Nobel de Economía 2015

Domingo 18 de Octubre de 2015 diario de chiapas

opinión

Reflexiones Fernando Álvarez Simán*

Nobel de Economía 2015 “Dos cosas contribuyen a avanzar: ir más deprisa que los otros o ir por el buen camino” René Descartes

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robablemente solo un puñado de personas en todo el mundo ha estado vivas para ver en los periódicos su propio obituario y a partir de ese momento haya construido un legado que perdura por su prestigio; Alfred Nobel es una de ellas. Residente en París, Francia; una mañana de 1888 se dispone a leer los periódicos y descubre en las noticias principales el título: “Le marchand de mort est mort”, es decir “El mercader de la muerte ha muerto”. En realidad los rotativos de la Ciudad Luz habían confundido el deceso de su hermano Ludvig con el de Alfred Nobel y ese error le provoca la obsesión permanente de pensar en la forma como el mundo lo recordaría. Con más de 300 patentes relacionadas con su profesión de Químico y sus actividades empresariales de minería, Alfred Nobel provenía de una familia relacionada con la fabricación de armas. Pero es el invento de la dinamita lo que le otorga una de las mayores fortunas de su época. A ocho años de leer el equivocado obituario, Nobel finalmente fallece, pero en su testamento dispone que el 94 por ciento de su fortuna se utilice para premiar anualmente a cinco personas sin distinción de nacionalidad que aporten a la humanidad investigaciones y descubrimientos científicos que faciliten la vida. Los premios son en las ramas de la física, la química, la medicina, la literatura y la paz mundial. En 1968, para conmemorar los trescientos años de vida del Banco Central de Suecia, este dona a perpetuidad de la Fundación Nobel, los recursos financieros para otorgar el oficialmente llamado “Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en Memoria de Alfred Nobel”. Por eso y aunque no es propiamente un premio Nobel por no ser incluido en el testamento original de Alfred Nobel; este premio tiene el mismo proceso de nominación, de selección, forma parte de la ronda de los anuncios que dictan los nombres de los ganadores y de las ceremonias que se realizan en honor a los premiados. Por ello, es el premio de más prestigio al que pueden aspirar ganar los estudiosos de las ciencias económicas del mundo. Este año el ganador fue el economista escocés nacido en Edimburgo, Angus Deaton Stewart; en el anuncio oficial la Real Academia de las Ciencias Sueca dijo que el premio era otorgado a Deaton porque su trabajo ha sido de gran influencia en la toma de decisiones políticas en todo el mundo y porque sus aportaciones sirven para poder diseñar políticas económicas que promuevan el bienestar y reduzcan la pobreza; primero debemos comprender las elecciones de consumo de los individuos. Más que nadie, Angus Deaton ha enriquecido esa comprensión, informó la academia.

La biografía Al conocer la noticia, Angus Deaton expresó que ganar el Nobel es como si te cayera un ra-

yo; porque la posibilidad es muy remota. Pero también agregó que se puede ganar si se ha trabajado arduamente por muchos años. Acotó comentando que hay mucha gente que es digna de ganar el premio y recordó que al principio creyó que era una broma y después de percatarse de la seriedad de sus interlocutores, debió de haberle dado las gracias más de 150 veces a los miembros de la Academia Sueca de Ciencias que le comunicaron la noticia. Angus Deaton que hoy tiene la nacionalidad británica y la americana, pero proviene de una familia de humildes mineros del carbón y su suerte le cambia cuando siendo un niño su padre se impone a los deseos del resto de la familia de que Deaton se dedicara al trabajo desde temprana edad. Elige para su hijo el camino de la lectura y es a partir de ello que Deaton accede a una beca que le permite acudir y graduarse en el exclusivo Fettes College, Alma Máter de políticos y diplomáticos escoceses. Curiosamente Tony Blair ex primer ministro del Reino Unido y James Bond, el espía de ficción; también son egresados de Fettes College. Deaton estudia la maestría y el doctorado en economía en la Universidad de Cambridge, tan pronto como concluye su preparación académica, acepta un puesto docente en la Universidad de Bristol y dos años después es el primer ganador de la medalla Frisch instaurada en 1978, un premio otorgado por la Sociedad Internacional de Econometría a los mejores textos en esa rama de la economía. Desde 1983 enseña en la Universidad de Princeton, Nueva Jersey; Estados Unidos, específicamente en el Departamento de Economía de esa prestigiada universidad y está a cargo de la cátedra Dwight D. Eisenhower de Economía y Asuntos Internacionales de la Escuela Woodrow Wilson de Políticas Públicas y Relaciones internacionales. Aunque Deaton define su trabajo como intenso pero sin una rama específica de investigación, sus colegas alaban su capacidad de abarcar varios temas y hacerlo de manera excelente. Por ello Deaton era candidato permanente a obtener el Nobel, que se le agrega a la Medalla Frisch y a los doctorados honoris causa por las universidades de Chipre, Edimburgo, Saint Andrews, el University College de Londres, y Tor Vergata de Roma. Así Deaton, se convierte en el sexto economista de Princeton que recibe el Nobel de Economía. La Universidad de Chicago es la que acumula más premios con doce, Berkeley con cinco y con cuatro se encuentran Cambridge, Columbia, Harvard y el Tecnológico de Massachusetts, le siguen con tres Yale y con dos Stanford, Carnegie Mellon, George Mason, la Universidad de Arizona, la de Oslo y la de Nueva York.

Las aportaciones a la economía Defensor de las libertades individuales y de la solidad internacional, Deaton afirma que la ayuda externa y el asistencialismo no ayudan en nada a los países que quieren tener un crecimiento económico sostenido. Sostiene que mientras más ayuda del exterior se obtiene, menos posibilidades de crecimiento económico existen porque a esas ayudas la contamina la

política y el clientelismo y estos generan debilidad institucional. Para darle la vuelta a estos asuntos, Deaton afirma que los países más desarrollados deben de transferir conocimiento a los que se encuentran en vías de desarrollo. Afirma también que garantizar la concreción de la democracia y el respeto a los derechos humanos individuales es una condición necesaria, aunque no única para que los pueblos del mundo prosperen. A partir de ese pensamiento político es que Deaton construye sus propuestas económicas. El consenso internacional es que la obra de Angus Deaton se puede resumir en la respuesta a tres grandes dilemas económicos: ¿Cómo distribuyen los consumidores su renta entre los diferentes bienes y servicios?, ¿cuánto se ahorra y cuánto se gasta en el conjunto de una sociedad?, y ¿cuál es la mejor manera de medir la pobreza y el bienestar?. Es decir vinculando decisiones individuales con los resultados globales o macroeconómicos de esas decisiones. Por ello, se dice que su obra e investigaciones han contribuido a la comprensión y la transformación de tres campos de la ciencia económica; la microeconomía, la macroeconomía y la economía del desarrollo. Específicamente en sus textos explica las razones que pueden perpetuar la pobreza, también cuales serían las razones del desarrollo, de las desigualdades y comprender las dificultades para eliminarlas a partir de relacionarlas con rigor econométrico a la calidad de vida de las personas. Para ello Angus Deaton en sus estudios separa dos cuestiones fundamentales; la riqueza y el bienestar. Para los dos asuntos, Deaton ha desarrollado metodologías que pueden aplicarse en cualquier momento y en cada contexto nacional. Ahora bien, respecto a los dilemas que Angus Deaton responde con su obra, en lo que se refiera a la manera como los consumidores distribuyen sus gastos para adquirir diferentes bienes y servicios; es obvio que ello es muy importante porque sirve para explicar y predecir patrones de consumos individuales y macroeconómicos. Por ello esta información es crucial para la evaluación de las políticas públicas y la toma de decisiones de política económica. Para ello Deaton construyó en 1980 el modelo que denominó “Sistema de demanda casi ideal” con la finalidad de estudiar el comportamiento de los consumidores y como los niveles de demanda dependen de los precios de los bienes y de los ingresos individuales. El modelo ha sido perfeccionado por Deaton y hoy es una herramienta académica y política para evaluar las decisiones de política económica. Sobre el segundo dilema sobre cuanto se gasta y se ahorra en una sociedad; Deaton dice que tiene que ver con la forma como cada sociedad crea capital y también con la duración de los ciclos económicos (recesión, depresión, recuperación y auge), para ello afirma que es necesario comprender las interacciones en el tiempo del ingreso y el consumo individual, no del agregado o global. Así Deaton demostró que se tiene que explicar en el tiempo como los individuos adoptan su consumo individual a su ingreso

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también individual para conocer si una sociedad ha progresado y si son pocas o muchas las generaciones que han disfrutado del progreso. Respecto a la pregunta de cómo medir y analizar el bienestar y la pobreza, Deaton compara la magnitud de la pobreza a través del tiempo y el lugar. También ejemplifica cómo analizando los datos de los hogares puede arrojar luz sobre cuestiones como las relaciones entre los ingresos y el consumo de calorías necesarias con datos recabados en encuestas de hogares ha ayudado a transformar la economía del desarrollo de un campo teórico basado en datos agregados a un campo empírico basado en datos individuales detallados.

El gran escape La obra más comentada de Deaton se titula “El gran escape: salud, riqueza, y los orígenes de la desigualdad”, es también su obra más reciente. Construida a partir de su propia historia de esfuerzo y afición a la lectura y como metáfora de una película en donde algunos de los protagonistas se escapan de un campo de concentración. Deaton dice que no todos pueden escapar de la pobreza y que al compararlos con los que sí pueden hacerlo, se genera la desigualdad. En el libro Deaton explica la forma de como la humanidad ha escapado de la pobreza y la mala salud. Indica que la humanidad lo ha logrado varias veces a lo largo de la historia y que esto seguirá siendo así. El problema de fondo, afirma; es que no todos pueden hacerlo. Por ello sostiene que el progreso es también un enorme generador de desigualdad y por lo tanto de pobreza. Lo es porque quienes tienen la riqueza, la utilizan para volverse más ricos e incluso para influir políticamente en menoscabo de los más vulnerables. Para atajar esa desigualdad y esa ventaja, Deaton sostiene que la función del Estado es esencial. El problema es que la relación Estado y gobernados es imperfecta, pues no deja satisfechos a nadie, incluidos los países ricos; pero en algunos países el Estado es débil. Un ciudadano de un país rico puede proveerse de los satisfactores el mismo; pero otro de un país pobre evidentemente que requiere ayuda gubernamental. Si un país crece, entonces expande las oportunidades para todos o casi todos, para ello es necesario que crear un ambiente propio para el ahorro, las inversiones y la innovación. Para ello Deaton propone políticas monetarias y políticas fiscales orientadas a mantener la estabilidad de precios y cuentas externas y fiscales sostenibles; la creación de condiciones para que los mercados sean competitivos; una apertura externa para aprovechar la globalización y el cumplimiento de la ley. El premio llega en un momento en el que está aumentando el interés académico y popular en el estudio de la desigualdad. Varios economistas, entre ellos Thomas Piketty de la Escuela de Economía de París han publicado numerosos trabajos sobre la desigualdad y sus consecuencias. La diferencia de Angus Deaton con Piketty es que el primero privilegia el factor humano y tiene fe en el progreso será cada vez para más personas, mientras que el segundo no niega el progreso, pero sostiene que este en el futuro será cada vez para menos personas y que por tanto el Estado tiene que aumentar las medidas impositivas. Como sea en el futuro, el Nobel a Deaton celebra los estudios sobre la desigualdad y probablemente en el mediano plazo, los trabajos sobre este tema, que está inserto en la globalización, se incrementen. Ello abonará a abatir las brechas sociales en todas partes. *Docente-Investigador de la Universidad Autónoma de Chiapas