nostálgicos pinochetistas y derechistas renovados

July 4, 2017 | Autor: Gonzalo Nazal | Categoría: Political Science, Sociología, Justicia
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Descripción


Cátedra de Ciencias Políticas
Nombre: Gonzalo Nazal.
Facultad de ciencias sociales
Profesor: Marcelo Martínez.








Entre torturadores, nostálgicos pinochetistas y derechistas renovados.






Un cúmulo de opiniones desató la decisión del ejecutivo de cerrar el
penal cordillera ubicado dentro de un recinto militar que contaba con
envidiables comodidades y facilidades donde cumplían condena algunos de los
más crueles y despiadados torturadores y violadores de los derechos humanos
durante la dictadura cívico-militar que se desató desde 1973 hasta el año
1989 con el triunfo y "vuelta a la democracia".
Hasta el día de hoy se hace evidente el delicado debate sobre la
historia reciente de Chile. El 11 de septiembre pasado se vivieron
nuevamente jornadas de protesta y conmemoración nacional en todo el
territorio, como hace varios años se suceden desde los sectores populares y
menos favorecidos por un sistema heredado de la dictadura militar y el
liberalismo económico.
Un par de semanas después y en torno a los 40 años del golpe militar
aparece dando una entrevista televisiva desde el penal cordillera Juan
Manuel Guillermo Contreras Sepúlveda, general retirado del ejercito y ex
jefe de la DINA designado por Augusto Pinochet y condenado a 360 años por
violación a los derechos humanos, haciendo declaraciones acerca de los
hechos ocurridos durante su mandato, acerca de las detenciones, negando las
desapariciones y torturas, y sobre todo describiendo las condiciones en las
que se encontraban en ese entonces en el penal Cordillera, que bajo
palabras del mismo ex militar " es una cárcel para militares"
Luego de estas declaraciones del torturador, le sigue una vorágine de
opiniones encontradas por parte de la clase política acerca de las
polémicas condiciones en las cuales se encontraban recluidos los militares
condenados, condiciones muchas veces cuestionadas por las comodidades
dignas de hoteles de varias estrellas (canchas de tenis, piscinas gimnasio,
etc.). Producto de estas divergentes opiniones, se cuestionó tanto a los
partidos de la nueva mayoría como a los partidos de derecha por su rol en
el enjuiciamiento de los autores de crímenes de lesa humanidad.
Por un lado a la nueva mayoría que gobernó por 20 años posteriores a la
dictadura militar, que no se atrevió a juzgarlos con el rigor y la seriedad
exigible si se pretendía obtener lo que aún está inconcluso, como es la
justicia verdadera. Y que fue bajo estos gobiernos que se crearon estos
penales privilegiados.
Y por otro lado llovieron las críticas a los partidos de derecha por aun
silenciar los crímenes, silenciar el aprovechamiento económico, silenciar
el rol de los partidos durante la dictadura y por silenciar en cuanto a
materia penal corresponde.
Sin embargo, unos días después de generado este revuelo y los
cuestionamientos al gobierno, la ministra Cecilia Pérez confirmaba que la
situación del penal cordillera se encontraba bajo el análisis del
presidente Sebastian Piñera. Hasta que finalmente el 25 de septiembre se
decide por el ejecutivo el cierre definitivo del penal y el traslado de los
reclusos a Punta Peuco, otro penal por el estilo, en el cual se encuentran
solo militares detenidos por violaciones, secuestros, desapariciones, etc.
¿Es acaso el cierre del penal un síntoma de las resquebrajadas relaciones
dentro de la derecha política en el país? ¿Acaso no se vislumbra una
diferencia sustancial entre una derecha renovada y conciliadora y una
derecha reconocida como partidaria del golpe de estado y de Pinochet? ¿No
es esta diferencia una clara señal del nacimiento de una nueva derecha NO
PINOCHETISTA?
Sin duda se vislumbra una diferencia sustancial entre una derecha de
corte conservador y otra derecha renovada y con un discurso conciliador.
Justamente la UDI que fue un partido político creado con el fin de
perpetuar y darle trascendencia al legado de la dictadura cívico-militar.
No solo se pretende así por la UDI darle continuidad al modelo político,
vale decir la constitución del 80 y los enclaves autoritarios de ésta
(sistema binominal), si no que también perpetuar el sistema económico
neoliberal, sumando a esto la defensa de todos aquellos que formaron parte
activa de la dictadura militar como los presos del penal cordillera.
Una derecha pinochetista que por convicciones, tanto personales como
políticas, no sólo no busca modificar la herencia dictatorial; sino que
además está dispuesta a proteger políticamente a los militares involucrados
en casos de violaciones a los DD.HH.
Por otro lado una derecha más renovada y conciliadora como la RN busca
desprenderse y alejarse, por réditos políticos, de las atrocidades y de las
imágenes despiadadas cometidas durante la dictadura, con un discurso
conciliador y empeñada en dejar en el pasado obscuro un trozo de la
historia Chile. Sin embargo no pretende modificar las relaciones por la
misma dictadura establecidas.
Sin embargo, es menester aclarar que esta diferencia no es de carácter
"proyectual", es decir, no existen divergencias en cuanto al proyecto
político de la derecha en su totalidad, ésta no cuestiona el núcleo
medular del proyecto de la derecha, que es la defensa del sistema
político/económico/social. no es una diferencia sobre el proyecto
hegemónico de la derecha, como si lo era la separación de la iglesia y el
estado en el siglo XIX entre conservadores y liberales.
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