Nuevas aportaciones para el estudio de las ermitas del Sur de Tenerife

June 23, 2017 | Autor: M. Hernández Gonz... | Categoría: Arquitectura, Canarias, Arquitectura religiosa, Religiosidad Popular, Historia del Arte en Canarias
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Descripción

II JORNADAS DE HISTORIA DEL

SUR DE TENERIFE

Ayuntamiento de Arona Concejalía de Patrimonio Histórico

II Jornadas de Historia del Sur de Tenerife Candelaria · Arafo · Güímar · Fasnia · Arico Granadilla de Abona · San Miguel de Abona Vilalor · Arona · Adeje · Guía de Isora · Santiago del Teide

II Jornadas de Historia del Sur de Tenerife Candelaria · Arafo · Güímar · Fasnia · Arico Granadilla de Abona · San Miguel de Abona Vilalor · Arona · Adeje · Guía de Isora · Santiago del Teide

Las II Jornadas de Historia del Sur de Tenerife tuvieron lugar en Arona, durante el mes de julio de 2009

D. José Alberto González Reverón Alcalde-Presidente del Ayuntamiento de Arona Dña. Eva Luz Cabrera García Concejal de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Arona Coordinación académica de las jornadas: Dña. Carmen Rosa Pérez Barrios D. Adolfo Arbelo García Dña. Ana María Quesada Acosta D. Víctor O. Martín Martín Coordinación técnica de las jornadas: Dña. Ana Sonia Fernández Alayón

© Concejalía de Patrimonio Histórico. Ayuntamiento de Arona Edición: Llanoazur ediciones. Fotomecánica, maquetación e impresión: Gráicas Sabater ISBN: 978-84-930898-1-8 Depósito Legal: TF-1592-2010

Índice

Carmen Rosa Pérez Barrios. Ponencia marco El trasvase de la propiedad de la tierra como motor de movilidad social. El Sur de Tenerife en la etapa contemporánea

11

Mª Esther Chávez Álvarez, Francisco Pérez Caamaño, Elena Pérez González, Javier Soler Segura y Antonio Tejera Gaspar La valoración de los yacimientos arqueológicos: una herramienta para la gestión del Patrimonio Arqueológico de Guía de Isora (Tenerife)

39

Javier Luis Álvarez Santos Vínculos en el Atlántico: Juan de Vega, señor del ingenio de Güímar

53

Francisco Báez Hernández La organización económica de las bandas del sur de Tenerife a comienzos del siglo XVI: Abona y Adeje, unos términos muy lejanos

69

Adolfo I. Arbelo García Pobreza, aislamiento y conlictividad en el Sur de Tenerife: Guía de Isora en el Antiguo Régimen (SS.XVIII-XIX)

101

Félix Rodríguez Mendoza Aproximación al impacto del fenómeno migratorio a América en el sur de Tenerife durante la segunda mitad del siglo XVIII y XIX

129

Mercedes Chinea Oliva Dolores Melo Aponte: una mujer de Arona durante la II República

147

Yanira Hermida Martín y Carlos Aguiar García Mujeres ante el caciquismo: Consuelo Díaz Pérez y Concepción García Suárez, representantes municipales en el sur de Tenerife durante la II República

155

Carlos Santiago Martín Fernández La geografía del sur de Tenerife, un análisis bibliográico

173

F. Javier Dóniz Páez Distribución espacial, geomorfología y morfometría de los volcanes basálticos monogénicos del sur de Tenerife

209

José Juan Cano Delgado Las antiguas redes de comunicación de la vertiente meridional de Tenerife como factor de desarrollo territorial. El caso de la comarca de Chasna

225

Marcos Brito Aprovechamiento vecinal de la cumbre de Vilalor de Chasna en la década de los años treinta

243

Ramón Hernández Armas Patrimonio y espacio turístico en el sur de Tenerife ¿un matrimonio imposible?

261

Simón Zamora Membrado Testimonios del siglo XX

285

Marta Rodríguez Naveiras Producción escultórica de María Belén Morales en el sur de Tenerife

297

Manuel Jesús Hernández González Nuevas aportaciones para el estudio de las ermitas del sur de Tenerife

313

Carlos Javier Castro Brunetto San Luis rey de Francia versus San Fernando rey de Castilla. Problemas iconográicos a partir de la escultura de Charco del Pino

327

Pablo Jerez Sabater La escultura de San Francisco de Asís de Granadilla y los modelos andaluces del siglo XVIII

339

Gerardo Fuentes Pérez La escultura religiosa en el sur de Tenerife según los dictámenes de La Academia

351

Juan Alejandro Lorenzo Lima Religiosidad ilustrada, arquitectura y culto eucarístico en las parroquias de Tenerife. Un ejemplo en Arona y San Miguel a principios del siglo XIX

373

Carmen Rosa Pérez Barrios De Casa Rectoral a Casa Consistorial. Un proyecto arquitectónico en la vida sociopolítica de Arona

399

Jonás Armas Núñez Arquitectura municipal en Arico en el primer tercio del siglo XX

425

Ana María Quesada Acosta El certamen regional de pintura Arona (…) Dos décadas de historia

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Nuevas aportaciones para el estudio de las ermitas del sur de Tenerife Manuel Jesús Hernández Gonzálezi

Como una aportación más al estudio de las ermitas de Canarias, y más concretamente en el ámbito de estudio establecido por la organización de las II Jornadas de Historia del Sur de Tenerife, presentamos esta comunicación en la que pretendemos profundizar en el devenir histórico y artístico de estas construcciones religiosas, que salpicaban el agreste paisaje sureño y que hoy son sólo ediicios aislados dentro de las agresivas construcciones y las nuevas tramas urbanas, salvando contadas excepciones. La escasa bibliografía existente sobre el fenómeno de las ermitas en el sur de Tenerife1, nos ha llevado a la indagación en las fuentes primarias para sacar a la luz, documentos de interés que queden como avance a la hora de iniciar un estudio más ambicioso y extenso sobre la fundación, construcción y devenir histórico de estos singulares ediicios.

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Licenciado en Historia del Arte.

1 Si analizamos la historiografía sobre las ermitas del Sur de Tenerife, nos encontramos con determinados trabajos que de manera general se acercan a este fenómeno, como la comunicación presentada a las primeras jornadas por el investigador David Corbella Guadalupe, donde establecía una clasiicación tipológica y geográica de la arquitectura de las ermitas en el siglo XVI en la Comarca de Abona.[CORBELLA GUADALUPE, David, “La arquitectura de las ermitas del siglo XVI en la Comarca de Abona”, en I Jornadas de Historia de la Comarca de Abona, Arona, 1999, pp. 331-340] A ello, debemos de unir el trabajo de la catedrática de Historia del Arte, Carmen Fraga González con su estudio de las haciendas de.

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El fenómeno de las ermitas en Canarias debemos asociarlo, en la mayoría de los casos, al fervor religioso imperante en la sociedad isleña del Antiguo Régimen. Una característica bien deinida en una clase social determinada que anhelaba la fundación de un recinto sacro, para la consolidación de su preeminencia social que los diferenciaba del resto de la población. A ello, sumamos la tan recurrida unión entre lo espiritual y lo material, que podemos ejempliicar en la contribución de particulares al sostenimiento del culto divino y su asistencia, no sólo de sus propias familias sino destinada para los vecinos del lugar. Otro factor a tener en cuenta, es la distribución poblacional de las islas en esa época, asentamientos dispersos, en ámbitos rurales alejados de los centros urbanos consolidados, ya sean en haciendas o pequeños pagos, por lo que la construcción de un pequeño recinto sacro en esos ámbitos paliaría esa necesidad pastoral tan demandada por una población mayoritariamente campesina, algo que intentarían solventar los ricos y poderosos propietarios. Pero no podemos obviar otro aspecto a tener en cuenta, no todas estas modestas construcciones se debieron al empeño de familias y particulares. Nos encontraremos con ermitas construidas por la propia colectividad como “acción de gracias” por algún hecho milagroso o simplemente para suplir la necesidad espiritual de la entidad poblacional donde se construye. Nos comenta Antonio Bethencourt en el prólogo del libro de González– Sosa dedicado a la fundación de altares y ermitas en Santa María de Abona y Adeje, también presentado en las pasadas jornadas, y que se ocupaba principalmente en el patrimonio en las ermitas y oratorios de estas haciendas.[FRAGA GONZÁLEZ, Carmen, “Haciendas en las comarcas de Abona y Adeje. Patrimonio artístico”, en I Jornadas de Historia de la Comarca de Abona, Arona, 1999, pp. 311-329.] Sin olvidarnos de trabajos precedentes que fueron ofreciendo una serie de notas históricas sobre estos ediicios. [FRAGA GONZÁLEZ, Carmen, “Aportaciones a la historia artística de la comarca de Abona”, en Anuario del Instituto de Estudios Canarios, La Laguna, v.II, 1982, pp. 139-163; PÉREZ BARRIOS, Carmen Rosa, Noticias históricas acerca de la vida religiosa en Arona (s. XVI-XX), Arona, 1987; FRIAS GARCÍA, María Isabel, Visión histórico-artística de la Villa, Villa de Adeje, 1989] A ellos sumamos, los diversos trabajos monográicos dedicados a la historia de los municipios de esta comarca, en los que se dedican someros capítulos a estos recintos religiosos, señalando en algunos de ellos datos de vital importancia para iniciar su estudio, pero no para profundizar sobre su devenir, sus cultos, sus patronazgos o simplemente su patrimonio mueble. A manera de ejemplo citamos MARTINEZ DE LA PEÑA, Domingo, Historia de Arico, Arico, 1991; AFONSO DÍAZ, Sergio, La historia de Granadilla de Abona, Tenerife, Centro de la Cultura Popular Canaria, 1998; DÍAZ FRIAS, Nelson, La historia de Vilalor de Chasna, Tenerife, Centro de la Cultura Popular Canaria, 2002; CASAS ALONSO, Pedro de las, Introducción a la historia de Adeje, Santa Cruz de Tenerife, 1997; DÍAZ FRIAS, Nelson, La historia de Adeje, Tenerife, Centro de la Cultura Popular Canaria, 1999

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Guía (Gran Canaria)2, que las ermitas debemos de entenderlas como una contribución de particulares al sostenimiento del culto y asistencia espiritual. No podemos, por tanto desligar la fundación de estos ediicios al interés particular de un individuo o familia, que por medio de sus rentas erigen y dotan un recinto, y a su vez instituyen una capellanía para su sostenimiento cultual. Analicemos por tanto, tres ejemplos a tener en cuenta sobre lo dicho, y que nos sirven de sustento tangible de lo expuesto.

La ermita de San Juan Bautista de las Vegas Esta construcción es una de las fundaciones eremíticas más antiguas del sur de Tenerife; su erección se debe al regidor de la isla Juan de Gordejuela Palacios, tal y como él mismo declara en el codicilo otorgado ante el escribano Juan Alonso Romero el 1 de abril de 1622, que a manera literal dice: digo que yo funde en las partes de Abona en mis tierras que dicen de las Vegas una hermita de San Juan Bautista y Nuestra Señora de la Esperanza donde se han celebrado y celebran los oicios divinos por sus días y festividades3. Referencia evidente de un hecho, hasta ahora algo confuso en la historiografía4, y que nos esclarece su fundador y benefactor, ya que dotó a la ermita con dos fanegas de trigo

GONZÁLEZ-SOSA, Pedro, Fundación de las ermitas, capillas y altares de la parroquia de Guía (prólogo de Antonio Bethencourt Massieu), Las Palmas de Gran Canaria, 1994. 3 Archivo Histórico Diocesano de San Cristóbal de La Laguna [AHDSCLL], Fondo Parroquial de San Antonio de Padua, Granadilla, Libro 42, fº 60v. 4 Una de las primeras referencias historiográicas sobre la fundación de este recinto se la debemos al estudio realizado en 1976 por José Siverio sobre los conventos de Los Realejos, quien ya sitúa a Juan de Gordejuela como promotor del mismo [SIVERIO PÉREZ, José, Los conventos del Realejo, Ayuntamiento de Los Realejos, 1976, p. 40], tomando la misma referencia en trabajos sucesivos DIAZ PEREZ, Ana María, “El legado histórico-artístico de Juan de Gordejuela en Tenerife”, VII Coloquio de Historia Canario-Americana (1986), Las Palmas de Gran Canaria, v.II, 1990, pp. 579-599; LÓPEZ PLASENCIA, José Cesáreo, “La pintura al servicio de la perpetuación de la gloria terrenal y exaltación individual: el retrato del capitán, Juan de Gordejuela, regidor de Tenerife”, Revista de Historia Canaria, La Laguna, núm. 188, 2006, pp. 163-180. El desconocimiento de parte del codicilo del regidor, ha planteado ciertas dudas en posteriores trabajos como la posesión privada o pública de la ermita [FRAGA GONZÁLEZ, Carmen, “Haciendas en las comarcas de Abona y Adeje. Patrimonio artístico”, en I Jornadas de Historia de la Comarca de Abona, Arona, 1999, pp. 323-324], y que ahora intentamos aclarar. 2

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para sus reparos y cuatro fanegas para sus culto, dejándole ornamento y calis de plata, además de mantener el derecho de patronazgo para sí y sus herederos, a lo que se suman cien reales más de dotación por el privilegio5. El año exacto de su fundación, debemos de situarlo entre 1567 y 1622, ya que será en la primera de las fechas cuando Juan de Gordejuela obtenga de María Vizcaína las tierras de Las Vegas, a través de escritura de donación6; aunque nos encontramos en este punto con una dicotomía histórica difícil de aclarar, la posesión o no de las tierras por Juan de Gordejuela a través de la donación o por medio del pleito con el Duque de Medina Sidonia, cuestión de dejamos abierta para futuras investigaciones, hecho que nos podría situar la construcción anterior a 15857. Sin entrar en detalles artísticos y arquitectónicos sobre el ediico actual, y que muy bien fue descrito por la doctora Fraga González en su trabajo sobre el patrimonio de las haciendas del sur tinerfeño, nos detenemos en la situación del ediicio y sus bienes en el siglo XIX, época difícil para el estamento eclesiástico y, como podemos comprobar, la ermita de Las Vegas fue una de sus “víctimas”, razón de su vinculación con el convento de agustinas recoletas del Realejo de Abajo, poseedoras del patronazgo de la ermita. La situación por aquellos años era penosa, las leyes desamortizadoras habían empezado a imponerse sobre los bienes eclesiásticos, según evidencia la

AHDSCLL, Fondo Parroquial de San Antonio de Padua, Granadilla, Libro 42, fº 60v. En una referencia posterior, de fecha incierta, localizada en el fondo de Conventos del Archivo Histórico Provincial de Santa Cruz de Tenerife, se anota lo siguiente: Las tierras de las Vegas las tuvo Juan de Gordejuela de Maria Vizcaina viuda de Hernando Guadarteme que escripturo de donación que le hizo en 22 de noviembre de 1567 por ante Juan Vizcaino escribano publico que fue de estos Realexos; y asi que de dicha escriptura consta que toda la tierra que allí la susodicha tenia la dio a Juan Martin de santa Olaya y al dicho Juan de Gordejuela por mitad; lo que toco a dicho Juan Martín la gozan diferentes particulares, que es la que dicen chimiche, y esta asi a la parte del naciente de estas que dicen el tablero de los realexeros, cuya escriptura esta en el libro primero al folio 669. AHPSCT, Conventos 3263, sf. 7 Sobre este aspecto, la Fundación “Casa de Medina Sidonia” tiene publicado en su página web un extenso artículo titulado “El iniel Gordejuela” que irma la difunta duquesa poseedora del título Isabel Álvarez de Toledo y Maura, y que recoge diferentes documentos que abordan este tema, aunque de una manera aleatoria y sin rigor cientíico, realizando interpretaciones sobre documentos y datos sin ser contrastados.www.fcmedinasidonia.com/ web_isabel/1historias/canarias/canarias3.htm. Unos datos que fueron recogidos en el artículo de GUILLEN RODRÍGUEZ, Emiliano, “La ermita de San Juan de las Vegas en el Reyno de Abona data del siglo XVI”, en La Prensa, Editorial El Día, Santa Cruz de Tenerife, 8 de noviembre de 2008, pp.6-7. 5

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visita pastoral efectuada a la ermita en 1836, el propio visitador imputa las circunstancias a la dejadez del monasterio de recoletas del Realejo de Abajo, quienes hacia mucho tiempo que ni las pagaban ni habia quien las cobrara8. Del inventario levantado al efecto, donde se da cuenta de los bienes del recinto, tan sólo queremos reseñar el estado de conservación de los titulares y del ediicio, tal y como se anota de la manera siguiente: las imágenes de la Virgen y de San Juan están muy desvarnizadas y necesitan de composición para exponerlas a la veneración de publico y también tiene necesidad de reparos los tejados y paredes9. Poco más se sabe de cómo se pudo paliar aquella situación, ni tampoco que sucedió con la bella imagen del titular, obra de Martín de Andujar fechada en 163910, en la actualidad se encuentra restaurada. Peor suerte corrió la antigua eigie de la Virgen de la Esperanza, que en fecha incierta sufre una desgraciada intervención, desvirtuando su isonomía y estructura. En lo referido a las tierras de las Vegas, donde se localiza la ermita, al año siguiente de aquella visita, se anunciaba su subasta11, tras múltiples vicisitudes adquiere la mayor parte de los terrenos el vecino de Santa Cruz Agustín Guimerá, quien se convierte en poseedor de parte de la antigua hacienda de Las Vegas.

Ermita de San Isidro en Chuchurumbache La historia de este recinto12, viene asociada a la particular predilección devocional, de la familia Rodríguez del Castillo hacia el santo madrileño,

AHPSCT, Fondo Peraza de Ayala, sig. 17503. Hay copia en el AHDSCLL, Fondo parroquial de San Antonio, Granadilla, Legajo 15, doc.11, sf. 9 AHPSCT, Fondo Peraza de Ayala, sig. 17503. 10 MARTINEZ DE LA PEÑA, Domingo, “El escultor Martín de Andújar y Cantos”, Archivo Español de Arte, Madrid, núm. 135, 1961, pp. 215-240. 11 El Atlante, Santa Cruz de Tenerife, 11 de febrero de 1837, p. 4. Dio noticia DIAZ PEREZ, Ana María, “El legado…..”opus cit, p.596. La inca fue dividida en 88 partes. 12 Ha sido tratada someramente en trabajos del profesor RODRIGUEZ DELGADO, Octavio, “San Isidro: Apuntes para su historia religiosa y festiva (1)”, La Rendija, nº 16: 14, diciembre de 1995-enero de 1996; “San Isidro: Apuntes para su historia religiosa y festiva (2)”. La Rendija, nº 17: 11, abril de 1996; “San Isidro: Apuntes para su historia religiosa y festiva (3)”. La Rendija, nº 18: 7, julio de 1996; “San Isidro: su historia religiosa y festiva (IV)”. La Rendija, nº 19: 10, septiembre de 1996. 8

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canonizado en 1622, y cuya devoción llega a Canarias años después. La primera noticia documental sobre la erección de una ermita en el mencionado pago, viene dada en el testamento otorgado el 30 de diciembre de 1675 por María García del Castillo, donde en una de sus cláusulas reiere al propósito de construir junto con su hermano el licenciado Lucas Rodríguez del Castillo, una ermita para el bien de sus habitadores de dicho pago y servicio de Dios nuestro señor, con la intención de dotarla y fundar allí capellanía, algo que establece que se realice a partes iguales cada uno13. Para ello, establecen el tributo perpetuo de dos fanegas de trigo que le paga Domingo Rodríguez Carnero de una suerte que tienen en el Lomo del medio, y que se han de pagar por el día de San Juan de junio, señalando asimismo treinta y seis reales para la dotación y dejando el sitio para la construcción del recinto, junto al camino Real. El ediicio se construyó después de su muerte, tal y como recoge el documento fechado en 1679 y que irman los hijos herederos de la fundadora, Marcos González del Castillo, Pedro García del Castillo, Mateo González del Castillo y Salvador González del Castillo, y el hermano de ésta, el ya citado Lucas Rodríguez del Castillo. En el documento notarial hicieron señalamiento al cura del lugar, para celebrar en dicha ermita y cantar vísperas, misa y procesión el día del santo, ijando una limosna de veinte y dos reales, además de dotar al recinto, con cincuenta reales de renta. Con este nuevo documento comparecieron ante el obispo Bartolomé García Jiménez, para la concesión de licencia y bendición del ediicio. Notiicación que nunca llegó a realizarse, dados los impedimentos puestos por el beneiciado de la parroquial de San Antonio de Granadilla, Salvador González, que argumentaba la necesidad de ijar una nueva escritura donde estableciese capellanía y sus respectivos tributos. Ante la tesitura los cinco otorgantes, irman otro documento, en los términos consecuentes: fundamos una capellanía y iesta al glorioso San Isidro que se entiende vísperas misa cantada y procesión con responso cantado al in de ella en la dicha nuestra hermita que se ha de servir en cada un año para siempre jamás en la vísperas y día del glorioso San Isidro, y si hubiere obligación dicho día se a de decir el domingo primero siguiente la qual se a de servir con el venerable cura que es o fuere de dicha parroquia de la granadilla que ha de hacer la aplicación de la iesta

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AHDSCLL, Fondo parroquial de San Antonio, Granadilla, Libro 42, fº 70r.

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y misa por la anima de dicha María García y de mi el dicho licenciado Lucas Rodríguez y se a de comenzar a servir el año venidero de mil seiscientos ochenta y uno, y así en adelante para siempre jamás…14

Años después (1695) Lucas Rodríguez funda otra capellanía en la citada ermita donde manda dezir sesenta misas rezadas en cada año en los días de iesta, con la intención que los labradores que asisten en aquel paraje a las labranzas y cosechas gozasen deste alibio que no se queden sin misa, para ello dejaba de bienes vinculados trescientos reales en diferentes tributos pagados por vecinos del lugar y de Vilalor15. Interesante aportación a la vinculación estrecha entre el protectorado que ejerce el santo y los campesinos y agricultores de la comarca sureña, además de aportarnos la preocupación del clérigo ante la falta del servicio eucarístico, ya que estos se desplazaban de los núcleos poblacionales a las tierras costeras para el cuidados de sus tierras, como hemos comentado. Con ello podemos comprobar el protectorado de la ermita por parte de la familia, siendo constante en los años posteriores a su fundación, de ahí que el propio licenciado y presbítero Lucas Rodríguez del Castillo ostente el cargo de mayordomo desde 169116. Sin embargo será durante la centuria siguiente, cuando la mayordomía la comiencen a ostentar miembros de la familia Peraza de Ayala, posiblemente por la relación de ambas familias17. Sobre su arquitectura, nos encontramos con un ediicio de sencillez constructiva, muros de mampuesto, techumbre de madera, fachada con

AHDSCLL, Fondo parroquial de San Antonio, Granadilla, Libro 42, fº 39v. Aunque conocemos la escritura donde se funda la mencionada capellanía, fechada en 30 de noviembre de 1695, los datos aquí vertidos son entresacados de un documento posterior y fechado el 24 de septiembre de 1727. AHDSCLL, Fondo parroquial de San Antonio, Granadilla, sig.217 doc.9. fº 6r. 16 AHDSCLL, Fondo parroquial de San Antonio, Granadilla, Libro 37, fº 74v. 17 Algunos de sus mayordomos fueron Francisco Antonio Peraza de Ayala y del Castillo. [RODRIGUEZ DELGADO, Octavio, “Don Francisco Antonio Peraza y Ayala del Castillo, capitán de Milicias”, El Día (La Prensa del domingo), Santa Cruz de Tenerife, 26 de diciembre de 1993, p.46]; y el sacerdote Juan Pedro Frías y Peraza [RODRIGUEZ DELGADO, Octavio, “Granadilla de Abona y sus personajes: El Bachiller don Juan Pedro de Frías y Peraza (1814-1879)”. La Rendija, nº 5: 30, Granadilla de Abona, agosto-septiembre de 1993]. 14

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puerta adintelada con molduras que remarcan un medio punto falseado y espadaña. En el costado sur se ubica la antigua sacristía, construida entorno a 1739, fecha en la que el visitador da orden al mayordomo para terminarla18. El ediicio y sus bienes, sufren el inevitable paso del tiempo, y desde el siglo XVIII se encontraban algunos de ellos, indecentes, o en la centuria siguiente cuando se da cuenta del mal estado, del ediicio. No sería hasta 1902 cuando se acometiera una restauración integral del mismo, dada su peligro de derrumbe, algo que volvería a repetirse en el año 200019. Destacan entre sus bienes la imagen del patrón, obra anónima del siglo XVII, concretamente cercana al año 1675 (fundación del recinto). La pieza de 115 cm. de altura, nos representa al santo madrileño vestido con los atuendos tradicionales de los labriegos castellanos: chaqueta, calzón corto, polainas y botas. Su rostro se dirige al cielo en actitud orante, con sus manos levantadas como si intentara sosegar al Creador, aunque su posición quiere transmitir algo de movimiento, su remarcado hieratismo nos denota su cronología, sin descartar su posible procedencia de talleres canarios. La escultura la debemos de relacionar con la obra homónima conservada en el templo del Apóstol Santiago de Los Realejos, fechable en la misma época (1676) y entendidas como imágenes mellizas, siendo el único caso localizado en el ámbito artístico canario hasta este momento20. Salidas del mismo taller, nos permiten asociar ambas piezas a un modelo preestablecido, con toda probabilidad transmitido por medio de algún grabado o estampa que había llegado a las islas como difusores del creciente culto al labrador madrileño tras su subida a los altares. Una opinión que puede ratiicarse indirectamente con la hechura de la talla homónima de la ermita de Santiago en la villa de Valverde en la isla de El Hierro, realizada en el siglo XVIII y que mantiene el mismo esquema21.

AHDSCLL, Fondo parroquial de San Antonio, Granadilla, Libro 37, fº 218v. GONZÁLEZ ALONSO, Lucy, De Chuchurumbache a San Isidro, Granadilla de Abona, 2007, pp. 27-42. En esta publicación la autora da a conocer una serie de datos que nos permiten profundizar, más si cabe, sobre la historia del lugar y del recinto sacro. 20 HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, Manuel Jesús, “San Isidro Labrador”, en Roque de Montpellier. Iconografía de los santos protectores de la peste en Canarias, Garachico, 2006, pp. 256-258.; MESA MÁRTIN, José María, Los Realejos y los hitos devocionales de sus Fiestas de Mayo, Los Realejos, 2008, pp. 42-43. 21 ÁVILA, Ana, Lo Humano y lo Sacro en la isla del Hierro, Santa Cruz de Tenerife, 1998, p.246-247. 18

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Ermita de San Bartolomé Apóstol en el Río de Arico La necesidad espiritual de una colectividad, fue el principal motivo que animó a los vecinos del Río de Arico para la fundación de un recinto sacro en 167422. Bajo escritura pública tomaron el acuerdo de dedicar una ermita al apóstol San Bartolomé, dotándola con cuatro fanegas de trigo para sus reparos. Al año siguiente se consiguió licencia por parte del obispo Bartolomé García Jiménez para bendecir una hermita en el lugar del Arico que lo cita en el termino del río a la advocación de San Bartolomé con la que presente acabada y perfecta que tenga todos lo ornamentos de caliz y ara para celebrar y se aprobaron las dos escripturas de las iesta de dos fanegas de trigo y la libra de cera y asimismo la dotación de quatro fanegas de trigo para los reparos de dicha hermita23. Como dato a tener en cuenta, son los propios vecinos los que de mancomún acuerdo establecen participar en el tributo de trigo para la fábrica de la ermita, caso inusual en fundaciones coetáneas. De aquella primitiva construcción poco queda, las sucesivas obras en los siglos XVIII, XIX y XX, ha desvirtuado su isonomía original, con añadidos nefastos como la torre campanario levantada en 193224. Entre sus bienes destaca la imagen de San Bartolomé, obra de Domingo de Campos, imaginero activo en la segunda mitad del siglo XVII. La escultura, de marcado arcaísmo, ha sufrido diversas intervenciones a lo largo del tiempo, la más antigua la efectuada en 1731, según las cuentas de mayordomía25, y la última la realizada en la década de los años noventa del siglo XX por Ezequiel de León. Pero la riqueza de otros tiempos fue en decadencia durante el siglo XIX, sobretodo con los achaques legislativos de la desamortización, así vemos como en 1866 se subastan diferentes pedazos de tierras propiedad de la

MARTÍNEZ DE LA PEÑA, Domingo, Historia de Arico, Arico, 1991, p.266. AHDSCLL, Fondo parroquia de Nuestra Señora de la Concepción (La Laguna), Fondo obispo Bartolomé García Jiménez. Libro 3, fº 101v. 24 La obra se incluyó dentro de un plan de mejora realizado por los vecinos, donde se incluía la plaza y el entorno del templo. HOY, Santa Cruz de Tenerife, 17 de agosto de 1932, p. 2. 25 AHDSCLL, Fondo parroquia San Juan Bautista de Arico, Libro 35, fº 23v. 22

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ermita, así como media dula de agua de riego26, posiblemente posesiones donadas a la fábrica por mandas testamentarias o tributos de capellanías. Pero no podemos decir lo mismo de las celebraciones festivas en honor al patrón del templo, las iestas cobraron especial auge en el siglo XX, de ahí que tengamos el relato de los regocijos populares y cultos religiosos celebrados en el lugar en 1910, por medio de una crónica periodística que invitamos a leer27. Asimismo durante esos años se acontecía la festividad de Nuestra Señora de la O en el mes de mayo28. Como hemos podido comprobar, la historia de las ermitas del sur de Tenerife en particular, pero de Canarias en general, se encuentra por investigar. Retomamos las palabras de Antonio Bethencourt Massieu en el prólogo del libro de Pedro González Sosa donde hacía una relexión sobre el inusitado interés y la urgente necesidad de abordar un estudio sobre las ermitas en Canarias, investigando las más de trescientas cincuenta que se dispersan por las islas. Concluyo con el agradecimiento a cada uno de los párrocos, encargados y mayordomos de las ermitas en estudio, por su atenta colaboración, a la organización de estas II Jornadas por su atención, a mi director de doctorado el Dr. Gerardo Fuentes Pérez por su siempre inestimable apoyo, y a la Dra. Ana María Quesada Acosta, coordinadora de la sección de arte de estas Jornadas, y al historiador Carlos Rodríguez Morales por su orientación y consejos.

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EL PAIS, Santa Cruz de Tenerife, 2 de febrero de 1866, p.1. EL TIEMPO, Santa Cruz de Tenerife, 31 de agosto de 1910, p.1. GACETA DE TENERIFE, Santa Cruz de Tenerife, 2 de junio de 1927,p. 1.

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San Juan Bautista, Martín de Andújar, 1639. (Fotografía Manuel Jesús Hernández)

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Trono procesional e imagen de Nuestra Señora de la O, antes de la intervención. Anónimo canario, siglo XVII. (Archivo de Dña. María Nieves Casañas Campos)

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San Isidro Labrador, anónimo canario, c. 1675 (Fotografía Fernando Cova del Pino)

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