MUJER Y SEXUALIDAD EN LA CUENTÍSTICA DE ARGUEDAS

May 22, 2017 | Autor: Isabelle Cobo | Categoría: Literature, Jose Maria Arguedas, Latinoamerica, Mujer
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Descripción


MUJER Y SEXUALIDAD EN LA CUENTÍSTICA DE ARGUEDAS
Isabel Cobo, 1325524

La cultura andina, como casi todas las culturas del mundo, guarda gran respeto y veneración al símbolo femenino, que comúnmente representa la vida y la fertilidad en diversas maneras, no sólo en la fecundidad de la madre tierra, sino también en la procreación y cuidados femeninos. Las culturas precolombinas concebían la sexualidad de forma libre y natural, muy diferente a la concepción infundada por los españoles con su conquista, conceptos arraigados en la fe católica tan diferente a las creencias tradicionales del mundo precolombino. "El eje de sus culturas estaba unido al cosmos, la espiritualidad y los acontecimientos naturales, la sexualidad, por tanto, no queda al margen de esta óptica".

En las sociedades de la América precolombina, los símbolos estaban relacionados con la fertilidad. Existe una leyenda aymara sobre la Chasca Kuillur, la estrella de los cabellos ondulados, deidad guardiana de la doncellas y de la primavera que al sacudir su rizada cabellera derrama el rocío que fecunda la tierra. Chasca Kuillur fue para los aymara el planeta Venus, también asociado con la fecundidad de las mujeres. De este modo, cada región contaba con su mitología en la que el rol femenino era tan fundamental como el masculino, se concebía en mundo entre el equilibrio y la igualdad. En la práctica social, si bien la mujer desarrollaba labores diferentes a las de su compañero, ninguno de estos era despreciado ni sobrevalorado, se conservaba el respeto y la convivencia comprensiva.


La brusca entrada colonial, no sólo trajo cambios en las costumbres y modos de vida, consecuentemente logró llegar a la mentalidad tradicional andina, y a pesar de los esfuerzos de quienes buscaron seguir firmes en sus tradiciones, generación tras generación estas visiones de mundo se transformaron para dar cabida a un hibrido entre la visión de la mujer pura de los andinos y la mujer sucia de los colonos. Este hecho se ve claramente reflejado en la literatura de Arguedas, donde ella es burlada, abusada, irrespetada, torturada, sin embargo se intenta rescatar ese pequeño respeto y admiración que en el fondo se le guarda, tan pequeño como lo es el personaje que más lo representa, Santiago, en Amor Mundo; posible alter ego del Arguedas adolescente.
De alguna manera, logramos dilucidar la dicotomía que Arguedas padeció durante su vida, Santiago representa su propia visión del mundo, del amor y la sexualidad; mientras los factores ajenos, como don Antonio y demás "caballeros" recurrentes encarnan la cosmovisión de agentes externos; incluyendo sus traumas infantiles.
"Yo no me acuerdo de mi mamá. Es una de las causas de algunas de mis perturbaciones emocionales y psíquicas.". Arguedas en sus declaraciones públicas, expone algunos de los recuerdos dolorosos de su niñez, en la cual no sólo tuvo que afrontar la muerte de su madre y la distanciamiento de su padre y hermanos; también quedó en manos de su madrastra, quien como en los cuentos de hadas, aparentaba quererlo pero realmente lo abandonaba en la cocina junto a los sirvientes, haciéndolo sentir peor que a estos. Mejor suerte no corrió con su hermanastro, Pablo, icono de temor y perversión para el joven Arguedas, este personaje lo obligó varias veces a presenciar la violación sexual que le infligía a mujeres impotentes ante este, como la ocasión donde la víctima fue una tía suya, que era además una de sus múltiples amantes. La figura de este personaje influirá en su obra literaria, personificando al gamonal abusivo y cruel.

"Voy a hacerles una confesión un poco curiosa: yo soy hechura de mi madrastra. Mi madre murió cuando yo tenía dos años y medio. Mi padre se casó en segundas nupcias con una mujer que tenía tres hijos; yo era el menor y como era muy pequeño me dejó en la casa de mi madrastra, que era dueña de la mitad de un pueblo; tenía mucha servidumbre indígena y el tradicional menosprecio e ignorancia de lo que era un indio, y como a mí me tenía tanto rencor como a los indios, decidió que yo debía vivir con ellos en la cocina, comer y dormir allí."
La representación de la sexualidad en la obra de José María, es fundamentalmente desgarrada, inhumana, atroz, no conlleva gozo mayor que el del poder de parte del hombre, el placer femenino queda relegado, se disfruta con el dolor de ella "Mejor si se queja, Faustino, más gusto al gusto" (el horno viejo). "La mujer en donde quiera, está hecha para que el hombre goce… la mujer es para el goce del mundo… y ella, pobrecita, llora, rabia", Dice don Antonio acerca de la sexualidad, en el cuento homónimo.
Encontramos una sexualidad cargada de culpa, de tormento, de pesares y suciedad, el único encuentro sexual medianamente gozoso o al menos autónomo que hallamos en Amor mundo, aparte de El Ayla, es el de Santiago con Marcelina, mujer libre, desviada de los buenos caminos, desproporcional y enferma. Aún con esta oportunidad de autonomía, a la que recurre por años Santiago, no encuentra placer en el acto sexual, encuentra en Marcelina todo lo contrario de lo que espera de una mujer "Más que la estrella y como la flor amarilla, suave, del sunchu que se desmaya si el dedo pellejudo del hombre sucio la toca". Estas declaraciones de Santiago, no son más que las nociones de Arguedas extrapoladas en su alter ego adolescente: "Para mí la mujer constituyó siempre, y sigue siendo, un ser angelical, la forma más perfecta de la belleza terrena. Hacerla motivo del 'apetito material' constituía un crimen nefando y aún sigo participando no sólo de la creencia sino de la práctica. Sólo el verdadero amor puede dar derecho y purificar suficientemente el acto material."

Para Mario Vargas Llosa: "En estos relatos hacer el amor no es jamás una fiesta en la que una pareja encuentra una forma de plenitud, una acción que enriquece y completa a la mujer y al hombre, sino un impulso gobernado por oscuras fuerzas a las que es difícil desobedecer y que precipitan al que cede a ellas en un pozo de inmundicia física y moral. (...) No resulta difícil averiguar el origen de esta visión torcida del sexo (que, en última instancia, es de raíz cristiana), pues el propio Arguedas lo señaló, al revelar que las escenas exhibicionistas que observa Santiago en 'El horno viejo' fueron fantaseadas a partir de las experiencias que le infligió su hermanastro Pablo Pacheco."
Esto en cuanto su infancia. No podemos olvidar las experiencias adultas de Arguedas, donde sin dejar de esperar esa mujer majestuosa "angelical", contrae matrimonio con una mujer enferma de celos, su paranoia hacia llegar a Arguedas al punto de la desesperación, finalmente le es infiel un par de ocasiones, sin mejores resultados pues su nueva compañera era una mujer moderna, joven y bella, despreocupada, sin prejuicios, y algo indiferente con respecto a las cosas de José María.
La vida amorosa de Arguedas no es menos traumática que su niñez. Para Roland Forgues, su primera esposa representaba, de alguna manera, la imagen de la madre que no había tenido en su infancia; una madre terriblemente pegajosa, posesiva, y celosa de preservar su bien; en una palabra, una madre que le prodigará un amor excesivo que le impedirá acceder normalmente a la vida adulta.

Todas sus vivencias, componen el entramado de escenas violentas y repugnantes que encontramos en esta serie de cuentos. Arguedas logra transmitir tanto la fuerza del acto violento como la fuerza de los ideales del adolescente dulce. El joven que a pesar de lo que ha debido ver y vivir, no abandona la esperanza de encontrar su mujer angelical, y sobre todo no deja atrás el respeto que este ser le infunde. Santiago se encuentra constantemente acosado por una sociedad abusiva y violenta, todos los hombres a su alrededor persiguen a la mujer como un trozo de carne sin más valor ni voz, pienso que las conversaciones y experiencias que el protagonista sostiene a lo largo de los cuatro cuentos, crean una batalla entre sus ideales pero finalmente siempre se decide por los propios. Esto me representa el encuentro cultural entre lo ancestral (Santiago) y la contaminación colonial (demás caballeros), de este modo, el mensaje que Arguedas deja entre sus letras es la prevalencia de lo natural, sagrado y tradicional.



Veronique Miguel
http://suite101.net/article/sexualidad-en-la-cultura-precolombina-a2579#.U4aT2HJ5PPw

Arguedas JM. Testimonio. En: Oquendo A (ed). José María Arguedas: Un mundo de monstruos y de fuego. México: Fondo de Cultura Económica, 1993.
Escuela Nacional Superior de Folklore "José María Arguedas". Arguedas canta y habla (disco compacto). Lima, 2001.

Arguedas JM. Amor mundo y otros cuentos. En: Obras completas, Tomo I. Lima: Editorial Horizonte, 1983.
Vargas Llosa M. La utopía arcaica. José María Arguedas y las ficciones del indigenismo. México: Fondo de Cultura Económica, 1996.




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