Mujer y educacion

June 23, 2017 | Autor: Jaquelinne Dominguez | Categoría: Mujer
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Descripción

Universidad Autónoma de Ciudad Juárez
Lic. Humanidades
Educación y Género
Jaquelinne dominguez
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Mujer y Educación
Educar para la igualdad, educar desde la diferencia

La mujer en la historia y la historia de las mujeres

La mujer siempre ha luchado por una igualdad entre hombres y mujeres, muchas de nuestros derechos se los debemos a nuestras antepasadas feministas, a sus resistencia frente a las burlas, al desprecio, a la hostilidad y a las penas, morales y judiciales, del poder patriarcal; a su valor, a su formidable capacidad de organización y movilización.
"Ya hace 1000 años antes de cristo, la mujer occidental ha estado subordinada legal e ideológicamente al varón" porque el poder patriarcal necesito sus intereses creando y perpetuando el mito de que la débil naturaleza femenina necesitaba de la tutela masculina.

El autor nos habla de cómo la mujer ha sido excluida de la historia y todos los logros obtenidos se le atribuyen al hombre y dejan a la mujer en un papel de exclusivamente de reproductuctoras de la especie. Para la escuela positivista lo importante son los hechos políticos y por lo tanto ignoro al género femenino, que hasta hace poco no podía intervenir en ellos. La escuela marxista, en la que todo viene determinado por el hecho económico, considera al colectivo como el motor de la historia, pero de igual manera excluye a la mujer y deja al hombre como único conocedor del valor económico.

En épocas muy recientes, la familia era una edad productiva fundamental en la que se elaboraban todos los bienes de consumo y de mercado y en la que, mediante la reproducción biológica se aseguraba la fuerza de trabajo, en esta unidad familiar trabajaban todos los miembros, con independencia de su sexo y no había una reparación clara entre trabajo doméstico y el extra doméstico.

Así nos damos cuenta que el machismo siempre ha estado por encima de todo, la mujer siempre está incluida en cualquier ámbito pero tienen a recluirlas en el doméstico que no es tan productivo como el de los hombres.


Orientar para la igualdad, orientar desde la diferencia
A la hora de analizar la organización de la sociedad occidental es fundamental hacerlo, además desde los paradigmas de pensamiento más o menos incorporados a los estudios sociológicos como lo son el análisis de clase, de etnia, etc.) La aportación del paradigma de género se centra en explicar la organización social, incluso por encima de la clase y la étnica. De este modo se le han otorgado a la mujer tareas relacionadas con la familia, mientras que al hombre se les ha educado apara promover esa familia con recursos económicos necesarios para su mantenimiento.

Esta situación se origina a través del sistema "sexo-genero" donde se proyectan unas expectativas y se asignan funciones determinadas a casa persona en función de su sexo, no de sus capacidades. En la actualidad existe la creencia generalizada de que la igualdad de oportunidades entre chicas y chicos ya se ha logrado en el mundo educativo, en la medida que unos y otros se han incorporado por igual a todas las etapas del mismo.
En relación con la formación profesional, la presencia de alumnas y alumnos en las aulas de clases es más equilibrada, sin embargo aún hay profesiones "exclusivas" para cada sexo. Por ejemplo a la mujer se le adjudica con modo, confección, peluquera, estética etc., y al hombre en la electricidad, la madera, ingeniero, etc., profesiones que ocupan de fuerza física.

En la actualidad ya hay libertad para elegir la profesión que más te guste sin importar si es de hombre o de mujeres, no hay que olvidar que la orientación educativa y profesional no consiste en recomendar a la alumna o alumno unos estudios determinados en función de su rendimiento académico y de sus intereses personales. Más allá de todo esto, la labor orientadora debe contribuir a facilitar información y establecer marcos de reflexión y análisis acerca de las propias aptitudes, actitudes, prioridades e intereses, así como es la organización social, laboral y económica del entorno, de modo que cada persona desarrolle estrategias y habilidades para orientarse Y tomar decisiones' diseñando así su proyecto de vida Personal.

El sexismo en los libros de texto

A menudo lo que se hace en las aulas depende no sólo de lo que se enuncia en el currículum escolar y de lo que se escribe en la programación didáctica sino también -y sobre todo- del uso en las clases de unos u otros materiales didácticos (manuales escolares, libros de texto, unidades didácticas, fichas, otros recursos impresos, audiovisuales e informáticos...). El objetivo de los materiales didácticos es servir de ayuda pedagógica al profesorado en sus tareas docentes en las clases y al alumnado en sus tareas de aprendizaje.

La educación escolar constituye una actividad mediante la cual se ejerce una indudable influencia sobre las alumnas y alumnos, esta transmisión escolar exige y promueve generar cambios en las conciencias, en el pensamiento y las conductas de los alumnos. Sin embargo en los libro de texto se puede notar una abundancia de estereotipos sexistas que han habilitado y aun habitan en las páginas donde se hace presente el menosprecio de la mujer y la pervivencia de los estereotipos de cada género.

Blanco García nos presenta una serie de reflexiones sobre los libros de texto donde se hace presente el sexismo el cual se manifiesta en al menos dos aspectos:
En el efecto que se deriva del abuso del masculino genérico como inclusivo y de la escasa presencia de personajes femeninos en los textos escolares de la LOGSE. Por una parte, el masculino genérico se utiliza indistintamente al referirse a hombres y mujeres.
En la caracterización social de los personajes. En efecto, los libros de texto analizados ofrecen unos modelos masculinos y femeninos de identificación tremendamente deudores de los estereotipos tradicionales de género.

Frente a la ocultación y al menosprecio del sexo femenino en el ámbito escolar y social, frente a la asimilación de la cultura femenina por el androcentrismo lingüístico y cultural, frente al olvido y a la tergiversación de las aportaciones de las mujeres al conocimiento, al saber y al progreso de la humanidad en los libros de texto y en otros útiles didácticos, urge volver a pensar sobre el currículum escolar, sobre cómo se seleccionan los contenidos escolares y a qué intereses e ideologías responde esa selección, sobre el modo en que se transmite el conocimiento en las instituciones escolares y sobre el escaso espacio que ocupan en las aulas las culturas y las maneras de entender el mundo de los grupos sociales olvidados y de las mujeres












Bibliografía
González, Ana y Carlos Lomas, (coords.), Mujer y educación. Educar para la igualdad, educar desde la diferencia, España, Editorial Graó, 2009.








González, mujer, Pág. 15
Ibídem, Pag. 184
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