Niuet (L\'Alqueria d\'Asnar). Poblado del III milenio a.C. 1994

June 23, 2017 | Autor: Teresa Orozco-Köhler | Categoría: Chalcolithic Archaeology, Iberian Prehistory (Archaeology)
Share Embed


Descripción

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994),9-74

Se presenta el resultado de las excavaciones realizadas en el yacimiento de Niuet, (1'Alqueria d'Asnar, Alacant), analizando los d$erentes aspectos de la cultura material, tecnologfa paleogeografa y paEewmbiente en el contexto del Iller. milenio a.c. en el valle del Riu d'Alcoi.

(L'ALQUERIA D'ASNAR) POBLADO DEL 111 MILENIO a. C.

Es presenta el resulfaf de les excavacions fetes al jaciment de Niuet (I'Alqueria d'Asnar. Alacant). on s'analitzen els difPrents aspectes de la cultura material, tecnologia, paleogeografia i paleoambient, en el context del 111 mildenni a.c. a la val1 del riu d'Aicoi.

11 /

i,

-

!

;

I

I

NIUET, (L'Alqueria d'Asnar) A settlement of the thrid millenium before Christ) In this irem. we present the results of the excavations carried out at the archaeological site of Niuet, (I'Alqueria dPAsnar,Alacant), thus analyzing the different aspects of material culrure, technology. paleography as well as paleoenvironment within the context of the third millenium before Christ. at the valley of El Riu d'Alcoi (the River of Alcoi).

J. BERNABEU AUBÁN; J. LL. PASCUAL BENITO; TERESA OROZCO KOHLER; ERNESTINA BADAL GARCÍA; M" PILAR FUMANAL; O. GARCÍA PUCHOL.

INTRODUCCI~N J. Bernabeu Aubán Hace escasamente dos años (Bernabeu, dir., 1993), dimos a conocer los resultados de las intervenciones de urgencia realizadas en los asentamientos de Jovades (Cocentaina, Alacant) y Arenal de la Costa (Ontinyent, Valencia), enmarcándolos dentro de un proyecto de más largo alcance que, con el título de "El IIIer milenio a.c., en el País Valenciano" se venía realizando entre 1986 y 1991. Con la intervención en Niuet (1'Alqueria d'Asnar, Alacant). que ahora presentamos, finaliza la publicación relativa a las excavaciones realizadas en el marco de dicho proyecto*. Los resultados de los trabajos de prospección. así como la valoración final, será objeto de una ulterior publicación en la que se está trabajando. El asentamiento de Niuet se localizó durante la campaña de prospección de 1987. El yacimiento se encontraba gravemente afectado por los trabajos de extracción de áridos. que habían alterado buena parte de su superficie. La elección, por tanto, de su excavación fue motivada, como tantas veces sucede en nuestra disciplina, para evitar la

* Si exceptuamos el estudio arqueológico, en curso de realización, que verá la luz más adelante.

pérdida de información que hubiera supuesto la continuación de los trabajos en la cantera. Como consecuencia, nos volvemos encontrar ante información a menudo fragmentaria, sobre todo en lo que hace referencia a la interpretación de las estructuras dentro del asentamiento, de modo similar a como ocurría en los casos anteriormente publicados. Pese a estas dificultades, los resultados han sido, creemos, alentadores, permitiendo completar la información que en su dia se derivó de las excavaciones en el vecino poblado de Jovades, del que dista sólo 5 km.

M" Pilar Fumanal El yacimiento de Niuet está situado en los Valles d'Alcoi, muy próximo a la población de 1'Alqueria d'Asnar (Fig. 1.1). El entorno geológico y estructural de este espacio corresponde al dominio externo de la unidad

Fig. 1.1.- Emplazamiento del poblado neolítico de Niuet. Aspectos geomorfológicos Y terrazas fluviales cuatemanas en la zona de estudio.

bética, cuyas características específicas fueron ya comentadas por nosotros en el estudio sobre otros yacimientos del IIIer. milenio a.c. (Les Jovades y Arenal de la Costa), en una publicación reciente (Fumanal, 1993), así como los aspectos paleoclimáticos y cambios morfogenéticos holocenos que pudieron afectar el comportamiento y evolución de aquellos asentamientos humanos. Por ello vamos a centrar en esta ocasión nuestro análisis sobre el funcionamiento de la dinámica fluvial en el entorno inmediato del yacimiento, que es responsable de los cambios y transformaciones acaecidos en aquel paisaje durante el Holoceno Superior.

Serpis han dado lugar a un sistema de terrazas (Fig. 1.1) que, dada la amplitud del valle, adoptan una disposición escalonada, creando un relieve con desniveles en suave gradiente hacia el cauce. Diversos autores (Roselló y Bernabé, 1978; Estrela et al. e.p.; La Roca, 1991; Cuenca Payá y Walker, 1985) reconocen hasta cuatro fases generales de tales episodios morfogenéticos a lo largo del Cuaternario. En las inmediaciones del poblado neolítico el proceso de profundización del talweg y consiguiente modificación del lecho de inundación se realiza a partir de la dinámica evolutiva del sistema meandrizante en estado de madurez, en el cual la comente erosiona activamente las orillas cóncavas al tiempo que deposita aluviones en la margen convexa. A favor de este funcionamiento las terrazas que, en episodios sedimentarios y de incisión anteriores, pudieran haberse formado en los actuales frentes exteriores de crecimiento del meandro, son fácilmente desmantelables por el proceso contínuo de zapa basal, perdiéndose, a veces totalmente, el testimonio de su antigua proyección, ya que los materiales detríticos que las forman se incorporan a la comente en las crecidas y sirven de alimentación a las nuevas barras y depósitos aluviales aguas abajo. Como puede verse en la Fig. 1.3, el yacimiento de Niuet se encuentra (al menos parcialmente representado) en la superficie de la terraza T-2, que se extiende a una altitud sobre el cauce de entre 28-30 m y que viene a cidir aproximadamente con la plataforma limitada por la isolínea de 360 m. Por diversas razones, el primitivo espacio cercano al río en que se asentó este poblado ha sufrido una considerable transformación. En aquel momento (Holoceno Superior), su posición sobreelevada sobre el nivel de circulación habitual de las aguas permitiria una razonable seguridad ante los problemas de desbordamiento e inundación, repetidamente constatados en la historia y prehistoria del País Valenciano (Carmona, 1990). mientras que el estadio evolutivo del río no había afectado aún, al menos totalmente, a los depósitos de la terraza T- 1, que se extienden a lo largo del cauce a una altitud sobre unos 1820 m, formando un cinturón de una anchura variable que sigue aproximadamente la curva de nivel de 350 m. Un segundo elemento que se une al proceso anterior, contribuyendo a la destrucción de aquel entomo es el trazado del pequeño barranco de La Querola (Fig. 1.2), directamente tributario del Serpis por su margen izquierda y que hoy aparece profundamente encajado hacia el NW del lugar de excavación. El perfil longitudinal del Serpis muestra una ruptura de pendiente inmediatamente aguas arriba de Niuet, a la altura aproximada de 1'Alqueria d'Asnar, que señala un umbral de erosión regresiva. Como puede verse en la Fig. 1.2, en ese punto el talweg circula a una cota de 340 m s.n.m. mientras que el perímetro inferior de la terraza T-1 se extiende en la isolínea de 350 m a una altura de 10 m sobre él. Pocos metros aguas abajo el talweg comienza a circular por debajo de las isolíneas de 330 m, dejando la plataforma de 340 m como nivel ya -

Los restos de Niuet se encuentran en la margen izquierda del río Serpis, concretamente en la orilla cóncava de uno de sus meandros. En este punto (Fig. 1.2) el río circula a una altura de unos 340 m s.n.m. y muestra una geometría sinuosa en un valle de fondo horizontal, con un lecho de inundación bien desarrollado en el que se construyen barras y lóbulos de meandro con los cantos, gravas y arenas transportados como carga de fondo de canal aguas arriba. En la cubeta alcoyana las fases de encajamiento del río

-

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994), 9-74

Fig. 1.3.- Esquema de la evolución del valle. Encajamiento del cauce y formaci6n/destrucci6n de terrazas.

abandonado que pasa a constituir la terraza T-Oa, a unos 10 m sobre el talweg inmediato. Por tanto, la dinámica fluvial afecta en un doble sentido al espacio físico que sirvió de asentamiento a los pobladores de Niuet: la evolución y crecimiento del sistema de meandros ha eliminado casi totalmente la plataforma correspondiente a la terraza T- 1, que prolongaría el territorio del poblado en dirección al río, creando un gradiente topográfico más suave donde hoy se presenta como un abrupto cantil de 30 m. Restos muy menguados de aquel antiguo depósito aún aparecen adosados inmediatamente aguas abajo, a la salida del meandro. En segundo lugar, la ruptura de pendiente que muestra el perfil longitudinal del río en las inmediaciones de Niuet implica que este tramo

Esbtigrafía

Nivclcs

Tcxiuras fiiias

Color

----

?O

40

0

80

Fig. 1.4.- Perfil estratigráfico y rasgos sedimentológicosdel corte A.

experimenta una fase de regularización que repercute en la profundización del cauce, y con ella los de sus tributarios inmediatos, como es el caso del Barranco de la Querola. El estudio geomorfológico nos lleva pues a la conclusión de que lo que resta del área de ocupación probablemente no representa mas que un sector mermado de lo que pudo ser un amplio poblado al aire libre, cuyo asentamiento buscó la cercanía de un curso fluvial, en una loma de topografía algo elevada y separada del cauce por otros depósitos fluviales a menor altura que prolongarían el espacio habitable y permitirían un acceso más razonable hacia el antiguo trazado del Serpis.

2. RASGOS SEDIMENTOL~GICOSDEL YACIMIENTO Algunos aspectos sedimentológicos del yacimiento se reflejan en parte de los perfiles dejados al descubierto por la excavación. Dada la extensión del asentamiento y las dificultades de su reconstrucción añadidas por los recientes trabajos de extracción de áridos, es evidente que el estudio de los depósitos solo permite conocer muy fragmentariamente los procesos naturales y antrópicos que se sucedieron a lo largo de las fases de ocupación de Niuet. Los análisis se centran en dos cortes señalados como A

y B, ambos ubicados en el sector A de la excavación, que en parte reflejan la misma secuencia. Los materiales corresponden tanto a aportes totalmente antrópicos como a esporádicos rellenos por procesos naturales de transporte. En ambos casos, los depósitos se alojan sobre sedimentos fluviales acarreados por el río Serpis que, en los sucesivos episodios de encajamiento de este curso durante el Cuaternario, darían lugar a la terraza T-2, considerada como del Pleistoceno Medio (Estrela e? al. e.p.). Sus características son las siguientes:

PERFIL A. Consta de las siguientes unidades (Fig. 1.4), de muro a techo: Nivel IV. De textura arenosa (45%), sin fracción gruesa, aparece bastante compacto, estmcturándose en agregados y pequeños poliedros entre cuyas grietas se distinguen micelios y pátinas de óxidos de hierro. Los granos de cuarzo son subangulosos y brillantes, incorporando restos de caparazones de helícidos. El transporte de tales materiales obedece a la actuación de arroyadas poco competentes dentro de un proceso natural. Arqueológicamente estéril. Nivel 111. Se superpone en contacto brusco sobre el techo parcialmente decapitado del anterior. En su textura predominan limos y arcillas, que se añaden a una población arenosa bien clasificada, de características aún flu-

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994). 9-74

Prof.

Estratigrafía

Nivclcs

Color

Tcxturas finas

20

40

60 80

Calcimetría

%

20

40

Mat. orgánica

96

1

2 9 6

Fig. 1S.- Perfil estratigráfico y rasgos sedimentológicos del corte B.

vioides, que no volverán a manifestarse posteriormente. Se estructura en agregados arcillosos con una persistente impreganción de óxidos de hierro. Las arenas son angulosas y brillantes, entre las que se aíslan pequeños restos de carbón. Nivel 11. Se subdivide en tres unidades. La inferior (IId), se sitúa en contacto normal respecto al nivel anterior. Muy compacta y netamente arcillosa (58%), presenta grietas de retracción. La morfología de los granos de cuarzo refleja dos grupos (subangulosos y redondeados), en su mayor parte brillantes, pero con bastantes elementos mates. Este material parece haberse depositado en un ambiente encharcado, por procesos de decantación. Sobre él y en contacto brusco, se extiende un lentejón de cantos subredondeados de entre 3 y 7 cm, que se adelgaza en su prolongación lateral (nivel IIb). La matriz es limosa (80%), muy mal clasificada y, junto con la fracción gruesa, parece corresponder a una acumulación de origen antrópico, como preparación de suelo o base de alguna construcción (en su parte superior se ubica un horno doméstico). Por último, el techo de toda la unidad es un nivel arcilloarenoso, mal clasificado y con estructura de agregados. Nivel 1. En contacto normal se superpone este nivel que consta de una capa inferior (Ib), formada por nódulos carbonatados de entre 1 y 2 cm, dispuestos en una banda

horizontal. Sobre ellos se sitúa un material arcilloso (52%), con estructuras prismáticas y que incluye esporádicamente algun canto subanguloso así como pequeños nódulos carbonatados dispersos. El carácter local de esta unidad dificulta la atribución de su formación a procesos edáficos naturales tras el abandono del poblado.

PERFIL B. Se obtiene en el relleno de un foso excavado intencionadamente en los materiales fluviales de la terraza T-2, en un punto inmediato al corte anterior, por lo que en parte repite la secuencia, confirmando algunos aspectos ya señalados. Una síntesis de sus rasgos sedimentarios sería la siguiente (Fig. 1S): Nivel V. Consta de una textura arcillolimosa, muy mal clasificada, con algun canto disperso. Este material aparece muy compacto y con estructura masiva. La mezcla de materiales y su total procedencia antrópica parece evidente. Nivel IV. Contacto normal sobre el anterior. Se forma con cantos heterométricos y gravas subangulosas que acompañan a una matriz arcillolimosa, muy mal clasificada. Se intercalan bandas y laminaciones grises, cenicientas. Origen antrópico. Nivel 111. Contacto normal. Fracción gruesa muy dispersa entre calibres finos limosos (50%), compactos y masivos.

Nivel 11. Se superpone en contacto brusco al anterior y está formado por tres subunidades que repiten en parte las características ya descritas en el corte A. La primera (IId), corresponde a un material arcillolimoso con estructuras poligonales y prismáticas a causa de la retracción, que paraleliza los posibles procesos de decantación señalados en el nivel IId del perfil A. Sobre él se dispone una delgada capa de arcillas, con leves estructuras laminares (IIc), que no se encuentra en el otro perfil, y finalmente corona el conjunto una banda de cantos subangulosos/subredondeados, continuación del lentejón que con la misma nomenclatura (IIb), se individualiza en ambos perfiles. Bajo el punto de vista sedimentológico los materiales correspondientes a los perfiles tratados corresponden a una zona de reacomodación antrópica del espacio. En este punto se abre intencionadamente una zanja (perfil B), que será rellenada alternativamente con desechos del propio poblado cubiertos esporádicamente con aportes naturales cuando las precipitaciones pongan en funcionamiento la circulación hídrica superficial. Siguiendo este razonamiento podría considerarse sólo como sedimentos naturales los niveles IV y 111 del perfil A que aún corresponden al sustrato pleistoceno (T-2) sobre el que se instala el hábitat neolítico. El resto correspondería a una acumulación antrópica, como en el caso de los niveles IIb y IIc que consideramos

como preparación o soporte para construcciones tales como hornos, etc. Pulsaciones esporádicas de encharcamiento local podrían estar representadas por los niveles IId de ambos perfiles.

2. EL YACIMIENTO, LA EXCAVACI~NY LAS DATACIONES C.14 J. LI. Pascual Benito y J. Bernabeu Aubsin El poblado de Niuet se ubica sobre una terraza en un interfluvio limitado a un lado por el curso del río Serpis y, por otro, por el barranc de la Querola (o Barranquet de Vargas), que discurre paralelo al primero poco antes de desembocar en él. En el momento de su descubrimiento, en 1987, gran parte del yacimiento había sido destruido por la erosión fluvial, al incidir un meandro del río Serpis en toda la vertiente este del yacimiento (vide cap. 1) y, sobre todo, por la explotación como gravera desde la dCcada de los 60. Como consecuencia los niveles arqueológicos sólo se conservaban, parcialmente, en tres areas: la occidental, la central y la oriental (Fig. 2.1), de las cuales tan

Riu d'Alcoi Areas que conservan la sedimentación arqueológica. Probable extensión original de la zona habitada, actualmente destruida por la extracción de áridos.

Fig.2.1. Localización del asentamiento.

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994), 9-74

0Area

dierada por la extraccibn da gravas

Rampa de acceso

Area que conserva la sedimentaci6n arqucol6gica

*y

.1

x'

z

Y

Y'

-

- - - - - - - -- - Z'

Fig. 2.3. Planta y secciones del sector A al inicio de la excavación. sólo la primera ofrecía garantías para su intervención arqueológica. En esta zona, los niveles arqueológicos sólo se conservaban en una estrecha franja de unos 20 por 50 m, sobre un terreno llano que se eleva unos 40 m sobre el cauce actual del río. En esta zona, los trabajos de extracción de gravas habían afectado parcialmente a los niveles arqueológicos en toda su superficie excepto en tres sectores (Fig. 2.2): a. una estrecha franja lateral situada inmediatamente sobre el cantil del río Serpis y en cuyo corte se veían reflejadas diversas estructuras. Salvo en su parte central, en conexión con lo que hemos denominado corte A, la excavación de este sector resultaba impracticable, por lo que los trabajos se han limitado, por lo general, a la documentación de las estructuras reflejadas en los cortes, excepto en dos casos: la excavación de los restos del silo 1 y del denominado corte D. contiguo al corte A y separado de este por un camino ataludado. b. hacia el final del interfluvio, en el límite con los campos inmediatos al pueblo de 1'Alqueria otra estrecha franja de unos 4 m de ancho cruzaba transversalmente el poblado. En este sector se practicó un sondeo, a fin de comprobar la existencia de lími-

tes en el poblado (sondeo SW). c. en la parte central del sector, y sobre un ligero ataludamiento, una estrecha franja de unos 10 x 20 m conservaba la mayor parte del sedimento arqueológico. Este sector se encontraba dividido en dos trasversalemente debido a la existencia de un camino en talud practicado para facilitar el acceso de la maquinaria para la extracción de gravas. Pese a ello, presentaba suficientes garantías como para intentar una excavación en extensión sobre el mismo. Tomando como referencia el camino ataludado, dividimos el área en dos cortes, denominados A y D, quedando el camino como corte testigo entre ambos (Fig. 2.3). Dispersas por el resto de la superficie, se localizaron diversas estructuras excavadas en las terrazas, todas ellas parcialmente destruidas y que pudieron documentarse en diverso grado. Restos materiales también aparecieron en un islote de terreno que sostiene uno de los postes eléctricos, situado a unos 30 m, y en una pequeña zona situada a unos 400 m, donde en los cortes se observa un nivel arqueológico. Por la dispersión de los restos, las dimensiones en origen de la zona habitada en el interfluvio serían de al menos 400 m,

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994), 9-74

siendo más difícil calcular su anchura. La reconstrucción paleogeográfica sugiere no sólo que el meandro del río Serpis debe haber eliminado una parte importante del núcleo habitado; también resulta probable que la incisión del Barranc de la Querola sea posterior al abandono del hábitat, con lo que los restos que se han localizado al otro lado del barranco actual pudieron formar parte del asentamiento original. En los últimos años, la superficie del yacimiento se encontraba yerma. Con anterioridad se tiene noticia del cultivo de olivos y cereal. A finales de los ochenta se inició la construcción de unas naves industriales cuyo límite actual se encuentra a menos de cien metros del inicio del yacimiento por su extremo meridional. El seguimiento de sus obras de cimentación permite afirmar que el poblado original no se extendió hasta los campos situados más allá del denominado sondeo SW. Entre 1988 y 1993 se han efectuado, previo el correspondiente permiso y con la subvención económica de la Consellería de Cultura, Educació i Ciencia de la Generalitat Valenciana, cuatro campañas de excavación dirigidas por los firmantes y en las que ha colaborado un amplio equipo de estudiantes y licenciados del Departamento de Arqueología y Prehistoria de la Universidad de Valencia. Describiremos a continuación los resultados de la excavación en los diferentes sectores en los que se ha intervenido, así como las estructuras que sólo ha sido posible documentar en los cortes dejados por la erosión fluvial y la extracción de áridos. 1. EL SECTOR A. Es el sector en el que se han centrado los trabajos de excavación, al ser el único en el que la extracción de gravas no había llegado a eliminar totalmente los niveles arqueológicos. En la parte central del sector, la mejor conservada, se documentaron cinco estratos arqueológicos. Los cuatro inferiores (estratos 1 a IV) correspondientes al relleno de un foso segmentado de sección en "V. Tras su colmatación, el estrato superior (denominado E.S), documenta los restos, deficientemente conservados, de un suelo de ocupación con diversas estructuras, entre ellas un hogar construido y los restos de un lienzo de pared situados transversalmente al foso. La potencia máxima de sedimentación alcanzada en este sector ha sido de 2,87 m. En las inmediaciones se excavaron 3 silos (3, 4 y 5). Como ya comentamos anteriormente, este sector estaba dividido en dos por un camino ataludado que destruyó parte de los niveles arqueológicos. En razón de ello, separamos la actuación en dos cortes, denominados A y D. La estratigrafía era similar en ambos casos, por lo que sus materiales se estudiaran conjuntamente, razón por la cual denominaremos conjuntamente a ambos cortes como sector A. La metodología utilizada para la excavación ha variado en función de la naturaleza de las estructuras. Los silos han sido excavados por estratos naturales, mientras los diver-

sos niveles que componen las áreas de habitación y el foso han sido excavados en 29 capas artificiales de 10 cm de potencia, siguiendo en todo caso la base de los estratos, ligeramente cóncava. La dispersión de los materiales arqueológicos y de la fracción se ha registrado en plantas a escala 1:10. En ambos casos la práctica totalidad del sedimento ha sido tamizado con doble criba de 5 y 2 mm.También han sido cribados con agua muestras de sedimento de todos los niveles con el fin de recuperar restos paleocarpológicos que, no obstante, fueron muy escasos. 1.1. El nivel de ocupación. Corresponde al último momento de ocupación del yacimiento en este sector, denominado estrato S. Ha sido excavado en 41 mZ,alcanzando una potencia máxima de 0,65 m. El relleno estaba compuesto por un sedimento marrón grisáceo, con algunos manchones cenicientos y amarillos, y presencia de fracción de diferentes tamaños que aumentaban hacia la base. Se documentó tanto en el corte A como en el D. Se corresponde con el nivel IIa del perfil sedimentológico B (vide cap.1). En su parte inferior, tras el levantamiento de las capas superficiales, en el corte A se exhumaron los restos de una vivienda asociada a un hogar construido en arcilla. Los trabajos de extracción de gravas han destruido buena parte de la superficie original del área de habitación, lo que impide conocer tanto la planta de la vivienda como la disposición del hogar en relación a la misma. Este nivel ha sido eliminado del camino ataludado, razón por la cual tampoco podemos conocer hasta que punto las tierras situadas en el sector D y correspondientes al mismo estrato se relacionan o no con la vivienda. (Figs. 2.3,2.4 y 2.5) - Descripción de las estructuras. El material de este estrato se concentra en la base de1 mismo, donde hay carbones dispersos y fragmentos de barro cocido con una o ambas caras alisadas que, aparecen en concentraciones en algunos puntos (H-3). Destaca la concentración de material, especialmente restos de talla de sílex que aparecieron en los cuadros cercanos al hogar (Fig. 2.6). a. Alineación de una sola hilera de uno o dos cantos de gran tamaño en las cuadrículas E-21314, formando lo que parece ser un fragmento de muro de tendencia levemente curva. b. probable alineación situada entre los cuadros AIB, asociada a molinos barquiformes y a los restos de un gran recipiente cerámico de base anular. c. Estructura de combustión no. l. Plataforma de arcilla de entre 16 y 19 cm de altura de forma ovalada. Pegado a uno de sus extremos menores había una piedra hincada (32x1 1x30 cm) que sobresalía 5 cm de la superficie de la estructura, y junto a ella otras dos piedras de menor tamaño. Presentaba una cubeta en su centro de 50 cm de diámetro, 1 1 de profundidad, con la superficie de su fondo total-

I

I tl

b

I

a

I

A

D

C

D

E

F

I

J

-I I

i

t

I

t

i

+

g

f

+

e

+

t

l

b

t

+

A

a

+

U

t

C +

D E 1 + +

: G I + +

I I + +

+

+

+

I 1I

---

--I I

Atea no exciivada

Fig. 2.4. Planta del sector A en tres diferentes planos de la excavación: aniba, a comienzos del estrato S; en medio, el estrato 1 a diferentes profundidades; abajo, el foso al inicio del estrato 11. En rayado, dispersión del nivel arqueológico; trazo grueso, límite entre nivel arqueológico y terraza; trazo discontínuo, límite de las áreas excavadas. Las flechas indican la posición de los cortes de la fig. 2.5.

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994), 9-74

TALL 2

4

+

3

+

2

+

TALL 3 1

2

3

m.

TALL 5

Superti& dierada por la ertraccido de gravas

Fig. 2.5. Cortes esquemáticos del sector en diferentes posiciones. El rayado vertical indica la sedimentación desaparecida por los trabajos de extracción de gravas; en rayado oblicuo, los niveles de la terraza. En los cortes 3, 4 y 5 puede verse la sección del foso y como los estratos S y 1 parecen situarse por encima del los niveles de relleno del mismo (estratos II a IV). En el corte 1 se aprecia con claridad como la base del estrato 1 se apoya sobre un amplio escalón realizado en la terraza que da lugar al foso propiamente dicho.

*

T

'

"

T

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994), 9-74

mente cuarteada por el calor. La arcilla estaba quemada tanto en las paredes de la cubeta como alrededor de la misma, entre 8 y 20 cm de distancia de sus bordes. A 10 cm de la cubeta había un fuente cerámica de forma oval y base plana hincada en la arcilla, cuyos bordes sobresalían 5 cm sobre la superficie de la estructura. Por debajo del mismo se encontraron dos grandes fragmentos de otro recipiente cerámico similar, lo que indica que la estructura se remodeló en una ocasión tras su construcción primitiva. En el momento de su excavación la cubeta se encontraba repleta de un sedimento fino de color anaranjado, sin fracción alguna, el cual se extendía de forma oval por la superficie central de la estructura (65 por 50 cm) llegando hasta la pared de la fuente cerámica. Sobre gran parte de la capa de tierra anaranjada, encontramos dos capas de cerámica dispuestas en horizontal, una inmediatamente sobre la otra y cuyos fragmentos corresponden a un mismo recipiente (Fig. 2.7). Este tipo de estructura resulta extraña entre los hogares del 111 milenio a.c. documentados en la Península Ibérica. Los hogares construidos documentados en poblados del SE tienen forma circular, delimitados por un anillo de barro cocido de sección semicircular, con diámetros que oscilan alrededor de un metro y profundidades entre 10 y 15 cm, tal como han sido documentados diversos asentamientos. Por debajo del estrato S y en la base de la estructura de combustión de arcilla, existía una capa de gravas englobadas en escasa matriz arenosa, de base cóncava y potencia irregular (máxima 30 cm) que ha sido documentada únicamente en los cuadros dlb-2131415, d-5 y a-31415. Infrapuesta en parte a las gravas existía una capa de arenas, de base cóncava y potencia irregular, con un máximo de 25 cm. En ambos casos, el análisis sedimentológico sugiere un origen antrópico (vide cap. 1). - interpretación. El estado de conservación en que se encontraba, dificulta 1; interpretación de este conjunto de estructuras asociadas, más allá de la afínnación de que corresponden a una vivienda y un hogar asociado a la misma. Sólo una de las alineaciones halladas (cuadro E) parece corresponder con bastante probabilidad a los restos de un muro, constituyendo a juzgar por la dispersión de los materiales, el límite exterior de la vivienda por su lado NO Hacia el SO sus límites son imprecisos. Sólo la dispersión de la fracción y de los materiales permiten suponer que tal vez este límite estuviera situado entre los cuadros Ala ya que, entre esta alineación y la anterior, la densidad de hallazgos es considerablemente menor que al exterior de ambas alineaciones. La tendencia ligeramente curva de las alineaciones, permite suponer una cabaña circular, ovalada o absidal, habida cuenta de que las observaciones se realizan en su tramo final de cierre. Su anchura interior, en este punto, alcanzaría los 3,5 m. La superestructura estaría construida en barro y ramaje, habiéndose encontrado restos de la misma dispersos por la superficie. Su construcción se realizó una vez colmatado el foso regularizando su superficie

mediante el añadido de capas de arena y gravas, como la documentada parcialmente en los cuadros a-b-cl 3 y 4, y que corresponde con los niveles 11 b y c del perfil sedimentológico B. Al cabo de un período de tiempo probablemente corto, esta vivienda se abandonó, colmatándose. Las capas superiores del Estrato S corresponderían a la fase más reciente del poblado, de la que no se han encontrado estructuras en el área de excavación. Relacionables con este momento cabría citar a silo 6 y la estructura B. que se encuentran unos 30 m al SO del foso y la vivienda hallados en el sector A.

1.2. Estrato 1. Corresponde al nivel más reciente del relleno del foso, casi en la superficie del mismo. Está compuesto por tierras de coloración marrón oscura con fracción muy abundante, generalmente de pequeño y mediano tamaño. Su extensión no sigue un perímetro regular y, como se refleja en los cortes 1 y 2 de la figura 2.5, entre los cuadros b a i, su perímetro se ensanchaba en casi dos metros con respecto a los cuadros a-J, formando un escalón plano a partir del cual se excavó el foso en "V". Ha sido excavado en unos 38 m2, alcanzando una potencia máxima de 0,65 m. Se corresponde con el nivel IId del perfil sedimentológico B. En su interior se encontraron tres estructuras:

- Estructura de combustión 2. Capa de cenizas y con algunos carbones dispersos de 4 cm de potencia, de planta oval de 75 por 60 cm. Junto a ella existe una zona de tierra quemada de 45 por 25 cm. Sobre las cenizas y a su alrededor hay abundante fracción de mediano tamaño, mucha de ella quemada. Sobre la ceniza y entre ella hay también fragmentos de cerámica y de fauna quemados. Se trata de un hogar simple en cubeta. (Fig. 2.8). - Cubeta de planta oval, de 14 cm de profundidad máxima y un metro de diámetro menor, situada en a617, a 1,80 m de la estructura de combustión 2. En su relleno abundaban los cantos de mediano tamaño, la mayor parte quemados. - Cubeta irregular de base cóncava y planta oval con 1,80 m de eje menor conservado y una profundidad máxima de 22 cm, rellena con abundantes fragmentos cerámicos, algunos del mismo recipiente, situada en los cuadros FIG-314. Todos estos indicios parecen indicar una utilización esporádica de su superficie, fuera de las áreas de ocupación del asentamiento que en este momento debieron localizarse hacia el este.

1.3. El relleno inferior del Foso. Los tres estratos inferiores del sector A corresponden al relleno inferior del foso. El proceso de relleno del foso en esta parte parece bastante homogéneo: niveles arenosos de extensión y potencia irregular, como el nivel 111 del perfil sedimentológico A (vide cap l), se intercalan con otros

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994). 9-74

Estrato II

Excavado en unos 15 m , con una potencia máxima de 0,83 m. Está compuesto por arenas compactas y uniformes con algunas gravas de tamaño mediano y escasa fracción gruesa. En los 30 cm inferiores es donde se acumula la mayor parte del material, concentrándose en la base cerámica con la superficie quemada, carbones y cenizas dispersas. Estrato 111 Separado del estrato 11 por una capa de arenas de entre 10 y 30 cm de potencia, prácticamente estéril. Se excavó en unos 12 m', llegando a una potencia máxima de 0,62 m. El relleno estaba compuesto por diversas laminaciones de arenas en las que los materiales aparecían generalmente dispersos, sin ninguna concentración significativa. El extremo NW del foso (cuadros H, 1, J) no pudo ser excavado en su totalidad al ser destruido. Se llegaron a excavar 4 capas. Los materiales aparecieron concentrados en la zona proximal del H-5 asociados a finas capas de ceniza, carbones dispersos y cantos quemados. El relleno del resto, con muy escaso material arqueológico de pequeño tamaño, estaba compuesto por arenas compactas y abundantes gravas. Estrato IV Excavado en unos 4 m' de los cuadros a, A, B y C, con una potencia máxima de 0,46 m. Corresponde a la parte inferior del foso, rellena de arenas compactas con algún canto. Fue excavado en una sola capa (c. 29) tomando nota de la dispersión y profundidad de los materiales más representativos, grandes fragmentos de cerámica y de fauna dispersos, aunque recuperados la mayor parte entre los 20 y 30 cm del fondo del foso. Cnrhnn Ceniza

%

Tierra rubefacta

O Canto quemado Barlococido

Fig. 2.8. Planta y sección del hogar hallado en la base del estrato 1, correspondiente a la fase Niuet 11.

resultado de la acumulación de basuras procedentes de las áreas del poblado, que es donde se localizan la mayor parte de los materiales. Todos ellos tienen una base claramente cóncava. El foso presenta una planta rectilínea, con una anchura máxima conservada de 5,50 y una profundidad de 2,40 m, y su longitud superaría originalmente los 17 m, presentando una sección en "V" abierta, cuya boca coincide con el inicio del estrato (Fig. 2.4). El Estrato 11 se corresponde con el nivel 111 del perfil sedimentológico B, mientras que los estratos 111 y IV se corresponderían con los niveles IV y V del mismo perfil.

2. OTRAS ESTRUCTURAS. 2.1 Estructura B. Situada a 25 metros de la estructura A. Se encuentra cortada por el cantil del rio y por los trabajos de extracción de la gravera, conservando una anchura entre 2,20 y 3 m. Su relleno esta compuesto por tierras marrones entre las que se intercalan capas de gravas y arenas. El corte interior muestra una sección escalonada, con 8,20 m de ancho por un profundidad máxima de 1,40 m (Fig. 2.9). Aunque de forma más incompleta, probablemente se trate de la parte superior de una estructura similar a la documentada en los cortes A y D, y que volveremos a encontrar en las estructuras C y F.

2.2. Estructura C y F. Situada a 4 metros al sur del sector A, y reflejada en el corte dejado por la extracción de gravas se encuentra lo que hemos denominado estructura C, constituida por los niveles de relleno de un foso similar al documentado en el sector A. Coronando la estratigrafía, un estrato que probablemente corresponda también a un nivel de ocupación. Durante la campaña de 1990 se efectuó la limpieza del

J. BERNABEU - J. LL. PASCUAL - T. OROZCO - E. BADAL - M" P. NMANAL - O. G A R C ~ A

m del sector A, en la que destaca por su relleno de tierras oscuras sobre las capas de arenas y gravas en la que está excavada. Conserva una anchura de 6,5 m y una profundidad entre 130 y 1,20 m, si bien en origen la potencia sería de más de 2.40 m. La base es plana y la paredes verticales, que se abren a partir de 1,60 m del fondo (Fig. 2.9). En el corte se observa un relleno a base de alternancia de niveles de tierras de coloración gris oscura con otros de arenas más claras, todos ellos de acusada concavidad. Su ubicación, directamente sobre el cantil dejado por la gravera a más de 30 m de altura, desaconsejó su excavación.

2.4. Silo 1 Excavado en las gravas de la terraza, presentaba una sección acampanada y base cóncava (Fig. 2.9). Su profundidad era de 70 cm, con un diámetro de 70 cm en la boca y de 75 a 30 cm en la base. Parcialmente destruido por la extracción de gravas. Relleno de tierra marrón uniforme y compacta. Presentaba abundantes raíces y nidos de abejas. Contenía algunos cantos de mediano y pequeño tamaño, algunos quemados, y escaso material arqueológico, en su mayor parte cerámica romana.

--

-

Fig. 2.9. Secciones de los silos y estructuras visibles en los cortes dejados por la extracción de áridos. Sólo los silos 3,4,5 y 6 fueron excavados.

corte que da al interior del interfluvio, en el que se distinguen una serie de niveles semejantes a los de la estructura A (Fig. 2.9): -El superior de 7,30 m de ancho por 0,65 m de profundidad, de base aplanada excavado en parte en la terraza, relleno de tierra marrón grisácea. - Infrapuestas aparecen una serie de estratos arenosos que alternan con otros de tierras grises, todos de base marcadamente cóncava. Rellenan una sección en " U abierta, excavada en la terraza, de 4,20 m de anchura por 1,30 m de profundidad. - En el centro de la base se abre un foso de sección en "V" con la base cóncava de 1,75 m de anchura por 1,30 m de profundidad, cuya planta aparece a lo largo de 9 m hasta que es cortada por el cantil que da al barranco. De este foso que hemos denominado con la letra "F' han sido excavados un total de 4 m. Su relleno era uniforme semejante a la base de la unidad superpuesta, con escaso material arqueológico muy disperso.

2.3. Estructura E Queda reflejada en el corte abierto por la gravera a 49

2.5. Silo 2 Excavado en arenas, había sido parcialmente destruido por la gravera. Forma troncocónica y base plana (Fig. 2.9). Profundidad: 80 cm. Diámetro boca: 95 cm. Diámetro base: 140 cm. Relleno de tierra grisácea uniforme y poco compacta con alguna mancha amarillenta. Presenta cantos de mediano y pequeño tamaño y cinco fragmentos de molino. 2.6. Silo 3 Su boca fue localizada junto con la del silo 4 tras la limpieza superficial del sector A. Presenta forma troncocónica y base ligeramente cóncava (Fig. 2.9). Profundidad: 103 cm Diámetro boca: 80 cm. Diámetro máximo a 10 cm. de la base: 160 cm. Fue el único que se excavó completo, distinguiéndose dos niveles: 1. Los primeros 70 cm el relleno era uniforme, de tierra marrón oscura con abundante fracción mediana y grande -cantos y piedras angulosas, algunas afectadas por fuego- que aumentaban de tamaño a medida que se profundizaba. 11. De los 70 cm hasta la base, la coloración de la tierra era más oscura y cenicienta, con algunos manchones de arcilla amarillenta, y menos compacta que en el nivel superior, continuando la fracción mediana con abundantes carbones dispersos en la base.

2.7. Silo 4. Situado a 4 m del silo 3. Forma troncocónica y base ligeramente cóncava. Profundidad: 65 cm. Diámetro boca: 60 cm. Diámetro máximo a 10 cm de la base: 90 cm. SU relleno era uniforme, compuesto por una tierra limosa de color marrón claro, escasa fracción formada por cantos de mediano tamaño y algunos fragmentos de barro cocido con las dos caras alisadas.

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994),9-74

2.8. Silo 5 Una porción indeterminable de su parte superior había sido destruida por la extracción de gravas. Cortaba lateralmente al estrato 11 de la estructura A, también afectado por la extracción de gravas en esa zona, por lo que su constmcción es posterior a dicho estrato. Su morfología es diferente al resto de los silos. Presenta un perfil asimétrico, con ensanchamiento en su parte central y base aplanada irregular (Fig. 2.9). La boca conservada medía 70 cm de diámetro y la profundidad máxima era de 56 cm. A 25 cm de la base el diámetro alcanzaba un máximo de 100 cm. En su relleno, que contenía escaso material arqueológico, se diferenciaron dos niveles: 1. Los primeros 25 cm estaban compuestos por una tierra de coloración marrón oscura y abundante carbones. 11. El resto hasta el fondo eran una acumulación de cenizas y carbones. 2.9. Silo 6 Excavado en arenas, se encontraba cortado superficialmente. Forma troncocónica y base ligeramente convexa (Fig. 2.9). Profundidad conservada: 30 cm. Diámetro superficie: 140 cm. Diámetro máximo a 10 cm de la base: 150 cm. Su relleno estaba formado por tierra marrón con abundantes cenizas y carbones, con escasas gravas y un gran bloque en la base, cuyos 10 cm finales son cenizas compactas. 2.10. Silos 7 y 8 Situados a unos 40 m de la estmctura E, donde se reflejan en uno de los cortes del area central dejado por la gravera, a 20 metros sobre el actual nivel del curso del barranco y separados por 2,60 m. Se encuentran destmidos casi por entero. Las dimensiones conservadas son de 100 por 130 cm y 167 por 50 cm respectivamente. El relleno de ambos es uniforme, de sedimento gris con escasa fracción y material arqueológico. 2.11. Silo 9 Situado en el islote de terreno dejado por la existencia de un poste de alta tensión. Se encontraba cortado parcialmente por la rampa de acceso en uno de cuyo cortes quedaba reflejada su sección (Fig. 2.9). Excavado en las arenas de la terraza, conservaba 45 cm de potencia y el diámetro máximo era de 2 metros cerca de la base cóncava. Se encontraba relleno por sedimento uniforme formado por tierra de coloración marrón oscuro con fracción escasa, de tamaño mediano y pequeño. 2.12. Silo 10 Destruido casi en su totalidad. Parte de su sección queda reflejada en el corte. En origen sus dimensiones serían superiores a los 150 cm de diámetro máximo en su base por más de 80 cm de altura. Su relleno está compuesto por tierras grises con abundantes carbones y gravas dispersas y algun lentejón de cenizas 13 cm de la base plana. 2.13. Silo 11 Situado a menos de 2 metros del silo 10 y tambien destmido en su mayor parte al ser cortado transversalmente,

su planta circular de 1,50 m de diámetro apareció tras la limpieza del camino entre los cortes A y D.

2.14. Sondeo SW. El extremo meridional del yacimiento es la zona más estrecha del interfluvio (20 m) y la superficie del yacimiento se eleva 1,5 m sobre la del terreno adyacente. Con motivo de comprobar la posible existencia de algún tipo de límites del poblado en esta zona durante la campaña de 1990 se efectuó un sondeo de 4 por 1 metros en sentido transversal al escalón, llegando a una profundidad de 2 m. Todo el relleno era uniforme, formado por tierra de cultivo de color marrón claro, poco compacta. En el extremo meridional del sondeo, a 160 cm de potencia se documentó una hilera de grandes cantos que asentaban sobre el mismo tipo de sedimento. Por debajo del muro había un fragmento de teja contemporánea. El sondeo fue ampliado siguiendo el muro durante 2,5 m, observando que seguía la línea del margen que formaba el escalón. El material prehistórico hallado en el sondeo fue muy escaso y poco significativo. Señalar que en una cota superior a la del muro se encontraron fragmentos de ckárnica vidriada contemporánea y una concentración de tres pares de cuernos de cabra. 3. DATACIONES C.14 Tras el análisis antracológico (vide cap. 7) se enviaron para su datación un total de cuatro muestras. Tres de ellas al laboratorio Beta Analythic y otra a la Universidad de Barcelona. Los resultados obtenidos son los que se muestran en el cuadro 2.1. Muestra UBAR-175 Beta-75221 Beta-75222 Beta-75223

Sector Silo 5 Silo 6 A A

Nivel 11 único N.íi N.1

Anos BP 4.6W80 4.2W60 4.49M 4.4W

Años BC 2.65M80 2.31M 2.54M 2.51M

Calibración BC 2.820-2.670 3.370-2.910 3.350-2.920

Cuadro 2.1. Resumen de las dataciones C- 14 obtenidas en el yacimiento de Niuet. Las calibraciones son las proporcionadas por el propio laboratorio, considerando una desviación de 2 sigmas (95% de probabilidad). La vida media utilizada es de 5.568 años.

En su conjunto, las dataciones se refieren al período final de ocupación del asentamiento en el sector excavado. Las fases Niuet 111 y IV deben ser, por tanto, anteriores al 4.600 BP, datación del silo 5 que se encontraba cortando la parte superior del estrato 11 de relleno del foso hallado en el sector A. La correlación del silo 6 con los niveles del sector A es más problemática. Probablemente refleje una fase de ocupación más reciente, relacianada con la estructura B, y deficientemente conservada, ya que en este sector las extracción de gravas profundizó hasta los niveles de terrazas del río, eliminando los estratos arqueológicos.

J. BERNABEU - J. LL. PASCUAL - T. OROZCO - E. BADAL - M" P. N M A N A L - O. G A R C ~ A

RECEROUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994). 9-74

El hogar con uno de sus cuadrantes excavados. Puede verse el fragmento de fuente ovalada procedente del fondo del hogar.

-

-

Detalle de la fuente ovalada correspondiente al nivel superior.

Detalle del fondo de la cubeta.

J. BERNABEU - J. LL. PASCUAL - T. OROZCO - E. BADAL - M" P. FUMANAL - O. GARC~A

3. LA CERAMICA. Joan Bernabeu Aubán y Teresa Orozco Kohler Este estudio sigue las pautas metodológicas que ya fueron establecidas en anteriores trabajos (Bernabeu, 1989; Bernabeu y Guitart, 1993). En relación con aquellos sólo se han producido ligeras variaciones que afectan al análisis de los labios y a la tipología. En el primer caso, se ha producido una reordenación de las variables utilizadas que quedan como sigue (Fig. 3.1): 1. Redondeados 2. Apuntados 3. Planos 4. Biselados 4.1. en ángulo 4.2. redondeados 5. Engrosados Internos 5.1. planos 5.2. almendrados 5.3. verticales 5.4. ensanchados

6. Engrosados Externos 6.1. planos 6.2. redondeados 6.3. triangulares 6.4. verticales 7. Engrosados dobles 7.1. planos. En forma de columna, con el extremo superior plano. 7.2. en abanico. Como el tipo 7.1 pero con el extremo superior convexo 7.3. alargados. 8. Reborde interno 9. Resaltado En lo que se refiere a la tipología, la reestructuración afecta, parcialmente, a las clases A y B, con el añadido de algunos tipos nuevos, de manera que la lista tipológica pasa a tener veintiún grupos en total, estructurados del siguiente modo: Clase A - Grupo

1. Escudillas.

- Grupo 2. Platos y fuentes de perfil sencillo. Formas con paredes troncocónicas o hemiesféricas y base plana. - Grupo 3. Platos y fuentes carenados y con hombro. - Grupo 4. Platos y fuentes con borde diferenciado. 4.1. Recto 4.2. Vuelto. La diferenciación del borde, marcadamente saliente, se realiza a través de un bisel visible tanto en la superficie interior como en la exterior. Incluye tanto los perfiles oblícuos como los platos de ala plana. Grupo 5. Platos y fuentes de labio engrosado. 5.1. Engrosado simple interno. la. Ensanchado, generalmente por el interior, con extremo superior plano u oblicuo. lb. Almendrado. Engrosamiento interior alargado, cuya unión con la pared interna del vaso se realiza mediante un bisel. La pared exterior no muestra ruptura de perfil. 5.2. Engrosado simple externo. 2a. Plano, en forma de media columna y con extremo superior plano 2b. Redondeado, con extremo superior convexo. 2c. Triangular. Fig. 3.1.- Clasificación de los labios. Los números se corresponden con los citados en el texto y en los cuadrosinventario.

5.3. Engrosado doble 3a. Plano. Con labio tipo 7.1 3b. En abanico. Con labio tipo 7.2

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994), 9-74

Clase B. - Grupo 6. Cuencos de perfil sencillo. - Tipo 1. Hemiesféricos - Tipo 2. Globulares.

- Grupo 7. Cuencos de perfil compuesto - Tipo 1. Cilíndricos - Tipo 2. Bicónicos - Tipo 3. Carenados

Grupo 8. Con labio o borde diferenciado - Tipo 1. De borde diferenciado a. Recto b. Saliente - Tipo 2. De labio diferenciado. En este grupo los labios diferenciados se reducen a los engrosados simples, generalmente por el exterior, razón por la cual no procedemos a su subdivisión en tipos.

constatados, así como los recogidos en superficie. Las características generales de esta industria, son perfectamente asimilables a las de otros asentamientos del IIIr milenio a.c. (Bemabeu y Guitart, 1993), y pueden resumirse en las siguientes: 1. Muy escasa incidencia de las superficies decoradas (0,32%), en relación a las lisas. Este porcentaje, que es una media del conjunto de los hallazgos, no ofrece variación significativa en función de su distribución horizontal o vertical.

Clases C y D Sin variaciones respecto a lo ya publicado. Además en este caso se ha añadido un tipo nuevo: el 20.6, que corresponde a las queseras o encellas, hasta el momento ausentes en el repertorio tipológico anterior a la Edad del Bronce. El grupo 2 1 corresponde a las formas no vasculares y objetos de barro cocido, y no será tenido en cuenta a la hora de elaborar las cuantificaciones.

La descripción pormenorizada de los elementos morfológicos y tipológicos hallados en Niuet se detalla en los cuadros 1 a 5. En total, 12.508 fragmentos, diversamente repartidos entre las estructuras y niveles excavados y10

Cuadro 3.2.- Las bases.

Cuadro 3.1 .- Las técnicas decorativas.

Cuadro 3.3.- Los elementos de prensión.

Cuadro 3.4.- Los labios Además de los fragmentos peinados (los más numerosos) y de algunos con cortas incisiones, destacan los fragmentos pintados y a la almagra que constituyen los primeros hallazgos conocidos con contexto arqueológico claro atribuibles a este período. Todos ellos proceden de los niveles 111 y IV del sector A, que corresponde al momento más antiguo de los constatados en la excavación. El único caso en que puede reconstruirse la decoración corresponde al vaso 223 (Fig. 3.2), un plato de perfil sencillo (grupo 2), procedente del nivel IV, sector A. El interior esta recubierto por una capa de almagra, mientras que el exterior presenta una decoración de triángulos verticales en rojo a lo largo de toda su superficie. Este tipo de decoración, los triángulos, es frecuente en otros hallazgos atribuidos a este momento cronológico, pero la presencia de la almagra es la primera vez que se documenta para momentos tan avanzados, indicando claramente una relación con el mundo del sureste peninsular que, como veremos, resulta confirmada con la procedencia de materias primas para la elaboración de instrumentos en piedra pulida (vide cap. 6). 2. Los elementos de prensión, siempre escasos, se reducen tipológicamente a los mamelones, a veces perforados, y a las lengüetas. No parece existir variación significativa en su distribución horizontal ni vertical. 3. Entre los labios, los simples (tipo 1+2) son siempre dominantes. Sin embargo, en este caso parece existir una

cierta variabilidad estratigráfica, de manera que la importancia de los labios tipo 1 decrece de los niveles inferiores a los superiores, permitiendo una mayor diversidad formal entre estos últimos (Niuet 1 y 11), lo que se evidencia claramente en los tipos 5, 6 y 7, con sus respectivos subtipos, que corresponden a los labios engrosados. Con ellos podrían relacionarse los silos 3 y 6. Establecer diferenciaciones internas nivel a nivel resulta algo más difícil. Entre los niveles 1 y 11, las más significativas se refieren los tipos 5.2, 6.4 y 7.3, presentes en Niuet 1 y ausentes en Niuet 11, lo que resulta un bagaje escaso. Entre los dos niveles inferiores, cualquier comparación parecerá poco razonable, habida cuenta la escasa muestra recuperada para Niuet IV. 4. Como ya comenzaba a intuirse en los poblados de Jovades y Arenal (Bernabeu y Guitart, 1993), las bases planas son cuantitativamente numerosas. Cabe destacar la presencia de una forma con un pie anillado bajo. Aunque se han documentado algunos pies similares entre formas del Neolítico 1, estos constituyen un elemento totalmente inusual entre los repertorios hasta ahora conocidos de cronología similar a Niuet. Sólo conocemos una forma con pie anillado procedente de Los Millares, un plato con decoración en el borde posiblemente de cronología campaniforme. 5. En el aspecto formal, la industria de Niuet se caracteriza por el predominio de las formas de la Clase A,

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994).9-74

Cuadro 3.5.- Las formas cerámicas. Para facilitar las comparaciones se han añadido las colecciones de Jovades y Arenal de la Costa.

Fig. 3.2.- Formas de la Clase A. Grupo 1 (223,218,172,175) y Grupo 111 (220). Procedencias: Niuet 11 (172, 175); Niuet 111 (218); Niuet I V (220,223). El num. 223 presenta una decoración pintada al exterior y un baño de almagra al interior.

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994).9-74

Fig. 3.3.- Formas de la Clase A. Grupos 11 y V (147). Procedencias: Niuet 11.

J. BERNABEU - J. LL. PASCUAL - T. OROZCO - E. BADAL - M' P. FUMANAL - O. GARC~A

Fig. 3.4.- Formas de la Clase A, grupo IV. Procedencias: Niuet 1 (292,303, 304); Silo 3 (28); Silo 6 (10).

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994), 9-74

Fig. 3.5.- Formas de la Clase A, grupo V. Procedencias: Niuet 1 ( 1 18,257,112,59); Niuet 11 (264); Niuet 111 (193, 194).

tea

Fig. 3.6.- Formas de la Clase B, grupos VI (97, 104), VI1 (192) y VI11 (151). Procedencias: Niuet 1 (97, 104); Niuet 11 (151); Niuet 111 (192).

Fig. 3.7.- Formas de la clase C, grupo XIV. Tipos la y lb (23 1). Procedencias: Niuet 1 (123,231, 304); Niuet 11 ( 154, 156).

Fig. 3.8.- Formas de la clase C, grupo XIV. Tipos l a (217) y 3a (183). Procedencias: Niuet 11 (183); Niuet 111 (217).

Fig. 3.9.- Formas de la clase C, grupos XV (81, 85) y XVI. Niuet 1.

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994). 9-74

seguida de la clase B. También en este caso resulta posible . diferenciar, como sucedía en los labios, entre los niveles

superiores y los inferiores del sector A. Las diferencias más notables se encuentran entre los grupos y tipos de la Clase A (cuadro 5). Así, en los niveles superiores, los platos y fuentes de perfil sencillo (grupo 2) son más escasos, mientras que la única escudilla carenada (grupo 3) se encuentra en el nivel más prc~ fundo. Entre las primeras cabe destacar el hallazgo de una fuente de boca ovalada completa y un fragmento de otra superpuestos y asociados al hogar construido de Niuet 1. Estos recipientes son. por el momento, únicos en el País Valenciano. El grupo 4, correspondiente a los platos y fuentes con borde diferenciado, muestra también diferencias significativas entre los niveles del sector A. Ausente de los dos inferiores, aparece por primera vez, en porcentajes muy bajos en Niuet 11, para alcanzar su máxima representación (5,2%) en Niuet 1. También se documentan en los silos 3 y 6. Este grupo incluye tanto las formas con borde recto, siempre muy escasas, como las de borde saliente. Entre estas últimas las formas de ala plana y los platos hondos con bisel interno tan característicos del Cobre Final en el sudeste, como muestran las secuencias de los Castillejos de Montefrío (Ambas y Molina, 1978) y Ciavieja (Carrillero Millán y Suarez Márquez, 1990), si bien en Terrera Ventura se encuentran bien representados en las fases precampniformes (Gusi y Olaria, 1991). Las formas de ala plana aparecen, en el País Valenciano, al menos, desde el segundo cuarto del 111 milenio a.c., como indican las dataciones del silo 129 de Jovades, donde se documentó uno de estos recipientes (Bemabeu y Guitart, 1993 y cuadro 5), aumentando su representación en las etapas siguientes, aunque siempre en porcentajes moderados a bajos. El grupo 5 está mucho mejor representado en los niveles 1 y 11 que en los inferiores. Entre estos últimos, las dos únicas formas con labio diferenciado proceden de Niuet 111, y corresponden al tipo 5 . 2 ~y al 5.3a. Entre los dos niveles superiores también se constatan algunas diferencias: la menor entidad de las formas con borde engrosado en Niuet 1. y la presencia de los tipos 5.1b y 5.3b, ausentes en Niuet 11. Son diferencias no muy importantes, como las comentadas en el apartado de los labios, y que reflejan la proximidad cronológica entre ambas fases. En efecto, las dataciones cronológicas que pueden referirse a ambas fases son las del silo 5, construido desde la fase Niuet 11, y las correspondientes a los estratos 1 y S. Entre todas ellas, parecen indicar un desarrollo centrado entre el 4.600 y el 4.400 BP para las dos fases superiores del poblado. Las clases B y C se comportan de manera similar en el conjunto de los niveles. Merece destacarse en este caso, la escasa incidencia de las formas con borde diferenciado entre los recipientes de la clase C, lo que contrasta con lo observado los poblados vecinos de Arenal de la Costa y Jovades, sector de 1991 (Bemabeu y Guitart, 1993). Con todo debe sefialarse el predominio absoluto de las formas con borde y10 cuello recto en este apartado.

Fig. 3.10.- Quesera o encella (grupo 20, tipo 6) procedente de Niuet 1. Entre los objetos de la clase D cabe destacar, la quesera o encella del nivel 11 y los objetos de barro cocido. Las queseras constituían, hasta el momento, un elemento exclusivo de la Edad del Bronce en tierras valencianas. El ejemplar de Niuet se corresponde bastante bien con los descritos por Enguix (198 1 ) para este momento (Fig. 3.10). Su presencia en el nivel 1 de Niuet retrotrae su aparición a momentos anteriores al HCT, de forma similar a como ocurre en el sur peninsular, donde forman parte habitual de los conjuntos de la Edad del Cobre con anterioridad al campaniforme. El hallazgo de diversos objetos de barro cocido, constituye otra de las novedades aportadas por el yacimiento a la cultura material del 111 milenio a.c. Además de los múltiples fragmentos con improntas de pequeños postes o rarnajes, indicativos de la técnica utilizada en la construcción de las viviendas, y que son especialmente abundantes en Niuet 1 y 11, destacan una serie objetos cuya funcionalidad no siempre es posible aventurar. a. Placas de sección subcircular u ovalada, y forma cilíndrica ligeramente ensanchada en uno de sus extremos. Pueden ser tanto lisas como presentar pequeñas puntuaciones realizadas como impresiones de punzón, dispuestas irregularmente en su superficie. Las más completas proceden de los estratos 1 y 11 (Niuet 11 y 111) (Fig. 3.1 1, 1-3). No conocemos buenos paralelos para estas piezas. En nuestro caso nos inclinaríamos a pensar que se trata más bien de "pondera", contrapesos de telar en forma de cilindro ligeramente ahusado. b. Placa de forma ovalada y sección plano convexa, con una perforación de suspensión en su extremo más estrecho (Fig. 3.1 1,5). Probablemente un pondus. Procede el estrato 11 (Niuet 111).

J. BERNABEU - J. LL. PASCUAL - T. OROZCO - E. BADAL - M" P. FUMANAL - O. G A R C ~ A

-

AA'

8 W

CC

Fig. 3.11.- Diversos elementos en barro cocido, probablemente "pondera". Procedencias: Niuet 11 (4) y 111.

c. Posible fragmento de morillo (Fig. 3.12). Se trata de un cilindro, más ancho en uno de sus extremos que en el centro, con una perforación parcial en su parte más ancha. Apareció en el estrato superficial, asociado al hogar construido en arcilla. Su forma recuerda algunos de los objetos encontrados en poblados de la Edad del Bronce (Trelis, 1984). En resumen, las cuatro fases estratigráficas aisladas en el sector A de la excavación, permiten conocer una secuencia evolutiva que se desarrolla a lo largo del 111 milenio a.c. y con anterioridad al Horizonte Campaniforme de Transición (HCT). A tenor de las dataciones C-14, Niuet 111 y IV deberían situarse en la primera mitad. La datación del silo 5, que debió de excavarse desde Niuet 11, marcaría la fecha final de este momento en el 4.600 BP. Entre esta fecha y el 4.400 BP, se desarrollarían Niuet 11 y 1 ( datados ambos entre 4.500 y 4.400 BP). Con esta fase cabría relacionar, a tenor de los materiales recuperados, el silo 3. La datación del silo 6, muy alejado de la estructura de habitación correspondiente a Niuet 1, quizás pudiera relacionarse con una fase más reciente del poblado, posiblemente ubicada en tomo a la estructura B, cuyos restos sólo se reflejan en uno de los cortes dejados por la gravera y que no ha sido posible excavar.

2. ANÁLISIS COMPARATIVO. En este apartado intentaremos la comparación entre los

Fig. 3.12.- Probable modlo fragmentado procedente de

Niuet 1. distintos niveles del Sector A de Niuet, con el añadido del conjunto exhumado en el silo 3, y los conjuntos ya conocidos de Jovades y Arenal de la Costa. Entre todos ellos debieran cubrir, al menos, la etapa comprendida entre los inicios del 111 milenio a.c. y el Horizonte Campaniforme, representado por el conjunto de Arenal de la Costa. En el cuadro 3.6A se realiza una comparación entre estos niveles con las variables de carácter más general. Las diferencias a este nivel son escasas, indicando con ello que se trata de conjuntos bastante homogéneos, todos ellos incluibles en los que hemos denominado Neolítico 11 (Bernabeu, 1989; Bernabeu er at., 1989). Con todo existen algunos aspectos que merece la pena remarcar. En primer lugar, la escasa incidencia de las formas carenadas, sólo presentes, con muy bajos porcentajes, en los dos extremos de la secuencia (N.IV y Arenal). La diferencia estriba en que en Arenal se trata de una forma del grupo 7, mientras que la de Niuet se incluye en el grupo 3. Con todo, lo más significativo consiste en la disminución progresiva de los índices de la clase A que parece producirse por primera vez en Jovades 91, de forma moderada, y más acusadamente en Arenal, que muestra ya una estructura cercana a la que en la fase siguiente caracterizará a las industrias de la Edad del Bronce. Si descendemos a un mayor detalle, las diferencias anteriores se amplían entre los distintos conjuntos. Así, por ejemplo, si consideramos los grupos y tipos de la clase A, observamos (cuadro 3.6B):

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994), 9-74

U

Cuadro 3.6.- Comparación entre las industrias cerámicas de Niuet, Jovades y Arenal de la Costa. A) Variables de carácter general. IC= porcentaje de formas carenadas; ID= porcentaje de fragmentos decorados; B). Gmpos y tipos de la clase A. C) Formas con borde y10 cuello diferenciado de la clase C. BDl= borde diferenciado recto; BD2 = borde diferenciado saliente; D)Los labios.

J. BERNABEU - J. LL. PASCUAL - T. OROZCO - E. BADAL - M' P. FUMANAL - O. GARC~A

- Los platos y fuentes de perfil sencillo (gmpo 2) son cuantitativamente más importantes entre los conjuntos más antiguos (Niuet 111 y IV), disminuyendo progresivamente hasta alcanzar su índice más bajo en Arenal de la Costa. - El tipo 4.2 (platos de borde saliente con bisel interno), muestra una evolución contraria al anterior. Inexistente~en los niveles más antiguos, aparecen por primera vez en Niuet 11, siendo más importante en Niuet 1 y Arenal de la Costa. Sin embargo, su ausencia en Niuet 111 y IV puede deberse a problemas de una muestra pequeña, habida cuenta de su presencia en Jovades 87. En este caso se trata de un plato de ala plana, cuya aparición en el País Valenciano, puede ser anterior al 111 milenio a.c. Aunque con posterioridad se hacen más frecuentes, sus valores porcentuales permanecen, en general, bajos ( 3-5%). - Las formas del grupo 5 merecen un comentario más detallado. Aunque la aparición de los labios engrosados se remonta en el tiempo hasta principios del IV milenio a.c., de acuerdo con los hallazgos de la Cova de les Cendres, lo que define a las industrias del 111 milenio a.c., es su asociación con las formas de la clase A, lo que no sucede con anterioridad a Jovades 87 y Niuet 111. En un primer momento, su presencia es escasa así como su variedad morfológica, sin embargo, en la fase siguiente, representada por Niuet 11, se convierten en un elemento muy común, representando casi el 18% del total de la industria. A partir de Niuet 1, su valores porcentuales sufren una disminución progresiva hasta llegar al 1,8% en Arenal de la Costa. Dentro de este gmpo, las formas más comunes corresponden a las fuentes con labio engrosado al exterior (tipo 5.2). El resto mantiene siempre porcentajes más escasos. Interesa destacar la presencia de las fuentes con labio engrosado interior (tipo 5.1) únicamente en Niuet 1 y 11; Entre las de engrosamiento al exterior, las de labio triangular sólo se documentan en la etapas más antiguas (Niuet 111). Los platos y fuentes con engrosamiento doble (tipo 5.3), aparecen más ampliamente distribuidas, si bien las de extremo superior redondeado (5.3b) sólo se documentan en Niuet 1 y Jovades 9 1. - Dentro de la clase C (cuadro 3.6C), resulta interesante la evolución de las formas con borde o cuello diferenciado, mayoritariamente concentradas en los gmpos 13 y 14. Globalmente consideradas, puede verse como los mayores porcentajes se concentran al principio (5.87 y N.IV/iII) y al final (J.91 y Arenal de la Costa) de la secuencia, donde son más numerosas. Dentro de este marco general, las formas con borde recto (BDI) dominan ampliamente en todas las fases hasta Jovades 9 1 y Arenal de la Costa, donde parecen equilibrarse con los bordes salientes. - Entre los labios (cuadro 3.6D), observamos una gran variabilidad en el detalle. Tan sólo cabe destacar,

como tendencia general, la mayor concentración de los labios tipos 1 y 2 entre los conjuntos más antiguos y más modernos; por contra la mayor importancia de los labios engrosados debe referirse a los conjuntos intermedios (Niuet 1 y 11). Teniendo en cuenta las anteriores observaciones, la ordenación secuencia1 que podría establecerse de los conjuntos arqueológicos analizados quedaría del siguiente modo: Con posterioridad al 5.000 BP, fecha que marca en la Cova de les Cendres el final del Neolítico IIA, caracterizado por el desarrollo de las decoraciones esgrafiadas, se desarrollm'an los siguientes horizontes: l . Neolítico IIB 1. Representado por Niuet 111 y IV y por Jovades 87, en este último caso con probables perduraciones en la fase siguiente. Se trata de una fase caracterizada por el predominio de las formas simples dentro de la clase A (grupos 1 y 2). Las formas carenadas aunque presentes, son escasas. Las unicas cerámicas pintadas y con almagra se documentan aquí. Hacia el final de esta fase (Niuet 111) aparecen las fuentes con labio engrosado (gmpo 5), de morfología bien definida: engrosamientos simples o dobles con el extremo superior plano o labios triangulares. Las dataciones del silo 129 de Jovades situarían esta fase entre 4.81W60 y 4.66W90. Dentro de este período se situaría la datación de 4.700T120 obtenida en la Cova de les Cendres para la más antigua de las fases precampaniformes del 111 milenio a.c. Aunque no disponemos de dataciones, la fase Ereta 1 se encuadraría dentro de este mismo momento. Esta fase vendría a corresponder con los horizontes denominados Neolítico final o Cobre antiguo en el sur peninsular, y para el mismo propondríamos una datación aproximada entre el 4.900-4.600 BP. 2. Neolítico IIB2. Representada por los niveles 11 y 1 de Niuet, así como por los silos 3 y 6 de este mismo poblado y el conjunto de Jovades 91. El conjunto formado por Niuet 1 y 11 se muestra bastante uniforme y vendría a caracterizarse por el gran desarrollo que alcanzan ahora las fuentes de borde engrosado, que presentan una mayor diversidad morfológica y mayores valores porcentuales dentro de la industria cerámica. Los platos de borde vuelto (grupo 4) que ya habían aparecido en la etapa anterior (Jovades 87), adquieren ahora mayor entidad, aunque siempre con porcentajes que no superan el 5%. Con este momento se relacionarían las dataciones obtenidas en el silo 5 de Niuet (4.600180), y en los niveles 11 y 1 de este mismo yacimiento (4.49W80 y 4.46W60, respectivamente), lo que situaría a este fase entre 4.600-4.400 BP aproximadamente. Jovades 9 1 presenta algunas características que lo acercan ya a la fase siguiente: la reducción de los porcentajes de la clase A, y el aumento correlativo de los recipientes de la clase C; el considerable aumento de las formas con borde y10 cuello diferenciado, dentro de las cuales las formas con borde saliente adquieren mayor significación. Con este momento se relacionaría, además de la datación

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994). 9-74

obtenida en el silo 165 de Jovades (4.37Ok60) la lograda en el silo 6 de Niuet (4.26&60), aunque ello resulta algo más problemático. En cualquier caso, esta fase debiera situarse entre el final de la anterior (ca.4.400 BP) y las dos dataciones que marcan el inicio del HCT en la Cova de les Cendres (4.28Ok160 y 4.21W120). Una cronología entre el 4.400 y el 4.200 BP parece pues probable, teniendo en cuenta que hacia el final del período podrían aparecer las primeras cerámicas campaniformes. En resumen, el Neolítico IIB2 cubriría el lapso de tiempo comprendido entre el 4.600 y el 4.200 BP, aproximadamente, y vendría a corresponder con el Cobre pleno definido en las regiones del sur peninsular. La fase 11 del poblado de la Ereta del Pedregal se incluiría en este momento. Dentro de esta fase podría distinguirse entre los momentos representados por Niuet 1 y 11. de un lado. y Jovades 91 de otro, conjunto este último que manifiesta unas más claras afinidades con lo que será característico de la fase siguiente. 3.HCT. Correspondería al momento de desarrollo de las cerámicas campaniformes y a la aparición de la metalurgia, documentada por primera vez en la fase 111 de la Ereta del Pedregal. En nuestro caso, estaría representada por el poblado de Arenal de la Costa. Como elementos característicos. además de las cerámicas campaniformes, destacaríamos: disminución de platos y fuentes con labio diferenciado. que corre paralela a la del conjunto de formas de la clase A; presencia de cuencos carenados; mayor importancia de las formas de la clase C y, dentro de ellas, aquellas con borde diferenciado. Además de las dos dataciones de la Cova de les Cendres antes comentadas, poseemos la fecha de Arenal (3.890+80). Teniendo en cuenta que algunas dataciones la Edad del Bronce sitúan sus inicios en tomo al 1.900-1.800 a.c., propondríamos una cronología para esta fase situada entre el 4.200 y el 3.900 BP, aproximadamente.

4. LA PIEDRA TALLADA DE NIUET. O. García Puchol. La industria lítica tallada de Niuet está constituida por un total de 2.874 piezas, de las cuales el sector A ha proporcionado el mayor volumen con una cantidad de 1.945 objetos distribuidos entre los distintos estratos diferenciados. De los silos l , 2, 3, 4, 5, 6, 9, y 1 1 proceden 415 restos Iíticos repartidos de forma desigual , destacando por la mayor cuantía de los mismos el silo 3 con un total de 229 piezas, mientras que los silos 5 y 11 sólo presentan 7 y 1 objetos respectivamente. Exíguos son en cambio los materiales aportados por la estructuras C y F, con un número de 20 restos la primera y de 4 la segunda, entre otras razones

debido a que los trabajos se han limitado, en el primero de los casos, a la limpieza del corte que ofrecía la misma hacia el interior de la terraza, lugar donde, de forma casual, un aficionado local encontró la pieza de sílex tabular retocada que en líneas posteriores será objeto de análisis. Los materiales restantes, 490 piezas, son consecuencia de hallazgos superficiales y de las diversas limpiezas de perfiles y cuadros llevadas a cabo durante las distintas campañas de excavación. En esta breve síntesis se realiza una aproximación a la industria lítica tallada de Niuet desde una perspectiva tecnológica y tipológica; para ello se ha procedido a un anáiisis del conjunto de los materiales por estructuras y estratos, que abarca, tanto el utillaje retocado y no retocado, basado en el estudio tipológico-analítico elaborado por J. Juan Cabanilles (1984) en base al utillaje neolítico de los vecinos yacimientos de la Cova de 1'Or (Beniarrés) y la Cova de la Sarsa (Bocairent), como los productos brutos de talla, núcleos, productos de acondicionamiento del núcleo, informes, nódulos y plaquetas. Con ello pretendemos presentar no solamente un mero cómputo general de las distintas categorías de objetos, sino, efectuar una descripción de los principales caracteres técnicos observados y de las posibles implicaciones tecnológicas que estos conllevan. 1. MATERIA PRIMA El sílex es la materia prima empleada en la confección de la industria lítica en piedra tallada de Niuet, habiéndose diferenciado un total de 7 grupos en base a las características macroscópicas observadas tales como el color, la textura, las inclusiones, el tipo de cortex, etc. El grupo 1, utilizado mayoritariamente, se distingue por una tonalidad marrón con inclusiones blanquecinas, generalmente opaco y de grano fino. Sílex de estas características aparece en posición secundaria en el cauce del Riu d'Alcoi a unos escasos metros del yacimiento, observándose en este último una cantidad importante de piezas que muestran el cortex rodado. Este tipo de sílex podría estar relacionado con los afloramientos naturales emplazados en las cercanas zona de Penella (Cocentaina) y de Barxell-Polop (Alcoi). El grupo 11, documentado en menor medida, traslucido y de grano grueso, muestra unas tonalidades variadas -grises, marrones- , y se localiza en las zonas de la Vall de Barxell - Polop (Alcoi) y en la más lejana Vall de Alcalá. Si bien este sílex se utiliza mayoritariamente para la obtención de lascas, también se aprecia su empleo en la fabricación de unas pocas hojas de gran tamaño (Fig. 4.3, n" 10). Seguidamente describiremos aquellos tipos de sílex para los cuales no se han encontrado hasta el momento afloramientos locales y que presumiblemente proceden de lugares más alejados -grupos 111, IV, V, VI y VII-. El grupo 111 se distingue por un sílex blanco opaco, de grano fino, utilizado principalmente para la manufactura de hojas de mediano tamaño, y, aunque son muy escasos en el yaci-

J. BERNABEU - J. LL. PASCUAL - T. OROZCO - E. BADAL - M* P. NMANAL - O. G A R C ~ A

14

15

--

16

Fig. 4.1.- Restos de talla procedentes del ES (Niuet 1) y E1 (Niuet 11) del sector A: Hojas y hojitas: ES (1, 2, 3, 4, 5 y 7), E1 (6); Crestas: ES (8), E1 (9); Lascas de decorticado: ES (10 y 11); Lascas de avivado: E1 (12); Núcleos: ES (13, 14, 15 y 16).

miento los productos de talla elaborados con este tipo, su presencia está atestiguada. En cambio, han sido halladas dos hojas retocadas elaboradas sobre jaspe -grupo IV(Fig. 4.6, no 2 y lo), únicas piezas en cuyo trabajo se ha empleado este material. Así mismo, se ha encontrado un fragmento de una gran hoja labrada sobre un sílex blanco opaco con vetas marrones de textura fina -grupo V-,que no cuenta con más restos de estas características en el conjunto de la industria lítica (Fig. 4.1, no 4). El mismo caso acontece con respecto a un fragmento mesial de hoja realizado sobre un sílex gris muy oscuro opaco y de grano muy fino -grupo VI- (Fig. 4.2, no 9), y con la placa de sílex tabular retocada de la estructura "C" -grupo VII-. En lo relativo a las alteraciones naturales apreciadas en el volumen total de objetos Iíticos, cabe señalar en primer término que su incidencia es, en general, muy baja, reduciéndose a pátinas blancas y a alteraciones producidas por el fuego. De este modo, mientras que los restos con pátina blanca son escasos, las alteraciones debidas a la acción del fuego son más abundantes, constatándose los cambios de coloración, pátinas brillantes, superficies astilladas y cúpulas térmicas. En este último caso, no debe descartarse la posibilidad de una utilización intencional del fuego con

la finalidad de conseguir una mejora de la talla, puesto que se ha observado en algunas piezas el característico aspecto "grasiento" que contribuye junto con otros elementos a la identificación del empleo del tratamiento térmico (Inizan eral., 1975). 2. ANÁLISIS TECNOL~GICOY TIPOL~GICO El sector A ha proporcionado el mayor número de restos en piedra tallada con una cantidad de 1.945 efectivos que suponen el 67,6% del total. Más de la mitad de los mismos -concretamente el 60,35%-, han sido hallados en el estrato superficial (ES) que se corresponde con el nivel de ocupación más reciente del yacimiento (Niuet 1). mientras que al segundo nivel de ocupacion (Niuet II), le corresponden el 20,61%, y los restantes, -15,63%, 3.21% y 0,15%-, se reparten entre los estratos 11, 111 y IV de Niuet 111 y IV, vinculados éstos al relleno del foso. Los productos brutos de talla constituyen por si mismos el 84,1% del total de la industria encontrada en el sector A, y el resto se divide entre el 3.9% de los núcleos, el 0,87% de los productos de acondicionamiento del núcleo, el 0,92% de informes, nódulos, plaquetas y cúpulas térmicas, y, el

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994).9-74

Fig. 4.2.- Utillaje retocado y no retocado del ES (Niuet 1) del sector A: Hojas y hojitas retocadas (1 a 8, 10); Muesca~y denticulados ( 1 1); Truncaduras ( 13); Geométricos ( 14); Perforadores (15); Puntas de flecha ( 16 a 2 1); Piezas bifaciales (22); Raspador (23); Piezas con lustre (5 y 10). Señales de utilización (9). Microburil (1 2)

10.28% que supone el utillaje retocado y no retocado. Convendría añadir, en relación con la distribución espacial que presentan los objetos líticos, que si bien el grado de dispersión de los mismos es elevado de forma general en todos los estratos, la capa 4, y en menor medida la capa 5 de los cuadros a2, a3, a4, b2, b3, y b4 correspondientes al estrato superficial, muestran una clara concentración que además está asociada a la estructura de combustión documentada a partir de la capa 3 en los cuadros a2, a3, b2, y b3. En este sentido, y dada la importante muestra tanto de productos brutos de talla, núcleos, como de piezas retocadas, consideramos que existen muchas posibilidades de que nos encontremos ante un lugar donde se ha llevado a cabo el proceso de talla, vinculado de este modo a un espacio en el que se desarrollarían otras actividades relacionadas con la propia estructura de combustión. Vamos a describir seguidamente las características básicas de la piedra tallada aparecida en este sector de forma global, puesto que las diferencias observadas en los distintos niveles arqueológicos son mínimas y van referidas sobre todo a la variación en el volumen de objetos y a la composición del utillaje retocado, aspecto que trataremos con mayor detenimiento. Por otra parte, en los cuadros resúmenes 4.1, 4.2 y

4.3, se refiere de forma detallada por estratos y niveles la distribución de los diferentes artefactos. Los productos brutos de talla constituyen el mayor número de efectivos, ocupando las lascas y fragmentos de lasca el porcentaje más elevado con un total de 914 restos -ver cuadro 1-. El predominio de los módulos entre 2 y 3 cm y en menor medida de 4 cm, nos indica el pequeño tamaño de los nódulos empleados en la confección de la industria, y que se corresponde con el tamaño medio de los encontrados en los alrededores del yacimiento. Por otra parte, el 39,44% de las lascas presentan córtex en mayor o menor grado, mostrando el 13,44% más de la mitad de la superficie cubierta por éste, signo claro de que la operación de debastado de los nódulos -al menos de una parte de éstos- ha sido llevada a cabo en el yacimiento. Por lo que se refiere al tipo de talón, hay que apuntar el predominio de los lisos, con un porcentaje del 5734%. seguido a gran distancia por los talones corticales, puntiformes, diedros, facetados e indeterminados que representan el 9,01%, 6,88%, 537% , 2,13% y 18,85% respectivamente. En cuanto a las hojas y hojitas -19 y 38 piezas respectivamente, para cuya distinción se ha seguido el criterio empleado por Tixier (1963), cabe destacar en primer lugar

Fig. 4.3.- Utillaje retocado y no retocado del E1 (Niuet II), E11 (Niuet 111) y EIII (Niuet IV) del sector A: Hojas y hojitas retocadas: E1 (1 a 4), E11 (13 a 15); Muescas y denticulados: E1 (5 y 6) E11 (16); Perforadores: E1 (7), EIII (17); Puntas de flecha: E1 (9 y lo), E11 (18 a 20), EIII (21); Piezas bifaciales: E1 (1 1 y 12), E11 (23); Señales de utilización: E1 (8); Piezas con lustre: E1 (2). su alto grado de fragmentación, de tal modo que sobre un total de 57 repartidas entre los cuatro niveles, 53 están fragmentadas debido a distintas causas, entre las que predomina la flexión seguida de la percusión (Fig. 4.1). Contamos al mismo tiempo con un ejemplo de fractura elaborada mediante la técnica del microburil (Fig. 4.2, no 10). Entre los fragmentos predominan los proximales que alcanzan el 52,8%, mientras que los mesiales y distales ocupan unos porcentajes de 24.5% y 23,6% cada grupo. En relación a la sección observada en hojas y hojitas destacan netamente las trapezoidales con un 50%, y a continuación las triangulares (36,8%), seguidas a gran distancia por las irregulares (12,3%). En lo que concierne a los tipos de talones documentados, los lisos, generalmente cortos y estrechos, son los más abundantes, en tanto que los diedros, facetados, puntiformes y corticales ocupan unas posiciones muy discretas. Entre los productos brutos de talla inferiores a 10 mrn, existe un cierto equilibrio en los porcentajes relativos a microlascas y esquirlas, siendo las primeras ligeramente superiores en número, mientras que las microhojas están prácticamente ausentes. Por otra parte, los fragmentos

indeterminados constituyen el 13,09% de efectivos de la estructura A. Los núcleos se encuentran bien representados en Niuet 1 y 11 -ver cuadro 4.1-, y han llegado hasta nosotros en un estado de agotamiento muy avanzado, comportando un tamaño muy reducido. Este alto grado de agotamiento se refleja en la gran cantidad de núcleos informes de lascas hallados (54,6%), pudiendo corresponder parte de estos a núcleos de hojas reutilizados en una última fase para extraer lascas con el fin de aprovecharlos al máximo. Le siguen en número de restos los núcleos prismáticos (10,6%), globulares (4), piramidales (2, 6%) y discoides (2,6%) -ver figura 1-. Los fragmentos suponen el 25, 33% del total de núcleos. En lo relativo a los productos de acondicionamiento del núcleo se han clasificado lascas de avivado, crestas y tabletas en un número muy reducido de 17 piezas concentradas principalmente en el ES -ver cuadro 4.1. y figura 4.1 .- El utillaje retocado del sector A está compuesto por un total de 141 objetos de los que más de la mitad (79) aparecen en el ES, repartidos los restantes entre los estratos 1 y 11 principalmente, ya que el EIII solo muestra 6 pie-

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994). 9-74

HOJAS Y HOJIT. M.

P W A S DE FLECHA

Cuadro 4.1 .- Restos de talla e informes del sector A. zas retocadas y el IV ninguna -ver cuadro 4.2 y figuras 4.2 y 4.3-. Queremos señalar en primer lugar que la parquedad de las muestras relativas a los diferentes niveles arqueológicos, sobre todo respecto a los niveles 11, 111 y IV, condiciona los resultados concernientes a la evolución de las tendencias observadas en los mismos, de forma que creemos más conveniente analizar los resultados de una manera global, señalando aquellos aspectos que por su relevancia si marcan claramente las diferencias entre ellos. A continuación mostramos los rasgos principales de los diferentes grupos tipológicos en el orden de su representación. Las lascas retocadas constituyen el 22% del total de las piezas retocadas, y normalmente conllevan un retoque simple, marginal , continuo y de localización dista1 o lateral. Las hojas v hojitas retocadas ocupan una primera posición en el volumen de las piezas retocadas en Niuet 1, y si bien el cómputo general del sector A confiere una ligera ventaja al grupo compuesto por las lascas retocadas, el volumen global del utillaje retocado del yacimiento confirma la posición destacada de este grupo sobre los restantes. Conviene observar que en el caso de las hojas y hojitas retocadas hay un claro predominio de las primeras -1 8 piezas- frente a las segundas -9 piezas- en contraposición con los datos facilitados por las hojas y hojitas no retocadas. El grado de fragmentación que presentan es elevado ya que de un total de 46 piezas, sólo 2 están completas,

Cuadro 4.2: Utillaje retocado del sector A.

Cuadro 4.3.- Utillaje no retocado del sector A.

dominando entre los fragmentos las partes mesiales (47,7), y a continuación las proximales (29,5%) y las distales (22,7%). Las causas más importantes de las fracturas son la percusión seguidas muy de cerca por la flexión, mien-

tras que, en lo que se refiere a las secciones, las trapezoidales ocupan un lugar destacado. Los tipos de talones conservados ofrecen unos porcentajes similares para los lisos y los facetados, estando los puntiformes y corticales escasamente representados -en todos las cantidades anteriores se contabilizan también los efectivos con señales deutilización-. En cuanto a las características del retoque observado entre las hojas y hojitas conviene reseñar la gran importancia- más de la mitad de las mismas -que ofrece el retoque más o menos plano, invasor, normalmente directo, continuo, y que bien puede ser unilateral o bilateral. Le siguen en orden de representación las hojas y hojitas con retoque simple, marginal ,bien continuo o parcial, normalmente directo. Las puntas de flecha del sector A destacan en primer lugar por su gran variedad morfológica, sobre todo en lo concerniente al nivel de ocupación más reciente (Niuet 1) en el cual se señalan además dos piezas de base cóncava (Fig. 4.2, no 19 y 20), que vienen a sumarse a los escasos restos de este tipo documentados en el ámbito valenciano. A Niuet 1 corresponde así mismo una punta de fecha con pedúnculo y aletas desarrolladas (Fig. 4.2, no 16) elemento éste que contribuye a corroborar la cronología más reciente que se otorga a este tipo tal y como se ha venido observando en los yacimientos de La Ereta del Pedregal (Fletcher et al., 1964) y más recientemente en Arenal de la Costa (Pascual Benito, 1993) entre otros. En lo relativo al grupo de muescas y denticulados el valor porcentual más elevado va referido a las lascas con muescas, normalmente retocadas, directas y de localización lateral o distal. Le siguen en proporción las lascas denticuIadas, conformadas de forma general por la sucesión de muescas simples o retocadas, normalmente de posición lateral. Las hojas y hojitas con muesca implican sólamente un total de dos piezas para todo el conjunto, en tanto que las hojas y hojitas con denticulación están ausentes. El resto de grupos tipológicos constadados en el sector A ofrecen porcentajes mucho más discretos de representatividad. De este modo, las piezas bifaciales, consideradas como esbozos de puntas de flecha, constituyen el 6,4% de las piezas retocadas. Los perforadores (4,25%) se elaboran sobre lasca, y comportan una punta conformada por retoques semiabruptos generalmente bilaterales. En cuanto a las truncaduras predominan las simples rectas y se concentran en los dos niveles más recientes del yacimiento (Niuet 1 y 11), siendo su porcentaje -3,5%- muy bajo en relación al volumen total. Por lo que respecta a los geométrico~sólamente han sido hallados 2 trapecios, -uno simétrico y el otro asimétrice correspondientes a Niuet 1 y 111, conformados ambos mediante retoque abrupto. Nos quedaría hablar en este apartado de aquellas piezas incluidas en el grupo diversos, entre las cuales cabría subrayar el apartado de los raspadores, que muestran un equilibrio en la elección del tipo de soporte utilizado -mitad sobre lasca y mitad sobre hoja-, y que significan el 4.3% del total del utillaje retocado de este sector, aunque, se constatan exclu-

sivamente en Niuet 1. Unicamente una pieza ha sido clasificada como un posible buril, elaborado sobre lasca y adscribible al apartado de buril lateral sobre fractura retocada oblícua de la lista - tipo de J. Fortea ( 1973). Respecto al utillaje no retocado conviene reseñar que para su individualización se ha valorado el criterio propuesto por Juan Cabanilles (1984) que hace referencia a aquellos artefactos que comportan una serie de extracciones aisladas y de disposición arbitraria perceptibles de forma macroscópica, si bien, somos conscientes de que solo un fúturo análisis traceológico podría contribuir a confirmar la funcionalidad propuesta a este grupo de efectivos. Las lascas y fragmentos de lascas suponen el 68% de piezas con señales de utilización, seguidas por las hojas y fragmentos de hojas (27,11%), mientras que hojitas y fragmentos de hojitas sólo significan el 5,02%. En los cuadros 4.4, 4.5 y 4.6 se refleja con detalle la adscripción por grupos tecnológicos y tipológicos de los objetos líticos aparecidos en los silos y las estructuras "C" y "F". En primer lugar hay que constatar la escasez de efectivos que estas estructuras han proporcionado, ya que si dejamos de lado los silos 3 y 9, las restantes y las estructuras aportan un número muy reducido de restos -ver figuras 4.4, 4 . 5 . No vamos a entrar en un análisis pormenorizado de las diferentes categorías técnicas y tipológicas y sus características para evitar repeticiones innecesarias, que por otra parte ya han sido explicitadas con respecto al sector A y que básicamente coinciden con las informaciones aportadas por los restantes materiales Iíticos del yaci-

Cuadro 4.4.- Restos de talla e informes de los silos y las estruct. "C" y " F .

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994). 9-74

MUESCAS Y DENiIC.

Cuadro 4.7.- Restos de talla e informes de superficie y limpiezas.

Cuadro 4.5.- Utillaje retocado de los silos y las estruturas. "C" Y "F'.

Cuadro 4.6.- Utillaje no retocado de los silos y la estructura "F'. miento, aunque si señalaremos aquellos elementos que puedan aportar nuevos datos. A este respecto queremos anotar la presencia en el silo 6 de un geométrico clasificado en este caso como un trapecio con la base pequeña retocada (Fig. 4.5. no 10). Así mismo, y en contraposición con los ejemplos del sector A, se han documentado truncaduras

simples oblícuas (Fig. 4.5, no 1l), además de dobles (Fig. 4.6, no 11 y 12). Una mención aparte merece la placa de sílex tabular retocada encontrada de forma casual en la estructura "C", cuya ubicación en el estrato superficial de la misma parece confirmada después de haber seguido las indicaciones de su descubridor y observado las marcas dejadas por la misma tras su extracción (Fig. 4.5, no 1). Esta pieza, fracturada en sus partes proximal y dista], tiene unas dimensiones de 96 x 43 x 7 mm., y ofrece un retoque plano, bifacial, contínuo y unilateral, estando conformado el borde opuesto por un dorso natural. Ejemplares de similares características han sido hallados en el poblado de les Moreres en Crevillente (González Prats, 1986), en la Cova Santa de Vallada (Martí, 1981), y en la Ereta del Pedregal (Fletcher et al., 1965) entre otros. En el caso de Niuet, la morfología de la pieza parece abogar por una interpretación como cuchillo, puesto que, y en comparación con los ejemplares mencionados, el retoque solo aparece en uno de sus bordes, aunque de todas formas, esta supuesta funcionalidad solo podría precisarse a través de un análisis traceológico. Una cantidad de 490 piezas líticas talladas son consecuencia de hallazgos superficiales, y, de las limpiezas efectuadas en los cuadros y perfiles -ver cuadros 4.7, 4.8 y 4.9

J. BERNABEU - J. LL. PASCUAL - T. OROZCO - E. BADAL - M" P. FUMANAL - O. G A R C ~ A

Frag. hojitas S.U. TOTAL

8

6

2

2

3

5

1

27

100

Cuadro 4.9.- Utillaje no retocado procedente de superficie y limpieza. do, y el derecho, retocado en su parte proximal, presenta una punta netamente destacada a modo de perforador en su extremo distal (Fig. 4.6, no 16). Por otro lado, y en relación con las puntas de flecha, se constata la presencia de un segundo ejemplar muy fragmentado, pero que puede adscribirse fácilmente a las de pedúnculo y aletas desarrolladas (Fig. 4.6, n" 19).

PUNTAS DE FLECHA

Cuadro 4.8.- Ütillaje retocado procedente de superficie y limpiezas. y Figs. 4.4 y 4.6-. El utillaje retocado recuperado aporta un número de 70 objetos, entre los cuales han sido halladas algunas de las piezas de mejor factura del yacimiento. El 28,5% corresponde a hojas y hojitas retocadas, entre las que se constata el predominio de las hojas y hojitas con retoque invasor (Fig. 4.6, no 7, 8, 9 y lo), comportando dos de éstas la parte distal apuntada (figura 4.6, no 8 y 9) por medio de un retoque plano invasor sobre la cara dorsal de la pieza que conforma una punta ubicada en una posición más o menos lateral respecto al eje de ésta. Destaca también un fragmento proximal de hoja con retoque plano cubriente en su cara dorsal y plano invasor en su cara inferior, elaborada sobre jaspe (Fig. 4.6, no 10). Así mismo se ha documentado una pieza muy singular que podríamos calificar de útil múltiple puesto que se trata de una lasca que ofrece un frente de raspador en su parte distal, mientras que el lateral izquierdo conforma un borde denticula-

3. ALGUNOS APUNTES SOBRE LA FUNCIONALIDAD. En primer lugar tenemos que hacer mención de la falta de análisis traceológicos sobre la colección lítica de Niuet, lo que constituye una traba a la hora de hacer una valoración sobre la funcionalidad de este conjunto industrial. En este sentido, poco podemos añadir a las consideraciones que normalmente se realizan sobre este aspecto tan importante, sobre todo en lo que hace referencia a aquellas piezas que comportan una morfología muy precisa que se corresponde con una funcionalidad determinada, este sería el caso de las puntas de flecha, perforadores y taladros, o bien de aquellos objetos que presentan el denominado "lustre de cereales", que también se supone indicativo de una utilización en las labores agrícolas, y más concretamente en aquellas relacionadas con el procesado de los cereales (Juan Cabanilles, 1984). En lo relativo a estos últimos, han sido hallados en Niuet un total de 10 efectivos repartidos entre Niuet 1 (4), Niuet 11 ( 1 ), el silo 3 ( 1 ) y, los 4 restantes, son resultado de recogidas superficiales y limpiezas. El lustre aparece principalmente sobre fragmentos de hoja que presentan algún tipo de retoque, bien simple invasor (Fig. 4.2, no 5 y 10) o bien simple marginal (Fig. 4.6, no 3 y 4). En uno de los casos se constata sobre una hoja truncada y en otro sobre una hoja que no muestra ningun tipo de retoque (Fig. 4.6, no 13). Así mismo, una lasca que presenta el 75% de su cara dorsal cubierta por córtex. muestra esta pátina en uno de sus filos de disposición lateral. Piezas de estas características, pero sin la presencia de lustre son frecuentes en la colección Iítica tallada de Niuet, y por tanto, no puede obviarse que parte de ellas podrían entrar también en la órbita de los elementos de hoz (Juan Cabanilles, 1992). En lo relativo a las características de las hoces en los contextos del 111 milenio a. C. de la zona oriental de la

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994). 9-74

Fig. 4.4.- Restos de talla pocedentes de silos, limpiezas y superficie: Hojas y hojitas: Superficie (1 y 4), limpiezas (2,3, 8 y 9). silo 3 (5 y 6) y silo 9 (7); Lascas de decorticado: silo 3 (10 y 11); Lascas de avivado: limpieza (12); Núcleos: Superficie (13 y 14). silo 3 (15) y silo 4 (16). fachada mediterránea peninsular, Juan Cabanilles (1 985) propone. en base a los datos observados en las armaduras del yacimiento de La Ereta del Pedregal, la existencia de hoces simples y compuestas, de filos rectos conformados por una o varias armaduras dispuestas de forma paralela al eje de la pieza. En el ejemplo de Niuet, la información ofrecida por los elementos de hoz podrían confirmar esta hipótesis. si consideramos como parte de una hoz simple, un fragmento mesial de gran hoja con retoque simple invasor que ofrece en su borde opuesto una ligera pátina brillante, mucho más tenue que en los restantes ejemplos, y que hemos interpretado como lustre (Fig. 4.2, no 10). Las restantes piezas han sido valoradas como elementos integrantes de hoces compuestas.

Podemos calificar la industria lítica de Niuet en términos generales como una industria mixta de lascas y hojas para cuya confección se ha utilizado básicamente el sílex de procedencia local. A este respecto, y a falta de los pertinentes análisis petrológicos, se ha valorado la similitud que se aprecia a nivel macroscópico entre la materia prima empleada en el yacimiento y las litologías que aparecen en

los afloramientos locales. No descartamos sin embargo la posibilidad de un intercambio en el caso de determinadas piezas que se destacan por su elaborada factura y por la rareza y calidad del sílex empleado en su manufactura, fenómeno este observado ampliamente respecto a este mismo tipo de objetos en contextos culturales sincrónicos, entre los que podemos citar el ejemplo del Horizonte de los Millares (Aguayo de Hoyos et al , 1989-1990). La constatación de actividades de talla en el propio yacimiento parece asegurada a tenor de la presencia de los diferentes productos resultado del proceso de talla, a lo cual se añade la posible interpretación de un espacio como lugar donde se ha efectuado esta actividad. En lo relativo a los caracteres tecnológicos, anotaremos en primer lugar el alto grado de explotación que ofrecen los núcleos, siendo su tamaño muy reducido y su morfología en muchos casos informe, de manera que parte de los núcleos que en un principio habrían estado destinados a la confección de hojas y hojitas, se convierten en la fase final de su explotación en núcleos de lascas de morfología imprecisa, de forma que podríamos hablar de una "producción integrada de los soportes para el conjunto de las grandes categorías técnicas y funcionales" (Perlés, 199l), cuestión esta que parece confirmada por el ya aducido carácter

J. BERNABEU - J. LL. PASCUAL - T. OROZCO - E. BADAL - M" P. FUMANAL - O . G A R C ~ A

--

Fig. 4.5.- Utillaje retocado procedente de los silos y las estructuras C y F: Placa de sílex tabular retocada (1); Hojas y hojitas retocadas: Silo 3 (2 a 5,9), silo 2 (6) y silo 9 (7); Muescas y denticulados: Silo 3 (8); Geomttricos: Silo 6 (10); Truncaduras: Silo 3 (1 1); Perforadores: Silo 9 (12)d; Puntas de flecha: Silo 9 (13), silo 3 (14 y 15); Piezas bifaciales: Silo 6 (16); Raspador: Silo 3 (17); Buril: Silo 3 (18).

mixto de esta industria. En cuanto a las técnicas de talla utilizadas, se aprecian en Niuet, al menos para una parte de la producción laminar, los rasgos característicos asimilables al empleo de la presión tal y como fueron descritos por Tixier (1984) y que hacen referencia, en lo concerniente a las hojas, al paralelismo de bordes y aristas, al espesor constante en su parte mesial, a las ondas apenas marcadas en la cara inferior, y al talón siempre más estrecho que la anchura de la pieza. Esta misma técnica ha sido señalada en relación con el contexto cardial de la Cova de 1'Or (Juan Cabanilles, 1992). Los núcleos en cambio, dado su avanzado estado de explotación, aportan poca información al respecto. De todos modos se constata el empleo de la percusión en la obtención de lascas, y también en lo relativo a parte de la producción laminar. Del mismo modo, no puede dejarse de lado la posibilidad de un tratamiento térmico, como ya ha quedado reseñado en los inicios de nuestra exposición. En lo concerniente al utillaje retocado, y teniendo en cuenta el cómputo global, el valor porcentual más elevado corresponde a las hojas y hojitas retocadas (21,6%), seguidas muy de cerca por las muescas y denticulados (18,5%),

las lascas retocadas (17,7%) y las puntas de flecha (15,4%), y ya a cierta distancia se situa el grupo diversos (8,2%), las piezas bifaciales (6,6%), truncaduras (6,7%), perforadores (4,6%), y finalmente los geométricos ( 1, I %). En este sentido, y en cuanto a las tendencias observadas en la evolución de los diferentes estratos del sector A, ya se ha comentado en páginas anteriores la dificultad de su seguimiento en tanto que la muestra proporcionada por los mismos es reducida, especialmente para los estratos 1, 11. 111, y IV. No obstante, incidiremos de nuevo en la aparición de una punta de flecha de pedúnculo y aletas desarrolladas en el estrato superficial asociado al nivel de ocupación más reciente de Niuet, que viene a confirmar su avanzada cronología dentro del 111 milenio a. C., en una fase precampaniforme. El utillaje no retocado significa un total de 1 1 1 efectivos que suponen el 335% del volumen global. siendo las lascas el soporte mayoritario, seguido de lejos por las hojas y en menor proporción por las hojitas. Una mención aparte merece el índice laminar del utillaje retocado de Niuet, en cuanto a las comparaciones que pueden establecerse a este respecto con los vecinos yaci-

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994). 9-74

Fig. 4.6.- Utillaje retocado y no retocado procedente de superficie y limpiezas: Hojas retocadas ( l a 5, 7 a 10); Truncaduras (1 1 y 12); Muescas y denticulados ( 15 y 16); Perforadores ( 17); Puntas de flecha (18 a 21); Piezas con lustre ( 3 , 4 , 6 y 13); Señales de utilización (6). Microburil (14).

miento de Jovades y Arenal de la Costa (Pascual Benito, 1993). De tal modo Niuet, con un porcentaje del 36,18%, se situaría en relación con este índice, a medio camino entre los conjuntos de Jovades (46,9%) y Arenal de la Costa (27,32%). Por otra parte, en lo relativo a la composición del utillaje retocado, Niuet evidenciaría una mayor importancia cuantitativa de las puntas de flecha y de las piezas bifaciales, y una menor proporción del grupo de muescas y denticulados. De todas formas, la similitud que muestran a nivel general los efectivos líticos tallados de 10s yacimientos enumerados es evidente, y lo mismo acontece en relación con otras industrias atribuibles al 111 milenio en el ámbito del País Valenciano, citaremos como ejemplo el yacimiento de La Ereta del Pedregal (Pla et al., 1982 y 83) y Fuente Flores (Juan Cabanilles y Martínez, 1988), y de lugares un poco más alejados como es el caso de la fase 111 del poblado de Los Castillejos en Montefrío, Granada (Arribas y Molina, 1979). En todos los casos mencionados es perceptible un alto grado de fragmentación intencional de los soportes, que unido a la frecuencia de aparición de retoques que pueden ser considerados de acondicionamiento con el fin de facilitar la sujección a un

mango, nos mostrarían la imagen de una industria destinada básicamente a la elaboración de útiles compuestos.

5. EL UTILLAJE ÓSEO,

LOS ADORNOS, LA MALACOFAUNA Y LAS MANIFESTACIONES RELIGIOSAS DE NIUET. J. L1. Pascual Benito. 1. EL UTILLAJE ÓSEO Los objetos realizados sobre materia dura de vertebrados documentados en Niuet durante las campañas de 1988 a 1993, suman un total de 71 ejemplares, cuya distribución por estructuras y tipos se detalla en el cuadro 5.1. En este apartado únicamente analizaremos los 67 objetos óseos

Cuadro 5.1 .- Industria ósea de Niuet

que podemos englobar en la categoría de instrumentos, dejando la descripción y el estudio de los 4 ídolos para el apartado IV. El estado de conservación del utillaje óseo es desigual. En general presenta un alto grado de fragmentación, con sólo 19 ejemplares hallados enteros, un 24% del total. Por otra parte, en algunas piezas la superficie está parcialmente corroída por los ácidos húmicos del sedimento o por la acción de raíces.

1.1. Análisis tipológico Para la clasificación del utillaje óseo se han seguido los criterios establecidos por Camps-Fabrer (1979). Así, han sido distinguidas seis familias, las cuatro primeras en base a la morfología de la parte activa, a las que se han añadido la de Diversos y la de Indeterminados. A.- Apuntados Los objetos apuntados son los más abundantes y los que mayor diversidad tipológica presentan. Han sido distinguidos varios tipos teniendo en cuenta sus diferentes técnicas de fabricación y origen anatómico A.l.- Punzón de economía: 4 ejemplares. Se trata de fragmentos longitudinales de diáfisis que presentan como única acomodación un pulido distal en su extremo apuntado (Fig. 5.1: 1). A.2.- Punzón sobre tibia de lepórido: 7. Dos se encuentran enteros, conservando una epífisis, la distal en uno (Fig. 5.1: 2) y la proximal en otro (Fig. 5.1: 3). En ambos casos la diáfisis se conserva entera y la punta -poco afilada- ha sido conseguida por percusión y posterior abrasión. Los cinco restantes son fragmentos que presentan la

punta biselada mediante abrasión (Fig. 5.1: 4 y 5). A.3.- Punzón sobre metapodio entero de Ovis/Capra: 2. Ambos conservan la epífisis distal entera. La punta ha sido conseguida mediante abrasión que ha producido un largo bisel, con orientación lateral en un caso y ventral en el otro (Fig. 5.1 : 6). A.4.- Punzón sobre tibia entera de Ovis/Capra: 2. Uno de ellos conserva la epífisis distal y el otro tiene la base recta con la diáfisis tallada transversalmente a la altura del inicio de la epífisis distal. A.5.- Punzón sobre metapodio hendido de Ovis/Capra: 6. Presentan un alto grado de elaboración con la parte medio-dista1 totalmente facetada y sección plana en cinco piezas (Fig. 5.1: 16). Dos ejemplares conservan la parte proximal completa, media epífisis distal (Fig. 5.1: 7) o restos de la proximal (Fig. 5.1: 8). En otro punzón sin embargo, la epífisis distal ha sido totalmente facetada (Fig. 5.1: 9). A.6.- Punzón sobre diáfisis hendidas: 8. Son fragmentos realizados sobre diáfisis previamente hendidas en los que no puede determinarse su exacta procedencia anatómica (Fig. 5.1 : 10 y 12), si bien la mayor parte podrían pertenecer a metapodios de Ovis/Capra. Cinco presentan secciones aplanadas y un facetado total, mientras los cinco restantes tienen la sección cóncavo-convexa y los bordes inferiores alisados. A.7.- Apuntado curvo totalmente facetado: Se trata de una pieza de espesor constante. realizada sobre canino mandibular de Sus scrofa macho, del que ha sido aprovechada la zona de inserción de las facetas que componen el diente. Presenta abrasión longitudinal en toda su superficie (Fig. 5.1: 11).

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 ( 1 994), 9-74

Fig. 5.1 .- Niuet. Industria ósea.

J. BERNABEU - J. LL. PASCUAL - T. OROZCO - E. BADAL - M" P. FUMANAL - O. G A R C ~ A

Fig. 5.2.- Niuet. Industria ósea.

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994), 9-74

Fig. 5.3.- Niuet. Industria ósea.

B.- Romos B.l.- Alisador sobre varilla de cuerna de cérvido: 2. Uno es un fragmento cuya superficie se encuentra totalmente alisada y con un extremo redondeado en el que se observa un lustre de uso (Fig. 5.3: 6). El otro, entero, se encuentra en proceso de fabricación. Presenta ambos extremos redondeados, la cara exterior alisada con algunas incisiones longitudinales y otras transversales y cortas cerca de los bordes; la cara interior muestra el tejido esponjoso, que ha sido eliminado y alisado cerca de los extremos, mientras en la zona medial es más espeso en el centro, con sendas ranuras longitudinales que parecen destinadas al rebaje del mismo (Fig. 5.3: 7). B.2.- Espátula: l . Objeto con el extremo conservado convexo y sección plana muy delgada, cuyo espesor aumenta ligeramente hacia el extremo proximal. Presenta suaves señales de abrasión longitudinal en ambas caras (Fig. 5.3: 5). C.- Biselados Tras los apuntados constituyen el gnipo mejor representado. Todos presentan un doble bisel distal, con el filo vivo o repleto de melladuras. Para su fabricación se constata una clara preferencia por los huesos de grandes nimiantes, especialmente de Bos. C.1.- Cincel sobre huesos enteros: 2. Uno realizado sobre ulna de Bos, con el bisel a la altura del espacio interóseo proximal, conservando en parte el oleocráneo del que ha sido eliminada la tuberosidad (Fig. 5.2: 1). El otro cincel, realizado sobre metapodio de Bos que conserva entera su epífisis distal y presenta señales de percusión en la base (Fig. 5.2: 2). C.2.- Cincel sobre huesos hendidos: 14. Realizados sobre diáfisis hendidas de grandes rumiantes (Bos y CerVUS),preferentemente metapodios. Dos de ellos conserva parte de la epífisis distal como base (Fig. 5.2: 4), mientras otros dos la presentan convexa, con evidentes señales de percusión (Fig. 5.2: 5 y 6). D.- Receptores D.- Mango sobre candil de cuerna de cérvido: 4. Tres ejemplares presentan la punta del candil en su extremo proximal, mientras el distal -más ancho- vaciado en su tejido óseo interior, sólo se conserva en uno que ha sido tallado transversalmente (Fig. 5.3: 1 y 3). El otro candil tiene su extremo distal tallado oblicuamente y el proximal se encuentra fragmentado al inicio de su ensanchamiento en la parte que se une al tronco de la cuerna (Fig. 5.3: 2). E.- Diversos E.1.- Desgranador: 2. Ejemplares fabricados sobre escápulas de Bos y de Ovis/Capra que conservan la epífisis sin modificar. El primero presenta el borde de la espina escapular alisado irregularmente, con el acromion eliminado, y el borde craneal totalmente alisado en el que se observan abundantes surcos longitudinales. El segundo tiene también la espina escapular alisada y en su extremo distal una gran muesca que se encuentra fragmentada en la parte central (Fig. 5.4: 13). La superficie dorsal y la lateral

exterior de la espina subescapular se hallan repletas de finas estrías, generalmente lineales, alguna de ellas de trazo múltiple y serpentiforme. La dirección de las estrías es paralela o ligeramente oblicua respecto al eje mayor de la pieza, habiendo partido del extremo distal de la misma. Aunque la fragmentación del extremo distal dificulta su interpretación funcional, es posible que estos instrumentos hayan sido utilizados para separar las semillas de cereales de su vástago. La repetida fricción de las gavillas sobre la superficie de la escápula serian la causa de las trazas que presentan en la superficie. E.2.- Matriz de punzones: 3. Se trata de metapodios de Ovis/Capra, dos de ellos enteros, que presentan un surco longitudinal producto de abundantes incisiones, bien en una (Fig. 5.1: 13) o ambas caras (Fig. 5.1 : 14). El tercer ejemplar se encuentra fragmentado, hendido longitudinalmente, presentando el mismo tipo de incisiones en los bordes(Fig.5.1: 15). F.- Indeterminados F.- Fragmentos indeterminados: 1 1. Han sido agrupados en este tipo piezas muy diversas, cuyo estado de fragmentación impide su segura inclusión en los otros grupos tipológicos: - Cuatro fragmentos proximales sobre diáfisis hendidas de GM. De ellos dos tienen la base regularizada por abrasión y los otros dos presentan señales de percusión en la base (Fig. 5.4: 12). - Radio hendido de GM que conserva parte de una epífisis como base con los bordes regularizados. - Fragmento media1 de diáfisis hendida de GM con abrasión en los bordes ventrales. - Fragmento media1 de diáfisis entera de PM con señales de abrasión. - Fragmento longitudinal de corteza de cuerna de cérvido con señales de tallado transversal en uno de sus extremos. - Corona de cuerna de cérvido que presenta la roseta perlada y la base totalmente alisada, hallándose fragmentada en el arranque del tronco principal. - Fragmento medial de candil con la superficie totalmente alisada (Fig. 5.3: 4). - Fragmento media1 de faceta de canino de suido, de sección lenticular, con esmalte dental en una cara y abrasión longitudinal en la otra, que podría corresponder a un colgante curvo (Fig. 5.4: 8).

1.2. Morfometría En el cuadro 5.2 se señalan en mm las dimensiones máxima y mínima de los diferentes tipos. El largo de la parte distal hace referencia a diferentes medidas según el tipo que se trate: - longitud del bisel de la punta para los punzones sobre diáfisis enteras, - longitud del bisel en el caso de los cinceles o - profundidad del hueco de los mangos.

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994). 9-74

Cuadro 5.2.- Morfometría de la industria ósea de Niuet.

1.3. Origen anatómico La correspondencia entre la parte anatómica y la especie se detalla en el cuadro 5.3. En él puede observarse que el material óseo más utilizado para la confección de instrumentos son los huesos largos de las extremidades del animal, especialmente los metapodios Entre los objetos óseos en los que ha sido posible reconocer la especie (un 56,25% del total), se constata un ligero predominio de la utilización de los huesos de animales domésticos (Ovis/Capra y Bos) que representan el 53,65%, sobre los de salvajes (Cervus, Sus scrofa y lepóridos) con el 46,34%. El resto ha sido atribuido en base al espesor del hueso en grandes (GM) o pequeños mamíferos (PM) y en indeterminados. Entre los animales domésticos las Ovis/Capra son las especies mejor representadas y de las que más variedad de huesos han sido utilizados. hecho frecuente durante todo el Neolítico. De los salvajes la especie mejor representada son los Cervus, animal del que se utiliza especialmente la cuerna, seguida por los lepóridos, de los que únicamente se

Cuadro 5.3.- Origen anatómico.

emplean las tibias.

1.4. Tecnología La mayor parte de los objetos están realizados sobre fragmentos longitudinales de huesos largos. Las matrices de metapodios de OvisíCapra nos indican el proceso de fabricación utilizado para la confección de pares de punzones realizados sobre estos soportes. El primer paso consiste en el ranurado longitudinal efectuado por un instrumento de sílex que recorre toda la diáfisis aprovechando el hueco del canal medial, sobre las dos caras o sobre una de ellas. Posteriormente, el hueso es dividido en dos partes con la ayuda de un cincel. Cada mitad del metapodio se regulariza, eliminando una epífisis y procediendo al apuntado del objeto mediante abrasión. En los punzones sobre huesos enteros, la punta se obtiene mediante abrasión manteniendo la pieza en sentido oblicuo a su eje longitudinal, produciendo un plano biselado. En el trabajo sobre cuerna de ciervo se observa el empleo de diversas técnicas: - obtención de varillas por doble ranurado longitudinal. - alisado de la superficie exterior mediante incisiones transversales y posterior abrasión. - tallado transversal. - vaciado del tejido óseo interior. 1.5. Comentario y valoración del utillaje óseo Si bien Niuet es un yacimiento con diversas fases de ocupación, el reducido número de piezas óseas que han proporcionado individualmente las fases del sector A o el resto de las estructuras por separado, no permiten hacer observaciones sobre la evolución de este tipo de materiales

J. BERNABEU - J. LL. PASCUAL - T. OROZCO - E. BADAL - M' P. FUMANAL - O. GARCLA

dentro de la secuencia, más allá de la presencia o ausencia de algún tipo. Por ello no referiremos al conjunto de la industria ósea. La mayor parte de los tipos óseos documentados en Niuet los encontramos en cada uno de los dos conjuntos óseos más representativos de los poblados del 111 milenio a.c., Ereta del Pedregal (Navarrés, Valencia) y Les Jovades (Cocentaina, Alacant). Sin embargo, el análisis del utillaje óseo de Niuet muestra algunos rasgos en su composición que lo diferencian respecto a los mismos: - el alto porcentaje que alcanzan los cinceles (22,54%), algunos de los cuales eran utilizados mediante percusión indirecta. En Jovades y en todas las fases de Ereta los cinceles están bien representados, aunque con porcentajes sensiblemente inferiores, entre el 5 y el 8%, siendo los únicos yacimientos en los que encontramos cinceles sobre ulna de gran rumiante. - una menor representación de los punzones sobre tibia de lepórido (9.59%) que en Jovades y Ereta, donde superan el 25%. - una exigua representación de objetos romos (4,23%), si bien están presentes los realizados sobre varilla de cuerna de ciervo, muy abundantes en Ereta con más del 10% del total del hueso trabajado, y presentes también en Jovades. Otro rasgo peculiar nos lo ofrece la composición de la , materia prima que muestra el utillaje óseo de N i ~ e t con predominio de los objetos realizados con huesos pertenecientes a animales domésticos (Ovis/Capra y Bos) sobre los salvajes, en contradicción con lo observado en Jovades y Ereta, donde los animales salvajes representan más de la mitad de la industria ósea, y más en consonancia con lo observado en los yacimientos del Neolítico 1 donde también existe una mayor proporción de domésticos. Encontramos en Niuet elementos que han sido poco documentados en otros yacimientos valencianos: - matrices para la confección de punzones, en las que se constata la continuidad de las técnicas empleadas a partir del Neolítico 1. - el punzón curvo totalmente facetado sobre colmillo de Sus scrofa. Su morfología y alto grado de elaboración lo alejan de los demás punzones hallados en Niuet. La fragmentación de su extremo dista1 nos impide conocer su posible funcionalidad que, en todo caso debió ser diferente a la del resto de los punzones. - los posibles desgranadores sobre escápula de Bos, cuyo paralelo más próximo lo encontramos en Jovades, un ejemplar hallado en nivel 111 del silo 129, para el que poseemos una datación radiocarbónica de 4.8 10 + 80 BP. Utensilios análogos han sido documentados en escasos yacimientos con diferentes contextos crono-culturales muy alejados geográficamente entre si, en el neolítico irani (Stordeur et al., 1985) y durante la Edad del Bronce búlga-

Cuadro 5.4.- Elementos de adorno.

ra (Skakun, 1993, Fig. 8). Destaca el conjunto de 50 de estos objetos hallados en los niveles neolíticos del Ganj Dareh (Irán), los cuales presentan un hendidura triangular con muescas en los bordes de la misma y abundantes trazas de uso semejantes a las de los ejemplares de Niuet y Jovades. La experimentación de escápulas con muesca como las de Ganj Dareh con gavillas de cebada realizada por Stordeur, indica la forma en que fueran utilizados estos desgranadores, colocando la cabeza de la gavilla con los granos de cebada en las muescas y tirando hacia abajo.

2. LOS ADORNOS Los objetos de adorno documentados en Niuet han sido escasos y poco variados, destacando la concentración ofrecida por el silo 3 comparada con el resto de la estructuras excavadas (cuadro 5.4). A.- Cuentas cilíndricas: - Una sobre Dentalium (Fig. 5.4: 7) - Seis sobre tobas calcáreas con los bordes alisados (Fig. 5.4: 7, 8, 9 y 10). B.- Colgantes de conchas marinas: Se trata de conchas de bivalvos con el natis perforado, Glycymeris gaditanus y Cerastoderma edule. Se observan diferentes técnicas para la confección de la perforación: - abrasión: 7 - percusión exterior: 3 - natural, producto de la erosión marina: 4 C.- Indeterminados Ha sido incluida en este aparado un fragmento de valva de Glycymeris muy rodada que presenta señales de abrasión en una cara (Fig. 5.4: 5). Comentario y valoración de los adornos Los escasos adornos documentados en Niuet se caracterizan por el aprovechamiento de la morfología natural de la materia prima utilizada para su confección. En todas las cuentas cilíndricas la perforación es natural. La única acomodación que en ellas encontramos es la regularización de los bordes. Las conchas marinas documentadas son habituales en las playas mediterráneas y frecuentes en numerosos yacimientos prehistóricos de cronología muy diversa. Sin embargo las cuentas cilíndricas de tobas calcáreas

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI. 3 (1994). 9-74

Cuadro 5.5.- Malacofauna.

únicamente aparecen en los yacimientos valencianos a partir del N.IIB perdurando durante el HCT, especialmente en contextos de hábitat (Jovades, Ereta, Castellarda). En Niuet, el aprovisionamiento de tobas se realizaría en el propio yacimiento, dado que abundan en estado natural tanto en superficie como en el relleno de las diferentes estructuras excavadas.

3. LA MALACOFAUNA El cuadro 5.5 muestra la procedencia de las diferentes especies de moluscos documentados en Niuet. Enteros fueron hallados solamente nueve ejemplares 7 Glycymeris, I Arca y 1 Bolinus, correspondiendo el resto a fragmentos. La mayor parte corresponden a conchas de bivalvos marinos recogidas en las playas, generalmente presentes en yacimientos del 111 milenio tanto de hábitat como funerarios, y que han podido ser utilizados para funciones muy diversas, desde adornos hasta utensilios. Su aprovisionamiento pudo haberse realizado de dos maneras: por intercambio con comunidades vecinas o mediante su recolección directa en las playas más cercanas, situadas a una distancia a pie de entre media y una jornada. Además de los moluscos marinos, en todos los niveles de la estructura A y en los silos excavados han aparecido en escaso número de moluscos de carácter continental: Melanopsis graellsi y Rumina decollata. La ausencia de concentraciones significativas de estos moluscos que buscan ambientes húmedos, puede ser indicativo de la rapidez con que se colmataron las estructuras subterráneas. 4. LAS MANIFESTACIONES RELIGIOSAS.

4.1.- ídolos oculados Los tres ídolos oculados documentados están realizados sobre radios de Ovis aries (dos izquierdos y uno derecho) que conservan la epífisis distal en estado natural y la cara ventral alisada, con la decoración efectuada en la cara dorsal de la diáfisis. l.- (N.88 B-3 c.7 E.1). El único hallado entero mide 175 mm de longitud, con una anchura y espesor de 20x 12,

16x9 y 12,5x13 mm en su zona distal, media1 y proximal respectivamente. La epífisis distal ha sido suprimida mediante corte transversal y posterior pulido, dejando una superficie plana que muestra el tejido esponjoso. La decoración grabada se limita a la mitad superior de la cara dorsal, con el siguiente desarrollo de aniba a abajo (Fig. 5.4: 1): - Banda recta, horizontal, de 9 mm, situada en el extremo superior. - Par de "ojos" formados por un par de 314 de círculo de unos 16 mm de diámetro en cuyo centro hay reservado un pequeño círculo de 4 mm. - Dos bandas quebradas formadas por un par trazos oblicuos de 8 mm de anchura que forman un ángulo casi recto apuntado hacia arriba. 2.- (N.93 hli-6 c.4 E.1). Conserva 67 mm de longitud, con una anchura y espesor de 14x7 y 21x 15 mm en su parte media1 y proximal. La decoración grabada ocupa la cara dorsal hasta 42 mm de la epífisis proximal, y se encuentra rehundida respecto la superficie de hueso, conservando únicamente una banda y restos de otra con ambos bordes rectos, el superior con un apuntamiento central, y una estrecha línea vertical reservada en su centro (Fig. 5.4: 3). 3.- (N.91 S.3). Dos fragmentos de diáfisis con los extremos fracturados, el inferior a la altura del inicio de la epífisis proximal, de 43x 14x9 y 5 1x 10x10 mm respectivamente. La decoración, grabada y pintada, ocupa la totalidad de la cara dorsal con el siguiente desarrollo (Fig. 5.4: 2): - En la parte superior, fragmentada, se observan dos trazos finos que forman un marcado ángulo apuntado hacia amba, y otros trazos similares paralelos a ellos. - Banda horizontal de 6 mm de anchura. - Par de ojos formados por sendos círculos de 10 mm de diámetro. - Banda horizontal que conserva hasta la fractura 11 mm de anchura, con la base dentada en el otro fragmento. - Dos bandas de 1 1 y 10 mm de altura máxima, con la parte superior formada por dos lados cóncavos que forman una punta hacia arriba, y la parte inferior recta. - Banda de 9 mm delimitada por dos finos trazos paralelos y rellena con un reticulado de finos trazos oblicuos y paralelos. - Unida al Último trazo fino transversal de la banda anterior, se observa un motivo de forma triangular, afectado en parte por la fractura. Los motivos decorativos contrastan de la tonalidad amarillenta de hueso por su coloración marrón. Aunque presentan la superficie con algunas escamaciones, a diferencia de los otros ejemplares no se aprecia en ella ningún rehundido. Las bandas superior e inferior están realizadas con trazos muy finos. En las restantes bandas se observan finas incisiones paralelas verticales.

Fig. 5.4.- Niuet. Industria ósea, elementos de adorno y objetos cultuales.

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994), 9-74

4.2. ídolo plano con escotaduras Procede del silo 3. Está realizado sobre una plaquita ósea de 9.5 mm de anchura por 1,5 mm de espesor, que conserva una longitud de 23 mm de sección plana y bordes paralelos, los cuales presentan dos pares de escotaduras conseguidos por doble incisión, que forman tres cuerpos, de los que sólo se conserva entero el central, de forma rectangular con los ángulos superiores redondeados. Los bordes laterales de la cabeza también se encuentran fragmentados (Fig. 5.4: 4).

4.3. Comentario y valoración de los ídolos En el País Valenciano los ídolos oculados son frecuentes en el ajuar de enterramientos múltiples en cuevas naturales: 25 proceden de Pastora (Alcoi) (Ballester, 1945), 4 de Bolumini (Alfafara) (Pascual, 1957; Asquerino, 1978), 1 de Malla Verda (Alzira) (Enguix, 1975), 2 de Garrofer (Ontinyent) (Bernabeu, 1981) y 14 de Fontanal (Onil) (Soler, 1985). En contextos de hábitat solo habían sido documentados hasta el momento cinco ejemplares en Ereta, procedentes de excavaciones antiguas (Ballester, 1945 y 1949). ídolos oculados sobre huesos largos de herbívoros también han sido documentados en otros yacimientos peninsulares. En Murcia se conocen cinco ejemplares: uno procede de Los Royos (Caravaca de la Cruz), realizado sobre una diáfisis seccionada longitudinalmente con decoración grabada (Ayala, 1980); tres de la Cueva de la Hoja (Cehegín), sobre diáfisis con una epífisis tallada, y uno en Reclín (Bullas) sobre diáfisis con las dos epífisis talladas (San Nicolás, 1986) En Andalucía Oriental han aparecido únicamente en contextos de hábitat. En la provincia de Almena destaca el conjunto de trece ídolos oculados procedentes de Almizaraque. La concentración de varios de ellos, uno inacabado, y de otros objetos óseos en una misma casa, hizo que fuese interpretada como un "taller de grabador" (Siret 1908: 196. Lám. V y VI). En Los Millares, un ejemplar sobre hueso de sección aplanada con decoración incisa que se extiende por el reverso, fue hallado en un contexto avanzado de la fortificación exterior del poblado dentro del Cobre Pleno, anterior a la irrupción Campaniforme (Arribas et al. 1983, Fig. 3g). En Terrera Ventura (Tabernas), un ídolo sobre costilla de bóvido y decoración incisa con dos pares de ojos, procede de la fase 111 del poblado para la que se tienen cuatro dataciones radiocarbónicas dentro del último cuarto del 111 milenio a.c. (Gusi y Olaria 1991, Fig. 178,4) En la cuenca media del Guadiana se conocen cuatro ejemplares, de los que tres proceden del poblado calcolítico de Huerta de Dios (Enriquez, 1983 y 1986: 21) y otro con decoración pintada muy simple de la Cueva de la Charneca (Oliva de Mérida, Badajoz) (Enriquez, 1986, Fig. 10, 229) que han sido atribuidos a un Calcolítico avanzado. El hallazgo más septentrional procede de la cueva de Juan Barbero (Tielmes, Madnd), con tres ejemplares reali-

zados sobre radios y tibia de Ovis/Capra (Martínez Navarrete, 1984). Con los datos actuales, el área de dispersión de los ídolos oculados sobre huesos largos ocupa la mitad meridional de la Península Ibérica, si bien encontramos la mayor concentración, tanto en número de ejemplares como en yacimientos, en las comarcas centrales valencianas, en Murcia y en Almería. Fuera de este ámbito sólo aparecen de forma más esporádica en la cuenca media del Guadiana y en la provincia de Madnd. Este tipo de ídolos obedece a la misma concepción que las demás representaciones oculadas documentadas en la mitad sur peninsular, realizadas sobre diferentes soportes, con diversos grados de complejidad y con una serie de elementos que les confieren un personalidad regional propia. El tema oculado aparece sobre falanges de rumiantes y decoraciones cerámicas del SE y Portugal, sobre cilindros y placas de piedra en el SW, sobre placas de madera en Murcia y en pinturas rupestres ubicadas en abrigos rocosos distribuidos por todo el mediodía peninsular. La presencia de un ídolo plano junto a otro oculado en el relleno del silo 3 de Niuet garantiza el uso de ambos tipos al mismo tiempo. Hasta el momento solo habían aparecido asociados en La Cova de la Pastora, donde al proceder de ajuares de enterramientos de carácter colectivo no podía asegurarse su sincronía. El ídolo plano de cuerpo rectangular hallado en Niuet encuentra sus paralelos más cercanos en Jovades, de donde proceden varios ejemplares caracterizados por la posesión de tres cuerpos diferenciados por dos pares de escotaduras laterales con el central de bordes paralelos (Pascual Benito, 1993), y que pueden considerarse próximos a la variante E del tipo 11 de Almagro (ídolos cruciformes o almerienses) (Almagro, 1973). En el País Valenciano este tipo de ídolo, realizado exclusivamente sobre placas de hueso, se documentan en tomo a la zona limítrofe de las provincias de Valencia y Alicante, entre algunos ajuares funerarios de cuevas de enterramiento múltiple (Pastora, Barsella, En Pardo, Bolta y Meravelles) casi siempre asociado a otros ídolos planos de cuerpo triangular (tipo 1I.F de Almagro), respecto a los que son escasos. Los ídolos planos con bordes paralelos que forman cuerpos rectangulares son escasos en otros ámbitos peninsulares, donde predominan los de cuerpo triangular y están elaborados preferentemente en piedra, bien documentados en contextos precampaniformes de Murcia, Almena y Granada. Esa misma iconografía con diversas variantes (segmentados, bitriangulares, trilobulados) la encontramos también en representaciones pictóricas rupestres de tipo esquemático de la mitad Sur peninsular (Acosta, 1967), así como en la decoración de algunos ídolo-placa portugueses, siendo frecuente en otras culturas del Mediterráneo central y oriental. Los ídolos planos presentan un alto grado de esquema-

J. BERNABEU - J. LL. PASCUAL - T. OROZCO - E. BADAL - M" P. FUMANAL - O. GARC~A

tismo y carecen de detalles de carácter naturalista, representando un estilizado esbozo de silueta humana. Los ídolos oculados sin embargo, destacan detalles de la zona facial, en especial los ojos, encontrando escasos ejemplares -como el del silo 3 de Niuet- que, con la representación de un triangulo en la zona inferior decorada, sugieren un personaje femenino. El verdadero significado de estos ídolos de carácter doméstico y funerario al mismo tiempo, se nos escapa por el momento, pero sin duda son obras conceptuales carentes de todo sentido práctico que representarían para sus poseedores un símbolo de las creencias sobrenaturales latentes en las comunidades humanas del mediodía peninsular durante el 111 milenio a.c.

6. UTILLAJE PULIMENTADO E INSTRUMENTAL DE MOLIENDA. Teresa Orozco Kohler 1. EL UTILLAJE PULIMENTADO.

El estudio del utillaje pulimentado recuperado en Niuet a lo largo de las diversas campañas de excavación realizadas, sigue los criterios metodológicos establecidos en anteriores trabajos (Orozco, 1990; 1993) abordando, además de la clasificación tipológica de las piezas, el análisis

petrológico de las mismas. En base a la determinación petrológica de las litologías presentes en el utillaje podemos realizar una aproximación a ciertas pautas socio-económicas, concretamente al sistema de aprovisonamiento a través del cual se obtuvieron los recursos Iíticos. En este sentido, a partir de una caracterización petrológica detallada de las piezas, se intenta una aproximación al contexto geológico de origen de los materiales.

1.1. Análisis Tipológico El inventano y clasificación de las piezas que se presenta en el cuadro 6.1 tiene un caracter meramente ordenatorio y descriptivo. En él se presenta el conjunto de materiales que componen la industria pulimentada, detallando las dimensiones de cada pieza o fragmento (expresadas en milímetros), la forma general de la pieza o silueta, la forma de la sección transversal, y la forma del bisel del filo, visto de perfil. Asimismo se señala el tratamiento de la superficie, que hace referencia a las técnicas de fabricación. En aquellos casos en los que la fragmentacion de las piezas lo permite se establece la clasificación tipológica. Las categorías tipológicas que aquí empleamos son las definidas en trabajos anteriores (Orozco: 1990;1993) basadas en las ag~pacionesestadísticas de las variables morfométricas presentes en los útiles, para las que se mantiene la terminología tradicional. Para la descripción de los fragmentos de útiles hemos distinguido tres zonas en las piezas: la zona medial y los

FASE NIUET 1 PIEZA N-88-A 1 -c l N-90-est D- c 2 N-88-E2-c4-47 N-90-a2-c4-457

LM 72'5 17'3 84'7 56'5

AM 40 10'8 49'6 41'5

EM 22'4 6'4 35'2 25

F.GRAL

SECCION

FILO

-

-

-

Triangular

Oval Oval

simétrico

SUPERFICIE Piqueteada Pulida PulidaIPiqueteada Pulida

TIPO Esbozo Frag. Medial Frag.Proximal Hacha

Pulida Pulida

Azuela Esquirla

Pulida Piqueteada

Frag. Distal Hacha

Pulida Pulida

Hacha (4 cm) Azuela

FASE NIUET 11 N-88-C4-c8-289 N-88-E4-c8

79'9 20'4

53'3 53'7

21'3 11'4

Rectangular -

Oval

-

asimétrico -

FASE NIUET 111 N-90-D4-c9- 13 N-90-C4-c 17

11'1 80'7

13'9 51'9

6'5 31'9

-

Piriforme

-

Oval

-

simétrico

MATERIALES RECOGIDOS EN SUPERFICIE AC-33 AC-33 (b)

30'1

25'9

6

Trapezoidal

Rectangular

simétrico asimétrico

Cuadro 6.1 .- Utillaje pulimentado de Niuet. LM = longitud máxima; AM = anchura máxima; EM = espesor máximo.

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994),9-74

extremos distal y proximal, que se definen con relación al supuesto punto de prensión de la pieza; el extremo distal es, de este modo, el más alejado y constituye, por lo general, la parte activa del útil (Ricq - de Bouard: 1983). Entre los materiales recuperados en Niuet, destaca la pieza N-88-A 1 -c 1: se trata de un fragmento de roca, de forma aproximadamente triangular, y caras paralelas, con una fractura antigua en un extremo, en el cual la superficie no muestra el tratamiento habitual (piqueteado o pulido), sino que presenta un piqueteado grosero, que nos permite suponer, pese a no tener filo, que este fragmento corresponde a una pieza en proceso de fabricación. Otra pieza que aporta datos interesantes (AC-33) fue recogida en superficie en la zona que ocupa el yacimiento, con anterioridad a los trabajos de excavación. En este caso, se trata de una pieza de pequeñas dimensiones, con unas ranuras en la zona proximal y borde izquierdo (Fig. 6.1). Otras piezas recuperadas en yacimientos arqueológicos de la comarca, como la Cova de la Pastora, presentan ranuras en las mismas zonas, una morfología semejante, aunque mayores dimensiones (Ballester, 1949; Bernabeu y Orozco. 1989-90). Sin descartar otras posibilidades, podemos suponer una relación con el enmangue de la pieza. En este sentido. a partir de la distinción tradicionalmente establecida para el enmangue de los útiles pulimentados: filos que trabajan en posición perpendicular al mango (azuelas) frente a los que actúan en posición paralela al enmangue (hachas), en el caso de la pieza de Niuet nos inclinamos por suponer, dada la simetría del bisel que conforma el filo, un enmangue como hacha. Sin embargo, no se han efectuado recontrucciones a fin de corroborar esta opción. En base a esta características hemos optado por clasificar esta pieza como "hacha" de reducidas dimensiones, a pesar de no alcanzar los valores métricos que definen este tipo.

Fig. 6.1.- Algunos útiles pulimentados de Niuet. 1: AC-33; 2: AC-33-b.

Hachas Azuelas Fragmentos

1.2. Interpretación de los resultados. NlUET : u l l l l a ] ~ pullmontido

El número de piezas que componen esta industria en Niuet es reducido (10 piezas), de las cuales 8 poseen una referencia estratigráfica, por lo que el análisis se realiza de manera global. contrastando los resultados con los obtenidos en otros yacimientos arqueológicos. Una gran parte del material recuperado en Niuet (50% del total) se presenta fragmentado (Fig. 6.2). tratándose en algunos casos de esquirlas, contabilizadas en este apartado industrial a partir de la presencia de una superficie pulimentada y del tipo de roca. La fragmentación del utillaje pulimentado en otros poblados del 111" milenio a . c . es mayor incluso que el conjunto de Niuet: 66'6% en Les Jovades y 88'2% en Arenal de la Costa, por lo que los comentarios referidos a la tipología de las piezas tiene un caracter meramente indicativo. La tipología del utillaje pulimentado de Niuet es relativamente simple, excepción de la pieza con ranuras comentada (Fig. 6.1). tratándose de hachas y azuelas (Fig. 6.2).

Fig. 6.2.- Proporción de los tipos de útiles pulimentados recuperados en Niuet.

Les Jovider

Areml de 18 Costa

Fig. 6.3.- Proporción de los tipos de útiles pulimentados en Les Jovades (Cocentaina) y Arenal de la Costa (Ontinyent).

I k J .;.;. .;.;. ..... ',',' r'.'.

O

.

_\.a_ .M,

,

Fig. 6.4.- Proporción de las litologías empleadas en el utillaje pulimentado de Niuet.

Los valores métricos de las hachas (N-90-a2-c4-457 y N90-C4-c17) oscilan entre 5 y 6 cm de longitud, lo que permite considerarlas como piezas cortas dentro de esta categoría tipológica (Orozco, 1990). El tipo de mayor representación en Niuet son las hachas, contrariamente a Jovades y Arenal, donde se documenta mayor proporción de azuelas (Fig. 6.3), datos que deben ser matizados dada la fragmentación de las piezas y la diferencia entre los tamaños de los conjuntos. Por idénticas razones, la ausencia de otros tipos en el utillaje pulimentado de Niuet, como azadas, cinceles, tampoco puede considerarse concluyente.

1.3. Análisis Petrológico Las posibilidades de investigación que puede aportar el estudio petrológico de los soportes del utillaje pulimentado han sido puestas de manifiesto en anteriores trabajos mostrando la existencia de un aprovisionamiento de materiales líticos procedentes de otros contextos geológicos (Bernabeu y Orozco, 1989-90; Orozco, 1990 y 1993). La metodología empleada en esta parte del trabajo es la clásica establecida en el ámbito de la Petrología, adaptada a la problemática que presenta el estudio de las piezas arqueológicas. El paso previo ha sido una clasificación taxonómica del material Iítico en grandes grupos, a partir de los cuales se estableció el método de caracterización más idóneo, en base a los litotipos presentes. En Niuet, los soportes Iíticos del utillaje pulimentado son rocas de orígen ígneo y metamórfico, distinguiendo: - Rocas ígneas: Diabasas: rocas ígneas de composición básica, de grano fino-medio, compuestas esencialmente por feldespato plagioclasa y piroxeno, cuya textura oscila entre la ofítica, subofítica o diabásica. - Rocas metamóflcas: Anfibolitas: los componentes principales son anfiboles y plagioclasa. Texturalmente pueden presentar diversos grados de esquistosidad, o bien textura gra-

noblástica. En este conjunto una pieza (N-88-C4-c8289) se ha definido como anfibolita S.S., mostrando una composición diferente a algunas anfibolitas de otros conjuntos arqueológicos (Orozco, 1993), en las cuales el anfíbol pertenecía a la serie cálcica (actinota - tremolita), siendo en esta pieza un anfíbol aluminoso. Nódulos sillimaníticos o sillimanitas: La determinación petrológica se ha realizado por difracción de rayos X (XRD), tratándose en este caso, de sillimanita en la variedad fibrosa (fibrolita). Metabasitas: con este término general definimos rocas metamórficas procedentes, en este caso, de rocas ígneas básicas. Las piezas de Niuet incluídas en este epígrafe muestran, en el análisis de lámina delgada, una composición y textura semejante, definiéndolas como metabasitas con piroxenos sódicos, sin granates. Esquistos de composición diversa: en este epígrafe se agrupan los materiales de características claramente metamórficas (esquistosidad, foliación) de los que no disponemos de análisis suficientes que permitan precisar su determinación petrológica. La proporción de los diversos tipos de roca empleados en el utillaje pulimentado, de manera global en las diferentes fases culturales de Niuet se muestra en la Fig. 6.4. 1.4. Interpretación de los resultados. A partir de la determinación de los diversos tipos de rocas empleados en Niuet para elaborar el utillaje pulimentado y la delimitación de las Fuentes de Materia Prima (FMP) potenciales (formaciones geológicas o afloramientos de litologías similares), podemos apuntar algunas cuestiones sobre el aprovisionamientode estos recursos. En el ámbito valenciano, los materiales son, mayoritariamente, de origen sedimentario, documentándose numerosos afloramientos de rocas ígneas básicas (diabasas) de pequeño volumen, emplazadas , mayoritariamente, en los niveles del Trías Superior. Otros materiales ígneos en esta área son los basaltos que aparecen ligados al vulcanismo Pliocuaternario en Cofrentes, Picasent y las Islas Columbretes (Alonso, 1982). Son éstas las FMP potenciales del entorno más inmediato al yacimiento, aunque en ningún caso su ubicación se considera cercana a Niuet (Fig. 6.5).

1.5. El aprovisionamiento de recursos Iíticos A partir de la delimitación de las FMP en el marco de estudio es posible establecer una relación con algunas de las litologías empleadas en la fabricación de los útiles (diabasas). Por el contrario, los materiales metamórficos documentados en el registro arqueológico tienen su ámbito litogénico en otro dominio geológico. Las características petrológicas de estas rocas nos indican un origen en diversas series de metamorfismo'.

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994), 9-74

Los resultados del análisis petrológico muestran que las FMP localizadas en el marco de estudio que emplearon los pobladores de este yacimiento son, exclusivamente, las rocas de edad mesozoica. Los basaltos que aparecen en los asomos citados no han sido empleados como soporte de los útiles. Estos datos, al igual que los obtenidos en Jovades y Arenal de la Costa, contrastan con otras áreas cercanas, como el noroeste de Murcia, donde este tipo de roca está presente en el utillaje, en este horizonte cultural (Barrera er al., 1987). En este sentido, una primera valoración puede realizarse considerando, de modo general, la procedencia de las litologías: regional lextema al área de estudio (Fig. 6.6). Las piezas que se han clasificado como diabasas representan en Niuet el 40% del utillaje. Estas litologías, también están presentes en los conjuntos estudiados en Les Jovades (50%)y en Arenal de la Costa (35'8%), se pueden relacionar con las FMP que se localizan en la zona meridional del marco de estudio: Sierra de Crevillente, y los asomos cercanos a las poblaciones de Sax y Pinoso. La ubicación, relativamente cercana, de las FMP a Niuet permite suponer un sistema de aprovisionamiento conocido como "suministro directo" o explotación directa del medio por parte de esta comunidad. Las piezas realizadas con soportes líticos procedentes de otras áreas, en Niuet representan el 60% de la industria. Para su aprovisionamiento proponemos un sistema de suministro indirecto, tambien denominado "suministro extraterritorial", por el cual se consiguen las materias primas y10 objetos a partir del intercambio entre comunidades (Ramos Millán, 1984), asumiendo la relación entre consumo de un recurso alóctono -cuantificado por su abundancia en un yacimiento arqueológico- e intercambio. El alto porcentaje que alcanzan estos materiales en Niuet (60%) así como su representación en otros yacimientos (50% en Les Jovades y 64'2% en Arenal de la Costa), constata el desarrollo de un fenómeno economico en este horizonte cultural (111" milenio a.c.), indicando contactos bien establecidos con el sudeste de la península, tendencia que ya habiamos puesto de manifiesto en anteriores trabajos, y que parece incrementarse en los momentos finales de este milenio, durante el Horizonte Campaniforme de Transición (Bemabeu y Orozco, 1989-90).Con los datos obtenidos en Niuet, vemos que esta tendencia en el aprovisionamiento de recursos Iíticos se va incrementando desde el momento inicial de Les Jovades, hasta el HCT en Arenal de la Costa. A través de este sistema de suministro se obtienen tanto piezas acabadas como la materia prima, que se transforma en el yaci-

' No es posible precisar el ámbito litogénico o FMP de forma detallada. Sin embargo, a partir de los datos obtenidos en trabajos anteriores (Orozco. 1993). nos inclinamos a plantear como FMP más probable para las rocas metamórficas estudiadas los dominios internos de las Cordilleras Bélicas.

Fig. 6.5.- Afloramientos de rocas ígneas en el ámbito valenciano: 1.- Sierra de Onhuela-Callosa del Segura; 2.Sierra de Crevillente; 3.- Isla de Tabarca; 4.- Pinoso; 5.Sax-Villena; 6.- Campello; 7.- Finestrat-Orxeta; 8.- AlteaCallosa d'En Sarria; 9.- Parcent; 10.- Lloc Nou de Fenollet; 11.- Quesa; 12.- Cofrentes; 13.- Llombay-AlfarpCatadau; 14.- Picassent; 15.- Naquera; 16 y 17.- Los Serranos; 18.- Altura; 19.- Soneja; 20.- Toris-Bejís; 21 .Montanejos-Montán; 22.- Fuente la Reina; 23.- Cirat; 24.San Agustín; 25.- Pina de Montalgrao; 26.- Islas Columbretes.

o Proeedencli de 1.1

lltologlu del utllI~Jepulimentado

Fig. 6.6.- Procedencia de los materiales líticos empleados en la fabricación del utillaje pulimentado de Niuet.

J. BERNABEU - J. LL. PASCUAL - T. OROZCO - E. BADAL - M' P. FUMANAL - O. G A R C ~ A

miento, como se desprende de la aparición de un elemento en proceso de fabricación, cuyo soporte Iítico tiene una procedencia externa al área de estudio. 2. EL INSTRUMENTAL DE MOLIENDA Y OTROS MATERIALES LITICOS. A lo largo de las diversas campañas de excavación, han aparecido en Niuet numerosas piezas que pueden ponerse en relación con trabajos de molienda, y también elementos de morfología diversa, que muestran señales de percusión. En el primer caso, se trata de molinos de mano, útiles

que se componen de una piedra inferior, llamada muela y una pieza superior, denominada moledera, mano o moleta. La muela es una piedra mas o menos plana, conformada por piqueteado, que se va ahondando con el uso; la piedra superior o mano, colocada sobre la muela, desarrolla un trabajo de vaivén. El resultado es que ambas piezas presentan en su zona activa la superficie pulida. La relación de estas piezas se presenta en el cuadro 6.2, detallando algunas de sus características. Las piezas superiores o manos presentan, en algunos casos, una o varias concavidades, de superficie piqueteada y pulida, atributo que puede ponerse en relación con la

FASE NIUET 1 N-88-A 4-c 5 N-91-D-N N-91-D-N

Molino. Frag. piedra inferior Mano de molino Mortero

324 x 196 x 34 mm 92 x 80 x 52 mm 318x260x90mm

Superficie alisada. Superficie alisada Amplia concavidad

N-88-A 3-c 4 N-93-D-NT

Percutor Percutor

61 x39x26mm 82x73 x51 mm

Canto rodado. Canto.

N-93-D-N N-90-T-Sup.

Pieza rectangular (indet.) Material colorante

118 x 68 x44 mm 43 x 32 x 22 mm

en ambas caras Una concavidad en una cara. Superficies irregulares

Piqueteado muy fino Superficiealisada y piqueteada Piqueteado en un extremo piqueteado en ambos extremos. concavidades Superficie pulida

FASE NIUET 11 N-88-D 3-c 6 N-88- C 4- c 7

Mano de molino Mano de molino

174x 84x54mm 119x97x5Omm

N-90- a 3-c 7 N-93-D- NT- E 1 N-93-b 415 N-93-b 4-c 12 N-93-b 4- c 12 N-93-d 5-c 10111

Molino. Frag. piedra inferior Mano de molino Percutor Material abrasivo Alisador Pieza circular (indet.)

268 x 350 x 56 mm 114x94x3Omm 7Ox69x47mm 51 x 79 x 27'6 mm 123 x 10Ox54mm 91 x 88 x 35 mm

Superficiealisada Superficiealisada. Piqueteado intenso en un extremo Superficie alisada. Piqueteado muy fino Piqueteado en ambas caras Seccion oval-aplanada Concavidad en un extremo Un extremo pulido intenso Canto rodado. Pulido muy intenso en un extremo Superficiepulida. Concavidades en ambas caras

FASE N N E T 111 N-93-B 415-c 27 N-90- B 4- c 20 N-90-A 5- c 20 N-93-B 415-c 27

Mano de molino Material abrasivo Frag. plaqueta Pieza indeterminada

Pulido intenso en una cara. En la opuesta, 3 concavidades sin huellas destacables sin huellas destacables Canto rodado. Dos concavidades en una cara

I42x90x46mm 67x56x45mm 46x39x6mm 1 0 8 x 9 0 ~ 7 mm 1

FASE N N E T IV N-93-BIC-415-c 29 N-91 -a 415-c 29 N-93-BIC-415-c 29

Mano de molino Percutor Percutor

114x 109x69 155xl09x61rnm 1 0 2 x 7 9 ~ 4 mm 5

Forma globular. Superficie piqueteada. Canto. Concavidad en una cara.

Superficie piqueteada Concavidades en ambas caras Piqueteado en ambos extremos.

NIUET. ESTRUCTURA C N-93-C-N

Frag. rectangular (indet.)

95 x 86 x 43 mm

Una concavidad en una cara.

Superficie piqueteada

NIUET. SILO 3 N-90-S 3 (11)

Mano de molino

250 x 158 x 50 mm

Superficie piqueteada.

Cuadro 6.2.- Instrumental de molienda y materiales Iíticos recuperados en Niuet, a lo largo de las diversas campañas.

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994), 9-74

prensión de estos elementos. En la campaña de 1991, en el corte D, se recuperó un elemento que presenta una concavidad marcada, amplia, en la cara superior, que hemos considerado como un mortero. Otros materiales agrupados bajo este epígrafe son cantos diversos, con señales de percusión, que pueden ponerse en relación con la acción de majar o golpear. En algunos casos, las huellas se localizan en los extremos opuestos. También encontramos en algunos de estos elementos concavidades en una o ambas caras, que pueden suponerse resultado de una funcionalidad pasiva de la pieza, aunque algunos autores se inclinan por considerar su relación con el enmangue (Carrión, comunicación personal). Algunas piezas. de morfología claramente rectangular, y circular, presentan dicho atributo, sin que sea posible precisar su clasificación. Todo este lote de materiales está realizado sobre rocas sedimentarias s.1.: calizas, microconglomerados y areniscas, litologías que se localizan en el entorno del yacimiento. También se ha recuperado un fragmento de material colorante (ocre), y un pequeño fragmento de plaqueta, de características semejantes a algunas recuperadas en Les Jovades, para las que suponíamos una utilización como afiladores o pulidores, a pesar de no presentar estrías o surcos destacados en la superficie (Orozco, 1993).

disperso por los niveles arqueológicos, fruto de la limpieza

y vaciado de los hogares, sea un buen reflejo del combustible utilizado por los grupos humanos y a su vez de las formaciones vegetales prehistóricas. Es decir, inconscientemente, pero de forma voluntaria el hombre "muestreaba" la vegetación prehistórica y la transportaba al hábitat como combustible; allí quedó sedimentada en forma de carbón y a través de su estudio podemos trasladarnos a los paisajes del pasado. La antracología con su material de estudio, el carbón, busca objetivos ecológicos y etnolágicos. Por un lado, reconstruir los factores climáticos que potenciaron el desarrollo de las formaciones vegetales del pasado y por otro captar la gestión humana de los recursos vegetales. En las sociedades cazadoras-recolectoras prehistóricas, la recogida de leña suele ser el termómetro que nos marca los cambios climáticos, pero en las sociedades agrarias suele ser el barómetro que marca la presión humana en su Tenitono de Producción. El yacimiento de Niuet es un asentamiento al aire libre que estuvo ocupado en la segunda mitad del V milenio BP por agricultores y ganaderos. Parte de los resultados antracológicos ya han sido dados a conocer en anteriores trabajos (Badal, 1990; Bemabeu y Badal, 1990; 1992; Bemabeu, 1993) en esta ocasión presentaremos el estudio cornpleto. 2. MARCO ACTUAL

7. EL ANTRACOANÁLISISDEL POBLADO DE NIUET Ernestina Badal García.

l. INTRODUCCION Los habitantes prehistóricos en su transcumr cotidiano recogían leña para el fuego, esta tarea parece seguir unas pautas oportunistas, es decir, se coge todo tipo de plantas que lignifiquen desde las matas pequeñas, pasando por los arbustos y culminando con los árboles. Evidentemente, las especies más abundantes en el medio son las que más probabilidades tienen de ser recogidas y en este sentido las cabezas de serie son buen ejemplo. Así, en un carrasca1 la cabeza de serie es el Quercus rotundifolia y si el bosque no ha sufrido alteraciones es el árbol más frecuente, por tanto el que tiene más probabilidades de ser recogido por los grupos que practiquen una recogida oportunista. El sotobosque, compuesto por matas y arbustos, también será utilizado como combustible pero en menor medida. Las especies raras, poco frecuentes en la formación vegetal, tienen menos probabilidades de ser cortadas. La pmeba de que la recogida de leña es oportunista la ofrece el estudio de los hogares domésticos, donde no se observan criterios constantes para seleccionar la leña (Badal, 1990, 1992, Badal y Heinz, 1991, Heinz, 1991 ). De ahí que el carbón

En la actualidad, el yacimiento de Niuet está situado en el piso bioclimático mesomediterráneo inferior donde la tempertura media anual es inferior a 16°C; la temperatura media de las máximas del mes más frío es inferior a 13°C; la temperatura media de las mínimas del mes más frío es inferior a 5°C; la temperatura media del mes más frío es inferior a 9OC; las heladas estadísticamente se pueden producir entre noviembre y abril. El ombroclima, parte del clima que se refiere a las lluvias o precipitaciones, es seco, es decir, tiene una media anual comprendida entre 350 y 600 l/mZ.En la estación de Cocentaina la media registada en 12 años es de 590 I/m2(Rivas-Martinez, 1987). En cuanto a la vegetación actual (Fig. 7.1), en el piso bioclimático mesomediterráneo se desarrollan carrascales de tendencia continental de la serie basófila castellano-aragonesa de Quercus rotundifolia o carrasca (Bupleoro rigidi-Querceto rotundifoliae sigmeturn) (Costa, 1986). El estrato arbóreo está presidido por la carrasca; de su sotobosque son buenos indicadores las cuchillejas, que dan el nombre a la serie (Bupleurum rigidum), el jazmín amarillo (Jasminum fruticans) y la retama loca (Osyris alba). Las actividades humanas a lo largo de milenios ha facilitado la alteración de los carrascales, dando formaciones sin lentisco y dominadas por la coscoja (Rhamno lycioidis-Quercetum) o pinares secundarios de pino carrasco. En la actualidad, gran parte de la población considera los pinares como bosques naturales de nuestra región. Todas la investigacio-

J. BERNABEU - J. LL. PASCUAL - T. OROZCO - E. BADAL - M" P. FUMANAL - O. G A R C ~ A

MAR

res

.............. ............. .............. ............. ........... ................. ............. .............. .. ..................... .......

Serie mesomediterránea manchega y aragonesa basdfila de Quercus mtundifolia o encina (Bupleurum rigidi-Queneto ro~ndifoliacsigmctum).

Serie termo-mesomediterrlnc. vnlenciano-tanaconenrc basdfila de Quercus roiundifolia o encina. (Rubio longifoliae-Querceto mnindiloliac sigmctum).

Faciación term6fila murciano-manchega con Pistacia lentiscus.

Gmmegrreriw ripariar medirmáneas y regadíos.

Fig. 7.1.- Mapa de series de vegetación actual (a partir de Rivas-Martinez, 1986) con los yacimientos citados en el texto.

nes parecen demostrar que la mayoría de los pinares de pino carrasco son fruto de las actividades humanas en el temtorio. Entre 900 y 1.000 m de altura se pueden encontrar la formación supramediterránea Fraxino orni-Quercetum faginae con quejigo (Quercus faginea), fresno de flor (Fraxinus ornus), acirón (Acer granatense), en algunos puntos del Montcabrer, Aitana y Benicadell se enriquece con tejo (Taxus baccata). El mejor ejemplo de este bosque se encuentra en la Font Roja de Alcoi, cuidadosamente protegido por los habitantes de Alcoi, mientras que en el resto del temtorio se acantona en las barrancadas más protegidas. En las cumbres de Mariola y Aitana crecen los matorrales de Erinaceo-Genistetum longipedis. Muchas plantas de esta asociación toman formas almohadilladas para protegerse del viento y de la evaporación, entre ellas el erizo (Erinacea anthyllis), piorno de crucecillas (Vella spinosa), genista (Genista lobelii ssp. longipes), espliego (Lavandula latifolia). En el valle del n o Serpis, la zona mesomediterránea es

la de mayor potencial agrícola y ganadero, en este sentido se ha utilizado desde la Prehistoria reciente. Las tierras suprarnediterráneas y, sobre todo, oromediterráneas disminuyen en potencial agrícola aunque no en ganadero.

3. ESTUDIO ANTRACOL~GICODEL POBLADO DE NIUET El yacimiento de Niuet ha sido parco en fragmentos de carbón a pesar del esfuerzo de muestre0 que en él se ha realizado. Esto tal vez esté en relación con el tipo de yacimiento. En efecto, nos encontramos en un yacimiento al aire libre en el cual las lluvias y el viento han podido actuar de agentes erosivos importantes, el carbón al ser ligero tendría problemas para sedimentarse, ahora bien en otros poblados esto no acontece. En toda la superficie excavada se han recogido un total de 1.433 fragmentos de carbón. De los cuales 1.173 se encontraban dispersos por los niveles arqueológicos y 260 en el relleno de los silos. En ese conjunto de carbones se identificaron 22 taxones vegetales y algunos carbones no han podido ser identitica-

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994), 9-74

dos por su mal estado de conservación. El carbón disperso por los niveles aqueológicos de Niuet puede proceder del vaciado y limpieza de los hogares. pero tanibién de estructuras de habitación, es decir de techumbres, postes, etc. Ahora bien, es muy difícil de diferenciar la procedencia del carbón, ya que no está directamente asociado a estructuras arqueológicas, ni existe nivel de incendio. En Niuet, las unicas estructuras arqueológicas con carbones en sus depósitos son los silos. En dos de ellos se han realizado dataciones absolutas, así: Silo 5: UBAR- 175: 4.600 f 80 BP. Silo 6: Beta-7522 1: 4.260 60 BP. El diagrama antracológico de Niuet (Fig. 7.2) incluye los datos obtenidos del análisis del carbón disperso en los niveles arqueológicos. Debido a la escasez de restos hemos tenido que trabajar por niveles arqueológicos. En efecto, el carbón recogido en cada capa artificial no era suficiente para efectuar los recuentos de los taxones, así que optamos por unir todo el material que pertenecía al mismo nivel arqueológico. El carbón de dos niveles, después de su estudio anatómico, ha sido datado por radicarbono dando las siguientes fechas: Beta-7522 1 : 4.490 f 80 BP en N.11 y Beta-75223: 4.460 f 60 BP en N.I. En la Cuadro 7.1 se indican las frecuencias absolutas y relativas de los taxones, en cada nivel arqueológico. El diagrama antracológico de Niuet es bastante homo-

+

géneo en líneas generales, pero un examen minucioso nos indica ciertos cambios, que tal vez sean significativos (Fig. 7.2). En los cuatro niveles, el espectro antracológico está dominado por Quercus ilex-coccifera. Las otras especies tienen una representación menor. Quercus faginea (quejigo) tiene su máxima representación en el nivel 111 ( 1 1,2%), desciende a 1,8% en el siguiente y no aparece en el más superficial, nivel 1. Los arbustos, Pistacia lentiscus (lentisco), Pistacia terebinthus (cornicabra), Leguminosae (leguminosas), Arbutus unedo (madroño), Erica rnultiflora (bruguera), Cisrus sp (jara), ofrecen porcentajes bajos. La vegetación de ribera está bien representada en los niveles IV y 111 decreciendo en los otros. A orillas del Serpis crecerían Fraxinus oxyphylla (fresno), Salix sp. (sauce), Populus nigra (álamo negro), Crataegus sp. (majuelo) y Laurus nobilis (Laurel). Puntualmente aparecen Acer sp. (arce), Juniperus sp. (enebro), Prunus sp., Sorbus sp.(mostajo), Amelanchier ovalis (guillomo), Rhamnus-Phillyrea (aladiemo-aladierna), Daphne gtzidiurn (torbisco) y Olea europaea var sylvestris (acebuche). El comportamiento de Pinus halepensis (pino carrasca) es similar a otras secuencias arqueológicas, es decir, tiende a progresar en los momentos más recientes de la secuencia, pero en este caso con una frecuencia relativa discreta.

3.1. Interpretación

Cuadro 7.1 .- Frecuencias absolutas y relativas de 10s taxa en los niveles arqueológicos de Niuet.

El diagrama antracológico de Niuet deja clara constancia de que Quercus ilex-coccifera es el taxón más frecuentemente utilizado. Probablemente se trate de la carrasca, pues la mayor parte de los otros taxones determinados forman habitualmente su cortejo arbustivo; así Pistacia lentisrus, Pistacia terebinthus, Leguminosae, Arbutus unedo, Erica rnultiflora, Cistus sp., Juniperus sp, Prunus sp., Daphrze gnidium, Rhamnus-Phillyrea, y Sorbus sp. En base a esta asociación, podemos pensar que el carrascal era la formación vegetal más explotada y probablemente la más extendida en el medio circundante al poblado. Este conjunto vegetal se puede incluir dentro de las asociaciones del piso bioclimático mesomediterranéo, por lo tanto desarrollado bajo unas condiciones termoclimáticas similares a las actuales en la zona. En cuanto al ombroclima debía de ser seco o subhúmedo. Las especies más exigentes en humedad y fresco, Quercus,frrginea y Acer sp., aparecen en los niveles inferiores y con bajos porcentajes. El yacimiento se sitúa en la margen izquierda del río Serpis, en cuyas orillas crecerían los fresnos, sauces, álamos y laureles; la vegetación de la ribera se utilizó en menor medida que el carrascal. En Niuet, Pinus halepensis y Olea europaea var. -1irrstris tienen porcentajes muy débiles, lo que contrasta con otros yacimientos de la región, por ejemplo la cercana Cova de 1'0r. la Cova Santa Maira o en el litoral la Cova

4A(O*LO

B u'@*w8

1

247

11

44s

S CJO

Am A Cr L

3z , IV 3

P J O S DPRb

115

1

1

1

1

1

1

10

20

30

40

50

60

1

1

90%

10%

i

I

1

10% 5%

1

1

5% 5%

1

5% 5%

1

5%

~

1

~

5%

S:

-

~

p.

Fig. 7.2.- Diagrama antracológico de Niuet.

Fig. 7.3.- Representación esquemática de los resultados antracológicos desde los yacimientos neolíticos litorales hasta los del interior. de les Cendres y la Cova Bolumini (Fig. 7.3). Efectivamente, en la Cova de les Cendres entre el 6.000 y el 4.280 se ha identificado una fase antracológica dominada por pino carrasco y acebuche, se trataría de un pinar secundario con importantes matorrales, sin duda, fmto de las actividades agropecuarias en el entorno del yacimiento (Badal et alii, 1994). De la Cova Santa Maira conocemos un espectro antracológico, situado en ese marco cronológico, que también muestra un dominio del pino carrasco (29%), del acebuche (36%)y del matorral (Badal, inédito). De la Cova de 1'Or procede una muestra antracológica del Neolítico 11, en ella se detecta un matorral con abundantes Olea, Erica multiflora y Arbutus unedo, aunque los Quercus ilex-coccifera (23%) mantienen porcentajes más elevados que en Cendres o en Santa Maira. En trabajos anteriores, para explicar la dicotomía entre

los resultados antracológicos obtenidos en las cuevas y los procedentes de poblados al aire libre planteamos algunas hipótesis, relacionadas con la ocupación de nuevos temtorios, la organización del ciclo agrícola y con el potencial erosivo de los Territorios de Producción (Badal et alii, 1994; Bemabeu y Badal, 1990, 1992). Efectivamente, en todos los asentamientos en cueva con secuencias largas la dinámica de la vegetación es similar, es decir, partimos de bosques mediterráneos que paulatinamente son sustituidos por distintas formaciones secundarias como los pinares o 10s matorrales. Mientras que en los poblados los bioindicadores de la accción humana son insignificantes y las fases regresivas del bosque apenas se detectan. La serie de dataciones absolutas de Niuet indica que el poblado estuvo ocupado durante algo más de 340 años, periodo, probablemente, demasiado corto para que el análisis antracológico

k

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994). 9-74

recoga la intervención de los grupos aldeanos en su entorno. En la Cova de les Cendres, con la nueva serie de dataciones absolutas (todavía inédita) se observa claramente que se necesitan algo más de 500 años para que disminuya el bosque en favor de las formaciones secundarias. Pero esta disminución es transparente porque tenemos una secuencia posterior, ya que si sólo tuvieramos los tres niveles inferiores de Cendres, que cubren 470 años, tendríamos una imagen similar a la obtenida en los poblados, es decir. un carrasca1 mediterráneo. En definitiva, en las cuevas durante el Neolítico 1 y en los poblados durante el Neolítico 11 encontramos la misma imagen de la vegetación. que puede corresponder -salvando las distancias de altitud, condiciones edáficas y cronológicas - con las etapas iniciales de ocupación de un territorio por grupos carnpesinos. Cabría plantearse ¿Por qué los poblados de Jovades y Niuet tienen una ocupación más corta que las cuevas?; y si fuera más prolongada ¿veríamos la huella agrícola en los restos carbonizados?. Quizas la gestión del Territorio de Producción sea distinta en los poblados del valle que en las cuevas de la ladera y esto marque la diferencia en los resultados antracológicos.

4. LOS SILOS DE NIUET Del conjunto de silos excavados en Niuet solamente tres contenían carbones en sus rellenos, el silo 3, el 4 y el silo 5. El silo 4 sólo tiene un aporte testimonial, ya que proporcionó 14 fragmentos de carbón, por lo tanto estadísticamente es una muestra insuficiente. El silo 3 se hallaba en los márgenes del corte A, por sus materiales, podría relacionarse con la fase Niuet 11. El silo 5 debe considerarse contemporáneo del nivel 11, los carbones que contenía han sido datados en UBAR- 175: 4.600 f 80 BP. El silo 3 proporcionó un total de 108 fragmentos de carbón que al ser analizados proporcionaron 5 taxones vegetales, Leguminosae, Pinus halepensis, Pistacia lentiscus. Quercus faginea, Quercus ilex-coccifera. Sus valores porcentuales se detallan en el cuadro 7.2. En el silo 5 se recogieron 138 fragmentos de carbón, a partir de los cuales se identificaron 6 taxones vegetales, Arbutus unedo, Leguminosae, Pinus hulepensis, Pistacia lentisci4s. Quercus ilex-coccifera, Salix-Populus ( cuadro 7.2). Al comparar estos datos con los del diagrama antracológico se puede destacar una pobreza a nivel taxonómico, es decir, los silos tienen menos especies vegetales que los niveles de ocupación y no hay ninguna original. Dicho de otro modo, todas ellas han sido determinadas en los carbones dispersos por los niveles arqueológicos. A nivel cuantitativo, los porcentajes alcanzados por los taxones en los silos siguen la misma tónica que en el diagrana de los niveles arqueológicos (Fig. 7.3). Quercus ilexcoccifrra tiene unos porcentajes altos (66,67% en el silo 3 y 77.54% en el silo 5). Le sigue en importancia Pinus

Cuadro 7.2: Frecuencias absolutas y relativas de los taxa en los silos de Niuet. halepensis con un 18,52% en el silo 3 y un 9.42% en el silo 5. Pistacia lentiscus y Leguminosae tienen una frecuencia similar en ambos silos. Quercus faginea solo está presente en el silo 3 con 1,85%, mientras que Arbutus unedo y Salix-Populus solo se encuentra en el silo 5 y con un porcentaje muy bajo.

4.1. Interpretación Del estudio antracológico de estos dos silos se puede resaltar: - Estos silos son más pobres en taxones que los niveles arqueológicos de Niuet. Ahora bien, los taxones se reparten con frecuencias similares en los dos silos y en los niveles. Probablemente los silos se colmataron una vez dejaron de ser utilizados como zona de almacenamiento, y los sedimentos que constituyen sus rellenos procedan de la superficie del yacimiento, con lo cual obtenemos un espectro antracológico relativamente similar al de los niveles aqueológicos. Si los silos son más pobres en taxones que los niveles arqueológicos, tal vez sea debido al ritmo de sedimentación, probablemente mucho más rápido en los silos que en los niveles que constituyen la secuencia estratigráfica y por tanto queden reflejadas menos recogidas de leña. 8 bien, simplemente a que la cantidad de basura necesaria para su relleno es más bien escasa, lo que implica un período corto en la acumulación de la misma. Efectivamente, en el poblado vecino de Les Jovades se ha constatado que la acumulación de residuos en los silos fue rápida (Bernabeu, 1993).

8. CONCLUSIONES. J. Bernabeu Aubán La secuencia arqueológica lograda en Niuet repite, con matices, la del vecino asentamiento de Jovades, distante apenas 5 km. Sin embargo, el detalle es ahora mayor. La comparación entre las industrias cerámicas de Niuet, Jovades y Arenal de la Costa nos ha permitido establecer la

J. BERNABEU - J. LL. PASCUAL - T. OROZCO - E. BADAL - M" P. FUMANAL - O. G A R C ~ A

secuencia cultural del 111 milenio a.c. hasta enlazar con la Edad del Bronce (ver cap.3). Niuet ocuparía la parte inicial y media de esta secuencia, situada aproximadamente entre 4.900 y 4.200 BP, de acuerdo con las dataciones C-14 disponibles. Así, desde el final del Neolítico 11 A, se sucederían: - N.IIB l. 4.900-4.600 BP. Paralelizable con los diversos neolíticos finales o cobres iniciales del sur peninsular, esta fase se caracterizaría por: predominio de la clase A, y en especial de los platos y fuentes de perfil sencillo, con base generalmente plana. Las formas carenadas, aunque presentes, son muy escasas, lo mismo que la pintura y los engobes rojos (almagra). Al final (Niuet 111) aparecerían las primeras fuentes de labio engrosado. En lo que se refiere a la industria Iítica, destaca la ausencia de puntas de flecha con aletas y pedúnculo desarrollados. Niuet 111 y IV y Jovades 87 se incluirían en este apartado. Es posible que los niveles inferiores de la Ereta del Pedregal (Ereta 1) se correspondan con este momento. - N.IIB2. 4.600-4.200 BP. Vendría a corresponder con el cobre pleno del sur peninsular, con el que comparte el extraordinario desarmo110 de los platos y fuentes de labio engrosado. A destacar que los tres ídolos oculados sobre hueso, así como el ídolo plano con escotaduras laterales pertenecen a este momento (Niuet 11, Silo 3). Ello coincide, además, con lo observado en Jovades, donde los tres ídolos planos (Pascual Benito, 1993) se encontraron en el conjunto más reciente. Niuet 11 y 1; los silos 3 y 6 de Niuet y Jovades 9 1 se incluirían en esta fase. - HCT 4.200- 3.800 BP. Esta fase no ha sido documentada en Niuet, ni tampoco en el vecino asentamiento de Jovades. Los datos de Arenal de la Costa, indican una casi desaparición de los platos y fuentes de labio engrosado, conjuntamente con un aumento de las formas de la clase C con borde o cuello diferenciados. La aparición del metal, de las decoraciones campaniformes, los botones en "v" y los brazaletes de arquero, caracterizarían suficientemente el período. o nos muestra que la El estudio p a l e o g e ~ g r ~ c(cap.1) imagen actual del asentamiento difiere de la que debió ofrecer en el momento de su ocupación, debido a la erosión del riu dYAlcoi,en uno de cuyos meandros se localiza el poblado. El antracoanálisis (cap.7), señala que las actividades agrícolas y ganaderas no llegaron a modificar la cobertura vegetal del entorno inmediato, dado que el bosque mediterráneo se mantiene sin cambios a lo largo de toda la secuencia. Tal vez ello sea consecuencia de la escasa profundidad temporal lograda en el sector A (unos 500 años), insuficiente para que el antracoanálisis detecte signos de antropización en el paisaje circundante. Como en casos anteriores, también en Niuet se constata una notable presencia de materiales alóctonos, probable-

mente procedentes de Andalucía, utilizados en la confección de intrumentos de piedra pulida. La escasa muestra recuperada, sólo 10 piezas a lo largo de toda la secuencia, desaconseja proceder a comparaciones con muestras ya conocidas. A expensas de lo que en su día depare el análisis detallado de la colección faunística, es de destacar que esta no ofrece variaciones significativas con la procedente de los poblados de Jovades y Arenal. En el capítulo de las estructuras, la información es algo mayor. La estructuras halladas en la excavación de Niuet. documentan de nuevo la asociación, vista con anterioridad en Arenal de la Costa, entre fosos segmentados, silos y estructuras de habitación, conformando el conjunto del espacio habitado. De los fosos y silos existen abundantes paralelos tanto peninsulares como extrapeninsulares, de los cuales nos ocupamos en una ocasión anterior (PascualBenito et al., 1993), lo que nos exime de tener que volver sobre esta cuestión. Generalmente estos asentamientos ocupan grandes extensiones de terreno, que en el caso de Niuet pudieron ser entre 4 y 6 hectáreas. Dentro del conjunto, los fosos segmentados, cuya funcionalidad es sujeto de discusión, parece que definían los límites del asentamiento, o, al menos, de las estructuras de habitación dentro del mismo. No hemos podido recuperar la planta y extensión completa de ninguno de ellos, pero a juzgar por el caso de Arenal, estos delimitaban un espacio aproximadamente circular en el interior del cual se situaban las estructuras de habitación, sin que podamos precisar la estructuración interna de este espacio en una o más unidades. Cuando, con el paso del tiempo, dejaban de cumplir la función para la que fueron construidos, rellenándose mediante aportes naturales y antrópicos (vide cap. l), su espacio podía ser ocupado por nuevas viviendas, como ocurre en el sector A de Niuet, y nuevos fosos eran excavados en otras áreas del asentamiento. Tanto en Arenal de la Costa como en Niuet, los silos se asocian a los fosos y las estructuras de habitación, lo que no sucede en el vecino asentamiento de Jovades, donde forman auténticos sileros, sin que ninguna vivienda ni foso haya sido documentada. Probablemente, el ciclo de construcción, utilización, desuso y nueva ocupación, tanto de los fosos como de los silos fue relativamente rápido, lo que explicaria la enorme dispersión de estas estructuras y, en consecuencia, la extensión de estos asentamientos. En el caso del valle medio del Serpis, por ejemplo, estos forman un continuum practicamente ininterrumpido a lo largo de 5km en su margen izquierda, donde se hallan Niuet y Jovades, junto a las tierras más productivas del valle, aquellas que hoy forman parte de las pequeñas huertas situadas en las inmediaciones de los núcleos habitados. Frente a estos, en las estribaciones de la sierra de Mariola, se situarían las necrópolis, cuevas naturales de enterramiento colectivo (Pascual Benito, 1987). Este modelo comenzará a transformarse durante el HCT, dando lugar, durante la Edad del Bronce, a la ubicación de

RECERQUES DEL MUSEU D'ALCOI, 3 (1994). 9-74

poblados sobre los cerros y las montañas que circundan el valle, con una vocación agrícola preferente hacia las tierras del secano.

AUTORES JOAN BERNABEU AUBÁN. Dpto. Prehistoria y Arqueología, Universidad de Valencia. Avda. Blasco Ibáñez, 28.46010 VALENCIA. J. LL. PASCUAL BENITO. Dpto. Prehistoria y Arqueología, Universidad de Valencia. Avda. Blasco Ibáñez, 28. 46010 VALENCIA. TERESA OROZCO KOHLER. Dpto. Prehistoria y Arqueología, Universidad de Valencia. Avda. Blasco Ibáñez, 28. 46010 VALENCIA. ERNESTINA BADAL GARCÍA. Dpto. Prehistoria y Arqueología, Universidad de Valencia. Avda. Blasco Ibáñez, 28.46010 VALENCIA. M'. PILAR FUMANAL. Dept. Geografía, Universidad de Valencia. Avda. Blasco Ibáñez, 28.46010 VALENCIA. O. GARCIA PUCHOL. Dpto. Prehistoria y Arqueología. Universidad de Valencia. Avda. Blasco Ibáñez. 28.46010 VALENCIA.

BIBLIOGRAFIA ACOSTA, P. (1968). La pintura rupestre esquemática en España. Salamanca. AGUAYO DE HOYOS. P.; MART~NEZFERNÁNDEZ, G. Y MORENO JIMÉNEZ. F. (1989-1990). Articulación de los sistemas de hábitat neolítico y eneolítico en función de la explotación de los recursos naturales en la depresión de Ronda. Cuadernos de Prehistoria de la Univer.sidrid de Granada, 14- 15: 67-84. Granada. ALMAGRO GORBEA, M.J. (1973). Los ídolos del Bronce 1 Hispano. Bibliothecu Praehistoria Hispana, XII, Madrid. ALONSO MATILLA, L.A. (1982). Estudio de las rocas ígneas de CasIellón. Valencia y Alicante. Tesis Doctoral. Universidad de Salamanca. ARRIBAS, A. Y MOLINA. F. ( 1979). El poblado de los Castillejos en los Peñcrs de los Gitanos (Montefrío. Granada). El corte no l . Cuadernos de Prehistoria de la Universidad de Granada. Serie Monográfica, 3. Granada. ASQUERINO HERNANDEZ, M.D. (1978). Idolos inéditos del Museo de Alcoy. Revista del Instituto de Estudios Alicantinos. 23. Alicante: 155-167. AYALA JUAN. M.M. (1980). El ídolo de Caravaca de la CNZ (Murcia). Pyrenae 15- 16: 36 1-363 BADAL, E. (19%). Aportaciones de la antracología al estudio del paisaje vegetal y su evolución en el Cuaternario reciente, en la costa mediterránea del País Valenciano y Andalucía (18.000-3.000 B.P.). Tesis Doctoral. Universitat de Valencia. 321 p. BADAL. E. (1992). L'anthracologie préhistorique: h propos de certains problemes méthodologiques. Bull. Soc. bot. Fr., 139, Actual. bot. (21314): 167- 189. BADAL. E., BERNABEU. J. y VERNET, J.L. (1994). Vegetation changes and human action from Neolithic to Bronze Age in Alicante, Spain (7.000-4.000 BP) based on charcoal analysis. Vegetation Histop and Archeobota- Vol. 3. N04: 155-166. BADAL, E. y HEINZ. C. (1991). Méthodes utilisées en enthracologie pour I'étude des sites préhistoriques. llnd Deya Conference, Archeological Techniques. Technology & Theory. Deya (Mallorca), Septiembre 1988. Tempus reparatum. BAR Intern. Series, 573: 17-40. Oxford. BALLESTER. 1. (1945). Idolos oculados valencianos. Archivo de Prehisroria Levanrina, 11, Valencia: 1 15- 151. BALLESTER. 1. (1949). Excavaciones en Cova de la Pastora (Alcoi). La Lubor del SIP y su Museo en los años 1940 a 1948. Valencia: 4 1-65.

BARRERA, J.L.; MARTINEZ, M.I.; SAN NICOLAS, M. y VICENT, J.M. (1987). El instrumental Iítico calcolítico de la comarca noroeste de Murcia: algunas implicaciones socio-económicas del estudio estadístico de su petrología y morfología. Trabajos de Prehistoria, 44: 87146. BERNABEU AUBAN, J. (1981). La Cova del Garrofer (Ontinyent, Valencia). Archivo de Prehistoria Levantina, XVI, Valencia: 59-93. BERNABEU. J. 1989. Lo tradición cultural de las cerámicas impresas en la zona oriental de la Península Ibérica. Trabajos Varios del Servicio de Investigación Prehistórica, 86. Valencia. BERNABEU, J. (dir). (1993). El 111 milenio A.C. en el País Valenciano. Los poblados de Jovades (Cocentaina, Alacant) y Arenal de la Costa (Ontinyent, Valencia). Saguntum (PLAV), 26: 9-180. Universitat de Valencia. BERNABEU. J y BADAL, E .(1990). Imagen de la vegetación y utilización económica del bosque en los asentamientos neolíticos de Jovades y Niuet (Alicante). Archivo de Prehistoria Levantina. Vol. XX: 14324. BERNABEU, J y BADAL. E. (1992). A view of the vegetation and economic explotation of the forest in the Late Neolithic sites of Les Jovades and Niuet (Alicante, Spain). Bull. Soc. Bot. Fr. 139. Actual. hot. (21314): 697-7 14. BERNABEU, J., GUITART, 1. y PASCUAL, J.LL. (1989). El País Valenciano desde finales del Neolítico a los inicios de la Edad del Bronce. Archivo de Prehistoria Levantina, XVIII: 159-180. Diputación de Valencia. BERNABEU, J. y GUITART, 1. (1993). La cerámica. en Bernabeu (dir), (1993). 47-66. BERNABEU, J. y OROZCO, T. (1989-90). Fuentes de Materias Pnmas y circulación de materiales durante el final del neolítico en el País Valenciano. Resultados del análisis petrológico del utillaje pulimentado. Cuadernos de Prehistoria de la Universidad de Granada, 14-15: 4765. CAMPS-FABRER, H. (1979). Principes d'una classification de I'industrie osseuse néolitique et de I'age des metaux dans le Midi Méditerranéen. L'industrie en os et bois de cervidé durant le Néolithique et l'age des meraur. CNRS, Paris. CARMONA, P. (1990). Lo formació de la plana aLIuvia1 de Val2ncia. Edicions Alfons el Magnhnim.Estudis Universitaris. Serie Major, 5. 175 p. CARRILLERO MILLÁN, M. y SUAREZ MÁRQUEZ, A. (1989-90). Ciavieja (El Ejido, Almería): resultados obtenidos en las campañas de 1985 y 1986. El poblado de la Edad del Cobre. Cuadernos de Prehistoria de la Universidad de Granada, 14-15: 109-136. COSTA, M. (1986). Lo vegetatió al País Valencia. Col. Cultura Universitana Popular No 5. Universitat de valencia. 240 p. Valencia. CUENCA PAYÁ, A. y WALKER, M.J. (1985). Consideraciones generales sobre el cuaternario continental en Alicante y Murcia. Cuadernos de Geografía, 36: 2 1-36. ENGUIX, R. (1970). Cabeqo del Navarro o Cabeqo dels Alforins de Onteniente. Poblado de la Cultura del Bronce Valenciano. Saguntum (P.L.A.V.)10: 63-79. ENGUIX, R. (1981). Queseras halladas en los yacimientos del Bronce Valenciano. Archivo de Prehistoria Levantina, XVI: 25 1-280. Diputación de Valencia. ENRIQUEZ NAVASCUES. 1.1. (1986). Excavación de urgencia en la cueva de la Charneca (Oliva de Mérida. Badajoz). Noticiario Arqueológico Hispano, 28: 9-24 . ESTRELA, M.J.; FUMANAL, M.P. y GARAY, P. (e.p.). Evolución geomorfológica de los valles prebéticos nororientales. Cuaternario y Geomorj?ología,7. FLETCHER, D.; PLA, E. Y LLOBREGAT, E. (1964). La Ereta del Pedregal (Navarrés, Valencia). Excavaciones arqueológicas en España, 42, Madrid. FORTEA, J. (1973). Los complejos microlaminares y geométricos del Epipaleolítico mediterrúneo español. Universidad de Salamanca. FUMANAL, M.P. 1993. Rasgos peornorfo~ó~icos y sedimentológicos, en Bernabeu (dir), (1993). 13-24. GONZÁLEZ PRATS, A. (1986). El poblado calcolítico de les Moreres en la sierra de Crevillente. En El Eneolírico en el País Valenciano.

Actas del coloquio de Alcoi. Instituto Juan Gil-Albert. Coleccion Patrimonio, 5: 89- 99. Alacant. GUSI, F. y OLARIA, C. (1991). El poblado Neoeneolítico de Terrera Ventura (Tabernas, Almena). Excavaciones Arqueológicas en España, 160. HEINZ, C. (1991). Upper Pleistocene and Holocene vegetation in the south of France and Andorra. Adaptations and first ruptures: new charcoa1 analysis data. Palaeoclimatol., Palaeoecol., 69: 299-324. INIZAN, M. L.; ROCHE, H. Y TIXIER, J. (1975). Avantages d'un traitement thermique pour la taille de roches siliceuses. Quaternaria.XIX: 1 18. Roma. JUAN CABANILLES, J. (1984). El utillaje neolítico en silex del litoral meditemíneo peninsular. Saguntum (PLAV), 18: 49-102. Valencia. JUAN CABANILLES. J. (1985). La hoz de la Edad del Bronce del "Mas de Menente"(Alcoi, Alacant). Aproximación a su tecnologia y contexto cultural. Lucentum IV: 37-53. Universidad de Alicante. JUAN CABANILLES, J. (1992). La neolitización de la vertiente mediterránea peninsular. Modelos y problemas. En Aragón/litoral mediterráneo. Intercambios culturales durante la Prehistoria: 255-268. Zaragoza. JUAN CABANILLES, J. Y MART~NEZVALLE, R. (1988). Fuente Flores (Requena, Valencia). Nuevos datos sobre el poblamiento y la economía del neo-eneolítico valenciano. Archivo de Prehistoria Levantina XVIII: 181-231. Valhncia. LA ROCA, N. (1991). Untersuchungen zur rumlichen und zeilichen variabilitt der massenbewegungen im einzugsgebiet des Riu d' Alcoi (Alicante. Ostspanien). Regionaler Beitrag. Die Erde. 122.s.221236. M A R T ~ B. , (1981). La Cova Santa (Vallada. Valencia). Archivo de Prehistoria Levantina XVI: 159- 196. Valencia. MARTINEZ NAVARRETE, M.I. (1984). El comienzo de la metalurgia en la provincia de Madrid: la cueva y el cerro de Juan Barbero (Tiermes, Madrid). Trabajos de Prehistoria., XLI: 17-88. OROZCO KOHLER, T. (1990). Análisis perrológico del utillaje lítico pulimentado. Aproximación a los fenómenos de aprovisionamiento e intercambio durante el 111" milenio a.c. en el País Valenciano. Memo-

ria de Licenciatura. Universitat de Valencia. OROZCO KOHLER, T. (1993). El utillaje pulimentado y el instrumental de molienda, en Bernabeu (dir), (1993). 99-107. PASCUAL BENITO, J. L1. (1987). Les coves sepulerals de 1'Alberri (Cocentaina, Alacant). El poblament de la val1 mitjana del riu Alcoi durant el IIlr. mil.leni B.C. Saguntum-P.L.A.V., 21: 109-159. Universitat de Valencia.

PASCUAL BENITO, J. LL. (1993). La industria Iítica, en Bernabeu (dir), (1993). 67-82. PASCUAL-BENITO. J.LI. (1993). El hueso trabajado y los adornos. en Bernabeu (dir) (1993). 25-46. PASCUAL, V. (1957). Un nuevo ídolo oculado de la Cueva Bolumini (Alfafara, Alicante). Archivo de Prehistoria Levantina. 1:7-12.. PERLES, C. (1991). Économie des matitres premieres et tconomie du débitage: deux conceptions opposées?. 25 ans d 'études technologiques en Préhistoire. XIORencontres Internationales d'Archtologie et d'Histoire d'Antibes: 35-45. RAMOS MILLAN, A. (1984). La identificación de las fuentes de suministro de un asentamiento prehistórico. El abastecimiento de rocas sillceas para manufacturas talladas. Coloquio Arqueologia Espacial, 1: 107 - 134. Teruel. RICQ- DE BOUARD, M. (1983). Les oufils lithiques polis du sud de la France. Editions du C.N.R.S. Notes et monographies techniques du C.R.A., num.15. RIVAS-MARTINEZ, S. (1987). Memoria del mapa de series de vegetación de España, escala 1:400.000. ICONA, Madrid, 268p. R O S E L L ~VERGER, V.M. y BERNABÉ MAESTRE, J.M. (1978). La montaña y sus valles: un dominio subhúmedo. en Geografía de la provincia de Alicante. Excma. Diputación Provincial: 77- 106. SAN NICOLAS DEL TORO, M. (1986). Aproximación al conocimiento de los Idolos tipo Pastora: Los Oculados en Murcia. El Eneolítico en el País Valenciano, Alcoi: 165-174 SIRET, L. 1908: Religions néolitiques de l'lberie, Paris. SKAKUN, N.N. (1993). Agricultura1 implements in the Neolithic and Eneolithic cultures of Bulgaria. Traces e! fonction: les gestes retrouvés. ERAUL, 50. Liege: 361-368 SOLER DIAZ, J. (1985). Los ídolos oculados sobre huesos largos del enterramiento de El Fontanal (Onil, Alicante). Lucentum. IV: 15-35 STORDEUR, D.; ANDERSON-GERFAUD, P. et alii. (1985). Les omoplates encochés néolithiques de Ganj Dareh (Iran). Etude morphologique et fonctionelle. Cahiers de I'Euphrate, 4:289-3 13. TIXIER, J. (1963). Typologie de I'Epipaléolirhique du Maghreb. Mtmoires du Centre de Recherches anthropologiques. prthistoriques et ethnographiques , 2 . Alger, Paris: A.M.G. TIXIER, J. (1984). Le débitage par pression. En Prehistoire de la pierre taillée, 2: économie du débitage laminaire. 111 table ronde de technologie lithique (Meudon. Bellevue, octobre 1982): 57-70. TRELIS. J. (1984). El poblado de la Edad del Bronce de la Mola Alta de Serelles (Alcoy, Alicante). Lucentum, 111: 23-66. Universidad de Alicante.

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.