Notas sobre la Política económica 2006-2012

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Descripción

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Managing Bank Assets and Liabilities, Strategies for Risk Control and Profit; Dow Jones-Irwin Illinois 1983.
LXI Legislatura, Ediciones de la Cámara de diputados, Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias. Febrero de 2011. México D.F.
Véase Milton Friedman, Monetary Policy; theory and practice. Journal of Money, Credit and Banking 14 February 1982. P. 118.
Encyclopedia of Banking and Finance, by Glenn F. Munn, New York The Bankers Publishing Company, 1927.
Obra citada, Edición conmemorativa del Fondo de Cultura Económica y el Banco de México. Manuel Cavazos Lerma. Pág. 67.
Emilio Sánchez Santiago. La razón.com.mx 25 de nov de 2010.
Dinero plástico. Por Juan Ramón Jiménez de León. Académico de la UNAM y Premio Nacional de Periodismo

Notas sobre la política económica, balance y propuesta 2006-2012.

Mario Rechy, jun-agosto de 2012.

Termina un sexenio y resulta indispensable hacer un balance. Y el balance no puede dar pie ni a una celebración incondicional, ni a una condena absoluta. Tiene que mostrar qué aspectos del desempeño económico representan hoy, a seis años y doce años, una superación de los problemas que venía arrastrando la economía; al mismo tiempo que se identifique qué problemas no fueron resueltos; y a veces ni siquiera considerados.
Adicionalmente, procede también mostrar qué aspectos de los indicadores económicos cambiaron su comportamiento, para mejorar o para empeorar, las condiciones de vida de la población en general, y de la población segmentada o analizada por estratos sociales o actividad económica que realizan.
La intención es única: identificar las causas o razones que permitieron una mejora, e identificar las causas y razones que agravaron los aspectos negativos. Las causas son objetivas, las "razones" son producto de la voluntad, de la posición política y no menos de las ideologías.
Con la identificación de las causas procederemos entonces a plantear nuestras hipótesis sobre cómo se podrían superar esos obstáculos. Decimos hipótesis porque frente a cada problema o carencia existen varias propuestas, la nuestra es una de ellas. Con un signo o carácter muy específico: aspira a ser la propuesta que se hace desde el sector social. Las otras propuestas, o mejor dicho las principales propuestas distintas a las nuestras serán objeto de análisis, no solo en cuanto a sus impactos, sino también tratando de desentrañar la ideología detrás de sus "razones".
El conjunto de medidas y acciones económicas que adopta una administración de gobierno se denomina política económica. Y en la política económica existen aspectos generales y de largo plazo, así como aspectos particulares, definidos por sectores económicos o por su incidencia en ramas de la actividad económica.
Cada aspecto particular impacta desde luego en la política que en su conjunto se mantiene. Y la política macro, o que cuida los aspectos normativos generales, representa el contexto y los límites para las políticas particulares o que se aplican por actividades de la economía. De tal manera que analizaremos entonces los aspectos macro, veremos sus orígenes e implicaciones, y analizaremos luego lo que representan como límite o frontera tanto para decisiones generales como para ramas económicas. Procederemos después a caracterizar las carencias y necesidades de la población, compararemos los aspectos generales de los principales diagnósticos que se han formulado frente a esas carencias o problemas, precisando sus aspectos por rama de la economía, y los confrontaremos con las políticas aplicadas.
Haremos finalmente una propuesta de política económica general y un desglose de los aspectos de política económica por ramas de la actividad, para que se reoriente esta política en función de las necesidades. Esa parte final constituye, de hecho, la propuesta para un nuevo modelo de desarrollo.

1 Visión panorámica
Vivimos en un país en el que la tasa de crecimiento económico promedio no ha llegado a 4% hace muchos años. Hoy sin embargo ese indicador es motivo de orgullo y satisfacción para la administración que concluye, pues se dice que es más alto que el de la mayoría de las economías. El que se cite y celebre ese índice de crecimiento nos revela muchas cosas. En primer lugar, que hace mucho que quienes miden el desempeño económico, e indirectamente la efectividad de la política económica, observan como eje un indicador que desde una perspectiva histórica está lejos de ser determinante. Quienes miden el desempeño general por la tasa o índice de crecimiento piensan que crecer es el principio de todo.
También están los que sostienen que crecer, aunque sea tan poco, representa un gran logro en medio de la crisis general de la economía de occidente. Esta perspectiva merece ser analizada en esta parte introductoria, pues representa la visión optimista sobre un conjunto de indicadores que nosotros juzgamos lamentable.
El mejor resumen de esta visión de La Vida es Bella, como la calificaríamos nosotros, la publicó un comentarista de nombre Federico Reyes Heroles en el diario Reforma de la capital del país el 19 de junio de este 2012. Ahí nos dice el articulista:
"Aquí estamos después de una crisis económica sólo comparable con la del 29 -aunque hay quien afirma que la del 2008 fue peor- con un crecimiento económico, alrededor de 3.5%, lejano a lo deseable pero que tampoco puede caer en el desprecio, con un monto de reservas que jamás soñamos, con una fluctuación que ya no repercute directamente en la inflación y que ya no provoca traumas nacionales. De los países de la OCDE en este año sólo Chile nos supera en crecimiento. Los pronósticos de inflación tanto para este año como para el 2013 son benignos, 3%, y el crecimiento en el (año) 13 podría incrementarse un poco, 3.8%, según la SHCP.
"Detrás de esa historia de tranquilidad está la auténtica independencia del Banco Central impulsada por Pedro Aspe durante la gestión del innombrable Salinas de Gortari. También está la flotación del peso -logro de Zedillo- que se consiguió después de la traumática crisis del 94-95 y por supuesto una larga lucha contra el déficit fiscal que en el fondo fue un cambio de cultura económica. Recordemos los años en que un mayor déficit era expresión de una política económica "progresista". El Estado obeso fue puesto a régimen y aunque el gasto burocrático sigue siendo el mayor de la OCDE y todavía hay mucha tela de dónde cortar, hoy el crecimiento ya no depende del Estado y los análisis muestran que el paciente está en mejores condiciones. Mientras en los países europeos la deuda pública es de tres dígitos -el promedio de la OCDE es de 107%- en México asciende al 35%. Mientras la eurozona decrece nosotros crecemos. No está mal.
"De los 34 países de la OCDE México es el séptimo con menor desempleo. Y aunque esto se explica en parte por la informalidad -alrededor del 30% del total del PIB- ella ha operado como una eficiente válvula de escape. Otra cosa es la ilegalidad que debe ser combatida frontalmente. "Nuestro Índice de Desarrollo Humano supera al de los famosos BRIC's. La pobreza alimentaria, la más grave de todas, se disparó después de la crisis del 2008, hoy desciende y podría ser de un dígito en la próxima gestión. La mayoría de los mexicanos ve bien el comercio internacional -casi el 60%- y el intercambio comercial con Estados Unidos rebasa los 600 mil mdd. Tampoco está mal. El costo de la manufactura mexicana regresó a niveles atractivos…
"México ocupa el lugar número 30 en competitividad industrial. Por supuesto que debemos mejorar pues China está en el quinto lugar con casi el doble, pero la ruta es correcta. Hay ramas como la automotora en la cual México ocupa el octavo lugar habiendo desbancado a Canadá, Francia y España. La semana pasada Embraer, la compañía brasileña que produce o ensambla aviones, anunció el posible establecimiento de una planta en el Bajío (región en el centro del país). Querétaro se perfila como un cluster muy atractivo en esa área. México produciendo aviones, podría ser, ya lo es parcialmente. En México se gradúan más ingenieros que en Alemania, Brasil o España. Nuestra participación en el mercado mundial asciende a 1.42%; es cierto Brasil e India nos superan por poco (1.66 y 1.69) pero ellos tienen respectivamente 80 y 1050 millones más de habitantes. Sea como sea México es la onceava nación más poblada y nuestra economía ocupa ya el lugar 14 de casi 200." Hasta aquí Federico.
Enumeremos ahora los logros que él cita: 1. Crecimiento económico, aunque modesto, cuando otros experimentan decremento. 2. Monto de reservas nunca soñado. 3. Fluctuaciones de la moneda que no impactan en la inflación. 4. Inflación controlada en un dígito. 5. Independencia salinista del Banco Central. 6. Régimen zedillista de flotación del peso. 7. Férreo control del déficit fiscal. 8. Cambio de cultura económica que ha permitido reducir al Estado. 9. Reducción del gasto burocrático, aunque todavía insuficiente. 10. Crecimiento que no depende del Estado. 11. Deuda pública de dos dígitos (37% del PIB), mientras en la OCDE promedia 107%. 12. Séptimo lugar en desempleo. 13. Informalidad de sólo 30% del PIB, pero aprovechando esa eficiente válvula de escape. 14. Índice de desarrollo humano superior al de los países del BRIC (En economía internacional, se emplea la sigla BRIC para referirse conjuntamente a Brasil, Rusia, India y China). 15. Pobreza alimentaria en descenso. 16. Simpatía de más de la mitad de la población por el comercio internacional, en el que nuestro intercambio con Estados Unidos suma más de 600 mil millones de dólares. 16. Lugar número 30 en competitividad industrial. 17. Octavo lugar en competitividad automotriz. 18. Graduación anual de más ingenieros que en España, Alemania o Brasil. 19. Lugar número once en número de habitantes. Y 20. Lugar número catorce en la economía de doscientas naciones según tamaño del PIB.
Interpretemos estos indicadores sin afán de desmentirlos:
Lo primero a decir es que no pueden enumerarse virtudes fuera de contexto. Si México hoy aparenta un mejor desempeño bancario, tiene un mayor volumen de reservas, y la fluctuación de su moneda no impacta a la inflación, tras haber otorgado al Banco central la independencia, es porque aquí la crisis bancaria ocurrió bastantes años antes que en Europa y Estados Unidos, y todo eso ya ocurrió antes. Y porque de hecho la crisis mexicana, que se conoció como el efecto tequila, fue un antecedente de la crisis global de hoy, y obligó al gobierno mexicano a tomar medidas que le permitieran reorientar su política económica en la dirección que hoy le parece a Federico mejor que la que existe en el resto de los países occidentales. Medidas que hoy defienden las autoridades de la Comunidad Económica Europea y que pretenden que Grecia adopte, pues en efecto han conducido al control de las variables, pero sin desarrollo, o dicho de manera más explícita, sin que los índices de bienestar mejoren. Pero la evolución de esta crisis financiera, que comenzó desde hace décadas con la caída de las tasas de interés y la búsqueda frenética del capital por mantener sus altas tasas de utilidad, no puede llevarnos a hacer apología de una política económica que ha conseguido relativa estabilidad como la descrita en esta vida es bella, a costa de haber desnacionalizado la banca, o provocado que el ahorro o utilidades de esa banca se vaya o se fugue a sus matrices, sin impactar el desarrollo nacional. No podemos celebrar que las fluctuaciones de la moneda tengan bajo impacto en la convertibilidad, cuando el mecanismo para lograrlo sea la subasta de dólares a los especuladores, ni podemos orgullecernos del monto de reservas cuando ese monto tiene como funciones principales ser garantía de las subastas para dar tranquilidad a los sacadólares, garantizar las importaciones que desplazan la producción nacional, y permitir el sistema de los capitales golondrinos que pueden entrar y salir del país sin riesgo alguno; y cuando además en ningún momento inciden o contribuyen al fomento de la economía, a la inversión productiva o a mejorar los índices de desarrollo. No podemos extrapolar los hechos llevados de una simpatía ideológica por el modelo norteamericano, sin hacer un esfuerzo por ver el conjunto y el balance. Que la estabilidad de las variables macro es un logro resulta necesario reconocerlo. Pero que eso sea algo digno de celebrarse, es cuando menos una posición conformista, por no llamarla mediocre, pues lo que deberíamos buscar es algo más que la estabilidad.
Hasta el PRI, que indirectamente celebra Federico como el autor de esas medidas correctivas, las ve hoy como encomiables virtudes pero insuficientes. En la Revista Confluencia, de ese partido, correspondiente al número de enero-marzo de este año de 2012, dice el recalcitrante priísta Rogelio Montemayor Seguy, que no basta la estabilidad macroeconómica para dinamizar nuestro desarrollo. Citemos a Montemayor: "debemos reconocer que la estabilidad económica, siendo deseable y necesaria, no es suficiente. Nuestra historia económica reciente lo muestra. Después de más de 15 años de estabilidad los resultados en términos de empleo, crecimiento económico, reducción de la pobreza y de la desigualdad, son desalentadores… Tasas de 3 o 4% no son suficientes: un desempeño económico a este ritmo implica que no se generen los empleos que demandan los jóvenes que anualmente se incorporan a la fuerza de trabajo… Significa también no romper el círculo perverso de no crecimiento que produce más pobreza, lo cual a su vez limita el potencial de crecimiento de la economía nacional… Las enormes desigualdades entre personas, grupos y regiones hacen imprescindible que a la par de crecimiento y estabilidad, deliberadamente propongamos reducirlas de manera sostenida… Del exterior caracterizado, como ya se apuntó por incertidumbre, inestabilidad financiera y débil crecimiento de las economías más desarrolladas, poco podemos esperar… El fortalecimiento del mercado interno requiere mayor igualdad para incorporar a la mitad de la población que ahora sólo participa de manera marginal y desventajosa en el desarrollo…" Hasta aquí Montemayor (págs.20, 21).
Si además de decir que celebramos el control de las variables, se dijera, por ejemplo, que al mismo tiempo la pobreza ha aumentado, la canasta básica se ha duplicado en su precio, la dependencia de las importaciones para la satisfacción de las necesidades básicas es mayor y, sobre todo, que el empleo formal neto sigue cayendo, y la economía se sostiene por una mitad informal, además de por las redes familiares de solidaridad y la ayuda que se brinda la población entre sí, podríamos decir que nos aproximamos a un diagnóstico más objetivo. Como veremos en las páginas siguientes. Pero no es el caso ni de los comentaristas como Reyes Heroles, ni de los políticos oficiales, que quisieran tener su estrellita en la frente, aunque sea a costa de mentiras.

Pero volvamos a Montemayor, para agregar que mientras Federico celebra que una parte importante de la población vea todavía como esperanza el comercio externo, los que lo instrumentaron como estrategia de crecimiento ya se dieron cuenta que poco puede ofrecernos. Mientras Federico celebra la competitividad buscada en el mercado externo, los priístas menos cerrados entienden que esa competitividad y sus respectivas exportaciones no podrían ofrecer una tasa de crecimiento mayor a la que ya tenemos. Mientras Federico subestima la economía informal en un treinta por ciento, y juzga bueno su papel como válvula de escape, hasta los priístas confirman que llega al cincuenta por ciento de la población activa y que más que una válvula de escape debe ser vista como mecanismo de exclusión de la población de las ventajas del desarrollo.
Pero en términos generales, el defender los magros indicadores de un desempeño económico como el que tenemos, sin reparar en temas como el empleo, la distribución del ingreso, la autosuficiencia alimentaria, la terrible dependencia hacia Estados Unidos, muestran que no se comprende que el mundo entero se está jugando el futuro, que la batalla universal es contra el neoliberalismo que ha destruido la economía mundial y no solo la nuestra; que ha producido guerras aquí y en muchos otros puntos del planeta por intereses mezquinos; que mantiene el hambre de grandes segmentos de la población, y que condena a la pobreza a una amplia mayoría. Federico no lo entiende. O no lo reconoce. Y se suma implícitamente a los que defienden el castigo contra Grecia, y se suma a los que se parapetan en la política del control de las variables macroeconómicas, y que no pueden cuestionar la política económica actual.
En el otro lado, o en la posición en la que nos inconformamos, están los países de América Latina que han decidido probar otra ruta hacia el desarrollo, está Francia, que le ha dicho hasta aquí al régimen de Sarkozy, y están en México quienes quieren un verdadero cambio de política económica.


2 Crecer
Crecer puede ser positivo. Y generalmente lo es. Pero crecer al mismo tiempo que el desempleo aumenta y el número de pobres se mantiene o se incrementa, no es positivo. Y no lo es porque lo que revela esa compañía o simultaneidad de indicadores cambia el signo del crecimiento. Cuando se crece con distribución del ingreso el crecimiento puede ser confirmado como base del desarrollo. Pero cuando el índice de crecimiento aumenta al mismo tiempo que el desempleo permanente, junto con la disparidad en el ingreso, ello quiere decir que se está impulsando la acentuación de una economía injusta, que favorece a unos pocos y que perjudica a los más. Porque en efecto, las cifras macro nos dicen que el valor del Producto Nacional se ha incrementado, pero sin que ese valor se haya repartido mejor. En este texto no pretendemos, como la mayoría de los comentaristas, defender a alguien o un modelo. Sólo confrontar la política con los indicadores económicos. Pero con los que sí reflejen la situación general prevaleciente.



Hoy, a la mitad de un año electoral, y al final de un sexenio, se festina la tasa de crecimiento. Nuestra autoridad insiste en que este año creceremos al cuatro por ciento. Es decir, a una tasa muy parecida a la que, en promedio, hemos crecido en probablemente los últimos quince años.
También se celebra el número de empleos generados, cuando el indicador es el número de afiliados al Sistema de Seguridad Social, pues sin duda resulta el registro de los afiliados al IMSS un reflejo exacto de los que adquieren un empleo estable. Pero ese dato resulta muy cuestionable, y más bien falso, cuando los números absolutos se convierten en un retroceso al plantearse en números relativos, o cuando se obtiene la diferencia entre el número de nuevos afiliados y el número de los que quedaron cesantes.
El presidente Felipe Calderón ha intentado mantener una imagen triunfal. Y justo en el mes último antes de las elecciones se atrevió a asegurar que su gobierno generó más empleos que el gobierno de su antecesor, y que ha sido más eficiente que varios gobiernos anteriores. Sin embargo el que se trate de la palabra del ejecutivo no la hace verdad. Y más bien lo muestra como alguien irresponsable, pues en su afán por insistir en su buen desempeño ha generado una dinámica de falsificación de cifras y de manejo amañado de la estadística.
Su personal, en lugar de aconsejarle la serena y objetiva difusión de datos reales, le ha acomodado los números para que pueda sostener cualquier cosa.
Por ejemplo

Lo que interesa, en sentido estricto, no es el número de los nuevos afiliados al IMSS, sino el número total de personas que han obtenido trabajo estable decente, o los que han podido también generar su propio empleo. Y este dato no se puede rastrear por registros del IMSS. Pero también resulta indispensable mencionar que la otra fuente de referencia para insistir en que el empleo ha aumentado es la encuesta del INEGI. En ella se toma una muestra aleatoria a población abierta. Sin embargo las preguntas que aplica la encuesta no incluyen la siguiente: "¿necesitas empleo?", sino esta otra "¿has buscado empleo en los últimos treinta días?", cuando los desempleados pueden tener esa condición cesante desde hace años, y por lo tanto pueden haber dejado de buscar un trabajo remunerado desde hace muchos más que treinta días.
Por todo esto, es decir por haber perdido el interés en un diagnóstico verdadero, la política económica ha cambiado también de significado y de signo.
Originalmente se la concebía como el resultado de una identificación de las necesidades de la población y de los recursos de la economía para que pudiera formularse una estrategia de desarrollo. Y el desarrollo se había conceptuado como "el continuo mejoramiento en las condiciones de vida y convivencia".

Hoy, en cambio, la política económica parece haberse convertido en la explicación de por qué es indispensable mantener bajo control lo que se denominan las variables macroeconómicas. Pues se supone y se postula que ese control es la base del crecimiento, que a su vez, debe conducirnos a la prosperidad. Y con tal de mantener el control sobre las variables para mostrar una tasa de crecimiento, lo demás es despreciado y deformado.

3 Conviene entonces empezar por el análisis de las llamadas variables macroeconómicas
El director del Banco de México, se refería a este aspecto central apenas el 12 de mayo del presente año, en la reunión Número 75 de la Convención Nacional Bancaria, en los términos siguientes: "Primero.- Tenemos una inflación baja y estable. En los últimos 16 meses sólo en una ocasión la inflación ha superado el límite superior del intervalo de variabilidad establecido por el Banco de México de más o menos un punto porcentual alrededor del objetivo de 3 por ciento; ese mes fue enero pasado con una medición anual de 4.05 por ciento, y como todos hemos podido comprobar esa desviación respondió a variaciones temporales en precios relativos a algunos bienes y servicios.
"Recordemos que la inflación correspondiente a abril pasado fue de sólo 3.41 por ciento. El mantenimiento de una inflación baja y estable ha beneficiado a toda la población, no sólo porque se ha minimizado la incidencia del impuesto más regresivo que existe, sino también porque nos ha permitido gozar de tasas de interés a niveles históricamente bajos a todos los plazos.
"Segundo.- El régimen cambiario de libre flotación ha mostrado su idoneidad para absorber choques externos sin que las episódicas depreciaciones por turbulencias en los mercados internacionales hayan generado consecuencias inflacionarias perdurables.
"Esto se debe a que a través de los años las anclas nominales en la economía mexicana se han fortalecido, gracias a la credibilidad tanto de la política monetaria, como de la fiscal.
"A su vez, la posibilidad de que el tipo de cambio real se ajuste sin mayores repercusiones inflacionarias permite que la actividad económica en el país responda rápidamente ante choques externos mediante mayores exportaciones.
"Este mecanismo de ajuste es muy similar al que gozan economías avanzadas, estables y abiertas, como Canadá y Australia, y al cual nosotros no podíamos aspirar en el pasado.
"Tercero.- Contamos hoy con un nivel récord de reservas internacionales. Esto mantiene y acrecienta la confianza en el valor de la moneda nacional, lo cual facilita el acceso del gobierno y de las empresas a los mercados financieros internacionales en condiciones favorables y es también un factor adicional de confianza para la atracción de inversiones externas.
"Cuarto.- A lo largo de esta prolongada crisis global nuestro sistema financiero se ha mantenido saludable y notablemente sólido. La Banca Mexicana tiene una capitalización que es elevada comparada con cualquier otro sistema bancario y seremos uno de los primeros países en satisfacer los requisitos más exigentes en materia prudencial plasmados en los principios de Basilea-III.
"Esto hace de México uno de los pocos países del G-20, cuyo sistema financiero esté en clara capacidad de impulsar al crecimiento económico.
"Quinto.- Se ha mantenido una férrea disciplina fiscal, como ya lo atestiguó el señor Secretario de Hacienda, lo que ha permitido sostener una razón de deuda Producto Interno Bruto, que equivale aproximadamente a un tercio de los niveles que presentan varios países avanzados y que han sido fuente de los graves problemas que mantiene en crisis a dichas naciones.
"Por sí mismo todos estos resultados son meritorios, pero al final del día no son el objetivo último que perseguimos como país, sino sólo son los pasos intermedios y necesarios para lograr metas más elevadas, como son un crecimiento económico más acelerado y sostenido, y una generación de empleos cada vez más acorde con las grandes necesidades del país.
"En este sentido, y abundando con la evidencia presentada por el Secretario de Hacienda, cabe recalcar que inmediatamente después de la etapa más álgida de la crisis global, en 2010 el PIB en México creció 5.5 por ciento real, el año siguiente el crecimiento fue de 3.9 por ciento y las más recientes estimaciones para 2012, arrojan una cifra ligeramente inferior a 4 por ciento.
"No es ocioso advertir que este crecimiento por tres años consecutivos, es algo notable en el actual contexto mundial, caracterizado por crisis y recesión." Hasta aquí Carstens.
No vamos a negar los aspectos positivos de ese diagnóstico. Pero resulta indispensable acotar sus alcances y mostrar sus límites.
Enumeremos las variables: 1.control de la inflación; 2.libre flotación de la moneda; 3.alto nivel de reservas internacionales; 4.capitalización de la banca manteniendo suficientes reservas prudenciales; y 5. férrea disciplina fiscal. manteniendo una baja proporción de deuda respecto al Producto interno.
Todo esto, reconoce el mismo Carstens, "no basta", pues según sus palabras solo son los pasos intermedios necesarios para lograr metas más altas, como el mayor crecimiento y una mayor generación de empleos. Pero antes de verificar si esas variables impactan o nos acercan a esas metas más altas, analicemos cada una de las variables, y veamos su impacto en la ruta del crecimiento.

4 El control de la inflación
El 19 de junio, a diez días de las elecciones, se anunció en la prensa: "El Banco de México retiró 4 mil 319 millones de pesos del dinero en circulación la primera semana de junio, al entrar en la fase final la contienda electoral. Esto, afirmó, es congruente con el ciclo y la estacionalidad de la demanda por base monetaria, considerando la intensificación de las campañas. Con esta reducción en el monto de billetes y monedas en circulación, la cifra alcanzada por la base monetaria al 8 de junio significó una disminución de 22 mil 747 millones de pesos en el transcurso de 2012."
Esta concepción sobre el control de la inflación, que durante el periodo del presidente Vicente Fox se llegó a aplicar de manera tajante, repetida y ajena por completo a toda política de inversión, ha contrastado con la política que en otras épocas canalizaba el dinero a la inversión productiva y la infraestructura. Pues se tenía la idea de que la inversión generaba riqueza, y la riqueza podía ser distribuida entre personas empleadas.
Hoy, el capital en circulación, parece en cambio una simple suma de dinero que por sus dimensiones es vista como una amenaza que puede demandar bienes, y que por su cuantía o volumen puede provocar aumento de precios.
Este mecanismo de control de la inflación sin embargo, con todo y que Carstens nos dé cifras, parece haber sido completamente inútil si lo que consideramos no son los agregados económicos, sino los bienes de consumo básico. Por ejemplo, en Internet ha circulado el siguiente cuadro elaborado con fuentes oficiales:


Existen entonces formas y formas de calcular la inflación. Y decir que la inflación ha sido de un solo dígito no es falso si se considera el promedio total. Pero decir que la inflación no ha impactado sensiblemente la economía popular sí es falso. Porque si en el cálculo de la inflación se incluyen todos los bienes, el promedio puede ser muy bajo; pero si solamente se consideran los precios de los bienes básicos, el impacto puede ser muy diferente y mayor a un dígito. Y tal es el punto de vista de la Universidad Nacional. Veamos: "En lo que va del sexenio de Felipe Calderón el salario real de los trabajadores mexicanos ha registrado una pérdida de poder adquisitivo de 42 por ciento, revela un estudio del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la UNAM. Lo anterior es resultado del bajo crecimiento que han tenido los salarios nominales en el país frente al comportamiento de los precios.
"El documento refiere que del primero de diciembre de 2006 a mediados de febrero el salario mínimo nominal diario en México pasó de 48.5 pesos a 62.3, mientras que el precio de la canasta alimentaria recomendada (CAR), definida como la canasta de alimentos recomendable ponderada para el consumo diario de una familia mexicana, pasó de 80.8 a 197.9 pesos.
"Dicha canasta, que fue elaborada en conjunto entre el Centro de Análisis Multidisciplinario y el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán de la Secretaría de Salud, incluye un conjunto de 35 alimentos cuyos nutrientes son los mínimos necesarios para la alimentación de una familia conformada por cinco personas (dos adultos, un joven y dos niños). Lo anterior se ha traducido en que al principio de la actual administración un trabajador mexicano podía comprar más de 7 kilos de tortillas con un salario mínimo, mientras ahora sólo le alcanza para 5 kilos 600 gramos
"El estudio, elaborado entre otros por los investigadores Jaime Vázquez y Luis Lozano, detalla que de 48.6 piezas de pan que se podían comprar al principio de la administración con un mínimo, ahora sólo alcanza para 38.9; en vez de 4.2 kilos de huevo ahora se pueden adquirir sólo 3.2 y de 4.8 kilos de frijol ahora sólo alcanza para 2.7. Indica que al inicio del sexenio el salario mínimo alcanzaba para comprar 5.7 litros de leche o 3.2 litros de aceite y ahora sólo para 4.6 litros de leche o 2.6 de aceite. De acuerdo con los datos del estudio, el tiempo que una persona tendría que trabajar para poder adquirir la CAR pasó de 13.1 horas en diciembre de 2006 a 25.4 en la actualidad." (Ver nota del diario La Jornada del 11 de abril de este año de 2012).
De acuerdo con este estudio, la inflación que nos interesa más habría sido en tan solo un sexenio de casi cien por ciento.
Así que esta variable no se ha podido controlar. Al menos en lo que al consumo básico se refiere.

5 El papel de las reservas internacionales
Apoyándonos en especialistas y divulgadores científicos, vamos a empezar por la definición del concepto. Dice, por ejemplo Ana Jiménez – (20/07/2010 en La Economía, revista de Internet): Las reservas internacionales son todas las divisas, es decir, monedas de otros países, así como metales, oro y plata que compra Banco de México y que conserva para ser utilizadas cuando la economía lo requiera. No pertenecen, ni representan un ahorro del Gobierno, por lo que no puede hacer uso de ellas a su voluntad. Esto se debe a que el organismo encargado de manejar las reservas no es el Gobierno Federal, sino en Banco de México quien tiene la responsabilidad de comprar los dólares que entran al país mediante los turistas, los ingresos por la venta de petróleo o los dólares que envían los mexicanos que trabajan en otros países al nuestro. Los dólares que entran al país no pueden circular normalmente, primero, el Banco de México los compra en el mercado cambiario, un mercado específicamente diseñado para ese tipo de transacciones. Una vez realizado esto, Banxico las paga en pesos, lo que significa que eso pesos ya pueden comenzar a circular en nuestra economía. Las reservas internacionales están conformadas por todo tipo de monedas de otros países como euros y yenes, así como metales, sin embargo, están constituidas en su mayoría por dólares."
Esta conceptuación nos será muy útil, pues señala de entrada que el gobierno no puede hacer uso de esas divisas, pues su manejo es facultad del Banco Central, y éste --nos recuerda la definición de manera indirecta-- fue elevado al rango de un organismo autónomo, que se rige por su propia ley. En segundo lugar, dice que esas divisas pueden ser utilizadas "cuando la economía lo requiera". Lo cual nos da mucho gusto, pues "la economía", no se agota en el interior del Banco Central, y bien claramente puede abarcar muchas cosas del campo, de la industria, del comercio, o de la economía de los ciudadanos. También nos parece importante que nos recuerde esta definición que parte de ese ingreso –pues los dólares en que está constituido entraron a la economía de México—no están fuera del país, o no deberían estarlo, son resultado de la venta del petróleo y de la venta de servicios al turismo. Pero acaso lo más importante es que esta definición deja claro que esas reservas pueden entrar a la circulación nacional una vez que el Banco de México las paga en pesos.
Y antes de pasar a otras definiciones enumeremos: 1 las reservas son dinero que se puede utilizar para los requerimientos de la economía nacional, se pagan en pesos y pueden entrar entonces a la circulación.
Otra definición, en este caso de Dora Linares y otros economistas colombianos, dice a la letra: "Las reservas internacionales están formadas por los activos externos que están bajo control del Banco de la República. Estos activos son de disponibilidad inmediata y pueden ser usados para financiar pagos al exterior, por ejemplo, los pagos por importaciones. También pueden ser utilizadas por el Banco de la República para intervenir en el mercado cambiario y defender la tasa de cambio cuando ello sea necesario. Las reservas internacionales están formadas por el conjunto de capital nacional, producto del ahorro público y privado generado por los superávit de ingresos sobre egresos en las transacciones cambiarias del país con el resto del mundo. La acumulación de reservas internacionales es el resultado de las transacciones que un país realiza con el exterior. Las transacciones que producen ingresos de divisas entre otras son, las exportaciones, los créditos de bancos extranjeros, las transferencias hechas por colombianos en el exterior, y la inversión extranjera en el país. Las que generan egresos de divisas son las importaciones, los pagos de intereses de las deudas contraídas en el exterior, y los giros de colombianos desde el interior hacia el exterior, entre otras. Cuando los ingresos son mayores que los egresos se acumulan reservas internacionales." Y ojo, que escogimos una fuente de otro país para que se vea nuestro afán de objetividad y de búsqueda de otras referencias.
Nos gustó esta definición porque enumera una característica y varios objetivos con los que se constituyen las reservas. La característica que debemos destacar es que las reservas "son de disponibilidad inmediata", o sea que en cuanto se quiera o requiera se puede disponer de ellas. Y al mencionar su fuente, estos economistas explican: 1 están constituidas por el superávit de ingresos sobre los egresos en las transacciones internacionales; 2 esas transacciones comprenden a las exportaciones, los créditos de organismos financieros externos, las transferencias enviadas al país desde el exterior; y la inversión extranjera realizada en el país. Sus objetivos o propósitos, nos dicen los mismos especialistas, están en financiar pagos al exterior, pagar las importaciones, y defender a la moneda local al soportar la convertibilidad de la moneda.
Y en este punto, y apelando al sentido común, nos preguntamos, ¿y por qué no pueden, también, dado que se trata de un superávit, financiar la inversión en el país que las crea o constituye?
De ninguna manera, nos contestan los neoliberales. Primero porque no son del gobierno, sino responsabilidad del banco central. En segundo lugar, porque si las reduces aumentas el riesgo de insolvencia cambiaria. En tercer lugar, porque su objetivo principal es garantizar el pago de la deuda y el pago de las importaciones.
Y otra vez, también apelando al sentido común, continuamos preguntándonos: ¿y por qué debe tener prioridad el pago de importaciones y no la producción interna de los bienes para que no tengan que importarse? Y pienso en ese caso en la agricultura, pues estamos importando maíz, frijol, trigo, arroz, carne, y otros productos básicos que podrían producirse aquí. Incluso pienso en que precisamente el Banco de México tiene entre sus funciones el fondear a los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), que entre sus objetivos está fondear la producción necesaria para el consumo y las necesidades nacionales
Pero continuemos con la definición y conceptuación. De la página oficial de la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno de México, copiamos la siguiente definición: "Son los activos de la reserva oficial del país que incluyen las divisas y el oro propiedad del Banco de México libres de todo gravamen y cuya disponibilidad no está sujeta a restricción alguna; la posición a favor de México con el FMI derivada de las aportaciones efectuadas a dicho organismo; las divisas provenientes de financiamientos obtenidos con propósito de regulación cambiaria del FMI; y otros organismos de cooperación financiera internacional o que agrupen a bancos centrales y de otras personas morales extranjeras que ejerzan funciones de autoridad en materia financiera. No se considerarán las divisas pendientes de recibir por operaciones de compraventa contra moneda nacional, y se deducirán los pasivos del Banco de México, en divisas y oro, excepto los que sean a plazo mayor de seis meses al tiempo de hacer el cómputo de la reserva, y los correspondientes a los financiamientos obtenidos con propósitos de regulación cambiaria anteriormente mencionados."
O sea que a los elementos ya considerados podemos agregar que las Reservas internacionales están libres de todo gravamen, o sea que no tienen restricción por pasivos, y eso comprende también lo que el Fondo Monetario Internacional haya aportado a nuestra economía o pueda aportar.
Sin embargo, en la página del Banco de México se plantea otro enfoque y se mencionan claras restricciones que el resto de los economistas no incluyen en su definición. Para empezar, el Banco de México dice: "Son activos financieros que el banco central invierte en el exterior y que pueden ser fácilmente convertidos en medios de pago. Por esto último, su característica principal es la liquidez; es decir, la capacidad de los activos que la integran para liquidar, de manera expedita, obligaciones de pago fuera de nuestro país."
Nótese que para el Banco de México, en contraposición con el resto de los criterios económicos, esos recursos están invertidos en el exterior, y se utilizan para cumplir u honrar obligaciones de pago fuera del territorio nacional.
Pero en contraste con lo que asegura y sostiene de palabra esa institución, la noticia que ha destacado toda la prensa nacional en el curso del mes de junio del presente año sobre los remates de dólares que ha realizado el Banco de México no tuvieron lugar en el extranjero o fuera del territorio nacional, sino que se cumplieron, al parecer en su totalidad, en ventas a los demandantes de dólares que desde el mercado mexicano exigieron su derecho a comprar divisas. Y tampoco se emplearon, como dice la definición del portal del Banco de México, para "liquidar obligaciones de pago fuera de nuestro país", sino para satisfacer la demanda, por no llamar voracidad, de los que especulan con la divisa extranjera.
"Los movimientos financieros de los últimos días, había escrito por ejemplo Saúl Robles Soto en su artículo La devaluación del peso mexicano en el 2012, publicado en El Sol de Zacatecas el 5 de junio de 2012, en lo referente al tipo de cambio debieron, hacer intervenir de manera directa al Banco de México cuando éste organismo ofreció en subasta 400 millones de dólares, de los cuales los intermediarios financieros tomaron 107 millones a un tipo de cambio promedio de 14.3565 pesos por dólar. Se trató de la segunda intervención realizada en la semana del 28 de mayo al primero de junio del presente año 2012. La primera intervención del Banco de México había ocurrido el 23 de mayo, cuando se vendieron 258 millones de dólares a un tipo de cambio promedio de 14.01 pesos por dólar. La gran contradicción que se tiene en estos momentos en el sistema financiero mexicano lo constituye el que a partir del pasado 2 de mayo del 2012, se tuvo una llegada de divisas por el orden de los 15 mil 841 millones de dólares. Esta cantidad de dinero que viene del exterior se ubicó fundamentalmente en la compra de bonos gubernamentales y acciones de empresas que cotizan en la bolsa de valores."
El Banco podrá decir misa. En este caso que se estuvo salvaguardando la convertibilidad de la moneda, pues de otra manera nos podríamos haber devaluado. Pero lo cierto es que el peso ha perdido capacidad adquisitiva en el exterior en los últimos meses. Y ese "desliz" suma en el sexenio el 35%. De tal forma que las subastas no parecen haber impedido la depreciación. En todo caso sólo han permitido que la devaluación sea paulatina.
El mismo Saúl Robles, ya había agregado: "En base a ello el discurso del gobernador del Banco de México, Dr. Agustín Carstens, éste manifestó que los 154 mil millones de dólares que se tienen de reservas monetarias más la línea de crédito por el orden de los 73 mil millones de dólares que otorgó el Fondo Monetario Internacional a México serán recursos más que suficientes para contener el embate del dólar con respecto al peso. En total se tiene un monto considerable de dinero en dólares, que suman 227 mil millones de dólares que están en las arcas del Banco de México, esperando utilizarlas para evitar mayores deterioros del peso con respecto al dólar… Si vemos de manera rápida lo que sucede en España en términos financieros, en este país la fuga de capitales está descontrolada, 97 mil millones de euros han salido en los tres primeros meses del año 2012. De la citada cantidad de euros, 66 mil millones era de capital extranjero y el resto 31 mil millones era de capital español. Retomando el caso mexicano, la inversión extranjera directa ha disminuido en un 30 por ciento en los primeros meses del año 2012, esto es justificable, porque quién de los empresarios extranjeros se anima a quitarse la aversión al riesgo cuando reina la inseguridad por todos lados y el olor a muerte es cotidiano en todo México. El caso más grave lo tenemos en el denominado capital golondrino, se va hacia USA porque los bonos de la Tesorería son más seguros a pesar de generar menores rentabilidades a los capitales. Por ello, muchos capitales de mexicanos continúan emigrando hacia Houston y San Diego, no tienen la certeza del rumbo que tomará el país después del primero de julio y todo apunta a que no será un sexenio más del panismo mexicano que hace agua por todas partes."
Pero volvamos a la autodefinición que citamos del Banco de México. Cierto es que esa autodefinición está validada, hasta cierto punto, por lo que su ley dice, como lo comenta el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas, que es un organismo de investigación y asesoría económica que forma parte institucional de la Cámara de Diputados. Pues en un texto expresamente dedicado al análisis de las Reservas Internacionales, ese organismo sostiene que "cuando se observa el elevado monto acumulado de Reservas Internacionales en los últimos años, no falta quien se pregunte porqué dichas Reservas no se utilizan para amortizar la deuda externa del país o se invierten en proyectos de desarrollo social…" Y la misma fuente se contesta diciendo: "esto evidentemente no es posible ya que, como se señaló anteriormente, dichas Reservas no son propiedad ni del Gobierno ni del Banco Central, por lo que no pueden disponer libremente de ellas como para realizar inversiones, y por otra parte, el Banco de México debe tener la suficiente liquidez de divisas para ponerlas a disposición de quien las demande; sean particulares o el propio Gobierno, lo que también contribuye a mantener la estabilidad de nuestra moneda frente al dólar estadounidense y otras divisas."
Y prosigue el Centro de Investigación citado: "Por otra parte, se tiene que distinguir entre lo que son las reservas del Banco Central y los activos financieros del Gobierno Federal, las primeras son un respaldo de la base monetaria, mientras que los segundos corresponden a las finanzas del Gobierno, además de que la Constitución Federal prohíbe al Gobierno solicitar financiamiento al Banco Central, por lo mismo no podría solicitar los dólares al Banco de México en calidad de préstamo, tendría que concurrir al mercado cambiario a reunir los fondos, lo que resultaría en un incremento sustancial en las tasas de interés y una disminución en la disponibilidad de recursos para los particulares. Asimismo, dicha acción no significaría una disminución de deuda, sino simplemente un canje de deuda externa por deuda interna, lo cual resultaría más negativo que benéfico para el país considerando que la deuda interna siempre es más cara que la externa." (Fuentes y usos de las Reservas Internacionales, Cámara de Diputados, Junio de 2005. Pág. 9)

Pero esta afirmación de los especialistas que asesoran a los diputados, resulta falsa. Pues en nota publicada el 30 de junio del presente año de 2012, consta que "Desde la última ocasión en que los mexicanos fueron a las urnas a elegir presidente, hace seis años, la deuda contratada por el sector público federal se ha disparado hasta alcanzar un nuevo máximo histórico. Al cierre de mayo la deuda neta total del gobierno federal y de las empresas de control estatal llegó a 4 billones 988 mil 227.7 millones de pesos, cantidad superior en 152 por ciento a la registrada en junio de 2006, según datos divulgados este viernes por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
"Los intereses pagados por el sector público a los acreedores, en estos seis años, sumaron un billón 301 mil 576 millones de pesos, 65 por ciento del saldo que tenía la deuda en junio de 2006, aun cuando los pasivos no dejaron de crecer, mostró la información oficial. En el tiempo transcurrido desde la última elección presidencial, el sector público federal contrató nuevo endeudamiento por 3 billones 8 mil 791 millones de dólares o, expresado de otra manera, los pasivos han crecido un ritmo de mil 393 millones de pesos diarios, toda una marca. Medida por habitante, y si sólo se toma en consideración la deuda del sector público, el endeudamiento per capita creció de 18 mil 958 pesos en junio de 2006 a 44 mil 404 pesos en mayo de este año, de acuerdo con los datos actualizados este viernes por la SHCP."

Sobre el Acreedor financiero local, la misma nota de prensa, que cita fuentes de la Secretaría de Hacienda, continúa:
"Así, la deuda que carga cada uno de los habitantes del país, sin importar su edad, sexo o condición social, se incrementó 134 por ciento en los 2 mil 160 días transcurridos desde la pasada elección presidencial. Los cálculos sobre el endeudamiento corresponden sólo a las obligaciones del gobierno federal y de las entidades bajo control presupuestario, como Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad contratados en el mercado interno y en el extranjero. No incluyen los pasivos del sector privado ni los contratados por la banca privada.
"En junio de 2006, la deuda neta total del sector público federal sumó un billón 979 mil 436.7 millones de pesos, cantidad que fue equivalente a 20 por ciento del producto interno bruto (PIB) de ese año, de acuerdo con los datos de la SHCP. En 2012, el monto al que llegó la deuda neta del sector público es equivalente a 32 por ciento del PIB calculado para este año que, según Hacienda, llegará a 15 billones 164 mil 900 millones de pesos. El mayor crecimiento en el saldo de los pasivos del sector público correspondió a la contratación de deuda en el mercado financiero local, en el que los acreedores son sobre todo los bancos privados, fondos de pensiones e inversionistas del exterior.
"La deuda interna neta del sector público pasó de un billón 246 mil 108.9 millones de pesos en junio de hace seis años a un monto de tres billones 370 mil 225.5 millones de pesos en mayo pasado, según los datos de la SHPC. Esta variación significó un crecimiento, en ese periodo, de 170 por ciento. En lo que corresponde a la deuda externa del sector público federal, el saldo creció de 64 mil 342 millones de dólares en junio de 2006 a 116 mil 261.7 millones de dólares en mayo pasado, lo que significó un incremento de 80.7 por ciento, de acuerdo con los datos de la Secretaría de Hacienda." Así que el control de las variables macroeconómicas tampoco ha detenido el endeudamiento. Y esto sí que debería ser un criterio de evaluación.

"Es decir --afirmaban los del Centro de Investigaciones de la Cámara de Diputados-- las Reservas Internacionales se utilizan para que el Gobierno Federal y los particulares puedan cumplir sus compromisos en moneda extranjera como la amortización y el pago de intereses de su deuda externa acumulada; para el pago de las importaciones de bienes y servicios; para los depósitos de las cuotas que tenemos asignadas en los organismos financieros internacionales y para el pago de las transferencias en moneda extranjera derivadas de las inversiones extranjeras (directas y de cartera) en nuestro país, así como para la venta de dólares a través del mecanismo para reducir el ritmo de acumulación de Reservas Internacionales, principalmente." Tan tan! Y a pesar de la seguridad con que hacía sus afirmaciones, como vimos en la nota de junio de 2012, resultó falso.
En aplicación o cumplimiento de esas funciones del Banco, el Centro citado de la Cámara de Diputados, nos informaba hace siete años que "A partir de 1996 y hasta el cierre de 2004 salieron del país 113 mil 194 millones de dólares, de los cuales 80 mil 417 millones de dólares fueron ventas del Banco de México al Gobierno Federal para que éste cubriera los pagos de su deuda externa y 15 mil 911 millones de dólares han sido ventas a PEMEX para que éste cubriera sus compromisos en moneda extranjera. Del restante, que son aproximadamente 16 mil 910 millones de dólares, 9 mil 930 millones de dólares corresponden a las ventas a instituciones de crédito mediante el mecanismo de subasta de dólares para reducir la acumulación de reservas en los últimos dos años y 2 mil 273 millones de dólares se utilizaron entre 1996 y 2000 para intervenir directamente en el mercado cambiario a través del mecanismo de venta de dólares para reducir la variación del tipo de cambio de un día a otro, es decir, que si el Banco Central no hubiera vendido esos dólares en el mercado, los activos internacionales netos hubieran rebasado ya los 76.4 mil millones de dólares. Finalmente, el Banco de México le pagó al FMI casi 1 mil 500 millones de dólares de intereses y gastó 3 mil 207 millones de dólares en operaciones no identificadas."
Pero el o los objetivos de esta política no se cumplieron. Seguimos emitiendo pidiregas y otros instrumentos que aumentan la deuda. Con esto vemos que por más declaraciones que emitan, sus hechos los desmienten.
Consideramos sin embargo indispensable todavía, de manera complementaria, revisar si otros Bancos centrales conciben sus funciones con la misma estrechés de miras, de tal manera que se confirme la indisponibilidad de las reservas para otros fines distintos a los descritos por el de México, que podrían reducir precisamente los pagos que hasta la fecha se efectúan.
Para este fin veremos enseguida dos funciones de la Reserva Federal de los Estados Unidos, y haremos referencia a funciones del Banco de China, del Banco de la Comunidad Europea, y del Banco Central de Alemania. No adelanto conclusiones. Pero volveremos sobre el punto una vez concluida esta revisión.
No está de más, sin embargo recordar otra referencia a un autor clásico que definía las funciones del Banco Central como sigue: "Institución pública cuya finalidad primordial es proponer y aplicar las medidas de política monetaria y crediticia de un país con el objeto de coadyuvar al buen funcionamiento de la economía nacional. La banca central regula el sistema monetario y el volumen de crédito de un país. Las funciones principales de un banco central son: a) mantener y regular la reserva monetaria del país; b) emitir moneda en forma exclusiva; c) fijar las tasas de interés que operen en el sistema monetario; d) regular la circulación monetaria y el volumen del crédito; e) actuar como banco de bancos y cámara de compensaciones; f) fungir como representante financiero del gobierno ante instituciones financieras internacionales; g) realizar operaciones de mercado abierto; h) administrar la deuda pública; y i) constituirse en prestamistas del gobierno." Y no diré quién lo escribió para dejar a nuestros pensadores oficiales con duda.
Pero citaré otra más breve que dice lo mismo: Los bancos centrales, como la Reserva Federal, tienen la responsabilidad de administrar el sistema bancario con una perspectiva pública. Sus utilidades han de ser canalizadas a la Tesorería. Esta referencia es de Joseph Stiglitz y fue publicada en 1986 en su Economics of the public sector.
Se diga que una función es "constituirse en prestamistas del gobierno", o que sus utilidades han de canalizarse a la Tesorería, léase aquí, a la Subsecretaría de egresos o a cualquier fideicomiso del gobierno federal para su aplicación presupuestal, es lo mismo.
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Tasa de cambio del peso mexicano en los últimos 24 años.
En el periodo de Salinas de Gortari va de $2,289.58 a $3,410.
En el gobierno de Ernesto Zedillo se pasó de $3.410 al inicio de su mandato a $9.360 pesos al finalizar el mismo.
Durante la administración de Vicente Fox, pasó de $9.360 a $10.880.
En el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, pasó de $10.900 a $11.350, al mes de mayo de 2011, aunque a principios de Marzo de 2009, alcanzó los $15.365[] pesos por dólar, debido a la crisis global. Sin embargo logro recuperarse y mantenerse estable hasta los primeros meses de 2011. Hacia mediados de 2012 se ha mantenido en alrededor de $14.000 por dólar.
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El papel o función de la Reserva Federal de los Estados Unidos, dicen Marcia Stigum y Rene Branch en su manual sobre administración bancaria es expandirse conforme aumenta la demanda de financiamiento que resulta de la actividad de los negocios. Los bancos redescuentan en la Fed conforme la actividad ejerce presión sobre las reservas bancarias. Los vehículos de estas operaciones son las notas bancarias, los pagarés y otros instrumentos similares usuales en las transacciones comerciales. …Hoy en día, comentan estas autoras, la Fed contempla como centro de su política el proporcionar políticas monetarias contracíclicas, y más específicamente, el promover el pleno empleo junto con la estabilidad de precios al limitar el margen de la intermediación bancaria cuando se expande demasiado la economía, y alentándola cuando tiende a entrar en recesión. (Págs. 22, 23).
Otro autor, en este caso Carlos Norberto Valero Flores, dice en su texto El papel de los bancos centrales en el desarrollo económico, que los bancos comerciales y otras instituciones de depósito pueden pedir prestadas reservas a un Banco Regional de la Reserva Federal (de los Estados Unidos). Que pueden actuar como ventanilla de descuento, en los préstamos de reservas y extensiones de crédito otorgados a las instituciones depositarias a través de programas de préstamos primarios, secundarios o estacionales. (Pág. 77).

El nivel de reservas, habíamos dicho, está en función de las coberturas que garantiza, o de las operaciones que están destinadas a proteger o garantizar. Sean estas las descritas por Carstens, o por los especialistas de la Cámara de Diputados, o las que otros autores enumeran, son reservas infinitas prudenciales. Y eso quiere decir, en todo caso, un número de meses de importaciones, sumadas a los vencimientos de créditos, más las subastas por incertidumbre para dar liquidez a la compra venta en el mercado abierto. El repaso de las funciones del Banco Central nos lleva entonces a dos nuevas conclusiones: En primer lugar que no se trata de acumular divisas en moneda extranjera hasta el infinito, sino que el tamaño de los compromisos de pago, importaciones y estabilidad cambiaria definen un monto. Ese monto, ya lo juzgaba la Cámara de diputados como suficiente en el año 2005, y no llegaba a 80 mil millones de pesos. Ciertamente el PIB aumentó desde entonces, y junto con él también el monto de las operaciones de comercio internacional y la balanza de pagos. Pero si tomamos una relación o proporción entre Balanza, dimensión del comercio, y tamaño de la deuda externa, podríamos hacer el siguiente cuadro de proporciones entre esos indicadores y la dimensión de las reservas.
Pero este último autor, agrega, además, que desde 1980 y tras la aprobación de la Depository Institutions Deregulation and Monetary Control Act, se extendió a las instituciones de ahorro la aplicación de las reservas mínimas de la Reserva Federal y el acceso a la ventanilla de descuento. Y que en el Consejo de las Instituciones de Ahorro, que es un organismo que cumple funciones de asesoramiento están los representantes de las instituciones del ramo y que inciden en la Reserva Federal, representando a los bancos mutualistas de ahorro, a las cajas de ahorro y a las cooperativas de crédito.
Según Valero Flores, estos cambios han conducido a cambios importantes en el papel de la Fed, hasta el punto de que ideólogos, como el propio Milton Friedman, sostengan que "las únicas dos alternativas que parecen viables a la larga son hacer de la Reserva Federal una oficina del Tesoro, bajo la dirección del Secretario respectivo, o poner a la Reserva Federal bajo control directo del congreso." Y ambas opciones implican acabar con la llamada independencia del sistema, pero cualquiera de ellas establecería un fuerte incentivo para que la Fed produjera un medio monetario más estables que el que se ha tenido.
El texto de la vieja Enciclopedia de Banca y Finanzas ya había señalado las funciones de la banca central empezando por la custodia de las reservas de una nación, que son, en última instancia, su garantía de crédito, añadiendo el redescuento de créditos fundados en papel comercial de los bancos asociados; los servicios fiscales al gobierno; el monopolio de la emisión de papel moneda; y el control de las reservas de metal, entre otras.
Citamos lo que parece un detalle innecesario porque la historia de la banca central resulta muy actual y pertinente en momentos en que el Banco de México pretende reducir sus funciones a la custodia de reservas que supuestamente están circunscritas en su uso al pago de importaciones, deuda y estabilidad monetaria.
Pero es todavía más claro el punto si nos referimos a la historia del mismo Banco de México. Antonio Carrillo Flores, quien fuera directivo de esa institución, nos decía en su texto conmemorativo, publicado en el libro Cincuenta años de Banca Central, que "es conocido el interés que el Banco de México ha tenido, y la participación que ha tomado en la industrialización del país. Durante su primera etapa, la anterior a 1932 fue, como se dijo, con un crédito suyo como se estableció el primer ingenio moderno de azúcar. Después, cuando a partir de 1941 la Nacional Financiera se convirtió en promotora importante del desarrollo nacional, el Banco de México le prestó el apoyo que hizo posible que a su vez nuestra corporación de fomento asumiese los compromisos que tomó para asegurar la liquidez de sus valores. Fue también el Banco de México quien negoció en la segunda mitad de la década de los cuarenta el establecimiento de la planta coquificadora de Monclova, y quien integro el conjunto industrial de Ciudad Sahagún, especialmente de la planta de carros de ferrocarril. Ciudad Sahagún fue la primera urbe industrial creada por el sector público dentro del empeño de descentralizar la vida industrial de nuestra patria. En la actualidad el Banco de México participa en el proceso de industrialización con los siguientes fondos: para el Fomento de las Exportaciones de Productos Manufacturados (FOMEX), creado en 1962, y para el Equipamiento Industrial (FONEI), que nació en 1971. Ambos operan coordinadamente con el ya muy vigorosos Fondo de Garantía y Fomento a la Industria Mediana y Pequeña (FOGAIN), establecido en 1953, y administrado por la Nacional Financiera." (pág.50).
Otro de los directivos del mismo Banco, nos decía en el mismo libro: "El Banco de México debería formar la pieza central de un sistema financiero sano, exento de los vicios del porfiriato, que acelerara la lenta recuperación del aparato productivo derrumbado por la Revolución; que, junto con los demás bancos, hiciera renacer la costumbre perdida de usar instrumentos fiduciarios y desterrara la práctica improductiva del atesoramiento, para estimular la captación y canalización del ahorro nacional. Con el fin de facilitar el control del sistema bancario, se fijó a los bancos asociados un requisito de reserva (en oro) del 10% del total de sus depósitos, y se les exigió "los datos necesarios para estimación de su estado financiero". Asimismo, para apoyar la expansión del crédito, se concedió –a dichos bancos asociados—créditos, descuentos y anticipos, así como el privilegio de acudir a la ventanilla de redescuento del banco central a una tasa baja de interés."
El mismo Cavazos Lerma dice en otra parte de su ensayo que a propósito de la desconfianza que brotó en el lapso de 1961-1962, por temores políticos y salidas de capitales, y que provocó la reducción de la inversión privada, se forzó a que el gobierno compensara esa caída incrementando sus inversiones con recursos primarios del Banco de México, pues era un momento en que el sector externo generaba efectos expansionarios, y lo que se requería era apoyar una política monetaria interna compensatoria." (Ibídem. Pág. 115).

Emilio Sánchez ya había calculado las reservas internacionales en 2010 como sigue:

En los cálculos oficiales de las reservas, el Banco de México decía este año 2012:







Gráfica del crecimiento de reservas a fines de 2011.

Gráfica de Oscar Islas, de la Asesoría de Fomento Económico del Senado de la República, con datos del Banco de México.

El siguiente cuadro, tomado de Wikipedia, nos ilustra las reservas internacionales de divisas en un sentido estricto, que según esta fuente de consulta, "son sólo los depósitos en moneda extranjera en poder de los bancos centrales y autoridades monetarias. Sin embargo, las reservas de divisas en un uso popular (como el de esta lista) incluyen comúnmente divisas, oro, DEG y posiciones de reserva en el FMI, pero, son consideradas como reservas oficiales o reservas internacionales. La lista excluye los swaps de divisas realizadas por los bancos centrales."
Nivel de reservas internacionales por país al año 2011. Nótese que México está justo debajo de Francia y Tailandia, y por encima de Argelia, Estados Unidos y el Reino Unido.
Rango
País/Autoridad Monetaria
Reservas internacionales
(millones de USD)
Fecha de las cifras

Mundo (suma de todos los países)
10.008.392
--
1
República Popular China
3.040.000
Abr 2011[1]
2
Japón
1.140.000
Jun 2011[2]
3
Rusia
498.648
Dic 2011[3]
4
Arabia Saudita
456.200
Dic 2010[4]
5
República de China (Taiwán)
398.683
Jun 2011[5]
6
Brasil
374.272
Abr 2012[6]
7
India
312.900
Jun 2011[7]
8
Corea del Sur
305.080
Jun 2011[8]
9
Suiza
288.590
May 2011[3]
10
Hong Kong
273.200
Feb 2011[9]
11
Singapur
233.370
Abr 2011[10]
12
Alemania
230.879
Jun 2011[3]
13
Italia
186.292
Nov 2011[3]
14
Francia
185.910
Nov 2011[3]
15
Tailandia
181.584
Mar 2011[3]
16
México
154.304
Abril 2012[11] [12]
17
Argelia
150.100
Dic 2010[3]
18
Estados Unidos
147.315
Ene 2012[3]
19
Malasia
134.783
Nov 2011[3]
20
Reino Unido
121.926
Dic 2011[3]
21
Indonesia
113.814
Apr 2011[13]
22
Polonia
111.988
Apr 2011[3]
23
Libia
107.300
Dic 2010[4]
24
Turquía
95.947
Apr 2011[3]
25
Israel
76.800
Jun 2011[14


Con estas gráficas podemos apreciar que las reservas se han disparado más allá de lo que realmente se necesita para cumplir sus funciones originales, y que además el costo de oportunidad de que aprovecháramos ese capital para inversión, en lugar de tenerlo depositado a bajas tasas de interés, significa que estamos perdiendo dinero y oportunidades de negocio o inversión y desarrollo.

Respecto al óptimo de las dimensiones que deberían tener las reservas, dice Moritz Cruz, investigador adscrito al Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM y miembro del Sistema Nacional de Investigadores, los estudios han utilizado criterios arbitrarios basados en la vulnerabilidad de la balanza de pagos a través del ratio de reservas internacionales a importaciones y por medio de la regla Guidotti-Greenspan y el criterio denominado blindaje externo máximo sostenible (véase Singh, 2006; Bird & Rajan, 2003; Mendoza, 2004; Rodrik, 2000 y Cruz & Walters, 2006). Ningún estudio, sin embargo, ha acertado a determinar con precisión un nivel óptimo de reservas y, en este contexto, la acumulación de reservas internacionales ha estado asociada a un costo de oportunidad. Dicho costo puede entenderse como la diferencia entre lo que la reserva pudo haber ganado y lo que en realidad gana (Ramachandran, 2004, p. 365). (Las citas de Moritz están tomadas de ECONOMÍAunam vol. 3 núm. 8). Citamos al Dr Cruz con disculpas anticipadas a nuestros lectores, pues ciertamente abusaremos de largos párrafos por la simple razón de que no tendría sentido volver a escribir lo que el Dr. Cruz ha resumido con meridiana claridad, y que además expresa nuestra posición.

Pero antes de transcribir la larga cita debemos decir que Moritz no es el único que se ha planteado que existe un excedente en la acumulación de Reservas Internacionales. Precisamente el estudio de la Cámara de Diputados que ya citamos decía (pág. 13) que "la acumulación excesiva de reservas tiene un costo que resulta de la diferencia entre el rendimiento de dicha reserva y la tasa de interés que deberá pagarse por los títulos que se emiten para financiar dicha acumulación de Reservas, por lo que la Comisión de Cambios acordó en marzo de 2003 establecer un mecanismo para reducir la velocidad de acumulación de las Reservas Internacionales, vendiendo divisas a la banca comercial, utilizando este mecanismo como instrumento de regulación monetaria, para disminuir la liquidez en pesos." Este punto es central, como mostraremos enseguida.
Compartiendo nuestra misma inquietud, Moritz Cruz se plantea en su ensayo, "explorar, en el caso de la economía mexicana, si representa un beneficio el usar las reservas internacionales en proyectos que coadyuven en el crecimiento".
Más precisamente, Moritz trata de contestar dos incógnitas: primero "si existe un exceso de acumulación de reservas y explorar su costo, y segundo, si las reservas internacionales, específicamente su exceso, podrían contribuir al crecimiento"
Transcribimos: "la acumulación de reservas durante el período 2001-2005 no perdió dinamismo (14.7% promedio de crecimiento anual) y, de hecho, mantuvo un ritmo de crecimiento similar al registrado durante el período 1996-2000 (14.9% promedio anual). De esta forma, las reservas internacionales se incrementaron 307% durante el decenio 1995-2005, pasando de US$16.8 billones en 1995 a US$68 billones en 2005. Como porcentaje del producto, la reservas pasaron de 7% a alrededor de 10% en el mismo."
"En el caso particular de México, un estudio reciente sugiere que en promedio el exceso de acumulación de reservas ha sido del orden de 1.4% del PIB y que su costo ha sido de 0.11% del PIB durante el período 1996-2003 (véase Cruz & Walters, 2006). Estas cifras son estimadas utilizando el criterio propuesto por los autores denominado blindaje externo máximo sostenible, el cual considera la vulnerabilidad de la balanza de pagos emanada tanto de la cuenta corriente como de la balanza de pagos.
"La idea central de este criterio proviene esencialmente del hecho de que durante el boom de crisis financieras de los años noventa, el déficit de cuenta corriente y la deuda externa de corto plazo, ambos expresados como porcentaje del PIB, sobrepasaron niveles que los inversionistas consideran seguros y más allá de los cuales comienzan a ponerse nerviosos, decidiendo entonces retirar su dinero de la economía en cuestión. En este sentido, basados en evidencia histórica y empírica, los autores sugieren que el monto de reservas que sirve de blindaje externo máximo sostenible para mantener tranquilos a los inversionistas (esto es, evitar que decidan retirar su capital de la economía) se establezca en un rango de 5 a 6% del PIB. Cualquier nivel superior a este criterio se considera un exceso y es entonces posible estimar su costo.
"Es importante destacar que dicho costo es sólo una parte del costo total, pues la economía, al mantener esos recursos ociosos, está dejando que la inversión y el consumo –y con ello el producto– sean inferiores a lo que serían si el exceso de reservas fuese utilizado de manera productiva, particularmente en proyectos que contribuyan al crecimiento económico.



"…la administración de flujos de capital (conocido como el modelo chileno), las restricciones en la convertibilidad de la moneda y el sistema de "aviso y freno" (véase Cruz & Walters, 2006). La evidencia empírica al respecto demuestra que las economías que han instrumentado dichas estrategias (Chile, China, India y algunas economías del este asiático como Malasia) no sólo han alcanzado estabilidad financiera, sino que han logrado crecimiento estable acompañado de mejoramientos en las condiciones de vida de la población, es decir verdadero desarrollo económico. Estas economías, por ejemplo, no sufrieron ataques especulativos, o los riesgos de contagio financiero o de otro tipo fueron rápidamente neutralizados durante el boom de crisis financieras de los noventa gracias a esas políticas (véase, por ejemplo, Agosin & French-Davis, 1996, De Gregorio et al, 2000, Edwards, 1999, 2003, Doraisami, 2004, y Athukorala, 2003).



Con un sistema cambiario totalmente flexible, cualquier choque externo debería absorberse a través de ajustes en el tipo de cambio, haciendo innecesaria la acumulación de reservas. Más aún, la presencia de ingentes cantidades de activos internacionales puede ir en detrimento de cualquier estrategia de mantenimiento de un tipo de cambio real competitivo, es decir, en contra de un estrategia de desarrollo, al no permitir que los ajustes del mismo respondan a las fuerzas del mercado. En este sentido, hay un detrimento del tipo de cambio en contra del sector de los bienes comerciales.

el excedente de reservas que no contribuye en la consecución de estabilidad financiera. De acuerdo a la metodología propuesta por Cruz & Walters (2006), es posible estimar el excedente de reservas como porcentaje del PIB durante el periodo 1996-2004. Si asumimos un blindaje externo máximo sostenible expresado como porcentaje del producto de 6%, y un diferencial de 8% entre el rendimiento de las reservas y el costo marginal de los préstamos, obtenemos que el excedente de reservas como porcentaje del producto durante dicho período fue de 1.63%. Siguiendo entonces lo expuesto en el párrafo anterior es posible sugerir que el crecimiento perdido por año fue de 0.59 y que el límite superior impuesto por el excedente de reservas internacionales hubiera sido de 4.3.
Y concluye este analista de la UNAM: "Dadas estas estimaciones, es claro que el exceso de reservas podría contribuir importantemente en el crecimiento, particularmente si se utiliza en proyectos productivos como infraestructura doméstica –elevando así la competitividad de la economía– o en sectores con alta rentabilidad como el petroquímico. Es importante destacar que, si se utilizara exclusivamente el exceso de reservas, los objetivos primarios de la estrategia de acumulación de las mismas –liquidez y precaución– no se alterarían. En este sentido, es posible acumular reservas internacionales tanto para estabilidad financiera como para impulsar el crecimiento a través de proyectos rentables.
Es importante destacar que existen algunas preocupaciones mayores respecto a la viabilidad de utilizar las reservas internacionales en metas de crecimiento. La primera tiene que ver con el impacto que el incremento de la oferta monetaria –consecuencia de la venta de divisas para obtener moneda doméstica y asumiendo que no se incurre en mayor deuda pública– podría tener en el nivel de precios y, en consecuencia, en la inflación. Al respecto habría que señalar, en primer lugar, que si bien puede esperarse un incremento en la inflación, el impacto no deberá ser elevado pues prácticamente desde inicios de los ochenta la economía mexicana no hace uso de toda su capacidad productiva, es decir, existen capacidades productivas ociosas. En este sentido, la inflación no debería incrementarse tanto, probablemente apenas muy cerca de dos dígitos. Por otro lado, aun cuando la inflación llegase a esos niveles o poco más, el aumento de la capacidad productiva (y del empleo) promueve más, al menos en el corto plazo, el desarrollo y crecimiento que una tasa de inflación baja. Del mismo modo, el impacto en la inflación no deberá generar mayores problemas si los recursos se destinan a sectores productivos o a proyectos de infraestructura doméstica, donde no sólo la rentabilidad sea alta sino, además, realmente se requiera, todo dentro de una estrategia de desarrollo bien diseñada (por ejemplo, coordinación de inversiones como en el caso de las economías asiáticas, particularmente Corea y Taiwán (véase Chang, 2003). En el caso de los sectores productivos, por ejemplo, el sector petroquímico no sólo ofrece rentabilidad elevada sino que es un sector prioritario para el desarrollo de la economía mexicana y los recursos son urgentes tanto para mantener su capacidad productiva como para mejorarla y expandirla. En el caso de proyectos de infraestructura, los recursos podrían canalizarse a la construcción de puertos, aeropuertos, carreteras; así como a áreas estratégicas (fronterizas) para elevar la competitividad de la economía. Y hasta aquí las citas y comentarios a las mismas de los investigadores de la UNAM.

Toda esta discusión sobre el papel de las Reservas y su dimensión nos trae de regreso a lo que es y lo que debería ser el papel del Banco de México. Para ello, contrastemos lo que dice de sí mismo con lo que se dice de otro Banco Central, en este caso de El Ecuador: "Se mantiene que en el ámbito macroeconómico la principal tarea del Banco Central del Ecuador sigue siendo la gestión de la política monetaria y cambiaria pues, si bien con dolarización hay una mayor endogenización de la oferta monetaria, esto no es óbice para que dejen de presentarse variaciones no deseadas en la liquidez de la economía. Esta endogenización aumenta los grados de incertidumbre debido a que la volatilidad de los choques externos se reflejarían directamente en las condiciones de monetización de la economía provocando dificultades en el diseño de planes de inversión, en la definición de un horizonte de consumo, en los flujos de caja óptimos, en la planificación de los niveles adecuados de existencias y en el nivel de empleo." (Funciones y Atribuciones de un banco central en una economía. El Banco Central del Ecuador en Dolarización de Felipe Alexander Andrade, Facultad de Economía, Pontífica Universidad Católica de Ecuador, Pág. 19.)
El estudio sobre el Banco Central en Ecuador plantea que para cumplir este objetivo "se sugiere por ejemplo impulsar el Sistema de Mecanismos de Estabilización Económica el que se sustenta en la creación de varios ―fondos de estabilización . Cada fondo tendrá su propio ejecutor y reglas claras de captación y colocación, específicos a su naturaleza y propósito; estará diseñado de manera que su política de inversión contemple la alimentación de un fondo común que contribuya a aliviar contingencias temporales específicas de cualquiera de ellos. Este sistema de mecanismos de estabilización consideraría los siguientes fondos:
Fondo de estabilidad fiscal
Fondo de estabilidad monetaria
Fondo de contingencia financiera
Fondo de fomento productivo marginal
Fondo de reconversión industrial
Fondo de desarrollo regional
Fondo de combate a la pobreza

Cada fondo puede tener su propio ejecutor; debe estar diseñado de tal manera que, conservando su independencia, parte de su política de inversiones contemple la alimentación de un fondo común que contribuya a aliviar contingencias temporales; y, reglas de captación y colocación de recursos, específicos a su naturaleza y propósito.
El Banco Central del Ecuador tendría a su cargo el diseño, la gestión, el monitoreo y la prospección de las condiciones que garanticen la sustentabilidad de cada fondo y del sistema en su conjunto, desde una visión integral del desempeño macroeconómico del país y en clara coordinación con la programación macroeconómica.
"el Banco Central podría realizar una gestión más activa y más amplia sobre los requerimientos de reserva al sistema financiero; hacer estudios y sobre su base recomendaciones que permitan completar este mercado, sea a través del fomento a la creación de nuevas instituciones especializadas en ofertar crédito a segmentos de la población actualmente excluidos; sugerir modificaciones al marco legal con éste propósito y con el de asegurar niveles de competencia, seguridad y accesibilidad a la intermediación financiera así como regular la gestión crediticia de los fondos de estabilización."

6 El papel de la banca y sus beneficiarios
Limitar el pago de los dividendos que las filiales de bancos extranjeros realizan a sus casas matrices sería sujetar a sus dueños a una incertidumbre bárbara, considera Guillermo Babatz Torres, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV). (Véase la nota publicada en la prensa nacional el 15 de mayo, en este caso citamos la que publicó el articulista Roberto González Amador, en La Jornada). "En México existe una regulación muy clara sobre la transferencia de dividendos, sostiene. No entiendo bien por qué razón pretendiéramos cambiar esa regla y ser caprichosos con la forma en que la subsidiaria paga dividendos a la matriz, afirma. La presencia dominante de bancos extranjeros en el país –controlan tres cuartas partes de los activos del sistema– establece una conexión con la agudización de la crisis financiera europea, y en particular de España, donde se asienta la matriz del primer y el tercer bancos de mayor tamaño en México. Estamos en una situación menos problemática que en el segundo semestre del año pasado, considera Babatz respecto de la crisis financiera en Europa. No podemos descartar que el deterioro que vemos ahora se profundice y que volvamos a tener un entorno complicado, dice en entrevista con La Jornada. Desde el punto de vista de la autoridad, necesitamos estar preparados para un entorno complicado, comenta. Babatz Torres habla también del sistema bancario que opera en el país, que ha registrado en los últimos años tasas de crecimiento del crédito varias veces superiores a las del desempeño de la economía. Es un crecimiento sobre bases sólidas, afirma. Alerta, sin embargo, sobre el aumento en el monto de los préstamos que otorgan los bancos sobre la nómina de los trabajadores. Hay que tener mucho cuidado que no esté siendo utilizado para pagar otros préstamos, pues eso sería abrir una puerta al sobrendeudamiento, agrega durante la entrevista, realizada a propósito de la 75 Convención Bancaria, que tendrá lugar esta semana en Acapulco. En los últimos meses se ha desarrollado una discusión sobre el monto de las ganancias que los bancos de origen extranjero transfieren a sus matrices vía pago de dividendos. El mundo al revés, calificó este lunes Guillermo Ortiz, presidente del consejo de administración de Banorte, esa práctica, que en una entrevista con este diario describió como la transferencia de capitales de la periferia al centro.
Hay dos maneras en que los bancos pueden transferir recursos a sus filiales: otorgar desde aquí préstamos a la casa matriz, y a través del pago de dividendos. La regulación mexicana impide que los créditos a la casa matriz, llamados créditos relacionados, superen 25 por ciento del capital básico, que es el aportado directamente por los accionistas.
Actualmente en México el porcentaje de créditos relacionados de la banca múltiple, explica Babatz, va cambiando día a día; depende de transacciones muy coyunturales, pero se mantiene en porcentajes de alrededor de 5 por ciento del capital, explica. No puedo decir que los créditos relacionados sean cero, pero sí son volúmenes bastante acotados.
El pago de dividendos
Pasa a hablar del tema de los dividendos, que son pagados a sus accionistas tanto por los bancos de origen extranjero como por los de capital nacional. La discusión de los últimos días se generó a partir de los montos transferidos a las matrices en el extranjero, que llegan a ser de 60 a 70 por ciento de las ganancias obtenidas por sus operaciones aquí.
Expone Babatz: "Así como sería inaceptable que los depósitos que levanten los bancos aquí se utilizaran para financiar a la matriz, así como sería inaceptable que los bancos aquí en México estuvieran comprando carteras de la matriz que tuvieran algún problema y correspondieran a operaciones propias de otro país, yo hago una separación completa entre eso y lo que es el pago de dividendos".
Desde hace muchos años, agrega, en el país hay una regulación clara sobre qué es lo que puede restringir el pago de dividendos. (Esa norma está basada en el índice de capitalización del banco, indicador de fortaleza financiera para soportar pérdidas no esperadas que refleja la relación entre los activos sujetos a un eventual riesgo y el capital).
Cuando un banco tiene un índice de capitalización menor a 10 por ciento se generan restricciones para el pago de dividendos a los accionistas, explica Babatz. Todos los bancos que operan en el país superan 12 por ciento. Esa regulación ha funcionado bien, pues conforme los bancos se van acercando a 10 por ciento, ya sea porque van creciendo su cartera o porque sufrieron alguna pérdida crediticia, recapitalizan la institución, dice.
Redondea: El que nosotros pretendamos, no entiendo bien por qué razón, cambiar esa regla y ser, déjame llamarlo así, caprichosos con la forma en que la subsidiaria paga dividendos a la matriz, estaríamos sujetando a los dueños de los bancos a una incertidumbre bárbara. Y yo diría que en todos estos años hemos visto que los bancos están operando con colchones de capital, con excedentes de capital bastante importantes, y que el crecimiento del crédito de ninguna manera se ha visto afectado por falta de capital en el sistema.
Si por alguna razón, que en mi opinión sería equivocada, se limitara el monto de dividendos, que una subsidiaria puede pagar a su matriz, se ocasionaría que los bancos que operan en México con excedentes importantes de capital dejaran de tener esos excedentes de capital, considera.
Lo importante es que, de todas las utilidades, una parte se reinvierte y otra se paga en dividendos. Pero además hay inyecciones de capital. Se ha hablado mucho del pago de dividendos pero no se ha hablado de las aportaciones frescas de capital, expone. Cita que en los últimos 10 años el capital de los bancos, que concentra la reinversión de utilidades y aumentos de capital, ha crecido en forma importante. El de Banamex ha crecido 10 por ciento en promedio anual; el de Bancomer, 14 por ciento; Santander, 26 por ciento; Banorte, 22; Scotia, 22; HSBC, 17; Inbursa, 9 por ciento, en todos los casos en promedio anual.
En el caso de Banamex, abunda, la política de pago de dividendos ha sido menos predecible que la de Bancomer y Santander. Pero lo que sucede en esos casos es que conforme el banco requiere aportaciones de capital recibe aportaciones de capital de regreso, lo mismo pasa con HSBC y con Scotiabank. Yo considero que las reglas que tenemos hoy vigentes son las adecuadas y si nos ponemos a restringir el pago de dividendos de una manera caprichosa eso va a ser contraproducente.
–¿Por qué sería contraproducente?
–Porque los bancos no se van a sentir cómodos con estar operando con los excedentes (de capital) con los que han venido operando al día de hoy, que son excedentes que hacen que el sistema funcione mejor porque el día que quieren expandir el crédito tienen esa capacidad para hacer, porque el día que hay problemas con la cartera crediticia es muy fácil que absorban esas pérdidas sin que nadie se preocupe de que va a haber un problema con el banco o con el sistema financiero, y eso es como queremos que siga funcionando.

Los riesgos europeos y el crecimiento en México
Desde hace varios meses hay una atención muy puntual de la autoridad supervisora sobre las operaciones que realizan aquí Santander y Bancomer, con respecto a sus matrices, por la agudización de la crisis financiera en Europa, explica Babatz Torres. Hemos hablado de manera muy frontal y muy abierta tanto con las administraciones aquí en México, con las cabezas de las administraciones a nivel de las matrices y con los reguladores de estos bancos en España. Hay un entendido de parte de todos de que en esta coyuntura es particularmente importante que Santander México y Bancomer actúen, como han venido actuando, como subsidiarias autosuficientes y autosustentables, donde el capital que está aquí en México se utiliza para las operaciones aquí en México, donde el fondeo que se obtiene aquí en México se utiliza para operaciones aquí, y en ese sentido nos sentimos tranquilos.
El presidente de la CNBV sostiene que la dinámica de crecimiento del crédito en México corre sobre bases sólidas. No obstante, llama la atención el aumento de la deuda a través de la contratación de préstamos que tienen como garantía la nómina del acreditado. Seguimos viendo crecimientos muy acelerados en los préstamos de nómina, dice. Ahí tenemos que tener mucho cuidado, no necesariamente con la morosidad en el crédito de nómina, porque es un crédito que se puede cobrar fácil, sino en el efecto que puede tener sobre el resto de la cartera crediticia: los créditos personales, los de tarjetas de crédito, los automotrices y los hipotecarios. En ese sentido estamos haciendo labores de supervisión en los bancos y estamos platicando con ellos acerca de estos temas. Menciona que la probabilidad de incumplimiento de pagos de tarjeta de crédito, o préstamos automotrices e hipotecarios, es más alta entre aquellos usuarios que también tienen un crédito de nómina.
Lo importante es que los bancos estén suscribiendo el crédito con base en la capacidad real de pago de la gente y no solamente porque están en nómina.
–¿Es una forma de sobrendeudamiento?
–Así es. Al final de cuentas es muy importante que los bancos suscriban el crédito con base en la capacidad real de repago de los individuos, no con base en las garantías que da el individuo.

Otra nota, del mismo González Amador, pero en este caso del 7 de junio de este año, decía "Concentradas en cuatro consorcios, tres de ellos de origen extranjero, las utilidades de los grupos financieros que realizan operaciones en el país alcanzaron 26 mil 98 millones de pesos en el primer trimestre de este año. La cantidad superó en 36.1 por ciento a la obtenida en el mismo periodo del año anterior, y fue 6.5 veces superior a la tasa de crecimiento anual de la economía para el mismo periodo, de acuerdo con datos divulgados este miércoles por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
El resultado sobre el desempeño de los grupos financieros, que son entidades controladoras de bancos, casas de bolsa, arrendadoras, aseguradoras, administradoras de fondos de pensiones, entre otros intermediarios, mostró el grado de concentración de la industria de servicios financieros en el país, controlada en su parte sustantiva por firmas extranjeras.
Respecto de las utilidades obtenidas por la intermediación de recursos en el país, sólo cuatro grupos financieros: BBVA Bancomer, Banamex, Santander y Banorte (los tres primeros de origen extranjero y el tercero de capital nacional) concentraron en el primer trimestre de este año prácticamente tres cuartas parte de las ganancias netas logradas por el sector en el periodo de referencia, de acuerdo con los datos de la CNBV.
En el primer trimestre de este año las utilidades conjuntas de esos cuatro controladores de empresas financieras sumaron 19 mil 300 millones de pesos, cantidad equivalente a 73.95 por ciento de las ganancias conjuntas del sector, integrado por 24 grupos financieros, mencionó la información de la CNBV.
Respecto del primer trimestre del año, cuando sumaron 14 mil 667 millones de pesos, las utilidades de los grupos financieros BBVA Bancomer, Banamex, Santander y Banorte, mostraron un crecimiento anual de 31.58 por ciento.
Entre enero y marzo pasados, las utilidades del grupo financiero BBVA Bancomer sumaron 7 mil 171 millones de pesos, cantidad que representó un crecimiento anual de 4.59 por ciento; las de Banamex sumaron 4 mil 653 millones, un alza anualizada de 82.97 por ciento; las de Banorte crecieron 2 mil 463 millones de pesos, 35.7 por ciento más que en el periodo comparable de 2011; mientras las de Santander se elevaron a 5 mil 13 millones de pesos, una tasa de crecimiento anual de 45.17 por ciento, según los datos que publicó ayer la CNBV.
Al cierre de marzo de este año, el sector de grupos financieros registró activos por 5 billones 794 mil millones de pesos, un incremento de 365 mil millones de pesos en comparación con el mismo mes de 2011, variación que representó un crecimiento anual de 6.7 por ciento. Tres grupos contribuyeron en mayor medida a este crecimiento: Banorte, con 187 mil millones de pesos; BBVA Bancomer, con 139 mil millones, y Grupo Financiero Santander, con 97 mil millones de pesos. Estas tres controladoras representan en conjunto 51.1 por ciento de los activos totales del sector.
En marzo pasado, el saldo de la cartera de crédito total de los grupos financieros llegó a 2 billones 348 mil millones de pesos, cantidad que representó un crecimiento anual de 12.8 por ciento. El reporte de la CNBV mencionó que, al igual que con indicadores de rentabilidad o capital, el sector muestra una concentración en pocos consorcios.
Específicamente sobre cartera de crédito, cuatro grupos financieros concentran 73 por ciento del total: BBVA Bancomer, Banamex, Banorte y Santander, manejan cartera por un billón 720 mil 588 millones de pesos.
En marzo de este año, la cartera de crédito total del grupo financiero BBVA Bancomer llegó a 632 mil 180 millones de pesos, con un incremento anual de 6.9 por ciento; la del grupo financiero Banamex llegó a 403 mil 108 millones de pesos, un aumento de 20.1 por ciento; la de Banorte creció a 367 mil 236 millones, un alza anual de 32.6 por ciento, mientras la de Santander se ubicó en 318 mil 64 millones, un crecimiento anual de 24.7 por ciento, según el reporte de la CNBV.
Mientras tanto, al cierre del primer trimestre de este año, la captación tradicional de recursos por los grupos financieros sumó 2 billones 555 mil millones de pesos, lo que significó un incremento anual de 8.7 por ciento. Cuatro grupos concentraron 65.4 por ciento del total: Banorte, Santander, HSBC y BBVA Bancomer.
Pero la denuncia es añeja, ya el 11 de septiembre de 2010, el mismo articulista económico había dicho que "Los contribuyentes mexicanos deberán transferir 16 mil 664.8 millones de pesos en 2011 para pagar el costo del rescate bancario de 1995. Se trata de una cantidad superior en 2 mil 351 millones de pesos a los recursos públicos distraídos para este fin en 2010, y supera el monto de financiamiento que recibirá la investigación científica o las tareas relacionadas con el desarrollo sustentable, indicó información oficial.
La transferencia de recursos públicos es la mínima requerida para cubrir el llamado costo real –el aumento arriba de la inflación– de los intereses generados por la deuda que el Estado asumió la década pasada con el fin de evitar la quiebra de las instituciones privadas de crédito.
En la propuesta de presupuesto de egresos de la federación para 2011, remitida el miércoles por el Ejecutivo federal a la Cámara de Diputados, el monto requerido para financiar el costo de la deuda pública –en la que se incluye la relacionada con el rescate bancario– suma 315 mil 18.5 millones de pesos, monto que equivale a 2.2 por ciento del producto interno bruto (PIB).
Compromisos adquiridos
Se trata de un monto comparable con todos los recursos públicos que serán destinados el próximo año para el gasto público en salud, que según la propuesta ascenderán a 376 mil 844 millones de pesos. O a seguridad social: 327 mil 511 millones de pesos, de acuerdo con la propuesta de gasto.
Aunque hay un matiz. El gasto para pagar los intereses y comisiones de la deuda pública está incluido en el renglón de gasto no programable, es decir, que se trata de compromisos adquiridos y por lo tanto tendrían que ser aprobados tal cual lo propone el Ejecutivo. Mientras, el resto de rubros, como el de educación y seguridad social, forman parte del llamado gasto programable y por tanto está sujeto a ajustes en el proceso de negociación política del presupuesto en el Congreso.
En particular, el gasto que ejercerá el gobierno federal para cubrir el costo del rescate bancario en 2011, el penúltimo año de la administración de Felipe Calderón Hinojosa, supera rubros como el gasto en cultura, o investigación científica, agropecuario o para el desarrollo sustentable.

El tipo de intéres.
Decía un especialista de la UNAM hace unos meses: "Según mi querida maestra Suzanne De Brunhoff actual directora del grupo ATTAC, en su libro La Oferta de la moneda (Buenos Aires, Tiempo Contemporáneo) nos dice que David Ricardo-probablemente el mas grande economista de todos los tiempos-decía que la demanda de la moneda se eleva a un cierto valor y no a una cierta cantidad de unidades monetaristas (como lo entienden los monetaristas de viejo cuño como Von Mises o de nuevo cuño como Milton Friedman),lo cual en las palabras de Schumpeter, citado por DeBrunhoff, "quienquiera hace de la cantidad de la moneda una variable autónoma, paga tributo a la teoría cuantitativa del dinero..." op.cit.p.21
"Pero mientras el Gobierno no entienda, por ignorancia, por colusión-corrupción o ineficiencia que las elevadas tasas de interés (fenómeno macroeconómico) generan el fenómeno microeconómico de la Usura Bancaria la cual hay que entenderla de la siguiente manera:
a) Por el diferencial entre tasas de interés pasivas o sea lo que pagan los bancos por el dinero que el publico deposita en el sistema bancario, que por ejemplo, la mas baja es la que paga el SAR (Sistema de Ahorro al Retiro) en poder los bancos, y que pagan 5 % anualmente y entre las tasas de interés activas o sea lo que cobra el Banco por el uso de su dinero (crédito) que en promedio están alrededor de 5 % mensual.
"Este margen de intermediación tan elevado hace que la planta productiva mexicana esta en desventaja frente a sus vecinos del norte, que tienen un margen de intermediación 15 veces menor al de México.
"La solución: fijar techos máximos de cobro, en los diferentes tipos de créditos, que regulen este fenómeno perverso que va en contra de la microeconomía empresarial y familiar y contra la macroeconomía al poner en desventaja a los sectores productivos del país frente a sus socios del TLC.
b) Por las formulas actuariales que permiten descontar el interés cobrado por anticipado (en las tarjetas de crédito),por descontar anticipadamente la inflación ( que es un interés encubierto ) en la indexación de las deudas a UDIS (unidades de inversión) las cuales son consideradas como de Usura por los UCCC (Uniform Consumer Credit Codes) o Ley de Protección Crediticia de 1974 de los EUA. o bien por permitir pagos excesivos por el pago anticipado de las deudas hipotecarias . La solución: elaborar una Ley de Pagos Justa.
c) Por permitir que la velocidad de pagos (por ejemplo 12 en el caso de las tarjetas de crédito) sea menor a la velocidad de acumulación de intereses (cada 20 días se corta el balance lo que da 360/20=18 periodos de acumulación de interés).
"La solución: aplicar un impuesto en cascada que grave la velocidad de ganancias provenientes de este tipo de créditos. Carranza es el inventor de este tipo de impuesto.
"...Ya sea que un banco preste un millón, diez millones o 100 millones, no afectaría de manera permanente la tasa de interés del mercado, sino únicamente el valor de la moneda emitida, es decir que la tasa de interés depende de la tasa de ganancias...." op.cit.p.34 Que quiere decir esto en palabras sencillas, que las elevadas tasas de interés de México, corresponden a las elevadas utilidades de los banqueros. ¿y cual es el dinero mas caro? Obviamente, el dinero plástico, la vaca lechera de los bancos.
"Este ultimo elemento es básico para entender el funcionamiento de las tasas de interés, desde un perspectiva post-keynesiana concluimos que estas se encuentran determinadas por el costo del dinero mas que por el nivel de precios (inflación),ambos elementos son acumulativos, lo que significa que crecen exponencialmente y cuando se les quiere controlar solo disminuye su velocidad pero no su efecto, por ello el fracaso de la política de indexación a UDIS en créditos hipotecarios, los cuales aumentaron las deudas a niveles que la sociedad ni puede, ni debe de pagar. El Profesor Antonio Sacristán Colas , prestigiado economista de la UNAM y considerado uno de los keynesianos mas respetables, profesor de la ENE de Salinas, Ortiz, Camacho, etc. antes de su muerte publico su obra póstuma en el CIDE en donde mencionaba que el costo real del dinero son las tasas de interés activas, son la Inflación Real y que la visión monetarista de que la inflación es causada por el exceso de circulante y este proviene del Gasto Publico, es una visión muy miope de la realidad, tal y es el caso de que los constantes recortes en el gasto publico, aplaudido por la cúpula empresarial, no han bajado las presiones inflacionarias en la economía mexicana ,las altas tasas de interés son las causantes de la alta inflación de costos que padecemos, el costo financiero representaba en 1982 el 15% del total del costo operativo, hoy es de 60%.Ahora el CIDE esta en manos neoliberales. (Leer, Inflación, Desempleo, y Desequilibrio Comercial Externo, Antonio Sacristán Colàs, Centro de Investigación y Docencia Económica, CIDE, Juan Pablos Editores, México DF,1983). Las tasas de interés que cobra la banca (interés activo) son de las mas caras del mundo. En un país en donde el ingreso per capita es 50 veces menor que en los EUA y en donde las tasas activas son 5 veces mayores que en los mismos EUA, se considera como un crimen económico masivo.
"El enfoque Post-Keynesiano se origina en el llamado Reporte del Comite Radcliffe (Report of the Committee on the Working of the Monetary System, Government Printting, London, 1959 y nos habla que la sociedad demanda liquidez en lugar de dinero en si, en orden para satisfacer el motivo transacción y el motivo especulación, por lo tanto el Mercado del Dinero debe contener tres elementos indispensables: Papel Comercial, cuasi-dinero y bonos.
"El mas importante de los tres es el llamado cuasi-dinero ( dinero plástico que significa que está casi disponible para utilizarlo, por lo que hemos insistido en abrir una nueva variable en la masa monetaria, la M5) y es el elemento mas volatil que afecta de inmediato las tasas de interés ,la frase keynesiana de que a largo plazo estamos muertos adquiere relevancia pues la sociedad se inclina por mantener un preferencia por el corto plazo, diriase mas actualmente no solo en el mercado del dinero, sino inclusive en productos bancarios como las tarjetas de crédito que son fondos revolventes a 20 días, estos elementos forman parte de la eficacia marginal del capital de Keynes.
"Aquí convendría analizar detalladamente un articulo de The Wall Street Journal (Mexico's Money Theorists need a tip from Hong Kong, December 20,1996,pA-17, Editorial Section) en donde se nos muestra que México ha hecho un verdadero culto el combate a la inflación y las teorías de la sobre y la sub-valuación del tipo de cambio y pone como ejemplo el caso de Hong Kong en donde una moneda "sobrevaluada" en un 90% ha hecho crecer de manera explosiva el desarrollo económico de HK y por lo tanto de China, la inflación no es el ancla del desarrollo sino el manejo o regulación de las tasas de interés ( Ya Carranza, de nuevo entendió esto en su ley del 16 del septiembre de 1916, que el Constituyente de 1917 no le aprobó).
"Es necesario que la sociedad en su conjunto vea que si no hay bienestar en las familias, tampoco lo habrá en las empresas, ni tampoco lo habrá en el Gobierno, ni lo habrá para las grandes inversiones multinacionales dentro del país, ¿porqué? porque no habrá consumidores con tanto aumento :tasas de interés, energéticos, autopistas, autotransporte de carga y de pasajeros, medicinas, luz, gas, escuelas ,teléfono, impuestos (IVA),etc.
"Pero veamos un poco de la operatividad de las tarjetas de crédito nacionales. A partir de Febrero de 1996 los de acuerdo a las reglas del Banco de México, los bancos podrán elegir para la operación de tarjetas de crédito, las siguientes tasas de interés:
· TIIE o tasa de interés interbancaria de equilibrio
· Tasa Primaria de Cetes, especificando plazo
· Costo de captación a plazo (CCP)
"Ya habiéndose definido la tasa de interés de referencia, se establecerá el numero de puntos porcentuales, máximo y mínimo que podrán sumarse a las citadas tasas de referencia, así el 22 de Febrero de 2005,los bancos se vieron obligados a publicar su método de calculo, basándose en la TIIE....
TASAS de Interés

Banco Anteriores Nuevas Calculo Rangos Máximos y Mínimos
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Banamex 59.80 60.50 TIIE + 21 ND
Bancomer 67.00 87.00 TIIE + 2.2 mes TIIE Min 18 y Max 25
Serfin 63.70 75.20 TIIE + 1.9 mes TIIE Min 16 y Max 27
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Fuente : Infosel

"Las formulas mas utilizadas en las tarjetas de crédito son las siguientes:
a) El saldo promedio actuarial. Considerado el mas caro dentro de las tarjetas de crédito, funciona de la siguiente manera:
 

Formula: Interés Continuo por (Saldo promedio anterior + compras + disposiciones en efectivo) menos pagos
b) Balance Total. este funciona de la siguiente forma:
Formula: Interés Continuo por (Saldo Promedio Anterior + compras + disposiciones - pagos)
c) Saldo Promedio Directo. En este método no se aplica el interés si el saldo anterior fue cero.
d) Balance Anterior. En este método, si el saldo no fue pagado en su totalidad, los intereses se aplican así:
Formula: Interés Continuo por (saldo promedio anterior) + compras + disposiciones - pagos
e) Método Bi-mensual. Este método es utilizado muy a menudo por las cadenas departamentales.
Formula: Interés Continuo por (saldo promedio del mes anterior + saldo promedio del mes actual + compras - pagos).
"En el caso de México, las utilidades de las tarjetas de crédito se estiman en un 20% y representan hasta un 50 % de las utilidades de la banca (esto no lo mencionan los bancos pero hablando con expertos de los bancos, estas son sus estimaciones, debido a varios factores: uno el fondeo/prestamo es mucho mas amplio en México que en los Estados Unidos, esto se puede corroborar en el diferencial entre tasas activas y pasivas, otro factor, es el factor de monopolio, que permite actuar con total discrecionalidad en las tasas impuestas, castigos, formulas de interés compuesto, integración de varios servicios en un todo)." Y hasta aquí Juan Ramón.

7 La política fiscal y el bajo endeudamiento


8 La combinación de las variables como política, un diagnóstico de la economía




PEA y Personal ocupado en México
Tasa de crecimiento anual

Años Población Personal
económicamente ocupado
activa remunerado

1970-1982

3.7

4.1
1983-1995
3.5
1.9
1994-2010
1.9
1.7
Fuente: CONAPO e INEGI.



El registro de los afiliados al IMSS es un dato engañoso, pues si bien ya ilustramos cómo el problema del desempleo y subempleo es estructural y añejo, la administración actual ha intentado sostener lo contrario en base a la cita unilateral de los registros al seguro social, como se observa en la gráfica inferior:

Según esta gráfica el empleo está mejor que nunca. Pues solo ilustra los nuevos empleos. Pero no muestra los saldos, es decir, los que dejaron de existir. Ni nos aclara si esos nuevos son permanentes o transitorios. Ni tiene relación con los datos del subempleo, ni puede mostrar cuántas personas dejaron de buscar trabajo.

9 Las críticas de la oposición
Del PRI
Del PRD
De la academia

10 La política económica a la luz de la teoría del Desarrollo


11 Volviendo a Carstens
"Lo que nos resta, como lo he repetido en numerosas ocasiones –había dicho Carstens en la 75 Convención Bancaria ya citada-- es potenciar y lograr una mayor derrama social de ese crecimiento, mediante las reformas estructurales, ya bien identificadas, pero que aún no hemos logrado cristalizar.
"En estos momentos, en que la incertidumbre se agudiza en el entorno internacional, y en los que se augura un crecimiento económico mediocre en las economías de nuestros principales socios comerciales, se vuelve más importante todavía emprender esas reformas que refuercen las fuentes internas de crecimiento al contribuir a fomentar el ahorro y la inversión, elevar la competitividad de las empresas, y mejorar la productividad de los trabajadores.
"Sólo así podremos traducir los avances de la estabilidad que ya hemos logrado en una etapa de crecimiento sostenido que genere más empleos, mejores salarios, sostenibles y mayor bienestar para todos los mexicanos." Otra vez hasta aquí Carstens. Analicemos:
Primero.- O sea que para nuestros teóricos del crecimiento se tienen que complementar las variables macroeconómicas con un conjunto de reformas estructurales. Reformas que han de estar centradas, como dice el titular del Banco de México, en una estrategia de fortalecimiento del ahorro con su impacto en la inversión, y en una mayor competitividad de las empresas mejorando la productividad de los trabajadores.
Fácil fórmula trillada. Aumentar el ahorro, porque se supone que ello permite mayor inversión. Mayor competitividad, se supone para exportar más. Y mayor productividad, precisamente para ser más competitivos. La primera inconsistencia es que cuando aparece dinero en la circulación lo retiran, pero no lo canalizan a la inversión, ni hacen nada para que se convierta en riqueza. Postulan que hace falta capital, pero cuando aparece no saben cómo convertirlo en inversiones.
Así que esta fórmula de aumentar el ahorro para generar mayor inversión se cae por su propio peso.
Primero porque el ahorro se ha comportado de tal forma que no impacta para nada en la inversión, y sí en cambio en una concentración del ingreso y en una fuga de capitales, o repatriación de utilidades. Veamos: Según la prensa, en mayo del año 2011, se reportaron grandes ganancias en la bolsa de Nueva York. Algunos indicadores reportaban 0.6 de aumento en el Dow Jones de Microsoft. Otro indicador del mismo tipo, el Nasdaq, había avanzado 1.01. La bolsa mexicana, que se comportaba de manera refleja, había ganado 0.6 por ciento.
En otro sentido, esos aumentos en los puntos del comportamiento de las bolsas, querían decir que el 0.18 de los mexicanos, que eran los que movían esos capitales, representaban el 42% del PIB. O todavía en palabras más simples: que menos de doscientas mil personas concentraban el 42% de la riqueza nacional producida por este país en un año.
Una nota del diario La Jornada decía (11 de mayo de 2011) 204,472 inversionistas han movido 6,000,026,954 millones de pesos en la bolsa, según la Comisión Nacional Bancaria y de valores. (La cifra se lee seis billones veintiséis mil novecientos cincuenta y cuatro millones de pesos). Según esa nota, en un solo año el valor de las operaciones bursátiles triplicó lo que pasaba en el resto de la economía.
Un año más tarde, el 7 de junio de 2012, el mismo diario, La Jornada, decía en un artículo central: "En 3 meses grupos financieros en México ganaron $26 mil millones. La cantidad superó en 36.1% la obtenida en el primer trimestre de 2011, revela CNBV. El resultado fue 6.5 veces superior a la tasa de crecimiento anual de la economía. Sólo BBVA Bancomer, Banamex, Santander y Banorte concentraron tres cuartas partes de utilidades del sector."
¿Y qué hacen la bolsa y los bancos con ese capital que el Dr. Carstens considera base de la inversión? Una parte la "invierten" en instrumentos de deuda, es decir, se la prestan a pagadores "seguros", empezando por el mismo gobierno. O como dicen los consejeros de inversiones, invierten en deuda gubernamental y bancaria, en deuda privada y en instrumentos de deuda sin grado de inversión. O sea que no generan, al menos en este caso, ni riqueza ni empleos. Otra parte va efectivamente a empresas. Pero de ellas, pocas son productivas, o mejor dicho, generadoras de puestos de trabajo o de riqueza. Este sería el primer aspecto de la bolsa. Pero todavía podemos agregar más

Por otra parte, según la Revista empresarial Expansión (23 de enero de 2012), los principales beneficiarios de la porción de recursos financieros que pasa de la bolsa a la inversión, "éstas son las 23 empresas en México que pasaron la prueba de EIRIS (EIRIS =Empowering Responsible Investment), la firma que estuvo detrás del Dow Jones Sustainability Index, del británico FTSE4good y del índice de Johannesburgo):
Alfa
Desarrolladora Homex
Grupo Modelo
América Móvil
Empresas ICA
Industrias Peñoles
Arca Continental
Fomento Económico Mexicano
Kimberly-Clark de México
Cemex
Grupo Aeroportuario del Centro Norte
Mexichem
Coca-Cola FEMSA
Grupo Aeroportuario del Sureste
Urbi Desarrollos Urbanos
Compartamos Banco
Grupo Bimbo
TV Azteca
Controladora Comercial Mexicana
Grupo Financiero Banorte
Walmart de México
Corporación GEO
Grupo México
Creo que todos podemos observar en esa lista que se trata de una televisora, una cervecera, una refresquera de propiedad extranjera, una telefónica, una papelera, dos monopolios que distribuyen productos para el hogar pagando bajos precios a sus proveedores, dos constructoras o desarrolladoras de vivienda, una empresa que construye aeropuertos, un monopolio fabricante de pan con trigo extranjero, y solo una siderúrgica y una cementera. Así que el punto de que el ahorro se convierta en motor del crecimiento, como postula Carstens, queda en entredicho. Pero todavía podemos agregar que
Segundo, porque la competitividad descansa hoy en día en factores que no tienen que ver con la productividad individual de los obreros, sino en condiciones mucho más complicadas como en el caso de China, donde
Tercero, porque el suponer que la mayor productividad permite ser más competitivo encierra una falacia, en la que se supone que los obreros representan un costo que se debe abatir para ser competitivo, cuando en México la productividad se ha incrementado sin que ello impacte en los salarios, y represente tan sólo una parte insignificante de los costos totales de producción, y cuando en México la mayor productividad no ha permitido que se incrementen ni las ventas ni las exportaciones, pues la industria se ha reorientado a cotos de mercado y no a la conquista de nuevos consumidores.

12 La propuesta de las reformas estructurales


13 La reforma fiscal

El viernes 22 de junio de 2012, el diario La Jornada informó en su pág. 3, que después de reiteradas insistencias, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) informó a la Cámara de Diputados la persistencia de la práctica de devolución de impuestos a grandes contribuyentes. De la recaudación de las grandes empresas en el país, cuyo monto ascendió a un billón 123 mil millones de pesos durante 2010, fueron reintegrados 174 mil 228 millones a 2 mil 550 importantes consorcios. En su informe de la cuenta pública de ese año, el ente fiscalizador ubicó las devoluciones en los sectores cementero, minero, producción de vehículos automotores, refresqueras, cerveceras, maquiladoras de electrodomésticos, alimentos enlatados, cigarreras y empresas telefónicas. De esta forma, se comprobó que dichos grupos, no obstante que aportaron la mayor recaudación de contribuyentes, disminuyeron su impuesto a pagar, de acuerdo con las disposiciones fiscales, refiere el análisis.
Los grandes contribuyentes que pagaron impuestos sobre la renta (ISR), empresarial a tasa única (IETU), al valor agregado (IVA) y especial sobre producción y servicios (IEPS) en el ejercicio 2010 aportaron a la recaudación un billón 123 mil 394 millones de pesos. El ISR y el IVA fueron los gravámenes más representativos, al reportar una recaudación de 525 mil 260 millones de pesos y 490 mil 708 millones, respectivamente, que suman un billón 15 mil 969 millones de pesos, 90.4 por ciento del total recaudado. Del total recaudado, por un billón 123 mil millones de pesos, los sectores con mayor captación fueron los siguientes: diversos, con 413 mil millones (36.8 por ciento); consolidación, 379 mil 546 millones (33.8); financiero, 131 mil millones de pesos (11 por ciento). Los tres principales sectores representaron en su conjunto 82.3 por ciento de la recaudación total.
Al analizar la información, comentaron los periodistas Enrique Méndez y Roberto Garduño, de la fuente citada, que la Auditoría Superior de la Federación comprobó que dichos grupos, no obstante que aportaron la mayor recaudación de contribuciones, disminuyeron su impuesto a pagar, de acuerdo con las disposiciones fiscales. Se observó, continuaron diciendo en su nota, que de manera general que los contribuyentes del sector consolidación que no efectuaron pago obtuvieron pérdida fiscal consolidada en la mayoría de los casos. Respecto del estado analítico de ingresos de la cuenta de la Hacienda Pública Federal 2010, ésta reflejó un total de 230 mil 686 millones de pesos reintegrados a los contribuyentes por concepto de IEPS, IETU, ISR e IVA. Así, la ASF señala un hecho irrefutable que termina por beneficiar a las grandes empresas.
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) proporcionó la relación de las devoluciones pagadas a esos consorcios, y con su análisis se constató que la entidad fiscalizada autorizó a 2 mil 550 de ellos un total de 19 mil 990 solicitudes de devolución por un monto de 174 mil 228 millones de pesos. La suma de ambos conceptos alcanza los 404 mil 915 millones de pesos por concepto de devoluciones.

14 La reforma laboral
El 12 de febrero de 2007, apareció una nota en los diarios nacionales en la que el director para México y Cuba de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Miguel del Cid, señaló que en nuestro país, además del problema del desempleo abierto "que afecta sobre todo a jóvenes y mujeres", hay cerca de 3 millones de subempleados y 12.5 millones de personas en empleos informales; es decir, hay un extraordinario déficit de empleo "decente", lo que significa que una parte importante de los mexicanos no logran ingresos suficientes para vivir con dignidad. Además, México no escapa a la realidad latinoamericana, pues "prevalecen focos de conflicto en materia de libertad sindical, en el derecho y ejercicio legítimo de la negociación colectiva de trabajo, y en cuanto a la gran extensión del trabajo infantil", dijo Del Cid. En este contexto, planteó que se tienen identificados al menos 3.3 millones de niños y niñas menores de 14 años que se emplean para sostenerse, de los cuales una proporción importante lo hacen en condiciones que podrían calificarse como "las peores formas de trabajo infantil", lo que representa un gran desafío para las políticas públicas, y excede el ámbito laboral. En un informe que entregó este fin de semana denominado México: desafíos y políticas de generación de empleo, el papel de las reformas laborales.
Para el encargado de la oficina para México de la OIT, los problemas de crecimiento e inversión se reflejan en una alta subutilización de los trabajadores mexicanos, donde la punta del iceberg en el desempleo abierto incide en 4 por ciento de la fuerza de trabajo, pero también se refleja en el subempleo visible, fenómeno que afecta a 3 millones de personas, que son quienes trabajan jornadas insuficientes y mal pagadas, y el hecho de que sólo 46 de cada 100 con empleo tienen prestaciones y seguridad social. Añade Miguel del Cid que el país tiene otro déficit que se refiere a la alta proporción de trabajadores que laboran en la economía informal y que ya alcanza a 28 por ciento de la Población Económicamente Activa, que se encuentra en la ilegalidad y donde hay subcontratación y salarios precarios y donde la mayoría está en condiciones de subsistencia.En su opinión, "se requiere una política macroeconómica más amigable con el empleo, que no identifique el trabajo y los salarios como variables a sacrificar en la búsqueda de los objetivos de la estabilidad macroeconómica"; ello demanda de un criterio que ubique la generación de trabajo en igual nivel de jerarquía que otros objetivos de la política macro. Según el funcionario de la OIT, se precisan políticas para mejorar el clima de inversión como las dirigidas al desarrollo e integración de redes productivas, promoción de exportaciones, incentivos estatales a la creación de empresas, el desarrollo de un marco de seguridad jurídica, cambios en el sistema financiero y el mercado de capitales para mejorar el acceso al crédito de las medianas y pequeñas empresas (incluidas las que están en la economía informal), así como el desarrollo de infraestructura productiva, además de apoyo a mercados como el del turismo, agropecuario, agroindustrial y agroforestal, entre otros.
Un año después, en un artículo firmado por el periodista Juan Carlos Miranda, del mismo diario La Jornada, se volvía sobre el mismo punto, pero ahora para detallar que "El número real de desempleados en México es de 8.7 millones de personas y no los 2.4 millones que el Inegi identificaba como población desocupada al cierre de 2011, según sostiene un estudio del Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la UNAM. En su más reciente reporte de investigación, el órgano de análisis señala --decía el reportero-- que el gobierno mexicano ha encubierto de manera permanente las cifras reales de desempleo en el país, debido a que la metodología que utiliza el Inegi para medir la tasa de desocupación no es pertinente. Lo anterior obedece a que dicha tasa sólo contempla a los desocupados que activamente han buscado trabajo durante el último mes, pero deja de lado a quienes ya se cansaron de buscar o ya no creen tener oportunidad de encontrarlo. Con la tasa de desocupación, el gobierno no sólo está ocultando al 72 por ciento de la población desempleada, sino que no se está contemplando a quienes sufren de una situación crónica de desempleo, señala el análisis elaborado por los investigadores Jaime Vázquez, Luis Lozano Arredondo y David Lozano Tovar, entre otros.

"El CAM explicó que el Inegi mide la tasa de desocupación con base en datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), la cual clasifica a la población de 14 años en adelante en las siguientes categorías: población económicamente activa (PEA) y población no económicamente activa (PNEA). La primera de ellas está integrada a su vez por dos grupos: los que durante el periodo de referencia realizaron una actividad económica (población ocupada) y los que buscaron activamente una durante el mes anterior al día de la entrevista sin encontrarla (población desocupada). Cuando se habla de la PNEA se abarca a las personas que durante el periodo de referencia no realizaron actividad económica alguna, ni buscaron desempeñar una en el mes anterior al día de la entrevista. Ésta a su vez se divide en población disponible, que son las personas que en la semana de referencia no tenían trabajo ni buscaron activamente uno por considerar que no tenían oportunidad de encontrarlo, pero tienen interés en trabajar y en población no disponible, quienes están en la misma situación, pero no tienen necesidad o interés en trabajar. La forma en que el Inegi calcula la tasa de desocupación, añade el documento, es dividiendo a la población desocupada entre el total de la PEA y multiplicando el cociente por cien, pero dejando fuera a todos los demás. Por lo tanto, el Inegi no calcula una verdadera tasa de desempleo, lo que hace es medir una tasa de desocupación que excluye a la gente vencida por no encontrar empleo o a quien simplemente tiene un panorama laboral incierto. El CAM explicó que de acuerdo a la metodología de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en situaciones en que los medios convencionales de búsqueda de empleo son insuficientes o en que el mercado laboral está desorganizado o es de alcance limitado la definición estándar de desempleo puede aplicarse suprimiendo el criterio de búsqueda de empleo. Tomando como base esta metodología, la tasa de desempleo (que no de desocupación) calculada a nivel nacional al cuarto trimestre de 2011 es de 15.4 por ciento (8 millones 710 mil 108 personas), mientras que para este mismo periodo, el Inegi calculó una tasa de desocupación de sólo 4.8 (2 millones 437 mil 409 personas). El CAM encontró que durante este sexenio hay una diferencia de al menos 10 puntos porcentuales entre ambas tasas. Como ejemplo señaló que mientras la desocupación llega a su punto más alto durante el tercer trimestre de 2009 con 6.2 por ciento, para el mismo periodo el desempleo fue de 16 puntos porcentuales. La importancia de diferenciar los términos resulta nodal ya que al hacerlo podremos tener un panorama de mayor claridad sobre la situación real y cotidiana a la que se ve enfrentada la fuerza de trabajo en México, expuso el Centro. De acuerdo con datos de la OCDE difundidos este miércoles, la tasa de desocupación en México repuntó en febrero hasta llegar a 5.2 por ciento, pese a lo cual se encuentra todavía entre las siete más bajas dentro de los países que integran el organismo internacional, cuyo promedio en febrero fue de 8.2." (Con información de Notimex).
Si le creyéramos a las estadísticas maquilladas gubernamentales, el desempleo en México sería comparable al de los Países bajos o Taiwán, pero si ajustáramos los parámetros como lo plantea la UNAM, entonces nuestro lugar estaría al lado de Albania, República Dominicana e Irak.
Si lo que se buscara entonces, fuera solamente un aumento de la productividad, antes de plantearse la generación de plazas de trabajo decente, en efecto la flexibilidad sintetizaría la estrategia, como lo plantea el saliente Secretario del Trabajo. Pues jornadas maleables o subdivisibles le darían al capital la posibilidad de emplear o desemplear, aumentando o disminuyendo los ritmos de su producción, de su oferta y de su gasto. Pero los únicos beneficiarios serían entonces los dueños del capital. No habría desarrollo, aunque muy probablemente sí mejorarían los índices de crecimiento.
No es la reforma laboral que necesitamos.
Si de lo que se tratara es de una Reforma Laboral que mejorara el desempeño total de cada empresa, pero mejorando las condiciones del trabajo, el ingreso de todos los participantes, y la competitividad de cada unidad económica, entonces el camino tendría que ser muy distinto de todos los que hasta la fecha se han propuesto o tratado de instrumentar.
Y en ese caso describimos lo que del diagnóstico se desprende:
1 La productividad, y en general la mejora de todo el proceso productivo, es siempre resultado de un régimen social y económico cimentado en el beneficio común y la confianza. No en políticas que impongan una lógica económica contraria al interés de las partes o de una de las partes involucradas. Pero el problema central no es la productividad, sino el proporcionarle oportunidades a la mano de obra desocupada y subocupada. Y ello implica primero una acción de fomento y una política de inversión. Y este es el primer escollo, pues en el esquema neoliberal el gobierno y el estado han desaparecido como agentes económicos. Son solo reguladores, y toda la inversión depende de la iniciativa privada. Una iniciativa que en este país invierte en la bolsa, en la especulación, en empresas comercializadoras, en importaciones, en telefonía, y solo de manera raquítica en fabricación de bienes. Pues los mercados están bajo control monopólico, el consumo está estancado, el mercado interno en contracción, y si el gobierno no reactiva el ingreso, no podría entonces rehabilitarse el mercado.
2 Pero además está el factor ideológico, en el que se ha concebido la reforma laboral como parte de una estrategia de oportunidades de negocio, y no como parte de una estrategia de desarrollo. En este sentido, México ha vivido un proceso histórico en el que los actores fundamentales del proceso económico se inscribieron en los referentes políticos del siglo XIX, que contraponían los intereses de clase como una dicotomía. La dicotomía tenía que ser tutelada por el Estado cuidando a la parte más débil, y los intereses se consideraban contrapuestos y necesariamente irresolubles. Todo el marco legal se construyó para regular esos intereses contradictorios. Como el estado mantuvo a un partido único, y como el sistema fue unidimensional, los sindicatos fueron integrados al estado como sustento y subordinados. Los sindicatos pasaron a formar parte del aparato corporativo.
3 El aparato corporativo, que solamente acierta a defender este estatus quo, no tiene interés en la competencia ni en la producción. Su identidad es el poder y sus objetivos son mayores cuotas del mismo, sin cambios en el régimen político. Durante el periodo de instauración del neoliberalismo este carácter subordinado se refrendó cargando el costo económico del proceso sobre los salarios de los agremiados. Lo importante era reorientar al aparato productivo hacia el exterior, y el único camino identificado era la reducción de los costos por la vía de la reducción de los salarios y la intensificación productiva (más inversión en capital y no en mano de obra).
4 En este contexto, la búsqueda por la productividad y la competitividad ha partido del resultado de ese proceso corporativo. El proceso corporativo anula la defensa colectiva de los trabajadores al haber convertido a los sindicatos en parte del sistema político. Y la única forma como se concibe al trabajador es de manera aislada, individual y atomizada. Los programas de capacitación se conciben como programas a los que acude el trabajador individual. Y la promoción productiva pasa por innumerables casos individuales. El desempleo es visto también como un asunto de competencia personal y no como un fenómeno estructural. Pero ambos hechos, la productividad y el desempleo no son fenómenos individuales, ni pueden resolverse ofreciendo capacitación a las personas. De lo que se trata es de crear un nuevo modelo de relaciones sociales y económicas que restablezca la confianza general. Y en ese modelo la responsabilidad, la capacitación y todas los procesos de mejora tienen que concebirse como algo colectivo.
5 Los intentos por mejorar la productividad que dejan intacto el sistema político no pueden modificar la dicotomía capital/trabajo, ni pueden cambiar el carácter de los sindicatos. En el fondo se trata de diseñar una nueva forma de relación entre la empresa y sus partes constitutivas, entre los trabajadores y la propiedad. Estos cambios tienen que considerar no sólo la fuente misma de las contradicciones, que es la propiedad, sino también el régimen de organización y participación, que hoy es jerárquico y autoritario, y que tiene que ser participativo y democrático.
6 Si tuviera que sintetizarse en unas cuantas palabras la tarea yo diría que hay que dejar los sindicatos atrás, hay que generar un modelo de participación de los trabajadores en el régimen de propiedad, y hay que capacitar a las empresas como conjunto, es decir, como un colectivo que se apodera del proceso económico en su totalidad, comprendiendo lo productivo y lo comercial. Esto tiene nombre y tiene antecedentes, tanto nacionales como en el exterior. Se llama cooperativismo, donde el capital puede ser aliado de los trabajadores, y donde el régimen de administración es autogestionario.
7 La capacitación y el fomento industrial requieren capital para transformar las empresas en empresas de participación obrera, con una administración conjunta de empresarios y trabajadores, donde la utilidad se comparte. Esa es la verdadera base para llegar a una sociedad de confianza, donde el interés es verdaderamente compartido, y donde las contradicciones nunca tienen motivo ni sustento para llegar a ser antagónicas. Toda contradicción ocurre en el seno de una empresa donde ambas partes tienen intereses comunes. El interés común es la competitividad, y esta se perseguirá siendo más productivos.
8 El régimen salarial se desliga del sindicalismo y se lo asocia a la productividad de la empresa. Y la energía social que antes se expresaba en la negociación, la lucha sindical y la huelga, se canaliza ahora a la autogestión productiva, a la participación en el proceso de organización, a la mejora continua y a la productividad. La capacitación se reorienta hacia la capacitación del proceso y de un ente colectivo; y la legalidad se ajusta a la realidad económica, en lugar de seguir tratando de meter a la realidad en una camisa de fuerza. La reforma de las leyes ha de ir de la mano con las necesidades fundamentales. No tendría sentido ley alguna que no contribuya a generar empleo o a dar certidumbre a las condiciones del mismo o a preservar las conquistas que los trabajadores ya alcanzaron. No tendría sentido una ley que no aumente la soberanía, o que no fortalezca la planta productiva. No tendría sentido, en fin, ley alguna que no forme parte de una estrategia para remontar nuestras dificultades. Pero además de entender que necesitamos establecer congruencia entre nuestro quehacer legislativo y la estrategia de desarrollo, resulta igualmente prioritario mostrar la coherencia y correspondencia entre los instrumentos normativos y las medidas de política. Y más aún, resulta indispensable demostrarnos y comprobar que las políticas están siendo eficaces. Y esa parece ser una dificultad mayor, pues vivimos bajo supuestos, visiones, paradigmas e ideologías que nos atan a un diagnóstico y una perspectiva que la realidad ha destruido. Se creía que el país estaba bien enfilado hacia el progreso, y que ese progreso requería de la continuidad o prolongación de unas cuantas medidas de control de variables económicas generales. Se creía también que el crecimiento económico era el fundamento de un mayor bienestar y de una sociedad más justa. Y nos enfrentamos ahora con una realidad en el mundo en donde las variables económicas han sido destruidas en unos cuantos meses, y en donde se ha ido incluso más lejos, abandonando por completo los supuestos en los que descansaron las justificaciones o fundamentos de tales variables. Se decía que la economía debía mantener sus cuentas equilibradas, que ningún gasto debía sobrepasar el ingreso. Y sin embargo se ha mantenido un extraordinario gasto y una inconmensurable inversión en el sistema bancario y financiero, a costa de una política deficitaria e inclusive de una política económica que transfiere las reservas nacionales hacia los fenómenos de saqueo que realiza el sistema financiero. Se había condenado el papel del sector público en la economía como un factor de distorsión y aun de deslealtad competencia. Pero hoy se apela a su intervención como única salida para la quiebra de bancos, financieras y aún empresas. Se cuidó el gobierno de no caer en medidas populistas que dispendiaran de manera improductiva el gasto. Y se procede hoy a poner al Fideicomiso del Banco de México al servicio de los bancos, subsidiando sus operaciones, con la esperanza de que así hagan llegar el financiamiento a las PYMES y las dispersoras de crédito. Se había utilizado a la Financiera Nacional para los grandes proyectos del Estado. Y se le pone hoy a rescatar empresas. Todo está cambiando a un ritmo de vértigo. Pero las conclusiones necesarias no parecen estarse extrayendo. Casi nadie dice momento, pongámonos de acuerdo. El mundo vive una avalancha y necesitamos definir el rumbo en lugar de improvisarlo. Y la situación se torna delicada. Porque las reservas del Banco de México no han detenido la devaluación y más bien han alentado más la fuga de capitales y las tentaciones especulativas. Se torna delicada porque la experiencia ya mostró que el país se puede quedar sin divisas en unos cuantos meses y entonces sí estaremos aislados del mundo. Se torna delicada porque en medio de tales cambios y escenario hay quien insiste en que la competitividad es la consigna. La competitividad ha devenido una manía, o peor aún, un dogma religioso. Un dogma que al rezarse no produce compras en un mercado desvanecido o contrito. Pero la competitividad sigue siendo argumento para atribuirle a los trabajadores el papel principal en la salida del túnel. Es en este contexto que se habla de una reforma laboral.

I ¿Pero qué reforma necesitaríamos entonces? La situación se caracteriza por un proceso devaluatorio de la moneda que hoy, en el contexto del gradualismo, se denomina eufemísticamente desliz, o libre flotación del peso. Se caracteriza también por un estancamiento de las exportaciones, una caída en los precios de nuestro petróleo, y una errática actuación del sector financiero que subsidia, a través de las dos instituciones de fomento del estado (FIRA y NAFIN), a la banca privada. Mientras el sector productivo se debate ante la ausencia de crédito, financiamiento e incentivos para la producción. Lo que origina esta situación, dijimos, es el mal diagnóstico de quienes dirigen la economía. Ellos siguen apostando a la recuperación con el mantenimiento del modelo económico. Cuando el mundo ha virado ya hacia un cambio de paradigmas sobre el desarrollo y una reorientación de los esfuerzos hacia los mercados internos y la economía real. Cualquier cosa que vayamos a reformar tiene hoy que contribuir a una mayor generación de empleo, a dar certidumbre y seguridad al que ya existe, y a conferir a la población trabajadora una mayor injerencia en el proceso en su conjunto, de tal forma que sus condiciones de trabajo y la suerte misma de su producción, encuentren salidas, mercados, y acrecienten las ventas, el mercado interno. Cualquiera ley que reformemos tiene que contribuir a que aterricemos en la nueva perspectiva. Una perspectiva de trabajo ciertamente, pero también de congruencia entre el interés de la mayoría y el papel y propuestas del Estado. Cualquier ley ha de avanzar en la justicia, el reparto de la riqueza y la continuidad del proceso económico.
II Circula una propuesta del ejecutivo sobre la Reforma laboral y enardece las opiniones Desde principios de ese año crítico que fue 2009 se conoció el propósito expreso del Secretario del Trabajo de presentar una iniciativa para reformar la Ley Federal del Trabajo. Su contenido respondía, ciertamente, a reiteradas demandas del sector empresarial, pero no contiene ninguna enmienda para dar certidumbre en el empleo o para mejorar la representación de los hombres del trabajo. Más precisamente, propone que las huelgas sólo puedan durar seis meses, transcurridos los cuales dejan de tener efecto sobre los patrones puesto que ya no podrán demandar salarios caídos por el tiempo que se añada. Propone también que en el artículo 83 se establezca la contratación y pago por horas, suprimiendo de un plumazo la estabilidad del empleo, que fue el espíritu original del texto, y satisface solamente las expectativas de quienes desean emplear mediante todo género de contratos temporales, a los que hasta hoy han tenido como empleados permanentes. Finalmente, como si no quisiera dejar dudas sobre el sentido y orientación de la reforma, introduce nuevas causas para declarar la inexistencia de las huelgas.
III El artículo 123, único agregado del Constituyente al proyecto de Carta Magna de Venustiano Carranza. Cuando en diciembre de 1916 el ejecutivo turnó al Congreso Constituyente su proyecto de Ley Fundamental, los más de ciento cincuenta diputados se enfrascaron en un debate de gran altura para evaluar la propuesta. En ese curso, y por argumentos de insignes nombres como Pastor Rouaix, Francisco J. Mújica, Gustavo Cravioto y Saúl Rodiles, se concluyó que el artículo V obligaba, de ser aprobado, a la introducción de un nuevo artículo, que resultó el 123 y que introducía todos los derechos sociales al mundo del trabajo. Como lo comentó en su oportunidad Narciso Bassols, la introducción del 123, a través de sus representantes, fue "una conquista de la clase trabajadora frente al capital y el Estado liberal burgués…rompiendo con las rígidas técnicas y viejos moldes del constitucionalismo imperante, dándole a nuestra Constitución un lugar de privilegio en el constitucionalismo contemporáneo".
Otros Constitucionalistas como Tena Ramírez y Sayeg Helú lo han denominado desde entonces Constitucionalismo Social. El contexto de tales reflexiones y de la decisión tomada fueron claramente descritos por el Diputado Saúl Rodiles con las siguientes palabras: "las leyes que actualmente nos rigen son, por lo general, hijas del régimen de violencia en que vivimos, la humanidad no ha podido ser lo suficientemente condescendiente para evitarnos toda esta reglamentación que seguramente en un estado de perfección mayor no tendría razón de ser, mas como no hemos llegado a ese estado de mejoramiento moral, físico e intelectual, son necesarias todas estas leyes, es menester que el débil procure protegerse a toda costa de la labor que el fuerte hace para destruirlo." Por su parte, Pastor Rouaix, en la célebre sesión del 13 de enero de 1917, explicó que se cubría un vacío, "definiendo exactamente la naturaleza del contrato de trabajo, para mantener el equilibrio deseado en las relaciones jurídicas de trabajadores y patronos, subordinadas a los intereses morales de la humanidad en general y de nuestra nacionalidad en particular, que demandan la conservación de la especie y el mejoramiento de su cultura en condiciones de bienestar y de seguridad apetecibles". Antes de ello, redondeó el célebre tribuno, hay que "reconocer el derecho de igualdad entre el que da y el que recibe el trabajo como necesidad de la justicia que se impone no sólo el aseguramiento de las condiciones humanas del trabajo", con todas sus calamidades que "constituyen un peligro inminente para la tranquilidad pública".
IV El carácter tutelar del Estado surgido de la Revolución y los cambios históricos en la sociedad mexicana. Los legisladores constitucionalistas habían así plasmado el espíritu del liberalismo que armó a la Revolución con Programa, según consta en el texto del mismo: La Revolución (como habían escrito los discípulos de Ricardo Flores Magón), "acepta de buen grado al industrial, al comerciante, al minero, al hombre de negocios, a todos los elementos activos y emprendedores que abren nuevas vías a la industria y proporcionan trabajo a grandes grupos de obreros, que algún día, con su propio esfuerzo, han de crear a su vez la humanidad del futuro." (Manifiesto a la Nación y Programa de Reformas Político Sociales de la Revolución. Soberana Convención de Jojutla, Morelos. Suscrita, entre otros, por Antonio Días Soto y Gama como representante de Emiliano Zapata.) Enfrentados a una economía donde los patronos eran los únicos que habían tenido la protección del poder público, los revolucionarios definieron la propuesta de "Establecer en la República juntas directivas, suficientemente capacitadas para el reparto de dividendos, rendición de informes a los accionistas, y exhibición de toda clase de libros y documentos." Así como las bases de un régimen tributario justo que gravara a los acreedores de todos los préstamos, y "formara el catastro y la estadística fiscal de toda la República", para que todos pagaran impuestos (Artículos 29 al 31 del Programa).
V ¿Estará madura la sociedad para una reforma con mayor justicia o se refrenda la necesidad de proteger al débil ante los excesos del patrón? El texto propuesto por el saliente Secretario del Trabajo no guarda antecedente alguno con el espíritu justiciero del Constituyente, bien al contrario, parece asumir la posición que caracterizó al estado porfirista. ¿Por qué, debemos preguntarnos hoy, el estado no alcanza a avizorar el camino del perfeccionamiento del espíritu de la ley, y trata una vez más de ponerse al servicio de una de las partes? La explicación parece estar en dos cosas o hechos; por una parte en la forma como ha cambiado la integración del poder público, y por otra en la larga historia del unipartidismo que caracterizó a nuestro país, y que se caracterizó por la corporativización de todas las instituciones de representación. La primera de estas cuestiones nos dice que hoy algunos funcionarios fueron escogidos al margen, o por encima, de las consideraciones de la función que debieran cumplir. Y más concretamente, que el Secretario del Trabajo no tiene en su haber curriculum alguno relacionado con el mundo laboral. Abogado especialista en telecomunicaciones, llegó a la Secretaría del trabajo completamente ajeno al tema y papel de la institución que hoy dirige. La segunda nos dice que el papel de la STPS, que originalmente fue de árbitro y conciliador de los intereses de las partes involucradas en el proceso laboral, fue trocado poco a poco para fungir como representante de los intereses de la parte patronal, al mismo tiempo que como administrador del corporativismo. El antecedente más claro del papel corporativo que ha asumido el Secretario actual está en la defensa del régimen antidemocrático que prevalece en Pemex, pues en diciembre de 2008 negó el registro al sindicato democrático que, tras agotar todos los requisitos de ley, viene solicitando su reconocimiento como nueva opción que agrupe a los trabajadores petroleros. La STPS contestó, entre otras cosas entonces, que el sindicato que solicita su registro debía "acreditar la existencia de Petróleos Mexicanos" empresa con la cual "aspiraría" a firmar contrato colectivo. Pero antes de ese fallo, la misma STPS despidió a varios de los que se negaron a renunciar a su militancia en el sindicato democrático, amenazó a otros de los que promovieron al mismo, jubiló a unos más, y llegó inclusive a negar el servicio médico a varios de sus familiares, hasta el punto de dejar morir en la puerta del hospital de la institución al padre del Felipe Valencia, uno de los líderes del nuevo organismo. En contraste con esa actitud, el Secretario del Trabajo firmó con el gobernador del estado de Puebla, tan recientemente como la segunda semana de febrero de 2009, un "Convenio para promover la seguridad y la salud en el trabajo", asistiendo a ese acto los personajes más conspicuos del corporativismo sindical y político, como el Secretario del Trabajo local, Pericles Olivares Flores; el Presidente del Consejo Coordinador Empresarial local, Gabriel Huerta Ortega; además de dirigentes sindicales como el Presidente del Congreso del Trabajo estatal, Leonardo Contreras Cisneros y el Secretario General de la CROM, Jaime Reyes Lucero; así como los diputados federales Alfonso Bello Pérez, Violeta Lagunes y el entonces senador de la República, Rafael Moreno Valle Rosas, ambos estos últimos del círculo íntimo de Elba Esther Gordillo. Las bondades que en este contexto viene defendiendo el Secretario de su propuesta de ley constituyen asuntos menores que apuntan a dar la impresión de coincidencia con el titular del poder ejecutivo y el Partido Acción Nacional. Concretamente nos referimos a las sanciones que se incluyen para castigar el acoso sexual, las menciones al trabajo decente y el que no se reforme el artículo Constitucional que la reforma de ley reglamenta. En realidad se trata de una reforma que avanza en la llamada flexibilización de las condiciones de contratación, abriendo incluso la puerta para las subcontrataciones que dejarían a los trabajadores en calidad de mano de obra que se puede rentar a terceros.
VI ¿En qué situación de la economía y el empleo es que se aborda la probable reforma de la ley en 2012? En la línea coincidente con Javier Lozano, la empresa Wall Mart ha generalizado los horarios de trabajo que transgreden flagrantemente la ley del trabajo vigente. Jornadas de diez y doce horas se han generalizado en esa trasnacional, que paga a sus empleados entre 2,500 y 5,000 pesos al mes. En el sexenio pasado, cuando le explicamos a Carlos Abascal que apegados a la legislación sólo podíamos dictaminar la huelga de Euzkadi como existente o no existente, y que su calificativo de improcedente no era legal, él me contestó que "estaba llenando un vacío de la ley". De la misma manera, hoy, Lozano, al permitir que Wall Mart establezca las jornadas de doce horas se anticipa a su propia reforma. La organización civil Proyecto de Derechos Económicos, sociales y culturales (ProDesc), documentó hace tres años que en los anteriores tres se habían realizado entrevistas a 247 trabajadoras de Wall Mart, que laboran en ocho estados de la República, donde el 52% de ella refirió que su salario es del todo insuficiente para cubrir sus necesidades básica, pero cuando todas cubren jornadas de más de ocho horas. En otra investigación, realizada en las maquiladoras y la razón social Walmex, donde laboran alrededor de 135 mil personas, en 141 ciudades del país, se rebasa el límite de 8 horas de jornada por día, sin que se les remuneren las horas extras conforme a la ley. Y el estudio, que tiene entre sus ejemplos principales algunas poblaciones de Puebla, como la ciudad de Atlixco, señala que son frecuentes los accidentes, las caídas y las lesiones por cargar más de lo que un individuo debería, pero que ni los obreros ni las obreras de ese corporativo tienen servicio médico en sus centros de trabajo. Pero fue precisamente en Puebla donde firmó el Secretario Lozano su Convenio con el gobernador, siendo testiga toda la clase corporativa. No necesitaríamos agregar que los sindicatos de estas empresas son blancos, que en ellas está prohibida la maternidad, que 75 mil trabajadores son "voluntarios" --es decir sin sueldo alguno--, y que además esta cadena castiga a sus proveedores pagando sus cuentas hasta después de noventa días. Pero Javier Lozano abandera las mismas demandas que la trasnacional. Es ciertamente explicable que la oferta de mano de obra sea un factor que alienta estas prácticas, y que el medio millón de personas que han perdido su empleo en los últimos años (según estadísticas oficiales del INEGI), se vean en la necesidad de aceptar condiciones al margen de la ley. Pero no puede ser la razón para flexibilizar la contratación, restringir las huelgas o imponer sindicatos blancos. En Estados Unidos la situación empieza a revertirse, y el marco jurídico que se impulsa bajo la administración de Barack Hussein Obama está lejos de apuntar en la dirección que busca la STPS en México.
VII El mercado global se reduce y las economías se retraen a reconstruir el mercado interno. En el Congreso norteamericano circulan desde el final de la administración de Bush documentos que buscan recuperar para los sindicatos la capacidad de negociación. La Federación estadounidense del trabajo, que conocemos como AFL-CIO, así como otras organizaciones han incluido en sus demandas la inclusión en el TLCAN de acuerdos de colaboración ambiental y laboral. La larga noche del sindicalismo en contracción, que había reducido el número de afiliados en más de un tercio llega a su fin. Las exportaciones de todos los países han caído vertiginosamente, y a menos que se orienten al propio mercado deberán esperar mucho tiempo, para contemplar otro escenario. Los sindicatos norteamericanos transitan hacia una nueva reunificación y esperan obtener triunfos legislativos importantes en el curso del semestre que transcurre. El segundo tema en importancia o jerarquía en la agenda del presidente Obama es la aprobación por el Congreso de la Reforma laboral, que se ha de caracterizar, precisamente, por alentar la libre organización, la contratación colectiva y el salario remunerador. Para los nuevos gobernantes del país más poderoso está claro que se trata de reactivar la producción y el mercado. En este punto coinciden plenamente con la visión estratégica que tenían los liberales mexicanos que redactaron el Programa de la pasada Revolución, que a la letra dice: "Si estos hambrientos dejan de ser, si llegan a estar en condiciones de satisfacer sus necesidades normales; en una palabra, si su trabajo les es bien o siquiera regularmente pagado, consumirán infinidad de artículos de que hoy están privados, y harán necesaria una gran producción de esos artículos. Cuando los millones de parias que hoy vegetan en el hambre y la desnudez coman menos mal, usen ropa y calzado y dejen de tener petate por todo ajuar, la demanda de mil géneros y objetos que hoy es insignificante aumentará en proporciones colosales, y la industria, la agricultura y el comercio, todo será materialmente empujado a desarrollarse en una escala que jamás alcanzaría mientras subsistan las actuales condiciones de miseria general." Considero innecesario incluir aquí las cifras del empobrecimiento general que ha experimentado el pueblo trabajador en los últimos cinco lustros. Pero podríamos dejar constancia de que la extensión del hambre y el desempleo son tales que los robos o asaltos a los almacenes y transportes de alimentos han crecido más de trescientos por ciento en los últimos años, generalizándose hasta compararse con la situación que vivió México antes de 1910.
VIII La Reforma ideal, un marco jurídico que conjuga los intereses de los productores y los empresarios. En la doctrina social se plantea que las decisiones sobre todas las cuestiones que afecten a las personas deben ser tomadas por las personas, y que "sólo pueden ser trasferidas a un nivel superior, sea este la autoridad o el Estado, si exceden las capacidades del nivel en que se agrupan las personas". En la misma doctrina se plantea, viendo el sentido descendiente, que "la suplencia institucional no debe ni prolongarse ni extenderse más allá de lo estrictamente necesario". Siguiendo a Pío XI se ha dicho en este caso que "no es justo quitar a las comunidades menores o inferiores lo que ella pueden hacer y proporcionar para dárselo a una sociedad mayor, ya que toda acción social, por su propia fuerza y naturaleza, debe prestar ayuda a los miembros del cuerpo social… pero no absorberlos". Este principio debería imponer al Estado y a todas sus instituciones no sólo la abstención de cuanto restrinja a las personas, sino también cualquier acción que limite su iniciativa, su libertad y su responsabilidad. Por ello el Partido Acción Nacional adoptó la divisa de tanta sociedad como las personas puedan asumir de manera responsable, y sólo tanto estado como sea estrictamente necesario. El corporativismo con que se ha mantenido el régimen laboral en México ha sido pues contrario al espíritu de la subsidiariedad y la democracia. Si entendemos la democracia como vigencia de los derechos de las personas, y de sus organizaciones de base, entre ellas los sindicatos. En el estado corporativo el sindicalismo ha sido –y lo sigue siendo hasta hoy en día—un instrumento de control antes que un instrumento de representación. Control para garantizar la vigencia de los intereses del sistema económico y político. Un sistema excluyente de la iniciativa ciudadana y favorecedor de los grandes intereses. Y la iniciativa de Javier Lozano es la continuación de ese corporativismo, ajeno por completo a la doctrina social y a los principios del Partido Acción Nacional. Pero más allá, o en el fondo de la cuestión está la necesidad de tomar una posición ante la madurez social, ante la ciudadanía y sus capacidades para tomar en sus manos su autorrealización, su autogestión. Porque el marco constitucional que se originó en el Constituyente del 17 parte del supuesto de que la sociedad no había llegado a tal madurez, o como decía el diputado Rodiles, el artículo 123, y la Ley Federal que de él se desprende es un hijo "del régimen de violencia en que vivimos, en el que la humanidad no ha podido ser lo suficientemente condescendiente para evitarnos toda esta reglamentación". Si ese fuera el caso, el espíritu tutelar de la ley actual tendría que mantenerse vigente. Pero si la sociedad hubiera madurado, o como decía el mismo diputado Rodiles, si hemos llegado ya a "un estado de perfección mayor", donde la ciudadanía puede acotar o disminuir el papel del estado, la ley entonces "no tendría razón de ser" en su carácter actual, es decir como instrumento para equilibrar la justicia, y para conciliar el interés. De hecho no sólo el artículo 123, sino toda la Constitución representa un acuerdo o pacto social para conseguir, como había propuesto el gran Morelos, "la buena ley que sea superior a todo hombre y obligue a constancia y patriotismo, modere la opulencia y la indigencia, y de tal suerte se aumente el jornal del pobre que mejore sus costumbres, alejando la ignorancia, la rapiña y el hurto". Los legisladores mexicanos, desde aquél gran general de almas y de hombres, han buscado precisamente lo mismo, que la sociedad madure, y que la ley y el estado sólo coadyuven, o agreguen, lo que los ciudadanos no alcancen todavía a poner en vigencia. En la visionaria perspectiva de la Reforma, un indígena genial había escrito una idea que solamente 60 años más tarde sería elevada a precepto constitucional. Y que todavía hoy, más de un siglo y medio más tarde, nos plantea la gran cuestión. Ignacio Ramírez, el Nigromante, había planteado: "el trabajador se encuentra hoy esclavo del capital que, no necesitando sino breves horas de su vida, especula hasta con sus mismos alimentos; antes el siervo era el árbol que se cultivaba para que produjera abundantes frutos, hoy el trabajador es la caña que se exprime y se abandona. Así es que el grande, el verdadero problema social, es emancipar a los jornaleros de los capitalistas; y la resolución es muy sencilla, y se reduce a convertir en capital al jornalero, no solamente el salario que conviene a su subsistencia, sino un derecho a dividir proporcionalmente las ganancias con todo empresario." La enormidad del aserto quedó en el aire. En un aire que enraizó en una tradición de pensamiento y de propuestas, pero que solamente en la Soberana Convención de Jojutla de 1916 fue elevado hasta el precepto del reparto de utilidades; y que solamente hasta la redacción de la Ley Federal del Trabajo fue convertido en camino institucional para superar la gran contradicción y la lucha de clases. Este punto, que representa la diferencia de fondo con el derecho liberal de occidente, y que ha dado pie al derecho laboral mexicano, es la piedra de toque, el punto de las definiciones. ¿Estamos entonces maduros para superar la contradicción entre el capital y el trabajo y dejar atrás el estado tutelar corporativo? La respuesta es afirmativa. Pero no tiene contexto ni antecedente en el gobierno actual. Pero decimos que la Nación está lista para superar el marco de la Ley Federal del Trabajo por dos razones básicas. Primero porque la Ley parte del supuesto de que los intereses de obreros y patrones son irreconciliables, y entonces el papel del estado es moderar el conflicto y proteger al débil. Y segundo porque supone que la estructura de clases es inamovible o permanente, y esa es la razón de ser de la ley.
IX La Reforma del régimen económico laboral tiene tres pilares como fundamento: primero la creación de riqueza, segundo la distribución de la riqueza y la propiedad, y tercero la moderación de la opulencia. En medio de la crisis del sistema financiero la única salida descansa en la producción de bienes y servicios que eleven las condiciones de vida y convivencia. Cualquier dinero que se inyecte a la economía especulativa sólo conseguirá prolongar el estancamiento y fortalecer a los adversarios de la economía real. La divisa es invertir en la producción y en todo aquello que aliente la producción, y reducir todo gasto que solamente mantenga la hegemonía del sistema especulativo del capital. Enseñando a pescar y fomentando la pesca el estado puede conducirnos a la recuperación económica. Pero no podrá enfrentar la situación económica si se plantea apoyar las exigencias del capital que solo busca igualar las tasas de utilidad de la especulación. Las tasas de rentabilidad que el capital venía realizando fueron posibles a costa de la economía real. Se trata ahora de volver a la producción de bienes tangibles y servicios necesarios. Ello desplazará al capital especulativo. Y tendrá sin duda efectos importantes reduciendo la tasa de utilidad. Pero el mundo se enfrenta precisamente a esa disyuntiva: o aceptar la disminución de las utilidades y volver a la economía real, o continuar alimentando el desastre. El fortalecimiento de la economía real y la producción de satisfactores para toda la población es la única estrategia viable para remontar la recesión internacional y la caída de las bolsas. Toda institución financiera que se reoriente hacia el financiamiento de la economía productiva remontará el escollo y superará los problemas. Las instituciones que insistan en los derivados y la alta utilidad quebrarán después de haber succionado todas las reservas de las economías. La economía real representa empleo y riqueza. Y México tiene los recursos para producir lo que ya no podrá importar. Empezando por los alimentos. Pero ningún dinero le será suficiente para sostener la fuga de los especuladores. Con empleo y producción habrá mercado. Y con el mercado la industria nacional y la agricultura podrán obtener ganancias y alcanzar prosperidad. El estado podrá entonces limitar la acumulación de dinero y gravar con espíritu de justicia a los que más ganan. Las empresas podrán compartir sus utilidades con sus trabajadores. Y éstos podrán asumir el espíritu empresarial como una prolongación de sus destrezas y como un horizonte de su autogestión. La participación de los trabajadores en las utilidades, junto con la transparencia en las cuentas que soñaron los legisladores del siglo pasado, serán el fundamento de una reforma laboral.
X Las líneas generales de la reforma laboral necesaria. Requerimos una ley que al mismo tiempo que contribuye a crear condiciones para la estabilidad del empleo, contribuye a un régimen de mejor distribución del ingreso. Una ley que no responda a las ilusiones del crecimiento fundado en variables económicas que reducen las responsabilidades del estado o mantienen los altos niveles o márgenes de utilidad a costa del bienestar de la mayoría. Una ley que distribuya más equitativamente el esfuerzo de todos los que participamos en el proceso de generación de riqueza. Una ley que fortalezca el mercado interno y que, en consecuencia, defina mecanismos para elevar la participación del trabajo en las utilidades. Requerimos, en fin, una ley que aliente la organización de los jornaleros, el fortalecimiento de la democracia en los talleres y las fábricas, y una mayor injerencia y participación de los trabajadores en los organismos sindicales. Requerimos una ley que corresponda a nuestra economía mixta, y no a los dictados del capital trasnacional o de los supuestos del neoliberalismo que quebró, que ha fracasado. Esta ley ha de ser un instrumento que aliente la conversión de los obreros en empresarios, tanto por su participación en la propiedad, como por su gestión responsable. Requerimos una ley que deje atrás el contexto de la lucha de clases, y abra la puerta para la solidaridad y la cooperación. El Estado que la impulse ha de orientarse por la ruta del liberalismo que tiene más de un siglo de estar clamando por un destino nacional, y de un compromiso social que abra nuevos horizontes al bien común.

15 La reforma energética

16 La reindustrialización según el PRI

17 La cuestión social en sus tres variantes
Según el PRI
Según el PAN
Según el PRD

18 Nuestra visión sobre cómo reemprender el desarrollo
Bases para una política de empleo
Lo que no se ha alterado en las políticas públicas desde hace sexenios, o que permanece intacto, son las políticas macroeconómicas y la postura oficial sobre la responsabilidad principal para la generación de empleo que supuestamente está en la iniciativa privada. Debo referirme al punto porque es precisamente a la luz de esta visión crítica sobre la forma como se genera efectivamente el empleo que podemos incluso referirnos a las plataformas de los partidos y sus candidatos.
Tratando de ser esquemático enumeramos:
Uno. El estado sostiene hoy que su misión es mantener la paz social y la estabilidad económica, pues eso es lo que genera el clima de confianza para la iniciativa privada de tal manera que proceda a realizar las inversiones.
Sobre este punto, comenta David Harvey, profesor de Oxford, que representa uno de los dos aspectos en los que descansa la restauración del gobierno de clase. Entendiendo por gobierno de clase el que sirve a los propietarios de manera unilateral. Además de ser una de las características centrales de lo que hoy conocemos como neoliberalismo, dice Harvey, la supuesta estabilidad de las variables macroeconómicas es una forma eufemística de decir buen clima para los negocios, lo que únicamente responde al interés de los capitalistas.
El segundo aspecto que sirve a esta política, dice el mismo autor, es que los estados neoliberales favorecen siempre la integridad del sistema financiero y la solvencia de las instituciones financieras aun por encima del bienestar de la población y del medio ambiente. Aunque digan lo contrario. (A brief history of Neoliberalism, Oxford University Press, 2005, pág. 70, 71).
En contraste, podemos citar muchas otras posiciones. Por ejemplo, Joseph Shumpeter, que fue y sigue siendo una autoridad indiscutida, sostenía que la supuesta mano invisible del mercado debe estar bajo la autoridad de instituciones y personas (jueces, policías, políticos y funcionarios) cuyas motivaciones son completamente distintas alas del interés del negocio. Cosa que en nuestro país no ocurre, no solamente a causa de la absoluta corrupción del poder judicial y la absoluta ceguera del legislativo, sino porque el estado en su conjunto ha abrasado esa fe en que la estabilidad lo es todo, y la responsabilidad está en cualquier parte menos en el gobierno.
Y dos: el estado sostiene que la inversión necesaria es algo que rebasa las capacidades de la administración pública y por ende se requiere que el peso principal del esfuerzo gravite en la inversión privada y la inversión extranjera.
Es curioso, pero este argumento, que mucho tiempo fue completamente avalado por todos los neoliberales, ha sido paulatinamente abandonado por algunos de sus teóricos. Por ejemplo, Jeffrey Sachs, que fue uno de los diseñadores de la economía chilena, uno de los responsables del gran crack ruso de hace una década y media, y era hace seis años el Director General del Instituto de la Tierra y consejero del Secretario de las Naciones Unidas, sostiene que México, entre otros países, no requiere de los créditos internacionales ni para acabar con la pobreza, no digamos para conseguir el crecimiento. En uno de sus libros más recientes, titulado Terminar con la pobreza, y como verla superada durante nuestra vida (The End of Poverty, how we can make it desapear in our lifetime, Penguin Books, 2005), dice que tenemos los recursos internos suficientes para instrumentar sin ayuda del exterior una estrategia eficaz para conseguirlo.
Claro que quien sostiene que sólo la inversión extranjera conseguirá la inversión suficiente para el crecimiento económico, y que la superación de la pobreza depende del crecimiento económico, no va a plantearse nada que no sea en función de tales inversiones.
Viene al caso el tema porque hoy se dice que invertir más de lo que se recauda es endeudar al país en el largo plazo. Y eso no es lo que pensaron los mexicanos que construyeron el México moderno. Pues durante los largos años del llamado Milagro mexicano, el estado invirtió más de lo que recaudaba. Pero lo invertía en la producción, no en el gasto de sueldos improductivos, como ha ocurrido después. Era como un crédito de producción, y nunca generó endeudamiento, sino riqueza.
Eso explica muchas cosas. Pero no parecen visibles en nuestra vida cívica actual. Los ciudadanos parecen juzgar las intenciones o las declaraciones expresas. Si un candidato dice que su prioridad es generar el empleo, la gente resume el tema en creerle o no creerle. Pero no parece poder reparar en el método o la ruta que ese candidato se plantea o propone. Yo no descarto las intenciones de ninguno de los candidatos. Lo que hago es someter sus estrategias al análisis de la experiencia nacional e internacional y a su relación con instrumentos de política.
Para nadie es secreto que el campo es el lugar donde se genera el mayor número de desempleados. Pero nadie parece reparar en el hecho de que tanto para los representantes del PAN, como para los representantes del PRI, el problema es la desproporción entre el monto de la participación del sector en el producto interno bruto y el número de personas que lo integran.
Desde Luis Téllez y hasta Enrique Peña, y desde Fernández de Cevallos y hasta Felipe Calderón, pasando por Usabiaga y Mayorga, el campo contribuye con menos del 5% del PIB y representa un 20% de la población total. Su conclusión es que la población dedicada a la agricultura sobra. O como decía Usabiaga, que la cultura del maíz es algo que tenemos que extirpar para conseguir el desarrollo. Produzcan cualquier cosa menos maíz, esa era su consigna. O como dicen hoy, conseguir actividades no agropecuarias aunque se cumplan en el medio rural. El resultado son los más de cuatrocientos mil mexicanos que consiguen emigrar anualmente a los Estados Unidos, más los que mueren de hambre y desnutrición, más los que languidecen.
En este caso, el problema es de un carácter objetivo y subjetivo. Objetivo porque el desempleo es un fenómeno social cuantificable y demostrado. Pero también es un problema subjetivo, porque no se comprende la verdadera causa que lo origina. Y cuando se llega a comprender la causa, no se alcanzan a precisar las medidas necesarias para corregir o superar el problema. Y cuando se llegan a comprender, lo son sólo por una minoría, y no precisamente por la minoría que toma las decisiones.
Por eso es tan importante un momento electoral. O precisamente por eso debería serlo. Pues un momento electoral es justo aquel en que las decisiones, que durante cinco o seis años ha estado tomando un selecto grupo, pasan a ser puestas en consideración de una mayoría ciudadana. Las elecciones deberían ser, en este caso, una condena o un refrendo de las políticas que se han adoptado o cumplido, y no una expresión de simpatías o esperanzas. Los ciudadanos informados deberían votar por quien represente, al menos en la expresión oral y escrita, las estrategias que le garanticen la defensa de sus intereses, y no necesariamente sus simpatías.
Dice otro teórico de la época contemporánea, el autor del libro Colapso, Jared Diamond (Editorial Debate, Madrid, 2006), que "Las sociedades como los grupos humanos más pequeños pueden tomar decisiones catastróficas por toda una serie secuenciada de razones: la imposibilidad de prever un problema, la imposibilidad de percibirlo una vez que se ha producido, la incapacidad para disponerse a resolverlo una vez que se ha percibido y el fracaso en las tentativas de resolverlo." Pág. 567
Para Diamond, Deberíamos admirar no solo aquellos líderes valientes, sino también a aquellos pueblos valientes que decidieron cuáles eran los valores que conformaban el núcleo esencial de creencias por las que valía la pena luchar y cuáles habían dejado de tener sentido." Pág. 570
Pero desgraciadamente, hoy los contendientes políticos han conseguido contagiar a la ciudadanía con los paradigmas del crecimiento económico. Y mucha gente, sin que pueda ahora precisar si es una minoría o una mayoría, analiza el problema fundada en estos paradigmas.
Por ello vivimos un riesgo. El riesgo de que en lugar de analizar las opciones sobre nuestro futuro desde la base de lo que los candidatos realmente representan, el proceso electoral caiga en la dinámica de la publicidad, la manipulación mediática y la ideología.

Fundamentos del desarrollo rural

Fortalecimiento del mercado interno

Fortalecimiento del sector social

La política de inversión pública y el fomento económico


19 Conclusiones
Replantearse el camino nacional es recobrar el sentido de nuestra identidad al mismo tiempo que plantearse nuevos paradigmas. Y tal vez el primero de éstos debamos encontrarlo en la conceptuación del desarrollo.
Para entender el concepto de desarrollo hay que versar sobre nuestra idea de la civilización, nuestra búsqueda por el progreso, y lo que distingue o caracteriza a nuestra concepción del mundo, que es finalmente el punto desde el cual se plantean estas cuestiones.
El hombre civilizado ha convertido al desarrollo en sinónimo de progreso. Y el progreso es, dentro de la ideología de este sujeto occidental, algo que se vive como bienestar. Pero el bienestar de unos ha sido a menudo, y más bien siempre, un proceso que provoca el malestar de otros. Y el camino al bienestar se ha fijado o buscado sin reparar en los medios para alcanzarlo. Esta es una civilización de fines, donde desaparecen las implicaciones, las consecuencias, los principios, los valores. Porque para el hombre occidental lo importante es lo que tiene, lo que puede apropiarse, y no como género humano; ni siquiera como cultura o civilización, sino mezquinamente como persona, y cuando más como grupo.
Desde luego que esta situación se mistifica, porque nadie gusta de decir "yo busco esto aunque sea a costa de los demás". Lo que hace es decir "nuestra cultura, o nuestra nación, o nuestro gobierno, buscan el bien para todos, y ese bien se consigue de esta manera, que por lo pronto y directa e inmediatamente, me beneficia a mí, pero que es el camino para que se beneficien todos".
Esta noción del desarrollo tiene una implicación ontológica, es decir, que depende del género de relación que el sujeto guarda con su medio, con su sociedad y con su entorno natural. El hombre utilitario se relaciona con el medio de una manera inmediatista, es decir, pensando en lo que representa de aprovechable ese medio en lo próximo, manipulable, casi pragmático, y sin reparar o plantearse siquiera si ese medio o entorno está siendo afectado o modificado en el mediano o largo plazo, como consecuencia del bienestar o aprovechamiento que hacemos de él. Esta relación es entonces una relación enajenada, pues no lleva carga racional, sino sólo intereses. Y cuando los intereses preceden a la conciencia, todo lo que se diga después resulta ser una justificación, una manera de encontrar argumentos que validen la conducta que se adoptó
El hombre occidental, por lo demás, es un hombre que en su afán analítico de conocimiento ha terminado por fraccionar la realidad, y por perder de vista la profunda unidad que tiene o guarda nuestro mundo. El hombre occidental ha caído por la pendiente del conocimiento especializado que no puede unir en una perspectiva de conjunto el saber concreto. Así, los economistas hablan del desarrollo. Los sociólogos hablan del desarrollo. Los biólogos hablan del desarrollo. Los historiadores hablan del desarrollo. Los arqueólogos hablan del desarrollo. Cada uno lo entiende en función del cuerpo teórico de su cajón de conocimientos, aunque todos caen en algunos supuestos comunes y en una conclusión general.
Más concretamente, los economistas avanzados hablan del desarrollo como un aumento en los índices del bienestar humano general; es decir, como un índice de vida más prolongado, como una ingesta alimentaria más completa, como la disponibilidad de condiciones urbanas de vida, como un índice creciente de participación ciudadana en las decisiones que les afectan, y como un mayor índice de educación e información. Esta visión de los economistas representa, desde luego, un gran avance respecto de aquellos otros palurdos que todavía hoy, en los comienzos del siglo XXI siguen midiendo el desarrollo por un indicador de producto per cápita, o por un crecimiento en los índices de valor de la producción de bienes y servicios.
Los sociólogos, por su parte, hablan hoy de desarrollo tomando en cuenta la perfección de las instituciones según los requerimientos del conglomerado, y en función de su capacidad para superar problemas, deficiencias, y expectativas. Este sin duda es un aspecto del desarrollo también.
Los historiadores miden el desarrollo según se consigan periodos de paz, pacto social, confianza, acumulación de cultura material y espiritual, y florecimiento de las artes.
Los biólogos, especialmente los sociobiólogos, piensan que el desarrollo ha sido una conquista contra la enfermedad y la muerte. Cantan a la vida como triunfante, y miden sus logros por la reducción de enfermedades o por el control que consigue el hombre contra ellas. También piensan que el desarrollo del hombre es un proceso de selección, antes natural y hoy, gracias al control del genoma, progresivamente controlado, según podamos hacer un nuevo mapa genético de nuestro género, para potenciar aun más las facultades que hemos alcanzado.
Y entre los arqueólogos más sistemáticos, el concepto de desarrollo se ha identificado como un avance técnico que permite una creciente satisfacción de necesidades de los grupos humanos. Así, por citar al ejemplo más notable, Vere Gordon Childe dice que el neolítico es el periodo de mayor desarrollo hasta antes de la época que vivimos, pues el descubrimiento de las herramientas que en ese periodo fabricó el hombre, junto con la agricultura, permitieron un crecimiento mucho mayor de la población. El indicador más claro del desarrollo, según él, es la curva ascendente de la población.
En cierta forma, todos estos especialistas coinciden en que la población –su aumento-- es el índice común que indica la presencia o vigencia del desarrollo. Y todos estos especialistas ponen al hombre en el centro, no sólo de su ciencia, y de la realidad misma, sino de su concepción del mundo.
En otra perspectiva, los que han descubierto o sistematizado el conflicto que vive nuestra civilización con el medio natural, con los ecosistemas de nuestro planeta, bordan en torno al carácter antiecológico de nuestra cultura y civilización, y llegan incluso a sugerir que el hombre y su reproducción son de por sí el factor que más altera la estabilidad planetaria de los ecosistemas. Mientras para los hombres de ciencia la población es el indicador más claro del desarrollo, para los naturalistas es el género humano la calamidad de la naturaleza.
Suena comprensible y hasta verosímil ante las evidencias de lo que la civilización contemporánea realiza en contra del medio, de la atmósfera, de los mares, de los ríos, de la superficie aprovechable, de las selvas, de los bosques. Y sin embargo el enfoque es, juzgo yo, incompleto y parcial, pues parte de atribuirle al género humano una manera de ser necesariamente antiecológica, predadora y contaminante. Estos naturalistas confunden a nuestra civilización con todas las civilizaciones, pues el hombre occidental ha colocado delante de su cosmovisión, una línea de sucesión donde todos los pueblos aparecen detrás de él, y donde la oferta de occidente parecería la única perspectiva ante la totalidad de los pueblos, las culturas y las etnias.
La verdad es, sin embargo, que el ser humano es creador de una sociedad, una cultura y una civilización que amenazan en efecto su propia supervivencia en la medida que mantenga el modelo de tecnología y las formas de aprovechamiento de recursos. En la medida también en que siga evaluando sus logros en función del bienestar y del corto plazo. Pero ese no es un destino inexorable, es tan sólo la oferta del progreso occidental. Un progreso representado por el complejo tecnológico industrial y sus respectivas instituciones, pero que no está ni en nuestros genes, ni en nuestra identidad como especie.
Y existen sin embargo otras perspectivas, otros géneros de relación con el medio, y otras formas de entender el mundo y el universo. Frente a esa visión manipuladora y cosificante del occidental, existen también elementos dentro de nuestra propia cultura y experiencia, que pueden abrirnos otro horizonte, un horizonte de reflexión y cambio que desmienta el catastrofismo con el que algunos naturalistas, que no ecologistas, han venido viendo al ser humano y su cultura.
La clave está en una de las leyes de la termodinámica y en la metodología que permite abordar los cambios y el desarrollo no siguiendo los pasos de la ciencia parcial de los pasados siglos, sino precisamente la aportación de la filosofía de lo sustentable, que es producto de los años más recientes. Me refiero a la entropía, que no es un asunto o tema reciente, pero que ha adquirido una gran actualidad como punto de partida para ver la eficiencia de los sistemas naturales y sociales. Del estudio de ese principio pasamos a la eficiencia en la forma como superamos o aprovechamos su vigencia. Como dice un autor recientemente popularizado, de lo que se trata es de los flujos de energía, y del gasto menor de energía para conseguir una cantidad mayor, tanto de producto como de servicios. Esto es, que se trata de ver la relación entre los procesos económicos, sociales y tecnológicos, como procesos donde la ley de la entropía nos habla sobre su capacidad para aprovechar mejor el despliegue del trabajo humano, sin destrucción de los elementos involucrados, para obtener mayores resultados.
Hablando en términos más precisos, se trata de establecer los coeficientes de eficiencia de aplicación de la energía, y de sistematizar los modelos de actividad que permitan una mayor producción sin incurrir en resiliencia. Para aquellos que no estén familiarizados con estos terminajos me permitiré una breve explicación:
Este punto se origina en el segundo principio de la termodinámica. Este principio dice que "es imposible realizar una transformación que tenga como único resultado la conversión en trabajo del calor extraído de una fuente". En el terreno de la producción podríamos expresarlo coloquialmente como es imposible que un trabajador transforme todos sus alimentos en fuerza de trabajo. O en otro sentido más físico diríamos: es imposible que la máquina transforme absolutamente toda la electricidad que recibe en movimiento. La razón para esta limitante es una condición natural. El hombre no sólo trabaja, también respira, suspira, sueña, duerme, habla, etc. Y no todas estas funciones tiene que ver con su trabajo, luego entonces parte de su alimento no es transformado en producto económico. En el mismo sentido, no toda la electricidad se convierte en rotación dentro de un motor, pues existe la fricción, el peso y la resistencia a la conducción del flujo de electrones. Luego entonces existe una pérdida de energía en el proceso de transformación. Esta pérdida es la que se expresa en el principio de entropía.
La entropía que originalmente se formula en física como un índice de la cantidad de calor que en cada instante intercambia un gas con el exterior del sistema que lo contiene, se ha venido empleando en economía, siguiendo a nuestro maestro Podolinsky, como a la cantidad de energía que no alcanza a transformarse en otra forma de la misma.
Este principio es más que importante fundamental. Y para que ustedes puedan apreciarlo en un ejemplo citaré al mexicano Víctor Toledo, quien comparando entrópicamente la agricultura mexicana y la estadounidense demostró que somos más eficientes en México. La razón o explicación es relativamente sencilla. En estados unidos el rendimiento de una hectárea sembrada es mayor que en la agricultura tradicional de México, pero allá se aplican fertilizantes que implicaron un gasto previo de energía, es decir que se produjeron antes, implica también un riego que se hace con bombeo, que a su vez requiere energía eléctrica, y requiere un tractor, que consume hidrocarburos, que a su vez se han extraído del subsuelo y además se han tenido que refinar. El sujeto que trabaja allá, por otra parte, labora muchas menos horas y cobra más, y su mantenimiento implica mucho mayor gasto energético, pues tiene aire acondicionado en su casa, se traslada al campo en un automóvil, come alimentos que fueron procesados con un alto gasto energético, etc., etc. En cambio, el productor tradicional mexicano va a pie, lleva una yunta de animales que comen restrojos, y él mismo tiene una dieta sin procesamientos industriales. No emplea fertilizantes, ni riego, ni tractor, ni gasolina. Y viendo las cosas de esta manera, lo que aparentemente es más eficiente en el caso del norteamericano, resulta en realidad sumamente alto en gasto de energía para lo que consigue de producto. Su condición entrópica es mucho mayor que la del productor mexicano.
Como dice Toledo, en el caso norteamericano se trata en gran medida de una transferencia de energía de muchas fuentes, aunque el economista sólo calcule el costo directo del ejemplo. En cambio, en el caso del agricultor tradicional sólo se combinan alimentos consumidos por la yunta y el campesino, luz solar y semillas con lluvia. La entropía es mucho menor. El coeficiente de transformación es mucho más alto.
Ver la economía de esta manera es demostrar que el procedimiento tradicional de los economistas, que sólo saben hacer cuentas con dinero, no ayuda a ver el coeficiente real de eficiencia ni de una función producción, ni de una economía. Y nos lleva también a entender que el tipo de cuentas que se requieren hoy en día, son cuentas sobre el gasto o aplicación de energía a cada proceso, y en función de su cantidad y calidad de producto.
Volviendo al tema del desarrollo. Podría decir entonces que hoy en día, deberíamos reformularlo como la capacidad de los grupos humanos y los modelos de organización técnica y social que permiten producir más y mejores satisfactores, con el menor gasto de energía, sin alterar los equilibrios naturales y sin reducir la disponibilidad de los recursos o fuentes aprovechados. (Nótese que estoy dando una nueva definición del desarrollo.)
Consecuentemente, todo supuesto desarrollo que se alcance a costa de recursos no renovables es en realidad un atentado contra las futuras generaciones. Un atentado que puede estar siendo capitalizado por una corporación o por un estado. Y todo supuesto desarrollo que consigue mayor bienestar de un grupo, una sociedad o una nación, a costa de la transferencia energética de otras sociedades, otros grupos u otras naciones, es en realidad una civilización parasitaria, predatoria y antisustentable.
Defender el desarrollo es una necesidad de la filosofía occidental. Todos creemos en un futuro mejor. Pero defender un futuro mejor para todos --y no para algunos-- nos hace necesariamente ambientalistas, ecologistas, pues no se puede concebir o comprender hoy el desarrollo, sino como algo que incluya a todos y que pueda mantenerse; y eso sólo es posible como un ejercicio de Sustentabilidad, donde las herramientas conceptuales de la ecología, modifican sustancialmente las premisas y los métodos para organizar nuestra actividad tecnológica, económica, social y política.
Los verdes, pero no los miembros del llamado Partido Verde de México, que son el ejemplo más claro de la oferta neoliberal de la ecología, sino los verdes que abrazamos la sustentabilidad científica, somos hoy una promesa para el diseño de un nuevo desarrollo. Una promesa que refrenda la perspectiva de permanecer y vivir cada vez mejor. Somos la única palabra renovadora del viejo ideal del progreso y de la noción original del desarrollo. Digo que somos la única palabra en el sentido de que por primera vez en muchos siglos podemos conseguir que el bienestar llegue a todos, presentes y por nacer, y que nos conservemos en armonía con nuestro planeta. Esta nueva conciencia debe ser también el fundamento de una convicción, tanto de lucha como de triunfo. En la medida en que somos portadores de la única esperanza, y con nuestra fortuna o nuestra derrota se juega el género humano su destino más caro, en estos años de encrucijada, somos los nuevos revolucionarios, los nuevos responsables de la contienda actual, la de fondo, no la guerra mistificada contra el supuesto terrorismo, ni los libertadores de una clase, sino los primeros que nos planteamos abrir un horizonte común y universal.
Con la Sustentabilidad nos planteamos un régimen social y económico de justicia, pues hoy está claro que sin pensar y considerar a las generaciones futuras no producimos o aprovechamos los recursos con responsabilidad, ni estamos en condiciones de sobrevivir.
Antes la esperanza parecía un ideal que se podría alcanzar o no. Los luchadores gritaban, por ejemplo ¡Patria o muerte!, y creían que en una lucha liberadora se debía triunfar algún día. Hoy no podemos plantear la cuestión de esa manera. Se trata de la sobrevivencia de todos. La Sustentabilidad es una disyuntiva de sobrevivencia; o adoptamos su método o seremos víctimas del modelo de relación tecnoproductiva de la civilización capitalista. O construimos un mundo sustentable o desaparecemos no sólo como sistema económico y social, sino también como especie.


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