No todo es territorio. Las elecciones argentinas 2015 en las redes sociales

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Descripción

No todo es territorio. Las elecciones argentinas 2015 en las redes sociales1

Trabajo en elaboración. Se ruega no citar sin contactar a los autores. Todas las recomendaciones, sugerencias y comentarios son más que bienvenidos.

Paula Clerici (Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas, Universidad de Buenos Aires, Universidad Torcuato Di Tella). [email protected] Facundo Cruz (Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas, Universidad de Buenos Aires, Universidad Nacional de San Martín). [email protected] Lara Goyburu (Universidad de Buenos Aires, Instituto de Investigaciones Gino Germani, Universidad Torcuato Di Tella). [email protected]

¿De qué hablamos cuando hablamos de redes? El análisis de redes es un instrumento de medición y estudio de las estructuras sociales que emergen de las relaciones entre diversos actores. Dentro de esta concepción, la percepción de un objeto se realiza dentro de una totalidad conceptual compleja y organizada, totalidad que posee propiedades especificas diferentes de la simple adición de las propiedades de las partes (Wasserman, 1994). La percepción y el comportamiento de los individuos de un grupo, así como la misma estructura del grupo, se inscriben en un espacio social formado por dicho grupo y su entorno, configurando así un campo de relaciones (Lewin, 1936; Moreno, 1934). De manera general, el análisis de redes sociales pretende estudiar las formas en que los actores -individuos u organizaciones- se vinculan, con el objetivo de determinar la estructura general de la red, sus grupos y la posición de dichos actores en la misma. La red puede ser analizada formalmente por procedimientos matemáticos basados en la teoría de los grafos (Bavelas, 1948; Cartwright y Zander, 1953; Festinger, 1949; Harary y Norman, 1953): cada grafo incuye dos tipos de información. Por un lado, un conjunto de nodos, que son actores sociales de diverso tipo: individuos, empresas, movimientos sociales, partidos, agencias del estado de cualquier nivel, gobiernos, países, organizaciones internacionales, etc. Por otro lado, un conjunto de líneas entre pares de nodos que son las relaciones entre los actores como vínculos personales o laborales, transferencias de recursos materiales o intangibles, movilidad geográfica, conexiones físicas, y demás, ya sean formales o informales Cuando analizamos redes entonces, observamos las interacciones entre los actores, las propiedades de los tipos de relaciones que establecen (cercanía, parentesco, supervisión, entre otras) y su ubicación en el espacio en relación a las conexiones con otros actores. Podemos predecir que cuanto más central se encuentre un actor en una red dada, más probabilidades tiene de recibir mayor cantidad de información y, asimismo, mayores serán sus probabilidades de convertirse en un transmisor de datos (Borgatti, Brass y Halgin, en prensa). Podemos afirmar que las personas que 1

Los autores agradecen a Ernesto Calvo por el aprendizaje diario, las dudas aclaradas cotidianamente y las oportunidades brindadas para profundizar nuestros conocimientos sobre política y redes sociales. Asimismo, a los integrantes del Observatorio de Redes (http://bit.ly/O_de_R) por la asistencia en la recolección de los tuits. El Observatorio es una iniciativa conjunta de distintas instituciones que analiza los fenómenos políticos como relaciones entre los actores políticos en distintos ambientes de interacción institucional y digital, centrándose especialmente en países latinoamericanos.

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comparten círculos sociales están más propensas a escucharse entre sí que con otras o con aquellas cuyos círculos se superponen menos (Granovetter, 1973). En los últimos años el análisis de redes ha comenzado a utilizarse en prácticamente todas las ciencias sociales a partir de la explosión de las redes sociales como una nueva forma de transmisión de información y contenidos. En particular, la política y las campañas electorales se han visto “revolucionadas” por esta nueva dinámica. Como destaca Calvo “quizás la política de todos los días sigue siendo la vieja política, pero el dialogo político ha mutado de modo irrevocable” (2015:11). Facebook, Twitter, Snapchat, Instagram, son redes sociales que hasta hace muy poco tiempo eran resistidas por la mayor parte de la política pero que hoy se han vuelto espacios a ocupar. Barrios virtuales donde los candidatos deben estar presentes, fundamentalmente si quieren ser escuchados por las nuevas generaciones, vinculadas virtualmente con la misma intensidad que lo están en el mundo “real”. La interconexión entre individuos ha llegado a niveles nunca antes experimentados, generando diariamente millones de bytes con información sobre una incontable cantidad de temas. Esta vorágine, inabarcable por un ser humano, recibe la ayuda de los algoritmos que son una especie de “mayordomos virtuales” (Calvo, 2015) que procesan la información de modo de que cada persona reciba en los muros de sus redes sociales solo aquello que le interesa de acuerdo a sus búsquedas y los círculos sociales que está “dispuesto” a ver (Calvo, 2015; Hanneman y Riddle, 2005). Por lo anterior y a pesar del hecho de que la ciudadanía tiene a su disposición una mayor cantidad de información para evaluar la performance de sus representantes, las redes sociales actúan en realidad como una “cámara de eco” en la cual solo escuchamos a quienes están más cercanos a nuestras preferencias (Calvo, 2015; Granovetter, 1973). Aunque a primera vista las redes sociales parecieran horizontalizar las relaciones humanas, erosionando los patrones existentes de poder y autoridad, un análisis más cuidadoso revela que estas simplemente mutan de forma pero continúan reproduciéndose, ahora a través de la virtualidad. Esto último es particularmente importante y tiene un fuerte impacto en la actividad política moderna. Las próximas líneas de este capítulo ilustraremos esta dinámica a partir del proceso eleccionario del año 2015 en la República Argentina. En particular, observamos cómo las fuerzas políticas en disputa actuaron en Twitter, una de las redes sociales más numerosa y activa en la actualidad. Los usuarios se ubican en las redes de acuerdo a las conexiones que se generan entre ellos con los retuits y fav que recibe cada uno: mientras mayores sean, mayor centralidad tiene el usuario y mayor será la cercanía entre “retuiteros” y “retuiteados”. Las dinámicas que se analizan a continuación se construyen a partir de dichas vinculaciones: quienes reciben más fav y retuits se convierten en nodos de las redes. De esta forma, se verá a los usuarios aparecer y desaparecer de las redes, colocarse cerca o lejos de otros usuarios, a la izquierda o derecha de sus vecinos. Es importante resaltar que esto no implica postura ideológica alguna: izquierda o derecha en la red no indica una posición en el continuum ideológico sino una ubicación espacial. Las elecciones 2015 en Argentina: actores y arenas en disputa Pero antes de avanzar en el análisis de redes sociales, el contexto político. El proceso electoral de 2015 se vivió como un cambio de ciclo. Luego de 12 años consecutivos de gobierno del Frente Para la Victoria-Partido Justicialista (FPV-PJ) liderado por Néstor Kirchner (hasta su muerte en el año 2010) y Cristina Fernández de Kirchner, el escenario de competencia electoral nacional se construyó en torno a una fuerte polarización entre el oficialismo y la oposición, nucleada esta última alrededor de distintas coaliciones electorales. El FPV presentó la fórmula presidencial Daniel Scioli 2

(gobernador de la poderosa provincia de Buenos Aires)–Carlos Zanini (Secretario General de la Presidencia), que aglutinó a la mayor pare del peronismo y a distintos partidos de centro-izquierda con variable caudal electoral en las distintas provincias. En el polo opositor se formaron dos coaliciones con chances de acceder a la titularidad del poder ejecutivo nacional. Por un lado, Cambiemos, integrada por el histórico partido Unión Cívica Radical (UCR) y los más nuevos Propuesta Republicana (PRO) y Coalición Cívica-Afirmación de una República Igualitaria (CC-ARI), impulsada por sus líderes Ernesto Sanz (UCR), Mauricio Macri (PRO) y Elisa Carrió (CC-ARI). Por otro lado, Sergio Massa (ex Jefe de Gabinete del FPV-PJ e Intendente de la Municipalidad de Tigre en la provincia de Buenos Aires) agrupó en Unión por Una Nueva Alternativa (UNA) a distintos sectores peronistas concentrados regionalmente (mayormente la provincia de Buenos Aires, Córdoba y Salta) que coincidían en su descontento con las políticas adoptadas por el oficialismo en la última década2. En virtud de la legislación electoral argentina del nivel nacional, todos los partidos y coaliciones están obligados a participar de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO)3 para todas las categorías de cargos en juego: presidente, diputados y senadores nacionales, y parlamentarios del Mercosur4. Mientras que el FPV-PJ presentó como única fórmula a la presidencia a Scioli-Zanini, Cambiemos compitió con tres, Macri-Michetti (PRO), Sanz-Llach (UCR) y Carrió-Flores (CC-ARI). Por su parte, UNA dirimió la disputa interna entre Massa-Sáez y De La Sota-Rucci. Por Cambiemos resultó nominada la fórmula Macri-Michetti, mientras que en UNA ganó Massa-Sáez. En octubre se desarrolló la elección general. A partir de la distribución de las preferencias para la categoría presidencial el FPV-PJ terminó primero con el 36,86% de los votos (38,67% en las PASO) aunque no le bastó para ganar en primera vuelta5. Cambiemos mejoró su desempeño respecto de las primarias al alcanzar el 34,22% (30,12% en las PASO) y UNA terminó en tercer lugar con el 21,34% (20,57% en las PASO). Las fórmulas presidenciales del FPV-PJ y Cambiemos se embarcaban hacia el ballotage. Cambiemos continuó con su proceso de extensión territorial desde la región metropolitana hacia las provincias periféricas frente a un FPV-PJ que encontró algunas dificultades para aumentar su proporción de votos en los distritos más poblados 6. Cambiemos ganó la segunda

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El resto de la oferta electoral estuvo integrada por Progresistas (socialistas, radicales disidentes y movimientos de centro-izquierda), Compromiso Federal (coalición peronista disidente concentrada en la provincia de San Luis), el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (trostkistas), Frente Popular (izquierda), Nuevo MAS (trostkistas), MST-Nueva Izquierda (trostkistas y movimientos de izquierda), Partido Popular (nacionalistas de derecha) y Movimiento de Acción Vecinal (partidos municipales y provinciales). 3 Aunque no presenten más de una lista de precandidatos, todos los partidos y coaliciones tienen que competir en las PASO. 4 Esta instancia en la que los partidos están obligados a participar y los ciudadanos, a votar, define dos cuestiones: los partidos habilitados a presentarse a las elecciones generales (aquellos que obtengan al menos el 1,5% de los votos válidamente emitidos) y los candidatos que representará cada partido. 5 El candidato que más votos obtiene en la contienda presidencial es el ganador del cargo si reúne un 45% de los votos positivos o bien, si obtiene 40% pero le lleva de ventaja 10% de votos al candidato que le sigue. Si ninguno de estos escenarios ocurre, los dos candidatos más votados se enfrentan en una segunda vuelta con el requisito de la simple pluralidad de sufragios. 6 Las provincias argentinas puede dividirse entre metropolitanas, las más pobladas y con mayor desarrollo económico (Buenos Aires, Ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza) y periféricas (los 19 distritos restantes). Para un análisis más detallado se recomienda ingresar en el Sitio Web del Grupo de Investigación “Coaliciones Políticas en América Latina” (http://www.coalicionesgicp.com.ar/institucional/quienes-somos/) y en el portal http://leviatanasueldo.blogspot.com..

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vuelta con el 51,34% de los votos, colocando a Mauricio Macri en la presidencia y convirtiéndolo en el primer dirigente político ni peronista ni radical en llegar al poder ejecutivo nacional. Las elecciones 2015 en Twitter: disputas, polarización y comunidades segmentadas Con el objetivo de analizar la campaña electoral en Twitter, se ha segmentado la actividad de acuerdo a hitos particulares que permitieron acotar la cantidad de tuits: los debates electorales, las vedas, el ballotage7. Para ello, se identificaron los hashtags más representativos para graficar las redes de conexión entre los usuarios más activos que los utilizaron en cada caso. Se graficaron alrededor de un millón doscientos mil tuits, lo que brindó una inestimable información acerca de cómo los equipos de campaña, los dirigentes partidarios y los candidatos gestionaron sus relaciones digitales. En todas las redes resultantes ilustradas mediante los gráficos 1, 2 y 3, el sciolismo tuvo menos actividad tuitera que el macrismo lo cual es consistente con la diferencia en el número de usuarios, dado que Macri posee casi un 30% más de seguidores que Scioli. Más importante, sin embargo, es que estas diferencias también tienen su correlato en las publicaciones que circularon por Twitter, donde la información pro-Macri era considerablemente más abundante que la información proScioli. Los líderes de Cambiemos, Mauricio Macri (@mauriciomacri), Ernesto Sanz (@SanzErnesto) y Elisa Carrió (@elisacarrio) se han mostrado juntos en toda la campaña y Twitter no fue la excepción. Sin embargo, los tres pilares de la intensa actividad de la coalición fueron el propio Macri, su candidata a vicepresidenta Gabriela Michetti (@gabimichetti) y la diputada nacional Laura Alonso (@lauritalonso). Los tres pertenecen al partido PRO pero resultó llamativa la “lejanía” en la red de la cuenta oficial del partido (@proargentina). Su principal socio, la UCR, no privilegió una campaña masiva coordinada y estructurada en las redes sociales. Si bien se destacaron como tuiteros los líderes del radicalismo Julio Cobos (@juliocobos) y Ernesto Sanz (@SanzErnesto), el partido y sus simpatizantes no se volcaron masivamente a la militancia digitalizada, salvo algunos focos excepcionales en las regiones metropolitanas. La UCR contribuyó al caudal electoral de Cambiemos desde el territorio hacia las redes, mientras que el PRO fue desarrollando su territorialidad a la par que su virtualidad. El director de la estrategia digital de Macri, Julián Gallo, destaca que “si no están en las redes es muy difícil pensar cómo los políticos se van a comunicar con la gente”8. La campaña digital de Cambiemos contó con un equipo numeroso que reportaba a Marcos Peña, la persona que gestionó la campaña presidencial en su totalidad (hoy Jefe de Gabinete de Ministros). Esto indica que el espacio virtual de campaña se ubicó en un pie de igualdad respecto de otros aspectos de la misma como spots en otros medios masivos, discursos, reuniones y pintadas. Al oficialista FPV le costó enormemente dar el salto 2.0. Con la excepción del candidato presidencial Daniel Scioli (@danielscioli), puede notarse en el gráfico 1 la ausencia de los principales dirigentes del espacio quienes no se volcaron ampliamente a la red social en la primera etapa de la campaña. El jefe de la campaña digital #ScioliPresidente, César Gazzo Huck, comentó que fue un gran desafío que el partido comprendiera la importancia a largo plazo de las redes sociales: “a veces me llamaban 7

Cada uno de estos análisis pueden encontrarse por separado en el Sitio Web delObservatorio de Redes. Declaraciones en la mesa redonda “#MacriPresidente vs. #ScioliPresidente: redes sociales en la campaña 2015”, organizada por el Centro de Estudios sobre Medios y Sociedad en Argentina (MESO) (iniciativa conjunta entre la Universidad de San Andrés y Northwestern University) el 7 de abril del 2016. 8

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para que saliera a pintar paredes. Pero cuando viajamos en tren, no miramos el paredón con pintadas: miramos el celular…Millones de personas miran su celular unas doscientas veces por día, promedio de tres minutos por vez”9. Asimismo, la militancia del FPV se comportó diferente en la calle que en el ciberespacio: lo que mostró de cohesión y unidad en el territorio, no logró replicarlo en densidad y amplitud en Twitter. Su micromundo tuitero fue más débil y menos compacto que el de sus principales contrincantes. “Nos hubiera gustado que Cristina (Fernández de Kirchner) nos hiciera un retuit”, comentó con tristeza el jefe de la campaña digital de Scioli. En este sentido, la ubicación de la cuenta de la presidenta Fernández (@CFKArgentina) en el cuadrante superior del gráfico 1 la muestra diametralmente opuesta y alejada de la comunidad tuitera del candidato de su propio espacio político. La presencia del oficialismo comenzó a notarse fuertemente en Twitter en el espacio de tiempo que separó la elección general del ballotage, como puede apreciarse en el gráfico 3, el FPV cerró la campaña con una red de usuarios notablemente más extensa y cohesionada. La cuenta a título personal de Scioli se ubicó en el centro de su “círculo rojo”, retuiteando mensajes y obteniendo a su vez, retuits de los propios. Este hecho es evidente cuando se comparan los retuits que recibía el usuario @danielscioli en las dos primeras redes analizadas en el gráfico 1. Adicionalmente, la comunidad kirchnerista contó con un gran despliegue a partir del accionar de sus principales figuras como los ministros de economía y seguridad, Axel Kicillof (@Kicillofok) y Sergio Berni (@SergioBerniArg) respectivamente, así como el ex ministro de Educación de Néstor Kichner y candidato al Parlasur, Daniel Filmus (@FilmusDaniel). Existió una cercanía virtual entre las comunidades de otros espacios políticos como el de Sergio Massa, el liderado por Margarita Stolbizer (@Stolbizer), Progresistas, y Compromiso Federal, especialmente evidente en el cuadrante superior del gráfico 1. Las tres comunidades permanecieron en los márgenes de la red de relaciones en la que el centro estuvo ocupado por Cambiemos y el FPV, aunque este último volcado hacia uno de los costados. El sistema de partidos en Twitter graficó una competencia centrípeta con dos pilares principales. A medida que la segunda vuelta electoral entre Macri y Scioli aparecía como un escenario posible, las bases de apoyo político de Sergio Massa, como su candidato a vicepresidente Gustavo Sáenz (@PrensaGSaenz), el diputado nacional de su espacio Facundo Moyano (@Facundo_Moyano), su aliado cordobés Manuel De la Sota, (@PrensaDELASOTA), el candidato a intendente del municipio de Massa, Julio Zamora (@ZamoraJulio), el especialista en desarrollo social y ex ministro de la cartera en tiempos de Néstor Kirchner, Daniel Arroyo (@EquipoArroyo), así como las cuentas oficiales de su coalición (@FRPrensa, @frenterenovador, @JovMovTigrense), se mostraban en Twitter más cerca del candidato de la oposición que del oficialismo. El comportamiento en la red social ilustró lo que Sergio Massa declaraba en los medios, que aunque no apoyaría abiertamente a Cambiemos, definitivamente no volcaría su capital político hacia el Frente para la Victoria. La débil performance electoral de la centroizquierda agrupada en Progresistas tuvo su correlato tuitero: poca densidad, débil cohesión, escasos mensajes y pocas réplicas. Destacaron, además de la candidata a presidenta Margarita Stolbizer, el senador nacional Hermes Binner (@HermesBinner), los diputados nacionales Victoria Donda (@vikidonda) y Omar Duclós (@omarduclos). Similar a lo ocurrido con Compromiso Federal con la salvedad que los principales exponentes tuiteros del espacio de Rodríguez Saá son completamente autorreferenciales: su propia cuenta y la partidaria (@CompromisoSF). 9

Mismo evento mencionado en la anterior nota al pie.

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La izquierda ideológica se mostró débilmente conectada con el centro de todas las redes de mensajes de Twitter durante toda la campaña electoral. Su cohesionada comunidad fue construida en torno a Nicolás Del Caño (@NicolasdelCano) y a Myriam Bregman (@myriambregman), candidatos a presidente y vicepresidente respectivamente, así como alrededor de las cuentas de la coalición Frente de Izquierda y de los Trabajadores (@FdeIzquierda y @Fte_Izquierda) y de los partidos integrantes Izquierda por una Opción Socialista (@IzqSocialista) y Partido Obrero (@PartidoObrero). Como suele ocurrir con la izquierda, hay interacción constante entre el partido, los medios de prensa afines (@izquierdiario) y candidatos (Christian Castillo @chipicastillo, Néstor Pitrola @nestorpitrola, Marcelo Ramal @marceloramal y Gabriel Solano @Solanopo). Debates presidenciales Otro hito destacado de las elecciones generales del 2015 en Argentina fue la realización por primera vez de un debate televisado de los candidatos al ejecutivo nacional, programa que se repitió de cara a la segunda vuelta entre los dos candidatos más votados: Mauricio Macri y Daniel Scioli. Ambos debates tuvieron un acalorado correlato en Twitter. Al primer debate no asistió el candidato del oficialismo, pero tanto él como la presidenta Cristina Fernández (@CFKArgentina) y los seguidores de la coalición participaron activamente de manera digital (aunque como se mencionó, alejados entre ellos). En la red dibujada con las interacciones entre usuarios conteniendo hashtags identificados durante el debate, se perciben dos comunidades, la de Cambiemos y la del FPV, aunque esta última más dispersa. Otras dos comunidades sobresalieron, la referenciada en la coalición encabezada por Massa (@MassaPrensa y @SergioMassa) y la de Rodríguez Saá (@adolfo2015). Respecto de la red del primer debate, es notable la ausencia virtual de Manuel De la Sota (@DelaSotaOk) y Felipe Sola (@felipe_sola), dos dirigentes peronistas alineados a Sergio Massa. Así como también es llamativo que no hayan resaltado las cuentas oficiales del partido de Massa, Frente Renovador (@FRPrensa y @frenterenovador). La tradición fuertemente personalista de la política argentina llega a las redes sociales.

La generación de tuits durante el debate previo al ballotage se superó a sí misma respecto del primero. La cifra de mensajes se triplicó pasando de 500.000 a más de un millón y medio. La primera gran diferencia con el debate anterior es la participación de Daniel Scioli. La segunda, la ausencia de otros espacios políticos en el uso intensivo de Twitter en relación al debate. Esta cuestión es esperable dado que un ballotage implica una dicotomía entre dos candidatos. La red del debate, ilustrada en el gráfico 3, muestra dos comunidades altamente conectadas pero con relaciones entre ambas. Los seguidores de Macri y de Scioli dialogaron entre sí pero lo hicieron mediante provocaciones replicándose mutuamente. Los medios masivos y digitales participaron activamente en Twitter durante el debate. Los diarios Perfil (@perfilcom) y La Nación (@LANACION) más moderados y equidistantes de las comunidades de los dos candidatos. En cambio, tanto el canal de cable Todo Noticias (@todonoticias) como el periodista Jorge Lanata (@Lanataenel13), ambos abiertamente enemistados con el gobierno nacional, se ubicaron cerca de la comunidad de Cambiemos. Todo lo contrario que ocurrió con la cuenta del canal de televisión abierta del Estado argentino (@TV_Publica), por demás oficialista en sus programas y pauta publicitaria, y el canal latinoamericano de noticias por cable Telesur 6

(@teleSurtv) que posee gran influencia de la Venezuela chavista en su programación, se mostraron muy cerca de la comunidad del oficialismo. Campaña del miedo Un importante lugar en los medios argentinos generó la campaña negativa tendiente a infundir temor en los potenciales votantes de Macri. Luego de las elecciones generales cuyos resultados mostraron la necesidad de una segunda vuelta, una serie de mensajes en distintos ámbitos de los medios y las redes sociales señalaban un seguro retroceso de las mejoras sociales, económicas y de derechos implementadas durante el kirchnerismo. En este sentido, durante el escrutinio de las elecciones generales fue lanzado el hashtag #SiGanaMacri seguido de la descripción de distintos escenarios apocalípticos. Esta “campaña del miedo”, denominada así por los medios de comunicación, fue luego reconvertida por el equipo de campaña de Macri en un hashtag favorable al candidato con mensajes positivos. En el gráfico 2 se ilustra la red generada a partir del mencionado hashtag donde sobresalen cuentas de diversos funcionarios y militantes del PRO (@CaroStanley, @francomoccia, @edumacchiavelli y @yamilsantoro). Este episodio puso de manifiesto una respuesta coordinada desde un centro estratégico hacia funcionarios y militantes macristas, hecho que permite resaltar dos cosas. Por un lado, lo frágil que resultan los mensajes cuando no son sostenidos por los emisores. Y por otro lado, la importancia que Cambiemos le dedicó a la campaña digital aprovechando, justamente, dicha ruptura entre emisor y mensaje. La lección aquí es, sin embargo, más relevante para el Frente para la Victoria. Conclusiones Para quienes la actividad política es un objeto de estudio atractivo, con el ballotage culminó un proceso electoral que a algunos se les figuró demasiado largo y que en las redes se vivió con una altísima intensidad. Esto llegó incluso a la veda electoral. En el espacio digital no existe ninguna prohibición legal para hacer campaña durante las 48hs horas previas a los comicios. La regulación al respecto no abarca Internet como sí ocurre con los espacios de radio y televisión y por lo tanto, es una forma atractiva de continuar buscando el voto de los indecisos. Twitter fue uno de los territorios en disputa. Uno de los aspectos que torna tan interesante estudiar el uso de las redes sociales es el proceso de independencia que se produce entre el emisor y su mensaje. La actuación descoordinadamente cooperativa de los usuarios permite la posibilidad de que el efecto de un mensaje pueda ser opuesto a la intencionalidad que le dio inicio como ocurrió con la denominada “campaña del miedo”. Si algo ha mostrado la campaña electoral nacional en Argentina es que si bien la actividad digital no define una elección, su ausencia puede ser una mala estrategia. Las redes sociales son una porción cada vez más relevante del mundo de los medios de comunicación. Territorio real y virtual han empezado a convivir. La ciudadanía digital es una realidad. Esto genera una interesante inquietud: ¿ocurrirá lo mismo con el clientelismo 2.0? Bibliografía Bavelas, A. (1948) “Maternatical Model for Group Structure”. En Applied Anthropology Vol.7.

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Borgatti, S., D. Brass y D. Halgin (en prensa) “Social network research: confusions, criticisms, and controversies”. En Brass, D., G. Labianca, A. Mehra, D. Halgin y S. Borgatti (Eds.) Research in the Sociology of Organizations Vol. 40. Bradford, UK: Emerald Publishing. Calvo, E. (2015) Anatomía política de Twitter en Argentina. Tuiteando #Nisman. Buenos Aires: Capital Intelectual. Cartwright, D. y A. Zander (1953) Group Dynamics. London: Tavistock. Granovetter, M. (1973) “The Strength of Weak Ties”. En American Journal of Sociology 78 (6): 13601380. Festinger, L. (1949) “The Analysis of Sociograms Using Matrix Algebra”. En Human Relations Vol.2. Hanneman, R. y M. Riddle (2005) Introduction to social network methods. Riverside, CA: University of California, Riverside. Published in digital form at http://faculty.ucr.edu/~hanneman/ Harary, F. y R. Norman (1953) Graph Theory as a Mathematical Model in Social Science. Michigan, Institute for Social Science: Ann Harbor. Lewin, K. (1936) Principles of Topological Psychology. New York: McGraw-Hill. Moreno, J. (1934) Who Shall Survive? New York: Beacon Press. Wasserman, S. (1994) Social Network Analysis: Methods and Applications. Cambridge: Cambridge University Press.

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Gráfico 1: Redes de Twitter correspondientes al primer debate entre candidatos presidenciales y a la veda previa a las elecciones generales

Nota: en el gráfico superior se encuentran marcadas con círculos las cercanías partidarias, que en el caso de las coaliciones de Massa y Stolbizer, aparecen juntas. Es interesante destacar la lejanía de la cuenta oficial de la presidenta Cristina Fernández del candidato de su coalición, Daniel Scioli.

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Gráfico 2: Redes de Twitter creada a partir del hashtag #SiGanaMacri

Nota: se destaca con un círculo que el uso más extensivo del hashtag lo realizan funcionarios y militantes del PRO, el partido de Mauricio Macri. Este hecho es significativo porque #SiGanaMacri fue lanzado a la red con intencionalidad negativa hacia el candidato, sin embargo, su equipo de campaña logra apropiarse del mismo y convertirlo en un hashtag positivo.

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Gráfico 3: Redes de Twitter correspondientes al segundo debate entre candidatos presidenciales y a veda previa a la segunda vuelta electoral entre los mismos

Nota: en ambos cuadrantes la comunidad azul corresponde a Cambiemos mientras que el Frente para la Victoria se ilustra de color amarillo en el cuadrante superior y de colorado en el inferior.

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