–“Mi experiencia en la historia de mujeres y en la historia de género”, Laura Machuca, comp., Algunas historias sobre la historia contadas por los investigadores del CIESAS, México: CIESAS, 2014, 29-43. ISBN 978-607-486-278-3.

June 7, 2017 | Autor: M. Fernández Aceves | Categoría: Género, Historia De Las Mujeres
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/ Laura Machuca Gallegos, (compiladora). --México: Centro de Investigaciones CI ESAS

y Estudios Superiores en Antropología Social, 2014 160 p. ; 23 cm: Incluye bibliografías. ISBN Historia- Estudio y enseñanza. 2. F.tnohistoria - F.studio y enseñanza. 3. Antropología - Estudio y enseñanza. 4.Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Sodal. México-Investigadores. I. Machuca Gallegos, Laura, comp. II. Serie.

Formación y diseño de portada: Raúl Cano Celaya Cuidado de la edición: Coordinación de Publicaciones del CIESAS

Primera edición: 2014 D. R.0 2014 Centro de Investigaciones y Estudias Superiores en Antropología Social Juárez 87, Col. Tlalpan, C. P. 14000, México, D. F. difusicmeciesas.edu.mx

ISBN Impreso y hecho en México Se prohibe la reproducción parcial o total de esta obra, por cualquier medio, sin el consentimiento por escrito del editor.

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índice

introducción 9

Laura Machuca Gallegos

Reflexiones para acercarse a la reconstrucción del pasado 13

Salvador Aquino Centeno

A propósito de mi "formación" en la etnohistoria 19

Víctor de la Cna

Mi experiencia en la historia de mujeres y en la historia de género Maria Teresa Fernández Aceves

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Cómo aprendí el "oficio" para llegar a ser investigadora del CisSAS, 1974-2013 Luz Elena Galvátr Lafarga

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Del análisis de gn.ipos y actores sociales en la historia. Un derrotero personal 55

Laura Machuca Gallegos

De maestros, amigos y colegas. Una historia personal de la historia cultural contemporánea mexicana 65

Ricardo Pérez Montfort

¿Y si hubíese sido est-ritora? 95

Julia Preciado Zamora

La historia. ¿Para qué? 105

Lourdes Romero Navarrete

Tiempo y espacio: dos dimensiones inseparables en el análisis antropológico 113

Entilia Velázquez H. 7

I Alguno:sal-listones int 7

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Laura Machuca

Los "temas" que uno escoge al analizar el pasado, y por qué me convencen las explicaciones de la historia económica y social

Brígido von Metaz

125

Investigadores del CIESAS registrados en alguna línea de historia o que participan en el posgrado de historia del CIESAS, incluidos los que contribuyeron con este trabajo

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Mi experiencia en la historia de mujeres y en la historia de género

Maria Teresa Fernández Aceves'

Introducción En este pequeño texto autobiográfico expongo cómo me convertí en historiadora, qué temas he investigado y desde qué perspectivas. Además puntualizo qué desafíos teóricos y metodológicos he enfrentado desde que cursé mi licenciatura en historia hasta ser investigadora en el CIESAS.

Mis inicios En 1981 ingresé a la licenciatura en historia en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Guadalajara (UdeG). En 1982 empecé a trabajar en el Archivo Histórico de Jalisco (AHJ) como catalogadora. El AFIJ se convirtió en una institución clave en mi formación porque ahí aprendí las herramientas necesarias para cualquier historiador. En esa época la doctora Carmen Castañeda García dirigía el AHJ e impartía el curso de historia de América Latina en la época colonial en la UdeG. La doctora Castañeda impulsaba a todos los trabajadores que laborábamos en el AHJ a que leyéramos y discutiéramos de manera colectiva la obra Historia de jalisco (1982) editada por José María Muda' El objetivo de esta lectura era que entendiéramos mejor los documentos que clasificábamos. Los catalogadores estábamos a cargo de la elaboración de un inventario de algún ramo del AH), por lo que era muy importante tener una excelente ortografía y redacción. Cada semana nos aplicaban un examen para revisar nuestro nivel y determinar si había alguna mejoría. Para cada número monográfico del Boletín del Archivo Histórico de Jalisco, los que éramos catalogadores, clasificábamos 150 expedientes acerca de un tema específico, elaborábamos sus respectivas fichas catalográficas, sus índices cronológico, temático, geográfico y onomástico. Algunos analizábamos algún documento, lo ubicábamos en su contexto, reflexionábamos sobre su importancia histórica y •

CIESAS-Occidente. José María Muriá„ 1980, Historia de Jalisco, 4 vols., Guadalajara, Jalisco, México, Unidad Editorial del Gobierno de Jalisco.

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Maria Teresa Feinandez Aceves

planteábamos preguntas. Asimismo, escribíamos reseñas de libros en las que tomábamos en cuenta la idea general del autor, las fuentes que utilizó y para qué público estaba dirigido el libro. Mi colaboración en la Irevisión de las galeras de algunos boletines del AHJ me brindó una visión amplia del proceso editorial de una revista. El AHJ fue para muchos estudiantes de historia de la UdeG un laboratorio de aprendizaje "intenso" para conocer y entender lo que se estudiaba en la licenciatura de historia. En los diversos cursos que me inscribí en la UdeG, leía interpretaciones y visiones de la historia de México, América Latina y Europa. Con base en estas lecturas me preguntaba su posible relación con los documentos que clasificaba, inventariaba o catalogaba en el AHJ. Empecé a curiosear sobre la importancia de los documentos en que trabajaba. En ocasiones, a los firmantes de los expedientes los reconocía porque algunas calles de Guadalajara llevan su nombre, como Miguel Hidalgo, Ignacio L. Vallarla, Juan Álvarez, por mencionar sólo algunos. En otros casos los expedientes referían a sujetos casi olvidados o desconocidos, pero cuyas peticiones, informes o quejas eran muy interesantes y sugerentes. Durante mi estancia en el AHJ como catalogadora (1982-1985) me llamaron la atención los documentos del Ramo de Trabajo porque contienen información sobre los primeros intentos de organización de los trabajadores, diversas propuestas para el establecimiento del Departamento del Trabajo en Jalisco y la lucha sindical y laboral de hombres y mujeres de la clase trabajadora en Guadalajara y Jalisco. Los expedientes, peticiones, demandas y quejas elaboradas exdusivamente por mujeres me resultaron más interesantes porque rompían con una visión tradicional de ellas como "sujetos pasivos". En especial me sorprendieron las demandas y la combatividad de las trabajadoras en la industria de nbctamal.

Hacia la historia del trabajo femenino y su politización Una compañera del AHJ, Hermelinda Orejel Salas, estaba a cargo de la elaboración del inventario del Ramo de Trabajo. Ella era estudiante de la carrera de sociología en la UdeG. A ambas nos interesó trabajar el proceso de sindicalización de las mujeres en la industria de ni xtamal. Hermelinda y yo acordamos escribir una tesis de licenciatura en conjunt0.2 2

María Teresa Fernández Aceves y Hermelinda Orejel Salas, 1987, Sindindismo femenina en Jalisto, 1920-1940: las trabajadoras nr la industria de nixlamal, tesis de licenciatura, Universidad de Guadalajara.

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Uno de los retps fue combinar nuestra formación disciplinar, la perspectiva histórica y sociológica. El puente de diálogo fue nuestro entrenamiento básico de cómo analizar los documentos, adquirido en el AHJ. De 1985 a 1987 hicimos una revisión exhaustiva del Ramo de Trabajo para identificar el número de molinos de nixtamal, expendios de masa y tortillerías; especificamos su distribución espacial, cuantificamos el número de trabajadores de acuerdo con su sexo; y comparamos los diversos establecimientos de la industria de nixtamal con otros centros de trabajo. La ardua búsqueda también nos permitió determinar cuántos sindicatos había en la industria de nixtamal, identificar cuántos constaban sólo de mujeres y cuántos eran mixtos, es decir, de hombres y mujeres. Asimismo puntualizamos a qué confederación obrera estaban afiliados, quiénes encabezaban la dirigencia sindical, quiénes integraban la mesa directiva de cada sindicato y cuantificamos cuántos trabajadores estaban sindicalizados y cuántos no. Estos datos fueron fundamentales para entender la lucha sindical muy violenta en la industria de nixtamal entre dos grupos políticos antagónicos y sus líderes obreros. Identificamos al grupo triunfador que logró negociar ciertos beneficios para sus afiliados como el contrato colectivo, el descanso dominical, los servidos médicos y el descanso por maternidad. Por medio de entrevistas a un ex dueño de un molino de nixtamal, especificamos el papel cultural y cotidiano que jugaban los molinos en los barrios de Guadalajara. Eran un centro de comunicación y de información para los miembros de la comunidad. El otro reto que enfrentamos en la elaboración de la tesis de licenciatura fue cómo estudiar y conceptualizar la politización de las trabajadoras en la industria de nixtamal y cómo examinar la diferencia sexual que algunas molineras arguyeron en 1930, cuando decidieron crear un sindicato exclusivamente de mujeres, la Unión de Trabajadoras de Molinos de Nixtamal. Su líder y molinera, Joyita Robles, lanzó una vehemente protesta contra sus colegas varones ante la Junta de Conciliación y Arbitraje del estado de Jalisco. Esos hombres, según ella, buscaban desplazar a las mujeres de los molinos, y argumentó que los hombres no las defendían, gastaban sus cuotas sindicales en la cantina? Los empeños por excluir a las mujeres del lugar de trabajo reflejaban la política corrupta y violenta de los hombres. Quedó pendiente en esta tesis de licenciatura presentar un análisis más matizado de las mujeres de la industria de nixtamal para no caer en las visiones de víctimas o heroínas.

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Las tendencias cuantitativas del trabajo femenino: una mirada de largo aliento En mi tesis de maestría pasé de un estudio de los hombms y las mujeres en una industria a un análisis cuantitativo de las tendencias de la fuerza de trabajo femenina en la región de Guadalajara de 1888 a 1990.4 Con base en un análisis minucioso del padrón de 1888 y de los censos de 1940 y 1990, examiné a nivel micro las tendencias y los cambios en la fuerza laboral y en la estructura ocupacional de Guadalajara y su región. Determiné qué cambios ocurrieron en la división sexual del trabajo como resultado de las transformaciones en la producción y en los procesos laborales. Seleccioné Guadalajara y su región' para historiar los cambios acarreados por la penetración capitalista en un país no desarrollado, y cómo los procesos de modernizadón tuvieron un papel fundamental en la incorporación o el desplazamiento de las mujeres de la fuerza laboral. A partir de la revisión de los datos estadísticos comparé la relación entre la construcción social del orden de género y las conceptualizaciones acerca del trabajo de las mujeres. En este trabajo el desafío fue evaluar la aplicación del modelo para Europa propuesto por Louise Tilly y Joan Scott.6 Estas historiadoras sostienen que el récord histórico de Europa muestra una forma de U para la participación femenina en el mercado laboral. Señalan que en cada etapa —preindustrial, industrial y de servicios—, las mujeres contribuyeron de diferentes maneras. En la economía preindustrial o doméstica, las mujeres tenían un alto nivel de participación. Aquí, existía un vínculo entre la producción y las tareas domésticas. La segunda etapa llegó con el desarrollo de industrias como la manufactura. En esta fase se dio la introducción de nueva tecnología que revolucionó la producción y, al mismo tiempo, transformó la división del trabajo. Durante esta etapa las mujeres fueron desplazadas por los hombres en las industrias textiles y de tabaco. En la etapa final surgió un gran número de servicios requeridos por la industria y la sociedad. En este periodo las mujeres adquirieron más educación y ello les permitió ganar posiciones en otro tipo de puestos. 4

María Teresa Fernández Aceves, 1995, Women and Labor: The Case of Guadalajara and its Reglan, 1880 1990, tesis de maestría, Chicago, Universidad de Illinois. Las municipios incluidos en la región fueron Guadalajara, Juanacatlán, Ilajomulco, llaguepague, Tonalá, Zapopan, Zapotlanejo y El Salto. Louis° Tilly y loan Wallach Scott, 1978, Women, Work, and Family, Nueva York, Holt, Rinehart and Winston. -

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Mi experiencia en le historia de mujeres y en la historia de género

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El nútnero de empleadas domésticas disminuyó, en tanto que el número de mujeres en puestos de trabajo de oficina, en el sector de servicios, fue en aumento. Concluí que el modelo de la U propuesto por Tilly y Scott, se aplicaba sólo en las dos primeras fases, pero difería de manera significativa en la tercera para el caso de Guadalajara y su región. La economía de Guadalajara en 1888 experirnentó la transición de una sociedad precapitalista a una sociedad mercantil capitalista. El constante crecimiento y movimiento de Guadalajara resultaron de cambios dentro y fuera de la ciudad: despojo de tierra a los campesinos, la agitación rural durante la Revolución mexicana en las décadas de 1910 y 1920, los efectos del ferrocarril y la proletarización creciente de los campesinos y artesanos. En 1888 predominó una fuerza de trabajo artesanal. Ese segmento disminuyó en las próximas décadas para incorporarse a las industrias de manufactura y contribuir a la expansión del sector de servicios. En este ario hubo más participación, femenina y masculina, en la fuerza laboral que en 1940. Esta fase de crecimiento coincidió con las iniciativas del Estado porfirista. Por el contrario, 1940 vio un estancamiento para hombres y mujeres, pero disminuyó de manera más significativa la fuerza laboral femenina. Finalmente, 1990 marcó una transición, debido a la reestructuración de los sectores y ocupaciones, por lo que aumentó el índice de trabajadoras en la manufactura. La movilización política de las mujeres en Guadalajara Mi estudio cuantitativo sobre los cambios y tendencias en la fuerza laboral femenina en la región de Guadalajara, no explicaba por qué a pesar de la disminución significativa de las mujeres en ciertas industrias —textil y de nixtamal — se incrementó el número de las organizaciones educativas, políticas y sociales de las mujeres durante los decenios de 1910 a 1940. Este vacío originó mi tesis de doctorado La movilización política de las mujeres en M Guadalajara revolucionaria, 1910-1940.7 Desde las perspectivas "desde abajo", de género y regional, analicé las tendencias de los movimientos y procesos de politización de las mujeres católicas y no católicas de la clase media, y de la clase trabajadora en la política laboral, social y en la construcción del Estado revolucionario. Esta tesis implicó dar un giro de la historia de mujeres a la historia de género para profundizar en las relaciones desiguales de poder entre los hombres 7

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Maria Teresa Fernández Aceves, 1993-1995, Women and LAbor: Vie Case of Guadalajara anef ils Rtyl011, 1880-2990, tesis de maestría, Chicago, Universidad de Illinois.

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y las mujeres durante la Revolución mexicana de 1910 y el proceso posrevolucionario después de 1920. Mi tesis de doctorado se inscribió dentro de la discusión historiográfica sobre la Revolución mexicana (1910-1917) y el proceso posrevolucionario (19171940) y la historia de mujeres y de género en México. Puse atención a cómo se movilizó a hombres y a mujeres de diferentes clases sociales así como de distintas regiones para formar un nuevo Estado revolucionario. Me nutrí de los estudios de género de este periodo que mostraron que la Revolución mexicana fue una revolución patriarcal y que la legislación civil y constitucional delineó dos esferas: la pública y la privada (Ley de Relaciones Familiares de 1917 y el Código Civil de 1928).8 Al igual que otras historiadoras de género que estudian el caso de México, argüí que a pesar de que las mujeres no debían entrar a la vida política, lo hicieron y demandaron tenazmente que se les otorgaran y reformaran sus derechos civiles, políticos y sociales. Con base en una revisión amplia de archivos estatales, federales y particulares, de periódicos y entrevistas, reconstruí la historia del Círculo Feminista de Occidente (Cm), creado en 1927 por María Arcelia Díaz, una trabajadora textil junto con otras maestras y obreras. Ellas buscaron el mejoramiento moral y material de las trabajadoras. A finales de los años veinte y principios de los treinta, el CFO era una organización con cierta autonomía política que presionó por los derechos de las mujeres trabajadoras en general —educación, igualdad en los salarios entre hombres y mujeres—. Se convirtió en un centro político y educativo, en donde maestras de la clase media y mujeres de la clase obrera se aliaron para mejorar las condiciones laborales y de vida de las trabajadoras. A pesar de que el cm se unió al movimiento obrero organizado conservador de los años treinta, llegó a formar parte de la campaña nacional en busca 8

llene O'Malley, 1986, 77te Myth of the Revolution. Hero Culis and the Mstitutionalization of the Mexican State, 7920-1940, Nueva York, Creenwood Press, Inc.; Mary Kay Vaughan, 2001, La política cultural de la revolución, México, Fondo deCultura Económica; Sandra McCee Deutsch 1991, "tender and Sociopolitical Change in Twentieth-Centtuy Latin America", Hispanic American Historical Revino, vol. 71, núm. 2, pp. 256-396; Heather Fowler•Salamini y Mary Kay Vaughan (eds.), 2003, Mujeres del ampo mexicano, 1850-7990, Zamora, El Colegio de Michoacán/Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades/Benemérita Universidad Autónoma de Puebla; Gabriela Cano, "Revolución, feminismo y ciudadanía en México (1915-1940)", en Georges Duby y Michelle Perrot (eds.), 1992, Historia de las mujeres en Occidente, Madrid, Taurus, pp. 685-95; Esperanza Tuñón Pablas,1992, Mujeres que se organizan: el Frente Único Pro Derechos de la Mujer, 7935-38, México, UNAMI Porra a.

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del sufra,* femenino dirigida por el Frente Único Pro Derechos de la Mujer. Tatnbién, organizó y politizó exitosamente a las trabajadoras de la industria del nixtamal. De igual manera, intentó organizar a algunas costureras de talleres domiciliarios para que obtuvieran sus derechos laborales y detener la terrible explotación que sufrían. Dentro del Partido Nacional Revolucionario (mit) se opusieron a la concepción restringida de las mujeres como amas de casa apolíticas quienes atendían y ayudaban a otros — familias, esposos, hijos y el Estado —. Por el contrario, propusieron la visión de que las mujeres eran individuos que podían tener derechos civiles, políticos y sociales, ser ciudadanas, madres y trabajadoras. A finales de 1930, el CF0 cambió su discurso de un feminismo radical liberal a un maternalismo político ligado al proyecto de Estado. Evitaron cuestionar la construcción de género de la sociedad, pero hicieron ajustes. Como matemalistas enfatizaron el papel social de las mujeres como madres y trabajadoras. Afirmaron que las mujeres no tenían un solo papel, eran al mismo tiempo madres y trabajadoras. A finales de los años treinta y principios de los cuarenta, junto con otras organizaciones de mujeres, como el Instituto Nacional de la Madre Soltera, se enfocaron en los problemas que enfrentaban las madres solteras como trabajadoras. El gran reto en mi tesis de doctorado fue conseguir las historias de vida de las militantes del CF0 que aún vivían entre 1995 y 2000. Muchas se rehusaron a hablar de su vida íntima y privada; ya tenían muy claro qué relato contar sobre su trayectoria política. Como algunas de ellas formaron parte del cacicazgo sindical de la Federación de Trabajadores de Jalisco, estuvieron muy renuentes a hablar de las críticas que les hacian en los medios de comunicadón masiva; declararon que ellas sí sabían de política y habían estado irunersas en la lucha sindical. Entre las campañas en contra de los talleres domiciliarios y a favor del sufragio femenino Cuartdo logré consultar el Archivo Particular de María Guadalupe Martínez —viuda de Hernández Loza—, una de las fundadoras del CFO, me encontré una carta de 1941 que enviaba la maestra e inspectora federal del Departamento del Trabajo Ana María Hernández, como directora del Instituto Nacional de la Madre Soltera, a Martínez. Hernández la invitaba a ella y a las mujeres del CFO, a que se unieran a las campañas en contra de los talleres domiciliarios. Asimismo en otra misiva, Cuca García, del Frente Único Pro Derechos de la

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Marta Teresa Fernández Acaves

Mujer, también exhortaba a las del CPO a que continuaran luchando por el sufragio femenino. Estos indicios de dos campañas centraron mi siguiente investigación, entre 2001 y 2005. Me interesé por investigar cómo fue la participación de las integrantes del CEO en las campañas a favor del sufragio femenino y en contra de la explotación de las madres solteras en los talleres domiciliarios de costura. En este proyecto amplié mi estudio de 1940 hasta 1955; contrasté la agenda política y social del CEO, del PRM/PRI y de la CTM para entender las cambiantes y dinámicas concepciones de ciudadanía al igual que los derechos de mujeres del CF0 después de 1940, así como sus prácticas en nombre de las mujeres. En concreto, estudié las campañas nacionales en contra de la explotación de las mujeres en talleres domiciliarios y a favor del sufragio femenino, al tiempo que profundicé en las categorías de ciudadanía, maternalismo y trabajo. Utilicé la documentación del CEO contenida en el Archivo Particular de María Guadalupe Martínez de 1940 a 1960; consulté el Ramo del Trabajo del AHJ durante estos decenios; revisé los censos industriales y de población; exploré la prensa tapatía como El Informador, El Occidental y Jalisco CTM para identificar cuáles fueron las opiniones sobre el sufragio femenino y el trabajo de las mujeres; también escruté los diarios de debates del Congreso de la Unión y del Congreso del Estado de Jalisco para examinar los debates acerca de la reforma del Artículo 34 constitucional y las ideas a favor o en contra del sufragio femenino. Exploré cómo cambiaron las construcciones sociales de feminidad, masculinidad, maternidad, poder y voto. Con los resultados de esta investigación argumenté que en un contexto que reforzaba el desplazamiento de las mujeres trabajadoras de centros industriales, las mujeres organizadas de la clase trabajadora en la ciudad de México y en Guadalajara respondieron a estas políticas masculinas porque no atendían los problemas reales que aquejaban a muchas trabajadoras. Su propia experiencia familiar, laboral y política, las radicalizó para que crearan centros femeninos y realizaran campañas en apoyo a las mujeres obreras. Sobre todo, fueron más allá de la imagen victimizada de la madre soltera trabajadora que debía ser protegida por los líderes hombres del movimiento obrero organizado y por el Estadas Enfatizaron que éste sí era un fenómeno que afectaba a muchas mujeres, y de manera sutil indicaban que las prácticas de los hombresOlcort, 1990, "Worthy Wives and Mothers: State-Sponsored Woman's Organization in Postrevolutionary México", »amad of Womeres History, vol. 13, núm. 4, pp. 106-31; Heather Fowler-Salamini, 2003, "Gender, Work, and Working-Class Women's Culture in the Veracruz

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expenencia en la historia de mujeres y en ia lxstoria de género

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trabajadores no concordaba con el ideal de masculinidad que promovía el movimiento obrero y el Estado —de trabajadores calificados, jefes de familia, disciplinados, responsables, no alcohólicos que siempre buscaban el bienestar y la protección de su familia Aunque no cuestionaron abiertamente el poder patriarcal del movimiento obrero y del Estado, sí propusieron una política maternalista que tomara más en cuenta las vivencias de las propias mujeres trabajadoras para que se les reconocieran sus derechos y necesidades. Encontré que durante la década de 1940 el grupo político de Heliodoro Hernández Loza y de Guadalupe Martínez se consolidó. Hernández Loza y Martínez formaron la mancuerna perfecta en el cacicazgo sindical dentro de la Federación de Trabajadores de jalisco (Fu), logrando su control desde mediados de este decenio hasta 1990. Dentro de este grupo, tanto hombres eamo mujeres que mostraron su lealtad y apoyo incondicional a sus líderes, formaron parte de la burocracia sindical y tuvieron algunos puestos de elección popular como regidores, diputados estatales o federales, ya fueran propietarios o suplentes. Identifiqué los roles de género que se promovieron dentro de este grupo político y el papel que tendrían las mujeres. A los hombres, los concibieron siempre como jefes de familia y, por tanto, eran quienes debían recibir los beneficios de su política social —salarios familiares, casas, educación, préstamos para que pudieran iniciar un pequeño negocio—. Hernández Loza y Martínez pensaron que las mujeres se beneficiarían de estos avances sociales porque se les veía siempre protegidas por su compañero trabajador. En el caso de las mujeres, promovieron que fueran madres y esposas responsables, que supieran administrar adecuadamente el salario familiar. Las convocaban a movilizarse cuartdo se les requería en campañas electorales o determinadas acciones dirigidas por la Fr.'. Solamente aprobaron que algunas mujeres fueran líderes y dirigentes políticas, en especial, aquellas que habían formado parte del CM en la década de 1930. Sólo ellas se podían igualar a los hombres políticos de la F-rj porque habían ganado su espacio en una lucha violenta dentro del movimiento obrero organizado. A las demás mujeres les asignaban el papel doméstico de madres y esposas. Por tanto, hubo diferencias significativas entre hombres y mujeres que tuvieron acceso a puestos de Coffee Export Industry, 1920-194S", International Labor and Working-Class History, vol. 63, pp. 102-121. I° Susan Gauss, 2003, "Masculine Bonds and Modem Mothers: the Ratiunalization of Gender in the Textile Industry in Puebla,1940-1952", !Men:taima! Labor and Working-Class History, vol. 63, pp. 63-80.

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elección. A los hombres solamente se les exigió que terminaran la escuela primaria, mientras que las mujeres debían tener alguna carrera universitaria, como maestras. En cuanto a la campaña en contra de la explotación de las mujeres en talleres a domicilio que inició el Instituto Nacional de la Madre Soltera, encontré que no fue una campaña muy exitosa, porque las trabajadoras en los talleres de costura y bonetería continuaron laborando en condiciones de trabajo muy desfavorables para ellas; se les pagaba a destajo sin un contrato colectivo. Muchas veces los sindicatos de la época, de estas dos ramas, no pudieron defender ni tener control de todas las trabajadoras. Éstas estuvieron a expensas de los dueños de talleres y fábricas de ropa. La legislación laboral, en vez de beneficiarlas, provocó que hubiera más evasiones por parte de los empresarios para conseguir una mano de obra más barata, no supervisada y regulada. Asimismo, la coyuntura de la segunda Guerra Mundial hizo más difícil las condiciones productivas, lo que favoreció que los empresarios no cumplieran con lo estipulado en la Ley Federal del Trabajo. Los empleadores no les pagaban el salario mínimo o las despedían injustificadamente, lo que provocó que después de mediados de la década de 1940 aumentara considerablemente el número de desempleados. Este fenómeno alarmó a los líderes de la FT) y de la CTM, pues creían que muchas mujeres habían empezado a trabajar en cantinas y burdeles. Consideraron que era mejor y más apropiado que continuaran empleándose en talleres domiciliarios de costura o de bonetería, así las trabajadoras no perderían su moral y no habría un caos familiar. Estos argumentos y prejuicios (ver a la mujer trabajadora como víctima o como promiscua) se han debatido desde el Porfiriato hasta nuestros días (por ejemplo, la postura del secretario del Trabajo expresada en 2002) y han recurrido a representaciones y discursos que tienen repercusión en la opinión pública y la política social actual. Por tanto, las verdaderas condiciones de trabajo de las mujeres en los talleres domiciliarios sí fue una preocupación real para ciertas dirigentes obreras, como Ana María Hernández y de otras líderes. Solamente les interesó a los dirigentes hombres cuando consideraron que las mujeres estaban relajando su moral y poniendo en riesgo a la familia. Esta problemática se relegaría para poner en la mesa de discusión la solución de los problemas del trabajador calificado y jefe de familia. En cuanto a la campaña nacional por el sufragio femenino encontré que la prensa tapatía mantuvo una posición mucho más conservadora que la prensa nacional. Las voces de las mujeres políticas y sufragistas de Jalisco muy rara-

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mente las presentó. El informador y El Occidental ofrecían una visión de la ausencia de un movimiento de mujeres a favor de esta causa a nivel regional y local. No incorporaron la perspectiva de las mujeres dentro de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (ctstoe), las secciones obreras y campesinas del PRI, y de la sociedad en general. La mayoría de las editoriales y los periodistas hombres que escribieron asumían que la política no era para las mujeres, ya que se les concebía sólo en su papel de madres y esposas. La prensa local aceptó que se les otorgara el derecho a votar en las elecciones municipales en 1946, pero se indicó que la legislatura de Jalisco siguió los lineamientos del decreto federal. Se manifestó la idea de que dejaba a las mujeres decidir si deseaban participar en los procesos electorales a nivel municipal. Respecto a la campaña de 1952 a 1953, la prensa tapatía se inclinó a que las mujeres votaran, siempre y cuando no se convirtieran en politiqueras. La prensa tapatía concordaba con la visión conservadora que construyó el presidente Adolfo Ruiz Cortines, quien concebía a las mujeres en la politica como una extensión de cuestiones sociales. La visión era totalmente tradicionalista y las mujeres entrarían a la política únicamente como madres que asistirían a otros, nunca como individuos autónomos que estuvieran buscando su emancipación.

Una biografía colectiva: mujeres en el cambio social Desde mi tesis de licenciatura de 1987 a mi tesis doctoral de 2000 había recabado información personal y política de distintas mujeres de Guadalajara, que desempeñaron un papel fundamental en varios procesos culturales, políticos y sociales durante el siglo >u. A partir de la historia de género y el "nuevo giro biográfico", decidí escribir un libro que ofreciera un panorama y un análisis exhaustivo de las trayectorias políticas y de vida, así como de la intervención de cinco mujeres militantes y feministas en la esfera pública. En mi libro Mujeres en el cambio social en el siglo xx numicano," expongo por qué, cómo y cuándo la participación de las mujeres se hizo más evidente en espacios públicos de principios del siglo xx, no sólo en Guadalajara y México, sino también en otras partes del mundo como España y América Latina. Estos casos nos adentran en experiencias subjetivas, prácticas, representaciones y memorias culturales de mujeres con un ftterte nexo con el Estado mexicano. A lo largo del libro II

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María Teresa Fernández Aceyes, 2013, Mujeres en el cambio social en ef siglo XX mexicano, México, cizsAs/Sigio

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desarrollo los siguientes argumentos: 1) Belén de Sárraga (1872-1950); Atala Apodaca (1884-1977); María Arcelia Díaz (1896-1939); Guadalupe Martínez Villanueva (1906-2002) y Guadalupe Urzúa Flores (1912-2004) a través de su trayectoria política y sus discursos cambiantes fueron parte activa en la creación de una cultura "moderna" en las épocas revolucionaria y posrevolucionana mexicanas y, en algunos sentidos, latinoamericana; 2) las condiciones históricas y distintos procesos influyeron en sus experiencias personales entre los decenios de 1870 y 2000, a la vez que coadyuvaron en la formación de su identidad como activistas y feministas que luchaban por una sociedad más justa; 3) sus vidas son muestra patente de la manera en que los cambios sociales y la revolución construyeron al género y de cómo el género moldeó a la revolución y los cambios sociales, y 4) estas mujeres transformaron las configuraciones sociales de feminidad, masculinidad, política y ciudadanía en el siglo >a en México. Estos diferentes momentos de sus trayectorias políticas revelan cómo fue el proceso de las construcciones cambiantes de ciudadanía en sus diferentes connotaciones —económica, política y social— y cómo expandieron los espacios y discursos a favor de las mujeres, si bien aún bajo la dominación de los hombres. Desestabilizaron las construcciones sociales de la ciudadanía masculina (servicio militar, trabajo asalariado y compromiso cívico), se apropiaron de ésta y la transformaron para obtener ayuda y apoyo. Las acciones y propuestas de estas cinco mujeres fueron olvidadas porque transgredieron el orden de género en la política; sólo se rememoraron las actividades de los caudillos revolucionarios, dado que en ellos era "natural" asumir una postura revolucionaria, anticlerical, combativa, masona y militar. Belén de Sárraga, Atala Apodaca, María Arcelia Díaz, María Guadalupe Martínez y María Guadalupe Urzúa cuestionaron y desarraigaron esta construcción masculina de lo político y lo revolucionario. Su alfabetización y educación ayudó a su politización para luchar por el derecho al trabajo, al salario igual, a la creación de sindicatos para trabajadores y organizaciones campesinas. Sus asociaciones de mujeres contribuyeron a la formulación de la política corporativa del PRM PRI, con excepción de Apodaca que estuvo afiliada al Partido Popular de Vicente Lombardo Toledano. De manera ambivalente reprodujeron las desigualdades de género en los partidos políticos y sus organizaciones mujeriles, pero al mismo tiempo presionaron por una mayor presencia de las mujeres en la política formal dentro de los sindicatos, en las secciones femeniles del ni, en los sectores obreros y campesinos, así como en las contiendas electorales, no sólo como votantes sino

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también como candidatas a puestos de elección popular. Sus acciones y políticas no destruyeron el poder patriarcat pero sí contribuyeron a su modernización en la política corporativa del PRI a lo largo del siglo >a. Experiencias, narrativas y representaciones de la clase obrera En este momento trabajo en un manuscrito titulado "Narrativas y representaciones de la clase obrera en Guadalajara, 1910-1950". En éste examino, desde las perspectivas "desde abajo", "desde arriba" y de género, cómo la clase trabajadora, al igual que los líderes obreros de Guadalajara, construyeron tanto discursos como representaciones colectivas sobre "la mujer trabajadora" y "el obrero proveedor", y la manera en que se expresaron en los estatutos de las organizaciones obreras, la prensa, la legislación laboral, la Iglesia católica, la escuela, las tradiciones familiares así como en los testimonios y en las historias de vida de líderes obreros. En este manuscrito doy un giro de la perspectiva de historia del trabajo femenino a los procesos de construcción social de diversas masculinidades en distintos movimientos obreros organizados, y cómo éstas se relacionaron con los imaginarios sobre feminidades. Esta investigación busca vincular las construcciones de las feminidades y masculinidades con las historias de la reforma del Estado posrevolucionario y de las reformas sociales que impulsó. Parto de los aportes de la historia del trabajo, del género, de la nueva historia cultural, del "giro archivístico", "giro biográfico" y "giro transnacional en la historia laboral" sobre discurso, experiencia y memoria, local, regional, nacional y transnacional, para ir más allá de las dicotomías entre discurso y experiencia y entre feminidad y masculinidad, para poner al sujeto en el centro del proceso de asignación de significado con el fin de examinar cómo fluyen capitales, ideas, movimientos y trabajadores? 12

Peter Burke, 2038, What is Cilindra History?, 2a ed., Cambridge, Polity; Kathleen Canning, 2006, Gender History in Practice: Historical Perspectivos on Radies, Class Cif izerishin, Ithara, Comell University Press; Natalia Zemon Davis, 1987, Fiction in the Archives: Pardon Tales and Their Mins in Sixteenth-mttury France, Stanford, Stanfurd University Press; Miriam Dobson y Benjamin Ziemann, 2009, Reading Primary Solaces: The Interpreiation of Taxis from ;gimieran,and Twentieth-century History, Nueva York, Routledge; Icon Fink, 2011, Workers Across the Americas: The Transnational Turn in Utbor History, Nueva York, Oxford University Press; Fowler-Salamini, "Gender, Work, and Working-Class Women's Culture in the Veracruz Coffee Export Irtdustry,1920-1945";Richard floggart, 1998, The Uses of Literacy, New Brunswick,

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Me interesa historiar los procesos de construcción de diversas feminidades y masculinidades dentro del movimiento obrero organizado con base en biografías, etnografías, memorias, así como testimonios orales. Este estudio contribuye a entender las construcciones históricas y sociales de líderes obreros y su impacto en el desarrollo de la política laboral y social en el siglo xx mexicano. La deconstrucción de estas construcciones sociales genéricas tiene resonancia actual por el debilitamiento de los sindicatos, la imagen corrupta de sus líderes y por el énfasis en el trabajo individual y a destajo de hombres y mujeres, en vez de un trabajo asalariado protegido por medio de derechos laborales colectivos. En este manuscrito retomo los estudios sobre cultura obrera y trabajadores que realizaron antropólogos, historiadores y sociólogos mexicanos, quienes utilizaron lo que Thompson llamó "experiencia de la clase", desde los años setenta y noventa del siglo xx (Thompson, Novelo, Bazán). En estas investigaciones se encontró que la cultura obrera no era monolítica u homogénea en sus acciones, las condiciones de trabajo, las representaciones y los valores. Más bien, los hombres y las mujeres tenían relaciones asimétricas, complejas y subordinadas en el trabajo, así como en otros ámbitos (religión, familia, deporte y ocio). Sin embargo, la mayoría de estos estudios interdisciplinarios no pusieron suficiente atención a los procesos históricos de construcción de varias feminidades y masculinidades, la excepción son los historiadores Carmen Ramos Escandón, Dawn Keremitsis, Verena Radkau y Mary Kay Vaughan. 13 Transaction Publishers; Mary Jo Maynes, Jcnnifer L. Pierce y Barbara Laslctt, 2(X18, Trlting Stories: The Use of Personal Narrativos in the Social Sciences and History, Ithaca, Comell University Press; Sarah Maza, 1996, "Stories in History: Cultural Narrativos in Recent Works in Eumpean History", American Historical Revietv 101, núm. 5; Susie S. Poner, 2008, Mujeres y trabajo en la Ciudad de México: Condiciones materiales y discursos públicos, 1879-1931, Zamora, El Colegio de Michoacán; William H. Jr., 1992, Sewell, Trabajo y revolución en Francia. El lenguaje

del motnnnentoobrem desde el Antiguo Régimen, Madrid, Taurus; loan Scott, 2001, "Experiencia", La Ventana. Revista de Estudios de Género, vol. 13; Joan Wallach Scott, 1988, Gender and Me Polilla of History, Nueva York, Columbia University Press. 13

Carmen Ramos Escandón, 1990, "Mujeres trabajadoras en el México porfiriano. Género e ideología", Revista Europea de Estudios Latinoamericanos, vol. 48, pp. 27-44; 2004, La drerencia-

ción de género en el trabajo textil en México, la. ed., San Luis Potosí, Colegio de San Luis; Dawn Keremetsis, 1984, "La doble jornada de la mujer en Guadalajara, 1910-1940", Eneuentr4 vol.

1, pp. 41-64; 1989, "Latín American Women Workers in Transition: Sexual Division of the Labor Force in Mexico and Colombia in the Textile industry", The Americas, vol. 40, pp. 991509; 1984, "La industria de empaques y sus trabajadoras: 1910-1940", Encuentro 2, vol. 1, pp. 57-63; Verena Radkau, 1983, Notas acerca de la literatura obrero: el Taller "Literatura del Mundo

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Mi experiencia en la historia de mujeres y en la historia de genero

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Para esta investigación consulté los siguientes archivos: el Archivo Histórico de Jalisco, el Archivo del Congreso del Estado de Jalisco, Archivo Municipal de Guadalajara, el Archivo de la Palabra en el Centro iNAii-Jalisco del Instituto Nacional de Antropología e Historia (iNAH), la Colección Documental "Papeles de Familia" de la Dirección de Estudios Históricos del 1NAH, el Fideicomiso Archivos Plutarco Elías Calles y Fernando Torreblanca, la Biblioteca Pública de Jalisco, la Hemeroteca Nacional Digital de México, Papers of Record y la Hemeroteca Nacional de Madrid. Revisé las emografías de Luisa Gabayet del CiEsAs y de Sergio Alcántara de El Colegio de Jalisco, que realizaron en Guadalajara y en Atenquique, Jalisco y revisé algunas novelas históricas y películas para discutir la cultura obrera de las décadas de 1910 a 1950.

Consideraciones finales

En las diferentes investigaciones que he realizado desde 1985 a la fecha, me han interesado los temas sobre trabajo femenino, poder y política. Los he examinado desde diferentes perspectivas, historias de mujeres, lústorias de género y "la nueva biografía". Estas temáticas las he analizado desde una visión histórica, cuantitativa, social y hasta cultural. En cada una ha sido fundamental entablar un diálogo crítico con las fuentes primarias y la teoría social. Actualmente, estoy convencida de que las nuevas propuestas teóricas sólo pueden darse de esta manera.

del Trabajo" de la República Federal Alemana, la. ed, México, °ESAS (Publicaciones de la Casa Chata); "La Fama" y la vida: una fábrica y sus obreras, la. ed, 1984, México, SEP/CIESAS (Pubii•
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