu, Zatagoza, Diputación Provincial de Zaragoza, I 999, n" 122, p. 2081 . De su análisis se clesprende que el religioso deseaba recibir sepultura en 1a recién construida sah capituiiir de la casa, y que tenía un interés especial en que se concluyese la dotación de esle mismo recinto, para el que había encargado la confección de un ¡etablo de pintura al maestro aflncado en Ba¡celona Jaume Ser¡a, así como 1a realiz¿ición de azulejos de Manises para su solado. No obstante, no olvició reserva¡ 1o que pucliera rest¿rr cle sus bienes para la conclusión del claustro, así como para acon'reter difercntes actllaciones en su entorno más inme diato. como la construcción de una bodega, del reléctorio y la cocina, lo quc nos inclina a pensar que, por lo menos, para entonces quedaba por ceÍar su crujía meridional. De cualcluier mane¡a, la obra ya se había concluido para el 1 1 de febrero de 1 390, cuando Franci sco de Aguilón, rector de Longares, extenclió el fin iquito por las obras de la casa, que sería reconocido por la comunidad de religiosas tres años mís tardc, el 3 de febrero
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