Monografía, enfermedades de la piel 1

January 25, 2018 | Autor: Jorge Gramajo | Categoría: Psychology, Social Psychology, Neuropsychology
Share Embed


Descripción





27

Monografía: Enfermedades de la pielRetos de la interdisciplinariedadEstudiantes:Jorge G. Gramajo Zepeda B12994 Alexander Sánchez Granados B16094 Oscar Ramírez B1 Universidad de Costa RicaSede de Occidente II-2014Monografía: Enfermedades de la pielRetos de la interdisciplinariedadEstudiantes:Jorge G. Gramajo Zepeda B12994 Alexander Sánchez Granados B16094 Oscar Ramírez B1 Universidad de Costa RicaSede de Occidente II-2014


Monografía: Enfermedades de la piel
Retos de la interdisciplinariedad
Estudiantes:
Jorge G. Gramajo Zepeda B12994 Alexander Sánchez Granados B16094 Oscar Ramírez B1
Universidad de Costa Rica
Sede de Occidente II-2014




Monografía: Enfermedades de la piel
Retos de la interdisciplinariedad
Estudiantes:
Jorge G. Gramajo Zepeda B12994 Alexander Sánchez Granados B16094 Oscar Ramírez B1
Universidad de Costa Rica
Sede de Occidente II-2014



Índice



Índice…………………………………………………..1
Introducción……………………………………………2
Estado de la Cuestión…………………………………..3
Realidades de la vivencia e intervención del trastorno
Psicoficiológico: ejemplos desde tres perspectivas…...10
Entrevista al Médico…………………………………..10
Entrevista a la psicóloga……………………………….13
Entrevista a la paciente…………………………………14
Retos y propuestas para la intervención interdisci-
plinaria del trastorno psicoficiológico………………….15
Interdisciplinariedad……………………………………15
Papel de la psicología en las enfermedades de la piel….18
Afrontamiento………………………………………….20
Reflexiones finales……………………………………..20
Bibliografía……………………………………………..22









Introducción
Esta monografía, aborda específicamente el tema de las enfermedades dermatológicas, haciendo especial énfasis en el trabajo interdisciplinario que se efectúa para tratar a los individuos que presentan alguno de los múltiples padecimientos de la piel.
Con la finalidad de alcanzar el objetivo antes referido, se efectuó en primera instancia una exhaustiva exploración bibliográfica, misma que permite establecer el estado de la cuestión, y esta a su vez provee el andamiaje necesario para ejecutar entrevistas abiertas y semiestructurada, que faciliten la perspectiva de profesionales en el área de salud física y mental, así como de personas que han desarrollado alguno de los padecimientos dermatológicos encontrados en la bibliografía.
Posteriormente, se efectúa una integración por categorías de la información obtenida, se contrasta las posiciones profesionales y de pacientes, así como la perspectiva teórica. Esta situación, da paso a la integración de los principales resultados encontrados, necesidades, aplicaciones de técnicas, retos, y sobre todo, se destaca la importancia del trabajo interdisciplinario para un tratamiento integral al paciente.
Concretamente, se realizaron tres entrevistas, con un médico especialista en dermatología, con una psicóloga que tiene experiencias con esta población, y finalmente se entrevistó a una señora que padece vitiligo.
Estas entrevistas, fundamentan las opiniones, conclusiones y recomendaciones que se aportan a lo largo del trabajo. Y por otro lado, permiten resaltar la realidad de las experiencias que viven estas personas en su devenir cotidiano, situación indispensable de conocer para poder insertarse en una posición desde la cual sea posible contribuir con los conocimientos de la psicología.





Estado de la cuestión
La piel es el órgano más grande y el de mayor peso del cuerpo humano; es la frontera del organismo con el medio externo, y su función primordial es la de adaptar y conectar al individuo con el exterior; es uno de los órganos más importantes del ser humano y cumple con varias funciones tales como la protección del organismo, la regulación de la temperatura corporal, controlar las sensaciones, la homeostasis (previene la pérdida excesiva del agua corporal) y facilita la síntesis de vitamina D (Gasco, Buesa, Labat, Lujan, Zaborras e Higueras, 2004).
Al igual que otros órganos, la piel está formada por estructuras celulares interdependientes que forman parte del plano funcional de la misma; las enfermedades de la piel afectan a una gran parte de la población, por lo que los casos que se presentan con más frecuencia es el de personas que reciben trasplantes de órganos, personas con leucemia o con SIDA; de igual manera, la exposición solar es un riesgo para otras patologías cutáneas porque produce mutación y daño del ADN del gen supresor de tumores p53 (Cerdas, 2014).
Las personas en edad avanzada son una población que presenta problemas en la piel de forma más frecuente que otros grupos etarios, pero en este caso sucede por deterioro celular cutáneo intrínseco. También se muestra la prevalencia en esas edades de enfermedades sistémicas como la diabetes, insuficiencia vascular y diversos síndromes neurológicos, enfermedades que también pueden incidir en la presencia de patologías en la piel (Yaar y Gilchrest, 2009).
Otro grupo etario que se ve afectado por problemas cutáneos son los niños; en este caso, de acuerdo a estudios realizados, los problemas más consultados son por dermatitis atópica, acné comedónico, verruga vulgar, molusco contagioso, escabiosis, vitíligo, pitiriasis alba, prurigo, dermatitis ceborreica, onicocriptosis y dermatitis de contactos, afectando patologías específicas que se presentaron en mayor número por rango de edad (lactantes menores, lactantes mayores, pre-escolares, escolares y adolescentes); resultados que coinciden con otros estudios realizados (Roye, Meléndez, Ruiz, Gamboa y Morantes, 2006).
La cantidad de pacientes (niños y adolescentes) que consultan problemas de la piel es muy alta en muchos países. De acuerdo a Roye et al (2006), en muchas ciudades este tipo de consultas cubren la tercera parte de los pacientes de esta población, en otros llega hasta el 40%, y en determinados centros de salud se alcanza hasta un 60% de este tipo de consultas; esto permite tener una idea de la necesidad de especialistas por grupos etarios para atender a estas poblaciones.
El sistema tegumentario es la superficie cutánea (la piel) pero incluye también el pelo, las uñas y las glándulas sudoríparas (Guyton y Hall, 2011). La dermatología por su parte, es la ciencia que se encarga del cuidado y tratamiento de la piel, abarcando el sistema tegumentario en su totalidad (Solano, 2012). El tratamiento se establece según el área comprometida (extensión del área afectada), los tipos de lesiones, la localización de éstas, las comorbilidades y el establecimiento de la terapia que puede ser a corto o largo plazo (Manzur y Tamayo, 2012).
A la fecha, la cantidad de enfermedades de la piel que se presentan en los consultorios médicos son muchos; Solanas (2013) explica por ejemplo, que desde principios del siglo XX, se han descrito más de 150 síndromes dermatológicos; hay que recordar además de que a partir de la década de 1980 se empieza a hablar de la enfermedad de Kaposi, descubriéndose más adelante el VIH como virus responsable de este problema. Por otra parte, el conocimiento de la fotobiología permite descubrir que existen varios fototipos cutáneos con una propensidad a desarrollar tumores en la piel con mayor o menor frecuencia.
Cuando se trabaja con enfermedades de la piel es necesario reconocer que dependiendo de la enfermedad, las alteraciones cutáneas pueden variar. Por ejemplo, en el caso de la psoriasis, se trata de áreas rosadas o rojas en la piel, cubiertas por manchas blancas escamosas, ronchas en el cuero cabelludo, codos, rodillas y espalda (Vinaccia, 2008. pp 18). La rosácea fulminante se distingue por erupción repentina de pápulas, pseudoquistes en la cara y pústulas congruentes (Simentral, 2008). En el lupus eritematoso; las manifestaciones más frecuentes son: úlceras orales y eritema malar; con frecuencias menores lesiones discoides y lesiones subcutáneas (Velásquez, Anaya y Rodríguez, 2011. pp 360). Estos son algunos ejemplos que permiten conocer la variedad de manifestaciones que tienen las enfermedades dérmicas, las cuales pueden alterar el estilo de vida de los pacientes que las padecen, tanto en su desarrollo social, como en las actividades que pueda desempeñar.
Así como se han descrito varios síndromes de la piel, también han avanzado las diferentes intervenciones terapéuticas y tratamientos; tal el caso de la penicilina que ha sido muy importante para el tratamiento de la sífilis, o el uso de sulfonas para la lepra, el desarrollo de distintas clases de antibióticos, antifúngicos, antivíricos, antihistamínicos, la aparición de nuevos retinoides, de nuevos antiinflamatorios y de inmunomoduladores, además de agentes antiproliferativos y antiangiogénicos. Todos estos avances le han permitido a los profesionales en dermatología conseguir un cambio extraordinario y obtener los medios de los que carecía para afrontar con éxito el tratamiento de la multiplicidad de problemas que se le plantean (Solanas, 2013); pero, ¿son esos problemas interés profesional única y exclusivamente de las/los dermatólogos?; la respuesta a esta pregunta es no; son varias las disciplinas profesionales que están interesadas en el tratamiento de las enfermedades de la piel.
Al ser la piel el órgano más visible, su apariencia y los síntomas que presenta, provee importantes indicios no solo de enfermedades de la piel sino que indica enfermedades en otros órganos como el hígado, el sistema nervioso, etc. Esto permite concluir el porqué de la necesidad de otros profesionales; incluyendo al servicio de enfermería que juega un rol muy importante dentro del sistema hospitalario al proveer al paciente con una herramienta fundamental para su cuidado; se trata de la educación, la cual los/las enfermeros(as) aplican en múltiples intervenciones, promoviendo el interés de los/las familiares y del/de la propio(a) paciente para que conozca acerca de su enfermedad y ayudando a que se tome conciencia de la importancia del autocuidado; de esta manera se logra independencia en el/la paciente, y el apoyo por parte de familiares, especialmente en la parte afectiva (Solano, 2012).
Solanas (2013) realiza una investigación observacional sobre una cohorte de 482 pacientes durante el período de un año; estos pacientes eran ingresos a un hospital en donde fueron referidos durante su internamiento al profesional en dermatología; se les dio de alta a la mayoría de ellos, pero a 56 se les dio seguimiento con el dermatólogo, y 53 pacientes fueron referidos de forma dividida a catorce especialidades en consulta externa. Por su parte, Swen (2008) realiza un estudio en donde se pone en práctica una interdisciplinariedad dinámica en pacientes con dermatitis ocupacional, contando con profesionales en dermatología, profesionales de salud ocupacional, educadores, psicólogos y otros investigadores.
La psicología es otra disciplina que juega un papel muy importante en el tratamiento de pacientes con patologías cutáneas; esto se debe, entre otros motivos, a que estas enfermedades no requieren mucha severidad para producir secuelas psicosociales importantes. Se han registrado síntomas de ansiedad, estrés y depresión en trastornos como alopecia areata, psoriasis y diversos tipos de dermatitis. Además, algunos autores llegan a considerar que los trastornos psicológicos y sociales que experimentan los pacientes de dermatitis atópica (DA) son comparables a los que afrontan los pacientes con diabetes tipo 2 y los pacientes con hipertensión (Hernández, Hernández, Ruiz, Rodríguez y Betancor, 2008).
Respecto a la calidad de vida de los pacientes con enfermedades cutáneas, se puede señalar una variedad de aspectos debido a las implicaciones que cada paciente debe enfrentar. El padecimiento de patologías de la piel tiene influencia en elementos como las relaciones sociales, el estado psicológico de las personas, actividades laborales, financieras, y de pareja (Panzarelli, 2008. pp 3). En un estudio realizado por Hernández-Fernaud, Hernandez y Ruiz (2008) se indagó acerca de las implicaciones que tienen las enfermedades dermatológicas en la calidad de vida de 299 pacientes. Se concluyó que las enfermedades cutáneas leves afectan la calidad de vida de las personas.
El estrés emocional puede contribuir a la gravedad de los brotes de enfermedades de la piel. Además, los pacientes con dermatitis atópica con frecuencia se sienten frustrados y esto puede desencadenar la presencia de sentimientos de tristeza o ansiedad, razón por la cual, si existen este tipo de indicios, pueden requerir ayuda o terapia psicológica para contribuir a la modificación de la conducta frente a los síntomas patológicos (Escribano y Duelo, 2009).
Hallazgos científicos demuestran esa implicación del estrés en distintas patologías cutáneas; a través de la aplicación de pruebas como Conflicto-estrés, Escala somática del estrés y Cuestionario de salud general de Golderg, se realizaron estudios que concluyen que hubo una relación significativa en la presencia de estrés y la tendencia a padecer una enfermedad dermatológica, donde elementos como la educación, el nivel socioeconómico y el apoyo familiar, muestran una incidencia importante en las personas (Rodríguez y Armirall, 2003).
En otra investigación se indagó acerca de aspectos de la personalidad que pudieran favorecer el desarrollo de la psoriasis; entre las características más relevantes se destacaron la predisposición a favorecer comentarios de otras personas, disminución de la orientación a metas personales y dificultad para tomar iniciativa (Brufau, Corbalán, Ramírez, 2010. pp 337). En otra investigación se pudo demostrar que algunas personas que padecen dermatosis atópica, evidenciaron una tendencia a tener dificultad para socializar y desarrollan una estructura de personalidad ansiosa; esto se debe al control que deben realizar por su sistema de alimentación y atención corporal; estos individuos muestran hipersensibilidad a consumir ciertos alimentos como la leche, carne, chocolate, nueces, colorantes y gaseosas (Salamanca, 2011. pp 55).
En este contexto, evidentemente el aporte del profesional en psicología estriba en primera instancia, en realizar un trabajo de contención a los pacientes que ya se encuentran experimentando estas situaciones. Esta posición, coincide con lo propuesto por Hernández et al (2008), quienes señalan que en la práctica clínica psicológica y dermatológica es necesario prestar atención al impacto de este tipo de alteraciones, especialmente cuando realmente existe un impacto psicológico y psicosocial importante.
El estrés psicosocial afecta a la disponibilidad de neurotransmisores y neuropéptidos, muchos de ellos comunes para la piel y el sistema nervioso central por el idéntico origen ectodérmico de ambas estructuras. En este sentido, surge una variable más, control de estrés, un trabajo característicamente ejecutado por la psicología. Se sugiere por tanto, no culpabilizar a los pacientes y escucharlos con atención para facilitarles un buen apoyo psicológico. Además; al ser la influencia del estrés muy probable, será conveniente la instauración de una terapia psicológica o psiquiátrica, sobre todo en aquellos pacientes resistentes a los tratamientos habituales que de una u otra forma hayan presentado un estrés con anterioridad a la aparición de un empeoramiento (Bonías, 2009).
La recomendación anterior, de iniciar un proceso terapéutico encauzado a la escucha como herramienta de apoyo, así como a la desculpabilización, según Bonías (2009), se fundamenta especialmente en que estos pacientes poseen perturbaciones en una serie de elementos y factores que median en la calidad de vida, mismos que engloban desde factores físicos, impacto psicológico y social, repercusiones sexuales y repercusiones laborales.
Se evidencia de esta manera que el papel de los profesionales en psicología no es un papel aislado, por el contrario, se enmarca en un enfoque multidisciplinario en el cual se asiste al paciente en constante comunicación y colaboración con otros profesionales de otras áreas. Por ejemplo Cañete y Puig (2014), señalan que existen ya varias unidades pioneras en Estados Unidos, que abordan de forma multidisciplinaria la psoriasis y que, además de dermatólogos y reumatólogos, incluyen psiquiatras y psicólogos. La unidad está en estrecho contacto también con gastroenterólogos, cardiólogos, oftalmólogos y endocrinólogos.
En el contexto de este tipo de unidades, se realizan actividades clínicas, específicamente asistencia al paciente ingresado y ambulatorio, actividades formativas y algunas conferencias, labores en las que los profesionales en la rama de la psicología asumen un papel destacado; especialmente, tal y como se señaló en párrafos anteriores, apoyando a los pacientes con enfermedades de la piel, en las áreas en que más perturbación se observa (Cañete y Puig, 2014).
Por otro lado, otro aspecto que aborda el profesional en psicología es la adherencia al tratamiento; se señala aquí un elemento particular con las personas que padecen una enfermedad dermatológica, pues se ha evidenciado que la mayoría de los pacientes han abandonado el tratamiento o lo utilizan en menos cantidad de lo necesario. Peralta y Carbajal (2008, pp85) mencionan que existen cuatro elementos que influyen en la posibilidad de que exista o no, adherencia al tratamiento.
La relación médico-paciente: la buena relación con el médico tratante, la buena comunicación y la confianza que el paciente desarrolle sobre el medico va a dar beneficios en la posibilidad de que exista adherencia al tratamiento.
Relación paciente con el entorno: en este aspecto resaltan las creencias de cada paciente, su entorno emocional afectivo, su rol social, la evaluación de su enfermedad y el apoyo familiar, entre otros.
La enfermedad: distintos estudios han evidenciado que a medida que la enfermedad se hace más crónica, el cumplimiento del tratamiento disminuye. Cuando la vida del paciente se encuentra en riesgo, se evidencia mayor agudeza para adherirse al tratamiento.
La terapia: cuando las terapias son cortas y sencillas de seguir, es más probable que el paciente decida adherirse al tratamiento.
Otra disciplina que se preocupa por el estudio y el tratamiento de los problemas dermatológicos que son causados por la influencia de factores psicológicos, es la psicodermatología. La conexión que existe con el sistema nervioso hace que la piel sea altamente sensible a las emociones, independientemente de la conciencia. De igual manera, la piel muchas veces expresa los sentimientos de los individuos, aun cuando éstos no estén conscientes de ello; es por esto que para la psicodermatología, cuando se habla de problemas de la piel, se debe considerar al ser humano de forma integral, pues factores sociales, biológicos y psicológicos están constantemente interactuando (Silva, Zogbi, Fleck y Campio, 2005).
Las enfermedades psicodermatológicas son condiciones que envuelven una interacción mente-cuerpo; algunos autores dividen los trastornos dermatológicos en tres grupos: trastornos psicofisiológicos, trastornos psiquiátricos primarios y trastornos psiquiátricos secundarios. La conexión psique-piel involucra todos los elementos subjetivos presentes en nuestra personalidad, tales como emociones, sentimientos, fantasías y agresión (Silva et al, 2005).
Para los dermatólogos, las "lesiones elementales" (primarias o secundarias) son necesarias para describir morfológicamente cualquier dermatosis; éstas son la base esencial para una adecuada aproximación diagnóstica. Sin embargo, en Costa Rica no existe una unificación de criterios que permita la descripción unánime de dichas lesiones (Sánchez, Quesada y Cedeño, 2010).
Por otro lado, como parte del tratamiento de las enfermedades cutáneas que se efectúa en Costa Rica, destaca especialmente que desde hace 41 años y hasta la actualidad, se realizan en el hospital México sesiones dermatológicas semanales junto con el grupo de patología, lo cual ha logrado consolidar la discusión académica y en forma colegiada de los problemas de diagnóstico o de tratamiento de los pacientes. Esta iniciativa, fue impulsada por el doctor Jaramillo Antillón, quien se integró en el año 1970 a esta institución médica.

Realidades de la vivencia e intervención del trastorno psicofisiológico:
ejemplos desde tres perspectivas.
Entrevista al dermatólogo:
En este apartado, se describirán las vivencias y experiencias que compartieron los entrevistados, esto con el fin de integrar estas perspectivas y obtener un marco general de la situación actual en relación a las enfermedades de la piel. Los aportes para este trabajo provienen de tres personas: un Dermatólogo, un psicólogo y una persona que padece Vitíligo; todos del distrito central de San Ramón de Alajuela, bien sea porque laboran o porque viven en dicho lugar.
En primera instancia, referiremos lo notificado por el médico, especialista en dermatología, quien señaló que a su consulta acuden en promedio 4 pacientes por hora, "más o menos entre 26 y 30 por día". Estos pacientes acuden referidos en su mayoría por profesionales en medicina general, y en proporciones, las especialidades que más le refieren pacientes son reumatología y medicina interna.
Además, este especialista señaló que muchos pacientes, provienen de medicina interna, puesto que
"Mucho de lo que presentan ellos son complicaciones de otro tipo de enfermedades, como tener eventos cerebro-vasculares, que puede generar que el paciente quede encamado, especialmente hay riesgo pues de que les dé úlceras, infecciones a nivel del área del pañal, muchas veces han aparecido con complicaciones de enfermedades crónicas como la diabetes, que tiene complicaciones en las úlceras de los pies, se quedan internados, entonces, con bastante frecuencia hay pacientes internados por otros motivos, con enfermedades dermatológicas o alguna patología, ya sea complicación de la misma enfermedad o una patología asociada" (Entrevista realizada al dermatólogo).
Por otra parte, afirmó que las patologías más comunes en su consultorio son "procesos alérgicos como la dermatitis atópica o la dermatitis por contacto a nivel de las manos y los pies; lesiones fúngicas como onicomicosis u hongos en las uñas"; además, señaló que los tumores de piel, se están presentando con mucha frecuencia.
El dermatólogo asevera que el grupo etario más representativo en su consulta, es el de los adultos mayores, presentando mayoritariamente procesos alérgicos y lesiones tumorales.
Por otra parte, en la entrevista se consultó sobre el trabajo interdisciplinario, a lo cual el especialista comentó que las especialidades con las que más trabaja son alergología y reumatología, áreas que colaboran para resolver complicaciones en conjunto. Además, indicó que refiere pacientes al área de psicología, especialmente aquellos que
"tienen enfermedades que son desfigurantes, o que tienen algún proceso o un riesgo alto de presentar alguna complicación, lesiones tumorales como el melanoma, que tienen alta capacidad de metástasis -generar cáncer a otros órganos-. Son pacientes que tienen que tener un cierto abordaje psicológico para que les ayude a manejar la posibilidad de que tengan una enfermedad avanzada, que sea terminal o que no tenga cura en ese momento" (entrevista realizada al dermatólogo).
Agregó que es difícil enviar pacientes a psiquiatría, puesto que cuando los remite es porque poseen otras cuestiones, que no necesariamente se relacionan con las enfermedades de la piel.
En relación a la afectación social que provocan las patologías dermatológicas, este especialista comentó que "hay enfermedades como la psoriasis y el vitíligo, que generan una disfunción social muy importante, especialmente porque se ve las lesiones en la piel y eso le genera una seria limitación psicofuncional -llamémosle así-; se siente afectado y eso le genera un trastorno en las actividades diarias".
Seguidamente el doctor se refirió a las neurodermatitis, las cuales definió como un grupo de enfermedades que se reflejan en la piel; afirmó que este proceso se da como consecuencia de síntomas depresivos o en personas que han estado en períodos grandes de estrés. El entrevistado explicó que hay enfermedades como la dermatitis seborreica, que tienen una aparición directa con problemas de estrés, problemas económicos, muertes familiares. El vitíligo también es una de estas enfermedades; por lo que uno de los desencadenantes más importantes son problemas psicológicos o pérdidas familiares que pueden generar una respuesta psicológica muy aberrante, y que puede desencadenar o abrirse en ese tipo de enfermedades que pueden generar esos problemas.
Finalmente, se abordó el tema de la multidiciplinariedad en el trabajo con pacientes que han desarrollado estas patologías. Señaló que este tipo de intervenciones son muy importantes, puesto que considera que la mayoría de los pacientes van a tener varias cosas. El entrevistado expresó que es importante tener un contacto con el personal de psicología o psiquiatría en caso de que el paciente tenga una afección muy importante en sus actividades diarias; o tener una relación con especialidades que tengan relación con enfermedades de la piel, como reumatología o alergología.
El médico hizo énfasis en que sí es importante tener un control interdisciplinario; inclusive agregó que algunos centros hospitalarios hacen sesiones clínicas en donde se unen varias especialidades para discutir cómo manejar ciertos pacientes, qué hacer con ellos. Como ejemplo mencionó a la clínica del melanoma, en el Hospital Calderón Guardia o en el Hospital San Juan de Dios, ellos tienen un equipo muy amplio de especialidades en donde se cuenta con "psicología, trabajo social, el cirujano oncólogo, el radiólogo, el dermatólogo, el cirujano general; ellos se reúnen una vez al mes y discuten casos complicados, tienen que avanzar con ciertos pacientes, si ocupan o no algún otro tratamiento, algún otro lugar; entonces la parte interdisciplinaria me parece que sí hay que tener un equipo por lo menos".
Por otro lado, el médico entrevistado reflejó que si bien la caja no presenta restricciones para referir pacientes a otras especialidades, si es difícil puesto que todas las áreas están saturadas, y es complicado saber cuándo serán atendidos. Agrega que su especialidad es una de las más saturadas, es la que más referencias ha recibido durante este año.
Entrevista a la psicóloga:
Por otra parte, se realizó una entrevista a una psicóloga, dicha profesional tiene experiencia en atención terapéutica a pacientes que han desarrollado diversas enfermedades de la piel. En este sentido, señala que los pacientes que recibe generalmente son referidos por un médico; este profesional los refiere posterior a una evaluación y medicación, si esto no genera resultados satisfactorios, los refiere para abordar la causa de la patología desde la psicología, o bien descartar esta posibilidad.
En esta misma línea, apunta al estrés y la ansiedad como principales responsables de la aparición de las patologías dermatológicas. Además, explica que "obviamente yo no quiero decir, que todos los que tienen problemas de piel tienen que ver con la parte psicológica, obviamente tiene que ver la parte médica", y agrega que "todo tiene un desencadenante psicológico, todo tiene un porqué y el paciente lo que hace es externar lo que mentalmente le está sucediendo".
Afirma que los trastornos dermatológicos que tienen como base un componente psicológico, están mayoritariamente provocados por la ansiedad de la cotidianidad de los pacientes. En este sentido, incluye "todo, desde el trabajo, la casa, los hijos, la familia, la parte económica, cuanto estamos bien o estamos mal". Seguidamente exteriorizó que cuando atiende un paciente cuya patología es severa, lo refiere a un médico especialista para su valoración, y que de ser necesario sea medicado.
Respecto a la afectación social que provocan las enfermedades de la piel, señaló que "hay casos extremos donde el brote es realmente muy fuerte, donde el paciente no puede trabajar del todo o no quiere trabajar, por cuestiones de autoestima de cómo se siente, de cómo es tratado en el medio en donde se desarrolle". En relación a las principales técnicas psicoterapéuticas que se emplean para afrontar estas enfermedades, explicó que utiliza "muchas tareas para la casa, principalmente actividades que le mejoren el autoestima, psicoeducación, trabajo social", haciendo especial énfasis en lo "meramente cognitivo conductual".
Por otra parte, explica que en general no tiene muchos problemas con el tema de la adherencia al tratamiento, puesto que "en general son pacientes que cuando llegan a terapia es porque realmente quieren solucionar el problema y entonces el psicólogo les ayuda en esa parte". Se apegan a la medicación prescrita por el médico.
Finalmente, se refirió a la importancia del trabajo interdiciplinario, especialmente entre psicólogos y médicos; "Por mas terapia que yo le dé si no existe la parte médica, pues obviamente no se va a dar el resultado positivo"; y viceversa, señala que si "el médico se da cuenta que la raíz del problema dermatológico viene siendo psicológico, por más que lo medique y le mande y le mande pastillas no lo va a poder sacar adelante, porque mentalmente va a seguir igual con el mismo problema".
Por último, recomienda a los profesionales en psicología ser abiertos y humildes, "no pretender saberlo todo". Afirma que tanto las cuestiones psicológicas conllevan impacto en lo fisiológico, como lo fisiológico en lo psicológico. En este sentido, dice que se debe poseer buen conocimiento de los alcances y limitaciones de la intervención, y referir al profesional correspondiente.
Entrevista a la paciente:
Como parte de las entrevistas realizadas, también se obtuvo las opiniones de una persona que posee una enfermedad dermatológica. En este sentido, resulta conveniente contrastar la vivencia de una persona que convive con este tipo de patologías y la de profesionales que se dedican a trabajar en esta área.
La persona entrevistada padece Vitíligo o melancolía. Inicia relatando que la enfermedad se la diagnosticaron cuando ella tenía 30 años de edad (actualmente tiene 55 años). El padecimiento inició con algunas manchas en la piel; el tratamiento que le aplicaban consistía en quemarle las manchas con láser, esto se daba al inicio de la enfermedad.
Señala como desencadenante del vitíligo la muerte repentina de un hermano. Además, no tiene antecedentes familiares con este padecimiento; y el médico le explicó que la enfermedad no es contagiosa, que no es hereditaria y que no tiene cura. Posterior al diagnóstico por un tiempo disminuyó la afectación, un par de años después adquirió una plaza como docente en Horquetas de Sarapiquí, y el proceso de alejarse de su familia avivó nuevamente la enfermedad.
Durante esta recaída, algunos médicos del hospital calderón guardia la trataron con pastillas de melanina, sin embargo "hay que tener cuidado con la melanina, porque hay que tomarse las pastillas y no asolearse, porque si no la piel se quema […] el médico me decía, no piense en eso, eso no es contagioso. Bueno, usted sabe cómo es la gente, se queda viéndolo a uno, le preguntan ¿qué le pasó?, ¿usted por qué tiene eso?
De nuevo la enfermedad remite, "resulta que yo estaba bien, pero me nació la chiquita con parálisis cerebral […] Eso para mí, Diay, me volvió otra vez". La paciente hace énfasis a los eventos problemáticos que desencadenaron las crisis: "otra vez el doctor me dijo, no sufra, no piense usted en eso. Entonces yo de pensar en ella, yo me fui componiendo, yo estaba bien, pero se me murió mi papá. Entonces si han sido muchas cosas, y la enfermedad regresa".
Cuando se le preguntó si considera que la enfermedad no le ha afectado en su vida personal, la paciente explica: "Diay, yo creo que no, porque no tengo problemas, mis hijas me aceptan así; allá lo que piense la gente".
Por otra parte, señala que no ha recibido mayor información sobre el padecimiento. "Bueno, acá el dermatólogo me estuvo atendiendo y me dijo que eso no tiene cura, que vea que mucha gente la ha padecido, como Daniel Oduber, y así, gente de plata. De allí nada más, una muchacha habló conmigo, y me dijo que en Cuba habían algunos médicos que lo curaban, pero nada más". Hacia el final de la entrevista la paciente expresa su deseo por saber más, específicamente dice que se les debería dar más información, sobre todo en la parte de avances de la enfermedad, pues la esperanza de una cura la ha mantenido todo el tiempo.
Indicó que actualmente no sigue ningún control médico, "el doctor Pereira me dio de alta", situación que sucedió hace aproximadamente un año. Antes de eso, si mantenía consultas de rutina. No ha recibido consulta con otros profesionales, solamente con el dermatólogo. Aunque considera que recibir consulta psicológica sería provechoso para las personas que tienen este padecimiento, puesto que "el psicólogo le da consejos a uno, por lo que la gente habla. A veces uno se estresa mucho, qué dirá la gente de mí. Tal vez le da un poquito de vergüenza salir… Tal vez un psicólogo lo alinea un poquito".
Desconoce la psicodermatología, tan poco ha realizado consulta con otros profesionales, ni se ha visto en la necesidad de hacerlo, solamente con el dermatólogo. Cree que el trabajo efectuado por este profesional es bueno, aunque al finalizar la entrevista critica a los médicos de La Caja, por el trato que en ocasiones dan a los pacientes, con comentarios como uno que un médico le hizo a ella: "de por sí usted está muy vieja, ya para qué?".
Finalmente, señala que tal vez uno de los retos a los que se enfrenta una persona con vitíligo es tener más información sobre la enfermedad, sobre las implicaciones y sobre los avances en medicina.
Retos y propuestas para la intervención interdisciplinaria
del trastorno psicofisiológico
Interdisciplinariedad:
Una de las principales categorías a destacar en esta monografía, es la interdisciplinaridad. De hecho, esta categoría personifica el tema central del trabajo. En este orden, es necesario resaltar que si bien se obtuvieron entrevistas con dos profesionales, uno de psicología y otro de dermatología, las disciplinas que pueden intervenir en el tratamiento de las patologías cutáneas, son múltiples según la bibliografía consultada y aludida en el estado de la cuestión de este trabajo.
El trabajo interdisciplinario es una base fundamental para el éxito de las intervenciones de los trastornos que afectan la piel humana (Cubitt, Khan, Royston, Middleton y Budny, 2013); así lo señalan tanto los aportes teóricos como las opiniones de los profesionales consultados y de la paciente. Actualmente, y según las declaraciones obtenidas, las áreas profesionales que más interactúan son lógicamente dermatología, psicología, reumatología, alergología y en menor medida psiquiatría. Resalta que tanto los profesionales como la paciente, destacan la importancia de una intervención psicológica para abordar de manera integral los trastornos dermatológicos (Swen, 2008).
En esta línea, es preciso destacar la coincidencia evidenciada; la cual se refiere específicamente a la afectación social que casi siempre se liga a las enfermedades cutáneas. Estas son en términos generales el principal foco de intervención de la psicología (más no el único), puesto que desde una visión biopsicosocial, esta disciplina cuenta con múltiples herramientas que pueden ser facilitadas o potenciadas en el paciente, para adquirir nuevas perspectivas ante los comentarios, acciones y estructuras sociales.
Por otra parte, otro de los focos interventivos de la psicología, surge como parte del control de los factores causantes de las patologías dérmicas. En este sentido, los entrevistados coinciden una vez más, al señalar como principales detonadores de estas enfermedades el estrés y la ansiedad, agentes ocasionados por los diversos constituyentes de la cotidianidad de los individuos. Evidentemente estos agentes, son adjudicados al dominio de la ciencia psicológica, y por ende, aspectos que pueden ser trabajados, buscando su disminución o extinción, lo cual estrecharía el margen de desarrollo de las enfermedades de la piel, puesto que los componentes meramente médicos no se pueden invisibilizar; de allí que la comunicación entre profesionales de diversas áreas de conocimiento sea indispensable.
El concepto de comunicación, es la columna vertebral del trabajo interdisciplinario, y no solo se trata de comunicación profesional, sino que la importancia de esta estriba en incluir al paciente, protagonista central del drama que implica haber desarrollado una patología de la piel; esto significa que mientras los profesionales adquieren conocimientos cruzados, derivados de los diagnósticos de otros expertos, el individuo enfermo debe ser integrado en esta dinámica, dado que la exclusión solo generaría más elementos susceptibles de reproducir el círculo generador de factores de riesgo.
Naturalmente, si existe comunicación activa entre diferentes profesionales, se proveerá al paciente de una atención acorde a sus necesidades, y de esto se desprende mejores resultados. Si bien los entrevistados refieren la importancia de la interdisciplinariedad, la realidad es que actualmente existen carencias en los sistemas de salud que impiden esta fluidez deseada, limitando así el campo de acción de la ciencia combinada, lo cual impacta negativamente en el bienestar de los usuarios de dichos sistemas.
Otro elemento que entorpece la interdisciplinariedad en el sistema de salud costarricense, son los mecanismos de trabajo de los sistemas públicos de salud, así como la carencia de recursos profesionales y éticos; estas dificultades minimizan el aporte que puede ofrecer las demás especialidades, y de igual forma, dificulta el abordaje apropiado de la disciplina anfitriona. Es necesaria una descentralización de los servicios profesionales de salud, pues el médico entrevistado habla de equipos de trabajo formados por varios profesionales en los hospitales nacionales de la capital del país; sin embargo, al mismo tiempo habla de la carencia de profesionales en el hospital de San Ramón, lo que denota una falta por parte del sistema nacional de salud.
Papel de la psicología en las enfermedades de la piel:
Como elemento fundamental para comprender las implicaciones que tiene un individuo ante una enfermedad, en este caso dermatológica, es necesario recordar que todo sujeto es biopsicosocial. Es decir es tanto un organismo con un desarrollo emocional, envuelto en un contexto social que promueve o inhibe que este tenga ciertas conductas.
Tomando en cuenta los tres puntos de vista expuestos en el apartado anterior, es decir, el de la psicóloga, el del médico y el del paciente, se puede evidenciar que las enfermedades dermatológicas no solo afectan fisiológicamente, sino que también afectan la salud psíquica. La psicóloga consultada menciona que ''la ansiedad y el estrés son el principal desencadenante''. Para apoyar la opinión de la psicóloga, López (2013) menciona que "la participación de factores emocionales - como el estrés - juegan un papel relevante en el desencadenamiento. La presencia de estas lesiones puede llevar a una disminución de la autoestima, afectando las áreas psicosociales e incidiendo en la calidad de vida".
Posteriormente, al cuestionar a la entrevistada acerca del porqué se desencadena la ansiedad en estos pacientes, explica que es "por el diario vivir de esas personas, es decir desde el trabajo, la casa, los hijos, la familia, la parte económica, cuanto estamos bien o estamos mal", por su parte el médico destaca que "hay un gran grupo de enfermedades que se llaman las neurodermatitis, que son un grupo de enfermedades que se reflejan en la piel; personas en que se da ese proceso bien sea, por síntomas depresivos o personas que se ha dado por períodos grandes de estrés". Pérez (2007) menciona que entre los factores desencadenantes del vitíligo y otras enfermedades cutáneas se encuentran estrés, las emociones fuertes, los conflictos familiares, laborales, entre otras, posibles desencadenantes.
El medico hace referencias al servicio de psicología por distintos motivos, y entre ellos menciona el momento en que la persona presenta una enfermedad avanzada, en proceso de transformarse en cáncer: "son pacientes que tienen que tener un cierto abordaje psicológico para que les ayude a manejar la posibilidad de que tengan una enfermedad avanzada, que sea terminal o que no tenga cura en ese momento". Lo anterior parece omitir el hecho de que el estrés o la ansiedad potencien el riesgo de muchas otras enfermedades que no necesariamente representan riesgo psicológico por la apariencia física o el riesgo de muerte.
La paciente por su parte menciona que, desde su vivencia, distintos eventos en su vida desencadenaron la reaparición de la enfermedad: Cuando a ella le dieron una plaza de trabajo en Sarapiquí y al tener que alejarse de su familia volvió nuevamente la enfermedad. En otra situación, la paciente manifiesta: "resulta que yo estaba bien, pero me nació la chiquita (su hija) con parálisis cerebral […] eso para mí, diay, me volvió otra vez". Como otro de los eventos que han dificultado su recuperación menciona la muerte de su padre y otros eventos que la afectaron emocionalmente: "entonces si han sido muchas cosas, y la enfermedad regresa".
De lo anterior podemos concluir que con una enfermedad dermatológica, vienen adicionadas situaciones estresantes que se traducen en problemas psíquicos asociados a la evaluación que realiza la persona sobre sus vivencias. Esto se encuentra relacionado principalmente a las dificultades de los pacientes de poder desenvolverse en el entorno social. En este último elemento la psicóloga menciona: "Sí, hay casos extremos donde el brote es realmente muy fuerte, donde el paciente no puede trabajar del todo o no quiere trabajar, por cuestiones de autoestima, de cómo se siente, de cómo es tratado en el medio en donde se desarrolle".
Desde el punto de vista del médico, hay situaciones específicas que pueden ser detonantes para que las patologías empeoren: "el paciente ya no se quiere quitar la camisa, o no se quiere quitar los pantalones para ir a la playa, a la piscina; que ya no le gusta broncearse, o que se ve las lesiones en la piel y eso le genera una seria limitación psicofuncional". Para apoyar lo anterior López (2013) menciona que los problemas de la piel pueden marcarse de una gran afectación psicológica; con afectación de la autoestima y problemas de relación social en casos severos -por temor al rechazo- lo que afecta a la calidad de vida de las personas debido a la gran importancia que se da hoy en día a la imagen corporal.

Afrontamiento:
Como parte de los métodos de afrontamiento nos referimos a todas las acciones que el/la paciente puede ejecutar, que le permiten enfrentar su enfermedad de manera efectiva. A la paciente entrevistada se le pregunta si considera que la enfermedad le ha afectado en su vida personal, a lo que ella responde "Diay, yo creo que no, porque no tengo problemas, mis hijas me aceptan así; allá lo que piense la gente"; sin embargo, en otras preguntas se evidencia cómo le han afectado varios eventos en su vida, como la pérdida del hermano, la muerte de su padre y el nacimiento de su hija con parálisis cerebral; además, la entrevistada menciona la molestia que le produce lo que le dice la gente, y cómo le afecta su apariencia física.
Si se presta atención a lo expresado por la paciente se puede deducir que ésta considera que el apoyo familiar permite que la enfermedad pueda ser sobrellevada, por encima de la opinión de personas externas al grupo familiar; sin embargo, muestra ambivalencia en cuanto a lo que terceras personas digan, de allí que el trabajo de la profesional en psicología sería de mucho beneficio para pacientes como la entrevistada.
Por su parte la psicóloga menciona que se trabaja mucho lo que se puede hacer, muchas tareas para la casa, se trabaja lectura, principalmente actividades que le mejoren la autoestima; lo que es psicoeducación, trabajo social, por ejemplo; ese tipo de cosas. Además la misma profesional en psicología destaca que como parte del trabajo a realizar se debe permitir al/a la paciente externar sus emociones, esto les permite alcanzar la cura, "el paciente lo que hace es externar lo que mentalmente le está sucediendo"
Reflexiones finales
Entre las reflexiones que se deriban del trabajo ejecutado, se mencionan las siguientes:
La interdisciplinariedad es una situación deseada por pacientes y profesionales, más no es una situación que se mantenga de manera constante, ni que esté generalizada en los centros de salud. No obstante, si esta situación se generalizara, los resultados serían formidables tanto para profesionales como pacientes, puesto que para los primeros el trabajo adoptaría una perspectiva más amplia y con resultados cada vez más satisfactorios, mientras que para los segundos la intervención adquiriría un objetivo integral, facilitando la identificación de aspectos positivos y negativos para la evolución de la patología.
Es necesaria una descentralización de los servicios profesionales de salud. El médico entrevistado señaló la existencia de equipos interdisciplinarios en los hospitales nacionales de la capital del país; el objetivo de esos equipos es una atención multidisciplinaria a los pacientes con problemas de la piel; sin embargo, al referirse al hospital de San Ramón el médico menciona la carencia de profesionales en esa ciudad, y el problema de tiempo y de capacidad que eso implica; de manera que aunque vea la necesidad de la intervención multidisciplinaria, difícilmente se pueda hacer algo al respecto debido a la enorme carencia que hay en este sector del país.
Otra de las reflexiones se relaciona con el papel de la psicología; esta área del conocimiento posee en su haber múltiples elementos que pueden ser integrados al tratamiento de los pacientes con enfermedades de la piel, y los principales focos de intervención se sitúan desde un enfoque biopsicosocial, apuntando a los factores de riesgo que potencian el desarrollo de las patologías cutáneas, así como en el acercamiento del paciente a las diversas posibilidades que posee como individuo y dentro de la colectividad, para potenciar la inclusión social, el autoestima y consecuentemente la calidad de vida de los pacientes.
Cuando se realiza un abordaje de personas con enfermedades de la piel, es fundamental tomar en cuenta que todo padecimiento implica una cuestión tanto fisiológica como psíquica, donde se debe abarcar ambas partes para realizar un proceso efectivo. El médico entrevistado habló de la necesidad del psicólogo en las enfermedades en que el riesgo de afectación psicológica es evidente; por ejemplo, personas con deformaciones, con vitíligo, o pacientes que reciben la noticia de un cáncer terminal; sin embargo, no parece conocer el hecho de que la psicología también puede beneficiar a pacientes que no tienen una remisión rápida de los síntomas a pasar del medicamento, pues en esos casos el estrés y la ansiedad pueden ser determinantes para que los fármacos trabajen de manera más efectiva.
El trabajo a realizar con una persona con enfermedad de la piel, debe reforzarse desde el núcleo familiar de tal forma que las personas a su alrededor se vean involucradas y permitan que tanto la adherencia al tratamiento como las conductas coadyuvantes para el buen estado de salud se prologuen en el tiempo.
Toda enfermedad de la piel es muy variada una de otra, lo que implica además que cada persona va a realizar una evaluación diferente de la enfermedad; esto puede significar que su proceso va a variar por su capacidad de afrontamiento o un contexto propicio para sobrellevarlo. Todo profesional en salud debería tener esta información para facilitar herramientas de afrontamiento a cada paciente, tomando en cuenta estas diferencias y ayudando a las personas a reconocer habilidades y fortalezas que puedan ser útiles en el proceso de su patología.
Bibliografía:
Bonías López, I. (2009). Somatizaciones cutáneas. Enfermería Dermatológica, (6), 8-15. Recuperado de http://www.google.com/url?url=http://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/4330418.pdf&rct=j&frm=1&q=&esrc=s&sa=U&ei=1KlfVK_iA8KrNr7bgPAJ&ved=0CBYQFjAA&usg=AFQjCNHNqDFE07mT1yLRiDyO3aTAWExK6Q
Brufau, R. y Corbalán, J. (2010). Estilos de personalidad de pacientes con psoriasis. Anales de la psicología, 26(2), 335-340. obtenido de : http://digitum.um.es/xmlui/bitstream/10201/14498/1/mbrufau.PDF
Cerdas, Alberth Elizondo. Carcinoma basocelular: vision histopatologica. Revista Médica de Costa Rica y Centroamérica, 71(610), 317-320. Obtenida de http://www.medigraphic.com/pdfs/revmedcoscen/rmc-2014/rmc142zc.pdf
Cubbit, J., Khan, A., Royston, E., Middleton, M. y Budny, P. (2013). Melanoma in Buckinghamshire: Data from the inception of skin cancer multidisciplinary team. Journal of Skin Cancer, 2013(2013). Obtenido de Ebsco Host.
Escribano, E. y Duelo, M. (2009). Consejos y recomendaciones generales para el paciente atópico. Revista pediátrica atención primaria, 11(15), s101-s108. Recuperado de http://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S1139-76322009000300007&script=sci_arttext
Gasco, A., Buesa, S., Labat, M., Lujan, T., Zaborras, E. e Higueras, M. (2004). Monografía: Dermatitis Atópica. Zaragoza: Colegio de Farmacéuticos de Zaragoza.
Guyton, A. y Hall, J. (2011). Tratado de Fisiología Médica. 12 edición. Barcelona: Editorial, ELSEVIER.
Hernández, E., Hernandéz, B., Ruiz, A., Rodríguez, A. y Betancor, V. (2008) Impacto de las alteraciones dermatológicas de baja expresión en función de nivel de espeficidad de la calidad de vida. Psicothema, 20(2), 273-278. Obtenido de http://www.psicothema.com/pdf/3460.pdf
Jaramillo, O., Espinoza, A. y Lobo, R. (2011) Historia de la dermatologÍa en Costa Rica. Revista Costarricense de Salud Publica, 20(1), 58-65. Obtenida de http://www.scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1409-14292011000100011&lng=en&nrm=iso
López, L. (2013). Estudio piloto sobre la relación entre autoestima y la calidad de vida en pacientes dermatológicos, atendidos en consulta externa y en la planta de hospitalización de dermatología. Universidad de Zaragoza. Obtenido de: http://zaguan.unizar.es/TAZ/EUCS/2013/11550/TAZ-TFM-2013-531.pdf
Manzur, M. y Tamayo, S. (2012). Psoriasis de Von Zumbusch. Revista Ciencias Biomédicas, 3(2), 327-332. Obtenido de http://www.revistacienciasbiomedicas.com/index.php/revciencbiomed/article/viewFile/219/177
Panzarrelli, A. (2008). Calidad de vida y enfermedades cutáneas. Dermatología Venezolana, 26(4), 3-4. Obtenido de http://svderma.org/revista/index.php/ojs/article/viewFile/51/51
Peralta, M., y Carbajal, P. (2008). Adherencia a tratamiento. Revista del Centro Dermatológico Pascua, 17(3), 84-88. Obtenido de : http://www.medigraphic.com/pdfs/derma/cd-2008/cd083b.pdf
Pérez, A. y Lestes, V. (2007). Diagnóstico de los factores psicosociales de los pacientes con Vitíligo, atendidos en la Unidad de Vitíligo del instituto venezolano de Seguros Sociales. Salud y Desarrollo Social, 2(2), 9-18. Extraido de http://www.cires.org.ve/pdf/salud-n2a02.pdf
Royé, R., Meléndez, M., Ruiz, G., Gamboa, A. y Morantes, J. (2006). Enfermedades dermatológicas en la edad pediátrica. Hospital Militar "Dr. Carlos Acevedo", 2005-2006, Caracas, Venezuela. Dermatología Venezolana, 44(4), 12-16. Obtenido de http://revista.svderma.org/index.php/ojs/article/viewFile/136/136
Salamanca, A. (2011). Factores biológicos y psicológicos de la dermatitis atópica. Psychologia: Avances de la Disciplina, 5(1), 47-58. Obtenido de http://revistas.usbbog.edu.co/index.php/Psychologia/article/view/106/104
Sánchez, I., Quesada, A. y Cedeño, M. (2010). Lesiones elementales en dermatología. Revista Médica de Costa Rica y Centroamérica, 47(594), 345-348. Obtenido desde http://www.binasss.sa.cr/revistas/rmcc/594/art4.pdf
Solano, D. (2012). Factores de riesgo que influyen en la incidencia de Psoriasis en los habitantes del Cantón de Santa Elena. 2011-2012. (Tesis de licenciatura, Universidad Estatal Península de Santa Elena). Obtenido de http://repositorio.upse.edu.ec:8080/xmlui/bitstream/handle/123456789/702/TESIS%20SOLANO%20DEL%20PEZO%20DANNY.pdf?sequence=1
Swen, J. (2008). Occupational skin diseases: Options for multidisciplinary networking in preventive medicine. German Medical Science, 6, 1-17. Obtenido de Ebsco Host.
Velásquez, C., Anaya, A. y Rodriguez, L. (2011). Manifestaciones cutáneas de lupus eritematoso sistémico temprano y correlación con la actividad sistémica. Iatreia, 24(4), 359-364. Obtenido de http://www.redalyc.org/articuloBasic.oa?id=180522525003
Vinaccia, S., y Quiceno, J. (2008). Calidad de vida relacionada con la salud, emociones negativas y apoyo social en pacientes con psoriasis vulgar. Psicología y Salud, 18(1), 17-25. Obtenido de: http://revistas.uv.mx/index.php/psicysalud/article/view/671/1180
Yaar, M. y Gilchrest, B. (2009). Envejecimiento de la piel. En Fitzpatrick, T. Dermatología en Medicina General. Barcelona: Editorial Médica Panamericana.


Anexos








1

Módulo de Intervención Psicológica en los Trastornos Biológico-ConductualesMódulo de Intervención Psicológica en los Trastornos Biológico-ConductualesUNIVERSIDAD DE COSTA RICA
Módulo de Intervención Psicológica en los Trastornos Biológico-Conductuales
Módulo de Intervención Psicológica en los Trastornos Biológico-Conductuales
VICERRECTORÍA DE INVESTIGACIÓN
COMITÉ ÉTICO CIENTIFICO
Teléfonos:(506) 2511-4201 Telefax: (506) 2224-9367

FÓRMULA DE CONSENTIMIENTO INFORMADO

Monografía: Enfermedades de la Piel
Nombre de los investigadores:_ Jorge Gramajo Zepeda B12994,
Alexander Sánchez G. B16094,
Oscar Ramírez Araya. B15245.

Nombre del participante:________ __________________________
PROPÓSITO DEL PROYECTO: Como parte de la formación profesional de los estudiantes de la carrera de Psicología, actualmente cursamos un módulo cuyo enfoque se centra en el abordaje psicológico de los trastornos biológico-conductuales. A partir del contenido del curso y los trabajos que los estudiantes debemos realizar, se nos ha solicitado desarrollar una monografía acerca de las enfermedades de la piel y la intervención profesional multidisciplinaria de dichas patologías, para lo cual es necesario realizar entrevistas a personas que presenten alguna enfermedad de ese tipo.
¿QUÉ SE HARÁ?: Si usted acepta participar, se le realizará una entrevista cuyo objetivo principal busca beneficiarse de la experiencia que usted posee sobre la enfermedad de la piel que padece y el abordaje profesional que se le ha realizado, así como los distintos profesionales de otras áreas de la salud física y/o mental a los que le han referido, en relación con su padecimiento. Es posible que se le solicite grabar la entrevista para facilitar la recopilación y retención de datos de los entrevistadores.
RIESGOS: Al firmar esta fórmula de consentimiento informado, usted no corre ningún riesgo, puesto que el trabajo consiste únicamente en recopilar la información entorno a su experiencia, por medio de una entrevista.
BENEFICIOS: Usted no recibirá ningún beneficio directo por participar de este estudio, sin embargo, los estudiantes de la carrera de Psicología, se beneficiarán del conocimiento que obtendrán a partir de su experiencia, misma que posee un significado relevante para el quehacer psicológico, puesto que permite adquirir conocimientos amplios sobre las enfermedades de la piel y las vivencias de quienes las padecen, así como conocer los profesionales a los que le han referido.
Antes de dar su autorización para este estudio usted debe haber hablado con Alexander Sánchez o con alguno de los investigadores sobre este estudio y ellos deben haber contestado satisfactoriamente todas sus preguntas. Si quisiera más información más adelante, puede obtenerla llamando a la profesora del Módulo, la Lic. Alicia Sandoval Poveda al teléfono 83727964, de lunes a viernes en el horario de 8:00 a.m. a 5:00 p.m. Además, puede consultar sobre los derechos de los Sujetos Participantes en Proyectos de Investigación a la Dirección de Regulación de Salud del Ministerio de Salud, al teléfono 22-57-20-90, de lunes a viernes de 8 a.m. a 4 p.m. Cualquier consulta adicional puede comunicarse a la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad de Costa Rica a los teléfonos 2511-4201 ó 2511-5839, de lunes a viernes de 8 a.m. a 5 p.m.
Recibirá una copia de esta fórmula firmada para su uso personal.

Su participación en este estudio es voluntaria. Tiene el derecho de negarse a participar o a discontinuar su participación en cualquier momento, sin que esta decisión le afecte de ninguna manera.

Su participación en este estudio es confidencial, los resultados podrían aparecer en una publicación científica o ser divulgados en una reunión científica pero de una manera anónima.

No perderá ningún derecho legal por firmar este documento.

CONSENTIMIENTO

He leído o se me ha leído, toda la información descrita en esta fórmula, antes de firmarla. Se me ha brindado la oportunidad de hacer preguntas y éstas han sido contestadas en forma adecuada. Por lo tanto, accedo a participar como sujeto de investigación en este estudio

____________________________________________________________________________
Nombre, cédula y firma del sujeto (niños mayores de 12 años y adultos) fecha


____________________________________________________________________________
Nombre, cédula y firma del Investigador que solicita el consentimiento fecha


____________________________________________________________________________
Nombre, cédula y firma del padre/madre/representante legal (menores de edad) fecha

_________________________
NUEVA VERSIÓN FCI – APROBADO EN SESION DEL COMITÉ ÉTICO CIENTÍFICO (CEC) NO. 149 REALIZADA EL 4 DE JUNIO DE 2008.
CELM-Form.Consent-Inform 06-08
Entrevista realizada a la paciente:
Para nuestro registro, ¿podría decirnos su nombre y el problema de piel que padece?, por favor.
¿Desde hace cuánto tiempo se le diagnosticó este problema?
¿Le dijeron la causa de la enfermedad?
¿Cuál fue su reacción al enterarse que tenía este problema?
¿Hubo cambios significativos en su vida?
¿Cree que este problema le ha afectado en su vida personal?
¿El médico le ha dado información en torno a su enfermedad (riesgos, qué hacer, qué no hacer, etc?
¿ve a su médico regularmente para mantenerse en control?; ¿a cada cuánto?
¿A qué otros profesionales le han referido para el tratamiento de su problema de piel?
¿La han enviado con el/la psicólogo(a)?

Si sí.
¿le ha ayudado?
Cree que ha habido cambios significativos en su vida a partir de que ve al psicólogo(a)?

Si no:
¿Cree que sería beneficioso para usted si la enviaran al psicólogo(a)?
¿por qué?

¿conoce a algún especialista en psicodermatología?
¿considera importante que la vean otros especialistas?
¿Está conforme con lo que los profesionales han hecho hasta ahora por usted?
¿Puede decir que verdaderamente la han ayudado?

Entrevista realizada al médico:
Quisiéramos pedirle para nuestros records que por favor nos diga su nombre y su especialidad médica:
¿Qué cantidad de pacientes ve usted en un día?
¿y eso es de lunes a viernes?
Entendemos que sus pacientes llegan a usted por referencia médica y la mayoría me imagino que provienen de medicina general
y los que no vienen de Medicina General, ¿cuál es el tipo de especialista más común que los refiere?
Entre los pacientes que están hospitalizados, ¿es muy común ver pacientes que entraron por otro problema y que al estar encamados sean referidos después a dermatología?
¿Los tipos de patologías más comunes que usted atiende?
Se podría decir que la población adulta mayor es el que más visita esta clínica?
En el caso en que usted refiere pacientes, ¿también están divididos o hay algún especialista en particular que reciba pacientes que usted refiera?
¿En algún momento ha referido usted pacientes a psicología?
¿y a psiquiatría también ha enviado pacientes?
¿Son muy comunes los problemas de piel que afectan el funcionamiento social o laboral de las personas?
¿Es común sospechar de cuadros somáticos por presencia de estrés o ansiedad?
¿Usted conoce algún especialista en psicodermatología?
¿Considera importante el trabajo multidisciplinario en la intervención de pacientes con problemas de la piel?
Hemos sabido de algunos casos en que hay especialistas en que la CAJA muchas veces restringe, bien sea porque no hay profesionales disponibles o por cualquier otro motivo; posiblemente cuestiones de presupuesto pero, en algún momento presenta dificultades el sistema de salud para que usted pueda referir abiertamente pacientes a otras especialidades?
Estaba leyendo que es posiblemente la especialidad que más pacientes atiende...
¿y usted es el único dermatólogo aquí?
Entrevista realizada a la psicóloga:
Podria decirnos su nombre y profesión por favor?
Ha tenido usted pacientes con problemas de la piel?
Ese paciente fue referido por algún profesional de la salud?
Podría mencionarnos como fue ese trabajo, cual fue el motivo de consulta, cuál era el problema que presentaba.
Cuáles son los principales factores desencadenantes de las enfermedades dermatológicas.
Porque es importante o necesaria la atención psicológica a pacientes con enfermedades de la piel.
Cuál es el diagnostico más común de estos pacientes con problemas de la piel.
Que elementos del diario vivir pueden desencadenar el estrés.
Hace usted referencias a otros profesionales de la salud
Existen problemas de la piel que afecten el funcionamiento social o laboral de los pacientes?
Como es la presencia de cuadros somaticos en problemas de la piel por causa de estrés o ansiedad
Que técnicas psicoterapéuticas utiliza con esta población.
Presentan estos pacientes problemas con la adherencia al tratamiento?
Ellos consumen el medicamente que se les receta?
Que tan importante es el trabajo multidisciplinario.
Como futuros profesionales de la salud mental cuales son las principales recomendaciones que nos hace como psicóloga.
Entonces la ética es fundamental para el trabajo


Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.