Monacato y aristocracia en los comienzos del cristianismo

Share Embed


Descripción

FUNDACIÓN

Esta publicación ha sido posible gracias al patrocinio del limo. Ayuntamiento de AguiJar de Campoo

Coordinador:es

José Ángel García de Cortázar y Ramón Teja

© De los textos y las fotos: Los autores © De la edición:

Fundación Santa María la Real- C.E.R. Avda. Ronda, 1-3 34800 - AguiJar de Campoo (Palencia) Tel.: 979 125 000- Fax 979 125 680 www.santamarialareal.org

Diseño cubierta:

Jesús Allende Valcuende (www .porende.es)

ISBN:

978-84-15072-69-0

Depósito Legal:

P-14-2014

Preimpresión:

Fotomecánica Camus

Imprime:

Artes Gráficas Campher, S.L.

1' Edición:

Aguilar de Campoo, Febrero 2014

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra sólo puede ser realiza­ da con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar. escanear o hacer copias digitales de algún fragmento de esta obra.

ÍNDICE

Prólogo José Angel García de Cortázar y Ramón Teja .............................................................

7

Mar Marcos Sánchez Monacato y aristocracia en los comienzos del cristianismo ...............................................

11

Pascual Martínez Sopena Monjes y caballeros. Una dialéctica ambigua entre semibi/idad devociona/ y violencia ....................................................................................

37

José Luis Senra Gabriel y Galán El mecenazgo artístico de la nobleza en los monasterios románicos benedictinos de Castilla y León.........................................................................

61

Gregaria Cavero Domínguez El monasterio medieval, sede de solar nobiliario y refugio de mujeres de la aristocracia ...............................................................................

97

Marta Serrano Coll Espacios monásticos como locus sepulturae: enterramientos nobiliarios en el románico hispano ............................................................

137

Marta Poza Yagüe Entre la imagen real y la alusión simbólica: ' · · · · ' monasterzos iconograrfi'ta nobt·¡zarza · ................. ' y cabal'teresca romanzcos hzspanos.. en tOS

177

Miguel Calleja-Puerta Memoria escrita de la aristocracia en monasterios hispanos de la edad románica...........

205

Álvaro Bustos Tauler Monjes y caballeros en la literatura española medieval: perfiles y tradiciones.................

231

Mar Marcos Universidad de Cantabria7

E

n tre fin ab del siglo 111 y princ ipios del1v comenzó a difun die se en el mun­ do cristiano la prác tica del mon acato. Se atribuye la paternidad de este movi­ miento a Antonio (t 3 5 6) , un joven eg ipcio de f amilia adinerada que, oyen do las palabras del Evangelio de Mateo 1 9, 2 1: "Si quieres ser perfecto, anda, vende cuanto tien es y dala a lo s pobres, y tendrás un teso ro en lo s c ielo s" , se desprendió de su s bienes y aban don ó la vida soc ial para retirarse al desierto, donde se dedicó a la ascesis en soledad (an aco retismo) , seg uido por g ran número de imitado res. Po r la misma époc a, P aco mio (t 346) fundó el cenobitismo, ag rupando en una fo rma de vida co munitaria a numero so s disc ípulo s en el Alto Eg ipto . El ejemplo de lo s monjes eg ipc io s, con sus variadas maneras de prac tic ar la ascesis (eremítica, ceno­ bític a, do méstica, ejerció g ran influenc ia en o tro s lug ares del Mediterráneo, tan to en Orien te, especialmente en las reg iones de Siria y P alestin a, co mo en Occ iden te, donde el monac ato desarro lló formas par ticulares, con un c arác ter más urbano e in teg rado en la estructura ec lesiástica. El mon ac ato atrajo a c ristianos de muy diversa extracc ión soc ial, entre ello s a la aristocrac ia. Ya en el mundo clásico las élites intelectuales se habían interesado por las prác ticas ascé ticas (esto ico s, c ín icos, pitagóricos, neo-platónico s) y el ideal de la vida austera formaba parte de la cultura aristoc rátic a helen ístico-ro mana. Fu eron las mujeres las más en tusiastas en seguir esta forma exigen te de vivir el c ristianismo, renunc iando al matrimonio , a con traer segundas nupc ias y, en algunos casos, aban­ donando marido s e hijos y ponien do sus bienes al servicio de la Iglesia; muchas de

1

Este trabajo ha sido realizado en el marco del Proyecto de Investigación 1 IAR2012-35185, financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad del Gobierno de España.

13

Mtlr lV[(Jrcos

ellas optaron por llevar una vida retirada en el ámbito doméstico y otras iniciaron la fundación de monasterios, bien en sus ciudades de origen (Roma, Constantinopla) o bien en Tierra Santa, donde comenzaban entonces las pereg rinaciones. También los hombres de la aristocracia, más comprometidos con la relig ión y las formas de cultura tradicionales, acabaron interesándose por el movimiento ascético, fundan­ do monasterios y distribuyendo sus riquezas entre el populus cristiano. El compor­ tamiento de esta élite social y espiritual será seguido por la nobleza medieval. EL T !\ IPLLSO ASC ÉTICO Y EL CRISTIAN l S ivl O

La tradición atribuye el origen del monacato a Antonio (c. 2 50-3 5 6), un jo­ ven egipcio de familia cristiana adinerada que, oyendo en la iglesia las palabras del Evang elio: "Si quieres ser perfecto, vende cuanto tienes y dalo a los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos" (Mt 1 9, 2 1) , vendió sus propiedades, distribuyó la g anancia entre los pobres y se dedicó al ascetis mo. Conocemos la trayectoria ascética de Antonio g racias a la biog rafí a de Atanasia, obispo de Alej andría, quien pudo haberlo conocido personalmente2• P rimero, Antonio se retiró a u na tumba vacía a las afueras de la ciudad, donde vivió quince años; luego se trasladó a una fortaleza abandonada, donde vivió otros veinte. Aquí comenzó a rodearse de dis­ cípulos, alcanzando tal popularidad que hubo de retirarse a un lug ar más alejado, adentrándose en el desierto (anachoresis sig nifica "retirada") . La experiencia ascé­ tica de Antonio, que se hizo famoso por sus curaciones, visiones y capacidades proféticas, estuvo marcada por la lucha contra las pasiones y las tentaciones del demonio, que se representan a menudo en su iconog rafía. Desde las pinturas de El Bosco hasta el surrealismo de Dalí, la experien cia ascética de Antonio, el rico he­ redero que renunció a todo para estar más cerca de Dios, ha inspirado a místicos y artistas, que han hecho de él el prototipo del monje cristiano. La Vida de Antonio, escrita inmediatamente después de su muerte, contribuyó a crear un nuevo g énero en la literatura cristiana, la hag iog rafí a monástica, des­ tinada a alcanzar g ran éxito en la historia del cristianismo. Escrita orig inalmente en g rieg o y traducida enseg uida al latín, la biografía de Antonio se convirtió en u n "best- seller" e n Occidente, donde sirvió d e inspiración para muchos ascetas d e la aristocracia. Fue entonces, en la segunda mitad del siglo rv, cuando la aristocracia de Occidente empezó a interesarse por la experiencia monástica, asentando las bases del desarrollo del monacato medieval. 2

Introducción, traducción y notas RUPI�RFZ GRANADOS, P., Af{/1/{/Sio. Vid{/ de Antonio, Biblioteca de Patrística 2 7, Madrid, Editorial Ciudad Nueva, 1995. La personalidad de Antonio se conoce también a través de los primeros 38 apotegmas de una colección de Dichos de los Padres C Apophthegnl{/f
Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.