MÉXICO INCLUYENTE. UTOPÍA QUE PUEDE SER REALIDAD EN NUESTRO TIEMPO

México Incluyente. Cancún Q Roo, 17 abril 2013. FJRMay

REFERENCIA: Rosado-May, F.J. 2013. México incluyente: Utopía que puede ser realidad en nuestro tiempo. Foro Nacional “México Incluyente”, Cancún, Quintana Ro, México, 17 de abril.



MÉXICO INCLUYENTE. UTOPÍA QUE PUEDE SER REALIDAD EN NUESTRO TIEMPO

Francisco J. Rosado May Rector Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo 17 Abril, 2013 Cancún, Quintana Roo

RESUMEN La visión de un México, como país incluyente, ha sido prácticamente una utopía, una práctica retórica a lo largo de muchos años. No por ello la visión debe abandonarse, puede ser una realidad en nuestro tiempo. Los enormes retos y rezagos de nuestro país no solamente continuarán sino que serán mucho mas difíciles en tiempos en que la economía no sea boyante. Las contradicciones, acumuladas por años y años, pueden polarizar nuestro tejido social. La mejor forma de atender los retos y prepararnos para enfrentar exitosamente una economía prácticamente en recesión, implica cambiar paradigmas que guían las políticas nacionales. Aunque necesarias e indispensables, no bastan las reformas estructurales, hay que cambiar estructuras de pensamiento que guíen nuevas formas de “mirar” nuestra realidad. La gran oportunidad de México reside en hacer realidad un país incluyente, que aproveche las fortalezas de su diversidad cultural, diversidad que tiene un enorme potencial para construir conocimiento pertinente, conocimiento intercultural. Pero hay que eliminar políticas paternalistas y modelos que lo ocultan. No hay economía que pueda sostener un sistema médico basado en curar y no en prevenir. No hay economía que pueda sostener un sistema de enseñanza que no reconoce, aprecia o potencie los conocimientos acumulados por siglos entre la población originaria. No hay economía que pueda sostener un sistema que no incentive el mercado interno. No hay economía que pueda sostener un sistema que no fomente la sostenibilidad de sus redes de producción agroalimentarias. No hay economía que pueda sostener un sistema que solo se base en la multiculturalidad y no desarrolle el potencial que representa la interculturalidad de su sociedad. No hay economía que pueda sostener un sistema que no sea transparente, ni rinda cuentas adecuadamente, que propicie la impunidad. No hay sistema que pueda sostenerse bajo premisas no competitivas glocalmente.

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INTRODUCCIÓN Hoy 17 de abril, los quintanarroenses estamos reunidos aquí para contribuir, con todas nuestras capacidades, en la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo 20132018. Es un gran honor tener la oportunidad, desde esta tribuna, para expresar reflexiones que provienen no solamente de quien tiene el uso de la voz, sino que reflejan el sentir de personas de diferentes grupos sociales, de diferentes comunidades de nuestro Quintana Roo. Un verdadero México incluyente no puede ser solamente una utopía, debemos poner todo nuestro empeño, gobierno y sociedad, para alcanzar esa visión. Un México en el que, las mujeres, los indígenas, las personas de la tercera edad, los niños, los originarios de otros países, los jóvenes, las personas de capacidades diferentes, de tendencias sexuales diferentes, de partidos políticos, de organizaciones de la sociedad civil, los grupos religiosos, los grupos económicamente necesitados y los grupos económicamente solventes, tengamos todos oportunidades de desarrollo personal, profesional y humano. Por su gente y recursos naturales, México es una potencia sin lugar a dudas. Un México incluyente, con políticas y acciones inteligentes y estratégicas, permitirá que todo ese potencial se exprese para trascender y construir un futuro sostenible. De pasar del estatus de “en vías de desarrollo”, estatus en el que hemos permanecido por demasiados años, a un estatus de “país desarrollado” distinguido a nivel internacional por la inclusión de todos los grupos sociales y equidad en oportunidades para el desarrollo. Para lograr esa visión de país desarrollado todos debemos contribuir en forma organizada y articulada. Elemento primario indispensable es encontrar la fórmula para crecer en forma sostenida y sostenible. Sin crecimiento se cierran las oportunidades de la inclusión. Considero importante recordar los siguientes elementos reconocidos por el gobierno del Lic. Enrique Peña Nieto, elementos que inspiran a alcanzar un México Incluyente: “México parece ser un país dividido en dos. Por un lado está el reducido México que ha tenido la oportunidad de alcanzar un buen desarrollo; por otro lado el México mayoritario que ha quedado rezagado en trampas de pobreza que le impide alcanzar oportunidades”. Con un México así, especialmente cuando los números de pobreza son alarmantes, no se puede pensar en un desarrollo como país. CONEVAL reconoce mas de 40 millones de mexicanos pobres y mas de 12 millones de mexicanos en pobreza extrema. Este es un escenario adecuado para que todos, ricos y pobres, hombres y mujeres, indígenas y no indígenas, jóvenes y maduros, en fin toda la sociedad, perdamos. No se puede seguir así, el país debe cambiar, debe encontrar fórmulas adecuadas de inclusión en el desarrollo. En adición a los niveles de pobreza mencionados, se estima que entre el 65 y 85% de la población no tiene acceso a servicios de calidad, sean educativos o de salud o de empleo o de seguridad social o de vivienda digna. Todo ello sin olvidar que persisten en nuestro país esquemas de

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marginación y discriminación fuertes en diferentes regiones y diferentes grupos sociales. El gran reto es romper con esos círculos de pobreza, con esas trampas que no permiten mejor desarrollo para todos. Se requiere erradicar la pobreza, garantizar igualdad de oportunidades y derechos, procurar seguridad social, mejores servicios de salud, vivienda dignas, educación y empleos dignos y bien remunerados para todos los mexicanos y mexicanas. No es sencillo pero tampoco es imposible. En enero de 2013, en un foro semejante al de hoy, se mencionó muy acertadamente que “Lograr un crecimiento económico sostenido [y sostenible] no es una discusión teórica. Es algo que necesitan los miles y miles de jóvenes que no encuentran empleo; es lo que demandan innumerables familias que no pueden cubrir los costos de salud o educación o vivienda; es algo que requieren en forma inaplazable los actuales y futuros pensionados”. Hoy, la utopía de un México incluyente está mas cerca con los cambios estructurales que el congreso y presidencia están impulsando. Cambios que permitirán tener el crecimiento económico necesario, pero sostenible, para que esta utopía sea una realidad. Por ejemplo, la calidad educativa no debe ser solo para algunas escuelas y grupos sociales, sino para toda la sociedad mexicana; buscando fortalecer diferentes sistemas de construcción de conocimiento que refleje y aproveche, en todo su potencial, nuestra diversidad como país Tan importante para un México Incluyente es el crecimiento económico como lo es el buen uso del recurso. Por ejemplo, nuestro sistema de salud está en problemas financieros que, por su monto, impiden ampliar la cobertura médica con calidad. El monto financiero que resulta de una estrategia de curar y no de prevenir es descomunal. Cambiemos estructuralmente también nuestro razonamiento lógico para enfrentar los grandes problemas que nos agobian. En el siglo XXI no debemos usar razonamientos del siglo XIX para resolver problemas del siglo XXI, y los que vienen. El monto financiero que implica no atender y procurar una buena nutrición de nuestros niños, jóvenes y adultos, implica un gasto enorme para atender diabetes, presión arterial, colesterol, etc. No habrá economía que pueda aguantar el ritmo que tenemos actualmente del crecimiento de estos problemas. Por tanto el desarrollo con estrategias obsoletas implica negar un México Incluyente El monto financiero que significa atender problemas de drogadicción, alcoholismo y violencia, sin control aparente en varios puntos del país, no podría permitir ofrecer educación de calidad en todos los niveles si no cambiamos la estrategia de combate y nos acercamos a la estrategia de prevención. Sin cambio de estrategia no tendríamos un México incluyente. No habrá monto financiero suficiente para mitigar los grandes problemas de calentamiento global y acciones que rompan los equilibrios ecológicos de

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funcionamiento de nuestros ecosistemas. Actualmente tenemos disponibilidad de tecnologías innovadoras que tienen impacto ambiental tolerable, promovamos su uso. La inversión no solamente promoverá empleos sino que demandará buena educación y reducirá significativamente costos de mitigación ambiental por impactos negativos del desarrollo. No habrá suficiente recurso financiero para un México Incluyente si no avanzamos en los renglones de rendición de cuentas y transparencia, tanto a nivel gubernamental como a nivel no gubernamental. De lo anteriormente expuesto se pueden definir propuestas concretas para poder alcanzar un México Incluyente: 1. Necesitamos incrementar nuestros recursos financieros. Para ello necesitamos calidad educativa en todos los niveles y en todos los grupos sociales. Nuestro país tiene varios sistemas educativos pero no todos tienen acceso a calidad por falta de financiamiento. Hagamos compromisos institucionales de financiamiento para promover la calidad educativa y con resultados que permitan el crecimiento económico y desarrollo sostenible de nuestro país. Necesitamos promover la innovación tecnológica, la generación de buena ciencia y abrir espacios a la creatividad, al reconocimiento de saberes, locales y no locales, así como de patentar bienes materiales y esquemas de protección de bienes no tangibles. Necesitamos promover esquemas novedosos para generar pequeñas y medianas empresas. Aprovechar tanto el mercado interno como el externo. Los ingresos que nuestro país tiene actualmente provienen de un sistema tributario que necesita urgentemente una revisión. Tanto en el volumen de captación como en la ampliación de la base tributaria. Afortunadamente nuestro país está en el camino adecuado de reformas estructurales que van a permitir mejorar los ingresos, por la reforma de Hacienda como la Energética, de Telecomunicación y otras pendientes. ¿Porqué no iniciamos un proceso de largo aliento basado en educación de calidad, para todos los subsistemas, antes de embarcarnos en cantidad? ¿Porqué no propiciamos la prioridad en la educación de calidad de modo tal que genere los recursos necesarios para ampliar la cobertura, antes de priorizar la ampliación de la cobertura? Sin recursos para la calidad, la ampliación de la cobertura podría fortalecer el círculo vicioso de pobreza. El reto es tan grande que se necesita una forma de pensar diferente.

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2. Necesitamos promover un uso mas racional de los recursos financieros y naturales. Para ello necesitamos cambiar la lógica que está detrás del diseño de políticas públicas. Por ejemplo, el enfoque de curar enfermedades debe cambiar al enfoque de prevención. No estoy negando que deben mantenerse los esquemas de curación, pero no deben ser los únicos. Necesitamos prever impactos ambientales negativos en nuestros desarrollos y encontrar mecanismos de mitigación eficaz, por ejemplo usando tecnologías apropiadas, mejor planeación ambiental y urbana, mejores instrumentos de gestión ambiental, incentivos para incorporación de tecnologías verdes, tanto en materia de energía como en el de manejo de residuos sólidos y líquidos. Los diferentes aspectos de cuidado del agua en las ciudades y el campo son cruciales para evitar problemas sociales. No quisiera dejar de mencionar los aspectos de contaminación del suelo, agua y atmósfera por el uso indiscriminado de pesticidas o los problemas causados por los cultivos genéticamente modificados; la agroecología tiene respuestas claras para producir en forma suficiente y sostenible, ¿por qué no darle la oportunidad que nos merecemos todos? Cualquier análisis básico de costo-beneficio demostraría que es mas caro mitigar los impactos negativos al ambiente, causado por mala planeación, malas políticas, corrupción, visión de desarrollo inadecuada, etc., que hacerlo diferente. Por ejemplo, los desarrollos inmobiliarios populares no solo ofrecen habitaciones muy reducidas, en fraccionamientos sin vegetación, sino que también impactan muy severa y negativamente al ambiente ecológico, social, económico y político. ¿Quién se hará responsable de atender estos problemas cuando exploten? ¿Cuál sería su costo? ¿Estamos preparados para absorber los costos y resolver bien los problemas? 3. Compromiso gubernamental y no gubernamental por la transparencia y rendición de cuentas. La corrupción y la impunidad son un sangrado demasiado fuerte a las finanzas del país. Es una situación insostenible. Su erradicación es necesaria para dar la certidumbre suficiente a la inversión, al empleo, al crecimiento y a la calidad de servicios. Sin estos ingredientes ¿cómo podemos hablar de un México Incluyente? Nuestro país requiere incentivar, invertir en transparencia y rendición de cuentas, captar y atender bien las aportaciones tributarias de los contribuyentes fiscales. No es posible que los morosos o los que no respetan la ley, reciban mas incentivos que los cumplidos. En un esquema de esa naturaleza todos perdemos. Por un lado no se recauda lo suficiente para financiar escuelas u hospitales o programas de prevención o investigación o empleos. Por otro lado se genera una cultura perniciosa que es bastante difícil de erradicar.

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4. Promover empleos dignos y bien remunerados, mejorando el mercado interno. Los tres puntos anteriores no serían útiles si no se reflejan en empleos dignos y bien remunerados. Ningún otro factor es mas importante para padres y madres de familia que el acceso a empleo. No solo para adultos ni solo para casados. Hoy los jóvenes, así como padres y madres solteras, demandan empleo digno y con la remuneración adecuada. La creación de empleos dignos es el mejor indicador de la política social adecuada para un país, el empleo digno es sinónimo de estabilidad social, de crecimiento económico, de posibilidad real para alcanzar vivienda digna, servicios de salud y educación de calidad. Aquellos países que fomentan el mercado interno han demostrado mayor resiliencia a vaivenes financieros globales y capacidad de rápida recuperación. Fomentar el mercado interno implica propiciar el crecimiento, facilitar la creación de empresas que a su vez pueden crear empleo. Fomentar el mercado interno no implica, de ninguna manera, proteccionismo, pero puede promover creatividad para aumentar la competitividad. Propiciar el mercado interno implica articular una serie de medidas que incluyen educación de calidad, transparencia, rendición de cuentas, planeación estratégica viable y de largo alcance, con visión innovadora y con las personas mejor preparadas para lograrlo. COMENTARIOS FINALES No podía terminar sin antes hacer una reflexión relacionada con mi origen, con mi etnia Maya. Reflexión que recoge la esencia de lo que planteo en esta aportación: pensar y atrevernos a hacer las cosas diferentes para alcanzar utopías del tamaño de un México Incluyente. Aclaro que esta reflexión es totalmente de mi responsabilidad. Por años y años, desde que tengo uso de razón, he escuchado en el discurso gubernamental relacionado con políticas públicas en materia de atención a rezagos en poblaciones indígenas, que …”en el país tenemos una deuda histórica con los pueblos originarios”. En mi condición de persona con origen indígena, que he tenido acceso a educación de alto nivel y experiencias internacionales, he llegado a la conclusión de que las políticas y acciones gubernamentales inspiradas por el pensamiento de “deuda histórica” hacia los pueblos originarios, quizá tuvo una razón y lógica fuertes en el pasado, quizá en los siglos pasados. Pero no mas, NO aplica para nuestros tiempos. Necesitamos cambiar el sustento lógico de las políticas públicas. No hemos logrado un México Incluyente con tantos años de políticas públicas basadas en “deudas históricas”, sencillamente porque es incorrecta la lógica aplicada. No han cambiado las políticas públicas ni han cambiado las actitudes de las comunidades originarias, no

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hemos logrado un México Incluyente, ni hemos logrado mejores indicadores de desarrollo altamente significativos. Lo que hemos logrado son esquemas de paternalismo que han hecho mucho daño y que garantizan inercias difíciles de vencer cuando se buscan cambios cualitativos que conduzcan, en mejores condiciones, a un México Incluyente. ¿Porqué no mejor diseñar políticas públicas y acciones bajo la premisa de “oportunidades de desarrollo incluyente, intercultural” en vez de “deuda histórica”? ¿Porqué cuando se trata de encontrar fórmulas de crecimiento y desarrollo con participación activa, positiva y propositiva de las comunidades con población originaria, caemos inercialmente en la misma lógica que en el pasado? Este sencillo cambio de lógica aquí propuesto no es nuevo. Aplica también no solo a comunidades indígenas sino a muchos otros grupos sociales marginados. Un cambio de lógica como el que propongo, puede disparar reacciones y respuestas mucho mas favorables al fomentar la co-responsabilidad tanto en la toma de decisiones como en sus consecuencias, tanto entre gobierno y actores sociales. Puede ayudar a desechar esquemas paternalistas y clientelares. Es decir, generar lógicas mas acordes con el siglo XXI, donde los contextos locales, nacionales e internacionales han cambiado significativamente con respecto a los siglos anteriores. Este 2013 representa para todos nosotros una nueva oportunidad para alcanzar sueños, utopías, como el de lograr un México Incluyente. Ya no es permitido pensar en un país donde la prosperidad solo sea accesible a las élites, sino hacer todo lo posible para que la prosperidad esté disponible para todos los mexicanos y mexicanas, para generaciones presentes y futuras. Por ello señalo que estamos en la gran oportunidad de que la utopía, si así queremos considerar la visión de país que aquí presento, se vuelva una realidad en nuestro tiempo. El tiempo, la historia y nuestros descendientes, serán jueces implacables de las acciones que cada uno de nosotros, desde nuestra trinchera particular, estaremos haciendo para alcanzar un México Incluyente. Gracias. Es Cuanto