Mujeres socialistas en España durante el siglo XX

Mujeres socialistas en España durante el siglo XX. De los Grupos Femeninos Socialistas a la Federación de Mujeres Progresistas1

Abdón Mateos

A comienzos del siglo XX fueron creados grupos femeninos en el ámbito de las Juventudes Socialistas. En el caso de Madrid se podría destacar el papel de María Rojo compañera de Andrés Saborit. Posteriormente, a partir de 1910 se constituyeron Agrupaciones Socialistas femeninas que fueron suprimidas en 1927. Una pionera en la dirección de las organizaciones socialistas hasta la escisión que dio lugar a la formación del PCE fue Virginia González. El feminismo socialista estuvo representado por escritoras y políticas como, entre otras, María Cambrils, Matilde de la Torre, Matilde Huici y                                                              1

Este artículo se enmarca en el Proyecto HUM 2012-34.132. El folleto que ilustra el artículo en el archivo Lionel Jospin, Fundación Jean Jaurès, París. 1 

 

Margarita Nelken. Muchas de ellas fueron diputadas en las legislaturas republicanas aunque algunas terminaron pasando al PCE o derivando a la disidencia negrinista. En plena guerra de España, en el verano de 1937, la diputada Matilde de la Torre presentó al Comité Nacional del PSOE un proyecto de organización del Secretariado Femenino. Inicialmente, la también diputada Julia Álvarez Resano fue designada para desempeñar la Secretaría del incipiente Secretariado Femenino2. De todas maneras, durante los años de la República las mujeres socialistas participaron en asociaciones de mujeres antifascistas, impulsadas sobre todo por el PCE. El Secretariado Femenino del PSOE de la República en guerra pervivió precariamente en el exilio a través de algunas mujeres como María Lejárraga, Matilde Cantos y Claudina García, su secretaria, miembro también de la dirección nacional de UGT, que se reincorporó al sector mayoritario del partido en 1956. Claudina estuvo en prisión hasta 1941 y participó en la dirección clandestina, saliendo al exilio en 1946. Más adelante, ostentó todavía una nominal secretaría del Secretariado Femenino en el exilio en conferencias internacionales en 1947 y, como dirigente de la Unión de Mujeres Españolas, en un Congreso mundial en 19533. En la primera clandestinidad destacaron mujeres, como la docente Julia Vigre y Josefina Arrillaga “la amazona” en Madrid, creadora de una federación de abogados de UGT y coordinadora de la organización a finales de los cincuenta, Dulce del Moral en Sevilla o Lucila Fernández en Barcelona4. A partir de los años sesenta, algunas mujeres tendrían cierto protagonismo militante a través de las Juventudes Socialistas en Madrid, Sevilla o Vizcaya. Del mismo modo, a través de las Juventudes en el exterior, con jóvenes de la segunda generación del exilio, algunas mujeres, como, entre otras, Aida Pérez en México, Josefina Vidal en Holanda,                                                              2

Véase Rosa María Capel, “Mujer y socialismo, 1848-1939” , Pasado y Memoria, 7, 2008. 3 Véanse Pilar Domínguez, Voces del exilio. Mujeres españolas exiliadas en México, 1939-50, Madrid, Dirección G. de la Mujer, 1994; y Mercedes Yusta,”Identidades múltiples del exilio femenino: La Unión de Mujeres Españolas en Francia”, en Maria Llombart Huesca (ed.), Identidades de España en Francia. Un siglo de exilios y migraciones (1880-2000), Granada, Comares, 2012, p. 91-112. 4 Testimonio personal de Josefina Arrillaga, 1987. Véase Manuela Aroca, “Mujeres en las organizaciones socialistas durante la dictadura”, http://portal.ugt.org/fflc/hemeroteca/2008_mujeres_socialistas.pdf 2   

Libertad Fernández en Alemania y la misma Carmen García en Francia desempeñaron un notable papel en la renovación del socialismo español. En 1964 fue reconstituido el Secretariado Femenino del PSOE en México y Francia, liderado por Purificación Tomás, así como en la clandestinidad en el ámbito de las Juventudes Socialistas, pero algunos veteranos, sobre todo residentes en México, indujeron a que las propias militantes del interior, entre ellas Antonia, la compañera de Enrique Múgica, propusieran su supresión. A esta maniobra de los “mexicanos” contra la renovadora Purificación Tomás5, se unieron los problemas de Carmen García con la dirección de Toulouse, que se negó a que las delegadas al Congreso del PSOE se reunieran por separado, lo que provocó la dimisión de ésta. Tras la disolución de los Grupos Femeninos en el Congreso de 1970, Carmen García entró en la Comisión Ejecutiva del PSOE en 1972 y el primer Congreso celebrado en España, en diciembre de 1976, decidió crear la Comisión sobre la Mujer. En enero de 1977 fue constituida en Madrid la Comisión Federal encabezada por Carlota Bustelo, que procedía de la Agrupación Socialista Universitaria, y Carmen García Bloise. En mayo de 1977 y julio de 1978 la Comisión organizó jornadas sobre Mujer y, en enero de 1978, creó el primer centro de planificación familiar6. Desde diciembre de 1978 editó un boletín y publicó numerosos artículos de concienciación en El Socialista. Además de extender a diversas Agrupaciones y Federaciones provinciales la organización de estas comisiones femeninas, la Comisión Federal se incorporó a la Internacional Socialista Femenina. En el congreso de esta agrupación internacional femenina celebrado en Madrid, la coordinadora federal de Mujer del PSOE y vicepresidenta de la Internacional de Mujeres, que provenía del denominado Frente de Liberación de la Mujer7, Carmen Mestre, presentó una conferencia, debatiendo con la diputada María Izquierdo sobre la relación entre feminismo y democracia8. Por otro lado, la Comisión Mujer y Socialismo colaboró con el equipo jurídico parlamentario socialista para los proyectos de ley sobre divorcio, patria potestad o despenalización del aborto.                                                              5

Testimonio de Luisa Libertad Fernández, 2012. Propuesta de Jornadas de la Comisión Mujer y Socialismo, 16.3. 1979, Archivo del PSOE, Archivos del Movimiento Obrero, Alcalá de Henares. 7 El País, 5.5.1979. 8 El País, 2.6.1981. 6

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Caso aparte fue el feminismo socialista en el seno del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC-PSOE), que obtuvo una pionera aprobación de la discriminación positiva en su Congreso de 1982, organizando también varias Jornadas de la Dona. Ya en 1976 la socialista catalana y periodista, Anna Balletbò, había organizado en Barcelona el Día internacional de la Mujer y, poco después, publicó el libro, La liberación de la mujer: año cero. Otra feminista socialista destacada fue María Aurelia Capmany, que ya en 1966 había publicado La dona a Catalunya y, en 1970, El feminismo ibérico. La Comisión Mujer y Socialismo, dependiente inicialmente de la secretaría federal de Formación, convertida en un grupo federal entre 1979 y 1984, pasó a depender de la secretaría ejecutiva federal de Asuntos Sociales. En esos años, el número de afiliadas al PSOE estaba por debajo del 10 por 100, por lo que las feministas socialistas reclamaron sin éxito una cuota de sobrerrepresentación del 15 por 100. En los años de la transición, además de la Secretaría de Administración y de Organización, desempeñada sucesivamente por Carmen García Bloise, entraron en la Ejecutiva Federal mujeres como María Izquierdo, responsable de asuntos autonómicos, o Elena Flores, coordinadora de Internacional dentro de las responsabilidades de la Secretaría General. De todas formas, la tónica de esos años fue relegar la problemática de la mujer para más adelante9, ocupando un espacio en las políticas sectoriales ya en los años en el poder. La UGT fue, también, pionera en la organización de encuentros sobre la mujer trabajadora desde los inicios de la transición, a través de Matilde Fernández y la que fuera secretaria de Emigración del sindicato desde abril de 1976, Ludivina García. En octubre 1983 fue creado el Instituto de la Mujer, dependiente del Ministerio de Cultura (que en la época de UCD tenía un negociado dedicado a la mujer) y dirigido por Carlota Bustelo. Sin embargo, hasta 1985 no fue constituida la secretaría de Participación de la Mujer, bajo la responsabilidad de Matilde Fernández y luego de Dolores Renau, que en 1990 alcanzó la categoría de secretaría de área con Josefa Pardo. Fue también en los años del PSOE en el poder cuando se constituyó la Federación de Mujeres Progresistas (1987) y fue aprobada una cuota de                                                              9

Testimonio personal de María Izquierdo, 2011. 4 

 

discriminación positiva del 25 por 100 (Congreso de enero de 1988). Después de la presión de las mujeres socialistas, el número de diputadas socialistas creció sustancialmente en la legislatura de 1986-89, aunque no sería hasta años después cuando las mujeres consiguieron que la cuota de representación se aplicara a los puestos privilegiados más que al conjunto de las candidaturas. A partir de entonces, muchas mujeres entraron en la dirección del socialismo español, si bien fuera de los puestos principales. La sindicalista Matilde Fernández fue la primera mujer que participó en los gobiernos de Felipe González, contendiendo también en el año 2000 a la secretaría general del PSOE. A modo de conclusión, se puede decir que la lucha por la participación de la mujer en el seno del socialismo español se cerró en el siglo XX con la normalización de la presencia femenina. A partir del acceso de Rodríguez Zapatero a la secretaría general del PSOE en el año 2000 se estableció la paridad, compitiendo, además, con normalidad las mujeres por los puestos de mayor responsabilidad en el partido a todos los niveles.

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