Midiendo el impacto de las políticas exclusión digital a través de la teoría del Actor-Red.

June 15, 2017 | Autor: D. Ramírez Plasce... | Categoría: Digital Divide, Digital Media, Actor Network Theory, eGovernment, Public Policy
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Descripción





Midiendo el impacto de las políticas exclusión digital a través de la teoría del Actor-Red. Dr. David Ramírez Plascencia. México-Universidad de Guadalajara/SUV [email protected]

Resumen. A la época actual se le ha denominado “La era de la información”, y no es casualidad que sea precisamente la información uno de los activos más importantes tanto para el gobierno como para las empresas. La recolección y distribución de datos se ha consolidado actualmente como una de las principales fuentes de riqueza a nivel mundial. No es de extrañar por lo tanto que una de las principales estrategias gubernamentales sea la de acercar las tecnologías de información a las grandes masas, en este sentido el estudio de la toma de decisiones a nivel micro a través de la teoría del actor-red nos permite comprender cómo se consolidan las redes y qué función tiene la agencia en esta dinámica de adopción de tecnología y disminución de la brecha digital. El propósito de este texto es explorar la utilidad de esta teoría como herramienta para mejorar la aplicación de políticas de inclusión digital. Palabras clave. Teoría del Actor-Red, políticas públicas, brecha digital.



Introducción.



El objetivo del presente trabajo es exponer los fundamentos de la teoría del actor-red, así como sus principales aportes en el estudio de la exclusión digital y las políticas en materia de tecnologías de información y comunicación enfocadas en el desarrollo comunitario. Las reflexiones vertidas en este documento parten de una investigación más amplia de varios años sobre el impacto de los telecentros digitales en el desarrollo comunitario. Se busca demostrar la utilidad de la reconsideración del proceso de adopción tecnológica como un entramado de redes donde interactúan diversos individuos con capacidad de agencia. El uso de esta teoría permite entender que las formas en que se difunden y apropian las acciones de políticas publicas son más complejas de lo que se muestran a primera vista. El origen de está teoría puede datarse en la década de los años ochentas del siglo pasado en el Centro de Sociología de la Innovación (CSI) en la École Nationale Supérieure des Mines de Paris. Entre los sociólogos más importantes que colaboraron en su creación podemos mencionar a Bruno Latour, John Law and Michael Callon (Fenwick, 2010). Aunque también es importante señalar que las nociones básicas de esta teoría ya estaban presentes hace más de un siglo. En este sentido se puede resaltar que un antecesor directo de la teoría del actor red fue Gabriel Tarde. Sociólogo francés interesado en el estudio de los procesos de difusión y adopción de las ideas, así como en la forma en que las sociedades adoptan nuevos elementos culturales y tecnológicos en la vida cotidiana de sus habitantes (Latour, 2005: 14). La teoría del actor-red tiene como uno de sus objetivos principales documentar el proceso a través del cual las tecnologías (hay que considerar este término en su sentido más amplio que Internet o las computadoras) se desarrollan e influencian en la sociedad (Stanforth, 2006: 38). En este sentido, es importante apuntar que esta teoría no pondera la existencia de determinismos sociales sino que más bien apela a un entendimiento de la historia particular mediante la cual cada innovación (tecnología) ha establecido socialmente su nicho y se ha difundido entre los usuarios. La teoría del actor-red busca



comprender el proceso mediante el cual dos o más objetos han llegado a consolidar una asociación, y como dicha asociación se ha mantenido y ampliado para crear una red, agregando otros actores y miembros. Dentro de este tipo de estudios es posible englobar una miríada de objetos de investigación: identidades, conocimientos, rutinas, comportamientos, políticas, curriculas educativas e innovaciones (Fenwick & Edwards, 2012). Así desde esta teoría es importante responder a cuestionamientos como los siguientes ¿Cuál es el tipo de conexiones y asociaciones creadas entre los objetos? pero también ¿Qué intereses tiene los actores para llevarlas a cabo? Pensar en este corpus teórico es remitirnos de manera ineludible al estudio de las asociaciones, de las redes, ayudándonos a entender de qué manera se llegan a crear vínculos reticulares y cómo unas relaciones sociales pueden funcionar y otras no (Fenwick, 2010: 04). Bajo esta óptica es importante considerar que el tejido social funciona bajo un esquema esencialmente reticular. Cada una red está formada por nodos de acción, es decir por actores que pueden incidir e influenciar sobre aspectos muy puntuales y con objetivos definidos, es decir tienen capacidad de agencia. Quizá uno de los aportes más importantes, y porque no decirlo, también de los más controversiales de esta teoría, es el hecho de que no sólo se trata de actores “humanos”, es decir personas, sino que también dentro de estas redes se consideran importantes la influencia de los objetos inanimados. Los dispositivos, aunque inertes, forman parte de la negociación y la gestión entre los miembros de la red. En términos de esta teoría es importante observar el funcionamiento de una red determinada de acuerdo a la interacción de sus miembros humanos (human) y no-humanos (non-humans). Es gracias a la observación de este intercambio de agentes pertenecientes a los dos aspectos antes mencionados como se puede identificar y entender la conformación de los roles de cada sujeto y por lo tanto discernir la dinámica de toda la Red. Si bien uno de los puntales teóricos de esta teoría descansa en la conformación de modelos reticulares de acción que se conforman tanto por aspectos humanos como no-humanos (la innovación o tecnología en si misma), los objetos no tienen una



“participación”, por así decirlo, pasiva, sino que en términos del actor-red, las cosas también pueden llegar a tener poder de agencia y participar activamente en la red. Algo que es importante resaltar en este modelo es el hecho de que los roles determinados en una red no están dados de origen, sino que dependen de la negociación y el Intercambio (Rowan y Bigum, 2003: 180). En este sentido podemos aseverar que lo que se busca al utilizar esta teoría es eliminar algunos presupuestos y preconcepciones teóricas sobre el funcionamiento reticular, y pensar más en la búsqueda empírica de los elementos que tienen más poder agencia que otros dentro de la red, sin dar por sentado de manera anticipada y a priori que un aspecto es más importante que otro al momento de tomar decisiones en toda una red de sujetos. Desarrollo. La importancia de la figura del actor dentro de este corpus teórico es esencial, pues es sólo mediante el análisis de su capacidad de agencia, es decir el poder de influir en la esfera de la toma de decisiones que configuran el comportamiento total de una red dada, como se puede predecir hasta cierto punto el resultado final de la aplicación de una política pública en cierta comunidad. Mediante este análisis se busca de manera muy centralizada encontrar ese nodo o actor que posee un gran poder de gestionar las decisiones dentro de una red determinada (Couldry, 2006: 101). En un modelo social reticular existen múltiples nodos que se vinculan entre sí, pero no todos ellos tienen el poder de influir sobre otros. No se trata necesariamente del más fuerte o más inteligente, o en ocasiones del que tenga más recursos, sino en del que tenga mayor influencia sobre los demás miembros. Muchas veces las decisiones globales de una red son determinadas por el poder de agencia de un sólo nodo, en ocasiones el menos pensado o más llamativo en primera instancia. Pensemos por ejemplo en la implementación de políticas públicas donde se trata de modificar de manera global una conducta determinada. Así tenemos actualmente el problema de salud pública en países de Asía, especialmente en la India, donde la mayoría de sus habitantes no cuentan con una letrina donde depositar sus residuos



fisiológicos (The Economist, 2014). Si bien puede parecer un problema banal, alejado del mundo occidental industrializado, lo cierto es que pensado en términos muy generales esta situación no sólo provoca un problema de infecciones muy grande como el cólera sino que también favorece el incremento de violaciones de mujeres que salen en la noche al despoblado en zonas rurales para satisfacer sus necesidades fisiológicas. Ante esta problemática el gobierno indio se ha planteado la construcción masiva en todo el país de letrinas. Sin embargo, existen reticencias culturales en las comunidades para apoyar esta medida, y alentar a que las personas utilicen las letrinas en lugar de hacer sus necesidades a cielo raso. Lo que la teoría del actor-red proporciona a los creadores de políticas públicas es entender que dentro de las comunidades hay redes de actores que inciden unos con otros, y que para poder implementar una acción dada se debe detectar que actor (humano o no) influye de manera determinante en la toma de decisiones. En este caso en sumarse o no al proyecto de salud pública. Lo que es importante para el gobierno es poder llegar a entender esta dinámica de toma de decisiones que si bien se da a un nivel micro pero que afecta de manera significativa el comportamiento en una colectividad. En muchas ocasiones el pensar en el uso o no de una tecnología (la letrina) obedece no tanto a una relación de costo-beneficio, al menos no en términos monetarios, sino más bien a una lógica interna donde interacciona el poder de agencia de varios agentes por definir una acción particular sobre otras. Uno de los aportes más importantes de utilizar la teoría del Actor-Red, es la posibilidad de incorporar la noción de red a la interpretación de los fenómenos sociales. Así por un lado podremos entender como los fenómenos locales devienen globalmente y viceversa. Una Red permite ver la realidad en su conjunto o bien aterrizar en un nodo interconectado (Callon y Ferrary, 2006: 01). El modelo reticular permite a su vez, entender como, bajo ciertas condiciones, un punto pequeño y sin importancia puede determinar el comportamiento de un gran número de nodos en la retícula (Callon y Ferrary, 2006: 02). La teoría del Actor-Red es especialmente útil tratándose de innovaciones tecnológicas, aquí tecnología se toma en su sentido más amplio, no necesariamente centradas únicamente en las tecnologías de la información como son



Internet. Básicamente es un modelo explicativo que da cuenta de interacciones entre miembros de una colectividad que cuentan con poder para disentir o bien acordar entre si, es decir, están investidos con facultades de negociación (Rowan y Bigum, 2003: 180). En general, se asume el trabajo de campo a trazar redes socio-técnicas, donde interactúan tanto elementos humano como cosas, y entre las cuales es posible identificar múltiples entidades a través de su interacción reticular (Rahman, 2008: 161). Así es posible determinar las circunstancias sociales, políticas y culturales que permitieron los grandes avances científicos y su posterior adopción, pero también la reticencia a utilizarlos. La teoría del actor-red busca la manera de conocer los procesos de difusión que permiten expandir el uso de una tecnología en un contexto social determinado. Una metodología basada en el actor-red aplicada en el estudio de las políticas públicas nos invita a concretar al menos los siguientes puntos (Ayyad, 2009: 186). a) Identificar y describir las necesidades, propósitos y beneficios de la tecnología b) Determinar a los actores claves, sus intereses, necesidades y requerimientos. c) Mapear la red de acción entre particulares. e) Unir actores clave. f) Empoderar y movilizar los actores g) Crear estrategias de expansión de la redes. Si atendemos a la problemática de la brecha digital y el desarrollo comunitario, podemos encontrar que probablemente una las dificultades más complejas con la que tienen que lidiar los gobiernos en materia de políticas de inclusión digital es poder convencer a la población de modificar hábitos o conductas muy arraigados en sus comunidades. En efecto, modificar la forma en que realizan sus actividades cotidianas, debido a las habituaciones institucionalizadas, es un reto de enormes proporciones (Gunawong y Gao, 2010). Como hemos leído anteriormente en el texto, la teoría del



actor-red es particularmente útil para poder diagramar la forma en que los cambios tecnológicos ocurren en mayor o menor medida en una colectividad dada. En el caso de proyectos relacionados con las TICs (Tecnologías de la Información y Comunicación), tales como la implementación de servicios de gobierno electrónico o bien en materia de educación a distancia es factible llegar a comprender ¿Por qué una población fue más renuente que otra para aceptar una innovación? O en términos llanos ¿Por qué hay más usuarios de un telecentros, espacios públicos con acceso a Internet de manera gratuita, en una comunidad que en otra? La teoría del actor-red es especialmente útil al momento de analizar el éxito o fracaso de las políticas públicas, comprender por ejemplo las barreras sociales que permiten o inhiben la adopción de nuevos comportamientos en un enclave social determinado (Ayyad, 2009: 183). La tecnología, pensemos en los telecentros comunitarios, no es un ente inanimado, sino un actor activo en la medida en que se relaciona con los demás elementos humanos de la red. Este es un enfoque interesante para analizar la forma en que las políticas digitales, sobre todo aquéllas relacionadas con la educación a distancia o bien la alfabetización digital se presentan ante la sociedad y cómo los actores interactúan con ellas, indagar sobre lo qué les representan, y al final, lo que les facilita o dificulta su aceptación. Esta teoría es una herramienta para comprobar la eficacia en la implementación de política. No se busca un enfoque tradicional donde los individuos sólo reciben las instrucciones sobre cómo usar la tecnología por parte del gobierno, sino más bien son actores que tienen un papel dinámico en el proceso de adopción de la tecnología (Adam y Tatnall, 2010: 01).





Conclusiones.

El uso de la teoría en los ámbitos educativos y sociales tiene un gran potencial, no sólo como entramado para conocer la forma en que se interrelacionan los elementos (humano y no-humano en la red, sino también porque otorga a los participantes la calidad de agentes con capacidad para disentir, discutir o bien colaborar entre ellos. Los actores tienen, desde este punto de vista, una capacidad de agencia. En materia educativa podemos pensar en los profesores, los alumnos, pero también, en elementos no humanos como los libros, las computadoras o bien los telecentros (Dimai, 2012: 54). Si pensamos en la educación a distancia en zonas marginadas, los actores tradicionales como los profesores, los alumnos y los funcionarios públicos tienen un papel más activo pero también otros objetos no-humanos juegan un papel preponderante como son el Internet, las computadoras, los telecentros. En el caso de los telecentros a parte de la conectividad, la innovación consiste en un sistema educativo a distancia al que se puede acceder mediante el uso de infraestructura tecnológica. El proceso de adopción en este caso nos demostraría hasta que punto la sede comunitaria o telecentro se convirtió en un elemento importante para impulsar el nivel educativo en el país. Bibliografía. Adam, T., & Tatnall, A. (2010). Use of ICT to Assist Students with Learning Difficulties: An Actor-Network Analysis. In N. Reynolds & M. Turcsányi-Szabó (Eds.), Key Competencies in the Knowledge Society (pp. 1–11). Springer Berlin Heidelberg. Ayyad, M. (2009). Using the Actor-Network Theory to Interpret e-Government Implementation Barriers. In Proceedings of the 3rd International Conference on Theory and Practice of Electronic Governance (pp. 183–190). New York, NY, USA: ACM. Callon, M., & Ferrary, M. (2006). Les réseaux sociaux à l’aune de la théorie de l’acteurréseau. Sociologies pratiques, 13(2), 37–44.



Couldry, N. (2006). Akteur-Netzwerk-Theorie und Medien: Über Bedingungen und Grenzen von Konnektivitäten und Verbindungen. In A. Hepp (Ed.), Konnektivität, Netzwerk und Fluss: Konzepte gegenwärtiger Medien-, Kommunikations- und Kulturtheorie (1. Aufl). Wiesbaden: VS Verlag für Sozialwissenschaften. Dimai, B. (2012). Innovation macht Schule: Eine Spurensuche mit der Akteur-Netzwerk Theorie (2012 edition). VS Verlag für Sozialwissenschaften. Fenwick, T. J. (2010). Actor-network theory in education (1st ed). Milton Park, Abingdon, Oxon ; New York: Routledge. Fenwick, T. J., & Edwards, R. (Eds.). (2012). Researching education through actornetwork theory. Malden, MA: John Wiley & Sons. Gunawong, P., & Gao, P. (2010). Challenges of Egovernment in Developing Countries: Actor-network Analysis of Thailand’s Smart ID Card Project. In Proceedings of the 4th ACM/IEEE International Conference on Information and Communication Technologies and Development (pp. 17:1–17:9). New York, NY, USA: ACM. Latour, B. (2005). Reassembling the social: an introduction to actor-network-theory. Oxford ; New York: Oxford University Press. Rahman, H. (Ed.). (2008). Developing successful ICT strategies: competitive advantages in a global knowledge-driven society. Hershey, PA: Information Science Reference. Rowan, L., & Bigum, C. (2003). Actor network theory and the study of online learning. In G. Davies & E. Stacey (Eds.), Quality Education @ a Distance (pp. 179–188). Springer US. Stanforth, C. (2006). Using Actor-Network Theory to Analyze E-Government Implementation in Developing Countries. Information Technologies & International Development, 3(3), pp. 35–60. The Economist. (2014, July 19). Sanitation in India: The final frontier. The Economist.



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