Modernizacion y formacion de la nacion y los sistemas politicos latinoamericanos

September 13, 2017 | Autor: Macorina Carvajal | Categoría: Latin American Studies
Share Embed


Descripción

Modernización y formación de la nación y los sistemas políticos latinoamericanos.

"Cuando lo real ya no es lo que era, la nostalgia cobra todo su sentido."
Jean Baudrillard.

Hace tiempo reflexionando sobre la conformación del Estado y los sistemas políticos latinoamericanos, revisaba alguna bibliografía de Álvaro Marín Bravo, la cual quiero rescatar para hacer este breve ejercicio dilusidatorio respecto al Sistema Político y el Estado.

Marín Bravo en uno de sus textos señala: "en la literatura sociológica encontramos diversas maneras de aproximarse a la experiencia latinoamericana con la modernidad. Sin duda todos estos acercamientos responden a procesos y fenómenos desiguales, dispersos en el tiempo y en el espacio."

Por lo que respecta a las generalidades de dichos "fenómenos desiguales" a los que refiere Marín, subrayamos al siglo XIX como uno de ellos. Su importancia es clave para la construcción de América Latina ya que se desarrolla como un punto neurálgico en el estudio de la modernidad y la creación identitaria de la región. Esta inferencia es consecuente al conocimiento de los múltiples cambios sociales, políticos, económicos y culturales que se realizaron en América Latina a consecuencia de los procesos de independencia, los que en suma, fueron parte elemental de lo que conocemos como modernidad occidental.

La importancia de estos procesos emancipadores radica en la desvinculación de la opresión, saqueo y vejación producto de los intereses de la Corona Española y Portuguesa. Así como la apertura de canales científicos y tecnológicos provenientes de la conformación de un nuevo régimen político-social. Procesos que finalizan con la encomienda de construir y administrar los nuevos Estados - Nación. Habría que subrayar en este sentido, que la sola articulación de este proyecto político, económico, cultural y social por parte de los nuevos países de América Latina, les permitió desde entonces y hasta la fecha, ser parte de las dinámicas occidentales.

En este sentido, es menester señalar que la modernidad a la que nos referimos es la determinada como: occidentalizadora, pues Marín clasifica a la modernidad en varias tipologías que se establecen en función del tiempo y los actos desarrollados. Con lo cual nos señala que: "Es propio de la sociedad moderna auto-observarse y preguntarse por las condiciones de posibilidad que generan fenómenos sociales emergentes. Por tal motivo, creemos que los discursos actuales que se están elaborando dentro de las ciencias sociales si reconocen la modernidad, pero en cambio, sitúan la problemática en apuntar qué modernidad hubo y hay en América Latina: una modernidad barroca, una modernidad híbrida, una modernidad occidentalizada, una modernidad dependiente, etc. Decimos que ha sido problemática la modernidad en la región porque su historia se ha visto como un fragmento de la historia occidental."

En este sentido podemos inferir que, lo que conocemos como modernidad, hace su aparición en Latinoamérica al finalizar el periodo independentista. Hecho que no excluye los fenómenos de modernidad previos, pero si denota el surgimiento del concepto ampliado y con mayor arraigo para la región.

En este tenor inferimos también que, nuestra región no es un trasplante cultural sin trabas de las condiciones materiales e ideológicas europeas; es decir, un calca ad hoc sobre las costumbres e intereses eurocéntricos. Aunque haya existido una evidente influencia desde Europa. Puesto que, aún con ideologías exportadas tales como la Ilustración, la idea de Estado y la operacionalización del Estado-Nación, como esencia organizativa, es importante reconocer que el simple hecho de americanizarla dio características particulares ejecutorias en nuestra América.

En este sentido, podemos observar un periodo en donde existen dos fases de consolidación de la modernidad para América Latina:

La primera fase de la modernidad occidentalizada que se da durante el S. XIX, es caracterizada principalmente por las ideas liberales adoptadas, la operacionalización de una escuela laica, un Estado republicano como forma de gobierno y a la par, la introducción de la democracia. Consideraciones amparadas en la razón humana. Todo ello con cierta restricción sobre la participación pública, que debió como hasta ahora, asociarse a condiciones de exclusividad elitista en el proceso. Es decir, con canales restringidos de participación y voz, conferidos solo a quienes pueden demostrar pertenencia a cierta clase o nivel social.

"El hecho de que la razón ocupara un lugar trascendental en el desarrollo histórico de la humanidad, sitúa al fenómeno de la modernidad dentro de un proceso social antropocéntrico donde la racionalización y el desencantamiento del mundo serían la conducción constitutiva del orden social emergente. Es parte de su fecundad que la idea de ciencia, progreso y razón orientara y predominara en la nueva sociedad a construir, siendo su objetivo principal el dar a la luz valores deseados por hombres, intelectuales y pensadores de la época como los de libertad, igualdad y fraternidad."

En segunda fase, la modernidad latinoamericana a nuestro juicio, ha ejecutado consistentemente, a diferencia de la trayectoria europea, el proceso de industrialización como asunto de transformación relegadamente. Es decir, apareció lentamente y se consolidó lentamente. Se pospuso y se sustituyó por un sistema exportador de materias primas que mantuvo el atraso de los sectores productivos. De este modo la modernidad latinoamericana durante el siglo XIX fue más política y cultural que económica. Y en general, bastante desigual.

Fue tan evidente esta situación que autores como Marín señalan: "América Latina, nació bajo el devenir histórico de sociedades que iniciaron procesos de desarrollo con anterioridad a la región. Ésta no tuvo un proceso de autodescubrimiento como fue el caso europeo sino que fue inducido por un tercero cultural y esto juzgamos que es fundamental, porque no se fue desenredando a sí misma frente a sus ataduras, no se auto-superó de acuerdo a su realidad, sus particularidades sino que se sometió a las demandas e intereses que la mundializaron... Además, se agrega la influencia que han ejercido los países del norte de América en los ámbitos políticos, económicos, culturales y sociales para profundizar en la modernización pero una de tipo especial, la modernización neoliberal."

Uno de los elementos estructurales de esta modernización neoliberal que da vida al capitalismo es la democracia. Una forma de gobierno y organización participativa (hasta cierto punto), que no ha podido ser tangible en su totalidad. De hecho podemos asegurar que no existe un país democrático que no sea capitalista.

Y es que esta ecuación: democracia + capitalismo, es un asunto que presenta o establece un modelo de desarrollo donde el capital promueve parcialmente la modernización de los sectores que le son afines, aunque en lo esencial de esta dinámica, sólo se percibe la firmeza de los procesos de dominación y mediación, donde subsisten posicionamientos de clase que, dialécticamente, impiden o permiten mirar al sistema capitalista. Sumado a lo cual, no son claros los caminos alternativos a los que pueda allegarse la región Latinoamericana en el ámbito de una globalización hasta hoy imparable.

Ahora bien, para comprender mejor esta idea esencial sobre la modernidad partamos de una definición puntual que nos ayude a comprender y limitar de qué estamos hablando cuando aludimos a la frase modernidad.

Para Berman, según Perry Anderson, la modernidad es "una multitud de procesos sociales [que] enumera los descubrimientos científicos, los conflictos laborales, las transformaciones demográficas, la expansión urbana, los estadios nacionales, los movimientos de masas impulsados todos ellos, en última instancia, por el mercado mundial capitalista siempre en expansión y sujeto a drásticas fluctuaciones."

Esto significa a nuestro parecer, que existe una influencia que distinguida dentro de los parámetros de la modernidad, expresa la construcción de identidades culturales propias que en América Latina, surgen entrelazadas a una historia común y un origen y sentido histórico particular, consideración que refuerza nuestros primeros argumentos sobre la no copia ad hoc del modelo eurocentrista, sin denostar la importante influencia.

Y es que en nuestra reflexión, es importante subrayar que las ideas modernas, sirvieron para consolidar el desarrollo que hoy vemos a distancia, como guías para la definición de los valores sociales y culturales; para el reconocimiento de una historia propia, para la caracterización de la naturaleza y la geografía del Estado o conjunto de Estados latinoamericanos, para la argumentación sobre el derecho de propiedad del territorio a los naturales y en el deseo de aquellos conquistadores y sus descendencias, de participar en los beneficios sociales.
Como discurso dominante la idea de modernidad determina los valores imperantes así como las rutas que se tiene que asumir para lograr el progreso social. Quizá haciendo breve mención a las teorías sociológicas que en función de las disertaciones de Comte, proponían el principio de modernidad (orden y progreso), desde una presentación normativa e imperativa, lo que muestra por un lado un mandato y por otro una imposición de los principios del progreso desde el orden.

En este sentido, ideas e instituciones se transforman en medios para la realización de la modernidad, mediante leyes y legislaciones, sistemas económicos, orientación política, ciudadanía, futuro, ideales de progreso. La idea de modernidad constituye pues, el referente que define lo que es y también lo que debe ser un Estado en desarrollo desde su dimensión histórica y cultural.

Cabe aclarar, que a la par de esa grandilocuencia también implica o arrastra tras de si, la individualización del ser humano antes colectivo, la contaminación del ambiente, la automatización de la raza, la preocupación por el tiempo como referente económico, la obsolescencia programada, en fin, la destrucción del ser. La modernidad desde el otro lado de la moneda, puede también observarse como el reflejo de la mala distribución de la riqueza, de la ampliación cada vez más considerable entre ricos y pobres.

La modernidad reestructura los valores humanos frente al otro, colabora y ayuda a expandir la otredad en su sentido más avieso y justifica la intervención, la guerra, el hambre y la miseria. Pues no puede haber modernidad si ésta no es deseada por todos los pueblos, asumiendo cada uno su papel de súbditos o de dominantes.

"Al universalizarse la democracia se rompieron ciertos lazos críticos con el pasado pre-capitalista. Al mismo tiempo la producción en serie aparece y la producción y el consumo de masas transformaron las economías de Europa reproduciéndose en América. Ya no podía haber la menor duda acerca del tipo de sociedad que consolidaría la tecnología: se había instalado una civilización capitalista opresivamente estable y monolíticamente industrial."

Como podemos conjeturar, el consumo enfermo, la violencia, la discriminación, la otredad, la contaminación, la insensibilidad social y la automatización son hoy referentes también de la modernidad desde la postura crítica.


"El problema con el presente es que el futuro ya no es lo que era."
Paul Valery








BIBLIOGRAFÍA

1. BERMAN, Marshall: La Modernidad: ayer, hoy y mañana, en Todo lo sólido se desvanece en el aire. La experiencia de la modernidad, Siglo XXI, México, 1988.
2. ANDERSON, Perry: Modernidad y Revolución, en: Leviatán: revista de hechos e ideas, No. 16, 1984.
3. QUIJANO, Aníbal: Modernidad, identidad y utopía en América Latina, Sociedad y Política Ediciones, Lima, 1988.
4. MARÍN, Bravo Álvaro y MORALES Martín, Juan Jesús: Modernidad y modernización en América Latina: una aventura inacabada, en: Nómadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales y Jurídicas, no. 26, Madrid, 2010.
5. CASULLO Nicolás (Comp.): El debate Modernidad Posmodernidad. Punto sur, Buenos Aires, 1989.
6. ORTIZ Félix: El mito de la modernización, ed. Anthropos, Barcelona, 1994.
7. LANDER Edgard: Modernidad y universalismo. UNESCO, Nueva sociedad, Venezuela, 1991.
8. SOLÉ, Carlota: Modernidad y modernización, ed. UAM-Iztapalapa, México, 1998.





Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.