Monografía El desarrollo del capitalismo en América Latina (1850-1930)

October 4, 2017 | Autor: Magdalena Lozano | Categoría: Latin American Studies, Capitalismo
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Descripción











Monografía Final

El desarrollo del capitalismo en América Latina (1850-1930)

Historia Social General (Gresores)
2014

Magdalena Lozano
LU: 34.624.393











Introducción
En el presente trabajo se abordará el desarrollo del capitalismo en América Latina, proceso que se da entre los años 1850 y 1930.
Entendemos que el capitalismo en esta región se da de forma paulatina, en la medida en que América Latina se inserta en un mercado mundial. En este sentido, es importante remarcar que en este mercado mundial se presenta a América Latina como exportadora de materia prima, cuestión que implica cambios importantes al interior (cambios relacionados con la intensificación de la producción preparada para esta exportación, etc).
Encontramos también de gran importancia para el análisis comprender cómo determinadas políticas desarrolladas por los Estados Latinoamericanos en esta época se insertan en una lógica que, además de implicar grandes cambios internos, implican una inserción en un sistema mundial, con vínculos entre distintos países y con desarrollos que no necesariamente implican una mejora para el crecimiento propio, sino que apuntan a un progreso de una economía mundial (el sistema capitalista), en donde se pone en juego lógicas y desarrollos de políticas mundiales. Todo este cambio de lógica trae consecuencias internas no sólo de índole económica, sino también de cambio político e ideológico asociadas a este nuevo modelo.
El nuevo modelo se plantea en términos desiguales para los distintos países, en este sentido se puede hablar de un imperialismo por parte de las grandes potencias mundiales (las europeas como Alemania, la americana comandada por Estados Unidos) hacia otros sectores como puede ser América Latina, África y Asia. Es por esto que la inserción de América Latina como exportadora de materia prima en el mercado mundial no es inocente, y trae consigo la evidencia de un poder desigual que impone una nueva forma de entender el mundo y las relaciones que se entablan.
Es por todo lo mencionado anteriormente, que creemos que entender cómo se desarrolla el capitalismo nos brinda herramientas para comprender no solamente procesos del pasado, sino como estos tienen relación implícita y explícita en el presente. Es decir, cómo estos delimitan y enmarcan el desarrollo actual de las políticas, ideologías y economías de mercado en la región estudiada.
En función de un estudio detallado de este proceso, a continuación se realizará un análisis particular de los elementos internos y externos que impulsaron el desarrollo del capitalismo en América Latina.

Desarrollo
Antes que nada creemos oportuno señalar qué es lo que entendemos por capitalismo, siendo este un modo de producción diferente de los anteriores (esclavista, feudal) por varios motivos: primero encontramos las clases sociales, que en lugar de ser amos/esclavos, señores/siervos, ahora están compuestas por la burguesía y el proletariado. Esto implica la necesidad de hombres libres, que puedan vender su fuerza de trabajo en el mercado. En este sentido, podemos encontrar también asociado a esta idea de libertad (e igualdad) la idea de propiedad. El sistema capitalista se basa en la propiedad privada, y en la acumulación de ésta por parte de unos pocos (los dueños de los medios de producción). Esta acumulación se basa en la apropiación de la plusvalía (o plusvalor) del trabajo obrero. Pero hay que tener en cuenta que, como nos aclara Vilar (1988), lo que define al capitalismo no es la existencia del capital, sino su apropiación, entonces se puede diferenciar del sistema socialista, en donde la formación de capital está planificada, mientras que en el sistema capitalista es el resultado del libre funcionamiento de un mercado, todo esto es mencionado teóricamente, ya que la realidad es un tanto dispar de la teoría, pero se basa en ella para justificarse.
De acuerdo a Pla (1984), el capitalismo surge gracias al desarrollo anterior de la división del trabajo (el cual puede verse en Europa en la producción artesanal, que luego pasa a ser manufacturera), esta división del trabajo aleja al obrero del producto final, lo aleja de los medios de producción (los cuales no posee) y lo obliga así a ser un asalariado que sólo tiene su fuerza de trabajo.
Entonces, en palabras de Cuevas (1977) las bases de la construcción del sistema capitalista, puede resumirse en:
"(...) el modo de producción capitalista sólo puede implantarse sobre la base de dos premisas que poseen toda la fuerza de una ley: la constitución de la propiedad capitalista de los medios de producción y la creación de una mano de obra "libre", es decir "liberada'' de toda propiedad, incluida la de los medios necesarios para su reproducción social (medios de subsistencia). Separadas ocasionalmente en el espacio de formaciones sociales distintas, tales premisas forman sin embargo parte de un solo y único movimiento histórico que consiste en el establecimiento de un divorcio entre el productor directo y los medios de producción, "secreto último" y por lo tanto concepto de la denominada acumulación originaria." (Cuevas 1977: 65-66)
Lo que nos interesa del modo de producción capitalista, más allá de su definición, es como se desarrolla éste en América Latina. Para entender esto, primero debemos comprender en qué momento sucede, ya que el capitalismo se desarrolla en esta zona en su etapa Imperialista, etapa que Lenin (1917) define como final de este modo de producción. Para este autor, esta fase final del capitalismo se caracteriza por 5 rasgos resumidos por Laufer (2009):
El surgimiento de los monopolios.
El surgimiento del capital financiero, como fusión del capital industrial y el capital bancario.
El decisivo predominio de la exportación de capitales (es decir, las inversiones de los monopolios imperialistas en el extranjero) sobre la exportación de mercancías.
El reparto económico (y disputa) de los mercados nacionales y mundiales entre los monopolios.
El reparto territorial (y disputa) entre las potencias imperialistas
Es una etapa final, porque a medida que el capitalismo crece, al mismo tiempo destruye, entonces, en esta etapa de crecimiento mundial, no le queda otra forma más que destruirse. Si bien es la etapa final, es la etapa que todavía vivimos hoy en día. Por esto, es importante entender cómo se desarrolla y se sostiene este modelo desde su comienzo.
Teniendo en cuenta lo dicho anteriormente, entendemos el desarrollo del capitalismo en América Latina como la expresión de la etapa imperialista del mismo, basándose en estructuras pre-existentes que ayudaron a imponer este nuevo modelo. De acuerdo a Cuevas:
"la plena incorporación de América Latina al sistema capitalista mundial, cuando éste alcanza su estadio imperialista en el último tercio del siglo XIX, no ocurre a partir de un vacío, sino sobre la base de una matriz económico-social preexistente, ella misma moldeada en estrecha conexión con el capitalismo europeo y norteamericano en su fase protoimperialista." (Cuevas 1977: 11-12).
¿Cuál es esta etapa previa? Es la etapa de las revoluciones de independencia y las revoluciones criollas. Estas últimas no llegan a ser revoluciones burguesas en su sentido clásico (ya que la oligarquía terrateniente es la que asume el poder luego de la colonia) pero presentan las pautas para el desarrollo del capitalismo: la etapa colonial queda terminada y América Latina abre sus puertas al mercado mundial.
Este ingreso en el mercado mundial fue particular para cada país, pero en general se desarrolló en pos de las grandes potencias europeas y americanas: en un principio Inglaterra, que invierte en Ferrocarriles, apoyando un modelo de exportación de materias primas, y luego Estados Unidos, con la famosa Doctrina Monroe "América para los Americanos", aunque también se destacan otras potencias europeas como Alemania. Estas últimas también pretenden usar a América Latina como fuente de materias primas baratas y como mercado para vender sus productos elaborados. En relación con esto Spiguel (2005) menciona:
"(...) la consolidación de la estructura latifundista consolidó el esquema primario- exportador heredado de la Colonia en nuevas condiciones: sin monopolio español –monopolios estatales de viejo tipo- orientado hacia un mercado capitalista mundial hegemonizado por las potencias europeas. Las potencias capitalistas (Inglaterra, Francia), el Comercio europeo, procuró ganar a América Latina como mercado par sus productos industriales y, crecientemente, abastecerse en ella de materias primas baratas." (Spiguel 2005: 5)
Estas inversiones extranjeras, que ajustan el modelo que pretenden para América Latina, van intensificando y cambiando de orientación, desde los ferrocarriles iniciales al sector financiero. En cuanto a este último, es en esta época (hacia el año 1870) que aparecen los primeros bancos, y en la mayoría de los países estas instituciones son extranjeras, llegando, en algunos casos, a surgir antes que aparezca una moneda nacional. Esto nos indica cómo los países imperialistas tenían un proyecto claro y definido para América Latina e iban a ser lo posible para que el desarrollo del nuevo Estado Capitalista se forme de la manera que ellos esperaban.
De acuerdo a Rivera (1969) América Latina, bajo las presiones del imperialismo, se desarrolla exclusivamente en función de los intereses del capital financiero, destacándose que éste se volcó a la explotación de materia prima. Pero lo importante de remarcar es que el sector financiero externo tuvo el apoyo de las oligarquías nacionales, las cuales se adecuaron a las nuevas exigencias y sirvieron con eficiencia.
Hasta ahora hemos visto el proceso de forma general para toda el área, pero la realidad muestra algunas particularidades, ya que la conformación de los Estados Nacionales (y por lo tanto la incorporación del sistema capitalista) varió en tiempo y espacio. Esta variación, la relacionamos con las distintas formas de generar una acumulación originaria. Como nos aclara Cuevas citando a Marx, en las zonas en que las estructuras feudales eran similares a las estructuras clásicas del feudalismo, el proceso de acumulación originaria se dio por "la expoliación de los bienes eclesiásticos, la enajenación fraudulenta de las tierras fiscales, el robo de la propiedad comunal, la transformación usurpadora practicada con el terrorismo más despiadado, de la propiedad feudal y ciánica en propiedad privada moderna" (Cuevas 1977: 69). Esta situación en América se dio, además de la expropiación de los bienes eclesiásticos, despojando al indígena de sus tierras.
Pero, como ya mencionamos, en América Latina no se dió esta situación de igual forma en todos lados. En Brasil, por ejemplo, se sale de un modo de producción esclavista y se pasa al capitalismo, en Chile y la zona rioplatense, el proceso de acumulación originaria comienza antes que en el resto. Hay casos en que la acumulación originaria se realiza con la directa intervención de fuerzas exógenas, como por ejemplo Nicaragua y Haití.
Entonces, la variabilidad del origen de los Estados, los tiempos y las formas, marcan también la manera en que el capitalismo se desarrolla. En este sentido, hay que destacar que el modo de producción capitalista, convive en su comienzo (aunque perduran por largos periodos de tiempo) con otros modos de producción en estos países, hacia el interior (la periferia de las ciudades) el modo de producción feudal y la vida campesina sigue siendo detectable. Rivera describe como surgieron en un comienzo "estrucuras híbridas en las que co-existían -sin resolverse históricamente- formas precapitalistas locales, ligadas a una economía de subsistencia, junto a rudimentos de comportamiento capitalista" (Rivera 1969: 72). Pero, siempre hay que tener en cuenta que, a partir de este momento, el modo de producción que enmarca el resto de las relaciones (hacia el interior y el exterior) de todo Am rica Latina, sigue siendo el capitalista.
Entonces, la estructura económico-social predominante es, para este momento, el capitalismo. Las potencias mundiales (Estados Unidos, Alemania, por ejemplo) se encuentran en disputa por imponer sus mercados en países "subdesarrollados", es decir, pobres. A estos países (en particular para este trabajo en América Latina, pero también en África y Asia), se les impone un modelo económico y social. En algunos casos podemos observar como las oligarquías que estaban en el poder abren sus puertas al modelo, pero en otros casos el modelo es impuesto por la fuerza.
Sobre este último se encuentra el caso de Paraguay, que en su independencia opta por un modelo diferente al agro exportador tomado por sus vecinos. Opta por una inversión en el mercado interno, protegiéndolo estatalmente. Pero esto no era beneficioso para las potencias europeas (Inglaterra principalmente), que logran sostener una guerra (conocida como la Guerra de la Triple Alianza) donde Argentina, Uruguay y Brasil, destrozan a Paraguay, despojándolo de algunas de sus tierras y destruyendo su modelo. Lo obliga, de esta forma, a formar parte del mismo proceso, determinando su inclusión a este mercado mundial como un exportador de materia prima sin mercado interno fuerte.
Teniendo en cuenta todo lo dicho anteriormente, el proceso de inclusión del capitalismo en América Latina se dió de forma paulatina, asociado al surgimiento de las naciones y los nuevos estados americanos. Acompañando de un modelo económico, social e ideológico que marcó, y aún marca hoy en día, el desarrollo (o no) de estos países. Este proceso se dió gracias a la intervención extranjera, pero también por la propia predisposición interna en cada lugar. Es por esto que hay particularidades y encontramos que no en todos lados se dió de igual forma, si bien representan el desarrollo del mismo sistema: el capitalista.





Conclusión
El sistema capitalista, se instaura en América Latina en su etapa final, la imperialista. De esta forma, se presenta a este conjunto de países en un mercado mundial en donde de se espera (y se logra) que sean exportadores de materias primas, y consumidores (importadores) de productos elaborados en las grandes potencias.
Este proceso se desarrolla en conjunto con el origen de los Estados de América Latina, los cuales son incentivados y guiados por las grandes potencias. En este sentido tomamos las palabras de Cuevas:
"(...) conviene recordar que la edificación de un estado nacional no se realiza jamás en el vacío, ni a partir de un maná que se llamaría "madurez política", sino sobre la base de una estructura económico-social históricamente dada y dentro de un contexto internacional concreto, factores que no sólo determinan las modalidades históricas de cada entidad estatal más también la mayor o menor tortuosidad del camino que conduce a su constitución" (Cuevas 1977: 32)
Entonces, las burguesías europeas necesitaban romper las trabas feudales de América Latina, imponiendo un mercado interno dirigido para donde ellas querían, basado en la dominación (indirecta y directa) de las fuerzas extranjeras. Se crean así Estados Modernos (y Capitalistas), con homogeneidad jurídica formal, que encubre y potencia la nueva división capitalista de los "ciudadanos" en una minoría que concentra los medios de producción a una gran mayoría compelida a vender su fuerza de trabajo libremente en el mercado (Spiguel 2005). Pero tenemos que destacar que al momento de la independencia se jugaron distintos intereses y proyectos nacionales, apuntando a un desarrollo y organización distintos al que eventualmente terminó superandolos a todos.
Este proceso que comienza en esta época, tiene incidencias hasta el día de hoy, y es por esto que creemos que es de gran importancia estudiarlo, entenderlo y problematizarlo.
Entonces, el imperialismo, expresión final del sistema capitalista (Lenin 1917), al instaurarse, las relaciones internacionales sufren un cambio, y presentan nuevas tendencias y contradicciones. Hay tres contradicciones principales de este sistema, que continúan hasta el día de hoy:
1- La contradicción entre la burguesía y la clase obrera: Dentro del sistema dominante capitalista las dos clases principales son la burguesía y la clase obrera. Como menciona Laufer (2009) con el imperialismo se globalizan las relaciones capitalistas de producción, y se concentra y crece la clase obrera en áreas de producción de materia prima. La Comuna de París es un ejemplo de un caso en que el proletario puede conquistar y sostener el poder (dictadura del proletariado de Marx), y sería un estado nuevo, basado en revolución de las masas y democracia. Es la primera experiencia de revolución obrera triunfante, pero no dura mucho. Logra concientizar y organizar a la clase obrera mundial, desarrollándose la organización sindical. Pero la burguesía generó una división hacia adentro de la clase obrera dando privilegios a algunos miembros de esta última. Esto produjo una "aristocracia obrera" comprada con mejores salarios y mejor nivel de vida que el resto de la clase.
2- La contradicción de la rivalidad inter-imperialista: La segunda de las contradicciones hace referencia a las potencias imperiales y sus rivalidades. Estas rivalidades se van a reflejar en alianzas, guerras, monopolios y políticas gubernamentales.
3 - La contradicción entre las grandes potencias imperialistas y los pueblos, países y naciones oprimidos: La tercera y última gran contradicción, es la que contrapone dos tipos de países: las potencias imperialistas y los pueblos, países y naciones oprimidos. El capitalismo se convirtió en un sistema mundial, produciendo opresiones que ya no hacen referencia al feudalismo, sino a las relaciones de producción capitalistas. De acuerdo a Laufer (2009), esta dominación por parte de los países imperialistas tomó tres formas fundamentales:
Países Coloniales: países con gobiernos extranjeros. Esta forma fue la predominante hasta la Segunda Guerra Mundial.
Países semicoloniales: países con gobiernos propios pero con zonas enteras ocupadas por potencias extranjeras (en alianza con el gobierno propio).
Países dependientes: países con gobiernos propios, ejercido por las clases dominantes locales, incapaces de adueñarse de su economía y de su estado. Esta relación se da a partir de alianzas de las clases dominantes con el capital extranjero. Forma dominante después de la Segunda Guerra Mundial.
Estas contradicciones que surgen en la etapa imperialista del capitalismo, siguen presentes hasta el día de hoy y es por esta razón que hicimos este recorrido histórico procurando comprender el desarrollo de esta etapa en América Latina.



Bibliografía:
Cuevas, A. El desarrollo del capitalismo en América latina, Siglo Veintiuno. México, 1977. Capítulos 1 a 4.

Laufer, Ruben. El Imperialismo, nuestra época. Ficha de cátedra. 2009

Lenin, V.I. El imperialismo fase superior del capitalismo. Varias ediciones, 1917 Caps. 1 a 7 y 10.

Pla, Alberto J. Introducción. En: Historia del Movimiento obrero. Vol. I. Centro Editor de América Latina. Buenos Aires, 1984

Rivera, J.: América Latina: el fracaso y la esperanza, Siglomundo, Historia documental del S. XX Nº 44, CEAL, Bs. As., 1969

Spiguel, Claudio. Las naciones y los Estados en América Latina: Procesos de formación nacional y Estados oligárquicos en el siglo XIX. Las Repúblicas criollas. Ficha de cátedra. 2005

Vilar, P., Iniciación al vocabulario del análisis histórico, Crítica-Grijalbo, México, 1988, Cap. 6: "Capitalismo".

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