Modernidad, universidad y región: El caso de la Universidad de Cartagena, 1920-1946

July 28, 2017 | Autor: D. Piñeres De la ... | Categoría: Cartagena de Indias, Universidad de Cartagena, Historia de la Universidad de Cartagena
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Modernidad Universidad y Región: El Caso de la Universidad de Cartagena 1920-1946

DORA PIÑERES DE LA OSSA

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Dora Piñeres de la Ossa

MODERNIDAD UNIVERSIDAD Y REGIÓN EL CASO DE LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA 1920-1946

© DORA PIÑERES DE LA OSSA Primera Edición Julio de 2008 ISBN: 978-958-00000000 Revisión de Estilo: Fotografías: Los Textos plasmados en esta publicación son responsabilidad de la autora, por lo tanto queda prohibida su reproducción parcial o total por ningún medio, impreso o magnético sin previa autorización de la misma. Diagramación: Baudilio Galindo Impreso en Colombia Impresión: Buhos Editores Diag. 57 No. 7-34 Tel. 7442264 Tunja - Boyacá

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SUMARIO A manera de prólogo .................................................................................................................. 7 INTRODUCCIÓN ................................................................................................................... 9 CAPÍTULO 1 REFORMAS UNIVERSITARIAS EN COLOMBIA Y CARTAGENA EN MEDIO DE LA INESTABILIDAD POLÍTICA DEL SIGLO XIX. 1.1 MODELO REPUBLICANO DE LA UNIVERSIDAD COLOMBIANA ....... 11 1.2 EL PLAN EDUCATIVO CONSERVADOR DE MARIANO OSPINA RODRÍGUEZ DE 1840 A 1842 ................................................................................ 12 1.3 LA REFORMA UNIVERSITARIA LIBERAL DE 1850: PLAN DE JOSÉ HILARIO LÓPEZ ......................................................................................................... 16 1.4 EL RENACER DE LA UNIVERSIDAD COLOMBIANA 1867 ....................... 19 1.5 LA REFORMA UNIVERSITARIA DE RAFAEL NUÑEZ ................................ 22 CAPÍTULO 2 REFORMISMO Y MODERNIZACIÓN EN AMÉRICA LATINA DURANTE EL SIGLO XX. EL CASO DE CARTAGENA (1920-1946) 2.1 LOS PROYECTOS DE UNIVERSIDAD AMERICANISTA Y NACIONALISTA DEL SIGLO XIX Y PRIMER DECENIO DEL XX. ........ 29 2.2 LAS REFORMAS UNIVERSITARIAS: 1920-1946 ............................................... 35 2.2.1 El movimiento reformista universitario de Córdoba Argentina: 1918-1928. ....... 36 2.2.2 Repercusiones del Movimiento de Córdoba-Argentina en Latinoamérica. ........ 38 2.3 LA REFORMA UNIVERSITARIA EN COLOMBIA, 1920-1946 .................... 40 2.3.1 La segunda misión pedagógica alemana como portadora de elementos de reforma universitaria. ..................................................................................................... 42 2.3.2 Autonomía y nacionalismo: los movimientos estudiantiles universitarios en pro de la modernización de la universidad colombiana, (1920-1932). .................. 45 2.3.3 La Federación del movimiento colombiano: la solidaridad de las juventudes universitarias en la reforma de las universidades latinoamericanas. (1921-1928). 48 2.3.4 La «Revista Universidad»: órgano de difusión y de protestas de la Federación Estudiantil. ................................................................................................... 49 2.3.5 El Congreso Nacional de Estudiantes en Medellín: la juventud universitaria como fuerza armónica y activa en la vida nacional. ................................................. 50 2.3.6 El Segundo Congreso Nacional de Estudiantes en Ibagué: del ideal de la universidad latinoamericana al fomento de una universidad nacionalista en Colombia. .. 52

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2.3.7 Los estudiantes y el Proyecto de Ley de Reforma de la Universidad Colombiana de 1932, en el logro de la participación estudiantil en las políticas universitarias del Estado. ........................................................................................................................ 53 2.3.8 Balances y perspectivas del movimiento estudiantil colombiano de los años veinte ....................................................................................................................... 55 2.3.9 La Reforma universitaria durante el gobierno liberal de Alfonso López Pumarejo: 1934-1938. .................................................................................................... 56 2.4 LA SUPRESIÓN DE LAS UNIVERSIDADES DEPARTAMENTALES EN LA POLÍTICA DE CENTRALIZACIÓN UNIVERSITARIA: DE LA TRADICIÓN A LOS DISCURSOS DE MODERNIZACIÓN EN LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA, 1920-1946. ................................... 58 2.4.1 Movimientos de protesta en la Costa Atlántica en contra de la centralización universitaria: discursos reformistas por la defensa de la «histórica Universidad de Cartagena». ................................................................................................................. 60 2.5 INICIOS DE MODERNIZACIÓN EN LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA DURANTE LA RECTORÍA DE CARL GLOCKNER, 1928-1932. ....................................................................................................................... 62 2.5.1 El proyecto de reforma universitaria .......................................................................... 63 2.6 LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA DURANTE LA REFORMA UNIVERSITARIA DE LA ADMINISTRACIÓN LIBERAL DE ALFONSO LÓPEZ PUMAREJO. ................................................................................................... 80 CAPÍTULO 3 DISCURSOS Y PRÁCTICAS PEDAGÓGICAS EN LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA 1928 -1946. 3.1 LA CIRCULACIÓN DE LOS DISCURSOS DE LA PEDAGOGÍA ACTIVA EN LA UNIVERSIDAD COLOMBIANA: LA EXPERIENCIA DE LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA. ................................................................. 90 3.2 LA PEDAGOGÍA ACTIVA ALEMANA EN LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA: 1928-1932 ................................................................................... 95 CAPÍTULO 4 SUEÑOS DE REFORMA Y AGITACION ESTUDIANTIL. 4.1 MOVIMIENTOS ESTUDIANTILES EN COLOMBIA .................................... 99 4.2 LA AGITACIÓN ESTUDIANTIL EN LOS AÑOS VEINTE EN LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA EN CONTRA DE LA CENTRALIZACIÓN UNIVERSITARIA: POR UNA UNIVERSIDAD MODERNA. ................................................................................. 105

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4.3 MOVIMIENTOS ESTUDIANTILES ENTRE PROPUESTAS DE REFORMA UNIVERSITARIA Y DEFENSA DEL PARTIDO LIBERAL HEGEMÓNICO (1940-1946). .............................................................120 4.3.1 La reforma universitaria, una mirada hacía América. ............................................125 4.4 ESPACIOS DE SOCIABILIDAD DE LOS ESTUDIANTES EN EL MARCO DE LOS MOVIMIENTOS ESTUDIANTILES. ................................130 4.5 LOS ESTUDIANTES Y LA POLÍTICA: MOVIMIENTOS ESTUDIANTILES POR LA DEFENSA DEL LIBERALISMO. ................. 135 4.6 LA PRENSA CONSERVADORA Y EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL PRO-LIBERAL ............................................................................................................136 4.7 MOVIMIENTOS ESTUDIANTILES EN LA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS - COLEGIO DEPARTAMENTAL DE BACHILLERATO DE LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA: UNA TRADICIÓN REVOLUCIONARIA. ................................................................................................138 4.8 BALANCE DE LOS MOVIMIENTOS ESTUDIANTILES EN LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA................................................................ 145 CAPÍTULO 5 LAS PRIMERAS MUJERES EN LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA: ENTRE IMÁGENES TRADICIONALES Y MODERNAS DE LA SOCIEDAD COLOMBIANA DE LOS AÑOS 1920 a 1960. 5.1 EL DEBATE SOBRE LA EDUCACIÓN SUPERIOR FEMENINA EN COLOMBIA EN LOS AÑOS VEINTE: LA CONFRONTACIÓN ENTRE VIEJAS Y NUEVAS IMÁGENES SOBRE LA MUJER. EL DESPERTAR DE UNA CONCIENCIA FEMENINA POR ESTUDIOS SUPERIORES UNIVERSITARIOS. ................................................................................................... 156 5.2 LA PRESENCIA FEMENINA EN LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA: EL CASO DE PAULINA BEREGOFF, ENTRE LA PERMISIVIDAD Y LA RESISTENCIA.(1920-1970) ........................................................................ 160 5.3 EL INGRESO DE LAS MUJERES COLOMBIANAS A ESTUDIOS UNIVERSITARIOS DURANTE LA HEGEMONÍA LIBERAL (1930-1946) Y SU INTENSIFICACIÓN EN LOS AÑOS 1950 A 1960. ..................................170 5.4 LAS PRIMERAS MUJERES UNIVERSITARIAS DE LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA 1943 ............................................................................................180 5.5 RELACIONES SOCIALES DE LAS PRIMERAS ESTUDIANTES EN EL MEDIO UNIVERSITARIO .......................................................................185 5.6 NUEVAS IMÁGENES DE LA MUJER EN LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA. SU PARTICIPACIÓN EN LA POLÍTICA, LOS MOVIMIENTOS ESTUDIANTILES Y LOS DERECHOS DE LA MUJER. ...........................................................................................................189 5.7 LOS ESTUDIOS DE ESPECIALIZACIÓN DE LAS PRIMERAS EGRESADAS UNIVERSITARIAS DE CARTAGENA Y SU CONTRIBUCIÓN AL CAMPO LABORAL. .......................................................190

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CAPÍTULO 6 IMPACTO SOCIAL DE LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA EN EL CARIBE COLOMBIANO Y SU PROYECCIÓN A NIVEL NACIONAL: 1928-1960 6.1 LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA EN LA CIUDAD DE LOS AÑOS VEINTE A LOS CUARENTA: DISCURSOS SOBRE SU PRESTIGIO Y HEROICIDAD EN CRISIS. ........................................................ 220 6.1.1 La función social de la universidad: la extensión universitaria, un espacio de diálogo entre la universidad y la sociedad. ................................................................225 6.2 LOS APORTES DE LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA DESDE EL DESARROLLO PROFESIONAL DE SUS EGRESADOS A LA ECONOMÍA, LA POLÍTICA, LA SALUD Y LA CULTURA DEL CARIBE COLOMBIANO Y SU PROYECCIÓN NACIONAL. ...........229 6.2.1 Los bachilleres humanistas de la Universidad de Cartagena ..................................240 6.2.2 Los médicos: su ejercicio profesional, entre altruismo, salud y política, impelido por amor vocacional para prestar servicios eficientes, hacia mío el dolor de mis pacientes e imploraba a Dios su acción providencial. ............................................. 260 6.2.3 Los abogados en el ejercicio del Derecho Civil y la política regional ................... 280 CONCLUISIONES ............................................................................................................... 390 BIBLIOGRAFÍA GENERAL ............................................................................................. 400

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AGRADECIMIENTOS Haber accedido al proyecto del Doctorado en Ciencias de la Educación de Rudecolombia, fue una oportunidad que considero un privilegio, no solo por haber sido escogida en el proceso de selección - donde se presentaron profesores universitarios de altas calidades-, sino también por el apoyo irrestricto de la Universidad de Cartagena, para que pudiera simultáneamente dedicarme a avanzar en mi formación y al mismo tiempo investigar la historia social e institucional del primer centro de formación superior en la región, desde donde aprendí a valorar, la representación y compromiso que desde hace 180 años ha tenido con la nación, la región y la ciudad. Por ese motivo, expreso en primera instancia, mis agradecimientos a quien me acogió para formarme con su equipo de profesores y a quien me facilitó con generosidad, las condiciones para asumir lo que se convirtió en una pasión: indagar y conocer sobre la Universidad, sus protagonistas, reformas, dificultades, sueños y esperanzas de quienes protagonizaron el periodo seleccionado en este estudio. Y es que seleccionar un período de estudio sobre historia de la educación, es retomar la historia de vida de quienes protagonizaron hechos y experiencias relacionadas con el objeto central. Por ello, abordar las reformas universitarias de la Colombia del Siglo XX, especialmente las relacionadas con las décadas del veinte al cuarenta, no es solo referirse a periodos y formas de gobierno, sino el conocer y reconocer quienes, en la Universidad de Cartagena protagonizaban hechos relevantes, que abogaban y defendían reformas en pro de modernizar la vieja Universidad de provincia que luchaba por mantenerse viva, en medio de amenazas por reducirla y centralizarla. A ellos, a estos protagonistas que me llevaron de la mano a conocer y a profundizar los retos y dificultades, la sola oportunidad de conocerlos cuando ya casi se iban, es significativo por que sin ellos proponérselo, escribían las páginas de esta

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investigación. Para todos estos actores en donde estén, mis agradecimientos eternos. Importante resaltar el acompañamiento de docentes de las calidades de Javier Ocampo López, Juan Marchena Fernández y Diana Soto Arango; el primero me condujo, con la experticia del historiador profundo, a abordar y a estudiar con rigor la investigación con objetividad, rigor y sencillez y conducirme a los anaqueles de archivos de Cartagena y de Tunja desde donde se fundamentó el trabajo; Juan, quien con la experiencia y el saber sobre nuestros pueblos latinoamericanos, en diálogos permanentes me ayudó a comprender los rasgos, cercanías y lejanías de nuestras universidades; su interés por los relatos de los actores descritos y sencillez para conducir a buen termino este trabajo. Y Diana Soto, la incansable directora de Rudecolombia conocedora de los estudios sobre universidades, quien con disciplina y estudio acompañaba, animaba y revisaba rigurosamente los desarrollos de los trabajos de investigación. A todos ellos, mi incondicional afecto y agradecimientos. Finalicé la investigación cuando mi madre se había despedido sin haber leído la totalidad del trabajo, ella quien me ayudaba a ubicar personajes de su generación que hubiesen estudiado en la Universidad en el periodo seleccionado, logró responderme, casi sin proponérselo, una que otra inquietud relacionada con la cotidianidad de la región. Se que me acompaña siempre y veo su sonrisa de satisfacción y beneplácito. A mi hija Laura Maria, la única damnificada de este esfuerzo, a Guillermo, a mis hermanas, amigas y compañeras de la facultad que algunas veces tuvieron que realizar mí trabajo para que yo asumiera mi papel de estudiante, a todos ellos, Gracias.

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A manera de prólogo La Universidad de Cartagena es sin duda una de las instituciones universitarias con más solera de América Latina. Surgida del proyecto educativo de Simón Bolívar, quien conocía a la perfección los avatares y posibilidades de la compleja sociedad cartagenera en los albores de la Independencia, la universidad constituyó –o debió constituir- un órgano vital para la conformación de un verdadero espíritu republicano en la costa Caribe grancolombiana. Un espíritu y un conjunto de valores que, en su concepto y después de tres siglos de dominación colonial, debían instalarse definitivamente en almas y cuerpos, rompiendo viejos moldes, abriendo nuevas posibilidades y creando nuevas esperanzas para la necesaria transformación de ancianas y caducas estructuras a fin de alcanzar una ciudadanía libre y soberana. Sobre si este anhelo bolivariano pudo o no cumplirse y el por qué ello fue o no así, algunos autores han aportado variadas opiniones. Son conocidas las reflexiones al respecto de Alfonso Múnera. En su texto, las grandes quiebras entre anhelos y realidades quedan manifiestamente expuestas: en otras palabras, somos el resultado de lo que fuimos y también de lo que no fuimos. Deben citarse igualmente los trabajos del investigador Mario León Echeverría sobre la Universidad de Cartagena en la época del general Nieto, cuando Rafael Núñez era rector; y el de Leguis Gómez, que estudia los años del periodo radical, cuando la institución pudo haber sido una importante plataforma que originara el necesario cambio social y cultural en toda la costa Caribe colombiana, de la mano de una dirigencia mulata que cobró especial peso en estos años. Claro está que después, con Núñez, todo esto se iría al traste una vez más. Tras estos trabajos, quedaba por conocer que sucedió durante el gran momento de las reformas universitarias, los primeros cincuenta años del siglo XX. Reformas que, en la mayor parte de América

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Latina y desde los proyectos de Córdoba y Cuzco a los que luego se sumaron otros, transformaron la vida estudiantil y académica, y proyectaron a las universidades del Continente hacia nuevos horizontes y nuevas metas en las cuales ciencia y compromiso con la nación quisieron ir de la mano. ¿Qué sucedió entonces en la Universidad de Cartagena? ¿Hasta dónde las reformas del periodo afectaron a la institución? ¿Se produjeron al fin los cambios demandados? ¿Quién o quienes fueron los artífices de los mismos? ¿Alcanzaron a verse cumplidos los objetivos bolivarianos al menos un siglo después? ¿La pretendida modernización logró la inclusión en sus aulas y programas de los sectores mayoritarios de la sociedad cartagenera, o siguió siendo una institución cerrada y al servicio de las élites locales y provinciales? ¿Pudieron acceder las mujeres a los estudios universitarios, y cómo, cuándo, en qué carreras? ¿Cómo fue la vida estudiantil en estos años y en qué manera afectó a la ciudad? A estas y otras preguntas responde este estupendo trabajo de Dora Piñeres, que constituyó su tesis doctoral y que obtuvo la máxima calificación del jurado tras su defensa en el Programa de Historia de la Educación de Rudecolombia. Un trabajo que se nutre primero de los discursos que al respecto se pronunciaron en todos los ámbitos de la ciudad, no solo en los educativos sino también, y en alto grado, en los políticos. Y desde estos «discursos de la modernidad», se adentra en la realidad y en la práctica de la vida universitaria, utilizando fuentes muy dispersas y difíciles de trabajar debido a la inexistencia de archivos ordenados en la mayor parte de las facultades referentes a estos años. Se han usado así documentos oficiales de la gobernación y la alcaldía; la prensa, tanto la oficial como la cotidiana de periódicos y revistas; las tesis de grado defendidas; y las que considero una novedad importante en este tipo de trabajos, las fuentes orales. Dora Piñeres ha trabajado meticulosa, ordenada y pacientemente este formidable acopio informativo entrevistando a los que han sobrevivido hasta nosotros desde ese tiempo que se estudia: testimonios de aquellos que fueron estudiantes, profesores, administrativos, ahora con más de setenta años. Su información ha resultado vital para enmarcar este tiempo pasado, llenarlo de matices, enriquecerlo con detalles muy importantes, cuestiones todas que escapan a la documentación oficial, a los fríos expedientes, a la letra impresa o mecanografiada de las actas. Una información que solo el tiempo que pasa inexorable sobre nuestros testigos puede devorar, y no el 10

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comején, como sucede con otro tipo de fuentes. Por eso el trabajo de Dora ha sido, además, de urgencia, y las posibilidades de recopilar la información, únicas e irrepetibles. Así, por encima y además de las propuestas académicas de Arciniegas, Socarrás o Molina, por encima de los discursos pronunciados en el Congreso educativo de Ibagué de 1928, por encima de las leyes de López Pumarejo y su Ley 68 del 35, por encima de todo este material, nos llegan en estas páginas de Dora Piñeres los olores de las aulas, de los primeros laboratorios, de la sala de anatomía en el viejo hospital de Santa Clara, el sonido de las lecciones repetidas ante el profesor, de la recitación de los artículos del Código Civil o de los latines macarrónicos del Corpus Iuris, las opiniones en la calle de tal o cual problema universitario, los panfletos, las consignas gritadas en el patio, las denuncias garabateadas en la pared, los mítines encendidos de los líderes estudiantiles, la gritería festiva de los jóvenes en las tabernas a la salida de las clases, en la licorería instalada frente al edificio de San Agustín... Hoy la Universidad de Cartagena cuenta con una Cátedra de Historia de la Universidad donde muchos más trabajos como éste irán saliendo a la luz. Al fin y al cabo, y para bien o para mal, cada sociedad tiene la universidad que en el fondo desea tener. Estudiar a éstas es acercarse a conocer mejor a aquellas. Dora Piñeres ha sabido cómo hacerlo y el éxito a su tesón está más que puesto de manifiesto en este libro que ningún cartagenero que quiera saber por qué su ciudad es única y singular debe dejar de leer. Juan Marchena Fernández Universidad Pablo de Olavide. Sevilla. Profesor Titular de historia de América Latina y Profesor doctorado Rudecolombia.

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INTRODUCCIÓN Los estudios sobre Historia de la Educación han tenido un avance significativo en los últimos años en el país, en algunas regiones más que en otras el tema ha revestido gran interés. Sobre la historiografía de la ciencia en Colombia se evidencia que a partir de 1980 se han planteado nuevas temáticas, suscitando inquietudes, interrogantes y despertando interés por las líneas de análisis como la Historia de la ciencia, la Historia de la educación científica y técnica, Historia social de la ciencias en Colombia, la Historia de las academias y/o universidades. La Universidad de Cartagena, como objeto de estudio no ha sido abordada, sus antecedentes bibliográficos sobre origen y desarrollo histórico no son muy amplios, y las pocas publicaciones que de ella hay, no recogen de manera sistemática la construcción histórica de su vida, desarrollos académicos e impacto social en la región y en el país. Algunos artículos analizan los diversos momentos de esta institución desde su fundación como Universidad del Magdalena, Cartagena e Istmo, el 11 de Noviembre de 1828, la cual se visionaba como una institución para el fortalecimiento de la nación y de las virtudes ciudadanas, además de formar a la élite que regiría los destinos del Estado colombiano, hasta los cambios institucionales, los nombres que ha tenido, los programas académicos y facultades, su cotidianidad y los impactos de alguna que otra reforma universitaria reducidos sus efectos, como resultado de los déficit presupuestales por los que ha atravesado a lo largo de su historia. Estos estudios contribuyen de manera importante al estudio de la historia de la Universidad de Cartagena en el contexto del Caribe colombiano, desde su fundación hasta finales del Siglo XIX. Sin embargo, ha quedado un vacío en la historiografía sobre ésta institución durante el Siglo XX. En aras de contribuir a llenar este bache historiográfico, este trabajo investigativo dedica su atención al estudio del período comprendido a partir del año 1920 hasta 1946 con el objetivo de analizar el devenir académico de la universidad de Cartagena y su impacto sobre la región del Caribe dentro del contexto de unos 13

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discursos y prácticas de modernidad universitaria que se dieron a nivel de Latinoamérica y el caso concreto colombiano. Desde finales del Siglo XIX y primeras décadas del Siglo XX, se concretiza un proyecto modernizador en Latinoamérica, con el propósito para el cual fue ideado, a saber la incorporación de esta al mercado mundial, de cuyo proyecto Colombia no sería la excepción. Entre las conquistas de este proceso, se registra la modernización urbana, la expansión económica interna basada en las primeras industrias no artesanales y episódicas, la construcción de grandes obras de infraestructuras como el alumbrado eléctrico, los telégrafos y lo que fue experimentado como el alma misma del progreso y la civilización: la vías férreas. En lo político y en lo económico en las primeras décadas del pasado siglo, ciertos cambios en la correlación internacional de las fuerzas político-económicas derivadas de la Primera guerra mundial y a los cambios internos vinculados con la expansión del capitalismo en Latinoamérica; unido a ello, la emergencia de una clase media que había aumentado considerablemente su número y su participación activa en el proceso social, así como también, una notoria inquietud del proletariado que ya se hacía sentir en los principales centros urbanos; sectores estos, quienes encabezarían movimientos renovadores frente a los grupos oligárquicos, determinando la presencia de un clima propicio para las mas hondas transformaciones. A partir de este contexto modernizador la presente investigación dedica su atención, a comprender los proyectos de reformas universitarias que se generaron durante las primeras décadas del Siglo XX, pues retomando a estudiosos del tema como Carlos Tunnerman, José Vicente Bonilla, Maria Egilda Castellanos, Darcy Ribeiro entre otros, se hace necesario considerar el carácter social y político de toda reforma universitaria a través del tiempo. Es desde ese frente modernizador que deben interpretarse los discursos y las practicas de reformas universitarias del periodo señalado. Estudiantes, autoridades universitarias, autoridades políticas tanto regionales, locales como nacionales conciben dentro de ese ambiente de modernidad, una reforma o transformación del papel de la universidad, en aras de colocarla al servicio de la nueva realidad económica, industrial y de mayor productividad, ya que la educación en general era asumida como un factor determinante en el crecimiento económico. Se traducía que la modernidad de las universidades se expresaría tras la creación de nuevas facultades o departamentos de tecnología para la investigación 14

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técnico- científica y que su organización administrativa estuviera a disposición para corresponder a las distintas implicaciones originadas en el nuevo orden económico, en la conexión entre investigación y enseñanza y su vinculación con la industria. Una diversificación de saberes y una expansión de la universidad hacia todos los sectores sociales. Se buscaba una democratización social del saber, que permitiera la participación de nuevos sectores sociales producto del nuevo orden económico, como la clase media y las clases populares, en contra del rígido sistema educativo antidemocrático y elitista presente en el Siglo XIX. Bajo estos supuestos se inician en Latinoamérica, una serie de reformas orientadas a la búsqueda de la modernización universitaria que para la mayoría de los investigadores sobre la temática1 coinciden en señalar que se consolida en las primeras décadas del Siglo XX, siendo el primer intento en este sentido, el movimiento estudiantil de Córdoba- Argentina en 1.918; concebido éste, como la primigenia idea típicamente latinoamericana de reforma universitaria. Aunque antes de este movimiento, se sabe que el Siglo XIX estuvo plagado de intentos por reformar la universidad. Su homólogo en Colombia, el Movimiento Renovador Estudiantil, en los años veinte retomaría muchas de sus ideas. Además, se verían sus efectos posteriormente en la década de los años treinta, con la expansión de las universidades públicas junto a nuevas conquistas de la modernidad universitaria, como el proceso de diferenciación de la enseñanza y promoción de nuevas carreras en estos años por la incursión de la clase media efecto de la industrialización. En la construcción de un proyecto de modernidad en Colombia se evidencia una acelerada expansión de la matricula escolar de los niveles primarios y secundarios por una parte, como consecuencia de la necesidad de educación para el funcionamiento de la población en ambientes urbanos y por otra, como efecto de las urgentes demanda de la industria cuya complejidad tecnológica requería tanto obreros especializados como ingenieros de diferentes ramas, también la demanda del Estado y la economía privada cuya racionalización dio lugar al nacimiento de la Economía, la Administración y la Contaduría. De allí nace, según Rodrigo Parra Sandoval, la expansión y la diversificación de la universidad y el Ver Portantiero, Juan Carlos. (1.978) «Estudiantes y políticas en América Latina. 1.918-1.938. El proceso de la Reforma Universitaria. Siglo XXI» .México; Brunner, José Joaquín. (1.990). «Educación superior en América latina. Cambios y desafíos. Fondo de Cultura Económica». Chile; Marzisque, Renate. (1.999) «Movimientos estudiantiles en la historia de América latina. Clases medias, universidades y movimientos 1.900-1.930». Del mismo autor ver «Víctor Raúl Haya de la Torre y su concepción del espacio-tiempo histórico». Colección Historia de la Educación serie mayor Centro de Estudios sobre la Universidad. UNAM. pp. 243 a 251. 1

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ingreso a ella de nuevos grupos sociales que conformaron el grueso de la burocracia, la tecnocracia y las profesiones liberales del país moderno. Dentro de este contexto, otros investigadores en educación en Colombia, se han preocupado por el estudio del proceso de modernización y reforma universitaria. Javier Sáenz Obregón, Oscar Saldarriaga y Armando Ospina, han considerado la imagen de lo moderno o el discurso de modernidad en materia de educación en esos años como el desarrollo de las disciplinas científicas, la adopción de nuevas pedagogías, las formas de organización del trabajo y de la economía en Europa y en Estados Unidos. Para los pedagogos la clave del progreso de la nación, residía en la apropiación de los saberes e instituciones y técnicas de otros países. Lo moderno era entonces, la ciencia y su método, los saberes experimentales en la ciencia y en la enseñanza, la actividad, la conducta, lo medible, lo material, lo visible, lo útil, lo actual, lo individual, lo natural, en fin la unidad entre lo físico, lo moral y lo intelectual. Igualmente se promovió tanto en los movimientos de reforma universitaria de estudiantes como en los intelectuales de los años veinte, un discurso de autonomía universitaria tanto económica como administrativa dejando libertad institucional para la elección de sus directivos; se contemplaba la participación de la universidad en el estudio y resolución de los problemas nacionales, el ingreso de la mujer a la educación superior, la diversificación curricular y la promoción de nuevos saberes como la psicología, la administración, la sociología y la antropología. El discurso de reformismo orientado hacia la modernización educativa iniciado en los años veinte en nuestro país, pareció continuar con mayor vigor en los años de la hegemonía liberal de 1930 a 1946. Durante la administración del Enrique Olaya Herrera, se empieza una política de reforma educativa que alejará al sistema educativo de la tradición conservadora y lo adecuará a la estructura productiva engendrada por la industrialización, como consecuencia de los nuevos tiempos modernizadores, acogiendo las nuevas demandas sociales de diversos grupos- en especial de la clase media y obrera- empeñados en un cambio institucional. De manera que el régimen liberal iniciado en los treinta, vendría a retomar los esfuerzos refor mistas del decenio anterior, profundizándolos y en ocasiones replanteándolos para adecuarlos a los postulados políticos y a los nuevos tiempos que vivía el país. El objetivo era poner las cuestiones educativas al servicio del proceso modernizador.2 Vera, César y Molano, Alfredo. 1.982. «La evolución de la política educativa en el siglo veinte: La República Liberal 1.930-1.946».UPN.Centro de Investigaciones CIUP. Bogotá Página 113. Ver también Parra Sandoval. Op. Cit. Páginas 65-66. 2

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En las siguientes administraciones liberales, la primera de Alfonso López Pumarejo (1934-1938), la de Eduardo Santos (1938-1942), la segunda administración de Alfonso López Pumarejo (1942) y la finalización de esta por Alberto Lleras Camargo en 1946; se continúa con la reforma del sistema educativo superior. Entre estas administraciones la que operó un decisivo interés de reforma de la universidad colombiana hacia la modernización, fueron las de Alfonso López Pumarejo. La universidad fue sin duda la gran beneficiaria de la reforma educativa de López; su estructura naturaleza y funciones se fueron abriendo ideológicamente a las corrientes contemporáneas del pensamiento. Para López, la reforma universitaria debía emprenderse en función del desarrollo económico del país, de la industria, debía prepararse a la juventud de la universidad en estudios técnicos para explotar la riqueza nacional sin tener que acudir por falta de ellos, al extranjero, tras la cual se abriera una división del trabajo más activa y especializada. La universidad debía entregar ciudadanos capacitados para servir la administración, la industria, la agricultura y los bienes de las obras públicas. De igual manera en el marco de sus reformas, López Pumarejo pretendió otorgarle a la universidad un alto grado de autonomía académica y administrativa, aunque en sus directivas se mantuvieran una fuerte representación estatal y una decisiva intervención en sus ingresos económicos.3 La autonomía más bien se expresó en otorgar personería jurídica, participación de estudiantes y profesores en las decisiones de la universidad y la emancipación del tutelaje religioso. La reforma de la universidad colombiana de López quedó planteada en la Ley 68 de 1935, la cual, recogió algunos aspectos del movimiento de Córdoba Argentina que eran afectos al liberalismo desde la lucha como se vio en Colombia con el movimiento estudiantil que lideró Germán Arciniegas, en contra del conservatismo de los años veinte. Estas referencias contextuales y teóricas identifican elementos representativos de lo que se entiende en el plano de los discursos del período de estudio seleccionado (1920-1946) como universidad moderna dentro del contexto de una sociedad que busca industrializarse: diversificación curricular (aparición de nuevas carreras entendidas como liberales: Economía, Administración, Contaduría) y otras como la Química y la Farmacia, todas en 3 Jaramillo Uribe, Jaime. 1.998 «La Educación durante los gobiernos liberales 1.930-1.946». En «Nueva historia de Colombia» Tomo IV. Editorial Planeta. Páginas 107 y 109.

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respuestas a las necesidades de la economía industrial y a los nuevos sectores sociales emergentes. La estratificación universitaria (el ingreso de sectores emergentes clase media y obrera y grupos sociales excluidos de la educación superior, la mujer; la adopción de nuevos modelos pedagógicos basados en la innovación creatividad e investigación experimental a tono con los planteamientos de nuevas teorías pedagógicas aplicadas en países industrializados, en especial la Escuela Activa. La autonomía universitaria expresada en la participación y toma de decisiones de la comunidad académica universitaria en sus propios asuntos (representaciones estudiantiles y de docentes, nombramiento de docentes, elaboraciones de pensum, obras de extensión universitaria, bienestar universitario e interés por el manejo de sus propios recursos. La extensión universitaria entendida como relación universidad y sociedad (actividades culturales, creación de nuevos programas, conferencias y seminarios, exposiciones para el público en general); bienestar universitario referido a la práctica de deportes, servicios médicos, residencias estudiantiles, subsidios y becas de estudio e internados estudiantiles; vinculación de los egresados al campo laboral y a la universidad como docentes. El objetivo de la presente investigación es mirar, que tanto ese discurso de universidad moderna, se llevó a la práctica en el caso de la Universidad de Cartagena. La selección del período escogido de 1920 a 1946 responde a un proceso de modernización referenciado con las reformas que se hicieron en éstos años de progreso y desarrollo institucional. Se parte de la década del veinte, porque durante estos años se gestaron movimientos provenientes tanto de los estudiantes como de las autoridades universitarias y departamentales, con el objetivo de modernizarla frente a la política de centralización universitaria, que empezó a ser fuerte durante estos años en los estrados del Congreso Nacional y en los movimientos estudiantiles del interior del país y que incluso, amenazó con la supresión de las universidades departamentales en aras de lograr una universidad sólida y unificada. Este movimiento sería el principio de un fuerte discurso de modernización de la Universidad de Cartagena que se mantendría una vez entrada la década de 1940. El período que transcurre entre 1928 y 1930 tiene una gran importancia porque en él se pone en práctica un proceso de reforma orientado a la modernización de la institución en respuesta a los temores de cierre a principios de los años veinte; la presencia del pedagogo alemán Carl Glockner como rector de la Universidad se clarifica en los firmes propósitos de las autoridades departamentales de embestir el asunto del cierre de la institución. Además, es 18

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un momento de fuerte agitación estudiantil en aras de convertir a la Universidad de Cartagena en una institución moderna, planteada en el contexto de un período de movimientos estudiantiles a nivel nacional y latinoamericano. Las décadas de los años treinta y cuarenta de igual forma, son representativas como período corto a estudiar, por que las universidades oficiales bajo la hegemonía liberal, tuvieron un gran apoyo gubernamental en aras de colocarlas al servicio de una sociedad que buscaba industrializarse. Se miró a la educación superior como el vehículo para hacer viable una sociedad industrializada, para lo cual debía organizársele y centralizársele desde la universidad capitalina como rectora de los nuevos procesos de reformas (Universidad Nacional); por lo que la Universidad de Cartagena plantearía su proceso reformista a la luz de los requerimientos que debía cumplir para ponerse a tono con los nuevos tiempos y acercarse a su homologa, la Universidad Nacional. A pesar de la dispersión de fuentes sobre la Universidad de Cartagena fue posible hacer realidad los propósitos de la presente investigación; en primer lugar, se revisaron los archivos de las facultades de Derecho y Ciencias Políticas y de Medicina correspondientes al período de estudio, cuyos registros lograron arrojar información sobre el devenir académico de estos programas como cambios de pensum que fue posible mirar a través de las resoluciones, actas e informes de decanato y por medio de los libros de matrícula. Igualmente referenciaron sobre los primeros intentos en los años cuarenta de adoptar la Pedagogía Activa a través de los seminarios en los últimos años de estudios, los espacios de discusión de profesores, estudiantes y egresados sobre las investigaciones realizadas. Las tesis de grados fueron un pilar fundamental para evaluar la relación de universidadsociedad; es decir el impacto o el dialogo de los programas académicos de la Universidad de Cartagena con su radio inmediato de acción la ciudad de Cartagena y el Caribe colombiano. Hay que señalar el arduo trabajo realizado para recuperar la información de unos archivos que se caracterizaron por la dispersión y el mal estado de la documentación. Sin embargo, se conservan los originales mecanografiados del historiador Pastor Restrepo, los cuales recopiló de la Gaceta Oficial del Estado Soberano de Bolívar, los documentos sobre la Universidad de Cartagena en el período do de 1857 a 1869 y, el texto escrito por el historiador Mario León Echeverría que cubre el período desde la fundación hasta bien estrada la segunda mitad del Siglo XIX, compilaciones de documentos que apoyaron fundamentalmente la construcción del primer capítulo. La Universidad no cuenta con un archivo histórico como tal, hay un archivo central donde reposa 19

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información en su mayoría de carácter administrativo de los años de 1950 a 1980 con una locación inapropiada, lo mismo ocurre con los archivos de las facultades cuya documentación se encuentra dispersa en las secretarías y decanatos de las respectivas facultades. Es de vital importancia señalar que no fue posible encontrar en los archivos información alguna sobre la Facultad de Filosofía y Letras o del bachillerato, que funcionaba anexo a la Universidad desde su fundación hasta 1949, cuyo vacío fue indispensable llenar por un lado, con la documentación proporcionada por la prensa oficial y comercial de carácter departamental y local y los informes de la dirección de educación pública del departamento de Bolívar que reposan en el Archivo Histórico de Cartagena y en el Archivo Histórico de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Tunja- fondo Posada- y por el otro, con la fuente oral que se convirtió en un hilo conductor para el desarrollo de esta investigación. En segundo lugar en el Archivo Histórico de Cartagena además de los informes oficiales de la Dirección de Educación Pública del Departamento que aparecen en el fondo Gobernación, anteriormente referenciados, se revisó de igual manera la prensa oficial del departamento de Bolívar; la Gaceta Departamental, los libros de ordenanzas documentos que permitieron recuperar la legislación vigente para el período de estudio emitida por la Gobernación del Departamento, que era la directa responsable del mantenimiento de la Universidad, legislación que versaba sobre pensum, nombramientos de profesores, sobre dotación de mobiliarios para el fomento de la investigación( bibliotecas, laboratorios de física y química), actividades de extensión universitaria(ampliación de programas académicos, locaciones para conferenciasParaninfo-), y labores de fomento a la investigación y Bienestar Universitario( becas de internado, becas de estudios de especialización, pasantías y excursiones estudiantiles, espacios de sociabilidad- cafetería- entre otras). De igual manera aparecen en los informes oficiales discursos sobre modernización universitaria de miembros de la Asamblea Departamental, gobernadores, directores de educación pública, rectores de la Universidad, profesores. Así mismo se exploró la prensa comercial para mirar los discursos de los estudiantes y su cotidianidad que no fue posible registrar a través de la prensa oficial donde el estudiante no tuvo expresión ni como sujeto ni como actor, sino mas bien se mostraba la visión de las autoridades universitarias en función del orden y la disciplina interna del instituto. Esta prensa comercial es rica en información sobre los diversos movimientos estudiantiles que se dieron durante el período de estudio, sus motivaciones y las voces de los protagonistas que se pusieron de manifiesto, 20

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que no aparecen en la prensa oficial desde la cual se advierte una represión de los movimientos estudiantiles o donde solo se mencionan a través de un lente sancionador o represivo que busca «disciplinarlos». En tercer lugar, el uso de la fuente oral que como se dijo fue el soporte metodológico de la investigación porque no solo subsanó las dificultades referenciadas en las fuentes documentales principalmente con relaciona a la Facultad de Filosofía y Letras, sino porque a través de ella fue posible recuperar la cotidianidad de la comunidad académica universitaria del período y su impacto sobre la realidad social de la ciudad de Cartagena y del Caribe colombiano. Desde los testimonios de sus egresados fue factible acercarse a los conceptos e imágenes que se construyeron entre estudiantes y directivos en torno a la Universidad, su sentido de pertenencia que muchas veces se expresó tanto en la documentación como en los testimonios, en un discurso patriótico, muchas veces heroico que le dio un prestigio a la Universidad de Cartagena; fundamentado en el discurso nacionalista de Bolívar y Santander que sancionó los decretos fundacionales de las universidades colombianas en 1827 y le adjudicó la responsabilidad de formar los hombres que debían conducir la naciente República; una función social que se puso siempre de presente como un contraste en los discursos de estudiantes y autoridades universitarias entre los años de 1920 a 1940. Para la construcción de la fuente oral se eligió una muestra representativa de egresados y administrativos del período de estudio de las tres facultades existentes en ese momento Medicina, Derecho y Filosofía y Letras con edades en promedio entre los 70 y 80 años. Para el criterio de selección de estos actores sociales también se tuvo en cuenta sus condiciones de salud e interés en participar en la investigación; su protagonismo en la cotidianidad del devenir histórico de la institución como líderes estudiantiles, directivos preocupados por el progreso de la institución y que acusaron intentos de reformas de la misma, y el ejercicio laboral de los egresados del período que permitió evaluar el impacto social en la ciudad y en la región. Un grupo que merece especial atención en la selección de la muestra, es el de las primeras mujeres que ingresaron a la Universidad para poner de manifiesto sus luchas dentro de una sociedad como la colombiana que se resistía a cambios en los roles que tradicionalmente se les había asignado al sexo femenino dentro del hogar. La metodología asumida para la presentación de la fuente oral, fue por una parte emplearla como un recurso mas para alimentar el discurso histórico como 21

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por ejemplo la recuperación de la cotidianidad de los grupos estudiantiles, los efectos de las pedagogías imperantes en los estudiantes, los espacios de sociabilidad y los discursos que se pusieron de manifiesto en el período en torno a la Universidad. Por otra parte, la fuente oral fue concebida como la construcción de historias de vida individuales utilizadas como instrumentos de análisis para referenciar en que contexto y condiciones se produjo el ingreso de las mujeres y, mirar el impacto social de las diferentes facultades de la institución a través de las historias laborales de sus egresados. El otro recurso empleado en la construcción de la fuente oral fue la tertulia entre egresados y directivos de cada facultad que fue pertinente para contrastar los testimonios y ajustar colectivamente la información. Esta fuente fue enriquecida y triangulada con documentación aportada por los entrevistados y sus familiares en el curso de tertulias y conversaciones tales como fotografías, tesis de grados, literatura producida por ellos en el curso de estudios y luego como profesionales y sus biografías, entre otros. El presente trabajo esta distribuido en seis capítulos; en el primero, se contextualizan los antecedentes de reformas de la universidad colombiana desde una perspectiva latinoamericana desde la cual solo es posible entender los discursos y prácticas de modernización universitaria que se dieron en la Universidad de Cartagena en los años de 1920 a 1946. Los cinco capítulos restantes problematizan los asuntos referidos a los debates sobre reforma universitaria en la búsqueda de la tan anhelada modernidad en la Universidad de Cartagena, en el trasfondo de unos discursos que circulaban a nivel nacional sobre la modernización de las universidades colombianas, en respuesta a los cambios señalados por la incipiente industrialización del país; las discusiones a cerca de un cambio de una pedagogía tradicional a una pedagogía moderna, característica del período, la participación de los estudiantes en estos proyectos de reformas desde movimientos, desde protestas callejeras, desde grupos literarios, desde los tertuliaderos- entendido estos, como los espacios( parques, cafés y tabernas) en que se reunían cotidianamente para compartir un libro, para discutir sobre la vida del país, de la región entre otros temas de interés- y actuaciones individuales a través de la prensa y sus órganos de publicación; el ingreso de las primeras mujeres- iniciado por el ingreso, como profesora primero y luego como egresada, de la primera mujer a la universidad de Cartagena Paulina Beregoff, y luego después de un vacío de casi veinte años, el ingreso de mujeres de la región que le apostaron a la educación universitaria; y por último, el impacto social de los egresados del período en la realidad social de la región y en el radio inmediato de acción, la Ciudad de Cartagena.

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CAPÍTULO 1 REFORMAS UNIVERSITARIAS EN COLOMBIA Y CARTAGENA EN MEDIO DE LA INESTABILIDAD POLÍTICA DEL SIGLO XIX. La universidad colombiana durante el Siglo XIX estuvo influenciada desde su nacimiento por la inestabilidad política que caracterizó a esta centuria. Los gobiernos que se sucedían a lo largo de las primeras décadas de vida republicana, poseen divergencias profundas en cuanto a las formas de organización administrativa del Estado, a las relaciones que se debían establecer entre Estado e Iglesia, y al lugar de la institución religiosa dentro del aparato educativo.4 Los diferentes planes planteados con el transcurrir del siglo, por parte de quienes en cada momento ostentaban el poder, representaban la lucha por el control del aparato educativo en general y del sistema universitario en particular, como medio o expresión de su ideología con aspiraciones hegemónicas: santanderistas contra bolivarianos, centralistas contra federalistas, liberales contra conservadores, clericales contra radicales, tradicionalistas contra modernistas, etc. Este control de los sectores políticos sobre las instituciones de educación superior, muchas veces atentó contra su autonomía académica y administrativa expresada en la intervención de los gobiernos del momento no solo e las decisiones relacionadas con los nombramientos de rectores y profesores, sino también en la reglamentación de los planes de estudios y la literatura de acuerdo a sus intereses de partido. LAVERDE TOSCANO, María Cristina. (1983). «La universidad colombiana en el Siglo XIX». Simposio permanente sobre la universidad. II Seminario general, ASCUM-ICFES, Bogotá, p.29.

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Lo anterior explica el que con el ascenso al poder de las facciones anticlericales éstas buscasen imponer un modelo estatal laico de universidad, tras la expulsión de las órdenes religiosas que desde la colonia administraban y subvencionaban las instituciones de educación superior; y así mismo confiscaban los bienes de la iglesia. Y en contraste, los conservadores y católicos quienes respaldaban un modelo confesional católico de universidad, proponían el regreso de los religiosos, el debilitamiento de la universidad laica y la entrega a la iglesia del manejo y control del aparato educativo.5 Un balance general permite afirmar que este siglo hizo posible la transición entre la universidad dogmática y elitista de la colonia a la universidad formadora de profesionales para un mercado de trabajo relativamente reducido, la cual apenas se perfila en los años que anteceden al Siglo XX, y se consolida en la tercera década de éste.6 1.1 MODELO REPUBLICANO COLOMBIANA

DE

LA

UNIVERSIDAD

En las dos décadas posteriores a las guerras de independencia en el país, los libertadores y organizadores del nuevo Estado nacional colombiano vieron en la educación pública y oficial el camino para la formación de las nuevas generaciones colombianas y como un estímulo ideológico fundamental para la consolidación nacional. Según sus ideas, la educación pública debía ofrecer las bases o pilares para la integración de la nación y la formación de ciudadanos conocedores de sus derechos y obligaciones; pero en especial, la formación de los dirigentes para la conducción civilista de la República de Colombia. Por ello fue de imperiosa necesidad la creación de las universidades oficiales en los primeros años de vida republicana para el cumplimiento de tales fines.7 5 LUCIO, Ricardo y SERRANO Mariana. (1992). «La educación superior. Tendencias y políticas estatales». Universidad Nacional de Colombia, Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales. Tercer Mundo Editores, Bogotá, p.27. 6 LAVERDE TOSCANO Op. Cit.,. pp. 29-30. 7 OCAMPO LÓPEZ, Javier (1998). «Historia de la universidad republicana 1826-1843». En «Historia de la universidad colombiana. Historiografía y fuentes». Diana Soto Arango Editora. Tomo 1.Tunja, pp. 73-74. CONDE CALDERÓN, Jorge (2.002). «Universidad y política en el Caribe colombiano 18281850». En «Nación, educación, universidad y manueales escolares en Colombia. Tendencias historiográficas contemporáneas». Jorge Conde Calderón, Luis Alarcón Molina, Roberto Gonzáles Arana. Compiladores. Fondo de Publicaciones Universidad del Atlántico, pp.79-85.

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Antiguo Convento de San Agustín en el momento de la fundación de la Universidad de Cartagena. Siglo XIX. FUENTE: Óleo ubicado en el decanato de la Facultad de Odontología, ilegible el autor.

En el nacimiento de estas universidades de corte republicano se manifestaron las controversias entre dos mentalidades que debían orientar la educación superior: la tradicionalista e hispánica, y la ilustrada o de la modernidad con tendencia liberal nacionalista. Los hispanistas conservadores afectos a una visión concentrista sostenían que el avance de la educación en las universidades coloniales se debía a las comunidades religiosas; mientras que los liberales nacionalistas consideraron que estas comunidades habían atrasado la enseñanza y que España solo trajo a América feudalismo económico y cultural.8 Sin embargo, se notaba una tendencia nacionalista liberal en los inicios de la República, y por tanto, empezó a verse el pasado hispánico como una época irracional y oscura que era menester rechazar para advenir la modernidad; se debía entonces secularizar la enseñanza e introducir en su seno el estudio de las ciencias y de los oficios útiles y aplicados.9 8 SOTO ARANGO, Diana. (1998). «Las universidades y colegios mayores del Virreinato de la Nueva Granada». En «Historia de la universidad colombiana». Ibíd. pp. 23-24. 9 LANE YOUNG, John (1994). «La Reforma universitaria de la Nueva Granada (18291850)».Traducción de Gloria Rincón Cubides. Serie: Educación y Desarrollo. Instituto Caro y Cuervo- Universidad Pedagógica Nacional. Santa Fe de Bogotá. Volumen 2. En Prólogo de Gonzalo Castaño. p.9.

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La joven República se encargó de la educación y en su derecho al patronato asumía la dirección de todos los colegios, emitiendo una serie de legislaciones a partir de 1820, que buscaban restablecer la presencia del gobierno en la administración y control de los colegios, suprimiendo la acción eclesiástica en las diferentes instituciones. El Congreso mediante Ley de marzo 18 de 1826, puso fin a la junta examinadora de los dominicos, es decir, a la universidad tomística y en su lugar, dispuso el establecimiento de universidades centrales en Caracas, Bogotá y Quito y universidades seccionales en las capitales de los departamentos y cantones en donde hubiera mayor número de profesores y alumnos.10 La administración de cada universidad se concentró en una junta de inspección y gobierno compuesta por el rector, el vicerrector y seis profesores elegidos por cada facultad. El vicepresidente de la Nueva Granada, Francisco de Paula Santander (1792-1840), fue quien elaboró los detalles administrativos de las nuevas universidades y dio al plan de estudios la forma de decreto ejecutivo del 3 de octubre de 1826, por medio del cual separó los colegios de las universidades reservando todos los cursos de Derecho, Teología y Medicina para las universidades y el bachillerato con título en Filosofía y Letras para los colegios. En síntesis, el plan de estudios trataba de conseguir el control nacional de la educación superior y el monopolio universitario de la capacitación profesional,11 se buscaba una clara separación entre las universidades y los colegios seminarios bajo el control de los obispos; los seminarios debían reservarse a la educación de los jóvenes seminaristas estipulando así mismo que las escuelas y colegios provinciales no ofrecieran cursos de Teología, Medicina y Derecho. En aras de buscar una formación laica, Santander introdujo los textos del utilitarista Jeremías Benthan al pensum de la Facultad de Jurisprudencia: «Tratado de Legislación Civil y Penal» y «Tratado de la Pruebas Judiciales», inaugurando un curso con la misma denominación. Bentham era conocido por los criollos que asumieron la conducción de la naciente república, Miranda, Nariño, Bolívar y Santander como el líder de la independencia y de la causa del liberalismo español, y sus ideas, habían tenido un efecto catalizador en Inglaterra apoyando el progreso hacía una eficiencia administrativa y una reforma penal. Por eso para Santander, el pensamiento de Bentham en los pensum universitarios ofrecía 10 MEJÍA VELILLA, David. (1983). «Marco histórico de la universidad colombiana». En Simposio permanente sobre la universidad. Segundo Seminario General. ASCUN-ICFES, Bogotá, pp. 77-78.

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un buen comienzo a las constituciones liberales y a los códigos racionales de leyes y así mismo, hacían viable un rompimiento con las leyes españolas a las cuales identificaban con las instituciones monárquicas y con el pasado colonial.12 El nuevo curso, bajo la fundamentación de los textos de Bentham, generó polémica en los sectores tradicionalistas y eclesiásticos que lo miraban como expresión de ateísmo y materialismo por la inconveniencia de su enseñanza con la moral católica. Pese a ello muchos estudiantes, trataban de hacer compatibles su confesionalidad católica con las doctrinas utilitaristas aún en contra de las proscripciones provenientes de sectores ultramontanos, romanos y locales, y hubo radicales exponentes del utilitarismo.13 Desde la institucionalización de la ideas de Bentham en el plan de estudios de 1826, sus obras serían durante el resto de Siglo XIX el objeto de una prolongada polémica. El curso de Legislación Universal fue suprimido por Bolívar en 1828 tras el establecimiento de un estado centralista ya que prohibió las lecturas del Benthamismo. Esta fue una medida que adopto Bolívar para respaldar su dictadura después de que exilió a Santander para prevenir según él, los vicios y la inmoralidad de la juventud, ya que sus principios consistían en «oponerse a la religión, a la moral y a la tranquilidad pública». El proyecto de Santander de una separación total de la educación clerical y la laica, bajo la supervisión general del Gobierno central, no se dio en la práctica y aunque muchas de estas universidades republicanas pertenecían al Estado, se apoyaban hondamente en las instituciones de la iglesia, en las curias arzobispales y en las órdenes religiosas; y muchos colegios provinciales recuperaron sus derechos a enseñar teología.14 Así mismo, no pudo asegurar para la universidad el monopolio de la educación superior, porque no estaba LANE YOUNG Op.Cit. pp. 37-41. Ibíd. pp. 103 a 105. 13 Ibíd. pp. 106. Ver también en: Julio Gaitán Bohórquez. «Huestes de Estado, la formación universitaria de los juristas en los comienzos del Estado colombiano». Centro Editorial Universidad del Rosario Bogotá 2002. pp. 89, 90; Alberto Echeverry Sanín, «Santander y la instrucción pública 1819-1840». Foro Nacional por Colombia/ Universidad de Antioquia, Bogotá 1989; Jaime Jaramillo URIBE «El pensamiento colombiano en el Siglo XIX» 3ª Edición, Editorial Temis. Bogotá, 1982; Germán Marquinez Argote, Compilador. «Benthamismo y antibenthamismo en Colombia». Editorial El Buho 1983. Hernando Valencia Villa, Cartas de Batalla. «Una crítica del constitucionalismo colombiano». Fondo Editorial Cerec, 2ª Edición aumentada, 1997. Frank Safford, El Ideal de lo Práctico. «El desafío de formar una elite técnica y empresarial en Colombia». Empresa editorial de la Universidad Nacional. El Ancora editores, Bogotá 1989. 14 LANE, Young. Ibíd. p.42. 11 12

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en capacidad de restringir los colegios a un plan de estudios no profesional. Cualquier colegio que tuviera fondos podía ofrecer estudios de Derecho, Además, muchas de las universidades de la Nueva Granada continuaron con un plan de estudios compuesto de estudios secundarios o bachillerato y un pequeño número de estudiantes universitarios seguían realmente un plan de estudios avanzados.15 Solo un año después de haber sido emitido el Decreto del 18 de marzo de 1826, que establecía la creación de universidades seccionales, Santander para dar cumplimiento a esta legislación, elevó los colegios de Popayán y Cartagena al rango de universidades para una mayor cobertura, debido a la extensión del territorio republicano. Popayán abrió su universidad en noviembre de 1827 y Cartagena en noviembre de 1828, esta última bajo la denominación de Universidad del Magdalena e Istmo16. El nombre de Universidad del Magdalena e Istmo revelaba bien sus límites geográficos, el Departamento del Magdalena contenía en su interior en aquel entonces todo el territorio del Caribe colombiano; el Istmo hacía referencia a Panamá.17Sus primeros programas académicos fueron la Escuela de Filosofía y Letras, en la que se recibía el título de bachiller en Filosofía y letras, la escuela de Medicina que titulaba de Médico y Cirujano, y la Escuela de Jurisprudencia, que otorgaba titulo de Doctor en Jurisprudencia, por medio del Tribunal Superior de Justicia, quien le autorizaba y confería.18 A partir de 1830, las políticas universitarias, al igual que la política nacional, se siguieron moldeando según las lealtades ideológicas federalistas y centralistas; las raíces de los conflictos sociales de la década del treinta, se encuadran en la orientación dada a la educación desde la reforma del general LANE Young. Ibíd. p.51. MEJÍA Velilla Op.Cit, p.74 y ver también en Mario León Echeverría. «Historia de la Universidad de Cartagena». Trabajo de investigación ordenado por el rector de la Universidad según contrato celebrado por el autor en junio de 1973. 17 MÚNERA Cavadía, Alfonso. (1998). «Reflexiones para una historia de la Universidad de Cartagena». En «Historia de la universidad colombiana. Historiografía y fuentes». Diana Soto Arango Editora. Editorial UPTC. Tunja. Tomo I. p.104. 18 RESTREPO, Pastor. «Historia de la Universidad de Cartagena», Mecanografiado sin fecha. pp. 4951. Estos documentos originales mecanografiados por el historiador Pastor Restrepo recopilan la Gaceta Oficial del Estado Soberano de Bolívar y algunos documentos sobre la Universidad de Cartagena en el período do de 1.857 a 1.869. Igualmente, el texto escrito por el historiador Mario León Echeverría que cubre el período desde la fundación de la institución hasta bien estrada la segunda mitad del Siglo XIX, son compilaciones de documentos originales que apoyaron fundamentalmente la construcción del presente capítulo 15 16

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Santander; su intención de imponer una moral utilitarista, fundamentada en el principio que identificaba el placer por el bien, fue puesta en tela de juicio por los sectores más tradicionales de esta década. En 1835 Santander como Presidente de la Nueva Granada, reintroduce el plan de 1826 y reincorpora nuevamente los textos de Bentham y Tracy con el objetivo de remover el sistema educativo de sus bases escolásticas y dogmáticas y privilegiar nuevos programas basados en las ciencias naturales; pero al igual que en 1828 el objetivo primordial del plan fracasa y poco se hizo en realidad para cambiar la tendencia de la educación superior y se siguió prefiriendo el estudio del Derecho, la Teología y la Medicina.19 1.2 EL PLAN EDUCATIVO CONSERVADOR DE MARIANO OSPINA RODRÍGUEZ DE 1840 A 1842 El conservatismo comprendió que gran parte de la resolución del problema político y social debía estar en la dirección que se diese a la instrucción pública. El nuevo plan universitario tenía tres objetivos principales: sujetar a los alumnos a una severa disciplina tanto en costumbres, moralidad, estudios y adquisición de grados profesionales; introducir el elemento religioso en la dirección universitaria y reorganizar las enseñanzas, de manera que en ella se introdujesen elementos conservadores (como el derecho romano, por ejemplo) y algunas de literatura y humanidades que habían sido descuidadas; al mismo tiempo proscribir ciertas materias, tales como las ciencias de la legislación, ciencia constitucional y tácticas de las asambleas; y la prohibición de la literatura liberal, tales como la Deontología y la Legislación de Bentham, Moral Universal de Holbach, las Ruinas de Volney, y el Contrato Social de Rosseau, entre otros20. Mediante la Ley 21 de 1842, la universidad se coloca bajo el control directo del Director General de Instrucción Pública y se otorgaba a éste amplias facultades para organizar los establecimientos de enseñanza superior; quien además tenía a su cargo la impresión y traducción de textos, la aprobación de programas, el nombramiento de directores y catedráticos, la expedición de normas disciplinarias y ceremoniales, los costos de matrículas, el reglamento, etc. Así el colegio de San Bartolomé, la Universidad Central y el Museo se reunieron bajo una misma dirección. 19 20

LAVERDE Toscano Op. Cit, p.42. MEJÍA Velilla Op.Cit. p.80.

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En el decreto orgánico de la universidad se estableció además de este ente administrativo señalado anteriormente, la creación de facultades de Literatura y Filosofía, Ciencias Físicas y Matemáticas, en universidades y colegios y de Medicina y Jurisprudencia en las universidades y las ciencias eclesiásticas en seminarios; y en caso de que las rentas lo permitieran, se podían fundar facultades de Medicina y Jurisprudencia en los colegios de provincia. También que textos debían ser usados previamente aprobados por la Dirección General de Instrucción Pública. Sin embargo, el régimen disciplinario fuerte impuesto a la universidad colombiana bajo el nuevo Plan Ospina, no pudo conseguir la prohibición de los textos liberales que se conseguían sin dificultades en las librerías, y además los fueros de la libertad se revelaron eficazmente contra la represión intelectual; según Jaime Jaramillo Uribe, la segunda generación de la república como él la denomina, que se formó en los cuarenta fue moldeada paradójicamente en la universidad de carácter conservador de Ospina Rodríguez: «Preparó la generación radical y romántica que haría su irrupción en la vida pública durante el gobierno del general José Hilario López; la misma prohibición de la literatura liberal condujo a sus partidarios a consumirla con mayor avidez» 21 En la Universidad de Cartagena en 1843 recibió el grado de bachiller el cartagenero Rafael Núñez Moledo, uno de los más acérrimos liberales radicales de la década del cincuenta, quién asumiría la presidencia de la República de Colombia en varios períodos.22 1.3 LA REFORMA UNIVERSITARIA LIBERAL DE 1850: PLAN DE JOSÉ HILARIO LÓPEZ En 1849 se dio la conformación de los partidos políticos, los tradicionalistas presentaron en ese mismo año, en el periódico «La Civilización,» la declaración política del entonces llamado Partido Conservador, documento redactado por Mariano Ospina Rodríguez y José Eusebio Caro; y a su vez, los liberales, presentaron en la prensa «El Aviso», un programa político que dio origen al Partido Liberal Colombiano, el cual fue redactado por Ezequiel Rojas con ideas de Vicente Azuero.23 21 JARAMILLO URIBE, Jaime. (1982). «El proceso de la educación del Virreinato a la época contemporánea». En «Manual de historia de Colombia». Segunda Edición. Procultura tomo III, Bogotá. pp. 249-328. 22 LEÓN ECHEVERRÍA Op.Cit.,. p.74. 23 OCAMPO LÓPEZ, Javier. (1984). «Historia básica de Colombia», Editorial Plaza y Janés, Bogotá, p. 241.

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De esta confrontación entre los liberales y conservadores, salieron triunfantes los primeros, con la presidencia de José Hilario López; en cuya campaña electoral se enfatizó en la urgencia de instaurar un estado democrático fundamentado en la libertad (especialmente la económica), con una amplia independencia respecto a la Iglesia; y para evitar que esta interfiriera en la labor del Estado, se consideraba preciso que la educación dejara de estar orientada por las instituciones religiosas.24 La nueva administración liberal receló profundamente del sistema hostil de escuelas parroquiales y procedieron a expulsar a los jesuitas, propugnado por la libertad de enseñanza, sin embargo, vigilándola cuando se trataba de debilitar la influencia conservadora en la educación. Por medio de la Ley del 15 de mayo de 1850, en el artículo 16 se estableció la reducción de las universidades a la condición de colegios, a partir de la cual sus rentas serían administradas por las Cámaras Provinciales. Así mismo se señaló en el artículo segundo, que el grado o título científico no era necesario para ejercer profesiones científicas, excepto la del farmaceuta, porque para ejercerla era un requisito indispensable, aunque solo se reconocían en el artículo 4º los títulos de Jurisprudencia, Medicina y Ciencias Eclesiásticas en condiciones iguales para los colegios particulares como también para los nuevos colegios nacionales que se ordenaban establecer; señalaban en el artículo 15, que no era indispensable estudiar en éstos últimos, para optar títulos o grados. La Ley dejaba en claro las intenciones de los liberales de poner en práctica sus principios de libertad de enseñanza, queriendo ampliar las oportunidades a todos los ciudadanos a la educación superior tras la abolición de los títulos universitarios y el fomento de estudios técnicos o útiles. El artículo 16 de la Ley enunciaba la supresión de las universidades como un cambio en la terminología, muy apropiado para expresar la paridad que se proponía para todos los colegios. Resaltaba el final del monopolio universitario, en el cual la mayoría de los colegios no habían podido participar mediante la supresión de la palabra «universidad» del vocabulario de la educación superior; de ahí en adelante todos los colegios se cualificaron igualmente para funcionar sin consultar la voluntad de las autoridades universitarias. El gobierno del momento, tenía la intención de iniciar una nueva etapa con la iniciativa local 24 DÍAZ DÍAZ, Fernando.(1979). «Estado, Iglesia y desamortización». En «Manual de Historia de Colombia». Instituto Colombiano de Cultura, Bogotá, p.438.

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y privada, y se tenía la esperanza de que la educación primaria, recibiera un nuevo impulso de las fuentes municipales y provinciales. En cumplimiento de la Ley 15 se emite el Decreto del 25 de agosto de 1850 que reduce las tres universidades de Cartagena, Bogotá y Popayán a tres colegios nacionales, los cuales se sostendrían con los fondos de las mismas. En ellos funcionarían las escuelas de Literatura y Filosofía, de Ciencias Naturales Físicas y Matemáticas, de Artes y Oficios, de Jurisprudencia, en especial una escuela de Medicina en el Colegio Nacional de Bogotá y una escuela de Náutica para el Colegio de Cartagena25 por las condiciones portuarias de la ciudad.26 Estas legislaciones que se emitieron en cumplimiento de la Ley 15, generaron la reacción dos años después en 1852, de dos dirigentes liberales en Cartagena Juan José Nieto, gobernador de la provincia de Cartagena para ese año y Rafael Núñez, rector del Colegio Nacional de Cartagena (antigua Universidad del Magdalena e Istmo); quienes trataron que la institución siguiera funcionando como un órgano de educación superior. Núñez combatió la idea del gobierno central de delegar la organización de los colegios nacionales a las Cámaras Provinciales, y la supresión de los títulos para el ejercicio profesional. Para este año, en un informe presentado ante el poder ejecutivo con fecha del 10 de marzo, señaló que las cámaras eran quienes debían organizar dichos colegios con respecto a negocios financieros, y en cuanto a mejoras materiales, pero no delegar completamente la administración y sostenimiento a las mismas; ya que a su juicio el gobierno nacional debía intervenir directamente en un asunto de tan elevada importancia como la educación. Para Núñez, un abogado filósofo y visionario, educado en las corrientes positivistas, todo lo que afectara el progreso de los pueblos era importante, por eso para él nada afectaba más el destino político de los pueblos que la educación; de allí su preocupación por la formación universitaria. Propuso así mismo en el citado informe, la creación de un Ministerio de Educación Pública encargado exclusivamente de super vigilar, dirigir y propender el desarrollo de la educación nacional.

25 26

RESTREPO, Pastor Op Cit. LANE YOUNG Op. Cit., pp. 157-161.

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En el mismo informe se pronunció también en contra de la supresión de los títulos o «grados académicos», porque con esta medida se destruía un aliciente a los jóvenes estudiosos que deseaban ser «doctores», y también la «formación integral del ciudadano» en miras a fortalecer el nacionalismo. Si bien estaba de acuerdo en fomentar la educación técnica como lo había dispuesto la Ley 15, consideraba que no reñía con los títulos académicos; más bien debían combinarse o estimularse tanto los estudios técnicos como los académicos tan necesarios para el progreso de la República. Para Rafael Núñez, las ciencias y las artes; o la técnica y la ciencia tenían la misión de civilizar al mundo, por lo tanto no era necesario contraponerlas por que ambas eran vitales para el progreso de la nación. Núñez se adelantó a las consecuencias desfavorables de estas legislaciones que preconizaban la libertad de enseñanza, ya que la supresión de los títulos y la descentralización de las rentas disminuyó la importancia de las universidades como órgano de formación superior, pues de las cuatro escuelas que se ordenaron crear: Jurisprudencia, Literatura y Filosofía; Ciencias Naturales, Física y Matemáticas; Artes y Oficios, solo la primera era de estudios superiores, mientras que las dos siguientes, correspondían a estudios secundarios y la última a estudios técnicos. Así en los años cincuenta, los nuevos colegios nacionales, más que desarrollar un plan de estudios universitarios, implementaron planes de estudios secundarios y técnicos que no otorgaban títulos, razón por la cual muchos estudiantes ingresaban a colegios privados, donde se ofrecían carreras profesionales y secundarias que titulaban. Este fue el caso del Colegio Nacional de Cartagena, que para el año de 1851 contaba con muy pocos estudiantes: en la escuela de Jurisprudencia registraba 9 estudiantes, en Filosofía y Letras 7, y en Artes y Oficios 2,27 mientras que colegios como el Araujo, de propiedad de Dionisio Hermenegildo Araujo brindaban estudios en estos programas y recibían gran número de estudiantes.28 Por otro lado algunas provincias no pudieron asumir la subvención de los nuevos colegios públicos, debido a la precariedad de sus rentas; por ejemplo las autoridades provinciales de Cartagena debieron asumir medidas de reorganización del tesoro público para el estímulo de la educación pública en general, en las que se vio afectada el Colegio Nacional de Cartagena, pues se Ibid. «Crónica de la Providencia de Cartagena»…. Documento No 4, p 1. URUETA, José P. (1905).»Cartagena y sus cercanías». Imprenta Departamental, Primera Edición, Cartagena, p.275. 27 28

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destinaron parte de sus rentas al Seminario Conciliar, a la Casa de Beneficencia, al Colegio de Niñas y al establecimiento de escuelas talleres,29 lo que impidió el funcionamiento de las cuatro escuelas que se reglamentaron para todos los colegios nacionales y la especial de Náutica; ya que solo se abrieron tres: la de Literatura y Filosofía; la de Artes y Oficios; y la de Jurisprudencia con muy pocos estudiantes.30 Después de 1850 los liberales más serios en el ejercicio del poder y madurando hacía un partido liberal reconocieron los errores de la abolición de títulos; lamentaban que el congreso hubiera cedido al clamor de los interés del capital privado, de tener completa paridad con las universidades; pues a ellas sólo les interesaba atraer estudiantes y debido a esto, sus niveles académicos descendieron para aumentar el número de inscripciones y peor aún, solo los ricos podían frecuentarlas. Por otra parte se dio un duro golpe a las universidades provinciales, con la supresión de algunas de sus escuelas superiores, reduciéndolas al rango de escuelas secundarias y técnicas, representadas en la escuela de Filosofía y Letras (bachillerato), Artes y Oficios para todos los colegios nacionales y la Escuela Náutica para el Colegio de Cartagena. En 1853 cuando asume la presidencia el general José María Obando se realizan una serie de enmiendas a la Ley 15 de 1850, y Núñez como Secretario de Gobierno para este año, fue pieza clave para conseguir medidas favorables que conllevaran a recuperar el rango de Universidad como institución de educación superior. Al terminar Núñez la rectoría en el año de 1853 y ser reemplazado por Inocencio Galindo, se expidió el Decreto Nacional del 30 de junio de 1853 que reformó algunos aspectos del Decreto de 25 de agosto de 1850, sobre organización de los colegios nacionales, a través del cual, en su artículo 5 del capítulo 1º reestableció para el Colegio Nacional de Cartagena la Escuela de Medicina, junto a las de Literatura y Filosofía y Jurisprudencia y la incorporación de la de Ciencias Físicas y Matemáticas, Artes y oficios y Náutica. Además se emitió el Decreto del 22 de agosto de 1853 que reformó todos los decretos expedidos en ejecución de la Ley 15 de mayo de 1850 Ibid. «Crónica de la Providencia de Cartagena». Nº 47 del 19 de abril de 1852 y Documento Nº 8. 2 Pp. 30 Ibid., «Crónica de la Providencia de Cartagena». Nº 34 del 9 de diciembre de 1851. Restrepo Documento Nº 4. Resultado de los exámenes públicos que presentaron los alumnos del Colegio Nacional de Cartagena en 1851. 2 pp. 29

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sobre instrucción pública, en el que se señala que la inspección general pública, debía estar a cargo del Secretario de Gobierno y no de las Cámaras provinciales.31 A pesar de estas enmiendas continuó el problema de descentralización administrativa que afectaba a los colegios nacionales, porque seguían dependiendo de la precariedad de los fondos de las provincias, de sus bienes raíces32 y de las donaciones de los particulares, como lo demuestra la ordenanza del 12 de noviembre de 1855 que solo establece para el Colegio Provincial de Cartagena33 el funcionamiento de tres escuelas de las seis que se ordenaron abrir según Decreto del 30 de junio: Literatura y Filosofía, Jurisprudencia y Medicina. La no apertura de los otros programas, se debió a la pobreza del tesoro público de la provincia, asunto que había considerado la Junta de Inspección y Gobierno en el artículo 110 del Decreto del 22 de agosto, dando prioridad a la educación secundaria y a los programas con que inició la Universidad de Cartagena e incorporando programas académicos que ya existían en la ciudad, como fue el caso de la Academia del Bello Sexo, destinada a la formación de mujeres»modestas»34 en el arte del bordado, culinaria y asuntos domésticos. El gobierno liberal de estos años, a pesar de defender la descentralización administrativa de los colegios nacionales otorgándole autonomía financiera, afectó su autonomía académica, porque desde las legislaciones se decretaban tanto los programas académicos como los pensum; a través de lo cual siempre se vio la intención de promover los principios de educación laica e industrial; representado en el estímulo a programas de ciencias útiles y la exclusión de materias que tenían que ver con los fueros eclesiásticos. Por ejemplo, en el Colegio Nacional de Cartagena, mediante la citada ordenanza del 12 de noviembre de 1855, se suprimió la cátedra de derecho público eclesiástico en la Escuela de Jurisprudencia, lo que demostraba la influencia de las ideas liberales en la institución, al igual que en las demás universidades colombianas RESTREPO, Pastor Op. Cit., Documento No 13 Decreto del 22 de agosto de 1853 orgánico de los Colegios Nacionales. Crónica de la Providencia de Cartagena No 97 del 9 de septiembre de 1853. 32 Los bienes raíces referidos a casas y fincas, propiedades de la Universidad de Cartagena. Ver Ibid. Pastor Restrepo (cuatro tomos) en lo que se refiere a «documentos de bienes». 33 Según Mario León Echeverría, el cambio de nombre de Colegio Nacional a Colegio Provincial de Cartagena, debió producirse en 1855, porque aparece bajo esa denominación en la citada ordenanza del 12 de noviembre, además para este año con el nuevo nombre la universidad pasaba al control directo del gobierno de la provincia. Op. Cit., Mario León Echeverría, p.134. 34 El término Modesta no debe confundirse con pobre. Hacía referencia mas bien a que fuesen virtuosas, honestas, decentes y recatadas; las estudiantes pobres no podían entrar a la institución femenina ya que se prohibía todo tipo de becas. Ver Múnera Cavadía Op., Cit. P.110. 31

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en la intención de darles una orientación laica, con una clara separación de la iglesia de los asuntos educativos. En 1863 cuando Tomás Cipriano de Mosquera asume la presidencia después, de derrocar a Mariano Ospina del partido conservador se redactó una nueva Constitución liberal el 8 de mayo de 1863 que regiría la República durante 25 años, mediante la cual se crearon los estados soberanos con facultades para expedir sus propias constituciones y leyes. Estas nuevas condiciones, permitieron a los estados decidir con libertad sobre asuntos educativos. El general Juan José Nieto, asume la presidencia del Estado Soberano de Bolívar de 1862 a 1864, y gracias a la autonomía que en materia administrativa gozaban los nuevos estados, ordena por medio de la Ley del 30 de junio de 1863, restablecer al Colegio de Bolívar el derecho exclusivo de conferir los grados o títulos académicos como una solución de emergencia al problema de la disminución de la población estudiantil, crisis que experimentaba ésta institución frente a la competencia de los colegios privados que otorgaban títulos; sin embargo, permaneció la esencia de la Ley 15 de 1850 de la no obligatoriedad de los mismos para el ejercicio profesional, según lo estipulado en el artículo No 3: «los grados o títulos no eran obligatorio para el ejercicio de las respectivas facultades, i solo significan una fuerte presunción de idoneidad, a favor de los que obtuvieren estas decoraciones literarias», lo que demuestra el interés del gobierno provincial de retribuirle al Colegio de Cartagena la exclusividad de los grados, para mantener su prestigio e importancia, más no el rango de educación superior. La autonomía de los nuevos estados soberanos, involucraba también el poder de designar el orden, en que debían aprenderse las materias que componían las escuelas o facultades de Medicina, Jurisprudencia y Filosofía y Letras. 1.4 EL RENACER DE LA UNIVERSIDAD COLOMBIANA 1867 En 1867 después de 15 años de haber sido emitida la Ley 15 de 1850, mediante la cual los liberales habían intentado acabar con el monopolio universitario, resucita la universidad colombiana como un intento por reorganizar los estudios superiores, para el impulso del desarrollo técnico del país. Tres años duró la discusión de la ley que José Maria Samper había elaborado con el objeto de organizar una universidad pública en la capital de la Republica, que llevara el nombre de Universidad Nacional de los Estados Unidos de 36

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Colombia; cuyo decreto reglamentario se expidió el 3 de enero de 1868, durante la presidencia de Santos Acosta, y el reglamento fue dictado por el gobierno federal, señalando que la enseñanza seria gratuita. Liberales como conservadores se agruparon en torno a la recién nacida institución y el rector de carácter provisional Ezequiel Rojas, contó con la colaboración de catedráticos conservadores y católicos, como Miguel Antonio Caro, Diego Fallon y José Maria Samper.35 La inauguración de la nueva universidad en el contexto de una administración liberal se convirtió en foco de divulgación de las ideas liberales. Por una parte, se buscaba dar estímulo a la enseñanza técnica, y por otra se prescribieron legalmente los textos o literatura liberal en las áreas de filosofía y del derecho. La organización de la universidad se hizo con base en el plan de Samper, que enfatizaba la introducción de tres escuelas técnicas: Ciencias Naturales, Ingeniería Civil y Militar y Artes y Oficios, junto a las facultades tradicionales de Derecho, Medicina y Cirugía, Literatura y Filosofía; se buscaba responder a las necesidades del desarrollo económico de la sociedad colombiana; en la que la orientación permanente de la economía hacia las exportaciones, había determinado la construcción de vías de comunicación de tendencias centrífugas; era el periodo de los ferrocarriles, de las obras publicas, el telégrafo y los modernos servicios urbanos que obligaban a dar una estimulación especial a la enseñanza técnica.36 De 1860 a 1870 se generó una polémica por la autonomía universitaria a raíz de la imposición por decreto de los textos que debían utilizarse en la universidad que tenían como tela de fondo la reforma instruccionista de 1870 bajo la presidencia de Eustorgio Salgar que propugnaba por una educación primaria obligatoria y laica o secular.37 En el marco de esta reforma se aprobó un proyecto que señalaba como texto de enseñanza básica de la filosofía elemental, las obras de lógica, biología y gramática general de Destutt de Tracy, y los principios de legislación, las pruebas judiciales, la realización judicial y

MEJÍA VELILLA Op. Cit.,. p. 84. LAVERDE TOSCAZO Op. Cit.,. p.62. 37 Ibid. pp 64-65, y Mejía Velilla Op. Cit., pp. 83-84. 35 36

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la táctica parlamentaria de Jeremy Bentham.38 Este hecho motivó la renuncia de Manuel Ancizar – rector en propiedad de la universidad- quien se negó a continuar siendo director de una institución, que se había desvirtuado en forma sustancial por la imposición de textos de enseñanza, que demostraba una clara intención política, prescindiendo de los resultados de las ciencias. Ancízar continuó en la rectoría, pero utilizó como un medio para salvaguardar la autonomía de la universidad una comisión que evaluara los textos impuestos, con el fin de establecer su pertinencia para los propósitos universitarios, dicha comisión estuvo conformada por Miguel Antonio Caro, Francisco Eustaquio Álvarez (profesores de idiomas y filosofía elemental), y el mismo Ancizar. En 1872 el debate por la autonomía universitaria se recrudeció en las cámaras legislativas; se plantearon las posiciones de quienes defendían la autodeterminación universitaria y la de quienes se negaban a modificar los términos originales del proyecto del setenta, subordinando el manejo de la universidad al poder ejecutivo y sus delegados, posición de la mayoría liberal. La confrontación de las dos posiciones a favor y en contra de la autodeterminación universitaria, conllevó a que el proyecto original se transformara en otro de mayor envergadura que se denominó «reformatorio de algunas disposiciones orgánicas de la Universidad Nacional», presentado a instancias de la comisión que inspeccionó los claustros universitarios. Estos fueron los antecedentes de la primera reforma al decreto orgánico de la refundación de la Universidad Nacional. Esta reforma al igual que otras, muestra la represión de la autonomía, tanto académica como administrativa a la universidad, lo que demuestra que la institución continuó siendo objeto de la manipulación político-administrativa del momento, ignorando los movimientos que presionaban por el respeto de 38 La constante preocupación de Ancizar como rector, consistió en garantizar la consolidación institucional en diversos frentes: presupuesto, planta física, profesores. El asunto mas grave que atentaba contra la libre determinación de la institución fue la imposición de algunos textos universitarios, la cual tenía sus antecedentes en el periodo Republicano en 1838. Ver González Rojas Jorge Enrique (2000). «El problema de la autonomía durante la primera etapa de la Universidad Nacional de los Estados Unidos de Colombia. 1967 – 1876». En «Archivos y documentos para la historia de la educación colombiana» (Compilador Olmedo Vargas Her nández). RUDECOLOMBIA. Tunja, pp. 90 - 102

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la institución universitaria como unidad académica, al margen de las disparidades políticas; por lo que no puede seguirse afirmando que durante los periodos liberales del cincuenta y del setenta la universidad gozó de autonomía; más bien los apetitos externos no cesaron en su empeño de acondicionarla para convertirla en un instrumento propagandístico de partido al igual que los conservadores cuando estaban en el poder. La universidad de estos años consolidó el ideario liberal de una educación laica y en los años siguientes a 1870, la reacción conservadora hizo presencia. El Arzobispo de Bogotá la mayoría de los prelados y algunos profesores y estudiantes miembros doctrinarios del partido conservador, se encargaron de propagar la versión de una universidad atea, utilizando como argumento, la persistente intención del gobierno liberal de imponer allí sus designios; denominaron a la universidad despectivamente como «fábrica de liberales». En 1875 en medio de las campañas presidenciales la lucha entre los dos bandos generó un activismo político de estudiantes y profesores a favor de la candidatura de Aquileo Parra; lo que advirtió el ahora Secretario del Interior Manuel Ancizar, como una amenaza a la identidad de la universidad si esta no se dejaba al margen de los intereses políticos. Para el año 1876, en una sesión de la Cámara de Representantes se presentó un proyecto del senado plenipotenciario sobre reorganización universitaria, que defendía la autonomía, cuyo proyecto fue analizado por Ancizar, quien expuso su concepto ante la Cámara el 5 de mayo de 1876, señalando que la universidad se había convertido en un «palenque eleccionario» con serios brotes de indisciplina que formaba «pedantes», pero no «hombres de ciencia» y que la cámara debía dar independencia a la universidad, si quería evitar definitivamente el cierre del establecimiento. Estas claras pretensiones de autonomía universitaria encontraron oposición en el desarrollo de los debates en un claro exponente del sector liberal, Felipe Pérez, quien consideraba inaceptable dichas pretensiones considerándolas como un atentado al gobierno como restaurador de la instrucción pública y un peligro al «desafió solemne que esta haciendo la enseñanza clerical a la laica». Otro liberal Aníbal Galindo, fue mucho más lejos al expresar en los debates parlamentarios, que este proyecto autonómico encerraba una cuestión de vida o muerte para el partido liberal, hasta tal punto que se tomará la obligación en nombre del liberalismo en declarar que la fundación de la universidad se había hecho, con el propósito de enseñar liberalismo, en otras palabras para formar liberales. 39

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Al final en los debates se logró gracias a la influencia de Ancizar como secretario del interior, que se aprobara la Ley 26 de 1876, en la que se consignaron algunos preceptos para rehacer la autonomía de la universidad nacional, pero que se vio postergada por las trágicas guerras civiles denominadas «la guerra de las escuelas» que paralizaron al país entre 1876 a 1877 en la que participaron gran número de estudiantes de las universidades. Durante este periodo las universidades regionales tampoco gozaron de autonomía, es más, la designación de los textos para la enseñanza en el Colegio del Estado de Bolívar, corría por cuenta de la Junta Superior de Instrucción Pública del Estado de Bolívar.39 Bajo el proyecto regenerador se marcarían nuevos rumbos para la universidad planteados en la construcción de un contexto centralizado, de recuperación del orden y de confesionalismo para las universidades que postergó sus anhelos de autonomía. 1.5 LA REFORMA UNIVERSITARIA DE RAFAEL NUÑEZ En los años ochenta tanto para los conservadores como para los liberales «moderados o independientes», desertores del liberalismo radical en 1870; la posición anticlericalista de los radicales del cincuenta, se había convertido en una brecha entre la clase dominante y el pueblo reforzada por disparidades regionales, diferencias raciales, filiaciones partidistas y dificultades de comunicación, y más cuando a finales del Siglo XIX, las guerras civiles provocaron una nueva crisis económica que amenazó la posición de la clase dominante. Reconocieron que el catolicismo debía ser el común denominador de los colombianos pues concebían que la Iglesia era la única institución nacional capaz de dar coherencia a las sociedades desarticuladas producto de las guerras civiles partidistas.

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RESTREPO Pastor Op. Cit., Documento No.6.

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Rafael Núñez, egresado de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Magdalena e Istmo. Rector del Colegio Nacional de Cartagena en 1852-1853 y Presidente de la Republica de Colombia en los periodos 1880-1884 y 1885-1886.

Estas reflexiones llevaron a liberales moderados y conservadores, a una alianza para las elecciones presidenciales de 1880 a 1884 postulando como candidato a Rafael Núñez liberal moderado, antiguo adepto del liberalismo radical, quien resultaría elegido para el nuevo período presidencial. Esta nueva administración tenía como objetivo regenerar el orden en la República, por lo que se conoció como Movimiento Regenerador; dicho movimiento planteó como causa directa de la inestabilidad política, social y económica la orientación anticlericalista, laica que los radicales habían dado al sistema educativo; y la divulgación de su doctrina en un medio social tan estrecho, que acusaba supuestos rasgos de primitivismo, desatando fuerzas sociales y políticas difíciles de someter sino se controlaban los epicentros desde donde se difundían. En la percepción de los regeneradores esa divulgación por medio de procesos simbólicos penetraba en la conciencia de la gente común y corriente, y terminaba reforzando las conductas disipadas que eran el principal obstáculo para el restablecimiento del orden.40 La educación fue el instrumento por medio del cual los regeneradores con una actitud política militante emprendieron el restablecimiento del orden a través de la centralización del sistema educativo en manos del Estado, la 40

SOLANO, Sergio P Op. Cit.,. p.43.

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erradicación del proyecto de universidad laica o anticlerical de los liberales y la promoción de una educación dogmática, confesional tras la devolución de su control a la iglesia, como fuerza ideológica, cohesionadora y garante del orden. El Gobierno Nacional a través de la Ley 106 de 1880 asume el control de la educación pública y mediante el Decreto 167 de 1881 reforma la universidad; en el que se define como una institución de educación creada por la ley y sostenida con fondos nacionales, para dar pública y gratuitamente enseñanza secundaria y profesional, el ejecutivo se consagra como el directo y exclusivo controlador de la Universidad cada una de sus escuelas pasa a depender del ministerio correspondiente. El secretario de instrucción pública Ricardo Becerra en un informe anual publicado en los anales de la instrucción pública se pronunciaba al respecto de la centralización universitaria que se pretendía con las nuevas reformas: «La universidad no podrá tener otra vida que la que le da el gobierno y por lo mismo, lejos de hacer éste un simple patrono, debería circunstanciarse más y más con él. La descentralización en asuntos de enseñanza es contraproducente, pues tiende a la desorganización y a la ruina. Debería pensarse más bien en una completa regularización del ramo de la instrucción pública bajo el cuidado de un secretario de Estado y no en simples independencias efímeras».41 El nombramiento y remuneración de los funcionarios de la instrucción pública según el nuevo decreto debían estar a cargo del poder ejecutivo, así como su buen desempeño; tanto la enseñanza secundaria como la profesional serían centralizadas a excepción de la Escuela Náutica, cuya sede principal sería la ciudad de Cartagena.42 La prensa capitalina de 1886 a 1892, se empeñó en la labor de centralizar los estudios profesionales en la universidad de Bogotá, razón por la cual en Cartagena, médicos y abogados titulados de la universidad de ésta ciudad a través de varios artículos publicados en los periódicos locales «el Porvenir» y «el correo de Bolívar» combatieron el proyecto de centralización universitaria y durante esos años, no tuvo acogida en las universidades regionales porque atentaba contra su existencia, y además éste era el único centro de educación

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«Anales de Instrucción Pública» Tomo I, p 280 En Op. Cit., Mejía Velilla. pp. 88-89. Ibid. Página 71.

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superior de la Costa Atlántica a la que acudía mayoritariamente la población de bajos recursos.43 Vencida la resistencia radical en la guerra de 1885 a 1886, Núñez que había sido elegido como liberal, recibe el apoyo de una facción de su partido y del partido conservador, formando el llamado «partido nacional» que culmina el proceso con la Constitución centralista de 1886, bajo el lema de»centralización política y descentralización administrativa» que señalaba entre las atribuciones del ejecutivo la de reglamentar, dirigir e inspeccionar la instrucción pública nacional. 44 Bajo esta segunda administración el Gobierno regenerador a través del Concordato celebrado el 31 de diciembre de 1887, delega a la Iglesia el control de la educación pública nacional, por concepto de indemnización de los bienes eclesiásticos desamortizados durante el radicalismo; tras reconocer que la ideología religiosa podía actuar como un elemento de control y de unificación nacional: «En las universidades y en los colegios, en las escuelas y en los demás centros de enseñanza, la educación y la instrucción pública se organizarán y dirigirán en conformidad con los dogmas y la moral de la religión católica. La enseñanza religiosa será obligatoria en tales centros y se observarán en ellos las prácticas piadosas de la religión católica» 45 Según el Concordato, el control de las autoridades eclesiásticas sobre la educación comprendía la facultad de escoger los libros de religión y de moral para todos los niveles de enseñanza; denunciar ante la administración civil a los maestros y profesores que no respetaran la doctrina católica en sus cursos, y obtener su suspensión o exclusión definitiva; se daba así a la iglesia poder Archivo Histórico de Cartagena (en adelante se citará A. H. C.) El Porvenir 3 de octubre de 1923 Nº 7041. «La Universidad de Cartagena. La Escuela de Medicina. Manuel Pájaro H. Distinguido y antiguo colaborador de nuestro diario, autor del presente artículo combatiendo la centralización universitaria».En éste artículo el médico cartagenero Manuel Pájaro H., se pronuncia en contra de la centralización universitaria en Bogotá que amenaza con el cierre de la Universidad de Cartagena, señalando que esta política tiene sus raíces desde el año de 1.886 a 1.892 período en donde la universidad también se vio afectada, y los profesionales egresados de ella, entre ellos-el mismoa través de la prensa, defendieron la permanencia de la universidad que era la única institución que brindaba estudios superiores para toda la Costa Atlántica sobre todo para la mayoritaria población de bajos recursos, que no podían realizar estudios en Bogotá ni en el exterior. 44 LAVERDE TOSCANO Op. Cit., pp. 72-73. 45 Concordato entre la Santa Sede y la República de Colombia, 31 de diciembre de 1887. En «Conferencias episcopales de Colombia». Tomo I 1908-1953, Bogotá, 1956 pp 522-523. Ver en Alline Helg. «La educación en Colombia: 1918-1957». Serie Educación y Cultura, Universidad Pedagógica Nacional, Plaza y Janés, Bogotá, 2001. pp. 29-30. 43

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sobre los docentes y sobre el contenido de la enseñanza, y se reforzaba con el apoyo del Estado el compromiso de prohibir todo tipo de enseñanza literaria o científica que divulgara ideas contrarias al dogma católico, al respeto y a la veneración de la Iglesia.46 Ya avanzado el siglo se da un intento por imponer el modelo de universidad estatal laica con la «Universidad de los Estados Unidos de Colombia», la cual fue posible gracias a la concepción anticlerical del Estado, desarrollada en esa época por los liberales y a la confiscación de los bienes de la Iglesia; sin embargo, esta universidad del Siglo XIX y en general todo el sistema educativo entra en reversa durante el período llamado de la «Regeneración». Apoyado en una concepción confesional del Estado plasmada en la Constitución de 1886, el Gobierno entrega a la Iglesia el monopolio de los asuntos educativos; los efectos de esta política irían a permanecer a pesar de intentos de reforma universitaria hasta muy entrado el Siglo XX cuando termina la hegemonía conservadora. Para la Universidad de Cartagena - antes defendida por Núñez- los estatutos de las nuevas legislaciones se fueron haciendo mas drásticas aumentando el número de inspectores y subinspectores, la obligatoriedad de asistir a misa, rezar oraciones al inicio de la jornada, el uso de uniformes, castigos corporales y presidio en la misma institución para los contraventores de las normas, suspensiones y expulsiones entre otras, asuntos estos no presentes en la cotidianidad del claustro en los períodos anteriores. Esta reforma al igual que otras, muestra la represión de la llamada autonomía, tanto académica como administrativa a la universidad colombiana; la institución continuó siendo objeto de la manipulación políticoadministrativa, ignorando los movimientos que presionaban por el respeto de la institución universitaria como unidad académica al margen de las disparidades políticas; por lo que no puede seguirse afirmando que durante los periodos liberales del cincuenta y del setenta la universidad gozó de autonomía, se convirtió en un instrumento propagandístico de partido al igual que los conservadores cuando estaban en el poder.

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Ibid. p.29.

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CAPÍTULO 2 REFORMISMO Y MODERNIZACIÓN EN AMÉRICA LATINA DURANTE EL SIGLO XX. EL CASO DE CARTAGENA (1920-1946) 2.1. LOS PROYECTOS DE UNIVERSIDAD AMERICANISTA Y NACIONALISTA DEL SIGLO XIX Y PRIMER DECENIO DEL XX. No es posible hablar de reformas universitarias durante el período de 1920 a 1946 en Latinoamérica, sin antes hacer referencia a los discursos sobre americanistas47 y nacionalistas forjados a finales del XIX y primer decenio del Siglo XX, que serían retomados en los proyectos de reforma universitaria planteados durante estas décadas. Desde finales del Siglo XIX una vez terminadas las guerras de independencia circularon estos discursos entre los libertadores, que representaban una ruptura con el pasado colonial, con el «mundo occidental» que para ellos eran las metrópolis europeas de España y Portugal. Esta ruptura fue entendida por un grupo de pensadores que proponían la formación de una Americanista se refiere a los discursos que sobre América Latina se plantearon entre finales del Siglo XIX y principios del Siglo XX. La denominación de América Latina asumida en esos discursos hace referencia no solo a los pueblos de relativa filiación Latina, sino también a otros como los de las Antillas de lengua inglesa u holandesa y los grandes enclaves indígenas. Es un concepto en expansión que se va enriqueciendo con el discurso de los diferentes pensadores americanistas de este período. Ver en Roberto Fernández Retamar. «América Latina y el trasfondo de Occidente». En «América Latina en sus ideas». Coordinación e Introducción por Leopoldo Zea. Serie América Latina en su cultura. UNESCO, Siglo XXI editores, publicado conjuntamente por México y España. México, Madrid. 1993. p.300. 47

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nación latinoamericana a través del rescate de las raíces ancestrales que pudiera identificar «al hombre autóctono de América», en contraposición al legado del hombre europeo. Y por otra, asumida por otro grupo de pensadores como la formación de un nacionalismo asociado a las peculiaridades de cada república independiente, a la patria.48 Ambos grupos tomaron como vehículo de expresión de sus discursos, a la universidad. Entre el primer grupo que podríamos identificar como los americanistas, encontramos como un primer antecedente, el pensamiento bolivariano que después de la independencia buscaba conservar la unidad que Hispanoamérica había tenido en la Colonia frente a cualquier amenaza europea. Su proyecto incluía en lo fundamental apoyado en aquella unidad, la proclamación de una autoctonía americana, en 1819 decía: «Tengamos presente que nuestro pueblo no es el europeo, ni el americano del norte, que más bien es un compuesto de África y América, que una emanación de la Europa; pues que hasta la España misma deja de ser Europa por su sangre africana, por sus instituciones y su carácter. Es imposible afirmar con propiedad a qué familia humana pertenecemos. La mayor parte del indígena se ha aniquilado; el europeo se ha mezclado con el indio y con el africano»49 Según María Egilda Castellanos 50 el discurso de modernización universitaria en América Latina se expresó en un principio en la internalización por las elites ilustradas del discurso moderno europeo, tras la asociación de un pensamiento ilustrado que versaba sobre la razón y la liberación. Las elites al asumir el poder y la conducción de las instituciones en los años siguientes a la independencia se preocuparon por establecer una ruptura con el nexo colonial, la que consideraban como expresión del oscurantismo, de la escolástica y del clericalismo, en pro de la construcción de una universidad que respondiera a la condición de nacional en contraposición a la real y pontificia universidad colonial, organizándosela académica y administrativamente siguiendo por una parte, los modelos culturales provenientes particularmente de Francia y por otro, en atención a los nuevos roles que desempeñarían los egresados, en función del juego político dentro del Estado, del incipiente desarrollo urbano y de las actividades mercantiles y exportadoras.

Ibid. pp. 300-301 Ibid. p.310 50 CASTELLANOS, María E. Op. Cit.,. p.369. 48 49

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Sin embargo el proyecto de Bolívar fue contrario a los objetivos que perseguía el conjunto de pensadores representativos de la etapa de organización de las repúblicas latinoamericanas, cuales eran impulsar las burguesías nacionales en las repúblicas nacidas de la fragmentación del mundo colonialibérico; y la preocupación de separarse definitivamente de las viejas metrópolis de España y Portugal que consideraban atrasadas, y asumir la afiliación de la Europa anglosajona y francesa, no solo por su desarrollo capitalista, sino por la admiración hacía ella. Estos pensadores sudamericanos de aspiración burguesa llegaron a hacer suya de tal manera la ideología de las burguesías de los países capitalistas desarrollados, que introyectaron plenamente, inclusive aspectos de esa ideología, como el racismo y el consiguiente desprecio por los pueblos no occidentales, entre los que estaban Latinoamérica, racismo y desprecio imprescindibles que justificaban y facilitaban la tarea conquistadora y expoliadora que había realizado y continuaba realizando occidente, incluso en estos años con la colaboración de algunos pensadores locales; que además llegaron a exterminar físicamente a sus poblaciones aborígenes, a rechazarlos e importar metropolitanos. Un ejemplo de estos pensadores durante el período liberal radical fue el argentino Juan Bautista Alberdi, quien en 1852 en su texto «Bases y Puntos de partida para la organización política de la República Argentina» expresó su aspiración a la filiación francesa e inglesa, tras el desprecio hacia los aborígenes americanos: «Con la revolución americana acabó la acción de la Europa española en este continente pero tomó su lugar la acción de la Europa anglosajona y francesa. Los americanos de ahora somos europeos que hemos cambiado de maestros; a la iniciativa española a sucedido la inglesa y francesa. Pero siempre es la Europa la obrera de nuestra civilización...hoy mismo bajo la independencia, el indígena no figura ni compone mucho en nuestra sociedad política y civil. El indígena nos hace justicia: Nos llama españoles hasta el día. No conozco persona distinguida de nuestras sociedades que lleguen apellidos Pehuenche y Araucano...en América todo lo que no es europeo es bárbaro...»51 Esta fue la norma de gran parte de los países latinoamericanos, sin embargo existieron actitudes que reivindicaban lo autóctono al considerar nuestra realidad con el mundo occidental en la década de 1860, como el caso en Méjico del indio Juárez, en el cono sur, la obra de los chilenos José Victorino Lastarria y Francisco Bilbao; este último rechazaba la colonización y la inmigración. Sin embargo, la posición que prevaleció entre principios y la segunda mitad del Siglo XIX fue la de aquellos pensadores que prepararon el 51

Ibid. p.303.

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espacio para una nueva forma de colonialismo en América, conocida como «neocolonialismo», ya no por naciones atrasadas, sino por naciones verdaderamente occidentales como Inglaterra y Estados Unidos. A finales del Siglo XIX un grupo de pensadores previendo los avances del imperialismo o neocolonialismo, empieza a advertir la necesidad de declarar una segunda independencia frente a los avances del nuevo coloso de occidente: Estados Unidos. José Martí líder de la independencia cubana quien había vivido en Estados Unidos y había experimentado lo inminente de su agresión imperialista retoma los fundamentos de la unión americana, que ya Bolívar había señalado. Entre 1889 y 1891 Martí expone sus documentos capitales sobre la especificidad de América Latina, en el marco de las primeras conferencias panamericanas celebradas en Washington como :»La Edad de Oro», el artículo «Vindicación de Cuba», el discurso «Madre América», y sobre todo el artículo «Nuestra América» de 1891; en este último resume la cuestión vital de su pensamiento americanista: «Éramos una máscara, con calzones de Inglaterra, el chaleco parisiense, el chaquetón de Norteamérica y la montera de España. Ni el libro europeo ni el libro yanqui daban la clave del enigma hispanoamericano. A adivinar salen los jóvenes al mundo, con antiparras yanquis o francesas y aspiran a dirigir a un pueblo que no conocen»..52 La americaneidad en Martí se vierte sobre la universidad cuando señala que esta debe formar jóvenes que analicen la realidad de los «pueblos de América» en su texto «Nuestra América», «Cómo han de salir de las universidades los gobernantes, si no hay universidad en América donde se enseñe lo rudimentario del arte del gobierno que es el análisis de los elementos peculiares de los pueblos de América?53 Durante el primer cuarto del Siglo XX, sería el pensamiento de un ideólogo burgués nacionalista, el uruguayo José Enrique Rodó el que encontraría acogida en América Latina. A raíz de la invasión norteamericana en la guerra de independencia de Cuba en 1898, en abierto rechazo, Rodó publica su ensayo «Ariel» en 1900, donde opone a los aspectos crudos del imperialismo norteamericano, una espiritualidad de nuestros países; criticando el capitalismo e imperialismo norteamericano y sugiriendo para América Latina Ibid. p.318 MARTÍ, José. (1977). «Nuestra América». Biblioteca Ayacucho, Sucre, Venezuela, p.20 En Mejía Velilla, David Op. Cit., pp 92-93. 54 Ibid. Mejía Velilla. pp 91-92 y ver también Op. Cit., Fernández Retamar. p.319. 52 53

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formas culturales del capitalismo de los países de Europa occidental, que aparecían a su ojos como menos agresivos; trataba por tanto de proteger también de cierta forma la tradición hispánica y helenística, como contrapuesta al espíritu de América del norte.54 Su formula pareció atractiva a diversos sectores de la burguesía latinoamericana, que aspiraban a un pensamiento nacional y por tanto antiimperialista, que buscaba posiciones socialistas. Este pensamiento de Rodó en la nueva forma de plantear nuestra relación con el mundo occidental (Europa sí, Estados Unidos no), resulta curiosa compararla con la que buena parte de la intelectualidad liberal latinoamericana del Siglo XIX había sustentado: Estados Unidos Sí (después de todo también América), Europa no, cuando esta última implicaba las metrópolis o significaba aún una forma agresiva del capitalismo y se hacía presente en invasiones y amenazas para nuestra América. También es útil compararla con el criterio realista y astuto de Martí: «Mientras llegamos a ser bastante fuertes para defendernos por nosotros mismos, nuestra salvación y la garantía de nuestra independencia, está en el equilibrio de potencias rivales».55 Al igual que Martí, Rodó percibe a la universidad como el medio a través del cual se puede conocer a la realidad americana y promover una conciencia de pertenencia a nuestra América; pero se aleja de la posición martiana cuando sugiere que nuestra integración a la cultura universal depende del ejercicio de la más pura moral cristiana y la educación estética fundamentada en la cultura helena.56 Tanto el pensamiento de Martí en Cuba como el de Rodó en Uruguay aunque no se planteó en realidad en las universidades, estuvieron dirigidos a toda la juventud hispanoamericana. Las universidades a pesar de éstos proyectos de reforma con una visión de la americanidad, fueron más bien en el Siglo XIX objeto de formación de burguesías nacionales que presentaban disparidades políticas; la constante durante el período es la relación entre saber y poder. La universidad fue la única institución que ejerció la función de poder de los criollos en el momento de la catástrofe del poder español; aparece como una institución oficial estatal por lo que se conoce como la época del «Estado docente», es decir, como el soberano exclusivo de todas las cuestiones Ibid. Fernández Retamar p.320. RODÓ, José Enrique. (1967).»Obras Completas» Editorial Aguilar. Madrid. España, p.209. En Mejía Velilla Op. Cit., p.96. 55 56

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educativas de la nación. La tarea fundamental de la universidad debía ser de acuerdo con el ideal napoleónico nacionalista de la universidad francesa; la formación profesional o la educación de los jóvenes, debía ser para las carreras eclesiásticas, administrativas y militar. A esta fase tradicional de la universidad latinoamericana se le conoce en la historiografía como la «universidad de los abogados».57 2.2. LAS REFORMAS UNIVERSITARIAS: 1920-1946 Desde finales de Siglo XIX se concretiza el proyecto modernizador en adelante en Latinoamérica con el propósito para el cual fue ideado, a saber la incorporación de esta al mercado mundial en las décadas conocidas como modernistas(1880-1930), ciclo de despegue, crecimiento y crisis económicas, acompañadas de una inquietante pujanza social; la modernización urbana, la expansión económica interna basada en las primeras industrias no artesanales y episódicas, obras de infraestructuras como el alumbrado eléctrico, los telégrafos y las vías férreas como el alma del progreso y la civilización.58. En lo político, el proyecto modernizador se planteó en la instauración de los «partidos políticos nacionales» de carácter positivista, con un claro propósito de ordenar y acabar con las contradicciones irreconciliables de los partidos tradicionales tras la alianza o pacto entra facciones de los partidos, que exigieron la postulación de las consignas de «paz,» «progreso» y «administración», bajo un principio letrado de autoridad y previa legitimación de la concentración del poder. Este ciclo de gobiernos positivistas mostraron la resistencia a la democratización política y social que consolidó una oligarquía HANS Albert, Steger. (1974). «Las universidades en el desarrollo social de la América Latina». Fondo de Cultura Económica. México, pp. 265-284, y ver también RIBEIRO, Darcy. «La universidad necesaria».(1967) Editorial Galerna. Argentina pp. 16-19. La universidad Francesa creada por Napoleón en 1806-1808 fue con el propósito de unificar políticamente y uniformizar culturalmente a Francia. Su núcleo básico eran las escuelas autónomas de Derecho, Medicina, Farmacia, Letras y Ciencias y por separado la Escuela Politécnica y la Escuela Normal Superior. Se caracterizó por un nuevo Humanismo fundado en la ciencia, comprometido con la problemática nacional y con la defensa de los Derechos Humanos y empeñado en difundir los conocimientos tecnológicos en que se basaba la revolución industrial. El pariscentrismo, el burocratismo y su carácter de sistema mas interesado en los exámenes que en la enseñanza fue uno de los atributos esenciales de la estructura universitaria francesa. La Universidad Latinoamericana es una réplica de la matriz francesa del Siglo XIX.(pp.20-23) . 58 GÓMEZ GARCÍA, Juan Guillermo. (1986). «La reforma universitaria y la crisis del Positivismo». En «Revista Universidad y Sociedad». Editorial Argumentos, Bogotá, pp. 111-113. 57

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de signo patricio-burgués; que renovaba el permanente carácter barroco de las sociedades latinoamericanas en una entremezcla de perjuicios y el aprovechamiento del inesperado enriquecimiento. Las universidades latinoamericanas durante esos años de gobiernos positivistas continuaron unas, reproduciendo el orden jerárquico confesional y dogmático de la universidad colonial y otras, el énfasis profesional de la universidad napoleónica, nutridas a finales del Siglo XIX con las ideas positivistas, robusteciendo su profesionalismo; las cuales garantizaron el desarrollo de esas burguesías locales que debutaban como protagonistas del gran capital extranjero y el disfrute de un sistema de exclusiones y gracias heredados del patriciado.59 Se trataba de universidades patriarca - feudales que preparaban a los hijos de los terratenientes, funcionarios y comerciantes para el desempeño de cargos en el Gobierno y los oficios prestigiosos de las profesiones tradicionales de abogados y médicos.60 En estas universidades el ambiente intelectual no era muy exigente ni la competencia muy dura; la formación profesional requería solo el aprendizaje de técnicas convencionales, que se empobrecía en la medida en que faltaban tanto el estímulo para la investigación y la creación personal, como la apertura que suele ofrecer el contacto con las grandes corrientes de pensamiento. Hubo, sin duda, muchos profesores de excelente formación y vivas inquietudes, y aún figuras descollantes en su campo. Pero no fueron ellos los que dieron el tono a la vida universitaria, cuyo control estaba en manos de grupos cerrados, que correspondían a los grupos sociales hegemónicos y consideraban la universidad como su propio territorio.61 Con estos nuevos aires de modernización señalados por la evolución industrial, se inician a principios del Siglo XX movimientos de reformas de las universidades latinoamericanas, que vinieron a responder a un proceso amplio e intenso de agitación social; a ciertos cambios en la correlación internacional de las fuerzas político- económicas derivadas de la guerra y a los cambios internos vinculados con la expansión del capitalismo en Latinoamérica; unido Ibid. pp. 111-113. AMAYA FRANCO, Manuel Enrique. «Universidad y democracia alrededor de la Reforma de Córdoba». En «Revista Universidad y Sociedad» Op. Cit., p.158. 61 ROMERO, José Luis. (2001). «Situaciones e ideologías en América Latina». «Clásicos del pensamiento hispanoamericano». Editorial Universidad de Antioquia. Medellín, p.186. 59 60

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a esto, la emergencia de una clase media que había aumentado considerablemente su número y su participación activa en el proceso social, y así como una notaria inquietud en el proletariado que ya se hacían sentir en los principales centros urbanos, sectores estos, que encabezarían movimientos renovadores frente a los grupos oligárquicos, determinando la presencia de un clima propicio a las más hondas transformaciones. Estos movimientos reformistas universitarios latinoamericanos enjuiciaron a la universidad tradicional y denunciaron las fallas en su estructura y sus vicios, señalando que las universidades no debían seguir siendo instituciones rutinarias que se limitaban a proveer de nociones prácticas a las sucesivas generaciones de aspirantes a profesionales, ni debían servir simplemente y sumisamente a los intereses de grupos sociales conformistas y poderosos, enquistados en sociedades fundadas en el privilegio; las universidades debían responder a los cambios que estaban experimentando las estructuras sociales de los países latinoamericanos; es decir, abrir sus puertas a los nuevos sectores emergentes, medios y populares; renovar o realizar un cambio mas profundo en los métodos de enseñanza y en la organización de la universidad que formara un espíritu a tono con las inquietudes científicas, sociales y económicas de unas sociedades en cambio. En efecto, hacía comienzos del Siglo XX se advertía en diversos países de América Latina una cierta crisis de las oligarquías, quizá no muy profunda, pero lo suficientemente fuerte como para que se abriera una marcada posibilidad de ascenso a ciertos sectores de las clases medias; esta movilidad social vendría a inspirar en los movimientos reformistas universitarios, encabezados por estos sectores por un lado, los designios de una democratización de la universidad, y por el otro lado, formas aún más extremadas como el socialismo, bajo el estímulo de doctrinas y experiencias que habían adquirido dramática intensidad por entonces en Europa(más concretamente en los ideales de la Revolución rusa de 1917). Cambios políticos respondieron también a estas circunstancias de resquebrajamiento del sistema social y político tradicional, como la llegada al poder de grupos políticos de corte populista y democrático, como el de Battle y Ordóñez en Uruguay, Irigoyen en Argentina, de Leguía en Perú entre otros; así como también un proceso de secularización de la cultura que había debilitado la influencia de grupos clericales y del pensamiento tradicional. Estos nuevos sectores emergentes también advertían desde los movimientos de reforma de las 52

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universidades, la necesidad de un conocimiento de la realidad latinoamericana frente a una Europa decadente después de la primera guerra mundial, y frente a los avances del imperialismo estadounidense, que muchas veces se expresaron en posiciones antiimperialistas y fuertemente nacionalistas. 2.2.1 El movimiento reformista universitario de Córdoba Argentina: 19181928. El primer movimiento de reforma universitaria en el Siglo XX tuvo lugar en la universidad de la Plata en Buenos Aires- Argentina- entre 1903 y 1906, que había logrado democratizar la selección del cuerpo docente y derrotar parcialmente a las academias vitalicias que nombraban a los profesores, a la vez que, introdujo un soplo de modernidad en los estudios. Los estudiantes de derecho y medicina protestaron por la rigidez académica en la universidad. Fue un hecho nuevo tanto por la organización estudiantil como sus tácticas operativas: la huelga, la presión callejera y violenta sobre las autoridades reunidas en deliberación. El Movimiento apareció como un inesperado enjuiciamiento del contenido y la orientación de la enseñanza, que mostraban no solo la crisis de las elites tradicionales, sino también su percepción por las nuevas promociones; cundió el sentimiento de que la vieja organización académica de la universidad de Buenos Aires establecida en 1886 requería una reforma, del mismo modo que la metrópoli se renovaba por inmigraciones que sugerían la necesidad de una reforma política.62 Este movimiento no tuvo las repercusiones que en Latinoamérica tuvo el de la Universidad de CórdobaArgentina en 1918. Para algunos analistas de reformas universitarias en el Siglo XX, este movimiento fue el primer movimiento serio de reforma de la universidad latinoamericana en dicha centuria; iniciado en junio de 1918, fue la gran primera confrontación entre una sociedad que empezaba a experimentar cambios en su condición interna y una universidad a espaldas de la misma enquistada en esquemas obsoletos. El Movimiento de Córdoba recibió la influencia de tres revoluciones que lo alimentarían ideológicamente; la primera de ellas, fue la primera guerra mundial. América Latina que había estado ligada al mundo externo con la influencia sobre sus elites de las manufacturas y las ideologías europeas, sintió la conmoción 62 Ibid. p.190. Ver también PORTANTIERO, Juan Carlos.1.978 «Estudiantes y política en América Latina, 1918-1938». «El proceso de la Reforma Universitaria. Siglo XXI». Méjico. Página 31.

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de la guerra como el fracaso de un ciclo de historia, que arrastraba consigo la quiebra del cosmopolitismo europeo y en consecuencia el renacimiento de la preocupación nacional entre las elites intelectuales latinoamericanas, es decir, una mirada hacía la realidad de cada uno de sus países. La segunda, la Revolución mejicana acentuaría aún más la necesidad de una conciencia nacionalista frente a la imagen decadente de Europa, obligando volver el rostro hacía América para el fortalecimiento de una conciencia nacionalista forjada en las fraguas de un romanticismo anticosmopolita, cargado de espiritualismo defensivo y a menudo provincial. Y la tercera, la Revolución rusa que emergió dentro de la gran crisis de la civilización europea, como una fuerza renovadora, con fuertes rasgos de democratismo.63 La guerra que significó la crisis de una cultura y que impulsó el rescate de una visión americana ejemplificada en la revolución nacionalista mejicana, y la cristalización de una ideología democrática, socialista derivada de la Revolución rusa; sentarían las claves ideológicas con que expresó su conciencia histórica el ala más avanzada de los sectores medios intelectuales de Córdoba Argentina a comienzos de los años veinte; el lenguaje ideal de su irrupción social tuvo como vocero la juventud estudiantil universitaria, a la cual se vincularon sectores populares. La Universidad de Córdoba antes de 1917, desde su fundación en 1613 era un reducto de la tradición reaccionaria; el peso del catolicismo estilo contrarreforma, embebido de jesuitismo, se había consolidado en la institución a través de la sucesión de clanes que nutrían a las elites sociales, políticas y culturales. Era el centro de formación de ese clan patricio agrupado allí en las llamadas academias, que controlaban rigurosamente el nombramiento de los profesores y no permitían la más leve filtración de espíritu crítico. Una universidad de abogados, de engolados doctores en la que no entraba el método científico y experimental, en la que se enseñaba teología y derecho público eclesiástico, en donde Haeckel, Darwin o Stammler eran autores heréticos.64 Mientras la universidad era un reducto de la tradición, Argentina era un país que desde finales del Siglo XIX, había iniciado un proceso de modernización tras ser introducido por el capitalismo en el mercado mundial.65 Ibid. PORTANTIERO. pp. 28-29. Ibid. p.30 65 Ibid. p.30 63 64

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Pese a la represión de las autoridades universitarias quienes convocaron el cierre de la Universidad, el Movimiento demostró el 1 de abril de 1918, que estas habían caducado y siguieron en estado permanente de huelga, además que dirigían comunicaciones al ministro de instrucción pública para que interviniera. El 11 de abril, Irigoyen accede a la demanda estudiantil cuya simpatía oficial por los estudiantes resultó evidente; ya que ellos resultaron ser buenos aliados para ayudar a desmontar un reducto en el que se refugiaban los enemigos políticos de su gobierno. Una vez se da la intervención del gobierno a petición de los estudiantes, el movimiento amplía aún más su radio de acción; los estudiantes de Buenos Aires constituyeron la Federación Universitaria Argentina con delegados de las cinco universidades existentes en el país; la de Buenos Aires, Córdoba, La Plata, Santa Fe y Tucumán. El 19 de abril de 1918 las clases se reanudan y José N. Matienzo designado por el gobierno como interventor en el conflicto universitario, elaboró un proyecto de reforma al estatuto de la universidad. La reforma en esencia abría la participación en el gobierno universitario al cuerpo de profesores quienes intervendrían en la elección de consejeros y de rector, lo que satisfizo las iniciales demandas estudiantiles; el cogobierno estudiantil y la modificación del sistema de provisión de cátedras que había estado compuesto de miembros vitalicios que proveían de su propio seno, rectores, decanos y profesores, produciendo una anquilosis del organismo universitario. Los intentos de democratización del gobierno universitario propuesto por el estudiantado, estaban centrados en la eliminación de la dictadura ejercida por las academias vitalicias y en la ampliación de las bases de la autoridad universitaria al conjunto de los profesores; éste fue precisamente el plan de reforma de Matienzo. En consecuencia, muchos profesores de la universidad vinculados con la oligarquía académica renuncian, mientras que otros más jóvenes y menos unidos a la camarilla apoyan la lucha estudiantil; sumándose a ellos recientes graduados de marcada orientación liberal y laica y buena parte de la inteligencia cordobesa que se había enfrentado hacía muchos años al clericalismo vigente en las universidades. La integración de estos miembros de origen liberal y anticlerical, irían perfilando ideológicamente el movimiento. El tono programático que vinculaba a unos con otros, era precisamente el de un liberalismo francés wilsoniano66, muchos sectores coincidían en que el foco 66 Ibid. pp. 367, 372. Wilson Woodrow era un exponente del liberalismo francés entre los años de 1918 y 1919.

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reaccionario y atrasado de Córdoba, debía ser arrasado en momento en que los centros del país democratizaban su estructura de participación en lo político y lo social. Así en el marco de la reforma, la universidad debía de levantarse dentro de un liberalismo científico encabezado por los estudiantes. El 28 de mayo, los estudiantes del comité proreforma, se organizaron en una forma estable con la estructuración de la Federación Universitaria de Córdoba y la edición de un periódico, La Gaceta Universitaria. En esta misma fecha Matienzo señala el nuevo mecanismo electivo de las directivas de la universidad a través de una asamblea universitaria, integrada por mayoría de profesores y consejeros y apoyada por los estudiantes; quienes proponían como candidato al rectorado al profesor liberal, Enrique Martínez Paz. En la elección celebrada el 15 de junio de 1918, resultó derrotado Martínez Paz como efecto de la manipulación del fuerte aparato clerical sobre los profesores liberales, que integraban la asamblea y en quienes habían confiado los estudiantes. Este hecho radicalizó el movimiento estudiantil, el cual se estructuró más coherentemente en lo político y buscó nuevas bases de alianza social así como también, ensanchó los límites de las fronteras de la provincia. Una vez dada la elección de un rector de los sectores oligárquicos, se produjo un acto revolucionario de los estudiantes, la asamblea fue atropellada, la Universidad ocupada, el rector desconocido y la demanda de huelga general; se presentó el primer documento de la primera etapa reformista del movimiento que proclamaba una universidad libre, la integración de los sectores obreros a la causa estudiantil y la confraternidad latinoamericana. Con la radicalización del movimiento su ideología se fue enriqueciendo de otros elementos; las comisiones mixtas de estudiantes y trabajadores adquirieron un clima de izquierda acentuadamente polémico; la Revolución rusa había introducido entre los cuadros sindicales el socialismo y el anarquismo; y así en enero de 1918 una incisión del viejo tronco socialista, acentuado principalmente en sus juventudes, daba lugar a la fundación del partido comunista bajo el nombre inicial de Partido Socialista Internacional con el cual establecieron los primeros lazos de solidaridad obreros y estudiantes.67 Además, los socialistas que ya tenían fuerza en el parlamento dieron su apoyo a la causa estudiantil; y junto a ellos liberales y anticlericales. 67

Ibid . p.41.

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El llamado de los estudiantes a otros sectores fue señal de la radicalización de sus reivindicaciones que insertaban cada vez más a la universidad en los cambios socio-económicos del país, transformándose en el más detonante movimiento político general. La necesidad de solidaridad exterior introdujo en la reforma auspiciada por el movimiento, su característica más sobresaliente; la de la proyección latinoamericana con un destino común. El 21 de junio, seis días después del estallido callejero los estudiantes publican el segundo documento de importancia singular que ha sido concebido como el manifiesto liminar de la reforma universitaria: «la juventud universitaria de Córdoba a los hombres libres de Sudamérica», firmado por la Federación Universitaria de Córdoba y redactado por uno de los personajes claves de la reforma Deodoro Rocca, un miembro de las familias más tradicionales de Córdoba que se vinculó en un liberalismo extremo que lo llevó a un socialismo de izquierda. En este manifiesto aparecen dos elementos que ilustran la radicalización de la reforma universitaria propuesta por el movimiento: La del cogobierno o demos universitario y la ubicación latinoamericana. En cuanto a la petición de cogobierno, el movimiento la asumía como un gobierno estrictamente democrático, con soberanía, que radicara principalmente en los estudiantes- en vista de la debilidad que demostraron los docentes liberales en las elecciones de junio-. En cuanto a la ideología americanista de la reforma que se advierte ya desde el título, a los «hombres libres de Sudamérica», presupone la voluntad de cambio de toda la intelectualidad latinoamericana. El «americanismo» fue una de sus características fundamentales. Los jóvenes reformistas cordobeses aseguraban estar viviendo una «hora americana», intentaban recuperar del pasado trasculturizante, la cultura propia, frente a la imagen de una Europa decadente después del primer conflicto mundial y los avances del imperialismo estaudinense en América Latina. Que la cultura americana no fuera simple reflejo o trasplante de otras culturas; la juventud bajo el impacto de la primera guerra mundial aspiraba a acabar con el vacío de querer regir la vida americana con mente formada a la europea. Este americanismo era tributario de los americanistas de finales de Siglo XIX y principios del XX, ejemplo de ello fueron las ideas de Rodó, que recibieron un nuevo ímpetu con el americanismo de los jóvenes reformistas de Córdoba como Korn, Urgarte, Ingenieros, García Calderón. La afirmación de lo propio frente a lo foráneo robusteció los sentimientos nacionalistas del movimiento, actitud que traducida al ámbito universitario 57

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implicaba la «nacionalización» real y efectiva de la universidad. Del Mazo, uno de los líderes de la reforma, decía «la universidad no había interpretado lo nacional como que era intelectualmente extranjerizante y estaba socialmente incomunicada».68 Deodoro Roca en un discurso pronunciado durante el manifiesto Liminar del movimiento expedido el 21 de julio se expresó, así de la obra americana: «Andamos entonces por la tierra de América sin vivir en ella. Las nuevas generaciones empiezan a vivir en América, a preocuparse por nuestros problemas, a interesarse por el conocimiento menudo de todas las fuerzas que nos agitan y nos limitan, a renegar de literaturas exóticas, a medir su propio dolor, a suprimir los obstáculos que se oponen a la expansión de la vida en esta tierra»69 En esta visión americanista subyacía una política antiimperialista resultado del análisis de la generación reformista sobre la situación social, económica y política que condujo a la percepción de la decisiva influencia que ejercían las grandes potencia como Gran Bretaña y Estados Unidos en América Latina.70 Junto a estas propuestas el movimiento también adoptó una posición claramente anticlerical expuesta de igual manera en el manifiesto liminar, que encanaba el espíritu romántico, filantrópico de una pequeña burguesía liberal que había creído equivocadamente en la crisis de la aristocracia terrateniente, ligada doblemente a Europa(por su cultura a Francia y por la exportación a Inglaterra). La ligación de la iglesia con esta aristocracia marcaba al interior de Argentina una imagen tradicional a pesar de que buena parte de la sociedad a finales del Siglo XIX y principios del XX era laica y muchas veces seducida por el positivismo. En el manifiesto liminar aparece esa concepción anticlerical del movimiento así: «No podemos dejar librada nuestra suerte a la tiranía de una secta religiosa». Ante esta posición anticlerical la iglesia cordobesa reaccionó violentamente contra lo que la reforma atentaba en su hegemonía cultural y política, temía por las deserciones de los hijos de las familias más tradicionales y el despertar de fuerzas sociales como las obreras. El anticlericalismo, el americanismo, el cambio del sistema de provisión de cátedras, la participación estudiantil en el gobierno universitario (cogobierno), el solidarismo social, fueron las reformas iniciales del movimiento 68 69 70

AMAYA FRANCO, Manuel Enrique Op. Cit.,. p.162 PORTANTIERO, Juan Carlos Op. Cit.,. p.45 ROMERO, José Luis Op. Cit.,. p.207.

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que se codificaron en el primer congreso nacional de estudiantes convocado por la Federación Universitaria Argentina del 20 al 31 de julio; cuyas reformas se debatieron desde el principio dentro de un proyecto de cambio para la universidad pero que también suponían, una reforma social sin la cual era imposible una autentica reforma universitaria, de allí las propuestas de conocimiento de la realidad latinoamericana, de la integración de diversos sectores sociales en el proceso de reforma universitaria y la democratización del gobierno universitario frente a los cambios que registraba la sociedad.71 El aporte más importante del congreso estudiantil convocado por la Federación Universitaria Argentina fue el proyecto de ley universitaria y bases estatutarias para las casas de estudio aprobadas por la asamblea estudiantil, cuya vigencia posterior, se extendió como modelo a seguir en las propuestas sobre organización interna de las universidades en toda América. En este proyecto la doctrina educacional de la reforma alcanzó un nivel orgánico; se define mas claramente el concepto de cogobierno universitario; la autoridad máxima debía ser elegida por un organismo llamado asamblea universitaria, integrada por estudiantes, graduados y profesores. De igual manera en el proyecto también se estableció el régimen de la llamada docencia libre, así como un nuevo mecanismo de nombramiento de profesores.72 El 9 de septiembre de 1918, contando con el apoyo de los sectores medios que surgían contra la dominación de las elites tradicionales y que ya participaban del poder, entre ellos su dirigente en la presidencia, Irigoyen, obtuvieron del gobierno unos nuevos estatutos a los que se incorporaron los principios básicos expuestos por los estudiantes: la docencia libre y la participación de los alumnos en el gobierno de la Universidad. Nacía así según el analista, Juan Carlos Portantiero la primera universidad nueva de América tras una lucha de varios meses con el apoyo del radicalismo Irigoyenista, del liberalismo de las clases medias y de los partidos políticos de izquierda.73 Desde Córdoba, la reforma universitaria partió rápidamente para las otras ciudades universitarias argentinas, como efectos no solo de la solidaridad sino de también de estructuras comunes. En Buenos Aires, se adoptó la cláusula de la participación estudiantil en los estatutos; en la Plata, el año de 1.919 transcurre PORTANTIERO, Juan Carlos Op. Cit.,. p.47. Ibid. pp. 48-49 73 Ibid. p.54 71 72

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en situaciones de violencia, que culminan también con el triunfo de los reformistas; y las universidades de Santa Fe y de Tucumán son nacionalizadas e incorporan a sus estatutos cláusulas similares a las vigentes en Córdoba y Buenos Aires. Hacía 1921 la reforma universitaria rigió en todas las casas de estudio de Argentina: Cogobierno estudiantil, docencia libre, asistencia libre de los alumnos a clases; la democracia universitaria, en un país económicamente estabilizado, en el que las tensiones sociales fueron absorbidas por el Estado y el liberalismo se mantuvo firma en las instituciones políticas. En el año 1922 al ser sucedido Irigoyen por Alvear surgido del ala derecha de su propio partido apoyándose en los conservadores; las universidades son intervenidas; sus estatutos fueron modificados y se estableció que el gobierno estuviera nuevamente en manos de los profesores. En 1928 a pesar de un plebiscito que retorna a la presidencia a Irigoyen y el movimiento universitario se lanza a la ofensiva en la Plata, Buenos Aires y en el Litoral, en 1930, la crisis económica con su secuela política, el desplazamiento de la presidencia de Irigoyen por la dictadura militar de Uriburú, los movimientos estudiantiles son objeto de represión permanente y las universidades son intervenidas. Concluyendo de esta manera el primer gran ciclo de las reformas universitarias en Argentina; la mayoría de los dirigentes estudiantiles ingresan a los partidos políticos y otros aún, manteniendo su independencia partidaria, politizan las manifestaciones reformistas ensanchando su programa hacía horizontes mas amplios, como el del cambio de la estructura económica, jurídica y cultural de la sociedad, así lo expresó el congreso de estudiantes en Buenos Aires en 1932 «la universidad reformista solo será realizada íntegramente en una sociedad que obedezca a una estructura económica, jurídica y cultural totalmente nueva».74 2.2.2. Repercusiones del Movimiento de Córdoba-Argentina en Latinoamérica. La experiencia de la Universidad de Córdoba se desplazó hacía otros países de América Latina desde muy iniciado el movimiento. «El destino americano» que los estudiantes cordobeses argentinos habían intuido para la reforma universitaria, se expresó en poco tiempo primero de 1919 a 1930 en Perú, Chile, Cuba, Colombia, Guatemala, Uruguay y luego, posterior a 1930 abarcaría al Brasil, Paraguay, Bolivia, Ecuador, Venezuela y México.75 No se trataba de un 74 75

Ibid. pp 56-57 Ibid. p.58.

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proceso de simple imitación; pues detrás de esa expansión por Latinoamérica subyacían estructuras comunes pese a diversas particularidades. El proceso englobaba en todos éstos países a las clases medias que con mayor o menor grado de difusión, se habían expandido en las sociedades latinoamericanas desde finales del Siglo XIX, en un contexto de modernización abierto por el capital extranjero y que exigían mayor participación social, política y cultural. Del seno de esta clase social emergieron los movimientos universitarios. Estos movimientos nacieron al igual que los de Argentina, como una profunda protesta contra el sistema tradicional napoleónico que imperaba en las universidades; en las que se habían formado las oligarquías feudales, en un completo divorcio con los cambios que experimentaba la sociedad, señalados por la modernización introducida por el capitalismo. Las propuestas iban desde la sustitución del sistema de provisión de cátedras vitalicias, la reforma de los métodos tradicionales; hasta las aspiraciones de autonomía universitaria (cogobierno universitario). Estas propuesta iniciales, reducidas solo al ámbito universitario, se extendieron por fuera de él con el planteamiento de una reforma social, cuando las circunstancias político – sociales resultaron adversas e incluso represivas a los movimientos, porque solo así sería posible las reformas de la universidad latinoamericana, e incluso este planteamiento alcanzaría matices políticos. Los movimientos estudiantiles adquirieron tonos más radicales en aquellos países, donde predominó la tradición colonial en las universidades y la estructura oligárquica en la sociedad;76 sus propuestas de reforma trascendieron el ámbito universitario expresándose también, en reformas sociales desde propuestas políticas dentro del sistema democrático liberal, la supresión de los privilegios hasta designios revolucionarios audaces, como el comunismo, con estrategias más usuales para emprender el cambio social. Estos movimientos sufrieron mayores presiones y persecuciones por parte de los sectores oligárquicos adversos a las reformas. Este fue el caso de Perú, Bolivia, Venezuela, Paraguay y Cuba. Perú fue el primer país que acogió los postulados reformistas de Córdoba. Era un país donde también se presentaba una realidad muy parecida a la de Córdoba, reinaba el espíritu de la colonia teniendo en las universidades su 76

Op. Cit.,Romero, José Luis. Página 193.

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mayor refugio. Las universidades estaban acaparadas intelectual y materialmente por una casta generalmente desprovista de impulso creador, su objeto era el proveer doctores o rábulas de la clase dominante. Por otra parte, el proceso político del país también tenía similitudes con el argentino, pues la casta más conservadora de la oligarquía, el partido civilista era derrocado en 1919 por Augusto Leguía un representante de los grupos liberales. En 1916 había sido fundada la federación de estudiantes peruanos y en su dirección predominaban los partidarios de Leguía a quien proclamaron como candidato de la juventud a la presidencia. Acompasados con la movilización democrática que se operaba en el conjunto de la sociedad, los estudiantes fueron gestando un clima de agitación fortalecido por las noticias de Argentina. Por iniciativa de un estudiante del interior Víctor Raúl Haya de la Torre recién llegado a Lima, hijo de empobrecidos hidalgos de la provincia, la federación de estudiantes intervino en la huelga nacional de los trabajadores de 1918 que reclamaban por una jornada de ocho horas. El derrocamiento de los conservadores y el ascenso de Leguía al poder, declarado amigo de los estudiantes, porque la mayoría del claustro profesoral integraba las filas de la oposición política, los estudiantes se lanzaron a una serie de demandas reformistas; la existencia de cátedras libres rentadas por el Estado y la participación estudiantil en el gobierno de las casas de estudio, demandas que lograron conseguir a través de un decreto del 20 de septiembre de 1919, ratificado por una ley en cuyo articulado se estableció que el nombramiento de los nuevos catedráticos, sería realizado por el gobierno entre los doctores que hubieren obtenido la quinta parte de los votos estudiantiles. En 1920 el primer congreso de estudiantes reunido en Cuzco toma una resolución trascendental para el movimiento, cual fue la creación de las «universidades populares Gonzalo Prada», lo cual se constituyó en un aporte valiosísimo al reformismo peruano. La reforma universitaria peruana, había encontrado en un primer momento el respaldo de aquellos sectores dominantes enfrentaron con los grupos oligárquicos más tradicionales, no pudo ser absorbida totalmente por el grupo de Leguía, que en pocos años sustituyó el viejo clan como líder de las clases altas aliadas con el imperialismo y estableció una dictadura, en 1923 aparecía abiertamente entregado a la oligarquía y ligado al clero- consagrando la República al Sagrado Corazón de Jesús-. La reacción estudiantil fue inmediata, el movimiento adquiere un matiz político, los estudiantes se lanzan a la calle en 62

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unidad con los sectores obreros, proclamando las universidades populares que habían sido creadas por la federación de estudiantes; se vuelcan contra Leguía y el clero y en consecuencia el movimiento es reprimido, Haya De La Torre fue deportado a México donde funda el movimiento APRA (Alianza Popular Revolucionaria Latinoamericana) a través del cual exaltó el pensamiento político latinoamericano y básicamente de corte antiimperialista. De esto se desprende que el movimiento reformista peruano haya sido el más politizado.77 En Venezuela gobernada por Juan Vicente Gómez, una suerte de monarca bárbaro que dirigió el país desde 1906 hasta su muerte en 1935, fue disuelta entre 1914 y 1928 cuatro veces la Federación de Estudiantes. En estas condiciones quedaba claro, que antes de pelear por modificaciones internas en la universidad, era menester concentrar todas las fuerzas en la lucha política, a través del partido clandestino de jóvenes universitarios Acción Democrática que estaba moldeado en contenido parecido al del APRA.78 Tras la muerte de Vicente Gómez en 1940 la juventud proclama los postulados de la reforma originaria de Córdoba en las universidades venezolanas, teniendo amplia acogida dentro del clima liberal de esos años.79 La reforma universitaria de Cuba, durante el gobierno de Machado- quién miró con simpatía inicialmente a los movimientos y les otorgó su apoyo80 nació directamente inspirada por los sucesos de Argentina y Perú. En 1923, se reunió el primer congreso nacional de estudiantes presidido por Julio Antonio Mella. A partir de la asamblea se creó la confederación de estudiantes de Cuba, en cuyo programa figura la voluntad de luchar por los mismos principios que había anunciado la juventud cordobesa en los momentos de la represión del movimiento, de renovar las universidades argentinas, a través de la agitación revolucionaria de la sociedad o el cambio social. En el congreso quedaron claramente expresados los postulados sociales que asumió en un principio la reforma en Cuba, mucho más precisa que Argentina y Perú: «El estudiante tiene el deber de divulgar sus conocimientos entre la sociedad; principalmente entre el proletariado manual, por ser éste el elemento mas afín del proletariado intelectual, debiéndose así a hermanarse los hombres de trabajo para fomentar una sociedad, libre de parásitos y tiranos, donde nadie viva sino en virtud del propio esfuerzo». AMAYA FRANCO, Manuel Enrique Op. Cit.,. p.168. PORTANTIERO, Juan Carlos Op. Cit.,. p.64. 79 AMAYA FRANCO, Manuel Enrique Op. Cit.,. p.168 80 ROMERO, José Luis Op. Cit.,. p.194. 77 78

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El tono radical del movimiento cubano provino de la reflexión de los reformistas cubanos como Julio Antonio Mella del reciente fracaso de los postulados reformistas de Argentina y Perú, donde en 1923 Leguía desterraba a Haya De La Torre y el gobierno de Alvear intervenía a la universidad de Córdoba. Para los reformistas cubanos frente a esta experiencia amarga la reforma cubana solo se cristalizaría a través de un cambio social. Así lo dejó expresado Mella en su artículo: «¿Puede ser un hecho la reforma universitaria?»: «En lo que a Cuba se refiere es necesario primero, una revolución social para hacer una revolución universitaria».81 Contrarios a los casos del Perú (en su segunda etapa), Venezuela, Bolivia y Paraguay, donde los movimientos estudiantiles fueron objeto de represión por los gobiernos oligárquicos del momento, en Chile, México, Cuba, Uruguay, Colombia al igual que en Argentina e incluso en Perú- en sus primeros años-, recibieron apoyo de las clases medias urbanas que estaban en ascenso en estos países o que habían logrado ubicarse en el poder. Los movimientos estudiantiles lograron una serie de conquistas en el ámbito universitario sin mayores presiones, pues las crisis de las oligarquías feudales aunque quizás no muy profunda, habían abierto una marcada posibilidad a ciertos sectores de las clases medias de típica mentalidad burguesa y liberal. En Uruguay, país en que las clases medias urbanas gobernaban desde la primera década del siglo, la reforma se integra casi con naturalidad al proceso político y los estudiantes logran una serie de conquistas sin presionar demasiado para conseguirlas.82 Además la universidad fundada en 1849 a pesar de tener las características típicas de una universidad napoleónica, desde 1908 contó con una organización democrática y los estudiantes tenían participación en los consejos de facultades. Su autonomía, reconocida de antiguo, fue consagrada por la constitución de 1917. Pese a ello, desde 1918 se manifestó una viva inquietud estudiantil dirigida a lograr una modernización de la enseñanza y una participación más importante de los estudiantes en la dirección universitaria. Chile país en el que también al igual que Argentina y Uruguay, chocaban la vieja oligarquía y las élites de cambios que intentaban expresar el ala moderada de los sectores medios, se reunió en 1920 en Santiago la primera 81 MELLA, Julio Antonio. ¿Puede ser un hecho la reforma universitaria? En PORTANTIERO. Op. Cit., p. 353 82 Ibid. p.68.

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convención estudiantil. El país estaba en vísperas electorales y Arturo Alessandri, candidato liberal, se transformó en aliado del movimiento universitario, utilizándolo como ariete contra el patriciado en momentos en que se agitaba el sentimiento chauvinista, pretextando movimientos de tropas en las fronteras peruana y boliviana. Los estudiantes en una de las primeras manifestaciones de solidaridad activa latinoamericana buscaron el contacto con sus iguales del Perú y enfrentaron unidos el desborde de seudopatriotismo. La represión se ensañó violentamente con ellos y con el movimiento obrero que los acompañaba en la lucha y sobre este clima sube al poder el liberal Alessandri, quien más tarde traicionaría la causa reformista.83 Dos casos en América Latina, México y Brasil ilustran el proceso de reforma universitaria posterior a una relativa transformación social y política favorable, en la que las reformas se plantearon íntegramente en el seno de las universidades. En México, la transformación social y política precedió a la transformación universitaria, dando lugar a un complicado proceso en el que muy a menudo la universidad no solo estuvo detrás, sino, en contra del movimiento revolucionario. Nacida del porfiriato y, aunque del proceso de desintegración del mismo, recogía elementos de renovación, la universidad ya bajo la presidencia de Madero comenzó a desempeñar un papel conflictivo frente al gobierno. En 1912 ya se hacían reclamos en favor de una autonomía que librara a la universidad del control del nuevo Estado. El espíritu de la reforma fue en el México de éstos años, política de Estado. Esto se hizo notorio cuando en 1920 José Vasconcelos, es nombrado Rector de la Universidad y todos los temas planteados en Córdoba por los estudiantes de 1918, adquirían cuerpo. En 1921 Vasconcelos es puesto a cargo de la restablecida Secretaría de Educación y por encima de las disputas corporativas que venía planteando la universidad, pone en marcha un verdadero pacto de los intelectuales con la revolución al servicio de una reforma cultural que no tenía precedentes en el continente. El problema universitario es visto entonces, como capítulo de una vasta reforma pedagógica y cultural, y México se transformó en una guía, para todo el movimiento universitario latinoamericano.

83 AMAYA FRANCO, Manuel Enrique, Op. Cit., p.168. Ver también PORTANTIERO. Op. Cit., pp. 63-64.

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Esta función tutelar del movimiento mejicano, se ratificó en 1921 durante el congreso internacional de estudiantes efectuado en México, en donde se realizó el primer balance continental de la reforma universitaria. A la pregunta de Mella, a cerca de sí había en América un gobierno que pudiera amparar el programa de la reforma, podría responderse momentáneamente nombrando al México de Vasconcelos. Pero las tensiones entre movimiento universitario y Estado se recrudecieron. El tema de la autonomía se mantuvo y si en 1929 el gobierno concedió una autonomía limitada, en 1933 una nueva ley llevó esa situación a límites absolutos, concediéndole a la universidad un patrimonio económico propio y desentendiéndose virtualmente de su destino. Tras una década de sordos enfrentamientos en la que en el interior de la universidad se discutía, si la educación a impartir debía ser socialista, o regir, la libertad de cátedra y desde el gobierno, bajo el impulso de Cárdenas, se erigiría un verdadero sistema de enseñanza superior paralelo en 1945 tras otra grave crisis en la universidad una nueva ley, fue dictada para regular las relaciones con el Estado. En Brasil, el movimiento universitario encarnó los ideales de una revolución democrática iniciada en los cuarteles. En 1922 se produce un movimiento militar que abre la época del llamado «tenentismo» en el que participó el conjunto de la escuela militar, encabezada por un joven oficial, llamado Luis Carlos Prestes, quien poco después realizaría la hazaña militar y política de la columna bautizada con su nombre la cual recorrió durante dos años el territorio de Brasil sublevando a las poblaciones campesinas. Prestes se acerca luego al comunismo y el tenentismo, sin él, triunfa en 1930 con la alianza liberal que derroca a la llamada república Velha y lleva al poder a Getulio Vargas. El estudiantado en este contexto, se vuelca a mediados de la década del veinte en el apoyo a la juventud militar y plantea orgánicamente, sus reivindicaciones específicamente universitarias, a través de un programa de inspiración reformista, cuyos primeros éxitos fueron conseguidos en 1928.84 Si los movimientos de Argentina, Perú, Cuba, Chile, recibieron apoyo en los primeros momentos de los gobiernos que acababan de establecerse, muy poco después fueron reprimidos enérgicamente, como en el caso de aquellos países como Venezuela, Bolivia, Paraguay y Perú en su segunda etapa, sobre todo cuando se pusieron de manifiesto sus posiciones políticas y sociales. Hubo fuertes presiones en Argentina en las universidades de La Plata, Buenos 84

Ibid. PORTANTIERO. p.68.

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Aires y el Litoral, en Brasil, en Venezuela, en México y enérgicas reacciones gubernamentales. Los grupos dictatoriales de Uriburú en Argentina, Vargas en Brasil, Terra en Uruguay, Ibáñez en Chile, Gómez en Venezuela y otros más o menos violentos encasillaron los movimientos estudiantiles sobre todos aquellos que constituían razón política y los reprimieron severamente desde finales del veinte hasta las décadas de 1930. Lo cierto es que, desde el estallido cordobés de 1918, los movimientos estudiantiles se repitieron en casi todos los países latinoamericanos y se constituyeron en polos de situación social y política. Sus objetivos, especialmente sus fundamentaciones doctrinarias y sus exposiciones de motivos, demostraron que combinaban permanentemente las preocupaciones estrictamente universitarias y educacionales con las preocupaciones de carácter social y político tanto en relación con los problemas nacionales, como con los problemas continentales y mundiales. Predominantemente eran democráticos, de izquierda, antioligárquicos y antiimperialistas.85 El balance de una década de luchas, de los movimientos estudiantiles por reformas universitarias, fue desigual. En algunos países como en Argentina la reforma fructificó en la organización de un poderoso movimiento estudiantil tras haber conseguido algunos avances importantes en la democratización de la enseñanza, pero la estructura de la sociedad no la acompañaron por medio de un proceso de transformación a las luchas estudiantiles, de modo tal que esa avanzada de la revolución democrática, liderada por la clase media que fue la reforma, quedó aislada. En otros países, el fracaso de la reforma por la rigidez de las estructuras oligárquicas, propició en los estudiantes un interés por conseguir una reforma social a través de una lucha política de masas y se convirtieron, en líderes políticos forjados en la lucha universitaria, quienes habrían de organizar nuevos partidos; como Haya De La Torre con el Aprismo peruano, Oscar Creydt con el Comunismo en Paraguay; Betancourt con la Acción Democrática en Venezuela y Mella con el Comunismo en Cuba. Solo quizá en el Uruguay, donde las clases medias urbanas gobernaron desde la primera década del siglo, la reforma se integró casi con naturalidad al proceso político; y los estudiantes logran conseguir una serie de conquistas sin presionar para alcanzarlas.86 85 86

ROMERO, José Luis Op. Cit.,.p.195. PORTANTIERO, Juan Carlos Op. Cit.. p.68.

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En 1930, la mayoría de los países latinoamericanos transitaron por gobiernos dictatoriales y la idea de la revolución democrática continental, la utopía de las clases medias de la búsqueda de un destino latinoamericano expresado en los movimientos de reforma, se hizo trizas. Sin embargo, esta idea de solidaridad continental, de americanismo, de unión latinoamericana quedó como la más valiosa herencia de la reforma, con sus previos antecedentes en los libertadores del Siglo XIX.87 2.3. LA REFORMA UNIVERSITARIA EN COLOMBIA, 1920-1946 Colombia no sería la excepción en la construcción de un proyecto de modernidad en América Latina. Desde finales del Siglo XVIII, la elite criolla neogranadina se planteó una ideología modernizadora. Su percepción del atraso hispánico y del atraso adicional en el que estaba nuestro territorio estuvo vinculada desde el comienzo con la adopción de un pensamiento protoliberal cercano al liberalismo europeo. El desarrollo de una economía capitalista, la igualdad legal de la población, la expansión de la educación, la ampliación de las oportunidades de dirección administrativa para los criollos, estuvieron entre los primeros componentes de un proyecto modernizador identificado con el pensamiento ilustrado y que se inscribía sin muy seria ruptura dentro de la tradición europea88. Después de la revolución de independencia, Colombia entró en contacto con el capitalismo expansivo de Inglaterra. Los intereses de las generaciones en los años iniciales del Siglo XX buscaron impulsar la modernidad entendida como el logro de una sociedad moderna e industrial, con las características estructurales e institucionales de las naciones desarrolladas del mundo occidental. Una modernidad contemplada en el plano de la política la cultura y la economía. La mayor tendencia de ese despertar hacía la modernidad en palabras del historiador Javier Ocampo López la presenta Colombia en la década de los años veinte conocido con el nombre de la «Danza de los Millones». Aparecen nuevas actitudes y los medios iniciales para el desarrollo y modernización del Ibid. pp. 68-69 MELO, Jorge Orlando. (1991) «Algunas consideraciones globales sobre modernidad y modernización». En Fabio Giraldo y Fernando Viviescas (compiladores). «Colombia: El Despertar de la Modernidad». Foro Nacional por Colombia. Bogotá, pp. 230-231. 87 88

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país, expresados en los cambios radicales en la composición de la población activa, en la producción, la tecnología, la urbanización y el ascenso de los sectores populares en la vida nacional. El cambio del país tradicional y rural se acelera hacia un país predominantemente urbano y rasgos acentuados de modernización e industrialización89. Dentro de este contexto la imagen de lo moderno o el discurso de modernidad en materia de educación en Colombia, tuvo como punto de referencia el desarrollo de las disciplinas científicas, las nuevas pedagogías, las formas de organización del trabajo y de la economía en Europa y en Estados Unidos. Para los pedagogos la clave del progreso de la nación, residía en la apropiación de los saberes e instituciones y técnicas de países avanzados. En el plano universitario, se empezaron a plantear proyectos de reformas de la universidad decimonónica de carácter confesional en miras de modernizarla y asignarle una misión social y práctica, dentro del nuevo orden económico, social y político señalado por la naciente industrialización. La universidad se caracterizó por la puesta en práctica de dos modelos universitarios: el confesional católico y el estatal laico90 Durante la mayor parte de este siglo, la universidad estuvo anclada en el modelo confesional laico de corte napoleónico- a excepción de los intentos de los liberales radicales de 1850 a 1870 de imponer el modelo laico de universidad estatal bajo la denominación de «Universidad de los Estados Unidos de Colombia» que fue posible gracias a la concepción anticlerical del Estado, desarrollada durante este período; esta experiencia sufriría un retroceso al carácter confesional dada la universidad durante la administración de Núñez en el período llamado la Regeneración, caracterizado por una concepción confesional del Estado, plasmada en la constitución de 1886, en la que se expresa la delegación por parte del Gobierno a la Iglesia, del control de los asuntos educativos. Se destruye prácticamente la universidad de los Estados Unidos de Colombia, convirtiéndola en una serie de escuelas de educación

OCAMPO López, Javier. (1999) «Colombia en sus ideas». Ediciones Fundación Universidad Central. Bogotá, V Parte. p. 937. 90 LUCIO Ricardo y SERRANO Mariana. (1992). «La educación superior. Tendencias y políticas estatales». Universidad Nacional de Colombia. Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales. Tercer Mundo Editores. Bogotá, pp. 26- 27. 89

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superior, atomizadas y sin unidad orgánica, adscritas no a un ministerio de educación sino, a diversas entidades estatales.91 Los efectos de la política educativa del período regenerador se mantendrían sin modificaciones en los primeros años del veinte. La Ley 39 de 1903(propuesta por Antonio José Uribe en calidad de Ministro de Instrucción Pública) se limitó a sistematizar disposiciones que desde el inicio de la Regeneración ya habían sido conocidas, simplemente profundizándolas. El contenido de esas disposiciones muestra una universidad caracterizada por la dispersión y el desmembramiento de cada una de sus facultades, que pasaron a depender de manera inmediata a un consejo directivo compuesto por el rector y cuatro profesores que anualmente serían nombrados por el consejo directivo,92 así como también estableció la descentralización del sistema universitario, otorgando autonomía a las universidades departamentales y a las asambleas, la facultad de reglamentar los establecimientos de instrucción universitarios costeados con los fondos del departamento, reproduciendo el espíritu de descentralismo administrativo de la Constitución de 1886.93 Uno de los primeros proyectos de reforma de la universidad colombiana orientados hacia la modernización de la misma fue el de Rafael Uribe Uribe, presentado en 190994 que promulgaba la autonomía de la universidad,»una misma necesidad: la de modernizar los estudios universitarios.»95 Su proyecto versaba sobre el carácter nacional, científico y experimental de la universidad; es decir, sobre la idea de ligar la universidad a los problemas reales del país, señalando los primeros esbozos de lo que se llamaría más adelante, la extensión universitaria. Para Rafael Uribe Uribe en su concepción de la universidad colombiana, la universidad debía ser «una casa de estudios, laboratorios de la nación», integrada a nuestra realidad, a la acción criticando la desadaptación en la que venían Ibid. pp. 28-29. SILVA Olarte, Renán. (1989). «La educación en Colombia 1880-1930 «En Nueva Historia de Colombia». Editorial Planeta. Bogotá, p.82. 93 MÜLLER de Cevallos, Ingrid. (1992). «La lucha por la cultura» «.La formación del maestro colombiano en una perspectiva internacional». Universidad Pedagógica Nacional. CIUP. Santa Fe de Bogotá, Primera Parte, pp. 45, 85. 94 El proyecto de reforma de Uribe Uribe tenía una inspiración clara en la carta orgánica de la Universidad de la Plata-Argentina, que había conocido en su viaje al sur. Aunque su viaje coincidía con el movimiento de Córdoba no se incorporó a su pensamiento la revolución cordobesa de la universidad, quizá porque no llegó a conocerla en su puridad. Ver en Mejía Velilla Op. Cit., Página 97. 95 Ibid. p. 98. 91 92

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operando las universidades colombianas: «nuestra universidad se ha llamado nacional tal vez únicamente por residir en la capital, pero poco ha tenido en mira el supremo interés nacional, consagrada al cultivo de las letras y ciencias de carácter universal…» 96 Según Uribe el encauzar la universidad a una misión verdaderamente nacional, que investigara la realidad del país, implicaba reemplazar el sistema verbalista de enseñanza por el experimental: «el sistema intelectual que daba un valor excesivo e indebido a la instrucción meramente verbal, se haya hoy en plena bancarrota. Las doctrinas en las cuales se apoyaba han perdido implícitamente, su primitiva visión de la certeza, desde que el orden social antiguo ha sido desquiciado y poco menos que disuelto al empuje de la revolución industrial. La enseñanza universitaria en nuestros días tiene que encaminarse principalmente a la acción, por tanto, no puede permanecer indiferente, abroquelada en tradicionales armaduras, cuando una manera distinta de vivir hierve hacia su alrededor, la envuelve en su atmósfera y la arrastra, a pesar suyo, en su corriente. Las universidades, la instrucción pública toda, tienen que destinarse cuidadosamente a cultivar aquellas cualidades del pueblo, que puestas en relación con la naturaleza del país, den por resultado indefectible armar al hombre para la victoria personal y colectiva.»97 De 1910 a 1914 un grupo de médicos pedagogos, políticos y literatos entre los que se destacaban Rafael Bernal Jiménez, Agustín Nieto Caballero, Tomás Cadavid Restrepo, Tomás Rueda Vargas, Adolfo Gil Hernández y Luis López de Mesa («generación del Centenario» o «los centenaristas»); impulsaron proyectos encaminados a la transformación de las estructuras educativas, abogando por una educación nacionalista acorde a la realidad colombiana, orientada hacía el trabajo y al ejercicio de la ciudadanía, como lo había planteado Rafael Uribe Uribe. La mayoría de los integrantes de este grupo educados en Europa al regresar al país se encargaron de promover un discurso de lo moderno en educación, basado en un conjunto de saberes y prácticas pedagógicas, sicológicas, paidológicas, higiénicas, biológicas, fisiológicas, médicas y eugenésicas.98 Orientado este discurso a romper con lo viejo, con lo tradicional URIBE URIBE, Rafael. «Obras Selectas», Tomo II , p.351. En Mejía Velilla. Ibid. p.104. Ibid Rafael Uribe Uribe, p.351 En Mejía Velilla. Ibid. p.100. 98 La eugenesia se define como la aplicación de las leyes biológicas de la herencia al perfeccionamiento de la raza y de la especie humana. Ver en Javier Sáenz Obregón, Oscar. Saldarriaga y Armando Ospina. «Mirar la infancia: pedagogía, moral y modernidad en Colombia, 1903-1946». Colciencias. Bogotá, 1997. pp. 7- 8. 96 97

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y con lo clásico. De manera que lo moderno era para ellos la ciencia y su método, los saberes experimentales aplicados, prácticos, los métodos inductivos y experimentales en las ciencias y la enseñanza, la conducta, lo medible, lo material, lo visible, lo útil, lo actual, lo individual, lo natural; en fin, la unidad entre lo físico, lo moral y lo intelectual. Así en estos años se busca implantar la Escuela Nueva y el método de la Enseñanza Activa tratando de dar respuesta a las inquietudes relacionadas con la formación de un modelo de hombre colombiano en pro del desarrollo industrial que el país requería. La Escuela Nueva concebía a la educación como un todo vital, al servicio de la vida por medio de la vida. Por eso era importante introducir en la escuela el trabajo activo y las experiencias del trabajo en comunidad. Surge como un anhelo de reforma educativa contra la pedagogía tradicional del «maestro dictador» la cual tiene profundas raíces en la educación colonial. En esta escuela el maestro debía ser por oposición al maestro dictador el formador integral más que el instructor de contenidos: educación creadora que indicara nuevos caminos para la solución de los problemas del país, basada en la investigación y la actividad constante en la enseñanza integral para formar un nuevo modelo de hombre colombiano99. En 1917, dentro del marco del congreso pedagógico100 - que respondía a lo contemplado por la Ley 62 de 1916, de debatir cada cuatro años los asuntos educativos y sus posibles soluciones- se contempló orientar los estudios profesionales hacía aplicaciones prácticas. Se consideró igualmente, el diálogo interdisciplinario entre facultades a través de conferencias reciprocas; la creación de nuevos cursos complementarios que permitieran concretar la formación profesional con apoyo de otras disciplinas como la economía, la estadística, higiene, urbanización y saneamiento, contabilidad e industria. El debate contempló de igual manera la defensa de una educación nacionalista, negando la importación de profesores para asumir cursos. El proyecto de Rafael Uribe Uribe, así como las propuestas del grupo de los Centenaristas, fueron eludidas por la Ley de 1917 que reformó precariamente 99 OCAMPO LÓPEZ, Javier. (1996). «Educación, humanismo y ciencia». Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. UPTC. Tunja, p.28. 100 Archivo Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia UPTC (En adelante se citará como A. U. P. T. C.) «Reformas universitarias». Informe de una comisión del Congreso Pedagógico Nacional. República de Colombia. Imprenta Nacional. Bogotá, 1918.

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la universidad de la regeneración, la cual sería nuevamente cuestionada, por proyectos y movimientos de reforma universitaria durante las décadas de 1920 y 1930, dentro de un ambiente de reformas en toda América Latina. 2.3.1. La segunda misión pedagógica alemana como portadora de elementos de reforma universitaria. En 1923 por medio del Decreto 1595 del 22 de noviembre, fue contratada por el Gobierno Nacional durante la administración de Pedro Nel Ospina, la segunda misión pedagógica alemana que arribó al país en 1924, para reorganizar la educación pública en el país, integrada por Carl Glockner para las escuelas normales y primarias, Carl Decker para colegios de secundaria y Antón Eitel para la universitaria. La misión arribó al país en un ambiente de receptividad expresado en la intención de pedagogos de realizar reformas a la educación colombiana, con una visión pragmática de aprovechar lo logrado en otros países, específicamente Alemania, solicitando los servicios de una cimiento que diera sus frutos en el país, y ayudar a modernizar el aparato educativo aún dependiente de la tradición decimonónica y colonial. A los proyectos de reforma de la misión se incorporaron pedagogos colombianos como Emilio Ferrero, Gerardo Arrubla y Tomás Rueda Vargas.101 La misión redactó un proyecto de ley, que el poder ejecutivo sometió a la consideración del Congreso del 4 de agosto de 1925, acompañado de una extensa exposición de motivos. En primer lugar, la misión sugería al Estado el manejo y control de la educación pública; tratando de devolverle la tutela que había sido cedida en la práctica a la Iglesia y a las comunidades religiosas. De entrada el contenido social liberal del proyecto, chocó con las autoridades eclesiásticas -avaladas en el poder civil y político del partido conservador-, quienes se opusieron al proyecto aduciendo lo dispuesto en la constitución nacional y el concordato, que autorizaba a la Iglesia a intervenir en los asuntos educativos como religión oficial. En materia universitaria, promovió una concepción de universidad como organización corporativa con gobierno propio de elección interna encargado MÜLLER DE CEVALLOS, Ingrid. (2000). «La Misión pedagógica alemana de 1924 en Colombia». En «Estudios sobre la historia de la educación Latinoamericana, de la Colonia a nuestros días». Diana Soto Arango, Editora. RUDECOLOMBIA, Tunja 2000 y ver también del mismo autor: «La lucha por la cultura»……Op. Cit., pp. 39-85. 101

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de la administración; una comunidad integrada por el personal docente y los estudiantes, cuyos órganos directivos fueran el claustro, el consejo universitario, el rector y la representación estudiantil. Recomendaba la centralización de los estudios universitarios en la capital de la República, en una sola universidad oficial que se llamaría Universidad de Colombia, integrada por las facultades de Teología, Filosofía y Letras, Derecho y Ciencias Políticas, Medicina, Ciencias Naturales e Ingenierías; de cuya universidad oficial, las departamentales de Antioquia, Bolívar, Cauca y Nariño se convertirían en facultades universitarias dependientes. El proyecto no se convirtió en ley por oposición parlamentaria, pero por un lado algunas de sus propuestas de reforma fueron retomadas por los movimientos estudiantiles universitarios de ésos años, como la centralización universitaria, y por otro lado, algunos de sus miembros ocuparon cargos directivos en universidades departamentales del país, como el caso de Carl Glockner quien fue contratado por el Gobierno Departamental de Bolívar entre los años de 1928 a 1930, para emprender una reforma en la Universidad de Cartagena. El proyecto fue refutado por Antonio José Uribe miembro del partido Conservador, en un informe presentado a la Comisión de Instrucción Pública de la Cámara de Representantes como presidente, en el mes de noviembre de 1926, titulado «El espíritu de la legislación vigente sobre instrucción pública, el proyecto de la misión pedagógica; lo que conviene hacer sobre el particular», criticó duramente el proyecto de la misión, señalando que esta no había sido contratada para expedir nuevas leyes en materia educativa, sino para implementar las reformas pedagógicas necesarias, es decir, el reemplazo de los métodos simplemente nemotécnicos o verbalistas, por otros más modernos y eficaces como los experimentales. En cuanto a la intención de centralización universitaria, la consideró como un atentado a la autonomía y el nombre de las universidades departamentales que tanto habían contribuido en la vida de la República, así como la legislación que por medio del artículo 54 número 3 de 1910 reformatorio de la Constitución y reconoció a las asambleas departamentales reglamentar los establecimientos de instrucción costeados con los fondos del departamento.102 102 «Anales de la Cámara de Representantes. Año 1926 p 599» en Müller Ingrid Op. Cit., «La lucha por la cultura». p.61.

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Esta actitud de José Antonio Uribe de rechazo a la propuesta de centralización universitaria, fue compartida por las universidades departamentales del Cauca y Bolívar. Para el caso de Bolívar representada en la Universidad de Cartagena, se convirtió en el elemento originario de un proceso de modernización de la institución frente a la amenaza que veían sus directivas y la Dirección de Instrucción Pública, en la centralización de los estudios en la capital de la República. Mientras que por el contrario para los movimientos estudiantiles del período en la ciudad de Bogotá, la propuesta contaba con aprobación, por lo que la centralización universitaria se convirtió en objeto de disputa regional entre la universidad de la capital y las universidades departamentales. 2.3.2. Autonomía y nacionalismo: los movimientos estudiantiles universitarios en pro de la modernización de la universidad colombiana, (1920-1932) Los estudiantes universitarios colombianos, receptivos a las propuestas de reforma de la universidad colombiana planteadas durante estos años, y a la ola de movimientos estudiantiles universitarios en América Latina que tuvieron su punto de origen en Córdoba Argentina, expresaron entre 1919 y 1930 su voluntad de transformar los claustros universitarios en espacios democráticos autónomos y de integración o unidad latinoamericana, inspirados en corrientes de pensamientos modernos que impulsara la modernización educativa. Entre 1919 y 1921 un grupo de universitarios entre ellos, Germán Arciniegas (1900-1999), Diego Luis Córdoba(1907-1964), Diego Montaña Cuellar(1910-1991), Gerardo Molina(1906-1991) y Francisco Socarrás (1907); formaron parte de un movimiento que propendía por la renovación y modernización universitaria. Se consolidó como grupo a través de los postulados de solidaridad y como fuerza creadora. Su interés fue tomar a la juventud como «un factor nuevo» y armónico que asumiera con valor el protagonismo en la defensa de los intereses sociales y educativos; como un intento de saldar con propuesta de reformas universitarias los distanciamientos que presentaba la universidad con la realidad social. El movimiento colombiano a diferencia de los otros movimientos universitarios que se dieron en éstos años en América Latina - que empezaron inicialmente con propuestas de reforma intrauniversitarias como cambios de 75

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modelos pedagógicos, remoción de docentes, autonomía universitaria cogobierno, desde su matriz en Córdoba y que luego, se radicalizaron por las represiones de gobiernos dictatoriales dentro de sociedades oligárquicas, hacía propuestas de reformas extra universitarias como las reformas de las estructuras sociales y políticas, a través de lazos de solidaridad entre las juventudes latinoamericanas, sin la cual era imposible las reformas de las universidadesse nutrió inicialmente de los programas radicales que adquirieron éstos movimientos durante la década de 1920, pues sus objetivos estuvieron encaminados a un acercamiento de la universidad con una realidad social más justa y democrática, que debían asumir como un reto las juventudes universitarias latinoamericanas desde posiciones directivas en el Estado y en los centros universitarios. 2.3.3. La Federación del movimiento colombiano: la solidaridad de las juventudes universitarias en la reforma de las universidades latinoamericanas. (1921-1928) En 1921, el movimiento renovador colombiano se organiza a través de la federación estudiantil, reorientando sus objetivos iniciales de unión latinoamericana hacía el fortalecimiento del nacionalismo, del conocimiento de la realidad colombiana a través de la reforma universitaria. En 1920 Carlos Pellicer vino a Bogotá como agregado de la Delegación de Méjico ante el Gobierno colombiano, quien hacía parte del plan trazado por José Vasconcelos consistente en nombrar un estudiante como agregado cultural de cada embajada mejicana; a su llegada a Bogotá, Pellicer entró en contacto con Arciniegas, director para entonces del periódico «Voz de la Juventud»-que había fundado en 1917, para difundir la idea de crear una federación de estudiantes, con quien coincidía en la idea de movilizar la federación de estudiantes. Ambos convinieron instalar la Asamblea de Estudiantes, en cuyo seno se fundó en febrero de 1921 la Federación de Estudiantes de Colombia como un medio para aunar permanentemente los esfuerzos estudiantiles y ejecutar así un programa integral y vigoroso.103 La federación desempeñó un papel aglutinador de primer orden, luchó por el bienestar de los estudiantes, y por la idea de vincularlos con la realidad 103 RIVAS GAMBOA, Angela. (2001). «Un estudiante maestro». En Revista Historia Crítica. Departamento de Historia de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de los Andes. Bogotá, No. 21. p.14.

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nacional y fomentó las relaciones de los jóvenes colombianos entre sí y con universitarios del exterior. Como parte de las actividades tendientes a la integración de los estudiantes colombianos y su vinculación con la realidad nacional, la federación promocionó concursos con fines sociales, tales como el mejoramiento social, a través de campañas contra «enfermedades sociales» como la delincuencia, el alcoholismo y las enfermedades venéreas, así como una cruzada en pro de la extensión universitaria que trascendiera las clases populares. En cuanto a las relaciones internacionales, sus dirigentes respondían al reclamo internacional de las fuerzas de las federaciones estudiantiles para el conocimiento de lo autóctono, de lo nuestro.104 2.3.4. La «Revista Universidad»: órgano de difusión y de protestas de la Federación Estudiantil. La Federación en 1921 creó como órgano de difusión de sus ideas, la «Revista Universidad» bajo la dirección de uno de sus líderes Germán Arciniegas, -en reemplazo del periódico «Voz de la Juventud»- a través de la cual se promovió la organización estudiantil representada en una federación de estudiantes comprometidos con la renovación de la educación colombiana y latinoamericana, por medio de lazos de solidaridad internacional en búsqueda de solución de problemas sociales,105 frente a las represiones e intransigencias de las dictaduras y las oligarquías reinantes durante esos años, e igualmente critica la intransigencia de los gobernantes clericales del Cauca y Antioquia ante la libertad de culto y de expresión que reclamaban los estudiantes.106 Sus dirigentes argumentaban que la fuerza de las federaciones estudiantiles era una obligación internacional para erigir el ideal del cultivo de lo autóctono, de lo nuestro, testimoniando la influencia de pensadores iberoamericanos universitarios como Carlos Mariátegi, José Vasconcelos, José Ingenieros, Héctor Ripa Alberti. En particular Vasconcelos se convirtió para el movimiento colombiano, en el «maestro de la juventud»; y a través de la Revista Universidad y del diario La República, se dieron a conocer algunos textos del profesor mejicano y una carta enviada por él a Arciniegas y publicada como «mensaje a la juventud colombiana», testimonio de las comunicaciones que Ibid. p.14. A. U. P. T. C. Fondo Posada. Nota Editorial de la «Revista Universidad» No 6 Bogotá 1921. 106 A. U. P. T. C. Fondo Posada. De la Calle, Hernando. «Nuestra Causa», manifestación ante el Presidente de la República Mayo 1921. En «Revista Universidad», fragmentos 1921. 104

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mantenía Arciniegas con el reformista de la educación mejicana de los años veinte; quien había logrado conseguir que se creara nuevamente el ministerio de educación en México y fue autor de la «ley de educación»; de ahí que simbolizara para Arciniegas y el grupo estudiantil, el espíritu de la reorganización de la educación pública que era tan imperiosa en Colombia, como lo había sido en Méjico.107 De las páginas de la Revista se infiere que para el movimiento colombiano al igual que el primigenio de Córdoba-Argentina, además de la unión de todos los jóvenes universitarios latinoamericanos para conseguir la renovación universitaria era necesaria la participación de los estudiantes en las políticas educativas. Igualmente, la búsqueda de una justicia social y el ejercicio democrático en las universidades, fue la de la incorporación de grupos sociales como el de la mujer, que no habían tenido acceso en el sistema universitario. En 1921, se elige a Amelia Arango como vicepresidenta de la Asamblea de Estudiantes de Antioquia, a la que se dedicó la carátula de la revista número 3.108 Además se abría un espacio invitándolas a que expresaran sus opiniones acerca de la educación, encontrando receptividad dentro de un círculo femenino muy reducido que tenía relaciones de parentesco con líderes del movimiento y que se advierte una nueva actitud crítica frente a la educación que venía recibiendo la mujer colombiana, a las que solo se les consideraba aptas para desempeñar «las dulces tares del hogar». En la primera etapa del movimiento, no se insinúa siquiera el rol de este grupo social en los claustros universitarios. Aparte de su órgano oficial de difusión, los estudiantes también expresaron sus opiniones y posiciones en pro de la reforma de la educación nacional a través de la prensa liberal, algunos de sus miembros contribuyeron con editoriales, como en el caso de Luis Tejada en El Espectador y de Germán Arciniegas en El Tiempo y La República.109 Este espacio otorgado a los estudiantes en la prensa liberal demuestra de alguna forma, como el movimiento colombiano al igual que los movimientos de RIVAS GAMBOA, Angela Op. Cit., pp 21-22. VARGAS HERNÁNDEZ, Olmedo.(2000) «Dinámica del movimiento universitario en Colombia: 1920-1930». En Archivos y Documentos para la Historia de la Educación en Colombiana. Segundo Coloquio de la Historia de la Educación en Colombia. Colección Eventos. Cuadernos Azules 1. RUDECOLOMBIA. Tunja, p.134. 109 ARCHILA, Mauricio. (1999). «Entre la Academia y la Política. El Movimiento Estudiantil en Colombia 1920-1974». En «Movimientos Estudiantiles en América Latina». Compilador Renate Marzisque. UNAM México, p.162. 107

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Argentina, Perú, Chile y Cuba, recibieron inicialmente el apoyo de dirigentes liberales de la época, sin embargo el caso colombiano registra una peculiaridad con respecto a los casos citados, porque sus líderes a pesar de tener un peso en la opinión pública, no avanzaron mucho en su independencia política; en parte, por su carácter elitista, en parte por el peso de la contradicción liberalconservador en la vida política nacional como una constante histórica. En 1922 a través de la Revista Universidad los estudiantes declararon su primera huelga en Bogotá, con Arciniegas como uno de sus principales lideres, desencadenada por el escándalo que suscitó el proyecto de colocar el retrato de Fidel Cano en el Paraninfo de la Universidad de Antioquia. La idea fue rechazada por las directivas de la universidad que juzgaron una profanación colocar, en el mismo recinto que ocupaba la imagen del sagrado Corazón de Jesús, el retrato de alguien que como Cano había sido excomulgado. La protesta estudiantil en reacción a las actitudes intolerantes y doctrinarias de los directivos de la universidad, fue considerada por algunos jóvenes como una reivindicación de la igualdad a que tenían derecho y como la defensa del pluralismo en la universidad pública y de la libertad de pensamiento y expresión de los pensamientos innovadores opuestos al espíritu confesional católico y tradicionista de los antioqueños.110 Lo ocurrido en la Universidad de Antioquia en torno al retrato de Cano, no solo desató huelgas estudiantiles en Bogotá y Medellín, sino que dio pie a la formación de la Federación de Estudiantes de Medellín con la consecuente organización de actividades similares a las que tenían como sede en la capital de la República. 2.3.5. El Congreso nacional de estudiantes en Medellín: la juventud universitaria como fuerza armónica y activa en la vida nacional. En 1922 con motivo de los hechos en Medellín, Germán Arciniegas postula a esta ciudad como sede del Primer congreso nacional de estudiantes. El objetivo principal del congreso era convertir a los estudiantes universitarios organizados en la federación, en una fuerza activa en el devenir del país y capaz de propiciar su participación, en la elaboración de un proyecto de reforma de la universidad colombiana. 110

RIVAS GAMBOA, Op. Cit.. p.16.

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En el Congreso se definieron como temas de estudio, la organización estudiantil en Colombia, la celebración periódica de congresos de estudiantes, la representación de los estudiantes en los consejos directivos de la enseñanza universitaria, el concepto de universidad en sus relaciones con el Estado, la unificación o centralización de la enseñanza universitaria en Colombia- que causaría la reacción de las universidades del Cauca y Cartagena- y la extensión universitaria, la organización del bachillerato, el intercambio profesional entre las facultades del país, las misiones pedagógicas extranjeras, la actitud de los estudiantes colombianos frente a los problemas de Hispanoamérica y la reforma del pensum de la Escuela Normal para adaptarlo a las necesidades de las diferentes sesiones del país. En términos generales, y como una afirmación de una supuesta autonomía, se declaró que estos temas serían abordados al margen de las contiendas de los partidos políticos colombianos. En el mismo evento se enfatizó la urgencia de renovar la universidad colombiana, librándola de los métodos anquilosados con que se estaban fabricando sujetos»aventajados, tristes, inermes para la lucha, atados al prejuicio y al odio, moldeados en las preocupaciones políticas y sociales, propias del siglo pasado». Los estudiantes manifestaron igualmente, que era inconveniente ser formados en claustros sin vida, sin maestros, sin libertad y sin aire, y proclamaban la instrucción libre, abierta a toda las corrientes de pensamiento,»sin campana y sin férula», carente de cualquier nexo con los partidos políticos. También abogaron por la autonomía universitaria que debería empezar por el manejo independiente de las cuestiones económicas, de modo que la universidad se viera libre de las fluctuaciones políticas y las aberraciones de la intransigencia. Solo así la institución podría entregarse libremente a la investigación y realizar sus funciones científicas y culturales. En 1923, el Comité nacional de estudiantes en representación del movimiento, presentan al Congreso Nacional su plan de reformas, que había sido elaborado en el Congreso estudiantil de Medellín y ampliado por el Comité, en el que se exigía la expedición de una ley sobre reforma de la educación colombiana que cobijaba la instrucción primaria, secundaria y profesional, señalando la siguientes propuestas: establecimiento de «un bachillerato práctico» de dos o tres años de estudios que habilitara al individuo para la lucha por la vida; «un bachillerato general» para los individuos que no pudieran seguir ninguna carrera profesional; «bachilleratos especiales» «o bachillerato técnico» para las distintas carreras profesionales, la centralización universitaria en la capital de la 80

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República y supresión de las universidades seccionales; la creación de becas y concesión de viáticos a los estudiantes provenientes de los departamentos que ingresaran a la universidad nacional y que necesitaran de tales auxilios; adjudicación de las cátedras profesionales por el sistema de oposición, elección de los rectores de las facultades por votación del profesorado de cada una de ellas; designación de un rector general de la universidad encargado de su dirección suprema; creación para la vida económica de la universidad de un capitulo especial en la ley de aproximaciones de cada año y misiones pedagógicas extrajeras.111 La petición de centralización universitaria en la Capital de la República con las consecuentes supresiones de las universidades seccionales, generó un fuerte debate que sería registrado a través de las prensas nacionales y departamentales; los estudiantes del movimiento en Bogotá garantizaban la propuesta fundamentada en su concepto, en que las universidades regionales o seccionales, venían siendo sostenidas precariamente por los departamentos y en consecuencia se encontraban mal dotadas y la formación profesional era deficiente, 112 uniéndose a los planteamientos señalados por la Misión Pedagógica Alemana. Mientras que las universidades seccionales se oponían a la centralización universitaria, caso de Cartagena, que aducía sus aportes al desarrollo de la Costa Atlántica y a la nación desde su fundación, considerando una mayor inversión fiscal de la nación en el sostenimiento de estas instituciones.113 Sin embargo, el proyecto de la Misión Pedagógica Alemana como vimos no se convirtió en Ley por oposición parlamentaria, pero el debate de la centralización universitaria se mantuvo a lo largo de la década del veinte en los proyectos de refor ma de las universidades colombianas, particularizándose en la de Cartagena.

A. H. C. «Diario de la Costa». 27 de Septiembre de 1923. Número 1.928 Página 6. «La reforma de la Instrucción, eliminación de las facultades profesionales seccionales», Bogotá 25 de septiembre. Firmado por José Daniel Camacho A, Guillermo Londoño, Jorge Soto del Corral, José Luis Trujillo y Rafael Bernal Jiménez. La participación de este último como miembro del comité nacional de estudiantes nos permite inferir el apoyo de aquellos que habían sido integrantes de la Generación del Centenario, a la causa del movimiento estudiantil de los años veinte, como una forma de unir esfuerzos por reformar la universidad colombiana. 112 A. H. C. «Diario de la Costa». 4 de septiembre de 1923. Número 1903. Página Editorial 1. «Farsa universitaria». Firmado por Germán Arciniegas. 111

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2.3.6. El Segundo Congreso nacional de estudiantes en Ibagué: del ideal de la universidad latinoamericana al fomento de una universidad nacionalista en Colombia. Durante el Congreso Nacional de Estudiantes celebrado en Ibagué en 1928, el movimiento entra en su segunda etapa, abandona el ideal inicial de una universidad latinoamericana basada en la solidaridad de las juventudes universitarias, al convencerse que este ideal entraba en contraposición con la realidad de los países latinoamericanos, en los que los vínculos étnicos y sentimentales estaban absolutamente supeditados por las exigencias de la competencia económica y de hegemonías impuestas por la fatalidad histórica, y enfoca sus objetivos hacía una reforma educativa colombiana(que no solo implique la enseñanza profesional sino que comprenda desde la educación preescolar) vital para la formación de un nacionalismo vigoroso, que solo sería obtenido a través de una participación más decisiva de los líderes estudiantiles en los cargos representativos del parlamento o del gobierno, con previo conocimiento de la realidad colombiana a través de nuevos sistemas pedagógicos que formaran un estudiante interesado en la investigación. En el Congreso de Ibagué la Federación de Estudiantes configura un plan de reforma a través del cual sería posible concretar el ideal de una reforma universitaria, en pro del fortalecimiento del nacionalismo, del conocimiento de la realidad colombiana. En el discurso pronunciado por Carlos Lleras Restrepo114 como representante de la delegación bogotana, reproducido en las páginas de la Revista Universidad se recogen los puntos esenciales de ese plan de reforma de la federación, tras una crítica a la universidad tradicional colombiana anclada aún en esquemas coloniales de orden jerárquico, confesional y dogmático, caracterizado por el profesionalismo de corte napoleónico, donde primaba la enseñanza magistral y el poco estímulo por la investigación, la creación personal y centrada en la formación de sectores dominantes. El cambio del sistema pedagógico se constituyó en el primer elemento del plan de reforma como condición básica de una educación encaminada a la 113 A. H. C. El Porvenir. 3 de Octubre de 1923. No 7041. Página Editorial «Combatiendo la centralización universitaria». Firmado por el médico docente de la Universidad de Cartagena Manuel H. Pájaro. 114 A. U. P. T. C. Fondo Posada. «Revista Universidad». (1928). No 92. pp. 143-145. «Ideales del Congreso de Ibagué». Discurso pronunciado por Carlos Lleras Restrepo en el Segundo Congreso Nacional de Estudiantes y reconstruido especialmente para «Universidad».

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investigación o conocimiento del país. Señalaban que el alumno debía tener la libertad para aprender con el profesor que estimara más competente. La universidad no debía estar cerrada para aquellos que debían «decir su palabra a la juventud fervorosa, y el Estado no tenía porque imponer dogmáticamente la opinión oficial a los estudiantes en la interpretación de un texto jurídico o en la crítica de las supremas creencias. La cátedra libre y la asistencia libre se complementan y deben imponerse conjuntamente. Sin ellas la reforma universitaria es un mito y una triste farsa la libertad de pensamiento». Sugerían la necesidad de desarrollar el espíritu investigador en el alumno a través de las técnicas de los seminarios. Se infiere de esta posición de los estudiantes, un conocimiento de los métodos de la pedagogía moderna en boga en esos años, la Escuela Nueva. La participación estudiantil en las directivas de la universidad, en la dirección del Estado en el estudio y resolución de los problemas nacionales es otra de las reivindicaciones señaladas por la Federación en el plan. El estudiante, al convertirse en el componente esencial de la universidad, debía tener participación en las reglamentaciones que se establecieran en torno al sistema universitario. Por otra parte si la universidad debía acercarse al conocimiento de la realidad nacional, debía entonces convertirse en el centro de discusión, análisis y solución de los problemas del país; es decir sus intelectuales debían incorporarse «al ambiente cargado de ignorancia de los gabinetes para sanearlos». Como logro de las peticiones anteriormente señaladas exigían la autonomía universitaria tanto económica como administrativa: «la primera difícil de conseguir entre nosotros, es sin embargo, necesaria y no debemos cejar en el empeño de conseguir que a la universidad se le asignen rentas propias. La segunda, debe corresponder a la universidad, compuesta de profesores y alumnos la elección de sus propias directivas. El gobierno, que en la mayoría de los casos no sabe lo que hace, no tiene porque nombrar directores a un grupo de individuos conscientes, no tiene porque someter a su veto los reglamentos de las facultades». Esta petición se compadece directamente con el ideal de una universidad de fundamentos democráticos y nacionalistas libre de intereses partidistas, de intermediaciones burocráticas. El reclamo de la juventud universitaria por la autonomía de la universidad colombiana en este mismo año, se va perfilando no solo en el campo económico

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y administrativo sino en el plano ideológico. Germán Arciniegas en su conferencia dictada en la Universidad Libre 115 - institución que veían como ejemplo de la libertad de enseñanza a la que aspiraban estas nuevas generaciones116 - se refiere a esta emancipación ideológica de la universidad como un legado de la reforma de Córdoba-Argentina expresado en la cátedra libre, la asistencia libre y la participación del estudiantado en el gobierno de la universidad al margen de las oposiciones burocráticas del Estado y de la iglesia. Señalaba que era necesario que las nuevas generaciones, se hicieran conscientes de las experiencias de personajes que del pasado del país habían luchado por conquistar un pensamiento científico, de investigación de nuestra realidad independientemente de las represiones políticas y clericales (Mutis, Caldas, Fray Luis de León en la Colonia; Santos Acosta, Ancizar y Vargas Vega en el Siglo XIX). La nueva generación, según Arciniegas debía involucrar en su programa una obra verdaderamente revolucionaria que elevara la reforma al resurgimiento de lo nacional, a través de una doble labor; liberar ideológicamente a las universidades de las manipulaciones burocráticas y de las restricciones del orden jerárquico y clerical, enfocándolas hacía el conocimiento científico y profundo de la situación colombiana, e impulsarlas luego, a convertirse en el eje o elemento de cooperación de las directivas del Estado, para conseguir una «evolución más segura del mismo y el progreso de la sociedad sobre bases de la más alta justicia social» que reclamaban nuevos sectores obreros y medios en ascenso.

115 A. U. P. T. C. Fondo Posada. «Revista Universidad». (1928) Número 92, pp.91-93; 5 de Agosto de 1928. Número 93. pp. 137-138 y 11 de agosto de 1928. No 94. pp. 148-150. «La función política de la Universidad». Conferencia dictada por Germán Arciniegas en la Universidad Libre en commemoration de los 10 años del Movimiento de Córdoba-Argentina. 116 La historia de la Universidad Libre se inicia con el movimiento de la Regeneración con un nuevo estilo político y administrativo respondiendo a las actividades públicas y privadas de los colombianos y en particular al asunto de la educación, la cual tomó rumbos con orientación teocrática y autoritaria de la Constitución de 1886. Nació con el pensamiento del partido liberal que entendía que su triunfo ideológico sólo era posible por los caminos culturales en claustros diferentes a los establecimientos oficiales. El 30 de octubre de 1913 hombres libres y de buenas costumbres convencidos de que los gobiernos deben ser más de leyes que de hombres, constituyeron una sociedad anónima que llevaría el nombre de Universidad Libre. Tomado de ANGULO BOSSA, Jaime. « La Tribuna Encendida» (2002). Presentación. SIERRA REYES, Luis Francisco. Presidente Nacional de la Universidad Libre. Universidad Libre. VII.

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2.3.7. Los estudiantes y el Proyecto de Ley de Reforma de la universidad colombiana de 1932, en el logro de la participación estudiantil en las políticas universitarias del Estado. Las inquietudes estudiantiles universitarias de los años veinte llegaron en los años treinta a la Cámara de Representantes, de la administración liberal de Enrique Olaya Herrera (1930-1934), así como habían llegado las propuestas de reformas del movimiento de Córdoba Argentina en medio de un ambiente liberal receptivo- ante la cual, Germán Arciniegas en calidad de representante de los estudiantes presentó un proyecto de reforma universitaria.117 El proyecto apuntaba a la creación de la universidad colombiana, como una entidad autónoma y centro de estudio de la realidad nacional y a solucionar la situación interna de la universidad, e incidir sobre la orientación política del país, que eran los objetivos planteados por el movimiento en su segunda etapa. En el contenido del proyecto se hacía referencia a una reforma universitaria, emprendida a partir de las necesidades del país. Se trataba de hacer de la universidad «Un departamento donde se estudien los problemas inmediatos del país y los temas esenciales que afectan su vida». La universidad debía convertirse en el laboratorio de la nacionalidad colombiana, cumpliendo con una función social y política que la pusiera en contacto con la administración del Estado y con el pueblo: «Hay que estudiar el país, tratar de comprenderlo y de organizar las juventudes para que lo trabajen inteligentemente y científicamente... por eso es preciso darle a la universidad el sentido y carácter de una corporación en donde se trabajen durante los 365 días del año por los jóvenes y los viejos sobre el mismo asunto, sobre la misma patria, dentro del mismo anhelo...Corresponde a la nueva universidad reaccionar en el sentido de acercarse dueña de sí misma, de controlarse adquiriendo un segundo criterio de los problemas políticos, de aproximarse anticipadamente a los hechos sobre los cuales, tendrá luego que presentar sus conclusiones. En este sentido la universidad será un consejero técnico del Estado y una guía segura para quienes hoy proceden, al legislar o al gobernar, por intuiciones o por juego.»118

ARCINIÉGAS Germán (1932) «La universidad colombiana, Proyecto de Ley y exposición de motivos». presentado a la Cámara de Representantes por Germán Arciniegas. Imprenta Nacional, BogotáColombia Julio 29 de 1932. Biblioteca Hispánica de Madrid 118 Ibid. pp.15-16, p.18. 117

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Para conseguir que la universidad se convirtiera en ese laboratorio de la nación, en el centro de estudios de los problemas del país, sugieren una serie de cambios al interior de la institución universitaria: En primer lugar, la reforma de los planes de estudio, las facultades y los métodos de enseñanza tras la crítica al método tradicional del aprendizaje literario, memorístico alejado de la práctica de la experimentación. Proponen la modificación de los planes a través de una orientación de los mismos hacía el estudio de la vida nacional. La reforma de la organización de las facultades era necesaria pues las universidades aún funcionaban con una distribución de sus programas bastante rudimentaria que tenía raíces desde la colonia, estaban distribuidas en tres facultades Derecho, Medicina e Ingeniería, la Facultad de Ciencias Naturales no tenían existencia real, la facultad de Ciencias Económicas, la Facultad de Educación y la facultad de Agronomía no eran mas que proyectos a realizar; sugería la necesidad de establecer un nuevo plan de división de estudios por facultades en el que se valoraran las necesidades del país con un criterio integral y además se tuviera en cuenta el ejemplo de países como Argentina y México donde existía una reforma de la división de las facultades de acuerdo a las necesidades que demandaban sus estructuras económicas. Proponen la incorporación a la Universidad Nacional de la Escuela de Minas de Medellín y de la Facultad de Letras del Rosario así como la creación de una Facultad de Agronomía que involucrara los problemas básicos nacionales de la agricultura. La de los métodos de instrucción, que abandonen el estudio memorístico por la puesta en práctica de una educación experimental vertida sobre una realidad concreta, Colombia; una educación basada en métodos de investigación como los trabajos de laboratorio y los seminarios: «El laboratorio debe ser una cátedra especial y permanente en donde se practiquen investigaciones y se comprueben los hechos corrientes de una ciencia determinada. El seminario se organizará para el estudio de temas concretos, que se pueden escoger de acuerdo con la realidad». En segundo lugar, la universidad debía desprenderse de la tutela de los partidos políticos y gozar tanto de autonomía docente, como administrativa; «porque dentro de un sistema democrático que aspire a tener una amplia base de comprensión nacional, el deseo de mantener las universidades como organismos subordinados es cosa que carece de explicación. La autonomía es una cosa que se tiene o no se tiene»; la universidad debía tener su propio gobierno en contraposición al tradicional nombramiento de las directivas por parte del Estado; al frente de la misma, debían estar un presidente de grandes méritos intelectuales nombrado por un 86

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consejo directivo integrado por tres categorías de trabajadores que actuaran dentro de la universidad: Profesores, estudiantes y antiguos alumnos que denominaban la comunidad académica; este consejo tripartito se encargaría de funciones económicas, métodos académicos y de fijar los estudios preuniversitarios, porque a la universidad debía corresponderle hacerse mentor de la enseñanza secundaria afín de que los estudiantes llegaran con preparación suficiente a la universidad. En tercer lugar la extensión universitaria; en cuanto a este aspecto exponen la apertura de la extensión universitaria al pueblo colombiano en general y sobre aquellos sectores y grupos sociales que no habían tenido acceso a la instrucción superior universitaria; entre ellos la mujer, critica la posición discriminatoria que había asumido la universidad colonial, que prohibía con pena de excomunión la presencia de la mujer en los claustros, y aún la universidad republicana donde la mujer había tenido una tímida participación en la escuela primaria; y todavía a principios del Siglo XX no tenía acceso a los estudios secundarios que la acercaran a la universidad: «El Estado no le ha dado un bachillerato suficiente a las mujeres como el de los varones, la ha puesto a seis años de distancia de las puertas de la universidad». Sin embargo, en la exposición de motivos del proyecto se observa claramente que no hay ninguna intención en la causa estudiantil, de involucrar en sus propuestas, la emancipación de la mujer del rol tradicional del hogar, ni de las labores que son cercanas a su sexo, por el contrario, los estudiantes se previenen contra la ilusión que la mujer pueda aspirar en el cambio de su condición social y de género al ingresar a los claustros universitarios, es mas consideran como una remota posibilidad su ingreso a los estudios universitarios; y se sugiere su ingreso dentro de un programa denominado, «la rehabilitación de la mujer en la educación superior», el cual reproduce las tareas que tradicionalmente la sociedad asumía como propias del sexo femenino.. La extensión universitaria también se refiere a la creación de unos departamentos e institutos anexos a la universidad, en los que se debía organizar y dirigir un campo de difusión más vasto de los trabajos universitarios. A través de los departamentos se llevaría la acción de la universidad a capas sociales diversas y dentro de un radio casi ilimitado; entre éstos, se proponía la creación de uno Editorial para las publicaciones de libros, revistas, cartillas, conferencias, concursos, cursos, anuncios y circulares; uno de Bellas Artes, que tuviera por objeto coordinar los esfuerzos que se encaminaban en el país 87

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hacía una cultura plástica, ante el reclamo de los artistas; y uno de Extensión Universitaria, que debía centralizar las labores culturales y las conferencias que realizara la universidad para un público abierto, utilizando para ello la organización nacional de los antiguos alumnos. En cuanto a los institutos, se contemplaba la Escuela de Odontología y el Laboratorio Nacional de Higiene que dependería de la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales; el Observatorio Nacional que dependería de la Facultad de Matemáticas e Ingeniería; el Conservatorio Nacional de Música y la Escuela Nacional de Bellas Artes que dependería del departamento de Bellas Artes; y la Biblioteca Nacional, que dependería del departamento editorial de canjes y bibliotecas. 2.3.8. Balances y perspectivas del movimiento estudiantil colombiano de los años veinte El movimiento de renovación estudiantil de los años veinte de las universidades colombianas, logró proponer y cohesionar un plan de reformas de la universidad colombiana en miras al fortalecimiento del nacionalismo, tratando de incorporar a su ideario una respuesta a las necesidades sociales del país, al concebir una formación integral del individuo al servicio de la nación, así lo había expresado Germán Arciniegas en la exposición de motivos del proyecto de Ley de 1932 presentado a la Cámara de Representantes: «La República necesita crear un departamento en donde se estudien sus problemas inmediatos y los temas esenciales que afectan su vida. Este departamento no puede ser otro sino la universidad misma. Pero una universidad destinada, a ese fin, orientada en un sentido radicalmente nuevo». Ideas que fueron retomadas en la reforma instruccionista universitaria emprendida bajo el gobierno liberal de Alfonso López PumarejoLey 68 de 1935- que al igual que los gobiernos liberales y de corte populista de países latinoamericanos como Argentina, México, Cuba donde se experimentaron movimientos estudiantiles en pro de reformas universitarias incorporaron dentro de sus programas las causas estudiantiles. Muchos de los integrantes del movimiento renovador se incorporaron a la administración liberal de Alfonso López Pumarejo, ocupando posiciones directivas dentro del ministerio de Educación y la administración de la Universidad Nacional como el caso de Germán Arciniegas y Gerardo Molina, respectivamente; obteniendo la aspiración o el anhelo que los estudiantes aspiraban como organismos asesores del gobierno: La primera administración de López Pumarejo(1934-1938) se caracterizó por incorporar en su gabinete 88

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ministerial a una serie de jóvenes liberales e incluso a algunos que habían tenido inclinaciones socialista en los años veinte. 119 2.3.9. La Reforma universitaria durante el gobierno liberal de Alfonso López Pumarejo: 1934-1938. El discurso de reformismo orientado hacia a la modernización educativa iniciado en los años veinte en nuestro país, pareció continuar con mayor vigor en los años de hegemonía liberal de 1930 a 1946. Durante la administración de Enrique Olaya Herrera, se empieza una política de reforma educativa que buscaba alejar al sistema educativo de la tradición conservadora y lo adecuara a la estructura productiva engendrada por la industrialización como consecuencia de los nuevos tiempos modernizadores, acogiendo las demandas que urgían de diversos grupos sociales (en especial de la clase media y obrera), empeñados en un cambio institucional. De manera que el régimen liberal iniciado en el treinta vendría a retomar los esfuerzos reformistas del decenio del veinte, profundizándolos y en ocasiones replanteándolos para adecuarlos a los postulados políticos y a los nuevos tiempos que vivía el país. El objetivo era poner las cuestiones educativas al servicio del proceso modernizador, en el instrumento de legitimación de la modernización e industrialización del país.120 La universidad fue sin duda la gran beneficiaria de la reforma educativa de López, su estructura, naturaleza y funciones se fueron abriendo ideológicamente a las corrientes contemporáneas del pensamiento. Para López la reforma universitaria debía emprenderse en función del desarrollo económico del país, de la industria; preparar a la juventud en la universidad a estudios técnicos para explotar la riqueza nacional sin tener que acudir por falta de ellos al extranjero. El impulso modernizador que dio Alfonso López a la educación pública universitaria guardaba relación con la emergencia de las clases medias. En primer lugar, porque éstos demandaban el acceso a la universidad como un ARCHILA, Mauricio. (1999) «Entre la academia y la política». (1999). «El movimiento estudiantil en Colombia. 1920-1974». En Movimientos estudiantiles en América Latina. Compilador Renate Marzisque. UNAM. México. p.162. 120 VERA César y MOLANO Alfredo. (1996). «La evolución de la política educativa en el siglo veinte. La República Liberal 1930-1946». UPN. Centro de Investigaciones CIUP. Bogotá, p.113. Ver también Parra Sandoval, Rodrigo (1996). «Escuela y modernidad en Colombia. La universidad». Fundación FES, Fundación Restrepo Barco, COLCIENCIAS, IDEP, 3er Mundo Editores. Santa Fe de Bogotá. Tomo IV, pp 65-66. 119

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medio de ascender socialmente o por lo menos, de mantener su posición. En segundo lugar, su ubicación intermedia entre las clases y sus aspiraciones democráticas hacía de ella un baluarte político e ideológico claro que el liberalismo se propuso no solo apoyar sino reproducir. La misma naturaleza del proceso modernizador trae como consecuencia la expansión y diversificación de los saberes impartidos en la universidad. Se da un vertiginoso crecimiento de la Economía, la Administración y la Contaduría como efecto de las urgentes demandas de la industria y de los grupos sociales medios, bajos y populares; frente a estos cambios la universidad no podía seguir anclada en las carreras tradicionales de Medicina, Derecho, Ingeniería Civil y Humanidades sino que debía empezar una diferenciación curricular en correspondencia a la división del trabajo que se llevaba a cabo en el sector productivo de la sociedad. Surge entonces la función económica de la educación superior; la relación entre economía, empleo y educación se hace dominante.121 Con la reforma, López también buscó un cambio en la orientación pedagógica, el interés del alumno pasa a ser el centro de la educación universitaria y de los demás niveles. Se propugnaba por fomentar en él la creatividad, la crítica y el desarrollo de la imaginación. Se estimuló la discusión y la investigación a través de la integración en un solo cuerpo de las unidades académicas y la construcción de la ciudad universitaria122. Se implementó el uso de laboratorios, gabinetes y bibliotecas y el ejercicio de la libertad de cátedra, para crear esa actitud favorable a la crítica y a la participación del estudiante en la marcha del proceso docente. Estos lineamientos pedagógicos permiten ver la persistencia en la adopción de los métodos de la pedagogía activa. López Pumarejo pretendió otorgarle a la universidad un alto grado de autonomía académica y administrativa, aunque en sus directivas se mantuviera una fuerte representación estatal y una decisiva intervención en sus ingresos económicos123. Esta autonomía se expresaba en otorgar personería jurídica, participación de estudiantes y profesores en las decisiones de la universidad, y emancipación de la institución del tutelaje religioso.

PARRA SANDOVAL Rodrigo. Op. Cit., pp 65,66,72,74 y 76. VERA César y MOLANO Alfredo. Op. Cit., pp. 81- 85; y ver también Sandoval Rodrigo. Op. Cit., pp. 66. 123 JARAMILLO URIBE, Jaime. (1998). «La educación durante los gobiernos liberales 1930-1946 « En « La Nueva Historia de Colombia». Tomo IV Editorial Planeta, Printer Colombiana Ltda., pp. 107-109. 121 122

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Este interés de reformar a la universidad colombiana durante la administración de Alfonso López quedaría planteado en la Ley 68 de 1935. Esta Ley recogió algunas de las propuestas del movimiento universitario de los años veinte, como la autonomía académica, la participación de los estudiantes en el gobierno universitario, la función social de la universidad y la incorporación de nuevos sectores. Así con la Ley 68 el Partido Liberal dio cauce legislativo a la insurgencia universitaria de la que él había sido parte y motor124. Sin embargo no está de más aclarar, que en la comprensión de los procesos de reforma universitaria en el siglo veinte en Colombia, no deben verse en función de un partido político en especial, sino a partir de las condiciones sociales y económicas del momento. La Reforma proyectada a través de la ley, se planteó más claramente o se desarrolló en la Universidad Nacional, en la que se introdujeron nuevas instituciones como la extensión cultural y el bienestar estudiantil que habían reclamado los movimientos universitarios de los años veinte. La extensión cultural, no solo complementaba la formación del estudiante con un amplio esquema de actividades culturales, sino que también ponía en contacto a la universidad con la ciudadanía a través de conferencias públicas, exposiciones artísticas y publicaciones. El Bienestar estudiantil introdujo en la vida universitaria los deportes, los servicios médicos y las residencias estudiantiles que formaron desde un comienzo parte del campus universitario. El ambiente intelectual y el contenido de la enseñanza tomaron también rumbos nuevos y la universidad se abrió al contacto con las grandes corrientes contemporáneas de la ciencia y la cultura. La biología y la física, la medicina y la arquitectura, el derecho público y privado, la filosofía, la economía fueron remozados, algunos introducidos por primera vez en los planes de estudio y en los seminarios de investigación, y los nombres de los grandes pensadores del Siglo XX empezaron a ser familiares en los cursos, debates y publicaciones universitarias.125 Las administraciones liberales de 1930 a 1946, aunque percibieron la importancia de una reforma del sector educativo en proyectos de desarrollo económico y social, así como también para el propósito de hacer de Colombia un país moderno, una nación mejor integrada socialmente basada en una cultura de raíces nacionales más auténticas e intensificaron las inversiones del Estado para el logro de estas reformas; en la práctica, sus ambiciones o expectativas 124 125

VERA César y MOLANO Alfredo. Op Cit p.81. JARAMILLO URIBE, Jaime. Op. Cit., pp.107-108.

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de cambio fueron inferiores a sus logros. La intención, de hacer del sistema educativo y de la enseñanza universitaria en particular, un instrumento para la formación de una nación mas integrada e igualitaria, se frustró por la incapacidad económica del Estado de ofrecer enseñanza a toda la población potencialmente apta para ella, y por la posición de los intereses vinculados al sector educativo privado que se fortificó durante el período. Los cambios logrados en la Universidad Nacional especialmente durante la rectoría de Gerardo Molina en la segunda administración de López, crearon un modelo y señalaron rumbos a las universidades públicas regionales, pero estas carecían todavía de integración aún sistema nacional de educación superior y estaban intervenidas habitualmente por los gobernadores de los departamentos, lo que en muchos casos imprimió un ritmo mas lento a las reformas. La aparición de las universidades privadas en manos de comunidades religiosas recelosas y resistentes a la política educacionista, debilitaron el proyecto de una nación integrada e igualitaria de los liberales. Así el sistema educativo de los liberales en lugar de impulsar la integración nacional, contribuyeron a formar una sociedad mas segregada socialmente. Por otra parte, los métodos y los contenidos de la enseñanza aunque trataron de modernizarse en la Universidad Nacional, a través de la incursión de nuevos saberes como la Economía, la Química, la Agronomía la Arquitectura, la Veterinaria, la Administración, las prácticas de seminarios de investigación, la literatura de grandes pensadores del Siglo XX 126en todos los 126 «Las décadas de modernización hicieron reflexionar sobre la identidad de los colombianos formados con tendencias hacía el eclecticismo, el universalismo y el idealismo, con tradición desde el Siglo XIX. Precisamente cuando Colombia surgió como Estado Nacional Independiente en el primer cuarto del Siglo XIX, las minorías intelectuales con el deseo de perfección en el orden político, acudieron a las ideologías políticas europeas y norteamericanas para buscar en ellas los modelos aplicables a la nación ideal. Se presentó un anhelo en aplicar las ideologías europeas a las realidades colombianas. Las ideas penetraron en Colombia siguiendo la corriente «de moda» que refrescaba al mundo occidental; utilitarismo, romanticismo, sensualismo, socialismo utópico, tradicionalismo, neoliberalismo, socialismo, comunismo, etc., las cuales se impusieron de acuerdo con el viento imperante en el viejo continente. Liberales y conservadores adoptaban las nuevas ideas, para incluirlas de inmediato en los postulados de sus programas o para seguir una línea conducta atenta a las nuevas ideas. Movimientos filosóficos-políticos que surgían en el nuevo continente planteando realidades y circunstancias de su propio medio, de inmediato eran introducidos en Colombia y seguidos por las minorías cultas de acuerdo con las inclinaciones propuestas como planes para organizar la nación ideal. Las nuevas ideologías introducidas conformaron un tipo de colombiano idealista con el deseo permanente de perfección en el orden político y con el anhelo de aplicar la teoría de las ideologías externas a las realidades colombianas.» Javier Ocampo López. (1999). Op Cit. «Colombia en sus ideas…» Tomo III pp. 996-997.

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cursos y los debates y publicaciones universitarias al amparo de la transmisión de nuevos valores intelectuales y morales que animó el movimiento de la Escuela Nueva y la Pedagogía Activa; la norma o la constante en la educación superior universitaria fue la persistencia de los conceptos, métodos y organizaciones tradicionales precisamente por la falta de integración de las universidades en un sistema nacional de educación superior. Los movimientos de reforma universitaria que se dieron durante el Siglo XX en Latinoamérica y en Colombia se plantearon en un contexto amplio e intenso de agitación social, de cambios internos vinculados con factores determinantes de lo que se ha llamado modernización: como por ejemplo, la expansión del capitalismo, la construcción de grandes obras de infraestructura como el alumbrado eléctrico, los telégrafos y las vías férreas. La creación de partidos políticos nacionales, la consolidación de instituciones de orden nacional y el surgimiento de nuevos sectores y grupos sociales127. De manera que debe entenderse la reforma universitaria del Siglo XX como el intento por poner a tono a la universidad con los nuevos aires de modernización; como los cambios orientados a la transformación de una universidad tradicional en una universidad moderna.128.

127 CATAÑO, Gonzalo. (1999). «Historia, sociología y política». Editores Colombia S.A. Universidad Pedagógica Nacional. Plaza y Janés. Santa Fe de Bogotá, pp.135-136. 128 Según Rodrigo Parra Sandoval es necesario para comprender el paso de la universidad tradicional a la moderna tener en cuenta las condiciones sociales y económicas del momento. Esta última según él, fue fruto de las necesidades de la economía modernizante así como también de las demandas de los nuevos grupos que empezaban a crecer como efecto de la movilidad estructural(clase media) que la nueva economía promovía. Este cambio sustancial para él, en el concepto de universidad es complejo. Debe tenerse en cuenta los aspectos o elementos que entran en juego dentro de ese proceso: 1º «Las características demográficas de la expansión universitaria,2º la diferenciación institucional y curricular, 3º la diferenciación entre región y universidad, dado el desarrollo desigual colombiano como una de sus características predominantes; 4º la estratificación universitaria, 5º la devaluación de la educación y el destino ocupacional de los egresados, 6º los cambios que ha sufrido el papel del docente universitario y del estudiante, 7º la creación de la comunidad académica, 8º los elementos pedagógicos y 9º los efectos del proceso de expansión universitaria sobre la calidad de la educación» Sandoval Op. Cit., p. 70.

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2.4. LA SUPRESIÓN DE LAS UNIVERSIDADES DEPARTAMENTALES EN LA POLÍTICA DE CENTRALIZACIÓN UNIVERSITARIA: DE LA TRADICIÓN A LOS DISCURSOS DE MODERNIZACIÓN EN LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA, 1920-1946. Cartagena no fue la excepción del proceso de modernización que se venía dando en el país desde finales del Siglo XIX y primeras décadas del XX. Los historiadores han considerado que ese proceso se registró en la Ciudad durante los años de 1880 a 1930; expresado en la expansión urbana de la ciudad por fuera del sector amurallado, la dotación de infraestructuras como el acueducto, la red de alcantarillado, la dotación portuaria con la instalación de muelles modernos; el surgimiento de una mediana prosperidad industrial de medianas fábricas de tejidos, manufacturas, petrolera de alimentos etc., en el fortalecimiento de la actividad comercial, los albores del turismo y el fortalecimiento de una clase política bipartidista-liberal y conservadora-, con predominio de liberalismo.129 La Universidad de Cartagena en las últimas décadas del Siglo XIX hasta 1.920 pese a los avances de un proceso incipiente de modernización de la estructura urbana y económica de la ciudad, permanecía aún anclada en las tradiciones de la vida republicana; al igual que las demás universidades públicas del país operaba aún, dentro de la estructura del modelo napoleónico profesionalizante que les dio origen, consistente en tres programas académicos Medicina, Derecho y Filosofía y Letras( que tenía las características de un bachillerato clásico) en los que se habían formado la elite local e incluso regional-pero que también se formaban «los hijos de los pobres»- que forjaron una imagen de prestigio de la institución, gracias a sus contribuciones en el desarrollo de la vida nacional.130 De otro lado, la precariedad financiera de la 129 Ver en: Casas Orrego, Álvaro (1994). «Expansión y modernidad en Cartagena de Indias 1885-193». En «Revista Historia y Cultura». Facultad de Ciencias Humanas. Universidad de Cartagena. Nº 3. Diciembre; Eduardo Lemaitre (1983) «Historia General de Cartagena». Banco de la República. Bogotá. Tomo IV; Adolfo Meisel Roca (1999). «Cartagena 1900-1950: Al remolque de la economía nacional.» En Memorias de II Simposio sobre la Historia de Cartagena. «La Ciudad en el Siglo XX». Cartagena 7 y 8 de Octubre. Universidad Jorge Tadeo Lozano y Banco de la República y Eduardo Posada Carbó (1988). «El Caribe colombiano, una historia regional (1870-1950)». Banco de la República. Bogotá 1998. 130 Personajes destacados en la vida política y económica de la Costa Atlántica y que también tuvieron trascendencia a nivel nacional en las últimas décadas del siglo XIX y primeras décadas del veinte, como Rafael Núñez, Manuel Dávila Flórez, Diego Martínez Camargo entre otros, egresaron de la Universidad de Cartagena. Ver Ibid Posada Carbó. p 251.

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universidad afectó su devenir académico durante estas décadas, situación que había sido fruto de la política de descentralización administrativa, que delegó a los departamentos el sostenimiento de sus instituciones educativas que apenas podía solventar precariamente, y por otra parte, de las disparidades políticas de la costa con el Gobierno Central, que impidieron la adopción de medidas favorables para su desarrollo. Este era el panorama de la Universidad de Cartagena al entrar a la década de 1920; tradición, precariedad financiera y profesionalismo de una elite privilegiada, elementos que demostraban la ausencia de un proyecto de reforma de la institución orientado a la modernización que experimentaba la ciudad, precisamente por la precariedad de las administraciones departamentales y la ausencia de un sistema nacional de integración de educación superior por parte del Estado, que repercutiera en reformas paralelas de la universidad nacional y de las universidades departamentales, pues en la práctica, los intentos de reformar la universidad colombiana a principios del veinte, solo se habían planteado en términos concretos en la universidad nacional, mientras que las universidades departamentales, seguían dependiendo de lo que medianamente las autoridades locales les pudieran proporcionar. Cuando en estos años el movimiento estudiantil de la Universidad Nacional presentaba al Congreso su proyecto de reforma de la universidad colombiana, sugiriendo la centralización universitaria en Bogotá y la supresión de las universidades departamentales de Medellín, Popayán, Cartagena y Pasto; aduciendo sus deficiencias debido a la falta de medios económicos, de útiles, de escaso número de docentes, que formaban deficientemente a los profesionales; se da una reacción de las autoridades departamentales y locales, de las directivas, del profesorado y de los estudiantes de la Universidad de Cartagena en defensa de la institución-como en el resto de las universidades departamentales-; que luego se tornaría en el planteamiento de un proyecto de reforma de la institución para el caso de Cartagena. En el año 1923 la prensa local de la ciudad así como la capitalina registraba la propuesta de centralización universitaria del movimiento estudiantil de Bogotá, tras una crítica a los sistemas de enseñanza de las facultades universitarias departamentales; el centro del debate era la situación precaria de la Universidad de Cartagena y en especial su Escuela de Medicina, que a juicio del movimiento estudiantil bogotano, preparaban a sus estudiantes 95

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medianamente, con predominio de los métodos memorísticos, ausencia de medios prácticos para la enseñanza de la medicina, como los museos y los laboratorios, además de la mediana preparación de su cuerpo de profesorescitando como ejemplo el caso de la profesora de bacteriología Paulina Beregoff131 de origen ruso, quién según los estudiantes bogotanos no había culminado aún sus estudios de medicina y peor aún, los cursaba en esta misma facultad -; por todas estas razones solicitaban la clausura de la Facultad y con la propuesta consiguiente, de enviar los estudiantes a continuar estudios en la Universidad Nacional. Un claro exponente del movimiento Germán Arciniegas así lo expuso, en un artículo denominado «Farsa Universitaria», publicado en un periódico local de la Ciudad de Cartagena El Diario De la Costa,132 en el que refuerza éstos argumento apoyándose en los informes oficiales de la rectoría de la Universidad y en las declaraciones de algunos estudiantes, expresada en el órgano de publicación de la facultad de medicina «Revista Pasteur», retomando una frase que aparece en esta revista expresado por su director Carlos H. Pareja -Simón Latino-.133 «La supresión de la Universidad significa para Cartagena la pérdida de un cincuenta por ciento de su prestigio; pero el sostenimiento de una universidad deficiente es una farsa y sentadas las premisas, es necesario declarar que si la universidad de Cartagena no se mejora, hoy o mañana venga o no la centralización, debe cerrarse» En este mismo año el Comité Nacional de Estudiantes Universitarios el 25 de septiembre, presentó al Congreso Nacional su plan de reforma de la instrucción pública colombiana que había preparado durante el Congreso estudiantil celebrado en Medellín, con la intención de que se incorporaran sus contenidos al proyecto de ley que sobre reforma de la Instrucción primaria, secundaria y profesional preparaba el Gobierno Nacional con la asesoría de la segunda misión pedagógica alemana. En esta plan de reformas además de expresar su voluntad de establecer un bachillerato práctico de dos a tres años Paulina Beregoff fue la primera mujer graduada en estudios universitarios en Colombia, egresada de la Universidad de Cartagena en 1925, sobre su presencia se ampliará en el capitulo sobre la incursión de las primeras mujeres en esta institución universitaria. 132 A. H. C. Diario de la Costa 4 de septiembre de 1923 Número 1903. p.1. 133 Simón Latino era el seudónimo bajo el cual el escritor Carlos Henrique Pareja escribía en la prensa nacional y cartagenera. 131

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de estudios, un bachillerato general- para individuos que no hayan de seguir ninguna carrera profesional- y un bachillerato especial para carreras profesionales-, señalaron la necesidad de centralizar la instrucción profesional y la supresión de las universidades seccionales, con la creación de becas y concesiones de viáticos a los estudiantes provenientes de los departamentos que ingresaran a la Universidad Nacional, pero que demostraran la necesidad de tales auxilios.134 Una vez planteada la propuesta estudiantil de centralización universitaria ante el Congreso de la República, se generó un debate entre la Universidad Nacional y las departamentales, registrado por la prensa. En Cartagena se dio una reacción inmediata de las directivas, profesores y estudiantes de la Universidad de Cartagena y en especial de la escuela de Medicina, que en la polémica había resultado mayormente afectada por la debilidad de sus estudios que acusaban los estudiantes bogotanos. La prensa se convierte en el vehículo a través del cual expresan sus opiniones acerca de los efectos de la centralización universitaria para la Universidad de Cartagena, que unas veces se presenta con un claro brote de regionalismo y otras, con una voluntad reformadora, modernizadora de la institución, que fue perfilando los discursos de modernización de la Universidad de Cartagena durante la década del veinte. Como expresión de esa actitud de regionalismo dentro del debate en Cartagena aparece en el diario El Porvenir un artículo del decano de la escuela de Medicina, Manuel H. Pájaro titulado «La Universidad de Cartagena. La Escuela de Medicina»135 en el que combate la centralización universitaria y los efectos nefastos que tendría sobre las juventudes de la Costa Atlántica al ser la Universidad de Cartagena, el único centro de educación superior en esa zona, rechaza así mismo, los argumentos que «la prensa capitalina» aduce para sustentar la propuesta de centralización universitaria, que hay «muchos doctores», que la Facultad en Cartagena no forma hombres ilustres», señalando que antes bien no existía en el departamento de Bolívar y en toda la Costa Atlántica los doctores necesarios para satisfacer las demandas de éstos lugares, y por otra parte, que el argumento de que la Facultad de Medicina de Cartagena 134 A. H. C. «Diario de la Costa». (1923) No 1928. p.6. «La Reforma de la Instrucción, eliminación de las facultades profesionales seccionales». Aparecen firmando el Plan de Reforma Rafael Bernal Jiménez, José Daniel Camacho A., Guillermo Londoño, Jorge Soto Del Corral y José Luis Trujillo. 135 A. H. C. El Porvenir(1923). «La Universidad de Cartagena. La Escuela de Medicina». Por el doctor Manuel H. Pájaro (Decano de la Escuela de Medicina de Cartagena). No 7041. p.1

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no forma hombres ilustres es deficiente, porque entonces podría decirse lo mismo de la de Bogotá, si se comparaba con los de París y en conclusión, también habría que cerrarla, cosa que consideró un absurdo; mas bien propone que antes de contemplar una centralización que conlleve al cierre de la universidades departamentales, deberían emprenderse reformas porque «al enfermo hay que curarlo mas no matarlo». De la posición de Manuel H. Pájaro se infiere un fuerte regionalismo al destacar la necesidad de mantener la existencia de una institución tan necesaria para el crecimiento intelectual de la Costa Atlántica: «Casi todos los médicos que han venido defendiendo hace más de cuarenta años, la vida de la sociedad cartagenera; y lo que decimos de Cartagena, se verifica en todas las ciudades y pueblos importantes del departamento y de toda la costa atlántica. Por eso nuestro departamento hace obra social benéfica y fecunda sosteniendo con sus recursos la Escuela de Medicina de Cartagena para que en ella continúen formándose médicos instruidos en la ciencia». En otro periódico cartagenero en la página editorial del Diario de La Costa, aparece una réplica a los conceptos de Manuel Pájaro H. sobre centralización universitaria, acusándolos de puro regionalismo y de argumentos pobres de que se vale para refutar la centralización: «Ninguna de estas semi razones (las de Pájaro H.), prueban científicamente que la centralización perjudica al país; por el contrario, las razones que se exponen si lo perjudican, porque al afirmar sin probarlo que existe un movimiento adverso a la universidad de Cartagena, se fomenta un regionalismo crudo. Últimamente se han hecho fuertes cargos a la Universidad de Cartagena, ya en la misma ciudad, por elementos jóvenes y prestigiosos como Simón Latino. Antes estos cargos todos callaron, aún el mismo decano de la facultad de Medicina, cuando había el deber de aceptarlos o rechazarlos, pues se trataba de la vida misma de la universidad, esos cargos no debieron pasar en silencio y tan cierto es esto, que ahí está la actitud del distinguido galeno Rafael Calvo. Defendamos la centralización sin importarnos que sea aquí o

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allá. Hagamos lo que han hecho los grandes países en este sentido y no presentemos semi razones para sostener lo insostenible.»136 En la prensa de Medellín también manifiestan conceptos acerca de la centralización universitaria, en las que en contraste a lo propuesto por los líderes estudiantiles bogotanos de tomar como centro de los estudios universitarios a la Universidad Nacional sugieren que, se adopte la centralización de los estudios pero de acuerdo a las necesidades de cada ciudad en la que existe centros universitarios: «Las facultades de ingeniería del país deben centralizarse en esta ciudad, que ofrece para los estudios de esta profesión, ferrocarriles, grandes empresas mineras, extensas riquezas naturales, etc., y las de las facultades de Derecho en Bogotá, en donde tienen asiento las Cámaras y la Corte Suprema de Justicia, y la centralización de Medicina en Cartagena.»137 El debate alcanzó mayor fuerza con los resultados desfavorables de los exámenes de revisión de los estudios universitarios instituidos para este año de 1923 y a raíz de la presentación de un proyecto de ley, presentado ante el Congreso por Demetrio García Vásquez mediante el cual se reorganiza la Universidad Nacional. En la exposición de motivos del proyecto García Vásquez reiteraba la necesidad de centralizar los estudios universitarios en Bogotá, debido a los buenos resultados obtenidos en los exámenes citados y pedía al Congreso la supresión de las cuatro universidades departamentales cuya incompetencia quedó demostrada en los exámenes de revisión, categorizándolas con el calificativo de seudo universidades: «Es innegable que para llegar a tan halagadores resultados, debemos centralizar en una ciudad de alta intelectualidad como Bogotá y en un solo plantel universitario, los elementos necesarios para atender a la perfección de la obra. Hoy existen en Colombia cuatro universidades más o menos deficientes y que han contribuido a la bancarrota profesional en grado ya ostensible para A. H. C. «Diario de la Costa» 5 de octubre de 1923 No 1930. Página Editorial. «Centralización universitaria réplica al doctor Manuel Pájaro H.» 137 A. H. C. «Diario de la Costa» 1º de octubre de 1923 p. 6. «Conceptos sobre centralización universitaria» Medellín 29 de septiembre las ideas manifestadas por el « Correo Liberal». 136

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demandar el correctivo indicado. La supresión de las seudo universidades departamentales traería como favorable consecuencia una mayor valorización profesional a la vez que disminuiría el contingente de un proletariado de impreparados que está levantando la protesta de nuestra sociedad ya justamente alarmada por el reciente denuncio de incompetencia comprobada en los exámenes de revisión. Además, es de observar que ninguna de estas seudo universidades tiene bienes y rentas propias y todas pesan sobre el erario nacional con un subido presupuesto que aplicado íntegramente a la universidad central sería mas que suficiente para ponerla en corto tiempo a la altura de las mejores de Sudamérica»138 A medida que aumentaba el tono del debate en los estrados del Congreso, se fue haciendo más fuerte un discurso en pro de una reforma urgente de la Universidad de Cartagena, que la sacara del estado de atraso que amenazaba con extinguirla en medio de la centralización universitaria. Una reforma orientada a la modernidad de la institución mediante una orientación científica y práctica de los estudios hacía el conocimiento y comprensión de la realidad social señalada por la industrialización, siguiendo el ejemplo de las universidades extranjeras que habían vivido de cerca esta experiencia. Este discurso fue tomando cuerpo en las directivas de la Universidad, el rector Manuel Dávila Flórez presentó un informe verbal a la Asamblea Departamental sobre la necesidad de emprender una reforma de la institución frente a la amenaza de la supresión de las universidades departamentales, que la transformara en una institución moderna, sugiriendo un plan para la consecución de este objetivo, en su informe aparece la concepción de una universidad moderna: «Tenemos que hacer de ella una Universidad moderna. La antigua era como santuario misterioso donde se formaba una clase culta llamada a dominar el resto de los asociados, en quienes no era dado penetrar los misterios de la ciencia. Las nuevas instituciones, necesidades, aspiraciones y vida industrial del mundo han engendrado una universidad muy diferente: La universidad moderna es toda la nación, de todo A. H. C. «Revista de Instrucción Pública de Bolívar». Tomo IV año 1926. «Las necesidades de la Universidad» Informe verbal del doctor rector de la Universidad de Cartagena Manuel Dávila Flórez a la Asamblea Departamental sobre las necesidades del instituto. Año 1923 p.193. 138

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el pueblo, y todo el pueblo es la universidad. Una universidad que no está en contacto con la vida social, ha dicho un notable escritor, no cumple su verdadera misión. La universidad ha de darse cuenta de las necesidades públicas y aún regionales y producir los hombres aptos para satisfacerlas. Por eso han nacido nuevas facultades universitarias, se han abierto nuevas carreras para las cuales dé la universidad diplomas de competencia. Por eso, desde mas de cincuenta años, los alumnos, mas adelantados de las universidades europeas y estaudindenses, dirigidos por sus profesores, van a los obreros y a los agricultores para darles conferencias sobre los fundamentos científicos de sus industrias y oficios, sobre el modo de hacer mejor y mas eficientes sus labores, mas perfectos los productos, para que compitan ventajosamente con los similares extranjeros, pues tales hoy el aspecto de la lucha humana... Eso debe hacerlo la universidad de Cartagena, y eso hará si se le proporcionan los medios propios al efecto» 139 En el mismo informe sugiere que para efectuar su transformación en una Universidad moderna y para que «cese el peligro de muerte» deberá: «Dotarla de todos los elementos que ha de menester y que vengo pidiendo desde que me encargué de la rectoría. Es preciso ensanchar el local, porque el actual no basta para el número de educandos concurrentes a las aulas, y llevar a cabo algunas mejoras en él. Es inaplazable adquirir todo el material científico y pedagógico que falta, y es altamente conveniente hacer venir algunos profesores extranjeros para la enseñanza de determinadas materias, porque debemos hacer que en las facultades superiores la enseñanza no tenga una tendencia exclusivamente profesional; y que en la Filosofía y Letras siga disminuyendo su tendencia meramente técnica, teórica para hacerla más profesional, si queremos tener una verdadera y moderna universidad».140 Todas estas sugerencias de reforma de la universidad estaban encaminadas al planteamiento de un cambio en la orientación pedagógica 139 140

Ibid. pp. 194-195 Ibid. p. 195.

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verbalística y memorística de tendencia exclusivamente profesional, a una orientación teórico-práctica que formara un individuo interesado en la investigación de la realidad social, pues para Dávila la principal función de la nueva universidad moderna de Cartagena debía ser el interés por lo social: «Tengamos presente que esta región del país será lo que la universidad sea. Si tenemos hombres aptos para las altas funciones sociales, la universidad los habrá formado; si carecemos de ellos, la universidad no habrá llenado su objeto».141 La nueva orientación pedagógica debía estar orientada según Dávila, por los cambios registrados en las universidades extranjeras, en especial las alemanas en donde el método del taller dentro de los fundamentos de la pedagogía activa sentaba una mezcla entre enseñanza y trabajo, entre producción y educación: «Los alemanes sentaron el sabio principio adoptando luego por todos los pueblos más cultos de que se debe trabajar donde se enseña, y enseñarse doquiera se trabaja; modo del cual se forman hombres completos y la producción se perfecciona».142 Para la concreción de ese plan de emergencia de reforma universitaria en Cartagena que orientara la institución a la modernidad Dávila Flórez viaja a finales de 1923 a Alemania enviando una misiva a la Gobernación del Departamento y a la Dirección de Instrucción Pública; en la que informaba la consecución de competentes profesores normalistas y profesionales médicos que estaban dispuestos a venir a Colombia a trabajar en sus respectivos ramos, mediante contratos que le asegurasen una permanencia por un término de años definidos. En respuesta el Gobernador del departamento de Bolívar autorizó a Dávila para cerrar contrato con los profesores; comprometiéndose junto con la Asamblea Departamental a responder por el gasto que representara la traída de los profesores a Colombia y por los sueldos que se les asignara.143

Ibid. p. 196 Ibid. p. 197 143 A. H. C. «Diario de la Costa» 18 de diciembre de 1923. No 1993. p.1. «Vendrán técnicos pedagogos normalistas y especialistas profesionales para reorganizar la enseñanza pedagógica y científica en Bolívar. Por el mejoramiento de la Instrucción Pública» 141

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Iniciando el año 1924, aún no se había concretado el plan de reforma de la Universidad de Cartagena propuesto por Dávila Flórez, su muerte prematura en Alemania aplazaría sus ideales reformistas, que serían retomados en este mismo año, por un movimiento estudiantil liderado por la Facultad de Medicina en contra del avanzado debate de centralización universitaria, que persistía en la amenaza de cierre de las universidades departamentales, fortaleciéndose el discurso de una reforma urgente del claustro, con la aprobación de algunos intelectuales cartageneros que a través de la prensa propagaban el espíritu reformista, ejemplo de ello es el artículo titulado la reforma universitaria publicado en el diario «La Patria» en la página editorial y firmado con el seudónimo de Simón Latino: «Hay que remozar el viejo caserón del célebre convento de San Agustín pero no solo exterior y materialmente, sino algo todavía mas: ensanchando el espíritu de su decaída y vetusta acción pedagógica, para lo cual es indispensable dotar a la Universidad de todos los laboratorios y demás elementos sin los cuales la preparación didáctica de los estudiantes se reciente de un empirismo desconcertante... En mi concepto, la centralización es inconveniente porque suprime centros que naciones mas civilizadas tienden a multiplicar y que son sumamente necesarios en las regiones del país en que están colocados; pero dejarlos como están es inconveniente también, por cuanto no se pone vaya al desbarajuste de los métodos mediocres que imperan.»144 Los estudiantes de Medicina duramente golpeados en el debate por las críticas que acusaban las deplorables condiciones de su Escuela, se organizan a través de una asamblea de estudiantes creada el 24 de junio de este año, encabezada por Mario Fernández Mendoza y Dimas Badel, como una forma de protesta frente a la centralización universitaria, con claras propuestas de reformas inspiradas en los ideales de Manuel Dávila Flórez. La Asamblea solicitó al periódico El Porvenir un espacio a través del cual expresar sus propuestas de reformas, denominado «Columna del estudiante», que empezó a parecer en éste diario a partir de la edición número 7.706 de fecha julio 6. Por A. H. C. «La Patria». Lunes 14 de enero de 1924 No 466. p.1. «La reforma universitaria, sobre centralización de la enseñanza.»

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medio de esta página, los estudiantes solicitaban a la Asamblea Departamental el estímulo de una educación práctica y teórica, con la dotación de laboratorios de Química y Física; unas mejores condiciones de salud para los estudiantes enfermos de la Universidad, a través de un pabellón en el Hospital Santa Clara; solicitaron así mismo, el cambio de nombre de la «Plaza de San Agustín» cercana a la universidad por la «Plaza del Estudiante», como un espacio de discusión del estudiantado, e inaugurarla bajo ese nombre el día 21 de septiembre día en que se celebraba la fiesta del estudiante y erigir en ella un busto en honor al ex rector Manuel Dávila Flórez; de igual manera solicitaban a la Asamblea la autonomía económica de la Universidad, es decir, la posibilidad de manejar sus propios recursos; mejores condiciones para el profesorado universitario expresado en jubilaciones y fundación de cajas de ahorro para incentivar su interés en el mejoramiento de la enseñanza.145Mediante Acuerdo número 4 expedido por la Asamblea estudiantil se fortalece el movimiento a través de la organización de una federación denominada «Federación de Estudiantes de Bolívar,»integradas por estudiantes de la Facultad de Derecho y Medicina, la junta directiva quedó constituida por Eloy Barrios H, presidente; Rodrigo N de Vivero, vicepresidente; Jorge Navarro Palacio, tesorero; Víctor Bustamante Iriarte, Ismael Díaz Granados y Aníbal Pérez, vocales.146 Para el mes de septiembre de 1924 se disuelve la Federación de Estudiantes de Bolívar, debido a las divisiones internas entre el estudiantado universitario por los reinados estudiantiles que para algunos, eran señal de monarquía en la institución, más que elementos integrantes de la dinámica festiva del día de los estudiantes.147 En 1925 la discusión sobre la centralización universitaria es retomada por el proyecto de ley de la segunda misión pedagógica alemana presentada al Presidente de la República y al Ministro de Instrucción y Salubridad Pública el 3 de agosto; la misión propuso lo que para ella fue una solución conciliadora de las posiciones contrarias en el debate; la de una centralización absoluta de los estudios universitarios en Bogotá, con la supresión de las universidades

A. H. C. «El Porvenir» 24 de Junio de 1924 Ediciones Nº 7700, Nº 7706 del 6 de junio de 1924, Nº 7708 del 8 de julio y Nº 7710 del 10 de julio. 146 A. H. C. «El Porvenir» 14 de julio de 1924 Edición No 7713 «Columna del Estudiante». 147 A. H. C. «Diario de la Costa» 8 de septiembre de 1924 «Enérgica y levantada actitud de los estudiantes de Bolívar» 145

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Busto a Manuel Dávila Flórez. Plaza de los Estudiantes. Primera Asamblea de Estudiantes de Bolívar. 1924. La Juventud de Bolívar en Homenaje al Maestro. FUENTE: archivo personal

departamentales y la del sostenimiento de las facultades departamentales, con una mayor inversión del tesoro público nacional en estas instituciones. Su posición frente al debate consideraba que estaba alejada de estos dos extremos, ya que sugerían el establecimiento de una sola universidad oficial para todo el país con centro en Bogotá y miraban como una posibilidad, la fundación de facultades departamentales como órgano de esta misma universidad. Sugerían que la universidad debía tener su centro en la capital porque así se podría cumplir con una de sus más importantes funciones, la del vínculo poderoso de la unidad nacional; y además porque contaba con los mejores elementos, mientras que los centros universitarios departamentales debían de funcionar como facultades dependientes de esa universidad central con estricto unión con ella y no como universidades separadas pues no contaba con los recursos 105

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ni con los elementos necesarios para recibir la denominación de universidad, y además aducían que el número poblacional del país no demandaba el establecimiento de cinco universidades, con una sola era suficiente.148 Seis meses después de haber sido presentado al Congreso de la República, el proyecto de ley de la misión pedagógica, se celebró en Bogotá, una reunión de directores generales de instrucción pública el 17 de febrero de 1926149 para discutir de manera urgente el problema de centralización universitaria, con la asistencia de los miembros de la misión, en especial de Antón Eitel quien estaba encargado de la reforma universitaria. En la reunión, Eitel expuso las razones de orden económico y técnico que llevaron a la misión a sostener su posición de la inconveniencia del funcionamiento de las universidades departamentales, recomendando la concentración de los esfuerzos de todas ellas en el centro universitario de Bogotá como Universidad central, sugiriendo así mismo que las universidades de Popayán y Medellín funcionaran como facultades dependientes de este, y en lugar de los centros universitarios de Cartagena y Pasto, fundar una escuela de alto comercio para Cartagena y una de ingeniería para Pasto; con la posibilidad de que ambas gracias al esfuerzo de las autoridades departamentales se convirtieran en facultades universitarias dependientes de la Universidad central de Bogotá. El director de instrucción pública de Bolívar, Mauricio N. Visbal, al igual que el de Nariño se pronunciaron en contra de las medidas desfavorables que la misión contemplaba para las universidades de Cartagena y Pasto que amenazaba con suprimirlas, señalando la importancia que éstos centros universitarios tenían para sus respectivas regiones en la medida que satisfacían las posibilidades de estudios universitarios a los habitantes de las mismas, así como ayudaban al engrandecimiento y mejoramiento de esas zonas del país y además impedían la emigración a zonas de fronteras como Quito y Panamá. Una y otra vez entre los argumentos de ambos directores, afloraban el regionalismo para asegurar la existencia de sus centros universitarios, destacando el esfuerzo y la voluntad de las autoridades departamentales en el sostenimiento de los mismos e incluso el incremento de sus rentas para evitar la supresión. Apelaron al espíritu nacionalista que la misión quiso fomentar a A.U. P. T. C. Proyecto de Ley de la Segunda Misión Pedagógica. Op. Cit. pp. 107,114 y 115 A.H.C. Fondo Gobernación. «Revista de Instrucción Pública de Bolívar». Año 1926 Tomo IV. «Acta de la Reunión de los directores generales de Instrucción Pública del 17 de febrero de 1926, celebrada en la Capital de la República, relacionada con la centralización universitaria.». pp. 212-218.

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través de la centralización de los estudios universitarios en Bogotá, para señalar que con esta medida junto a la supresión de la Universidad de Cartagena y Pasto, antes que fomentar el espíritu nacionalista, contribuirían mas bien, a la disgregación del espíritu nacional pues muchos estudiantes de estas regiones se quedarían sin la posibilidad de estudiar por falta de recursos para ir a Bogotá o emigrarían al exterior quienes tuvieran las facultades para hacerlo.150 En general, en el marco de la reunión, la mayoría de los directores de instrucción pública departamentales fueron partidarios de la centralización universitaria entendida como unificación de los pensum por parte del poder ejecutivo y legislativo, es decir, que los estudios universitarios se rigieran por una legislación uniforme, mas no una centralización de los estudios en Bogotá con la consecuente supresión de las universidades departamentales de Bolívar y Pasto- a las que se consideraban deficientes- y la reducción a facultades universitarias dependientes de la de Bogotá a la de Medellín y Popayán. En la contraparte, la misión con Eitel se mantenía en la posición de la supresión de la Universidad de Cartagena y la de Pasto, en relación a la de Cartagena además de la precaria situación fiscal, representada en los salarios de los profesores que contribuía a la baja calidad académica, argumentaba las deficiencias de su Facultad de Medicina en la que muy poco se daba orientación práctica a los estudios, comentando incluso informes recibidos que demostraban sus apreciaciones «allí han llegado a verificarse en la facultad de medicina, las clases de anatomía con cuadros murales».151 Así la reunión se clausuró en el marco de estas dos posiciones contrarias sin llegarse a ningún acuerdo, y en los meses siguientes los ánimos regionales en Cartagena, se exacerbaron en contra de la centralización universitaria y se fortaleció el discurso de una reforma universitaria. 2.4.1. Movimientos de protesta en la Costa Atlántica en contra de la centralización universitaria: discursos reformistas por la defensa de la «histórica Universidad de Cartagena». La Facultad de Medicina del centro universitario de Cartagena, sintiéndose aludida en medio de las críticas de la misión pedagógica durante la reunión de directores departamentales de instrucción celebrada en Bogotá, nuevamente lideró una movilización en contra de la propuesta de centralización A.H.C. Ibid pp. 214 y 217. A.H.C. Ibid pp. 215 y 217. Y «Acta de la sesión del día del 18 de febrero de la asamblea pedagógica que se reunió en Bogotá para estudiar el proyecto de Ley» . Pp. 218-223. 150 151

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universitaria. El cuerpo de profesores presidido por el presidente de la facultad Rafael Calvo C, se reunió el día 24 de febrero de 1926 para deliberar sobre las medidas urgentes que debían tomarse para su conservación, expresadas por medio de la resolución 152.

En la resolución proponían por una parte, la gestión de una actividad propagandística a favor del mantenimiento de la Universidad de Cartagena, a través de la prensa local y la Revista de Instrucción Pública de Bolívar. Acompañando a esta actividad propagandística sugerían, una labor de presión desde las directivas al Ministerio de Instrucción Pública, para solicitar el aplazamiento de toda iniciativa de supresión hasta que el ministerio realizara una visita de inspección a la institución, ya que aún la misión no la había ejecutado en esta universidad así como lo había hecho en las otras departamentales, obteniendo informes amañados desde la capital para sustentar sus argumentaciones de supresión de la institución, informes que según los docentes provenían de organizaciones estudiantiles no solo de la capital, sino de la misma Ciudad de Cartagena que acusaban de «simple chismografía pueblerina», y «de juegos de intereses ajenos a las conveniencias nacionales»- lo que guarda mucha relación con las publicaciones a través de la prensa del líder estudiantil de la Universidad Nacional Germán Arciniegas y la del intelectual cartagenero Carlos H. Pareja»Simón Latino» quienes habían denunciado para 1923 la mala calidad de los estudios de la Universidad de Cartagena y en especial de su Facultad de Medicina. De igual manera solicitaban en esa labor propagandística un esfuerzo mancomunado de las directivas, profesores, estudiantes de la universidad y las autoridades gubernamentales de la ciudad, para defender la existencia o permanencia de la institución, proponiendo además, una representación costeña que coadyuvara en Bogotá ante el Congreso y ante el Gobierno su mantenimiento. Por otra parte, planteaban la necesidad de una reforma de la Facultad de Medicina por medio de una solicitud a la Asamblea Departamental, para que votara e incrementara las partidas indispensables en su mejoramiento. A.H.C. Ibid pp. 182-183. Ver «Resolución Número 1». La Conferencia de Profesores. 24 de febrero de 1926 Firma Rafael Calvo C., Manuel Pájaro H. Camilo S. Delgado, Manuel F. Obregón, Teofrastro A. Tatis, Francisco Cruz, Miguel A. Lengua, Bartolomé Escandón G., Eusebio Guerrero P., Nicolás Macario Paz, José Antonio Caballero L, Miguel A. Valiente, Francisco Obregón Jarava, Ismael Porto Moreno, Ignacio Oñoro, J. M. Martínez Aparicio y Manuel Blanco Cabeza.

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Motivando así mismo, a los estudiantes de la facultad a participar con voz y voto en su defensa con manifestaciones en la tribuna, en la prensa y con memoriales a las entidades oficiales. La actividad propagandística fue de esperarse, la Revista de Instrucción Pública de Bolívar y el Diario La Patria, ofrecieron sus páginas al movimiento pro universitario de Cartagena. La Revista reprodujo tanto la documentación oficial relacionada con la centralización universitaria, así como las labores del movimiento. El diario La Patria por su parte, con titulares de protesta y de fuerte regionalismo como «Por nuestra Universidad»,»Nuestra Universidad se va» entre otros, se pronunciaban en sus editoriales a favor de la campaña pro universitaria, excitando a «los hijos» de toda la costa atlántica a participar en la defensa de la Universidad de Cartagena, solicitando así mismo, una mayor intervención de la nación en las universidades departamentales que las había mantenido en el más completo abandono, trayendo como consecuencia un funcionamiento precario desde el punto de vista fiscal y científico. La campaña rica en discursos regionalistas en defensa de la que llamaban «histórica Universidad de Cartagena»- por sus antepasados republicanos- se fue transformando en una clara voluntad de reforma universitaria orientada hacía la modernización ante la amenaza de supresión de las universidades departamentales. Se manifestaban fuertes discursos que colocaba como el objetivo central de la campaña la modernización de la institución, entendiendo por modernización, la adopción de nuevos modelos pedagógicos que orientaran los estudios hacía la experimentación, a la práctica, con el abandono de los métodos memorísticos; el establecimiento de un moderno sistema de provisión de cátedras, ya no guiado por la burocracia y los favoritismos, sino por la capacidad y la competencia a través de concursos por oposición; la reglamentación uniforme de los pensum de las facultades superiores y la autonomía tanto administrativa como fiscal de la institución; elementos de reforma que eran objeto de discusión durante éstos años no solo en el país, sino en toda América Latina. Así aparece registrado ese discurso de modernización universitaria en el editorial del diario «La Patria» del 25 de febrero de 1926: «Hay que modernizar la vetusta Universidad de Cartagena, procúrensele los elementos que necesita, como laboratorios completos,- no los deficientes que él tiene; háganse

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mas prácticos y experimentales los estudios de aquellas ciencias que como la medicina no pueden hacerse con simples ejercicios nemotécnicos, porque ello, además de ser un engaño, es un peligro; asegúresele mediante los recursos fiscales indispensables, la autonomía de que debe gozar administrativamente; exíjanse para cursar materias que figuren en los pensum de las respectivas facultades superiores severas garantías para evitar fracasos; establézcase para la provisión de las cátedras el sistema del concurso por oposición que da el triunfo a los capaces y desaloja de ellas a los ineptos y a los charlatanes; reorganícese, en suma la Universidad de Cartagena y se verá que todos los temores desaparecerá.»153 En otro editorial de este mismo periódico del 3 de marzo de 1926154 se refuerza o alimenta este discurso de las ideas que ya había expresado el ex rector ya fallecido, Manuel Dávila Flórez, se retoma su concepción de universidad moderna de corte nacionalista y social, propuesta a la Asamblea Departamental de Bolívar en 1923: «La universidad moderna que es de toda la nación, de todo el pueblo, y todo el pueblo es la universidad... debe estar en contacto con la vida social para que cumpla su verdadera misión, para que se dé cuenta de las necesidades públicas y aún regionales y produzca los hombres aptos para satisfacerlos». La unión de fuerzas de las autoridades departamentales de Bolívar y del Atlántico fue bastante fuerte en la campaña pro universitaria, ambas administraciones se comprometieron a legislar las medidas tendientes al mejoramiento de las escuelas profesionales de Bolívar para elevarlas al nivel de las de Bogotá, Medellín y Popayán que habían logrado salir bien libradas en el proyecto de ley de la misión pedagógica.155 Durante los meses de febrero y marzo del año 1926, se realizaron varias manifestaciones no solo de la comunidad académica de la Universidad sino también de la instrucción pública de Bolívar; directivas, profesores y estudiantes en una sola voz, solicitaron el 153 A.H.C. «La Patria» 25 de Febrero de 1926. «Por nuestra Universidad». Página editorial. Página 1.Artículo reproducido por la «Revista de Instrucción Pública de Bolívar» de 1926. Ibid pp. 184185. 154 A. H. C. «La Patria» 3 de marzo de 1926. «Lo que debemos hacer en beneficio de la Universidad de Cartagena». Página Editorial. 155 A. H. C. «La Patria» 27 de Febrero de 1926 Página 1. «La manifestación de ayer ante el señor gobernador». Artículo reproducido por la «Revista de Instrucción Pública de Bolívar» año de 1926 Op. Cit., p.204.

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apoyo de las administraciones departamentales para evitar los efectos nocivos que representaba para la institución universitaria de Cartagena la propuesta de centralización universitaria de la misión. Se invitaba a los gobernadores a que expresaran la actitud de protesta del cuerpo universitario ante el Ministerio de Instrucción Pública a cargo de José Ignacio Vernaza, para que evitaran la supresión de la Universidad de Cartagena y por el contrario, se votara un auxilio nacional en miras a elevar su nivel académico uniendo fuerzas con las administraciones departamentales.156 Durante este año, gracias al esfuerzo mancomunado de las directivas de la universidad y los gobiernos departamentales, se realizaron algunas reformas en la Facultad de Medicina, que había sido la más afectada en los comentarios desfavorables del debate sobre centralización universitaria. Se reorganizó el anfiteatro, dotándolo de elementos necesarios para orientar los estudios de medicina hacía la práctica y se estableció como obligatoria la asistencia diaria de los estudiantes al anfiteatro para el ejercicio de los trabajos académicos sobre los cadáveres157 y se estableció el nombramiento de profesores por concurso.158 El Ministro de Instrucción Pública en carta de fecha de 11 de marzo de 1926 dirigida a la Asamblea Departamental del Atlántico señaló, que en la discusión de la Asamblea general de directores de instrucción pública reunida en Bogotá en el mes de febrero, en ningún momento se había hablado de la clausura de la Universidad de Cartagena, evadiendo de alguna forma las protestas de la Costa Atlántica y tratando de aminorar los temores que la propuesta de centralización había generado en los círculos académicos de Cartagena y Barranquilla, convocando así mismo a la Costa Atlántica al espíritu de reforma de la universidad colombiana que durante ésos años veinte A. H. C. «La Patria» 27 de Febrero de 1926. Página 1"Revista de Instrucción Pública de Bolívar» Año 1926, Op. Cit., pp 186, 187, 198 y 199. «Manifestación de gratitud de los estudiantes de Medicina», Cartagena 7 de marzo de 1926, carta dirigida al presidente de la Asamblea Departamental del Atlántico, firman varios estudiantes de la Facultad de Medicina; Carta de la Asamblea Departamental del Atlántico al Consejo Directivo de la Universidad de Cartagena, Barranquilla 8 de marzo de 1926: «Significando que Asamblea Atlántico hace causa común con todos elementos que en esta ciudad se opone extinción benemérito instituto que tantos hombres ilustres en ciencias, letras ha dado patria colombiana», firman Julio Labarrera presidente de la Asamblea; Carta de agradecimientos del Director de Instrucción Pública de Bolívar a la Asamblea Departamental del Atlántico 10 de marzo de 1.926; y «Enérgica protesta del cuerpo de profesores de la Facultad de Medicina», 10 de marzo de 1926, dirigida al Gobernador del Departamento. 157 A. H. C. «Revista de Instrucción Pública» año 1926. Op. Cit., pp. 117. Resoluciones del Consejo Directivo de la Facultad de Medicina «Resolución No 15». 158 A. H. C. Ibid Página 121 «Resolución N 18». 156

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reclamaban las organizaciones estudiantiles y las administraciones estatales; decía en la carta lo siguiente: «Lo que el gobierno desea no es clausurar universidades que puedan prestar importantes servicios a la instrucción pública, sino ponerlas a la altura a que deben llegar estos centros docentes, obligándolos a tener un selecto personal y los elementos necesarios como gabinetes, laboratorios, museos, bibliotecas etc., a fin de que la enseñanza que en ellos se dé, esté de acuerdo con lo que la ciencia exige. Lo contrario es preparar individuos en malas condiciones...lo que importa por sobre todo, es laborar porque no sean considerados los profesionales que salgan de las universidades departamentales en condiciones de inferioridad a los que obtienen un título en esta capital».159 En esta misma carta invitaba a las Asambleas del Atlántico y Bolívar a unir esfuerzos para financiar la Universidad y elevarla al concepto de «sus hermanas del país» proyecto que sería secundado o apoyado por el proyecto de ley que presentaría una comisión del Congreso. Las protestas de las universidades departamentales en contra de la centralización que amenazaban con suprimirlas, fueron tenidas en cuenta por la comisión del Congreso que estudió el proyecto de la misión pedagógica a través de la reforma de los artículos 72 y 74 de dicho proyecto que había contemplado esta medida; considerando que esta solución de compromiso de la misión frente al delicado aspecto de la centralización universitaria que tantos temores había inspirado a los departamentos, no era la más adecuada, ya que no era posible ni patriótico pensar siquiera en la eliminación de esos centros de enseñanza profesional, que proveían «inteligentemente a la educación de muchos jóvenes cuyas familias no podían sufragar los gastos cuantiosos que implicaría su sostenimiento en la capital de la República». Sugerían que lo cuerdo era «dejar subsistir aquellos institutos seccionales que por la severidad de su organización y por los recursos de que disponga, estén en capacidad de dar una enseñanza universitaria que corresponda a las necesidades presentes de la República.» Así lo expresó la comisión en informe presentado al Congreso durante las sesiones del 28 de septiembre de 1926.160

A. H. C. Ibid. p 207. Respuesta del Ministro de Instrucción Pública José Ignacio Vernaza a la Asamblea Departamental del Atlántico, marzo 11 de 1926. 160 A. U. P. T. C. Fondo Educativo Posada. Informe de la Comisión del Senado que estudió para segundo debate el «Proyecto de Ley orgánica de la Instrucción Pública»: «La reforma educacionista en Colombia sesiones del 28 de septiembre de 1926». Firman los senadores José A. Vargas Torres, Bernardino Vargas, José M. Saavedra Galindo, Manuel María Rodríguez y R. Botero Saldarriaga. Documento Impreso Bogotá Imprenta Nacional 1926. 179 p.p. 159

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La comisión señalaba además en su informe, que la misión pedagógica había ido demasiado lejos al prescribir que los institutos universitarios departamentales, se incorporaran como una posibilidad de manera forzosa a la universidad central que proponía; pues en su concepto era preferible que se le siguiera reconociendo la facultad de seguir llevando vida autónoma: «si un departamento, una ciudad o una compañía particular quieren establecer un centro autónomo de enseñanza superior, no vemos la razón para que se desconozca este derecho», subrayaban que en materia pedagógica esta experiencia autónoma había dado excelentes resultados en la enseñanza superior en Bélgica, Holanda y la Alemania misma, en los que la descentralización de los estudios universitarios había dado buenos resultados; a diferencia de España donde el monopolio de la enseñanza «no la había hecho figurar en la vanguardia de la civilización actual» además países como Francia, creador del monopolio oficial sobre educación, la había abolido desde 1850 complementada con la Ley de 1896, por medio de la cual se crearan «las florecentísimas universidades provinciales de Francia.» Reclamaba la comisión que la misión pedagógica debía tener también en cuenta las peculiaridades del caso colombiano a la hora de proponer una universidad nacional, así como lo había señalado en la exposición de motivos de su proyecto de ley. Para la comisión no era clara esa visión nacionalista de la misión al negar, la presencia de las regiones colombiana con la supresión de las universidades departamentales; pues Colombia era un país fruto de diversidades regionales que no podían herirse con medidas como estas: «En vez de combatir esos sentimientos nacionalistas, de amor a nuestra región, a nuestro departamento, es preciso fomentarlos porque ellos son los que, en laudable emulación, hacen que cada cual trabaje entre nosotros por desarrollar la provincia fecunda afín de que del conjunto de todas las provincias, prósperas y ricas, surja luminosa la patria grande de todos los colombianos...no salimos de nuestro asombro cuando imaginamos las muy débiles razones que en su erudita exposición de motivos da la misión pedagógica para justificar esta centralización universitaria que tanto contraría la idiosincrasia colombiana y que tan abiertamente pugna con el espíritu mismo de nuestro pueblo esencialmente federalista y amante de las libertades locales... y que están profundamente ligados a la historia regional va a aflojar los lazos de la nacionalidad y a crear resentimientos justísimos que acabarían con lo poco de unidad nacional que tenemos en Colombia.» Todos estos cambios señaladas por la comisión se expresaron en su «pliego de modificaciones» que presentaron adjunto al informe, según el cual el artículo 62 quedaría así: «Habrá un centro universitario que abarcará todas esas 113

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facultades. Las facultades departamentales y las que se funden, podrán funcionar como facultades universitarias nacionales, siempre que ellas garanticen, a juicio del consejo nacional de educación un desarrollo serio y provechoso en los estudios universitarios y que la extensión de los cursos y el programa de los exámenes no sean en ningún caso, inferiores a lo que prescriba el poder ejecutivo».El artículo 74, punto nodal del problema de centralización universitaria fue transformado así: «La enseñanza universitaria lo mismo que los demás grados de enseñanza, es según la constitución, libre. El gobierno no pondrá trabas a las universidades departamentales ni a las privadas, y si ella se gobierna por los mismos estatutos que rijan en la universidad central o por estatutos propios aprobados por el consejo nacional de educación, y se someten a la inspección del Estado sus títulos tendrán el mismo valor y efectos que los de la universidad central,(haciendo referencia a que las universidades departamentales continuarían gobernándose como hasta hoy por las disposiciones de la Ley 39 de 1903 que había otorgado autonomía a las universidades departamentales a través de una amplia descentralización del sistema universitario. «161 Al igual que el Congreso, la Cámara de Representantes acogió el espíritu de protesta de las universidades departamentales. El 7 de diciembre de 1926, la comisión encargada por la Cámara de estudiar el proyecto de ley de la misión pedagógica, presentó un informe162 cuyo contenido demostró la inaplicabilidad de este proyecto a las peculiaridades del caso colombiano con la consiguiente desaprobación del mismo. La comisión presidida por Antonio José Uribe, quien había sido ministro de Instrucción Pública en 1904 y autor del proyecto que se convirtió en la Ley 39 de 1903, que otorgó autonomía a las universidades departamentales y a las asambleas de los departamentos para administrar y sostener estas instituciones, - criticó duramente la política de centralización universitaria de la misión alemana, porque no solo atentaba contra el nombre de la universidades departamentales y su personería jurídica, sino que además atentaba contra las aspiraciones de unidad nacional y lo mas grave aún, contra los fundamentos de la Constitución colombiana de 1886. La comisión demostraba la inconstitucionalidad del proyecto, amparándose en los principios legislativos vigentes desde 1903 hasta 1925. Consideraban que esta propuesta centralizadora de la misión era contraria a lo reglamentado por la Ley 39 de 1903, que otorgó autonomía a las universidades departamentales y al espíritu del artículo 54 del Acto legislativo número 3 de Ibid. pp. 84, 165-166 ANALES de la Cámara de Representantes. Año 1926, p. 599. En Op. Cit., «La lucha por la cultura». Müller de Cevallos, p. 39. 161 162

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1910, reformatorio de la Constitución, que reconoció a las asambleas departamentales, la facultad de reglamentar los establecimientos de instrucción costeados con los fondos de los departamentos.163 Agregaba Antonio José Uribe como presidente de la comisión: «Que lo importante no es expedir nuevas leyes, sino que las instituciones actuales no dejen de cumplirse, en el genuino espíritu en que fueron dictadas, por todos y cada uno de los encargados de ejecutarlas... la labor de hoy ya no es ni constituyente ni legislativa, sino administrativa, ejecutiva y docente y esta puede y debe ser inmensa..., por ahora no se necesitan nuevas intervenciones legislativas sino una basta, comprensiva, inteligente y perseverante labor administrativa».164 En suma la comisión demostró la inconstitucionalidad y la inaplicabilidad del proyecto de la misión a las peculiaridades de la educación colombiana, el cual fue archivado,- aunque algunos de sus miembros asumirían años mas tarde la dirección de centros educativos en el territorio colombiano,sin embargo la amenaza de la centralización universitaria en la universidad de Cartagena, se convirtió en el estímulo para emprender un proceso de modernización del principal centro de educación superior de la Costa Atlántica.

2.5.

INICIOS DE MODERNIZACIÓN EN LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA DURANTE LA RECTORÍA DE CARL GLOCKNER, 1928-1932.

En 1928 un año después de archivado el proyecto de la segunda misión pedagógica alemana, el Gobierno departamental de Bolívar había reconocido la necesidad de emprender un proyecto de modernización del principal instituto de educación superior de la Costa Atlántica; el peligro de supresión en medio de la política de centralización universitaria de los movimientos estudiantiles de Bogotá y de la misión pedagógica, sirvió de estímulo para este proyecto modernizador, por eso no resulta curioso que el Gobierno Departamental para este mismo año, en el logro de la transformación de la «universidad tradicional» a una «universidad moderna», contratara para la rectoría a un ex miembro de la segunda misión pedagógica: Carl Glockner, quien había sido encomendado para las reforma de las escuelas normales del país.

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Ibid. Anales. p. 600. En Ibid Müller de Ceballos. pp. 60-61. Ibid Anales. p. 598. En Ibid Müller de Ceballos. p. 55.

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El nombramiento de Glockner como rector de la Universidad, fue asumido por la prensa local de Cartagena en medio de un ambiente de receptividad como el inicio de un período de «renovación» de «cambio», de «reforma»,de «progreso», y como una forma de ponerse a tono con las experiencias de otros países latinoamericanos como el caso de Panamá donde la aplicación de modelos y la contratación de personal extranjero de países avanzados como Alemania, había traído buenos resultados para sus sistemas educativos. El editorial del periódico «La Patria» del 20 de enero de 1928 se refiere de esta manera a la llegada del nuevo rector: «Anoche llegó a la ciudad el ilustre institutor alemán ya conocido en Colombia, señor don Carl Glockner, quien viene a encargarse de Carl Glockner, Rector de la la rectoría de nuestra histórica universidad, Universidad de Cartagena. 1928-1932. indudablemente esta iniciativa oficial, ha sido muy FUENTE: archivo Personal feliz y merece por lo tanto el aplauso público... este deseo de buscar el adelanto de la educación pública por tales medios, honra sobremanera al pueblo, que hallando deficientes los elementos con que cuenta para impulsar el progreso directamente, no tiene ningún inconveniente en solicitar el concurso extranjero, tal como lo practican muchas naciones que en estas materias han ido más lejos que la nuestra. En Panamá para citar un ejemplo».165 En otro editorial de este mismo periódico se registra la aspiración de transformación de la universidad con la rectoría de Glockner: «La llegada a Cartagena del profesor doctor Carl Glockner, con el objeto de hacerse cargo de la Universidad de Cartagena, hace concebir a quienes deseamos la transformación de nuestro primer instituto docente, la más lisonjeras esperanzas de que al fin veremos realizado este ideal.»166 Se percibía la rectoría de Glockner como los albores de la modernización de la Universidad de Cartagena tras una crítica al estado de decadencia de esta institución universitaria, representado en la persistencia de modelos pedagógicos tradicionales, basados en métodos memorísticos y la elección de 165 166

A. H. C. «La Patria» 20 de enero de 1928 Número 1631. p.1 «Nuevo Rector de la Universidad». A. H. C. «La Patria» 27 de enero de 1928 Número 1.637. p.1 «Cuestiones universitarias».

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profesores por medios burocráticos, que había sido una constante en la mayoría de las universidades latinoamericanas hasta principios del siglo veinte. Esta crítica a la situación de la universidad de Cartagena partía del reconocimiento de los cambios señalados por la pedagogía moderna, frente a los cuales la institución presentaba un gran desfase, se registraba la ausencia de una orientación de la enseñanza hacía la experimentación y la investigación a través de la opción de técnicas, como el seminario y los talleres y la ejercitación de los estudios fundamentalmente teóricos en laboratorios, gabinetes y museos: «Ha periclitado el único instituto universitario de la Costa Atlántica. Su decadencia es notoria y sería una solemne tontería querer ocultar esta situación de lamentable postración en que hoy se haya. Al correr precipitado de los años y debido al abandono en que ha venido vegetando, puede decirse que solo vive del pasado. La vida espiritual casi se ha extinguido en el viejo platel. No porque falten las luces de algunos muy buenos catedráticos, sino porque carecen de casi todo lo que se necesita para ser una universidad. Las ciencias experimentales – la física y química, la botánica y mineralogía, entre otras- en la Escuela de Literatura y Filosofía, se estudian nemotécnicamente, es decir, con la simple ayuda de la memoria, la facultad que se hipertrofia hasta matar en el alumno toda iniciativa y convertirlo en máquina. Y se estudian memoristícamente, como decimos esas materias, por que no hay gabinetes de física, ni laboratorios de Química...»167 Las esperanzas de modernización de la Universidad depositadas en la rectoría de Glockner tanto de la prensa local como de las autoridades departamentales, no solo provenían del sabor amargo dejado por la amenaza de centralización universitaria de los años de 1923 a 1926, sino de la experiencia de reforma instruccionista que había experimentado Alemania a principios del Siglo XX y de la que venían influenciados los miembros de la segunda misión pedagógica. Glockner al igual que los otros miembros de la misión pedagógica venía de vivir la experiencia de la reforma instruccionista alemana bajo los postulados de la pedagogía activa de Georg Kerchensteiner que había dado resultados positivos en Alemania, país en que se experimentaba una relación intima entre sociedad y educación a través del fomento de la investigación científica, asignando una función democrática y social a la enseñanza, como reafirmación del modelo universitario de los fundadores de la universidad de Humbolt que había asignado una función democrática y nacionalista a la universidad y que 167 A. H. C. «La Patria» 10 de febrero de 1928. No 1648 p.1. «La Reforma universitaria»(Nota editorial).

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creía que la formación científica era la más apta para formar a los funcionarios de la democracia en el espíritu del servicio al Estado y a la comunidad. La universidad alemana en la búsqueda de ese criterio democráticonacionalista, buscaba fomentar la investigación en las ciencias del espíritu o de la cultura con una marcada orientación histórica y filosófica en las que se exigía el griego y el latín. El nuevo modelo pedagógico universitario alemán unía docencia e investigación. Proponía una universidad con énfasis en la investigación y con su escuela preparatoria representada en su el Gimnasio Humanista se fomentaba el estudio de las ciencias del espíritu como la historia, la antropología, la arqueología la filología y la sociología. Con este nuevo modelo se proponía la formación política del estudiantado a través de un núcleo formativo introductorio conformado por éstos saberes culturales. Esta orientación de la universidad alemana hacía la investigación de las ciencias del espíritu cambiaron la imagen científico natural del mundo a fines del Siglo XIX y principios del Siglo XX, que dio paso a la orientación científico tecnológica que caracteriza a la universidad de hoy.168 En el marco de la Primera semana pedagógica en Boyacá en 1925, Carl Glockner expuso los principios o fundamentos de la reforma instruccionista de Alemania como miembro de la segunda misión pedagógica pero como una propuesta que no debía copiarse servilmente, sino de acuerdo a la realidad colombiana. En su conferencia dejó expresado con claridad el espíritu nacionalista y de investigación de la realidad social de la instrucción alemanacon fundamento en la pedagogía activa: «En Alemania el principio que mantiene incólume la unidad nacional es el espíritu que informa a la educación: En todo corazón alemán se inculca el más vivo sentimiento de prepotencia de su adorada patria:. Así, pues, la educación alemana es esencialmente nacionalista... la crisis que actualmente conmueve la sociedad europea como consecuencia de la gran guerra (primera guerra mundial); ha traído el cambio de sistemas educacionistas y se ha reflejado de manera intensa en la vida escolar. Esta crisis impone el cambio de rumbo pedagógico del mundo; ya se impone atender preferentemente al desarrollo y educación de la voluntad, formar seres más volitivos que intelectuales, más hombres de acción que pensadores de gabinetes…» 169 MÜLLER de Ceballos, Ingrid.(1992). «La lucha por la cultura». «La formación del maestro colombiano en una perspectiva internacional». Universidad Pedagógica Nacional -CIUP. Primera Parte. Santa Fe de Bogotá. pp. 16-19. 169 A. U. P. T. C. Biblioteca Fondo Posada 2336. Compilación de conferencias. Carl Glockner «Apuntes sobre la instrucción Pública en Alemania» Quinta conferencia de la Semana Pedagógica 1925. p 131-32,135. 168

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2.5.1. El proyecto de reforma universitaria Una vez posicionado Glockner en la rectoría de la Universidad de Cartagena, el Director de Educación Pública elaboró un proyecto de ordenanza presentado a la Asamblea Departamental, el cual fue aprobado en el que se contemplaba una serie de medidas tendientes a reformar la antigua institución universitaria bajo la nueva rectoría. El proyecto contemplaba: el mejoramiento de los sueldos de los profesores para incentivar el buen ejercicio de las cátedras, debido a que en los debates de los años anteriores sobre centralización universitaria, se puso de presente el mal pago del cuerpo docente, lo que se consideraba como causa de su bajo rendimiento académico; la dotación de laboratorios, gabinetes de física, de historia natural, bibliotecas etc.; la continuación de los trabajos de ampliación del edificio en que funcionaba la universidad iniciados desde el 5 de septiembre de 1927 bajo la dirección del ingeniero italiano Antonio Nordio, y la transformación del internado en «un lugar no solo de enseñanza sino en el que se apliquen en las aulas los modernos procedimientos de enseñanza que pongan a la universidad al nivel de los mejores establecimientos de su clase»170 En su primer año de rectoría Glockner intentó aplicar las medidas reformistas contempladas por la Asamblea Departamental en la citada ordenanza en pro de la modernización de la institución, pero al mismo tiempo le imprimió un carácter peculiar a los cambios que se operaron en la institución durante el primer año de su administración en especial en la Facultad de Filosofía y Letras como director en propiedad.171 La peculiaridad de su plan reformista era fruto de su experiencia como pedagogo normalista preocupado 170 A. H. C. «La Patria» 28 de marzo de 1928 No 1686 p 7. Proyecto de Ordenanza. «Por la cual se dictan algunas disposiciones referentes a la Universidad de Cartagena». Firma Francisco Castilla G. Director de Educación Pública. 171 Carl Glockner lo recuerdan los egresados de esta facultad como un rector que dominaba muchas ciencias pues a falta de algún profesor de determinada materia dictaba la clase, así lo recuerda Tomás Figueroa estudiante de la Facultad de filosofía y Letras del año 1928-1934: Glockner demostró dominar muchas partes de las ciencias al extremo de que él llegaba a una clase y preguntaba: ¿»Con quién están ustedes aquí?», y decíamos: «Falta el profesor...», «¿El es profesor de que?, decía, y nosotros decíamos: «de Historia», el decía, bien entren; cogía y dictaba la clase de Historia de Colombia; otro día se presentó y no estaba el profesor de geografía de Colombia, que a la sazón era don Pedro Maza y P., se sabía todo el libro ese oficial y al punto de que preguntaba ¿Cuál es el quinto afluente del río Magdalena por el margen izquierdo en el Departamento de Caldas?, él sabía mucha geografía, nos lo demostró en mas de una ocasión. También se iba a Ingeniería, no estaba el profesor y él dictaba la clase, ese era la talla de ese tipo...»

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por poner en práctica los fundamentos de la pedagogía activa, del método activo que formara un estudiante capaz de generar un trabajo espontáneo, resultado de su propia actividad investigativa. Esta reforma oficial estuvo apoyada por las labores de los directores de las diferentes facultades de Medicina, Derecho y Comercio; Rafael Calvo C, Constantino Pareja y Sebastián R. Castell, interesados igualmente, en garantizar la modernización de lo que para ellos era el alma intelectual de la costa atlántica, y más para cuando alguno de ellos la universidad, se había convertido en objeto de crítica y sinónimo de decadencia durante los debates de centralización universitaria en los años anteriores, que incluso amenazaron con suprimirla. Al finalizar el año de 1928, en sus informes de labores a la Dirección de Educación Pública del Departamento, el Rector y los diferentes directores de facultad registraron algunos avances de la actividad reformista universitaria, reflejadas desde los planes de estudios, la estructura física, los equipos e instrumentos para la enseñanza de las ciencias experimentales, pero en los que también mostraron la persistencia de elementos tradicionales que obstaculizaban la voluntad de cambio; como la pedagogía del maestro dictador, el método memorístico, el abuso del texto como única fuente del saber, el método de los exámenes y calificaciones fundamentalmente orales, la precariedad de algunos aspectos de la estructura física; y la poca inversión del gobierno departamental en el sostenimiento, representado en el bajo salario de los profesores y la ausencia de un cuerpo docente permanente. Los avances reformistas se dieron con mayor fuerza en la Facultad de Medicina la que había sido el principal objeto de crítica durante los debates sobre la situación de las universidades departamentales en la política de centralización universitaria de los años de 1923 a 1926. La mayoría de las reformas realizadas obedecieron a las críticas señaladas en esos años, que la catalogaron como una «Facultad en la que se impartían estudios fundamentalmente teóricos» por la ausencia de métodos prácticos de enseñanza, como los laboratorios, museos, gabinetes y anfiteatro, que en consecuencia formaban malos profesionales. Rafael Calvo C., se refería así en el informe acerca de la A. H. C. «Revista de Instrucción Pública». 1929 Edición Oficial Imprenta Departamental. Informe del Director de Educación Pública al señor Gobernador del Departamento. Cartagena 1929, e Informe del presidente de la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales de la Universidad de Cartagena al Director General de Educación Pública, correspondiente al año lectivo de 1928. p.108.

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necesidad de dar una orientación más práctica a los estudios de medicina y sobre todo, a la anatomía como la base de esos estudios: «Llenar esta necesidad médica era evidentemente el problema más interesante y el más difícil por cierto. El más interesante por ser- como se sabe- la anatomía la base de la medicina y por que la deficiencia de estos estudios era el caballo de batalla de los enemigos de nuestra facultad para desacreditarla a cada paso. Recuérdese que en la reunión de directores de instrucción pública que tuvo lugar en Bogotá en 1926 el jefe de la Misión Pedagógica Alemana en plena sesión de aquel Congreso dijo que en la facultad se enseñaba en cuadros murales»172. Calvo registra entre los avances que se dieron en la Facultad, la persistencia de la adopción del reglamento y plan de estudios de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional ordenada en 1924 por el Gobierno departamental, el mejoramiento del anfiteatro anatómico, que se realizó desde los años de 1.920 gracias a la gestión del mismo Calvo en los Estados Unidos de Norteamérica, logrando conseguir elementos indispensables para la preparación de los cadáveres y a la actividad de José Caballero L., quien en 1926 hasta 1928 asumió la dirección del anfiteatro: «Bajo la dirección del doctor Caballero los trabajos prácticos se organizaron debidamente. Poniendo a contribución los elementos y métodos conseguidos en el exterior y las partidas destinadas para tal fin en el presupuesto departamental, se ha logrado dar a los cursos prácticos de disección, de anatomía descriptiva, topográfica y patológica y de medicina operatoria la eficiencia de que carecía».173 Así mismo señala como signos de progreso de la Facultad el establecimiento de los laboratorios de química, bacteriología y parasitología enriquecidos y renovados «con elementos venidos del exterior»; el gabinete de anatomía clástica pedido a Europa por Calvo en 1918 para los cursos teóricos de anatomía. De igual manera, la Facultad de Filosofía y Letras recibió el impulso reformista bajo la dirección de Carl Glockner, este impulso también estuvo motivado por los resultados académicos deficientes de los recién reglamentados exámenes de revisión en el año de 1926. En su informe del año electivo de 1928174 Carl Glockner mostró un avance significativo en los resultados de los exámenes finales, que eran fundamentalmente orales, de los 313 estudiantes que se presentaron a las 1550 evaluaciones de las distintas materias, se perdieron por falta de asistencia 521 y por malas calificaciones 189, mientras A. H. C. Ibid p.109. A. H. C. Ibid. Documento de 11 pp. Informe que el Rector de la Universidad de Cartagena rinde al Director de Educación Pública del Departamento, Cartagena diciembre 6 de 1928. Firma Carlos Glockner.

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que se obtuvo un total de ganados de 840; sin embargo, para Glockner aún no se había alcanzado el alto nivel de los estudios a que se aspiraba, pues era necesario emprender una reforma desde los fundamentos pedagógicos de la Facultad y de las del resto del claustro universitario. Glockner consideraba que, la principal oposición en el avance de los estudios de la Universidad de Cartagena hacia la adopción de una pedagogía activa que despertara la «actividad del alumno y lo capacitara para el trabajo espontáneo», era la persistencia de la pedagogía tradicional del maestro dictador, el predominio del texto como fuente única de conocimiento acompañado de una actitud pasiva del estudiante representada en la asimilación memorística de su contenido, así lo expresaba en el citado informe: «Entre los escollos con que tropieza la aplicación del método activo es el mismo profesor que, con el derecho continuo al uso de la palabra, con sus preguntas auxiliares frecuentes, con su ayuda acostumbrada fácilmente quita al alumno la posibilidad de desplegar su propia iniciativa y descubrir algo por sí mismo... es otro obstáculo del método activo el abuso del texto; compatible con este procedimiento son la superficialidad y aquella ilusión tan común que provoca la lectura de un texto impreso: «ya me lo sé». Un tercer escollo, semejante al anterior, es la creencia, aún bastante difundida, de que el oír con menor o mayor atención y el contestar es la verdadera actividad escolar... por fin, el método de los exámenes y calificaciones no es conforme con el ideal del trabajo activo y continuo...»175 A través de todas estas consideraciones proponía que para la aplicación del método activo en la enseñanza universitaria era necesario que se operara un cambio en la percepción del proceso educativo; que el profesor «en lugar de exponer él mismo la materia o de dirigir la investigación colectiva estimule al alumno al trabajo espontáneo...no es nuestro fin de avanzar ligero y cómodamente sino entrenar a los alumnos en un trabajo metódico, constante e inteligente. El suscrito no va tan lejos como aquellos pedagogos que quieren derogar todo texto, pero si lo cree indispensable que el texto impreso no sea el único instrumento de aprendizaje en manos del alumno sino que este se elabore su texto personal, con mapas especiales, datos estadísticos, dibujos, teoremas, construcciones, resoluciones de problemas, resúmenes de experimentos y observaciones, todo ordenado científica y pedagógicamente según el progreso diario de la clase.»176 Para él la labor pedagógica consistía en el estímulo constante que el profesor debía darle al trabajo espontáneo de los estudiantes, pero también debía ser el resultado 175 176

A. H. C. Ibid. Documento de 11 pp… pp 6-7. A. H. C. Ibid. p 6.

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de una formación del profesorado en una tradición investigativa a través de publicaciones, conferencias pedagógicas y científicas. Desde su propuesta de cambio en la orientación pedagógica, Glockner en este informe expuso su plan de reforma de los estudios universitarios de Cartagena para enrumbarlos a la modernidad que se aspiraba en estos años, imprimiéndole el carácter de la educación alemana que buscaba la formación integral del ciudadano. Recomendaba el establecimiento real de un plan de estudios oficial y de carácter obligatorio para todas las universidades oficiales, que involucrara iguales materias y la misma intensidad horaria, para que de alguna forma se evitara el desfase académico que habían registrado las universidades departamentales con respecto a la Universidad Nacional durante los exámenes de revisión del año 1926. Proponía así mismo, el fortalecimiento físico del estudiantado a través de la gimnasia, de la cátedra de educación física y el fomento de la actividad deportiva, vitales para la formación de una «cultura física» del alumno. Durante el año de 1928, organizó un equipo de lanzamiento de disco para participar en las olimpiadas nacionales que se realizaron en Cali, resultando ganador con una mención especial de Sabas Bustamante Ayola estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras,177 así lo recuerda el ex –estudiante Tomás Figueroa Cervantes (1928-1934): «Glockner adquirió una fama muy tremenda. Glockner era muy activo y consiguió lograr hacer un equipo de fútbol, otro de lanzamiento de disco; por cierto que el de este último compitió en Cali y a través de Bustamante Ayola logró el triunfo para la universidad de Cartagena».178 Igualmente sugería a la Asamblea Departamental por intermedio de la Dirección de Educación Pública, emprender una reforma del decreto orgánico de la Universidad vigente desde 1905, en la que se involucraran las nuevas condiciones de admisión a la Facultad de Bachillerato y a las superiores, a través de los exámenes de revisión, la modernización de los sistemas de A. H .C. Diario «La Patria» 4 de octubre de 1928 No 1837. p. 8. «Las Olimpiadas de Cali y la Juventud Universitaria de Cartagena». Y la edición No 1902 del 24 de diciembre de 1928 «Otro triunfo de los universitarios de Cartagena en Cali». 178 Entrevista Tomás Figueroa Cervantes Estudiante de Filosofía y Letras 1928-1934. 177

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evaluaciones que habían sido predominantemente orales a la dupla de escritos y orales y los nuevos planes de estudios reglamentados por el Ministerio de Educación Pública Nacional. En su plan reformista contemplaba el mejoramiento y ampliación de la estructura física de la universidad como condición básica para un buen desempeño de la labor pedagógica, ya que sus aulas así como las describe en su informe, eran antipedagógicas, lugares húmedos y oscuros e insuficientes; las facultades de Medicina y Derecho funcionaban en una casa perteneciente a la Sociedad Comercial Porto Hermanos, el internado para los estudiantes de Filosofía y Letras, carecía también de espacio propio y habilitado para sus fines, provisionalmente funcionaba en el antiguo local de las facultades de Derecho y de Medicina en el claustro de San Agustín, distribuido en tres dormitorios igualmente húmedos y oscuros, de comedor servía un pasadizo, la cocina era un cobertizo construido provisionalmente en un pos patio y los baños y excusados eran de barriles y de tablas construidos desde 1926 con grandes deficiencias higiénicas. El salón de estudios de los estudiantes internos, era al mismo tiempo salón de clases del externado; además carecía de un profesorado interno condiciones que según Glockner alejaban al internado de lo que debería ser un hogar de formación, una familia en grande «en cuyo seno los jóvenes se educan por el íntimo contacto en que viven con los adultos imitando la vida familiar de los internados dirigidos por comunidades religiosas y las así llamadas Escuelas Nuevas, que han conseguidos sus éxitos educacionistas, y si esta facultad quiere verdaderamente educar, y no solo mantener disciplina y vigilancia- lo que hace también la policía- ella no podrá pasarse sin un verdadero profesorado interno.» En el mismo informe dejó expresado que la continuación activa de su plan de reforma, solo era posible mediante el apoyo financiero de las autoridades departamentales para lo cual solicitó partidas tendientes a una mayor dotación inmobiliaria de la institución: bibliotecas, pupitres, laboratorios y gabinetes, así como el aumento de los sueldos de los profesores para garantizar un cuerpo docente de carácter permanente en la institución, una reglamentación oficial de adopción de los pensum señalados por el Ministerio de Educación Pública que involucrara así mismo su sugerencia de la cátedra de educación física con el mismo carácter obligatorio que tenían las demás asignaturas y un espacio físico para garantizarla y la ampliación de la estructura física del claustro.

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En la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas los cambios que se realizaron fueron deficientes, su plan de estudios dividido en cuatro años no guardaba armonía con el nacional, que era uno de las principales preocupaciones de los discursos reformistas: equiparar las universidades departamentales con la nacional que había resultado airada durante los debates sobre la reforma instruccionista del año 1926; sin embargo, su director Sebastián R. Castell en su informe del año lectivo de 1928 esperaba que el Director de Educación Pública presentara a la Asamblea Departamental la consideración de adopción del pensum nacional de cinco años aumentando un año mas de estudios.179 La Facultad de Comercio que funcionaba como escuela anexa a la Universidad de Cartagena, también recibió poco estímulo, ya que contrario a lo decretado por la Asamblea Departamental el 10 de mayo de 1927, de su funcionamiento como facultad, durante el año de 1928 inició labores como una Sección Especial, dirigida a la formación de jóvenes que desearan «estudiar y especializarse en algunos conocimientos y práctica del comercio como medio de obtener una condición de vida en este orden de la actividad económica.» Las razones que aducía la Asamblea Departamental para esta categoría de los estudios de comercio era la falta de una subvención del Gobierno Nacional y la carencia de un local para su funcionamiento.180 Tampoco se dio en su totalidad una reglamentación de la adopción de los pensum oficiales de la Universidad Nacional; la prensa local cartagenera al iniciar el año de 1929 mostró su insatisfacción frente a lo que percibía como el inicio de un período de renovación de la institución; describieron a la Universidad como un lugar de aulas húmedas, de inmobiliario rudimentario, de pensums deficientes y de proliferación de métodos memorísticos obsoletos. El Diario de la Costa se pronunciaba al respecto en su editorial del 10 de enero de 1929: «Tal es el estado de abulia que distingue el régimen interno de dicho establecimiento en los últimos años; tal la irregularidad de su marcha en relación con el desarrollo del pensum que nadie cree que la juventud que hace sus estudios en ese centro, salga lo suficientemente preparada para tomar parte 179 A. H. C. Ibid.. Informe del presidente de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas Sebastián R. Castell de la Universidad de Cartagena al Directo de Educación Pública 25 de noviembre de 1928. pp 24-25. 180 A. H. C. Ibid. Informe del rector de la Facultad de Comercio Constantino Pareja al director de Educación Pública José N. Botet diciembre 15 de 1928. pp. 32,34.

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mas tarde en las actividades del país...el profesorado carece por así decir de muchos de los medios necesarios para poder dictar las respectivas cátedras a satisfacción, tanto de él como de la mayoría de los alumnos. Tal es la realidad de las cosas, en mas de una ocasión hemos notado que llega un profesor a dictar sus clases, o su conferencia y he aquí con gran sorpresa para él que se haya con un aula desnuda, vacía, luciendo la vejez de sus mobiliarios, completamente rudimentarios, cosa esta irregular que peca contra la higiene y la moderna pedagogía... y mientras esto pasa, la prensa de Cartagena no puede, no debe callar, ¿Cómo callar en presencia de esta época de transición que ha hecho de la Universidad de Cartagena, no una mar numerosa de prebendas luego a la evolución intelectual, sino un campo crepuscular en donde la juventud estudiosa de Bolívar ve que las asignaturas palidecen cada día más...?»181 La gestión del Gobierno Departamental se redujo a la emisión de decretos y ordenanzas que reglamentaban los pensum de las facultades de Medicina, Derecho y Ciencias Políticas con relación a los estudios de las facultades de la Universidad Nacional, 182 y en el seno de las sesiones de las asambleas departamentales se expusieron temas como la reconstrucción del claustro universitario, la de autonomía económica, la de dotación de museos, laboratorios y bibliotecas, la provisión de cargos de profesores por medio del sistema de concursos y aumento de los sueldos y el establecimiento de evaluaciones finales tanto orales como escritos; pero que no se concretaron en hechos efectivos en el funcionamiento interno de la institución. Por otra parte los organismos directivos de la Universidad, el rector, el vicerrector y los directores de facultad, trataban por todos los medios de mantener el impulso y la esperanza de reforma, publicando en la prensa los cambios que ya se operaban en la institución desde la continuación de los trabajos de ampliación y reparación del Claustro hasta la adquisición de un mayor número de pupitres para el servicio de los alumnos de la facultad de 181 A. H. C. «Diario de la Costa» 10 de enero de 1929 No 3452 Página editorial. «En los inicios del año pedagógico». 182 A. H. C. Fondo Gobernación Libro de Ordenanzas año de 1929 Decreto No 686 del 3 de enero de 1929, por el cual se fija el pénsum de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Cartagena en uniformidad con la Universidad Nacional. Decreto número 62 del 11 de febrero de 1929, por el cual se fija el pensum de la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales de la Universidad de Cartagena en uniformidad con el de la Universidad Nacional.

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Filosofía y Letras, la dotación de un material de enseñanza como mapas y la inauguración de unos nuevos gabinetes de física y química, éstos últimos conseguidos gracias a los excedentes de las matrículas; aunque nuevamente resaltaban que la continuación de las obras de mejoramiento de la institución dependían de los presupuestos destinados por el departamento, reconociendo que a pesar de las dificultades económicas se habían realizado algunos avances. En una carta dirigida al director del Diario de la Costa, el vicerrector Manuel Peña invitaba al diario a una visita a las instalaciones de la Universidad para que se percibiera de cerca las labores realizadas y no se juzgara anticipadamente el programa de mejoramiento que los encargados de velar por la reputación del instituto empezaban a realizar: «El histórico edificio, cuyo estado ruinoso muchos años ha venido constituyendo una vergüenza y una amenaza para todos, bien deberían visitarlo hoy quienes deseen darse cuenta de la gran obra de reconstrucción que en él se está llevando a cabo, bajo la inteligente dirección del arquitecto italiano señor Antonio Nordio; y el tramo oeste ya terminado, nos da una idea exacta de la importancia que tendrá para nosotros esta obra magna una vez terminada en su totalidad. La reorganización del plantel, y el implantamiento en este de los métodos de enseñanza es algo que ocupa con plausible interés la atención del señor Director de Educación Pública y del encargado de la rectoría... los nuevos gabinetes de física y química en el año escolar que se inicia serán puestos al servicio de la universidad... y así pausadamente seguiremos nuestra marcha... el momento no es desesperar ni de exigir, ni de empequeñecer ni de ridiculizar, el momento es de observación y de espera y en este camino de progreso habrá de continuar el gobierno hasta levantar la universidad nuestra al mas alto nivel.» Al finalizar el año 1929 en los informes de rectoría y de dirección de las diferentes facultades,183 se registraban la persistencia del funcionamiento de 183 A. U. P. T. C. Fondo Posada Informe del director de Educación Pública del Departamento de Bolívar J. N. Botet dirigido al Ministerio de Educación Pública 15 de febrero de 1930; Informe del director de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas Sebastián R. Castell a la Dirección de Educación Pública año 1929; Informe del rector de la Universidad de Cartagena Carl Glockner dirigido al Ministerio de Educación Nacional, sobre la marcha de la Universidad de Cartagena en el año de 1929, Cartagena Mayo 10 de 1930. Documentos publicados en Libro Memorias del Ministro de Educación Nacional al Congreso de 1930. Imprenta Nacional República de Colombia. Bogotá, 1930.

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las facultades superiores y la de la de la facultad de Filosofía y Letras en locales provisionales antihigiénicos, pues las labores de refacción del claustro aún no habían sido culminadas, porque los auxilios departamentales resultaban insuficientes y el tesoro nacional, rebajó a la mitad el auxilio decretado para la terminación de la obra. Con relación al internado carecía aún de un profesorado interno. A pesar de las deficiencias económicas se lograron concretar algunas reformas. Las autoridades departamentales decretaron la adopción de los planes de estudio señalados por el Ministerio de Educación Nacional; los estudios de la Facultad de Filosofía y Letras o bachillerato, quedaron distribuidos en los siete años reglamentarios; los de Derecho también se extendieron a cinco años y los de Medicina, siguieron ajustados a la reglamentación oficial, como efectos de estas nuevas disposiciones según los informes del Director de Educación Pública y las directivas de la universidad, se aumentó el nivel académico sumado a ello el establecimiento de los exámenes de revisión; por ejemplo en la Facultad de Filosofía y Letras a partir de los datos estadísticos suministrados por su director en el informe de labores de 1929 en el que realizan una comparación entre los resultados de los exámenes de revisión de este año con el del anterior, demuestra que, el progreso intelectual fue considerable: TABLA No 1 Estadísticas que comparan los resultados de los exámenes finales de la Facultad de Filosofía y Letras en 1928 y 1929 RESULTADOS EXAMENES FINALES Número de exámenes calificados con 5 (Sobresaliente) Número de exámenes calificados con 4 (Aprobado plenamente) Número de exámenes calificados con 3 (Aprobado). Número de exámenes calificados con 1 y 2 (Aplazado y reprobado). Exámenes de habilitación y supletorio Número de exámenes perdidos por faltas. TOTAL DE EXÁMENES

AÑOS 1929 1928 258 286 324 165 70 285

211 237 214 189 78 521

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FUENTE: Archivo AUPTC. Fondo Posada. Informe del Director de Educación Pública del Departamento de Bolívar J. N. Botet. Dirigido al Ministerio de Educación Pública. Feb 15 de 1930.

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De estas cifras infiere Glockner que en 1929, había cerca de 50 exámenes sobresalientes, 50 plenamente aprobados y 100 aprobados más que en el año anterior, mientas que los exámenes malos bajaron en 30. Considera que este éxito final fue causa del mayor aprovechamiento de los estudiantes que acudieron con mayor intensidad a las clases y a cierta eficiencia de los métodos pedagógicos: «Si el éxito final, no obstante es mayor que antes, la causa debe ser el mayor aprovechamiento de los estudiantes cuya aplicación y cumplimiento han logrado bajar el número de los alumnos reprobados con faltas, casi en la mitad, de 521 a 285...las cifra exactas anteriores permiten formarse un criterio sobra la eficiencia de los métodos. No pretenda haber alcanzado en este campo lo quería deseable y factible. Por cierto, para tocar solamente un punto importante hay revisión, calificación y repasos diarios; hay ejercicios prácticos, tareas escritas, problemas frecuentes, pruebas mensuales, pero todo eso no hay en todos los cursos con la regularidad e intensidad necesaria, y el suscrito teme que no lo haya tampoco en el porvenir, sin que una disposición de carácter legal que el suscrito exige desde hace tiempo, imponga por lo menos las pruebas escritas mensuales y finales.» Esta apreciación permite pensar que los resultados académicos que consideraban favorables en este año, dependieron de los cambios en los pensum y de una mayor asistencia de los estudiantes que de los cambios en los métodos pedagógicos. El avance en una reforma pedagógica que orientara a los estudios hacía la investigación no fue lo deseable ni factible para las directivas de la institución a pesar del estímulo de los estudiantes en ejercicios prácticos, trabajos escritos, problemas frecuentes a resolver y los exámenes de revisión, la norma en la mayoría de los programas académicos era el imperio del método memorístico y las clases magistrales, a excepción de la Facultad de Filosofía y Letras donde la orientación normalista de su director operó cambios en los métodos de enseñanza, buscando fomentar las inclinaciones literarias y artísticas como fuente de creatividad de los alumnos, a través de conferencias realizadas por los mismos estudiantes tanto internos como externos sobre temas científicos y de actualidad.184 La dotación de los laboratorios de química y física, para los estudiantes de Filosofía y Letras y de Medicina y Ciencias Naturales gracias a los fondos internos de la universidad economizados en las matrículas, no funcionaban en lugares apropiados; así lo exponía Glockner en su informe: «... Sobre la eficiencia de los métodos. No pretendo haber alcanzado en este campo lo que sería deseable y factible. Por cierto, para tocar solamente un punto importante, hay revisión, 184

A. U. P.T.C. Ibid Informe del Rector de la Universidad de Cartagena. p.116.

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calificación, repasos diarios, ejercicios prácticos, tareas escritas, problemas frecuentes, pruebas mensuales, pero todo eso no hay en todos los cursos con la regularidad e intensidad necesaria... con dificultades extraordinarias han tenido que luchar los cursos de química y de física. Es verdad que he podido comprar por unos $250.ºº, economizados de las matrículas, un sencillo gabinete de química y que tiene un gabinete muy bueno. Pero ambas clases se dan en locales no apropiados y los aparatos de física se conservan en un deposito donde necesariamente se echarán a perder.»185 En cuanto a la promoción de «una cultura física» del estudiantado, se dio gracias a la iniciativa particular de la rectoría de la institución, a pesar de la ausencia de un marco legal pero sí de un apoyo económico por parte de las autoridades nacionales y departamentales. En su citado informe, el rector Carl Glockner registraba el aporte de la nación y del departamento en los viáticos de los estudiantes que participaron en las olimpiadas nacionales de Cali en los deportes de básquetbol, lanzamiento del disco y football, en las que se obtuvo el tercer premio en básquetbol y el campeonato en el lanzamiento del disco.186 La experiencia reformista del año 29 también se expresó en el establecimiento de nuevos programas académicos que demandaban las necesidades urbanas y económicas del Departamento; se reglamentaron los estudios de Ingeniería, mediante Ordenanza número 69 de 1929. Estos estudios estaban a tono con el desarrollo urbano que experimentaba el Departamento durante los años veinte; se habían iniciado obras de infraestructura urbana tendientes a impulsar el desarrollo económico de la ciudad en relación con el del interior y exterior del país, se mejoraron sus muelles, se estableció como una posibilidad de comunicación con el interior del país por vía Medellín el ferrocarril Central de Bolívar(aunque al final el proyecto no se concretó), el establecimiento del oleoducto en Mamonal;187 obras que ponían de presente la necesidad de capacitar personal en elaboración de construcciones e infraestructura vial vital para el desarrollo del departamento. Este proyecto de crear una Facultad de Ingeniería para la Universidad de Cartagena encontró oposición en la ciudad de Medellín donde A.U.P.T.C. Ibid Informe del Rector ... p.115. A.U.P.T.C. Ibid . p 115. 187 Lemaitre, Eduardo. Historia General de Cartagena. Banco de la República Bogotá 1983 Tomo IV. pp 558-564. 185

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tradicionalmente se habían formado los ingenieros del país en la Facultad de Minas e Ingenierías, aduciendo que en la Costa Atlántica «no existían minas ni construcciones» que demandaran estudiantes de ingeniería, y que más que una facultad de ingeniería, necesitaban una Facultad de Comercio mas acertada a sus condiciones económicas; la prensa local de Medellín fue el medio a través del cual se presentó esta voluntad de protesta.188 La protesta de Medellín, fue asumida por la prensa cartagenera como un puro brote de regionalismo que arremetía contra los avances reformistas, que buscaban el ensanchamiento y reorganización de su universidad, además la consideraban como enemiga del progreso espiritual de la costa y no solo de la costa, sino de la unidad nacional.189 A pesar de la disposición legal, la facultad de Ingeniería no funcionó durante este año y solo comenzaría labores en junio de 1930, según lo dispuesto por el Decreto número 75 del 31 de marzo de 1930, inició actividades con 4 estudiantes que se redujeron a 2 y con un pensum establecido de acuerdo al que se impartía en la facultad de Matemáticas e Ingenierías de la universidad Nacional,190 pero que más tarde en 1931, dejó de funcionar debido al número reducido de estudiantes. Al iniciarse el año 1930, el impulso reformista bajo la rectoría de Glockner pareció interrumpirse, los continuos requerimientos tanto del rector como de los directores de facultades de un mayor apoyo financiero del Gobierno departamental para garantizar las labores reformistas, trajo como consecuencia la determinación de las autoridades departamentales de remover del cargo de rector a Glockner con la argumentación que para ser rector de la Universidad de Cartagena se requería ser colombiano, expresada a través de la Ordenanza número 28 del 10 de abril de 1930191, en la que el Gobierno departamental asumía la responsabilidad de reorganizar la Universidad, una 188 A. H. C. «Diario de la Costa». 21 de mayo de 1929 Número 3.548 Página 7. «La Extensión Universitaria»(Artículo publicado por la prensa «Correo de Colombia» de Medellín y reproducido por el Diario de la Costa). 189 A. H. C. «La Patria». Mayo 24 de 1929 Número 2019. p 5. «Las universidades de la Costa» Firma Andrés Vicente Mestre. Cartagena Mayo 23 de 1929. 190 A. U. P T. C. Fondo Posada. Informe del Señor Director de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Cartagena, Doctor A. Nordio sobre el año electivo de 1930, al Señor Director de Educación Pública del Departamento de Bolívar, Cartagena Febrero 5 de 1931. p.10 y p.11 En Libros de Memoria del Director de Educación Pública de Bolívar al Gobernador del Departamento año 1931 Documentos Impresos «Imprenta Departamental» Edición Oficial Departamento de Bolívar Cartagena. 191 A. H. C. Fondo Gobernación Libro de Ordenanzas y Resoluciones de la Asamblea Departamental de Bolívar Ordenanza Número 28 del 10 de abril de 1930 «Sobre la Universidad de Cartagena».

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vez las facultades empezaran a funcionar en el Claustro de San Agustín objeto de reparaciones y ampliación. Igualmente se reglamentó el cargo de director y organizador técnico de la Universidad de Cartagena, para la culminación del contrato que el gobierno departamental había celebrado con el institutor alemán Glockner para asumir la rectoría entre los años de 1928 y 1932. Esta decisión del Gobierno departamental generó una fuerte protesta tanto de la prensa local como de los estudiantes de la institución; los periódicos locales como El Diario la Patria registraban en sus columnas su posición crítica ante la determinación del gobierno de nombrar un rector exclusivamente colombiano, considerando esta medida típicamente «nacionalista y burocrática» que atentaba contra los propósitos reformistas de la nueva administración universitaria en miras a modernizar la universidad, y exponían así mismo de presente su concepción de universidad moderna asociada a la apertura del claustro universitario a los avances intelectuales de países extranjeros que eran ejemplo de progreso, donde los métodos modernos en la instrucción basados en la investigación de sus propias realidades, habían forjado una cultura «magna y máscula».192 Por su parte los estudiantes organizaron un movimiento en señal de protesta encabezado por la Facultad de Filosofía y Letras193, que habían experimentado de cerca la experiencia reformista de Glockner como director de la Facultad y rector de la institución, secundados por los estudiantes de las facultades superiores de Medicina y Derecho, y los estudiantes de Barranquilla. Los estudiantes en una sola voz reclamaban al Gobierno Departamental, respeto por la reforma universitaria que adelantaban el nuevo rector y de las que ellos, habían sido testigos que se reflejaban en el mejoramiento de los actuales métodos instruccionistas memorísticos y dictatoriales, por los que aconsejaba la pedagogía moderna, que habían sido señalados por los países del mundo civilizado y compartían con la prensa local, la concepción de nacionalismo extremo del Gobierno departamental, que resultaba incompatible con las exigencias del progreso moderno y de la sociabilidad universal. Así se pronunciaban en un manifiesto publicado en la prensa citada en la edición del 30 de abril: A.H.C. «La Patria», abril 14 de 1930 Número 2283 «Cuestiones estudiantiles» Página Editorial; La edición número 2.286 de este mismo periódico de abril 19 de 1930 en torno a la Universidad y la Edición número 2.288 de abril 22 de 1930 «Que hacen los estudiantes» p 4. 193 A.H.C. «La Patria», abril 26 de 1930 Número 2.292 p4. «La manifestación estudiantil de hoy ante la Asamblea Departamental». 192

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«Todas las naciones avanzadas tienen como principal y constante preocupación el mejoramiento de los métodos educacionales y la introducción a los planteles docentes, de toda idea benéfica, ya sea autóctona o de origen extranjero para conseguir el progreso intelectual de la juventud educanda que habrá de traducirse mañana en adelante por que aquella es el nervio vital de las sociedades civiles.»194 La reforma universitaria que inició como una preocupación de las autoridades departamentales se convirtió en la principal bandera de un movimiento estudiantil integrado por las diferentes facultades del claustro universitario. En sus continuas manifestaciones ante la Asamblea Departamental de Bolívar y en sus publicaciones en la prensa, se ubicaban como el centro u objetivo de la modernización universitaria, consideraban como un derecho el reclamo de la modernización de los estudios universitarios en miras a la elevación intelectual del estudiantado. A pesar del apoyo estudiantil y de la prensa local, Glockner renunció a la rectoría para detener el conflicto entre los estudiantes y las autoridades departamentales mediante carta publicada en el diario La Patria con fecha del 30 de abril de 1930: «Cartagena, Abril 30 de 1.930. Señor doctor Don Miguel Gómez Fernández, Consejo Directivo. E. S. D. Muy distinguido Doctor y Apreciado amigo: El arreglo del conflicto universitario, provocada por la ordenanza desorganizada cuya solución me atreví a señalar a un joven reportero en el día de ayer, ya ha tomado mientras tanto forma concreta. Gustoso contribuyo con la cuota que me toca a mí, y presento por su digno conducto renuncia irrevocable de mi puesto en manos de la junta de notables en la cual la juventud ha depositado su confianza con tanta razón estoy feliz de prestar con mi último acto oficial un último servicio a nuestra querida universidad y a la juventud bolivarense que éstos días 194 A.H.C. «La Patria» 30 de abril de 1930. No 2295 p.1. «Manifiesto», firmado por los estudiantes de las facultades de Derecho y Medicina que se solidarizan con la causa de los estudiantes de Filosofía y Letras en pro de la reforma universitaria.

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con su cariño y conducta digna y disciplinada me a compensado todos los desvelos y amarguras de los meses pasados. Dándole mis gracias sinceras por el servicio de verdadero amigo que ve prestarme, me repito como seguro y afectísimo amigo. Carl Glockner

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La renuncia de Glockner, antes que apaciguar los ánimos exacerbó la protesta estudiantil a lo largo de todo el año, lo que causó estragos en la marcha normal de las labores académicas; la falta de autoridad del Gobierno Departamental frente a la resistencia estudiantil se reflejó en el nombramiento sucesivo de dos rectores en el curso del año- Luis Felipe Angulo 12 de mayo de 1930,196 y Raúl Vélez G., 22 de agosto de 1930197, que no lograron aplacar los ánimos de protesta. En la universidad reinaba el caos; las facultades se trasladaron al claustro de San Agustín sin haber culminado las obras de refacción y ampliación; las pocas clases que lograron dictarse durante el año fueron continuamente interrumpidas por los trabajos de construcción, la irregular asistencia del profesorado que compartía las cátedras en la universidad con la de otras instituciones, evadiendo su responsabilidad ante el débil control de las autoridades departamentales y universitarias; y los estudiantes pasaban «sin trabajo en las aulas». De esta manera describía el estado de desorden en que se encontraba la institución a finales del año lectivo en su informe el rector Raúl Vélez G: «El año escolar que hemos terminado, bien lo saben el gobierno y el público, ha sido un año verdaderamente anormal. Una huelga de estudiantes, la intervención de tres rectores sucesivamente, y el haber ocupado el edificio aún sin terminar, han sido más que suficientes motivos para que los estudios sufrieran descalabros casi irreparables. La disciplina normal ha tenido que falsearse por falta de unidad, y de manera especial por la incomodidad en que nos ha mantenido la construcción del edificio, que ha obligado a la comunidad a trabajar en medio A. H. C. «La Patria» 30 de abril de 1930. No 2295. «El Doctor Glockner dando un alto ejemplo de gallardía y desinterés renuncia a la rectoría de la universidad». 196 A. H. C. «Gaceta Departamental» 15 de mayo de 1930 Número 5876 Decreto No 101 del 12 de mayo de 1930, por el cual se nombra rector de la Universidad de Cartagena. 197 A. H. C. «Gaceta Departamental» 26 de agosto de 1930 Número 5955 Decreto No 226 del 22 de agosto de 1930, por el cual se nombra rector de la universidad de Cartagena. 195

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del ruido... con todos éstos tropiezos y los derivados de ellos no podía esperarse sino un completo fracaso.»198 En medio de la crisis universitaria Glockner en su nuevo cargo de asesor técnico de la Universidad siguió presionando por la concreción de su plan reformista, que cobijaba la formación integral del hombre; de una educación superior que fortaleciera tanto la cultura física como la capacidad investigativa del estudiante. El Gobierno departamental por sugerencia de Glockner mediante Decreto No 153 del 14 de junio199 dispuso el establecimiento de exámenes orales y escritos para la evaluación de los estudiantes de Filosofía y Letras, para incentivar el nivel académico y reportar mejores resultados en los exámenes de revisión; de igual manera reglamentaba, la publicación de la Revista de la Universidad en la imprenta departamental para la publicación de los trabajos de los estudiantes y de los profesores y por último, dar cumplimiento a la Ley 80 de 1925 de estimular los clubes de deportes. Sin embargo, estas reformas no se hicieron efectivas, en el citado informe en el año 30 el rector Raúl Vélez G., no se hace referencia alguna de estas disposiciones, sino por el contrario se muestra un estado crítico de la institución al culminar el año. La Universidad a principios de los años treinta continúa enfrentando uno de sus problemas capitales y constantes, el de la falta de financiación, representada en la paralización de los trabajos de reconstrucción del claustro, en el mobiliario de las distintas facultades que describen como «escaso y anticuado» en sus informes los directores de facultad,200la supresión del internado,201 de la Facultad de Comercio202 y la propuesta de creación de una facultad de Ciencias Educacionales tampoco se concretó. 198 A. U. P. T. C. Fondo Posada. Informe del rector de la Universidad de Cartagena, 28 de noviembre de 1930 al señor director general de Educación Pública. En libro memoria del director de Educación Pública de Bolívar año 1931. Imprenta Departamental Cartagena Departamento de Bolívar. p. 1. 199 A. H. C. «Gaceta Departamental» 18 de junio de 1930 Número 5.903 «Decreto Número 153 del 14 de junio de 1930», «Por el cual se dictan algunas disposiciones sobre reformas universitarias». 200 A. U. P. T. C. Fondo Posada Informe del presidente de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas Sebastián R. Castell de la Universidad de Cartagena al Director de Educación Pública del Departamento de Bolivar Diciembre 31 de 1930. Informe del Director de la Facultad de Ingeniería A. Nordio al Director de Educación Pública del departamento de Bolívar sobre el año lectivo de 1930 febrero 5 de 1931. Informe del Director de la Facultad de Comercio Constantino pareja al Director de educación Pública del departamento de Bolivar diciembre 31 de 1930. En memoria del Director de Educación Pública de Bolivar al Gobernador del departamento año 1931. 201 A. H. C. «Gaceta Departamental» 5 de marzo de 1931 No 6109 Decreto número 60 del 12 de febrero de 1931 Por el cual se suspende el internado de la Universidad de Cartagena. 202 A. H. C. «Gaceta Departamental» 1 de marzo de 1932 No 6391 Decreto Número 23 Por el cual se suspende la Facultad de Comercio de Cartagena.

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Así los discursos de reforma universitaria que surgieron en Cartagena en los años veinte e inicios del treinta ante la amenaza de supresión de las universidades departamentales con la centralización de los estudios universitarios en Bogotá, resultaron infructuosos. La precariedad del tesoro departamental siempre se puso de presente en todo intento de reforma. Por otra parte, el gobierno nacional no actuó con una política clara de estimulación a los estudios superiores de las universidades departamentales, por el contrario, con la segunda misión pedagógica alemana y la motivación de los movimientos estudiantiles universitarios de Bogotá, se elaboró un proyecto de ley que establecía la centralización de los estudios universitarios en la capital de la República con la supresión de las universidades departamentales. La inconstitucionalidad de este proyecto demostrado por el congresista Juan Antonio Uribe y las fuertes protestas de las universidades departamentales, acabó con todo intento por suprimirlas y quedó vigente el espíritu de la ley 39 de 1903, que había otorgado autonomía a las universidades departamentalesexpresada en el Decreto Reorgánico Nº 109 de 1934203 de la Universidad de Cartagena que en su artículo 1º, dispone: «La Universidad de Cartagena es una institución de educación secundaria y profesional, regida conforme a los mandatos de la Ley 39 de 1903 y colocada bajo la protección del gobierno departamental a cuyo cargo, está su sostenimiento» y en el artículo No 3 establece: « La Universidad de Cartagena como entidad conjunta gozará de la autonomía que le conceden los artículos 34 y 39 de 1903». El sabor amargo dejado por los intentos de centralización del Gobierno Nacional impulsó en Cartagena, un discurso reformista universitario que trató de poner a tono a la Universidad de Cartagena con la Universidad Nacional, y empezó a suscitarse la necesidad de unificar los estudios de educación superior en el país. Así quedó expresado en el citado Decreto Nº 109: «Artículo 13, los pensumenes que se adopten en la universidad serán necesariamente los mismos en número y extensión de asignaturas de los que rijan para las respectivas facultades de la Universidad Nacional».204 Habría que esperar la primera administración de Alfonso López Pumarejo que a través de la ley 68 de 1935, trató de crear un sistema nacional de educación superior integrado.

203 A. H. C. «Gaceta Departamental» de Bolívar 17 de agosto de 1934 Número 7094. Decreto No 109 reorgánico de la universidad 27 de junio de 1934. 204 Ibid.

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2.6. LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA DURANTE LA REFORMA UNIVERSITARIA DE LA ADMINISTRACIÓN LIBERAL DE ALFONSO LÓPEZ PUMAREJO. Durante su primera administración, Alfonso López expresó su propósito de renovar el sistema educativo desde la escuela primaria hasta la universidad. Esta nueva administración liberal pensaba que sin cambios profundos en la educación, el sostenimiento de un país industrial que empezaba a desarrollarse se quedaría sin bases; las exigencias técnicas de las nuevas demandas económicas requerían un nuevo hombre dotado de una mentalidad mas realista, más acorde con las necesidades del país, también mas colombiano por su conocimiento de la historia, la cultura y los problemas de la nación. El nuevo Gobierno anunciaba su propósito de organizar un sistema educativo nacionalista, modernizador y democrático capaz de preparar los obreros, los técnicos y los profesionales que necesitaba la industria. Dentro de este panorama, el Gobierno de la «Revolución en Marcha» inició la tarea de reformar la universidad colombiana en función del desarrollo económico del país; se tenía conciencia que la universidad el centro de formación de la juventud que explotara la riqueza nacional. A través de la Ley 68 de 1935 se expresó la voluntad de reforma universitaria de la nueva administración liberal, que recogía la experiencia reformista de los años veinte, dando cauce legislativo a la insurgencia universitaria de la que el liberalismo había sido parte y motor. Con esta ley, se trató de buscar una integración de las universidades colombianas en un sistema nacional de educación superior, dando carácter normativo a sus programas, planes de estudio y dotación de material científico y pedagógico, que debían ser seguidos obligatoriamente por las universidades departamentales públicas o privadas, que aspiraran al reconocimiento oficial de sus títulos. Así se dispuso en el artículo 24: «Las universidades oficiales que funcionan en los departamentos, se organizarán con el plan general de la Universidad Nacional, y seguirán gozando de los derechos y prerrogativas de que hoy disfrutan... dichas universidades cooperarán entre sí con la Nacional, en todo lo se que se relaciones con el certificado, títulos y grados que otorgue, los planos y métodos de enseñanza y de investigación y las especializaciones de estudios que establezcan...»205 Y además se ordenó por medio de la presente reglamentación, la integración de las dispersas facultades profesionales en 205 A. U. P. T. C. Fondo Posada. «Proyecto de Ley Orgánica de la Universidad Nacional de Colombia 1935». Editorial Minerva S.A. Bogotá pp. 13-14.

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una sola institución universitaria y, ordenó la construcción de una ciudad universitaria para dar forma al concepto corporativo de la universidad colombiana constituida por docentes, administrativos y estudiantes, y las entidades que por medio de la presente ley se incorporaban a la universidad: el Conservatorio Nacional de Música, el Laboratorio Nacional de Higiene, el Teatro de Colón, el Observatorio Nacional y el Instituto Nacional de Radium. La Ley concedió una limitada autonomía académica y administrativa a la universidad, ya que en su administración se mantenía una fuerte representación estatal. El consejo directivo, como el organismo principal de dirección de la universidad integrado por nueve miembros, tres eran representantes del gobierno nacional, cuatro de los profesores y dos de los alumnos y ex alumnos- con la participación estudiantil se suplía la necesidad que demandaron los movimientos estudiantiles en los años veinte en las decisiones administrativas de la universidad-; además el presidente de este consejo, sería el Ministro de Educación y el Rector, sería nombrado por el consejo de una terna presentada por el Presidente de la República. También por el origen de sus ingresos económicos quedaría limitada la autonomía, pues éstos provendrían del presupuesto nacional en alta medida, ya que la universidad carecía de un patrimonio capaz de producir la renta necesaria para su funcionamiento, y sus ingresos directos por conceptos de matrículas, eran reducidos. 206 A pesar de la limitada autonomía, la Ley otorgaba tanto a los estudiantes como a los profesores, el derecho de organizarse o constituirse en gremios, con constitución propia y su fondo social propios para defender sus intereses respectivos; los estudiantes tendrían por su parte, un consejo estudiantil integrado por hombres y mujeres, el cual elegiría a los delegados al Consejo Directivo Supremo de la universidad y a los de las facultades y escuelas, según lo estipulado en el artículo 21 de dicha ley.207 Dos nuevas instituciones la Extensión Cultural y el Bienestar Estudiantil, se introdujeron en la vida universitaria a través de la Ley 68. Con la primera, la universidad se enrumbaría hacía los caminos de la investigación de la realidad colombiana y se establecía, la función social que debía cumplir la universidad; a través de la formación del estudiante con un amplio esquema de actividades culturales, que pusieran en contacto a los establecimientos universitarios con la ciudadanía por medio de conferencias públicas, exposiciones artísticas y publicaciones. Y con la segunda, se reglamentaba un servicio de salud y 206 207

Op. Cit., JARAMILLO URIBE, Jaime. p.107. Op. Cit., «Proyecto de Ley Orgánica de la Universidad.1935». pp. 12-13.

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educación física para «proteger y fomentar la salud y la cultura física militar de los estudiantes de la universidad y organizar y controlar sus actividades y atléticas».208 A través de la Ley se reglamentó también la carrera docente o escalafón académico para el profesorado y la consecuente elección de profesores por concursos, estableciendo las categorías de profesores catedráticos o profesores titulares; profesores agregados e instructores o auxiliares de cátedra; y se establecieron así mismo, un año preparatorio para las diferentes carreras profesionales. La reforma universitaria durante la administración López Pumarejo, no solo se detuvo en las modificaciones de la organización jurídica y administrativa de la universidad colombiana, sino que durante ese clima reformista, el Gobierno Nacional también introdujo importantes cambios académicos y pedagógicos que venían siendo reclamados desde los años veinte dentro de los avances señalados por la pedagogía moderna. Se buscó ampliar el tradicional esquema de profesiones compuesta por medicina, derecho e ingeniería, a nuevas actividades técnicas y científicas que respondiera a las nuevas exigencias de las condiciones económicas del país; la naturaleza del proceso modernizador en el país, de la industrialización nacional en éstos años trajo como consecuencia la necesidad de garantizar una educación que supliera las urgentes demandas de la industria cuya complejidad tecnológica requería tanto obreros especializados como ingenieros de diferentes ramas y también, el Estado y la economía reclamaron el nacimiento y crecimiento de nuevos saberes, como la economía la administración, la contaduría, la química y la arquitectura. Así mismo, la orientación pedagógica con este proceso modernizador también experimentó cambios; se propugnó por motivar o estimular la creatividad, la crítica y el desarrollo de la imaginación en el estudiante, ubicándolo como el centro del proceso de enseñanza y, en estas nuevas condiciones se preveía al maestro ya no como el poseedor del conocimiento, sino como el coordinador de los intereses de los estudiantes. Bajo estos nuevos supuestos de la Escuela Nueva ó Activa se trató de fomentar los espacios para el ejercicio de la investigación como los laboratorios, gabinetes y bibliotecas.209 La Universidad Nacional fue la principal beneficiaria de este proceso de reforma universitaria. La ley 68 orgánica de la Universidad Nacional de 208 209

Ibid, pp. 10-11. Op. Cit., PARRA Sandoval p. 66. Y ver también JARAMILLO URIBE Op. Cit. p.107 .

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Colombia, reglamentó su nueva organización con un órgano de dirección representado en un consejo directivo de carácter general para la Universidad y uno para cada una de sus facultades. Al amparo de los planes reformistas se crearon nuevas facultades junto a las antiguas de Matemáticas e Ingeniería, Medicina y Ciencias Naturales y Derecho y Ciencias Políticas como la de Arquitectura, Enfermería y Odontología en 1935; la de Química y Farmacia en 1938; la de Geología, Ingeniería Química en 1940; Agronomía(anterior Escuela de Agricultura Tropical de Cali) en 1935.210 Bajo el mismo objetivo de fomentar el proceso de investigación se conformaron una serie de institutos anexos a la facultad de Derecho, que más tarde en los años cincuenta, adquirieron la categoría de facultad tales como el Instituto de Filosofía y Letras creado en 1945, y los de Ciencias Económicas y Administración de Sociedades, en 1946.211 Se promovió la extensión universitaria a través de la creación del Instituto de Altos Estudios e Investigación en 1945, que pretendía vincular a la universidad a los mejores intelectuales nacionales y extranjeros para fomentar las investigaciones en todas las ramas de las ciencias y procurar su divulgación a través de monografías de trabajos, organización de cursos, conferencias, tertulias científicas y audiciones radiales. Con este mismo ánimo se creó, la División de Extensión Cultural Universitaria; se adquirió una imprenta para la institución, se publicó la Revista de la Universidad Nacional como el principal órgano de difusión cultural y, se estableció el intercambio de personajes académicos de universidades extranjeras; actividades que en su mayoría se concretaron durante la rectoría de Gerardo Molina(1942-1944). Los contenidos científicos de sus programas, sufrieron también modificaciones significativas bajo las directrices de la pedagogía moderna; se ampliaron gabinetes, laboratorios y bibliotecas. Se promovió la libertad de cátedra y la universidad se abrió hacía nuevas corrientes de pensamiento y de las ciencias; el Marxismo, el Psicoanálisis, las nuevas doctrinas del Derecho Público Francés, la Filosofía del Derecho Alemán, la Filosofía Fenomenológica y la Existencial antes vedados o desechados por conservadurismo y rutina, hicieron aparición en las aulas.212 Y se introdujeron, los años preparatorios en POVEDA RAMOS, Gabriel. (1989) «Cien años de ciencia colombiana». En Nueva Historia de Colombia Editorial Planeta Bogotá. Tomo IV. pp. 172, 174. 211 VILLAMIL ARDILA, Carol. (2001). «Aproximación histórica a la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Colombia». Universidad Nacional de Colombia Facultad de Derecho y Ciencias Políticas y Sociales. Bogotá pp. 96-97. 212 JARAMILLO URIBE, Jaime (1980). «EL proceso de la educación» en «Manual de historia de Colombia» Tomo III, Colcultura 1978-1980 p. 334. Citado por Carol Villamil Ardila, Aproximación Histórica...Ibid p. 91. 210

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los diferentes programas profesionales, para ayudar en la introducción a las carreras y consolidar un proceso de orientación profesional. Se construyó la Ciudad universitaria- Ciudad Blanca- entre los años de 1938 y 1940 para la consolidación de una comunidad académica real e integrada, lo que brindó nuevas posibilidades de bienestar a los estudiantes, a través de las residencias estudiantiles universitarias. Se estableció la institución de bienestar estudiantil, que introducía en la vida universitaria los deportes y los servicios médicos, así como las citadas residencias estudiantiles que formaron desde un comienzo del campus universitario. Estos cambios logrados en la Universidad Nacional, especialmente durante la rectoría de Gerardo Molina en los años de 1942 a 1944 durante la segunda administración de López, crearon un modelo y señalaron rumbos a las universidades públicas regionales, aunque estas carecían todavía de integración en un sistema nacional de educación superior y estaban intervenidas por los gobernadores de los departamentos que las sostenían y administraban externamente, lo que en muchos casos imprimió un ritmo lento en este nuevo período de reforma universitaria en estas universidades a excepción de la universidad del Cauca según el historiador Jaime Jaramillo Uribe, que bajo la rectoría de César Uribe Piedrahita participó activamente en los nuevos rumbos que tomaba la vida universitaria nacional.213 Durante los años 1935 a 1946 las propuestas de reforma de la Universidad de Cartagena, estuvieron encaminadas a garantizar su inserción al plan oficial de unificación de las universidades oficiales de la República, en especial de su centro motor la Universidad Nacional que establecía la Ley 68 en lo relacionado con los certificados, títulos, grados, planes, métodos de enseñanza y de investigación. El Gobierno Departamental de Bolívar emitió una serie de decretos para el cumplimiento de lo dispuesto en materia de reforma universitaria, que contemplaban disposiciones académicas y obras de promoción de la extensión cultural universitaria. Como reformas inmediatas a la emisión de la Ley 68, se crearon el Paraninfo o Aula Máxima de la Universidad de Cartagena, el establecimiento del año preparatorio para las facultades profesionales de Derecho y Ciencias Políticas y Medicina y Ciencias Naturales.214 JARAMILLO URIBE, Jaime. «La educación durante los gobiernos liberales». En «La nueva historia de Colombia…» Op. Cit, p.108. 214 A. H. C. «Gaceta Departamental» 4 de Enero de 1.37 No 7.785 Ordenanza Número 11 de 1936. «Por la cual se provee a la construcción y decoración del Paraninfo en la Universidad de Cartagena». 31 de diciembre de 1936; Gaceta Departamental Decreto Número 10 de 1937 «Por el cual se crea un año preparatorio para las Facultades de Derecho y Ciencias Políticas y Medicina y Ciencias Naturales de la Universidad de conformidad con el Acuerdo Número 9 del 2 de septiembre de 1936, originario del Consejo Académico de la Universidad Nacional.» 213

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Y se establece el sistema de concursos de profesores para la provisión de cátedras en las facultades superiores de Derecho y Medicina, mediante decreto número 68 del 7 de mayo de 1935.215 Estas reformas resultaron insuficientes para los estudiantes universitarios y para la prensa local, quienes percibían un estado de decadencia de la institución relacionado con la fuerte influencia de la administración departamental en el régimen administrativo y académico de la institución. En los años cuarenta, se agitó una protesta estudiantil que aspiraba una reforma universitaria tras la petición de autonomía de la Universidad de Cartagena con respecto a la influencia local y oficialista que a juicio de los estudiantes, trastornaba el devenir académico de la institución, ya que la renovación del personal de la institución no se conjugaba a través de méritos sino a través de relaciones burocráticas. Para los estudiantes era necesario y vital para la reforma, acabar con la fuerte dependencia de la universidad hacía el gobierno local, era necesario establecer un divorcio entre universidad y política. Entre sus reclamaciones en estos años de agitación, también denunciaba la falta de apoyo y la oposición del gobierno departamental a las obras de extensión cultural de la universidad, a la libertad de cátedra y a la apertura de nuevos saberes.216 La protesta estudiantil alcanzó mayor fuerza con la descalificación de la universidad por el Ministerio de Educación Nacional, debido a la no correspondencia de sus pensum de las diferentes facultades con el plan oficial que demandaba la unificación de la enseñanza superior. La prensa se unió a la protesta estudiantil, denunciando la falta de gestión del gobierno departamental en la universidad y la indiferencia del gobierno nacional como contribuyente en las deficiencias que venía experimentando la institución, por la falta de una real inspección y evaluación de los planes de estudios de las universidades departamentales, que solo se efectuaron a finales del año. A esto se sumaba los criterios autonomistas bajo los cuales operaban las autoridades departamentales en el manejo de la Universidad de Cartagena que había sido colocada bajo su protección por mandato nacional expresado a través de la Ley 39 de 1903 para lo cual se había dictado el Decreto Reorgánico de la Universidad de Cartagena A. H. C. Fondo Gobernación «Gaceta Departamental» 10 de mayo de 1935. No 7305. Decreto No 68 del 7 de mayo de 1935. 216 A. H. C. «El Fígaro» Noviembre 28 de 1940. «La cuestión universitaria en la Asamblea» Firma Miguel Arrieta Ballestas; «El Fígaro» 29 de noviembre de 1940 No 1.337 «Los piratas del profesorado» Firma Alberto Angulo Passos; «EL Fígaro» 21 de Junio de 1940 Número 1207 «La política y la Universidad» Firma I. V. M (Ivo Seni); «El Fígaro» 4 de enero de 1941 No 1366 «A propósito del nuevo rector de la Universidad» Página editorial. 215

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del 27 de junio de 1939217, que definía a la Universidad «Como una institución de educación secundaria y profesional regida conforme a los mandatos de la Ley 39 de 1903 y colocada bajo la protección del gobierno departamental, a cuyo cargo está su sostenimiento... la Universidad de Cartagena como entidad conjunta gozará de la autonomía que le conceden los artículos 34 y 39 de 1903 y las disposiciones de este decreto»; ateniéndose a éstos criterios autonómicos de los que gozaba la Universidad desde 1903 con respecto a las autoridades nacionales era muy difícil que las departamentales cumplieran con unos requerimientos o exigencias planteadas por la Ley 68 que cuestionaban por un lado esa autonomía, y por el otro de manera contradictoria la promovía, al conceder autonomía administrativa a las universidades colombianas. Pese a las desavenencias puestas de presente por los estudiantes universitarios con la administración departamental, se lograron algunos avances o cambios tanto en los programas académicos como en la infraestructura. Durante la rectoría de José María León Martínez,(1941) vista como un período de renacimiento espiritual para la juventud universitaria que apoyó su candidatura, se establecieron obras de bienestar estudiantil, se instaló el café del estudiante que se convirtió en un espacio de sociabilidad para estudiantes y profesores, se promocionó la extensión cultural a través del apoyo de centros literarios integrado por estudiantes, como «Libre Estudiantil» y otros conformados por intelectuales de la ciudad y estudiantes universitarios, como el centro estudiantil cultural Bravo Pérez.218 Además de estas concesiones para los estudiantes se les convocó a elecciones para que eligieran sus representantes al consejo estudiantil, del cual se elegiría a su vez dos estudiantes como representantes ante el Consejo Directivo de la Universidad según lo dispuesto por el artículo 28 de la Ley 68 de 1935.219 Entre los años de 1941 a 1946 se ampliaron sus programas académicos, uniéndose a la diversificación de la educación superior promovida por la administración liberal a través de la Ley 68, en respuesta al desarrollo industrial que experimentaba el país, que implicaba un acercamiento diferente al quehacer científico e impulsando disciplinas calificadas en ese momento como modernas. Por Acuerdo número 22 de 1941 del Consejo Directivo de la Facultad de Medicina se creó la Escuela de Farmacia, como dependencia de esta Facultad, y en 1946 217 A. H. C. «Gaceta Departamental» de1 7 de agosto de 1939 No 7094. Sección de Dirección de Educación Pública Decreto No 109 reorgánico de la Universidad de Cartagena del 27 de junio de 1939 Firma el Director de Educación Pública de Bolívar Gabriel Torres Troconis. 218 A. H. C. «El Fígaro» 17 de Abril de 1941 Número 1452 «Trinchera». Firmado por El Bachiller. «El Fígaro» 7 de abril de 1941. No 1444 «Café del estudiante». «El Fígaro» 18 de abril de 1941 No 1452 «Claustro y Tribuna: Centro literario libre estudiantil». 219 Archivo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena. (En adelante se citará A. F. M. U. C) Libro de resoluciones de decanatura. Resolución No 369 del 29 de mayo de 1941.

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por Acuerdo número 145 del 18 de febrero, se fundó la Escuela de Odontología también como dependencia de Medicina elevada a la categoría de Facultad en 1947. En ambos programas se adoptó el plan de estudios de la Universidad Nacional220, y surgieron como una opción para los crecientes aspirantes a estudios de Medicina, que para estos años debió limitar el número de estudiantes admitidos.221 La Escuela de Enfermeras y Parteras del Hospital Santa Clara fundada en 1924, se anexó en 1942 a la facultad de Medicina bajo la denominación de «Escuela de Enfermería del Hospital Santa Clara anexa a la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena», en 1949, por Acuerdo número 230 del 16 de agosto del Consejo Directivo de la Universidad, se convirtió en dependencia directa de la Institución y empezó a ser dirigida por enfermeras.222 Para la Universidad de Cartagena, las pocas reformas orientadas hacia su modernización no pasaron de ser paños de agua tibia y la constante al final del período eran las continuas protestas de estudiantes y la prensa local contra la falta de iniciativa e inercia de las autoridades departamentales. Así los medianos intentos de reformar la universidad de Cartagena entre los años de 1935 a 1946 estuvieron basados en la necesidad de equipararla con la Universidad Nacional, aspiración fundamentada en la política educativa de la administración liberal de Alfonso López Pumarejo, de crear un sistema unitario de educación superior. En 1945, Gerardo Molina como rector de la Universidad Nacional e interesado en intentar la unificación de la educación superior colombiana, propuso la idea de formar una confederación de universidades oficiales de los distintos departamentos integrada por la universidad Nacional, la de Antioquia, la del Cauca, Cartagena y Nariño con el propósito de unificar los pensum, realizar intercambio de profesores y estudiantes y estimular la orientación práctica de los estudios, hacía la cual se encaminaba la universidad moderna. Sin embargo, al cierre del período no se había logrado una verdadera integración de las universidades públicas departamentales en un sistema nacional de Educación Superior y continuaron siendo intervenidas por los gobernadores de turno. A. F. M. U. C. Libro de resoluciones de decanatura Resolución No 111 del 2 de diciembre de 1944, por la cual se establece una modificación del pensum de la Escuela de Farmacia, y Resolución No 186 del 25 de Febrero 1946, por la cual se organiza la Facultad de Odontología. 221 A. F. M. U. C. Libro de Resoluciones de decanatura. Resolución No 116 del 5 de febrero de 1940, por la cual se dictan algunas disposiciones para la Facultad de Medicina. 222 A. F. M. U. C. Resoluciones de decanatura de Medicina. Resolución No 22 de mayo 15 de 1942. Y ver también en «Enfermería, Humanismo, Ciencia y Tecnología» Universidad de Cartagena 90 Años (1903-1993) Editorial Universidad de Cartagena Volumen 7 Cartagena Octubre 1993. 220

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CAPITULO 3 DISCURSOS Y PRÁCTICAS PEDAGÓGICAS EN LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA 1928 -1946 … «En cuanto a los sistemas de Enseñanza es indispensable abandonar la vieja costumbre libresca que amengua las facultades mas elevadas del espíritu… Las universidades modernas hacen la debida separación de los tres aspectos que la constituyen: La Enseñanza profesional, La Extensión Universitaria que ha de enlazarlas en la sociedad donde actúan y la Investigación que está destinada a ensanchar el radio de la sabiduría humana.» Jesús Torres Delgado 1925

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La imagen de lo moderno en materia de educación en Colombia en años de 1920 a 1946, tuvo como punto de referencia el desarrollo de las disciplinas científicas, las nuevas pedagogías, las formas de organización del trabajo y de la economía que se experimentaban en Europa y Estados Unidos. Para los pedagogos la clave del progreso de la nación, residía en la apropiación de los saberes e instituciones y técnicas de otros países. El afán por dar el salto a la modernidad se expresó en los esfuerzos realizados por traer al país a los portadores de los nuevos saberes. Se adoptó la escuela nueva y el método de la enseñanza activa en la década de los veinte, siendo considerada como una de las reformas educativas más importantes de este siglo en el mundo occidental. 223 TORRES Delgado, Jesús. Director de Educación Pública de Bolívar 1925. En Informe del Ministerio de Educación Pública en 1935 AUPTC. Fondo Posada. pp. 25-26.

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La «Educación Nueva» nació de un grupo de pedagogos de diversos países, quienes se preocuparon por la conformación ideológica y organizativa de un tipo de escuela más acorde con la sicología infantil y con los requerimientos de la vida moderna. Se buscaba una educación orientada a la realidad, a la práctica, fomentando la creatividad y la autonomía en el educando, la nueva pedagogía se basaba en la investigación de la realidad a partir de la práctica del seminario, del laboratorio, ya que el fin de la educación del ciudadano era trabajar por el mejoramiento del Estado. Se trataba de establecer un vínculo entre educación y sociedad. La Escuela Nueva concebía a la educación como un todo vital, al servicio de la vida por medio de la vida. Por eso era importante introducir en la escuela el trabajo activo y las experiencias del trabajo en comunidad. Surge como un anhelo de reforma educativa contra la pedagogía tradicional del «maestro dictador» la cual tenía profundas raíces en la educación colonial.224 Los pedagogos colombianos, partícipes de esta escuela confiaban en que los nuevos métodos de esta corriente basados en la investigación y la actividad constante en la enseñanza integral, podrían formar un nuevo hombre Colombiano. Un hombre que buscara la creación de modelos propios adaptables a la solución de los problemas colombianos.225 Un acercamiento a la historiografía sobre reformas universitarias en Latinoamérica, permite ver una mayor preocupación por el análisis e influencia de la Pedagogía Activa en las escuelas primarias, secundarias y de institutos para la formación de educadores; pero una escasa historiografía acerca de la influencia de esta pedagogía en los estudios universitarios.226 En este capitulo 224 OCAMPO López, Javier. (1996). «Educación, humanismo y ciencia». Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. UPTC. Tunja. p. 28. 225 Ibid p. 29. 4. SAENZ Obregón, Javier. SALDARRIAGA, Oscar y OSPINA, Armando. (1997). «Mirar la infancia: pedagogía moral y modernidad en Colombia, 1903-1946». Volumen 2 Editorial Colciencias, Foro Nacional Por Colombia. Ediciones Uniandes, Universidad de Antioquia /Colección CLIO, Medellín. p. 51. 226 Encontramos en este sentido el artículo de Diana Dumar sobre la influencia de la Escuela Nueva y en especial el Método de Decroly en las escuelas experimentales de Progreso y la Piedras en el Uruguay, «La Escuela Nueva en el Uruguay (1924-1930)», en «Estudios sobre la historia de la educación Latinoamericana. De la Colonia a nuestros días», Rudecolombia, Diana Soto Arango, Editora, Colección eventos, Tunja, 2000. Y ver también en este mismo libro el artículo de Jaime Caicedo Escudero sobre la influencia de la Pedagogía Activa de Dewey en la Educación Secundaria de Chile, «La Escuela Nueva y Activa en América Latina, Influencia de Dewey en las reformas educacionales de Chile, 1927-1945». Igualmente, Javier Ocampo López en su texto «Colombia en sus ideas», Tomo

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se intentará analizar cómo influyó la pedagogía moderna activa en el plano de los discursos y prácticas de reformas en la universidad colombiana tendientes a su modernización, y particularmente en la Universidad de Cartagena durante los años de 1928 a 1946.

3.1. LA CIRCULACIÓN DE LOS DISCURSOS DE LA PEDAGOGÍA ACTIVA EN LA UNIVERSIDAD COLOMBIANA: LA EXPERIENCIA DE LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA. La influencia en Colombia de una de las reformas pedagógicas más importantes del Siglo XX en el mundo occidental no solo se dio a nivel de los estudios primarios, secundarios y de las escuelas normales, sino que también se hizo sentir en los estudios universitarios. La pedagogía Activa de Kerchensteiner y Dewey basadas en la relación educación y sociedad, es decir, en la función social de la educación, fueron asimilados de alguna manera por los discursos modernizantes que se plantearon en los años veinte a los cuarenta, que pretendieron reformar la educación universitaria colombiana en respuesta a las necesidades de la economía industrial, y de la demanda de los nuevos grupos sociales que empezaban a crecer como efecto de la movilidad estructural impuesta por el nuevo orden social. Dentro de estos discursos la universidad debía cumplir con la función de formar los cuadros directivos del país en los aspectos tecnocráticos, burocráticos, científicos y tecnológicos en aras del fortalecimiento y fomento de un nacionalismo vigoroso. Lo central de la pedagogía de Kerchensteiner es el valor formativo del trabajo, es decir, la escuela como un lugar de trabajo. Su método de la «Escuela de Trabajo» lo organizó en torno a tres principios centrales: 1º, la Escuela de III, V parte, editado por Universidad Central en Bogotá 1999, en el capítulo «La modernización en Colombia» analiza la influencia de la educación Nueva en Colombia e Hispanoamérica a nivel de la formación en los niveles primarios, secundarios y escuelas Normales. Los historiadores en Pedagogía Javier Sáenz, Oscar Saldarriaga y Armando Ospina en su texto «Mirar la infancia: pedagogía, moral y modernidad en Colombia, 1903-1946» analiza la presencia de la pedagogía activa en los niveles primarios y secundarios de la Educación Colombiana, así como también en las Escuelas Normales y muy someramente en el nivel universitarios; y por último el Texto de Ingrid Müller de Cevallos, «Temas escogidos de la pedagogía alemana contemporánea» que trata sobre los fundamentos de la Pedagogía Activa de Kerchensteiner en Alemania y sus implicaciones en la Segunda Misión Pedagógica Alemana.

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trabajo, es una escuela que enlaza en todo lo posible su actividad educadora a las disposiciones individuales de sus alumnos y multiplica y desarrolla hacía todos los lados posibles estas inclinaciones e intereses; mediante una actividad constante en los respectivos campos de trabajo. 2º la Escuela de Trabajo, es una escuela que trata de formar las fuerzas morales del alumno dirigiéndose a examinar constantemente sus actos para ver si éstos expresan con la mayor plenitud posible, lo que han sentido, pensado, experimentado y querido, sin engañarse así mismo y a los demás.3º La Escuela de Trabajo, es una comunidad de trabajo en la que los alumnos en tanto que su desarrollo es suficientemente alto, se perfecciona, se ayudan y apoyan reciproca y socialmente con los fines de la escuela, para que cada individuo pueda llegar a la plenitud de lo que es capaz por su naturaleza.227 En suma, su método de la Escuela de Trabajo concebía la escuela como una institución en la que la persona aprendía por su propia actividad y experiencia. Se basaba en la formación del espíritu social como instrumento para la formación de la voluntad, la elaboración cultural y la defensa de individualidad del alumno a través del ejercicio de la autocorreción, el autocontrol y el auto examen. En síntesis, la auto educación tanto intelectual como moral.228 Lo más importante de su método; el taller y el laboratorio; eran fundamentales para la formación de un espíritu social fomentado por el trabajo en equipo entre los alumnos que debían propiciar el compañerismo, la participación y la ayuda mutua esencial para la formación de un ciudadano, dispuesto a trabajar para la sociedad. Las instituciones de educación debían equiparse según él con talleres y laboratorios: «los talleres escolares proveen el ámbito de experiencias para el dibujo, la enseñanza de la mecánica, la geometría y el cálculo; los laboratorios de física y química para la aplicación de métodos de investigación.»229 Por otra parte, John Dewey (1858-1952) no fue solo un pensador de la pedagogía sino el creador de una escuela experimental anexa a la universidad de Chicago entre 1896 y 1904. Desarrolló una labor de experimentación pedagógica, la cual se convirtió en símbolo de las reformas emprendidas en 227 LUZUARRIAGA, Lorenzo. (1969). «Ideas pedagógicas del Siglo XX». Buenos Aires, Editorial Lozada, p.134. 228 SAENZ, Saldarriaga y OSPINA, Armando. Op. Cit., pp. 166-167. Tomo II 229 KERCHENSTEINER, George (1908) Citado Ingrid Müller, Op.Cit., En «La lucha por la cultura»…I Parte, pp. 30-31.

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este sentido en los Estados Unidos: Su influencia se hizo sentir en diversas disciplinas modernas como la antropología cultural, la sicología, la sociología, la política y la pedagogía. Los fundamentos de su pedagogía eran establecer una educación en función de lo social, de las necesidades y los problemas de la colectividad; le interesaba establecer un vínculo entre educación y los problemas del medio social y cultural, esta debía aportar a la resolución de los problemas materiales de la sociedad y contribuir a su democratización. El carácter social es el elemento principal de su pedagogía. La educación para Dewey debía encausarse a los hábitos sociales; este carácter social también se refleja en la pedagogía universitaria norteamericana. Aparece como una reacción universal contra toda la corriente individualista, impuesta por los discursos de la modernidad. La preparación técnica para Dewey debía orientarse a las actividades de la vida social, punto en que se acerca a Kerchensteiner con su método de la Escuela de Trabajo. Su concepción de socializar la educación se pone de relieve en el trabajo manual: «El trabajo manual no para estudios especiales, sino para métodos de la vida, para que la sociedad asegure su existencia y desenvolvimiento, para que la escuela forme parte activa de la vida de la comunidad, en vez de ser un lugar aparte en el que se enseñe y aprendan lecciones».230 Recomendaba que los cambios en los métodos y programas educativos, debían estar orientados a satisfacer las necesidades de la nueva sociedad industrial:» Las modificaciones que se introducen en los métodos y programas educativos son por tanto el producto de los cambios de la situación social y el esfuerzo para satisfacer las necesidades de la nueva sociedad que se está formando; como son los cambios introducidos en la industria y el comercio. Hay que concebir a la «Nueva Educación» a la luz de los más amplios cambios sociales. En otro caso, los cambios en la institución y en la tradición escolar habrán de ser mirados como la invención arbitraria de maestros particulares».231 Al igual que Kerchensteiner, Dewey rescata la necesidad de orientar la educación a la relación entre teoría y práctica, teniendo como centro la participación activa del estudiante, tras una crítica a la pedagogía tradicional caracterizada por la preeminencia de la enseñanza teórica mediante conferencias y referencias a libros que tenía como centro al «Maestro Dictador». DEWEY John. (1929). «La escuela y la sociedad». Librería Española y Extranjera Francisco Beltrán, Madrid, p 10. 231 Ibid p. 23. 230

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Busca la relación entre educación y realidad que para él está, en la adopción de taller, el laboratorio; que fomentan en el alumno la creatividad y la investigación, es decir, participar activamente. Según él, el «trabajo manual» o práctico debía ser el puente entre la educación y la vida, entre educación y sociedad. En cuanto a estudios universitarios, decía mas concretamente: «La universidad tiene conexión con la vida en sus escuela técnicas y de ingeniería, con los laboratorios y con sus métodos, y con los resultados científicos».232 Así, para Dewey la universidad cumple su función social con la adopción de estudios técnicos y de métodos activos como los laboratorios o talleres, y el fomento a actividades investigativas sobre la realidad. El método experimental científico, fundamento de su sistema pedagógico abarcó dos aspectos: Por una parte, restringe el valor del conocimiento a aquello en lo que la actividad humana produce efectivamente cambios físicos en las cosas y en las situaciones, y por otra parte, el método experimental significa que el pensar es de provecho, en la medida en que se realiza la anticipación de las consecuencias futuras sobre la base de una completa observación de las condiciones presentes. Señala que el fin de la educación es el progreso, en tanto, capacidad continuada para el desarrollo de la sociedad. La función social de la educación, señalado por Kerchensteiner y Dewey, sería retomada en los proyectos de reforma de la universidad colombiana que se dieron entre los años de 1920 a 1946. En sus propuestas de reforma universitaria el movimiento universitario estudiantil de los años veinte, que propugnaba por una educación superior en pro del desarrollo del país, se expresarían los fundamentos de la pedagogía activa para la transformación de la educación superior colombiana. En el proyecto de ley orgánica de la universidad colombiana presentado en el año de 1928 por uno de los líderes del movimiento Germán Arciniegas se expresó la idea de convertir a la universidad en el foco de una reforma educativa y la formación de un nacionalismo vigoroso: Se buscaba adoptar en algunas universidades del país elementos de la pedagogía activa para el fomento de la cátedra libre basada en la investigación y la participación del estudiante, así quedó expresado en el documento denominado La Universidad colombiana: «la escuela Activa de Ferriere, el método de Decroly y la escuela de trabajo de Kerchensteiner permiten establecer los desarrollos futuros de una pedagogía universitaria, en 232

Ibid p. 102.

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donde la biblioteca, el seminario y el laboratorio suministren una técnica adecuada en todos los órdenes de la ciencia y hagan del estudiante universitario un trabajador capacitado para servirle a la sociedad y al estado, sin que su iniciación en la vida postuniversitaria sea una improvisación»233 En este documento se observa un interés por rescatar los métodos activos de Kerchensteiner: El taller y el laboratorio como medios para conseguir una reforma universitaria orientada hacía lo social, es decir hacía la investigación de la realidad colombiana, de la realidad nacional, con base a la adquisición de conocimientos prácticos: « El curso teórico debe modificarse no solo en el sentido de conjugarlo con la realidad nacional, sino que necesita ir en desarrollo paralelo con los trabajos prácticos. El laboratorio debe ser una cátedra especial y permanente en donde se practiquen investigaciones y se comprueben los hechos corrientes de una ciencia determinada. El Seminario se organizará para el estudio de temas concretos que se pueden escoger de acuerdo con la realidad. Los institutos científicos son ya el producto de una vida universitaria madura y es en ello donde se define en realidad la ciencia de una nación».234 De hecho el movimiento estudiantil universitario en este documento propuso un cambio en los métodos pedagógicos universitarios que conjugara cuatro elementos: el curso teórico, el laboratorio, el seminario y los institutos de investigaciones especiales, primando el trabajo del laboratorio y el trabajo de seminarios que se convertirían en los sistemas más seguros de evaluación en función con la realidad colombiana y se acabaría con el sistema de la pedagogía tradicional de exámenes escritos u orales como prueba única. Esta reforma era una crítica al método tradicional del aprendizaje literario, es decir teórico, que según el movimiento estudiantil universitario había alejado de la práctica, de la experimentación a la instrucción superior. Se proponía un método basado fundamentalmente en una educación experimental sobre una realidad concreta: Colombia. En estos mismos años, la Segunda Misión Pedagógica Alemana se inspiraría en los métodos de la escuela activa y el modelo de la escuela de ARCINIEGAS, Germán. (1928). «La universidad colombiana». Proyecto de Ley Orgánica de la universidad colombiana y exposición de motivos presentados a la Cámara de Representantes, Imprenta Nacional, Bogotá, p. 140. 234 Ibid. pp. 39-40 27 MULLER de Cevallos, Ingrid. Op.Cit., «Temas escogidos de la Pedagogía». pp. 6-7. 233

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trabajo de Kerchensteiner como experiencia colectiva, comunitaria, corporativa, en un momento en que en Alemania se llevaban a cabo la aplicación de este método.27La concepción de Kerchensteiner de la educación como una escuela de trabajo comunitaria, integrada por maestros y alumnos unidos para realizar una obra en común, que es la del mejoramiento de la comunidad social a la que pertenece, sería incorporada como una contribución o sugerencia de la segunda misión pedagógica alemana a la reforma educativa nacional que para esos años se intentó emprender con la venida de esta misión. Esta concepción corporativa de la universidad quedó expresado en su proyecto de Ley Orgánica de Instrucción Pública presentado al presidente de la república y al Ministerio de Instrucción y Salubridad Pública en el año de 1925: «La universidad es el centro a donde confluyen los productos del trabajo científico del mundo, para ser reexpedidos de nuevo, después de que la propia investigación los ha transformado y enriquecido; y afuera, ejercerá su acción fecunda en provecho de todos los pueblos y para la mayor gloria de la propia patria. La conmutación de las producciones científicas, el canje de los profesores y alumnos es característico de la universidad, es indispensable para su desarrollo».235 A partir de 1935 la filosofía pragmática y democratizante de Dewey, prácticamente ausentes hasta entonces en las reformas educativas en Colombia se convierten en el discurso pedagógico del gobierno liberal. Con el impulso a unas finalidades sociales de la educación pública introducidas por este gobierno entre 1934 y 1946, las reformas educativas y pedagógicas empiezan a apropiarse de los métodos de enseñanza, de los contenidos y de los fines de la educación del pedagogo norteamericano, que encontraron en sus ideas un discurso y unos métodos de enseñanza familiar. La apropiación de esta pedagogía solo era posible bajo un gobierno liberal hegemónico, que en asuntos educativos nunca estuvo demasiado preocupado por la oposición eclesiástica. Su filosofía pragmática y democratizante cuestionaba de forma clara y directa los fines y fundamentos educativos de la Iglesia y de la doctrina católica, ya que hablaba de la formación de hábitos transformadores de autonomía, de equidad, de participación y de tolerancia.236

235 AUPTC. Fondo Educativo Posada. Proyecto de Ley Orgánica de la Instrucción Pública y exposición de motivos de la Misión Pedagógica alemana. Sociedad Editorial 1925. pp.105-106. 236 SAENZ. Saldarriaga y OSPINA, Armando. Op. Cit. p. 342 Tomo II.

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El nuevo régimen vendría a retomar los discursos modernizantes del decenio del veinte profundizándolos y replanteándolos de acuerdo a sus postulados políticos y a los nuevos tiempos que vivía el país. Se fortaleció la idea de poner las cuestiones educativas en función de la resolución de los problemas que afectaban su destino histórico. Los estudios universitarios debían ser aplicados al conocimiento de la realidad colombiana. Se trataba de que el conocimiento teórico de las ciencias puras no estuviera orientado simplemente a la acumulación y recitación de conocimientos muertos sino que estuviera al servicio de la realidad: Colombia. Durante la administración de Alfonso López Pumarejo se inicia un proceso de reforma educativa orientado hacía la modernización, a la industrialización, tomando como centro de esa reforma la educación universitaria. Para López era necesario emprender una reforma universitaria en función del desarrollo económico del país; debía prepararse a la juventud en estudios técnicos para explotar la riqueza nacional. En el proyecto de ley de educación superior de 1935 rescata la función social, pragmática y democrática de la educación señalada por Dewey. López decía «la universidad está destinada a investigar al país, a examinarla a proveer sus necesidades actuales; entregándoles ciudadanos capacitados para servir a la administración, la industria, la agricultura, los bienes y las obras públicas».237 «La Universidad colombiana deberá preocuparse muchos años por ser una escuela de trabajo mas que una academia de ciencia. Es urgente ponernos al día en el manejo elemental de una civilización importada cuyos recursos ignoramos y cuyos instrumentos escapan a nuestro dominio»238Aquí se observa en López también un interés por rescatar el método de la escuela de trabajo de Kerchensteiner como un método para investigar la realidad social del país que debía asumir la universidad. En 1939 Germán Arciniegas como Ministro de Educación, retoma los postulados señalados en el movimiento estudiantil de los años veinte, orientados a asignar una función social a los estudios superiores. Así lo expresó en las memorias presentadas al Congreso Nacional: «La Universidad Nacional tiene como propósitos principales en la dirección de sus actividades docentes, investigativas y culturales la racionalización de los estudios hacía las necesidades presentes y futuras de la práctica profesional, y su orientación de acuerdo con las exigencias y las condiciones del país.»239 VERA Cesar y MOLANO, Alfredo, Op.Cit. p. 81. TORRES León, Fernán. (1975). «Trayectoria histórica de la universidad colombiana». Modelo de interpretación. ICOLPE (Instituto Colombiano de Pedagogía) Bogotá. p.31 239 ARCINIEGAS, Germán. (1946). «Memorias del señor Ministro de Educación Nacional al Congreso en 1939». Imprenta Nacional Bogotá. p. 208. 22 PARRA Sandoval Rodrigo. Op.Cit., pp..65,66,72,74 y 76 237 238

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Para 1946, los discursos sobre la educación y la pedagogía en el país, se sustentaba claramente en los postulados de Dewey. Estos discursos que asignaban una función social, pragmática e investigativa a la universidad en la práctica, se expresarían en la década del cuarenta en una expansión y diversificación de los saberes impartidos en algunas universidades del país. Se da un vertiginoso impulso a nuevas carreras de corte liberal como la Economía, la Administración y la Contaduría como efecto de las urgentes demandas de la industria, y de los grupos sociales medios, bajos y populares- ya que la universidad tradicional estaba sostenida en las carreras de Medicina, Derecho, Ingeniería Civil y Humanidades, - se empieza una diferenciación curricular en correspondencia a la división del trabajo que se lleva a cabo en el sector productivo de la sociedad. Surge entonces la función económica de la educación superior, la relación entre economía, empleo y educación se hace dominante.22 Se aprecia claramente la influencia de los postulados de Dewey cuando hacía referencia a que los cambios en los métodos y programas educativos debían estar orientados a satisfacer las necesidades de la nueva sociedad industrial, es decir debían plantarse a la luz de los cambios sociales.

3.2. LA PEDAGOGÍA ACTIVA ALEMANA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA: 1928-1932

EN

LA

La Universidad de Cartagena, al igual que la Universidad Nacional también es receptiva a los postulados de la pedagogía activa. En los discursos que buscaban reformarla y hacer de ella una universidad moderna durante los años del veinte al cuarenta y seis, también se ponían de presente como condición básica para la elevación de los estudios universitarios, la adopción de los cambios señalados por la pedagogía moderna que perfilaba un estudiante capacitado en la investigación de su realidad. Durante la rectoría del pedagogo alemán Carl Glockner entre los años de 1928 a 1930 tuvo un gran impulso la fundamentación de la pedagogía activa alemana en la Universidad de Cartagena. La reforma educativa alemana buscaba fomentar el espíritu cívico y humanitario consagrado en su constitución, promoviendo una educación para todos sin privilegios de clase, de partidos ni de religiones en respuesta al ambiente social- liberal y nacionalista del momento-. De allí se explica que los fundamentos de esta misión no fuesen acogidos en un gobierno conservador y tuviese receptividad años más tarde en el gobierno hegemónico liberal de corte nacionalista de los años treinta y cuarenta. 154

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El nuevo modelo pedagógico universitario alemán unía docencia e investigación; proponía una universidad con énfasis en la investigación y con su escuela preparatoria, se fomentaba el estudio de las ciencias del espíritu como la historia, la antropología, la arqueología, la filología y la sociología. Con este nuevo modelo se proponía la formación política del estudiantado a través de un núcleo formativo introductorio conformado por estos saberes culturales. Esta orientación de la universidad alemana hacía la investigación de las ciencias del espíritu, cambiaron la imagen científico natural del mundo a fines del Siglo XIX y principios del Siglo XX, que dio paso a la orientación científico tecnológica que caracteriza a la universidad de hoy.240 Carl Glockner en el marco de la primera semana pedagógica en Boyacá en 1925, expuso los principios o fundamentos de la reforma instruccionista de Alemania como miembro de la segunda misión pedagógica, pero como una propuesta que no debía copiarse servilmente, sino de acuerdo a la realidad colombiana. En su conferencia dejó expresado con claridad el espíritu nacionalista y de investigación de la realidad social de la instrucción alemana, con fundamento en la pedagogía activa: «En Alemania el principio que mantiene incólume la unidad nacional es el espíritu que informa a la educación… es esencialmente nacionalista... la crisis que actualmente conmueve la sociedad europea como consecuencia de la gran guerra (primera guerra mundial); ha traído el cambio de sistemas educacionistas y se ha reflejado de manera intensa en la vida escolar…Se impone la necesidad de metodizar menos la educación y abrir más amplio campo a las iniciativas de los maestros a fin de no convertirlos en autómatas…En esta nueva necesidad debe basarse el sistema que requiere mayor libertad y espontaneidad en el desarrollo de las facultades». 241 Se infiere aquí claramente de la conferencia de Glockner el carácter social de la pedagogía activa de Kerchensteiner en la búsqueda de una reforma instruccionista en respuesta a las necesidades sociales del momento, tras una Müller de Cevallos, Ingrid. Op.Cit., «La lucha por la cultura». «La formación del maestro colombiano» Primera Parte. pp.16-19. 241 AUPTC Biblioteca Fondo Posada 2336 Compilación de Conferencias: Glockner, Carl.»Apuntes sobre la instrucción pública en Alemania» Quinta conferencia de la Semana Pedagógica 1.925. Págs.131,132,135. 240

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crítica al modelo tradicional que buscaba metodizar la educación. Mas tarde, en Cartagena, los escritos de la prensa, tras la posesión de Glockner en la rectoría de la Universidad de Cartagena, muestran un reconocimiento de elementos de la pedagogía moderna activa, tras una crítica a métodos de la pedagogía tradicional que se venía implementando históricamente en la universidad: «La vida espiritual casi se ha extinguido en el viejo plantel. La Universidad tiene más de monumento histórico que de docente. No porque falten las luces de algunos y muy buenos catedráticos, sino porque carecen de casi todo lo que necesita para ser una universidad. Las ciencias experimentalesla física y la química- asignaturas que hacían parte del pensum del programa de Filosofía y Letras y de la Escuela de Medicina y Ciencias Naturales se estudian nemotécnicamente, es decir con la ayuda solo de la memoria porque se carece de gabinetes de física, de laboratorios de química, porque no se posee un museo de ciencias naturales. Lo mismo pasa con la escuela de Medicina y Ciencias Naturales -más grave aún- solo se aprende conocimientos de memoria sin práctica alguna. En la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas, no existe lo que se llama hoy, en las universidades europeas el seminario; esto es; la obra de investigación científica original entre los alumnos y los profesores para estudiar los problemas del país.»242 Se deduce en este escrito, un interés por rescatar los métodos activos, el seminario y el laboratorio como instrumentos para la transformación de la universidad en un instituto de investigación de la realidad social con base en la preeminencia de los estudios prácticos de la experimentación sobre la teoría. Así en la ciudad de Cartagena las reformas de pedagogía universitaria no se planteaban de modo diferente a lo que se expresaba a nivel nacional. Las esperanzas de renovación de la Universidad de Cartagena que había depositado la prensa en la rectoría del pedagogo alemán, no estaban tan alejadas de la realidad. Glockner no prescindiría del ideario reformista de la instrucción alemana de fundamento activo, intentó orientar los estudios de la universidad hacía la experimentación, hacía la práctica, en las tres facultades que existían en ese momento en el Claustro: Medicina y Ciencias Naturales, Derecho y 242

A. H. C. «La Patria» Cartagena 10 de Febrero de 1928. No 1648. P.1

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Ciencias Políticas y sobre todo en la de Filosofía y Letras –Bachillerato- de la que fue director y profesor. En cuanto a la facultad de Derecho y Ciencias Políticas en un proyecto de ordenanza del año 1928 publicado en el periódico La Patria se intentó incorporar al pensum dividido en cuatro años,243 los estudios de práctica forense en el cuarto año, 244 con el fin de darle a los estudios una orientación más experimental. Sin embargo, en el informe de fin de año del presidente de la facultad Sebastián R. Castell,245 se nota la ausencia de este curso en el pensum y la falta de armonía del plan de estudios con el de la Universidad Nacional, que constaba de cinco años. En el mismo informe el presidente motivaba a la Asamblea Departamental de Bolívar a emitir un proyecto de ordenanza que reglamentara definitivamente la adopción del pensum de la Facultad de Derecho de la universidad Nacional; recomendando aumentar un año más los estudios de los de la Universidad de Cartagena para dictar las materias de Sociología, Hacienda Pública, Medicina Legal, Derecho Civil Comparado y Derecho Administrativo, las que incentivarían mayormente el espíritu científico en los estudiantes y así mismo, se saldaría una de las mayores preocupaciones de las directivas universitarias frente a la amenaza que había representado la centralización de los estudios universitarios en Bogotá. En respuesta a la sugerencia del presidente de la facultad la Asamblea Departamental mediante decreto número 686 del 31 de diciembre de 1928, aumentó el pensum a cinco años con el fin de unificar los programas de la Facultad con sus paralelas de Bogotá y Medellín, e incorporando nuevos cursos como los de Sociología,

243 A. H. C. Libro de Informes del Director de Educación Pública al Ministro de Educación Nacional 1.929. Informe del presidente de la facultad de Derecho de la Universidad de Cartagena, Sebastián R. Castell, al Director de Educación Pública de Bolívar Juan N. Botet Cartagena, noviembre 25 de 1928. pp.24-25. El pensum de la Facultad de Derecho estaba dividido en cuatro años y constaba de 18 cursos: PRIMER AÑO; Filosofía del Derecho, Derecho Constitucional, Derecho Romano (Primer curso), Derecho Civil (Primer curso). SEGUNDO AÑO; Derecho Civil (Segundo Curso) Derecho Romano (Segundo Curso), Derecho Canónico, Derecho Internacional Público e Historia Diplomática, Derecho Procedimental (Ramo Criminal). TERCER AÑO; Derecho Civil (Tercer Curso), Derecho Procedimental (Ramo Civil), Economía Política, Derecho Penal, Estadística. CUARTO AÑO; Derecho Civil (Cuarto Curso), Derecho internacional Privado, Pruebas Judiciales, Derecho mercantil Marítimo y Terrestre. 244 A. H. C. «La Patria» 28 de Marzo de 1928 No 1686 p. 7 245 A. H. C. Libro de Informe del Director de Educación Pública de Bolívar. 1929, Informe del Presidente de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas… 1928 p.25.

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Derecho Administrativo, Medicina Legal y Legislación de Minas.246 En este mismo decreto se contempló la instalación de una biblioteca jurídica encaminada a la preparación científica de los estudiantes y también la obligación de los alumnos de practicar en los juzgados desde el tercer año. Así comentaba este decreto el Diario de La Costa: «Se han introducido tan importantes reformas en los estudios de Derecho que beneficiarán grandemente a la juventud estudiosa y dará mayor lustre y nombradía a nuestra universidad. Cursos como los de Sociología, Derecho Administrativo, Medicina Legal, Legislación de Minas y muy especialmente Práctica Forense; son tan beneficiosas e indispensables para los que se dedican al estudio de las leyes y a las ciencias Jurídicas, que sin su conocimiento, no se puede hoy día adquirir ningún alimento en el extenso campo del Derecho. La Adquisición de una excelente biblioteca jurídica para la facultad de Derecho, es de esperarse, muy en breve, una completa transformación en los estudios de la universidad, la cual no se manifiesta únicamente en teoría, sino en los resultados con la mejor preparación científica de los jóvenes. Es de esperarse que dicha facultad sea dotada de todo lo indispensable para que desempeñe la importante misión que le toca en esta sesión de la República»247 En la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales se adoptaron medidas urgentes de reforma académicas que elevaran su nivel debido a las críticas, que desde el año de 1923 empezaron a perfilarse en torno a la calidad de sus programas, tanto en los marcos de las discusiones legislativas sobre reformas universitarias a nivel nacional, como también en los movimientos estudiantiles del interior del país. En consecuencia, se mejoraron los cursos prácticos de Anatomía que se dictaban en el Hospital Santa Clara con una mayor dotación A. H. C. Fondo Gobernación de Bolívar. Libro de Ordenanzas (Año de 1929). «Decreto No 686 del 31 de diciembre de 1928 ,Por el cual se fija el pensum de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Cartagena.» En el pensum del año 1929 aparecen las materias de Sociología, Medicina Legal, Prácticas Forense, Derecho Administrativo y Legislación de Minas. Ver también AUPTC.(Fondo Posada) Informe del Presidente de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Cartagena Sebastián R. Castell año 1929 presentado al Director de Educación Pública J.N. Botet. En Libro Memoria del Ministro de Educación Nacional al Congreso de 1930. Imprenta Nacional, Bogotá, 1930. 247 A. H. C. «Diario de la Costa» 4 de Enero de 1929 No 3454. p. 1 246

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del anfiteatro de cadáveres necesarios para el estudio de esta materia. De igual manera, se ampliaron los laboratorios con la instalación de un laboratorio de Anatomía Patológica y de Histología, anexo al anfiteatro, así como los de Bacteriología, bajo la dirección de la primera mujer que ingresó a estudios universitarios en Colombia, la bacterióloga rusa Paulina Beregoff quién al mismo tiempo desempeñó en la facultad de medicina de Cartagena el cargo de profesora de Bacteriología y Micrografía.248 Así mismo como una forma de responder a las críticas desfavorables que se tenían de la Facultad, se adoptó desde 1924 el reglamento y plan de estudios de la Universidad Nacional, se inauguraron los exámenes de revisión del bachillerato como requisitos indispensables de ingreso a los estudios de Medicina al igual que en la facultades de Derecho, se establecieron los concursos reglamentarios para practicantes internos y externos de los servicios del hospital; disectores para los cursos de Anatomía, para preparadores de los laboratorios de Anatomía, Patología, e Histología y Química Microbiológica con el fin de estimular un mejor servicio médico y de las prácticas en el hospital.249 Mediante Decreto Nº. 62 del 11 de febrero de 1929, la Asamblea Departamental fijó el pensum de la Facultad conforme al de la Universidad Nacional distribuido en seis años de estudios.250 Para esta década de 1920, la Universidad de Cartagena seguía las orientaciones de la medicina francesa bajo la cual se iniciaron las Ciencias 248 A. H. C. Informe del Director del Anfiteatro Anatómico, J. A. Caballero L., al señor rector de la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales de la Universidad de Cartagena, Rafael Calvo C., Cartagena diciembre de 1928. En libro de informe de Director de Educación Pública J. N. Botet... Op.Cit., 1.929. Pp 40,41,42. 249 A. H. C. Informe del presidente de la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales de la Universidad de Cartagena Rafael Calvo Castaño al Director General de Educación Pública J. N. Botet, Cartagena 23 de Febrero de 1929. En Informe del Director de Educación Pública J. N. Botet... Ibid. 1929 Pp 106 a la 112. 250 El pensum del año de 1929 quedó establecido en seis años al igual que al de la Universidad Nacional distribuido así: PRIMER AÑO-Anatomía(Primer Curso),Química General y Biología. SEGUNDO AÑO-Anatomía,(segundo Curso),Química Fisiológica y Patología, Fisiología, Patología General, TERCER AÑO- Bacteriología, Patología Interna, Clínica General, Clínica Dermatológica y Silifigráfica y Radium Terapia o Clínica de enfermedades de los órganos de los sentidos. CUARTO AÑO-Histología, Terapéutica y Materia Médica, Medicina Operatoria y Anatomía Topográfica, Clínica Infantil, Clínica de vías Urinarias o Clínica Ginecológica; Clínica de Enfermedades Mentales y Nerviosas. QUINTO AÑO- Patología Externa, Obstetricia, Anatomía Patológica, Clínica de Enfermedades Tropicales y Aplicaciones de laboratorio a una de las Clínicas de las Especialidades que no haya hecho en el año anterior. SEXTO AÑO-Medicina Legal y Toxicología, Higiene, Clínicas Obstétricas, Clínica Quirúrgica y Radiología, Clínica Infantil. A .H. C. Libro de Ordenanzas 1929 Fondo Gobernación de Bolívar. «Decreto No 62 del 11 de febrero de 1.929, Por cual se fija el pensum de la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales de la Universidad de Cartagena.»

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médicas en Colombia en los primeros años del Siglo XIX. Los primeros planes de estudio fueron fundamentalmente franceses, a través de los cuales se fueron filtrando la primera de la tres grandes mentalidades médicas modernas (la anatomoclínica, la etiopatológica y la fisiopatológica). Todo este doble movimiento de ideas francesas y norteamericanas se expresan en la doble actitud de importantes médicos colombianos de la primera mitad del Siglo XX, de sentirse atraídos por la nueva medicina del Norte y al mismo tiempo romper lanzas a favor de la medicina francesa y de su presencia en los pensums médicos del país. Con Abraham Flexner y sus informes sobre la educación médica norteamericana para la Carnegie Fundación en 1910, comienza el despegue de la medicina norteamericana en Colombia. A partir de estos informes se empieza un mayor énfasis sobre el aspecto práctico de las ciencias clínicas, un mayor control de los hospitales por las escuelas y facultades de medicina entre criterios académicos y administrativos; se definió que la investigación al igual que la enseñanza era función fundamental de las facultades de medicina. Todas estas reformas empezaron a discutirse en Colombia en los años 20 y poco a poco se fueron implementando en la Universidad Nacional y como vimos en la Universidad de Cartagena. Se empezaron las especializaciones de estudiantes egresados de la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales a Estados Unidos, la traída de profesores educados en ese país y muchos de los de Cartagena, visitaron los centros hospitalarios norteamericanos para informarse acerca de los avances tecnológicos en medicina y trajeron a la ciudad equipos e instrumentos para los laboratorios, desarrollándose una medicina de laboratorio para lo que se requería una mínima infraestructura que permitiese el trabajo clínico y experimental. Aparecen los primeros laboratorios en el país, como el de Santiago Samper en Bogotá sobre estudios de enfermedades tropicales en el año de 1907, el Bacteriológico de Medellín y el Químico Departamental de Antioquia en 1913, el Laboratorio Samper Martínez en 1917 y para Cartagena los ya referenciados.251 A pesar de que se dio un cambio en los pensum de las facultades superiores en la búsqueda de una orientación práctica de los estudios, los métodos de enseñanza se basaban exclusivamente en la memoria y en el imperio del texto; la cátedra magistral expresada en conferencias impartidas por los 251 MIRANDA CANAL, Néstor. (1989). «La Medicina colombiana de la Regeneración a los años de la II Guerra Mundial». En «Nueva historia de Colombia». Tomo IV. Editorial Planeta. Bogotá, pp. 257-280.

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profesores, era la norma y el estudiante debía cumplir con la función de memorizar cada uno de los contenidos recibidos o impartidos en las diferentes materias. En Medicina, gran cantidad del aprendizaje se realizaba de memoria y se recitaba, lo que no solo fue una característica del acontecer pedagógico de esta facultad durante el período de la rectoría de Carl Glockner de 19281930, sino también del gobierno liberal de Alfonso López Pumarejo 19351946. Todas las materias durante el período de estudio de 1920- 1946 estaban supeditadas a la anatomía descriptiva y debido al prestigio que había gozado esta cátedra, el estudiante debía aprender fielmente los contenidos de la producción científica del principal anatomista francés L. Testut y Latarget, así como también los textos de anatomía topográfica y descriptiva de Tilleaux y Ford. Era raro el profesor ocupado exclusivamente en la investigación, el espíritu de investigación científico era sacrificado por la búsqueda de la sabiduría y no había espacio para el escepticismo intelectual y la duda, se practicaba más bien la mística profesional y el dogma. Así describe Horacio Zabaleta Jaspe las clases de anatomía en las décadas del treinta al cuarenta, en su libro «Réquiem por un Viejo Hospital» «Las clases de anatomía fueron monótonas, los profesores eran exigentes, algunos se expresaban con dificultad; y hacían difícil las clases, estas comenzaban las del segundo año a las dos de la tarde bajo un sol abrasador en un local inadecuado, el profesor Obregón Jaraba fue al comienzo muy rígido y severo, en una clase de una hora o menos despachaba casi cien páginas de Anatomía. Comenzaba su disertación diciendo-El corazón es un órgano que tiene la forma de suela de zapato… lo demás no se le entendía. Al hablar del cerebro, la clases fueron difíciles, marcando con un palillo o mondadiente un sin numero de pequeñitos orificios por donde salían millones de filetes nerviosos, luego los cortes de cerebro era lo mas aterrador para los alumnos, no se podía engañar al profesor que sabía la materia de corazón, por eso los estudiantes de medicina de primero y segundo año tenían que leer y estudiar para pasar un curso tan estático y difícil como lo era la Anatomía por aquellos años del 30 al 1949… El texto fue el de L.Testut y Latarget con seis volúmenes que solo verlo daban ganas de vomitar; ese texto duró por varios años sin variación alguna, pesaban hasta para llevarlos a la clase y la cargadera de huesos en nuestro bolsillos hacía mas pesado el

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estudio… durante mas de cuarenta años en el Santa Clara se enseñó anatomía estática, es decir pura desde huesos de la cabeza a los dedos del pié dividiéndose en dos partes la Anatomía primera que se daba en primer año por unos doce meses ininterrumpidamente comprendía osteología, sistema muscular, sistema arterial y venoso, linfáticos, miembros superiores, miembros inferiores, articulaciones, locomoción y funciones de relación. El segundo año de medicina, aparato digestivo, intestinal, sistema nervioso central y periférico, nervios, aparato genitourinario y órganos de la reproducción, corazón y los grandes vasos arteriales…»252 Los testimonios de los egresados de Medicina del período dan muestra de la poca participación del estudiantado en el curso de las actividades pedagógicas; su acción se limitaba mayormente a responder las interrogaciones predominantemente orales a los que continuamente los sometía el profesor de una cátedra determinada en las que se ponían en juego la memorización de los contenidos de los textos guías de las materias: «Yo tengo la impresión de que la Facultad de Medicina en ese entonces era antipedagógica, era el hecho de que a uno le entregaban o uno compraba la Anatomía de L.Testut y Lataget que eran seis tomos inmensos y se lo entregaban y le decían: «Bueno ahí tiene eso, te lo aprenderás durante dos años y entonces no solamente leyéndolo, sino que concomitantemente, al mismo tiempo tienes que lo leído practicarlo en el cadáver» y eso fueron dos años de sacrificio…Los profesores lo examinaban a uno y le hacían una serie de preguntas, el muchacho las contestaba, pero entonces, se empezaba con una malicia a buscar y a rebuscar preguntas que venían grandes y pequeñas…Y ya en el examen que era sobre el cadáver cogían cualquier cosa y decían: ¿Qué es esta cosa?, a mi me pasaron por todas partes y la última fue una pregunta antipedagógica y la contesté, cogieron un corazón y me lo mostraron y dijeron ¿Qué es esto? Y yo dije la vena de Marshall y me dicen «carajo tú si estas de buenas».» Francisco Bustillo Cuevas253 ZABALETA JASPE, Horacio. (1976). «Réquiem por un Viejo Hospital». Ediciones Tercer Mundo Bogotá pp. 201-202. 253 Entrevista a Francisco Bustillo Cuevas Estudiante de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena entre los años de 1944 a 1950. 252

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«La anatomía la dábamos en tercer año; dábamos dos años de anatomía pero bien dadas, era el filtro de la U. y de pasar a los años, allí era lo que se decía que estirábamos la muerte, nosotros empezábamos 125 y terminábamos 28. Entonces estaba el doctor Franco Pareja, el doctor Obregón Jaraba, el doctor Muñoz Tilbe, grandes profesores, sabían mucha anatomía y allí estaba el filtro, con una sola pregunta bastaba para acabar con una letra. Compañeros que comenzaron conmigo, leían y se aprendían hasta las letras pequeñitas de los textos y eso valía como pregunta. Se evaluaba con una tesis, las tesis se sacaban, y era posible que las tesis continuaran de estudiante a estudiante hasta ser respondida correctamente. Esa forma de examen era bastante rígida, triturante y agónica…» Apolinar Hoyos Fortich254

«Las materias mas pesadas era la anatomía y la anatomía era para entonces básica en la Medicina, eran unos tomos enormes, el profesor Cortina que era de Barranquilla, creo que se sabía de memoria todos los tomos de L.Testut y Latarget, eso muy pesado y nos dedicábamos a estudiarla por que el que perdía una anatomía, perdía un año, eso es lo peor recuerda uno, el miedo al examen de anatomía, nos decían: «Coja usted un huesito y oriéntelo» eso era un martirio, un calvario, esa era la clase de anatomía que se hacía allá en el anfiteatro, eso eran unas mesas de material con el muerto allí encima la mayor parte de las veces no había cadáveres para hacer examen y entonces uno después de hacer esa parte teórica hacía un examen. Habían de 8 a 10 estudiantes trabajando sobre el mismo cadáver, uno en la cabeza, otro en las piernas y otro en los pies, eso era terrible.» Alberto Zabaleta255

De igual manera en los estudios de Derecho, el método seguido en la enseñanza eran las conferencias magistrales y los alumnos solían tomar apuntes o aprender de memoria los contenidos de los textos asignados por cada profesor: Entrevista a Apolinar Hoyos Fortich. Estudiante de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena entre 1943-1949. 255 Entrevista a Alberto Zabaleta, estudiante de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena entre 1942-1948. 254

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«Fundamentalmente la cátedra la desarrollaba el profesor con una exposición oral que uno muchas veces cuando el texto no existía tomaba los apuntes y uno llevaba su cuaderno con esos apuntes para recordar, lógicamente ahí se practicaba la memoria…» Roberto Mordecay Marrugo.256

«…eran conferencias orales que ellos dictaban y nosotros tomábamos apuntes, ellos dictaban su conferencia y por lo general los exámenes en la mayoría eran orales…» Antonio Vélez257

En la Facultad de Filosofía y Letras fue donde más se sintieron los aires de reformas emprendidas durante la rectoría de Glockner. Esta preocupación de Glockner por la Facultad de Filosofía y Letras obedece a los motivos por los cuales fue contratado en el año de 1923 como miembro de la segunda misión pedagógica alemana para emprender las reformas de las Escuelas Normales del país. Con motivo de los resultados desfavorables de la Facultad durante los exámenes de revisión de finales de 1927 y que mereció la descalificación para la Universidad, Glockner en su informe de labores del año de 1928,258 demostró que uno de los principales factores de la baja calidad académica de los estudios, era la persistencia de la pedagogía tradicional, de «el maestro dictador» del «imperio del texto» que obstaculizaba cualquier capacidad creativa o de trabajo espontáneo en el alumno, sugiriendo la necesidad de adoptar el método activo como «esencia fundamental para despertar la actividad del alumno y capacitarle para el trabajo espontáneo». De esta manera se refería a los tropiezos de la aplicabilidad de la pedagogía moderna activa en los estudios de la Facultad: «Entre los escollos con que tropieza la aplicación del método activo, el primero es el mismo profesor, que, con el Entrevista a Roberto Mordecay Marrugo Estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad de Cartagena entre los años de 1942-1948. 257 Entrevista a Antonio Vélez estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad de Cartagena entre los años de 1944-1948. 258 A. H. C. Informe que el Rector de la Universidad de Cartagena Carl Glockner rinde al Director de Educación Pública del Departamento J. N. Botet Cartagena. Diciembre 6 de 1928 En libro de Informes del Director de Educación Pública J. N. Botet... Op.Cit., 1929 pp. 3-11. 256

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derecho continuo al uso de la palabra, con sus preguntas auxiliares frecuentes, con su ayuda acostumbrada fácilmente quita al alumno la posibilidad de desplegar su propia iniciativa, de contestar en un conjunto de proposiciones y de aprender y descubrir algo por sí mismo, aún cuando sea cometiendo primero errores que después el mismo busca y corrige. Es otro obstáculo del método activo el abuso del texto. Seguramente, el curso avanza con mas prisa, si el profesor en lugar de exponer él mismo la materia o de dirigir la investigación colectiva, anuncia sencillamente: «La próxima lección, el capítulo 42». Seguramente, el alumno siente menos dificultades, si en lugar de laborar él mismo su reacción geométrica p. e., ya la encuentra hecha en el autor. Pero no es nuestro fin de avanzar ligero y cómodamente, sino entrenar a los alumnos en un trabajo metódico, constante e inteligente. El suscrito no va tan lejos como aquellos pedagogos que quieren derogar todo texto, pero si lo cree indispensable que el texto impreso no sea el único instrumento de aprendizaje en manos del alumno, sino que éste se elabore su texto personal, con mapas especiales, datos estadísticos, dibujos, teoremas, construcciones, resoluciones de problemas, resúmenes de experimentos y observaciones, todo ordenado científica y pedagógicamente, según el progreso diario de la clase. Un tercer escollo semejante al anterior, es la creencia, aún bastante difundida, de que el oír con mayor o menor atención y el contestar es la verdadera actividad escolar. Bueno en sí, este procedimiento oral entre nosotros demasiado comentado por el reglamento, obligatorio para los exámenes, impuesto forzosamente por la falta en los salones de pupitres necesarios para trabajos escritos, vuelve a ser ineficaz por su uso unilateral.»259 Los fundamentos de la pedagogía activa se expresan claramente en sus argumentaciones que buscaban perfilar un estudiante hacía el trabajo espontáneo, hacía el trabajo manual del que hablaba Kerchensteiner, de la creatividad científica del estudiante a partir de su propio trabajo. Llamaba la atención de estimular la experimentación en las diferentes cátedras: Gramática, Historia, Geografía, geometría etc.:

259

Ibid. pp. 6-7.

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«En el porvenir debe establecerse como regla general que los alumnos no aprendan solamente su gramática, sino que se ejerciten como lo principiaron en algunos cursos, en composiciones, dictados ortográficos frecuentes, traducciones escritas del y al idioma extranjero, resolución escrita de los problemas diarios, etc. Interesante era para el suscrito cómo a pesar del consabido perjuicio contra el trabajo manual los alumnos más inteligentes de geometría estudiaron cuerpos y figuras fabricándolos de madera y cartón; y como ellos colaboraron con sumo interés en la organización de los gabinetes, como observaron y experimentaron en los laboratorios y en la naturaleza». En el año de 1929 bajo su rectoría, los estudios se establecieron de conformidad con la disposición nacional de un bachillerato técnico y clásico; el primero comprendería cuatro años de estudios para la enseñanza general o preparatorios al bachillerato común y el segundo, tres años, llamado también bachillerato de especializaciones en Humanidades y Ciencias Exactas; creando para esta última sesión, el séptimo año de estudios- de acuerdo como lo había propuesto la segunda misión pedagógica alemana en el proyecto de ley de 1925. Así registra Glockner en su informe de labores del año de 1928 la organización de los estudios:

«LA ORGANIZACIÓN DE LOS ESTUDIOS. 1929 se caracteriza por la creación del séptimo año de estudios. Sin entrar en un análisis de las distintas modificaciones, me limito a insertar el nuevo plan de estudios: a) Años Primero y Cuarto. Preparatorios al bachillerato común. Primer año-Religión I, Castellano I, Aritmética I, Geografía Patria y Ortografía. Segundo Año-Religión II, Castellano II, Aritmética II, Geografía Universal, Historia Patria I, Cívica y Urbanidad. Tercer año-Inglés I, Álgebra I, Geometría I, Contabilidad, Historia Patria II e Historia Universal I Cuarto Año-Inglés II, Francés I, Álgebra II, y Geometría II (Alternadas).

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b) Años Quinto y Séptimo. Preparatorios al bachillerato de Especializaciones. Quinto Año-Cursos comunes para todos. Castellano III, Filosofía I (Lógica, Sicología Experimental),Francés II. Cursos Especiales. Latín I (Para los estudiantes a Derecho y Medicina), Física I (Medicina e Ingeniería), Álgebra III (Ingeniería). Sexto Año-Cursos comunes para todos: Castellano IV (Literatura y Elementos de Retórica) Apologética. Cursos Especiales: Latín II (Derecho y Medicina),Francés e Inglés III (Derecho y Medicina), Filosofía II (Sicología Racional, Metafísica, Cosmología, Derecho) Física II (Medicina e Ingeniería).Química I (Medicina e Ingeniería) Geometría III (Ingeniería). Séptimo Año-Cursos Comunes: Historia Natural (Biología). Cursos Especiales: Latín III (Derecho y Medicina), Francés e Inglés IV(Alternados: Derecho y Medicina) Filosofía IV (Teodicea, Ética, Repaso de Derecho), Historia III (Derecho), Química II (Medicina e Ingeniería), Trigonometría, Geometría Descriptiva, Dibujo (Alternado, Ingeniería). «260

En esta nueva organización de los contenidos de los programas de la Facultad se nota la influencia del Gimnasio Humanista Alemán dado el énfasis en las Ciencias Humanas y Exactas en la búsqueda y fomento en el estudiante de un espíritu humanista y científico, para dotarlo de una serie de herramientas o hábitos necesarios para su formación profesional; ya que a través del estudio de los idiomas, la filosofía, la historia y las matemáticas el alumno podía desarrollar un proceso lógico de razonamiento, de exactitud y veracidad. Así lo testimonian estudiantes de la época. «… yo fui un lector furioso, leía a Víctor Hugo, a Rodó, a Milton, a los literatos de la época, no había obligación de parte de los profesores para que los estudiantes leyeran, excepto por ejemplo en la clase de Retórica. Leíamos los textos de la carrera, textos europeos sobre todo de autores italianos y franceses. Leíamos también en francés y latín. Se enseñaba a través de conferencias...» (Patricio Villalba Verbel Egresado Facultad de Filosofía y Letras en 1932)261 260 A. U. P. T. C. Informe del Rector Carlk Glockner sobre la marcha de la Universidad de Cartagena en el año de 1929.Presentado al ministro de Educación Nacional. En Memoria del Ministro de Educación Nacional al Congreso de 1.930.Imprenta Nacional-1930-Bogotá pp 113 y 114. 261 Entrevista Patricio Villalba Verbel. Estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cartagena entre 1927 a 1932.

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«Nosotros tuvimos materias como el Latín, el Francés bastante dominados, y la literatura española, inglesa, la historia que se estudiaban con mucha profundidad... La calidad de la enseñanza de idiomas era casi perfecta en ese tiempo, salí del bachillerato con buen dominio del inglés, del francés y del latín. Salí hablando inglés y eso me ha servido toda la vida.» (Lino Betancourt Villadiego Egresado Facultad de Filosofía y Letras en 1938)262 La lectura e interpretación de los clásicos extranjeros (griegos y romanos) tanto en Filosofía como en Historia, podían conducir al estudiante por sí solo a trabajar los problemas del Estado y la cultura y posibilitaban así mismo un modo de enseñanza científica, es decir objetiva, sobre las tareas del Estado y las obligaciones de los ciudadanos de acuerdo a los principios prácticos y sociales que orientaba el Gimnasio Humanista Alemán.263 Los efectos de este modelo orientado hacía el ejercicio de la realidad social se expresa claramente en el testimonio del egresado Lino Betancourt, ya que su formación en la Facultad de Filosofía y Letras le dio la fundamentación para su ejercicio profesional como profesor de idiomas de diversas instituciones de nivel secundario y superior y como miembro fundador de institutos de idiomas como el Centro Colombo Americano y la Asociación de profesores de Inglés a nivel nacional. Glockner para lograr una orientación práctica de la enseñanza de la Historia y de la Geografía, adquirió para la biblioteca mapas modernos de Historia Antigua y Moderna, obras literarias y textos sobre las distintas materias. Igualmente, estableció una pequeña estación Meteorológica para el entrenamiento de los alumnos en la observación de la naturaleza y que prestara también buenos servicios a la navegación. 264Estimuló el espíritu de investigación entre los estudiantes, estableciendo conferencias semanales realizada por ellos mismos sobre temas científicos o de actualidad que luego debían estimular la edición de una revista estudiantil, fomentó sus inclinaciones literarias y artísticas con la creación de clubes literarios. Entrevista Lino Betancourt Villadiego, Estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cartagena. 1931-1938. 263 Este era el de la concepción de la escuela preparatoria que proponía Kerchensteiner, basada en un conocimiento de las Humanidades y de las Ciencias Exactas, como hábitos necesarios para la formación profesional del estudiante que le creara métodos de trabajos serios y una actitud positiva para el trabajo, es decir que relacionaran al estudiante con la vida práctica. Müller de Cevallos, Ingrid. Op.Cit. p 34. 264 A. U. P. T. C. Informe del Rector Clark Glockner sobre la marcha... 1.929 Op. Cit., P 116 262

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Reformó el sistema de evaluación sugiriendo a la secretaría de educación departamental y al Ministerio de Educación Nacional el establecimiento de pruebas escritas mensuales y finales junto a la tradicional evaluación oral, «ya que esta no podía demostrar por si sola toda la capacidad científica del estudiante»265; incluso la puso en práctica sin existir una previa reglamentación para ello, por haber tenido receptividad esta propuesta en la Asamblea Departamental que apoyaba el proceso de modernización de la Universidad de Cartagena en estos años.266 Dotó a esta Facultad de gabinetes para el ejercicio práctico de las materias de Física y Química con el objetivo de fomentar el espíritu de investigación, no solo por los experimentos del profesor, sino por los propios trabajos del alumno, 267 -así como lo había contemplado Kerchensteiner: «Llegar en el laboratorio por medio de la observación y el manejo de las cosas mismas a la reflexión y al concepto, perfeccionar al máximo la inteligencia del alumno, darle cualidades indispensables para su futuro trabajo o profesión, para el desarrollo de su individualidad ética y su participación.»-268 Los testimonios de los estudiantes de estos años, así lo demuestran: «Tuvimos como profesores de física a José Egel y Julio H. Espinosa, en química Raúl Vargas Vélez y Arístides Paz Viera con buenos laboratorios de física y química que había dejado la segunda misión alemana»269 Durante la administración de Glockner también se plantearon proyectos de creación de nuevos programas académicos. Empezó a funcionar en 1928 una Sección Especial de Comercio establecida en dos años de estudios, que más tarde se pretendió convertir en una Facultad de Comercio anexa a la Universidad de Cartagena, según Decreto 126 del año de 1927. Esta sección, tendría como finalidad formar un personal idóneo para trabajar en el área del comercio en la ciudad, cuyas clases serían fundamentalmente técnicas y girarían Ibid. p. 115 A. H. C. «Diario de la Costa» 16 de Abril de 1929 Nº 3521 p. 8 Sobre la Universidad de Cartagena. Exposición de motivos(del dignatario de la Asamblea Pedro Castilla Pineda) 267 A. U. P. T .C. Informe del Rector Carlk Glockner .Op.Cit., p.115 268 MULLER de Cevallos, Ingrid. Op. Cit., La Lucha Por la Cultura...Tomo I Pág. 37. 269 Entrevista Lino Betancourt. Op. Cit., Cuando Betancourt se refiere a la segunda misión pedagógica alemana, quiere hacer referencia a la rectoría de uno de sus ex miembros, Carl Glockner. 265 266

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en torno a las siguientes materias: Contabilidad y Aritmética Superior (alternadas), inglés y Correspondencia Comercial combinada con Ortografía (alternadas) y Mecanografía y Taquigrafía (alternadas).270 Para 1931, se elevan los estudios a tres años y se determina el pensum271 que debía regir en dicha sección involucrando nuevas materias relacionadas con el comercio, la banca y la carrera consular, necesarias para las actividades comerciales de la ciudad tales como: Contabilidad Mercantil para segundo año, que comprendía la enseñanza de la organización y sistemas modernos de contabilidad de las distintas clases de compañía, uso del contómetro, registradoras de dineros, de entradas y salidas de empleados y sistemas en actual uso de archivadores y formularios; para el tercer año, Geografía Comercial de Colombia, Derecho Mercantil; y en la contabilidad se incorporaron enseñanzas sobre organización de empresas industriales, transportes, tarifas, reglamentos consulares e impuestos marítimos.272 Por razones de orden económico, la dirección de Educación Pública y la Gobernación se vieron en la obligación de suprimirla, sin todavía lograr la categoría de facultad, de lo que solo tenía la denominación. Los problemas económicos que presentó desde su fundación para su funcionamiento debido a la precariedad del tesoro del departamento terminó por suspender sus actividades mediante el Decreto Número 3 del 1º de marzo de 1932. De igual manera se promovió la apertura de una Facultad de Ingeniería mediante Ordenanza No 69 del año 1929, empezó a funcionar en 1930 con un año preparatorio o primer año con énfasis en Matemáticas y Física273; A. H. C. Informe del rector de la Facultad de Comercio Constantino Pareja G. Universidad de Cartagena Diciembre 15 de 1.928 dirigido al director de Educación Pública J. N. Botet. En Informe del Director de Educación Pública de Bolívar...1.929 Op.Cit., p.32 271 El pensum de la Facultad de Comercio quedaría dividido en tres años: PRIMER AÑO (Cursos alternados): Contabilidad Mercantil (Primer curso), Ejercicios de Castellanos y Ortografía combinados, Aritmética Comercial (Primer curso), Inglés (Primer curso) y Mecanografía. SEGUNDO AÑO (Cursos alternados): Contabilidad Mercantil (segundo curso que comprende la organización y sistemas modernos de contabilidad de las distintas clases de compañía. Uso del contómetro, registradora de dinero, de entradas y salidas de empleados y sistemas en actual uso de archivadores y formularios comerciales), Inglés (segundo curso), taquigrafía (primer curso), correspondencia comercial, combinada con mecanografía, aritmética comercial (segundo curso). TERCER AÑO (cursos alternados) Contabilidad (tercer curso), Inglés (tercer curso), taquigrafía (segundo curso) combinada con mecanografía, Geografía Comercial de Colombia y Derecho Mercantil. A. H. C. «Gaceta Departamental» 13 de marzo de 1.931 Número 6.116 P 3.Sección de Dirección de Educación Pública. Decreto Número 67 por el cual se dictan algunas medidas relacionadas con la facultad de Comercio de Cartagena. 14 de Febrero de 1931. 272 A. H. C. «Gaceta Departamental» 13 de marzo de 1931 No 6116. Sección de Dirección de Educación Pública. Decreto No 67 «Por el cual se dictan algunas medidas relacionadas con la facultad de Comercio de Cartagena». 14 de Febrero de 1931. 270

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acogiéndose al reglamento y plan de estudios de la Facultad de Matemáticas e Ingeniería, de la universidad Nacional, sin embargo, las actividades de la facultad no pasaron del primer año o curso preparatorio debido al poco número de estudiantes que ingresaron. De los cuatro que se presentaron a cursar los nuevos estudios, dos se retiraron antes de culminar el año lectivo.274 Al año siguiente la Facultad no figuraba dentro de los programas de la Universidad. Con iguales resultados infructuosos que la Facultad de Comercio se ordenó la creación de una Facultad de Ciencias Educacionales por medio de la Ordenanza número 20 del 14 de abril de 1931275, el motivo de este proyecto de ordenanza fue el cierre de la Escuela Normal de Institutores de Cartagena como decisión del gobierno nacional de clausurar las escuelas normales del país, en vista de la imposibilidad absoluta de sostenerlas. El Gobierno Departamental, dado la escasez de maestros graduados sugirió la posibilidad de que por medio de esta nueva facultad, anexa a la de Filosofía y Letras se continuara con la formación de los maestros para «la enseñanza y educación de los niños en las escuelas inferiores».276 Se pensó que el pénsum de la facultad de Ciencias Educacionales debía ser confeccionado de acuerdo con el de la Escuela Normal de Tunja que dirigía el pedagogo alemán Julio Sieber. Este proyecto no se hizo realidad debido a la precariedad del departamento para su sostenimiento. De manera que, la apertura de nuevos programas en la Universidad de Cartagena durante finales de la década del veinte y principios del treinta, se vio truncada por la falta de financiación por parte del Gobierno Departamental. Los dos alumnos que cursaron el curso preparatorio fueron Pedro A. Manotas y Julio S. Mendoza; en cuyos cursos vieron las siguientes materias: Aritmética, Álgebra, Geometría y Trigonometría, Física y Laboratorio, Química y Laboratorio, Aritmética Analítica y Comercial, Geometría Descriptiva, Mecánica Elemental. Ver en informe del señor director de la Facultad de Ingeniería A. Nordio. Febrero 5 de 1931 al señor Director de Educación de Bolívar. En libro memoria que el director de Educación Pública de Bolívar presenta al señor gobernador del Departamento con motivo de la Asamblea Oficial en el año de 1931. Cartagena Departamento de Bolívar Edición Oficial pp. 10-11. 274 A. U. P. T. C. Fondo Posada. Informe del señor Director de la Facultad de Ingeniería A Nordio. Ibid. pp. 9- 10. 275 A. H. C. «Gaceta Departamental». 2 de mayo de 1931 N 6153. «Ordenanza No 20, Por la cual se crea la Facultad de Ciencias Educacionales de la Universidad de Cartagena». 14 de Abril de 1931. 276 A. U. P. T. C. Informe del señor Director de la Escuela Normal de Institores de Cartagena Luis R. Caparroso F. al señor Director de Educación Pública del Departamento de Bolívar año de 1930. En memoria del Director de Educación Pública de Bolivar…año de 1931, y ver también Informe del Rector de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cartagena José Ulises Osorio a la Gobernación del Departamento, sobre las tareas del año lectivo de 1932.( Entiéndase aquí por rector el Director de la Facultad y que al tiempo ocupa el cargo de Rector General de la Universidad de Cartagena). 273

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Las labores por reformar a la Universidad de Cartagena durante la rectoría de Glockner se interrumpen a principios del año de 1930 con motivo de la Ordenanza número 28 del mes de Abril, que estableció en su artículo número 6 «que para ser rector de la Universidad de Cartagena, se requiere ser colombiano», y en su artículo número 13 crea «El puesto de director y organizador técnico de la Universidad de Cartagena, para todo el tiempo suficiente, para terminar la duración del contrato celebrado por el doctor Carl Glockner con la asignación mensual de $400,00»277. Debido al contenido de los artículos de esta ordenanza Glockner se ve obligado a renunciar, en medio del descontento de la opinión pública y de la comunidad académica (estudiantes y profesores),278 y asume para efectos del término del contrato celebrado con la Gobernación el cargo de Asesor Técnico de la Universidad y de las Escuelas Normales de la ciudad.279 Desde su nuevo cargo presiona por avanzar en proyectos que se vieron interrumpidos como la autorización al Consejo Directivo de la Facultad de Filosofía y Letras de reglamentar los exámenes orales y escritos; la emisión de la revista de la Universidad publicada por la imprenta del departamento bajo la dirección del secretario de la Facultad de Filosofía y Letras.280 Después de la rectoría de Glockner las ideas de modernización pedagógica permanecieron en el claustro universitario; en las siguientes rectorías de Raúl H. Vélez, Fernando de la Vega y José Ulises Osorio, en el curso de los años de 1930 a 1932, en la Facultad de Filosofía y Letras; en 1933 el pensum es cambiado por el poder Ejecutivo reemplazando el bachillerato de Especialización por los de «una cultura general para todos los bachilleres cualquiera que sea la profesión que hayan de seguir» y quedó distribuido en seis años de estudios.281 Se establece así mismo, un examen de cultural general como requisito indispensable para adquirir el titulo de bachiller e ingresar a estudios superiores por decreto nacional número 1487 de 1932 y por Resolución Ministerial No 167 de 1933.282

A. H C. (Fondo Gobernación). Libro de Ordenanzas y Resoluciones del año de 1930 «Ordenanza Nº 28 de 1930». 278 A. H. C. «La Patria» 30 de Abril de 1930 Nº 2295. 279 A. H. C. «Gaceta Departamental». 15 de Mayo de 1930. Nº 5876. Decreto Nº 101(Dirección de Educación Pública). 280 A. H. C. «Gaceta Departamental».18 de Junio de 1930. Nº 5903. 281 A. U. P. T. C. Informe del Director de Educación Pública José V. Hernández a la Gobernación del Departamento de Bolívar Cartagena marzo 10 de 1933. p. XIII 282 A. H. C. «Gaceta Departamental» 23 y 24 de Febrero de 1933. Nº 6676 y 6677. 277

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Se continúa con el discurso de orientación empírica o práctica de los estudios generales, se fortalecen los sentimientos de civismo, de trabajo y de actividad en la formación del educando, se mantuvo la dotación de los laboratorios de física y química y el gabinete de Biología de la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales y de la Facultad de Filosofía y Letras,283 se promueve la diversificación de los programas de la Universidad en respuesta a la economía del Departamento centrada en la agricultura, ganadería y comercio, para acabar con el sistema tradicional de facultades; también se busca fomentar la enseñanza técnica para los bachilleres que egresan y disminuir incluso el número de éstos que no reportan beneficios para el desarrollo económico del departamento, e impulsar la formación de mecánicos en agricultura, comercio y veterinaria. Con relación a la diversificación y tecnificación de la enseñanza universitaria se refería el director de Educación Pública del departamento José Vicente Hernández en su informe al gobernador en 1933: «Sería mejor para el pueblo bolivarense que se disminuyera el número de bachilleres y que empezara a producirse un buen número de mecánicos como agricultores, comerciantes, veterinarios, forjadores y de personas idóneas en la industria pecuaria, y que los alumnos que hacen cuatro y cinco años de literatura y aún los rechazados en los exámenes de revisión para ingresar a las facultades profesionales no quedarán como personas inútiles que después tienen que tender a la burocracia, la politiquería, y que engreídos por haber estado en la Universidad con cuello parado y medias de seda, vueltos a sus casas tiene como desdoro dedicarse a la agricultura, a curar los ganados de sus padres, mejorar la raza, pues no llevan conocimientos prácticos de la vida porque actualmente, con la organización unilateral que tiene la Universidad no pueden adquirirlos.»284 Aquí se deduce claramente la función social y económica que debía cumplir la Universidad tras el fomento de estudios basados en las necesidades del departamento, respondiendo a la dinámica del proceso de modernización económica que se registraba para éstos años, sin embargo los comentarios de A. U. P. T. C. Informe del Rector de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cartagena año 1932.Op.Cit. p. 13. 284 A. U. P. T. C. Informe del Director de Educación Pública de Bolívar al Gobernador del Departamento en 1932. José Vicente Hernández. p. 23. 283

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Vicente Hernández a la gobernación del departamento no pasaron de simples recomendaciones porque en la práctica, al menos en la Universidad de Cartagena, solo se dio la apertura de la Escuela de Comercio y los otros dos programas técnicos por él recomendados – agricultura y veterinaria- estuvieron ausentes de la oferta de estudios superiores en estos años.

3.3. LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA ENTRE LA PEDAGOGÍA TRADICIONAL Y LA PEDAGOGÍA MODERNA EN EL MARCO DE LA REFORMA UNIVERSITARIA DE LA LEY 68 de 1935. En cumplimiento de la Ley 68 de 1935, que pretendió la unificación de las universidades colombianas y le asignó una función social y pragmática a la universidad, se trataron de ejecutar una serie de reformas al interior del Claustro universitario de Cartagena, los discursos de estudiantes, directivos y de la administración departamental que abogaban por cambios crearon el ambiente propicio para la reforma. La diversificación de los saberes o programas educativos, la unificación de los pensum de los programas existentes y los cambios en los métodos de enseñanza que fueron señalados en los contenidos de la Ley, que venían discutiéndose desde los años veinte, empezaron a ser objetos de preocupación en la Universidad de Cartagena, más cuando la calificación de sus programas dependía del cumplimiento de la normatividad señalada por el Gobierno Nacional y verificada a instancias del ministerio de educación pública. Los resultados desfavorables de los exámenes de revisión del año de 1935, que conllevaron a la descalificación de la Universidad de Cartagena por el Ministerio de Educación Nacional, crearon en el un clima de aguda crisis intelectual y avivaron la necesidad de emprender una reforma pedagógica que hiciera de la institución «un hogar moderno y completo», dotado de un mobiliario adecuado, de biblioteca y laboratorios que incentivara la investigación en profesores y en estudiantes; una reforma pedagógica que abandonara la pedagogía tradicional del imperio del texto; y se orientara la labor pedagógica hacía la realidad social sobre la cual actuarían los profesionales universitarios. Así se refirió en su informe del año 1935 el director de Educación Pública de Bolívar, Jesús Torres Delgado al Gobernador del Departamento:

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«...es indispensable que allí(La Universidad de Cartagena) haya mobiliario adecuado y hermoso, salones de lectura confortables y abastecidos de obras que despierten la curiosidad mental de los alumnos y favorezcan las inclinaciones investigadoras de los profesores, laboratorios que permitan la enseñanza integral de las ciencias que se fundamentan en la observación, centros de recreo y distracciones honestas que aparten al alumnado de la vía pública, en donde pierden el tiempo y caen en lamentables excesos. En cuanto a los sistemas de enseñanza es indispensable abandonar la vieja costumbre libresca que amengua las facultades mas elevadas del espíritu... las universidades modernas hacen la debida separación de los tres aspectos que la constituyen: la Enseñanza profesional, la extensión universitaria que ha de enlazarlas en la sociedad donde actúan y la investigación que está destinada a ensanchar el radio de la sabiduría humana. Nuestra universidad, no solo ha carecido de los dos últimos aspectos, sino que ha venido cumpliendo mal su elemental papel de la formación de los profesionales. Es inaplazable ya enderezar los malos hábitos adquiridos que dan como resultados desastrosos la impreparación a que hemos hecho alusión al principio de este capítulo»285 El impulso a la extensión universitaria y a la investigación se constituyeron en el centro de la reforma pedagógica; los que interpretaban como elementos identificatorios de la universidad moderna, que se habían puesto en práctica en países que habían avanzado en una modernización de sus instituciones universitarias como Alemania, Estados Unidos, Uruguay y México. La extensión universitaria debía promoverse a través de un sistema de conferencias de la universidad para el pueblo que forjara una íntima relación entre universidad y sociedad; mientras que la investigación, debía fomentarse a través de los institutos o seminarios de investigación, de experimentación y centros de discusión de los problemas regionales y nacionales; es decir, a través de laboratorios o seminarios en los que se versara sobre la realidad nacional. Se advertía la primacía y la urgencia de los métodos activos señalados por la pedagogía moderna para cambiar el rumbo académico de la institución 285 A. U. P. T. C. Fondo Posada. Informe director de Educación Pública Gabriel Torres Troconis al Gobernador del Departamento de Bolivar Napoleón Franco Pareja 1935. Cartagena. Departamento de Bolivar pp. XXV-XXVI.

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y hacer de ella un centro moderno de educación superior que respondiera a las necesidades sociales; en el mismo informe del director de Instrucción Pública Gabriel Porras Troconis, se citan como ejemplo a seguir la orientación pedagógica de los países citados: «Meditemos un poco sobre las palabras de Alfredo Colmo en un estudio sobre la educación en los Estados Unidos: «Recuerden ustedes lo que en ese país ha entrañado y es la educación, no ahora sino desde los primeros tiempos de la Colonia. En ella se contiene, probablemente, la sugestión más intensa que ha obrado en el alma norteamericana, al extremo de parecer en ciertos aspectos una idea fija, casi una manía. La escuela pública, «el College», la universidad, son instituciones básicas, primordiales en la aldea, la ciudad y el condado. Allí no se concibe la convivencia sino sobre la base de la mas decidida fecundación espiritual del hombre. Así puede explicarse las circunstancia, entre muchas otras, de que los Estados Unidos hayan llegado a tener casi un millar de universidades.».286 De igual manera Porras Troconis sugiere, la necesidad de crear seminarios o institutos en los programas existentes de Medicina, Derecho y Filosofía y Letras en los que se inicie a la universidad, en la era de la investigación siguiendo los ejemplos de Uruguay y Estados Unidos: «En cuanto a la investigación, deber imperioso es el de establecerla, aún cuando sea apenas en forma rudimentaria, si anhelamos que la Universidad merezca el nombre de tal. Universidad donde no se investiga no es universidad, ha dicho el gran físico Ramsay. Mas como esta fase universitaria si reclama un costo crecido, podría por ahora atenderse solo a ciertos aspectos de ella: En la facultad de medicina, crear un seminario o un instituto que inicie nuestra universidad la era de la investigación. El Uruguay comenzó con la creación del Instituto experimental de Higiene, que desde su inauguración prestó y ha seguido prestando importantísimos servicios al país; mas tarde, por la iniciativa del doctor Eduardo Acevedo, rector 286

Ibid. p. XXX.

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de la Universidad de Montevideo se crearon los Institutos de Anatomía, de Química y de Fisiología. Nosotros no podemos aspirar a tanto y quizá solo convendría pensar por ahora en el segundo y cuando más el tercero, sobre bases sencillas de ensayo. Lo esencial es dar el primer paso. Los otros vendrán como natural consecuencia de aquel». En la Facultad de Derecho podría establecerse un Instituto de Ciencias penales y en la de Literatura y Filosofía, el de Etnología a semejanza del que funciona en la Universidad de Tucumán.287 Este era el espíritu de los discursos de reforma a la pedagogía universitaria que se defendía a finales de los años treinta; pero una cosa era el discurso y otra era la realidad del claustro universitario. Al iniciarse la década del cuarenta, la situación académica de la Universidad no mejoró. Los exámenes de revisión del año cuarenta y uno continuaban registrando resultados desastrosos con la consecuente descalificación de la institución por el Ministerio de Educación Nacional; a la falta de renovación de los métodos de enseñanza se sumaron otros argumentos como causa del bajo nivel académico. Un movimiento estudiantil suscitado desde la Facultad de Derecho señaló como un factor que agravaba la situación académica de la institución la falta de autonomía de la Universidad y la influencia local y oficialista que por medios burocráticos trastornaba el devenir académico de la institución con el nombramiento de profesores o docentes mediocres y pésimos; la prensa local también se pronunció en éstos años atacando la indiferencia del Gobierno nacional y local en la nivelación de los planes de estudio de la Universidad con los de la Nacional tal como lo había señalado el Ministerio Nacional -según la Ley 68 de 1935- lo que le mereció su descalificación en el año 1941. Otras de las causas del bajo rendimiento académico de la universidad que aducían tanto la prensa como el estudiantado, era la falta de un auxilio económico constante e importante para la universidad de parte del gobierno departamental; que afectaba la dotación de las bibliotecas y de los laboratorios necesarios para el fomento del espíritu de la investigación. En medio de la crisis académica consideraban que era necesario estimular una mayor 287

Ibid. p. XXIX.

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vinculación de la universidad con la realidad social, era necesario cumplir con la función social de la educación superior a través del estímulo de actividades de extensión universitaria como excursiones estudiantiles por el país, diarios de observación por los estudiantes, apertura de la universidad a conferencistas nacionales y extranjeros y la promoción de grupos literarios y departamentos experimentales en la institución. Como efectos de la presión generalizada por una reforma de la pedagogía universitaria dentro de los fundamentos de la Ley 68 y las bases de la pedagogía moderna activa; desde la asamblea departamental y las autoridades universitarias, se emitieron una serie de reglamentaciones a través de las cuales se buscó un acercamiento con la realidad social. Sin embargo, estas reglamentaciones también estuvieron mediatizadas por el espíritu de la Ley 39 de 1903 que había otorgado autonomía a las universidades departamentales y las había colocado bajo la protección y sostenimiento del gobierno departamental. Ese seguimiento de dos legislaciones contradictorias, la Ley 39 y la Ley 68 en la Universidad de Cartagena, demuestra las ambigüedades de las legislaciones del gobierno liberal en lo que respecta a las universidades departamentales; pues por un lado se les preserva la autonomía a través de la Ley 39 y, por otro lado se les reprime con la ley 68 que exige a estas universidades realizar las reformas que se adopten en la Nacional.288 De estas ambigüedades se deduce las disparidades y desfases entre los cambios operados en la Universidad Nacional y en las universidades departamentales; adquiriendo en estas últimas un ritmo más lento y condicionado por las presiones del gobierno nacional y por otra parte, por las debilidades fiscales del gobierno departamental encargado de su funcionamiento.

288 A. H. C. «Gaceta Departamental» 17 de agosto de 1939 No 7094. Sección de Dirección de Educación Pública. Decreto No 109 reorgánico de la Universidad de Cartagena del 27 de junio de 1939. «El Gobernador del Departamento considerando: 1º Que por artículo 8 de la Ordenanza número 22 del presente año la Asamblea Departamental autorizó a la Gobernación para reorganizar a la Universidad de Cartagena fundándose en las leyes, decreto del poder ejecutivo y la supradicha ordenanza sobre bases que le devuelven a este plantel su unidad espiritual y educativa. Artículo Primero: La Universidad de Cartagena, es una institución de educación secundaria y profesional, regida conforme a los mandatos de la Ley 39 de 1903 y colocada bajo la protección del gobierno departamental, a cuyo cargo está su sostenimiento… Artículo Tercero. La Universidad de Cartagena como entidad conjunta gozará de la autonomía que le conceden los artículos 34 y 39 de 1903 y las disposiciones de este decreto... Artículo decimotercero. Los pensum que se adopten en la Universidad serán necesariamente los mismos, en número y extensión de asignaturas de los que rijan para las respectivas facultades de la Universidad Nacional... Firma Director de Educación Pública Gabriel Porras Troconis.

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En cumplimiento de la Ley 68 por Decreto Nº 10 de 1937 en conformidad con el Acuerdo Nº 9 del 2 de septiembre de 1936, originario del Consejo Académico de la universidad Nacional, se inauguran los años preparatorios para las facultades superiores de Derecho y Ciencias Política y Medicina y Ciencias Naturales cuyo objetivo sería «perfeccionar las nociones recibidas en bachillerato con aplicación y orientación a la carrera que ha de seguir el estudiante». Para matricularse a este curso los estudiantes debían presentar su título de Bachiller. El año preparatorio para ambas facultades constaba de las siguientes materias: Matemáticas, Química, Física, Biología, Historia, Letras, Idiomas( Francés y Latín), Bellas Artes, Educación Física, Servicio Militar y Educación Social, lo que variaba era la intensidad horaria de las materias recibidas según la carrera a la que se aspiraba, en Medicina se enfatizaba en Biología(6 horas semanales), Química(4 horas semanales), Física(4 horas semanales) y en Derecho se afianzaba en Historia(5 horas semanales), Letras(3 horas semanales), Idiomas( Francés y Latín) 6 horas semanales. Y ambas facultades compartían la misma intensidad horaria en las áreas de Bellas Artes (2 horas semanales), Educación Física (2 horas semanales), Servicio Militar (4 horas semanales) y Educación Social (4 horas semanales).289 TABLA No 2 Pensum de año preparatorio para aspirantes a abogado ASIGNATURA Matemáticas Química Física Biología Historia Letras Idiomas (Francés y Latín) Bellas Artes Educación Física Servicio Militar Educación Social TOTALES

HORAS SEMANALES 3 2 2 3 5 3 6 2 2 4 4 36

289 A. H. C. «Gaceta Departamental» del 22 de Enero de 1937 Nº 7800. Decreto Nº 10 de 1937. «Por el cual se crea un año preparatorio para las facultades de Derecho y Ciencias Políticas y Medicina Y Ciencias Naturales de la Universidad de Cartagena.

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TABLA No 3 Pensum de año preparatorio para aspirantes a médico ASIGNATURA Matemáticas Química Física Biología Historia Letras Idiomas(Francés e Ingles) Bellas Artes Educación Física Servicio Militar Educación Social TOTALES

HORAS SEMANALES 3 4 4 6 2 2 4 2 2 4 4 37

Las facultades de Medicina y de Derecho adoptaron los planes de estudios de la Nacional290, según lo dispuesto por la Ley 68 y ratificada por el Proyecto de Ley Orgánica de la universidad Nacional de Colombia del año de 1935 que en su capítulo 9 dedicado a la relación de la universidad Nacional con las universidades departamentales establecía en el artículo 24 que: «las universidades oficiales que funcionan en los departamentos se organizarán de acuerdo con el plan general de la Universidad Nacional y seguirán gozando de los derechos y prerrogativas de que hoy disfrutan de las que para ella establece el artículo 4º de la presente ley. Dichas universidades cooperarán entre sí y con la Nacional en todo lo que se relaciones con los certificados, títulos y grados que otorguen los planes y métodos de enseñanza y de investigación y las especializaciones de estudios que establezcan…»291 y siguiendo el ejemplo de esta institución que había inaugurado las especializaciones de Derecho Penal por 290 «Nosotros nos orientábamos por la Universidad Nacional de Bogotá y la Universidad Javeriana; cuando venían los profesores de Bogotá a dictar conferencias, nosotros estábamos a tono con lo que se dictaba allá…» Gabriel Bustamante Muñoz, egresado de la Facultad de Derecho en 1944. Ver también A. F. M. U. C. Libro de Resoluciones del Consejo Directivo. Resolución Nº 108 del 7 de Febrero de 1937 en cuya resolución aparece lo siguiente:…Por acuerdo Nº 2 de 1937 del Consejo Académico de la Universidad Nacional el Pensum de la Facultad de Medicina de la misma universidad, ha sido modificado y que para los efectos de intercambio de certificados es necesario la adopción en la Facultad del nuevo pensum de la Nacional…» 291 A. U. P. T. C. Fondo Posada Nº 2336 Proyecto de Ley orgánica de la Universidad Nacional de Colombia 1935.

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Decreto Nº 200 de 1937 ordenado por Ley Nº 205 de 1936 que disponía que «todo funcionario de Instrucción Pública debía tener como requisito previo una especialización en esta materia», se estableció el Curso de Especialización Jurídico Criminal a partir del 30 de octubre de 1937.292 Se ampliaron los programas académicos, con la inauguración en 1941 de una escuela de Farmacia anexa a la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales; con el propósito de preparar un profesional auxiliar de las ciencias médicas capacitado para la preparación magistral de formulaciones y que además se dedicara a investigaciones de nuevos fármacos.293 La elaboración del pensum y el reglamento interno de la escuela, fue ejecutada por las directivas de la Facultad de Medicina de acuerdo con los que regían a su paralela en Bogotá, su primer director fue el médico y cirujano Eusebio Guerrero y sus primeros profesores también eran médicos egresados de la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales, quiénes por el previo conocimiento adquirido en las cátedras de Terapéutica y Farmacología estaban capacitados para impartir conocimientos sobre las enfermedades y las formulas con las que debían tratarse. En 1946 el pensum del Programa de Farmacia es reformado de acuerdo con los cambios adoptados en la universidad Nacional,294 dividido en cuatro años y un quinto opcional, al término de los estudios los estudiantes debían presentar un examen preparatorio y una vez aprobado se les otorgaba el título de farmacéutico, que según testimonio de Eduardo Castilla estudiante de esta escuela entre los años de 1945 a 1950 era un profesional que debía tener «noción exacta del producto químico y su farmacología, es decir, su forma de reaccionar en el organismo; del estudio de la farmacia, de la formula magistral, que era un medicamento Archivo de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Cartagena (En adelante se citará A. F. D. C. P. U. de C.) Libro de matrículas del año de 1938 a 1941. Año de Especialización Jurídico Criminal inscripciones estudiantes; Carol Villamil Ardila. «Aproximación Histórica a la Facultad de Derecho Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional». Universidad nacional de Colombia. Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales, Bogotá 2001. p. 91. y Ver AUPTC Fondo Posada: Informe del Director de Educación Pública de Bolívar Miguel Angel Royo al Gobernador del Departamento año 1938 pp. 13-14. 293 Archivo de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Cartagena. Acuerdo No 22 de enero 15 de 1941, por el cual se crea una Escuela de Farmacia. 294 A. F. M. U. C. Libro de Resoluciones del Consejo Directivo de la Facultad de Medicina (19291.951). Resolución No 185, por el cual se cambia el pénsum de la Escuela de Farmacia. 22 de febrero de 1946. 292

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que prescribía el médico en el cual van varios ingredientes, esos ingredientes son los que van a tener la acción curativa de la enfermedad... entonces es en ese momento cuando se está estudiando farmacología y se está estudiando la preparación de una formula».295 En 1942 se anexa a la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales la Escuela de Enfermeras y Parteras del Hospital Santa Clara con el nombre de «Escuela de Enfermería del Hospital Santa Clara anexa a la Facultad de medicina de la Universidad de Cartagena».296 En 1943 la Escuela adopta el pensum297 de la universidad Nacional por órdenes del Consejo Directivo de la facultad de Medicina y el nombramiento de sus profesores y directoras también estaría a cargo de esta instancia administrativa. El plan de estudios estaba distribuido en tres años, las prácticas se realizaban en el Hospital Santa Clara,298 como requisito de ingreso para este programa, se exigía a las aspirantes tener dos años de escuela superior, acreditar una buena conducta con certificados de personas o entidades conocidas y presentar certificado satisfactorios de la dirección de los establecimientos en donde hubiere cursado estudios. A pesar de la apertura a los estudios secundarios y el ingreso a la Universidad para las mujeres en igualdad de condiciones con los varones mediante los decretos 1874 de 1932 y 227 de 1933, durante la administración liberal de Enrique Olaya Herrera, sobre la educación del sexo femenino en general pesaban normas religiosas impuestas desde la Colonia y garantizadas en el régimen de la 295 Entrevista al Químico Farmacéutico Eduardo Castilla, Estudiante de la Escuela de Farmacia anexa a la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena entre 1945-1950. Entre 1941 y 1950 el egresado de la Escuela de Farmacia recibía el Título de Farmacéutico y de 1950 en adelante cuando la Escuela adquiere la categoría de Facultad de Química y Farmacia se otorgaba el título de Químico Farmacéutico. Ver Archivo de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Cartagena. Libros de correspondencia despachada año 1950. 296 A. F. M. U. C. Resoluciones de Decanato de la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales Resolución Número 22. Ver también en Enfermería, Humanismo Ciencia y Tecnología...Op. Cit., 297 A. F. M. U. C. Resolución No 16. «Por el cual se hacen unos nombramientos y se fija un pénsum». Según esta resolución las asignaturas que se estudiaban eran las siguientes: Anatomía, Bacteriología, Biología y Fisiología, Química. Higiene y Principios prácticos de Enfermería, Medicina, Cirugía menor y anestesia, Obstetricia, Dieta y Regímenes alimenticios, Historia y Ética de la Infancia, Pediatría y Alimentación Infantil, Emergencia Médica y Quirúrgica, Asistencia del Cirujano y Esterilización y Escritura y Ortografía. 298 A F. M. U. C. Libro de resoluciones de la decanato de la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales Universidad de Cartagena. Resolución No 70. Pénsum de la Escuela de Enfermería del año de 1944.

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Regeneración; el tratamiento dado a su formación profesional durante los años de 1920 a 1946, estaba mediatizado por los roles tradicionales que buscaron en la Universidad, la prolongación de las labores domesticas y el cuidado de su moralidad; de allí que en los programas o planes de estudios de la escuela de Enfermería se notara una fuerte presencia de la asignatura moral religiosa, que en los otros programas académicos de la universidad era prácticamente ausente.299 Además se les privaba de su representación en el Consejo Estudiantil de la universidad que se inauguró a finales de los años cuarenta, ya que en las votaciones para miembros a la Asamblea estudiantil para elegir el candidato de los estudiantes al Consejo Directivo de la Universidad solamente se convocó a Medicina, Derecho, Farmacia y Odontología.300 En 1946 se crea la escuela de Odontología anexa a la facultad de Medicina301 por acuerdo número 145 de este año del Consejo en cumplimiento de la Ley 68 de 1935 se adopta el plan oficial de estudios de la universidad Nacional.302 Su inauguración se presentó en un momento favorable ya que el Consejo General de la Universidad había limitado el cupo de aspirantes a cincuenta porque el Hospital Santa Clara los laboratorios y el anfiteatro anatómico, como sitios de enseñanza práctica de la Medicina en la facultad, no podían asumir la demanda del número creciente de aspirantes para este año. El nuevo programa se vio como una solución para los aspirantes que no habían podido ser admitidos y reclamaban a través de memoriales un cupo en 299 A. F. M. U. C. Libro de Resoluciones del Consejo Directivo 1941-1946. Pensum para la Escuela de Enfermeras año de 1946. 300 A. F. M. . C. Ibid. «Resolución Nº 51 de junio 7 de 1946. Por la cual se reglamentan las votaciones para miembros a la Asamblea Estudiantil que ha de elegir el candidato al Consejo Directivo de la Universidad de Cartagena: Medicina, Farmacia y Odontología». 301 Antes de esta Escuela había funcionado en la Universidad de Cartagena entre los años de 1906 y 1910 una Escuela Dental anexa a la Facultad de Medicina de la que egresaron Víctor Eufredo Ripoll y Luis Carlos Delgado. Por testimonio oral del hijo del primero, Wulfran Ripoll también odontólogo egresado de la Universidad Nacional, se sabe por lo que le contó su padre, que los estudios se realizaban en cuatro años; los dos primeros de Medicina y los dos finales de Odontología. Según él esta Escuela dejó de funcionar en el año de 1910 por falta de alumnos ya que muchos de ellos preferían continuar estudios de Medicina. Tertulia de egresados de la Escuela de Odontología realizada en la casa del odontólogo Carlos Porto con el objetivo de recuperar la memoria histórica de la Facultad de Odontología con la participación de los odontólogos Wulfran Ripoll, Carlos Ordosgoitia, Eduardo Ordosgoitia, Nelson Osorio Rico y Luz Maida Luna. Diciembre 23 del 2000. 302 A. F. M. U. C. Libro de Resoluciones del Consejo Directivo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena. Resolución número 186 por la cual se organiza la Facultad de Odontología y se dan facultades al decano de la Facultad de Medicina.

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la facultad.303 El periódico Diario de la Costa en una de sus columnas de fecha 23 de enero se pronunció al respecto: «El problema, según personas que están enteradas de los pormenores de la organización universitaria en el país y que han seguido por mucho tiempo la orientación que se le está dando a los estudios profesionales, radica mas que todo en la intención que tiene el ministerio del ramo de orientar a la juventud hacia nuevas profesiones, para que sea más diversa la actividad profesional en el país ya que muy contadas son las profesiones que constituyen la mayoría de las aspiraciones estudiantiles en Colombia. Justamente la Universidad de Cartagena, ha iniciado y abrirá este año su Escuela de Odontología, profesión que servirá para que los estudiantes locales y de lugares cercanos que se ven precisados a cursar estudios distintos por falta de otras facultades, emprendan el estudio de esta nueva carrera que brinda nuestra universidad. De los 150 aspirantes de Medicina, muchos tal vez la mitad, podían encausar su carrera hacía la odontología.»304 Las nuevas escuelas de Odontología, Enfermería y Farmacia dependieron tanto en lo administrativo como en lo académico de la facultad de Medicina y Ciencias Naturales de la Universidad de Cartagena. El Consejo Directivo tenía la función de nombrar los asesores técnicos de cada una de estas escuelas encargadas de velar por la buena marcha de su funcionamiento- y de los profesores que en su mayoría eran médicos graduados de la facultad, así mismo reglamentaban los pénsum de estudios.305 La inauguración de los nuevos programas académicos en calidad de escuelas anexas a la Facultad de Medicina es una muestra de la precariedad del tesoro departamental que evadía la responsabilidad de nombrar un personal distinto para la administración de las nuevas escuelas.

303 A. F. M. U. C. Libro de resoluciones del Consejo Directivo «Resolución No 167, mediante la cual se limita el cupo de estudiantes para Medicina». 304 A. H. C. «Diario de la Costa» 23 de Enero de 1946. No 9207. 305 A. .M. U. C. Libro de Resoluciones del Consejo Directivo.1946. Resolución No 26, por la cual se hace un nombramiento ad-honorem de asesor técnico en la Escuela de Odontología anexa a la Facultad de Medicina, 16 de marzo de 1946. Resolución No 28, por la cual se nombra Asesor Técnico en la Escuela de Enfermeras. 3 de abril de 1946. «Resolución No 27» por la cual se hace un nombramiento ad-honorem de asesor técnico en la Escuela de Farmacia. 14 de abril de 1.946.

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Se promovieron actividades de investigación sobre la realidad de la región y del país, a través de programas de intercambio científico cultural de estudiantes de la Universidad de Cartagena con las del interior del país, actividades reglamentadas por la Gobernación mediante Decreto No 1119 del 30 de noviembre; así mismo, por medio de excursiones de estudiantes de último año a las poblaciones rurales del Departamento de Bolívar para entrar a hacer parte de las soluciones a los problemas de esta área del país; ejemplo de ello fueron las excursiones de los estudiantes de medicina a las poblaciones de Arenal para estudiar las enfermedades y emprender campañas sanitarias. 306 De igual manera se fomentó la investigación a través de la presentación de estudios de casos por parte de los profesores a los estudiantes tanto en la Facultad de Derecho como en la de Medicina;307 se inaugura en 1946 La Cátedra de Seminario de Investigación a lo largo de los cinco años de estudios del pensum de Derecho, cuyos seminarios enfatizaban en Ciencias Sociales y económicas en primer año, Derecho Constitucional en segundo año, Derecho Civil 3º(Obligaciones) en tercer año, Derecho Penal en cuarto año y Derecho Civil 5º (Sucesiones) en quinto año.(ver anexo pensum de la Facultad de Derecho año de 1946).308 Sin embargo desde 1941 en una comunicación del Decano de la facultad de Derecho Miguel Ángel Royo dirigida al director de Educación Pública de Bogotá Francisco Rodríguez Badel le solicitaba información a cerca de la metodología de seminarios de investigación que ya se estaba llevando a cabo en la universidad Nacional de Bogotá, a cuya comunicación respondió el director de Educación Pública con una amplia explicación de este método pedagógico, en carta fechada el 8 de marzo de 1941: 306 A. F. M. U. C. Libro de Resoluciones del Consejo Directivo de la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales de la Universidad de Cartagena Año 1945. Resolución No 176 del 3 de diciembre de 1945, por la cual se hacen unos nombramientos y se vota una partida para Excursión Científica y de Extensión Cultural de estudiantes de Medicina a las principales ciudades del país. Resolución No 43 de mayo 18 de 1946, por la cual se vota una partida para sufragar los gastos de una excursión de los estudiantes de la Facultad de Medicina a la vecina población de Arenal en misión de estudios. 307 Entrevista a Roberto Mordecai, egresado de la Facultad de Derecho año de 1942: «Juan Pupo Villa fue un Gobernador y parlamentario, un eminente profesor, nos planteaba una situación concreta en Derecho Penal y nos pedía a nosotros la solución y nosotros nos presentábamos al juicio con proyectos de llamamiento a juicio, de vista fiscal, de fallo de fondo etc., como si fuéramos los jueces de ese caso...». Ver también A.F.M.U.C. Resolución del Consejo Directivo de 1941 Resolución No 128, sobre apertura de inscripciones a la facultad de Medicina para profesionales médicos graduados que deseen exponer los casos interesantes de su práctica profesional ante un auditorio de profesores y alumnos de la Facultad de Medicina. 308 A.F.D.U.C. Libro de Matrículas de 1930 a 1952.

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«Según información que me ha sido suministrada por el señor secretario de la facultad, doctor Iriarte Rocha, puesto me fue posible hablar directamente con el doctor Soto por hallarse ausente, estoy en capacidad de decirle lo siguiente: Los jefes de los seminarios están expresamente autorizados por el reglamento de la facultad para organizar a sus alumnos en la mejor forma posible, dividirlos y subdividirlos en grupos de acuerdo con las afinidades propias de la naturaleza de las materias que son su objeto, y para realizar los trabajos ya individual, ya colectivamente. Gozan de la suficiente libertad para imponer a sus alumnos trabajos que llevarán a cabo, por escrito u oralmente en la clase, sobre los temas que se les designe. Puedo decirle, por mi experiencia personal al respecto, que, generalmente, los jefes de seminarios siguen este método: Disertan una semana sobre cualquier punto de la materia y luego asignan a los alumnos un tema práctico para que se desarrolle en una o dos semanas y se le presente. Así, pues, por promedio estos señores le ponen a uno dos trabajos parciales al mes. Luego, ya a mitad de año y a final ponen un tema de mayor envergadura para desarrollar con amplitud y a fondo en una monografía mas o menos extensa, suministrando ellos la bibliografía a consultar y, en general, orientando a la alumno en sus investigaciones…»309 Se organizaron centros literarios o de lectura en la facultad de Filosofía y Letras. Así recuerda estos centros, un egresado del año 1941, Jaime Angulo Bossa: «Nuestra generación era inquieta en materia literaria, nosotros teníamos círculos de lectura, esos centros literarios eran al mismo tiempo de re lectura, nosotros nos reuníamos, cada quien aportaba libros, lo leíamos, lo comentábamos y aún lo criticábamos. Desde esa época éramos lectores... recuerdo que hice parte de dos centros literarios en la facultad de bachillerato de Cartagena que se llamaban: El uno, «Libre 309 A.F.DU.C. Libro de oficios recibidos. Carta del Director de Educación Pública de Bogotá Francisco Rodríguez Badel al Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Cartagena Miguel Ángel Royo, Marzo 8 de 1941.

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Estudiantil» cuyo nombre significa la impetuosidad de la concepción que teníamos nosotros de nuestra vida; y el segundo se llamaba «Gonzalo Bravo Pérez» en homenaje al estudiante liberal muerto en 1928...»310 La motivación hacía la investigación también se vio representada en la adjudicación de becas en universidades del país y del exterior tanto a los profesores como a los mejores estudiantes de último año de Medicina para cursar estudios de especialización. Para el caso de los profesores, a Haroldo Calvo Núñez se le otorgó una beca para emprender estudios de especialización de Anatomía Patológica en los Estados Unidos de Norteamérica, mediante contrato celebrado con la facultad de Medicina en el que se le exigía a que una vez terminado sus estudios, prestaría sus servicios como jefe de trabajos en la especialización citada.311 Y en el caso de los estudiantes, Antonio Ambrad Domínguez y Juan B. Espinosa Porto, fue favorecido el primero para cursar en Bogotá en el Instituto de Radium un curso de especialización para el tratamiento del cáncer y al segundo, se le concedió una beca para realizar estudios en El Colegio de Estados Unidos de Norteamérica.312 La orientación práctica de los estudios se buscó facilitarla a través de una mejor dotación de los espacios de experimentación de las carreras que más lo requerían, como el caso de la facultad de Medicina, cuyos laboratorios fueron dotados de aparatos o instrumentos provenientes de los Estados Unidos, se crean los laboratorios de Química General y de Parasitología por separado.313 La presencia de la medicina norteamericana en Colombia había Entrevista a Jaime Angulo Bossa egresado de la Facultad de Filosofía y Letras año 1941. A.F.M.U.C. Libro de Resoluciones de Decanato. Resolución Nº 29 del 6 de marzo de 1947. 312 A.F.M.U.C. Libro de Resoluciones del Consejo Directivo de la Facultad de Medicina 1946. Resolución No 194 del 22 de julio de 1946, por la cual se adjudica una beca para cursar estudios de especialización en un Colegio de los Estados Unidos de Norteamérica a Juan B. Espinosa Porto. Libro de resoluciones de decanatura de la Facultad de Medicina. «Resolución No 94 de noviembre 21 de 1946», por la cual se vota una partida para el sostenimiento del curso de especialización en el Instituto de Radium en Bogotá a Antonio Ambrad. La Asamblea Departamental para este año, mediante la Ordenanza No 92 estableció las partidas necesarias para estimular y cubrir las becas de los mejores estudiantes graduados de la Universidad de Cartagena para que pudieran realizar sus estudios de especialización. 313 A.F.M.U.C. Libro de Resoluciones del Consejo Directivo 1945. «Resolución No 166 del 30 de enero de 1945», por la cual se establecen los laboratorios de Química General y de Parasitología por separado. Resolución No 53 del 17 de junio de 1946, por la cual se vota una partida para comprar en Estados Unidos de América, aparatos para los laboratorios y clínica de órganos de los sentidos de la Facultad de Medicina. 310 311

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estimulado una medicina de laboratorio que demandaba la infraestructura y equipos necesarios para el estudio de los orígenes o causas de las enfermedades. El incentivo a los laboratorios posibilitó en éstos años trabajos originales de médicos colombianos en la investigación de algunas enfermedades, especialmente las tropicales debido a los requerimientos de la higiene de puertos de ciudades comerciales que exigía el imperialismo norteamericano, para el caso de Cartagena se elaboraron entre las décadas de 1920 a 1940 investigaciones de tesis que versaban sobre el estudio de enfermedades tropicales como el Malaria, Paludismo, Anemia Tropical, Afecciones Gastrointestinales.314 Por otra parte las universidades norteamericanas a través de un programa de becas otorgadas por fundaciones privadas como la Rockefeller, Kellogos y Pamamerican Sanitary Bureau, abrieron sus puertas a médicos colombianos para el estudio de enfermedades de nuestro medio en las zonas urbanas y rurales.315 Su destino variaba considerablemente; algunos estudiantes empezaban estudios de especialización en universidades Latinoamericanas que tenían convenios con universidades del norte y otros, ingresaban directamente a universidades estadounidenses.316 314 La mayoría de las investigaciones de tesis durante estas décadas versaban sobre enfermedades tropicales en el departamento y áreas de influencia: Arango Panizza. «Breves anotaciones relativas a la Malaria» Cartagena 1926; Castillo Rico Rafael «Contribución al estudio del sarampión» Año 1926; Enrique Martínez Pereira «Anemia Tropical» 1928; Jorge H. Navarro Palacio «Las Afecciones gastrointestinales y la falta de asistencia médica en la infancia, sus causas y consecuencias en Cartagena» 1931; Francisco Ruiz Vélez «Anotaciones sobre Paludismo y reacción de Henry» 1941; Gabriel Grau Mejía «La importancia del neumotoras artificial en la tuberculosis pulmonar incipiente» 1943; Rubén Marrugo Ramírez «Curación social de la Lepra, tratamiento ecléctico» 1943; Hernando Muñoz Sánchez «Algunas consideraciones sobre parasitosis intestinal en el municipio de Sahagún» 1946, entre otras. Ver en Colección de Tesis de Medicina Biblioteca Ciencias de la Salud Universidad de Cartagena. 315 La aparición y el desarrollo de éstos laboratorios permitieron la realización de un trabajo clínico mas moderno, mas orientado por las concepciones etiopatológicas y fisiopatológicas, posibilitaron trabajos originales de investigación de algunas enfermedades, especialmente tropicales., debido a los requerimientos del imperialismo norteamericano sobre las ciudades comerciales del país; se crearon las condiciones materiales para que pudiesen realizarse en la práctica las dos mentalidades médicas integrantes de la medicina del laboratorio, la etiopatológica y la fisiopatológica. También se empezaron campañas sanitarias como la del caso de la Fundación Rockeffeler, se abrieron las puertas de las universidades estadounidenses a médicos colombianos para el estudio de enfermedades de nuestro medio. Ver en Néstor Miranda Canal (1.989). «La Medicina Colombiana de la Regeneración a los años de la Segunda Guerra Mundial» en «Nueva Historia de Colombia» Tomo IV. Editorial Planeta Bogotá Pp de la 257 a 280. 316 La mayoría de los médicos colombianos ingresaron a instituciones universitarias como el Belleuve Hospital (New York), el hospital Neurológico (New York), Johns Hopkins University; el Instituto de Patología, Western Reserve University (Clevelend), Cornell University y Rockefeller Institute (New York),Los Angeles, Chicago y Temple School of Medicine (Philadelphia), Manhattan Eye, Ear and Throt Hospital (New York), Temple University (Philadelphia), Yale, New York Polyclinic Hospital, Duke University School of Medicine, Columbia, Texas. Ver en Christopher Abel Op.Cit., pp. 93- 94.

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A pesar del fomento de la investigación de las enseñanzas experimentales, que motivaran un estudiante creativo, autónomo y activo en el proceso de enseñanza al final del período aún persistía, o prevalecía el método tradicional de las clases teóricas, a través de conferencias dictadas por el profesor y que exigía del estudiante una memorización de los contenidos de las materias que se impartían en los diferentes programas académicos. El método activo se permeabilizó por medio de los espacios de experimentación y de investigación en bibliotecas y laboratorios para estudiantes, pero se vio muy poco reflejado en la cotidianidad de las enseñanzas impartidas al interior del aula; el profesor permanecía anclado aún en la tradición de transmisión de conocimientos, apoyado en el texto y las exigencias al estudiantado de la memoria, como medio fundamental de evaluación: «Era más que todo una enseñanza memoria, mas que todo, le ponían lecciones en Física, Aritmética, geometría etc., todo eso era por lecciones marcadas...»317 «Los profesores dictaban sus conferencias magistrales, hacían una exposición, conferencias muy buenas por cierto...»318 «Generalmente el estilo era conferencias magistrales, charlas magistrales, mejor dicho, quitémosle el magistral, el profesor iba hablando y a la vez le preguntaba a uno... por supuesto que la mayoría de las cosas dependía de la memoria...»319 «La exigencia pedagógica en ese tiempo era distinta a la de ahora. Básicamente era una enseñanza oral del profesor con preguntas y respuestas dentro de la cátedra, que por supuesto tendían hacia el uso o empleo de la memoria... fundamentalmente la cátedra la desarrollaba el profesor... uno tomaba los apuntes en sus cuadernos para recordar, lógicamente ahí se practicaba la memoria...»320 « Yo tengo la impresión de que la Facultad de Medicina en ese entonces era anti-pedagógica, era el hecho de que a uno le entregaban, o uno compraba la Anatomía de L.Testut A. Latarjet, que eran cuatro tomos inmensos y se lo entregaban y le decían «Bueno ahí tiene eso, te lo aprenderás durante dos años, y entonces no solamente leyéndolo, sino que concomitantemente, al mismo tiempo, tienes que lo leído practicarlo en el cadáver», y eso fueron dos años de sacrificios... los profesores examinaban a uno y le hacían una serie de Entrevista a Alberto Zabaleta Jaspe Egresado de la Facultad de Filosofía 1936. Entrevista a Gabriel Bustamante Muñoz. Egresado de la Facultad de Bachillerato 1939 319 Entrevista a Boris Calvo Del Río Egresado de la Facultad de Filosofía en el año de 1941. 320 Entrevista Roberto Mordecay Egresado de la Facultad de Derecho 1942. 317 318

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preguntas, el muchacho las contestaba, pero entonces, se empezaba con una malicia a buscar y a rebuscar preguntas...»321 Los testimonios de los estudiantes del período en las diferentes facultades dan muestra de la poca participación del estudiantado en el curso de las actividades pedagógicas; su acción se limitaba mayormente a responder las interrogaciones orales a las que continuamente lo sometía el profesor de una cátedra determinada.

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Entrevista a Francisco Bustillo Cuevas egresado de la Facultad de Medicina en el año de 1944.

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CAPÍTULO 4 SUEÑOS DE REFORMA Y AGITACION ESTUDIANTIL. «Estudiantes, ennoblezcamos la lucha hagámosla digna de una juventud incontaminada situándola en el plano elevadísimo de las ideas, y si no nos sentimos con capacidades mentales suficientes para esgrimir las almas nobles que aconseja la inteligencia cultivada renunciemos para siempre a nuestros empeños y suframos en silencio de nuestra impotencia. Nuestros compañeros están y estarán con vosotros hasta conseguir con la conducta debida una reforma instruccionista con los sistemas modernos y con la alta categoría de nuestro centro Universitario… ¡Viva la Universidad Moderna¡ Manifiesto del Movimiento Estudiantil de 1930. «… Demostrando palpablemente la arrolladora fuerza de la juventud, esta tiene que irrumpir en todas las ramas de las actividades humanas para prestar aliento y vitalidad a la civilización que se levanta, la que no habrá de seguir los mismos derroteros de la occidental, que hoy se debate en los estertores de su agonía. Nuestra civilización será esencialmente americana, Y serán los americanos Los encargados de guiarla; Los métodos europeos deben ser abolidos por su ineficacia… Los estudiantes se preparan a escalar las posiciones a que tienen derecho Y como primera medida es necesaria la organización. De allí depende todo. El año que empieza y lo afirmamos una vez mas, Va a hacer un año de movimiento. Así está expresado con la Federación Estudiantil, Que es un hecho, según lo hemos podido constatar en diversas ocasiones. La Federación Estudiantil de Cartagena será un eslabón de la inmensa cadena que se está formando en el país y en América. En todos los centros universitarios del país y de América se agita la misma idea…» Delfín Lugo Noguera, estudiante de Derecho de 1942

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Los movimientos estudiantiles universitarios que se dieron en América Latina entre los años veinte y cuarenta no se dieron por generación espontánea, sino como respuesta a los cambios sociales señalados por la nueva economía industrial, por lo tanto estos movimientos no pueden ser examinados únicamente desde la perspectiva académica-universitaria, sino que es necesaria considerarla dentro de contextos histórico sociales, económicos y políticos. Estos movimientos como vimos en el segundo capítulo respondieron a un proceso amplio e intenso de agitación social, a cambios en la correlación internacional de fuerzas políticoeconómicas derivadas de las guerras mundiales, a cambios internos vinculados con la expansión del capitalismo industrial, unido a éstos la emergencia de una clase media que había aumentado considerablemente su número y su participación activa en el proceso social; así como también, a una notoria inquietud del proletariado que ya se hacía sentir en los principales centros urbanos. Estas movilizaciones deben entenderse como la expresión de inconformidad de los estudiantes universitarios, con la inadecuación de la universidad con las necesidades cambiantes de la estructura social; se pronunciaban en contra del tradicionalismo universitario anclado en un sistema tripartito de programas académicos que formaba principalmente a los grupos sociales poderosos. La clase media emergente, fue la principal protagonista de éstos movimientos en su afán por llegar a la universidad, hasta entonces controlada por la rancia oligarquía terrateniente y el clero. La universidad parecía para la nueva clase como el único canal capaz de permitir un ascenso socio político e intelectual. La reforma académica y la reforma social se convirtieron en los baluartes de sus propuestas de transformación de la universidad latinoamericana; por una parte debía modernizarse la universidad y aumentar su eficacia en términos de producción de recursos humanos calificados a través de cambios pedagógicos, remoción de docentes y rectores que reproducían el tradicionalismo y diversificación de la enseñanza universitaria en respuesta a las necesidades de la economía industrial. Por otra parte, buscaron redefinir la relación entre universidad y sociedad, destacando el papel de la primera como agente de cambio social a través de la promoción de un fuerte nacionalismo, como expresión de lo propio «americanismo»; la libertad de la cátedra y la investigación de nuestra propia realidad. En este capítulo, se examinarán los movimientos estudiantiles de la Universidad de Cartagena a partir de dos experiencias coyunturales dadas en contextos históricos precisos: una primera experiencia es la de la agitación estudiantil

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de los años veinte por la búsqueda de una universidad moderna en el trasfondo de una política de centralización universitaria, que amenazaba con el cierre de las universidades departamentales; y una segunda experiencia, la de los movimientos de los años cuarenta que promulgaban propuestas de modernidad universitaria en la inserción de la política liberal hegemónica. Esta interpretación obedece a que las fuentes consultadas del período de estudio muestran dos momentos representativos de la agitación estudiantil universitaria en Cartagena en éstas décadas, y permite advertir así mismo, una relativa ausencia de éstos movimientos en la década del treinta, tanto en los informes oficiales de rectoría como en la prensa oficial y local. Se analizarán las motivaciones, los logros y las peculiaridades de éstos movimientos de los años veinte y cuarenta teniendo en cuenta, la persistencia de una reforma orientada hacia la modernización que será una variable constante a tener en cuenta en la interpretación de los movimientos estudiantiles universitarios en Cartagena, durante los años de 1920 a 1940.

4.1. MOVIMIENTOS ESTUDIANTILES EN COLOMBIA Los movimientos estudiantiles en Colombia -compartiendo la tesis de Mauricio Archila322- se caracterizaron por ser más que todo, luchas coyunturales que correspondieron a tiempos precisos de la historia del país. La lectura de la historia de las protestas estudiantiles los caracteriza como sectores heterogéneos, de continuo cambio y poca expresión organizativa permanente. La rebelión estudiantil en Colombia se remonta a tiempos coloniales; los estudiantes de los colegios y protouniversidades neogranadinas desde finales del Siglo XVIII reflejaron su inconformidad con la enseñanza escolástica y propugnaron por una educación más útil que permitiera conocer los recursos naturales y los métodos de explotación adecuados para lograr la modernización y el progreso de su país.323 Otros estudiantes participaron en la primera gesta de la independencia colombiana, como fue el caso de quienes acompañaron a José María Carbonell el 20 de julio de 1810 en la capital del Virreinato. Del mismo tenor debió de ser la participación estudiantil en las innumerables guerras civiles, ARCHILA Mauricio. (1999). «Entre la academia y la política: el movimiento estudiantil en Colombia, 1920-1974». En «Movimientos estudiantiles en la Historia de América Latina». Renate Marzisque Coordinadora Editorial Universidad Nacional Autónoma de México, Centros de Estudios Sobre la Universidad y Plaza y Janés. Editores. México. p. 158 323 SOTO ARANGO, Diana. (1999). «El movimiento de estudiantes y catedráticos en Santa Fe de Bogotá a finales del siglo XVIII». En Movimientos estudiantiles en la Historia de América Latina Volumen I Renate Marzisque Coordinadora. Colección Historia de la Educación. Editoriales UNAM, Centro de Estudios sobre la Universidad Plaza y Janés Editores México. p. 40. 322

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alzamientos militares y en uno que otro motín popular. Parece ser que el proyecto centralista y conservador radicalizó a la escasa población universitaria; lo sucedido en 1909 cuando multitudes se movilizaron contra el presidente en ese entonces el general conservador Rafael Reyes, continúa ese patrón de participación política en pro de la democracia por parte de los sectores estudiantiles.324 A pesar de estas movilizaciones a finales de la Colonia y durante el Siglo XIX, las movilizaciones masivas de los estudiantes universitarios aparecen en los primeros decenios del Siglo XX. En el marco de una creciente modernización y de impulso económico en la década de los veinte pero con un sistema educativo aún restringido e influido por la ideología conservadora, irrumpieron los movimientos estudiantiles colombianos receptivos a las propuestas de reforma de la universidad colombiana planteadas durante éstos años, y a la ola de movimientos estudiantiles universitarios en América Latina que tuvieron su punto de origen en Córdoba Argentina en 1918; expresaron entre 1919 y 1940 su voluntad de transformar los claustros universitarios en espacios democráticos, autónomos y de integración o unidad latinoamericana para impulsar la modernización educativa. Grupos de universitarios entre los que se destacan Germán Arciniegas (1900 - 1999), Diego Luis Córdoba, Diego Montaña Cuellar, Gerardo Molina (1906 – 1991) entre otros, formaron parte del movimiento de éstos años; su objetivo, era tomar a la juventud colombiana como la protagonista en la defensa de los intereses sociales y educativos, como un intento de saldar con propuestas de reforma universitaria los distanciamientos que presentaba la universidad con la realidad social. Sus luchas fueron tanto de orden académico como políticas. En lo académico proponían la depuración del profesorado, la libertad de cátedra, la centralización universitaria- motivo de disputa con los estudiantes de las universidades regionales como fue el caso de la universidad de Cartagenala autonomía universitaria; la participación de los estudiantes en los estrados de la vida pública nacional y en la vida universitaria; el cambio de los métodos pedagógicos tradicionales, de la enseñanza magistral hacia la adopción de la pedagogía activa que formara un estudiante capaz de investigar la realidad nacional. De otro lado, se buscó promover la unión de las universidades latinoamericanas por una misma causa; la de su renovación y su acercamiento a una realidad social más justa y democrática tras el cultivo de lo autóctono, de lo nuestro, de la «americanidad» y la incorporación de grupos sociales que no habían tenido acceso al sistema universitario, como el caso de las mujeres. 324

Op.Cit, ARCHILA Mauricio. p. 160.

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En lo político, sus demandas de libertad dejaban entrever su filiación con el partido liberal y la defensa del pluralismo en la universidad pública, así como la libertad de pensamiento y expresión de las ideas innovadoras opuestos al espíritu confesional católico y tradicionalista de los antioqueños.325 En la Universidad de Antioquia y en la Universidad del Cauca en los primeros meses de 1926 los estudiantes exigieron la destitución del rector, pues éste contraviniendo disposiciones estatales colocaba faltas de asistencia a los que no acudieran a los oficios religiosos diarios, o a las procesiones que determinaban la vida cotidiana de Popayán; los intelectuales y capas medias del país respaldaron el movimiento, mientras que los sectores prestantes de la ciudad influidos por un fuerte conservatismo y religiosidad rechazaron el paro estudiantil; por lo que en últimas triunfaron las autoridades universitarias y los estudiantes debieron retornar a clases y asistir obligatoriamente a las misas y demás festividades religiosas. Otro hecho que merece mención durante ésta década de protesta estudiantil, fue la participación de los estudiantes en el levantamiento ciudadano contra la intolerancia interpartidista bajo la presidencia de Miguel Abadía Méndez y la corrupción en el manejo de los procesos electorales y administrativos, así como contra la masacre de las Bananeras en la que participaron organizaciones comunitarias como la Federación de Estudiantes que se contaba entre la reacción de los liberales y de centros sociales y políticos que comenzaron a reunirse y a convocar una manifestación el día 7 de junio, en la que resultó muerto el estudiante de Derecho Gonzalo Bravo Pérez a quien se realizó una fuerte manifestación estudiantil el día 8 de junio de 1929,326 - fecha desde la cual se celebra año tras RIBAS GAMBOA, Ángel. (2001). «Un estudiante maestro». En Revista «Historia Crítica». Departamento de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de los Andes. Bogotá. p. 16. 326 Bravo Pérez no fue un líder estudiantil en la manifestación de ese día: «estudiante conservador, muy próximo al presidente, quien era su profesor y acudiente en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional, sintió inmenso dolor por su muerte lo que le bastó para jamás volver al claustro. Bravo Pérez no era camorrero ni participante pero corría imprudentemente en sentido contrario al mitin cuando una bala disparada al aire por un policía chocó contra uno de los alquitranes del Teatro Municipal y en su recorrido loco fue alojarse a su cuerpo. La protesta arreciaba por la muerte del universitario, convirtiéndose en el primer mártir estudiantil. Este hecho si bien marcó el final de una etapa, también comenzó otra, allí iniciaron sus primeros y elocuentes ejercicios oratorios y políticos; personajes conservadores como Silvio Villegas, José Camacho Carreño y Eliseo Arango, del grupo universitario los Leopardos…Este mismo grupo, en sus años postestudiantiles, asustados por la embestida de López Pumarejo, estimuló la creación de la Unión Nacional Estudiantil Conservadora, el 20 de Junio de 1936». Ver en Ciro Quiroz: La Universidad Nacional de Colombia en sus pasillos. Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Derecho Ciencias Políticas y Sociales. Bogotá 2002. pp. 88-93. Ver también Carol Villamil Ardila. Op Cit., pp. 82-83. 325

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año la fiesta del estudiante en conmemoración al universitario caído- personaje en el que se inspirarían grupos estudiantiles con fines literarios en la Universidad de Cartagena durante los años cuarenta. Los movimientos de estos años contaron con buena capacidad organizativa, pues conformaron federaciones tanto nacional como departamentales y asociaciones locales, a través de las cuales se celebraban congresos bianuales en los que se discutían propuestas encaminadas a la modernización de la educación superior nacional, cuyos resultados se publicaban en el órgano oficial del movimiento, la Revista «Universidad». Sus formas de luchas en estos años, abarcaron desde la negativa a contestar lista hasta el paro total, huelgas y movilizaciones en las calles de los centros urbanos. La filiación liberal de los estudiantes que participaron en éstos movimientos, no solo se reflejó en las manifestaciones en pro de una mayor libertad de pensamiento y en la admiración a protohombres liberales, sino también en sus publicaciones en los periódicos liberales, en los que se reproducían sus propuestas y actividades, ejemplo de ello fueron las continuas columnas de Luis Tejada y Germán Arciniegas en los periódicos liberales de El Tiempo y El Espectador en Bogotá. Lo que permite pensar que los movimientos estudiantiles de éstos años no avanzaron mucho en independencia política, como ya lo anunciaba Mauricio Archila; «En parte por el peso de la contradicción liberal conservadora en toda la vida nacional y además, porque aunque algunos estudiantes coquetearon con el socialismo, el bipartidismo fue la expresión mayoritaria de los jóvenes de esos años.»327 Esta precaria autonomía política, explica el que en los siguientes decenios al treinta, los movimientos estudiantiles perdieran visibilidad, aunque no cejaron en protestas y manifestaciones que buscaban concretar sus propuestas de reformas de la universidad colombiana en los estrados del Congreso. Los liberales al asumir el poder en 1930, involucraron las esperanzas de diversos sectores sociales, como los obreros, las mujeres y los estudiantes que añoraban beneficios de la política de modernización que proponían. Muchos de los estudiantes que participaron en los movimientos de los años veinte sucumbieron ante las ilusiones reformistas que ofrecían los liberales; incluso mucho de ellos se vincularon a los proyectos del partido, este fue el caso de 327

Op.Cit,. ARCHILA. pp. 162-163.

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Germán Arciniegas quien asumió la Dirección del Ministerio de Educación Nacional en 1939 y el de Gerardo Molina como Rector de la Universidad Nacional de Colombia entre los años de 1942 y 1944. Además la Ley 68 de 1935 recogió mucho de los requerimientos estudiantiles de los años veinte, otorgó una mayor participación de los estudiantes en las decisiones que tomaran las directivas de las universidades a través de sus representaciones en los consejos estudiantiles y en los consejos superiores de las universidades, la diversificación de los programas académicos, la participación del estudiante en la marcha del proceso docente con trabajos de investigación y así mismo, ofreció a los estudiantes, unas mejores condiciones en la vida intrauniversitaria a través de la creación de dos instituciones como la extensión cultural y el bienestar estudiantil, por medio de las cuales se fomentaba la formación del estudiante en un amplio esquema de actividades culturales y se le ponía en contacto con la ciudadanía a través de conferencias, exposiciones, publicaciones y se les estimulaba las actividades deportivas, se les brindaba servicios médicos y residencias estudiantiles. Sin embargo éstas concesiones a los estudiantes no pasaron mas allá de las fronteras de la Universidad Nacional y las universidades departamentales se debatieron en medio de las dificultades económicas.

4.2. LA AGITACIÓN ESTUDIANTIL EN LOS AÑOS VEINTE EN LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA EN CONTRA DE LA CENTRALIZACIÓN UNIVERSITARIA: POR UNA UNIVERSIDAD MODERNA. Los movimientos estudiantiles que se suscitaron en Cartagena entre los años de 1920 a 1930 que tenían como bandera la transformación de la institución en una universidad moderna y la recuperación de su prestigio y gloria de universidad republicana de antaño; estuvieron en directa relación con las discusiones sobre centralización de los estudios universitarios en la Capital de la República, que se pusieron en boga en los estrados del gobierno nacional así como en las manifestaciones estudiantiles de Bogotá en los años veinte. La amenaza de cierre de las universidades departamentales contemplada con la centralización universitaria, impulsó en los estudiantes de la Universidad de Cartagena un espíritu de defensa de la institución, que se transformó luego en los anhelos por reformarla o modernizarla.

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En los años veinte, en los congresos estudiantiles del interior del país y en las reuniones convocadas por el Ministerio de Educación Pública se criticó duramente las deficiencias académicas que padecía la Universidad de Cartagena, que justificaban la necesidad de un cambio de la institución o la imperatividad del cierre de la misma. Tanto los periódicos nacionales como locales, reproducían artículos de universitarios de Bogotá aprobando la supresión de instituciones universitarias seccionales, que representaban un gasto mas para la nación y un peligro para el progreso de la educación superior en el país. Los miembros de la Misión Pedagógica Alemana que presentaron un proyecto de ley sobre reforma educativa en el país, señalaron de igual manera, la inconveniencia del sostenimiento de cinco universidades, porque estimaban que eran demasiado para las posibilidades fiscales de la nación. Estas críticas y lo que implicaba la consideración de una posible supresión de la Universidad de Cartagena, generó una fuerte protesta de su comunidad académica en la que se pronunciaron con viva voz los estudiantes conformados en una asamblea, que luego daría lugar a la primera federación de estudiantes universitarios de Bolívar que se tiene noticia en Cartagena. Desde el año de 1924 se registra en un diario local de corte liberal, El Porvenir, la conformación de una asamblea de estudiantes universitarios que tenían como objetivo la defensa de la Universidad de Cartagena; los estudiantes conformados en asambleas bajo la dirección de los estudiantes de Medicina y Derecho, Mario Fernández Mendoza y Dimas Badel, solicitaron a éste periódico un espacio para publicar sus ideas en la búsqueda de una transformación de la Universidad tanto exterior y material como en su espíritu y pedagogía. El periódico les concedió el espacio en fecha del 6 de julio de 1924 denominándolo «La columna del estudiante».329 La apertura de periódicos liberales como El Porvenir para la expresión de los estudiantes confirma para el caso de Cartagena la tesis que ya anunciaba Archila Neira, de la poca independencia política de los estudiantes de estos años. 328

Desde la columna de este periódico, los estudiantes expresaron sus discursos en pro de modernizarla, así mismo entre sus peticiones, reclamaban la autonomía económica de la universidad, mejores condiciones laborales para el 328 AHC. «El Porvenir» 24 de junio de 1924. No 7697. «La página del Estudiante. Columna del estudiante». Firman Mario Fernández Mendoza y Dimas Badel 329 A. H. C. «El Porvenir» 6 de Junio de 1924 No 7706.

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profesorado como estímulo para un buen ejercicio de su labor, tales como la jubilación y la fundación de cajas de ahorros para los mismos y el fortalecimiento de la educación práctica y teórica a través de la creación de laboratorios de física y química.330

Plaza del estudiante con el busto al centro de Manuel Dávila Flórez, Ex Rector de la Universidad de Cartagena en el año de 1923, a quien los estudiantes rindieron homenaje el 11 de septiembre de 1924, durante la celebración de las Fiestas del Estudiante en ese año. La foto data de ese año. FUENTE: Fototeca Histórica de Cartagena.

En la edición del 14 de julio los estudiantes presentaron a la luz pública la conformación de la Primera Federación de Estudiantes de Bolívar, creada por acuerdo número 4 expedido por la asamblea de estudiantes. La nueva federación quedó integrada por Eloís Barrios H., como presidente; Rodrigo N. De Vivero, vicepresidente, Jorge H. Navarro Palacio, tesorero; Vicente Bustamante Iriarte, Ismael Díaz Granados y Aníbal Pérez, como vocales. Esta organización estudiantil fue de poca duración, a partir del año 1926 no se registra su presencia en éste diario, probablemente las críticas de los estudiantes que estuvieron al margen de la federación, minaron sus posibilidades de existencia, ya que con 330

A. H. C. «El Porvenir» 10 de Julio de 1924 No 7710.

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Aníbal Pérez Sotomayor, Vocal de la Primera Federación de Estudiantes de Bolívar año 1926. FUENTE: tomada de Libro de Acta de Grados de la Facultad de Derecho de la Universidad de Cartagena, 1932 a 1955.

motivo de los reinados estudiantiles que se celebraban anualmente para el 21 de septiembre, se presentó un incidente provocado por una hoja suscrita por varios estudiantes(de los que no se da cuenta nombres) titulada «No mas monarquía» a propósito de los reinados estudiantiles, que consideraban como una mascarada para los problemas serios de los estudiantes, y que de hecho la federación de estudiantes también era una mascarada al aprobar actividades como ésta que de manera simbólica golpeaban la democracia, la libertad del gobierno republicano con la perpetuación de la monarquía.331 Sin embargo entre las conquistas de ésta federación se puede citar la consecución de un espacio de discusión para los estudiantes universitarios cual fue la «Plaza del Estudiante» inaugurada con éste nombre el 21 de septiembre de 1924, y así mismo se debe a la Federación el primer intento de organización de los estudiantes de Bolívar en una Federación cercana a las que se fundaron en Bogotá y Medellín entre los años de 1921 y 1.922, que se convirtieron en mecanismos de presión de la juventud universitaria para modernizar la universidad colombiana.

331 A. H. C. «Diario De la Costa». 8 de Septiembre de 1924. «Enérgica y levantada actitud de los estudiantes de Bolívar». Resolución No 2 de la Junta Directiva de la Federación de Estudiantes».

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En 1926, mientras se discutía en una reunión de directores generales de Instrucción Pública en la capital de la República lo relacionado con la centralización universitaria contemplada en el citado proyecto de ley de la misión pedagógica, el director de Instrucción Pública de Bolívar, Mauricio N. Visbal, las autoridades universitarias, rectores, decanos de las diferentes facultades y los profesores, promovieron un movimiento de defensa de la institución de vastas proporciones en el que convocaron la participación con voz y voto de los estudiantes de Bolívar. Los profesores de la Facultad de Medicina cuya Facultad, había sido la mas criticada durante el curso de los debates sobre centralización universitaria a instancias nacionales, excitaron a sus estudiantes a que se hicieran presentes en la manifestación ante la Gobernación del Departamento y se organizaran en la defensa de la Facultad con manifestaciones en la tribuna, en la prensa y con memoriales a las entidades oficiales que debían intervenir en la conservación de la misma. En la Revista de Instrucción Pública de Bolívar del año 1926332 aparece un documento que confirma la participación de los estudiantes de Medicina en el movimiento de defensa de la universidad de Cartagena suscitado por las autoridades universitarias, en cuyo documento manifiesta su gratitud hacía la Asamblea Departamental del Atlántico que también se une a la campaña. Las voces de protesta de la Universidad de Cartagena cesaron con la desaprobación del proyecto de ley de reforma educacionista de la segunda misión pedagógica alemana; sin embargo, como se vio la amenaza de supresión de las universidades departamentales con el proyecto de centralización de los estudios universitarios en Bogotá, sirvió de estímulo a los discursos de reforma de Cartagena durante los años treinta y cuarenta. El nombramiento de Carl Glockner, un ex miembro de la segunda misión pedagógica alemana como Rector de la Universidad en 1928, obedeció al interés generalizado en la ciudad de transformar el histórico instituto universitario en un centro de educación superior moderno a la altura de las universidades europeas. Sin embargo, después de un breve período de un año de su rectoría, pero representativo en algunas reformas de carácter pedagógico, la Asamblea Departamental gestionó un nuevo proyecto de reforma para la universidad con una nueva condición, «que para ser rector de la Universidad de Cartagena era necesario ser colombiano», amparándose en un «patriotismo» que muy pronto fue objeto de rechazo por la población estudiantil del Alma Mater que había experimentado de cerca las labores reformistas de Glockner en la institución. A. H. C. «Revista de Instrucción Pública de Bolívar», año de 1926. Resolución No 1, La Conferencia de Profesores. Página 182.

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La protesta de los estudiantes no fue inmediata; la prensa criticó duramente con conceptos como «inactividad», «quietud», «silencio», «pasividad» la actitud de los estudiantes hacía la condición de una rectoría en manos de colombianos contemplada en el proyecto de ordenanza que se discutía en las sesiones de la Asamblea Departamental. En el periódico local de La Patria, aparecen numerosos artículos como muestra de rechazo hacía la pasividad de los estudiantes de Bolívar y de la Costa en general, en la defensa de sus fueros; pues veían inconveniente y lesivo para las cuestiones estudiantiles, la medida del Gobierno Departamental de prescindir de los servicios del Rector alemán que venía operando importantes reformas en la institución, gracias a los conocimientos y su experiencia pedagógica en un país tan avanzado como Alemania. En la página editorial de éste periódico de fecha 14 de abril de 1930 aparece una columna, firmada con el seudónimo N.N. titulada «Cuestiones Estudiantiles: Para ser rector de la universidad de Cartagena es necesario ser colombiano»; en la que se invitaba a los estudiantes a despertar de su estado de inactividad o pasividad y a reclamar y defender sus intereses y así mismo se les promovía a adoptar la actitud de los universitarios de la capital en la defensa de sus fueros: «No soy estudiante pero desearía serlo: vivo pendiente de sus luchas, simpatizo con el gremio. Desearía verlo activo siempre, con vida agitada, defendiendo sus fueros y exigiendo minuto a minuto, como los estudiantes de la capital y con el valor que les da su derecho, reformas y hombres sustantivos que comuniquen sin ambajes y adelante siempre las transformaciones del espíritu mundial. Los estudiantes de Bolívar y Cartagena a la cabeza, deben rechazar éste artículo que mas bien parece fruto de la incomprensión y del egoísmo! Que mediten los estudiantes y se den cuenta de su existencia y compromiso con la Patria¡, pero cabe preguntar: ¿Existen los estudiantes en Bolívar?, y si existen, donde están?»333 En el mismo sentido aparece otro artículo titulado «¿Qué hacen los estudiantes?» firmado con el seudónimo «El Bachiller de Salamanca», de fecha 22 de abril de 1930: «En todos los centros civilizados los estudiantes constituyen unidos un factor importantísimo en el progreso material e intelectual del colegio o de la universidad a que AHC. «La Patria» Abril 14 de 1930. Edición No 2283. «Cuestiones Estudiantiles: Para ser rector de la Universidad de Cartagena es necesario ser Colombiano». Firma N. N.

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pertenece. En nuestra Colombia- en Bogota y Medellín- los universitarios aliados a los otros colegios de enseñanza secundaria, forman una fuerza con que las autoridades oficiales y de los colegios de enseñanza secundaria tienen que contar. Entre nosotros en Bolívar- en Cartagena- los estudiantes, con todo y ser legión, parecen muertos; no tienen ni parecen que quieran tener voz ni voto en lo que tanto les interesa: su preparación intelectual para la lucha por la vida. En la actualidad cursa un proyecto de ordenanza en nuestra universidad de Bolívar... que contiene una cláusula seudopatriótica alrededor de la cual gira todo el proyecto de ordenanza, y que establece como condición previa indispensable que «Para ser rector de la universidad es necesario ser colombiano», que dicen a eso nuestros estudiantes de Bolívar? Están muertos o es que solo duermen?. Y si lo primero, pues en paz descansen para bien y provecho de los hombres estorbos; si solo duermen- de pie- ¡no hay tiempo que perder!»334 Las presiones de la prensa sobre el estudiantado universitario de Cartagena no se hicieron esperar, en consecuencia la actitud de pasividad se transformó luego, en un fuerte movimiento con una clara organización en defensa de la rectoría de Carl Glockner y en contra de las disposiciones planteadas por la Asamblea Departamental en su proyecto de reforma. El movimiento, se inició con una manifestación de los estudiantes de la facultad de Filosofía y Letras que habían vivido de cerca las actividades reformistas del rector alemán al ser éste el director de ésta Facultad. Muy pronto se sumaron a la protesta, los estudiantes de las facultades superiores de Derecho y Medicina; de cuya unión, nació un comité de acción para presionar a la Asamblea Departamental en un cambio en las determinaciones que se pretendían tomar para la rectoría de la Universidad de Cartagena, en el proyecto de ordenanza citado. Al frente de dicho comité estuvieron los estudiantes Francisco Sotomayor, Rafael Redondo Mendoza, Pedro Portela Román y Carlos Arturo Pareja-como coordinador de la Revista Universidad órgano de publicación de la Facultad de Medicina-.

334 AHC. La Patria abril 22 de 1930. No 2284. «¿Que hacen los estudiantes? Firma El Bachiller de Salamanca.

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El comité en manifestación se presentó ante la Asamblea Departamental el 26 de abril de 1930 para solicitar la redacción de un nuevo proyecto de ordenanza sobre reforma instruccionista universitaria que debía reemplazar el presentado por el director de Educación Pública Juan N. Botet, ya que éste proyecto, lesionaba fuertemente el proceso de refor ma que venía experimentado la institución en manos del institutor alemán. El comité estudiantil situó como el centro de sus peticiones la transformación del artículo Francisco Sotomayor, Miembro del Comité número 6 que estatuía, que para ser Estudiantil en defensa de la rectoría de rector de la Universidad de Cartagena se Carl Glockner durante 1930. FUENTE: precisaba ser colombiano. El Presidente tomada de Libro de Acta de Grados de la Facultad de Derecho de la Universidad de de la Asamblea Departamental José de Cartagena, 1932 a 1955. los Santos García, se comprometió ante la corporación a que tomaría en cuanta la posición de los estudiantes, los manifestantes se dispersaron pacíficamente dando vivas a la Universidad.335 Los estudiantes de las facultades de Derecho y Medicina, mientras se discutía en la Asamblea Departamental el nuevo decreto de ordenanza, al día siguiente de la protesta, elaboraron un manifiesto que dieron a conocer al público por medio del Diario La Patria en la edición del 30 de abril de 1930,336 -periódico que le hizo seguimiento a la manifestación estudiantil desde un comienzo- en el que expresaron con claridad la finalidad del movimiento de defender el mejoramiento de los actuales métodos instruccionistas de la Universidad de Cartagena por los que aconsejaba la pedagogía moderna, y rechazar la expedición de la nueva ordenanza reorgánica de la Universidad expedida por la Asamblea Departamental, acusándola de un nacionalismo extremista incompatible con el progreso intelectual de la juventud, que para ellos estaba muy asociado con la 335 336

AHC. «La Patria». Abril 26 de 1930. No 2292. p. 4 «La manifestación estudiantil de hoy». AHC. «La Patria» 30 de Abril de 1930. No 2295. p. 1 «Manifiesto».

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introducción de personal de países extranjeros o naciones avanzadas que tenía como principal y constante preocupación, el mejoramiento de los métodos educacionales, de allí su férrea defensa a la rectoría de Glockner: «MANIFIESTO» Los estudiantes de las facultades de Derecho y Medicina de la Universidad de Cartagena a sus compañeros de las otras facultades universitarias de todos los planteles docentes de la ciudad y a la ciudadanía pensante que se preocupa por el progreso general de la ciudad. HACEN SABER: 1. Debido al régimen educacional arcaico existente en nuestra universidad y a la reciente creación de otros sistemas no menos desadaptados al grado de civilización de nuestro país, se ha suscitado un movimiento estudiantil de vastas proyecciones benéficas y de muy justo anhelo, cuya única finalidad es el mejoramiento de los actuales métodos instruccionistas, o la sustitución de ellos por los que aconseja la pedagogía moderna grávida de sistemas sabiamente progresistas implantado por todos los países del mundo civilizado. En éstos momentos en que los estudiantes de la facultad de Filosofía y Letras de nuestra universidad, han abocado con valor y energía la reforma universitaria que no solo se reduce a la adopción de prácticas que se conformen con los avances de la pedagogía, sino que reclama también un esfuerzo máximo para dar en tierra en los que son funestísimos para los vitales intereses del gremio estudiantil nuestra condición de alumnos de las facultades superiores de Derecho y Medicina nos obliga a hacer público nuestro sentir ante el movimiento inicial. 2. Una de las génesis del movimiento aludido que comienza a desarrollarse, ha sido la expedición por la Asamblea Departamental, de una ordenanza reorgánica de la Universidad que de llevarse a la práctica colocaría a los estudiantes en situación depresiva y a nuestro país en condición de un pueblo inculto, donde existe un nacionalismo extremista, hoy incompatible con nuestra civilización, con las exigencias del progreso moderno y de la sociabilidad universal. 205

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Todas las naciones avanzadas tienen como principal y constante preocupación, el mejoramiento de los métodos educacionales y la introducción a los planteles docentes, de toda idea benéfica, ya sea autóctono o de origen extranjero, para conseguir el progreso intelectual de la juventud educanda que habrá de traducirse mañana en adelante por aquella que es el nervio vital de las sociedades civiles. 3. Reconocemos el gesto activo hecho por nuestros compañeros de la Facultad de filosofía y Letras que hora buena se han adelantado a iniciar la campaña que se necesita para el ensanchamiento cultural de nuestra vieja universidad, y ofrecemos desde ahora el contingente que la causa reclama en lo que respecta a la consecución de la derogatoria de los artículos 6, 7 y 13 de la Ordenanza número 28 del presente año, y de la reforma universitaria en su mas benéfica concepción para el progreso intelectual de la juventud. Nuestro aporte intelectual está, pues a las órdenes de los gestores del movimiento para la elaboración del plan de esa reforma, el cual será sometido con las formalidades de rigor a la consideración del ministerio del ramo. 4. Así mismo respaldamos el ataque a toda idea que obstaculice el adelanto cultural del gremio estudiantil; pero reprobamos de manera enérgica toda agresión de carácter personal, porque ella está en pugna con la cultura que debe ser virtud inmanente de la juventud estudiosa y, por lo tanto todo acto de ésta debe ser informado por la más pura educación. La juventud debe ser activa, enérgica, de carácter rebelde ante toda práctica lesiva de sus intereses; pero éstas otras virtudes del espíritu no están reñidas con la de la cultura antes bien son compatibles. Nosotros debemos- y a ello estamos resueltos- atacar las ideas y no a los hombres que son un mero accidente. Cuando para atacar ideas nos situamos en terreno personal, dejamos de ser estudiantes, porque ejecutamos un acto próserito por nuestra inherente educación y demostramos, además que carecemos o se nos ha agotado el bagaje intelectual para combatir ideas con ideas, con lógica, con ética, con justicia y con la ley si fuere necesario. Tengamos valor, energía, carácter, rebeldía pero seamos cultos.

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Compañeros os aconsejamos obrar con inteligencia, serenidad y cordura y no desmayar en nuestro empeño notablemente justo y contad con nuestro apoyo intelectual decidido. 5. No solo acogemos sino que solicitamos y agradecemos toda ayuda intelectual de elementos extraños al gremio estudiantil de nuestra universidad pero ajustadas a las normas que preconizamos, y las que no estén, las proscribimos, porque en nosotros no hay odios personales. Consideramos que la diatriaba, el dipterio, la contumelia, no son armas que debe esgrimir la juventud estudiantil, que es toda pulcritud y nobleza, ni factores concominantes de una campaña justa y plausible. Al contrario, aquellos y ésta están totalmente divorciados. Estudiantes, ennoblezcamos la lucha, hagámosla digna de una juventud incontaminada situándola en el plano elevadísimo de las ideas, y si no nos sentimos con capacidades mentales suficientes para esgrimir las armas nobles se aconseja la inteligencia cultivada renunciemos para siempre a nuestros empeños y suframos en silencio el dolor de nuestra impotencia. Nuestros compañeros están y estarán con vosotros hasta conseguir con la conducta debida una reforma instruccionista con los sistemas modernos y con la alta categoría de nuestro centro universitario. 6. Si la corporación legislativa del departamento se finge ciega y sorda ante el justo clamor estudiantil y hace ayuno de legalidad y justicia moral, no cejaremos en nuestra campaña y agotaremos todos los medios posibles para la defensa de nuestro decoro y dignidad. ¡Viva la Universidad moderna¡. Publíquese en la prensa local en hojas volantes y en carteles naturales. Cartagena, 27 de abril de 1930. Federico Rodríguez, Alejandro Gutiérrez, Luis M. Mercado, Alfredo Araujo Grau, Roberto Camacho, Luis R Otero, Augusto Miranda, Carlos Escudero, Alejandro Saravia 207

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R., Francisco Sotomayor, Marcial Polo Ávila, J. A. Franco Ezenarro, Rodrigo Gambín, Abraham H. Mora C., Leovigildo Martínez España, Enrique Palencia Vega, Jesús María Fontalvo, Tomás Morales Muñoz, Ramón Benito Revollo V., Arístides Paz Viera, Arcelio Salgado V.,Desiderio Manrique Barros, Rafael Tous, Manuel S. Cassiani, Luis G. Portacio, Rafael Alvear, Francisco Sudea H., Marcos H. Camargo G.,Gabriel E. Bustillo, Mauricio E. Visbal, Manuel del Cristo González, Roberto A. García, Antonio Suárez H.,Carlos M. Camacho, Ivo Seni, Lázaro De león, Luis barraza Ospino, Manuel E. Figueroa, Germán Verdugo, Luis F. Pernet, José Saúl Flórez, Ricardo Pérez Porto, José M. Herrera S., Guillermo Pérez Sotomayor y Raúl Vargas Vélez. La aparente receptividad de los miembros de la Asamblea Departamental frente a los estudiantes, no fue más que un mecanismo para apaciguar la manifestación. Un día después la corporación dio a conocer a la luz pública la resolución número 10, en la que justificaba con fines patrióticos su determinación de la rectoría de la Universidad de Cartagena en manos de un colombiano, declarando públicamente que: «La corporación legislativa de Bolívar está en un todo acorde con los principios fundamentales de esa reforma que entraña el principio sagrado de conservar incólume la tradición del abolengo del más puro patriotismo, a costa si fuere necesario de todos los sacrificios que debe ser un buen patriota por la riqueza sacrosanta... que la idea del director de Educación Pública del Departamento encaminada hacia el fin benéfico que el rector debe ser un colombiano, no lo ha guiado otro fin más que el de velar por los fueros del mas puro patriotismo»337. La resolución de la Asamblea exacerbó los ánimos estudiantiles quienes traicionados en su confianza por las promesas hechas por la corporación departamental, desde las primeras horas de la tarde del mismo día en que se dio a conocer la citada resolución, suspendieron las clases y salieron a las calles de la ciudad amurallada con rumbo al palacio de Gobierno. En la marcha se le sumaron varios planteles educativos y grupos de personas no universitarias. Arengados por los principales líderes de la manifestación Carlos Arturo Pareja, Galo Alfonso López R. Rafael Redondo Mendoza, Francisco Sotomayor, Luis 337 A. H. C. Libro de Ordenanzas 1930. Fondo de la Gobernación. «Resolución No 10 del 28 de abril de 1930».

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A. Múnera, José María Bustillo Franco, Pedro Portela Román, Antonio De Arco C.- Jorge Artel -, Braulio Henao Blanco, Blas Herrera Anzoátegui y José Agustín De Ávila entre otros, colmaron las instalaciones de la Asamblea Departamental lanzando voces de protesta que muy pronto intentaron ser controladas por orden de la corporación legislativa departamental por un grupo armado de policías. El fluido eléctrico fue suspendido; sin embargo los estudiantes no se amedrentaron y a la voz de uno de sus líderes Carlos Arturo Pareja-quien relata las actividades de ese día en el diario La Patria- se dirigió al director de educación pública Francisco N. Botet con una vela encendida exigiéndole continuar con la sesión en la que se discutía el nuevo proyecto de ordenanza de reforma de la Universidad. La actitud del estudiante Pareja fue calificada de insolente por el diputado José Faustino Pareja quien hizo varios disparos al aire tratando de amedrentarlo y a los estudiantes que lo acompañaban, así relata los acontecimientos Carlos Arturo Pareja: «Al apagarse las luces y en medio de la tropería que se formó, me dirigí con una vela encendida al lugar donde se hallaba el doctor Botet, Director de Educación Pública, poniéndosela sobre el pupitre le dije: «Aquí está la luz que usted necesita» esto que parece no causo el menor estupor en el ánimo del doctor Botet, motivó que el doctor José Faustino Pareja, que siempre me ha merecido la mayor atención a quien me unen vínculos familiares, me agrediera en forma que no esperaba, amenazándome con un revolver para que me retirara de la sesión, como le protestara de manera enérgica, hizo varios disparos al aire tratando de amedrentar a mi y a los estudiantes, pero éstos una vez repuestos de la primera impresión reaccionaron activamente y con varonil dignidad dejaron oír sus gritos de protesta por aquel brutal atentado. La confusión que reinaba era espantosa, los mismos agentes de policía no sabían que hacer y fueron atropellados y maltratados por los culatazos de algunos policiales imbéciles que eran contenidos en su sañuda tarea por los jefes y oficiales en quienes observaron una conducta moderada y conciliadora que hemos de reconocer».338

338

A.H.. «La Patria» 29 de abril de 1930. No 2294. «Lamentables sucesos de ayer en la Asamblea».

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La reacción de descontento generalizada de los estudiantes en el Palacio de Gobierno fue enorme, incluso los policías que desde la llegada de los estudiantes habían sido llamados para imponer el orden, resultaron atropellados en la protesta. La multitud estudiantil exteriorizaba su indignación gritando y dando abajos a los diputados Pareja y Santiago Badel, que lo había secundado en su actitud violenta y represiva hacía los estudiantes. En medio de la confusión de la manifestación la mayor parte de los estudiantes se apostaron en la plaza de la Braulio Henao Blanco, Líder de la Proclamación. Desde el Atrio de la Catedral manifestación ante la Asamblea Departamental durante la rectoría de Carl los diputados Rodríguez Pareja, José María Glockner año 1930. Ferreira Castaño y Ramón León exhortaron FUENTE: tomada de Libro de Acta de a los estudiantes a que no cejaran en sus Grados de la Facultad de Derecho de la Universidad de Cartagena, 1932 a 1955. propósitos pero dentro de la «serenidad necesaria», «con la altivez debida» y «cordura» para alcanzar sus anhelos. Tras los diputados subieron a la tribuna varios estudiantes entre los que se destacaron Luis Alberto Múnera, José María Bustillo Franco, Pedro Portela Román y Galo Alfonso López. Después de éstas intervenciones de estudiantes y diputados, los primeros acompañados de un gran número de ciudadanos que se sumaron a la causa estudiantil, comenzaron a recorrer la ciudad cantando el himno nacional, se detuvieron frente a las oficinas del periódico local El Mercurio ante el cual estudiante de Derecho, Agapito de Arco- a quien denominaba la prensa La Patria como el inquieto Jorge Artel- expresó su descontento con el nuevo proyecto de reforma, y en la plaza de la Trinidad los estudiantes Blas Herrera Anzoátegui, José Agustín de Ávila y Braulio Henao Blanco también expusieron su descontento. De allí regresaron al centro del sector amurallado y frente a la casa del doctor Miguel Gómez Fernández, profesor de Derecho de la Universidad, De Arco a instancias de los manifestantes, se dirigió al doctor Gómez pidiéndole su consejo en aquella hora, Gómez en frases afectuosas, según cuenta el Diario La Patria, que relata los acontecimientos, los exhortó a continuar la lucha emprendida. Los manifestantes se dirigieron a la Universidad dando vivas al rector Glockner culminando la manifestación.339 339

A. H. C. «La Patria» 29 de Abril de 1930. No 2294.

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En medio de la manifestación estudiantil, se pone de presente las medidas que emplearon tanto las autoridades oficiales y las universitarias para canalizar o controlar los impulsos de los estudiantes; por una parte a través de la represión policial como agentes garantizadores del orden y la actitud violenta, armada y amenazante de los diputados, y por otra parte, por medio del diálogo aparentemente fraterno y esclarecedor para lo cual, los discursos de maestros y diputados eran los mas indicados; debía orientárseles hacia las soluciones de combatir pero a través de la «serenidad» y la «cordura»; en pocas palabras, se trataba de disciplinar el impulso con lo que llamaban «descontrol» e «insolencia de los jóvenes»; se buscaba en suma, la comprensión de los estudiantes a través de un acercamiento que en ningún momento plantea la posibilidad de entender sus peticiones de reformas, lo que se demuestra con mayor claridad en un artículo publicado en el diario La Patria de fecha 29 de abril, escrito por el diputado Alejandro Araujo M.340, al día siguiente de los acontecimientos ocurridos en las instalaciones de la Asamblea: «Dolorosa para la causa estudiantil fue la disertación asumida por los estudiantes en el Palacio de Gobierno durante la Asamblea de ayer 28 del mes que se extingue, el diputado Fernández Mendoza tomó la palabra para clarividenciar sus funciones dentro de la procela estudiantil y fue interrumpido por los gritos de algunos que sin razones contundentes todavía, impidieron conocer lo que afluía al celebro del mencionado diputado que gozaba en ese momento de un entusiasmo precursor de algo conveniente para los estudiantes. Si aparentemente el diputado orador ofendió los derechos de los estudiantes, no se comprobó debido a la irrupción de los excesivamente inconformes.» Nótese que tras la justificación de las acciones del diputado, se evidencia el rechazo de la protesta estudiantil con expresiones como «gritos» e «inconformismo» alejados de las reclamaciones reformistas que los motivaron a asistir a las instalaciones de la Asamblea, claramente se minimiza e incluso se oculta el contenido de las propuestas del comité universitario. La represión oficial fue objeto de crítica por el diario liberal La Patria en el que aparece publicado un artículo de un militante liberal Aníbal Esquivia AHC. «La Patria» 29 de Abril de 1930 No 2294. «Más allá del prevalecimiento individual (Al Movimiento estudiantil).

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Vázquez341 identificado con el seudónimo «AVE» quién consideró reprochable, antidemocrática y lesiva para la libertad de pensamiento, la actitud asumida por la Asamblea Departamental ante los estudiantes: «El descontento de los estudiantes de Bolívar con el director de educación Pública no es pequeñez de odios y antipatías gratuitas por resblandecimiento varonil, sino el rotundo rechazo a una actitud temeraria, con viso de imposiciones antidemocráticas. Cuando los estudiantes de Bolívar se han enfrentado con el mas aplaudible gesto de rebeldía una ordenanza que ellos estiman inconveniente por su finalidad favorecedora al director de educación pública, no es para recibir el apretado ataque de la fuerza armada, no es para caer en las mismas de los busca ruidos a dietas fabulosas. Un impulso espiritual les hace dar el sonoro alto a la Asamblea que pretende reformar las universidades cuando mejor debió reformarse así misma limpiando, «fijando y dando esplendor» al Salón Amarillo ayer convertido en sala de armas. Bárbaros los que así suplen la incapacidad mental con la capacidad belicosa. No satisfecho con haber dejado huellas ásperas, quisieron al final lavar la híbrida mula de la jornada con sangre de estudiantes sin el respeto que se debe a la ciudad, sin la consideración distinguida que merece la juventud estudiantil, algunos diputados dieron ayer en plena Asamblea el espectáculo grotesco de la aldea que levanta como lábaro de grandeza del arma brutal, mas no consiguieron acallar la voz del ideal con tiros de revólveres porque- citando el pensamiento de un estudiante en su luminosa oratoria de anoche-, la idea siempre salió vencedora en la lucha con el hacha, porque la idea es eterna aunque el hacha mate. Los estudiantes han triunfado, su rebeldía es su razón ante el pensamiento libre y el carácter libre» Las reclamaciones estudiantiles no fueron escuchadas por el Gobierno oficial y en la búsqueda del arreglo del conflicto universitario provocado por la ordenanza que estatuía como condición básica la rectoría de la Universidad de Cartagena en manos de un colombiano, Glockner resolvió renunciar agradeciendo el apoyo de los estudiantes. Su renuncia fue vista por la prensa local como ejemplo de gallardía y desinterés. 341 AHC. «La Patria» abril 29 de 1930 No 2294. «Juan Negado» Firma AVE (Aníbal Esquivia Vásquez).

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La renuncia de Glockner antes que apaciguar los ánimos exacerbó la protesta estudiantil a lo largo de todo el año lo que causó estragos en la marcha normal de las labores académicas; la falta de autoridad del gobierno departamental frente a la resistencia estudiantil se reflejó en el nombramiento sucesivo de dos rectores en el curso del año- Luis Felipe Angulo 12 de mayo de 1930,342 y Raúl Vélez G., 22 de agosto de 1930343 que no lograron aplacar los ánimos de protesta. Los estudiantes durante esos meses de conflicto y de reclamaciones por reformar la Universidad buscaron la orientación de algunos profesores de la institución, en el mes de junio solicitaron a Fernando De la Vega a que dictara una conferencia344 en la que se le facilitara algunas recomendaciones acerca del rumbo que debía seguir la reforma universitaria reclamada por los estudiantes. En la citada conferencia, De La Vega, recomendaba a los estudiantes a que la reforma estudiantil debía contribuir en primer lugar a la formación de su cultura, a un directo trato con la ciencia, pero por sí mismo independientemente de la competencia o no del profesorado, «para ello no se requería el uso de la violencia sino la gloria del esfuerzo», considera así mismo que «por la senda de la reforma estudiantil la universidad actuará ventajosamente en el servicio de la República» y que «no es desdeñando la mente juvenil y su efervescente actividad que puede lograrse éste propósito, ya que sin la ayuda viva de ese elemento básico que son los estudiantes, toda obra de los gobiernos quedará anulada y destruida». Sugería que el deber de las nuevas generaciones era «avigorar cada vez mas el sentimiento de una patria libre y eterna pero a través de su decidida participación». Al finalizar el año lectivo los ánimos estudiantiles se fueron apaciguando durante la rectoría de Raúl Vélez G., quién en su informe de labores345 a la Dirección de Educación Pública recordaba las dificultades en la terminación del año debido a la huelga estudiantil y de la falta de culminación de las obras de ampliación del edificio, pero que a pesar de las dificultades logró culminarse 342 A. H, C. «Gaceta Departamental» 15 de mayo de 1930. No 5876. Decreto No 101 del 12 de mayo de 1930, por el cual se nombra rector de la Universidad de Cartagena. 343 A. H. C. «Gaceta Departamental» 26 de agosto de 1930. No 5955. Decreto número 226 del 22 de agosto de 1930, por el cual se nombra rector de la Universidad de Cartagena. 344 DE LA VEGA, Fernando. (1943). Conferencia «Universidad filtro y sostén». Dictada el 8 de junio de 1930, Publicada en el libro del mismo autor EN EL AULA. Dirección de Educación Pública, extensión cultural.. Biblioteca del estudiante. Imprenta Departamental de Bolívar. Volumen No 3 pp. 31-51. 345 A. U. P. T. C. Fondo Posada Informe del Rector de la Universidad de Cartagena, Raúl Vélez G. 28 de noviembre de 1930 a la Dirección General de Educación Pública de Bolívar. En memoria que el Director de Educación Pública de Bolívar presenta al señor gobernador del Departamento con motivo de la reunión de la Asamblea Oficial en el año de 1931. Edición Oficial Cartagena Departamento de Bolívar.

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favorablemente el año académico con la decisiva colaboración de los estudiantes en quienes Vélez reconoce las características «de un amor a las ciencias, deseo insaciable de saber, un temperamento(dado por el clima y el medio) que lo hace vivaz e inteligente, que le da corrección de maneras y delicadeza en sus actos», pero de quienes también, critica un defecto que para él es «capitalísimo y que ahoga por entero esas buenas cualidades: es la indisciplina escolar, es la falta de solidez en su voluntad de obrar bien, en la debilidad de su propio gobierno», cuya indisciplina según Vélez es originaria «desde los fundamentos de la educación primaria y un hogar mal dirigido:» ¿Dónde tendrá su origen semejante gangrena que así intoxica tan bellas cualidades morales? No creo aventurado pensar que la escuela primaria ha hecho por robustecer éstos sanos principios en el niño, y hasta pienso con pena, tal vez en muchos, el hogar mal dirigido, fue causa de que llegaran a la universidad con resabios que la escuela elemental no pudo o no se preocupó de extirpar». Una vez más se observa la persistencia de las autoridades universitaria en minimizar las reclamaciones estudiantiles reduciéndolas a brotes «indisciplinarios que es necesario controlar con medidas enérgicas y rápidas, para destruirlos de raíz» Pese a las represiones oficiales los movimientos estudiantiles de éstos años, lograron expresar un interés claro de plantear una universidad moderna y crítica, que contemplaba la adopción de la pedagogía moderna activa tras la sustitución de los métodos instruccionistas tradicionales basados en la memoria siguiendo el ejemplo de países avanzados como Alemania. Estos movimientos reclamaron así mismo de las autoridades oficiales, el respeto por los intereses de los estudiantes asumiéndose como un gremio decidido a defender los intereses que afectara el desarrollo de la universidad y por ende de la sociedad civil, de quienes consideraban como nervio vital, el progreso intelectual de la juventud. La experiencia estudiantil de ésta década al igual que el Movimiento de Córdoba Argentina inició como un movimiento de intereses académicos, pero que perfilaron de manera tímida una intención futura de una universidad moderna al servicio de la sociedad en proceso de cambio, para lo que consideraron necesario exigir un cambio del régimen educacional arcaico existente en la Universidad de Cartagena. En el manifiesto del 30 de abril de 1.930346 resume el espíritu que guió los grupos estudiantiles de estos años: «Debido al régimen educacional arcaico existente en nuestra universidad y a la reciente creación de otros sistemas no menos desadaptados al grado de civilización de nuestro 346

A. H. C. Op. Cit., «La Patria». P. 1 «Manifiesto».

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país se ha suscitado un movimiento estudiantil de vastas proyecciones benéficas y de muy justo anhelo, cuya única finalidad es el mejoramiento de los actuales métodos instruccionistas, o la sustentación de ellos por lo que aconseja la pedagogía moderna grávida de sistemas sabiamente progresistas implantados por todos los países del mundo civilizado... todas las naciones tienen como principal y constante preocupación, el mejoramiento de los métodos educacionales y la introducción a los planteles docentes de toda idea benéfica, ya sea autóctono o de origen extranjero, para conseguir el progreso intelectual de la juventud educanda que habrá de traducirse mañana en adelante por aquella que es el nervio vital de las sociedades civiles»

4.3. MOVIMIENTOS ESTUDIANTILES ENTRE PROPUESTAS DE REFORMA UNIVERSITARIA Y DEFENSA DEL PARTIDO LIBERAL HEGEMÓNICO (1940-1946). 4.3.1. La reforma universitaria, una mirada hacía América Los movimientos estudiantiles de los años 40, al igual que los que se dieron en los años veinte, no cejaron en demandas de mejoramiento académico que propendiera a una modernización de la Universidad. Los diarios locales al iniciarse la década registraban una situación verdaderamente critica de la Universidad de Cartagena ante la cual los estudiantes, se pronunciaron a través de manifestaciones dispersas y aisladas ante las autoridades departamentales, considerando como las principales causas de la crisis universitaria; la mala administración académica de la institución, la deficiencia de recursos que destinaba el Gobierno Departamental para su sostenimiento y la persistencia del viejo mecanismo burocrático de nombramiento de los profesores; causas o factores que los estudiantes consideraban necesario detener con una decidida reforma universitaria en la que tuvieran un papel decisivo como agentes de presión para el cambio. Los estudiantes de esta década, algunos con pensamiento maduro dado por la experiencia en las manifestaciones de los años veinte como el caso de Jorge Artel, y otros que se iniciaban en la lucha por la reforma universitaria, 215

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entre los que se destacaron Alberto Angulo Pasos, Gonzalo Zúñiga Torres- a quienes la prensa veía como dos promesas de la juventud bolivarense en el debate de la reforma universitaria en estos años- Delfín Lugo Noguera, Elías Gómez Cásseres y Edmundo Mendoza entre otros, quienes , expresaron sus discursos reformistas en los diarios locales El Fígaro y el Diario de la Costa, exigiendo acciones de mejoramiento académico que conllevaran a una reforma real de la Universidad; tales como: La remoción de los malos profesores con el establecimiento de la elección por concursos y méritos; una administración académica más eficaz, unos recursos económicos más sólidos para el sostenimiento de la universidad; aumento de las facultades de acuerdo a las necesidades seccionales y nacionales; y un mayor estímulo de la investigación con el enriquecimiento de las bibliotecas, las excursiones y viajes de observación científica de estudiantes por el país, creación de becas para estudios de especialización y conferencias sobre diversos temas de la actualidad del país, a través de la cátedra libre en la que se pusiera en contacto a la universidad con el pueblo bolivarense. «La Universidad se encuentra amenazada con la presencia de profesores no idóneos, pésimos, menguados y venebles es de todos conocidos, la nómina bochornosa de catedráticos bajunos... los estudiantes de Bolívar en su afán diario e infatigable de conseguir la reforma universitaria dará a la luz pública la lista deshonrosa de los piratas, si ellos por testarudos prosiguen yendo al claustro universitario. Los universitarios, no toleraremos profesores que jamás hayan cruzado el portal de docente en un colegio, pues no tienen la autoridad moral ni la verticalidad pública para discutir y mirar siquiera de frente a los estudiantes.» Firma Alberto Angulo Passos-Estudiante de Derecho.347

«Nuestra Universidad atraviesa por uno de esos períodos decadentes y la mayoría ha callado. Pero todavía quedamos en ella un grupo de estudiantes con suficiente entereza de carácter y animado de los más nobles propósitos, para llevar a feliz culminación una campaña cuyo objetivo es salvarla de la crisis actual y colocarla en un lugar destacado que en el concierto educacionista del país tuvo en pretéritas épocas. Diversos factores han llevado a esa institución al estado de postración en que se debate siendo el principal de ellos la faltas 216

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de iniciativas y la desconcertante inercia de los altos dirigentes de éste plantel.» Firma Elías Gómez Cáceres-Estudiante de Derecho 348.

El estudiantes de Derecho ha sometido a la consideración de las autoridades respectivas «un pliego de peticiones» en el cual están comprendidos aquellos puntos de donde puede derivar grandes beneficios el venerable instituto: Mayor auxilio económico, enriquecimiento de las bibliotecas, organización de éstas, conferencias, agitación en la cátedra, excursiones, viajes de observación por los estudiantes, creación de becas para estudios de especialización en el exterior, aumento de las facultades de acuerdo con las necesidades seccionales y nacionales, rebaja de honorarios causados con fondos del estudiante... lo que se reclama es una universidad beligerante más servicial en un sentido social» Firma L. E. P 349 .

Por lo que se observa a través de la prensa local cartagenera, estos pronunciamientos provenían mayoritariamente de los estudiantes de la Facultad de Derecho quienes se auto percibían como los iniciadores de una Federación de Estudiantes de Bolívar que en un futuro se hermanaría con las del resto de América para iniciar una reforma universitaria estudiantil americana de vastas proporciones para elevar el nivel de las instituciones universitarias, prescindiendo de las naciones de Occidente que experimentaban los efectos nefastos de la primera guerra mundial. En éste sentido se pronunciaba así el estudiante de Derecho Delfín Lugo Noguera en un artículo titulado «Perspectivas» publicado en el Fígaro con fecha del 14 de enero de 1941350: «Demostrado palpablemente la arrolladora fuerza de la juventud, ésta tiene que irrumpir en todas las ramas de las actividades humanas para prestar aliento y vitalidad a la civilización que se levanta, la que no habrá de seguir los mismos 347 A. H. C. «El Fígaro» 29 de noviembre de 1940. No 1337. «Los piratas del profesorado» Firma Alberto Angulo Passos. Estudiante de Derecho. 348 A. H. C. «El Fígaro» mayo 22 de 1944 N 2368. «Reorganización universitaria o catástrofe». Firma Elías Gómez Cáceres. Estudiante de Derecho. 349 A. H. C. «El Fígaro» mayo 20 de 1944 No 2367. «Función universitaria». Este artículo firmado con las iniciales L. E. P. reproduce: «un pliego de peticiones» de los estudiantes de la facultad de Derecho. 350 A. H. C. «El Fígaro» 14 de Enero de 1941 No 1374. «Perspectivas» Por Delfín Lugo Noguera (Estudiante de Derecho).

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derroteros de la occidental, que hoy se debate en los estertores de su agonía. Nuestra civilización será esencialmente americana, y serán los americanos los encargados de guiarla; los métodos europeos deben ser abolidos por su ineficacia... los estudiantes se preparan a escalar las posiciones a que tienen derecho, y como primera medida es necesaria la organización. De allí depende todo. El año que empieza y lo afirmamos una vez mas, va a ser un año de movimiento. Así está expresado con la Federación Estudiantil, que es un hecho, según lo hemos podido constatar en diversas ocasiones. La Federación Estudiantil de Cartagena será un eslabón de la inmensa cadena que se está formando en el país y en la América. En todos los centros universitarios del país y de América se agita la misma idea y sin pecar de exagerados podríamos afirmar que la Federación Americana se llevará a cabo en un no lejano día. Entonces podremos decir que América no es un continente formado por varios países, sino que es un solo país con los mismos ideales.» Para los estudiantes de estos años, los anhelos de reforma universitaria- así como lo había anunciado en 1918, el movimiento estudiantil de Córdoba-Argentinaya no estaban directamente relacionados con la copia de modelos europeos sino con el estudio de la propia realidad americana; la crisis que experimentaban las naciones europeas en medio de la guerra las hacía aparecer ante las huestes estudiantiles como naciones no dignas de imitar; era entonces para ellos el momento propicio de mirar hacía América y el momento de organizarse en Federaciones estudiantiles para emprender la tan necesaria reforma universitaria. Sin embargo éstas aspiraciones estudiantiles no pasaron del plano de los discursos, a principios de ésta década no se observa una organización clara de los estudiantes para hacer sus reclamaciones, protestas o manifestaciones, se habla de una Federación Estudiantil que parecía solo estar en el discurso de los estudiantes de Derecho; de igual manera como vimos, la misma movilización estudiantil desde una de las facultades universitarias le imprimió un carácter sectorizado y de poca unidad para emprender la reforma universitaria. Por otra parte la falta de unidad también se vio representada en la diversidad de criterios o el poco acuerdo en las causas que habían llevado a la Universidad a la «decadencia», en este sentido se pronunciaba el estudiante de Derecho Alberto Angulo Passos en un artículo titulado «Crisis moral universitaria», publicado en El Fígaro de fecha 8 de junio de 1944351: 351 A.H.C. «El Fígaro» junio 8 de 1944 No 2383. «Crisis moral universitaria» Firma Alberto Angulo Passos (Estudiante de Derecho).

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«En la crisis actual de la universidad existe de parte del estudiantado que en ella ha intervenido-como es lógico y humano- disparidad de opinión, diversidad de criterios, acerca de las causas que la generan y de las medidas que han de ponerse en práctica. De un lado las que por un criterio marxista ven en ello un simple problema económico y consideran que con el solo hecho de elevar el presupuesto a $200.00, ésta dejará automáticamente las muletas del paralítico para marchar con pies ligeros por la senda de la investigación y el progreso; y del otro lado los que opinamos que no se trata de una simple cuestión monetaria, sino de algo que está en directa relación con las actividades de la rectoría general, de algo que hunde profundamente sus raíces en el terreno de la moral. Los estudios, las lecturas, que en nuestra condición de estudiantes de Derecho hemos verificado sobre la vida y organización de las sociedades nos ha permitido obtener la condición de que el bienestar y progreso de las naciones, de que la buena o mala administración de cualquier género de instituciones, depende no tanto de las leyes o constituciones por las cuales se rijan, como de los hombres encargados de ponerlas en práctica o de darles cumplimiento...» A pesar de la sectorización, la falta de unidad y de una organización clara de la movilización estudiantil de principios de los años cuarenta, los estudiantes lograron obtener algunos de sus requerimientos o peticiones reformistas. El mismo discurso del gobierno liberal de Alfonso López Pumarejo que había enrolado las esperanzas de diversos sectores sociales, entre ellos los estudiantes que añoraban beneficios de la modernización propuesta por la nueva administración, creó un ambiente propicio para conseguir una serie de conquistas reclamadas por las movilizaciones estudiantiles universitarias de éstos años. A partir de la Ley 68 de 1935, se registran una serie de concesiones al estudiantado como el establecimiento de las residencias estudiantiles, la inauguración de la Cátedra Libre (conferencias sobre diversos temas de actualidad por especialistas, como expresión de la Extensión Universitaria; relación universidad y sociedad), la participación de los estudiantes en el gran Consejo Directivo tanto de los antiguos como de los actuales, la conformación de consejos estudiantiles como asociación gremial y la elección del profesorado. En la Universidad de Cartagena el Gobierno Departamental y las autoridades académicas estimularon las excursiones y viajes de observación

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científica por el país, especialmente en la Facultad de Medicina;352 se concedieron becas para los estudiantes en el interior353 del país como en el exterior, para estudios de especialización, principalmente en los Estados Unidos354. Se inauguró la Cátedra Libre en el Paraninfo de la Universidad con conferencias abiertas al público sobre diversos temas355 en debate en esos años- pero que también fue motivo de conflicto entre las huestes estudiantiles al tratarse sobre asuntos de proselitismo político como lo veremos mas adelante-; la participación de los estudiantes en el Consejo Directivo General de la Universidad,356 para lo cual se hacían previas elecciones de representantes ante dicho Consejo; se inaugura «El Café del Estudiante» el 7 de abril de 1941, como espacio de sociabilidad y esparcimiento al interior del claustro universitario;357 y la apertura de tres nuevos programas anexos a la Facultad de Medicina, la Escuela de Farmacia en 1941, la Escuela de Enfermeras y Parteras del Hospital Santa Clara fundada desde 1903 que se incorpora a la Facultad de Medicina en el año de 1.942 y la Escuela de Odontología en el año de 1946. Algunos líderes estudiantiles de los movimientos de éstos años hicieron su propio aporte a la reforma universitaria en lo que tuvo que ver con actividades de A.F.M.U.C. Resolución del Consejo Directivo de la Facultad de Medicina 1945. Resolución No 176 3 de diciembre de 1945, por la cual se hacen unos nombramientos y se vota una partida para excursión científica y de extensión cultural. 353 A.F.M.U.C. Libro de resoluciones de Decanato 1946.Op.Cit. Resolución No 94 de noviembre 21 de 1946, por la cual se vota una partida para el sostenimiento del curso de especialización en el Instituto de Radium en Bogotá al estudiante de medicina Antonio Ambrad Domínguez. 354 A.F.M.U.C. Op.Cit., Resolución No 20, por la cual se hace un nombramiento. Marzo 6 de 1947. Libro de resoluciones de Decanato 1947, se envía a Haroldo Calvo Núñez a realizar un curso de especialización de Anatomía Patológica a los Estados Unidos de Norteamérica, con la obligación de una vez terminado dicho curso, prestar sus servicios como Jefe de Trabajos en el área en que se especializó en la Facultad de Medicina. 355 A.H.C. «Diario de la Costa». 5 de Julio de 1944 en la columna «Universidad y sus transformaciones» dirigida por Jaime Gómez O’birne y Hernando Mouthon se reconocen los beneficios de la Cátedra Libre en la Universidad de Cartagena, conferencias a las que tienen acceso todo el público: «La trayectoria de la Cátedra libre continua desarrollándose con brillantez, conferencias sobre descentralización administrativa por Alberto Enrique Torres y sobre Reforma Constitucional por Jorge Soto Corral, abiertas al público. 356 A.F.M.U.C. Libro de Resoluciones del Decanato de la Facultad de Medicina año 1940. Resolución No 369, por la cual se dictan unas disposiciones, 23 de agosto del año de 1940: «El decano de la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales de la Universidad de Cartagena en uso de sus facultades y en cumplimiento al artículo 28 de la Ley 68 de 1935, resuelve: 1º. Convóquese a elecciones a los alumnos de los distintos años de la Facultad de Medicina, con el fin de que elijan los miembros del Consejo Estudiantil (uno por cada año), que habrán de concurrir a la Asamblea Universitaria que elegirán a su vez a los dos miembros que representarán a los estudiantes en el Consejo Directivo de la Universidad. 2º. Fíjense los días 26 y 27 del presente mes de Agosto, para verificar tales elecciones, a las 4 p.m.,.». 357 A.H.C. «El Fígaro» 7 de abril de 1941, No 1.444 «Café del Estudiante». 352

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mejoramiento académico y extensión cultural, expresada en la organización de centros literarios que les permitieron asumirse como una generación amante de la literatura. En la prensa local se registra la fundación en 1941 de los Centros Literarios «Libre Estudiantil» y Gózalo Bravo Pérez fundados en el año de 1941 por los estudiantes de la Facultad de Bachillerato 358 , entre los que se destacaban Jaime Angulo Bossa, Euclides Acuña, Hernando Almeida, Nayib Ambrad, Diomedes Herrera, Marcos Sotomayor, Ignacio Tirado, Rubén Pertuz, Guillermo Machado, Pedro Escamilla, Pedro Morelos y Enrique Vega; cuyos órganos de Jaime Angulo Bossa, Estudiante de la Facultad de Bachillerato, miembro difusión eran las Revistas «Atalaya» y «En fundador de los Centros Literarios «Libre Estudiantil» y «Gonzalo Bravo Pérez» en Marcha» así como la Emisora Fuentes de el año de 1941. Cartagena que había otorgado a este Centro FUENTE: tomada del Libro de Acta de Literario un espacio denominado «La Voz del Grados de la Facultad de Derecho de la Universidad de Cartagena, 1932 a 1955. Estudiante», dirigido por los estudiantes anteriormente citados. Así recuerda Jaime Angulo Bossa estudiante de Bachillerato entre los años de 1941 y 1942, las actividades estudiantiles en los centros literarios: «A nuestra temprana edad, yo tenía 17 ó 18 años cuando terminé hacíamos parte de diversos círculos políticos e intelectuales en general que demostraba que nuestra generación de la cual yo me precio-, fue una generación eminentemente ideológica y filosófica y con tendencia -por supuesto- a la actividad política. Recuerdo que hice parte de dos centros literarios en la Facultad de Bachillerato de Cartagena que se llamaban «Libre estudiantil» cuyo nombre significa la impetuosidad de la concepción que teníamos nosotros de nuestra vida-, y el segundo se llamaba, Gonzalo Bravo Pérez en homenaje al estudiante liberal muerto en 1928, sobre él se han tejido muchas leyendas, entre otras la de que murió accidentalmente y no por un acto heroico. Se dice que fue una bala perdida la que lo mató. Sin embargo su nombre para los estudiantes constituía entonces una bandera y por eso A.H.C. «El Fígaro» 18 de abril de 1941 No 1452, Claustro y Tribuna «Centro Literario Libre Estudiantil».

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denominamos ese centro con el suyo. Nuestra generación era inquieta en materia literaria, nosotros teníamos círculos de lectura, esos centros literarios eran al mismo tiempo de relectura, nosotros nos reuníamos cada quien aportaba un libro, lo leíamos, lo comentábamos y aún lo criticábamos; desde esa época éramos lectores... eran creaciones nuestras esos círculos literarios, la universidad nos respaldaba. Nosotros sesionábamos en las aulas de bachillerato y hacíamos reuniones y pronunciábamos en el patio discursos; a mi me tocó pronunciar en ese sitio en homenaje a Bravo Pérez en el año 42" 359: Del testimonio de este egresado de la Facultad de Bachillerato se infiere la auto percepción que tenían los estudiantes que integraban estos círculos literarios como una generación amante de la literatura, pero que también a través de los mismos, recreaban una protesta a los atentados que se cometieron contra algunos líderes estudiantiles, como fue el caso del estudiante Gonzalo Bravo Pérez quien fue asesinado el 8 de junio durante la administración conservadora de Miguel Abadía Méndez en el año de 1929, estudiante a quien rindieron un sentido homenaje con la denominación de «Bravo Pérez» a uno de los citados centros literarios y quién se convirtió en un emblema o en un símbolo representativo de los grupos estudiantiles que empezaban a asumirse como gremios desde finales de 1920 en el país. Estos centros reafirmaban el espíritu de liderazgo de los grupos estudiantiles en la transformación de la Universidad que ya se había anunciado en los términos de una Federación Estudiantil con miras a la realidad social, cuyo discurso se nutrió para darle solidez de una remembranza de la gesta libertadora del período de la independencia, citando muchas veces el discurso bolivariano libertario y que de la misma manera como Bolívar había logrado libertar a las naciones americanas del yugo europeo, ahora los estudiantes también, como «patriotas» debían de ser los «conductores de las masas», «los líderes de la reorganización de las mentes juveniles en la búsqueda de la transformación de la universidad»: «El Centro Literario «Libre Estudiantil», ha querido que sea yo su primer vocero en esta hora «La Voz del Estudiante», hora que cristaliza una de las mas grandes y justas aspiraciones de la juventud que estudios…forman parte de ese grupo de muchachos valientes que han herido con las espadas de 359 Entrevista a Jaime Angulo Bossa. Estudiante de Bachillerato 1941-1942. Ver también en el texto del entrevistado, «La Tribuna Encendida (Autobiografía Oratoria)», «Discursos y conferencias (1941-2002)» 1ª parte Universidad Libre Bogotá 2002. p. 15

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su acción los cuerpo de la pereza espiritual: Los directores de esta hora y los de «Atalaya» y «En Marcha». Ellos son los verdaderos abanderados del ejército universitario, que ha atravesado con paso de conquistadores el campo de la injuria de nuestros enemigos y que con plumas gloriosas han escrito en mármoles inolvidables epitafios de vida; ellos son de la brigada estudiantil de Cartagena, que se ha erguido y que ha dejado de dormir en butacas de cansancio los tiempos idos…por eso hoy el escenario patrio contempla con ojos inciertos la afirmación de José Morillo de que Cartagena era «La Meca del orgullo colombiano» si, pero no se podía esperar menos de esta ciudad heroica, porque los días que hoy pasamos son la continuación lírica de épocas remotas, cuando las muchachadas patriotas derramaban su sangre tiñendo de rojo las calles coloniales y gritaba con voces libertarias la emancipación de España. Y es que Colombia es tierra de héroes que se hallan ocultos en la soledad de las aulas y patria de hombres que nacen con el don de la justicia. Recordemos a Santander, a Córdoba, al héroe de San Mateo y al inmortal Bravo Pérez que dejó la vida como novia porque se enamoró perdidamente de la muerte. Emocionados por los anteriores, podríamos decir con voz stentórea que hoy día el estudiantado colombiano está compuesto por una generación de Bravo Pérez, que sacrificarían sus vidas al leve grito de combate que expelieran nuestros corazones. Todos esos jóvenes son hijos de la universidad, porque ella los amanta con sus senos de ciencia en el regazo libre de la facultad de bachillerato… Ya en nuestros corazones se escucha el grito de la reorganización y en nuestras mentes se abre camino por la carretera de la inteligencia ese noble ideal… Seremos los guías de Colombia la grande y prócera, mostraremos nuestros pechos como valuarte de victoria y escribiremos como los cubanos en páginas de sangre historias gloriosas y epopeyas vertiginosas. Si, muchachos, seguid con esa valentía Bolivariana paraos y gritad en tribunas públicas lo bueno y lo malo que existe en Colombia, juzgándolo todo con criterio recto de conductores de masas. A vosotros os toca porque sois estudiantes libres; a vosotros os llama la voz profunda que desea libertarse».360 Jaime Angulo Bossa Estudiante de 5º año de Bachillerato 360 ANGULO BOSSA Ibid. «Conferencia leída en Abril de 1941 por el estudiante de 5º año del Colegio Departamental de Bachillerato, Jaime Angulo Bossa, miembro del Centro Literario «Libre Estudiantil» en la Obra universitaria, «La Voz del Estudiante», trasmitida por la emisora Fuentes de Cartagena». pp 17-18, publicada en Tribuna Encendida pp. 16-19.

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En este discurso patriótico que bebe de las fuentes de la historia patria del Siglo XIX, de la historia heroica, es significativo la equiparación que estos estudiantes realizan de los héroes de la independencia colombiana con Gonzalo Bravo Pérez, a quien se le reconoce como tal, se le inmortaliza y se le muestra como mártir, símbolo del liderazgo juvenil y que también merece ocupar un lugar en la historia nacional junto a héroes de la patria. En torno al cual se construye además a un mito que le da soporte a su heroísmo o a su calidad de héroe, que se refiere básicamente a su lucha contra el gobierno conservador del momento muy a pesar de que éste, había sido un pupilo del conservador Miguel Abadía Méndez quien ocupaba la presidencia para el año de 1929 cuando fue asesinado Bravo Pérez: … «Comienza la agitación de cuerpos. Ya los perfiles morenos de los estudiantes en las calles como estatuas de broncinea beligerancia; ya la verdadera sensación rebelde y popular del país paseándose con fueguina petulancia de héroe; ya la juventud de los libros pronunciando sus angustias ante el rostro tumultuario de esas horas, negras de realidad y de alma, cuando frente al «Diario Nacional», un muchacho tal vez pálido y débil pero atlético de espíritu deja que un grito sea su última palabra y se desploma sobra su sangre¡ como un rabioso gladiador sobre su espada húmeda de gloria! ¿Quién es? ¡GONZALO BRAVO PEREZ, el estudiante de derecho que derrotó un sistema[a pie de página de la conferencia Jaime Angulo Bossa explica el sistema a que se refiere «con este movimiento estudiantil empezó la caída de la hegemonía conservadora, reemplazad afortunadamente por el gobierno liberal de Enrique Olaya Herrera en 1930» con su sangre derramada, el muchacho todo ímpetu y todo espíritu que se ganó la devoción de los colombianos con solo morir!¡ Es GONZALO, el nariñense de recia carne luchadora, de musculosa concepción estudiantil, de fuerte ideal en los altos, de duro puño colombiano, de acelerada frente andina, quien, semejando un formidable encina cuyo peso quiebra la falsa vida llevada por Colombia, cae sobre la decadencia moral de sus hombre, sobre la endeble fisonomía de su conducta! 8 de Junio día altanero en el calendario convulsivo del país, fecha en que el Magdalena, el cauca y el Atrato, como gigantescas lágrimas nacionales, se desvanecieron en la 224

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angustia y la tristeza que conserva el Caribe sobre sus olas; hora en que el pico mas erguido de los Andes envió al lloroso corazón colombiano un puñado de casta nieve para que la colocara como un adiós sobre la tumba universitaria del mártir…Después, el pueblo bogotano enardecido y sediento de venganza cargó el cadáver, tibio aún, para mostrarlos al silencio elevado de Monserrate e izarlo en el hasta sagrada de sus palabras…de esa manera se agregó a la historia nacional un capitulo mas de hidalguía y de ímpetu, que puede por derecho de emoción permanecer al lado de Ricaurte y Giradot, para con ellos formar la trinidad de nuestro pueblo; porque esa palpitante trilogía de heroísmo, en vez de escribirse en el silencio de los mármoles, debe pender de la punta acerada de una espada… de una espada veterana de Boyacá y Ayacucho.»361

4.4. ESPACIOS DE SOCIABILIDAD DE LOS ESTUDIANTES EN EL MARCO DE LOS MOVIMIENTOS ESTUDIANTILES. En los testimonios de los egresados de la Universidad de los años cuarenta y en el libro de Gabriel García Márquez- estudiante de Derecho del año 48«Vivir para contarla» 362, se describen los espacios cotidianos en los que se recreaba ese ambiente literario del estudiante universitario que se sumergía en la Ciudad, era común ver a los jóvenes reunidos en la Plaza de los Mártires, Parque Bolívar, en la Plaza de los Estudiantes, en los sitios «prohibidos por la moral cristiana» en los Playones de Tesca, amaneciendo, haciendo tertuliaderos con personajes de la literatura y el arte costeño como por ejemplo los poetas Jorge Artel, Luis Carlos López, Héctor Rojas Herazo, y la pintora Cecilia Porras entre otros, quienes también los invitaban a hacer parte de sus grupos literarios, departiendo en sus sitios de reunión como el conocido Bodegón, la Heladería Americana, la Cueva; en los que discutían sobre temas de la literatura colombiana, los clásicos griegos y temas de la actualidad del momento. También se les podía encontrar a los jóvenes leyendo un buen libro de literatura de la época, haciendo una siesta, «echando cuentos», solidarizándose unos a otros con Ibid. «Oración del estudiante Jaime Angulo Bossa durante la sesión solemne del centro «Gonzalo Bravo Pérez», efectuada en el Paraninfo de la Universidad de Cartagena el 8 de junio de 1.942, reproducido en «Tribuna Encendida» pp de la 22 a la 25 362 Gabriel García Márquez. «Vivir para contarla». Grupo Editorial Norma Bogotá 2.002 Pp 366 hasta 431. 361

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los problemas económicos por los que atravesaban la mayoría para continuar sus estudios, o preparando el examen de turno o interpelando con los profesores de sus facultades con los que según los recuerdos de los egresados mantuvieron un trato amistoso y cordial:

Parque de Bolívar. 1938. FUENTE: Fototeca Histórica de Cartagena

Plaza de los Mártires, mirando hacia el Teatro Cartagena. 1930. FUENTE: Fototeca Histórica de Cartagena.

«La Universidad era parte entrañable de Cartagena, estaba inmersa en la ciudad y los estudiantes convivíamos con sus mitos y con la gente que, cualquiera fuera su estirpe social o actividad cultural o política, iba a las heladerías, cafés, bares y cantinas. Al Portal de los Dulces a hacerse limpiar los zapatos, al Camellón de los Mártires a chismear y a mostrar que se estaba vivo y coleando, en una democracia presencial de la que todos participábamos, o que en las esquinas cruzadas por los vientos alisios, que formaban los llamados «abanicos de los pobres», conversaba y discutían sobre lo divino y humano. Un poco lejano, pero en el corazón de todos, el Bodegón, bajo la presencia distante del gran poeta nacional y del alma tropical Luis Carlos López. Desde la independencia, el poder gubernamental regional construyó una tribuna de madera de uso público, que era guardada en los patios de la gobernación, para quienes querían protestar o aplaudir la sacaran a la Plaza de la Gobernación y la usaran como tribuna libre ante las autoridades. Era una deliciosa y desahogante democracia de provincia.» 363 Apolinar Díaz Callejas «Mi Universidad y la Ciudad» Texto del discurso para recibir la condecoración «Medalla del sesquicentenario de la Universidad de Cartagena», leído en el Aula Máxima de la Facultad de Derecho de la Universidad de Cartagena el 18 de diciembre de 1.997. Bachiller y Doctor en Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Cartagena. 363

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«... En aquella época había una cosa muy singular, muy interesante, el Paseo de los Mártires, era el paseo de la semana, de noche se iba toda la gente importante a caminar, a sentarse en las bancas y a conversar ahí junto a los restaurantes, cafeterías había también una especie de cordialidad social; allí estudiábamos la mayor parte de los estudiantes pobres y ahí se encontraba a los políticos, a casi toda la gente. Ahora, yo estuve siempre muy ligado digamos, intelectual por la parte de mi amistad y de mi trabajo conjunto, con Jorge Artel, José Nieto, con la llegada de los poetas, la llegada de Guillén, con Gustavo Ibarra Merlano... Los tragos con la poesía se ligaban mucho, un ambiente bohemio, las tertulias, los cafés era un medio de encuentro, la cafetería Americana (detrás de la Catedral al lado de las barberías- creo la calle del Arzobispado—) ahí estábamos todos, los profesores, los estudiantes, nos tomábamos un tintico, un refresco y hablábamos horas y horas dentro de una cordialidad y tolerancia sin acoso por no consumir...» Apolinar Díaz Callejas, 81 años364

Jorge Artel en el Bodegón. Sentados de izquierda a derecha: Jorge Artel (Egresado Facultad de Derecho año 1945), Jacobo Del Valle, El «Tuerto» López y Clemente Manuel Zabala, De pie están Luis Carlos Visbal y Miguel (Miche) Araujo.

«...Los burdeles a cielo abierto en los Playones de Tesca, lejos del silencio perturbador de la muralla, eran más hospitalarios que los hoteles de los turistas en las playas. Media docena de universitarios nos instalábamos en el Cisne desde la primera noche a preparar exámenes finales bajo las luces cegadoras del patio de baile. La brisa del mar y el bramido de los buques al amanecer Entrevista a Apolinar Díaz Callejas. Estudiante de la Universidad de Cartagena Facultad de Filosofía y letras (1.941-1.942) y de la Facultad de Derecho (1.943-1.947) 364

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nos consolaban del estruendo de los cobres caribes y la provocación de las muchachas que bailaban sin bragas y con polleras muy anchas para que la brisa del mar se las levantara hasta la cintura. De vez en cuando alguna pajarita nostálgica de papá nos invitaba a dormir con el poco de amor que les sobraba al amanecer. Una de ellas, cuyo nombre y tamaños recuerdo muy bien, se dejó seducir por las fantasías que le contaba dormido. Gracias a ella aprobé Derecho Romano sin argucias...» Gabriel García Márquez

«...Cuando terminé el bachillerato yo quería reemplazar a mi papá a raíz de una enfermedad grave que él tuvo yo decidí conseguir el reemplazo de él, aquí en la Ferretería Franco Covo que era de un tío abuelo mío y reclamé la posibilidad de reemplazar a mi papá y el tío abuelo Víctor Covo rehusó y me dijo: «Vaya a estudiar», pero me enfrié y ya había terminado el bachillerato y que carajo yo me consigo un empleo por otra parte, pasé ocasionalmente por la esquina del parque, ese de los estudiantes, y estaba reunido un grupo de amigos Ramiro De la Espriella, Alfonso Piñeres, Ricardo Segovia, Juan Burgos Arteaga médico actual, yo andaba en bicicleta y me preguntaron:» Mordeca ya te matriculaste?, y les dije:» Yo no voy a estudiar». Y dicen»¿Cómo va a ser posible que tu rompas el grupo, hombre mira», y les dije:» No, yo no voy a estudiar»- Yo tenía inclinaciones por la Medicina, había sido un buen alumno del profesor Herbin Creuster, que nos enseñó Fisiología en cuarto y quinto año de bachillerato como si fuéramos estudiantes de Medicina, entonces me dijeron:» Si no te matriculas te vamos a matricular y salieron conmigo y fueron a matricularme en Medicina, pero ya las extraordinarias se habían cerrado el día anterior, había solamente matrícula extraordinaria en Derecho ese era el último día, y me matricularon y como yo no tenía ni un solo peso hicieron la colecta de $16.00 que era el valor de derecho de matrícula y me matricularon.. .»Roberto Mordecay Marrugo.365

365 Entrevista a Roberto Mordecay estudiante de la Universidad de Cartagena, Facultad de Filosofía y Letras (1937-1941) y Derecho (1942-1947).

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4.5. LOS ESTUDIANTES Y LA POLÍTICA: MOVIMIENTOS ESTUDIANTILES POR LA DEFENSA DEL LIBERALISMO. Los estudiantes de principios de los años cuarenta aunque no cejaron en demandas académicas, estuvieron mayormente interesados en involucrarse en la lucha política bipartidista de éstos años, sobre todo del lado del liberalismo hegemónico del período, organizándose incluso en movimientos o comités a nombre del liberalismo amenazado por las nacientes posiciones de izquierda que empezaban a permear las instituciones universitarias colombianas y la oposición conservadora que se hizo cada vez mas fuerte. Los hechos que suscitaron el movimiento proliberal de los estudiantes de la Universidad de Cartagena fueron la presencia del comunista Germán Viera como inaugurador de la Cátedra Libre en la universidad el 9 de junio de 1944, y el intento de golpe de Estado a la administración de Alfonso López Pumarejo por algunos militares conservadores, en la ciudad de Pasto el día 9 de julio del mismo año. Antenor Barboza Avendaño, Estudiante de la Facultad Bachillerato 1.939 y de Derecho de la Universidad de Cartagena, año 1944 – 1949, militante de las Juventudes Comunistas. FUENTE: tomada de Libro de Acta de Grados de la Facultad de Derecho de la Universidad de Cartagena, 1932 a 1955.

En 1944 un grupo de estudiantes liderados por Apolinar Díaz Callejas, Jorge Navarro Patrón, Antenor Barboza Avendaño, Armando Luján, José Miguel Hernández Olivella estudiantes de la Facultad de Derecho y Olegario Barboza de Medicina se sintieron atraídos por la ideología comunista que empezaba a penetrar en el mundo latinoamericano. Este grupo se relacionó con los líderes sindicales de la Federación de Trabajadores de Bolívar, de los que en su mayoría militaban en el comunismo y de quienes recibieron muchas clases de Marxismo en la Plaza del Pozo de Getsemaní, que era el sitio predilecto de las reuniones de estudiantes y sindicales para discutir sobre la causa obrera y campesina a través del lente del comunismo. Así recuerdan estas reuniones los estudiantes egresados de la Facultad de Derecho de esos años Apolinar Díaz Callejas y Jaime Angulo Bossa:

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«...Yo por ejemplo mantenía contacto intenso con la Federación de Trabajadores de Bolívar, iba a todas las reuniones y a las reuniones dirigentes de los dirigentes campesinos del Departamento de Bolívar aquí en Cartagena, yo iba a todas esas reuniones como parte del trabajo político en el campo y en los sindicatos, además del trabajo en la Universidad... nosotros no estábamos encerrados en la Universidad, salíamos de la Universidad, entonces tuve mucho contacto con los dirigentes sindicales importantes de esa época que ya mencioné Tomás Herazo Ríos, José Raquel Mercado, había un líder sindical extraordinario que era Emiliano Blanco Pautt, un moreno fuerte, un hombre de vigor, buen orador pero además era uno de los miembros del coro de la Catedral de Cartagena, todos los domingos cantaba en los coros, y cuando hacíamos reuniones y había un poco de trago, él cantaba; era una voz maravillosa... Por ejemplo yo como líder estudiantil y al mismo tiempo estudiante de izquierda me metí a la lucha campesina en el departamento y a la lucha sindical; yo fui una vez a Magangué, pasando mil dificultades a ver unos problemas de sindicatos portuarios de Magangue, como estudiante; y hablé en la plaza de Magangue de sindicatos portuarios. Yo mantuve muy buenas relaciones con la Fedenal- la más grande organización sindical del Río Magdalena que ha tenido Colombia- en toda la historia, era muy amigo personal de los dirigentes sindicales siendo estudiante...» Apolinar Díaz Callejas 81 años. 366

«... Yo recuerdo en ese entonces que nuestra generación estaba muy influida por el Marxismo y nosotros, en el caso particular recibíamos clases de Marxismo como estudiantes en la Plaza del Pozo de Getsemaní, uno de nuestros profesores fue José Raquel Mercado, líder sindical... Nosotros estábamos vinculados a los sindicatos, había una unidad entre obreros y estudiantes muy definidas, nosotros compartíamos con los trabajadores, íbamos a todos los barrios de Cartagena; en ese entonces el estudiantado era muy inquieto y había una gran solidaridad con los trabajadores... Te voy a contar una anécdota, en 1.948 cuando me gradué mi tesis se tituló «Ensayos sobre las revoluciones» y abajo decía» Teoría 366

Entrevista a Apolinar Díaz Callejas. Estudiante Facultad de Derecho 1.939-1.946

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axiológica», esa tesis causó algún impacto en los sectores conservadores porque ya se había caído el partido liberal, no me querían graduar por que la tesis mía era política y no científica...» Jaime Angulo Bossa. 79 años 367

La atracción que representó el comunismo para estos jóvenes provenía de diversas corrientes; por un lado, alimentado por el rechazo a los gobiernos fascistas que en ese momento se imponía en el mundo europeo y por el otro lado, de la conciencia de algunos estudiantes de las condiciones deplorables en la que vivía la clase obrera; Apolinar Díaz Callejas quien más tarde sería el fundador del Partido Socialista en el Departamento de Bolívar recuerda su formación en las ideas comunistas: « Desde Colosó, un pueblo encaramado en los Montes de María, llegué a Barranquilla a la Escuela Normal del Litoral Atlántico, donde inicié mi Apolinar Díaz Callejas, Estudiante de preparación para ser institutor, es Derecho de la Universidad de Cartagena decir, maestro de escuela. En los 1944, Fundador del Partido Socialista tres años largos de internado en la Democrático de Bolívar en el mismo año. FUENTE: tomada de Libro de Acta de Normal teníamos una disciplina Grados de la Facultad de Derecho de la y prácticas de cuartel militar en Universidad de Cartagena, 1932 a 1955. ejercicios, caminatas y trotes diarios. Recorrimos a pié todo el Departamento del Atlántico en varias excursiones, morral a la espalda. Hicimos notable excursión a la Sierra Nevada de Santa Marta. Desde el filo de sus alturas se veían las luces de Barranquilla, Santa Marta, Cartagena y otros sitios. En la plantación de café de un gringo, había un comisariato. A los trabajadores les pagaban con fichas que servían para pagar en el comisariato y para nada más. Era doble negocio... Desde entonces quedé marcado con la lucha antifascista. Leí los 367

Entrevista Álvaro Angulo Bossa.

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periódicos de la Escuela y cuanto folleto o libro cayera en mis manos, en ese momento le tocó sufrir a Abisinia la invasión por los ejércitos fascistas italianos, la que sufrió la lenta muerte de Antonio Gramsci en los calabozos de Mussolini, desde ese entonces fui parte de la generación de la lucha contra el fascismo... Leí libros revolucionarios como «La Madre» de Máximo Gorki, el Materialismo Histórico de Nicolai Bujarín, el Origen de la Familia, la Propiedad Privada y el Estado, y el Anti-Dühring de Federico Engells, el Manifiesto Comunista y algo mas de Marx y de otros pensadores...Con este modesto bagaje de inquietudes intelectuales y políticas llegué a la Universidad de Cartagena» Este grupo de jóvenes comunistas, contando con el apoyo de algunos líderes sindicales de la Federación de Trabajadores de Bolívar entre ellos José Raquel Mercado, Tomás Herazo Ríos y Emiliano Blanco Pautt, solicitaron al rector de la Universidad de Cartagena, Miguel A. Lengua permiso para traer al comunista Germán Vieira a que dictara una conferencia sobre historia de Colombia en el Paraninfo de la Universidad. Este hecho suscitó un movimiento estudiantil en defensa del partido liberal, respaldado por la mayoría de los estudiantes que consideraban al comunismo como una amenaza a «la ideología roja imperante en el mundo universitario». Jóvenes de diferentes facultades lanzaron voces de protesta en la prensa para rechazar la conferencia del comunista Vieira. Se conformó un comité permanente denominado «anticomunista» dirigido por los estudiantes de Derecho Alcides Angulo Passos y Elías Gómez Cáceres. El 7 de junio de 1944 este comité dirige una carta al rector de la universidad,368 pidiendo que se le negara al grupo de estudiantes comunistas, la presencia de Vieira en el Paraninfo, aduciendo que este no poseía título universitario, lo que era una manifiesta violación al reglamento interno de la Universidad que establecía que los conferencistas tuvieran título universitario como requisito indispensable para el ejercicio de la Cátedra Libre. La rectoría pasando por alto la petición generalizada de los estudiantes cedió el Paraninfo a Vieira para que dictara su conferencia, aduciendo que negar el espacio a esta conferencia era negar los fundamentos en los que se sostenía el ejercicio de la «Cátedra Libre» que significaba libertad de pensamiento y de discusión. El día 9 de junio cuando inicio su conferencia el 368

A.H.C. «El Fígaro», Cartagena 8 de junio de 1944. p. 1

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líder marxista, se hizo presente la policía por orden de la rectoría para prevenir cualquier brote estudiantil, lo que provocó la ira del estudiantado quienes en su mayoría se pronunciaron contra Vieira dando vivas a la «Gran Colombia» y dando abajos al comunismo. Por su parte algunos sindicatos de la ciudad militantes del comunismo agredieron a algunos estudiantes. El diario El Fígaro reprodujo la protesta estudiantil citando el caso del sindicalista José Raquel Mercado, quien intentó agredir de hecho a un estudiante de la Facultad de Medicina. Al final la conferencia no pudo ser concluida y los estudiantes marxistas llevaron a Vieira a que continuara su disertación en el Teatro Heredia. Apolinar Díaz Callejas recuerda ese episodio de ésta manera:

Alcides Angulo Passos, Estudiante de Derecho de la Universidad de Cartagena, miembro de las Juventudes Liberales en contra de los estudiantes comunistas en el Movimiento Proliberal del año 1944 y miembro del Comité «Anticomunista» de ese año. FUENTE: tomada de Libro de Acta de Grados de la Facultad de Derecho de la Universidad de Cartagena, 1932 a 1955.

«En la conferencia de Vieira nos agarramos a trompadas en el Paraninfo con los pro fascistas (refiriéndose a los estudiantes pro-liberales) y eso culminó en una gran conferencia en el Teatro Heredia. Allá culminó el acto con una gran manifestación por las calles de Cartagena...»369 La presencia de Vieira en la Universidad de Cartagena generó como vimos un movimiento pro liberal de parte de los jóvenes universitarios, que se vio fortalecido un mes después con el intento de golpe de Estado perpetrado por los militares conservadores a Alfonso López Pumarejo en la Ciudad de Pasto, pero el movimiento que había iniciado en contra del comunismo, se expresó luego en contra de las acciones del ala radical del conservatismo a quienes denominaban- naziconservadores- 370 y en este momento los jóvenes liberales que en el mes de junio habían criticado al comunismo hacen alianzas Entrevista Apolinar Díaz Callejas, estudiante de Derecho 1944. La expresión Naziconservadora venía de la crítica que el estudiantado planteaba a las dictaduras Nazista y Fascista que empezaban a decaer en el mundo europeo con las revoluciones democráticas.

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con los jóvenes militantes de este partido, que para este mes sufre una transformación en sus bases ideológicas e incorpora a su programa la defensa de la democracia denominándose «Partido Socialista Democrático», siendo su Fundador y Director del mismo en el Departamento de Bolívar, el estudiante de Derecho Apolinar Díaz Callejas. En la columna «La Universidad y sus transformaciones» del Diario de la Costa se publica un escrito referenciado como «Partido Socialista Democrático»371 en el que los jóvenes liberales explican su alianza con este comunismo «renovado» en las bases democráticas. Los estudiantes dejaron en claro que su alianza con el Partido Socialista Democrático surge de esa reevaluación de las ideas democráticas por este partido, que es una de las banderas bajo la cual se organiza la juventud liberal para defender la legitimidad de la administración liberal en el poder: «La nueva etapa histórica que inicia el partido comunista está como lo dijo Gilberto Vieira en mayor acuerdo con la realidad colombiana. Los comunistas laboran por llegar a la unión y a la inteligencia de los partidos democráticos en todos los países, aceptan su rejuvenecimiento práctico de las ideas democráticas y la revalidación de la ideología liberal misma. Defender al Partido Socialista Democrático de las interpretaciones que se le han hecho, no significa definirse con ellos, con su programa e ideas, es preciso comprender el carácter patriótico y la trascendencia social del partido en colaboración con el liberalismo militante.» Como decía Rafael Uribe Uribe «El liberalismo debe renovar la caduca doctrina individualista en las canteras inagotables del socialismo» Los estudiantes liberales en alianza con los comunistas para contrarrestar la oposición buscaron consolidar la doctrina liberal en el claustro universitario, a partir del supuesto de fortalecer los principios democráticos frente a los movimientos subversivos de la oposición, que empezaban a permear la institución y además, se interesaron en prevenir al núcleo proletario contra las rebeliones antidemocráticas, como la perpetrada en Pasto, cuyo fin a su juicio, solo ocasionaría «el derrumbe de un gobierno constituido legítimamente y por lo tanto, el desquiciamiento de las instituciones jurídicas». Además, a través de la prensa convocaban al proletariado y a los estudiantes a apoyar la presidencia de López que había involucrado en sus programas de gobierno la 371 A.H.C. «Diario de la Costa». Cartagena 11 de agosto de 1944. «La Universidad y sus Transformaciones». Partido Socialista Democrático. Página Editorial.

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causa obrera y estudiantil. En carta de fecha 10 de julio 372 publicado en el Diario de la Costa en su edición del 11 del mismo mes, los estudiantes bajo la autodenominación de «demócratas» ofrecen su apoyo a la administración liberal en la lucha contra la oposición conservadora: «Los suscritos estudiantes demócratas de la Universidad de Cartagena declaramos: nuestra más encendida voz de protesta contra el frustrado golpe de Estado encabezado por el teniente Diógenes Gil en la ciudad de Pasto y encaminado a desconocer el orden constitucional establecido. La juventud de la Universidad de Cartagena quiere hacer saber de una vez por todas, su inquebrantable fe democrática. El golpe de Estado de la ciudad de Pasto desdice de nuestra tradición democrática y solo puede comprenderse como un eslabón mas en la ya poderosa cadena que viene construyendo el nazismo derrotado en los campos de Europa por intermedio del falangismo tropical. Como sucede felizmente que la juventud colombiana no ha decidido aún uncir su porvenir al de las naciones totalitarias y quienes antes por el contrario quieren vivir en toda su intensidad la vida democrática. La juventud colombiana tampoco puede olvidar en estos días oscuros que ahora se trata del más esclarecido de los defensores de los principios de libertad, el orden y la igualdad colombiana. De un desvelado apóstol de las clases obreras del país y del hombre que en el poder ha demostrado una mas sincera compenetración con los problemas estudiantiles, de allí que nuestro interés de demócratas se halle justamente redoblado en este momento por nuestra profunda admiración por el caudillo y que simboliza la mas alta de las virtudes de nuestro pueblo y a la vez su constante anhelo de superación y reforma. No podemos cerrar estas líneas sin hacer una declaración beligerante de desafío a las huestes nazifascistas y sin hacer palpables nuestra voluntad irrevocable de la defensa de la democracia. Queremos a la vez notificar en el gobierno de nuestro país y en especial al actual encargado del poder doctor Darío 372

A.H.C. «Diario De la Costa». Cartagena 11 de Julio de 1944.

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Echandía que estamos a sus órdenes para luchar a su lado en esta nueva batalla por la completa libertad de Colombia. Universidad de Cartagena 10 de julio de 1944" Firman mil estudiantes cedulados y responsables de sus deberes y derechos entre ellos Manuel S. Nule, Jaime Angulo Bossa, Jorge Mercado, Apolinar Díaz Callejas, Calixto Payares, Manuel Serje, entre otros.

Los estudiantes de Cartagena así como los de Santa Marta y Barranquilla constituyeron comités de juventudes liberales en alianza, como un frente electivo ante la dirección Nacional del Partido liberal, en contra de los desmanes de la reacción conservadora. El objetivo de estos comités, era realizar una divulgación de la ideología liberal como orientadora de las clases obreras, la atención al problema social surgido de la escasez y carestía de los alimentos en la Costa Atlántica en ésta década, contando con la colaboración del Partido Socialista Democrático. En el Diario de la Costa en la columna «La Universidad y sus Transformaciones» se hace referencia a la conformación de estos comités de juventudes liberales en el litoral atlántico: «La Universidad y sus transformaciones Consolidado el frente de juventudes liberales en el litoral Atlántico. Espontáneamente las juventudes liberales de la República respondieron al estímulo cuando el atentado de Pasto. En todos los departamentos se aglutinaron las juventudes liberales para dejar constancia de su apoyo al gobierno legitimante constituido y aprovechar una vez más para organizarse en un frente electivo contra los desmanes de la reacción- partido de oposición. En Santa Marta, Barranquilla y Cartagena se constituyeron comités de juventudes liberales cuyo objetivo es la divulgación ideológica liberal como orientación de las clases obreras, la atención del problema social surgido de la escasez y carestía de los alimentos en la Costa Atlántica, en fin la conjuración oportuna de los manejos nebulosos del partido de oposición con la inapreciable colaboración del partido comunista en la convergencia total de sus ideas con las nuestras, de su plan de acción con el nuestro».373 A.H,C. «Diario de la Costa». Cartagena 4 de agosto de 1944 Página Editorial: «Universidad y sus Transformaciones». «Consolidado el frente de juventudes liberales en el litoral atlántico.»

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Algunos estudiantes a través de la prensa trataron de dejar en claro una posición apolítica, exponiendo ante la opinión pública «la eterna fantasía de querer representar siempre lo académico»374; por ello repudiaban toda ingerencia que tendiera imprimirle al movimiento una apariencia política y protestaban contra aquellos que los acusaban de apoyar a algún candidato o de defender un sistema político en particular. En el periódico El Fígaro aparecen varios artículos que permiten visualizar esta posición. En la edición del 21 de Julio del 1940 aparece el escrito «La Política y La Universidad» firmado bajo las iniciales I. V .M .: «La política y la Universidad» : La política leímos alguna vez suele ser vidrio no solo de aumento o de disminución, sino máquina que trastorna la posición de las cosas, como aquel aparato que inventó un físico de California y con el cual los árboles, las gentes y los edificios presentaban sus imágenes invertidas. No invierte la política la posición de las cosas como el pervertido aparato, sino que es también ácido que disuelven los vínculos espirituales que unimos en haz de voluntades en la realización de nuestros ideales y en la conducción de nuestros destinos. Alma Mater y política son términos que se excluyen. Alma Mater significa compañerismo, amistad, comunidad de intereses e ideales. Política o politiquería, es tanto como decir, ambición viciosa: intereses ruines, individualismo y egoísmo. Los universitarios debemos desprendernos del yugo de la política bajo la cual yacemos asfixiados, porque no es digno de la juventud que es espíritu, permanecer vencida bajo los intereses bastardos de la materia.»375 De alguna manera algunos estudiantes pretendían convencer a la opinión pública de su lejanía con la política que para ellos, era sinónimo –como vimosde intereses ruines y ácido para los vínculos espirituales, y que en este momento, afectaba la paz de la sociedad colombiana, ya que para la década del cuarenta, los conflictos entre el liberalismo y el conservatismo y sus disidencias se hicieron muy fuertes. Conscientes del interés público por preservar la democracia, la paz ALVARADO, María de Lourdes. (1999). «La Universidad Libre primer movimiento estudiantil del Méjico independiente (1875)». En «Movimientos estudiantiles en la historia de América latina». Coordinadora Renate Marzisque. Centro de Estudios sobre la universidad (CESU), Plaza y Janés. Editores, y Universidad Nacional y Autónoma de Méjico, Méjico. Volumen No1. p. 65. 375 A.H.C. «El Fígaro», 21 de Junio de 1940 No 1207, p. 4. «La política y la Universidad», firmado por I. V. M. 374

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en el país que se veía afectado con expresiones militares de golpes de Estado se interesaron por conquistar las simpatías del público aludiendo insistentemente al carácter academicista y apolítico del movimiento. Posiblemente algunos jóvenes que hicieron parte del movimiento pro liberal del cuarenta y cuatro se sumaron a esos universitarios que pregonaban un divorcio entre política y universidad, quizá decepcionados por el rumbo que tomaban los conflictos entre liberales y conservadores, y la división irreconciliable del liberalismo de esos años con la incorporación de ideas de izquierda, que llevó al conservatismo al poder. Esta consideración viene de un artículo publicado en el Diario de la Costa en la edición de 30 de septiembre de 1945 escrito por un candidato liberal a las elecciones de ese año, Braulio Henao Blanco,-egresado de la Facultad de Bachillerato y Derecho- quien en dicho artículo, parece cuestionar a la juventud universitaria que luchó del lado del liberalismo en años anteriores y que no rindió lo que se esperaba -en sus palabras-, y que se «encerró en los libros» volviendo la espalda a la «vida tumultuosa»- como así describe la situación social y política de estos años, Henao Blanco-. Planteando así mismo, que esta juventud sin interés por la política deviene en parte por la «política degenerada y corrupta» del departamento y del país en general que obligó a la juventud, a retirarse y encerrarse en la soledad de su devenir académico: «La Juventud en la Política»: Aquí en Bolívar tenemos todavía una juventud universitaria que no se ha corrompido por la política, o más exactamente, por el ejercicio indecoroso de la politiquería. A pesar del halago con que se la tienta, hay en ella un sentido moral que la custodia y que la salva, y que la obliga a conservar en lo mas alto de su parábola vital los colores dureos de su dignidad. Con más tiempo y con más calma yo he de escribir una página sobre nuestra juventud que no ha rendido lo que de ella se esperaba en cuanto a capacidad batalladora y heroicidad beligerante. Pero bien sé que ha de venido indiferente y que no ha sido por entrega maliciosa. La juventud universitaria sobre todo, se ha encerrado en su castillo, después de hacer inútil el puente levadizo y ya en su imperio vigilada por los libros y solo preocupada con la

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meta de su propio ímpetu, se vuelve de espaldas a la vida, a esta vida tumultuosa que la espera y que será su campo de acción hasta morir. Quizá tiene la culpa la política de este departamento en este caso, como en tantos otros... se corrompió tanto, y tanto se ha degenerado que la juventud sintió asco, asco y dolor ante tanta podredumbre. Y entonces, urgida por la meditación escogió la línea de menor resistencia. Se retiró a su soledad que equivale a un metódico enfrentamiento de su voluntad combativa. Pero la juventud no acepta, como norma vital imprescriptible la nirvánica inquietud. Su ardimiento dionisiaco y apolineo, y embriaguez exuliante su denuedo. Nuestra juventud, en cualquier instante, domeñará su resignación transitoria y volverá sus aceros contra el sol. El camino mas corto pasa por las estrellas, y su ruta es la ascensión natural por la escala de Jacob. La vida purificante es la vida peligrosa de la cuerda en el vacío con las pupilas que escruta el abismo para alcanzar la sabiduría de su misterio.»376 A pesar de la posición apolítica que expresaron algunos estudiantes la mayoría de los jóvenes universitarios que participaron en los movimientos de los primeros años de la década del cuarenta, coquetearon con el liberalismo. La norma fue la falta de independencia política del estudiante de estos años, y la absorción de muchos de ellos por el liberalismo hegemónico de la época.

4.6. LA PRENSA CONSERVADORA377 Y EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL PRO-LIBERAL La prensa conservadora local El Fígaro y El Diario De la Costa abrieron sus páginas a ésta agitación estudiantil de corte liberal en la Universidad de Cartagena expresando en sus columnas editoriales su apoyo a la causa estudiantil, este apoyo se expresó en dos sentidos; por una parte en contra del A.H.C. «Diario de la Costa». 30 de septiembre de 1945. p. 3. La nota del día (pagina editorial) «La juventud en la política» Por Braulio Henao Blanco. 377 Se analiza solo la posición de la prensa conservadora frente a los movimientos estudiantiles de la Universidad de Cartagena a principios de la década del cuarenta, porque la posición de la prensa liberal no fue posible registrarla, debido a la ausencia de esta prensa en el período de estudio; en el Archivo Histórico de Cartagena el Periódico liberal El Porvenir solo aparece en los años de 1918 a 1928, y la Patria de 1918 hasta 1930. 376

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ascenso del tercer partido en Colombia, el comunismo, y por el otro, en contra del liberalismo que le había dado impulso a las ideas comunistas en el país. El periódico El Fígaro en su página editorial se pronunció a favor del movimiento estudiantil pro liberal en contra de la presencia del comunista Vieira en el claustro universitario y de paso rechazaba la presencia del comunismo en la Universidad Nacional que para el año 1944 tenía como rector a un comunista, Gerardo Molina, que según El Fígaro era considerado el mas «comunista y agitador peligroso de estas ideas». En este sentido en la editorial del 10 de junio de 1.944 aparece el siguiente artículo: «El comunismo en la Universidad» Antes de reasumir el doctor Alfonso López fue nombrado Rector de la Universidad Nacional Gerardo Molina. Con este motivo hubo varias protestas por ser Molina comunista y agitador peligroso de estas ideas, las cuales están desarrollando con alarmantes celeridad en el país. El auge que el comunismo esta tomando se debe principalmente al apoyo que el régimen liberal le presta. Así vemos que hace alianza con el partido comunista en elecciones para representantes, diputados y concejales, estimula las huelgas y los movimientos de las masas, y ahora, el régimen liberal le entrega la rectoría del pensamiento colombiano. No nos sorprende que en el camino de las concesiones irreflexivas y tontas, el gobierno resuelva abrirle las puertas de las salas de conferencias de nuestras universidades, a los secuaces del señor Molina. Ayer, por ejemplo vimos al señor Gilberto Vieira que según al decir de Juan Lozano y Lozano, es el más caracterizado y peligroso comunista colombiano, inaugurando en nuestro paraninfo la Cátedra Libre. Vieira anuncio una conferencia que tituló «Interpretación de la Historia de Colombia», y que bien pudo llamarse catecismo marxista, su disertación que al principio fue tolerada por un rasgo de natural cultura de nuestra juventud, fue interrumpida luego con el grito de protesta de los estudiantes»378 En el mismo periódico en la edición de junio 19 de 1944 aparece en este mismo sentido un articulo titulado «Cátedra Libre»379, en el que se cuestiona la Extensión Universitaria al público de Cartagena a propósito de la conferencia 378 379

A.H.C. «El Fígaro». Cartagena 10 de junio de 1944. p. 3. «El Comunismo en la Universidad» A.H.C. «El Fígaro». Cartagena 19 de junio de 1944. p. 3 «Cátedra Libre».

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de Vieira como sinónimo de «prostitución ideológica» mas no de libertad de juicio y de crítica: «Cátedra Libre» Así ha dado en llamarse, en esta nación de regreso hacia la barbarie, el inveterado sistema de envenenar el alma de la juventud. La etiqueta resultaría sin embargo magnifica, si fuese saludable el contenido, pero desgraciadamente entre nosotros «Cátedra Libre» es sinónimo de prostitución ideológica. En todas las universidades del mundo el Paraninfo es símbolo y sagrario. El caso de Vieira en nuestra universidad es típico, viene él provisto de una especie de patente de curso, expedido nada menos que por el Ministerio de la Educación Nacional para ser política comunista desde la sala de actos de aquella institución venerable y porque alguno de los estudiantes que saben respetarse y velar por los fueros de las aulas expresaron su protesta contra semejante y afrentoso absurdo, airadamente como apenas es natural, se llega hasta decir de ellos, que son tipos de incultura y groseros ademanes porque dizque tratan de obstruir la expresión libre del pensamiento con actos de violencia. No señores, no, una cosa es la libertad de juicio, de crítica y de exposición sobre materias científicas y otra cosa inconsecuente e indigna es aprovechar impunemente la expresión cátedra libre para inculcar el virus de la política de partido o de secta. Es el caso desde el mas alto sitio de una universidad.» Luis Carlos González. El Diario de la Costa por su parte dedicó una columna especial en su página editorial al movimiento estudiantil denominada «La Universidad y sus transformaciones» dirigida por los estudiantes de Derecho Jaime Gómez O’Byrne y Hernando Mouthon, que aparecía diariamente. En esta columna se comentaba sobre las luchas de las juventudes universitarias de Cartagena al lado del liberalismo en contra de la oposición conservadora, y los sistemas políticos dictatoriales imperantes en algunos países europeos como el Nazismo y el Fascismo; sistemas que afectaban el desarrollo de la democracia, que habían tomado como bandera la agitación estudiantil en los primeros años de la década del 40.

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Este espacio que brindaba el Diario de la Costa a los estudiantes, tenía su explicación en la campaña conservadora, que su director Carlos Escallón estaba realizando para este año, con el fin de impedir una posible política de persecución a los conservadores por parte del gobierno liberal debido a los sucesos de Pasto. En una columna del diario, su director invitaba a la juventud liberal de Cartagena y a los dirigentes del partido liberal, a crear un frente unido en contra de los nazi conservadores, como así se le llamaba a la disidencia conservadora que para estos Jaime Gómez O´Byrne, Estudiante de Derecho de la Universidad de Cartagena, años se movía entre movimientos proen el año 1944. Director de la columna fascista que afloraban en el país con la «La Universidad y sus transformaciones», aparición del Fascismo en Alemania e dedicada a los estudiantes de la universidad. Italia, que propugnaban por una noción de FUENTE: tomada de Libro de Actas de razas superiores y razas inferiores, la Grados de la Facultad de Derecho de la negación del principio de igualdad de los Universidad de Cartagena, 1932 a 1955. hombres, de los derechos y libertades políticas que daban base a la democracia, la exaltación de la guerra y la fuerza como motores de la historia380. En «Universidad y sus transformaciones «en la editorial del 14 de julio de 1944381 aparece el siguiente comentario con respecto al intento de golpe de Estado, al gobierno de Alfonso López Pumarejo en Pasto: «La Universidad y sus Transformaciones El estudiantado fiel a los principios domésticos inmensa indignación ha causado el atentado contra la democracia perpetuado traidoramente en la persona del primer mandatario de la República Excelentísimo señor Presidente doctor Alfonso López, en la ciudad de Pasto. El espíritu netamente democrático de los estudiantes de la Universidad 380 A.H.C. «Diario de la Costa». Cartagena, 10 de julio de 1944. p.1. Ver también Jaime Jaramillo URIBE. «La educación durante los gobiernos liberales. 1930-1946. En «Nueva historia de Colombia» Editorial Planeta, Bogotá 1989. p. 95. 381 A.H.C. «Diario De la Costa», Periódico conservador. Cartagena 11 de julio de 1944: «La Universidad y sus Transformaciones». p. editorial 2.

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de Cartagena dejo en una declaración decidida constancia de su airada protesta por el delito de lesa democracia y de lesa constitucionalidad cometido por el afortunadamente pequeño grupo de insurrectos que forman la capital de Nariño. La conducta del estudiantado se encuentra a una distancia de encubrir una actitud de política solapada. Sino que de del desconocimiento de los fundamentos constitucionales del Estado fácilmente surgirá un sistema de gobierno semejantes sino igual a la de los empleados en naciones como en Alemania y España. A las nuevas generaciones corresponde erigirse en defensores de las bases democráticas, porque a ellas les tocará mas tarde dirigir la vida del país; y país situado en esos renglones nazi-fascistas es un país llamado al caos y los países en éste estado caótico están destinados a ser los instrumentos de los demás». De la misma manera se publica en la misma columna en la edición del 20 de julio, un escrito titulado «Vanguardia Liberal»,382 en el que los estudiantes se solidarizan con la administración liberal de Alfonso López Pumarejo frente a la creciente reacción del conservatismo: «Vanguardia Liberal Los acontecimientos que últimamente han agitado en forma violenta la estructura democrática del país ya tienen su resultado por cierto que totalmente distinto al esperado por los dirigentes de tan desafortunada reacción, la consolidación definitiva de las juventudes liberales en torno al actual régimen y el enarbolamiento de los auténticos principios democráticos por un beligerante comité de juventudes liberales. Del núcleo universitario convencido del ideario liberal ha surgido este frente sólido sin debilidades de especie alguno, sus miembros son todos enemigos de la política personalista y están resueltos a mantener los fueros del partido.» Contrario a lo que pudiera pensarse de que, los eventos estudiantiles dependieran de la identidad política que tuvieran con la prensa local, como 382 A.H.C. «Diario de la Costa», periódico conservador. Cartagena 20 de Julio de 1944. p.2: «Vanguardia Liberal».

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ocurrió con el movimiento estudiantil liberal de los años veinte en Bogotá, para el caso del departamento de Bolívar, la identidad política de los estudiantes -que era también mayoritariamente liberal- no obstaculizó como vimos sus expresiones en la prensa conservadora, que aunque fueran utilizadas por esta prensa para evitar la persecución liberal en los años cuarenta, permitió la libre expresión de los estudiantes liberales de la Universidad de Cartagena y toda la campaña pro liberal que estos realizaron durante la década.

4.7. MOVIMIENTOS ESTUDIANTILES EN LA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS - COLEGIO DEPARTAMENTAL DE BACHILLERATO DE LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA383: UNA TRADICIÓN REVOLUCIONARIA. «La inquietud y la rebeldía del estudiante de esa época no era sino por ampliar sus conocimientos... porque la enseñanza en el Colegio era laica, era completamente libre...» José Álvarez Quezada

Estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras. Roberto Méndez y Verdugo, Roberto Camacho, R. A. Paz Viera, Luis Gómez Franco, Rafael Muñoz T., José Saúl Flórez, Raúl Vargas V, Florentino Bustamante, Lázaro De León, Leonel Mordecai y Carlos Sánchez Pareja («Simón Latino»), posan con el Rector General de Universidad y Director de la Facultad de Filosofía y Letras, Luis Patrón R. Año 1926. FUENTE: foto donada por Socorro Bustamante de Angulo a la Fototeca Histórica de Cartagena.

Según las fuentes escritas y los testimonios orales consultados, al inicio del período de estudio, esta Facultad recibía el nombre de Filosofía y Letras y a principios de los cuarenta cambia de nombre por el de Colegio Departamental de Bachillerato que, durante todo el período de estudio funcionó al interior de la Universidad de Cartagena.

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Según los testimonios de los egresados de la Facultad de Filosofía y Letras, debido a la intensa actividad estudiantil en protestas y huelgas, por demandas de reformas y cambios en la Universidad, mereció la denominación de una facultad «revolucionaria» que en ocasiones fue percibida por las autoridades universitarias y departamentales, como el lugar de agitación y perturbación de la disciplina, al interior del claustro universitario. En el contexto de un ambiente liberal de reformas tendientes a la modernización de la universidad colombiana, los egresados de la Facultad de Filosofía y Letras evocan los diversos movimientos que realizaron principalmente en la defensa de una libre enseñanza en la universidad, de un estudiante mas comprometido con el devenir académico; movimientos en los que «tumbaban» rectores, profesores, secretarios de educación cuando estos intereses se veían amenazados: En 1930 Patricio Villalba recuerda el movimiento estudiantil que lideró la Facultad de Filosofía y Letras para exigir la permanencia del alemán Carl Glockner como Rector de la Universidad, quien se encontraba adelantando un proyecto de modernización de la institución y que para ese año, la Secretaría de Educación Departamental consideró su destitución argumentando que para ser rector de la Universidad de Cartagena «era necesario ser colombiano»:

Patricio Villalba Verbel. Estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras. 1927-1932, FUENTE: tomada de Libro de Actas de Grado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Cartagena, año 1932 a 1955.

«La Universidad de Cartagena viene a adquirir su auge en el Gobierno de López en el 34. Trajeron la misión alemana que remodeló la Universidad, con un rector de apellido Glockner, quien había venido a América y había organizado la educación pública de Colombia y Chile, dominaba el español y aquí en Colombia lo contactaron para venir a regentar la Universidad, duró cuatro años del veinte y ocho al treinta dos.

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Fue la época de oro de la Facultad de Filosofía y Letras, con excelentes profesores de Física, Química y tuvimos un rector de lujo; que reemplazaba a los profesores de Latín, Química, Física cuando ellos faltaban, sabía de todo... fue un rector de lujo. La primera huelga grande que yo recuerde, se llevó cuando un director de Educación Pública nombrado por el Ministro de Educación, de apellido Botet, quiso quitarlo de la rectoría, duró esa huelga un mes y nos respaldó el pueblo, era en firme. Entonces el Ministro de Educación pasó un telegrama al director de educación, pidiéndole explicaciones de porque la Universidad estaba en huelga por un mes, el director le respondió «Patriotismo no es egoísmo», Cartagena tiene mucha gente importante que pueden ser rectores, no tiene que ser un extranjero. Entonces el ministro que era un muchacho de 26 años le contestó: «Director de Educación Pública. Cartagena. No podemos cerrar los canales desde donde nos ha venido la civilización de veinte siglos. He aceptado su renuncia». Lo votó. Fue al final del gobierno de Olaya en el 31" Patricio Villalba, 83 años384

Los recuerdos de Villalba con relación a este movimiento, advierte un estudiante consciente de la necesidad de reformar la instrucción universitaria, pues el movimiento no solo se originó por la defensa del rector alemán en la institución, sino que lo exigía, -como así lo habían expresado en el Manifiesto del movimiento publicado en el Diario La Patria, ya citado-, era el mejoramiento de los actuales métodos instruccionistas de la Universidad de Cartagena por los que aconsejaba la pedagogía moderna, y Glockner, precisamente para los estudiantes estaba emprendiendo estas reformas al ser un personaje originario de una nación avanzada como Alemania, que tenía como constante preocupación el mejoramiento de los métodos educacionales. La misma conciencia de libre pensamiento, hacía generar en los estudiantes un interés por una universidad mas abierta, mas receptiva a los cambios que se estaban operando en las universidades extranjeras, por eso no resulta curioso, que en el discurso expresado en el manifiesto asocien, la modernización de la Universidad de Cartagena, con la introducción de personal de países extranjeros o naciones avanzadas, una discusión que se imponía para estos años de ambiente liberal a nivel nacional. 384

Entrevista a Patricio Villalba, egresado de la Facultad de Filosofía y Letras (1927-1932).

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Además en el citado Manifiesto estudiantil, se muestra una juventud «activa», «enérgica» y «rebelde» ante toda práctica lesiva a sus intereses, a su preocupación por el desarrollo de la educación universitaria de acuerdo con las exigencias del progreso moderno y la sociabilidad universal, entendida esta última, como la apertura de un plantel docente a todos los métodos educacionales que conlleven a un país, a la condición de un pueblo culto. Tomás Figueroa Cervantes, estudiante de estos años, recuerda esa conciencia estudiantil hacía lo moderno, hacia lo que era bueno para la enseñanza en la personalidad de Glockner a través de conceptos como, el «dominio de la Ciencia» «de la Práctica», y del fomento de un estudiante más autónomo: «... Estaba a la sazón el Secretario de Educación Juan N. Botet e iba a salir de la secretaría, se había convenido que nombraran un nuevo rector, tan pronto se supo la noticia los muchachos nos pusimos todos de pie para defender a Glockner y entonces decía que Glockner no podía ser rector de la Universidad porque Glockner, no era sino, maestro rural en Alemania, los estudiantes tuvieron más conciencia de la realidad e hicimos una huelga de las más grandes huelgas que se hizo, no tiramos piedras ni nada, era una huelga muy seria; al fin y al cabo, logramos que Botet desistiera de sus pretensiones y se quedara Glockner, por que si era verdad que él era maestro rural dominaba las ciencias, como te dije antes, se iba digamos a la ingeniería y no estaba el profesor ahí y dictaba la clase... Glockner era maestro rural en Alemania, aún no podía ser profesor en Berlín, no era sino un maestro de escuela pero rural, pero vino aquí y no bien estuvo aquí, demostró dominar muchas partes de la ciencias, al extremo de que el llegaba a una clase y preguntaba, «¿Con quien están ustedes aquí?» y decíamos: «falta el profesor», « El es profesor de que?», « de historia», «bien, entren», cojía ra ra ra... «y dictaba la clase de Historia de Colombia». Sobre la enseñanza práctica que fomentaba Glockner, decía Figueroa: « ...otro día se presentó y no estaba el profesor de Geografía de Colombia que a la sazón era don Pedro Maza y P., se sabía todo el libro ese oficial, y al punto de que preguntaba ¿Cuál es el quinto afluente del río Magdalena por la margen 247

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izquierda en el departamento de Caldas? El que me diga le doy una gaseosa, y nadie le respondió; ¿»Cuál es el municipio que se caracteriza por tener a la mujer más bonita?», tampoco entonces creo que dijo, que era un municipio de Bello Antioquia, en todo caso ese era el profesor, y como él no estaba, entonces dijo»Yo dicto la clase», me dijo a mi por que me dijo que subiera a la rectoría y le trajera unos mapas de esos que él trajo, que no tenían una sola letra, era puro relieve, nos preguntaba cual era la altura de Bogotá sobre el nivel del mar, y como uno estaba acostumbrado a copiar el mapa que teníamos, uno iba allá y veíamos el número... y decía así que nos puso a que miráramos a todo el país, y mientras él lo podía caminar tranquilamente, nosotros no sabíamos como salir de Cartagena para irnos a Bogotá(risas...) que era por el Río Magdalena; él sabía mucha Geografía, nos lo demostró en mas de una ocasión...» Tomás Figueroa Cervantes, 90 años385

A través de estos testimonios orales se describe a unos estudiantes muy rebeldes y activos dentro del movimiento, que utilizaron como mecanismos de presión ante las autoridades departamentales y locales, la huelga o suspensión de clases para hacerse escuchar, saliendo a la calle, convocando a la comunidad cartagenera y expresando en la prensa su inconformismo, lo que decía mucho de su espíritu de libertad; Villalba recuerda que éste mecanismo de presión, la huelga, se convirtió después en un hábito de los estudiantes para protestar:» Los cambios que se dieron a raíz de esa huelga, fue que quedó el hábito de la huelga, de la protesta». La huelga o suspensión de clases logró perturbar la autoridad universitaria representada en la rectoría, que fue relevada dos veces consecutivas en un mismo año en 1.930, después de que Glockner decidió renunciar al cargo. Como vimos Raúl Vélez, uno de los rectores de ese año en su informe de labores del año lectivo interpretó la huelga estudiantil propiciada por los estudiantes de Filosofía y Letras, como «brotes de indisciplina», con esta apreciación, arranca en el período de estudio, una percepción por parte de las autoridades universitarias con respecto a la Facultad como «foco de indisciplina» que se va a mantener hasta su cierre en 1949. A lo largo del período, egresados de esta facultad que fueron líderes en los movimientos, recuerdan el hábito de la huelga o suspensión de clases para 385 Entrevista a Tomás Figueroa Cervantes, egresado de la Facultad de Filosofía y letras (19281934).

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deponer a un «mal profesor», para «tumbar» a un rector y a un secretario de educación. Siempre para los estudiantes de esta época había un motivo para protestar lo que demuestra su espíritu activo, beligerante, autónomo y crítico en sus reclamaciones no solo en la huelga, en la protesta callejera sino también al interior del aula de clases, en la que el estudiante no sentía temor para cuestionar la opinión del profesor y donde constantemente ponía de presente su espíritu y actitud de crítica. «...Recuerdo una anécdota como ésta de uno de esos líderes estudiantiles, Alfredo Porras, el famoso «Perucho», le dijo una vez el profesor de Historia Universal que el examen se iba a escribir en tinta o con tinta, y el que no tuviera plumero, que entonces no se usaban los bolígrafos de hoy, sino un plumero y un depósito para tinta, el profesor dijo que le ponía cero en el examen, y el comenzó diciendo(refiriéndose a Alfredo Porras): «El profesor ha dicho que el examen de historia se hace con tinta y el que no tenga plumero le va a poner cero, pero como yo no tengo plumero sino lápiz tinta lo voy a escribir así porque lo escrito, escrito está, escrito está e igual valor tendrá lo escrito con tinta, que lo que yo voy a narrar de mis conocimientos de historia...» y el profesor le tuvo que poner cinco.» José Álvarez Quezada,76 años386

«Yo recuerdo en el 39, hubo un movimiento, pero yo ahí actué no como un tipo intelectual sino como un muchacho que se dejaba llevar por la marea. Así fue como yo comencé a aprender eso, era el rector Lenguas quien tuvo que salir para parar el cadáver del viejo (el secretario de educación), el simulacro de entierro que le hacíamos con un muñeco de trapo (risas), hacía yo primer año de bachillerato... tumbábamos a los secretarios de educación. Y yo era uno de los que se paraba en la plaza pública y ya tenía admiradores, uno de los admiradores míos era un doctor que le llamaban Juancho» Francisco Bustillo Cuevas, 80 años387.

386 Entrevista A José Alvarez Quezada, egresada del Colegio Departamental de Bachillerato (19431948). 387 Entrevista a Francisco Bustillo Cuevas, egresado de la facultad de Filosofía y Letras (1939-1944).

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«Participé pero no fui dirigente de ninguno de ellos, por ejemplo cuando entró el doctor Ignacio Vélez Martínez, el profesor me acuerdo que su apellido, era Gómez, el profesor Gómez, quien nos exigía pronunciación inglesa para el curso de inglés. ¿Cómo lo tumbamos? Es la palabra, haciéndole silencio, él llegaba saludaba y nadie le contestaba... preguntaba y nadie le contestaba. Al tercer día el hombre se fue. Nosotros hacíamos los movimientos mediante cierto tipo de manifestación en el bachillerato, allí en la placita que está en frente de la Biblioteca Fernández De Madrid, o la Torre de la Universidad, que eso ahora lo han...ah¡ ahí estaba la estatua de un educador de aquí de la región- esa placita que se llama ahora, creo que del estudiante, antes tenía una estatua, no se si se la restablecieron de Manuel Dávila Flórez y muchas veces el reclamo nuestro, terminaba en acciones intrépidas contra la licorera del señor Ángel Núñez que quedaba o queda todavía al frente de la Universidad, a tal punto eran fuertes esas arremetidas contra el aviso, que no pasaba mas de eso, de lo propagandístico del vino del señor Ángel Nuñez, un visitador que llegó a Cartagena, en una ocasión de controversia dijo que el problema de la Universidad de Cartagena, de la Facultad de Bachillerato, era que tenía al frente, una fábrica de vinos, que uno pasaba bebiendo vino, dio a entender que pasábamos con el vicio de la borrachera cuando no era realidad, sino que siempre rompíamos el aviso-». «Yo me acuerdo de una manifestación que le hicimos al doctor Lengua como rector, comenzó él a hablar en la tribuna y nosotros a chulearlo, a silbarlo y alguien hasta le tiró un tomate, un tomate en esa época era un atrevimiento, y el profesor que era de carácter nos hizo un gesto, como quien dice «váyanse al diablo» y se fue y no nos paró mas bolas, yo creo que después renunció». Roberto Mordecai Marrugo, 80 años 388

Yo fui un hombre muy activo para propiciar la huelga, un hombre muy activo en la cuestión del bachillerato, en la facultad para propiciar las huelgas y para orientarlas, a mi me gustaba y a mi hermano Alberto también, nosotros dos siempre estábamos al frente; buscábamos cualquier cosa, un 388

Entrevista a Roberto Moredecai Marrugo, egresado de la Facultad de Filosofía y Letras (1937-1942).

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pretexto cambiar un rector, arrasar a un secretario de educación cualquier cosa de esas que diera la «piedrecita»... «Los movimientos eran fabulosos, nosotros por ejemplo hicimos una huelga para sacar a Hermes Luján de la Rectoría de la Facultad de bachillerato, eso fue de días y días, inclusive disfrazamos a un burro y le pusimos la cara de Luján (risas)». Alfonso Múnera Cabas, 76 años389

«Yo recuerdo que discutía mucho con el profesor de matemáticas que era de apellido Duque en primer año, me increpaba porque no cuidaba los cuadernos. Como yo iba en bicicleta al Pié de la Popa donde vivía, el cuaderno lo enrollaba y lo metía en el bolsillo de atrás y naturalmente a las dos semanas ya el cuaderno no tenía forro y entonces el profesor me decía de todo por ese hecho. Había un reglamento en bachillerato que le prohibió al profesor calificar con menos uno a los trabajos prácticos limitándolo para que no pusiera cero, y me decía el profesor: «Le voy a poner 1(uno) cada vez que usted me traiga el cuaderno así» y yo le decía: «Me importa que usted me ponga uno porque yo le saco cinco en el examen», y pasó porque lo promedio a tres, con esa arrogancia y preciso cada vez que había examen cinco y uno en los trabajos prácticos por llevar así el cuaderno, y así seguíamos discutiendo y yo feliz, le decía: «Usted no me raja a mi nunca porque el promedio me sale a tres», y ocurre que a mitad de año se formó una huelga tremenda porque los alumnos del último grupo o sea el sexto que eran de 18, 20 y mas años, de quienes decían que se habían graduado en primer año porque tenían seis años de estar haciendo primero, estaban inconformes, porque muchos iban rajados en esa materia. No se que pasaba, no me interesa calificarlos mal, pero o no sabían estudiar matemáticas o no querían estudiar o yo no se que, se creían de mucha edad, muy hombres para estar en ese curso, y entonces se formó la huelga y querían que botaran al profesor de matemáticas. El rector, el Licenciado Fernán Caballero Vives que era muy recto, le dijo al profesor: « Bueno, vamos a reunir a los alumnos del primer año en el Paraninfo de la Universidad (que es el Aula Máxima de hoy), si usted encuentra a un alumno que mande al tablero y le responda las preguntas de matemáticas 389

Entrevista a Alfonso Múnera, estudiante del Colegio Departamental deBbachillerato (1942-1947).

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que usted haga, usted queda en la cátedra, pero si usted raja al alumno es porque usted no enseña». Se realizó la reunión en el Paraninfo al día siguiente, asistieron los alumnos de Medicina y Derecho por que eso se hizo público. Entonces, cuando ya estábamos dijo el rector lo que ocurría y su propósito, y el profesor dijo: Betancourt Rafael al tablero y yo me sentí como llegando al cielo, un muchacho de pantalones corto de 13 años en semejante espectáculo que estábamos viendo, que lo selecciones para que vaya a salvar al profesor y era el alumno que el venía rajando porque no cuidaba el cuaderno. Me he parado y me sentí tan engrandecido que se me olvidó en el momento que iba contra los intereses de muchos compañeros, llegué hasta donde estaba el tablero. El profesor, dictó un problema sobre quebrados y yo lo resolví. Cuando terminé le dije. «Profesor, yo puedo utilizar una mecánica diferente a la que usted ha enseñado, que aprendí allá en la escuela de San Jacinto». Y realicé el planteamiento, fui aplaudido por muchos alumnos, pero cuando intenté salir, los estudiantes que estaban reclamando con la huelga, me señalaron los puños, que bajara para pegarme y yo no me atreví a bajar. Llamaron a la policía para que me sacara de la universidad porque me iban a linchar físicamente. El rector me dio una semana de permiso para que regresara cuando ya se calmara el problema. Esta es mi entrada a la universidad, mi primer año, el profesor siguió y cambio conmigo inmediatamente y empezó a calificarme con 4 y con 5 los trabajos del cuaderno». «Yo participé como huelguista, creo que hacía tercer año; en una huelga contra el doctor Antonio Hermes Luján que era profesor de matemáticas en segundo año. Nosotros participamos pero no era un problema de cátedra, sino del cargo que desempeñaba también como rector y llevaba muy tensa la situación allí y los alumnos no podían hacer un chiste, estar jugando porque enseguida le ponía nota de mala conducta. Era casi un dictador, de pronto surgió huelga contra él y todo el mundo se unió. Me acuerdo que hizo expulsar a unos alumnos por cualquier cosa, el quería tener eso como si fuera un colegio de monjas, ese era el problema. Todo el mundo se unió contra él y eso fue una chispa que prendió. Me seleccionaron para que llevara la banda de guerra para mi casa, rompimos la vitrina que estaba en el pasillo, donde queda ahora admisiones, sacamos la banda compuesta por cornetas y tambores. Los llevaba yo todos los 252

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días para el barrio de San Diego, donde vivía, porque era el que estaba mas cerca. Yo venía todas las mañanas con los instrumentos y los llevaba en la noche, pasábamos todo el día tocando, lo que tocaba la banda de guerra. Una mañana vengo yo con los instrumentos a las 7 y Luján que dormía en el colegio porque era profesor interno, iba a visitar a su familia que vivía por ahí por la Iglesia de Santo Toribio, me encontré con el por la esquina de la antigua Emisora Fuentes y me dice: «Ah, con que tu eres el líder de la huelga» y yo me sentí envalentonado, porque me hubiera dicho líder y le contesté: «Si, yo soy por qué? Qué pasa?» Es decir, era la situación de que a uno cuando la razón le asistía, no tenía miedo al rector y terminamos sacando a Luján» Rafael S. Betancourt. 75 años390

«Hubo una huelga fuerte en el año cuarenta, la libró muy bien el gobierno, una cosa que protestaron los estudiantes de bachillerato fueron los exámenes que venían los inspectores de Bogotá, venían unos inspectores hacer control de los bachilleres en todos los años de bachillerato, entonces a veces esos exámenes, se convertían en confrontaciones entre los profesores y los inspectores porque los profesores decían, «no señor usted no puede preguntar eso, por que eso no está en el pénsum», se salían de los pénsum, entonces eso fue una época dura para nosotros. Estos movimientos a veces eran violentos, a veces se salían de control y atentaban contra el orden público, entonces, ¿qué pasaba? Que la protesta era que había que cerrar el bachillerato y cerrar la universidad.» Pedro Múnera Mouthon,

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De los testimonios de los egresados de la Facultad se infiere que la mayoría de los movimientos obedecían a motivaciones puramente académicas que afectaban la libertad de pensamiento que los estudiantes tanto preconizaban, además de estos movimientos hubo otras manifestaciones estudiantiles que estuvieron interesadas por los problemas que afectaban a la ciudad, una manifestación que ilustra esta preocupación de los estudiantes por la ciudad fue la descrita por Roberto Mordecay, egresado del año 42: 390 Entrevista A Rafael S. Betancourt, estudiante del Colegio Departamental de bachillerato de 1941 a 1946. 391 Pedro Múnera, estudiante del Colegio Departamental de Bachillerato (1938-1943).

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Roberto Mordecai. Estudiante del Colegio Departamental de Bachillerato de la Universidad de Cartagena, año 1942, FUENTE: tomada del Libro de Actas de Grado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Cartagena, año 1932 a 1955.

«Otra manifestación cuando hundieron el «Arresoluti»- que fue una canoa que llegaba de Cartagena a San Andrés y viceversa, dizque proveía de alimentos a los submarinos alemanes que estaban por el Caribe, esa canoa la cañonearon, según un submarino alemán fue un submarino americano, de tal forma que cuando se supo la noticia aquí, nosotros hicimos un bochinche estudiantil pero de gran envergadura por el hundimiento de esa canoa y tiramos piedras, tomates, naranjas, todo lo que fuera italiano y todo lo que fuera alemán lo acosamos. El edificio de Vicente Gallo que queda aquí en Primera de Badillo, que estaba prácticamente recién inaugurado, le rompimos todos los vidrios arriba donde una madama- que era un vívidero pero muy humilde- y las accesorias que eran de monseñor Briochi- donde está ahora la urbanización Santo Domingo-, ahí nos metimos y le quitamos y le rompimos a la señora todos los elementos que tenía empeñados, total en esa época, los movimientos eran fuertes, pero yo creo que no nos metíamos con nadie en la calle. En esa oportunidad lo hicimos porque habían agredido a Colombia, es mas, a raíz de ese incidente y de otros mas,-refiriéndose a años posteriores, al año 48- Colombia declaró el Estado de Beligerancia al Japón y Alemania por el supuesto, fundamentado en el ataque traicionero en Pear Harbour» 254

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Los estudiantes de estos años convocaban a la comunidad cartagenera a apoyar a la causa estudiantil, sumándose a la protesta callejera y solicitando al comercio del sector amurallado de la ciudad, recursos económicos para los comités que organizaban las huelgas, en la que muchas veces presionaban a los comerciantes con la amenaza de apedrear su negocio y establecimiento si no les colaboraban: Alfonso Múnera Cabas, recuerda como agitador de estos movimientos esta experiencia: «Estas manifestaciones estudiantiles se creaba un comité organizador de huelga, entonces se elegía su presidente, secretario, el tesorero etc., salíamos a recoger plata; yo recuerdo una vez que llegamos a donde Salomón Ganen, que era el hombre mas rico que había aquí, que vivía aquí en la calle del porvenir y fuimos a buscar una contribución, pues como te conté había un comité de recaudación de fondos y entonces nos dijo: «apúntenme ahí cinco pesos» y eso antes era un poco de cosas-pero como nosotros sabíamos que él tenía millones de pesos- le dijimos, bueno vamos a apuntar cinco pesos, pero en la primera salida y pedreada que haya por aquí, vamos a apedrear toda esta vaina. Y dice no, no: ponme cincuenta ¡ Je, je, (risas) Cincuenta pesos era un catedral de plata ! La ciudad gozaba con esos movimientos, yo digo que gozaba, y nos daban apoyo estímulo, no participaban activamente, no iban con nosotros, los grupos eran de estudiantes y de cosas, pero uno notaba que cuando pasábamos que el público nos aplaudía y nos estimulábamos, si, si. Así mismo invitaban a los estudiantes de las facultades superiores de Derecho y Medicina a participar en los movimientos con los que mantenían una confraternidad que se expresaba de lado y lado cada vez que se atentaba contra sus intereses, de hecho los estudiantes de bachillerato se asumían más que como bachilleres, universitarios: «Cuando en el bachillerato había que hacer huelga o alguna cosa siempre íbamos a pedir respaldo a Medicina y a Derecho, había una hermandad con los estudiantes de carrera y cuando en Derecho se formaba un problema no solamente respaldaba Medicina, sino también el bachillerato, como

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éramos anexos a la universidad de Cartagena, nosotros nos sentíamos de la Universidad y nuestro roce era de nivel académico alto.» Rafael S. Betancourt Bustillo.

Los espacios en lo que los estudiantes realizaban sus manifestaciones o movimientos era el aula de clases, la calle, el patio de la universidad, la plaza del estudiante y la plaza de la proclamación para protestar ante el gobernador y el Secretario de Educación, espacios donde era común y escuchar según los recuerdos de los egresados, a jóvenes líderes expresar sus discursos, para lo que muchas veces utilizaban un púlpito de madera. Así recordaban sus experiencias como lideres estudiantiles en la Plaza de la Proclamación Jaime Angulo Bossa, Alfonso Múnera Cabas y Álvaro Ramos Olier: «Hay algo que quiero recordar, porque todo eso traduce el espíritu democrático de esa época, yo recuerdo que en el patio de la gobernación había una tribuna que nosotros los estudiantes sacábamos cuando hacíamos alguna manifestación y desde ella hacíamos los discursos contra el gobernador, entonces el gobierno guardaba las tribunas en las que nosotros los combatíamos, ese es un aspecto interesante, porque todo eso se ha perdido, y era preservada para otros sectores que también participaban.» Jaime Angulo Bossa.

«Teníamos una tribuna que la cargábamos nosotros que era una especie de púlpito de madera, nosotros lo cargábamos y lo llevábamos y una vez pusimos a hablar a un mudo, al mudo «Peyeye»- que era un mudo que había aquí y la gente le ponía pereque y él hablaba...-emite ruidos inentendibles-... Nosotros tumbamos también a Simón J. Vélez que era también secretario de Educación del doctor Ramón P. De Hoyos en el 47 o 48- yo recuerdo que el doctor Ramón P. De Hoyos de la presión que ya nosotros estábamos haciendo en esa ocasión, nos dio palo la policía y nos tuvimos que meter en la Catedral, el padre Correa en vez de asilarnos en la Catedral, nos votó y nos cerró la Catedral. Y nosotros le echábamos discursos contra el obispo y contra el padre Correa y todo eso en la Plaza de la Proclamación y yo recuerdo que Alberto, mi hermano, estaba montado en una camioneta y 256

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estaba el Arzobispo que era Monseñor López Umaña parao allá arriba viendo la manifestación, entonces mi hermano Alberto, le dijo: Y ese carajo que está montao allá arriba je, je, je, que nos votó de la Catedral, en vez de darnos protección y asilo je, je...» El doctor Ramón P. De Hoyos era un hombre que era abogado, que tenía una voz muy ronca y hablaba (ro, ro) y entonces cuando nosotros llegamos como a la curta o quinta vez a pronunciar discursos contra el secretario de educación se asomó al balcón de la gobernación del salón amarillo, y estábamos los estudiantes todos abajo, el vio a los estudiantes abajo y dijo así: (señala con la mano «degollado») Alfonso Múnera Cabas.

«Las huestes estudiantiles del bachillerato hacíamos las manifestaciones frente a la Catedral, yo recuerdo que había un personaje de aquí del Carmen de Bolívar, Rafael Redondo Mendoza era supremamente talentoso, vivía borracho pero era tremendamente talentoso y un día en una manifestación le dijo al Gobernador: «Señor Gobernador tengo la seguridad que ese Cristo que está en la Catedral tiene deseos de desatar sus manos para aplaudirnos» Álvaro Ramos Olier.392

«Recuerdo que nosotros salíamos a muchas cosas, a protestar de pronto por un profesor, íbamos a la gobernación a una manifestación, pronunciábamos discursos, sacábamos una tribuna de madera que había en la gobernación. La tribuna era de la gobernación por que como entonces había un espíritu democrático en el país, muy bueno y la gente de los sindicatos, de los barrios, los maestros iban a pronunciar sus discursos, el mismo gobernador mandaba que sacaran la tribuna para que habláramos. Nosotros no esperamos, nos metimos y sacamos la tribuna, la pusimos en el centro de la plaza de la proclamación frente al gobernador. Recuerdo una vez que cuando el fenómeno de Luján, cuando la huelga contra Luján, dijimos vamos a la gobernación y nos fuimos y llenamos la plaza y fueron los estudiantes de Derecho y de Medicina y sacamos la tribuna, ahí 392

Entrevista Álvaro Ramos Olier, egresado del Colegio Departamental de Bachillerato (1942-1948)

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hablé yo en esa manifestación, pronunciamos varios discursos, en todo habló el secretario de Educación que era abogado, pero no tenía dotes de orador, el doctor Tulio Enrique Posada, magangueleño, el no pronunciaba discursos, recuerdo que él con un gesto nos dijo: «!Estudiantes Luján»(hizo un ademán de cortarle la cabeza) y aplaudimos con algarabía» Rafael S. Betancourt. 75 años

Al finalizar el período del Colegio Departamental de bachillerato se realizaron otros movimientos que adquirieron un matiz político pero que se realizaron siempre por la defensa de esa libertad de pensamiento que se mantenía como una constante en la mente de los jóvenes de esa época, como fuel caso del movimiento del año de 1946, relatado por José Álvarez Quezada, egresado de 1949 -1950 que muestra el impacto del conservatismo en la ahora escuela de bachillerato ( antigua Facultad de Filosofía y Letras), que tradicionalmente sus egresados la definían como liberal, no solo en cuestiones de partido propiamente, sino de libertad de pensamiento, de enseñanza. Álvarez Quezada describe todo ese ambiente de libertad en el que fueron educados en el Colegio Departamental de Bachillerato antes de la caída del liberalismo en 1946 y como luego, con el inicio del conservatismo en el poder, la enseñanza empezó a hacer condicionada a los intereses de éste partido. Incluso comenta sobre la introducción al pensum de los estudios de bachillerato, la clase de Apologética y de Doctrina Cristiana, a través de la cual se siguió una enseñanza rigurosa sobre los fundamentos de esta doctrina y se confiscaron los textos liberales y comunistas que acostumbraban a leer los estudiantes en la biblioteca, lo que generó una protesta estudiantil que conllevó a la salida del colegio de las instalaciones de la Universidad de Cartagena en 1950 y sumado a ello, la emisión en 1949 de un decreto expedido por el gobierno nacional393 que establecía la prohibición de denominar facultades, a aquellas instituciones donde no se impartían estudios encaminados a conferir títulos académicos, éste era el caso de la facultad de bachillerato que en la práctica había funcionado al interior de la universidad como un establecimiento de enseñanza secundaria desde su fundación en 1827: «Cuando existía el Colegio de Bachillerato en la primera planta había una biblioteca considerablemente ensanchada y ahí encontrábamos textos de lo que usted quiera porque la enseñanza en el colegio era laica, era completamente libre, dejó de serlo cuando en el año de 1.946 cayó el partido 393

A.H.C. «Gaceta Departamental» No 10799, 21 de septiembre de 1950. Decreto No 1112 de 1949.

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liberal y nombraron de profesor de Apologética y de Doctrina Cristiana Intensificada, que yo no sé para que diablos nos enseñaron a nosotros eso, y nombraron al padre García Herreros, el que creó el Minuto de Dios, y cuando se enteró donde estudiábamos y qué aprendíamos sacó setecientos y pico de libros y los quemó en el patio de la universidad. Estuvieron a punto de botarnos a 11 estudiantes que teníamos un periódico que se llamaba El Clarín y que, cuando él quemó esos libros, hicimos circular el periódico con una edición que decía: «Volvió la Inquisición a la Universidad de Cartagena». En ese periódico expresábamos con libertad todo lo que se nos ocurriera, sin faltarle el respeto a nadie, lo que se nos ocurriera en materia de aprendizajes, para esa época había tanta inquietud en los estudiantes por la forma en que los profesores nos estimulaban, que teníamos verdaderos centros literarios, el que mejor poesía se escribiera, el que hiciera mejores poemas, mejores sonetos, mejores escritos; por ejemplo al terminar el año, el sexto, escogían de acuerdo con el número de grupos que hubiera el diez por ciento de cada grupo de acuerdo con los porcentajes de notas y esos iban para Bogotá en una excursión y al regresar tenían que hacer una narración del viaje y premiaban los cinco mejores trabajos de la excursión. Como le dije, cuando ese señor, el padre García Herreros, se enteró donde estudiábamos y qué hacíamos, qué era lo que estudiábamos, porque teníamos una enseñanza completamente libre, allí llegó y consiguió los libros por unos»sapos» que se lo dijeron y los quemó, y estuvimos botaos un total de 11 muchachos, pero nos salvamos porque ya existía el periódico El Universal y entonces el doctor Domingo López Escauriaza hizo dos o tres editoriales bien bravos, y consiguió con esos, que el señor López Umaña, que era el arzobispo de Cartagena en esos años, nos llevara a la gobernación que la presidía entonces Alfredo Araujo Grau una gobernación de nefasta recordación por parte de los estudiantes de bachillerato de ese entonces- y que quemó una población por allá en el Caguán porque en su mayoría eran liberales- quien no nos permitió seguir estudiando en la forma en que queríamos hacerlo y cerró el colegio, cerró el Colegio Departamental de Bachillerato, lo cerró por que nosotros tumbábamos rectores del colegio, tumbábamos rectores de la universidad, tumbábamos secretarios de Educación, 259

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si no eran lo suficientemente competentes, los tumbábamos con huelgas sin faltarle el respeto a nadie, interrumpíamos el trafico. Y... (silencio) posteriormente cerraron el Colegio que tenía para es e entonces como 1.800 alumnos, lo reabrieron con 600 y funcionó donde ahí están los juzgados del Cuartel del Fijo, y para matricularse allí tenían que llevar una carta de recomendación del arzobispo o de los políticos de la administración de Grau... ... En ese entonces fue cuando vinieron a decir que los estudiantes del Colegio Departamental de Bachillerato eran comunistas y con ese «San Benito» fue que fusilaron prácticamente el Colegio Departamental de Bachillerato. Yo recuerdo que esos movimientos lo dirigían personas como Narciso Rodríguez, nacido en la ciudad de Montería- que era conservador-, sin embargo era uno de los oradores principales, Alfredo Porras- el famoso «Perucho»- que fue Concejal vitalicio de Cartagena, otros como Fernando Marrugo, de Villanueva-conservador también- y así como otros estudiantes brillantes de la época. De tal manera que el colegio en el momento en que lo cerraron fue precisamente porque a nosotros los bachilleres del cuarenta y ocho no nos permitieron ir a Bogotá, por que en su mayoría éramos liberales, así como los del cuarenta y nueve, y como al colegio le impusieron una cantidad de cláusulas inaceptables para el alumnado, pues entonces cerraron el colegio para el cuarenta y nueve y vinieron a graduarse por allá a finales del cincuenta...» José Álvarez Quesada, 76 años394

En el periódico El Universal aparece publicado un editorial al que hace referencia Álvarez Quezada, en el que se defiende la permanencia del Colegio Departamental de Bachillerato: «El problema del Colegio Departamental de bachillerato». De toda la ciudad, y quizá del Departamento, es sabido el problema que afines del pasado año 49 se presentó en el Colegio Departamental de bachillerato de esta ciudad, con el sexto curso, o sea con los alumnos del último año, lo que 394 Entrevista a José Álvarez Quesada, egresado del Colegio Departamental de Bachillerato (19431949).

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dio por resultado que dicho plantel no graduara ni a un bachiller, cosa que nunca había sucedido en Cartagena. Pero sea lo que fuere, la verdad es que hasta los actuales momentos no solo se ha perjudicado a los futuros bachilleres del Colegio Departamental, sino que, según se está viendo, el perjuicio como que será general en dicho plantel ya que hasta ahora no se sabe nada con relación de las materias en ese colegio. Parece imposible, sumamente imposible, que por unos pocos estudiantes culpables (lo que no nos consta), paguen todos; esto está distanciado de la lógica y por ende de la justicia.»395 A pesar de la defensa del periódico de El Universal y del movimiento estudiantil de estos años, el Colegio Departamental de Bachillerato fue clausurado mediante Decreto número 49 expedido por la Gobernación del Departamento y por medio del cual se creó además, sobre las bases de este colegio, el Liceo de Bolívar, en cuyo Consejo Directivo el elemento religioso se hizo presente como una forma de condicionar y disciplinar la enseñanza en la nueva institución, bajo el imperio de la ideología conservadora: «Para un control, orientación y disciplina, el Liceo tendrá un Consejo Directivo constituido en la siguiente forma: Director de Educación Pública o su representante, quien será su Presidente; el Rector del Liceo, que será su Vicepresidente, un representante del profesorado y un representante de la curia.» 396 Así al cierre del período en 1950, la antes Facultad de Filosofía y Letras que para los años cuarenta recibió el nombre de Colegio Departamental de Bachillerato, sale de la Universidad de Cartagena en medio de una tradición huelguística y revolucionaria que pervive en la memoria de sus egresados, como la necesidad del estudiante de la época, de reclamar una enseñanza mas libre o el ejercicio de la libertad de pensamiento: «La inquietud y la rebeldía del estudiante de esa época no era, sino por ampliar sus conocimientos,.. Porque la enseñanza en el Colegio era laica. Era completamente libre. » José Álvarez Quezada. 395 Archivo del periódico «El Universal» de Cartagena 20 de enero de 1950: «El problema del Colegio Departamental de Bachillerato». Firma Marco Fidel Pacheco. Página Editorial. 396 Archivo del Periódico «El Universal» de Cartagena. «El Universal» 2 de Febrero de 1950. p. 1ª: «Fue suprimido el Colegio Departamental de Bachillerato, se crea el Liceo de Bolívar». El gobierno expidió ayer el decreto. El Nuevo Plantel.

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4.8. BALANCE DE LOS MOVIMIENTOS ESTUDIANTI-LES EN LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA. Los movimientos estudiantiles que se gestaron en la Universidad de Cartagena en la década de 1920 y en los primeros años de la década del cuarenta, lograron expresar un discurso de una universidad moderna y crítica que contemplaba la adopción de la pedagogía moderna activa siguiendo el ejemplo de países avanzados como Alemania. Los jóvenes que participaron en estos movimientos de los años veinte se asumieron como un gremio decidido a defender el desarrollo de la universidad, su devenir académico y el progreso intelectual de la juventud bolivarense ante la amenaza de supresión de las universidades departamentales, que promovía el proyecto de centralización universitaria que se discutía en el interior del país como un elemento necesario para conseguir la tan anhelada modernización universitaria. Sin embargo, las organizaciones para hacer sus reclamaciones, no fueron muy claras como sucedió con las experiencias estudiantiles del cuarenta. Por lo general las manifestaciones fueron dispersas e individuales como se registró a través de la prensa local del período. Si bien es cierto que conformaron una Federación de Estudiantes en el Departamento de Bolívar para el año de 1924quizá la primera y la única- y en los años posteriores se habló de federaciones e inclusos americanas, la constante durante el período, fue expresar sus reclamaciones en forma desorganizada, en asambleas dispersas, comités y en ocasiones individuales de las que la prensa señalaba algunas figuras como promesas de la juventud bolivarense. A pesar de que la organización de los estudiantes no fue clara para exponer sus ideas y hacer sus reclamaciones, esto no significó un obstáculo para presionar a las autoridades universitarias, a la administración departamental y local; por el contrario, la información obtenida sobre el período tanto oral como escrita muestra un estudiante «activo», «enérgico», de «carácter rebelde» y «decidido», que era capaz de suspender clases, expresarse a través de la prensa, y entrar a tomar decisiones en las reuniones o asambleas que se realizaban en defensa de la causa universitaria, de remover Secretarios de Educación, Rectores y profesores para lograr la realización de sus ideales e intereses. 262

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La huelga, fue el medio mas usual de expresión de estos movimientos, se suspendían las clases y realizaban protestas tanto al interior del claustro universitario como también, en las calles de la ciudad en las que se vinculaban profesores y ciudadanos y los sindicatos obreros; estos últimos, hicieron alianzas con algunos estudiantes para promover las ideas comunistas en el claustro universitario a través del espacio de la Cátedra Libre, como fue el caso de la conferencia promovida por algunos jóvenes comunistas entre ellos, el estudiante de Derecho Apolinar Díaz Callejas. Por otra parte, los movimientos estudiantiles de principios de los 40’ a diferencia de los del 20’ que fueron de corte académico; se caracterizaron por un matiz político dado por los movimientos que se suscitaron a favor del liberalismo durante esa década, en contra de las posiciones de izquierda y del conservatismo, que empezaban a amenazar los intereses de este partido. Además, se vio la absorción de mucho de ellos por el liberalismo como representantes de las juventudes universitarias ante el Directorio Liberal del Departamento, como fue el caso de Elías Gómez Casseres, Alberto Angulo Passos, Braulio Henao Blanco, entre otros. La cuestión universitaria para esos años cuarenta en la mente de los jóvenes universitarios, pasó a un segundo plano, aunque no dejó de manifestarse. El estudiantado se pierde en los intereses de la política liberal que les promete. La falta de independencia política, fue la característica notable del estudiante de estos años. La preocupación por la cuestión social solo se dejó ver en los movimientos de los años cuarenta a través de la divulgación de la ideología liberal en la que confiaban que experimentarían un cambio en la situación de las clases obreras. La cuestión social también se manifestó dentro de ese mismo movimiento pro liberal en la defensa de la democracia, de la legitimidad tan necesaria para el desarrollo del país y para la permanencia del partido liberal en el poder. Desde la Facultad de Filosofía y Letras se creo una tradición de un estudiante revolucionario que reclamaba la expresión de un pensamiento libre, cada vez que este estuviera en peligro de ser condicionado. Esta libertad de pensamiento estuvo influenciado por toda esa literatura liberal y socialista de la época que siempre estuvo al alcance del estudiante del período, en la biblioteca del claustro universitario, en los espacios de tertulia y de discusión en el aula, desde los clásicos de la literatura liberal Rosseau, Voltaire, Camilo

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Desmoulins, Robespierre, Diderot entre otros, hasta los pensadores del Siglo XX como Antonio Gramsci, y representantes del socialismo como Engells, Carlos Marx, Lenin; cuyas corrientes de pensamiento penetraron en el ámbito universitario en un ambiente liberal, que permitió la receptividad a nuevas formas de pensamiento.

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CAPÍTULO 5 LAS PRIMERAS MUJERES EN LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA: ENTRE IMÁGENES TRADICIONALES Y MODERNAS DE LA SOCIEDAD COLOMBIANA DE LOS AÑOS 1920 a 1960. «Si en las Repúblicas hermanas y en las demás naciones del mundo se ve a diario el surgimiento de las doctas, proporcionándose por cuenta propia una brillante posición que les asegure independencia a la par que las encamina a la gloria, no hay razón para que en nuestra patria fecundo manantial de cerebros privilegiados permanezcan indiferentes a esta voz de aliento.» Ilva Camacho 1926 «Desde luego, en la nueva Universidad la mujer tendrá un lugar para el estudio; en los cursos públicos, en el departamento de Bellas Artes y Artes aplicadas, en los cursos de literatura, En las obras de extensión cultural Y en las medias profesiones, hallará ella un campo que no ha tenido hasta hoy. Pero no hay que darle la ilusión de que dentro de la Universidad Puedan solucionarse las incapacidades a las que la tiene sometida un régimen varias veces secular, y hay que trabajar con ella Porque su rehabilitación sea una rehabilitación integral...» Germán Arciniegas 1932.

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Hablar del ingreso de las mujeres en la Universidad de Cartagena durante este período es recurrir a nombres propios, no solo porque el acceso a la educación superior para las mujeres fue difícil y tardío en Colombia y el resto de América Latina, sino también porque la irrupción de las primeras estuvo ligada a luchas reivindicativas sectorizadas, que les otorgaron protagonismo a alguna de ellas, y así mismo a propuestas de reformas en el sistema educativo imperante, que no daba educación primaria y secundaria a la mayoría del colectivo femenino, que permitiera su acceso a estudios superiores en igualdad de condiciones que los hombres, sino que por el contrario, perpetuaba el rol tradicional asignado a la mujer, dentro del espacio doméstico y acentuaba cada vez mas, la diferencia entre la educación femenina y la masculina. Sin embargo, el caso de Paulina Beregoff como la primera universitaria de Colombia, es anterior a esas luchas y debates sobre la educación superior de la mujer que se dieron en éstos años, y más si se tiene en cuenta que luego de su ingreso, la presencia de otras mujeres en las instituciones universitarias se evidencia en décadas más tarde. El propósito en éste capítulo es analizar en primer lugar, como un caso especial y singular las experiencias académicas y laborales en la Universidad de Cartagena de la rusa Paulina Beregoff, porque no solo se convierte en el primer caso de la primera mujer graduada de la Universidad de Cartagena, sino además de la universidad colombiana entre los años de 1920 a 1937, en un momento en que la enseñanza secundaria que se brindaba a la mujer en Colombia prácticamente no existía, y menos aún, en las profesiones de la Universidad, a pesar de las voces femeninas sectorizadas que empezaron a reclamar un cambio en la educación que recibían y sumado a ello, la incorporación de la mujer al sistema productivo, que reclamaba el naciente proceso de modernización económica del país. Así mismo, se busca analizar en qué condiciones se produjo su presencia en la Universidad de Cartagena, que persistencia femenina se puso de manifiesto de acuerdo con su estilo de vida y marco de referencias educacionales y políticos extranjeros; igualmente recrear las imágenes que tuvieron de ella, quienes la conocieron. El estudio del caso de Beregoff reviste gran importancia para la historiografía sobre la educación de la mujer en Colombia, porque los estudios sobre el sistema de educación superior colombiano apenas lo referencian como un dato suelto sin ninguna explicación con la realidad educativa de la mujer en Colombia, en el período de estudio y además, no se hace claridad

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sobre su origen extranjero y su actividad laboral en el país. Estos estudios han insistido en el caso de la primera mujer colombiana graduada en la Universidad de Antioquia en 1937, Mariana Arango Trujillo, pero de quien tampoco hay mayores investigaciones.397 En segundo lugar, se hará referencia, después de un vacío de casi veinte años del ingreso de Paulina Beregoff, a los casos de las primeras mujeres de nacionalidad colombiana Beatriz Haydar Ordage, Carmen Barrios Angulo, Georgina Consuegra Luján, Martha Clark, Concepción Bula de Puerta, Nancy Polo Guerrero y Daira Uribarren Donado, quienes ingresaron a las facultades existentes en la Universidad de Cartagena. Este vacío explica las luchas que el colectivo femenino tuvo que realizar para abrirse espacio dentro de la educación superior colombiana que engendraba por tradición papeles definidos dicotómicamente para hombres y mujeres.

5.1 EL DEBATE SOBRE LA EDUCACIÓN SUPERIOR FEMENINA EN COLOMBIA EN LOS AÑOS VEINTE: LA CONFRONTACIÓN ENTRE VIEJAS Y NUEVAS IMÁGENES SOBRE LA MUJER. EL DESPERTAR DE UNA CONCIENCIA FEMENINA POR ESTUDIOS SUPERIORES UNIVERSITARIOS. Al iniciarse el Siglo XX la situación educativa de la mujer no difería mucho de la del Siglo XIX y aún en la sociedad colonial. La escuela secundaria o de bachillerato prácticamente no existía para ella, menos aún el acceso a los estudios universitarios.398 Su educación consistía en la instrucción primaria basada en algunos conocimientos de costura, otros oficios manuales, religiosidad, lectura y enfermería que conllevara al desempeño de sus funciones naturales de madre y esposa; perpetuando así la concepción de la mujer como ser pasivo en la toma de decisiones sociales y familiares, destinada a servir al hombre y a reducir sus aspiraciones a la esfera de lo privado. También 397 VELÁSQUEZ Toro, Magdala. (1989). «Condición jurídica y social de la mujer». En «Nueva historia de Colombia» editorial Planeta. Bogotá Tomo IV, p. 27. En este artículo se referencia de manera errada el origen de Paulina Beregoff como norteamericana y se cita el caso de Mariana Arango Trujillo como la primera graduada en estudios universitarios en el país, quien recibió el título de Odontóloga en la Universidad de Antioquia. 398 JARAMILLO Uribe, Jaime. (1989). «La educación durante los gobiernos liberales 1930-1946». En «Nueva Historia de Colombia». Editorial Planeta. Bogotá. Tomo IV. p. 87.

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se le capacitaba como maestras en las escuelas normales establecidas desde 1870 consideradas éstas instituciones, como una prolongación de las labores maternas del cuidado y atención de los niños. 399 En la década de los veinte debido al inicio del proceso de industrialización del país y al surgimiento de industrias manufactureras que sientan las bases para un mercado interno, se generan nuevos valores y la gestación de un clima social y cultural en el que surgen nuevas imágenes sobre la mujer, que buscaron revaluar las ideas en torno a su función social dentro del nuevo orden económico. Se buscaba entonces incorporar a la mujer a las exigencias de la nueva economía y la legislación educativa introdujo ideas modernas en torno a una educación de carácter práctico e industrial, pero que siguieron marcando diferencias entre hombres y mujeres.400 En estos años se presenta un debate sobre la reorientación de la educación de la mujer en respuesta a los nuevos tiempos dentro de las propuestas de reformas educativas del movimiento estudiantil universitario y en los estrados del Congreso. El movimiento estudiantil del interior del país en su principal órgano de publicación, la Revista Universidad promovió una encuesta sobre educación femenina en la que se invitaba a las mujeres a expresar sus opiniones acerca del tema, encontrando receptividad dentro del círculo femeninogeneralmente familiares y amigas de los líderes del movimiento- quienes vieron la oportunidad para manifestar sus anhelados deseo de reconocimiento en el movimiento intelectual, ya que solamente se les consideraba aptas para desempeñar las «dulces tareas del hogar». Los escritos que aparecen en la revista muestran por un lado la persistencia del rol tradicional de la mujer en el hogar y el reconocimiento por ella de estas funciones: «La Revista Universidad ha abierto un concurso sobre educación y quiere que plumas femeninas escriban acerca de este tópico que les atañe tan íntimamente, ya que ellas son las que cumplen dentro del hogar la hora redentora de formar el corazón antes que el espíritu. Y es que el espíritu muchas veces extravía o atrofia el corazón. La madre es la educadora; ella es la que desde nuestra primeras horas de existencia tiernamente nos va orientando a hacía el bien... inclinadas 399 HERRERA, Marta Cecilia. (1985) «Las mujeres en la historia de la educación». En «Las Mujeres en la Historia de Colombia». Editorial Norma. Bogotá. Tomo III. p. 331. 400 Op.Cit., Herrera. p. 340.

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sobre la cuna de su niño interroga soñadora el porvenir de ese pequeño... y ella que es todo amor y sacrificio se apresta con confianza a conducirlo por la ruta la incierta de la vida». María de Nieto Caballero.401

Por otro lado se registran otros escritos que buscaban una renovación de la educación femenina, tras una crítica al rol que por naturaleza y tradición habían desempeñado; así mismo se cuestionaba la educación que recibían en los colegios y la incertidumbre y olvido que experimentaban después de salir de ellos y de igual manera llamaban la atención a la responsabilidad que debía adquirir la mujer en su propia educación: En este país, en donde la mujer no se considera apta sino para desempeñar las dulces tareas del hogar, en donde por tradición y por temperamento vive alejada de todo movimiento intelectual, no debe ahora desaprovechar la ocasión que le presenta UNIVERSIDAD, de contribuir aunque en modestísima escala a la renovación completa de todo aquello que atañe a la educación femenina en Colombia... Debe preocuparnos las jóvenes que han abandonado ya los claustros del colegio: La vida de la mayoría de ellas adolece de una vaciedad por mil títulos lamentables. Parece como si la decantada frase «he terminado mis estudios», encerrase un evangelio que como tal no puede ser susceptible de réplicas ni dudas; los libros se abandonan con un gesto de satisfacción y casi se miran con horror, como si en realidad ya se hubiera aprendido lo que toda mujer culta necesita saber. De tan grave defecto es responsable en gran parte la forma rutinaria y deficiente de educación que se da en algunos colegios, y el medio ambiente en que les toca vivir después a las jóvenes, ajeno a toda manifestación del espíritu, y en donde este se asfixia y languidecen por carencia absoluta del mas remoto extingo para su desarrollo...Es preciso no olvidar que es deber nuestro cultivar día por día el jardín interior que hay en cada una de nosotras; es necesario convencerse que la vida es un continuo esfuerzo hacía el perfeccionamiento, sencillamente, el engrandecimiento espiritual de la mujer, y a llegar a ocupar el puesto que nos corresponde en toda nación civilizada». Paulina M. De Cano402.

A.U.P.T.C. Fondo Posada. «Revista Universidad». «Críticas Cuestiones Estudiantiles», información. Director Germán Arciniegas. Bogotá mayo 12 de 1921. No 7. pp. 117- 118. 402 A.U.P.T.C. Fondo Posada. «Revista Universidad». mayo 19 de 1921. pp. 133-134. 401

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Igualmente se publican otros artículos que reflejan una posición crítica de la mujer y de la manera como percibían su educación: «Notamos entonces que, como dice López de Meza: La Educación que recibe –la mujer- y que llamamos educación, la deja sin recursos para defenderse de los azares del amor y de los azares de la vida. Nos falta salir de esa apatía y desilusión con que tropezamos a la salida del colegio donde nos hemos educado; y yo pienso que el único modelo de educarnos verdaderamente es haciendo buenas lecturas y facilitando el modo de comunicarnos unas a otras los anhelos de aprender muchas cosas que en los colegios no aprendemos nunca. En los colegios aprendemos la mecánica de la costura, la mecánica de ortografía y las nociones de las ciencias y... ahí nos quedamos.» Paulina M. de Cano403

En estos artículos las mujeres hacen un llamado al colectivo femenino para continuar los estudios después del colegio a través de lecturas en el hogar y en las bibliotecas, pero no se evidencia preocupación alguna por los estudios superiores en las aulas universitarias, y tampoco es éste el interés del movimiento estudiantil al convocarlas, pues el movimiento en un lenguaje ambiguo involucra dentro del proceso de renovación educacionista a las mujeres, pero no les ofrece una propuesta clara de cambio en la educación que vienen recibiendo, sino que les delega la defensa de sus propios intereses la cual asumen en desventaja por la desigual instrucción recibida con respecto a los varones. Más tarde en 1925, dentro del proyecto de ley orgánica sobre instrucción pública de la Segunda Misión Pedagógica Alemana, solicitada bajo la presidencia de Pedro Nel Ospina, se pone de presente en el artículo 67 una preocupación por la educación de la mujer en tanto es considerada el pilar de la educación del hogar, de la familia, como base de la sociedad. En dicho artículo también se propone un programa de enseñanza para ella dividida en tres rama:»Una que comprende dos años encaminada a preparar a la mujer para cumplir debidamente con su misión en el hogar y en la sociedad; otra que abarca tres años con el objeto de habilitar a las alumnas para obtener el bachillerato y la otra, encaminada a la enseñanza comercial»404 A.U.P.T.C. Fondo Posada. «Revista Universidad». agosto 18 de 1921. No 14. p. 228. A.U.P.T.C. Fondo Posada. Misión Pedagógica. Proyecto de Ley Orgánica de la Instrucción pública y exposición de motivos. Mensaje presidencial. 1925. Sociedad Editorial, p. 101-103. 403 404

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En cuanto al Bachillerato se sugería apenas como una posibilidad a seguir, teniendo en cuenta las presiones de los congresos femeninos en países europeos que reclamaban los estudios del bachillerato y el acceso a profesiones liberales, junto a otras peticiones, como la igualdad jurídica y civil. Sin embargo en la ley se refleja la desigualdad tradicional de la educación entre los sexos ya que se contemplaba un bachillerato diferente al impartido a los varones que involucrara las necesidades peculiares del carácter femenino.405 Con relación a la Educación Superior, se perpetúan los conceptos tradicionales de preparar a las mujeres como profesoras normalistas dentro de la Escuelas Normales y el Instituto Pedagógico y apenas se menciona como una posibilidad así como el bachillerato la de abrir las puertas de la universidad a la mujer y capacitarla «para adoptar profesiones que antes estaban monopolizadas por el hombre». Sin embargo estas supuestas circunstancias al estilo de lo que se practica en Inglaterra. En la Medicina para las enfermedades propias de su sexo. En el Comercio, en las pequeñas industrias, etc. La mujer sin perjuicio de su misión excelsa en la familia puede realizar una labor muy más fecunda que la del hombre»406 A pesar de estos debates sobre la educación superior de la mujer no se operaba ningún cambio que la habilitara para acceder a estudios universitarios, su formación continuaba en la básica primaria, la normalista que compartían con el cuidado del hogar. Sin embargo durante esta década, se radicaron en el país un grupo de mujeres profesionales extranjeras o de ascendencia extranjera que habían obtenido sus títulos universitarios en su mayoría, en los Estados Unidos o en los lugares de origen a finales del Siglo XIX e incursionaron en el campo laboral en el país, como Ana Galvis Hotz, bogotana de ascendencia suiza, quien fue la primera mujer admitida en la Facultad de Medicina en ese país en la Universität Bern, y Lidia F. Grutzendler de origen ruso quien terminó estudios de Ciencias Físicas, Química y Naturales en 1909 en la Universidad de París, quienes migraron a Colombia después de la primera guerra mundial debido a los conflictos en que se debatían los países europeos.

Ibid. p. 104. A.U.P.T.C. Fondo Posada. «La reforma educacionista en Colombia». Informe de la Comisión del Senado que estudió para el segundo debate el Proyecto de Ley Orgánica de la Instrucción Pública. Senador J. M. Yépez. Senado de la República. Sesiones de 1926. Bogotá, Imprenta Nacional, 1926. pp 109-110 405 406

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A finales de la década, tanto las discusiones que se habían dado en los movimientos estudiantiles y en los estrados del Congreso así como la presencia de estas profesionales extranjeras motivaron en las mujeres colombianas una preocupación por acceder a estudios universitarios. En 1.926 Paulina Nieto de Cano crea la Revista Hogar como un suplemento dominical del periódico El Espectador, e Ilva Camacho asume la edición de la Revista, a través de éste órgano de publicación estas mujeres suscitaron un debate sobre reformas educativas para las mujeres encaminados hacía la solicitud de ingreso o apertura a estudios universitarios. En dicho órgano de publicación en la edición del 5 de diciembre de 1926, Ilva Camacho publicó un escrito titulado «La mujer en la Universidad» en la que convocaba a la mujer colombiana a luchar por mejorar su situación educativa y reclamar el ingreso a las universidades citando las experiencias de mujeres universitarias en países europeos: «Si en las repúblicas hermanas y en las demás naciones del mundo se ve a diario el surgimiento de las doctas, proporcionándose por cuenta propia una brillante posición que les asegura independencia económica a la par que las encamina a la gloria, no hay razón para que en nuestra patria fecundo manantial de cerebros privilegiados permanezcan indiferentes ésta voz de aliento».407 En la edición del 20 de febrero de 1927 Ilva Camacho invita a Lidia F. Grutzendler a contar sus experiencias como universitaria en la transformación ocupacional que se operó en Rusia y Francia después de la primera guerra mundial y que permitió nuevos espacios para las mujeres en el campo profesional a falta de los hombres que participaban en los conflictos. Durante la entrevista que Ilva realizó a Grutzendler, la mostró como un ejemplo a seguir por las mujeres colombianas, así se expresó Grutzendler: «Es verdad que el medio no está preparado, pero son las mismas mujeres quienes deben prepararlo, porque hay que saber que los hombres no darán nunca nuestros derechos, sino nosotras no vamos a tomarlo. La guerra europea nos ayudó mucho en esta empresa, porque entonces pudo demostrar la mujer todas sus actitudes intelectuales y físicas como médicas, «Revista Hogar». 5 de diciembre de 1926. No 45 p.3: «La mujer en la universidad». Iva Camacho. Ver en colombiana en la Vanguardia. Lucy M Cohen. Editorial Universidad de Antioquia– Cio. Medellín 2001. pp. 3-4. 407

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enfermeras, profesoras, empleados de grandes responsabilidades en los bancos, ferrocarriles, etc., de modo que cuando los hombres volvieron del frente a la vida civil encontraron una competencia que no existía antes y tuvieron que inclinarse ante el hecho existente ya.»408 Entre 1927 y 1928 la preocupación por ingresar a estudios superiores se hace mas fuerte entre las mujeres del interior del país; desde Medellín y Bogotá llegaron al Ministerio de Educación y Salubridad Pública solicitudes de ingreso a los colegios oficiales para varones como requisitos previo, para poder ingresar a la universidad, y la respuesta fue siempre negativa aduciendo el cierre de inscripciones en los colegios oficiales, pero a pesar de todo, algunas mujeres continuaron persistiendo en este propósito convocando a la opinión pública para que las apoyase en la empresa de conseguir una nueva política gubernamental que permitiera a las mujeres beneficiarse con la enseñanza secundaria completa y de ese modo asegurarse el libre acceso a la universidad. Estas voces de protestas generaron variadas controversias algunos las apoyaban, otros las censuraban. Un ejemplo de ello fue lo ocurrido en 1927 con el proyecto de ley, «Por el cual se abren las universidades del país para formación profesional de la mujer» que introdujo el senador por el departamento del Tolima, Luis Ignacio Andrade en respuesta a la convocatoria que hacían las mujeres al público. Andrade consideraba que era necesario una adecuada preparación profesional para que pudiera desempeñar las funciones que esperaba de ella la sociedad, ya que el talento según él, no era privilegio exclusivo del hombre y no había obstáculos lo suficientemente serios para impedir que la mujer estudiara profesiones como arquitectura, leyes, ginecología, pediatría y odontología. El proyecto fue rechazado por los senadores de Antioquia y Cundinamarca, Emilio Robledo y Rafael Barbieri, conservadores a ultranza quienes consideraban que no existían colegios de enseñanza secundaria para la mujer que las preparara para ingresar a facultades profesionales y que solo podía crearse como una posibilidad, sesiones femeninas en las universidades para prevenir las distracciones que podrían surgir si se permitía la educación mixta. El proyecto de Andrade no llegó a segundo debate y se devolvió sin comentarios.409 408 «Revista Hogar». 20 de febrero de 1927. No 55 pp. 5-6. «Con la doctora Lidia F.Grutzendler». Por Ilva Camacho. Ver en Cohen Op.Cit., p. 25 . 409 Op.Cit., Cohen pp. 12-14.

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En 1928 se dan una serie de pronunciamientos de mujeres de la élite con relación a la discriminación existente en el país por la desigual educación recibida con respecto a los hombres. Son las mujeres de la élite, quienes se pronuncian con frecuencia debido a sus estudios realizados y múltiples viajes al exterior, lo que les hizo posible observar las desigualdades jurídicas y educativas en que se encontraban las mujeres colombianas en comparación con las europeas;410 como fue el caso de Paulina Gómez Vega- quien pudo haber sido la primera universitaria colombiana- nacida en Paz del Río Boyacá, egresada de la Escuela Normal de Institutores de Tunja quien presentó solicitud de ingreso regular a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional el 29 de julio de 1928, la cual fue rechazada por el ministro de instrucción y salubridad pública de ese año José Vicente Huertas. Paulina decidió entonces buscar otras oportunidades para estudiar fuera de Colombia, gracias a los estudios de licenciatura en lenguas extranjeras y en ciencias entre 1923 y 1925 que realizó en el Washington State College of Pullman- Washington E.U., le fue otorgada como mejor estudiante una beca por la fundación Rockefeller para adelantar estudios de Técnica de Laboratorio y Bacteriología en Johns Hopkins University Of Baltimore Mariland.411 Este período también se caracterizó por continuos brotes y desarrollos que tendían a la reivindicación de los derechos femeninos, numerosas mujeres procuraron una figuración en la escena política, social y cultural del país. Aparecen grupos de escritoras en Antioquia, quienes empezaron a escribir en revistas y periódicos; en especial se destaca la figura de María Cano en los comités directivos de las organizaciones revolucionarias de la década,412 pero que no generaron ningún cambio en su situación educativa. Así al cerrar la década del veinte, las condiciones educativas de la mujer colombiana aún no estaban dadas para permitir su ingreso a los estudios universitarios. Por eso resulta sorprendente que en mismos años, Paulina Beregoff, de origen ruso ingrese a una universidad colombiana cuando simultáneamente se le niega la solicitud de ingreso a la Universidad Nacional de Colombia a Paulina Gómez Vega, quien pudo haberse convertido en la VOZ Obesso, Rafaela. (1999). «Mujer, cultura y sociedad en Barranquilla. 1900-1930». Fondo de publicaciones Universidad del Atlántico. Colección de Ciencias Sociales Rodrigo Noguera Barreneche. Bogotá. p. 279. 411 Op.Cit., Cohen pp. 19-21. 412 URIBE CELIS, Carlos. (1985). «Los años veinte en Colombia. Ideología y cultura». Ediciones Aurora. Bogotá. pp. 36-37. 410

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primera mujer universitaria de nacionalidad Colombiana. Beregoff ingresa a la Universidad de Cartagena en medio de una sociedad que se resistía a rupturas en lo relativo al sistema educativo de la mujer, porque podía afectar el papel que tradicionalmente había tenido en la sociedad como madre esposa y pilar de la formación familiar. El estudio de éste caso reviste especial interés porque ilustra el ingreso de una mujer al mismo tiempo como docente y estudiante a la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena, en medio de las circunstancias señaladas, y no solo esto, sino que se convierte en la primera mujer docente universitaria del país.

5.2 LA PRESENCIA FEMENINA EN LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA: EL CASO DE PAULINA BEREGOFF, ENTRE LA PERMISIVIDAD Y LA RESISTENCIA.(1920-1970) Investigadora, docente y estudiante de Medicina, en medio de cuestionamientos y dificultades. Su contribución a los Inicios de la Bacteriología en Cartagena. Paulina Beregoff nació en Kiev-Rusia en 1902 en el seno de una familia aristocrática de ascendencia judía, donde realizó sus estudios de primaria. Luego tuvo que emigrar a los Estados Unidos de América siendo aún niña, debido a las presiones de la burguesía sobre los sectores de la nobleza en los inicios de la Revolución Bolchevique de 1917. En este país continuo sus estudios de secundaria y universitarios,413 éstos últimos, en la Universidad de Pensilvania que le otorgó los títulos en 1921 en Bacteriología y Parasitología El sistema educativo de Estados Unidos en el Siglo XIX había cumplido su hazaña de alfabetizar prácticamente a toda su población. En el primer cuarto del siglo pasado, la alfabetización en la población blanca norteamericana alcanzaba el 85%, contra el 50% en Francia y entre el 6 y 8% en Latinoamérica. Esta fue una empresa realizada por las comunidades locales mediante una compaginación de esfuerzos dirigidos que constituyó la base del sistema educacional norteamericano. De allí que resultara el ingreso de las mujeres a los estudios universitarios especialmente las de las clases acomodadas se diera tan tempranamente a finales del Siglo XIX. La estructura académica de sus universidades era una réplica de la estratificación social. Los Junior College, en virtud de su carácter abierto era la universidad de los pobres. Los College Estatales, que hacen una selección por rendimiento escolar eran las universidades de la clase media en ascenso y las Universidades mismas eran las universidades para las clases más acomodadas. A ésta última tuvo acceso Paulina Beregoff debido a su condición económica y social. Ver con relación al sistema universitario norteamericano Darcy Ribeiro. La Universidad Necesaria. Editorial Galerna. Serie Menor/ Ciencia. Buenos Aires 1967. pp. 29-35.

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y de Farmacia y Química. Posteriormente ingresó a trabajar en el laboratorio de Patología de McMannes de la misma Universidad, y fue nombrada como miembro privilegiado de «The Rivas Bacteriological Society of the University of Pensilvania»414

Diploma de Farmacia y Química de Paulina Beregoff, de la Universidad de Pensilvania. FUENTE: tomado de: «Mi vida en Colombia. mi calvario en Bogotá 1965-1973», de Paulina Beregoff Gillow

En 1922 por petición del Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena, Rafael Calvo Castaño -miembro consultivo de las autoridades sanitarias de Cartagena-, es seleccionada por la Universidad de Pensilvania-Estados Unidos, como consultora para ir a trabajar en investigaciones sobre enfermedades tropicales como la fiebre amarilla, que para ésta época era objeto de preocupación de las autoridades medicas, locales, y nacionales y que había sido motivo de debate en el marco del congreso médico de 1918 celebrado en la ciudad, debido a las altas tasas de mortalidad registradas en la población y sus implicaciones en la imagen portuaria y comercial de la ciudad en el exterior. Dentro de las recomendaciones del congreso se contemplaba la introducción de BEREGOFF Gillow, Paulina. (1973). «Mi vida en Colombia». Cartagena. 1922-1925. Investigadora Estudiante, 1932-1933. Docencia por invitación. Mi Calvario En Bogotá.1965-1973. Fundación Arthur Stanley Gillow. Bogotá. Se trata de un libro en donde detalla sus actividades investigativas y laborales en Colombia desde su llegada hasta el año de 1974. 414

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un personal calificado de los países más avanzados con contratos temporales y que así mismo entrenaran colombianos.415 En una época en que la mayoría de las mujeres colombianas vivían confinadas al hogar, como educadoras, secretarias, enfermeras416 y algunas, luchando por ingresar a estudios superiores, llega Beregoff a la Ciudad de Cartagena a realizar investigaciones para identificar un brote epidémico con altos índices de mortalidad presente en las poblaciones indígenas ribereñas del Magdalena, que los médicos de Cartagena consideraban que podía ser fiebre amarilla, fiebre tifoidea, tifo malárica, la malaria o paludismo; debido a que no había claridad en el cuerpo médico sobre los síntomas y agentes de éstas enfermedades tropicales. Como resultado de sus investigaciones en compañía de los médicos Rafael Calvo C, decano de la facultad de Medicina y Ciencias Naturales de la Universidad de Cartagena, y Luis Carlos Delgado Jefe de Sanidad Pública, comprobó que, los indígenas morían de «fiebre tifomálarica en vez de simple malaria», después de haber enviado las muestras de cultivos de cadáveres a los laboratorios de la universidad de Pensilvania.

Imágenes de Mujeres ejerciendo el Magisterio y recibiendo clases de Mecanografía y Taquigrafía en el Colegio de Nuestra Señora del Carmen. 1924. FUENTE: donación de Conchita Lemaitre, Fototeca Histórica de Cartagena.

ABEL, Christopher. (1996). «Ensayos de Historia de la Salud en Colombia: 1920-1990». Editorial CEREC. Institutos de Estudios Políticos y de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional. Bogotá. pp 48-52. 416 Las mujeres de Cartagena no eran la excepción a ésta realidad que hacía parte de su cotidianidad. Las mujeres blancas y mulatas de la élite, estaban generalmente confinadas al hogar y cuando salían a la calle, si eran solteras, lo hacían de manos de una «chaperona». La educación que recibía no pasaba de una instrucción primaria y secundaria y de algunos estudios sobre comercio, enfermería y magisterio que las capacitaba a alguna de ellas para insertarse en la realidad económica de la ciudad algunas en oficinas públicas, como maestras y otras como auxiliares de enfermería. 415

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Mariela Abad de Guzmán, primera Egresada de la Escuela de Enfermeras de Cartagena. Hospital Santa Clara, febrero de 1906. FUENTE: tomado del Libro: «Enfermería, humanismo, ciencia y tecnología. Universidad de Cartagena. 1903-1993, 90 años». Cartagena, octubre de 1993. Volumen 7.

Desde estas investigaciones empezó a perfilar su propuesta de medicina preventiva, de «trabajar para prevenir las enfermedades antes que curarlas», pues en su concepto muchas de las causas de éstas enfermedades tenían que ver con las deficiencias o resistencias del sistema inmunológico; así lo había señalado en su experiencia investigativa en las poblaciones indígenas ribereñas del Magdalena: «Examinamos tres niños que estaban muy graves con tifo malaria. Les dimos los sueros y remedios de que disponíamos en aquel tiempo, pues los antibióticos no existían; una niña, muy grave, murió el mismo día; los demás se salvaron. Analizamos la sangre de los padres; mostraban reacción Vidal Positiva (una prueba para determinar la tifoidea); sin embargo no presentaban ningún síntoma de enfermedad; habían desarrollado resistencias que les permitían combatir la peligrosa infección. Fue entonces cuando empecé a comprender la importancia de la Medicina preventiva; a convencerme de que el aumento de nuestras resistencias individuales pueden protegernos contra agentes patógenos.»417 417

Op.Cit., Beregoff. Página 15

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Esta propuesta guiaría el ejercicio de su vida profesional en Colombia en los años siguientes a su graduación en 1925. Una vez termina con sus investigaciones pensó volver a los Estados Unidos a estudiar medicina en Temple University of Filadelfia, pero por la credibilidad y la admiración ganada entre los médicos de la ciudad, por los resultados de su trabajo, se le solicitó que realizara estos estudios en la facultad de medicina de la Universidad de Cartagena. Ingresa a ésta institución en 1922, en el tercer año de estudios418, según su orden de matricula del 14 de enero de ese mismo año a los cursos de: Anatomía III, Patología General y Terapéutica. No aparecen resolución y actas en los archivos de la facultad, que demuestren la validación de los dos años anteriores. Tras un seguimiento a las órdenes de matrícula de los estudiantes419 de su promoción se pudo observar que éstos ingresan el 28 de enero de 1920, mientras que ella ingresa en el año de 1922 al parecer en «condiciones especiales» dada su formación profesional previa y los resultados de sus investigaciones, lo que se comprueba mas tarde cuando es nombrada en 1923, por el Consejo Directivo de la Facultad de Medicina como profesora sustituta del curso de Bacteriología, en razón de la licencia concedida al profesor titular; y un año mas tarde, como titular de éste mismo curso y el de Parasitología.420 ¿Cómo se explica que una sociedad tan reacia a rupturas o cambios en lo relativo a la educación de sus mujeres, cuidadosa de abrirles nuevos espacios que pudieran alterar el orden natural de su cotidianidad en el hogar, le conceda esta serie de privilegios a una mujer extranjera? Se podría dar una posible explicación a éste hecho: la apremiante necesidad de las autoridades sanitarias de preservar la imagen comercial del puerto y eludir cualquier amenaza de enfermedades que pudieran afectarlo ante la comunidad económica internacional, de allí la pertinencia de los estudios de Beregoff sobre la patología tropical de la ciudad y sus áreas de influencia, y la originalidad de sus resultados. Por eso se entiende la urgencia del cuerpo médico de asegurar su presencia dentro de la situación de emergencia a través de ésta serie de concesiones. En éste momento aparentemente, no A.F.M.U.C. Libro de matrículas 1906-1934. Caso de Eugenio Baena quién ingresa en 1920, a quién Beregoff cita en su libro como compañero de estudios. Ver también Ibid, Libro de matrículas (1906-1934). 420 A.F.M.U.C. Libro de Posesiones (1921-1.936). 418

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existe la preocupación de sí se altera o no el orden natural de la cotidianidad de la mujer en el hogar, ni los roles que le corresponden a cada sexo. Tampoco si se violan o no las cláusulas vigentes de ingreso de estudiantes, que establecían los estudios de medicina en 5 años para obtener el título de Doctor en Medicina y Cirugía421. Asegurar la presencia de Beregoff, es lo importante422. En medio de estas concesiones anómalas, como profesora titular de las cátedras de Bacteriología y Parasitología, inauguró los primeros laboratorios de estas ramas de la medicina en la Ciudad de Cartagena, los cuales dotó con instrumental(como los microscopios aún no conocidos en Cartagena), traídos de la Universidad de Pensilvania -Estados Unidos-. En su texto ya citado, aparece un comentario de su posterior director de tesis de graduación, el médico Rafael Calvo Castaño, en donde reconoce su gran contribución a los estudios bacteriológicos en Cartagena: «Por primera vez entre nosotros, gracias a los trabajos de la señorita Beregoff, tuvimos quien nos diferenciara las distintas especies del hematozoario de Laverán. Por primera vez pudimos observar bajo la lente del microscopio el Treponema de la Buba o Pián; por primera vez fue hallado el Piroplasma del Kal Azar en la sangre... también, casi desde el principio de haberse puesto al frente de nuestro laboratorio, la señorita Beregoff aisló por primera vez aquí el Bacilo Tífico, demostrando así la existencia en ésta ciudad de la fiebre tifoidea, existencia discutida desde tiempos remotos y aún hoy mismo, entre varios de nuestros facultativos competentes y respetables. No puede negarse a la señorita Beregoff el mérito de haber sido ella, quién por primera vez en ésta ciudad, nos hizo una reacción de Wassermann de técnica correcta, y por lo tanto fidedigna; al frente del laboratorio de bacteriología y parasitología de nuestra facultad, prestó su concurso docente a los estudiantes de ésta rama, con inteligencia y consagración, hay que decirlo, jamás se enseñó en nuestra escuela 421 A.H.C. Libro de Ordenanzas y Resoluciones, expedida por la Asamblea Departamental de Bolívar, Cartagena Colombia 1917. Edición Oficial. Ordenanza Nº 34 Orgánica de la Universidad de Cartagena del 17 de Abril de 1917. Ver Artículo 10 sobre pénsum de la Facultad de Medicina, vigente hasta 1927,y Artículo 14 sobre los requisitos y formalidades de ingreso, reglamentado por el Gobierno Nacional. pp. 95-100; y que se recoge en la Ordenanza Nº 24 del año 1924, pp. 43,45 422 Estamos ante una característica señalada por la historiografía actual de la sociedad del caribe colombiano y sobre todo de los sectores de la élite de subvertir el orden creado por ellos cuando sus necesidades y conveniencias lo ameritan.

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la ciencia de los infinitamente pequeños como lo hizo la señorita Beregoff»423 Podría decirse que a pesar de que el cuerpo médico tenía conocimiento de la teoría bacteriana de Pasteur desde principios del Siglo XX, no existía un conocimiento claro, por la falta de experimentación, de los microorganismos vivos como portadores o agentes de enfermedades, en especial las tropicales que continuamente afectaban a la población. Es esta profesora bacterióloga quién da inicios a los estudios experimentales en Bacteriología y Parasitología en Cartagena, cuando ya en Bogotá desde 1905 el médico Roberto Franco egresado de la facultad de Medicina y el Instituto Pasteur de París, inició en la Universidad Nacional los exámenes microscópicos para el diagnóstico de la mayor parte de las enfermedades.424 En un informe del año de 1926 el presidente de la facultad de Medicina y Ciencias naturales Rafael Calvo C., a la Dirección de Instrucción Pública de Bolívar, Calvo le hizo un reconocimiento a Beregoff como inauguradora de estos estudios experimentales: «La enseñanza técnica en los laboratorios nada dejó que desear, pues, como de costumbre, los profesores de química, Bacteriología y parasitología estuvieron a la altura de sus cargos. El curso de bacteriología y parasitología fue regentado por la señorita Paulina Beregoff. Sea esta una ocasión para dejar constancia, una vez mas, que a la señorita Beregoff se debe la organización de los estudios de bacteriología y parasitología en esta facultad y que con dicho profesor, al frente de dicho curso y del laboratorio respectivo, se inauguró en ella la enseñanza seria y eficiente de aquella rama de los estudios médicos.»425 De igual manera en un informe del año de 1.928, el Director del anfiteatro anatómico de la facultad de medicina y Ciencias naturales José Antonio Caballero L., al presidente de la facultad de medicina Rafael Calvo C., rinde Op. Cit., Beregoff. p.32. Ver sobre inicios de la Bacteriología y Parasitología en Colombia Christopher Abel Op.Cit, p. 33; y Miranda Canal, Néstor. «La medicina colombiana de la Regeneración a los años de la Segunda guerra mundial». En «Nueva historia de Colombia». Tomo IV, Editorial Planeta, Bogotá 1989. p. 272. 425 A.U.P.T.C. Fondo Pedagógico Nº 12908. Informe del Presidente de la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales, Doctor Rafael Calvo C., al Director de Instrucción Pública de Bolívar en informe del Director de Instrucción Pública de Bolívar, al señor Gobernador del Departamento.1926. p.386. 423 424

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un homenaje a Beregoff como la primera mujer graduada de la facultad de Medicina y por su importante labor en los laboratorios de Bacteriología y Micrografía: «Siempre y mas cuando se trata de laboratorios, recuerdo a la señorita doctora paulina Beregoff, competente química y habilísima micrógrafa, ex profesora de Bacteriología y Micrografía de la Facultad, quien dio a conocer en Cartagena los verdaderos trabajos de su profesión. Como un tributo a ella y para que hable de Historia a las futuras generaciones de estudiantes, próximamente haré colocar en la sala del Laboratorio un retrato de la distinguida colega, primera mujer titulada en Medicina y Cirugía en nuestra Facultad.»426 En sus labores como profesora de la facultad tuvo problemas con las autoridades eclesiásticas ya que las actividades de laboratorio las realizaba con sus estudiantes los días domingos y por esa razón no asistían a misa. La Arquidiócesis de Cartagena bajo la administración de Pedro Adán Briochi, le envió una carta en la que le solicitaba presentarse al palacio arzobispal, en razón a que instigaba a los estudiantes a trabajar los días domingos desobedeciendo las leyes de Dios. Como respuesta a ello Beregoff intentó renuncia de profesora bajo la expresión: «Nunca admití que la Iglesia se metiera en asuntos universitarios»427 lo que demuestra un pensamiento liberal producto de su formación en el modelo de universidad norteamericana. Pero contó con el apoyo de sus estudiantes y continuó en el cargo, al final, logró saldar éste asunto poniendo de presente la ambigüedad de la iglesia en cuanto a «deberes y derechos» de sus feligreses; el arzobispo Briochi a propósito de la enfermedad de malaria terciaria que padecía, requirió los servicios médicos de la profesora Beregoff un día sábado, quién hábilmente espero atenderlo un día domingo sin la objeción del arzobispo, quién terminó por darle la razón y no intervenir más en sus asuntos académicos. Por otro lado en el curso de los movimientos estudiantiles de reforma universitaria del interior del país en los que se puso en cuestión la calidad A.H.C. Informe del Director del Anfiteatro Anatómico J. A. Caballero L., al señor Rector de la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales de la Universidad de Cartagena, Rafael Calvo C. en el año de 1928. En Informe del Director de Instrucción Pública, J. N. Botet, al señor Ministro de Educación Nacional. 1929 p. 42. 427 Op. Cit., Beregoff. p. 17. 426

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académica de las universidades departamentales, para dar cabida a su propuesta de centralización de la universidad colombiana, un líder de estos movimientos Germán Arciniegas en un artículo titulado « las facultades universitarias de los departamentos,» publicado en el diario cartagenero La Patria, 428 puso de manifiesto como una irregularidad de la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales, la de delegar «la cátedra de Bacteriología a una rusa, que no habla ni una palabra en castellano correcto, y que ni siquiera tiene grado de Bacteriología». Este comentario sería el inicio de las dificultades de Beregoff por abrirse espacios como docente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena en medio de las opiniones adversas de los líderes estudiantiles del interior del país, quienes cuestionaron su formación; mientras que sus estudiantes y compañeros de Cartagena la defendieron, destacando la calidad académica de los estudios realizados en Estados Unidos y los buenos efectos de sus investigaciones para la Facultad. En respuesta al comentario de Arciniegas los estudiantes de Medicina de Cartagena en un artículo titulado, «la defensa de los universitarios»429 publicado en este mismo diario, expresaron su inconformismo: «Bien se deja comprender que el señor Arciniegas está erróneamente informado, pues la señorita Beregoff es graduada en Estados Unidos en Bacteriología y Parasitología; Farmacia y Química. Y para que no le queden dudas al señor Arciniegas Miss Beregoff posee como se ve, tres títulos en vez de uno, obtenido a fuerza de consagración y estudios. Por lo que hace relación con el idioma, sus discípulos la entienden perfectamente, prueba de ello es que están plenamente satisfechos de sus explicaciones que son claras y correctas. La universidad posee un pequeño laboratorio de bacteriología donde los once alumnos de que consta la clase, hacen sus experimentos y observaciones con entera tranquilidad diariamente y preparan toda clase de cultivos, además de sueros y vacunas; aprenden a distinguir las diferentes clases de bacterias por su forma, agrupación y métodos de coloración; y en materia de parásitos ha visto todos los que se encuentran en nuestra región y esta por mas decir, que son muy abundantes y variados; pero no contenta con esto, 428 A.H.C. «La Patria». 22 de Agosto de 1923. Nº 348. p. 1: «Las facultades universitarias de los departamentos», Reproducido del diario capitalino «La República» de fecha Julio 31. 429 A.H.C. «La Patria». 22 de agosto de 1923, Nº 328. p. 1. «La defensa de los universitarios». aparece firmado por los estudiantes de Medicina y Ciencias Naturales.

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la señorita profesora lleva a sus alumnos a su laboratorio particular; montado con toda clase de elementos modernos y allí le enseña también desde la complicada reacción de Wasserman hasta la simple manera de tomar y extender una gota de sangre.¿ Que más se le puede exigir a un profesor?» A pesar de la defensa de los estudiantes, Beregoff a raíz de las críticas recibidas presenta nuevamente su renuncia de las cátedras, en carta dirigida al decano de la facultad de fecha 27 de agosto de 1923,430 pero su renuncia no fue aceptada, sino por el contrario recibió todo el apoyo de los directivos, quienes además le reiteraron sus «agradecimientos por los importantes servicios que ha prestado a la facultad al frente de dichos cursos y que espera continúe, en beneficio de la escuela de medicina, prestando el valioso contingente en la materia que ha venido desempeñando tan sabiamente.»431 Un hecho importante de destacar, es el pronunciamiento del diario «La Patria»432 a favor de Beregoff poniéndola como ejemplo «científico que servirá de estímulo a la mujer colombiana para dedicarse al estudio del hermoso ramo de la microscopía,» en contraste con otros artículos que aparecen en la prensa local cartagenera sobre la mujer donde se aprecia como una constante recomendaciones tales como, «ser buena ama de casa», «buena esposa», «buena madre», y «buenas hijas...». En el Diario La Patria aparece un artículo que retrata claramente estas funciones de la mujer cartagenera, a propósito de una manifestación de algunas mujeres en Ibagué en contra de una estación de ferrocarril que pensaba establecerse en Guandalí, este periódico critica la incursión de la mujer en el espacio público con términos como»alborotada», «parlanchina» y «escandalosa», recordándole que su papel debe ser el de «madre», «esposa» o «hija» y circunscrita al campo de lo doméstico: «El fenómeno de sensibilidad popular que entraña tan pintoresco suceso, es de los que hacen época y sirven quizá de transición histórica. Acusa, por lo menos una transformación de nuestras costumbres políticas. La función de la mujer A.H.C. «La Patria» 31 de agosto de 1923. Nº 356. p 3 Carta de Paulina Beregoff al Presidente de la Facultad de Medicina. 431 A.H.C. «La Patria» 28 de Agosto de 1923. p 3. Carta del Secretario de la Facultad F. C. Royo a Paulina Beregoff. 432 A.H.C. «La Patria»31 de Agosto de 1923. Nº 356. p. 3 «la señorita Beregoff presenta su renuncia de la cátedra de Bacteriología en la Escuela de Medicina». 430

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colombiana estaba circunscrita a su papel de madre, esposa o de hija, es decir al campo de lo simplemente doméstico, o heroína con Policarpa Salavarrieta y revolucionaria con Manuela Beltrán o reina del hogar. El tipo de la mujer sufragista, alborotada, parlanchina, escandalosa, que en la plaza pública pelea a brazo partido no se conoce ojalá que no se conozca entre nosotros. Pero ya, con el ejemplo de Ibagué, la mujer ha hecho acto de presencia en la vida pública, y en actitud nada menos que resonante y enérgica»433 Artículos como estos confirmaban la ambigüedad de los discursos que sobre la mujer se expresaron en la ciudad; pues por un lado se dan una serie de recomendaciones que le recuerdan el rol asignado por la tradición, y por el otro a una extranjera se le reconoce como modelo a seguir, cuando ni siquiera aún están dadas las condiciones educativas que le permitan acceder a estudios universitarios. Pese a las dificultades presentadas, Beregoff por su carácter seguro, avasallador y persistente en sus acciones polifacéticas- en contraste con el perfil mayoritario de la mujer colombiana de la época que se asumía como una persona dependiente y hogareña - continuó en el curso de sus actividades como profesora y estudiante y al mismo tiempo no dejó de realizar investigaciones sobre la patología tropical de Cartagena. Empezó a trabajar en el transcurrir de éstos años como directora de investigaciones de Lepra en el Lazareto de Caño de Loro, ubicado en la isla de Tierra Bomba, institución en la que laboró en la terapéutica de la enfermedad con «Ésteres de Chaulmulgra». Demostró la dificultad del cultivo del Bacilo de Hamsen de la Lepra, en comparación con otras enfermedades como la Tuberculosis, a partir de la inyección del virus en animales que no lograron contagiarse con tanta facilidad. Encontró anticuerpos muy diferentes de los normales y quedó convencida de que las investigaciones de inmunología traerían resultados muy importantes y aprovechables para prevenir esta enfermedad.

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A.H.C. «La Patria» 21 de abril de 1928. Nº 1704 p.1.»La actitud de la sociedad y el pueblo de Ibagué».

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Paulina Beregoff laborando en el Lazareto Caño del Oro, Isla de Tierra Bomba. (1923-1924). FUENTE; tomada del libro: «MI Vida en Colombia, mi calvario en Bogotá. 19651973», de Paulina Beregoff Guillow.

Sin embargo, en sus estudios sobre la lepra, no se alejó de algunas discusiones de los médicos de la ciudad, acerca de la enfermedad como contagiosa, en boga durante estos años. De allí que recomendara la reclusión de leprosos que vagaban por las calles de la ciudad en el Lazareto para evitar el contagio. En el diario «La Patria» de fecha del 5 de agosto de 1924 aparece un ensayo de Beregoff en el que critica el sistema de higiene del Lazareto de Caño del Loro, pues los canales de desagüe conducían los residuos de los leprosos al mar, lo que podía «contagiar a la población a través del consumo de pescado».434 Este ensayo fue rechazado por publicaciones anónimas y de médicos de la ciudad que aparecieron en el mismo diario, quienes estaban interesados en mantener la buena imagen del puerto, y más cuando en ése momento la construcción del oleoducto por la compañía Andian creaba expectativas para el desarrollo de la ciudad. Aparecen notas tituladas como por ejemplo: «los peces de colores el contagio de la lepra, las teorías de la señorita Beregoff y la defensa de nuestro puerto»435, firmada con el seudónimo de «E.Karl» como prueba de rechazo. A.H.C. «La Patria». 5 de agosto de 1924. Nº 629. p 1.Ver Indira Vergara Izquierdo. «La medicalización de la Lepra en la Ciudad de Cartagena 1870-1930». Tesis de grado de la Facultad de Ciencias Humanas. Programa de Historia, Universidad de Cartagena.1998. pp 84-86 435 A.H.C. «La Patria». 16 de agosto de 1924. Nº 638 p 5. 434

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Este asunto empieza a afectar la imagen de credibilidad que Beregoff había generado en las autoridades sanitarias de la ciudad, pues sus publicaciones al ser un atentado a la buena imagen del puerto de Cartagena, la convierten de alguna manera en objeto de crítica y rechazo, y aparece una preocupación que aparentemente no se había puesto de manifiesto cuando fue contratada inicialmente: las cualidades inherentes a su sexo. Un estudiante de la facultad de medicina Rafael Ibáñez en su tesis de graduación sobre el diagnóstico y tratamiento de la lepra inició a través de la prensa una crítica a la teoría del contagio de los peces de Caño de Loro, propuesta por Beregoff, señalando que no era más que «un error científico» que afectaba la imagen del puerto; porque los peces sufren los efectos antisépticos del agua del mar, del sol, del aire, de su proceso posterior de cocción y son sometidos a altas temperaturas de esterilización en el tubo digestivo. Además agregaba que su teoría estaba basada en el temor a la enfermedad propia de su sexo: «Importantes somos para evitar que la doctora Beregoff abrigue un temor propio de su sexo, a todo a lo que la lepra se refiere, lo mismo nos acontece con todos los que no solo han oído hablar de los terribles efectos del mal de San Lázaro y es ese el motivo por el que varios de nuestros hombres públicos han trabajado para quitarle a Cartagena, puerto de bellos horizontes y gran porvenir, ese centinela de horror que tienen en su bahía, con ese fin debemos luchar; no defendamos errores científicos.»436 Sin perder de vista éste antecedente de deterioro de su imagen, adquiere el título de «Doctor en Medicina y Ciencias Naturales», con un promedio académico excelente registrado en los exámenes preparatorios de grado,437 en medio de una situación conflictiva. Como se dijo anteriormente no había sido objeto de preocupación de los órganos directivos de la facultad de medicina, las condiciones anormales de ingreso de Paulina Beregoff a los estudios de esa facultad sin haber cursado los dos años anteriores, lo que ahora viene a ser puesto en tela de juicio; primero, debido a su solicitud de anticipación de graduación sin haber terminado el último año de estudios; segundo, la realización de cuatro exámenes preparatorios de grado, cuando debió realizar los cinco correspondientes a los cinco años de estudio, el último examen preparatorio de grado y el general de tesis; y tercero, teniendo en cuenta los efectos negativos generados de la polémica del Lazareto, aunque esto último no se explicitó. 436 437

A.H.C. «La Patria». 28 de agosto de 1924.Nº 648 pp 2-7 A. F. M. U de C. Libro de exámenes preparatorios de grado 1913-1926

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En un acta del Consejo Directivo de la Facultad de Medicina del 14 de octubre de 1925438 - integrado por Rafael Calvo C. (Decano), Manuel Pájaro H., Manuel F, Obregón, Nicolás Macario Paz , Miguel A. Valiente y F. C. Royo, secretario – quedó consignada ante ésta corporación, la solicitud de Beregoff para que se le anticiparan los exámenes anuales y de grado general para los días 15 y 17 de octubre, por motivos de salud. En acta del día siguiente, 15 de octubre439, Beregoff presentó un nuevo memorial solicitando el examen anual del último año de estudios, prescindiendo de los exámenes preparatorio de grado (correspondiente a la evaluación conjunta de todos los años de estudios) y del general de tesis, estimando que estas evaluaciones en uso del derecho reglamentario, le fueran concedidas secundariamente. En la citada acta, el doctor Macario Paz señaló que el Consejo Directivo solo podía concederle en éstas circunstancias un examen supletorio, según lo dispuesto por el reglamento interno de la facultad. Sin embargo, el presidente y decano, accedió a la solicitud ya «que se trataba del caso de un estudiante extranjero que deseaba abandonar el país por razones de salud,» contando con el apoyo de los demás miembros, -excepto Paz, dejando constancia de su rechazo-quienes aducían que se debía acceder a la solicitud «como una gracia al interés que ella se había tomado en el progreso del curso de Bacteriología a su cargo, por su aplicación al estudio y por tratarse sobre todo de una mujer que, alejándose de su familia había venido a ésta universidad, despreciando centros importantes en Estados Unidos, a adquirir los conocimientos próximos a coronar» Las decisiones tomadas por el Consejo Directivo de la Facultad, fueron cuestionadas a través de la prensa cartagenera Diario de la Costa,440 en la que aparecen una serie de publicaciones de estudiantes y anónimos denunciándolas como irregularidades que atentaban contra la imagen de la facultad, involucrando un nuevo elemento el del cuestionamiento de los estudios secundarios de la Beregoff, quién supuestamente no presentó el certificado de bachiller441-certificado al que aún no tenía acceso la mujer colombiana, y que A. F. M. U. de C. Libro de Actas del Consejo Directivo. Acta del 14 de octubre de 1925 A. F. M. U de C. Libro de Actas del Consejo Directivo Acta del 15 de octubre de 1925 440 A.H.C. «Diario de la Costa» 16 de octubre de 1925 Nº 2.516 p 8. 441 En los archivos de la facultad de medicina no aparece información alguna de la presentación o no de éste certificado de Bachiller ni de los otros documentos que se exigían para el ingreso, lo que permite inferir que no existía una reglamentación clara de los requisitos para emprender estudios superiores en la Universidad de Cartagena a pesar de que la normatividad establecida por el Ministerio de Instrucción Pública exigía como requisito previo para acceder a estos estudios el diploma de bachiller. 438 439

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por ésta razón fue utilizado como argumento para desacreditar su formación académica y de paso, no se le otorgara el titulo profesional: «El Escándalo de la Facultad de Medicina Desde hace algunos días venimos sabiendo las irregularidades que se cometen en la facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena y las consecuencias de esas ir regularidades han ido repercutiendo en los circuitos estudiantiles, primero, y últimamente al público en general. De fuentes fidedignas y que merecen suficiente crédito hemos recogido los datos que ahora nos proponemos exponer. La cuestión se ha planteado alrededor del grado de la señorita Paulina Beregoff, por que con él está jugando hasta cierta medida el decoro y moralidad de nuestra facultad toda vez que se trata de conferir un grado de Medicina y Cirugía a una alumna que no ha llenado todas las formalidades reglamentarias que el Consejo de la facultad en cuestión se ha cuidado muy poco de exigir. Sabemos que la señorita Beregoff no ha cursado en la Facultad de Medicina de Cartagena los tres primeros años de estudio, y sin embargo el Consejo Directivo le concedió los exámenes o preparatorios de los años sin haber presentado los certificados de ninguna otra universidad, donde ella haya podido hacer esas materias y que fuera reconocida por el gobierno. También sabemos que la mencionada señorita no ha presentado el diploma de bachiller que según las disposiciones sobre instrucción pública está obligada a presentar toda persona que desee hacer estudios profesionales de ésta índole. La otra irregularidad es que a la señorita Beregoff se le piensa doctorar sin haber terminado los estudios del último año reglamentario, porque según hemos sido informados y por las tarjetas de invitación que ella ha repartido y que nosotros hemos visto podemos afirmarlo que el grado tendrá lugar mañana a las 10.A. M. a despecho de la oposición que han hecho algunos miembros del Consejo Directivo y de algunos profesores que sí velan por el decoro y prestigio de la facultad. 289

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En todo esto culpamos única y exclusivamente al Consejo Directivo de la facultad una vez que es por su culpa y por su falta de seriedad que se vienen cometiendo esta serie de irregularidades, en menoscabo del buen nombre de la Escuela. Y lo que dejamos expuesto lo comprueba el hecho de haberse concedido los exámenes preparatorios con omisión de primordiales formalidades como son los certificados a que nos venimos refiriendo. Donde está el diploma de bachillerato clásico que haya exigido el Consejo de la Facultad a la señorita Beregoff ? Que motivos tuvo en cuenta el Consejo que lo obligó a prescindir de estas formalidades? Lamentamos muy de veras que esto esté pasando en la Facultad de Medicina porque, si a la deficiencia se agrega la falta de cumplimiento de lo que estatuyen los reglamentos muy pronto tendrá el gobierno que ordenar su clausura». 442 «Como se desatiende la opinión pública Es muy de notarse el poco acato que se hace en esta tierra bendita, por parte de las entidades oficiales a las quejas que eleva la opinión pública, cela permanentemente por el estricto cumplimiento de los deberes de todos aquellos que en alguna forma, tengan que dar cuenta a los asociados de sus actos. Así vemos la indiferencia con que ha sido mirado el denuncio que ayer vimos de la serie de irregularidades que se están cometiendo en la Escuela de Medicina de la Universidad de Cartagena. Tal parece que estas entidades fueran soberanas y que les importa muy poco el buen nombre de la Universidad o que no tuvieran que llenar otra misión que la de su propio querer. Con bastante disgusto y desconsuelo vemos todas estas cosas. Desde las columnas de este mismo diario denunciamos ayer el estado deplorable en que se encuentra la facultad de Medicina y sin embargo hoy tuvimos el disgusto de ver al mismo 442 A.H.C. «Diario De la Costa» 16 de Octubre de 1925 Nº 2.516 p.8. «El escándalo de la Facultad de Medicina» (Artículo Anónimo)

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director de Instrucción Pública autenticando un grado que hasta este momento constituye una afrenta para la facultad porque todavía no se ha demostrado que se hayan llenado o no las formalidades omitidas. El señor Director de Instrucción Pública, a quien compete establecer la verdad de todas estas cosas, ni siquiera se ha preocupado por este hecho pero elevaremos el denuncio ante el Ministro de Instrucción Pública con la absoluta seguridad de que seremos atendidos».443 Pese a las críticas y denuncias Beregoff obtiene su título con la tesis de grado denominada»Acidosis» mediante acta del 17 de octubre de 1.925444,siendo sus jueces examinadores Camilo L. Delgado, Miguel A. Lengua y Manuel F. Obregón y como presidente de tesis, Rafael Calvo C.

Diploma de Medicina y Ciencias Naturales de Paulina Beregoff, otorgado por la Universidad de Cartagena. FUENTE: tomado de «Mi Vida en Colombia, mi calvario en Bogotá, 1965-1973» de Paulina Beregoff Guillow.

A.H.C. Diario De la Costa 17 de octubre de 1925 Nº 2.517 p. 8. «Como se desatiende la opinión pública» (Articulo Anónimo). 444 A. F. M. de U de C. Libro de actas de graduación 1925. Acta de grado de Paulina Beregoff. 443

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Acta de Graduación de Paulina Beregoff. FUENTE: tomado de los Archivos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena. Libro de Actas de Graduación. 1925.

Un mes después de su graduación aparecen dos escritos en el diario capitalino El Tiempo que recrean imágenes diferentes de Paulina Beregoff. Por un lado, como la primera mujer egresada de los claustros universitarios y nuevamente se pone como ejemplo a seguir por las mujeres colombianas: 292

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«LA PRIMERA DOCTORA EN MEDICINA445 La Universidad de Cartagena acaba de otorgar a la señorita Paulina Beregoff el título de doctora en Medicina y Cirugía. Este caso reviste excepcional importancia, pues nunca, antes de ahora, una mujer se había presentado en las aulas nacionales a exigir la refrendación de estudios científicos. Cartagena ha tenido pues el honor de consagrar a la primera doctora y éste honor presenta mayor brillo por cuanto recae sobre quien ya en famosas universidades había logrado diplomas de valor. Bien estaría que entusiasmados por éste noble ejemplo las mujeres colombianas rompieran el molde estrecho de los prejuicios sociales y fueran a buscar nuevos horizontes para su espíritu en los campos ubérrimos de la ciencia».

Recorte de Periódico El Tiempo que ilustra la graduación de Paulina Beregoff. FUENTE: tomado de Mi Vida en Colombia, mi calvario en Bogota, 1965-1973 de Paulina Beregoff Guillow.

Y por otro lado, se muestra como una mujer que atentaba contra la imagen de la universidad colombiana porque no había cumplido siquiera con los requisitos mínimos de ingreso, obteniendo el título en medio de irregularidades, que en vez de ser motivo de orgullo, debieron ser de 445 Periódico «El Tiempo» de noviembre de 1925. Recorte de prensa que aparece en el libro de Paulina Beregoff. Op. Cit., «Mi vida en Colombia... «p 30.

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cuestionamientos a los directivos de la Facultad de Medicina de Cartagena y a la permisividad de las autoridades educativas colombiana. Tras ésta imagen construida bajo el amparo de la legalidad, de respeto a las normas, se deja ver también una resistencia al ingreso de la mujer a los estudios universitarios, pues se enfatiza en la transgresión de la ley, y poca importancia se le da a un hecho tan innovador como la presencia de ella en los estudios universitarios, quizás porque podría haber sido utilizado como objeto de presión de las mujeres colombianas en pro de un cambio de su situación educativa y los efectos que ésta nueva realidad podía operar en el espacio doméstico asignado por la tradición, en función a las cualidades inherentes a su sexo: «LA FLAMANTE FACULTAD DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA»446 «Los desprevenidos lectores de este diario no repararon de seguro en el siguiente conmovedor telegrama del corresponsal en Cartagena: «Cartagena, Octubre 18. Circulan, lujosamente editadas las tarjetas en que participa la señorita Paulina Beregoff que va próximante a recibir su grado de doctora en la Escuela de Medicina de Cartagena, lo que se considera verdaderamente onroso para esta ciudad y especialmente para su universidad, porque dicha dama es ya ventajosamente conocida en el mundo...» Yo, colombiano, siento la irresistible necesidad de demostrar a la señorita Beregoff, rusa, la mas sincera gratitud, en nombre de mi patria por el honor que ha tenido la amabilidad de hacernos. La señorita Beregoff hubiera podido, naturalmente, graduarse en Alemania, Inglaterra o Francia. Pero su afecto hacia Colombia, su amor a Cartagena y a la Escuela de Medicina, la indujeron a reservar para nosotros los colombianos, ese inmenso beneficio¡ Como estarán de resentidas con ella las potencias europeas!. De que modo podría Colombia corresponder a la señorita Beregoff sus amables y espontáneas deferencias demostradas palpablemente al escoger una de sus universidades para graduarse 446 «El Tiempo» noviembre de 1925 en el A. H. C. Artículo reproducido en el «Diario de la Costa» 4 de noviembre de 1925. Nº 252.

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en ella? Los honores no se pagan con dinero. Yo propongo, al final de este artículo, un medio de corresponder debidamente a tantas bondades. Pero el suceso no tiene para nosotros un significado patriótico solamente; puede ser también de alta importancia económica. La señorita Beregoff es rusa, nacida de seguro en Lenningrado o en Moscú en Riega o en Siberia. Nuestro país es hasta este momento completamente desconocido en el coloso moscovita. Pero desde hoy dejará de serlo.¿Qué ha hecho el gobierno Colombiano para alcanzar ese resultado? ¿Habrá enviado misiones diplomáticas a Rusia? Nó, absolutamente nó: Se ha honrado así mismo graduando de Médica y Cirujana a la señorita Paulina Beregoff. Pero no es solo eso:¡ En cuantos años creen ustedes que la señorita Beregoff hizo todos sus estudios médicos! No lo adivinarán jamás. Pero veamos: En Colombia un estudiante estúpido no podría hacer la carrera de medicina que tiene seis años fijados en el pensum, en menos de 7 u 8 años, con los preparatorios; otro estudiante medianamente inteligente, podría concluirla en 6 justos y uno mas para preparatorios. Dicho eso, admírense ustedes:¡La señorita Beregoff, desde que se matriculo por primera vez, hasta que se graduó, incluyendo las vacaciones, empleo la enorme cantidad de treinta meses(de abril de 1923 en que ingresó a la escuela, hasta octubre de 1925 en que se ha graduado)! Mas aún la señorita Beregoff no ha tenido la necesidad, en cierto modo penosa, de estudiar todos y cada uno de los cursos del pensum de la Facultad de Medicina, porque el Consejo Directivo de aquella flamante Escuela, ha comprobado tras arduas investigaciones científicas, que nunca serán apreciadas, que para ser médico y cirujano no se necesitan estudiar ciencias inútiles como anatomía, fisiología, patología general, zoología, botánica, etc. Naturalmente la señorita Beregoff ha prescindido de perder el tiempo en eso! no faltaba más ¡.Tras de venir a hacernos un honor y pretender que lo estudiara todo... La señorita Beregoff no sabe español e ignora completamente el francés pero sabe el ruso y el inglés. Ciertamente, la señorita no necesitaba aprender el vulgar idioma español, ni el frívolo lenguaje francés había sido una claudicación vil.

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Preguntarán ustedes, ¿como hizo para obtener su grado de bachiller? Aunque parezca superfluo, debo decir que ella no necesitó nunca semejante tal aparato en la Facultad de Cartagena. Está bien que se bachilleren los estúpidos estudiantes colombianos entre los cuales me honro en contarme. Pero sería una barbaridad y una ingratitud exigirles lo mismo a los estudiantes rusos que vienen de tan lejos, guiados por un sentimiento generoso, únicamente hacernos el honor de graduarse en nuestras universidades. No puedo ocultarlo, y así lo habrán notado los lectores que las noticias del corresponsal me han conmovido: Es natural, el sentimiento patriótico me ha emocionado: «la primera dama rusa que se doctora en Colombia»; un verdadero honor para Cartagena; etc., etc. Pero no, señor corresponsal, el honor no es solo para Cartagena, ni para Bolívar: es para todo el país. Yo, como colombiano, me siento profundamente enorgullecido y abrumado con la señorita Beregoff. Cartagena por otra parte, podrá en adelante usar con mas derecho el título de heroica, por el grado de la señorita Beregoff es un acto heroico, que ha de repercutir enormemente en los anales patrios del futuro. ¡Cuánto daría yo por vivir siquiera doscientos años más, para darme el lujo de oír a los descendientes de los actuales estudiantes cartageneros decirles a sus bisnietos!: «Pobrecillos de vosotros, que no vivisteis aquella edad dorada cuando en la Universidad de Cartagenera se doctoró de médica y cirujana la primera dama... y supierais, hijillos que era rusa...» Y los chicuelos se quedarán con la boca abierta ¡Tontos! Pero he olvidado extender mi felicitación a todos los profesores de la Facultad de Medicina de Cartagena que ni siquiera sospechan cuanto bien se han hecho así mismos firmando el grado de la señorita Beregoff. Esa dama no se quedará en Colombia. Ella emigrará ciertamente y su grado fijo con garfios en algún hall elegante de Escandinavia o del Congo, mostrará aquellas latitudes asombradas las firmas auténticas e injustamente anónimas de los profesores de la facultad de Cartagena, la primera facultad de medicina del primer país que gradúa de médica y cirujana, en treinta meses, sin saber español y sin ser bachiller, a la primera dama rusa...¡ Qué honor para la familia! Pero prometí idear el modo de corresponder a la señorita Beregoff sus amables deferencias 296

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hacía el país: El señor secretario del Ministerio de Obras Públicas ha manifestado en otra ocasión su afán por conservar intactos los objetos arqueológicos que se descubren en excavaciones etc.; yo insinúo al señor secretario la idea, indudablemente genial aunque sea mía de traer al Museo Nacional de Bogotá y conservarla disecada, a la Escuela de Medicina de Cartagena y a sus profesores y doctores. Seria éste el único homenaje verdaderamente digno de aquel acto y el solo modo de mostrar a las generaciones futuras la grandiosidad del suceso que la facultad de Cartagena acaba de realizar modestamente, en un silencio digno de su prestigio y de su fama. Firma: Simón Latino.(Carlos H. Pareja.)

Esta doble imagen que generó Paulina Beregoff como la primera mujer universitaria en Colombia, representa los discursos contrarios, que en éstos años veinte se planteaban alrededor de la situación educativa de la mujer colombiana; por una parte, se reflejan la posición de quienes aprueban y estimulan su ingreso a estudios universitarios dentro de la nueva realidad social y económica señalada por los inicios de la industrialización, y por otra parte, quienes la rechazan, por los efectos que la educación superior podía generar en el papel doméstico de la mujer y sus cualidades femeninas.447 Las condiciones irregulares bajo las cuales recibió el título de Médica y Cirujana Beregoff, no solo generaron polémica sino que además implicó un cambio en la reglamentación orgánica de la Universidad de Cartagena debido a las presiones que de alguna manera ejercieron las críticas, que circularon a través de la prensa colombiana y que podían afectar la imagen de la institución y su continuidad como universidad departamental, teniendo en cuenta además, las discusiones del movimiento estudiantil universitario del interior del país, que abogaba por la centralización de la universidad pública. Mediante la ordenanza número 19 del 28 de marzo de 1927, se dispuso en el artículo 1º que: « en las facultades de Medicina y Ciencias Naturales y Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Cartagena, no se expedirán títulos o diplomas de grado de doctor a ningún estudiante que no haya cursado en su totalidad, y en la extensión requerida por los programas oficiales, los cursos fijados en los respectivos pensums de la Universidad Nacional».448 Op.Cit., HERRERA, Marta C. p.340, ver también COHEN, Lucy. «Las colombianas ante la renovación universitaria». Tercer Mundo Editores. Bogotá. 1971. p 42. 448 A.H.C. Libro de Ordenanzas y Resoluciones expedidas por la Asamblea Departamental de Bolívar. Año 1927.Ordenanza Nº 19 sobre unificación del pénsum de estudios en las facultades profesionales de la Universidad de Cartagena con los de la Universidad Nacional. 447

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Así en medio de discursos aprobadores y reprobadores; permisivos y sancionadores, de congratulaciones y de negaciones, Paulina Beregoff aunque extranjera, sentó el precedente de la primera mujer en los claustros universitarios colombianos y continuaría abriéndose espacios como profesional en una sociedad que por un lado le facilitaba su ejercicio y por el otro lado lo dificultaba. El ejercicio de la profesión: médica, «¿altruista o loca?». Su propuesta de medicina preventiva. Paulina Beregoff después de obtener su título en Medicina y Cirugía, regresó a los Estados Unidos en donde ingresó al Memorial Hospital of Johnstown en medio de dificultades por cuanto los médicos de ésta institución le cuestionaban la procedencia de su titulo de una universidad colombiana, siendo ella anteriormente egresada de una universidad de avanzada como Pensilvania, motivo que la llevó a refrendar su título y así empezó a ser reconocida como médica. En 1930 fue nombrada asistente de la Universidad de Nueva York en investigaciones sobre el cáncer, como fruto de las mismas publicó en diversas revistas del país, los siguientes trabajos: Cancer and The Glands of Internal Secretion; Changes in the Blood Chemistry in Malignant Disease with Special Reference to Carbohydrate Toleranceand Alkalosis; (Journal of Cancer Research), y Cryplomyces Pleomorpha has no Eliological Relation to Carcinoma(The Canadian Medical Association Journal), que para ella significaban «un triunfo de mi Alma Mater y en todos los trabajos que hice, y en los que fueron publicados siempre resaltaba con orgullo, que era alumna de la Universidad de Cartagena».449 Sus investigaciones en la Universidad de Nueva York le abrieron la posibilidad de trabajar en hospitales de gran importancia científica como Belleview y Memorial. En 1932 es invitada nuevamente por el doctor Rafael Calvo como profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena, en las cátedras de Histología y Parasitología; nombrada en propiedad por el Consejo Directivo de la misma,450que ejerció por el espacio de un año. En éste mismo año fue nombrada Patóloga y Jefe de Laboratorio del Hospital Americano de Cartagena de carácter privado, situado en la Calle Larga, recién fundado por Rafael Calvo C. Miguel A. Valiente y Raúl Bernet entre otros. Este último e 449 450

Op.Cit., Beregoff pp 30-36. A. F. M. U. de C. Libro de posesiones 1932.

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Ignacio Oñoro antiguos alumnos de la Beregoff asumirían las cátedras de Bacteriología y Parasitología en 1.933451 En 1933 contrajo matrimonio con Arthur Stanley Gillow también bacteriólogo a quién conoció en Cartagena y luego se fue a vivir a Canadá, donde presentó exámenes para obtener la licencia y ejercer la medicina, presentándosele dificultades por ser mujer: «Caso típico fue el de la solicitud que hice en un hospital donde necesitaban un patólogo; presenté mi currículo y como mis títulos y trabajos figuraban a nombre de P. Beregoff me aceptaron. Su sorpresa cuando me presenté fue mayúscula: era mujer y no llevaba pantalones...»452 En este mismo año abrió su propia clínica, donde practicó por treinta y dos años la Medicina Preventiva, que había sido su objeto de preocupación desde sus investigaciones científicas en Cartagena. Beregoff concebía por medicina preventiva: «exámenes completos que permitan controlar las enfermedades en su gestación, significa procurar que las madres tengan todos unos recursos nutricionales que requieran las criaturas»453. En 1964 muere su esposo y en medio de la soledad y depresión de la que nunca logró reponerse regresa a Colombia, con el firme propósito de erigir un instituto de Medicina Preventiva en memoria de su esposo - quién le dejó una inmensa fortuna, que luego invirtió en ésta obra, - éste hecho, causaría trastornos en el ejercicio de su vida profesional. En la Ciudad de Cartagena para éste año, ofreció a la Facultad de Medicina un plan de becas para mujeres de bajos recursos que quisieran estudiar medicina y así mismo, la Academia de Medicina de ésta ciudad la nombró miembro honorario. Esta fue su última visita a Cartagena. Gestionó la construcción del Instituto de Medicina Preventiva, a través de conversaciones con diferentes instancias del Gobierno Nacional, como el Ministerio de Educación, el Ministerio de Salud Pública y el Ministerio de Defensa; éste último, le ofreció un terreno en el norte de Bogotá donde finalmente se inauguró en 1965 bajo la denominación «Instituto de Investigaciones Científicas y Medicina Preventiva Arthur S. Gillow.» Tuvo dificultades para dotar al instituto de personal colombiano capacitado -a su juicio- lo que la obligó a traer investigadores extranjeros, pero con el objetivo de capacitar al personal A. F. M. U. de C. Libro de posesiones año 1933. Op.Cit., Beregoff. p 41. 453 Ibid. p 65 451 452

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colombiano. Sin embargo encontró resistencia entre médicos y practicantes de medicina quienes no lograban acoplarse de una manera armónica a la dinámica laboral de la institución ni a su dirección; de allí se generaron imágenes sobre la Beregoff como una persona «loca, altruista, de una personalidad altamente conflictiva, temperamental»; así la recuerda quienes laboraron con ella y quienes la conocieron. Quizás estas nuevas imágenes se relacionan con su estado depresivo generado por la muerte de su esposo. En el instituto realizó investigaciones en medicina preventiva con parejas de jóvenes de 17 a 22 años, para determinar las enfermedades en gestación de las mismas antes de que se decidieran casarse, para prevenir el desarrollo de enfermedades en los hijos; así como también se hacían controles a las gestantes durante los nueve meses de embarazo. El objetivo del instituto era conseguir una estadística de la patología de los individuos «aparentemente sanos,» para demostrar al ministerio de salud pública la necesidad de construir preventorios donde la gente sana pudiera examinarse y controlar las enfermedades antes de su desarrollo; y mostrar simultáneamente la eficacia de la medicina preventiva para evitar el continuo déficit de hospitales en el país. Así mismo estimular al Estado a ejercer una acción decisiva sobre los problemas de salud pública para garantizarla: «Prevenir antes que Curar» En 1973 Paulina Beregoff combinaba la dirección del instituto con investigaciones avaladas por el Ministerio de Salud Pública sobre la patología de las poblaciones indígenas del país, ejemplo de ello fue el proyecto ejecutado en Puerto Inírida sobre la tuberculosis, en el que puso en práctica su propuesta de medicina preventiva. La experiencia polifacética de Paulina Beregoff como médicainvestigadora emerge dentro de una sociedad que aun todavía no permitía éstos nuevos roles para sus mujeres; anclada todavía en un imaginario que perpetuaba la desigualdad de géneros y que no le ofrecía al sexo femenino alternativas que pudieran atentar contra su papel natural en el hogar; pero que abre sus puertas a una mujer extranjera, en un ambiente por un lado, de permisividad, recreado por el prestigio que significa adquirir un investigador extranjero y las necesidades sanitarias- económicas- que lo ameritaban, y por otro lado de resistencia, representado en el peligro que podía generar la presencia de ésta mujer en los claustros universitarios pudiendo alterar la cotidianidad de las mismas en el hogar, y la educación de sus hijos, en búsqueda de nuevos roles que aún le eran vetados. 300

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5.3

EL INGRESO DE LAS MUJERES COLOMBIANAS A ESTUDIOS UNIVERSITARIOS DURANTE LA HEGEMONÍA LIBERAL (1930-1946) Y SU INTENSIFICACIÓN EN LOS AÑOS 1950 A 1960.

El ascenso del liberalismo en los años treinta fue favorable para la educación de las mujeres. Los acuerdos que dicho partido hizo con relación al apoyo para mejorar la educación de las colombianas, así como el compromiso de las que militaban en el liberalismo, proclives a ideas progresistas sirvieron de contexto al debate que se generó en estos años, dentro de los círculos femeninos. En 1930 se genera un movimiento de mujeres que tiene su máxima expresión en la organización de IV Congreso Internacional Femenino celebrado en Bogotá que recibió el apoyo del presidente de Colombia en ese año, Enrique Olaya Herrera, y en cuyo movimiento la historiografía nacional reconoce el inicio de la revolución feminista en Colombia. En la celebración del congreso, algunas líderes colombianas de la época como Ofelia Uribe Acosta, María Pinzón de Madero y Emilia Lopera Berrio y extranjeras como Georgina Fletcher, (Inglesa) y Belén de Copete (Panameña) entre otras, presentaron diferentes confrontaciones ideológicas, moralistas y religiosas sobre la situación de la mujer en la sociedad colombiana. Las líderes pusieron todo su empeño en defender sus propuestas comprometiendo a los ministros con su asistencia al congreso, presionando por la aprobación del proyecto de ley que se encontraba en curso en el Congreso de la República sobre el régimen de las capitulaciones matrimoniales que concebía a las mujeres, el manejo de sus bienes materiales, exigían así mismo, su ciudadanía y el ingreso a los estudios superiores universitarios. María Pinzón de Madero París en el curso del congreso leyó un trabajo sobre «la mujer en la universidad» el cual fue ovacionado por las delegadas tanto extranjeras como departamentales del país, en las conclusiones de este trabajo comentaban: «El cuarto Congreso Internacional Femenino solicita al poder ejecutivo nacional y de las cámaras legislativas, la aprobación del siguiente proyecto de ley, por el cual se reconoce el derecho de la mujer a seguir estudios en las universidades de la República, obtener títulos para ejercer la carrera profesional. El Congreso de Colombia decreta: Artículo Primero. Reconócese el derecho de la mujer para seguir estudios en las facultades universitarias de la república, obtener títulos y ejercer la profesión dentro de los términos 301

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preescritos por la constitución Nacional. Artículo Dos. Esta ley regirá desde su promulgación»454. Este proyecto encontró una opositora, Lopera Berrio, quien consideraba que el trabajo de Madero París antes que pedir la apertura de la universidad a la mujer colombiana, debía solicitar al gobierno mejorar las condiciones deplorables de las universidades que poseía el país, ya que de otra manera, la mujer como profesional egresada de estas instituciones, solo vendría a aumentar el proletariado masculino. De igual manera la delegada por Panamá, Copete planteaba que antes de pedir el ingreso de la mujer a la universidad era necesario realizar una reforma de su instrucción primaria y secundaria, que recibían en desventaja con relación a la masculina, que no las capacitaba para su inserción a la educación superior.455 En 1932 en el proyecto de ley universidad colombiana presentado por el líder del movimiento estudiantil Germán Arciniegas ante la cámara de Representantes, nuevamente es motivo de discusión el ingreso de la mujer a los estudios universitarios.456 En dicho proyecto se consideraba como un asunto de reforma universitaria la participación de la mujer en «Los altos Estudios» a partir de una supuesta crítica a la universidad española y colonial que prohibía el ingreso de la mujer a los claustros universitarios, fundamentada en los mas profundos valores religiosos. En el proyecto de ley, se ponía de manifiesto una conciencia de la persistencia de la tradición española de la universidad y por otra parte, de las deficientes condiciones de la educación primaria y secundaria de la mujer en desventaja con respecto a la de los varones, como dificultades que debían tenerse en cuenta, a la hora de considerar el ingreso de la mujer a la universidad. Además de señalar estas dificultades, se refería a los efectos desfavorables que la coeducación universitaria podía operar en la calidad de los estudios universitarios, dada la desventaja señalada de la educación de la mujer frente a la del hombre y se dejaba entrever así mismo, los prejuicios establecidos por la tradición que signaba papeles definidos a hombres y mujeres y que trataban de ocultarlos a través de señalamientos de estas dificultades.

Op.Cit., VOZ Obesso. p 285 Ibid. p 286. 456 «La universidad colombiana». Proyecto de Ley y exposición de motivos presentada a la Cámara de Representantes por Germán Arciniegas, suscrito representante por la circunscripción electoral de Cundinamarca. Imprenta nacional Bogotá, julio 29 de 1932. 454 455

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En el proyecto de ley quedó claro que antes de contemplar el ingreso de la mujer a la universidad era necesario crear las condiciones o reformas necesarias en su educación primaria y secundaria en una situación de igualdad con la del hombre; pero no se decía como crear esas condiciones. Y por otra parte se previene al Estado de no aventurarse en la copia de modelos de países europeos, que tras las demandas feministas y junto a los factores de la post guerra, (disminución de hombres en el sector productivo) obligó a que se formaran equipos de emergencia femeninos en todas las actividades y su consecuente ingreso a la universidad; ya que las condiciones del caso colombiano eran diferentes, dentro de la concepción del proyecto, porque en éste momento se necesitaba mas de una obra técnica, que de doctores con título universitario457. Arciniegas en su exposición de motivos del citado proyecto de ley, propuso en el espacio universitario lo siguiente: «Estudiar desde la facultad de educación, un plan de reforma en los grados inferiores de la enseñanza, que pusiera a la mujer en condiciones de igualdad con el hombre. Dejar el ingreso de la mujer a las profesiones generales del Derecho, la Medicina y la Ingeniería como una simple probabilidad para un futuro mas o menos distante; permitir la asistencia libre de la mujer a las conferencias y cursos teóricos; darle cabida especial a la mujer en la facultad de educación; desarrollar en los departamentos especiales de la universidad y por medio de cursos que no exigen la preparación del bachillerato, un campo de estudios para la mujer, que la vincule en ésta forma a la universidad; crear medias carreras al estilo de la de Enfermería propias para una iniciación profesional de la mujer...»458 Estas áreas de desempeño propuestas por Arciniegas para la mujer en el medio universitario, en nada diferían de lo que se le venía ofreciendo tradicionalmente en el plano educativo en los colegios de primaria y pocos de secundaria de carácter privado; lo que permite ver una ambigüedad en su propuesta aparente de cambio en el sistema educativo para la mujer, que bien podría catalogarse de retrógrada y escolástica. Así se deduce claramente de un párrafo de la exposición de motivos del citado proyecto de ley: 457 458

Ibid. p56. Ibid. p57

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«Desde luego, en la nueva universidad la mujer tendrá lugar para el estudio; en los cursos públicos, en el departamento de Bellas Artes y Artes Aplicadas, en los cursos de literatura, en las obras de extensión cultural y en las medias profesiones, hallará ella un campo que no ha tenido hasta hoy. Pero no hay que darle la ilusión de que dentro de la universidad puedan solucionarse las incapacidades a las que la tiene sometido un régimen varias veces secular, y hay que trabajar con ella porque su rehabilitación sea una rehabilitación integral» 459 Como fruto de las reclamaciones de las mujeres y de los movimientos estudiantiles por una educación universitaria femenina, durante el Congreso en 1933, el gobierno de Olaya Herrera expidió los decretos 1874 de 1932 y 227 de 1933 mediante los cuales otorgó a las mujeres el derecho al título de bachiller y su ingreso a la universidad. A pesar de la emisión de estos decretos la tendencia durante la década del treinta y cuarenta fue brindar a la mujer un tipo de educación que afianzaba claramente las imágenes ancestrales o tradicionales como madre, esposa o educadora. Paralelo a la ampliación de la cobertura para la educación femenina que caracterizó a estas décadas a nivel institucional, se fortaleció la tendencia tradicional sobre su imagen y función social, así como la coeducación a pesar de las manifestaciones de grupo de mujeres y sectores intelectuales que defendían el sentido de igualdad de condiciones para los sexos en todas las esferas sociales.460 La persistencia de estas imágenes tradicionales de la mujer se expresó en las carreras y espacios profesionales que se le ofrecieron. En 1.933 se funda una facultad de educación en la Universidad Nacional con una matrícula femenina de exclusividad bajo los siguientes preceptos «ya que es por nuestra educación y nuestro medio la carrera pedagógica que menos obstáculos ofrece para el perfeccionamiento universitario de nuestras mujeres». En 1.934 se establece una facultad de educación específicamente femenina, profundizando las divisiones de la educación superior entre los sexos. Entre 1.936 y 1.937 la Universidad Nacional empezó a recibir mujeres en especialidades como Bellas Artes, Farmacia, Enfermería, Arquitectura y Odontología consideradas compatibles con «la naturaleza femenina». En 1937 se profesionalizó la carrera de Servicio o de Trabajo Social bajo la tutela del Colegio Mayor del Rosario. La Universidad Ibid. p57 HERRERA, Marta Cecilia. (1995). «Las mujeres en la historia de la educación» En «Las mujeres en la historia de Colombia». Editorial Norma. Bogotá Tomo III. p 346. 459 460

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Javeriana creó en 1941 secciones especiales para preparar a las mujeres; inicialmente ofreció programas de Derecho y de Filosofía y Letras, unos años mas tarde abrió cursos de decoración, comercio y bacteriología, y se transformo un programa de Economía Doméstica y Social en Enfermería. En 1945 se autorizó la creación de los colegios mayores en Cundinamarca, Antioquia, Popayán y Cartagena cuya finalidad era brindar carreras de ciencias, artes y estudios sociales, sin que en todos los casos se requiriera haber cursado estudios secundarios. Se establecieron especialidades y Filosofía y Letras, Secretariado, Bacteriología, Delineantes, Servicios Sociales, Periodismo, Bibliotecología y Cerámica; varias mujeres se pronunciaron en contra de este tipo de establecimientos pues según su parecer la condición de estos colegios universitarios hacia confuso el estatus de las profesiones que allí se ofrecían y las situaban en desventaja en el campo laboral: «Si el señor ministro quiere sustraer a la mujer del ambiente de la coeducación está bien que abra una universidad formal seria y barata, a la altura de la Nacional, en donde la mujer pueda prepararse para resistir una competencia de capacidad y de oportunidades». Así se expresó en un anónimo una mujer en la Revista Agitación Femenina en un artículo titulado «La Universidad femenina»461 La persistencia de la tradición en los años cincuenta y sesenta a pesar de algunas rupturas en la forma de concebir a la mujer por parte de algunos políticos, intelectuales y grupos de mujeres, estos no consiguieron crear verdaderas fisuras en los modelos culturales dominantes, ni tuvieron expresión en el campo de las instituciones educativas de manera duradera. La permanencia de la tradición condujo, a que los logros alcanzados en cuanto a la educación femenina, fueran atenuados con la introducción de esferas institucionales separadas por sexos, lo que además de fortalecer la idea de un tipo de formación para la mujer que se orientaba hacía el aprendizaje de oficios acordes con la naturaleza de su sexo, asignó a dicha formación un estatus menor que la recibida por el sexo opuesto. Este hecho trajo consigo menor prestigio social para los oficios y profesiones consideradas femeninas, así como la asignación de salarios «REVISTA Agitación Femenina». (1945). Nº 14. «La Universidad femenina». p 8. Ver en Herrera Ibid p.346

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inferiores, de manera que, mientras se operaban transformaciones de orden social y económico en la sociedad colombiana señalados por la modernización, que incluía la ampliación de la mano de obra, las tendencias seguidas por el desarrollo de la educación femenina desde los años de 1930 a 1960, aún estaban enmarcadas por representaciones de corte tradicional.462 El proceso de ingreso de la mujer a la universidad no solo fue lento, sino predominantemente elitista. En un cuadro comparativo por sexos en 1938 egresaron de las universidades colombianas 278 hombres y 6 mujeres, en el año de 1944, lo hicieron 402 varones y 11 mujeres, en el año de 1948, egresaron 740 hombres y 74 mujeres, en 1950, 737 hombres y 128 mujeres. Hasta el año de 1965, cuando se registra la incorporación creciente de la mujer a la vida universitaria y el aumento en el número de egresadas, todavía se registraban grandes diferencias en la educación profesional masculina y femenina cuando egresaron 2.784 hombres y 915 mujeres.463

TABLA No 4 Graduados de las universidades colombianas. 1938-1965 (En números absolutos y porcentajes) Año

1938 1944 1948 1950 1955 1958 1960 1965

Hombres

%

278 402 740 737 1.087 1.357 1.391 2.784

99 97 91 85 82 81 73 75

Mujeres

6 11 74 128 232 318 515 915

%

Total

2 3 9 15 18 19 27 25

284 413 814 865 1.319 1.675 1.906 3.699

FUENTE: Lucy Cohen, Las colombianas ante la renovación universitaria, p.43

En 1937 en la Universidad de Antioquia se gradúa la primera mujer odontóloga Mariana Arango Trujillo. En 1933 se adscribe la facultad de Educación a la Universidad Nacional con una matrícula femenina, fue admitida en la Universidad Nacional la primera alumna Bachiller en el año 1936, pero fue en 1937 cuando ingresó el primer grupo de mujeres a esa institución. En 462 463

Ibid Herrera pp 348-352. Op.Cit., Cohen. «Las colombianas ante la renovación universitaria». Tercer Mundo. Bogotá, 1971 p 43.

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el año de 1942 egresó la primera abogada del Externado de Colombia Rosita Rojas Castro,464 Inés Ochoa de Patiño de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional en 1945 y Sonny Jiménez de Tejada de la Escuela de Minas de Medellín en 1947. La mayoría de estas primeras mujeres que ingresaron a las universidades de Antioquia, Nacional y Externado de Colombia entre los años 1920 y 1950 se especializaron en el exterior especialmente en Estados Unidos y Francia. En la década del cuarenta y en del cincuenta no fue posible para muchas mujeres especializarse pues el ambiente de la educación en Colombia no era en aquella época lo más conducente a esta actividad; las especializaciones en Medicina primaron en Patología, Obstetricia, Ginecología, Psiquiatría y Electroencefalografía; en Odontología se especializaron en Ortodoncia, Periodoncia, Odontología Infantil, Salud Pública y Cirugía Bucal. Las abogadas, siguieron cursos de postgrados para tener mayores conocimientos en temas legales, y sobre los derechos civiles de la mujer; las Farmaceutas y las Químicas, aspiraron a tener grados avanzados para la investigación Básica y aplicada en Química Orgánica y en áreas especializadas de análisis, entrenamiento que las capacitó para trabajar en la industria institutos tecnológicos o en tareas académicas, y las Ingenieras se concentraron en Planificación e Ingeniería de Estructuras. Los estudios en el extranjero se financiaban mediante donaciones o préstamos otorgados por el gobierno colombiano a estudiantes sobresalientes, becas ofrecidas por gobiernos extranjeros especialmente Estados Unidos provenientes de fundaciones y establecimientos que auspiciaban estudios de postgrados en el exterior. Otras mujeres utilizaban sus ahorros o consiguieron préstamos para seguir cursos de educación deseados.465 En el campo del trabajo estas primeras profesionales destacaron tres aspectos significativos en el ejercicio laboral: El primero, ser las pioneras en su profesión al señalar experiencias que abrieron nuevos cambios para la mujer; el segundo, la mística profesional que la definían como la «responsabilidad y dedicación al trabajo» como cualidades inherentes a su sexo; y el tercero, la vocación de servicio a la comunidad e interés por los problemas de la situación de la mujer, en la sociedad colombiana466. VELÁSQUEZ TORO, Magdala. (1989). «Condición jurídica y Social de la mujer.» En «Nueva historia de Colombia». Editorial Planeta Bogotá. Tomo IV pp 29-30. 465 Op.Cit., Cohen pp 232-240. 466 Ibid. Cohen p 243. 464

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Algunas fueron miembros del cuerpo docente y clínico como médicas señalando nuevos campos de práctica profesional tanto en el sector público como en el sector privado. Combinaban el ejercicio privado de la profesión con trabajos en diferentes instituciones, por ejemplo las médicas, en hospitales o consultorios privados y la Químicas, en laboratorios e Industrias farmacéuticas o farmacias familiares y algunas fueron miembros del cuerpo docente. En el ejercicio de su profesión siempre pusieron de presente como un deber la responsabilidad y dedicación al trabajo. Para aquellas que se dedicaron al servicio de la sociedad o de la comunidad la actividad profesional fue un espejo que reflejó sus vidas y la forma como sus esfuerzos se incorporaron a las sociedades cambiantes de las que fueron parte; en las médicas y enfermeras el ejercicio profesional inspiró su activo ejercicio comunitario, ponían de presente en esta actividad un espíritu de caridad con los pacientes de bajos recursos, algunas fueron voluntarias en instituciones para huérfanos o niños abandonados. Otras al retirarse del ejercicio de su profesión se dedicaban a actividades filantrópicas. Algunas abogadas valoraron su contribución a la participación de la mujer en la comunidad; la transformación del papel de esta en la sociedad colombiana según ellas, no solo dependía de la legislación sino de la dinámica de la transformación o la creación de oportunidades que reconociera a las mujeres las facultades que le correspondieran en una labor de toma de conciencia. Incursionaron en discusiones sobre sufragio femenino, su participación en la política, y sobre los derechos laborales de las profesionales universitarias.

5.4 LAS PRIMERAS MUJERES UNIVERSITARIAS DE LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA 1943 – 1964 El ingreso de las primeras mujeres colombianas a la Universidad de Cartagena fue muy tardío con relación a las universidades del interior del país, que lo hicieron en 1937; la mayoría de las mujeres de la Costa Atlántica se encontraban realizando estudios definidos tradicionalmente como femeninos como Enfermería, Magisterio y Comercio. Después de mas de veinte años de la graduación de la primera mujer egresada de la Universidad de Cartagena en 1925 Paulina Beregoff de origen ruso, ingresa Georgina Consuegra Rojano a la Escuela de Enfermería en 1943, -que ya para este año funcionaba anexa a la Universidad de Cartagena y había graduado su primera enfermera Manuela Abad 308

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de Guzmán en 1903, cuando funcionaba independientemente de la Universidad bajo el nombre de Escuela de Enfermeras de Cartagena-467, Beatriz Haydar Ordage a la Facultad de Medicina en 1949, Martha Clark Castillo a la Facultad de Derecho en 1950, Concepción Bula de Puerta a la Facultad de Química y Farmacia en 1.955, Nancy Polo Guerrero a la Facultad de Economía en 1959 y Daira María Uribarren Donado a la Facultad de Ingeniería Civil en 1964. Primeras mujeres egresadas de la Universidad de Cartagena de 1943-1964

Georgina Consuegra Rojano, egresada de la Escuela de Enfermería en 1943, cuando ya funcionaba anexa a la Universidad de Cartagena.

«ENFERMERÍA, Humanismo, Ciencia y Tecnología. Universidad de Cartagena 90 Años (19031993).» Cartagena, Octubre. Edición Volumen 7, pagina 3. *A este grupo de mujeres la Gobernación del Departamento de Bolívar les hizo un reconocimiento público como las primeras mujeres egresadas de la Universidad de Cartagena, durante la celebración del Día Internacional de mujer el 8 de marzo de 1993. Ver Anexo Nº 2, Diploma en pergamino de Beatriz Haydar Ordage, reconocimiento como primera mujer egresada de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena en el año de 1956 y carta del 2 de marzo de 1993, invitación a homenaje a las primeras egresadas de las facultades de la Universidad de Cartagena, dirigida por la Gobernación del Departamento de Bolívar a Daira María Uribarren Donado primera mujer egresada de la Facultad de Ingeniería Civil. Anexo Nº 3.

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Beatriz de J. Haydar Ordage, Egresada de la Facultad de Medicina en 1949.

Certificado de Reconocimiento de la Gobernación de Bolívar en el Día Internacional de la Mujer, 9 de marzo de 1993, a las Primeras Egresadas de la Universidad de Cartagena. Beatriz Haydar Ordage, Facultad de Medicina.

Estas mujeres ingresan a la Universidad de Cartagena en un ambiente de cambio en la situación educativa que facilitaba su ingreso a facultades superiores, las motivaciones para realizar sus estudios profesionales fueron diversas por iniciativa propia, por influencia de amigos, de miembros de sus familias que tradicionalmente habían optado por estudiar una misma carrera. La mayoría de ellas eran nacidas en Cartagena y otras provenían de zonas aledañas al Departamento de Bolívar como Mompox, Arjona y Colosó. Las mujeres 310

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originarias de estas zonas fuera de la ciudad, se radicaron algunas con sus familias y otras en habitaciones en casas de familia, ya que según las concepciones de la época no se acostumbraba que las mujeres tuvieran alojamientos independientes por que esto podía ser interpretado en forma negativa para su reputación. Concepción Bula recuerda la situación que tuvo que vivir para realizar estudios de Química y Farmacia en la Universidad de Cartagena: «Cuando estaba estudiando bachillerato me gustaba mucho la Química, y entonces les dije a mis padres que yo quería venir a Cartagena a estudiar Química y Farmacia, no tuve ninguna oposición a pesar de que vivíamos en Mompox, mi hermano estudiaba Medicina aquí en la Universidad de Cartagena y entonces, pues ese año me trasladé acá y me quedé con él viviendo y luego me trasladé unos dos meses a la casa de mi compañera Yolanda Luján en San Diego y entonces era mejor porque estudiábamos juntas y a finales del año toda la familia se vino a vivir a Cartagena.» Concepción Bula Bula.468

Concepción Bula Bula, Primera Egresada de la Facultad de Química y Farmacia, año de 1958. 468 Entrevista a Concepción Bula Bula. Egresada de la Facultad de Química y Farmacia (19551958).

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Georgina Consuegra nació en Cartagena el 23 de abril de 1924, terminó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio BIFFI regentado por la comunidad religiosa franciscana, por influencia de una amiga se presentó a la Escuela de Enfermeras anexa a la Universidad de Cartagena en 1942, la cual funcionaba en el Hospital Santa Clara. La Enfermería era una de las mayores opciones profesionales que la mayoría de las mujeres de la época escogían, se graduó en 1946: «Me inspiró ir a la Escuela de Enfermeras porque yo tuve una amiga que me llevaba a recibir niños, entonces a mí me gustó eso, dije Cómo haré yo para irme a la Escuela de Enfermeras? Le pregunté yo. Ella era una Enfermera empírica, ella tenía una prima que era enfermera, licenciada y habló con ella pero se quedó así, yo me fui de mi cuenta al hospital, pregunté por la señorita directora que era Doña Irene Escobar Tejada, enfermera de la Cruz Roja de allá de Bogotá...» Georgina Consuegra Rojano.469

Relata que para entrar a la Escuela de Enfermería debía llevar una carta de las Escuelas donde había realizado estudios de primaria y secundaria y presentar un examen de conocimiento general. Cuenta que la práctica de los estudios de enfermería se realizaban con los pacientes del Santa Clara, que consistía en «limpiar a los operados, componer las camas, limpiar las mesitas, estar atento cuando vinieran los médicos, darles la blusa, atenderlos, llevar a los pacientes a la camilla a examinar...» labores que se relacionaban con las actividades que la mujer desempeñaba tradicionalmente en el hogar. Así recuerda Consuegra una noche de turno en el Hospital Santa Clara: «En una guardia en la noche mía fue el doctor Mariano Llamas con una niña qe tenía una apendicitis sulfurada, o sea la muchacha del servicio de ellos, el fue allá se la atendieron y de una vez se la operaron, como yo era la jefe de turno le dije a la señora que nos atendía, que hacía una comida exquisita, yo le dije señora Cata, hay un medico aquí, me hace el favor y me lo atiende como si estuviera haciendo turno, cuando fue la hora de la cena fui donde estaba él: «Doctor, haga el favor y nos acompaña, y él vio la atención que yo tuve con él»... 469

Entrevista a Georgina Consuegra Rojano. Egresada de la Escuela de Enfermería (1943-1946).

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Beatriz Haydar Ordage, nació en la Ciudad de Cartagena en el año de 1931, realizó sus estudios de primaria en el Colegio BIFFI de Cartagena y sus estudios secundarios en el Colegio Departamental de Bachillerato de la Universidad de Cartagena, ingresó en 1949 a la Facultad de Medicina por sugerencia de su familia que tradicionalmente había ejercido la profesión. Su hermano mayor Francisco Haydar fue profesor de esta misma facultad. Se graduó en el año de 1954. Martha Clark Castillo, la primera abogada egresada de la Universidad de Cartagena. Nació en esta ciudad en el año 1935, realizó sus estudios de primaria y secundaria en el colegio oficial Americano de Barranquilla. Recuerda que no tenía vocación para estudiar Derecho, sino que toda la vida le había gustado la música, el piano y el estudio de la guitarra como aficiones que la mayoría de las mujeres de ese tiempo acostumbra a realizar. Fue motivada por su padre a estudiar derecho en la Universidad de Cartagena, asumió los estudios como un reto ante los compañeros de primer año quienes le habían anunciado que ella podía entrar pero que se retiraría en cinco meses por que no aguantaría la rigurosidad de los estudios. Se graduó en el año de 1955: «Al comienzo no sentía la vocación de estudiar Derecho me había gustado toda la vida la música, el piano, estudio guitarra todavía. Pero entonces papi me dijo: «Usted tiene vocación para el Derecho, a usted se le nota, pruebe mija, que de pronto le gusta, y si no le gusta se retira», entre a la Universidad, cuando me vi era la única mujer con cincuenta y pico de hombres, siempre me impresionó, un compañero que ya murió, el doctor Manuel Iriarte me dijo: «Aquí han entrado pero se retiran a los tres, cuatro o cinco meses, pruebe que dentro de cinco meses se va a retirar», me dio como algo de orgullo, un reto, vamos a ver, pase los cinco años y me gradué de Abogada» Martha Clark Castillo.470

470 Entrevista Martha Clark Castillo. Primera mujer egresada de la Facultad de Derecho (19501954).

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Marta Clark Castillo, Primera Doctora en Derecho de la Universidad de Cartagena. Recorte de Periodico El Heraldo, Noviembre de 1955. FUENTE: donación de Marta Clark Castillo.

Acta de Grado de Martha Clark Castillo, 1955. FUENTE: Libro de Acta de Grado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Cartagena, 1955-1969 .

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Concepción Bula de Puerta, natural de Mompox nació en 1.935, sus estudios de primaria los realizó en el Colegio Corazón de Jesús en Mompox y la secundaria en el Colegio de las Mercedes en Sincelejo regentados ambos colegios por la comunidad franciscana. Llegó a Cartagena a emprender estudios de Química y Farmacia, recuerda que en ese momento la facultad la iban a cerrar porque era muy pocos estudiantes los que aspiraban en ese año, entonces se presentó a Odontología con la condición que si abría la facultad de Química y farmacia, se pasaría a ella. La facultad no fue cerrada e ingresó a Química junto a otra mujer pionera en estos estudios en Cartagena, Yolanda Luján. Su persistencia por los estudios de la Química y farmacia venían de la afición que sentía por la Química desde el bachillerato, culminó sus estudios en el año de 1958: «Nací en la ciudad de Mompox, vine aquí a Cartagena en 1.955 para ingresar a la universidad a la facultad de Química y Farmacia, en ese momento la facultad la iban a cerrar entonces los que aspiramos a Química tuvimos que presentar examen en Odontología con la condición de que si se abría la facultad pasábamos a química y farmacia y con la suerte de que la abrieron y pasamos a lo que nosotros queríamos que era Química y Farmacia» Nancy Polo, natural de Arjona, nació en 1940 egresada del Liceo Femenino Soledad Acosta de Samper en la Ciudad de Cartagena, ingresó en 1959 al programa de Economía junto a cuatro mujeres pioneras en esta profesión Marlene Mercado Pérez (fallecida), Nancy Herrera Pinto, y Alexa Chaljub dentro de un grupo de cien estudiantes, de los que se graduaron doce entre ellos, las tres mujeres en el año de 1965: «Yo ingresé a la universidad de Cartagena en el año de 1.959 al programa de Economía, ingresaron conmigo cuatro mujeres, nosotros fuimos un grupo muy compacto, iniciamos cien al principio y terminamos doce y entonces a esos doce prácticamente nos llamaban los apóstoles, hicimos una camaradería fue un grupo muy bueno.» Nancy Polo Guerrero.471

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Entrevista a Nancy Polo Guerrero Egresada de la Facultad de Economía (1959-1965).

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Grado de Economista de Nancy Polo Guerrero en 1965.

Daira Uribarren Donado, la primera Ingeniera Civil de la Universidad de Cartagena, nació en Colosó Sucre en 1.943 estudió la primaria en la escuela urbana de niñas de Colosó- Sucre-. Llegó a Cartagena en el año de 1.956 con su familia y realizó los estudios de bachillerato en el Liceo Femenino Soledad Acosta de Samper, ingresó a la facultad de Ingeniería Civil en 1.962 por la afición que tuvo hacía las matemáticas y finalizó sus estudios en 1.968: «Me gustaban las matemáticas y quería estudiar algo relativo a la ingeniería y como en la Universidad de Cartagena solo había la ingeniería civil, pues escogí esta, de todos modos a mí me gustaba la ingeniería civil. Cuando a mis papás les dije que iba a estudiar ingeniería ellos no objetaron, me apoyaron en todo» Daira María Uribarren Donado.472

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Entrevista a Dayra Maria Uribarren Egresada de la facultad de Ingeniería Civil (1962-1968).

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Dayra Uribarren Donado, con profesores y compañeros de Grado. 1968.

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Diploma de Grado de Dayra Uribarren Donado. Ingeniera Civil. Universidad de Cartagena 1968.

Recorte de Prensa Diario de la Costa y Fotografía FUENTE: donación de Dayra Uribarren Donado.

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5.5

RELACIONES SOCIALES DE LAS PRIMERAS ESTUDIANTES EN EL MEDIO UNIVERSITARIO

La incursión al ambiente universitario diseñado exclusivamente para varones fue un reto para algunas mujeres porque la enseñanza mixta para ellas era casi desconocida, la mayoría habían sido educadas en colegios pertenecientes a congregaciones religiosas de carácter femenino, alguna de ellas, gracias a sus estudios en el Colegio Departamental de Bachillerato, que funcionaba en el interior de la Universidad de Cartagena, pudieron manejar el espacio universitario al entrar en contacto con sus compañeros de bachillerato que mas tarde fueron compañeros de facultad y que muchas veces la ayudaban a ser mas llevadero las relaciones sociales con los hombres. Carmen Barrios Angulo, quien pudo haber sido la primera egresada de la facultad de Derecho de la Universidad de Cartagena, pero que no pudo continuar sus estudios por dificultades económicas, recuerda como sus estudios en el Colegio Departamental de Bachillerato- que era mayoritariamente de varones- le permitió manejar sus relaciones con sus compañeros de facultad, de los que muchos, habían sido sus compañeros en el bachillerato. «Recuerdo que yo fui la primera persona que entró a la Facultad de Derecho como mujer y me tocaba a mi sola y la primera mujer que terminó bachillerato en esa escuela anexa a la Universidad de Cartagena, única mujer como con noventa muchachos, la mayoría entraron a la universidad recuerdo por ejemplo a Santander Betancourt, que entró conmigo en Derecho y aunque no pude terminar Derecho estuve siempre vinculada a la universidad por mis amigos. Carmen Barrios Angulo.473

Estas mujeres cuentan que sus relaciones con los varones se dieron en un ambiente de respeto y cordialidad, formaban grupos de estudios en los que se integraban con los hombres. El respeto que la mujer le inspiraba al varón por su condición, era imperante en medio de estas relaciones. Esta relación de cordialidad con sus compañeros de estudio también se daba en el trato con los profesores:

473 Entrevista a Carmen Barrios Angulo, egresada del Colegio Departamental de Bachillerato anexo a la Universidad de Cartagena (1946) Ingresó a Derecho en 1947.

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«Los compañeros eran muy respetuosos, grandes personajes, en especial los compañeros de estudio Rafal H. De la Valle, Rodrigo... ah y Salgado. Nosotros éramos el trío Rafael H., Oliver Salgado y yo, todos los días estudiábamos, cuando era época de examen iban varios y nos reuníamos hasta ocho y diez en la casa, como yo tomaba apuntes y hacía resúmenes estudiábamos con mis resúmenes, pero normalmente estudiábamos el trío.» Martha Clark Castillo.

«Uno al principio se cohibía porque tanta gente rara y sin conocerlos y hombres y uno que en esa época andaba las muchachas juntas, pero ahí me fui tratando con los amigos, me trataban con un respeto, con un cariño, yo los quería como hermanos, me querían con cariño, todos, por cierto comenzamos con estos, porque a ellos les gustaba el traguito; los fines de semana, el sábado y domingo se iban a parrandear y el lunes llegaban sin plata a clase, entonces que hacían si iban a preguntar? Los profesores me ponían la silla mía en la mitad, hacían un círculo, el poco de pelaos todos pegados, y el profesor preguntaba: «¿Qué pasaba los lunes que había una rueda? Y los demás días no la hay¡» y era que cuando preguntaba x muchacho, entonces se quedaba esperando me miraba a ver y yo tenía que decirles la contestación» Beatriz Haydar Ordage.

«La actitud de los muchachos fue muy favorable hacia nosotras, como éramos las primeras estaban emocionados porque íbamos a entrar mujeres y todos nos recibieron muy bien.» Concepción Bula Bula.

«Al programa ingresaron cuatro mujeres conmigo, el ambiente fue de acogida de mucho compañerismo, de ayuda mutua, no hubo ninguna resistencia hacía nosotras desde el comienzo me sentí muy bien, nosotros fuimos un grupo muy compacto iniciamos cien al principio y terminamos doce y entonces a esos doce prácticamente nos llamaban los apóstoles, hicimos una camaradería fue un grupo muy bueno prácticamente estudiábamos juntos, compartíamos actitudes, el que sabía mas nos explicaba lo que no habíamos entendido, no recuerdo nunca un mal ambiente hacía nosotras.» Nancy Polo Guerrero.

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Fue frecuente en el medio universitario, que la mayoría de estas primeras mujeres profesionales fueran las mejores estudiantes en el curso de sus estudios, por sus criterios de responsabilidad y dedicación que iban de la mano con los espacios reducidos de sociabilidad y esparcimiento a los que las mujeres tenían acceso en ésta época debido a los rigurosos controles sociales y familiares que se ejercían sobre sus comportamientos en público. La excelencia académica ayudó a estas estudiantes a integrarse en los grupos de estudio con los varones sin ninguna dificultad; recuerdan su excelente desarrollo académico y su superación ante la rigurosidad que los profesores mantenían en el ejercicio de las cátedras. Un caso que ilustra el respeto y admiración que algunas de estas mujeres lograron de sus compañeros y profesores por su excelencia académica, es el de la estudiante de medicina, Beatriz Haydar, para quien el buen desempeño en el aula significó un compromiso con su hermano mayor Francisco Haydarprofesor de la Facultad de Medicina-. Muchas veces los profesores la invitaron a dar la clase poniendo de presente la responsabilidad que se confiaba a las mujeres de esta época por su dedicación y excelencia académica: «Sencillamente uno como mujer no era sin vergüenza nos dedicábamos a estudiar, no había televisión, lo único que me distraía era el béisbol que toda la vida me gustó. Bien, había un profesor el doctor de dermatología Ibáñez Ferrer, ese señor no quería nada conmigo, muy buena gente y me decía: «ven acá que hoy no me siento bien» y decía «La doctora Haydar les va a dictar la clase» le decía ¿Cómo voy a hacer? Me decía «ahí esta en el libro, solo tienes que leer el libro» y me decía «pregúntales ahora...» En la clase de Medicina legal que la daba mi hermano mayor, eso era una sopladera que me daba cuando él llegaba a clases y me trataba peor que Alberto, en el examen final se me presentaron los nueve profesores, todos los profesores de todas las materias, nos tenían que evaluar las materias y me acuerdo que en medicina legal había la tesis #33, la tesis de exhibicionismo de enfermos, entonces esa tesis nadie la quería porque era muy difícil y él nos las explicó, y a la hora de presentar el examen quedaban dos tesis, yo me las sabía al dedillo, cuando me voy a sentar echaron todas las fichas otra vez, a mi me parece que me hubieran echado un balde de agua fría, y entonces cuando me voy a presentar el examen, metí la mano y me salió la 33, a mi se me fue el alma¡, yo dije tu no puedes quedarte callada porque tienes que salir bien, cuando yo fui a presentar el examen, se ha salido el señor-refiriéndose 321

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al hermano- y me ha dejado con los ocho profesores, me dicen: «habla lo que sepas, es una tesis difícil, es un compromiso con tu hermano», me dijo uno, comienzo yo a hablar y me mandaron a callar, cuando yo salí, él estaba allá afuera escuchando y todos estaban asustados por la tesis que me había tocado, y como me tenían cariño. Cuando entra Pacho, me dicen: «La calificación se la hemos puesto por ella, no por usted», entonces me felicitó, me abrazó y me besó: «Te felicito y me felicito yo porque eres una buena alumna porque captaste todo lo que yo dije». Beatriz Haydar Ordage.

A pesar del ambiente de cordialidad en que tejieron sus relaciones estas mujeres con los profesores, algunas recuerdan una actitud de rechazo hacia los estudios universitarios de la mujer. Beatriz Haydar se refería con el concepto de «machista» a los profesores de Medicina Napoleón Franco Pareja, Enrique de la Vega y Muñoz Tilbe quienes consideraban que la mujer solo debía servir para la «cama y para la cocina». Ante estas actitudes que definían como machistas, las mujeres se defendían con un buen rendimiento académico que demostraba su importancia dentro del aula universitaria y que su condición de mujer no afectaba para nada el curso de sus estudios. «Eso fue en quinto, recuerdo que había unos machistas Enrique De la Vega, Napoleón Franco, Muñoz Tilbe, que no podían ver que uno trabajaba y estudiaba porque decían que la mujer era para la «cama y la cocina»; esa era la profesión de ellos, no teníamos derecho a nada, eso era un problema, recuerdo en el examen de ginecología como hacían los exámenes trimestrales, la primera vez me salió menstruación, los muchachos que podían saber? Nosotras por experiencia sí, yo le contesté. En el segundo examen hubo algo de infecciones vaginales, me puso cinco; en el tercer semestre me puso cinco.» De otro lado no faltaron las bromas y presiones de los estudiantes varones que ponían a prueba la capacidad intelectual y la persistencia de las mujeres en la universidad, tanto en los profesores como en los estudiantes por lo regular las bromas enfatizaban sobre la moralidad, sobre el honor, sobre las virtudes femeninas, y lo que pudiera atentar contra su pudor. Daira Uribarren cuenta que al ingresar a los estudios de Ingeniería Civil algunos estudiantes le recomendaban abandonar los estudios porque eran muy «fuertes» para una mujer, e incluso le recordaban la experiencia de una joven que aspiró a estos estudios y se retiró 322

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debido a la presión que los varones ejercieron. En el curso de los estudios recuerda además la discriminación, que algunos profesores operaban sobre ella por ser la única mujer en una facultad que tradicionalmente había sido masculina. Ante estas actitudes represivas, Uribarren asumía como un reto la culminación de sus estudios sobreponiéndose a las adversidades del medio: «Algunas personas me decían que esa facultad era fuerte, que los muchachos hacían sus chistes fuertes, es mas cuando yo estudiaba también lo hacían, pero cuando yo no estaba en el aula, cuando yo entraba se quedaban en silencio... delante de mí nunca se sobrepasaron, yo era una hermana para ellos... Sin embargo, yo recuerdo cuando iba a entrar, me hicieron como quien dice un drama, «Como que tu vas a estudiar ingeniería?» Que como se me ocurría, que no estudiara ingeniería, que eso es de hombres, que hubo una vez una mujer y para que ella se fuera los muchachos se ponían a estudiar en grupo pero en interiores para que ella se fuera. Esos comentarios fueron antes de yo ingresar, con amigos y estudiantes de otras carreras, y yo decía: A mí me gusta vamos a ver si se van a portar conmigo así. Yo entré prevenida con tanta cosa que me decían. Bueno la verdad, a mi me fue difícil el estudio hubo una materia en los primeros años, con un profesor especializado en México que cuando entró y nos quedó observando y el saludo que nos dio: «Hola, ingeniería como que se ha puesto ahora muy fácil porque hasta las mujeres la estudian», además, desafortunadamente me enfermé, y los profesores algo que me tocaba me la cobraban. Eso era duro y en una ocasión un compañero le dijo a un profesor: «¿Por que usted le tira tanto si ese examen está bien?» Respondió el profesor: «Porque quiero que repita».

5.6

NUEVAS IMÁGENES DE LA MUJER EN LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA. SU PARTICIPACIÓN EN LA POLÍTICA, LOS MOVIMIENTOS ESTUDIANTILES Y LOS DERECHOS DE LA MUJER.

Estas primeras universitarias representaban una nueva imagen de la mujer, que se manifestó en su buen rendimiento académico en el aula frente algunos compañeros varones y profesores quienes, cuestionaban sus capacidades intelectuales. Una nueva mujer se advierte en el espacio 323

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universitario ingresando a las facultades que se consideraban masculinas, asumiéndolas como un reto para sus vidas, liderando movimientos estudiantiles, emprendiendo investigaciones, incursionando en la política y como defensoras de los derechos civiles de las mujeres en relación de igualdad con los hombres, su participación legal en la vida política y administrativa del país. De manera pues que la universidad en estos años, se convierte en un espacio a través del cual la mujer recrea nuevos roles en medio de una cultura que se mueve dentro de conceptos tradicionales y modernos que por un lado le abre nuevos espacios y por el otro los condiciona. Algunas de estas primeras mujeres universitarias participaron como líderes en movimientos estudiantiles del período, como fue el caso de Nancy Polo Guerrero la primera economista que en 1960, lideró un movimiento estudiantil que fue registrado a través de la prensa local, el cual fue motivado por la consideración del Ministerio de Educación Pública, de cerrar la recién fundada Facultad de Economía de la Universidad de Cartagena, en vista de la existencia de tres facultades en el país, en Barranquilla, Bogotá y Medellín. Nancy Polo recuerda que su participación en este movimiento fue decisiva junto a la de otros compañeros, a quienes le denominaban «los románticos» que era un grupo de doce estudiantes de los cien que habían ingresado a la facultad, y que durante este movimiento defendían su existencia, porque la mayoría de ellos no tenían recursos para realizar los estudios en Barranquilla, en Bogotá o Medellín. El movimiento fue decisivo porque al final consiguieron que continuara funcionando la facultad, y por estas actividades recuerda Nancy Polo, fue nombrada como Secretaría Académica de la Facultad en el último año de sus estudios y una vez terminó estos, continuó ejerciendo el cargo hasta el año de 1975, siendo esa su primera experiencia laboral. Polo refiere que su experiencia como líder estudiantil era inherente a su personalidad, fue frecuente su participación en otras protestas estudiantiles no solo al interior de la facultad de Economía sino también en otras facultades. Su actitud como líder y participante de manifestaciones le mereció reprimendas de sus padres quienes consideraban que no se veía bien que una mujer participara en este tipo de actividades: «Si pertenecí al grupo del movimiento estudiantil e inclusive fui alguna vez dirigente de ellos, se acentuó mas cuando trataron de cerrarnos la facultad, la facultad de Economía era nueva y trataron de cerrárnoslas y repartirla a nivel nacional en otras universidades y formamos un movimiento bastante fuerte con el fin

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de que la Facultad no la cerraran y pudiera perdurar. Yo era líder en ese movimiento, no íbamos a permitir que cerraran la facultad, nació con nosotros y queríamos dejar algo a los futuros profesionales... eso fue como para el año 60 cuando estábamos haciendo segundo año cuando inició eso, o sea había interés de que la facultad no continuara, pero que aquellos que fácilmente consideraban de que no había profesorado suficiente se hicieron intercambios con algunos profesores de Bogotá y ahí continuábamos... la verdad es que éramos muy pocos alumnos. Al principio hubo cien y después fuimos doce, la facultad era bastante exigente, muchos cuando vieron que la facultad era una incertidumbre unos cogieron para Barranquilla, otros se fueron para Bogotá o para Medellín, se fueron desplazando y quedamos solo los doce que nos decían los románticos que defendíamos la facultad, porque queríamos que quedara aquí, no era una cuestión de regionalismo, no, no era mas nada que nadie nos podía quitar ese derecho... La Universidad se paralizó algunos meses... nos preocupaba que la facultad se acabara, que nos mandaran a conseguir cupo fuera de la Universidad de Cartagena y nuestros padres no tenían para sostenernos, así fuera que la universidad costeara la matrícula pero el sostenimiento le tocaba a los padres y no había esa parte económica como para nosotros desplazarnos, eso era lo mas veíamos... Tuvimos respaldo y apoyo del rector que en ese momento era Juan Ignacio Gómez Naar, por eso no hubo sanciones para los estudiantes, no hubo amonestaciones, lógico, que nuestra protesta no fue agresiva, de tirar piedra o de tirar palo, o de romper escritorio, era una protesta con altura, manifestábamos y alegábamos con base; habíamos tenido un profesor muy bueno que nos enseñó lo que era el análisis de las situaciones, que nos dictó Sociología, Jorge Child, y nosotros teníamos la preparación esa, de cómo se debía protestar, ya después vinieron protestas mas ofensivas, pero esa no, esa se movió mucho a nivel de salón, a nivel de la calle, reuniones cordiales de profesores con el rector y con nosotros. ... Bueno siempre participé en los movimientos estudiantiles era una cosa inherente a mí, me tocaba porque era estudiante, pero siempre me ha gustado defender la causa, todavía sigo siendo así, si se me presenta una protesta voy, no puedo callarla; tengo que decir las cosas, eso es de mi naturaleza. 325

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Luego vinieron otras protestas y fui a acompañar por ejemplo en la Facultad de Derecho a los estudiantes, contra un profesor, un doctor-no recuerdo cual fue el problema-con el doctor Napoleón Franco Pareja, ahí hicimos manifestaciones en la calle, eso fue grandioso, el motivo no lo recuerdo, tuve un llamado de atención de mis padres porque no estaban de acuerdo con lo que yo hacía, pues todo se debió a que como salimos en manifestación y yo llevaba una pancarta en primera fila, en la foto que salió en el periódico El Diario de la Costa fui muy señalada, salí en primera plana en la foto, y tuve una reprimenda muy fuerte de mis padres.» Otra de estas pioneras universitarias incursionó al campo de la política durante sus estudios. Daira Uribarren nacida en el seno de una familia liberal, cuando se encontraba realizando sus estudios de ingeniería, asistía con su hermano a las reuniones del Directorio Liberal y entre los años de 1.963 y 1.965 fue nombrada como miembro principal del mismo; Uribarren compartía sus estudios con la asistencia a las reuniones del partido sin embargo sus estudios, se vieron afectados y se retiró del Directorio Liberal. «Bueno, a mí siempre me gustó la política, cuando estaba chica yo decía que iba a estudiar Derecho cuando todavía no había llegado a las matemáticas en el bachillerato, siempre me ha llamado la atención, pero cuando entré a la universidad, en los a primeros años yo asistía a las reuniones con mi hermano y en un año en una escogencia para formar parte del Directorio Liberal- recuerdo a mujeres que también hacían parte de élen el año de 1963 y 1965 fui miembro principal. La participación en el Directorio Liberal me quitaba tiempo en los estudios y por eso me retiré porque llegó un momento que no podía asistir a ninguna reunión.» Dayra Uribarren Donado474 Martha Clark, la primera egresada de estudios de derecho en la Universidad de Cartagena en el curso de sus estudios y luego en su vida laboral, se preocupó por los derechos civiles de la mujer. Durante su graduación en 1955 pronunció un discurso acerca de la presencia la mujer en los estudios superiores en la vida profesional, la política, las artes y las letras y sobre su Ver texto que aparece en la fotografía de prensa «Se gradúa hoy la primera Ingeniera de Cartagena» Recorte del periódico El Universal 5 de Julio de 1968 grado de la primera ingeniera de la Universidad de Cartagena, Donado por Daira Uribarren. 474

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contribución como elemento esencial para la organización de la comunidad475. Como abogada miembro del Colegio de Abogados del Atlántico, fue invitada por un grupo de abogados de Cartagena a participar del ciclo cultural, organizado en el Club de Profesionales. En el marco de estas actividades dictó una conferencia a cerca de la «Evolución de los Derechos de la Mujer» en los que destacaba el estado de libertad a que tenía derecho, la igualdad de Derechos Civiles ante el hombre y la adquisición de los derechos civiles y políticos a través de la constitución colombiana. A partir del estudio de la legislación colombiana, se refería al concepto moderno de los derechos de la mujer hasta su participación legal en la vida política y administrativa del país, por encima de los prejuicios tradicionales de la sociedad colombiana, que estaban siendo vencidos de alguna manera con estos logros para la mujer en respuesta a la cambiante realidad económica de la época476

5.7 LOS ESTUDIOS DE ESPECIALIZACIÓN DE LAS PRIMERAS EGRESADAS UNIVERSITARIAS DE CARTAGENA Y SU CONTRIBUCIÓN AL CAMPO LABORAL. A diferencia de las primeres mujeres graduadas en el interior del país quienes en su mayoría pertenecían a la elite y que por esta razón realizaron estudios de especialización en el exterior, las mujeres de la Costa Atlántica que por lo general provenían de sectores medios, gran parte de ellas no realizaron estudios de especialización, además la Universidad de Cartagena para los años de 1940 a 1960 no contaba con programas de especialización sino con énfasis en algunas ramas de los recién creados departamentos, caso de las facultades de Química y Farmacia y la de Medicina. Por lo general estas mujeres optaron por realizar cursos afines a las profesiones adquiridas, y algunas al finalizar sus estudios se casaron y compartían el cuidado del hogar con el trabajo tanto en instituciones públicas como privadas. Un caso excepcional fue el de Nancy Polo que realizó estudios de especialización en el exterior. Georgina Consuegra se dedicó por entero al ejercicio de la profesión de Enfermería y no realizó estudios de especialización, porque según ella «la pobreza de los hospitales de la Costa era muy grande y los pacientes no daban Ver anexo Nº 1 Articulo de Prensa: «Grado colectivo de cuatro facultades en la Universidad de Cartagena» Noviembre de 1955. Periódico El Heraldo. Donado Por Marta Clark. 476 Ver anexo Nº 1, recorte de prensa titulado «Muy interesante conferencia dictó la doctora Martha Clark. El Heraldo sin fecha. Donado por Martha Clark. 475

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tiempo para hacer cursillos.» Una vez terminó sus estudios trabajó en el Ingenio Azucarero del Central Colombia en Sincerín como enfermera jefe. Emigró a Panamá y trabajó en el Hospital de José Domingo de Obaldía, en la población de Chiriquí donde pasó su infancia: «Le diré, que a mi me da una satisfacción grandísima porque yo estuve trabajando con el megachón en todas las salas, y entonces si se necesitaba una enfermera, porque si estaba una enferma en la sala de cirugía me iban a buscar a mi, y decía como no, con mucho gusto en todas las salas estuve trabajando... Entonces casi no descansé cuando me gradué, sino que hacia una semana mientras que yo me preparaba para arreglar mis cosas e irme para Sincerín donde trabajé en el Ingenio Azucarero del Central Colombia, el superintendente doctor Reinaldo Vázquez quería una persona responsable en el consultorio, porque había 3.000 hombres trabajando fuera de los cañeros, y la enfermera era la única mujer que había y entonces si el doctor como sucedió en una época, se enfermó, lo trajeron para Cartagena y yo quedé siendo jefe, todo lo que hacía el doctor yo lo hacía. El doctor superintendente nos mandaba un paciente al hospital «Si la señorita enfermera da orden de que se quede en el hospital que se quede, pero si da órdenes que se vaya a Cartagena hay que llevarlo». Allá estuve trabajando tres años, de ahí me fui a la tercera ciudad de Panamá, Chiriquí, entonces a mi me fue mas fácil eso porque a mi me criaron en Panamá, me fui a donde mi padrino en mi casa y tuve una solicitud con la jefa principal, de todas las enfermeras y me mandó a la tercera ciudad de Panamá a un Hospital que se llama El Hospital de José Domingo de Obaldía, en Chiriquí...» La médica Beatriz Haydar Ordage, como era natural en la época, que las mujeres se especializaran en las ramas relacionadas con su sexo, asumió como rama intensificada desde la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena la Pediatría en 1955 y Ginecología y Obstetricia en el año 1956. Después de realizar el año de medicatura rural en el Municipio de Santa Catalina-Bolívar en 1956, como requisito para obtener el título de Médico y Cirujano, laboró en diversas instituciones de carácter público y privado en el departamento de Bolívar donde se desempeñó como Médico General y Ginecóloga, que era el énfasis que había recibido en su formación. Trabajó de 328

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manera simultánea tanto en instituciones de carácter público como privado: En el Centro Materno Infantil en 1957, en el Departamento de Higiene de Bolívar de 1960 a 1962, en el Centro de Salud de Santa Rita de 1958 a 1972, Círculo de Obreros San Pedro Claver de 1957 a 1972, Uconal 1957 a 1976, Instituto Colombiano de Seguros Sociales (ICSS) de 1969 a 1975, Banco de la República de 1970 a 1977, FENALCO en 1975, Caja Departamental de Previsión 1969 a 1983, Hospital Universitario de Cartagena de 1975 a 1990 y en el Colegio Departamental Nuestra Señora del Carmen de 1972 a 1991; en estas dos últimas instituciones culminó su vida laboral. Martha Clark, en 1950 después de realizar el año de judicatura como requisito para obtener el título de abogada en la Universidad de Cartagena, no se especializó sino que realizó cursos cortos sobre las áreas del Derecho Laboral y Civil recibidos por lo general a través de la Cámara de Comercio en la década de los sesenta, en este mismo año ocupó la Secretaría General de la Universidad del Atlántico, fue miembro del Colegio de Abogados desde 1950 a 1960 de cuyo Colegio nació el Colegio de Abogadas del Atlántico en los que se preocupó por temas relacionados con los derechos civiles de la mujer; fue Juez laboral del Circuito de Barranquilla en 1973. Concepción Bula Bula, no se especializó pero gracias a la orientación industrial que se le dio a los estudios de la Facultad de Química y Farmacia en 1950 se dedicó a la farmacia industrial. En los primeros años después de su graduación, presentó junto con su compañera de estudios Yolanda Luján, solicitud para trabajar en los Laboratorios Home Products y Wyeth en Cali en los que resultaron elegidas. Luego regresó a Cartagena a casarse y empezó a laborar en la Dirección de la Farmacia del Hospital Universitario de Cartagena de la cual se retiró con el nacimiento de su primer hijo, mas tarde ingresa a trabajar de manera simultanea en la Industria Licorera de Bolívar en el Laboratorio de Control y en la Aduana Nacional de Cartagena, como Mercióloga, actividades que compartía con el cuidado del hogar. En estas dos instituciones culmina su vida laboral y a partir de 1988, se dedica a actividades relacionadas con el servicio a la comunidad a través del Leonismo Internacional Domadora del Club de Leones de Cartagena de Indias como presidente del comité femenino: «No hice especialidad porque entonces, como te decía me casé y me dedique a atender a los hijos, trabajaba medio tiempo siempre y el resto del tiempo para dedicarme a atender a los niños, tuve cuatro: dos hombres y dos mujeres que me ocupaban el resto del tiempo. 329

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Nancy Polo, se especializó en Problemas de la Vivienda Social en Bruselas Bélgica por intermedio del Ministerio de Salud Pública y de Vivienda, Planeación y Organización de Negocios en la Universidad Internacional de Florida y Escuelas de Administración de Negocios. Siendo aun estudiante de último año ocupó la Secretaría Académica de la Facultad gracias a sus actividades como defensora de la misma durante el movimiento estudiantil y además por sus conocimientos sobre el curso académico de la misma que le merecieron por parte del decano su nombramiento como secretaria académica. Como economista se dedicó al manejo de finanzas de compañía privadas como Almagrarios S. I. A. en Bogotá, y de la tesorería de la gobernación de los departamentos de Sucre y Bolívar y la Empresa Municipal de Telecom de Cartagena, además incursionó sobre estudios estadísticos de población a través del DANE en Cartagena. Actualmente se dedica al manejo de las finanzas de un restaurante de su propio negocio. Daira Uribarren realizó cursos y talleres sobre Presupuestos de Construcción en general, Fabricación de Vivienda para sectores de bajos recursos y Programación y Costos- a través de CAMACOL-; Registro de contratistas y procedimientos de licitación, e Ingeniería sanitaria en situaciones de emergencia en poblaciones litorales, cursos realizados en Santa Marta; de Interventoría en la Sociedad Colombiana de Ingenieros de Bogotá y Formaletería en Madera, en Cartagena. Estas mujeres al igual que las del interior del país en sus relatos a cerca de su experiencia laboral pusieron de presente la responsabilidad como una cualidad inherente a su sexo que les permitió obtener cargos directivos tantos en instituciones públicas como privadas, como fue el caso de Georgina Consuegra, Martha Clark y Nancy Polo. Otras como Concepción Bula y Beatriz Haydar ejercieron la vocación del servicio a la comunidad y la primera además como fue frecuente en las vidas de las pioneras universitarias combinó su vida laboral con el cuidado del hogar actividad de la que no era fácil sustraerse, pues a pesar de la incursión de la mujer colombiana a nuevos espacios que antes le habían sido vetados, en el universo mental femenino y en la sociedad general permanece aún como una constante de proyecto de vida, el desempeño de la mujer en la familia a través del matrimonio y de la maternidad.

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CAPÍTULO 6 IMPACTO SOCIAL DE LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA EN EL CARIBE COLOMBIANO Y SU PROYECCIÓN A NIVEL NACIONAL: 1928-1960 Las nuevas instituciones, necesidades, aspiraciones y la vida industrial del mundo han engendrado una universidad muy diferente: la universidad moderna es de toda la nación de todo el pueblo, y todo el pueblo es la universidad. Una universidad sino esta en contacto con la vida social ha dicho un notable escritor no cumple su verdadera misión. La universidad debe darse cuenta de las necesidades públicas y aún regionales y producir los hombres aptos para satisfacerlas Manual Dávila Flórez 1923

6.1 LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA EN LA CIUDAD DE LOS AÑOS VEINTE A LOS CUARENTA: DISCURSOS SOBRE SU PRESTIGIO Y HEROICIDAD EN CRISIS. Cartagena después de experimentar un período de crisis durante el Siglo XIX, desde finales de este siglo y primeras décadas del Siglo XX, registró un proceso de modernización que se venía dando de igual manera en otras ciudades de país, expresado en la expansión de su estructura urbana por fuera del sector amurallado, la dotación de infraestructuras como el acueducto, alcantarillado, inicios de pavimentación, construcción de carreteras para mejorar las comunicaciones con el interior del país, impulso a la actividad portuariaprincipal base de su economía- con la instalación de muelles modernos; el crecimiento de una industria mediana de tejidos de manufacturas entre otras,

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y el fortalecimiento de una clase política bipartidista liberal y conservadora que tuvo una gran representación a nivel nacional. Dentro de esta Ciudad que iniciaba un proceso de modernización entre 1920 y 1930, la Universidad era el principal centro de educación superior de la costa atlántica y prácticamente el único hasta 1945, cuando se fundó en Barranquilla el Instituto de Tecnología; ofrecía estudios de Medicina, Derecho y Bachillerato, la mayoría de sus estudiantes provenían de las provincias aledañas a la ciudad de Cartagena. Para principios de los años 40, se dio la apertura de los programas de Farmacia y de Odontología como escuelas adscritas a la Facultad de Medicina, en respuesta a la cada vez más creciente demanda de los bachilleres de la Costa mayoritariamente pobres. Durante el período se registran a través de los diarios locales y los informes oficiales, discursos de directivos y estudiantes de la Universidad de Cartagena que la describen como una institución anclada en la «tradición» y el «continuismo» del modelo napoleónico profesionalizante y memorístico que era necesario dejar atrás para enrumbar a la Universidad por los caminos de la modernización, entendida como el fortalecimiento en el estudiante de un espíritu de investigación sobre la realidad colombiana, que era la propuesta de reforma que circulaba en el país sobre la educación superior.

Cartagena de Indias, Calle del candilejo. 1930 FUENTE: Fototeca histórica de Cartagena

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Tanto directivos como estudiantes, reconocían el atraso en que se encontraba la institución, pero al mismo tiempo valoraban y exaltaban la importancia que desde su fundación había tenido como el principal y único centro de formación de educación superior de la costa atlántica, y que era necesario modernizar siguiendo el ejemplo de países europeos como Alemania y Estados Unidos, para evitar la amenaza que representaba para las universidades departamentales la política de centralización universitaria que se puso en boga en los estrados del Congreso y en los movimientos estudiantiles del interior del país. Era necesario conservar o mantener el prestigio que se había logrado forjar a través de la formación de abogados y médicos que prestaron sus esfuerzos intelectuales al «engrandecimiento de la república» como lo había previsto Bolívar en los decretos fundacionales de la universidad colombiana. Si bien es cierto, que la Universidad para ellos estaba experimentando un proceso de estancamiento, era necesario «sacarla del estado de postración» para recuperar el prestigio que de antaño la Universidad había ostentado o merecido. Durante los debates sobre centralización de los años veinte, que como vimos, amenazaban con el cierre de las universidades «regionales o departamentales», se generó un fuerte movimiento de directivos y estudiantes en defensa de la institución, aduciendo la importancia que este centro de educación superior había tenido desde su fundación como lugar de formación de las juventudes de la Costa Atlántica, movimiento que más tarde se transformó en una propuesta permanente de reforma orientada hacia la modernización de la Universidad. De esta experiencia es rescatable el artículo del decano de la Escuela de Medicina, Manuel H. Pájaro, titulado «La Universidad de Cartagena, la Escuela de Medicina» en el que combatía la centralización universitaria y los efectos desfavorables que podía operar sobre las juventudes de la región atlántica, argumentando que el centro educativo cartagenero, era el único de educación superior que existía en esta zona del país y además, el desarrollo de esta venía dependiendo de los médicos y abogados que egresaban de ese establecimiento, que de alguna manera se responsabilizaban de la vida pública y administrativa de toda la costa: «...El argumento que se aducía para centralizar los estudios profesionales, era que había muchos doctores, y nosotros probamos con datos estadísticos que no solo no había muchos doctores, sino que antes bien no habían los suficientes para

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atender a las necesidades de los pueblos de nuestro extenso y poblado Departamento de Bolívar y de toda la costa atlántica que a poco coste y sin peligro de orden moral, manda a la Universidad de Cartagena a formar a muchos de sus médicos y de sus abogados y como hecho tangible obsérvese que casi todos, los médicos que han venido defendiendo hace mas de cuarenta años la vida de la sociedad de Cartagena, han sido formados en la Escuela de Medicina de la Universidad de Cartagena; y lo que decimos de Cartagena, se verifica también en todas las ciudades y pueblos importantes del departamento: Médicos formados en la Escuela de Medicina de la Universidad de Cartagena, son los que custodian la salud de los pueblos de nuestro departamento, limitando así, a mínima expresión, la actividad peligrosa de los curanderos o teguas y debe anotarse que muchos de los médicos que han salido de la Escuela de Medicina de Cartagena se han consagrado con éxito al servicio de la numerosa clase pobre».477 Para este mismo año, Manuel Dávila Flórez, rector de la institución, ante el peligro que representaba la supresión de las universidades departamentales, convocó a toda la comunidad académica de la universidad a organizar un fuerte movimiento a favor de la permanencia de la Universidad de Cartagena, señalando que el proyecto de supresión universitaria que sugería la misión pedagógica alemana bajaría el nivel de cultura de la región atlántica «porque desgraciadamente y en general la pobretería es la que llena los claustros de la universidad». Dávila Flórez en su informe a la Asamblea Departamental, reconocía el estado deplorable de la universidad, pero al mismo tiempo consideraba que era el principal centro de educación superior de la región, y por tanto antes que suprimirlo, lo que debía era asumirse de una vez por todas las medidas necesarias para transformarlo en una institución moderna para que cumpliera con su «labor social de formar hombres aptos para las altas funciones sociales»: «...Como no he de temer, honorables diputados; que con razón pueda apedillarse seudo universidad a la de Cartagena! ¡Quien sabe, señores, si en estos mismos momentos se esté aprobando en Bogotá el proyecto que la decapite a causa 477 A.H.C. El Porvenir 3 de octubre de 1923 «La Universidad de Cartagena. La Escuela de Medicina» Firmado por Manuel Pájaro H. Decano de la Escuela de Medicina Septiembre 30 de 1923. p 3.

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del triste concepto a que me refiero, pero si no fuere así, es hora de que cumplamos el solemne deber de salvar a esa querida madre intelectual de su definitivo acabamiento, la cual si no la socor remos, puede sobrevenir más o menos temprano...Tenemos que hacer de ella una universidad moderna. La antigua era como santuario misterioso donde se formaba una clase culta llamada a dominar el resto de los asociados en quienes no era dado penetrar los misterios de la ciencia. Las nuevas instituciones, necesidades, aspiraciones y la vida industrial del mundo han engendrado una universidad muy diferente: la universidad moderna es de toda la nación de todo el pueblo, y todo el pueblo es la universidad. Una universidad sino está en contacto con la vida social, ha dicho un notable escritor, no cumple su verdadera misión. La universidad debe darse cuenta de las necesidades públicas y aún regionales y producir los hombres aptos para satisfacerlas. Por eso han nacido nuevas facultades universitarias, se han abierto nuevas carreras para las cuales dé la universidad diplomas de competencia. Por eso, desde más de cincuenta años, los alumnos más adelantados de las universidades europeas y estadounidenses dirigidos por sus profesores, van a los obreros y a los agricultores para darles conferencias sobre los fundamentos científicos de sus industrias y oficios, sobre el modo de hacer mejor y más eficientes sus labores... eso debe hacerlo la Universidad de Cartagena y eso se hará si se le proporciona los medios propios al efecto».478 Los artículos de Pájaro y de Dávila bien pueden tomarse como los iniciadores de un discurso que propugnaba por la modernización de la Universidad de Cartagena, que nació ante la amenaza de centralización universitaria de los años veinte, y que se mantiene hasta el cierre del período en los años cuarenta, en el que se enfatiza sobre la función social que debía cumplir la universidad y la recuperación del prestigio que había disfrutado en el período republicano como formadora de los dirigentes del nuevo país independiente. Los directores de instrucción pública del departamento, así como los rectores que en sus viajes a Europa y a Estados Unidos habían observado el desenvolvimiento de esas A.H.C. Fondo Gobernación. Informe verbal del doctor rector de la Universidad de Cartagena Manuel Dávila Flórez a la Asamblea Departamental sobre las necesidades del Instituto. Año 1926. «Las necesidades de la Universidad» pp 194-195. En Revista de Instrucción Pública de Bolívar Tomo IV 1926. 478

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universidades modernas, a lo largo del período insisten permanentemente en la adopción de estos modelos de educación superior. En 1926 Luis Patrón Rosano director de Instrucción Pública en su informe a la gobernación del Departamento de Bolívar, señalaba al respecto: «Una pléyade de hombres ilustres que han honrado la República en la Magistratura, en el Foro, en las Ciencias Médicas y Naturales, en el profesorado y en otras actividades intelectuales, han salido de las aulas de esta universidad que ha llenado desde su fundación su misión de centro cultural de los Departamentos de la Costa Atlántica y que está llamada a continuar su obra trascendental de civilización y de progreso, mediante el saludable impulso que le han impreso y le seguirán imprimiendo el gobierno, la Asamblea Departamental y las demás entidades que tienen a su cargo su desarrollo para ponerla a la altura de sus necesidades y de su elevada labor educadora.»479 En 1932, en este mismo sentido se pronunciaba el rector de la Universidad José Ulises Osorio en un informe sobre su administración al gobernador del Departamento Rogelio A. Támara sobre la recuperación del prestigio de la universidad y su función social: «Se impone una labor intensa de conjunto, de los poderes públicos de esta sección y de su ciudadanía para que recobre la universidad prócera el prestigio brillante de su nombre. Sí, que vuelva otra vez a la cosecha abundante y jugosa de hombres, como antaño, que en fila de vanguardia, armados de la ciencia que llevó a sus entendimientos fueron factores pensantes en la solución de los grandes problemas de la República. Ya esas generaciones han dejado de tener similares en las subsiguientes; por lo que es natural el temor de que pueda apagarse este faro luminoso que encendiera el Libertador. Va de retro a ese proceso de descenso que anima a los malquerientes de la madre espiritual. Y si como es mucha verdad una universidad, por serlo y merecerlo, ha de significar 479 A.U.P.T.C. Fondo Pedagógico No 12908. Informe del Director de Instrucción Pública de Bolívar, Luis Patrón Rosano al señor Gobernador del Departamento Lázaro María Pérez Ucróz. 1926, p 18.

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y pregonar allí donde ella existe- a los de cerca como a los de lejos- que es un centro robusto de vida intelectual y un hogar de las altas concepciones de la ciencia y de la solución inquietante de sus magnos problemas, pues multipliquemos afanes para que la nuestra, amada, quepa en ese molde imperecedero. Será oportuno recordar que en la Europa civilizada, sus hombres de altura, son los que trazan los capítulos de sus grandes páginas históricas, han pasado por sus universidades: De ella es que recibe la consagración y autenticidad de sus cualidades y méritos que los vincula al sufragio de los hombres pensantes y pesantes, y luego poder mostrarse de ese modo en pedestal saliente de merecimientos. Que nuestra universidad viva y no desaparezca en jamás de los jamaces: su existencia va unida a nuestra vida republicana, a nuestros progresos y al nombre inmortal de su glorioso fundador. Es ella algo muy nuestro: el ambiente oxigenado de nuestros anhelos espirituales; el factor que mejor engrana en nuestra sicología regional; la que nos encamina a la completa inteligencia de nuestros problemas colectivos. Que los bolivarenses todos, especialmente los que han venido a su seno a nutrirse de su alimento vivificante, no se den punto de reposo por la vuelta y aumento continuado de sus triunfos enaltecedores de otro tiempo.»480 Gabriel Porras Troconis como director de Educación Pública en su informe de labores del año de 1935 a la Gobernación del Departamento, señalaba la «aguda crisis intelectual» por la que atravesaba la universidad planteando como causas fundamentales la indisciplina del estudiantado, del profesorado, la permanencia «de la vieja cultura libresca», proponiendo como correctivos: el impulso de la enseñanza profesional basada en la disciplina, el estímulo de la extensión universitaria y de la investigación, fundamentos de la Pedagogía Activa que habían de enlazar a la universidad con la sociedad para hacer de ella una institución moderna: «Este centenario plantel educacionista, de donde salieron en otros tiempos hombres ilustres que enaltecieron la 480 A.U.P.T.C. Fondo Pedagógico. Informe del Rector de la Universidad de Cartagena y de la Facultad de Filosofía y Letras José Ulises Osorio, sobre las tareas del año lectivo de 1932 al Gobernador del Departamento José María De la Espriella. pp 14-15.

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patria y rodearon de prestigio la costa atlántica, se haya atravesando una aguda crisis intelectual y disciplinaria, que es preciso atender con sumo cuidado sino queremos exponernos a verlo eliminado un día u otro a impulsos de la tendencia de centralización universitaria que se desarrolla en el país. Aquella vieja disciplina material y mental que vigorizaba inteligencias esclarecidas como las de Dávila Flórez y Luis Patrón Rosano, se ha venido derrumbando a favor del descuido y de la indiferencia de que viene siendo objeto la universidad. Da hoy verdadera lástima la impreparación general del alumnado, que hemos podido palpar en los exámenes de cultura general efectuados en estos días próximos. Y si bien hay una gran parte de responsabilidad moral e intelectual en los mismos alumnos que desatienden el estudio por menesteres de menor cuantía en lo que al futuro de ellos mismos respecta, no menos corresponde al personal directivo, superiores y profesores que olvidan las sagradas funciones que les corresponden y dejan a la corriente de los días el gobierno de la nave. Contra una y otra causa de desprestigio es preciso reaccionar; porque de seguir por ese abrupto despeñadero, llegará el día en que habrá que cerrar las puertas de la universidad por un elemental sentimiento de decoro. Las medidas son muy sencillas: Vigilancia estricta, cuidadosa, sincera, pater nal sobre el alumnado, para enderezarlo por el camino del trabajo, de la educación, de la disciplina interna; rectitud y escrupulosidad en el lleno de los deberes de los superiores y del profesorado. Esto en lo espiritual. En lo material hacer del edificio de la universidad y de su equipo un hogar moderno y completo de profesores y estudiantes. Es indispensable que allí haya mobiliario adecuado y hermoso, salones de lectura confortables y abastecidos de obras que despierten la curiosidad mental de los alumnos y favorezcan las inclinaciones investigadoras de los profesores, laboratorios que permitan la enseñanza integral de la ciencia que se fundamentan en la observación. En cuanto a los sistemas de enseñanza, es indispensable abandonar la vieja costumbre libresca que amengua las facultades más elevadas del espíritu. La nueva pedagogía no esta limitada hoy en los países adelantados al uso del maestro de la escuela primaria, sino que ha hecho irrupción en las universidades, para llevar allí una oleada de 338

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renovación que ensanche las almas. Es necesario llegar al tipo de profesor completo que, dominando la materia que enseña, se liberta del patrón del texto y puede llevar a su aula el atractivo del interés. Es preciso desprenderse de las series y clasificaciones realizadas por el erudito que desconectan la ciencia de la vida, no se emplee esa forma árida y antinatural para formar la mente, la voluntad y los sentimientos de los hombres que van a actuar después, no en los gabinetes, sino en la construcción del gran edificio de la nacionalidad. Para esto todas las universidades modernas hacen la debida separación de los tres aspectos que la constituyen: la enseñanza profesional, la extensión universitaria que ha de enlazarla con la sociedad en donde actúan y la investigación que está destinada a ensanchar el radio de la sabiduría humana.»481 Estos discursos que reclamaban una universidad moderna que asumiera la función social de servir a la realidad económica política y social del país, se vieron muchas veces truncados en la práctica a lo largo del período por la precariedad de los fondos del gobierno departamental, que obstaculizaba la ejecución de los proyectos de reformas. Sin embargo, no se puede negar que entre los años de 1920 a 1940, se emprendieron algunas orientaciones pedagógicas de carácter moderno, tales como los seminarios de investigación, la inauguración de la Cátedra Libre como conferencias abiertas a la comunidad, para plantear un diálogo entre universidad y sociedad; se abrieron nuevos programas académicos, en respuesta a las necesidades económicas del departamento y las demandas de los bachilleres de la costa atlántica por estudios superiores, y así mismo, se puede valorar a partir de la experiencia laboral de algunos estudios de casos de sus egresados en el período de estudio, su contribución al desarrollo de la región y del país. 6.1.1 La función social de la universidad: la extensión universitaria, un espacio de diálogo entre la universidad y la sociedad. Desde los años de 1920, tanto en los estrados del Congreso como en los movimientos estudiantiles, se había planteado la modernización de la universidad colombiana con miras hacía el estudio de la realidad nacional, la 481 A.U.P.T.C. Fondo Pedagógico. Informe del Director de Educación Pública de Bolívar Gabriel Porras Troconis al Gobernador del Departamento de Bolívar Napoleón Franco Pareja. Año 1935 pp 23-26.

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universidad debía cumplir con la función de formar ciudadanos capaces de mantener el progreso del país. Se consideraba necesario que la educación superior enrumbada por los caminos de la modernización, debía asumir de una vez por todas, ese diálogo con la sociedad en la que se hallaba inmersa y a la que debía servirle. Desde propuestas de conferencias abiertas al pueblo y la ampliación de los programas académicos en las universidades como respuesta a las necesidades económicas y sociales, se pensaba que la universidad podía asumir o cumplir con su función social. A partir de 1935, en los informes oficiales de los directores de educación pública, se proponía la inauguración de la Cátedra Libre como el espacio a través del cual la universidad entrara en contacto con el «pueblo» y se sugería la necesidad de diversificar la enseñanza en respuesta a las demandas del proceso de industrialización y de las necesidades de nuevos grupos sociales medios, bajos y populares, ya que la universidad había estado anclada tradicionalmente en las carreras de Medicina, Derecho y Humanidades y se advertía que el cambio de una universidad tradicional a una universidad moderna debía nacer de las necesidades de la economía modernizante que reclamaba una división del trabajo. En la primera administración de Alfonso López Pumarejo entre 1934 a 1938, tomaron cuerpo estos discursos que propugnaban por una función social de la universidad, que tuvo su máxima expresión en la Ley 68 de 1935, en la que a través del capítulo 7 titulado «De los Institutos Universitarios» se establece para todas las universidades oficiales del país, de acuerdo con el Plan General de la Universidad Nacional, la creación de institutos nacionales, conservatorios y centros destinados a la investigación y a la enseñanza y la inauguración de la Sección de Extensión Cultural Universitaria como medio de divulgación de los resultados de las investigaciones de la universidad, a través de conferencias abiertas al pueblo.482 Como efecto de la Ley 68 de 1935 en este mismo año, el director de Educación Pública de Cartagena Gabriel Porras Troconis, llamaba la atención al gobernador del departamento, sobre la necesidad de promover «conferencias para el pueblo para ponerlo en contacto con la Universidad y levantar la cultura de este», cuyas conferencias según él, podían ser remuneradas para lograr su continuidad e importancia: A.U.P.T.C. Fondo Pedagógico Posada 2336 Proyecto de Ley Orgánica de la Universidad Nacional de Colombia 1935 pp 9-10. 482

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«Pero bien vale la educación del pueblo de quien tantas cosas bonitas dicen los políticos que lo engañan y nunca le sirven, un esfuerzo y un gasto que por otra parte no hará nunca el desequilibrio de un presupuesto. En proyecto que presentaré a la Asamblea en el curso de sus sesiones, si es que ésta desea cumplir los deberes que le corresponden y compensar en algo los sacrificios que soporta el pueblo pobre con el exagerado costo de sus labores, se desarrollará el plan de la dirección de educación sobre este interesante aspecto popular.»483 De la mano de estas conferencias argumentaba, que debía establecerse la investigación a través de la creación de seminarios o institutos experimentales en las facultades de Medicina, Derecho, siguiendo el ejemplo de ciudades como Montevideo y de países como Perú y Estados Unidos que habían emprendido reformas universitarias. Por medio del Decreto Nº 109 «Reorgánico de la Universidad de Cartagena», la Gobernación del Departamento, siguiendo lo dictaminado por la citada Ley 68 y tomando en cuenta las sugerencias del Director de Educación Pública de este año, reglamentó en la institución por medio del artículo 16, un sistema de «conferencias remuneradas de extensión universitaria tanto en los propios salones de la universidad como en los centros obreros, como medio de acción cultural sobre el pueblo», y en el artículo 17, se dispuso la promoción de la investigación científica por el sistema de seminarios o de institutos especializados «como aporte a la obra de acrecentamiento de la cultura general humana». Tres años después de haber sido emitido el decreto en 1938 en el informe del director de Educación Pública Miguel Angel Royo,484 se registra solo como expresión de este decreto, un curso de extensión universitaria que funcionó durante dos meses sobre cuestiones de Economía Nacional y Estadística en la Facultad de Derecho, lo que reafirma lo que se ha venido sosteniendo sobre la precariedad del tesoro departamental en el sostenimiento de la Universidad de Cartagena. Un hecho significativo que merece destacarse como expresión de la política de extensión universitaria y del impulso social que se había emprendido A.U.P.T.C. Informe del Director de Educación Pública Gabriel Porras Troconis...Op.Cit., p 28. A.U.P.T.C. Fondo Pedagógico Posada Informe del Director de Educación Pública Miguel Angel Royo a la Gobernación del Departamento de Bolívar, año 1938 p15.

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en estos años, fue el espacio que la Universidad de Cartagena le dio a la Federación de Empleados de Bolívar para realizar un ciclo de conferencias culturales en los salones de la institución; de esta Federación hacían parte profesores y estudiantes de la Facultad de Derecho, quienes habían creado lazos muy fuertes con esta corporación, expresión de ello fue el concurso que el profesor José María Lozano, organizó bajo el patrocinio de la federación con sus estudiantes de la clase de Derecho del Trabajo, «para premiar la mejor monografía que se escribiera sobre cuestiones sociales», y al triunfador del concurso se le otorgaría como premio, la distinción de ser miembro honorario de la Federación, de cuyo convocatoria resultó vencedor José C. Castro P.485. Es solo en 1944, cuando se da inicio a un sistema de conferencias abiertas al público, bajo la denominación de Cátedra Libre- cuya expresión significaba para las autoridades universitarias «Libertad de pensamiento y de discusión»-, en medio de un movimiento estudiantil de matiz político entre liberales y comunistas a propósito de la conferencia del comunista Gilberto Vieira, como inauguradora de esta cátedra, el 9 de junio del citado año. El movimiento estudiantil que como vimos, fue mayoritariamente liberal no permitió la realización de la conferencia en el claustro universitario. La prensa local de la ciudad cuestionó duramente estos sistemas de conferencias en la universidad, porque a través de ellas se permitía «la prostitución ideológica de la juventud universitaria». Sin embargo, después de este hecho las conferencias siguieron realizándose en la universidad sobre asuntos de la política nacional que se discutían en estos años, tales como la descentralización y centralización administrativa, en las que disertaban en el paraninfo, tanto profesores de la Universidad Nacional, como de la misma Universidad de Cartagena y de otras universidades del país, cuyas conferencias eran publicadas en los diarios locales cartageneros entre ellos el Diario de la Costa, que tenía una columna especial denominada «La Universidad y sus Transformaciones,» que aparecía casi a diario.

485 A. F. D. U de C. Libro de Oficios recibidos 1941-1942 Carta de la Federación de Empleados de Bolívar a la Facultad de Derecho, julio 30 de 1942(Sobre petición al decano de la facultad de Derecho para organizar un ciclo de conferencias culturales). Ver también, Resolución Nº 35 dictada por la Federación de Empleados de Bolívar, por medio del cual se hace un reconocimiento a José C. Castro P., como miembro honorario de la federación al resultar vencedor en el concurso sobre cuestiones sociales promovido por la federación, con el acompañamiento del profesor José María Lozano, quien realizó el concurso con sus alumnos de la clase del Derecho del Trabajo. 1º de Septiembre de 1942.

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La extensión universitaria también se expresó en la creación de nuevas carreras, en respuesta a las necesidades del departamento y a las crecientes demandas de los jóvenes de la costa, que acudían a la Universidad de Cartagena a emprender estudios superiores en las dos facultades tradicionales, Derecho y Medicina que no alcanzaban a cubrir y en especial ésta última, las demandas de la población costera. Por ordenanza Nº 4 de 1924 se creó la Escuela de Comercio anexa, con tres años de estudios que solo empezó a funcionar en 1928 como una sección especial durante la jornada de la noche, con el objetivo de formar un personal idóneo que compitiera ventajosamente con el personal extranjero y capaz de dominar las necesidades del comercio de la costa. Debido a las escasez de presupuesto del Departamento, la Escuela cerró labores en el año de 1931 y el Director de Educación Pública en su informe académico de 1932,486 lamentaba la pérdida de una Escuela «cuya existencia (era) inútil encarecer por la necesidad que hay de ella sobre todos en estas plazas costaneras y portuarias». Lo que advierte la conciencia que los directivos departamentales tenían sobre la responsabilidad social que le correspondía a la Universidad de Cartagena en la formación de un personal que se integrara de manera eficaz al desarrollo económico de la región atlántica. Sin embargo la precariedad del tesoro departamental, una vez más, era obstáculo para la ejecución de los proyectos de reformas que buscaban hacer de la Universidad de Cartagena, una institución moderna. De igual manera se promovió la apertura de una facultad de Ingeniería en 1929 que encontró oposición en la prensa local de Medellín, -ciudad en la que existía la única facultad de ingeniería del país- quienes consideraban como un desacierto el establecimiento de una facultad de este tipo en la costa atlántica «donde no había ni minas ni construcciones que es lo que contribuye a formar el ambiente del estudiante de ingeniería». Sin embargo, se inauguró esta facultad en el año de 1930, con un año preparatorio con énfasis en matemáticas y física, pero debido al poco número de alumnos que ingresaron, sus actividades no pasaron del primer año de funcionamiento.487 Por las mismas razones del cierre de la Escuela de Comercio, la Facultad de Ciencias Educacionales que se ordenó crear en el año de 1931 nunca inició labores,488 de manera que la A.U.P.T.C.. Fondo Pedagógico Posada. Informe del Director de Educación Pública José Vicente Hernández, a la Gobernación del Departamento de Bolívar año 1932. 487 A.U.P.T.C. Informe del Director de Ingeniería Antonio Nordio febrero 5 de 1931 a la Dirección de Educación Pública de Bolívar. En memorias del Director de Educación Pública de Bolívar al señor gobernador del Departamento de Bolívar. Op. Cit., pp 9-10. 488 AHC. «Gaceta Departamental» 2 de Mayo de 1931 Nº 6153 Ordenanza Nº 20. Ver también A.U.P.T.C.. Memorias del Director de Educación Pública de Bolívar. año 1931. Op.Cit. 486

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apertura de nuevos programas en la universidad entre los años veinte y treinta se vio truncada por la falta de financiación del gobierno departamental y la deficiente presencia del tesoro nacional en el sostenimiento de este establecimiento de educación superior. Después de los fracasos académicos de los años veinte y treinta, a principios de los años cuarenta se inauguran tres nuevos programas académicos anexos a la facultad de Medicina: La Escuela de Farmacia en 1941, la Escuela de Enfermeras y Parteras -que venía funcionando en el Hospital Santa Clara desde 1903- en 1942 y la Escuela de Odontología en 1946, cuyas opciones académicas se vieron como una solución para el creciente número de aspirantes durante esta década, a los estudios de Medicina.

6.2. LOS APORTES DE LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA DESDE EL DESARROLLO PROFESIONAL DE SUS EGRESADOS A LA ECONOMÍA, LA POLÍTICA, LA SALUD Y LA CULTURA DEL CARIBE COLOMBIANO Y SU PROYECCIÓN NACIONAL. La información encontrada en los archivos no permitió hacer una estadística de egresados de las diferentes facultades en el período de estudio a través de los pocos libros de exámenes anuales de grado, que facilitara la elaboración de una muestra de egresados por facultad y lugar de nacimiento, pero es posible valorar la contribución de la Universidad de Cartagena en el Caribe colombiano y su proyección nacional, a través de un grupo de historias de vida que registran la experiencia laboral de algunos de los profesionales del período egresados de las facultades para mirar en qué tanto el discurso que se preconizaba en la época sobre la función social que debía cumplir la universidad, se ejerció en la práctica de sus profesionales. La mayoría de los médicos y abogados egresados en período de estudio compartieron el ejercicio profesional con cargos en la administración pública; al ser las facultades de Medicina y Derecho las pioneras en el tiempo les permitió adquirir a sus profesionales un reconocimiento social que los ubicó siempre en los más altos cargos públicos de la Ciudad, del Departamento y de la Costa en general; como gobernadores, alcaldes, directores de educación pública, rectores, decanos y profesores de la institución,- casi en su totalidad

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los rectores, decanos y profesores de los años de 1920 a 1946 fueron egresados de la Universidad de Cartagena. (Ver anexo de rectores y profesores). Los bachilleres egresados de la inicial facultad y luego Escuela de Bachillerato, anexa a la Universidad de Cartagena- también gozaron de un prestigio dado por su formación humanista guardadas las proporciones con la facultades superiores, que les facilitó a algunos de sus egresados que no pudieron emprender estudios de educación superior por escasez de recursos, ejercer el magisterio y un periodismo empírico durante el curso del período. 6.2.1. Los bachilleres humanistas de la Universidad de Cartagena «A nuestra temprana edad, yo tenía 17 o 18 años cuando terminé el bachillerato hacíamos parte de diversos círculos políticos e intelectuales en general, que demostraba que nuestra generación de la cual yo me precio, fue una generación eminentemente ideológica y filosófica y con tendencia por supuesto a la actividad política…» Jaime Angulo Bossa, 2001. Los bachilleres egresados de la primera Facultad de Filosofía y Letras y luego Escuela Departamental de Bachillerato, provenían algunos de las provincias del departamento de Bolívar como Sahagún, Sampués, Calamar, Sincelejo, Mahates, San Juan Nepomucemo, Lorica, Malagana entre otros, y también de la Ciudad de Cartagena. Debido al énfasis en idiomas, literatura, escritura y retórica que daba el bachillerato de la universidad se destacaron en las letras y la oratoria. Estas bases le permitió a algunos jóvenes que no pudieron seguir estudios superiores, ejercer los oficios de magisterio, periodismo oral y escrito, como en los casos de Lino Betancourt, quien se desempeñó como profesor de idiomas, Alfonso Pomares y Carlota Mendoza como periodistas y Jorge Artel en las letras. Varios egresados de la Escuela de bachillerato, en el curso de las entrevistas, reconocieron la utilidad que representó la formación académica recibida en la facultad de Bachillerato de la Universidad de Cartagena en sus vidas laborales: «Tuve el honor de pasar por los vetustos claustros de la Universidad de Cartagena, donde funcionó el Colegio Departamental de Bachillerato, en 1940; allí cursé estudios y ello me dio los conocimientos necesarios para defenderme en la vida. Posteriormente me solté a probar suerte trabajando solo al vincularme a esa casa radial que era un laboratorio de producir

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noticias: El radioperiódico «Síntesis», bajo la sabia y experta dirección de ese gran hombre de la radio que ha sido Víctor Nieto Núñez. Puede decirse que allí me dediqué a producir noticias que a diario se esparcían por la ondas hertzianas...». Alfonso Pomares Agámez.

.

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«Alfonso Pomares Agámez. 50 años de Periodismo. 1945-1995». Editora Bolívar. Mayo de 2001.

«...Salí del bachillerato con buen dominio del inglés, del francés y del latín. Salí hablando inglés y eso me ha servido toda la vida...Nosotros tuvimos materias como el latín, el francés bastante dominados y la literatura española inglesa, la historia se estudiaba con mucha profundidad...Cuando intenté estudiar Ingeniería Civil no pude terminarla, luego trabajé en dos o tres compañías norteamericanas, bancos, compañías de construcción. Donde siempre trabajé por mis conocimientos de inglés, eso demuestra una vez más las ventajas de haber estudiado en la facultad de bachillerato. Trabajé también como guía de turismo, como empleado de un banco inglés, como secretario de una compañía americana que trabajó 489 Alfonso Pomares Agámez, Egresado del Colegio Departamental de bachillerato en 1940. «50 Años de Periodismo 1945-1995» Editora Bolívar, Ltda. Cartagena 2001. p 6.

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durante la construcción de la Refinería de Cartagena durante la canalización del Canal del Dique. De estos trabajos salí para ser profesor de idiomas en la Universidad de Cartagena en 1960. Hice también cursos de capacitación en idiomas en Bogotá en el Instituto Lingüístico Colombo Americano...Trabajé en varios colegios de Cartagena en el área de idiomas...Y fui uno de los fundadores del Centro Colombo Americano en 1960 y primero de los cofundadores de la asociación de profesores de inglés (Asocop) de la Universidad Industrial de Santander en el año 1965». Lino Betancourt Villadiego.490.

«En primer lugar hay que recordar que la Escuela de Bachillerato enseñaba Francés, y se hacía mucho hincapié en Francés, además del Inglés y sí, ciertamente, se hacía mucho hincapié en Literatura y Filosofía, teníamos un profesor de Filosofía apellido Cárcamo, era un excelente profesor, también y obviamente, compañeros míos cuyo nombres no recuerdo que finalizaron el bachillerato y no pudieron ingresar a ninguna facultad universitaria, terminaron siendo profesores de bachillerato no solamente en literatura y filosofía e inglés, sino también en matemáticas. Recuerdo a un compañero que le decíamos «el Chonto Torres» el nombre no lo recuerdo, él terminó siendo profesor de bachillerato en aritmética». Boris Calvo Del Río.491

El reconocimiento que se le daba a las enseñanzas recibidas del bachillerato de la Universidad en sus vidas laborales, se extendía en la memoria de los entrevistados a una sobre valoración de los contenidos académicos y el acontecer pedagógico de este bachillerato y el prestigio que significaba ser, un bachiller de la universidad; destacando la excelente calidad del profesorado y el énfasis en la literatura, la historia y la filosofía desde Europa hasta Colombia que generó incluso, grupos literarios entre los estudiantes de la época como el Centro literario «Libre Estudiantil» y «Gonzalo Bravo Pérez», cuyas producciones intelectuales se registraban en la prensa local como en las 490 Entrevista a Lino Betancourt Villadiego, egresado de la Facultad de Filosofía y Letras- Colegio Departamental de Bachillerato-1932-1938, y egresado de la Escuela Primaria Dávila Flórez anexa a la Universidad de Cartagena en 1930-1931. 491 Entrevista a Boris Rafael Calvo Del Río, egresado del Colegio Departamental de bachillerato de Cartagena 1942-1947

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emisoras de la ciudad.492 La orientación literaria de estos estudios en el recuerdo de sus egresados, se auto percibe como una verdadera facultad de Filosofía y Letras en el curso del período de estudio, porque sus contenidos daban la formación de un humanista, con un conocimiento profundo de la literatura clásica, griega, romana y francesa; en materia de historia, filosofía y los grandes pensadores de la literatura clásica: «... En el año 1943 que ingresé al edificio hasta el año cuarenta y ocho algunas enseñanzas como las raíces griegas y latinas, mucha intensidad en el aprendizaje del idioma del francés y el inglés y el estudio bastante intensificado de la Historia de América, de Colombia y Universal, lo mismo que el estudio de la Filosofía y la Literatura se daban en ese Colegio Departamental de Bachillerato en esos años y que hoy es el Liceo de Bolívar. Allí se formó mucha gente importante del departamento y del país, tales como Fabio Morón Díaz, Carlos Fabio Posada, Enrique Hernández y Julián Fadul Vergara... Esa Escuela Departamental de Bachillerato como le digo, ya no era facultad de Filosofía y Letras, pero como esa fue una transformación que se fue operando año por año, yo la encontré todavía, había muchos profesores Simón Bossa Vélez, un señor apellido Cabrales, Don Antonio María Zapata-padre de los Zapata Olivilla -, Pedro Nel Duque, docentes muy buenos que eran maestros de escuela, elevados a la condición de profesores de secundaria porque había muy pocos licenciados, como Lisandro Romero Aguirre que era licenciado en Ciencias Sociales, Roberto Burgos Ojeda que estudió Derecho y un licenciado de apellido Carmona, de matemáticas; esos eran los únicos licenciados, todos los demás eran maestros de escuela, ah¡ y el doctor Miguel Henríquez Castañeda, que no era licenciado, sino bachiller. Todos esos profesores le dieron al colegio una gran dimensión en su enseñanza y se dice que parte de ella, era una Escuela de Filosofía y Letras, era el mejor colegio, porque existía ya la Salle, La Esperanza, San Pedro Claver- hoy Salesianos-. Era el Colegio Superior aquí en «Conferencia leída en abril de 1941 por el estudiante de 5º año del Colegio Departamental de Bachillerato de Cartagena Jaime Angulo Bossa, miembro del Centro Literario «Libre Estudiantil», en la hora universitaria, «La voz del Estudiante» trasmitida por la Emisora Fuentes de Cartagena.» En La Tribuna Encendida…Op.Cit., pp 16-19 y Entrevista a Jaime Angulo Bossa (Egresado de la Facultad de Filosofía y Letras 1941-1943 y de Derecho de 1943-1948). 492

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Cartagena y muchos de esos profesores, de nuestra escuela los invitaban los colegios privados para que les dieran clase...» José Álvarez Quezada493

«Estudié bachillerato los cuatro primeros años en el Colegio La Salle de Cartagena, y pasé el 5º y el 6º año a la Facultad de bachillerato de la Universidad de Cartagena, en donde terminé mi secundaria, recuerdo perfectamente que en ese entonces la facultad de bachillerato era un núcleo de agitación intelectual y política. A nuestra temprana edad, yo tenía 17 o 18 años cuando terminé, hacíamos parte de diversos círculos políticos e intelectuales, en general, que demostraba que nuestra generación, de la cual yo me precio, fue una generación eminentemente ideológica y filosófica y con tendencia por supuesto, a la actividad política. Recuerdo que hice parte de dos centros literarios en la facultad de Bachillerato de Cartagena que se llamaban: el uno, Libre Estudiantil... y el segundo se llamaba Gonzalo Bravo Pérez...Era creaciones nuestras, la Universidad nos respaldaba, nosotros sesionábamos en las aulas de bachillerato y hacíamos reuniones y pronunciábamos en el patio discursos... Leíamos sobre todo literatura francesa de tipo político y literatura española, los grandes autores de la época Sorín, Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca, Julio Machado y Pablo Neruda entre otros...Luego nos vinculamos a la facultad de Derecho un grupo de estudiantes muy interesantes de los cuales algunos sobresalieron en la política... Recuerdo que los profesores que tuvimos en el bachillerato eran extraordinarios: Lisandro Romero Aguirre, de quien te voy a contar una gran anécdota, una vez un alumno le preguntó: «profesor, de donde obtiene el conocimiento que nos trasmite?» dice él: «Yo lo obtengo de mis múltiples lecturas». Eran profesores que leían mucho, inquietos, eran humanistas a pesar de ser del Colegio de Bachillerato. Tuve de profesor de matemáticas a Francisco Cabrales, le decíamos «cicales» era un profesor extraordinario de Filosofía...» Jaime Angulo Bossa.

493 Entrevista José Alvarez Quezada. Egresado de la Escuela Departamental Bachillerato 19431948.

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«De los profesores de bachillerato recuerdo con mucho afecto a todo mis profesores, fueron unos profesores buenos, puedo mencionar a un viejo muy inteligente, que se llamaba el doctor Zapata, el papá de Manuel Zapata Olivella... era un sabio... ese señor pasaba por los claustros a ver que profesor no había asistido y la clase que fuera él se metía y la dictaba, teníamos a una serie de profesores excelentes porque en bachillerato antes, lo mas granado de la ciudad eran profesores de esa facultad, cuando yo terminé todavía brillaba el bachillerato de la Universidad de Cartagena.» Francisco Bustillo Cuevas.494

La peculiaridad de este bachillerato con énfasis en Filosofía y Letras, perfiló un estudiantado inquieto en la política, en la literatura y en la agitación social. El espíritu de libertad que recuerdan sus egresados en el desarrollo de las cátedras se reflejaba en la vida cotidiana del estudiante, que leía desde la literatura clásica hasta los textos más revolucionarios de la época, de origen francés, español, italiano y ruso; de autores como Pablo Neruda, Federico García Lorca, Lenin, Marx, Gramsci, entre otros. Un estudiante con conciencia social y política que reflexionaba, sobre las luchas bipartidistas que afectaban el desarrollo del país, sobre la cuestión agraria y obrera bajo la consigna de los principios democráticos, que bien podría ilustrar un bachiller que asumía la función social del estudiante universitario, que se promovía en los discursos de la época. 6.2.2. Los médicos: su ejercicio profesional, entre altruismo, salud y política, impelido por amor vocacional para prestar servicios eficientes, hacia mío el dolor de mis pacientes e imploraba a Dios su acción providencial.495 Compartiendo la tesis que sostiene Cristopher Abel en su libro Ensayos de historia de la Salud en Colombia 1920-1990, «los profesionales de la medicina desde finales del Siglo XIX y primeras décadas del veinte, consideraban el ejercicio de su profesión como una vocación comparable al sacerdocio, una misión divina con obligaciones definidas Entrevista a Francisco Bustillo Cuevas, egresado de la facultad de bachillerato 1939-1944. Igual criterio con respecto a los estudios de bachillerato que brindaba la Universidad de Cartagena señalan otros egresados entrevistados: Álvaro Ramos Olier, Roberto Mordecay Marrugo, Eduardo Castilla, Gabriel Bustamante Muñoz, Carmen Barrios Angulo, Patricio Villalba Verbel, Boris Calvo Del Río, Alberto Zabaleta. 495 Guillermo Pérez Sotomayor. «Memorias de un médico en sus bodas de oro profesionales. 50 Años 19351985». Espitia Impresores Cartagena 1985 p5). 494

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hacía Dios».496 El pensamiento francés bajo el cual se orientaron las facultades de Medicina colombianas reforzó esta imagen de la medicina como ideología dominante, cuyos exponentes luchaban contra la superstición, la ignorancia, la opresión y el fatalismo del que era víctima las poblaciones en la necesidad de aliviar sus dolencias. Con frecuencia durante el período de 1880 a 1940, se le otorgaba al médico un respeto y reverencia; se desarrolló un patrón de conducta en el que se aceptaba que la profesión médica, tenía un estatus igual o aún superior al del sacerdote o al del abogado. Los médicos ganaban la admiración de todas las clases sociales por las cualidades mágicas de su trabajo y de sus insignias profesionales, la bata blanca y los instrumentos quirúrgicos, hasta el punto que le permitió integrarse a principios del Siglo XX, a las elites regionales como nacionales dominantes con las que compartían opiniones. Así el cuerpo médico, gracias a su profesionalización y el poder alcanzado sobre la población se convirtió durante el período en un grupo de obligada consulta para el gobierno nacional, departamental y local en materia de salud; lo que le permitió combinar además, el ejercicio de la medicina con otras actividades como la política y la administración pública. Las iniciativas en las políticas de salud pública, solo se emprendían con la aprobación previa o con el apoyo de la profesión médica; el cuerpo médico era quien regulaba y supervisaba la salud pública, establecía medidas profilácticas, campañas sanitarias y por lo general, se le veía ocupando los cargos directivos en el Ministerio de Higiene y Salud Pública o en los departamentos de higiene de las ciudades. Los médicos egresados de la Universidad de Cartagena de igual manera, lograron un gran reconocimiento social en el ejercicio de su profesión y más teniendo en cuenta que la facultad de Medicina de esta institución, era el único centro de formación científica de la región atlántica. Desde la primera generación de egresados, entre los que se destacan Rafael Calvo Lamadrid, Manuel Pájaro H., Miguel A. Lengua, Vicente García, entre otros, se consolidó la idea de un médico apóstol, derivación ideológica y práctica del pensamiento francés que se mantuvo hasta el cierre del período en la memoria de los egresados entrevistados:

496 Christopher Abel. «Ensayos de Historia de la Salud en Colombia 1920-1990» Editorial Cerec e Institutos de Estudios Políticos y relaciones internacionales de la Universidad Nacional. Bogotá 1996. pp 31-34.

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«El médico antes era un Dios, era un sacerdote y había mucho respeto y consideración, la verdad yo creo que mis estudios de medicina o mi vocación hacía la medicina se despertó a raíz de que mis dos hermanos mayores eran médicos y veía cómo eran apreciados, y cómo se desenvolvían socialmente, la gente los quería mucho, veía como habían tenido un éxito, eran un Dios cuando ejercían...» Antonio Ambrad Domínguez497

«El médico era una persona respetabilísima, uno iba a cualquier pueblo que era costumbre, el médico tenía dos años que después de terminada su carrera le daban a uno dos años para graduarse, entonces uno aprovechaba para irse para los pueblos y allí se ganaba uno, unos centavos, luego venía presentaba exámenes de grado y se graduaba uno con su platica y en los intervalos de vacaciones como estudiante entre un año y otro uno se atrevía a ir a los pueblos, en los pueblos uno era una persona de suprema importancia, lo mismo que aquí en la ciudad...entonces el médico era muy considerado, el médico en el pueblo y en la ciudad para estas fechas de Semana Santa no tenía donde poner que si la gallina, que si los huevos, la miel, la caña, en agradecimiento de la gente que había atendido. Ahora el médico no es como era antes, que cobra mucho dinero porque la Ley 100 nos la ha aplicado a nosotros y eso ha deteriorado el servicio médico y la salud, el médico antes atendía sus pacientes y le pagaban cualquiera tontería, porque la medicina francesa y eso es originaria de ella, consideraba la medicina como un apostolado, cosa que no tiene ninguno de los compañeros nuestros que han ido a los Estados Unidos y a Inglaterra. Ahora ya no se puede ser tampoco apóstol en ésta época.» Alberto Zabaleta498

Este prestigio social, le permitió al cuerpo médico integrarse a la elite regional, ejerciendo la política y ocupando cargos públicos, tanto en la administración de la ciudad como del departamento y la costa en general; por eso en el período, era frecuente ver a un médico combinando estas actividades con el ejercicio de la medicina en su consultorio particular, como directores y profesores de la universidad, como órgano consultivo del gobierno en materia 497 498

Antonio Ambrad Domínguez, Egresado de la Facultad de Medicina año 1940-1946. Alberto Zabaleta, egresado de la Facultad de Medicina entre 1942 a 1948.

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de salud y además, alguno de ellos originarios de provincia, se dedicaban a la ganadería. El estudiante de medicina durante el curso de sus estudios siempre estuvo integrado íntimamente a los problemas de salud de la costa atlántica, del departamento de Bolívar y sus provincias, en especial Cartagena -donde se encontraba el principal centro universitario de la región- realizaba sus prácticas académicas en el hospital Santa Clara, el único hospital de carácter público del departamento donde se atendía mayoritariamente la población más pobre de la región. Además participaba en campañas sanitarias durante brotes epidémicos que eran frecuentes - paludismo, viruela, cólera, sarampión entre otras-, al lado de profesores de la facultad que ocupaban cargos como directores de higiene del departamento, realizando jornadas de prevención, vacunación de la población y manuales de salud. Así mismo, en el último año de estudios realizaban excursiones a las poblaciones rurales del departamento de Bolívar, para estudiar estas enfermedades y/o epidemias. La mayoría de los egresados, que se entrevistaron para el período de estudio, una vez terminaban los seis años de medicina y cirugía, realizaban un año de internado en el hospital, que al mismo tiempo, les permitía elaborar su tesis de grado como requisito para optar el título de Médico y Cirujano, las que sustentaban verbalmente ante un numeroso público integrado, no solo por la comunidad académica de la universidad, sino de la comunidad cartagenera en general. Estos estudios que eran de carácter monográfico, entre los años de 1920 y 1940, trataban sobre los problemas de salud del departamento, tomando como estudios de casos, las historias clínicas de pacientes que habían atendido en el año de su internado en el Santa Clara. De igual manera, enfatizaban sobre enfermedades tropicales tanto en las zonas urbanas como rurales de la Costa; como la malaria, la lepra, la parasitosis intestinal, la tuberculosis y el sarampión entre otras. Así mismo estas monografías de grado, hacían énfasis en ginecología y obstetricia por los altos índices de mortalidad tanto en las gestantes como en los recién nacidos que se registraban en las estadísticas de defunciones del Hospital Santa Clara publicadas, tanto en la prensa local de carácter comercial como El Porvenir y la oficial, como la gaceta departamental.(ver anexos de tesis de medicina 1920-1940) Un ejemplo de ese interés de los estudiantes en el estudio de la patología tropical de la región en sus monografías de grado, es

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Sustentación de tesis de Luciano Lepesqueur, Facultad de Medicina. FUENTE: fotografías donadas por Luciano Lepesqueur.

la de Rafael Alvear Terán, «Ascaridiosis Intestinal», en cuyo preámbulo enfatizaba sobre la importancia de un estudio sobre las enfermedades tropicales que afectaban a la ciudad de Cartagena durante el período, y con ello además, advierte la función social que debía cumplir el profesional de la medicina: «... Bien sabido es por vosotros, la considerable cantidad de conocimientos médicos, teóricos y prácticos, que se le exige en los actuales momentos de la ciencia al estudiante de medicina para la obtención de su título. Haciéndolo pasar de la vida sencilla y anónima del alumno, a la de profesional idóneo y de gran responsabilidad social. Nuestro medio cultural todavía 354

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poco apto para estas grandes transformaciones, nos obliga a presentar nuestro trabajo sin pretensiones de erudito...Estando de asistentes en el consultorio externo del Hospital Santa Clara durante dos años consecutivos tuvimos ocasión de observar tres enfermedades que nos llamó poderosamente la atención por la forma endémica y epidémica con que se presentaban: El Paludismo, La Tuberculosis Pulmonar y La Parasitosis Intestinal, representada ésta última con mas frecuencia en la Ascaridiosis. De la primera ni siquiera intentamos ocuparnos porque ya es mucho lo que se ha escrito entre nosotros sobre este tema. Nada menos que nuestros dos únicos compañeros de estudios, doctores Portacio y García han escrito sus tesis de grado sobre tan importante tópico. De la segunda tuvimos tentado hacerlo, pero al fin desistimos pensando en qué, para que escandalizar mencionando con nombre propios, cuando no se iba a poner remedio a gran número de tuberculosos que deambulaban por las calles, plazas, parques y lugares públicos infestando todo el ambiente de esta ciudad que en un momento de incomprensión y de modo sistemático echó a bajo los cimientos de un Sanatorio Antituberculoso, cuyo terreno fue cedido galantemente por un espíritu filantrópico... Al fin optamos por nuestro tema de la Ascaridiosis, al parecer sencillo y corriente si no se le mira el alcance de su trascendencia social, en la confianza de que en la divulgación de su conocimiento y de las reglas profilácticas para prevenir e impedir la propagación de éste endémico y pernicioso flagelo que se ceba en las carnes hambreadas del proletariado, contribuimos en algo a su elevación social, ya por parte de las mismas masas y mas que todo de los poderes públicos; inspirándonos para ellos en la máxima latina: «Salux pópuli suprema lex esto»».499 A falta de especializaciones en Medicina en la Universidad para las décadas de 1920 a 1940, los jóvenes estudiantes gracias al cargo de preparador, Tesis de Grado de Rafael Alvear Terán: «Ascaridiosis Intestinal Sus complicaciones y Tratamiento por el aceite esencial de quenopodio», presentada y sostenida para optar el título de Doctor en Medicina y Cirugía de la Facultad de Medicina y Ciencias naturales de la Universidad de Cartagena. Noviembre 1º de 1935, Impresa por la Tipografía PENITENTE. «Preámbulo». pp 1-3. Las partes subrayadas en el testimonio es nuestro. Donada por Ciro Alvear Sedán y ver también, Biblioteca Área de la Salud, Universidad de Cartagena, Tesis de Grado de la Facultad de Medicina.

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que se le daba a aquel que se destacara en el curso de determinada cátedra del pensum, realizaba una asistencia o acompañamiento al profesor titular de la misma, tanto en el curso teórico en el aula, como en la práctica hospitalaria (ejerciendo el cargo de jefe de trabajos prácticos), y que luego de su buen desempeño, se enfatizaba en el internado y mas tarde tenía la posibilidad al concluir estudios, de ser nombrado como profesor de la materia donde hubiera obtenido mejores rendimientos académicos y jefe de ese departamento. Muchos de estos profesores por los años de experiencia en estos departamentos, se asumían y eran reconocidos como especialistas en el tema, como fue el caso de Yamil Bajaire, quien se distinguió en el curso de parasitología y que mas tarde sus estudios de especialización se orientaron en este sentido: «Nosotros no hicimos como quien dice especialización de Medicina aquí, porque no existía en esa época, claro que yo dentro de mis estudios de medicina siempre me aficioné bastante al laboratorio, cuando uno aprobaba una materia en segundo año y pasaba a tercer año podía aspirar a un concurso para enseñar a los alumnos que venían, con el cargo de preparador o monitor, que así se le llamaba Preparador. Esto era por méritos, se escogía el estudiante que mayor calificación sacara en la cátedra, por ejemplo el doctor Raúl Vargas Vélez era el profesor de Microbiología, ahí se presentaron varios, entonces yo saqué, mayor puntaje y escogí la clase de Microbiología,

Doctor: Yamil Bajaire y Aníbal Perna Mazzeo. Practicas de Laboratorio. FUENTE: fotos donadas por el Doctor Yamil Bajaire.

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después pasé a cuarto año y seguí como preparador en la facultad enseñando a los alumnos que veían Parasitología y Microbiología. Esto continuo hasta el sexto año, ya en el sexto cuando terminamos medicina y me gradué de médico, me nombraron profesor titular de la cátedra... También según la calificación en estas materias -que daba el cargo de preparadorse escogía la de su predilección para hacer el internado.» Yamil Bajaire Villa500

Otros jóvenes emprendían estudios de especialidad mayoritariamente en Bogotá, a falta de recursos para iniciar estos estudios en el exterior, caso de Antonio Ambrad Domínguez quien se especializó en el Instituto de Radium en Bogotá en 1946, por un concurso que organizó esta institución. Otros realizaron estudios de especialización en Estados Unidos, Francia y Chile, siguiendo los pasos de las primeras generaciones de médicos colombianos y de la Costa Atlántica, que habían realizado viajes de estudios e investigación, principalmente en Francia durante el Siglo XIX y primeras décadas del XX, y Estados Unidos ya bien entrado el siglo. Además fundaciones norteamericanas que empezaron a hacer presencia en el país a principios del siglo XX en el área de la salud, como el caso de la Rockefeller otorgaron becas a profesores de la Facultad de Medicina, ejemplo de ello es Yamil Bajaire Villa -quien realizó estudios de Parasitología, enfermedades parasitarias y salud pública en la Facultad de Medicina de la Universidad de Santiago de Chile. Como efecto de la Ley 68 de 1935 el Gobierno Departamental promovió la investigación en la Universidad, para estudios de especialización en estos países, tanto a los mejores estudiantes como a los profesores, mediante la ordenanza número 92 del año 1946, resultaron favorecidos en este año el estudiante Juan B Espinosa Porto para realizar estudios de especialización en el Colegio de Estados Unidos de Norteamérica y Haroldo Calvo Núñez, como profesor de la facultad para emprender estudios de Anatomía Patológica, quienes debían asumir la obligación una vez terminados los estudios, prestar sus servicios como jefes de trabajos en la especialización que habían realizado. La mayoría de estos egresados especializados, regresaron a la universidad como profesores, decanos y gestores en su especialidad de los departamentos de la facultad a finales de los años cincuenta y principios de los sesenta, que 500

Entrevista a Yamil Bajaire Villa, egresado de la Facultad de Medicina 1939-1945.

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dieron inicio a las especializaciones,501 además algunos se destacaron como los iniciadores de las ramas de las disciplinas en las que se habían especializado como fue el caso de Antonio Ambrad Domínguez quien una vez terminó los estudios de Radium en Bogotá, viajo a Argentina y a Estados Unidos donde perfeccionó sus estudios sobre el tratamiento del cáncer, convirtiéndose en el inaugurador de esta en la Costa Atlántica y en Cartagena, años más tarde fundó la primera clínica para el tratamiento de esta enfermedad, bajo la razón social Clínica de Tumores de Cartagena en el año de 1975. «...Una vez terminada la medicina, la facultad nos dio una excursión al interior del país para conocer distintas universidades, en ese recorrido que hicimos llegamos a Bogotá y cerca del hospital San Juan de Dios estaba el instituto de Cancerología que también visitamos en ese entonces, a mi me impresionó mucho los equipos que logré ver en este instituto, me quedó sonando la idea y allí en esa época, ofrecieron una beca para un estudiante que quisiera dedicarse a la cancerología. Cuando regresamos a Cartagena, se abrió un concurso para ver quien iba a ser el afortunado, yo me inscribí porque a mi me impresionó mucho el instituto cuando yo entré a él, de ver tantos equipos que nunca había visto en mi vida, bueno, me inscribí y afortunadamente para mi, no tuve contendor, porque nadie mas se inscribió y yo me fui a Bogotá. Estuve tres o cuatro años haciendo esos estudios, y a mi regreso como no había equipos para trabajar en ese momento determiné darme un paseito por fuera de Colombia, fui a parar entonces a Argentina, estuve en 501 Dora Piñeres De la Ossa. «Recuperación de la memoria histórica de la Universidad de Cartagena desde las reformas de educación superior en Colombia: nacionalismo, modernización y crisis» En «La Cátedra Historia de la Universidad de Cartagena, mirar su historia para construir su futuro». Dora Piñeres de la Ossa. Compilador. Universidad de Cartagena. Editor Universidad de Cartagena Impresión Editorial Antillas. 2001 pp 41-42. De los egresados del período, aparecen como fundadores de los departamentos que se inauguran en la década de 1.950; Napoleón Franco Pareja, departamento de Pediatría ( de 1947 a 1950) cargo que también ostentó Humberto Ordosgoitia Yarzagaray y fue profesor de este departamento Francisco Bustillo Cuevas; Haroldo Calvo Núñez, fundador del Departamento de Patología en 1952, lo dirigió hasta 1959 y Olegario Barboza también ostentó este cargo en 1960; Antonio Ambrad Domínguez fundador del Departamento de Radiología e Imágenes diagnósticas en 1950; Manuel H. Camargo fundador del Departamento de Medicina Interna, año de 1955 cargo que ocupó hasta 1959, remplazado por otro egresado del período, Isaías Bermúdez; fueron profesores del Departamento de Ginecología fundado en 1959, los egresados Raúl Vargas Vélez, Rafael Muñoz Tilbe, Boris Calvo Del Río, Rafael A. Guerrero, Juan Barrios Zapata y Daniel Vargas Vélez y en 1950 Francisco Haydar Ordage funda el Departamento de Anatomía y el de Psiquiatría en 1964, donde fueron profesores también Moisés Pianeta Muñoz y Mario Fernández Mendoza. Ver en Edwin Maza Anaya. «Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena Su Historia». Editorial Universidad de Cartagena. Cartagena 1998 pp 160-199.

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Argentina tres años, ya no tanto estudiando la radioterapia y la cancerología por que en verdad aquí en Colombia eso estaba muy bien adelantado, y me dedique allá mas bien a estudiar radiología, radiodiagnóstico. De Argentina volé directamente a los Estados Unidos allí en los Estados Unidos me pasé un año precisamente en un hospital escuela donde se hacía la radioterapia y la cancerología y también se hacía radio diagnostico, de manera que yo me estuve un año haciendo prácticas allá también, de allí me regresé a Colombia ya verdaderamente realiza’o... cuando regresé del exterior no había nada que hacer tuve mucha solicitud para Bogotá pero mi mamá nunca acepto que yo corriera a salir por que ella ya decía que ella ya estaba vieja y yo no le iba a volver a ver, bueno de todos modos, yo me inicie en práctica privada porque la Escuela de Medicina aquí aún no tenía los equipos. Cuando entregaron los equipos entonces si abrimos en el hospital antiguo de Santa Clara los departamentos de cancerología y radioterapia al cual me tocó a mí inaugurar durante ese tiempo, me tocaba dictar conferencias. Posteriormente yo abrí mi propio consultorio importé todos mis equipos y por primera vez en Cartagena se instala un centro para tratamiento de cáncer; estando aquí en Cartagena ya instalado en el antiguo hospital Santa Clara yo pedí mis propios equipos y trabaje particularmente un buen tiempo hasta adquirir las fuerzas como para poder comprar un terreno y haber hecho mi propia clínica de tumores- la primera de Cartagena- que aún existe en estos momentos...» Antonio Ambrad Domínguez.

De igual manera Haroldo Calvo Núñez, una vez terminó sus estudios de Anatomía Patológica en Estados Unidos, fue el iniciador del departamento de Patología de la Facultad de Medicina en el año de 1952, aunque ya desde 1925 Paulina Beregoff – la primera médica del país- había sentado las bases de esta especialidad en la Costa Atlántica. Con la fundación de este departamento por Calvo, se inicia la modernización del estudio de la Patología en Cartagena, se introduce el estudio macro y microscópico de las autopsias y las piezas quirúrgicas, lo que significaba uno de los triunfos mas evidentes de la tendencia modernizadora en la medicina de la región, para una mejor comprensión y conocimiento de las enfermedades de esta zona.502 502 GARCÍA USTA, Jorge (2000). «Retratos de médicos. Crónicas de médicos del Bolívar Grande en el siglo XX». Gobernación de Bolívar- Secretaria Departamental de Salud e Instituto Internacional de Estudios del Caribe. Colección Tercer Milenio Volumen 1. Bogotá, p 37.

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El prestigio y la credibilidad del medico le facilitó convertirse en el órgano consultivo del gobierno en materia de higiene y salud pública en general. Médicos aparecen en las fuentes revisadas ocupando cargos de directores del departamento de higiene, de instituciones de la época, tanto públicas como privadas de salud (Hospital Santa Clara, Policlínica Rafael Calvo- Maternidad, La Casa de Salud, la Casa del Niño- Hospital Infantil Napoleón Franco Parejael Dispensario de tuberculosos, el Leprocomio de Caño del Oro, el Hospital de Bocagrande y el Hospital de la Andian) ocupándose de la salud de los trabajadores de las empresas, emitiendo al lado de la Asamblea Departamental y el Concejo Municipal, reglamentaciones sobre higiene urbana, campañas sanitarias en las zonas rurales de la Costa Atlántica e higienización de puertos. Esta última política de higienización de puertos se impuso en el país durante estas décadas de modernización urbana (1920-1940), a través del discurso de las elites gobernantes que consideraban necesario para gozar de las ventajas de la incorporación a la economía internacional era necesario afrontar los temas de higiene y medidas sanitarias en los principales puertos marítimos y fluviales del país; Cartagena, Barranquilla y Santa Marta, porque una reputación de falta de salubridad podía contribuir a disuadir la inversión extranjera. De allí que el empleo del médico o del cuerpo médico en general era relevante para garantizar una medicina preventiva y una eficiencia en materia de salud. Así recordaba Guillermo Pérez Sotomayor en su libro: «Memorias de un médico en sus bodas de oro profesionales, 50 años 1935-1985», su experiencia como órgano consultivo del gobierno en materia de higiene y campañas sanitarias: «Un buen día del mes de abril de 1937 me sorprendió Pacho Gómez Pinzón, sin habérselo pedido, con el nombramiento de Director de la Comisión sanitaria Especial de la Guajira, con sede en Uribia, capital de la comisaría, fundada el año anterior por el capitán Eduardo Villegas Londoño,... sin pensarlo mucho, apenas averigüé como se hacía el viaje, que rumbo debía coger, acepte el cargo que me llegaba muy bien para ganar algo para poder establecerme, mas tarde como médico en un modesto consultorio... Mi labor médica se redujo a practicar vacunaciones antivariolosas, aplicar vacunas antitetánicas y hacer curaciones de heridas, accesos y picaduras de arañas, escorpiones, ciempiés y avispas especialmente a los indios…Tuve oportunidad de detectar un ligero brote de encefalitis equina, (peste loca) que, una comisión de veterinarios enviada por la Dirección del Departamento Nacional de Higiene, a quien yo 360

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había dado aviso de tal hecho, controló eficientemente en pocos días... En octubre de 1938 Lorica fue inundada por la corriente del Río Sinú; el caño Aguas Prietas penetró por Bajo Barrio de Cascajal. Todas las calles se inundaron excepto el barrio Alto de San Pedro. La Unidad Sanitaria de Cartagena para prevenir enfermedades y tratar las que se presentaron envió una Comisión sanitaria especial de Lorica con el siguiente personal Carlos Hernández, inspector y los agentes de sanidad Pedro Nel Del Risco y Vicente A. Fortich Pasco; a mi me nombró como Director. Se procedió a las labores de vacunación contra la viruela y a prevenir las enfermedades trasmisibles por el agua; a tratar las que se iban dando y el paludismo que recrudeció como era de esperarse...»503 Los médicos originarios de las provincias fueron los responsables del desarrollo de la salud pública de sus lugares de origen, aparecen asumiendo las deficiencias que el Estado y el gobierno departamental, no alcanzaba a cubrir en las demandas de salud en materia de hospitales. El investigador Jorge García Usta504 en su libro «Retrato de Médicos» los describe como «los precursores, no solo de la Medicina, sino de la audacia científica, experimentalistas forzosos pero hombres de ciencia y seres humanos compasivos, que metían en sus jeep los instrumentos de cirugía ya esterilizados desde Montería, se arriesgaban a hacer cirugías al aire libre en pacientes acostados sobre mesones». Los médicos egresados de la Universidad de Cartagena naturales de las provincias de Córdoba, Sincelejo entre otras, fueron los responsables del desarrollo de la Cirugía y de las instituciones de salud de estos lugares, caso de Álvaro Espinosa, Alejandro Giraldo, Ricardo Bechara, Simón Gómez, Alfredo Escobar y Alfonso Martínez para mencionar algunos en Montería; Humberto Calvo Martínez y Erasmo Cantillo en Lorica quienes para el año de 1943 fundaron la Clínica de Lorica que atendía a diversas familias de distintos rangos sociales y económicos, en ella se prestaban atención médica y operaciones de alta cirugía,505 y Humberto Vergara Prado en Sincelejo. Este último quien después de realizar sus estudios de especialización en Estados Unidos en la Universidad de Tulane – New Orleáns-, financiado por la compañía Andian National Corporation, en la que ostentaba el cargo de director Op.Cit., Pérez Sotomayor. pp 28- 30, p 48. Op. Cit., García Usta. p 19-20. 505 Ibid pp 45-46 503 504

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del hospital de esta compañía; se dedicó al desarrollo de la salud de Sincelejo. Desde su consultorio en la que atendía una numerosa clientela, se embarcó en empresas de progreso de la zona; fundó el hospital San Francisco de Asís y también otras obras de carácter público como la Empresa de Energía Eléctrica de Sincelejo, el Club Social de Sincelejo; todas estas actividades las realizó gracias a su nacimiento en una familia ganadera y comerciante y a su descomunal paternalismo originario del espíritu de caridad y de apostolado que caracterizaba al médico de la época. Los médicos nativos de Cartagena además de trabajar como docentes y decanos de la Facultad de Medicina de la Universidad y en instituciones de salud de carácter público y privado, emprendían la fundación de instituciones de salud significativas por la población que se atendía en ellas, como la Clínica Vargas de los hermanos Eusebio, Daniel y Raúl Vargas Vélez en el año 1939, La Casa del Niño fundada por Napoleón Franco Pareja en 1947, la que al morir su fundador, recibió el nombre de Hospital Infantil Napoleón Franco Pareja y la Clínica de Tumores de Cartagena, fundada por Antonio Ambrad Domínguez en 1972. Todas estas instituciones de salud aún funcionan en el casco urbano de Cartagena, excepto la Clínica de Tumores. El prestigio y la credibilidad del médico egresado de la Universidad de Cartagena, al igual que los de la Universidad Nacional de Bogotá, y de los de Medellín, le permitió integrarse a las elites regionales y nacionales ocupando altos cargos en la administración pública, se lanzaban al lado de los abogados como representantes del liberalismo o del conservatismo a la política de la región, muchas veces ocupando la gobernación o la alcaldía o ejerciendo como diputados o concejales. Los médicos desde las primeras generaciones del Siglo XIX hasta el cierre del período, aparecen ejerciendo como alcaldes y gobernadores de la antigua provincia de Cartagena y del Estado Soberano de Bolívar. De la primera generación se destacan Vicente García, Juan Antonio Calvo, Juan A. Fortich, Manuel F. Obregón; del periodo de estudio entre los años de 1920 a 1946 los profesores Napoleón Franco Pareja, Manuel F. Obregón, Miguel A. Lengua, Rafael Calvo Castaño, Daniel Vargas Vélez, Nicolás Macario Paz Ferrer, Francisco Obregón Jaraba, e Ismael Porto Moreno y de los egresados Rafael Alvear Terán(Liberal) quien fue concejal principal en el municipio del Repelón del departamento de Atlántico 1931-1935, Representante ante el Congreso de la República 1935-1937 y Diputado principal de la Asamblea Departamental del Atlántico en 1937-1939; Haroldo Calvo Núñez (Liberal), Alcalde de

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Cartagena 1957 a 1958, Ministro de Salud en 1975 y Gobernador del Departamento de Bolívar 1977-1978; Eusebio Vargas Vélez (Liberal) presidente del Consejo Municipal de Cartagena en 1950 y Raúl Vargas Vélez (Liberal) también Concejal, ambos fueron vinculados por su hermano mayor, Francisco Vargas Vélez al liberalismo bolivarense; Carlos Barrios Angulo (Liberal), Alcalde de Cartagena 1963-1964 y Boris Calvo Del Río (Liberal) miembro del directorio municipal liberal de Cartagena en 1965, Concejal de Cartagena en 1978-1980 y Representante a la Cámara 1986-1990506. Sin embargo, la mayoría de estos médicos, al igual que el resto de los egresados de la Universidad, eran militantes del liberalismo. Desde el Siglo XIX según el historiador Eduardo Posada Carbó en su libro El Caribe Colombiano, una historia regional (1870-1950), la región atlántica sobresalía como una fortaleza del liberalismo, como lo demuestran las tendencias liberales sucesivas en las elecciones del Siglo XX entre los años de 1904 a 1946. Esta mayoría liberal visible durante las elecciones presidenciales antes de 1930 también se podían identificar en las elecciones locales. Los triunfos liberales fueron significativos en la costa durante las elecciones municipales de 1923; por ejemplo, en 1916 los liberales controlaban el Concejo de Barranquilla. Además el electorado liberal costeño después de 1930 estuvo más cercano a la facción de Alfonso López Pumarejo y más tarde, favoreció rotundamente la candidatura de Jorge Eliécer Gaitán, y en los resultados electorales para la Cámara de Representantes entre 1931 y 1949, las mayorías liberales en la costa estuvieron por encima de promedio liberal507. Otro hecho que demuestra la afiliación liberal de la región durante el período de estudio, fue que los gobernadores que ejercieron entre los años de 1931 a 1946 fueron liberales.508 6.2.3. Los abogados en el ejercicio del Derecho Civil y la política regional Los estudiantes de Derecho, una vez terminaban los cinco años de estudios reglamentarios, elaboraban una tesis o monografía de grado, que 506 LEMAITRE, Eduardo. (1983). «Historia General de Cartagena, Banco de la República» Tomo IV. Bogotá, listado de gobernadores y alcaldes de la antigua provincia de Cartagena, del Estado Soberano de Bolívar y del actual Departamento de Bolívar. pp 625-667. Op. Cit., GARCÍA Usta, Jorge. Retratos de Médicos. pp 86-87, p 194. Historia de vida de Rafael Alvear Teherán- fallecidoy recuperada por su hijo Ciro Alvear Sedán. Historia de Vida de Boris Calvo Del Río. 507 POSADA CARBÓ, Eduardo. (1998). «El Caribe colombiano, Una historia regional 1870 – 1950». Banco de la República El Ancora Editores. Bogotá pp 416-419. 508 ANGULO BOSSA, Alvaro. «Aspectos Sociales y Políticos de Cartagena de Indias, siglos XVI y XX». Editorial Antillas Barranquilla 2001. pp 129.

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versaba sobre temas de Derecho Civil, cuya cátedra se enfatizaba en el pensum (ver anexo del pensum, y listado de tesis). Al igual que en la facultad de Medicina los estudiantes, a falta de estudios de especialización en la Universidad, se dedicaron inmediatamente al ejercicio de la profesión de abogado, como lo demuestran las historias de vida de los egresados entrevistados para el período de estudio. Sin embargo ya por una parte, desde 1928 en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional, se inauguró la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales como un programa anexo a esta facultad, que consistía en cursos de especialización que se les brindaba a los egresados de Derecho con énfasis en Hacienda Pública, Economía Política Industrial, Derecho Mercantil, Legislación Obrera, Código del Trabajo y Cuestión Social; de igual manera en 1937, la Universidad Nacional había iniciado un curso de Especialización Jurídico Criminal ordenado por la Ley 205 de 1936 que exigía como requisito para una mejor preparación de los jueces y funcionarios de instrucción la especialización de los abogados en Jurídico Criminal y además, se abrió otro curso en Derecho Internacional. Fue después de esta primera experiencia de la Nacional, que en 1938 la Universidad de Cartagena en cumplimiento de la Ley 68 de 1935 que establecía cursos de especializaciones en las diferentes facultades de las universidades del país, abrió un Curso de Economía Nacional y Estadística como parte de un programa de extensión universitaria, que fue descrito en el informe de labores del año lectivo del director de Instrucción Pública de ese año, Miguel Angel Royo; además en ese mismo año, se pensaba abrir como cursos de especialización para los egresados del Derecho, un curso especial de Derecho Civil para la ampliación de estos estudios que orientaban la carrera desde el primer año hasta el último, y uno de especialización Jurídico-criminal en respuesta a lo dispuesto por la ley 205 de 1936; sin embargo estos cursos no fueron abiertos. La preocupación por la realidad del país siempre fue objeto de análisis en las monografías de grado de los estudiantes de Derecho cuyos contenidos versaban sobre la legislación colombiana del momento, adoptando posiciones críticas frente a ellas. En materia penal, se planteaban problemas sociales a partir de las legislaciones vigentes en este sentido, tales como el infanticidio, el aborto, el uxoricidio y el homicidio y sus diversas modalidades y otros problemas sociales como el alcoholismo, la delincuencia y la prostitución. En asuntos laborales, se registran monografías sobre legislación laboral, (contratos, derechos de jubilación, derecho del trabajo, legislación obrera, conflictos colectivos en el trabajo y las cooperativas). En materia económica se habla

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sobre conformación de sociedades comerciales a través de la legislación colombiana, las políticas económicas del Estado (libre comercio, economía política), reformas tributarias, la influencia de los bancos en la economía nacional y sobre el problema agrario referente al régimen de tierras. En legislación civil, sobre capitulaciones matrimoniales, liquidaciones de derechos y sociedades conyugales, los derechos de la mujer casada, -que eran temas que se estaban discutiendo y reglamentando en los estrados del congreso durante el gobierno liberal-, sobre justicia social, impunidad, testamentos, atributos de la personalidad, derechos sociales, derecho de familia y sobre leyes civiles vigentes en general. Y en lo político - administrativo se escribía sobre el sufragio, concepción del Estado, administración estatal, contratación administrativa y la constitución y sus reformas. Ver anexos de tesis de grado Facultad de Derecho). Por otra parte, a pesar de que el gobierno departamental desde 1928509 hasta el cierre del período en 1946510, concedía becas para estudios de especialización a los mejores estudiantes de los diferentes programas de la universidad tanto a Europa como a los Estados Unidos, la mayoría de los estudiantes del período, a falta de recursos se dedicaban a la práctica profesional. Al igual que los médicos, los abogados de la Universidad de Cartagena gozaron de un gran prestigio social que constantemente destacaban los directores de educación pública del departamento en sus informes anuales sobre el ramo de la educación pública, en los que frecuentemente, se mencionaban con nombre propio a través de denominaciones»distinguidos A.H.C. «Gaceta Departamental» 30 de abril de 1928 No 5285. Ordenanza No 49 «Por la cual se conceden unos auxilios, se crean una becas, se canjean otras y se dictan unas disposiciones». Articulo 1º reza: «Créanse dos becas para estudiantes de Derecho, 2 becas para estudiantes de medicina, que obtengan las más altas calificaciones al graduarse con el fin de perfeccionar sus estudios en las especializaciones que escojan en universidades de Europa o de Estados Unidos de Norteamérica, y una beca mas, para un alumno de la facultad de Literatura y filosofía para que al terminar sus estudios, desee especializarse en las Ciencias Naturales en una de las universidades de Europa. Una vez terminen sus estudios de especialización los favorecidos con las becas, quedan obligados a dictar, en la respectiva facultad de la Universidad de Cartagena, clases sobre su especialización por el mismo tiempo que duraron sus estudios costeados por el Tesoro Departamental. La gobernación pagará la pensión en los países donde vayan los becados». 510 A.F.M.U. de C. Libro de Resoluciones de Decanato de 1946. Resolución No 194 de 22 de julio de 1946: «Por la cual se adjudica una beca para cursar estudios de especialización en un Colegio de los Estados Unidos de Norteamérica». En esta resolución se cita la Ordenanza No 92 de 1946 que en su artículo No 188, dispone la promoción de becas para los mejores estudiantes egresados de la Universidad de Cartagena. 509

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ciudadanos», «ilustres varones», «hombres sabios», «estadistas prestantes» a los egresados de esta institución universitaria en el ramo de la Medicina y del Derecho y además, se recuerda a través de ellos la función social y el impulso del nacionalismo que se había asignado a las universidades colombianas en los decretos fundacionales de 1827, destacando a estos egresados como los responsables del progreso de la Costa Atlántica y del prestigio de la universidad de Cartagena a nivel nacional. El Director de Instrucción Pública de Bolívar en su informe de labores del año de 1926 se pronunciaba en este sentido: «Desde su primer rector, el presbítero doctor José Joaquín Gómez quien ejerció sus funciones del 11 de noviembre de 1828 a diciembre de 1832, hasta el actual rector señor doctor Luis Patrón R; han ocupado la rectoría de este instituto, considerado siempre como el más importante establecimiento de educación de la Costa Atlántica y uno de los mas prestigiosos de la República, los siguientes distinguidos ciudadanos: Doctor Eusebio María Canabal (abogado), Doctor Lázaro Ramos (Abogado), Doctor Bernardo José De Garay (Presbítero), Doctor Idelfonso Méndez (Abogado), Doctor Manuel del Río, José Pablo Martínez De la Torre, Abogados, doctor José Manuel Royo Médico y Abogado, Doctor Antonio López Tagle (Abogado), doctor Vicente A. García (Médico y Abogado), doctor Juan Andrés Fortich (Abogado), Doctor Rafael Núñez (abogado), Doctor Inocencio Galindo (abogado), Doctor Juan N. Pombo (Abogado), Doctor José Araujo (Médico y Abogado), Doctor Antonio Del Real (abogado), Doctor Manuel María Casas (Abogado), Don Rafael Hernández (Abogado), Don Vicente Flórez (Abogado), Doctor Juan Pablo Jiménez (Abogado), Doctor Benjamín Baena (abogado), Doctor Antonio T. Tono (Abogado), Doctor Manuel V .Montenegro (Médico), Doctor Ignacio G. Guerra (Abogado), Doctor Manuel Dávila Flórez (Abogado), Doctor Florentino Goenaga (Abogado), Doctor Francisco C. Escobar (Abogado), Don Miguel De la Vega (Abogado), Doctor José S. Gastelbondo (Médico), Doctor Francisco Cruz (Médico), Doctor Augusto N. Samper (Abogado), Doctor José Ulises 366

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Osorio (Abogado), Doctor Manuel F. Obregón (Médico), Doctor Antonio R. Blanco (Médico), Doctor José Patrón Grau (Abogado), Doctor Antonio José de Irrisarri (Abogado), Doctor Teofrastro A. Tatis (Médico), Doctor Fernándo A. Gómez Pérez (abogado), Don Rafael Francisco Ruiz (Abogado), Doctor Antonio Díaz-Granados (Abogado), Don Fidel Gómez Calvo y Don Bartolomé Calvo Medina. Algunos han ocupado la rectoría en propiedad, en uno o varios períodos y otros en interinidad como vicerrectores o inspectores. Una pléyade de hombres ilustres que han honrado la República en la Magistratura, en el Foro, en la Ciencias Médicas y Naturales y en otras actividades intelectuales han salido de las aulas de esta Universidad que ha llenado desde su fundación su misión de centro cultural de los departamentos de la Costa Atlántica y que está llamada a continuar su obra trascendental de civilización y de progreso...»511 De la misma forma el rector José Ulises Osorio se refería en su informe de labores en el año de 1932: «Nuestro gran Libertador por Decreto del 7 de octubre de 1827 creó la Universidad de Cartagena que se instaló el 11 de noviembre de 1828 en el que fue convento de Agustinos y llevó el nombre inicial de «Universidad del Magdalena e Istmo». Desde el primer momento fue un almacigo de varones consulares, de hombres sabios, de estadistas prestantes; algunos de acción preponderante y provechosa a los intereses públicos, en tanto grado que el sufragio de la ciudadanía los llevó a sentarse en el primer sitial de la República». 512

El Prestigio social de que gozaba el abogado le permitió como al médico, ocupar altos cargos en la administración pública; la mayoría de los egresados entrevistados del período aparecen en la administración departamental y local como asesores jurídicos, auditores, fiscales, personeros, secretarios de gobierno y Jueces municipales y rurales de la región.(ver anexos historia de vida) y haciendo A.U.P.T.C. Fondo Pedagógico Nº 12.908. Informe del Director de Instrucción Pública al señor Gobernador del Departamento, 1926. pp 17-18. 512 A. U. P. T. C.. Fondo Pedagógico. Informe del Rector de la Universidad de Cartagena José Ulises Osorio año 1932. p 5. 511

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parte de la vida política de la misma, mayoritariamente del lado del liberalismo. Como vimos, desde el curso de los estudios, muchos de los estudiantes de Derecho que habían sido egresados del programa del bachillerato de Filosofía y Letras formados en el marco de una agitación estudiantil como Patricio Villalba, Jaime Angulo Bossa, Apolinar Díaz Callejas, Alcides Angulo Passos, Antenor Barboza Avendaño y Rafael S. Betancourt, entre otros, militaron al lado de estudiantes de Medicina en las corrientes liberales dominantes de la época, incluso realizaron movimientos en defensa del partido liberal, en contra de las reacciones conservadoras durante las décadas de 1930 a 1940. Luego como profesionales, estos estudiantes aparecen ocupando cargos directivos en la dirigencia del partido o como candidatos del partido liberal, tanto en el gobierno departamental como en el local, muchos de estos jóvenes abogados así como los médicos, provenían del seno de familias liberales que durante finales del Siglo XIX y primeras del XX, habían sido parte de la elite gobernante de la región atlántica, como en el caso de los Bossa, Vargas, Porto, Calvo, Bustillo y Vergara. Tres egresados nacidos en el seno de familias liberales, se destacaron entre el grupo de entrevistados para el período, Patricio Villalba Verbel, Jaime Angulo Bossa y Simón Bossa López quienes ocuparon altos cargos en representación del liberalismo en la dirigencia política de la Costa Atlántica. Patricio Villalba Verbel estudiante de bachillerato de la Universidad de 1927 a 1932 y de Derecho de 1933 a 1939, fue miembro de las juventudes liberales y Diputado de la Asamblea de Bolívar en representación del Golfo del Morrosquillo, Juez Civil del Circuito, Secretario de Agricultura y Hacienda de Bolívar, Magistrado del tribunal Superior del Distrito Judicial y años más tarde ocupó la presidencia de la Corporación del Valle del Sinú (CVS). Jaime Angulo Bossa estudiante de 5 y 6º año del Colegio Departamental de Bachillerato de la Universidad de Cartagena en 1941 y 1942 y estudiante de Derecho de 1943 a 1947, en sus actividades como líder estudiantil desde el Colegio Departamental de Bachillerato, se inclinó en plena adolescencia por las ideas liberales, influenciado por sus primos Alberto y Alcides Angulo Passos, estudiantes de la facultad de Derecho quienes lo invitaban a una que otra reunión de carácter político estudiantil513. Como estudiante de Derecho hizo parte del 513 ANGULO BOSSA, Alvaro. (2001). «Aspectos sociales y políticos de Cartagena de Indias. Siglo XVI y XX» Editorial Antillas. p 197.

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movimiento estudiantil pro liberal que se dio en el año de 1944 a propósito de la reacción conservadora al gobierno de Alfonso López Pumarejo514 y organizo así mismo, comités liberales en los barrios populares del casco urbano de Cartagena515. Las ideas liberales lo acompañaron siempre en el ejercicio de su vida profesional siendo elegido por voto popular a nombre del liberalismo, como diputado a la Asamblea Departamental de Bolívar en el año de 1949, Representante a la Cámara por Bolívar de 1958 a 1962, Senador de la República de 1962 a 1970, Gobernador del Departamento de Bolívar en 1965 y estuvo al frente de la presidencia del Directorio Liberal de Bolívar en 1966. Desde todas estas actividades realizó fuertes campañas en pro del liberalismo en la región, integrando centros de estudios liberales como el Centro de Estudios de Cartagena del año 1952- conformado por intelectuales liberales, y dictando conferencias en universidades517, colegios públicos y privados, comités liberales de barrios en Cartagena 518 y en emisoras radiales de la ciudad. 516

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Simón Bossa López estudiante de Derecho en los años 1946 a 1952 fue miembro del Directorio Liberal de Bolívar en 1953, y en representación del liberalismo fue elegido como diputado a la Asamblea Departamental entre los 514 A. H. C. «Diario De la Costa», Cartagena 4 de agosto de 1944, página editorial. «Universidad y sus transformaciones» «Consolidado en el frente de Juventudes liberales en el Litoral Atlántico» 515 Op.Cit., ANGULO BOSSA Jaime. «Oligarcas y antioligarcas» Discurso pronunciado en 1946 ante «el escuadrón Rafael Uribe Uribe», comité liberal que funcionaba en el Barrio Rodríguez Torices de Cartagena. pp 37- 41. 516 Ibid, p 58. Así se refería Jaime Angulo Bossa al Centro de Estudios de Cartagena: «El Centro de Estudios de Cartagena fundado en 1952 por numerosos intelectuales liberales, eligió al maestro Adolfo Mejía destacado músico, como presidente, al periodista Guillermo Ortiz Manrique como vicepresidente y al autor como Secretario General. Eran miembros, entre otros, el maestro Clemente Manuel Zabala jefe de redacción del Universal, Rodrigo Caballero Gonzáles, Luis A. Múnera, Francisco de P. Vargas Prins, Diógenes Guerra, J. W. Cañarete, Ricardo Camargo Sierra, Guillermo Gómez León, Manion Lafont Herrera, Aníbal Esquivia Vásquez, Jaime Gómez O’byrne, Miguel Franco Múnera, José Manuel Guerrero, Roberto Yances Pinedo, Rafael Santander Betancourt, Simón Bossa López, Augusto N. Fernández Díaz, Gonzalo Zúñiga Torres, Gastón Valencia, Luis M. Ricaurte, César Fayad, Bolívar Salgado, Manuel H. Iriarte, Antonio J. Olier, Armando Téllez Olarte, Alejandro Amador y Cortés, Francisco De Bustamante y José Paternina Olmos, de los cuales pocos sobrevivimos». 517 Ibid. p157 «Ensayo para una reforma. El artículo 121 símbolo constitucional del anti humanismo» Conferencia dictada el 9 de mayo de 1958, elegido ya Representante a la Cámara, en el aula máxima de la Universidad Libre, seccional de Cartagena. 518 Ibid. p 255 «Síntesis de una ideología revolucionaria o contradicciones y porvenir del liberalismo» Conferencia dictada en le comité liberal del barrio Torices de Cartagena en septiembre de 1959, luego publicada como notas de prensa en «El Universal» de Cartagena del día 9 al 18 del mismo mes. 519 Ibíd. p 150 «El programa liberal y la segunda República» Conferencia leída el 16 de enero de 1958 a través del radioperiódico «Síntesis» de Radio Miramar, Cartagena dirigido por Víctor Nieto Núñez.

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años de 1958 a 1962, Concejal de Cartagena y de los municipios de Arjona, Mahates, Soplaviento y Santa Rosa; Representante y Vicepresidente de la Cámara entre los años de 1968 a 1986, presidente del partido liberal colombiano y Senador suplente por el departamento de Bolívar de 1986 a 1990.

Simón Bossa López en campaña política y como miembro del Directorio Liberal.

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Otros jóvenes, que durante la época bebieron de las mieles del liberalismo se dejaron arrastrar por los partidos de izquierda que empezaron a permear la universidades colombianas a principios de la década de los cuarenta, como fue el caso de Agapito De arco («Jorge Artel»), Jorge Navarro Patrón, Armando Luján, Antenor Barboza Avendaño, José Miguel Hernández Olivella y Apolinar Díaz Callejas, éste último fue el fundador del Partido Socialista Democrático en el departamento de Bolívar, quien desde la Escuela Normal de Barranquilla, había recibido su formación socialista a través de la literatura revolucionaria que circulaba en las instituciones públicas. Su militancia en el comunismo en su vida estudiantil marcó su ejercicio profesional, pues trabajó de la mano de la clase obrera en defensa de sus derechos; al lado de Diego Montaña Cuellar -abogado egresado de la Universidad Nacional-, Carlos H. Pareja y Jorge Artel- líderes estudiantiles de la Universidad de Cartagena de los años veinte y este último egresado de la facultad de Derecho en 1945 de esta misma institución- en actividades relacionadas con el derecho laboral y la organización sindical de los trabajadores. Una vez culminó sus estudios en 1948 laboró al lado de Montaña Cuellar y Carlos H. Pareja resolviendo problemas de los trabajadores petroleros de la compañía Tropical Oil Company, en las sedes principales en Bogotá, Bucaramanga y Barrancabermeja. Ocupó altos cargos en la administración pública a nivel nacional como Ministro de Estado en la Cartera de Agricultura, desde la cual gestionó la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos, ANUC. Fue Senador de la República, Miembro del Comité Ejecutivo de la Asociación Latinoamericana para los Derechos Humanos ALDHU, Comité Colombiano de Defensa de Derechos Humanos, Asesor de los Derechos Humanos del Parlamento Andino, Miembro de la Comisión Andina de Juristas y de la Sociedad Económica de Amigos del País. La cuestión social siempre estuvo presente en el devenir académico de las facultades de la Universidad de Cartagena, lo que no solo se reflejaba en el plano de los discurso de directores de educación publica, rectores y estudiantes, sino también, en los desarrollos curriculares y en el ejercicio laboral de sus egresados. Desde el estímulo de la Cátedra Libre, entendida como ese espacio de diálogo entre la universidad y la sociedad, se dieron ciclos de conferencias para el pueblo por parte de los profesores de Derecho, así mismo, se abrieron las puertas de la Universidad a agremiaciones de la ciudad, como fue el caso de la Federación de Empleados de Bolívar que en el año de 1942, organizó un ciclo de conferencias abiertas al público con intelectuales de Medicina y de Derecho, y además en este mismo año, esta federación organizó un concurso con el acompañamiento de la facultad de Derecho a través de la cátedra Derecho del Trabajo, sobre la mejor monografía que escribieran los estudiantes acerca de cuestiones sociales. 371

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CONCLUSIONES Evaluando los resultados de la presente investigación que pretendió comprender, analizar y responder la pregunta acerca del proceso de modernización de la Universidad de Cartagena, expresado en las reformas universitarias que se dieron en el período de estudio, se plantean las siguientes consideraciones: Las pocas reformas orientadas hacía la modernización de la Universidad de Cartagena no pasaron de ser «paños de agua tibia» y la constante al final del período, fueron las continuas protestas de los movimientos estudiantiles y la prensa local contra la falta de iniciativa e inercia de las autoridades departamentales en la administración de la institución, a la que describían como una Universidad en decadencia, que necesitaba un mayor estímulo económico y una mejor dotación de material pedagógico, como bibliotecas y laboratorios para el fomento de la investigación y, la relación de la universidad con la realidad social de sus diversas regiones. Elementos de reformas que se consideraban elevarían el nivel intelectual de éste centro universitario con su paralelo y ejemplo a imitar, la Nacional de Bogotá. Los movimientos estudiantiles que se suscitaron en Cartagena entre los años de 1.920 a 1.930 que tenían como bandera la transformación de la institución en una universidad moderna y la recuperación de su prestigio y gloria republicana de antaño, estuvieron en directa relación con las discusiones sobre el proyecto de centralización de los estudios universitarios en la capital de la República, que se pusieron en boga en los estrados del Gobierno Nacional así como en las manifestaciones estudiantiles de Bogotá en los años veinte. La amenaza de cierre de las universidades departamentales contemplada con la centralización universitaria, impulsó en los estudiantes de la Universidad de Cartagena un espíritu de defensa de la institución, que se transformó luego en los anhelos por reformarla o modernizarla. 373

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Estos discursos que reclamaban una universidad moderna, que asumiera la función social de servir a la realidad económica política y social del país, se vieron muchas veces truncados en la práctica a lo largo del período por la precariedad de los fondos del gobierno departamental, que obstaculizaba la ejecución de los proyectos de reforma. Sin embargo, no se puede negar que entre los años de 1.920 a 1.940, se emprendieron algunas orientaciones pedagógicas de carácter moderno tales como los seminarios investigativos, la inauguración de la cátedra libre como conferencias abiertas a la comunidad, para plantear un diálogo entre universidad y sociedad; se abrieron nuevos programas académicos, en respuesta a las necesidades económicas del departamento y las demandas de los bachilleres de la Costa Atlántica por estudios superiores, y así mismo, se puede valorar a partir de la experiencia laboral de algunos estudios de casos de sus egresados en el período de estudio, su contribución al desarrollo de la región y del país. Pese a las represiones oficiales los movimientos estudiantiles de éstos años, lograron expresar un interés claro de plantear una universidad moderna y crítica, que contemplaba la adopción de la pedagogía moderna activa tras la sustitución de los métodos instruccionistas tradicionales basados en la memoria siguiendo el ejemplo de países avanzados como Alemania. Estos movimientos reclamaron así mismo de las autoridades oficiales, el respeto por los intereses de los estudiantes asumiéndose como un gremio decidido a defender los asuntos que afectara el desarrollo de la universidad y por ende de la sociedad civil, de quienes consideraban como nervio vital, el progreso intelectual de la juventud. Los jóvenes que participaron en estos movimientos de los años veinte se asumieron como un gremio decidido a defender el desarrollo de la universidad, su devenir académico y el progreso intelectual de la juventud bolivarense ante la amenaza de supresión de las universidades departamentales, que promovía el proyecto de centralización universitaria que se discutía en el interior del país como un elemento necesario para conseguir la tan anhelada modernización universitaria. Sin embargo, las organizaciones y movimientos para hacer sus reclamaciones, no fueron muy claras como sucedió con las experiencias estudiantiles del cuarenta. Por lo general las manifestaciones fueron dispersas e individuales como se registró a través de la prensa local del período. Si bien es cierto que conformaron una Federación de Estudiantes en el Departamento

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de Bolívar para el año de 1924- quizá la primera y la única- y en los años posteriores se habló de federaciones e inclusos americanas. La constante durante el período, fue expresar sus reclamaciones en forma desorganizada, en asambleas dispersas, comités y en ocasiones individuales de las que la prensa señalaba algunas figuras «como promesas de la juventud bolivarense». A pesar de las formas utilizadas para exponer sus ideas y hacer sus reclamaciones, esto no significó un obstáculo para presionar a las autoridades universitarias y a las administraciones departamentales y locales; por el contrario, la información obtenida tanto oral como escrita sobre el período, muestra un estudiante «activo», «enérgico», de «carácter rebelde» y «decidido», que era capaz de suspender clases, expresarse a través de la prensa y entrar a tomar decisiones en las reuniones o asambleas que se realizaban en defensa de la causa universitaria, de remover secretarios de educación, rectores y profesores, para lograr la realización de sus ideales e intereses. La experiencia estudiantil de ésta década al igual que el movimiento de Córdoba, Argentina inició como un movimiento de intereses académicos, pero que perfilaron de manera tímida una intención futura de una universidad moderna al servicio de la sociedad en proceso de cambio, para lo que consideraron necesario exigir un cambio del régimen educacional arcaico existente en la Universidad de Cartagena. Así lo expresaron en el manifiesto del 30 de abril de 1930 el cual resume el espíritu que guió a los grupos estudiantiles de estos años en el que expresaron con claridad la finalidad de defender el mejoramiento de los actuales métodos instruccionistas por otros basados en pedagogías modernas y la defensa por calidad de sus docentes y directivos en una clara defensa por la rectoría del pedagogo alemán Carl Glockner. Igualmente, en los años cuarenta, algunos líderes estudiantiles de los movimientos hicieron su propio aporte a la reforma universitaria en lo que tuvo que ver con actividades de mejoramiento académico y extensión cultural, expresada en la organización de centros literarios que les permitieron asumirse como una generación amante de la literatura. En la prensa local se registra la fundación en 1941 de los Centros Literarios «Libre Estudiantil» y Gózalo Bravo Pérez fundados en el año de 1.941 por los estudiantes de la Facultad de Bachillerato.

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Estos estudiantes aunque no cejaron sus luchas en demandas académicas, estuvieron mayormente interesados en involucrarse en la lucha política bipartidista de éstos años, sobre todo del lado del liberalismo hegemónico del período, organizándose incluso en movimientos o comités a nombre del liberalismo amenazado por las nacientes posiciones de izquierda, que empezaban a permear las instituciones universitarias colombianas y la oposición conservadora que se hizo cada vez mas fuerte A pesar de la posición apolítica que expresaron algunos estudiantes la mayoría de los jóvenes universitarios que participaron en los movimientos de los primeros años de la década del cuarenta, coquetearon con el liberalismo. La norma fue la falta de independencia política del estudiante de estos años, y la absorción de muchos de ellos por el liberalismo de la época. Caso de Braulio Henao Blanco, quien aparece como candidato liberal a la gobernación del Departamento de Bolívar en el año de 1948 y quien fuera asesinado en las elecciones del 24 de junio de ese mismo año, Jaime Angulo Bossa, Diputado principal y Presidente a la Asamblea Departamental de Bolívar en representación del liberalismo en 1949, Apolinar Díaz Callejas, Ministro de Estado y Senador de la República y Patricio Villalba, Diputado de la Asamblea de Bolívar en representación del Golfo de Morrosquillo, entre otros. Contrario a lo que pudiera pensarse de que, los eventos estudiantiles dependieran de la identidad política que tuvieran con la prensa local, como ocurrió con el movimiento estudiantil liberal de los años veinte en Bogotá, para el caso del departamento de Bolívar, la identidad política de los estudiantes -que era también mayoritariamente liberal- no obstaculizó como vimos sus expresiones en la prensa conservadora, que aunque fueran utilizadas por esta prensa para evitar la persecución liberal en los años cuarenta, permitió la libre expresión de los estudiantes liberales de la Universidad de Cartagena y toda la campaña pro liberal que estos realizaron durante la década. La huelga, fue el medio mas usual de expresión de estos movimientos, se suspendían las clases y realizaban protestas tanto al interior del claustro universitario como también, en las calles de la ciudad en las que se vinculaban profesores y ciudadanos y los sindicatos obreros; estos últimos, hicieron alianzas con algunos estudiantes para promover las ideas comunistas en el claustro universitario a través del espacio de la Cátedra Libre, como fue el caso de la conferencia promovida por algunos jóvenes comunistas entre ellos, el estudiante de Derecho Apolinar Díaz Callejas. 376

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Por otra parte, los movimientos estudiantiles de principios de los 40 a diferencia de los del 20 que fueron de corte académico; se caracterizaron por un matiz político dado por los movimientos que se suscitaron a favor del liberalismo durante esa década, en contra de las posiciones de izquierda y del conservatismo, que empezaban a amenazar los intereses de este partido. Además, se vio la absorción de mucho de ellos por el liberalismo como representantes de las juventudes universitarias ante el Directorio Liberal del Departamento, como fue el caso de Elías Gómez Casseres, Alberto Angulo Passos, Braulio Henao Blanco, entre otros. La cuestión universitaria para esos años cuarenta en la mente de los jóvenes universitarios, pasó a un segundo plano, aunque no dejó de manifestarse. El estudiantado se pierde en los intereses de la política liberal que les promete. La falta de independencia política, fue la característica notable del estudiante de estos años. La preocupación por la cuestión social se dejó ver en los movimientos de los años cuarenta a través de la divulgación de la ideología liberal en la que confiaban que experimentarían un cambio en la situación de las clases obreras. El asunto social también se expresó dentro de ese mismo movimiento pro liberal en la defensa de la democracia y la legitimidad, tan necesarias para el desarrollo del país y para la permanencia del partido liberal en el poder. Desde la Facultad de Filosofía y Letras se creo una tradición de un estudiante revolucionario que reclamaba la expresión de un pensamiento libre, cada vez que este estuviera en peligro de ser condicionado. Esta libertad de pensamiento estuvo influenciado por toda esa literatura liberal y socialista de la época que siempre estuvo al alcance del estudiante del período, en la Biblioteca del claustro universitario, en los espacios de tertulia y de discusión en el aula, desde los clásicos de la literatura liberal Rosseau, Voltaire, Camilo Desmoulins, Robespierre, Diderot entre otros, hasta los pensadores del Siglo XX como Antonio Gramsci, y representantes del socialismo como Engells, Carlos Marx, Lenin; cuyas corrientes de pensamiento penetraron en el ámbito universitario en un ambiente liberal, que permitió la receptividad a nuevas formas de pensamiento. Los medianos intentos de reformar la Universidad de Cartagena entre los años 1935 y 1946 estuvieron basados en la necesidad de equiparar la Universidad de Cartagena con la Universidad Nacional, aspiración fundamentada en la política educativa de la administración liberal de Alfonso

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López Pumarejo, de crear un sistema unitario de educación superior. En 1.945, Gerardo Molina como rector de la Universidad Nacional en miras a conseguir la unificación de la educación superior colombiana, propuso la idea de formar una confederación de universidades oficiales de los distintos departamentos integrada por la Universidad Nacional, la de Antioquia, la del Cauca, Cartagena y Nariño con el propósito de unificar los pensum, realizar intercambio de profesores y estudiantes y estimular la orientación práctica de los estudios, hacía la cual se encaminaba la universidad moderna. Sin embargo, al cierre del período no se había logrado una verdadera integración de las universidades públicas departamentales en un sistema nacional de Educación Superior y continuaron siendo intervenidas por los gobernadores de turno. Como efectos de la presión generalizada por una reforma de la pedagogía universitaria dentro de los fundamentos de la ley 68 de 1.935 y las bases de la pedagogía moderna activa; desde la asamblea departamental y las autoridades universitarias, se emitieron una serie de reglamentaciones a través de las cuales se buscó un acercamiento con la realidad social. Sin embargo, estas reglamentaciones también estuvieron mediatizadas por el espíritu de la Ley 39 de 1903 que había otorgado autonomía a las universidades departamentales y las había colocado bajo la protección y sostenimiento del gobierno departamental. Ese seguimiento de dos legislaciones contradictorias, la Ley 39 de 1903 y la Ley 68 de 1935 en la Universidad de Cartagena, demuestra las ambigüedades de las legislaciones del gobierno liberal en lo que respecta a las universidades departamentales; pues por un lado se les preserva la autonomía a través de la Ley 39 y por otro lado, se les reprime con la Ley 68 que exige a éstas universidades realizar las reformas que se adopten en la Universidad Nacional. De estas ambigüedades se deduce las disparidades y desfases entre los cambios operados en la Universidad Nacional y en las universidades departamentales; adquiriendo en éstas últimas un ritmo más lento y condicionado por las presiones del gobierno nacional y por otra parte, por las debilidades fiscales del gobierno departamental encargado de su funcionamiento. Esta debilidad presupuestal afectaba también la apertura de nuevos programas en la Universidad de Cartagena durante finales de la década del veinte y principios del treinta; la falta de financiación por parte del gobierno departamental se reflejaba permanentemente en el aplazamiento e inauguración de nuevos programas académicos en calidad de escuelas anexas a la Facultad

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de Medicina, (Enfermería, Odontología y Química y Farmacia) una clara evidencia de la precariedad del tesoro departamental que evadía la responsabilidad de nombrar un personal distinto para la administración de las nuevas escuelas. De igual manera se inician estudios en la facultad de Ingeniería en 1929 que encontró oposición en la prensa local de Medellín,-ciudad en la que existía la única facultad de ingeniería del país- quienes consideraban como un desacierto el establecimiento de una facultad de este tipo en la costa atlántica «donde no había ni minas ni construcciones que es lo que contribuye a formar el ambiente del estudiante de ingeniería». Sin embargo, se inauguró esta facultad en el año 1930, con un año preparatorio con énfasis en matemáticas y física, pero debido al poco número de alumnos que ingresaron, sus actividades no pasaron del primer año de funcionamiento. Por las mismas razones del cierre de la Escuela de Comercio, la facultad de Ciencias Educacionales que se ordenó crear en el año de 1.931 nunca inició labores, de manera que la apertura de nuevos programas en la universidad entre los años veinte y treinta se vio truncada por la falta de financiación del gobierno departamental y la deficiente presencia del tesoro nacional en el sostenimiento de este establecimiento de educación superior. Después de los fracasos académicos de los años veinte y treinta, a principios de los años cuarenta se inauguran tres nuevos programas académicos anexos a la facultad de Medicina: la Escuela de Farmacia en 1941, la Escuela de Enfermeras y Parteras - que venía funcionando en el hospital Santa Clara desde 1903- en 1942 y la Escuela de Odontología en 1946, cuyas opciones académicas se vieron como una solución para el creciente número de aspirantes durante esta década, a los estudios de medicina. Un asunto que privilegia la modernidad en la Universidad de Cartagena es el referido al ingreso de las mujeres colombianas a la universidad de Cartagena, este aunque fue tardío con relación a las universidades del interior del país, que lo hicieron en 1937; la mayoría de las mujeres de la Costa Atlántica se encontraban realizando estudios definidos tradicionalmente como femeninos como Enfermería, Magisterio y Comercio. Sin embargo, se destaca en este estudio la recuperación de la historia del ingreso a la facultad de medicina en calidad de profesora, a la primera mujer que ingresa a sus claustros y que luego se interesa en estudiar Medicina convirtiéndose en 1925 en la primera

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egresada de una universidad colombiana. Después de mas de veinte años de la graduación de Paulina Beregoff de origen ruso, ingresa Georgina Consuegra Rojano a la Escuela de Enfermería en 1943, -que ya para este año funcionaba anexa a la Universidad de Cartagena y había graduado su primera enfermera Manuela Abad de Guzmán en 1903, cuando funcionaba independientemente de la Universidad bajo el nombre de Escuela de Enfermeras de Cartagena-. Continúan en su ingreso Beatriz Haydar Ordage a la Facultad de Medicina en 1949, Martha Clark Castillo a la Facultad de Derecho en 1.950, Concepción Bula de Puerta a la Facultad de Química y Farmacia en 1955, Nancy Polo Guerrero a la Facultad de Economía en 1.959 y Daira María Uribarren Donado a la Facultad de Ingeniería Civil en 1964. Estas primeras universitarias representaban una nueva imagen de la mujer, que se manifestó en su buen rendimiento académico en el aula frente algunos compañeros varones y profesores quienes, cuestionaban sus capacidades intelectuales. Una nueva mujer se advierte en el espacio universitario ingresando a las facultades que se consideraban masculinas, asumiéndolas como un reto para sus vidas, liderando movimientos estudiantiles, emprendiendo investigaciones, incursionando en la política y como defensoras de los derechos civiles de las mujeres en relación de igualdad con los hombres, su participación legal en la vida política y administrativa del país. De manera pues que la universidad en estos años, se convierte en un espacio a través del cual la mujer recrea nuevos roles en medio de una cultura que se mueve dentro de conceptos tradicionales y modernos que por un lado le abre nuevos espacios y por el otro los condiciona. Algunas de estas primeras mujeres universitarias participaron como líderes en movimientos estudiantiles del período, como fue el caso de Nancy Polo Guerrero la primera economista que en el año de 1960, lideró un movimiento estudiantil que fue registrado a través de la prensa local, el cual fue motivado por la consideración del Ministerio de Educación Pública, de cerrar la recién fundada Facultad de Economía de la Universidad de Cartagena, en vista de la existencia de tres facultades en el país, en Barranquilla, Bogotá y Medellín. La pedagogía fue otro de los asuntos que preocupaba a los estudiantes que invocaban nuevas formas de aprender y de estudiar. Igualmente a pesar del fomento de la investigación, de las enseñanzas experimentales que motivaran

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un estudiante creativo, autónomo y activo en el proceso de enseñanza, al final del período aún persistía o prevalecía el método tradicional de las clases teóricas, a través de conferencias dictadas por el profesor y que exigía del estudiante una memorización de los contenidos de las materias que se impartían en los diferentes programas académicos. El método activo se permeabilizó por medio de los espacios de experimentación y de investigación en bibliotecas y laboratorios para estudiantes, pero, se vio muy poco reflejado en la cotidianidad de las enseñanzas impartidas al interior del aula; el profesor permanecía anclado aún en la tradición, en la trasmisión de conocimientos, apoyado en el texto y las exigencias al estudiantado de la memoria como medio fundamental de evaluación. Si bien es cierto que los proyectos de reforma universitaria que buscaban hacer de la Universidad de Cartagena una universidad moderna, muchas veces no se hicieron viables debido a la precariedad del tesoro departamental que la sostenía, en la adopción de un cambio de la pedagogía tradicional a una pedagogía activa y de fomento de la investigación y diversificación de la enseñanza, que formara a un ciudadano capaz de responder a las necesidades que demandaba la nueva realidad industrial, no se puede negar que la misión social que se preconizaba en los discursos de modernización de las instituciones universitarias del país que circulaban en los estrados de Congreso y la comunidad universitaria, fuera objeto de constante y real preocupación del principal centro de formación superior de la Costa Atlántica. Los espacios académicos como el Paraninfo y las aulas de la universidad en general, siempre estuvieron abiertos al ejercicio de la «Cátedra Libre», al diálogo de la universidad con el pueblo donde se discutía y reflexionaba sobre la realidad nacional y regional. En el devenir académico del estudiante en el aula siempre estuvo presente como una constante, el estudio de la realidad local, regional y nacional; sus monografías de grado versaban sobre los problemas de la salud, de la política, de la economía y de la cultura en general. Como profesionales sus egresados, lograron integrarse en la vida publica de la región haciendo parte de la elite gobernante, como órgano de consulta obligada de los gobiernos locales y departamentales y como responsables muchas veces de los desarrollos de la salud y de obras públicas de las provincias; constituyéndose así como forjadores de progreso de la región del caribe colombiano, desde la cual prestaron sus esfuerzos intelectuales al engrandecimiento de un país que se enrumbaba por los caminos de la modernización.

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A.F.M.U.C. Libro de Resoluciones de la Decanatura de la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales Universidad de Cartagena. Resolución No 70. Pensum de la Escuela de Enfermería del año de 1944. A.F.M.U.C. Libro de Resoluciones del Consejo Directivo 1941-1946. Pensum para la Escuela de Enfermeras año de 1946. A.F.M.U.C. Libro de Resoluciones del Consejo Directivo 1945. Resolución No 166 del 30 de enero de 1945, por la cual se establecen los laboratorios de Química General y de Parasitología por separado. Resolución No 53 del 17 de junio de 1946. A.F.M.U.C. Libro de Resoluciones del Consejo Directivo de la Facultad de Medicina 1946. Resolución No 194 del 22 de julio de 1946. Resolución No 94 de noviembre 21 de 1946. A.F.M.U.C. Libro de Resoluciones del Consejo Directivo de la Facultad de Medicina (1929-1.951). Resolución No 185, por el cual se cambia el pénsum de la Escuela de Farmacia. 22 de febrero de 1946: «Este Consejo en atención a que el pénsum de la Facultad de Farmacia de la Universidad Nacional fue reformado en el presente año de 1946. A.F.M.U.C. Libro de Resoluciones del Consejo Directivo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena. Resolución número 186 por la cual se organiza la Facultad de Odontología y se dan facultades al decano de la Facultad de Medicina. A.F.M.U.C. Libro de Resoluciones del Consejo Directivo de la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales de la Universidad de Cartagena Año 1945. Resolución No 176 del 3 de diciembre de 1945. A.F.M.U.C. Libro de Resoluciones del Consejo Directivo Resolución No 167, mediante la cual se limita el cupo de estudiantes para Medicina. A.F.M.U.C. Libro de Resoluciones del Consejo Directivo.1946. Resolución No 26. Resolución No 28, por la cual se nombra Asesor Técnico en la Escuela de Enfermeras. 3 de abril de 1946. Resolución No 27 por la cual se hace un nombramiento ad-honorem de asesor técnico en la Escuela de Farmacia. 14 de abril de 1.946. A.F.M.U.C. Resolución del Consejo Directivo de la Facultad de Medicina 1945. Resolución No 176 3 de diciembre de 1945. 400

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A.F.M.U.C. Resolución No 16 Año 1943. «Por el cual se hacen unos nombramientos y se fija un pénsum». A.F.M.U.C. Resolución No 20, por la cual se hace un nombramiento. Marzo 6 de 1947. Libro de resoluciones de Decanatura 1947. A.F.M.U.C. Resolución Nº 51 de junio 7 de 1946. A.F.M.U.C. Resoluciones de Decanatura de la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales Resolución Número 22 de mayo 15 de 1942. A.F.M.U.C. Libro de Resoluciones de Decanatura 1946. Resolución No 94 de noviembre 21 de 1946. Archivo de la Facultad de Ciencias Química y Farmacéuticas de la Universidad de Cartagena. Acuerdo No 22 de enero 15 de 1941. Resolución Nº 35 dictada por la Federación de Empleados de Bolívar, 1º de Septiembre de 1942. LIBROS DE ORDENANZAS A.H.C. Fondo de Gobernación. Libro de Ordenanzas expedidas por la Asamblea del Departamento de Bolívar en sus sesiones ordinarias de 1888. Cartagena, Tipografía de Antonio Araujo, 1890. A.H.C. Fondo Gobernación de Bolívar. Libro de Ordenanzas (Año de 1929). Decreto No 686 del 31 de diciembre de 1928. A.H.C. Fondo Gobernación Libro de Ordenanzas año de 1929 Decreto No 686 del 3 de enero de 1929. Decreto número 62 del 11 de febrero de 1929, por el cual se fija el pensum de la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales de la Universidad de Cartagena en uniformidad con el de la Universidad Nacional. A.H.C. Fondo Gobernación Libro de Ordenanzas y Resoluciones de la Asamblea Departamental de Bolívar Ordenanza Número 28 del 10 de abril de 1930 «Sobre la Universidad de Cartagena».

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A.H.C. (Fondo Gobernación). Libro de Ordenanzas y Resoluciones del año de 1930.Ordenanza Nº 28 de 1930. A.H.C. Libro de Ordenanzas 1930. Fondo de la Gobernación. Resolución No 10 del 28 de abril de 1930. A.H.C. Libro de Ordenanzas y Resoluciones expedidas por la Asamblea Departamental de Bolívar. Año 1927.Ordenanza Nº 19 sobre unificación del pénsum de estudios en las facultades profesionales de la Universidad de Cartagena con los de la Universidad Nacional. A.H.C. Libro de Ordenanzas y Resoluciones, expedida por la Asamblea Departamental de Bolívar, Cartagena Colombia 1917. Edición Oficial. Ordenanza Nº 34 Orgánica de la Universidad de Cartagena del 17 de Abril de 1917. Ver Artículo 10 sobre pénsum de la Facultad de Medicina, vigente hasta 1927 y Artículo 14 sobre los requisitos y formalidades de ingreso, reglamentado por el Gobierno Nacional. pp. 95-100; y que se recoge en la Ordenanza Nº 24 del año 1924, pp. 43,45 PRENSA OFICIAL A.H.C. Gaceta Departamental del 22 de Enero de 1937 Nº 7800. Decreto Nº 10 de 1937. A.H.C. Fondo Gobernación Gaceta Departamental 10 de mayo de 1935. No 7305. Decreto No 68 del 7 de mayo de 1935. A.H.C. Gaceta Departamental 1 de marzo de 1932 No 6391 Decreto Número 23. A.H.C. Gaceta Departamental 13 de marzo de 1931 No 6116. Sección de Dirección de Educación Pública. Decreto No 67 y 14 de Febrero de 1931. A.H.C. Gaceta Departamental 15 de mayo de 1930 Número 5876 Decreto No 101 del 12 de mayo de 1930.

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A.H.C. Gaceta Departamental 17 de agosto de 1939 No 7094. Sección de Dirección de Educación Pública. Decreto No 109 reorgánico de la Universidad de Cartagena del 27 de junio de 1939. A.H.C. Gaceta Departamental 18 de junio de 1930 Número 5.903 Decreto Número 153 del 14 de junio de 1930. A.H.C. Gaceta Departamental 2 de Mayo de 1931 Nº 6153 Ordenanza Nº 20. A.H.C. Gaceta Departamental 23 y 24 de Febrero de 1933. Nº 6676 y 6677. A.H.C. Gaceta Departamental 26 de agosto de 1930 Número 5955 Decreto No 226 del 22 de agosto de 1930, A.H.C. Gaceta Departamental 30 de abril de 1928 No 5285. Ordenanza No 49. A.H.C. Gaceta Departamental 4 de Enero de 1937 No 7.785 Ordenanza Número 11 de 1936. 31 de diciembre de 1936; Gaceta Departamental Decreto Número 10 de 1937. Acuerdo Número 9 del 2 de septiembre de 1936. A.H.C. Gaceta Departamental 5 de marzo de 1931 No 6109 Decreto número 60 del 12 de febrero de 1931. Por el cual se suspende el internado de la Universidad de Cartagena. A.H.C. Gaceta Departamental de Bolívar 17 de agosto de 1934 Número 7094. Decreto No 109 reorgánico de la universidad 27 de junio de 1934. A.H.C. Gaceta Departamental de1 7 de agosto de 1939 No 7094. Sección de Dirección de Educación Pública Decreto No 109 reorgánico de la Universidad de Cartagena del 27 de junio de 1939. A.H.C. Gaceta Departamental No 10799, 21 de septiembre de 1950. Decreto No 1112 de 1949. A.H.C. Gaceta Departamental. 15 de Mayo de 1930. Nº 5876. Decreto Nº 101(Dirección de Educación Pública).

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A.H.C. Gaceta Departamental. 2 de mayo de 1931 N 6153. Ordenanza No 20 «Por la cual se crea la Facultad de Ciencias Educacionales de la Universidad de Cartagena». 14 de Abril de 1931. A.H.C. Gaceta Departamental.18 de Junio de 1930. Nº 5903. PRENSA COMERCIAL A.H.C. La Patria 27 de Febrero de 1926. Página 1. «La manifestación de ayer ante el señor gobernador». Artículo reproducido por la Revista de Instrucción Pública de Bolívar año de 1926. A.H.C. La Patria. 16 de agosto de 1924. Nº 638 p 5. A.H.C. Diario de la Costa 10 de enero de 1929 No 3452 Página editorial. «En los Inicios del Año Pedagógico». A.H.C. Diario de la Costa 16 de Abril de 1929 Nº 3521 p. 8 Sobre la Universidad de Cartagena. Exposición de motivos (del dignatario de la Asamblea Pedro Castilla Pineda) A.H.C. Diario De la Costa 16 de Octubre de 1925 Nº 2.516 p.8. «El Escándalo de la Facultad de Medicina» (Artículo Anónimo) A.H.C. Diario De la Costa 17 de octubre de 1925 Nº 2.517 p. 8. «Como se desatiende la opinión pública» (Articulo Anónimo). A.H.C. Diario de la Costa 18 de diciembre de 1923. No 1993. p.1. «Vendrán técnicos pedagogos normalistas y especialistas profesionales para reorganizar la enseñanza pedagógica y científica en Bolívar. Por el mejoramiento de la Instrucción Pública» A.H.C. Diario de la Costa 1º de octubre de 1923 p. 6. «Conceptos sobre Centralización Universitaria» Medellín 29 de septiembre las ideas manifestadas por el «Correo Liberal». A.H.C. Diario de la Costa 23 de Enero de 1946. No 9207. 404

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A.H.C. Diario de la Costa 4 de Enero de 1929 No 3454. p. 1 A.H.C. Diario de la Costa 5 de octubre de 1923 No 1930. Página Editorial. «Centralización Universitaria Réplica al doctor Manuel Pájaro H.» A.H.C. Diario de la Costa 8 de septiembre de 1924 «Enérgica y levantada actitud de los estudiantes de Bolívar» A.H.C. Diario De la Costa, Periódico conservador. Cartagena 11 de julio de 1944: «La Universidad y sus Transformaciones». p. editorial 2. A.H.C. Diario De la Costa, Cartagena 4 de agosto de 1944, página editorial. Universidad y sus Transformaciones «Consolidado en el frente de Juventudes liberales en el Litoral Atlántico» A.H.C. Diario de la Costa, periódico conservador. Cartagena 20 de Julio de 1944. p.2: «Vanguardia Liberal». A.H.C. Diario de la Costa. (1923) No 1928. p.6. «La Reforma de la Instrucción, eliminación de las facultades profesionales seccionales». Aparecen firmando el Plan de Reforma Rafael Bernal Jiménez, José Daniel Camacho A., Guillermo Londoño, Jorge Soto Del Corral y José Luis Trujillo. A.H.C. Diario de la Costa. 21 de mayo de 1929 Número 3.548 Página 7. «La Extensión Universitaria» (Artículo publicado por la prensa «Correo de Colombia» de Medellín y reproducido por el Diario de la Costa). A.H.C. Diario de la Costa. 27 de Septiembre de 1923. Número 1.928 Página 6. «La reforma de la Instrucción, eliminación de las facultades profesionales seccionales», Bogotá 25 de septiembre. Firmado por José Daniel Camacho A, Guillermo Londoño, Jorge Soto del Corral, José Luis Trujillo y Rafael Bernal Jiménez. A.H.C. Diario de la Costa. 30 de septiembre de 1945. Nº 9110. p. 3. La nota del día (pagina editorial) «La juventud en la Política» Por Braulio Henao Blanco.

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A.H.C. Diario de la Costa. 4 de septiembre de 1923. Número 1903. Página Editorial 1. «Farsa Universitaria». Firmado por Germán Arciniegas. A.H.C. Diario de la Costa. 5 de Julio de 1944 en la columna «Universidad y sus transformaciones» dirigida por Jaime Gómez O’birne y Hernando Mouthon se reconocen los beneficios de la Cátedra Libre en la Universidad de Cartagena. «La trayectoria de la Cátedra libre continua desarrollándose con brillantez, conferencias sobre descentralización administrativa por Alberto Enrique Torres y sobre Reforma Constitucional por Jorge Soto Corral, abiertas al público. A.H.C. Diario De la Costa. 8 de Septiembre de 1924. «Enérgica y levantada actitud de los estudiantes de Bolívar. Resolución No 2 de la Junta Directiva de la Federación de Estudiantes». A.H.C. Diario de la Costa. Cartagena 11 de agosto de 1944. La Universidad y sus Transformaciones. Partido Socialista Democrático. Página Editorial. A.H.C. Diario De la Costa. Cartagena 11 de Julio de 1944. A.H.C. Diario de la Costa. Cartagena 4 de agosto de 1944 Página Editorial: «Universidad y sus Transformaciones». «Consolidado el frente de juventudes liberales en el litoral atlántico.» A.H.C. Diario de la Costa. Cartagena, 10 de julio de 1944. p.1. A.H.C. Diario La Patria 4 de octubre de 1928 No 1837. p. 8. «Las Olimpiadas de Cali y la Juventud Universitaria de Cartagena». Y la edición No 1902 del 24 de diciembre de 1928 «Otro triunfo de los universitarios de Cartagena en Cali». A.H.C. El Fígaro 14 de Enero de 1941 No 1374. «Perspectivas» Por Delfín Lugo Noguera (Estudiante de Derecho). A.H.C. El Fígaro 17 de Abril de 1941 Número 1452 «Trinchera». Firmado por El Bachiller. El Fígaro 7 de abril de 1941. No 1444 «Café del estudiante». El Fígaro 18 de abril de 1941 No 1452 «Claustro y Tribuna: Centro Literario 406

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Libre Estudiantil». A.H.C. El Fígaro 18 de abril de 1941 No 1452, Claustro y Tribuna «Centro Literario Libre Estudiantil». A.H.C. El Fígaro 29 de noviembre de 1940. No 1337. «Los piratas del profesorado» Firma Alberto Angulo Passos. Estudiante de Derecho. A.H.C. El Fígaro 7 de abril de 1941, No 1.444 «Café del Estudiante». A.H.C. El Fígaro 7 de enero de 1941 No 1373. A.H.C. El Fígaro junio 8 de 1944 No 2383. «Crisis Moral Universitaria» Firma Alberto Angulo Passos (Estudiante de Derecho). A.H.C. El Fígaro mayo 20 de 1944 No 2367. «Función Universitaria». Este artículo firmado con las iniciales L. E. P. reproduce: «un pliego de peticiones» de los estudiantes de la facultad de Derecho. A.H.C. El Fígaro mayo 22 de 1944 N 2368. «Reorganización universitaria o catástrofe». Firma Elías Gómez Cáceres. Estudiante de Derecho. A.H.C. El Fígaro Noviembre 28 de 1940. «La cuestión universitaria en la asamblea» Firma Miguel Arrieta Ballestas; El Fígaro 29 de noviembre de 1940 No 1.337 «Los piratas del profesorado» Firma Alberto Angulo Passos; EL Fígaro 21 de Junio de 1940 Número 1207 «La Política y la Universidad» Firma I. V. M (Ivo Seni); El Fígaro 4 de enero de 1941 No 1366 «A propósito del nuevo rector de la universidad» Página editorial. A.H.C. El Fígaro, 21 de Junio de 1940 No 1207, p. 4. «La Política y la Universidad», firmado por I. V. M. A.H.C. El Fígaro, Cartagena 8 de junio de 1944. p. 1 A.H.C. El Fígaro. Cartagena 10 de junio de 1944. p. 3. «El Comunismo en la Universidad»

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A.H.C. El Fígaro. Cartagena 19 de junio de 1944. p. 3 «Cátedra Libre». A.H.C. El Porvenir (1923). «La Universidad de Cartagena. La Escuela de Medicina». Por el doctor Manuel H. Pájaro (Decano de la Escuela de Medicina de Cartagena). No 7041. p.1 A.H.C. El Porvenir 10 de Julio de 1924 No 7710. A.H.C. El Porvenir 14 de julio de 1924 Edición No 7713 «Columna del Estudiante». A.H.C. El Porvenir 24 de Junio de 1924 Ediciones Nº 7700, Nº 7706 del 6 de junio de 1924, Nº 7708 del 8 de julio y Nº 7710 del 10 de julio. A.H.C. El Porvenir 24 de junio de 1924. No 7697. «La página del Estudiante. Columna del estudiante». Firman Mario Fernández Mendoza y Dimas Badel A.H.C. El Porvenir 26 de Junio de 1924 No 7708. A.H.C. El Porvenir 3 de octubre de 1923 Nº 7041. «La Universidad de Cartagena. La Escuela de Medicina. Manuel Pájaro H. Distinguido y antiguo colaborador de nuestro diario, autor del presente artículo combatiendo la centralización universitaria». A.H.C. El Porvenir 6 de Junio de 1924 No 7706. A.H.C. La Patria 10 de febrero de 1928. No 1648 p.1. «La Reforma Universitaria» (Nota editorial). A.H.C. La Patria 20 de enero de 1928 Número 1631. p.1 «Nuevo Rector de la Universidad». A.H.C. La Patria 21 de abril de 1928. Nº 1704 p.1.»La actitud de la sociedad y el pueblo de Ibagué». A.H.C. La Patria 25 de Febrero de 1926. «Por nuestra Universidad». Página editorial. Página 1.Artículo reproducido por la Revista de Instrucción Pública 408

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de Bolívar de 1926. A.H.C. La Patria 27 de enero de 1928 Número 1.637. p.1 «Cuestiones Universitarias». A.H.C. La Patria 27 de Febrero de 1926. Página 1.Revista de Instrucción Pública de Bolívar Año 1926, «Manifestación de gratitud de los estudiantes de medicina», Cartagena 7 de marzo de 1926, carta dirigida al presidente de la Asamblea Departamental del Atlántico, firman varios estudiantes de la facultad de medicina; Carta de la Asamblea Departamental del Atlántico al Consejo Directivo de la Universidad de Cartagena, Barranquilla 8 de marzo de 1926: «Significando que Asamblea Atlántico hace causa común con todos elementos que en esta ciudad se opone extinción benemérito instituto que tantos hombres ilustres en ciencias, letras ha dado patria colombiana», firman Julio Labarrera presidente de la Asamblea; Carta de agradecimientos del Director de Instrucción Pública de Bolívar a la Asamblea Departamental del Atlántico 10 de marzo de 1.926; y «Enérgica protesta del cuerpo de profesores de la Facultad de Medicina», 10 de marzo de 1926, dirigida al gobernador del departamento. A.H.C. La Patria 28 de Agosto de 1923. p 3. Carta del Secretario de la facultad F. C. Royo a Paulina Beregoff. A.H.C. La Patria 28 de marzo de 1928 No 1686 p 7. Proyecto de Ordenanza. «Por la Cual se dictan algunas disposiciones referentes a la Universidad de Cartagena». Firma Francisco Castilla G. Director de Educación Pública. A.H.C. La Patria 29 de Abril de 1930 No 2294. «Mas allá del Prevalecimiento Individual(Al Movimiento estudiantil). A.H.C. La Patria 29 de abril de 1930. No 2294. «Lamentables sucesos de ayer en la Asamblea». A.H.C. La Patria 3 de marzo de 1926. «Lo que debemos hacer en beneficio de la Universidad de Cartagena». Página Editorial. A.H.C. La Patria 30 de abril de 1930. No 2295 p.1. «Manifiesto», firmado por 409

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los estudiantes de las facultades de Derecho y Medicina que se solidarizan con la causa de los estudiantes de Filosofía y Letras en pro de la reforma universitaria A.H.C. La Patria 30 de abril de 1930. No 2295. «El Doctor Glockner dando un alto ejemplo de gallardía y desinterés renuncia a la rectoría de la universidad». A.H.C. La Patria 30 de Abril de 1930. No 2295. p. 1 «Manifiesto». A.H.C. La Patria 31 de Agosto de 1923. Nº 356. p. 3 «la señorita Beregoff presenta su renuncia de la cátedra de Bacteriología en la Escuela de Medicina». A.H.C. La Patria abril 14 de 1930 Número 2283 «Cuestiones Estudiantiles» Página Editorial; La edición número 2.286 de este mismo periódico de abril 19 de 1930 en torno a la Universidad. A.H.C. La Patria abril 14 de 1930. Edición No 2283. «Cuestiones Estudiantiles: Para ser rector de la Universidad de Cartagena es necesario ser Colombiano». Firma N. N. A.H.C. La Patria abril 22 de 1930. No 2284. Que hacen los estudiantes? Firma El Bachiller de Salamanca. A.H.C. La Patria abril 26 de 1930 Número 2.292 p4. «La manifestación Estudiantil de hoy ante la Asamblea Departamental». A.H.C. La Patria abril 29 de 1930 No 2294. «Juan Negado» Firma AVE (Aníbal Esquivia Vásquez). A.H.C. La Patria. 22 de agosto de 1923, Nº 328. p. 1. «La defensa de los universitarios». Aparece firmado por los estudiantes de Medicina y Ciencias Naturales. A.H.C. La Patria. 22 de agosto de 1923. Nº 348. p. 1: «Las Facultades Universitarias de los Departamentos», Reproducido del diario capitalino «La República» de fecha Julio 31.

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Educación Nacional. 1929 p. 42. A.H.C. Informe del director del Anfiteatro Anatómico, J. A. Caballero L., al señor rector de la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales de la Universidad de Cartagena, Rafael Calvo C., Cartagena diciembre de 1928. En libro de informe de Director de Educación Pública J. N. Botet. A.H.C. Informe del presidente de la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales de la Universidad de Cartagena Rafael Calvo Castaño al Director General de Educación Pública J. N. Botet, Cartagena 23 de Febrero de 1929. En Informe del Director de Educación Pública J. N. Botet. A.H.C. Informe del rector de la Facultad de Comercio Constantino Pareja al Director de Educación Pública José N. Botet Diciembre 15 de 1928. pp. 32,34. A.H.C. Informe del rector de la Universidad de Cartagena Carl Glockner al Director de Educación Pública del Departamento J. N. Botet Cartagena Diciembre 6 de 1928 En libro de Informes del Director de Educación Pública J. N. Botet A.H.C. Informe que el Rector de la Universidad de Cartagena al Director de Educación Pública del Departamento, Cartagena diciembre 6 de 1928. Firma Carlos Glockner. A.H.C. Libro de Informe del Director de Educación Pública de Bolívar. 1929, Informe del Presidente de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas… 1928 p.25. A.H.C. Libro de Informes del Director de Educación Pública al Ministro de Educación Nacional 1.929. Informe del presidente de la Facultad de Derecho de la Universidad de Cartagena, Sebastián R. Castell, al Director de Educación Pública de Bolívar Juan N. Botet Cartagena, noviembre 25 de 1928. pp. 2425. A.U.P.T.C. (Fondo Posada) Informe del Presidente de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Cartagena Sebastián R. Castell año 1929 presentado al Director de Educación Pública J. N. Botet. En Libro Memoria del Ministro de Educación Nacional al Congreso de 1930. Imprenta Nacional, Bogotá, 1930. A.U.P.T.C. Fondo Educativo Posada. Informe de la Comisión del Senado que estudió para segundo debate el proyecto de ley «Orgánica de la Instrucción Pública»: La Reforma Educacionista en Colombia sesiones del 28 de septiembre de 1926. Documento Impreso Bogotá Imprenta Nacional 1926. 412

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179 p.p A.U.P.T.C. Fondo Pedagógico No 12908. Informe del Director de Instrucción Pública de Bolívar, Luis Patrón Rosano al señor Gobernador del Departamento Lázaro María Pérez Ucróz. 1926, p 18. A.U.P.T.C. Fondo Pedagógico Nº 12908. Informe del Presidente de la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales, Doctor Rafael Calvo C., al Director de Instrucción Pública de Bolívar en informe del Director de Instrucción Pública de Bolívar, al señor Gobernador del Departamento.1926. p.386. A.U.P.T.C. Fondo Pedagógico Posada Informe del Director de Educación Pública Miguel Ángel Royo a la Gobernación del Departamento de Bolívar, año 1938 p15. A.U.P.T.C. Fondo Pedagógico Posada. Informe del Director de Educación Pública José Vicente Hernández, a la gobernación del Departamento de Bolívar año 1932. A.U.P.T.C. Fondo Pedagógico. Informe del Director de Educación Pública de Bolívar Gabriel Porras Troconis al Gobernador del Departamento de Bolívar Napoleón Franco Pareja. Año 1935 pp 23-26. A.U.P.T.C. Fondo Pedagógico. Informe del Rector de la Universidad de Cartagena y de la Facultad de Filosofía y Letras José Ulises Osorio al Gobernador del Departamento José María De la Espriella. 1932 pp 14-15. A.U.P.T.C. Fondo Pedagógico. Informe del Rector de la Universidad de Cartagena José Ulises Osorio año 1932. p 5. A.U.P.T.C. Fondo Posada Informe de Director de Educación Pública del Departamento de Bolívar J. N. Botet dirigido al Ministerio de Educación Pública 15 de febrero de 1930; Informe del Director de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas Sebastián R. Castell a la Dirección de Educación Pública año 1929; Informe del rector de la Universidad de Cartagena Carl Glockner dirigido al Ministerio de Educación Nacional, sobre la marcha de la Universidad de Cartagena en el año de 1929, Cartagena Mayo 10 de 1930. Documentos publicados en Libro Memorias del Ministro de Educación Nacional al Congreso de 1930. Imprenta Nacional República de Colombia. Bogotá, 1930. A.U.P.T.C. Fondo Posada Informe del presidente de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas Sebastián R. Castell de la Universidad de Cartagena al Director de Educación Pública del Departamento de Bolívar Diciembre 31 de 1930. Informe del Director de la Facultad de Ingeniería A. Nordio al Director de Educación Pública del departamento de Bolívar sobre el año 413

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lectivo de 1930 febrero 5 de 1931. Informe del Director de la Facultad de Comercio Constantino pareja al Director de Educación Pública del departamento de Bolívar diciembre 31 de 1930. En memoria del Director de Educación Pública de Bolívar al Gobernador del departamento año 1931. A.U.P.T.C. Fondo Posada Informe del Rector de la Universidad de Cartagena, Raúl Vélez G. 28 de noviembre de 1930 a la Dirección General de Educación Pública de Bolívar. Edición Oficial Cartagena Departamento de Bolívar. A.U.P.T.C. Fondo Posada Informe Director de Educación Pública Gabriel Torres Troconis al Gobernador del Departamento de Bolívar Napoleón Franco Pareja 1935. Cartagena. Departamento de Bolívar pp. XXV-XXVI. A.U.P.T.C. Fondo Posada. Informe del rector de la Universidad de Cartagena, 28 de noviembre de 1930 al señor director general de Educación Pública. En libro memoria del director de Educación Pública de Bolívar año 1931. Imprenta Departamental Cartagena Departamento de Bolívar. p. 1. A.U.P.T.C. Fondo Posada. Informe del Señor Director de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Cartagena, Doctor A. Nordio sobre el año electivo de 1930, al Señor Director de Educación Pública del Departamento de Bolívar, Cartagena Febrero 5 de 1931. p.10 y p.11 En Libros de Memoria de Director de Educación Pública de Bolívar al Gobernador del Departamento año 1931 Documentos Impresos «Imprenta Departamental» Edición Oficial Departamento de Bolívar Cartagena. A.U.P.T.C. Fondo Posada. La Reforma Educacionista en Colombia. Informe de la Comisión del Senado que estudió para el segundo debate el Proyecto de Ley Orgánica de la Instrucción Pública. Senador J. M. Yépez. Senado de la República. Sesiones de 1926. Bogotá, Imprenta Nacional, 1926. pp 109110 A.U.P.T.C. Informe del Director de Educación Pública de Bolívar al Gobernador del Departamento en 1932. José Vicente Hernández. p. 23. A.U.P.T.C. Informe del Director de Educación Pública José V. Hernández a la gobernación del Departamento de Bolívar Cartagena marzo 10 de 1933. p. XIII A.U.P.T.C. Informe del rector Carlk Glockner sobre la marcha de la Universidad de Cartagena en el año de 1929. Presentado al ministro de Educación Nacional. En Memoria del Ministro de Educación Nacional al Congreso de 1.930.Imprenta Nacional-1930-Bogotá pp 113 y 114. A.U.P.T.C. Informe del rector de la Facultad de Filosofía y Letras de la 414

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Universidad de Cartagena José Ulises Osorio a la Gobernación del Departamento, sobre las tareas del año lectivo de 1932. (Entiéndase aquí por rector el Director de la Facultad y que al tiempo ocupa el cargo de Rector General de la Universidad de Cartagena). A.U.P.T.C. Informe del Rector de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cartagena año 1932. A.U.P.T.C. Informe del director de la Escuela Normal de Institores de Cartagena Luis R. Caparroso F. al señor Director de Educación Pública del Departamento de Bolívar año de 1930. En memoria del Director de Educación Pública de Bolívar…año de 1931. A.U.P.T.C. Reformas Universitarias. Informe de una comisión del Congreso Pedagógico Nacional. República de Colombia. Imprenta Nacional. Bogotá, 1918. A.U.P.T.C. Memorias del Director de Educación Pública de Bolívar. Año 1931. A.U.P.T.C. Biblioteca Fondo Posada 2336 Compilación de Conferencias. Carl Glockner «Apuntes sobre la Instrucción Pública en Alemania» Quinta conferencia de la Semana Pedagógica 1925. p 131-32,135. REVISTAS A.H.C. Revista de Instrucción Pública año 1926. Resoluciones del Consejo Directivo de la Facultad de Medicina Resolución No 15. A.H.C. Revista de Instrucción Pública de Bolívar, año de 1926. Resolución No 1, La Conferencia de Profesores. Página 182. 24 de febrero de 1926. A.H.C. Revista de Instrucción Pública de Bolívar. Tomo IV año 1926. «Las necesidades de la Universidad» Informe verbal del doctor rector de la Universidad de Cartagena Manuel Dávila Flórez a la Asamblea Departamental sobre las necesidades del instituto. Año 1923 p.193. A.H.C. Fondo Gobernación. Revista de Instrucción Pública de Bolívar. Año 1926 tomo IV. «Acta de la reunión de los directores generales de instrucción pública del 17 de febrero de 1926, celebrada en la capital de la República, relacionada con la centralización universitaria.» pp. 212-218. A.H.C. Revista de Instrucción Pública. 1929 Edición Oficial Imprenta Departamental. Informe del Director de Educación Pública al señor Gobernador del Departamento. Cartagena 1929, e Informe del presidente de la Facultad de Medicina y Ciencias Naturales de la Universidad de 415

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Cartagena al Director General de Educación Pública. 1928. p.108. A.U.P.T.C. Fondo Posada. Revista Universidad. (1928) Número 92, pp.91-93; 5 de Agosto de 1928. Número 93. pp. 137-138 y 11 de agosto de 1928. No 94. pp. 148-150. «La Función Política de la Universidad». Conferencia dictada por Germán Arciniegas en la Universidad Libre en conmemoración de los 10 años del Movimiento de Córdoba-Argentina. A.U.P.T.C. Fondo Posada. Revista Universidad. (1928). No 92. pp. 143-145. «Ideales del Congreso de Ibagué». Discurso pronunciado por Carlos Lleras Restrepo en el Segundo Congreso Nacional de Estudiantes y reconstruido especialmente para «Universidad». A.U.P.T.C. Fondo Posada. Revista Universidad. (1928). No. 100. pp. 315-317. «La Nueva Generación y el momento actual del país». Por Rafael Bernal Jiménez. A.U.P.T.C. Fondo Posada. Revista Universidad. Agosto 18 de 1921. No 14. p. 228. A.U.P.T.C. Fondo Posada. Revista Universidad. Críticas Cuestiones Estudiantiles, información. Director Germán Arciniegas. Bogotá mayo 12 de 1921. No 7. pp. 117- 118. A.U.P.T.C. Fondo Posada. Revista Universidad. Mayo 19 de 1921. pp. 133-134. A.U.P.T.C. Fondo Posada. Nota Editorial de la Revista Universidad No 6 Bogotá 1921. A.U.P.T.C. Revista Universidad. Marzo 21 de 1921 (La paginación del periódico no es visible). «No hay Mal que por bien no venga» Firmado por las iniciales L.F.R. A.U.P.T.C. Fondo Posada. De la Calle, Hernando. «Nuestra Causa», manifestación ante el Presidente de la República Mayo 1921. En Revista Universidad, fragmentos 1921. LIBROS DE ACTAS Y OFICIOS A. H. C. «Acta de la sesión del día del 18 de febrero de la Asamblea Pedagógica que se reunió en Bogotá para estudiar el proyecto de ley.» pp. 218-223. A.F.D.U de C. Libro de Oficios recibidos 1941-1942 Carta de la Federación de Empleados de Bolívar a la Facultad de Derecho, julio 30 de 1942 (Sobre petición al decano de la facultad de Derecho para organizar un ciclo de conferencias culturales). 416

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A.F.D.U.C. Libro de oficios recibidos. Carta del Director de Educación Pública de Bogotá Francisco Rodríguez Badel al Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Cartagena Miguel Ángel Royo, Marzo 8 de 1941. A. F. M. U de C. Libro de Actas del Consejo Directivo Acta del 15 de octubre de 1925 A.F.M.U de C. Libro de Actas de graduación 1925. Acta de grado de Paulina Beregoff. A.F.M.U. de C. Libro de Actas del Consejo Directivo. Acta del 14 de octubre de 1925 A.F.M.U de C. Libro de exámenes preparatorios de grado 1913-1926 A.F.M.U. de C. Libro de posesiones 1932. A.F.M.U. de C. Libro de posesiones año 1933. A.F.M.U.C. Libro de Posesiones (1921-1.936). LEGISLACIÓN NACIONAL A. U. P. T. C. Proyecto de Ley de la Segunda Misión Pedagógica. A.U.P.T.C. Fondo Pedagógico Posada 2336 Proyecto de Ley Orgánica de la Universidad Nacional de Colombia 1935 pp 9-10. A.U.P.T.C. Fondo Posada Nº 2336 Proyecto de Ley orgánica de la Universidad Nacional de Colombia 1935 A.U.P.T.C. Fondo Posada. Misión Pedagógica. Proyecto de Ley Orgánica de la Instrucción Pública y exposición de motivos. Mensaje presidencial. 1925. Sociedad Editorial, p. 101-103. A.U.P.T.C. Fondo Posada. Proyecto de Ley Orgánica de la Universidad Nacional de Colombia 1935. Editorial Minerva S.A. Bogotá pp. 13-14. A.H.C. Respuesta del Ministro de Instrucción Pública José Ignacio Vernaza a la Asamblea Departamental del Atlántico, marzo 11 de 1926. FUENTES BÁSICAS CONSULTADAS NO CITADAS · ·

A.H.C. Diario de la Costa. 13 de Agosto de 1945. Nº 8836. Página 2. La Universidad y sus transformaciones. A.H.C. La Patria 28 de marzo de 1928 No 1686 p 1. «Proyecto de Ordenanza 417

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sobre reforma universitaria de carácter pedagógico: Ampliación del edificio, mejoras de sueldos a los profesores, adquisición de laboratorios». Reforma Rectoría Carl Glockner. A.H.C. La Patria. Lunes 14 de enero de 1929 No 1914. p.5. «Reforma Rectoría Glockner. Carta del vicerrector a este cuestionamiento.» Correspondencia despachada 1950. Archivo de la Facultad de Química y Farmacia. Informe sobre las bases de la Facultad. Anexo # 3, 4 y 5. Diario de la Costa. 14 de Julio de 1944. Nº 8810. p.3. La Universidad y sus transformaciones. Diario de la Costa. 15 de Abril de 1944. Pág 2. Nª 8134. Reformas Académicas. Organización Sindical de Profesores. Diario de la Costa. 17 de Agosto de 1944. Nº 8839. p.3. La Universidad y sus transformaciones. Diario de la Costa. 21 de Septiembre de 1944. Nº 8869.p.3. Huelga de profesores por renuncia del Dr. Miguel A Lengua a su cargo de Rector de la Universidad y Decano de la Facultad de Medicina. Diario de la Costa. 31 de Julio de 1943. Nº 7908. Movimiento Estudiantil. Congreso Nacional Estudiantil con sede en Cartagena. El Fígaro- 26 de Abril de 1941. p.4. Nº 1460. Crítica a la Burocracia dentro de la Universidad. «El hombre entusiasta» El Fígaro. 21 de Octubre de 1941. Nº 1604. Crítica al Rector de la Universidad de Cartagena. El Fígaro. 10 de Junio de 1944. Nº 2385. p.3. El comunismo en la Universidad. El Fígaro. 13 de Junio de 1939. Nº 808. Página 1. Reformas Edilicias y funcionamiento de programas. Visita de la Asamblea. Reforma y Modernización Universitaria, periodo Liberal. Alfonso López (1930-1946), El Fígaro. 2 de Junio de 1944. Nº 2378. p.1. Comité Anticomunista. El Fígaro. 26 de Noviembre de 1940. Nº 1334. p.3. El problema Universitario. Reformas y Modernización Universitaria. El Fígaro. 28 de Noviembre de 1940. Nº 1336. p.5. la cuestión universitaria en la Asamblea. Reformas y Modernización Universitaria. El Fígaro. 8 de Junio de 1940. Nº 1196. p.1. Manifestación Estudiantil Universitaria por la no entrega de presupuesto a la Universidad. El Fígaro. 9 de Junio de 1944. Nº 2384. p.2. Universidad, Tradición y Espíritu. Gaceta Departamental 29 de Febrero de 1932 # 6390. Dirección de 418

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Educación Pública. Decreto # 18. Reformas Académicas. Exámenes de revisión de la Facultad de Derecho. Gaceta Departamental de Bolívar. 20 de Mayo de 1930. Nº 5880. Se nombra por el Gobierno Nacional como Director de Educación Pública a José Maria Lozano. Gaceta departamental, 24 de Noviembre de 1934 nº 7173. Reforma Administrativa Otorgación titulo autonomía. Gaceta Departamental. 18 de Agosto de 1934. Nº 7095. Reforma Administrativa. Conferencia de Rectores en Bogotá. Gaceta Departamental. 22 de Enero de 1937. Nº 7800. Decreto Nº 6 de 1937. Nombramiento Rector de la Universidad a Don Miguel A. Lengua. Gaceta Departamental. 22 de Enero de 1937. Nº 7800. Decreto Nº 11 de 1937. Se reglamenta la inversión del auxilio nacional por $ 20.000 para la Universidad de Cartagena. Gaceta Departamental. 26 de Noviembre de 1934. Plan de Estudios de las Universidades Nacionales. Gaceta Departamental. 30 de Marzo de 1938. Nº 8041. Decreto Nº 65 de 1938. Se aprueba una resolución del Consejo Directivo. Gaceta Departamental. 4 de Mayo de 1931. Nº 6154. Nombramiento Rector de la Universidad a Fernando de la Vega y Vicerrector Benjamín Moreno. Gaceta Departamental. 4 de Mayo de 1931. Nº 6154. Nombramiento Rector de la Universidad a Fernando de la Vega y Vicerrector Benjamín Moreno. Gaceta Departamental. 10 de Mayo de 1935. Nº 7305. Dirección Pública. Decreto Nº 68. Sistema de Provisión de Cátedras en las Facultades de Derecho y Medicina. Gaceta Departamental. 11 de Abril de 1940. Nº 9404. Reforma Administrativa. Presupuesto de la Universidad. Gaceta Departamental. 11 de Julio de 1940. Nº 9440. Reforma Administrativa. Rector Francisco Obregón. Gaceta Departamental. 13 de Agosto de 1934. Nº 7091. Reforma Administrativa. Rector de la Facultad de Medicina Nicolás Macario. Gaceta Departamental. 13 de Agosto de 1934. Nº 7091. Reforma Administrativa. Rector de la Facultad de Medicina Nicolás Macario. Gaceta Departamental. 15 de Julio de 1938. Nº 9025. Reforma Administrativa. Presupuesto. Gaceta Departamental. 16 de Febrero de 1938. Nº 8007. Decreto Nº 9 de 1938. 419

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Gaceta Departamental. 17 de Agosto de 1938. Nº 9049. Reforma Académica. Promoción del Deporte. Integrantes Equipo de basketball. Gaceta Departamental. 17 de Febrero de 1938. N 8008. Decreto # 12 de 1938. Aumento de número de profesores en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad de Cartagena. Gaceta Departamental. 18 de Octubre de 1940. Nº 9505. Reforma Administrativa. Decano de Derecho y Ciencias políticas Miguel Ángel Royo. Gaceta Departamental. 18 de Marzo de 1938. Nº 8032. Decreto Nº 40 de 1938. Gaceta Departamental. 2 de Junio de 1939. Nº 9267. Dirección de Educación pública. Decreto # 53 de 1939. Reforma académica Normalista de Institutores Universidad de Cartagena. Gaceta Departamental. 20 de Junio de 1939. Nº 904. p.7. Actividades Culturales. Homenaje a la labor del Rector Miguel A Lengua.. Gaceta Departamental. 23 de Febrero de 1938. Nº 8013. Reforma Administrativa. Decano de Derecho y Ciencias políticas José Santos C. Gaceta Departamental. 23 de Marzo de 1938. Nº 8035. Órgano de Educación Nacional. Gaceta Departamental. 26 de Agosto de 1932. Nº 6531. Reforma Administrativa. Rector de la Facultad de Derecho y Ciencias políticas Simón Bossa. Gaceta Departamental. 27 de Julio de 1940. Nº 9449. Reforma Administrativa. Presupuesto. Gaceta Departamental. 6 de Septiembre de 1932. Nº 6540. Reforma Administrativa. Rector de la Facultad de Medicina Rafael Calvo. Gaceta Departamental. 9 de Agosto de 1939. N 7088. Decreto # 86 de 1939. Página 5. Reformas Administrativas. Aumento del personal de profesores y asignación por cada hora que dicten a $ 1. Informe del director de Educación Pública de Bolívar (Gabriel Porras Troconis) al Señor Gobernador del Departamento 1934. Universidad de Cartagena. Informe del director de Educación Pública del Departamento. J.N. Botet. Dirigido al Señor Ministro de Educación Pública, sobre las labores realizadas en este ramo durante el año 1929. Informe del director de Educación Pública José Gabriel de la Vega al Gobernador del Departamento Don Carlos del Castillo. 1 de Junio. Año 1935. 420

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Informe del Rector de la Facultad de Filosofía y letras de la Universidad de Cartagena al Director de Educación Pública. 1932. José Ulises Osorio. La Patria. 4 de Marzo de 1930. Nº 2249. Reformas Edilicias. Rectoría Glockner. Reconstrucción física de la Universidad. Libro de resoluciones del Consejo Directivo de la Facultad de Medicina. 1929-1951. Resolución # 35. Año 1931. Reforma Académica. Aceptada Monografía del Dr. Eusebio Vargas Vélez como Tesis de Grado por optar el titulo de Médico Cirujano. Memorial del Director de Educación Pública de Bolívar al Señor Gobernador de Bolívar. Año 1931. Memorial del Ministro de Instrucción y Salubridad públicas al congreso de 1927. Imprenta Nacional. 1927. Misión Pedagógica Alemana. Proyecto de Ley Orgánica de la Instrucción Pública y Exposición de motivos. Firman: Antón Eifel, Kart Decaer y Carl Glockner. Miembros de la Misión Alemana. Pedro Nel Ospina. Año 1925-130 Observaciones al Proyecto de Ley sobre Instrucción. Año 1925. Sociedad Educativa República de Colombia. Biblioteca UPTC. Fondo Pedagógico UPTC 2863. Colección de cuadernos # 28. Ordenanza # 2. Año 1929. Reforma Edilicias. Rectoría Glockner. Ampliación del edificio de la Universidad de Cartagena. Ordenanza # 3. Año 1929. Reformas Edilicias. Rectoría Glockner. Apertura crédito continuación y reconstrucción del edificio de la Universidad de Cartagena Ordenanza # 31. Rectoría Glockner. Celebración del primer centenario de la universidad. Proyecto de Ley Orgánica de la Instrucción Pública. Año 1926. Senado de la República. Bogotá. Imprenta Nacional. 1926. Reforma Educacionista en Colombia. Año 1929-1930- 1-179 páginas. Reformas Universitarias. Año 1918. Informe de una comisión del congreso Pedagógico Nacional de 1917 sobre el mejoramiento en el plan de estudios mediante orientaciones más prácticas. 1918. Bogotá. Imprenta Nacional. Miscelánea de Educación. Fondo Posada 2336. Influencia del Positivismo. Reformas y Modernización Universitaria. Periodo Liberal. Alfonso López Pumarejo. 1930-1946. Resolución # 1. Año 1946. Reformas Académicas. Exámenes para 421

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ingreso a la facultad de Medicina. Resolución # 100. Año 1937. Refor mas Administrativas. Nombramiento de profesores de la Facultad de Medicina. Resolución # 103. Año 1937. Refor mas Administrativas. Nombramiento de profesores de la Facultad de Medicina Resolución # 104. Año 1937. Reformas movimiento estudiantil. Solicitud de estudiantes por excursión a Medellín patrocinada por el gobierno departamental. Resolución # 104. Año 1944. Reformas Académicas. Servicio de Biblioteca Facultad de Medicina Resolución # 109. Año 1938. Reforma Administrativa. Petición de un estudiante extranjero para cursar estudios de Medicina en la Facultad. Resolución # 115. Año 1940. Reformas Académicas. Calificación y asistencia de estudiantes de Medicina. Resolución # 118. Año 1940. Reformas académicas. Creación del departamento de Anatomía y de Física Operativa de la Facultad de Medicina. Resolución # 119. Año 1945. Reformas Académicas. Requisitos de Admisión de estudiantes a la Facultad de Medicina Resolución # 120. Año 1940. Reformas Académicas. Presentación de Tesis para optar el titulo de Médico. Resolución # 122. Año 1940. Reformas académicas. Impulso a los estudios prácticos de la Facultad de Medicina en la Cátedra de Histología y Embriología. Resolución # 124. Año 1941. Reforma Administrativa. Reglamento interno de la Facultad de Medicina. Asistencia de los profesores. Resolución # 126. Año 1941. Reforma Administrativa. Reglamento interno de la Facultad de Medicina. Deberes de los profesores. Resolución # 127. Año 1941. Reforma Administrativa. Reglamento interno de la Facultad de Medicina. Modificaciones Asistencia y Deberes de los profesores. Resolución # 128. Año 1941. Reformas Académicas. Extensión de los estudios de Medicina. Ampliación de los estudios de la Facultad de Medicina, Inscripción para profesionales médicos graduados que deseen exponer los casos de la práctica profesional. Resolución # 129. Año 1941. Reformas Administrativas. Creación de un premio de becas y exención de matriculas en la Facultad de Medicina, 422

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como estimulo a los estudiantes. Resolución # 13. Año 1946. Reformas Académicas. Creación del curso de Farmacología en la Facultad de Medicina.. Resolución # 132. Año 1942. Reforma Administrativa. Adjudicación de becas y exoneración de matriculas a varios estudiantes de Medicina. Resolución # 135. Año 1942. Reformas Administrativas. Nombramiento de profesores de la Facultad de Medicina Resolución # 136. Año 1942. Reformas Administrativas. Nombramiento de profesores de la Escuela de Enfermería. Resolución # 139. Año 1942. Reformas Académicas. Exámenes finales de la facultad de Medicina. Resolución # 14. Año 1943. Reforma Administrativa. Reglamento interno. Indisciplina de dos estudiantes de Enfermería. Se les cancela la matricula. Resolución # 14. Año 1943. Cancelación de 2 matriculas a alumnas de la Escuela de Enfermería por indisciplina. Resolución # 14. Año 1946. Reformas Académicas. Creación de curso de Fisiología en la Facultad de Medicina. Resolución # 144. Año 1943. Reforma Administrativa. Reglamento interno de la Facultad de Medicina, sobre deber de profesor interino. Resolución # 147. Año 1943. Reformas Académicas. Exámenes finales de la facultad de Medicina. Resolución # 152. Año 1944. Reformas Académicas. Concurso para el internado de los estudiantes de Medicina Resolución # 153. Año 1944. Reformas Académicas. Solicitud de los estudiantes de Medicina para modificar el programa oficial del curso de Química General, que se viene rigiendo de acuerdo con la Universidad Nacional. Resolución # 154. Año 1944. Reformas Administrativas. Reglamento interno. Indisciplina de un estudiante de Medicina; se le retira por 4 meses. Resolución # 155 Año 1945. Reformas Culturales. Actividades Culturales. Deporte: Equipo de Basketball en Facultad de Medicina. Resolución # 156. Año 1945. Reformas Académicas. Consecución de cadáveres para el anfiteatro. Resolución # 16. Año 1943. Se hacen nombramientos en la Facultad de Medicina. Resolución # 161. Año 1945. Reforma Administrativa. Reglamento 423

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interno de la Facultad de Medicina. Sanción por inasistencia a profesores. Resolución # 162. Año 1945. Reformas Académicas. Lista de estudiantes admitidos en la Facultad de Medicina Resolución # 163. Año 1945. Reforma Administrativa. Aumento del pensum de la Facultad de Medicina por la anexión de la escuela de farmacia, parteras y enfermeras. Resolución # 164. Año 1945. Reformas Académicas. Concurso de internado hospitalario de los estudiantes de Medicina. Resolución # 168. Año 1945. Reformas Académicas. Excursión a alumnos que terminaron exitosamente estudios de Medicina. Resolución # 169. Año 1945. Reformas Académicas. Viaje de estudios de acercamiento cultural de alumnos internos de Medicina. Resolución # 171 Año 1945. Reformas Culturales. Actividades Culturales. Deporte: Equipo de Basketball de la Facultad de Medicina. Resolución # 188. Año 1946. Reforma Académica. Nuevo pensum de la Escuela de Enfermería anexa a la Facultad de Medicina. Resolución # 195. Año 1946. Reformas Culturales-Académicas: Congresos. Delegación de la Facultad de Medicina al primer congreso Panamericano de Otorrinolaringología y Bronco-Esofagología (ChicagoEEUU). Resolución # 196. Año 1946. Reforma Académica-Administrativa. Médicos Internos de la Facultad de Medicina. Resolución # 197. Año 1946. Reforma Académica. Reforma del pensum de la Escuela de Enfermería. Resolución # 20. Año 1943. Reformas Académicas. Biblioteca de la Facultad de Medicina. Resolución # 22. Año 1943. Reformas Administrativas. Reglamento interno. Indisciplina de un estudiante. Resolución # 25. Año 1946. Reforma Administrativa. Licencia para separarse del cargo de Director de la Escuela de Enfermería, anexa a la Facultad de Medicina. Resolución # 28. Año 1946. Reforma Administrativa. Nombramiento de asesor técnico de la Escuela de Enfermería. Resolución # 29. Año 1942. Reformas Académicas. Estimulo de Estudios a Medellín de los dos mejores estudiantes de la Facultad de Medicina. Resolución # 37. Año 1946. Reformas Académicas. Se nombra al 424

Modernidad Universidad y Región: El Caso de la Universidad de Cartagena 1920-1946

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estudiante de Medicina Antonio Ambrad para el curso de Especialización Radium en Bogotá. Resolución # 38. Año 1931. Reformas Administrativas. Otorgación del titulo de Médico a estudiantes extranjeros. Resolución # 385. Año 1941. Reformas Académicas. Examen de Admisión. Resolución # 39. Año 1946. Reformas Administrativas. Licencia para separarse del cargo de Jefe de trabajos prácticos de cirugía experimental. Facultad de Medicina. Resolución # 399. Año 1941. Reformas Administrativas. Reglamento interno. Indisciplina de un estudiante. Resolución # 42. Año 1932. Reforma Administrativa. Adopción del nuevo reglamento de la Facultad de Medicina Universidad Nacional en la Facultad de Medicina Universidad de Cartagena. Resolución # 44. Año 1932. Reforma Administrativa. Nombramiento de profesores por renuncia de varios de la Facultad de Medicina. Resolución # 45. Año 1932. Reforma Administrativa. Nombramiento de profesores por renuncia de varios de la Facultad de Medicina. Resolución # 46. Año 1932. Reforma Administrativa. Nombramiento de profesores. Resolución # 49. Año 1932. Reformas Académicas. Memorial de algunos alumnos de Medicina para solicitar al consejo directivo de la Facultad que se les califique por año. Resolución # 50. Año 1932. Reformas Académicas. Exámenes anuales de Grado de Medicina. Resolución # 55. Año 1932. Reforma Administrativa. Nombramiento de profesores de la Facultad de Medicina. Resolución # 57. Año 1934. Reformas académicas sobre dotación de laboratorios de la Facultad de medicina. Resolución # 63. Año 1934. Reformas Académicas. Creación del carnet estudiantil y dotación de bibliotecas. Resolución # 64. Año 1935. Reforma Administrativa. Nombramiento de profesores de la Facultad de Medicina por renuncia de algunos. Resolución # 66. Año 1935. Reforma Administrativa. Concurso para Jefes Clínica. Resolución # 67. Octubre 6 de 1947. Se concede un examen a la escuela de Enfermería que funciona en el Hospital Santa Clara. 425

Dora Piñeres de la Ossa

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Resolución # 71. Año 1936. Reglamento interno. Sanción a un profesor por inasistencia. Resolución # 76. Año 1936. Renuncia de un profesor de la Facultad de Medicina Resolución # 76. Año 1946. Septiembre 10 de 1946. Reforma Académica Creación de la escuela de Parteras anexa a la Facultad de Medicina.. Resolución # 76. Año 1946. Septiembre 12 de 1946. Reforma Académica. Aplazamiento de la inauguración de la Escuela de Parteras. Resolución # 77. Año 1946. Reforma Académica. Compra en E.E.U.U New York de un equipo para laboratorio de la Facultad de Medicina. Resolución # 91. Año 1946. Reformas Culturales. Nombramiento de la delegación médica de Cartagena para la 5º semana médica nacional en Barranquilla. Resolución # 94. Año 1946. Reforma Académica. Auxilio de la Facultad de Medicina al Dr. Antonio Ambrad para sus estudios de especialización en Bogotá. Resolución # 95. Año 1946. Reformas Administrativas. Reglamento interno. Indisciplina de un estudiante de Medicina por estado de Beodez; es suspendido por 1 mes. Resolución # 96. Año 1937. Reformas Administrativas. Reglamento interno. Memorial de un alumno para que se le anule la sanción de vagancia por pérdida de curso. UPTC. Biblioteca. Primera Semana Pedagógica. Año 1925. Tunja. Compilación de conferencias Aspectos de Pedagogía General/ Higiene Escolar/ Instrucción Civil. Visión de nuestra Institución docente/ Apuntes/ Instrucción Pública. Año 1928-1930

FUENTES ORALES ENTREVISTAS EGRESADOS DE LA UNIVERSIDAD DE CARTAGENA (2000- 2002) José Álvarez Quezada, Cartagena, Bachiller, Odontólogo (1950) Antonio Ambrad Domínguez, San Estanislao-Bolívar, Médico (1938-1945) Roberto Ambrad Domínguez, San Estanislao-Bolívar, Medico (1942-1948) Jaime Angulo Bossa, Cartagena, Bachiller 1941-1942, Abogado (1943426

Modernidad Universidad y Región: El Caso de la Universidad de Cartagena 1920-1946

1947) Simón Bossa López, Arjona. Bolívar, abogado. 1946 Carlos Barrios Angulo, Calamar- Bolívar, Medico (1942-1948) Alfonso Betancourt Castellar, Malagana- Bolívar, Bachiller- Medico (19411946-1947-1952) Lino Bertancourt Villadiego, Cartagena, bachiller, 1930- 1937 Juan Burgos Arteaga, Lorica- Córdoba, médico (1942-1948) Gabriel Bustamante Muñoz, abogado 1939 Francisco Bustillo Cuevas, médico (1944) Boris Rafael Calvo Del Río, médico, (1948-1954) Eduardo Castilla, Turbaco- Bolívar, químico farmaceuta (1939-1950) Marta Clark, Barranquilla, abogada (1950-1955) Georgina Consuegra Lujan, Cartagena, enfermera (1943-1946) Apolinar Díaz callejas, Los Palmitos-Sucre, abogado (1942-1946) Beatriz haydar Ordage, Cartagena, médico (1943-1949) Apolinar Hoyos Fortich, Cartagena, bachiller 1936-1941, médico, (19421947) Luciano Lepesqueur, Lorica Córdoba, medico (1941-1948) Roberto Mordecay Marrugo, abogado, Cartagena,(1942-1947) Humberto Ordosgoitia Yarzagaray, Sahagún-Córdoba, bachiller,médico (1938-1943-1944-1950) Daría María Uribarren Donado, Colosó, ingeniera civil (1962-1968) Patricio Villalba Verbel, Sampues- Sucre, bachiller, abogado (1927-1932) Antonio Vélez, Cartagena, abogado, (1940-1945) Ignacio Arturo Vélez Martínez, Cartagena, abogado (1937-1942) Alberto Zabaleta, Turbaco –Bolívar, médico.

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Esta obra se revisó bajo los parámetros del Manual práctico de estilo de Ramón Sol de la editorial Urano, y el diccionario de la Real academia española, de editorial Espasa-Calpe.

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