Modernidad líquida

Modernidad líquida
¿Cuál es la influencia del capitalismo en la Modernidad Líquida?
La modernidad líquida es un concepto acotado por Zigmunt Bauman, para hacer referencia a una sociedad completamente individualizada, que realmente no está interesada en generar lazos profundos con sus pares. Más que una superación de la modernidad, hace referencia a una figura de cambio, a la transitoriedad de la desregulación y la liberación mercantil.
La influencia que ha ejercido el capitalismo sobre esta actitud líquida, tiene sus orígenes en la asimetría del poder económico. La teoría neoliberal, que defiende los intereses individuales sobre los colectivos; también defiende la privatización de la empresa. Dicha decisión crea un sistema cada vez más escalonado, es decir, cada sector está más alejado del otro. El todo cohesionado que pretende ser la institución pública, se ve interrumpido por las dinámicas del sistema capitalista de privatización medios.
Ahora bien, cada medio, cada organización, cada empresa que tiende a la privatización, no ofrece a los actores laborales que hacen parte de ella, generar adherencia y sentido de pertenencia. El sistema general es cambiante, la metáfora de la liquidez intenta dar cuenta de la precariedad en los vínculos humanos, dentro de un sistema social que se ha tornado en extremo individualista. La actitud del individuo en un reflejo de las dinámicas del sistema general. Las relaciones interpersonales, o laborales se convierten en vínculos volátiles, únicamente dispuestos para la interacción limitada de la ocupación.
Bauman habla incluso del amor líquido. La responsabilidad que se debería sentir para con la pareja se ha diluido y se ve reemplazada por un contacto aleatorio mediante pantallas y medios digitales. Es un estadio simbólico carente de certezas. Aquel ser humano que luchó en la modernidad por obtener racionalmente libertades civiles y deshacerse de la tradición, se encuentra finalmente con la libertad anhelada, llena de responsabilidades y permeada por los propios temores de los individuos. Lo anterior, aunado a los fenómenos propios del capitalismo actual, que por su carácter propio de deslinde del ser humano, arruina la visión de compromiso del individuo.
En conclusión, la acción decisiva del capitalismo para la división sistemática de la sociedad es el acto de privatización. Cada individuo empieza a adquirir las características del sistema global, e inicia su propia privatización: su espacio, sus decisiones, su labor, e incluso sus sentimientos. Una sociedad molecular, donde nadie se siente en responsabilidad para con el otro.